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Nefropatías primarias y
secundarias.
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CONTENIDO
1. GLOMERULONEFRITIS PRIMARIAS
1.1. Introducción
1.2. Etiología
1.3. Clasificación
2. GLOMERULOPATIAS SECUNDARIAS
ANEXO:
- Bibliografía
- Examen
1.1. INTRODUCCIÓN
El término glomerulonefritis (GN) se emplea para designar las enfermedades que afectan a la
estructura y función del glomérulo, aunque posteriormente se pueden ver implicadas las demás
estructuras de la nefrona. Hablamos de GN primarias cuando la afectación renal no es la
consecuencia de una enfermedad más general y las manifestaciones clínicas están restringidas al
riñón, y de GN secundarias cuando la afectación está en el seno de una enfermedad sistémica:
lupus, diabetes, etc. El presente capítulo se centra en el primer grupo.
1.2. ETIOLOGÍA
1.3. CLASIFICACIÓN
Las GN primarias son entidades muy heterogéneas tanto por su etiología como por su evolución.
No es posible hacer una clasificación única que permita diferenciar las GN en grupos
homogéneos. De acuerdo a datos evolutivos, histológicos y clínicos podemos clasificar las GN en
diversos tipos.
GN membrana-proliferativa o mesangiocapilar.
GN extracapilar.
GN membranosa o extramembranosa.
Tratamiento del síndrome nefrítico: los puntos básicos son el control del edema
vigilando la posible aparición de insuficiencia cardíaca y la HTA. La indicación del
tratamiento antibiótico dependerá de cada caso. Una vez establecido la IR aguda
el tratamiento consiste en una serie de medidas médicas y de soporte dialítico, si
se precisa, hasta la resolución del cuadro.
En una GN típicamente pediátrica, siendo más frecuente entre los 2-6 años y en varones.
Clínicamente se presenta como un síndrome nefrótico puro. Es responsable del 80% de los casos
Etiología: podría estar en relación con una posible disfunción de los linfocitos T pero
algunos autores proponen que podría tratarse de una alteración transitoria en la
expresión de proteínas constitutivas de la membrana. Se ha asociado con diversas
enfermedades infecciosas, alérgicas, neoplásicas (síndrome de Hodgkin) o farmacológicas
(AINEs)
Clínica: se caracteriza casi exclusivamente por SN, junto con las manifestaciones clínicas
que este provoca. Su pronóstico renal es bueno. No es infrecuente el deterioro de
función renal reversible y en relación a factores funcionales (hipovolemia severa o tras
tratamiento diurético intenso, administración IECA/ARA II, AINES, trombosis bilateral de la
vena renal, etc.).
Tratamiento:
En general la duración de las dosis altas de prednisona debe ser de 8 a 16 semanas (o 1-2
semanas tras la remisión completa). El paciente debe iniciar entonces un régimen a días
alternos (1mg/Kg) durante 1 mes y luego ir reduciendo poco a poco la prednisona de
manera que la duración total del tratamiento sea de unos 4 meses como mínimo. Se
definen varios patrones de respuesta a esteroides que se muestran en la (Tabla 1.3).
Es otra entidad responsable del SN en el niño (<10%) pero su frecuencia aumenta a medida que
aumenta la edad llegando a un 20% en adolescentes y adultos jóvenes. No hay diferencias en el
sexo. Ya que su diagnóstico es histológico su epidemiología depende de la población estudiada
así como de los criterios de biopsia.
Etiología: Es fundamental diferenciar las formas primarias (en las que no existe ningún
agente o condición asociada) de las formas secundarias (por hiperfiltración, por tóxicos,
por cicatrización por procesos glomerulares previos, etc.) ya que el planteamiento
terapéutico es diferente. En las formas primarias, a las que no referimos, basándose en la
elevada recurrencia tras el trasplante, se habla a favor de un posible factor circulante aun
no caracterizado. Existen también raras formas genéticas probablemente relacionadas
con alteraciones de genes que codifican proteínas de la membrana basal.
Tratamiento:
Tratamiento específico: Una vez transcurrido dicho período sin que aparezca remisión
espontánea completa o parcial (proteinuria < 0,3 o < 3,5 g/día, respectivamente), o una
clara tendencia a la disminución de la proteinuria nefrótica, se recomienda tratamiento
con una de las dos opciones que han demostrado eficacia en estudios
randomizados: anticalcineurínicos (ciclosporina [4-5 mg/Kg/día] o tacrolimus [0.05
mg/Kg/día], con ajuste de dosis manteniendo niveles séricos en rangos terapéuticos
bajos; o un ciclo con esteroides (0.5mg/Kg/día) más ciclofosfamida (1.5-2 mg/kg/día)
ó clorambucil (0.2 mg/Kg/día) administrado durante 6 meses alternando.
