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se analiza el mundo d.e los pilares
de hormigón
-un'o" q metálicos que habitualmente se empleiut e, la
básicas hasta la forma de calcularlos edificación. Desde sus geometrías
de se,ci[la r¿ ráprtla parü c'nlpr(;bu, t¿, ,.sult acros que
pasando por su estudio económico'Y ^onera ofrece er orcrenador,
más: heÁos procr,rado expoierlo de una
sus
m^tleras*riarc,rre asequtbre. La patorogía de p,ares
u reparaciones se aborda cualitativa
u cuant¡tativan*r¿e. Al t¡not ,n exporle u, aueio, L*IL1
de píezas comprimidas que' por su compleiidad, al problena de pandeo
la h.entos rotocoá,o o,poute, tratandorle rro ¿les'irt
^proximación
uar el caracter sencilla con el que
pretendemos dotar e[ cuerpo
básico de cad,a uno tle los t¿rnas. siem,p'ri
será así, es crecir. c¿rarrdo u, tenta requiera un desarroro
cierta compleiidad para su compresión, éste de
figurará en un anejo al final ele catja librt¡.
se aborda también todo lo relacionado con el cortatttt q
el punzonamienro en /as ¿srnrcrtiras ¿ie horntigón armado. Hentos tratad,o
de exponer a iustificar las formulaciones que habitualmenie
,o*,q,rn t*o principales Nonrrrrs ric/ ,run¿lo, con Ia intenctó, d.e poner
de
manifiesto lo mucho que queda por hacer en ,.ste can1pl. Se exponen
criterios pr(i(ticos part;t reLlliiar cálculos dtt cttmprobación g
dimensionado rápído del cortante en las piezas lirreales q el punzonamiento eyt las losas. Al
firral s¿ uborda Ia patologia tt Ia forma
de subsanarla en vigas tl Íorjados.
Se expone todo Io necesario para proqectar, resolver q construir los loriados d¿ aislami¿rrl o, Iambién llamados sanilarios, que
aíslan los edíficios del terreno cuando ásúos s¿ clnstruuen sin sdlanos. Tanthién sÉ' tr¿ttdn las patllogías más frecuentes a sus
soluciones.
Se ha dedicado un espacio a los forjados de tipo unidireccional, es decir, a los cl¿ísicos foriados tradicionales de vigas g viguetas.
El tema se aborda rcmo en todos los demás, desde todos los angulos posibles, pero fwdamenlalnr¿rrle bajo una óptíca eninentemente
práctica. Los forjados prefabncados a base de losas armadas q pretensadas tíen.n sl lud¿rr en gste librl.
Los foriados retículares, de uso cada vez más frecuente en nuestro país, tambiér¡ sou asl¿rdiados. Dado que la literatura técnica
que se ocupa de ellos no es Lan extensa como la que trata de los
loriados unidireccianales, que en España tiene inclgso una Normativa
propia, el tratamiento U alcance con el que se aborclan es suficientemrunte amplil y rrxterrso baio
totlos los puntos de vista. Los forjados
de losas macizas se contemplan como referencia y origen de los forjados reliculares tLrl ye:, y
como ftüuro rie los nisnos.
se realiza un profundo anáIisis de los edificios rle gran altura, recogiendo /os cnt¿rios
[undantentales g las lípologías estructu-
rales que los hacen posibles' Se exponen los aspectos g
lundamentales las particularidaties 4ue p¡s,3e '3sle tipo de edlfkios, tanto bajo
el punto de vista de su arquiteclura f uncíonal rcnto de los condicíonantes estnictur¿rl¿s que
írtfluqel en el diseño de Ia ntísma. El
tratamiento general que hacemos de esta tipología de edilicios, si
bien tiene inicictlnterrtr, urr contponenle america¡to i,le|itablemente,
está mug centrado en su aplícación a la reoiittatt
conslructiva espanola, especialnrerrte en aquellas zonas do,de el urba,isnto
reinante permite este tipo de construcciones.
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( os ernl)L.hj(lo-s rr,. .- r.r ( a_)ft ,O( ;ih.l
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Fig l t) re¡leLiclo hasta la sacieclacl
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losas sohre: apoyos ",, á<_lár;,r,r:io = c,lá:icr_r:¡ cl. l.s
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capitcl dc coluE¡a
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pueden moüliz¿rse plenamente los momentos máximos de flexión Lo que parece objetivamente probado, y resulta un mérito in-
negativa, con valores mucho más altos que los de flexión positi- discutible de los técnicos rusos, es el haber logrado simplificar y
va. El código ACI-? l8( 1977), como ya se ha dicho, dio finalmente acelerar los procesos y diseños evolutivos de las estructuras que
la razón a Nichols restituyendo su coeficiente 0, 125, mucho nrás inicialmente fueron concetridas para ser construldas en hormigón
lógico y razonable, abandonándose definitivamente el valor 0,09 armado.
por inseguro.
El homrigón armado, por su propia naturaleza de piedra líquida
En la Unión Soüética, impulsados por la necesidad de un vasto que pasa a sólida, pcrmjtió pasar rápidamente de las tradicionales
plan de construcc¡ones masivas de entrepisos con foriados sirr vlguetas de madera y metal trabaiando unidireccionalmente entre
viga, se realizaron estudios y ensayos a escala real y sc puso a muros de car€a y vigas. a una losa maciza con capacidad de poder
punto el reglamento TsNIPS-1933/1940, con obieto de uniformi- re¡xrtir las cargas multidireccjonalmente aunque se encontrasen sim-
zar al máximo el cálculo y diseño de los edificios con esta tipolo- plemente a¡>oyadas en sus contornos.
gía de foriados, tratando de minimizar al máximo los costes de
construcción. Cuando conr€ñZclroh a desaparecer los muros de carga tradi-
cionales, reemplazándose por soportes metálicos, y después por
soportcs de hormigón armado, las losas macizas, que inicialmen-
te se apoyaban simplemente sobre las vigas, pasaron rápidamen-
LI t te a empotrarse en las mismas, obteniéndose mayores luces libres
tiúdi dr
ilG i- entre suelo y techos y un considerable aumento de la capacidad
.l I o:¡¡ los¿r-a
;iE---T: lg resistente del coniunto frente a las acciones gravitatorias y hori-
€(¡.¿r.oaft.¡G! ' att
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dl..)lcc-!
rI g-
zontales.
tG
li El deseo de afinar secciones y reducir a los mínimos estrictos
F ¡A CE¡f¡AL la geometría estructural de una construcción, ha sido y es una
constante, frecuenternente enfermiza, que ha impulsado la tecno-
logía constructiva a lo largo y ancho de su historia, por la fuerte
componente econórnica que enciena, al margen de los profundos
cleseos de conocimientos y superación que lleva implícito en su
ser el hombre,
ItlÜTA Fara ar¡rrellos que quieren estudi¿r ie rÉ¡qir- e. :$!ura contenlplardos en el reglanre: tu :;so TsNlpli tie I 933 y 1940, recogiclos en el libro En-
¡¡-EÉny de tee3, publ¡cado por la Univers:ü¿c rc::*i.:r(¿ :e CaüiLrÁa igipanri.
ftx: rocft-rs los c.rpitc lt:s exptrestos, el cle- la Fig 2' 1 7 poclría ser el
Barce.on¿ de \t¿:,art
Fig. 2.19. Estruc:r:r;r ,,-,11 .i¡5;; nraL iTas de canto 25 cnl en un afiafcamiento
Al.,.v tAiic¡r::Lr- r l-,¡;; r-ctnlrafueftes clcl nltlro del f<¡nclo.ryudan a conte-
",i
ncr las tierr.lt cle r.¡r¡r ;¡rlura que ¿ic!úan sohrc.: l¿t cstrtlctura.
Los foriados reticulares de casetones recuperables Los forjiidos uniclireccionales in situ, con bloques
resultan de aligera_
insustituibles en el campo de los techos planos miento perdiclos v recuperables, es muy posible que
con grancles lu_ u"y"ñ
ces y cargas, especialmente cuando además mentando su cuota rJc presencia en el mercado,'dado'que,"u_
se busia deiarlos al
vistos y conseguir también una estética liberarse de la rigiclez que imponen los
digna. Este tipo de for_ elementos prefabricados,
iado seguirá su camino compitiendo .on Io, prefabricados pueden competir nrás ribremente
de con los forjados tipo losa como
placas alveolares dentro del mundo los reticulares L<ts encofrados recuperables totales se aplicarán
A" lo, .prr.omientos y cle
los edificios industriales. En el presen,". cada vez más en toclas las tipologías
de forjaclos.
unJ, exigencias de la
normativa del fuego, claramente desproporcionadas
y en nues_ Con todas las reservas del mundo, nos
tra opinión enóneas, están penalizando atrevemos a cJecir que
esta tipologíá estructu_ los forjaclos cle semiviguetas cada vez
ral incomprensiblemente. Esperamos que irán percli.nclo mayor cuo_
la racionalicJad y el ta de mercado, especialmerlre en et
sentido común se imponga antes ¿mbitl Ae f., .iuJuáár v ¿.
de que esta tipología de for¡a_
dos reticulares desaparezca del los edificios de cierta entidad. No
mercado o ," .n..r.zca intole- tenemos una idea muy clara
rablemente con nervios de una sobre quó va a pasar con las losas maciza,
y cuál será su
ur" ¿Áóroporcionada.
"n.t futuro. En cuanto a las losas por,"n.",lir, Of""u,
lr"urno, que, a me_
. seguirán apareciendo
aligeramiento
forjados reticurares con casetones
cre
dida que vayan conociéndose más
yectistas, se producrrá un mayor
V róor'po, parte de los pro_
que aporten cualidades .¡"ái¿., iso de ia, mirm", al hacer
a los mismos, al
margen de las puramente resistentes. posiblc el cubrir anrplios vanos
Tenemos ya en el rrlerca_ sin vrgas acr-r.sadas, minimizan_
do casetones de poliestireno para aislamierrtos <lo considerablt:rnerrte t-.1 problerna
térmicos, cle fi_ A"]", iiu.t"r.
bras especiales para resistir tiempos
fr.nte al f.ego, cle Para luces pecluerias.. bien sea porque
"t.urJá,
medidas especiales y materiales uirtoro,
b*cando una estéti- los pilares estén próxi_
ca mayor en los techos., etc. El marketing rnos o porque existan vigas acusadas,
publicitario tencjrá mu_ la simplic¡¿ad construc_
cho que decir en la aplicación y a"rrrrJft*iu tiva que aportan las losas macizas las
hacen muy atractivas y es
independientemente de sus .rál¿.0",
.r,o, casetones, por ello, que resulta el foriado
más extendiJo en muchas partes
y de su incidencia en el coste po,
ouiil""r" estructurales del mundo.
*",rJü.iru¿o de esrructura
construida.
Cuando existarr serios ¡rroblenras de cortantes, no queciará
Los foriados unidireccionales autoportantes, más solución que acuclir a las losas
macizai, ,o p"n" <Je proyec_
cle viguetas pre_ tar una fenalla de cortante compleia y
tensadas doble T seguirán empleándósc costosa en los nervios de
*in .ornp"t"ncia en las los forjados. que no siempre pueden construirse
construcciones rurales donde los medios de manera efi_
de clevación ,*"n .r_ caz y cuidadosa.
casos y las estructuras portantes vert¡cales
sean nluros de car,
ga. En los forjados sanitarios,
su protagonismo actual resulta El rnayor coste de los materiales que exige
incuestionable, aunque puede que ias pl"cas la losa maqiza en
autoportantes pre- acero y horrnigón frente a la rnano cle obra-en
fabricaclas también comiencen a introducirse España, todavía
en este ámbito a irace ¡rosible c¡ue siganr<-ls manipulanclo piezas
de aligeramiento
I'
y sistemes más o menos sofisticados en la construcción, aun-
que la tendencia generalizada vaya encaminándose lenta pero
irrexorablcr¡rcnte hacia la simplicidad de formas y nrétodos, con
todo lo que esto significa y supone en la planificación de la in-
dustria de la construcción mirando hacia el futuro.
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i¿irti-i;r\l
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tares sigLricrrcjo .-t.,i..f c.r,,r,.,< r,-., i;tí-.._.. _ve. nlcales Viaian a los
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lr¿ivés clc l6i r,*",Li.): ortogonalcs quebraclas a
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tj;oeilelJtll]toCle\ist¿l,exrstcnrefleyirrrr-_
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L!! u,eur¡,,u¡ cruLL)re: i1,-r rQ:.r:rc1t,ra.
a los fo¡atlos rcr icularesco*i.,
varia.re:s de kl:r f.ri;rcl.s r:niclir.cci.""i;;
citle éstas se lr¡n c.li,,'iriichr Ér.i ne,,ró5
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y rccít¡roc¿rnerrte. "];;"r. ";'i":
t)icir;:s rci!eili.rrel üorr!rit\lycn,r1 ra7.,11.1l'r'ric.to
clem.¡siaclcr
sinr plist¿r, [n re!t(-] o u (:. c l co
n rlloné¡ r nient(:) cle los I orl¡rclos reticulares
clebicl<l a la c-¡l.r¿l dt:: cc_¡nrl¡resión que conecta a tclclos los
nervios
nluv cnrzados errtre sí, slr LrncLlentra rnirs cerca clel comportarrtien-
to r'ecánico cle 1a.r li15¿,5 nr¿ciz¿rs cruc al compor-tarniento que tie-
Fig. 3.1. Tipología rcsistente dc [orjados planos: Fr:rjacio unic]ircrcional nen las vigucrtas \ \'jgas. Si no fuera por sus deficiencias
nlecánic¿is frerrte ¿i la tt¡rsióli por s\ls cliscontinuiclacles evidentcs,
slr conlt)orlan rierrto serll idÉnLico.
:r0 | ^. (^.;^1^. .4r,1^.-
20 Los lorlados rctrculares
Las piezas cerámicas presentan la ventaia de ser más ligeras construirse con bloques perdidos de hormigón en número de 3,
que las de hormigón y, como contrapartida, aíslan acústicarnente 4 y 6 piezas. Los cantos que se manejan habitualmente oscilan en_
menos.
tre 23 y 35 ,!,
con capas de compresión vanab/es entre 3 y 5 cm,
En el presente, tambjén en elcampo de los aunque en e/presente, por imposición de la
forja<Jos unidircc_ EHE que no hace dis-
cionales, la cerámica ha cedido su protagonismo tinció¡ alguna sobre las pezas aligemntes, se fije
a ras bovedi.rJas una capa de COm-
aligera n tes de hormigon. presión mínima de 5 crn;
sean drchas piens áe
sean, lo que no parece ra¡on¿bh.
U *t*rtro-áru
Tras analiz¿¡r y comprobar los replantcos en obr¿ls reales, re- 3.1.2. Foriados reticulares con casetones de
comendamos como conclusión el empleo del casetón de aligera- aligeramiento recuperables
mienLo de cuatro piezas, recomendando tanrbién dis¡tc-rtter
suplementariarnente de un pequeño stock de casctoncs de seis [sta tipología constituyc cl otro gran bloque de los foriados re-
piezas, para pder resolver con ellos los bordes v a justes proble- ticLrlares, siendo el más conocido y empleado internacionalmente y
máticos que presente la dtra. minimizándose así l¿s ¡cn¿s nt"ici- de uso indiscuriblc'cuando las luces supcran los 7 u 8 m entre a¡rr-
zas no previsEend goyecto. yos.
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lnlprescindible y tras analizérr :l,i]i: :r'::,:: ;r.;;;l'i':l;'.,1-,,'
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cunr,i¡"r-r v rl ..,r,'"., .u ..', ,,tla !tllt\t,_1llúid,,li.:
todos los puntos _:-. I., J ., _ _t..
rrómico v estético,
cre vista posibres: nr, rr.,al,r.,ror' ao1 r-¡.q., j,,. J e. "
.r_ 'l.rilr.r ,..r ;1.',- * - _-. rl . . r ,¡' :'-]"1:
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oc eslos lori;'tios l-.;t';i,-1;l¿p-
_¡<jnLlo VICttnlaS, toll
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rtiettto ti...:-:,. Un comporta_
irracie cr-,¡rl,:, ¡ cL;alc¡uler otra iipol.eÍa rle fc¡.adcts
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l-i{ J l(.) Pr,tir,clrát t,a qencracla l)or ulr t_.:::-i
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Buscalrclo sc¡lucionar sus problem;:s con5tnr(ti! os. ri: rfrirLi¡' así sr 5rsts:r.r unri ijr¿1c¿i cle poliestrreno continuo bajo el forjado con
tria española ha patentado un sistema que ha acabado est¿blcciin- cl espesor nrercjorrildo cie 3 cm, anulándose los puentes térnt¡cos.
close como referencial cn cl rnercaclo, bus.rdo en tr.q ¡tic,za.. Rr:,i::
y ii{:rrrbr€-r.-t(-: ¡rar.t corrf ig;t¡rur los n(-:^,ic):. y,planCh;r: cle J r ¡rr r:lr- ltn Iig :i .ll r)r-t.LJr.¿¡.rre( i¿r5c cc,n cliafanid¿rl en
r_¡sr)eqcJr ¡:ar:
i..r qué Consiste
los fo¡¡doc cjc las zon;t:; no aii¡;erarclas. .i:cgttr;rrrdu el sis[c¡¡¿
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Fig 3 24. Sistenla reticuiar er :¿:: =. :it .i li ger;rn-r ierrlo cle ¡.rol ies tr r.tr, rt I .i ir;, Jr EP! rl)¿¡e¡1¡s c5páñol;i)
Los loriados relit ularts
tl t-, :-.'' :;
.f jLt:te r-ir - ' '-j:-- -rt,rcilal! Se tÉ\L;eL.i scr!ten¿jl't-
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L¿s cualidades que presenta cl sisterrt¿r ,(r rr-) lirtcl J-x-rrrlr.l(-.
clo 1as ¡liez;,. r1- :
f
,:t.:'r-: a :-.-)n-.i-)i-iail':teltl¡ c()¡ rl¡a sintple ctt-
también tiene sus inconvenientes, sorl, sirr l,¡qar ¿: dud¿is, inr¡tor.
Cilill.r,Crlrle:r:,.:''.1,-.-..*rr:l.::L.StiltleSllOt¿1.)lettitnt.l :lSti-.l-1¡
tantes:
""''i'!t'
.::,,t '1,
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Fig. 3 25. Aluste rrota[;le c1e 1.r.. ¡r:.i;. ..- .:rrE.! r:OI1 Llna :,inr1-rle c rtCirill.rcla
?4 Los llri¿¿los rettulur¿s
Finalmentc, clccir clLle l.l Nornta tJNl..-5-l()7.1 r(='!o:r-rj,i,rncic1 llalraj En Otrrl5 c¿riL.r , j,{ ll'..i liL) 1lc1\ t\pe-
los gLr;:rnecidos cje yesos qllc se ejecutain e:t lo: Icc;li)i:r_llrrt: los rictt(.ia, SÉ tr,,( r.ri':-t :
r -]:-i e'i't':C I ¿r
3 cnr cre poliestir(rno qtrC lieva ir.rcorpor;rd. cl sis:rr-r¡r er
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inferior, las siguientes especificacioncs:
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El precio de un foriado de esta naturaleza se dispara frente a estructural adecuado a las luces y cargas que posea la obra, y aña-
los clásicos de hormigón. Solamente razones arquitectónicas vi- dir el falseado visual que formalmente considere el diseño arqui-
suales pueden lustificar el uso de esta tipología estructural. Esti- tectónico, antes que encarecer la estructura con invenciones un
mamos mucho más razonable y conveniente construir el forjado tanto esotéricas con',o el Floor-Krt mencionado.
Fig, 3.3ó. Características resistentes de las viguetas metálicas del sisrerna Floor-Kit
Los ljrrcd1s tettculares
€ Tabla. 3.1
€
El sjstema al permitir el paso del aire por el intradós de sus
piezas, puede resuitar útil para el almacenaje de productos muy
Fig. 3.37. Sistema lGtU para scierzls \-par::r€.:os as¿::s ccr:c::¿ics
sensibles a las humedades en naves industriales.
c.on piezas de
de 2l cm
polipropileno de 50 x 50 x 27 c: de.a:*i- ;:.¿ ir:r-:¿ ..b:e
ItRtAz^ YOmUDA
No obstante, nuestra experiencia en el diseño y construcción
de estos foriados umbién nos permite, con suficiente
conocimien-
to de causa, aportar matizaciones y sugerencias que pueden refle_
Fig 3.38 El sistema |GLU aplicado a terra:¿s donrie se eq.a ve¡li-ación jar mejor su realidad constructiva y su comportamiento
r
aFlamiento, Las características tecnicas del slstem¿ ¡¿:a su cirseñ¡ r cons. estructural, sin que ello suponga una rebeldía frente a los sistemas
trucción se encuentran recogrdas en la Tabla 3 I establecidos.
Los lo rj a,los re l.¡. u ld res
L¿ verdad no tiene por qué encontrarse necesariarlente en los 7.2.1. Luces y distribución de pilares
reglamentos oficiales, como demuestra el hecho de que las rrormas
cambian sus criterios y evolucionan periódicamente tratando dc Las luces tlLltr f:uecjen r,frnei¿trse elr las estrr,lctlrras con torla-
acercarse a ella lo máximo posible, sin acabar de alcanzarla plerra-
dos reticuiares tienei-r ur, r¿r-rgo sut'naltleute arnplio y atractivo. sin
mente.
abandonar el canr¡ro ciritiefto ¡:or las piezas dc aligeramiento sim-
L¡ información que figura a continuación tiene que vcr con los ples y senciil¿rs clue ra ind,-rstria de la constnrcción ofrece sin te-
foriados reticulares estandarizados habitualmente emllleados en ner urt carítcler espücla.
la construcción normal, sin que puedan extrapolarse conclusiones
Lógicamente. el ','a,or cie 1;, sobrecarga de sewicio prcvista para
fuera del ámbito de los mismos.
cic, rrranc-ra determinante l.rs luces cle los
los forliiclos corrcJici,l-r¿
proyectos.
Conviene clarificar una cuestión previa de principio, -v;.t
qtre
comenzamos a establecer criterios sobre las geometrías de los cle-
que tras-
Un foriadc r,--,-.,1.ir cle bañeras recuperablcs de carrto
mentos específicos del forlado reticular, tienen bastan'"e
40+5 cm er, ic:r'-:E,:.:' ¿.lmaclo. (lue pernlite alcanzar ltlces el'l tor-
cendencia en su comportamiento.
noa los I I - I :- iri;rc una sobrecarga de usoentre 3 y 4 kNim2
Con demasiada frecuencia se han confundido dentro de las t300-400 kc -: :.rj-cc slr campo de aplicación a luces alrede-
estructuras con forjados reticulares, normas, criterios i'especifi- dor de os fi r' ., ; ;obrecarga de servicio se eleva l0 kN,tm2
caciones geométricas propias y particulares de ta, o cual ntétodo r I 000 kp :r-
de cálculo, atribuyéndoselas a los mismos en la incorrec:¿ creen_
cia de suponer que, si no se cumplían, se estaba ,;iolanclo la inte_ Teriei-,cit: i ,,t:,¡- r. ts los caSetc¡nCS de aligcrar-rtiento recLlpe_
gridad de las estructuras: Nada más Ie¡os ie que así sca. Una rabies corl ¿,r:-:¿s -l¿ :r_-r 2;, 30,'35 y 40 crll para cl e,¡e cle g0 crn,
estructura será estable y resistente si está bien di:eñacla, caicula- con cclpas dc c:,r:-r,"-:.:r:-, r:ie J a l0 cnl, el rango cle luces qr.ie po_
da y construida, independientemente de que sus elenrentos cl'li- lr
clcntos cuirlt arrr r. :,_)::-r-'ión al'll¿do sin sobrcpasar Sobrecargas
plan tal o cual especificación geométrica, o taj o cual norn¡a de sen,icro de I !11.. ."- ;-..;,i¡lg oscilar eutre i v l2 nretros
impuesta en un reglamento por una persona que, como nosotros,
tiene sus especiales criterios. ¿.|)cinc-lc st--.ercr.er.tr¿:, .l¡s línrites clc luces y cargds cle estrLs
forjados bajo un prtrllo tic '" j:ta cminenterr¡ente constructivo?
Otra cosa será si la estructura resulta razonabie ¡' econórrrrca
o, por el contrario, se encuentra forzada y su construcción alcan-
za niveles prohibitivos de costes.
iDebemos prescindir de las estrr.rcluras cie 5 C¿lairava? E¡ e] l.\E i l') ,\1g- icl,, =- .it:-,.i: .i ¡;rcrón clc Lrnü estructura que ¡r:r1,,irere ta,
hipotético y problemático caso de que ra respuesta fuese afirnla- der'sirj;:d ck ¿r'r ¿,cj'-':¿¡
tiva, élo haríamos por la razón última, la relativa al cálcr,rlo o por
todas las razones anteriores?
si cieiar:r.-r: al rr-rirrgt:n las deforr.aciones, que pucclen scr cle-
Dcsde luego, lo que no sería razonable es res¡r,rrrcler qrle te-'rlllitl¿lntes tt;at'.tiqr ios forjaclos rcticularcs tienen que
lrres- Soponar
cindimos de la brillantez formal cle las estructuras cle S Cai.¡trava ta[:icluerías fr;igiits poclríirnros est¿rblecer lrn¿rs cotas nráxirrr¿rs
c]e
o cual artículo dc un cleterrninado cócligo. sittvii quc l.ettÉn(-.i,t,-ie aloi,.rr en sus netvic)s,
Los fona.lL)s rcttuldrPs
? Fuec¿As D€ D€suio
Fig, 3.4 L Pretens.rdo i¡l stiu it¡r :enclones l.ro aciir-:er:es e:.
"€
{f-i=¡
f
ür
Fi1.3.42. Tensado t1e los cables de pretensado rle li'¡s.rs n\acil¿s cir' _10 cm
puenteando una anrpliac:ión de I I m del IVAM tValencja)
F-l tarnaño ¿clecu¿ido para lirces de 5-ó nl en los pilares cle es-
quina podría ¡er dc .10 x 40 cm.
sección en m2 =
,#B o,o62jrn2 -¡
=
Los pilares dt r:edr¿neña icberían tener el tarnaño dc 40 x 30
cm para luces supericles ¿ los I m. La dimensión mayor de 40 cm
-+ l¿do en cm : \
Ns
'100225cm tN, en kNl debcría estar', lógicamcr,te. perpendicular a la medianería, iusto al
r00 B
contrario de conio suele ser norma en los proyectos de arquitec-
tura.
r r-300
Un r-lilar cr-raclraclo cur!o l¿rdo sea el diámetro de urr pilar circu-
(30 MPa) l¡lr, teni(]ftcl,¡ irntb(-)s idér\ticar ¡rtttarlr¡tá, pl(Jl)ol'cic-tna l¡na catrfacicli¡(-l
de carga Supcrior ell lorno ¿¡l 30"/o con un coste inferior clel orden
i t-350
(3t MPa) clcl l5 ¿rl 20""
Las paredes de los nervios de los foriados reticulares construi- El tamaño de los ábacos contemplado en los manuales y nor-
dos con bañeras recuperables tienen una inclinación media repre- mas, pretende reforzar la losa buscando los puntos de momentos
sentativa de unos 8lo, con el objeto de poder desmoldar Ias nulos bordeando los pilares: es decir, ios puntos de inflexión don-
piezas aligerantes cómodamente tras el endurecimiento y el fragua- de la placa invierte su curvatura negativa a curvatura positiva y, es
do del hormigón. por ello, que suelen fijar la distancia del e¡e del soporte al borde
EOcrs del ábaco en urr r,,alor no menor de 0,15 de la luz correspondien-
te del recuadro considerado.
i_ _L1
Fig. 3.ó0 Esquema simplificado de los foriados retrculares con bañeras re-
cuperables.
+f lr J¡
1-
En esta tipología de forjados reticulares, Ia losa que constitu- I
I
tre los nervios de paredes inclinados en torno a los 50 cm,
trabajando como una bóveda rebaiada sin necesitar armacluras
I
!l -.i-'l
3,2.5. Los ábacos
E # ¡ i
En la actualidad, los ábacos se encuentran prácticamente siem- Los valores máximos de los ábacos rara vez han superado el
pre embebidos en los espesores de los foriados, sin que acusen valor de 0,20 L, y se recomienda no superar dicho valor, siempre
su presencia descolgándose bajo los mismos. que ello sea posible
Los ábacos en las placas macizas carecen de sentido, salvo Como valor referencial mínimo para los proyectos de los foriados
que se encuentren acusados baio las mismas configurando las reticulares, dado que la nueva norma española EHE no lo cspecifi-
estructuras que los norteamericanos denomin an flat slab y los sud-
ca, recomendamos que se lenga presente 0, l5 L, siguiendo los vie-
americanos llaman losas planas, para distinguirlas de las losas jos criterros de las nornlas anteriores, y que se han mostrado
macizas uniformes que denominan placas planas lflat platel.
adecuados y suficierrter.
losA Pt^rrA
PLAT!) FrAT SLAB)
PTA}TA
AB¿CA CLASTCé.
Fig. 3.ó1. Át¡a<-o: cn los toriaclos reticulares y err lirr lo5¿.,. macizas
Los loriados reticular¿s
?.2.6. Caplteles
Pese a las considerables cualidades arquitectónicas y estruc_ Tradicionalmente también y sin explicar exactamente porqué,
turales que poseen los capiteles baio tos fo4ados, en el presente se dice en la mayoría de los manuales y normas que la inclinaiión
se encuentran prácticamente fuera de uso, salvo en casos muy útil de las paredes se limite a 450, debiéndose despreciar el resto
especiales de sobrecargas anormalmente elevadas. lncluso a efectos resistentes, tal y como se indica en la Fig.
en si- 3.ó7.
tuaciones extremas, resulta mucho más interesante y
vo acusar los ábacos, que tener que construir
constructi_ r :0.20 L
--+
los encofrados tan
costosos qqe requiere la construcción de los
capiteles.
(oo oQl,
Los capiteles ya hemos visto que
eran propios de los foriados
de losas macizas, formanrlo p.ne
a"U, ui.i., iip.¡ocÍ.s
tivas de los comienzos del hormigón
-' construc_ h.r.f,
urru-áo.
En la actualidad, solamente baio
el punto de vista del diseño
arquitectónico y por sus innegablér.u.riá.Ju,
estéticas, es po_
sible iustificar la presencia de los capitee.
r., forjados sin vi- Fig. 3.óó. Geometna recomendada para
los capiteles
gas. "" I
da establecida así la sección iniciar sopoite de E Leonha:'dt en ei tomo lll de su magnífica obra de Estructu_
ra ror. rr.nü ,r
punzonamiento a partir de la cual puede anaiizarse el nlisrlo: ras de Hornligón Ar:'ado, al introducir el concepto de losas hon_
es
conro si el pilar lo hubiésemos aumentado de tanr<¡iro. go, anrpl:iica e, conce-pto de capitel y abre nuevos
horizontes al
diseño de Ios ior:ados-losas.
fuí, con el mencionado criterio, también quecia c:arar,.rt:nte fj-
jacia l;r l,-rz libre entre apoyos que intervicnc en la formul.¡c L¡s losas hongo I;r definc Leonharcit, como aquellas iosas que
cin sinr-
plificada de cálculo propuesta por ACI_3 lg. dism i¡lr-ri'en Slia','e r:rente SLI espesor con incl i nac jones va ria
bieS
entfe l :ó'r' l :rJ r-¡.:rtiencio de Ios pilares, lrasta alcanzar la horizon-
¡aiidad de ios rechos.
- . -t-
zoun ¡¡vúrll
\ -{f I
Ln
lLuz llb¡e de cálculol
Mo=0, l25p.B.Ln2
(ACt-3 t 8.99t
Nada hay que se oponga a esta conclusión. puesto que Si el cálcLrio de ias ios¿is hongo se clesca realizar, como
supo_ vere_
rler que el plano de rorura a cortante tiene una inciinación mos después, cie forma :implificada siguiendo ai cócligo
cie 4)ó ACI_3 lg,
y no menor, resulta en general una hipótesis consen,adora, no cabe ducla cle que se desprecian considerablemente las mag_
v acep_
lar que la luz de trabajo del vano queda establecicla .r parri; de níficas aporraciones cie todo tipo que significan los planos dál
cli-
chos planos, tarnpoco. acafclanliento sL¡¿i'e cle esta tipología estructural, qrie pueden ser
tcnidos en cuellta por Lrtros nrétodos cle cálculo que tengan pre-
sente sL¡ nravor rigidcz. r' las rn¿¡vores secciortes materiale5 que
proporcionan a ia placa increl'lrentándose los brazos mecánicos
re-
sistentes a flexltin a nredida que ltos acercamos a los apoyos.
lndudablemente, las losas hongo sólo tienen cabida en edifi_ La actual norma EHE en su arfículo 56.2, al hablar.de placas o
cios con luces y cargas de cierta consideración. para que resulten
losas dice textualmente . "r¿ separación entre ejes de nervios no supera-
armónicos y viables los acartelamientos sobre los pilares de apo-
rú los lQ} cm y el espesor de la capa xrpenor no será ínferior a 5
yo, y no se conviertan los techos en un conjunto cm'g de_
de pirámides su_ berá disponerse en Ia mísnta una armadura de reparto de malla.',
perpuestas, donde los planos horizontales pierdan la prestancia
e impoftancia que realmente tienen funcional y estéticamente,
el Con dicha redacción, la norma EHE encarece las estructuras
diseño geométrico de los mismos debe ser meditado cuidadosa- con forjados reticulares de casetones perdidos un valor en tomo
mente. al 8%, sobre los precios que existían antes de su aparición.
Ftg 3 72 Obsérvense en
tres ol¡r¡rs
vut(¡> cli[erp.:...
Llt¡eIpn:¡. ,,. _
r.rexron lcgariva derrtro
del .un,.*,o.onr-"rrl,.l"'i,_
: _j: _
i:' ; -,:
OCuIIO cle|IrO de lOs nervioS. : :..r _.
¡!,.¡,,_¡,r uÉ _,.- :_ ji _; : _...
.i ]:ji:
(l r¡\/, | \r(
ct. r,_ri'
., (_t I r.;..-,
lr: ;r lr re¿llcl;rr_l r:O'- ,
\L¡ t( - u" ¿" n ,aa,i ,
titt ti
tL i¡ire5 ir,., , .
62 Los lcrrl¿¿¡5 r¿tririld,'¿s
. Ayudan con su estribado a resistir y cvitar los pttnztltranlietr- Corlo se vcr¿i p(-)!'.c:ior:l-et-L:e, la rc:perctrsiÓn de los zunchos
tos dc la placar en los pilares cle borcle, qll{l i)(rr (ltra pdlte soll [rordc: elr el cclnsr-lt::,'-r cie ¿rci-:,1 (ir] L;lr;l placa restlella corl forja-
clc-
los más delicados y desfavorables. do reticular, osctla cnl:c ur, lÜ . .il:.10 uú. :o ctue',ietle;r colifirm.rr
. Redistribuycn esfuerzos anormales su trascct\denci;r (letLt ró del coItiertc- cst:r.tci.l:a
o En zona sísmica su importanci¿i es bitsic.i ttlartl:et¡it''trcltl co- Nac]a interes¿iItLe ci[-)L)rti.t t:t' -roi'c.dai t¿t :,¡e'. ¡ :lttrl:l¡r c'spaño-
sida toda la cstructura. l¿icon rel¡iciór.t ir k)s ¡Lil'ci'tt,s cle borcie. \ i:t'.i: \'i'Z i:¡ás. al iur-ial qire
. slls pre(lecesoras, sL .i:].Ljta ¿, iieci:;O'ore ,os::',ls:ro,- ii) sigulerlte:
Son los elemcntos que permiten Ia apertlira cie cualqurer ti¡;o
de huecos en los foriados, incluso des¡:ués cle cnco:r:r¿r;e . En los borclc,u c1e las ¡-r::rc.rs st- ii:¡o-C:i..rclen'.á: de la ¿¡r-
construidos; distribtryerrcJo los esfuerzos qr-ie sL c(f :- cc'nil ¿ir I nr¿rclur¿r reS .l-;-:¡: ce ..1.- -..¡ rli
¡ :-- ;..;
..' -ol:=s¡londicn-
SOllCll¿r!,J:leS ilL..-j:L;¿ics J;e a''el-.:i.¿ :i(lllte flcil';t
l--,-l:....
en los bordes de los misnlos te a- la5
--
t1r-re crln:rclcr;ir
L¿s lunciotrcs mencic;rt¿tclas Son tall impona:l'.t; .-1...!. r'ell-.1-r::
. t-'- ,fi l.eI'.tit-.j:1t,..'._::
cleberírn tenersc muy presentes y prestclrle't i¿r -:.r c ór: t-iei-r:ij¡.
_i=
-:/i- . -" . -. -::- ..:
cuando se esté diseñando y dimensionanclo cl iorl.'ijo .os ¡rr;r-
"'
pios zunchos, con el fin de conseguir etr l¡s estr'-icl-lr('li la lll"r:' - '.:- -i..: :r l.'.'-i .l':' ': - -
ma segurldad al míninro costc.
21 La selección entre una losa maciza plana {placa plana, flat pla-
t¿) y una losa maciza con ábacos acusados y posiblcs capiteles
(losa ¡rlana, flat slabl, resulta en general un problema a resolver etrtre
20
las luces y las cargas a soportar.
I
o.L1
lut=.
tí
y sc fiiaba el cant<¡ de la losa ert base a:
ma-
Así por ciemplo, si se deseaba fiiar el espesor de una losa
ciza para cubrir recuadros de 5 m soportando una carga de
400 Kp/m2, se estimaba inicialmente el canto en ló cm por eiem-
plo, y se operaba:
p = 400+0,1 6'2,5'1000 = 800 Kp/ nr2 F¡g. 3.E0 (rrI(1.:(1. ¡nleric.rrtc¡s ¡>.rra fiiar cantos cfl las losas macizas.
=r538,5m.Kp L¡s valores cf nteriores son los quc rcproducen los ¿tt¡tores es-
"=q9?;f pañoles nlás sobresalicntes en estos temas, I. Calavera y l. Mon-
H >0.41 l-, 15385 +1,5 = I 7,6 crrt toya, cn sr.rs publicaciones.
66 Los foriados reticulares
/ A-\
p < 0,5olo p' Cuantía gc\cmétrica de la pieza
1.20
lo
=
fr J
0.s En gencral, seg.rrr el EC-2, se puede suponer que el hormigón
en las ¡llacas se encuentrü poco solicitado; sin ernbargo, no rcco-
060 nrendamos elegir los cantos ¿lceptando dicha hipótesis aunquc
sea vcrdacl. ya que los c¿trltos resultantes serían sumamente
pro-
blemáticos,
.Sientran.losyacnelcampodelosforiadosrel.iculares.lanor-
y
recomcn-
ma españ<-rla ¡¡¡disi6r¡¿lmentc ha r(x'omenclado sipS:e
quL- se clii¿r tln canto para los mismos mayor o igual que:
clancio
(Fiat sldál'
las losas maci¿as corr ábacos
Ijig. 3.83. Ámbito de aplicación de
HrF Ri:ricr.¡lart=!'[1
mucho nrás conservadora y
La norma francesa BAEL resulta
placas, en las que resulla proble- que el profesor l' Calave-
realista, cuando estipula paá las Siempre t'los ha iiam¿do la atención
sin rea-
sus deformaciones' que se diseñen recomendación en sus libros
rilü'r ¿iiLilel cilculo de ra se haga eco de sente¡ante
s¿biendo que dicha
con los siguientes criterios: lizar nÍngún .o*.nür'io ¿l respecto'
la edificación'
,"**.náu.¡ón resulta inadecuada en el ámbito de
¡2L30 en losas que no tengan que soportar tabiquerías
LCI FoiaduRüi-
frágiles Después cie clue acit'irtiéramos en nuestro tibro
cular¿s {Manual pni,:¡iror en su primera edición de 1985 de la peligO'
20
Calidad del tromrigón
20
'a':a\ Tamaño de los pilares
20 2'
7 75 !,t Los resultados que ofrcccn los gráficos de PF Peña tienen un
a 30 30 carácter algo ilisperso, con exccsiva influencia dcl tamaño de los
sopor[es y la rclacrón de vanos entre sí en la fiiación de los can-
Tabta 3.ó. Cuadro comparativo de cantos para foriador reric.l;req toa;, ¡¡\¡n(1\¡e lq:i l rr\c¡re.: (¡1.1e llr<rli(1r<_i<rnan lcr:-: mi:imc):i. t:n grjnr:r:-\|.
tt
Cl¡ro @tto/Cl¡so h¡go = 0.6 Cl¡¡o cone/Chrc l¡tlp = I
Dincadór dc olmr,lchF =0.0ó D¡meGón & cotuDú ich¡o = 0.0ó
Clüo cülo/Cl¡ro hfo - ¡
Al¡¡n 6Goh¡mN=3md DincadS! dc colMldq¡rc =0.0E
Altur dc columru = 300 m AltundrcolmB=300 m
Fig.3,84. Cantos de lo:as reticrll.rres de un solo vano, (lnstiiut{r \li'.ic"¡'i.r clc.l Cementol
L,-,s lorlt¡dos rcll(lrlilrcs ó9
,- l:-rlilil
- x==-YY
--€FóO
f '. = lOO
¡r/m¡ fc = 200 t¡/m'
f c=150tlm¡ ¡c = 2s0 kg/c¡nz
f '. = 30O L8,1m2 ¡.- 30o kg/mt
ttll
Ilj,l,,
PqeQtQCl¡¡o
r€OC-ñd r8 ?eeQQc¡á
;XBIXM
Cl¡ro co¡to/Clrro l¿It0 = I Clüo corto/Om Lúto = t
Düncro¡óD dc columD/Cbro = O.Oó Dlmrodón dc FlumM/C¡r¡o = 0.0t
Altu¡ dc @lumr! =3OO d A¡tun dc ólxnu! = 3OO o
Fic i.g.; (la¡rrl(). ale f(lrr(¡,j.::-: t: ::i': :i rdrlo5 extreÚ1()5. (lll5l¡tutn .\1,:, L..r-.:r J{.r ( entc.nl.o)
70 Los loriados reticulares
También puede resultar interesante y de a¡rda para el proyec- La gráfica relativa al EC-2 MC-90 se ha obtenido con un cri-
,/
to, la propuesta gráfica de carácter general que realiza E Méndez, terio conservador, considerando que el hormigón en las placas se
relacionando cantos y luces en rangos lo suficientenrente an'lplios, encuentra sometido a tensiones medias, cuando en realidad el
como para que existan opciones diversas en función de otros pa- EC-2 dice que las tensiones del hormigón en las placas pueden
rámetros. considerarse pequeñas. Si se hiciera con el criterio del EC-2, el
canto de la losa reticular resultaría suicida.
Como resumen final, adjuntamos un gráfico que reúne las pro- óoo
--- +3=2V+3=J0cm
puestas mínimas de canto que establecen algunos autores y có- 22
digos de aplicación en España para las losas reticulares.
Itr
e¡
rlt
l|t EUE-98
- EC-2 ttc-90 cEB
et --
Irl __ j:
€r Yod$.¡ - lrlescgu.r - Morm - F Reg¡hdo tEd. !" r'un{¡Er
\rr' sir rebqreru)
F R€rLdo (Ed. c¡a r*rqr¡so t"srli---
-
en España. ,*;;;.d'r;;"rr'.".*
Los forjados relkulares
Fig 3 8q T:-s i:.:¿ 3.¡-¡:- j¡: J$:' ¡-r<'-.-+:,: --: - ::,.:: -:i i:; rr r é l-
dc E.tO de cai'-,¡ ¡ :r-: ac:r -.', :.r e'¡t l¡-.J ;- -:: : --: :: ::;---i.:.a.
sr: hizo ira'oa'.¡r a. fci¿oc !c: i:e::¡ 3:--:i¡ -. :':- i, :--r - . -:: - .: ' ; ;
se sostrene Dor cfci:o s''¡i:i-=. 'iJ-:.:-1: r :
ai",éa,iu,¿. l-<ce.:e:
l.¡'\ /ill/rlr{r,} tt IlLutútt \
'lanrtrién
debcmos ¿crdir a la losa nl¿rciz;r trr.lir-r ¿)l fo'i;rrl' re- it,tKltr .. ,i ir',,r .'- " :.-::: -'' -. '=:.
t.icular, cuando los corrtornos, las forrl¿rs gr:orlélric;rs i. l;r r.lrsLri- C'll.illtct'tt iri,'.., 1.i='-- l' :: _ _ :r r.'
bucicin cle los pilarers cn las plantas, corrclitzcarl ar Lirr irazaclt-- rie l¡¡ oriqrrlalirlarl ,, rl¡ l¡, .- .-.,, ,1,.,., .:-q-;'",-
Ios iiligerarnientos, y por tanlo cie los ncruio:. t,,rt.rr,ii-<-r e irreg-ri.ir, tlr: L. l'l. r., I (\ cr :r':' :rr::-.r:-- l ::
cor-r-rplic-arrClO ¡teligrosarnente el fcrrallaclc-r v ei [r-r¡i,-1.¡n¿rni:¿|1!o nrL]-
cánico de la placa.
Fig. 4.12. Edilicio de N'l. F¡s¡c en Alic.rntc. rcsucltt' (,\'' ' -',: '
I'l.tnr..l ll9ii-:,8
La figura 4.25 reflela . Cuando resulte inposibre .a :r,trcducciór ce ,'lgas ias luces
cómo pudimos resolver un superen los 8 ó 9 nretros ,,' los ,,'ue.os los 3 :re::os ei :¡lacio re-
voladizo complejo, retiran' ticular de canto 40-l se ofrece co:ro ira al:elr¿:r','¿ :ie¿l para
do los aligeramientos has- solucionar los problenras pianteados, :a. ','con'c ,cs s,¡l;c:cnó en
ta conseguir las secciones el edificio de la Fig 4 28 c'¡vo diseño arqi;i:ecó-:cl ¡ a:¡ir;rba r-rrra
estructurales resistentes problemática corlo l;, ies:r:t.r
que proporcionaran la sufi-
ciente seguridad.
En el forjado de la figu-
ra 4.26 se ha reforzado la
banda de soportes en una
dirección, macizando una
fila de cubetas Y concen-
trando los nervios, con el
obieto de Poder aloiar las
importantes armaduras
que exigían unas luces Y
cargas de cierta entidad --: ?- -
para el canto de 30 + 5 cm Fig. a.25 . Voladizo con n.e o :es re.
sancharrdo nerv.os has:; cor'. t- ' o: :'
proyectado. dos ménsuias vo\adas de c:e:'a ::" J¿:
:':
o l:-; :': .-;:lones de los foriados reticlllares
:- en las plantas ba1as, cuando
. s'-:rge
3a. ,¿ 3:-lr=': ¿
Fig. 4.27. Túnel para automóviles. Paseo peatonal sobre el forlado. Ob-
sérvense las vigas planas conseguidas transversalmente sobre piiares,
macizando una fila de bañeras aligerantes
Los Íoriados retictlares 83
Quiás las figuras 4 .32 a y b, obtenidas de ia estructu ra de la . Otra de las ¡rosibilidades de los forjados reticulares es la de
Cas de Crrltura t1e Sarr luan (Alicante¡ y ltt Fig. 4.33 r-Je unos for- permitir Ia irrtrodr.rcciirn de tjr.lntes tnetálicos, que pernitan la sus-
iados de la ampliación del IVAM de Valencia, ilustren meior que las
palabras lo que puetlen dar de sí las losas macizas, la*< placas pensión de pequeñas zonas de las placas puntualmente comple,
re_ jas de sostener, s¡n que ello lieve incorporados excesivas
ticulares v'les vigas de gnrn ltrz. resolviendo una volrrmctís es¡r;r-
cial compleia. dif¡cult¿jci€s construcrjvcts, lal colno Se aprecia en la Fig. 4.34.
Los lorjados relicularc's
Fig, 4.40. Techo gris sin p¡nlar. con desniveles e inclinaciones, sosteniendo
Centro comercial con ába- Fig. 4.38. Estrucrura con forjado reti-
FiC. 4.77 . Ias salas de but¿cas de unos minicines (S. luan, A.licante)
cos acusados y techos pintados. cular recuperable pintada.
Fig 4.39. Aparcamiento bajo vía pública resuelto con un fora,ic rer:cular
recuperable 40+6 cm pintado Con pintUra blanca anticarc¡n¡:¿cr.in.
ób_
serue su luminosidad con iluminación al 6Jo/o de la total
ffi
,!
l-¡:: ,¡, rririds /i'¡tatil(ti r':
I
It
It
ilt
It
dc las cuantías
Las posibiliclades cle error en la determinación
a."a"" en proporción inversa a la superficie
de las ¡rlantas y por 5.6-2. Consumo de acero en ábacos
siempre será rnay.r en las obras peqtre-
i."i", ai r..,oide diseno
{*-': je acero en los ábacos de un reticular pue'
ñas que en las grandes'
Lsti:lu: e -:'-
de se¡ tÉr:: ll¡-
;- -i- :"- ir:-qible' si a priori no se fiian unos criterios
de mor,tale s1.,É- :
-.s i -. iistet't1áticanrentc ee :rpliqrrcn monóto-
namente en :lü3: ii :'C:1i;
en las escaleras rrrontaic para to-
5.ó.1. Consumo de acero Cab'e ta Í:'1'3 :¿ : ':'t colocar armadtlras de
acc:ro nrrry clife'
' c:t'atríat
' t'-t 't' tt'' olilnttr
cle--
los edifi- dos los gus"l:
acero en las escaleras de
En general, el consumo de salvando las rentes er¡l'.: :'
por dos tiros y meseta'
cios convencionales formadas torno a unas armaduras dc
de vivienda' suele oscilar cn
i. ^-'-: l-i¿:tidarios de estable'cer
luces normales entre pünits Nosollil': en las
de las plarrtas baias presentan montaie :-r-.ji :-^ I :r ¡¿i5a(las err los critcriot' ctpuestOs
los I 25 Kp (1250 N)' La; escaleras ¡rara los foiados reticula-
a los 200. Kp t2000 Nl, dc'bido
a
Normas l¿nr'- -i -:r--' t:;'ñ"I;q(NTE)
I
ó naiizador F'.
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Fig. 5.l0
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Sea una planta clc 400 m2, de canto 30 c¡tt )' luz ctladrática De i.ocl¿s las iorllrLllacioncs etnpíricas que se han baralado
para refleiar el consunio esperacJo en los ncn'ios de un forlado re-
media 5,80. viene dada
ticular. la qlic nreior se aproxinta a las me<liciones realcs
Se ha clasificado como inegular por su contorno \ lanlbién por por la slg;ier,tc '-:rLrra';ión:
los huecos que Perforan la Placa' qt '!2.'' ro- t-ln''
Cr'.. ¡/- - zl, rr* ¡i I
l(rr' |' = .
ElconsumodeaceroenzunchosyvigasparaelC(.¡r.lto30Cnl
que cabe estimar para la planta vendía dado estadísticamente cn
la gráfica de la figura 5.10, entrando directar:rente err cll;¡ obtene-
CorrelotrletocJesimplificaroperativamentelafórmula'noso-
mos el valor de G. inicial: tros op¡t-r.il.i.tos c¡uc. puecle emplearse úniCamentc la luZ ct¡adráti-
ca media L,.. t englobar en el parámetro tr la calidad del acero'
reairistanclo al iinal de toclo el proceso la influcncia indudable qrte
Gz=4J5KP m' o 47'5 N m2
posee cl valor cle la f,¡ etr la cuantía final.
Esuna planta dc superficie media y con un conlorno irregular: Balo este plantcalniento, obruvimos inicialmente un valor para
entrando en la tabla 5.21, obtenemos previamertte: F. ¡ ,¡3. : ), igual a I 2000; posteriomrente lo aiustamos a 13500 basándo-
r"ros cn nieciiciorrr:s teóric¿is de ordcnad<¡r y, en la actualidad, con-
Debido a que posee huecos que afectan seri¿¡mellte a Ia plac;r sicler¿rlcrs nructlo más prudente y realista tras la invcstigaciórt
en su mecanismo resistente, hasta cl punlo de ser c;rtalogada
realizacl¿ err l.r¡ 80 obras construidas y medidas' de operar con cl
como muy irregular, entrando de nuevo en la tabla 1.2 I sc obtie- valor niecljo cle I 2750; puesto que así refleiamos con más preci-
ne: F¡ = 1,Q6.
sión la cuantía de ¿cero con la que realmente esLan'los construyendo.
El factor de diseño penalizador es:
l¿ lórnlula pues quc prog)nemos de nl¡evo para la estimación
dc la cu¿rrrtí¿r cle .rcero en nervios es:
F, = F. 'Fh = 1,03'1.0ó = 1,092
- ':
(¡, .L_.
a,, = , j%ñl KP'm2 o N/nr2 segt'rrt se irrtroduzca q¡
La cuantía que cabe esperar en los zunchos y vigas de borde ,
S€TíA: siendo,
Ciarga to'-a, l¿lte.c:cristtc.l lsin mayorarl
Cr(final) =Gr'Fr=4,75'1,092=5..l9 Kpi m2 o 5l,t) N/m2 11¡:
L,,1: Ltlz ctlarlr;ilit ¿ :' ri.¿
I l: Calrlo dc' la ',¡.¿rc¡, e:. ¡ei:'os
t22 Los fonados reticulares
Una vez realizadss los cálculos anteriores, que por otra par[e Cwtb 6dnEda t6l
pueden ser programados de manera muy sencilla, la cuantía total 6 fori¡do' d.ato 30
Fie. 5.28
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.F:g..5.26
Fig. 5.29
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Fig.5.27 L.
Fig. 5.30
r,os lor¡aelos ret[culqres 123
Tabla 5.23
Ftg 5.31
[¿s diferencias rnás notables se producen bajo la acción sís-
l-a gráfua de la trgr¡ra 5-32 contcmpla las cuantías aproxima- míca. siendo más rnoderadas las díferencias cuando los empufes
das para fofadc&a.mswriando entre 25 y 30, frente a car- horizontales son debidos al viento.
gas. depeso ¡ro¡io V 4n Kpfmz 14 kN/m2) de sobrecarga adicional.
Dichas cumrs rccüm nuy seme¡antes entre sí, dado que se han . Y para acabar este apaftado, poner
de manifiesto que si en vez
obtenido de bobns rcales o presuponiendo que los canros de de operar con el acero 8-400 S que ha sido el considerado en los
los fodados se e¡gen cr s¡ ámbito de aplicación adecuado; por cálculos por ser el acero más aconseiable y deseable de emplear
cons¡gu¡ente, s¡svfuemrapolados fuera de su corecto ám- en las esrructuras de edificación, sc proyecta con un acero del tipo
bito de aplicación debrÉsmc no deben sertenidos en cuenta. 8-500 s' el valor final obtenido deberá ser modificado dividiendo
el resultado porun factorentrc l,l0 y l,l5 en fi¡nción dequeexis-
ta mucha o poca annadura de montaje dc tipo constructivo.
A.,*"*. =-
N, 197 '4 - r) ')E n.2 l;ls especiales circunstancias de cada edificio particular pue-
l0' B
- 10'80
: 80 variar al alza o a la baia las cuantías suministradas. L¿s
p 9:l1y."r
acclones sísmicas introducen un consumo de acero mayor en las
NOTA: Véase el apartado de pilares para )a cstim.rción de B en función cstruCturas, especialmente en los soportes y, en estas circunstan'
f.¡ en el Capítulo ?.
de la
Lns loriados reticulares 125
cias, contar con un consurno adicbnal de acero de I a 3 Kp Ndrn : Yl'Yn'Nm = | ,5' 1,2 ' 108,ó : 195,48 t (1954 kN)
( lG30 N/ml sobre los valores anteriorrnente mencionados. resll-
ta una medida prudente, en aquellc casos en los que la acción . Conslderando que la carga es resistida un 25V" por las ar-
del üento venga comhnada con la accitin sísmica- maduras, obtencmos la capacidad mecánica media del pi-
lar representat¡vo.
3ÉGHo C.l!t. : 25% ' N¡1,,, : 0,25' 195,48 t = 48,9 t (489 kNl
l¡ reÉstemb enerHi¡
dd homieon iuep un papel muy
.
determir¡anE crr lr de aso qslÉ
en bÉ pihres' especialrnente Calculamos las armaduras rcpresentativas medias doble-
en los ediñcrc&úr¿ púencirna de las l5 plantas. La canti- mente simétricas partiendo de la C.M. ya obtenida.
dad de aceroerphn*reducirse a la mitad duplicando la ¿AO
f.¡ delhormfút 0ló-+';.'í =ó'e+8Qló
Es urra variantc del criterio primero" b€do eri estimar cQmo Como puede verse, Ios resultados suelen coincidir con los va:
se repi¡rten las curgas que eo¡rortirn b pibes cnue el hormlgón lorcs c¡ur-. sc ol:tiene de aplicar el primer criterio, a falU de añadir
el incremento adicional de acero que, sin lugar a dudas, se produ-
y las armaduras,
cirá si la estructura tiene que soportar la acción del viento o una
Un refErto <lel 75'X, para cl hormE¡for y r¡n 29%. para bs arma- hipot.iti(:e a<:<:i<irr sísrnic-';:. Para los eclificios habituales españoles
duras responde bastante bien a lo qleqrhrüilmceren el dise- estos ¡ncrernentos dc acero pueden quedar acotados en un máxi-
ño estructural habitual. mo de 3 Kg/m2; valores rcsultantcs cntre I y 2Kdm2 son los más
frecuentes.
Et proceo a segtrir sería cl siguble
. 5e calcula el axil medio de s€rltb en b FldXares dei edi-
ficio co¡¡siderando cl cicmpbcrf¡esto €ft €{ Crürefio L y
tendrÍamoo: Criterlo complementario común a todos los e&uestos
197'4L19'8 {l08óx(Nr .
N,'' =
2
=10E.ót Con'lo criterio de rcferencia, exclusivamente, podemos esti-
mar que los empujes horizontales cn los edificios trormales pue-
c¡as, contár con Lln consumo ¿rdicional de aCerO dc I a 3 Kp Nrrnr = T Yn N,,': L5'I'2 ' 108'ó :195'48 t (1954 kN)
( lO-3O N/tn2) SObre los val<_r¡eS anteriormcnts ¡¡g¡'rcionad,::s, reSlrl
ta r-rna mcclicla pn.rclente, en aqrrellos casos cn los que l¿r acción .
del viento venga combinada con la acción sísr.nica.
Consicie:.'¡r'rcio qr.re la carga es resistida un 257" por las ar-
rnaclur¿rs. obrenenros la capacidad rnec:¿'lnic¿r nredia dcl pi-
lar representatlvo.
3er Criterlo C.M. = 259ó ¡0n., = 0,25 ' 195,48 t = 48,9 t (489 kN)
Si los pilares en las estructuras de hormigón amracJo, se.lrr és- . L¿ c:lrarltí¿t cle acero nlcdia, se obtiene finalmente por:
dc'tipo que seá¡1, sr: rclcmplazarr ¡>c-rr ¡rilares nret.jlit-Os, c¿rbe
t¿rs
esperar que los costes se tripliquen en las partidas presripucsta-
rias destinadas a los mismos, ya que cn los precios inrervierlen las
costosas concxiones er los forjados.
cuantía {Kp,,mr }=
^ ft
Superlicie "l
lqlil-tut -
dc la plarrta mcdia =
óo Criterlo
Es una variante del criterio prinrero, basacJo en estiluar como Como puerie v'ersc, los resultaclos suelcn coincidir con los va_
sc reparten las cargas que soportafr los pilares entre el hormigón lores que se obtiene dr: aplicar el primer critcrio, a falta cle añadir
y las armaduras. el increÍncnto aclicional de acero que, sin lugar a ducJas, sc produ-
cirá si la estrL¡cLLlra ticne que soportar la acción clel viento o una
Urr reparto del 75q, para el horrrrigón y un 2J"/o para lils arma_ hipotética acciórr sísmjca. par¿r los edificios habituales esparloles
cluras rcsponde bastante bicn a lo que suele acontecer en el clise- eslos incrernentos cle accro ¡lueden qLledar acotados en un rnáxi_
ño cstructural habitual. mo de 3 Kg/rn2; r,alores result.rntes cntre I ! 2 Kg/¡¡2 son los más
frecuentes-
El proceso a segrrir scría el siguicnt-e:
¡ \c expuestos' cuando se
c.Enunedificiode20plantas,elaceropue<leaumenbral- o'b';iar.te los ahorros de acero
rededor de un 23 %' e]a,ccrer'.ir:,spreciospormetrocuadrado,delasestructu-
en elbalance final' si-
ras or,enncio con lrecios unitarios
casetones de
gue resi:ltanAo *¿t costoso introducir
aligtramterrto que los vulgares casetones de
'a'lr=o,
**¡ n
pt'¿ "'ftiitt"t
i tlo' n"sultan mucho más. económicos los
que los cle
cast':€'l-É5 ctre añgeramiento recuperablesque
lógico de los recu'
poliestirencr, ton á it'tonueniente
emplearse' y en el caso
perables crr vi\''lclrdas no pueden
de hacerlo' taist' itcfto necesario anula su competitivi'
"t
dad en Precic-l'
l -os foriddos re!irulares
B;¡sándonos en lc¡s cril-crios recogidc ¡ a:eplai,cs er .¡s Nor- 5i e.l análisis es el;isticr-r line;rl en ei cálculo dc los csftrerzos,
mas v¡gentcs, y dadas las condiciones ¡écnrcas -. rc.:r i':r:cas que
la calidad dcl homrigón sc ticnc cn principio solamcnte presentc
rcinan cn cl mcrcado dc las cstrucfur¿s de i¿ a:i.:c¿c ór conr¡en-
en la cletenninacjón prinrera del módulo de deformación; y sin te-
cional, nuestros cálculos básicos pam ia ob:r¡ó: ie esfuerzos ner en cllenta el c.rráctcr pcrmancntc o variable de las cargas
rleces¿Í¡¿rnente tencltÉn que ser elástict>;-.fft¿ r:, Ir,trixJLrcierrcJr) : ctc).
IEI
en ellc)c en la nreclicla de lo posilrle. .iqueiias ¡-"¡a.irc,ac.rL¡nes y rc-
distnbuciones de esfuerzos que obtenici¿s o€ ,¿: i-,*:igaciones Par¡¡ los cálculos nomrales en la edificación se suelc operar con
realizadas en el campo del cáiculo no-linrea. rús c'EÍ:::a construir el nródulo de defornr.rción secante del hornrigón, dado por expre-
nuestras estructuras adaptadas lo nrejor pasr¡ É ¿ s; ccmporta- s¡ones co¡no las siguicntes:
miento real.
EH-g1 E, = lgQQQ f* K¡:/cm2
trea¡ recjistri-
El análisis lineal elástico, al que aplicantcs Lr.¿
bución de esfuerzos, es ei cálculo más extencico I e c.le siste- EHE E. = Ii00':r [-m N/nrm2 (rrródulo secante)
máticamente venimos aplicando con mayor ge:rera..cal ¿l ser de
momento, la henamienta más documcntada técr:ic¿ ., .egainren[e EC-2 E. =9500.:if,¡1 N/rnm2
y eficacia d:sprcnicie
!¿ por tanto, la de mayor rentabilidad
f,.-n,=f^+iJ N/mnl2
Cuanclo sc provccte tll'la estructura con hormigotres de alta
(l I NOTA¡ El nrét<.xJc¡ clc los ¡x5r-ticos virlrialcs ¡tc: ciel; i: :r: '' ^-f :LrdÓ
de cálculo pl;ist ict>. pueslo qtle sulJone tlnas lí:le¿¡5 r'Jf
:r'r"ei: ' nor res¡sterlcla {t.¡ :> 50 \lPa}, las fórlnulas habitualmente empleadas
¡.rnto rot!¡r¡, (lcfin¡cjas prev¡¡rltél1tc, alrn(llle !lu rrJlST,irl lJ -i i-';ga pclr c--n la rieter¡:ti¡lcrción <iel nlódr-¡lo de dcform¿lción sobrevaloran el
l.r ví.r clásric;¡; sin errr[r¡rg<1, Lradic¡o11.1]ulcntc, nL¡ncii ; ¿j '. tlr-' ia\'rsicjcra- nrii;lrrc¡, y es r.orrr"crlic-rlte ser pn¡dentes y etn¡flCar Cxpresiones en
do conlo utr método plástico.
Los forjados reticulares
das por A R \laí cn el boletín n" 5 (1991 ) del Crupo Español del
con dos o más acciones variables lgf''¡vjtalofi'l 'v
Hormigon. cotl las qr-te necesariamente tencmos que estar de
"';1'trtol
acr¡erclo porquc el hormigón armado es como es' muy lelano
clel
pe-
materi¿l icleal con el qLre trabaia la elasticidad clásica' nuestro
cul-
sinlismo se acreciL'ntd y nace en nosotros una sensación dc
pabilidad que nos induce a pensar que tdas nuestras estructuras
por los
construiclas, ntás que calculadas, han siclo maltratadas
en la ley de Hooke,
sencillos nrétodos cle cálculo lineales basados
propL¡cstas por la LHE un espeiismo de apariencias'
Tabla ó.1. combinación de acciones simplificadas pese a lo cual 1', aunt¡ue sólo sea en
para las estructuras de edificación. pues' con'
p¿trecc que se compoftan bien y no se caen' Debemos'
tirl,,ar nuestras reflexiones sobre el hormigón y sus imperfcccio-
Merece pues la pena, para aquellos que lo deseen reflexionar problemática
algo más, tratando de iustificar porqué a pesar de tod<¡' seguimos r'res, con la interición cle situarnos meior en la
calculando nuestras estructuras dc edificaciórl como las planteada.
el campo
calculamos: primero en el campo clástico y después en
Es bicn conociclo por todos, que las estructuras de hormigón
plástico. fru-
ann¿rclo y pretensaclo presentan un compoftamiento complcio'
Los avances en las técnicas de análisis y compresiórt del com- to d" lni propiedacles de sus materiales componentes y de cómo
que
portamiento de los elementos estructuralcs en los últimos años' trabaian en coniunto. El hormieon es un material heterogéneo'
gracias al desarrollo tan fabuloso quc h.:n te¡rido los ordenadores se encL¡entra Vivo y en constante intercanrbio hidráulico con el
y los métodos numéricos en mano tie los investigaclores, han sido' rrredio que le rodea. reaccionando de maneras muy diversas y, por
están siendo y serán, realmente revolucionarios. tanto, cambiando sus propiedades y la protección que presta a las
arrnadnras.
t
ws l1rlad1s retrcularcs
A nivel gmáiao, bs pm¡*dades m¡ás relerantes del horrnigón Basta analizar los diagramas entre la tensión del hormigón y
sofl: la tensión de rotura por compresión en probetas cilíndricas
recogidos en la EHE española, para ver que resulta muy di-
. Buena fesistenci¿t a cunpfes¡(h y escasa resistenci¿ a üac- ficil de sostener el concepto de linealidad para las tensiones
ción. La res¡stencb del hormigon a tracción','iene a ser la en el homrigón por encima de 0,5 fs¡,
la velocidad de carga.
Rela¡ación a panir de un umbral de tensiones y corrosión
baio tensiÓn en aceros para prctcnsar.
. Contribución delhormigón traccionado entre fisllras a la res- y un segundo cálculo con las cargas permanentes y una posible
puesta estructural, gracias a las tensiones de adhercncia. fracción de las cargas variables, y un módulo dado ¡rrr,
r Efecto pasador de las armaduras al atravesar una fisura con
deformación por cizalladura de aquellas. Ec = 10000 [l {KPi cm2} o
estruc-
tensio- 5l aurnenianro-i la-s c¿rgas que actúan en la hipotética
lncluso podr'n aceptarse que, siempre que el nivel dc emp¡ezan a fisurarse las seccio-
por debaio de 0,5 f.¡ y pese a tura que eslamoi consicie:ando,
nes en el hormigón se encontrase nes más sollciraias Tod¿,.'ía cabría pensar en un
comportamiento
que hubiera alguna que otra sección fisurada, el análisis lineal será
elástico de la e:tructura. pero rcsulta ya muy difícil atribuir al
en determinación de los esftrezos, pues-
suficientementc válido la in-
factor de rigdcz E I un alor constante,
' independicntemente
to que así parece demostrarse en los ensayos experimentales rea- quc
"
como ya hemos dicho, es variable etr el
cluso del rnóclL.lo E,.
lizados.
tiempo.
Pero ya en esta primera ctapa tan sencilla, c<¡¡trienz¿¡ a lislunr-
tio ya
brarse la problemática y dificultades de prccisar el cálculo'
de los esfuerzos, pero sí de las deformaciones'
' no po-
Si la rigidez a flexión de las piezas depende de E.¡ l'
para esti-
demos intioducir en el cálculo la I real homogeneizada
que no haya
mar las deformaciones, incluso aceptando
primer análi-
fisuracioncs, si previamente no hemos realizado un
primeras arrnaduras en
sis lineal que nos pcrmita disponer unas
las mismas; pero, cpara cuál de las hipótesis
de carga lo hacemos?
? .u¡vototps
Fácilmente se adivina ya. la imposibilidad de considerar que Lln
Fig. ó.¿i. Diag:'anra triJ)ncaJ sirn¡.rlific:¿cJcl cle nlontentos-curvaturas.
elemento estructural de hormigón armado. como puede ser una
viga de sección fiia, presente una inercÉ constante cn tocia su lon-
gitud, y si añadimos la variación del módulo Q, sería ilusorio ¡ren-
. La no-line¿ilicltlcl geonrétrica se debe a los movimientos que
sar que pucde generalizarse la expresión lineal de ia cnrvattlra
escribierrtio sin más: se ¡rrocluccn en la estnrcLlrra por la acción de lets cargas que alte-
ran las dirrrensiones inicialmcnte previstas en el cálculo.
S¡gu¡c'rrdc) e:l ¡azc¡¡r¿rr¡ie¡rlo (l.Je verrirrrcts ll¿cietl(io cje A- Fr-tc'n- a) L)espl:rz:rnrientos clc los nudos, especiallnettte en los pórti-
tes 082), cl fin de esta segunda etapa podría estar. cuando el
(I cos traslaciotlales que introducen momentos adicionales al
hormigón alcanza deformaciones del orden del 2t- con tensiones vuelco produciclos por el desplazamiento de las cargas ver-
ticales, efecto llanlado P-A. Es un fe¡rónreno de carácter glo-
en el hormigón que ¡gualan su res¡stencia fci y s-e alcanza el lími[e
bal.
elástico de las armaduras.
b) Deformacior'tes por flexión etr los cics dc soportes, que tam-
Si en una tercera etapa aumentamos tda!'ía rnás las calrgas. el b¡én introducen rlonletltos adicionales ert los rnismos que
hormlgón de las sccciones ¡nás cargadas se plastifica, sin que o. pucden llegerr;r l-)rovocar fenómenos de inestabilidad o pan-
supere f.¡. La deformación del hormigón va aumentando hasta al- de<:. Este fenór¡reno es de carácter local.
canzar su valor lÍmite en las scccio¡tcs r¡rás solicitadas. un 3,5ol..
para cargas instantáneas. Estas últimas secciones siguen cquili-
En pórticr-rs esbeltos traslacionales, el momento de vuelco pro-
brando todavía un momento flector, pero la plastificación del hor- ducido por las cargas exteriores actuantes se incrementan si se tie-
migón hace que las deformaciones sean muy importantes: se han ne en cuenta eldenominaclo efecto PA.
for¡rado rótulas plásticas.
t72 Los for¡ados reliculares
el incre- |basadoenelcúItuloelástka|qeIanátisisno-lineal.Convendríaaumentar
Elgráfico de lafigura ó,7. muestra esquemáticamente 'to,s
critenos de arm*
función del índice de esfuenu para aproxi,nar ambos camry' estableciendo
,"n-ü"por.untualdelmomento de welco en doac'ordesconlosesfuenosque,baiounanálisispráctknno-lineal,nlicita.
flecha f/tl para un pórtico de ló plantas'
ran las secciones ¿i¿ rtuestrr¡s cslructuras"'
+f+
Dicho de otro modo más simPle Y di-
L¿ no linelidad CEqnétrica, dcrrdo cÉ'rt¡' no qs tan irnponan- . tun: estaclos avanzados de carga, la redistribución de esfuer-
te en Ért¡c6 de edfficacier, como pr¡ede serlo el retranqueo de zos con relación al cálculo lineal con rigidez constante; se
un pilar q"e r¡a decrccindo de 5 en 5 cvn. Y por ou'a pane. áse tiene produce clisminuyendo los momentos de apoyo y aumentan-
constancia de piüacs pendeedc en b edificación? iY de pandeos do correl;rtivanlcntc los de vano. En general, las redistribu-
ele'ne¡raüzado¡sldee*rxtr¡r*i? F-¡¡ eJ elrtr¡dio realizado por,A. Re- ciones so¡r nlenores que las que normalmente se
*
cuero. resumilo en b ñgra ó.7. rcfleia q¡¡e en las estrllcruras presuponen en el dimensionamiento de los foriados.
reale. q¡ya dehmffilsizmtal nlra vez $pera el I 750 de
su altura, bs inqrsgrrrd nsrs¡to debido a! efecro P-A no Como puede verse, nadie cJebe sentin;e incómocio o creyendo
llegan a dcar¡ad ff,. que está cometiendo graves errores si calcula y dimensiona sus
estructuras de manera lineal y elásticamente; y más, si después
For otn pane, h&¡nitnes reales de esrructuras eshl- aplica una rcdistribución ligera y moderada.
tas de hormigÉn sqnaidra err¡pr¡ies de !'iento. sueien ser dcl
orden de una terc€fa FrE& b teórkrre obtenidas inch,¡so con Creemos que A. Páez y A. Fuentes ticnen bastante razón al de-
un análisis de tipo ltul sitpkdo, qr rninusralora Las misrnas cir que el cálculo no lineal es bastante adecuado para responder
al operar con seccixgbr¡Esh fisrar. E¡risten demasiados ele- a prcgrintas muv concretas, Una estn¡ctr¡ra recién construida, no
mentos en un edificb d lragEn de st €Étn¡ctura desnuda. como sometida a cargas previas si ello fuera posiblc (peso propio, reo-
puedan ser las divisiys r¡*a¡a'< y bdradas. quie inten'ienen en logíat, y de ia que se conoce todo, si se desca conocer cuál es la
su comportamiento y núlÉIian g¡ fdrionalidad. carga progesiva que producc la rotura, la respuesta debe buscar-
se en el cáicuio n<¡-linc¿1.
En un cálculo no-[nedrcdetaüdez el principio de super-
posición de efectos y. paqr*ti¿rce- el análisis y' combinación l¡s defomraclones de una viga pueden resolverse, en determi-
de las distintas hip&e*s&.'€. rcokará rnuy complejo y tedio- nados casos, mcdiante el cálculo no-linebl. Huber Rüch también es
so, lento y propenso a inffi&eruc. partidario de calcular las estrucluras en el dominio elástico, para no
tener quc calcular repetidas veces la estructura beneficÉndonos del
'Todavía es pronto pam y d úris y b *Wrimentación en Ia no- principio dc superposición y aceptando la posibilidad, de la forma-
linulidad permita obtener ffuirciúrúns que permitan can cál- ción dc rótul¿rs plásticas en secciones muy concretas.
culu sencillu, simular los elcúos * brür ar una ntruüura real',, lH.
Oftega, Tesis doctoral dirigida paf- Calaner-a. l99El
nos
tan impresio- ficientemente váliclos, seguros y fiables' Dicha discretización
Elanálisis de un fo$ado reticular' con el número pcmritirá implantarla cn un prograrlra-de ordetrador' y seremos ca-
que presentan' es inabordable de ma- y
nante de rrudos y nervios yxces de obtencr,',rros esftrerÁs suficientemente aproximados
rrera sensata mediante un cálculo no-lineal' establecidas' super-
t"gtri"t de las clistintas hipótesis de cálculo
exigen las Normativas vigentes' pu-
planta real construida ;;;¡"t y combinarlos como
Basta contemplar con detenimiento la razonables y
*
a. ioiiuAo retiiular repiesentada en la figura Ó'E' para adivinar diendo obtener u¡os armados en las estructuras
sus
lo leiano que se encuentran todavía los modelos reales de los sen- constructivos, qL¡e nos garantizan que las mismas cumplan
cillos modelos teóricos que analizamos y ensayamos en nuestras funciones de manera adecuada i'durable.
investigaciones.
Porotr¿ir)arte].¿unqllcaceptemoslashipótesissimplificati-
que corls-
Sin embargo, el foriado reticular mencionado sc tuvo vas clel métoclo li|rea1 1'elásr¡ico' nos enconbarnos
que
las discre-
de que
truir y, por tanto, tuvo que armarse con burdas simplificaciones tizaciones estrucrurales ¡' los tratamientos del cálculo realizan
quc
.af.,lii por el lado de la seguridad, renunciando a tratar de a<livi- los progranlas de orden¿d'cr son de tal compleiidad numérica'
si-
noifor iencillos esfuerzos iineales ¿e primer orden: sin sorlar res,rlta-irrrposible tor¡,arle el pirlrc a las estructuras
manualmen-
y
otras
qri"to los no-lineales diferidos de segundo <¡rcJen' cntre
i;, t ;" u'"r"*ot ob'iigados a tener que adoptar otros criterios
los planos de cons- simplificados'
tl-""t"no"*ue el coste de calcular y elaborar
español' apellas supe-
méiodos cle cáicuic., sup!ementanos, todavía más
a las mismas
trucción de las estructurás en el rnercado que también no* ¡x'"''i:'n' realt¿ar :rproximaciones
(10 N) de acer'¡' '' reaiizar un control posterior de los
;;-1" ;"
cuesta colocar en ellas un simple Kp para str diseño pre" io 1:'xier
resultados que crüF\l'l'!iu]n ¿ el ordenador'
está continuamente hacien-
', lá propia Norma española' aufique
rorundáfl]€nr.€: "El n¡r¿íli- las bases y
d" ;"r;ia alcálculá no-lineal, afirrna Tratarclll¡: e: .es cág:r.as siguientes de exponer
dlutque ser calculados de for-
¡, t¡nuot es especialmente adecuado para estados límites de s¿n'i¡io' nlo¡eloll"t:á ¡E:^.::' :on el que pueden
tambiénesválidoparaestadoslími'teúltimosenvigastottlttltttls,portir:os
"¡'riroti",riira*
"t
;; ;;;;., , ¡ .¡'s edificios proyectados con foriados rc-
"r:-r a *
pnmer orden en portitos frusla- y
a'para obtener esfuenos de ,i.uinr*t, i,' Éi'. i: :¡l-:;c siguiente' los criterios métodos
orden sean despreciables le[icndo aproxinración de control
cio,iates, en los áue los efectw de'segundo simotriÍLc¿cj¡: ,:...3 r_,.. rT.., ,r,., :.rrilrién una
presente el problema del pandeo" (EHE' fut' 21 21. ,v cálcr¡lir cie i,:l! ':'..:" .:': i-r¡'rante l¡rás sencillos' basados en lc¡s
DOrIlCi]) i l- L -f :>
.: - -, -., iir
nucstros edificios- ol:ti-t:
Afortunadamente, Ia mayoría cle
Norma' Por consiguiente nren- también analiz'arem<¡s de
ornp"ra¿o, por el paraguas de la En ei ca¡rí---;'1.- :le l;' ::'-iornr¿ciones
r" ñ-'i'-r"r(i¿ los diversos
y prometedoras ir"';c-stigaciones ^r-- ''' la influencia que tienen
il;t*ramo, u iu. lá' nu"u"t estn¡ctural abran los nuc\os ca- ;; u'n"^t'''"n en el conr portamiento ri -
det análisis del comportamiento de las estnuctu- $'?.H:: ;. . ,'' :' ;.:
i
su validez' de importancta
teóricas críticas sobrc
"n-tt*nt'
. -n.tutiones gación Y cles¿rrollo oe
sigr'ren resultando ser 5u-
muclro más cualitativa que cuantitativa'
, '
r ¡'meiora. pueslo qre está suieto
a las
NOTA:ElmocleloclecálCulogCneralqrtesCciesCriher'nel¡lrescntet'rahaiO'seCllcuclltraCt'lco::iiru¿C"'il-iiol-
c.n el :rr¡':-nre ie c\?ECAD realiz¿do por cYPES.FT 5 l"
Normas vigentes, y sc encucntra irnplantaclo or, "t
p,og'ulJuTffi!11i;i-t:;+1rüt'r"
fuera cJc F'spaña
iffi;;i", il;Áaiy utilizado por más cle 30000 trsuarios clenlro v
l¡s loriados rcliculares
ó-2. FilosoÉa v e*¡do actual sobne el cálculo de estructuras de edificación con placas
nenadas
A lo largo de la hbtoria rrr¡d¡c rnatemáúcos e ingenien:s han El potente dcsarrollo experimentado por las matemáticas en
dedicado su vida a aporarmáodc de cálculo que permitieran métodos numóricos resolviendo problemas cornpleios de mane-
abordar el anál¡is de srpktss hrn¡r estructurales, aurrque sólo ra simple, merced a la potencia de cálculo que aporta el ordena-
fuera aproxirnadannG- dor, ha ¡xrrnrtido plantear los problemas de una forma impensable
en el pasado. t¡asándose en realizar simples operaciones que pue-
Al hat¡lar hagrge & b lfs¡oria de los fori a dos reticu lares, den repetirsc nlillones y ¡nillones de veces, cn un tiernpo de cál-
hemos menci¡nado a ablre de ellos: Nichol s 9 I 4 l, Westcr-
(I
culo r.rzonalrlernente corto y en continua disminución.
gaad y Sbterll923f.€tr;FolgrsiJo mt¡chos más los c¡tre han
ido dando pamyaruú¡¡d¡ rez en la conrpresión y formu-
lación de bs rneaisnrc ¡erig¡es de las placas y sus solucio-
nes, hasta @ara hd}.acñSnddqr¡e podemos describir con .t=10, ü=0.6{ccpttl
suma precisitn Sg¡r¡do d pftsr
Zenkb¡'icz t I 97 7 \ y E. Oña te E=10.92, v=0.3
(19921, eraciasa sr mryltrcc Fbros sobre el cálculo estructu- Contor¡oc débitroe apoyrdor (o = 0)
Cuga uiforre:4 = g.g
ral basado en bs dergrc fu6- Mell¡ i¡lc¡¡l dc 68 clmtc & pllcr
daRrimcr.Mi¡.lliñ TLCL
Noe dice el profm.büerr;cz- que las lirnitaci<¡ncs de la P¿rómetrc de erc¡ glob¡l i¡ic¡.! f, : 2.7074
mente hÍniilüt gr takC qEes ¡Epaz de captar plenanente cl
compl€F mJrdo qÉ b rofu en rna oper¿ción $obal. Para sub-
sanarlo, el ingEftñero s€paa, dttide bs slstemas cstructuralcs A B
com pleir en csnpofrt¡€s o dcmentc cu!'o co m porta nt c n to i
ffi ffi
pueda concv sir eirc rHfd{adhs y a cqntlnuacirin, proce_
der a reconsr¡ir d sigm e*rn ral qftnal para estud ia rlo par,
tiendo dedichc&lram- NE=4ll NE=800
f¡ = 1.562 e, - t.t27
El procs sog.;do pr¡ede ba¡tizarse cor¡ el nonnL:re de discre-
üzacidn de la estructura mediante un ff¡oddo finito cie elenlentos
b¡en cor¡ociios, obteniendo lo que se denomina un sistenra "dis-
ffi ffi
creto', Dicha dirretización, que normalmen¡e posee un núrrero
limitado de ehmentos, podría llegar a zuMir.idine a su vez caclü
vee más y rnás haciendo uso del artificio rr¡atemático cle los infi- NE=923 NE=16I7
nitésimos, hasta llegar a obtencr las ecuaciones diferenciales dcl €, = 0.0878 f, = 0.8ó0
l.-_ nñdo d.
I
I i¡mo úrittü
Los algoritmos de cálculo que se implernentaríarr en el ordena- II II ,--lryi I
E@É
4Úcac I
dor para iesolver cl problema serían los nrismos. se¿t cttal sea la .*ép* I
i
ttt
subáivlsión realizada; y lo único que variaría scría la precisión del I I ..e D.srlrett1
I
t..L
O,*racw\
resultado finaly eltiempo de ordenador ettrpleaclo, rc¡litienclo mil 31Jl.g- j 'j::L
ilf,-_, -l
ffi1
o un millón de veces las mismas operaciones' '#¿rc Yeátffi1
?úü¡6
é-Fñ
y .kñ&
Todo depende, pues, del tipo cle problema que se analiza la iñfrMú
precisión requerida en sr.¡ solución; si el metro cr'ladr¿ido de super-
ficie cuesta 1.000.000 de curos, Iógicamente conr,etttlría opcrar L "-'---- --rrügiÉ-atiti
con subclivisiones muy pequeñas; pcro si vale I euro' se compren-
I l. organitlr¡-i¿ gc:-.er:l dc, an.ilisis dc una estftlctura e'll l.r actuali-
de quc daúa igual que el resultado final tcnga un cnor de 2 ó 3 m2' Fig. ó,
datl (E. flñ¿re L
y las subdivisiones podrian ser mayores si lo que t)retendemos es
Los io¡lados rctr.(idrds
A continuación analiza qué elementos discretos. quó clcnren- Lt¡ anterior no tluic:rc clt::c-ir que, en u¡r [uturo próximo, la vclo-
tos finitos pueden reemplazar el comportamicnto de su sistenla cidacl de pro(e:o en los orclcrradores no pentlita forrnular lrrogra-
continuo y procede a discretizar la estructura diseñada en dichos nlas de cálcLrlo basaclos en elementos finitos, que reproduzcan
elementos, La forma de calcular y discretizar una estructura cstá con rll¡lyor precisión que l.r barra el comportamiento físico de las
muy ligada a los avances que experintentalt los prograntas cic cál- placas reticulares, t' l¡ucdan int¡rlan[arse a utr boste reducido de
culo disponibles en el mercado, progamas qtte están elr continlta lienrt)o y clirrero, en los progrirmas comerciales de uso cotidiano;
evoluc¡ón, puesto que dependen a su vcz dc las capacid.¡des v sin enrbargo, lro crccn-los qr-re ello suponga un¿t nleiora relevantc
velocidades de proceso que cxperimentan los ordenadorcs, cle l¿rs en Ios result¿rclc-rs qirc sc' obtertgitn, tal y conto ya hernos dicho
Nornras. y de las herramientas que van ponientlo .1 punto los il'l- ¿rnterio rn t qtntc. y' puecle cletlltlstra rse con esquemas cstructurales
vestigadores estntctura les. an¿l lizados por ambos procecli tlientos.
En el prcsente, nosolros pensan'los y pucde denloslr¿tfse qtle Verenros posteriormcnte cuál es la discretización operativa que
la estructura de un edificio pucdc ser discretizacla sufic¡errten]ell- proponemos ¡rara el emparrillado dc b¡¡rr¡ls que sustituye al siste-
te, mediante un entranlado de t>arras espaciales con algunas par- rna conl¡nuo que es el forj.rclo rcticular, del que pueden obtener-
ticularidadcs cspccíficas. se y' de hecho se o[¡tierrerr esfucrzos lo suficienterrtente precisos
y, err gorcral, fác.iles cle cubrir con urta disposición dc armaduras
El elemento banil que une verticalrnente los forjacJos cntrc sí, constnrible,
reproduce con rnuy buena precisión el corrrp<"rrl¿rlnierrto rnecánico
dc los pilarcs, sin quc cllo suponga rcnunciar a tencr prcscntc lo Una vcz discrr:tizacla la cstnlctur¡l en elementos sencillos de la
que sucede en la placa debido al tamaño de sus apoy-os, puesto rratr.rraleza qLre sean. eri r'rLlestro caso barras para pilares y foria-
que inflrryc dc rnarrcra importante etl sLls le¡,es cle flexióri y' en lii clos y elerrerrtos finitos de la jas lriangulares pilra pantallas y mu-
rcducción de los picos de nlomentos negativos rlr.¡c cxistcn cn la ros, puede aplicarse ya el método de cálculo general de los
misma. clespl.rza m ientos. trién cqrnocido corno ¡nétodo matricial dc
t;.¡ nl
cálculo de l"r nlaLri¿ de rigiclez, prresto quc cs cl nlétodo más po-
Si una dirccción de los pilares crece h¿rsta convcftlrsc c.t'l una tente y cxtcr-rclido en el ¿inJ¡lisis estructural.
pantalla o un mr¡ro de hornrigón, el elernento bar¡a no resulta ya
una disc:retización adecr.rada, siendo ¡nás convclriel'tte realizür una Para irquellcs quc r1L) recucrdcn el método, brevementc rcsu-
discretización dc cstas piezas por elemcntos finitos ¿r llase, por mido, consiste en lc-r siguiente:
ejernplo, de pequcñas Iaias Lriangulares.
l. Las carg"rs clue .rclrian clc forma dispersa sobrc los elenlen-
El comportamiento del foriado reticular puede sinrularsc n'te- Ir-ls sc trasl.rdan a los nudos. Dicha operación se realiza su-
diante un ernpanillado de barras, como ya lran demostrado cliver- pclnienclo los elcmcntos aisladamentc para poder calcular
sos autorcs y rrriís recientcmente, la tesis doctctr¡l cie lrligr-rcl Ángcl sL¡s rtta c-c ior tes de enr ¡'lotra niiento perfer:to, Dicira s reacc io-
Gil Martí, titulada: "Asimilaciótt de placas a entparrLllados. estttbltttinittn- ncs carlbi¿rd;rs cle sigrro serían los eier:tcls que lars cargas
to de metodología, crítica de Normas q recomendadorrrrs d¿ dis¿rio" rsevilla, que actú¿in sol¡rc los elenlentos harían sobrc cl con junto de
1989). la cstru¡ctura a trar,és de sus nudos.
en su totalidad.
138 Los fo¡iados relicular¿s
en las mismas
puede ser Los parárl]etros que halritualmenle aparecen
2. Todos sabemos que una estructura hiperestática
- los desplazaniien- suelen ser:
plenamente resuelta cuando se conocen
del
ios de sus nudos; por tanto, tomamos comcl incógrritas A, Árca de sus sccciones
,L,"ru. dichos clesplazamierltos; de aquí el nombre cie Md-
l: Incrcias de flcxión
todo de los DuPlazamientos'
E: itlódulo de elasticidad longitudinal
. Por eiemplo, si la estructura fuese el pórtico de urr edifi-
G: lr'lódulo de elasticidad transversal
cio, e[ vcctor desplazamiento represcntativo de cada nudo,
tendria tres componentes, tres incógnitas. v: lrlódulo de Poisson
I,. lnercias de torsión
l-: Longitudcs. etc'
Así, por eiemplo, las ecuaciones constitutivas de una barra 4. Una vez quc se disponen de todas las ecuacioncs constitu-
de un pórtico en el quc se han despreciado l¿s deformacio- tiv.rs de l<:s elementos de la estructura cn fi¡nción de unos
nes por coftante seúan; hipotéticos cles¡;lazantientos cle sus nudos, se conocen las
expresiones cle las fucrzas en sus extremos y por tanto, las
Prt
lA r^ fuerz¿is cluc dichos eleltlclltos transmiten a los nudos del
o o -i--- : 0
) L cclrrlunlo si sc canrbian de signo.
Pvt t2Et óFt t_8. óFl ci.1 Estamos pues, en condicioncs de ensamblar todos los elc-
0- mentos en los que se ha discretizado la estmch'tra en un sis-
t.' LtI
tenl¿r úr'tico y glotral qtlc represente el comportalniento
f!!_l I
0+ (¡ll
(
4Lt
L
t,
r.L
EI
eqLrilibrado del cotiiunto, sin más quc aplicar los dos prin-
cipios básicos del c¿ilculo estruclural:
P,:
t^
I
,(, ,.
u- LA
L
- El ¡rrirrcipio de conr¡tatibilidad
- F.l principio dc ectruilibrio de nudos
,, _.lfjl 6-Lr 0
lr i_r ó El
li' r-ü rl, ,
exlremos de los elerrlentos, al
5. Los clesplazantierltos de lc¡s
fonnar ¡larte cle una estructura, deben coincidir con los des-
o__;rrl óEt zFl óLt lLl
l- L
0,::
plazailrienlos qlle tcng¿r el nudo donde confluyan: PRINCI-
PIO DE COr\IPATIBILIDAD.
l ,f.
?c
f.t1 . os-. 4EI
L
,h.tt,
:7' r'n
v" {
t1
Ir =u
i-l
7. L¿ matenalización del prOCeso descrito cn el purtto antcritrr 8. Un¡r vez cst¡rblecido el sislelra dc ccrlaciones como refleio
eoi.liliilraclo cie l¿r c':tructLtr¿l erl tocjos sus nudr-rs, elaborado
conduce a un sistema de ectlacionc:s que' cn ¡lrinci¡rio' tcri-
V cst¿tblccici(-r ;i<tc:mirlica v gerlóricantetrte, ileg¿ t-'l ntotlrcn-
dríacomoincógnitaselnúmerodcnuclosdel¿rcstrr-lctur¿t de
libc(aci qrie pQ- icl cir' i.tlror,er l;¡: p¿rrticitl¿iriclades especíticas r, ccncreta
discretizada nlultiplicado por los gados de r, i11q¡11¿lc-ioI1es qLte tlne llileslla estrtlctl'tra al
\' st.il)t'ics- los ;,¡-,c,,,:cts, 1.1¡;
sean, es <1ecir, por los desplazanilentos 1><lsibltls tcrTerlo clot- c1e cescar,:¡
qLle se reali¿¿r cie lt-rrnt;r
tos para los misrnos. Esta operaciólr'
t-l rromtrre'cje l\lPOSlClÓN
pf L¡S
aulolráLica, recibe el tlotnbre cle ENS'\\lBLAlE
clc l¿¡s nr¿itri- tst;i oper.rcitirr rtclbe
gent:r'ri cie r:grtlez CONDICIO\ES DE LO\TORNO PoT eienrpio' sittn pilar en
ccs cle ngiclez- loc¿rles para formar la ttlatriz
del sistema. elrLtlclt¡ileL¡rleiI:r.in]a(lOcspacialseconsideratotaln.]en[e
e:r.rpLrLra:clo e:-1 '.jll¿1 ¡apaia l¿¡s concliciorleS
de corlLorno en
Así'utreI]tramadoespecialt!el0(j0tlLtdcls'cl¿lrí¡ll.-tg¿,¡'¿l-lrl
(lr-l(' sLlil ¡llq ir(1 ¡iL-,Cltt :.ci i¿ rr
sistenra cle ecuaciorres de Ó000 irrcógtrt"rs, pLiesto
:
cloncle K rccibe el ttot'lrl'rre de MATRIZ DE Rl(-,ll)F.Z DtL SI5- Lc: :.rlÉii.:cl,:-- :r¿ üa-.,r:. i,i'ro,t-sk¡. etc., i',an siclo nrétodos tra-
TEMA. La rnatriz cle rigidez rcsult¿t ser sinléir¡ca regular t' clic'¡r¿L::rr:'::a .-1ir r:lclos el-L la re>o1ución clcl si¡terrla. El sis-
cuadrada, c-onro reflejo de las stllrnr¿rtrices t{e lc)s i:rit--nt:nlos It. t"-rá .¡i]t-t:1.11ri: .i: rtr''nic¿icio e:t lo5 l)rogram¿ls cclllterclaltls de
que configuran la estntclura y qtlc, aclecu¿tcl¿rttielir.É !'11<;rl'u-
c.li,-r-rlo r.li i::t'-.;t:¡:":- il.re :ealizanros ba jo el frc,frtbrl- cle (fPE,
blados, h¡rn dacJo origen a la tttistttir,
cS-i: lli::-:' r' : " =:-tl*t FiiO\TAL.
\ \-
\t, --'**lüf *.-
l]
tl¡ =
:lrtir-r-l +t
-:.Trl t
- {r }
!! :
I
rÍ-BAND)\
Fig.ó.l4.lloccsc-:lener¿llgráticélrttenteclcscritnpor¡lfl"i:riisÜ:Z'*-i'''c:
Los lotjatlos rr:lidíl¡¿rcs
10. Conocidos los dcsplazamientos de los nudos tr;rs resolver finitos espccÍficos cle fornras diversas, buscando aquellos que se
el sistema por la tecnica que se desee, se con(xcn tambÍón por aproximen a l.r solución exacla y parametrizando los mismos en
el principio de compatibilidad los desplazamientos en los ex- bibliotecas qLle sin?n para aplicarlos en otras situacio¡res pareci-
tremos cle los elenlentos y, por tanto, a través cle las ecuacio- das, y así faciljtar al ingeniero estructur¿rl prÍrcLico la elección del
nes constitutivas recorriendo el camino a la invers¿i, podemos clcmcnto finito que nrejor cliscretiza su cstnrctura y meior refleia
calcular los esfuerzos extrenlos nodales qtle stlperpucstos a su comportarniento tlccán jco.
los esfuer¿<¡s de empotramiento it'l¡c¡alcs. represerltan los es-
fuerzos r'rltimos finales a través de los cuales ptrcden deducir- ¡rroceso y ei c.intino a scgr.rir en el cálculo por clementos fi-
L,l
contrastándolas y calibrándolas en
y
yos esfuerzos defonnaciones sean conocidos'
No obstante. a ¡rcciida que los conocimientos prácticos ope-
Por consiguiente, la solución que puede aportar un arrálisis por rativos y la infomráric¿ sc cle,sanollen algo más, tendremos ocasiÓn
clemen[os finitos dc un corltínuo elástico' solarl]cnte prtcde ser cle tcner en ÍtLlestr¿.,s nlanos hcrranrientas de cálculo basadas en
aproximatJa, pero es la tneior forma conocida de acercarnos a de- los elentelrtos iirt:tt'¡s. oue minimicen los riesgos que apunta E'
terminados problcmas estructurales que no tendrían soluclón co- Oñate al máxlnlo, ', rl:red¿n ser nraneladas dc una forma difercn-
nocida, ni remotamente aproxímada, por cualqr-ricr o[ro te a la actual. rr.ucltü nrás sirrrple sencilla y segl¡ra'
procedimiento operativo. Pero si una estructur¿ admite u¡a dixre-
Aunque c¡;isltr'r crlteios v métodos para evaluar la fiabilidad
tización por barras de forma fiable, tai como pórticos empanilla-
de la solució:-i cic' ur cálcr-tio basado en el método de ios elemen-
dos, etc., la solución que proporciona el cálculo matricial conlo
método particular del. métodcl general de los elenrentos firritos. tos finitos, la bona¡cl dcl método clegido debe ponersc de mani-
pese a habcr-sido desarrollado anteriormcnts ¡l rni5rrrt). resulta fiesto nrecji¿j'r:,: ,it-r¿i rt:gla rnuy sirnplc: si ¿rl aunrentar la
dixretiz¿c:ór.r \ tror lan'.o. el núnrero de elenrentos finiros emplea-
mucho rrtás exacta y precisa que si se aplica la técnica cie los clc-
mentos finitos a la misma con sus funcioncs colrstitutivas aprori- dos en el cáic.: o, la so.ución nleiora con mayor precisión, estanlos
en el camino acetr¿rclo.
madas.
Ello sucede así porque no siempre cs fácil asegurar que 1as ngr¡ s¡¡vPtlfn.nt¡ qoYcdo
futrciones de desplazamicnto escogidas satisfagan las condicio-
ncs de continuidad de los desplazamientos entre elcnlentos ad-
yaccntes.
---t--'-
ó.4. Aspectos generales y locales del ó.5. Teorías elásticas generales de las
análisis de estructuras de edificación con placas ortótropas e isótropas
foriados reticulares
6.5.1. lntroducción
Sin dudas de tipo alguno, los estacjos tension¿les c¡uc tienen
lugar en las placas rcticularcs en las ¡:roximiclacJcs cle si,s pu.tos
Con la única jiltencjór) clc que no perclamos de vista que los
singulares: perforacioncs, pilares, esquinas y puntos cJoncJe se lorjados dc los¿¡s nracizas ,e'gencrar, y r's forjacros reticulares, cn
aplican cargas muy localizadas, a falta cle u.a solucirin analír ica particular, constitll),en unos exponentes muy claros clel CONcllp_
precisa, cl mejor modo tle cstimarlos es a travós ciel mitoclo cle los TO PLA(:A o LOSA ],: por ranto, de un medio físico continuo que
elernentos finitos. Sin embargo, micntras llcga el ftrtr-rro, seguinros nos vemos obligacios ¿¡ discretizar cn un conjunto dc piezas fini_
insistiendo una vez más en quc los prograntas nratriciales de ba- tas para su cálcr-¡lo, porque no conocemos la solución exacta al
rras proporcionan un grado dc aproxirnación a l¿s soluciones exac- ¡rroblcnra cle cjetcrniinar sus esfilerzos bajo la acción de unas car-
L¿rs, suficientemente buenas y parecicJas a las que pucdcn gas, no por ello clebernos olvidar que su análisis
¡lucde definirse
proporcionar los elemenlos finitos, a rjn coste práctico operalivo teciricamente de fornl.r precis;t a través de l¿¡s ccuaciones diferen-
mucho menor, dado el grado de clesanollo de los mismos aplica- ciales que rigcn su cornFx)ftanriento nlecánico y resistente.
dos a las cstnrctr¡r¿is de edificación y a las capacidarlr's o¡rerati-
vas de lc>s ordenadorcs actu¿iles. Es pt'rr lo cr-¡ai, quc r'tLles[ros Ct:nocer el planteanrielrtc.l anaiítico del problcma, aunque no
nrodel<-rs de cálculo de las cstrucLuras cie forjados retjculares sc icarnos capaccs cie rest:llver l¿is ecuaciones diferenciales quc lo n-
basan e¡r la actualidad en lo ya cxpuesto al conrienzo clel aparta- gerr, salvo en c¿]sos mu\,' sirnplcs y sencillos, constituye en sí mis-
do ó.3, pero sin lugar a dudas carnbiarán en cl futuro. buscando mo para los ingeniercls prácticos ctomo nosotros, un conocimiento
rnejorar la solución de los problemas. es¡'llóndiclo de la esericia cic los lnecanismos resistentcs y de equi-
librio qLre tiencrr lr-rg.rr en las placas t¡rre materializan los foriaclos
Lo anterior no es óbice quc, incluso para pocJer comprolrar los de nuestros eclif icios. t3.rio l;r óptica arrte¡ior y ¡lo otra. exponemos
esfuerzos globales en zonas amplias de l¿ estructura, searn()s par- l¡rs ccr.raciones difercnciales de las losas,
tidarios de discretizar los foriados reticulares en elenrerrtos fr.l.l-
camente groseros, conro pueden ser los ¡>órticos vir-tuales dc:
sustitución, única lorrna práctica conocida de aproxinrarros ma-
nualmente a los esfuerzos quc solicitan la estnlctur.l; y en base a
los misnros controlar, tal y como reiteraclamente !,cnint()s rrr¿lnifes-
tando y manifestaremos, los resultados que proporcionan los rné-
todos matriciales de cállculo, imposibles de control¿¡r de otra
mar)era
particufatidaOurp.t"elcasodelaslosasisótropas'auxiliándonos
de puentes
también del libro de A. F. samartín"'ülculo de estracturas
de hormisón" ( 1983).
ów Iis.ó17
'a x
0* . ,tq
w
O,
0x 0 x¿
En el punto gerrérico lx, )') la placa tiene un desplazamiento
Fig. ó.16. Rotaciones del elemento difercncial de plac.r td,, d,.t represettlad<l
por su superficie media. Los ciesplaranr jetr:os '.r ¡'r' scgún x c y vendrátr dados según
lo anterior o¡--::
tienen lugar en cada punto del plano medio de la placa segun di- 0x Dy
chos eies. L¿s flechas, las deformacioncs vcrticalcs clc la ¡rlaca vie-
. Por consig'.r:enle. las deformaciones unitarias presentes en la
nen recogidas por la función W (x, yl.
¡rlac;'i err frrrrcjón de los dcsplaz-amientos o corrimientos en un
. las teorías clásicas de la elasticidad nos proporcionan las punto genérico (x, !') a lo largo de su espesor vertical pueden ex-
relacionés conocidas por todos entre las Lensiones \,defonnacio- pre5(rrse pQr:
fl€s:
..'' =i!=-r.o'Y
cJx Dx¿
F.t\
o* =l-l.(ex +v.ey)
^-j -Dv-
(., = - . E2w
- --..
-Dy -ay2
Et\ '(u 'ex +
ot = ev
)
l- l ,' Módulo de elastcici¡d
v: Coeficiente cle Pc:irson
-.
¡\,; -áu,av-.,,
- ¿y , dx - --
D2w
r)x.r)y
f*y = G'T*y G: Móclulo de elastiqiclacl trarr:vcrrs;ri
.
L¿ relación entre las deformaciones y los clcsplazarnierrtos ' Y por tanto las tettsiorles en el punto de la placa considera-
también son las clásicas de las tcorías de la el¿sticidad: oo s€ráñ:
t'=tau' =;;
av T*v = au+.1*
'
€'y
aV
av o-=-ó[#.'#)
. Los desplazamientos horizontales dc los pLtntos cle Ia placa E'z I a2* a2w \
pueden expresarse en función de la pendiente de la deft¡rtnada cle "u=-('+;l.V.".lJ,l
su plano medio (giro por brazo) cn las direcciones x c y, sill lrás
_,)
que observar el dibulo de la figura Ó' I 7 '
t
d'w siendo c=21h
^y--)(,,a.- dx .4,
L¡s lorirr¿1os rr'lir r/¡iri's
Dl -\'.Dv D2 =V.D*
'f. firnció. cirr (:liclr¿ls rigicleccs, los
csfuerzos resultantes de
la integració:r rle las te.:iones en las caras clel elE:mento cliferen-
ci¿rl clc ¡)liicir r,ir:nc:r'r torrnulados ¡ror:
q _ l.^ .-+D,.
ow rl
Fip ó
¡.rlaca.
18
'I'ensioncs
¿rctr:an(lo cn las car.ls de un et(:,lt:ü:..-:r dtfe:eri(ial cle
\t
dx #j
( d-w
.--+u-,.
. En el caso de losas lrornogóneas e isótrop;is dc cspesor H,
\1 - -l l)
t dy- #)
tal corno podenios aceptar qr.re sucedc cn las losas rl¡:ciz¿is, l¿r jn-
,. Drw
Legr;.rción clc las tensiolres concluce a lats siguierrlÉs ex¡>resiorrcs, " "\ dx .dy
-,1
\l
d5t* -F)
. = *t).." _t' .Dv
Y
v*=Jo. zctz= '' Dx
Mxv=Jr,r,z , - i):W
CH? positiva scgLr'r r\ I ,] t-.: \
;rr rnrcnt.r el llector M^, y rccÍproc.irncnte.
ó áx .,lv L.-
\ '.
l,
|
.,1
I (l+r,) 1
. cl l')
rv'tvx =
J -r\* z.dz-+_ \1ir I -=
]trlvxl
AV
6 dv rlx
I Flv
rv/ I
. Cu¡rnclo la placa no es rnaciza y las
o:[,!,7
seccit)rres longitLrcJiniJles
y lra.svcrsales se¿rn difererrtes y de otro Lipo I ir lfr,l
tpor.i:jern¡r1.. en (.J )
c¿iso de plac;rs nervadas), la dcterrrjnación cJe arlFs. -É f¡,n,*?!lrr'
iris riiliclec e.:s cle
f lexitin y torsión rro
rcsulta rrn¿r tarc.¿t fácil v l.rrecrs.¡
T á* $--,^;'.
l"n?# -r.)
r j
H
D,:[.r* =EJbrzr I . Q¿ r\t:tlL'¿ Cte ljext(]f . . .:_::. ; - rr. i _ .i;i L:L: ¿
I {vr+
clirccciórr -xt
Ax
I,: Inrlfciir utlit¿rj; r_;e i ¿r .r,r alr .:l a;1.:r .\)i (hrx+qÉrY) **tt)
D" =ll i' =EJbtz)'¿2'(l/ (Rigidez dc flexión r::.¡. : -'
I@
¡-1;1-'L.lL-¡ i-iÉ .l
clirección -y)
lx: lnerc¡á r.üljt¿|a rj.. i fr¡ l' ¡i, fS',,_::-: r -. , -l-,.; --:..:-ld ilr.! ac:tjrrn f" ¡< i...:- dt.
É .' ii. - (:¡far .\t' .-
i¡. , - .: ,t.-L : ti _::
*1, ''¡pr r, , ¡l -;
:-r'..:-rt t: eJ cc:; .l-...t i;.- .: --.:l-r
Los lotiadus rel¡culares
. La ecuación difercncial que rige el compoftamienlo rrtecáni- L-a segunda !'tercera ccuación son la gerreralización del prin-
co de la placa sc deduce de plantear cl equilibrio de los esfrrcrzos cipio que cn piczas hne¿rles expresamos como: El cortante O* es
que actúan en un elemento diferencial de la misma. igual a [a dcrivada ciel nlomento flector M*.
¡\r
Exislen tres condiciones dc equilibrio a satisfacer: obsen'allos ---.-
d.
. Equilibrio de fuerzas verticales actuantes Este térnlino no es "1cluí otra cosa que la pafte del cortante lon-
. Equilibrio dc momentos según ox gitudinal lO'1, eqr-lilibrado o transmitido a través de los suplemen-
. Equilibrio de momcntos segrn oY tos cie cor[at'ltc engendrados por los torsores, [o que solemos
ilanrar "re¿tcciones clc Kirchotf'- Es t'anto conlo cntender que adc-
Expresando dichas condiciones, considcrando cl signo ¡:osi- más ciel nrecarrjsmo cle tr¿nsntisión de carga vertical qtle, a través
tivo pára el eie oz hacia abalo y despreciando intinitésirnos de .r- vigas' en las
clel conante O.* 1'' el lltonrento \{r, se desanolla en las
den superior, resultan las ecuaciones: placas tenemos el nrismo necanismo en anrbas direcciottes (x, y),
9*-p-*p(x,y)=
dx dt
o lDr , DLI: Ri$cleces cie flexiÓn de acoplamiento'
debidas al
I
Los [oriados reticul¿rr¿s
D.9+ ^ -n -vD
ttl - Lt1 -
dx*
i'ti' - áa w |aw t) lx'Y)
representa la parte de carga p (x,y) transmitida en sentido
OX dr- ax2 'AY2 aY2 D
mecliatrte r¡n ttlccanisrtlo resisterrte de llexión {\'1*l
represcnta la parte dc c;rrga p (x,yl transnriLicl¿r etr scnticlo OY 6.5.4.1. Rigideces en la placas isótropas
mediante un mecanismo resistente de flexiÓn (\'1\ l.
En las ¡rlaciis nl"lcizas las rigicleces dc flexión en sentido lon-
\4 cvalúa¡ para Ll¡.r anchur¿1 unidad cle lclsa
gitLrcJin;rl \, trqlnsversal sc
zr=1.1 , .(2rc = n*, + L)y^ + D, + D1
) y vic-nen cJi;tl;rs por:
Üx"dy'
Drv 'l--il-T
áaw Daw
' dx'(r' V Dvx .r
v.E.Hj
dx'c)y'
-¿ l)¡ = l¡, -
es la parte de carga vertical que se repárle entre los elemcn-
r2.(r-v2)
tos dc la pl;rca debido a la variación de los monrcntos torso-
res que ticncn lugar en la nlistrla.
-
ll .-
Daw r, -ll .
Daw
J
- | -
.tx'(ry'
l- f -z ^ )- )
(tx'(tY'
Observando el fluio de tensiones tangenciales dc la Fig. ó.21 6.5.4.2. Rigideces en las placas ortótropas
y consultando cualquier manual dedicado al estudio de la torsiÓn
en secciones de paredes delgadas, se deduce que las tcnsicl¡tes
. Rigideces de flexión en los foriados nervados
tangenciales horizontales por sÍ solas resisten la mitad del torsor
Veamos ahora las rigitleces en la placa ortótropa, cmpezando
aplicado a la sección, viniendo la otra mitad resistido por l¿rs [el]-
por las dc flexiórr,
,ion"r verticales de los bordes de la placa. (Vóase el libr. cle Ti-
placas de
moshenko y Godier Teoría de Ia elastícidadl' Err pnmer lugar debemos tener presente quc en las
rectan- hormigón, tal y como sucedc en los foriados reticulares' la orto-
De modo práctico, cuando el ancho B de una sección tropía viene clada por la forma y no por el matcrial' es decir'
gular es muy iuperior al canto H, la inercia de torsión l¡ del con-
r,*=l(l '*.)={
y por tanto:
o" =D, =T
. G.H3 E H3 E'HJ
D*y=u'lt*= -ó =2.1r+v¡'o --12 (l+vl
Jt'b-rt
Dy* = Dry =,*1,{;¡ = (l-v)' D
Fie. ó.22
E.H3
D=
ri(r-") tenido en cuen-
Sin emtr;rr¡1o, en dichas expresiones no se ha
de Poisson que se ma-
ta ¡)ara rlada la influencia del cocficiente
que puentea entre los nervios del
valt-'' pucs rrif¡esta cn la zorta de la losa
El coeficiente <ie torsión en las placas nracizas ptlntos cioncie se cruzan los nervios'
foriaclo y err los
Y el parámetro de torsión'
un indic¿tt¡vo de la capacida<l
Cl=- _4- _ :l NOTA: El I).iráIrctro cr en l¿s placas t:s
D* 'Dy qti *'"l titT,t-o-d^"]:,::itl::es
ii-*. iti *i*ra,, de repartir cargas que su rigidez a torslon
llna placa curr (r -- 0 rtos está diciendo
repartir esfuerzcls movilizando
nula; y, por'.anio. clue srr capacidad cle
cie rrrecanistrto es igralmente nula -
"tiu,ipo
Una pior.a celr s : I nos esiá indicanclo un func ionamiento de em¡ra-
y como hentos visto'
iiti.rcin ,"nl*i*.rle a l(:) losa nraciza isótropa' tal
n<) resul¡¡ habitual ni frccuetlte' pcro en el mundo de
t ,i ia c"lificación
tablcrtls dc tipo celular muy rígidos a tt¡rsión con
t-n, ftn,nrus rxistctr
parílnretros g. Í]]c1\ofcs que la unidad
l
I-os forlados r¡titular¿s
A. Samartín, Parna y Cusens y otros autores propor)en c¡ue cli_ - El v¡lor clel rnódulocjer pojsson v no afecta prácticamen_
chas rigideces podrÍan meiorarse en aras de una ma1,or precisicin
te los result.cclos obtcnidos en los forjados reticul¿res
¿r
teórica, mediante unas expresiones que se¿lt suma de l.: irrercia cle lconlo er¿ de cs¡rerirr) y las diferencias en los resultaclos
los nervios nlás la inercia de la capa dc cornpresión clel forjaclo. que se obti(tnen cle calcularlos con v : 0 y v : 0,2 no
su¡rcran el 2'1r,.
