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¿Qué sentido tienen los actos escolares

en el siglo XXI?
Arrayín Navarrete
Instituto de Formación Docente Nº 12 – Neuquén

Acerca de los sentidos que perduran en los actos escolares del siglo XXI.

“Lo que puedo recordar de los actos que vivencié en mi


trayectoria escolar es que, algunas veces, no sabía bien por
qué razón se hacía esa celebración. A pesar de no
encontrarles sentido igual me divertía y me gustaban,
porque eran dinámicos, se cantaba, se bailaba, en fin, se
hacían diferentes actividades. Lo que más me gustaba de
ellos, era que salíamos de lo rutinario.” (Mora, B.: 2014)1

El recuerdo de esta estudiante del profesorado de formación docente pone en


evidencia la complejidad que encierra el análisis de los actos que se desarrollan en las
instituciones educativas en la actualidad. A pesar de no encontrarles sentido igual me
divertía y me gustaban plantea esta joven cuando se le pide que recuerde cómo eran las
celebraciones patrias de las que participaba cuando era estudiante de nivel inicial o
primario. Luego agrega que le gustaban porque eran dinámicos y salía de lo rutinario,
justamente esta idea de salir de la rutina está asociada a la idea de “fiesta” de “celebración”.

1
Fragmento del relato de una estudiante del profesorado de enseñanza primaria del IFD 12 en el cual
recuerda su trayectoria escolar durante el cursado del espacio de definición institucional “Los actos
escolares: su sentido en el Siglo XXI”.

1
La fiesta se define como “una ruptura de la cotidianeidad” (Siede, 2007: 50)2 de ese tiempo
escolar que se asocia con el aburrimiento, con la apatía.

Cuando se piensa en fiesta indudablemente se piensa en música, bailes, encuentro,


comidas, pero no todos los recuerdos de los actos escolares están asociados a diversión,
alegría, hay estudiantes que recuerdan la solemnidad, “hacer silencio”, “respetar la
bandera”, “pararse derechos”… Pero se me hacia un momento eterno con los himnos, los
discursos (Furlón, 2014)3. Entonces la celebración empieza a transformarse dejando un
sabor amargo, incomodidad, rigidez sensaciones que se alejan de la idea de fiesta y se
acercan a la idea de “guerra”, de cuerpos rígidos, sufrientes, tristes, serios.

En consonancia con el sentido


de la guerra expresa Susana Viau4 su
crítica a los actos escolares “[…] la
disciplina militarizada del “¡Formar
fila!”, “¡Tomar distancia!” y “¡Vista
al frente!”, una cadena de voces de
mando cuya perfecta conclusión bien
podría ser “¡Apunten! ¡Fuego!” Y
uno creía que era así, que debía ser
así, que sería así en todas partes y no
había escapatoria: los actos eran una
leve fatalidad, la letra chica del
contrato que suscribíamos con la lectoescritura”.

Entonces surge inevitablemente la pregunta por el sentido de los actos escolares en


pleno siglo XXI. La bibliografía crítica de los actos escolares es abundante pero la mayoría
de los autores propone encontrarle un sentido a las celebraciones patrias, lo cual es muy
difícil porque el tema tiene significaciones históricas asociadas a la idea de construcción de
una nación esencialista y a histórica, ligada a sentimientos de fuerte arraigo “nacionalista” y
este sentido convive con ideas de “festejo” que no se ponen en discusión porque es
“divertido”. Los actos de la mayoría de las escuelas se aggiornan con rasgos
individualistas muy eficaces para el sistema neoliberal que se instaló desde la etapa del
terrorismo de Estado en la Argentina y se consolidó con el menemismo. Los relatos de las
entrevistas a padres y familias que asisten a los actos dan cuenta de estas ideas cuando
expresan “vine a ver actuar a mi hija”, “hoy promete la bandera mi hijo”. Incluso las y los
docentes expresan que los padres asisten al acto sólo si actúan sus hijos. El sentido
comunitario que tienen las fiestas para las comunidades antiguas no está presente en estas

2
Siede, I.(2007), Fiesta y guerra en la memoria arcaica de la escuela, en SIEDE, I. La educación política:
ensayos sobre ética y ciudadanía en la escuela, Bs. As., Paidós.
3
Alumna del EDI de Actos Escolares durante el cursado 2014.
4
Viau, S. (2003), Febo asoma, artículo, Página 12.

2
celebraciones modernas que privilegian el individuo sobre la idea de comunidad, el
consumo sobre la idea de reciclar, de compartir. Para “habilitar la fiesta” con sentido
comunitario las instituciones educativas tendrán que estrechar lazos de solidaridad con la
comunidad que asiste a las mismas para habilitar otras identidades silenciadas, otras formas
de solidaridad, de comunidad que privilegie la diversidad por sobre la “homogeneidad” tan
cara a nuestra historia escolar.

