You are on page 1of 17

ANÁLISIS DE LAS INSTITUCIONES EN SUS DIFERENTES CONTEXTOS

(ECOLÓGICO, CULTURAL, ECONÓMICO Y POLITICO)

ECOLÓGICO

La sobreexplotación del hombre sobre el planeta ha sido tan notable, en especial


en los últimos años ya que se puede afirmar que no existe algún lugar de él que no
haya sido afectado por su actividad, desde hace mucho tiempo el hombre ha
explotado, sobreexplotado y modificado la naturaleza para subsistir, todo esto ha
llevado a tal grado que ha producido muchas substancias y químicos que han ido
dañando la atmósfera, el suelo y subsuelo.

Todos los seres humanos viven de la explotación del medio ambiente para asegurar
su supervivencia, de esta manera, de la naturaleza obtenemos los alimentos, aire
puro para respirar, y todo lo necesario para sobrevivir, pero nosotros solo le
regresamos a ella residuos químicos, destrucción de su hábitat, etc. y con ello solo
afectamos cada vez más lo que ella nos brinda.

La energía que empleamos la obtenemos, en su mayoría de la combustión de


reservas de compuestos de carbono como el petróleo, carbón, gas y cada vez
estamos agotando más toda esta energía brindada por la madre naturaleza.

En nuestros días se puede entender el funcionamiento de la mayor parte de los


ecosistemas ya que el hombre ha estudiado cada uno de ellos para de ahí mismo
explotarlo y acabar cada vez más con ellos sin que aportemos nada para sustituirlos
e ir restructurando para que las nuevas generaciones también disfruten de los
beneficios que nos da.

Es por ello que desde el seno de la familia se le deben enseñar valores a los hijos
para el cuidado y protección del medio ambiente y de esta manera aprovechar los
recursos naturales de una forma más consiente., utilizando energías sustentables
como: calentadores solares, iluminación a base de fotoceldas, etc., aunque al
principio se requiere una inversión considerable, pero que al paso del tiempo se
recupera, ya que se deja de gastar en el gas, energía eléctrica, etc., otra forma de
apoyar al cuidado de la naturaleza es separando los residuos de desecho.

El gobierno ha implementado reformas o leyes para el cuidado y protección del


medio ambiente, aunque siendo realistas no son suficientes o no se ejecutan de la
misma manera, ya que faltan sanciones más severas para quien afecte o dañe las
reservas naturales, también se ha empezado a rescatar espacios recreativos y de
esparcimiento en lugares públicos que estaban olvidados en zonas urbanas para
poder contrarrestar la contaminación que producimos en nuestra vida diaria y una u
otra forma se ayudar a prevenir desastres naturales.

En el ámbito educativo también se han tomado medidas para la conservación del


medio ambiente, como los experimentos que llevan a cabo dentro de las aulas y
que ya vienen como tema de aprendizaje y de esta manera impulsar y motivar a los
alumnos a llevarlos a cabo en el hogar.

Por las energías alternativas se han impulsado y creado nuevos negocios

Nosotros como seres humanos debemos de saber, que el hombre no sea un ser
natural más, no significa que sea "dueño de la naturaleza" o que pueda utilizarla de
un modo arbitrario o agotar sus recursos indiscriminadamente: el hombre no posee
derechos absolutos sobre la naturaleza, sino que debe administrar sus recursos
naturales en un marco de respeto hacia la realidad natural en sí misma considerada
y hacia las generaciones futuras. Destruir la naturaleza, no respetar su riqueza,
dinamismo y leyes equivale a no respetar al hombre que ha de vivir de ella y en ella.
Cuando no tratamos adecuadamente y con benevolencia la naturaleza, tampoco
nos estamos comportando nosotros de acuerdo con nuestra naturaleza humana y
dignidad.

