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LAS VÍRGENES PRUDENTES Y LAS INSENSATAS

Un sermón escrito por el Dr. R. L. Hymers, Jr.


y predicado por el Sr. John Samuel Cagan
en el Tabernáculo Bautista de Los Ángeles
La Mañana del Día del Señor, Noviembre 13, 2016

Este sermón es una versión abreviada y editada de una


dada por el Dr. Asael Nettleton durante el Segundo Gran
Despertamiento. El texto es de la parábola de las diez vírgenes.
A menudo se predicó durante el Primero y Segundo Gran
Despertamientos, y otros avivamientos, que se aplica a los
perdidos y a los salvos.

“Entonces el reino de los cielos será


semejante a diez vírgenes que
tomando sus lámparas, salieron a
recibir al esposo. Cinco de ellas eran
prudentes y cinco insensatas. Las
insensatas, tomando sus lámparas, no
tomaron consigo aceite; mas las
prudentes tomaron aceite en sus
vasijas, juntamente con sus lámparas”
(Mateo 25:1-4).

Todas las personas en una iglesia son divididas en dos


grupos distintos. Jesús llama estos dos
grupos prudentes e insensatos. Los prudentes son miembros de la
iglesia convertidos. Los insensatos son miembros de iglesia no
convertidos.

I. Primero, ¿qué es requerido en la verdadera


conversión del prudente?

Ellos son llamados “prudentes”, porque están preocupados


por la salvación de sus almas. La preocupación por el alma es
una señal de sabiduría porque lo que sucede a tu alma es muy
importante. La Biblia dice: “El temor de Jehová es el principio
de la sabiduría” (Proverbios 9:10). “Los entendidos
resplandecerán como el resplandor del firmamento (Daniel 12:3).
Por otra parte, descuidando la salvación del alma es una
señal de gran insensatez. A aquellos que descuidan la salvación
de sus almas se les llama “insensatos” y “necios” en la Biblia. La
diferencia entre el sabio y el necio puede parecer pequeño. Pero
para Dios son tan diferentes como la luz y la oscuridad. Así, los
sabios son llamados “hijos de la luz” y los necios se dice que
están “en la oscuridad”. Así que en esta parábola es claro que
Cristo hace una gran diferencia entre los “prudentes” y los
“insensatos”.
Es claro en la parábola que la diferencia no está en
asistencia a la iglesia – porque ambos grupos representan a
aquellos que asisten a la iglesia. ¡Todos ellos piensan que son
convertidos! Todos ellos han hecho una profesión de fe. Todos
ellos creen en Jesús mentalmente. Todos ellos “pasan al frente a
conocerlo” Él. Así que la gran diferencia entre el prudente y el
insensato no es que los prudentes creen la Biblia y los insensatos
no. Todos ellos “tomando sus lámparas, salieron al encuentro del
esposo” (que es el Cristo). Ambos grupos estaban en la iglesia.
Ambos grupos dijeron que creían en Cristo. Pero los “prudentes”
tienen ciertas características que los “insensatos” no tienen.

1. Un fuerte compromiso con la causa de Cristo.


Dios requiere que le des tu corazón. Él
ordena, “Dame tu corazón”. Si no le das tu
corazón a Cristo no puedes hacer ningún
servicio verdadero para Dios. “No podéis
servir a Dios y a las riquezas”. Un fuerte
compromiso con Cristo y Su Iglesia es
absolutamente necesario. Un compromiso
falso es repugnante.

2. Estar dispuesto a renunciar al mundo. “Por lo


tanto salid de entre ellos y apartaos, dice el
Señor”. “La amistad del mundo es enemistad
con Dios”. “El que quiera ser amigo del
mundo es enemigo de Dios”. “No os
conforméis a este mundo, sino a toda
palabra”.

3. Estar dispuesto a sufrir por Cristo. “El que


quiera vivir piadosamente en Cristo Jesús,
sufrirá persecución”. Debe estar dispuesto a
sufrir la vergüenza y el oprobio para la causa
de Cristo. Si él no está preparado para esto,
no está preparado para ser convertido.

4. Estar dispuesto a participar en todos los


deberes de un Cristiano. “El que dice, lo
conozco, y no guarda sus mandamientos es
un mentiroso, y la verdad no está en él”. Si
hay algún deber que no tiene intención de
realizar, no sería prudente clamar la
conversión.

5. La fe en Cristo. Un “fe” vacía no es


suficiente, “porque los demonios creen y
tiemblan”. Verdadera fe en Cristo hace el
Cristianismo verdadero, y cambia todo el
estilo de vida. “Esa fe que obra por el amor y
purifica el corazón – que vence al mundo”.