D^ tforiadot
D, =D, (nervio)+
{l-v'l . Torsión
longitudinal y transversal (Idénticas en los for-
Una fornla serrcilla de haccrlo puede ser la propuesta ¡ror
iados reticulares convencionales)
l. l. Arenas, que consiste en calcular la inercia dei nervio y la parlc
eficaz del forjado (de las ¿.rlas) quc interviene solid¿rrj;rnrentc con Basándonos en l:r arralogra dc la membrana, desc:omponen'los
los ¡nismos por un lado y el resto por otro lado. l¡r inerciatorsional en sLlrlla de las correspondientes al alma y a la
losar supt:rior.
- tr I
D, = Dy = 'l It,',,ri,, + alas efic.rcesr . 'c-b=l.cj
, ,,i1'r,l
et
D, =Dr =-u'E
l2'{l -v'l
+ El coeficiente cle torsión para las losas ortótropas aplicado al
caso quc nos ocllpa. vcncjría dado en su expresión simplificada
y
Dt = V'Dx (+ De - v'Dl,
y el parámctro de torsión a teórico:
Dt =Dz
A. Samartín nos clice que, en realidad, v I Y vz (en cl caso dc No obstantc. la realid;¡d construcliva y la existencia de fisura-
los foriados que nos ocupa, v vl : :
v2l no sc¡n vercladeros co- ciones incontrolacl¿rs en las placas obliga a ser más prudenle en
eficientes de Poisson del material y se debcn considerar como co- su valoraciórr y, sig'uienclo la tónica gcneral recomendada, suele
eficientes que representan la influencia de la tcnsión longitudinal redr.¡cirse cortservadoramcnte de forma considerable.
(o transversal) en la deformación transversal {o longitudinal), de-
bido a la ortotropía de la construcción dcltablero, no del material.
Ldi /(¡rlrtúloJ rcltailft¿rcs
El planteamicnto teórico expuesto para lii resoirr<.jón clc.l p.cl,.ci, = [),.cl..d.,.+p, d*,ci,
blema resistcnte de las placas en los puntos ¿nteriorcrs esta[:¡r
lrro_ csclecir, p:px+py
b¿i-
sado cn plantear el ec¡uilibrio gcneral cie i-in clenrt_-.t. clitcre.cial
Est¿s c¿rrgas en ¡rrirrci¡tio no son igtrales, ya que la carga
de la misnlas cle tamaño (dx dvl, expresado a tral,és cle total
una ecua_ se repafte entre las vigas de tal fonna que procluzca idénticas fle_
ción diferencial que, teóncanieirte poclna ser resuelra encortran-
chas cn l¿rs rnisnlas.
cl<¡ la función W : W (x, y) que represer.rte su dclor¡¡r¿¡cla tlaio la
acción de unas cargas, tras imponer las condiciones rJe apoyo en Tom¿rndo el paralclcpípeclo elemental del cruzamiento de las
SUS Contornos. Conocida la función W = \\'rx, \i) \¡ a través de las vigas v planteando su equilibrio vertical sc'riene:
ecuaciones constitutivas, cleriv¡nclo succ:sir ¿;nente era posittle
obtener lars lcyes cie esfuerzos (flectorcs, torsores, cortan[es) y
después los estadcls tcnsiones norr¡rales .v tangenciáles (o, r) en
¡-,.cl., ct -o.,ct, -ey.d*.[o-.%? a-)a,*
cacla purrto {x, y) de la placa Fig. ó l8).
f
Otra fomra de atrordar el problenra rlec¿injco v resistentc cle l¿rs .[o . i'] o, =n
plat:as consiste en suponerlas constitllidas por un corrlunlo
c1c
)u,
vigas elcmentalcs que sc cruzan forrnarrclo un entparriliado conti_
nuo. Simplific¿nclo, resulta,
o"+ %9 e'
o" Ov o+
Fig 6.24. Mecanismo resistente y eqLriiibrio en l's en¡r¡a¡rillaclos conti¡ruos
= -' -v'-j
t,..L-L"E ; v =0 =+s" =
ov o- o,,t
lmaginemos, pues, un emparrillado cie vigas infinitamente .LL-]yE j;
€.=_'-V. V=0+€,.=
próximas que forman una placa sonret¡cia ¿¡ una carga
ft kN,,,m:. 2xv
Su forma de trabalo será la de un conjunto cltt r,,igas que tra_
bajan, unas en la dirección OX y otras en la clirc.cción
Oy aon
unos anchos diferencialcs d, y dy por tanto:
('" = E €' o, = E.€y
, l-as cargas p ' d, ' dy que actúran e¡ la zolla clel cruzal¡iento cle
tas vtgas se repartirán
Try = G Yxy
entre cllas de forma que,
t52 l.os forjados rcliulares
-1
^ d-w 6.5.6. Conclusión al cálculo de las placas
"^
=-,.l1Y ",
=-,.l;Y "lxy=-t7'atdv
basada en las ecuaciones diferenciales que rigen
su comportamiento mecánico
Podemos calCular laS expreSiones de los molnel'ltos urlitarioS a
través dc dichas deformaciones por la fórmula:
Retomancio lar refle'xiones iniciales expuestas en este aparta-
?-2Y do y tras exponer las ccu¿ciones diferenciales que rigen el com-
tt't* = -E't poitamiento cle l¿s losas lsótropas, ortótropas y el emparrillado
3f' contilruo. así como sus oarámetros elastomecánicos; no resulta
M, =-E
' t 1'Y difícil de irrtulr '¡' adi.' inar que las soluciones tcóricas que existen
dy' para las rnisriras resultan inrposibles de aplicar, cuando dichas pla-
_IJi5, cas forman pane clcl esqueleto de un edifico sostenidas por pila-
M"u = -2c v- llen¿s de huecos irregulares imposibles de materializar
', res
matemáticamenlc
Planteando la ecuación de equilibrio de momentos en el para-
lelepípedo de cruzamiento, se obtiene finalmente I¿ ecuación: Solamente en (:asos ntuy sencillos de placas apoyadas simple-
mcrltc o'r sug bordes, es ¡>osiblc ab¡ordar la resolución de las e<ua-
I ¿v ¡t
¿.r.0oY+zc.l.. Do* *r't d4ry cio¡res diferenciales obtenidas para estados de carga elerrtentales,
-.'' '" ' -p{x,vl
con ex¡rresiones "tnlrÓnicas de cierta compleiidad que renuttcia-
ar* a*o.aya ¿yn
mos a escribir. porqLle éstos no son los casos que se tlos presen-
que en el caso que fuese una losa rnaciza: tan en nuestrcl c¡ueitaccr estrucl-ural cotidiano.
ó.ó. Descripción general de un modelo espacial que permite resolver las estructuras con
foriados reticulares
ó.ó.1. Planteamiento general del modelo VI6A DE BORDE
Tabl¡ ó 3
Tenclrernos ocasión más adelante cie hablar cie los nrótoclos cle
c:;ilcr¡lo simplificados pr()puestos por las Nornr¿:s. B¿rste clccir ¿rho-
ra quc los picos cle los morne¡ltos negaLivos que pro¡rrlrciona cl
emparrillado tienen que vc:r más con rrna cliscretiz¿rció. silnplista
del forlado (Fig. ó.25) que con la realiclacj <Jcl cornpoft;rr¡tiento fí-
sico de la placa. lig ó !c, \l,oi:lLiL\,e.qt)clcidl p.rra c.l análisis de ecljfjcios e hipótesis
cle (:le lor^-.:tb...d;cl r.::.ca Dor ¡:lant.r.
Los foriutlos rtliculures
6x¡
6, = r'Q,
"ü,1i"....
=
l: :,',10.,,. [,]0.,,.
{r,}={x. }
Iir
6xr
f-r,1. (r.1,
Mrt
(.)
- l--p o , .P
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1,,'E I .trL
2L.rl+ \'r -rLrl+v)
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0
Nlr'
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t'p (l- q)
_t2,1, ó.t,
R: L3
0 --f'p t_-
6rl
lt,' I
0 0
N{ *:
lL ll+v) 0^:
9 t'- . 4L
L¿
0
-at tu
M¿2 erl
( 't) tc-, cl¿idc Qrit'rrl gcner'i afecLan poco a ros resurtados sarvo
L?
'=n en r,'ig;.'r-< cle gral ctanto, bast;lría'rry
llacer que K tendiese a inf¡nito
Lrs ecu¿lciorres constitUtivas sc l'ran ex[)r1c,st() tc-'ienclo p¿ira o[)rcner ]rn¿is cxpresiones sirrrplific¿ldas
prc:- clc l¡¡s ccuaciones
sentes cjeforrl¡¡ciorres por cortan[e ck-: ]¿.ls b¿rr;.rs clr-:l enrparri_
l¿rs cclnsritrtir'¿is. Lrr cl c:aso gerreral cJe o¡rt:rar co^ L'.r
e.tran-rado e5-
llaclo y, por tanto, K cx¡rresa el cocficienre clLlrt. mLli¡ pac:ial' r.r,rclelo recc¡r-rre.cl.lcJo para el cálcr-rlo gl.b:rl
t)ljcaclo por cl clel eclificio, las
árca real de la sección pcrntite obtcner cl árra c( l.lclct()llLs \en¡f t.
redr jcicia o cqlriva_
lente dc corta.te a efectos clc estim.rr ras clef ornr.¡cicnes
crLre [)ro-
dr-rce
l,,l lK,,
=i*,
K,-,
'- I
I
lPara las sccciol.tes rcctanglrl¿trcs K-
I 1,,,J . K
J *,,,,o 1lj1,.,,,,
,
',,
6
(0¡2, t'\ya)
(6vr, ?v.) .o
(e*z ,nx¿)
xz, ?xe )
0rr,, t'ty¿')
(f,it, ?.r)
(
9v{, }'\xt)
6¿r, ?et)
ffi fs?sct (6e2,
gaz, Haz)
(ger, n¿l)
fit. ¿., ltl Fs:r-tr:¡i:,5 r des¡)laz;nticntos ¿5c.i.jilü:: ,. i¡ b.rrr;r cle Un cntr.:rrtacjo r-::s¡-raci.rl
ttó Los [otid,dos reliculares
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12.E. lz . I 0
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0 0 _
r3 l+1,,,
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t l+1.,
0
Io'E
{K,r}= trcr,}' = 0 0 0 - 21 .(ltvr 0 0
ly: llrercja cle flt:xión de la sccción tlc la [r.rrra cor.r .r_,lar::orr ¿ r.rn una estructr.lr¡i dc: l¡r fc¡rma nlás sencilla y segura posible a un
trLrir
eje c]ut_,
prccio razorrablc, de forrr-ra r.al que puecJan justificarse
pase por su c.B. y :;ea ¡xrralelo a d los criterios
cJe seguridad est¿bleciclos en los códigos vigerrtes,
la: lnercia a flexión dc la sección de la
tal y conto vc_
ban¡ corr re,.,ic;órra r:n c1c clue n imos re¡riticnclo ri:iteradamente. El investigaclor pu
ro probable_
pá5e por :alr . {l y sca parirlelo al c.ie (_Z rlente t.ericlrá oIr;.r respuesta mucho nlás científica busc¿rndo
siempre el n-rás ¿llá ciel probrerna, pero nunca cieberá perder
cle vis-
ta la resltucst¿r del lrrsenicro estnlctural que asurtre la responsa-
6.6.2. Criterios y consideraciones para triliclad últirrra clc nrat.'rial¡zar los r'odelos puestos a su alca^ce
establecer la dlscretizac¡ón y sustitución del
En Ia línea r:,xfrLresta, cabe decir en primer lugar, que
foriado en un emparrillado de barras ca rr:ticular t-enclrá una discrctiz¿¡ción óptima que puede
cada pla-
no ajus_
tarsc ¡:lenarr]ente a la que rrosotros proponemos con
L¿ sustitución de una ¡rlaca cle forjaclo reticul¿.tr carácter
llc)r Lln c)rnp¿l_ gc:r'rer.rl, irr_¡ncllre l¿r h.:v¿in-¡os elc:giclo t-¡¿isánclonos en un contrastc)
nillaclo de barras u otro tit)o cre cremerrtc¡ tinit. l-ro resLrrt¿.r terítrico y una e.rpc:rir¡e'tación real
nacla [á- r'uy arnpliii en obras reales
cil, ni tiene una solución única, com. ya ha pocliclo proyectacl¿1 s v con slru id<ls.
vislurrrbrarse
deSpuóS de sopesar tOdo lOs cxpuestc) ¡rntcriqrrrr-iente,
Vc.rarnos
ia rliscretizacjórr
de la ¡rlaca reticular ciel moclelo que
elemplos teóricos que habitualmcr,te se nranel(rn
L.os err ia actualid¿icl nos ll¿rrece más razonable,
ltilra con_ tenienclo prcsentesios
trastar modelos tienen muy poco que ver con las medios inforr.áiicos rrás simples y cxtencliclcls en el sector
obras reales que cre la
construimos, aunque tengamos necesariamcnte qre acuclir;r c,or-tstrucción
elios l
'
El rlrllnr,.r,.-r cle i¡¿rr;ll a cris¡;orrt:r r.repencJer.i r.rrcho dcr grado
clC ex¿¡cti:L,rr-l rccL;r.rjrlrt l. de l¿ capaCidacj Cle ¿rlnraCe¡¿n¡Crr.ttO y vc-
locicl;¡cl clel ¡rn:lc,-'-;,,r cle orclen¿¡clor: a nrayor nr-irncro cle barras, e.
gerier.rl, rrtrlc)r e¡:actlt-ucl en los resultacjos.
a- - I
5e rccr_terci¿, r¡.rt la ca¡taciclad de ordenador rcquerirla para un
r
Emporrtllodo
v,!Fs t bsd¡
Toblato rao I
Eñgq,alllodo
Iobttro ;to I
o n\'lcila !'rr
Fis. ó.32. t)iscretizaciórr
míninra de utra placa retictrl¡r
uri emParrillado virtual'
urla EmPor?rllodo¡
Si se desea que el nrodelo
de ernparrillado virttral tellga
debcnlos rea-
genérica posible' tlecesarianrertte
io *fu
almenos cn las zonas don-
ffiilffiil"* ñ.n"1"áttupiclo'
"oüIu.¿n
varíen *utftá t¿t rápidamerrte'
como sucecle O I Lorq otrgetqdo
de los esfuerzos
rableros de puente para r'ln ernparrillado
por eiemPlo en los ábacos' Fig. ó.33 Dlscrei:.:'rc:'it' cle
(l¿i'Jl
lA. 5a!11,'lIIÍir l
Ei,1 /' 'ld l)'s.-r. :,iaJ ¡l llrollrlcst¡ para los loriatltrs rcticulares
1,.*,, ll.;' i,i.;. :.,i;lil ., j*i.iic lÁi e¿if ic ios e *rrrodr¡cid.r er I el
Pese a todo, siempre existirá el riesgo latente de que se pro- El modelo propuesto de discretiz.ación siempre garantiza que
duzcan barras muy diferentes y muy singulares al crearse cl ma- existan barras quc acometan a los a¡loyos de forma directa, salvo
llado autornático del emparrillaido, t¡tre pucde dar origert ir <:asc¡s rarísirr-ros cle pilares qr¡e tengán dinrctrsiotres por clebaio cJe
rcsultados extraños en plrntos singulares debido a tltt trlal condi- los 25 crr
cionamiento de la tn¿rtriz de rigidez del coniunto o a ul'la concell-
. El fallo cle ia discrctiz¡¡ción del ernparrillado plano propucsta
tmr:ión de csfucrzos irreal en puntos aislaclos.
ticnc qLlc vcr con la prcscncia de vigas de canto y la hipótesis de
. Con el modelo propuesto, no exisle posibilidacJ algurra de defonnabilidacj rinica por planta, debido a la rigidez transversal de
abordar el cálculo espacial de urr edif¡cio corr el volurnen de ba- Ia planta, consiclerada como infinita en su plano.
rras y nudos que se generan err el rnisrno. si no se realiz-a el rna-
llado cle fonna autor¡rática con un progr¿im¿l de ordenador, ¿lLlnque B¿rst¿t obsen'¿rr l¿r siluación real dc la placa con vigas de canto
ello conlleve el ricsgo mencÍonado anteriorrrret'lte, y obligue a re- en la figrra ó..J7 v cl (.squeuta idealizaclo qLle se calcula en el mo-
visar los resultados de aquellos puntos de la estnictrlra cr¡ya ccrl'n- delo, para \/er clr¡e lii precisión es buena cuando las vigas se err-
pleiidad geométrica nos haga sospcchar la ¡ osibiliclacl cle que cucntrar'r c:nrt:cbiclas en el esÍresor de loriado y se pierde en las
puedan generarse problernas numéricos o rcsultaclos irreales ¡:or proximidaclcs clc las r,'igas de carrto. En las proximidadcs de las vi-
dicha discrctización. gas de c:anto e I modclo analizado proporcit-:na en las barras B1 y
82 rnorncntos dc flexión y, por tanto, trac-.ciones y compresiones,
. Deberán disponerse barras coincidiendo colt toclos los bor-
cuanclo en realirlatl, y presumiblemente, se encontrarán totalmente
des de la placa, dondc se cierran los circuitos de tensiones tan- comprinridas o tot¿lnreltte tracciorr¿das, dado quc constructiva-
genciales debidos a la torsión; y, en gcncral, l.rs vigrrs c¡ue exisLan rnenle se h¿¡r'an situaclas ¡ror errcirna del eje principal de inercia de
cn la placas deberán llevar sus conesporrdientes barras asctciadas la viga y por proximicliicl ¿i l¿r rnisrna, sometidas totalmente a su in-
al empanillado. fh-rencia.
SITLJACION RLAL
Pia¡ro de
rcftytyr t:ia
clel loriado
Eies de refe¡errcia
de l.r viga
H+
gAgRA -D€ BoC$€
:11 TLI At. ION A NALIZADA
Fig. ó.35. Situación dc las barras dc b<¡rde en el cn¡par¡:llaclo de l.rs Ejcs vinLr.:les del
placas. (1. Manterola). err r¡xrriliaclo
[.n los foriados reticulares ordinarios. Ias barras cle borcle pr-re-
Flr-l ó_17. E:-i.tucrn.is re.l (.5 y esq,etrra idealizacl. ciel em¡rarrillaclo para
den, por sencillez, situarse en los ejes dc los zunclios perimetra_ (.¡l lL l-lLO
su
lcs, puesto que a cfectos prácticos coinciclcn corr cl lugar cloncle
resulta recomendablc situarlas, coincicliendo con el cicne ciel circui-
. El nlodelo enrpanillado no t¡enc en
to dc torsión en las placas. cuenta el cfecto membra_
na de la capa de conrprcsión solidarizancro todos los nervios en
su pafte superior.
los edificios de gran altura, para ver si dicha hipótesis rlo strpone El problema, Ieóricamenle, no resulta nada scncill<-r, tal y como
pudo verse al hablar de las ¡'llacas ortótroprs. No obstante, cl tema
e implica el olvido de un efecto indescado en cl contportamiento
tranwersal del foriado que pudiera dar origen a algún tipo de des- a efectos prácticos. tanlpoco resulta cxcesivantente preocupan[e
arreglo que desbarate y dé altraste con la hipótesis mencionada en el mundo de la edificación, puesto que a la hora de la verdad,
de rigidez infinita en su Plano. los esfuerzos que se rrratrelatt son tan pequeños y dc tan escasa
trascendencia, qr.rc las dispcrsiorres y elrores que se come[en Por
La figura ó.38 explica perfcctamente lo dicho' esta caus¿i st-- diluvt-'n a la lrora de establecer las amladuras de la
estructura hasta el purlto de que prácticamente pasan dcsaperci-
Er,r eui €s LATECALES. bidos.
Para la hi¡xitesis de afuenos horízontales. que las viejas Ins- parlkular g de Ia estrudura en general. lnluítivamente puede adi_
Irucciones espanolas ignoraban q et código ACI rro aclara, algunos
vinarse un¿t maqor rigidez en los forjados construidos un bloqua
de
autores mnsideran anchos virtuales de Ia plau de I 12 a I
13 de sus hormtqón con relación a los de porüpan, g experimentalmente Io he_
valores reales, o bien, el ancho del pilar más I ,5 a 2 veces el canlo
mos podido tonstatar frente a deformaciones horizontales g vertica-
del forjado a izquierda g derecha del mismo a los electos rle reducir
les en edilicios reales.
g determinar la inercia de la placa.
La prmncta de los nervios tranyersalc no cnbe duda que gryr_
Parme aporta una lormulación ul problena retogida porl.
lan una rigidez adicionar a Ia rigidurongitudinar tier dínwt, pro
Calavera en su libro de foriados. L¿ r.lueva EHE_9g propugna diftcit
de saluar u un mílodo como el de los portian virtualr.
operar para las cargas horizontales con la inercia brut¿
co_
nespondiente a un ancho igual al 35 y. del ancho del pór- l¿ cueslión de plantear ngideces diferenlu para mrgas gra-
tico equivalente. uifalonas q püra carllas horizontales, exige. cierlamente un esfueno
dobte de ctílculo. Cottsiderando un nétodo de análisis matricial, el
Por otra parte se plantea el problema, ttñatlido al anterior, prlgritnü deberá poder generar e invertir dos malric¿s de rigida dis_
de determinar Ia inercia real del ancho virtual de la placa cln su get- tintas para una misma estructura; el proceso se compliu.
metría variable por la presencia de los ti[¡atos A l<¡s aligeramientos.
Brrscan¿io un umino práclia g rúpido a los problemas plan_
teados, iniciitnros e/ arrrílisis de una ampria casuística
de pórticos,
calculiintloltts ú (argas graviratorias g honzontales haciendo variar
Ias rigtideces tle los dinteles q pilares, siguiendo algunas de las reco-
mettdaciones ¿risterrles y comparando los resultados con un modelo
persottal, ampliamente expeimentado en conslrucciones reales.
Hormigón" , basado en et ndigo ACl, tódigo que siaue la l¡tstrtrccio¡t p 0 l,ll 0. I 9Lr 0.229 0,249 0.26? 0.28 r
En las ¡:lacas el asunto rcsulta b¿tstante rlás complcio, espe- Dicha L¡niic¡rrnidad pLrede conscguirse suponien<Jo quc el for-
cialmcnte si es una placa reticular ct'l vez de una plac;i rn;rciza. jado reticul;rr cs Lutcl placa macjza, o bien suporriendo que toclo él
es rrna zona tligr:rad.t y, a través de cjichas suposiciones, asignar
A efcctos prácticos la propuesta de l. \lanterola suelc ser la las rigicieces a l.¡s barras del em¡:arrillaclo sustitutivas del mismo.
cor.úrrmente ace¡>t;r<lu por la nr;ryorÍa de los ¿¡lrLores pese a Lerrer
un caráctcr aproximado. El prinrr:r c.so ¡ruede re¡rr,clucir mejor el corlportamiento ü.le-
círrtic. cc' la estnrctura frcnte a las cargas gravitatorias y el segun-
clo pr-redc hacerlo nteior frcnte a cargas horizontales.
Rcsulta más razonable sr_rponcr toclas las b¿rrras rJe l¡r rnjsnra
naturaleza, uniforlnizando las rigideces de las mlsnras
!,¿l qL¡e se
obtienen esfuerzos mucho más homogérreos y,coherentes Fi.g ó 4 L Ne¡vio búsico dcl rericular
Los foriados reticulares
La determinación del C.G. del ncrvio básico se fiia por: No está cle rnÍls repetir de nuevo en este punto, que para las
placas macizas sobre pilarcs, operando con v : 0,2 en vez de
b.h.H v : 0, se produce ull incremento en los momentos negativos de
X= las bandas clc soportcs sobre los momentos negativos de las ban-
2(b.h+e.c) das centrales en torno a un 79", mientras que los momentos po-
sitivos tienden a uniformizarsc.
.,_H_.
t- 2
tlacier¡do lo mismo en los foriados reticulares, las diferen<:ias
no superarr erl 2o,á,
Fiiado el eie, la inercia del newio básico del reticular calculada
por Steiner, viene dada Por: lnclcpenclierrtcmente de cucstiones numéricas, el módulo de
Poisson trata cle materializar un hecho físico incuestionable que
tiene lugar en los elementos estructurales, cuando sus esfuerzos
ln =
b_¡3
+ b.h .1,' *
t# + e .c .x2 y defonnaciones trabajando en una dirección se ven interferidos
l-rartsversalmcnte por el trabaio dc otros que se encuentran a su
lado y recíprocamcnte.
La rigitlcz a flexiÓn de una barra del enrparrillado virtual, si se
colocara una barra por nervio, sería, Esta realiciad ffsica, que se manifiesta especialmente en las pla-
cas rnacizas, en los foriados rcticulares, cxistiendo también como
' E'1. existe el efecto Poisson, 5e ve minimizado por tres razones impor-
Rigidez de flexión : tantes:
1t_v2 t
6.6.4.Influencla del módulo de Poisson en los Obteniclos ios resultados del cálculo de una placa con v = vl,
resultados finales los resultacir¡s esperados con un V : V2 vendrían dados por:
MVrr =
MY -v Mx . Superfici.rles
| -v2
Lil asignación cle cargas a las Lrarras, légicanrerrle, tiene que ver
MxY6 = 4xY
t-v
¡nrcho cr;n el ranrarr'de la criscretización iealizada en Ia placa.
No
es lo niisr,o tencr un enr¡rarriilado cre barras estabrecidas
a
2,5 x 2,5 m, (.lLle tenerlo a 2j x 2j cm; lo que pue<Je
resultar váli_
do.y razonable para el segunclo, corrduciría a resultados
Atencicin al hech<_r de que en lc¡s borcles librcs cle li:s placas, inadmi_
sibles para cl ¡rrirlero.
al no exist¡r coacciones que moviricen er
efecto poisscln preriarrren-
te, deben modificarse las expresiones Err general, los criterios c¡ue cleben regir
lll. la asignación de las
c¿rgas son los siE¡rientes:
. En los bordes libres paralelos a la clirección :
X, l\lx Mxo
. Y en los bordes libres paralelos
. dcseable que existiese un nudo o una
a la dirección y lvlv = My6 .,, l*1r barra del empa-
rrillado baio cada carga punluai; pero
como cso resulta operativa_
En nuestra opinión y en la de otros autores nlcnte ¡l'nposible la carga puntual interrledia
tl. N,lanterola, puede llevarse a las
A. Samartín, R. thrk, WL Camble, etcl, b.anas clc forrrra sirrrpliiicacla co¡no se ¡ncjica
los refinan..,,entos que pue_ en la fig. 6.42, y de
den obtenerse modific¿rndo los resultacl<_rs ell¿¡s, a lor nuclos.
oU,",l¡Oo, clirecta¡l.lente
del modelo del entramaclo espacial .o,.'
*p"irrillaclo virtual para
"l
las placas, asignanrJo las rigideces vistas Para las cairg;rs lineales cl.ltre banas puecle
con v _ 0, salvo cn el sLrponer que se en_
parámelro C como suele ser la práctica cuentr¿t' apoy.aclas en vig¿rs isostáLicas, calcular
habirual. resultan a efec_ sus reacciones
tos de calcular las armacluras de la estructura y colclcarlas en ios punt<;s cle cruccs
con las barras del emparri_
1, rcalizar estimacio_ llado.
nes sobre sus defonnaciones, totalmenLc irrelevanres.
Los lorjados reliculares
teniendo presente la hipótesis de diafragma rígido cn su plano (dc- los esfuerzos resultantes del cálculo están referidos a barras vir-
fon¡rabilidad horizontal unitari¿l por planta). trrales cuyo soporte físico no cxistc corno tal, y resulta obligado
rcalizar una interprelación de los mismos y una ¡signación dc cs-
fucrzos a los elerlentos reales que de verdad físicamente configu-
ran los foriados, partiendo de los valores obtenidos en las banas
c.r sfit¡9' ficticias del modelo.
v'á GEnc¿fco En gcneral, conviene recordar unir vez más que el modelo de
emparrillado r¡tilizado para cl'análisis del foriado, no permite eva-
Irrar el truba jo "laia" c¡ue tiene ftrgar en el mismo; es decir, los mo-
rtt vimientos relativos en su plano medio, los esfirerzos axiles que sin
lugar a ducl¡rs existen Latnbién en dicho plano y los esfuerzos cor-
tantes rasantes coutenidos también en dicho plano. El que estos
esfucrzos tengan urr crarácler de scgundo orden en la mayoría de
AR, H las estructuras de cdificación resueltas con los forjados reticula-
?iu'r¡,
res, no debc hacernos olvidar su presencia, ya que puedcn ser im-
.fJn* portantes en eclilicios singularcs o sometidos, por eiemplo, a la
acción de un ¡rretensado cxterior.
$Erü.'g$E
. En primcr lugar nos enconLramos.con. los momentos flecto-
res de una barra del emparrillado que es continua a trávés de los
nudos y, sin cmbargo cl flector a la izquierda clel nudo M¡ es di-
ferente del de la derecha Mz. Uer figura ó,47).
+"7
Fig.6.46. Esquema simplificado de irsignaciórr cle l¡s c¿rsls de vicnto a
los nud<¡s de urld pl;¡nta. ernpujaltclo al cclificic¡ sl-gún l¿
direccicjn 6V
tuandO Segun las dos dirccciones establecidas para l¿r3 ¡rrrrradut- \1 . : Nl. .co,rj' o+ lr" -scn'' c
ras, cubran plenatncnte por el lado de la seguriclacl el carrrpo clc
rnomentos obtenidos del empanillado: M*' M\ y N1\', ' \1. = Hl, .:errlg r- Mi .c,.rt2 O
tlt
l-l
LasoluciónnormalmenteadoptadapefteneceaRH\\body It.. = (tvt" - M"
)cosO
'sen 0
C.S.T. Armer (19ó8), así como a A' K Cupta I
l977l L'as rrie'joras
introducidas postcriormente por Cupta ( l9Eó) para tener en ctlenta
que los mo-
la interacción de las armaduras inferiores y superiorcs de la placa Bajo estas circunstancias' lo que dcbe suceder es
complican cons¡derablemente el mótodo y no las tcndremos en mentos l2l cleben ser iguales o mayores a los momentos obteni-
cuenta; ya quc no suelen ser de aplicación directa ;r ios casos quc clos DOr las ex¡tresiones lll
Estableciendo dicha condición se
nos ocupan, dado que no resulta frecuente que se encuentren tra- obtiencn lcrs siguientes resultados para armar la placa:
ba¡ando simultáneamente las armaduras dc flexión positiva y nc-
gativa, salvo en aquellos raros casos donde los torsores supercn Armaduras inferiores:
en valor a los momentos flectores.
Considerancio err principio que M* y M, son momcntos de
Veamos las conclusiones prácticas de los niencion¡lclos auto- flcxión posiliva, traccionando la cara inferior de la losa, las arma-
duras se calculatr con:
res, que nos permiten obtener los monrentos cie armado ttl- V tutr.
Sean M*, M, Y Mxy los momentos que tios ¡rroporciona el cál- N,ti = lu1, *l*-tl
culo en un punto cualquiera, según las direcciorles establccidas
en el cmparrillado. [,os momentos en otras dos direcciones cua- l3l M, = tulv *lvr,.,l
lesquiera (u, v), vendrían clados por:
Los lorjados retiulares
Si fuesen de signo contrario M* Y My, y resultasen también de Los esfuerzos deterniinantes para el nervio sombreaclo de la
vl figura {vcr cc)rte A-A) se obticncn como suma de los esfuerzos en
sig,no contrario en f3l V rtlv, se hace cero el virk>r negativo y se
opera con el valor pos¡tivo en clicha clirección. los nr,tdos I. 2 y 3: Fr,r:n,ir-¡ : F¡ * F2 * F3.
L
t-:T.
Armaduras superlores:
Considcrando en principio que M* y N,1,, son momentos de
-\i
F:s ó 49 Discretiz.rción del ¡nodelo CYPECAD.
flexión negativa, traccionando la cara s'.r¡ren.ri de l¿¡ losa, las arma-
duras se calculan con: Prcvianlertte, cacla nudo rcparte sus esfuerzos cntre los clos
adyacentes sr.rpcriores e inferiores, es decir, los csfuerzos en la
Mi =M^ -lnt,,l b¿rrra e se repartcn cntrc c, cl, f, g, y así sucesivamentc cntrc todos
l4l Mu = M, -lnt''
los nricjns, recibicndr¡, a su vez, esfuerzos de los dcmás. Por ejem-
I plo los esfuerzos ern cl nudo c, qlre es el l, serán:
Si fuesen de signos contrarios M* y My, y resultascn también
t¡l -tr _ Fe +q +Fd +Fr +Fe
de signos contrarios en l4l
nai V Mr, se hace cerc¡ el valor clel t¡lo- -¡e
5
n)ento positivo en este caso y se opera con el valor nc'gativo co-
nespondiente en dicha dirccción. Análoganrcntc::
Si resultasen positivos tut^ V Vy en 14l cs que rro lr¿cen falta para iinalnrente obtcner:
armaduras supcriores de flexión negat¡va cn la placir.
Fnen,io=F1 +F2+F3
Una vez obtenidos los esfuerzos de armado genóricos en las
Lrarras virtuales del emparillado, cn el moclelo CYPECAD, que rea-
liza un mallado surllamente denso, resulta adernírs obligado bus-
NOTA: Fuecle :lanr.¡r-la atcnciún, ¡:or ejerrr¡rlo, el heclro de que siendo
car los esfuerzos que deben asignarse a los ncrvios físicos reales,
N'1, ¡'\1,,. rrr(l:r'renros de flexión positiva, haya que colocar arrrratluras
cuando se está calculando un forjado de ti¡xl reticular, partiendo en la c¿¡ra sr.Lperior cle llcxiirn ncgaLrva; succ'clc cr.rando clichos tnomcn-
de los esfuerzos anteriores. l()s s()n f)r(!lJ!.irr.rl I l;.1 lorsi<irr rJc la ¡rlaca los sr:¡:crra, gcncrando trac-
cioncs cn ia cara superior que anula y supera las pequerias
El modelo CYPECAD opera realizarrcio un prornedio de los es- conrpresiones que ¡:roclLrcen los flcctorcs puros.
fuerzos entre nudos adyacentes, a nlodo cJe re¡:;rrto tr.:nsversal 'l
éngase presei,te qLle se está procediendo a cfc.ctuar un anriado nlate-
que contribuye a obtener unos esfuerzos dc djnrcnsionacJo por nrátir:o err,,oi'.cnr.r (l(. l;is flcxiclncs rr-.alc.s tlc l¿r Írlaca scglin las dircccio-
ncrvios suavizados, mejores y más realistas, repürt¡endo las con- nes prirr:ill.-l.cs quc nos son clcscorrocidas y cluc los nromentos
centraciones de esfuerzos anornrales que pueden cj¿rse en deter- lorsr-tf És rro ',ierer suslenL¿rción fisica en ningún elemento concreto de
minados puntos ya cluc la mayoría de dichas concentraciones rro la placa. :;a:r,r: ¡rr-siLrlemente en algunas de las barras singulares que
ln.-rteri.rL ,r¿¡r. .n.)r rrj('nrl.)ic), lirs vigas cluc sc inLrocluzcan reforzando de-
tienen t¡na justificación física rcal.
Iernri¡¡rrla: ¿r-r:las clc clicha placa.
170 Los foriados relitulrtr¿s
ciónar¡tomáticageneracla;aunqucdaclaladcrrsidaclde-lrnallarlo
dc
,¡,J" ,. establece, a efectos prácticos, se l'larre todir sr'lperficie
la placa, mallaclo cle C}?E clueda refleiado automáticamenle en la fi'
F-l
grrra ó.51 ¡tara Ia losa nl.lciza.
CONTROL NO I.
Análisis de una placa cuadrada maciza de l0 x
l0 m empotrada en sus cuatro lados
H:20cm
V:0
c1 : 2 Llm2 l2o kN,'mlt
. l0x I0m
Fig. ó.50, Placa empotracia eln bordes
Las diferencias de resultados en los esfuerzos con la losa ma- M.A G N'I
(E - L'l0l r' = 0,20 E,IE4 5,5i2
ciza, quc no tcndúan que existir, se delxn a la irrr¡xrsibiiici¿rd cle bus-
car el mismos nudo de referencia por la discretiz¿rcicirr cle barras quc Tabla ó.6
de forma automática realiza el prograrlra, c¡,le corno va st" ha clicho,
hasta cicrto punto, es fiia. Obsén¡csc cómo cl modelo CYPECAD proporciorra resultados
conservadores c¿lsi siernltre, con rclación a los restantes rnodelos
Obsérvese t¿¡mbién cónlo aurrrcntan los monrentos en l¿¡ losa erl¡:leaclos con'\o contrastes clel t¡tistno.
cuando la discretización es nterror, barras cada 100 cnl, y sc ope-
ra con un módulo dc Poisson v= 0,20, de acuerclo con io csta- Las ra¿(lrter icltt dt)s,
blecido cn el apartado 6.6.4.
|. El uso sistenlático dc matrices de rigidez en las que se han
t¡s deformaciones, lógicamente, tienden a clisrninuir al consi- teniclo el cuer'lt.l l.rs cleformaciones por cortante correcta-
derarse una mayor intenelación entre los elemcntos debido al efec- nrerlte. aunqlrc sct¿l éste un rllatiz que en los cálculos cle las
to Poisson. losas no suponga nada trascendcntal, sí que inLroduce pe-
queñas nr<¡clilicrrcioncs en los result¿tdos esperados, frente
a otros clonclc no se lt¿rtt lenido lrreserrtcs dichas deforma-
ciorres.
2, El nr¡rll;lrlo .lutrlnlático que geltera el programa, operando en
saltos fiios de 25 cnl en las losas macizas y de 26,ó7 cm cn
NOTA: Los rcsultados en el programa CYPECAD sc busc.lt'l en ei apar- los rcticr.rl¡¡rer tle e,¡e = 80 cm, hacc que cuando la barra no
t¡rdo tle ENVOLVENTE, pidiendo con el ralón dcl ordcnador los erhrer- c¿¡t>e físic¿rnlente c'n la geornetría establecida sc prcscirrda de
zos cn el trudo deseado, tras solicitarle.tl ¡lrograma que ritucsLrc el l;¡ n:isrrra. clebilitando arti[icialrnente el lrecanismo resistente
rnallado de cálcul<¡ inLroclucic.lo etr la pant.rlla
172 los loriados reticulares
l0 nr
:-n'
Los resultados de análisis de esta tipología dc plac;is que pro- I le. ó.54. Piac¡ ;njc';lada cn sr.¡s bordes
porciona CYPECAD se comparan con los que ofrece R. Barcs y M.
Aneel Gil que opera con un empanillado que discretiza la placa ett
barras cada Ul0.
(menor número de elementos) conducen a resultad<ts rnenos prc- lc) {x .'l i lq ló 3.44 t9 423 2l .o4i J.70 20 ,67 ,t'3 ,7 0
cisos. CYPECN) introduce 100 barras en la dirección -x y 50 ba- le(:lra (\\') (-r]ll 1.1 4i6 |4 499 I 5,140 29.727
rras en la dirección -y. Y se recuerda una vcz niás que tierle en
cuenta las deformaciones por cortante. Tabla ó.8
Los lolados rcl¡(rl(¡res
Tabla ó,l0
lO m
:
Fil, ó 57 P clc(¡ ( l-1olr'¡(l¿ cn tlos la-
dos (r)nti..Juó::'. l'i':e rIr \)g fc5l¿utes
Tabla ó.9
CONTROL NO ó.
Placa rectangular articulada en su lado menor y
articulada en las esquinas opuestas
I0 nt
20 tr
Fig. ó.56. Pl¡ca articulacla clr un lado nlerlor -v trt sus c-it¡uiia-( L-\lli;estas
...--"-
Los forjados reticulares
7.t. Análisis de estructuras con foriados B;ijo la ',,isi(in arrterior es difícil que el método dc los pórticos
virtu¿:les, o tle sustitución, se arrincone en cl baúl de los recuer-
reticulares por el método clásico de los dos cic la historia del círlculo de estructuras. Particularizando una
pórtlcos virtuales (Planteamiento teórico iclea rruv c:orrocida. pc:clría clccirsc quc nadie debería comenz¿rr ¿l
del método) calcular r.rrr forjaclo reticular con un programa espacial, sin haber
qucmado la ctapa formativa y previa de su cálculo nianual, sintien-
do y <:onrprencliendo Ios esfuerzos callados r¡ue experintentarán
7.1 .l . Introducción durante slr vicl.r útil los nl.lteriales que corrfornrarr sus riervios, sus
zunchos y sus ábacos.
El modelo dc cntramado espacial constituye, como pr.rcdc dcs-
prenderse de todo lo expueslo en el capítulo prececlente y tal como Los grancles progranr¿s es¡raciales de análisis t'uuy autonla[i-
venimos diciendo reiteradamcntc, una rrr;rgnÍfica herramienta cle zacjos ¡rue<len I'esLrltar r.¡n serir¡ pcligro ert rnanes inexpertas, si sorr
cálculo hasta que aparezcan nuevos modclos más ¡:erfectos y ver- incapaces cle cliscemir y valomr aclccuadarlenLe los resultados quc
sát¡les, basados sin lugar a dudas en orden¿i<lores nrás vcloces, ¡rro¡rorcionan, ciado qLre a veces puederr encontrarsc dislocados
donde pueclan implantarse nLlevos progr¿rrrlas de clcmcntos fini- por el laclo de l;r st:grrridacl o de la inseguridad en nruchos puntos
tos con post-procesadores que pernritan la oLrtención de esfuer- singrllares cle las estrucluras, puntos que son iniposiblcs de dis-
zos y armaduras de fornla autclmatizada, tanto en rógimen lineal crctizar y nrocleliz;rr cc)ncctalrente de forma ar.rtonlática, exigien-
conro en el no-lincal. do la intcrvcnción experirnentada del proyectista cstructural.
Sin embargo, el que ello sea así, rro es óbicc para olvtclar que SuponclrcrIcts. f )rlesto qLte cOnstructivamCnte COnstituyc la
los eclificios con foriados reticu]¿res tambión ¡tueden scr analiz¿¡- nlás absoluta generalidad, que los forjados son plarros y, por tan-
dos por otros métodos y modelos más sirnplcs, conro puccle ser to, care(en dc r,'igas ;¡cr¡s.1clas birjo los mismos,
el nlétodo de los pórticos virtualcs, también llanlaclo en la cultura
americana el método del marco equivalente o pónicos de sustitLr- La presencria clc r,'igas clescolgadas de mayor rigidez, que pun-
ción. tualrnentc ¡'cle ionna aislada pueden introducirsc para salvar una luz
aislarl¿r, pucde ser resuclta asignando por el lado de Ia seguri<Ja<J la
Hablaremos extensamente del métoio dc los pórticc-rs virti.ra- totalidacl cle la cargir dc. sr¡ zona de infli¡encia, sin que merezca la
les, porque, en primer lugar, resulta scr cl rnétodo lrabitualllrerrte ¡rerra ¡llirnlearr otras altern¿rlivas.
colrtcmplado en los códigos vigentcs cle todo c-l nrunclo; y er) se-
gundo lugar, y aunquc no sea el método icleal ¡rara calcr_¡l¡lr i¿¡s es- Bastaría en los caso: .anteriores dcscontar de las armaduras de
lructuras con f<trjados reticulares, porqLle result.r scr eJ único qrre, flexión rrcg;itir'a de la vig.r las armaduras clisprrestas en el nervio
bien sea de urra [<¡rma dirccta estinrando con critcrios lógicos los izqrrierclo y dt:rr.cho aclyarccntes a la misnr¿r, si no sc desea reali-
esfuerzos, bicn mediante un simplc progran-la cle pórticos zarr un plante;lntieltto lan conservador conto cl recomendado err
¡tl;rnos,
permite al proyectista comprobar de una manera scncill¿ y cierta- el párrafo ¿ntcrior.
mente asequible, cualquier estructura resuelta con los rnencriclna_
dos forjados, calculada ¡)or otros métocltls rnírs corl¡:lejos c
im¡:osibles de aplicar sin un pot.ente y sofistic¿clo prograrrr. dc 7.1.2. Planteamiento del método (Geometría de
ordenador, los pórticos)
Quede pues clarc.r, que exponemos el nrétoclo clc los pórticos
Para corrr¡lrcncler nrejor la lilosofía dei método, comenzamos
virtualcs sobre todo con la intención cle proporcionar ¿ los proyec-
plantcándolo scgrin la norrnativa vigenLc, y aceptamos que los pi_
tistas una herramienta útil de comprobación cle cálcuios nlás re-
lares sc encuentran ali¡reados segin r,rna malla ortcryonal o bicn sin
finados y tarnbién, para aquéllos que no rlispongain dc un programa
espacial y quieran rcsolver una estructura planteacla con unlor¡a_ desviacio.es qre supcrcn el r07o de la luz norrnal a la línea de ejes
que definc ,.a detc--rrri¡l¿rda alineació'. posteriorrnentc y de forma
do reticular con seguridad y sin miecio, claclo quc el nrétoclo r.en-
paulatin.r en su desanollcl, ircmos introcluciendo matices y consi_
cionado proporciona resultados nruy experirlcntaclos o,
rleraciones qr-re ¡remrit.rn l;r gcncralización práctica del métod<¡ a la
sir.plemcnte, para rescllvcr un problern;r puntual cirr;inte la ciecu-
ción cle L¡na cstructura qr-re ha experir:rentaclo algun t:po clc mo_ nrayorí;r dc los casos quc puecJen planLearse, simplificándolo en
Lu'los casos ¡l corrplicándolo cl.t otros.
dificación sobrc Ia ntarcha.
t76 Los foriados reliculares
. El método se basa en discrctizar el forjaclo err band¿rs virtuta- Dcntro cle ia georrre[rfur dcl ¿¡ncho total del dintel virrual, el nté-
distirrg,rr{r a eiec:OS de reI)¿rtir los esfucrzos restrltantes tlc'l
les tomando las líneas mcdias entre pilares, y considerándol¿rs a IOCIO
o arrálisis t: rt lr'r!1 Itrr\.'l(ls qr-lt:' formatr ¡larte <Jtl ntisrn<'r' una scrie de
manera de enormcs vigas planas que hacett las veccs de dintei c(llltral(ls y barrda cl<:
Sr-mittancias e:t¡uenláltc;ls Il.¡nr¿rcl.rs bar¡cias
jácena de un Pórtico ordinario'
SoPOftes.
pÓrticos virtuales c¡ue
En la Fig. 7.1 se aprecian los clistintos
pucden .rtábl"."rru cll tlna planta ideal c{e rtn cdificic:
scgún los
--t-
-t
ejcs X e Y,
A/
- + -l -_:
a
1_,r._ +- -. I lt
I
'i- t+b
.
_<? 2
1
'l +
1- Vr,,
l
l
I ,1 ,
I 2,,
I
+ -¿
.\ +-
vl
t- | - *¡ll"
+
,, t- .4r | -+. -- l"l o4
tliYlnlo xtu, f tu&dt fur5 d¿
/2
-t <a.fnl dctecbq)
Fie. 7.1. Planla llásica y arrcho las vigas quc cleberán.t:onsicler¿rrse en
c1e
l¿i
o4 Sacia Gsttql (:r-luooáo
it.ci¿n cle los pÓrticos virtu¿rles o cle :'ust'ilrrcLór'
'rl,oii'tf
Afortunadamcnte también, por \/el prin.]era cn su histori¿r, la L¿r tenclc.trcia ¿ictu¿¡l crr los apoyos cxtrentos es la de concen-
Norma Espairola EHE ha reconocido por fin la jnutilidad de jugar tr:rr ¡rráctic.rrlente la totalidad de la flexión en la bancla de sopor-
con porcentajes diferentes y establece un¡rs tablas sinr¡:les y scn- tes, en contr.l tlel porcenta je usl¡al que consideraba la EH-gg/9 I
cillas en la distribución de los ntontentos cn la ¡rlaca (un 80o,¡) qLle erir ci c¡ue nosotros veníarnos aplicando sistemáti-
canlenie sin conrplicaciones. Así, los autores actuales, incluido el
Ciódigo ACl. ¡:rro¡ronen r:¡rrc el porcentajc de flexión que debe asig-
niifs€ cl la b,l rcla cle soportcs Sea supcr¡or ¿tl g5%o, u n I 007o en la
r
-!A _'*- fl
AscF rt cJeiar de rener presente ia iclea anterior que refleja clc forma s¡m_
l'-:' -V;t'-ioz.
or-á, 7;-
Éí,ho iulerbr plif icada el nlecanismo resistcnte
Obscrvando ntlcstros porcerltaies de re¡larto de la Fig 7 4 aplv Terrclrenror oc.¡sión clc ha[rl.rr.rlgo más sobrc cste punto rela-
cados a las zc-:nas voladas, pttecle verst: utra coincidenf ia clc cri- tivo ¿r lo: ,"'rrlad:¿os ntütiz.qndo algunas de las consideraciones
terios con los de J. Calavera, sl bien matizamos qtre, cuando cl ex[)uestas QJe rLo :cr totalr.nente ciertas. aunqllc sí muy prácticas
voladizo es muy importante, predomina más la tlexiórr negativ¿r err cle r.rsar sirr qr-,e i)iol1,..¡¿cart lrrobierlas.
la placa como ménsula ortogonal a la fachada (lue como va!'lo pa-
ralelo a la rnisma y, en consecrrencia,los ncrvlos rrrás próxil.llos ril
exterior tienen escasa inciclencia en cl mecanismo rcsistentc cle 7.1.4. Razón y ser de los coeficientes de reparto
in-
vano y debcn ser tratados como nervios de band;¡s centr¿rles,
CrCmerrtándoSe los eSfuerzOS in los nervios cle so¡rortes. Err de-
l()s f.l méroclo oirnrco5 '. inuales es un ttrt':todo aproxitrrado
Ce l.-.rs
finitiva e inSistiendo err lo expresaclo anteriornrertlt', cuatrclo con'\e Lal. irai¿'t oe cllaril::c3l'cie forna scncilia 1o quc sucerie real-
ei valor cle 0 3 L' el v
voladizos superen, en los casos ordittarios' nrerrtc etr l¿ l¡l¿c,¿l cila:lclo i:brc de ptintales' se
deforma baio los
ser tratado de forma idórrtica ¡r Ia
tle un norntalrtrcn-
oOn'lo dc fachaaa deberá esfuerz.os cie iie'.i':-in o:c oriEr;ttt en
ella l¿s acciones
pórtico interior. te cle origerr gr-¿'.':1
'riorÜ
cl vol¿clizo err c:l valor cle en i'r placii SigUett
Algunos autores fiian la frontera t)ara L¿iS cliSIl'ii-.Lt¡tLrre! '.¿ir!-5 Ce OS rlrLrnreIItoS
¿rl misnro ¡'r;tra ctlnside- ic ci;¿r'':iiicar' ¡'nrás clifícil aún cle
0,25 L,siendo L la luz itiu"t-
aciyacente
a lo> efectos que
leyes cle'tip(l si'r'-rlCd: ""lt'i'-t
pórtico interic¡r r- r - :^'rlr ics Ll-ie ptlc(lan scr asig'na-
extr¿lef Qc l::: -\ d: ¡ - !-
,át rfpátii." cle fachacla cotno 1'--s
Calavera contcrrtplir en
uu*nu,-, aruonclo, tal y conlo el profesor I clos a los rLc:', cr> ,,-,.' t' iit eti'c:¿:'l:e:lio
cic ;us ¿rmaduras' sal-
siguiente: cons¡dcramos r'rn pÓrticcl
ortogo- n''odelO espacial cOmO el
iu'finto La idea es la vo que Se cl'r;::.{. .:r É>'''-s'--In :cll Jr'
Fig 7'i
nal a la facha<la que posce elvoladiz<-r' descnto ll'lt l .- ll :l
'':
u' \':o
,! t (1 t) = |'o
seorrtjene 272 L
,L
r82 l-os foriados reliculares
irajo totali-
Calculanclo plásticamente los pórticos virtltales
1;i
serí¡n rdÓnti-
ciad de las cargis en la dirección OX' los resultados
por el método de las ÚN¿\S DE ROTURA'
.or.on los obtenidos
para la hipótesis de cargas gravitatorias'
sido:
elegido
posjble en el armado dc A título meramc'nte referencial para el foriado reticular
Con el obieto de interferir lo mínimo y canto 24 + 4 cm' adiunta-
cle c;rsetones percJiclos dc hormigón
los nervios, hcmos consideraclo exclusivatnente conrcl armacJuras
de montaje err los ábacos 2Q l0 cn cada ciireccirirr por ctladríctlla. mos las ¿irmaduras representativas que podrían disponerse en los
neruios.
Lás características de los rnateriales emplcados han sido:
mecánica
puede llaber una difercllc:ia F-n flexión negativ¿t bastaría obtener urra capaciclad
En cuanto a la flexión negativa' de rrrotrtaie y dividir la capacidad me-
por el pilar de los dos ad- srou;i i;ttut l¿r:imradr-rr¿s
entre el nerv¡o que pasa direiiamenie los cuatro nervios del pór'
cánica rcstante cn partes iguales sobre
yacentes, en torno a|20"/"' constructlvas que
tico virlual, p¿ra acertar colr las armaduras
sobre los nervios'
Pero, dado que en la práctica habitual
suele colocarsc ulla ar- ilb.;; ciisponcrse cle nratlera uniforme
el pilar
*"y'ot sobre que Ia consideracla por
madura de monta¡e
las difercncias en
noÑo. en este análisis (2Q10 por cuadrícula)' q
MODELO 4OI NERINOS POR ÉRTICO
VIRÍUAL
ii"*ion para los nervios desaparecerÍa por tal'lto' cuan-
y'
""g",iva los esfuerzos
Jo se .atiulun pórticos virtuales con tres nervios'
ár" t"oU*"gan deben dividirse en partes iguales para los mis-
y ve-
mos s¡n cometer un eror digno de consideración' tal como
siempre cn nucstros :.-'r -{ s¡"a ;b¿ii
níamos aplicando de forma intuitiva desde
ei
proyectos.
ai-, ._,-.
i,..c rjn,:r!a¡
de
para el ftr:9f l3 4¡ l)ónico virtual
Fie. 7. 19. Armacturas de construcción a" 7 k\ rn:'r'
¿ ncrvios (F. R.: 24 * o v tuign-¿tJ
"i"ait
8
de
para el M-4:19,1: Pórtico virtu¿l
en po- Fip. 7.20 Arnr¿clt::as cit'corrstrrrcción
en flexión ncgativa con'\o : iienios rF R .lr o. .t 'ilute;'üiii mtdi" E'7 kN¡m2r'
Para la luz de 4 metros' tanto qr'tc el 25o2"'
,ia¡r",'p"irr"."t establlcer una diferencia no nl¿lyor
ábacos con re-
atravesando
entre los nerv¡os que se encuentran Par¡¡laluzde4lTletros'asignaralosnerviosqueseencuen-
de los misntos' los esfuerzos flexión' en línea
ü.i¿. t aquéllos que se encuentran fuera tren sobrc el á[:aco un ii-go';¿e
reparto' resulta un cri-
las cliferencias de arntarJos ."a'f. .tüUlecicJo por los coeficientes de
Para la luz de ó metros 8 metros'
y positiva el ó0 y 407o establecidos' tam-
sort in-
como cll l'legativa terio razonable. En flexión
crltre nervios, tanto en fleiión positiva Lriérr se r-ncuL'Illrd *n ri'iu-ttn
los resultaclr¡s que proporcíona el
dado que glran en tomo al 10"/ó'
para la luz de ó m v en nesativos' un 80o/"
iignifi.un,"., ;;ü;;'l.rt ¿*gcao los ábacos y un 20"/r para
pórticos üftuales dc'ct¡atro ner' para los tren'ios qLlc el'rcuentren sobre
Iior consiguiente, incluso para aceptable' Para las armaduras
el plantear coefir:ientes de re¡:artcl los qtre se encLlcntral'' tu"á t"ttlft"
vios, carece de trascenJenciá pocinan armarse todos por igual y el error
co-
diferente para los
qu" obterrgan de los misnros a la cle f lexión positi\'¿i,
"sfutoos "
a los nervios que cortfiguran la
placa' rnclido scría desPreciable'
il;;;;;arlos
L
t.¿s /oria¿ios rtt¡¡ularts
Par¿ toclas l¡s ltrc:cs, 75"/' flexión nc-gativa ¡rara los tres ner-
cle
lleg¿ltivos urt 70ol' lrara los
Para la luz clc 8 m, considerar en del ábaco y un 25'% para los res-
vios quc se ellc:uentr¿tn cletrtro
para los restatltes' coincidiría c:on los bien a los resultados finales
nervios del ábaco y un 307o tantes, respollde suficietrtenlente
En el nudo ex[remo positiva existente per
,"rriiJot del modelo dc cálculo empleado que los coeficientes
J"l antilisis cfectuaclo la flexiÓn
un 80 y vn 2Io/o'se aiusta meior a
la rcaliclacl "üi-rri¡"t idéntica sin cotncter un
EHE' aunque el20"/" rniiiri;t -r,n., toclos los ncrvios clc fonna
;; ;;il. que actualnrent" '" p'oponerr ert la misma un reparro
plresto que prolruglta l¿r norma un ;;;;;;tit;r,r si. cmb'rgo' considerar para.la restantes parece
;;ü-i;.i,"cntc cubierto
;;i;otu ;l.rt nervios del ábaco y un 4a"/n a losun¿l
ióoi v un 2o%, por cl lado de I'¡ sc-gt¡ridati' .rdccLl¿rcjo. Err los nltclosextre¡rc)s nos
¡esult¿l concentración
porJríanros ar- 90ol. para los nervios del ábaco y un l0%
igual fonrta a c:ottto sucecle cn la luz cie ó nr'
Dc- J.i il*"¡on rrcgcltiva clel
p(-)s¡tiva
mar todós los nervios con idéntica annadur¿¡ a flexitin
s¡r'l para los rest¿lrtles.
corneter un crror digno de consideraciórl'
CONCLUSIóN
---
Los forjados reticulares
Fig. 7 .24. Nudos suplcnrcn[arios segln EHE marcandc¡ los cambir¡s de i¡rcr-
cias en el dintel virtual.
que deben introducirse en el método de cálculo dc los pórticos . lnercia de la zona del ábaco,
virtuales.
EBEM AS)IEHE)
r^=jqur...'o)*.[ryJ t
Para la definición de la inercia de las vigas que representan la
placa, se considerará la inercia bruta conesponiiente
al ancho to-
tal del pórtico virtuar teniendo en cue.ta ri variació¡r
dc rigideces NorAr El criterio adoptado para cstimar el nrlnrero de nervios existcnte
existentes a lo largo de la misma.
en u¡ra detcrmin.tda longitud ohliga a opcrar con fracciones
clc los mis_
mos irrealcs, resultandtl t¡n criterio conservador.
L.os Íor¡a.tos reticulares
Para los pilares, la EHE, al igual que el Código ACI-318, opcra Para calcular la incrcia a torsión del elemento dc atado torsio-
con una inercia equivalente menor que la real. dado qrre parte de nal, se cmplcará la fórnrr.rla,
la flexión de la placa al pilar se rcaliza por torsión, y este trtecrrtis-
mo, no resulta tan plenamente eficaz como el que habría ccnr una
viga de un pórtico convencional, que se encuentra físicamcntc r)-, i (sielrdo x, < Yi )
Erl los casos habitt¡ales der foriados reticulares sitr vigas acr'r
sadas, donclc sólo existe un elemelrto de atado. dicha 11 vale:
',=['-oó3IJ-'?
cr > H tscrá lo míis nornral en foriados dc viviendas)
l'l l-'1 I q?
1.5 H
K
2H L55
:5 H t,43
3H |,?5
T.rbla 7.2
Fig.7.27. Geometría cle los elelrrentos de ataclo torsional
\
Los /ori¿idos ¡¿litri/rtr¡s 189
Este últirno criterio aproximado, si bien se aplica a cacl;t sopofte I. N'loltlovi:-\lcsc$rer-l\{oráIi lLrintcl =l'20'lza
de forma aislada, se ha obtenido al considerar que cl pilar sr-rpe-
rior de la placa y el infcrior tienen la misrna rigidcz; y se ha tenido E Reg;:laclo Tninr*t =lA
en cuenta quc cl ángr.rlo real de giro ¡lor torsión trlecliclo en los en-
sayos es ntuy inferior al teórico. En cr.r¡rrto ¿il cJilculo de las rigideces oper¿ltivas de los pilares
cabe l¿r ¡-rosll:ilicjacj. freltle íi las cargas grav¡tatorias, de reducir la
l¡tercia l.rrr¡t¿ dt-- lr-ls nristrtos afectárldc¡las por Llrl f¿rctor redtlctor,
tül v conro sc indic¿r a cot'ltit'ltlación:
FRENTE A LAS CARCAS HORIZONTALES tEI lEr
= ,u,u,., (EH-91)
Para la definición de las irrercias clc las vigas quc rcpresent¿rn
la placa, se considerará la inercia bnrta correspondicr-rtc- a Lln an-
i.
cho igual al 35"/o dcl ancho del pórtico viftual crlrrir,,alente, terrien- lrtt,ri..ii.r ttr i-1.:::: ¡ ,-t,-. = 0,80'l¡,,,.,¡., (F. RcgalacJCl)
do en cuenta la variación de rigidez cxistetlte:i lo largo de la barra,
es dccir: Los rcsultaclc¡s qLle se obtierren operarrdo dc fonrra simplifica-
da para ios lbrjacios reticuiares ¡.rlanos, apenas tiencrr cliferencias
Izt = o,35 'I z¡ sustanci.lles con los result;¡dos de operar con los modelos oficia-
les yl sin entbargo, ei c¿nlirro rcsulta ¡nucho rrrás sirlple y cómo_
f¡ = 0,35'ln do conto y'a er¡lusinos ant.riornlent., y pueclcn der'ostrarse con
Para la cjefinición de la inerci¿¡ dc los so¡>tlrr-es sc se-.guir.ín los el estrlclio contlt¿ir¿irivo realiz¿rdo por L. Villegas.
criterios expuestos para cargas vcrticalcs.
¡.lelfi' D¡nl9lgir
' ''--T" '
Soportes
CONSIDER^CIONES PRÁCTICAS-OPERAII\AS
t'1- l :f;. ,,,, rlig"r;rtla l I e(lrri\: A(.1
".rp,.t,,
. l.j 1,,,,",,t,u1,;t.
Hasta aquí hemos c.xpuesto las rigidcces c¡r"ic oficicrlrrrcnte se
recomienda en la Norma Española; sin embargo. es ol:vio cllte ope-
li f
(2,,'3I I q,.,,¡,,,¡r,,.,..1¡
p) i,, r,r áI.,a,.,.,s (O,80) Ic'r¡xrtle te"tl tF. Re{ahrii.l
rar cle Ia forma indicada ¡ror Ia EHE española l, el Códigct A(-l re-
sulta tedioso e innecesariarnentc corrplicaclo, sin un benef icicr Tabi¡ 7 3. C¿r:'¿c:e';1.:Las mecjnjcas cje los elcrncntos cje kts pórticos vir-
añadido dig'no de considcración. It:''¡lcs cn cüd,', L¡r i-r cit lo:; ¿rr.ilisi¡ rcaiiz.¡dos ¡.ror L. VillegaS, tratandcl rJe:
collr [)r ú L)ar su : :- t]., t'.,r rc j a de forrl.l rr.lia Liva.
Algunos autores con el objcto de sinr¡llificarr el nlocJo olJer"ti-
vo en los pónicos y obviar la introducción de nriclos su¡:lementa-
Obsénerrse Ltna \¡ez ¡nás los resultados obtenidos por L. Ville_
rios que marc¡uen las diferentes rigideces que rcalnrerrte cxisten en gas, o¡lerando corl las clist¡ntas rigideces cn unos modelos dc pór_
la placas, proponen operárcon una inercia úrrica p.lra kls clinteles:
ticos virtu¿les, clue ¿llen¿ls sc diferencian enLrc sí.
pi)rtic. exte¡io¡
\hltq er:rin:c V.r¡rc' ¡nterñ-
l!|'eq¡ \l+,.;¡r.-
.- ¡,:ltr, \l-i:.:
... 1..: \p
np ¡!r
N1+1.¿¡¡¡, \l-=.ir
l.alt(r. .t:i.ir. \i-.=.--.
-rt \i-.r;
\i-:r; M-a¡t
M-
_s.lr .=.--. N,l+vano
Esr¡uctu¡aA
-Pl -0.35-
i.,1¿ il i i _ i.io_ ,¡ I a.t, -I .. - , ,s ñ,
-- -.rn-
por otra parte, las redistribuciones que son aconsejables rea- 7.2. Luces a considerar en los modelos de
lizar con los esfuerzos debido exclusivamente a las cargas
gravi- cálCUlo e influenCia del tamaño de loS
tatorias en este modelo estructural, complica todavía trrás, si catre'
"precisa" de los parámetros clc rigiclez, si quc- apOyOS en IOS fesultadoS finaleS' ASpeCtOS
una determinación
remos dejar equilibrada la eslructtrra desptrés cle rcalizar rcclisLri- teóricos del problema
bucio¡res que pueden Inoverse en tomo al l0'la'
La h.rz t}re norrrralnrentt: es COtrSideracla crr los Cálculos clc los
lc:s
Finalmente, debemos tener presentc que la introducciirrr clc foriaclcls reticul¿ires b¿rs¿iclos err discre[izarlos en vigas virttlales, cs
empuieshorizontalesenelcálculodelpórt'icovirt.ua}.trbligane- la clistancia nreclicia errtre (:ies clc pilarcs'
.ururiiln"nt* a efcctuar al mcnos dos cálculos con rigideces difc-
rentes, lo cual complica el proccscl de manera extr'rordjnari¿l' El critcric,r ál'lterior. mu,v cómodo por otra parte' origina unos
a que
esfuerzos rl'lavores a los qr-:e realnetlte se producen' debido
ltxio lo anteriot también llevó al autor a rcalizar utta aproxima- los apoyos no son I)r-r.ttos, sino soportes realcs con dimenslones,
ción práctica del problema analizando ur't coniurllo clc pórticos vir- la nriryoría cle 1.15 r..r-=ces. suneriores a 30x30 crn'
tuales iugando a modificar las rigideccs de sr¡s elen"rentos, cllyos
resultados pueden quedar resutnidos cn que las diferencias clue Tr¿rLenlos rle .irr¿rliz¿r. clurlque sea cle forma aproxinrada, la in-
se obtienen de seg.rir los modelos oficiales a no seguirlos, prácti- fluencia del l¿::r.ait] cJe los pil.rres en Lln;l s¡ln-
lor rlomcntos de
camentc queclan acotadas por debaio clel 209¡ y ¡rueclett r:¡Uedar ple viga Srln..etirjir ¡ iir,a C(1rEa unifornle sig-riendO Cl plartrlearrrient<:
ampliamentc cubiertas con las redistribuciones dc l¿l qLle son ca- clc Winter i' \ilsr--rL
paces de realizar por sí mismas las estructuras qLle estamos tra-
tando, sobre todo en cstados límite últinios'
Fig.7.29.lnflucttcia del tanlairo de los pil¿tes ¡¡ ler ler,'es de nlc:nlelltos partir de ltt lu: eilre eies."
*.¿¿h críhá
6ofnJe
[¡s normas espairolas siempre han sido, y siguen siendo, mr-ry
1vuu6b. rcstrictiv¿s en estc can'lpo y con carácter general han expuesto
a'are.la
que, salvo jr-rstificación especial, se considerará como luz de cál-
'-
I
I
culo de las piezas l¿ menor de las dos longitrrdes siguientes:
t, H!. H.-v(g)
a) La clistarrcia entre ejcs de apoyo
I ¿+H b) L¿ lLrz libre más el canto
'5
En la nueva EllE ya no se admite reclucción alguna, desapare_
Fig. 7.30. Disminución del mornento flcctor isostático er, l,:rs for j.rdos-losa ciencjo cot'r'ro luz de cálc'lo la luz libre más el canto, debiéndose
(4. Fuentesl.
efectuar ltrs cálculos a ejes de pilares <lircctamente, aunque en sus
t92 l.us lorjados r¿liculores
p' t t/n(
Tabia 7.ó
rig.7.32. Esquuna básico partr estudiar las rc(ltl((':ór'res cicl n:otlrelltc' isclc- F-l Cócligr-r \loclclo CEIJ-FIP 1990, irrs¡.lirador de la normativa
e!rr(-)[)r':a, .rl h¡b];ir cle- ia ir.rz eficaz de c¿llculo en su ¿rrtículo 5,23'2
tático M()
clice lo sigr-rier,te: "UiLt¿¡irrr¡¡rlr" l¿r lu- L serti enlentlida ct'¡nrc la distancia
de forma ex'
r,nlrÉ ci(ls ,it's0F,..rtcs. C.tlL¡ridcr las reaccio¡tes eslétt localí'qdas
la irr: se calculurá teníendo en ilenta
céntrica rr,Sl}t,cl0 ,i ¿lichos ¿i¿s, eficaz
pór-
la posiciorr rr¡l ii¡ lii rrsLrll¿rrrle ert los soportes. Erl el arrrílísis global de
iir: ¿fic¡: cs rll¿r1or que Ia distancia entre S1portes' las di-
tictrs, crr¿¡rlriO fti
elententos rígidos
rrr¿rrsitrrt¡s iic /rts rrtisrrl¡s sú terl¿iruirl en cuenta uttrt'¡dtdendo
crr¡ilt)ft'¡l¿iido enlre la díreüriz del soporte q Ia sección final de
eri cl espocio
icr r'i¿¡¡."
I
t-os foriados rcliculates t93
X=C V",=$+.F+F=V¿
x=c *,",=f *f +c B+y=M2
MzyVz, podemos establecer las condicioltes cie conton,o y..i_ Ambos efcctos conducen a una cierta econonlía en las arma_
cular 1", U, F y y, cn un sistema de cuatro ecuaciorles con cuatro duras de flexión negativa, pllesto que el valor cítico de dimensio_
incógnitas. nado se produce entre la cara y er ele cre los obteniéndose
¡rilares,
normalnlentc err la cara del soportc un valor de rcferencia suficien-
tenlente prcciso para el mismo en los casos ordinarios-
Los loriados retiulares
. Vcamos, con algunos casos simples y senc¡llos cle ¡lnalizar L¿ inercia rlleclia clel trozo de la viga introducido cn cl pilar:
manualmente, la importancia reul que tienen los apoyos en los es-
. l+l.rl, ____._¿
fuerzos considerados en el cálculo de las armadr.rras y la transccn-
1., ='' j- '=103.52'10-cnt 4
o@
f:ig.7.34. tsquema básico tlc urr ¡rónico simple.
I
Hagamos también la hipótesis de que la inercia cic la r.'iga crez- F:g. 7 3(r R*': i:¡;cic:; ob:cii:tlos tlperando a cjcs. ctltr ittetti¿ va-
e1 elc dcl ¡rilarv el extrcnlo dc l.r vie¡
r:¿hle r,,uiLiir:: rr¡icl.i en'r'e
ca dcntro del pilar, suponiendo quc crece su canto con una pen-
diente a 45o hasta su eie.
Rcsr"tlL;rtlos
t I'|. t
I
Cálculo ¿¡ ercs \tr+ l-g,l 5 N'l(-):l 7.84
550
VALOR DE I
CASO SECCIÓN CONSIDERADA (mm1)
Sin ,se r r-l:r(t) ciifcrctl(ias cs¡rect;rctllarcs, ya ptteclc apreciarsc
quc: la rerJr-rcc,ror', clc lc.rs ll]omelltos positivos propuest¿¡ por Nilson
't 5g3oo.'t o 4
(l(:' f()r'n'r;i Ll.rrcl¡i sobre los rc-sltltaclcls dc los círlctlloi realizados ¿'l
ejes. ', ¡ltLriir.l¿i rr' \ c r¡ - l8 .10,4161- 1,2 , ¡.rriic[icarÍnerl[e cl.rv.r el
rc5r-rlt.¡t-ii:r iirr.:l 11,-re :e obLierre para la flexión positiva:
-I I
260400 .1 0 4
B
T (-'á r. i i) ¡ L.ic5 l\1{ + ) = 1 0,7 4 t . m - V .c / ó =
l
.
l-!e. ¡
= I l) 7,1 -l 2 = 9.14 t . nt - Unicin Rígicla (9,791
S€cclón d6 homilón s¡n contar
c f suración y homogeneizando
322300.101 .A¡rlioLrsrros al¡c.lra lr.ls conceptos cjcl rcdondco cn las lcycs
_l ann6du¡a6
(le nron.ento-( lr+:l;itivo$, b;ls¿irrc.lonos er-r la Fig. 7.-:t-3 v sr.¡ formtr-
l¡ción rinrrlliiic.:r1.r i1r.re clc rlucvo reproducirllos elr lll.
Sscdón de horñ¡gón de v€6 y losa
D
l* do forisdo gin cont8r ñ3uredón nr
@nsld€E¡ las añaduEa
826300.101
¡=i-)
ttt
x={l
gYQ
dx
=3.?3,75 x2 -2'4?,t5,x = t0t,25 x2 -Eó,3 x = 0
l=ze,tt \=-rr,u,
+ x = 0,852
f3=0 Y=0
y por tanto,
y por tanto,
+216
t?E
.17'6?
¡E Fig. 7.39, Rcsultaclqrs tlel redondeo de la lcy de nlomentos con cálculos rea-
lizados considc.ranclo vari¡ble la incrcia de la viga dentro del pilar. aumen'.
Fig. 7.3E. Resultados del redondeo de la ley de momentos con cálculos rea- tando su canto corr una oendiente de 45o (Pilarcs de 40 x 1001.
lizados a eies (Pilares de 40 x 100).
[.os esfuerzos obtenidos en Ia cara del pilar de las leyes calcu- L{ {0 871) = 38,70.0,8713 -50,óZ .0,8712 = -l2,El
ladas considerando variable la inercia de la viga en el irrtcrior de
los pilares son: l9'79-t2'at .loo=-35,27
¡¡1 -- t9.79
o/"
V=0 Mt=O
Vz = 15 Mz = -l 1,89
tas forjados relíeulares t97
CASO 3. Pllares 40 x 100 (unlón rígida) Si el momento dc pico en este caso es de 20,54 t'm, la reduc-
ción obtenicla aplicanclo los conceptos del redondeo de esfuerzos
Pilares 40 x l0o. l-os esfuerzos obtenidos consi<Je--rando una arroja un valor de:
unión r'rgida entre el eie de los pilares y los extremos de la viga ert
la cara de los mismos son:
ÁNr --
20'54 - l3'20 .roo =
-22,2T vo
20,54
v-o Mr=o
V::15 M2: -12,299
CAso 4. Pilares 40 x 40 (a eles)
Aplicando la formulación Ill resulta:
Pilares t1e 40 x 40 Los estuerzos obtenidos en la cara del pi-
I = ¡e,:¿a lar de las leyes resultantes cle los cálculos realizados
t=-r,,u, a eies son,
F=o T=0
V=o M¡ =o
y por tanto la ley de momentos cn el interior
del pilar es: V: = ló.¡to ñ12 =-¡2,46
Aplicando la formr.rlación lll
M(x) = 39,58 x3 - 51,87 x2 resulta:
el máximo lo obtenemos derivando
:L = 49?,l|2i u
-ztq'ts
dMfx) i=
=3.39,58 x' -2'51,67 .x = 0 0=o Y=0
d_
y por tanto )a ley de momentos cn el interior clel pilar puede repre_
sentarse por:
Mtx) = 493.125 x3 - 274,75 x2
y su valor nráxinro se obtiene para x : 0,371 :
12'63
Mlo
aro
írs'o
+fi'Er,
Fig. 7.40. Resultados del rcdondeo de la ley de momerl[or con cálct¡los rea-
lizados considerando rígida la unión del cic de los pilares con los exrrernos
de la viga (Pilarcs 40 x 100).
pico cle va- Si el nromerrtr: de pico en este caso es de I ó,8 t'm' la reduc-
La diferencia que se obtiene entrc el rnomento de
cl redondeo es de: ción que poclría considerárse para el mismo aplicando los conccp-
lor I ó,25 y el máximo calculado aplicando
tos dcl redotrdec: cle esfuerzo resulta ser:
lÓ'25--12'ó3 ot'
6¡¡4 = - 'loo = -22'27
16,25 tii:'J'to 'loo oó
*n = -'u = -t 7,ól
el ahono de armadu-
reducción nada despreciable si se cuantifica
ras que ello Puede imPlicar'
para x = 0'372'
elvalor máximo se produce l z'oe
+1 8b0
írsb
+ lg00
g 7 3 e' .' : n, *9.,lill',',""15 l;Jl J[:rl" ]lT1i:l!'
-' :
P a
F i 4 I r
reaL 7aclos
,,i5 á:i: l,XH'
tos calctrlaclos 'o
Fig,742,pilare_sg:ig:10;,1fi :lfsTJ:::it.:'ilt;,:,lli;'i:'Iy.'ii-]':lJ':i- cojr les txirc'rros de la irq'r
tos calculados reallzaoos co
irrterior cle los Pilarcs'
uos fonados rctiulares
En este caso, que es en nuestra op¡nión doncle trrejor se refle- obtienen a la lrora de dirnensionar las armaduras negativas, y las
ja el fenómeno físico que se produce en la unión dc las vigas con compararnos con el an¿íliris realizado, vemos que los resultados
los pilares, la reducción del momento máximo negativo que podría coinciden sensible¡rterrte con los obtenidos analíticamente por
aplicarse vale: nosotros, operando con nudo rÍgido y redondeando la ley de mo-
mentos sobre los pilares.
I 7'ol - l3'93 .roo El nrodelo de cálculo implantado en el programa de cálculo
aM -- t 7,01
= -r8,34 %
CYPECAD, responde a la filosoffa de nudo rígido con redondeos
de la ley de molnentos sobre pilares, que como puede verse en la
Si aplicamos el criterio práctico de Nilson a los cálculos reali- Fig. 7 .44, proporciona valores ligcramente conservadores con re-
zados a eies para la reducción de los momentos negativos que se lación a los criterios prácticos establecidos por Winter y Nilson.
Cálculos a ejes
40x40
91 s,54
N,tr+r
f = to,7 4 - 6. =
= I 0,74 - 1
M(-r =ló,2>-
v't !'4
=ll,s:
=ló,25-18'
33
,,,=[.,, q]-,"
Ji
prácticametrte
fesia conaiciOn se cumple 18 Ec lr
,.
Nt = --l
no permite la redistribLrción cort
' En principio el Có<Jigo ACI
que los monrentos positivos -'¿ l
ul' -3
este método, p"'o f i"go añacte
y negativos pueden en un 10"ó sierrrpre que sc I BJ
'n-odifitottt pórtico analizado'
cubra el PL2l8. cl' 'a clire<ción ¡xrpent'licular al
c2: Ancho cjc. p:..'rr
versiones del Códi-
' [¡s montentos que proponían las vielas calculado con la
B,+B,
lBl + BDI: B=L::L: Bl:2
Bl;
B: Arrctro¡.' d:;:tl,ir-'r'¡l total
ñ ¡óióorri.u¿o a"r mbmento isostáticoEspariola opcra cotr luz a
luz libre tpero at-enc-i¿n' la Nomta
Bt'- 2 BD
eies de soportes) eran:
r d: ti,r T!r._
U¡ra expresión rrtás ¡rrecis.r c.lel ténrrirro K , t¿ii v c(.)rlra) ya se ll¿l I.l lii¡ro cle l \lorrtoya-lvleseguer-Morán ¡tropotre idénticcls rno-
visto s(:r'ía: rnentor clui: Ios cie'l Cócligo ACI 318, ti:1 y collto se contenrpltt ert
la lig 7 4.3 o¡rctirrrji.r cort lLrces a cara clc ¡rilares.
qf
:. _ 9Er.l.r _
.l-_
Borde i
Losa con
vigas
Losa sin vigas entre
los apoyos
Borde
exterior
exterior
B¡ y B¡: Lr,tcr-'s lr.irlsversales tl s ¡l:',-rci'¡ entre
¿rl l-lórLict-r no lotalnr€nte
todos los Sin viga
restringido r€string¡do
apoyos de borde
Según nos dice J. Calavera, el valor l, cie la zon.r tr.rnsvcrsal tle Factor de
la ¡rlaca qure rigiciiza a tors¡ón sobrc cl pilarr es rrrta gener;rlizat:ión mome o
I
0.75 0,70 0.70 I 0.6s
¡rara sccciot'tcs rectan+¡Lll¿lres, clel c<-lrtr-e¡.rr.,-r r.lei I ri:rTtlr:t'tt(l pol.rr cle in I er or I
-tF ¡" ,:i['-0,,,:)+ cc,1 x<v '(. lr:i.-:.:.: --- .;j"r\ \')Vir-]¿tsIACI 3181.
tK M-,t ¡rt-rr e, nltiitlc[r clj-
f'xt' ¡ xz'Xr'
¡----+
tes t.lblas ;rtl juntas, quc no sólo ¡lro¡rorclclrl¿itl los I'llonlerlLos ¿i aclit:lr¡a 7 9 ¡-r.rr;r L-stinrar los tnotrtctrtos erl el nleitoclo direc-
L.rbl¿r
consiclerar en los dinLeles, sino t¿¡nrbiét: cónrc-r cleberi clistri['ltlirse to, parLiericio clc l¡ lu¿ ü eies. c's decir cotl:
cntrc las b¿l¡rclas dc soporte y las lrancJas certLr¿i]es, alranciort¿rll-
clo falsr-ls cr¡terios de iiparcntc cxactitu¡cl qtte srilt-r c.c.>r.rt¡rlicaban irl- p.t' lr.L-.
necesaria y absurdárllente el nlétodo propuesto. '11 = err lugar cl€ Mr, = --
-13
. Los soportes de los extremos, al margcn del axil quc reciban' Es aconseiable o¡rrar con la luz a eies de pilares conservado-
de so¡ror-
deben dimcnsionarse para resistir el momento col'lsiderado
en el ramentc, ciaclo que la estimación de la luz real a caras
elrfre el p¡- [es en lase tltlpro\'ccttt ncsulta bastante problemática' por la
extremo cle la placa, distribuyéndola simplificadamerlte
lar superior e inferior de la siguiente forma: clificultad irttrinsec¿ de ¡lrectsar en los proyectos arquitcctótricos
y los aiustcs
cle vivienclas las caras que íinalnrente se coflscwan
geornétricos cle los ediíicios en lo:' solares reales'
Mpirarsuperior = --\-'g,3 tu ..,^-r.. [- : 1j]*
y se encucntra
sicndo Nues[ra propLje'-<t¿ r'a iue publicada erl 199 I
- ti-
K, - _ .. l Lorrgituti corlscietltes de qr'rc
Mpilar infcrior = -- ' g'3 ¡4o = [l del ¡rilar muy experin',ert:¿ia cn obras reales' Sonros
tratamcÉs cje emFrtr¿r la piaca en
extremos algo más de lo estable-
Oficiales en cons'onancia con los esfrlerzos
a'aa f-t los (--.ciciigos
por L' García Duta-
para resistir url rno- ,"ri"r- v linea án los resr'rltados obtenidos
soportes interiores se dimensionarán
L.os "tl así procurando reducir al máxi-
ri en su tesis I 19941, Lo hacerrros
mento desequilibrado dado Por: placas y por tanto la problemática de
mo las clc:fonlr¿cjtlncs de las ex-
las mismas' proyectando en
M=0,07'[re+0,5'ot e'11-e o i,',. -,,.rr,,s de tatriquería clebiclc¡ a (:ompatibles con las
'-il trenros ¡rilarc:: lo rr'ráe; e;;;;t qr-re ¡xxlemos
cxigencias artluitectcinicas
siendo
B: Ancho del Pórtico virtual qtre dichcl enr¡rctratniento no pue-
al pilar No obsl.rnLc ett ¡'rrevisión de
;t; ;; ;"- ü"arros virtualcs adyacerlt(''s e'rr l¡ estructura reitl nllestra recorllerr-
cia clcs.*rollarsc- iísic;rmetrt¡-- y de incrementar
vez' de a caras el PLz/8
ticl'tc erl c\lenta dación cic c.rlcttlar ' "i"i "n resul-
para esilmar los momentos ha daclo sienlpre un magnífico
'Nuestro criter¡o dcl y puccle aplicirrse de dicho momento en un i9i'nos
una cierta redistribución a"t
o'¿"n 10"/"'
nluy preseritc qt¡e se taclo a r-tn costc n'lírrimo'
farr";;"*l a cada vano tenienclo sicnrpre
cumpla la ecuación siguiente:
ordctrdcl 107"
Fig.7.49.Momentosdirectospropucstoscoñurlclrctlistril¡uciórtclel
Los /¡r¡l¿¡ot rcl¡ularts 20J
toS en cJerllenros de lron11;g1'¡¡ t:::.,.. .,;r. ..:.: _r..1l.,,ul a,. H L\tTf.j. l,:,;.
Los Ioriados rclrculares
(cupulrctlas,
CURVATURA 3
f ig 7.i I D:¿E:¡lllras rTlolll€rlto-clirVc'lttlrá
sección tle honrtigitrr arnrado
Fig 7.50. Diagrama nlomento-curuatura cn t¡na
Los Joriddos rclitrlu¡¡ s
"1.-a figura 7 .51 .a muestra el aspzctl de un clíaarantLl lten¿rirc de m0- de iímite elcisf ico \1¡. lPlo Lr l, A olra vez M2 ilece mas aprisa hasla al-
mo'
el han señalado tr¿s lrdrltos (drdct¿nstiros El caruar )vt¡ lpto L¡L Al fi¡r se llega al agotamiento al alcanzar M1 el
mentos-cirvaturas, en cual se que la
lA seccíón sin fisurar. Fl trttmo L--Y co- ntento últint, N1,, tplo. l.)1. L(4 ürqa de aqotamie'nto P, es mayor
trana o-C conesponde al eslado de
ptasticidad perletta P, dado
el inicio de la fisuracitín httsta c.ue el c/¿ística /irtrr,i/ P, ¡arro n0 sL4erd el valor de
rresponde al estaio de Ia sección desde
+ RESISTENCIA =- DUCTILIDAD
larninaclo
Balo este punto cle vista, utl acero del tlpo B-400-S'
sr'tpt:riOr ill 0 0.2 0.4
en caliente, tiene un alargamiento en rotllra
sObre 5Q
tttítrimo al l27o y vd
l47o; un acero B-500-S reduce su alargamierrto
el
si el acero es trefilado, corno el de las mallas clectrosolclacl¿rs'
liL i; 1i 5' .,'i,.,, ;
r,', ; ;:':
i ;., ": J;i:' i* ll'i: i3:l:,xt:ili:jit'
dcl 8o'i''
alargamiento se reduce todavía más a un nlínimo
cle redistri-
éCon qué acero cleberíamos proyectar nrlestr¿ls
estructuras' si C)ir¿ c-¡,l¡:ic'r- lLic :iene que ver con la capacidad
buscánros ductilidad y capacidad redistributiva? l; respuesta es bución cle ¿s :ec,-Lorre- c> su cle¡xnclencia cle la adherencia dc las
trat¿irrdo de impedir que exlsta entre el hormigón y las
evidentc: con los aceros del tipo B-400-s arnl¿cluras; ( r.lt..lii i':lai or .lciherencia
con sLls deseos de fabricar pueden asumir las rótulas qtlc se
los fabricantes de armadura se salgan amraclt:ras. :t-rr:Itorcs rot¿ciottes
calidad &500, conro p¿rece cvjdente lonllen al nrirriririz¿r'se los cleslizamicntos que las acentúan. otra
exclusivamente armadur:¡s de
por fa-
que conseguirán. cos.l cliferentr: ;erán los posibles per¡uicios que sc cleriven
llos crn la arlhercnci.r cle las armaduras, que cn nuestra opinión
Otra de las cucst'i<'lrres ¿ tener presente sc dccltlce dc 1o ex¡rrc- pr.tetlen ser tllai'ores clue lo: lrencticios que aponen' I)or eienlplo'
saclo por el profesor Machí, cuando afirma
quc r-in¿ sección de que
proclLrcienclo r1l¡l\rores flcchas y unas tllayores fisuraciones
hormigón annado es tanto más frágil, cu¿l'ldo ntás ant r'ldlrras po-
reclucclr l.r dur¿LrlliclacJ de las estructuras.
,.u y qr. dicha fragilidad se acentúa todavía rnás si l¿r sección se
sometida a una conlpresión. De lo anterir-rr se clecjuce qoe
que no todas las secciorres adrnitcn reclistribución. ptlesto qttc
"n.ú"ntr"
órt, uo ligacla y se opone a la fragllidad, v no sientptc 5e está del o
c
lado de la seguriclad, suponiendo que cualquier rotaciijn cxigida .|l
!a
0,015
por [a redistribución va a poder ser asumida por clichas secciones. a
f
El valor de la profundidad de la fibra nelrtra er1 las secciones E
!
juega un papel determinante en la capacidad de redi:tribución de a
i 0.01
una sección, y de aquí que dicha profunclirlad se¡ (or-rtempl;1cla
por !
¡
a
las Nomras, como la española, consideránciola conro lttr ¡r;irítrttc- a
tro determinante para poderla realizar. Lts ¡liczits conto vig;rs con ac
a
cscasa cuantía de acero y por tanto con profr-rtrclidad clc' la fibra
co
neutra baias, admiten fuertes rotacioltes y por tanto clevacla t:a¡la-
cidacl redistributiva, pero hasla ciefto punto. No debenrcls olviciar
que las cuantías baias tierren un línlite, puesto qLlc llll¿t col'lccn-
traCión de poCas fisr¡ras limita la capacidad rie rotaciórr frentc ¡r un Fro'fundklrd ndrxÉlda l¡ fua ñfltr¡
estado dc fisuraciÓn disPerso. l-is.. 7.54. Re:i¡r.l.r' r:-::i ::-' ;r. ¡-'¡;s5,, ¡.rrofrtndidacl <ltl l.: fibra ttcrrtrA
EC. 2,, 199?
l.os lorindos r¿licul¿r¡:
'O¡ferencia los aceros según su ductilidad: ' Diferenoa los aceros según sr.t duct¡lidad:
'Para valores ¡nferiores e (x/d)crit, la rama ' Para valores inferiores a (x/d)crit, la rama es horizonlal.
T.rbla 7.1 I
. Otro de los aspectos que se han invcstigacict coir rel¿ición .1 Lo antcrjor ror lr;lce dudar si resulta aconsciablc t:n zoná sís-
la capacidad rotacional de las rótulas plásticas cn l¡rs p¡ezas de l'lric.l dotar nücc$¡rj¿inlenle ¿r las vigas cle calttos cxcersivamente ele-
hornrigórr, es la inflrrerrcia quc ticnc cl tanlano de dichas ¡.riezas. vaclos. claclo quc sc pretencle qr.re las rrrisntirs Í)osealr elevada
ductilicl.rcl ,, c¡p¿icicl¿.ict rot.tcional cll sLts rótlilas con el obieto cJe di-
Dicira i nvesligaciór'r pone cle nla n ficstr] c t la itati\,'a nrente clue.
¡ I
sip;rr lir n'Lavor cantic|¡cl cJe energía posible. Tal vez rlterezca Ia pena
a nrás canto, menores capacidadcs dc rotación ¡:ltist.icit. reesrlrcli;rr toci¿i la informacjirn djsponible cle las estrLlctllras daña-
(ias el'r zolra sísnrica v revisar este concepLo que se transmitc alc-
Los cnsayos indicaron que el lrorririgón pierdc ductilidad ¿l
gre \,nltin.lri¿tn]cnte entre los técnicos qlle proycctamos cstrucluras
allrnentar el canto de las secciones, y cap¿ci(l¿id rctaciollal.
en dichas zonas, bllsc¿lndo ¿.iliviar los esfuerzos que sistenlática-
nrente ciestrrt'err l;rs c;bt:zas y pies de pilares. deiando prácticanletr-
rotación plástica (rad) tL- irltcrctcrs las Vigas cle-' grarr canto y los forjaclos t.i¡.ro losas que se
üPoVrlll sobrr: icls rltistrtcts.
quantia dé aceto
M:n
LEY I]NEAL
M¡.. + \,12o p-L?
Mve 0.15 M.
r 0.15 M,
i 0.15
0.15 rr, ^¿
AMt =tl-E) Mr \M =tl-il\4^
Mi, -Mt"-lM M., = \4-. - -\\'1
Lt
'0,15M
o15M
RED¡STRIBT'CIÓN LEY INICIAL
Mlr DEL: il- 61 100%
AMt
Q15M.:
\ LEV REDISTRIBU]OA
I = r,45.(<¡- ro') Para lo arrLerior result;l obligado, al margen de cumplir las corl-
d cliciones y';: merrciottaclas, que:
donde
A- .f..,
---:---Ij- V
A 'r' frti . L¡ rel"rción sotlrecarga/cargas constantes sca inferior a I ,25.
<¡ = ¿1)' = .b'cl
t¿ ' b'd f.¿ . La sobrec¿lrga caracteríslica sea infcrior a 5 kN/m2 sin con-
Estas mismas expresiones son aplicables ¿ las seccioncs en T, siclcra r l;rs tabic¡uerÍas,
en TT y en caión, tomando b como el ancho eficaz dc la cabeza Si la difcrencia de luces no supera cl 15oA de la mayor, se ad-
de compresión, cuando el bloque de corn¡:resión en Estado Lími- rniLe l.¡ igralaciórr cle los momentos de vano y apoyo, a semeian-
te Último se localiza err la cabcza com¡lrirlrida, lo cr.¡al se ¡:roduce za de la Nornt¿r Es¡rañol;r cle los foriados unidireccionales.
cuanclo:
(.u-ol')so'lJ5'¡q
cl NORMA FRANCESA
ho: Espcsor de la cabcza de compresión f hu = c er lc:s ioriaclos reticu- . nonna francesa lBALL), cumpliendo utras condiciones mí-
L,a
lares)
ninras de luces scnsitrletneltte parcc¡das y sobrecargas no mayo-
i
res cle k\ nrl, ¡rertritc unos cálculos simplificados de los
.Lás norrnas específicas de los foriados uniclireccionales es- esluerzos en ¿rpoyos y vanos, que a cfcctos prácticos suponell
pañolas, desde siernpre han admitido uria redistribució¡l n1ás im- reclistribLrciones elevadas, dcl orden del 40ol", sin tener en cuenta
portante que la fijada por la EHE, hasta el punto dc pennilir igualar en absoluto las ct¡¿lntías ni el tipo de acero empleacJo.
los momentos de vanos y apoyc)s.
NORMA ALEMANA
Mr=Mo=r*=ll
to
.Ur l'ronlra alenr¿¡na (DlM 1045), parer las estructuras habitua-
les, ¿clnrite una rccijstribución al alzay a la baia de los esfuerzos
Para quc lo anterior sea posiltle, resulta obligardo el aceptar re- cie h¿st¿ Lrn Il''á, de manera semciantc a nuestrel EHE.
distribuciones del 25 al 3l7o (6: 0,75 6 = 0.ó91. kl ctral, en nues-
tra opinión, resulta problemáticcl de conseguir sin asumir En e:l c¿;o de losas y vigas continuas c{ue se encuentrcn uni-
fisuraciones de cierta importancia. das rígidanrerrte a los clementos de apoyo (vigas o pilares) y, en el
caso cle tr.ltúrse dc una carga uniforme repartida, los montentos
sc.¡hre dichos crpoyos han de ser co¡no nlírrimo:
NORMA BRTTÁNICA
\1t-r Prinrer ;t¡xryo itrl.erio,, :$
.l¿ norma británica permitc rcdistribuir, cuanclo lir ¡lroftrrrdi-
r
0,75<6<l E'ncarrrbiosl¡:esl]¡L.noro.uep.,sucetlerátoc]oloc:tl¡ttrario
{gl0,5orutvlapje¿atencráunconrportanrientorllásdrjctil:existirá
que sc adnrite cs dcl realizar urra mayor redistribución de los nro-
El porcentaic máximo <Je reclistribuciÓn li positliti¿i¿ clcr 1>oclrr
distninuir los rnometrtos sobre los misntos ull tanto por (:ier'\to tló.2t
¿tó.tlS
igual a:
,o.l'-P-P"l
I o.)
siendo.
A.
p = lct¡antía Scométric¡ de tracciónl
b ,l
-
O' lcuantí¿) geo mtiLrica dc comt)reslóIl I
ffi
pa es la cuantÍa crítica que produce urr equilibrio estricto en las
aqrrÓlla en que
tensióncs de los materiales de la sección; es decir'
a su límite clÍ¡s-
el acero alcanza la deformación conespondienLe
su clcformaciÓn de
tico, al mismo tiempo que el hormigón alcanza
para dicha defonlación
agotamiento por compresión, tomándose
elvalor de 0,3%. o .00s .0ro .0t5 .020 .0¿5
m
"lJna segunda ventaia de mélodo es que la retürcriórt de los valorts ¿le los
F1¡.
máximos momentos negativos de las vigas permite r¿tlucir arntadttras preci-
samenle en puntls que en las estructuras de edifícacion suelen presentar urta
gran densidad de armado."
tl' =',uo
o/o
t¡¡ 2 5
cóorco MoDELo cEB.FrP (Mc-90)
El Código Modelo acepta un cálculo lineal t:t-lrr rcclistribuciórr . AcÉros TIPO-S (DIJCTILTDAD F.SPF,CIAL)
limitada, permitiendo reducir los momentos €l'r lcls secciones rnás
solicitadas, lo cual equivale a poder aumentar o disrninuir los mo-
mentos negativos como hace el ACI-318. >t,15 €¡¡ >ó7o
riI C<:C
'. iirr,::€';,¡..1
0.1 Q.?- 03 il 4
'':
lulodelo'
Fig. 7.óo. Propuesta de redistribución segtin Código
de rcdistri-
En función de los aceros empleados, el coeficierlte
tras un cálculo lincal queda esla-
bución ó que propone el MC-90
blecido así:
0.4 0.5
.Para.losacerostipoAyS,elcoeficientedcredistribución6
cumpl¡rá:
Fig, 7.1>1. P:t)pueS"i) cle redistribución según FC-2 {1992)'
< 35 NlPa
. 6>0,44+1,25'-: para f. t
En vigas y placas continuas de pórticos intraslacionales' con
6> 0,5ó+1,25'¡l para 40 < [r. < ó0 lvlPa
relac¡ón cle luces inferior a dos, trabaiando fundamentalnlente a
flcxión, sc puede onlitir la cornprobación de la capacidad rotacio-
Debiéndose cumplir además: nal de las zonas críticas si se satisfacen las condiciones siguien-
- En vigas continuas y pórticos intraslacionales: 0.75 < 6 < I [es:
j ' o,a:
2t4 Los loriados reticulares
kltr r¡r
lO kü/hrL
*--6u4.-----+
3 3,33 tsñ¡wl
lO l¡¡tlnrL
lig. 7.63. Superposic t:r, de .os csfuerzos gravitátorios con los esfuerzos de
los ctnpu jes horizr-¡r.'Lales
le/c
t-_._..-
H3
'¿ 't l2
[-;ls situ.rciorre-s últinlas descritas son las qtre clet:en ser resuel-
tas y colrtrolaclas con el cálcLrlo y con la cxperiencia del que pro-
yecta un.1 cstnrctrir;r con forjado rcticular; las situacioncs
7.5. Generalización del método de los conlerrpladas en los Liixligos constituyel'l las cxcepciones a la rea-
pórticos ürtuales para situaciones no liclad ¿l nlcr.oi t'rr Esp.rña
contempladas en las Normas C)bscrvcst en la Fig. 7.ó5. cónro un pórLico virtuirl qLre camina
r('cto en i()s tres printcros soporles, calnl:ia bruscamente su direc-
7.r.1. Introducción ción llrst:.rnclo el cLtafto pil.tr etr el techo del gara¡e de un cdificic,r
dc vivien<i¿s
El rnétodo de cálculo de los pórticos virtrrales l¿tl v conro se
l-l cálcult.r esp;ici.rl pe'rmitc: resc¡lver las sitr.taciones arlorntalcs
contcmpla en las Nonnas del Mundo y, en gerrer.rl, en la rrltr-vori-r con n'rucha mírs precisión, sin lugar a dudas, frertte al método de
dc los ¿rutores <torrsultados cltre sc haccn eco cie li¡s trrisnr¿ts, es krs pórlicos '"'ittLt.rles; ¡rero, ltirst.t lrace muy Ix.)co, ela lnlpensatrlc-
nruy cliiícil quc pucdi.r ser ir¡rlicado cn l¿r eclific¿cititr conv'erlciorr¡¡l rlis¡roner de un.t hr-rranricnL¿t serneiantc de tal po[errcia, y cra pre-
de fortna quc viene articulado, AntcriormettLe yit ltetlros explles-
l¿r
c iso acr-iclir al nrd:todo cr-ry.t getrcralizacicirt queremos abordar, para
to las limitaciones del nlétodo, sin etrtrar en cl análisis cle l.rs al-
r¡ue sig.r sieindt-rnoi Litil conro instntrllento clc control, y tambión,
ternativas quc penniten su gcncralizttción.
por <.¡ré no, clc cJ¡lculos r.i¡tidos a pie cle c¡l'¡ra o, simplclttente, para
Encotltrar una situaciótr de pilarcs ccltlto l.t t-ltlL- sc visltltlrbra Iijirr critcric-rs en los ;rtttr-¡tt'L]ycctos. Los casos lrás frecuentes l.lo
en Fig. 7.ó4 correspondientc al tectro cle utl .r¡larcanliento en-
la rccogiclos v corttÉnrl)l.rclos err las Normas lcls ex¡ronenros cn los
;rpa rt.rclos sigl r ierltÉs.
terrado en una vía pública, donde absolutanrcrrle tódós los pila-
res guarclatr unas alinetaciotres perfectas, c^s b¿tst¿lrlte irttlsu.rl y
poco frecucnte.
a#
-|1-
Si el número tle nervios que posee el dintel virtual es igr"tal cr operar c:clri tlún'\cros fraccionarios:
inferior a 4, no es nccesario efectuar rcparlo dc tipo algnrno y los 2 Rl 'N4
- a caca nen'io cle la barrcla cle soportes se le asigna:
csfuerzos sc asignan por igual a cada nervio. L;t arnraclura dc ntc¡tl- n
taie quc es necesario y convcniente disponer en los áiracos, c:tlnl- 2 Rl 'M
ple la misión de absorber las crestas de los morlletrtos ltegativos, - ¿¡ cacl.¡ ner!,c rie 1¿ bancia central se le asigna:
n
sin necesidad de reforzar particularmcnte y de una marlera cspe-
cial un newio er¡ concreto, a(¡rlquc óste atr¿lviese por re¡rlanteo cl Si n es par rr:t¿id cie los nervios se arnlarán corr las arma-
L¿
soporte. dr-rras c¡ue le corresl-,ori¿n ', de igr.ral fornra se opera con la otra
rrritad.
Cuando el número dc nervios sca rrlayor o iguarl ir 5, puecletr
aplicarse los coeficicntes de reparto ya expuestos en el er¡rartadcl Si n es i:'rtilar l;n; ', ez calcuiadas las ¿nnaduras que corrcspon-
7.1 .3, con las particularidades que presenta cl pórLictl paralelo a clan a cacla L¡iio cic lc-rs ren'ios represelltativos de cada tnrrda, la
la fachada si posee voladizos. arm¿lcltira ma\or ;e coltx¿rá en Lln nún'lero de neruios igual a: Parte
crlter.l (rr'21 *
I:i'l¿ ntenor, en los restantes. cayendo ligeramen-
si el pórt¡co virtual es de mediancrí¿r, existerr un ztilrclro
clc-:nclc. tc del laclo clt-- la segtrriclacl
de borde, el número de nervios trasta donde consideratttc-rs tlue
pueden aplicarse los coeficien[es de reparto es de 3' contanclo el
zuncho como un nervio más, teniendo preserltc sus espcciales póNTICO DE MEDTANERÍA
singularidades relacionadas con su tamai'lo y por taltto con sus ri-
gideces. . \,tolrerrto .rsignaclo ¿l zuncho de borde = R' M
El planteamiento es muy sencillo: al momento tot.rl que deba- . Nlonrento resldual adistribuir: M'(l -Rl
rnos distribuir' 5e le resta aquclla fracción qtre se asig'ne al zt:rrcl.to . n - I : (J --+ cl pórtico virtual lo constituye el zuncho de
de borde y el resto, se distribuye con los cocficicntes de reparto
borcle R1 : 0: R: : 0
genérico.
. n- I - I -> al nervio rcstantc fuer¿r clel zuncho se le asig-
Si el númcro de newi<¡s, descontando el zunclto, sÓlo tuesen naN.l'tl-Rt
dos, uno se considera de banda de soportes y otro ccntral.
.l)or criterios de coherencia (:c)nstRrctiva V concL.pt.u¿rl, reco- fre:nte a est¿ls situac¡ones por segrriclad, es la dc prescindir de la
mendamos que se arrnen los ncruios de flexión negativa clc la ban- zona volad¿i a cfcctos de cálculo, y analizar el pórtico de fachacla
da de soporLes, por Io menos idénticamcnte igual a los cle las c.:clmo si no existicra, intrc¡ducióndole al mislno la carga adicional
bandas ccntrales, pesc a que en algr.rrras situaciones y casos, al ello represenra. l-l zuncho rcsistente debcrá ser <lispucsto en-
c¡r-re
restar las armaduras de montaje de los átr¿icos a los rrervios de las tre pilarcs; o bien. colocar dos zunchos ménsulas cruzados sobre
bandas de soporte, puedan rcsultar unas arrn¿duras inferiores. los soportes, que rccoia l¿r ¿¡rrnadura negativa que cJebcría existir
y no cxiste.
Si esto último sucede en un número mavoritario cle situacio-
nes, signi[ica quc las armadur¡¡s dc morrta je discñadas para los 5i los huccos arrancan próximos o iunto a los pilares y se se-
ábacos han sido excesivas, y podría ser con\¡eniente y razonable paran am¡rliantente (le los niismos, puedc ser rnuy convenicnte lle-
disminuirlas, para que siempre los nen'ios de las bandas dc sopor- var sicmpre el zurrcho (viga-plana) cle borde del pllar cle donde
te poscan armaduras de mayor enticiad y calibre que Ios de las arranc¿rn los huccos, hast¿r los pilares próxirnos.
trandas centrales.
En el ca¡lítulo 5 existen algurros planos clc ¡rlantas de olrras
. Lo anterior conviene tcnerlo presentc, puesto que a las capa-
realcs, cioncle puedc verse una amplia casuística de formas dife-
cidades mecánicas de los nervios de flexión ncgativcl cle l¿r banda rentes y cónro h¡n siclo Lr¿rzados los zunchos {o vigas) que refuer-
de soportes que resulten del cálculo, se les debe rcstar la capaci- zan los :rrer:anisnlos resisLerrtes de los forjados.
dad mecánica de las armaduras de nlonrajc dispuestas cn los ába-
cos, reducida entre un I 5 y 25%, si existe la sospecha c¡ue Lo anterior lo hernos querido exponcr para poner dc manifiesto
constnrctivarllente van a quedar con ur't recr-tbrimiento cxc:esivo al quc el análisis de lo: pófticos virlulales fuera del camFn rcrcogido por
cstablecerse los planos de ferralla del torjado. las Non,r;rs, reqLlicrc un esftrerzo adiciorral por par-tc clel ingeniero
err la n¡oclcliz¿cjón de los misrnos, espccialrnente en cl rnonlento dc
Resulta bastante habitual en la práctica, a efcctos cje calcular resolver lt¡s cietalles constructivos y sus armaduras. El número de
la armadura negativa de l<.¡s ncrvios de la lr¿rnci¿i c.lc soporte, csti- nervios :ealnrenre resistclrtes de cada p(irtico, deberá cleclucirsc y
mar que [odos ellos se c'rcllentran dentro clel ábaco, corr lo cr.ral com¡lrobarsc clel plano cle replanteo de ncrvios, observando sus tra-
la sección estructural rcsistente para R1 Nl es el propio ábaco, clis- zirclos \ los huecos que clegollan los mismos, antes de dar por bue-
tribuyéndose en los ncrvios que configuran la brancla cle sopoftes rro un plarro teórjco clonde previamcnte no se encontraban situacjos
la capacidad mecánica resultante, después dc rcstar las armaclu- todos los elenlel[os c¡ue realmcntc van a ser construidos.
ras de montajc que exisLar en los misnros.
L.l pónrco esc¡uenratizaclo en la Fig.7 .67 , dondc un hueco pe-
queño secc¡on¿ dos nervicls cn centro de vano, puede ser anali-
zado por cl nlótodo virtual conlo si no existiera. I.a armadura
7.5.7. Pórticos virtuales con nerry¡os seccionados ncgati!'a no presenta problemas especiales y pucdc colocarse la
y anchuras variables resultante teórica dcl cálcLrlo; sin cmbargo, a la hora de armar los
nervios a nronrentos positivos, rlos encontramos dos nervios de-
Es lrastante frecucntc quc por consideraciones estétic;rs, cier- gollaclos {l r. Lr so|-rciórr ¿r la situación ¡'llanteacJa que venimos apli
c¿rnclo los clue tral)aiat'Iros dc forma práctica en este c¿trllpo cot')
tamente muy discutibles, algunos proycctistas degollen radical-
br¡erl resr-rlt¿rclo, es la dc adicionar la arrn¿idttra teórica qtte tendrían
mcnte las zonas voladas sobre los soportes, alterarldo
los nt-n'ios I I t, si no esttlvicran cortados, a la arnradura de los ner-
sustancialmente el funcionamicnto resisLente de la ¡rlaca
vios {2). Li arnlachtra positiva dc los nervios cortados se reduce a
estin'la, o sc cicj;i I.r teórica de cálctllo; en ambos casos, deberán
ancl¿lrse en el zr¡ncho que bordca el hueco con patillas hacia arri-
[:.r Clc r.lnrls 20 cnr conlo nrínirrlO. El prOcedirtiietrto descrito ftln-
: 'l cioná y cae cJcl lado cie la seguridad nclrnlaltrcnte.
II
A
:lI lil l*l
Pórtico virtual de fachada nrasacraclo a,gtl tlue no r-lclrc lr¡cerse
IiÍ"J;*
El aumentar la armadura negativa no es necesario en los casos Contemplando la Fig. 7.ó9, los coeficientes de reparto a con-
mencionados, deiándose dicho aumento para huecos n'rayores y siderar en las secciones A y D son los habituales empleados en
más próximos a los soportes, doncle se ve nítidamente la placa, un apoyo inter¡or. Err los arpoyos B y C, pueden aplicarse los co-
trabajando en voladizo desde los pilares hacia los huecos. Cuan- eficientes de reparto cones¡:ondientes a un pilar extremo, conccn-
do suceda lo anterior, es decir, cuando el hueco adquiere grandes trando las arnladur¿s sobre el ábaco para aliviar así las torsiones
dimensiones, lo mejor es cortar el pórtico virtual a efeclos de cál- del zurrclro Lransversal.
culo, y analizar cl mismo con sus extrcmos volados, tal y como se
efectua en un pórtic<.1 de vigas quc acaban ett rttétr¡ulas. Véuse es- Con el rlétocl,r de los ¡rórticos virtr-¡ales. al tener sohre r:arJa
quemáticamente lo expuesto en la Fig. 7.ó8. apoyo un mornento izquierdo y otro derecho distintos, la annadu-
ra (lebe deternrinarsc dc fontta independiente a cada lado para te-
ner así en cuenta. el número cle rrervios difererrtes quc pueden
presentarse en cad¿ \'clllo v, dado que constructivamente sería un
dispar;ite cortar sobre los apoyos las armaduras negativas, debe
corretsc sobre los mis¡nos la que sea mayor de las dos detcrmi-
naclas parir cacla vano cle fomta independiente. El sistcma sobre-
ciinrensiona los negativos de uno dc los vanos, pero garantiza qtle
siempre sc están a:nr¿rrdo los nervios por el lado de la seguridad'
La presencia clel zuncho de borde en el vano &C deberá scr teni-
cla en cuerrta cle la fornra que vcremos más adelante, en el capítu-
lo tiedicado a los zul',clios de borde'
)11
I.3.8. P.rtologías tlc: flexicin
i3q
13.9. Patctlogiils ct1 los cgrran'liell[OS c]ebiCl¡:; il ld:' ciifillllr¿q-iotlt: rle l¡s iori¿rcli-r'-;
1,1ct
ll l0 Pat()losÍas ticbiclas al cortarrLL- y el pL'n:¡r'': 't:-t''
J.1()
13.10.I. Arrárlisis gener¡l . . .. .
ról
1J.10.2. (-'clrrst¡os para redll(ir las ¡ratolo¡í.r= d- ¡'-'tt: '": ''::..
i(,)5
I3 10 3. Rcp;rracioues clc las ¡latologr'Lls debir'l;r; ¿i ttrrl-;rr1:c ' ¡'ttttt:ort'rlltiÉtttct
1ó8
13.I L tl Dloblettla espec'í[ico cle las tltr-ills:¡l'r' sr]rlir:
ANEXO I .
l-l
ANEXO ll.
Sistem¡ls col.¡ierc:iales reprcsentativos en el srictLrr (le conslruccicin (lue nteiL)r er;:rllc¡n crr slrs folletos ¡lublicitirrios
l¿i
ANEXO lll.
Bibliograffa
Los íoriados rctiilldres Xlll
Pnscstación
por el autor
Lg¿ /iü,ro es un fiel rúleio, prácticatnente un tulctt Ltttlttttra por palttbra, de la tesis doctoral realizada
ún lafor¡r¡¡iru reticulares ¡:on el título "lnvestigadón 1t rclisirírr critita del c¡snocimiento u uso de los foriados reticulares,
tüt p!,r|'|¡djtss d¿ rrui'l'os crit/]rios pürü su d6eñ0, arl¿ifisis !/ ft),lilnrfli'j/r".
