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que su respuesta se registra generalmente como una función p, por ejemplo pH, pCa,
pN03, etc.
indicadores metálicos para los que el potencial tiene su origen en la tendencia de una
Química Analítica 1
unión†
disolución de referencia.
insolubles en agua tales como los vidrios de sílice o resinas poliméricas. Los
selectivamente con los iones del analito. Existen tres tipos de uniones: por
Electrodos de referencia
A continuación se pasa revista a los electrodos de referencia más utilizados (electrodo normal de
hidrógeno, de plata/cloruro de plata y de calomelanos).
2H+ + 2e– → H2
o bien la contraria, si actúa como ánodo. (Que el electrodo de hidrógeno actúe como ánodo o
como cátodo depende de la tendencia relativa a la reducción o a la oxidación que tenga la
reacción de la semicelda con la que se enfrente.)
Aunque el potencial de una pila siempre es positivo, el potenciómetro puede dar medidas
positivas o negativas, dependiendo de la polaridad de sus conexiones con los electrodos. Si
manteniendo la disposición de la figura en el potenciómetro se leyera un valor negativo, eso solo
indicaría que el ENH actúa como ánodo. Estas consideraciones justifican los signos de la tabla de
potenciales. De las reacciones que aparecen en la tabla se dan más fácilmente que la reducción
del hidrógeno todas las reacciones de reducción que figuran por debajo de la de él; es decir,
todas las que tienen un valor E0 > 0.
Electrodo de calomelanos
Electrodo de Ag/AgCl
Otra semicelda de referencia muy empleada es la de plata / cloruro de plata. Está formada por
un alambre de plata sumergido en una disolución de KCl y AgCl. Esta última sal es muy insoluble;
se añade cantidad suficiente para que esté siempre saturada. La concentración de KCl suele ser o
bien 3,5 M o la máxima admisible, en cuyo caso el electrodo se denomina saturado. El potencial
normal de la reacción
En la práctica, para su más fácil uso, los electrodos de calomelanos y de Ag/AgCl se fabrican de
modo “compacto”, de tal forma que pueden conservarse y transportarse sin riesgo de que se
derrame el electrolito. Estos electrodos compactos no se colocan al lado de la semicelda que
contiene el electrodo indicador sino que se sumergen dentro de ella, eliminándose así el puente
salino. En vez de este, la pared contenedora del electrodo tiene un pequeño diafragma de una
fibra o material cerámico porosos que permiten pasar pequeñas cantidades de iones para que
circule la corriente y quede cerrado así el circuito. Este diafragma debe quedar completamente
cubierto por el líquido contenido en el electrodo indicador cuyo potencial se quiere medir. La
siguiente muestra un esquema de un electrodo compacto de Ag/AgCl.
Electrodos de membrana
Los electrodos de membrana (también llamados electrodos selectivos de iones) son, por su
mecanismo, muy diferentes a los considerados hasta aquí. Se basan en una membrana que
separa la disolución problema de una disolución de referencia contenida dentro del electrodo.
Las membranas son hasta cierto punto permeables para un determinado tipo de iones; por ello
estos electrodos también se llaman selectivos de iones. Generan un potencial que resulta
proporcional, a través de una ecuación análoga a la de Nernst, a la concentración de un solo
analito (eso idealmente, porque en la práctica algunos otros analitos pueden interferir si están
en concentración muy alta). Sus ventajas a la hora de determinar rápidamente un analito
concreto en una muestra son, por lo tanto, claras. La figura 9.8 muestra el esquema de un
electrodo de membrana (acoplado con uno de referencia).
El sistema que se usa para hacer las medidas consta de dos electrodos: de referencia e indicador
(el de la membrana). Ambos se sumergen en la disolución que contiene el analito cuya
concentración se quiere medir. El electrodo indicador tiene la particularidad de consistir en un
electrodo de referencia interno y una membrana en uno de sus extremos. La membrana separa
dos líquidos: el relleno de su electrodo indicador y la disolución problema. El líquido que rellena
el electrodo de membrana es una disolución que contiene el ion que se quiere analizar; su
concentración se mantiene constante. La disolución problema, exterior, contiene también ese
ion, pero su concentración es cualquiera; precisamente es lo que se quiere determinar.
Esto es, la membrana separa dos disoluciones del mismo ion, una en la que el ion mantiene una
concentración constante y otra en la que la concentración del ion tiene cualquier valor. La
membrana se fabrica de tal modo que permite que ese ion (y solo ese) migre hacia su interior
desde sus dos caras. Pero la velocidad de migración es diferente según lo concentrado que esté a
cada lado, lo que crea un desequilibrio de cargas a ambos lados. Como en las uniones líquidas,
esto se traduce en la aparición de un potencial que en este caso se denomina de superficie.
