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Criminología Y Criminalística
Como queda dicho, el hecho de observar tiene relación con la capacidad de ver el
mundo que nos rodea. Para que esta circunstancia sea posible, la luz juega un rol
determinante; es por ello que en muchos contextos el concepto de tinieblas sea
utilizado como desconocimiento. Así, la luz es refractada por los objetos y esta
circunstancia permite que sean captados por el sentido de la vista. En efecto, esta
entra por la pupila y se proyecta en la retina, lugar en donde se generan distintos
impulsos eléctricos que mediante el nervio óptico se enviarán al cerebro para su
decodificación. Este tipo de proceso es común en los mamíferos.
El sentido de la vista es así uno de los más desarrollados en los seres humanos, y
dada esta circunstancia, tiene enorme relación con el hecho de conocer. Así, se
entiende la relevancia que tiene la observación y el sentido figurado que de esta
se hace al referir distintos tipos de evaluaciones. Así, puede referirse al hecho de
“realizar una observación”, cuando se comunica una determinada idea. El acto de
observar, en este sentido, es utilizado de modo metafórico y es un tipo de
circunstancia que continuamente se repite en distintos idiomas.
Sinónimos de discriminar
Marginar, segregar, separar, excluir; postergar, apartar, relegar, rebajar; distanciar,
diferenciar, distinguir.
Antónimos de discriminar:Juntar, incluir, mezclar, igualar.
CATEGORIZAR.
GENERALIZAR.
El ser humano continuamente realiza evaluaciones subjetivas del mundo que le toca vivir,
de sus experiencias, de los fenómenos que percibe. Este tipo de circunstancia es cierta
tanto desde el punto de vista social como desde el punto de vista individual. El fenómeno
se debe principalmente al hecho de que para tomar decisiones se necesita de un mapa
mental de cómo se comporta la realidad. Este tipo de circunstancia es uno de los motivos
de los continuos avances de la ciencia o del conjunto de conocimientos sistematizados
que tenemos acerca de diversos fenómenos del universo. Cuando se generaliza, empero,
se realiza un tipo de procedimiento que difícilmente genere por sí mismo un tipo de
modelo de la realidad válido. En efecto, un procedimiento de este tipo se caracteriza por
el hecho de carecer de un tipo de pasaje lógico entre observaciones particulares y
consideraciones generales, circunstancia que hace posible que los modelos construidos
sean inapropiados.
La intención suele estar vinculada al deseo que motiva una acción y no a su resultado o
consecuencia. Si un jugador de fútbol golpea a un rival cuando intentaba patear la pelota,
se dirá que fue un golpe sin intención, ya que el jugador en cuestión pretendía impulsar el
balón y no lastimar al colega.
Esto hace que también sea posible distinguir entre la buena intención y la mala intención.
Hay actos que se realizan con buena intención (con un objetivo noble) aunque sus
consecuencias sean dañinas, mientras que otras acciones nacen con mala intención
cuando su objetivo es herir o lastimar.
Un ejemplo de un comentario con buena intención que termina lastimando al prójimo
ocurre cuando una persona le pregunta a otra sobre un determinado familiar, y el
interlocutor se apena y le responde que falleció. El sujeto removió un recuerdo doloroso
sin querer hacerlo, ya que realmente le interesaba saber cómo andaba la persona
fallecida y, obviamente, no sabía de la muerte.
Algunos tipos de intenciòn:
Intención informativa:
Cuando nuestra intención es informar, usamos datos, hechos objetivos, sucesos,
acontecimientos. Un claro ejemplo de cuándo se utiliza la función informativa es una
noticia.
Intención persuasiva:
Cuando queremos convencer a alguien de algo, empleamos la función persuasiva. Un
anuncio publicitario busca que hagamos alguna transacción o compra. La argumentación,
las palabras que empleamos, todo tiene importancia para convencer o persuadir.
Intención persuasiva:
Intención apelativa:
Cuando queremos ordenar algo, empleamos la función apelativa. En este caso, se debe
emplear un lenguaje claro y directo. Por ejemplo, un mensaje de ¡Silencio!, es un ejemplo
de la intención apelativa. Un instructivo tiene también una intención apelativa, ya que nos
indica paso a paso lo que debemos hacer.
Intención de advertencia:
Si queremos prevenir sobre algún peligro, o avisar sobre algún riesgo, utilizamos la
advertencia.
COMPRENSION.
El concepto de comprensión está relacionado con el verbo comprender, que refiere a
entender, justificar o contener algo. La comprensión, por lo tanto, es la aptitud o astucia
para alcanzar un entendimiento de las cosas.
La comprensión es, por otra parte, la tolerancia o paciencia frente a determinada
situación. Las personas comprensivas, de este modo, logran justificar o entender como
naturales las acciones o las emociones de otras: “Comprendo que tengas miedo, pero
tienes que hablar con ella”, “Si quieres hablar conmigo, ya sabes que contarás con mi
comprensión”.
Se conoce como comprensión lectora al desarrollo de significados mediante la adquisición
de las ideas más importantes de un texto y a la posibilidad de establecer vínculos entre
éstas y otras ideas adquiridas con anterioridad.
