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FACULTAD DE CIENCIAS PSICOLÓGICAS

LOS GRUPOS DE ESCRITURA COMO MODO DE INTEGRACIÓN SOCIAL,

LA COMUNIDAD SORDA

Prof. Titular Dr. Jorge D. Montironi

Los grupos de escritura y su coordinación:

Nuestra intención en este capítulo es dejar esbozados el

funcionamiento y trabajo en los grupos de escritura poética, en los cuales nos

especializamos, resaltar la tarea del coordinador como líder abierto, señalando los

aspectos integradores que se promueven entre miembros de las comunidades

sorda y oyente, de la primera introduciremos algunas de sus características y

problemáticas, para ubicarnos dentro de un marco de comprensión más preciso de

sus necesidades. Destacaremos que este recorrido está fundado en nuestra

experiencia práctica con grupos de escritura integradores que representan a la vez

nuestra tarea de campo. Al tiempo que fundamentaremos la función y posición del

intérprete de L. S. A. (lengua de señas argentina), carrera que se cursa a nivel

terciario actualmente en el Instituto de Formación Técnica Superior N ° 271 de la

Ciudad Autónoma de Buenos Aires y donde desde hace una década

desarrollamos actividades docentes en Psicología, Psicolingüística y Adquisición y

1
Dependiente del gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
desarrollo del lenguaje. Así mismo nuestra experiencia en la formación y

coordinación de grupos de escritura que integran sordos y oyentes resaltan el

carácter comunitario y de unidad de esta actividad grupal en la diversidad,

enriqueciendo la relación y producción social a través de la escritura.

De este modo y para fundamentar los inicios de la actividad grupal

comenzaremos diciendo que Freud es quien en 1920 en su libro Psicología de las

masas y análisis del yo2, abre una nueva dimensión, un nuevo decir sobre lo

grupal, donde plantea que no hay diferencia entre la psicología individual y la

colectiva. En tanto el otro semejante, forma parte de cada uno ya sea como

modelo, como auxiliar o como adversario. Es decir que todos y cada uno somos

masa e individuos.

En tanto tales, siempre repetimos caracteres del primer grupo al cual

pertenecimos, por ejemplo en líneas generales al familiar, mientras que en lo

referido a la masa, reproducimos su forma más primordial de sociedad, la horda

primitiva.

Sabemos que se puede hablar de colectividad de dos personas, baste

como ejemplo la relación de los hijos con los padres, la relación con la persona

amada, con los amigos. También en este libro menciona la diferencia entre

multitudes efímeras y duraderas, homogéneas, naturales y artificiales y sus

combinatorias. Mas la estructura que mantiene el vínculo y cohesión es siempre

de carácter libidinal. Aquí Freud con la noción de libido determina que es por el

amor o a su temor a perderlo que el humano llega a una cierta renuncia de sus

2
Freud, S. Obras Completas p. 2563.
propios deseos personales y su realización inmediata, siendo de esta manera el

amor el medio por el cual el ser humano entra en la cultura.

Cuando nos habla de la identificación como una categoría

estructurante, define tres formas de enlace afectivo con el otro que producen

transformaciones claves de su estructura, el ideal del yo, el objeto y el deseo. Y

también nos aporta las patologías de la identificación. Todas las identificaciones

van a ser posibles después del acontecimiento de la identificación primordial que

produce la formación del ideal del yo y que posibilitará todas las relaciones con el

otro sexo, cuando el objeto amoroso ocupe el lugar del ideal del yo y la formación

del yo que posibilitará todas las relaciones con el mismo sexo que el sujeto,

cuando el objeto amoroso ocupe el lugar del yo. Esa misma identificación que nos

permite constituirnos como sujetos del deseo nos va a permitir, identificarnos al

síntoma del otro, produciendo la estructura clínica de la histeria o bien aquella

identificación narcisística, o identificarnos con el objeto perdido produciendo la

estructura clínica de la melancolía, donde la sombra del objeto cae sobre el

yo3.

Colectivamente se ponen en juego los tres tipos de identificación sin por

ello perder su individualidad, más bien se multiplican las diferencias entre los

integrantes ya que cada uno se identifica en grado diferente.

Por lo tanto, sabiendo que el hombre para la lectura psicoanalítica, no

es un animal gregario sino de horda, parecería que en verdad buscáramos ser

3
Frase de Freud en su libro Duelo y Melancolía en: Obras Completas, p. 2091.
esclavos de un amo, y por lo tanto más que libertad buscáramos ser dominados,

de tal modo casi siempre al fraternizar siempre se termina en disgregación y en

atentados contra la libertad. Dada esa función primordial, la función del

coordinador (líder abierto4) del grupo es hacer entrar al grupo en la dialéctica del

deseo inconsciente donde ningún amo es absoluto, ni siquiera la muerte, ya que la

paradoja de lo imposible que plantea el deseo pone en cuestión toda armonía,

toda circularidad, toda dependencia que no esté regida por el significante, es decir

por la relación entre los miembros.

Pues en ese orden no sólo la carencia del hombre es la misma que la

de la mujer, sino que es la misma la del esclavo que la del amo. Para la dialéctica

del deseo la propia poesía no pertenece a nadie, ya que cualquier ser parlante

puede caer en la ilusión de poseerla y esto puede resultar de suma importancia

para el desarrollo de los grupos de escritura.

En este mismo sentido un dispositivo grupal es el instrumento

imprescindible para producir un trabajo; ya que el coordinador con su presencia

propicia el despliegue del discurso grupal. No se trata de invertir las jerarquías,

sino de producir una organización circular donde el coordinador imparte una

enseñanza que induce a engendrar trabajo escritural en cada integrante y donde

la condición será que los que se sometan al dispositivo grupal estarán dispuestos

a trabajar sin que necesiten una cualificación anterior. (En esta experiencia las

personas sordas se integran de manera sorprendente, donde las correcciones a

su escritura pasan a formar parte del un mecanismo particular por las

4
Llamamos líder abierto al capaz, por su formación, de sostener en el grupo el deseo de todos sus integrantes, (n. del a.).
deformaciones que generan la falta de audición, pero que a su vez integran el

proceso de corrección general común a que es sometida toda elaboración escrita

por cada miembro y hasta su eventual publicación5).

Todo estado de producción y creación conlleva lo que Freud llamó EL

malestar en la cultura6 y eso introduce a cada integrante del grupo en una

temporalidad donde reina la angustia y como todos sabemos con la angustia hay

que saber arreglárselas, ya que ésta como tiempo puede dar paso al abandono en

el placer de la inercia que conduce al enquistamiento del pensamiento y al

padecimiento de la misma en el propio cuerpo del sujeto o bien la misma señalar,

el abismo que nos separa de nosotros mismos cuando creamos y nos sumerge en

la algarabía de la creación.