Dr(ñ.¡ f¿5r5 iue ttirigitla por el prttfesor D.Iuan lostj,\lcrrrtsiues, tatctlr¡tiro de etlificacíón de la Escuela de
lngenieros de
Ia catiíicación de "eum laude"
Caninud¿ l¿ Ur¡iyersid ad P/llit0cnk:a de Yalencia: Ll el trtÚuntú 4u( le 0t0r'q0
sobresaliente
D. losi Ca/,¡r¡r,t Rui:. caletlrtitico de edilicaciórr rf¿ /¡ Lscrrc/¡ clr Ingenieros de Cantinos de laUniversidad Polilácnica
de Madrid:
D. Pedro Frarrcisc.r .\ti¿iir¿/ Sos¿, catedrático de fiormrgtin (ir,¡r,1r/r) l/ pretensady de Escuela de lngenieros de Caminos de
la Univenidad Po/il¿o¡tu de Yalenda:
D. Luis Villega-s Cal¡rcro. utedrático de liarmigón (trnid(lt LJ prct(ns(ull de Estutlu tle Ingenieros de Caminos de Ia
Univzrsidad Politéc nirit de Cantab ria;
D.PedroGarcia tatt'¿iriticodeedílicaciúndeEstuehd¡lrrd¡rri¡rosl:fuC.aminosdelaUniv¿rsidadPolilécnicade
C-ataluña.
Los [oriddos /¿!¡Lularr.s
pr,ólogo
pro|ramas de análísis
F/o¡'¡,¡rfilro Rc¿l¿/n¿io por Ia existencia de unos
como m,chas.)trL's p,'rs'nüs, empecd a saber tre
que er origen de los
ttr de aprícar. Qürztis,
estructurar se |rttmabair "úr cypE," t) t4ue
que parecían s,,¡rciiios deiattri:ar ltit:iles
pues siempre se esperaba que procedieran de
¿i('rrrisl¿rio,
mismos luera Ia ciudatl tle Alkanle les'unadía una tierttt ¿io-cis
Madrid o de Bctrc[otttt.
de un grupo de
postenornrcnle, rui lisio¡r d¿ "¿/ CYPE", como la ¿l¿ ilrrrihr¡s olrds p¿rsonds, se convirtió en la imaqen
perconas amatltes tle ;us estrqcluras de etlifimcíón, que ltrclta[ttt pcrr c{r'rirlillr en el conocimienlo de las mismas U, al mismo
Io ha
Su traba¡o tlíaritt, a caballct entrc adminístración, arquilcctrrs, Ltrlnnt}r/rs, consLructores, íngenieros e investígadores,
Ilwado asitrrars¿ ,7tl un plan¡ distinto u a Ia vez larr4orle ¡ to¿ios ¿llos, E.l campo en el Ia realidad
que es el laboratorío de
Es evid.rlt! dr{r co¡\l,¡c¿,. coulínua q díariamente ¡ lorios l,rs pr¡fr'siorrules rcn los que Florentino Regalado tíene que
batallar rio cs tdr{:¿r /,icil. fuí en ¡nuchas ocasíorres ia-s riisc¡,.'l'tlrrciris ktclricas se rleslízan al campo de la crítica, síempre
superada por el talttnle nbierto, posítivo t¡ sobre lotlo, conlpront¿lido con su profrsión, de Florentíno.
para ntí, tliríqirltt ld T¿sis Docto/dlt'ue unu txp,rr¡tndd difr'n"rrl¿, como el mismo lrabuio que meroció tal distincíón'
Nueslras re¿rrricr,¿s sie,rprtr sri ntot,íatt enlre Io qutt podrí.anns ll¿nr¿rr "ltttrías rcnstrustadas" t¿"experiencias reales a'identes",
que en bastantu, ¿¡45icrrieS dtsuepaban. lntenLar r¿¡s¿lr rirll)as r¿rilici,¡¿ics es, en el fondo, el verdufuro obietívo de este libro'
Al comienzo de los años g0, cypE lngenieros, su actividacl funtlttntental era la ingeniería civil, mug centrada
cuando -st: /urrdrí
en el campo de las estructuras. En aquellos tientpos, ,uonin cantenzaba
a ¿il¿rtricrstr el ttso del ordenador en todas las oficinas de
grave probltma de,¡ue no fiabía programas de có'lculo de eslructuras
ingeniería g aparecieron ios ordenadores personalras, existía el
g
los que alimenlar aquell¡s Chismes leiltLls nlarat'i/loSOs revolucionanos
co-n
püra uso interno que posteriormente
At igual que otras de ingenierítt. cypE lngenleros desarro/ld urr softuure t,.uíto
oficinas
con el
arquitectura g la inglenieria lentlría que c¡ntar ne(esariamente
decidimos comercializar, al darnos cuenla ttrue el fuluro de la
q
g cuantitativant?tlte pretentlía akanzar metas rtr colas rrt¿ís elev'adas, tal como ha sucedido'
ordenador, si cualitativa
[a actualidad unas htrrantientas de trabaio muy extendidas en España
g
progranas técnicos d¿ cypE lngenleros sott en
Los
que la propia aüivitlad ¿ltr CYPE lngenieros,
gira alrededor del ordenador' La
otros países latinos. EI cálculo estructurá:, al íqual
pw la iut,rni¿ría [ura' incluso en el campo de las instalacio'
inlormtiticaen cypE lngeniercs, pese al r,?c'itnten'to expetrimentado
nes, la ha desbordado anPliamente'
de las estructuras' sobre todo en
y, precisamente, el ser testigos de primera fita en el desarrollo de software u sr rso en el campo
publicación de esta Biblioteca
er entorno de la edi[icación, es lo que ,os lia tttotivado a complementú¡r ¡rr{dslrd-q prtqrünlas con la
Técnica, al igual que U0 lo hemos hec[to tou ,rrrrr,tru Biblioteca
de Detalles constructivos Prácticos Metálicos' de llor'
nigón Y Mixtos.
tdcnicos la f¿rlsa creencta de que puede llegar a suplir
los vieios
En nueslra opínión, el ordenador ha intrcducíclo en nosotros /os para hacer las cosas bien'
absolutantettte nercsarios e irttprescindíbles
t7 a la vez perennes conceptos del conocintientl estruüural,
pttr profesionales que han olvidado los conceptos
yiendo el mal uso que frecuententent( se hace de nuesfros prlgramas tie cálculo
cotidiano tltt su Lrabaio, prtlt:udenrls rccordárselos con esta
Biblloteca Técn|-
simples de la mecánica est)uctural, debido al aietreo que puede llegar a lener
pur¡blr, denrro de lo que cahe t1 es lattible httcer ctmena Ia aridez
ca de una manera sencilla g lo más orruur,
el esqueleto resistente del edilicio.
para ¡os estudilntes de los últitnos r¿{rs0s ¿/rr iir{dstrds escuelas tdcrri¿as, ¿iúsrr/¿ttnrttrrtf e riesbordados de
profundos conocimienlos
pilar par6 Lu1 ettifiiio rie l2 pisos o el canto aderuado de un foriado
teóricos, pero incapaces de fiiar el tantatlo ra:ttuable de un
,:sper(tr ,t1 Lt,l.-l estruclura previanreult riis.:i¿t¡in, i.l('i parü ellos, también creemos que puede
reticular o la cuantfu de acero que aibt
ser útil esta Blblioteca Técnlca.
citl u1(15 fttertes dosís de sentido común g de unos
En resumen, creemos u pensa¡1¡s 4ae cl uso tlel ordenador debe ir arcnlpanLtdú
que, desgrariadant¿rtl¿, se lí,.ntlen a olvidar y que nosotros pretende-
conocimientos basados en los colceplos estl{clr.{r¿t ltts tle siempre
m[s recuperar, en el campo que rr0s torrr, corr ¿st¿i sencilia Biblioteca
Téuúca L1u( trdta de cubrlr el amplio espectro de las
estructuras de edificación,'desde el pturto de lista tll- su diseñ0,
de su clntprt'thacíttn t1 de sus patologías'
g uariado dsp¿itro'
Los temas tratados en laBiblioteca Técttica rubren un amplío
se tratan los coeficienres de segurídad, su signíficado, Ias cargas de ¿¿i!6¡l¡'t t¡ue t¿¡rr¡?¡tlos que tonside'rar en nuestras estructuras u
g cómo se mmbinan para
Ia importancia de unas t1 otras. C¿r¿íles so,r tas'tiipotesis de cálculo que estahlrrtt¡t /¿rs Noflrtas oficiales
el que g cornprobar la bontlad tle la estructura previamente díseñada'
establecer los esfuerzos pésimos, con d¡,,n¡ensi,ronar
l¿s novcdades teciricas y prácticas quc' ¿tlrorta estc libro mo- Pclr otr¿r p.lrtcl, l.ls Ntlrnlas Oticiales cada vez sc elaboran con
rrográfico tienen una componente ernttirrca ittt¡lortatrtc, avala<la nrás cxigerrcias. ¡rro¡lorcictnanclcl una nlayor seguridad y bcneficios
poila co.siclcrable experie.cia cle traber proyectacl. y cr:nsl-ruiclo
a los cot-tsL¡nticlorcs rlltitllos cle tlucstr¡¡s obras'
nlillones cie rlctros CuaclraclOS Clc fttriaclos rc:ticul.lrt:s, f clrt¡antltl
parte los mismos de estructuras clc cdifici<-¡s <rc-rrr tipc-riogías y Ltsos lncrcmert[ür cl coeficientc de seglrridad erl una viviencla sen-
mrly cliferetrtes. No clbstantc, cl cles¿rrollo clt: los progranas eslla- cilla clc 100 nll Lrn 509á, pucdc que se tradtlz(:a etl un cnc¿reci-
cialcs de cálcr.¡lo por ordenador, erlsayo:i t€.lliz¡clos cll lat¡orato- nriento Iro nrcry()r clel 0,2 oz, cle su precio firral, lo que dt:trc lracer
rios y así cr¡rno las nucvas ottr;rs ¡rroycctadas y colrstruid¿ls, nQS retlcxionar ¿l loclo el rrstanlerlLo qtle irrtcrvierle ell el proceso edi-
h¿.rn pennil ¡do itrvcstigar y poder ¡rerfil;r r rcto(:a r y' funclatttet tt;l r vic' ticatorio. Ncl obstarr[e, cl itrgcniero esLructural ticnc c¡ue [ener
ios critcrios prlramente empíricc:s, con el objcto clc conrpatibilizar prcscntrt, que ese O,2rol" que resulta irrclcvartle para el prolllotor
al máximo la leoría y la práctica cotidiana dcl proyectist¿r y cor]s- cn tórrninr-rs rclativr,ls, puede suponcr para ctl constn¡ctor de la
trllctor dc cstructuras con forjados reticulares estrLlctLlra qlrc 5l.rs benefir:ios se reduzcan a cero y unos costes
¡llobalcs cn toclo t:l país qr-re podríatr alcatrzar cifras nruy siE¡ifi-
cativa s.
I.o- |;r','' L- ' - r.:,-,, - \lLlc clefillell l¿is c.rr.r.tet.stia¡s clL. i*':-
jaclo rcticr-i l.r I -,,-.r
--é¡u=e1
ie i;n :ori.rclo rr''ticlllar por el iibaco cL)l'L []loclues lligeranriento perdidos
cle
Fig. l 4. Sección transversúi
re- En lc.is inlcios cle l¿rs cstructuras de hormigón armado con los
Tal y como ya hemos dicho en la definición de los forjados
que foriaclos de losas n¡aciz¿rs, y posteriorrl)ellte con los foriados rc-
ticulares, debido a la acumulación de esfuerzos -v tensiones la ca-
los pilares' se pres- ticulares, cra ¿ttrscllt-tt¿¡tncnte rlorl'¡lal y habitu;il cl ensanchar
tienen lugar en la placa sobre y alrededor de con placa baio cl ábaco' tratando cle
placa se maciza' beza del pilar en sr-i unión la
cinde en áicha zona de los aligeramientcs 1'la quc puede presentar esta tipo-
alejar el riesgo más gave y temido
La zona macizaa través de la cual la placa se apoya y canaliza logta de cstructtlra: El punzonamiento'
finalmente las cargas que soporta a los pilares' recibe el nombre recuer-
El ensanche o engrosaniento del pilar baio el ábaco' en
J" ngnCO. El ábaóo suele estar embebido nornlalmente cn el es- griegas, recibe el nolrlbre de CAPI-
pesor de la placa y, tan solo para luces elevadas y cargas anormal- do de las anliguas columnas
de TEL, y ,r'. hrr quedado muy reducido al ámbito de las
mente grandes, se diseña acusado inferiormente baio la misma "nlpl"o
45o, tal y como 5e expone err las figuras construcciorres cie tipo irrclust-rial, al¡rlacenes y localcs conlercia-
forma r-ecta o biselado a
al margen de que puedan ser diseñados por simples
les singulares,
siguientes.
consideraciones estéticas
y pierde sobremanera su
El capitel como tal carcce de sentido
acusado baio la pla-
,rrán J. ser cuando el ábaco se encuentra
que presen-
.r. pot'oto parte y debido además a las dificultades
se prefiere y se opta
su encofrado,
especi.rlmente
iJsu
"¡e..rcian,tos rieseos
ahsnrber iel punzonamiellto con armadtlras de
^^' quedado sl¡mamente res-
lJnr"i""u-"" la actua*lidad' su uso ha
de las tipologías antes
ñil; ;.lrro put las construcciones
mencionadas.
y ába
reticular con capilcles acusados
Fig. 1.7. Esc¡u+-'rrra básico cle forjado
cos embebidos
cargas elevadas
Fig. l.ó. Ábaco acusado propio de
luces -v
Los lorjudos reliculures
Lo anterior sucede cuanclo el gobierno fr¿ncés cmite una cir- culos iniciales relativos al hormigón arrnado girabarr en la órbita de
CUlar regulac.klra elabOrada por rrr)a comisiti¡r clirigrd;r ¡ror ConsitJc-
lar'feorias cle l¡ Elasticlclacl (l looke, Navier, ctc.)
re en 190ó, ponienclo a disposiciÓn de ettr¡lres;is 1; tór-:nicos las
concliciones <ie aplicación, pucsta err obra i c;ilculo del horntigón
armado.
realizados con gran rigor, fue considerable; y merece especial mcn- W-D E: L icnK\t
ción el reglamcnto de 1932, donde ya quedaba definido con gran
precisión el análisis de los entrepisos por el método dc ios pórti-
cos virtuales o de sustitución, basado en los estudios c invesLi-
K
gaciones teóricas de Marcus publicadas en Berlín en 1924.
racional de
La propuesta de Nichols fue el primer tratamicnto
las platas frente a l<> que hasta e.tonces hab¡ía sido un ¡rr.cec{i-
Mo=o,r25 w t
miento de diseño totalntente empírico' [-i)
y Slater cti
L¿ fórmula de Nichols y los estudios Westergaard dotrcle
posi- del vano
1921, distribuyendo el momento M" a valores de nlomcntos cr Ancho clel ¡:ii.rr' cupitel o ménsula medido en la dirección
tivos y negativos, y el reparto cle éstos a lo largo de las secciones c:ottsicleradr-'r
bases dél diseño de las losas planas en muchas edicir.rnes del có-
cligo ACl, cambiándose el factor 0, 125 cle Nichols ¡lor el valor 0'09' Nacla puecle iustificar la redurcciórr del factor 0,125 de Nichc¡ls
en contra cle lir segrrriclarcl cn las primcras versiones del ACI' El tra-
El cambio del factor 0, I 25 (l /8) por el valor 0.09 ( l/ I I ) es lo
que resulta difícil de comprender, y parece ser qtre de¡ó ¡rerpleios
baio dc Nichols ccnlrando el problcma levantó alguna que otra
arrrpolla, pclnienclo tJe nlanifiesto intereses comercialcs y la inse-
a los ingenieros americanos durante más de rnedio siglo, hasta qucl
gurirJad dc .rlgunos diseños construidos en base a unos ensayos
fue cambiado en la versión del ACI-318 (1977).
y pnrebas dc carga quc ¡rarecÍan indicar un criterio exccsivamen-
Tanto en la versión de 1977 como en la actual, el cóciigo ACI te conservaclor clel nre rlcionado factor 0, 125. No obstante, dichos
ha adoptado una expresión más parecirJa a la de Nichols, aLlnqlle cnsayos se interpreL:rLran cle forma incorrecta, porque al nreclir las
la fórmula ya no responde como la de ól a lo qLrc pueclc deducir- clefc¡irnacio¡es e¡ las ¿rrmaduras, dcspreciando totalnrente el cfec-
se estrictamelrte por consideraciotres de equilibrio' to colal¡oraclor clttl hornrigón, se ttbtenía la conclusión enórrca de
que las baias clc'forrrlaciotres implicaban l¿ existencia de traios
Lá nueva expresión propuesta por la norma ACI-3 l8 es:
rrrornentos cle flexión, olviclánclose que en situación de servicio el
hormigtin colabor¿ .rmpliatlente con el acero frcnte a los pequc-
Mo = O,125 'P'B'L?, ños esfucrzos c¡r-tc' solicitan a las piezas.
Si las luccs Ll y Lz son similares y moderadanrente semei¿¡ntes cos re¿iles cle los pil:ires y' rto el apoyo ficticio sLlpuesto en el mo-
a la luz filedia de la obra, los pórticos [)ue(len trazarse v calcularsc ciclo clc cálcLilo.
cruzados cayerrdo clel lado de la seguridacl. Lo úrrico q,-le no clebe
Respectcl a ia amradr¡ra transversal positiva, es necesario tet'ler
hacerse es cortar la annadura positiva en la zona ccr'rtral. L¿ lúica dc
la precaución de ncl cortarla en la línea l-4, sino en las líneas
empalme de las armaduras positivas deberá hacerse sierrpre en las
5-2-7 y 6-3-8
líneas entrc sopoftes de mínirna luz, y que la zona ccntral en estos
casos carezca de negativos no tielte irnportanci.r pucsto quc lto los I"in;ilnrente ¿rclar¡¡r quc: los brochales deben sinlularse con un
necesita. apoyo desliz;:nle en la: csttxctLlras cle eclificación para salvagrar-
Con los soportes alincados, lrasta ernpalmar las arnracfuras clar la tr¿rsl¿rcion¿¡ljdacl clt-- 1os ¡rórticos, y llamar la atcnciórr cle c¡ue
positivas un canto del foriado como refercrrr-ia err las líne;:s r:¡r.re si bien t--rr las c:stf ii(Ii;r,rs t.le r,'igas, cr¡ando éstas rcciberr brocltales,
unan los soportes de mÍnima luz entre sí; ! en los casos duclosos, dcbc tenerse eri cl¡entai lir cerrga vertical quc sc transnlite a las rnis-
puede aplicarse la longitud de empalrne reconrenclada por la Nor- mas por los b:ocl-r¡ries, en los for¡ados retlculares esto no es nece-
s,,¡rio al c.¡lr-u.¡rse ios ¡rirtit.os en ¡rntr;lq rlire¡'ciones con la totalirJad
lrr¿ o la regleta de los 40 diárletros.
dc las cargas.
Si las luces son nluy difererltes, por eienlplo la l.'¡ de la
Fig.7.74 que es pequeña, los newios Ll ven re(ltrcicla clrásticamcn- Con ci oble[o tie (onfirrlar las consideraciones prácticas ex-
te su flexión por la mayor rigidez de los [.2 quc actú¿lIl corno lítrea Ijuesl¿is ¿ir'rtetiLfrnr(::r-t{.''. que henros venido aplicando cnrpíricamen-
dc apoyo o descanso cle los rttistrlos; se cstá procluciendo LtIl¡ es- te e11 nllestr¡s trtrr;.rs :irr ¡lctr cllo haber tenido protrlerntrs <1tl ti¡ro
pecie de enrbrochalanliento parecido a los quc diseñ¿rrnc¡s ert los alguno, se lr..i ¡.:rocecliclo ¿ rcalizar un análisis espacial de una sc-
pórticos dc vigas ordinarios. La Fig. 7.74 aclara lo qllc pretencle- rie cle estruct,.rr.rs "al-lónlalas", adiuntándose los resultados del
mos decir. cclificio que lrerrios corlsicicraclo más represerttativo, el que poscí¿l
luces cle ó metros clc:splazadas entre sí 3 metros, consigrriendo
üsí un,r des;iline;rcjón dc los pilares en una dirección dcl 507o
(8 = 0.5 L). Li Frg 7 75 refleia cl modclo inlroducido.
.t t _-
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nr-ts corrrlretilivos cot¡rerc:i¿:ltllcnte: \'Ili)r:;:':,-' l-:-r'i ',r trl(llos ¿rc-el)' I,. ,-: q, . 1' .:' -' 'i'- , -: lycfal¡ric¿lr-lr-ts. l)t.'ro llLlllccl etl l¡* sencill¿rs
l.tclt-rs seE(rrl i¿ts costr-lrltbres tccuolcisil'i.' t -'1-::'-:r-l(-l' t'r'' t1e t¿tt-l¿t a rtrLi.-[-'.. li . : ¿-,1'[¡¡i1r5 clc vlviettcl¡s (.orlv(-rllclol]ctlei. sa vo erl
zc,rna v rcgión cle lltlestra geograf í.r ;rc¡ucll,,,: r ¡:.ii rlr-:-rrle l;rs luccts y cilrgas haglarr inviabics 1as ¡llircas
l)l.1nas. , , .¡ r':rl- lL-],-. tlq los proc:esos collstnlcli\/o5 Sea tln paráme-
lro lr¡:,r-,, r : trrl.1:trillt¿ll erl el clisclio y constnrc:ción clel crlificio'
Resuita cljf íCil casi sicril¡tre re.riiz¿lr (iÉ f ¡r':l-r.i (¡(eTt.icla ctliilc¡ltier
cliagnosis clLle sc aventllrc so[lre e] fii'ir.ltil '. ir'¿i: lo(l.rVi¿i' si se rea-
l'z¿r sol:rre una ¿rcLivicl"¡cl l"lum¿lttar.
El rlrnrcl -1t 1x'rclct c¡rte ltc.rr tl.¿, r:,ls:- ' :r'::t.l-i;1lr\-:i\1) :ill¡
tcnt¡clc¡ er'r el ¡rrtcler cle los merlicrs aiÉ ,:¡-,1-: .:¡ialól-L t.lrl lJOtCl ltes
()LreextstLrll.plleclutrast(lcary'iiiter.rr ¡¡''-r;.'-': Il,l$c¿i clecLtalqrllt:r
rilu¿ciólr el cot-lstttllcl ¡lrevisil-ric clt ;' :-:-i1 -lt:n 1x')r {Jtlo; y sili
t-'tr
tlue scpanlos a cicttcia cien¿l por qi té llitil.-l : . )i elllr-r5 colrst[Lverl-
.,
Frur I -5 f ,, . i r';.; t' \l lisac. ¡l.rl.r ofic ittas, resLle li') cotr itls¡s Tll¿t-
clo forlaclos c[. la British Stecl cn'.'e;1 r-1., -,]-.r:',.rr'1;rcios tllás [aratcls,
-JL-
-.: .. .r l.-.,sreticul.ires tr.1l.1r(.1,) ¡lt.;.t.-,. ;, 1.r-,r5 LAll
siml;l¡:s y se.lllrr()'i qr-¡e se f.lbrlclilcJl (r (!)l-.:'-:i. ':r' il;iicr l¿s llr-llres clc !ritLr ltri,ll
c rr:ilcltticr rirlcótr ciei cielo cr¡:;r11¡l f'¡tl':r :'-
: :- :'l'tr. l¡¿1s rt:flexig-
tte5 sobre el fltturo con l.i clebicl¿i ¡trLcit:t.,., l-r(:.:. (i ,,t-rii ¿v.tl.lcl¡s S¡rlt'i, :.:r ;.,,- l,LI-,t'> illLll" sirlgr-rLarr:s, clr-tcl;¡rllos llll'lcho qrre los
pc)r Llt-t¿t.rrn¡tlia ex¡tericnciii y conc>cLrrr i-:'-¡: ¡i¡,1 I:L-trrtio cle la eclifi- + hOrrlligón), [)Llec]arl 511per'1r el rrivcl
[orj.rclo,.:: '.:,..: cl-;ipas
cacitit-t sobre
y, Loclcl' ¡lor tttcrtcs ¡l'rsls c:* :'-r-; '-i'-r lc'rllr-irt ' '; alLle
.-.Llr1r l)o5cell irt rtl¿llrtti: ltc ütl'rque l)tlccle
Il'('f¿ill'( L- -::.: , ,
.l¡ llrimer¿¡ conclusión imtx)rt¿tlltc qlle :;e cleducc' cttarttk¡ los Err c.r;¿rtto a 1.i clis¡:osición cle las arn'ladt¡ras de flexión posit¡-
cálct¡los cie l;rs ¡rlacas se re¿ilizan nrantlalmente ¡:or l-rrt)ccclinrien- va, el nroc.lt--lo cle cálcr-rlo ent¡rlcado que dintetisiona automática-
los sirrrples, es (-lue resr.rlta vit;rl poseer l¡: r¡rtuic'.irir¡ suficic-nte qr-te mente l¡: .irnrilcJlrras, busca cmpalmetr l¿¡s misrnas en aquellos
l-)q.¡¡rriLii al prcrye<:t i:;t;¡ .:¡divinar cón¡<t ,¡¿ á (:Jc'f olrriirse l¿l ¡nisrl¿1, pL¡ntos cje rlúrilll.r fL.xicin cornpafibic con las longitudes de laS
Dibuiar las lírcas de flexión unienclo los so¡lortes cntre si, pLlccie barras clis¡roniblc's y la geometría cle la obra.
rcsultar de una gran ayuda para intuir córr. clebe. rlisponerse ias
armaduras que cubran l¿¡s zonas, tanto (Je clefornración rregativii [rr la l:ig 7 77 ¡ruecie vcrse dóncle conviene solapar jas arnladu_
como posilivi¡. r¿rs dc flexlcil positi'a, y una vcz más, el unir los apoyos con líncas
rect¿5 propor(:iorL¡r urra idca baslantc aproximada de dóncle hacerlo.
Cetreralmcnte en estas situacioncs, ¡rueclt:rr l¡;rt.rer llexioncs
negativas pec¡ueñas, tal y como sucecle en lrls nen'ios ce,rllrales Obsénesc córnc¡ elr las zonas próxirnas a los soportes, clo¡r-
{Tipo I , Fig.7 .76), que obligan a correr ias arnradur¿is prácticanren- de las flexiolres ion ncgativas, rcsulta inelevanLe el punto de cm-
palrne [eórico cle ]as barras, cluc basta realizarlo cjel orclen clel
lc de forma continua. En cstos casos, al igu.rl quc sucede cuan-
do se analiza la estructura a empules horizontales, y con el cltrjcto canto cJel fr-rrjacio que estcmos analizando, r.rniforrnizando longi-
tucles ;.rl nri,ximo siEr.rienclo ei criterio recogido en la Fig. 7.77.
de no dcsperdiciar armacluras corridas dc gran cliánretro, convje-
ne introducir unas arntaclur¿ts finas cle ¡.:equeño calilrre c¡r_re
¿bsorban estas flexiones y disponer barras ntíis cortars su¡rlc.nrerr,
tariaolente sobrc las lílteas de flcxión rnáxinra.
,1.
Lo$ nrorncr.rr-os r.illjnros clc agotanriento cotl carácter aproxilna-
do son, irl = C,\l o 8.Fl
I
1()2
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tr'.I r,l, ' r',. ! I)tc¡l,lllLIe:.ta) fla l.r,::.tt" :'l''
: ,r L]r I L-.l¡L
' . l1i;hll1,
' t ,, '.,1 1'] r Jr
.. l,rl(.rlr-l)t!r
I ], \rar-i \,' ( ":
: ll,:1\irl ll
.,,,' ,':I :l t'l¡rl'
. I r "i].il
' ..' tr,'. ..¡
L-os iorjudos r¡liia/r¡rt's
Mornento global algo inferior ¡¡l obteniclo err l¿i ciirección des-
alineada, que por otra parte resulta lógico v razonable qrle asísea.
I-ig. 7 ljl S*i r rir ',i¿:':st'crsal de ttn pcirtico clc f¿rchacla crln voladizo incor-
¡lt-r:;:rC.1C
-[utru;11n"
Con e. ol:jcto cie ntatizar la operativiclad expucsta en el punto
7.1 ,3, henlct,< ¡rrclcediclo ¡r realizar urr análisis espacial del edificicr
gt:nérico clüü esl¿irlros enrpleando corno contr¿iste' que posce lu-
c-cs de óx6. ¡ñadierrdo cn sus cllatro fachadas voladizos cle
(1.5),
{2} I2.:)Ir (?) rri: corl cárrgas de cerramienlo el'l ptlntá de 7 kN/ml y
sin c.rrgas Lle ccrrarnietrto de tipo algrrno Los resultados obteni-
clos cle Cicho análisis, Stlperpuestos corl nLlestra expcriencia en
Fig. 7'sl Composición cle l'noITllrl:.t)i proyecl.lr r-'st.r tipoloflía esLn-tctr.tral, perrttite obtcner conclusiones
prácl. i(:.ts r'r-lll''' nteresantcs.
I
nerv¡os de la banda de soporte del pórtico de facliada, t)or cl cfccto NatJar que objeL.rr err el tr¿rtanriento del repafto de esftterzos cn-
del basculamiento de los nervios del voladizo que se ;r[)oyan en tre los neruios protr)ue:to por I. Calavera cuando se arralizan los pór-
los rnisnios volando perpendiculannente iracia la callc. licr-rs pcrpcnclicuiarcs a las fachadas con voladizos, puesto que
recomiend¿r quc 5c aphqLren sobrc la mónsula los nrisnros porcen-
La prcscncia dc las cargas de ccrr¿rmicnto paralclas a f¿lch¡¡cla
Lajes que se aplic.;in cn un pil;rr interior cs dccir, un 757o a los ncr-
en punta de voladizo distorsiona las conch.rsiolles antcr¡orcs, y vi<.ls cle la band¿¡ cle soporLe y r-¡n 25?á a los ncrvios dc las bandas
nos obliga a ser más prudentes. cerrtr¿rles.
La inflt¡encia beneficiosa del pórtico intcrior sobrE: el ¡rcirtico de [sta concir.rsiór'r pur:de rn;rntenerse irrcluso para voladizos dc
borde, cuando exisle cerranlietlto en pllnta, dcsaparece cl¿rratlentc muy orck-n dc 0,5 nr; sin qrre exista rlecesidad
cs(:¿is¿r enLicl¿rcl. clel
cuando el voladizo alcanza el valor de 0,25 L, v el pórtico dc fa- algurta c1e tener qr¡¡ conccnlr¿lr el 100"/o de los esfuerzos dc flexií¡n
chada puede ser tratado prácticamcnte iEr;il como si. dc un ¡rófti' sobrc los nen,ioi clel ábaco, collto propugna actualmettLe la f,Hl--..
co interior se tratara; esto ya lo intuyó cl prolesor j calaver¿l en su
libro sobre los foriados, Cuando el vol¡rtlizo cs mayor o iguarl a Vcianse en lii Fig 7.83 l¿rs arllaclttras sin retocar qttc propo-
0,ll L deben reforzarse los ttervitls de la bancl¿¡ citl soporte ciel pór- ne el ¡rrograrnra CYPECAD para voladizos de (1,5), {21, (2,5) y
lico de fachada si sc les compara con los rrervios <le r-rtr ¡lóftic:cl irr- {3) rn, cr-¡¿rrrtlt) tienen !'Ilo ticlnerl en ptlllta tina carga dc cerr¿t"
terior, en torno a cifras del ordcn del 30 ó 40o/o. rniento clt 7 kN nll, r,'t:rl¿s armaduras de niontaje nlínimas los
ábacos t2ol(J nor Liisetón de 0,t30 m).
. En cuanto a los zunchos de borde donde 5e ¿lpoydrr las fa-
chaclas, y que hemos introducido en el análisis t)tresto que habi- r ll tr.3 + u)
tualmente sc dispotten constructivamcnte sierllprtl, nlerece Ia perla
dcdicarle algunos crlntentarios que est¡n'lanros inLeresal-ltcs, y así
aclararr algunos aspectos cn su corltf)ortanriento resistctrte', clett-
üo de las placas reticularcs, cuartdo fornran parte clcl borcle exte-
rior en los voladizos de las misnras; no r-rbst.¡ntc, terlclrenios
ocasión de hablar olra vez dc los nlismos en el capÍtrrlo declic¿rclo
a éstos.
(35+Ol
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{8o|}:lol6 i3?0)
6q¡1.1615 1'sco¡
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5).1o10 !320)
(185'ilÉl2 (!?c)
gol*teirO iPe¿')
l-ig. 7.¿ll b. Arm¿rclur¡s pli)D:ii:::¿! ¡ ;¡,;,:.;: (:arf'.in:i ¡to: CYPECAD l:r;, ': : . :. :' ::.- - i r:.\[:arllc's CIC' ulr rcLicl,l.-ir cle ]4 +4 r l. = ¿,t
r;rrga rrretlia cle 8,7 kN nr- \ ( err.r¡ ,i-:C, ¡:r ilt.;-la,r f I.t tf ,, Clt: 7 r\ ::-.
. En los cálcr-¡los re¿rliz¿idos sobre el r:-.ocle.t-¡ corrsicler¿iclo, Cr-rr l¿¡ iric¿, ilrtencitilr cle que se ¡tert:i['la c:tillt-l v¿rían lr¡s c:s-
ptsc a qLlC lógrcanrente clependienclo clc la it.l; r.lc lLls ,,'ol¿rcljzc.ts Icls fuerzos Llr tler.r¡rr er los zr.ulc:hc¡s rle borcle, segr'rn su ¡.losición en
esfuerzos han sido diferentes, los arrlacios res'.rlt.:ntc's quc nos h.r lor riiicrcr,le. ,¡l.rcii¿os ¿rn¿rlizaclos, se ¿icljLrnt¿ir-r en lir Fig. 7.c95 los
prot)Lresto el progranta CYPECAD ¡t;ira li.r.':t;t.t.l-,oc tie ltorcle h.rn resLrlt;ici'-)s rrr l¡r rrroclcios ;ln¿rliz¿lclos, lcls cuales <letlerl rer irrler-
siclo rclénticos ¡-lara Lotlos ellos, res¡rrl'i,lcr ':''' n i' jrr:ir's cle ct¡;rtr- prctaciol aor,-,¡ ,.'¿rLLrrei rel.itivos er'rtre sí.
tías nrínirnas, salvo en el volaclizo cle I i0 ir', crtT ier:crrrtiurto cn
pLrnta que al f orrrtar ¡rarte el zr.ttrcho clar¡rn',ct-.tc cit ll:,s rlcn ios cie \ ..i\ '.
-.,¡
flexiórr negativa. ..1
\. ., i \
, -l: \'---+'
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¡Itr ¡:o ila
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a?¡rúl.,li a!r..dc/!! arrl€&,r!
l
- l
po-
lt¡s reticul¿¡r y acJjetivos adicionalcs a los puramcnte resistentL's,
Dado el coste tan sumamente elevado que supolre elaborar em¡llear case-
plástico en las bañeras recupcrables y drán darie y existir las circunstancias quc tr>ermitan
moldes para extntsionar el cualidades técnicas añadidas a las de
ernpleando cl peqtteño tru- tones aligerantes corl unas
fabricarlas, l¡¡s casas comerciales están
rete- sinrplerninte aligcrar y ahraratar la losa maciza de hormigón armado'
co cle ensanchar los apoyos para que, particndo dc su base
rencial de l2 cm para el e/e: 80.cm, irgenerando neruios de
Por slrpuesto quc las causas principales de que los casetones
14 cm para un e/e :82, newicls de I ó cm para un e/c : 84' etc no sean
rnás econónlicos, los cle hornrigón y los recuperables'
'
quc
pero siempre manteniendo la misma bañera de aligeramietlto' Jesptazact,ls y suslitlriclos por otros clifercntes en el mercado de
ananca con una base de ó6xó8 cm. las estructuras podría encontrarse en primer lugar'
porque tienen
lugar' por-
un magnÍfico comportantiento mccánico y, en segundo
Todoelsistemaconstructivodelosfor|adosrcticularesrccu.
que los costcs ltcl se evalúan cle la totalidad de la obra sino des-
perables se complica innecesariarrlente, y los ntuertos por irrcen- en,profundidad todos
áios seguirán siendo los mismos, puesto que la vía seguida
por la itáru.tos por pafticlas aisladas y sin analizar
ib, porá,.r't"ttos que realmente itrtervienen e influyen cn la misma'
cn nucs-
Normativa del Fucgo resulta desmesurada y en una línea'
tra opinión, totalmente equivocada mientras quc no sc etrfrente
Cuanclo se evalúa cle form¡¡ aislada el coste de los casetones
con los contenidos y las vías de evactlación de forma scria. sin tener prcser'lte su incidencia en los pesos
y' por tanto' en las
que supone su manipu-
cargas cle cálculo, en los rcndimientos
En nuestra opinión, los foriaclos reticulares convcncionales ge<'rmétrico a la modulación
lucün, en su fraglliclacl y en su aiuste
máSextendidosyusadosdeberíanseguirsiendoaqtrelloscol.lull físico y su repcrcusión final
entre l0 establecicla, en su comportanliento
e/e establecido en torno a 80 cm con nerv¡os de cspesor previstos para los tcchos' sin duda ¡rosible' se
que meior ralio de calidad/precio pre- en los acabaclos
y l2 cm, puesto que son los imprecisa e incompleta de la es-
estudio Todas aqtrellas está realiz-ando una evaluación
sentan, y'sobre ellos centraremos nuestro
en- tructura.
modulaciones que se salen fuera de dichos valores' o bien sc
dc cua-
cuentran cquivocaclas o bien pretendetr ofrecer algun tipo tsajclestavisióncleloscasctones<lealigeramiento,trataremos
lidad anadida, válida con carácter puntual para determinadas dc aportar una jrrformación adicional complementaria a
la ya ex-
aplicacionesmuyexclusivas,difícilrnenterealiz.ableseconómica- aproximación fundada en la elección de
puesla, que pernrita utra
mente para las construcciones ordinarias de todos los días'
sal-
los caseloncs de aligeramiento.
vo que las impongan dictactorialmente las compañíirs de seguro
en su beneficio exclusivo.
3.1 .3.1. Casetones de aligeramlento de poliestireno expan-
dldo
3,1.3. Foriados reticulares con casetones de Buscanclo aligerar al nráximo el peso de la placa' al mismo tiem-
po (lue sc persigue clotarla cle un melor aislamiento térmico' y bus-
allgeramiento esPeciales
canclo sitrultáneamcnte una manipulación más ligcra y cómoda de
las piezas cle los aligeramientos, la industria de la construcción
Desde el momento en que se comprende que un forjado reti-
otefta rlrros casetorlcs percliclos aligerantes fabricados con poliesti-
cular es una losa de hornúgón aligerada, la irrragitraciótt ltumarta (UNE-
reno ex¡randiclo. F-xiste en España una normativa específica
no tiene límites en idear formas y materiales capaces de dar res- los requisitos
puesta a los aligeramientos. Otra cosa diferente puede ser que se
't3974lAl'tril-1998) quc se encarga de establecer
l:ásicos que deben reunir cstas piezas aligerantes de poliestireno.
que ge-
acierte o sc fracase en la elección y el diseño de las piezas
neran los mencionados aligeramientos, y si tienen o no iustifica- La gcclnletría básica de estas piezas trata de aiustarse
en ge-
(lue se
ciones técnicas razonables para el uso dc toclas las .eral aicanon estánclar cstablecido para los reticulares de ele de
de
inventan. 80 cm, con alturas variables entre 20 y 30 cnr, y posibilidades
alLuras mayorcS, porque en principi<-r el sistema' baio este
alcanzar
En general, dcbe tenerse prcsente y muy claro c¡ue' coll los
sis-
punto cle vista, no presenta un límite claramente establecido'
tenras y leyes imperantes en cl mercaclo de la consl'rtlcción' nin-
gún constructor se saldrá iamás en los foriados reticulares de los Las piezas cle aligeramicnto comenzaron a fabricarse inicial-
iirt"*", de aligeramiento ya mencionados en los apartados 3' l ' l rnente en bloques sueltos, que se colocaban tal cual sobre los
y 3.l .2, puesto que son los más económicos que el mercado
puc'
encofraclos cle nradera. L¿ rnovilidad, ligereza y flotabilidad de
las
de ofrecer en el presente. piczas, claba origr-.n a una serie dc dificultades constructivas muy
qu" prácticamentc obligaban a clavarlas físicamente sobre
Solamente en aquellos casos donde coincidarr las figuras del ="nor,
los encofrac.los si se t¡uería rnantenerlas cstables para qtie no aca-
promotor y constructor en una sola, o bicn el t)romotor y el pro-
baran volando corno gaviotas.
yectista de la obra se plantcen ofrecer una estructurii con foriaclo
226 l.os foriados relirular¿s
7.ó. Cambios de cotas en el fodado La cara vista inferior cstará normalmente traccionacl¡1, con un
reticular nlonteltto scnsil¡ler¡lentc, igu;rl ail momento qLle exisl_a cn el punto
de quiebro consider¿clo el clinLel plano; por consiguiente, cl mu-
rctc de conexión deberá llevar la arnladura tralrsversal sirficiente
No hablaremos aquí de los canlbios dc cotas que se plantcarr para rcsistir ¡t Lriinsnritir dicho rlornento.
sobre línea de soportcs, puesto que el método de los pórticos vir-
tualcs lo contcmpla pcrfcctamcntc, sino de los canrbios de nivel Nuestra reconrenclación, sicnrprc c¡rc trxistarr c¡rrietrr<ts, es l;r tJe
que se plantean leios de las líneas de apoyo, casi siempre en las arrn;rr los nervios solrre los apoyos con dos barras, prolongando
plantas baias. la más fin¡l en toclo el \¡ci!1o )'sobredimensioriarrdo ligeramcntc el
coniunto (vé¡lse err el capítulo I I los dctalles cotlstructivos que
resuelvert el armaclo cle los canrbios cle ct:tas).
O-p€ro d¿ la con¿*ióu
Fig. 7.87 Sínr¡'rlificaciones de cúlculu crr los clesrrrveles y mc)rllcnlL) ljr(JlJrLrs'-(r ;).:rr'¡ ¡rl'tl¡r l.'ls tracci<¡rlcs cll I¡t
losa de concxión,
L¡s Iorli¡rtos r¿tirul¿r¿s 227
nLlestra experiencia y los errsayos r¡ue figuran en el Anexo l. Tanr- Lrs mirxim.rs v ascvcraciones que a veces se deian caer en los
bién resulta original el análisis cornpleto y,gcneral qLlc sc realiza arl,ículos de la Nornla, aparentenlenle al menos dc forma poco ius-
del punzonamiento con los vieios criterios cle la EH-9 I , tr¿¡saclc>s tificad.¡. tan'lFloco son el canlino recomendable para evitar pérdldas
en cl código ACI-318. i|lncccs¿ri¿S ;r l¡r econofirí¿t c'lel país, aunqtJc solan'rel]te sea por el
tiernpo gasta cntrc proyectistas y controladores, dcscifran-
clLle se
. En las estructuras de hormigón, más que cic una sccción so- do el alcance I'la trascendencia de lo reglamentado.
nletida a cortante tendrenros que hablar del corta:rl"e sobre una
zona, tal y como concebirnos actLlalmL'ntc cluc cs rcsisticio clicho
iOué r¿rzón existía parra decir que todos los zunchos dc bor-
de de un fi>¡ado reticularr cletlen llev;lr estribos cada 0,5 d indepen-
esfuerzo.
cller.rtenlel'lte cle los esfuerzos qLle lo solicitan? Pues bien, exigir
. El análisis ¡rrcciscl clcl cortantc y ¡:urizortanriento, cs¡te-cial- estribos;r 0,1 ci err los zurtchos cle borcle cle los forjaclos rel¡cula-
rrente en las losas macizas y aligcradas de hornrigón anlado, está res se viene h¿icierrdo desde la vieia EH-73. óPor qué? No lo sabe-
todavía muy lelos <1e ser comprcnctido I'formulaclo de nranera sen- rnos Al nrenos en la nucva EHE desaparece dicha rnáxima del
cilla y precisa; y de tal forrna es ;rsí, que ni los cócJigos oficialcs anicLrlaclo legal ,v se incorpora en los col¡cntarios, con lo cual deja
son capaces de pc.rnerse de acucrdo en su tratanliento, caycndo cle ser ¡rreceptji¿l y rcsulta mucho rnás razc¡nablc.
incluso en sutiles contradicciones que nos dcsoricntarr a los
que tenemos que proyectar y construir las estnlcturas hasándo-
nos en ellos.
8.2. Tensiones Cortantes Puras
Lo que sí podemos afirmar, s¡n ternor a cquiv'ocarnos, es clLlc
las patologías debidas al coftante y punzonanricnto son cle l¿s rnás Es nrir¡' cjifÍcil en Ia realiclad cncontrar estados físicos de cor-
graves que pueden prcsentársenos en lllestras obras. tüdura pirra, !,a que cle una rnancra u otra exislen fcnómenos lo-
cale.s cle flexión que aconrpañan a ia misrna. No obstante, en
Los fallos por cortante y pllnzonanricnto son de tipo frágil, y lnuchos c"lsos, sirnrrljiicando el problenra al prescindirsc cle los
pucden dar lugar a un colapso tnuy rápido, sin que nos clé tiem- efectos cie ilexión por ser de segundo ordcn, pueden resolverse los
po a tomar medidas de apuntalamiento quc lo eviten. r¡lencionaclos cstados corno si de cortadura pura se tratara, cotl
errores asunriblcs v sin riesgos excesivos.
l') Los forjados relicular¿s
RESULTmoS I
Para los forjaclos de bañeras recu¡rcr;ibles, el límite podríamos [l forjaclo reticular aclrlite, c¡eftarilentc, una distribución capri_
establecerlo en no sobrepasar ZA25 y cn los de caseLón pcrclicio, chosa cle los ¡rilares. y cs FJor ello que puecle resultar el forjaclo pre,
en no sobrepasar los 2A20 por nervio, siempre torn¿lnclo corno fericlo dc c¡ertos árquitectos que acuder.r a él sistemáticanrente
base los esfuerzos de flcxión positiva, puesto quc para alojar las trorquc les facilita el diseño de las vivicndas, obviando olímpica-
arnladuras dc flexión negativa contan.los corr los arrr¡rlios espacios rnentc Ia ¡-rrc.rblerláticit cle encajar una cstrLlctura razonabie y com-
que nos proporciona la anchura cle los nervios en su patiblc con las clistribuciones.
tr)artc superior.
Siendo'
H: c.lnto del fonado e¡r rn
c. Lntreele de l()s rieryios en [r
q: (:arga totalcn kl\/m) carac[crísLica lsin ilr.r\(-rr.]rt
L: Luz. d¡sl.ancia enúe pilares
l;ltrl¿r -J 2
7,2.2. Geometría y tamaño de los pilares Sustituir los pilares de hormigón por pilares metálicos no re-
sulta aconsejable salvo, Iógicamente, que la estructura se proyecte
las toda ella con perfiles de acero' El coste de un pilar metálico de oer-
LOS pilareS SOn, pgr excelencia, los soportes verticales de
estructuras y, por consiguiente, son lo. *¡*itou iiles rQlyencionales viene a triplicar el coste deL¡¡pilarde¡Onnt'
'urponrubt., gÓn amrado Por otra parte' los riesgos de pandeo' si bien pueden
de la estabilidad de las mismas. Los colapsos esLructurales más
t.l".i;;;;;;.;. ü; afectar a ¿rtlbas tipologías de pilares' sort nrás propios de los so-
notables casi siempre comienzan por fallos
pott"t metálicos que de los de hormigón'
pilares; y por ello se les debe prestar un, ,,.n.iJn muy
"rp..iri lndependientemente de lo que diga la teoría, no conocemos
A pesar de que nos hacemos cargo, incluso no existiendo mu-
caso alguno cle patologías debidas al pandeo en estructuras de
ros de carga, de que los pilares son los elementos más perturba-
hormigón, ni iocal ni globalmente, por esbeltas que éstas sean.
dores de la funcionalidad de los edificios, queremos llamar la
atención sobre la tendencia de algunos proyectistas a reducirlos Por otra parte, la unión de los pilares metálicos a las placas de
de tamaño y ocultarlos en los lugares más inverosÍmiles,
propi- hormigón, sean éstas del tipo que sean, resulta ciertamente pro-
ciando patologías de todo tipo, al no comprender
que el proble- blemáiica, y es muy clifícil simular dicha uniÓn cn un nrodelo ma-
general' los
ma tiene mucho más que ver con deficientes planteamientos temático p.r, ,r-, análisis mediante el ordenador' En
cálculo debetr tener la opción dc deiar al proyectis-
desde el origen del proyecto que de los pilares en sí mismos' programas dc
unión de los pi-
iu .ifoA"t introclucir un coeficiente que simule la
la estructura y' al fi- para que' según como
Proyectar un edificio al margen total de üres'a las vigas o a los foriados reticulares
n"t,üia de encajarla como sea, puede ser uno de los eiercicios * ái*n" v án=rruyo la unión, se proponga' por elemplo' un ceroy
uno a la locura' por la fOl pur las articulaciones, un
uno (l) para los empotramientos
;;;l;;t* más rápidamente empuien a
plantean en cualquier edifi- (0,5) si se intuye que no es ni una cosa ni otra y
cantidad de condicionantes que se un uuto, mitacl
el edificio po- anterior variará los
si pueda tener un comportamiento intermedio' Lo
cio por sencillo que parezca ser' Y no hab]emos' y los pilares y el pro-
;;;; e"i"i. "" su sótano y unos baios comerciales de cierto momentos de empotramiento entre el for¡ado
los foriados pla- proporcionará esfuerzos más acordes con la rea-
con
ñ;i y"t¿ pretende resolver la estructura grama de cálculo
;;;;i";igrsacusadas: [á estructura resultante será tosca y lidad construida.
cara, al estar condicionados los cantos
de los foriados por las aleiada posible
L.aubicación de los pilares debe estar lo más
lul", .l"uua"s que demandan las plantas baias y sótanos. de las tuberías de serviio J"ttinudut al
transporte de aguas lim-
que poseen.v las condensaciones que se
Por consiguiente, es norma de buena
práctica acudir a modu- ñ;;;;;t Las tugas
las r"néionudut tuberías provocan un ambiente
proyecto y oroducen sobre
laciones básicas que recoian las líneas maestras del il;.iri''il;;"" n."t n problenras.de corrosión en las
por prioridades' tratando de aiustar- ""einanclo la vida útilde los edificios' El
iás .on¿¡clon"nt"i báticos ;;";;;;;;t ies de los io"unot de
de la tipología estructural que
se a las exigencias fundamentales se acentúa si los soportes son metálicos'
froblema
t" f,, puntá¿o emplear por economía y por la tecnología dispo' sean del tipo que
.inf. é" .f lugar donde se va a construir' acorde con
el carácter EI problema de la corrosión en los soportes'
la nueva
,""n, L, uno de los principales problemas a resolver en
y naturaleza del edificio. a plantearse' por
Álorofi. cie la caljdad y durabilidad que comienza
a incidir sobre los il;; de la edificación'
Si las fuerzas laterales que pueden llegar ciefta generaúd,d, el contexto
hipotético sismo' tienen "n
eaiftciot, derivadas del viento o de un
configurado a
;;; ;.t soportadas por un entramado estructural
que cuanto rrravor sea el
il;" J;;ó"icos, no debemos olvidar
su respuesta resistente'
número áe pitares que posean meior será
[,osmomentosflectores,loscortantesylasdeformaciones
en proporción inversa a su
horizOntales en los pilares decrecen
esta regla tan sencilla' de
número: Téngase siempre presente
ignoramos con excesiva ale-
sentido común, que muchas veces
un diseno arquitectónico mal interpretado'
árl"
""-"."t'4"
de que los pilares deberían
En general, somos de la opinión
proyectarse .on .,itJJo d"'u'tudos mínimos' aprovechando
"l c¡ue
!ile*¡*o la capacidad de resistir las compresiones
tun"" mucho más económica que las ar-
;;;;i;;ieón de Fio ? 44 problcmárica que generan a largo plazo
pil'lres
maduras. .r,l úu'onrao ubicarJas ¡laralelartrentc a los
Los lorjados reliculares
longitucl de Pandeo'
A(cm2):# (N, cn kN) 1,., es lar
Con los casetones de aligeramiento dc policstircno las cosas [l ancho y fonna de los nervios quc sc obticnen empleando ca-
no suceden así, debiéndose tener espccial cuidado en la disposi- setones de aligcramicnto recuperables son sensiblemente de ma-
ción de las armaduras sobre las paredes latcralcs de los nervios yor entidad qr.re los obtenidos con los casetones de hormigón,
que son blandas, pudiéndose qucdar las mismas sin recubrimien- incluso cc¡ntando con la incorporaciórr de sus ¡tarecles a los rnis-
to y, por tanto, sin los anclajcs ncccsarios y las adhcrcncias adc- mos. Si se usan casetones de poliestireno, la geometría del nervio
cuadas para que puedan trabalar correctanlente a plena potencia. resultante será la estricta comercial de l0 ó I 2 cnr, sin que sea po-
sible contar con nacla rnás, salvo que se corten los casetones y se
En general, el espesor de los nervios debe cstablecerse de for- ensanchen, l'luscando soluciones sinrilares a las que refleia la fi-
ma tal que resistan los cortantes que los solicitan, sin que sca lle- gura 11.54.
cesario tener que reforzarlos con armaduras en fc¡nna clc cstribos
o barras inclinadas a 45". los estribos, entre otros inconvenien-
tes, resultan difícilmente constn¡ibles.
sEccloN
B-B
;t'l "l
l
Fig. 13.55
Los foriados reticulares
La práctica nos dice que los ábacos suelen superar sus medidas Para voladizos que no superen el metro, es aconseiable llevar
teóricas en la mayoría de los casos por exigencias geométricas de el ábaco hasta el extremo del vuelo; y siempre es recomendable
modulación y replanteo de las piezas, ya que éstas poseen unos cubrir con el ábaco la mitad de la zona volada.
valores fiios que hemos visto que pueden variar de unos sistemas En la Fig. 3.ó3 se establecen los criterios que a nuestro luicio de-
a otros, pero que nos obligan siempre, a tener que tnodular con las ben tenerse presente en el diseño geométrico de los ábacos volados.
cotas superiores por seg¡rridad y por consiguiente, el tamaño de los
ábacos puede alcanzar valores que superen al teórico en 27,35 y No obstante todo lo dicho, el proyectista debe observar con
70 cm, si nos deiamos guiar por el tamaño de las piezas aligeran- atención el plano de nervios y ábacos, y experimentar visualmente
tes más empleadas en España. que todo guarda armonía,
, Vuclo
--J--J l
A7 o.SV B) o.15 L
Si por cualquier circunstancia hubiese que proyectar sobre las Teniendo presente lo expuesto, proyectar capas de compresión
bañeras recuperables capas de compresión mínimas de 3 cm, re- que superen los 3 ó 4 cm conlleva un riesgo muy elevado de pro-
sulta obligado disponer un mallazo horizontal o colocar un pavi- ducir excesos de recubrimientos y, por consiguiente, producir una
mento adicional sobre el foriado. reducción de los brazos mecánicos resistentes entre un l0 y un
20 o/o, sin que dicha reducción se haya previsto en el cálculo.
No parece descabellado pensar que los redactores de la nor-
ma española EHE han legislado los 5 cm de capa de compresión Justificar capas de compresión elevadas por una cuestión de
mínima pensando en las losas aligeradas con bañeras recupera' recubrimientos, sería razonable si los reticulares los armáramos
bles, y olvidándose de que existen los foriados reticulares con ca- con armaduras distribuidas en la capa de compresión, pero en Es-
setones de aligeramiento perdidos de hormigón, cosa que no hace paña las armaduras negativas se encuentran colocadas en la línea
el Eurocódigo. de los nervios y pueden tener todo el recubrimiento que se desee.
Cabe la posibilidad de interpretar Ia norma española conside- Tan solo con armaduras negativas resistentes en forma de ma-
rando que los 2 cm que normalmente tiene la tabla de los caseto- llazo, pueden justificarse capas de compresión mayores o iguales
nes aligerantes de hormigón se incorporen a una capa de a 5 cm (Véase el Capítulo relativo a la construcción de los foria-
compresión de 3 cm y resulten los preceptivos 5 cm que se esti- dos reticulares y sus detalles constructivos).
pulan para la misma.
Con el objeto de demostrar gáficamente lo dicho, adiuntamos
Por otra parte, si los forlados de tipo unidireccional están un amplio reportaie fotogáfico representativo de un coniunto de
funcionando perfectamente con capas de compresión de 4 cm obras investigadas al azar, donde pueden apreciarse los aspectos
(EF-9ó), iugando las mismas un papel estructural considerable- constructivos mencionados, aunque más adelante se expondrá
mente maybr que el que cabe esperar que tengan en los fodados ampliamente todo lo relacionado con la construcción de los for-
que pro- jados reticulares.
reticulares debido al reparto transversal tan espléndido
porcionan los newios cruzados, no disponibles en los foriados
de tipo alguno para que
unidireccionales, no eúste razón obietiva
reticulares frente
l. nu.u. EHE penalice el diseño de los foiados
de compresión'
a los fo4ados planos unidireccionales en la capa
y en
cuando mecánicamente resultan por su hiperestaticidad
meiores'
igualdad de condiciones, estructuralmente
Los foriado: rclitnlares (rl
Conro resutttcn firral debe r¡r'tctl.rr [).rLel lle, c¡uc: l;r ca¡-ra de cotr- NOTA: I',lo oÉi::tartlc todo lo dicho, estc Lcma ha ocasionado tanlos pro-
prcsión en los foriados rcticulares cort bloqLles pclrcliclos no debe blunas q d¡s(t{-i¡rrtlirs p(rs}nal{is al aulor rcn l}s \rganism\s de c|ntrol, que
superar nllnca los 314 cn pesc a lo legisl.rclo err la EHE, evitándo- le han intpúitlt) e¡er(er stt cle.recho de proqecttsta, baio el amparo del Artí-
nos así problcnras irltleccsarios. Tétig;rst:r prcserlte qLlc para qLle tulo l" tlc 1a EHE t¡rlru¿-clo plr las clmpanías de seguro, t1 se ha visto o(tli-
un¿¡ sección cn T de Lrn foriado, coristrtlicla coll url ltormigórr de qatlo rt rcnunci¡r a stt criterio q, en clnlra de su voluntad, a tener que
l¿¡: 25 MPa, sevea oblil:¡doA tcncrtlue nrovilizar utra tabia cle pr¡Ue(t(1r of¡[iatttldntente los forjados reticulares c¡n una capa de compresión
compresión rruryor rJe 1l cm para resj-r: r un Irrorrlertto flcctor las míninu dt J tnt, a sdbiendas d( que cu(tndo n0 lo hacía no había tenido pro-
arrrr¿lclr¡ras r¡ue clel'le llevar el nen'io l-¡rn cle ser por lc: rncrtos clc blenas tle ttpc't t¡l(iuut'¡ u no había hecho sastar ni un solo euro a las men-
2 0 25 cle B-400-S. rionadas c¿rn¡r¿iiiúis, Iras millones de metros (uüdradls cakulados g
construidls. Decirnos, c\mo se nos dice ,
= 2025 de B-400S
lia.3.76. Eqrrilibrio nráximo a flcxión clc r¡n rreriic-r de for¡adcl reticular movilrz¿ncJo pl€..rr;,fr(:'rr:i-' L.in;r ca¡ra rlc
cornpresiórr de 3 cnr.
En el amplio montaie fotográfico de la Fig. 3.78 se adivina dón- En los conlietlzos de los entrepisos dc losas macizas, con
de suelen disporrerse los zunchos en los foriados reticularcs, y el ábacos y c;r¡:iteles, el canto genérico de la placa respondía al si-
aspecto que suelen presentar en nuestras obras, guiente critcrio:
tt=!?5
?.2.9. El canto en los foriados sin vigas
Cualrclo clcsapirrecian los ábacos y la losa maciza descansaba
Por su importancia y trascendencia, henios deiado para el fi- únicamente sobrc ca¡titeles, el criterio era más conservador'
nal de este extenso apartado 3.2 dedicado a las georrtetrías, di- L
H>
mensiones y características de los foriados sin vigas, la discusiórr 32
y elección de sus cantos. Estimamos que rcsulta del rnáxitno in-
terés aceftar en la elección de los cantos, )ia que de ello depencle Si l¿ losa maciz¿t se convertía en un foriado rcticular, pero se
el éxito o el fracaso del comportamiento estructural cle las placas lrranteníarr los capiteles coll una attchura c, el cartLo del foriado se
frente a los estados límite últimos de defomiabilidad cstablecidos fijaba en functón de Ia carga siguiendo curvas parecidas a las
por las normativas vigentes, y los demandados por las tabiquerías, cje la Fig. 13.79, qr-re conducían a espcsores en los foriados alige-
que son bas[ante más exigentcs que los est¿trleciclos err irlgutras raclos mr-r¡' corlscrvaclores cualldo el tamaño de capitel era redu-
de las Normas más conocidas. cido.
No obstante, los critcrios básic<¡s filados en la Fig. 3.80 se rna-
tizan y se interpretan haciendo interven¡r la prcsenc:ia o no dc vi-
gas acusadas en las placas.
Los cantos de los forjados s¡n vigas, elegidos con los cri-
tcrios americanos, resultan cn general rrtuy escas()s y no son zo
(6)
de aplicación en los edificios de vivienda europcos, si sc lcs Claro más largo tr, Pies (m)
obliga a tener que soportar tabic¡uerías dc naturalcza frágil,
como sucede habitualrnente en España. Fig. 3.8L Es¡resort:s rrrírrillros ¡rara losas rnacizas basados en el reglamcnto
ACI-3 I8. (L¿ zorr¿ ray;lJa se refiere a losas apoyadas perirnetralmente).
L,os cantos de las losas americanas están pensados para edi-
ficios comcrclales. alnl¿¡cenes, ap¿lrcanricrrtos y e-clificios de gran
altura, dorrde las losas puentcan entre grandes vigas de canto y se
encuentran frecuenternente prctcnsadas con telrdones no adhe-
rentes; al margen de que sus tabiquerías se enc:rrentran (:onst.rui-
das con rnateriales prefabricados: r¡r¿rcleras, cartones, plírsLicos,
ctc; cn gcncral, matcrialcs dc cscasa fragilidad o
F 015
Extrapolar los criterios americanos sin ntás, al ánlbito de la
t
construcció¡r espairola, co¡no han venido h¿rciencic-r l¿rs nc-rrrn¿rs D I ú o lo
A continuación resLrmimos la filosofía amcric¿rn;r en Ia elecciótl Lonqitud dcl clil0 0rr rrdr,rrj /
de los espesorcs de las losas macizas en los gráficos dc las Fig 3..c2 ,.úrbito de aplicar:icin de las placas rn¿ciz¿s lFlat pldt,¿l
Figs.3.8l ,3.82y3.83.
de utra pldca rctict:lar Autrqtret'rataremoscleanalizarycuantificarlainfluenciadealgu-
res quc intervienen en la elecciÓn clel cantt-r modelos estructu-
y la ausencia de patolo- nos cle los par:rnretros rnenciotraclos resolviendo
plana para garantizar su comportamiento ya se adivinan las considerables
rales, nc¡Le$namcrlte sirnplificados,
gías indirectas son: de un foriado re-
clificultacles c¡tre lleva con'sigo la fijación dcl canto
que las Nonnas traten de rc-
Luces entre Pilares. ii.utat y se conlprencle perfectanretrte
' obviando el cálculo de las
r Luces de voladizos.
rop.iáf rr*Ulenra cle forma simplista,
de du-
delornraciones cn el foriado, ctlyos resultados son siempre
. Distribuciones regulares o irregulares de los so¡lortes' closa fiabiliciad
. NatUraleZa del edifiCi<.¡: MvierrclaS. aparcanrielrtos, travc$ it'l-
y cre-
dustriales, etc, Nt¡estra iriexpericncia iniclal con los foriados reticulares'
y*n¿o ii"gonl"n,* la bonclad de las normas oficiales' nos hizo
. Cargas gravitatorias a soportar' "nobr¿ts con foriados reticltlares bas'índonos en
Lutta ntes
. Empuies horizontales a terler presente'
i',rny".tor.
el criterio cle: H > u2tt, criterio que dcsgraciadat.I.lcnte
pcrsiste y
. Naturaleza de las piezas aligerantes' se mantiene en la nueva Norma EHE; originándonos
serios
. Tamaño de los Pilares. quebr:lcleros cle cat¡eza debido a l;:s fisuraciones que nos apare"
. Crados cJe empotramiento de las placlrs en bordes' .iun .n las tabic¡rrt:rías dc los edificios cle viviendas err las plantas
ba jas.
. presencia regular o irregular cle huecos y patios intcriores
de la
perforando los forjados. Balo ningrin collcepto pueclc adnlitirse la recomcndación
. pilarcs dispuestos cn los perírrretros <l ligerarllcnte rctr¿ln- nnr'',.',i .-'rp,,ii.la lH ) U28) en el proyecl' cJe forlad's reticularc's
queados hacia el interior. cleslinacios a vivjenclas. Tan solo para foriados muy modulados'
podría
.Geometríasrcgularesoirrcgularesenlasfachaciasconen. cargas inferiores a los 4 kN/m2 y eclificios sin tabiquerías,
canLo de un foriado reticular basado erl
trantes Y salientcs. a."*ptrrr" la clección clel
. semeianIe criterio.
Naturaleza de las tabiqucrías.
. Naturaleza de los acabados de fachada: L¿drillos cara vista' No obstanle, la prc.rpia EHE en su artículo 50, rclativo al cálculo
monocapas, etc. clc l¿rs cjefomr¿iciQnes y con la excusa cle cvitar la problernática ta-
. Calidad del hormigón. rea cle tcner clut-- calcr.rlar las flechas, subsana el criterio de
H>ll2Scxpuesto en el artículo 5Ó y recomienda otros, recogirlos
' Tipo de acero.
cn la tabla adiunta 3,5, <¡ue en ntrestra opinión resultan exccsiva-
. Ritmos constructivos rápidos o lentos
nrente pcnclulirres y conservadores, al estar referidos a cantos úti-
. Construcción de las tabiquerías y acabados de forrna ascen- les (d : H - r) y no a cantos totales-
dente o descendente.
Elemenlos Elemenlos
Sistema estrudur¿tl luerternenle armedos débilm€nte armados
(pe A/b6d=0,0121 (p = Aolfud= 0,0Oa)
Voladizo 6 I
, Un axl¡grno se coñ3dera oontrnuo s¡ Gl mom€ñto coftegpondiente es
igual o sup€rior ál &5 -"/o dol morncolo de erlpo'
rariaolo
Pofledo.
, En ¡osarñ¡Oroccronahs, las gsbollocos dgdae 9o rolioren a la luz m€nor'
t Ei iáüi iOrelpoyot aasladoc (9iler6s), las esb€lteces dadas se rolioron a la Iu¿ mavor.
Tabla 3.5. C¿rrtos útilcr recr.rrrrenclaclos si st-: clesea r-rlrviar la ctlmprul.r';citStt de las flcchas scgítn LHE
Los forjados reliculares
. Segun el libro de l. Montoya, Meseguer v lvlorán: "EI segwdtl grupo de solucíones aparece como alternaliva a Ia losa, con
un canto liqttranente naulr, que alivia la zona alrededor del soporte, pero
ó00
---z9Llll aligerando tle peso el resto de Ia superficie; en definitiva ese es el reto del for-
25 25
iado, sumínistrar suficiente resistencia e indeformación sin pesar demasíado,
. Seeún EC-2 y elcódigo modelo del CEB-FIP-9O reto que amhtt dat:lo lugar al forjado brdíreccional, cruzado o sin vigas como
Iambién se le cletrcnina.
!rnr! En esta solLtr:io n amplias zonas de vano en ambas direcciones se encuen-
22 J2
tran alveoladtts de forma que sólo una fracción entre el quinto y el d&ímo es
27 >H>19 cm macizo en lodo el canto, denominándose los nervios de dicho foriado. La so-
Iución de lorjado truiado no reproduce con absoluta fidelidad el comporta'
Dado que el hormigón de las placas está poco solicitado, el
miento otyutirlireccitual de Ia losa macizalt), Ia lalta de rigidez a torsión
canto se aproxima más a l9 que a 27 cm. correspondienle tt la flcxión que a7arenta, por la que el modelo de compor'
. Según los gráficos de PF. Peña llr'lóxicol resultarían los si- tanttento es nrrís ¿rl de un emparrillado de vigas que el de una auténtica losa.
guientes cantos: Desde ptrnttt de vista que ahora nos ocupa, el de los foriados planos' esta
el
luego se verá
alternatíta¿s lo¿i¿tt'i¿¡ costosa q además pesada' Es más, como
- Si la luz mayor se encuentra en un vano interior con ó x ó: a un foriado con'
no rcnlplrta ntrquna venta¡a de canto o armadura frente
q uniformemente re-
vencional pero plarto, pard slportar una carga canstante
o'4=0,0ó + H=3ocm un
6 'for¡ado
*
partida nial la hipótcsis estiindar de un foriado de viviendas.Donde
de soportar cargas
cruzado rcnrpite con ventuias es en la capacidad
'^liu¡t* den
- Si la luz mayor se encuentra erl Lln val'lo cxtrelllo con n ntás o.utctttunente luertes cargas locales cambiantes, aun cuando
6x6: wta equi"aIenle reparlida moderada.
EI forjado cu:ado, o sin vigas, se usa sobre todo en edificios públios' es-
H:35cm
¿lc.; en lls casos de viviendas es todavía una slución
cos'
colais, diport¡tr-s,
- Si el vano extremo es de 5 x 5: io,io ,orn'pt¡*dtt ¿e y relativamente pesada'" (Curso de foiados
elecución
armados. CO,Ar\'1 I. Luis de Migurll.
91=o,og H=23cm
5
= Veamos la segunda oPinión:
,,EI solución estructural menos
. Segun el gráfico de E Méndez (Méxicol el carlto podría variar fonado sttbre apoaos aisladOs Supone un6
las placas, si excepluamos el menor peso propio que conlleva'
entre 2l y 36 cm, tomando un valor medio' podría consicle- ventajosa t4ue
tructuralmellte hablando con la losa maciza de hormigón, salvo en No obstantc, con todas las precauciones del mundo y a falta
prccio; siempre y cuando no cambien las condicioncs actuales dcl de datos más precisos, se recomienda que la flecha activa, en tér-
mercado de las estructuras. En este punto parecc que todos es- nrinos relaLivos a l.r longitud del vano quc se comprucba, sea me-
tanlos dc acuerdo; sin embargo, los sistcmas constnlctivos qllc se nor o igual a L/400 L.n todo caso. datos existentes en la
siguen casi dc forma rutinaria en las distintas regiones de nues- bibliografía, obtenicios dc casos reales de patología, indican que
para evitar problemas de fisuraciÓn en las tabiquerías la flecha ac-
tra geografía por la presencia de tal o cual casa de estructuras o
toriados, hacen posiblc que surian las opiniortes distintas, nc¡ tiv¡¡ debe manlertersc por debaio de I cm.
siempre exentas de interescs aienos a los puramente técnicos,
l;ls luces que etl el presente se maneian en la edificación es-
sobre los foriaclos cle tipo unidirecciottal y reticular' clue'sorr los patiola gettéricamen[e rondan los ó * O.) m, y se están resolvien-
presentcs actualmente de fonna mayoritaria cn la constnlcción dc
do tanto en r.lniclirecclonal como en reticular con cantos idénticos
nuestros edificios. Trataremos de exponer, sin ánir¡to de agotar ci
en tomo a 27-30 cnl
tema, algunas consideraciones de tipo general quc, iunto a las opi-
niones reproducidas, per¡nitan en fase dc proyecto valorar ¡' de- Por encinra ic los 7 nr., el campo del proyecto de las estructu-
cidir sobre el uso del foriado reticular como altemativa al for¡ado ras de edificacit-in con fo:'iacios pianos frertenece a los reticulares,
uniclireccional. al no tener pr.ic::can'eri'-c lin'irt¿ción la altura de las piezas alige-
rantes disponib.e-- . Po:'que -¿demás' en estos casos- las vigas
Pasadayalaépocaerrlacualloscciificiosposeíanltlccsde y re-
planas alcanza:r i¿:r.'.il¡s üJe 5e aleian del concepto de viga
quedanclo rcfle-
4 metros y las iácenas descolgaban de las placas sulta probiemát:cu- ,-:tcol-il.ar en el mercado bovedillas aligerantes
jadas en los techos, hemos cntrado en la época dondc imperan'
uniclireccic.rrales ie al',;r¿ :]ar..or ¿ los 24-2ó cm'
por desgracia para las estructuras, los techos planos y las luces
elevadai. Actualmente, las cstructuras de los edificios norntales, Las estruc:ur¿s cor, iorrado reticular pesan más y, por consi-
básicamente están dividas en dos gandes bloqucs: guiente. ertc¿recer. tos soportes ¡ las cimentaciones delorden de
. urr I ¿ un l0\r 1r' ter.ei:tcl-. que añadir, que presentan otra desven-
Estructuras de vigueta y bovedilla con jácenas planas
taia con relación a i.is tradicionales: la necesidad de encofrar toda
. Estructuras con forjado reticular. la planta dura:ue Sr-; (orLstrlicción. L¿s instalaciones eléctricas ho-
rizorrtales qLre ''¿:-r u.or ios tc'chos. tienen una solución ligeramen-
Ambos tipos de cstructura, por el sistema constnlctivo clc aca- te más clelicacl¡i v t:n poco más costosa en los foriados reticulares,
bar los cerramientos de abaio hacia arriba y por la exccsiv¿r flexi- al ser la capii clc !'eso (llre las cubre de nrayor espesor' recornen-
bilidad de los forlados, están originando problemas de dándose el uso cle vainas planas para los cables'
dcfonnabilidad clevada y rotura de tabiquerías
t.os eclificic.¡s rt:suieltos con forlados reticulares exigen un me-
No obstantcJpesc-a-sucEly-como hemos visto
en el alat ior estr.rclio en los proyectos de las instalacio¡es
verticales' dado
qrre los huc'cos tto previstos no se abrerl tan fácilmente como
rorrl-
Ladg-anteriaLtasNgrmasf iiaaea¡lss mí!-irlrs-exsesivaglents-ba' por eso algu-
=¡"r po*, : tou!.g.t* pia'rtJ" utras bovcclillas )/' aL¡rrquc [)¿rez'c¡:r ¡¡q¡c'ítrle
Á"-bt-tel¡ Eula.es.-.tr l'cs t i.*i * f: tipo de foriado y su opinión
nos nralos provectistas ú.ry.n d. este
I
ilrü*._frrel¡prsblsn*!,rcairelll:rql-ad¿
-- _ r ^¡ - ¡ ,|*
- Z
^t, d
^ do ra rr l¿elec Ql-
¡ r r. o n se rva e c i
sobre los rrtisnlos rio debe ser tenida en
cuenta'
"ti
la opinión de aquéllos
Tanpoco clebc' ser tenida en cuenta
il¡vss-Fodue-i"-ndleratrsusslevaao$'sqt-Qlla-ltoblema ne-
que, deiconocienclo los métodos de cálculo y la experiencia
cesa¡a para resoherlos, critican este tipo de foriado'
' Baio el punto de vista cle que los forlados rcticulares
pesan
Los foflaclos rericulares requieretl más atención
y su cálculo c-s
es aconseiable proycctar- y viguetas' pero esto no
.¿"qu" los foriados unidireccionales' más compleio que los basados en vigas
l1o al l07o' aun-
los con unos cantos ligeramente superlores cn L(rr debe ser nlotivo dc rechazo.
al consewadurismo tal vez excesivtl
que en la actualidad, áebido
los calttos que se
Frente a estos ittconvcnielltes tlrencionados'
tlttos reales: Ma-
i" lo, proy"atistas de foriados unidireccionales'
de e¡rcofrado; y otros
mayores a los adoptados yores cantos, I'11¿)'or peso nlayor consumo
maneian son bastante similares, incluso más compleio;
y cálculo
en los reticulares. i'.,i.'or, llteior dcilnición de los proyectos
unas considera-
no ."¡" dr-rcla qtre ios foriados ieticulares tienen
blcs VCtluri.r:; LlL¡c lo5 hitcen ttrtty cotrr¡retitivos
Conelobletodefacilitarysinrplitictrrloscírlc:r-rlosdelproyec-
de las placas' cl ¿rtrtor rec:o-
to .ii.r't"i".ián a los deformaciones mayores luces y sobrecargas
dc ios cantos' Los foqados reticul¿rres sopoftan
ilüt G;e adoptcn sus criterios en la elecciónlas prescripciones qu.lá, iirOi.iorr,rlcs. tos álst'ibuciones de pilares resultan
más li-
según
evitándose así la mayoría de las veces' qtte de tabiquería puedelr cambiarse a volun-
de la EHE expuestas en el art' 500 Estadoltmite tleDeformacítjn' üi., 1l tos dislribuciones
Existe mayor flexibilidad en los for¡ados rericulares a la hora de bucnos, especialmente cuando Ia esl.ructura veftical frente a
proyectar h uecos, ra mpas, ascensores, -<fr urr ls, instalac iones, etc., los csfuerzos horizonlales se plantea a base de pantallas y
pero iolo! en fase de proyecto. núcleo¡ clc gran rigidez, intercalando entre ellas pilares que
trabaian l¡ásic:amente a esfuerzos verticales.
El foriado reticular permite resolver fácilmente v con seguridad
los voladizos quebrados en las dos direcciones, así como los vue- El pocler analizar es¡racialmente los edificios mencionados
los que se plantean en las esquinas actraflanadas. cr>n losnrodernos prograrnás cJe ordenador lta supucstO rrrr
avar'rce considerable, bajo todos los puntos dc vista, en el
A la luz de las consideraciones antcriores, el forjado reticular diseño y cornpresión dc los mecanismos resistentes de las
permite al proyectista mejorar el fin último v prioritario de toda la cstructur¿s de estos cdificios.
construcción: La funcionalidad de la misma.
El forjado reticular, con slls nervios cruzados or-togonalmen-
Frente a los forjados tradicionales, los forjados reticulares po- te, nlaterializa muchísirno mcjor que el unidireccional el ca-
seen un aislamiento térmico y acústico mejor por su mayor peso ráctcr e hipótesis de diafragma rígido indeformable de los
y compacidad. pisos en sus planos como habitual¡rrente se accpta en los
cálculos de los edificios dc gran altura, uniformizando los
A nuestro iuicio, y experimentalmente, creemos que los forja- desplazamientos y repaft¡endo los csfuerzos de manera di-
dos reticulares pueden aguantar cargas no previstas del orden de recta a las rigideces que posean los elementos que sostie-
un 20% por encima de los forjados de viguetas, a igualdad de pa- nen el edificio.
rámetros de cálculo.
El foriado reticular es el forjado básico que habitualmente
empleamos en el Levante español, resolviendo los edificios
Dado que se encofra toda la planta, la ejecución, ferrallado y
de una gran esbeltez transversal y con alturas variables en,
seguridad del personal en la construcción de los forjados reticu-
tre las l0 y 50 plantas, demostrando un grado de eficacia
lares es superior al unidireccional, que exige caminar incómoda-
frente a los vientos habituales máxinlos de la zona del orden
mente y con precaución sobre las viguetas si no se encofra toda
la planta, cosa que recomendamos hacer pese a que no sea estric-
de los 80- 100 km/h, fuera de toda duda.
tamente necesario. Bajo un punto de vista puramente estético, el foriado reticu-
lar de cubetas recuperables permite, como ya se ha dicho
anteriormente, un aprovechamiento arquitectónico que el
Podríamos resumir lo expuesto hasta aquí en los siguientes
forjado tradicional no puede proporcionar.
términos:
. Para luces inferiores a los 5 metros y pórticos alineados, re-
Bajo el punto de üsta de la promoción, los locales comercia-
les resultantes de las estructuras resueltas con foriado reti-
sulta más económico el foriado tradicional. para luces entre
cular experimentan una mejor venta, al tener espacios más
5 y ó metros compiten económicamente ambos, con venta-
diáfanos y funcionales originados por la ubicación más libre
las para eltradicional si los pórticos están bien alineados y y estratégica de los pilares; aunque muchas veces y, desgra-
con desventajas si existen muchos brochales. para luces
ciadamente para las tabiquerías superiores, la estrategia em-
superiores a los ó metros la balanza comienza a inclinarse
pleada no sea la más ortodoxa y conecta.
sin dudas hacia el foriado reticular.
. Si la estructura debe soportar empujes horizontales, espe-
Finaimente, querernos acabar este apartado transmitiendo la
experiencia recibida de algunos constructores de Alicante y
cialmente si son sísmicos, la estructura idónea es la de ner-
que consideramos de interós; y es que el foriado reticular, a
vios de gran canto 30x50 ó 40x50 entre pilares con una
pesar de su mayor peso, mayor conslrmo de hormigón y en-
placa maciza o aligerada rettcular de un canto menor. Como
cofrado, resulta más económico que el tradicional, si las di-
esta solución no se impondrá hasta que suframos un sismo
ferencias en cuantías de acero por metro cuadrado no
destructivo en España, aconseiamos el foriado reticular fren,
superan los 3 Kp/m2 (30 kN/mr).
te al tradicional de jácenas planas, dado que ata meior la es-
tructura en las dos direcciones y los ábacos poseen una L¿s razones que aducen estos constructores se basan en los
ductilidad mayor que la que presentan unas simples jácenas precios cada vez más altos de las viguetas y en el gÉn avan-
de ó0 u 80x2ó cm en el mejor de los casos. ce que se ha experimentado en la tecnología de los encofra-
dos, que permite, al encofrarse toda la planta, obtener
En los edificios de gan altura, el foriado reticular está mos- mejores rendimientos constructivos en las estructuras con-
trando unas cualidades y comportamientos notablemente cebidas con foiados reticulares.
Ob¡útlcse er l¿r Fiq 4 l,\ cóltr, r,,r-,ri r: . -: 'a:. . . l- i':l rai( l\-r :i i' :rcrglril¡Crr e:l)¿iciO at(lIite(1.(,)t-liCo Col'lse-
int¡,rrrriisiiclr.r (lLlr,¡IIle la col-s:rLtcciótI ir. .' i.: t..- - .:' L"l':L - : ,1.:ltct Ér'l¿, Fi! .1 l(¡ ;r'i¡;,r'ili¡ i lr-,rr-r-
I-)cllll illl ( itilin.il.l( ) \ r: tl :'-.1
!'lllft) t, 'lttelci;-il ar : r:i..r. :: i::,r: .,. rr¡rreLion¿,ntc nrccli¿lltte e I cli,<t'ñr_r cle l¡n
cl(l \'(i coltstl-Lricla ¡rarti.rlntcltte l¿t eil.n.ia:r_,t,, '*, l i L,':. :11,-\:r- i, ii r . . ..,r- (lr'C¡lllO, l)rr.q.¡¡111¡.--if-'cr.i'irrrt' r_t)-
[1.-,''< \ rr.rr" 4r llll, fal)l(i¡lllel rlr \ ¡.'''.': .
r - : ''- ir'l:\"-'¡1lEi i,' .,1 ;¡,¡¡'¡1¡l¡ stlirre irnos ¡)il.rrer lLrlJ,lir tt¡
rerl'.icrrlos. lJn for j.rclo cle los¿r rr¿it ii¡r ' .' ;ir. :- :' .;.1 Él'1li l(ri
ci ,-.-)- .)rriilt¿r't(li) lilt ,.rttL-S{)n,i(lü !lc :.,.. .
l','. f'., .', . r¡, ,.i,: l.i l\li:ic,¡ clc Sevilla L(-)ll!trllicl,ir con
" ar:l . ,.1 -, t/l ,rlr iLc rn tliscñ() ¿trcltlitcctÓui( o ntL¡\' itltc-
r r.,.rl)l(iL¡t r(.'t iCUl¿tr ¿tl)tlllt¡rla(l¿r. lllLl\, ell lilrca
lrig. 4 .I 7. Tccl ., ,:'
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-irl ; ., ¡:- '-l 1,. , '\i-t-"'i llcro sill lenLlllcjclr ¡lilr ello ¡r 1-ll1¿1 cier
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estinlamos suficicntes, f)ara tlue pueclan vislunrL¡r¿rrsc las ¡rosi[ri- Frcnte .r iit ngidez cie los esqucnras cstructtitales (le ti¡-ro r-rrri-
lidades que ofrecen. A continuación vamos a iItenI.'tr exf)Oner rlireccional cn los ,,'ol¡idizos. las placas rcticulares con sus ¿itt¡cr.ls
también una panorárnica representativa cle ias los¿¡s relicui¿.ire5 rnu- y ncrvios crlrzaiciot, rt,sLrel,.cn ltrillanter¡ente l.;: e:lllrina: r,'oladas
cho más convencionales, pero iguar rrrente i nt(-tL-salttes, resr¡el las
I (:()n scrclra tranr¡Lriliclld. sil introducir nlngul¿ ¿r'onllaiiclad cn los
con los casetones al¡gerantes disponibles en el mcrcaclo de la procesos constructil.OS iic ia cnalla rFie 4 Iir f
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L¿s lori¡¡os ri'licu/¡¡¡s
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Fig 4.34.a. y 4.74.b Zonas voladas susperr(l o¿: :: '-;.: -:-.: .:: :'..,.."a-lf-: -::O'l.e'.'¿ il
-;
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¡r r'11¿ L-
a:1.-r a '-
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aii.)l tali-[,] l
lf;1lsLr i-'i
lll.1l Lt.i ,: . r:
l-les 4 42 (lc l;1 ((jl]5(r
b [(ljficio
¿l V 'r:'r 'l fl rrr- '
lOvie(lo). L)llstlrvese cl cletilllc cJe lrr-lr l' ''
lnrcle rlt l'ronrrigón l)or tllra irrr¡lor''"' l-' -l ' L L) lri l.::r
rilL¡ l.1l:r l-
l='',''i!|lÉ.,].l..':'''l'' i,lli'
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Los lonados rclrculates 87
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Fig.4.62 Esp¡c1(ls ti. lr(t':'- i cristal destin.rdos a sal.ls.tle rianza L¿s luces
y ios escotos crtril¡ir'.;r-'rd¡t'-!r. etr l¡ordcs olr)igarorl a reforzar la placa con
vigas ¡rlan.rs cru:¡cl¡s .{."e.r .\licante).
J,, tr.lt:.lc.\'r-c.i\ -l'-i ti'- -''l'=: i;]':l-r-
i :i,I r .,: :.liri(':, lllca\ (le ltr! tecllo: t-lL'llllo:':i'1Lc)11eS
. ;'- 1,rl;' r'r1,ii Ira j.t, ltttltÉlrclL) (lLlc i(lllL)l-i¡1i a(lelli¿is
üd
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.r,-- r,)irrÉ 1.,. vt,:1,.t cll-i{-'l-)Érrrlitell lrtil-;t i:' ¿tt lr-l-
Lrn ftiri¿jdo rcticltl¿ir cle Lln¿l I1¿rve ilrclLL,<:l.r -' \., a, , iA taailllc') (lue
rl
lcrt[rn que sol)ofiar ul]os pil¿res fif)cadrri l-',r'r :r :'Cl' ;l l.l LLll.)lef L.l
[ _:, : '
-l l- .i. l.ri .-Jl- \'.,t5 i.L -l:- I 1\ : .l -;:i ¡. .i
c;lllto tlr l¡, l .'.- ..-, .:r-tc petttritL- rellclr¡rr c1e hctrtrligtin
'\cltl!iv'j-
lllellle ! r- -- -, .--1,'' '',.., L!rllli¿1.'l;iclO tll) dl'll)irlli'cr'-l'l I'r'l'-t tlr-
telvl(lq -ll L i ,: l: . -: ir.i ,1 ó8 V 4 ócl).
[ ,: 1 r-'J \¿'c-'cn Alr-;rv rA] t 'rl tJ ' ( ' :
Los loriatlos rctirulares
En los ecltficios cle: grar altura repetir \lna \/ez más que si la
Fig. 4.67. Techo rctit:ular ac¿bado, ccltr vigas ar'us'rd¡lr
¡c'rrtcl¡¡-
estnl clllra horiz,-rnt¿¡ i tiL.fre i: r.L- >opoft ar esftierzos horizonta les,
dis actuando como reluerzo estrllctural y esrét:(.
cspecialmellt€ si scrf, sísrrliccs. l¿ estructura más idónea es la de
vigas cle gran c¿rt¡.tlr de 40 x t0 ó 40 x ó0 entre pilares' con ulla
placa ntaciz:i o a igcratl.r dc ca;llo nlenor, 1' ps5iblentente panta-
ll¿s r núcleo; cie r,g,dez'.'er:icales.
pérgcr,.r. resrr(ltu¡ elr base "r los l¡ttrltles cle r¡: rclic"l;" c1L'(:¡sei()lles recuper'rblc-'s
Fig. 4. óg y 4,ó9. f¡.rccos para ¡lumitr.lc¡ón v
de introdtrcir
la capa Dado que la soiucióri descrita resulta imposible
Obséwese también en la figura 4 70' como ellnlinancio *"r..ao españcll de las estructuras' quizás debido a que la
reticular piira venti-
clc compresión, sc ha aprovect\aclo el forlado "n "l
peligrosiclacl sísmica es relativamerltc rnoclesta en nuestro
país (el
subte-
lar verticalmente las sucesivas plantas cle un aparcanliclllto en España en los úl-
núnlero cle mLtenos atnbuibles a tenemotos
riáneo, sin perder espacios y sin perder exce:iivamente la el foflado re-
timos 500 años tlo superan los 2000), aconseiamos
cap¿¡cidad rcsistente dc los neruios'
ticular fretite al loriado tradicional de viguetas semi-prefabricadas
y vigas plertras cle clinrensiones mtry modestas, dado que los for-
jados reticulares dotan a las estructuras de mayor rigidez y reS¡S-
terrcia,
Lr)s /()iir{11¡5 r'¡¡tfi{1,¡¡,
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FiE 4 7l F.dificios de gran allLrra co :or ¿cir..-- .¡:r.u:.tres nlr.¡vlliz"¡rrclo el r'[.'ct.o ¡ró'::r,:, , r. !'ii]cro ménsttla cc'¡n pantall¿ls verticaies,
Flér,¡.iorn rAlicante).
En el levante español estamos resoh,re¡rdo l¿: estnrcturas de los J)ue(¡eIlclJJIO.qLrldrsC (lrI :iLll<lClolle5 ctlSlclQciS, ellO IIO OeOe 5[]f)O-
edificios de gran altura con foriados reticul¿res y nricro-pantallas, rler qLre prrcclan reallzarse cle fomra indiscrinrinada y alegrre , sin tc-
teniendo en cuenta el efecto pórtico hasta las l8-20 plantas como ner un c(J5r.t tLoiloillrto. ut)45 pcrOroas oe segtifloao Innecesarras
ténnino medio, aunque en los últimos tienipos estanos tencliendo y u na s clef orn',;i ciones diferidas difícilnrente cua ntif icable.
c¿d¿ vez nrás ¿r n<¡ forz¿rr clit-lro rnt-rr-;.lrtilr¡tc-r: i-.r1 L'\r-a(l(j pltro flor
encima de las l5 plantas, comenzarlrlo a inirociucir pantalias auxi- Algurrr-r! eieinr-rlos gráficos nos ayudarán a cl¿lrificar lo que he-
mos pretencliclo tr¿nsn] ¡tir
liares de entidad creciente a medida quc sc super¿rr l¿s I 5 plarrtas.
Cuando los edificios superan clararrcntc las 20 plantas, solc- Las ent;ril¡.clLlras v ias formas de vc¡lar la ¡:larcii reticr.rlar en cl
mos resolverlos con panl-allas verlicales ut-rifornrcs, clrre a efeclos eclificio dc: la figLrra 4 72, no cabe dr-tcl¿¡s clLle no c()ttstitriyr-'r1 tlr')
e¡emplo brillantc clel diseño estructural, agravado ¡ror el hecho dc:
reales absorben prácticamente la totalidad cle 1os empuics hori-
que estétiCanrenie iOS reS!ltados arquitectónrcos no parecen scr
zontales, haciendo trabajar los pilares a cargas gravltatorias casi nlLlV lfltefeldtlLft
exclusivamente.
. N<¡ querentos acabar este a¡.lart';:cJo dr.ll tcJe sc [1.:¡r.l q.:¡f rccic]t.r las al ,rr,r.,,ui" clr:: l¡, figr-lr¡ 4.73 refleiaLln (:orliunto dc obras clrle
pr.reclen cctnsli:r_lir u|i ¡raracligma ile lo que no debetllos diseñ;ir
y
consiclerables posibilidades quc ofrecen los forjados
reticulares'
constrLlir. Acuclir ;¡l fori.-rclt reticular perra resolvcr exclttsiva¡nente
¿ts-
sin acivcrtir que algunas cle clias, las qr-te tienerl clLle vcr con
sll
bien eslí¡r'r ahí y por titnto pect(-rs neg¿rj\.o5 r,lt: lrts cliscños e--structtlrales, y las cieficierrcias
conlportentc cstructural y rcsisterrtc, si
Los lorlados rctít.ularis
Fig. 4.7ó. Dat'ros lltí¡tilllos err un forlado rctict:l;ir cle (dtlt\'r 24t3 c¡'n
prtxJrrc:iclos ¡x>r el irnpacto del contrapcso dc rna ¡;ni.r clt-'s¡rrendido Fig. 4.7s. Rotura dc un lorjatJo reticular para la introducción dc una
<lesrle rrrr:¡ :¡llr¡r;r <le I 2 rrr- e:c.rlel.r crIr',tl.rtl.r.
Los forjados reticrulares son urros rrra¡¡íficos elementos estrLic- to objcto dcl provccto, de llanlar la atencióu de sus hipotéticos clien-
turalcs t¡rre sirven para casi todo. Sirven para rcsolver LlrI pLlente en tcs; sirven tanririirr f).tra conslruir rina marquesina atirantada en la
r¿mpa quc asciende a un aparcamiento proyertado en el teclto de un entrada de un eciificio clc gran altura destinado a apartarnenlos en
slificio; sirvcn tarlrt¡ién para cubrir eslrctacular e inneces¿lrianrclnte Benidomr y tantb¡én, para ¡rodcr resolver la complcja esquina del edi-
un sirnple lavadero de coclre como el que proyectartlos p¿tra una ga_ ficio dc la figLrra 4.8() ;r cargas gravitatorias; pero lo que no puede
solinera en Elda (Alicante) (Fig.4.79], puesto qrre luego nuestro cliente pedirse es (luc. adenrás, cl forjado de la últinla fi¡¡ura mencic-rnada,
dccidió caprichosarnente colocar unos ceranl¡entos opacos, anulan- se rn¿lntcltg¿r en ¡tit-- sin cl¿irlos, si dcsgraci;rdau.lente se viera solici-
clo la transparenci¿¡ de los cristales previstos en el discrio y el efec- liiclo por una ¿tccitin sísrrric¿r, aunque fuese ésta c1e pequeña enticiad.
l-os lor¡arios rrlitular¿s
'1
i.
:
!l ai
I
" lr4ortnciones intcrnaclonalu: En l98l los mismos aut}res presentan un trabaio similar al anterior,
pero en el que modific.an una serie de parámetros. Mantienen como vana,le
B' Rojiani' en g
de plantas entre 5 q 50 y las luces entre pilares de 6' 8 lQ m'
EI investigador Adang Surahman g el profesor Kamal el número
losa maciza g un for'
1983 pubticaron un trabaio en el que se analizaba la seguridad de una es- Los foriados analizados en esta ocasión son dos: una
en un diseño dado. En el mismo estu' iado re'ticular, ambos calculados con U
sin capitel sobre los pilares' Otro as'
truclura de hormigón armado basada 'ilrrro
q
díaban sistemas istructurales típicos de edificiu de oficinas con cuatro diez se altera es el tipo
oun de aeero, que en esla ocasión no es único, sino
plantas constituidos con pórticos. Realizaban el qilculo r¡ dimensionamien- doble t250 y 4la N/mmrl, siendo e! hormigón de nuevo de una resistencia
to asociado a una probaÚilidad de fallo dada. Finalmenle, consíderaban como caraclerística de 20 N/mm2.
clste del edifkio Ia suma del producido durante la construcción g la debida
el nste mínimo para unl de los sistenas de Los resultados obtenidos son la cuantía de hormigón U acero u superfi-
at fallo det mismo, obteniendo
cie de encofrado en total del edificio en t'unción del número de plantas, luz,
el
ulc ulo g dimensionamiento seguído.
tipo de acero g disposkión tte capitel o ausencia del mismo En la t'igura 5 '2
Singh y Murthg en lgEO realizan un estudio en el que combinan dis- se reprlducen las cuantías de acero para toda la estructura en función del tipo
tintos esquemas estructuralr de \oriado, Qn tres luces diíerentes g número de de acero con foriada de losa, g de la utilización o no de capiteles en el foria-
plantas del edi[icío entre 5 q 5O (variando de 5 en 5). Los citados esquemas do reticular, respeclivamente.
pueden apreciarse en la ligura 5.1 así como las luces de 6, 8 lt l0 m consi-
duadas. Todw los qilculw se realizan con un tip de hormigón q uno de acero En los años 1983 y 1986 Singh g Murthy presenlan trabaios en el
de resistencías características 20 a 410 Nlmm2, respectivamente. mismo campo incluyendo forjados con losas armadas g vigas pretensadas.
Los resultados oblenidos se traducen en cuantías de hormígón, acero q En 1990 Singh presenta un estudio sobre el mísmo esquema estructu-
supelicie de encofrado en losas, vigas, pilaru g total de la estructura. ral l,forjados con losa y vigas descolgadas de hormigón armadol, pero inclu-
yendo el análisis de pttntallas frente al viento g diversos estudios económicos.
I . lnfluencia del tamaño de las vigas en las cuanths U coste de las mis-
mas q de las losas ffiismo esquema estructural U luces de l0 m).
l___-_: Bñ __+ . y
Efecto de la lu: en las cuantías cosLe de los pilares (hormigón C20
I y edificio de 40 plantas).
I tr
ll ll
l! T . lnfluencia del núnuro de plantas (5 a 50lr en las cuantías g costes de
il lt gm
ll
lt las paniallas tnúcleos frente a acciones honzontalesl, con horuígón de
lr tl una reststencia característica de ?0 Nlmm2 g luces de 9 m.
J
I
iiIt , u
T
Mismo an¿ílisis anteriar, pero en un edificio de 45 plantas an hormi'
gón de 20, 25 tt lO Nlmm2 en elementos horizontales, pilares y pan'
I ll
i:-;-:-:li
10m
tallas, respectiv'amente.
rr
it-__r--J
3dlamr
I
A
ll
sctrm B
I Jaafari presenta en 1988 un estudio de costes g análisis del mmporta'
miento de estrLtctLtrüs de edificios en altura. En el mismo estudia cuutro ti'
pos, con 5, 12, 20 g 30 plantas. Considera dos tipos de foriados (uno de
tl
rl ll
rl
ellos con losa de hormigón armado sobre vigas metdlicasl g dos distribucio-
lt ll nes de pilares respectl al núcleo cenlral de rigidización,
lr ll
Tras partir de los rendi¡níentos U producciones parciales q obtener los cos-
[1
llil tespor metr| cuadrado, línaliza con unas recomendaciones sobre el foriado
-ll--
-¡.--: Lr a utilízar en luntrón del tipo de disnibucíón de pilares anteriormente men-
cionado g de ta luz entre los mismos. Para valores superiores a 9
m estima
f- rOm -------i
gchtm! C más adecuado el foriado pretensado.
Partiendo de los cosles del material A pua,ta en obra del hormigón, act-
ro pasivo, acero de pretensar, acero laminado y enufrado, obtienen un cosle
estimado para cada edílicio en mt equivalentes de hormigón por m2 de es-
e tructura. Esle coste se obtíene, de forma independiente, en lunción de la luz,
g el número de plantas, el tipo de estru(,tura y lu cantu de las vigas."
d !i
./
b ,r
N
¡ También hemos encontrado un trabaio brasileño realizado por
¡¡ los ingenieros fugenriro Brito \{onte¡roda Franca, Maria de Fátima
o
:t de fuanjo Mana 1' \faria de Fáti¡'rn Rodigues, que analizan un edi-
x ficio de l0 plantas con 4 1,'anos en una dirección de 6,2O'7'7-6,20
E
U m y tres vanos en la dirección perpendiolar de G7-6 m, uniendo
B a los pilares con','igas de canto. entre los cuales disponían los si-
t güientes foriados,
$$€.t5
- foriado reticular con nervios semi-prefabricados y bloques
OF sTORelS aligenntes de poliecireno (sistema Franca)
- foriado reticular con bloques aligerantes de poliestireno en-
tre el empanillado de I'igas ortogonales
FiE. 5.2. Cantidades de refuerzototal empleado en estructuras con losas - y, finalmente, un fo¡ado reticular sin vigas con bloques ali-
plánas usando baio/alto límite elástico en las losas gerantes de Poliestrreno
de
{ Dicho trabaio fue financiado por una casa de fabricantes
&iú tñ | 30ad
foriados y la Asociación Brasileña de Poliestireno Expandido'
o 4.m
- Trdieda \¡¡directsÉl 27.62 31.A1 8,76 43,91
;2 Trelilad¡BidÉi@l
(Si$mFraE)
22,'19 2326 f3.30 t4,54 lAiO
g
l¡, to Nlerwrada 8¡dr€ridtal
o
I (T¡po GdÍÉia)
a) cornegw de EPS 8,70 n,78 40,t6
,1o,58
4',1.& 4,93
45,34
E b) sem eP¡w de EPS 30.12 31,20 41,E1
H tg
l..lersñda B¡dEitrEl
fido Plano) t4,@
47,@ 48,64
a) corn r€aPt^¿ de EtE
b) srn rea͡w de EPS 47,27 48,95 v26
3Ot3aO¡5!Ot3¡O.5:o
NUI/IBER OF .STOREYS
Tabla 5. I .
Fig. 5.3. Cantidades de refuerzo total empleado en estructuras con foriados
reiiculares usando baio/alto límite elástico en las losas.
Los Ioriados rcticulares i03
Aportncl o nes es4ñolns. Cataluña y el autor del presente trabaio, realizaron en los años 80-
90 aportaciones a la estimación de cuantías en las estructuras
Aroca g Centera publican en 199? un artículo sobre los parámetros y unidireccionales y reticulares, donde la teoría y los resultados rea-
costes en el diseño de estructuras de pisos en hormigón armado En el mismo
les se trataban de amronizar empíricamente.
hac¿n un rerysl de los cnteriw a seguir en su definición para lbtener un mí'
nimo coste de la estructura, analizando cada uno de los elementos estructu- Tampoco deben despreciarse las aportaciones de las casas
rales (t'oriados, vígas q soporlxl g un modulo eslructttral qLte comprende a suministradoras cle fonados, que aunque inevitablemente influen-
todw ellu. ciadas por intereses comerciales, aportan tablas y gráficos del con'
sumo de acero y hormigón que cabe esperar de sus sistemas
subrayan la influencia de las inegularidades de la planta del edificio,
estructurales.
las disrintas luces' la variacíón de la dirección det foriado' los extremos sin
voladizo g las accions ñorizonlales en el cítado coste, concluyertdo que la Ii- Entre todas ellas, merece la pena destacar la contribución tan
mitación de las luces en función de Ia de los canlos lla esbelteil es uno de los importante que realizó la casa de foriados DOMO, ya desapareci-
co ndicion antes de cisivw. da, al conocimiento en España de los foriados reticulares en la
un décacla de los ó0, publicando criterios de cálculo extraídos del
En el mismo año GonzálA-lsabel realiza un estudio económico sobre del
50 plantas, con luces de 6 m y Código-ACI, y tab)as sobre los consumos de acero en función
modelo estructural de un edilrcio teórico de
y
cantó la luz cuadrática media de sus foriados reticulares'
armado
forjado nnstituido por una tosa de hormigón
Más recientemente, las casas IN y ENCOINTER también
han
Fslablece una comparación entre las cuantías y los costes
modificando
espera-
a t¡w ae hormigón de'los elem/Jntos estructurales verticales. Cottsidera hor- publicado trabajos aportando estudios sobre las cuantías
miigion* de 25ó, ó00 y 800 Y'plcm2 de resistencia característka' así coml Ll", los foriados de casetones recuperables' considerando
la"existencia o ausenciá de pantallas eontra
yiento. Obtiene también el it't- como"n
parámetros básicos la luz, el canto y la carga'
crelÁenn de superlicie utiliz:able a! aumentar aquél
ta utlidad de los hormi'
sobre el es-
En gcneral )'como resumen del panorama actual
en lunportes. puede
arte en la estimación del coste de las estructuras'
qones
tado cte.l
publica tm trabttio ert el que esta-
También en el ano 1993, H' Cones decirse que:
httrntigotltts de los
blece una comparación enlre estructuras proaectadas con
tipos n'175 g H'250. Analizando la influencia de antbos lionniqones etr a)Existenestudiosteóricossobremodelosestructuralesrela.
cualitativamente
que la matlor se prodLt¡.e en lls elemen' tivamente simples, que permiten discernir
tis estados límites últimos condulJe parámetros básicos en el coste estructu-
nrcnls (n los sonetidos a ten- la influencia cJe los
ior-soÁ,et¡du a esfuenw de flexión compuesta' sobre lo que resulta
líntites de stn'ttío ¡¿l s5tablec", unu
,¡ e"ala de valores
iiiin e inapreciable en
tongrnriotes los estadas
tnejor I' peor, pero sin llegar a concretar un modelo o siste-
obietiva y rea'
Posteiormmteestudialainfluenciaentrespr¡tteüoslÍpicos:Lmapar- ma operativo que conduzca a una estimación
en una
plr un l0ril1d0 retkular' un lista de los consumos de materiales esperados
,oi¡rli ,o,n estructura horízontal constttuida en una estructura real resuel'
etlificio de oficinas ron to
cott
solución q' fínalmenle' otro de viviendas estrLictLlril real y nrucho menos
^i'-o fori¿rdo= l.*ri.ul"es' l'a tesis doctoral
de lesús Gómez'
t-as anctusiones sotl ¿lLte el hornisórt tl-250' ta con
;;;;;;"; iiiá'n "i¡a¡t*ional'
.aa,^asaedisponerdeunasmejorescotldicionestleduraÚilida¿l,pernúleop- de vigas planas'
declicada a las estructuras unidireccionales
sup1ne una emblemático de lo dicho'
timizar las escuadrías de los pilares u foiados bidiretcionales, LJ
puede considerarse un exponente
a¡siÁ¡nur¡¿n moderada de Ia cuantía de acero frente 6 esftter:os de flttxión e
haciencloitltervenirensusmodelossimplificados:elnúme-
materiales'
ímportante frente a los de flexocompresión ' ro cle plantas, luces, cantos y calidades de
por las ca-
b) Por otra pafte, existen tablas y gráficos facilitados
por lesús Górrrez' habría que aportan las cuantías
A las aportaciorres españolas citadas s¿¡s cotrrerciales, sin documcntar'
por I' losé Moragttes' que suministran' basadas
que unuO,itambién la tesis doctoral
realizada ,la u.a,o espcradas en los forjaclos se
cuyos resultados
precios en base a valores v pa- en criterios generalmente desconocidos'
ü;;;"" plantear funciones de y dado que res-
sesgados'
que se van-modificando' hasta encuentran bastante incompletos
rámetros de diseño estructurales y.formales ideales para
que minimizan las funciones de c'ostes ponclen a situaciones geométricas
i;;ü";;¿" de aquellos
óeiemplo de lo.expuesto en el cua-
planteadas.
iü pro¿u.tot v¿att
dudosa' elaborado por la casa
dro ad¡unto, ¿t uullátt harto de placas
bajo la su sistema reticular
cle Santander' Nelson Tuesta ffnCn' corlrparando
Err la Escuela de Caminos del arrálisis y
comercial
re¡rlizaclo trn cstr'¡clio siitl vigas tot unicJireccionales tradicionales
dirccción cle Luis V¡¡fega"' h" 'ü"rnas elmeior trabaio realizado y
sobre modelos previos " Cpt'
cuantías de estructura' un¡áit"ttionales (Fig. 5,4). Dentro O"
"ti" c"uantíus de acero y hormigón que
fiiados, analizándolot ;; ücñ:' 9: ::9:l'd"' comerciares
documentado
'oüálát reticulares de bañeras recupe-
elaborada por lesús Cómez'
tl tesis cabe esperar en los foriados
(CÍPECAD), en id¿ntica lineJ a
por la casa española de encofrados
modesta' rables. *s et puUtrcado
teóricamente tal vez más
En otra escala de valores' en "1N".
muv interesantes' I'Nl' Genesca
prácticos
o.r;';;;;i"d"t
Los foriados reticulares
Fig. 5.4. Estudio comparativo sobre forjados re¿lizados ¡rcr la c.rs.'i coner-r¿ rl¿ :cr'ados :'eticr¡lare; FERCA.
5.3. Trabajos previos y determinación de lizar cuatro grL¡pc)s ciiferentcs dc plantas y obtener'V¡" ir "C¡" para
circ.l;l rln¿ rlt: l,-rs ¡rlarrras represelttativas.
los parámetros que interuienen en la
estimación de los consumos de acero y Una vez terlqantos dichos valores, el cálculo final es inmediato:
S'V + Volumcn total de honnigón consunrido Con r-rn ¡:rcrco cic- práctica, t)astará analizar la planta nrás
repre-
S'C Peso total de acero colocado en la estructu¡ra -
senLül"iv¿r clel eciificio sin necesidad de tcncrlas quc analizar
todas,
= para que f:uedan obtenerse unos valores de los consunlos de ma-
Y si el precio por m2 es de Fm Errros/nr:. tendrcnros fin¡llmen- teriales sufjcicntcmcntc válidcls y rcprcscntativos dcl conjunto del
te que el coste total estimado de la estructur¿ supuesta en r'rues- edificio, La experierrcia err eslas tareas iuega un papel prunordial.
tro análisis será:
C = S'Pm Euros Ve¿imos ¡rhr-rr¿r k¡s traba jos previos que es necesario rcalizar elr
c¡r re se irrr.tlic:c antcs dc poder pasar a la determinaciórt
cac.la ¡11;rrrt;r
pueJrto que la valoració¡r rcal tlc las cstruclurds cn cl llrcrct:rclo es-
cle lcls rnal-eriale-. cNre se cc)nsurtter"r en ell¿rs.
piiirol se re¿¡liz¿¡ ¿¡sí y n<-r de oLr¿t rn¿rner¿t.
l0ó Los loriados reliularcs
L,,r =
r13: Número de pilares de mediarrería o borcle, ccln foriado ert Altrrr¡lhri!:r | 2ó 27 2¿r 29 30
Para clisponer clel peso a¡rroximacltl dc- las piezas inclividu¿rles 5.4. Consumos de hormigón en las placas
que coflstituyen el casetón total, b¿sta dividir los Valores dc la L¿i- reticulares
bla por el número de piczas que se estirne posee'
Así. cl c¡setón cle canto 24 cfi¡. si está fortnado I-r<)r ó r-rtrid¿r- Las estim¿iciolres est;lclístic:;is dc obras reales cclnducen en
¿r L¡nas si-r¡rerficies macizaclas dentro cle las
placas que
clcs, l¿¡s p¡ezas pcsan ló Kpcl 159 \; :i 5L'forllla con 4 ttnid¿¡cJes' general,
oscilan erttre Lln 20 y un 30 de la supcrficie total. Por consiguien-
o/o
las piezas pesan 24 Kp o 239 N V si, finalmentc, lo configurarnos
tcr, para cáiculos rápiclos poclemos supoller ttn75"/o de
zona ali-
con 3 piezas, éstas Pesan 32,5 KP o 319 \ el
g.r.rc{., \'Lrrr 25'r, cle zona rnacizacla y, a partir clc ellc-¡' evaluar
Los casetones t:olnprcll<licl(ls cilile l: ., l7 (:nl 5c)ll los lrt'Í5 .jorlru,rt.- cJe lr¡rt'igtirr c1r-te lle:va consigo una cJctermillada plarrra
!t I rc.C UenternCttte en las cstl'Liclii ra
S;¡cjcts { cs p.rtiO la s. reticr-rl¡ r.
Y corlo infonlración complementaria i¿¡rl:bién clcberlros cono- L;r rrr;i¡'otí;r cle l¿rs casas cornerciales suminislran la inform¿rción
cer el volumen del espacio que ocupan las distintas bañcras recr't- cle sus consuntos (lc hr:rmigón basándosc en la hipótcsis anterior'
perables con presencia habitual en el nlerc.ido es¡rañol de los
fori¿rdos reticularcs con nt:rvios dc base cie I2 cm' Operanclo c()rr esta filosofía se t¡el'le:
previa-
133,8 t0 I J38r
si obrri.lnios la cst¡clística y ol)eramos con los datos
más
I ¡lol.t ) ) merrte oblcrriclos, ¡ruecle oblenerse un desglose de superficies
, L-
pre( ISO !' L()rl)LrlcLo
Y el t:spesor cie las losas de escaleras habitualnlente cnr¡rlea- la su¡rerficie oct.t¡r;tda por los ábacos seria:
clas en los edificios se rccoge en la labl¿ sig'uientc'
S.¡- = (0,1ó,n, +0,12'n2 +0,0ti'n3 +0,04'no)'Li,'
5, =o'35'(t-u +t'' )
kr sttperficie ;rligeratlar clcstirrada ¿l trervios y caselones sc ob-
lienc cle fornta innrecliat¿t [)or:
Tabla 5.4
S,¡, =S¿¡1 *S¿
Nl
\-
*cl
l\¡ -- ^
Consiclerando que cl volumen desaloiado por el t:aseLótl cle ali- 5.5. Tablas de consumos de hormigón y
geramiento elegido vale V¿ sumamentc fácil cle calcular si se tra- pesos aproximados en los foriados
ta de casetones perdi.dos considerándolos ¡:aralelepi- habituales
pódicos (0,70 ' 0,70 h m3) o clircct.rmentc obtenitlo dc l¿r t¿rtrla 5 3
si es de bañeras recuperables, el c¡í¡lculo de los VolÚnrertes rt:sul-
ta inmediato. t)artier¡cio clc ia lti¡:ótt-sis comúnmenle aceptacla de que las
zonas maciz.¿rcl¡is clc trn fclriado rcticular oscilan en torno al 25o/",
Volumen de hormigón en escaleras, V. = S. 'h. rcsulta el¿borar unas tablas de constlmos de hornrigón
posiL'rle:
suficientententc válicJ¿s p.lra toclos los cálculos necesarios, tenien-
Volunlen de hormigón en ábacos: %tr = S"¡ 'H
clo prcsen:es los increnrentos construcL¡vos en torno al 5o/"y la
Volumen de horrnigón cn zunchos: V, = Sr 'H ¡rreser,cia cic r,:c¡ler.:s lrabla: 5 5 y 5.61.
