You are on page 1of 5

El suelo es parte de la corteza terrestre, más específicamente la superficie de la misma,

que tiene propiedades que permiten la vida en él. Como resultado de la degradación
química y física de los seres vivos y las rocas que quedan alojados en ella, surge la
“materia orgánica natural” (MON), cuyas características permiten el alojamiento de
agua y nutrientes en el suelo, elementos esenciales para el desarrollo de diferentes
formas de vida y su perduración a través del tiempo.

Sin embargo, distintos fenómenos naturales pueden alterar las características del suelo,
provocando modificaciones en él, y por consiguiente en el medio ambiente. Tal es el
caso de, por ejemplo, la sedimentación, es decir, la cementación de sedimentos que
quedan hechos roca, o la erosión.

Respecto a la erosión, concepto en que se basa este trabajo práctico, ésta puede
clasificarse en dos tipos principales: erosión eólica y erosión hídrica.

La erosión eólica consiste en el desgaste de las rocas y la remoción del suelo debido a la
acción del viento. Este tipo de erosión se produce en zonas áridas y semiáridas, donde la
vegetación crece escasamente, y por lo tanto, el suelo queda más desprotegido que en
zonas con mayor presencia de flora. Como acciones que pueden deteriorar la superficie,
puede, en consecuencia: arrancar tierra, dejando al descubierto el sistema radicular de
plantaciones o semillas, que luego no podrán germinar; y desecar el suelo.

En lo referido a la erosión hídrica, ésta consiste, también, en un proceso de sustracción


de masa sólida al suelo o a las rocas de la superficie, que es llevado a cabo por un flujo
de agua que circula por la misma: de este modo, tanto la superficie rocosa como el suelo
se desgastan, lo que conlleva a una pérdida de fertilidad (y por ende de productividad)
de los suelos, presencia de cárcavas, o también a un proceso de colmatación: esto es un
aumento drástico de los sedimentos sustraídos del suelo por el caudal de agua, que van a
parar a los diferentes ríos y arroyos. De ese modo, al desembocar en diferentes lagos y
lagunas, la concentración de sedimentos en los mismos también aumenta, lo que los
vuelve prácticamente lodazales, estanques, cuerpos de agua inutilizables para el hombre
así como también hábitats modificados para las especies que convivían en ese espacio
anteriormente.

Como se ha mencionado, el suelo puede verse modificado por distintos fenómenos


naturales, mas esto se produce mientas los elementos fundamentales que componen la
naturaleza (como lo son el clima, el relieve, la flora, la fauna, el suelo y el agua) están
en equilibrio. Sin embargo, la ocupación y utilización de diferentes porciones de tierra,
y el consecuente uso en mayor grado e intensidad de las mismas a través del tiempo por
parte del género humano, ha ido deteriorando el mencionado equilibrio. Por eso, si bien
los fenómenos erosivos se producen de manera natural en determinados sectores, la
acción del hombre ha magnificado estos procesos en las áreas que eran propicias para
ello, y también ha causado la erosión de los suelos en lugares cuyas características
originales no podrían haber permitido en un primer momento esta clase de fenómenos
que perturban el medio ambiente.

En el territorio de la República Argentina, a partir de la segunda mitad del siglo XX se


comenzó a aplicar mayor presión sobre las tierras destinadas a la agricultura y
ganadería, hecho que desembocó en la expansión de la frontera agrícola y el aumento de
la intensidad en que dicha superficie era trabajada: como consecuencia, a partir del
avance tecnológico sucesivo que se empezó a registrar en este campo, comenzó a
utilizarse maquinaria agrícola pesada, además de fertilizantes y biocidas tóxicos,
nocivos para el suelo, el medioambiente y los trabajadores del suelo. Con esta política
productiva, se tendió a perseguir el beneficio a corto plazo antes que una explotación
moderada de los suelos en pos de su conservación, y por esta razón, lenta pero
firmemente, se fueron deteriorando.

Las tierras afectadas fueron perdiendo su capacidad productiva, pero la constante


aplicación de los químicos mencionados, pudiéndose agregar también el uso de
variedades de semillas genéticamente modificadas, consiguió “disfrazar” este aspecto,
disimulando el deterioro del suelo que, por más alicientes artificiales que se empleen
para una mejor capacidad productiva, ya está deteriorado.

Haciendo una reseña del daño de la erosión hídrica, se estima que alrededor de 25
millones de hectáreas del país están afectadas por este fenómeno, principalmente la
región comprendida por el NOA, el NEA y la Pampa Húmeda. En muchas regiones del
país se plantea un común denominador que desencadena estos procesos con mayor
poder: el monocultivo.
Por un lado, en el NOA, el monocultivo de poroto y, más crecientemente en la
actualidad, de soja, ha favorecido los procesos de erosión en esa región del país: para
favorecer este modelo productivo, los suelos aptos para agricultura y ganadería se
destinaron sólo a la agricultura, lo que los volvió improductivos, por la falta de rotación
de cultivos y pasturas.

En la región de la Pampa Ondulada, comprendiendo a Santa Fé, el Norte de Buenos


Aires y una mínima parte del Sureste de Córdoba, la erosión afecta a aproximadamente
1.600.800 ha, sobre un total de superficie de 4,6 millones; es decir, se ve afectada en un
34,8%.

