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A – DISEÑO TEÓRICO

Tema

“Incidencia del Síndrome de Burnout en psicólogos clínicos de hospitales

públicos” en vez de “La prevalencia del Síndrome de Burnout en psicólogos clínicos de

hospitales públicos”

Antecedentes

Fue a mediados de los años 70 cuando se hace alusión por primera vez a este

fenómeno. En 1974, Freudenberger comenzó a observar una serie de manifestaciones de

agotamiento en los psicoterapeutas de una clínica y utilizó el término de Burnout para

explicar el proceso de deterioro en los cuidados profesionales a sus usuarios. Maslach y

Jackson hicieron los primeros estudios de caracterización de este síndrome, integrado

por actitudes y sentimientos negativos hacia las personas con las que se trabaja

(despersonalización), hacia el propio rol profesional (falta de realización personal en el

trabajo) y una intensa vivencia de encontrarse emocionalmente agotado (agotamiento

emocional). Existe consenso en que estas tres dimensiones son los constituyentes

básicos del BO, aunque se ofrecen diferentes modelos para explicar sus intervínculos.

En la década de los 80 aparecieron medidas de BO, que se hicieron luego

ampliamente usadas y conocidas, como el "Burnout Measure" (BM) y el "Maslach

Burnout Inventory" (MBI).

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Desde entonces, el Burnout ha sido conceptualizado como un estrés

organizacional crónico y cotidiano que aparece con frecuencia en trabajadores de

servicios asistenciales: médicos, enfermeras, profesores, terapeutas, psicólogos, policías,

etc.

Freudenberger definió el Burnout como un estado de fatiga o frustración

dado por la devoción a una causa, modo de vida o relación que no produce la

recompensa deseada. Para Maslach es un síndrome de agotamiento emocional,

despersonalización y reducida realización personal que puede ocurrir entre individuos

que hacen algún tipo trabajo con la gente. Pines lo considera un estado de agotamiento

físico, mental y emocional causado por un largo periodo involucrado en situaciones

emocionales de demanda.

En la delimitación conceptual del BO pueden diferenciarse dos perspectivas:

La proyección clínica lo considera como un estado al que llega el sujeto

como consecuencia del estrés laboral. En esta dirección se encaminaron los primeros

trabajos de Freudenberger y de Pines y Aaronson.

La Perspectiva psicosocial lo considera como un proceso que se desarrolla

por la interacción de características del entorno laboral y de orden personal, con

manifestaciones bien diferenciadas en distintas etapas. Es la orientación de los trabajos

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de Maslach y Jackson, Golembiewski y cols, Leiter, Schaufeli y Dierendonk y cols, Gil-

Monte y cols. y otros.

Desde que Freudenberger (1974) escribió por primera vez acerca del

Burnout, los trabajos que versan sobre este tema se han multiplicado. La principal base

de datos con contenido de investigación académica EBSCO Host desde el año 2000 al

2012 recoge 168 publicaciones relacionadas al Síndrome de Burnout, demostrando la

importancia creciente y el interés de los científicos por el asunto. La American

Psychological Association (APA) recoge 250 artículos, en inglés, desde 1986 a 2012.

En idioma español, la base de datos Teseo recoge 89 tesis doctorales, 24 de ellas bajo la

categoría de “estrés laboral” y 6 como “desgaste profesional”.

Investigaciones nacionales (UCA, UNA, U. AMERICANA, UAA,

UAP)

Universidad Nacional de Asunción

Síndrome de burnout en jugadores de fútbol de dos clubes de primera

división. Autoras: Myriam Rolón Zaldivar y Vivian Arce Godoy. Año: 2003.

Trabajaron con una muestra de 34 jugadores de los Clubes Olimpia y Cerro

Porteño.

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Principales Características del Síndrome de Burnout en profesionales de la

salud en contacto directo con pacientes dializados. Autora: Judith Raquel

Ramos Romero. Año: 2005.

Síndrome de Burnout en psicoterapeutas que trabajan con violencia

intrafamiliar en el área de Asunción. Autoras: Maximiana Cabrera de Saldivar y

Sonia Soledad Saldivar Cabrera. Año: 2006

Síndrome de Burnout en personal de instituciones que trabajan con niños,

niñas y adolescentes en situación de riesgo. Autoras: Erica Roxana Almeida y Maura

Leticia Aliende Fernández. Año: 2006

Síndrome de Burnout en enfermeras y enfermeros de las áreas de

traumatología y pediatría del Hospital Central del Instituto de Previsión Social.

Autoras: Raquel María Kamm Ramírez y Lorena María Soledad Maidana B. Año: 2006

Estrés Laboral Asistencial en Profesionales de la Salud que Trabajan en

Casos de Emergencias en Instituciones Públicas de la Ciudad de Asunción.

Autoras: Cinthia Cáceres Irala y Rosa Bobadilla Ruíz. Año 2007.

Manifestación de los niveles del síndrome de Burnout en profesionales de la

salud del Instituto Nacional del Cáncer. Autores: Oscar Daniel Cardozo Colman y

Edgar R. Reyes Cuellar. Año: 2007

4
Síndrome de Burnout en operadores telefónicos del sistema de atención y

despacho de llamadas de emergencias 911. Autoras: Stella Marys Agüero Ayala y

Claudia María Barboza Clari. Año. 2007

Síndrome de Burnout en el Hospital psiquiátrico de Asunción en los años

2006-2007. Autores: Luz Cynthia Doutrelau Aquino y Oscar Daniel Díaz Aguilar. Año.

2008

Síndrome de Burnout funcionarios de la caja de jubilaciones y pensiones del

personal municipal. Autoras: Nora Galeno Larramendia y María Raquel Lesme. Año.

2009

Síndrome de Burnout en profesionales que trabajan con enfermos crónicos.

Autoras: José Eduvigis Godoy Leguizamón. Año. 2009

Estrés laboral en choferes de ómnibus del microcentro de Asunción y del área

metropolitana. Autoras: Janette J. Toledo y Edith S Villanueva. Año. 2010

Síndrome de Burnout en Bomberos Voluntarios de la ciudad de Asunción

Autora: Erica Ríos Acuña. Año: 2011

5
El nivel de Estrés Laboral Asistencial. El docente del nivel medio

perteneciente a la región 4 de colegios privados de la ciudad de Asunción.

Autoras: Ana Carolina Vázquez Sosa, Verónica Cristina Vera Jiménez. Año: 2011

Universidad Católica

Síndrome de Desgaste o Burnout en los equipos que brindan asistencia a personas

con problemas graves de salud en hospitales públicos en Paraguay. Autor: Sandra

Gargiulo. Año 2002

Burnout en el personal del sistema policial 911 que realizan procedimiento en

situación de crisis. Autor: Ligia Sosa de Insfrán. Año: 2007

Síndrome de Burnout en personal de enfermería del Hospital de Clínicas de

Asunción. Autor: Evelin Cárdenas Sosa. Año: 2008

Síndrome de Burnout en docentes del 1er y 2do ciclo de la Educación Escolar

Básica en escuelas públicas del Dto. Central. Autor: Susana Ozuna. Año: 2008

Universidad Americana

6
Síndrome de Burnout en cajeras de supermercados de Asunción y sus

alrededores. Tema de tesina realizado por Alejandra Martí Arena de la Universidad

Americana del año 2009 que tomo 78 cajeros y cajeras de 4 supermercados.

Percepción del Problema

Situación sanitaria del país

En el Paraguay existe una realidad compleja en cuanto a la asistencia a la

salud en los hospitales públicos y centros de salud. Dicha salud pública en el país está

lejos de brindar adecuadamente una atención integral a la población según lo que se

pudo palpar durante la presente investigación. Dentro de este modelo de atención se

observa una diversidad muy peculiar en la práctica profesional de cada hospital y en la

forma de proveer de atención a los pacientes, lo cual revela una carencia en la puesta en

práctica de criterios unificados en lo referente a la asistencia. Muy notorias son las

diferencias entre los estilos de gestión de las diversas entidades, llámese Hospital

Nacional, Hospital Regional, Hospital Materno-Infantil o Centros de Salud. En cada

uno de ellos hay diferentes mecanismos para responder a las demandas de los usuarios.

Si por una parte esto genera insatisfacción, cabe preguntarse, cuánta insatisfacción y

frustración soportan a su vez los mismos profesionales, obviamente por diferentes

causas, sean estos médicos, enfermeras, asistentes sociales, psicólogos o incluso el

personal contratado del hospital. Según datos proporcionados por la Dirección de Salud

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Mental existen en Asunción y alrededores 19 Unidades de Salud mental, 11 de las

cuales pertenecen a Hospitales y las restantes a Centros de Salud de menor envergadura.