La GN membranoproliferativa (GNMP) primaria afecta principalmente a niños entre 8-16 años, sin
diferencias según el género. Su frecuencia tiende a ser decreciente. Las formas secundarias son
más frecuentes en adultos.
Histología:
3. GNMP tipo III: es similar a la tipo I pero con la existencia de depósitos subepiteliales.
Tratamiento:
La GNPE afecta principalmente a población infantil con incidencia máxima entre 2-6 años. Puede
ser epidemica o esporádica.
Clínica: la presentación clásica es el síndrome nefrítico agudo que puede aparecer con
gravedad variable, desde casos asintomáticos hasta IR aguda oligoanúrica. El periodo de
latencia desde la infección oscila entre 7-21 días para las faringitis y 14-21 días para las
cutáneas. En las fases iniciales suele existir hipocomplementemia transitoria y con
frecuencia se detectan títulos de ASLO elevados. El pronóstico en general es bueno pero
un pequeño porcentaje desarrolla HTA, proteinuria e IR terminal.
Sigue siendo la forma más frecuente de GN. Puede presentarse a cualquier edad pero
fundamentalmente en la 2º-3º década de la vida; su incidencia es más elevada en varones.
Histología: Suele manifestarse como una GN proliferativa focal o difusa donde se observa
expansión segmentaria e hipercelularidad de la matriz mesangial. En otros casos puede
haber formas agresivas con semilunas. El diagnóstico definitivo sólo puede hacerse con
IF donde se objetiva la tinción mesangial para IgA.
En un 5% de los casos uno de los signos de presentación es la HTA maligna. Hoy día no
se considera a esta entidad tan benigna ya que un 20-30% de los casos desarrolla IR
terminal a los 20 años.
Tratamiento:
En las formas más agresivas que cursan con IR, HTA y proteinuria se han publicado
estudios que sugieren que los corticoides podrían tener un efecto beneficioso pero
aún no hay evidencia suficiente.
1.11. GLOMERULONEFRITIS EXTRACAPILAR
Clínica: La forma de presentación suele ser subaguda aunque depende del subtipo. La
GNEC tipo I se caracteriza por instauración rápida de una GN aguda con oliguria o
anuria. Rara vez se presenta de forma más insidiosa. Si el tratamiento no se instaura de
forma rápida el riesgo de progresión a IR terminal es elevado, ya que incluso con
tratamiento agresivo el riesgo de progresión es de un 40%.
2.1.1. Introducción
La mayoría de células limita el ingreso del azúcar a sus compartimientos intracelulares por
diversos mecanismos, sin embargo, hay 3 grupos celulares especialmente vulnerables a la
aparición de hiperglucemia intracelular en presencia de hiperglucemia extracelular
crónica, estas células son las endoteliales, mesangiales y las células de Schawn.
La recomendación actual es solicitar la MA en los pacientes con DM1 al año después del
diagnóstico y si está ausente continuar su búsqueda anualmente como en los pacientes
con DM 2. La búsqueda de MA solo debe hacerse en presencia de un examen de orina
normal (ausencia de proteínas), pero sí en este se informa presencia de proteínas el paso
siguiente sería solicitar proteínas en orina de 24 horas o una determinación de
proteínas/creatinina en muestra aislada de orina. Un resultado anormal en la prueba de
MA debe confirmarse en dos de tres muestras recolectadas en un período de 3 a 6
meses, esto por la conocida variación interdiaria de la microalbuminuria y su aparición en
condiciones triviales de la vida (aumento en la actividad física, fiebre, deshidratación, etc.).
Está más allá del alcance de este capítulo el profundizar en las medidas terapéuticas
orientadas al control metabólico de la DM, sin embargo, vale la pena resaltar la
importancia del control glucémico en la prevención de la aparición de las complicaciones
asociadas a la DM. En cuanto a la Nefropatía Diabética, la base del tratamiento para
evitar la progresión y evitar desenlaces cardiovasculares adversos es la inhibición del eje
renina – angiotensina –aldosterona (RAA). Prácticamente cada uno de los agentes
disponibles en el mercado cuenta con evidencia en la literatura que respalda su
efectividad en el manejo de pacientes con ND, y se han utilizado en los diversos estadíos
de la ND con resultados exitosos en distintos desenlaces.