6. El nuevo nacimiento es incluido – porque sin


el nuevo nacimiento no puede haber
verdadera conversión. “Todo el que ama ha
nacido de Dios”. Y así verdadera fe y
verdadero amor, son el fruto del nuevo
nacimiento. “Los que están en la carne no
pueden agradar a Dios”. “La mente carnal es
enemistad contra Dios”. Sin el cambio que se
produce en el nuevo nacimiento no puedes
ser amigo de Dios. Y sin este cambio no
puedes ser hijo de Dios. Los que han nacido
de nuevo encuentran que “las cosas viejas
pasaron y todas las cosas son hechas
nuevas”. Esto es lo que se entiende por una
persona “sensata” que es convertida.

II. Segundo, ¿por qué algunos dicen ser convertidos


cuando no lo son?

Las vírgenes insensatas no tomaron aceite para sus


lámparas. El aceite representa el Espíritu de Dios. Esto significa
que no tenían el Espíritu Santo y eran, así, no convertidas. “Y si
alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él” (Romanos 8:9).
Esto muestra que las vírgenes insensatas no eran convertidas –
nunca habían sido convertidas verdaderamente.
En los primeros días del Cristianismo, la persecución y el
martirio detuvo a muchos de hacer falsas profesiones de
conversión. Esto sigue siendo cierto en los países Comunistas y
las tierras Musulmanas. Pero aún allí algunos han hecho falsas
profesiones de conversión. Si el temor a la persecución y la
muerte estuviera aquí, el número de falsos conversos sería
mucho menos de lo que es.
Una de las razones de que muchos profesan ser
convertidos cuando no lo son es por la influencia de malos
ejemplos. Ellos ven personas que profesan ser convertidas dejar
la iglesia, “que creen por algún tiempo, y en el tiempo de la
prueba se apartan” – es decir, “se van, se alejan” (Reinecker).
Ellos ven personas que “van” [van en su camino], porque son
“ahogadas por las preocupaciones…de esta vida” (Lucas 8:14).
Después de unos años han visto a esta misma gente negar la idea
misma de la conversión. Algunos han llegado incluso a
ridiculizar la idea de la conversión. Y sin embargo se han
atrevido a decir que eran Cristianos. Esto confunde a los no
convertidos que permanecen en la iglesia, y empiezan a pensar
que no hay tal cosa como la conversión. Por lo tanto, se vuelven
como las vírgenes insensatas, de las cuales Cristo advirtió: “Las
insensatas tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite”.
Otros continúan durante mucho tiempo en un estado de
preocupación ansiosa, bajo convicción, sin encontrar alivio.
Después de un tiempo se endurecen sus conciencias, y poco a
poco se asilencian, y así “Las insensatas tomando sus lámparas,
no tomaron consigo aceite”.
Otra persona, bajo profunda convicción, piensa que ha
hecho ya demasiado. Se cansa y se desanima, y finalmente
decide que no hay tal cosa como la conversión, y así se volverá
como las “insensatas [que], tomando sus lámparas, no tomaron
consigo aceite”.
Otro, que está bajo gran convicción, mira a su alrededor
para conseguir algún alivio. Entonces tiene una sensación
emocional que es convertido. Sin tener cuidado de examinarse a
sí mismo, se instala en una falsa esperanza y duerme en una
seguridad peligrosa. Y se hacen como las “insensatas [quienes]
tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite”.
A veces el pecador que ha estado bajo convicción y
ansiedad durante mucho tiempo piensa que debe decir que es
salvo, y por decirlo, él se sentirá aliviado. Esto ha sido seguido
con triste decepción – no amor a Dios, no renovación del
Espíritu Santo. A veces esto termina con una gran seguridad – y
entonces ellos dicen: “Sé que soy convertido”. De esta manera
las que eran “insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron
consigo aceite”.
Del prudente, se dice, “tomaron aceite en sus vasijas,
juntamente con sus lámparas”. Esto demostró su sabiduría. La
condición de su corazón era lo que ellos consideraban lo más
importante. Tuvieron mucho cuidado para asegurarse de que sus
corazones se convirtieron. Estaban convencidos de que debe
haber un cambio en sus corazones – un cambio que no estaba
allí antes – que no estaba en su naturaleza Adámica. No se
atrevían a salir al encuentro del Señor sin un corazón
convirtiendo, y cambiado a gracia Cristiana. Por difícil que era,
sabían que debían tener una verdadera conversión. Como el
hombre prudente que construyó su casa sobre la roca – cavaron
profundo. Ellos estaban dispuestos a ser buscados y condenados
hasta su fundación se estableció en la roca de la eternidad –
Cristo Mismo.
Pero no así con los insensatos. Cuando proclamaron ser
convertidos nunca dieron una profunda atención a sus corazones.
Cuando se encontraron con dificultades inesperadas, y se dieron
cuenta que el camino era tan estrecho – evitaron nuevas
conversiones y búsquedas – y comenzaron su camino
Cristiano sin ningún tipo de gracia en sus corazones. Ya que
evitaron el dolor y la abnegación de la conversión verdadera,
“Las que fueron insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron
consigo aceite”.