El permanente cuestionamiento del pensamiento grupal ha de ser una

constante en el funcionamiento que mantenga alejado al mismo de la comodidad

intelectual que provocan las apreciaciones de los sentidos. Dirá Menassa: Un

pensamiento que reclame la zozobra de todo pensamiento es en verdad el primer

paso en el camino de lo poético. Así, sin pensamientos previos, la voz y la mirada

pondrán en escena significantes que al ser escuchados por el coordinador

generarán el sentido de la experiencia y esto es de vital importancia remarcarlo,

que sin la escucha del coordinador la voz sólo produciría parloteos sin sentido y la

mirada no abandonaría nunca el campo de la oscuridad7.

5
Borges afirmaba que él publicaba, para dejar de corregir, (n. del a.).
6
Opus cit. p. 3017.
7
Menassa, M. O. Freud y Lacan –hablados- II, p. 100.
De modo que la escucha del coordinador permite que las funciones de

la voz, la mirada y eventualmente los gestos, constituyan sus campos respectivos

que abrirán dimensiones nuevas del decir y darán a ver un producto sin entrar en

la dialéctica de los órganos perceptuales que paradójicamente son los que lo

hacen posible, el ojo, el oído. Habrá otra cosa que lo visto y lo escuchado, ya que

el coordinador situado en el lugar causante del deseo, hará entrar a cada

integrante del grupo, más allá de que sea sordo u oyente, en una búsqueda donde

se pondrá en juego, más allá de todo sentido, dar a oír, dar a ver. Así ingresar en

la dialéctica del deseo inconsciente será producir un goce tal que sea condición de

creación no sólo artística, sino del instante en lo cotidiano y, para ello la puesta en

acto de la diacronía parlante o gestual, del hacerse oír y ver, de los elementos del

grupo debe ser escuchada por el coordinador en su sincronía significante. Pues

sabemos que nadie es en soledad, ni en individualidad, por eso es que podemos

decir que hasta los síntomas se constituyen en el seno del lenguaje. Y no se trata

de hablar, dar a oír, mucho o poco sino que la escucha del coordinador haga

entrar en el juego del parloteo las paradojas pulsionales (amor, odio, indiferencia,

no amor, etc.).

Dicho más sencillamente si se trata de escribir, identificarse al síntoma

de la escritura será poder hacer del síntoma un goce, pervertir la situación hasta

tal punto que sea casi natural, mientras la escritura sea el síntoma, poder gozar de

ello. Entendiendo el goce como un placer paradójico entre la vida y la muerte, que

es lo que signa lo humano. Donde cada poema o producción para serlo, tendrá

una apariencia de final aunque siempre recomience, habrá puntos, caídas,


silencios. De este modo asegura Menassa que: Cada integrante, cual un planeta,

girará en torno del agujero significante que es lo grupal, a la par que rota sobre su

eje, participando en la vía de desarrollo de todos los presentes en tanto camina

por su propio camino de creación8.

De lo que se trata entonces y volviendo al planteo que iniciamos es de

entrar en una dialéctica donde los lazos temporales planteados grupalmente

lleguen a ser vividos como sanguíneos en una dimensión más allá de los vínculos

familiares, o de ser seres sociales, es decir más allá del placer de la inercia de lo

conocido por nosotros. Pues toda experiencia poética es sorpresiva e

imponderable sobre todo para quien la produce. Como diría Jung, una experiencia

numinosa, una luz sorprendente en esa oscuridad que nos rodea.

La grupalidad en un grupo creativo es una máquina difícil de ser

imaginada y sus efectos siempre van más allá de las individualidades que lo

componen. Si de verdad se trata de un grupo, en cada encuentro se producen

nuevos sentimientos y espejos grupales que deben incluir la asimetría, jamás lo

especular de lo armónico. Un grupo también está fuera del tiempo ya que es una

máquina en permanente funcionamiento, por eso es que lo puesto en acto en la

producción grupal es el tiempo de todos sus integrantes. En sus muestras más

altas de funcionamiento dirá Menassa un grupo puede definirse como un

encuentro entre personas que no se creen a sí mismas y cuya creencia

fundamental son las palabras que todavía no han sido pronunciadas.

8
Opus cit. p. 101.
Cuando tenemos un grupo de escritura constituido como tal, su

funcionamiento queda atravesado durante toda la experiencia por tres tiempos,

que naturalmente de manera metafórica Menassa llamará:

a) Los amaneceres o tiempos de la producción.

b) Los días o tiempos de las historias.

c) Las noches o tiempos de los sueños9.

En un grupo de escritura, en principio los integrantes pondrán en acto

los poetas que ya conozcan antes de la experiencia; que quedarán relativizados

por la interpretación del coordinador que traerá otros poetas desconocidos.

También el grupo organizará cambios de material y la difusión a través de

producción de simulacros de revistas y recitales poéticos.

En este momento del proceso grupal los tiempos de producción pueden

darse correlativamente, aunque lo habitual es que se den simultáneamente. Es

tarea del coordinador interpretar cuál de todos esos tiempos da la palabra

apropiada en el momento apropiado o bien decir del grupo.

Los tiempos de las historias, si bien se irán dando consecutivamente, es

función del coordinador interpretar las reminiscencias, integrantes fijados a días

anteriores y, también los saltos al futuro, integrantes desplazados por el grupo a

días futuros.

9
Opus cit.. p. 102.
La secuencia de los tiempos de los sueños no se puede saber de

antemano, ya que su programa responderá al camino del deseo grupal. Estos

tiempos son producidos por el grupo leyendo a poetas consagrados, aunque más

adelantada la experiencia de la misma escritura de todos los integrantes será la

coordenada de producción de los propios deseos grupales.

También señala Menassa que en un grupo de creación poética además

de la tarea grupal de los encuentros, que en todos los casos consiste en la

producción del grupo, los integrantes fuera del tiempo grupal deben realizar

actividades10:

1) escribir una carta;

a) Las cartas en principio irán dirigidas a las secciones de los diarios de la región,

halagando o criticando alguno de sus artículos.

b) Las cartas de los integrantes tendrán que ir dirigidas a otros integrantes o al

coordinador, que éste contestará o comentará en el tiempo del grupo.

c) El integrante, por fin, mantendrá correspondencia, nacional e internacional, con

poetas y revistas de poesía.

2) escribir un poema;

a) En principio se considerará poema todo escrito que tenga en la parte superior

de la página, encabezándola, la palabra poema.

10
Opus cit. p. 103.
b) El integrante intenta, antes y después de leer el escrito, su ubicación en los

probables estilos.

c) El autor, el grupo y el coordinador, opinan sobre el escrito.

En este tiempo grupal el autor puede tomar las opiniones grupales y modificar el

escrito o bien puede no tener en cuenta, como válidas, las opiniones grupales, sin

necesidad de defender sus argumentos.

3) conocer y llevar al grupo un nuevo poeta;

a) Lo que nos impresiona o su fundamentación emocional.

b) Lo que entendemos o su fundamentación argumental.

c) Lo que amamos o su fundamentación histórico-social.

