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S ~¡füJfüLi\DO crnVERA
'PSICOLOGO I
Col. N 2 3239
DEFINICIÓN Y CAUSAS DE LA DEPRESIÓN

1.1 ¿QUÉ ES DEPRESIÓN?

Estamos habituados a usar la palabra "depresión" con excesiva fre-


cuencia. Cuando tenemos un mal día, nuestro estado de ánimo está un
poco más bajo de lo habitual o incluso cuando estamos cansados, la
expresión que acude a nuestra mente es "estoy deprimido".
La depresión es mucho más que todo esto; es un serio trastorno emo-
cional que implica cambios importantes en nuestra forma de sentir, de
pensar y de actuar.
Nuestras emociones cambian sensiblemente. Puede que tengamos
muchas ganas de llorar, que notemos tristeza, y no es infrecuente que
aparezcan otros sentimientos desagradables como irritabilidad o ansie-
dad. Más a nivel corporal, suelen producirse cambios, como notar can-
sancio contínuo y excesivo, pérdida de apetito, problemas de sueño,
tensión muscular, opresión en el pecho, y muchos más. También es muy
corriente notar una importante disminución del deseo sexual.
Nuestra forma de pensar sufre modificaciones: ten.demos a ver el lado
osc\.lro de las cosas. Es como si nuestra visión se. hubiera
··,·
-·. _··
enturbiado
·- de
un oscuro pigmento que nos hace v~r . la realidad
.
teñida de p~~jmismo y
negatividad. Solemos pensar mal acerca de nosotro/~·mismos, nos desva-
lorizamos y nos culpamos por muchas de las cosas que hicimos.
Nuestra autoestima se reduce significativamente. El mundo nos parece
un lugar hostil y absurdo ert el que vivir. No entendemos la vida, ni

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cómo ni porqué suceden las cosas. Podemos creer que ios demás no nos 1.3 CAUSAS DE LA DEPRESIÓN:
tienen ningún aprecio y que incluso nos rechazan. Más aún, el futuro se ¿POR QUÉ NOS DEPRIMIMOS?
percibe como un callejón sin salida, sin esperanza, con pocos deseos de
continuar. En el mejor de los casos, como una mala jugada del destino Durante mucho tiempo, se pensó que la depresión era el resultado
que hay que sobrellevar. de un simple desarreglo bioquímico en el cerebro, y todavía mucha
Nuestra forma de actuar va en consonancia con nuestros sentimien- gente, incluídos profesionales, siguen creyéndolo. Sin embargo, los
tos y nuestros pensamientos. Tendemos a ir reduciendo nuestr'as activi- datos más actuales parecen indicar otras explicaciones. Sabernos con
dades; nos volvemos más pasivos, la inercia nos domina, y de una forma fuerte respaldo empírico que, para que una persona se deprima, es
más o menos rápida, dejamos de salir, de ver gente o incluso, de ir a tra- necesario que en el ambiente en que vive ocurran cambios que sean per-
bajar. U na imagen, casi caricaturesca pero desafortunadamente real, de cibidos como desagradables. La expresión utilizada en psicología es
una persona muy deprimida, sería una persona que se pasa el día entre "pérdida de reforzadores", lo que significa que la persona pierde algo o
el sofá y la cama, llorando y quejándose contínuamente. a alguien valioso.
Para considerar que una persona está deprimida, tiene que estar La depresión puede ser producida por cambios vita.les como: pérdi-
sufriendo una parte importante de estos cambios, y además, que se man- da o enfermedad de personas queridas, enfermedad propia, problemas
tenga durante un período de tiempo razonablemente largo. Por ejemplo, maritales o familiares, problemas o pérdida del trabajo, problemas eco-
una combinación de esos cambios la podría notar durante unos pocos nómicos, cambios de domicilio, sufrir otro problema psicológico, y
días un esrndiante que hubiera suspendido un examen, y no se conside- cualquier otro acontecimiento que implique que la persona se vea pri-
raría depresión, a no ser que no emergiese de ese bache ocasional. vada de algo que considera importante.
Desde esta perspectiva, cuando la persona percibe estas pérdidas
pasaría por un período normal de tristeza, pero si no sabe afrontarla con
1.2 LAS ESTADÍSTICAS eficacia, comenzaría a sentir los cambios emocionales, cognitivos _y con-
ductuales, relatados en el apartado anterior y empezaría a deprimirse.
La depresión es el trastorno psicológico más frecuente. Los datos Parte de estos cambios implican modificaciones en el funcionamiento
estadísticos indican que airededor dei í0% de la población general está bioquímico del Sistema Nervioso Central. El cerebro segrega menos
o llegará a estar clínicamente deprimida a lo largo de su vida. Existen neurotransmisores, y ello ayudaría a que la depresión se asentara. Los
más mujeres deprimidas que hombres, con un porcentaje significativo: neurotransmisores son unas sustancias que participan en el funciona-
por cada hombre deprimido hay 3 mujeres que también lo están. mienco del Sistema Nervioso Central, y contribuyen a la regulación del
Aunque podernos encontrar depresión en cualquier momento de la estado emocional.
vida de una persona, parece claro que el riesgo de depresión aumenta Así pues, los cambios bioquímicos que se producen en el cerebro,
con la edad, encontrándose 2 períodos críticos: entre los 35 y los 45 serían el resultado y no la causa de la depresión. Sería algo parecido a lo
años, y a partir de los 60. que sucede con otras sustancias en otro tipo de reacciones emocionales.
Así, por ejemplo, la adrenalina participa en las reacciones cie ansiedad,
pero no es su causa. Cuando una persona se pone ansiosa, lo hace corno

