Professional Documents
Culture Documents
La jardinería más bien se interesa por los espacios públicos y privados vallados o cercados,
como parques y jardines.
La arquitectura paisajista se interesa por los espacios abiertos cercados con vallas y también por los
espacios abiertos sin ninguna cerca o muro, como plazas, redes de parques, cinturones verdes y
parajes silvestres.
Los romanos planificaban el paisajismo a gran escala. Vitruvio escribió sobre varios temas, como por
ejemplo, la planificación de las ciudades, que aún hoy interesan a los arquitectos paisajistas. Igual que con
otras artes, fue con la llegada del Renacimiento cuando el diseño de jardines se reavivó con realizaciones
excepcionales, como el desaparecido antiguo Paseo del Prado de Madrid transformado con motivo de la
reforma para convertirlo en el Salón del Prado, que fue realizado durante el reinado de Carlos III, o la
todavía conservada Alameda de Hércules de Sevilla, construida en 1574, el más antiguo jardín público de
Europa que ha llegado a nuestros días.1 Durante los siglos XIV, XV y XVI proliferaron los jardines
privados en las villas de la Toscana, tal como refiere Juan Bocaccio(1313-1375) en su
obra El Decamerón, serie de cuentos de un grupo de jóvenes refugiados en una villa cercana a Florencia
donde se reúnen para huir del flagelo de la peste negra. De aquellos modelos de villas privadas sobresale
un extraordinario ejemplo que es el de Villa de Este, en Tívoli. El jardín continuó desarrollándose a lo
largo del Renacimiento hasta el siglo XVI y, ya en el XVII, durante el Barroco, alcanzó su apogeo con la
obra de André Le Nôtreen los palacios de Vaux-le-Vicomte y Versalles.2
La Inglaterra del siglo XVIII se convirtió en el hogar de un nuevo estilo de diseño de paisaje.
Especialistas como William Kent, Humphry Repton y sobre todo Capability Brown reorganizaron los
grandes ámbitos de la burguesía inglesa, dándoles el aspecto de una versión idealizada de la naturaleza.
Muchos de estos parques existen aún hoy. El escocés Gilbert Laing Meason utilizó por primera vez en
1828 el término “arquitectura de paisaje” en su obra The Landscape Architecture of the Great Painters of
Italy, fue entonces cuando se acuñó este nombre que en el urbanismodel siglo XIX retomó importancia.
La combinación de la planificación moderna y la tradición de la jardinería paisajista le dio a la
arquitectura del paisaje su orientación particular. En la segunda mitad del siglo XX, Frederick Law
Olmsted creó una serie de parques que siguen teniendo una profunda influencia sobre la práctica actual de
la arquitectura del paisaje. Se pueden citar el Central Park de Nueva York, el Prospect Park de Brooklyn,
el Parc du Mont-Royal de Montreal y la red de parques Emerald Necklace de Boston.
La arquitectura de paisaje siguió su desarrollo como disciplina del diseño durante el siglo XX, y se
aprovechó de varios movimientos del diseño y la arquitectura. En la actualidad, el espíritu de innovación
ofrece aún asombrosos resultados en el diseño de las vías públicas, parques y jardines. La obra de Martha
Schwartz en los Estados Unidos y las planificaciones de Schouwburgplein en Róterdam por el grupo
neerlandés West 8 son claros ejemplos.
Ian McHarg tuvo una influencia importante sobre la arquitectura del paisaje moderno y sobre la
adaptación del suelo en particular. En su libro Design with Nature (1969) popularizó un sistema de
análisis de las distintas capas de un lugar con el fin de llegar a una comprensión total de los atributos
cualitativos de un lugar. Este sistema se convirtió en la base de los sistemas de información geográficos
(SIG) actuales. McHarg asignaba una capa a cada aspecto cualitativo de un lugar, como la historia,
la hidrología, la topografía, la vegetación, etc actualmente se utilizan universalmente los programas
informáticos de SIG en arquitectura del paisaje para el análisis de los materiales sobre y en el suelo, de la
misma forma que son utilizados por los urbanistas, los geógrafos, los profesionales de silvicultura y
de recursos naturales, etc.
La arquitectura de paisaje o paisajismo es un ámbito multidisciplinar que
incluye: artes, ciencias, matemáticas, tecnología, ingeniería, geografía, horticultura, ciencias
sociales, política, historia, filosofía y de vez en cuando zoología. Las actividades de un arquitecto
paisajista o paisajista van desde el diseño de los espacios abiertos y públicos de las ciudades - plazas,
boulevares, la creación de parques públicos y vías paisajistas - hasta la planificación del lugar para
edificios de oficinas corporativos, del diseño de barrios residenciales al diseño de infraestructuras civiles
y la gestión de extensas áreas naturales a la rehabilitación de lugares degradados como las minas y los
lugares de enterramiento de desechos. Los arquitectos paisajistas o paisajistas trabajan sobre todos los
tipos de estructuras y pequeños espacios exteriores, grandes urbanos o rurales, con materiales duros o de
la vegetación, en relación con la hidrología y la ecología.
El alcance de las tareas profesionales a las cuales colaboran los arquitectos paisajistas o paisajistas es muy
extenso. Incluyen:
Inspiración en la naturaleza y el uso profuso de elementos de origen natural pero con preferencia en
los vegetales y las formas redondeadas de tipo orgánico entrelazándose con el motivo central.
Uso de la línea curva y la asimetría; tanto en las plantas y alzados de los edificios como en
la decoración.
Libertad en el uso de motivos de tipo exótico, sean éstos de pura fantasía o con inspiración en
distintas culturas, como por ejemplo el uso de estampas japonesas.
