Polifonía es una noción que procede de la lengua griega. El concepto se refiere a la
simultaneidad de sonidos diferentes que forman una armonía. De este modo, pese a la independencia de estos sonidos, el oyente los percibe como un todo. Una composición polifónica consta de distintas melodías básicas. Dependiendo de las cualidades de las personas, cada sujeto podrá advertir más o menos melodías independientes en el marco de la creación polifónica. Lo que implica la polifonía, en definitiva, es una cierta clase de textura musical. Esta idea engloba las armonías, los ritmos y las melodías que se ponen en juego al crear una composición, dotándola de diversas cualidades. La textura musical es el resultado de las relaciones entre estos componentes: en la polifonía, la variedad de las melodías no impide reconocer la obra como un todo. La noción de polifonía también aparece en la literatura para nombrar a la multiplicidad de voces dentro de una misma obra. El término fue acuñado por Mijail Bajtín, quien estudió cómo, en ciertas novelas, cada uno de los personajes expresaba su manera de entender la realidad, lo que permitía al lector acceder a diversas cosmovisiones. Para Bajtín, el Yo del discurso siempre social. Los modos de expresión están atravesados por experiencias, costumbres, valores y conocimientos que derivan en aquello que conocemos como ideología: de esta forma, no hay manera de expresarse por fuera de la ideología. El productor de un texto, en este sentido, es el resultado de la interrelación entre la ideología, dando lugar a la polifonía.