En las lecturas de poemas debe poder lograrse una simultaneidad entre poetas de

distintas escuelas o estilos y épocas históricas; dado que la poesía está más allá

de las miserias del tiempo cronológico y su valor está por fuera de una moda y en

verdad, en su diferencia esencial, no equivale a nada posible. Aunque sin dudas

escribirla es uno de los trabajos más nobles.

Dirá Menassa: Devoradora y sangrienta sólo ama el tiempo del

pequeño hombrecito que la escribe, que en esa renuncia de no ser, sino la

perpetuidad de la poesía, ella se abre grandiosa al universo y el ser del poeta, por

un instante, es ese goce11.

11
Opus cit. p. 104.
En un grupo de escritura de una escuela de poesía como Grupo Cero12,

podemos considerar que un coordinador o líder es en verdad una construcción,

articulada en una tríada entre la investigación, el arte y la ciencia como actividades

transformadoras, y al mismo tiempo generadoras de las mismas.

Fue Goethe quien señalaba que la gente se había olvidado de que

la ciencia se originó en la poesía, situación que reafirmará en otros términos

y posteriormente Einstein. La poesía, el arte en general, lo que llamamos

poética es la que produce la novedad y que más tarde la ciencia teorizará y

probará a través de sus hipótesis, métodos y objetos de estudio. Luego

estas transformaciones en la temporalidad ponen en juego invariantes

sistémicas sobredeterminantes del conocimiento como lo psíquico, lo social

y lo ideológico inconsciente.

El poeta sería la novedad, ya que la poesía como productora de

advenimientos puede llevarnos al centro mismo del mecanismo de acción de las

concepciones, que el psicoanálisis diría que es inconsciente y a la vez nos acerca

un modo de lectura de esos fundamentos inconscientes, por ejemplo la forma de

vida social, el pensamiento, el amar, y otros accionares humanos, en definitiva su

esencia, algo de lo que de hecho se ocupa exhaustivamente el poeta alemán

12
Menassa, su director nos dirá: Si un intento de discusión moderna es entre la obscenidad (fuera de escena) imaginaria de los grupos y
la fina pulcritud de las instituciones denominadas escuelas, yo que conozco la delicada hebra permanente de obscenidad que cruza toda
escuela, ya que dirijo una y que, por otra parte, conozco la blanca capacidad creadora que cruza todo grupo en tanto lo soy, algo tendré
para decir. Y eso que tengo para decir es muy sencillo ya que en realidad, como ocurre en la tragedia y la comedia, uno no es sin lo
otro…

…Hay un poeta en mí que se muestra, esto quiere decir que es la obra poética la que va produciendo al poeta.Y en mí, aún, hay un
psicoanalista que no es, quiere decir que no se trata de un ser, sino de una posición en el discurso psicoanalítico. Me propongo como
portavoz de esa triple articulación, combinatoria que reúne las palabras necesarias para intentar una transformación…
Hölderlin, quien Heidegger cita en un trabajo titulado La esencia de la poesía en

Hölderlin y al cual le dedicamos algunas páginas en el capítulo anterior.

La poesía es una como ya hemos señalado una historización, una

materialización concreta y fortalecimiento en la vida, la poesía se encarga de

contarle al mundo futuro. Aquí entra lo grupal ya que no es posible la articulación

de ningún nuevo pensamiento ni pasaje a la práctica transformadora, fuera de ese

tiempo grupal. De modo que para que éste exista algún hombre debe ceder un

paso de su ser para constituir el ser del tiempo, sea éste histórico, social o

psíquico. De este modo, es la propia vida del sujeto la que transcurre como tiempo

grupal13.

Mallarmé decía que un gran hombre o una gran mujer, sólo son

posibles si son capaces de vivir y pensar de manera innovadora. Y también

afirmaba, al modo del pensamiento de Gastón Bachelard acerca de que el

conocimiento avanza en contra del conocimiento, que nada está preparado para

ser transformado e innovar el mundo o lo social, más bien por el contrario,

pareciera estar fomentada la quietud. Es necesario aquí recordar nuevamente una

de las palabras claves de Hölderlin quien paradojalmente señala acerca del

lenguaje que es el campo más inocente de los bienes14 y a la vez el más peligroso

de los bienes, este peligro está representado por la innovación que otorgan la

13
Menassa dirá: … así, como un grupo en la producción desencadena lo no re-presentable, es una apertura amplia y serena a todo lo
Otro bajo la forma de lo nuevo. Una escuela desencadena en su producción lo no simbolizable, transformándose a veces, más allá de sus
estatutos ya que puede darse que no transmita lo que dice transmitir…

14
Una de las cinco palabras claves del trabajo de Hölderlin.
creatividad poética tanto como la científica, pues ambos campos en sus

transformaciones anticipan la transformación del mundo y de lo social.

Dirá Menassa que: no nos comanda lo dicho o lo no dicho, sino lo imposible de ser

dicho, lo indecible.

Es por esto que propone un sujeto doblemente encadenado donde su

agujero de libertad estará constituido por el dispositivo grupal y a la poesía como

el más apropiado instrumento transformador de los eslabones que conformen la

cadena en ese agujero de libertad, innovador y creativo. Es precisamente la

escritura la que propone un sendero nuevo, un verdadero numinoso, esa luz en las

sombras de eso que sólo vive en acto, más allá del principio o del fin, ya que el

sujeto de la creación se trata de un sujeto que se funda en un real imposible

suspendido en otra temporalidad, que precisamente se produce en ese acto de

escribir. Por eso es notorio como la moral que vive aún entre nosotros ya ha sido

superada en los libros hace décadas y a veces siglos.

Todo proceso creativo empieza como todo pensamiento a partir de

un vacío por eso el coordinador de un grupo de escritura tiene que

especializarse como productor del vacío, y luego será precisamente la

poesía la que soportará los bordes del mismo siempre y cuando el

coordinador sepa arreglárselas con la angustia, pues su lugar es el vacío,

mientras el colectivo grupal será el soporte de cada integrante creando y

generando. Estos aspectos son elementos fundamentales para considerar


esta visión como una de las más adecuadas, a nuestro criterio para el

trabajo de integración grupal entre comunidades como la sorda y la oyente.

Características del trabajo con sujetos de la comunidad sorda:

Naturalmente para articular y enriquecer nuestro trabajo de tesis

incursionaremos por algunos de los caracteres propios, tanto de los miembros

como de la comunidad sorda. Según nos lo señala Estela Díaz15 en su libro El

sujeto sordo en el lenguaje, cuando se trabaja con personas sordas (personas que

padecen la falta total y profunda de la audición) o hipoacúsicas (personas que en

distintos niveles padecen un déficit o pérdida auditiva), nos encontramos con un

sin número de preguntas, donde las respuestas generalmente tienen un tinte del

orden del saber médico o pedagógico donde quedan soslayadas muchas de las

otras variables que tienen influencia tales como las psicosociales y familiares.

Indudablemente, así las cosas las que quedarán limitadas serán las posibilidades

del niño sordo o hipoacúsico, ya que tendrá exigencias y estereotipos

terapéuticos-reeducativos, los cuales han primado desde tiempos inmemoriales

influyendo desde la opinión y las normas toda la vida del sujeto sordo o

hipoacúsico.