Durante el cursado del año


2014 las estudiantes realizaron un
trabajo de indagación de un acto
escolar en las instituciones
educativas de nivel primario e
inicial. Luego elaboraron un
informe donde pusieron en tensión
las prácticas observadas con las
categorías teóricas que abordaron
en el desarrollo del espacio
curricular. El acto indagado fue el
correspondiente al 20 de junio,
conocido popularmente como “la promesa a la bandera”. Como parte de este trabajo
práctico Jéssica Campos Nazarre y Claudia Cornacchioli escribieron el texto que
denominaron “Acerca del significado de los actos escolares” en el cual entrevistaron a
estudiantes de diferentes años de la escuela primaria, padres y docentes poniendo en
evidencia los diferentes sentidos que otorgan a los actos escolares los distintos actores
escolares en la actualidad. A continuación, las voces de las alumnas:

Acerca del significado de los actos escolares

-¿Por qué prometen la bandera?

-Por el mundial y porque somos argentinos5

Las docentes toman decisiones constantemente. Y esas decisiones tienen siempre una carga
ideológica, política y social. Un ejemplo de estas elecciones en la escuela, son los
infaltables actos escolares. Todas las personas que transitamos por la escolarización
primaria, tuvimos la posibilidad de presenciarlos. A nosotras, en época de vivenciarlos

5
Cita extraída del trabajo de investigación: “Recuperando los sentidos de los actos escolares”, que
realizamos en el EDI de actos escolares, 2014.

3
como estudiantes, nos resultaban la gran mayoría divertidos, dinámicos y entretenidos
porque nos disfrazábamos e interpretábamos papeles como damas antiguas, paisanas,
negritas. Los actos eran un juego en el que nuestras familias y docentes se sentían felices, y
compartíamos con nuestras/os6compañeras/os experiencias lindas para mostrar a otras
personas. A pesar de la disciplina que ejercían las/os directivos y docentes sobre las/os
estudiantes, porque todo tenía que salir “perfecto” y ordenado, son gratos los recuerdos que
invaden nuestra memoria en relación a los actos escolares.

Al transitar por la carrera del profesorado en enseñanza primaria, comenzamos a


reflexionar acerca de estas decisiones que son los actos. Nuestra visión ahora, ya no como
alumnas sino como futuras
trabajadoras de la educación y a
partir de la construcción de la
desnaturalización que hicimos
(y seguiremos haciendo), es
completamente diferente a la
que recordábamos cuando en la
escuela fuimos protagonistas de
los actos.

Todos los actos tienen


una historia, un momento y una
intención política por parte de
quienes lo llevan a cabo. Todos los actos pueden ser repensados y analizados. Nosotras
decidimos reflexionar acerca del acto del día de LA PROMESA A LA BANDERA. Acto
que históricamente se realiza en 4to grado de la escolarización primaria y que resulta
emocionante tanto para las/os chicas/os como para las familias y docentes.

¿Para qué y para quiénes se realiza este acto? ¿qué es lo que se rememora? ¿qué
pasiones y sentimientos despierta en quienes lo vivencian? ¿quiénes son las/os
protagonistas del mismo? Son algunos de los interrogantes que intentaremos responder en
este artículo.

Consideramos que es muy importante conocer los hechos que ocurrieron en ese día,
qué se intenta recordar o representar en este acto escolar, para poder reflexionar acerca de
ciertas prácticas hegemónicas que se repiten de manera naturalizada. Acerca del sentido del
acto del día de la bandera, habitamos algunas reflexiones a partir de la observación y

6
NOTA ACLARATORIA: la Dirección de la Revista deja asentado que las alumnas usaron la consonante
equis para dar cuenta de su perspectiva de género frente al uso del lenguaje. Concretamente, aclararon:
“Utilizaremos la letra “x” para incluir lenguaje de género”. No obstante, dado que es “política de la revista el
uso de un lenguaje estándar, por lo que se solicita que no se incluyan en los textos símbolos no lingüísticos
como la arroba para sustituir vocales, o el reemplazo de estas por la equis” (v. “Normas para autores”) se
adecuó el texto a estos requerimientos.

4
vivencia de dicho acto como residentes. El acto responde a una política de nacionalismo, de
construcción de una identidad nacional, de amor a la patria y de transmisión de ese
sentimiento, con sentidos que se definen por símbolos como escarapelas, bandera nacional
y provincial, canciones patrias (himnos nacionales y provinciales), y discursos repetidos.

Los colores celeste y blanco predominan, habitan el espacio y cuarto grado es el


supuesto protagonista, porque promete la bandera pero ¿qué significa prometer la bandera?
Durante el acto realizamos algunas preguntas a niñas/os de 4to y 7mo grado, a sus familias
y docentes, sus respuestas corroboran la idea planteada anteriormente:

Entrevistadora Niño de 4to grado

¿Qué van a hacer ahora?

La promesa a la bandera

¿Estás contento?

Síiiiii
¿Por qué prometen la bandera?

Por el mundial y porque somos


argentinos.

Entrevistadora Niñas de 4to grado

¿Por qué prometen la bandera?

-Por la patria, porque tenemos que


querer a nuestra bandera.
-Porque nos dijo la seño que se promete
en 4to grado y estamos en 4to grado.

Entrevistadora Niñas/os de 7mo grado

¿Saben por qué se promete la bandera

en 4to grado?

