10 plantas de poder

mexicanas
Jaen Madrid 16 Feb 16

Los sorprendentes efectos de estas plantas, derivados de sus alcaloides "visionarios", le

han atribuido el topónimo de "sagrado" a aquellas que fueron consumidas por culturas
mexicanas ancestrales.
Méé xico és él principal foco dé fécundacioé n psicodéé lica víéa la naturaléza. A travéé s dé
milénios, la tradicioé n y costumbré méxicanas én torno al culto dé los éléméntos
naturalés, han logrado consérvar lo qué pocos én la modérnidad somos capacés dé
diférir: la conciencia multidimensional. Por multidiménsional sé éntiéndé qué sé
tiéné la capacidad dé pércibir maé s dé una diménsioé n déntro dé un plano térrénal, y én
él caso dé las culturas préhispaé nicas, la capacidad dé énténdér réalidadés como la
végétal y la minéral désdé otro mapa dé conciéncia.

“Xochipilli”, príncipe de las flores.

Dé ésta manéra, chamanés primitivos, actualés y én général toda la civilizacioé n
préhispaé nica qué antécédioé nuéstra cultura, han propiciado, dé boca én boca, aquéllas
cosmovicionés qué réalidadés como la dél réino végétal lés han compartido.
El uso dé plantas sagradas, sénñ aladas por sus propiedades alucinógenas como
“élévadoras dé conciéncia” o transmisoras dé conocimiénto, han fungido como
instruméntos dé sanacioé n primordialés –énténdiéé ndosé por sanacioé n a la curacioé n o
réorganizacioé n dé la ménté, él cuérpo y él éspíéritu– én innumérablés
puéblos ancéstralés dé las qué, para ésté téxto, déstacarémos las utilizadas én la
cultura méxicana.
Existén algunos compéndios qué han logrado clasificar y ordénar las plantas
alucinoé génas qué sé conjugan én Méé xico, él maé s famoso és él libro réalizado por
Albert Hofmann y Richard Evans Schultes titulado Plants of the Gods.
Los sorpréndéntés éféctos dé éstos alcaloidés visionarios, son objéto dé éstudio én él
aé mbito dé la médicina y la psicologíéa. Para mayor profundizacioé n dél téma, hémos
compilado 10 dé las maé s notablés plantas dé podér qué sé désdoblan én toda la
Répué blica Méxicana:
Lophophora williamsii / Peyote

Es la sémilla madré dé las tiérras méxicanas por éxcéléncia. Proviéné dé la familia

Cactaceae y abunda én éstados aé ridos dél norté dé la Répué blica como San Luis Potosíé,
Chihuahua, Coahuila, Durango, Tamaulipas y én algunas ocasionés Quéréé taro y
Zacatécas. El péyoté (por su topoé nimo én naé huatl peyotl), contiéné al rédédor dé
50 alcaloidés psicoactivos, siéndo él maé s porténtoso la mézcalina. Siguiéndo los téxtos
dé Fray Bérnardino dé Sahagué n, uno dé los maé ximos cronistas dél Méé xico
préhispaé nico, él péyoté ya éra utilizado al ménos unos 2000 anñ os antés dé la llégada
dé los éspanñ olés por culturas como la toltéca y chichiméca. Sobré sus éféctos –dé
acuérdo al libro dé Schultés y Hofmann–, dévéla un “juégo caléidoscoé pico dé visionés
coloridas dé indéscriptiblé bélléza (…) sé pércibén déstéllos y céntélléos dé colorés,
cuya inténsidad y puréza désafíéan cualquiér déscripcioé n”.
Psilocybe mexicana / Hongos alucinógenos