Situación del sector salud*

El sistema de Salud de Paraguay se caracteriza por ser un sistema

fragmentado, segmentado, que tiene baja coordinación entre sus componentes y con

bajo nivel de regulación.

Está compuesto por el sector público, liderado por el Ministerio de Salud

Pública y Bienestar Social- MSPBS; la seguridad social, compuesta por las

dependencias del Instituto de Previsión Social; dependencias de la Universidad Nacional

de Asunción, la Policía Nacional, Fuerzas Armadas, el sector privado, integrado por

sanatorios, ejercicio liberal de la profesión, sistema de medicina prepaga y cooperativas.

Estos subsistemas interactúan para dar una respuesta a diferentes sectores de la

población. La gestión entre los componentes del sistema sigue siendo débil y esto

dificulta una articulación real dentro del sistema.

Uno de los problemas centrales del sistema de salud es la alta exclusión que

genera. Los datos históricos hablan de un 38 a 40 % de exclusión social en salud.

El modelo de atención está basado en un sistema asistencial hospitalario, de

atención a la enfermedad, con poco desarrollo de la promoción y prevención.

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Estrechamente ligado a lo anterior es el modelo de formación de

profesionales de salud existente, fuertemente orientado a la formación de especialistas,

al trabajo intramuros, con una oferta altamente concentrada en los hospitales.

En cuanto al modelo de gestión del Sistema de Salud del Paraguay al interior

de las instituciones públicas es muy centralizado, burocrático, con escasa calidad del

gasto, todavía muy vertical, tiene pendiente orientarse a una visión integral de un

territorio o población, enfocada a resultados sanitarios concretos.

* Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social - Planificación

Estratégica 2009-2013. Desarrollo de Políticas de Recursos Humanos para la Salud

y Transformación de los Modelos de Atención- Marcos de política para la

transformación del sistema de salud.

Exposición del psicólogo clínico al Síndrome de Burnout

Se considera que el Síndrome de Burnout constituye un problema lo

suficientemente serio y se confirma que su génesis es múltiple. Por un lado resulta

evidente que los psicólogos están particularmente expuestos al burnout por las

características de su trabajo, por la predisposición a la intimidad con los usuarios de sus

servicios, a la implicación e interacción con los pacientes. Si bien esta realidad puede

ser de por sí más que suficiente para explicar el riesgo que ella conlleva, no se debe

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olvidar que otro factor fundamental constituye la relación con los mandos superiores a

los que están sometidos éstos profesionales.

Asimismo es de tenerse en cuenta los recursos personales en posesión de

cada psicólogo, hecho que puede jugar un papel fundamental en la percepción de su

propia realidad, hecho considerado muchas veces como factor de protección en cuanto

al equilibrio emocional de cada profesional, como persona, por lo tanto la carencia de

dichos recursos predispone aún más al profesional a sufrir los efectos del Burnout.

Planteamiento del Problema

El Burnout es un síndrome al que están expuestos profesionales cuya labor

les exige implicación emocional con la gente. El profesional mantiene una relación muy

próxima a su íntima identidad con las personas a las que ofrece sus servicios. Están

especialmente expuestos a las repercusiones personales, ya sean emocionales,

conductuales o psicosomáticas, familiares y sociales, así como a la repercusión en el

ámbito laboral.

Consecuentemente se plantea lo siguiente:

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¿Manifiestan algún grado del Síndrome de Burnout los psicólogos clínicos

que ejercen la profesión en Centros de Salud y Hospitales Públicos de Asunción y

alrededores?

Interrogantes complementarias

¿Qué componentes del síndrome de burnout presentan con mayor frecuencia

los entrevistados?

¿En qué tipo de hospitales se presenta con mayor asiduidad el síndrome de

burnout?

¿Los años de antigüedad en el puesto predisponen de alguna manera a la

adquisición del síndrome de burnout?

¿La edad de los individuos incide de alguna forma en la presencia del

síndrome de burnout?

¿Es el género de los profesionales un factor predisponente a la adquisición

del Burnout?

Objetivos

Objetivo General

“Evaluar el Síndrome de Burnout en psicólogos clínicos que realizan tarea asistencial en

Instituciones sanitarias públicas de Asunción y alrededores.

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Precisar la incidencia del Síndrome de Burnout en psicólogos clínicos que ejercen la

profesión en Centros de Salud y Hospitales públicos de Asunción y alrededores”

“Determinar la prevalencia del síndrome de Burnout en psicólogos clínicos que ejercen

la profesión en Centros de Salud y Hospitales públicos de Asunción y alrededores”

Objetivos Específicos

 Determinar la presencia del Burnout en los psicólogos cínicos.

 Definir el grado de Agotamiento Emocional.

 Establecer el grado de Despersonalización.

 Determinar el grado de realización personal en el trabajo.

 Evaluar la relación años de servicio en la profesión y el nivel de burnout

alcanzado.

 Evaluar la relación años de servicio en puesto actual y el nivel de burnout

alcanzado.

 Describir las variables sociodemográficas de la muestra y evaluar su relación

con el Burnout.

Estas observaciones permiten a los autores formularse interrogantes, y con la


finalidad de brindar a ellos una respuesta, se indagó bibliografía, cuyos resultados no
han satisfecho a los autores de la investigación, quienes definieron el problema de
investigación de la siguiente forma:
¿Cuáles serán los Niveles del Síndrome de Burnout en la población de psicólogos
en el Período Enero-Junio de 2011?
Los autores se propusieron Conocer los Niveles de Síndrome de Bornout en la
población Operativa de psicólogos
También se fijaron como Objetivos Específicos:

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Determinar los Niveles del Síndrome de Burnout en el personal de psicólogos
clínicos de los Hospitales públicos y centros de salud según: Agotamiento Emocional,
Realización Personal y Despersonalización.
Caracterizar al Personal de psicología según Sexo, Edad, Estado Civil, Nivel de
Formación, Lugar de trabajo, Antigüedad y Situación Laboral.

Justificación

Es de tenerse en cuenta que no siendo numerosos los trabajos sobre el

burnout, aquellos que refieren específicamente a la profesión del psicólogo son aún más

escasos en nuestro medio.

La presente investigación está basada principalmente en determinar la

prevalencia del síndrome de burnout en psicólogos clínicos de Asunción y alrededores,

el interés en este tema se centra en las posibles consecuencias del mismo para el

desempeño laboral y personal de los profesionales que lo padecen.

Se considera que el valor de este estudio radica en el análisis y descripción

de la situación actual de los psicólogos evaluando las condiciones de su labor, la

satisfacción de los mismos dentro de su contexto institucional, que como se mencionó

antes constituye un riesgo implícito en el ejercicio de las psicoterapias al cual están

expuestos los psicólogos.

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Un análisis secundario da cuenta también de su labor interdisciplinaria y su

inserción en este caso dentro del mundo de la salud pública.

Por otro lado la presente investigación aporta datos científicos acerca de la

incidencia del Síndrome de Burnout en una gran parte de los profesionales de las

Unidades de Salud Mental, datos de gran utilidad para las instituciones involucradas y

para los psicólogos en general. Ciertamente la presente investigación pretende ser un

aporte también para la Universidad Nacional de Asunción.

Definición de Variables

V Independiente: La causa eventual EL EJERCICIO DE LA PROFESIÓN EN

HOSPITALES PUBLICOS

V dependiente: El efecto posible EL SINDROME DE BURNOUT

De acuerdo al planteamiento del problema se arrojan dos variables.

La variable cuantitativa del Síndrome de Burnout está a su vez

determinada y compuesta por tres dimensiones: el cansancio emocional, la

despersonalización y la autorrealización personal.

La variable cualitativa o categórica de Psicólogos Clínicos, teniendo en

cuenta que es una profesión que está expuesta al desarrollo del síndrome de Burnout.

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Marco teórico

El rol del psicólogo

El ejercicio de la psicología es una fuente de riesgos psicosociales. La

psicología es una ocupación donde el profesional mantiene una relación muy próxima

con las personas a las que debe atender. Esta relación tan estrecha a menudo supone la

implicación en problemas emocionales que muchas veces llegan a repercutir en su

propia vida personal.

En el ejercicio profesional de la psicología se dan elementos comunes con

otras profesiones que predisponen al estrés y al burnout tales como el exceso de

demandas, la rutina, la remuneración insuficiente o la presión constante.

Los psicólogos pueden tener dificultades en sus relaciones laborales y

sociales, tanto con colegas como con amigos o familiares y puede suceder que los

problemas o dificultades en las relaciones les lleven muchas veces al aislamiento social.