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....
resultado de la percepción de peligro, y a partir de ahí el organismo a ella eficazmente, entonces, tras un período normal de tristeza y duelo,
inyecta adrenalina en la sangre, lo que da sustento bioquímico a la ansie- poco a poco volverá a estabilizar su estado de ánimo . .
dad. La causa de la ansiedad no es la adrenalina, sino que ésta es parte El impacto que produce la pérdida depend erá, no sólo del ti po d e
del proceso de ansiedad. pérdida, sino del valor subjetivo que se le otorgue a la pérdida. Así, p or
Por lo tanto, la reducción de neurotransmisores cerebrales es parte ejemplo, si una persona pierde su trabajo, pero no era gratificant e, e
del proceso de la depresión, pero no la causa. Sin embargo, tiene un peso incluso más, le resultaba tedioso y desagradable, las posibilidades d e
importante en b. instalación del proceso depresivo, puesto que s~ reduc- deprimirse son mucho menores que si se sentía enormemente realizada
ción afecta a la regulación de funciones del cerebro como los ciclos de era su trabajo ideal.
sueño-vigilia, o el estado de ánimo. · Este concepto es muy importante, porque algunas veces, desde fuera,
Concluyendo, d esde nuestro punto de vista, la depresión no podría viendo a una persona deprimida y conociendo cuál fue su pérdida, nos
ser considerada como una enfermedad, entendiendo enfermedad como puede parecer desmesurada su reacción. Podemos llegar a pensar que n o
un proceso provocado por deficiencias orgánicas. La depresión sería un hay una relació n entre lo perdido y el estado emocional que ha produ-
complejo trastorno psicológico que provocaría alteraciones orgánicas. cido: cometemos un gran error. Lo que importa r ealmente no es qu é se
ha perdido, sino cuánta relevancia su bjetiva te nía para la persona. H ay
gente que se deprime después de habe r perdido a toda su famil ia, y otros
1.4 ORIGEN lo hacen porque se les cae el pelo.
En segundo lugar, en ocasiones, lo que produce depresión es lo que
En el apartado anterior, vimos que la depresión puede aparecer sólo llamamos "ruptura de cadenas conductuales", que es una forma pani-
después de una pérdida de reforzadores. La pérdida de reforzadores cular de pérdida de reforzadores. Este fenómeno suele ocurrir cuando se
produce un desequilibrio entre el balance de positivo y negativo que producen cambios ambientales. Tomemos como ejemplo una persona
percibe una persona. . . que es trasladada a otra ciudad por motivos laborales. Esta persona
Sin embargo, este concepto puede tener muchas sutiles acepc10nes, tiene una buena capacidad de adaptación, y sabe que para que su estado
incluso puede hacernos pensar, si no realizamos un minucioso análisis, de ánimo se mantenga sólido, debe organizar su nueva vida incluye ndo
que no se han ¡;roducido pérdidas. las mismas actividades agradables o parecidas que realizaba en su do m i-
En primer lt;gar, y en estos casos no cabe duda posible, la depresió.n cilio habitual. Así lo hace: va al gimnasio, sale con los compañeros de
aparece tras alg ín cambio en la vida de la persona que le afecta negati- trabajo, va al cine, etc. Sin embargo, transcurridas unas semanas em pie-
vamente. El ejflnplo más claro es el de la pérdida de un ser querido. za a deprimirse. Aparentemente no ha sufrido pérdidas, sigue básica-
Imaginemos una mujer de mediana edad que pierde a su marido en un mente haciendo lo mismo de siempre, pero se está de p rimiendo.
accidente de tráfico; ella pierde a su marido, a su amor, a su compañero, La razón es la ruptura de cadenas conductuales. Muc ~as veces, el que
a su amigo, a su amante, al padre de sus hijos, pierde uno de los pilares disfrutemos de una determinada actividad no sólo tie ne q ue ver con la
sobre los que se asienta su felicidad . activid;.ci.d en sí misma, sino con una serie de pasos previos, simultáneos
Si no consigue afrontar de manera adecuada esta pérdida, existe una o posteriores a la actividad, que son los que en realid ad nos producen la
alta probabilid;:d de que se deprima. En caso de que pueda enfrentarse satisfacción o el placer de realizarlas. Aunque nuestro amigo sigue

