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En 1959, Skinner hace el primer intento de abordar el lenguaje desde una perspectiva

conductual. Desde esta óptica, el proceso de aprendizaje del lenguaje consiste

esencialmente en determinar las condiciones ambientales que posibilitan los

mecanismos responsables de dicho proceso. El habla dirigida al niño constituiría un

punto esencial dentro de dichas condiciones ambientales.

A esto respondió Chomsky con una crítica contundente Para él la capacidad del habla

está determinada genéticamente. Las propuestas innatistas atribuyen al niño un

conocimiento innato de las propiedades universales de las reglas lingüísticas y de sus

variaciones paramétricas; así como un conocimiento innato de los procedimientos que le

permitirá las reglas de su lengua. Para él, el habla adulta no constituiría un modelo

lingüístico adecuado por su alta frecuencia de errores y frases inacabadas. Propuso que

el niño genera sus propias reglas lingüísticas a partir del análisis del habla que escucha

a su alrededor.

Mientras, Piaget pensaba que el desarrollo del lenguaje constituía un subproducto del desarrollo de otras capacidades
cognitivas (Bruner,1984), por lo tanto hasta que no se hubiese adquirido la simbolización no podría aparecer el lenguaje.
Desde el interaccionismo social y siguiendo a Vigotsky, Bruner se interpone entre los dos pensamientos extremos. Para él,
en el desarrollo del lenguaje serán necesarios mecanismos innatos que predispongan al niño a la interacción social, pero
serán precisos los soportes y ayudas ofrecidas por el adulto en la interacción con el niño.

Entre las lecturas más importantes sobre psicolingüística, puede citarse el trabajo pionero de Roman
Jakobson (1969), uno de los primeros grandes teóricos de la lingüística que advirtió el lugar central
de la reflexión acerca de la adquisición del lenguaje y las afasias, argumentando que estudiar esos
extremos «anormales» permitiría conocer con mucha mayor precisión lo que es el lenguaje «normal».
Los temas que la psicolingüística de base chomskyana comenzó a tratar con mayor intensidad en los
años ochenta son, precisamente, la adquisición del lenguaje y las afasias y otros trastornos específicos
del lenguaje, como la deficiencia específica del lenguaje [en inglés, SLI, sigla de Specific Language
Impairement] (Leonard, 1999; Jakubowicz, Nash y Wexler, 2004), puesto que ambos procesos
pueden considerarse argumentos empíricos en favor de la idea del innatismo de Chomsky.

Además de Chomsky, los dos lingüistas generativos que han tratado con mayor intensidad la relación
entre lenguaje y pensamiento (y que, de hecho, trascienden el campo estricto de la psicolingüística
para adentrarse en terrenos filosóficos) son Jerry Fodor, autor de La modularidad de la mente (1986)
y Psicosemántica (1987), y Steven Pinker, autor del famoso El instinto del lenguaje (1994) y de La
tabla rasa (2002). Pese a ser los dos psicolingüistas generativos más famosos, ambos difieren
de Chomsky en que suponen que existe un «mentalés» o lenguaje del pensamiento que es
independiente del lenguaje, idea que Chomskyno suscribe. Las obras citadas están traducidas al
español y son muy recomendables.

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Los trastornos del lenguaje (en el sentido especializado en que se usa en el campo de la patología) constituyen un área muy
compleja. Es fundamental acá la distinción entre trastornos del lenguaje en el adulto y trastornos del lenguaje en el niño.
En el adulto, la alteración del lenguaje afecta a un sistema lingüístico previamente adquirido; en cambio en el niño, es un
tras- torno que dificulta la adquisición y desarrollo del lenguaje. Ambos tipos de trastornos presentan características y
etiologías muy distintas. En términos generales, los trastornos del lenguaje se pueden clasificar como se aprecia en el
cuadro

TRASTORNOS DEL LENGUAJE ADULTO:

AFASIA

ASOCIADO A DEMENCIA

TRASTORNOS DEL LENGUAJE EN NIÑO ASOCIADOS A:

RETARDO MENTAL

HIPOACUSIA

AUTISMO

PARÍLISIS CEREBRAL

El trastorno del lenguaje más característico en el adulto es la afasia, pérdida o alteración del lenguaje por un daño
cerebral, generalmente en el hemisferio izquierdo. El trastorno puede afectar de modo preferente la ex- presión de algunas
personas que se caracterizan por el agramatismo de sus enunciados (p. ej. dicen "casa aquí llegar") como ocurre en la
afasia de Broca. En cambio, otras personas pueden tener alterada notoriamente la comprensión verbal y
consecuentemente la expresión, donde emiten erro- res de distinto tipo (parafasias semánticas: "taza" por "vaso";
parafasias fonológicas: "fasa" por "taza"; o neologismos: "safe" por "taza", etc.). Sus enunciados suelen estar bien
estucturados morfosintácticamente, pero son semánticamente inadecuados (p. ej. "la solanita está aquí comiendo eh los
platos" por "la señora está secando los platos") como ocurre en la afasia de Wernicke. Además de estos tipos clásicos de
afasia existen muchos otros donde la semiología lingüística es diferente. Los trastornos afásicos han sido los más
estudiados por los lingüistas y abordados con distintos modelos. Los estudios de Jakobson (1974) son pioneros al respecto

Dado que la afasia es un trastorno del lenguaje que coexiste con una lesión cerebral, su estudio ha constituido un área
importante en la neurolingüística cuyo objeto de estudio es justamente la relación cerebro-lenguaje (Luna, A., 1980; Pavez,
M. M., 1980; Azcoaga, J., 1991; Caplan, D., 1992).

Existe también un importante de niños con "trastorno específico del lenguaje", esto es, con problemas en el desarrollo
lingüístico que no se asocian a otros déficit. Son niños con un C.I. normal, sin problemas sensoriales (como hipoacusia), sin
alteración en los órganos fonoarticulatorios, ni cuadros psicóticos o daño neurológico evidente que permita explicar su
trastorno de lenguaje.

El lingüista puede aportar en la caracterización de los diferentes cuadros, aplicando conceptos que permitan describir con
precisión la "semiología lingüística" de los trastornos. Por ejemplo, si un neurólogo describe el lenguaje de su paciente
afásico como "telegráfico" ("porque habla como telegrama"), el lingüista puede aplicar criterios morfosintácticos y
caracterizar el "agramatismo"
Por último, el lingüista que se interesa en la patología del lenguaje pue- de aportar conceptos y enfoques que los
profesionales que atienden pacientes pueden utilizar en la terapia. Es claro que un lingüista no está capacita- do para tratar
pacientes (a menos que realice los estudios profesionales que lo habiliten). Sin embargo, en un equipo puede hacer
distintos aportes, por ejemplo, proponer enfoques diferentes para abordar un problema fonético y para abordar trastornos
fonológicos; proponer al terapeuta estrategias de interacción comunicativa con su paciente a partir de la perspectiva
pragmática, o proporcionar secuencias de estímulos verbales de complejidad gradual en cualquiera de los aspectos del
lenguaje

 ENFOQUE CONDUCTISTA: SKINNER (1904 – 1990).Skinner adopta una posición empirista, es decir,
considera que el desarrollo del lenguaje depende exclusivamente de los estímulos externos. El lenguaje está en las
respuestas que el niño aprende por condicionamientos aparentes, respuestas que son verbales e intraverbales, de
manera secundaria.
El conductismo hizo que en los estudios se fijasen en el contexto, la forma de hablar al niño, lo que se llegó
a llamar en un primer momento el Babytalk. Y es importante como el esquema de estímulos planteados
provoca una respuesta.También permitió los programas de tratamiento de niños con alteraciones del
lenguaje o tratamiento logopédico. Los estímulos no se analizan aisladamente sino que se estudia el
episodio verbal global, la conversación.Lo más importante del conductismo es precisamente la controversia
que se creó en torno al mismo. La ciencia está influida por las modas, por los hechos sociales, y el
conductismo fue una moda que afectó a todo.

