You are on page 1of 58

Seminario Teológico Presbiteriano

Rev. José Manuel Ibáñez Guzmán


Santiago, Marzo de 2013

La paidocomunión desde la teología


pactual, una revisión de la praxis
bíblica

Autor: César Pino Caamaño

1
Índice

Introducción _____________________________________________________ _____ 3

Capítulo 1: Definición de conceptos fundamentales_____________________ _____ 4

Capítulo 2: La Continuidad del Pacto de Dios desde el Antiguo al Nuevo Testamento en

relación a la señal de aquel Pacto__________________________________________ 25

Capítulo 3: Interpretación de Cristo de la Pascua e instauración de la Santa Cena__ 34

Capítulo 4: La idea de un Ágape de la comunidad de fe, donde se realizaba la Cena en el

caso de la Iglesia de Corinto______________________________________________ 40

Capítulo 5: La Comprensión Paulina de la Revelación recibida de Jesús sobre Pascua –

Nuevo Pacto – Cena____________________________________________________ 48

Conclusiones__________________________________________________________ 53

Bibliografía___________________________________________________________ 56

2
Introducción

3
Capítulo 1: Definición de Conceptos fundamentales

Pascua

Rito establecido por Dios con Moisés, de lo cual nos da referencia Éxodo 12.1-28 y
Deuteronomio 16.1-9. Es una fiesta que inicia en el día catorce por la noche del mes de
Abib, que es el primer mes del año hebreo. Al ser la noche del día catorce, se considera que
se inicia desde el día quince. Esta tiene una duración de siete días y en ella todo varón
israelita no impedido debe ir al templo1. Esta fiesta conmemora la salida del pueblo de
Israel de la esclavitud de Egipto. Es también llamada la fiesta de los panes sin levadura
debido a que durante la semana que dure la fiesta sólo deben comer pan sin levadura.

La primera noche de esta festividad, un cordero que debía ser sin defecto y que
había sido apartado cuatro días antes de la fiesta, era sacrificado y asado. El mandato es
explícito en este sentido y debía seguirse con rigurosidad. Este se debía comer junto a
hierbas amargas y pan sin levadura. En Éxodo se habla que toda la familia come de él,
debido a que son considerados para recibir una parte de éste 2 y no debía quedar nada, y si
quedaba algo debía ser quemado. Además tenían que comerlo con el manto ceñido a la
cintura, las sandalias puestas y la vara en la mano3 como quien tiene que salir de viaje.
Durante esta festividad, el primer y último día no se debía trabajar.

Con la sangre del cordero se debían marcar los postes y en el dintel de cada casa
donde se comiese del cordero y se participare de la pascua, como señal de que un cordero
había sido sacrificado por aquella familia. Los panes sin levadura debían comerse por el
resto de la semana.

Esta festividad y elementos conmemoraban solemnemente cuando Dios había hecho


morir a los primogénitos en Egipto y había pasado por alto los de las casas donde estaba la
sangre en dintel y los postes. Además de esto, se celebraba la liberación de Dios del pueblo,
de manos de los egipcios, debido a la esclavitud a la que fueron sometidos durante 4304
años. Además de esto, el cordero se comía con hierbas amargas porque estas representaban

1
Deuteronomio 16.2
2
12.3-4
3
12.11
4
Génesis 12.40

4
la amargura de la servidumbre en Egipto5, con pan sin levadura para simbolizar la
liberación de Israel6, de acuerdo a la interpretación rabínica.

En una primera época esta fiesta se realizó cada año en el lugar donde el pueblo de
Israel se encontrase, debido a que por cuarenta años el pueblo anduvo por el desierto7,
tiempo en el cual toda la generación que salió desde Egipto murió8, hasta que
posteriormente Dios determina un lugar específico, el cual es llamado su habitación9, que
sería el templo construido en Jerusalén. De esta manera, la celebración de la Pascua pasó a
ser realizada en Jerusalén, para lo que los israelitas viajaban para comer allá.

Así, la Pascua se observa como una ceremonia familiar, en la que todos los
miembros del hogar estaban llamados a participar. En esta conmemoración de carácter
familiar los niños también eran alimentados. De hecho el cordero debía comerse por
completo entre toda la familia, no dejando que nada sobre del animal. Esto era acentuado y
reforzado por la alternativa que Dios le da al pueblo de Israel, diciendo que pueden
compartir la comida con otra familia. Esto, en el caso de que en su casa no hubiese
suficientes personas para comer todo el cordero. Cabe considerar que un cordero
típicamente alimenta entre 12 a 15 personas10, por lo que era posible que más de alguna
familia no fuese capaz de comer uno completo. Debía comerse a prisa, preparados para
viajar y si algo quedaba, esto era quemado, mostrando de esta manera la confianza en la
providencia divina11.

En cuanto a quienes no podrían participar de comer la Pascua

Esta fiesta es dada por Dios para su pueblo y es llamada a ser un estatuto perpetuo12
y solo podía ser reemplazado, anulado o renovado por Él mismo. De hecho todos debían
obedecer a este mandato, de lo contrario, quien no lo hiciese sería cortado de Israel. Este es

5
Éxodo 1.14
6
Éxodo 12.39
7
Deuteronomio 8.2
8
Deuteronomio 1.34-35
9
Deuteronomio 16.5-7, 16.16
10
(JZ 2012)
11
(Henry 1983, 336)
12
Deuteronomio 12.14, 24

5
el segundo estatuto perpetuo de este tipo que Dios determina en el Antiguo Testamento,
luego de la circuncisión, que fue dada a Abraham.

De esta manera la pascua era el rito de conmemoración del Antiguo Testamento,


que se puede esquematizar de la siguiente forma:

- 1. Una oración de acción de gracias ofrecida por el jefe de familia; se bebe la


primera copa de vino (diluido).
- 2. La comida de las hierbas amargas, como un recordatorio de la amarga esclavitud
en Egipto.
- 3. La pregunta de un hijo: “¿Por qué es esta noche diferente de todas las otras
noches?” y la respuesta adecuada del padre, ya sea narrada o leída.
- 4. El canto de la primera parte del Hallel (Sal. 113, 114), y el lavamiento de las
manos. La segunda copa.
- 5. Se trincha el cordero y se come junto con el pan sin levadura. El cordero se comía
en conmemoración de lo que se había ordenado a los antepasados hacer en la noche
en que el Señor dio muerte a todos los primogénitos de Egipto y dio libertad a su
pueblo (Éx. 12, 13).
- Los panes sin levadura eran en conmemoración de “los panes de la prisa” que
comieron los antepasados.
- 6. Continuación de la cena, en que cada uno come tanto como quiere, pero siempre
hasta terminar el cordero. La tercera copa.
- 7. Se canta el Hallel (Sal. 115–118). Cuarta copa.13

Este rito se mantuvo intacto hasta que en el Nuevo Testamento, los evangelios
sinópticos nos relatan la llamada “Última Cena”. De ahí en más las iglesias cristianas
comenzaron a celebrar este rito, luego de un periodo de transición, manteniendo la pascua
sólo las comunidades judías.

Cena del Señor

Rito memorial establecido por Cristo en la víspera de su entrega y Pasión. Los tres
evangelios sinópticos, Mateo, Marcos y Lucas, relatan la instauración de este sacramento14
13
(Hendricksen, Comentario al Nuevo Testamento: El Evangelio según Lucas s.f., 892)

6
en la última cena que comparten. Además Pablo hace un relato de, en sus palabras, lo que
recibió del Señor en el texto de 1 Corintios 11.23-26.

Esto ocurre durante la cena de la Pascua, en el primer día de la fiesta de los panes
sin levadura, día en que además el cordero pascual debía ser sacrificado, asado y comido. Si
bien esta fecha ha sido refutada y se aduce que pudo haber sido el día después del día que
correspondía, es decir en la noche del día 15 del mes de Nisán. Esto en base a la frase de
Marcos 14.12: “El primer día de la fiesta de los panes sin levadura” apuntaría a el día
quince de acuerdo a la forma de referirse a aquella semana porque:

“La primera parte del dató cronológico está abierta a contradicción con la
segunda porque según el modo habitual de contar, el 15 de Nisán era el
primer día de la fiesta de los ázimos. Solo en casos muy aislados y en
discusiones eruditas se llama primer día de la fiesta al día de preparación, o
sea, el 14 de Nisán”15.

Sin embargo la propia evidencia bíblica apunta a que fue el día 14, de acuerdo a lo
establecido por Dios en el libro de Éxodo. En la segunda parte del mismo versículo Marcos
agrega “cuando se sacrificaba el cordero de la pascua”. Este texto apunta directamente al
día 14 del mes de Nisán. Según Joachim Jeremías

“En cambio, la segunda parte de la referencia cronológica alude tan


claramente al 14 del mes de Nisán que solo puede pensarse en este día. En
Marcos 14.12 puede aplicarse, como en tantos otros pasajes del mismo
evangelio, la regla siguiente: cuando aparecen sucesivamente dos referencias
cronológicas aparentemente pleonásticas, la segunda determina a la primera
de una manera más exacta… La referencia cronológica tê prote hemera tôn
azymon (el primer día de los ázimos), que muy probablemente obedece a un
error de traducción, se aclara mediante hote to pascha ethyon (cuando
sacrifican la pascua), e indica que la preparación del cenáculo para Jesús y

14
Mateo 26.17-29, Marcos 14.12-25 y Lucas 22.7-23
15
(Jeremias 1980, 15),

7
sus discípulos tuvo lugar el día de los preparativos, es decir, el 14 de
Nisán.”16

Durante esa noche, se reunieron en un aposento alto, amplio y amueblado17.


Cuando estaban cenando, en primer lugar Jesús anuncia que habría de ser entregado por “el
que mete la mano conmigo en el plato”18. Posterior a esto, los evangelios narran que ellos
continuaron comiendo y que en un momento Jesús toma el pan, lo parte y lo entrega a sus
discípulos para que comiesen. Luego, tomando la copa y habiendo dado gracias, también la
reparte diciendo “esta es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para
remisión de pecados”19.

Así anuncia también que será la última vez que la beba hasta que la beba de nuevo
en el reino de Dios. Después de haber cantado el himno Hallel, salieron al Monte de los
Olivos. El apóstol Pablo agrega que “todas las veces que comiereis este pan y bebiereis
esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga”20.

El hecho de que esta cena fuese el primer día de la semana de la fiesta de los Panes
sin Levadura es notorio, debido que, de ahí en más surge la unión clara entre el cordero
pascual y Cristo, que es llamado el cordero de Dios. Por lo tanto, la instancia de dicha
comida toma preponderancia, más aún cuando es comida el mismo día en el que se sacrifica
al cordero pascual. Comprendiendo esto Cristo asume el rol protagónico de la comida,
guiando los momentos de dar las gracias y beber, así como toda la ceremonia. De hecho, de
acuerdo a Alfred Edersheim:

“Según parece o podemos inferir, esta Pascua fue el único sacrificio que
Jesús ofreció Él mismo. Recordamos ciertamente, el primer sacrificio de la
Virgen-Madre en su purificación. Pero este era el de ella. Si Cristo estuvo en
Jerusalén en alguna Pascua antes de que empezara su ministerio público,
naturalmente sería un invitado en alguna mesa… Así, el primer sacrificio y el

16
(Jeremias 1980, 15)
17
Marcos 14.15, NVI
1818
Mateo 26.23
19
Mateo 26.28
20
1 Corintios 11.27

8
último, el único que ofreció Jesús fue este, en el que, simbólicamente, se
ofrecía a sí mismo.”21

Como se puede observar, Jesús no solo participó de esta Pascua con sus discípulos,
sino que habría sido Él quien sacrificó al cordero y guió la ceremonia y comida. Este dato
no es menor, debido a que se observa a Cristo siendo el protagonista de la cena, aquel
anfitrión que sirve a los demás, que prepara, conmemora y brinda. De esta manera Cristo es
el protagonista de la cena en la cual habría de instaurar este nuevo rito en el cual Él era el
llamado cordero, que daba su sangre y su cuerpo para remisión de pecado de muchos.
Cristo es entonces el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.

Esta es la última comida de ellos juntos, dado que es misma noche Cristo es tomado
preso en el lugar adonde se dirigieron después de la cena: el Monte de los Olivos.

Posteriormente esta cena pasa a remplazar la pascua para los creyentes para
convertirse en el nuevo rito de conmemoración de los seguidores de Cristo, como se
observa en el libro de Hechos22, donde los discípulos compartían constantemente el
partimiento del pan. Si bien la interpretación de este texto es variada, cuando el apóstol
Lucas relata el que la iglesia “perseveraba… en el partimiento del pan y la oración” apunta
al hecho de compartir la Cena del Señor. Esto de acuerdo a que según Hendricksen:

En el griego, el artículo definido precede al sustantivo pan lo que indicaría


que los cristianos participaban de el pan apartado para el sacramento de la
comunión (cf. 20:11; 1 Co. 10:16). Además, el acto de partir el pan tiene su
secuela en el acto de las oraciones (presumiblemente durante los cultos de
adoración públicos). Las palabras partimiento del pan aparecen en la
secuencia de enseñanza, comunión y oraciones en los cultos de adoración.
Por lo tanto, podemos entender el término como una temprana descripción
para la celebración de la Santa Cena.23

21
(Edersheim 1989, 442)
22
2.42
23
(Kistemaker, Comentario al Nuevo Testamento: Hechos 2007, 118)

9
Esto apunta a que la transición hacia la llamada Cena del Señor o Partimiento del
pan fue más bien rápida, debido a que posiblemente los apóstoles la comprendieron y
asimilaron con rapidez. En cuanto a la celebración de la Pascua, el Nuevo Testamento no
explica de manera literal que se haya detenido inmediatamente, pero se puede inferir del
hecho que la naciente iglesia de Jerusalén abrazó el nuevo rito con relativa rapidez. Esto es
coherente con las discusiones que se observan en Hechos24 acerca del cese de la
circuncisión, donde el grupo que aún abogaba por este rito es un grupo acotado. La
comprensión de Pedro y la iglesia del cese de este rito ante la instauración de otro, por lo
tanto es coherente con el cambio que ocurre de igual manera con la Pascua y la Cena del
Señor.

