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de seguimiento, porque se centra mucho en lo que está actualmente frente a él. Luego pasó a
describir la forma en que había usado el calendario de Outlook para administrar recordatorios,
seguimientos, y adaptar su flujo de trabajo en ese punto ciego”.
Otra de las preguntas que más suele realizarse es: “Según tus amigos, ¿cuál es tu mayor
defecto?”. Al igual que la primera, la honestidad es pieza clave. El entrevistado debe evitar
agrandar su respuesta evitando los “muy” o “demasiado”.
La actitud es un valor muy importante para un futuro candidato, por lo que cuando se te presenta
la pregunta: “Si te ordenaran hacer un trabajo que no te gusta, ¿qué harías?”. Se recomienda
analizar la situación, respondiendo: “Realizarlo. Lo he hecho muchas veces”.
En cuanto a la interrogante: “Si tuvieras que despedir a alguien, ¿cómo se lo dirías?”. Los
sitios aconsejan ser ni muy autoritario, ni muy desentendido, por lo que la respuesta ideal sería:
“Lo citaría en un despacho y le diría mirándole a los ojos que no puede seguir con la empresa.
Trataría de convencerlo sobre el cambio e, incluso, lo invitaría a colocarlo en otro empleo más
adecuado”. Mirarlo de frente, ayudaría a expresar nobleza.
Otro de los cuestionamientos habituales en una entrevista laboral es medir la ambición. Para ello,
los reclutadores generalmente preguntan: “¿Qué es más importante: el trabajo o el dinero?”.
Para contestar, lo mejor es lo siguiente: “Prefiero ganar menos, pero trabajando a gusto”.
Convivir es parte importante en cualquier empresa, por lo cual es relevante saber cómo
reaccionaría ante situaciones de incomodidad. Para ello, el personal de recursos humanos le
puede cuestionar lo siguiente: “¿Qué es lo que más te molesta de tus compañeros de trabajo
o de universidad?”. En este caso, lo aconsejable es responder: “Las quejas no me gustan.
Pasarme todo el día escuchándolas es incómodo. Les digo que deben ser más positivos”.
Otra de las cuestione claves es: “¿Tienes algún punto ciego que no has desarrollado?”. Esto
se pregunta para conocer cómo manejar las áreas de oportunidad del candidato. Una manera
idónea de enfrentarse a esta situación es: “Si es un punto ciego, no lo conozco, pero no me
importaría que los demás me lo señalaran. Puedo corregir mis errores”.
Sobre su historial, una pregunta muy habitual es: “¿Cuál ha sido tu mayor frustración
profesional?”. Hay que dejar en claro que no es una persona derrotista, ni mucho menos
rencorosa. Reconozca situaciones como “Aprendí que un tropiezo forma parte de mi
experiencia”.
Al finalizar la entrevista, el reclutador tratará de invertir los papeles mediante la siguiente
cuestión: “¿Tienes alguna pregunta para mí?”. Ante esto, realice cuestiones inteligentes, como
planes de promoción, posibilidad de desarrollo profesional, entre otras. Evite el clásico “¿Cuál
sería mi hora de salida?”.
Explica tus intereses, competencias y experiencia que pueden convertirte en el/la candidato/a
idóneo/a para la posición. Evita alargarte en aspectos irrelevantes para ese puesto de trabajo
y refuerza aspectos que sean interesantes para la oferta.
2.- ¿Dónde te ves en 5 años? (Esta pregunta le sirve al entrevistador para conocer cómo
encaja la vacante en tu plan de carrera profesional).
3.- ¿Por qué quieres cambiar de trabajo? (Tu interlocutor quiere conocer tu motivación para
querer dejar tu actual trabajo).
Lo mejor es afrontar esta pregunta lo más honesta y rápidamente posible, sin ser negativo sobre
tu actual empresa. El objetivo es compartir, sin dar muchas explicaciones, qué has aprendido, y
qué habilidades quieres continuar desarrollando.
Aunque te encuentres en una mala situación, piensa cómo plantear la situación positivamente.
Por ejemplo, si estás dejando tu trabajo por problemas con tu responsable o la empresa, no hables
negativamente sobre ellos, indica que tenéis diferentes filosofías de trabajo. Si tu trabajo es
aburrido y excesivamente rutinario, indica que estas buscando una posición más dinámica y
retadora.
4.- ¿Qué expectativas salariales tienes? (Tu entrevistador quiere conocer el salario a percibir,
para saber si encaja en la horquilla que tiene en mente la compañía).
Para responder a esta pregunta puedes tener varias opciones; esperar a que la empresa te haga la
primera propuesta u optar por trasladar una banda salarial en la que te moverías poniendo en
valor tu experiencia y formación, entre otros aspectos, y siempre teniendo en cuenta otros
beneficios que la empresa te pueda aportar.
5.- ¿Cuál es tu principal fortaleza? ¿Y tú principal defecto? (La persona que te está
entrevistando quiere conocer un poco más sobre ti y tu personalidad).
Es la ocasión perfecta para hablar sobre tus cualidades, escoge una habilidad que sea relevante
para el trabajo al que estás aplicando y enfatiza como haces uso de ella para tener éxito en tu
posición actual.
6.- ¿Por qué deberíamos contratarte? (Puede que no te hagan esta pregunta directamente,
sin embargo, todas las respuestas de tu entrevista contribuyen a ayudar a detectar si eres
la mejor persona para la posición).
Prepárate previamente para dar respuestas específicas sobre por qué quieres este trabajo y por
qué crees que eres la persona que están buscando. Mantente seguro y firme sobre ello.
No desesperes, ya que la paciencia y la práctica juegan un papel clave en la búsqueda del trabajo
que deseas. Superar una entrevista con éxito es una habilidad como cualquier otra: el
entrenamiento lleva a la perfección y se puede ir aprendiendo en cada proceso.