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yendo al gimnasio, lo que sí ha perdido es quedar con un amigo, entre- mucho más sutiles, incluso podrían estar enmascaradas de cambios apa-
nar juntos bromeando, charlando de sus cosas, y tomar una cerveza des- rentemente posmvos.
pues. Por otra parte, si analizamos la vida de cualquier persona, nos encon-
Es decir, con una visión superficial, el cambio de domicilio no habría tramos con que todo el mundo, más pronto o más tarde, se ve. sometido
provocado pérdidas significativas, pero analizando con detalle, vería- a alguna de estas pérdidas, y sin embargo, sólo un 10% de la población
mos que han desaparecido muchos eslabones de las cadenas, cuya punta llega a deprimirse clínicamente. ¿Qué está ocurriendo? ¿Por qué unos sí
visible son las actividades que se siguen realizando. El resultado es el y otros no? La respuesta tiene que ver con el concepto de "vulnerabili-
mismo: subjetivamente se percibe una pérdida importante. dad psicológica hacia la depresión".
En esta línea, algunas veces, la depresión aparece después de un cam-
bio que, teóricamente, implicaría una mejora en la calidad de vida:
ascender en el trabajo o trasladarnos a una casa mejor. Los cambios 1.5 VULNERABILIDAD
positivos llevan aparejadas, también, importantes rupturas en las cade-
nas conductuales, que pueden provocar depresión. La investigación demuestra que existe una serie de variables que pre-
En tercer lugar, la depresión puede aparecer como resultado de un disponen o vulneran a la gente hacia la depresión. Aunque conocemos
aumento en la cantidad o calidad de la aversión a la que una persona algunas de estas variables, probablemente todavía existen otras que per-
se ve sometida. Es decir, que se produzca un aumento significativo de manecen ocultas.
los eventos negativos que se perciben. Por ejemplo, un gran aumento de El primer factor predisposicional es el estilo de vida. Aquellas perso-
trabajo que desborde y produzca estrés, estudiar a contrarreloj para una nas que en su vida realizan más actividades agradables en cuanto a can-
oposición, u hospedar a un familiar no grato durante un tiempo en casa. tidad y diversidad, son personas menos predispuestas hacia la depresión.
Lo que en estos casos sucede, no es tanto que se pierda positivo Si una persona disfruta de su trabajo, de sus amigos, de su familia, del
(nuestro trabajador puede seguir disfrutando de sus actividades placen- deporte, de la música, de la lectura, del cine, de viajar y de la jardinería,
teras), sino que hay un aumento de lo negativo que va contaminando y está mucho menos vulnerado a deprimirse, que si sólo disfruta., de su tra-
restando valor a lo positivo, y de nuevo, la balanza se desequilibra. bajo y el fútbol. ·
Finalmente, la depresión podría surgir tras la pérdida de reforzado- Hay una relación inversa entre el número de áreas reforzantes de las
res simbólicos; a saber, determinadas circunstancias de la vida llevan a que una persona disfruta y la probabilidad de deprimirse: cuantas más
que la persona deje de creer en valores filosóficos o morales, valores que áreas de satisfacción posea, menos facilidad para la depresión Si el bie-
le han arropado durante toda su vida, o que incluso le han servido de nestar se sustenta sobre unas pocas áreas, si alguna de ellas se pierde, va
guía y directriz. Este sería el caso de una persona mu y creyente, que en a suponer un grave desequilibrio, que con mucha facilidad p Jede con-
un momento dado perdiera su fe en Dios; a partir de ahí, se quedaría vertirse en depresión; por contra, si el bienestar se asienta e.1 un gran
sola, sin el código moral que ha regido su vida durante muchos años . número de actividades, y además de variada índole, la pérdida de una de
En resumen, para que una persona se deprima, necesariamente tiene ellas va a suponer una perturbación mucho más llevadera.
que haber algun tipo de pérdida que subjetivamente sea relevante. En Por otra parte, la actitud que va aparejada a esos dos estil\)S de vida
algunas ocasiones, la pérdida es muy clara, en otras se trata de pérdidas es muy diferente. Las personas con vidas llenas, suelen tener una actitud