Es posible comprender un texto de manera literal (centrándose en aquellos datos
expuestos de forma explícita), crítica (con juicios fundamentados sobre los valores del
texto) o inferencial (leyendo y comprendiendo entre líneas), entre otras.
Los factores que influyen en la comprensión de la lectura son: el lector, la lectura en si, los
conocimientos que la persona tenga de antemano y las formas que utilice para realizar
dicha acción.
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La comprensión en la comunicación
La comprensión oral exige el intercambio entre las fuentes informativas y el uso que se
haga de ella. Es decir que el conocimiento de la lengua y del mundo podrá ayudarnos a
comprender el proceso de comunicación y saber qué información de la que recibimos es
relevante y cual no.
Sobre la forma en la que la mente utiliza sus conocimientos para discernir aquello que se
le presenta desde el exterior a través de la comunicación, existen muchas teorías. Sin
embargo, de todo lo que se ha expresado al respecto podemos resaltar dos puntos
bastante importantes: el modelo de abajo-arriba (la mente tiene una única forma procesar
la información: identificando los sonidos, realizando un análisis superficial sobre los
mismos y luego uno semántico y estructural para comprender su real significado dentro
del contexto comunicacional en el que se encuentra) conocido como bottom-up, y el
modelo de arriba-abajo (la mente se vale de los elementos de su entorno para realizar un
análisis particular en cada proceso de comunicación. Es decir que el individuo se enfrenta
al enunciado de forma global y luego descompone las unidades para comprender su
verdadero significado) también llamado top-down.
De todas formas existen otros elementos que intervienen en la comprensión oral, como
el lenguaje hablado, el cual se encuentra codificado en diferentes sonidos, se produce en
un determinado momento y no puede repetirse, y es absolutamente diferente
al lenguaje escrito.
Para comprender los mensajes el cerebro realiza una determinada cantidad de funciones.
Primero distingue del mensaje lo que puede ser útil del resto, pudiendo separar entre
ruido y palabras, por ejemplo. Después decodifica los aspectos acústicos y consigue
sacar en limpio el sentido del mensaje. Recién entonces puede hablarse de comprensión,
conocer el significado de las palabras no es suficiente para comprender de qué se está
hablando.
En lo que respecta a la lectura, la comprensión es un proceso bastante complejo y
ambiguo.
Para finalizar, podemos señalar que, en la lógica, la comprensión es la totalidad de las
notas que forman un concepto. De esta forma, el concepto “hombre” queda comprendido
por las notas “animal” y “racional”. Para la ética, es la virtud fundamental de entender y
aceptar los hechos desde el razonamiento. Finalmente, en psicología el concepto de
comprensión esta ligado a la capacidad de la persona de analizar su historia y entender
cada aspecto de ella.
INTERPRETAR
ORGANIZAR
EL término organización que nos ocupa pero antes de eso es importante que conozcamos
el origen etimológico del mismo para así entender mejor su significado. En este sentido,
tenemos que subrayar que esta palabra procede del griego organón que puede traducirse
como “herramienta o instrumento”.
Del latín decisĭo, la decisión es una determinación o resolución que se toma sobre
una determinada cosa. Por lo general la decisión supone un comienzo o poner fin
a una situación; es decir, impone un cambio de estado.
Por ejemplo: “Me ofrecieron un nuevo puesto en el exterior, pero mi decisión fue
quedarme en la oficina ya que estoy muy cómodo”, “En una decisión polémica, la
Justicia ordenó la liberación de los presuntos asesinos”, “Un partido de fútbol exige
que el jugador tome decisiones rápidas y precisas”.
Los expertos definen a la decisión como el resultado de un proceso mental-
cognitivo de una persona o de un grupo de individuos. Se conoce como toma de
decisiones al proceso que consiste en concretar la elección entre distintas
alternativas.
La toma de decisiones se lleva a cabo en todos los aspectos de la vida y a todo
momento. Desde que una persona se despierta y elige qué desayunar, pasando
por la vestimenta, el medio de transporte, el almuerzo y muchísimas otras cosas,
el sujeto debe decidir infinidad de veces por día. Por supuesto, algunas decisiones
son más trascendentes que otras por sus repercusiones.
Además de todo lo expuesto hay que subrayar la existencia de lo que se conoce
como Decisión de Rota. Este es un término que se emplea para referirse al
conjunto de sentencias que establece el Tribunal de la Sacra Rota, de la ciudad de
Roma. Este es el tribunal más importante de cuantos conforman a la Iglesia
Católica y se encarga de abordar asuntos tales como las nulidades matrimoniales
o las nulidades de ordenación sacerdotal.
Otros campos que también recurren al uso del término decisión son, por ejemplo,
el boxeo o la informática. En el primer caso, se emplea dicha palabra para
referirse al acuerdo o resultado que se adopta entre los jueces de la competición.
En el segundo ámbito, por su parte, cuando se habla de decisión se hace
referencia al problema que requiere que los profesionales al cargo deban optar por
una de las dos alternativas únicas que existen para resolverlo: el sí o el no.
IMPULSAR