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UNIVERSIDAD NACIONAL DE PIURA

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD


ESCUELA DE MEDICINA HUMANA

“AÑO DEL DIÁLOGO Y LA RECONCILIACIÓN NACIONAL”

HALLAZGOS DE LABORATORIO EN
ENFERMEDADES PEDIÁTRICAS MÁS COMUNES

DOCENTE : DR. BILLEY SAMAMÉ TALLEDO

CURSO : PEDIATRÍA I

AÑO/CICLO: 5TO AÑO / IX ciclo

ALUMNOS: VIDAL HUAMÁN OSCAR ARNALDO


VILLEGAS POICÓN ELBER MANUEL
YOVERA JIMÉNEZ JOSÉ ALBERTO
YOVERA RIVAS LUIS FELIPE

MAYO 2018-I
INFECCIÓN POR TBC
DIAGNÓSTICO DE LA INFECCIÓN TUBERCULOSA
La tuberculosis está producida por el bacilo Mycobacterium tuberculosis y se
trasmite, de forma mayoritaria por vía aérea, a través de las gotitas de pflügge
de paciente con enfermedad activa a individuo sano. Otras vías menos
frecuentes de contraer la enfermedad son la digestiva, urogenital, cutánea o
mucosas lesionadas.
Técnica de la prueba de la tuberculina
Existen dos métodos: mantoux y el test de pinchazos múltiples.
La técnica del mantoux consiste en la inyección intradérmica con una aguja del
calibre 27 en la cara anterior del antebrazo, (0’1 ml) de 2 unidades tuberculina
PPD RT23, en una zona donde no existan lesiones cutáneas. Debe producirse
una pápula de 6- 10 mm de diámetro para que la técnica sea correcta. Es el
método más habitual de la prueba de la tuberculina (PT).
El test de pinchazos múltiples se realiza también en el antebrazo con púas
impregnadas en tuberculina. Dado que no se sabe la cantidad de tuberculina
que penetra en la piel, se considera una técnica inadecuada.

Analítica general: inespecífica. Discreta anemia, leucocitosis y VSG elevada


(parámetro útil para seguir evolución). Estudio de función hepática previo a
iniciar tratamiento.
4. Radiografía de tórax: no existe patrón característico. Lo más frecuente
engrosamiento mediastínico por adenopatías, aislado o asociado a lesión
parenquimatosa y/o atelectasia. Las lesiones cavitadas son formas post-
primarias o del adulto, infrecuentes en la infancia, pero que pueden verse en
adolescentes. La evolución radiológica es mucho más lenta que la clínica,
observándose en ocasiones empeoramiento radiológico al iniciar el tratamiento
y pudiendo quedar lesiones residuales después de completarlo correctamente.
5. TC torácica: más sensible que radiografía para detectar adenopatías.
Indicada en casos de alto riesgo (menores de 2-3 años convivientes con
adultos bacilíferos) a pesar de estudio radiológico normal o dudas diagnósticas.
6. Microbiología:
– Muestras: en el niño, dada la dificultad para expectorar, se realiza estudio en
jugo gástrico, recogiendo 3 muestras en días consecutivos estando el
paciente en ayunas mediante sonda nasogástrica. Tras la obtención del jugo se
inyectan 3 cc de agua estéril y se aspira de nuevo, añadiendo lo obtenido al
jugo previo. Una nueva técnica es la obtención de esputo inducido.
Se realiza administrando salbutamol inhalado y posteriormente ClNa
nebulizado durante 15 minutos. De esta manera se facilita la expectoración de
los niños o la obtención de material mediante aspirado nasofaríngeo.
Otras muestras: esputo (adolescentes), LCR, líquido sinovial, material de
biopsia…
– Laboratorio: baciloscopia o visión directa de BAAR mediante fluorescencia
con auramina o tinción de Ziehl-Neelsen. Cultivo: en medios sólidos (tipo
Lowenstein, 4-6 semanas) o líquidos (tipo Middlebrook, 15 días-1 mes).

7. Reacción en cadena de la polimerasa


(PCR): amplificación de material genético específico de MTB. Alta especificidad
y sensibilidad algo mayor que cultivos. Permite resultados en poco tiempo. Se
puede realizar en líquidos orgánicos y muestras de tejidos.
8. Anatomía patológica: granulomas caseificantes y necrotizantes, con células
gigantes. Se puede realizar en biopsias de ganglios, sinovial, pleural,
pericárdica…
9. Determinación de adenosindeaminasa (ADA): es un enzima cuya principal
actividad se detecta en los linfocitos T. Su elevación es orientativa de TB,
aunque no específica. Su estudio se realiza en líquidos orgánicos: LCR (normal
1-4 U/L) y líquido pleural (normal < 40 U/L).
10. Nuevos métodos de inmunodiagnóstico: recientemente, se han
desarrollado unas nuevas pruebas diagnósticas denominadas TIGRA (T-cell
Interferon- gamma Release Assays), basadas en la detección de la producción
de interferón-gamma por parte de células T al entrar en contacto con antígenos
secretados por bacilos de M. tuberculosis (Early Secretory Antigenic Target-6:
ESAT-6 y Culture Filtrate Protein-10 CFP10). Dichos antígenos están presentes
en algunas micobacterias atípicas (M. kansasii, M. marinum, M. szulgai, M.
flavescens) y sobre todo en el grupo M. tuberculosis, y por lo tanto en cepas
salvajes de M. bovis, pero no en la cepa atenuada de la vacuna BCG, ni en M.
avium que es la micobacteria atípica más frecuente en nuestro medio. Los dos
ensayos TIGRA comerciales disponibles a día de hoy para el diagnóstico de la
infección tuberculosa son el T-SPOT TB® y el QuantiFeron-TB-Gold®.
Actualmente la PT sigue siendo el test de elección en el cribado de la ITBL. Sin
embargo, está aprobada la utilización de estos nuevos tests como prueba
complementaria ante la sospecha de falsos positivos de la PT en niños
vacunados con BCG, que no presenten factores de riesgo de infección
tuberculosa o que refieran un contacto muy esporádico con un enfermo
tuberculoso. Igualmente se recomienda la utilización de estas pruebas ante
resultados negativos de una PT en pacientes inmunodeprimidos o con alto
riesgo de infección tuberculosa
INFECCIONES INTRAUTERINAS
Descripción general de las infecciones por TORCH
Las infecciones adquiridas en el útero o durante el proceso de nacimiento son
una causa importante de mortalidad fetal y neonatal y un importante
contribuyente a la morbilidad infantil temprana y posterior. El recién nacido
infectado puede mostrar un crecimiento anormal, anomalías del desarrollo o
múltiples anomalías clínicas y de laboratorio. El concepto original de las
infecciones perinatales TORCH fue agrupar cinco infecciones con
presentaciones similares, incluyendo erupción y hallazgos oculares. Estas
cinco infecciones son:
● Toxoplasmosis
● Otro (sífilis)
● Rubéola
● Citomegalovirus (CMV)
● Virus del herpes simple (HSV)