En cuanto al nombre del ritual, la Escritura nos presenta tres que aparecen a lo largo
del Nuevo Testamento. En primer lugar Lucas lo llama el Partimiento del Pan o partir el
Pan25 durante el libro de Hechos. Por otro Pablo lo llama la Cena del Señor. Si bien este
título solo aparece una sola vez en la Escritura26, este fue acuñado como el nombre de este
ritual. Finalmente el mismo apóstol Pablo lo hace llamar la Mesa del Señor27, siendo estos
dos nombres aquellos que se conservan y por los cuales se le conoce y se les llama a este
rito.

Así, la Cena del Señor pasó con el tiempo a ser en una comida fraternal en la cual
cada quien llevaba sus alimentos para compartir. Pablo posteriormente, mencionando esto,
establece un orden debido a ciertos problemas que se suscitaron en la comunidad de
Corinto28.

En la cena participaban los miembros de la iglesia que habían creído en Cristo y


abrazado la fe, teniendo cuidado de hacerlo con conciencia en el caso de los adultos29. Al
ser una comida fraternal donde toda la congregación se reunía, lo más probable es que toda
la familia, incluyendo niños, fuese parte del rito. Más aún si, como se observa en Hechos30,

24
10.45, 11.2
25
Hechos 2.42, 46; 20.7, 11
26
1 Corintios 11.20
27
1 Corintios 10.21
28
11.21
29
1 Corintios 11.27-29
30
2.42

10
este rito se hacía con frecuencia y en las propias casas de los creyentes. De todas maneras,
cabe destacar el hecho de que el apóstol Pablo se dirige a la iglesia que está en Antioquía y
que habría desarrollado una forma más propia de celebrar la Cena del Señor. De acuerdo a
Jeremias:

“Pablo presenta ya un desarrollo de la tradición más antigua, y no solo en el


lenguaje sino también en el contenido; sin duda pretendió adaptar la
tradición a la mentalidad de las comunidades helenísticas”.31

En cuanto al orden de este rito, lo más probable es que el que nos presentan los
evangelios en la Última Cena sea el más temprano y también el que refleje el rito de la
iglesia primitiva, sobre todo el de Marcos:

“Marcos nos lleva a una época aún más temprana; dese el punto de vista
ligüístico, ha conservado una versión de la tradición considerablemente más
antigua que la de Pablo y aún que la de Lucas. Desde el punto de vista
lingüístico, es Marcos, con todos su semitismos, el que está más cerca de la
tradición primitiva”.32

Por lo tanto, se puede inferir que de la misma manera como quedó registrado en los
evangelios era la forma de compartir la mesa del Señor: en una comida, en la cual en algún
determinado momento se hacía una pausa para dar gracias y partir el pan repartiéndolo y
citando las palabras de Jesús.

31
Jeremias, óp. Cit. , Pág. 203-204
32
Ibíd. Pág. 205

11
Pacto de Gracia

Es como se le llama al nexo que Dios establece con los hombres. En este Dios hace
promesas y los hombres son receptores del mismo. Este pacto se desarrolla a lo largo de la
historia bíblica, donde se observan diversos elementos que son incluidos por Dios a medida
que la historia avanza. En este siempre es Dios quien establece las normas que rigen aquel
pacto y qué significa. A lo largo de la Escritura se pueden observar 6 alianzas, que sin
embargo son el mismo pacto que va ampliándose en cuanto a su nivel de revelación para
consumarse con Cristo. Estas 6 alianzas son con Adán, Noé, Abraham, Moisés, David y
Cristo. Cada cual con diversos elementos que van profundizándose en claridad de manera
progresiva. A continuación se presentarán de manera breve las 6 alianzas. Esta es la
llamada historia de la Redención.

Adán: En Génesis se relata la creación del mundo y en particular del hombre. El


texto dice que el Señor los creó varón y hembra y los puso en el huerto del Edén que fue
plantado por Él mismo, en cual se describe que estaban el árbol de la vida y el árbol del
conocimiento del bien y del mal. Además de esto Dios estableció reglas claras acerca de lo
que Adán y Eva podían hacer y no hacer. El hombre debía cuidar la tierra, sembrando y de
los animales, a los cuales les puso nombre. Podía comer de todos los árboles de este huerto
a excepción del árbol del conocimiento del bien y del mal que estaba en el centro del
huerto. Ante la desobediencia de esto estableció un castigo que era la muerte. Esta relación
que une a Dios y al hombre es llamada el Pacto de Obras. Si bien en el texto no aparece
aquella palabra, sí están los elementos para la construcción de la doctrina del pacto 33. Por
otro lado Oseas 6.7 considera que Adán “traspasó el pacto”, lo que le otorga este carácter
de pacto. O. Palmer Robertson lo plantea así:

“Oseas evidentemente pretende sugerir que Dios estableció una relación de


unión con el hombre fuera de Israel mediante la creación. Se Adán es tomado
individualmente, el término se refería al hombre representante original. Su
violación de la unión se refería a la falla específica de la prueba descrita en
los primeros capítulos de Génesis. Si “Adán” es tomado genéricamente, el
término se referiría a una obligación de la unión más amplia que cayó sobre
33
(Bruce 1998, 252)

12
el hombre cuando le fueron dadas las responsabilidades solemnes de la
creación. En cualquiera de estos casos, Oseas 6.7 parecería aplicar
terminología de unión a la relación de Dios con el hombre establecida por la
creación”.34

Eventualmente Adán y Eva, tentados por la serpiente, comieron de este huerto y


fueron expulsados de aquel huerto. Y esta relación que tenían Dios y el hombre (léase Adán
y Eva) dañada. Dios decide expulsarlos del huerto. El hombre merece la muerte, que pasa a
formar parte de la historia, no en lo inmediato pero si posteriormente35. Por otro lado sufren
las consecuencias de que la relación íntima con Dios se rompa. Ahora la voluntad del
hombre apunta hacia la rebeldía y maldad.

Al expulsarlos del huerto del Edén, Dios pronuncia diversas maldiciones tanto para
Adán, Eva y la serpiente. Entre estas está un texto que vislumbra algo futuro. Claramente es
un texto profético. Génesis 3.15 dice lo siguiente, en un texto en el que se dirige a la
serpiente:

Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya;


ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.

Este texto está enmarcado en el momento mismo en el cual Dios está maldiciendo a
Adán, Eva y la serpiente. A los primeros dos por haber comido del fruto, desobedeciendo al
mandato explícito de Dios, revelándose. A la serpiente, por ser quien tienta, es condenada a
arrastrarse en el piso. Pero además se pronuncia esta profecía en la cual se plantea una
enemistad entre ambas descendencias. La mujer y la serpiente pasan a ser ahora enemigas.
Esto no es extraño dado que históricamente se ha observado aquella hostilidad entre el
hombre y este animal. Pero además de esto se observa que al hombre se le pone como
victorioso sobre su enemigo.

La promesa de Dios es que al final, independiente de cómo sea la vida para ambos,
independiente de lo que ocurra, el hombre será victorioso. Esto en virtud de las heridas que
se pronuncian. La del calcañar o tobillo es una herida recuperable, menor. Sin embargo una

34
(Robertson 2002, 27), Traducción del autor
35
Génesis 5.5

13
herida en la cabeza implica mucho más riesgo, pudiendo causar hasta la muerte. El verbo
hebreo @wv significa aplastar y es usado con la misma forma verbal en ambas oraciones
Dios está diciendo que ambos se harán el mismo tipo de herida. Si bien la simiente de la
serpiente podía llegar a aplastar el talón de la de la mujer, ésta iba a aplastar la cabeza de
aquella. Así Dios asegura la victoria para el hombre, que no podría ser asegurada de otra
manera si no fuese por la misma intervención divina, que asegura que esto si llegue a
ocurrir, debido a que Dios es fiel a sí mismo. Por lo tanto Dios, con esas palabras se está
comprometiendo a sustentar Él mismo a la simiente de la mujer, ya que no podía quedar en
manos de hombres falibles el destino de la humanidad. En este sentido la acción soberana
de Dios se manifiesta de forma patente y hay un compromiso.

Noé: Posteriormente, Génesis presenta la historia de Noé, de quien se mencionan las


generaciones desde Adán hasta él, siendo también descendiente de Set. Al ver la maldad de
los hombres Dios decide destruir a la humanidad, sin embargo “Noé halló gracia ante los
ojos de Jehová”36. De entre todas las personas que habitaban la tierra, Dios sólo escoge a
Noé para que sobreviva y le anuncia que con él establecerá su pacto 37. Además Dios
encarga a Noé la construcción de un arca en la cual entraría él con su familia e hijos. Junto
con ellos Noé debía poner una pareja de cada animal.

Cabe notar en este caso que si bien se nombra a Noé como un varón justo y
perfecto38, por otro lado el versículo anterior dice que halló gracia ante los ojos de Dios.
Esta frase tiene mucho que ver con un agrado o simpatía que siente alguien hacia otra
persona, ganando su favor y confianza. No siempre tiene que ver con algún mérito o
bondad propia de aquel que haya gracia39. De esta manera Noé, el descendiente de Set es
con quien Dios establece el pacto. Llamativamente les encarga el mismo rolo que tenían
Adán y Eva40. Además Dios promete no volver a eliminar a todo ser viviente como lo hizo
con el diluvio. De hecho, Él mismo dice “estableceré mi pacto con vosotros, y no
exterminaré ya más toda carne con aguas de diluvio, ni habrá más diluvio para destruir la

36
Génesis 6.8
37
Génesis 7.18
38
Génesis 6.9
39
Nótese Gn. 18.3; Éx. 33.13
40
Génesis 1.27-30; 9.1-4

14
tierra”41. Y para confirmar este pacto pone como señal el arcoíris, como aquello que le
recordará a Dios no destruir nuevamente a “todo ser viviente”.

Ahora, al observar la historia de Adán y Noé, se puede observar cómo Dios va


manteniendo su promesa, debido a que va prosperando a la simiente de la mujer. Dios elige
arbitrariamente y de acuerdo a su propio designio a Noé, un hombre pecador 42 para con él
formar un pacto, lo cuida y lo salva de entre toda la humanidad existente en la época y
luego le promete no volver a destruir a toda la humanidad, por lo tanto a su descendencia,
que es la descendencia de la mujer.

Si bien hay discusión acerca de cuándo considerar que queda establecido el pacto de
gracia, parece ser que lo ocurrido con Adán y Eva se encuentra un pacto. Sin embargo los
elementos presentes en el Génesis dan a entender que Dios establece una relación similar a
la con Noé, aunque no esté tan explícito en el texto. Ante esta evidencia se asume como
Génesis 3 el momento en el cual queda establecido el pacto de Gracia, aunque aun velado
en gran parte.

Abraham: Luego la narrativa bíblica presenta la historia de Abraham, llamado


Abram hasta cierto momento de su vida Abram. Él es considerado el padre de la fe, debido
a su forma de relacionarse con Dios, confiando en sus promesas. Abraham es descendiente
de Sem, hijo al cual Noé bendijo43. Esta es la simiente de la mujer.

Abram fue llamado por Dios para ser el padre de muchos, de una nación44. Luego de
diversas dificultades y peregrinaje se establece en Canaán. Ahí Dios le revela a Abram que
habría de ser padre de una nación tan numerosa como las estrellas en el cielo, a pesar de
que la esposa de Abram es estéril. Dios sella este pacto a través de un rito que se narra en
Génesis 15: Dios le promete a Abram un hijo y además que poseería la tierra de Canaán.
Abram le pregunta cómo él puede estar seguro de eso. Dios le pide que traiga una ternera,
una cabra y un carnero de 3 años además de una tórtola y un pichón. Abram los lleva y los
parte por la mitad a excepción de las aves. Luego anochece y se aparece una hornilla

41
Génesis 9.11
42
Génesis 9.20-21
43
Génesis 9.26-28
44
Génesis 12.2-3

15
humeante y una antorcha encendida que pasaban en medio de los animales descuartizados.
Esta ceremonia implicaba el compromiso de la propia vida para cumplir con el pacto, trato
o promesa hecha:

“Mediante la división de los animales y el pasar entre los pedazos, los


participantes de un pacto se comprometen de vida y muerte. Si quiebran
aquello por lo que se comprometieron por medio del pacto, estarán pidiendo
que sus propios cuerpos sean cortados en pedazos como los animales que
fueron divididos ceremonialmente”45.

Sin embargo Abram no pasa por entre los animales sino solo Dios, apuntando al
hecho de que es Dios quien establece el pacto, de acuerdo a su voluntad, que es Él quien lo
sustenta y que además ese pacto es consigo mismo. Abram por su parte, como hombre,
falible es incapaz de cumplir este pacto a la perfección y de serle fiel a Dios.

Es así como Abram cree en esa promesa y le es contado por justicia46. En un intento
por tomar en sus manos el cumplimiento de la promesa, Abram tiene un hijo con Agar,
criada egipcia de Sarai, el cual es llamado Ismael. Éste no sería el hijo de la promesa, sino
aquel que Dios había escogido: el hijo que Sarai engendraría.

Posteriormente Sarai queda embarazada y tienen un niño al que llaman Isaac. Dios
cambia el nombre de Sarai para Sara (cuyos significados son princesa triste y princesa
respectivamente) y el de Abram para Abraham (cuyos significados son padre exaltado y
padre de multitudes respectivamente). Pero antes del nacimiento de su hijo establece con él
una señal de este pacto. En el capítulo 17 de Génesis se ve a Dios apareciéndosele una vez
más a Abraham para ampliar la información que ya le había dado acerca del pacto. Le dice
que establecerá con él su pacto para ser su Dios y el de su descendencia después de él 47 de
manera perpetua.

Junto con esto establece un rito, el cual debe ser realizado a todos los hombres de la
casa de Abraham, la circuncisión. Esto debe hacerse a los ocho días de vida a los nacidos

45
(Robertson 2002, 119), traducción del autor
46
Génesis 15.6
47
Génesis 17.7

16
en casa. A los comprados y extranjeros, se les debía aplicar cuando se incorporaran a la
casa de Abraham. De hecho este rito viene a ser la puerta de entrada para los hombres en el
pacto con Dios. Esto para que “esté mi pacto en vuestra carne para por pacto perpetuo”48.
Este es el testimonio “respecto de la realidad del relacionamiento que fue establecido. La
circuncisión ofrece su testimonio perpetuo a favor de la realidad del pacto de la
alianza”49. Y aquel que fuese incircunciso sería cortado del pueblo, debido a que ha
violado el pacto.