No, ¿Por qué? (risas)


Yo tampoco sé, me acuerdo que la prometí

cuando estaba en 4to grado y teníamos que

decir: “Sí, prometo”, pero nunca supe por

5
qué se hacía.

Se hace porque en 4to grado,


supuestamente tenés que entender que
vivís en Argentina, que es tu país, que
hay que cuidarlo y respetarlo.
¿Y vos cuando estabas en 4to sabías todo eso?

Creo que no (risas).


Recién un chico de 4to grado me respondió

que se prometía la bandera por el mundial

¿Ustedes qué creen?

-Noo.
-Nada que ver y algunas nenas no
miran el mundial.
-Además, el mundial es cada 4 años y la
bandera la prometen todos los años los
chicos de 4to.

Entrevistadora Madres

¿Qué sentido le atribuyen a este acto?

Es muy importante para mí poder


acompañar a mi hijo en este momento
tan especial.
¿Qué pasaría si tu hijo te dice que no

quiere prometer la bandera ?

-Lo incentivaría a que lo haga, hasta


convencerlo.

-Bueno no lo obligaría, pero me daría


mucha lástima porque es parte de la
patria. Todos mis hijos lo hicieron,
nunca jamás me lo dijeron.

6
Todos estos sentimientos enraizados de alegrías y emociones por el tránsito en
relación al patriotismo y pertenencia a una nación, encuentran un lugar común en la
escuela, pero el sentido no está definido, porque no está pensado, sino que está
naturalizado. Se repiten, se transmiten, se reproducen prácticas y no se construye
conocimiento. Estas prácticas con contenidos moralizantes, homogeneizantes y
encauzadoras de identidades destruyen cualquier intento de diversidad cultural. El ritual
escolar controla los tiempos y espacios escolares, los cuerpos de las/os niñas/os, los
sentimientos de las familias, los
pensamientos y principios de las
docentes. Predomina una función
de rigidez y dureza en los
comportamientos, porque existe un
protocolo que cumplir. Al
preguntarles a las docentes acerca
del sentido de los actos escolares
nos respondieron que el acto del
día de la bandera sirve para:

[…] que la gente no pierda el patriotismo, lo deja de lado, hoy en día


esta todo desvirtuado por los findes largos y otras distracciones”. Y también
para “[…] que las/os niñas/os no olviden rendir homenaje a los próceres y
hechos importantes del pasado que sucedieron en nuestro país. Para que
respeten su bandera y los símbolos patrios que se han perdido con el tiempo.

Consideramos que los actos escolares tendrían sentido si se llegara a crear un


espacio en el que se realicen actividades compartidas, en las que pueda participar y trabajar
en conjunto la comunidad educativa. Creemos que la escuela debería recuperar el carácter
festivo de las efemérides para que se habite un espacio de solidaridad y entusiasmo, de
alegrías, expresiones y de conocimientos y vivencias sobre la diversidad cultural, para
generar lazos sociales, afianzarlos y realizar prácticas que generen curiosidad en los sujetos
de las instituciones educativas, y no gestar en ellos silencios, disciplinamientos y temores.

Sería de absoluta importancia que se les explique y enseñe a las/os niñas/os, cómo
ocurrieron los hechos y la historia que se intenta recordar, por ejemplo hacia 1887, en
nuestro país, no estaba instalada la idea de celebración de las fechas patrias en las escuelas:
“[…] las escuelas no eran un ámbito particularmente asociado con la simbología patria,
donde las ceremonias conmemorativas, reiteradas anualmente, fueran como los eslabones
de la memoria oficial de la nación”7.

7
Siede, 2007, pág. 214-215.

7
Nos cuestionamos por qué los actos escolares son contenidos propios de la materia
Ciencias Sociales y no se propone un abordaje interdisciplinario en conjunto con el arte y
los diferentes lenguajes y conocimientos de otras disciplinas. ¿Qué sentido tiene enseñar
fechas patrias aisladas, próceres y un pasado alejado de la actualidad? ¿Qué pueden
aprender las/os chicas/os más que la memorización de los nombres de personajes de nuestra
historia y fechas de sucesos pasados?

Tener conocimiento sobre la construcción de los actos escolares y sus


transformaciones a lo largo de la historia, nos permite disponer de herramientas para
repensar y cuestionar las modalidades tradicionales de enseñanza y su sentido. Animarnos a
reflexionar y desnaturalizar experiencias que se reproducen en las escuelas nos deja habitar
otros sentidos, otras intenciones y decisiones que favorezcan al establecimiento de
relaciones entre nuestro pasado histórico y la realidad actual, para que podamos producir y
crear en el presente, nuevas prácticas pedagógicas que no sean solo para mostrar a otras/os,
sino para construirnos y modificarnos recíprocamente.

BIBLIOGRAFÍA

Siede, Isabelino, La educación política. Ensayos sobre ética y ciudadanía en la


escuela, Buenos Aires, Paidós, 2007.

Mendez, Laura, Las efemérides en el aula. Aportes teóricos y propuestas didácticas


innovadoras. Buenos Aires, Novedades Educativas, 2005.

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