VP=Vt+V'1b+V'+V"
la aplicación
litros de hormigón que se obtiener'r mediante
L,os
sufrirán rrtr in- T.rbla 5.5
de los criterios expuesios, casi con total segr-rritlad
foriado real Estinlar utr 1'ló aclicional ¡ll
cremento al construirse el
teóricamente restllt"r práctic;rnrente olrli-
aonru*o que se obtenga
gado.
cl nrcttciort¡clo itrcrctrtcrr-
Las causas principales t¡ue lustifican
inaclccuaclos cler nen'ios 1' ali-
to, vienen derivadas cle reita''tcos
de los bloqttes
gerami"ntos, así como de las roturas incontrolad¡ls
qt]e p¿ls¡r1 ¡ ¡g]]g¡1¿rSC
aligerantes sean cstos dcl tipo clue sean,
el orrsu r rro clt-' li-
increnrenta nclo c
innecesariamente de hormigón
tros de hormigón en la Planta'
obligado en la actualiciad
En lcls foriacios rctict¡lares resulta
clos tip<ls de pesos di-
,rnr r..tivc)s .ie ,,.ilcuto, !iti'o*t al menos
¿-" rn protu v el peso de
la zona aligerada'
ff:ltli:"-lilt,t;''-,1.
de los pórticos virtuales'
Si sc errrplea el rrrétoclo clc cálculo
l¿¡s nontras del munclo inspira-
rrraytlritariirtr-rerrte corrsi;ei"Áo "n conserv¿rdc¡-
clas en cl cócrigo ,n',"na.rro ÁCti ta, pucde opc-r¿*se
Los loriados reticulares
El cálculo de los pesos de las zonas macizadas pucdc dcter- 20+ 3,78 20+3 312 3,06
mi¡rarlo ci programa dc ordenador sin problentas, f0+ 4 4t::,1 4.0l 20+4 336 3,30
Oucremos también llalnar la atención sobre la ¡ratología histó- 2C)+5 ¡:: A 1^
2.0-t 5 36Q ? 5?
rica que existía en la edificación española, a ia que no hemos sido 2l+? i92
4t )t,)
¿t f ) 32i ? tq
totalmente ajcnos, de minusvalorar los pesos reales cle las cstruc- 1I LA
turas conscicnte o inconscie¡tter¡lente.
4.ll¡ 2l+4 34e
?l+5 44rq 4.40 lt+5 1/1 3.66
Tratarernos cle subsanar algunos errores cxistentes del pasa-
)?+? tl É: 4, OS 22+3 336
do proponiendo nuevas tablas de pesos más ajustaclas a la reali- 3,?0
,1'!1
dad, aunque sin olvidar que los pesos auténticos dc las placas 22+4 3ó0 3.53
ret¡culares sólo pueden deducirse con prec¡siórr desprrés clc ha- / qa
')1L< 384 3,77
ber elaborado los planos de replanteos de nervios y casetones (ta-
2i+ A '14
)3+ 3 348 3,41
blas 5.7 a 5.8).
7?+ 4 372 '-1,tt5
/C 411 ,r.) q
2? 1-i ' ?96 3.8ó
24+'i 24.F 3 ) )Y ),)l
35+10
)9+3 t5 29+ 3 407 4.00
35+t0 760 7,46 ó1.4 ó,03
40+j t78 aA7 29t4 :s 29+4 4tI A 1.J
40+5 738 7,24
: il
29+) 29+5 455 4,46
4Q+7,5 798 7,83 4a+7.i 6,26
ÁR5
30+3 j.t) It 30+ 3 4t7 4.09
40+10 858 8.42 40+10 69S
'lQ+4 4i
30+4 44) +, _a -)
Dado que tienen una cierta pcnetrac¡ón en cl nlercado lcls ca- Conscicntes tambión cle la enorme importancia que t¡ene una
setones aligerantes de peso despreciable, talcs conlo los dc cvah.rar:iót' lo nrás prec¡sa posible de los pesos cstructurales y tra-
poliestireno expancJido, también consideranios de interés aportar tando de ¿iiust.irsc- a la realidacl lo máximo posible, la Associació
los pesos aproximados de los forlados reticulart:s resueltos con de Consultors d'Estructures, con sede en Barcelona, public.t en su
estas tipologías dc casetones perdidos (tablas 5 I I v 5.1 2). trolctir Qr¿¡dc¡r¡-s d'r'slnri lLr¡rs rlc troviembre de 1999 cl traba jo de r-rn
nriernbro clcst¿caicl cie l¿¡ t¡risr'11.1, el ¡rrofcsor Robert Brufau titula-
do "P¿s pri¡:i iirlr s¡sl¡¿,s loric¡rs /laúituals a Ia cottslrutitf'(trad., "l)cso
¡rropio de ios forjadc¡: trabituales en la construcción").
--':'.
-i '
r/r- i"'¡'rigrit'r Utrldacle:; tie casetól dc itottrrigón
l¡11lcl ). l r (- -rir r -ro ! '
Tabl¡ i. l4
Tabla 1.13
Los Ioriados nltt.ulares
. En las obras nonnales cie vivierda' el corlsunro clt.' acero cuyas grírficas st' atljutrt;rrt a continuaciólr'
esperado cn ábacos oscila en torno a los 2 Kp'nr' ó 20 N/m:'
re-
presentando una cuantía sobre el total alredecior cle un I 596 Para ,:'J¡ir L!iira4{ Ce lvt¡( i¡6
N'rrn puecierr cle' ñ 10rÉús de iatro 15
oirras de mayor envcrgadura, los 2 Kp/nt'ó 20
los ó 5 Kpinrr Ó 30 ó 50 Nitrt', aunrcn-
varsea valoresen tomo a 3
presencia de
tando los montaies cle los ábacos debiclo a la
esfuerzcrs rrlaYorcs.
los ó m.
por' ¡)61
La cuantía de acero en zunchos por nlr vendría dacla
-*r,"::""*",.1:
.-
a,a : P, Fie,5.9
I,
úts forjados ret¡illares
t
*4p 'il.tr II
z55A
+ ft
¡5
t-T*t-T-[;.. JJ-,U
-l-J t-tl
--:-:=-1^ ---
----6-
f1:=-=S==;;,.
: l¿5ll I
+t
+-
De ieual forma a como hemos hecho con los zunchos y vigas Fig.5.23
de borde, es necesario afectar el resultado obtenido para Cn con
un factor de diseño F'n que refleia la regularidad o inegularidad de
cuantb 6dmda denqtlos
la placa- - s forladoe dc cánF 27
Fig, ,.24
Tabla 5.22
Cuontfü Étlmda da nwls
ñ ¡eriad€ de€nto 30
Plantas rcErula¡es: Modulación dc luces y pilares ¡:réxirnos a la
modulación idealya explicada; es decir, que no tengan luces des- 20
y r 0,1 799x? + o,237rx + 0,593t
I6
compensadas, los pilares estén dispuestos en cuadrículas y no
tó
existan vuelos que superen los 1,5 m.
t¿
-
Plantes lnc¡ula¡es: Aquellos foriados que presenten alguna luz ár¿
descompensada, vuelos excesivos y una alineación irregular entre ;ro
r¿
pilares. !s
ó
Plantas muy lretularcs: Forjados con luces muy descompen-
4
sadas, muy mala alineación en los pilares y vuelos muy elevados,
Una vez que se obtiene Fn, el resultado final en nervios scrá: 0
34r67
- Lm
Gn(final)= Gn .Fn L- x Luz cuad¡ádca ñ€dia {rnl)
10.3. Estado Límite de Deformación según . Flecha activa respecto a un elemento dañable: Es
aquella f lecha que se produce en una determinada pieza o
la EHE zona cle l¿¡ estructura, a partir del i¡rstante que se construye
el elemento que puede experimentar daños por dicha flecha.
.
El Estado Límite de Deformación se s¿tisfacc si los Su valor es igual a la flecha total menos la flecha que se haya
movimientos (flechas y giros) en la estructura o elementos producido hasta el ¡nstantc cn el que se ha construido el ele-
estructurales son menores que unos valorcs límite fijados como
mento susccptible de suf rir daños.
máximos.
que realizarse siempre que las def<¡rmaciones puedan ocasionar cisas que rcsulten de cc¡ndiciones particrrlares (vaga pretcnsión,
puesto que naclie se siente capacitado y con frrerzas para definir-
la puesta fuera de servicio de la construcción por razones
lasl. sc pucde establecer como valor límite para la flccha total, en
funcionales, estéticas u otras.
términos relativos a la lc.rngitud del elemento que se conrprueba,
. El estudio de las defc¡rmaciones debe realizarse para las el siguiente:
condiciones cle servicio que correspondan, en función del
problema a tratar. Para los edificios convencionales calcular las
flecha total <
flechas con un 50% de la sobrecarga de uso y los locales f,o
comerciales y de reunión con un 70Y" de dicha sobrccarga, pucdc
Ya falta de criterios más frrecisos para cada caso particula¡ tra-
considerarse razonable y conservador.
tando de evitar la fisuración dc las tabiquerías, se prrede definir
. La deformación total producida en un elemento de hormigón como valor límite para la flecha act¡va, en términos relativos a la
es suma de diferentes deformaciones parciales que se producen longn¡d del elemento quc sc comprueba, el valor V400. En todo
a lo largo del tiempo por efccto dc las cargas que se introducen, caso, los datos existentes en la bibliografía, obtenidos de casos
de la fluencia y de la retracción del hormigón. rcales de patologí,a, indican que, para evitar problemas de fisura-
ción en tabiqucs, la flccha activa no debe ser superior a I cm
Los cuatro puntos que establece la norma, si bien
filosóficamente están suficientemente claros, la ambiguedad de su flecha acliva ( -L
aplicación práctica resulta sorprendente: iDónde se encuentran 400
fiiados los límites de las deformaciones? óOué pr<.ryec[ista cotroce
con prccisión el límite a partir del cual puede haber claños en las flecha activa < 10 mm
tabiquerías u otros elementos?
En casos extremos, siguc añadicndo la Norma en sus comen-
La respuesta de la Norma en sus comentarios de que resulta tarios, para disminuir la flecha activa que suele afectar a la fisura-
difícil establecer unos valores lírnite gerrerales y c¡ue, por tanto, ción de tai;ic¡ues, el ¡rroyectista puede exigir quc sc llcvc a cabo
éstos deben defin¡rse en cada caso según las características un proceso constructivo c¡r:e minimice esta flecha.
particulares correspondientes de las obras, obüamente conslituye
Cabrí¿ redactar el último pánafo de forma más amplia y expre-
la típica respuesta política cuando se sabe que,
sarlo así: ante las dificultades que conlleva precisar la prclblerná-
- Rcsulta imposible calcular el valor de las deformaciones, t¡ca de las flechas, el proyectista cstablecerá una estrategia de
siendo optimista, con una precisión de un + 30%. coniunto tanto en el Proyecto como durante la construcción, que
rcduzca la problemática de las cieformaciones a unos límites razo-
- Los límites de las deformaciones que nos producen nablcs -ncionados por la experiencia y el sentido común, dado
daños, al depender de un número de variables que las limitaciones establecidas no garanL¡zan la estabilidad de
irrrpusibles de precisar, rcsultan igualmente muy las tabiquerías cn modo alguno. Para demostrar el hecho antenor,
difíciles de establecer. basta consr.rltar los trabaios de Pfeffcrman, donde se constata de
acuerdo a 28 ensayos de labc¡ra[orios en tamaño real, que defor-
Para salir del paso de forma elegante, la Norma Española nos macioncs entre U800 y t 14000 ya producen fisuración en las ta-
define, una vez más en sus comentarios: biquerías; cn delirritiva, una constatación desalentadora.
. Flecha total a plazo lnñnlto: Es la flecha que cstá forma- Cabc decir que err el presente, y salvo que los iueces establez'
da por la flecha instantánea producida por todas las cargas, can una ¡urisprr-ldencia diferente, la opinión nlás extendida entrc
más la flecha diferida producida por las cargas permanerlles los experl-os a raíz del nacimiento de Ia ley de Ordenación dc la
y las cuasipermanentes 150'70yo de la sobrecarga dc uso) a Edificación (LOE-2O0Or. es la de que los daños que se ¡rroduzcan
partir de su actuación. en las tabiquerí¿s si se o,..¡mplen las especificaciones de la EHE, no
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f = la. -;
200
con d en mnt
didas, sicmprc que nos movamos en el milndo de los forlados
d planos.
N,
o..l =
d A- 0'87-l'18 =-?6u/,,
3h t2t
tv =0,12ó'€,
en MPa
[, = o,l o ' f.t = o,l o ',,4i = o' ó2 MPa
en la edi-
En el caso dc los foriados habitt¡alnrente.empleados
mrn' la ex' de:
ficación, donde d se mueve en
el erltorno de los 250 la minusvaloración hubiese sido
en 3l sin que ello
presión l2l puede ser si;;lificada y corrvertirse
f
[" = o.2a'l [i
t3l
en MPa
2i0 t.os /orl(¡dos rdli(¡li,lrcs
t, =
, cill
la minusvaloración cs de: (j*
Nada original cabe :rportar cn esLe purlto :;rh'o tr.¡trscribir or- DiClro de {.)':r¿1 :lralrcr¿.i rllás scncilla, el coftanLe existc t-'n rrues-
denadamente las formulaciones que sobre la distribtrciÓn e]ásti- tras piez¿rSrtitfuCtl-lriJles porqLic existen nromentos fleCtores r¡tte
ca-lineal de tcnsiones tangencialL's etl sccc:ic¡nes trlocietlrc-r: v.rrí;il-r ¿r 1tt largc-, dt: l¿rs rllisn¡as. Una viga clue llo tenga flectores no
encotltrar en cualquier ttlatrual que tratc eslos tr-llr;ls terrclrá cctrtante \, sj l.ielre r.tna f lexión pura collstante, tanrp()co'
Consideremos la rebanada elemental de una piez'r cic lrr'lcl €5- L)t-'aqui, cl,.tc jr¡iialllo; clictro cn cl irp.trtacltl atlterior' que sólo
tructur¿t que SC encuentra ett eqtrilibriO. TOnrarrClO ¡1i¡1¡119¡1lQ$ rCS' cles¡.rreci;.rncl,-r los trfccLOs clt-- flexión cn algtttros elenicntos, poclre-
pecto dcl punto 0 resL¡lta, r-llos cc-rrrSjrler¿1r q!:\:r 5L- ellcl.ler'\tran sc¡ttlctidos ¡t urt efecto cic: cor-
t¡11t(. r)rrrc)
dx
M+V.dx-p.clx 2
-lvl-dNl=0
Fig. t3.4. Sc.CCión tr;ilrSvCrSal la). Rc.l¡Arracl¡s clcrrlCnt¡ er; tirt ' ,Cl Cle ei;¡:e:,Ot Clx
I ,)j l0ridd0s rrfuctt/rlrls 23t
¡Y)
Jr'", b(yl'dy+r, 'Lrtyt'dx -
{i-
z
0y=M'v , d\l'r,
Y dor.=
E----1
I I
IJ
| *r" I
Recmplazando y sinrplificando en la cxpresión anterior, obte- =l ="r= Ju"
nemos:
-r;;-
btvr'dt'
r,,.b(v).d* = ft'dM'Y
Jv
Fi¡:. c9.5 Tc:rsiones rasantes - Tensiones langenciales,
I
u=
1' y que J" urvr'y.cly = \1"ryr R
R1
las tensiones tangenciales medias al nivel tyt c1e la sección pueden
scr obtenidas por la conocida fórnrula de la Resistc.ncia cle lr4ate-
riales para materiales homogóneos y elásticos quc tcrlgall ul'l corn-
v'Mü(Y)
R,'' =
portamiento lineal, expresada por:
M' Meror
= Y lJ' bry¡.y.dy -
<I, =
M'Y
tz
V.M,,{v)
.rr --lr.b(yl
R'nax-
| --vz
-u'Mc(ol
ol lcompresron)= o""?)
+ +T;y
El esfuerzo rasante máximo por uniclacl de lclrrgitLrcl vierre Tensi rrnes ¡rri n c:i pa lc.s ,i ;
pues, dado por la sencilla fórmula' en la zcrrü coniprimicla
O¡¡
o"o3; *ai,
{traccion}=-- O
Rmax = ,,olfflll?,.", cloncle se ha clcs¡'lreci.rclo o' Iior ser muy ¡'lequena.
It)- V.M^{0) v
Í.b(o) -z.btol tanp20=
2r_.,
"ox
Los /orlados r¡l¡ru1,trls
L¿resistenciadecliseñodelhormigónacoftantef*escasi
incht-verrdo las secciones en diviclida por el coefi-
En secciones de tipo rectangular, icléntica a l.r resjstcncia a tracción
tensiórt coftantL' tlráxima al ni- cn la Leoría clásica del
cloble T con nervios .iur,un*t]fo cicnre cie segrriclarcl 3, traclicion¿rl
que ticne utr valor:
velde la fibra neutra ya sabemos Irorttigcin ¿nll.lclo.
V qr-re aplicanlo:9 11 t nlcdia
ro: i.bi El co.--ficierrte cle rrrayoración
ense:niciop¿lraol)erarerlroturil(Yf:l'5ól'ó)coinci-
que mul-
siendo, ;; .;;] clt c,reficieutc 1,5 por el que tclrclríatrros
ri¡rlicar l¿i n'iisma ¡ro,. oüt"n"r la r¡ = fnrax €i la fibra
bo - b {0) (Y :0)
secció¡r n lecii¿t
zt flra^) mecánic:o de l¿¡
f
, i
a t::iecros prácticos' l¿ cotr- :; I r;e¡rar;ci'in cntre l)arras): o' =
Dos son las ri:zorres quel itrstific;ltr' > 7=
rectitngrllarcs:
ctusion atrterior etr las sccciones
Los lorjutlos reliculures
\/ _ Ai
.6s .Z
_ 2 .A¡ .o. .z
Yf V=V,i + " =,^&-
T,l
s¡ s bo.z
Vs=0,42.Al,l4-.n>v
. Veanlos qué sucede si cn vez cJe disponer barras inclinadas,
com() en ¡:rincipio parecc más lógico y razonable, disponcmos es-
tribos verticales por razones de facilidad constructiva y por posi-
Ytambién, siopcramos con el canto útil: bles alternancias de csfucrzos.
z=0.85h*0,9d E5T9.t'go
o,=L! 1n-r¡
ls
Dichas fórmulas podríamos pasarlas a una situación actLlal sin Paradójicanente, podcmos imaginar el caso de una üga forma-
más que prescindir de todos los coeficientes tradicionáles intro- da por Lln conjunto de tablones iguales y situados unos encima
ducidos, operando con los paráttreLros usLrales qtle se indican etr de otros. Scan trcs los tablotres. Si aplicamos al coniunto una car-
la EHE: ga vertical, los tablones, si son independiente entre sí, flectarán
como sc vc cn la Fig. 8.12.
\
Lrrr /L)/1,¡¡tas r¿ l Ia I t Iú Í¿ -i 2',t1
.\ ,\:,.¡ :';:-:¡',ürs¡l cle las b¿rrras c¡lte conttguratt rtll estribo etl 5[t plano
Sin embargo. si los tablones estllvicran ¡)erfect¿rnlerlLe encolaclos
Llnos (:on otros, no se producirí¿ln esos dc'tliz¿n'lielltos: cacla uno t:, = S r']
transm¡tiría al irrfc.rior el esfilerzo horizont;¡l () r¿isat-lte qr.te rrcls ha
scrvido ¿¡nteriermente de base ¡ ara dc'ducir la c.iislribt¡ción cle l¡rs
tcnsiones tangcnciales t. Si los dcsliz¿irrrientos rro se producen, la
acci<in del clavo que los alraviesa cs totirlnenle ¡:asit a,
Los estribos sólo entran ct't acción cuanclo :c- ir.a ¡lroc|_rciclo ur)á
fisura como la indicada cn la Fig. B.I 3 tA. Páezl L¡ tensitin clc tracción ¡reryrerrdicular a la grieta ya sabemos que
v.lle tl1i - T,i i.si el estribo estuvicse inclinado en su dirección,
detrería ¿ilrsLrrbt-'r L.rn;i lr¿¡cción igual a:
CRETA DE CORTANTE
Y por consiguiente, el cortante que rcsisten los estribos (Vr) si 16 sr.r¡.lerase Ia rcsistencia a tracción del hormigón, necesi-
con z = 0'9 d es: taríamos colocar clrmadLlras ya fueran barras inclinadas a 45o o
estribos verlicales.
0,9 Ai.os.9
u- _
5
F
Estribos Verticales (o = 90o)
Y con o. - l! en teoría clásica resulta finalmente
'2
A¡ 'fr¡ 'd
o' V = 0,45 cofl y. = 2
fórmula quc coincide plenamente con la obtenida para las arnia- Ai, Áre.¡ rr'.rnsvers.rl ckr l.¡s ¿rr¡rachrras <lc cosicl<-r (Ai : n . A¡) ciispues-
duras dispuestas a 45o si se acepta el criterio de A. Pácz dc pc- tas en seccianes separadas entre sí una distanci¡ s.
nalizarlas un 70olo por su dudosa eficacia constructiva.
siendo, Ai, Ñca toial cle -as b.irr.rs jnclinadas en cada secciórt, separadas cntrc
si ur.i Llist¿r rci.i :i.
V; Cortantc de servicio
z : 0,85 tr = 0,9 <l (secciones sobrec.linrensionadas cn calltc)l
z = 0,E h = 0,E5 d (secciones de canro rcducicro, vigas pLa*rs) ,,rf,-::oJ.;:t,:::.;::* H:':;;1t:t:JjJ::::;:: il:i:i;
combinación pésima V¿, se calcularía:
c
tk! *-" necesarias cclrtante: \/
Si 'u <-
-' ¡n no son
,"'- "-!!Jsrrs las armaduras dct
to =
'
Tc o,,l ,
NOTAr Si operamos c()tl vigas de canto reduciclo r"'ig¡:; plarras. 9om()s pal:
tidarios cle reducir cl factor 0,45 a 0,42, dado quc cl lrrazo mecútrico z es
nrcnor que el sttpl¡csto habitualtrrerrte en las clc<il¡c:cioneg tcxiric:as cle las
fórmulas,
Con estas fcinnulas puede saberse el cortante que atrsorben urlas armil'
clrrras previatttente colocadas, o bien calcular dichas ¿rmaduras dado un
cortante.
En todo el proceso expuesto, téngase presentc que' trna vez c¡rre se de"
cide colocar armaduras, no se ticne en cuetlta en nrngún mottlcrtto la
cont.ribución r(lsistente dcll hornrigón rente .rl cc)rt¿!1te
f
L0r /{)ri ¿¡d(rs r¿liru/r¡r¿S
siendo. i.." < .100 \tP.r En ia ¡:ráctica clásica cle los inicios del hormigón, las l>arras
A,r .f.,r
vu longitr-rclinales de f lexirin se ancl¡:ban levantándose a 45''', con lo
' s'bo cu¿rl el problcnra .!rltcrior quedaba amplianrertLe cc;rnpensado y,
aunque rro se hicier¿l ¿sí, l¿ls barras longitudinales casi siempre t¡e-
nen, por reclclntjeos en su elección, exccsos suficientes para cu-
brir estos olvidos sin consecr¡encias importantes.
8.4. Estribos verticales o barras incllnadas Nest)trt)i f)r115cr)1o5 c¡uc cl rrrccanisrno de equilibrio que exi-
gen los estribos ¡rar:r resislir las traccioncs cortantes iustifica el
a 45o¿ elección colocar ban'as longitudinalcs cn las caras de las secciones de can-
Lo elev¿rclo p¿rr¿r que no cxjstan scparaciotres entre las rrrismas su-
El planteamiento conceptual y analítico re¿rliz¿do err el punLcr periores a los 30 cnr, tal y como preconizan las Normas del
anterior puede servirnos para plantear la discusión en la elecciórr hclmrigón a'n.ldo.
dc barras inclinadas a 45'1 o estr¡bos vertic¿ler (uancl(r drl ¿irm;¡r
a coftante y punzonarniento se trata. Secciones de canto nrayor o igual a los 40 cm deberían lle-
virr longilr-rclirr¡lmentc: al nrcnos 2Q8 interrneclios, uno en cada la-
Esta discusión, que cualquier proyectista podrí.i sugerir en sus teral, para est.rL'rlecer el rnecanisrlo resistentc dc los estrÍbos al
diseños, carecc actualmcnte de sentido ya qlle. salvo c¿rsos espe- (orl¿rnte, que neces¿lriamentc rcqu¡crc la prcscncia de dichas ar-
ciales, toda la industria de la construcción se ha irrclin¿¡cio rotun- trlacluri¡s lc:r.r¡;ilLrclinalrrrenLe, cliluyencio los equilibrios de l¿s fuer-
damente por las banas verticales con gcometrías dir,'ersas y, en su zas en varios ¡rLrntcrs vertic¿lrllente, sin dejarlos cxclusivamcnte
inmcnsa mayoría, en forma de estribos por su sinr¡'lliciclad cons- en la zona cloncle se concentran las armaduras de flexión en las
tructiva. nter)ctona0¿rs secc¡ones.
Los loriados r¿li(ul(¡/cs
c+¿ c. l, ,.
" \1. tOl - \-- ]VI
7.
t't +áí .
Y fror t¿rilcr. l¿i ir-rerz¡ r¿rs¿trite y la terrsión [:trrgerrcial niílxinla
valon
'
Tnrax
7 z.br0l
(T.
FJx-¡t¿-
Fig 8 l5 Sccción [iSurada con relaci<irr iincal entre:er]siL\nc! \'ciet¡rrrr¿ci¡ttes.
La posiciórr de la tibra rreutra de I¿t secc itit¡ l.r f ijamt-rs igLr.rl.ln- \ sec.iax
rEcrAn6u LAR
do el momento estático dcl área comprinrida ;rl cle la arnlaclur¡l clc
tracción, honrogeneizándola por el factor = Esi F-, Dicho f¿¡ctor
n
\
n es variable en el tiempo cotr la naturaleza clc las ( ¿rgas' dtrtlcl clr.re
depcnde del rriódulo del hormigón E..
é.+++
En sccciones dondc predotrtitietr las cargas rro colrstarltes ttlr Fji:. I lfr .\5ut-'1.:. ilLle '.:c:lc11 l¡¡s ftlerzas r¿ls<llttes v las lettsiortes Iangen-
: lcr :iÉ(: i: ó', rer. : :rrlqu l.it
valor razonable para el factor de horrrogetreiz¿ción ¡-rucclc oscilar ¡lt-rr; CrIr
(- j-r
i
dx Y -
l¡ .b{yr ' I.
Los fbrl,rdos re¡icul¡¡¿s
L,o dudoso, lo que, sin ser falso, sólo constittlye rlna verdad a
o")
medias, se produce ct¡ando, partiendo de lvl : z ' C estatrlc--ccrrros
que:
dM=z'clc=V'dx
para expresar el equilibrio de las fuerzas horizont¡¡les:
)'
¿C = Yz .dx = rn,o* .b(Ol.clx = R.clx
y deducir, finalmcntc, que el valor cle l¿i terrsicin coftarttc r,,',.,* a lil
altura de la fibra neutra es: bJ
L¿ continuidad se ha roLo.
= z ' dC presuponc, de un rrlt'¡do inrplíci-
La simplificación dM
to, hacer que el brazo mecánico z sea un factor invari¿¡ble y, por
En las proxintidacles incluso dc una microfisuración, el hormi-
tanto, dz :
0. Al admitir este supucsto, henlc'ls cl¿rdo un salto erl gón ha deiado cle cstar sórnetido a los alargamierrtos impuestos
nuestro razonamiento ace¡>Larrdo corrro válido algo qr.re r.leileríatrtos por l¿r ¿rnna<.irir¿r err tracción. L-os puntos a y b tFig. 8.20). antes muy
expresar con cautela. próximcls, esL.il'l ahora scparados p<.:r la atrchttra a* de una griela,
Aceptamos la hipótesis de que los dos materiales, el hormigórr al ¡rrincipio difícilmente perceptible a simple vista, y que se mide
y el acero, se deforman coniuntarnente sitr soltlción algurra cle con- en décinras cle ntilítlletrcl.
tinuidad y que en uno y en otro las tcnsiottes son proporcionales En csos plintos. la tensión del hormigón es nula. La separación
a las deformaciones experimentadas. cntre los trorcles dc la fisura impide al hornrigón transmitir esfuer-
Es en estas cotrdicioncs cuando el br¿rzo rttecánico es el co-
zos tanto longitudinales conto tangenciales. Todo el csfuerzo de
eficiente que resulta de dividir el rllorncrtto clc' itrercia cle la sec- tracciórr eslá alror¿ ('rtenido por la armadttra. Dada la proxinridad
ción homogeneizada por el momento estátjco cle la zona cle l.rs ['larr.rs ¿ los pr]ntos a y b que los circundan. forzosamente
comprimida. ha dc: haber un deslizamiento relativo entre el acero, que trabaia
a una tensión on. y cl hormigórr, que está ahora a una tensión nula.
l¡
'- r\4,(o) Pero, tal vez, la consecuencia más importante de estas consi-
cler¿ciorres es el hecho de que, entre los labios de la grieta, la ar-
El brazo mecánico z es así una propicdad geonrótrica, una dis- madura cstá scparada dcl liormigón, como deserrvainada de su
tancia invariable con el momento flector. Todo cs cicftr¡ con una alc:jamiento prcl'io,
condición: que no se produzcan rlovirnientos relativos cntre el
Si ahora iclenlific¿unos la anchura clcmcntal dx tfig. 8.20) de la re-
hormigón y el acero. Dicho de otro modo: la aclherencia es perfecta
banacla corr esa ¿rnchura an cle la grieta, rcsultará que a uno y otro
en un sólido continuo. Uno y otro matcrial sc defornian conjun-
lado, t¡lntrr en cl punto "a" como en el "b", la tensión de la armadura
tamente.
es la nlisrlr¿r.
l.
L¡s loriados ttttillür¿s
I
I (c.t e)
Fig. 8.21. Mecanisnro resistente err 1.rs Vigas pol (] lccto'.lrco tltlanclo l¿r r, rqa st | 'i')I¡ \' 5r' 'r¡rroxittra a la rotur;r
hormi-
convertirsc en ul'l¿t reter<-'rtcia obligada detrtro del mundo del
l-ogicamente,lavercladprobablementeestaráellrjl1üconiunciót] los traba-
dc expre' gÓn etl todas sus !'arrialltes; así como también recibimos
sabia áe ambos mecanismos, iunto a otros más difíciles
sar c inluir: rozamielltos, efectos pasadores de las armaduras' etc" io, ¿e investigación v cnsayos sobre vigas prefabricadas
que'
que pro¡rcrcionan toclos ellos a nuestras estruclllras los resortes pretensaclas cle- A. C. Aparicit:1. J' Calavera y F' l' dcl Pozo' en los
banas que sigtle la analogía de
n".er"rio, para resistir cl corl"af'lte de forma rrrucho nlás hiibil de lc> particrrclo clc un l|oclelo sirnple cle
se introducen las ba-
que sabenros c\¡antificar, siempre y cuaf'ldo no las nraltraten'los c'x- Ritter-Mórscl'r que VCreIl\os a continu¿rción,
plano
cesivamente con nuestros diseños y esfuerzos desnresurados' rras corn¡rlctnlelrtarias qlre sillulüll el efecto-arccl dentro dcl
cle la viga .n ntcclirirrte \rn progranla cle ordenador, se calculan
los
Estando escrito todo lo anterior, ha llegado a f]osotros cl rrragní-
(INTE- esfucrzos en el cordÓn comprimido, arco, estribos y bielas incli-
fico y nuevo libro Progecto g Cálculo de B,lructuras de Hoflrrigdn
que sin lugar a cluclas pasarÍr a rradas r:omprinr icl¿is.
MAC, 1999) del profesor I. Calavera,
'10C Trn
i.=.0.ili r a
r
( 1CCO kt',)
l=;U.-i rn
l_
I i,l ) ¿ \8
rF
o
q
L
(A. C. Aparicio, F. l. del Pozo y l. Calavera, Haruigón gi Accro, trc 209, 199¡i).
Los /¡rla¡los r(litular,':
L-+f lv
/ @tl /Áti / @l
1 iclealizar cónlo trabai¡r intenraulclltc una viga de horniigón, cuan-
do se ha sr-rperaclo Ia capacidad rcsistente del hormigórl a trac-
ción \¡ se cn(uenLr¿i fisurada, despreciando Ia resistencia al
cortantc cJel lrorrrrigón, la prc:¡xrrciona el modclo conocido como
500 kN
Pvalog¡ía d¡r J¡ C¡/.r-sti¡ cle Rittc:r-Mórsch.
lri€. 8.23. Resultados cit-'l arrálisis estrucl-uri¡l cicl rrlrrde:o ¡nierior Ntifese Se su¡)orrc- que, intentatrlentc, la viga gettera un nrecanismo de
córno casi l.r totalidad dcl cortante es resisLida por lo-' cerc:os. lA C A¡rari- cclosía conslstente en r.rn cordón supcrior cle compresión, fulncla-
cio, F. l. del Pt¡zo y J, Calavera, HormigónlAdero. ni 209 ls98). rlcntalmenle cle hontrigón y eventualmcnte auxiliado por armadu-
ra de corrrpresiórr. un corclón inferior dc tr¿rcciÓn constituido por
la armadur¡ clc flcxiórr, r-rnt¡s L'rielas itrclirradas y articuladas traba-
1 00 Trt janclo ;r conrpresión a travós del hornrigórr del alma y unos rion-
2450 kN fl (10c0 kN)
l--
I I r,.7 kN
V t.?l'rtes quc pucdcrl corrsiclerarse verticales o irrciinados trabaiando
18.7 kN 37.4 kN 56.0 kN
-o.- ^[:l- -ú- a tracciórr, rllre se corrc--s¡lonclcn a los estribos o barras inclinadas
'-l!-
7500 kN de cortante.
"*'r%
_-)-
c+> -2500
-trl- -tr" kN -cl*
kN -2440
-Ll-
6.13 cñ
-2460 kN
lig. 8.24. Resultados del análisis estructur.'rl del ;¡ocle.c, ¿r:.ie:.ü: l.)¿rtct Lrrt
segundo cscalén dc carga, otros 1000 kN, tr¡s haber p,;rs::f'r:;do ios estri-
bos. Nótese cómo el incremento de esfuerzo c()rl¿rtr'.c c5 ¡cs:tlielo frlncla-
ntentalmente, por el mecanismo de los ¡:tttrf.:les á¡rr.i: l;,(]r.r! f :rrr-'r-;¡nisrnL:
arco).1A. C. Aparicio, l:, J. del Pc¡zo y f . Calavera. H.rrnri.lr¡r r .'\,t'r¡. rr:' 20!),
19981.
I-iS 8 15 .Analogfa de la celosía de Rlttcr-Mórsclr
Como puecJe verse cn los resulLados anteriorei., l¡¡ cclosía clc [:st¿i r:l¡ro, ¡rtres. t-l rllccarrisrno c:¡rre pretende la analogía de ce-
Ritter-Mórsch refl e ja espléndida nrerrtc el I I reca n s m o r(rs stL- n tc y i i
losía: rcsistir la flexjón con kls c'orclones lrorizontalcs y el cortante
es el esquen'la protagonista (cfecto-viga) en el comportanliento cle con los nont¿it-ltes i,diagonalcs dcl alma exclusivamente.
hr viga, siempre y cuanclo existan cercos y la viga se encLlenLre le-
jos dc la rotura: estribos sin plastificar. Resulta evjcl]ltÉ qLle p¿tr¿l quc cste ntecanisrno funcione co-
rrectan'lcnte, l¿rs ¿r nrtadr¡ras tra nsversales deben estar adecuad.r-
A medida que las cargas aumentan y los estribos itrn cecJien- nlente ancl¿clas eli .rnltr¿rs cabczas.
do, o en caso de que uo existan, cl nlecanismo arco se corrvierte
cn cl protagonista rcsislerrLe y resrrlta rrna L¡uena sirrrll.rciórr clcl Este n're(;rniErlo rcsult¿-r l¡;¡sl¿¡nte conscrvador por varias razo-
corlante resistido por el hormigón, sierrrpre quc cxist"] suliciente ncs, iustificaclars er¡tc:rirrrertt¿tltnente, como se ha expuesto en el
arrnadura longitudinal de tracción. apartado antcrior fn ¡.lrinrer lugar, porque prescinde totalmente de
la cap;rcicl;rtJ resistcntc ciel horrnigórr a tracción; en segunclo lugar,
El sencillo modelo que los investigadorcs han plarrreado per- porque el corclcln sr.r¡:erior de hormigón no fisLrraclo posee una
mite comprerrder nruy bien cl compoftamiento cle las l,igas cle hor- cierta capilci(l;rcl resistcntc al cortante; en tercer lugar, porque las
migón a cortantc tras la fisuración diagonal al rienrpo clue ¡ternrite bielas cle conrpresieirr no se et'lcuentran ¡lrliculacias; cn cuarto lu-
interpretar muchos ensayos a cortante en los qrtc las vigas que gar, porqlre la c¿beza conr¡:rirnidir no cs dcl todo horizontal sino
delreríarr rompetse a urta dclcrrrrirrada carg;:, ¡lc¡lrz.rn en diciros inclin.rcl.r ¡' ;rbsorLrc pirrle ciel esfuerzo cortante; y, finaln]ente, r'lo
ensayos cargas m¿¡yorcs gracias al esquenra arco, escasantcltte es posiblc inragin.rr rrncr vig¿ en la clue su alma trabaie indepen-
considerado en Ias normativas vigentes. rlientenrr.rntc clel resto olvicl.rnclo el efecto arco cxpucsto anterior-
ntente.
Los forjados ralitulurcs
Conscientes dc todo lo expuesto, las rronn¿¡s dc. horrnigón, si Estc ¡rlano está ¿tr¿¡\,esanclo por armacluras inclinaclas un án-
bien aprovechan la analogía de la celosía, introducen factc;res de gulo u de sec ción resistentc A, separadas entre sí paralelamentc
corrección tratando de paliar su conscrvadurismo, aLln(lue sin ru"la d¡slancia s.
abandonar del todo la filosofía conservaclora que t-.nvuelve Lodo
lo relacionado con el análisis del coftante. L¿ rlirección cie las ttielas cJc corlpresión y, por consiguientc,
la dirección de las posibles fisuras dc tracción que pucdan origi-
Teniendo presente la analogía, y recordando lo expucsto ante- narse, forn'an un át)gLllo e con el plano donde acnjan las tensio-
rionrente sobrc cl análisis del cortantc, doncle plarnteárbanros su lles tangen(:ial(ls
estud¡o irrdirectamente a travós dcl equilÍbrio de bloquc: c':orrr¡rri-
mido haciendo intervenir el csfuerzo rasante R, podcnios desarro.. ARVIADOgAS F(Éoc.A s g(eu¡¡s oe conrresío'u
llar la Regla cle Cosido en la que se basa el dinrt-.rrsiorrirrrrienlo ¿t
cortantc de la lt'rstrucción Española dcl Honnigón y otras Normas <'b-- p'
r. ñ--------,C.
del mundo. eoo(r"(cqil. /
x\á*
C - T - TRAcc¡'dN
C - covr?&Gtror{
-.) R - gAsANfá
Fig. 8.28. Rcp,l¿ ck Cosido y equilit_rrio phrnteado.
T cosrr+C (<-¡s0=R:¡.b
T'sen cr : C .sen e
T.s.ntr f coscr*tnt3)=r
Dicha regla constituye una teoría gencral o moclelo de compor-
o
tamiento de una superficie, en principio plana, someticl¿ ¿ terrsio- |. sen ( cr sen
nes tangenciales cn su plano, situación que se producc elt c¿isos
nruy diversos. T.sen c.(cotang q +cotang 0)= t. b
slcrrcft-¡.
Sca pues un plano donde actú¿rn unas tcnsiones tirngenci¿lles
r en un ancho b y en una longitud unidad rledida en clicho pla- A' Área cle .'rce:o cic t¡:l,r cie los ¡rlarros cle arrnaduras separados entrc sÍ
lto. una diilani-ia rsr
A,r, Área clcl accro nor uniclacl cJe longiturl
o.: Resistenci.l cle cálculo clcl acero < 4200 Kp/¡¡¡2 {400 N,lmm2, tllE)
Los lor¡ados rctículares 245
Err las vigas cle alrna mr.ty cstrccha, las tensiones reales medi-
Reenr¡rlazando la compresión por unidad cle longitud cn la ex- das en los estribos y tr;rrras irrclinadas son las que más 5e pare-
presión anterior (C = oc .b'sen 0 ) resulta: cen a las qLle se obtienen con el modelo de Rittcr-Mórsch, aunque
siempre los valorcs experintentales sc mantienen inferiores a los
teóricos.
oc'sen2 0'(cotang 0+cotang cr)= t
Las diferencias entre los rcsultados teóricos y experimentales se
acentúan consider¿rblernente por el lado de la seguridad, a mc'dida
Y reemplazando t por su valor máximo en el plano neutro: que el espcsor de las ¿rlrrras de las vigas aumenta. Por consiguien-
[e, parecc rluy ruzonable, ¿il ciintensionar las armaduras de conante
con el rlodr.lo dc 1a ;rnalogía de Ritter-Mórsch, contar con una cier-
oc .sen2 .(cotang 0+cotang ta cc¡ntribución del hormigón a restar al cortante de diseño, antes
")= ¡rJ ¿
e Vl
de ¿¡plicar la fórrrrrrla l3l
En todo lo cxpuesto, el ángulo o viene fiiado por el proyectis-
Dicha contribución parece evidente que debeía ser mayor en
ta, puesto que él diseña la colocación de las armadllras: estribos,
las vigas planas ¡, en losas. y menor en las vigas muy peraltadas
L¡arras levantadas a 45", ctc. Sin enrbargo, el árrgr-rlo 0 st de¡arro-
del tipo prefabricado.
lla en el mccanismo resistente sin que conozcanros con precisiótt
su valor en todos los casos que pueden presentarse en nucstros Los ensayos y nrodelos más refinados que complementan la
diseños constructivos. analogía con cl efecto-arco, ponen de manifiesto en las bielas de
La elasticidad bidinrensional, si en el ¡rlano neutro sólo cxiste
conr¡rresión tensiones claranrente inferiores a las que proporcio-
na el Modelo de Celosía de Riner-Mórsch, en tomo a un 30%.
un esfuerzo rasante puro, nos dice que 0 = 45n. Ensayos efectua-
246 Los lorjados reliLalares
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Fig. 8.29. R<lsr:lt¿¡dos t(x')ri(:()s y cxpcrirTl(:n1;llcs rlc :c:rrriont::, cxiste¡lLe:; en e:;!rlbos 190'r. i¡;,lr :ri' r4)- r ! brel¿is cle compresiór'r (Co,lst/"rii,"c c,r lJ{'fo,l, R. W.¡lther,
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Fig, ti.:J0. Difcrürcia entre los valores teórcos r cxl)crinrenlilles clc las compr(jsionc's tlblici;¡i, e: l ,,gas r1e irorniigórr Sotnetidas ü cor[cltrte. tA. C. Aparicio,
F. I. clel Pozo y l. Calavcra, Horm[gón g Acero. rr' 20e l9qB).
\_
Los /trriado-r re ! k u I tt r*'s 247
8.7. Fórmulas para el dimensionamiento Sin enrrrargo alóiese cr.rarlclr.rier Lemor cie quc sc está caminan-
clo cle [orrr'L.r irrsergrrra accrptando para e un v¿rlor de 4 5", dado quc
práctico de las armaduras de cortante en las precar-rciones adicionales que se acloptan, al margen de otras
los elementos lineales consideraclones físicas sobre el ángulo 0, ncls sitúan ampliamen-
te clel laclo cle la seguriclacl como vcrcmos a continuación.
8.7.1. Referencias básicas previas (EH-91,
NBR7l97, REBAP, ACI-318 y EC-2) L¿ Nonrr¿r est)(iriola en su versión EH-g1, para reducir riesgos
de nlicrofisL¡raciones por esta causa, limita todavía más la e[ica-
. Antes de proceder al dir¡rcnsiotraclc-r cle l.rs .:rnr¡dur¿rs. clcbc- cia tlel horrnlgón c:n un ó07o aF¡roximadamentc, con lo cual se ob-
rnos con'lprobar que no se rompe cl hormigón a corltpresión tra-
tiene fin¿rlnterrte la condición corrterrtplada oficialmcnte en la
misrtta par.l el no a¡ri:rst:rrllieuto de las bielas cle compresión:
balando con sus bielas inclinadas: análisis clc l;r contpresión
oblicua.
0,3'b d f ,1>V¡1 l2l
Partiendo del cortante de servicio, sc procede a su ntayoración
por yr obteniendo el corlante de discño \',r L¡ Norma br.isileña antigtra, NBR 7197, basada cn elCEB, da
la nrisnla tormul¿rcitirl clue'la española, considerando un línlite su-
En principio, supoildremos las seccioncs de c¿tllto consLar'lte perior al v¿ilor 0..J f,,1 < 4,5 MPa (45 Kp/cm2). En su nueva versión
y sin pretensar, obviando los efcctos beneficiosos cltie sc derivati la lromra Brasilcria NB 2000 estüblecc una llLleva formulaciórr:
por ambos mQtivos, tal y como ex¡'londrentos posleriorlrlente en
u nos apü rtados es¡:ecíficos. V¡S0,27'0u'b'd'fc¡
Partiendo de la ecuación l4l del apartado ¿¡nterior: f
sictlclt cl = I -'--,f.-, en MPa)
250
No entendemos la tendencia extraña y pendular que impera en No obstantc. la valoración de V.u puede ser discutida, como
nuestros legisladores tecnicos, de ir penalizando sistemáticamente veremos posteriormcntc.
todo, cuando cl comportamiento real de las estructuras parece
canlinar en sentido contrario, cncarecicndo e hipotecando la in- E,l :
v.rlor resiclual Vs, Vct - V.,., introducido en la fórmula 3l f
Superada la fase anterior y en supuesto de c¡ue las tensiones ción ciei ho'-¡irtón.
en la bielas de compresión del hormigón sean aclnlisiblcs, cl di- :
Para un horrrrigón C25 lf.¡ 25 MPa):
mensionamiento de las armaduras de cortantc se deduce de la fór-
mula siguiente:
VcL¡
... 0,21.2i] i ,. =o'77'b'd
o'ó'"'''r,lo''b'd l['u = 0,77 MPa)
=
.serr a¡ -(cotang g)
z = i+.clq¡
Y
-s;
cr¡ +coLnng l3l valor c¡ue, cor-rlo veremos a continuación, c<¡incicle prácticamente
i=l con clvalor t¡ de Ia norma REBAP (0,75 para ttn C25).
En principio, al valor del cortante V¿ lc rest;lmos el coftatrte que Irodclnros ver qLte la contribución del horrnigón a cortante et't
absorbc la sección de hormigón, que denominarerTlos V.u, y crtyo Brasil se encllcntra por encima del valc¡r considcrado en la vieia
valor más frecuentemente considerado viene dado por, EH-g I algo ntás cle un l0o/o.
V.u:fcu'b'd . L¿r Nornl¿ portugl¡esa REBAP plantea utla formulación seme-
sicndo, j¿lnLe coll:
h =O,5rE (en Kp/cm2) segrin la antigua )'1or.mr Es¡rariola EH-91 V,;,.,: V¿ -Vq,,
Vcr.r : Tl 'b'd
[" = 0,1óú.-,t {crr MPa)
Los /br¡rdos rclit.ularcs
Tabla 8.2
Sin cmbargo, nosotros crcemos que Calavera hace un transpo- La corr jurrción de estribos verticales y barras inclinadas con-
sición de la fórmula algo conservadora, pudiénclose tomar para ducc a la su¡.rerposición algebraic;r dc las fórrnulas f4ly l5l.
Vct,: 0,145 . b . d baio un control
fr; de eiecución norm¿rl,
Nótcse, obsen'ando i¡is fórmulas l4l y l5l, quc la separación
. El EC-2 adopta para V.u la siguientc ex¡:resión: n'táxirna loneitlrclin¿¡l .rdnri::ible entre cstril.ros y barras inclinadas
ai 45ó ¡rara c¡ue no cxista una posible grieta de cortanl.e sin coscr
V., = h,,t .k.(0,t 2+40. p)+ 0,t 5.o. ]. b. cl por las misnlas, es ar¡lroximad¿rrnente 0,9 d para los prinreros y
0,9 Jl 'ci ¡rara las segrndas.
k = l,ó-d 2l
Para el resto cle nomlas es aplicable la misma formulación con
<t : Tensión dc compresión en el horrrrigón, en el c.tso {lc' ¡riczas conr c¿¡ráctcr general para dctern'linar la armadura de refuerzo frentc al
primidas. cortar.rte,
250 Los foriados reliculares
a separarse ri
y Pilares). ¿lnii:.
levalrtaclas a 45'r debe lle- práctic'rntentc siernpre V'6 cs igual
l¡ eC:i c¿clóiL collvencional
' Todo elemento lineal con barras la
L:',
capaces de absorber al nrenos
i;;nb"t ¿\-.
var un mínim"
tercera Parte de Vt'.''
ABM¡()uRAOE
CORTANTE
-T_'
'ü1
t-d4 ., -L'-.-
J-
ü4
b^ -¡I
ü4
_ ._t .-_.
j*".,¡-*| t-l .qlE!4q.o."E=
COMPRESION a cortante
b = bo' ancht¡ eficaz' de cálculo
0,5 I cotang 0 -< 2 sr:s
Fig.S.3l.Consicie'r¡i:ionesgt-'ornélricasalcnerprc'sentet:nelcl::'lel¡s:o:r'l:'Jicnloacorlante(FHEI
Los loriarfos r¿liular¿s 25t
. La norma REBAP portugues especifica: "acotaciones", es decir, simplificaciorles que, superpuestas entre
sí. pueden co¡rclucirrros, como de hecho así sucede, a sitttaciorres
en las que el tÉclrico pierde el sentido físico de la realidad y no
s < 0,90 .d S 300 mm si V',1 sf .vu¡
s¿lbe clónoe se cncuenLr¿t, itllnerso en un conjunto de reglas y cri-
terios, r'r'rlrchas veces incompletos y algunas vcces contradictorios,
si vr¡ <
2,
s .vr¡ frecuenren'lentc lcjartos a sLl experiencia coticliana, observando el
s10,50.d<250mm
I V,,1
colTlportarTliertto real tle la estructura que proyecta y construye.
s S 0,30.c1 < 200 mm si V,.1 > { Vr, Cuando l.l nomra EHE habl¿¡ cle estado límite de agotamiento
frcrrtc al cc)rtürrte, en str art. 44, acota cluc se refiere a slq¡¡sntos
line¿rles y a plac;rs o losas qrle trabaian unidireccionalmente. Cuan-
. L¡¡ vieia nomta brasileña establecía cotr carácter gtlneral: clo consulLanros el art. 5ó, relativo a placas y losas, buscarrdo cómo
calcu la r a cortár nte sus elentelttoS trabaiando rnultidireccionalmen-
s < 0,5d < 300 mm te, nos remitc de nLlevo al aft.44, suponicrrdo quc los nervios de
un reticul¿rr, ¡rorejcrrrplo, solr elementos lineales y aislados que tra-
. La nueva lrorma brasilcña NB-2000 indica: baian r-rrricli rcccic.¡rta ltlente.
s < 0,ód I 300 rnrrl si V'a < 0,ó7 Vul r.Cónro cs posiblc qr-re el lcgislador haya permitido la presen-
cia siniultánca c1e la nomta est'lañola de forjados EF-96, con un tra-
s < 0,3d S 200 mm si V'¿ > 0'ó7 V,,1 tamiento tan ¡:rivilegiacio del cortante de sus vigttetas
uniclirecciorralcs. frentc ¿rl tratamicnlo tan cxigente y penalizador
. El código ACI-3 1B establece:
que proplrgrra para sus cstructuras competidoras, como puedert
scr las losas relicularcs? Menos ntal quc la nueva EF-2001 matiza
más las cLlestiones rclativas al corlante, con el obieto de mininli-
s ( 0,50.d I ó00 mm zar las clifercncias resistentes tan abismales que existían entre los
nervios sentiprefabricados y los construidos irt sifu.
s < O,25.cl < 300 nurl si V*, > 0,34 Ll 'b <l Q
Con el ,rfárr que existe ett el ¡rresente dc tralar de normalizarlo
([¡ cn MPa; 0 = 0,85) tocio, comierrz¿ a resultar imp<;sible compatlbilizar la Norma Eu-
ropcil cot-l la Norrla Espaitola, con la Nornla Específica dc tal o
cual terl¿, con l;r Norma de la Colnunidad, con la Nonna Provin-
Existen otras cspecificaciones cotnplemenlarias relativ"rs a djá-
metros mínimos de estribos, separación transversal de estribos y cial, con la Nornra Local y con la Nontla Personal de Control que
superyis.t nllest ro trabaio,
ramas, etc., que no detallamos y que se pucden consLlltar en las
rcspectivas normas. L¡s cliferent:ias clc' criterios sol'l a veces Latr disparat;:das en las
clistintas Nornr¿is ct-lnsult¿tcl¿¡s, quc media Espalra constn¡ida con
viguelüs i,'foriaclos reticttlares debería encontrarsc cn el suelo si
8.7.2. Crlterios y fórmulas propuestas en la fucsen realmentc cierl-as todas las teorÍas que legislan ntlestros
provectos.
nueva Norma EsPañola EHE
f.g: Resistencia de cálculo en la biela dc compresiÓn del hor- doncle Ar cs el área de la sección por r.rnidad de longitud
migón del alma, dada Por f.6 = 0,ó fcd cle las arm¿¡cluras que forman un ángulo cli con el eie de
l;r pieza. F.xpresándolo nrás cómodamente:
b: Anchura mínima del elemento, es decir, descontando hue-
cos si los hay; viene dado por bn. Si en la sección considerada
5 n¡ 'A'''
la anchura del alma no cs col'lstante, se adoptará p.lra b,,
urla ahllra ./- ... "'a,
cotang cfi
1b = b6) el menor ancho que presellte la seccrÓu en (oiat'lg Cr =
igual a los tres cuartos del c¿rrrto útil contados ¡1 [rijftir cle I¿r ar- n O,r,-
madura de tracción, siguiendo la Fig. 8.31 .
L¿ S¡
pecialmente la atención el salto tan brusco qlre se da en E.7.2.2. Estudio de las piezas que no necesitan armaduras
ia capacidad resistente de las bielas cle conrpresión scgún
de coÉante según la EHE
existan estribos o barras a 45o: óNo parece excesivo?
picza no nece-
Conlo v'enimos rcpitiendo reiteradamente' una
que se gcne-
\éamos ahora una reflexión en la línea expllesta cn la introduc- silará annadr.lras cle cortante, cuando las tracciones
rL.n por sLl c;lrisa en el alma de sus secciones perpendiculares a
ción cje cste apart-ado 8.7 2.
las bielas cle cOrrrpresiól'r, se encuentren por ciertraio de la capaci-
EnlosbonadoresinicialesclelaEHE,siguierrdolafilosofí¿dcl dad resistente del honnigótr para resistirlas'
las
EC-2, el valor de la resistencia aclmisible para el horntigón en
bielas de compresión del alma cJe las vigas frente al cortante' sc Por tanlo, si, cott c¡rráctcr general, se cumple que'
encontraba limitado a valores en tonlo a: V¡¡1 < V,r : Vt-ir (capacidad resislente de la sccción
clc ltornrigón frcnte al cortantc)
(en MPar scgún cl EC -
r.n = - *., t. 2
de una pie-
El csfuerzo conante que agota en tracción el alma
u =(o z-ht) i:=[o'-*1) f; = I 4.25 MPa
za siti amraclltras viene dado según la nueva EHE
por la fórmula:
. L¿ evaluación de la resistencia del hormigón a cortante se- Mcrece la pena observar el gráfico cle I. Calavera de
gun la nueva EHE, como puede observarse en su formulación, va la Fig. 8 32 ad¡unta, para ver las difcrcncias tan considerables
íntimamenle ligada a las armaduras de flexión que posca la pieza cn los criterios dc las Normas más sobresalientcs, y el
en la zona donde sc esté analizando el cortante. Resultaía, por tan- carácler tan pesimista que ofrece la EHE, en los rangos
to, que en una viga con armaduras de flexión negativa y positiva baios de cuarrtía tlue habitualmeute se rnanejan cn la edifi-
diferentes, comprobar el cortante con una carga puntual y una so- car:iórr.
brecarga repartida actuando sobre la misma, puede converlirse en L¿ scnsatcz del Código ACI-3 l8 americano, basado en infi-
una tarea considerablemente ardua y pcnosa si no se dispone de nidacl cle ensa!,os, yir concluce a valores suficicntemente con-
un programa de cálculo adecuado. servadorcs y ¡rcertados si los contrastamos con ntlestra
expericncia ¡lersonal, como par¿¡ tener que aceptar sin pro-
.Una sección de hormigón H-25 (250 Kp/cnr2)que no tenga
testar los nucvos planteamicntos de la EHE, que su¡x)nen un
armaduras de flexión, según la EHE implica autonláticamcnl-e cltle paso atrás !¡ Lrn ell('arccimiento innccesaricl tle nuestr¿ls
f.u : 0; lo cual, obviamente, resulta una simpleza, puesto qu(l su- obras. absLrttcción hecha dcl murtdo dc los puentcs, doncle
pondría deiar fuera de sewicio todos los elementos clc hormigón los rangos cle ctrantí¿rs son elevados.
en masa.
.Si opcramos con un neruio dc l2 x 30 cm, donde se ha dis- CoRTANTE EN LOs¡ls stt{ AtilrADURrA DÉ GORTE m
puesto un redondo del Q l2 como armadtrra dc flexión:
rQr2 -+ o= i: -lti'lr=o,oo35
resulta una f.u = 0,46 Mpa = 4,ó Kp/cm2 Con l<-rs vieios
Una vez más, los americanos nos dan una lección príict¡ca o, meior aún, con f..u =0,145'..'f.t en MPa, siguiendo el
operativa, permitiendo calcular cl cortante resistido por el ACI-318, sin asumir riesgos de ningun tipo, dada la conside-
hormigón en los elementos lineales mediante sencillas ex- rable experiencia sin patologías conocidas por esta causa'
presiones, cuya formulaciórr más córnod¿r y simple es: . Y cle ¡rcuerdo a lo arlterior, no será necesario colocar arma-
- cluras de cortante, salvo las mínimas exigidas, cuando se
[v =Q.0,55.. I en KPi cttt2 cumpla que:
f., =0. j.r f. en MPa ACI-318 {991 8.7.z.7.Cáculo de las armaduras de cortante según la EIIE
Vsu:V,l-P'V.u
que, incluso, podía aumentarsc hasta un límite máximo de:
\'.,, lierre daclo en esLc caso Por:
''
u-- =[o l0 i {to0 p,f6¡tr +0,11 o,,¡] o a
[v =0.0,93. t en Kp i6¡1]
tv =0.0,30. I en NlPa
fuera por 1a prescncia cle un coeficiente p, que hace variar la con'
[ribución cJeJ hormigórr a rcsistir el esfucrzo cortante según se en-
0: 0'85 cuentre traccionado o comprimido y por la i¡rclinación de las
hacietrclo intervenir oLrd fc.¡rltrulaciÓn nrás corn¡;icia hipotétic;:r.; fi:;uras de cortante que pudieran ¡rparecer'
*rzr'p t$:]
Lo más práctico para las situaciones habituales en las piezas
¡, =q.[0,r,. d en Kpi cm2 ACI-3lB (95)
sometidas a flexión y cortante cs considerar F = I y para aquéllas
que se cncuentren totalnlente traccionadas, operar con p : I'
si dimensionamos exclusivamentc con estribos verticales 8.7.2.4. Criterios mínimos generales sobre la separación de
gric- estribos en la EHE
o = 90o y aceptando con un criterio tradiclonalista quc las
la fórmrrla ya
tas de cortante se clesarrollan a 45Ó, obtendríanros
Al tnargetr cltl considerítciones nunléricas sobre los cálculos
a
corrocida clc dimensionarniento: una
cortante en los clerltentos lincales, Norma la EHE est¿blece
scrie cle r:cttlgicjer¡cion e< adiciorra les ¿rlrtóntic:¿r r¡telrte rcvolt ¡cior la-
vsuÉo,e.9.n At,-f,cr l2l iio, ,,r.,*, sin llrgar ¿ ducias serán obietos de anplias discusiones'
45" rest¡lta:
. En prinrer lug;rr se establece una cuantía mínim¿i en estribos,
Y si dimerlsionamos con barras inclinadas ¿r
qtrc viette dacla ¡ror,
0 en la forrrrlrlir-
l, \-ri' :; jt ¿ l.i. '¿ ¡r'"s.derado al cortatrte
Un simple comentario a propósito clel árrguio -, \ú^.::q' ite:¿i:, ;s "(]n5',els.lle5 gjtuddas ctr el misnro Pl¿no
Establecer el iuego de
quc si las secciones sc encrren:l::-t':
. convenciotral queV"1
V¿' las -
tanto. Acef)tanclo para Ia eclificación concepto
y, por siguiente
bredimensionadas en
hor*igon 1p-"1:.::-l-::tl: linritaciones nr¿s novedosas "u'vienen del
tt'n'niu' interesa elegtr 0 -
45" como an-
o"|ñ' nf i,namie nto del hormí-
;r;;;;;adura de
lo contrario' interesa un ángulcr irrtrodu c i cio : " 0"
"
oanu oA.o. c,o
por cor-
gulo de proyecto; r;;;;";de para las situaciones sorrtclitio o t"'up*ii" oá
licua en las bíelas de compresión
q.," cun.pti'.las siguientes separaciones
4cirr
0 igual a 30" Ó :f" en et dinrensiorrarrlierlto; el'\ lltrestra taltte.. se tenclr¿jrr
erl la edificación'
que habitualmente se io'-o'"'"n'utt *nir" tu, an¡aciuras transversales
de cortante:
excesivamente serio
sencilla opinión' no parece
L
L,os Ioriatlos relitularcs
E.7.2.5.1. lntroducción
En edificación, Vr¿ :V¿ y sen ü = scn 90' = I (estribos)' Si bierr los etrsayos fueron realizados en cl Dpto de Ingenie-
ría cle la Constnlcción por los profesores y doctorcs
D' Pedro Ser-
n'At' Sosa' asícomo
l' se convieftc err na, D. JrligLrcl Ángcl Ferniindcz y D' Pedro MigLrel
Con A., - S
la expresión <le
por el invéstigacior D. Osama A' R' Debb, el análisis' la interpreta-
mismos y se
cion 1, tas coriclLrsiones tlue pueden deducirse de los
s'(V,1-3!cul N r'ml
cn a cortlitrt¡ación, es rcsponsabilidad exclusiva del auLor
^- ll' 46 'O "*poil"n Ia de
dci presc'nte tr;rbaio c¡ue, si bien se encuentran en lhea con
quc recoge los rnencionados ensa-
los autorcs err la pr.rblicación
yos, no coincidc Plenanlente.
una etromte vi-
i" en N/mnr2 Separación etrtre':itr:lj¡rs' :Ttt'tl En cl rnundo cle la eclificaciÓrr espairola tierre
gcncia, hasta el punto de haberse convertido en la viga reila de los
de vigas bautizada con el
ion,,¿ot uniciireicionales, una tipología
La viga plana rlo deja de ser nlás
,ro,,''bre gcnérict: cle vigars ¡rlanas.
vulgar y corriente, cuya característica básica es la de
qu" r-tno i'igo
que tiene quc soportar' por lo
Oot"", nilr.n*.uito clcl foriacJo
"t
cual se ef.rcLterltra er|1>c-bic.la cn el espesor del foriado sin nlanifes-
T;¡bla 8.4 L¿¡r de form.r ¿¡crlsada su presencia,
plartas' cuando éstas son honnigoncs cjefinidos cn el proyecto de unas estructuras cill-
estribos, que deben disponerse en las vigas las rcsisten-
ser V., '< V¿' claclosanrerrtc arrrri¡cl¿r:, y construidirs. En la rcaliclad,
tien€rn r'¡eccsidad dc los rnismos irl
c:ias te<irici¡: scríitrr algr-r rncnores, a l¿¡ vista dc los v¿llores
clue se
en la que dicha apreciaciórl
Obsérvese que tod¿ls las especificacioncs establecidas nraneiiirr en la práctic.l ctlrriente; pc'ro claclo
y armadur¿rs a cortanle' que cacclellacjodclase¡¡rrridaclenlaintcr¡rretacióncjelosresultaclos,
disposición de los estribos restantcs
hcnros visto cn el apartaclo anterior, trütan (ie rcsolvcr el proble- hcmos o¡llaclo ¡ror nrirrimrz-ar l¿ls cliferencias elrtrc las rcsistent:ias
dcl hormigón
ma del contport;rnricnto longituclinal, pero la ttornra
[HF(99) y la crrtre cl homlig,ón real de lirs probcttrs y de las vigas'
nrayoría cle las normas del munclo obvian la
problemática clel rc- enrpleaclo crr los cálculos tcóricos (f.¡)'
punn ,r"nauorsal dc los cfectos cortantes cu¿llrdo los ¿urchos cle
err las . (.on el obje'.o de garanLizar plenanrelrtc la rotura por (:ortan-
ias vign, superarl claranlentc sll carlto, tal y corno srlc:eclc y
tc en l;rs Vig;:s. ::e clisptlso un¿l ltlefte i¡rtll¿¡citlra de tracciÓrl de
vigas planas.
corrr presitin ¿ clct. i;¿cla nrelltc a l'lcla(la en los extrernos' proporc io-
senlido corllún'
Etr nt¡estros proyectos, guiánclonos por el
cad¿l rrando un c¿rlrttl útil cle 20ó mm.
los 40 crn' du- .t
vez que el ancho de nuestras vigas planas sLlpera Vigirs r'nsaL';rdas: Sección 750 x 250 mm; - 20ó mtn
plicamos lransversaltnente los cslribos' diviclienclo ell tres
partes
Atnt sr-t1)e:iu'r 70 ló; p: 0,91 I ",¿,
E.7.2.5.2. Descripción de los ensayos realizados . L¿is (¡r'g¿t.r sL ir¿illsnriLíalr segút.t cl siguicn[e t'SQu€111é:
. Lr.rs enseryos sc rcalizarOn gobre L:n¡ serie cle ,.'i.I;rs t)l¿n¿is. ttl-
cu)/¿r c¿i- Coes gn no-o.
clas ellas de 750 x 250 mm, fabricaclas con LlIl irort'rigcin
liclad ft¡e estinlacl¡¡ por las probetas cilírldricas corresi)orrclicnles
. Ia viga D4 tuvo problemas durante los ensayos y sus resultados deben considerarse con reservas.
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l.os forjados retkulares
8.7.2.5.7. Análisis e interpretación de ¡esultados L¿ limitac:Ón c1e clue f,,¿ s€ mantenga por debalo de 400 MPa
resulta un critcrio conscrvador. pudiéndose elevar claralnente a
La fórmula que establece la EHE ¡>ara la cietermin¿ción de la 500 MPa, si l¿¡ fisr.rr¡cjcirr rrc) es ut'l condicionante del proyecto.
resistencia del hormigón a coftante (f.u) cuando las piez.rs no lle--
En cuantcr al tamaño de los apoyos dc las vigas planas, se ob-
van armaduras de tipo alguno frente al mismo {0.12( en vez dc
serva con claridacl cómo cjescierlde el cocficiente de seguridad y
0, 10 E) ha proporcionado un valor mí¡rimo dcl coeficierrte cle se-
cuando en vez cle apoycir l;rs vigas apoyadas con su ancho total,
guridad globaly = 2,14 t>ft .[ = 1,95 l, pesc a oper¿ir corl Lrna
st: reduce el :nínimo a 300 nlm, aunque se superen siempre los
f.u muy por encima de lo habitual coeficientes de segr-rridacl exigidos sin problemas de tipo alguno.
Dado que en la serie de ensayos realizados no se clispclne de
Los autores cie ltts c'nsa¡'os proponen una fórrnula que tiene
resulL¿:doscon cuantías dc armadt¡ras cle tracción diferentcs a las
prcsentes los efe-ctos beneficiosos que sobre el cortante posec la
establecidas (p = 2,2 7o), nada más puecle decirse al respecto
reclucción de l;r se¡:aración transvers¿l errtre las ramas de los es-
Si hubiésemos etnpleado el vieio criterio cle f' - 0 lÓ ,[¿ err tribos y la influenci¡r dci tar¡año dc los apoyos en el mismo.
MPa, para comprobar con los resultados de los ensayos, el coefi-
ciente de seguridad y más baio obtenido, hubiesc sido de 2,98 en
vez del 2,14 de la viga sin estribos con el actual criterio cle la nuc-
va norma EHE(99),
V'.r = V.u + K'P \/-.,r r(= .1,. u=(B)'
sielrclcr,
Ll eficacia de un único estribo en las vigas planas de bases res- Lc evaluación tradicicln¿rl cle la resistencia dcl hormigón a cor-
petables, como las ensayadas, configurado cotl 2 ramas exclttsi- ó f;r = 0 I 3 en MPa para las piezas litrea-
vamcnte, deia bastante que desear, dado que los coeficierrtes dc
tante i-,. = 0.1ó J[l J[
les tvigas) cletrerÍa scr considerada corno una cota inferior de la
seguridad l obtenidos para las mismas son menores, aunclue gra- rcsisterrcia del homrigÓn a cortante, que podría experimentar un
ciasal comportamiento resistente del hormigón sigucn cunipliendo
ir'lcrenento. pero nunca urra disminución, en función de la cuan-
sobradamente los coeficientes de seguridad esperados. Cabría
tía dc la arrnaclura de tracción, con una fórmula semeiante a la pro-
decir en descargo del resultado antcrior que los estribos ensaya-
puesta por la EHE. Un v¿rlor más aiustado a la rcalidad para f.u
dos longitudinalmente no cumplían la separación rrtítxinla ¡rcrmi-
tida por la norma que, al margen de otras consideraciolles' se podría venir <l;rtltt por 0,14t J[
o rcdondeaclo ¡ror seguridad a
encuentra fiiada en 0,8 d : ló0 mm < 170 mm de los cnsayos. 0,14!6envczcle 0.13J[
Para idéntica separación longitudinal entre estribos, cl coefi- De esta fornra. la resjstencia a cortante que proponemos po-
ciente de seguridad aumenta a medida que el núntero de ramas dría scr conlo nrítrinro el mayor de los siguientcs valores:
que posean también aumente, disminuyéndose la separación
transversal entre las mismas.
Lvr = 0,14 ' [a lerr N'lPa)
Lr" = r", {si f.u, > f.u, )
Aunque sin disponer de información suficientc cn nLlestros
[u = t'", (si f.u, > f.u, )
proyectos, desde siempre hemos estado aplicancio el criterio ya f.u, =o,l2E'lloo'pr'[rl
I
] {enMPa rJ
expuesto, relativo a la separación transversal de las rarnas de los
estribos: dada una viga de B x H si su base B era rnayor que H y
variando l¿¡ misma en furnción de las tcnsioncs de tracción o com-
ésta superaba los 400 mm, disponíamos sicmprc al mcnos dc
presión (¡ue exislan en las zonas que se analiccn, tal y como ex-
4 ramas transversales en la disposición de los estribos; es decir,
poncmos en el apartado 8. I 0.
que la separación nráxima transversal entre ranlas dcbe ser ntetlor
o igual a 350 mm. A la vista de los ensayos realizados con las for- . L¿ separación longitudinal entre estribos estipulada por la
mulaciones oficiales, siempre que se respete el criterio anterior y nornra EHE(99) (s < 0.80 dl parece apropiada o incluso conserva-
la separación transversal entre las ramas no sLlpere el canto úrtil, dora, sin que seá ¡rreciso reducirla por otras consideraciones que
y al menos existan cuatro ramas, podría incretnen[arse ¿r efeclos sólo platiteatt ertc¿rrecinrientos y problemas constn¡ctivos innccc-
de proyecto el conjunto (V., * Vrr) un l0 % mÍnimamente. sarios.
Los loritrdos rrrticuiar¡s
. Parece razonable fiiar una separación transl'ersal entre las ra- El cort¿n¡e de diselio Vd es realmente resistido y equilibrado
mas de los estribos, que no debería super¿r ntrtrc¿ los 35,'40 cm. por las siqr-rierrtes fr.rerzas, refleiadas en la Fig. 8.3ó:
Una separacién entre ramas del orden del canto ú¡til cle la secciórr
proporc¡ona magníficos resultados. \/.: Coñ;rnte resistido por el hormigón contprimido no fisurado
Tambión podría ignorirrse el línlitc de nr¿n:ener lr¿ < 400 lvlPa, C: Resr-rli.rntc cjcl bloqr-¡e cc¡nrprinticlo en la Sección 2 (S-2)
pudióndose eievar hasta la cota de j00 \f P¿ cuanclo l¿ fisuración
no sea un condicionante del proyccto
T: Esfurcrzo rle tr¿rcción en la armadur¿ rJe la Sección I (S-l)
seefdn-l
<- c
lig. 8.?5. Decalaje dc las lcycs de ntonrenio' ,Fr-l-Ql F.l lLt Vc,t
Con todo lo expuesto anteriormente, \'e¿rnrc): lina ex¡rlic.lci<irt \4.'<otn3o<
justificativa de dicho decalale. Supongarnos la pieza fisuracla con 3
I
armadura transversal:
-eT (ocs.om¡.csta en
Vs" Vs.^. cc,htr3x )
¡
Reemplazando Vcu = V6 - Veu: Para r-tna secciól¡ dc r¡na viga dc abcisa x donde se calculc a
flexión, debc coloc.rrsc la ar¡naclura que resulte de calcularla des-
s¿ \l.cotans plazando la ley cJe motllentos una longitud igual al canto d en el
r= .[", - vsu).cotans e - cI
senticio más clesf"¡r'orable; cs clecir. en el sentido en cl que crczca
la ley de morlentos llectorcs.
lo que nos indica que a la armacjura longitudinal de flcxión en la (x
Sección l, calculada para el momento de diseño M¿ ' debcmos Nt,1ix r+dM¡ _ .d- _ tvt¿ tx + d)
I
tracción en la armadura de tracción es tanto mayor cll¿¡r'lto mcllor tes cargas pr.;ntuales: prlares apeados, etc.
sea la armadura de corte dispuesta y cuanto nlás ortogonal sca, L¿ nucva EllI simplifica el proceso y demanda que las arma-
aumerrtando también cuanto más tendida sea la fisuración clefinicla clLrras longitLrclinaies cle flexión deberán scr capaces de soportar
por el ángulo 0. de tracción rcspecto a la producida por M¡ igual a:
un incrernento
Para hormigón armado, tomando 0 : 45", el increnretrto dc:
tracción en la armadura calculada erl ur'la sección de referelrcia AT =
I
,.V.,¡
.lcotirng o-cotang c[) lll
para un M¿ y Va dados, sería:
No sc c¡lvide .i ,* .,n la cclificación convencion¿¡l' sin pretensado
y con piezas de sccción constante y estribos vertlcales
AT=V¿-b,'+cotangd,l = Vl, col¿tng e =, I !'cotang (l = 0, la ecuación ll I se trans-
Vrci
forma en l2l.
Y si colocamos como armaduras de coftante úrticatlrente estri-
bos a 90tt: -rr= jvo t2l
v-..
¿t=V¿- Esta prc*<cripción sc cumple cle forma autonrática, decalando
i,, la lcv cle lnoutcntc)s flectorcs una magnitud igual a:
z cos c/-,-
lil+GWW
que el cortanLe reducido o efectivo scría:
Vrd:Vcl -P'sencr
el ditnensiona-
lo que podría suponer un ahorro importante en
(:uenta qile las fuer-
rnierrto'cle las armaduras de conante' hatlicla
zas de pretensaclo suelen ser considerables' EI axil \ es Lli-;r¿..ie:'ili.. ., ;:::::['.lu ¡"t*' (:ncor]trarsc mavt'rracl.'
c¡rracterísticas georrré-
nlento cstructural a ott de las
"ni'nciÓn
taly como potrt-:n clc nr;¡rrificst. los de tratlción' puc'den se-
i;i;;;;; los mismos'
o.sean 5i el axil e\i<telrlc en la sc'cc:ión fuesc
ensayos rc'alizados' q;rrirsc clos r'Í;is.
y cs corrsiderar
lo que posee una gfaIl ' L¿ pritlrcr;r' ia más práctica recontenclada' :
Fero, indepencJientenlente de lo anterior, homrigón ¿r cortante $tu 0) y
cle las piezas cs qtre ós- nul¿r 1¡ corltrit¡Lición clcl
importan.i" en ta ,eslsüncia a cortantc
c.mo sucede corr e-l prctensad.' abrodlet los cortalltcs exclusivamente con artnadLlr;rs'
tas se encucnnan .o*pii*idas,
anteriores l2l
o traccionadas.
' L¡ segurrria col'lsiste en aplicar las fórmulas
l\'1., y opcrarrdcl coll Nd cn vcz
Ett el lrrimer caso, tal y cotllo herrtos
clicho,err ct
"lt¡1]l-l'{l-],1- l' 3l. <-.anrbi"rrrtlo el sigrro a
f
tv =0,r. r.* (r*H, )= [.¿ tK¡rrcrn2) l2l Vul = K '(0, ó' l-.¡ )' b 'ct
sicndo,
Md: nlomerl[o cle cálculo concomitallte
col] Vd .1. l4l
cxis-
M.: momerlto ntínimo que, actttattclo con el axiL cie conrprcsión *=; 9. r
,"Á," y aon.ontitantc con V6' anula las tellsiones dc ctlm¡lresiótt
que trata de tracciottar'
exis-
[,- tal
tentes etl las fibras
Los loriutlos retkulares 265
Y en cuanto a la contribución dcl lrc.rrtrtigón (V.',1 para rcsistir 5i n,¡ rrecesitanlos estribos y quisiéramos tencr erl cuellta el
el cortantc-, puede versc que mejora clarantente cu¿rnclo la sec:ciórr efecto belreficioso dc las tetrsiones dc compresión, la rcsistencia
se encuentra comprimida, aunque se indique con una fonnulación virtual clel hormlgórt a cortilnle podrÍamos elevarla a:
más compleia y que, siguiendo los criterios traclicionalcs' podría-
mos expresar así:
f,-, =t"1 +0,15'o. =0,71+0, l5'5=1,46
%,, =(Lu ) final'Ai Si neccsitamos colocar unos cstribos ligeros porque fuesen
necesarios, cicbernos operar con fcv3, que vicne dado por:
f.u (final) = ([.u + o,l 5'oc )'P
Lul = Lu2 'F
N¡ lPosjLil'o si e. ax I eE .lc c:otlrprcsión
6.=A: inchrt'endo -¿ .icción rJel preLc:nsadol
cotang 0-2
^P = .otongQ
-z
si cot.rng 0. < co:at:g e < 2
cota.s e(' = l;.c = i* rto = t'ut
0 = 45'1 cotattg 45o=
= t* -> I
cotang e(. .90
lct
R: 2'l--l = I =0,43
m
tLtLt¡.uJ,.l, T t
a
corte debe hacerse en las secciones A-A y B-B con V¿2, sado lracj;r ¿rrriba, sobres¿rliendo de las placas horizontales que
cor)stituyen los foriados; o el caso dc tirantcs quc parten del fon'
Nuestra expericncia personal nos induce a scr mtlv cónserva- clo cle las piczas suspenclienclo determinadas cargas.
dores en este punto y recontettdar que se dinrcnsione el cortantc
a partir del borde del apoyo; es decir, en las secciones C-C y Cuando se somete tina viga a una carga colgada de str parte
D-D con V6¡ en ambos casos, puesto que en dich¿rs zollas ptle- inferior, aplicada a un nivcl tal que quede fuera de la cabeza de
den existir cargas puntualcs de efectos muy peligrosos' corrrpreslótr, los riesgos de provocar un dcsprendimietrto puntual
del horrrtigón clonde clicha carga se sus¡rende son elevados y cle-
Llamamos la atención sobre el l"recho de que todas lats cargas ben clisponcrse las o¡lor"lr r tl;ts a rmaduras trallsversales (armaduras
puntuales que se encrientren cntre A-C y D-B induccl'l lJllos ll'le- cle susperrsiónt coltvenictrtemente ancladas para transferir el es-
canismos dc corle típicos de ménsula cort¿r, invalidando toclas las fuerzo corrcsponclientc a la zona superior de la misma.
L¿s ftrrlados r¿ti¡ulares
d'n. A¡'
= l\',, +0 e.d. (q *pz ).rrl < 0,9. fv¿
.s
A tinal --^ T,(q+P2)'1¡
.-- rryd
^ir ^[l rr
siendo,
! de¡ccl-'a armadLlra trans-
inferior a V,-'-,' sc prescitrdía dc la
izclu'ercl':t
n' ÑJ.t". cle barras cle acero clispuestas 'l Y si V,-¡ et'.r
45n
A1,; Árca dc trna balra rnclinada
versa l.
[u=0,5'tl (enKP/cm2)
t' = 0'5 tn il: ). [a {en Kp/cm2}
[r*
Lu = 0,1 ó'' fd (en MPa)
siendo,
. -b
r - -A.
.,
b.d 4100
Ísistema MKS)
jYS
o = lh tsistenra srt
. Los nervios configurados con viguetas y semiviguctas preten- servadores, como se empcñan en demostrar los ensayos que se
sadas (sin especificar sus tamaños) puden resistir a conante. realizan, existan o no amraduras transvcrsales.
Vcu = 0' ló ' [¿ 'b'd (en MPal L: Luz cic l.: It e.¡¡
k:1.ó-ci>l
éTan importante es la industria de los prefabricados de foria- q=lt 501rSl5
dos en España como para que siempre consiga ciertas ventajas uk<175
frente a los forlados in silu, simplemente por incorporar a los ner-
vios unas semipiezas que en infirtidad dc ocasii¡nes sólo sirven
que, si lc.r aplic:arlros ¿i los c¿sos más frecuerrtes:
para transportar las armaduras dc flexiÓn positiva?
Cuando en la edificación española los ltormigortes ¡:oscían cl :0, 17rrr L.:5rn r-4=0,9
L
ak: r,5o
unas resistencias características entre l5 y l8 ]vlPa, tal vez pudie-
ran existir razones para iustificar los privilegios de los foriados prc- resulta V¡ = 0 2l \i Por l-anto:
fabricados frente a los construidos in silu. Pero, en la actualidad,
con unas f.¡ de proyecto entre 25 y 30 MPa y corl lir su¡rcrvisión \tu =V+ [ U.cl=0,21. (enMPa)
de los organismos de control -puestos por Lcy- a las Direcciones
[.b.cl
Técnicas de las obras en la construcción de los edificios, esas ra- Recordarrdo que, en elenrentos lineales, la NBR 7197 conside-
zones carccen de sustentación racional y las venta¡as que divul- ra que f,.,. = 0.l5 t[ rf,tnat. nos encoutral]'los tlna relación en-
gan no tienen, en nuestra opinión, razón de ser.
tre t., tlosasr 1.,. = 1.4, es decir, queen una losa seacepta quelas
Nuestra experiencia personal nos dice, tras proycclar y cons- secciones dc hornrrgón resisten del orden de 1,4 veccs más cor-
truir millones de metros cuadrados de fonados unidireccionales y tantc clrle resisten idénticas secciones cn los elementos lineales,
reticulares, por un cúmulo de circunstancias toclas cllas favc¡r¿ibles de ¿rcuerclo cr¡n los critericls españoles expuestos en la EF-96. Si
(piezas aligcrantes dotadas de una cierta resisterrcia quc se incor- bien esto es cier1o, en la nomta brasileña, por otro lado, se impo-
poraban a los mecanisrnos resistentes, anchos reirles y formas ne una condiciórr geonrétrica a las losas nervadas bidireccionales
cle nervios troncopiramidales en los qtre sc nrinusr'¿tloraba su an- a etectos cle c¿ilculo a cortartte, debiendo dimensiottarse como vi-
cho real y eficaz, resistencias baias del hornrigón en los ¡:roycc- gas si la clistancia enlre neryios es mayor que 50 cm y con la for-
tos (fck < l8 MPa), etc.) que el criterio de considcrar una
rnulacióll clc losas si es menor que 50 cm. Sin embargo, nos
rcsistencia a cortante para el hormigón dc V., = 2 f,." b'd en vez
so4rrenden lncom¡lrensiblementc los criterios portugueses.
de %u : f*'b'd podía ser un cr¡terio válido, cuando se dan las
circunstancias mencionadas entre paréntcsis ¡r la calidad En cl c;rsc¡ cie la norma portuguesa REBAP se inclica en las lo-
de los hormigones limitaba el valor f.u prácticamente a I lüPa sas que slrr armadura transversal el hormigón es capaz de rcsistir:
( l0 Kp/cm2).
V.':0,ó'll ó-d) r1 'b ci (enMPa),siendo l,Ó-d2l (denmeLros)
Nunca nos hemos encontrado patc.llogías ¿tribuibles ül corlallte
en los nervios de los foriados unidireccionales 1' cle los retictrl¿¡res, y aun el'l el caso de los¿rs clc poco espesor d : 0,12 rn,
bajo ninguna circunstancia, dimensionárldolos toclos ellos colr los
criterios recogidos en la vieiísima EH-73 y, lógicantentc, [an]poco lc,, = 0,(r' (1,ó-0,12)'rr =0,9rt (enMPa)
cortante y olvida la contribución de las arnladuras longitudinales nlotivó a realizar urr plan cJe investigación experinrental, en cola-
frente a dicho fenómeno' sin <¡ue podartnos erttender la razón de boración t:t-rn el lnstitnto]'écnico de la Construcción cle Alicantc
placas reticulares [:aio
{l.T.C.), (:onsisLente erl cnsay¿rr una seric de
dicha actitud. para con-
condiciorlcs pésimas frcrlLe al coftante, que nos sirviera
que hemos ve-
La norma ACI-3 l8 aplica la nlisma fonnulación tanto para ele- firmar, neg.rr o nlatiz¿ir, los criterios sirnplificados
y los cuales hemos
mentos lineales como en losas, admitiendo
las dos fórntulas ya nido aplicanclo cn nuestros proyectos' con
estructuras con for-
mencionadas. constn,¡clo nlillones cle metros cuaclrados de
ninguna patología cono-
otl*lurc's, sin haberse detectado
lineales y losas'
El EC-2 tampoco diferencia entre elenlc'rrtos 'r.fotpor cst¿t caLlsil-
cicla
aplicando la tlisrna forrnulación'
Nuestros e:n Lerios t-ran :
clamos?
Los foriutlos relitulares
que poseall
- Cuando se empleen bloques aligerantes perdiclos
una cierta resistencia, tal y como pueden ser los de horrni-
górr, y se opcre con nervios troncopiramidales como los ttrue
áxistán en ios foriaclos reticr.¡lares de casetones recr.rpcrables
consiclerando el ancho mínimo dado por stls bascs' el valor
de f.u puede elevarse sin problemas a I lvlPa para los hormi-
gones usualmente empleados en la edificación'
- En los rcstantes casos, como pueden ser los nen'ios de los
reticulares con bl<¡ques de policstiretro aligerantcs' etc' de-
bemos opcrar con el valor que resulte de ll I sin nrás
Fi{l 13.,1ó. $r-¡¡'rf irr ,lÉ L:¡r:l¡ (lJe afe(tá al cort.rntcl clc los nervios en su ttlrión
con lcrs .ilr¿lr¡:
. L¿ detcrminación precisa del coftantc de diseño ell cada uno
de los nervios que abandona un ábaco, sobre todo si existen car-
gas puntuales, resulta imposible de precisar manualtrtetrte y es q
preciso acudir a programas compleios dc cálculo que permitan o;=K I L .BI+BD)
=f .r.B q L
hacerlo.
El con.rntc q.le ielrerárr resistir los nervios que dircctamente
La aproximación que realizamos a continuación, basacl¿¡ en el
acometen .¡. ¡O¿;,: Sería,
nrétodo de loi pórticos virtuales, lienc- url carácter pedagógico y
de estimación orientativa, y para los casos ordinarios resulta su-
ficiente. Q' 'L
Q. = = l'*'B'R
En aquellos casos de luces elevadas y cargas pLrntuales fuer- 2
tes, como por ejemplo las producidas por un posible tráfico pe-
sado, se requiere un estudio nlás cuidadoso y prcciso. :ie r:clt-r
r-- L 2
clccltLcir el cc'rrt'rtrtc de los
+Lr Np = ts'L'Pt
Dc forma tnás aproximacla' poclerrtos
n"Jot ábacos tettienclo preserlte la l'ig 8 4Ó'
qu. abandonan los
i;/r¡lr r,'ri i¡L/f
-)
¡' f i'r':t'¡ l- 5(:ic'iol-l i,:,'1 .r..r. l,,r'.,,1-)i .r<:ai5 5cl h¿lll cle(lllcjclcl cotrscru¿lcior¿il'llcllte,
Si traz¿inlos nlarcos iclc¿¡les paralt'lcrs l)t')l L¿r
I r r l - - --1..--.-.-.
(ri l-LLr'' j()i clLCl .:1. -..-r -rr " a)_ ajtSnUeSIOS a ,//. Ue lcis tl.l( r\ ctLt\clL('t-
cloncle se dcseai conocer el cslilelzo L{-rl'la1:-ll:a L'rl
(Fig.8 47t restar'lclo a N,-, )a carg;j il-lirlnor \ ', iil' tii'-rrclo rror ei nú- ies ¡ los rti.rl'r,--r :i r--,i,: c Ll¡lquicr c¿rusa los ábacos se cliseiiarr o
(.of stlr;',crLi-li l--,i¡..-.r i.:lll;iñc¡, el cortante qLlc afect.l a l<ls nt'n'ios
rr'te:ro clettervios seleccitlrlacloS. rll¡left{'r-o- =' t-'-'t-;':l''t ':ir-'cll:ct'ti-r
I I - ¡i---
rerr.lll¿ cit -,: ..,..:':' :: rr:rl( )l (-lLle t:l qlte prc-r¡ltlrci6,rt¿tn l¿ri; Iurnrllld!
cn los l-ltisnros, stlpclttienclo qLle Cl :ired ltllc:::crr i-r{ ll-r¿¡ 3 citr l'i lilz
L y clel ancho B par.r lbacos Irorn-¿lú; ' *-
t'¡11ñ I :i..-:: :r-.- ','.¡nd(1(), VCarllOS Cl' C()rLtil lle ell lo: lLllchos
tic l),trdr ri..r i: .'ll irilr-r-rtTlLe cJortcle ¡lodet.Ilos Lencr probletttirs
t-rt;is ¡L-rr-tri (,lr.i' i:-, ,¡;': t'cru'ios, al 5upertr)onersc crr
eilos efectos tor-
;Cfi: (la LljT,i l:: : --l--r'-f lá
clr acltrellos
t)Éf rr--tlL-r'.-';.-.,'-i-liil 'l'-ie l;¡ ¿lrnr¿iciur¿l de c()rtal'lte'
'-'j F --.É:: r',¡,1.r-,á, clel¡c ar]icionarse;l la ¿lrrllclchlr;i trans-
t-l
cl cliánle-
rlfLr-:.,1-.:i rr(r: .¡, ior:;iórr para clegir corrLlct¿irllenle
"r:r'iai,
(]t ..i r sep;rr¿tción'
n'-$!'ÁÉ¡o l-l'(:) ltl\ ¿ ¡-r' i- '-
'Fr a/ uoco.
I
6
t
g
comportamicnto global de la ¡llaca cn su zon¿] cle contacrto corl los Pr"\ t_ l l K : I lclr v.lntl:; cctltr.¡lesl
o=*
I
x [--x Á-
02 ol -
Qa -Q
['-*)
llg li i2 Diilo:; refercrrc'i¡rles
Q¿z -Q
['-*) En Ia seccirin clt- reiercncti.r s - s'dc la l-ig. 13 52 I)¿ra
cl dilrcn-
cliseño vendía daclo por:
sienclo $ el factor dc asignación' el port:ettt;rie cicl
(:Óndr:tc t¡r''al clel sion¿irlier'tt) clcl ¿urrchcl, el cortante cie
pórtico virtual quc cleberá ttsignarst: al zuttclr'l dc t'x:rrtit
)
'[tF.?)
',)
/\
-
.t 1
f =- K
Dicho factor 6 puecie ser el misnlo (ltle cl enlpleado ell
la lt 3
rlrr, nr'.;!-rtl ¡!
I __.
> H (canto de la losar)
t
; i
para cargas ordinarias de edificación, pretende tanrbién dar res-
puesta segura a los riesgos del punzonanriento.
los nue-
Corrlo verenros en un apartado específico completo
y
voscriteriosclelaElJErelativosalpunzonamiento,limitémonos
que el nuevo pe-
dc rnonrento a clecir, sigr'rierrdo al Código Modclo'
de apoyo'
rímetro crítico lo sitúa la Norma a 2d de los bordes
it
LOSA oe ci tr¡'¡rr¡cíórt El tcn'ra tlel ptttrz-onatrric-nto, incltritlo en el contexto
del cortan-
y nlayores cs-
tc, goza t¿mbiéti de un oscurantismo similar' exigc
típi<:os de
Fig. 8.56. Punzonanllentos inversos en cletttentos estrrrc:ruralcs tudios e investigacioncs quc los reali¿ados hasta el momcnto'
la edificación.
El pltrnteantiento cle los Códigos Europeos no deia
de ser una
El estudio del punzonamiento se centra cn los siguientes pequoiio aftimaña, c¡ue pretencle compatibilizar un planteamiento
puntos: uniiario cn l¿ fomrulacici. clcl conante y punzonamiento' a sabien-
clas de que etl t_-ste últinro la concentración y acumulación de las
o Determifiación de la superficie de punzorramiento nl¿is des-
bielas de compresión alrecledor de los soportes producen un cfec-
favorable alrede<lor dc los pilares, dcfirlida simplificadamente
to favorable frenl-e a las tensiones tarrgenciales que tiene quc re-
por su perímetro crítico-
sisLir cl hclrniigón, pucliénclose permitir L¡n incremento en las
. Determinación dc los esfuerzos pésintos que scgÍn las for' rnismas cle fonlra considerable, casi hasta el doble de los valores
mulacionesoficialespuedenproducirpunzonanricntocnla asumidc¡s en los elemclttos lineales con toda la tranquilidad'
losa.
t tts lorjatlos relidar$ 271
En los escasísimos casos de rotura por punzonamiento obser- levantarlos ¡' rcsultan inclinacioncs mayorcs a las qr.re parecen ma-
verdos por nosotros, la superficie crítica teórica que proponí¿rn las nei¡rse teóric¿llre¡rte en el ¡rresente, ot:teniclas de errsayos con pla-
v¡eias Instrucciones EH y proponen otros códigos, seccion¡t orto- c¿rs de cantos rlrry reducidos (< l5 cm).
I
g fuera del lamaño de un punto, todas las l<tsa,< /trrirrdos rcttculados, cu-
rlls cantos cumplen flecha, salen airosos de la comprttlittcrtitr tltt puuzonado 5in enrbarglo. c:l ¡rcrímctro crítico no sienrpre es fácil de intuir
en el perímetro crítico, y en cuanto el s\p1rte \1cnga Lut |údt''t úl n1üt0S ontI €l en algunos casos singlllarcs; y nos vemos obligados, como suce-
canto de Ia losa también satisface la condición de compresüin d¿ las bielas. dc en alg.rn,rs casos recogidos en las Figs. 8.58, 8.59 y 8.ó0, a te-
Ninguno necesita precauciones especiales en el tantatitl de sttpttrt( t¡ arnatlu' ner que tantcar cuál cs su trazado pésimo.
ra de punzonado."
5 6' st*g
sic I E TsR raA
n cut{As ¡r tl r*o
- }l tuñe6nÁhtexro f¡ci. ¡ l'¡Al * hhi¿naFislttc
^i.:ñJ"
\.\J) ? Además, las condiciones de borde puedcn originar perímetros
\ _z críticos cornpleios, especialmente cuando se superponen huecos
en sus proxirnidacies que reducen la eficacia rcsistcnte de las sec-
- :, ciones útiles.
Fie. 8.59. Posibles perírnetros críticos (1. Calavera - ACll-l l8) 2+yr 2
P.=E *t -xi -Y¡
L{NÉA x2
mrinerqO cRm?o
tr d-j.rt'. g€6nEHr0 I
se6heHtoS oTr'LE5
rRdTrL !€L i
¡EL PrAirr€TRO cRlil'có
tEA.ihErro
(:C\TÉó !
-,
Fig. 8.ó0. Perímetro crítico compleio, pero muy re'll rto content¡rlado en los Y[+) '''
códigos ügentes.
(4,
En general, establecer el perímetro crítico en tomo a un soporte I uixsl yr
(0'5d'
de forma cualquiera, una vez fiiacla su distancia de refcrencia
L5d, 2d), resulta más tln eiercicio de sentido común qtle tellcr
qLle
seguir necesariamente las directrices de tal o cual normativa, cotr l:ig.8.ó1. Segnrei-.'.i.:SLitile5ci!lútiles(lel perírlletrocrÍLiccl¡:orlapresencia
dc huercs.
,riiler., itnpropias que a nada consistente conducen' Par¡¡ hacer-
L¡lS l()r/drf()5 ré,lt(tidr¡S
X(; =
rf\''';*' Xf -Xt
2
+
P.
y(v'+vr xi -xi
Y<l = Pc
Tambión es evidente que cn un nudcr cle una csirtlctur¿i clebe [3icn t:s r"erc]¿rcl clr-re E--l criterio expuesto, por su serrcillez, resltlta
existir equilibrio rle fucrzas y momentc)s. Sj eletrtu¿ttros un corte ligerilrn(-:r'rte cLrnsen'¿lclor. r!acjo que tod¿ls las clürgas que se en-
entre dos plantas dc un pórtico cualquicra, lrodtnros represcntar cltenrrer en el intcrior clel períntetro crÍtico no producen punzo-
las leyes de esfi¡erzos tal y como sc indic:a err l¿ Fl-!, E.ó2 n¿rnrientc-1.
Los forjatlos roti(ular$
antiguas EH para determinar las tcnsioncs tangenciales, resulta l.r)s nr<'rrrrenlt-ls cle irrercla combinados dc los clcmcntos planos
compleia, y obliga a efectuar unos cálculos prcvios bastante que configuran ia sr.rperficie crítica situados en la líneas xl y xz
tccliosos. con relaciórr a los eies tx6, !61 vienen dados por:
Uno cle estos cálculos previos consiste en l¿ detertninación de . Corr rel¿ción rrl eje x.;:
las inercias combinadas de la secciór'l crítica con rclación a los
eles principales de inercia dc dicha sección.
x¡__+L o ,"
[[r ]r,
= r X(,,,r ,2,
)- ]'
. Con relación al ejc y'¡,:
I ¡
\/-
.t(r
l
'r'r
tl
.l L: .11_ J
I
t¿
,1 d+, .r [(^ ;-')-,."1'=
_t
- t, j!i !11 !i1
Sumando ambas expresiones resulta finelmentc las inercias El ángulo 0, que nos proporciona la situación de los eies princi-
combinadas: pales de inercia, puede ser obtenido mediante la expresión:
En principio, los ejes elegidos (xc, yc) paralelos a los situados En principio, si ic*y -
o, entonccs e =o{ii:[E ambos siste-
en el centro del soporte, si bien se encuentran etl el centro de gra- mas cle referencia son coincidentcs; y ello sucdderá siempre en los
vedad de la superficie crítica, pueden no ser los principalcs de iner- pilares centrales y de meclianería cuando tro exista reduccién del
cia y es necesario calcular también el producto de inercia
perímetro crítico.
combinado, para poder referenciar los c.ílcr¡los a dichos eles.
En los pilares de esquina los eies principales de inercia no se
mantienen paralelos a las caras del pilar, sino quc se encuentran
v
(xf, Yfl
'""'l?
un
g:${,T;S*.,; [- =
"+ giraclos. Y ¿rclemás, cuando cxista una indcterminación en la deter-
xrl x'
s:
v
i,1";:''.arnie*o lr=Y
minación clel ángulo 0 porque se produzca Que ixc = ¡t6, dicha
indeterminación se resuelve dc la forma siguiente;
.^ u li.r>o+o=45'
"' -
'"*='tt1 ^.. *o
Yt-;
[-t"o-r 1'o";.0-+o=-45o
x
Efectuando un catnbio del sistema dc referencia a los eies,pnn-
f ig. 8.64. Ce¡rtro de gravedad clc los segrnenros ritilcs a fJUllzilllámicnto
rcferenciado a los cjcs xc e Yc;. cipales, tendríarnos:
El producto de inercia dc los segmentos planos clel perímetro u=x'.cclse+y'.scn0 [x'= x - x,,
siendo t ,
crítico con relación a los ejes (xc, yc) es, v=-x'.sen0+y''cose ty =y_yc
i6r, =f x''Y''Li 'd De esta forma, las coordenadas iniciales (x,y) de cualquier pun-
to del perímetro crítico referidas a los ejes iniciales centrados en
el pilar paralelos á sus caras, se transforman referidas a los ejes
principales de inercia de la sección crítica en'
i-r
rcfiriéndolos finalmente a sus eies principales dc inercia, +_
E Morán se pregunta si la fracción o debe multiplicar a los rno-
rnentos transnlil.idos del foriado al pilar:
M* actuando en el Plano OX
M, actuando en el Plano OY
o a esos mismos momentos ya lrasladados al centro de gravedad Fig. 8.ó7. Fr¡rcció' :: ifu .cs llornentos que se trünsÍrlitcn por torsión.
de la secció¡r críüca de punzonamiento (Mxc, N{r6). las diferencias
son notables en los casos de soportes de borde y de esquina. Pa- l,'r verdi¡ci cs c¡.re setrtintos curi<¡sidacl ¡ror saber dc dónde
rece razonable considerar la segunda illterpretacióIl, dad<¡ qL¡e to- procederr las fónir-rlas anterjores, ya que los ntanuales nlás habi-
dos los autores, ACI y EH también, se están refirierrdo sierrt¡lrc a
Lualtlcnte enr¡rleaclos no respondían a nuestro interés.
los ejes de referencia de la secciórl crítica de punzonartietlto, con
lo cual, sólo tendremos en cuenta la fracciólr de los momentos Fles bicn, I)arece ser que el coelicientc detcmlinado ba-
cr fue
que se transmiten <le la placa al soporte por Ia excentricidad del sándose en r-btuciios cxperitttentales efectuados por Hanson N W
cortante como iesponsable de las tensioncs tangenciales adicio- y Harrison 1.Nl. en los laboratorios de investigación y desanollo de
nales motivadas por la torsión.
la Portlancl Cen'tent A:sociation (PCA) en el airo 1968' La mayoría de
los datos en 1os c1r,re sc bas¿rrt, ftleron <¡btc:rridos de pruebas cJe lo-
si¡s cor'] sc)[.)()rtes de sección cr.lacJrada y no parece qtlc exista ma-
yor inforni.rciórr ;il respccto. Así que, asumarnos con resignación
clichas fórmr-rlas ¿ falta de otras para seg.rir adelante, teniendo
prc-
Siempre que nos hemos planteado de qué pafte del filomento N1,. = u" ' Mru cÓs 0 + ct! ' lvl\c sen 0
total de ia ptaca sc tr¿rnsmite al pilar p.r torsi(rn y qr;é pa.te direc- Nl! = -u'' M¡1, ric-ll0+ ov Nl\r-, 'cos e
tipo: \t
tanlente por flexión, nos hcmos encontrado expresiones clcl
Por torsión: g' M (Exccntricidad dcl cortante) Fig, ti.68, \'lorlrcrrios tortores en la lrlaca, obtenic{os
multilllicanclo los flec-
tores pof (al f¿rcLc)r (1..
Por flexión: tl-c) 'M(l'frtlotúi)
Con todo lo anterior, las tensiones tangenciales cn tln punto las oblicuas dentro del hormigón. L¿ sección diseñada es ma-
genérico P (u , v) del perímetro cítico, vienen d;idas por la fórmu- nifiest¿rnlentc insuficiente, por lo quc se debería procder de
la generalizada de Di Stasio y Vln Buren. alguna de las formas siguientes:
. Aunrentar la resistenci¿l cJel hormigón. Esta fomla de ac-
tuür e9 nruy poco agradecida, ya qlle ¿¡l estimarse la resis-
rru,v,=X: .\u*Mi,, tcncia cle cortartle en el hormigón por expresiones del tipo
ya r,'istas i., = 0,5'fi en Kp/cm2, ó 0,1ó'r[ en MPa, los
L¿fórmula anterior proporciona unas leyes, qllc en perspect¡- porccntaies dc aumento dn la calidad del hormigón, sc
va, podrían representarse como se esquematiz¿¡ en la Fig. li ó9' traducen en iln aumento menor de la mitad de dicho por-
calculando los valores críticos de las tensiones tangenc:iales en los centaje en l¿ resistencia de f.u.
extrenlos dc la superficic teórica de ptrnzonamiento. . Aur'rlentar el tatnaño del pilar. En este caso también nos
encontranlos cn unas condiciones similarcs al caso ante-
rior, aunque ligerarrrente meioradas.
Planos de tensioncs
. Aumentar el canto de la placa. Esta solución es la que pro-
porciona resultados más brillantes, aunque también resul-
ta la más costosa, Descolgar ábacos o colocar capiteles
c-lásicos, pLlede scr la solución más convenientc y econó-
nric.l. a(.¡¡'l a costa de encarecer los errcofrados.
. Colocar perfiles metálicos cruzados sobre el soporte, em-
trebicjos en el espesor de la placa y pese a las dificr¡ltades
que proporciona su hormigonadcl, puede resultar una so-
lución línrite.
. Cc¡llarines metálicos que ensanchen artificialmcnte el so-
pone
_a-=¡-[;
La formulación del volumen l-otal de esfuerzo V.u clr'rc debe
ab-
-\r:;_-j
y salvo que tros plalltce-
sorberse con armaduras es muy simplista,
las
mos operar individualmcnte por caras, conduce a estatlleccr
en cl perfnlerro críl-ico de urra man€-
armadüras c]e punzonanriento
que pueda.
ia uniformemente distribuida, independicntemcnte clc
que otras' *--r¡---+
existir caras que requieran más annaduras
fi{, 8.?2 Fl:,:ci ;¡rl'r.n;lllilnrcrlte eqrrivalentcs 'r E:lcctos rle
el pro-
No queremos entrar en el iuego de scguir complic¿¡Irdo ¡rr¿li¿.r' \: Pr-l-;1:\l-:itr- (r:-:l
de perder teóricamentc rigor' porque tene-
blema, áun a riesgo
para el
;;; ü firme convicción de que el camino práctico
tr¿ttar qr're pueden
Tanrpoco varllos a cr\trar en las singularidades
el expuesto por nosotros siguien- pueda presentarse pt¡n-
il;;";;';nto, no debe laservieia procluciise cn aqueilos casos raros' clondc
do la vía det código ACly EH-g1' que ell ciertos casos de: va-
zorramiento inverstl; t¡¡n sÓlo aclr"erLir'
vanos lrluy cortos' pilares
y sencillos, cuya bondad nos muy largos e-il contilrtlidad con
Existen otros ciltefios máS Simples etc'; cl
avalada por la práctica cotidiana.y
el conrportanrienl-o ;;";;; sotr""e losa:. forlaclos luertenrente posterlsados'
prtede ser tan Fleligroso como el
r;* *.u"nou sobre pilarcs qt'tc:' purrzorranrit::tttt-: ln','er-co existe y
m2 de placas apoyadas puede seraplicada resrrltando
aoir.ato de milloncs dc directo. l-a tecrrÍa gcn*rol **puósia
una nayor sirnplicidad
nese a su escasa brillan[ez teórica' aportal] cle tipo negativo'
del,punzonamiento Err est¿ últi- leyes de tellsiollcs tarlgcrlc¡ales
ffictic-al=n-ii.?r."f" ll á"álisrs en los casos tltenciotrados en
el
desenvolverse los nuevos l:lanteanlictt- Las ann¡iclur¿ts tr'rnst'ersales'
ma lírrea descrita tienden a por punzonatnien-
del mundo' colocar.
y
toi A" EHE otras nornas pá;;; ;".üor, .1u. fuesctr neccsarias
que se
¡" opuesto al habitual' salvo
c<'rn la to inversr: reqtrieren un lrazado
cle alguno's de-cstos criterir¡s' tanto en el punzona-
Hablaremos más adelante y corlstruc- disponga en pLlnos vcnicalcs útiles siempre
diserlo
¡"i." i.,t.".ión de facilitar la operatividad del
Pc'ro arrtes de h¿rcerlo mietrto clirecto cc>tlro int''erso'
ción de las losas tt*"il p"*namiento
"f la conrplelidad hasta alrora apaftado, que Ia comproba-
hablaremos. por ri noiu.á suficiente Finalrrrente clecir, lrara acabar este
con los sopones aparl- termirra en el primer perímetro crítico
l*puur,n, de una particularidad adicional ción a t:urrzonanrie'rto no
salvo qr're el resultatlo de
iutt.¿ot que las normas suelen introdtrcir' situado a 0,5d A* fc:* H"ttl*t it
'poyo'
ciicha contprobación sea satisfactorio'
armaduras en el primer pe-
'. .; CuantJo c:l .rnáiisis obliga a colocar
que comprobar oe'{-
¡: *'i rímetro crítico, no, u*toJobligados a tener
|-'-
primero separaclos entre sí medio
nretros ltonlotéticos con el
I
'¿
g¡1 56c)qrtes aparrtall:rdos
lig' lt.7l. Períntetro senri-eficaz
t*
I
f.r
I'
f"k lrd f.d
l)o I,E t) 0. tti
lóo 2,2 ló 0 t.)
3,0 fq 0.30
250
400 4.1 40 0 4l
quc no sea necesario coltrcar armaduras de ¡lunzonamien- Sop::i ¡t,: :it b"::: ¡:1=
Para
ci-¡n bord,-- (le lii9a
to, se habrá de cumPlir que: paralel,r-: al ei: i
r¿ lrr¿'k'(1,2+40'p¡¡ lzl
S:pcrte r'l: L'-.¡ r'cie
Sea la carga total del foriado por metro cuadrado igual a l'?8,75. 4r4,32=
v., = 393,98
I kN/r¡2. " 1.6
Vd =Nd -8.(0,40+2'd)2 =4r,0,8-8.(0,40+2 .0,25'f = Los cálcuios condr.lccn a unos resultados rnuy similares, ya
que según cl EC-2 las cargas rnayoradas son menores, pero tam-
:46O,8 -6,48:454,?2 kN bién lo son l¿s terrsiene5 ¿drrrisiblcs.
\a
EH-91 - tu =-A._ 454,32.1 .000 MPa = En el caso de que haya que reforzar a punzonamiento, se co-
locarán armaduras transversales que resistan 3l4Y¿; sin que la fy¿
o,ó5.r0ó
superc los 350 NlPa r3.500 Kp/cm2).
= 0,70 MPa < tu¿ = t,3 MPa
L¿ Norrria REBAP resulta bastante más conservadora que Ia
54% dela tensión ac]misible Norma española.
=
[H ) .Según la Norma brrasileña NBR ól l8 se considera que no es
prcciso rcforz¿r a purrzotramicnto si:
Sioperamos con el EC-2:
(Kp/cm2)
8 "
kN/m'i
Io tN / m2 cargas permanentes +=+
lz tN I r' sobrecargas
lns lorjados relkular¿s 287
rccordándose que se maneian coeficientes de ponderación infe- el planteamicnto clcl código ACI que se venía adoptando en el
riores a los españoles: punzonarliento y (¡ue, en nuestra opinión, rcsulta difícilmente
digerible y po(:o práctico. Por consiguiente, bienvenidos sean
cril-erios nrás sirnples, aunque vengan desnuckls de teorías
T =1,4 Y lc = 1,4
iustificativas que en el fondo no justifican nada por su carácter
No se admiten cargas que produzcan tensiottcs tangenciales surrarrrente engañoso, pese a su aparicncia de rigor y brillantez.
superiores al límite:
Otra cucstión será, si el enrpirismo en el que se basan los
nuevos criteric.rs puecla scr o no un falso espcio obtenido de unas
2!E pocas ex¡leriencias cle laboratorio, leianas del comportamiento real
yc cle las cstructuras que construintos, y quizá una vez nrás, se
ignorerr las exprriertcias auténticameht.e realcs que continuamentc
En aquellos casos cn que sc necesiten armadur¿s dc pttnzo- e-stán obtcnienclo los profcsiorlales que día a día se encargan dc
que la
namiento, éstas deberán resistir el75%de la carga' igtral sostener los cclificios con sencillas formulaciones, que se
portuguesa; y la tensión del acero se limita a 300 MPa' fllUestr¿¡t] eficaces y ecottómicas. lalta en nuestras Normas un
"buztirr clel lector" clorrde se rt:coia la ingentc experiencia de esos
l¿ Norma brasileña conducc a valores ¡rrácticanrente coinci-
9l en cuanto a las terls¡orlcs admisi-
dc-rites con la española EH- ancinimos c¿¡lcLrlistas de eslructuras, que a veces de espaldas a los
blcs se refiere para no reforzar a punzonamientc¡; rlo obstante, criter¡os ofici¡¡les y pese a sus mucllos defectos, han levantado y
arlrr'¡ite tensiones límites por encima dc la misma. hecho posible el parquc de viviendas que posec nuestro país.