En lo que refiere a la provincia de Entre Ríos, la intensidad de las lluvias de otoño y


verano no se complementan de una buena manera con los suelos arcillosos que
predominan en esa provincia, pero lo que termina de modelar el terreno perfecto para la
erosión hídrica es la práctica de una agricultura tradicional, que deja los suelos al
descubierto en los períodos lluviosos críticos.

En el Noreste Argentino, más precisamente en la provincia de Misiones, es remarcable


que el 42,3% de su superficie, es decir, unos 1,2 millones de ha son susceptibles a la
erosión: este fenómeno se manifiesta, también, tanto en tierras con cultivos anuales,
como la soja y el maíz, como en tierras con cultivos perennes, como al yerba mate, el
citrus, por ejemplo, cuando no se aplican prácticas de conservación de recursos en la
agricultura, fenómeno que también ocurre con estas características en la provincia de
corrientes. Acompaña también a este fenómeno el progresivo desmonte de zonas con
flora selvática, que fueron usadas para la expansión de la frontera agrícola en dicha
provincia.

La provincia del Chaco posee una gran cantidad de tierras arables: aproximadamente el
34% de su territorio. Sin embargo, una de las limitaciones más importantes de las
mismas es la susceptibilidad a la erosión, y el grado de erosión actual, ocasionado por el
monocultivo algodonero y también producto del desmonte.

En tanto a la región eólica, como se ha mencionado, afecta a las regiones áridas y


semiáridas de aptitud ganadero-agrícola. En 1988 se estimó en 21,4 millones de
hectáreas.
Sin lugar a dudas, la región más afectada por este fenómeno es la Patagonia: es crucial
en este proceso tener en cuenta que en gran parte de su superficie la vegetación consta
de plantas xerófilas, y arbustos bajos y espinosos. Como dato principal, se estima que la
erosión eólica, en sus diferentes grados de intensidad, cubre aproximadamente 13
millones de hectáreas, y que 4 de esos millones son de médanos y pavimentos
desérticos, la fase más aguda y final de la erosión; con esto, la tendencia de esta zona es
de una desertificación progresiva.

Como acción del hombre desencadenante de este fenómeno, debe citarse


obligatoriamente el pastoreo de lanares, producido a partir del siglo XX. Estos ovinos,
implantados, desplazaron a la fauna autóctona de la región, como lo son, por ejemplo,
los guanacos. La predilección por los pastos blandos de entre toda la vegetación
provocó que el suelo quedara descubierto debido a este pastoreo selectivo,
incrementando esta susceptibilidad a la erosión eólica, dado a la escasez de flujos de
agua en comparación con otras regiones más húmedas.

Entrando en la región pampeana semiárida, se encuentra que las causas principales de la


erosión eólica son: la falta de correctas rotaciones, el uso reiterado de implementos de
labranza inadecuados, el sobrepastoreo de los forrajes, la deforestación indiscriminada y
la intensidad de los laboreos.

En la región cuyana, la degradación del suelo afecta a, 550.000 km^2. La


sobrexplotación continuada de los recursos naturales, produce una modificación notable
de la cubierta vegetal, así como el desmonte para aprovechar la madera, el
sobrepastoreo bovino y ovino, los incendios y el manejo inadecuado de rastrojos.

En cuanto a pérdidas económicas, se estima que la pérdida económica debido a erosión


hídrica en toda la Región Pampeana alcanza 70-800 millones de dólares. A nivel
nacional puede alcanzar 1000-1200 millones de dólares debido a erosión hídrica y 3000-
4000 millones de dólares tomando en cuenta todos los procesos de degradación de la
tierra así como daños a la infraestructura.

Es vital reducir en gran medida la acción humana en un plano general, o dejar de lado la
implementación de técnicas de cultivo no propicias el suelo.
Provincias Superficie EHM (ha) EHS/G EEM EES/G EH+EE
(ha) (ha) (ha) (ha) (ha)
Buenos 30757000 4700000 100000 3000000 750000 8550000
Aires
Córdoba 16877000 740000 360000 1560000 980000 3640000
Corrientes 8820000 585000 80000 150000 - 825000
Chaco 9963000 1385000 745000 - - 2130000
Chubut 22469000 - 1330000 - 2960000 4290000
Entre Ríos 7878000 650000 550000 - - 1200000
Formosa 7207000 2400000 450000 150000 200000 3200000
Jujuy 5322000 600000 - 300000 - 900000
La Pampa 14344000 - 20000 150000 185000 365000
La Rioja 9233000 1000000 2100000 400000 400000 1200000
Misiones 2980000 200000 60000 - - 260000
Río Negro 20301000 540000 - 520000 420000 1480000
Salta 15477000 115000 65000 - - 180000
San Juan 8614000 800000 1750000 550000 900000 4000000
San Luis 7675000 600000 530000 150000 1840000 3120000
Santa Cruz 24394000 - 940000 - 5740000 6680000
Santa Fe 13300000 1000000 210000 70000 - 1128000
Tucumán 2252000 67000 36000 - 15000 118000
Totales 228179000 15382000 9626000 7020000 14390000 46418000

Gráfico de superficie erosionada en las provincias que arrojan datos. EHM significa
Erosión Hídrica Moderada, EHS/G es Erosión Hídrica Severa/grave, EEM es Erosión
Eólica Moderada, EES/G es Erosión Eólica Severa/Grave, y EE+EH es Erosión Eólica
+ Erosión Hídrica.

You might also like