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1. Fármacos antipsicóticos
Los primeros fármacos antipsicóticos fueron denominados "neurolépticos" por producir un síndrome caracterizado por quietud emocional,
enlentecimiento psicomotor e indiferencia afectiva. Los fármacos más modernos se caracterizan por no producir tal síndrome. Por esta razón se los
denomina "atípleos" o de "segunda generación".
En el Cuadro 1 podemos ver una lista de los antipsicóticos según sus características químicas. Los fármacos antipsicóticos, si bien presentan
diferencias entre cada uno de ellos, poseen en común el hecho de tener como mecanismo de acción su capacidad de bloquear los receptores
dopaminérgicos postsinápticos, mecanismo que es el responsable del efecto antipsicótico cuando el bloqueo se produce en los circuitos mesolímbico
y mesocortical. Pero su afinidad por los receptores dopaminérgicos en otros circuitos produce los eventos adversos más comunes: síntomas
extrapiramidales al bloquear la vía nigroestriada y elevación de la prolactina al bloquear la vía túberoinfundibular de la hipófisis.
Cuadro 1. Fármacos antipsicóticos
1) Fenotiazinas
a. Alifáticas: Clorpromazina Levomepromazina
b. Piperidínicas: Tioridazina Pipotiazina (Depot)
c. Piperazínicas Trifluoperazina Perfenazina Rufenazina
2) Tioxantenos
a. Alifáticos: Clorpotixeno
b. Piperazínicos: Tiotixeno Zuclopentixol
3) Butirofenonas o Feniibutilpiperidinas Haloperidol BromperidolDroperidol
4) Difenilbutilpiperídinas Pimozida Fluspirileno Penfluridol Domperidona
5) Dibenzodiazepinas: Clozapina
6) Dibenzotiazepinas: Clotiapina Quetiapina
7) Dibenzotiepinas: Zotepina
8) Dibenzooxazepinas: Loxapina
9) Tienobenzodiazepinas: Olanzapina
10) Benzamidas Amisulprida Sulpirida Metoclopramida
11) Benzisoxazoles: Risperidona
12) Benzotiazoilpiperazinas: Ziprasidona
13) Indoles: Molindona
14) Alcaloides de la Rawolfia: Reserpina
15) Quinolinonas: Aripiprazole
La capacidad de los antipsicóticos de bloquear los receptores dopaminérgicos fue el origen de la hipótesis dopaminérgica de la esquizofrenia. La
participació de una hiperactividad dopaminérgica en los procesos psicóticos ha sido en reiteradas oportunidades confirmada. No obstante, no debe
reducirse la fisiopatología de estos trastornos al mencionado mecanismo.
La hiperactividad dopaminérgica sería la consecuencia de la interacción de una serie compleja de mecanismos neurobiológicos debidos a una
combinación de factores genéticos y ambientales que modifican el desarrollo cerebral y, desde allí, el adecuado balance de los circuitos encefálicos.
A partir de la introducción de la clozapina, el primer antipsicótico de los denominados atípicos, comenzó a estudiarse cuál era la razón por la cual
este fármaco no producía los típicos efectos extrapiramidales (EEP) y de elevación de la prolactina. Allí se descubrió que el mismo, además de tener
efectos sobre los receptores dopaminérgicos, tenía afinidad por receptores serotoninérgicos. Esta acción sería responsable de la disminución de los
efectos extrapiramidales y la mejoría de los síntomas denominados negativos.
A continuación reseñaremos los diversos efectos farmacológicos y el mecanismo de acción que los produce {efecto farmacológico: el resultado
visible de la acción del fármaco en el individuo, ejemplo: efecto antihipertensivo de las tiazidas. Mecanismo de acción: el resultado de la interacción
entre el fármaco y la célula, por ejemplo: acción betabloqueante de los broncodilatadores).
1. Acción antipsicótica y neuroléptica:
a. Antagonismo dopaminérgico: bloqueo de receptores D2, D3 y D4 (en menor medida DI y D5).
b. Antagonismo serotoninérgico: bloqueo de receptores 5-HT2.
c. Antagonismo histaminérgico: bloqueo de receptores H1.
d. Antagonismo adrenérgico: bloqueo de receptores alfa.
e. Antagonismo colinérgico: bloqueo de receptores muscarínicos M1 y M2.
f. Efectos a nivel de los neuropéptidos neurotensina, beta endorfina y metencefalina.
2. Acciones neuroendócrinas:
a. Aumento de la liberación de prolactina.
b. Reducción de la secreción de FSH y LH y GH.
c. Inhibición de la secreción de GH.
3. Acciones farmacológicas a nivel del tronco encefálico:
a. Actividad Antiemética por efecto sobre la zona quimiorreceptora gatillo.
b. Depresión respiratoria y del centro vasomotor (dosis altas por vía parenteral).
4. Efectos a nivel neurovegetativo:
a. Bloqueo periférico de receptores dopaminérgicos, colinérgicos, alfa-adrenérgicos y serotoninérgicos.
5. Otras acciones neuropsico fármaco lógicas
a. Inhibición de las reacciones de atención y vigilia.
b. Inhibición de las respuestas condicionadas de evitación y escape.
c. Reducción de ondas rápidas cerebrales (alfa y beta), aumento de las ondas lenta (delta).
d. Disminución del umbral convulsivante.
4. Fármacos ansiolíticos
Bajo este nombre se designa una serie de fármacos con utilidad en el tratamiento de los diversos trastornos de ansiedad. Recordamos en este punto
que varios de los trastornos del grupo se tratan con fármacos antidepresivos y/o estabilizadores del humor.
