You are on page 1of 3

Foro “Legislación para el fortalecimiento de la educación y la escuela pública

SNTE Sección 7 y 40 Chiapas


Tema: La formación inicial de los docentes

Propuesta de Asociación EXATEC

Desarrollo de la persona en la formación Inicial de los docentes en las escuelas


Normales
Carmen Marín Piñeiro, MAD

Sin duda uno de los principales personajes de la dialéctica educativa es el docente, en


cualquiera de los niveles educativos, pues es quien acompaña el proceso de
aprendizaje de los alumnos y orienta la labor pedagógica con la finalidad de lograr una
de las más ambiciosas de las libertades: el desarrollo del pensamiento.
Claudio Naranjo (2003) recalca la importancia de una educación holística desde la
escuela, centrada en el desarrollo del individuo como parte del colectivo social,
propiciando así los espacios para un conocimiento profundo de la persona y su
interacción con el entorno, trabajando las emociones, el cuerpo, la mente y el espíritu.
Como hemos visto, los actuales programas educativos incorporan el desarrollo de las
habilidades socioemocionales en los estudiantes, pero el éstas no se encuentran
explícitas en la formación profesional; de hecho, actualmente dependen en gran
medida del núcleo familiar de origen del docente, su personalidad, y el ambiente social
como factores determinantes en el desarrollo de dichas habilidades.
A pesar que en los programas de estudio 2018, en construcción por parte de la
Dirección General de Educación Superior para Profesionales de la Educación
(DGESPE), para las Licenciaturas de Educación Preescolar, Primaria, Secundaria,
entre otras, incorporan la materia de Educación Socioemocional (en un semestre); se
puede expresar como no suficiente para cubrir la necesidad de formación docente para
lograr el desarrollo de dichas habilidades en sus estudiantes.
Fernández (2009) menciona que “los educadores, profesores y docentes, así como el
resto de las personas, desean alcanzar un alto estado de bienestar emocional
(material, físico, social y emocional)” (24). Por lo que docentes de los diferentes niveles
educativos tienen como común denominador la necesidad de desarrollar habilidades
emocionales para manejar y dominar no solamente los nuevos enfoques educativos
internacionales que privilegian el desarrollo integral de las personas, sino también
porque los docentes manejan un sin número de situaciones en su práctica cotidiana,
que se encuentran estrechamente ligadas al proceso enseñanza-aprendizaje, que van
desde situaciones del ambiente en el aula escolar: regular la interacción de los
estudiantes, ayudarlos a manejar sus emociones, el trato con padres de familia,
colegas, directivos, supervisores y un largo etcétera. Lo anterior implica un desgaste
emocional continuo, que si el docente no tiene las herramientas que le permitan un
manejo adecuado puede ver afectada su labor profesional.
Por lo que la presente propuesta pretende que a lo largo de los 8 semestres de
formación del docente lleve un programa de desarrollo personal que abarque el
desarrollo de autoconocimiento, autorregulación, autonomía y toma de decisiones,
relaciones interpersonales (colaboración, comunicación asertiva), sexualidad y
convivencia en sociedad. El programa tiene un inicio desde lo individual hasta lo
colectivo, haciendo una reflexión desde la propia persona del docente para así poder
comprender su lugar en el contexto social pero sobre todo el gran aporte que se tiene
en la formación de los futuros ciudadanos y participantes de la sociedad.
Este trabajo de reflexión personal es muy importante, ya que para poder desarrollar las
habilidades socioemocionales de los alumnos el docente debe de comprender y sobre
todo vivir la experiencia desde su persona, para así ser un verdadero acompañante en
el proceso formativo. Por supuesto que no se pretende que el docente se convierta en
un terapeuta en el contexto escolar, pero si que adquiera herramientas vivenciales y
que le permitan resolver con mayor efectividades las múltiples situaciones de carácter
intra e interpersonal que se le presentan en su práctica diaria.
Tradicionalmente se ha dado énfasis a los métodos, recursos didácticos,
técnicas, planes y programas que van actualizándose, así como reformas que entran
en vigencia continuamente (Hernández, 2017). Sin embargo, aún sigue prevaleciendo
una fuerte necesidad formativa: el desarrollo personal del docente. Debido a que, sin
este desarrollo todo lo mencionado pierde significado y relevancia, puesto que es el
docente quien lleva a la realidad todas esas propuestas y prácticas de vanguardia.
Parece ser que no es “lo que se enseña” o “cómo se enseña” si no “quién lo enseña” lo
que detona el éxito del proceso enseñanza-aprendizaje.
“Educar es más difícil que enseñar, porque para enseñar usted precisa saber, pero
para educar se precisa ser”, Quino (1932).

Bibliografía:

Fernández Berrocal, P. (2009). Darwin y el misterio de las emociones. Uciencia: Revista


De Divulgación Científica de La Universidad De Málaga, (1), 32-34
Hernández Barrasa, V. (2017) Las competencias emocionales del docente y su
desempeño profesional. Alternativas en Psicología Revista de Divulgación de la
Universidad Oparin (No. 37)
Naranjo, C. (2013) Cambiar la educación para cambiar al mundo. Barcelona, España
Ed La Llave

You might also like