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Profesor Consultor:
Bogotá
21 de Noviembre de 2018
INTRODUCCCION
Este documento
El desarrollo de la política de CTI en Colombia, ha pasado por una serie de hitos que han venido
dando elementos para la consolidación del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e
Innovación (SNCTeI) y la expedición de la ley 1286 de 2009 a través de los cuales se pretendía
crear las condiciones para que el conocimiento sea un instrumento de desarrollo”, buscando
contribuir a dos objetivos económicos y sociales primordiales: acelerar el crecimiento económico
y disminuir la inequidad (Colciencias, 2008).
Siguiendo este camino el plan nacional de desarrollo 2014-2018 “Todos por un nuevo país"
expedido por medio de la Ley 1753 de 2015. cuenta con tres ejes estratégicos la paz, la equidad y
la educación. Y tiene como visión alcanzar "Una sociedad en paz que pueda focalizar sus
esfuerzos en el cierre de brechas y que pueda invertir recursos en mejorar la cobertura y calidad
de su sistema educativo, envuelto en una estrategia de crecimiento verde". (Cepal,2015)
Como visión hacia 2018 el plan aspira a que “Colombia será uno de los países más competitivos
y productivos de la región”, lo que “se logrará a partir de un uso eficiente de las ventajas
comparativas”, con lo cual en 2025 estará en capacidad de crear aglomeraciones de CTI,
ciudades con vocación de conocimiento (economía naranja) y empresas y tecnologías
estratégicas para la competitividad en el largo plazo (PND, p. 118).
Para el gobierno 2018-2022 la política en cuanto CTI que fue aprobada en las bases del PND se
encuentra:
Para cumplir con las apuestas del Pacto por Colombia, pacto por la equidad, se
implementarán estrategias transversales: Sostenibilidad, Ciencia, Tecnología e Innovación,
Transporte y Logística, Transformación Digital, Calidad y eficiencia de los servicios públicos,
recursos minero-energéticos, Economía Naranja y la paz en todo el país.(DNP,2018)
En Contraste con este alentador escenario que indicaría una política sólida, visionaria y continua
para posicionar la economía nacional, e impactar significativamente la calidad de vida de la
nación encontramos continuas expresiones sociales a lo largo de los últimos periodos de
gobierno que manifiestan el descontento, denuncian la inequidad y baja inversión en el sistema
de CTI, estas son protagonizadas por estudiantes, maestros, investigadores, entre ellas podemos
destacar el paro actual que se desarrolla desde hace un mes para conseguir recursos para el
financiamiento de educación superior, las continuas movilizaciones y manifestaciones de
maestros asociados en FECODE y otras organizaciones por la defensa de la educación pública,
en las que se denuncia y oponen a una política neoliberal como la consagrada en el proyecto de
ley 057 y que según tribuna magisterial (2018)buscaba recortar las inversiones en educación,
focalizar aún más la prestación del servicio y eliminar la canasta educativa además de efectuar
sendas reformas al sistema tributario, pensional, laboral y vender lo que resta del patrimonio
público manteniendo la desfinanciación y eliminando competencias de la Nación en la
financiación del sector educativo, hechos que parecen ir en contra de la misma política de CTI
que se encuentra en los planes de desarrollo.
Pero estos hechos no son nuevos ya en 2012, Más de 1.400 científicos colombianos firmaron
una carta dirigida al presidente de la República en la que solicitaban del gobierno más atención al
rol de la ciencia y la tecnología en la promoción de la innovación , denunciando el inadecuado
apoyo a la ciencia, así mismo se realizaron otras tres manifestaciones al respecto por parte de la
Asociación Colombiana para el Avance de la Ciencia (ACAC), el Centro Internacional de Física
(CIF), y la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. ( SciDev.Net,2012)
En teoría y como lo expresa la Universidad Nacional (2013) ,la política pública en Colombia
cuenta con elementos estratégicos para el desarrollo de las metas país (metas establecidas en los
sucesivos planes Nacionales de desarrollo), desde la misma formulación de política nacional, la
cual estableció un marco institucional del tema y, derivado de ello, fomenta su inclusión en el
ámbito de la planeación regional; pero la lectura de las condiciones en CTI, las manifestaciones
cada vez crecientes, menos ocultables y la falta de contundencia estatal para superar todas estas
limitaciones evidencian lo contrario . A pesar de los documentos existentes el panorama sigue
siendo el que ya denunciaba la ACAC, en 2012 seguimos teniendo serias dificultades
fundamentales para mejorar la calidad de la educación a todos los niveles y estimular los
programas de apropiación social de la ciencia (SciDev.Net,2012) luchas sociales y académicas
presentes en la actualidad.