La ecología no parte de consideraciones éticas, sino que es la "ciencia que estudia


las relaciones de todos los organismos vivos entre sí y con el medio físico en lo que
se refiere a producción o intercambio de materia orgánica". Sin embargo, sus
valoraciones sí que pueden tener un carácter normativo para la conducta humana.
De hecho, la progresiva conciencia de los peligros que entraña la explotación no
equilibrada de la naturaleza por parte del hombre ha llevado a incorporar los
resultados y métodos de la ecología a la economía, la sociología y la política. El
hombre cada vez va tomando una mayor conciencia de la necesidad de preservar
el medio natural. De ahí la importancia creciente de los movimientos ecologistas.
Los problemas ecológicos son, en el fondo, problemas morales ya que el bienestar
del hombre y la subsistencia de la humanidad dependen de su solución.

Lo que se puede hacer es enseñar a utilizar diferentes tipos de energía sustentable


que son una alternativa para con ello disminuir el uso de energías de combustión
como lo son los calentadores de energía solar ya que con ellos ahorramos dinero
ya que no gastamos en gas y al mismo tiempo ayudamos a la naturaleza y su
funcionalidad es excelente ya que el agua la calienta muy bien como si fuera
calentada por un boiler que utiliza gas, pero a diferencia utiliza una energía
renovable.

Los calentadores solares se componen de tres partes: el colector solar plano, que
sirve para capturar la energía del sol y transferirla al líquido, el tanque térmico, que
es donde se almacena el agua caliente y se mantienen a alta temperatura y, por
último, el sistema de tuberías donde circula el agua.

Antes de que la Ecología se convirtiese en un tema de debate y sea políticamente


correcto defenderla, nuestro planeta ya nos daba indicios de que el camino que la
sociedad había tomado, ya sea por decisión, convicción o imposición, no era el más
adecuado.
Con el devenir de la historia, el desgaste que ha padecido, sufrido nuestro entorno
natural y que ha tenido y tiene como una única causa al hombre, es cada vez más
acusado.

No son necesarios que los medios masivos de comunicación social se hagan eco
del clamor que hace nuestra tierra, para darnos cuenta que algo está sucediendo,
algo está fuera de lugar y que es necesario recomponer. Hemos roto el delicado
equilibrio que nos unía a la naturaleza, desde hace cien mil años momento en el
que apreció el hombre; equilibrio que ningún otro ser viviente sobre la superficie
terrestre ha corrompido, pero que sin dudas también sufre las consecuencias.

En este contexto, se hace imperioso el llamado a la reflexión y aún más, a la acción.

Y para esto tenemos que actuar de tal forma que aprendamos diferentes tipos de
maneras de cómo cuidar a nuestro medio ambiente como lo son:

Aprender a separar la basura, a no tirar basura en la calle a como tenemos que


utilizar el agua sin que la desperdiciemos a que cuando se pueda plantar un árbol
para que así cada vez tengamos uno más.

Política en término del medioambiente

A través de su modelo de negocio, quiere ayudar al desarrollo sostenible de la


sociedad y el entorno con el que interactúa. El compromiso con el Medioambiente
se incluye dentro de la política de Responsabilidad Corporativa del grupo publicada
en la página Web.

Estos son algunos de los objetivos y acciones desarrolladas en el marco del


compromiso medioambiental, directamente asociadas a las tiendas y al cliente:
EN LA TIENDA

• Ahorramos energía.

• La tienda ecoeficiente.

• Reducimos la producción de residuos y reciclamos.

• Compartimos el compromiso con toda la plantilla.

• Un equipo sensibilizado.

Ahorramos energía. La tienda ecoeficiente. Estamos desarrollando un modelo de


gestión ‘ecoeficiente’ de las tiendas que permitirá reducir el consumo energético en
un 20%, integrando criterios de sostenibilidad y eficiencia. Este modelo de gestión
propone medidas en todos los procesos, desde el diseño de la propia tienda, las
instalaciones de sistemas de iluminación, calefacción o refrigeración, al posible
reciclaje del mobiliario y decoración.