Otro problema proviene del hecho frecuente de que el psicólogo considera

que su función es la de mantener una capacidad de respuesta constante y estar siempre

predispuesto a atender y si es posible solucionar las demandas de su clientela, lo que a

veces es sentido más como una exigencia imperiosa que como algo conveniente.

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Los psicoterapeutas suelen trabajar directamente con el estrés y los

estresores de sus clientes y están más expuestos a la intimidad, a la interacción y a la

implicación con sus clientes, asistiendo y participando en la lucha de personas que

presentan un malestar considerable y dificultades emocionales importantes.

El Síndrome de Burnout

El burnout es una patología laboral y emocional, de origen básicamente

exógeno (aunque existen tanto predisponentes como efectos endógenos) y solo afecta a

quien sufre una demanda emocional, es decir personas que trabajan en íntimo contacto

con otros seres humanos, relación que les exige una respuesta emocional continua. Son

médicos, enfermeras, psicólogos, maestros, policías, funcionarios de prisiones,

asistentes sociales, abogados, jueces, etc.

El Burnout ejerce efectos somáticos y mentales, pero no es una enfermedad

mental ni somática, es básicamente una patología emocional.

Un ejemplo para aclarar esta sutil distinción: un dolor de muelas produce

efectos emocionales y mentales indiscutibles. Cuando lo sufrimos estamos de muy mal

humor y somos incapaces de pensar en nada salvo en como eliminarlo y sin embargo

cuando nos duele las muelas vamos al dentista, no al psiquiatra. Aun con efectos

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emocionales y mentales, el dolor de muelas salvo prueba en contra es una dolencia

física.

El síndrome de agotamiento profesional o burnout significa estar o sentirse

quemado, agotado, sobrecargado, exhausto. (Del inglés Burn: quemarse)

Suele afectar a personas con gran intervención social, profesionales de

ayuda a los demás.

Es considerado como un proceso de estrés crónico por contacto.

El burnout es la expresión patológica del individuo que se quema por el

trabajo o que sufre un desgaste psicológico importante por el desempeño del mismo, así

como se puede considerar como un grado extremo de estrés laboral o, mejor dicho,

como un fallo en los mecanismos adaptativos a este estrés. La sensación de estrés es

subjetiva y parece depender de la capacidad de afrontamiento que tenga cada persona

pero, en todo caso, parece claro que el estrés es un factor predisponente del burnout,

pero no la causa.

Dimensiones esenciales

 El cansancio emocional: Es debido a una reducción de los propios recursos

emocionales y al sentimiento de que no tenemos nada que ofrecer a los

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demás, acompañado de manifestaciones somáticas y psicológicas, como el

abatimiento, la ansiedad y la irritabilidad, caracterizado por la pérdida

progresiva de energía, desgaste y agotamiento. Este agotamiento emocional

se producirá en unas personas y en otras no en función de factores como la

personalidad, la educación, el nivel cultural, la capacidad de responder a

demandas emocionales, etc.

 La despersonalización: caracterizada por un cambio negativo de actitudes

que lleva a un distanciamiento frente a los problemas, llegando a considerar

a las personas con las que tratan como verdaderos objetos perdiendo la

sensibilidad hacia los que reciben los servicios y/o hacia los propios colegas.

Esto conduce a la idea de que los demás son la verdadera fuente de los

problemas. Se asocia con una actitud cínica e impersonal, unida a un

aislamiento, se hace uso del etiquetamiento despectivo para calificar a los

otros y se intenta culpabilizarlos de la frustración y el fracaso propio en el

cumplimiento de los compromisos laborales.

 Autorrealización personal: Se dan respuestas negativas hacia sí mismos y

hacia el trabajo, con manifestaciones pseudo depresivas y con tendencia a la

huida, una moral baja, un descenso en la productividad en el trabajo, lo que

lleva a una escasa o nula realización profesional. Es la percepción de que las

posibilidades de alcanzar metas en el trabajo han desaparecido, junto con

vivencias de fracaso y sentimientos de baja autoestima. Generalmente, el

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rendimiento laboral se ve afectado sobre la base de una auto evaluación

negativa, a veces encubierta con una actitud de omnipotencia que hace

redoblar los esfuerzos aparentando interés y dedicación aún mayores, que, a

la larga profundiza el burnout.

Clínica

Clínicamente el burnout supone el padecimiento de ansiedad, agotamiento

físico y emocional, incapacidad para centrarse en el trabajo diario y sentimientos de

frustración e incompetencia.

Es una patología derivada del estrés y que nunca aparece de forma

instantánea sino que responde a un proceso continuo. Es un estrés crónico

experimentado en el contexto laboral. Se suele generar, sobre todo, en quienes trabajan

con y para personas.

El cuadro con el que se debe establecer el diagnóstico diferencial es el

denominado Síndrome de Fatiga Crónica, el cual también guarda relación con unas

demandas inadecuadas del trabajo y, por tanto, con el Burnout.

El burnout se caracteriza por un cansancio persistente padecido durante más

de seis meses, diferenciado del insomnio y de la falta de motivación y que no se puede

atribuir a ninguna enfermedad física o psiquiátrica. Dicho cansancio no cede con el

descanso y desemboca en una reducción del nivel de actividad de la persona afectada.

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Asimismo el paciente presenta, al menos, cuatro de los siguientes síntomas:

Trastornos de concentración o de memoria a corto plazo.

Faringitis.

Dolores cervicales.

Reumatismo muscular.

Dolor multiarticular sin artritis.

Dolor de cabeza.

Sueño no reparador.

Malestar pos-esfuerzo de más de 24 horas de duración.

Factores desencadenantes y facilitadores del Burnout

El proceso de Burnout es resultante de la influencia de agentes del entorno

social, del marco laboral y características personales.

Factores desencadenantes según Peiró:

 Ambiente Físico de trabajo y contenidos del entorno (ruido, iluminación,

temperatura, higiene, toxicidad).

 Estrés por Desempeño de roles, relaciones interpersonales y desarrollo

de la carrera (ambigüedad y conflicto de rol, relaciones con jefes,

compañeros y subordinados, falta de cohesión del grupo, desempeño

profesional).

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 Estresores relacionados con nuevas tecnologías y otros aspectos

organizacionales (cambios en habilidades requeridas, ritmo de trabajo,

grado de participación y autonomía, supervisión, etc.).

 Fuentes extraorganizacionales de estrés laboral: relación trabajo-familia,

considerada como una variable más facilitadora que desencadenante.

Factores determinantes según Gil Monte:

a) Entorno socio-profesional: desde el punto de vista del entorno socio-

profesional cabe señalar que, en los últimos años en la profesión de

enfermería ha surgido un nuevo marco que reorienta el ejercicio de la

profesión, nuevos procedimientos para tareas y funciones, cambios en los

programas de formación de los profesionales, cambios en los perfiles

demográficos de la población de los usuarios que requieren redefinir los

roles, y aumento en la demanda de servicios de salud por parte de la

población. Todo ello ha ocurrido con tanta rapidez que no ha podido ser

asumido por la totalidad de los profesionales.

b) Nivel organizacional: en el nivel organizacional, destaca el desarrollo de

la actividad en organizaciones estructuradas bajo un esquema de

burocracia profesionalizada, que basan su coordinación en la

estandarización de las habilidades de sus miembros. Los profesionales,

capacitados para el desarrollo de su actividad, gozan de una cierta

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independencia y control sobre la misma, que en el caso de la enfermería

pasa por conjugar de una forma equilibrada las relaciones con el

colectivo médico en lo referente a la gestión de las acciones cuidadoras

dependientes y autónomas. Todo ello puede llevar a la ambigüedad, el

conflicto y la sobrecarga del rol. Otra variable importante que se da en

este contexto, pero también fundamentada en las relaciones

interpersonales, es la socialización laboral, a la que se refiere Peiró

(1986) como “el proceso mediante el cual el nuevo miembro aprende la

escala de valores, las normas y las pautas de conducta exigidas por la

organización a la que se incorpora”. Ello quiere decir que las actitudes y

sentimientos del propio síndrome de burnout pueden ser transmitidas

entre los profesionales a través del mecanismo de modelado o

aprendizaje por observación durante el proceso de socialización laboral.

c) Relaciones interpersonales: sobretodo con los usuarios y los compañeros

de igual o diferente categoría, cuando son tensas, conflictivas y

prolongadas van a aumentar los sentimientos de burnout. Por otro lado,

la falta de apoyo en el trabajo por parte de los compañeros y

supervisores, o de la dirección o administración de la organización, la

excesiva identificación con los usuarios, y los conflictos interpersonales

con estos y sus familiares, tienen también una importante incidencia en la

aparición del síndrome.