"k'o'"('-$)
t rdl l\l
8.17. El punzonamiento según la Norma
il
ff,,
EITE
rr+r D
8.17.1. Introducción
;
"'I 'o
en la normativa española EHE apuesta firmemente por criterios de <0.5c, ó 1'4--l <o.sc.' ó r.sdl
{r---+
I
Seda deseable que en futuras verslones adoptase los trazados Ouizás por ello, la versión definitiva de la Norma EHE, optó con
rectos tradicionales cle la EH-91, aunque se cncuentren situados buen criterio por no tneterse en el bosque y dejar quc cacla cual
a 2d de la cara del soportc, y aplicara un coeficierrte recluctor del siga su propio camino crr situtrci<¡nes cemo las rnencionadas.
perímetro crítico en torno a un l57o que es, operativarnentc, a lo
que puede suponer con un carácter suficicntemente aproximado
Li¡ea <ie cortante de la losa 2 con relación
los redondeos propuestos.
d medio:
(a+2clr +2dr )dr +(b+2dr +2dr )dr +(a+2d:¿ )dr +2dr 'clr+lb+2d¿ )dz +2drclr
- (a+2dr +2dl)+(b+2dr +2dr )+(a+2d2 +2d¡ )+(b+2d¡ +2d1 )
LVX ]
Carrto H1 ldl)
Fig. 8.77. Indefiniciones que aparccen en la propuest.l
del bonaclor cle l¿ ironna.
(b+2d2+ Perínretro
b iríticr¡
El bor¡ador de la Norma en sus comenl,arios nos decía que la
t 2d1 t- 2d¡ rotura real es tronco-cónica y va desde el borde del soporte
atravesando el foriado con una inclinación de 250 a 30o. L¿s
prirneras fisuras aparcccn cntrc cl 5O"/"y eI 70o/ode las cargas de
L. rotura.
El borrador de la Norma decía textualmente: En nuestra crpirtión, un plano dc rotura tan inclinado sólo
puede iustificarse en losas de muy pequeño espesor, cantos en
"El canto útil de Ia losa se considera conslantt e iqual a torno a los l5 crr; err losas dc cantos mayores, la inclinación no
d: (dx + drl 12, donde dr,drson los carrtos ritiles de Ia losa en es LiJn acLrsacla. lo quc nos inclina a pensar que las
dos direcciones perperuliculares" .
extra¡'rolaciones de los resultados del laboratorio a losas reales dc
for¡ados reticulares y losas de cimentación se han realizado con
Dicha redacción podía carecer de sentjdo v no rcspoltder a
r:xcersiva alegría. Nosotros creemos que los ángulos reales se
ninguna realidad física, como se deduce cle la Fig. 8.77. Sin
lnllevel'l en tonto a los 40".
cornenLarios añadidos.
I
los foriados rcticulares
No será necesaria armadura de punzonanricnto si: p : Resuira ser'¡n coeficiente que toma el valor l,l5 para el caso de
soporLeb inLeriores, lr¡nra cl valor 1,40 para los soporLcs rJe
nledianería i'el ,,,¿lor 1,50 para soportes de esquina. El factor p tiene
F..,
Tscl ( Td rrcd--- <' en cuen'-a las lcrsioncs tangcncialcs dc torsión quc se cngendran por
5uperl¡cle cnLrca lob lnr)r:rt'iiLL)5 c.ris[errtcs cn ja placa.
F.6: Esfr-rerzo cle ¡runzonanriento de cálculo, que rrorrnalnrerrte
F"¡: Esfuerzo efectivo de punzonamienro de cilc:r¡iil coj¡rcjcli¡á con ia reacción del soporte al menos en una prinrera
aproxin.rción.
t.,¡: Terrsión langcncial n<¡minal de cálcu]ü en r: )erirff ct.rc) crÍticc)
En cl caso de losas ¡'rretensadas, debcrá incluirse la componente
tr6: Tensión máxima resistentc clcl hormigón ¿ efec¡rts rjel
r,,enical qrrr. rr rlc.rive cle ia inclinación dc los cables de pretcnsado
l)rj¡rzonamiento, que coincldc con la resis:ercr.r tiiacla lrara el cort¡nte
de las piezas linealcs
r[). tünq üj.
Tarlbién es ¡:osiblc. descontar de Fr.1 las cargas exteriores que actúen
deniro de r:n pcrittc.tro lr/2 semejante a corno se hace siemprc que se
rrcr=0,12.6,.(too.p'6¡)l'3 tr{Pa lll piante; u!'r crnálisis cleJ punzonamiento clásico, tal y conro sc dice en
los corilcnLdr:os de la norma y en contradicción con lo que en nuestra
siendo, ooinión ref.ej.'r el afiiculaclo cle la misma al hablar cle la reacción del
5c)pc)r[c
Resumen Práctico
Trd = 2'fv
Cc.rn el obieto cle rro perdernos y encuadrar la propuesta de la
td=2'f.u =2'0, ló'v4; (err lvlt)al
nueva tHE, nruclro más simple y sencilla de aplicar que las
antcriorcs, crr cl contcxto dc nucstra cxposición y rcfirióndonos a
7r,l =2'f." =2'0,5'fi¡ lcn K¡'r'' cnr2)
los casos nornrales de losas sin pretensal el nr¡evo camino a
seguir rer;i,
puesto que las cuantías de arnladuras son b¿jas, v se nlartLiene
idéntica formulación para el cálculo de la resistenci¿¡ a . Deternrirl¿r el perír'netro crítico a 2d con las fonnas geomé-
punzonamicnto, que la empleada para deterrninar la capacidad lmcntc (Vcr a partado 8. I 4 .3. Su pe r-
trica s csta l'llccicla s habitua
rcsistcnte del cortante en las p¡ezas lineales. lkie Tcórir:a Crítica dd Punzonamiento), reduciendo su perímelro
L¡n I 5% p¿lr¡ tener en cuenta los redondeos del nrisrno que
El esfuerzo efectivo F"¡ dc purrzonilnliento cie cálcr-rlo tiene
la nucva EllE irrtroduce en las esqu¡nas con r:l ot:jeto cle
presente las cargas verl,icales, los posibles rr]onterttc)s cll¡e se
trasfieran entre l¿r losa y el soporte. y el posiblt_. efccto cle ulr cl Irroceso c.rperativo.
sinr ¡:l ítir:a r
pretensado que pucJiera exist¡r en la losa, a trav'és de un parámetro . Deducir los hr-rccos situaclos a menos de 6d y calcular el
rnuy simple llamado B. área crític;r: \
Los loriudos retiulares
St pu
, Cuantía geométrica longituclinal cle la los.r, quc p.rra orjacJos f
A,,: Área trt:¡ rj.-: ,as ar:lr¿cltr.ts clc punzonanficnto en un pcrírnetro
pucde estimarse en 100 p = 0,35, y para losas de cimenracirin en Cr)ncén:::cO ¿i \irnol.te. coloCada en plarros separacjos entrc sí Una
100 p - 0,25. disu¡nci¿t:r .Ai:-..\-
tt: Ángulr-r n:t. jit:::L.1ri .cs ¡t.anos de arrnaclur..ls Corr el plano <Je la
Itls¿. Sl st: (-,:i.i-'-¿T i,SLriuos o l)Arras VerticAles u= 90,'V si
e = f* (d en mm): Para los casos habituales cle foriacJos pLreclc Se
1@ cctloc.tt', b;r¡'¡ l-rc.i::aclas ct = 45,:,.
tomarsc estimativarilente 0,12 l=0.23 y ¡.)ara losas clc Cirnentación, f,,,¡: RcSi:r-t:.ct; ,:it.
lá.c:ler del .¡cCro de las ;rrrnaduras Ir.l¡sversales,
variando errtrc. 50 y I 00 crn dc cantr:, O, I 2 ( oscil,-:r;i c:rrr:re 0,20 y linrit.¡tlc ii 4lr-l !iP;,
0.t8.
0' r\rrp.L¡ Lr (if, .rt:; i) ar: a: ile r()rUtc-r que recotttcnd¿nlOs COns¡defaf a
4 5r.
l¿ fórmula anterior admitiría una simplificación práctica ri \ljn'ero c:e r:;:1.¿: (it cacla r¡no dc los pl.rnos separ.rdos cntre síuna
aproximada para el caso de forjados conro, clislarcr.-l r,
[p =0,2+.(r.oI" MPa,
-!s(l _- F.v,r
Ac ^
6-
o
o
b
cl
I
t_
o'
I
E
úl o
.f
frd = st
tp 2di
i
-t-
sicndo.
F : l,l: para los soportcs interiores y de borclcs
Aplicando la fórmula con banas inclinad¿s a 45'' nos quedaría 8,17.r. Zona exterior a la armadura de
asr: punzonamiento
\/vtl -- \/vcu+r,273.9.n .Au .f, .. Fucra rle l¡ zclna cubierta por armaduras y dc manera similar a
s
como sc hací¡r irntes, la nueva Norma propone comprobar a una
Y si opcramos con barras verticales: distancia 2d de la ¡rrisrna, siguiendo los ¡rcrímctros marcados por
un,ef en la Fig. 8.78, que no existe punzonamiento si se verifica
que:
dt Fu¡ Nuelo cofi.¿rntc clcctivo, clue en este caso sólo tiene en cuenta
'
+ bs cargas ,.,enicales exleriores y la cornponcntc vertical del Írosible
preterrsado. La áccjón dc los momentos se considera despreciable.
I I LONGITUD DE Para que no hayrr rolura por comprcsión oblicua del hormigón
f-__t
ANCLA.'E cn strs biel¿rs inclinacJas, sigr-riendo el mccanisrno resistcnte que
Fig. E.79. Dispclsición de arm.:duras cle punzola:liento coio- se clesarrolla, la Norrna propone una última comprobación que
cadas a partir de 0,5d de las caras del soponc seer.jn EHE. debcrá r,'eriticarsc v cumplirse siem¡:re para evitar patologías
peligrosas
Podemos apreciar una reducción de la resistencia clel hormigórr
al punzonamiento cuando se agota su ca¡taciciacl rcsistente y es En toclos los c¿scls el esfuerzo de punzonamiento queda
necesario colocar armaduras, de manera setreiantc a corno sc con- limitaclo ¡:or:
templaba anter¡onnentc en las nonnas. pero en una rl.rgnitud bas-
tantc rnenor.
Vl = Fef < 0,3. f.¿ . uu .d
L¿ reducción qlre se proponc deV.' oscila entre un l0 y un
más razonable que los criterios de las norrnas El-l antcriores,
I 5olo, clclnde rr., es el perírnetro consicjeraclo a efccto cle las
que lo reducían a la nlilad, conr¡lresioncs .[rlicuas, qrrc lto coincide con ninguno de los
perímetros .r nteriomrente nrencionados.
La nueva propuesta sigue sin conternplar la colocación clc un
único plano de armadr.¡ras, lo qtre obliga a efectr-rar cle nr¡evo una Pilar centr¿il Lr., =2.C1 +2.c2
interpretación de la formulación propuesta, si queremos quc ten- Pilar nlecli¿tnero Lr., :- C¡ + 3'd < c.l +2.c2
ga un caráctcr generalista en el caso de optar por Lln único plano Pilar de esrluina uo =3.d<c¡ +c2
de armaduras, como ha sido la costunlbrc extenciicl¿ cn la cons-
Lrucción española en las losas.
292 Los foriados reticulares
t
t-t a) No se admiten cargas tales que conduzcan a valores de
nrayores quc 3 f..r, cn la superficie crítica de punzonarnien-
Lo siluacl¡¡ a 0.5 ci, es decir:
ql
I
1,5d > c2
V,¡ 13.f, , .A.
r--i-<?.f
' A _ 'L.
-
^..
t t''
Fig. 8.80. PerÍmetro uo para las contpresiorres ot¡licu¿s tEHEI
^.
en caso contrario dispóngase annadura transversal cubrien-
:
do V.,'., \','1 - f, ,\,. .
c) En los pilares cenlrales no es preciso reforzar a punzona-
8.18. Una aproxlmación personal y |nierrto si
práctica al punzonamiento
\¿,
mediante una formulación muy simple: criterio para no reforzar a punzonamiento sería:
Esle c rttcrio lo herrtos vellic.lQ ;i l) j (.., r,-1,-)'-.r l t't t-rit' r a't-l ]rLle!Lr¿i:;
I'ir)V.¿ t
__________-!:l_
\ .' :
-l
- -'\
I r0. V.,
A 't'
V' =V.-(r's; t
Experimentalmente en las obras hemos podido constatar que Creenlos <¡ue ¡rr"rcdc resr¡ltar sumamente interesar'lte analizar
la presencia de huecos en las proximidades de los pilares bajo la óptic;r cle l¿r lrornra cspañola EHE los ensayos realizados
aumentan las deformaciones de las placas y, pcse a teller óstas los por Ehab F. El-5¿laka,,^,r', \{;rría Ana Polak y Manir H. Soliman sobre
cantos aclecuados para las luces de la obra, se producían clarlos plac;is con hr-iecos frente .rl ptrnzonamiento cn las zonas de bordc
en las tabiquerías, duñ<¡s clue no se preserrtitt)arr y (¡re, por tanto, y puhrlicado en .\Cl Slruclirrnl lt¡urnal, vol. 9ó, rr':' I (1999), con el
no existían en otras zonas de similares características, salvo quc
ob¡eto cle contrasiar lor resultados con las lorrriulaciorres teóricas
no tenían huecos dc instalaciones bordearrdo los apoyos, Nr-rrlca
anteriormente exl)Llcstas cn los apartadc¡s 8.1 7 y 8.18.
hcmos podido apreciar pttnzonarnientos erl los forialdos
reticulares construidos que hayan tenido su origen por la Los cnsai,rs re¡rroducen tlna cstrllctttra cle varios pisos
presencia de huecos cn las uniones, realizados a ¡rosteriori, por
rcsuclta cort r-rrlct ¡llaca nr;rc:iza de I2 cm dc cspcsor errlpotracla
olvidos en los proyectos y durantc la construcción.
en ¡rilarcs de 2i x 25 cnr. qrre poseía los huecos indicados eti la
Fig ti.tJ3.
0.0 30 I 27.5 i 6
oo _ 28 | zLL) 6
29 I 27.5 I ()
28 I
-zr=L. zt¡--], 27.5 I
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Ditn¡oto
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I
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11 .3
F.s I ,34 Posición clc l¡¡s .rrnraduras clc tracción ¡' cle
ior':'rnlesitin.
Tabla 8.I l. CaracterísLicas cle las artnachtras etttl:lcacJas.
Los foriados retkulares 295
No se dispuso armaduras transversales de tipo alguno frente La formación de las fisuras inclinadas se observó en el borde
a los esfuezos cortantes y las armaduras cortadas por los huecos, libre y en el intcrior de los huecos, iniciándose las misnras al
tal y como es costumbre habitual, se ariadían a izquicrda y 50 % dc 1a carga última cle rolura.
derccha de los mismos como se contempla en la figura 8.84. y cs
costumbre en estos casos. Las fisuras inclinadas generalmente empezaron a consecuen-
cia dc las fisur¿rs de flexión.
Las cargas transmitidas a las losas, carga venical y mofttento,
se han mantenido en una relación constante en los scis cnsayos Las bases dc los conos de punzonamiento han resultado
realizados: similarcs, salvo en aquellas losas que poseían huecos en contacto
con los prlares que han resultado ser menores. Lo antcrior
M significa que el efecto de los huecos que se encuentran separados
Ñ=U'J de los pilares sobre la capacidad y corlrporlarrriento cle las losas
a punzonamicnto ha sido relativamenl"e pequeño.
. Estado l: A velocidad de 2,5 kN¡min se ha aplicado la car-
ga hasta llegar a la situación de servicio. L:¡s deformacioncs vcrticales rnedidas en los soportes frettte
. Estado ll: Manteniendo la carga correspondierlte al peso a las cargas vcrticales aplicadas cn los mismos han sido similares
propio se ha colocado y quitado diez veces la sobrecarga de para todas las losas. Se observó un aumento del l4 al l9 7o en la
uso. nláxima deformación verlical de las placas después de completar
. el décinlo ciclo dcl estado de carga repetitivo.
Estado III: Finalmcnte, se han incrementado las cargas en
escalones de 1,5 kN/ min hasta la rotura.
'iI
Jzsol.-zzo-J L-¡e29--J
elcvation plan
tEÍ!i\.-
¡H"¡^ -*'s
097
I 940
917 7t0
sFo 733
t tLr ,48.5 59)
SF] 877 820
qFl 942 8r5
Tabla 8.14. Resultaclcs corr)párarivos entre los ensayos y los valores pror)Lrestos por la EHE y el autor (F.R.T.)
Tabla 8.15. ResultadoE compa:'a::ics entre los realmerte obtenidos de los ensayos y lo que
realrltente sc prcdicc co:-r :-r€s:ros c.teros 1F.R.T.t. opera:do con los \/¡rlores reales de resis-
tencias, sin coeficienles de se{.;-d:d ¿ñ¡didos.
Los [oriados reLkulares
# + l,l E h
Longitud total = 0,40
Punzonamlento Tlpo P
Punzonamlento Tlpo PP
f ll-l_ru
puede rcsultar la más recornendable
y segura si c¡ueremos adaPtarnos a
lfm,i:i*.:"*ri:* Ios criterios cle la FHE.
Vsu =0,9'*'n'^n'!o
Los lor¡ad,os rcliulares
Fig. 8.98. Al¡aco corr crLlcet¿l¡j, cle prlrlz()r-r¡rrlir¡r'rIi:) Ér' rrr: fr:,ri;clo rcitctll¡:r
con casetone5 perdidos.
En l;r llq.,3. l01 ¡rotier:ror vcrcn Ltna obr.i real, una cJis¡tosición
mL¡\'ciL-rls.i cle l¡.r:r;i; i'erl ic;¡lcs cn fo:nt¡r cle z, sicuienclcl cl último
es(luenr¿r rlr,'i.,r-. t,i¡ttriogÍ;ts itrciic¿rdas en la Fi¡¡. 8,c38.
Ar.tttr-¡Lie I.1,-) >icj .t:t.t trrjr ii¡¡ llltly fteCue¡Le, ¡l<tdcnto5 CltCOlt-
trarn(l-i i-rit:c air:l-!l) i ¡{(ts .lL- Cclrll¿ts L.rn eler,¿ldas qUC nO lt.ty.l
tltás st¡li.¡c.jór' ,.1.1!-'t\-'t-lr-l C¡,-ie tliseit;ir,r,(:Olo(-¿r ¿llll¿rS llrel.1lic¿rs cle
espesores ¡citcL;¡,cloi c.i f).tccs cle resislrr por :í nrisnras toclL-r el
Fig. 8.c.)9 At¡¿¡co con crucetas cle punzonalnlicnLJ t:t u: ¡¡i¡1.;,1 - 'o-,- . :'' l-rurr¿on.ir:rie:-r:o ¡r'('s{ilt(iia't'iclo de la c,ol¿boración a cr--ttt.¡nte clel
con c¿setones recLlperab]c5. hormigón
oe
t-A.n T<
J4
siendo,
A : b . h;Áea de una de las almas metálicas coloc.:clas
n: Número de almas dispuestas radialmerrte
Tal vez la tendencia creciente a las grandes luct:s, y los cam- lncluso err las :ituacioncs aparenterTrente más sirnples' conro
bios que puedan darse con los conluntos de los volútllcnes edi- puedetr scr los zr"rnchtrs perintetrales que vat'l dc pilar a pilar, la pre-
ficados, posibilita que welvan a las eslructuras de eciificacióti las tensión clc l¿r ril¿rvoría de los códigos oficiales de asignar a los mis-
vigas de canto, cuya presencia actual cs l)tiramente atrecdÓtica' mos la responsabilid.rd de resistir las cargas de ccrranliento
pcrinretralcs, prrescincliendo cle los nervios adyacerltes, en modo
Es tal la ausencia dc vigas de canto cn los bordes dc l¿s es- algun<.r res¡roncle a la rc¿rlidacl física del comportamiento mecáni-
tructuras de edificación, que incluso renunci¿ttlrt)s ¿r sr.r arrálisis co del foriedo.
simplificando la exposición de nuestro tr;rbalo; rec:c'nlcnclatldo
que, si puntualmente por exceso dc hiz y de cargas rcsulttrsc ot¡li- Urra anécclou, r'eal pucde clarificar lo quc tratamos de expresar'
gado materializar una viga dc canto acus¿icla baio r'tna losa nraci-
Acab¿rcl¿ la L-stnl(tura c,le rrn bl<-lc¡Uc de r,rtr colegio, constrtlida
Ia o reticular, se resi¡elva y calcule como si clc utt¿r viga cle torluclcr y
unidireccional se tratara, si no se dispone dc urr prQgran'l¿l espa- con un foriaclo reticular (le cascLones aligerantes de hormigón cle
Los loriadas retkulams
canto 24+3 cm, una pieza prefabricada del cerralll¡cl'lto de la fa- y nccesarja con el obic--to de asegurar la eficacia resislerrte de es'
ctrada de unos l2 kN de peso sc dcsprendió de la gríra que la tas piezas cn cl contexto clel foriado reticular dorlde se encucntren
transportaba dcsde una altura aproximacla cle rrnos I0 n'l y, cll sLl r-rbicaclas, pre:;to c¡ue posecn utta rcsponsabilidad bastatrtc sr'rpe-
caída, impactó contra el zuncho de trorde cluc tr-ní.r ltna lrrz de rior a l¿i cle los rrervios del mismo, aultque sólo sea por cuestio-
unos ó,5 m. I)es oe Ldtltdno.
Por otra parte, y si bien los rnétodos cle' cálculo tlsp'rci;r)es per-
miten una aproxirnación mejor a los tner:¿trismos resistentes dc las
estructuras y a [a intenelación resisterltc que existc t--ntre los dis-
tintos elemcntos, distribuyendo los esfuerzos clcorde con las rigi-
cicces y la situación de las piezas en el corrtcxto estrtlcl'ural,
también es cierto que toclo lo anterior exige un correcto etrsanrblaie
constructivo del coniunto, y que un fallo en un clcnlento detemri-
nado puede sobrecargar a los restantcs sin que se ellctlentrerl pre-
¡xr rados para dicher circrJrlsta ucia. clesencaclc:rr.l 11dó u 11 colapso
progresivo por efccto dominó.
cruces y las zonas de anclale, resulta absoluL¿ntelrte con'.'eniel'ltL-- erlLre sí, tal conro ¡totre clc nraniliesto la l:ig. 9.2.
30ó Los foriados rctiulues
I ig. 9.2 'l ipologi;¡ cle zrlrrchos dcrrLro dc tttr fori':dc> :e"lcr;'"
genéricas estable-
Nunc¿ nos lran g-rstaclo las es¡:ccificaciones
Loszunchosubicadosenlosbor(lcs,entrepilares,sol]los obietivas' puesto que suelen
ciclas al urargen de cuantificaciones
zunchos que lnás sc ven afectados por todo tipo de solicitacio- bizantinas entre los técnicos que
punto dc vista resis- acabar ¡rr.ruocanclo clircusiones
nes y esfuerzos, y los más delicaclos balo el
proyectan y )os LécnicCrS quc COntro[an.
tente.
Un zt¡ncho cie borcle colocado en un voladizo continuo de fa-
Al margcn de los esfuerzos flectores y cort¿rlrles qt¡e solicitan
a los zunchos entre pilares, cotrto sucede ell todos los demírs, en chacla a 2 nl clc la lírre¡r de pilares, y lógicamente pcrteneciente a
este tipo de elemcntos se acentúan dichos esfuerzos por ser el una banda central, apenas posee esfuerzos dignos de considera'
nervio de mayor rigidez del pórtico virtual paralelo a la f:rchada, y ción que iLrstif iquen su razón dc ser y su presencia como tal, bas-
por recibir de forma directa las posibles cargas adicion¡¡les debi- tancJo prtsible¡lrente l¿¡ ¡lresencia de un nervio nrás de la placa sin
nr¿ryores problerrras ¿ñaclidos. Por razones de tradición y dc ruti-
das a los cerramientos.
na constructiva rJe recoger cle fonna cómoda las patillas dobladas
y
cle los negativos, y permitir los anclales de las barandillas demás
Por otra parte, los zunchos de bordc, al encontrarsc en los ex-
como un
tremos de las placas cioncle se cierran los circuit()s cle las t<;rsio- piczas cle las f¿rchaclas, solcmos colocar t-lichos ¿utrchos
y Sin cmbargo' si des-
nes que tienen lugar en las misrnas, acllnlulan urlos csfuerzos val<-:r añacljclo en los borcles de los foriados.
estaios tensionales adicionales que tienen qtle ser considerados aparcciese cl volaclizo y el rnismo zuncho tuviese que colocarse
en el dimensionado de los mismc-rs. entre pilares, l<.rs csfuerzos qire lo solicitan se irrcrementan con-
siderablernente f rente ¿l anterior:
Por todo lo anterior y sin cuantificació¡r ntrmérica de tipo
al-
guno, la norma EHE en los comentarios de su artículo 5ó 2 cxpre- iDebemos colocar los estribos en ambos zunchos a 0'5 d'
ia "En Iu nen¡ios de borde de las plaus aligeradas se díspondrán
cercos co'l criando en cl primcr c¿iso sobra hasta el propio zuncho?
' n0 matlor de'0,5 d' capaces de at¡sorber lss ten'
una separación entre ellos de
i.Es lógico que Llrt zuncho cnt're pilares salvando una luz
siones a esfuenos cortantes que se produzcan" ' que otro que salva
8 metros teng¿ que llevar los mismos estribos
que po'
r:na luz de 4 rlretros al nrirrgen de los esfilerzos propios
sean?
en vez
Si se opta por colocar estribos del Q8 en los zunchos
cle estribos ciel óó, alguna consideración diferente deberá contem-
pese a
plarse en su reparación baio el punto de vista resistente'
que la eficacia áe los estribos sea mayor cuanto más iuntos estén;
sin embargo, la especificación de 0'5 d no tiene en cuenta para
nacla ni el calibrc ni el número cle ramas
que posean los estribos
El argrmenlo esgrimido por los dcfensores ck-r las nornlativas bl Aclrnr.is, c['l c air¡rclírsclc l;¡s arrrladLlras necesarlcls pf,r;r le-
burocraLizadas quc dice que las cspecificacionc¡ est.rblcciclas en r jst ir l¡r¡ cilrul¡lr cle cerrantierllo que graviterl directamcnte
las rnismas dcben irlterprctarse al pic dc: l¿¡ letra, :r-rt¡re todo' s,tl,¡re Los mismos,
estr¡llos, capa clc compresi<irt, <:Llantías rltítlinl.rs. nl¿tll;-ru cls, c.álcu- Lo ;rntc:ior sr.rfx)rrc, obvi¿ttltetltt:, tclrer clue calctllar el ¡rórtico
los y diseños rt-'glanrentatrios. ulc; \r .lclenl¿i!, ¡rorfi.rnclo r-1rre e:l ha- si:r la:. c;rg.¡s de cerr¡rrlricntos, si tto 5t,: tlc:st-an dr.rplicar los
<:erlo así, sin cx<.epciottes, no supotle un coste arl¿iclicio digno de esllrÉrzn5 deriv¡clos clc dichas cargas ell zt¡n(:hos y lleruios
consideraciórr, sólo result¡r r.rn¡ r.'erdad a nlr'dja;, [)tlesto (]tlL-, 6) r\l nrar.gerr cle l,rs arnraduras arttcriores, adiciorlalmcnte es
como y¿r se ex[)uso t:rr capítulos ¿rIrte:iorcs. l¿ nornr.i Il ll: h¿ c-rr- necesrtrio arriaclir unas arrnadL¡ras latcralcs (lue :,e supone
carec¡do las cstn¡ctrlr¿ls de ioriados rcticr¡larcs ert l()rrro ¿i Lln lO'lb
5iruen para la torsiótt, [)uesto que nada sc clice en las NTE
con relación a la EH-9 I . Sin enrbargo, lo pcn trso {le tocl¿l csla :i- sol)re su r'¡zón de ser cort el criterio re,x:ogido en la Fig. 9.5.
losofía no radica cxclusiv.rttlettte erl lln rrrr-¡bler¡].¡ ec<Lt]cinrico, que
sierrclo tln ¡lro[rl<-'rrr;r irr)[)orl¿lrtte trt¡ lt: e:; t.]ntc). lo rcLtltttt:t'tte ¡let'
vcrso dc csta cultur¿r ya lo exÍ)uso €s¡tlt-inrlidatlr-rrte en L¡rt¿i re' H.70 c:ut H.25/5Oa.
flexión sobrc sLr vida y su <¡bra el genial ingeniero urLtE"tclyo Eladic)
Dieste:
los (rjLefjrr-i tle l¡s Nl'F. ttLrecJetr caer clel lacjrt cle l¿¡ inser¡rriclacl.
I-ic¡. 9.4. Ll¡('jiC, [)ie5re.
EI ¡r'.ilrsis ', c.Ílculos de las estructuras con forjacios retic:rla-
res, r'e;rii¡.rri,ts lt¡s¿incJctse err los pórt.i<:os virtualcs, incapaces cle
. IJno cie csos canrirros Lrazac]os a tt,:ne¡ f_rrr,sar'r:r l;ts ¡i]¡5¡¡¡¡1,.s generalizaclas que ¿ic()ntecen global-
]t¡ctl_rósitrl c1e ios zLtncltos
dc borclt: ttst¿í dcfirricl<¡ en las Norr.'..rs Tec.,rlógic.r. \TE_LHR cle lr(-f rte elr l.,> :rec¡nl:;nrL):i rcsislelrt(]s <le l¿rs ¡.rl;rcas, al ril;lr.qen clc
l9ti8 espairol¿ts, que se cn(iuentran err r,:gr¡r !i¡t tent.r. r.trr caráCter lcri rr-rrsii¡r-;¡r'-. .rcli'. idLr¿iiz¿rclas r¡ue ¡rucclen exisrir o no en las
.bligatorio. Dich;ls Norrnas Tecn.lógici;s rr.colrrie'ci.rr-. c1Lre la gco- ¡rie-
zas aisl¿ti¡s, :rLir) srielen i.rlror;rrse no h¿c:iónclolas illtervenir e.n
nlttría dcl los zunchos cunrpla la si¡lLrienttt t;rl_r,.i: "
r:l ecluilibri-r rJr.lconlr-rnro; h.r sicjo la caus.i cie Ia cre¿rción cle nru-
chir! ..lc i¡rq c:.pccilic.rcioner rcglanrentacl¿rs crr ios clócligos oficia,
lcs, rnrt¿, r.i r.'i¡ >r-:it i'li': cfertos qLle J)roclucerr las nl¡sm.rs
.-_-----1
'- __l Lt-r5 ¡1¡¡i'.¡5 rlr:'i ltrc¡fesc-lr L C¿rlavc:r¿¡, bas¡rl.s err el CócJigo
I
,Aal- ji l,Y , ,,lqL,r':.i- ;;poltctcii)r)es .rislarias, corrr.
-l ¡ltteclc. ¡er l.rs clc:
nucstro l.lrr¡ \l.i¡ilr,ii Pniili¿o st'¡bre los fttrjados reticular¿s,
'l'ai¡l¿ 9.1 ljases rccor¡leÍtcl'tclas par.t li¡s ¿;r,, !r) !i ¡,..a (, I (-:i. ¡rerrlitieron
c¿ntt-r clel fori.rrlrt clonde sc.utric¡uen .;(,!:r.l:'.TF-i l-ll 1 lisqr l'rrcler al¡¡rcl¿:r t.r' rr.is o r'r"rcnos rlgor, lir lclrsión en l.s ztrrrc]ros
clr: llorcic i"-r:rc i-)i.,'rrfr5, suplenrcrttanclo krs esfr-¡erzos clerivar.los cie
eli¡ cttlr lr): ¡-rii-.g1¿,.¡r c.lc flexici¡ y cort.¡rLc obteniclos a tr¿rr,és del
En cuanto a las armaduras con las que dotar los zunchos ntélorll sl-r'ltijiic¿icitr cle l,-rs pórticcts viftuales. Tcnclrerrros ocasión
segun las NTE, deben ser las siguientes: frriri ¡ciel¡::'.'i-iÉ '.er l¿rs iorr'rtr-rl¿rcic)l'rcs cle cálculo clue ¡.lr-reclcn apli-
c¡r',<d er el .ir;irsis ¡runrririco cle l¿i torsión en los zunchos de bor-
a) Arr.lladuras de flexiírn conto si el zr.;ltcho iL;rrlc r_.t- nen o lrás -t-
dc la banda dc s<ll.rorle dc-l ¡t<irtico i,jrrLr,r] clc tc:-¡-iij,i ali. \-L)11¡l{,iL r,:r r.lL-rlq¡ r\rrtr() ril¿t ¡rieza aislacla clel rc:Stc-r cle la plaCit
:irrr¡tlifr;,i', :,-', . t.r,:'r.rlcl¡r.,
30E Los loriados reliulares
4020
-t-
t7,40 17,ó0 I 7,90 1q,20 73,47
\t70,52t t172.48t tl75,42t (I ¿t8 lór ( 720)
4$ ró
4Q ló ')(I l^ 20,36 20,ó(¡
+ 2 2,00 8ó.00
801ó it97,57\ 1199.53r \202.47 t (2lt ó) {842.81
X puede ser A, B, C ó D
A-e0óa20cm C -eS óa l0 (li3 Lt va 20cnr
B -e 0 6 a 15 (ll3 L) y a 20 cnr D- e0 8a l0 (1,/3 i.r ya 20cnr
9.2. Tipificación posibL'y cstandarizada dr:r zlmcl'r(ls de br--¡rcle ellue IJiLtres ccrlr arnt¡duras de f]cxicin y t()rsión.
T¿¡blu (l¡s
armaduras intemtedias vercnlos que se erlcuentran sobredimensionadas).
Los foriados retkulares 295
No se dispuso armaduras transversales de tipo alguno frente La formación de las fisuras inclinadas se observó en el borde
a los esfuezos cortantes y las armaduras cortadas por los huecos, libre y en el intcrior de los huecos, iniciándose las misnras al
tal y como es costumbre habitual, se ariadían a izquicrda y 50 % dc 1a carga última cle rolura.
derccha de los mismos como se contempla en la figura 8.84. y cs
costumbre en estos casos. Las fisuras inclinadas generalmente empezaron a consecuen-
cia dc las fisur¿rs de flexión.
Las cargas transmitidas a las losas, carga venical y mofttento,
se han mantenido en una relación constante en los scis cnsayos Las bases dc los conos de punzonamiento han resultado
realizados: similarcs, salvo en aquellas losas que poseían huecos en contacto
con los prlares que han resultado ser menores. Lo antcrior
M significa que el efecto de los huecos que se encuentran separados
Ñ=U'J de los pilares sobre la capacidad y corlrporlarrriento cle las losas
a punzonamicnto ha sido relativamenl"e pequeño.
. Estado l: A velocidad de 2,5 kN¡min se ha aplicado la car-
ga hasta llegar a la situación de servicio. L:¡s deformacioncs vcrticales rnedidas en los soportes frettte
. Estado ll: Manteniendo la carga correspondierlte al peso a las cargas vcrticales aplicadas cn los mismos han sido similares
propio se ha colocado y quitado diez veces la sobrecarga de para todas las losas. Se observó un aumento del l4 al l9 7o en la
uso. nláxima deformación verlical de las placas después de completar
. el décinlo ciclo dcl estado de carga repetitivo.
Estado III: Finalmcnte, se han incrementado las cargas en
escalones de 1,5 kN/ min hasta la rotura.
'iI
Jzsol.-zzo-J L-¡e29--J
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tEÍ!i\.-
¡H"¡^ -*'s
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SF] 877 820
qFl 942 8r5
Tabla 8.14. Resultaclcs corr)párarivos entre los ensayos y los valores pror)Lrestos por la EHE y el autor (F.R.T.)
Tabla 8.15. ResultadoE compa:'a::ics entre los realmerte obtenidos de los ensayos y lo que
realrltente sc prcdicc co:-r :-r€s:ros c.teros 1F.R.T.t. opera:do con los \/¡rlores reales de resis-
tencias, sin coeficienles de se{.;-d:d ¿ñ¡didos.
Los [oriados reLkulares
# + l,l E h
Longitud total = 0,40
Punzonamlento Tlpo P
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puede rcsultar la más recornendable
y segura si c¡ueremos adaPtarnos a
lfm,i:i*.:"*ri:* Ios criterios cle la FHE.
Vsu =0,9'*'n'^n'!o
Los lor¡ad,os rcliulares
Fig. 8.98. Al¡aco corr crLlcet¿l¡j, cle prlrlz()r-r¡rrlir¡r'rIi:) Ér' rrr: fr:,ri;clo rcitctll¡:r
con casetone5 perdidos.
En l;r llq.,3. l01 ¡rotier:ror vcrcn Ltna obr.i real, una cJis¡tosición
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es(luenr¿r rlr,'i.,r-. t,i¡ttriogÍ;ts itrciic¿rdas en la Fi¡¡. 8,c38.
Ar.tttr-¡Lie I.1,-) >icj .t:t.t trrjr ii¡¡ llltly fteCue¡Le, ¡l<tdcnto5 CltCOlt-
trarn(l-i i-rit:c air:l-!l) i ¡{(ts .lL- Cclrll¿ts L.rn eler,¿ldas qUC nO lt.ty.l
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espesores ¡citcL;¡,cloi c.i f).tccs cle resislrr por :í nrisnras toclL-r el
Fig. 8.c.)9 At¡¿¡co con crucetas cle punzonalnlicnLJ t:t u: ¡¡i¡1.;,1 - 'o-,- . :'' l-rurr¿on.ir:rie:-r:o ¡r'('s{ilt(iia't'iclo de la c,ol¿boración a cr--ttt.¡nte clel
con c¿setones recLlperab]c5. hormigón
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A : b . h;Áea de una de las almas metálicas coloc.:clas
n: Número de almas dispuestas radialmerrte
Tal vez la tendencia creciente a las grandes luct:s, y los cam- lncluso err las :ituacioncs aparenterTrente más sirnples' conro
bios que puedan darse con los conluntos de los volútllcnes edi- puedetr scr los zr"rnchtrs perintetrales que vat'l dc pilar a pilar, la pre-
ficados, posibilita que welvan a las eslructuras de eciificacióti las tensión clc l¿r ril¿rvoría de los códigos oficiales de asignar a los mis-
vigas de canto, cuya presencia actual cs l)tiramente atrecdÓtica' mos la responsabilid.rd de resistir las cargas de ccrranliento
pcrinretralcs, prrescincliendo cle los nervios adyacerltes, en modo
Es tal la ausencia dc vigas de canto cn los bordes dc l¿s es- algun<.r res¡roncle a la rc¿rlidacl física del comportamiento mecáni-
tructuras de edificación, que incluso renunci¿ttlrt)s ¿r sr.r arrálisis co del foriedo.
simplificando la exposición de nuestro tr;rbalo; rec:c'nlcnclatldo
que, si puntualmente por exceso dc hiz y de cargas rcsulttrsc ot¡li- Urra anécclou, r'eal pucde clarificar lo quc tratamos de expresar'
gado materializar una viga dc canto acus¿icla baio r'tna losa nraci-
Acab¿rcl¿ la L-stnl(tura c,le rrn bl<-lc¡Uc de r,rtr colegio, constrtlida
Ia o reticular, se resi¡elva y calcule como si clc utt¿r viga cle torluclcr y
unidireccional se tratara, si no se dispone dc urr prQgran'l¿l espa- con un foriaclo reticular (le cascLones aligerantes de hormigón cle
Los loriadas retkulams
canto 24+3 cm, una pieza prefabricada del cerralll¡cl'lto de la fa- y nccesarja con el obic--to de asegurar la eficacia resislerrte de es'
ctrada de unos l2 kN de peso sc dcsprendió de la gríra que la tas piezas cn cl contexto clel foriado reticular dorlde se encucntren
transportaba dcsde una altura aproximacla cle rrnos I0 n'l y, cll sLl r-rbicaclas, pre:;to c¡ue posecn utta rcsponsabilidad bastatrtc sr'rpe-
caída, impactó contra el zuncho de trorde cluc tr-ní.r ltna lrrz de rior a l¿i cle los rrervios del mismo, aultque sólo sea por cuestio-
unos ó,5 m. I)es oe Ldtltdno.
Por otra parte, y si bien los rnétodos cle' cálculo tlsp'rci;r)es per-
miten una aproxirnación mejor a los tner:¿trismos resistentes dc las
estructuras y a [a intenelación resisterltc que existc t--ntre los dis-
tintos elemcntos, distribuyendo los esfuerzos clcorde con las rigi-
cicces y la situación de las piezas en el corrtcxto estrtlcl'ural,
también es cierto que toclo lo anterior exige un correcto etrsanrblaie
constructivo del coniunto, y que un fallo en un clcnlento detemri-
nado puede sobrecargar a los restantcs sin que se ellctlentrerl pre-
¡xr rados para dicher circrJrlsta ucia. clesencaclc:rr.l 11dó u 11 colapso
progresivo por efccto dominó.
cruces y las zonas de anclale, resulta absoluL¿ntelrte con'.'eniel'ltL-- erlLre sí, tal conro ¡totre clc nraniliesto la l:ig. 9.2.
30ó Los foriados rctiulues
I ig. 9.2 'l ipologi;¡ cle zrlrrchos dcrrLro dc tttr fori':dc> :e"lcr;'"
genéricas estable-
Nunc¿ nos lran g-rstaclo las es¡:ccificaciones
Loszunchosubicadosenlosbor(lcs,entrepilares,sol]los obietivas' puesto que suelen
ciclas al urargen de cuantificaciones
zunchos que lnás sc ven afectados por todo tipo de solicitacio- bizantinas entre los técnicos que
punto dc vista resis- acabar ¡rr.ruocanclo clircusiones
nes y esfuerzos, y los más delicaclos balo el
proyectan y )os LécnicCrS quc COntro[an.
tente.
Un zt¡ncho cie borcle colocado en un voladizo continuo de fa-
Al margcn de los esfuerzos flectores y cort¿rlrles qt¡e solicitan
a los zunchos entre pilares, cotrto sucede ell todos los demírs, en chacla a 2 nl clc la lírre¡r de pilares, y lógicamente pcrteneciente a
este tipo de elemcntos se acentúan dichos esfuerzos por ser el una banda central, apenas posee esfuerzos dignos de considera'
nervio de mayor rigidez del pórtico virtual paralelo a la f:rchada, y ción que iLrstif iquen su razón dc ser y su presencia como tal, bas-
por recibir de forma directa las posibles cargas adicion¡¡les debi- tancJo prtsible¡lrente l¿¡ ¡lresencia de un nervio nrás de la placa sin
nr¿ryores problerrras ¿ñaclidos. Por razones de tradición y dc ruti-
das a los cerramientos.
na constructiva rJe recoger cle fonna cómoda las patillas dobladas
y
cle los negativos, y permitir los anclales de las barandillas demás
Por otra parte, los zunchos de bordc, al encontrarsc en los ex-
como un
tremos de las placas cioncle se cierran los circuit()s cle las t<;rsio- piczas cle las f¿rchaclas, solcmos colocar t-lichos ¿utrchos
y Sin cmbargo' si des-
nes que tienen lugar en las misrnas, acllnlulan urlos csfuerzos val<-:r añacljclo en los borcles de los foriados.
estaios tensionales adicionales que tienen qtle ser considerados aparcciese cl volaclizo y el rnismo zuncho tuviese que colocarse
en el dimensionado de los mismc-rs. entre pilares, l<.rs csfuerzos qire lo solicitan se irrcrementan con-
siderablernente f rente ¿l anterior:
Por todo lo anterior y sin cuantificació¡r ntrmérica de tipo
al-
guno, la norma EHE en los comentarios de su artículo 5ó 2 cxpre- iDebemos colocar los estribos en ambos zunchos a 0'5 d'
ia "En Iu nen¡ios de borde de las plaus aligeradas se díspondrán
cercos co'l criando en cl primcr c¿iso sobra hasta el propio zuncho?
' n0 matlor de'0,5 d' capaces de at¡sorber lss ten'
una separación entre ellos de
i.Es lógico que Llrt zuncho cnt're pilares salvando una luz
siones a esfuenos cortantes que se produzcan" ' que otro que salva
8 metros teng¿ que llevar los mismos estribos
que po'
r:na luz de 4 rlretros al nrirrgen de los esfilerzos propios
sean?
en vez
Si se opta por colocar estribos del Q8 en los zunchos
cle estribos ciel óó, alguna consideración diferente deberá contem-
pese a
plarse en su reparación baio el punto de vista resistente'
que la eficacia áe los estribos sea mayor cuanto más iuntos estén;
sin embargo, la especificación de 0'5 d no tiene en cuenta para
nacla ni el calibrc ni el número cle ramas
que posean los estribos
El argrmenlo esgrimido por los dcfensores ck-r las nornlativas bl Aclrnr.is, c['l c air¡rclírsclc l;¡s arrrladLlras necesarlcls pf,r;r le-
burocraLizadas quc dice que las cspecificacionc¡ est.rblcciclas en r jst ir l¡r¡ cilrul¡lr cle cerrantierllo que graviterl directamcnte
las rnismas dcben irlterprctarse al pic dc: l¿¡ letra, :r-rt¡re todo' s,tl,¡re Los mismos,
estr¡llos, capa clc compresi<irt, <:Llantías rltítlinl.rs. nl¿tll;-ru cls, c.álcu- Lo ;rntc:ior sr.rfx)rrc, obvi¿ttltetltt:, tclrer clue calctllar el ¡rórtico
los y diseños rt-'glanrentatrios. ulc; \r .lclenl¿i!, ¡rorfi.rnclo r-1rre e:l ha- si:r la:. c;rg.¡s de cerr¡rrlricntos, si tto 5t,: tlc:st-an dr.rplicar los
<:erlo así, sin cx<.epciottes, no supotle un coste arl¿iclicio digno de esllrÉrzn5 deriv¡clos clc dichas cargas ell zt¡n(:hos y lleruios
consideraciórr, sólo result¡r r.rn¡ r.'erdad a nlr'dja;, [)tlesto (]tlL-, 6) r\l nrar.gerr cle l,rs arnraduras arttcriores, adiciorlalmcnte es
como y¿r se ex[)uso t:rr capítulos ¿rIrte:iorcs. l¿ nornr.i Il ll: h¿ c-rr- necesrtrio arriaclir unas arrnadL¡ras latcralcs (lue :,e supone
carec¡do las cstn¡ctrlr¿ls de ioriados rcticr¡larcs ert l()rrro ¿i Lln lO'lb
5iruen para la torsiótt, [)uesto que nada sc clice en las NTE
con relación a la EH-9 I . Sin enrbargo, lo pcn trso {le tocl¿l csla :i- sol)re su r'¡zón de ser cort el criterio re,x:ogido en la Fig. 9.5.
losofía no radica cxclusiv.rttlettte erl lln rrrr-¡bler¡].¡ ec<Lt]cinrico, que
sierrclo tln ¡lro[rl<-'rrr;r irr)[)orl¿lrtte trt¡ lt: e:; t.]ntc). lo rcLtltttt:t'tte ¡let'
vcrso dc csta cultur¿r ya lo exÍ)uso €s¡tlt-inrlidatlr-rrte en L¡rt¿i re' H.70 c:ut H.25/5Oa.
flexión sobrc sLr vida y su <¡bra el genial ingeniero urLtE"tclyo Eladic)
Dieste:
los (rjLefjrr-i tle l¡s Nl'F. ttLrecJetr caer clel lacjrt cle l¿¡ inser¡rriclacl.
I-ic¡. 9.4. Ll¡('jiC, [)ie5re.
EI ¡r'.ilrsis ', c.Ílculos de las estructuras con forjacios retic:rla-
res, r'e;rii¡.rri,ts lt¡s¿incJctse err los pórt.i<:os virtualcs, incapaces cle
. IJno cie csos canrirros Lrazac]os a tt,:ne¡ f_rrr,sar'r:r l;ts ¡i]¡5¡¡¡¡1,.s generalizaclas que ¿ic()ntecen global-
]t¡ctl_rósitrl c1e ios zLtncltos
dc borclt: ttst¿í dcfirricl<¡ en las Norr.'..rs Tec.,rlógic.r. \TE_LHR cle lr(-f rte elr l.,> :rec¡nl:;nrL):i rcsislelrt(]s <le l¿rs ¡.rl;rcas, al ril;lr.qen clc
l9ti8 espairol¿ts, que se cn(iuentran err r,:gr¡r !i¡t tent.r. r.trr caráCter lcri rr-rrsii¡r-;¡r'-. .rcli'. idLr¿iiz¿rclas r¡ue ¡rucclen exisrir o no en las
.bligatorio. Dich;ls Norrnas Tecn.lógici;s rr.colrrie'ci.rr-. c1Lre la gco- ¡rie-
zas aisl¿ti¡s, :rLir) srielen i.rlror;rrse no h¿c:iónclolas illtervenir e.n
nlttría dcl los zunchos cunrpla la si¡lLrienttt t;rl_r,.i: "
r:l ecluilibri-r rJr.lconlr-rnro; h.r sicjo la caus.i cie Ia cre¿rción cle nru-
chir! ..lc i¡rq c:.pccilic.rcioner rcglanrentacl¿rs crr ios clócligos oficia,
lcs, rnrt¿, r.i r.'i¡ >r-:it i'li': cfertos qLle J)roclucerr las nl¡sm.rs
.-_-----1
'- __l Lt-r5 ¡1¡¡i'.¡5 rlr:'i ltrc¡fesc-lr L C¿rlavc:r¿¡, bas¡rl.s err el CócJigo
I
,Aal- ji l,Y , ,,lqL,r':.i- ;;poltctcii)r)es .rislarias, corrr.
-l ¡ltteclc. ¡er l.rs clc:
nucstro l.lrr¡ \l.i¡ilr,ii Pniili¿o st'¡bre los fttrjados reticular¿s,
'l'ai¡l¿ 9.1 ljases rccor¡leÍtcl'tclas par.t li¡s ¿;r,, !r) !i ¡,..a (, I (-:i. ¡rerrlitieron
c¿ntt-r clel fori.rrlrt clonde sc.utric¡uen .;(,!:r.l:'.TF-i l-ll 1 lisqr l'rrcler al¡¡rcl¿:r t.r' rr.is o r'r"rcnos rlgor, lir lclrsión en l.s ztrrrc]ros
clr: llorcic i"-r:rc i-)i.,'rrfr5, suplenrcrttanclo krs esfr-¡erzos clerivar.los cie
eli¡ cttlr lr): ¡-rii-.g1¿,.¡r c.lc flexici¡ y cort.¡rLc obteniclos a tr¿rr,és del
En cuanto a las armaduras con las que dotar los zunchos ntélorll sl-r'ltijiic¿icitr cle l,-rs pórticcts viftuales. Tcnclrerrros ocasión
segun las NTE, deben ser las siguientes: frriri ¡ciel¡::'.'i-iÉ '.er l¿rs iorr'rtr-rl¿rcic)l'rcs cle cálculo clue ¡.lr-reclcn apli-
c¡r',<d er el .ir;irsis ¡runrririco cle l¿i torsión en los zunchos de bor-
a) Arr.lladuras de flexiírn conto si el zr.;ltcho iL;rrlc r_.t- nen o lrás -t-
dc la banda dc s<ll.rorle dc-l ¡t<irtico i,jrrLr,r] clc tc:-¡-iij,i ali. \-L)11¡l{,iL r,:r r.lL-rlq¡ r\rrtr() ril¿t ¡rieza aislacla clel rc:Stc-r cle la plaCit
:irrr¡tlifr;,i', :,-', . t.r,:'r.rlcl¡r.,
30E Los loriados reliulares
4020
-t-
t7,40 17,ó0 I 7,90 1q,20 73,47
\t70,52t t172.48t tl75,42t (I ¿t8 lór ( 720)
4$ ró
4Q ló ')(I l^ 20,36 20,ó(¡
+ 2 2,00 8ó.00
801ó it97,57\ 1199.53r \202.47 t (2lt ó) {842.81
X puede ser A, B, C ó D
A-e0óa20cm C -eS óa l0 (li3 Lt va 20cnr
B -e 0 6 a 15 (ll3 L) y a 20 cnr D- e0 8a l0 (1,/3 i.r ya 20cnr
9.2. Tipificación posibL'y cstandarizada dr:r zlmcl'r(ls de br--¡rcle ellue IJiLtres ccrlr arnt¡duras de f]cxicin y t()rsión.
T¿¡blu (l¡s
armaduras intemtedias vercnlos que se erlcuentran sobredimensionadas).
i(,ri!l(1,)\ f, 1;rll ilr
Iloy clia los moderrtcls proglaill-i( s clr'c;llerrlur, l.1l )'colrro !e \ cl ;:.',1:-r:Í: ¡ i,(,):-riirllativo cle la Fig. A.¿, tr;,isl¡ti¿clt:r cl ul'l¿l o[]r¿t
expllso crr el capitulo ó, ¡'a tierten pr€stl-.L-'l;r I.or'ió:-t cll la pla(¡i rr'.!l I)rrr-:: --t-.]-l-1t- ir':r cr' l.r ljrg.9,7.
¿¡l convertirla t:n flc:ricirr erl las cJit. cJi'r't I i¡rtes lle ¡irtrl¿ldo.
r:c:rr.ltlclo los circi.litc-l'-. tle e"lt¡e't:,r-c tltiú :ri illt:il .l.rrl tr l,-rclili lLlS
l-t nraterializ¿lciótl t:onstructir'¿¡ cic i,r. - ;' - r '-ri (rit.lllci¿irizil(l(-)! ¿'lL¡ ilc Lln ltlrtcl)o lit)iiic¿clcl del ti¡:ro Z I 1-(" r'tt trrr':
entre pilarcs qtreda recogi(l¿ c:tln clet¡,it ':. .: Fr.- 'r ¡
REFUERZOS OPCIONALES
+
I
I
INTERMEDA
I_
L- /
NOTA:
I¡ ARMADUM INTERMEOIA PUEDE
PRESCTNDTRSE DE EL|-A A L/3
[rg q6
3t0 Los lorjados rctiruldrcs
. Un zuncho de bordc cntre pilares correctamcntc dir¡lension¡- En los krrjatlo5 reticLtlares (:orr nlnchos de borde estribados,
<io y construido aporta a las placas reticu¡ares rncnorcs clefornta- kts circuitos cle lorsiírn sc cicrran a lravés dc los llisrllos, sin c¡uc
ciones si se pueden transmitir mayores csfr.rcrzos cle flexicin ¡tor sea necesarir:. sah'o c;rsos extr;lorclinarios, que t.engan que refor,
torsión a los pilarcs, aumenlándose los moment()s extren'los quc zarse dichos circLritot con las patillas cle las barras de flexión po-
hacen disminuir las flechas. sitiva y negativ;r.
l)or otr.t p¿lttc t.dl t' ( ()nt(.) se expLlso i:rr t:l c;t¡rítulo ó, los nlc¡-
delos clc cálcLrlo b¿¡s¿lci-rs or ios errr¡:arrillaclos plirnos y los elc-
mentos finitos intrrlclr:ciclos en los programas de cálcLrlo
es¡r;rcialcs, '/¿i tierten prcsc'ntes las t<lrsioncs que se ¡lroduccn en
la pl¿ica ¿¡l transfornl¿rrla en flcxión posiLiv¿ y ncgativa, cerranclo los
circuitos cle csfuerzos qLte sc prcsentan en todos los nervios del
foriado
Lrs patillas de extremos en las barras cle las los¿s rrracizas, quc
no lleven urr zurtclrc.t cie bordc aclecuadan¡t-:n[e e:lnbardo, sofl ab-
solutarnentc neces¿irii¡s para cerrar los circuitos cle l;r torsión que
tienen lugar en las losas, y es ésta la r¿¡zón de ser de las sr_rsocli-
chas patillas, que pueden ser recmplazaclas por una b.:rk1 recL¿rrl-
gular de tres lados sin cerrar, solapándose con los m¿llazos
cómodamente, tal y como sc refleia en la Fie. 9 9
f( tG nm
Algunos proyectistas se empeñan en colocar en los nervios Los zurtchos dc transición etitre diferentcs orientacioltes tle
ortogonales a los bordes que fornran parte <Je las bandas cerllra- ncrvios y k-rs zutrchos rnteriores qltc ptteden verse reprcscntados
les, banas de Q20 y Q25, creyendo que, prlesto que las colocan, ya en cl esr'¡rretrla de la FiS. 9.2, collstitLlycn tlrl c:laro elemplo dc lns
funcionan, y nada más leios de la rcalidad. piezas a las que nos estamos refiriendo.
Fig. 9.1 l. éAlguien con sentido conrútr puede !rccr:ii'ilLrl trl IX)l(:n( i¿ y
banas pueden resultar efic¿ces si e ii)ri¿clo rr,litul.¡r 5c cncltcn-
rrrirrrcr<.r clc
tra a¡>oyado r-.n rrrr sirrr¡rlcr pilar clc cxtrenro, pot i.t):er:e (¡r(, !cc) cl zu¡rcircr o [rs] cr ¡2 Zunciros intcric¡res en f¿se de nrontale.
v¡ga (je tx)rde ctue se coloquc?
9.3. Vigas o zunchos interiores en los los rnismos, dificultan srr rnontaie y lo encarecen; [)or consiguicn-
foriados tc. recomerrcl¿rnros acucjir a eilos con pnldencia y solamente cuan-
do se dcmLrr-stre clar¿ntenLe r¡ue los csftlcrzos existentes superan
las capacidades resistentes dc los nervios.
Rcsr¡lta frecuente en los forjados reticul¿rres dr: vjvic-.ndas la
ncccsiclacl de tener que resoivc-r sitr-r¿rcioncs sinctrl¿res, t.:les corno
lncludablenrr-ntc. los zunc:hos embebidos cn c.l inl-erior de los
cl arranc¡ue de una cscalera, un pilerr apcacJrt (lue sc)stiene el foF
foriaclos se ven solicitaclos por esfucrzos idénticos a los de los
faclo de cubierta que Se relranqlrea, un¿] lul exccsil'a, c¿irgas linea-
les debidas a cerramicntos especialcs, rnuretas rlutt sirverr c.le nervios, increrrrcntados por su ¡nayor rigiclez, pcro al igual quc su-
Iil
apoyo a forjados interrnedios, etc, que cngendran r-n los nervios cecle con cllos, los esnicrzos torsores qLle poseen son los prclpios
dc^l forjado donde se apoyan esfucrzos que nccesitan una clensi_ cle l.s nrcc¡nisrt)os resiste.Les dc las placas, y al .o ccrrarse los
dad de armaduras de tal calibre quc, físicamcnte, no pucden alo- circllitos cle l¿r torsión cn los rnisrnos por no cncontrarse en los
jarsc en las secciorres geométricas qrie poseen los rlisr.nos. bordes, prreclen ¿lm).rrse con las sirnples armadur¿rs cJe flexión y los
estritros propios (lel cortantc, sin c¡ue sc-an (le temcr problemas
Par¿r solucionar proitktrrras de la natr.rraleza clc:scril-¿¡ sc proce-
derivaclos por cstii c¿usa.
dc a trazar vigas ernbebidas dentro del espr.sor cle forj.rclo, retiran-
do las piezas de aligeramiento quc sc vean afcct.lcl¿rs por e-l al.lcho Si bien, t¿into los nrnchos de borde enlre pilares como los
de las mislnas, colocándose cn cllas las armacluras que los nervios
zunchos lnteriores puc'den ¿.¡rn'larse de forma individualiza<la sc-
rro pueden absorber; y aunque lo nornlal es que va!,;Jn r.strjba(J¿ls
gún l.r magnitucl cle los esfucrzos que los soiicitan, restrlta posi-
para facilitar su montaie y construcción, si los csfllerzos cort¿tn-
bie estanci¡rizarlos con el objcto de sirnplificar la elaboración cle
tes lo penniten, no sería estrictatllerrtc necesario tcner c¡ue colo-
c¿¡rles cstritx.rs. Arrnquc- rcsulta deseable {lll€ €stc1s vig;:s r,;ryan dc-
la fe-r¡¿rll¡¡ ¡, los ¡:roc:rtscts constructivo$,
pilar a pilar, no siempre será posiblc, y rrrec:ánicarnente,
l-lrcclcn Una serie ¡tosible dr: zunchos inleriorcs, que podría tenerse
dejarse sus cxtrentos e¡nbcbidos dentro de los ábacos o interca-
presente en los ¡troyecto¡ rlc: los forjados rcticulares, la hc:mos re-
lados entre los nervios transvcrsalcs que con srrs .lr¡lacJur¿ls laS
cogicJo en l¿ T¿itrla 9
cruz¿ln y sostienen. lJ
?10 Los lorjados reliculares
Fi¡t .l iO ..t , ¿ ¡ cir :,:' i;r'l'rirt-i.r'ái cle ¡lt.'n'io:; :cll.)le los zLtnchos dc lftlrde'
Algunos proyectistas se empeñan cn colocar en los nervios Los zunchos tle transición cntre difercntes orientac:iones de
l.tcrvios y los zunchcts intcriores quc puedcn verse rcpresentados
ortogonales a los bordes que forman partc de las bandas crentra-
en el .r.1.,e,,ra cle la Fig.9,2, constituyen un claro eienrplo de las
les, lxrras cle Q20 y Q25, creycndo c¡trc, puesto que las colocan'
ylr
piezas a las quc- nos estamos rcfirielrrio'
firncionan, y nada nlás leios dc la realidacl'
Fig. 9,I L iAlguien con sentido conrún puede i 'ecrsr qlle :¿r polL'ncla y
núiltCrO de banaS pUCden reSUltar CfiC.¡Ces s ei i-.: aliO reiit u'¿r Sü (-llCtlen-
Firl. 9.12. lunchos interiorcs clr fase de rrlc)ntaje
tra apoya<Jo en ltn simplc pilar de exl-rcrrro, ixrr i\-aii:rie qJ!' se¿ el zuttcho o
viga de bordc qtie se colc.rquc?
SERIE
PESo EN kp/nrry N/rrrl \ ..# luJfrl
Z3n-X,
P-A P-B tlc P-D I Yt
: t ,15 en t Y kN
2,80 3,00 3,30 4,ó0 7 ,17
408 127,441 (29,4\ t32,94) r45,08) t70,27\
40.ró
-t- 9,30 I,50 9,80 ill0 36,73
2Ot2 t9l,l I ) r93. I ) t9ó.04) il 08,78) 659,95t
Xpuede serA, B, C ó D
A-e0óa20cm C-eQQa lQ{tlSLty a-20cm
B-eéóa l5(ll3Llya20cm D-e08a l0(ll?Lly a20cm
Tabl¿ 9.3
bs Íoriados retirulares ll3
Fig.9.l6.Vig.',,r,..;'i',.r:" a'i.,¿:l.i:::endr:de¡rii..]tes..Aurtc¡trel.rs.rr¡r¿-
dr"tras ¡rr-reClen ;1n(:.;1r';i :irri;:. :.rl s; .o:.gitud cle anclaje li conespondiente,
clC()flStl<ll'l()1> r¡..- c¡.:: r! j-..:.- : r :l<ltLlL.l:' t)C till()'r ltr ( rll. O¿lO() (lllC (ll¿ll-
quicr crror cic lrrúi,ii ,.1 ,::' is:*.i :¿-.ls c.-iedc tener qraves consecuencias.
ANCI.¡.JE EN
NERTíO ADY¡CENTE vrc{ s€_ BoE0L
PARA WELOS ¡ 1.2m. VER EL ARXADO
A}ICIAR EN EL Z NERÚO CORR€SPOiIOENIE
I vlGA 0€
' rrtoo-
30 12 <
¿.1tt¡ 5 Ái ó.9 i 12,10
+ r50,08r t52,04t rid ?{, ó7,72 I1 18,58)
20lo
q 4,34
2ó ró ;' . (-f-l a,^, ó, I0 / , ¡+!/ t
+ ri4 88l r 5ó,84 ¡ r59,73 '/'t.il t 1140,53)
2+ t2
3ó ró 7.7 :^
701 8.:: 9. )J 2r,50
+ r7:.óól t77.62 r60.iór ¡93,)Dt t2lo,7)
2q12
4ó ló
+
ji.l9 t0,39 10,í:9 il99 28.67
r99.8ór ILrI,82r i104.7é'r I I 7.50i r280,e7)
3012
Xpuede serA, B, C ó D
A-e$óa20cm C-eS óa l0,li3 L, li a 20 cm
B- eÓ 6a I 5 ll13 L' Ya :O cnr D-e$8a lrJtl I Lr"'a 20cn1
Iori.rtlo. CLlt Irtl;lliv.t ffeCltCn< ia, l¡ntl¡iófr tti-): .rri:'.-,- !,ri)l l¡ll():..1 tlÉni: i.l i(. .
tener clttc rc.lftlrzitr it-rS t-lt-tvitls lraills\'( rl;¿ri(r-'-l= I ' I'ir-:r -'-'rl r-rl.r(ii ¡rt tt'cle
..:.
zutrchcts,cli'lticloalosclslrlerzclsqrtt'.rtlrorr'.1,, 'ljr':rr ii(-i(-lilJcilal tir cicl t,r ,
:¡r crtllLlrotlt¡l¡ll rll'1 (,)tI()5, V atrll-¡cl:. relt¡,'r;¡il' t':: I ir, 'r'r r 1''tl it-)l,t¡t'
r Ll.tllr.lr.\ (;sl t ls >e llll l('\l I cll I itl:Lllir rcl rt c-
-+-
' L,/1 . .ou.e r'mJo:
I
-t,,¡o.
1,.,t,,
al -,4' l,-
us forjados retiulares
l;: car¿¡ vist;¡ infcrior del lateral cle la losa de conexión se en-
9.6. vlgas (zunchos) para desniveles y contrará normalmenle traccionada, con un momcnto sensiblemen-
cambios de cota en los foriados le igual al momenLo que exista cn el punto de quicbro
consiclerancjo el clintcl virtual plano, por consiguiente, la losa de-
Lás plantas baias de los edificios' debido a las pendicntes -qLle
berá llevar transvcrsalntellte cn sus caras las armaduras suficicn-
prescntan las calles que rodean el solar dondc se ubican, suelen
tes para rcsistir y transmitir tlicho momento y las tracciones de
presentar desniveles con cambios de cota de cierta entidad para
'podcr suspensión lcortantes) que existan en el mencionado quiebro'
acoplar los locales comerciales situados en las mismas a las
iasantes qu. pot""n las calles perimetrales Los accesos a los En la cjirección dc la losa de uniÓn, nuestra experiencia nos
bloques de viviendas, con sus rampas para rnintrsválidos' etc'' dice que basta colocar unas armaduras de morltaie razonables
t.tÜién suelen diseñarse mediante desniveles que rompen
la
(201ó .supcriores y 201ó inferiores) para garantizar un conecto fun'
planeidad delforlado. cionamiento lortgitudinal de la conexión'
y poner todo nr¡estro
En estas situaciones, debemos procurar quiebros en los
Nuestra recomendación, siempre que existan
a" plantear los cambios de cotas sobre las líneas de nervios perpendiculares a los mismos
"tpano cómodamente diseñando vanos, es la cle armar los
pilares, ya que estos casos se resuelven pilares paralelas y adyacentes a la conexión
foriados salvando el desnivel sin sobre las lÍneas cle
una viga de canto que una ambos banas, prolongando la más fina en todo
el desnivel sca de cierta entidad' ueni.ol. con al meno.s dos
,nryor?t y
problemás; cuando el conlunto'
pongamos un metro como referencia' siempre resulta
posible el vano, sobreclimensionando ligeramente
!r*-Uf".", un zuncho o viga de borde al nivcl superior y otro Los detalles collstructivos básicos a tener
presente para estas
similar al nivel inferior.
situaciones se adiutttan a continuaciórl'
una viga
Los foriados con desniveles unidos entre sí mediante
(zunchol de canto entre pilares, funcionan mecánicamente meior
ii!10
t-
,"
il;:i í.t foriados otras untu"nttan resueltos con eunchos foR.!.r@'l*
lar^zo
+ NEG¡TIIOS
-
ri
CASEION
P0sÍnos, RECUP€NABIT
¡ 0_40
üs$rs-
¡o¿o l_
clcntro clc
(()r1sl ruirse r-rn forjado reticul;ir sin los ¡trccc'ptivos ztln-
chos ncrinrclr¿rlc;
5in áninri-¡ cie .:¡:'.-..- :l '.:ilr;, c-xpondretttos una serie cie re-
flexioncs v eiÉtt'rnLo: o.;¿ il iL-citn ien'ir dc ¡rarrta al lector sobre al-
Fo*-l
- 2ol/2*m.l
gur]os aspectos i:r.:. : .¡t';.iilr¿mos de mayor interés en el proycctc)
lo y [rat.tntienLo.i. .,:':t 'ic¡: ctltl zttnchos llerin]ctrales, que nos
han clatlo e).f (:r:':É: :':-:.t¡rclos ell las c-'strllctLlras que hcnros
Fig, r¡.2t, cambio dc cota cotl desnivel mayor quc el
(.Ir:o clel lori¿rckl ell
corrstnlido
zona intcrmedia vatro.
Urt l)rlt:rr :r:l-r' - ':)ci::1 r-Lo tetler problelllas con iOS huecoS' qtle
rccclrnenclar''.rs : J,'il,rovrl(listas qtle se acclrc¿tll cle tarde en tar-
csla t F¡|.-r':i- :sil.r.ictul¿il, es la dc prolongar los zuttchos que
cie a
borc['an l(.]s:-i.lr:'..r> ir.lst¿r los l>ilares si resltlta posibic: y. si no lo
fuera, al mür ui ,-ti:'t'rir¡ .rlrclarlos .lntpliamente en los áb¿cos o erl
zonaS de I'il,.,l: :'1 ,'i:-L:1,\.
Fig.9.2ó. Cambio cle cota sobre ¡lil.res cn iúsr (.ir r:iLrriLi L'
A¡ÍADORT NE6A:IVA
P¡r,LONáADA IIASTA ¡I r..NERr¡O !
NERTúO I
I
.ri
'.. NERVIO 2
d-OOUE PEROIDO
OcsEoN
RECUPffiABLE J
I
NER'IO
E{HE^PostrlvA
Fig 9.28. Hueco solucionado con las armacit'¡ras del ¡:roplo foriadcr
EN LOS NER/IO6 1 Y 5
En el hueco de la figura 9.28 se ha optaclo por rcforzar los 50 PARA CADA U]{O. DE IA
negativos del foriado haciéndolo trabaiar prácticanlente en ', INTERRUI¡PIOA g{ EL }¡EFINO 2.
LO MISI¡O PARA l¡ qIRA OIRE@ION.
voladizo, reforzando también ligeramente los nervios adyacentes
al hueco,
Con esta solución el lrucco reqrrierc unos ztlnchos de escasa Fig. ct.29 DL-]I¿llr: cr-)iistrllclivo sirllple resc¡lvicnclo ult lrtleco no previsto cn
cuantía {4 ó @12 - eQó a l5 ó 20 cm)
t/,
/!
'i-:-l-: -'-,':- - ¡-L-
Fi.' tr :i 1 .'
) 1\
i r: .---- Ll )---l-
() .t l. Trazacio y rnonlaic cle la ferrall¿r clel coi-riort ntO_i (:;i-,
Fiq.
dan¡enti: rer'ucito. [rtt f;¡ ll -r. ¡
[rertLe a l¿r solución ado¡ltada elr l¿r figl]r;1 ill'l'' r rrl' l)r¡]-)i-)lr''lrlo5
jo,'lc iil:. ¿r,trrt.hos,
Lllta cieiilri(.ión nrás ¡trr:cisa y lirrt¡ ia ell cl fr¿rlai(
zollas sitt jr Ll -'É i)l lillell r(l5ol-
¡tunL]Lle 5c cltlcclert ¡lcqtteñas 'Jrlll'
cort Srleltas (trLle CorllOrl¡t'cl.l t-'l I)Élíll1eLrc
uerSal fáCiln,"ntc b¿lrr¿rS
()
clel httcc:o o clcl borcle, tal y ccltlro se ilrcJjc'r el l;r J':r'r 'il
:
AO'C'O XEUUL A
,z px,^,¡ t tt¡':' ¡;
/ r¡¿^'-v¡ :E&r--at ¡
1,r l; l
t:.t..,-:
- :..- I '.,
:'
Fig u 3r Tr¿z.rcl,¡= L\.'rrr.-'ir'.1:
li,rlcl*,.rrlt tl"ír' 11r¡r'; (. :.i '.'
tlirli,rr.e' r¡.r ¡rr¡t¡cluuil; cle lo, li.nt,-': Li',i1 :...: r1 i r ,, - 1¡r¡11,-¡1 r.rr tle .: t t . - .. ,
', 'r'.
c)tr¿ jrrferior del Q l0 ii l2 r¡r:c cr-rl-r¡.ri li¡: llij: q '-- ¡¡ ¡:¡1,. ;¡r:r:r r alÉ lr)! p'l:rrÉ.: l :: - - ,-:,. I :,
tes .; l¡uec o. f.)r.l::i- ci lcr LriJ::l- - .l:.l .: , l'
-¡j
'- r rj{irrr_ ¡f ililtdrr'l !,!l
i_ I \l¡-.
lig 9.i7 T¡az¿do correcto clt lr:'!:::-:' '. ¿_-- ,
',
,
. ñER\10 I
¡-rrr-:-L' --L Ir.ÉS'i-r t.;nclcsnjvei clcl for¡ado; csclecir'realizan(ioLlna
PIZAS AI]GERAIITES .LL'_-" (.r.tr-.
'' ' :r - 1¡.ll {¡!¡L¡ )ras a través cle ]¿rs los¿ls laterales r dc
fon-
FN FUNCION DE LA
-i'-
"'";rl,
NER{!O 6EOMETRA DISPONIgLE clo (i:rn:,-¡ :,: i-:' '. islo en el al)altaclo anterjor'
' NEftlOl
L.rS all ¡r-l-.t.¡! (lLle sc coftan, no obstánte, pueclen concentrar-
i-l /r;i r-: ri:,5 lreri|-retr¡les, scrlrreclimensicl¡ranc']() col'lservador¿l-
gCAS
PEROIoO
-:/fREt- PFRIMETRALES
ARH¡il :-.-.q:.LL i: Il..i'-¡r ]-ilr,i lL-sistir Cl peso clLl(r eier(( cl va:t¡ de
Elg)uE CORRESPONDIENTE
0 cAsEroN
R€CUPERABLE
ito,rr jgri:.: i,i:,; zt-inchos cmf.)ebidos crr el forjacjo conviene alargar-
,trs'r;er.- clcl¡r: l¡.to ettricto del httcco, llevando los esfuerzos ¿r
¡!ER,4O 5
FORJADO rrjrri:: -'-..i: a1- l-r-1.);.rLL¿i5 clel forjado para que se clifunlinen sjn con-
cc'r.Lr¡f s=.r,. .t(.',aIlrel'lte cn stl ámbitct local, ciaclas las cargas de
ciert¡i lt-lr'. 'i.it- ¡.ir ttL,e cxisten cn estas 5ittl;jcioncls'
Bg!E_PERqlqq
o cAsÉtoN
RECUPER/ABLT
NOTAi
L\S VIGAS INfROOUCIOAS OESEN LLEGAR
CORI^RSE CON LOS NEFnOS
SIY3ENCADAO¡RECCION
JUMA OE HORMIGOMDO
clros IrerimctraLas: :os ri!.tl)rintitrntos 50n Ltn cies¿istre, l:is patillas
."-, RUGOSA UMU Y
HUUEDECIOA NTES
cstár] nral c(lnstn.iri(:! ! itLr: Lolocddas. cxisten clralro planos de
OE HORUIGOi{^R
arrn¿rciriras sL.rptlj\rrar'; rio:-rcl¡t sólr) cieberían exislrr clos, el renrate
FOSO
ASCENSOR rebaiaclo clel ioti¿rcii,r iltl ¿r -r,l rl¿r-irLl e5 un (.j()s constnrc:tivo, etc:.
--...POS|BL"ES PAOE.-
EN TAS ARhDURAS
DE roXON
!U-qE REPARTo (súp.)
lOAl5 m (eup.)
Fig. 9.41. L)cL¿rlle (:onstructivo tlcl fostl cle a:;cerl:,-r: :r.l¡lx:'.lido clcl ir-rri..rdtl
ARMADUM (¡r.Le-{scp') DE
-F^a*á¡^r,1'$'¿rJEu*
EOCOE INTERRUMPIDA
- :- ' rriF: ¡r _i', ,dll: rl'¡:; ::l: ::': i'ri': ':r'IÓl en utin vigA tle tlcl¡Clf
I-ig. 9.45. Det rlle t.trrL:-i r:-c
l.¡-. io¡l¿d¡. /f¡i, rrL1rr:i
1
Y
I
BAR,RA !E REFUERZO
Frr¿ q 47 Zuncho cle borrle p.rrcialnrenie irLter::::'L':, :i.' Cf,:c::,',r. .l ,l- -a: L.-r- -: i cf :rr- C\lJL¡e\L()\ en ejte .tD:ll-t¿tda) es
l:r'l¡ nrénsul¿ nretálit:¿ unicl¿ ¿ lrrs ¡rrl;rre: cle 1-:o'^' --,' '
f\ r::j-:r'.
llos y rriortrro clc cpoxi. ltosiltlr ¡1lltL-1i,jr'r-rirl:-.-,: j.r:,:rr'..1itlallL-nte llien ¿i i¿i solrrciÓllcLrltstrurc-
ir'..r ili.¿t r-ll¿1 ,lr.r ¡¡,- 1,-r¡ 1'¡¡¡¡.15 que pLleclell plesent¿lse ell'.1rr
Y para acabar cstc apartaclo dcciic.rclo .r lLri hLira¡i reiLrtr¡r':iL)i iotiat.itr taijrLll..r:.:. ::-1.::'r':'-r iiar':tllo clue pLlerlerr ser\ jrn()) (ie ¡\rr-
ttnas rerllas (le tipo ilener¿rl recollidas clc l¡> Irr,r:r-:-,.r> ir.1ra(:'s.ri \ ,;l'.- li: tCSLtltaClLrS cit-l cálcLrltr alLltr rtLrS ltro
il.l r:jr l.r ilrlr..l-lIt:':.r,.r,..¡'r
antericarnas, (lue han cierrlostraci<t ser ntLiv rit.tlc: . ¡." ¡¡ 111 .1: rrr -\r llolciLrl'lc tlrl ail'..i1.¡.¡ i-r.-rl
':,lclatlildor, ptlcliéllclt)Se coll'llllerrlellt.rr loS
cliseñc¡ y cL)nsIrticcióll, es[.)eciillilrer][e (r.).il](.1(-t t 1i-t ¡-'r,¡il. ,ill ltls nrjsnro:j con clt:i.r lr:- !r..'-irjilr-lcti\'o:i cle buen¿t llráctic¿l tlLic:re h¿irl
actualcs progranras cle- orcle-rraclor cápc1cc:r clt rr:r.rl', cr'1os cn l¿1:i tt(-):,Lf¡(li) <1. - .-.,.- . 1 '-'r ",.1,i e'r (:Lllr\-11.,I,1r q'-.' rLnri
"llirri<l,ltl(le
placas, scan ós[as clel tip<-t c]ue sean. clas co¡r c-ilos
bs Iorjados relículares 725
9.8.1. lntroducción general Por consiguicntc, nada impide, pues, que nuestros cr¡terios
puedan servir también como henamienla de comprobación a los
result¿rclos que puedarr proporcionar unos cálculos más comple-
El modelo de cálculo general descrito cn el Capínrlo I I propror-
jos de ios zunchos dc bordc a través del ordenador, con lo cual
ciona todos los esfuerzos que solicitan a los zunchos quc exis-
cubrimos de forma aceptable uno de los objetivos trásicos del pre-
tan en el interior o en el peímetro del forjado reticular, ya se
scnte trab¿rio.
encuentren ernbebiclos o descolgados; Fror tañto, remitimos al lec-
tor al menc¡onado capítulo si desea realizar el análisis de los mis-
mos a través del ordenador.
9.E.2. Análisis de la flexión de los zunchos de
:tl
'i-l borde
l¡
L¿ nueva EHE, al igual que las anteriores, deia al proyectista la
iii responsabilidad de enfrentarse al cálculo de los zunchos de bor-
ili de, y tan solo le advierte que tenga en cuenta las posibles torsio-
i'j nes y cortantcs quc sc produzcan en los mismos, sin decirle cómo
l''i calcular dichos esfuerzos, habida cuenta que con el método de los
pórticos vjrtualcs que recoge en su articulado resulta imposible
lt
lp F hacerio.
o.A,/2 > I
L
Cuando se opera con los nervios que físicamente existen en Porcent¿ies t6l de la flcxión que deberán asignarse a los zunchos dc
la realidad del pórtico, incluido el zuncho como ttn nervio ntás, los bordé tipo Zs. particncjo de los monlentos ql¡c sc oblertgan etr-las seccioncs
de tos_pÉ4tg9!_yI!lE.]g¡___
problemas de asignación de esfuerzos se complican considerablc-
mente. Las consideraciones establecidas anteriormente conducen A¡r}nrEL I tr^'nt.Ntx¡c6 7o del M total %cljMKxal
RLL1IADRO{A| rrÓmcsr NE,GATIVO (- ffill\,Q(+)
necesariamente a tener que aplicar a los zunchos un porcentaie
67 "A 67 "/"
directo de la totalidad del momento que exista en las distintas sec-
CiOneS del portico virtual, y será sobre el resto
del momenlo resi-
4 3.5
dual, una vez descontada la fracción asignada al zuncho' cuando ___!; 3,81 3 49 "/"
deban aplicarse los porcentaies de distribución conespondientes 5 \, 4,t3_ 4 40 "/o
1,5 4,44 ?9 0/"
a la banda de soporte y a la banda central'
32
ó. i 4.75_ 38"A Vo
ó,5 28%
7 I\
Si no se hace de esta forma, se dará con toda seguridad
la in- 5.0Ó 33 7o
n-l ., n+l
a_*r= 2
conesponde una
:--:-
'J
Si a la banda donde se encuentre cl zuncho le
fracción del momento obtenido en el pórtico virtual igual a B;
al i o.s ) '3,25 19
ó/"
n+l
Algunas de las situaciones recogidas en la Tabla 9'7 sólo tie-
Y será a cste valor al quetcndretllos que adicion¡rr los porcen-
nen una valiclez puramente teórica, ya que los zunchos que les
taies recogidos en la Tabla 9.5 para tener en cucnta su tttayor rigi-
corresponcJen por geometría se encontrarán embebidos en los
dez, y las cargas que directamente graviten sobre los misrllos'
ábacos y clt-rtrerán ser trataclos como zunchos tipo Zs de la banda
Los resultados que se obtienen de aplicar la práctica-operati- de soportes.
va expuesta, queclan recogidos cn la T¿rbla 9.6 par;r las vigas o zun-
Para cl cálculo normal dc los zunchos de borde se proponen
chos que formen parte de las bandas de soporte y la Tabla 9.7 para
cn la Fig. 9.51 unas fórmulas prácticas y directas que permiten de-
las vigas o zunchos que formen parte de las bandas centrales'
terminar los tnomentos de flexión a considcrdr en su dimensiona-
miento.
Los lorjados reticulares
proyectos reales sin que hayam<.rs [e¡lido constancia de patologías F:g o 5'
lrqr/r¿ cie referencia pdr.r l¿¡ estitn¡(:¡ón
debidas a su uso y por ello, y también porqt¡c hemos podido com- dell cori¿rn[t en los zunchos de borcle.
probar con cl programa de cálculo CYPECAD quc los rcstrltados
que proporciona son ligeramente conseñ-adores, nos atrcvcmos En la sección de referenci¿ s-s', el cortante de diseño a consi-
a mantenerlas dado que son sumamente prácticas y sencillas de derar ¡:uede evalLlarse por:
usar.
zunchos de base 40 cm y, por consiguienle, con una base algo K = l. l0 Ptl !'aiIi),i rj\lr(1rra)s
mayor que la contcmplada por las mismas de b¿se 30 cnl, velt'los P¡; Carg.r de cilculn pof nretro t:u,'lclraclo re¡r.r11irl.r sol.rrc cl loriad<->
que los resultados admiten comparación si no efectualnos reduc- P;: Carga ,irrc;i ccb:d¡ ¡l cenarniento sobre el zr¡ncho
6: Factor clc ¿s:qr¡c:ón del cortanle al zuncho de borde, idéntico al em-
ciones en los momentos debidos al tamaño de los pilares.
¡:le;rdo en l¿r clis'.rjbr¡ción clc los nronrcnLos clc llcxión lrcgal-iva, claclcr
efl l¡i l.it)l.l '/ '?
L¡s lonados reticuk¡r¿s
más
c() ürtual tle fachatl'¡ ¿l zun< lro de txrrde zas se prcscincl;r de srts rigicleccs de torsión o, lo c¡uc resulta
(segúrr F. Regaladot
razonablc. se rccltlzcan considerablementc las nlismas' cn torno
a un 80"¡, pcro sin prescindir totalmente de ellas'
Obsérvesc que la sección de referencia considerada para el
cálculo del cortantc de los zunchos y ligas de borcle, no l¿¡ lrenrcls Sin t'mb;rrg,o, la existcnci¿t cle ios mecanisntos torsores en las
establecido en la unión con los pilarc; sino cn el punto doncie se placas, !'a scan éstas rnacizas o reticulares, origina que vayan im-
unen con los ábacos. cxactamcnte igual corrto lo h¿¡remos etr cl plícitos neccs¿lrjaniellte erl su cotltportamiet'lto, por lo que resul-
análisis dc la torsión en el apartado siguiente. tan inevitables, incluso nos ¡'rtreveríanlos a decir que
im¡rrescirtclitrlt:s, si cluc'rcmos iustificar la resistencia y el cquilibrio
La explicación rcsulta fácil de ccxnprendcr si Lenenlos prescn- cir: los forjador en situaciotles de diseño irregulares y comprome-
tc que estamos analizando una placa plana cn la quc la viga o ticJ¡s,.
zuncho de borde se encuentra embebida ciertlro de la lllisnra sin
manifestar su presencia física individualiz¿lcla, solanrente cuando l-.stas torsiorles dc las placas son las que pueden scr analiza-
abandona e[ ábaco. Por lo anterior. los esfucrzos c]tle existall en das v tenidas qn cuenta por los modernos progranlas de cálculo
la viga de borde fuera del ábaco lc correspottclerr c¿sj plertatretr- espirciales, convirtiénclolas cn flexiones tle d i tnension¿¡nliento en
te, pero cuando el zt¡r¡cho penetra en lt>s áb¿cos dicllc:rs c'sfr-¡er- l.rs clirr:cr:ior're's de ¿lrnl¡rclo que se est¿rblezcan cn las mislnas, si'
zos se difuminan y pasan a ser del donlinio exclusivo de lcls ipienclo por cierrrplo el mótoclo de Wood, tal y cortlo se explicci ert
mismos, transformándose el cortante en Llrl ¡rroblema cle pltnzo- el Capítulo ó.
t'lan'liento y las torsiones locales en tlnas torsiones generirlizadas
dc placa, en cuyos bordes se cicrrarl los circtlitos cle la torsi(:rr sr-r- Cuanclo cl r:¿ílculo dc una estructura proyectada con foriados
perpuestos a las tensiones parciales de cortarlte deLridas iil ¡ltlll- reticulares se re.rliza por el método de los pórticos virtuales, inca-
zonamiento, cuyo cálculo ya fue expuesto al trat¿lr el misnrcl. paces por sí ntisrrlos dc terler en consitleración las torsiones gc-
ncralcs nt€ncic.rn¡clas clLle exislcrI en los misnlos, ¡leces¿riarltcnte
nc.rs ol':liga a telter c¡trrt cuestiotlarnos: si significa que poclemos
ignorarla tol¿ilnlentc o si clebcmos lenerla presen[e de algrrna for-
9.E.1. Valoración simplificada de la torsión en nla en dr:tr:rrrrirl.rclos cler'rrentos de los forjados'
los zunchos, vlgas de borde
Nuestr¿l experienci;t rtos pcrmite responcler que, cn gerteral,
Las torsiones en las estructuras de edificaclón dcscJe siempre,
para el anttcl(lo cje lcls neruios, salvo sitttilciotres anótnalas, pode-
se han considerado utt tema algo ¡¡risterioso, erl el scnticio cle'que
mos prescirtclir de los ntecanisttlos torsores, siempre que cubra-
todos hablamos de ellas baio un punto de t'tsta cu¿lit.ltivo, pero
Iltitativo. rlos plerrirrttente los Irr()tllelltos clc flcxión etttrer lcls puntos y líncas
escasa mente cLlil
cle a¡royo cc¡ri l.r totalid¿rcl cle las cargas clc forma indepcndiente,
l:t razóncvidenle de la situación nrcnciott.lcl.l r¿dica en quc la cn las clos clrrccciotles cle ¿irtttado qLle se hayan cstablecido.
torsión es Lln mecanismo que no restllta imprcscirtclible, c:n getre-
ral, para garanlizar la estabilidad de la mayoría de las cstructuras Cuando las i'ig;rs y zrlnchos estón situados en el irrterior de los
quc se proyectan en la edificaciótt y, ¡ror tanlo, sc ignor;r; lo qtre foriaclos o en los irt:rcles volatlos, también prrede prcscirldirse de
no significa en nlodo alguno que no tenga Llna preserrcia física t¡ la torsión en clichos elenlentos sin asutnir ricsgtls dignos de con-
real en las estructuras que construilllos. sideración,
330 Los lorjados reliulares
Sin embargo, cuando las vigas o zunchos sc encuentren en los Mto: (l - ¡"1 N'l ttt
bordes de huecos interiores y en los perímetros de las placas, si-
tuados entre pilares, sí creemos necesario tener presente la torsión .l
de alguna manera de estas piezas y ferrallarlas adecuaclamentc. . (l-"t -t
l+;1 c- , i-
Unos zunchos de borde bien dimensionados a flcxión, y pre-
parados para resisLir unas ciertas torsiones, empotran rnelor cl for-
y
iado en los pilares reduciendo sus deformaciotrcs elásLicas
diferidas.
P L.A2
Sin ernbargo, llamamos la atención una vez ¡rrás sobre los as- rvl = I¡l-
pectos constnictivos expuestos en el inicio del prescnte capítu-
lo, y sobre el hccho de que se tenga y deba dinlensionar y tener l, : 0,ó2
presente la torsión en los z-unchos de bordc, no quicre decir que
siendo.
físicanlente pueclan ser preparados para rcsistir cle form¿r indiscri-
minada todos los anclaies de las armaduras rregativas que pr-redarr A, l.uz cic. \'a:'o extrerrlo del pórtico ortogonal al borde.
tener los nervios del reticular perpendiculares a los mistlros, en un L: Lltz rjcl zurtclio clt¡'i; llrrgión 5(: pretende evaluar'
cálculo elástico convencional. P: Carga ¡r:"iforme pot nr) cortsicler¡da ett cl cálculo.
Una printera aproximación al problema la pocJcnlos reirlizar si- Nl,. = j 'J\1,- = j rr-o,ozr't i# =0,010ó'P'L'A2
guiendo el código americano ACI-3 18. Aceptando ctrue el tlonren-
to extremo del pórtico ürtual es M, segun ACt-318, la fraccjón dc N\"=0,0106P'L'A2 l2l
dicho mbmento que se transmite por torsión al pilar de bordc viene
dada por la fórmula:
I ns [orjados reti(uldrts
))
lvI, =i.M," =1.0,010ó'P'L'A2 =0,007 P'A2'L
Mt : 0,007 P'A2 .L l3l
Fi6 a 5ó Prt>puesta de la Cátedra de Hormigón de la E.T.S.
de lngcnicrr:s de Camjn<¡s cle Barcelona A.T.E.P. 82.
. La Cátedra de Hormigón de la E.T.S. de lrrgertieros cle Canri-
nos cJe Barcelona presentó una porrencia en cl Congreso ciel
.Antes de que sc conociesen las formrtlacictrtes at)teriores y
A.T.E.P 82, buscanclo tlna formulación de la torsión cn los zun-
sc soña¡a siquiera en disponer de las modernas herramicntas de
chos de borde de los foriados reticulares. Dicha poncncia se tra-
cálcLrlo que proporcionan los programas y ordenadores actuales,
saba en un análisis mediante emparrillado plano de un"r casr.tística
de forlados reticulares, donde se consider¿ba que la ¡:laca se unía optamos ¡>or dimensionar los zunchos de b<lrde a torsión medi¿n-
a los pilares nlediante empotramiento perfecto ¡r donde se despre- te una formulación intuitiva, deducida del método de los pórticos
virtualcs.
ciaba la rigidez a torsión de los ne¡¿ios.
Transformando por el lado de la seguridad los criterios y J)a- Si tenerlos en cucnta los porcentajes cle clistribución de las
rárnetros de dicha ponerrcia a una expresión rnarre:jablc a efc.ctos bandas correspondientes del pórtico virtual perpendicular al zurr-
prácticos, podemos resumirla en la fórmLrla l4l. quc nos proporcio- cho donde queremos estinrar sus torsores, nos encontramos con
que, antiguamente, el 207o se tcnía que asignar a las bandas ccn'
na los momentos torsores en los ¡luntos Bl y B'l de la placa,
trales y un 80% a la banda de soportes.
M¡" : 0,018 P'A2 'L I4l En la actualidad, con la EHE debemos asignar el 1007o a la ban-
cla de soporte, pero Larnbién tenernos que considerar un 207o en
Como puede apreciarse, la fórmula (4) proporciona v.rlores de las baridas cenLrales, p<.lr lo que nada ha cambiado en nucstro
los torsores extremos sr,rperiores a lo dcducido del cc'rdigo ACI-? 18, purrto dc partid;r.
debido a la hipótesis estimada en la ponencia de considerar la pla-
ca perfectamente empotrada en los pilares. Si rnultiplicarnos la ex- Aceptando que los ábacos transmiten sin problemas por
presión propuesta en [4], por un factor quc dc algrna fomra simule flcxión a los pilarcs, l¿ fracción del momcnto total asignado a las
un empotramiento elástico más realista de la placa en los pilares bandas dc soportcs (un 80o/,:); la fracción restante (un 20oÁ), debe
cxtremos, como puede ser el considerado anteriornrente de un poderse trarrsrlitir a través de la torsión del zuncho; por cons¡-
Pl2l18, obtendríamos un valor sensiblemente idéntico al propor- guiente, el nlomelrto torsor con el que debe ser dimensionado di-
cionado por el código ACI. cho zuncho ticne que venir dado por la fórmula l7l.
i3'¿ Los Íoriados reliculares
__l_ conrprobaciónt,re-ferenciaclecálculosrealizadosmedianteprogra-
y y también para re-
mas de análisis nrás compleios sofisticados'
de aquellos zunchos
ntt-o'zoffi'u solverel climcnsionarniento en los proyectos
los foiados
qu" L.ren contempjados en los mismos' Básicamente'
cle vivierrclas, lc¡caies comerciales con
sobrecargas de uso de
Ma-|'zo'ffi'u 3 kN/rn2 y pavirr'letttaciones no rnayores cle I kN/m2' y los techos
el ámbito cle aplicación de las
los
cle los aparcamlerrtos' po<Jrían ser
l'ig,.9.57. Fílrmulas.para eslimar l¿ torsión cn de los cenamientos se
zunchos de borde, basándose ett los trlomentos tablas siemprc 1,' cuando las cargas lineales
extremos que proporciorlan los pórticos
virttralcs
movieran clr tonlo a los 7 kNiml'
(F. Regalado).
.Sef.lospoclríacriticarelhechocleque,disponiendodemo-
.con relación a nuestra fórmula para la estimación de la tor- el de CYPECAD'
clelos rnás precisos cle cálculo, como puede ser
anterior a la pre- urr método dc
sión en los zunchos de borde, en ulla publicaciórr hayamos enl¡rleaclo en l¿ elaboración de las tablas
sente, habíamcls escrito lo siguientc' razones que nos han movido ha hacerlo
cálculo aproxiniaclo. Las
a torsión muchos metros lineala son varias, y pueclen ser explicadas perfectamente'
"Con fórmuta se han dimensionado
gsla
puede ser debído a tres causasl
de zunchos sin problemas detectados, Io cual tablas con el mé-
Err primer lugirr' ht:mos preferido elaborar las
que
lezLa fórmula sobredimensiona la armadura de tonión' toclo aproxilriaclo porque al contrastarlas con los resultados
2e; Los zunchos no han pasado por una lase crítica de urga;
hipótesis ofrece el rnoclclc..r CYPECAD, han resultado ser conscrvadoras'
6taimprobabledadalagrancantidaddezunchosqueseet'tuentran RrstarLr elinrinar las armacluras intermedias de los zunchos estan-
clarizacios propuestos, para que los resultados de ambos
mode-
en sen¡icio.
cuando publicamos lo transcrito, no teníilmos una respuesta A título merarnente cle eiemplo, si consideramos un foriado re-
consultando la tabla
fiable sobre las tres causas mencionadas, entre otras riizones, pof ticular r)e 24+4 cm y luccs Cle óXó metros,
veil1os quc nos ofrcce como solución para los
no disponcr de una herramienta potente que nos permitiera correspon<liefrte. para los
zunchos ce trorcle cle los vanos extremos el tipo z l7-D y
aborclar el cálculo generalizado de las estructuras espacialmente;
preserrte, tras abordar el cálculo cle suficiente ttúnrero de vanos illtcriores cl tipo
Z-l6D'
en el
proyectos con métodos espaciales, estamos convencidos dc qure
k¡s arnraciuras específicas de las vigas de borde que nos ofre-
nuestra fórmula (Mt : 0,005 ' P ' A2 L) sobredimensiona las
'
quedan recogidas en Ia Fig' 9 58'
que tttás ce el nloclelo CYPECAD
armaduras de torsión ¿e los zunchos y posiblemettte, la
se aproxinte a la verdad sea la de la Cátedra de Hormigón de la
'
E.T.s. de Barcelona (Mt = 0'003 ' P'A2 Ll'
Lt)\ /l)f lL¡dd! lCll(tlldli!
..f*
I
,:.
3Q16L=27O 3ot6L=rEC I
fi16L-270
:FFj--
' 'ri-r 2fr191;-6,4d
I
2A1OL=625
-llP
¡..r1'.
-,:i::.,.1
zga2L=65l lt?
I
lc. 1ú12L=4'lO
d ,aa- j
15 2A12L*#O
--95
iqlir
fii l¿i.'l
3A12L*22O 2912L822O
N12La14 ** l10*a
PÜ.?- 2A1OL=55C
a¡r¡-
..*. I 1n*r
oí-
grl- 3a ¡( ¿S
lüP -T
ii m,mo"'JZrJ'Íi1"'3 '(r¡B,-rs
i':¡ñ--7--E'- t
)
-
E@ 1ñ1DL=34
141AL=375 2612L=5ñ 1 :':
eQBcll2 4úx1e@6c/12
4Ox1 ---_-*.--
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--..-.. .,.-*...,-......\¡.¡+'''.--*--...
'1t:i J I
l-ie 9.59 Resu It.¡ clo:; aLr:r-. Ir.1 : : .' ¡T¿r:'.;r aII CYPECAD l)r'rr,i ii' irr ¡ilrrl0 1ictltclciuccs 5x5nr
Los Íoríados reticulares
?61ü L"28fl
:=rTilf-
(-Tx'Fr I. jg4-:i1..¡
üxt¡00 gxteg8
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.c/to.'
olll frrltüal17 --**lri-*fiffi¿'-'-
--.-1
o¡tl7
-erú'lTXTT5-
Como puedc versc ell la figura 9'ó0, las armaduras de flcxión No obstanle, cl cleiar lateralmente al menos 2Q6 o 2Q l0 en los
en los vanos extreulos que ofrecen las tabl;¡s se elrcLlenlran zunchos prc)[)trestos, reerrr¡rlazancJo a las que figuran err la Tabla
ert
ligcramente por encima y, en los vanos interiores conlo sucedía 9.2, puecle ser un criterio resistcnte y constructivo adicional fren-
cl caso anterior, a efectos prácticos son coinciclentcs te a la torsiórl recomendable; pucliénclose reemplazar dicha
tabla,
por la nlreva Tabla 9.10 reducicla y equivalente'
I 'r¡ rrl.. ' ,r.rr
,,:l
-a.a
a.a
a..?
l.
a..a
,,11,
+,
l''i::l
3i6 Los loriados rctiularcs
4m 5m 4m 5m
zt2-B zt2-B
ónr
zl4-D 7.ti-B
5m
7m :--
ZI7-D zt6-D
llm
ZI9 D zt9-E z')o-E 1.t9-E zl9-E-
zl8-D R-8a7','15 R-8 a 5 y l0
R-E a 7 y l0 R-8a7y15 R-8 a 5 y l0
7m i3 rrr _-l
órn | /m 8m
zM il 0óó kN) zM (l I84 kN) 7 )o-E I z.:0-r zM(ll09kN)
R-8 a 6 y l0 R-Ba4y l0 !-81sy rl ln.*aoi ro R-8a4yl0
Tabla 9.1 I
5m óm 7m 5m óm , tIl
Tabla 9 12
l¡s foriados reticulares 737
FORIADO RETICULAR 27 + 4 cm
CARCA TOTAI,; 9
ZUNCHO BLOOUES ALIGERANTES PERDIDOS
CERMMIENTO:i
(P.P. + 4 kNlmll
5m
20 R-ó a l0 y 20
óill 7nt
__l
5m I o*
ó 7.t5< ZI6-D 7.17-E zt{-D I Z ló-D zt7-D
R-óa 10y20 R-8a 10y20 R-8aBy 15 R-óalov2Oln-Satol R-8aliyl1
óm 7m Em óm I z*
7 zr8-D zt9,E zl9-F. zl8-D I ZtA-n
R-8a 10y20 R-8a7Yl5 R-8 a 5 y l0 R-8aroy2qLR"gjjf
óm 7m 8m óm I i rll
Tabla 9.13
5m Ónl _ _ 7nr ) n1
_ óm 7m _
_
6 LI5-D zl6-D zl7-E zl4-l) zll-D zl6-t-
R-8a 10y20 R-8a 10y20 R-{ta9y20 R-E¡ 101 20 R-8a 10y20 R-8aQy20
ón] _ 7nr ll nl óm 7m_ ái nl
'l¿bla t). l4
Los foriados rcticulotes
FORIADO RETICULAR 20 + 5 cm
CARCA TOTAL: 7,8 kN/m'
ZUNCHO BOVEDILLA RECUPEMBLE
(P.p. + 4 kN/m?) CERMMIEN.TO: 7 KNiML.
3m 4m 5m 3m 4nl 5m
4
zt2-A z|-A zt2-B zt2-A ZII-A zt2-B
R-ó a 20 R-ó a 20 R-óa 15y20 R-f¡ ¡ 20 R-(r a 20 R-óa 15y20
4m 5m óm 4m )m óm
5m óm 7m 5nr ónl 7m
6 zt6-c zl7-D zl7-¿ zt5-c 7.1(yf) zt7-E
R-óa 10y20 R-8a10y20 R-8a8y 15 R-óal0y20 R-8a 10y20 R-6a6y15
óm 7m 8m óm 7nr tim
7 zt9-E zt9-E Z2O-E zl8-D 7.t8 E zt9-E
R-8a 10y20 R-Ea l0y I5 R-8a5yl0 R-8a 10y20 R-6a l0y 15 R-Ea5yl0
óm 7tn 8rn óm 7m 8nr
I 220-E zM t053 kN)
( zMil ról kN) Z2O-E- | Z.z}-L zM (l0tJ9 kN)
R-Ea6y l5 R-Ea6y l0 R-8a4y l0 R-8aByl5 I R-8aóvl0 R-8 a 4 y l0
Tabla 9. l5
LUZ
(m) ANCIIO DEL RECUADRO ANCHO DEL RLCUADRO
5nt 3m 4nl 5m
3m 4m
zll-A zl2-B zt1-A zll-A zt2-B
zt2-A R-óa 15Y20
4 R-óa 15Y20 R-ó a 20 R-ó a 20
R-ó a 20 R-ó a 20
4m 5nt óm ¿ rtr inl óm
óm 7m
_i_ _ó-t--
zl6-D zl7-E
5nr
zt4-c zl6-D zt7-E
6 zl5-c R-8a lOy20 R-8aEy l5
R-óal0y20 R-Ea 10Y20 R-8a8yl5 R-óa 10Y20
Em óm 7rn Em
óm 7m
718-E zt9-E ZIE-D 218-E zl9-E
7 ZIE.D R-E a 5 Y l0
R-8a7yl5 R-Ea5Yl0 R-Ea 10Y20 R-8a7y 15
R-8a10Y20
8m 6rn 7m 6m
6m 7nr
I 220-E 220-E zM rl0ó4 kN ztg-E 719'F, 7.20-E
y l0 R-Ba5Yl0 R-8a9y20 I R-8aÓY'lo R-8aFy l0
R-Ea9y20 R-8 a ó
Tabla 9.1ó
L¡s foriodos r¿liculores 339
FORIADO RETICUL\R 35 + 5 CM
I 0,4 kN/rn'?
C,ARC;A TOTAL.:
ZUNCHO BO\EDILL{ RECUPERABLE
CIRRAI\llENTO: 7 kN/ML.
IPP +4k\ mr
v'.{\io LxTRf\1c) \ANO INTERIOR
Lltz
(m) ANCHO DEL RECUADRO ,\\CHC) DEL RECUADRO
4
zn-A ZI ¿-A ¿t3-B ZII-A 7.12 A ZIJ-B
R-6 a 20 R-ó.r 20 R-óa 15y20 R-ó ¿ 20 R-ó a 20 R-6a15y20
4 ¡tt 5nr ónl 4m 5nr óm
T.rbla 9, lB
140 Los foriados reticulares
FORIADO RETICTJIAR 40 { 5 CM
CARGA TOTAL: 17,5 kN/mr
ZIJNCHO BOVEDILIA RECUPI:RABLE CERRAN{lENTO, 7 kN/ML.
(P.P.+4kN/m'])
LUZ
(m) ANCHO DEL RECLJA DRO A\CHO DEL RUCUADRO
zl4-D zl6-E
R-óa 10y20 R-8a 10y20 R-8a9y20 R-óal0l'eO n-Aa10Y20 R-6a9y20
óm 7m 5m l,¡ rrt IM
5m
6 zl7-D 7.18-E zt9-E zl7 -I) ZIE-E zt9-E
R-8a 10y20 R-8a7yl5 R-8a5yl0 R-Ea 10y20 R-8a7yl5 R-Ea5yl0
óm 7m 8m ónr 7m 8m
7 220-E zM{t08ókN) zM il 2ó3 kN) 220-E 220-E zM il ló0 kNl
R-¿3 aó y l0 R-l0a6y l5 R-l0 a 5 y l0 l0
R-8aór R-lOaóY l5 R-l0a5yl{)
óm 7nr 8m ól¡ 7 rrr 8nt
8 zM il 220 kN) zM {13ól kNt zM 0 5rJ5 kN) zM t1095 kNr I
z\r rl23l kN) zMtr444kN)
R-8a5yl0 R-l0aóy l5 R-10 a 5 y l0 R-8aiil0 lR-l0aóVl5 R-10 a 5 y l0
Tabla 9. l9
Los lorjados reliillares
La llegada de la Revolución l¡rdustrial con la irnrpción en las líbertad tJ sLts rlarLtmentos adntítían recortes q rasgaduras como Ia
estructuras de edificación dc los foriados nretálicos, redrrio drás- revolttcionttríu'fenitrc en langeur'. En las plantas, los elementos que
ticamente el problema de las deformaciones difcridas hasta prác- conli1rran ei es¡rticio, los cenamienlos vertiules, se libttraron de las nigencias
ticamente hacerlo desaparecer dc la cultura constrtictivista de los del orden eslnrclur¡1
arquitectos e ingcnieros responsables de l¿s construcci<tnes. Toclo
.,, Desgraciudanrd,r¡c ¿-(¿rs prometedoras sugerencias no se desanollaron
lo más, se encontraban con un problema de vibracioncs que, tlna
rcmo mer¿tLan. L(rs ¿pú0,r0s del Estilo lnternaúonal utilizaron sus dsp¿ctos
vez asumido por el usuario, pasaba al olvido al nlanifestarse cn
mris renlttblts ¡l¿s¿i¿ ¿l punto de vista inmobiliario. Los elementos tectónicos
conbdas ocasioncs, o se incorporaba como un elcmcnlo desagra-
perdieron trrdas lr¡s balallas de Ia guerra entre el orden de la estructura y el
dable adicional al ruido ambiental que existía en las naves y eclif i-
de los espacrrrs úrlr'rior¿s t1 han terminado subordinándose a los cenamientos
cios destinados a fábricas, sin que las mismas tuvieran nayores
que definian lor¡les q fturt:ittntts.l.tt jácena se disolvíó en el techo a los pilares
censecuencias sociales puesto quc, los conceptos cle estados lí-
se loca/i:¿rrtrri siqr¡ri(',r¿lo Ia huella de los labiques u ocupando los rincones más
mite últimos en scwicio lodavía estaban nruy leios de ser introdu-
murgrnalts dt la planla.
cidos en el mundo de la construcción.
...P¿ro ¡d¿¡rris estaDa ¿sa ínquietanle exigenda de untinuidad.El edificio
tenía que c:fu¡r ¡¡n'u¿llo plr una superlicie antinua y tersa que sc tompagina
ntal cttt't ltt rettlidttd tecnológica del momento. Los tendidos de mortero de
cemcrüL1.4rrc los rrrciorralislas t:olocaron sobre la helerogénea divenidad d¿t sus
- Gimnasios y edificios deportivos
- Salas de baile y salas de cortcicrto sin asierttos fiios c( rrr¡rri¡c,riLrslttdrillo htteco, canttts de hormígón, dinteles colgados q pilares
t1¿
- Salas de concierto ccxr asientos fiios iflnrer-sos e¡¡ c/ ¡¡rrratrti{tlto de fachadu, no han soporludo Ia prueba del
- Estructuras para pcatones y ciclistas. tienrpo. L¿is rir/irn¡acio¡es diferenciales de ese variopinto soryrte han explicado,
En este lipo de estructuras debcn evitarsc frecuencias entre I 'ó y d trar'¿s ijc i(rs DLrrl¿ros , Ia variedad de una construccíón que no puede ser
2,4 Hzy entre 3,5 Y 4,1 Hz larr crrrrtirtLr¿i ni fuirt lcrsa.
- Estrucl.uras para corredores a pie.
En este tipo clc estructuras deben evitarse frecuent ias entre 2'4
y AÉi¿rl¡ ii¡ tttia tle Patñora, Ia construccíón no ha cesado de diveni[íurse.
Los c¿lilrcirrs 4rrc (¡rl¿es estaban construidos casi solo can un material,
la
ceranticttpt)r i]t'|fif|/lo, estan formados hog por cenlenaru de ellos. ada nuwa
Tabtal0.l.Vibracioncscríticas.Datosobtenidosdcc..E'B.t]tr]etírrn..209, exígentrtt t1e\:0¡liürt 0 dc Ia moda introduce una capa más' un malerial más'
l99l por J. Calavera. una funciótl' frente a
Materit¡l¿s ¡-sp¡ci¡li:a¿los qutt sólo sirven para cumplir
krs rrr¿¡l¿ri¡i¿'s ¡r¡diciorl¿¡les de amplío especlrl'
indis-
El descubrimiento del hornrigón arm¿rdo y srr imposición
cutible como rey absoluto de las estructr:ras dc edificación en '.'E¡ldslt.(d,ltflldlacontencíótle5d¡fkil.Enlosedificiossitlgulareslas
todo cl sigloXX, y casi con probabiliclacl absoluta también en el mas modas de carácter capnchoso
lornras c¡rlstr¿rcli|cis siqucrr ltrs riictados de
pretensaclo' in- ..) Ia ausleridad de las
siglo )(X, áyudánáose cada vcz nrás del hormigón U, drl rlrtirfids casos. superficial. { Recordando
algunosgrands principios ordenadora del unximiento técnico que rigen sus seqmentación en bandas horizontales apogadas en los sucesivw foiados- En
de aplicación a la arquitectura de nuestros días. lunto a ellos un ese plano tprjl r! dparentemente tectónico se inscribe el dibuio de Iw huecos,
formas
univeno de detalles de oficio completarán el wreelatlo cottocimiento técnico si a que existen.
q agudarón a resolver innumerabls problemas.
..,Eslos e/eclos se consiguen pasando por delante de Ia testa del foiado
... El umbio más significativo ha süo sin duda la ñeterogeneización de unos lrozos de ladnllos que fingen la continuidad de los paramentos superior
urgas, 0 para aislar térmimmente, o para lormar baneras estancas elc. clmporldmiento de cada uno de ellos que no es f'ácil de conseguir en una
conslntcciótt que todo [o une g empastq V en una arquitectura que todo lo
El rrultndo a un mmpleio de sistemas conslruútllus que se diferencía wlo unifica q geometnza. Si los acabados exteriores se mueven con los umbios
ese ttso intensivo de natmalr' rwcialiudos, en el grado
lo leios que lla¡an
en térmicos, las estructuras se deforman nn Ia anlución reológiu o las auiones
de exhíbición de ca
evolución g en la manera de relacionar enlre sí las diversas honzontates, kómo podremos encomehdar a unls uniones amorteradas la
capas o envolvenles de materiales tan diversos. *
trata siempre de formas
estanqueidad del edificio o la estabilidad de los aplacados?. La bondad de
construct¡vas multicapa, de cerramientos insertos dentro de estructuras nuestrls climas t1 la infinita mísennrdia divina pareu que han estado afavor
portantes diferenciadas, pero es posible que todav[a se usen materiales
de luarquitectw, wro no son estos argumentos suftcientr para seguir llanndo
tradicionales cnmo acabado exterior o que, wr el contrario, se usen solo
fuera de su marco de posibilidades unos sístemas conslruclivos muy deliailu.
materialr ligerw, uros g modemos, ensambladu o u¡tidos con fiiaciones cada
La lrecuenria de los accidentes, que está impulsando una tanera alcista de
vez más nftstiudas. las tarifas de Asentas la compañía de seguros de los arquitectw, parece indicar
scrán responsabilidacl de la estructura; lo cual choca frontalmen' Si lo aplicarnos a luces de 4 y ó metros, como luces más re-
te con los plantcamicntos tradicionales y obliga al hoyectista y al presentativas de l<.rs ¡.rroyectos arquitectónicos pasados y actua-
Director de Obra del Edificio, a establecer una estrategia de Pro- les, nos errccnlrümos que, sólo por el concepto de aumentar las
yccto y Construcción de cara a las deformaciones, que hasta ahora luces entre pilares, las flechas se han incrementado del orden del
dclegaban en el autor del hoyecto de la Estructura sin exccsivas l00o/o, es decir el doble.
consideraciones bajo el punto de vista de la conce¡lción general
de la misma, y sin pararse a pensar mínimanrente en córnc¡ van a , J.75
Elementos Elementos
Sistema estructural fuertemente armados débilmente armados
(p= Atbsd= 0,012) (p=Atbod=0,004)
Viga simplemente apoyada. Losa uni o
bidireccional simplemente apoyada 14 20
Voladizo 6 I
i Un exlremo se considera cont¡nuo sr €l momento corr€spond¡ento es rguai o supenor al 85 o¡i del momento de empo'
tramiento perfeclo.