En modo alguno debe considerarse al sujeto sordo como una

prolongación del otro, y mucho menos sometido a éste. Por el contrario, se trata

15
Estela Díaz; es licenciada en psicología (U.B.A.); psicoanalista y especialista en estimulación temprana. Su actividad clínica en
trastornos psíquicos agregados a la discapacidad, la condujeron al estudio de la L. S. A. (lengua de señas argentina), (n. del a.).
de un sujeto activo con deseos, capacidades que puede buscar, encontrar y

recrear su propia identidad.

Es fundamental que el niño pueda disponer de un código de

comunicación y poder así representarse la realidad. Cuando no está, lo que se

verá perturbado es su desarrollo cognitivo con consecuencias de empobrecimiento

intelectual que influirá en el desarrollo de su lenguaje, transformándose en un

verdadero obstáculo para desarrollar los procesos de simbolización y de

socialización, apareciendo inmaduro en esta área como en la afectiva; ya que son

determinantes para todas las relaciones interpersonales tener a disposición

herramientas para la comunicación que no hacen más que generar el intercambio

necesario para expresar y entender ideas, como para planificar acciones y

viceversa.

Al determinarse un diagnóstico de sordera, el primer interrogante de los

padres es ¿cómo se le enseña a hablar a un niño sordo? Y en muchos casos la

excesiva preocupación por la falta de audición, como así también las respuestas

rápidas e inexpertas, respecto de lo que debe hacerse o necesita el niño, suelen

desembocar en situaciones no deseadas, por la complicación que entrañan; ya

que puede olvidarse un aspecto fundamental cual es la dimensión de la

subjetividad del niño.

Existen posturas como la de Maria Valmaseda que cuestiona definir al

sujeto sordo como un discapacitado. Ella sostiene que igual que cualquier otro

humano, el sordo no está eximido de las exigencias del medio que lo rodea ni de

sus deseos, ni de los miembros familiares con los que interactúa.


Este campo de la sordera es muy problemático y complejo

precisamente por la falta del sentido de la audición en diferentes niveles, tanto

para el sujeto y para quienes lo rodean, como por la discusión teórica sobre el

abordaje interdisciplinario involucrado en su atención. Hemos de destacar una

tercera dificultad vinculada a la falta de información por parte de muchas

instituciones educativas de diferentes niveles, que por ende desconocen lo que

una persona sorda o hipoacúsica necesitan para su formación, puesto que éstos

han aprendido a hablar con dificultad precisamente por no poder escuchar y

escucharse, y al mismo tiempo y por lo mismo, presentan ciertas dificultades en su

manifestación escrita y en la lectura que se realiza en una segunda lengua y no en

su lengua natural, que en este caso sería la lengua signada (lengua de señas). Es

de fundamental importancia comprender que las personas sordas con un

intérprete no se constituyen en personas oyentes, del mismo modo que una

persona que habla inglés no se transforma en alemana cuando un traductor

intermedia o traduce una frase del alemán al inglés o viceversa. Por otra

parte la legua signada tiene sus limitaciones, pues es una lengua en

formación con mucho menor vocabulario, como así también con utilización

de verbos no conjugados, situaciones que deben ser conocidas y

respetadas por las instituciones, precisamente para evitar interpretaciones

equívocas y prejuiciosas o faltas de conocimientos, prestándoles las

consideraciones debidas y apropiadas a cada caso.

Los diferentes paradigmas que podemos diferenciar son el oralista, que

plantea que los sordos deben hablar la segunda lengua (se denomina así a la

lengua que acompañe en cada caso a la natural que es la signada) para lograr su
integración pero sin tener en cuenta las posibilidades reales que los niños tienen

para el acceso a esa oralidad y mucho menos los efectos que pueden producir en

sus desarrollos la focalización de la atención en el aspecto reeducativo del

lenguaje. El gestualista que en cambio sostiene que los sordos necesitan ser

respetados en su lengua natural y su cultura, teniendo en cuenta que las marcas

fundantes de la subjetividad son adquiridas en su grupo primario, sin las cuales

sería imposible tener acceso a un orden cultural, ni a un auténtico acto de palabra

ya que no habría advenimiento de sujeto.

El lenguaje tiene efectos subjetivantes cuando en el entorno del sujeto

existen personas que lo escuchan y lo reconocen en el acto de su decir y cuando

este sea sancionado como un enunciado que contenga algo del orden de la

verdad vinculado a lo simbólico, en la medida en que su ser, no se cifra

absolutamente en lo dicho16.

Cuando se hace referencia a la discapacidad auditiva de manera

genérica se elaboran largas listas en las que se clasifican los trastornos de

las personas que la padecen, tema del cual no nos ocuparemos aquí

naturalmente, dado que no es este nuestro objetivo. Si, debemos tener en

cuenta de manera meramente introductoria aspectos vinculados al tema de

la sordera, observar algunas de sus problemáticas con el fin de mostrar

16
Díaz, E. El sujeto sordo en el lenguaje, señala: …que el acto de hablar no es producto y efecto de la condición de ser parlante o
signante de un lengua sino también de la posibilidad que el sujeto tiene de apropiarse de su palabra ya que bien puede alguien estar
inmerso en el lenguaje pero permanecer fuera del discurso, teniendo en cuenta que el dispositivo discursivo no solo regula las relaciones
interpersonales sino que también es lo que da lugar a que el sujeto alcance una posición subjetiva dentro del campo del lenguaje y el
orden social…
….El problema mayor se plantea en este caso cuando las herramientas metodológicas son convertidas en dogmas y el que
debe acomodarse a ellas es el sujeto, en vez de ser éstas las que se pongan al servicio del sujeto…
…El desafío es ser capaces de cuestionar las teorías que se erigen en términos de Ideal y disponer de esta manera los
fanatismos que pueden llegar a comprometer el potencial activo y creador del sujeto.
algunas precisiones y despejar algunas creencias tan difundidas como

erróneas y sobre todo dar cuenta del valor integrador de los grupos de

escritura entre miembros de diferentes comunidades, en este caso sordos y

oyentes, a la vez de revalorizar la propia producción escrita como

fundamento de libertad de lo que hablábamos en párrafos iniciales de este

capítulo.