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d) Nivel Individual: las características de personalidad son variables a

considerar con relación a la intensidad y frecuencia de los sentimientos

de “quemarse”. La existencia de sentimientos de altruismo e idealismo,

en un amplio segmento de la enfermería, les llevan a implicarse

excesivamente en los problemas de los usuarios y entienden como un reto

personal la solución de los problemas de estos, por lo que se sentirán

culpables de los fallos propios y ajenos, lo que redunda en sentimientos

de baja realización personal en el trabajo. Si la enfermera no encuentra

estrategias de afrontamiento efectivas, puede generar sentimientos de

frustración e incluso culpar al usuario del fracaso personal.

e)

f) Marco contextualizador del estrés laboral: una vez vistas las variables

descritas y que determinan el marco de interacción, podemos plantear

que el burnout debe ser entendido como una respuesta al estrés laboral

que aparece cuando fallan las estrategias de afrontamiento que suele

emplear el profesional. Se comporta como una variable mediadora entre

el estrés percibido y sus consecuencias o efectos a largo plazo, por lo que

sería un paso intermedio en la relación estrés-consecuencias antes de

desembocar en alteraciones nocivas para la salud del individuo y para la

organización.

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Pronóstico del Síndrome de Burnout

Las evidencias actuales apuntan decididamente hacia las causas laborales

como principal origen del burnout. Un esperanzador aspecto del burnout es que es

reversible, de hecho esta reversibilidad es uno de los indicios más notorios del origen

exógeno del síndrome.

Sin embargo, a medida que dejamos transcurrir el tiempo sin aplicar un

tratamiento adecuado, el síndrome se hace crónico. Las inadecuadas estrategias

personales de enfrentamiento se derivan en una rutina ineficaz y se dificulta la curación.

Por eso son tan importantes la prevención y el tratamiento precoz del burnout.

Así, el burnout es un síndrome básicamente emocional, exógeno y

reversible, pero su pronóstico depende del tiempo que haya transcurrido desde que se

manifestó y de las posibilidades de cambiar los factores que lo han originado.

Relación en cuanto a su denominación

¿Por qué se emplea el término burnout y no decir simplemente estar

quemado? Porque en el lenguaje normal, la expresión estar quemado o quemarse se

utiliza como algo muy diferente al sentido clínico de burnout.

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Se puede considerar el estar quemado como un proceso de agotamiento

físico y psicológico debido a un trabajo excesivo en tiempo y/o intensidad, a lo cual se

sobrepone la frustración de unas expectativas previas no cumplidas, un ambiente de

estrés o competitivo, conflictos personales o de poder, ambiciones, la supeditación a un

jefe exigente, o labores complejas de resultado incierto.

Todo esto puede suceder, y de hecho sucede, en el burnout. Entonces

¿Dónde radica la diferencia esencial entre este síndrome y el simple estar quemado? En

que en el estar quemado no existe agotamiento emocional, o si se produce, es de poca

intensidad y no influye demasiado en la persona que sufre dicho estado.

El estrés laboral desempeña un indudable papel en su etiopatogenia. El

estrés en el trabajo es un predisponente esencial del síndrome, pero no la causa.

Sin estrés laboral previo no existe burnout, o por lo menos es muy difícil que

se origine, pero sufrir estrés laboral no implica necesariamente que luego vaya a

producirse burnout.

¿De qué depende la gradación de la respuesta individual al estrés en el trabajo?

De múltiples factores: de las características de la personalidad, de la

educación, del nivel cultural, del tipo de empleo, de la integración social.

El síndrome de burnout es una respuesta al estrés laboral crónico que se

caracteriza por sufrir agotamiento emocional.

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¿Qué se entiende por agotamiento emocional?

Sentirse incapaz de responder a las demandas emocionales que el trabajo nos

exige. Entendiendo por agotamiento emocional la incapacidad de responder a las

demandas emocionales que el trabajo nos exige. En este sentido la motivación laboral

juega un papel fundamental ya que ésta se define como el nivel de esfuerzo que la

persona está dispuesta a realizar en su trabajo. Un trabajador presentará una alta

motivación interna cuando tenga tres tipos de experiencias denominadas Estados

Psicológicos Críticos:

 La significatividad del trabajo

 La responsabilidad sobre los resultados de su trabajo

 Conocimiento de los resultados de su trabajo

La respuesta individual al estrés de trabajo depende de múltiples factores: de

las características de la personalidad, de la educación, del nivel cultural, del tipo de

empleo y de la integración social.

Una vez instalado el síndrome, es poco probable que los mecanismos

naturales de la mente, la familia y la sociedad consigan curarlos por completo. Como

mucho lograrán reducir sus manifestaciones y estabilizarlo como burnout crónico. En

este síndrome es esencial recibir ayuda profesional.

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Principales modelos explicativos del síndrome de Burnout

La necesidad de explicar el episodio del síndrome de Burnout, junto con la

utilidad de integrarlo en marcos teóricos más amplios, que permitiesen explicar su

etiología de manera satisfactoria, ha dado lugar a la aparición de diversos modelos

teóricos.

La característica principal de estos modelos es que han sido elaborados para

explicar la etiología de síndrome, entendido como una respuesta al estrés laboral

crónico.

1. Modelos elaborados desde la teoría sociocognitiva del yo.

Desarrollada básicamente por los trabajos de Albert Bandura, se analizan los

mecanismos psicológicos que intervienen en la determinación de la acción y el papel

que desempeña el pensamiento autorreferente en el funcionamiento humano. Según esta

teoría existen una serie de procesos de asociación mediante los que las representaciones

simbólicas se traducen en acciones adecuadas.

Los modelos elaborados para explicar la etiología de síndrome de Burnout

bajo los auspicios de esta teoría, se caracterizan por recoger las ideas de Bandura según

las cuales:

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a) Las cogniciones de los individuos influyen en lo que éstos perciben y

hacen y, a su vez, estas cogniciones se ven modificadas por los efectos de

sus acciones, y por la acumulación de las consecuencias observadas en

los demás.

b) La creencia o grado de seguridad por parte de un sujeto e sus propias

capacidades determinará el empeño que el sujeto pondrá para conseguir

sus objetivos y la facilidad o dificultad en conseguirlo, y también

determinará ciertas reacciones emocionales, como la depresión o estrés,

que acompañan la acción..

Se han revisado tres modelos del síndrome de Burnout elaborados desde esta

perspectiva teórica; modelo de competencia social de Harrison (1983), modelo de

Cherniss (1993), y modelo de Thompson, Page y Cooper (1993).

1.1. Modelo de competencia social de Harrison (1983).

Señala que algunos de los principales factores asociados en la literatura al

síndrome de Burnout son la competencia y la eficacia percibida. A partir de este

planteamiento, asumen que el síndrome de Burnout es fundamentalmente una función de

la competencia percibida.

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Para este autor la mayoría de los sujetos que empiezan a trabajar en

profesiones de servicios de ayuda están altamente motivados para ayudar a los demás y

tienen un sentimiento elevado de altruismo. Sin embargo, en su entorno laboral se

encuentran con una serie de circunstancias que Harrison califica como factores de

ayuda, cuando facilitan la actividad del sujeto, o factores barrera, cuando la dificultan.

Entre estos factores están la existencia de objetivos laborales realistas, el nivel de ajuste

entre los valores del sujeto y la institución, la capacitación profesional (conocimientos y

preparación), la toma de decisiones , ambigüedad de rol, disponibilidad y disposición de

los recursos, retroalimentación recibida, sobrecarga laboral.

Según este modelo, en un principio la motivación para ayudar va a

predeterminar la eficacia del sujeto en la consecución de los objetivos laborales, de

forma que a mayor motivación del sujeto mayor eficacia laboral. Además, si en el

entorno existen factores de ayuda, esta efectividad crecerá y redundará en un aumento

de los sentimientos de competencia social del sujeto.

Por el contrario, cuando lo que los sujetos encuentran en el entorno son

factores barrera, los sentimientos de eficacia disminuyen, porque el sujeto no acaba de

conseguir sus objetivos, y esto afecta negativamente a la esperanza de conseguirlos. Al

mantenerse esta situación en el tiempo se origina el síndrome de Burnout, que por

retroalimentación facilita el desarrollo de los factores barrera, disminuye los

sentimientos de eficacia percibida y la motivación para ayudar.

29
Para Pines (1993) el síndrome de burnout es el resultado de un proceso de

desilusión, un fallo en la búsqueda de un sentido para nuestra vida en sujetos altamente

motivados hacia su trabajo. Por lo tanto, un sujeto que no esté inicialmente muy

motivado puede experimentar estrés, alienación, depresión o fatiga, pero no el síndrome

de Burnout.