De esta manera Abraham circuncida a todos en su casa y este rito pasa a ser
fundamental en la vida de esta comunidad que terminaría siendo la nación de Israel.
Además tiene una implicancia significativa, debido a que era la responsabilidad del padre
circuncidar a su hijo, en señal de confianza y fe en Dios. Así Dios va estableciendo una
relación no independiente o con un miembro de la familia, sino con toda ella, de manera
completa.

Ahora, se puede establecer que de cierta manera se relaciona este pacto con los que
se presentan en Adán y Noé. En primer lugar el pacto que Dios establece con Adán es roto
de manera irreparable debido al pecado del hombre. Sin embargo hay ciertos aspectos que
continúan vigentes. El hecho de que el hombre sea llamado a multiplicarse y llenar la tierra.
En este sentido se puede decir que a través de este mandato aún vigente es que Dios
procura el crearse un pueblo para sí. Por otro lado, Dios hace la promesa de que la simiente
de la mujer pisará la cabeza de la serpiente. Y con Abraham, se observa a Dios sustentado
esta promesa y llevándola adelante, diciéndole que él será su Dios por todas las
generaciones por pacto perpetuo. Esto sigue vigente con Abraham y se comienza a
vislumbrar la forma en la cual Dios actuaría:

“… la maldición proferida luego, después de la caída del hombre fue al


mismo tiempo un compromiso del Todo-poderoso en el sentido de redimir un
pueblo para sí mismo”50

48
Génesis 17.13
49
(Robertson 2002, 136), traducción del autor
50
(Robertson 2002, 47), traducción del autor

17
En el caso de Noé también se observa que aquel pacto sigue pendiente porque a
pesar de la maldad del hombre, Dios no ha vuelto a destruir a toda la humanidad. El arcoíris
también muestra la continuidad de esa promesa. Pero además provee una plataforma para el
actuar de Dios en la historia:

“El pacto con Noé provee la estructura preservativa por la cual el propósito
de Dios de redimir un pueblo par sí debe ser realizado. En cuanto exista la
tierra, las dispensaciones de la paciencia de Dios con relación al hombre
pecador delineadas en la alianza con Noé continúan en vigor”.51

Dios va, en base a una promesa hecha en el Edén actuando hacia la consumación de
aquella promesa. Y lo que se puede observar es no varios pactos sino uno que va avanzando
hacia su consumación. Este avanza posteriormente hasta Moisés.

Moisés: Por motivo de una hambruna profunda en toda la región donde habitaban,
Jacob, nieto de Abraham, quien es aquel que Dios bendijo, llega con toda su familia a vivir
a Egipto donde prosperan y llegan a ser muy numerosos 52. Sin embargo luego son
convertidos en esclavos y pasan muchos años en aquella región. Éxodo relata que ante esta
situación ellos claman a Dios y que sus gemidos son oídos por Dios quien “se acordó de su
pacto con Abraham, Isaac y Jacob”. Es en este momento que Dios llama a Moisés.

Moisés fue un hebreo, adoptado por la familia de faraón que, luego de una disputa
parte al destierro en el desierto. Es en ese lugar donde Dios se le revela a través de una
zarza ardiente que no se consumía. Le encarga la labor de guiar a su pueblo afuera de
Egipto hacia la tierra donde fluye la leche y la miel, que es la tierra de Canaán, prometida a
Abraham53. Luego de enormes señales y prodigios de Dios ante faraón, éste se niega a dejar
partir al pueblo hebreo. Son nueve plagas54 que sirven de señal a faraón de muestra del
poder de Dios, sin embargo su corazón es endurecido. Finalmente, la décima es la muerte
de todos los primogénitos de aquellos que no fuesen partícipes de la pascua del Señor,
establecida la misma noche de la plaga. Dios mismo es quien hiere a todos los primogénitos

51
Ibíd.
52
Génesis 47.27
53
Éxodo 3.8
54
Sangre, ranas, piojos, moscas, ganado, úlceras, granizo, langostas, tinieblas. Éxodo 6.14-10.29

18
de Egipto55, lo que hizo que en su duelo faraón dejara ir al pueblo. Sin embargo, luego es
endurecido el corazón de Faraón56 y sale con su ejército a perseguir a los hebreos. Dios
abre el mar rojo para que su pueblo pase en seco, ahogando posteriormente a los egipcios
que les perseguían. Esto inicia un viaje de 40 años en el desierto en medio del cual Dios
establece con el pueblo este pacto. Llama a Moisés como representante y líder del pueblo y
le da la Ley, que muestra cuál es la voluntad de Dios tanto para la vida en comunión con Él
como con el resto de la comunidad hebrea. Finalmente entrega a Moisés la señal de este
pacto, que es el día de reposo57.

La ley viene a cumplir rol importante, no sólo por el aspecto pactual, que es más
bien trascendente, sino que en lo inmediato con el orden que significa para el pueblo el
tener estas normas y reglas que les guíen para aprender a vivir en comunidad de manera
sabia. Si bien algunas normas y estatutos parecen ser duros en cuanto a su consecuencia,
para la realidad de este pueblo viene a traer orden. Viniendo de ser esclavos, más que una
nación, era un grupo de personas, peregrinas ahora, que no sabía cómo vivir ni gobernarse,
bastante similar a un pueblo bárbaro. Por lo tanto la ley es una muestra de la preocupación
de Dios por su pueblo.

Pero, por otro lado tiene un aspecto más profundo. Dios está formando el carácter de
la que será la nación de Israel, determinando roles y espacios. Yendo más allá Dios está,
también, enseñándoles a adorarle, a ser una nación teocéntrica, cuyo único Señor y Dios es
Jehová, aquel que los sacó de Egipto. Esto queda claro al ver cómo comienzan los diez
mandamientos: el primero es que no hayan otros dioses además de Jehová. Les manda a
construir el Arca del Testimonio donde se manifestaría la presencia de Dios, un
Tabernáculo y diversos elementos para la adoración y el culto. Todo con claras
explicaciones y medidas.

A cambio de esto, Dios promete bendecir, cuidar y sustentar a este pueblo, a través
de su vida. Les promete darles la tierra de Canaán (confirmando la promesa hecha a
Abraham varios siglos atrás) echando de ella a sus habitantes. Esto se cumple con las

55
Éxodo 13.29
56
14.8
57
20.1-31.17

19
codornices y el maná del cielo58, agua de la roca59 y la nube de día y la columna de fuego
en la noche60.

Este pacto no es nuevo, sino que es aquello que sustenta la decisión de liberar a su
pueblo de la esclavitud de Egipto. De hecho Dios “se acuerda” de su pacto y en base a eso
escucha el clamor de los hebreos. Por eso la nación hebrea ya estaba en pacto con Dios:

“Históricamente, la nación de Israel ya estaba en relación de alianza con el


Señor pro medio de Abraham. La narrativa del Éxodo comienza cuando Dios
oye los gemidos de Israel y ‘se acuerda de su alianza con Abraham, con
Isaac y Jacob’. Después de que Dios se establece como el Señor de Israel,
mediante el hecho histórico de la liberación de Egipto, la alianza del Sinaí es
ministrada. El ‘Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de Egipto, de casa de
servidumbre”61

Por lo tanto este pacto viene a ser una renovación del pacto ya establecido, siendo la
ley el modelo de administración de esta alianza de redención62:

“Establecido originalmente sobre Adán, confirmado sobre Noé y Abraham,


la relación de la alianza renovada sobre Moisés no puede perturbar el
compromiso de Dios, en concordancia con su énfasis…”63

Esta alianza viene a englobar hasta ahora todos los aspectos desarrollados en la
historia de la Redención, debido a que está inserta muy orgánicamente en cuanto al
propósito redentivo de Dios. Esto porque comprehende el aspecto de obediencia y fe de las
alianzas con Noé y Abraham. Pero además tiene una trascendencia hacia el resto de la
historia de la redención, teniendo un rol importante en las alianzas con David y Cristo.

David: Siguiendo con la historia de la redención, surge David como con quien el
pacto es renovado. David fue un descendiente de Abraham, de la tribu de Judá, ungido por

58
Éxodo 16.13
59
Deuteronomio 8.15
60
Éxodo 13.21
61
(Robertson 2002, 159), traducción del autor
62
Ibíd.
63
Ibíd.

20
Dios para ser rey. Fue el menor de ocho hermanos, quien cuidaba de las ovejas. Con la
visita de Samuel a su casa, guiado por el Señor, es ungido para ser rey de Israel 64. Esto en
un periodo importante para la historia del pueblo: estaban estableciéndose como nación.
Luego de un viaje de 40 años por el desierto el pueblo de Israel comienza la conquista de la
tierra prometida a Israel.

En esta época, tras la muerte de Moisés, son guiados por Josué. De esta manera Dios
entrega en manos de Israel la tierra que les prometió, cumpliendo su promesa. Tras la
muerte de Josué, la generación posterior, que no conocía a Jehová y ésta se apartó de Él,
cosechando su ira65. Comienza entonces un círculo vicioso en el que el pueblo se aleja de
Dios y comienza a ser invadido. Ante esta situación clamaban a Dios para que los liberara.
Dios enviaba a jueces que guiaban al pueblo y los libraban de sus enemigos, pero una vez
que esto acontecía, volvían a apartarse de Dios, adorando a otros dioses, lo que volvía a
encender el furor de Jehová. Finalmente, cuando Samuel era juez sobre Israel, el pueblo
comenzó a pedir un rey para “ser como las otras naciones”. Dios les da un rey, el cual es
Saúl, que termina desobedeciendo al Señor y siendo desechado por como rey66. Luego de
esto David es ungido para ser rey.

Tras una serie de dificultades y celos de parte de Saúl que incluso llevaron a que su
vida se pusiera en peligro es coronado rey67. Y el reinado de David, a diferencia del de
Saúl, es próspero y largo. Es bajo su mandato que Dios consolida a Israel como nación,
derrotando a los filisteos y trayendo paz al reino. Es en este momento que el arca del pacto
es traída a Jerusalén, ciudad donde habitaba el rey.

Es aquí cuando Dios establece su pacto con David. Ante la idea de construir un
templo para que “Dios habite”, a través del profeta Natán, Dios le responde a David que a
él le sería afirmada su casa y su reino para siempre, que su trono sería estable
eternamente68, pero que sería su hijo quien edificaría el templo69. Además Dios dice que
este hijo de David será para él hijo y Dios mismo será para él padre, el cual sería castigado
64
1 Samuel 16.13
65
Jueces 2.11-12
66
1 Samuel 15.28
67
2 Samuel 5.1-5
68
2 Samuel 7.16
69
2 Samuel 7.12-13

21
en caso de que desobedeciese y se apartase de la Ley de Jehová, pero del cual nunca su
misericordia se apartaría.

Es así como Dios establece su alianza con David Siendo este el momento cúlmine
en el desarrollo de su plan de redimir a su pueblo en lo que respecta al Antiguo Testamento.
Varios acontecimientos trascendentes habían ya ocurrido. En primer lugar David, después
de siete años de gobierno en Hebrón, finalmente llega a gobernar sobre todo Israel. Además
había traído el arca del Pacto a Jerusalén, mostrando abiertamente su deseo de que Dios
guiase su gobierno. En tercer lugar, Israel se establece como nación fuerte, sin mayores
amenazas de sus enemigos. Así es como se llega al momento de la alianza.

Dios invierte la visión y las palabras de David al querer construirle un templo,


diciéndole que Él mismo le haría un lugar donde habitar, refiriéndose al trono:

“Obviamente la casa que el Señor construirá para David no será un palacio


real, desde que David ya habitaba en una casa de cedro. David entiende que
la referencia de Dios a ‘casa’ era relativa a su posteridad… David no
construirá la casa de Dios, sino Dios construirá la casa de David. La
inversión de frases intercambia ‘lugar de habitación’ con ‘dinastía’. En
ambos casos la perpetuidad es el punto de énfasis”70

Así es como la idea de perpetuidad en el reinado de David se entrelaza con la idea


de un lugar de habitación para Dios. Será la descendencia de David quien construya aquel
lugar. No solo esto, sino que se entrelazan también la idea de ‘hijo de David’ con ‘Hijo de
Dios’. Esta alianza está apuntando a que de David vendrá el hijo de Dios, que sería el
Mesías, aquel que pisaría la cabeza de la serpiente. Por lo tanto dentro de todo este
concepto sobrevive promesa hecha por Dios en el Edén. De hecho el establecimiento de
David como rey y la promesa de eternidad de su familia en el reinado apunta hacia esto.

Además, esta alianza muestra elementos específicos, como el rol de mediador que
tenía el rey entre el pueblo y la alianza. Se suma a esto la promesa de que del linaje de

70
(Robertson 2002, 215-216), traducción del autor

22
David vendrían todos los próximos reyes de Israel. Esto ocurre así incluso después de la
división del reino en Judá e Israel y va hasta la invasión y cautividad de Judá71.

Por lo tanto la historia de la redención se va desarrollando, al punto que se puede


leer que Dios redimirá para sí a su pueblo primero, a través de un descendiente de la mujer
para que aplaste la cabeza de la serpiente, segundo, no volviendo a destruir a toda la
humanidad, tercero, siendo un descendiente de Abraham circuncidado y por lo tanto
perteneciente al pueblo hebreo, cuarto, que guarde la ley de manera fiel y quinto, que
viniera a reinar sobre su pueblo. Todo esto lo sería Cristo.

Cristo: Finalmente se llega al momento cúlmine de toda la historia de la redención,


el momento del cumplimiento de la promesa, el momento en el cual la cabeza de la
serpiente sería aplastada.