2 En loeae unid¡r€cc¡onales, las esb€lieces dadas se relisr6n a la luz menor.
3 En losas sobre apoyos aislados (pilares), las esb€lteces dadas se refieren a la luz mayor.
Tabla 10.2. Relaciones a cumplir p.'rr¡ no calcular flechas se'gún EHE. tLra,c: Cc .a :¿blat > d tcanto útil de la placa)
La tabla, al hablar de losas, no distingue si son macizas o ali- nos resulta ei criterio
geradas, pero dado que en España las losas macizas apcnas tie-
nen penetración en el mercado, deberemos interpretar cllle se
refiere a las losas aligeradas, bien sean de tipo r.rnidireccional o re-
tr> lr+3 {L en cm)
ticular.
.Así, ¡:or ejer:rplo, si tenemos un foriado con luces dc ó00 cm,
Aceptando lo anterior, también aceptaremos que nuestras lo- nuestro criterio persorral nos permit¡ría iugar con un canlo com-
sas entran de lleno en la columna de cuantías de annaduras ba- prendido entre
jas, es decir, de elementos débilmcnte armados:
ffi=3ocm>H>ó,oo=2s..
A
p=;:<0,004 20-24
Y para no Lener que calcular las flechas scgún EHE, tendíamos
pero para ello debemos considerar, que el ancho dc los ncrvios no que proyectarlo con un canto mayor o igual que:
puede ser el real (10 ó l2 cm), sino el virtual relativo a la z.ona que
cubre, en otras palabras, que b :
entreeies.
n='2,
^0-Q*l=30.3cm=30cm
. En estas condiciones, para no tener que cak:ular las defor-
maciones en los forlados reticulares y, dado que todas las plantas Para un¿i luz de 700 cm, la aplicación de la tabla 10.4.1 de la
de edificación suelen tener más recuadros exteriores y clc esqui- Norma conducirí¿¡ ¿r r.rtt canto de,
na que interiores, nos veremos obligados a elegir un canto del for-
jado tal que: r-':: +3 =34,Bcm = 35 cm
"
\ =zz
d
(d: canto útil ctel forjado) y con nuestrO criterio:
y aceptando que el canto útil sea por término rnedio iglal ;r f!9=¡lcm>H a#=29,2crn
d:H-3
Los lorjados reltcular¿s
Como puede verse, la EHE proporciona un criterio para fi¡ar el 10.5. Influencia de la calidad resistente de
canto de los foriados que obvia el cálculo de las flcchas, situado los materiales en el control de las
en la frontera, en el límite superior de nuestro criterio, qtre ya fue
publicado en nuestro libro Los Foriados tuficul¿¡res {lr,larrual Prdclicol deformaciones
en 199 I , cuando en España el criterio qlle se aplicaba con carácter
general era el de elegir el canto igual a U28, tllotivo por el cual, se . El hormigón
han producido muchas patologías debidas a las deforrrraciones en
los foriados reticulares, atribuyéndoles una cierta e inrrlerecicJa
5i conrcnzanros por el hormigón, como material básico y fun-
fama de ser forjados problemáticos. cu¿ncio result¡in ser, y son,
damental, quc tiene la responsabilidad directa de crear la rigidez
unos magníficos forfados, a pesar de proyectarsc con un criterio
necesaria (E.l) que se oponga a las deformaciones, resulta evidente
de incomprensión total en las peores estructuras, de calcularse
que cLlanto más compacto y resistente sea, mayor módulo de de-
mal y de construirse peor,
form.rciones tenrlrá y, por tanto, menores flechas sc derivaran en
. No obstante, la soL¡ción a los problernas de flechas no se las ¡riezas construicJas con el misrno.
debe tratar de resolver Írnicamentc con el canto, ya clue superar un
canto de L/20 para un edificio de viviendas nos parcce L"a lnrposición de utilizar un H-25 mÍnimo para las obras de
absolutamente desmesurado, los casos anteriormente edificación en España por la EHE, haciéndonos olvidar los tradi-
mencionados, en un contexto formal y estructural mínjmamente cionales l7 5 \fPa il 75 Kp/cm2), sin duda resultará beneficioso
razonable, los hubiésemos proyectado con 24+4 cm y 27+4 cm para las cicformaciones, puesto que en idénticas condiciones po-
respectivamente, aunque nos veamos obiigaclos demos encontrarnos una reducción dc las flechas que podría es-
¿¡ tener que
calcular la flecha, puesto quc son valores más r¿zonables que los timarse alrededor de un l07o por esta causa.
proporcionados por la Tabla 10.2 de la Nomra
Para asegureirnos de que esto sea así, y tras un conecdá posi-
EI proyectista no debe olvidar que más canro en un forjaclo cionado de las ¿nnad¡.¡ras, dcberernos esmerar la puesta en obra del
reticular supone más peso y, por tanto, nlás flecha difericJa de horrnigón compactándolo adecuadamente mecliante un vibrado
difícil control; téngase presente esta idea y olr'ídese que los cantos cuidadoso, para posterionxente proporcionarle un curado digno.
clevados constituyen la panacea, puesto que resultan pesaclos y
Sin embarso, ia reducción de las flechas a través de la resis-
c¡ros, y larvarr y oct¡ltan el problerna de las deforr-¡r¿rciones
poniéndolo de rnanifiesto al cabo de los 4_5 años de su tencia del homrigó'¡ro resulta econórnicamente rentable, dado que
ios incrementos clel nlórjulo de cleformación no van parejos
construcción, cuando ya el proyectista sc habí¿ oir,:da<Jo cle la a los
existencia de su edificio. aumentos de la resistencia, al venir dado el módulo de deforma_
ción secante, (rue es el h.rbitualmente empleado en ros cárcuros
de
Los cantos fiiados para los forjados reticulares se encuentran las deform¿ciones, por Ja expresión:
en la adualidad al mismo niver que ros empreados en ros forjacros
unidireccionales, al abandonar estos últimos los cantos suiciclas Eci = 8500 I t; en Mpa ltl
de los años 50-70 y regirse su elecciólr por tablas co¡rio la obtenida
de la Norma de Forjados española que se adiunra: De dicha expresión se deduce que incrementar la resistencia
del hormigón un 209¿ pasando de un H-25 a un H-30, se traduz_
ca únicamente crl una disminución cle las flechas en no más del
6o/o
&t l;* I""*
Forjados Con tabiques. 18
dc
F
122 125
Los parámetros que habitualmente empleamos en el cálculo de
tt,m = o,3"l.f:k N/mm2 l4l Los aceros en l¿¡s estn.rcturas han pasado de tener un límite
elástico de 220 N'lPa, a tener una fy¡ malor o igual a 400 MPa des-
La resistencia a tracción del hormigón, trabaiando en flcxo- puós dc l9ó0; con lo cual, las cuantías geométricas de las arma-
tracción, podemos estimarla por la expresión: duras se han reducido
Valor de p
Tabla 10.4. Coeficiente corÍcctor p del módulo cle deformación en h.rnción cle la edad.
I ps loriados reliulares
10.ó. InflUenCia de IOS aVanCeS "E-l apartado anteriar ha puesto de manifiesto los efectos negativos que
Ett los oriqenes tle las eslructuras modernas de accro y hormigón,la menor
La i¡rfluerrcia del ordenador cn los proyectistas, tanto cn el di- ttpacid¿td resístpyttp dp los matorialos, Ios criterios generalos dc diseño
:;cr-r() cclmo en el cálculc¡, ha hecho Fr,rsitrlc que se extierrda y arrai
(utilización de fornas 'fwticulares' o 'antifuniculares, cantls elevados, etc.¡,
gue la idea crrónea de que todo es posiblc, puesto quc ya toclo lo ,
lo rudimentttrto de los modelas y herramientas de aruirisis utilizados, así como
podemos dibuiar e introducir en un programa de cálculo que apa-
los márgenes de sequridad adoptados, justificaron ignorar o relegar los
rcntemente lo calcula, puesto que salen unos ¡rli-:rros de gcome- crilerios de nnrrol de d.eformaciones respecto a los puramente resistenles. En
trías y arrnaduras por doquier, olvidándose dc la realidacJ que tlerre lales tircunstatrci¿rs, 1a [nvestigación g el proqecto de eslructuras se centró en
quc ser construida. garantizar su seauridad frente a la rotura (Eslados Límite Ukinos), en
detrintenttt dt' lus camprobationes relativas a su comportamiento en senicío
L,os criterios dc proyecto cn la actualidad son sirnples: si hay
Itrslados Lin¡te de 5¿nú'iol.
que colgar un forjado del siguiente. porque así se evita una viga
que parece molestar estéticamente, pues se cuelga; si hay que co- En el caso de las estructuras de acero laminado, lo reducido de los
locar un<-rs huecos de servicios errfrente de un ¡tilar para así irrter- dimensionantientls rconst..cu,'ncia de la alta capacidad resistente del matenall,
ferir nlínilramente erl la cjistribución del t-¡¿riro, pries sc coloc¿, crc. 91 la sinpliddad del nodelo de comportamiento Lensodeformaciona! de! auro,
han contribuido a introd,cir en la prrictica der progecío la comprobaciói
ii
Si ya resulta problemático estimar las flechas en las cstructu- fleehas.
ras simples y moduladas: éOué fiabilidad podenros dar a ltls v¿r_ Por el otürario, en lüs estruüuras de hormigón armado, el complejo
lores teóricos de las deforrnacioncs que nos l)roporcionan un c],nportamientL) tertsodelornacional del malerial (instanttineo y en el liempo),
cálculo matricial, si analizamos una cstRlctura prol,ectac.la y cc)ns_ la dilicultad de nn¿lelizur adecuadamente la interacción hormigón-acero en
truida con los criterios de proyccto antes ntencionacJos, amplia_ el proceso de clefomación, así como los díseños propios de Ia primera mitad
mente extend¡dos incluso en los sirnples y senc¡llos bloques cle del presente síglo, basados en escuadrías de gran canto poco afectadas por
viviendas? proftlcmas de J'lecha. lian llevado en la práctica a ignorar la comprobacíón
de deformaciond-( 0 ¿i sil realización a partir de criterios simplistas.
La prudencia en la valoración de los resultados dc los cJespla_
zamientos, especialmente en situaciones rje clisenos problemáti_ El protlresiv, rtfinamienro de los modelos de anárisis en Estados Límite
cos, por muy sofisticado que sca el program.r dc. c¡ílcr-¡lo ttnr¡tle.rdo. LJ/túr¡os, la nutjora tle la capacidad resístente de los maleriales estructurales
rjebería ser la actitud más razonal:le qire deberíarn's acroptar en $in unu ,ne¡orLt siüilar de s,s características rleformativas), la disnínución
nuestros proyectos. La evaluación experimental dei com¡ronarnicn_ de los nuírgenes o ctteficientr de seguridad, q la reducción del canto g
untidad
to real de situaciones comprometidas parecicias a lo que prcten_ de ntattrial fu las p¡eiLls, han rerminado por hacer cuesríonables ios
diseños
ba s ttdt¡s e n rc m p r0 [).t i i 0 ne s p u ra me n te resiste ntes.
dcmos construir, supone la mejor fucnte cle infornlac:ión
complementaria a los resultados teóricos que proporciona, las EI ejemplo recogido en Ia figura ro.r ilusrra er alcance que er incremento
nuevas tecnologías de cálculo, especialmentc en lodo ro de resistenda de los ntatenales estructurales g Ia modificacián
rclacio- de los criteriis
nado con las deformaciones. de dimensionantísnto de estuadría prescntan sobre ti deformabiuaaa ie tii
elemenlos a t'leúin. En ttl ntismo se analízan ias leges caraa-ftecha, para
El tratar dc exprimir lá potcncia resistc-.te dc los nratcri¿les c¡uc difercntes solr¡¡irrrrcs tlt tlisañtt, de una mísma viga de-úormigón'or^uái, ,oi
la industria dc la construcción pone a nLrestro arc¿rrce. olvicjánáo- seccitín u arnüdur(t onslante, de i,5 m de tui , biempotiatla, y sometida
sc de que para conseguir el máximo cle sus capacidacles han cle a urga uniformenretütt repttrtida. EI dimensionamiento de Ia misma se
ha
experimentar unas defonnaciones que ¡rueden resulta¡ incom¡ra- elecluado supc'uúendo diferenles materiales estructurales y condicíones de
tibles con otros clementos construicios sobre los rnismos, rcpre- diseño que pretemlen rtfhtjar la evolución de usos en tares íeüidos,
hablidos
senta unos de los errores más frecuentes en los proyec-tos en los últintos 40 ó 50 rtñas. En todos los casos se han consider'io los
toeficientes de mttqorutión de acciones g minoración de resistencias
estructurales que realizamos. marrndos
en la a(tual EH-88 para niveles de contro! norma!. r,-a escuadría se ha
Alfonso del Ríc¡ Bueno y Jesús Ortiz hicicron un.r valor¡t-i<irr cic dett'rminúcll iauaktndt¡ el ntúxinta momento de ¡liseño al momento límile de
la secciótt 1nodell rutLlnqulan, previa imposieión de una condición de diseñl.
esta problemática cle forma simple, sencilla y ciirecra, qLle resunte
Hag que señalar qut un dimensionamiento en base a criteios de tensiones
espléndidanrente lo quc hemos prel.endido dccir antcriorrlente, y
admisibles aplicado st¡bre ltts canfiguraciones primeras, llevaría probablemente
que con su autorización reproducimos a cont¡nt¡¿rciórr
I)c)r su in- a escuadrías uüLror$ tlue ttcrecenrarían las dit'erencias que se pre.tenden poner
du¡dable interés:
de nanifiesto.
Los lorjados relículares
-Yiga de cantl, con ancho íiiado en 25 cm.Hormigón de. lJl Kplcm) rlllffiffiEIIIIIIIIIII[Inr
de resislencia característica a compresión U acero liso de 2.200 Kplcm2 de L.trsr
tímite elástico. Resul¿a un unto de 55 em y unas armaduras ae tracción de
17,9 cm2 en extremos, frenle a negativos, g de 8,2 cil corrida a Io [argo del
vano, frente a posilivos.
l+ET
,-?,5 *ll*-
I I lFrñ¡
slÉ*.ec
ll
lrs **pee=
- i-l rsoo
si a las consideraciones anteriores se une el refinamíento habído en los . Si a título nlerametlte indicativo y cualitativo, tomamos un
modelu de análisis (frente a wtados límite últinros) g la progresfta redurción pórtico conro el de la Fig. 10.2, típico de un edificio de apartamen-
de coeficientes de seguridad, se comprende la ímportancíu obrada por el tos aislaclo lrien clinlensionado, y lo sometemos a un empule ho-
control q ta timitación de deformacíones en los úllinos tiempos fuí, urt rizontal <lel viento cle l0 kN por planta, la deformación elástica de
problema práctiumente inexistente en las estructuras g códi91os de los años prinrcr orclerr que puede experimentar en stl coronación se puede
5O a 60, ha pasado a ser determinante en la actualidatl. Ert ¿slus condiciones, estirnar e-n 52.2 rrrnr l6 < H/500 : 34000/500 : ó8 mm). Si a con-
resulta urgente considerar muchas actitudes. (¡ r'eces profundamente tirruació¡r s[]ponemos que las plementerías entre vigas y pilares sc
arraigadas en ta filosofía de las normativas y en el prorcder de los encuenLran reilenas con un tabicón de ladrillo hueco de 70 mm
proyeclistas". enfoscaclo a clos c¿ras, cLlya presencia a efectos del comporta-
n.liento nrecírnico horizontal de la estructura podemos idcalizar
(*) El cálculo se ha efectuado adoptarrdo una inr.rcia efcctiva dc la viga rnínimanteltte ¡ror bielas inclinadas de 0,3 x 0,3 m, y módulo elás-
aplicando la llamada Fórmula de Branson a la sección ccntral del
vano tico aproxinaclo unas 20 veces inferior al dcl hormigón empleado
(sección determinante), EIlo pemlite Una cotlsideraCión su[icierrtentetrte y realizanros de nr.revo el cálculo teniéndolas presente' nos encon-
iiguroru del efccto de la fisuración en l¿s defornracioncs itlst¡rnLáneas, it"*ot que la clefomt¿'rt:ión etl la c<¡ronación se recltlce a l7'7 mnl'
u"n tocto caso, la aclopción de urto u olro méLodo no afecta casi a la [ercer¿t lrarte, tal y col]]o se observa cn la figura l0'3'
cualitativanrentealestudiocompar.-]tivoqueaquíseTjfetenclc'
t ¿s foriados r¿ticulor¿s
*--- -' ñÉ - --.-. Si dimcnsionamos los soportes del pórtico anterior buscando
l0 *r1 S¿, ¿ ,_
T.
.''- ------i-¿-6¡¡z-r¡ -rA
el línrite tolerable dc dcformación admisible para el pórtico de hor-
I t
nrigórr s¡n la presencia de las tabiquerias (6 : H/500) y luego re-
lo.¡oro.¡o
calculamos el ¡Énico hacicndo intervenir las mismas, consegtirttos
i oca'otl_1,f
a," de nucvo rcducirlas a I¿r tercera ¡rarte, pasándola de 52,2 mm a
- o lo¡¿oo ,
19,8 mm. {Véase la figrrra | 0.4).
-oa,ótll*
-: 'a35xoas
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fo v'igas D.a:as cle óo x 2ti cm
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Fi€. 10.2. Pórtico de hornrigón sometido a la acc;ón del vierto con su dc-
formada x 300.
\ 6oo ----*--6,0o -....r- . La prescncia de las tabiquerías en los eclificios puede redu_
Fig. 10.3. El pórtico anterior somcticlo a la accjón ciel vien- cirnos las deformaciones horizontales teóricas obtenidas
to con intervención de la tabiqueía y su deforrtrada x 300.
sobre las estructuras desnudas, valores que pueden oscilar
l-os lotiados reticularcs
triplican fácilmente.
.Veamosahora,aunqueseaconplanteamientostansinplis. I
tascomolosantcriormentereal¡zados,cómoinfluyenlast¿¡bique-
,'.
f
rías verticalmente frente a las cargas gravitatorias' ., .
??,1! ,' !,,:
rea-
Paniendo del pórtico de referencia de la Fig' l0'5' hemos
que nos ser-
lizado una serie de cálculos elásticos de primer orderr
virán para tomarle el pulso a la influencia de los cenamientos' E¡ 9,t ',- tt: ¿a,l I
sobrecar-
considerando que se cargan todas las plantas con una t, I
Baio las consideracioncs cxpucstas, se deducen las siguientes . Los esfuerzos nrÍ¡s ¿lrmónicos y uniforrnerrrentc distrihr¡idos
consecuencias: en las tabiqucías se consiguen con un cliseño y tamaño de
los pilarcs razonable y generoso en sus geometrías. No obs-
. Los esfuerzos en la primera planta, que carece cle tabiquería tantr:, l;is zon;¡s m¿is pcligrosas por csfucrzos para las tabi-
infcrior, pucdcn cxperimentar il'rcrenlL.lrtos del orden de un quc'rias se encuentran en las proximidadcs dc los pilares
l0 ó l5 %, aunque dependiendo del comportamiento dc la (ZONAS D y C), sobre todo en la primera fila de los rnisrnos
rigidez de la tabiquería verticalrnente, pueden llcgar a ser ady'acente a la exLeric;r.
mayores. Estimar unos incretnentos adicionalcs cle nlomen- Dichos csftrerzc)s de compresión, en 6¡enerirl, las tabiqucrías
tos dcl orden de un 25o/o, po<1ría const¡tuir una rcfererlcia a haL'ritualmcnte ern¡rleadas en España puetlen soportarlos fá-
tener presente en el diseíro y cálculo de las cstn.¡cturas de cilmcnte. esoecialmentc los t¿itricones; no así las tabiquerías
edificación por esta causa. de panclerele, que si bien tensionalmcntc podían resistirlos,
. las .:mplificacioncs c¡ue expcrirnentari las tensiones por pro-
Los incrententos de esfuerzos que tiencn lugar etr l¿¡s restan-
blcm;ts rJe irrt--st.rbilicl¿rcl vcttical y errorcs en la plancidad cle
tes planurs carecen de trascen(lerlc:i¿. [odo lo rrrás cn la plarr-
los tlismos, acahran parliénclolos horizorrtalmertte en las
ta segunda considerar unos incrementos erl los mclrnentos
platruts baias. Pero bast.a quc la eslructur¿¡ se haya proyec-
del orden de un 107o, podría ser también un criterio razona-
taclo c:c¡tr cicrta cohcrencia bai<-r las hipótesis de carga habi-
ble a tener presente en los cálculos. tu¿¡les, y se construya a tJn ri[t'no norrnal-lcntcl, para que
. El tamaño de los pilares iuega un papel considcrable cn [oclo nada les succda a las tatriquerías y al printer foriado, pesc a
produzcan por
el proceso, por lo que resulta sumamente
importante dotar- los esfuerzos adicionalcs ilnprevistos que se
los del tamaño y rigidez adecuacla a los esfuerzos qtte ios transnrisión de cargas a travós de las misnlas'
solicitan y las luceslue soport¿n' Por ciernplo' si ert el pór- . I:l criterio cle ;lume¡rtar la rigidez de )os espesores de los
for'-
climensionado todos los so- planta, quc ciescle el pulllo de vista dc las
tico cje refcretrcia hubiésemos iaclrrs cic la ¡:rinrera
punto
erl baio el de
portes en 0,30x0,30 en vez de hacerlo corllo se rccogc clcforrlaciorrc, po,lrio rcsultar interc$¿ll'lte,
en las qr]e inducen en el propio foriado y
Ia figura 10.5 acordes con sus c¿rgas' los esftlerzos vi:ta clc los csfr-rerzos se
parecc que sea una política a seguir
tabi[uerías pocJrían experimentar increrrlcntos del
orderl del en I¿s tabiqLrerías, tto
con-
las interiores' L¡s fle- recornendable, pucsto que los momentos se amplifican
507o enalgunas ,onur, especialmente para las tabique-
increrllentos de cicrta cn- sider.¡blemcrlle y las zorlas más ¡:eligrclsas
chas, c¡bvianlente, experimentaían
rías cieirrrr cle ser la D y C y pasan a scr la E 8'
y que son
tidad también. peor frente al
cJo.cle i,rs tat-riques se encucntra. arriostrádOS
¡randc<-r.
,O (:ü O i 1\\
/:\
i i. -ri l
Por elemplo, si el canto de las vigas de la primera planta pasase
de 28 cm n ál ct, los axiles dc compresión en la tabiquería de la
-t,.
' 'lr: I' zona central E, que oscilaban cntre 9 y 4 kN, pasaían a estar
comprendidos entre 20 Y 3 kN.
o lgr que srlccde realmente cn las tabiquerías, conro puedc irl-
url
tuirse, cs ir.,rtun¡" más ct>mpleio e imposible de rcproducir con
puede ser
moclelo tan senciilo comcl el propuesto, que tan solo
uáilao, ]'con clucJas, en tirla primera etapa del proceso' pero al
menos, corllo 5(: ha clicho, rtos pttede scrvir para demostrar' como
todos conocell'los por nucstra experiencia, c¡ue las tabiqucías iuc-
gan un papcl tle cierta inlportancia en el contcxto mecánico de las
estructti ra 5.
Sin entrar en el clominio de los elementos finítos, todavía es tico de primer ordetr, deberán multiplicarse por los factores que se
posible establecer en las tabiquerías un esqucma de biela dentro inc{ican a corrtir\raciórr, ¡:ara estimar las flechas que habitualrtten-
tc se maneian en la práctic.r con mayor realismo y precisión'
del pórtico que nos ayude a comprender lo que puede suceder en
la segunda fase, en la que comienzan a presentarse traccioncs in- ¡ Flecha instantánea = Dcfornración x I ,ó0
toleráblcs dentro cle las mismas, con la aparición de fisuras y la
formación de los arcos de descarga, tal y como se reflcia en el cs- ' Flccha activa - Dcfonrrirción x 2,20
quema de Ia figura 10.8. . Flcc:h¿ ntáx, a iargo plazo - Deformación x 4,00
ri.-
1; .
\1
.'L_ ¡i" -
I lr-
I
,i--
i'
I
li-..
Fig. 10.8. Modelo de bielas que puede explicar la fomr¿ciótt cie las fisuras y
aréos de descarga cn las tabiqucrías de los pórticos de edificación
lr
l I ig lll c P)anta i1¡:r: clel nrodelo dc cdif icio analizado
,
10.8. Análisis de las variaciones que Así, ¡xlr ejerlplo, si se desea obtener la flecha activa en un vano
pnesentan las deformaciones verticales de intcrior tle un fonádo reticular dc 25 cm, con luces de 5 m para una
I
I
los puntos medios de los recuadnos básicos carga cje cálculo cle 8 kN/m2 y pilares de 40x40 cm, entrando en
el gráfico n'' I la obtenenlos haciendo:
:
de una planta reticular, en función de las
luces, cantos y tamaños de los pilares F acti va= 8-.176.2,20=3,09¡nm (1,7órlel Cráficono l)
l0
En el Capítulo 7 ya pusimos de manifiesto' y pudimos detnos- El modclo cc¡rrsiclcrado ha sido un edificio de cuatro plantas,
trar, la enorme influencia que puedcn llegar a tener cl tarnaño de con alturas libres cle 3 m, tomándose las lecturas en las plantas
los soportes en las leyes de momcntos de los dintcles virtuales: segunda y cuarta, con lo cual se tienc la representatMdad suficien-
pretendemos exponer a continuación cómo influycn los mismos t"'prru o'bt*n"t conclusiones de carácter general Para cada mo-
en las deformaciones verticales de los foriados reticulares,
en los cleio anali¿aclo, los pilares se han considerado de tamaño único'
recuaclros más re¡rresentativos de las plantas, situados cn Llna haciénclolos Variar 25x25 a 75x75. [-os cantos teóricos cmplea-
planta intermedia con pilares aniba y abaio y en la pl:rnta donde dos en los forjiitlos retictllares calculados han sido de 2l+4'
se acabart los mismos; es decir, en la última 26+4,31 +4, 3Ó+4 y 4l +4 cm, con nervios básicos de l0 cm
cle cspesor; por cclrrslguiente, en el caso dc operar con reticulares
cle c¿lsetones recuperables, los valores
que proporcionan lgs grá'
Parapocleraveriglarlo,hemoscalculadorciteradasveces(140)
de estos
la cstructura de un édificio cuya planta básica'
replanteos de lrer- ficos podríarr cstitnarse conservaclores al ser los newios
las deformacio- ,it,irnát rton.opirarniciales cle base mínima I 2 cm y capas de com.-
uioa y a"r"aones y los puntos donde se cvalúan
ór.sión mínima cm, aunque tras los ensayos que hemos reali-
cie i
nes se expone en la Fig. 10.9. de
zado, hemos pocliclo averiguar que los casetones aligerantes
p.r.ii.io rigiclizan lu plaiu cle tal forma' que los resultados
[-oscálculclssehanrealizadoconelmodeloespacialCYPE. h,rrrnigón
y pLleslo que cle ¿mboslorlaclos ¡lueden considcrarse equivalentes'
CAD que ticne en cuerlta el tamaño de lc¡s nt¡tlos; óiáitilot
a todas las estructuras'
se ápfica dicho modelo sistemáticamel"lte g¡áficos como re-
y relativamente entre sí, Con ei objeto cie que puedan emplearse los
los üsultados que se obtienen cualitativa las flechas que figuran
como información en l¡l toma de de- ferencia cle cara a estimar deformaciones'
tLrnn un consl'clerablc valor en los n.,ignos se han obtenido en todos ellos para una carga uni-
proyecto. valores absolLttos que refleian los
.irion.. para el Los
forrn"n'an,. repartida cle l0 kN/m2, independientemente de sus
gáficos, para una carga genérica empieacla de l0 kN'¡mr' <ladas las
elás- pesos propios,
ñgd"."r'qr" maneiael programa emplcado con un cálculo
Los Íoiados reticulares
Variación de las flechas en el punto medio (P- I I de un recuadro lnterlor en funclón del tamaño de los pllares y los cantos de los
forlados en una planta lntermedia (Pilares por enc¡ma y por debalo) para una car€a total unlformemente repartlda de lO klVm'¡.
GRÁFICO N" I
s9ff
H€á l5lloC¡r6cñ.
II ,á
fú-btütff.ü.
J)ó L(,{ ¡)rTddds rtlrculilrt'i
É5
E
t
.Eo
IE
e
tg (31 +4)
(36 + 4)
?
(41 +4)
0
A¡
-i:
T¿maño orla, ¿n cm
GRAFICO No 4 (¿i)
OEFORMACIONES PUNTO 1 PI. ANTA 2 LUZ 8 MEIROS
1¿
ti'-:i¡i''^
t!¿ t?:'.
¡r¡r¿ño Prl¡r cn Cm3
l¡s íoiados reliculares 157
\rarlaclón de las f,echas en el punto mdio (P-2) de un recuadro de nedianería en funclón del tamaño de los pilares y los
cantos de los forlados en una planta intermedia para una carga total unlformemente repartida de l0 kN/m2.
I
¡
r,5 (26+.)
I (gt +4)
0.3
o
I
{
?ñdcf¡rn6.
:
Flccha instantánca = Dcform. (6) . l,ó0
Flecha ¿ctiv¿ :
Deform. (6) '2,20
l:lecha máxima = Dcform, (6) .4,00
I
I
I'
I
8
{
t*'b-@.
J5E Los loriados rciituitircs
GRAFICO No 7 (6)
DEFORMACIONES PUNTO 2 PLANTA 2 LUZ 7 METROS
,rl
l
i
l- ie¡i,,¡ - ,ri;r- i,i: e.¡ - f)eforni. t6t I ,ó0
fltcir; "r: .,, = [)eír.:'rnr (ól 2.20
I
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flmtño P¡|" cn cffi
bs foriados reticulares
rrbrlaclón de las f,echas en el punto medlo (P-3) de un recuadro de esqulna en funclón del tamaño de los pllares y los cantos de
los forlados en úna planta lntermedla para una carga total unlformemente repartlda de l0 ktVm'?.
2,9
t,
¡' (26+4)
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H*# l¡¡tlto Plt r ffi.
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2
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Los [oriados rüiillar$
(26+4)
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rrtariación de las f,echas en el punto medio (P-2) de un necuadro de medianería en función del tamaño de los pilaresy los
cantos de los forlados en la últlma planta para una carga total uniformemente repartida de l0 ktVm2.
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Los Íorjados relicular¿s
Variación de las flechas en el punto medio (P-3) de un ¡ecuadro de esqulna en función del tamaño de los pilares y los cantos de
los forlados en la últtma planta para una carga total unlformemente repartlda de l0 kN/m'z.
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Los lorjados reticulares 367
Fiiado el ta¡naño de los pllares, varlación de las flechas en un recuadro lnterlor, de medlanerfa y de esqulna e.n una planta
lntermedla en funclón de los cantos para una carta total unlformemente rcpartlda de l0 lN/m¡.
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Los lorjadqs reticulares
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770 Los lor¡ados reticulares
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772 Los lorjados reticulares
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lts lorjados reticulares 1at
Fiiado el tamaño de los pllares, variación de las flechas en un recuadro lnterior, de medianería y de esqulna en la última planta
en funclón de los cantos para una carga total unlformemente repartida de l0 KlVm,.
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374 Los lofiados reticularcs
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Los loriados reticulares
Fiiado el tamaño de los pilares, varlactón de las flechas en un ¡ecuadrc lnterior, de medianería y de esquina en la úldma planta
en funclón de los c¿ntos para una carga total unlformemente repart¡da de l0 kFüm¡.
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Los foriados reticulares 391
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Lls forjados reticular¿s 395
Fiiado el tamaño de los pilares y el canto de los foriados, varlaclón de las flechas en el punto medio de un recuadro de
medianería de la últlma planta (P-2) para una carga total uniformemente repartlda de lO KlVm2.
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IjlctlL¿ rrr¡!¡irLt¡'n,', ¡1--;¡111- rci ' .t Cmlc I c-s
licclt.t.t(r:,¿ = L)!.'."^ 'tj - - C^.'. 35 ñs
Flecha nrárir'¿ = f),-jo-': ró, ¡ '-l'l
't6 Csla ¿l :ñt
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bs loriados reticulares
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Lu an naa
402 Los foriados ntícular¿s
trr-,
t0.9. Estlmaclón de las flechas en los cados us¿dos habirualmente poseen un carácter conservador. las
forfados reticulares flc,chas medidas dr¡rante las pnrebas de carga resultan ser bastante
menores que las estimadas en los cálculos, dado que se prescin-
las flechas que normalmente resultan rclativamente sencillas den de muchos factores imposibles de parametrizar.E¡t nuestros
ensayos de placas reticulares pudimos constatar que construh un
de evaluar, dentro de lo posible, en las estructuras de hormigón
foriado reticular con bloques perdidos de hormigón frente a otro
armado, son las flechas instantáneas para niveles baios de carga,
construido con bloques aligerantes de poliestireno conduce a unas
dado que son situaciones donde los niveles de fisuración son
flechas instarrtárreas del orden de 1,25 veces inferiores, pese a que
relativamente moderados y el comportamiento general de la es-
ambos forjados presentaban idénticas secc¡ones estructurales.
tructura se encuentra en un nivel elástico suficientemente gene-
ralizado. . El método manual que nos permite obtener una est¡mación
A medida que intervienen fenómenos como la retracción y la de las flechas en los forjados reticulares se debe a Scanlon y Mu-
nay, y se encuentra amparado por ACI, desde que lo hicieron pú-
fluencia, y se incrementan los niveles de fisuración, la exactitud en
la evaluación de las flechasdiferidas resulta ya bastante proble- blico sus autorcs cn 1982.
mática, y debemos conformarnos con una estimación suficiente
El método consiste en partir de los esquemas que se estable-
de la misma que nos permita situar las piezas que proyectamos y
cen en el método de los pórticos virtuales, siguiendo la figura
construimos en unos niveles de deformación tolerables, aceptan'
10.10; V considerando las bandas de dicho método, obtener unas
do incluso errores de cierta entidad en dicha cvaluación, qr-re al-
gunos autores estiman entre un 25 y un 50%. cargas ficticias q I y cl2 que hipotéticamente conespondeían a las
distintas bandas en función de los momentos asignados a las
Nuestra experiencia personalen la estimación de flechas en mismas, partiendo de los momentos proporcionados por elcálculo
los forlados de edificación, que luego contrastamos en pruebas dc general de los pórticos, o en su defccto de la estimación de dichos
carga, nos permite decir que los criterios de estimación simplifÉ momenros por el NlÉtooo DELcÁLCULo DIRECTo.
l-os Iorjados r¿titu]ures
5.qzr'Lx 0,25.(Mly+MDr)'Li,
tt' = r¡ L[----ló'r.tK
36a.
Para el cálculo dc flechas, recome¡ldanros considerar C:ol].Io Si ello nrt iucra ¿rsí, no queda rrlás rcmedio que esiablecer los
banda de soportes el ancho correspondierrtrl y excltrsivo de los pórt¡cos virtu.rles y operar cle la forma indicada, obtenicndo dichas
ábacos. k>s momentos globales del pórtico virtual qllc tr)odemos llechas err ¿nrbas dirccciortes.
consiclerar como referencia, figuran cn el esquema adjunto'
La flecha instantárle¿ en el punto 5 vendría dada ¡'ror:
. [,,, + ir,,
fl =-JJ--:r+f5* t!+fi
f5 (f inal) =
L_-l
0,75.(MIy+MDy)+0.ó
ffir1' I
i
2 ii:-'lrl
lyl
0,25.(Mly +MDy)+0 o ¡.. .L..
I .:uu.
. -l--+
I
4 M,,
2
=4
I | I I
siendo,
Qty: Carga de la banda de soPorte -Y
I-: Luz libre segúrr -Y
L-J i'
q2u; t--argu dc l.r banda central -Y I-ip. l0.l2.5itu.¡ciónclc, l¿sarrnaduras¿lahoratlclcalcularlasinerciasfisu-
t", Luz libre scgún r'.,á"s; l.rs lratrdas ftlera dc'los ¡ibacos
-y ",'
Los loiados reliculares
ftt'tl"* 'lb .E
¡¡',yl
= ") : --------:-
l+50.p'
siendo, siendo.
lo: Momcnto dc incrcia cquivalcntc cn cada sccción dc las hanclas p': (:uerrtia bnr)r" i':.,i ¿ cic: l¿s armaduras dt: t:onr¡lresión en las
establecidas. Si M1 > Mo se tomará.le = lb. sección út.r de '=:=:e:,-r;;.
I ill€^-; o,7
Una vez calculados los momentos de
inercia equivalente en 0,5
2 senar,as:
del vano donde exista el illon¡ento
extreÁos, y en el punto medio se calcula multiplican-
con el obieto de operar corr r¡na inercia Obtenido el .''¿Lc¡r cle l', la flecha clifericla
áitri*. J" n"Xón positiva' propone operar con tllla inercia por dicho valor'
única para cada tramo, Branson do la flech¿ irlstarrtárre¿r
para los tramos continuos de las
media generalizada, qiie
de edificación viene dada
por:
FLECHA TOTAL
"rtt.*i"t un üempo
(lc - ext izq + le - ext'clch) flecha total que puede esperar a
t1e la
lc- meclia = 0'50'
le-uantl + 0'25' L¡ estirnación
flecha instantánea y
la suma de la
dado en la pieza analizaJa será
la flecha diferida.
cuando sc opta por prever que los usuar¡os pucdan canlbiar de . cálcr¡lo dc la flccha inst;¡rrLÉlne¿t
lugar las mismas, cosa que sucede con rclativa frecttencia. dclpeso ¡rropio: ...........,.. f¡pp
. rtálctul<-l clc la flet:har instanLánea
Por consiguientc, cn cl caso gerteral, debelrlc-ls cstablec:er
cuatro fracciones cle Ia carga,
clcbicl¿ a las tabiquerías: .............,. .........,.....ftr
. c¿ilculo de la llecha instantánea debida al solado: ... ....... fi.
. Carga dcbida al peso de la estructura. . cálculo de la flech¿¡ irrsL¿rntánea clebida
. Carga debida a las tabiqueías. a la sc.lbrecarga cle usc¡: .........firu
. Carga dcbida a las pavimentaciones (soladosl. . cálculo de l.r flecha diferida dcl pcso propio
. Carga debida a la sobrccarga de uso. ciel loriado a partir de la flccha dc constnrcción
de las t;rbiqLrerías:.,.......... ... f¿pp
Deseamos llamar la atettción sobre el ltechc-r dc qtle, erl ios cál-
culos cie los momentos dc incrci¿¡, detrenros áctuar en cada ins- "'"¡-- ((-)- ((t. ,)
l+50.p'-
en el Capítulo l2 dedicado a la cclnstntcción dc las estruclur¿ts.
f¡1¡:1"¡ ' f¡¡
lo anterior supone que los rlron)entos nláxinros scrán los
debidos casi con seguridad al proceso constnrcrtivo, y conto orden . flec:ha diferida debida a la carga del solado
dc magnitud, a 1,9 veces los pesos propios dc los foriados. Los a ¡rartir rle l¿ corrstrucción del mismo: ........ht
valores que proporciona cl profesor Calaver¿ de 2,25 para clos
plantas cimbradas, 2,3ó para tres y 2,43 para cuatro, cottlo
., _ 6(-)-É(rcs)
^2 - l+50.p',,,
factores multiplicadores de los pesos propios dcl foriado, en
nuestra opinión y como explicaremos en el L-a¡:íttrlo 12, creemc¡s f¿r:1.2 ' f¡c
qr¡e son c-"xcesivos.
. dc trso (perso-
flech¿r difericla cle la fracción de la sobrecarga
Por consiguiente, a cfcctos prácticos, en ias cstn¡crttlras de nas y nrrrebles) a partir de la fecha que entre en servicio el
edificios y con el obieto de no complicar el problema inneccsaria- edificio que se estime va a actuar de forma pcrmanente (es-
mente, bastará calcular las incrcias de tsranson entrando con los tiniar en la edificación 500 N/m'? podría ser un valor a tener
rnonrentos Mu que proporcione el c¿íl<,rrlo habitual, pLlesto quc en [)rc-serlte): ...'.'...f,r.u
general se cumple que:
^^_-- El-l-Ett.,)
''t - l+50.p',.,.,
1,9 ' Pescr ¡rropio = peso prc''pic) +
*sobrecarga pernranentc * sobrec;:rga cle uso
f¿r,,:l'j ' f¡.u
Si ambos valorcs no son serlsiblementc pirrecidos, debcmos FLECHA ACTIVA: f¡¡ + f¡s * f¡.u * f,1pp + f.1¡ + f.1, * f,lru
operar cr>n el nrayor; pero iatcnciórr!, con los monrent<::; resultalt-
tcs en situación de servicio, cs decir, sin rllayorar por cl f¿rctor Yf.
Rcsulta lógico y prr-rdente, cn cierto rnodo, contar con las fle-
Si puecle sir.npliflcarse el problerna de la fornr¿¡ inclicacitr, ¡ltrc- ch¿rs i ns.a rrtáne¿ls clLre prodtrzca n las terbic¡r-rerías. espccialmente
dcn sumarse las st¡cesivas flcchas que se vayatr ¡lroduciendo, r:on los prulc€Sos corstructlivos seguidos en Es¡raña al corlstruir-
puesto que operamos con una le consl-ante y conscrvador¿1, resul- las de m¿¡ner.r ¿lscetrdcnte. En aquellos c¿rsos que las nlismas se
tando todos los cálculos absolutamente lineales. construyan de forma dqscendente, puede prescindirsc de l¿: flecha
instantárrea que procluzcan cn el cótnputo de la flecha diferida.
Así, el cálculo de la flecha diferida, aceptando tlue las tabique-
rías se construyen antes dc pavinrentar, se haria de l¿ siguientc Para cstilrráciones rápidars y para percibir si la flech;¡ ¿tctiva se
forma: encuentr¿t lcjos, cr:rca o slrpera los límites recomcndados en la
Los foriados reliculares
fi=fipp*f¡,+f¡r+f¡ru
es posible realizar una estimación de la flecha activa, sin más quc
multiplicar f¡ por clfactor gn.¡ cxtraído dc la tabla 10.5.
factiva : gact fi
Fig. l0 l3 D:c!':' ::.ü-einái1co ¡-rara c,valuar las flecIras por el nrodelc¡ em-
Fbclr. r.a¡aclo.l¡ h¡i¡taa.I. l¡ c.I!.5lJ (t. ' l.06) pleado er ei l:,:4:;r-; CYPECAD {vc:rsión 2000.1).
dr¡
n¡tmo rb l¡|[ Nonnal RAtó L!ñ6 |¡oilnrl Fápfto
W\JqdA- (drÉó) ¡r{ytl tn/ln2 ü2añ t/y.,tl t/6/!vta u¡r]t Fitado e 'ecr.;;idro donde va a calcularse la flecha mediante un
q, porrotrttnro 0.FÍn¡) CoabarL t€
zoom, sr'soli.ita .¡l Drogranra que nos muestre en pantalla el ma-
llado de cálc,¡lc¡ enrpleado y se elige el punto deseado (C.R.), que
380 2OO¡@rt@r?S q?0 0,8{ 0,91 l,0l t,o5
6ú0 230rt6+lüh2ü) 0.t5 o.tl 0.9t t.ol r.05 nonrralnlente'si r:rcontrará en el punto mcdio dc una alineación
tO &rt2ortü)r200 o,t¡l 0,C? 0.S 1.02 t.o7
?2O An+l20rl(Dr¿00 0.tl¡ 0,02 0,9i] 1.02 1.6 diagonal crtrc p;larcs. pxrr elernplo de AB; a continuación se le pide
S S+t9+051).3(n ' O,n 0,ot 0,9a I,OS |.09
O O,7? q86 0,94 I,O. que mue;tre rodos los desplazamientos que ha experimentado
glio 30o1t¡o.06r&ao
!@+t$+l@@ O,n O,¡i O,ei t.O2
r,0E
r.06
dichc,¡ pur:ro S-r: ¿r'iclo todos los desplazamientos verticales, se
r0@ $O.tS.l6+¡¡5O O,e O,tO O,9É r.6 r.o7
llo a6+l5orl@r{5o O,7l o,8tt 0.6 l.oz r.o5
obtiene e1 cJe,pl.ri;rrrilento bnrto quc ha sufrido el putrto conside-
rado tC.R.,
m.üaGrr¡a.afÉlb Coldrt tF
(.JFÉrü,nóF!.!cof l¡0 l,{o l.s t.2o l..o l,5o
üH: 6pp + 6sp + 6su
r Cdr.únm rwnorúada por F. Rsg
Si los forjados son losas nracizas, los desplazar.nientos quc Crfn el nrencionaclo r.nodelo se han calculado tres tipos de ecli-
proporcionir el programa, teniendo presente la ¡tarticr-rlariclad [icios clt, Ire5 \¿rnos por tres v¿lltos. y lr-rces sctg(tn -X de (¡, 7,50
recogida en la Fig. 10.13, permiten rapidísirrrt¡ntcntc pasarl<>s a y 9 nretros, t' :egtin -Y clc ó rltetros. las al[uras de los ¡ ilares han
flechas con notable precisión, tal y conro pudimos cjemostrar en sicjo de 3 nretros v se supone quc existe empotranriento pcrfecto
el Capítulo ó constrastando resultados en cl cxtre nro oÍ)ueslo al forjado.
No hernos dc olvidar que los dcls¡rlazanrierrtos dc los rruclos en Los nri:rros cclificios con lros plantas harr sido calculados por
un análisis cspacial se encuentran íntrrlarlente rei¿icionaclos err- CYPECAD ¡.rero sin sinr¡rlificaciones de tipo alp-uno clebidas a las
tre sí, y las flcchas rcpresentan des¡rla;ranrientos clifr-rcnciales re- sirrreLrías, \' col-tsiclerando el orj;rdo intcrnreclio conto refercncia
f
@clnlodelodeclcnrentosfinitosdeI.l..CarcíaDutari
Ritmo constructivo ' ráPido Y lento
Valorcs dc 6 proporcionados Flecha instantánea Flecha total Flecha activa
por CYPECAD (mm) (mm)
(n'lml f nrn'r I
Véase Fis. 10. l4)
Tipo R.E. R.M.X R.M-Y R.c R,E. RMX RMY R.C R,E R\!X R \,f Y RC R.E. R.M.X R.M Y RC.
t,&t .¡ 5,(ú .t r.83 ,8E .., 7,0E 7,00 4,7 t..,'' t ,>t lO,00z/ ),17./ t,53/
6xó 4,'t0 4,00 7,90 3,?5
," 7,O8 ...' 6.4 ,77 '' 6,4 .. 16,67 ló 7c. t5 67 ./'14l') ,/í.' ,/a.tt
8.75 ,/t.zs
x6 4,7' 4,00 4,40 3,60
7,9O¡ i.33 . ' 7.92 ...' ,06, 9.17 ¿,7 l"'{ l? 7 O(¡.'' oy' l2,oo/.' tu ." t'2/
7,5
;" J, 'ló"ó .; ót 17.00 ' // 9,17 ,/'n,r, ," E,6i ./ 706
,/1,u,
tt:7' ,Y
/.UÓ ,.." 7.Ot 14.7
Tabla 10 7
No obstante, la comparación de resultados, operando con . C¿lo¡lando ci criif icio con clprograma CYPECAD, nos situa-
valores medios, nos permitc deducir unos valores prácticos mos en cl forlado segunclo y miramos los desplazamientos
operativos del factor F, que multiplicándolos por los rcsultados de lertic¿ies de las dos hipótesis.
las defonnaciones verticales 6 que ofrece el programa CYPECAD Feso nropio 3,502ó mm
versión 2OOO. I
para los forlados reticulares, nos posib¡lita Sobrecarga 1,0258 mm
est¡mar las flechas instantáneas, totales y activas con una
precisión razonablemente bucna. To:¡l 4,52284 mnr
Sin cmbargo, (luerenros advertir que es mlly probable que los . Dado que el acortamicnto de los pilares en un edificio de tres
valores de p sean algo conservadores y, por tanto, las flechas plantas es clespreciablc, nos qucdamos con una dcformación
deducidas se encuentren por cncima de las reales, debido a que rnicial rie 6 = 4,5 mm.
el método empleado por Dutari fisura los foriados por encima de .
la realidad, al sobrecargarlos excesivamente durante el proceso
Debiio a l¿ discretización rcalizada y a la posible fisuración
del foriacjc¡ la flecha instantánea real que posiblemente se
constructivo, por cuestioncs que tienen que ver con los cimbrados
produzca en el recuadro de esquina será:
sucesivos de las plantas, y los valores que puedan dcdr.¡cirsc de
aplicar el criterio simplificado de J.L. de Miguel se encuerrtren más Flcch¿ jrrstantánea total : .
Fi 6
: l,ó 4,5 = 7,2 mm
ajustados a la realidad.
. Siguiendo la Tabla 10.5 de I. L. de Miguel, la fle<;ha activa que
cabe esper¿rr en el mencionado recuadro será:
Resumen op€ratfuo:
Flecira activa (1. L. de Miguel) :
6r Desplazamiento vertical de un punto del mallacjo clel foriado : Ft . gact = 7,2 ' l,l8 : 8,5 mm
reticular calculado por el programa CYPECAD.
Y si aplicanros directamente el factor p correspondiente:
Flecha=p.6 : Fi 6 : :9,9
2,20 . 4,5
- Flecha instantánea fji : | ,óo
Fleclr¿r acrir'¿ {Dutarit rnnr
- Flecha máxima a largo plazo pn, = 4,00 . Y la flccha máxima a largo plazo
bles, por no decir inadmisible el seguir aurtentándolos y cntrar en continuac:ión, sin intención alguna de pretendcr zaniar el problema,
una espiral sin fin de: Mayores pesos, mayores carg¿rs, pilares y existen reclrrsos y posibilidades de plantear una estrategia de
cimentaciones mayores, nlayores deformaciones tliferidas, esfuter- gestión global de las deformaciorres que llos evite emplear como
zos nrayores, empuies sísmicos mayores y rlrilyortls costes; cltle únic<; recurso aumentar los cantos de los foriados
necesariamente nos obliga ya a cucst¡onamos de L¡t',¿ vez: Y todo dcsnrcsu rad¿rnler l le.
esto, ipara qué y por qué?
requerían la atención prioritaria de los proyectistas, pásanclo a El analizar tnírrilt'lanlente cótno están dispuestas las tabique-
ocupar un puesto secundario, al considerarse que básicamcnte se rías y las puertas quc las perforatr permite visualizar los puntos
cncuentran superados. conflictivos de las rnismas qtic presumiblemente pueden verse so-
tl"":
En su rugar, dos problemas han pasado a ocup¿rr el lugar de los ::",':1':iffi":l'J:::T::T;:i'Tfl1ilil;::":l';',::::T:
antcriores y se encttentran pendientes de subsarrarsc, exigiendo tabiquerías con iuntas elásticas vcrticales tapánclolas con algú.
un cierto cambio de mentalidad en la gestiórr del Proyccto, tipo cle molclura.
Resulta obvio que, en función de las luces básicas estableci- El añadlr a Los enlucicios de
las tabiquerías de las primeras
que clefinirse <le ¡rlantas u¡,¿s :--rallas cle fibras compatibles corr los yesos, puede
das entrc los pilares, los cerrarnientos tendrían
maneraexpresay,sincmbargo,nosólonosehace,sinoquein-al'dooaresisiirlaspet¡ucñastraccionesquelosfisuran.
:lr ;r ::ru,:n:'lTl;:ffi'::
truirse.
Jtr *lil:T: Hi:,.,l,lTxT,ff ts:3:,"¡**n:TffTlx:5
que
, ;"",:HlT
induce la misma'
:;
¿eclr el prohlenra psicológico y estético
en la actualidad y
Una buena gestión de los proyectos clemanda El i|te:pc,ne: entre las tabiquerías interiores
más sensibles
posible' de los elementos de que parcialmen-
una dcfinición, lo más exhaustiva peligros;rs , iot ¡c<hc,s, un material elástico' anule
..rt"ti"n,", precisando su ubicación' su aspecto formal' la dis- de carga por las tabiquerías'
de apo'
i" iJs .feclns clc las transmisiones
puol" ,., otro factor adicional a tener en cuenta en los proyectos'
posición de las iuntas horizontales y verticalcs' la fonrra
y rematarlos en los techos la manera de
yarlos en los suelos
y secuencias Toclos los a5pectos mencionados y algunos más'
fruto de las
unirse y trabarse entre sí; y, sobre todo' los ritmos
constrúctivas con los que deben ser construidos
El Director de .rp"nan.,r, peisonales de cada cual o de ensayos a escala real
que hacer' debe-
obradeberárespctartoclaslasespecificaciorlesquescestablez- sistematizacios clr.le necesariamente tendremos
va bagaie rutinario cle los proyectistas a la hora
can en el proyecto relativo a los cenamientos'
consultando con el rían fomrar rkrlte ciel
:r l.r problenrótica de las defomlaciones' incorrrorán-
presentarsc durante el pro- J" *ntorte
Proyectista las variaciones que puedan "nt .l otro bagai* ya
Jáf"t cle los aspectos puramente estructurales
ceso constructivo relacionado con los mismos resumimos de nuevo a con-
expuestos, \' que por stl irnportancia,
la estructura pro- gestión integal del
Por otra parte, el Proyectista deberá diseñar iinuación pára configurar entre todos ellos una
se encLlentren prolecto:
curando en todo momento que las deformaciones
en los
ho*ogéne".ente distribuidas, evitando los puntos negros . Elecciórr cle un canto razonable'
por puntos negros' aquellos purrtos singl-
foriadós; entendiendo .Proyectarconhcrrmigonescompactosybiencurados,dere-
excesivas. Por
lares dondc pueclen existir flechas diferenciales
que setrsiblemellte sorl s¡stenci.l nrayor o igual a 25 MPa'
elemplo, las ficchas entre pilares paralelos'
<Jiferencias brusc¿ls si delanle de .ProyectarConacerosdelímiteelásticonomayorde400MPa
¡áeniicas, puederr experimetrtar
un hueco de instalaciones, por pcque- {B400St.
r¡no de los pilares se ubica
perder rigidcz y empotranliento dando .Enlaszonaslrrássensibles,ensancharlosnervioseintro-
ño que éste sea, que hace
tugur a flechas diferenciales muy dañinas
para las tabiquerías' ducir armaduras de comPresión'
.Elegrruntamañodepilaresgenerosoyacordeconlasluces
Las formas irregulares, los entrantes y salientes
en las placas
planteadas pensando en las deformaciones al margen de los
dispares en-
feticulares, etc., engendran unas deformaciones muy esfi¡erzos que ios soliciten.
tresíqt¡e<rriginancsfr¡erzostorsionalcsenlastatliqtreríasdecon. .Proyect¿rrunaestrucRlrahomogéneaycompensadaalmáxi-
secuencias nefastas para las mis¡nas'
mc¡ Posible
L¡s foriados retkuldres
Y lo que es más importante en la gestión de todo el proyecto, sol'rre los pav¡r]lentos cJespués; tan solo hay que tener la precau-
y es que por lo que lo hemos deiado para el final, para que no se ción de dotar a los solados de las jurrLas de dilatación adecuada,
olvide y sea la guía de todo lo expuesto anteriorn'lentc: la cstima- ya quc cs la úrnica fornla dc cvitar fisuraciones en las piezas cerá-
ción de un valor de las flechas en los vanos más peligrosos que, micas y abombanrientos en los pavimentos de terrazos, debidas
aunque se realice dc forma simplificada y aproxinrada, resulta im- a la rctracciones de los rnorteros de agarre en las primeras y las
prcscindible para :rmpli[icar o minimizar todas las consiclc'racio- dilata<:io¡res irnpeclidas en los seg¡untJos-
nes anteriores en sus lustos térmirlos, coll una ntleva actitud y
Cuando no se dcsca t¿¡hicar sobre los solados siempre resul-
mentalidad, buscando más allá de los aspectos pural]'lentc fr¡ncio-
ta posible coloc.rr l.rs dos primeras hiladas de las tabiqtreías se-
nales y resistentes en nuestros edificios, cosa que en definitiva tie-
ilalando ios espacios y divisiones y colocar a colltinuación los
ne que ver con la durabilidad y la calidad.
pavimenl"os ¡rara volver posteriormcnte y acabar la construcción
de las nrismas.
lO.lO.3. La gestlón de las deformaciones y el 5i el proceso construct¡vo adccuado de los acabados debe ser
el descenclerlte, lo cual supone retrasar la construcción de los so-
Promotor de la Obra
lados y tabiquerías hasta tener completada la estmctura, y no se
hace así t)¿ira acort¿r los plazos y los costes de construcción, el
Aunque pueda parecer poco creíble, nuestra cxperiencia único beneficiario de dicha decisión es el hornotor, y el resto los
personal en el mundo de la edificación nos perniite afirmar quc pagamos.
muchas de las patologías que experimentan los edificios tienen
que ver, directa o indirectamente, con la figura del Promotor de los Si se reclucen los cantos cle los foriados y el tamaño de los pi-
mismos. lares, el bcncticjario en dinero y cspacios útiles disponibles es el
Protnotor, aul'lque sea a costa de itrcrementar las flechas de los
Todas las decisiones que se toman durante Ia fase de Proyecto' forjados, etc.
y posteriormente durante el proceso constructivo' se desarrollan
unos obietivos en un tiem¡ro daclo y a un coste
Portoclo]ocr.¡al,elPromotordebeasumirelpapelqueleco.
b"*n
en alcanzar y malas'
v
rresponde corr toclas sus consecuencias' las buenas las
mínimo. Y así debe ser.
Los loriados reliularcs
reticulares
I 1. Una introducción al fuego en los foriados
al tema
I l.l. Breve aproximación filosófica
del fuego
áIKUYU Har gWi 6 St/CfifS|TD ru?n
Bnr/sH üsr,'trRlCA
w
ü G¿,ts\vhty'ry¿ár¿
l2luchacontraelfuegoescasitanantis¡acomolavidamis- glta, v/tlrt6:t' 'rlar
han evolltt:ionado cort- eüope
tuluuno"u los mcdiosiara conrbatirlcl qrre de a oa,alt
curioso collstat¡ir clucl el matcrial
siderablemerlte, resulta
el hombre para sofocat'-" nart4]
forma masiva siguc empleando -:].t'':l:
lras
que cntplt:atra etr los tiernpos ?LFtTJ
resulta ser el mismo n¡aterial
rcmoto5. t1J-ft-4.8.
Así,cuandoelhomtlreprirnitivo<Jescubrelaagrittrltur'r\st-sir't
:anl-
bosques 1' ¡11¿;1r¡¡¡'s5
del ftrego para desbrozar la ticrra cle
clescuicic 'v el ftlegct se ciescon-
bién descubre que a poco quc se
elemento que lc servía de a¡nrda en
:us queirace''er
trole, el tnismo
todo su ¡roblaco r io:
poain tt"u"rr. por clelantc en un santiamérr
bietres contenidos en él'
Ouc- rluc.l,- t;rbe tlLlc tienetr quc hatrer trormas y lcyes (ltlc llos
L¡s tócnicas de cubnr kls tcchc¡s clc ¡la!a cle ia: cal-r¿rñ.rs v slls
r)!.ot{.t¿r.r, D{,r*1 ,,.i ;rttrcl¡ }tor.r (llle 5c cenLrcn de verciacl ert la Qsert-
parecles clc barro, tenían la noble intcnciórr cie eVilar clue Ltn fue-
go extcrior hicicse mella rápid.rrnentc erl l.ls nilst'lla¡; pero ¿r Ille- cia cie los prc,blelu¿: r ¿rb¡ndclnen el camino fácil cle penalizar todo
¿l(.lUc'llO (l-lt L:- .¡(.LcrL't
'- - --'-*'o v scctlndario, centránclose plertarncnte
Jialu q,,. el honlbre corrrenzó a pensar clLic c5o cle cttrttlt.tttir sr.t
I
caza y su comida conlur'rit.lriamentc cr¿r Lrn.r i.r1¿r, t)o[(l:.e sr I rrci- cr'r el rli(la) J.rlclii¡:',r:r clr.' ,x problenias.
no se comía las partcs rn¿is sabrosas del irntí1ope c¡t,c til l'al-ría ca-
zaclo, cleciclió me[ers(] con su familia elr tllr¿i cll(\-; i'rLtrlr(it-r'sL¡
fuegrt. cocirtar stt antílopc y (c)l')lersc sr-l (:.\r'l'\l(-j; ¡lc¡¡l l.rr'inciÓrt: ¿rl
c.lescutrrir que el t-r;rrr<t (lxterior c¡trc: lc protegi;,¡ ltr'ri,r c:';e l:e-rrte rltl
tambié¡r ¡:or cJcntro, ct-t¡lnclo una rloche fría qtlt: cie'ó t. ft,r'qi¡ t:rl-
cendicio, las chispas c1e l¡¡ cocina hicierc)Il (c:L:¿i E;,i:i.:rLcr:a.i5
pcrtenencias y su cobijo, c()rt el alllargo sclltir qilr locl,i Éll l¿i vida,
hasta Ia intimidad y cl deseo iusto de comcrsc'c'i c¡tltili-r'rle t1r-ie 1-ril-
bía cazado, tiene un precio y, clse l)rec¡o, .gusl:c .r :Lo, (,i| alglrrr¿
I'nancra hay qr-re p¿ig¿rrlo.
tar, sin conSegllirlo, al lrlL'flos qtle sL¡ viil.-r :rf a'.--ir., :lL igrL) v
lregánclose hi¡rócfitar.t]Cnte ¿¡ rertr-ttlcial c1 ttltlrl:. -'¡ :- r:',- i¡',lr-r cli-
rcctos e inclirectcrs clcl riesgo asllmicJo. (.tlancl'l lE:;,-'-i.'.i:ll:'r't.'ill flil I i j r'.-,r:'1:r :. .-' f -rr ,.1 i.".. rluÉ ¿1 rrt€cliaclos clcl rig,lc> XVil todavía cr¿t, t-'tr
gri:- ¡:';::e r ,.-r-i..-,:r '. ,,. ;j , ; litr¡roblacla, y crI 5r.15 calles v callejortes sc
lLrcgL) [)(-lsa.r los honrl¡res sus corrcs¡)t-rllci,.:l'.:r' ]:. - : ' ''':a apri;b;f .¿¡ L ., ..; r ,. i: r':!¡1:ll¡1aló:: Cle nlit(lclil.
ntiran ultt-rs a otroS y cotxlcnzan ¿t itlcrel-r¿tr>c .. .: :.-; .::r: ;;: '.:¡,-
[)¿]s enlre: sí. y acabatr gc-trcratrclo llás nornr¿,s ¿r:i¿,rl:.:.,. :tt. c-lr-re
ello sr-rpong:r ianrás elinrinar toclas las rrorrr¿s .i' f ' ' ,'.. rl ra ia 5i en l¡ Lcl;rr.l \itrli¡ k-rr i¡1qerrrr.¡¡ot ¿rlc¿rrrz¿rrc;rr urras ¡.rro¡torcicr
nrestraron inútiles, porqLre simplenrente !c irr:,,,i.' :,. ,.':r't''ir
rres lerrtlrífir¡! lr¿"CCC 5urr"lantcl]te SenCillO acl¡v¡n¿r l¿¡S causas:
Ilasta el sigLlente irrcendio r:on víctjrnas, lo r:1..r. set'.-:'¡1 []e n.ie','o
,\r]]or',ton¡n-iento rle c¡s.is, calles estrechas y toftuosas, una tipo-
()lr() ( ()rril,rntc) r,le norm¿is, qL¡e poco r-r n¿cja: I iel tr L-i -:tr . r: ltllt ,¿t\ 1o¡tÍa i-ttnstr-rct,'. ¡r l-r¡rs¡r-l¿r en l¡ rnacler¿1, y trna vicla dontéstica que
(.rir5¿5 clLte ¡-rrocir-rjeron reallllcrrtc- víctinl¡ts ijr, ',ilLi,.r- ,t- -!-,:'ltLilc)5. grabai en t(f r:-(., ¡ l-L.L'q() eli sLl est¿iclo más prtro.
De n¡ci¡, <t:-. ía lc¡:is1.rr sobre el Llso cicl fr-tego. ¡tr_resto quc cra
esenciai r-1r ,r', i.l,: i.lc.tr,lr-iel tierl¡ltt; ¡tc:ro lt;rStci str:;titr-rir los sO¡tOr-
lc:. cle ri-,¿r,-l'-rL:: :\\',' 'r .ri-rs r-le pieclra y ladrillo, y el material dt.: rrr.r-
bcrtr-rr¿r ler-tr.-.i I i;ir, l-elai\ ár¿ltres, para qLle los incctnclit-ls se
li
lL (i - l\q'l , r-: .- -:1 -',_: _i
[:ll ]¿l ¿tc¡i r,rliir-r.l :t fi:t {i) 5utge clc f(trrrt¿i i¡tdirccta, pltesto qrre
érLc i'a ailie.c¡> st,r': ¡:r.ii-i cn su estaclo trtrrro y los rrt¡tcriales cluc
SOI)O11¡rn l¡S,:¿t..i* :.,ri: ..ililitgOS, t)Of lo Ctral, de ¡¿lcl¿ tl l¡Ljv poco.
sitletc'llrrll't r(_r:i.I'l,_r,:r'ri:l'r-ros<,.<,rrncrsi cstt.tviéral¡.sen]aEci.rcl
\ler-ll¿, cL;,ll1i.l,-, ,.- Jr'.,ii-r q¡¡¿t alLt(. c¿ir-¡sa laS vícLintaS, tielte q,C ver
cotl l.r Lt¡t-lr rr-r!,i:crr,1 rJ,., L_rS r-lirc.ñc¡S y el crinrUlo clC nl¿rlcrjaleS COrn-
bLlstiblcs r-lL.r : ,.1-: ,-,=' ert nL¡CStrO\ lrogares, ccnto ¿lUtitntj-
"1'.rci,)
Cas l)(irlilirs ,-lr r,, 1,,, i'i.r (l(-,ntrO rlCt la viCl¿l f.rmili¿r: Botellas Cle
---l-li
que otros, pero en general, y cn nueslr¿t opinión. toclos i;i ctlnlplen tl:
-- .-:
I
51 rl',i:,.1 -: r t,Jf nllSOn, lnClUSO SOII Cclpcl(C5 Ue III(lll-
razonablcmente bien.
t('tlf!rr i. l. -r -: ,-::l: rr'rti elr toclas las situaciol]cs. dando tier|-
r.:i- l,-
trr
L>16 ,,-. l.r r.1!e [)¿rrccc Ccs¡rrctrclcrsc c]c una rccicn-
--_ -
te e''i, .É:: - ' .'),r ar-ltrc Ios st--lvicios c.lt-: bc-rrrrI,crrcts clc,,"¿rias
cir.ri;, i . .:
r,'-.::'
,':i¡ o rlir:ho, nrts venros son'relidos .r Lrna nor-
r e irraciolral qLtc pcn¿rliza graverrertle el
',-:r,,1¿r
i:il:: -::
- -:l-;¡¡ cl-- ¡rerseguir los c:onLeniclcs
' r; : :--r .. irie l.¡ ev.rcr-r¿lciórl cle l.1s lti:'rsort.l5 i,'n los tietn-
.- ., -': ::.É'r-.cla lrtts dcnrueslr¿r (¡ue err l¿i dur¡ición dcl
.: : ::ll .. -: l';¡\ oc Ilorllll{loll ll() ( \)l(lli:cill, se Ilcl}cl C)
,::'* ,- .:- ,,-icnla ia norrilal-iva dc irrcctrtliil.
.f
¡
*: \\\\i +?
¡:'\*i
,ii ,!'..t *¡l
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va en el año
ciudad de Santander:
,'Con mi iuicio, strfi¡ic¡¿k'rlt¿r¡l¡
¿irrrilosfrc¡do 4tr¿
aquel siniestro quedó, a
una re:püici;tón del mismo en la parte reclnstruítlLr d¿' S¡¡rt¡ri¿lcr u
tlonde se I 1.2. Criterios y normas sobre el proyecto
ha em'pleado el hormigón armatdo es muq difío! ¿rilr i¡0 ¿ic'lr intposible' la de estructuras frente al fuego
r,t
,iprt¡r'¡¿n ao un inrcnáío como el de l94l ,
pues (r l4's¿ir {lc .,rd(r¡rlr?rrsd e/
irt
riio' ¡irrrn:a¡io tos edifkios de
tJberna, o/orürd[t Lirpi.irr, /os dos crr /r¡ c¿r/lc
. Cuanclc-r técrlico se cnfrenta al proyecto de una estructu-
c
'teal¡aa, qLt€ (rLtil ¿íc itor¡rlioorr L1rnuldl' rcsistencia frente
IJ parte det de Pérez d,ll Motitto io it.' t'tonu,gC,n que cleba Let rer urra cierta
Nor-
quedaron en Pie" al friego err Esp¿lria' clel¡e tener presente las siglientes
n"ras:
líneas generalcs' los
Como resumen podría decirse qLie' crr . Condiciones de pro-
básicos clc la nornativa conira cl fucgo
son Norrrra Bírsjt.r cle la Eclificación NBE-CPIi9Ó:
,igui*ta, obietivos frrc(ili,r f!)irrrri irlc¡ildios de bs edílkios
los correctos Y adecuados' pova la proteuiort adicio'
. Ntfn:r¿r EHE {Anex() Tl llecomendaciottes
l. Evitar pérdidas cie vidas hunranas ilfrJ aaril/ii Jl firr4o dc ¿lenwttlos estructurales'
clerivaclos tle1 problema clel . Ettr¡lócligo 2. P¿rrle l-2' Reglas Cenerales Proqecto de estruttu-
2. Minimizar los gastos económicos
f¡reon
rulbv¡ f,l\ l/i'l;lL' rj, rllil/cr
Los Ioriados rcticuldt¿s
e"c I
pro-
ca un incendio etl un edificio, sea éste del tipo qLte sea' I'lo se
I
11!!
y,
duzcan víctimas si es posible, reducir al mínimo las pérdidas I
c
I +
materiales, tal y como expresábamos en el punto anterior'
t
g
4
._ ¡.. I
"-Ti
I
á
Para conseguirlo, y en fu¡rción de las características c¿c
i
I
constructivas y funcionales clc cada edificio, la Nc'rrnra establece !i i I
a aai: I
"porüuI--'
a. Diseños de espacios y vías de evacuación ventilados y pro-
tT=l-f,=745Logl8r+ll
tegidos, cumpliendo unos requisitos geométricos ¡uficien-
tes quc permitatr el rápido tránsito de personas. r -! ir J -:s tt: irl T,: tcillpcratllr¡ jnicial; L: tie¡npo de exposición al
b. Dispositivos añadidos a la construcción para l.l detección I' . *'-üi,
control dél fuego que minimicen al máximo la .lcción del mis-
mo sobre las personas por los circuitos de evacuación pre- i.¡ t I I (:una palróttlSOtemperatttra-tienpo.
vistos: extintores, detectores de humos, rociadores, puertas
especialcs, etc.
c. Elección de materiales de construcción acorde con los tiem- . E, tienirro rláximo de exposición hasta qtrc resulta
inminen-
pos previstos de evacuación para el edificio construido, que te la pérdid.: cle capacidad para satisfacer las filnciones requeri-
limiten la propagación del fuego (llarnas, gases calientes. ca- períoclo dc "resistencia al frrego normalizado" y
cl¿s. s(r cL-nomin¿r
lor exccsivo) fuera de las áreas concretas lfunción separado-
se expresa err nlintltot.
ra) y que no contribuyan a la alirnentaciórr del fuego,
d. Diseño y construcción de estructuras capaces de sostencr Los períoclos nomin¿les se aiustan a tlna serie de minutos, an-
los edificios sin que se produzcan colapsos prematr-rros lfun- tecedidos por urr¿s siglas que varían según se aplique a diferen-
ción portante), pcrmitiendo que todos los criterios alrtcrio- les elelrentos, l¡rs nrús gertéricas son RF (resistencia al fucgo) EF
res pueden desarrollarsc plenarltente en los ticmpos de testabilidaci al furcgo).
evacuación establecidos.
-+
-j-li_l
llil
l -..J. .. -¡. .¡
,t" lr¡, lnil !lr, :ll,r
r ll i,l.l;t t)f{l(,1.1'\ rrr¡i¡' I
(1) EF-180 si la altura de evac\¡ac¡Ón cs > 28 rrl qobre fasarlie (lc fues)'
con n¡i ce i?es Dl¡^rAq Fig. I I 9. C11r1'.r:' '.Ér-¡pcr"1tlira-l-iempc) en clistil'Itoi; L¡pos
\2) F-F LzO en cdrfiqlog de t'so Hospital€r¡o
(l.Nl l/ tlL¡:cl(l(' ll',:i trr¿¡cl
T¡¡bla I l.l
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^ 9C0
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ñ ¡oo
r 300
. Elcmentos protegidos: Elementos en ios quc sc torrlan llle- Si los recubrint l¿Ilos lit'il¿rt un $pes\r que excede los 5 cm, es precisa
didas para rcducir en ellos el incremento de la temperatura debi- adoptar m¿didtts ¡di¡i¡¡¡¿/¡s tlue ü>€Qurü su íntegridad, como puede ser la
da al fuego, mediante recubrirnientos y capas protectoras. colomcititt dr r¡rnr¡uli¡r¡-< s¿rp/t'ntc¡tl¿¡nas lipo lela de gallinero".
Tabla I I .3
Los /oriados rttícular¿s 42t
Fuerza Ncwton ll kN = 1000 \t intensicl¡d del incendio hasta su extinción debido alagotamiento
del conrbustiblc existente en el local o a la eficacia de los scrvicios
Tensión Pascal = -lI tl r{l-tr = I 0¿' P¡sc.¡ii:st
n'l- de lucha conlra cl fuego ¡rrrestos cn iuego.
Trabaio/Er'¡ergia h:lio= IN I rrr= I Ksr r)-s4-
: trabaio I lulio
tiemÍ)o-
1¡¡"¡¡,,
Potencia I scg
Tcrrnperatura
{i[ - ". - "K - 273 lr.,
I
.a
I iulicr 0.2?t) calorías tr
:)
F
I cak¡ría 4,1855 iulios
E
I ETIJ 2lr2 cak¡rLrs U
,
A
U
Tabla I 1.5
Fig I l.ll. Fascs cle clesarrollt¡ clc un fuego (l.M Fernández Cánovasl'
Wo'S*
'- :J.sn . n
siendo.
t: Tiempo transcurrido para alcanzar la máxima temperatura en
minutos.
Wo: Potencial calorífico unitario existente en cl recirrto
Fl material
cJmbustible cxistente se transforma en su cquivalettte en madera y,
3e ex[)resa por su
así, el potencial calorffico unitario del combustible
potencial de madera por unidad cle superf icie en <j¿Nim,. Fig I n l4 ,J:-á'ru:-..".'n"llu,, al"nlpo para SnlS*
: 0'50 segtrrr ensaycrs
"quiu"i"nt" realuad<,'s :¡3l' - F.:ír Rescarch Station'
S,'r: Superficie del recinto en metros cuadrados
que puede vcntilar el
S¡: Superficie de huecos en metros cuadrados reduc-
recinto. Corno se cleciuce dc los ensayos, puede versc el efecto
máximas tiene el dotar de ventila-
H: Altura media de los huecos que existen en el recinto
tor que sobre Ias iernpcraturas
ción a los retirrios.
al in-
La Fire Research inglesa, completa la fórmula de Kawagoe 5e apreria t¿nrbiétr que las curvas de los ensayos sorr
diferen-
dicar que si: patrón ISO ll-834, pero si tenemos en cuenta que
tes a la teóric¿
del fuego tie-
la tr¿nsrnisiorl de calor entre dos puntos el efecto
y
w^ < I ro.!h ne que \¡er con la lemperatura y el tiempo de exposiciór]
al mismo'
"5* posible encolltrar'
es decir. al áre;'r clue encienan dichas curvas, es
el
la elevación cle la temperatura dependerá únicamente de
la canti- mediante eq,Lrivalcncia cle árcas, las duraciones equivalentes'
que el tiempo no exccda efecto que pioduciría el fLrego rcal <¡ el ensyado sobre una dcter'
dad de combustible en el local, siempre
los 3O minutos. minada pieza c'stnlctural si siguiese la curva patrón R-834'
T (ecii
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Fig.l Ll5, L)iferencias crrtre un,l hip<-:tética curva real y.la curva patrón, apli-
DURACION DEL FUEGO, l(¡¡n ) caáa al honrrigótt en la que suele realizarse la e.valuación de las áreas par-
lienclo clc los'300uC quc es cuando cl hormigón comienza realmcnte a
Fig. I I .13. Cráficos temperatura-tiempo para 5n/5* : 0,25 segrin ensayos experinlcntar ¡lteracjolrcs rntportantcs en su cof llportamiento rc$istente.
realizados ¡ror la Fire Research Station.
ll.M. !crn¿incjez Cánc;l ast.
l,.os forjados reticulares
olo2030405060 l(mi¡)
Sr=SlrPERFlClE Ot PARED .A rrieclicia que aumenta la temperatura hasta los l00oC, el
T IEMPO agua libre que forma parte de) hormigón en sus capilares absorbe
$an pane del calor al evaporarse, retrasando el aumento de la tem-
Fie.I I.ló. lnfluencia del pOtencial calorífico y su¡:erficies l rrecr:s-¡Jared so- peratura en el interior del hormigón. Debido a este fenómeno el ca-
bñ las curvas reales temperatura-tiempo
lor específico del hormigón se incrementa hasta un tercio de su
valor inicial.
Comparando las curvas reales con la cun'a patrón' se deducen . Entre los 200 y 300'1C la pérdida del agua libre capilar es to-
algunos aspectos intcresantes, segun I M F Cárlovas:
tal; sin embargo, el horrnigón apenas sufre alteración alguna en su
. Si Wo < 20 daN/m2 y existen huecos normales' la duración estructura y ias pérdidas de resistencia que tienen lugar en el mis-
equivalente "t"" es menor que la conespondiente a la tempe- mo son despreciablcs.
ratura máxima "t", siendo igual o menor que la Curación efec-
tiva. La duración, como se puede apreciar' no depende de la Sin embargo, el aspecto positivo de la humedad contenida en
ventilación y la temperatura disminuye con ella los poros y capilares, tjene un aspecto negativo y contraproducen-
. Si 30 < W., < ó0 daN/m2, se puede considerar aproximada- te. ParLe clel agua contenida en su interior, al tratar de evaporarse'
mente que te:t, La cluración no dependerá de la ventilaciórt; engendra r-rnas fuertes presiones intemas que pueden provocar un
y la temperatura disminuye con ella. clesprendimiento explosivo de los recubrimientos 9pallinql' El efec-
. Por últ¡mo, si Wo > ó0 daN/mr, que corresponde a rrna po- to spal/irg suele producirse en aquellos incendios que se desarro-
tencia calorÍfica muy fuerte y raramente alcanzada en vivien- llan a plena potencia, muy deprisa y elevan muy rápidamente la
das, aunque sí en almacenes y depósitos, se tienen los temperatllra en el honnigón.
siguientes tientpos mínimos aproximados en alcanzar la tem-
peratura máxima "t" y la equivalente "t ". según la tabla I l.ó. .De 300 a 400oC se producen pérdidas de agua del gel de ce-
mento, apreciándose ya descenso de la resistencia que puede lle-
sb gar a a)carrza r un 25"/o con las primeras fisuras del hormigón.
j
e(@) t..(r.l
Sw . A los 450-'C el hidróxido de cal procedente de la hidratación
. f¿qf¡nalr -( 16¡ f¡
't+2'3'10-r I ' t3
lrrrcialr
0.8 ..
\ tttll t < 700'rC --) = 1l = 1,8'10-a +9'lO-ó
0,6
\ t> 700¡C -) ..=l,l=14'10-j
I
&t,l 0,f \ sielrdü ! e :l:l' ueritillra
\
\ P¿ra cáicr-rlos sinrPlificados:
0.2
\ Ec=18'10-ó't
0;
200 ¡,00 ó00 too r000 l 200 - Honr:gón dc áridos calizos'
I en'f-
ll
t', = l = 1,2'10-a +ó'10-Ó 't+1,4'10-ll
' t3
a ccmpresión t < 80i:C -r
Fig. I I .17. Influencia de la temperatura sobre la resistencia
del hormigón (EC-2). \l
t>80i C --+ €. =-l - lo'lo-3
menor
l-a conductiüdacl térmica del hormigón es baja sicmpre
ligeros, aumenta corl los hornigoncs calizos y P¿ra cá.culc's sinrPlificados:
en los hormigones
Por lo a|rtenor' la
es mayor con los hormigones de áridos silíceos
norm;tiva penal¡za más (en tomo a un l07o) a los hormigoncs de €. =12'10{'t
áridos silíceos, que los hormigones fabricados con áridos calizos.
. Calor especiie-o delhanjgon tválido para hormigones silí-
Las dilatacioncs de los hormigoncs calizos. son sinrilarcs ¿r las ceos ¡' calLzost.
del acero hasta temperaturas del orden cle los 900'-C, l]lientr¿is que
son mayores si el hormigón está confeccionado con árido silíceo' 20ü<t<1200"c
.
Debido a la baia conductividad térmica del liormigón, éste
se resiste a que el calor y la temperatura penetrell en stl interior;
por consiguiente, la forma de las piezas adquiere una gran
relevancia en las pérdidas de rcsistencia que l'raya qrre cotrsiderar
6s=eoo.8o(*)-,(#l
tffi)
Debiclo las hunrecl¿dcs que puedc tener el hormigón, entre
¿r
en el interior de las mismas.
100ú C y' 200" Ci, puecle cxistir urr pico de ,
Los incrementos mayores de temperatura, por t¿irr[o' tienerl
lugar en las esquinas de las piezas, al incidir el calor por dos caras' ce rHunreciacl del 2eo en pesot = 1875 ( #::a )
en vez de incidir por una solamente.
en peso) : 2750( tüLt:. )
. Al incrementarse las temperaturas, la resistencia del Ce rHunredad clel 4ou,
proclr'rcc su
horrnigón dcsciende, pero la deformación a la qrre se
rotura aumenta espectacularmelttc' al dismintrit asinrisntcr . Corrdqc!_úiclAd_Lé r nUC¿
- Hormigón de áridos calizos, Arttílogamettrt, si la deformación últina del acero viene condicionada
a
tenperatura anúimte en una pieza trabajando a
flexión por Ia prolundidad
del bloque rcntprimido a ,alores en torno al 0,3ó/o, el agotamiento de la pieza
rc -r,ó-o,rn (fr).o,oot t#l -------::-:
t'tl '',L al aluttzarse ltrs 400" c en la armadura se produce por compresión del
honnígón rt tltfutnctciout's en el acero en torno al O,i%, g por consiguiente
Para cálculos rápidos: al 75o/" de stt tttptttidad última, con el consiguiente descenso en la capaeidad
de ld pie:a."
lc (silíceos) = l,ó
l. (calizos) = 1,3 -I¿ ¿in
I
M0DUr..i ú1,
I
il EC,)
€. LASI rC ' DA i)
i
r ASTrCü
! 2()c
Las propiedades mecánicas de los aceros disnrinLry,en corr el
aumento de la temperatura y debemos tenerlo n'luv presente. ¡t
Fi{!r¡()R i iofta L I
I CCO
:,A'
deformación cle los aceros, en cl componanlicnto de las ¡riezas de Fig. | 1.20. CLtn'ar rotrtp.tt.rtjvas tlcl las recuperaciorltls de resistencia t:ntre
hormigórr arnlado: un accro l.lnrinado ¡ t-rlro e:;tirado en lrio.
"En el casl de pilares de hormigón, resulla que la deforntación tle rotura . En clranto a los.rccros del hormigón pretensaclo, mucha aten-
de un hormigón a 40OQ C es próxima al 0,7"/", A p6t a que el acero conto
(tltima, ción y cuiclaclo con k-rs tltisnros, porque su sensibilidad al fuego
lal a esa temperatura no tiene una pérdida notable de w capacidad
cs rnucho nás elevada cltte la que poseen los aceros de dureza
a Ia delormación del O,7o/o, la tensión de trabaio es dttl ortlen del 80o/o de la
natural lanrinados.
rotuta, A se produce el agotamiento prematuro de ltr pie:a a conryresiótt-
Los loriados retkulares
. La intensidad del fucgo que viene dada por la ct¡r¡a ISO tcm-
sjeldo i l; :e!':'i)er.ltLrr.¡ .itc.tnzada por el acero.
peratura-tiempo.
Para los cálculos timplificados:
. la masa dc la picza, es decir, la relación volumen-superficie
cxpuesta al fuego. (Cuanto mayor sea la masa más ciespacio €, = 14 l0-Ó t Aceros de armar
se calentará el hormigón armado).
ss:12 l0-ó [ Acerodepretensado
. Lá presencia de pantallas que aseguren la protección del
acero frente a la elevación de temperatura. tEl horrnigón del
recubrimiento forma una pantalla natural muy import¿rnl-e y
nrucho rnás si sobre él se ha dado un guarnecido de yeso.
Hay quc exigir espesorcs dc rccubrimicnto talcs quc Ias ar-
maduras permanezcan por debaio de la tenrperatLrra crítica
durante tiempos determinados de duración del fuego),
Los frrrlndns rclrtnir¡r¡s
E
\l ,1.t++:
accro y es el que exige que el hormigón se sacrilique ¡lrotcgiórr- zl
=l
- 15 lri*l
dolo con unos recubrirlienlos adccuaclos, i
tr' I
. l0l
En primer lugar, tenemos el efecto ,1a1 "¿¿.5¡.rnclirrdo", que aun- I
i
qLle es es¡rccífico del hormigón, conlleva el nesgo cle clLrc si sc pro- i
.,i
ducc prernaturanlente, reduce los rccr¡bnmicntos cle l¿rs ¡lrntacluras I
.
lan¡bit-'l.r cleberrros terler prcscntc, qttc cuartdo las Letllpera-
turas elevacl¿rs c1c las secciones alcal'tzal't a las armacLrras, los ftter-
tL-s incrcllentos trirnrversalc-s quc sc prodr-tcen ert l¿¡s rttistll¿ts,
ex¡:r-rlsiirr ;.r lc-r: rt.'t. ulrrinrlt:trtos deiánd<¡las erl situac¡(ilr indefens¿r,
por sL'r el ¡r:erc) un gr¿1r'l transmisor c¡rlorífico f rerlte al ltormigón,
rluclro rlás incne.
ffi;:,,t;
r¡t ' t.
rx.. -ahr
. lnde¡rencJientenrente
del efecto ¿nterior. ¡ruecie producirse un
desconch.rdo general del lrorniigón en I.ls zc¡n.rs cLrn'rpriri'liclas con
la sección s<.lmetid¿¡ al fuego por efecto dc l.r tc:nrpo.rtrrr.r y las
tensiones de conr¡'lresiór'r.
lig. I 1.24. r.l¡,;É-,:',,: l¡s consecirencias, cuanclc'¡ sc ¡ricrclc cl rccubrinticn-
to qUe pIóre!-:É d J,i rrlil'rr(1lilt15.
Dicho descpnc:hado es improb.rble que se l)rocluzca si se curr')
ple, sigricrrdo al EC-2, clue l¿t ¡nenor dinrelrsió¡ ¡11,, l,r seccrórl rec- . En r:l r';r:o clc'¡rrl.rres, Ias barras se dilatalr, Il.ilt(le¿lt y lracen
t¿r, b o h, en las zonas comprirridas de rig.rs, los¿is, nru¡ros y saltar los recubrrnlicntos, clando lugar a c¡uer la rcsistencia de k'¡s
¡;ilarcs, satisface las condici<,xres dadas en la i¡eur.l I I 23 fl'lisl')tos cli:.lrrilrr;\'¿l t¿rnto qLtc pueda pro(fitc:irse rrlr colapso gene^
ral clc l.r e:,lnr( tL)ri). Lo:; rc-culbrinlicnl.os e¡l los pilares sicrlprt: t1c-
['¡err ser ge!]erili(ri i'no scilo en el caso c.1c-.1 fr.regr.r, sino tanrbión
p.lra er'i!;rr l;¡ ct¡rrc-rsrcirr, puesto r¡ue los brazos rnecánicos dc las
armaclLir¡r¡ r-'tr los ntislltos, ¿il esLar somctido básic:arrrente a csfLler-
zos de corr'iftrÉ!iórL nL) tiencn la relev¿rncia nrecáltica l'li el pr()t;r-
!,lonisnro (llrLr ¿trlr-lLlie ren err l¿¡s lclsas y forjados, donde nrts
ntovL.nros cr.)r1 ü>llLrsores est ric los.
l-os forjados reticulares
Las penalizaciones económicas estructurales dc doi¿r a los a la btlrrtt. \lrr'rt¡r¿ts ¡7(rr-ii-ile,¡ lus temperaluras altas, el acero sigue
pilares de un recubrimiento gcneroso en sus armaduras es insig- contprimitndtt r?l lii.rrrliid(írr, 1t cl dr-scertso en Ia capacidad del andaie puede'
nificante, y los beneficios añadidos al hacerlo son muy elevados resullar parcialmn¡te c,1rtt,¡-scarnd0, pero las rcndiciones de adíterencia han
quedad,.t inenrisiúii u tr(ir'É',rtcrlhr dt't¡ladas, g la capaddad residual I'ras el
y cornpensan sobradamente.
¿rrfrianit'rr¡tr rrsirli¡ c¡t irrrür ca-so ínferiOr a la de la pieza durante el incendio.
. Uno de los problenras más grave que se prestrrrta en las cs-
tructuras de hormigón armacJo sometidas a un incenclio, ticne Eslo irrtr¡ ¿ttrr' iil /ti tl¿terminación de la capacidad residual de la
que ver con las alteraciones que experimentan las rrdhcrencias y esln¡a¡&r¿¡ tr.rs il,1 ir¿,"¡,. conipl¿tamente desarrollado sean generalmenle
anclajes de las armaduras cn el interior del hornigón' tletenninúnr$ ir¡-i rri¡t!litio,¡ds de adherencia, que no lo sott, sil embargo, en
¿l il-<l¡rr¡¿'¡t u¡¡ilrtrl !¿ni[)t'rülLtü del gas, g conseilenteme,lle en Ia definición
Los efecios térmicos sobre la adherencia han sido cstudi'rclos rle l¿¡-< ¿o¡rdr,r¡¡iis fr")¿rrrld. Precisamente es por esta musa plr lo que el
'ii
por Hertz mediante ensayos de pull'out en calicnte. Los resultados rn¿lodo nrr¡,< r¿i;r'::,¡,1',¡ IrJrLl e\taluú[ión de las condiciones de la estruclura
lLt
obtenidos siguen una ley muy similar a la variación de las rcsis- tras ¿1 inrc¡rrCr,r ¡: .,¡ irl-c¡,¡cciorl por ultrasontdos, porque se da la círrunstancia
tencias a compresión de un hormigón hasta los 300 Ó 400('C. l)or ¿/e 4rs ¡rrirrii:i¿.¡t ¡.i-ri rr¡cl¿rntpnte las lemperaturas en que la
pérdida de
encima de estas temperaturas, la adherencia disminlrye rrrás que adh¿r¿¡tttut ¡s rr.'¡¡til¡ ,'ort las de caída residual en [a velorídad de
A título de eiemplo, hcmos calculado un pórtico muy simple comcl tclrlc,rs los pil.rres. l-a deformación queda recogida en Ia
de honnigón armado, dortde henlos simr¡lado trn incendio qlle cil- l-ig. I I 25 v la ley rle flectores con dos valores representativos en
lienta I¿¡s vigas AB y BC y eleva la cara inferior cle las mismas laFie ll2ó.
200oC, mantcrriéndose la cara supenor a temperatttra ¡rrrrtriente así
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Cuando actúa el incendio suele producirse un gradiente térmico nos vernos obligados a considerar para consegrrir el objetivo nrás
entre las caras de las piezas y por consiguientc, dcformaciones importante y priorit.irlo: Que las estructuras no colapscn; conro
diferentes en las distintas fibras de las secciones. Los alargarnien- afortunadamente parece que tjenden a hacer, si se respeta unos
tos mayores suelen producirse en los techos, al encontrarse los
criterios mínimos de diseño, cálculo y construcción, aunque no se
suelos protegidos por los pavimentos, que no se desprenclerl como haya tenido presente el luego para nada
ocu rre con .los revestimientos.
;
tig'i Ia nueva d'tstri'bución de momenlos flu.torts ltie:tt u ltt pttra r
Los \'¿rlores cle cálculo rle las
propiedades de los nrateria-
o"rf to que ta seútín podría se regirán por la sigr'tiente
les sorleticjcs a ia ¿rcción cltl fr'rego'
con
2;;r;,;;;;iir*iÁrn'o ai'Ál^in'rc" nesativos'
por nms qtr¿ ¿l e/¿rto
aattarse írágilme'nte p* oititito^¡nnro
det horniqót.t'
idad expresión.
que de p arcialmr ntn'¡c0^ p' ui''iao
por eI' mpor l o'''.1' ¡ ¿ ¡s nul t to d¿ d c t i l
í ¡ ¡
r¿
X.l - \tl 'Xk
positila (¡tre
del hormigón a altas t''ii*itu'ot'
dada Ia t'arittción
iier (lo.
su deformacíón de rotura' pro¡lie<iacl a tent¡>erattlra normal
\o !'¡ i;'¡L't:'ri:i
Y. . \;r'.\r
expenmenta lJe
'il ''r:'a
tertrperaLura
en cuenta otro efeclo' Dadir Ia tt'¿ia
cle
de ci;c:'¡ prer¡riedacl e¡r silr¡ación
l;'r
Por último, haq que tener K' . F;ictor:eCr-ir:tL¡l
(. .
térm¡caTetioi^¡g'ón' el gratlfu,nle
d¿ tentpt'rcilrrcis dist¿¡ (l;eqtnc:uc ''Lt'-- .Idcfuego
conductibilidad
mucho de ser uníforme, g no sólo
iso, s¡no que el eíecto ds l.¡s tcrllpdr¿1[tir¿ls ,X.1, \';io: cle' cí r "r¡ ;'1e a cropicclacl en Situaclor
Todo ¿rlo rierre
air hormígón tampoco es linear.
sobre er móduro ae aefornan¡¿i
las iilrr¡s est'irr sorll¿fid¿¡s
c0m0 consecuencia que"ii' to'go
a''
'*seccidrl' úiil¿ lr"ldriri,l_si ricIttartt y nrecánicas sc emplca como
a unas condíciones toirr- quí u
deform.ación
pkui¿l. corr(r 4¿r¡erd
Piira las t:rlo¡:ieclaclcs térmicas
sección delonnatkt Io
u una coeficiente de ses¡trriclacl l'r urriclad'
i^ü;;;;r;i;;^¡e nnduci,iía plnttas
qeo^¿t;i'i'le Ia sección obtíga a 4¿r¿ lrts s¿ccio¡rcs básicos' tene-
aue el equilibrio
A¡¡lir'¡rrrlo clicho critcrio a nuestros materiales
a la apancíón tor'¡s l¿r'\idrr¿s rdsúr'rl¿s
;;;;;;;rt:; ptaías, etto contduce -de
tas.defonrrari0rr¿s (,rltrd c/l(is.
L¡
entre las distintas t,ar*-iui ,qu¡libren l'11()s:
a la e¡isrerrcin tle utlr' iottct
ioiiir*il¡, dn este'efe'ct;ion el'anterior condtrct
Hormigón:
de tracciones importantÁii
ti a,ttma de la pieza, t'ute pttedett conductr un,a I
obxn'orión, ptro (1u! af,.daría a la,
mícrofisuración intrrni- ii' *r',1 di¡ícit
caparidad fiente a *fu,ii de elentenlos si¡t nrntad¿rra lmrisl'¿rsal L.i =K. ttt'I^t20ü(')
t! foriadosl,
'o'íoníu
a ,;;';;;;i;1;inrc crítka ¿rt las losas 4¡1's¡'tt¿1(1as'"
K,. {tl = I
20'rC<t<100''C
llosas
(1.M. lzquierdo). Ió00-t 100"c<t<400Óc
K. (tl = I 500
qrrerido t'on:l.q*
Con locio lo expuesto, simplemente hetltos
el análisis 900-r
n.r"nifi"riá ri imposibilld-al i"it
qu" existc de etcctr-tar
K. {tl = 400'rC<t<900t'C
sometida a un ucgo senera- 62)
;;;i;; l" ;structura de un edificio
clue
f
900oC<t<t200"C
ffrr¿"'l-i,*fi.", ü.rern" forma' los caminos simplifir:ados K,. (t)= 0
L..os /orlados r¿li¡¡rlar¿s
Acero¡ ((rr
0,{
Dado que en los foria<.ios reticulares ordinarios el acero es el
convencional del tipo 84005 <¡ 1350OS, l.rs v.rria<.:ic.rnes cle 0,2
resistencia viene exprcsada por'
Que Lr¡ > 2'% Fisl II JB tl-'ot:jciente Krtt) dc clisminuciólr cle la rt.rsistencia caracte-
K. (t)= 700nL-<t<1200"C
3?h' rística r:,., ,:lel ¡rc.errl clt.:.¡rrrrar a alt.rs tentperalr.¡ras (EC.2).
t }
zonas dc tracción 04
D
cuanclo Er1 <2olo
K, (t) = ó50rC<r<1200c'C
'??3;' 02
¡!
0t
0 200 r00 600 ¡00 1000 t?oa
t cnof_
1 ( un¡ .!l 8¡r¡¡.
(iurr¡ ,J) ¡¡ur,r6r"s. ta'.¿¡let y con¡ones
0
(00 600 t00 r000 1200
AnLe la irr¡:osibiiidad física de abordar un análisis global de la
estructura, sonletida a r"tn fuego normalizado, por la infinitud de
tcn o[ '- v¿rri¿rblcs )' situ¡( ioncs qLle nos son desconocidas y el grado de
fig. I I .27 . Coeficicnle lq (t) cje dislninución dc la re::s:e:-rc:¿i c.¡r.rc..eríltjca complejidacl quc. present¿r el cálculo de un foriaclo reticular e¡r si-
¿ cornpresión del horrnigón de áridos siliceos a ah.'lc itj¡rncl.:tu!"¡s rEC-2). Lllación clc h.lego, cr-rnsicleranros suficiente recomendar que se ev¿¡-
luen los esfucrzos por ei nrótr,rclo sirnplificado que contcmpla el
EC-Z y el Anexo n.'7 dc l.r EHE, it travós de la exlrresión,
4',)2 tos loriados reliculares
Sin embargo, dado que el propio EC-2 a¡tortar abunclanLe aclecu¿rdas justificarcioncs t)or p¿lrtc de los proyecList¿rs al alza y a
información para cl cálculo dc las piezas aislaclas y Ia EFI[, nos la baja
dice: "En goneral, Ios métodos simplificados suponen una rcmprobación rle
Ios distintos Estados tímite Úttínos considerando ¿l¿nrcltos ¿strurluralcs . L¿s tal-¡las están elabc¡raclas para hormigones silíceos y, daci<t
aislados (se desprecian las acciones indireclas debidas al fuego: tlilatacionas, que los hormigones c¿lizos Liencn mejor comportamiento a fue-
deformaciones, etc.l, distribuc¡lnes de temperaturct prrcsta[tlecidas, go, las geonretrías cspccificadas admiten las siguientes considc-
generalmenle para secciones rectangulares V, c0m0 rt¡riaciorr¿s ¿ri las racioncs:
propiedades de los maleriale,s por efecto de la temperatura, ntodelos asintísmo
simplificados g sencillos": Darcrnos por buenos y ace¡rt.rbles conro - Err r,'ig;rs y losas, LanL() las dinrensiones lnínir-¡tas corrrc¡
prlncipios básicos de partida las dos especiiicacjones ¡rrinrcras dcl ios rc-cubrrrlientos puecJen rcducirse un l0%. Si se
EC-2 y nos olvidaremos de la Lercera, con objcto dc- ex¡toner it er:t¡>le.rn hormigones ligcros las reclucciones pucden
corrtinuación los rnétodos y criterios sinr¡tlific;rrlos clel ¡:royecto dc .llc:¿rlz¿r hast¿r el 20"/".
estructuras que podantos considcrar resistentes al fucgo según la
norrlrativa vigcnte. - fr r.lttiros no rcsistentes (¡.nrticiones), pueclert rcducirse
los csp(,sctres un l0%.
Finalmcnte, tallto el EC-2 como la EH[, adrniten v'accptcll'l qLte
cl cornportánlient.() frentc al ftlego de los elenrc-ntos L-strLlctLlr¿rles, - f¡l nrurrls rL-s¡stelttes y pilares, no sc admite reducción
puedan scr cvaluados mediante ensayos. alguna según lir EHE. El EC-2 pernrite reducir los
recubrjmientos, p(1ft) rro l¿¡s dir¡rensioncs mínirnas de
De todas las vías tnencionadas, Ia vía dc los c.ns¿1's5 y la ex- los elenlentos.
perinrentación nos parcce la más razonable y, scnxta. ¡,cs la que
deberíamos aplicar con caráctcr fundanrerrtal en el mirndo clc la
. Las t¿rt)las han siclo elaboradas para cvitar los desconclrorres.
por tanto, Io rel¿icit¡n¿do con los rnisrnos pucdc ser ignorado.
edificación.
o Cuando s(' Lisan las tablas, en general, no se precisan corn-
Si nos paramos a pensar un instante, rros claríamos cuenta
que, en la industria de la conslrucción, cl nún]ero cle'-ip<>logías probaciones ulteriores corrcspondientes a las capacidadcs frente
estrucl-urales que venimos aplicando apenas superan la doccna. ¿r esfr¡erzo coüar'rtc) y tletalles cle ancliije.
I 1.9.1. Generalidades
l;¡s tablas dc discño tienen una base ernpírictr ¡,un criterio l-iC. I Li0. Seccinrres fI:(:t¿s (1stfl.tcturalcs, r¡rostrando qué se entiende f¡or
conservadrlr, ¡lclr lcl cual, pucdcn ser modificadas con las recubrinlientr: rlecárrict-r ¿ v ró¡llr.r se evalúa.
l.os foriados rcticulares
. Para la función de capacidad resistente (R) los requisil-os nrí- lll Aa = 0,1 (tc - tr) mm tc = 500 "C
nimos relativos al tamaño de la sccción y protección al c¿llor del (Armacluras pasivas)
acero (distancia al eie), ha sido cstablecido en l¿rs t¡bl¡s cle forma
que: tc : 400 c'C ('l'endones)
cn básc a: Eo t
E¿
=o.ó Zonasordinarias
E¿,t = 0,7Ect Ts = l,l5
fy¡: Límite elástrco del acero a 20 oC
Debiéndose penalizar los recubrirnientos de "a" establecidos
para las armaduras de pretensado con los siguientes valorcs: A,: Arrnaclura teórica necesaria en el
cálculo original para E6
- Cordones: Aa : 15 m¡n
Ar: Armaclurir realmente colocada
- Alambres: Aa : 15 lnrn
- Tensión prevista para elacero en situación de fuego: I1.9.2. Diseño de soportes mediante tablas
. Lir normit IHE establece dc forma nruy simplista, la siguien-
or,' =o'ó'# #=18ó MPa tl8óo kPi cm2)
te tabl¿1,
Rcsistenci.t al tuego
- Coeficiente reductor:
¡ 50$'/l 5
Por consigttiente, dado que el rect¡brintiento lnc<:átlico sisterrt:ia a fr,rego clel t-lrden clc 180 a 240 lnirrutos. Si los pilares
propuesto en la tabl¿r es de 50 mm, realnrerlte nos bastaría Se er.lcucntr¿in cxpuestos a la itrtcmperie, donde cl recubrimietttO
considerar 43,7 mm. físico nríninlr: exigrclo por cuestiones de clurabilidad ya se eleva a
los 30 mrn, ten(:rnos ya ;rseguraclo un recubrimicnto mccánico más
Finalmente, dado que el horntigón está confeccionado con
que suficierrtc p¿lr¿t P,¿rantizar una resistencia a fuego de 90 a 120
árido calizo, el recubrimicnlo mecárrico real qttc debc ser
rrrinutos, sllficiente partt cubrir la mayor parte de las situaciones
considerado en el ProYccto es:
realcs relativas ¿t los nlistl'tt-ls
Si las armaduras a disponer son del calitrrt: Ó lÓ' los recr't['lri- I)immionca nrinln¡es (mm):
ancho del vrporte á.,o/distanci¡ ¿l eie ¿
micntos físicos reales deberán ser del orden de 30 nrnr, err vez de Resislcncis
Soporles
los 50 mm inicialmente exigidos. rcrmalir¡d¡
al fueBu Solnra6 expuc$toi Por má.e de una cam cf,Pu6t6
P(r úd em
.
para los elementos en tracción o vigas en liis qtte el cálculo ln ' O'2 Fn - 0.5 9¡ = O,7 Pr = O'7
t'¡ (proyecto) : b (tablas) + 0,8 (400 - tc) R r80 E¡il/ftl flrorio I I ruvso ¡ Fm/6ol
R 241.) I loo/5o I J +oo¡:o I F¡qd Iroo¡ro I
Como altemativa, puede aiustarse la distancia al cie de la ar- ll\u¡hRtrlr !:l Er!¡nlnr(nF clJE¡fisd!' cn l¡ Noms ENV ¡99:-l_l et decmlBnE'
madura, cle forma que se obtenga la temperatunr requerida para la
'l
tensión real del acero. al¡i¿r I L9. Soportes (EC-2),
436 Los loriados reticulares
cuanclo el fuego sólo actúa sobre una de las c¿¡ras del pilar. Las labl¿ iI lCr )''l-.:ii i panLallas (t,l lll). Ilspccificuc¡orles rrtíninras para rllu
dilataciones diferenciales que se producen sobrc el pilar al actuar rosi p¿¡:d..dS ¡' ;l::aciótt clC fr.regO.
el fuego por una sola cara, puede inducir esfuerzos dc flexión
peligrosos, que no se producen cuando el firego aictúa por igual
en todas sus caras.
. Si los pilares se encuentran confeccionados con áriclos
. fl
EC-2 piantea una tabla más completa en línea con la
calizos se permite rcducir los recubrimienlos, pcro no las propuesta para los pilarcs.
dimensiones mínimas segun el EC-2, un 107". Tanlbién especifica
cl EC-2, que cuando el ancho real del pilar "b", sea al menos I '2
el valor mínimo propucsto en su [abla, cs decir si,
breal> 1,2'bmínimo
Dimenslones mínimas (mm):
Espesor del muro/distsncia al qie para
puede reducirse el recubrimiento hasta una Resistencia
al fuego ¡n = 0.35 Fn = 0r7
situación mínima fiiada por condicioncs de
normalizado Muro expu€sto
durabilidad y adherencia de las armaduras, Muro expuesto \luro erpuesto Muro exPuesto
por unr cara por ombas caras por una cara por ambos caras
especificado en otros artÍculos del mismo.
(2) (3) (4) (5)
0)
REI 30 E@ ñtiljol" ftro^f [@
REI 60 l110;Tdr [20,'ól* @ f
"r^f
REI 90 F76ñ1. @ luo/rsl Wrd
R.EI I2O ll50,?5.l Il6,),'asl I r60B 5l @
REI I8O fl8o/4t l roo/451 Fro/sll boo-/ssl
Obsérvese la contraclicción conceptual existentc cntre ambas o Por tanto, todo lo qrie se cxpone se encrjentra referido
a las
nornas, cuando se trata de fiiar los recubrinlientos mínimos cle los vigas descolgadas, expuestas parcialmente al fuego por tres de sus
muros expuestos a una sola cara; y entre ambas creemos que la caras, dado que la parte superior se encuentra normalmente pro-
línca aceftada es la del EC-2, por el peligo que encieran las dila- tegida por el paquete que configura el pavimento,
taciones diferenciales originando momentos descontrolaclos,
cuando el fuego sólo actúa por una cara. Si por cualquier rara circunstancia la viga se encontrara ex-
puesta en todas sLls caras, a todo lo expuesto deberemos añadir
las sigu ientes especificaciones:
I 1.9.4. Tirantes: elementos sometidos a tracción El canto de la viga no debe ser menor que el ancho
mínimo requerido para el periodo de resistencia al fuego
respectivo.
La resistencia al fuego de los elementos de hormigón armado
y pretensado en tracción puede considerarse adecuada si se El área de la sección recta de la viga en la zona
siguen las especificaciones dadas por la tabla I I .12. traccionada no debe ser menor que :
oa
Debiéndose cumplir, además, las siguientes reglas: ¡--i
. Cuando el alargamiento excesivo de un elemento ¿i lracción
afecte a la capacidad portante de la estrr-rcttlra, prlede ser
b) Ancho variable
necesario reducir la temperatura del accro en el elemento
traccionado hasta 400 oC. En tales situaciones, Ias dist¿¡ncias
al eie de las armaduras debc incremerl[arse en l0 ¡¡rm
. l-r sección recta de un eleme¡to a tracq:i(in no clebe ser in-
ferior a 2 ' (b¡¡¡)2, siendo b¡¡¡¡ el menor ancho dado en la
tabla ll.l2.
cl Sección cn I
I 1.9.5. Diseño de vigas resistentes al fuego F¡9. I l.3l. Deiiri:ción de dirnensio¡les para diferentes tipos de vigas.
T¿¡.¿ I I I J \ ¡¿i rE.l ltl. Especificac-iones para vigas acusadas bajo los ft:r'
i¿Cc': c-rr ,e';-; ¿. lrrcgo segirr EHE.
AB
. EL EC-l ros ofrece la tabla de especificaciones I I .14 para
las,jga: ,!:r': Dlen'lente apoyadas y otra para las vigas continuas
ttatl'a I I 1:rt
---t --{
A B
Dimc¡sioncs ¡¡íD¡rn¡s (ñm)
O, Sacirin eu ru¡um R..iqcir
d fqo Combin¡clones poslbles dc a y D*
Amho del
uuliado slendo ¿ l¡ distami¡ media sl
elmr á,
F'ig. I 1,32, Viga con sccción cn dohlc T. con ancha dc alma v.rri.r- cJe ¡' á* ol rncho de la vlga
blc quc satisf¿rcc los rcquisitos dc una sección recta imagnaria
I 2 3 4 s 6
.
R30
@ @ @ @ @
Cuando el ancho real del patín infcrior exce<le el v¿rlor
lÍmite 1,4'b, (siendo b* el ancho real del alrna). la
l-rTl ET r'o,T Le-f
distancia al eie de las armaduras activas o pasivas clebe
R60 b*.
@ @ @ @ @
incrementarse hasta: d
t,rol r3Tl t 3ol rril
R90
@ @ @ @ @
der = á
t; d fa5-l f.:l f4o-l l-5-l
[',*t- *: )="
R 120 b-..
frm I fr4o I t3ool tEt frt6-l
. >
o I ó51 fsTl @ t45t
b*
Si las alas tienen un ancho b
que la viga se encucntra expuesta en torias sus caras.
3,5. se consiclera R rto 0..,.
@ @ f4ml f,too-l @
u fso I I ?o"l I 65-l 160l
La norrna EHE establcce únicamente la tabla I I 13. R, 2JO
@ @ @ @ @
con carácter general, y expresa que para v¡g;JS continuas
y para resis[encia al fuego R-90 o nlayores, rcconrierrda
a r*l l-o-'-l [75-l T?o-l
dú = a + l0 mñ (véasc nota ab¡jo)
que las armaduras negativas se prolonguen hasta l/3 cje
la longitud del vano con una cuantía no infcrior al 25u/n de P¿ra viSas dc hom¡igón prercnsádo debc renersc en crrcota el itrcremcnro dc disra¡cia at cjc dc
las armaduras que exis[an en los apoyos. ¡cucrdo con el apanado 4.2.2 (4j de esra Panc 1.2.
Además, exige qr.re el ancho del alma de las vigas nc.r ar cs la distancia del pa¡amento al ejc de la armadura para barms (alanbr6, cordonca) dc
esquina en vigas cn quc cl rero sc d¡sponc cn utra $ola c¡ps. Para velorcs dc á., superio-
sea inferior al ancho míninio espccificado en su tabla , ¿¡l rcs a los dados en la columna 4. ño €s pfcciso irrcrcr¡ren¡ar o.
menos en dc¡s cantos a izquierda y dcrccha dc los a¡royos.
' Us¡lGnte cl EñbnñiÉilo.5fE(¡frrlo en h Nofr ENv 1992.1-1 6 d.€ñidñc.
R30 ,"" @ @ @ @
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RóO l-rrol lrool f sool I rool
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as = a + l0 r¡rn (vé¿sc nota abqio¡
Psfavigasdehorm¡8ónprcleÑ¡dod¿b€tenerseencuentaeiincrcmentodedista¡ciaalcjede
acücrdo con el apar¡ado 4.2.2 (4).
