You are on page 1of 6

La nariz.

Para este trabajo, se tomará el cuento de Gógol llamado La nariz, y para el cual se realizará
un análisis e interpretación, a fin de los elementos expuestos en la obra.

Como punto de partida, ha de tomarse el contexto en el que se sitúa la obra, para entender
de esta manera donde trascurre la acción; nos situamos en Rusia, en medio de la ciudad de
San Petersburgo en una época donde la incipiente modernidad está cambiándolo todo,
gracias al desmesurado crecimiento de la economía y de la tecnología, a si mismo, los
procesos industriales se masifican y el crecimiento demográfico en las ciudades explota,
todo se conjuga para crear un sentimiento de época, caracterizado por lo vertiginoso y lo
inestable; en este momento, se crean nuevos mitos sobre la realidad social y cultural, tal
como lo son el del progreso y el del ascenso social, y que funcionan como una máscara de
un modelo económico que rigiendo el mundo, comienza a devorar y a explotar al ser
humano dentro de una lógica de consumo y de esclavización laboral.

Dadas estas condiciones es fácil poder entender el escenario en que se desarrollan muchos
de los acontecimientos de grandes obras modernas que, tal como este cuento, sirven para
expresar y mostrar el sentir de metafísico de toda una época, es decir, entendemos en este
cuento de Gógol, que existe un mensaje implícito que va más allá de la intencionalidad del
autor, este mensaje se descifra a partir del tono ácido e irónico con el que el autor describe
a los habitantes de San Petersburgo, su nivel humorístico, y lo directo de las palabras, nos
hace muestra la faceta crítica que posee el cuento, y no sólo en cuanto a las actitudes o
vicios sociales, sino que también contra aquellas ideas que mueven a los humanos a tal
punto.

Así, puede verse, por una parte, que el cuento se permea fuertemente con los elementos
procedentes de la “realidad” histórica, social, autorial, etc., y que el narrador sabe plasmar
muy bien al momento de describir a los personajes, pues logra que cada personaje este
determinado por su ocupación o empleo, en otras palabras, existe una determinación de los
personajes en el campo laboral, pero que en un mundo ambiguo e inestable, no dura
demasiado debido a lo volátil y movible de las posiciones laborales, que determinan al
hombre y le ayudan o lo perjudican, según estas fluctúen para bien, o para mal.

De esta manera se articula en el relato, un discurso que bien se opone, o critica y se burla de
un sistema meritocrático, esto es, dentro del campo interpretativo, pues la nariz que se
separa de Kovaliov, puede verse como una alegoría de esto, primero de la
despersonalización del sujeto, y segundo de como esta funciona dentro del campo de la
lucha por la ascendencia social, la que se aferra a valores materialistas y fundamentados en
lógicas de consumo y de ostentación social; lo cual se conecta directamente con lo
acontecido en el cuento, Kovaliov se observa desde fuera al ver a su nariz caminado por
ahí, es prácticamente una crisis de identidad, al perderse a sí mismo, el oficial olvida sus
motivaciones y comienza a verlas como las de alguien más, su nariz no es él mismo, se
despersonaliza, aunque no con querer pues el protagonista busca su unidad, es un ser
humano que esta roto y no entiende el porqué, ha perdido parte de su identidad, ya sea por
el olvido, ya por el ensimismamiento o por la pérdida de conciencia.

A partir de lo anterior, cabe decir que este sentimiento de desunión y de incompletitud, que
el protagonista presenta, se muestra como un síntoma de los malestares inherentes a la vida
en la ciudad moderna, una ciudad indiferente y deshumanizada, donde los habitantes
pugnan por su supervivencia. Una condicionante moral está presente también en el cuento y
permite ver con mayor claridad el carácter critico de este, se retrata de este modo en la obra
una visión de mundo que ahonda en un sentimiento de tragedia, de dura ironía y que nos
habla de las dificultades que atravesaba el ciudadano de la época, la vida en la ciudad
moderna, Gógol sabe describirla con majestuosidad a través de sus personajes y sus
cualidades, que responden también a las problemáticas que su época les imponía.