1.2. Modelo de Cherniss (1993).

El modelo elaborado por Cherniss se basa en el modelo formulado por May

(1976) para explicar las relaciones entre desempeño de tareas, sentimientos subjetivos

de éxito o fracaso que experimenta el sujeto tras el desempeño y las consecuencias que

derivan para la autoestima, la motivación, la satisfacción y la implicación laboral.

Cherniss incorpora además las ideas de Bandura (1989) sobre autoeficacia para explicar

la etiología del síndrome de Burnout.

Cherniss señala que el concepto de sentimientos de fracaso, describe

adecuadamente los síntomas que posteriormente se han identificado como síndrome de

burnout (agotamiento emocional, despersonalización y baja realización personal en el

trabajo). Además, las características del ambiente que facilitan que el sujeto desarrolle

sentimientos de éxito se corresponden con las características de las organizaciones que

ayudan a prevenir el síndrome: organizaciones en las que existe un alto nivel de desafío,

autonomía y control, retroalimentación de resultados y apoyo social del supervisor y de

los compañeros.

30
Por otra parte según Cherniss (1993), es posible establecer una relación

causal desde la incapacidad del sujeto para desarrollar sentimientos de competencia o

éxito personal y el síndrome de Burnout. Para ello incorpora la noción de

“autoeficiencia percibida” de Bandura (1989), entendida como las creencias que las

personas tienen sobre sus capacidades para ejercer un control sobre las situaciones que

le afectan. Para Cherniss, se puede afirmar que existe una unión entre sentimientos de

autoeficacia, compromiso y motivación, y entre aquella y el estrés. Los sujetos con

fuertes sentimientos de autoeficiencia percibida experimentan menos estrés en las

situaciones de amenaza y las situaciones son menos estresantes cuando los sujetos creen

que pueden afrontarlas de manera exitosa. Debida a que el síndrome de burnout es una

respuesta al estrés, la relación entre autoeficiencia y estrés sugiere además una relación

con el síndrome de burnout.

1.3. Modelo de Thompson, Pagé y Cooper (1993)

Thompson y col. (1993) han elaborado un modelo explicativo del síndrome

de burnout en modelo de autocontrol desarrollado por Carver y Séller (1988) para

explicar el proceso de estrés. Partiendo de este modelo, Thompson y col circunscriben la

etiología del síndrome a cuatro variables: las discrepancias entre las demandas de la

tarea y los recursos del sujeto, el nivel de autoconciencia del sujeto, sus expectativas de

éxito, y sus sentimientos de autoconfianza.

31
En este modelo la autoconciencia desempeña un papel fundamental en la

etiología del síndrome. Esta variable es considerada un rasgo de personalidad, y se

conceptualiza como la capacidad del sujeto de autorregular sus niveles de estrés

percibido durante el desarrollo de una tarea dirigida a la consecución de un objetivo.

En el modelo de Thompson y col. se propone que el reconocimiento de las

discrepancias percibidas o anticipadas entre demandas y recursos puede intensificar el

nivel de autoconciencia de algunos sujetos, lo que afectará negativamente a su estado de

ánimo que consecuentemente, redundará en una falta de confianza percibida para

resolver esa discrepancia y en bajos sentimientos de realización personal en el

trabajo.

Cuando la consecución de los objetivos aparece continuamente frustrada, los

sujetos que puntúan alto en el rango de autoconciencia y pesimismo tienden a resolver

las dificultades retirándose de manera mental o conductual de la situación problemática.

El retiro conductual de los profesionales denota una tendencia a abandonar

progresivamente los intentos de reducir las discrepancias percibidas en el logro de los

objetivos profesionales. Las conductas de despersonalización son consideradas en este

momento como un patrón de retiro conductual. Pero además, cuando los profesionales

no pueden desarrollar estas conductas de abandono experimentan sentimientos de

desamparo profesional que puede dar lugar a un retiro psicológico. Dentro de este tipo

de retiro encuadran los sentimientos de agotamiento emocional.

32
Así también señalan que altos niveles de autoconciencia aumentan la

experiencia de desilusión, frustración o pérdida. Por otra parte, la predisposición a

adoptar unas expectativas optimistas de éxito en la resolución de las discrepancias puede

reforzar la confianza de los sujetos en su habilidad para reducir las discrepancias

existentes y así, promover su persistencia en los intentos de reducir la discrepancia.

2. Modelos elaborados desde las teorías del intercambio social.

Los modelos elaborados desde las teorías del intercambio social parten de

los principios teóricos de la teoría de la equidad (Buunk y Schaufeli, 1993) o de la teoría

de la conservación de recursos (Modelo de Hobfoll y Fredy,1993), y proponen que el

síndrome de Burnout tiene su etiología, principalmente, en las percepciones de falta de

equidad o de ganancia que desarrollan los sujetos como resultado del proceso de

comparación social cuando se establecen relaciones interpersonales. Los profesionales

de los servicios de ayuda establecen relaciones de intercambio con los receptores de su

trabajo, con los compañeros, con los supervisores, y con la organización y en estas

relaciones, las expectativas de equidad o ganancia sobre esos intercambios juegan un

papel importante. Cuando de manera continuada los sujetos perciben que aportan más de

lo que reciben a cambio de su implicación personal y de su esfuerzo, sin ser capaces de

resolver adecuadamente esa situación, desarrollarán sentimientos de quemarse por el

trabajo (Burnout).

33
2.1. Modelo de comparación social de Buunk y Schaufeli (1993)

Buunk y Schaufeli (1993) desarrollaron un modelo para explicar la etiología

el síndrome de Burnout en profesionales de enfermería, y señalan que dentro de este

campo profesional el síndrome tiene una doble etiología:

a) Los procesos de intercambio social con los pacientes.

b) Los procesos de afiliación y comparación social con los compañeros.

En relación a los procesos de intercambio social con los pacientes, en el

contexto laboral de los profesionales de enfermería, los autores identifican tres variables

estresoras relevantes para el desarrollo del síndrome: la incertidumbre, la percepción de

equidad y la falta de control. La incertidumbre se refiere a la falta de claridad sobre lo

que uno siente y piensa sobre cómo debe actuar. Al contrario que la ambigüedad de rol,

no alude a la información disponible en el entorno laboral. La percepción de equidad

alude al equilibrio percibido entre lo que los sujetos dan y lo que reciben en el

transcurso de sus relaciones. La tercera variable, falta de control, tiene que ver con la

posibilidad del sujeto de controlar los resultados de sus acciones laborales.

Estos autores indican que la relación entre las variables y los sentimientos de

Burnout está modulada por los sentimientos de autoestima y por los niveles de

reactividad del sujeto.

34
2.2 Modelo de conservación de recursos de Hobfoll y Fredy (1993).

Estos autores toman como base para su modelo la teoría de la conservación

de recursos elaborada por Hobfoll (1989) para explicar el desarrollo del estrés. Esta

teoría afirma que el estrés surge cuando los individuos perciben que aquello que les

motiva está amenazado o frustrado. Los motivadores los constituyen los recursos,

entendiendo por tal la posesión de objetos o condiciones de valor, características de

personalidad, o energía para el desempeño de las actividades cotidianas. Los estresores

laborales amenazan los recursos de los sujetos al generar inseguridad sobre sus

habilidades para alcanzar el éxito profesional. Los autores subrayan la importancia de

las relaciones con los demás (supervisores, compañeros, personas hacia las cuales se

dirige el trabajo) y sus consecuencias como fuente de estrés en la percepción de

situaciones de pérdida o ganancia.

Según Hobfoll y Fredy, los sujetos se esfuerzan continuamente por

protegerse de la pérdida de recursos dado que es más importante tener unos niveles

mínimos que conseguir recursos extras. La pérdida de recursos se considera más

importante que la ganancia para el desarrollo del síndrome de burnout.

El tipo de estrategia utilizado por el sujeto influirá también sobre el

síndrome de burnout. Dado que el modelo está basado en una teoría de corte

motivacional, los autores señalan que el empleo de estrategias de afrontamiento de

35
carácter activo disminuirá los sentimientos de burnout pues conlleva una ganancia de

recursos.

Estos señalan que para prevenir el síndrome hay que enfatizar la

consecución de recursos que permitan un desempeño eficaz del trabajo y en menor

medida, cambiar las percepciones y cogniciones de los sujetos. Si los sujetos consiguen

evitar la pérdida de recursos o aumentar los ya poseídos, cambiarán sus percepciones y

cogniciones de manera positiva y, consecuentemente, disminuirán los niveles de estrés

percibido y del síndrome.

3- Modelos elaborados desde la teoría organizacional.