El lenguaje es algo muy complejo y la Teoría conductista es algo insuficiente para explicarlo.Las
explicaciones del conductismo se basan en el aprendizaje animal, de tal manera que existe una
generalización de lo que hacen los animales a lo que hacen las personas. Los estudios del desarrollo del
lenguaje del conductismo se basaban en el estudio con loros.El conductismo no contempla ningún tipo de
etapa. Para la Teoría conductista el lenguaje es simplemente sumatorio.

 ENFOQUE INNATISTA: CHOMSKY (1928). Chomsky toma una posición mentalista. La teoría de Chomsky es
una teoría formal del lenguaje según la cual el lenguaje se genera a partir de estructuras innatas; por eso su teoría se
conoce como “Gramática generativa. Chomsky establece dos grandes principios.
1. El principio de autonomía según el cual el lenguaje es independiente de otras funciones, siendo los procesos del
desarrollo del lenguaje también independientes.
2. El segundo principio es el principio de innatismo según el cual el lenguaje es un conjunto de elementos y reglas
formales; es decir, es una gramática que no puede aprenderse asociativamente en virtud de la asociación de estímulo
con respuesta, por lo tanto, es innato.
Este innatismo del lenguaje se concreta diciendo que todos nacen con un constructo interno, un esquema
innato específicamente humano y genéticamente hereditario que es lo que él llama LAD (Dispositivo de
Adquisición del Lenguaje). Este mecanismo tiene como contenido a un conjunto de principios gramaticales
universales. Cuando uno nace, con este dispositivo, empieza a recibir estímulos lingüísticos o datos
lingüísticos primarios. Una vez que estos datos son procesados en el LAD hay un output o resultado que es
la Gramática de la lengua en cuestión.

Chomsky renuncia a explicar la adquisición del lenguaje, no explica el mecanismo de esta adquisición.
Chomsky se dedica a criticar la teoría de Skinner.Ignora los factores cognitivos y sociales. El lenguaje, para
él, se asemeja a una especie de órgano biológico especializado. Es un modelo instantáneo que no da
cuenta del proceso del desarrollo. Desde el momento en el que el niño lo usa parece que ya lo haya
aprendido. No da cuenta de un orden de adquisición. Es cierto que en general los niños aprenden el
lenguaje independientemente de los estímulos; pero también es verdad que hay diferencias individuales.

 ENFOQUE COGNITIVO: PIAGET La posición de Piaget es mentalista como la de Chomsky y también


constructivista. Piaget plantea una teoría genética y formal del conocimiento según la cual el niño debe dominar la
estructura conceptual del mundo físico y social para adquirir el lenguaje. Propuso que lenguaje es equivalente a la
inteligencia. Desarrolló una teoría sobre el desarrollo de la inteligencia.
En 1923 publica “El lenguaje y el pensamiento en el niño” donde establece la primacía del pensamiento. El
lenguaje sería un producto de la inteligencia por lo que el desarrollo del lenguaje es el resultado del
desarrollo cognitivo.

Habla de un lenguaje egocéntrico en los niños pequeños pues estos hablan con ellos mismos a pesar de
estar con más gente. Según Piaget esto sería un reflejo del pensamiento egocéntrico del niño. Cuando el
pensamiento deja de ser egocéntrico (descentralización cognitiva) aparece le lenguaje socializado o
comunicativo.