Después de la invasión de Jerusalén y la caída del reino de Judá se hace necesaria


más que nunca la intervención de Dios. Todo había sido destruido: estaban lejos de la tierra
prometida, no están adorando a Dios en el lugar donde fue determinado, Judá es esclavo,
una vez más. Hasta aquí pareciese que la promesa de Dios no va a ser cumplida, sin
embargo, al contrario de lo que parece éste escenario es propicio para la aparición del
Mesías, aquel que restauraría y redimiría a su pueblo, liberándolos de aquello que los tiene
cautivos. Esta alianza de Consumación viene realizar esto, dando esperanza a su pueblo. De
hecho ya el profeta Jeremías anuncia este nuevo pacto, cuando sean traídos de vuelta a la
tierra de donde fueron sacados y que Dios les entregó restituyendo a su pueblo. A

71
2 Reyes 25

23
Sacramento

Se ha llamado sacramentos a aquello que es una “señal externa con la que el Señor
sella en nuestras conciencias las promesas de su buena voluntad para con nosotros, a fin
de sostener la flaqueza de nuestra fe, y de que atestigüemos por nuestra parte, delante de
Él, de los ángeles y de los hombres, la piedad y reverencia que le profesamos”.72 Si bien el
significado de esta palabra viene del latín sacramentum, palabra que fue usada por la
Vulgata para traducir del griego mysterion, lo que significa misterio, la razón por la cual
fue usada está en que los escritores del Nuevo Testamento usaron esta última palabra del
griego para referirse a cosas divinas (Ef. 1.9; 3.2,3; Col. 1.26-27; 1 Tim. 3.16). Estos
sacramentos son la Circuncisión (Gn. 17) y la Pascua (Éx. 12) en el Antiguo Testamento y
el Bautismo (Mt. 28.19) y la Cena del Señor (Mt. 26.17-29). Todos son establecidos
divinamente, en el Antiguo Testamento por el Padre y en el Nuevo Testamento por Cristo.
Estos últimos son de carácter permanente y deben ser administrados hasta la vuelta de
Cristo.

Estos sacramentos son los signos del pacto y sellos del pacto que Dios establece con
el hombre. En estos la Palabra está unida al signo. Su eficacia depende del Espíritu Santo.
Su contenido central es Cristo. En cuanto a los sacramentos judíos Agustín, citado por
Calvino afirma:

“La misma en signos distintos, y en palabras diversas; porque las palabras cambian
de sonido según la diversidad de los tiempo, y no son otra cosa sino signos. Bebían los
patriarcas la misma bebida espiritual, porque la corporal no era la misma. Ved pues que
permaneciendo la fe, los signos cambiaron. Para ellos la piedra era Cristo; para nosotros
Cristo es lo que se ofrece en el altar.”73

72
(Calvino 1994, 1007)
73
Ibíd. Pág. 1027

24
Capítulo 2: La Continuidad del Pacto de Dios desde el Antiguo al Nuevo Testamento
en relación a la señal de aquel Pacto

Dios Estableció un pacto con el pueblo de Israel en el Antiguo Testamento a partir


de una promesa hecha a Adán y Eva. Este pacto va avanzando progresivamente en cuanto
su revelación a lo largo de la Escritura hasta llegar a Cristo que es la culminación de esta
promesa. A lo largo de la historia de Israel, diversas tipos de alianzas fueron establecidos,
pero siempre en base a la promesa de Dios hacia sí mismo de redimir su pueblo. Y estas
alianzas tienen algunas características notorias: hay una unidad estructural y también una
unidad temática.

En el caso de Abraham, Génesis muestra que este pacto, el que es creído y les es
contado por justicia establece un antes y un después de la vida del patriarca hebreo. Sin
embargo esta promesa no era sólo para él sino también para sus hijos y su futura
descendencia. Como muestra de esto Dios le da una señal visible de entrada en el pacto,
que es la circuncisión. Este rito es determinado como algo perpetuo, una señal perpetua. T
si bien el relato anuncia la circuncisión como el pacto, éste va más allá de este rito. El pacto
es que Dios será el Dios de Abraham y su descendencia por todas las generaciones, es
decir, a partir de Abraham establecerá un pueblo para ser su Dios, al cual va a redimir para
sí. La circuncisión en ese sentido es una señal de incorporación y aceptación del pacto, una
señal de fe de parte de Abraham y su familia. Si bien existe esta respuesta en fe, el pacto es
una acción arbitraria de parte de Dios. Él determina las condiciones y elementos de este
pacto. Además, es solamente Él quien pasa entre los animales partidos, firmando un dando
su firma de sangre como promesa del cumplimiento de su palabra.

Así se observa cómo Dios va estableciendo un trato, una relación no sólo con
hombres y no solo con adultos, sino con el grupo familiar completo. Comienza
estableciendo un pacto con Abraham y su descendencia, sus hijos e hijas, nietos y nietas,
bisnietos y bisnietas por toda la eternidad. La señal es la circuncisión que también es
aplicada tanto a adultos como a niños, que sin conciencia (eran circuncidados al octavo día
de nacidos) recibían la señal en la fe de sus padres y que pasaban a ser parte de esta familia
del pacto. Esta dinámica en la forma de relacionarse es muy coherente con el mandato de
Dios dado a Adán y Noé cuando el Señor les dice que tengan hijos y fructifiquen, que

25
llenen la tierra. Por lo tanto el pacto que Dios hace es integral, pero bajo la responsabilidad
del hombre delante de Dios de responder por y hacia su familia.

Es este mismo pacto el que cerca de 650 años después motiva a Dios a liberar al
pueblo de manos de Faraón en Egipto. Son los descendientes de Abraham quienes están
siendo oprimidos. Dios entonces actúa liberando a los hebreos con mano fuerte. Y como
recordatorio de este momento y como estatuto perpetuo determina una comida ceremonial
llamada Pascua. Éxodo 12 es el texto en cual Dios habla con Moisés y establece la Pascua
como una ley perpetua para el pueblo del pacto. El texto establece que toda la familia debe
participar en este rito. Sin embargo pone como requisito la circuncisión. ¿Es esto una
contradicción? ¿Qué pasa en el caso de las niñas y mujeres las cuales no están
circuncidadas? Es aquí donde se observa la manera de tratar de Dios con la familia. El
Señor da la señal a Abraham, es con él que establece las normas de esta señal y por lo tanto
es responsabilidad de él que esto se cumpla en su casa. De acuerdo al llamado de Dios es
Abraham quien debe hacer que todo varón de su casa sea circuncidado, pero esto no
elimina a las mujeres, debido a que sobre Abraham estaba, frente a Dios la responsabilidad
de ser cabeza de la relación, quien debía rendir cuentas y hacerse responsable por las
decisiones de uno, de otro y de ambos en conjunto74. Por lo tanto al asumir este rito,
Abraham lo hace en representación de su familia, demostrando que al asumir él esta señal
del pacto, lo está haciendo también su esposa y las mujeres de su casa. Es por esto que no
hay contradicción sino una diferenciación de parte de Dios hacia su trato con ambos en
vista que puso al hombre para ser cabeza de la mujer75.

Así todos quienes estén circuncidados y por lo tanto pertenecen al pueblo con el
cual Dios estableció el pacto pueden participar. Pero en vista de lo dicho, además de ellos,
las mujeres, que no eran circuncidadas, sí podían participar de la Pascua. De hecho el texto
así lo establece al mencionar a toda la casa.

74
Esto queda demostrado en la forma de referirse a Adán y Eva por parte de Dios en Génesis 3. Después de
preguntarle a Eva, Dios se acerca al responsable frente a Él por su mujer, Adán. Es así como luego de hablar
con el hombre, Dios menciona las maldiciones para uno y para otro, pero a pesar de que Adán intenta culpar
a su mujer, Dios lo castiga a él. Era su responsabilidad.
75
Efesios 5.23

26
Hablad a toda la congregación de Israel, diciendo: En el diez de este mes tómese
cada uno un cordero según las familias de los padres (tboa'-tybel.), un cordero por

familia (tyIB;).

En este versículo el 12.3 se utiliza el sustantivo tyIB; con el cual se hace referencia a una
casa, un lugar de habitación, pero también a una familia. De hecho en diversos textos se usa
con este sentido, refiriéndose a todos quienes viven en aquella casa, a todo el conjunto
familiar76. Además puede ser tomado como para hablar de descendientes. AGREGAR
CITA REEMPLAZANDO LA DEL VINE

Por lo tanto al momento de establecer la Pascua, Dios tenía considerada la


participación de la familia como un todo, sin separar ni a hombres ni mujeres. Claramente
el texto apunta a que todos son convidados a participar de esta comida, tanto hombres como
mujeres, niños como adultos.

En el versículo cuatro, por su parte, se habla acerca de un elemento bastante


práctico, que es la cantidad de raciones que alcanzaban de un cordero. Este animal alcanza
aproximadamente para 12 personas77, por lo cual difícilmente iba a ser comido sólo por
hombres adultos, debido a que normalmente las familias tenían niños, de hecho el ser
fértiles era una señal de bendición. Por lo tanto este texto da luces acerca de este tema. Si
bien se utiliza la palabra vyai (hombre) como para quienes tiene que alcanzar la comida, se

debe tener en cuenta que esta palabra tiene entre otras acepciones la palabra persona,
hombre en un sentido genérico o incluso niño78 lo que implica que no necesariamente hace
alusión a hombres adultos.

En Éxodo 12.24 dice “Guardaréis esto por estatuto para vosotros y para vuestros
hijos para siempre”, por lo tanto este texto nos da aún más claridad en cuanto a la
participación de los hijos de esta festividad. Dios claramente entra en relación con la
familia como un sistema completo, considerando como fundamental la participación de los
hijos de las familias en la comida. Y lo da como responsabilidad a los padres, al igual que
76
Gn. 20.18, Éx. 19.3, Núm. 1.2, 4, 22, Rut 1.8
77
(JZ 2012)
78
(Chávez 1997, 29)

27
el rito Abrahamico, la circuncisión. En este sentido Dios llama a guardar esta palabra
obligatoria (~T,r>m;v.W) con la forma qal verbal, la cual es muy común en los mandatos

divinos. Esto apunta a guardar, pero no como algo sin mayor importancia sino a tenerlo en
mente, considerar pero además proteger. Da la idea de mantener algo con cuidado, porque
es algo importante. Esta misma forma es la que está aplicando Dios en el establecimiento
de este estatuto perpetuo. Le está diciendo cuida y guarda en tu corazón estas palabras,
apuntado a la trascendencia de ellas. Además fortalece el complemento diciendo la-palabra-
este-mandato (^l.-qx'l. hZ<h; rb'D"h;-ta,). El está diciendo guarda esta palabra que es un
mandato. De los momentos en los cuales Dios hablaba con Moisés este es distintivo, porque
estas palabras trascienden a la historia de la futura nación. Y la frase tiene la terminación
^l que es un sufijo que apunta a la segunda persona singular. Es decir guarda este mandato
tú. Por lo tanto, en primer lugar la pascua es para Moisés, como símbolo para él de la obra
divina que debe ser asumido con fe, en primer lugar por parte de él.

El versículo además agrega la palabra compuesta ^yn<bl' .W que quiere decir y los
hijos tuyos. En este sentido, luego de la apropiación del ritual, Moisés es llamado a
responsabilizarse para que esta señal pase de generación en generación. Esto de la misma
manera que con Abraham. Es el patriarca, aquel a quien Dios entrega el mandato quien
debe ser el primero en asumirlo con fe, para luego ser capaz de entregarlo a sus hijos. Este
constructo verbal además en casi todos los casos que es utilizado en el Antiguo Testamento
tiene que ver con una idea de perpetuidad o permanencia en el tiempo, partiendo desde
aquella generación. Por otro lado, en cada uno de los casos en que se menciona esta frase a
través de este constructo es Dios mismo hablando, quien va estableciendo un estatuto. Así
el concepto de “y los hijos tuyos” tiene mucho que ver con la idea de un estatuto divino que
se perpetúa en el tiempo79.

Finalizando esta oración, y en plena concordancia con lo mencionado anteriormente,


se agrega la frase “hasta la eternidad” (~l'A[-d[;). Dios lo establece y sólo Él puede

determinar algún cambio en la forma y momento de ministración de este rito. Su mandato

79
Lv. 10.15… AGREGAR el resto

28
explícito es que cada generación coma y aprenda de esta ceremonia, que recuerda su
liberación desde la esclavitud en Egipto y es la voluntad de Dios que todas las generaciones
sepan que fue Él quien guió el curso de los acontecimientos libertándolos de Faraón.

Finalmente, en 12.26-27 muestra que además que en el rito están presentes los hijos,
participando de esta comida.

POR AMPLIAR

De esta manera se puede observar a los niños y mujeres haciendo parte de esta
comida como partícipes del pacto.

Por lo tanto, frente a esto se puede afirmar que tanto la circuncisión como la pascua
vienen a ser los ritos del Pueblo de Dios en el Antiguo Testamento que apunta hacia la
salvación de que el Señor efectúa personalmente y sin ayuda o complementación del
hombre. Ambos ritos vienen, de hecho, a fortalecer esta idea, destacando y recordando que
Dios quiso establecer esta alianza con este pueblo, apuntando y recordando qué es lo que
motiva la fidelidad de Dios, que es el pacto con su pueblo, para redimirlos para sí. En
ambos está clara la firma de de Jehová, quedando como prenda de garantía de parte de Dios
para con su pueblo. Realmente cumpliría su promesa, hecha en un huerto hace miles de
años, a través del cumplimiento del pacto, de este compromiso de ser su Dios y ellos su
pueblo, al punto de ser Él mismo quien propicia los medios y la forma para que esta
promesa sea cumplida. A lo largo de la historia del Antiguo Testamento es un solo pacto el
que se desarrolla, que va siendo ampliado, que se va revelando de manera progresiva,
acerca de cuál sería el actuar de Dios. Cada momento se va viendo con más claridad, Dios
va develando aspectos, elementos. Ya mostró que es su gracia la que permite esta relación,
que es él quien escoge, perdona y liberta, pero esto se llevaría a cabo con un hecho
histórico ocurrido en el tiempo y el espacio, en un momento de la historia. Los hombres de
Dios del Antiguo Testamento vieron de manera velada, aquello que hoy ha sido revelado en
plenitud, Cristo sería quien entraría en la historia para llegar al cumplimiento de la promesa
del Edén, el momento en el cuál la simiente de la mujer pisaría la cabeza de la serpiente.

