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MARÍA JOSÉ AUDELO CUADRADO

SEGUNDO 2

26 DE ENERO DE 2019

ANÁLISIS DE LOS PAÍSES DE LATINOAMÉRICA

PIB
El PIB conjunto de las economías de América Latina y el Caribe ascendió a 3,5 billones de
dólares a precios constantes en el año 2012, según los últimos datos publicados por la CEPAL
(Comisión Económica para América Latina y el Caribe).
Brasil, la actual sexta economía mundial según diversas instituciones de análisis
macroeconómico internacional, se situó a la cabeza del ranking de PIB por países
latinoamericanos, con una producción de 1,1 billones de dólares.
En segundo lugar, México alcanzó también la cifra del billón de euros en PIB, siendo a
continuación, considerablemente menor en escala, el valor de producción del resto de los países
de América Latina y el Caribe (según se aprecia en el gráfico, el tercer puesto lo ocupó
Argentina, con una cifra sensiblemente inferior, 0,3 billones de dólares)
Así, las dos primeras potencias económicas de Latinoamérica representaron más de la mitad
del PIB conjunto de la región, un 61,2% (32,2% Brasil y 29% México).
Sucediendo a Argentina en el ranking (8% de participación en el PIB global), se situaron en la
cuarta, quinta y sexta posición, los países de Colombia, Venezuela y Chile, con unos valores de
202.903, 192.072 y 164.702 millones de dólares, respectivamente.
Perú, Cuba y Ecuador, se ubicaron en la séptima, octava y novena plaza por dicho orden, con
unos PIB de 127.563, 58.708, 55.572 millones de dólares.
República Dominicana (51.284 millones) cerró el top-ten de esta clasificación relativa a
América Latina, por delante de Guatemala (34.919 millones), Panamá (28.401 millones), Costa
Rica (27.488 millones) y Uruguay (25.484 millones de dólares).
Del décimo-quinto al vigésimo puesto les siguieron con unas cifras de PIB de entre 20.000 y
10.000 millones de dólares, las economías de los países de El Salvador, Trinidad y Tobago,
Bolivia, Honduras, Paraguay y Jamaica.

DEUDA PÚBLICA RESPECTO DEL PIB


Es cierto que para que crezca la economía de un país se requiere -entre varios factores- que las
personas consuman y que se endeuden comprando casas, automóviles o pidiendo créditos de
consumo. Pero claro, la situación se torna peligrosa cuando el sector financiero tiene pocas
regulaciones; corre el dinero fácil; la gente se endeuda demasiado; y luego no tiene cómo asumir
los compromisos.
Si a eso le sumamos políticas económicas que no anticipan los riesgos potenciales, el escenario
se complica.
En los últimos años, el endeudamiento de los consumidores en América Latina ha aumentado
rápidamente, desde un 15% en 2013 a un 20% en 2016 como porcentaje del Producto Interno
Bruto (PIB), según el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Ahora bien, la situación varía muchísimo: Chile lidera el ranking de las personas más

endeudadas en relación al PIB con un 42% y Argentina está en el último lugar con un 4%.
Después de Chile (42%), vienen Panamá (38%), Costa Rica (35%), Brasil 27%, Colombia
(25%). Luego completan la tabla Bolivia (19%), México (15%), Uruguay (10%), Paraguay
(7%) y Argentina (4%).

DEUDA EXTERNA
Desde inicios de los 80, la región han vivido distintas crisis relacionadas con ella y el miedo a
que se repitan aún no se ha disipado del todo.
No en vano en la lista de países con más episodios de impagos o reestructuraciones de deuda
hay una fuerte presencia latinoamericana en las primeras posiciones: Venezuela, Ecuador,
Brasil, Argentina, Perú, México, Costa Rica, Chile y Paraguay, entre otros.
El año pasado, la deuda externa bruta en América Latina (tanto privada como pública) ascendió
a US$1,47 billones.
Eso es casi un 80% más que en 2009, según los datos publicados la semana pasada por la
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

INFLACIÓN
La inflación es el aumento de los precios de bienes y servicios dentro de un país. El incremento
de estos precios se puede atribuir, en primer lugar, a una economía que se encuentra en el ciclo
económico de crecimiento, en donde la demanda interna se incrementa tan rápido que la
producción no puede ajustarse a ella; en segundo lugar, a los movimientos de la tasa de interés
de referencia, instrumento utilizada en la política monetaria para regular, entre otros factores,
la inflación y; en tercer lugar, cuando se aumenta la base monetaria, principalmente por la
emisión de dinero.
En 2017, entre los países con la tasa de inflación más altas se encuentran Argentina (24,80%),
México (6,77%) y Uruguay (6,55%). En el caso de los países con menor inflación Perú (1,36%)
es el país con la menor inflación en la región en 2017, seguido por El Salvador y Chile, con 2%
y 2,30%, respectivamente. Ecuador, sin embargo, fue el único país que terminó con una
deflación de 0,20%.

En este período, México y Paraguay fueron los únicos países de la región que no lograron
reducir sus tasas de inflación en 2017. En el caso de México, el alza de los combustibles fue el
principal factor que no permitió al Banco de México lograr su meta: situar la inflación entre 2%
y 4%.