La característica común de los modelos elaborados desde el marco de la

teoría organizacional es su énfasis en la importancia de los estresores del contexto de la

organización y de las estrategias de afrontamiento empleadas ante la experiencia de

burnout. Todos ellos incluyen el síndrome de Burnout como una respuesta al estrés

laboral.

Variables como la estructura organizacional, el clima organizacional, las

disfunciones del rol o el apoyo social percibido, juegan un papel relevante en la

etiología del síndrome. Junto a estas variables, el desarrollo de estrategias de

afrontamiento eficaces para mantener los estresores y la respuesta negativa

determinarán la aparición y el desarrollo del síndrome en el sujeto.

36
3.1. Modelo de Golembiewski, Munzenrider y Carte (1983).

Para Golembiewski y col.(1983) el síndrome de Burnout es una respuesta al

estrés laboral que tiene tres dimensiones: despersonalización, baja realización personal

en el trabajo y agotamiento emocional. Entienden estos autores que el síndrome es un

proceso en el que los profesionales pierden el compromiso inicial que tenían con su

trabajo como forma de respuesta al estrés laboral y a la tensión que les genera.

El estrés laboral, en relación al síndrome de burnout, está generado

básicamente por situaciones de sobrecarga laboral y por pobreza de rol. En ambos casos

los sujetos sienten una pérdida de autonomía y de control que conlleva una disminución

de su autoimagen, y sentimientos de irritabilidad y fatiga. En una segunda fase del

proceso de estrés laboral el sujeto desarrolla estrategias de afrontamiento. Para

Golembiewski y col. Estas estrategias pasan necesariamente por un distanciamiento del

profesional de la situación laboral estresante.

Ahora bien, este distanciamiento puede tener un carácter constructivo

(cuando el profesional no se implica en el problema del usuario aunque le atiende sin

perder la empatía), o por el contrario un carácter contraproductivo (cuando el

distanciamiento conlleva indiferencia emocional, cinismo, rigidez en el trato, o ignorar a

la persona). En este segundo caso se habla de síndrome de Burnout, pues el

distanciamiento contraproductivo se corresponde con la variable conceptualizada como

37
actitudes de despersonalización, corresponde a la primera fase del síndrome de burnout,

posteriormente el sujeto desarrollará una experiencia de baja realización personal en el

trabajo y a más largo plazo agotamiento emocional, cuando el sujeto se encuentra en las

fases avanzadas del síndrome, y como consecuencia de éste, disminuye su satisfacción,

implicación en el trabajo y realización laboral.

Golembiewski y col. señalan a diferencia de otros autores que el síndrome

de Burnout se puede desarrollar en todo tipo de profesionales.

3.2. Modelo de Cox, Kuk y Leiter (1993).

Este modelo aborda el síndrome de Burnout desde la perspectiva

transaccional del estrés laboral. Los autores parten del modelo transaccional de estrés

laboral de Cox y col. Para explicar cómo surge el síndrome y consideran que éste es un

episodio particular del proceso de estrés laboral que se da específicamente entre

profesionales de los servicios humanos.

En la línea de los trabajos de Leiter y col. El síndrome es entendido como

una respuesta al estrés laboral que se desarrolla cuando las estrategias de afrontamiento

empleadas por el sujeto no resultan eficaces para manejar el estrés laboral y sus efectos.

En el modelo se incluyen como variables “sentirse gastado” (sentimientos de

cansancio, confusión y debilidad emocional) y “sentirse presionado y tenso”

38
(sentimientos de amenaza, tensión y ansiedad). Estas variables, indicadores de bienestar,

son una parte de la respuesta al estrés laboral y están en relación directa con los procesos

de evaluación de los estresores, con la respuesta emocional que desarrolla el sujeto, con

las respuestas de afrontamiento, y con sus efectos sobre la situación y el sujeto.

Los autores señalan que la experiencia de agotamiento emocional (para ellos

la dimensión central del síndrome de burnout) está teórica y empíricamente relacionada

con “sentirse gastado”. La despersonalización es vista como una estrategia de

afrontamiento que surge frente a los sentimientos de agotamiento emocional, mientras

que los sentimientos de baja realización personal en el trabajo son un resultado de la

evaluación cognitiva del sujeto sobre su experiencia de estrés, y tiene que ver con el

significado del trabajo o con las expectativas profesionales frustradas.

3.3. Modelo de Winnubst (1993).

Adopta la conceptualización que Pines y Aronson (1988) elaboran sobre el

síndrome de Burnout, y señala que es un sentimiento de agotamiento físico, emocional y

mental resultado de la tensión emocional crónica derivada del estrés laboral. Por tanto,

desestima la conceptualización tridimensional del síndrome elaborada por Maslach y

Jackson (1981). El modelo de Winnubst se centra en las relaciones entre la estructura

organizacional, la cultura, el clima organizacional y el apoyo social en el trabajo como

variables del síndrome de burnout.

39
Curso clínico del burnout

Al burnout se puede llegar directamente, tras una evolución rápida del

proceso- un año o incluso menos -, o después de un periodo más o menos largo de

agotamiento emocional.

El burnout plenamente manifestado tiende a originar graves consecuencias

para quien lo padece, así como a su entorno familiar y social. Lo que antes suponía un

problema propio del ámbito laboral, gradualmente va invadiendo las demás esferas del

individuo. La familia y las amistades extralaborales, que en principio podían mantenerse

al margen del asunto o que incluso lo desconocían, se ven involucrados cada vez más:

los divorcios y las rupturas son riesgos muy probables en el burnout; y el afectado se va

aislando y quedando solo.

Un burnout así constituye frecuentemente un motivo de baja laboral. Hay

días especialmente agotadores en que uno piensa a menudo abandonarlo todo, sin que

ello suponga salirse de la normalidad. Otras veces esa desarmonía da lugar a renuncias

“voluntarias” o a despidos del lugar de trabajo.

En el burnout, la imposibilidad de comunicación emocional se extiende a lo

largo de los días y los meses. Los pacientes se convierten en algo impersonal.

40
Además del agotamiento emocional que lleva a la despersonalización, el

burnout se caracteriza por el sentimiento de baja realización personal en el trabajo: la

tarea cotidiana pierde interés.

Las fantasías de abandonar el trabajo se suceden en la mente del afectado.

Entonces, si eso es imposible, se siente atrapado, incluso resentido. Acudir al trabajo se

convierte en una pesadilla.

El síndrome del burnout puede evolucionar de forma lenta e insidiosa, o por

el contrario, presentarse súbitamente.

En ambos casos, las causas han tenido que actuar a lo largo de mucho

tiempo, al menos durante un año. El burnout no se origina intempestivamente, ni en

corto plazo.

Si la presentación ha sido repentina, el entorno es capaz de identificar

cuándo se inició. En general, coincide con una época de grandes tensiones y suele existir

un acontecimiento a veces importante, a veces minúsculo, que sobrepasa la capacidad de

resistencia del afectado. Y Aunque él pueda pensar que este acontecimiento sea la causa

de su dolencia, ello no es cierto.

¿Es la última gota la causa de que rebose el vaso o tiene la misma

importancia que las anteriores? La coincidencia temporal es tentadora, pero la última

gota no es ni más ni menos culpable que las anteriores.

41
Del mismo modo, el hecho o la situación que supera la resistencia del

afectado por el burnout no es la causa, sino una más de las muchas fuerzas que han

incidido. Varios factores han provocado el desbordamiento emocional de una psicología

en la cual se habían acumulado tensiones previas. Por lo tanto es falsa la creencia de que

si solucionamos la causa que el afectado identifica como tal, "curaremos" la

enfermedad.

En gran parte de los casos, el comienzo del síndrome es impreciso. El

profesional afectado relatará multitud de pequeños hechos y situaciones que le han

provocado estrés o frustración, pero a ninguna de ellas le concederá el rango de "causa".

Tampoco podrá decir con exactitud cuándo comenzó a sentirse tan agotado.

Solo se referirá a épocas ambiguas, a veces relacionándolas con un cambio de horario,

de trabajo o de superior.

Sea de comienzo abrupto o insidioso, el proceso no siempre es lineal,

aunque sí progresivo. Una mente humana no se rinde ante el burnout sin luchar. En

muchas ocasiones el curso del síndrome se ve interrumpido en apariencia por accesos de

euforia, omnipotencia, trabajo y simpatía incluso en exceso. Esta es una reacción

defensiva, el afectado, consciente o inconscientemente, trata de compensar unas

actitudes que, en su fuero interno, califica como negativas. En general, estas reacciones

42
compensadoras suelen ser poco funcionales y, sobre todo, exigen un gran gasto de

energía que no se puede mantener por mucho tiempo.