El Nuevo Testamento registra la plenitud de este pacto. Dios viene anunciando que
redimiría para sí a su pueblo y el Antiguo Testamento va mostrando varios aspectos del

29
cumplimiento de esta promesa. Los profetas del Antiguo Testamento hablaron de acerca de
lo que habría de venir, anunciando de parte de Dios de manera impresionante cómo y quién
sería el Mesías, el Ungido que traería redención al pueblo de Dios. Hasta el último de los
profetas, Juan el Bautista anuncia la venida del Mesías, anunciando su obra, la de bautizar
con Espíritu Santo y fuego. Esta plenitud ocurre en este “Nuevo Pacto”, que no es otra cosa
sino una renovación de los pactos anteriores. Así como cada “Nuevo Pacto” del Antiguo
Testamento va haciendo del otro un pacto antiguo, estos están íntimamente relacionados, a
tal punto que son el mismo pacto que es renovado en su dispensación. Hay una ampliación
en el nivel de revelación de Dios, a la vez que es fortalecida la certeza del cumplimiento de
la promesa. Nada de la historia es sacado o eliminado sino renovado. Esto significa que
Dios aún cumplirá las promesas realizadas a través del Antiguo Testamento.

El caso del profeta Jeremías es profundamente certero en este aspecto:

“He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la
casa de Israel y con la casa de Judá. No como el pacto que hice con sus
padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque
ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová.
Pero éste es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días,
dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré
a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. Y no enseñará más ninguno a
su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque
todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice
Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su
pecado”80.

En este texto el profeta muestra bastantes elementos que apuntan a la continuidad


del pacto establecido pero, que marcan también la diferencia del “antiguo pacto”. En primer
lugar el profeta utiliza la frase nuevo pacto (hv'd"x] tyrIB. ). El sustantivo tyrIB. que quiere
decir pacto, es el mismo utilizado con Adán, Abraham y Moisés. Dios está utilizando la
misma terminología para hablar a través de Jeremías. Además de esto el concepto de nuevo

80
Jeremías 31.31-34

30
es mostrado con certeza, sin dejar espacio a posibilidades. Dios hará un nuevo pacto con su
pueblo, actuando de maneras desconocidas para su pueblo. Pero a la vez esta idea de nuevo
no rompe con los otros pactos:

“Aunque se pueda decir, casi con certeza que Jeremías pretende referirse a
la alianza del Sinaí por su referencia al día en que Dios sacó a Israel de
Egipto, también debe reconocerse que su forma peculiar de referencia tiene
el efecto de enfatizar la unidad histórica de los varios relacionamientos de la
alianza, porque fue sobre las estipulaciones de la alianza con Abraham que
Dios sacó a Israel de Egipto… En la medida que Jeremías se proyecta en el
futuro con respecto a la nueva alianza, él permanece históricamente sobre
las estipulaciones específicas de la alianza Davídica… El contrasta
explícitamente la nueva alianza con la Mosaica, pero también,
implícitamente, con la Abrahamico y la Davídica. Una ‘nueva’ alianza
substituirá todos los previos tratamientos de Dios con base en alianza”.81

En su plan redentivo Dios renueva el antiguo pacto, a través de esta nueva,


manteniendo el carácter redentivo. Sin embargo en el antiguo pacto esta idea redentiva
estaba era plasmada a través de los sacrificios que eran presentados en propiciación de los
pecados del pueblo. Si bien este animal venía a cumplir en este aspecto, esto era meramente
simbólico, debido a que la sangre de los animales no era suficiente para remover el pecado,
pues no podía substituir al hombre frente a su responsabilidad a Dios, por lo tanto estos
sacrificios no hacían otra cosa sino apuntar hacia aquel que tomaría ese rol. En este sentido
Jeremías está mostrando que esto se cumplirá en esta nueva alianza y no será necesario el
simbolismo del sacrificio de la antigua alianza. Se vislumbra en el texto la idea de un
perdón para siempre.

Y frente a esta profecía Cristo mismo, al comenzar su ministerio, reconoce su rol


citando al profeta Isaías en la sinagoga, al iniciar su ministerio. Él es el cumplimiento de
aquella promesa, quien viene a substituir de manera definitiva a los hombres. En su esencia
completamente hombre, completamente Dios, sólo Él es suficiente para cumplir con el rol
de ser aquel que substituiría a los que Dios quiere redimir. Solo Dios puede ser capaz de
81
(Robertson 2002, 260)

31
soportar el castigo eterno de sí mismo, sin ser destruido. Por otro lado, cumple con el rol de
ser completamente hombre, lo que le permite ser el cordero substituto, en igual naturaleza
de aquellos por los cuales está tomando ese lugar. Al ser completamente hombre es,
además, la simiente de la mujer, apto para cumplir la promesa hecha en Edén. Junto con
esto cumple con ser descendiente de David, para ser coronado rey por sobre todo.

Cristo es la plenitud del pacto, el único pacto que sustenta la historia de la


redención. Sólo en Él como cumplimiento de las promesas es que las antiguas alianzas
tienen sentido y cumplimiento. Es el punto cúlmine, la plena revelación de Dios en el pacto,
aquel que une la antigua y nueva alianza, resaltado su diversidad en aplicación pero
también su similitud en esencia.

Y bajo esta prerrogativa es que Cristo establece los sellos de la nueva alianza.
Específicamente Cristo instituye dos ritos que tienen un significado similar al de los ritos
instituidos por Dios en el Antiguo Testamento. En su calidad de Dios, sólo Él tiene la
autoridad para hacer esto: derogar el rito anterior para renovarlo y reemplazarlo con otro,
de acuerdo a la nueva dispensación del pacto. Cabe recordar que ambos ritos fueron
establecidos de manera unilateral por Dios para ser cumplidos de manera perpetua. De la
misma forma, los ritos que vinieran a reemplazar a los antiguos deberían ser instaurados
bajo esas mismas condiciones.

En base a esto es que Cristo establece el bautismo como reemplazo de la


circuncisión. En esencia cumple el sentido. Es la forma como aquellos que son alcanzados
por Dios, pasan a ser parte de Su pueblo. La esencia y la idea es la misma: simboliza la
purificación por parte de quien lo recibe. Además, en cuanto a su aplicación es similar al
antiguo rito: Aquel hombre adulto que decidiera hacerse parte de este pueblo de Dios
mostraba su compromiso y entrega en fe a través de tomar el rito para sí, pero también
responsabilizándose ante Dios por su familia, de la cual él es cabeza. Por lo tanto todos en
su casa reciben esta señal. A diferencia del rito de la antigua alianza que era solo
administrado a hombres, este incluye a las mujeres. Estas ya no son más representadas en la
decisión de su esposo o padre, sino que pasan a recibir ellas mismas el rito. El cambio en
los participantes es hacia la inclusión, no la exclusión. Ahora todos aquellos que forman
parte del pueblo de Dios son llamados a recibir esta señal. La diferencia radica en la forma

32
en cómo es el rito. Esta señal de la nueva alianza es instaurada por Cristo, al igual que la
antigua, de manera perpetua, hasta que él vuelva. Su sello está presente en este rito. Dios
hecho hombre muestra, al igual que en la antigua alianza, la autenticidad de este pacto a
través de la señal externa.

De la misma manera ocurre con la pascua. Cabe recordar que esta comida anual
servía como recordatorio de la obra de Dios, al liberar al pueblo de la esclavitud de Egipto.
Recuerda aquella intervención divina necesaria y suficiente para sacarlos de la cautividad y
debía ser transmitida de generación en generación, dado que era para Moisés y para sus
hijos como pacto eterno. Bajo la misma prerrogativa es que Cristo instaura el nuevo rito,
que pasa a reemplazar al antiguo, pero también a dar más claridad con respecto al sentido.
Ya no es el simbolismo del animal, sino la conmemoración de la substitución definitiva
frente a la justicia divina. Jesucristo, Dios-hombre, pasa a tomar el lugar al que apuntaba el
cordero pascual, pero en la plenitud del sentido. Es la sangre de Cristo la que limpia a los
hombres de pecado, no la del animal. Es el cuerpo de Cristo que es partido para el perdón
de los pecados, no el del cordero. En Cristo, por lo tanto este rito encuentra sentido en su
plenitud. Ya no hay una idea hacia la que apuntar, ni un propósito velado, sino que el nuevo
rito apunta específicamente al momento histórico de la cruz, el lugar donde el calcañar de la
simiente de la mujer es herido, pero también donde la cabeza de la serpiente es pisada. Ya
no es una promesa de lo porvenir sino una realidad. Hacia esto apunta el nuevo rito. Al
igual que el de la antigua alianza este rito viene a alimentar (incluir este sentido) la fe de
aquellos que lo toman. Al igual que el antiguo rito, este debe ser pasado de generación en
generación, de manera perpetua. De la misma forma como el antiguo, este rito es el sello, la
marca de la presencia real de Dios a través de Cristo en medio de aquellos que lo comen.
La comunidad entera debe ser alimentada de esta esperanza, porque el pacto sigue siendo
para Abraham y para su descendencia de manera perpetua.

33
Capítulo 3: Interpretación de Cristo de la Pascua e instauración de la Santa Cena

Así como la Pascua alimentó al pueblo de Dios en el Antiguo Testamento, Jesús


establece la Santa Cena como la comida que haría la Iglesia en el Nuevo Testamento. En el
desarrollo de la historia de la redención este rito viene a tomar el espacio que dejó el
antiguo. Por lo tanto aquella noche de la última cena algo cambia y algo nuevo empieza.

Cuando Jesús estaba por ser entregado y el tiempo se había cumplido, Jesús decide
participar con sus discípulos de la pascua. Es el primer mes, el día catorce por la tarde
cuando los discípulos le preguntan donde comerán la pascua:

El primer día de la fiesta de los panes sin levadura, vinieron los discípulos a
Jesús, diciéndole: ¿Dónde quieres que preparemos para que comas la
pascua?82

Esta pregunta establece algunos elementos a considerar. Primero, al ser el primer día
de la fiesta de los panes sin levadura, aquel correspondía al día en que se mata el cordero.
Este debió haber sido comprado y apartado unos días antes y debe haber pasado por la
revisión sacerdotal. Cabe destacar que este cordero probablemente alcanzaba bien para los
13 hombres que lo comerían. En cuanto a la oportunidad de esta pascua, es llamativo el
hecho de que Cristo haya decidido comer la pascua sólo con sus discípulos. Este rito era un
rito familiar, por lo que la forma en la cual ellos comen es particular. Sin embargo esta
comida pascual ocurre bajo estas circunstancias por ordenanza de Cristo. Él decide comer
esta pascua con los apóstoles y nadie más.

“Pero aunque Él solo pidió poder celebrar su última comida en la katalyma


– alguna sala abierta al patio abierto –, Cristo quería tener la suya propia –
para sí mismo, para comer la pascua a solas con sus apóstoles –. Ni aun en
compañía de discípulos – a los cuales, sin duda, pertenecía el propietario –,
ni tampoco – déjese bien claro – la Virgen Madre podían estar presentes, ser

82
Mateo 26.17

34
testigos de lo que pasaba, escuchar lo que se decía o estar presentes en la
primera institución de su Santa Cena”83

Por lo tanto si bien es una situación particular, en vista de que esta era una comida
familiar donde las familias se sentaban a la mesa juntas, esta excepción es determinada por
el propio Cristo para dar a sus discípulos este nuevo sello.

En segundo lugar es muy probable que esta haya sido la primera pascua en la cual
Jesús hiciera de jefe de una compañía y en la cual haya comido con sus apóstoles. En las
dos comidas pascuales anteriores se ve que Cristo, primero no había reunido a sus
discípulos y fue sin ellos a Jerusalén84 a comer la pascua. En la segunda estaba en la región
de Tiro y Sidón, lejos de Jerusalén, lugar donde no se podía ofrecer el sacrificio 85. El resto
de las pascuas, es muy probable que Jesús haya ido a Jerusalén y que comiese la comida
pascual en compañía de otras personas, en calidad de invitado.

Tercero, había preparativos por hacer para esta tarde además de sacrificar al
cordero, como asarlo, comprar pan sin levadura, hierbas amargas, vino, conseguir el lugar,
etc. Esta es la preocupación de ese momento de los discípulos. Sin embargo, dadas las
costumbres, es muy probable que Judas Iscariote, en calidad de tesorero de los apóstoles
haya hecho las compras con anterioridad. Además, los apóstoles recibieron órdenes claras y
específicas del lugar en donde se comería esta pascua, por lo que el trabajo de Pedro y Juan
era encargarse de que todo estuviera preparado y ordenado de acuerdo a las normas rituales.

Por su parte Jesús comprendía la realidad de lo que estaba ocurriendo y que estaba
llegando el cumplimiento del tiempo en que Él debía ser entregado. Ya lo había anunciado
a los discípulos y ahora aquel tiempo estaba llegando, lo que afirma Mateo 26.18a:

Él dijo: Id a la ciudad a cierto hombre, y decidle: El Maestro dice: Mi tiempo está


cerca;

Este tiempo era aquel momento de la redención, el cual había sido asignado por el
Padre para que el mandato fuese cumplido y la promesa fuese una realidad. Cristo iba a ser

83
(Edersheim 1989, 434)
84
Juan 2.13
85
Mateo 15.21, (Edersheim 1989, 442)

35
entregado, tomando el lugar del cordero pascual como substituto de los hombres, en
propiciación por los pecados. Él sabía acerca de esto, de hecho lo comprende al ser ungido
por la mujer seis días antes86. Por lo tanto para Él no es extraña la idea del cordero.