No debemos por ende perder la singularidad de cada sujeto ni su

historia personal, ni las identificaciones que se producen y organizan dentro de su

estructura edípica, ni del deseo del Otro (función materna, primero y función social

después), en el cual el sujeto encuentra soporte para estructurarse, ni deseo

alguno que mueva al sujeto, ni las instancias del entorno educativo, social, y

familiar que condicionan el curso del desarrollo de los niños y su vida futura. La

falta o el déficit no pueden ser el punto de pivote de esta problemática. Las

variables que interactúan aquí no lo hacen de forma aislada, sino que entre cada

una de ellas existe una interdependencia recíproca y compleja que hace de cada

situación algo singular. Sobre todo si dentro de las variables vinculadas al déficit

hablamos de sorderas profundas, donde debemos reparar en si son prelingüísticas

(de 0-3 años), cuya situación es la de mayor riesgo para el desarrollo pues el

déficit auditivo afecta al niño antes de la adquisición de la palabra hablada y antes

de su constitución subjetiva o si se trata de una sordera postlingüística (de 3 años

en más), donde los niños ya han tenido una experiencia con el lenguaje. Este

primer contacto auditivo con la lengua sonora va a ser muy importante para el

trabajo de reeducación y de aprendizaje de la lengua oral, pues significa que


existen huellas mnémicas auditivas del lenguaje, inscriptas en el psiquismo, que le

permitirán desarrollarse con mayores posibilidades. Por cierto, otros factores a

tener en cuenta son, el aspecto familiar, el entorno comunicativo y el tipo de

escolarización que recibe el niño. Por ejemplo un caso sería el de los niños sordos

con padres sordos inmersos en un entorno lingüístico familiar y social en el que

circula la lengua de señas. Otro, el de los niños sordos con padres oyentes que

están inmersos en un entorno lingüístico oral y los niños sordos con padres

oyentes inmersos en un entorno lingüístico bilingüe.

Dirá Estela Díaz que estas diferencias tienen incidencias en el niño por

varios motivos, primero porque los papás sordos tienden a estar más preparados

emocionalmente para asumir la sordera de su hijo, y segundo porque al tener

muchos de ellos conocimiento de la lengua de señas, cuentan con mayores

recursos para establecer tempranamente la comunicación con el niño. En cambio

cuando los papás son oyentes, generalmente deberán elaborar situaciones de

desajuste emocional que la situación del niño les produce a ellos, y también

porque la sordera del niño los dejará sin recursos para establecer un intercambio

fluido con él.

Que los padres cuenten con un lenguaje organizado para comunicarse

con el niño es fundamental. Pues si en vez de generarse, entre el niño y otro

puntual, el complejo entramado simbólico, lo que se produce es un conjunto

desarticulado de signos no convencionales que se van construyendo e instalando

de manera cerrada, que crea en el niño una peligrosa fusión al otro, una

dependencia o privación con consecuencias psíquicas. Por ejemplo entre otras


consecuencias: retraso severo en el desarrollo verbal, en la estructuración del

pensamiento y situaciones paranoides.

Mientras que dentro de los factores educativos adecuados que

recomendamos se sugiere: detección temprana del déficit; indicación temprana del

equipamiento adecuado; presencia de un alto compromiso familiar; contención y

orientación brindada a la familia. Existencia de un abordaje en el que esté

presente la complementariedad metodológica y la coherencia comunicativa entre

la escuela y el ámbito familiar.

La opción educativa de los sordos profundos prelingüísticos hasta hace

poco tiempo, se basaba en el método oralista puro. Mas por sus deficientes

resultados en la mayoría de los casos han surgido otras alternativas de trabajo.

Como metodologías de abordaje podemos considerar el Oralismo puro,

que estimula los restos auditivos, pero es lento, costoso, retrasa y muchas veces

limita los esquemas del desarrollo verbales, alterando los patrones del desarrollo

natural del lenguaje en tanto constituye un tipo de aprendizaje forzado y

fragmentado. Otro sería el Oralismo complementado con formas manuales, otro el

Bimodalismo, caracterizado por uso simultáneo del lenguaje oral y de signos. Y el

de Comunicación Total con el que se comunica a través de todos los medios

posibles y el Bilingüismo: aquí se respeta la estructura de cada una de las

lenguas.

Por otra parte y en tanto que el lenguaje es un sistema de signos

producidos por el hombre, el mismo no podría pensarse por fuera del sujeto, ni

este por fuera del lenguaje pues él constituye la materia principal de la subjetividad
y de la interacción humana. El discurso permite la interacción simbólica entre los

seres parlantes y por ende constituye un regulador de los lazos sociales17.

Sordera e interpretación en el ámbito de la educación:

Al decir de las investigaciones de Estela Díaz, históricamente tanto el

gestualismo como el oralismo han sido dos posturas enfrentadas, por lo tanto

muchos encuentros en lugar de crear espacios de reflexión en lo que concierne a

una mejora en la educación de los sordos, tiende a ser una contienda donde estas

dos posiciones quedan enfrentadas, en detrimento de los usuarios.

Fue L’Epée el primero en advertir que los sordos cuando se

comunicaban utilizaban señas manuales y expresiones gestuales, y que esto no

era u conjunto arbitrario y personal de señas sino que las mismas se inscribían

dentro del lenguaje compartido.

En Argentina, a pesar de los bajos niveles alcanzados por los niños a

través del método oral puro, el principio de la apertura de una nueva mirada a

partir de la educación del sordo se hizo esperar mucho más, pues fue a partir de

17
Al decir de Estela Díaz: …la discapacidad se recorta como una construcción ideológica, histórica y social que se moldea a partir del
discurso que se teje en torno a ella. Por ejemplo en la Edad Media, a los que padecían alguna discapacidad o a los locos, en ciertos
momentos se les atribuía un fuero especial cuyo poder consistía en ser los encargados de “revelarle a los hombres la fragilidad del
mundo, lo incierto de las leyes y su propia finitud”. A partir del siglo XVI, la actitud frente a los minusválidos era que se les prestaba
poca importancia desde el punto de vista de la atención pero había un amplio grado de tolerancia frente a las limitaciones que la
discapacidad producía en esas personas. Tampoco se los aislaba, sino que se los integraba a la comunidad, dado que se los consideraba
como una fuerza productiva….
…En el siglo XIX, se produce un vuelco total con respecto a esta situación. Los cambios se darán alrededor de dos temas: la
despreocupación y la falta de repugnancia del período anterior. Ahora de la falta de atención se pasará al diagnóstico de la enfermedad,
a su clasificación en categorías y a su medicación. Surgen dos movimientos: uno de carácter médico y otro de naturaleza psicológica
junto con una noción que funciona como sustento. Dicho concepto es el modelo de “normalidad”. La normalidad se impone como un
dogma religioso y científico. Así se trata de reducir esa diferencia y “curarla”. Es en esta época que se crean los principales hospitales
psiquiátricos y las escuelas diferenciadas por patologías…
En 1880 se lleva a cabo el Congreso de Milán en el que se decide que la normativa educativa para educar al sordo será a
partir del método oralista.
1980 cuando comienza el debate acerca de la necesidad de implementar un

nuevo sistema.