Estos accesos son efímeros y el afectado con burnout terminará aún más

agotado que antes. Al mismo tiempo, sus variaciones anímicas confunden a los

compañeros de su entorno, que se desconciertan ante tales cambios de humor. Y, con

mucha probabilidad, llevado por la euforia de su estado asumirá responsabilidades,

programas y tareas que luego será incapaz de cumplir.

Sin embargo, a pesar de sus inconvenientes, dichos accesos son indicio de

una naturaleza que todavía no se ha rendido a la enfermedad. Sin ser positivos, son

indicadores de que la psique está luchando. Sigue viva y activa.

Los momentos de euforia, omnipotencia y/o simpatía son cada vez más raros

en el curso natural del burnout. A medida que pasan los meses y los años se tornan cada

vez menos frecuentes hasta que cesan por completo o se convierten en excepcionales.

Por supuesto, el burnout puede estacionarse en un equilibrio inestable, sin llegarse a

vencer pero sin que tampoco sea curado.

También se debe tener en cuenta que, muchas veces el curso del burnout es

linealmente progresivo, sin accesos de euforia ni omnipotencia.

43
El burnout puede confundirse fácilmente con una depresión y ser tratado

como tal con antidepresivos.

Debido a este error de diagnóstico, el tratamiento no tendrá un efecto

satisfactorio. Aunque al intervenir sobre la neuroquímica podremos interrumpir algunas

de las manifestaciones más aparatosas del burnout, si no incidimos sobre su particular

etiología y sus desencadenantes será improbable que lleguemos a sanarlo por completo.

Quizá una de las mayores dificultades para exteriorizar el diagnóstico sea la

tendencia de mantener siempre la “imagen”, sin que se nos permita mostrar las

"debilidades".

Ante un diagnóstico y/o tratamiento incorrectos, o ante el puro y simple

abandono, el burnout tiende a hacerse crónico. Por medio de ansiolíticos podemos

dominar la angustia, pero rebrotará en cuanto cese la medicación.

Los antidepresivos reprimirán algunos de los mecanismos químicos que son

comunes a la depresión, es posible que el afectado de burnout experimente una mejora

sustancial en alguno de sus síntomas, mejoría que desaparecerá al poco de suspendido el

tratamiento.

Aunque los ansiolíticos y antidepresivos constituyen una importante ayuda

para algunos casos de burnout, administrados sin ningún tratamiento adicional, suelen

44
ser incapaces de curarlo. Además, al enmascarar los síntomas dificultan el diagnóstico

correcto.

El curso natural del síndrome es muy variable. En ciertas ocasiones, se

produce la curación espontánea. Los mecanismos defensivos de la psique, el intuitivo

apoyo familiar y/o social, una etiología no demasiado aguda en intensidad ni prolongada

en el tiempo, el cese de un desencadenante o el puro y simple azar habrá sido suficientes

para que el burnout llegue a convertirse en un mal recuerdo, en una pesadilla que se

quiere olvidar y que, de hecho, se borra de la memoria habitual.

Por lo general, en una curación espontánea habrá ocurrido algún cambio en

relación con el paciente o en el trabajo cotidiano, muchas veces sin ser conscientes de

ello. Si esta nueva actitud sirve para evitar el burnout, no es necesario tratar de

modificarla para que se adecue a lo que deberíamos sentir o pensar, sino, por el

contrario, reforzarla y estimularla.

Por desgracia la curación espontánea es poco probable. Lo que más se

encuentra es un burnout crónico, que permite una apariencia de normalidad la mayor

parte del tiempo. Este burnout erosiona la convivencia con los compañeros, rebaja la

calidad de la asistencia profesional, impide cualquier felicidad personal o satisfacción

profesional, obstaculiza cualquier intento de reforma laboral, pero como no es

incapacitante, se convive con él sin tratar de curarlo o se diagnostica como depresión.

45
En su fase más grave el burnout es que obliga a dejar la profesión, sin que el

afectado pueda tener en cuenta ningún otro aspecto económico, social o profesional, ni

siquiera el placer o el esfuerzo propios. Es un abandono irracional: quien padece de

burnout no puede hacer otra cosa, se siente sin fuerzas, le resulta insoportable continuar,

no puede más.

Esta fase llega a parecerse a una depresión grave, le producirá sentimientos

y pensamientos negativos, así como una angustia profunda e insoportable.

El suicidio, patología inherente a cualquier depresión severa, puede

constituir el más triste y grave desenlace del burnout. Es que los afectados por éste, no

recurren al suicidio como una forma de atraer la atención, sino que se quitan la vida de

verdad. Es quizás la única alternativa a la no vida que llevan, es su “solución definitiva”.

Por eso se sostiene que el burnout es una enfermedad potencialmente letal y

como tal debe ser tomada en consideración.

46
B - DISEÑO METODOLÓGICO

En el presente capítulo se expondrán los tipos y niveles de investigación, el área de

estudio, universo, población, unidad de muestreo seguido de una descripción del

instrumento utilizado así como su validez y confiabilidad.

Tipo y niveles de investigación

Se considera al presente estudio dentro del tipo descriptivo, ya que el

objetivo de esta investigación es describir y caracterizar la posible presencia del

Síndrome de Burnout en los psicólogos clínicos por medio del análisis de los resultados.

También se incluye el componente correlacional por tener como objetivo relacionar

diversos factores sociodemográficos con la incidencia del Burnout. A su vez la

investigación se encuadra dentro del tipo transversal ya que se lo realizó en un periodo

de tiempo determinado, sin proceder a un seguimiento prospectivo ni retrospectivo del

fenómeno en cuestión. Ampliar! - Incluir el DISEÑO

Área de estudio

El relevamiento de datos se realizó en hospitales y centros de salud que

cuentan con unidades de Salud Mental dentro del área de Asunción y alrededores

47
comprendiendo las siguientes ciudades: Asunción, Lambaré, Ñemby, Fernando de la

Mora, San Lorenzo, Capiata, Luque, Mariano Roque Alonso.

Universo

La población que conforma el estudio comprende a psicólogos clínicos que

ejercen la profesión en los Centros de Salud y Hospitales dependientes del Ministerio de

Salud Pública y Bienestar Social dentro de las Unidades de Salud Mental. La cantidad

total tomada es de 67 personas.

Muestra

Se incluyó a la totalidad psicólogos clínicos presentes en las Unidades de

Salud Mental previo contacto con las autoridades del Hospital/Centro de Salud. Dicho

procedimiento obedece a que el universo es reducido y de esta manera, tomando la

totalidad de psicólogos, se evitaría incurrir en una muestra demasiado pequeña.

Cantidad parcial: 100 % del total.

Criterios de inclusión:

- Como mínimo un año de servicio en la profesión.

- Ambos sexos.

- Todos los estados civiles.

- Rango de edad entre 24 a 60 años.

48
Unidad de Muestreo

La unidad de muestreo está conformada por los Centros de Salud y

Hospitales Públicos de Asunción y alrededores que cuentan con Unidades de Salud

Mental.

Unidad de análisis

La unidad de análisis está conformada por los sujetos de esta investigación,

o sea los psicólogos clínicos que ejercen la profesión en los Centros de Salud y

hospitales públicos.

Instrumento de recolección de datos.

El instrumento seleccionado para la recolección de datos es el “Maslach

Burnout Inventory (MBI) de Maslach y Jackson.

Descripción

El instrumento utilizado con mayor frecuencia para medir el burnout,

independientemente de las características ocupacionales de la muestra y de su origen, es

el Maslach Burnout Inventory (MBI) de Maslach y Jackson 1981/1986. Se podría

49
afirmar que a partir de su elaboración se normaliza el concepto de Burnout, ya que su

definición más aceptada es el resultado de la factorización del MBI que lo conceptualiza

como un síndrome caracterizado por sentimientos de agotamiento emocional,

despersonalización y baja realización personal en el trabajo.

Este instrumento está formado por 22 ítems que se valoran con una escala

tipo Likert.

En la escala para valorar los ítems el sujeto evalúa la frecuencia mediante un

rango de siete adjetivos que van de “Nunca” (0), “pocas veces al año o menos” (1), “una

vez al mes o menos” (2) “unas pocas veces al mes” (3), “una vez a la semana” (4),

“pocas veces a a la semana” (5), hasta “todos los días” (6), según con qué frecuencia

experimenta cada una de las situaciones descritas en los ítems.

El cuestionario evalúa las tres dimensiones del síndrome: el cansancio

emocional consta de nueve ítems (1,2,3,6,8,13,14,16,20), la despersonalización formada

por 5 ítems (5,10,11,15,22) y por último la realización personal se compone ocho ítems

(4,7,9,12,17,18,19,21).

Desde la perspectiva del diagnóstico, tanto el constructo de burnout como

cada una de sus dimensiones son consideradas como variables continuas y las

puntuaciones de los sujetos son clasificadas mediante un sistema de percentiles para

cada escala.

