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LA AGRICULTURA EN EL MUNDO

Características de la Agricultura Mundial


Agricultura
Es una actividad económica primaria dedicada a la labranza o cultivo de la
tierra. Su propósito principal es la obtención de alimentos para el hombre y
proporcionar materias primas a las industrias.

Si tendríamos que caracterizarla diríamos, que la agricultura es una actividad


económica que convoca el más grande número de trabajadores en ciertas
áreas más que en otras, por ejemplo en aquellas situadas en países
subdesarrollados. Además es la actividad económica sedentaria más arcaica
de la historia de la humanidad. Esto se puede revalidar con testimonios de que
se practicaba en Egipto desde 17.000 años a.C. y es posible que en China haya
sido anterior.

Se destaca su mayor propagación geográfica, ya que solamente quedan sin


rasgos de labores agrícolas, aquellas áreas polares, los desiertos absolutos, las
montañas más hostiles y por supuesto las áreas urbanas más densamente
pobladas. Pero lo más importante de esta actividad, es que ella proporciona el
80% de alimentos que consume la población que hoy habita nuestro planeta.

Sin embargo, las mayores diferencias que presenta esta actividad, se haya
directamente relacionada con la ejecución, los cultivos empleados, las técnicas
utilizadas y las estructuras
agrarias que para la misma se
adopten.

Tipos de agricultura

Existen distintas
clasificaciones para hablar de
la agricultura, la mayoría de
las veces estas, privilegian los
aspectos económicos de la misma. Tal es el caso de la disponibilidad de agua,
distinguiendo así una agricultura de secano o temporal, es decir que depende
de las lluvias y una agricultura bajo riego, asegurada por la acción humana, a
través de la construcción de diques, canales, pozos, etc.

Si consideramos la propiedad de la tierra, tenemos aquella agricultura de


mercado (tierra en propiedad de las personas o de un grupo familiar), una
agricultura socialista (la tierra pertenece al Estado); o de especulación (la tierra
pertenece a grandes empresas). Según la cantidad de cultivos que se realicen,
vamos a tener una agricultura de monocultivo (uno) y una agricultura de
policultivo.

Características de la organización de la producción agraria

Las actividades agrarias han adoptado diferentes características, dependieron


de las distintas sociedades a lo largo del planeta y a través del tiempo. Sin
embargo, las características que presenta la organización de la producción
agraria en la actualidad son consecuencia de profundos cambios
demográficos, económicos y tecnológicos, que tuvieron lugar a partir de fines
del siglo XIX.

El aumento demográfico que se produjo en especial desde los inicios del siglo
XIX, producto de la disminución de la tasa de mortalidad, generó una demanda
de nuevas áreas cultivables del mundo, es por esto que se incorporaron
nuevos espacios hasta ese momento inutilizables para tal propósito; como las
extensas planicies de América del Norte, Rusia, Argentina, Australia, Nueva
Zelanda, entre otras.

El proceso de industrialización que se desarrolló en esa época en Europa, y su


cara visible, la concentración de población en las ciudades, se estableció
también en un factor decisivo para la expansión de las áreas cultivadas a partir
de ese momento, dado que gran parte de la población, al residir en las
ciudades, no producía su propio alimento. Hecho que impulsó al comercio
internacional de alimentos dejando rasgos que nunca antes se habían
registrado.

Entonces, la organización de la economía mundial tomó un nuevo perfil al


puntualizarse las áreas productoras de alimentos y de materias primas (nuevas
regiones, como es la región pampeana) y áreas productoras de bienes
industrializados, sobre todo en los países de Europa. Ambas se constituyeron
en demandantes de alimentos para la población urbana que en ellas crecía.

La consolidación de este modelo de producción a nivel mundial es el siglo XX,


en el cual se fijaba la existencia de áreas especializadas en productos
agropecuarios para el abastecimiento de las grandes metrópolis del mundo.
Esto generó el aumento de la superficie bajo cultivo en todo el mundo, seguido
por la utilización de nuevas tecnologías e insumos que incrementaron en
buena medida los rendimientos de las áreas cultivables, así como también los
volúmenes de alimentos producidos y comercializados mundialmente.

Modernización de la agricultura

Históricamente, los avances tecnológicos se constituyeron en los medios


fundamentales para el desarrollo de la agricultura. La Revolución industrial,
cuyo sector clave lo constituyó la industria siderúrgica se encuentra
profundamente ligada, a la adopción de nuevas tecnologías en la agricultura
durante los últimos dos siglos. En lo que respecta a esta actividad, podemos
notar la aparición de maquinarias, que en un principio funcionaban a tracción
animal, para luego ser reemplazadas por aquellas que lo hacían con motores a
vapor o de combustión.

En el Siglo XIX, precisamente en Estados Unidos, la cosechadora de cereales


tirada por caballos introdujo la mecanización en el campo. Luego se fueron
incorporando otras maquinarias como la engavilladora (capaz de recoger los
cereales previamente cortados, y atarlos en manojo).

Sin embargo, esta difusión de los adelantos se vio restringida en la primera


mitad del siglo XIX, a causa de las limitaciones en los medios de transporte, ya
que las máquinas sólo se transportaban en barcos. Cuestión que tras la
aparición del ferrocarril facilitó su expansión y permitió un uso más extendido
de los mismos.