El intérprete18 de L. S. A. se constituye como parte misma del

lenguaje signado, es la lengua que pasa, en tanto su función es propiamente

hacerse lenguaje, desdoblarse en el acto mismo de la interpretación. Aquí no

hay opinión del intérprete. Cuando hablamos nos interrumpimos a nosotros

mismos o a los otros con quienes conversamos; en cambio el intérprete no

puede intervenir, ni intervenírselo o interrumpírselo. A veces el usuario,

(llamamos usuario a los actores destinatarios del acto de la comunicación,

tanto emisor como receptor y viceversa, la inversa de la interpretación, es

decir pasar a oralidad o lengua signada desde la emisión a la recepción, en

este proceso del habla entre personas sordas y oyentes) desprevenido,

generalmente oyente y que desconoce este funcionamiento, convoca a la

persona del intérprete para que intervenga en el discurso del usuario sordo y

saca al intérprete de su función, perturbando claramente la comunicación.

Es decir, como somos seres hablados por el lenguaje, diremos que

precisamente en la función de la interpretación, más que nunca, queda

acentuada este ser la lengua misma, que constituye la figura del intérprete

de L. S. A.

Cabe aquí que recordemos lo que señalamos en párrafos

anteriores con algunas aclaraciones; decíamos que sería erróneo considerar

18
Diferenciaremos aquí el concepto de interpretación, cuyo nombre asignamos a la actividad simultanea de comunicación gestual-oral u
oral –gestual; mientras que hablamos de traducción al referirnos a las producciones escritas, (n. del a.).
a una persona sorda profunda, una vez intermediada por un intérprete, como

una persona oyente, análogamente a que una persona que habla inglés no

se transforma en alemana cuando un traductor intermedia o traduce una

frase del alemán al inglés o viceversa. Naturalmente, la interpretación

(manifestación simultanea oral) de L. S. A. como su traducción

(manifestación escrita), son intervenciones con el fin de agilizar y enriquecer

la comunicación y lograr una mejor comprensión del material puesto en

juego entre diferentes lenguas. De distinto modo pero en el misma dirección

no puede considerársele oyente, simplemente porque se equipó con

audífonos o con un implante a través de una compleja cirugía. Todos estos

instrumentos deben servir a los efectos de la integración pero teniendo en

cuenta las complejidades de la misma, como tiempo de aprendizaje y de

adaptación, repercusión, respuesta, práctica; que en el caso de las personas

sordas es dificultosa, además de permanente como en las oyentes.

Recordaremos aquí además que en la formación de la personas

sordas, por su carencia de audición y la dificultades que ello le ocasionan,

debe tenerse en cuenta como señaláramos en párrafos anteriores de nuestra

investigación, la rigurosa prioridad que debió haberse seguido en la

infancia, para comenzar el más propicio proceso de comunicación, es decir,

signar su lengua natural, escribir su segunda lengua y luego oralizar la

misma19. De no ser así, deben considerarse sobre todo en el proceso

educativo secundario y universitario, diferentes otros medios y disponerse e

19
Modalidad que se utiliza por ley desde el año 1981 en Suecia. En Argentina recién comienza a utilizarse en contados lugares,
(n. del a.).
instrumentarse para una verdadera comprensión y transmisión de los

conceptos, teniendo en cuenta en estos niveles la complejidad de los

mismos y su poco vocabulario en lengua signada, pues de otro modo se

tornarían en obstáculo para el aprendizaje, por no ser considerados por la

autoridades competentes. Sobre todo en el contexto actual donde se

observa la novedosa aparición de estudiantes sordos que intentan

profesionalizarse. Esto muestra una nueva situación que debe tenerse en

cuenta para poder responder inclusiva y adecuadamente a las nuevas

demandas de la comunidad sorda.

Transformaciones postmodernas20:

Toda sociedad tiene constituido un entramado de representaciones

propias instalando un imaginario social. Actualmente, dada la rapidez de los

cambios, se produce fomento a un imaginario ideal de unificación narcisista,

representado en un ideal de belleza de los efebos griegos, inteligentes, poderosos

y competitivos. Los sordos y los hipoacúsicos como otros sujetos con alguna falta

manifiesta, vienen a cuestionar este ideal social y la respuesta postmoderna, a

pesar del aparente discurso de integración que se pretende sostener, fomenta la

individualización de la diferencia y la segregación, al decir de Díaz: …siempre

movido con las mejores intenciones. La mirada social es una variable que tiene

20
Giddens, A. Consecuencias de la modernidad, p. 52.
Aclaración respecto de si hablamos de modernidad o postmodernidad, en este texto señala: …La postmodernidad se refiere a algo
diferente, al menos en la manera que definiré la noción. Si hoy nos estamos adentrando en una fase de postmodernidad, esto
significa que la trayectoria del desarrollo social nos está alejando de las instituciones de la modernidad y conduciéndonos hacia
un nuevo y distinto tipo de organización social…, (n. del a.).
una gran incidencia en el destino de los sujetos por los efectos que genera ya

que así como el déficit produce marcas en lo orgánico, el imaginario social

también produce marcas que condicionan la vida del sujeto21.

Investigando los modelos y el saber, citaremos a Michel Foucault, quien

plantea que un paradigma es: un conjunto decididamente heterogéneo, que

comprende discursos, instituciones, instalaciones arquitectónicas, decisiones

reglamentarias, leyes, medidas administrativas, enunciados científicos,

proposiciones filosóficas, morales, filantrópicas, en resumen: los elementos del

dispositivo pertenecen tanto a lo dicho como a lo no dicho. El dispositivo es la red

que puede establecerse entre esos elementos22.

Un modelo implica una manera de concebir y dar cuenta de algo acerca

de la realidad, y es sostenido por un discurso y un pensamiento. Así diferentes

disciplinas los utilizan a través del tiempo. Es en este sentido que respecto al

tema de los déficits en la sordera predominan institucionalmente, a nuestra

consideración, exagerada y erróneamente, los modelos médico y pedagógico de

reeducación.

Díaz señala cuatro utopías totalizadoras; las Univesalizantes se

presentan como una formulación dirigida a todos los sujetos, nadie queda fuera

del sistema educativo. Las Totalizantes a las que nada de lo humano le es ajeno.

Las Disciplinadoras donde el pedagogo funciona como legislador y juez. Y las

Monolíticas que excluyen a todos los que no se ajustan a ellas.

21
Díaz, E. El sujeto sordo en el lenguaje, p. 67.
22
Opus cit., p. 71.
Así como dirá Comenius que la meta sería: enseñarle todo a todos es

que Díaz homologaría esta frase, según el modelo pedagógico, a: enseñarle a

hablar a todos y desarrolla que: La función de las utopías es la de orientar la

praxis. El problema se plantea cuando las mismas se convierten en dogmas y

pretenden ser aplicadas de acuerdo a lo que los enunciados disponen sin tener en

cuenta las condiciones que existen para ello. Las utopías entran en crisis

justamente porque no se ajustan a todas las realidades, sin embargo, a pesar de

ello, son sostenidas inquebrantablemente como verdades absolutas. La utopía

pedagógica se vincula también con el método, es decir con los recursos que se

emplean para alcanzar el punto de llegada23.

En verdad el problema es que el modelo pedagógico sostiene una

posición de normalidad y un seguimiento para lograrla. Así el modelo es

normalizador. Estipula los ideales deseables y desecha el resto. De este modo

luego diagnostica y aconseja sobre los medios más adecuados para la adaptación

prefijada.