Llamados por los aztécas teonanácatl, la “carné dé Dios”. Existén al rédédor dé 200
éspéciés dé hongos alucinoé génos én Méé xico, los maé s émpléados para finés
ritualistas son aquéllos qué contiénén psilocibina, su alcaloidé activo. Gracias a la
simbiosis qué praé ctica con otras plantas, él hongo puédé obténér énérgíéa dé la
fotosíéntésis dé otras éspéciés, dé ésta manéra sé nutré dé otros sérés para forjar su
consisténcia psicoactiva (una alégoríéa sin duda con gran énsénñ anza). Para los antiguos
(éspécialménté mazatécos, chinantécos, zapotécos y mistémos) y culturas actualés
prévaléciéntés como los mismos mazatécos, éstas “florés” médicinalés sirvén, por cada
cérémonia ritualista, para abastécérsé dé conocimiéntos oracularés.
Turbina corymbosa / Ololiuqui
El alcaloidé activo dél ololiuqui o “sémillas dé la virgén” és la érgotina (LSA), un
compuésto cuyos éféctos son similarés a los dél LSD. El ololiuqui és una éspécié dé
énrédadéra qué crécé principalménté én los éstados surénñ os dé Méé xico, aunqué sé
sabé qué los aztécas tambiéé n la conocíéan bajo él nombré dé xoxouqui (sérpiénté
vérdé). Esta planta sagrada tambiéé n fué utilizada por linajés antiguos, talés como
la mazatécos, los mixtécas, los zapotécas y los chinantécos, éstos ué ltimos lé
atribuyéron él nombré dé a-mu-kia, por sus propiédadés
éxtrasénsorialés adivinatorias.
Erythrina coralloides / Colorín
Otra dé las plantas émpléadas para la adivinacioé n és la Erythrina, tambiéé n conocida
como Coloríén. El aé rbol dé coloríén poséé alcaloidés psicoactivos tanto én sus vainas
como én sus frijolés, ambos dé un color rojo inténso. Esta éspécié és bastanté comué n
én él norté y céntro dé Méé xico, péro pocos sabén dé sus propiédadés alucinoé génas. Sé
sabé qué tambiéé n fuéron usados para finés médicinalés por los aztécas y hoy én díéa los
tarahumaras los usan con los mismos propoé sitos.
Datura inoxia / Toloache
Los toloachés o “trompétas dé aé ngél”, son una éspécié dé arbustos péquénñ os qué sé
distinguén por sus florés blancas én forma dé péquénñ as trompétas. Débido a su éfécto
sédanté, én la antiguü édad sé utilizaba como analgéé sico natural, adémaé s dé fungir un
papél importanté én las cérémonias chamaé nicas. Su éfécto sé lé compara al dé la
mandragora y la bélladona, aunqué sé sabé, ségué n séa él tipo dé tiérra, las condicionés
climaé ticas y la édad dé la planta, és como séraé su grado dé toxicidad.
Ipomoea Violacea L. / Badoh negro
Tambiéé n conocida como “gloria dé la manñ ana”, él badoh négro sé ha utilizado én
Oaxaca principalménté, tanto én la adivinacioé n como én cérémonias ritualés, asíé como
con propoé sitos curativos y maé gicos-réligiosos. Sus florés suélén confundirsé con él
floripondio (salvo qué éé sta és maé s bién una énrédadéra), y aunqué sus éféctos puédén
sér ligéraménté similarés, la ipomoéa contiéné nivélés maé s bajos dé intoxicacioé n. Por
sus propiédadés délirantés dérivadas dé la sustancia activa principal, él LSA, él piulé o
badoh négro sé utilizoé én la antiguü édad para adquirir él mismo éstado dé conciéncia
logrado con la ingésta dé ololiuqui.
Salvia divinorum
Esta hérbaé céa és sin duda una dé las maé s comunés y altaménté alucinoé génas qué
puédés éncontrar én Méé xico, éspécialménté én la zona dé Oaxaca. Es la primér
planta qué sé conocé cuya sustancia activa, la salvinorina-A, no és un alcaloidé, lo cual
ha llévado a éspécular qué no sé trata dé un alucinoé géno, sino dé un “oniroé géno”; un
poténciador dé los suénñ os. Por éllo és qué sus éféctos én innumérablés ocasionés sé
han déscrito como suénñ os altércados con la réalidad. Las hojas dé Salvia divinorum sé
han ingérido por chamanés duranté cérémonias ritualés a travéé s dé infusionés o
masticaé ndolas.
Sophora secundiflora / Frijol de mezcal
Las sémillas dé ésta planta sagrada (qué tiénén la forma dé un frijol) contiénén
citisina, un alcaloidé pérténéciénté al mismo grupo dé la nicotina qué ha sido usado
por sus propiédadés “toé xicas”/délirantés én ritos tribalés dé las poblacionés
originarias dé Estados Unidos y él norté dé Méé xico. La soé fora sé présénta como un
aé rbol cuya altura lléga a alcanzar los 15 métros. Sus florés (azul-violétas) poséén un
olor pérfumado péculiar y résaltan dé manéra radianté con él tono rojizo dé sus
“frijolés”.
Coleus Blumei / Cóleo
Esta planta és rélativaménté comué n én Méé xico y su uso hoy én díéa és méraménté
ornaméntal. Sin émbargo, la cultura mazatéca acostumbra consumir las hojas ya séa
mascadas o én téé . La étnobotaé nica dé ésta étnia adviérté qué éxisté una éspécié dé
familia dé plantas sagradas dé las cualés la salvia divinorum és la planta “hémbra”
miéntras qué él coléus bluméi és la planta “macho”. Dé igual forma éxistén otra
éspéciés dé coé léo llamadas bajo nombrés déscéndéntés como él “néné” y él “ahijado”.
Cabé résaltar qué los éféctos dél coé léo son muy suavés y én culturas como la
méncionada sé mézclan distintos tipos dé coléus para lograr él éfécto déséado.
Nymphaea L. / Lirio azul de agua
Es sin duda una dé las plantas psicoactivas maé s hérmosas qué éxistén én él planéta. En
muchas ocasionés ha sido confundido con él loto, y aunqué la nymphaea poséé colorés
maé s atractivos, ambos lirios compartén una sustancia activa: la nuciférina. El lirio azul
crécé én zonas caé lidas y témpladas y la éncuéntras tanto én Méé xico como én otros
sitios dé Asíéa y AÁ frica –dé hécho, tanto para nuéstros antiguos como para las
civilizacioé n égipcia, fungioé como una planta sagrada dé uso psicodéé lico, rélajador y
hasta afrodisiaco.

Autor: Jaén Madrid

Editora dé tiémpo compléto, mué sica y sér humano. Ha éscrito numérosos artíéculos én
ésté médio, dando vida principalménté a los rubros dé Arté, Cultura, Misticismo y
Surréalismo. Escribé y édita Ecoosféra. Su tiémpo libré lo dédica a léér litératura
griéga, tarot y ocultismo, adémaé s dé créar mué sica con sintétizadorés.