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HOSPITAL GENERAL DE AGUDOS DR. T.

ÁLVAREZ - CURSO DE POSGRADO VIRTUAL –


CICLO 2018

ADOLESCENCIA- Ficciones / Mutaciones y enredos en la práctica Psicopedagógica

ADOLESCENCIA – Del problema pedagógico al síntoma subjetivo: lecturas desde el


psicoanálisis

Lic. Natalia Paladino – Psicoanalista, Miembro de la E.O.L. y de la A.M.P.

Planteamos en la primera parte las vicisitudes subjetivas, estructurales y de época, que


conciernen a la adolescencia y a los adolescentes en su relación al Otro. Cabe aclarar que
cuando nos referimos al Otro no lo hacemos de forma unívoca: el Otro con mayúsculas en
su dimensión simbólica es estructural por el campo del lenguaje al que un sujeto llega y en
el que cuenta aún antes de haber nacido en el discurso del Otro familiar - bien por quienes
un hijo /a ha sido deseado /a y éste es esperado, bien cuando el sujeto llega como no
deseado / no esperado -, y estructurante para el advenimiento del sujeto en la dialéctica
con el Otro encarnado, que lo aloja o rechaza en relación al lugar que éste ocupa
respectivamente en su deseo y en la relación al Ideal del yo y a los significantes
privilegiados provistos por el Otro parental y por el Otro social. El otro con minúsculas, en
su dimensión imaginaria y especular como semejante, juega un lugar decisivo en los
vínculos y relaciones del adolescente y sus pares, tanto en la rivalidad y tensión agresiva
como en las identificaciones yoicas narcisísticas.

Interrogando el papel contemporáneo de esas relaciones - el adolescente con sus pares,


con los padres y con los educadores de hoy -, abordaremos algunas de los avatares de las
mutaciones en la dialéctica del sujeto con el Otro y los otros, entendiendo que hay
ficciones que al encontrarse congeladas imposibilitan una salida o nueva versión ficcional
para el sujeto que se pare y separa, y hay otras que en cambio, constituyen una invención
singular para construir una salida subjetiva, en el pasaje que va de la posición de objeto
para el discurso y la economía libidinal del Otro materno y familiar hacia la posición de
sujeto nuevo, deseante de pleno derecho. De objeto fálico deseado u objeto de goce-
tapón para la castración del Otro materno, hacia el advenimiento de un sujeto deseante,
hay todo un recorrido por transitar.
Las operaciones de la constitución del sujeto: alienación y separación

Con las operaciones de alienación y separación, Lacan formulará la lógica de la dialéctica


entre el sujeto y el Otro. Si la alienación al campo del Otro del lenguaje es la elección
forzada que le permite al infans introducirse en el universo simbólico, como operación
constitutiva ésta implicará una ganancia y una pérdida: en un mismo movimiento es
ganancia en la inscripción del significante provisto por el Otro que lo antecede y constituye
el consentimiento en acto para ser incluido en el mundo del lenguaje. Pero también es
pérdida, cesión de goce y confrontación con “lo imposible de la identidad con sí mismo” a
la que el significante somete al ser hablante, en tanto que el sujeto es lo que un
significante representa para otro significante en el discurso. Allí donde el sujeto no puede
sino hacerse representar por el significante ante el Otro, encuentra en la representación y
el sentido la imposibilidad de una identidad de sí, haciéndose valer de las identificaciones
imaginarias que configuran sus valores y significaciones desde el yo, comandadas por la
identificación simbólica a un significante inconsciente privilegiado - S 1- que ordenará y
determinará aquellas identificaciones imaginarias pre- conscientes o conscientes.

Es a través de la operación de separación del Otro que el sujeto podrá localizar esa falta
constitutiva: la localización del deseo en el Otro implica advertir la falta de un significante
que lo nombre en el Otro, en un movimiento que lo confronta con su incompletud e
inconsistencia. La angustia de castración freudiana no es otra cosa que la angustia ante la
constatación de la falta del Otro y en el Otro que , en tanto castración , remite al sujeto a
la propia falta. La pregunta por el deseo del Otro ( che vuoi?, ¿qué me quieres?) encuentra
al sujeto en un desgarramiento haciendo entrar en juego su propia pérdida o desaparición
(¿puedes perderme?) que tantas veces encontramos en los juegos infantiles. El fort-da
freudiano es releído por Lacan desde la perspectiva de la inscripción en el niño de la
presencia-ausencia del Otro, para pasar a la inscripción de la propia ausencia en el Otro
probadas veces en su fantasía o en la escena (desde el fantasear con qué consecuencias
que tendría en el Otro su pérdida o muerte, al juego de escondidas para hacerse buscar)
intentando darse una respuesta a la pregunta por el lugar que tiene y de qué modo cuenta
para el Otro en su deseo. La separación permitirá al sujeto sustraerse del campo del Otro;
dejando caer la identificación al falo imaginario para colmar al Otro, y extrayendo del
campo del Otro al objeto de goce que comenzará a jugar otra partida en la economía
libidinal y sexual luego de la pubertad a través del fantasma, es como la angustia de
castración y el desgarramiento de la propia división subjetiva encuentran una solución
para el sujeto que, en tanto deseante, buscará en su nuevo mundo y en su nueva realidad
un lugar en el Otro social y en relación a un partenaire sexual.