El acrónimo TORCH está bien reconocido en el campo de la medicina neonatal


/ perinatal. Sin embargo, hay otras causas bien descritas de infección en el
útero, incluidos enterovirus, virus varicela zóster y parvovirus B19. Por lo tanto,
se ha propuesto ampliar la categoría "otros" para incluir patógenos adicionales.
1. Investigación para infecciones por TORCH
La práctica de examinar a las mujeres embarazadas para detectar infecciones
por TORCH varía geográficamente. En los Estados Unidos, el Colegio
Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos (ACOG, por sus siglas en inglés)
recomienda que las mujeres embarazadas se sometan a exámenes de
detección de la rubéola y la sífilis en la primera visita prenatal. En otros países,
las mujeres embarazadas también pueden someterse a exámenes de
detección de toxoplasmosis. (Consulte "Atención prenatal: evaluación inicial",
sección sobre "Panel estándar").
Los lactantes asintomáticos generalmente no se someten a exámenes de
detección de infecciones congénitas, pero algunos países europeos y algunos
estados de los Estados Unidos brindan detección universal de la
toxoplasmosis. Aunque la identificación de anticuerpos IgM en el recién
nacido es sugestiva de infección congénita (porque los anticuerpos IgM
no cruzan la placenta), el cribado indiscriminado de las infecciones por
TORCH con la batería de "títulos TORCH" es costoso y tiene un rendimiento
diagnóstico pobre [6,7, 11,12]. Un enfoque alternativo implica la prueba de los
bebés con sospecha de infecciones congénitas para patógenos específicos en
función de su presentación clínica.
Toxoplasmosis

Sífilis y embarazo
La detección de la sífilis a través del tamizaje con serología no treponémica en
la mujer embarazada ha demostrado ser una buena estrategia, tanto en
prevención de la sífilis congénita, como disminuyendo la incidencia de parto
prematuro y de muerte fetal y perinatal, por esta causa.
El tamizaje durante el embarazo debe realizarse siempre con técnicas no
treponémicas cuantitativas; entre las recomendadas están el RPR y el VDRL.
Es recomendable utilizar la misma técnica durante toda la gestación, dado que
esto permite evaluar la evolución de la curva serológica, su respuesta al
tratamiento y detectar posibles re-infecciones.
La confirmación del diagnóstico de la primo-infección en la mujer embarazada
se realiza con pruebas serológicas treponémicas (MHA TP-
microhemaglutinación de T. pallidum y FTA Abs-fluorescent T. pallidum
antibodies). Estas pruebas no son útiles para realizar seguimiento, dado que,
en la gran mayoría de los casos, permanecen reactivas durante toda la vida,
con posterioridad a la infección. (Nota: Actualmente el Laboratorio de
Referencia Nacional del Instituto de Salud Pública-ISP-trabaja con MHA TP).
Tanto las pruebas serológicas no treponémicas como las treponémicas
detectan IgG, esto es, se produce paso de anticuerpos al feto, a través de la
barrera placentaria.
Sífilis congénita confirmada
• Caso en el que se confirma la presencia de T. pallidum en secreciones o
tejidos.
• Caso sintomático o asintomático en el que la serología no treponémica (VDRL
o RPR) en el suero de sangre periférica del RN se encuentra ≥ dos diluciones
(o 4 veces los títulos) por sobre la materna, al momento del parto.
• Caso sintomático o asintomático con VDRL reactivo en LCR del RN.
 Caso sintomático o asintomático que después del año de vida presenta
pruebas serológicas treponémicas reactivas.

BIBLIOGRAFÍA
 Johnson KE. Overview of TORCH infections. Literature review current
through: Apr 2018. | This topic last updated: Sep 19, 2017.
 Méndez EA, Mellado – Peña MJ and et al. Tuberculosis. Protocolos
diagnóstico-terapéuticos de la AEP: Infectología pediátrica
 Cofré F, Delpiano L, Labraña Y. Síndrome de TORCH: enfoque racional
del diagnóstico y tratamiento pre y post natal. Recomendaciones del
Comité Consultivo de Infecciones Neonatales Sociedad Chilena de
Infectología, 2016. Rev Chilena Infectol 2016; 33 (2): 191-216.

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