Puede verse entonces como la obra adquiere un tono de denuncia, y que es explicitado por
medio de un modo realista, donde el narrador todo lo sabe y nos guía por las partes que
componen el relato, como si estuviera tratando de acordarse de la historia, puede verse su
fragmentariedad en su división interna, la cual imbuye a la obra de un carácter misterioso,
nos hace dudar de lo verosímil, pero nos mete con más fuerza en ello, el cuento introduce la
fantasía de manera tan gratuita, que todos terminan aceptándolo, hasta el dueño de la nariz
perdida; mana de esta manera, a partir de la forma, de la estructura de la obra, uno de los
puntos que serán fundamentales en nuestra interpretación, puesto que como aducimos
anteriormente, la obra responde a un relato fragmentado, que muestra una situación que
ronda el absurdo, el sin sentido que ha de experimentar Kovaliov debe ser de grandes
proporciones, lo cual nos lleva a pensar, dentro del plano de la verosimilitud, que el relato
puede comprender la narración de un sueño o una serie de sueños, podría decirse que esta
es la pesadilla de Kovaliov, donde la nariz alcanza dimensiones simbólicas que pueden ser
abarcables desde muchos lugares, pero para efectos de esta interpretación, diremos que la
nariz, puede representar los anhelos, esperanzas y deseos de ascendencia social que el
personaje tiene, pero que se frustran por la ausencia de la nariz misma, que de algún modo
es la clave para la consecución de estos; así, se accede a una dimensión ambigua de lo que
la nariz implica, por un lado representa la esperanza, pero también la frustración, que
conjugan en un solo sujeto todos aquellos elementos perturbadores y duales, y que se
encarga de hacer la experiencia de su dueño algo más terrible aún.

Se revela entonces la dura ironía que se cierne sobre los personajes, la imposibilidad de
luchar contra una tragedia que es inherente al ser humano pues es inherente a la
modernidad, existe un sufrimiento y una búsqueda, una necesidad de completitud, los
sujetos están rotos e incompletos y se buscan a sí mismos en los anhelos que una sociedad
descarnada inculca en ellos, pero que vienen a funcionar como un arma de doble filo para
aquel que los sostenga, puesto que esto los mueve y los detiene, los llena y los vacía, les
dota de sentido el mundo, pero cuando se fracasa, se logra penetrar en todo el sinsentido, en
el absurdo sentimiento de la vida, que Gógol explota al máximo, pues traza un mundo
nebuloso e inestable que solo puede ser concebido en los márgenes de la inconciencia, un
mundo de sueños terribles e inacabables que aprisionan a sujetos como Kovaliov o el
barbero, eventos tan sobrenaturales que terminan por romper la conciencia y la entereza, la
firmeza mental de los protagonistas, Gógol practica de este modo el extrañamiento de la
realidad, se aleja para acercarse de modos insospechados, en los misterios que hacen girar
el mundo, mostrando por medio de la oposición, del absurdo y la ambigüedad, todo el
temperamento de su tiempo.
El capote.

En este trabajo acerca del cuento El capote de Nikolái Gógol, se analizará la obra a la luz
de sus elementos constitutivos y ejes temáticos principales, para así poder llegar a una
interpretación que está basada en aquellos elementos que tienen su remanente en el mundo
exterior a la obra, y así relacionarlos con los del mundo creado por el autor.

En primera instancia, se observa que el escenario de la obra es la ciudad de San


Petersburgo, al igual que en el otro cuento trabajado La nariz, lugar donde la acción estará
centrada y estará determinada así mismo por el espacio donde se desarrolla el relato. De
este modo puede observarse que la ciudad, en cuanto a espacio dentro de la obra, cumple un
rol importantísimo pues dota de sentido al argumento de la obra, es tanto así, que se perfila
alegóricamente como un personaje más dentro del cuento, como un personaje gigantesco e
inamovible, que es omnipresente y que está ahí donde todos los demás personajes,
influenciándolos y moviéndolos, ya sea para bien o para mal. Cabe así decir que, la ciudad
posee inmensas connotaciones dentro de la obra, pues influye determinantemente en la vida
de sus ciudadanos, creando características para unos y para otros, moldeando los caracteres
de cada habitante, igualándolos o clasificándolos. Este espacio de la ciudad funciona en
base a las directrices que dicta la organización urbana, que al mismo tiempo responde a un
concepto de ordenación según condiciones económicas; de este modo la ciudad se plantea
como un cómplice de un sistema desigual, donde la estratificación social es alta y
duramente movible, donde prima la cultura de la acumulación y del consumo; el espacio
urbano de esa manera se ordena desde el centro hacia afuera, en una estructura jerárquica
que manda a la periferia a la mano de obra que mueve la urbe, poniendo como centro los
lugares de comercio y los lugares donde hay más acumulación de bienes, la ciudad se va
acumulando sobre sí misma, haciendo notar las diferencias existentes en ella y
plasmándoselas a los habitantes, que se hacen conscientes de ellas.