Vicisitudes de la separación del sujeto: acting out y pasaje al acto

Del país de la infancia al territorio de la adolescencia, la separación implica una mutación


por excelencia: pero la necesaria vacilación de las ficciones infantiles que alojaban al niño
en el discurso del Otro parental para dar lugar a la invención, a la construcción de nuevas
ficciones que permitan al adolescente anticiparse y adentrarse en el mundo adulto
creando una salida del país de la infancia, requiere de al menos tres consentimientos: el
consentimiento del sujeto que se dispone a separarse y dejar caer aquel lugar que desde el
Ideal lo sostenía en el discurso familiar, el consentimiento del Otro parental a esa
separación, y el consentimiento del Otro social para alojar y dar un nuevo lugar de
inscripción al joven sujeto en el mundo.

Nos habíamos referido anteriormente a la adolescencia prolongada, a la procrastinación


de la entrada a la vida adulta y a los impasses y síntomas que se producen en las
subjetividades contemporáneas para producir dicho atravesamiento, que muchas veces se
manifiestan al modo del acting out y del pasaje al acto: en tal sentido, muchas de las
patologías del acto pueden pensarse desde la lógica del impasse o detención, de la fijación
de una ficción o de la imposibilidad de inventar una nueva versión- nueva ficción como
salida una vez que la ficción infantil ha vacilado cuando alguno de los tres consentimientos
mencionados falla. ¿Cómo inventar una salida de la ficción infantil cuando el Otro social
del mundo adulto no ofrece alternativas de inserción laboral, cuando los proyectos de
formación académica se convierten en una finalidad en sí creando a los “eternos
estudiantes” especializados en cursos y posgrados que no garantizan la inserción en un
mundo laboral cada vez más competitivo, volátil, precario e inestable? ¿Cómo inventar una
salida de la ficción infantil cuando en las familias contemporáneas el objeto que sostiene y
anuda el lazo familiar es el niño - sea como S 1 idealizado, sea como objeto que obtura la
falta del Otro -? ¿Cómo dejar caer al S 1 que sostenía la infancia si como contrapartida el
encuentro o la invención de nuevos S 1 que sostengan no es ofrecido o habilitado por el
Otro parental y por el Otro social? Desde esta perspectiva la apatía, la repitencia o
deserción académica pueden leerse como síntomas en sentido amplio, que pueden remitir
a un intento fallido de salida o corte que no alcanza a producirse. Ya sea por la vía del
acting out , en tanto el objeto no puede extraerse y la pregunta por el deseo del Otro no
encuentra en éste su falta, dirigiendo un llamado mudo o silencioso en la puesta en acto
de una escena que le está dirigida, sea por la vía del pasaje al acto, en tanto el sujeto
identificado al objeto se deja caer de la escena del mundo separándose del Otro en acto, la
angustia del sujeto puede encontrar otra vía: la del síntoma subjetivo, modo de acotar la
angustia al poder localizar la falta – la propia y la del Otro- inscribiendo la pérdida del
objeto y la caída de los significantes del discurso familiar para dar lugar a nuevos
significantes, a nuevas versiones-ficciones, y hacer de la falta el motor del deseo.

El saber en el bolsillo y el saber en el Otro

Si en el mundo contemporáneo el objeto-saber ya está ahí en el gadget tecnológico de


bolsillo y a disposición, incluso presentándose como respuesta mucho antes de que el
sujeto pueda formularse una pregunta para luego dirigirla al Otro ¿se tratará de que el
Otro pedagógico sostenga el saber desde una impostura? ¿se tratará de que ceder
finalmente en la impotencia ante ese objeto-saber de bolsillo que no pasa por el campo
del Otro y por el circuito de la demanda y el deseo? Acaso la estrategia más vivificante
para que el objeto- saber vuelva a introducirse en la dialéctica con el Otro es ofrecerlo, a
condición de que pueda ser interrogado y cuestionado por quien lo recibe y por quien lo
ofrece como saber agujereado, inacabado e incompleto, donde la falta y el deseo
encuentren una vía para apropiarse de éste, preguntándose qué utilidad, uso y valor tiene
ese objeto para cada quien, para permitir la producción de una respuesta que vaya del
enunciado general y para todos a la enunciación singular, propia, de cada quien y uno por
uno.

BIBLIOGRAFÍA DE REFERENCIA :

- Freud, S., “Tres ensayos de teoría sexual”, punto III: “Las metamorfosis de la pubertad”, en
Obras Completas, tomo VII, Amorrortu, Buenos Aires, 1993
- Miller, J.-A., “En dirección a la adolescencia”, en : http://elpsicoanalisis.elp.org.es/numero-
28/en-direccion-a-la-adolescencia/
- Lacan, J., Seminario 11 “Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis”, Paidós,
Buenos Aires, 1999, pp 211-237
- Mitre, Juan, “La adolescencia: esa edad decisiva”, Grama Ediciones, Buenos Aires, 2014

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