III. Tercero, ¿por que son llamadas “insensatas”?

Respondemos – porque eran malas – no diferente de otros


pecadores, “muertos en delitos y pecados” (Efesios 2:1). ¡Pero
también eran necias! ¡Eran insensatas y malas – porque clamaron
ser convertidas sin tener una conversión verdadera! Eran
insensatas y malas porque se atrevieron a llamarse Cristianas sin
ser convertidas – porque Cristo dijo:

“Que si no os volvéis…no entraréis en


el reino de los cielos” (Mateo 18:3).

Una falsa conversión es a la vez tonta y perversa porque Cristo


nos ha encomendado “Esforzaos a entrar por la puerta angosta”
(Lucas 13:24) – y se negaron a hacerlo. Ambos son insensatos y
malos porque se negaron a obedecer a Cristo cuando dijo:
“Entrad por la puerta estrecha” (Mateo 7:13). La parábola de las
vírgenes prudentes y las insensatas termina con esta terrible
advertencia:

“Después vinieron también [las


insensatas] vírgenes, diciendo: ¡Señor,
señor, ábrenos! Mas él, respondiendo,
dijo: De cierto os digo, que no os
conozco” (Mateo 25:11-12).

Matthew Henry dijo de estos versos:

Las vírgenes insensatas llegaron


cuando ya era demasiado tarde...Hay
muchos que buscarán admisión en el
cielo cuando ya es demasiado
tarde...Ellos...demandarán entrada, y
sin embargo, son excluidos, ser
levantados al cielo por la vanagloria
de su estado piadoso, y sin embargo
son arrojados al infierno (Traducción
de Matthew Henry’s Commentary on
the Whole Bible, Hendrickson
Publishers, 1991 edition, volume 5, p.
301; note on Matthew 25:11).

Dr. Hymers, por favor venga y cierre este servicio. (Este sermón
fue editado y acortado de “The Wise and Foolish Virgins” por
Dr. Asahel Nettleton (1783-1844), Asahel Nettleton: Sermons
From the Second Great Awakening, International Outreach,
1995 edition, pp. 97-102).

CUANDO LE ESCRIBAS A DR. HYMERS DEBES DECIRLE DE QUE


PAÍS LE ESTÁS ESCRIBIENDO O ÉL NO PODRÁ CONTESTAR TU
CORREO. Si estos sermones te bendicen por favor envía un correo
electrónico a Dr. Hymers y díselo pero siempre incluye de qué país estás
escribiendo. El correo electrónico de Dr. Hymers es rlhymersjr@sbcglobal.net
(oprime aquí). Puedes escribirle a Dr. Hymers en cualquier idioma, pero
escribe en Inglés si es posible. Si deseas escribirle a Dr. Hymers por correo
postal, su dirección es P.O. Box 15308, Los Angeles, CA 90015. Puedes
llamarle por teléfono al (818) 352-0452.
(FIN DEL SERMÓN)
tú puedes leer los sermones de Dr. Hymers cada semana en el Internet
en www.sermonsfortheworld.com.
Oprime en “Sermones en Español”.

Estos manuscritos de sermones no tienen derechos de autor. Pueden ser


usados
sin la autorización de Dr. Hymers. Sin embargo, todos los mensajes de video
de
Dr. Hymers, y todos los otros sermones en video de nuestra iglesia, sí tienen
derechos de autor y solo pueden ser usados con autorización.

La Escritura Leída por el Sr. Abel Prudhomme Antes del


Sermón: Mateo 25:1-13.
El Solo por el Sr. Benjamin Kincaid Griffith Antes del Sermón:
“Too Long I Neglected” (por Dr. John R. Rice, 1895-1980).

EL BOSQUEJO DE

LAS VÍRGENES PRUDENTES Y LAS INSENSATAS


Un sermón escrito por el Dr. R. L. Hymers, Jr.
y predicado por el Sr. John Samuel Cagan

“Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que


tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo. Cinco de ellas
eran prudentes y cinco insensatas. Las insensatas, tomando sus
lámparas, no tomaron consigo aceite; mas las prudentes tomaron
aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas.” (Mateo 25:1-
4).

I. Primero, ¿qué es requerido en la verdadera conversión del prudente?


Proverbios 9:10; Daniel 12:3.
II. Segundo, ¿por qué algunos dicen ser convertidos cuando no lo son?
Romanos 8:9; Lucas 8:13-14.
III. Tercero, ¿por qué son llamadas “insensatas”? Efesios 2:1;
Mateo 18:3; Lucas 13:24; Mateo 7:13; 25:11-12.

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