Reducimos la producción de residuos y reciclamos. El reciclaje de las perchas o de


las alarmas, que son recogidas en las tiendas y procesadas para convertirse en
otros elementos plásticos, son un ejemplo de la gestión de residuos. Millones de
perchas y alarmas son procesadas cada año. Además, tanto el cartón como el
plástico utilizados en los embalajes son reciclados.

Compartimos el compromiso con toda la plantilla. Un equipo sensibilizado.


campañas de comunicación interna y planes específicos de formación multimedia
para sensibilizar a los empleados en las prácticas sostenibles como racionalizar el
consumo de energía, practicar el transporte sostenible o modificar hábitos de
conducta.
CON EL PRODUCTO

• Incorporamos tejidos ecológicos.

• El algodón orgánico.

• Fabricamos calzado sin PVC.

Incorporamos tejidos ecológicos. El algodón orgánico apoya la agricultura ecológica


y utiliza en la confección de prendas seleccionadas algodón orgánico (algodón
100%, totalmente libres de pesticidas, agentes químicos y blanqueantes).
Encontrarlas en la tienda será fácil, ya que llevan una etiqueta distintiva.

Fabricamos calzado sin PVC. En la fabricación del calzado no se utilizan materiales

derivados del petróleo no biodegradables (libre de PVC’s)

EN EL TRANSPORTE

Se introduce el combustible biodiesel.

La flota de camiones de, que transporta cada año más de 200 millones de prendas,
utiliza el 5% de combustible biodiesel. Esta medida permite reducir las emisiones
de más de 500 toneladas de CO2 a la atmósfera.

POLITICA DE TRATO A LOS ANIMALES

Todos los productos de origen animal, incluidas pieles y cueros, comercializados en


nuestras tiendas proceden exclusivamente de animales criados en granjas para la
alimentación y en ningún caso, de animales sacrificados exclusivamente para la
venta de sus pieles.
CULTURAL

Generalmente, cuando hablamos de cultura pensamos que gente culta es aquella


muy educada, que sabe mucho, que va a conciertos o que concurre frecuentemente
a las exposiciones de pintura. Sin duda, estas personas son cultas. Pero si sólo ellas
lo fueran, la cultura afectaría a una pequeña parte de la población; y esto no es así.
Todos tenemos cultura, porque esta idea abarca mucho más que esas muestras de
refinamiento. “La cultura es todo lo que el hombre hace, dice o piensa.”

En conclusión, la cultura es el conjunto de formas de comportamiento y maneras de


pensar característicos de un grupo de personas. Cuando un niño nace, el grupo le
enseña cómo comportarse según lo que se considera correcto y -aunque a lo largo
de su vida- haya costumbres que cambien, lo principal de esta manera de
comprender el mundo se mantiene inalterable. Así, la cultura es una herencia que
el hombre recibe y mantiene a lo largo de su vida, aunque se introduzcan cambios
parciales. Cuando un chico nace en nuestro país, aprenderá a hablar español;
estará obligado a ir a la escuela a partir de los cinco años; no podrá casarse sin
consentimiento de sus padres antes de los dieciocho y muchas cosas más que nos
parecen naturales pero que no lo son. En otras culturas, las costumbres son
diferentes.