En 2017 la inversión en actividades de ciencia, tecnología e innovación (ACTI) fue apenas del
0,67% del PIB, inferior a la del año anterior y lejos de la meta de 1% del Plan Nacional de
Desarrollo (Cordoba,2018) sumado a esto datos del DNP y MEN (2015) indican que solo el 30%
de los jóvenes hace la transición colegio a la educación superior, y de estos, la tasa de deserción
a nivel profesional es del 10,4% y el 22,2% en las instituciones técnicas y tecnológicas. Lo
anterior nos permite inferir que la transición hacia una economía basada en el conocimiento aun
es incipiente y que el sistema educativo dista de prestarse con alto nivel de calidad y enfoque
creativo lo que repercutirá de manera directa para alcanzar la transformación hacia las nuevas
economías o economías del conocimiento de manera que se mejore la productividad y calidad de
vida de los ciudadanos.
En el contexto actual de postconflicto que aborda el país y bajo la coyuntura social y política que
muestra grandes déficit en el sistema social, elevada corrupción y un estado inoperante que al
parecer ha favorecido la acumulación del capital y olvidado sus bases humanas y liberales será
necesario replantar los escenarios de acción, de manera que pueda proyectarse el desarrollo socio
económico de la nación, su inmersión en la economía mundial y sus procesos de distribución de
la riqueza, la revisión bibliográfica, de medios, redes sociales y de conocimiento muestran
una problemática identificada, caracterizada y conocida tristemente desde hace varias
generaciones para la cual no parece visualizarse una salida en el corto plazo más allá de la
resistencia social y el continuo “rebusque educativo” del que hemos entrado a participar desde
los diferentes escenarios cada uno de los actores que hacemos parte del “sistema educativo”
que nos vemos tristemente avocados a exigir en la calles, subsidiar , resistir y subsistir con los
escasos recursos que se tienen y en ocasiones pareciera se mendigan a un sistema que en papel
tiene claro cuál es la salida para tantos años de guerra, impunidad y malvivir , una sociedad que
esperaba que con el desmantelamiento de uno de sus conflictos más longevos en el cual
aparentemente se desangraban sus fondos para la prosperidad se encontraran salidas reales y
próximas, por el contrario descubre que tras este velo, existen muchos otros conflictos de igual
o mayor envergadura que nos ubican en el vergonzoso segundo puesto en inequidad según el
banco mundial a nivel Latinoamérica (la república, 2017) y el 8 puesto entre 147 países
estudiados según el PNUD ( El tiempo, 2018), las causas de estos nos las puede dar otro
indicador el índice de la ONG Transparencia Internacional, 2016 que mide el nivel de
corrupción y en el cual Colombia ocupa el puesto 90 entre176 países.
Colombia …sigue con el mismo nivel de corrupción desde el 2014. Cuando Transparencia
Internacional empezó a medir el índice de percepción de la corrupción en 1995, Colombia
siempre ha estado en crisis. En el 2016 Colombia alcanzó 37 puntos de 100, los mismos puntos
que ha tenido desde el 2014, es decir que no ha logrado absolutamente nada para detener la
corrupción. (Libertad y pensamiento,2017).
De otro lado Gómez, 2018 plantea lo que la actualidad nacional comprueba q “La crisis actual
revela que, antes que recursos, falta voluntad política para atacar los tres más graves problemas
del sistema de educación superior del país. Los cuales para el autor son: No existe un proyecto de
país ni grandes prioridades nacionales de desarrollar áreas de formación y de temas de
investigación, con la excepción de la formación en TIC, por iniciativa del respectivo Ministerio,
Colombia carece de capacidad institucional e intelectual para investigación y experimentación en
tecnologías modernas y No existe una amplia oferta pública de educación técnica postsecundaria.
Completando el panorama que respecto a CTI presente, se tramita El proyecto de ley 250 de
2018 crea el Ministerio CTI con la aspiración según su ponente David Agudelo de que se
encargue de dirigir la política de Ciencia y tecnología del país (UN, Periodo digital,2018), de
darle gobernanza y representatividad política y social a un tema coyuntural para el futuro del
país.
Pese a todas las situaciones que enfrenta Colombia un hecho innegable es que cuenta con
grandes recursos a nivel físico y humano que por las situaciones históricas no han sido
explotados de manera significativa para lograr el tan anhelado desarrollo que esperamos los
Colombianos esto es evidente, por gracia divina o azar terrenal, desde el acceso a recursos que le
otorga su posición geográfica y el gran número de mentes brillantes que aportan al conocimiento
mundial como el neurocirujano Alejandro Llinas, la física Alexandra Olaya Castro o el Doctor
Hernando Grot Lievano entre otros (corporación EPE,2016), por lo tanto no podemos
resignarnos a ser la despensa de materia prima del mundo, a seguir anclados a una economía
colonial cuando contamos con los recursos a todo nivel para cambiar nuestra historia, debe ser
nuestro propósito desde el lugar de la academia en que nos encontremos el luchar y aportar desde
el conocimiento a forjar esta sociedad soñada que sea el legado para nuestros hijos y nietos, tal
vez no todos tengamos la oportunidad o competencia para aportar con investigación de punta o
ser científicos reconocidos a nivel mundial, sin embargo si la tenemos para formar en
pensamiento crítico, participación política y acción colectiva a una nueva clase de sociedad que
pueda tomar las riendas y hacer del conocimiento en todos sus niveles un bien público.
Referencias
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9UnV1u9iW08jMRrH-GP6Lbd2qc