2.2.1. Definición
2.2.2. Fisiopatología
1. Factores Genéticos:
Mayor frecuencia de marcadores genéticos como HLA B8, DR2, DR3, DQW1
Se ha observado que los macrofagos del paciente con LES tienen menor
capacidad de generar el proceso de fagocitosis, además en algunas poblaciones
se ha encontrado una reducción importante en los niveles de C1q. El exceso de
material apoptotico anormalmente acumulado en forma de vesículas da lugar a
estimulación de la respuesta inmune que incluye el procesamiento del mismo por
4. Factores Medio-ambientales:
El LES es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta múltiples sistemas: piel,
articulaciones, riñones, pulmones, serosas entre otros órganos; su curso clínico se
caracteriza por exacerbaciones y remisiones crónicas y agudas.
Hipertensión arterial
1. Diagnóstico de laboratorio:
2. Estudios complementarios
3. Diagnóstico histológico:
Diagnóstico reciente
2.2.5. Pronostico:
Afro descendientes
Sexo masculino
Extremos de edad
La sobre vida de los pacientes con nefropatía LÚPICA en décadas anteriores a 2 años era
de menos del 10%, pero gracias a los tratamiento actuales se ha modificado
significativamente lográndose sobre vidas a 5 años en más del 90% de los pacientes,
siendo las principales casusas de muerte actividad lúpica (compromiso neurológico, renal
o cardiovascular), infección secundaria a inmunosupresión, estadios finales de la
enfermedad (enfermedad renal en estadio terminal), complicaciones secundarias al
tratamiento (infección y enfermedad coronaria), linfoma no Hodgkin y cáncer de pulmón.
Criterios de resolución.
Resolución completa (RC): obtener una función renal normal con una reducción
de la proteinuria a un valor menor de 500 mg/24 horas acompañada de un
sedimento urinario normal.
Se considera que con los esquemas actuales terapéuticos se calcula que el 80% de los
pacientes pueden lograr algún tipo de remisión mientras que el otro 20% progresan
hacia ERC estadío avanzado.
El tratamiento de la nefropatía lúpica debe de ser dirigido idealmente con base en los
hallazgos histológicos y principalmente detallando el grado de proliferación celular que
se encuentra a nivel glomerular y tubular.
Sin embargo los hallazgos clínicos y de laboratorio pueden también orientar al médico
hacia la terapia inicial a seguir, puesto que la detección de alteración en los azoados
acompañada de un sedimento urinario activo (telescopado) implica que muy
probablemente el paciente este cursando con una variedad proliferativa (clase III, IV),
mientras que azoados normales asociados a proteinuria sugieren variedades de bajo
riesgo o no proliferativas (clase I, II o V respectivamente); por otro lado un sedimento
urinario acompañado de azoados elevados y ecografía renal con aumento en la
ecogenicidad sugieren una clase VI.
3. NEFROPATÍA CLASE V
Para ellos existen algunas opciones que tienen como blanco la célula plasmática,
célula B o la interacción entre la célula B y el linfocito T y sus coestimuladores, o
las citoquinas liberadas por el linfocito T (ver: Algoritmo terapéutico). Anticuerpos
6. NUEVAS TERAPIAS
2.3.1. Introducción
Existe un amplio número de vasculitis sistémicas y locales que afectan el árbol vascular
renal y aunque el mecanismo subyacente puede variar significativamente, todas las
enfermedades vasculares del riñón comparten una característica importante: causan
grados variables de obstrucción al flujo sanguíneo con 2 respuestas adaptativas
inmediatas: elevación en la presión arterial y reducción en la tasa de filtración glomerular
(Tabla 2.2).
Este capítulo resume las principales enfermedades vasculares del riñón categorizándolas
de acuerdo al tamaño del vaso comprometido y haciendo énfasis en las vasculitis de
pequeños vasos que son las que más frecuentemente comprometen el riñón. (Tabla 2.3)
1. ENFERMEDAD DE TAKAYASU
Histológicamente tiene una fase inflamatoria aguda y una fase fibrótica crónica.
En la fase aguda los cambios ocurren en las 3 capas de la arteria con proliferación
de células musculares lisas y deposito de mucopolisacaridos en la íntima;
infiltración de la media por linfocitos y células gigantes e inflamación en la
adventicia, caracterizada por infiltración de células T, células B y células
Compromiso Renal:
Diagnóstico:
Las enfermedades que afectan las arterias y venas de mediano calibre del riñón son raras.
Hay 2 tipos de vasculitis sistémicas que infrecuentemente afectan el riñón y son la
poliarteritis nodosa y la enfermedad de Kawasaki.
