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El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera: María, su madre, estaba desposada con José y, antes
de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que
era justo y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto. Pero, apenas había tomado esta
resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo: "José, hijo de David, no tengas
reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo.
Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados."
Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por el Profeta: "Mirad: la
Virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa "Dios-con-
nosotros"." Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y se llevó a
casa a su mujer.
Dios nos ha hablado y sigue hablando de muchas maneras (cfr. Heb.1,1), ponerle atención es el
primer paso de nuestro camino hacia la felicidad. Este camino está compuesto por dos pasos
esencialmente, el de la escucha atenta y el de hacer lo que Él nos dice. En este pasaje del evangelio
san José se encuentra ante una situación difícil, algo que a primera vista no puede entender, le es
duro darse cuenta del plan que Dios tiene para él y para su familia, pero siendo un hombre que es
capaz de escuchar a Dios, aunque ya había tomado su decisión de obrar de otro modo, le ayudó a
darse cuenta del querer divino y actuar conforme a este.
Las formas en las que podemos escuchar a Dios son muy variadas, sin embargo, hay algunas que
tienen prioridad en nuestras vidas como son la Sagrada Escritura y las personas más cercanas a
nosotros porque Dios es capaz de usar nuestra vida cotidiana para comunicarnos su mensaje. Una
escucha atenta vale mucho en una relación especialmente con las personas más cercanas a nosotros
que a veces pueden pasar desapercibidas, Dios nos invita a escuchar su voz en estos momentos.
Después de reconocer la voz de Dios nos toca hacer lo que Él nos diga (Cfr. Jn. 2,5) porque los
mensajes que nos comunica nos impulsan a hacer realidad su querer divino en nuestras vidas.
Pidámosle a Dios que nos conceda una gran fe para saber reconocer su voz y la gracia necesaria
para hacer lo que nos pide con amor.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees
que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los
siglos.
Amén.