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Medio ambiente

Medellín: SOS por el aire


I PABLO MONTOYA CAMPUZANO

M edellín, la otrora ciudad de la eterna primavera, tiene ahora


envenenada su atmósfera. Una vez más se ha declarado la
alerta roja en el Valle de Aburrá por la mala calidad de su
aire. Una vez más se toman medidas para enfrentar la crisis que no
solucionan el problema, sino que lo atenúan por un tiempo exiguo. Y
educativas dirigidas a generar en las gentes comportamientos ecológicos
ante los dilemas ambientales del siglo XXI. Y hasta allí llegó nuestra
intensión. Al ver que tomábamos vigor, que nos estábamos expresando
como un colectivo serio y capaz de provocar un impacto en diversos
sectores sociales, Medellín: SOS por el aire fue desarticulado.
una vez más, ante tamaña situación, la sociedad civil no logra organi- Después supimos que aquellos empresarios, aquellos políticos, aquellas
zarse para exigir un plan eficaz que resuelva lo que podría ser la cons- autoridades cívicas con quienes pretendimos sentarnos a dialogar para
tante crítica de Medellín en los próximos años. encontrar vías lúcidas y así resolver esta crisis del Valle de Aburrá, envia-
En 2016, angustiado e indignado por la contaminación ambiental, deci- ron la orden a los rectores de parar este movimiento. La facilidad con que
dí escribir una carta de protesta que fue colgada en Change.org. La carta lograron neutralizarnos me produce ahora una impresión de tristeza y tam-
estaba dirigida al alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, y al director bién ganas de reírme. Argumentaron que Medellín: SOS por el aire no era
del Área Metropolitana, Eugenio Prieto. Esperé confiado que las firmas más que la artimaña de un escritor que se apoyaba en ese mecanismo para
serían muchas. La decepción que tuve me permitió, sin embargo, enten- promocionar su figura literaria y vender mejor sus libros.
der que el gran problema de la sociedad de esta región de Colombia, ante Comento los avatares de este colectivo ambientalista, porque desde
la crisis ambiental que padece, es su falta de conciencia ecológica. La entonces, y a pesar de su fracaso, no me cabe la menor duda de que una
carta, tres años después, solo ha conseguido 12.000 firmas. forma apropiada de enfrentar la crisis que atraviesa Medellín desde
Con todo, esta carta llamó la atención de algunas autoridades académi- hace años es crear grupos de resistencia civil. Grupos que abarquen los
cas de la Universidad de Antioquia, donde soy profesor, y propició un sectores sociales (y no solo los universitarios) y que su voz de acusa-
movimiento de apoyo que, rápidamente, se extendió a las ocho principa- ción, de desacuerdo y de protesta llegue a buen término. La tarea, por
les universidades de la ciudad. Formamos entonces un movimiento inter- supuesto, no es fácil. Porque a quienes enfrentarían estos grupos son los
disciplinar cuyo objetivo fue impactar, desde la reflexión académica, a representantes de los grandes poderes económicos y políticos de la ciu-
diferentes sectores sociales. Creíamos, y yo lo sigo creyendo aún, que de dad. Pero no se trata de quitarles ese poder. Se trata de que conjunta-
este modo proyectaríamos nuestras preocupaciones y respectivas solu- mente establezcamos un diálogo sensato para que esta situación por la
ciones ante una situación que no demoró en convertirse en endemia. Una que pasa Medellín, la ciudad de ellos y la de nosotros, no siga repitién-
endemia que ha producido, según investigaciones académicas serias, dose. Pero si los gobernantes y empresarios no entienden que una acti-
miles de víctimas en Medellín en los últimos años. vidad responsable con el ambiente puede ser posible e incluso rentable,
Nuestro trabajo logró tener, durante más de seis meses, el apoyo de entonces la gente, que es toda la gente que vive en este valle, debe pro-
los rectores del G8 (Universidad de Antioquia, Universidad Nacional, nunciarse y dirigirse ante la justicia para que se respeten sus derechos
Universidad de Medellín, Universidad Pontificia Bolivariana, vitales como es el de la salud. Y pronunciarse es invadir las redes socia-
Universidad Eafit, CES, Escuela de Ingeniería de Antioquia y les con su preocupación. Es salir a las calles y realizar manifestaciones
Corporación Universitaria Lasallista). Pudimos, gracias a este apoyo, pacíficas. Es exigir medidas contundentes y no meros paños de agua
realizar acciones importantísimas: nos reunimos con cierta regulari- tibia, que es lo que las alcaldías del área metropolitana, comandadas en
dad, efectuamos plantones, establecimos un decálogo universitario Federico Gutiérrez y por su emisario Eugenio Prieto, han venido
SOS por el aire, se promovió el día sin carro en algunas universidades, haciendo hasta el momento con las medidas de pico y placa.
impartimos conferencias, hicimos públicas algunas investigaciones, Gentes de todos los barrios de Medellín y sus municipios aledaños,
nos dimos cuenta de que hay un montón de personas idóneas que han gentes de todos los estratos sociales, gentes de todas las profesiones,
estudiado y proponen soluciones valientes, por ser inteligentes, ante gentes de todos los credos religiosos, gentes de todas las tendencias
esta progresiva y agresiva pauperización del aire que respiramos. En políticas, por compromiso ético con el aire, con el agua y con la Tierra,
fin, en medio de la solitaria situación de todas estas investigaciones, por responsabilidad moral con nosotros mismos y con los demás, con
que no han trascendido los ámbitos académicos, entendimos que una nuestra generación y con las que vendrán después, no dejemos que
concientización del problema ambiental debía pasar por nuestro traba- esta crisis del aire se convierta en algo banal y consuetudinario. No
jo en tanto que profesores universitarios e intelectuales. podemos aceptar que las autoridades que nos gobiernan nos vendan la
En algún momento yo, que era el vocero de este movimiento (en el imagen de una ciudad plausible que, en verdad, no puede ofrecerle a
grupo había médicos, economistas, ambientalistas, ingenieros, aboga- sus habitantes un aire amable para respirar. No permitamos que
dos, arquitectos, artistas de las diferentes universidades), logré que los Medellín se convierta en una pequeña Pekín, en un pequeño Cairo, en
señores rectores nos recibieran. Nuestro propósito era que se redactara una pequeña Ciudad de México, emblemas de ciudades desmesuradas
una carta, dirigida hacia los altos políticos y los grandes empresarios de y malsanas por su contaminación. Ya es hora de que construyamos un
Medellín, en donde se dijera, en términos respetuosos pero enérgicos, movimiento cívico capaz de hacerse oír y capaz, sobre todo, de modi-
Juan David Úsuga

nuestra preocupación, nuestro diagnóstico y nuestras propuestas de ficar los modelos sociales y económicos por modelos sostenibles.
solución ante la crisis ambiental de la que ellos –eso no lo decía la carta Luchemos, todos juntos, por el respeto de ese derecho básico de
pero yo sí que lo pienso así, son los máximos responsables. Estas solu- la existencia.
ciones consistían en una adecuada regulación del flujo automotriz, un
control verdadero del loby inmobiliario y el loby industrial y políticas 17 de marzo de 2019 I

GENERACIÓN, una publicación de el COLOMBIANO 11

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