Para el modelo bilingüista, el sordo adulto ocupa un lugar de

insustituible importancia en la estructura educativa porque al ser el encargado de

la transmisión de la lengua de signada también lo es de las pautas que le

posibilitan al pequeño tanto la mejor simbolización como socialización.

En Suecia el orden en materia educativa sigue estas prioridades,

primero que el niño adquiera un muy buen nivel de lengua de señas y alcance a

través de esta lengua natural, los mismos objetivos generales que los oyentes.

Luego que logre un mayor rendimiento en la escritura y en la comprensión de lo


23
Opus cit., p. 74.
escrito. Y por último que desarrolle la función del habla en la medida de sus

posibilidades.

El intérprete de L. S. A. en el ámbito de la salud:

Resulta de fundamental importancia la función del intérprete de L. S. A.

en este ámbito de la salud pública y privada, dado que las tergiversaciones de

conceptos producidas en este ámbito en casos de emergencias, como accidentes,

primeros auxilios, suelen provocar serios riesgos para la vida del sujeto sordo, que

queda a merced del desconocimiento de los códigos propios de los miembros de

esta comunidad, por parte de los profesionales sean estos médicos, enfermeros o

paramédicos.

Sobre todo en el caso de que las víctimas se traten de niños,

adolescentes o ancianos, en quienes se ve particularmente afectada en ocasiones

la comprensión del entorno, sumado a esto su vulnerabilidad a propósito del

accidente o la emergencia.

Mientras que en el ámbito psicoterapéutico, el intérprete de L. S. A.

tanto como el asistente terapéutico sordo pueden resultar de gran utilidad para la

llegada más adecuada del profesional a cada caso en la atención a personas de la

comunidad sorda, tal como sucede en el ASAMPSICOANÁLISIS24 que constituye

24
Cuya dirección presido desde el año 2004.
un departamento de atención psicoanalítica que favorece la integración entre

ambas comunidades, sorda y oyente en este ámbito psicoterapéutico.

En el Instituto de Formación Técnica Superior 27 en la Carrera de

Intérpretes de Lengua de Señas Argentina se prevé en la formación de los mismos

esta necesidad de la comunidad sorda a través de la asignatura correspondiente y

sus prácticas.

Esquemas de los modelos en relación a la sordera, según Estela Díaz:

HECHO: LA SORDERA25

PARADIGMA : MÉDICO, PEDAGÓGICO, PSICOLÓGICO, ETC.

FUNDAMENTOS TEÓRICOS

ORALISMO GESTUALISMO BILINGÜISMO


PURO

PRACTICAS: PRACTICAS PRACTICAS


-Oralización -Transmisión de la -Transmisión de la
-Estimulación Lengua de Señas Lengua de Señas
auditiva - Oralización

25
Opus cit. p. 81. …Cada paradigma y enfoque dentro de él no posee un saber absoluto acerca de un hecho, sino que cada uno
responde, a un microcosmo de verdad.
Cuando cada uno de estos dominios de saber se erigen como verdades absolutas se convierten en un cuerpo disciplinario
sostenido en un conjunto de normas que determinan lo que está bien y lo que está mal, qué es lo que está permitido y qué está prohibido.
Dentro del campo de la sordera, el ideal que ha orientado las prácticas científicas y pedagógicas hasta nuestros días
podemos resumirlas en un enunciado:

TODOS LOS SORDOS TIENEN QUE HABLAR

Este imperativo pedagógico exige así ser cumplido sin importar los costos que ello supone para los niños sordos , ya que por
la rigidez de su metodología, muchos de ellos quedan anclados en a un bajísimo nivel de competencia lingüística que, además de
comprometer sus estructuras cognitivas , los dejan atados a una vivencia sincrética de la realidad.
De todas formas, las utopías en algún momento entran en crisis, se colapsan y aparecen ahí otros postulados que cuestionan
el presupuesto de los saberes allí contenidos. Estas posturas se plantean como discontinuidades discursivas, verdaderos cortes
epistemológicos que abren rutas diferentes. Dentro de la temática que nos ocupa, el bilingüismo se sitúa en ese lugar de corte con
respecto al oralismo puro, no porque excluya del marco al oralismo sino porque admite dentro del mismo la importancia de la Lengua
de Señas (L. S. A.) en este caso.
Para hablar de la lengua signada traeremos nuevamente a la

memoria algunos de los conceptos, tratados en capítulos anteriores, del

lingüista Ferdinand De Saussure veremos claramente que afirmaba que lo

más natural del hombre es su capacidad de producir una lengua, más que el

lenguaje hablado.

Nos dirá Díaz que la investigación sistémica comienza a mediados del


siglo XX y precisamente a partir de la lingüística. El principal forjador fue W. C.
Stokoe, ya que su tarea y estudios acerca de la Lengua de Señas Americana
(ASL) permitió demostrar que el lenguaje de las personas sordas no era un
conjunto desorganizado y arbitrario de gestos que servían para que algunas
personas con problemas se comunicaran entre sí, sino que constituían un idioma y
por ende respondían a un orden y lógica interna compartidos por los sordos y por
quienes conocieran esta lengua y que del mismo modo facilitaba la comunicación.
Y aunque para los oyentes su idioma es sinónimo de palabra audible,
con articulación vocal, en verdad no es el sonido el núcleo de ninguna lengua, tal
como pareciera señalarlo Sausurre, ya que la representación psíquica que se
realiza en la incorporación del idioma parte de todos los estímulos
senso/perceptivos del sujeto, liberado del signo que se utilice, ya que una lengua
que se precie de tal responde a una convención social, precisamente por la
arbitrariedad que marca que no hay ningún enlace previo entre el significante y el
significado. Por lo mismo y en el caso de la lengua signada, la relatividad de la
sonoridad del signo lingüístico, dentro de la estructura de la lengua, queda
absolutamente probada.
Como en toda lengua el signo lingüístico constituye su unidad, sólo que
a diferencia de lo que ocurre en la lengua oral, en la signada su soporte material,
los signos que la integran están dados por la articulación manual-gestual, y su vía
de recepción es la vista. El algoritmo saussuriano26 del signo, puede ser
traspolado según Díaz del siguiente modo:

26
Tal como lo señala Díaz: …el signo es el resultado de una compleja operación psíquica en la que el concepto remite a una
representación del objeto y el significante a la inscripción de la imagen acústica en las huellas mnémicas, lo cual supone disponer de la
SIGNIFICADO CONCEPTO

SIGNIFICANTE IMAGEN VISUAL ACÚSTICA

(en forma sonora o gestual)