La patogénesis no es clara, parece haber una asociación con la infección por VHB
como una forma de complicación relacionada con el depósito de complejos
inmunes. Histológicamente puede haber lesiones en diferentes estados evolutivos:
agudas y crónicas. En la fase activa hay necrosis fibrinoide segmentaria con
infiltración leucocitaria en todo el espesor de la pared; en fases iniciales los
neutrófilos son las células predominantes y frecuentemente se observa
leucocitoclasia (fragmentación de neutrófilos en la pared del vaso). La necrosis
compromete inicialmente la porción interna de la pared arterial, pero puede
hacerse transmural. Característicamente afecta a tramos no continuos, dejando
muchos otros respetados. Cuando la necrosis segmentaria es transmural puede
extenderse al tejido perivascular con formación de aneurismas. La arteritis de la
PAN es irregular en su distribución, muestra predilección por afectar las
bifurcaciones. Las lesiones agudas evolucionan hacia la esclerosis con fibrosis de
la pared arterial, organización del tejido lesionado y trombosis con obstrucción
del vaso afectado, lo que puede llevar a disminución de la luz e hipertensión
arterial sistémica (2). A nivel glomerular no se suelen observar cambios excepto
por colapso isquémico del penacho glomerular e hiperplasia del aparato
yuxtaglomerular. Los cambios tubulointersticiales consisten en inflamación
intersticial y tubulitis.
Compromiso renal: Ocurre en 63-76% de los pacientes con PAN aunque estas
tasas de incidencia no distinguen entre PAN-clasica y poliangeitis microscópica,
por lo que puede que el verdadero compromiso en la PAN clásica sea mucho
menor. Puede encontrarse hematuria hasta en 88% de los pacientes (2). El
mecanismo principal de daño renal es la isquemia renal que en casos severos lleva
a infarto renal. Clínicamente puede manifestarse por dolor lumbar, hematuria
macro o microscópica, proteinuria moderada, insuficiencia renal lentamente
progresiva (30% casos) e hipertensión arterial (2). Durante la fase aguda de la
enfermedad puede haber oliguria o anuria aunque es muy raro que se presente
con falla renal aguda. Menos frecuente es la aparición de hematomas perirrenales
secundarios a la ruptura de aneurismas de arteria renal. Con menor frecuencia se
han reportado casos de ruptura renal espontánea, necrosis papilar por
compromiso de arteria caliceal y disección de arteria renal bilateral. La
hipertensión arterial es común aunque su frecuencia varía entre 25-71% según los
reportes y es usualmente mediada por el sistema renina angiotensina con
hiperaldosteronismo secundario concomitante. Los estudios de
inmunohistoquimica han mostrado hiperplasia de las células productoras de
renina en las áreas isquémicas de la corteza renal así como alteraciones en su
distribución.
2. ENFERMEDAD DE KAWASAKI
2.4.1. Definición:
Esta entidad forma parte de los síndromes pulmón-riñón caracterizados por la presencia
simultánea de manifestaciones clínicas y de laboratorio compatibles con anormalidades
en la función pulmonar y renal (tabla 2.4). La asociación glomerulonefritis rápidamente
progresiva y hemorragia pulmonar configura el Síndrome de Goodpasture. Cuando se
demuestra que es causada por anticuerpos anti-membrana basal glomerular (Ac
AntiMBG) contra cualquier componente de la membrana basal glomerular pasa a
llamarse Enfermedad Anti-Membrana basal glomerular, pero si el antígeno hacia el cual
está dirigido la respuesta inmune es el antígeno de Goodpasture se acepta el nombre de
enfermedad de Goodpasture, la que en ocasiones solo afecta los riñones dando lugar a
glomerulonefritis rápidamente progresiva.
Tabla 2.4
2.4.2. Patogénesis:
El blanco principal para los anticuerpos antimembrana basal (que son en su mayoría del
tipo IgG y muy ocasionalmente del tipo IgM e IgA) es el dominio carboxi-terminal no
colágeno (NC1) de la cadena alfa 3 del colágeno tipo 4 (antígeno de Goodpasture),
aunque raramente se han detectado anticuerpos dirigidos contra otras cadenas como se
observa en el síndrome de Goodpasture de aparición en el postrasplante renal de
Los hallazgos pulmonares son menos específicos, puesto que los depósitos de
inmunoglobulinas son frecuentemente en parches y pueden ser pasados por alto. Los
más habitual es observar inflamación moderada, crónica y macrófagos cargados de
hemosiderina.