Benzodiazepinas. Se trata de un grupo de fármacos cuya característica principal es la de interactuar con el complejo receptor GABA-
bcnzodiazepinas, produciendo un aumento en la permeabilidad al ion cloro, lo que se manifiesta con los efectos ansiolítico, miorrelajante,
hipnoinductor y anticonvulsivante. Las benzodiazepinas no son agonistas del receptor GABA, porque requieren de la presencia del aminoácido para
funcionar. Por tal razón deben ser considerados moduladores alostéricos. La principal característica que diferencia a las benzodiazepinas entre sí son
sus propiedades farmacocinéticas de comienzo del efecto, vida media y la pre sencia o no de metabolitos activos. Desde el punto de vista metabólico,
las benzodiazepinas se dividen en tres grupos:
• Grupo I: primero sufren una oxidación con la producción de merabolitos activos y luego una síntesis (glucuronización) con metabolitos
inactivos. A este grupo pertenecen el diazepam y el clordiazepóxido.
• Grupo II: sólo reacciones de conjugación, sin metabolitos activos (lorazepam, oxazepam, temazepam).
• Grupo III: hidroxilación alifática, con metabolitos activos de escasa relevancia clínica. Pertenecen a este grupo las triazolobenzodiazepinas
como el alprazolam, el triazolam y el midazolam. Nitrorreducción (con metabolitos inactivos): nitrazepam, clonazepam.
Las benzodiazepinas, entonces, se clasifican por su vida media y por su potencia (alta y baja) que está relacionada con las dosis activas de cada
fármaco. En el Cuadro 4 podemos ver una clasificación de las bcnzodiazepinas.
Cuadro 4. Clasificación de las benzodiazepinas sobre la base a su potencia y vida media (toro-martínez e, 2000)
Alta potencia Baja potencia
Corta duración Alprazolam Triazolam Midazolam Lorazepam Oxazopam Temazopam
Larga duración Clonazepam Diazepam Clordiazopóxido Halazcpam Quazepam Clorazopato
4.1 Efectos adversos de las benzodiazepinas
Dado lo masivo del uso de estos fármacos, deben ser muy tenidos en cuenta, siendo los más importantes:
— Sedación, fatiga, ataxia, disartria.
— Trastornos de memoria y cognitivos.
— Debilidad, somnolencia, efecto de resaca matinal o "hang-over".
— Hipersecreción salival y bronquial (en niños).
— Depresión respiratoria.
— Reacciones paradojales.
— Síndrome de abstinencia y tolerancia.
Están contraindicadas o deben ser usadas con extrema precaución en: apneas del sueño o síndrome de hipoxia-hipercapnia, tercera edad (trastornos
cognitivos, inestabilidad), miastenia gravis, sujetos con antecedentes de abuso, embarazo, abu sos de alcohol. Además, tienen un gran potencial de
interacciones con fármacos como el alcohol, la cafeína, la carbamazepina, el tabaquismo, la clozapina, el cloranfenicol y los estrógenos por
inhibición enzimática, las quinolonas y los macrólidos (estos últimos inhiben su metabolismo).
Por todo lo dicho, y por la posibilidad de generar cuadros de adicción y dependencia junto con el efecto de enmascaramiento de patología
psiquiátrica severa, el médico general debe estar consciente de que las benzodiazepinas deben ser indica das bajo un régimen controlado y en forma
puntual.
5. Psicofármacos y embarazo
El embarazo y la lactancia representan un desafío para el clínico que enfrenta la necesidad de indicar las decisiones adecuadas en una paciente que,
estando bajo tratamiento o necesitando iniciar uno, se encuentra embarazada en forma inten cional o accidental, fenómeno éste muy frecuente en
pacientes psiquiátricas. Si bien la teratogenicidad así como la capacidad de ser secretados en la leche es varia ble para cada fármaco en particular, la
tendencia es evitar en todo donde sea posible esta situación. No obstante, debe quedar claro que una vez que la situación de hecho se presenta, el
manejo adecuado indicado actualmente es el del consentimiento informado en las siguientes variantes:
— La paciente bajo tratamiento y su familiar o pareja debe estar advertida de los riesgos potenciales de trastornos de los fármacos que está
recibiendo.
— En la medida de lo posible, se conducirá a las parejas a programar los embarazos, lo que facilitará tomar las medidas preventivas
adecuadas.
• En el caso de un embarazo en curso, la obligación del médico es la de informar tanto los riesgos para el feto en el caso de continuar la
medicación como los riesgos para la madre en caso de discontinuar la misma. En muchos casos deberá sopesarse adecuadamente el riesgo-
beneficio de cada decisión.
• Toda decisión que se tome se hará dentro del marco del consentimiento informado. En esta situación particular, las decisiones finales no las
toma el profesional, sino que son resorte exclusivo de la paciente y su familiar o res ponsable. En condiciones ideales, es de buena práctica
que se firme un documento ad hoc, en el cual queda claro que el médico proveyó toda la información, que el paciente y su familiar lo
comprendieron y que la decisión tomada es efectuada por éstos.
• La FDA {Food and Drug Administration, órgano regulador de los fármacos de los Estados Unidos de América) clasifica el riesgo para un
embarazo de los fármacos en cinco categorías (Mazaira, 2005):
a) Estudios controlados demuestran ausencia de riesgo.
b) No hay evidencia de riesgo en humanos pero los datos son insuficientes.
c) El riesgo no puede ser descartado.
d) Existe evidencia de riesgo en seres humanos.
e) Contraindicado en el embarazo.
No existen psicofármacos en la categoría. La mayoría caen en las otras categorías que, mayormente, implican una adecuada valoración riesgo-
beneficio en cada caso.