Los elementos que integran cada cultura son las formas de vida, es decir, la manera
en que una sociedad asegura su subsistencia y se adapta al medio físico; la
estructura social, o sea, cómo se ordena la sociedad teniendo en cuenta las
relaciones que mantienen sus integrantes entre sí (parentesco, vecindad, clases
sociales, sexo, edad); las creencias, los valores, las normas y los principios
aceptados mayoritariamente (lo que la sociedad considera que está bien y que está
mal); la organización política (formas de gobierno, autoridades, leyes), y la religión,
la lengua, el arte.
Sin embargo, las culturas cambian. Estos cambios pueden producirse por la lenta
aparición y aceptación de nuevas pautas o costumbres. Pero, normalmente, la
mayor parte de los cambios son el resultado del contacto con pueblos que tienen
rasgos diferentes. Estos contactos tradicionalmente se producían como
consecuencia de las guerras o las conquistas, pero también por vías pacíficas como
el comercio. A esta forma de introducir cambios -cuando las innovaciones se
transfieren de un grupo cultural a otro- se la llama difusión. No todo se transfiere de
un grupo a otro sin problemas. Es fácil que se transmitan nuevas técnicas para
producir alimentos. Pero no será tan simple que se adopte una nueva religión.

El hombre, por su inteligencia y por su capacidad de razonar, se distingue de los


demás animales. La vida de éstos en general conserva las mismas costumbres de
sus antepasados, en tanto que el hombre las altera, cambia, etcétera, de ahí que
su herencia social y cultural lo transforma en el tiempo y en el espacio.

Curioso es destacar la semejanza de los fines de todas las culturas entre sí, esto
es, se tiende a una unidad psíquica de la humanidad. Las necesidades que
experimenta el ser humano pueden ser de orden primario (o fisiológicas),
secundarias (psíquicas), y su satisfacción es variada en cada cultura.

Habrá mejor comprensión de la cultura si se basa en ciertos aspectos de orden


material e inmaterial, mediante los cuales se llega a la satisfacción de las
necesidades arriba citadas.

Los aspectos de la cultura son:

I) Material: en el que se considera a la tecnología

II) Inmaterial: La organización social, las estructuras políticas y de educación.


Los sistemas de creencias, el control del poder

Las artes gráficas y plásticas, el folclor y la música

El lenguaje

El hombre puede alterar y adaptar el lugar donde se encuentra para poder vivir. Lo
realizado por el hombre para satisfacer sus necesidades físicas, constituye la cultura
material, la cual no es parte de la cultura, sino el producto de la misma, y mediante
su estudio se conoce la vida que desarrollaron los seres humanos.

La tecnología se puede considerar como la suma de las técnicas que poseen los
miembros de una sociedad. La aplicación de la tecnología da como resultado
artefactos, tales como instrumentos, recipientes, alimentos, vestidos, albergues,
etcétera.

Esto significa que si bien el hombre como sujeto, es portador de actividad, esto no
se engendra por generación espontánea, de modo incondicionado. Posee
condiciones generales para su existencia en tanto tal; todo un sistema de
mediaciones: necesidad, interés, fin, medios y otras determinaciones, engendradas
en el proceso de acción, hasta culminar en el resultado impulsado por la praxis. Se
trata de un proceso internamente complejo y contradictorio, mediado por la práctica,
en tanto relación sujeto y objeto, donde lo ideal y lo material se convierten
recíprocamente, devienen idénticos. La práctica, tiene una jerarquía particular en
los marcos de la actividad humana. Expresa la actividad material adecuada a fines.
Por eso engendra la propia necesidad y funda los intereses, fines y medios en
función del resultado apetecido. Resultado que debe coincidir con el fin, en tanto
expresión de la necesidad y los intereses del hombre.

fin que persigue la economía como ordenamiento humano no es independiente de


los otros fines del hombre.
Aún más: los diferentes aspectos que conciernen al humano vivir, tales como los
relativos a la cultura, a la salud, a la seguridad y otros más, no deben subalternarse
a la economía o dejarse al arbitrio de las variables del mercado. Dicho de otro modo,
no puede ser considerada la economía como un fin en sí mismo.

Así, metas tales como el equilibrio fiscal, la estabilidad monetaria, la producción en


términos de eficiencia, el funcionamiento más o menos libre del mercado y otros
tantos asuntos similares, no deben ser sostenidos a expensas de tan importantes
necesidades humanas.