Ferdinand de Saussure señala los principios del signo lingüístico

diferenciando; su arbitrariedad, donde no hay relación previa alguna entre

significado e imagen acústica. Mutabilidad e inmutabilidad del signo dado que se

constituye por convención social, por lo tanto nadie puede por sí mismo modificar

la relación interna del mismo, dado que

las modificaciones se dan a través del tiempo dependiendo de determinaciones

sociales y generada por los propios usuarios de la lengua. Y su carácter lineal de

la lengua, donde la diferencia fundamental entre ambas lenguas es que mientras

la Oral tiene un carácter lineal, pues no podemos pronunciar dos palabras al

mismo tiempo dado su eje temporal, la signada logra en un mismo tiempo

trazar una idea ya que utiliza un modo radial y espacial que le garantiza esa

posibilidad.

representación de las palabras. Lo que un signo lingüístico une no es una cosa y un nombre, sino un concepto y una imagen acústica. La
imagen acústica no es el sonido material sino su huella psíquica. El carácter psíquico de nuestras imágenes acústicas aparece cuando
sin mover los labios podemos hablarnos a nosotros mismos…
…De la misma manera que el signo oral depende y supone un acto psíquico, el signo gestual también implica este trabajo de
inscripción psíquica, aunque en este caso no se trata de imagen acústica sino de una imagen visual…
Del mismo que una persona sordo/ciega haría primar su sentido del tacto como modo de incorporar estímulos a su sistema
nervioso y le permitiría ingresar así al campo simbólico y luego a al campo social.
… Estar en el lenguaje entonces, no significa llevar a cabo un ejercicio de etiquetamiento de las cosas con las palabras, ni de
mera expresión oral o gestual de una palabra o una seña, sino que el acto de hablar o signar responde a un verdadero trabajo de
sustituciones en base a representaciones y relaciones de equivalencia. Barthes va a plantear que el signo se desarrolla en dos planos: el
plano de la expresión (significante) y el plano de los contenidos (significado). Cada uno de ellos posee una sustancia: la relativa al
plano expresivo (lengua oral) es la sustancia fónica, y la del plano de los contenidos son los aspectos emocionales, ideológicos o
conceptuales que están en juego en el significado…
…Stokoe para identificar un signo y diferenciarlo de lo demás estableció ciertos principios a los cuales llamó parámetros
formacionales, ellos son:
El lugar donde el signo se realiza en relación con el cuerpo, que llamo Tabula.
La configuración de las manos que realizan el signo, denominada Designator.
El movimiento o el cambio en la configuración de la mano, que llamó Signation.
De acuerdo con Stokoe así como los fonemas constituyen las unidades mínimas auditivas de la lengua hablada, los queremas
constituyen las diferentes unidades elementales visibles de un lenguaje gestual…
Entendiendo al lenguaje como un sistema complejo, recordaremos

que Saussure transforma la idea del signo como unidad cerrada, al hablar

del concepto de valor. A pesar de que considera al signo como una entidad

constituida por el significado y significante, planteará que esa relación no es

biunívoca, ya que cada término (signo) tiene su valor relativo según los otros

términos que integran el lenguaje de manera sincrónica. Pues la significación no

está adherida a cada signo, sino que se genera en la cadena diacrónica de los

signos.

De modo que el lenguaje constituye un complejo dinámico en el que

cada uno de los signos que lo constituye son elementos que interjuegan dentro del

mismo sistema solidariamente.

Es decir que dentro de este sistema el valor de cada signo resulta de la

presencia simultánea de los otros, generando así su sentido. Como dijimos que los

términos son solidarios y los efectos de significación se construyen a partir de las

múltiples relaciones que se establecen entre los términos, no sería posible

pretender otorgarle el don de la palabra a un pequeño por el solo hecho de

enseñarle una lista de palabras que se unirían rígidamente a los objetos

concretos. Que el objeto se perpetúe en una presencia alienante, despojando al

lenguaje de su enorme poder de interrogación, juego, sorpresa y creatividad;

motor de la riqueza del sujeto y de la flexibilidad para adaptarse a los cambios y

capacidades para enfrentar y resolver las situaciones que se le presenten en

niveles cada vez más complejos, deja al pequeño anclado a una realidad

inmediata y paupérrima.
Saussure señala que las relaciones que unen los elementos del

lenguaje se desarrollan en un plano sincrónico (o paradigmático) en el que están

contenidos de manera virtual, tanto el tesoro del significante como las leyes de su

empleo, sobre esto Saussure dice: Fuera del discurso las unidades que tienen

entre sí algo en común se asocian en la memoria y forman de esa manera

grupos en los que reinan las relaciones más diversas; mientras que en el

plano diacrónico (o sintagmático) es donde los elementos se combinan por

extensión, esto quiere decir que se articulan en forma lineal constituyendo la

cadena hablada, interviniendo en él el valor temporal, pues como señalamos en

párrafos anteriores, decimos una palabra después de otra y su encadenamiento

significante es de carácter metonímico, pues como siempre falta el significante que

acierte encerrar la significación plena, se apela, cada vez, agregar uno más.

La lengua signada, como tal, tiene una poderosa capacidad de

multiplicación y dado que esta es una condición fundamental para la producción

de la subjetividad, es muy importante que el pequeño sordo pueda acceder

tempranamente a una lengua estructurada en términos de adquisición espontánea

(lo que llamamos lengua natural o materna). La Comunidad de Sordos es el

ámbito donde el niño podrá acceder a dicha riqueza, pues es un ambiente en

donde circula naturalmente la lengua signada y adquirirla sin que ello invalide su

posibilidad de acceder a la oralidad; y así al bilingüismo.

El Grupo de Escritura como medio de integración entre comunidades:

La integración en un grupo de escritura en principio la realiza el interés

común de sus integrantes y la escritura misma.


Si fuese necesario para los usuarios o integrantes de la comunidad

sorda u oyente del grupo de escritura puede considerarse naturalmente la

incorporación del intérprete de L. S. A.

Respecto de las deformaciones que acontecen, en ocasiones, en la

escritura de una persona sorda profunda, producto de haber ingresado al mundo

simbólico sin escuchar, naturalmente debe ser sometida a correcciones

pertinentes que acompañen el más verdadero sentido de lo que el escritor desea

transmitir, tal como sucede en un proceso de corrección de cualquier texto. A

propósito, el escritor Jorge Luis Borges decía que él publicaba para dejar de

corregir. No obstante quienes tenemos experiencia en estos menesteres sabemos

del gran esfuerzo que implica esta tarea tanto para la persona sorda como para

quien acompaña la corrección del texto.

Afortunadamente podemos transmitir estas experiencias con optimismo

a pesar de la complejidad que entraña esta tarea, por los resultados satisfactorios

que hemos obtenido a través de estos años de trabajo e investigación.

Para finalizar recordaremos lo que señaláramos al principio de este

capítulo, debemos tener en cuenta fundamentalmente la función y rol del líder

coordinador y sus particulares características.

Alguien como el Candidato a Premio Nobel de Literatura 2010 Miguel O.

Menassa dirá que debe tratarse de un líder que sea capaz de sostener el deseo

de todos los integrantes del grupo. Eso hará posible, su fortalecimiento, su sostén

en el tiempo y la transmisión de los conceptos y prácticas novedosas hacia el

futuro.

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