2.4.5. Pronostico:
Son indicadores de mal pronóstico renal los siguientes: presencia de oliguria y anuria,
altos niveles de creatinina sérica al momento del diagnóstico, necesidad de requerir
terapia dialítica, inicio tardío de las terapias recomendadas y biopsia renal en la cual se
encuentre que el 100% de los glomérulos están afectados con presencia de proliferación
extra capilar y la presencia de media lunas fibrosas en un alto porcentaje de glomérulos.
Sin tratamiento la mayoría de los pacientes fallecen a corto plazo principalmente por la
severa hemorragia pulmonar que se genera.
2.4.6. Tratamiento:
Está dirigido hacia: 1. disminuir los niveles circulantes de anticuerpos anti membrana basal
glomerular, 2. Disminuir la presencia de mediadores inflamatorios como el complemento,
y 3. Disminuir la producción de anticuerpos.
Hay tres tipos de alteraciones renales en los pacientes con artritis reumatoide:
Vasculitis reumatoide
Ciclosporina
Azatioprina y 6 Mercaptopurina
Metotrexate y antimalàricos
Glomerulonefritis membranosa
VASCULITIS REUMATOIDEA: Entidad agresiva, la cual puede aparecer en los pacientes con artritis
reumatoide de larga duración y severa destrucción articular. Hay vasculitis de tipo necrotizante
semejante a la poliarteritis nodosa. Puede asociarse a compromiso pulmonar con síndrome
pulmón riñón. La histología renal demuestra glomerulonefritis rápidamente progresiva. Su
tratamiento es semejante al de cualquier vasculitis.
El efecto secundario más frecuente, virtualmente presente en todos los pacientes que reciben
ciclosporina a dosis altas es una falla renal aguda hemodinámicamente mediada por
vasoconstricción de la arteriola aferente, este efecto es reversible en la mayoría de los casos al
disminuir la dosis. Nefropatía crónica por ciclosporina se manifiesta como una nefritis intersticial
difusa con atrofia tubular renal, y arteriopatía con proliferación neointimal.
Los pacientes que reciben metotrexate pueden presentar ocasionalmente necrosis tubular
aguda; los antimalaricos generalmente no afectan la función renal.
Se debe sospechar que el paciente cursa con amiloidosis o una nefropatía membranosa
cuando la proteinuria no se acompañe de alteraciones importantes del sedimento,
mientras que indicará una glomerulonefritis necrotizante o vasculitis reumatoide cuando
el sedimento es activo con cilindros, hematíes y leucocitos.
Las crioglobulinemias, son clásicamente clasificas según el esquema de Brouet, el cual utiliza el
carácter mono o policlonal de la crioglobulina identificada:
TABLA. Clasificación y correlación clínica de las crioglobulinemias
TRATAMIENTO: Debe de estar dirigido hacia el trastorno de base que estimulo la generación de
crioglobulinas. En los casos asociados a HCV el tratamiento con interferón alfa puede mejorar
transitoriamente la enfermedad ya que produce una disminución del virus detectable en sangre,
mejoran las lesiones histológicas hepáticas, disminuyen los niveles séricos de crioglobulinas,
transaminasas, creatinina y proteinuria. Sin embargo del 25 al 40 % de los pacientes hacen
recaídas cuando se descontinúa este tratamiento. Las terapias inmunosupresoras e
inmunomoduladoras deben de reservarse para aquellas situaciones en las cuales se genera
severo compromiso de órganos, o la enfermedad se torna refractaria. Esteroides y agentes
citostáticos en pacientes con HCV están relativamente contraindicados ya que ellos pueden
aumentar la replicación viral.
1. BROWNLEE M.; The pathobiology of diabetic complications. Diabetes 54: 1615–25. 2005
2. WOLF G.; New insights into the pathophysiology of diabetic nephropathy: from
haemodynamics to molecular pathology. Eur J Clin Invest 34 (12): 785-96.2004 3.
3. CHATUVERDI N Y COLS.; Should all patients with type 1 diabetes mellitus and
microalbuminuria receive angiotensin-converting enzyme inhibitors?. A metaanalisis of
individual patient data. Ann Int Med 134: 370-79. 2001
5. BERTSIAS G, BOUMPAS D T.; Update on the management of lupus nephritis: let the
treatment fit the patient. Nat clin pract rheumatol 2008; 4: 464-472.
lúpica?
lúpica?
9. ¿Cuáles son los tipos de vasculitis sistémicas que infrecuentemente afectan el riñón?
10. ¿Cuáles son los tipos de alteraciones renales en los pacientes con artritis reumatoide,