Porque la economía y los muchos y complejos asuntos que su manejo conlleva no


constituyen fines últimos, separados de las necesidades y de los anhelos de los
hombres. El pan mejor amasado no me sirve si no es apto para mi alimentación, o
si, aun alimentando a otro, no llega a mi mesa. Parecida cosa acontece con los
pretendidos logros económicos, cuando son a expensas de quienes debieran verse
favorecidos con ellos.

Hablamos de las actividades que los hombres desarrollan para sufragar las
necesidades que les son propias. Tal cosa es la economía y no otra. Y toda
explicación que pretextando motivaciones técnicas conduzca a resultados distintos
de los enunciados servirá, seguramente, para agudizar las enormes e injustas
concentraciones de medios que caracterizan a las economías llamadas modernas,
a expensas de quienes desde siempre fueron despojados del producido de su
personal trabajo.

Las fabulaciones sabihondas respaldadas por cifras e indicadores


macroeconómicos no alimentan los enflaquecidos cuerpecitos de niños que
padecen desnutrición en diversas regiones del planeta, ni educan al analfabeto, ni
curan a los enfermos que aguardan en las puertas del maltratado hospital público.

La democracia ha de ser sostenida sin vacilación, pero es obvio que deberá


recuperar su contenido para que con ella se coma, se eduque y se cure. Y es aquí
donde la economía tiene algo que hacer. Frecuentemente se ha pretendido explicar
las injusticias habidas con el argumento de que es necesario aguardar algún tiempo
para que las medidas económicas muestren sus resultados benéficos. Y con igual
frecuencia el hombre ha aguardado en vano esos resultados.

ECONÓMICO

¿La economía? el producto del trabajo humano, en último análisis- no debe verse
con perspectiva histórica sino biológica. Lo diré, en otros términos: si el hombre
trabaja para satisfacer sus necesidades, lo debido, lo justo es que las satisfaga en
el tiempo que dura su vida, con la premura que cada necesidad le impone y en la
medida que su esfuerzo haya resultado fructífero.

Es preciso que el producto de su trabajo le sea entregado al hombre en su propio


tiempo biológico y no que se le condene a aguardar un mañana que seguramente
no llegará. Porque para entonces habrá muerto, o porque si la vida le regaló más
años de existencia, lo magro de su retribución o la erosión de su ahorro lo condenará
a una vida mísera, cuando no al desamparo y a la orfandad.

Y en este punto es preciso advertir que mientras ese hombre espera sin esperanza
o padece su pobreza, los hay que desde ayer exhiben con frivolidad e impudicia las
riquezas mal habidas mediante el trabajo de otros y depositadas sobre las cenizas
de tantas esperanzas frustradas. Recuerdo las leyendas que los comerciantes y
artesanos de otrora ponían en sus negocios y talleres: hoy no se fía, mañana sí.
Los modernos recursos dialécticos, con sofisticada apoyatura técnica y
comunicacional, han incorporado ese mensaje para consuelo de los postergados
Cuando una pregunta es debidamente formulada, suele conducir a la respuesta
correcta. En nuestro caso la pregunta es, además, simple: ¿la economía es para el
hombre o el hombre es para la economía.

La cuestión siempre presente de la delimitación entre el interés común y el interés


individual es medular en este asunto. Esa delimitación ha sido diversa en cada
tiempo histórico, como ha sido diversa también según los intereses puestos en juego
y los sectores involucrados. El nuestro es un tiempo de exaltación del
individualismo, pero con la perniciosa particularidad de que en nuestro medio ello
se ha exacerbado hasta niveles antes desconocidos, con notorio desdén por el
prójimo. Hablo de extremos impiadosos de egoísmo, producto de una concepción
del hombre como entidad cuasi descartable.

La vida del hombre ha sido desacralizada por completo y reemplazada por una
visión interesada de su finitud. En definitiva, el trabajo humano ha sido reducido a
una variable económica llamada mercado laboral, la cual interactúa con otras
variables también económicas, tales como los mercados de capitales, tecnológico,
etcétera. ¿Dentro de tal concepción? que puede llamarse de fundamentalismo
económico o de mercado- es obvio que el trabajo humano habría de ser devaluado.

