Siento que la provincia ha respondido a los signos del tiempo y veo que se vive mucho la comunión con el resto de la congregación, un ejemplo de esto se nota en que nuestro proyecto de vida misionera se ha basado en los documentos de los capítulos generales y el resto del magisterio congregacional. Por otro lado se percibe una comunión con toda la Iglesia, especialmente con el magisterio del papa Francisco, no sólo desde nuestra provincia sino desde el gobierno general. Desde hace un tiempo para acá la provincia siguiendo el mandato de los superiores ha optado por el acercamiento a las gentes a través de verdaderos signos de fraternidad y caridad especialmente con los más necesitados. Otros de los puntos que debemos considerar es el testimonio de muchos misioneros que han desgastado su vida por este proyecto claretiano y que este testimonio hoy enriquece la historia de nuestra provincia, así mismo sirve como motivación para las nuevas generaciones de misioneros. Ahora bien así como hay luces en nuestra provincia también percibo realidades que no van acordes con la vida claretiana. A veces preocupa las nuevas generaciones de misioneros en nuestra provincia que se van levantando porque a mi parecer poseen poca formación religiosa y misionera, esto a veces por la falta de personal en la formación o por falta de gente competente en este campo. Veo misioneros estudiantes que están en la formación por pura comodidad, por dinero o simplemente por un interés propio. Tenemos gente muy floja (vaga), conformistas en el apostolado o en la misión. Nuestras pastorales a veces son con poca participación del pueblo y en mi opinión principalmente esto se debe a la falta de diligencia y entrega del misionero. Definitivamente no queremos misioneros así. ¿Qué nos pides que te dejemos como provincia? Deseo que nuestra provincia siga viendo la realidad de los dos países para luego actuar y tener buenas propuestas pastorales que realmente respondan a las necesidades de nuestros hermanos en las diferentes misiones y apostolados que tenemos. Deseo una buena formación para los misioneros que se preparan a la misión. Esta formación debe ser integral y de calidad. Deseo que nuestra provincia se abra a la novedad y permita nuevos frentes de misión, como por ejemplo la radiodifusión. Deseo que los responsables de la formación no permitan proseguir a gente que sea conformista en el apostolado y que persiga intereses propios. Deseo que nuestras pastorales sean realmente misioneras. Deseo que nuestras comunidades claretianas y en especial la provincia sea comunidad que ora en los momentos buenos y malos. Deseo una provincia viva y activa dinamizada por el espíritu y que esto se note en hechos concretos.