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.i tl,.'¡",,," l( innrn$ni.. ,lc!r('in! t¡r¡ l¡r ric¡oncl clrtrttÉ(ttutFtrtat r h irúacÉn
li !n.,l,r¡rr d. h¡h.n¡('s tucolas rcrlcñcr qft dcb{ 3ar ¡b$rttkl¡ por h ¡n¡rtuñ
Jr tn.'hh É$n l¡ Ndn'¡ EXv llrt:-l-l:
-il t:n'¡rr¡:r¡ {. ñeftrnüji llcclt'ral ñsrst nl.\ & riurfilo con l¡ lau¿ir/n l¡ lo)
Fig, I 1.33. Et¡volr,entc r.lc rnomentos f lcctores resistentcs de vigas sobre so-
IJorLcs en condicic¡ncs rie fLrego.
Los lorjados reliculares
I 2
i \i ' il:trln
R 120 @ -l I .¡ Jr l; rrrr:l;'r,
f. y f,son las luces de flerión de la losa, (con flexrón en dos dtrecciones onogonales). siendo
t"
la luz mayor.
Pa¡a losas prerensadas debe tenerx en cuenta el incremenro de dtstmcia
al eje especiñcado en el
apanado 4.2.2 (4)
se ref¡ere a losas apoyadas
I-a distancia al cje a. en las columna.s .1 y 5 para losas bitlircccronales
en todo el contorno. En olro c¡so, debcn ser rratadas como lcrsas unidireccionales.
. Us¡lmne. cl ccubnmicn¡o cr¡rctñcado ¡xrr la Nomr¡ FNV l99? I I es dctcrx)rntnlc
.
Las losas continuas con aooyos lineales continuos, se regi- míninlo ;il r-rrenos l0-15 rnrn y un pavimcnto formado por
rán por las columnas 2 y 4 de la tabla I l.l7 y no dcbc habcrsc cal- gavín *
mortero + baldosa de hormigón o cerámica, configurando
culado las losas con redistribuciones por cncima del l5%; y para un paquete er'i tonlo.¡ los 7 cm de materia incrtc por su ¡xrte sutrrrior
resistencia al fuego R-90 o mayor, el 20o,zo de la amraiura qtte exista
sobre los ¿lpoyos se recomienda disponerla en tocl¿ l;-r lorrgitud de
los vanos.
1
I .3
Rfrl l:0 ij
fr¡o1
RL-I r 8f) f-:*l l5
te usadas en España:
Al recubrrnlrento geométnco inferior de las armaduras que se
- Forjados reticulares con bloques perdidos tJe horrttigón considerc, ¡ruede ari;idirsc, si existe, el enlucido de yeso a efectos
- Foriaclos reticulares con bloqtres aligerarltr:s de poliestireno de estim¡r sri elpesor frente al fuego, unos 20 mm ec¡rrivr:lentes
- Forjados reticulares de casetones rertr¡xrablcs v nen'ios vistos. en horrrtigórr
.¡osé Ma lzquierdo nos ofrece unos esqrlertt¿s ttlu-v ilr-¡str¿rti- Scgún los ensayos clisponibles, cl ycso de los eniucidos co-
vos de cómo actúa el fuego cualitativanrenle sobre forj;idos en la mienza a degr;rclarse.i partir de los 120 minutos, tal vez por lo cual
flgura I 1.35. la EHE fija cl cnteno mencionado de equivalencia para una R-120;
clritlQLl€ no es¡recifica cónro se cclnsiclera para urtas exigencias nta-
. Teniendo presentc quc un forjado rcticulár de bloc¡ues yorcs, una t:stinlaciórr adicional de espesor de hormigón dei mis-
perdidos de horrnigón suele enrple:rrse de fornra gener:iliz¿rcl¿r en rlo orclc-n clLre terrg¿ e-l c-s¡rcsor de la capa dc ¡reso colocada,
viviendas, lo normal es que lleve r-¡n enh-rcicl<¡ cle veso cle es¡:esor podría ser considerado corr)o razonable y por tanto admisiblc.
Los foriados reticulares
reticulares con bloques perdidos, podemos contar cl enlucido' do, podrían valorarse como los recuperables con el problema aña-
más una capa de hormigón de unos 20 mm que constituyc el fon- dicio de cont¿r con un tnatcrial de aligerarnicnto quc es
do de los bloques y posteriormente otros 20 mm adicionales de combustible, allnque cuantlo se encuentra protegido por el ycso
hormigón sobre cl propio nervio; todo lo cual permite que poda- tiencle a fundirsc y gotear, inflamándose ¡rosteriormente fuera del
foriac.lo, emit¡ernclo partículas volátiles y un humo rregro y derrso'
mos cstimar a efectos prácLicos, que esta ti¡rr>lt-:gía cie foriados
puede tener un comportamiento a fuego similar al de la losa rna- Méasc la descripción dcl ensayo')
ciza para exigencias de tipo R-I20 segun Ia EHE y por enc¡ma de .
Para los ít>riaclos reticulares con moldes recuperables el
pos-
R- 180, si tenemos prcsente los ensayos quc se menciotran
EC-2 nos propc)tle la tabla I I .l 9.
teriormente.
dd=.¡rfi.J--l
Enlaslosas¡rewadaspretensadas'ladlstanciaalejcadebcincremcntarscdeacuertloconclaparta-
do 4.2.2 (4).
4s¡i¡¡rlicaladisralrcianledtdaentreelcledelaan¡rat]urar.cl¡raramenltrtlelncrviocxPuest()al
fuego.
(C recrr¡rcnrbrlt'sl (f-C-21
Tatrla I L 19. l'oriaclos reticulart's
Los loriados reticulares 443
Como puede deducirse de la misma, la tabla I I .19 invallda to- No obstante. las prescripciones geométricas tan drásticas que
talmente como tipología constructiva todos los foriados reticula- establecen las tablas para las losas nervadas bidireccionales de
res habitualmente empleados en España, que arrancan sus nervios casetones rccuperables, podrían tener una razón de ser en la par-
con una base mínima de 120 mm y se proyectan con 50 mm de te inferior dc los nervios, dado que se cncuentran ampliamente
capa de compr*;ión. expuestos a la acción del fucgo; sin embargo, cuando dichas pres-
cripciones se establecen tambión sobre la capa de compresión, no
Por consiguiente, el empleo de la tipología de forladns reticu- encontranlos una iustificación razonable para las mismas.
lares de casetones recuperables, mientras se mantengan las exi-
gencias legales actuales sobre los tiempos de resistencia al fuego, Si nos centramos en los cantos de esta tipología de fodados,
habitualmente empleados en Españat 25*5,30+5, 35+5 y
y pesc a haber demostrado su bondad y buen comportamiento
que 40+ 5, Ia geometía de los nervios queda refleiada en Ia Fig' I l '3ó'
iránt" u fuegos reales, su uso debería quedar proscrito' salvo
pueda demostrarse lo contrario mediante la vía analítica del cálculo
rea-
b me¡or aún, mediante una serie amplia dc ensayos fielmente
l¡zadás; o meior todavía, cambiando los absurdos tiempos de RF
I
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R
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CUBETA DE 40 CM DE ALTURA
CUBEÍA DE 3' CM DE ALTURA
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Lo más habitual en los proyectos españoles de estructuras con con un ligero mallazo del Q4 ó 05 -20 x 20, no considerado en
esta tipología, consiste en disponer un mallazo muy fino en la capa el cálculo, garantiza un espléndido comportamiento de las mismas,
de compresión, que rara vez se hace intervenir en los cálculos, sal- si tenemos en consideración nuestra expericncia como proyectis'
vo para cargas muy elevadas, disponiéndose las armaduras de tas de esta tipología de forjados, en todo tipo de circunstancias y
flexión negativa en la mitad superior de los anchos de los nervios. condiciones. y'en cientos de obras.
En dicha situación, los recubrimientos geométricos laterales que
se obtienen para los nervios, superan ampliamente las previsiones
nrás pesimistas relacionadas con el fuego, cifrándosc estos recu-
brimientos laterales por encima de los 70 u 80 mm para los F.R. de
I l.l l. Diseño de foriados resistentes al
25+5, 80 ó 90 para los de 30*5 y así sucesivamente a medida fuego basado en ensayos
que crecen los cantos. Para nosotros, las armadltras de flexión
negativa, pese a las bóvedas de aligeramiento. se ellcuentran en . Frente a la compleiidad de los métodos de cálculo generales
una situación bastante parecida a las losas macizas' y las prescripciones tan duras establecidas en las tablas de diseño,
especialnlente para los foriados reticulares recuperables, la única vía
f¡or otra parte, no debemos olvidar que esta tipología de for- razonable ). sclts.rta que le qucda disponible a la indl¡str¡a de la
jados, en los puntos de máximos esfuerzos es totaltnente maci- consl-n.¡cción ¡xra dernostrar al organismo de control
(o.c-T')' y por
zo, dada la presencia de los ábacos sobre los
pilares' La capacidad que foriados son capaces de
tanto a la_* coml¡ñías de seguros, sus
de soportes
resistente a momentos negativos, al llevarse banda
la
mantener una estabilidad al fuego sin colapsar por encima de lo es-
757ode toda la flexión á*ittent" en el pórtico viftual'
resultará sistemáti-
un tablecido. ]¡ sin producir víctimas, es la vía de ensayarlos
muy similar a la que tenga una losa maciza' dado que, la experiencia acumulada en el
.- i, *.to¿i.amente;
.oÁpott"ti"nto real frente al fuego de las estructuras de hormigon'
que deben adop
Y en cuanto a las prescripciones geométricas
que están basadas no sin,e conlo detllostración burocráticamente'
tarse sobre la capa de compresión, estimamos
un diseño plano dc- las nris- . 7' relati-
V t. it"n declucido del
supuesto de Lá EHE dice textualmente en el punto 4 del Anexo
puenteando entre nemos rec-
hu, qr" sea resistente a la flexión, vo al fuego, "un métotlo altemativo a los expuntos, es la cnmprobactón fren'
alguna; lo cual oblig la
tos, sobre los que no se éspecifica separación te al Íuegi nvdíattte ensauos realizados e interprelados de acuerdo can
unos espesores idónlicos para ellas' tanto si al estructural estudia'
a tener que adoptar UNE-23-093- El ,
conespondientes tipo de elemenlo
corno si deian
los neruios deian entre sí una luz libre de 50 cm' do."
gené-
lr0 ; üq* invalida dichas prescripciones con carácter
Estructuras frente la
rico. El EC-2 . Parte | -2. Reglas Generales' Progecto de
al empleo de métodos de
luego dtceen cl punto
2.'4.5:"Como alternativa
'o¡,tiuto, en resulLados de
al puede basarse
'u*,io,t':el rlittrcttsiona¡niento frente fuego
eneyls'"
y "P'uetlut lambién usane nmbinaciona de aátculo rtr
establece como
Y finalmente, la NBE-CPI/9ó, en su aftículo l7
ante el fuego de los elementos
iustificación del comportamiento
constructivos y materiales: "Maru de mnfornidad a nlrmas UNE' sallo
técnicas de esta norma
i-rrii¡roao de conformídad con las especifiucíones
-oas¡ci.
los ensauos
r-n t¿r¡1t0 rro existan estos distintivos, se admitirán
para uda caso'"
realizatlos segtin las Normas IJNE especiftcadas
aproximada alcom-
Con el ot'ljeto cle ofrecer una idea' algo
' que pJ"tnot esperar de nuestros foriados frente
frortauliento real realizados según
cnsayos
al fuego, van'los a citar y describir ues
UNE-23.093 .8 I .
consisten en la construc-
losas sobre los pilares' En general' los ensayos básicamente orden
Fig. I 1.37. Secciones dc los foriados del mismo del
ciórr de ttna parte ael fo'iu& iepresentativa donde se sintula
de 3 x 4 m que se .ontJ to*"
lecho clel homo
los foriados reticulares españo- calcula para la carga prevista'
l-as capas de compresión de cálocado se
hormi- .itÁ.-.dÉ,al foriado
distribui'
bóvedas que trabaian en uniformemente
les recuperables, son tu-'á*it"'
sea cual sea la ft¡ del iu;; il;;¿iint" r"tÉi¿"át *nottigon
¿"oos
se distribuyen los medi-
gón en masa, con res¡siencia sobrada do sobre el nrismo.
titr'án v
hormigón; y, por constguiente'
bastaúa que tuvieran un espesor
dores cle temperarura
(t;; pares) en ios puntos deseados y Ios
un buen comportamiento mecáni-
mínimo de 3 cm pu'u oUt"n"' medidores de deformaciones'
para las capas de compresión
co. Los 5 cm que
"to*"iAt*os
ts
l,¡s |oriados reticulares
A continuación, comienza a simularse el incendio elevando la ' Hasta los 180 minutos, aproximadamente, no se
temperanrra del homo según una relación tiernpo-tempcrahlra que generaliza la pérdida dcl cnlucido balo las viguetas, quc
se ajusta a la curva ISO R-834, hasta el punto descado o hasta que es prácticanrentc total cuando se concluye el ensayo.
la pieza se considera que oficialmente deia de ctrmpli¡ que suclc
ser cuando se alcanzan deformaciones del ordcn de los 150 mm
- L¿s bovedillas no sufrieron desperfectos de ningun tipo
(U30). Para los foriados, la norma UNE considera que picrden su ni prácticamenl"e pérd¡da alguna del enlucido inferior,
pcsc a tcnc'r en su interior temperaturas de 4000 C a los
cstabilidad mecánica cuanclo alcanzan una flecha durante el
IttO min.
ensayo de U30.
FO REL
BASF
üJARNECDO
.,.--
Pllsr r-rvll. f t, -:-:l
2Ó8. róro
Hcrmgirn H-17':
Acerc 51CCr
Fl lorlaclo licvaba Sol)re los trcs (-:r: r''':i:'-'-: 'l- 'r rrl'¡trL-i-¿r
cortl¡ltLla t.le ¡ c-tliestirt:rr(l liglllfLlgo)
(ll'e'¡' - ii'"': : I ¡'rl ¡ I
it-r r rl
:::::*""**'":::#l r'43\
Los fortddos rclr(nlarcs 447
L¿simulacióndelfuegoserealizósiguienclolacurvalSOR-834'
tal y como se refleia en la figura I I 4l
I0a'c'
aco -
t.)O -
,1CC-
a;o j
I
c-t_ ,-:. ¡b ¿!
.l
- T!ero.
lrnr,l_':'l-
rninuto 69
¡lsl ltor-
la tcnt¡le:a:-l¡-" r'rl l)ü '1¿¡¡¡¡¡
Frg. I I 4l Cráfico <lc la evo]ución cle
rro scgtirt ISO R-8J4
sÍguie¡tte:
El re:sult¡do <Jel cnsayo fi¡e el
intcrlr¿l oscil'rl'ite alcanzalrclo
- Se observó una presión
c1e los gases enlitidos
¿l
valores de 40 Pa por acciórr
piczas de poliestircntr err cl inlerior
combustionar las
l¿s concllciones
clel homo. Esta sobreprcsión t:nciurccló
90' cn doncle se rlornr¿iliza
clel ensayo hasta el mintlto
las cc>ncliciones cle presiórr
a l0 ' I P¿i
-Nose-cletectarrfallosc]ecst¿lll(lLleida(lcltlr.rrltetodoellas
ciarldo resultacltls rrcg¿¡ti\'(lc
toclas
ensayo,
comprobaciones hechas al respecto
;rl fuego
- 1.1tenlperatura nleclia etr l¿ c¿ira Ilo e-\f)Llestij
nunc'l los I i4"'C'
fue cle 72"C, no sobrepasánclose
cl':liticlos del
- Los gases y abr'tndancia cie irr'rrrlo:' 'l ¡;artlr
de estos
mirttlto 25 ¡ro son infl¿rnratrle's El c¿ráctL-r
hunlos era denso Y de color oscuro
err toclo ei
- Lá n)uestra miJrltuvo la cst¿ibilir-l¿rcl nlecárlica
cJel errsiryo (122 rninl' h'¡blénc]osc
¿ric¿nzado
[ransctrrso
una flecha cle l2l mm dentro cle los línrites cle
estabilirlaclprccs|ableciclo,cl¡icltlclilc-li;iclisl;rtrtiaentre
apoyos g¡¿ dq 44O crll y pol t¡rrto l'j fieclr"r r-l-rá'rirl¡ clc
ir-restabiliclt:t) L/3O : l4Ó rrrtr.r En l¿ inf<-rrtrracióti ::g I I clt: humos clutantcl t-'l ensaytr
,12 frnisión
disponible no se itrstitica porc¡rl.: se ¡liit'-r'izii el cnsayo
al llcgar a los 122 rllin.
Los toriatlo; rptirulurts
rt,w¡,6*t l
l-
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iu"rn7:'
'ü l)-
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I .:r
(\l)u(-5til al hlt:ut')
l-ig. l t.43. Aspccto tinal clc la <:;rta stt¡rcrior rrr)
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3¿c:rrh BB
¡j;:l-f-:l+ ¡ ,
á: . ¡: ,
cic lnvestigatción y
El ensayo es re¿llizaclo ¡)or el L¿bt)ratori'')
rjt'l¿i t¿is¡ IORFL sc'lbrc un
Ct(rntrr.rl clel [:¡ego (LICOF) a ¡re-tición
80xÓ5 y
retic'-rlar clecarlto I I 1-4 cr'r¡' ctltt trtr't ¡llitc:':t -i. :¡:'¡,1¡r anles dc cL)locar ei lrorntigcrrt
i.riu.i., ¿.-,ipo Firl I I "1¡ .r'-r - el15d\¡c1d()
.on.lnuuirrferiorcle¡loliestirerroclc.3('Ttltlet''sl].qL)r'
Lns lorjados reticulares
teool __-l
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I
.
I
I
. L¿ muestra mantuvo la estabilidad mecánica en tdo el trans-
'- " 'ádc
curso dcl cnsayo (182 minutos), alcanzando una deforma-
ción máxinra dc 45 mm, muy por debaio de la permitida que
Fig. I 1.4E. Curua de Letnperaluras-tiempos cxistentes en ei horno según cra dc. l4ó rnrn.
rso R-238.
comprometidas y desfavorables.
M'*rJMoso +Mvnr
N4Tnr =
M1'¡¡¡ 2 Mo
L¿ resistencia de los aceros en situación dc flexión negativa' Si por algurra circrlnslatrcia se estimara cualcluier otra tempe'
con el fuego actuando en su parte inferior, puede ser considera- ratur;i en las ¡rrmacltrras, pocJríamos aplicar la tabla I 1 22 y obte-
da igual al límite elástico a tcmperatura atnbiente, cladtl qtte rara ner la rcsisLetrcia de cálculo f. a considcr¿lr eti las armaduras'
vez alcanzarán una temperatura superior a los 150" C'
IE;,,,
(Aa: área total de armaduras
colocada en el ábac<¡l 0
Abaco
iT - zona superiorl
IE:
Zona de nerylos
n: nún'lero de ¡rervios cerrtrales
Ac: área total de armaduras
colocada en ncrvic¡s centrale:il
{En centros de vanos a flexiiin
positiva haríantos lo nlisrrro
pero colt la armadura e¡ la b ' 0,8 x tT - zona irrfe¡:orl
parte inferior de los trervios
en T)
1.,
0.00 0,00
l 200 0,00
Tabla I 1.22
\
Los forjados rüuularts 457
I
101
400
K-C)(J
trl As l"= áo'tabsf¿(t¡) 400
. - L,to' f**¡o' to-o *n
ncaa¡a na6
A- R-l 20 I 50
It R-240 i 40
T.rbla I 1.23
n I no mento
l" en cirrl d(' las 'rrtlraduras
. L¡ t e n c i'ci d e' I
51'¡-rorle t' ,¿ Lr'rttda ce:ntral
de
la situación prcvista
,l:,i:?i i'J,?:?.il Ti¡"" 3J; :i'il I ;:'' f-: Resis:e:'c:'¡ re>idrlal
clel <rccro cn MP¡ en
ilF;], l; ?1,
fur'gt:
cm sc'grin l3l'
l: tJrazü ntec"jl ct) cn
l.os loriados rul.ituldres
dc fuego. 100
500.I iti
t- 120min
ó00 ó0
?00 r.0
800
-J- :-i='oo 20
I I .13. Secclones rectas reducidas l;¡ resistenci.r a c:t-lnr¡rresión y el módulo dc deforrrración dcl
honnigón sc, sr-tl)(Jnen const;tntcs en la sec<:ión recta reducida dcl
En los cálculos simplificados se adrnite opcrar scgún el EC-2 horrrrigórr, c¡lculaclo en el ¡nterior de la nrisrna (bílsic¡lmcnte en el
con st:r'c.'iclnes redur:itlas rectas. pan¡c-¡tclo de l¡s scccjone:; re¡les ¡runto ccntr;r1 rneciro), corlo explicarcmos a continuación, tenien-
cle l.rs piezas cxpuestc'rs al fuego y acJmitiencJ, qr-re las isoternl;;s cJo prc-serrre los gr;ificos cJe la figura I 1.5ó.
cn la zona comprendida son paralelas a las car.ls.
'|
-a;-f-/4 tr se c\:rlrir ¡{¡nür
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h) Rcdr¡cc¡in dc l¡ rccc¡r'n r!!tn r¡. \:c r¡n¡ !¡!.i ! r Rcdu!!¡,,n dL i,i \.,.:¡'n rfai.r r¡, Ja Un \irp0nc
o k)s¡ dc honnr8ón tic ár¡dor '¡i¡¡r¡,¡ n mui' J. h,,m¡c ¡ L1¡ ¡ndr.. '¡lie cor
NOT¡\- Lorr.rlorcsd¡rJorf¡nrrkl.'.'rlrcr,.qurJrrr,lrll.¡io,i¿I¡\¿rurhl.¡l¡rirlrr:rr:,,¡,r.1.,.tfir\t¡p,,\,lrhom¡lg¡'ncs
Fig. I 1.5ó. I)aránretros par.r ob:enc-r .:l: rrr-.-\llC5 :'C(Lcis fCC¡t¡ClL¡¿l:' \ lil 'i' -:
--¡:¡ ciel l-rorrnigón ¡r.rr.r c.l frrcgo rror-
rrrlliz;rclo. Il:;rr;r hormirlones c,tr, ..: (i,):r i;rl.:.'r:; 5c l)ucclc- cllSnlituir ¿r Lr: l0-,,', ¡umentar la resistencia con la
tal¡la de c-ctuivalcncias I I 2,Jr
'r'
Los lorjados relirular¡s
I
w= :.menor dimcnsión del pilar
I
La resistencia del hornrigón para la
sección reducida sc calcul¿r en el punto M.
Según elgáfico a) de la figura I 1.5ó; como
valor representativo de dicha rcsistencia a
efectos de los cálcuios simpiific.rclos.
Sección necta reducida de una viga en T fuites cle realjzar clicho estudio, puede resultar adecuado de-
iar transcltrrir v¿rrias semanas tras el incendio, con
el obieto de
t!úr o
M
wl =c
conseguir r:n gracio de est.rbiliciad de los materiales y una descar-
ga teniic.,r,,rl en la estructtrra suficierrte p¿1ra que Ia infornración
qu" t" obtetrga sea lo más fiable y verdadera posible y' por otra
+ b ¡'rrrt., .--rt,, clemora pertlitirri que se hagir
hal¿ sufriclo el hornrigón cluc
nrás visible cualquier
puede no haber sido ob-
'l .la,i., .lue
Q¿2
scniadoinicialmente,comoagrietamierlto'estratificaciones'calci-
al rosa' rojo
naci¿n clecoloracrón (cambio de su color gris natural
y'
alcatr-
#
lLb-----F
o rn,lrró., corrro íncliccs representativos de
zadas).
las tempcraturas
l¡s Ioriados reliulares
espcctacrllarsinrir¿lmosalpasacloinr-necli¿tc-r1'61s5€'n-¡;Ol\";irltos
l;' es-
los vieios proyccLos arquitectónicos erl lQs clue
tructura se ip,noriilla olítnpicarncnte t1elJrrrdola eIr l]'l¡-
nos cle las comerciales de foriaclos v clc l'is
c:¿lsas
constructoras qtle, en connivenci¿t con el ¡lrottrtltor'
h¿tcían y clcshacían clc es¡lald:rs a proy(-rctist¿s
tltlI
tielc-
ur,a, u.jae= por ignorancia y o[ras por intercls
taban la poiu toiitf".toria tarea de clotar a los eclifi- trm
cios de una estrtlcltlra resistcnte y duraclcrii
w glre
t¡po dt 6ttucrutl
12.2, Proceso básico constructivo de una toda ia planta nrás de l4 días, representaba competitivanrente fren-
te al foriado tradicional scrniprefabricado, r.rn serio inconvertictttc
estructura de ediftcación ecc¡nónrico.
Nada puede ser ntás simple que construir las estructuras de En el presente, la tecnología de los cncofrados ha evoluciona-
los edificios, una vez que se supera la fase más problemática dcl do considerablementc, y dentro de una gran sencillez, cs posible
proceso que suclc estar centrada en la construcción de las cimert- cncof rar )' recupcrar la ntayor partc del rllaterial horizontal y parte
taciones. clel vertical rírpiclamentc (alrededor de los tres días), acelerándose
los ritnros c()rrstructivos, y sin qr"re ello stlponga y¿r una desven-
Constn¡ida la cimentacii:rt y cl primer trarrro de pil¿rres, t-"1 pro- ta¡a seria par;.r los foriados construidos íntegratrtente in situ frente
ceso constructivo de levantar la estructt¡ra rjt-' un edifici<¡ suporlc
a sus cornpetidorcs senriprefabricados,
realizar un con junto de operaciones rutinarias que se repitcn ¡:larr-
ta tras planta hasta su culminación final. Por otra parte, cada vcz ntás se está imponiendo con mayor ri-
gor la seguridacl en la conslrucción, y desde este punto de vista,
Se encofra la primera planta, se colocan los bloqucs trligeran- n<; cabe l.r menor duda que encofrar toda la planta proporciona
tes si existcn y la ferralla, se procede al hornrigonado de la mistltlt una magnífica plataforma de trabalo que minimiza los riesgos cle
y. una vez errdurecido el hormigón, se levarltá cl siguierltc tramo caída dc le5 q)[)er¿rios en sus desplazantiettLos.
clc pilares mientras se tnatltienen las operacioncs de curaclo (ric-
go (:on agua, líquidos de curado, etc.). El sobrecoste difcrorcial de la partida deslinada a encofrados,
comparando la construcción de una estructura de vigas planas con
Desencofrados los pilares, operación que se realiza ;tprclxirtta-
un encofr.rdo p.rrcial y otro completo, puecle oscilar en tonto a url
damente a las 24 horas, se elabora el encofrado de toda la planta
25y".
sigu¡ente y, vuelven a repetirse las operaciones ya nrencionadas
una vez y otra, elevándose la estructura planta tras planta monó- Como verenlos a continuación, la mayoría de los sistemas ac-
tonamcntc. luales de encofraclos se lrasan en pequcñas vigas mctálicas que
¿rcLri¿¡n c()rnc) [x)rt¿rs(:¡rarrdas y sr>¡randas, ger]eralrrente corr algún
Dentro del proceso descrito, corrcsponde a los técnlcos dc
t¡po de pcstarias, o rcgletas irrcorporadas que hacen las veces de
obra dilucidar únicamente el ritmo constructivo quc desean impo-
las rnisrn¿s, donde se apoyan los caseLones recuperatrles y los la-
nerle al mismo, incidiendo en el sistema de encofrado y apunta-
blcros quc confornran el encofrado propiamente dicho, apoyándo-
lamiento elegido, así como en los plazos de desencofrado que,
sc a su vez las mencionadas vigas en puntales de dos tipos:
con los requisitos de seguriciacf conespondientes, constituyen los
sencillos o reforzados, en función del peso que lengan que sopor-
dos aspectos principales y más influyentes del mencionacio pro-
tar y cJe la altrrr¿ a la r¡ue lo hagan (pandeo).
ccso que meior admiten ser alteraclos y rncxlific;rrJ<-rs.
Los sistcnras suelen llevar incorporados algún tipo de mcca-
nismo nruy sinrple, generalrnenLe a base cle cenojos y pasadorcs,
los cuales perfiliten hacer descender los elementos horizontales
para su recuperación y posterior uso, operación que normalmen-
12.3. Los encofrados te se realiza a los dos o tres días del hormigonado, mantenióndo-
sc la tot¿llidad de los punlales o clareando los mismos a iuicio del
12.3.1. Fllosofía báslca de los encofrados dircctor dc la obra.
modernos
La descripción pormenorizada de los sistemas de encofrados
existentes en el nrercado puede encontrarse fácilmente en lc¡s ca-
La construcción de un foriado reticular, de igLral manera quc la
tálogos conlercialcs cclitados por tas distintas firmas y a ellos nos
construcción de cualquier tipo dc losa quc se constru\? irr sifu, tal
renli[inlos; no obstante, extraídos de esos misnlos catálogos, ex-
y como se ha dicho en el apartado antenor, requiere el encofrado
poncmos algr.rnos aspcctos de ellos que consideramos más rele-
continuo de toda la planta.
vantcs, con cl objcto dc informar al lector con un carácter general
En los inicios cle los foriaáos reticulares en Lsparia, con los sobrc sus posibiiidadcs y usos, pcro sin c¡uc su prescncia ctr cl
antiguos sistcmas de cncofrar a base de tablcros, sopandas y presente traba jo tcnga otra iustificación qr.re la puramente gráfica
puntales de madera, la necesidad y la rutina de terrer encofrada y pedagógica.
Los f oriados rcticulares
L¿r nr.r)"r-rríir c1c las c:arrgars cle scryic irl ¿ril:r:: .i.)! i )1-lfi-
I rle- r.l.¡r.'lrEtrr¡rr cn lo: catáloSo: llrr,rl .;t c.at:ti-
clcntt cle segtrricJacl (le 2.
-.:'-:
A la lror¿r cle evallr¿lr l;Ls cargas cllle irari ii: .,- l -.1'::1-t-':. ¿l
j- _-- ll
i.r. ¡ll;,t-tas clolttlc <e alloy¿ll, Suelc aCL¡,';:':' :
- - r I tt -
r,i/r':.1,'1.it,ir'r'lii¿/t'/f'l{l?fti/.LtrS¿/r'-ttr'il}t':ri{{t':t.:...., .. : .j
aL)/l-\/-(¡¿'/l¡¿11ld/l¡t ¡tlf.,r¡)rcs Ll l0S ilftld¡dls r'/1 /().s {'/lsrlr/i S i. ;; ,;.',- -,
adnrisibles)
Fig. 12.(r. fuIrtalcls dc la casa STEN {tiargas
Los lorlrtdos r¿lttttiarcs
lll@fi¡oo
Cuando las alturas a encofrar s.:: ;- , . -ii.i'
f'Oalololl Ol
Andamio Alisan a
El Andamio Alisan soluciona el apeo de los s¡stemas de
encofrado
áara foriados ret¡culares y de cubetas (Mecano Alisan y Cubetas
Áisáni,áoemas de los encofrados para losas macizas, en alturas
sup.rióres a 5 m. no accesibles a los puntales telescópicos'
Su principal característ¡ca es la posibil¡dad de.recuperaciÓn' a
los'pocoi dfas de horm¡gonar, de una parte de los componentes
al ánáá-io y de los ele-mentos recuperables del Mecano Alisan'
S¡ bien el Andamio Al¡san está diseñado para soportar nuestro
áncorraoó récuperable con forjados de hasla 1125 Kg /m2 (losas
por
mac¡zas de 45 cm.), aumentando el número de pÓrtrcos
para
métro cua¿raOo se ilegan a soportar encofrados de madera
losas macizas de hasta 1 m. de espesor.
que
Disoonemos además' de una ampl¡a gama de accesorios
ia mayoría de s¡tuaciones que se presentan en la
soiüCióñán
obra. de forma ráPida Y ef¡caz.
2e lú O'Sñ'
rffi
Fig. 12.10. A¡rclanritl ALISAN ¡rara ;ritrtras stll-rtlriore::
I r')5 i llietros
Los loriados r¿ticulares 4ót
w
:Ol0Ko ñ ll?0¡1?0m)
Eñ lcdls !s c&, s É<kd)
Una cimbra con grandes venta¡as ElF¿' 16l&tg6 rel er¡ohdo
¿ h6 dos o tG ds (b mb€r
úfr!úaÓo areúardo €¡ ts,8do
E)ffi 0q E crrafa
. Acodam€nto de montantes por
fchljfe & Mms c€ sec'ón
cuadrada {ev'la ja rolacro¡ arl'e
baras)
¡ unón eñt€ bar, as oo. of!.nle t 3a¡i c
de dobb segundao lla Oara rc E{€de
Sl¡r del ptuOlO aCC'ol€ñlalñe.r€
---------I'f
@l
¡ ¡l
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lÉ 1 '".a
r''
El
'luteÉ oe caJa tre *,.€€:r A::,.:r¿-"y * mFi&S Le co¡on¿.rón Ce tas torres s€
18 CO¡OCaoón d€ cJAtro O"ro o" :!.:+9'.¿-e¡1e tó,r'}S de : ..lcr m :om0!e1¿ coñ cJatro ountales de
r€gulacioi undas ) anosf¿oas ¡e ¡-.n Esr¡ noo-g e$ifr fcnráooG requl¿co¡ telescogca, que sust¡tuyan
rn€d¡gnte banas y ngdr¿adores a)^/ -,^..AfeS r J,reCa,On ,el,¡-¿j a ios monla¡les t que quedan
formando un r€ctánguh , :.a-3s J€ f,rL:6:'aJ¡ ,d€gioaal€s 19ualn9.nlÉ ilrEstrados entre s¡
!':':Y:aeS lormandc' v¡ neevo módulo.
horizon-
Si bien en la actualidad la mayoía de los encofrados En[aindustriadelaconstrucciónespañolaexistenempress
localistas' dedicadas
talés empleados en la construcción de estructuras se encuentran .onr,n.taaorar, generalmente de carácter muy
algunas o la construcción específica y concreta de es-
;ú;$; ¡"n una filosofía muy similar' todos presentan .uti"t'
I
o in-
y
p"rti.utati¿ades especfficas singglares que motiva a los cons' il;*t ; de edificación, que son las que realmente' directa las
"*A*irñ¿u¿
de la eiecución de
veces será su precio; directamente, asumen i" ietpont"bilidad
i..,árÁ en h elecilón de loi mismos' unas
frente altra-
y dureza y, por tanto' su du.rabilidad mencionadas estructuras'
il;t*"btstez q'" cn las obras;
to ciertamente ll ton manipulados
A rresar de que el mercado ofrece [a mayorla
de los encofrados
"g*tiuo;;
tit"J Jtá" fa se*ncillez y simplificación en su rnontaie v recupe-
*rnptt*s suelen dotarse de almace-
apreciaciones subietivas frente
al u" tiü*"" áe atquitet'
"'t"' por cotnprar el
ración; y, finalmente, f*litpiut
y optan
que poseen las firmas que los nes propios y talleres de mantenimiento'
marketing más o menás agresivo ;;;.i;;;; encofrado qu" t"iot satisface sus necesidades'
que unos v otros sistemas tengan
;;;;;l"iit"". Todo esto háce
sea diffcil realizar una elección
quc' de plástico recuperable y los
sus defensore. y ¿"t'"lLt"t v Tan sólo las bañeras o casetones
si no alturas' constituven el
sistemas d" ap.''ntaluñ;;;;;; Andls
económico importante'
una vez hecha con un A"t"*U"lso pedo'
por el es obieto delrégimen constructivo
se opta por elsistemt l" ¿fquifer' debe mantenerse material que mayorita¡"t"nt" sus
p"ttiu su amortización total' si no quiere descontrolar
do de tiempo qu" en alquilei, y obliga ui'tontttttor' de sus
de las amortizaciones
",rnci"ni"
antes de elegir un costes de construcciOtt át matgtn cuidadosa-
Nosotros nos limitamos a recomenclar' Que que planificar
propios sistemas en propiedad'a tener
se realice un estudio completo lo relacionado con los ci'
sistema especffico ¿"lntoi"¿o' mente los ,itmos ton''tirictiuot tn todo
p"tti"nOo de los folletos comerciales y se y recuperación de los
;;."d";; de ellos
üsta: clos de apuntalamien*, áu*puntulamiento de los
analice baio todos los puntos de elementos, qu" p"*ii'n una rotación y uso optimizado
Cuanto menos meior' mismos.
' Número de piezas que lo componen:
. Simpleza y sencitlez en su montaie
y recuperación'
del mismo a largo plazo'
' Robustez y durabilidad
Yfinalrnente,antesdetomarladecisióndefinitiva,resultarnuy
y la experien'
conveniente e ilustrativo, escuchar los comentarios
gran conocimiento de causa y scn-
cia que en su uso aportan, con
que los manipulan y que' en
t¡Ao com,in, los propios encofradores
de que los sistemas fun-
definitiva, son los responsables útt¡mos
y
cionen coffectamente con rapidez eficacia'
una visión lo más completa
Con la rlnica intención de facilitar
posible sobre el tema que eEtamos desanollando' y
t
";;;;
li" 0r"."Áá ya se ha áicho anteriormente alfinal del apartadcr
y recomendación comercial de
12.3.l ,ello suponga p'"f"ttntiu de en-
ru palabra á los propios [abricantes
ñü;;,;á;,ñ"t parcialmente algunos fo-
cofrados en el Anexo l, t!óto¿uti"ndo
el mercado' que baio
H [l* .átt"t iales de io"'**isttnt"s laenfilosofía y tecnología que
nuestro punto de vista, Áe¡or refleBn los que se
[l[: ;;;;:ri."mpo de los encofrados recuperables con FiB. 12. t2. Mesas para encofrar superficics
bien moduladas y
estructuras de edificación
están con$ruyendo loslo¡ados de las H;'á;; "*iion
aítos ritmos constructivos'
en España.
I
I
i
Los lorjados retrcularcs
En la práctica totalidad de los casos' debido a los ritmos cons- Otra posiblc solución podría estar en deiar un apuntalamiento
tructivos que se imponen en la construcción dc los edificios' la corto cle maclera baio el foriado sanitario, imposible de recuperar'
capaci<Jad resistente cle un foriado rccién ctlnstruicjo no suelc: y por tarrto percliclc-: a efecLos cconómicos, que permita superar el
bastar para s()pór-tar e¡ apuntalamiento, cl c¡tcofr¡¡cJo horizontal y proccso constrllctivo.
cl pcso del foriado si€uientc, tal y como exige el levantamicnto
cornpleto de las estructuras; por tanto, resttlta obligado cit¡tbr¿ir va- En Esparña y en la edificación, el estudio de toda la
rias plantas a las vez para quc las cargas clel fori.'ldo en corlsuuc- problemátic:a anlcrior clr sLr vertiente práctica, debe ser agradt¡cido,
ción se repartan entre varios ya endurecidos y quc posean rina vez más, al prolesor I. Calavera y a la tesis doctoral de Jaime
resistencia suficiente. Femández Gómez, dirigida también por i. Calavera, Cnteriu para el
descimbrado de estructuras de frormigón.
El problcma de cimbrar un foriado sobre otro ya construido, en
general, admite soluciones muy convencionales, y no plantea pro- Por consig'Lriente, remitimos al lector al libro de l. Calavera:
blemas dignos de consideración. No obstante, pueden habcr si- Cálculo, Construrción q Patología de Forjados de Edificacíón (4d üición -
tuaciones cíticas que exijan solucioncs nada convenciotrirles y e1 INTEMAC), y ul resurnen cle la tesis cJe l. Fernández Gómez,
director de <¡bra clel:e ser conscicnte de las misnras. Veartlos tlt't publicada en el cuaclerno de INTEMAC No 3 (19921, si desea
ejemplo: complementar el breve resumen de ideas prácticas que
exponemos a continuación extraídas de dichos trabaios.
Se desea construir un edificio público con luces de l0 x l0 m
resuelto con un foriado reticular de canto 40+ 5 de peso nledio Eltrabaio de l. Calavera se basa cn las siguientes hipótesis:
7,3 kN/m2.
l. Se supone qr-re los for¡ados inferiores consecutivos, a los que
El foriado, suelo de la planta baia, resulta ser rrn forjado satri- se transnr¡tc la carga del nuevo forjado, t¡encn todos la mis-
tario de tipo unidireccional, quc el proyectista ha resuelto apoyán- ma rigidcz. Aunque sL¡s edades son muy distintas, la varia-
dolo en rnuretes de carga cada 5 m partiendo las h¡ces de las ción de E. corr la edad presenta un crecimiento muy rápido
plantas superiores. La carga de cálculo prevista en el proyecto para a edades cortas, tal y cr:rno se refleia en la Fig. 12.13.
la planta baja, al margen del peso propio dcl foriado, ha sido cn
total dc 5 kN/rn2. th
ús
oo
Pues bien, en esta situación, cuando se cimbre el foriado reti-
€
cular del primer piso sobre la planta baia, la carga que se transmi-
tirá al foriado sanitario, teniendo presente el peso de los F<
encofrados, será como mínimo de 8 kN/m:, superando la carga cle
,c
!'{
cálculo prevista en el mismo y agotando incluso su coeliciente de Eo
oJ
o.<
seguridad (y¡) relativo a la mayoración de esfuerzos
8 .- o t l1 2l
Yf=r=l'o EOAD EN OIAS
Fig. 12.13, \'ariación de L, y f¡¡ con la edad en utr hormigón de
Sin lugar a dudas y corno poco, el cimbrado producirá claños enciLlrecrm'Fnto nortrr.lI {J. Calavera).
irreversibles en el forjado sanitario, que pueden pasar
desapercibidos en el me¡or de los casos, pero la durabilld¿id del
2. Los puntales se consideran infinitamente rígidos con respec-
mismo puede vcrse seriamente afectada.
to a la flexibilidad de los foriados.
El problerna planteado puede ser resuelto en el proyecto, 3. Los puntales de Ia ¡rlanta baia descansan sobre un suelo in-
calculando el foriado sanitario para una carga mínima no de: finitamente rígido.
4. Las cargas cJe los puntales pueden ser asimiiados a cargas
5':!f:5'1,6=8 kN/m2 uniformerilenlc rcf)articlas sobre los foriados.
sino por lo menos de: Ya hem<-¡s tenido ocasión de dccir, gracias a los trabaios y
mediciones reales de l. Moragues, I. Catalá y V Salor, que estas
8.yi = 8.1,25 = ro kN i m2 hipótesis rro responden pletramente a la realidad; y menos cuando
Los forjados reticulares
se apoyan los puntales primeros sobre el propio terreno, si la . Si hay "rr" plantas cimbradas, al descimbrar la inferior, la di-
solera del edificio es de tipo visto y se construye al final para quc ferencia errtre la carga total que soportaba dicha planta "q¡"
no se dañe durante el proceso constructivo. (la suya y ia de las demás) y su carga particular y específica
q, se transmite y se rcparte entre los que quedan afectados
No obstante, el aceptar dichas hipótesis simplifica los cálcu- por los apuntala mientos.
los, y los resultados que sc obtienen son conservadores, permi-
Dicha carga a repartir sobre las plantas superiores será:
tiendo al director de obra orientar su trabaio y tener un pequeño
margen de maniobra por ellado de la seguridad. Qr -Q (kN /rn2 )
n
fues bien, balo dichas hipótesis, pueden establecerse las dos
siguientes reglas de partida que permiten gcnerar las conclusiones CARGAS E OAOES
9l -Q , cnrgas tránsnriticlas a
prácticas que nos ofrece el profesor J. Calavera: Qt - 9 SEMANA
3
las Plüfltas supei¡orcs
¡ Si hay "n" plantas cimbradas, o sea "n" forlados apoyados
Qt -
3
Q
SEMAHAS
qt: Carga total de la Planta li'
peso pro-
sobre puntales, cuando se hormigona el último' su Qr-Q sE|iAilAs berada de Puntales
pio q kN/m2, se reparte entre los "n" foriados inferiores co- 3
q; Carga esPt-'cífica Y ProPia de
(q/n) kN/m2'
laborantes, conespondiendo a cada uno dicha Plarrra libcrada
CANGAS EDAOES
o 05€MArlAs CARGAS ÍRANSM¡TIDAS A
q: Carga total dcl forjado último ctm- úos ¡on:eoos slJP€RloR€9
qr3 I SEMANA
brado (peso propio + 1^-so de punta- al liberardepun-
tiis. 12.15 (,trg.rsrrailsnllU(lasalosfOrjadOSsupCriorcs
qrl 2 SEMA}IAS les y encclfrado! + c¿rrga5 adicionales
iri", ü plr;i;:;i-¡.,i ao,,¿"s. iniiiabj cl apunialanriento (l Calavcra).
que ptledan existtr)
qr3 3 SEtilAllAs
n: No de plantas apuntaladas coiabo'
Puesbien,etrbascatocloloexpuesto,elprofesorl.Calavera
ranteg coeficiente k que
uotJópon. en la Fig l2'ló' los uálotet de un
q kN/m2' ya descrita anteriormente' nos
n*iüpftau¿" ¡ror la carga que rec:iben
ñémrite obtener ta aargi tltat pot *ct'os ctradrados
['i ;l;;il;'; ü;;'ñ;;' clnsideran<ro que se cimbran dos
t8g ?t?,133¡' i'i1'Jl?6:. 3
a los foriados infcriores {l Calaveral p'iai"t. = ,y iot pit"t"t - ¡' con un ciclo de construcción
n
Fig. 12.14. Cargas transmitidas para el descimbrado de una planta
de d días por planta y át Jiot nueva planta
v sopandas a una
ñi;il;tnon;u,l;'p*taies
suPerior.
clcLo
t{ 'F'H lffiini H-n-ff' ffH,
'| o
d zd-dl
sd-dr
2d 3d-dt 3 d úHt sd
ftEMPO d-dr '6
L-os fo rj atlos r¿liular¿s
0
Suponiendo un ciclo de construc- COEFICIENTES K 0E .9A R C_l SUP_ONl EN_oO E_c_ VARIABLE Y-l= 3 r.0
ción de una semana Por Planta Y d t= 2
0 0.( 0?
días para el descimbrado y montaie de 10 0.60 l¡9
una ñueua cimbra, con n : 3 Y módulo 0 0.26 05? r0t r t7
t.¿3 0.5 0.92
E. variable, los valores de "k" restlltan- 1.0 0,7
ia
I
'
o
fl úo
26ó
¿b
28d
'oo!
ll Sq
33d
5b
3sd
6o
¿0d
6b
126
7a
L7d
7b
¿9d
Atendiendo a las medidas real¡zadas por l. Moragues y I, Ca- Sin entrar cn un análisis pormenorizado, y como orden de
talá, un coeficiente de carga máximo transmitido a los forjados del rcferencia a tener preselrte, los plazos que proporciona la fónnul¿l
orden de k : 1,85 podria estar más ajustado a la realidad ql¡e los recomendada por la EHE pueden dividirse por dos y así poder
coeficientes proporcionados por I. Calavera. Recientcs invcstiga- obtcncr unos plazos de descimbrado más razonables y acordes con
ciones sobre este Lella en los EE.UU. publicados en el boletín del la realidad física qur. catr es¡rerar del comportamiento mecánico de
ACI, volumen 98, no 2, marzo-abril 2001 , confirman nucstra aprc- las estnrctur¿5 (lue se están construyendo, pudiéndose mejorar
ciación personal cn línea con los resultados dc los profesores sensiblernente lc¡s ritmos constrl¡ctivos; tal y como demuestra
l. Moragues y I. Catalá. l. Femández en la tal'rla 12.4, de la página siguiente.
L¿ tilosotía básica en la que deben apoyarse los criterios de
No obstante, insistimos en corrsiderar los trabaios del profe-
descimbrados nos la rcsumc laime Fernández breve y claramcntc
sor f . Calavera como un marco referencial obligado a tener siem- de la siguiente tornra:
pre presente en cualquier proceso de cimbrado consecutivo de
plantas, con el objeto de no olvidar la problerlática quc generan
"L¡ resislertiLt 4uc evoluciona mds despacio en las estrueturas de
[rormígón esi¡ rcsrsk'¡cia a compresión, pero dicha resistencia sólo sería un
las transmisiones de carga de las plantas er'l corlstrucción sobre
ron¿iirirrrrrlilll' s¿no ,'rt ¿l raso de los pilares, y en Ia práctica es infrecuente. el
las que ya se encuentran construidas; y contar al menos con ulla
clrso d¿'4[lc los ¡'ii,ircs tontlicionen el descimbrado de una estructura. Podría
cuantificaciótr del problema, aulrque sea rTleramente ;.lproxitlativa fracerse urr ri¡:orr¡nti¿ntcr semeiante para el caso de Ia resistencia a tracción,
y conservadora.
la rrir¡l lo s¡ iirr¡si¿lt'rcl direclamente en el cálculo de las estructuras de
honuiqon rirrrll¡(lo ]in embarqo, Ia resistencia a trctcción está directamente
Iiqadtt con /0.5 f¿'rt.íntcttos de anclaie A coste, U p1r lant} se ad|pta clmo
r¿sisl¿rrciu crifi,:¿¡ prira al calulo de plazos de descimbrado.
12.3.5. Plazos y perlodos para el desencofrado
De act¡cr¿io í)n le ilIt(rílrmente expueslo, si tenemos una estructura con
Para la estimación de los periodos de descimbrado, con un urr¿¡ ¡cci0rr ¡¡ract¿rl-sliia tilt proqecto (C + O), V qu(t en el momento de
carácter genérico y orientativo, la norma EHE rccomiencla tener ¿iescirtrhra¿l.' i'd !¡ lstr¡r som.tida a una fratción de dícha carga a,
(G + O)'
presente la tabla l2.l que se adiunta tonrada del artic¿rlo 75 que podrcrttrts rr:¡li:ar ¿l ticsttmbrado en el plazo que stt verifique:
dedica al clescimbrado, desencofrado y dcsnroldco'
^t,
Laslnstruccionesespaño|asdelhonnigónarmadolTablasl2.2
[,'> i;cr'trt,ze
y 12.3ltradicionalmente han filaclo los plazos de desencofr¿rdo o 5it'¡l.l¡:
r¡;isl¡¡:tl,¡ ¡ irrri¡irjrt tlircüa del hormigótt ot curado estándar a los 28
descimbrado a travós de la fórmula, /.,.:¡, L¿r
¿lit¡ s
i=
- -490 - 1.. : l¿r /fsis¡.rrri.¡ {¡ rrdi.i¡,1 tiiretla r1¿l hornigón a Ia ¿tiad"i"
Jf ftlrr¿¿i.r ¿ll 0brd'
de tloscimbrado
Fondos de encofrado
Puntales
" -r^--i*hr:t'lo cle elentt'nLos de hontrigón armado'
tlc rlcsencolraoo' y uc5Lrr¡rur(¡\
Tabla I2.l {EHEI, Periodos rnininros
luz, L q=g q:,9
Elemenlo
L-::3nl 7 días 4 días
10 15 25
Foriados
EJEI/PLO 1
ACr
21 días
Verano l2 días
lnvierno 13 dias
METODO PROPUESTO
(J, Fernández) Verano 6 días
EJEMPLO 3
FORJAOO
l-os [oriados reticulares
RECUBRIMIENTOS RECOMENDADOS
PARA FORJADOS QUE NO SE ENCUENTREN A LA INTEMPERIE
f.v'ú; l"t".m€dlosl
@-Suprrior, 35mm sobre el cstribo (poro el correcto
récubr¡miento de lo3 ormoduros superiores de lo ploco)
@- Lote.ot: 25mm.
@-tnferior: > 20mm sobre el estribo
Fig. 12,l9
\
I ns lttr judos ret irular¿s
En genenl, los forjados de pisos dc los edificios se encuenlran 12.4.2. Estrategia constructiva teór¡ca
en un ambiente que podríamos catalogarlo como del Tipo-l y los recomendada para conseguir los cuatro planos
forjados de los sótanos como del Tipo-ll-;r. salvo cr¡;lndo nos de feralla necesarios
encotrtretnos en las proxirnidades de la costa, que lrabría que
considerarlos del Tipo-lll-a, si están expuestos de forma dirccta a Una vcz ccllocacio el encoirado de la planta, la prirnera opera-
lo que se denomina "spray tnarino". ción que debc rcalizarsc cs la de replantear adecuadamcntc los
iibacos, zurrclros y nt:rvios del forjaclo.
Por otra parte, para conseguir una bucna pcnctración tJel
hormigón en todos los puntos de los foriados reticrrl¿res, la A continiración, de las dos direcciones establccidas cn cl for-
jado reticular, aconseianros elegir etr primer lugar aquclla dirección
experiencia nos dice qr,re el tamaño máximo dcl árido en nin{tn
en la qrre existan rrrayor ttúmcro de vigas y zutrchos, y proceder
caso debería ser mayor de 20 mnr, siendo dcscablc que fr-rera r1c
al nlonl-aie cle la fcrralla de las lttistn¡rs y los trrismos.
I 5 nun.
{¡}Y.l
Para gararttizar los recubrimietlLos nrínimos, se prcst:ribe etr cl
proyecto un valor nominal de recubrimiellto r^om cloncle:
(6.)X.S
(1')2.Y. (3|¡2.x.
si se lleva un buen control cle eiccución, el incretne-nto clc los
eie-
recubrimientos tnínimos debe ser dc 5 mm, y si el control de Fssos y lcyerida
Cronologla cmsf|üdt€
cución cs tiPo normal Ar = l0 mm'
(¡l'))Cl.
r..¿.Y.: Zqrd$ s Y-
?..Y.1.: Arñ. ¡nhrlo. ú Y
tlor- 3f,'2.X.: Zücho ü X.
Lo especificado en la EHE conducc en las situaciones mils ¡¡..X.1.: tum. ¡!l.br 0 X.
5P..Y.3.: Am. rroarhr m Y.
males a recubrimiento del orden dc 30-35 rlrll, que para los for- 6r..¡,5.1 ¡6, ¡q6rb. O X.
elev¿rdos' sin ¡
lados planos rlos pareccn valores excesivamerttc
s¡no todo lo t'- (5¡)Y S'
benefir:ios añaciiclos en los ambietrtcs de CLASE-1, .rl-'
contrar¡o, puesto que ten(lrcmos urlas pérdidas de brazc¡s tnecdt.
Fig. 12.?l). F-:;tt.:te¡¡ia cJe tlontaic de la fenalla en un foriaclo reticular'
nicos y, por t¿rnto, unas pérdidas gratuitas de capacidad resistcn-
te dcl orden del ó ó 7 96 itrtreccsariantetrtc. (lumplir la tabla 12.5 [-ln¡¡ vez colocadas todas las piezas quc vayan estribadas en
nos [)arece más que suficiente, pero, ioio!, cumpliértdola, la ¡rrirnera dirccción elegida, cleberemos proceder a colocar todas
las ¿¡n¡lacluras (banas sueltas) dc flexión positiva que vayan en di-
Lo especificado en la EHE se aiusta perfectamcntc a las gran-
cha dirección, con lc-¡ cual tcndre¡n<;s dispuesto cl primer plano de
des piezas y sccciones de las obras cle irrgenit-'ría civil, pero no re-
arn'laduras.
sulta adecuad<; en l¿rs secciotrcs rcducidas de la edificación. qtrc.
por otra parte, poseen unas condiciones ambiertt¿¡les raclic'alnrente A continuacicin se procederá al monta je de i;rs vigas transver-
diferentes. s¿rles ¿r lirs ¡rrinrer.rs y al rrrorrtajc posteriorde todas las annadu-
ras sr.rcltas clc flcxión ¡rositiv;r perpendictrl;rr a las ya colocadas y
L;r es;trategia fundanten[al que debe regir el ferrallaclo de un for- que , obviarncnlc, sc cncuenLran por encinla y configurarl el segun-
jado reticular o de una losa maciza, debe ¡rartir del hecho físico de
do plano inferior de armaduras.
tener que colocar necesarianlente cuatro pli.uros cle ¿rnn¿rdur¿ts,
pero: Nl uNo MAs, NI UNO MENOS. En cl proccso constructivo se cont¡núa colocando lodas las
barras cltl fk:xirirr rregativas segirn la primera dirección elegida, corr-
Cuando por L¡na falta de planificación cot'lstruct¡va el núniero fonn¿indosc ur'r tcrcer ¡tlano de armaduras situado al rnisrno nivel
rJe planos de armaduras sc ¡ncrcmenta ¡ror encima de los cuatro las ar¡naclur¿¡s supcriorcs dc las primeras vigas dispuestas,
<1rre
estrictamente necesarios, se procluce un descontroi total cn los obteniéndosc asi e I tercer ¡:larro de la ferralla.
brazos mecánicos considerados teóricamentc cn los proyectos y
Después se r:olocarán las banas de flexión negativa pcrpcndi-
los coeficientes de seguridad sufren una merma incucstionable.
cularcs a las an[eriores, que se sitúan al mismo nivel <¡ue las ar-
rr¿rciuras superiores cle los zunchos y vigas de la segunda
dirccción, fornr¿¡rrcio ya cl cuarto y últ"inro plano de armaduras del
fonado.
Los for¡ados ral¡Lularcs
atl nrelrc)! r-'l-1 r.'- l;'' lx)r l.is ¡rérclicias clc rcsistcnr r.i (luc \e I)ro-
tJLrc,:'lr.
L.:¡- cr" ,,,-i :.-r ttt-'i-',,c:.lc¡:, en loS CLf nt('l-it.itiJ: ¡,rr)t l,r EHF.
coils:ilit\r-r r;*- r',,11-.it-tiSLenCi¿r cle la é¡lctc:;i c-lot-tCle los ¡_iurrlos c1e
Eiq. ll I I lr f ¡¡¡¡¡¡.'lqrr.lt fe::¡ . LL) _r .)( :r - r''' :.:_.::.r :c r_)ctS¿tU¿ilt e| ( fltcflos (lLl tl.,ÉJl(i f_'tiruL i-cr.
E r¡:¡r,',-. ,r.- I _ic :.e Lliriv;t clc- una cleLernt jn¡ición I)t-u¡lltent.e
:l-.-:.-:1 .-ic-, -."r-l -,1¡;¡tr.t\é5(lcl oIclL-lt¿iciorlic'.1'Llt_li\'L-f io
irf r ii1(i\-) r,f-rt . .ai ti.,!i:rLtctlIitl.rci. CS C]cCir, COn l.t l.illifL)n-nicl¡icl r.ur-.1
-:,:l-rrr>rr ic-'.r't i, \ll i!¡l -ialL\ (t re|c illa y lógiCa.
Los lo4dtlos kttculür¿s
Los resultados cstrictos y matemáticos clue proporciona un Con el método de los pórticos virtuales y dibulo normal de las
orclenaclor originan barras con disposiciones y longitLrclcs clispa- estructuras puede seguirse el criterio anterior, o cl tradicional dc
res entre sí. especialrnenle en las obras cle ¡r[rnt;;s conr¡rlejas. t¡rre colocar en cacla rrervio y en cada vano la arrnadura específica y
hacen necesaria la intervención del experto que, cul-rrierrdo los es- concreta que corresponda a los esfuerzos de flcxión quc cxistan.
fuerzos que solicitan a las placas en todos sr.rs pr]ntos, sea capaz
La rcgla de oro a respetar siempre en el arrtrdo de flexión oo-
dc proporcionar una ferralla armónica y fácilmente construiblc,
sitiva de los ncrvios dc un reticul¡¡r es l¡¡ cle que el núnrero de b¿:
uniformizando al máximo los pac¡uetes resultattles del cálculo.
nas sea ig¡¡rl o irrferier a des-
LN
P^MMENrc -.'.'
OF APÓYO
¿_
EJ€ OE APOYO E{:qElof ÜE OL Afr)YO INT€RIOR
Fig. 12.23. Disposicün cle las armaduras scgun lc¡s conrentatios cle la EHE
para la elección de las armaduras positivas cn los rrervios pue- Fig 12.24.(orte-\';oiaf)eclearnradurastleflexiónpositivaensituaciónideal'
dc acloptarse el criterio de clisponer tlna armadtlra b¿rse corricla'
utt Ql2' v Cuando la m<¡clul.rción de pilares no cs la ideal' debe tenerse
dependien<lo dc la luz Ineciia, como l)uede ser un Ql0 Ó de míni'
neccsari:rs con barr¿tS cortas. la precauciórr cic cortar las armaduras en aquellas líneas
catular las armaduras de rcfuerZo con las líneas
nra flexión positiva, que normalmente coincidirán
su precisa determinación por
La Lécnica anterior se está aplicando en cl análisis
infc¡rmati- que ulten los pilarcs, no obstante,
imposible' y la experiencia
z.ado de los foriaclos reticulares con salicla gáfica por plotter' dado el métocio dc los pórticos virtualcs es
protagonisrno
que se simplifica considerablemcnte toda l¿ estrategia del arma- dcl proyectisla en estas situaciones adquiere un
cicrta
io; pero no deia de presentar problemas corlstruct¡vos cle cor lsicleral)le.
cle barras mtrv l;rrgas (rrráx l2 nr)'
consicleración Ia manipulación adccuada de los
y porquc ápare- Ct¡arrclo rlo se clisportga de una intormaciÓn
y el empalme de las mismas en zonas delicaclas' punros cle trrínlrrra flexiórl, como por eiemplo podría ser
Ia que su-
dc
.* p"",.t con más cle dos barras por nerr'ios en espesores
y constrtlc- mirristr¿rrrlasisolíneasclecleformaciónoisolíneasdeesfuerzosetr
,l.*io, de l0 ó I 2 cm, por lo cual mucitos técrricos krs ¡rrogranrirs cle análisis espaci:rl y' por corrsiguiente'
se tengan
tores rcchazan este sistema.
Lts lorjutlos reticulares
dudas en determinar las líneas de corte de las armadllras, t¡na re- t3ajo la acción rJe empuies horizontales, conviene disponer un
gla prudente y conservadora es la de solapar las barr¿rs urra longi- mallaz<¡ corrtinuo llgcro en los foriados que absorba las prolottga-
tud equivalente a 40 diámetros. ciones de la flcxión negatlva que tienen lugar hacia el centro de los
vanos, o bien dis¡roncr una barra delgada (del QU,0l0 ó 012) en
cacla ncrvio. conr<¡ ¿irrltacitlra de montaie dc flexión negativa con-
tinua a todo lo largo dcl misnlo, realizándose los solapes en los
centros de vanos.
-t-
>20 a^ra - i
+
I
-L
Fip.. 12.26. longitudes acons<:l;rbles de las t¡a¡ras de flr:rxicin negativ;r en l'e
ba"nda cle s.rpoñ"s a falta de u¡la cleterminación precisa tHi¡:xitesis básica' Fig. 12,27. Disposicicin bisica de los negativos de bt¡rde en los ncryios reti-
rlente graütatoria). cularcs.
L;rs longitudes de negativos recomendadas experimertt¿tll con- lgualmente clebemos tener presente que los circuitos de torsión
siderables incrementos, cuando los edificios tienen una cierta es- en las placas sc cierran en los bordes y, aunque los estribos de los
beltez y se ven so¡netidos a entpuies horizontales de cierta zunchos cosen razonablemente bicn las tracciones que por esta
consideración dc origen eólico o sísmico. causa se gencran en los mismos, a veces puecle ser necesario ayu-
478 I ¡)\ fdt/(lrlo\ ft'tlitilar¡s
cl¿irlos con las ¿¡rrrraclur¿ls de los tr)ropios ne^'ios rli\l)(.)lliÚrrclo l-)¿i- Irrclc¡tr:rcliel-rr(,1-re:t:e ilc, las cr-testi<)rlesl ur;)IIiellte n-re( ¿inicas
r, resisien'Lc:; Él tiiii-'i:lo cL)llslr\lctivo rilellcionado conclltce a tjllos
tillas tanto en las barras clc flexión negativa c(-)rrro etr la; b.:rr¿i-. tie escasos que eicaban rnani-
rccubrin-rlc¡t,.-r:r {.ir: a.i cr:lli¡dtlrcls rlltly
flcxión positiva.
ft:,sta¡clo ¡r;tl¡ clgi.r: cle ....rro:_,icir.l, cspeciall¡cnle erl l.1s z()r'las vo-
1;.icl"¡i rle l():, L!lii.ili¡:. r,:rt-iitnlitlOs cn;lnrbientcs rlt'lrillL)s
ll.2u. llr'luelzo clel circuitÓ de tr-rr:;ión c(rtr l¡s 'l1r ;j-JL)r''1:' ! j' i;r\'
Fi+:.
g.rtiu,, u l.)Lrsitiv.r crr lo:, ti()rcles
siemprc debe conseguirse qUe las ¡ratrll.i¡:s cie .a> l;¿rr.rs cie
rai vertiCalrtlente erI IOS esptrCiOS dispO¡ible> \ ¡rC¿¡trcirl ltrrr¡ciu- \r¡ correcta cl zilrrcho tie
tr¿-<ta '.r:l c¡rlll¡-'trle coloc¿tr clc fQrrrla
ciénclose cloncie se puede, clisminuyóndose la riiuact¿j recis'Ltrl'ttl bOrcle sepitri¡riit cle Ln t.rlticit, es nccresario l¡irllbién clue ios ferra-
del coniu¡rto. liisl.rs c'jt:t r-:Lcr, bieir .¡r> patillas de elnclaic de los rrcg;rlivos lo lnás
rcctas y a (::L-ii1.:r¡, l.)usilllcs, para que sc ¿rjuslell vcrticalnlcnLe y
par¿rlelaintr-|t- ¿, iar> l..rilt¿rS r-xteriorcs de lOs CstribOS CIC:I zurlCho y
cqlreclc: t't ¿tclec r ¡ cl¿t ¡t te r r ¡i:' rec tll'ricrt¿ts cle hornligi)n
-^+
ñlñ
\rl ¿, o.-c., s
-
Merced a la presión dc los Técnicos dc Control v a la ptrblici-
dad de los fabricanl-es dc las piezas de suspensirln. c:c'rt'ttienzit ya .. 4 ,:\ ...
< l. -/
en ¡a construcción es¡rañola a prestarse l¡¡ atcnciótr clehrid¡ ;: csta
L¿rea, quc ticne repercusiones cn muchas de las ¡ratcllog'as (c<-rrro-
siones, deformaciones excesivas, cl-c,) que aparecen en los foria-
dos, sin quc podamos iustificarlas a travós cle los planos tJel
Proyecto una vez elaborados, al <truedar ocultos urt¿t serie dc vicios
construct¡vos patológicos que ticnen qtle ver con cl tetna que
ahora nos ocupa.
No sornos p.rrliclarios, en
modo alguno, de suspender las
armaduras positivas con una
lrrrrrr lttl I lrrrr¡r rlttltl cspc.rcie de estribos abiertos,
quc en el lengnaje de la corrs-
!_6. IRAI¡S\/€BS4L__A TRAT{WERSAL A
LOS BLOQUES PARA '6
LOS BLOQUES PARA
Lruc:ción rcciben el nomltrc clc
SUSPENOER I.A ARI¡IADURA "aviones".
l"ig. 12,32. Esquema básico constructiv() Í.)¿¡r¿t las arn¡¿dLlr.t.i r,'r, rrcn,ios situ¡cl!-rs cll ..tr|oiente:, tl.,lt'r,¡) (.1L)\
480 Los Ioriados relít.ularts
tlr 4}i.
t* l,.;.i
fufr
.l t.'
Fir¡ I r l¿r ('(,.r.¿,.rcrL irtLorrecta cle todas las arnraduras en rln f<.lrjaclo
planta y, por cllo, debe ser una tarea que del)e cleiarse n¡r¡ el fjn.rl, clcl 08 acdbilciii: c'n piltillas, p¿lr¿l conseguir igualntente clue sean
l;rl y corno c¡uecla reflejada en la Fig. I 2 40 r;lrle. cn lo: rrtrcrrrrrs.r ilerión lrcgativa.
4U2 Los loriados rcliularts
.s¡ sc opta por sit.uar las armadur¿ls negatjvas ell los rlervios Cualc¡uir-r cltro sistcma o la tendencia patológica que existc en
de un reticular con bloques perdidos, sin colocar los finos e irrc- los ferrallistaS cle ocultar las armaduras en los nervios, sin <¡tre las
'l
lcvantes mallazos que se instalan para cr.rrilplir con la EHE, la cs- Direcciones écnicas dc las Obras se lo inrpidatr, conduccn a re-
trategia a seguir para stlspendcr las armacluras cotls¡ste en cr r brirnientos .tttclrnrales c irtadectlados.
\
lrs forjados retkulares 483
El tañeñor'elos
LeSCmtasdel2@16+2Ot2PUeOe¡r6Uio¿dasorruc'tuñckird€lPuñ¿óñemra'ilo simplemente @rc
;il;;"b"rá" Atinrse en cada *to o"p"o"t Los osl¡rbo,s
llg-":^:'."9o"t'* géne-
6lement6 vertirzlos qu" srruan oe allá
t& ptanc oe arro9t']l,".:ulo-lo"t' "unque bastan an perd''
i
.al laa armadutas de ,epa,ro unt" nuJos
paá cumptir drcha lurc¡ón si s a0oyan en los bloqu6 los ;!l
o"otn upoyo' un *tzos pata evitar quo dscsnsen
s -+
dos. En los rap€ables, ¿¡cnas a'#ii'ia!
rplds ds pláslho y * queden sn Éub'imslo r6420
en obras
(óffii)
de apr¡€cim en obras ds vivrendas habrtuaros;
Las afinaduras indrcad* t¡eren un ámtiro
parlrculares
;istiñlas, deb€rán adaPlarsa 5 sus @ndicffes
¡úU^DURA.,O€
F¡ltTo o¡rffi
xcRúos (¡nl.) 1t8
DE
^ÉUDIIRA
Rttr¡¡iiit-€$TRt- - ----
CRLCETAS: '- :rteQ9¡t )
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CíIUCETA ,16{s.)
2.r2ú¡f.)
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lEel06 (¡¡r.) IrE
DulA _qg__..
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REPARÍO E¡fTRÉ
NERVIOS (sp.) 2t1o
\$n¡s
Áenco DE EsoulNA
la c'dificaciótr
Fie 12.43. Mont¿¡es de át¡.rt:os r(.Crlmendados en las NTE csp.'¡ñolds ¡:r.rra
l.os loriados reticulares
MrAfr^n ff
NfP nrD ElilRt
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En b! hridor EoF.rülrs. lü m¡ó¡ns é
b CRt'EFn
d!¡.n Toyl m c¡lz!3. Pn altr qu! dEsn$n a los
molrhs dc plGtbo y rt qÚe&n ¡in redJbri¡iaio'
tlrnl
rFrños (lr ) l,
2dt2 NOTA:
(wf9.9)
0c l[lü CUAIm Eil uM 0TRECCnN 0EIIRMIMDA UN A,NC|o
¡Edf,ler8u col'¡
Áñürsi L¡ rol¡LroAo DFt ABAco PAsAi¡Do FoR EL PILARLAs
u¡¡l Ám¡mum rer-nt 0 suPERoR A tA olsPuEsTA mRA
óñü¡nliirrn¡L¡s 0E t'o¡¡rNE, PoDRA PRESclNDlnsE DE DIcHA
ARli¡A0UM
q'rt- rlosotros
Los m<-¡ntaies propuestos por las NTE' cle los
rros i trcr-lrlvcrl ien-
érarnos u nos f irmes pa ftida rios, prcsenta n aigu
e] reslll-
tes ctue ¡tttcclerr :;cr subsanaclos fácilnlcnte' meiorátrclose
tado final.
ett las obras suelcn
Por regla general, los replanteos realcs
ligerarrlellte ma\'ores cltle
conclucir a unos tamaños de los ábac<'ls
dc:
ts espcciflcaclos en los planos' lo quc posibilita clttc: l¿s b¿rrras ltls
proyecto tttl cubr¿tll
los morrtaies obteniclos cle los plarros clcl
pueclan apoyarse cn los caselolles pe-
mismos pletramente y no
tto es
rimctrales. Dado que la preserrcia de estribos en los állacos
por punzonarl'lier'\to' los planos
preceptiva salvo que sea necesar¡o
por su pro¡lio pcso perdiendo efi-
cle la ferralla puecJen curvarse
lodcr el ¡rl.rnc, cle f crrail¿ que arnra cl
c¿rcia. Iig,. I2.41t.Ob:'É:'t:se l;r cLtrv;rttlra dc
t\vion,,'¡ i,, :;:t:p,;rrs:r.rrr dc las artnaclrlras f)o:jilivas cn lo5 nerv¡os no
áLi.:c,.
rcc()llllfl( I.i Lrl.- \
)¡:,,;-,': ,-i.,r'-*r ..1 ;e¡l;iración de los estribos intlica quc h;¡rl sjdo
-',,-u a a,1,,, ; ¡i: it:r elc¡lrenlos auxili'r res de sos:enitl lien tcl
Los frr¡iados rf'ltcular$
h;r j''eñar Jo
Ei,' I 1 il :-.:. --a .).É lilL' le't ¡'" *'-'t-t" ['t' lo:; á ll¡¡c cts clt' t:sq t Ii c]
y estipularlos
Los nrurt:;ttc. ile ;itl¿rcr¡s clc esqrtitra mcdiarlería
... r.,.- \ ,.,,".,r T,. ' ,rl,\rrir'.): FsuañolaS ¿lclolt'cetl etf gertCral' de
cLl r.¡.-.r\ ''L ¡
un.tci€rltaia--i-r:ti,¡clc¡tntaclur¿rscn€ll¡'ll;inoinferic-rr(lt'los|llis-
nto\ll:lciti,J-ir-'ri-lll(il'li(alllcrltL'5tlpresellci'lllosllelesernece-
>.if ¿
sísnricas'
Srn,,t'-l-r;'r'¡,.1 L-- e¡llrltlLllilS SclnleLida5 'r cicci()lles
a lcls v Sonlos !)i]r-
co!rrjL-l ,t:'r'aa::rr .r r;l :ól' ¡19 l¿'' ¡'ll'3c'rs ¡lil'ires
-.
r,,i-,ri,-,r , r; r.' -;r .r: ,'--r.-i-iri .oll iClClrtiC.r arltl,lcll¡r.l aml-r.r t''f [f;ijO
Ft'. r¡i I- u ll ;r,l,it: r'Éi,ci¿ Lul ál¡aco cle esquitt': detrilit'rclo por
1,, ¡,, 'r: l,'
t\l.{lqt'.-_-¡. r'r;'l;1.' jrll.ll:. llLleclc Crltscn'arse qlre las barr¿s dia-
"-. - i: ---"- ;,i \T[ 1-',,rr.r l.' ciir;r sLt¡rerir-lr tanll-lión sc- lt¿¡t'l
-.-'- '1..- '¡I.lL-'
ir_ll L.¡q: r --^.
iioi.-,e,,clo.r-L :. ilL¿rl"¡ i-r:.t,¡l >itr clttc elltl tr-tera llr(rcel)tl!c)
Fiu' 12.44 DeL.rlles clel ttttlnta e clt- 'ib¿er-' -:'-
--
*i¡
di¡l
LLt-) - ;i¡r rrrr'1 rt:lorz¿tdo erl stt platto illlerjLrr (Lrn [r'¡rra¡
l-ie. 12.50. Morlt¿rle C()lr( il ci(.r-tt('t¡t¡I(-' L.-fs Fi,, I r I 'lr ' '
cle bortle t¡: '-'i:'c'l-'
..i;;i;;i"* "l zrrtrcho(le:('¡
i":
si rlo se t'l;'-. lt :,.t t i-,,,i,,
' .. r:l recho ¡ g(ll'.'jlL'. i l,:".-',-::! t ,-: r.1*l platri-r stlpcrtor'
'r.í'i:t
lillít,i*-',t"tr*nsiótr'
itf)t)]rlr S{)l)tt'eL
i
('r L(- r ' -
ia,gc, ,,laz,r tro r'leb(:rían
487
l-os foriados retirular¿s
foriados
Reticulares
ll¡ll
-i-¡z EHR
NTE
r973
Construcción Re l¡cula r floor¡ n gs. C otr sl ruc t¡o n
l. Erpcciñcacionee
EHR-I Plur¡ dc cntrrvigrdo'A'B Piezas de cerámica, horm¡Qón o de
cualquier otro mater¡al que no ataque
Bloqua3 pctmanantas
"{ffi 6l hormigón ni a las arnraduras.
Los bloóues oermanentes serán'
además, incombustibles e imprttres-
.ibles.
Srn alabeos, roturas ni fisuraciones.
Deberá resislir, aooUada en sus bor'
des, una carga vertióal de 250 kg/mt-
Dimensiones en cm
EHR-2 Anolrir dcl rogortc dc hormigón cn ób¡co dc crquinr'D'G EfH 5 Arnadura super¡or de anclaje
para relorzar la unrón del
oilar al ábaco. foínada por
-+ --i---* 1O 1O mm de acero 4E.42 colo-
cado sepún dibujo emPotrado
eñ el soporta de horrnioón,
diagonalmente a los nerv¡os
U en contacto con la armadura
super¡or'del forjado.
Pl¡ñl¿ col¿s en cñ
EHR.3 Anchic dcl roporte de hormlcón en ábaco dc bordc-C'D'G EFH-5 Armadura superior de ánclúje
del Dilar al ábaco, formada por
1 ó 16 mm cre acero AF-42, co-
-¡-- C r--D r
locado diaqonalmente según
dibujo, g 1@16 mm de acero
+ A8.42, colocado perpendicu.
er*s'j i- larmente al borde del ábaco U
empotrados en el soporte de
l+
l'r
hormigón, Ambos irán en con-
tacto COn la armadura Superior
del forjado
Plañla
EHR-i Ancl¡ic dcl aoporla dr hormlgón Gn áb.Go lnrcrior.C'D'F'G EFH.5 Armadura super¡or e infer¡or
de anclaje oara relorzar la
i-----q- -1 0,i unión del p¡lar al ábaco, for-
mada por 4016 mm, según
+
dibujo, en contacto con lü
I
armadura superior U otros
EFIFT E 4016 mm en la misma posi-
ción U en contacto con ia ar.
+ madura ¡nfer¡or.
cl
+.
Flg. 12.53. propuesta ofici.rl cle nont¿iie cje á¡¿eus sobre pilarcs cle horrrrigón. r,o obligatoria, de las NTE españolas
488 Los loriados retkulares
EHR-6 Anchic dc soportc mctálico en áb.co de borde-C'D'G'J'K'T'U IAS. 1 Cuatro perf iles metálicos U de
acero A 42 b, según Documen-
lacrór¡ Técnica.
Se colocarán a igual distanc¡a
cie la cara suPerior e inlerior
del forjado.
El soporte se rec¡b¡rá del taUer
con ol anclaje Ua incorporado.
f.t' Los perf¡les estarán soldfldos
errtre sl, !J al soporle erl todo el
perlmotr(t de coñtacto, con ull
espesor (lel cordón dc 7 mm.
En los encuentros, el Derfll U
interrunloido, llevará cubre'
U isntas de (;ontinuidad fo¡mado
[]:" ior rrrra ¡lletina de acero A 42 t)
:I de 6 x 30 mm, soldada en todo
su pcrímetro con un esDesor
clel cordón de ?.ó mm.
El{R-? Ancl{e dc soportc metalico en ábaco ¡nterior EÁS l CL3lro perfrles rtrelarrcosrJ de
acerD A 42 b, segúñ Documen'
-G.D.F.G.J.K.B.T.U tactón Técn¡ca.
Se colocarán a igual distancia
de la cdra suPerior e ¡nlerior
clel forJádo.
Et soporte se recib¡rá del taller
con el ónclaie Ua incorPorado.
Los perliles estarán soldados
enlre sf, g al soPorle en iodo el
oerlmeiro dé conlacto, con un
esÍ)esor del cordón de 7 nrn!.
'u
¡. '
En los encuentros, el perfrl U
interruttttJidu, llEv6rá cubre'
''I ¡(Jntas de cont;nulóad lormado
bor una oletina de acero A 42 b
de 6 X 30 mm, soldada en todo
su oerlmet/o con un espesor
dél cordón de 2,5 mm.
dc s NTE espaliolas'
Fig. I 2.54 . Pro¡rt lesta de morlta je cie ábacos nret¡llicos
la
El inconveniente más serio que tienen los montaies propues- puedan pasar los planos de armadura por su parte superior y por
tos por las NTE para los ábacos de medianería y esquina radlca en su parte inferior, v qr¡cden rccr.lbiertos plenamente de hormigón,
la disposición de banas oblicuas al trazado de los nervios de la lo cual puede conseguirse scparando unos 8 cm los perfiles del
placa, lo cuallleva implícito aceptar de entrada tres planos de fe- encofrado.
rralla en las armaduras de flexión negativa. Si la carga vertical que transntite la placa al pilar es resistida por
Cabe la posibilidad de colocar las armaduras dc montajc ba¡o las soldaclur¿rs v las almas cle los angulares dc las crucetas
los planos de las armaduras de flexión principales, y de no tener- trabajanc'lo a (ortante, la unión fr¡ncionará sin problemas de tipo
las presentes en el cálculo, puesto que rcsulta problerttático tencr-
algurro, ptiesto qlle en (-stos casos los fallos por cortattte en el
las Ln cuenta parciahnente, dado que en los progrcirttas actuales de
hJnnigón no son cle tenrer, ¿ttl'lque clebcrentos comprobar ell una
secció-n crítica clue pocler.I]os situar en los extremos del
vuelo de
bra-
cálculo muy automatizado resulta sumamerrte difícil introducir
a las estrateglas de arnrado las crucetas, aproxintadarnente a una distancia de 75 cm
zos mecánicos diferentes adaptados no
midiénclola descie las c¿rras cle los pilares, que en dicha sección
LoanteriorSuponeunciertoderrochededineroinneccsario, exisLe punzotlan1iel'lto.
pu.ito que las armaduras cle montaie poclrían disponerse etr fon- a con un ángulo del
L.os extrentos cic los perfiles deben biselarsc
áe paniitrt ortogonales en los ábacos de esquina y meclianería' rectos,
en la cara orclen clc 30,', con el pl;rno horizontal. Las NTE los dibuian
siguiendo la filosófía de mantener dos planos de ferralla
lo qrre conclr,rc:e a v¿¡riirciones mLly bruscas dc l¿r sección metálica'
i,ip.riol. y dos ¡:lanos clc ferralla en la cara infcrior' ¡r tan sólo
coricentránclos(r en sus bc-rrtlt:s las lcnsiorres de rctracciórr del
habría que respetar que el mallazo tuviese un nil'cl cle cuantía
hornrigón que puedelr pro\¡ocar fisuración'
mecánica similar a los montaies de las NTE que han demostrado
su eficacia sin Problemas' 2116. oIi M9r.ffArE
.4 A0TC|ONAL qRUC@r
Un mallazo del Ql2 a 20 6 25 podría ser la solrrción al ¡rroble-
ma suficientemente generalizable a la mayoría de las situaciones'
pudiéndose descontar fácilmente de Ia cuantía mecánica necesa- I
I
,i" por" absort¡er los momentos de flexión que resulten clel cálcr-rlo. 2'16 DE MONTAIE
ADrcroi.¡¡i ' ,
'l
I
i
:r
Áe¡cos soBRE PILARES METÁtlcos
CRUCFfA5
't
CANTO
L¿ ferralla suplementaria a disponer ett los ábacos
que se FORJADO PFRF¡L UPN
22 UPN-
proy".,un sobre pilares metálicos, especialmente si son centralcs'
1 OO
I
tl
25 UPN- 1 20
pilares de hormigón' salvo
luá¿u t"t idéntica a las dispuesta sobre 30 UPN- 1 10
ESPIRAL t6^lmi6,
^cEño'Li$'^É-Zff
.q€..
A!{4p,rrE^
zuxcriooE
BoRo¿ ltR
R€PARIO Ef,IRÉ flPO EN PLANÍA
f,ERr¡OS (br.) r.a
v ñLr¡S COlt
v€R i$r^
at¡ia
1116 D€ t@r{TA¡E -.. -. - : i
A'lclo.* r csig€qs= .
,¡!EFvro
f,sa ro
^r{G!!o VAR¡.T'S SUPERORES OE LOS
c¡a{ro cRljcrt^s I et{8 Y 0€ r,As eRUCET S
FORJAM PER'T- UFil MM)O €STOS LTEGUEN AL gORD€
22 rR-roo f--
2a UPN- I 20
35 uPn- l 60 , t cctrErqor
co{fno oÉ Fo€J m
Fig.l2.5ó'Moltt.ljeL-stárld¿rt.leunábacomc!áIicosol]Iepil¡rdenlec.liarrena
IAR!{óqJRJI q€.
., :: ¿ R€P^ñIO €MRE
t¡ERvtOS ($P) ztl o
. . '-iiDlóofl¡L-
2.16 O€ vo{I JE
I No st
¡¡gagn¡r{ ANCI¡R,
scr rqR aL P(^R
¡ ¡AIIGULA
Blsú 3(' ¡L¡E
c^xTo ciucar S
FORJADO ffRrü- uPl¡
22 tpi¡-l@
25 r rfl- 120
JO uPi¿- r 40
J5 tñ-160 I S VARILLAS SUPERORES OE LOS
Y D€ l¡s cRucÉl^s
CL'ANOO ESfOS LLSGUEN
Al BOñOE
tiltiit:¡
t.1 i.1.¡ |:/L .t
Cuanclo los pilares rneláilicos son circulares, rlo (.lrlccl..l nrás La solución (le crlrclrtá metálica solclacla a los pilares tarnbión
ren'redio que cliseñar la conexión a base de perfiles radiales cn urr pern]ite construir forjados rcticulares y losas macizas en nivelcs
número acorde con los csfuerzos cortantcs que tr¿insmita 1a ¡llaca intcrnredios de cstructuras cie hormigc'ln ya construidas.
al pilar, y el grado de rigidez con el qtle se quiera dot¡ir a la utriólr'
Lo prinrero que debe haccrse es colocar un collarín metálico
qlie abracc al pilar de hr-rrmigón y;j construido, bien a través de
lr :THI H tú fil t pernos de fi¡aciórr bien realizattdo un caieado sobre el que se suel-
cla el collarín en calienle, ll;ira ql.¡e al contracrse durante su enfria-
ln [T.Mfr
,|.
Ilurr n
E! Una vez colocaclo el coLl.rrúr, los ábacos sc montarl como sl de
fli metálico se tratasc, lál y cono retleia la Fig. l2 ó0
Lln t)ilar
,# ltl
-*fi- t,:,tr"
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il
fln
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llg l2.lrt). Dlol;iLlt i-r: i r,'- ;li- ,l:' k)rlacio reLicular intcrmeclio crr LrnÜs
.c)tra iornr¿i :rrj: cle,ic¡cla v conr¡rleja cle r,lnir las placas clc hor-
migótl a pilart:s t:let.i :cos c's t:ltle se conLempla err la Fig l 2 ól'
l¿r
Frs. 12.59. Drseño aDropiado cle un ábaco nretái;co [¡I¿ L:'r:-t''-¿'l-
¿
forrna mucho nrás scnciila qué
l,ria clc ilornrlgólr .j llilares circulares C()llvien!'q'le i-r! l:'¡r:cli-! :i' cJoircie ¡rocirÍa e-sl:i:-rr¡rse \'¿i cle Llrl¿l
de
i"r r.li'l"t rr'"iá1,.,-tr r" erlcuentrt:n biselatlos :lá:d :'i-;- : ='';-i-' -
nror,rcntos por-lrierr ei'.lstir en la unión, ¿itralizando las ¡llacas
nrente lc> Ien5lones ett sus bclrrles jTLICInletlj.r cJe hormigón suict¿i Jior clichas pi;i-
.irrcl¿ je v I¿¡ -ecr-lór
c¿s l; lai ¿rn-rladilra! cle conexión, como si dc un pilar de
"eliic¿les
hornrirrór"r se tr¿it;r r¿t
492 Los !oriados relkulares
pilari:s r:lel¿ilicos
Fig. l2,frI Urrión especial de losas ctrn
opirritin'
clc la flexión en las ¡rlacas' en ¡ltrestra
'El problema convenciotla-
clebe resolverse exclusivamente con las armacltlras
lesdelforjado,sinconsiderarlaflexiónquepuecianresistirlos
vistos anteriormelrte; todo
;"rf'l;t trunru"rrol", dc los montaies podría asig-
lo más, como expone J Calavera siguicnclo el ACI-3l8
corresponclicnte a la
nárseles a los mismos un 307o clel momento
banda dc soportcs, pero nosotros no lo hcmos heciro nurrc¿l ni
Si ¡rre-terrde-
recomendamos hacerlo, salvo casos muy singr-rlirre=s'
una ciert'a transferencia de ll'lomerltos
rnos asegurar plcnamente
las barras correspon-
a los pllares, poclríamos hacerlo soldando corr un perfil ntetá'
siguiendo Fig. 12 r-r3 Urrtón conrlrrometicla rcsuelta
clientes a dichos momentos a los soportes rretálicos' lico :lpe¡ HFB
los esquemas recogidos en la Fig' l2 ó2
ARM.
Sl EL MACI¿ADOf25cm.
FORJADO
coüocAR ru- üEÑos arro
CORRIDOS C{DA 25cm.
vrGL_yE8 EL AEMAoo
CORRTSPONDIET.ITT
Sl EL
'colocm
MACIT¡DO i 25cm.
Ár uenos dTó
Sl EL MACIZADO ! 25cm.
":coLocrR AL MENos 2óto
, CORRIDOS CADA 25cm. FORJADO
\RM. D€ SUSPENSIOI
¡ rr10 PoR NERl/rO
cAsErql __
RECUPERAALE
Sl EL MACIZTOO * 25cm.
_..'Ico[orc¡n n- vexós 2eló
' i CORRIDOS CADA 25cm.
ú
{
cÉ
Sl EL I/IACIZADO l25cm.
Posmvos.' aA!.gS!_ EouocAR--Á MENos 2r1o
RECUPERABLE CORRIOOS C DA 25cm-
ARM DE MONTNE
TNTRE NERMOS (suP.)
CRUCÍAS ]E Ag¡co
ñrruenzo \. OESCOLGADO
'e=osfrvQg
.1.
'ir
rl
.rl
.rl
'.:I
{
Fjr¡ l? 6,t{ (-;¡il.iIrr cip (,irtt1l en vill1O interrllCCliO. lOri¡dÓ :i:.,.ll nr B.trqrres pCIClidOs
MALWO
+ ñec¡rvÓs\
-lÉllLrr (:allt(l ell VOI;lcl ¿tl É' "á:::r i'r : li"':¡tltc-tc FO'iadO relicLll'lr
Fig. 12.óc). Tf.¡nslcr,i.. ,r .-!:1 :r.ii :a LIC
4()h Los fortutlos relitulares
l':
l;
.BrulE Loq _
.,ARM. LOSA.
2rlo coRRroos
i
POSm!0S / Q4sEro-!- .i t
\tltcA
RECUPERAELE . +, NoR!_41=|¡ENTE I¡IIFE
PILARES. VER EL ARMADO
Sl EL I¡ACIZAOO l25cm. I CORRESPONOIENTE
EdLoc¡n-¡¡-ueNos 2tl d.
CORRIDOS CADA 25cm.
a La armadufa superior de llexión negativa de la losa debe penelrar en la capa de compresión del forjado
preciso es
la longitud de anclaje por lo menos. Una regla práctica bastante segura a lalta de un anállsis
anclar la longitud del vuelo
Forjado rctictllar
l-'ig. 12,70. Translción a losa Ít\.rctz¡ cle rrlel¡or canto en vol;rcirzO e:'r¡s¿rj¿ ii..l)er"iirrrlicllte.
POSITNOS
!mnn
ll= HÉ Frr
'lr--
'l :lil
I
ll '-
1'
EI
-...¡-l
iltrmmmE
/ i...r...1 '"--'-n \
=n:]t=lfllF=tr
/: ,---
eL.qqge=s
ALIGERANÍES-t
,ügRl4e_
CENTRO
NERVIO
v]¿],.-.f¿a¡'f¿v.
,\ cAsFroN I
AEAO9, /,,., R-ÉCiJP€RABLE
ZONAYELMOE'DEL
coLocADo
l-oriadoreliCUlar
Fig, l2.71.RefuerzoclenerviosacoftanLcensaliclaclel áb¿rCt¡nlccli'rr¡leLrarr¡sa45ü
498 Los t'orjados relicular¿s
DE
o al O12'
No aconseiamos poner barras del diámetro supenor
FitJ.l2.74Reiue:zt.l.jF!¡t]1c)f"lC1n-']iell!o(cltlb.lrr¿¡sa4j'clist¡'':i..st.l5Ia(1i.,]nlclrte
Lds /drldilils rdli, r¡iJrl's '1c)()
CENTRO DEL
Pñir¡€R NERVIO REFUERZO CENTRO
OENTRO OEL AEACO NEEMVÓS NERVIO
$,
'cAsEroN
.R€CÚFEhA8T.E
A8ACO,
POSITNOS CALZO
i
NOTA:
EN LA PLANfA SE INOICAR¡ i-,
TAZON^YELMDEÓD€
REFUERZO COLOCADO
Sl EL MACIZADO I25cm.,
óouoc¡n Á[ ugNos 2olt
CORRIDOS CAOA 25cm'
FORJAOO
ELOQ*U-ES
' ll vl6A
PERDIOOS
l9,Tait"'-tl^[?3*oP*'.'.'o
ENTRE HORMIGONES
j
F..-: l -l 7{r. JLrr:l¡j cl(.'ciilatacicin ¡l rltecli;r Ilr''rcl€iir '":: i'l¡ :i: i ir'r:¡i
t.os /ori¿¡¿ios rrticulurs
lli
P€St¡VOS
Sl EL MACIZADO¡25cm.
coLocAR AL MENOS 2.10
CORRIDOS CADA 25cm.
,vlcJ\s.,€R ELARI¡ADO.
CORRESPONOIETIIE
Los estribos de las vtgas del tacón de apoyo deb€ran cálcularse pa.¿ ¡f,somer la flex¡on lolal de los
lacones,
C)eberá comprobarse que la totalidad de la supertrcre de cónlácto de'a t*.'.¿ ctrsoonga de material elásti-
co que evlte cualquier conlacio c,rrecto entre hormigo'res
nr b I er¿)
Bloqttcs Percll(los
oc cl i n.r cl ol; cln vi g¿l (:LI
l,¡ ri ¿i cl i r I
hie. 12.79
L¡s lorl¿dos reliulares 501
*
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\__BE9p_SAD_E84_-Étq
FÑTI lT'Er-ñ[rr Al
AN(;ItO PI, AR
t( Ac!uE!aMpo-0-E Esaur$s - .
lr PARA MEJORAR H ERCACIA
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I OE LA SOLOADURA
fl
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ARMADURA
DEL PII¡R
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(Jl
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CORDON DE
\ S'ot¡roun¡
Fig. 12.80. Disposición de collarines metálicoS en cabc¿¿rE cJe pilareS con cartas liviartas
502 Los foriados reticulares
coLt¡RtN
frEñim*
Pru|& HOR.M|Q9N
CARA DEL
-FiilR*"
coR9gU.DE
.SOLDADURA
lvc¡ffTiffil
<l -r\
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*l rl
-{-H t¡ffi]
P,-osrM9E,/ e^SErg!-- I
I ¡rr2Aso I
RECT,PEM8t¡
sl lt 9!?409.l?ssn ../
EL - f ,{,l-ob
6Ldüñ.^t-ifó¡ds t¡rat
@RRIDCIS C DA 25cm. :l
'$:11
i --i¡- ' I
. _il_-. ,
Fig. 12.82. Apoyo cn extremo dc vano sobrc viga metálica, Forj.'rclo reticular. Casetótt rccuperable
Foriado retictrlar
Fig. 12.83. Apoyo en extrcmo de vano con Íorjado embebiclo en viga nrctálica descolgada
I as forjados reliularps
Sl EL t ACIZADO l25cm.
cólocm Af MENos trtt \
CORRI0OS CADA 25cm.
,l
I
\ 4Ag_u-ES_.
?m6rboS
\s¡ e¡ ¡4gqlDo ¡ 2-5c..nn-..
COLOCAR AL MENOS 2T1O
CORRIOOS CADA 25cm.
perdidos.
Fig. 12.8ó. Apoyo entre vanos con tor¡ado enrbcbido err viga nretálica descttlgada. Forjado reticular. Bloqrres
13.1. Introducción general a la patología Los errores clel ¡rrct1'c:cl.o en gencrirl, FJor otra parte, no sólo son
estructural los rnás abunclantcs, sino clr.tcl son t¿lnrbién los ctrue suelen origi-
nar los d¡inos cL- ni¿rr,or inrportarrcia y magnitucl.
Es ya rrn tópico, y casi unu obligación, comenzar cualc¡rier
Fii¡r c<¡rL raciorr¿lid¿cl y sens¿ttez las acciones qr_rc prcstrmible-
aproximaciórr a la pirtología estructur¡ll cxponiendcl l¿ls cstaciísti-
l]rentr-, p],¡edcn alclu¿ir soltre nna estructur¿t dcbC hacerse siemprc
cas sobre el origen de los rnales que sufren nLlestras constnrccio-
de acuerdo con lo: reglanretrtos, el clientc y cl sentido c<¡mún. Di-
nes, ir cllo es así, porque nos ayudan considerablerlente ¿i centrar
chas accionr:s cleberjrrr tigurirr en la rnemoria dc cálculo y los pla-
clproblcma.
nos dc cr)r-rcr:nlC( ión.
Con matices y muy ligeras variaciones, parece que 1a
En gt:nt:r;:,1 los regl.irnerrtc¡s ofici¿rles resuelven el ¡rrot.llern;r cle
distri[-¡uciór'r dc fallos cn la construcción responclerr ¿r ur]os
porcentajes del siguiente orclen: lc-r: c¡.¡sor o.rjin¿:rr)s con sr-tticiente sensatez, aunqt¡e no siem¡rre
st-a así. irn¡rs \eces para bietr y otras para nral.
. 40 - 50 %: Errores de proyecto
. Eri el pr-rcr-ric cil'Tacorrta (1940) todo se enc<¡ntraba etr orclcn
15 - 25 7o: Errores dc ciecución
scgtrn 1or regiarrterrtos v conc¡cinlientos oficial(ls y, sin embargo,
. l0 - l5 o/":
Fallos en los materialcs
un i'ierito rloclc'ratlc-l ¡rroduio unas oscilaciones vcrtic¡lles que se
. 5 - l5 "/o: Mal Llso y otras catls¿ls frreron acur:i,-:i¿rtickl irasta producir su ruina.
t-
U¡s foriados reticulares 507
I;¡ lección que podcmos extracr de Tacoma es que tro sierttpre [,] fiiar arbitrariamente las cargas, no sólo produce patologías
es posiblc rccrnplazar las acciones del viento f)or cárgas esliiticas ¡:or dcfecto sino también por exceso, al añadir un cosle adicional
equivalentes para garantizar la estabilidad en nucstras obras: cu- e inlrecesario a las obras.
biertas voladas, torres esbeltas, elementos susperrdidos, etc rc-
El no aplicirr reclt¡cc:iones cn las sobrecargas de uso en ciertas
quieren un poco más de atención que la de lnirar y aplicar los
obras puedc originar cargas en los soportes y cimentaciones
reglamentos sin más.
dcsnresuradas sin beneficio para nadie, puesto que no se darán
En el sentido contrario, existen rcglamentos cc¡ttto los rq-'lativos nunca.
a la acción del fuego sobre las estrucluras c¡tle, en rluestra <-l¡:inión,
Dc J. Calavera recogen'los la tilosofía arllericana a propósito de
resultan muy poco afortunados al encarecer las estructurás y pc-
la rerlucción <le las sobrecargas ql¡e podríamos aplicar en nuestros
nalizar los forjados de todo tipo con recubrit'tlientos qtte darárr proyectos.
más patologías que las que tratan de evitar.
Para el cálculo cle toda pieza cuya área tributaria dc sobrecarga
L¿s víctimas en los incendios no se producen por culpa <le las para
cxcecla l5 mr, irrcluidos los forjados relicularcs, excepto
estructuras. En España, según demuestra una encuesta realizada locales cle rer"rrticitr pública y para sobrecargas variables superiores
cntre los bomberos, el peligro no se ef lcuentra en las esLrllcturas, a los 5 kN/rnr, l": sobrecarga total podrá rcducirse de acuerdo con
cspecialmente cuando éstas son de horrnigón; el pcligro se en- la fórmula,
cucntra en lo contenido dentro <le los cdificios, y frerlte a esta rc¿¡-
lidad: óOuién resuelve de verdad el problema? R=r.(10,75.A-150)
Ciertas compaírías cléctricas solicitan gratuitanlente, arttparátt- L¿ reclt¡cciórl no excedcrá el 40 % para piezas que reciban so-
dosc en un monopolio propio de la ¡riratería, un recittlo en las plan- brecargas cle urr solcl nivel, ni el ó07o para otras piezas, rri el valor
tas baias de los cdificios para aloiar stts transformadclres' dado ¡xrr la fórnrul.r'
Estos transformadores, en un número tlráximo de dos' vienerl
a pesar 3 t (30 kN). Pues, confundienclo la parte con el toclo' exi-
gen un certificado en el cual se garantice que cl recinto tiene que
Rn,o* =zl,r
[r+e)
resistir una carga dc 3 Vm2 (30 kN/m'?); total, que de tener que so-
portar el foriaclo 3 t (?0 kN) localtrlentc, dichas compariías obligan donclc,
a que el local tenga que soportar 90 t (900 kNl; sin coment¿lrios' R: Reducciótl err
q"
REDUCCIÓN DE SOBRECARGAS
t¿ caída clel pucnte cle la autopista que cruza la bahía de
(SEGÚN'UNIFORM BUILDING CODE- I 9EA) San Francisco, quc cslaba pcrfectamentc calculado, se produio por
100 r.¡n error cn l;r cJisposición de la ferralla de las ménsulas coftas don-
dc apoyaban los tableros que propició la rotura de sus bordes y
E0 el dcslizamiento cle los misrrrcls.
gto
No obstante todo lo dicho, la soc¡edad no puede pretender
€z(fr
OTRAS
' _ t'a.r'z
lj¡ji 14(fl] _ _ -E dl0-3 (lue se;rn las cstructur¿¡s las únicas que astlman la rcsponsabili-
Sru r¡Érir.l!# É. i+r, rri"jiirgil l0 ,t, dad dc mantener en pie las constrLlcciones frente a cualquier tipo
440 i{t'¿ dc contingcncia.
É * - s-=
l0 ---N[E,U'6i
20 Desde qrre el honrbre decidió vivir en comunidad y en unos
l0 cspacios dctcrminados por razones más o menos iustificables
0 (aunque la mayoría cle las veces de espaldas a criterios técnicos
0 l0 20 30 40 50 ó0 70 80 90 100 tl(,120 130 l4{l 150 racionales y con unos rccursos limitados) asumió unos riesgos que
Ánee oe CARGA SoPoRTADA (n2)
rro ¡lretle elurJir ¡ror rluclro que, hipócrita y demagóg¡camente,
Fig. | 3.?. Posil¡lt:s rcclucciont:s ¿¡ Lener [)resentes r:n krs t,.ilculos tle l-r¿rsl¡rcie la res¡xrns;il.liliclacl clc todos a unos pocos, con la excusa
diseño y peritación de estructuras.
cJe que esos pocos son los encargados de construir lo que la so-
ciedad clenrand¿ y ios polÍticos deciden.
Para sobrecargas de alnracenalrtiento suÍrerior a los 5 kN/m:',
no se acepta reducción en vigas y forjaclos reticulares, pero pue- Si el terrenroto de Tangsham ( 197ó) en China causó oficialmen'
den reducirse las sobrecargas en pilares un 20 o/o. te 242.000 nruer[os, 164.000 heridos graves y 2.ó00 niños huér-
fanos, con tod¡r la ciudad deslruida, la responsabilidad recae en
. El t.errernolo es otra fuerrte dc ptirclidas en vidas lrunranas y todo el sistenr.r social que no fue capaz de proporcionar un urba-
catástrofes económicas muy importantes en ciertas zonas del
cle nismo adecuado y los recursos necesarios para levantar unas
mundo y con probabilidad no despreciable, alrnque pcqucña, dc constnrcciones lo suficienternente solventes que no causasen se-
que puedan prescntarsc cn algunas regiones españolas. meiante nún'rero cle víctinias.
Frente a las acciones cxtraordinarias que producen los sismos . Si con recursos limitaclos se pretende edificar naves baratas
en las construcciones debemos aplicar todo el sentid() cr:rnún del sobrc polígonos industriales asentados sobre inmensos vertede-
mundo, si no queremos caer en el pozo absurdcl de crrrn¡llir la ley ros de relleno, ino cabe esperar que, cuando se prodrrz,ca una llu-
y n() sri espíritrr, con resultadc¡s de dr.rdoso com¡rortamicnto a Lrn via intcnsa o sc ronlpa urra tubería. se produzcan asentamientos
coste elevado. que den al traste con todo lo construido?
Frente a los cálculos sofislicados det¡e irrrporrerse un (liseño L;¡ evaluación correcta de la capacidad resistente del suelo y
armónico y ordenado cn planta y altura. L.as nras¡¡s nrayores <Je- su posible cornportamiento, local y globalmentc a corto y a largo
bemos concentrarlas en las plantas bajas; los retranqueos deben plazo, son unos condicionantes del proyecto básico al estudiar el
proyectarse simétricamente y nunca conccntrarlos erl un solo lado. solar, que no podemos cludir alegremente sin riesgo de llevamos
Los pilares y núcleos de rigidez encargados cle rcsistir l;rs fuerzas sorprcsas rlesagradabies, y tener que recalzar nuestro edificio con
patologías sunr¿rrnente cJifíciles de resolver dcspués.
de inercias que se generen deben ser simótricos ert ¡llarrta y su
centro de inercias dcbe coincidir con el centro dc gravedacl clel . qtie se pretendcn
El visionar los csfilerzos de las estructLlras
edificio en los dos eics de simetría.
resolver, ¿rrializar y corregir los artnados para adaptarlos a un pro-
El apear pilares sobre vigas es muy pcllgroso ccso conslluctivo, car.I]biar seccioncs, quitar y poner en aras de
urra cficacia nlavor de los mecanismos resistentes reales, adaptar
Las tabiquerías deben llevarse en todas las plarrlas: prescindir y comprobar local y manuallnente un cálculo ya realizado, etc , en
de las tabiquerías en una planta aislada suporle ast¡rrlir ricsgos y definitiva, el pensar y no acLuar maquinalmente, es lo quc debe
lorzar aque los pilares tengan ctrue absorber toda la crrergía indu- haccrse cuanclo alguicn se sicnta y calcula una estructura con cual'
cida por el terretnoto, sin que lt>s tabiqtrcs ayucle-n :i clislparla c'on quier tipr: clc programa y, toclavíir rnás, si el progrirma es de los que
sus roz.amicntos al rompcrse. llamarmos cotltercialrnente "automático"'
para todo;
Elcálculoqueserealiceciespuésdeurlaconcepciótrselisata Un 1>rograrna de esta naturaleza en modo alglno vale
vale para lá que vale y iamás pueclen aceptarse a pnori los resul-
y lógica, siguienclo las pautas expuestas. tampoco sirvc de
nada
que pr-rccla clar cie eclificios compleios y singulares' sin la in-
,i ná t" materializa con una eiecución donde los detalles construc- tados
Lervención inicial y final del proyectista'
tivos estén diseñados y construidos cuidadosamerltc'
Los lorjados reliculares
Veamos algunos puntos donde nltestra expericncia detecta el L¿ documenlación quc se entrega con los prograllras detre ser
mayor númer<¡ de errores en el uso dc programas ";srJfor'¡láticos". leícla, com¡rrendicJa y asumida, con cl obleto de saber cn todo rno-
nrento hasta dónde llega el progranra y las limitaciones que posce,
El ordenador no define geometrías, no fiia los cantos de los Un muro de sótano no puede ser asimilado a un pilar dentro de
foriados, no conoce la resistencia de los nlaterialcs, no lrazala Llnaestructura reticLllar porque su comportamiento real nada tie-
estructura, no pone los huecos, no elige las carg,as, etc; todo lo lle que ver con el comportamiento que puede tener una barra-pi-
mencionado, y más, lo debe realizar el usuario dcl progranta con lar en un csqucrna de cálculo espacial.
su mcjor saber y entender. Decía E, Torrtlia: "Pri¡nero Ia forma q, lue-
qo, elcálculo".Si la forma cs buena, los resultados del (álculo au- L;rs cargas ¡:utrtrtales, el naci¡nielrto de un pilar sobre una viga
tomatizado deberían ser bucnos y, en principio, cabe esperar quc dc apeo prcixirno al pilar inferior que la sostienc, engendra un me-
así sea; pero aún así, debemos comprobar y revisar todos y cada callismo resistente cle ménsula corta que requiere un armado es-
uno de los planos quc e[ ordenador proporcione antcs de enviar- pecífico que poco ticne que ver con el armado a cortantc de una
los a la obra. Casi siemprc, incluso en el rneior de ios casos, ha- viga corno L¡rl.
Un elemental descenso aproximado de cargas en los pilares Una reflexión sobre los listados de ordenador: €n €l presente,
más representativo del edificio debería scr una práctica obligada es tal la potencia de cálculo de los programas de ordenador, que
para todos los que usamos este tipo de prograrnas y, sin embar- resulta físicarnente irnposible materializar e identificar todos y cada
go, no lo hacemos con la atención necesaria. uno de los elementos que se analizan y la infinidad de combina-
ciones quc se realizan en los cálculos. Adjuntar en un proyecto los
Comprobar que las especificaciones de los matcrialcs y los listados de ordenador, en nuestra opinión y experiencia, resulta
coeficientes de seguridad que deben fig'urar en los pl.rnos se co- una tarca costosa y totalmente inútil; no sirven de nada.
rresponden con los datos introducidos en cl ordenador, una vez
más, debeía ser una obligación ineludiblc. Lo que antes era posible, ahora ha dejado dc serlo, y no que-
dará nrás rernedio que establecer una nl¡eva vía informativa en
Obtener un plano previo de Ia posición de pilares, vigas, for- nuestros provectos que, siendo de sentido común, permita una
jados y contomos de huecos para superponerlo ¿rl plano cJe arqui- aproximación sufic¡ente y razonablc a los cálculos realizados.
tectura, y ver quc existe armonía entre lo quc se va a calcular y lo
que se ha proyectado, tendría que ser L¡n paso previo antcs de kl fe ciega en ios recursos informáticos y la supuesta facilidad
poner a rodar el programa de cálculo en el ordenador, de cálcuio que proporcionan los programas de ordenador balo su
aparente potencia y automatismo, inducen al error de creer que
Confundir los lados de los pilares y el anchi: por el canto en con ellos se pueden suplir los conocimientos estructurales nece-
las vigas constituye un error frecuente y requiere rnucha atención. sarios para proyectar una estructura lógica, sólida y económica.
I-os programits dc cálculo "automático,'dc estructuras ni son au_
A menudo tenernos la profunda sensación dc que el corrcep_
tomáticos ni sirven para todo. Los disparates que pueden llegar a
to de "discretizar una estructrira para su cálculo" no se enseña e¡l
producir ios orden¿dores cuanclo se introducen estructuras y
nuestras escuelas. Tener claro lo que es un elemento lincal, super- ór-
denes irraciolrales en sus prograrnas y se obtienen unos planos de
ficial y volumétrico y cómo puede ser discretizaclo para su cálcu_
armaduras que no se revisan y se mandan a la obra tal cual: iSólo
lo y poder obtener una aproximación suficienterrente válicia cle los
Dios lo sabel
esfuerzos que lo solicitan, debería ser una asignatura obligacla
en
los programas de enseñanza del cálculo de estructrrr¿ls. iR¡ecJe alguien con algo de sentido común dejar la responsa-
Muchas veces se reprochan a ios programas de bilidad de un edificio, con lo que ello implica en bienes
cálculo ,,auto_ les y vidas humanas. en manos del "automatismo"
materia_
mático" aspectos que son prácticamente imposibles de un programa
cJe predecir y
de analizar, incluso al margen cJe los propios programas. de ordenador, sin nlás, como ciegamente parecen
demandaialgu_
nos técnicos?
510 Los toriados reticulares
Fig. 13.3. Tipos clc fisur¡s. {[furabilidad dc cstmctur¿]e rle hr:'r:'rrigón Cuía dc cliscño, C.F.B.)
Cargas
Reacción
árido.álcalis
il
Conosión
il
Retraeión
de secado
Contiaccx5n
It
térmica
¡nicial
- - -
Retracción
plástica
Asentarniento
plástico -l
-l '1 ffia lre
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Retr&c¡óna l' ! -...-. - -
Ro'racc:ón -.....-.*L-*-*.
In*.,'.-tt¿oiutn"...onoiot
iino'r"o'0. lRedxi'cdúa.úColv¡ne
rlriii Ju¡16 !.rtin.rr
prqc¡¡
,p,."c¡"oorc,!das:Junro
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oetg,rc¡ss :
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aúo¡rrúdo il jCo.lra lxo,rnrOOn lercol'eOo Mo?cts¡i¡cr¡ rrúoixtqrado lOorefOar lat
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l¡lintu¡rlc"gc.tm
L rP'"P"'"oo
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,Ertrtlrcr¡-
lcocdrrrd¡s
llibcosru
j_ ¡
llrtlr iaa
&.$.¡tricb i i irúrmd¡c) i*a.**oñÓlc¿¡s i*ttl"oar
Tabla LJ.4 C-l;rsificación de fist¡r¿rs intrítrsecas. (CEHO, [3olt.'tin rrrinrero l2' C.E B.)
5t) I ¡rs /irri¿rhs rclitttl¿n's
13.2. Los errores en los proyectos de los LO,i ¡l;fallrr r't'a f:'l :r:: !r-lc:ncio :.e pueclert ;r¡rreci;rr, .rrltliitctr tln¿l
( il t ¿
.,.-.r...
l\ : -'.) ( t:.!il(la) clr,c'cl;n ÓclrltÓs Dor las
forjados reticulares
I
L^r patología rcflcjada err la Fig. 13.8 resr,rlta mtrt ho rrrás fre-
cuente de lo que pueda pareccr.
s
Irig. l3.!l PlarLlr-¡:r,r'r :lrlTrcc,rrt-'(-[oycJe:;mesr-trar.lotleunaesquirlavcrl;rcla
c¡rtc poclri;i r-t5rJ."i-l'¡i :¿r': r--lr-'lll.r: r:r:rn lo:; propir-ls rectlrsos qur-'¡roseen Ios
forjados rc'tir:rrr¿r:',
Fig. l?.ti.EI r|isrnoforjarJocncorrstrucciónvd:'str,.iÉ'. 1li t':r'(orrslrlliclo. Lo5 crr..,rL] lr ¿< qravcs son debidos a despistes absurdos:
Clrafi;¡r erl ¡ilan,.ri I,l:-r (-;rrrlo l-rlcnor al calculado, calcr-llar corl car-
gas rruV ¡:or rlelralt.r cle l¡s cle servic:io, olvidarse clel ec¡uilibri<) cs-
Con ¡¡rmach.rras cle flexión positiva nrtl','tlens.ls, l.r lCclr¿lr.lir tlc:l
horrlrigón fluye por IOS laterales de los casetcl¡p'-' i t t.rttiiqrrdrr Lln¿¡ tálico r:lenterrtai r.lt1 t-r-rrriLltllo, ctc.
bóvcda cle cristal qlte envuelve las barrar. rnÜltrdrrclc) apc1r1-:rte- jt:rri ¡rlos ilustrativos, c:ita mos algr,t trtls
A títu lo ni(.,l'¿1 i.lr:.llie r-1i-' c
mente un¿t fals¿l soliclez cle lcts rreruios; b¿l\Id gL)ll:)c'ár el rrt.:t'vio Corl
r
.