De esa manera se construye el mundo en el que acontecen los hechos de El capote, vemos
así, que el protagonista en un hombre miserable que conforma aquel miserable tipo de
hombres que abunda en las oficinas peterburguesas, Gógol crea un mundo donde se pone
de manifiesto la fría indiferencia, la hipocresía y la apatía entre los habitantes de ese
mundo, uno donde las jerarquías son la medida de trato entre los congéneres, los sujetos se
deshumanizan en un mundo frío y mecánico, que impone como valores la indiferencia y la
preocupación exclusiva de los intereses individuales, un mundo que se burocratiza y que
transforma en engranajes de su funcionamiento a todos los hombres; ante semejante
panorama, la vida de un empleado público, que esta por debajo de prácticamente todos en
su lugar de empleo, se transforma en una vida por el trabajo, aquel empleado se vuelve un
autómata, no sólo eso, se le suma a las características de Akaki, un origen y una marca
sobre aquel, desde que se nos narra el nacimiento del protagonista, el narrador deja
constancia de la predestinación que tenía el personaje, estaba no solo condicionado, sino
que determinado de por sí; ante esto se construye la ironía trágica de la vida del pobre
empleado, toda su persona parece encaminada a la desgracia, el autor, pone en una
encrucijada imposible de sortear al ingenuo protagonista; se crea un cuadro “vivo” de la
realidad social, de la decadencia de una época, y de la tragedia de la modernidad.

Por otro lado, debe decirse que lo que mueve a Akaki finalmente al encargo de su nuevo y
trágico capote, son los factores que la ciudad en la que vive le imponen, primero, un orden
social bajo que lo sitúa a las afueras de la ciudad, lejos de la mayor parte de lugares;
segundo y en conjugación con lo anterior, la determinación geográfica, el clima, aquel frío
que congela a los trabajadores por la mañana, y que le obliga a esforzarse y apretar aún más
los gastos que hace en su cotidianidad, así, por medio de mucho trabajo logra al fin su
objetivo; que vendrá a ser truncado por culpa de las mismas condiciones que acabamos de
nombrar, la distancia con su hogar ; los espacios inseguros de la ciudad, así como una
policía deficiente, uno más de los vicios que en este espacio se encuentran, crean una
instancia perfecta en la cual lo golpean y le roban su capote.

Así tiene su clímax la vida trágica del pobre Akaki, que tras aquella pesada broma de la
vida, decide dejarla atrás, con el robo del capote se agotan sus ganas y así mismo se le va la
vida, he aquí el final de la ironía que fue la toda la vida de este personaje, Gógol muestra el
lado más escéptico y pesimista que posee la existencia, reduciéndola en última instancia a
una gran broma pesada. Siguiendo esto, es clara la crítica que hay del sistema imperante, en
específico contra la completa falta de humanidad y la indiferencia creciente en la ciudad y
en cada espacio contenido dentro de ella. A pesar de esta creciente decepción que se
muestra sobre los seres humanos, el autor vislumbra que no todo el sentido de humanidad
esta perdido y que aún los más déspotas sienten remordimientos; así los sujetos se
construyen de manera contradictoria, escondiendo lo que realmente sienten, aparentando
siempre en torno la conveniencia que esto tiene para sus imágenes, violentando al otro
como forma de validación, pero que es cuestionada y esta constantemente en duda, creando
una cadena sucesiva de dudas y procesos de autovalidación que tiene como medio el
desplazamiento por sobre el otro.

En este desplazamiento que se da en la sociedad humana, es donde Akaki cae, hasta ser
desplazado de la vida material, es desplazado más allá de los márgenes de la vida humana,
de la conciencia y del imaginario, pero cuando deja ese plano, ya no puede ser desplazado
más por seres de esa índole, ahora, con su muerte ya no es alcanzado por las
malintencionadas acciones de los demás individuos. De manera sorpresiva el autor le da
una revancha a Akaki, trasponiéndolo en la figura de un fantasma, ya arrebatada su forma
humana, el empleado trasciende el orden humano y comienza a desplazar a los que están en
el orden natural, comienzan los robos de capotes en la ciudad y la figura del empleado es
recordada, ahora ella comienza el desplazamiento en la mentes y consciencias de aquellos a
los que nunca pudo tocar mientras estaba en vida, de este modo se amplia el espectro de la
obra hacia un campo mítico, que recurre a la figura del fantasma para explicar los robos de
capotes, así, Gógol crea un personaje que está en una búsqueda incesante, produciendo
hechos de carácter sobrenatural ahí en la ciudad, cobrando su venganza a pesar del
laberinto urbano y del frío diezmador que impregna a la ciudad, para luego, habiendo ya
reivindicado su paz con el robo de capotes, cerrar el círculo, tragicómico, irónico y
paradigmático, que fue la historia de Akaki y de su capote.

You might also like