 ENFOQUE PRAGMÁTICO: BRUNER El enfoque de Bruner intenta buscar una tercera vía que tenga en cuenta el
constructivismo y que sea interaccionista. Quiere llenar el hueco entre lo imposible y lo milagroso (empirismo
ambientalista de Skinner y mentalismo innatista de Chomsky).
Bruner enfatiza el uso y la función a la hora de explicar la adquisición del lenguaje. Se pregunta: Cómo es
tan importante que el niño aprenda a comunicarse, pues la sociedad lo considera como lo más importante.
El niño disfruta de un acceso privilegiado al lenguaje pues está sistemáticamente arreglado por la
comunidad lingüística los llamados amplificadores externos del desarrollo, de los cuales el más importante
es la familia

Al niño se le proporcionan oportunidades sistemáticas para negociar, los denominados procedimientos


lingüísticos y significados. Es fundamental, ya desde el nacimiento, la relación con los agentes externos, la
comunicación pre-lingüística. Con ella empieza el estudio del lenguaje, luego tiene una continuidad funcional
con el mismo.

Los primeros precursores del lenguaje serían los llamados formatos que Bruner define como estructuras
predecibles de acción recíproca. Estos formatos son situaciones que el adulto prepara muy repetidas veces
en las que interacciona con el niño. Los adultos pueden desarrollar las estrategias de ayuda desde las
cuales el niño desarrollará poco a poco el lenguaje.

 TEORÍA DE VIGOTSKY: De las influencias socioculturales; individuo y sociedad. “el habla es un producto
social”
Las particularidades del lenguaje se adquieren dentro de un contexto sociocultural, el sentido del lenguaje
es el poder comunicar las ideas y sentimientos, es la relación que pueda establecerse con el otro por medio
de él.

El lenguaje ha cambiado gracias al desarrollo sociocultural; pensemos en las grandes diferencias que hay
en lenguaje que utilizan los jóvenes de hoy y el que emplearon nuestros padres a veces pareciera que se
hablara en lenguajes diferentes.

El niño aprende el lenguaje del ambiente en el cual se desarrolla, aprende no solamente de sus padres, sino
de todas aquellas personas que le rodean; cuando ingresa a la escuela tiene la posibilidad de ampliar su
vocabulario, de interactuar con sus compañeros y aprender de ellos.

 TEORÍA DE STERN: El lenguaje parte de tres tendencias: Expresiva, social a la comunicación, tendencia
intencional.
En el aula se evidencia esta teoría puesto el estudiante se encuentra en un ambiente social en el cual le es
indispensable comunicarse de alguna forma. Hay muchos niños que son demasiado hiperactivos se
mueven, hablan mucho pero su problema no es la hiperactividad, es la intención de lo que quieren
comunicar con ello, abandono, soledad, falta de afecto, quieren de alguna forma llamar la atención o por el
contrario con la poca expresión e interacción social (timidez) están expresando en realidad una problemática
más profunda.
“Más importante que expresar lo que sentimos a los demás es la intención con que lo hacemos”
El lenguaje es un sistema de comunicación basado en símbolos. Se supone que el cerebro humano está dotado
genéticamente de la capacidad para generar las reglas universales (gramáticas) subyacentes a todo sistema comunicativo
humano (Chomsky, 1968)

El conocimiento intuitivo perfecto que tiene todo nativo de las reglas de su idioma se conoce como competencia. Permite
generar un número ilimitado de combinaciones lingüísticas del idioma, reconocer lo que es y no es correcto
idiomáticamente y diferenciarlo de expresiones ajenas al idioma en cuestión (Slobin, 1971).

La ejecución o desempeño se refiere a los aspectos observables de la comunicación. En la medida en que lo que se intenta
comunicar difiere de lo que se comunicó, hay discrepancia entre la competencia y el desempeño. En ciertas afasias, la
competencia es indudablemente mayor que el desempeño; otras veces el desempeño es mayor a la competencia
lingüística. En todo caso, la afasia conlleva una merma tanto en el desempeño como en la competencia no sólo de
operadores lingüísticos, sino de aquellos de clasificación conceptual y perceptual

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