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más positiva, optimista, en la línea de creer que el mundo es un buen
lugar para vivi1. Mientras que las personas con una vida más vacía de 1 vación y el premio, comparaciones frecuentes con los hermanos, ense-
ñanza de una religión o sistema moral muy estricto, con tendencia a la
reforzadores, tienden a percibir el mundo como más hostil, problemáti- humillación personal y excesiva humildad, o sufrir desgracias importan-
co y poco acogedor (esta actitud será de suma importancia ante la futu- 1 tes durante la niii.ez (perder a uno de los padres).
ra depresión).
El segundo factor predisposicional es el estilo cognitivo, la forma de
t 2. La creencia en la filosofía de la culpa. Mu y directamente relaciona-

pensar. A lo largo de nuestra educación, desde la más tierna infancia,


f da con la anterior, consistiría en creer firmemente que !'>i uno comete un
error debería recibir un castigo severo. Este castigo suele ser adminis-
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vamos aprendiendo una serie de esquemas o creencias, con las que trado por uno mismo en forma de terribles remordimientos y senti-
organizamos nuestra vida. Si el con tenido de esas creencias es inade- mientos de culpabilidad.
cuado, favorecerá la aparición de la depresión, tras una pérdida de Ante un error es saludable sentirse perturbado en un contínuo que va
reforzadores. desde una ligera incomodidad hasta una seria preocupación, porque
Estas son algunas de las creencias que más vulneran a las personas estos sentimientos nos sirven como señal de pararnos a pensar cómo
hacia la depresi5n: podríamos actuar mejor la próxima vez. Sirven, pues, para aprender de
1. La creencia de que uno mismo no es lo suficientemente valioso o los errores y actuar con más eficacia. La culpa es diferente. No se trata
que incluso est;: por debajo de los demás. Las personas con baja autoes-. de examinar objetivamente el error, de averiguar el porqué de su apari-
tima están cont inuamente al borde de la depresión. Son personas que se ción y de sentirnos frustados y descontentos con nuestra ejecución. La
conceptualizan. de una forma más o menos clara, cómo inferiores a los culpa implica que, a partir de un error, nos desvalorizamos completa-
demás. Pueden creer que son menos inteligentes, menos competentes, mente como seres humanos y creemos que para expiar nues tra terrib le
menos interesarites, o incluso, menos atractivos. Este esquema les lleva ineficacia ne~esitamos ser castigados. El error no se evalúa por la no
a evaluar selectivamente su comportamiento. Focalizan en sus errores, consecución de los objetivos prácticos, se evalúa en términos morales, lo
por pequeños oue sean, y suelen pasar por alto sus aciertos. Esta forma que au tomáticamente nos condena al castigo.
sesgada de autcobservarse la toman como prueba de su falta de valía. Su La culpa suele ir unida a un excesivo perfeccionismo. Las personas
creencia " no S<)Y una persona valiosa" se ve confirmada por la percep- perfeccionistas se exigen metas muy altas, frecuentemente inalcan zables,
ción distorsionada de sus errores. No es infrecuente que se comparen y cuando de hecho no las consiguen, aparece la vieja y dolorosa culpa.
constantcmentl' con los demás, lo que en muchos casos provoca tam- 3. La creencia de que el mundo debería ser un lugar maravilloso en el
bién ansiedad y miedos sociales. Dado que no se gustan a sí mísmos, no que vivir. Mucha gente cree que el mundo debería ser un sitio donde no
les resulta difícil pensar que tampoco van a gustar a los demás, o más hubiera problemas, ni contratiempos, ni desgracias. Un lugar idílico
todavía, que los demás van a pensar cosas negativas de ellos. como los cuentos de hadas donde todo acaba bien, y desafortunada-
Esta creencia, como todas las demás, se aprende poco a poco a lo mente, nuestro mundo no es así.
largo de la educación. Padres que utilizaron con excesiva frecuencia Las personas que tienen esa concepción de la realidad están condena-
expresiones de;.;valorizames hacia su hijo ("eres un idiota", "no haces das a tener problemas psicológicos. Cuando se encUentren con alguna
nada bien", "ao llegarás a nada en la vida"), colegios con un sistema de las desgracias, que estadísticamente, más pron.to o más tarde, todos
educativo murmoralista y rígido basado en el castigo y no en la moti- nos encontramos (muertes, accidentes, enfermedades, problemas econó-