Durante esta pascua Jesús instauraría la Cena del Señor. Los evangelios sinópticos
muestran diversos detalles que permiten establecer con bastante claridad cómo se desarrolló
la cena pascual. Al reunirse, se llevó a cabo una ceremonia particular a la cena pascual.
Comienza de manera normal, con la primera copa y la comida de las hierbas amargas.
Posteriormente debían lavarse las manos para beber la segunda copa y pasar a comer el
cordero. Sin embargo ocurre una disputa acerca de cuál de ellos sería el más importante87.
De acuerdo a la rúbrica88 quien oficiaba debía lavarse las manos, sin embargo Cristo lavó
los pies de sus discípulos. Este es un hecho no menor, debido a que quienes hacían esto
eran los esclavos89, mostrando que aquel que fuera mayor debía estar dispuesto a servir.
Junto con esto les exhorta90 en este mismo sentido. Cristo se pone su manto y vuelva a la
mesa, la comida continúa con la segunda copa y el canto del Hallel para luego pasar a la
comida pascual en sí. Es en este momento en que Jesús predice que uno de los discípulos le
va a entregar, dado que el pan mojado es “varias cosas envueltas juntas: la carne del
cordero pascual, un pedazo de pan sin levadura y hierbas amargas” 91. Posterior a esto
Judas sale92. Posteriormente la cena continúa hasta que llega el momento de la última copa
y donde se partía el pan, la copa de la bendición, momento en el cual Cristo instauró la
Santa Cena:

Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus


discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. Y tomando la copa, y
habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; porque esto es
mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de
los pecados. Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid,
hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre.
86
Juan 12.1
87
Juan 13.4-5, Lucas 22.24
88
89
(Hendricksen, Comentario al Nuevo Testamento: El Evangelio de Juan s.f., 498)
90
Lucas 22.25-30
91
(Edersheim 1989, 457)
92
Juan 13.30

36
De este texto muchas cosas son llamativas. Primeramente ellos comen la pascua
efectivamente. Mateo relata que mientras comían. Esta forma verbal, VEsqio,ntwn, es el
participio presente, modo que demuestra una acción continua y que a la vez está en
desarrollo. Ellos comían la pascua cuando Jesús toma el pan y lo parte. El cordero pascual
ya había sido comido y el rito de la pascua prácticamente completado. Cristo lleva a cabo la
ceremonia completa antes de establecer este nuevo rito para, en la última copa, cambiarla.

Este hecho es al menos llamativo, debido a que Jesús no establece una nueva forma
de hacer las cosas sino que utiliza la misma tradición hebraica de partimiento del pan como
parte del sacramento anterior para establecer uno nuevo. Sin embargo, la diferencia está en
el significado que tiene el pan. Jesús parte el pan, pero ahora en vez de recitar el salmo 113
y 114 dice “este es mi cuerpo”.

De la misma forma ocurre con la copa que había sido instaurada…(POR


COMPLETAR), después de partir el pan. El texto afirma que Cristo después de partir el
pan, tomó la copa y habiendo dado las gracias la dio a los discípulos llamándolos a tomar
diciendo: “beban todos de ella”. Este hecho es también muy significativo dado que el dar
gracias era parte del rito en este momento de la pascua. Lo que hace Jesús es tomar aquel
símbolo re-direccionarlo. Hasta aquel momento el vino tenía un sentido determinado en la
cena pascual, dentro de la rúbrica, y Jesús le da un sentido específico y determinado
diciendo “porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para
remisión de los pecados”93. Esta acción cambia por completo el sentido de esta comida.

En tercer lugar está el cordero. Cristo no lo menciona, ya que este representaba a


Cristo mismo que iba a ser entregado. La pascua simbolizaba a Cristo y su venida por
medio de del sacrificio del cordero limpio, cuya sangre era tomada en propiciación por el
pecado de quien lo sacrificaba y su familia. Sin embargo, cuando este cordero perfecto, que
es Cristo, que iba a ser entregado y crucificado unas horas después hace su aparición,
llegando el momento del cumplimiento de la promesa, el cordero pascual es reemplazado
por el Cordero de Dios. La sombra ahora viene a ser iluminada, llegando a quedar claro el
sentido del cordero. De ahora en adelante ya no habrá más sacrificio pascual debido a que
en Cristo ya ocurrió el sacrificio perfecto. Según Hendricksen:
93
Mateo 26.28

37
“Unas pocas horas más y el antiguo símbolo, siendo cruento – porque requería la
muerte de un cordero – habrá cumplido su propósito para siempre jamás, habiendo
alcanzado su cumplimiento en la sangre derramada en el Calvario.”94

El derramamiento de la sangre de Cristo hace, aquella sangre preciosa sobrepasa al


sacrificio y al valor de la sangre de un animal. El reemplazo que hacía este era imperfecto,
sombra de lo que habría de venir. En cambio la perfecta sangre de Cristo purifica de
manera eterna al pueblo de Dios, siendo aquello que, de hecho, explica el real sentido de la
comida pascual.

Esta lectura de Cristo de la Pascua, esta renovación de ella, y el cómo la misma es


base para el establecimiento del nuevo rito muestran cuán relacionados estaban ambos. Esto
porque en los dos casos apuntaban a la obra Cristo en la cruz, a su muerte en propiciación
por los pecados y la redención del pueblo de Dios para sí. La Pascua en perspectiva y a
través del cordero pascual y la Cena en retrospectiva, pero esencialmente son lo mismo.
Ambas apuntan hacia el cumplimiento de la promesa de Dios, hacia el pacto establecido
por Dios con el hombre en Abraham. Ambas señales son a la vez una proclamación de
Cristo, ahora explícito y claro; y al mismo tiempo una memoria de la salvación que Dios ya
operó en quienes probaron de esta comida espiritual.

De esta manera, con esta reinterpretación de la señal del pacto establecido en


Éxodo, hay un cambio en la forma de entenderlo y aplicarlo, por causa de que las
circunstancias del pacto varían. La antigua señal, que había sido instaurada por Dios en el
Antiguo Testamento como perpetua es releída y revocada por el único que tenía autoridad
para hacerlo que es Dios mismo, Dios-hombre en Cristo. Y bajo esa autoridad es que el
nuevo signo es instaurado para la iglesia como pacto perpetuo hasta que Él vuelva en gloria
y majestad entre las nubes a reunirse con los suyos.

Las variaciones que establecen los evangelios tienen que ver con los elementos y la
forma, no con el fondo. No hay un cambio significativo en la implicancia de la ceremonia.
No deja de ser conmemorativa, a la vez de edificante para la iglesia. No deja de ser invitada
la familia del pacto a participar, por lo tanto hombres y mujeres disfrutan de esta comida.

(Hendriksen 2007, 953)

38
Junto con los adultos también están convidados los niños, así como lo fue en el Antiguo
Testamento con la comida pascual, hoy lo es a la mesa del Señor, traídos por su padre,
responsable ante Dios por su familia. En este sentido la coherencia y correspondencia entre
ambas señales es igual a la que tuvo la circuncisión con el bautismo. El pacto fue renovado,
los signos también, mas no la forma de relacionarse de Dios con aquellos a quienes llamó
su pueblo.

Cristo es ahora explícitamente entregado para la salvación de muchos. El cordero


pascual perfecto aparece en escena estableciendo este “nuevo pacto”, renovando y dando
sentido pleno a lo que hasta entonces lo tenía velado. Su perfecta sangre derramada hace
algo innecesario más derramamiento de sangre. Sin embargo, lo que sostiene la relación de
Dios con su pueblo, sigue siendo el pacto establecido hace muchos años, con Abraham, ese
pacto de ser su Dios y el su pueblo, ese pacto en el cuál le prometía descendencia. Aquel
está tan vigente como ese día del pasado, sólo reinterpretado por causa del cambio de la
realidad.

39
Capítulo 4: La idea de un Ágape de la comunidad de fe, donde se realizaba la Cena en
el caso de la Iglesia de Corinto

Con el crecimiento del cristianismo muchas personas van siendo alcanzadas por el
Señor y los asentamientos donde existen iglesias comienzan a multiplicarse. En este
proceso uno de los grandes gestores es el apóstol Pablo de Tarso. Judío de nacimiento,
fariseo en cuanto al manejo de la ley, perseguidor de iglesia. Sin embargo su vida es
impactada por Cristo, cuando Éste se le aparece camino a Damasco. De ahí en adelante
pasa a ser un seguidor de Cristo y con el tiempo se transforma en el gran misionero del
siglo I. Fruto de su trabajo son muchas congregaciones iniciadas en aquella época por él
mismo o a través de la colaboración de alguna forma. Registro de eso es el libro de Hechos,
escrito por su compañero de viajes Lucas; y las cartas que él mismo escribió y envío a las
diversas iglesias alrededor del mundo del siglo primero.

En esta empresa por predicar el mensaje del evangelio el apóstol realiza tres viajes
misioneros: el primero con Bernabé (Hc. 13-15.35) probablemente entre los años 47 y 48;
el segundo acompañado de Silas y Timoteo (Hc. 15.36-18.21) datado entre el 49 y el 52; y
el tercero junto a Timoteo (Hc. 18.22-20.38) probablemente entre los años 52 y 56.

Es durante el segundo viaje misionero que el apóstol pasa a Corinto, ciudad donde
comienza a predicar a los judíos y a los griegos. Esta ciudad tenía algunas características
particulares.

Primero, era una ciudad ubicada en el istmo de Corinto y que además “es el puente
terrestre que conectaba el Peloponeso con la Grecia central y septentrional”95. Además era
una ciudad con 2 grandes puertos (Lequeo y Cencrea) lo que hizo de ella una ciudad muy
rica en comercio, llegando a competir con la misma Grecia. Sin embargo este no era el
mayor periodo de esplendor de la ciudad:

95
(Bruce 1998, 405)

40
“Corinto había tenido una edad de oro en el siglo séptimo antes de Cristo.
La rivalidad entre Atenas y Corinto contribuyó a una declinación, la que fue
precipitada por la Guerra del Peloponeso (431–404 a.C.)”96.

Sin embargo, a pesar de esto, la ciudad logró volver a tomar relevancia gracias a que
Alejandro Magno la utilizó como centro de comercio y lugar de atracción turística, llegando
a transformarse en una de las ciudades-estado más importantes del Peloponeso y sur de
Grecia97. A pesar de este nuevo periodo de plenitud, la ciudad nuevamente pasó pro
dificultades que la llevaron a ser destruida:

“Casi tres siglos más tarde, los romanos conquistaron Corinto. Cuando en el año 146 a.C.
se produjo una revuelta contra Roma, el general Lucio Mummio mató a todos los
habitantes varones de la ciudad, y a las mujeres y a los niños los vendió como esclavos”98.

Finalmente Julio Cesar, el año 44 a.C. restauró la ciudad, pasando a ser conocida
como la colonia romana “Colonia Laus Julia Corinthiensis” que quiere decir “la colonia de
Corinto es una alabanza a Julio”99. Eventualmente la ciudad volvió a prosperar
convirtiéndose en un importante centro de comercio para el siglo I.

En segundo lugar era reconocida por sus licencias sexuales. De hecho en el griego
clásico Ko,rinqiazomai que literalmente es “hacerse el Corinto” significa fornicar100. Esto en
base a la enorme cantidad de templos que había y la prostitución cúltica que se practicaba
en ellos en honor a la diosa Afrodita. El ser una ciudad con dos puertos era un aliciente para
estas prácticas, debido a lo accesible que era y por los constantes viajeros que pasaban por
ella. Sin embargo esta no era la única diosa adorada en la ciudad. Además había altares a
Asclepio, Apolos, Poseidón, así como par deidades griegas o egipcias como Atena y Hera
en el caso griego e Isis y Serapis en el caso de Egipto101 Por lo tanto esta ciudad
representaba un reto y esta tercera característica iba a representar de hecho, problemas para
la futura iglesia. Aunque, por otro lado, la policulturalidad de la ciudad era una puerta

96
(Kistemaker, Comentario al Nuevo Testamento: Hechos 2007, 694)
97
(Kistemaker, Comentario al Nuevo Testamento: Primera Epístola a los Corintios s.f., 4)
98
(Kistemaker, Comentario al Nuevo Testamento: Hechos 2007, 694)
99
(Kistemaker, Comentario al Nuevo Testamento: Primera Epístola a los Corintios s.f., 4)
100
(Kistemaker, Comentario al Nuevo Testamento: Hechos 2007, 694)
101
Ibíd.

41
abierta para la proliferación del cristianismo. Esto era una característica de los gobiernos
romanos, permitirles realizar sus cultos, siempre que esto no implicara participar de actos
en contra del Imperio.

En tercer lugar había una cultura bastante cosmopolita para la época. El contacto
que tenía con otras culturas era bastante, esto por ser una ciudad de comercio y portuaria,
por lo que se observan diversos grupos de persones, provenientes de diversos contextos,
países y culturas. Esto constituía una ventaja para la ciudad como centro de predicación del
evangelio: su influencia era un puente para alcanzar otras ciudades del mediterráneo y del
Peloponeso. Es por esto que Pablo se establece en Corinto por un periodo de un año y
medio en su primera visita, momento en el que comienza a predicar el evangelio en aquella
ciudad.

En esta estadía en aquella ciudad conoce a Aquila y Priscila, un matrimonio que


había sido exiliado de Italia102. Con ellos que se dedicaban a hacer tiendas Pablo se quedó,
haciendo este mismo oficio103. De esta manera dividía su tiempo entre su trabajo y la
predicación a judíos y griegos104. Luego un tiempo Silas y Timoteo fueron desde
Macedonia a Corinto a reunirse con Pablo, momento en el cual el apóstol comienza a
dedicarse a tiemplo completo a la predicación del evangelio. Sin embargo tiene un
altercado con los judíos, quienes blasfemaban y no creían en la doctrina que Pablo
predicaba y terminando dedicándose a predicar exclusivamente a predicar a los gentiles105.

Sin embargo hay un hecho muy significativo, que va a marcar el futuro de la iglesia
cristiana en Corinto. Crispo, el principal de la sinagoga cree en Cristo. El texto de Hechos
18.8a nos relata esta conversión: “Y Crispo, el principal de la sinagoga, creyó en el Señor
con toda su casa”. Es a este Crispo a quien el apóstol pablo se refiere en 1 Corintios 1.14
como a uno de los que bautizó. Este hecho es significativo debido a que Crispo al ser judío
era circuncidado, y también su casa. Sin embargo aún así Pablo le aplica el bautismo a él y
a su casa (que se refiere a esposa, hijas e hijos, parientes cercanos y sirvientes). De esta
manera, no tan sólo los gentiles prosélitos sino todos los nuevos creyentes en Cristo, tanto
102
Hechos 18.2
103
18.3
104
18.4
105
18.6

42
judíos como griegos eran bautizados por Pablo, tradición que se prolongó a la iglesia. Esto
es confirmado por la continuación del versículo 8: “y muchos de los corintios, oyendo,
creían y eran bautizados”. De esta manera, todo nuevo creyente en la iglesia de Corinto era
bautizado.
Esta congregación fue enseñada por Pablo por espacio de un año y seis meses,
tiempo en que también les enseño a tomar la Cena del Señor, costumbre revisada y
restaurada por el apóstol en la primera carta a la iglesia de Corinto.