(Adviértase que este potencial no es indeseable como el de unión líquida, sino que, al contrario,
constituye el fundamento de la técnica.) Como los potenciales debidos a los electrodos de
referencia son ambos constantes, la única variable es este potencial de superficie, que solo
depende de la actividad del ion en la disolución problema, ya que la actividad en la disolución
interna del electrodo de membrana es siempre la misma.
Epila(medido)= EK + (RT/nF) ln a
donde a es la actividad del analito, que para bajas concentraciones se puede igualar a la
concentración. (La concentración de los analitos comunes que se mide en medio ambiente suele
ser lo suficientemente baja como para que esta aproximación sea, en la mayoría de los casos,
correcta; si fuera demasiado alta bastaría diluir la muestra.) El valor de EK, que engloba a todos
los potenciales constantes, puede determinarse fácilmente mediante una calibración a partir de
disoluciones de concentraciones conocidas. La calibración también corrige el llamado potencial
de asimetría, debido a particularidades de fabricación de cada electrodo y que cambia
lentamente con el tiempo.
No existe un único tipo de membrana, sino muchos. Están hechas de vidrio o de un cristal de un
determinado compuesto, y algunas de polímeros insolubles rellenos de ciertos líquidos. Cada
electrodo de membrana se diseña de un modo específico para medir la concentración de un ion
concreto. El de fluoruro (F–), por ejemplo, consta de un electrodo de Ag/AgCl sumergido en una
disolución de NaCl y NaF y de una membrana hecha de LaF3 cristalino. Este electrodo se puede
emplear, por ejemplo, para medir el grado de fluoración de un agua.
Además del de fluoruro, se han diseñado electrodos selectivos de Cl–, Br–, I–, CN–, SCN–, NO3–,
S2-, Ag+, Cd2+, Ca2+, Pb2+, etc. Sus membranas se denominan de estado sólido. Pero el ion más
importante que se puede determinar por esta técnica es el protón (H+), ya que ello permite
conocer el pH de una disolución. El electrodo selectivo de protones se conoce por el nombre de
electrodo de vidrio porque se basa en una membrana de un material vítreo. Merece una
atención especial.
pH = –log[aH+]
y teniendo en cuenta que el logaritmo decimal (log) de un número es el logaritmo neperiano (ln)
multiplicado por 2,303, la ecuación anterior puede transformarse (si la temperatura es de 25 ºC)
en
pH = 0,059(K – Epila(medido))
expresión que relaciona directamente el valor del pH con el potencial en voltios medido con un
voltímetro especial. El conjunto (voltímetro y electrodos) se suele denominar pH-metro
(pehachímetro). K se obtiene mediante la calibración del aparato con tampones, que son
disoluciones cuyo pH se conoce con gran exactitud.
clip_image020Se han diseñado muchos tipos de electrodos para medir el pH. Existen
microelectrodos que dan el pH en sistemas tan pequeños como un diente o una célula viva.
Otros lo miden en disoluciones extremadamente viscosas. Existe un modelo para determinar el
pH del estómago tragándoselo y manteniendo el electrodo de referencia en la boca. Para
medidas in situ se fabrican pH-metros portátiles que incluyen en una sola pieza el sistema de
electrodos y el voltímetro. Por otro lado, existen otros tipos de electrodos de membrana de
vidrio para determinar iones como Na+, K+ y NH4+.
Otro tipo de sensores potenciométricos para medir concentraciones de iones son los transistores
de efecto de campo. Las propiedades de un transistor cambian cuando este se contamina con
iones. Tal efecto aparentemente adverso es precisamente la base para la medida de la
concentración de algunos iones. Estos pasan a través de una membrana selectiva y llegan a una
parte del transistor llamada puerta que está recubierta de cierto aislante en el que los iones
quedan adsorbidos. Cuanto mayor sea la concentración de iones en la disolución, mayor fracción
de estos quedará adsorbida. La adsorción de los iones produce un cambio en la conductividad
del transistor que resulta proporcional al número de iones adsorbidos. Tales dispositivos,
conocidos como transistores selectivos de iones de efecto de campo (ISFET, en sus siglas
inglesas), resultan especialmente útiles para medir el pH, pero, según la naturaleza de la
membrana, se pueden adsorber selectivamente otros iones. Los transistores selectivos son más
pequeños y resistentes que los electrodos de membrana; otra ventaja es que no se necesita que
estén hidratados para poder hacer la medida.
Además de los sensores potenciométricos medidores de iones, existen otros que detectan
moléculas, es decir, especies sin carga, especialmente gases y ciertas moléculas bioquímicas. En
el caso de los gases, el sensor está formado por una membrana selectiva permeable a un gas
determinado; al entrar, este reacciona químicamente con un reactivo allí contenido y como
consecuencia de la reacción se generan o consumen protones (H+) en cantidad proporcional a la
del gas analito. Se aplica muy bien a CO2, NO2, NH3, HCN, HF, H2S y SO2.