En línea con esta concepción del hombre, de su trabajo y de sus necesidades, y en


concordancia con la edificación del lucro, hemos asistido a la demolición del Estado
y los huracanes privatizadores arrasaron ya el patrimonio público, transfiriéndolo a
manos privadas.
De derecho o de hecho se han enajenado áreas que hasta hace poco tiempo sólo
podían concebirse en manos del Estado. Y de resultas de ello la prestación de
servicios de la mayor relevancia para la comunidad han sido confiados a la iniciativa
empresarial privada, cuyo objeto, naturalmente, no puede ser otro que el lucro. Es
por esto que adhiero sin hesitar a aquello de que la economía es cosa demasiado
seria para dejarla en manos de los economistas.

EDUCACIÓN

Desde la perspectiva de las políticas educativas mundiales, la calidad de la


educación queda determinada por la capacidad que tienen las instituciones para
preparar al individuo, destinatario de la educación de tal modo que pueda adaptarse
y contribuir al crecimiento y desarrollo económico y social mediante su incorporación
al mercado laboral. De aquí surgen, diversas formas de valorar la calidad en función
del progreso y de lo moderno, valores incuestionables de la sociedad actual.

La educación de calidad es la que logra resultados que permitan el progreso y la


modernización. Elevar la calidad es entonces encontrar los medios necesarios para
el logro de los fines. Midiendo los resultados se adecuan los medios pertinentes.

De acuerdo a lo señalado la calidad parece está muy asociada a los procesos y


resultados del desarrollo educativo del educando, desarrollo que se manifiesta en
los aprendizajes relevantes del educando como sujeto, haciendo que este crezca y
se desarrolle personal y socialmente mediante actitudes, destrezas, valores y
conocimientos que lo convierten en un ciudadano útil y solidario.

Lo anterior deja de manifiesto la importancia del desarrollo de "competencias" en


la formación del profesional y técnico. La docencia es de calidad si logra desarrollar
competencias en el educando. Las competencias se refieren a la capacidad de
actuar desde lo que la persona es, con sus valores y actitudes haciendo algo con lo
que sabe. Sin embargo, para que la docencia sea considerada de calidad debe,
además, satisfacer las demandas sociales en cuanto a formación profesional, la
cual debe incorporar no sólo una mera acumulación de conocimientos, sino que
debe ser un proceso de aprendizaje constante que expanda las potencialidades del
individuo y que logren en él la flexibilidad cognoscitiva necesaria para su
transferencia al complejo entorno cultural, productivo y social que caracteriza a la
sociedad actual.

Lo anterior plantea sobre el sistema de formación profesional no sólo una


orientación de su currículo hacia una estructura basada en competencias, sino que
los resultados demostrados por los alumnos correspondan a lo que en las
organizaciones se entienden por desempeño efectivo. Esto significa incorporar en
el diseño del currículo no sólo una dimensión de aplicación en la práctica de
conocimientos y habilidades, sino que dicha práctica coincida con las necesidades
"estratégicas" de las empresas, desde su ámbito de mercado y pasando por la base
tecnológica, organizativa y cultural de las organizaciones.

Desde una visión global e integral, la calidad de la docencia es el resultado de un


conjunto de procesos que conducen a su obtención, de manera que para mejorar la
calidad se debe analizar los procesos intermedios o coadyuvantes, en diversos
grados de los aprendizajes y no sólo su resultado final.

Calidad y educación superior

Un primer motivo que explica el auge actual de la evaluación es el cambio registrado


en los mecanismos de administración y control de los sistemas educativos, que ha
marchado paralelo a las propias transformaciones experimentadas por el sistema
educacional en las últimas décadas. Los resultados de los procesos de evaluación
pueden ser empleados con fines internos, de aprendizaje institucional y
mejoramiento de calidad.