Paralelamente, se desarrollaron nuevos productos químicos también


tendientes a optimizar la producción. Así, se incorporaron nutrientes, como el
nitrato, para lograr mejores cultivos.

Con posteridad a la Segunda Guerra Mundial, las investigaciones realizadas en


relación con los cambios tecnológicos que podrían ser aplicados a la
agricultura, generaron un proceso de cambio conocido con el nombre de
Revolución verde.

El eje central de este proceso, lo constituyó el desarrollo y la puesta en uso de


variedades de alto rendimiento de diferentes especies cultivadas, obtenidas
las mismas mediante la hibridación (cruzamiento de individuos de la misma
especie con características genéticas diferentes).

Estas modificaciones permiten obtener mayor producción por Hectárea


cultivada, facilitando la doble cosecha anual al obtenerse cultivos de ciclo
corto, permitiendo la resistencia de las plantas a ciertas eventualidades
climáticas, como inundaciones y sequías o a ciertas enfermedades y
posibilitando la producción de algunos cultivos en áreas que no eran las
propiamente más apta para estos.

Transformaciones en el espacio

Las actividades agrarias implican la transformación de los ecosistemas


originales. Una de las modificaciones ambientales más importantes es la
pérdida o la reducción de los mismos. Este fenómeno se registra
preferentemente en los bosques y las selvas de todo el mundo, con una
disminución en cuanto a la superficie que estos ocupan frente al avance de las
superficies bajo cultivo, proceso denominado deforestación.

El suelo elemento imprescindible para llevar adelante las actividades


agropecuarias, sufre transformaciones, como agotamiento (inclusión de
nuevos cultivos), degradación (utilización constante del arado), erosión (acción
de agua y del viento) y salinización (ascenso de sales presentes en la
profundidad del suelo).

AGRICULTURA EN BOLIVIA
En Bolivia se practica una agricultura tradicional en el altiplano y valles (departamentos
de Cochabamba, La Paz y Oruro), y una agricultura moderna en el oriente, parte del
norte y parte del sur de Bolivia (departamentos de Santa Cruz, del Beni y de
Tarija).
AGRICULTURA TRADICIONAL.
Los hábitos de trabajos se adaptan a las condiciones meteorológicas locales,
la tierra se labra con tracción animal, mínima mecanización. En la cosecha se utiliza la
chonta, el azadón y la hoz. Prácticamente no se utiliza el riego artificial, los
períodos de siembra y cosecha son fijos, hay un riguroso sistema de rotación
de la tierra y la fertilización se hace con abonos naturales. Existe una sola
cosecha anual.
AGRICULTURA MODERNA.
La agricultura comercial o moderna, nace de la expansión de la frontera agrícola en áreas
no tradicionales, principalmente en el trópico (Departamentos de Santa Cruz
y del Beni) y con el establecimiento de los ingenios azucareros. Está sostenida
por medianos y grandes empresarios agrícolas. Su desarrollo está
determinado por las variables del mercado interno y de exportación. Su
tecnología es intensiva en el uso de capital, incorporando insumos
industriales, uso de maquinaria, semillas certificadas, fertilizantes, riego
artificial, control de plagas. Utiliza mano de obra asalariada y tiene acceso a líneas
crediticias. El dinamismo de la agricultura comercial en Bolivia se evidencia por las
exportaciones de soya, algodón, sésamo, arroz..., y por la sustitución de
importaciones del trigo.
CULTIVOS EN BOLIVIA. RECURSOS AGRÍCOLAS DE BOLIVIA.
Entre la inmensa variedad de productos agrícolas producidos en Bolivia se puede citar a:

Cereales (maíz, arroz, trigo, cebada, quinua, avena...);

Tubérculos (yuca, camote, variedad de patatas...);

Hortalizas y verduras (arveja, haba, ajo, cebolla, frijol, tomate, zanahoria,


zapallo, acelga...);

Productos estimulantes (cacao, café, coca, té...);

Cultivos industriales (soya,


algodón, girasol, caña de
azúcar...);

Frutas (banano, piña,


naranja, mandarina,
pomelo, fresa, uva,
manzana, chirimoya,
achachairú, mango,
papaya, maracuyá, palta, durazno, pera...y una infinidad de otras variedades
exóticas).

Desde la década de 1950 hasta principios del siglo XXI, los gobernantes
bolivianos alentaron el desarrollo industrial privado y buscaron activamente
la inversión de capital extranjero. En 2006, el producto interior bruto (PIB)
totalizó 11.162 millones de dólares, con un índice per cápita de 1.193,30
dólares estadounidenses (según cifras del Banco Mundial).

La agricultura tiene hoy menor peso en la economía boliviana que hace unas
décadas: emplea al 5% de la fuerza laboral del país y representa el 14% anual
del PIB. Los bolivianos utilizan de forma mayoritaria los métodos de cultivo
tradicionales. Los terrenos de cultivo de algunas regiones, especialmente en
Los Yungas, son extraordinariamente fértiles. En el año 2000 destacó la
producción de caña de azúcar, soja, papas, maíz en grano, plátano, arroz y
hoja de coca.

La falta de transporte adecuado y la accidentada topografía han impedido la


explotación a gran escala de los ricos bosques bolivianos. La industria de la
pesca es poco destacada, ya que Bolivia no tiene salida al mar, aunque utiliza
el puerto chileno de Arica como centro de transporte y almacenamiento de
mercancías.

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