50
Los sujetos por encima del percentil 75 se incluyen en la categoría “alto”,

entre el percentíl 25 y el 75 en la categoría “medio”, y por debajo del percentil 25 en la

categoría “bajo”. De este modo un sujeto que se encuentra en la categoría “alto” en las

dimensiones de agotamiento emocional y despersonalización, y “bajo” para realización

personal en el trabajo puede ser categorizado como un sujeto con altos sentimientos de

estar quemado.

No cabe duda que el MBI es el instrumento que más se ha empleado para

estimar el síndrome de Burnout. Este cuestionario ha sido ampliamente empleado para

diversas profesiones y en diferentes países.

Validez del MBI

¿Qué es lo que pretende medir el MBI?

Se trata de evaluar el síndrome del estrés laboral asistencial a partir de tres

aspectos o variables de este constructo.

En los estudios factoriales se ha visto que los elementos que compone el

MBI definen una estructura tridimensional que apunta posiblemente a esas mismas

dimensiones.

51
Desde un enfoque de la validez convergente se puede aportar evidencia

sobre el MBI con el análisis de los índices de relación de las variables del MBI con otras

que apunten a constructos muy relacionados con el estrés labora asistencial. En los

estudios originales de Maslach y Jackson (1986) se recogieron tres tipos de análisis en

los que las puntuaciones del MBI se pusieron en relación con:

a) Las evaluaciones del comportamiento hechas por una persona que conoce

bien al sujeto examinado.

b) La presencia de algunas características laborales que normalmente

provocan estrés.

c) Las medidas en otras variables que, por hipótesis, están relacionadas con

este estrés.

Confiabilidad del MBI

Aunque el MBI tiene algunos problemas psicométricos, en general puede

considerarse que su validez factorial y la consistencia interna de sus escalas es

satisfactoria. La validez convergente y divergente es igualmente aceptable y no presenta

problemas especiales. Los posibles problemas del MBI están principalmente en la

concepción teórica del modelo.

52
Estimada la consistencia interna mediante el coeficiente alfa de Cronbach en

una muestra de 1.316 casos se obtuvieron los siguientes índices: 0,90 en CE, 0,79 en DP

y 0,71 en RP. Significativo al nivel 1%. MBI Inventario “Burnout de Maslach” C.

Maslach y S.E. Jackson. TEA Ediciones, Madrid 1997. (pag.20)

En graduados universitarios en Servivios Sociales 0,82 en CE, 0,60 en DP y

0,80 en RP. Significativo al nivel 1%. Inventario “Burnout de Maslach” C. Maslach y

S.E. Jackson. TEA Ediciones, Madrid 1997. (pag.21)

En profesores 0,60 en CE, 0,54 en DP y 0,57 en RP. Significativo al nivel

1%. Inventario “Burnout de Maslach” C. Maslach y S.E. Jackson. TEA Ediciones,

Madrid 1997. (pag.21)

Nuestro estudio: 0,83 en CE, 0,11 en DP y 0,63 en RP

Puntuaciones Escala CE (Cansancio Emocional)

Alfa de Cronbach si se elimina el


Correlación elemento-total
corregida elemento

,798
Ítem 1 ,656

Ítem 2 ,632 ,799

,798
Ítem 3 ,649

Ítem 6 ,425 ,829

Ítem 8 ,620 ,808

Ítem 13 ,352 ,829

Ítem 14 ,626 ,801

,798
Ítem 16 ,639

53
Ítem 20 ,309 ,831

N 9

N 61

Α 0,83

Puntuaciones Escala DP (Despersonalización)


Alfa de Cronbach si se elimina el
Correlación elemento-total
corregida elemento

Ítem 5 ,097 ,055

Ítem 10 ,027 ,110

-,019a
Ítem 11 ,129

Ítem 15 -,053 ,262

,042
Ítem 22 ,112

N 9

N 61

Α 0,11

Puntuaciones Escala RP (Realización Personal)

Alfa de Cronbach si se elimina el


Correlación elemento-total elemento
corregida
Ítem 4 ,131 ,647

Ítem 7 ,460 ,558

Ítem 9 ,444 ,554

54
Ítem 12 ,002 ,681

Ítem 17 ,454 ,555

Ítem 18 ,335 ,594

Ítem 19 ,480 ,582

Ítem 21 ,447 ,555

N 9

N 61

Α 0,63

Prueba Piloto

Se procedió a la aplicación del instrumento a 10 psicólogos clínicos que

ejercen la profesión en el Hospital Pediátrico Niños de Acosta Ñu de Reducto, ciudad de

San Lorenzo, con el fin de comprobar si su aplicación no ofrece dificultades y si los

ítems resultan claros, previo a la aplicación definitiva. Para ello se contactó con la

institución a fin de explicar los objetivos de la aplicación del test para posteriormente

aplicar el test a los sujetos a ser examinados. Las personas que integraron la prueba

piloto no fueron incluidas en la muestra definitiva.

Plan de Análisis de los Datos

55
Consideraciones éticas

En esta investigación se tendrán en cuenta las siguientes consideraciones

éticas:

Principio de justicia: las personas que participan en el estudio tienen derecho

a un trato justo respetuoso y cortés. No se emitirán juicios morales ni religiosos. Debe

evitarse realizar un estudio que puede resultar perjudicial para algún miembro

involucrado en la investigación.

Protección de la privacidad: Se define el derecho a la privacidad como la

prerrogativa para decidir por uno mismo hasta donde compartir con otros los

pensamientos, sentimientos y hechos de la propia vida, este derecho se caracteriza

además como “esencial para asegurar la libertad y la autodeterminación”. Resulta de

primordial importancia la obligación de tomar la medidas necesarias para que el

examinado comprenda del todo el uso que hará de los resultados de la prueba.

Confidencialidad: Se refiere al derecho de los examinados a tener la

oportunidad de acceder a los informes de sus tests y comentar su contenido. Además se

parte del principio de que los registros de las pruebas no deberían abrirse a terceras

personas sin el conocimiento y el consentimiento del examinado a menos que se tratara

de un mandato legal.

56
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Alvarez, Adriana María, Arce, María Lourdes, Barrios, Alejandra Elizabet, Sánchez de

Coll Antonio Rafael. Síndrome de burnout en médicos de hospitales públicos de la

ciudad de Corrientes. Revista de Posgrado de la VIa Cátedra de Medicina - N° 141.

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de Psicología Clínica aplicada” pp. 271-284. Madrid Siglo XXI. Disponible en

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http://uam.es/grupos/esalud/descargas. Recuperado en Mayo 2006.

58
Anexos

(Declaración de consentimiento informado)

UNIVERSIDAD NACIONAL DE ASUNCIÓN

FACULTAD DE FILOSOFÍA

CARRERA DE PSICOLOGÍA CLÍNICA

 DECLARACIÓN DE CONSENTIMIENTO INFORMADO

Yo, Señor/a………………………………, de…. años de edad y con CI nº…………..,

manifiesto haber sido seleccionado/a por los responsables de la investigación a

participar del estudio que tiene como objetivo: “Determinar la prevalencia del

síndrome de Burnout en psicólogos clínicos que ejercen la profesión en Centros de

Salud y Hospitales públicos de Asunción y alrededores”. También manifiesto haber

tenido el acceso necesario al protocolo de la investigación, y haber sido informado/a

sobre los beneficios y perjuicios que podría suponer participar del Proyecto de

Investigación titulado: “La prevalencia del Síndrome de Burnout en psicólogos

clínicos de hospitales públicos”.

Por lo que declaro que he sido informado/a de que mis datos personales serán

protegidos, con la vigente normativa de confidencialidad; y que he tenido oportunidad

de efectuar preguntas sobre el estudio y he recibido respuestas satisfactorias por parte de

los investigadores; y entiendo que la participación es voluntaria y que puedo abandonar

el estudio:

59
 Cuando lo desee y sin que tenga que dar explicaciones.

 Sin temor a que se revelen los datos acumulados hasta el momento donde he

participado.

 Y sin que ello afecte el curso normal del tratamiento terapéutico llevado a cabo

por el paciente de quien soy responsable.

Tomando ello en consideración, OTORGO mi CONSENTIMIENTO a que esta

investigación tenga lugar y me comprometo a completar el test denominado M.B.I.

(Maslach Burnout Inventory), y que estos datos sean utilizados para cubrir los objetivos

especificados en el proyecto.

 Sujeto Colaborador:……………………………………………………..

 Investigadora Liza Cousiño: …………………………………..

 Investigador Enrique Duarte: …………………………………..

Fecha: ______ / ____________ / _______

60

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