Posteriormente Pablo deja la ciudad de Corinto, en el año 52 junto a Aquila y


Priscila, el matrimonio que había trabajado con él en las tiendas dejando una iglesia
naciente y diversa en manos de Crispo. Posteriormente Pablo escribiría una carta a la
iglesia, de la cual no hay registros, pero en la cual exhorta a la congregación a repensar su
moralidad, llamándolos a no juntarse con fornicarios106. Ante una respuesta de la
congregación Pablo entonces escribe la Primera carta a los Corintios, que en realidad es la
segunda carta. A continuación de esta carta Pablo vuelve a viajar a Corinto107 y un tiempo
después escribe la Segunda Carta a los Corintios con tristeza ante las diversas dificultades
que afligían la iglesia.

Se creó una crisis en el liderazgo, la inmoralidad de hizo parte de la iglesia y las


diferencias tanto económicas como sociales terminaron por dividir a la congregación.
Todos estos son mencionados por Pablo en su primera carta a la iglesia de Corinto. Además
hay ripios doctrinales que traen todo tipo de complicaciones y que Pablo busca tratar.

Es en este contexto en el que se desarrolla la idea de comida fraternal para la iglesia.


Pablo estableció la Cena del Señor108 al momento de iniciar la iglesia y lo enseño como
algo que debía ser costumbre de la congregación en Corinto. Este rito fue asimilado por la
realidad multicultural de la iglesia, llegando a establecerse una versión la Cena del Señor
con características propias de la congregación. Si bien Pablo no ve algo negativo en esto, el
descuido de parte de la iglesia hacia el rito es algo por lo cual Pablo les exhorta duramente.

106
5.9
107
2 Corintios 2.1
108
Terminología utilizada exclusivamente por Pablo para referirse a este rito

43
Cabe recordar que la Cena del Señor comenzó a desarrollarse en la iglesia de
Jerusalén, luego de la ascensión de Jesús. Esta congregación en un contexto cúltico
participaba del “partimiento del pan”, de acuerdo a las palabras de Lucas en Hechos.

Este mismo alimentar espiritual comenzó a desarrollarse en la iglesia de Corinto.


Pablo probablemente enseñó la idea de compartir una comida en un ambiente de adoración
para concluir con el partimiento del pan y la repartición del vino, tal como Cristo lo
estableció. Todo esto en un contexto privado. En este sentido, en Corinto habían dos tipos
de comidas comunitarias: aquella en la cual el dueño de casa invitaba a todos a comer a su
propia cuenta y la que era de carácter más comunitario. La comida éranos cuyo significado
viene del griego, que quiere decir “comida de aporte variado o picnic”109. Según el léxico
de H. G. Liddell esta es una “comida en la cual cada uno contribuía con su parte, picnic”110.
Esta funcionaba así:

“El anfitrión normalmente proporcionaba coronas, perfumes, y dulces,


mientras los visitantes, sobre todo el rico, a veces contribuía con su propia
comida que era preparada en el hogar del anfitrión. Pescado embalado,
varias clases de carne y alimentos cocinados eran preparados para la
comida eranos”111.

Este tipo de comidas era algo común no solo en el contexto cristiano sino en general
en el mundo grecorromano, las cuales eran realizadas a veces con fines empresariales y otro
tipo de reuniones más formales. Por lo tanto se puede decir que la implementación de la
Santa Cena en la congregación de Corinto era una realidad típicamente grecorromana
adaptada al contexto de la iglesia:

“Comúnmente, a la novena hora los participantes se reunían en la casa del


anfitrión. Los participantes se reclinaban en las llamadas primeras mesas y

109
(Coutsoumpos 2010, 35)
110
BUSCAR LA CITA
111
(Coutsoumpos 2010, 35-36)

44
varias porciones eran dadas. Después estaba el symposium112 en las
segundas mesas.”113

Esto es coherente con el establecimiento de la Santa Cena por Cristo. Los miembros
de la comunidad de Corinto asumieron este rito en base a la aplicación del partimiento del
pan y la repartición del vino en la propia comida éranos que era el tipo de comida
comunitaria que conocía la congregación grecorromana de la iglesia de Corinto. Es por esto
que Pablo llama al orden, en base a los mismos problemas que se daban en una comida
éranos en el propio contexto secular grecorromano.

Los excesos tenían que ver con costumbres propias de la forma de realizar la comida
éranos por parte de los ciudadanos corintios. Su concepción establecía que debía ser así.
Algunas de las dificultades que tenían este tipo de comidas es la diferenciación entre clases
sociales.

Uno de los aspectos que más complicaría a la iglesia es el tema del horario.
Normalmente en una comida de este tipo, aquellos que eran ricos podían llegar a la casa del
anfitrión sin preocuparse mayormente de la preparación o de su propia colaboración en la
comida debido a que tenían sirvientes que podían hacer esto por ellos. En cambio aquellos
que eran de clase obrera llegaban más tarde. Por lo tanto muchas veces cuando llegaban a la
cena, los de clases más bajas encontraban poca comida y a los comensales borrachos:

“Al igual que el anfitrión griego… los aristócratas romanos eran bastante
individualistas y ansiosos de ser reconocidos en los banquetes… Ellos por lo
general comían sus comidas primero sin esperar a los que llegaban tarde. Se
emborrachaban y hacían que el anfitrión y los invitados a veces se sintieran
avergonzados debido a su comportamiento incontrolado”114

112
Comida principal del día en el contexto grecorromano. Un banquete en el que normalmente habían
invitados, en el cual se buscaban espacios para el deleite personal y las conversaciones. Diversos tipos de
instancias eran compartidas en el symposium, desde celebraciones hasta reuniones de negocios. Esta tenía
una serie de pasos y elementos que debían ser observados entre los cuales estaba beber vino con diversas
libaciones, ya fuera a los dioses del Olimpo o a los héroes y disfrutar de música y conversaciones amistosas.
113
(Coutsoumpos 2010, 37)
114
(Coutsoumpos 2010, 50)

45
Era algo típico que el anfitrión destinara lugares específicos para sus invitados que
eran de acuerdo a su posición social. De tal manera que los más influyentes ocupaban los
lugares de privilegio. Dentro de este contexto los invitados eran también divididos en dos
grupos:

“El primero era invitado a triclinium mientras que los otros se quedaban
afuera en el atrium. Obviamente, los que iban a al triclinium eran sus amigos
más cercanos y probablemente eran de la misma clase social. El otro grupo
tomaba posiciones en el atrium donde las condiciones eran inferiores. Así
que los que estaban en el primer grupo se dirigían al triclinium donde
podían reclinarse según la costumbre social”115.

Esto era, de hecho, esperado por ellos, como parte del código de este tipo de
comidas. Además de esto, la mejor y más abundante comida era servida a las posiciones de
estrato más alto, o más influyentes, para destacar y validar su posición frente al resto. De
hecho este tipo de prácticas eran comunes y aceptadas en este contexto:

“El huésped invitado esperaba ser servido. El anfitrión tenía que ofrecer un
buen servicio. Las personas ricas normalmente tenían sirvientes que hacían
todo el trabajo por ellos. Este era un signo de alta posición social”116

Sin embargo había un elemento diferenciador entre los griegos y los romanos en
este tipo de costumbres: El trato y visión de la mujer. En el contexto griego las mujeres rara
vez asistían a este tipo de comidas y sólo cuando sus familiares estaban presentes. Sin
embargo para los romanos el trato hacia la mujer era distinto. Ellas comenzaron a asistir a
comidas públicas en la medida en que el código griego, más estricto, fue variando para
transformarse en el código social greco-romano. Así como ellas empezaron a poseer cargos
públicos, fueron ganando espacio en el éranos. De manera que, dependiendo del contexto,

115
(Coutsoumpos 2010, 46)
116
(Coutsoumpos 2010, 47)

46
familias completas acudían al éranos117. Incluso desde principios de la iconografía griega se
puede ver a aristócratas haciendo parte de estas comidas con sus esposas e hijos118.

Ésta es la idea de comida cúltica del contexto de Corinto del primer siglo. Los
abusos que denunciaría Pablo (que serán revisados en el siguiente capítulo) apuntan a
problemas y complicaciones propias del tipo de comida que adoptó la iglesia de Corinto
para compartir la Cena del Señor. De acuerdo a su contexto y cultura, a la hora en que les
fue presentada la idea de Cena del Señor y lo asociaron al concepto paulino de ésta, muy
ligado al concepto pascual, su primera comparación y adecuación fue la comida éranos, con
todo lo que esto implicaba: las diferenciaciones sociales, los abusos, el egoísmo y la
glotonería. Y si bien en un contexto como el de hoy esto es inadmisible, dada la cultura
grecorromana en la que vivían, esto era admisible y parte de la cotidianeidad.

Por otro lado, con respecto a la participación, todo apunta a que la comida éranos de
la iglesia de Corinto fue una comida establecida en una dinámica familiar. Esto porque en
primer lugar no habría sido raro para los mismos romanos y griegos que vivían en aquella
ciudad que la familia completa fuera a la comida fraternal. Esto se aplica más
profundamente a los judíos miembros de la iglesia, quienes venían con la clara idea de la
participación familiar del Antiguo Testamento en la cena pascual.

Segundo, porque esta era la comida más importante del día, el momento en el cual
se comía en mayor cantidad y toda la familia necesitaba ser alimentada. Si bien el hecho de
que haya habido comidas éranos que fueran exclusivas para negocios, conversaciones
filosóficas o trabajo, la comida en el contexto cúltico de la Iglesia no significaba mayores
dificultades para la participación de las familias incluyendo a los niños.

117
(Coutsoumpos 2010, 46)
118
(Coutsoumpos 2010, 45)

47
Capítulo 5: La Comprensión Paulina de la Revelación recibida de Jesús sobre Pascua
– Nuevo Pacto – Cena

En la carta que escribe el apóstol a los Corintios cerca del año 57, mientras estaba
en Éfeso, hay un llamado claro a revisar la forma de llevar a cabo la Cena del Señor. Las
dificultades que la iglesia estaba teniendo, no solo en materia de la Cena del Señor deben
haber llegado a los oídos de Pablo, quien comenzó aquella congregación y a la cual, a lo
largo de su vida le puso un gran cuidado y preocupación. Prueba de ello son las cartas de
exhortación y amonestación envía a la iglesia en cuatro ocasiones y de las cuales hay
registro solo de dos.

Los problemas en esta congregación no eran menores. A lo largo de ambas cartas


Pablo les exhorta y aconseja con respecto a la congregación con respecto a la inmoralidad,
la idolatría y el cuidado en las relaciones interpersonales. Cabe destacar que estas
dificultades tenían que ver con disensiones propias de la conjugación de distintas culturas
en un mismo espacio. La ciudad de Corinto en su calidad de ciudad portuaria favorecía el
constante paso de gente a través de ella, aumentando más aún la heterogeneidad cultural y
social. Griegos, Romanos, Judíos y nuevos convertidos probablemente venidos de otras
regiones, crean un clima cultural muy diverso.

Por otro lado el choque de la cosmovisión cristiana con el estilo de vida corintio
variaba much y el apóstol Pablo constantemente lucha por cambiar estos paradigmas. Las
luchas de clase, la búsqueda de reconocimiento público y la vida egoísta, que se pone a sí
mismo primero eran características típicas de esta ciudad. Además las múltiples muestras
de culto y religiosidad presentes a través de la prostitución cúltica marcaban una diversidad
enorme y una visión distorsionada y confusa del cristianismo, acerca de cómo debía vivirse.

Este choque de cosmovisiones, por otro lado hacía de la misión del apóstol contar
con dificultades mayores para plantar una iglesia fuerte. Si bien Pablo se queda con ellos
por un año y medio, esto no es suficiente para que la joven iglesia de Corinto se mantenga
firme en la sana doctrina y el crecimiento. El pecado personal y las dificultades del
liderazgo hacen que la iglesia entre en crisis.

48
Frente a esto dista mucho de la realidad de la iglesia de Jerusalén, citada en Hechos
2.42-47, donde los líderes perseveraban en la enseñanza de los Apóstoles. Por su parte
Corinto entra en disputas y problemas que terminan dividiendo a la iglesia, formando
grupos dentro de la misma, con las divisiones acerca de quién es de quién que cita Pablo,
por ejemplo, haciendo que comunión sea más complicada y difícil de sobrellevar, con casos
como el de aquel que se acostaba con la mujer de su padre119, es decir, su madrastra, cosa
que Deuteronomio 27.20 condena sobremanera.

Por lo tanto la realidad de la iglesia de Corinto es compleja. Muchas cosas han


cambiado desde que Pablo inició aquella congregación unos 6 a 8 años antes. Por lo tanto,
el apóstol hace una re-estructuración del concepto de Iglesia para los corintios, haciendo un
énfasis en el capítulo 11 a la Cena del Señor.

Primeramente el apóstol les habla y les enrostra su pecado al tomar la Cena (1 Cor.
20-22):

“Cuando, pues, os reunís vosotros, esto no es comer la cena del Señor. Porque al
comer, cada uno se adelanta a tomar su propia cena; y uno tiene hambre, y otro se
embriaga. Pues qué, ¿no tenéis casas en que comáis y bebáis? ¿O menospreciáis la
iglesia de Dios, y avergonzáis a los que no tienen nada? ¿Qué os diré? ¿Os
alabaré? En esto no os alabo.”

