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Con el pasar de los años, el ser humano le ha tocado ser una persona cambiante, ya
que su misma necesidad y/o curiosidad lo ha llevado a realizar y enfrentar cambios que
hacen que su vida sea totalmente diferente, estas transformaciones se evidencian a nivel
educativo, laboral, social y cultural. La tecnología ha sido un abanderado en todo este
proceso de innovaciones trascendentales, con la creación de nuevos recursos tecnológicos
que día a día nos siguen cambiando y sorprendiendo, muchos de le los recursos creados,
sobre todo los comunicativos, ha llevado a la comunidad en general a ser un poco
dependiente de estos, ya que las relaciones humanas recientes se basan en la virtualidad,
por ende se vio la revolución de las rede sociales, aplicaciones interactivas y desarrollo de
plataformas para el intercambio de información de todo tipo que nos da la oportunidad de
comunicarnos en tiempo real con personas que se encuentran a mucha distancia
geográficamente hablando. En el nivel educativo que es donde se quiere enfocar este
escrito, han surgido una gran cantidad de cambios que mejoran el nivel de los estudiantes,
facilitan el aprendizaje de los mismos y hace enriquecedor el trabajo del docente, ya que se
ha aprovechado al máximo los recursos tecnológicos comunicativos, dándole cabida a
diferentes programas educativos a distancia, teniendo muy en cuenta las diferentes
necesidades de los estudiantes, que en ocasiones por cuestiones de tiempo o dinero le
impiden acudir a una universidad en forma presencial ya que se encuentran a grandes
distancias de su lugar de vivienda y les impide acudir a la misma, limitando las
posibilidades de seguir creciendo profesionalmente. Por lo anterior se puede abordar un
tema tan importante como lo es la “Educación Virtual y Educación Presencial”
Para poder abordar este tema, el cual es muy importante, hay que conocer un poco
más sobre la implementación de estos en nuestro país, resaltando los aspectos relevantes de
los diferentes modos de aprendizaje que en el presente hacen que la educación se vea
fortalecida y renovada. Con este escrito no se pretende decir cuál de las dos es mejor, o
acreditar a una y desacreditar a la otra, las dos son muy importantes y ambas van de la
mano para seguir en su mismo fin que es educar. La educación presencial que es la más
antigua, en la que la mayoría de la humanidad ha estado vinculada y más en este país que es
obligatoria, donde hay que cumplir un mínimo de años de estudio, pasando por preescolar,
básica primaria, básica secundaria y media donde el niño debe asistir a un establecimiento
educativo durante 12 años como mínimo, si cumple todos los logros propuestos en cada
grado. También existe un programa de escuela para adultos, estudiantes con extra edad o
personas que se encuentren en condiciones excepcionales debido a su condición personal o
social, donde estos pueden asistir de forma semipresencial a las instituciones educativas, y
junto con los docentes comparten un mismo espacio físico en el cual se labora, en estos
espacios el estudiante puede resolver sus dudas de manera directa y en forma presencial, y
lo más importante que es que se crean lazos afectivos entre estos.
La educación virtual es una experiencia reciente, pero que ha tenido una expansión
vertiginosa en el mundo entero. Como ha sucedido en otros campos, la aplicación de las
tecnologías digitales a la educación se ha desarrollado desde dos vertientes estratégicas: la
comunicación y la informática. Según el señor Carles Sigalés (2004) vicerrector de la
U.O.C. (Universitat Oberta de Catalunya) dice que desde que a mediados de los años
noventa, coincidiendo con la eclosión de Internet, se produjo un incremento generalizado
del uso de las tecnologías de la información y la comunicación, las instituciones educativas,
y particularmente las universidades, han mostrado un progresivo interés en la incorporación
de estas tecnologías a su actividad docente. En la media este país se empezó a implementar
la educación virtual a mediados los 2000, con poca acogida, pero con el transcurrir de los
años la población estudiantil en programas virtuales ha aumentado vertiginosamente,
haciendo de esta algo de vital importancia.
Con lo anterior se puede ver que la educación virtual ha mostrado gran interés en la
comunidad y más por las ventajas que esta ofrece, como lo es el horario, la flexibilidad a la
hora de entrega de trabajos y por la gran variedad de herramientas que este le presenta o
pone a su disposición con el fin de facilitar el trabajo de los estudiantes y para que este
pueda desarrollar las actividades propuestas por el tutor. También se cuenta con foros y
videoconferencias donde es estudiante puede resolver todas sus dudas, realizar aportes e
interactuar con sus compañeros y docente sin pensar en horario de atención específico
aunque en ocasiones se programan videoconferencias con algún tutor y este poner fecha y
hora, para los estudiantes que por alguna manera no pueden asistir, ahí les quedara el link
con el cual el estudiante cuando tenga tiempo pueda ver lo que se habló en el encuentro con
el docente.
El estudiante según Lizcano, (2010). “Es el actor principal del proceso educativo.
Debe ser el agente que interactúa, construye, apropia y transfiere conocimiento en el
ambiente educativo virtual” Con lo anterior podemos ver que el estudiante es el centro del
proceso ya que es el actor principal en el desarrollo del programa de formación, el docente
le establece fecha y le propone como llevar a cabo las actividades, pero es el estudiante
quien decide cómo hacer las actividades y que tiempo invertir en estas, ya que es autónomo
para organizar su horario o tiempo de estudio; se convierte en un sujeto activo en el
proceso, donde él es quien toma las decisiones sin esperar que el tutor le ordene. El
estudiante se debe caracterizar por ser una persona comprometida, por tener dedicación y
auto-motivarse para sacar adelante eso que está estudiando, ya que debe ser responsable a
la hora de acomodar su horario para poder alcanzar los objetivos trazados a nivel
académico, personal o profesional. Al respecto, Corredor, M., Chaupart, M., Michel, J., &
Marín, G. (1998). Mencionan que: En un ambiente virtual el estudiante, alejado físicamente
de su tutor y compañeros, es quién debe determinar cuándo estudia, en que momento y
desde dónde se conecta a la red para interactuar, en función del tiempo estipulado para ello.
En otras palabras es la capacidad de autoaprendizaje la característica esencial del estudiante
virtual.
Referencias bibliográficas