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micos, etc), su mundo ideal desaparecerá, y se sentirán engañados y Por oti·a parte, se podría hablar de vulnerabilidad biológica hacia la
burlados por la vida y el destino. depresión, entendiendo como tal concepto la facilidad para reducir la
Un tercer factor que ,puede predisponer hacia la depresión es algún segregación de neurotransmisores una vez iniciado el proceso de la
tipo de deficiencias en el área social. Por una parte, podrían ser déficits depresión. Las personas más vulnerables reducirían más rápidamente, o
de habilidades sociales. Las habilidades sociales son el conjunto de con- en mayor cantidad, la producción de neurotransmisores, lo que acelera-
ductas que necesitamos para relacionarnos eficazmente con los demás. ría la instalación de la depresión.
Ejemplos de estas habilidades son: saber iniciar conversaciones, saber En resumen, existe una serie de variables que nos vulneran hacia la
hacer peticiones o saber recibir una crítica. Estas habilidades se apren- depresión, algunas de ellas son: el estilo de vida falco de satisfacción
den a lo largo de la educación. Si el aprendizaje es incorrecto o insufi- '
nuestra forma de pensar con respecto a determinados tópicos, carencias
ciente nos encontramos ante un repertorio de habilidades sociales dis- sociales e inhabilidad de resolución de problemas. Esto no significa que,
minuído que vulnera a la persona hacia los trastornos psicológicos en por el hecho de que una persona tenga uno o varios de estos factores
general, y hacia la depresión en particular. Si se produce una pérdida de predisposicionales automáticamente, se vaya a deprimir. Sig nifica que, :t
reforzadores, por ejemplo, a modo de cambio de trabajo o de domicilio, partir de una pérdida de reforzadores, las probabilidades de fu tura
y la persona no posee las suficientes habilidades sociales para adaptarse depresión serán mayores. Sin embargo, tampoco es infrecuente encon-
al nuevo entorno social, es posible que se produzca una depresión. En trar personas fuerce mente deprimidas sin rastros de variables de vu l ne-
otros casos, la falta de habilidades sociales podría provocar que una per- rabilidad psicológica. El concepto clave sigue siendo la pérdida de refor-
sona en proceso de depresión no pidiera ayuda a familiares o amigos o · zadores.
incluso a profesionales, y esto recrudecería su depresión.
Por otro lado, en ocasiones el problema no está directamente en la
inhabilidad social del sujeto sino en la ausencia de un soporte social ade-
cuado. Es decir, quizá por déficit en habilidades sociales o por otros
muchos factores, la persona no está arropada de un entorno social cáli-
do que le pueda ofrecer apoyo y ayuda en momentos difíciles. Esto, de
nuevo, aumentaría las probabilidades de depresión.
El último factor predisposicional que vamos a comentar es la habili-
dad para resolver problemas. Las pérdidas de reforzadores son proble-
mas, son cambios, en la mayor parte de los casos negativos, que las per-
sonas tienen que afrontar y resolver. Si una persona no sabe un proce-
dimiento específico y estructurado para evaluar lo que está sucediendo,
buscar alternativas y tomar la decisión más adecuada para sus circuns-
tancias, entonces el problema práctico que tiene que resolver en su
medio, provocará problemas psicológicos que podrían culminar en una
depresión

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