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1 Gilles Deleuze, Foucault, Les écitions de Minuit, Paris, 1986 p. 58 (Hay traduccién al espariol: Foucault, Paidés, México DF, 1991) La castracin noes tinca, el uso del articul definido no es sano, o bien hay que ‘emplearlo siempre en plural: siempre hay castraciones, J. Lacan Este trabajo pretende aplicar un zoom que recor- te, en. un campo amplio y complejo, algunas pocas cuestiones que pueden permitimos captar la estratificacién del terreno en el que se sitta el tema de este coloquio y el nudo de problemas que ahi se plantea. Estamos ante un tramado de sabe- res definibles, segiin Deleuze, — frst: por sus dispositivos de combinacién entre-lo-visible y-lo enunciable, en funcién de umbrales muy diversos, que luego sedimentaron en capas de palabras, algunas de las cuales des- aparecieron y otras persisten en circular’. Estamos en problemas con nuestra lengua de supuestos expertos, problemas que emergen apenas damos forma a algunas preguntas. {Por qué Freud construy6, criticamente sin duda, una psicopatolo- gfa a partir de las clasificaciones psiquidtricas que circulaban entonces? :Por qué Lacan no abandon6 el lenguaje de la psiquiatria y de la psicopatologia que heredé de Freud? {Por qué no constru- y6 su teoria de la experiencia psicoanalttica con otra lengua, otros 4Qué nombra en esa época con esa palabra? Y yendo de nuevo al cruce de caminos, gacaso esta persistencia de Lacan situarfa para nosotros una zona de divergencias con la actual psiquiatria que hizo desaparecer el nombre de “histeria” de su propio mapa, el manual de diagnéstico, el DSM-IV? ,Qué se conserva y qué se pier- nen Raquel Capurro de en esa disparidad? ,Cémo situamos hoy ante ese lenguaje que nos habita? 1. CON Los LenTes DE MICHEL FoucAULT ‘Estamos ante una cuestin de actualidad y también ante una his- toria. {Qué método, qué camino puede ayudamos a esclarecer nuestras preguntas? Propongo proceder al modo de Michel Foucault. Hse Foucault que prefirié la nocién de “arqueologfa” a la de “historia” diciendo que alli donde el historiador, en el senti- do clésico, busca continuidades e inteligibilidad, el arquedlogo del saber prestaré.atencién a las rupturas y discontinuidades de “la suma de los discursos efectioamente pronunciados””. Y también con ese Foucault que incita a desplegar, a partir de la actualidad, de sus polémicas, casi al modo de un periodista, la genealogfa que, desde algin punto, emerge en el presente. Arqueologia y genea- logia son dos articuladores metodolégicos que nos parecen imprescindibles para tratar el entramado entre psicopatologia, psiquiatria y psicoandlisis. UN CORTE EPISTEMICO EN LA DIACRONIA DE LOS SABERES Localicemos un aspecto de la cuestién: la emergencia de la psiquia- trfa en el siglo XIX como espacio de respuesta a los interrogantes que la locura y las exigencias de disciplinamiento de la sociedad democratica ¢ industrial planteaban al saber médico. La produc- cién de ese saber, segiin Foucault, estuvo regida en ese entonces, (1820-1870) por su capacidad de responder a la pregunta, prove- niente a menudo del poder judicial, acerca de si alguien estaba loco ‘ono. Actos amorales 0 inmorales?, preguntaron los jueces al médi- co colocado en posicién de experto. Con las respuestas se tejié el saber y el poder del psiquiatra que debia decidir de la realidad 0 engafio, realidad o simulacién de la locura en aquel a quien exami naba. Ala vez, mediante la descripcién de los sintomas, debia hacer un diagnéstico diferencial que le permitiera alojar al paciente en alguno de los cuadros clinics cuya descripcién se acufiaba enton- ces, En es0s afios se forj6, en efecto, gran parte de la clasificacién, 2 David Labreure, Michel Foucault, Psychiatrie et médecine, Mémoire on-line, 2003-2004. Consulta del 17-08-2007. 87

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