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HOBRE CABEZA DE FAMILIA

Efesios 5:23

¿Qué implica ser cabeza de la familia?

“LA CABEZA de la mujer es el varón.” (1 Corintios 11:3; Efesios 5:23.)


A muchas personas que dicen respetar las Escrituras, este principio
bíblico no solo les parece anticuado, sino peligroso. Así, un matrimonio
hizo este comentario: “Llevada a extremos, la doctrina de que la
esposa debe ‘someterse de buen grado’ [a su marido] da pie a abusos
físicos y emocionales”. Por desgracia, tales atropellos son muy
frecuentes. “Las palizas contra las mujeres —señala una
escritora— [...] se caracterizan como componentes del orden natural
en muchos países, una prerrogativa masculina celebrada en
canciones, proverbios y ceremonias nupciales.”
Hay quienes aseguran que tal brutalidad se ha visto propiciada por el
principio de la autoridad que presenta la Biblia. ¿Será verdad que la
estructura familiar expuesta en las Escrituras degrada a la mujer y
fomenta la violencia doméstica? ¿Qué implica en realidad ser cabeza
del hogar?*

Autoridad no es sinónimo de tiranía

La existencia de un cabeza es una amorosa disposición bíblica que


no justifica en ningún caso la dictadura. De hecho, fue la
desobediencia a la potestad divina lo que llevó al brutal sometimiento
de la mujer (Génesis 3:16). A partir de la expulsión de Edén, los
hombres han abusado con frecuencia del poder y han explotado
cruelmente a sus congéneres, entre ellos mujeres y niños.
Sin embargo, tal despotismo nunca formó parte del propósito de YAVEH
, quien detesta a los que abusan de su autoridad y quien condenó a
los israelitas que habían “tratado traidoramente” a sus esposas
(Malaquías 2:13-16). Lo que es más, Dios señala que “Su alma
ciertamente odia a cualquiera que ama la violencia” (Salmo 11:5). Así
pues, nadie que maltrate a su cónyuge, físicamente o de cualquier otra
forma, puede respaldar con la Biblia sus agresiones.

El ejercicio adecuado de la autoridad

La existencia de autoridades es una disposición esencial por la que el


Creador mantiene el orden en el universo. Salvo él, todos rendimos
cuentas a alguien: el hombre a Cristo; el niño a los padres; el cristiano
al gobierno, y el propio Jesús a Dios (Romanos 13:1;1 Corintios
11:3; 15:28; Efesios 6:1).
Por tanto, la solución no radica en rechazar la autoridad, sino en
ejercerla y entenderla bien. Pablo exhorta al esposo cristiano a asumir
la dirección de su hogar en conformidad con el hecho de que “el Cristo
también es cabeza de la Iglesia (Efesios 5:21-23). De este modo, el
apóstol destaca que el trato que dio Jesús a la congregación
constituye un modelo perfecto de dirección.
Cabezas que siguen el ejemplo de Jesús

¿De qué manera puede el cabeza imitar las cualidades de Cristo? Si


es responsable, se preocupará por el bienestar físico y espiritual de la
esposa y los hijos, dedicándoles el tiempo y la atención que necesitan
—tanto individualmente como en conjunto— y anteponiendo siempre
las necesidades de ellos a las suyas propias (1 Corintios
10:24;Filipenses 2:4).* Al seguir en su vida los principios y enseñanzas
bíblicas, se gana el respeto y apoyo de la familia. Dado que la dirige
con amor y de acuerdo con las instrucciones de las Escrituras, sienta
las bases para que su familia sea feliz y logre superar los problemas,
lo que redundará en gloria y alabanza para Dios.

1 Corintios 11:3-10
Pero quiero que sepáis que la cabeza de todo hombre es Cristo, y la
cabeza de la mujer es el hombre, y la cabeza de Cristo es Dios.…
Efesios 5:25,26
Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y
se dio a sí mismo por ella,…

1 Corintios 11:3
Pero quiero que sepáis que la cabeza de todo hombre es Cristo, y la
cabeza de la mujer es el hombre, y la cabeza de Cristo es Dios.

Efesios 5:24
Pero así como la iglesia está sujeta a Cristo, también las
mujeres deben estarloa sus maridos en todo.
Cuando el apóstol Pedro le pide a los maridos que traten a sus
esposas con delicadeza, como “vaso más frágil” (1 de Pedro 3:7) pone
el dedo sobre la llaga de quienes creen que las mujeres somos tan o
mas fuertes que los hombres. En la mayor parte de los campos y en la
mayoría de las situaciones, el hombre suele demostrar mayor fortaleza
que la mujer, o por lo menos está llamado a demostrarla.
Por qué creen sinó que Satanás tentó a Eva en el jardín del Edén y no
a Adán? Porque Adán iba a ser mucho más difícil de convencer o
manipular. La mujer culpó a Satanás de su caída…y a quién culpó
Adán de la suya? Pues a Eva, claro está! Y de allí en adelante, la
historia se repite: las mujeres caen tentadas por Satanás y los
hombres siguen culpándolas de todos sus males.

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