Entre los problemas que estaba teniendo la iglesia de Corinto estaba la dificultad de
la Cena del Señor. Pablo detecta un problema que considera grave. La cena se estaba
transformando en un banquete de glotonería para unos, un lugar de humillación para otros y
un lugar donde emborracharse para otros. Hay que observar algunos elementos de este
texto. Primeramente hay en este versículo la unión de dos palabras para formar el concepto
“cena del Señor”, kuriako.n dei/pnon. Si bien la palabra dei/pnon hace referencia a la comida
del día a día, al reunirla a kuriako.n toma el sentido de la cena del Señor. Esta cena es la que
se tiene antes del Partimiento del Pan, término acuñado por Lucas para referir al rito
instaurado por Cristo en la última cena con sus discípulos. Pablo usa aquella palabra para
referirse al tipo de comida a la cual se asemejaba la manera de ministrar la Cena del Señor,

119
5.1

49
llamada eranos. Esta comida fue tomada del contexto grecorromano y pasó a ser la manera
en cómo la iglesia ministraba la cena. Todos traían algo para compartir y comer todos
juntos, para terminar con el rito del Partimiento del Pan. Sin embargo, y dadas las
características propias de la comida eranos, los más adinerados se sentaban en los lugares
centrales y comían mejor. Además de esto al tener sirvientes que prepararan la comida por
ellos llegaban antes y comían antes que el resto. En cambio el grupo de personas más
pobres debían ir a sus casas a preparar la comida que llevarían, llegando más tarde. Muchas
veces llegaban y algunos comensales estaban incluso borrachos.

Y es a esta cena a la cual algunos se adelantan, no participando de ella en


comunidad, no comiendo un solo, transformando así la cena del Señor en una cena más. Así
esta pierde el sentido de cena en comunidad. Cada quien comenzaba a comer lo que traía de
su casa y quien era pobre quedaba con hambre. Por otro lado, otros se emborrachaban con
el vino. Se formaba así un ambiente de segregación que confirmaba la idea de Pablo con
respecto a las divisiones y grupos dentro de la iglesia contrarios los unos con los otros. Al
contrario de cómo es el llamado de la Escritura de preocuparse por los más desvalidos, los
miembros de la congregación están más interesados en demostrar su altura en la escala
social, destacándose por sobre el resto. Es por esto que Pablo les amonesta y exhorta. La
iglesia debe cuidar la manera en cómo se reparte la Cena del Señor.

¿Cuál es el parámetro de Cena que tiene el apóstol para hablar con tanto propiedad y
certeza? La revelación que Cristo le dio120:

“Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche
que fue entregado, tomó pan; y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed;
esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí. Asimismo
tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en
mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí. Así, pues, todas
las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta
que él venga.”

120
1 Corintios 11.23-26

50
Esta revelación a la que se refiere el apóstol viene directamente del Señor y no es
dada a Él por intermediarios, de tal manera que conoce perfectamente el significado, modo
de hacer y las implicancias de la cena. Así como a los apóstoles les fue revelado en la
última cena este signo del Nuevo Pacto, a Pablo le es revelado de manera personal y es en
esta comprensión que llama a la congregación a repensar su estilo de vida.

Este llamado de atención a los hombres no es menor en vista de que, así como Dios
entregó las instrucciones claras acerca de la pascua a Moisés para que fuesen seguidas al
pie de la letra como corresponde, lo mismo hace Cristo con los apóstoles. Ellos asumen la
responsabilidad de cuidar y enseñar su sana ministración. Así como el celo por guardar la
pascua era profundo, Pablo está llamando a hacer lo mismo a la Iglesia de Corinto. Es
responsabilidad de los hombres como cabeza de sus hogares frente a Dios el guardar la
Cena. Por esto Pablo agrega:

“De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del
28
Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor.
Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la
29
copa. Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del
Señor, juicio come y bebe para sí.”

Este texto genera controversia y conflicto en la revisión de la cena del Señor, debido
a que en base a este texto se dice que los niños no deben tomar la cena. Sin embargo, dado
el contexto de la iglesia de Corinto y la situación que estaba atravesando ¿es posible
afirmar que este texto plantea un principio claro y determinante con respecto a la
prohibición de los niños en la Cena del Señor? Al observar el texto parte apuntando
directamente hacia el valor del rito. La Cena de Señor es un medio por el cual el pueblo de
Dios es alimentado, pero es también un medio por el cual es pronunciada la muerte del
Señor. La plenitud del pacto establecido por Dios con Abraham es Cristo y el ser parte de
esta mesa es proclamar esto. ¿Quiénes deben entender esto? Aquellos que han asumido un
compromiso frente al Señor, aquellos que han tomado la decisión de bautizarse como señal
de su fe y que además, de acuerdo a la escritura, han bautizado a los de su casa. Aquellos
que frente a Dios son responsables de sí mismos y de otros, aquellos que se acercan a la
mesa habiendo tomado una decisión consciente de lo que significaba. En este sentido la

51
advertencia es para todos aquellos quienes menosprecian esta comida, que no es cualquier
comida, sino que es la mesa del Señor. En este sentido

AMPLIAR LA EXPOSICIÓN EXEGÉTICA

52
Conclusiones

Luego de un acercamiento a la historia del pacto como elemento unificador de la


Escritura, hay diversas preguntas que surgen, pero también respuestas. En primer lugar,
toda la Escritura habla acerca de la historia de la salvación. En este sentido, historia no
como un devenir de sucesos sin sentido o determinada por eventos fortuitos sino que, muy
por el contrario, guiada y asegurada por la certeza absoluta de un Dios personal que entra
en una relación con su creación a través de aquella historia. Pero además esta historia es
totalmente determinada y guiada por este Dios, quien actúa de acuerdo a preceptos y a su
propia voluntad, sin contrapesos, sin que nada ni nadie haga dudar por siquiera un segundo
de su soberanía.

En segundo lugar, en esta historia se observa el establecimiento de una promesa,


hecha a un hombre en medio de su decadencia, Adán, aquel que fue el primer pecador,
luego de no serlo. En un acto de misericordia profunda, Dios refrena su justa ira para hacer
una promesa que parecía oscura y velada, pero que guía el curso de la historia. La promesa
de la Redención de hacer todas las cosas nuevas. En el devenir de esta historia, este Dios
entraría en una relación de pacto, firmado en sangre, con sellos acerca de la veracidad del
mismo, el cual depende absolutamente de Dios, porque es un pacto consigo mismo que
tiene como beneficiarios a todas las naciones en Abraham.

Este pacto es acorde con la promesa, de hecho es la prenda de garantía del


cumplimiento de la promesa del Edén. Es también el “modus operandi” de Dios para guiar
a cabo su plan: de hacer todas las cosas nuevas. A través de este pacto Dios no solo entra en
relación con un hombre adulto, sino con toda su casa, con toda su familia, por todos
quienes viven bajo el patriarcado de este hombre: esposa, hijos, hijas, esclavos, esclavas,
aquellos que hayan nacido en su casa o que hayan sido comprados, todos quienes estén bajo
el alero de aquel patriarca. Pero este pacto no se queda con él sino que es para toda su
descendencia de manera eterna. Y él es el responsable de traspasar esta información a sus
descendientes, él es quien debe enseñar a sus hijos que Dios entra en una relación pactual
con ellos, para ser su Dios. Debe enseñarles que así como es relevante para sí, lo es para
ellos, que ellos son receptores de la misma misericordia que sostuvo a Adán. Deben tener
claro que para ellos es la promesa para sus hijos por pacto perpetuo. En este sentido el

53
Antiguo Testamento es totalmente integral. Dios establece una relación con toda la familia.
Los niños son receptores de la promesa del pacto.

Y al observar el devenir de la historia de la salvación, Dios hace que esta sea


coherente en todo momento. Dios no entra y sale de su compromiso pactual con los suyos.
Al contrario, es él quien sustenta el pacto, insustentable para los hombres. Sin aquella
intervención divina el pacto ya habría sido roto, como lo fue el llamado pacto de Obras en
el Edén.

Por lo tanto y bajo esta prerrogativa, parece extraño y ajeno a este el dejar de hacer
parte a los niños, hijos del pacto, de la dinámica relacional entre Él y su pueblo. ¿Por qué
Dios haría eso? A la luz de la teología pactual es absolutamente extraño, el que Dios
habiendo entrado en una relación íntima con toda la familia, ante el cambio de dispensación
“cambie de parecer”. De hecho la evidencia bíblica apunta hacia la continuidad, apunta
hacia la unicidad del pacto, que va siendo renovado y profundizado, que siendo clarificado
en cada nueva alianza, que alcanza su plenitud en Cristo.

Al observar el actuar de Dios, más que retroceder o empezar de nuevo, cada nueva
alianza va siendo más amplia, en el sentido que abarca todos los aspectos de la antigua
alianza y más. A lo largo de la historia de la salvación Dios no retrocede. Por lo tanto para
que, en el caso particular en que Dios quisiese establecer un cambio tan profundo, como el
quitar a los niños de la comunión en uno de los sellos del pacto, la aclaración por parte de
Él sería clara, específica y sin lugar a dudas. Así como el bautizo claramente reemplaza a la
circuncisión y así como la santa cena reemplaza explícita y abiertamente la pascua, Dios
hubiese establecido su mensaje de anulación en la participación de los niños en la mesa del
Señor.

En el caso de 1 Corintios 11, este texto está apuntando a la responsabilidad de


aquellos que han asumido conscientemente el pacto, que se han acercado por su propia fe,
trayendo con ellos a quienes Dios les ha dado responsabilidad. Así como la responsabilidad
en el Antiguo Testamento de guardar el pacto y sus signos era de los patriarcas, en la nueva
alianza la forma de relacionarse de Dios con los patriarcas no cambia. Nunca Dios exige

54
responsabilidad y comprensión a los niños para ser partícipes del pacto y la Santa Cena no
es la excepción a la Regla.

Por lo tanto el texto de la carta de Pablo a los Corintios debe entenderse como lo
que es, un mensaje para que los adultos comiencen a hacerse responsables por aquello en lo
que Dios les ha puesto como responsables, lo incluye a los niños.

Bajo estos argumentos [LAS CONCLUSIONES DEBEN SER


PROFUNDIZADAS] se puede decir que los niños que son hijos de los creyentes que están
en plena comunión con el Señor y que han recibido el signo que representa su inclusión en
la familia del pacto, son llamados por Dios a tomar la santa, bajo el cuidado,
responsabilidad y enseñanza de sus padres.

55
Bibliografía
Balz, Horst, y Gerhard Schneider. Diccionario Exegético del Nuevo Testamento. Vol. I.
Salamanca: Sígueme, 2001.

—. Diccionario Exegético del Nuevo Testamento. Vol. II. Salamanca: Sígueme, 2002.

Berkhof, Louis. Teología Sistemática. Grand Rapids: Desafío, 2005.

Bruce, Frederick F. Hechos de los Apóstoles. Grand Rapids: Nueva Creación, 1998.

Calvino, Juan. Institución de la Religión Cristiana. 4°. Vol. II. II vols. Rijswijk: FELIRE,
1994.

Chávez, Moisés. «Diccionario de Hebreo Bíblico.» Scribd.com. 1997.


http://es.scribd.com/doc/21134532/Diccionario-De-Hebreo-Biblico-Moises-Chavez (último
acceso: 14 de Marzo de 2013).

Committee on Paedocommunion. Orthodox Presbyterian Church. 2013.


http://opc.org/GA/paedocommunion.html (último acceso: 14 de Marzo de 2013).

Coutsoumpos, Panayotis. Coumunidad, Conflicto y Eucaristía en la Corinto Romana.


Barcelona: Clie, 2010.

Denyer, C. P., ed. Concordancia de las Sagradas Escrituras. Miami: Caribe, 1978.

Edersheim, Alfred. La vida y los tiempos de Jesús el Mesías, tomo 2. Barcelona: CLIE,
1989.

Faith Information Committee. «La participación de los niños en la Santa Cena: hacia un
principio que nos guíe a celebrar la Santa Cena de una forma bíblica fiel.» Christian
Reformed Church.
http://www2.crcna.org/site_uploads/uploads/resources/synodical/2010/Children_at_the_Ta
ble_Spanish.pdf (último acceso: 14 de Marzo de 2013).

Hendricksen, William. Comentario al Nuevo Testamento: El Evangelio de Juan. Barcelona:


Libros Desafío.

56
—. Comentario al Nuevo Testamento: El Evangelio según Lucas. Grands Rapids: Libros
Desafío.

Hendriksen, William. Comentario al Nuevo Testamento: El Evangelio según San Mateo.


Grand Rapids: Libros Desafío, 2007.

Henry, Matthew. Comentario exegético devocinal a toda la Biblia. Barcelona: CLIE, 1983.

Hodge, Charles. Comentario de I Corintios. Barcelona: El Estandarte de la Verdad, 1996.

—. Teología Sistemática. Vol. II. Terrasa: CLIE, 1991.

Jeremias, Joachim. La última cena, palabras de Jesús. Madrid: Ediciones Cristiandad,


1980.

JZ, Asados. Asados JZ. 2012. http://www.asadosjz.cl/?p=177 (último acceso: 14 de Marzo


de 2013).

Kistemaker, Simon J. Comentario al Nuevo Testamento: Hechos. Grand Rapids: Desafío,


2007.

—. Comentario al Nuevo Testamento: Primera Epístola a los Corintios. Barcelona: Libros


Desafío.

Kittel, Gerhard, y Gerhard Friedrich. Compendio del Diccionario Teológico del Nuevo
Testamento. Grand Rapids: Desafío, 2003.

Lockward, Alfonso, ed. Nuevo Diccionario de la Biblia. Miami: Unilit, 1999.

Robertson, O. Palmer. O Cristo dos pactos. Sao Paulo: Cultura Crista, 2002.

Schökel, Luis Alonso. Dicionário Bíblico Hebraico-Portugues. Sao Paulo: Paulus, 1997.

Venema, Cornelis. Children at the Lord's Table? Gran Rapids: Reformatin Heritage Books,
2009.

Vila, Samuel, y Santiago Escuaín. Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado. Terrasa: CLIE,
1985.

57
Waters, Guy, y Ligon Duncan. Children and the Lord´s Supper. Ross-shire: Christian
Focus Publicatins, 2011.

58

You might also like