Aplicación envolvente del motivo tomando alguna de las características anteriormente mencionadas
en contraposición con las características habituales del elemento a decorar. El elemento destacado de
tipo orgánico envuelve o se une con el elemento que decora.
La historia del paisajismo durante el siglo XX es extremadamente interesante ya que una buena parte de
las mejores obras se vincula estrechamente a la evolución de las vanguardias
artísticas y arquitectónicas. Esto se debió a que grandes artistas y arquitectos desempeñaron un papel
activo en la conceptualización y el diseño de este espacio, muchas veces asociado a la arquitectura,
llamado jardín. A manera de antecedente hay que mencionar que algunos afamados creadores del jardín
inglés del siglo XVIII, como William Kent (1685-1748) y Capability Brown (1716-1783), se inspiraron
en las obras pictóricas de la escuela romana de paisajistas del siglo XVII, que evocaban paisajes de la
Antigüedad Clásica, ricos en temas pintorescos. Los proyectistas de jardines ingleses no solo evocaron
estas imágenes, sino que fueron una guía directa para sus creaciones, logrando efectos nostálgicos e
idílicos. Este tipo de jardín quiere ser como el paisaje de una pintura.
La pintura como referente estético para el paisajismo resurge nuevamente cuando se dan a conocer los
trabajos científicos sobre la teoría del color y su influencia en los pintores impresionistas franceses a
finales del siglo XIX. Para los paisajistas que seguían el movimiento Arts and Crafts, como Gertrude
Jekyll, famosa también por utilizar los esquemas de color a la manera “impresionista” en sus jardines,
dejan constancia de que la composición de los jardines se rigen por los mismos principios artísticos del
arte.
Las llamadas vanguardias históricas son una serie de movimientos artísticos que surgen inicios del siglo
XX que buscaban la renovación radical de la forma y contenido en el arte, innovando radicalmente su
producción en contenido, lenguaje y actitud vital. Se ataca todo lo producido anteriormente desafiando los
modelos y valores existentes. Pero en las dos primeras décadas del siglo pasado, un cambio cualitativo en
las artes daría un rumbo diferente a casi toda manifestación artística posterior: “En el siglo XX esta
relación difiere de la que se dio en el siglo XVII con la escuela pictórica inglesa ya que no se trataba solo
de referirla a los valores propios de la representación, sino a los calores intrínsecamente plásticos o
gráficos” (Juan Roig).
Es con el cubismo, que nace en las primeras décadas del siglo XX, que se da un estilo verdaderamente
revolucionario del arte moderno que se desarrolló en respuesta a un mundo que estaba cambiando a una
velocidad sin precedentes. Los precursores de estos cambios son los diseñadores del movimiento Arts
and Crafts y grupos como De Stijl que iniciaron la búsqueda de un modelo de espacio exterior realmente
moderno. Estos movimientos estéticos fluirían al reduccionismo y la abstracción geométrica con
el Constructivismo y el Neo-plasticismo.
En el período de 1920 emergería una visión innovadora del diseño de paisaje y que se conoce como el
estilo abstracto en el diseño de jardín. Los diseñadores de jardines de estilo abstracto se desarrollaron
inspirados firmemente en las formas y los patrones de Arte Abstracto. Según Joan Roig “esta
supeditación adquiere un significado especial a partir del desarrollo, desde principios del siglo XX, de
los conceptos de abstracción y figuración”.
El arte abstracto como movimiento artístico surgió alrededor de 1910 y su propósito era prescindir de
todos los elementos figurativos, para así concentrar la fuerza expresiva en formas y colores sin ninguna
relación con la realidad visual. Desde hace siglos ha habido una tendencia a la abstracción en el diseño
que se manifestó con una enérgica capacidad de síntesis en el arte primitivo. De hecho, ya en tiempos de
la Prehistoria se utilizaron la estilización y el geometrismo. Así que la capacidad de abstracción es
inherente al pensamiento humano y las primeras vanguardias artísticas se vuelcan hacia este tipo de
estética más conceptual en las primeras décadas del siglo XX.
Algunos autores aseguran que una serie de movimientos artísticos, sobre todo pictóricos,
propusieron alternativas inéditas de carácter visual que inspiran las transformaciones en el
diseño paisajista. Durante este período es cuando se habla más enfáticamente del concepto
de “espacio” en el diseño del paisaje y arquitectónico. Es importante recordar que antes del
siglo XX, la idea del espacio era muy escaza o nula, si bien era un concepto muy conocido y
estudiado desde la antigüedad, su incorporación al campo de la teoría arquitectónica se realizó
en el siglo XIX e incidiendo con la aparición de la llamada arquitectura moderna. Se referían a
un conjunto de teorías que abordan el significado y la naturaleza del espacio como un volumen,
como un elemento de diseño y como sujeto a la creatividad artística. El espacio visto como el
medio fundamental del diseño del paisaje pasó inmediatamente a los debates vinculados al arte
contemporáneo y a la arquitectura moderna.
En la segunda mitad del siglo XX se fueron produciendo tanto nuevos desarrollos del
movimiento moderno en sus múltiples posibilidades, como alternativas críticas. En las últimas
décadas del siglo se produjo incluso un radical cuestionamiento del concepto mismo de
la modernidad a través de su desconstrucción, y que en arquitectura fue interpretado a través de
los movimientos denominados desconstructivismo y arquitectura posmoderna, que no son ni
mucho menos las únicas posibilidades expresivas de un periodo, que llega hasta el siglo XXI,
que se caracteriza por la abundancia y variedad de obras, estilos y creadores.