Un segundo fenómeno relacionado con el anterior se refiere a la creciente demanda


social de información sobre la educación. Son muchos quienes creen que la
educación ha funcionado a la manera de una caja negra, cuya opacidad impide
saber qué ocurre en su interior. En el momento actual, dicha imagen resulta
ampliamente insatisfactoria, siendo numerosas las voces que reclaman una mayor
transparencia, El conocimiento del grado de logro de los objetivos de un sistema
educativo es fundamental para hacer mejor uso de los recursos disponibles y para
tomar las decisiones más adecuadas.

A esa exigencia social de información, derivada del interés que manifiestan las
familias y los ciudadanos por la educación, se unen otros motivos relacionados con
las condiciones económicas actuales. Se compartan o no las tesis de la Teoría del
Capital Humano, no cabe duda de que la formación de las personas que participan
en los procesos productivos constituye un factor fundamental para el desarrollo de
los países. De ahí deriva una seria preocupación por conocer el estado y la situación
del sistema educativo, por cuanto constituye la oferta formativa básica al servicio
del conjunto de la población.

En la actualidad, los recursos dedicados a educación suponen una parte tan


importante de los presupuestos nacionales que su ritmo de crecimiento no parece
fácilmente sostenible. Existiendo una clara conciencia de que dichos recursos no
son ilimitados y de que los efectos de su distribución y empleo no son indiferentes,
es lógico que crezca la demanda de información acerca de cómo se utilizan y qué
resultados producen. De ahí se deriva, asimismo, el desarrollo de diversos modelos
de rendición de cuentas, bien sea a cargo de los poderes públicos, de los
profesionales o de los consumidores, según se efectúe su regulación
respectivamente por el Estado, la sociedad civil o el mercado.

Hoy en día está claro que la "universidad, más que un fin en sí misma, es una
institución cuya misión, quehacer y resultados deben estar al servicio del desarrollo
armónico e integral del hombre y de la sociedad, por lo que en primer término debe
responder y rendir cuenta a la comunidad nacional que la rodea y todo anterior
conlleva necesariamente el que su quehacer sea evaluado como institución de
educación superior que es. En la actualidad existe una justificada y creciente
preocupación en relación con la garantía de la calidad, tanto de la universidad como
institución, como de sus programas académicos.

Es en este contexto que surge la acreditación como un proceso por medio del cual
un programa o institución educativa brinda información sobre sus operaciones y
logros a un organismo externo que evalúa y juzga, de manera independiente, dicha
información para poder hacer una declaración pública sobre el valor o la calidad del
programa o de la institución.

La evaluación y la acreditación son procesos relacionados cuya práctica se


entrecruza, ya que se acredita conforme y como consecuencia de un proceso de
evaluación y seguimiento, sin embargo, más que un diagnóstico que conduce a la
acción por parte de la propia institución. La acreditación constituye una constancia
de credibilidad por parte de la sociedad y del publico demandante de los servicios
educativos.

Competitividad y eficiencia eran dos palabras poco utilizadas en la gestión


universitaria de nuestro país, que se desenvolvía, hasta la década de los setenta,
en un medio ambiente sin turbulencias en el cual el financiamiento estatal estaba
asegurado y la competencia se encontraba limitada. Hoy, dicho marco de referencia
ha cambiado drásticamente y es otro el escenario que enfrentan las universidades,
especialmente las estatales.

Hace un par de años, la propia UNESCO llegó a la conclusión de que "en la


actualidad difícilmente existe algún país capaz de financiar un sistema comprensivo
de educación superior exclusivamente con recursos públicos". Incluso más, señaló
que "visto el estado de la economía en varias regiones del mundo y los persistentes
déficits presupuestarios a nivel local y de los Estados, parece improbable que dicha
tendencia pueda revertirse en los próximos años".

You might also like