Paraguay siguió esta misma tendencia, aumentó su inflación de 2017 en 0,6%, respecto del año
2016. Este resultado, según el Banco Central de Paraguay, se debe principalmente a la
volatilidad de los precios de las frutas y hortalizas.

Al extremo más bajo de la inflación se encuentra Perú, con 1,36%. En el 2017, el fenómeno del
Niño costero afectó considerablemente el índice de precios al consumidor (IPC), mostrando la
mayor inflación del año en marzo (1,30% mensual), situación generada por el temor de un
desabastecimiento de alimentos a nivel nacional. Sin embargo hubo seis meses de deflación
durante el año, los cuales permitieron reajustar el resultado.

El caso de Ecuador es muy distinto a la mayoría de los países de América Latina. Considerando
que Ecuador utiliza el dólar americano como circulante, la deflación presentada en 2017 se
produjo principalmente por la falta de demanda interna, ocasionada a su vez por la reducción
del empleo e inversión. Si partimos de la definición de la inflación, entonces la deflación es la
reducción de los precios nacionales. Puede sonar positivo el que los precios nacionales se
reduzcan, pues así más personas podrán aumentar su poder adquisitivo; sin embargo, se corre
el riesgo de que las personas quieran retrasar su consumo, pues esperarían que los precios sigan
bajando, creando así una crisis económica ante la baja demanda interna. Es por ello que la
inflación es un factor favorable para todas las economías, siempre y cuando sea controlada
adecuadamente.

INDÍCE DE DESARROLLO HUMANO


Uruguay (en el puesto 54), Panamá (60), Costa Rica (66), Cuba (68), Venezuela (71), México
(77), Brasil (79), Perú (87), Ecuador (89), Colombia (95) o la República Dominicana (99).
Por detrás, como países de desarrollo humano medio aparecen Paraguay (110), El Salvador
(117), Bolivia (118), Nicaragua (124), Guatemala (125) y Honduras (130).
El país peor parado de la región, y el único que considerado de desarrollo humano bajo, es Haití,
que se sitúa en el puesto 163 rodeado principalmente de naciones del África subsahariana y de
países en conflicto como Afganistán o Yemen.
Pese a sus diferencias, los países latinoamericanos comparten de manera generalizada el
problema de la desigualdad y en casi todos los casos pierden puestos en la lista del IDH ajustada
por desigualdad.
Así, por ejemplo, Chile retrocede en esa clasificación 12 puestos, Argentina 6, Uruguay 7,
Panamá 19, Venezuela 11, México 12 o Brasil 11.

DESEMPLEO
El informe anual de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre el “Panorama
Laboral de América Latina y el Caribe 2017”, indicó que la tasa de desempleo en la región
aumentó, señaló además los países que más sufren este problema.

Lo primero que señala el informe es que la tasa de desempleo promedio de América Latina y el
Caribe subió de 7,9% en 2016 a 8,4% al concluir 2017. Lo que representa un aumento de 0,5
puntos porcentuales. El número total de personas que buscan un empleo sin conseguirlo subió
en dos millones de personas, situándose en 26,4 millones de personas desempleadas en la región
al finalizar el 2017.

Ahora, explica el informe, esto se debe principalmente a la situación de Brasil, donde está
ubicada cerca del 40% de la fuerza de trabajo de la región, y donde la tasa de desempleo se
situó en 13,1% al tercer trimestre de 2017, siendo la más alta en Suramérica.

El informe señala además que el desempleo en el continente aumentó en 9 países con datos al
tercer trimestre, lo que infiere una evolución positiva comparada con 2016, cuando el
incremento se registró en 13 países.

El estudio agrupa los países por regiones y señala que el mayor aumento de desempleo se dio
en los países del Cono Sur, entre los que está Brasil. En esta región, el desempleo era del 11,9
% al culminar el tercer trimestre de 2017, pero en las mismas fechas del 2016 era del 10,2 %.

Por el contrario, señala la OIT, en los países andinos (Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú), hubo
una moderada reducción del desempleo que en 2016 era de 6,9% y al finalizar el 2017 se ubicó
en 6,8 %.
En Centroamérica y México también bajó la tasa de desempleo pasando de 4,5% en 2016 a 4%
en 2017. Por el lado del Caribe también hubo una reducción en la tasa de desocupación, que en
2016 fue de 7,8% y en 2017 se ubicó en 7,4%, según el estudio de la OIT.

El documento sobre el Panorama laboral de América Latina de 2017 concluye con un pronóstico
para el 2018, que señala que “se revertirá la tendencia y el desempleo en Latinoamérica bajará
por primera vez en 3 años, pues está proyectado que la economía de la región crezca un
promedio del 2%, y se espera que el repunte económico sea más visible en los mercados
laborales”.

El documento destacó también que a finales del 2017 se comenzó a notar una mejoría “leve y
frágil” en la tasa de ocupación en el mercado laboral, lo que permite augurar una evolución
positiva de este factor en el 2018.

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