Tantbién res¡lta tnrty frecttcnte la ¡lat,rlo'g;r
(-1e
'aqr-ielloi'
cll-lc
t'l comportamiellto lllet-'it-rtt tl -' t{::;i:Lt''tlte clc l;is
no comprcnclen
placasyseernpcñanenobligarrlaatrabai¿jrrleÍortl..i¡rlrstlrda,
cle
lompli,:anclo la ferr¡¡lla hasta lírnitcs irts<t,cpec!-r¡(ios. sjrl
at:ab¿rr
fiarseclelasetlornles¡-losibilicladesyre(l,rsl)i'¡sis'.e,t¡tesqtre|]o-
,,;ccn los foriados reticLllares qllr: colllo I¡l¿rcas
quc 5t)lL' soll citpS-
ces de clcs;rrrolla r rnu lticlirccciona lmentt
5i una csquirra volacla exige arn'raclur.rs llr')l erLL lTll¡1 de l¿rs rlr-re
Los pilares de la figura 13.10 se fisurarori tt:dos por flcxióri err Tcnierrclo prL-senle la Fig. l3.l I y no pensarse err la densidad
sus cahzas, debido a que en el ordcnador se intrcxJuicron corl Llna de arnr¿rcluras qLle se acutttulaban sobrc cl pilar, Y no existir tlna
altura de 3 m y se construyeron con una altura inferior al mcLro' especific;rción apro¡riacla del nudo en el proyccto, el sola¡re de las
banas previsto genéricanretrte mecliante patillas fue olímpicamente
El incrémento de rigidez de los pilares construidos produio un
momento físico real rllayor que el previst-o teóricatnentc: err stt di- ignoraclo, claclo c¡r.te rcsultaban casi dc imposiblc construcción por
mensionamiento, que no detectamos hasta qLle nos llamartlrl al Ios ferrallistas: Ltn cl¿lro enor de proyccto.
visionarse las fisuraciones en las caras opuestas a los vallos'
c:ortos (le
L,a t)átología anterior resulta frecuente ett los trantQs
pilares comprenclidos entre dcsniveles de foriados y erl aquellos
que se empoLran en los muros de los semisótanos que no llegan
al foriado. Los esfilerzos de flexión amplificados en L'slos pilares
por su mayor rigiclez y los cortantes sobre sus cabezas dcbid<¡ a
las fuerzas transversales horizontales quc induccn las retraccio-
nes de los foriacJos sobre los tnismos, sc superpone¡l con restll-
tacloS desagradableS, si est6s peqtreiros tr¿¡tllos no se L-llctlelltrcln
fuertemente anllados y estribados.
. De'sgr¡¡ciad¿rn]erlte'
esulera se cOnstruirán con el cnte.rio mencíonado"
pero cort (ln¿i Fi! l3 I I r .rncldie ina(l(¡cuad() de barras tlt:l s25 (ltie.tuvo,qt¡(:
existía otra escalcra en el edificio de utr solo tramo'
E;llr.rilnlc
.,.i sotuciotn¡o en .rllr¡ rl'c'cllarlt't'soldadtlras' por rlo venir especltlcaoo
el mismo criterio'
luz de 7 metros que el constructor elecutó con aderuad¿n:cnie eil el ProvecLo
Elresultadofinalpuedeadivinarse,laescalcrascp.rrtió.afor-
y sin pro-
tunadamente en esl'e caso, nacla más quitar el encofrado
Se nlirc colllo se mire y se piense lcl que se ¡riense' no cxiste
ducir daños a los obreros.
planificar y diseñar las
cxcusLr ;ilgutra tltre int¡licl;t ¡r los proyectistas
se 'rlter¿iron clos tra- hatgamos su Cgnslrtlc-
En otra obra, al grafiar el cuadro de pilares' ¿¡rnracluras c1e una tlbr¡¡ dc tail m¿rlera c1r'lC
Iros veamos obli'
mos.Eltrantoinferiorde50x50ibaencinradeltramosig\li(-l.lteque ciórl lo nl.is serrcill¿r v raciotral posible' aullque
después cle ha- ferralla excesivo
debía ser de 40x40' NacJie advirtió el enor hast'r gaclos a terler (lut- clisporrer un volumeti de
40x40 tr-tvtl qrle refor-
ber construido varios foriados El pilar cle forzaclo por l;rs circuustancias de la obra
50x50'
zarse hasta conseguir que resistiera lo misrno tluc el dc
ferrallado de la
ConstruidoenlaviviendasuperiorconunQsresaltosinnecesarios Fre'nte al cle-scc'lntrol qr'rc se adivina err e[
por un arrálisis dcl foria-
y molcstc:s en las tabiquerías' Fig t3 l2 yrro¡riciaclo sitr lugirr a dudas per-
3 expresa, sin ser del tocio
clc., de,luclos¿r caliclacl, la Fig.
t 3. I
que las t-osas fut-ron perrsardas y
'l,j¡faltadeespecificacionesydetallescot'lstnl(:tivQs'espe-
qtre cr-rirlquicr fecLo el rcsult¿irlo ollterricl<¡,
y singularcs tielle-
cialmente en los puntos delicados estllcliirclaspcll;}CorlSL-$uirurracalicladestnlctttraldigrta,facilitan-
quc parezca' quizás sea llrlo de los niales del foriado'
ar,rua,uru ¡ror simple c{o al nráxinlo tll proceso c()llstluctivo
cacl]los un¿i vez y otril los
enclémicos en los que reiteraclamentc
la costtlmbrc de re-
proyectistas de estructura' Si no adquiritnos
a la escala adecuacl¿ los elementos
di'
;;;;;."métricamente pucrlen scr constrltidos'
señados viendo lo que ocupatr cónto
y
al deiarlos e¡t nt¿¡rtos.de los operarios' éstos
con plena segurÍdad
nrás fácil y cónrocla paral
los harán de [a forma que les resulte
ellos, que no siernpre será la melor'
L¡s i,rl¡,1 r- r, lrL r/Lrr,'
'::\
Fl i,,n()1,11 r¡llC l¿ls ¡11']1¿rClri'';r ' -' ' ., .-, r- l-Lr(l t].l(' llL)
irrde'filricla err los
slrperan los l2 nl y dibui¿rrse lr¿irt¿s 'i' l¡r r: i,tci ,t
err-rrl)¿illlr(r! i'1
. l-:;t, f '-'_.1 .i(l¡s (-()llr(.) cl
lll¿irtos, pll(rdel I colrcltlcir ¿i
- I ., ..'i,.lc¡I;tlllrltti
recogiclo ell la Fig, 13 14, si ttc-¡ cc rltrt;ll'
ltls tlrlt:: r.. ::()f i-i,: lllC)'eCtO.
ciónclc v cótno clclletr ittrccrse
5ló L¿s Iontdos r(liillarcs
.l
--*r-F:
Salvoqueeletrcargadodelat'lbratioltlit]olili-tli]lrltl]'l(-)
'05 (
(.leicilicii-¡ ori'ts !
constante y continuo en el hornlig'oll¿tdo'
cle la luz {lrger;'r:''fl¡le fLr¡:r;r
crrr¡talmcs clel proceso ell los cuartos
pucdell in)llQrlÉr al lr-risllicl t-tttr.rs
cle ios ábacos), la anarqrría que
patentc en la t1er111l
operurio, sin cotrocimiento, qr'reda 1
ail:)LLto:\.'1\Llaleb
i'l :::
,in ll.,go, a cltldas clará origen a coqLlerar'
J*ptor.nto, en lo-'; techos y em¡lalmcs i¡1¿1¡;¡'¡r'''rcl.l ' t- lrlr(l
entre ic¡i ntl''r'rrt'i (l..l,L
i;;;g;;"t ¡ror laltir del c<¡sido clrlc
prociucir un villrado correcto.
,.p f
I
f
se
h¿rililLl¡l lratologtt;r'
. Si, i L)r'r''r :-LLrl¡ 5el r'rtta llrilc:tlca la f.rnr': qll. sc
l;_.,r,:,¡,_iLiras á., nerr¿n posiriva rlc tlt'
s.:.D..nilL.r_ u "otuttt. "l lr¡li¡zo
l¿r
. L-¡ i¿rlL.; rle linr¡rierza y orclerr ett los tllontajes clel fenallado de
Ios forjaclo:, ¡ienen stl o,ig"t' dos callsas incuestionables:
"n
- Urr Ir .il ciiselio clcl lorlado'
- Y la f¿rlta cle urlaestralegia dirigida a conseguir eslrictanlen-
te los ci-i.rlro planos de árnracluras que demanda el forjado'
,t'!//
=/
superiorc's
Fie. 13.25. Resuita<Jos visibles cie apovclr 'as atll ¡ciuí'ls
cli
E.l rto respctar tlna ntíuinla cstrategi¡i cle .lrtlr.lcltl en io> lotj.r-
clc-¡s reticulares es la fucnte inevitablc cJel c:¿tos cc-rnstnr(tivtl etr los
planos rcsistentes cle las arrnadr.rras, f)i.rde el colltrol cle
clc¡rrcle se
Y claclo que estc apartado poclríir no ¿tccll)¿i nllf lc(r, r'¿tttlars ¡ fi-
r3.3 r). ' l' itlftlrrtet.l cle lcls ¡llatrtrt cit .lt'-r;iilt't.r:
f r tt il . . ;i.. r'',:i,, 'ró :i.,' -i¡lll l.r en 5' ::u-ll tle i'¿-'¡ri'rn
cle arnr¿ldur.ls.
ot¡t;¡''foi,li1
t¡ 1) ,-i (l.l zLl.ch(-) silr .lill.rr L)errüitelr (rL
'-- :,r¡ , lr¡rr¡lr'.-]11.1¡ Úl \Lleie \ i il -'l LlcLl:
lt'lli(.1(.I'r :-tr :'i:
-.. 5.rle11 clc'l llcn ir¡?
qlrlllil!:i!' ai! ¡l:l :' i r
|.{)S /(Jrlú¡fl()\ rr'¡riul!¡rfi '2t
Irig1. 13.32. LtS barras clcl pilar sin ctlclerezar ¡ttLcS tle l-orttl;gttrrar
elllflrll¡rr clt- l.-r figura 13 34, el zullcho con :L¡s L's-
Fiu I -j ll F'¡":,- ;:i rJer;;lst.rc
el aspc,cto del foriado Que'pclfece ra¿c)lt<]i)lenrelr'-É r:cj' resLjrLLo l)ese a cll- IrLbils i ¡¡..ir:::;rcir.lr.;i5 c1c flexicin rlcgcltiva cle la IJlcsente ligura te¡lre-
Colltfclrs€ el rttallazO :tiIl ullos c¡lzos tltÍrinros 'itall¡;lrl Lll ' .---'l1 i\ .l lJllll.jr
Fig. l?.??. Arnraduras de flexión sin p¡¡i1l,r;'r'iq u" :rr"ii'r¡ cluÉ iÉ er'rcuer"l
lr;l ;lclt'r'uacl;lr¡r'ntc sr.'parado de l.r t¡bic.: t.rl r' ,:,:,-',. .ieb¿ =el \,r ,rbst.rlrte
la dis¡ro:;ic'ión córr(-.t.r cicl zurrt:ho qr.rt-r:la ;rrr-rl;i,-i.r r-,,-,: ..' ,-lt.-i¡-,-r:.r tr¡ii¿.rcl¡
cn ld el¿rbor¡rcion de las patillas de.rncl(tjc c¡l!.:.ir!,-r:r ri'- ..¡ ¡r[rqorraliclad
neces¡il¡
Fig l3 34 Difícilnrentc poclr¡i colocarsc Llll lLnr:i) iti\-lt (.lr-Lc c, recogido en Obsér.,al::,: .r-)r i\.¡r'al]-toS i:]e l.rs Llarr¡r:;. peni¿do fj¿trct quÉ llls ¡ir,
Ia presente. fiRilr¡. rlLlcrilr+r) ,.:t. :-,'--l:., :tl.)dn (le qilé alntctc('lr clc lerr;ll¡ l)cirtitlü|
I ,,s h)rt¡l¿ldi lclrr r/dlc!
Acclo.raa Y dac{.loñaa
F¡r. P;.L lntrlrrcrtd¡
Clierile (Propielar¡o) Delin€ L6o del odiftcb
Deik*ción
Asá6or ' Condiciones ambienld€s
Pl4lilicacltn ' Vida en séruicio
t ctiente I
porrodocre -Ilcontratista
J"G"- -- tl
Corf
- ;;,'"
r*o**."
Porlodo cle I :l"im,?;T"'"''u"
- MT{a ri€r¡to rr r
mañtonimionto | ______L---
i c€niricado r naroe obra
;;;;*t-ñ-
n&vF-M'w'"""'- lánun's"
l¡s"ao, I
t Ciiente/usuaro \
- I ..- -- ---
-'-:----
Pórfododeuso lusuaro I [ffi,"H'Jl'u"fi",-'"^t"
i l*tffl''i'i'-tt Il r^ro^" o" resurrados
¡"o'ne'- "-
lnspeccones da rutina
i|I '*:il:#.?IoJ'.r.=
|
t se iuzsue n€cesarro r.L'I'i 5. irrLerac( iorrcri; enlr'r l"t-g;:t]L':t:-I':::,'1"
i6-
i -':'^'h
eropiaario X*ru*':.o:llill"3=--""0"seiuzeuen€cesar..
.tü'l,r"r,*,rnro y remvacron
"u"noo
r.1¡r
j =._. il r\ Ll,Lrr. r.](l()s e¡'] ,
]]]jil,*_l""il
itl Ll(l Lir'¡:; (le l'o|llr:'
l..=." "
,ür,r., ,n
Usuar'lo - - :- L
- I,,lt-l-lO-CF'Ll)
Los /orlados relrt¿lldrr5
difíciles de evitar en
Este tipo cle fisuración suele presentarse
en la frontera de elc-
L¿s fisuras de afogarado son realmente
cuidado que se pongan entre sí' For eiemplo'
y
climas calurosos ventosos, por mucho mento:; que tienen espesores muy diferentes
pernanentemente permanez- i"t f"tlu¿"s rcticulares de canio 40 + 5 cm' el hormigón de los
en el curado de hormigón, salvo que
"" diferente que el hor-
ca éste humedecido. nervios experimenta un asiento vertical muy
el plano superior de la bañera' lo
prohibitivo tratar de con- migón que se encuentra sobre
Desde luego resulta absolutamente tracción y, muy posiblemente' las fisu-
compensa-
."Jiotiün, una tertsión dc
trolarlas mediante armadurast No raciones que se indican en la figlrra l3'42'
y tratar las fisuras de
La manera más razonable de enfrentarse
un buen curado del
con hormigón en primer lugar
lc,q,
?:l
.?t
vo, adiuntames ur)a labla cotr los va- Salamanca 790 11 .6 38,2 -20 @
lores climáticos más representativos Seqovra 1005 118 38 15.2 63
Soria 1080 10,5 37.6 15 67
de los últimos 30 años registrados cn 38 -18,8 66
Valladolid 854
Es¡raña, y otra tabla con las cotrdi- Zamora 66/ 39.4 13.4 66
ciones ambientales básicas que en Barcelona 6 15.a 34.2 -8 72
época estival se ¡rrotlttcrr-n c-tr las r:a- Gerona 125 14 1 39 13 72
pitales españolas, para que pueda Lér¡da 202 1Á6 42,8 15,4 u
Badaioz 'l¡r 4 43.6 66
cvaluarsc la rctracción algo más afi- 19.2
Cáceres 405 16,2 42 -5,6 60
nadanlenLe, siguiendo la [onnulaciórr
A Coruña 67 141 39,6 -0,8 78
expuesta en la Norma EHE.
de-
A partir de e y clc (t-ts) se calcula el coeficienle flt-sl 9ue
dos perío-
fine la e'valu;ición temporal de la retracción entre
5I- ---- dos cle tierlPo cn días,
i
56:14
15
o_
P':-,i = *,1'J'il'-,,,
(HR) del ambiente que en-
En función clcr ia humcclad relativa
p¡ que de-
;";k;la pieza, se calcula un nuevo coeficiente
pen<le cie l¿r nrisnla, salvo que la pieza se encuerrtre
p¡t es positivo' es
surriergicla cl1 itgua ptlesLo quc entonccs
!v--j_.-.-i
t/hd¡iú üi; ;; h.rv reiracción sino hinchamiento y toma el valor
I 3{
ilíe I 2s F¡ : o'2:
-.4
taufcL I 3C
Fi = -l'
"['-[ml)
de la cali'
L.lpar¿jnrcrlto básico cle l¡¡ rctracción e,o' clepencle
2A
y EHE lo calct¡la simplifica-
'32 clacl clel horrrrielórr t.,n -rr cle Fn la
damenLe asi:
7¿
e'o=e5'Fh
Sdttari&r
t570 - 5fq¡) ' l0+ co1 f.-¡ en MPa'
operando
9.oovi¡
36
en la que t:. -
gencrlcanrenLe cor I tcnr
normal o
fatn!oo¡ 26 migón labricado cotr cementos de enciurecimiento
t6 del orclen de los 20o C'
_io_ rápiclo v a urr;i terlll)eratura meclia
Tolodo
-_j168 l1
_.3_ 45 Utra fortrruiación más general vendúa dada
por'
I
valladohd
65
{t' =t, +8 MPa)
I
Zañon
59 ., =l'óo+ro o.
Züa0o¡¿
I
[o-1ü )] 'o-'
!r;:A¡:l#,:*Ztffi-rwr,.::*::'*::ff :13;li',;X#::'i:'Y};trJÍ:a1Í'¿"¿f ': sicr'dtr
f], = 1 ,H()'^nigones cle cndurccimiento lento)
iif = ,, ,innniec¡rres dc enclurecimienLo nonnal o
rápidol
Tahla l3'8. Dat.os ClirrláticÓs Esliv'1li-'s * Ir¡rr'nlg,rne:; de enclurecitrliento rápido o de
alta
ii. =
'
re!rSlerll.: I
.
L¡s loriad¡ts retkulures
- Finalmente la retracción se calcula por: perimentar sus acortamientos prop¡os de la retracción térm¡ca e hi-
dráulica, pueden acabar partiendo los forlados que st: cncucntran
€r(t-ts)-tro Ftt-rrl unidos a ellos cn sus bordes.
. Para analizar las consecuencias de la retracción sobrc las llor ejerrr¡rlo, cn la figura 13.4ó se observa una fisura quc par-
estructuras, la idea más importante que debenlos retener es quc te el zunchcl clc borde de un ioriado reticular nítidamente, debida
l¿r retracción no es una fuerza irn¡lresta, cs r-rna defornración inl- a l¿r retr¡rcciórr clc los dos lienzos dc rnrrros a ambos lados de un
pucsta al hormigón. hr¡cco exislenle en cl nlisnto.
Dicha dcforrlación de contracción, al cstar los eienrentos es-
tructurales coacclon¿ldos dc una u otra forma, ¡rrovocará tens¡o-
nes dc tracción y, por consiguiente, fisuracioncs. Por tanto, para
evitar o paliar los efectos de la retracción, dcbemos pro¡ticiar urr
l¡uen curado del honnigón dc forn¡rr tal que le pc:rrnita clesarrollar
en paz la mayor capacidad resistente a tracción que le sea ¡:osi-
ble, y disenar las estructuras de manera que sus piczas puedan
contraerse gencrando los mínimos esfuerzos cntre sí. En el lími,
tc, no debemos olvidar que una contracción littre, no genera cs-
fuerzos de tipo alguno.
Deformoción no impedido lr
= l ig. I t 4r-r Fisura ¡rrt:rir.:cid.t por la ntracción de lc¡s muros late¡alt:s
sotrrt: cl zuncho ¡tLrc'rrtr: rici hueco.
Y'EMFO
€crñ€TnACC,Oñ
H,OCAULICA
Lasfisurasderetracciónertlosforjadosreticul¿rre5:clniáci-
;rtu¡rdas en
les cle cJiagnosticar, porqtre a[ margen cle encorltr¿rrsc
varros y err las iripotenu---a:; clc los rc-
ios t.rcio, ccntrale--i de los
etrciretttr¿n bas-
cuadros cle esquitra de los techos clc sót¡rr-ros' sc
qlle
ünt. n',á, abicrtas cn la p;lrle superior {capa dc cornllresiórll
prest'rnciit cle l¿rs ar-
.,r t" partc inferior de los ncrvios debicjo a la
las lotog'r;tfías
maciuias cie flcxión positiva, tal y como clenrtrestr¿rtt
de la Fig. 13.49.
l]ast¿lríaclefiriirelpórticovirtualrepresentativoclelaestructu-
ra y cnLrar sobrc' lars vig;ts virtr-tales irrtrodr-rciendo
unos desccnsos
joI clue en l;r
Fip. I ?.49. Fisur¿¡s clc fetr.lcci(i11 más abicr t:is etr i.l ¡rilrl e sul-)(.'r orclc'n clc tltros 20'r C en las misnlas' ¡rara que auto-
th: i ;r'ú ti nos : \ térilic<.rs clt:l
iti?'riát ¿.'riiáu a la prcsencia cle las 'rrnraclura> '1
Irs foriados r.,ticulares 129
máticamente elprograma proporcione en los forjados, los csfuer- Considerernos, por ejernplo, en el pórtico virtual de la figura
zos de tracción y los momentos flectores inclucidos adicionalmen- 13.5 l, los csfuerzos teóricos más representativos que se prcsen-
te sobre los pilares; pero no se olvide, que a la nrÍrinla fisuración tarían en el nrisnto, si las fisuraciones que no vemos y los proce-
que aparezca cn los mismos, todos estos esfucrzos prácticamentc sos constructivos no lc¡s atenuaran. Dichos esfuerzos se
desaparecen, al margen de que los procesos constructivos clesfa- encuentran recogidos en la figura 13.52, obtenidos mcdiante un
san, disminuyen y anulan muchos de los mismos, puesto quc si sirnple cálculo lineal; y tal como puede vcrse, resultaían absolu-
no fuera así, alcanzarían valores absolutamentc it'lsoportables para tanlente inso¡rortables, provocandc¡ fisuraciones al menos en el
la integridad de las cstructuras. primer forjado y cn las cabez;¡s dc los pilares extremos, mientras
que en el resto de las plantas ¡:odrían ser asumidos por la estruc-
tura relativamcntc bien.
P¡lares
3 ¿ ¡ 5o ¿¿¡
3sr.5s s,o
4ot<,lo c,n
{Sr4!f ¿n¿
Scrsa ¿4,
SSrSS cF
t!ttrbtriri.trirtl.lt{¡{
6026o cñ
.,-, ¡ . ¡. i.__r i-. ¡ ,
1,8 I
t,1 10,t t 4,? g
28.5 ao¿ ll,6
2oo
t1t 5¡¿ ltC knt¡
l¿¿5
¿¿a l.-, 481 72Q knu*t
Fig. 13.52. lns esfuerzos pósimos de flexión dc'bidos a la retracción se ¡rroduccn crr los extrenros y'los uráxirnos de tracción cn los clinteles centra-
le.s, fundamentalmente con carácter pcligroso en la primera l)lanta, cn nredida mucho lnL.ltor err la .seguncl.: y en cl rcsto pueden despreciarsc.
1600
1400
1200
1000
Flectores
800 +(n (Pilares ertremos)
600
496
400
200
De igual modo, si en vcz de cor¡siderar como altura de la pri- Despnés de lo clicho, pretcrimos ccderle la palabra al profesor
para quc confirme lo expuesto por nosotros y exponga
mera pl;nta los tres metros calculados, consideramos !.lna altura l.Calavera,
problenra re;il quc pueclen presentarse en los edificios debido
más real de 4,5 por ser la primera planta, los axiles rle tracción por el
y contracci<lrres tórmicas, al rrtargen de sus
causa cle la retracción en las vigai virtualcs cle la nrisnra y l.:s nio- a las clilataciorles
lntemac'
mentostlcctc¡resenlospilarcsexl,renlos,tanlbiónex¡rerinrentarían estnrctur¿is(Protl¿(¿0 Llc-álculodeEslructurasdehormigón'
una disminución del orden de la mitad. 19991:
los cerramientos de ladrillo de Ia fachada U a veces para las azlteas, cln clistritluinlos las ann.lduras pará esta sitt¡¿lción con un coeficien-
dislancias maAores se producían desórdenes grdves, pPrc no en la estructura, Le cle scgrridad unidad, p:irLierrclo de las armaduras nccesarias
síno en las parles no estructurales del edificio debido a los esfuerzos gravitatorios. Las annaduras sobre los apo-
yos longitudinales laterales llamaron la atención, pucsto que sien-
Unos órdenes de magniludes realistas para ¡untas de dilaladón para clo inútiles ba jo cl purrto de vista grav¡tatorio, cumplían el papcl de
edificios de planta rectangular quedan recogidos en la tabla 13.9 controlar l¿¡s fisr.rrac:iotres tr¿tltsversalcs debidc¡ a los esfuerzos tér-
mi(:os, iunto con cl tnallazo dcl Ql2 dispuesto en la capa cje com-
DIS'IANCIA Nt¡\X llUA IINTRF ¡;resión proyccta<lc'r tanto para ctltlrir los esfucrzos ténnicos como
Jt' NTAS T)F DII.ATACI()N lcrs gravitatorios; y pese a todo, obsérvcsc en la figura 13.54 la
magnífir:;r arrnonÍa cltle preserlta la fenalla diseñada, que perntite
la colocación clcl honligón sin problemas,
F.l error venía de pensar que todas las part's dd edifirttt, en $pecial la
estructura y los cerramientos podían tener la ¡nisma distartci¿¡ enlre iuntas".
co difercncial en la cara supcrior con relación a la inferior y, clado T¡:Terripcr.rrttra igr.ral.lcla o exccclida, por tórmino ntt'clio, el novcnta y
que en estas condiciones los esfuerzos se mantienerl conslantes, nuevc por ciento dcl tiempo clurante los tneses cle cliciembre a
fctrrero.
l.os Íoriados reticulares
pá-
oscilar Los porcerttaies cle corrección indicacjos en los anteriores
Para España el valor más representativo de A¡ ¡luede si coexisten va-
oC. rrafos se aplicarán sr.lrnántlolos algebraicamente
alrcdedor de los 20 ó 25
rias cle diclurs si[uaciones
. Partiendo de A, entramos en el gráfico de la figura 13 '55 y : (l - - txj) Do
Dlinal ctl - a2
obtenemos la distancia inicial básica entre iuntas f)o'
r'\--
t{ucLEOS ¡
e1 lado opuesto a la itrnta que se esté analizando' y
,iáiJt
- la real"*i"n
reclucicia en un 33o/o sl está en el mismo lado
que la iunta
rffi-
NUCLEOS ilGloos
sictrdo.
kj : 2 tEd:ficlos sin calcfacción)
).-:E:--L:!!-\-J ki : I i lEdificios con calefacciÓn pero sin
aire acondicionadol
13.8. Patologías de flexión Si en Ltrr forjacio rericul¿tr aparecen fisuras de flexión, normal-
lncntc <ercin r.jt.iricl.rs ir las siguictrtes (.¿ntsas:
. Por muchos errores
quc podantos c()rretcr en el provecto v
a. Defectos (ie provecto y cálculo.
construcción de un forjado rcticulat será nlu\, clifícil qLre llocl¿rnos
alcanzar un estado de pre-rotura o rotlrr¿t por caLls;is clcbiclas .i b. Deicc tos en l;r eic:cnción: Armaduras negativas caídas y ar-
esfuerzos cle llexión positiva o negativa. ExL-ronen.ros cn la nla c.l r r r¿i s Drls i l i,,'¡l :; c.lcv¿ cJ¡s, anlbas fa nri lia s colt excesivos
lig. 13.57 unos pequeños mapas de posibles fisur¿i_. clcbicl¿is a la recultrilll ientos
flexión, para que puedan servimos cle orientaciórr \.¿rr,rcla a l¡i h.ra
cle diagnosticar esta patología. c' Fallos e, la aclhererrc-ia cle las armaduras cle flexió. positiva
i)or L¿irecrr de los recubrirnjcrrtos adecu.rclos.
.
En ei (:iso (-tLle se prcsente ésta o cr_ralquier otra patología,
Fisuras de flexión posili'"'á y antes clc tc)nr¿ir crralquier tipo cJe decisión al respecto, conviene
retlcxio¡rar v suglrir el ¡-rroceso que A. García Meseguer nos propo-
ne en l¿l tigLtra 13.i8.
ESTUOIAR FISURAS
CAUSAS PROBAALES
ANALISIS, CALCULOS
DEscARfaR HtpótEsts
NO
¿CAUSA OESCUBIERTA? VIGILAR FISURAS
SEGUIR ESTUOIA'IOO
I INO
¿PooRÁ I :LIMINARSE st
MAS AC ICLAÑTE? VIGILAR FISURAS
NO
si COMBATIR LA CAUSA:
¿PUEOE COMBAfTRSE LA prolcccioncÉ
CAUSA? junl¡3 n.r¡bLr
Defornlaria de flexión y esqucma de situacjón lransrers¿l rle las fisLlras NO
r!fuar¿o3
NO
¿ES UN CASO ORAVE? VIGII.AR FISURAS
Fig. 13.57. Mapas de fisuras de flexión positiva !,ne€;1:r\'¿i err los or jados acEPTAR coN FtLosoFla
f si
roti<'ulares
oEMoLtcÉft
de fallos son siempre mayores; por eso, en los mapas cle fisuras
expuestos, las fisuraciones se han concentrado en los bordes.
Los lorjados reticulares
y
Poclríart cuestiollarse otros factores es
muy posible que
grarl
. Un análisis muy sencillo de realizar y que puedc ser cle hormigones y aceros del
de ma- i rü ti¿" t"cesario cheqtrear los
err deducir
ayuda a la hora de tomar decisiones' consiste i.tj.¿t nrecliante probetas testigos' esclerometría' ultrasoni-
el coeficiente de mayoración de realizada y el gra-
nera determin¡sta por su sencillez' ;;;, ;i. v c,, funcló,' de la investigación puede operarse
quc se encuentre en si- obtenidos'
esfuerzos 1¡ de los vanos representativos Já á" no¡liaucl en los rcsultados (ft y ft) !
por fisuraciones de flexión' Iot, unot i*tistenci¿rs cie los materiales más ¡s¿ls5
tuación duáosa o afectados (Y' y
puede ser el siguicnte:
unos coelicietltes Yc Y Y" nrás reducidos = l '25
El camino a seguir simplificadamente y.r I .05 poclríarr ser valores adecuados)'
=
- Establecemos una viga virtual del
ancho marcado por la tco
con tablas de entrada
Paftiendo de la irrformación anterior'
ría de los Pórticos virtuales' inversaomecljanteunsencilloprogramade.ordenador,se
- Evaluamos la carg total por metro
cua<Jrado y la multiplica- ..i.rü Ñt.¿ición dc secciones el momento de agotamiento
de vano
mos por el ancho cle la viga que estcrnos comprobando' ob- t.ot;;'ffi;Jo rlvtrl, el clerecho (Mo)v el momento
(sin mayorar) por metro lineal' {Nt\,'|.
teniendo la carga de servicio
y cirnroda' con un error
que llamaré P kN/tn' Una aprc.rxintaciÓr'r inicial nruy rápida
áeterminando la capacidad me-
.i""nlr" podría realizarse
y vano dentro de la viga
en
.i"i., ..-,r"*cla en los extremos
en concreto'
v'irtual sin particrrlariz'ar secciones
MI1rN4'P
cle flectores e'n trrlcl !'iga vifttr¿il +Mu
Fig. 13.59. Esqucma básico de la ley Ht" =
para tomar de-
- En una primera aproximación
calculamos el monlerrto isos- - Y el coeticiente resultante que nos serviría
f
con la luz libre entre pilares En la división de Mu por M5'
tátlco de.servicio operando cisiones, lo obtcrlenos rncdiante
los t¿rnraños de
a"ro, dudosos podemos hacer intervenir Ms
precisiórt la
de determinar con nravor =Í;
il;t;;Lobieto presente los redon-
Tf
parábola de esfuerzos reales' teniendo
7l'
ieo, d" las leyes cle flexión (véase el Capítulo . Si Yi strpera amplianrente el valor I 'ó' la estnrctura se encuen-
probablemente calculada
P.L,2 tra s.brcdinr"r'ls¡on"Ja o ha siclo
Mr= ¡' con enrPuies horizontales'
. Sc encuen|ra dimen.
Si Yj oscila cntre l'5 y l,ó, la estructura
seccioncs re::istentes y las
- A continuación determiltamc¡s las sioir¿cla estrictamente a cargas
gravitatorias'
los cxffemos como en el en una
armaduras que poseen, tanto en . Si T{ sc encuelltra entre l ,3
y |,4' nos encontramos
la resi'steticia del hor- realizar una
vano central. Resulta obligdo conocer frorrtera cluclosa entre proceder a su refucrzo'
limi-
inr*utigación coi'' pruebas de carga o aceptarla
que se esté analizando'
t,ná^ t del acero clel foriado rivo,
podemos operar con la ft¡ y la tando la sobrecarga de uso'
En una primera aproximación
. recomendamos proce'
: Si Yi tom.l valores por debaio de '3'
I
fy¡ del proYecto con Yq I =
'5 Y ls I ' 15' ác, al r.fr',erzo de la misma o a limitar
la carga de servicio'
_,raÉ
REPARACIONES:
A
I ¡l' '-
a::iLlL'l lo5 el rtl e la estlr lctl lrci ¡
I HOROUILL^ .
PRII€I F sÉ
O I CON P^I S 0€ H0tytcol.Aoo
H0Rr¡oNl^Le5
F !.. I I .,r ., | . ,:: it irnlátl(:rt 'lel refU(.r¿u tlt r.rn lr¡rl.:do rettci;i¿r rÉ:.t.(,rlta)
¡:rr:rr.,\ r,. I :: :- !-; ,-t .i t\¡rfiI[1n q Acerol.
Iig. I 3 ó6 l.r.; clrapas quc crln,-;tt[uían ia:. i,rr-;¡j ..r': .li : r:.,_rl L i_rr-rsiliv.r sr
llevab¿rr l'r¿:-,t.1 lo:; ¡rilart:: rni't;ilic os y rr. :;c.ri,J;.i:';. '':i
Fig 1 ? rr7. A:ipecto ..;u¡:rerior clcl lor jaclo ciJi,!:. :,lli rjl .i' r la aÉl O:: 'r' \'eflll
,ria lrq*';t c¿p¿ de irornrigón (lL¡;: LilJ.).rri .a: í'. 1. -,.. :r :ir':ilÉfrrlól-r
.
En los forltid<-rs rel,icul¿tres cle bo',c'cijll¿s DCrdici¿is irerrros te-
niclo oc¿rsiólt clc ¡rlantcar urr li¡:o clr: rt:irlr,ror r:r:-,;r',,¡ttlo cxl)cri-
rlrenlalnlenLe, con un comport¿rnrier,to i:r5llLórrd iciO, l-.1 ¡ister-lra
consistc cn practicar Llnos can¿iles er Jt.rr lrrLr¡rir)s nervic)s longi-
tuclinal y transvcrsalmente en la zon¿r al rep¿rr¿rr, clr ulros 5 crrl cle
Fiu. l? ir(r Rei ,¡':, .r* r- to-s.i de l1()rrrrisórr con l:;¡rrcl.rs de i;i;¡¡,s rJe c¡,:'
profundidad, previo apurrl-alanriento clel iorlado F.n cliclros c.¡n.l- l:xlTr (:).
l.os lonados reticulares
menüqiones, que con matices, podrían aplicarse también a los re- El adñesiuo debe poseer unas uracterísticas mecÁnius adecuadas, re'
fuerzos de bandas de fibras de carbono. ducido coeliiiente de dilatación térmica, módulo de ngídez tranxenal
(anvsnienft q además buen poder de moiado g tixolropía idónea para
la. No emplear tipo de refuena con hormigones de baja resistencia.
este
esta aplítauon
Con esle sistema no se puede"meioruf' al hormigón q sí sólo ínlrodu'
mezclas que pueden realimrv mn
cir una cuantía adicional a limitada de acero en Ia zona de la sección Oui¡¿i. ai ser tra formulacionw epoxi
rlilercr I t¿s cotn¡t¡nenies un " handiup" para
y de difercntes prec'ios, sea
traccionada.
ell¡¡s ¡leáirlo a qtte ¡nuthos aplicadores desaprensivos, o incluso ígntt'
2. No emplear para.incrementar las secciones de acero com-
esLa téc.níca
tortsc.guir formulaciones buscando no razones técni-
ir
pnmidas, pues dado el pequeño espesor de las bandas a emplear y el
rantes, t¡urLTen
4d. Emplear en la preparación de superficies tanto del honúgón como del tiuo ¿le ¿uta formtrladón que lunciona bien' Desgraciadamente, no
podemos in¿llcdr valores límites para las d'tferentes propiedades, debi'
. acero el chorreado c\n arena. En casos exccpcionules se
puede utilizar
rio a 4irt" utitr no exisl( una normativa sobre este tema.
el escanfiudo del hormigón.
En cualquier uso, hay que elimínar postenormente, nediante aspira- l-tts caracterislícas del adhesivo son
polvo que se ha¡a podido producir durante las operaiones an' a 7 días q 23 "C medida en probetas de
ción, e! - Resisl¿rtcic¡ tt compresión
teriores. 4x4x16cn.82,3MN/n2.
El acero puede tratarse mediante el ataque rápído cott una disolución - lt¿sisl¿rrcia ct flexotrarción en las mismas condicíones anleriores,
posteríomrente con agua
ácida para eliminar esrnmas 11 óxidw, lavando 28,9 lr'1N,'nrl.
y limpiando con tricloroetileno para disolver aceites 91 grasas' - R¿sislcrrcia a ci:alla¡níento en enc¡¡lados acero'hormigón '
5o . Lns bandas de auro a uLilizar tendrán un espesor que no excederá dt ó,ó lrlN nrl,
? mm, según indiu et CEB y se ha comprobado en nut'stros e'1sa1lsi - Mcjri¡rio clt'elastícidad a 20 "C, ló.000 MN/n2'
los extrc'
en casls especiales en que se empleen sisf¿mas de anclaie en oC, ó'Ó00 MN/m2'
- N'lo¿luh ¿i¿ rirli¡l¿: transv¿rsal a 20
mosdelasbandas,puetlenllegarsehastat'sp¿soresdebandasdl' 0C'
- Cocfiriarltc tle ditatación térmica entre 20 11 50
lO mm.
me' 27 x l0-Ó rtl,inl "C.
6a. El upesor de la capa de formuladón epoxi entpleada debe ser el
- O,,ru¡¡rirt tle utilí:ttcíótt del adhesivo a 20 "C, mínimo 2Q ¡ninutos'
norposíble,nodebiendoexce¿lerd¿l.5ttt¡ttsegtirrindicttr'lCLBqde-
bido, como hemos visto, al efecto neqatit'| que tienen los espesores rreriirrs sofirl 5 kq tle mezcla.
mallores en las solicitacionu de fluencia g de fatiga'
lO',b.¡r cr¿iil¡/los frisOs ¿il que se pr\ean acciones cíclius o de latiga se
. lJna vez coloudas en su posición las bandas de refuena con el adhe-
7a
emplftlr(irl banda-< do atero enterizas q sr por cualquier circunstancia
siw aplicado, se eiercprá presión sobre ellas mediante
ptuúales u a trdvés por un
[ta¡t ¿le ll¿'r'ar sttlclttchtrus a lope, se re[orzará la zona soldada
de sopandas, procurando que rebose por los lados el exceso de adhesi'
cubrt'iuttltt unido a la banda con la misma formulación de epoxi'
vo g que finalmenle quede el espe.sor de ésle índicado unterilrmente'
Los puntales deben ser telescópicos, dotados dt roscas U deben eiercer I l".l¿i parl¿ rdt-¡,.-,adu del eltmento de hormígón armado debe ser prote'
pruión durante. un tiempo nunca inferior a 24 horas g que será fun- gida cttntra los l'rrcrttrs cambios de temperatura q especialmenle frente
ción de la temperatura exlerna g de la reactir,'idad da Ia formulacrón a ftis llccrrrlLrs.
epoxi ulilizada.
Los lorjados reliulares
No obstante y pese a las atractivas posibilidades que ofrecen se prescnta cn ia práctica cle la edificación, anrpliarnente destaca-
los rcfucrzos basados cn las formr-rl¿rciones e¡roxíclicas. no resul.' cl;r rle l;rs clernás ¡rrlr las causas ya mencionadas, y que en una pri-
tan especialmente atractivas para nosotros por tres razones fun- mcra lcctura responsabilizamos de los daños en las mismas a las
damcntales: flechas de los forjados y a la acumulación de cargas verticales que
se producen en ellas; y cn una segunda lectura, que en algunos
- Los refuer¿os deben hacerlos personas sunamentc cspccia- casos reemplazará a la primera, la responsabilidad será debida a
lizadas y cuidadosas para que sean efjcaces. defectos constnrctivr.¡s aculnulativos cle todo tipo.
- Son refuerzos en general muy costosos.
- Todos ellos dependen de la estabilidad de las resinas epoxí-
dicas y óstas, con tcrnpcraturas ¡rur encirna de los 70':'C pier-
hii(ño Erc56o
den prácticamente todas sus cualidades res¡stentes. Los
refuerzos necesitan ser protegidos frente al fuego, pero cJi-
?eorrüño ¿iEsco
cha protección resulta sumamente difícil dc conccbir, si se
trata de impedir que se alcancen los 70,) C en un incendio.
Rf€e6o FCtr'o
ñ alño Éf55o
t€srr¿rii¡
13.9. Patologías en los cerramientos Éñ ?off¡^.
Conviene manifestar que de todas las patologías clue estamos Los aspectos rnencionados son los que están conduciendo a
mencionando, quizás sea la rotura de las tabiquerías la quc más roturas en las tabiquerías, especialmente en las primeras plantas.
540 Los foriatlos reliularts
G TABIOIJES
*'
E¡CI IO^C FN I POts S€PARACION
+-% ¡¡;!;ffiimen&"*tlibseinff
5'd'á''Bá"^tüüo3r'mt"",ff $""1"'#?3SSS"
f ig.l:j 72 l-':uI.iLloncs en tln cert'lnlicnto de facllada de inlcnsl-
d.id dctrecicr-rte cn ¡ltul'r'
básicas quc prcsenLcrlr las t'rbic¡uenas'
lig. 13.71.'li¡mlogía dc las fisuraciones
brus-
F-n los castls cxl renlos ¡rtleden pararse las deformaciones
Labiqucs inexistentes cn la planta baja
L¿s soluciones a csta patología sc-rlr
compleias y problemáti- cirt'nent(:, ret-ntplazattclo lo-s
pc:r vigas nretálic,as elrtre pilares Esta.solución
conlleva el riesgo
cas,alrtosaberseconprecisiórrcuárrclosehantert'lrirladcllasde- ,a'tuitt'aclicionilltls cluc exiian rtlforzar algu-
estable ' El .t. a¡,," sc ¡rrocluzcLrn
formaciones y la cstrtrclura qucda razonable'merrtt: se atenúa corl-
y tildo lo t:¡tte rrosial.riqrres cle la prittrc:rat ¡llartLa, pero el ¡rroblema
tiernpo es nuestro prirrcipal aliacJo para su stlltlción' siclcr¿¡bienrerrte. N(lsotros los hemos experinretrt;rdo
Llrla vez corl
,u" ,"trrro, su reparación garantizará la solvetrcia de la misnl¡l'
E
L.rs /drl,1(1.)s rc¡r! u /,¡rri
[..] .
t, I i f .=.ir.r tipica por f lecha er] tirt ldl).ilri( .r'le Ít\)'
A B
- ._:3r
...:¡.':'N''
Cabe, en principio, plantear una clasificación rotun- The Project Team Das tteam
da de los cerramicntos en tres tipologías básicas: J:.1,r. r,i 1:^r{,ilii-
c'lcl eclificio
:rcoplándolos a las ¡rarticulares cotrdiciones
proyectado.
5r(xr4¡, ltrld C. r¡q t'r-'Ji il'4:;1e li¡'ilr
i¡, ¡.¿r^y.i. At.irrrL'ii ilrr
Lr" roh ll lC
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544 Los foriados r¿ticulares
l;rf¡¡cir¿c]¿iiet.ltj]ac]¿lclel¿clrilloCar¿IVisLa(eXptlestac-nlafigtl-
defienciecl arqui'
ra 13.80),qr-if (illrro'¡lterrr¿rtiva;ilatraciiciotral
tectOl'Parjtio't1.,(¡l:uciLlcl¿tcleq\jeü}roftavalclrcscLralitativosqLte
pero lir sr'lleción a la estructura de
la sttJ:crarrr el Loll'llxllt¿tl'lliellto'
cle las ltoias crrtrc si cuando los
la lroia exterie-rl', '-'l ¿lrliostr¿lnriento
pasan a depcnclc-'r clt irlfinidad
cclificios iirircl.r'|-r L:'s 3 ó 4 ¡rlarrtas
pLlerltes lérnticc¡s ¡';ttttllatl ett
clt.: lticza; r:rerá,ic¿s i¡tle Origitlatt
(:onlport¿inlielltc) a
p.trte 11r¡1','r¡'i¡tlrlto> <lifercrrciales' y ctlyo
5L¡5
()scr'lros en cuarlto ¡t stl durabiliclatl
l.rrgo ¡llazo l)rr'ieI'L;1 ptllltos
cle qr.re l.rs ¡riezas nlcLáli('¿jS
se rc:fierc, ltl'.1.¡sr'l ..ct'p1..,.'].1., cl lrc.c}ro
necesrlri¿til'lelrilr j! cilc!l(:l'itrctt
galvaniz;lcl¡s o sean dc irccro itloxi-
Ott L)l(i.
Fig. l'3.79 Motltale tie una f¿lt:llacla pretal:'rii arl; dt' :rlcr-lt;r arllftci¿rl ctl
rrn eclificio de Clricago.
L¡s ioria,/os rtlkular¿s 545
a;r;l\'c! fnorL:s !-'r'r la c,¡loc¡tititt da l¡¡llill¡! :; il'iirr dc la f.rchadtr <trtrvet tcittnal ''mcionltj;¡"
Er-;t¡rerrr;r
Lsc¡trerrrr rle la fachada ccrrvencion¿l r1
en l¡s Ljrintcr¡s (.;ilrl¡t¿:; dc aitc. No hay cnl¿rrje enl re l¡ hoja intcrior y Lr exter¡or.
[.)r5po5i(iór] h¿rllitrL1l.t,'r¡r1ot re(-ofret cie l¡drill.:. r-.r'¡re: ii¡.j .-.r'rL,-\ (.ri-L l(l'i;¡.j(l
l¡ler,t¡¡trlul¡tldel¡lroiacxtcriorclucclacor't'l:rr¡f"::jir i..:f-ifilrrr\irtlbiiLl
r*r--
ratot
ar I ?lrx!
an br,eue
Iig. I3,80, Figrrras ohtenidas de la lesis doctL.r'.ii clcl I Nl Cc:nz.ílez, recogicl¿iii l)Lrr lgn.rcjú l)¡r:,-;.-',-'1. sr.r ;rrtí(:L.rlo "lalachatlttvcnliladartuladrillo i(lr(r risl(i
{Nucva Arquitcctura, no 2, Octubre, 1995).
l,', l¡rl¿,1¡s r¡lr¡rrl¡¡¡s
' Le guStc o llc) le gtl5tc, cl ingetliero e>L:1...¡ ,ra¡ i- Tllil'.?:l'-r'i: a.i.l;l:-r,-l(- :. ' :-.,,1a l¿r ¡:ln.l,, lL|¡ iqitL)t¡ Ior,ir-r L¡, fr:l;-c lar-
I.rt -
c¡t(l.i vez nláS involtlcr¿t(lo Cll Cl l)rotlielll.il.i(.rr r' I -: - :ir- ;1 - I .r't lLilrlrl I ,l r- -il: - -- rt r rr¡r;ii- t'rir:c l= ]..r: i ii.'-i-,ll'
logías i¡Lre tiellen clrre vel coll los cerral¡tcr llLr- . i.. '-!' r'r:: (lLlli' I\, 5f]()l l:r.1 ll:iI( 1,r Ir:l - 1, . r', ,.'lrlr- i-(-)llrllclü¿lIlIiif Il(15 ,ll-jór:1.:l¡i
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F-l ttt-r hurrtt:..c: ,1rr1l)lianlelltc los ladrillos arttc5 cle 5Ll colo-
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No resr.llta tan sencillc,¡ apreciar las fisur¿is c1e ctlfiante erl los
clc-mcntos de los forjados planos ¡ror la inrposiirilrd¿icl fisica dc
visualizar sus p¡ezas resistentcs latcralnrente. Tanto err los nervios
de los for¡ados reticularcs como en l;rs v'igrrelas ¡, vig.is platras, cs
ncccsario vislumbrar previarnente que lai [isura lr¿nsvers¿rl inferior
c¡ue podríamos ver, situad.r en las ¡:roxin'lici.rcies cle los ;r¡royos,
$
pucda scr dcbida a un cfccto clcl cortantc )' no a una t[-xión
inversa por as¡ento diferencial entre s()l)ories. St:l;rnlente Lrn¿r
ins¡rección generalizada clel coniLrnto y' urr esluclio ¿ll¿rlíLico cie los Ito l.
'
¡rlanos clcl proyecto tros perrrtitirá [errer pleru.r certeza clr r¡L.re el J¡'"-'
diagnóstico sea el adecuado, ¡ --IÉ-,)ü'I\r. u,,,
""* ""' '$. '
lrq I :l a:r \;1-1¡¡,¡., srrperfici.rl cle Ias fistrr.rs cle purrzorr;rrrricrr
Las fisuras de putrzonanriento en lcs orjados lc)s¿is lon tJe Li¡lcr
f -[l !:5!t',o clc ull¿r lcls¿r rtraciz¿r arnrada.
I
radial y concéntricas cort cl pilar; pr(.'sent;rn(l() lln :J\l)e( t() ¡r;:re<:i<Jc>
ir los reflejados etr las figuras l3 93, I J ()4 r,' l-j,t)5.
L-J,:l_-1.[_J.:[_-
,'[
i,I
:. . .Pr,ñtrTA
.,[
t-rn II
É),
I ie. LJ.9,'t. Aspectó estluc.rrrá[icr,r cic l;r: :i,;.i:;. .']¡ r)"¡¡'lt r'f1L()
\¡*
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,u', !t-
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,,.r:¡q¡\,,.r"''\..
' ..., '\¡\,
\sls
Fig. 13.94. l.isLlras clt- l)ut1¿c)n¿rnriento cn und r-)i)t ,r .:¡ l¡;,: ch:llcienc.i¡:; en -j ,r
la eallcl¡cl cl<'l lrorrnigón, y cJt'rl,.rrrr-lc >c h¡:i -' :,.,i, r . ,r---.i r r,1r' rl-).-\ Fic I 1..:i;, -,¡::Lti-rr,'riicial cle un;l ]os.¡ prllTrtlt¡al.t.-.:r L¡n D:
l¡ r ,li r,- '', il,-,. 1,;t:'IreLu1.,,').
Lo> loriados r¿litul¿rts
ot:'+.'re-' ro:
ñ risg ",i.¡rso
d"tnu.los sin
cle placas
los
P"'p":'-'.:l::]ie:r:o
forlados corres¡rt-rtrdicrt' s
p',iur",
Li losa supcrior del aparcanrict'lto, LOrr r-rn.r ¡rai'in'ie.nt¡ción cle Llri.il ilj:.j: lo:¡
c1e horrligón ntediantc cJ progr;tnta Cy-
cic, l.-
4,3 kN¡'nr2 cltcinta, estuvo prest.rrtrlo slts scr,. i{ jo! Li)rrtL) c¿ri'n¡t(l PECAD (r"',.'i:ltfr ,i:i : l: Én-r-i ,.rre.r, cle c¿.trgcr sobrc los ¡til.rrt-s ti¡:rcr
para pistas de tenis durante l0 ¡rñc-rs. clonde se celebrab":n c:rtnr- scn.llacloi er¡ L.r fi*-rr¡ 13.102 Lcnjendo [)rcscntes IOS reparlos hi-
pelicioncs, Se levanlaban graclaS portíttiles \ l\.)i cdnilL)lres L-lLle l¿S f)CrCStátiCOi c:t ,.i clistribLrCión cle ]¿s ¡tisl¡;ls.
tr¡rnspoftab.ll entraban y salían circulanclo soi-rre i¿i nri:ll¡r. Sol¡re
cJiclr.rs ¡,rislas t¿rnr['¡iórr se celebrart-rn iic5tas slrci¿r]t--c. Toclo lrurcio-
rraba nornlalrnentc.
ErT-T]
TIPO B
t-tl--t-]
L. . . I t. :,jr ii¡'-: il('l.1li¿rla¿lll'i(:rllo;,t te' tl':
TIPO C TIPO D \,i-,.:ri.:: , :':. ,-iÉr.i:c,,r.rl It:flej¡¡clcr elr lil loLOgt.ifi;r, v;,
I - - - - -. . - l'ir 'all.) (.tle¡I)O ClCl Illl'rlll() (ltle :e
: ., -- : : :'r-c,i t-:L¿rl S(:)ll(llt¡trclcl tlt a: rc¡l-
Fie I 1.102. Cruccl.Ls soltre los ¡ti1,rres cott5Lr,-..'.1;,. ,-,:- rt.lli ,l l0 crlt I' Il.1- s-:-ji i-' : ,; t', ¡ .¡r:, cltle sol)(lrtaba el arrLrin;rc10
rr.rs clc'Ql4 qlte:e b;tjab;:t'l L'11 (1os planos ¿r ¡l I - - i'-: :!'., |lrrr/()lr,r-
n ricn Lo
554 Los /orlados rclr{ üitilai
l¡ ¡i-t-,1- i[.
[is] l:i i0'1 c-:i
ii r.*., \.-*1-.-¡"
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l-:1ijl|)lI-j:Lll¡sc1C¡lLtttzLltl.tltlir-I]li]-|l.: - l llr.llr,i
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llll (rlrlLll\\) l)llLlllLcillO r.ll ( ll¡l(:lLllrt 'tl\,-.:-
...--l:-
i i-rttLt (tln t1l-icl
t'rni,.i lirrril;¡ción, V r:s l.r cle no s(rl)reJ li1::rtr r:, ! r: (l,r.l y l,:l
: r.LI ! .rll,,r i:,,-arr r..'I
lnteglcl,rrl cie la rnisnt¡. lr l)ll'-.l,rt;¡|1 ,,1 lr'j !,
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L!:: '¡rl,{ri()
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, ¡ .,:,,1'i;rv bicrr cllsptreit'i s'riliellcio '1.p.rl'"1 t]::.
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NoTA (Yl'Fltrgenieros F';Lr-tcll',':, I i: ' r: --.
. .'. -l ¡li' l;¡c esl f LlLtLllc'ls lll'li:i corlL'ct¿l t1L>po'cictC)1l
ft;ili/(i t.tt1¡r Il(lsti(ill ll;lllf (ltlc r' lli';i --
'.., ,1-t,c:t'Íl ser Llrl obicti\'1--; 11¡i1-¡¡it¿1¡ir) ci l1(lL'Str¿iS
' ,- :ri.',,1, ,:l ¡lt JlrLl'rl"r l 'r : i -:' ( I (- l¡1 i ,,' l-:-t
- l:
gfs (lLlÉ ("-.L.1b.lll '':c:ttt:r¡itldo c()rl :-rll -'-'
:
Ltrs /¿,rl¿,1¡-. tltitlút/\
ad iciorra l rnente a los cocficicntcs cJc scgLi ricliicl e;t¿i blec tckis.
Fig l3llI :-: ii! :|l:lrr;r clc-'l ¡tttnzotratrttcntO clc la llaca ;nfe¡:or
al rccil¡ir i,,l :,.. tle ¡ pi;lc.¡ srr¡rerior.
Fig. I 3. 10.r. (.onos de rotura de l.l ¡r at.r !i;ni:':it: :,:,i-,jtr l():, l)rldro:l
I ¡s ír'ri¿dos ¡¿liiul¿rts
' . :...i -l
"lr'
l(lcJ'l ]¡l ll'lt tll-ittlt¡t-
r : ':' ., -, i,-1,,4:ili-t cle >en''iciil coll ('!1 cl lr'lr
,1,' ,.a ',lc it':r-). lai5 Lell5loli('c l\i>lt:lr1r''
I iarl- : .rl:" ( t)lllLl
al c¿iso clLle nos oclll)¿i '' !l-'!' l- '.:''i-L:1 ll q(rll: '-,' lr j.l lllt,lltt-' l¿t:i''''lll>icl'-' l ¡ rl't >
la falt¿r cie trt'r "'' i l'r j'''i'
'Volviettclo -li) ( .
tlc l.,,cclor, y ¿rprelrcli/-crit'-' r:r¡¡1,:i--l,
( ol-r l;r: l ': ' - - i'-
t
Pero a la vista de la sencilla aproximación realizada, parece De acuerdo a los vielos cr¡ter¡os de la EH-73 no había que
evidente que antes de que las annaduras de cortante y punzona- hacer conr¡rrobación sobre las compresiones en las bielas
miento entrasen en juego, las tensiones medias tangenciales inclinaclas clel homrigón a ¡runzonamiento y bastaba con limitar el
que prrdo soportar el hormigón de calidad 250 Kp/cm2 en servi- v;¡lr-rr rJe [.o ;r f." cr.¡¿lncjo se r.lisponían ¿rrm¿rduras frentc al mismo.
cio podrían fácilmente haber superado los 2 MPa (20 Kp/cm2);
y las tensiones teóricas de diseño con las quc habitualmente se Segúrn el criterio descrilo, podemos imaginar que el ingeniero
proyectan y dimensionan se habrÍan elevado alrededor dc unos deltió de h¿lccrsc las siguientes cuentas:
3 MPa (30 Kp/cm2).
fcu:óKpicm2:0,óMPa
Todo lo anterior p¡¡rece indicarnos que las tensiones de com-
paración que considerarnos como admisibles en el hormigón a
V.u - A. fcv: 5400' 100'0,ó: 'J240OON:324kN
punzonamiento en las losas son conservadoras. Y lo anterior sc Vr, :991 kN
confirma por un periodo dc tiern¡xr sr:¡rcrior al año, porque los res-
tantes bloques del aparcamiento en condicioncs scmeiantes al Nu (de putrzotrarnietrto) : V.u * Vsu : 324 + 991 : l3l5 kN
colapsado, se han rnantenido en pie sin refuerzo de tipo alguno
mientras se dilucidaba qué hacer con la obra en su tot¿lidad, vién- Considerando que la carga total prevista por el proyectista era
dose obligados a soportar tensiones de punzonamicnto considc- de:
rables sin arruinarse.
p = p p. + s.u. : 6 + 7,4 : l3,4kN/m2
Veamos ahora el papel que están iugando las armaduras de
cortante y punzonamiento er) el ¡rilar que estamos analizando. cargerprácticantente icléntica y coincidentc con la existente en el
n'lomentc) clel r-ola¡lso, que era dc 13,ó kN/m2, y según
Hemos dicho que sobre el pilar existía una cruz de cuatro bra- lo antcrior, el coef¡c¡ente de scguridad resultant"e T¡ nodría haber
zos con eQ8 a 20 y dos planos de banas inclinadas de (rl4 a siclo dc:
l8 cm en los mismos. Si aplicamos las fórmulas de cálculo habi-
tuales haciendo abstracción de que la separación de los estribos ,,._ N,, _ l3l5 _r tr,
supera elvalor de 0,E d y aceptarnos además que tanto los estri- t 1- Ns BTTA - "''
bos como las barras inclinadas están donde deben estar, es decir,
conectamcnte colocadas, nos encontrantos con qr-re su capacidad Conto ¡>uecle verse, rcsulta un valor de yf = 1,5, suficiente
resistente podría haber sido: coeficientc cle segr-rridad para qrre la obra no se hubiese caído,
pcro siempre y cuancJo:
.Sin embargo, \ramos a analizar de nuevo el punzclnamiento Sc debe veriiicar que N"¡ S Vul Y como puede vcrse se verifi-
cri- ca, ya que Nct = l50l .44 < ló87,5 kN'
de la losa sobre el pilar B, siguiendo paso a paso los nuevos
terios de la EHE.
Luego no parece qrre la placa sc rompicse por las compresio-
Ns : P'At : 13,ó' ó4 : 870,a kN nes oblicuas si rro hubiese¡r existido las cargas de la maquinaria
pesada quc colocó el scgunclct pavimento'
Nd = Tf ' Ns : 1,5 ' Ns = 1305'ó kN
lr que sí sc pone cle manifiesto es que, siendo:
Ncf =Nefectivo-N¿ F= l't''1305'6 = l50l'44kN
V.l=N"rtiu",
quc todas las
vamos a operar con una tc = 25 MPa' puesto
superado
probetas extraídas de la obra superaban dicho valor' la separación de los estribos y barras no debería haber
segr'rrr la EHE los 0,3d O,? ' 22,5
- : y'
6,75 cm sin embargo'
[¿s cuantía Px Y Py en una anchura sobrc el soporte igual a fueron proyectaclos a 20 y a l8 cm. Por consiguiente' resulta
problemático poder contar, aun en el supuesto de que estuviese
lado + 3d se estiman en:
icJealmente bien colocado, con el valor de V.u
99 I kN que :
proporcionan las fórmulas cle dimensionamiento de las armaduras
Yx= 0,008ól
o" cle cortante; aunque los ensayos realizados en
la U'P V ponen de
lP='/P*+Y =o'oo9ó
manifiesto la cficacia cle los estribos separados
por encima de las
Pv =0'0108J
clistarrcias es¡:ecificadas cn la tjHE'
t0-3 kN =
Vr¡ =0,3f.,1'u0'd =0'3'fi'2'(500+250)'zzl
= I ó87.5 kN
L{,5 /irrid¿?d_\ rcl¡¡ular¡s
.*é
l:l
i¡r'
/
,r,l J¿
fl_*
ri . r) ¡r,, '.-:,r,-',.1.r..lrr(-(.L(:)dt:l.rcabez'rdcr'ln¡-lilar¡lat'rrttt
l'l:' ll'r'''iLr:tr l¡ v bl v tltrá ltentc al ¡rtrrtz')na-
Fig l?.I 14. l)os :;olucioncs in¿¡rlecu;rcl¿¡'-; ¡lar'r
los riri¡1()t cii'' l-rt-lttzr:rrl¿ttlit-'t1tr-l ,' , ,- ,i--' ,rt'-'efic'rz clc la lt-r:;a
(c) rnagnílicarrlent.lr'tru(]totlu'i''io ttuit"i "il,,r.l
micrt.-r
Los /orlur.ir,S ¡¡lt¡lti ¡r,: 5b3
a\
-ar<
Roiura ¡ror c(ln¿tllc cn los ¡rcrvios de un foriar.k-r
a :r4' re_
Fig. l,l.ll7.
Solución corrccta errel ac¿tt¿,_irr i-
¡_rr..r:.flerrtc al pun_
zon¿rnrento al quedar:;e el plarrc.r elta..,il..,(:.. ::.r. Éf i.. ., ,1., .¿ .,;lrez¿r
del p¡lar
:
Fi¡ lJ122Vca:ct:tll't toklgt¡fr'r 1 --:t i : ' ,
'
lll¿ls illsisLil Lll t()'l() l'l 'l '' '- ''
: - ':r ili!Ér11r);tl
Y tltla vt-'Z :.. J ,,..,,.¡,',1,
cluiLc( tórri( o cstrLicltrrai _ol'l:"tri': . : ,'. , , i,_. .,_.,r¡
-'-
-. r' (r .,i
ttlttrpc-rrtitttti€:lltos l)¿ll')lL)glL(')c .-
cOt-l:liIi ' f'l.ir r"'i!T-r- r'r-r ir'rLrr -
-
1u"r,,,,]1o'acla
Ios <.¿tst'ls y, elr el peor' la rttitr'r'
LitS /,rr¡adoi r¿ltttii¿iriS 5 fr5
I3.10.3. Reparaciones de las patologías debidas uE,irsuLAs 8 HV{ - HilTís éorvlt?o s /zO
CC¡Jg¿D¿l
al cortante y punzonamiento
ulla uc¿ /qúroós ¡r
?@eeto, ixr gc¡¡¿ Cg¡tr¡
E fb¡i ?a3a t{isr
Una vcz dcducido pclr sirrrpliciclarcl operirlr',.r, urr ex[]r:)rrLrtrt(i re- Et co¡iono
tr)rcso'ltativo de lar seguricli¡cl conro ¡tuede ser el coc-'fictcntr-' cie se- # tzq.-'
guridad <let err¡inista : ptzeu.
t+lua.g(rrff 'eolmfcos f ¿o
y-Virr,' l)=u -t
'\L'ri lL I
rrcr ya iil hattlar cle los refr-rerzos cle tlexión, rs l¿ cle D.1ftir:jLls lt,r- l-rr iclcrL:ic¡ lírre.r al refuerzo recogiclo etl la Fig l-1 127' se
ccs Cle trabaio inlroclucicrtclo otra estnlctr-lr¿i ¿L;rill¿tt llrelálica baio cxl)ont. Lir icrl.it'tlr..l cic refLlerzo en la Fig l3 128 quc, si bien
l;r riañacla. L¿ colocaciórt cle coll¿rrirres nle''árLcQi erl los sct[-l<)rtt:s (:o¡. e[)tLi¡ r] rrrti (-'bt;i bicn cclnccbicl¡, st-- lr¿r nlatcri¿ilizatlo cle
y la introdr-rccitin cle r¡n cr-tr¡rarrillarlo rrel,í ici¡ I.r;.,1o trl torj;:clo ¡lir- ntc.¡ltL.r;,r r;r:1cci,;.rcl.r r-r-trr ¡lt:rfiles lnapro¡ri;rdos, corclones de
r9lógico, es r¡1a s6lución clue ¡tuecle gcfr(:rr'¿rlir.ii5(' ;itlt¡lJianrettle \olcl¡(llrir {i(.r io-<, v s¡ll cquiliLrrar las ftlerz¿ls cntre sl
con Un resultaclo eSpléncli(lO cltancjO l¡. zor;i ¡fecl¡cl.r :r¡ r'lrLl\' L¿ler.lltttr-'rt1e.
anrplia y no existar problcnr;is re;rlcs cir 9ál:i"'-
pffi
' d;'-'
l' ^"
,^1{ül
'
*:
Iil I ., Fl¡- r -1.:i:, iret I te ; e:, I L¡ e:'¿ct: clc ¡rr-t tlzr-, tl., t ; r'et-r :,,,
lig. I -J.125. Rt-'fLrcrzo clc un forjackr re¡icu ¡r' ^-; tr I i L
I
1.1 I I I I lfl(-l(-) :ll ilr:r,t,:.r .lr :,.rri¡ ¡l¡ ur-r¡ loq¡r iDLr,, K¡minelzk!l
metáIiccr
NOTA: Acr,r¡rscjarnc;s al lcct-crr la cr-rnsu,i¡. ;i¡ i',r ii. fi¡i(-)l(lpi¿ de J. Cal¡ver¡, p.1r¡r
ciilucicla¡ !or't t'ltay()r l:rrecisiórr l;r seguriria:i .. '. :' " l, : !. lq -'ent(ti .rlecU'.I¡:,
Los lor¡atlos ret¡culatts
perfect.,.
rr ¡1:i''¿l :'jfl(:)
Fr+f. l3.l2li.Refilcrzodcuntlpoyolrlenclc¡tlci''l;i'-i¡)i:'ria
Ri-'i..r::i,-'-,,i.rt11r\': i:lllts-rl.r:; o¡reraciclrrtls las
re;lice tlll¿l c;lsA
tllr tallto especial cle las misrrras'
tllr esileci¡1r.r.1,-i., i-r.¡l¡ i¡r rr¿rtLlr¿iicz¿t
l-as soh.¡ciones que se proponell a col'lt;':Ll(r(ló11 l)o>r'+11 iill'.lllt) (';ler cf I el crror llienintencion¿ldo cle
tlluclrtl nl¿]s ¡tr;rc- \,¡ ilLl{ i)rrl I st'pr-tccle
corrlporlelrte técnico y estético, y rcsLlltan
¡¡11
"¿¿ cler tlrlión' rest¿l'ldc)
l-:¿sL'rrrle nrá:' co5- sctSre'crr,ti.r r:l r-rlre'Lrtl cltl lli cla¡la epoxíclica
tivas qLle las anteriores, pero sill lugar a clr'rrlas l, E, Tclrroj:r r.r.] ?82 y 383,
iot"t, v motlo alguno crcerl'los quc pr-lccl;it'i ler (lt)leto tlt'iltia .,fic.icj;l "l .: tl i-it-cr l\,e| Illorlog,ráticas clc..l
""
g.,n"toiiru.iOn alnpli; subsa nando gra ncles su perf c it-s ; si lr r nr b'I r'
i cie \1 1-- C'i'-r,,¡,¡,s
llo c'1be l'i metror cltlci¿i
io, poru las reparaciones de tipo ¡'luntuai'
á. q,," pucclelr ser mLly adecu¿¡cl¡ls (Fig l3 l29t
CHAPA
-fo,ui/los
unida c.on ePóxi o
conEllo¡l ' guíuicos
Qt)l'?1t'at\
¡ 6pprt')
(tlAPAS ¿u b
epoil al
con¿xr'áx Fe¿Ancn
'coxex,?ix mlrT,,
alo te'lir ( I .i I
t'rrctálit;rs
l?.129, Rcltlerzo lateral clt: vigas 'l( Ll-i¡Llúi L'lr- rir¿tl)¡'rr
l ig.
I os lori,r,{os rctriuld¡¿j
P¿saCo ri:s tr.i lrsvers.r ies l:ig. l3 132 Rei:rt,'¡o ir cort¡nte planteado como un bocadillo de placas
r¡et;ílic¡:; ¡ob¡e el :.ormigón y pasadorcs.
[;r resirr.i e¡toxi dc:be irryectarse a posteriori dado que las ope-
raciones cle st¡iclco L. cvan la ternperatura y la inutilizan si se co-
loca antcs de soidar.
t'rccts soldaio.
Recrccidc¡ tina I de protr.t:c irirr
de prtnzo-
Finalmente, cuando no se desea ver los refuerzos
puede colocarsc \lrla co-
namiento por cuestiones de marketing'
rona metálica por encirna y otra por dcbaio del
foriado
pasad<;res verticalE:s co-
contorneanclo el pilar, y urriéndolas con
ser el plano crítico del punzonamietlto
(Fig l3 134'c)'
lr*
)r\
IPno
--L*
b)
l-r
-------t
Collarírt nretálicc-r
J___.__ -GMBOAS'EáIÉ$EIEd
ARMAOTJRA PFIü\ICIPAL A'
c) y
Fig. 13.13ó. F-squc'rrra básico cle métrstlla corta sus
parámetros de rc:feren-
cia p;rra str t:álculo.
Coronas circulares
Sigrrienclo con lo especificado en la norma
EHE' el cálculo dc
rrrctálicas
la ménsula c<.rrta puecle realizarse por la tcoría de las bielas y
de tipo
tirarrtes \arl.24 y 40) con un rttecartismo muy simple
Fie. 13.134. Refuerzos cliversos frentc al pullzonanllerlLo collcreto la nonna formula
trian6rular; r'lo obst¿lllte para cste caso
unas expresiones espccí[icas quc Ilosotros reproducimos a
colrtil'1u¿tci(i rr,
L.
l-os fortados rctkularc<
1i
l;-
tr¿ s 400 MPa
NUDO.I
olt
---+ ll
I
I
l -.\
dl
I
I
fi¡¡ l3l3tl t.'.ik.¡rk><ielirirÍrlirdrrra¡rrinci¡ral cniasménsulas(ort¿s.
----t-I
(.Jc 1;r arlrr..icll-trir ¡lritrcl- 5r j.t e:t:r..:r-.::r (1.:É sí .lpo\'¿l en las ménStll¿js' l-lorrll'llmcnte
Calculaclo el ángulo 0, la clcternrinación
r-ltttr ¡lieza elástic¿i li€le-
parl ya es i¡rrncdiartcl: ¡tlac;s rle for,rr-l¡ s(.i.Lrtoc;, sirr interJroncr
r(tÍletlte rÉti';n(,lLi-alcial cle los bordes Y de espcsor en tc)rno a llnos
A, fyct = Fvcl tan g 0 + F' ''
clo: cerliírrii:r'i)i al..irtt(lo i¿: c:slrr-tctllr;l aipoyad¿l g I.1 v choc¿i col'l
Tan.rbién se disponclrir una arrttaclur¿i elr (:r-r!'.ors horizr-rrrtales la c.squrIa. .ic¡r.r,¡ :-..rLjerr(i(-r s¿tlt¿jr rtl horriligcirl t¿ll lr' colllo !e ccl-l-
. , ,11
unilorrlt:nrerttC c]istri[tlicla de fOrnra Cc:rtl¡rletlllTI.tri¿i.r ];r ¿lllLerior, Lel-llPl;l ell L,r !r-.:.-: | ) r'
quc surne Ltna cuantía lotal mayor cl igual tlrre'
NU ncal cic ire:, d llc:,'.r r-(e cli rect.lmente los iror r.I.Iigones cntre sí
Ar" f.v¿ 2 0'20 F',r Llr l¡ls niér.rsr-i.Ar: ..rl:t¿is iil', illterponcr erltrc ellos un¿l sellcill¿j
pla-
l. .ri:,r: l-::
\.
Lo-i /ol/rrrio-. r¡lii¡i J¿r,'s
,$
Las fariai¡s t¿ticulans
pe-
y otras' manifiestamente resumen,práctico de la normati-
tan penalizadoras inrrecesariamente ' Esta public;rción recoge ttn reticulares' ¡ronicndo de ma-
ligrosas. va clc fr'rcgo u¡rlic;rcl;r "'i*'L'i"¿"t
cuantías que pueclen consrlllllrsc
qu" existetr.entre la teoría y el
nif icsto las clivergeniio'
' Restrlta posible vaticinar las resueltas con foriaclos de tipo re- i.',,*;.;;"'"'"i::::ll',,:,,,l,TlI;3t:;T):?:il:li:,11,i::-
rur.*r1to,,iu'at "dllicocion
"^ el cálculo de las rnisnras cotr go. E. nr-rcstra oprnron' jr:
;il;t;, ;".esicla<l Je 'eatizur ia, espe.ial,,lcrlte en todo lo
,'1"::::;;":;,,"
que tiene quc vcr
"lr._,
los tiempos de
notable Precisión'
espacial ,.riotancio al fuego qrle demandatt'
ya posiblc aborciar elanálisis
En el presente' resulta
' quc la gran asignritura
i"'t¿tttt"cón proycctadas con planoforja-
Y finalmelnte' poner cie manifiesto'
'
completo de las estruci'l'"' ;;ü
tl punto cle vista cie la patolo-
moclelo cle.emt¡¿rrrillado perrclietrte ,-=,' ,,,,",t"'i'ot;;'
dos tle t¡po retict¡lar' i'it:i"tr'lt::|tr clc cálculo' en tal
";;"il;l
ro¿uuL es pronto para una.
implantaciórt gene- gía y clurabiliciu¿ no
ffiil ffior. ;Ñás calculanclo estructuras de
"Jü"n
o cttal fornrulaciórr cle climerlsionarniento'
sino en la ausencia de
deberán ser
ral del método de los iáeitut y que
"i;;"en[;;
tc' unosi proces(" ton""li'u-ot "-f'-:T"t' sustancialmen-
edif icación comercialmen si queremos tneiorar
prescindir cle los incorporacios ¿r l¿ls nristn¿rs'
es recomendable' cstructuras'
' No resulta cieseable' ni pÓrticos vir- i" V ¿" t-t¿td la caliclacl cle nuestras
oproximados;il;t en elmoclelo de los
métc¡clos
ANIEXO I
Agradecimientos-;
EI presente trabaio pudo ser realizado gracias
a la colaboración entusiasta del laboratorio ,,lnstituto
Técnico de la construcción de Aricante (rrc)",
personificado en Ismaer sirvents,
carcía y Pascual Vidar: Nuestro más sincero Juan de ra cruz, Arberto
reconocimiento.
Los lorjados r¿lirular¿s. Anexo I
'Con el obicto de comprobar algrrnas de ras afirnracio.cs ver- sayaciirs sc rearizar.n con r'rloques arigerantcs especiales
tidas en la tesis doctoral cjel autor, básacias funrjanlerrtalmente cre polie-
en stireno de cantos redondeados y anchos clc nervios
su expcriencia observando cl comportamiento de l2 cnl, de
rcal qrrc poscen las la casa FOREL.
estructuras construidas con los fclrjados reticrrlares,
sc cliseñó
una serie de ensayos a rotura de un conirrnto
cle l0 pl;Lcas reticu_ Los ensayos fueron planilicados
lares, que podían consiclerarse su tic¡entÉnlcnte ¡rrocurando reproducir lo quc
ieprcsentut¡vas e' puede pa*rrle a ios nervios en una
obra convencionar de edifica-
su comportamiento ensayado, en relación ción cuando salen de los átracos, proyectacJa
con los aspectos rrrás con un hormigón cle
relev¿¡ntes que se trataban de analizar y resistcrrc:ia 25 lvf'*. sc.:nretic,a a Lrn contr'l
corrfimrar. de tipo Norrrral, clOnde
las rcsistcncias reales que se <¡btiencn
Dichos aspectos fundan¡entales son oscilan en tomo al valor es_
:
pecificado en el proyecto, pcro que
en un rnon.lento dacio pueden
- La resistenc¡a a cortante dc los nervios
err piacas reticurares
resr:ltar iigera rncr.r te jn feriores.
sc encuentra muy por encima de r'
especificacro en las nor_ En base a lo antcrior, los ciemerrtos
mas vigentes, especialmente en del foriado para los ensa_
lo establecido en la nueva yos flrcron discñados para quc
EHE. en el rnorncnto de Ia rotura, el hor-
migón de las pl.rcas t,viesc en torno ¿¡
- Capas de cornpresión de 3 cnr son m;is que
srrficientc_ ¡rara
los 25 Mpa, sirr estabrecer
nirguna otra li'.itaci(in reiativa a ra edad
garanr-izar un magnÍfico comportanliento c()nstnrctiva de ras mis-
mccánico cle los mas, puesto qr-re iuerorr rotas a ecjades
foriados reticulares, cuando se construyen variando cn torno a los l0
con f:loqucs ali_ días.
gerantes perdidos dc hormigón.
Las capas dc conr¡:rcsirin cle
5 cm dcben quedar reservadas a Las rs'siste'cias rc'ares obtenidas
ros for¡ados reticurares cie en ros hormigones se encon-
casetones recuperables. Capas de traban distribuicjas en una bancia dc
compresión clevaclas pá_ Zg , iO Vfpa
nalizan a los forjados reticulares t"t y
.orno se cc)nstnryen
en España. No se conocen patologíai
de conosión cJcbidas . El acero ernpleacio responclía a la calidad 8_400 S y, en gene-
a deficientcs recubrirnientos clo la,
¿ct flexiórr rre_
ral, salvo en la ¡trinrera placa, no Oirprr" ,. :J;;;- i.
gativa o de los mallazos superiores, "rn,oduras tc de nirrgún tipo, ni tampoco el preceptivo"r-"dr;
dacio <¡ue sc encuentrítn mallazo que en la
en los foriados de viviendas superprotegijos. actualidad exige la EH[. Ningrrn nervio
fue armado frente al cor_
- tante y, en la salida de los mismos cle lo que
Los bloques aligerantes de hormigón pcrciiclos se estirrró podría ser
mejoran cl el ábaco, como arr,acrLrra úLil de flexión
comportamiento resistente de las placas
reticulares, al que_
ioÉrun,u existía un re-
dondo del 0 1 2, salvo en la placa n"
dar solidariamente unidos a los A UonJ.j-"istían clos t 2 co-
ncirvios, puar,o que actúan nectamentc anclarlos Q
de encofrado perdido.
La capacidad resistente de las placas
reticulares a flcxión se ,^__El *tQu.t,tla expllesto en la Fig. I refleja claramcnte la natura-
encuentra por encima de lo esperaclo, leza y gLlometría de las placas ensayaclas,
¡roseyc¡6o ,.,r,o cl"ua-
da capacidad redistribuyendo ios
esfuezrrl,," fm solicitan.
Las placas ensayadas a rotura poseen
I ..--.-,2
.. Ltna geouletría err plan_ { o0 o.&
ta.de 4,70x2,50 y descansan isostáticamente I
10 12 10s 2Elq
,2-0,1q -,,f 0 q
1,70
1.20
sÉccloN 1'r
l- ¡ 1 c('a.i()1, I I
_
--,..-._ 1...,
I 1
,/
.a o,sosmrtt ,/
|,100(n il.7
0.524(t)'
0,E0(U. .
- 0,544 lv{
A.(lQl2i= Ll3
Pa r5, 4
cnr2
4 Kp / cm? )
,2 th"lA
/ .' 0.524{il'
result¡¡ scr:
.o,r65lm-il'
/
/ I,100(m.il'l 0.80(t)" Vcrr¡r = f.,u t cl = 0,'>44 ' l(X)'220: ll9ót3 N (ll9ó,ti Kp)
/ ,/ y ¡l;rra dic:lro ( ort;inte, el cortante de servicio máxinro permitido
tcndría quc-- s(rri
o,(ot1w.y'
V,.,p I 1,9,ó8
l'): peso propio ("): dos cargas l¡neales de I t,,ml v.' = = l'6 =74goN (74g Kpr
Yt
l'iti. 7, Rcsult¿rdt¡s cl¿istict.rs cstirrr¿rclos luniri¿rcic: \1 K.!j.) f.ror t'l ¡rrr:r¡.,t;Ltr;r
CYPECAD para el peso propio y dos líneas cle c.rrg:r cle I t,'nll en los ¡rr-rn- A¡rilcirrrclcr la nrisln¿i forrnulación a l¿r caliclad del horrnigórr
tos fcscnauo5. crtrterrirla en el ensayo f
, - 23,7 MP*
Corno nuestra intención siernpre se eltcueÍttr¿t centrada cu vcr
el com¡rorlarniento real de los forjados reticulares frente a las con-
f
- 0,12 lqr4 (100 0,005 ' 23,7¡t13 = 0.51J5
'cv
diciones estándar previstas c'n los proycctos, el¿boraclos siguien- Vcur = f'.r'b.d = 0,535.100'220 = l1770N (l 177 Kp)
do las directrices de los códigos oficiales, veamos inicialrnerrle los
datos refererrciales que las placas cnsayadas er¿rn ( a[)c¡ces de so- oVeanlos ¿rhora el cornportamicnto quc tuvo la plarc;l a trtecli-
portar, sisri(-ndo ficlmcntc lo especificado en l,¡ lll lI..
cla qr,rc cl gati.r lue ¿iunrelll¿itrclo su carga de 0 a 140 kN (14 t),
máxim¿l (:¿rg¿ que lrudo rcgislrarse en el eltsayo.
De entrada, la rrorrna española cspccif it ¿r 5 crlr clc capa de
cornpresión mínima y un rllallazo de rcparto sirl clarif icar str tipo-
logía, que nucstras ¡rlacas ignoraban, prresto que la cap¿l de cotn-
presión cra de 3 cm y el nlallazo no existía.
Las ¡lrimcras fisuras dc flexión positiva se cletectan visu¿¡l- posiciórt 2, et'r la que el gaLo transmitÍa a la pli:-
F-standc¡ er'i la
' cle 70 k\ I' en lir quc no se dete('taron daños dc tipo
mente cuanclo el gato transmite una (:arga de 70 kN l7 Ll, es clccir ca Lln¿r carga
algrno clebicio a los esfi.¡c:rzc)s coftantes, salvo únicarrlente una fi-
cargas lineales de I 4 kN/m ( I ,4 Vml), lo que sl¡pone aceptando u n
cálculo elástico convcncional, que los esfuerzos clc los nervios nas fisuras clc f lexiórr pr:sitiva rccogidas en la Fig.8, pcse a que
de los csfuerzos conespondicntes ¿rl ¡leso proJ:io (stlbíncli- cn dicha posicióri lt)s nrorrtetltos de [lexión posiliva en los nervios
¡>asan ,t
-l): CCIILf ctleb Ctcllll
ce
Esfuerzos elásticos teóricos t:n los nervios baio la N1.:2 : 2l 05 kN x m > Muo : 17'5kNxrn
acción del Peso ProPicr y en los ncnvios extrcmos:
N t420 Kpl
ICortante meclio en los nervios: 4200
iaonnn," extrenlos: 2290 N {22s Kp)
en los nervios
los nervios centralcs: óI I0 N tóI
I Kp)
[Cortante en
Cortantesclebiclosacargasenfajadel4kN'rtl{gato=70kNl
ncrvios' N i87i KI))
f cortalrte nreclio en los '{750 N (480 Kp)
lcortante en los trervios extremos: 4800
Kp]
nervios centralcs: I 2700 N {l 270
[aou"nr" en los
a lcls sigttlerttes
La sunra cle ¿lmbos esfuerzos conduciría :
posiciórr 2 tg;r[o 70 kN)'
vat,lrer, correspondientes a la
(l 29t KPI
V*m2 = 4200 + 8750 = 12950 N
lrabiénclosc mar-
V"c2: óll0 + 12700: l¿t810 N (1881 KPI Frg. 9. l;is ii!;;ra! er¡¡rr rrr'rv titras V muy bien distril'¡triclas'
caclo c,r. tit'-¡:,:r-'.t 1,,,u ''i't'r,rti"'iiá'iioi"etátitt,!l?n:::^t:fgl,T:1:
::':ff:il, :lüj il::i:ij:;jo ü ;,i'*p;;- .";'ti1',:ult..!"*"rse arcanzadcr
V*c2 :
(709
22gO + 4800 = 7090 N KPt
cle agotanrierrto {gat() = 70 kN).
|()q lIOl.llelllQs tt.::t::lf .. itortcQs
Los forlados n'ti¡rr/¿ir¿s. An¿ro I t-7
En la situaciirn anterior, las tensionc:s tangcnc:iaJt:s re¿¡les de A cc:ntinuacj<in. sc: procc:dió a somctcr la placa a una carga
cort¿rrlle existelrles err ]os nervi<-rs er¿rn: crecierrLe clel g;rto, Lri-rscanclo el colapso bnrsco dc la misma ¡ror
rol"ura (le las ¿rnr¿lciuras dc flcxión positiva, dada la escasa cuantía
de ¿rrrn¿rlrrr.t"' displlesta y contando que una de ellas no se
?'c2-b.dV-r
. -'--- 1644Q--
:-'¡r),.. =0.5.14 NlPa enc:<lntr¡lb¿ c:olrcctantcnte anclada clentro de lo que simulab¡¡ scr
=0,75MPa>f
100.200 cl ábaco.
tensiolles.rl'r".¡:',-,r'r,.='l
dc ¡rr.tr.'c o na': :. = -' \ll)¿' / por encinra ya dc los 70 kN,
A nreclicla qLrc ,:riccnclía lti cerrga
- _ V"2=
r": =
5S00 : 0, 2 7 M Pa { r|. D = 0. 5 4 4 l\'{Pa
conrerlz¿'tl-)¿rn .r ,,'isic¡n¿¡rse las fisuras
de flexión posiLivü si¡r tener
que nrarcarl.rs con tinta para que qrrcdascn rcflejadirs err las
bÉ , 0O ,00
fotografí;rs tFisl I l)v seguían sin detectarse dañ<.rs dc tipo alguno
¿rtribuiblcs a l.rs .lcciones cortalttes.
Si hubiésenros opcrado con el valor rre(iio (le l¿s ttnsioncs
tangenciales de diseño en los nervios:
r,u¿=(o'751-o'27 )= o tl\lpa
\2)
mLly próxin'los ya a tener que eslribar los nc.n'ios según l¿t El lE; y,
Fiél 10. Aspe(:lo ¡tl"lr:a tras la cle::cirr6.r cic 1.r,. 7Lr ir\ ¿¡ l¿i (lLri: fu,:: SOtu(:-
cJe Ia
lisr l- f. i;ilg; lroviénd(t:;e en Io[]() ¿ I l0- I -10 L\
haberse supelaclrr lo:; rrra)r'r(.r'r\..1 ., ', ,:. L iir, os rlr,;l,ril-
tic1a, rics¡-ruós clc "it
t¿nricrrLo t:n lodos ios nerylos cle l.r s..ccion ir' :"¡
r-8 Los [oriados reticularcs. Anexo I
,, \'1 22840
[, , - t;.d
I
- I00 220 = 1.04 Mpa {10,4 Kpi crrr2)
' I:-
y UnaS tellSlOI1L'5 IIIU(llrls
rcJ * te-¡ ))
Tn. -,
= = 0,7iJ Mpa (7,? Kp/cln2 r,,n
2
\
l.os /rrrlcidrrs r¿lrrrr/¡¡t's A¡lcrd i
FiP,. I5. l.stado final cie la plac.t b.ri,, ld .i((.r(-,: clc .,:.r :;ir¡;i de l4t) k\ Fig. 18. A::¡ri,. ir, rlr l:rir,c,r r,ies¡rrendinrient(l .luc 5c prociLlio en l¿s arntajclu-
rir:r Llü la Dl¡.¡
Ln sitr-r.rcrón firral rlel g¿ito actuan(lo cc¡n 140 kN, sin que ya
l¿i
¡Ircliéranros t¡,rri_rrniLir nt¿¡yor carga, puesto que las dcfort-naciones
cxistente5 1o lnrpeclí..in, los coftanles de los nervios que caminabarl
a l¿is clos Iir.re¡s cL- ¿ipoy() dc 40 cnl cle anchrjra po(lríarr cstar
cor])f)rctnclld(:)s rnlte los Siguicntes valorcs.
t,,
j \' , N (2764 KPt
= 27ó40
I ti = lo too N {lo ro K¡r}
'
COII ulr V¿lOr nrt'ciio:
230
23.
420
un cál-
Los valores que se obtenían en los nervios' mediante
a eies, pero tenien-
cUlo clirecto colno una pieza lineal calculada
I .9!9--...1--- 'e!9- do presente un reparto en los esfuerzos del propio modelo de
cmparrillaclo que em¡rlea CYPECAD, serían:
Peso ¡;roPicr
r. kNxm) t
I
lM., = 0'ó00 mxt {ó
1, ()' nr x t t 3,2ó kN x tn)J I
I
tul"' = 3 2Ó
J
*.' = 0,72ó nrxt rz,2ó kNxmlI
l*"' = o,4oo mxt ra,oo kNxnr)J
valor r¡eclio l^,4,.,.,¡ = 0,5ó3 mxt (5,ó3 kNxml
-_"1
Fig. I 9. Situación cle las cargas erl cl en sayo cle la plac'r n':' 2
r' t1¡ros cortantcs ci(l
Pe:;o lrropicr
i
r6.$.,
i
:,
En r:l ¡lrinter escalcln t1e carg.i, cL-rl , !,ir: a:l.t1llcltl | ()ll Llll¿1 tI
(.rr.11;raltr ll kN al¡¿iluCL ..,i5.r.l¡ - *' " :ii:.rrr¡ il¡Lll¿¡ clc I
I
llexiórt, altt.ltctrt¡ndo si-¡ nr-intero ¡tero :.c:-,,i; , :¡- I; :lcl l)c1! Lrllrl( -
I
,l
terístic:as rlue las dc la ¡;lac.i (rrlerl(tr i.,.r: -i, l.t{i, .t Llna cafga
,-
nQ
l)r()xill; ¡ los /t) K \. '' . i
--¡
A nreclicla c1r-re la carga tr¿insrrttllcl¿ rti r;
st. r¿rs clt' tlt-xtolt lo{ic¿r n'et I t e .l ;c,ct-,1:ct'. :- : : -
por clcbie jo t,lc l.r c;,¡-r;, c1e r:t-)rrr¡lre:;ió:r :ai. : .-':
iotograÍías rle l.i ttg. 2 I
A1 llcgara 1a cargar cle 1ó0 k\ itr,ctr,-i,' ,--' .:t-: -:,r..t =. ir.,¡l ilr l-it
',' el as¡reclct infcrior cir: la plac.r clr-tecid trt-,- i:- ..:.-..r- ;: ['u' ]- '-iL-'lrtl,.'
st ¿lprec jarb.in fisuracioncs dc flc\ión r,r.,:, . ..r l i:ir t-il'q-;:t til,.r-l rlc
dcsarreglo v ningún tipo clc rollrr¿t c'l' li : i' I L;i ¡.ii:É:nrLr_r5
ifir-
't:titF.rh,.
t,
Los Íodados teliculares- Anexo I
.Veafios en la posición segunda, carga delgato ló0 kN, los Si consicleramos ttna distribuciÓn total del momento de
flexión positiva, el montento medio por nervio resulta scr:
momentos y cortantes que pocJían estar produciérldose en los trer-
vios de la placa.
26+14.24 ..
Mm7 -'"''li1kNxnl -20,1 2 kNxm >) M,,r, =
Flexión
- Aceptando un comportamiento elástico, los momcntos
po- = I Z,: t.N * n't . Nf ,,,
sitivosdefleiónestimadosporelmodelodelenrparrillado
podrían haber sido: El cálculo directo sirnple reaiizado a eies, nos proporciotra un
nromen[o medio cn cada neruio, ligeramentc mayor:
M.2 =(5,ó5+ 6,36'3,2\ kNxm =
M'r: =14.ó3+5,63"),2lkNxm =22,ó5 kNxm 5 M,rP =
= 26 kNxm (2,ó txm)> Mur (2?,8 kNxm)
= 17,5 kN x r)r < Mur
E
2ooo
ñ('
:
E r.m
!!
o
btm
T
gooo 1 0ooo1 0of,.1 :000.1 3OOO1 4@o 1 5OOq1 6000' 1 0oo 16000.19ÓOO
o Irooo_.zooo.oom ooo
m nrhn 70í10 8OOO -éi; 1
Pese a que, cctrno puede verse, 5e :u¡rer;rba el nlonrentc: teó- Lis [errs jL)r]es resr-llt.i¡ltes reales como placa y coruoelcn-len-
rico último de proyecto cn agotamrcnio cntrc Lrn i i r¡'Lln 29%, de- to line¿l c(r-l lepano transversal, resultantes de los valores ante-
pcndicndo dcl valor de los morlento:. nreclio:. cotL:ir-ier.t,-lc-t5 en l,:,5 n()re\ \|I
nervic-rs, las fisr-¡r¿¡ciorres cie llexiones e!-¿irr cle es,-¿is¿i enticiirci y
prácticamcnte dcsaparccicron al rr-'tir¿lr la c;lrg;r, inclici.lnclo r.in .¡, L _ )'"000 ¡
-::.\rPa=l,5MPa
1t)0 ))0
^
corn¡lortarnierrto esplérrdi<Jcl rJe l¿r ¡rlaca; clt-'trick-l t,rl vcz a (lLrc nc)
I t)Qt)rt
se llegó ü superar el monrento de agot¿nripntr-r re:¡l cJe lo:: nervjor;.
i- ::i,I ()0 ,220
T- ,-l', MI)¿¡=0,5MPa
Itrcluso ¿i volver a cargar la placa y'JJeg;rr a unii c;rrga cle \lP¡r (lo Kp/c¡12) )
T,,-: - I T,rr =
l¡10 kN, las fisuras cic flcxión en los borcle' resultan difíciles dc
clpreciar en las folograiías, tai y conlo sc ntucstran en ia Fig. 24. = 0 i-711f >¿ r5,57 Kp/cnr2)) T,rr., =
i0
1., '- _ t(-)() ))o ,trr'a
lc, I
rrrl = l,Ó4 MPa
r,,
12242
r -, = ,ril,¿
^in = 0,5(.¡ MP¿l
l{l[] l2fJ
r. . = ¡ I \11)¿ (l I K¡t/crn2))r,,, =
-
=() -1 t \1P; r5,57 K¡r/cnr2)) T,,r, =
It,t=l,78MPa-- --
It", = O'i9 MPa - ''-
r
la fornrr'rlación cie la
Si el cortante último esperado siguienclo
EHE se es[ima en:
.E
?-c t J
,(x
4. Ensayo y análisis de la placa no 3 . En csta srtuacicir.l (105 kN), los momentos que existían en los
(t = 29,3 MPa, f, = 477 MPa) nervios podían tener los sigirientes valorcs:
Lá tercera placa ensayada posee idénticas caracteríslicas clue )'Itt = tl+(t,36.2,1)= ló,82 (kNxm)
+rr
la placa no 2, salvo que los casetones de aligcramicnto cran cle Irr =rt 88+t,49.2,t1=9,2t (kNxm)
poliestireno expandido y la resistencia meclia clei hormigón colo-
nrlry por cleb;r1o clei nronrento cJe agotamiento real estimado en
cado de 29,3 MPa. El peso propio de la placa por nretro cuaclr¡¡clo
23, 37 kN x nr
era de 2,0ó kN/rn2 (20ó Klt/l¡?) y, cn f)rirrcil)¡o sc l¿ ib¿ a s(trrrcter
a un ensayo de cargas similar al aplicado en la placa n':'2, con el Consicierancto una redistribución total dcl momcnto de flexión
obieto de analizar qué variaciones presenta su cornl)(-Jnalrriento, positiva, el rnonrento medio por nervio rcsultaba ser:
al haberse cambiado en la nristrra los casetoncs clc aligerarliento
de hormigón por los de poliestireno expandido. Mm = 13,02 k)' xrn << M,.,,., = 17,5 (kNxm)( Mur =23,37 kNxnr
El ensayo en principio comcnzó de fornla sirlrilar a los clos El cálculo directo a ejc proporciona el momento medio por
anteriores, apareciendo Ias primeras fisuras de flcxión positiva nervio aunlentaclo ligeranrer r le a :
2 1,42 kN
Jv. =
lv" = 7,07 kN
Una vez producida la r<-¡l"ura dc la placa,lr;jtalllos LiÉ bL'i:j(¿ir Lrs lig: )'4 ii .3fi confjrrrr¿ill lllcrarllel-ltc la Lesis qrre iusti-
lr.ú la'tr'rrr¿ -¡- l'..--.¡-¿ , :.rtr .t'i'.,llerad.r clc la rll¿t.a
una iLlstificación raz.onable quc lo explicar;i, Ilr-iesto cluc la
(-lr:' (rr¿i
ditcrenc:ia cle c;rrga con li: placa antcrir¡r (t-r'-'21,,,;l .rn::cl\'.-i(l¡
c1r:t 1-l; lrl
urr 78olo inferior, que at.¡nqLle ¡lensílbanro> -r'¡"¡15
aligerantes dcben tcner, y ltlgar, r.rn p¿il)'*-l inrport¿i11te n los
(
l¿'i.'- la.r : :l
Fip 32 AsD(:cto que l)rescrrLaba Lrtrc¡ tle
1o"
kN rnl rr 'r'''
hrlrsca baib la actiótr de ll0 kN t22
:: 1- " ':: r-
Fi,.'33 AsljL',:tot-lucl)Ie5erlt(ri)¿r'lol"'r''l'' - 'j
.)li,.¡.i" ri.-in,t" i lo k\ r22 rN r'l t::- ''l ' -"
:
7
ncrvios cn los forjados reticulares
El simplc c()ntacto cle las arrri¡rcir-1tc1S (:or'r rl polresLrrcrro pr(r-
picia que clrrr¡rnte el hclrmigonacio sc próduzcan s<,>breÍlresio-
nes en ias barras que las incrusten iiqerarncntc cn el nrismo,
inr¡ridicndo que el hormigón, ar-rnc1L,e se¿r rnínirnarncnte, las
envr.¡clva; pudiérrdose producir f¿llos en las aclhcrenci;rs de
consecucncias irtrprevisiblcs.
Fig :8. E.o,ur-:ón cle las fisur.;s bajo l¿r acción de 120 k\.
r:recjrr:i,: r:r.;.- :r¡.¡ i-ic>cic l¡ linca clc c¿lrga h¿ista lc's apo-vos'
elr ios
r f'r e. l' ::¿11'1r Ll(' l¿i rcllttra los cortanles qLle Cxistiarl
l-,ql, ill'-: el¡l
\ - I--'--{l;-71trrl\
r,'. =I-l-lJl-l073kN
.r- ..; i\1. Il ilLll(-):
L-
i-tq
.Convienc tencr prcscntc y rccorclar qr-tc 1os ',..ilcrc-c lcc¡ricc¡s . El cc-rmpc]rlanr.crlo r:s similar a las placas anteriormenle en-
obtenidos en la rotura a cortante con los ccrsetones cie aliger.r- sar¿das L¿ c¡lr¡ de compresión de tres centínretros no experi-
micnto dc hormigón resultaron ser b¡rstarlte rr'r¿i!'ore:i, ljese.i ie r':terrl¿1 Li¿irt{J: Lrr ln.)o;rLqirnql v la fclrma dc rompcrsc las ¡t)acas
trer el horrrrigóll urra resistcncia rllcn()r <¡ur: la obteri¡la err e:;lc l; lcr:'t-;-:¡r,le ron'llterse l;r placa n'" 4, con una> de[or-
,-oirL:ic.le r:orr
ens;lyO cJc placas cJc poliestiret-lo (:lriÉ h¿r -):L:L) ur-)lL Lt lLcl ilr¿rcio:res ni¿r'.ir'l¿r. :rr:ntiblt:nrcntc coinciclctrtes err todas ell¿rs.
f. - 29,2 MPa.
150-laó
^
^- lgó --¿).) tl
.
L¿¡s roturas sierlpre se lllcian cc)r Linir iisilra cle f lexión,
clonde la scgunda barra de flcxión positiva str.nl-,:rrunllle, y 5c
inclina debida a la acción de los esfuerlo: LLrrtarrtes c(fr-r rrn
írnglrlo en tonro a los 45t'.
taa-l%
at =t 19ó
=-26.57n v ^+-
+i; YCC$ *r fñ0
op =l2iEF =-tl,e%
' :.
. El peso por m2 de las placas era dc 2,9ó kN/nr: (29ó Kp/m2). 2.S
de la Placa no 7 fue de 3ó,ó MPa y en la Placa nu 8 de F¡g. 4ó. Características básicas del casctón dc aligcramiento ernpleado en
35,2MPa. los ensayos y rrervios resultantcls.
o Las armaduras colocadas en las placas fueron idónticas a las
empleadas en las placas anteriores, sin mallazo, pcro con LlIl
matiz importante introducido en la Placa n" 8. El comportamicnto de las placas fue el siguiente;
Fig. 48. Siluar:iót¡ infe¡icrr cl-' l.t ¡.ri;r,; ,1! L.l l!ritlla I rl: .1(r iil qLl(: llle:jellL,il,)clll i(-ri rel'':!-rr :J-,':: ll'.ll
c!)rLdl1.,
Los foriados rclicuiarcs. Ar¿ro I
'Lá placa nú 8 baia la acción dcl gato de 2l I kN, tlrtccla lnser- 8. Ensayo y análisis de las placas no 9 y
viblc a flexión, pero sin (ltle se dctccte [isur¿rción clt- tipo.tlgr-:ttcr
frente al cortantc crr ninguno de sus rrervios.
no l0 (fcg = 72,4 MPa, fclo = 77,9 MPa,
fy9 = 476 MPa, fylo = 484 MPa)
F.l ciclo cJt: etri.t¡o,. :llr;rlizri con clos ¡-li:rcas a<licionale:' enl-
¡tlc;irrClosc cir rrli¡lerarrrtictrto de poliestiretro cle la ent¡rre-
( ¿iSetL)rL'-\
t: tq t' o'Y ?Q ro
2Q- ro 1 o
_ !70.
¡.n
sEccloN t'1
080 . o.Bo . .. -9 8!
sECCloN 2'2
Placa no 2.
E
g 2000
I
I
g r!{xt
Io
$'*
t
6m
CarEa (Kg)
Placa no 4.
(Casetones de poliestireno, b : 100 rur¡tl. Nervios rectilíneos. tc : 29,2 N'lPa
E
a
rl
I
g
ú
ü
o
I
b
tI
0
jo 10@.-o(ri 3(Lru 400C 5000 . bruO ¡(:{y_, troh- t,9.,{, rr.}-,,, r,Jü!, 1:?I 13OOO 140@ 10OO.1¡l0OO 15100
i¡raomcto i '0 65 1:¡ ¡ó5 715 n80 1;:80 '¡).- 1.r¡r,:, 1¡-¡C 1r¡50 :18.i .:i'85 95 2475 0
oz o 45 1.J5 1Q:t '!:'n ir-'o i'i:l !i4::: l1 ':, 14_'1 ,:fat ió61 13':)5 .:1C5 .l:¡10 65 :3S 0
len"-ot
Carga {Kgr
t..24 Los loriados rcticulares. Anexo I
Placa n" 5.
(Casetones de poliestireno, b : I00 nrm). Nervios rectilíIicos. [c. : 23,2 MPa
:llm
Placa no ó.
(Casetonesdepoliestirenorectilíneos,b=l00mm).Nerviosrectilíneos.fc:258N,lPa
30(D
lfftmoro t
2
Los loriados t¿t¡cularcs. Anexo I t-25
Placa no 7.
(Casetoncs recuperables, b : 120 mm). Nervios redondeados. fc : 3ó,ó MPa
26@
20m
r5(D
500
o
0
f ncomao r 0 r10 2¿5 395 495 645, 815 1Of5 11.'5 1400 14-5 .i€i .,'l¡ 1írg.r -)1:5 ag?q i*
fnxim*,oe1 0 115 ?85 4:9 5.F, 60C El.:r .1¡17 r15C 1:jl5 1¿1f,...4i1.5ó0 1i{5t 104!:¡?8O 1g5
'^ 2320
'34l O
Carga (Kg)
Placa no 8.
(Casetones recuperablcs, b = 120 mrn). Nervios reclondeados. lc = 35,2 Mpa
0
0 ,1m0.2m.3000 ¡l@0 50@ 6mo 70@ eooo 90@1oo@riofl'r?ooor3o@r4ooolsoooroool2ür3mü{morgoo(priüt
Fldír.bo I 0 ' 119 212 118 712 915 1150 14ú 1f/,7 fin 19i'o 211D 2m
252,t 278 2950 550 24íp ?f¡10 2050 31tO o
Fhximaüo2 0 t10 170 375 580 po1o5s 1320 1450 1650 1825 2W522f/0 2530 2795 29s5 565 2510 2550
2m 318ti O
Carga (Kg)
Los foriados rctiillarcs. Anexo I
Placa no 9.
(Casetones de poliestireno, b : 120 mm). Nervios redondcados fc : 32,4 MPa
E
st¡
I
n
3
I
I
i+ -
o1g9o.2m.3m.4ooo'5ooo.60@.7ooo8oTT9'.Tmirm12Oot30oo140@150001im.¡|5100:2010
izas 1$5 1s15 15& r71s 1s35 2060 2205 106 2¡185
0
r rrJ¡oro¡tro r
o ?o tÉ 1,tE 59s 'il sii riái 1355 r'85 1625 1725 tE45 2Oó5 2165 2325
't35 2535 0
inranr*oz1 o 95 285 .78 645
1
Cargg (Kg)
Placa no lO.
(casetones dc poliestireno, b : 120 rrr¡rl). Nervios redondeados. fc = 33.9 it'lP¿
E
q
o
:
t9
6
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¡
o
0 10@ 20@ 3000 4ooo so(D 6000 7@ 8o@ 9@ roomi1m12mot300014000 15mo. |(m 151@201@
FL¡imaüo I 0 50 195 3S5 545 725 925 1@5 1185 1275 t¡125 1520 1625 1815 1950 2125 E5 2345 0
FLxlñrtro 2 o 85 26 455 615 825 S85 1195 1315 1455 1595 1685 1785 1945 2115 2225 125 2¡¡65 0
Carga (Kg)
Lns lorjados relicular¿s. Ancxo I l-2?
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Tabla I
l.os loriados retirulares. Anexo I
Antes de exponer las conclusioncs cualitativas y numéricas Basándonos en lo anterior, cabe desLacar como conclusión
que podenros deducir tJe los ensayos, rcflciamos los rcsultados de que la norma EHE penaliza excesivamentc la evaluación del
los mismos mediante tres tablas de tipo numérico, elaboradas cortanle que resiste el hormigón, salvo que las secciones posearl
basándonos en las tres normas españolas ntás recientes, la elevadas cuanlías cle armacluras de flexión. La vieia El l-91 tambión
derogada EH-91, sustituida por la EHE y la nortna clc foriados rcsulta cotrseryiltJr:rra, aunque ell rlrerlor rnedida que la F-HE, salvo
unidireccionales EF-9ó. cn el caso de cu¡¡nlías elevadas.
Aunque el punto de vista de ¡uzgar los resultados cle los Los criterios de Ia norma EF-96 son manifiestamentc
con insegur<)s: y si no han claclo problemas, ha sido por la influencia
ensayos no sea normal, puesto que lo nonttal es analizarlos y
baio el pullto de vista del consicler¿rtrler que poseerr las piez-as aligerarltes de hormigón
valores cle agotamicnto deterministas, rcs,istentes de los foriadcls (Véase
proyectista, que solicita para su estructura utta f.¡ = .25
M:a' cerárlric¿rs en los rrrecani:;mos
poliestircno).
los obtenidos el resr¡ltado cje Ia Placa nf, 2 con relación a las de
puede encontrarse con unos resultaclos reales como
en los ensayos que varfan cle una íc:
23 'z a una f. = 3Ó'ó y cle
Veamos ahora cl coeficientc cle comparación resultatrLe'
entre
acero de tipo B400S' se encuentra que normas con
igual fomu, solicitanclo una el v¿¡lor teórico cle agotamiento vaticinado por las tres
lós aceros colocados varían de B-453-S a B-484-S' y los
los valores rcales cle las resistencias de los materiales'
realmcnle cieciucidos de los ensayos (tabla 3)'
Baicl el punto de vista anterior, el proyectista puecle desear
aonoaa, el coeficiente de mayoración de $tr carga
cle scrvici<¡ para las placas
qrre puede La tabla 3 pone cle manifiest'o' al menos
prevista en el proyecto, con relación a la carga rcal vaticinando los cortantes
reticr.llares, la escasa fclftuna de la EHE
proporcionarle la estructura construida y' baio este exclusivo últimos; meiora considcrablemente la EH-91 para niveles de
pririrlu, se ofrece la tabla 2 c¡ue relaciona los cortarrtes de servicicts resistencia por errcinra clc los 25 MPa y resulta conservadora
para
tá¡to, admisibles de proyecto segun las tres normas españolas los hormigones hat:itualmente empleados en la edificación' que se
consideradas con los cortantes obtenidos en rotura' mrtevcn en e I rango de los 25 MPa'
COMPARACION ENTRE LOS CORTANTES DE ACOTAMIE.NTO VATICINADOS I€R LAS NORMAS ESPAÑOI¡S
CON LOS VALORES DE LAS RESISTENCIAS RF}LES (SIN COEFICIENTES DE SECURIDAD DE TIPO ALGI'NO} Y
LOS REALIViENI'E DEDUCIDOS DE LOS ENSAYOS
No4 r 2ó0ó
@ rn3o-T-rer-T- rr4-T*ot
No5 iló82 t67 42 33484 20580 ti6 t,27 o.ó I
Tabla 3
innecesario demandar, cotno lo hace la EHE, capas de com- es sun'lam€nte peligoso y debc scr carnbiado, especialmente
presión mínimas de 5 cm de manera indiscriminada. con los hormigones de caliclades por encima de los 25 MPa.
Solamente balo un punto de vista de estralegia constructi-
Dicho criterio podría resultar válido cuando se den las si-
va de los recubrimientos, puede iustificarse incrementar di-
guientes circu nstancias:
cha capa de 3 cm a 4 cm. Pasar dc 4 cm, sólo supondrá una
pérdida de brazos mecánicos y un sobrccosto il'lillstiticable - Que las arma(luras dc.flexión sean las adecuadas y se en-
cn las estructuras proyectadas con bloqtres ;rligerantes ¡rer- cuentren correctalnentc ancladas y dispuestas.
didos, tal y como se construye habitualmente csta tipología - Oue los nervios se configuren con piezas aligerarrtes qtte
de foriados en EsPaña. tengan una cierta resistencia y se incorporen a los mecanis-
nros rcsisterltcs, pero no sean tcnidas en cuenta en el cál-
L,as redistribuciones quc tienen lugar entre los nervios, tan-
culo y se opere con las secciones netas de hormigórt y el
to a flexión como a cortante, frente a su rotura total, resul-
ancho mínimo dc los trervios.
tan impresionantes; hasta el punto que cn ninguna de las
placas ensayadas se ha roto algin nervio o presentado síri- - Oue cn los foriados reticularcs recupcrables, se opere con
iomas de daños visibles clignos cie consideraciórr quc los di' el anr:h<¡ mínirno cle la basc de los nervios y se desprecie su
ferenciara claramente entre sí, pese a que los cárlculos en su carácter tronco-Piramidal.
'l
fas;e elástica, conducían a la oL¡tenc:ión de rnometttos en los - Or-re ¡í limitc la resistcncia del honnigón ¿l c:Órtante;r MPa
nervios centrales que prácticarrtente duplic¿lban a los mo-
mentos de los nervios laterales, y triplicaban los cortatttes'
l
I
7. El análisis de los cortantes de los nervios reticulares a tra-
I
vés dc la fonnulación de la EHE, opcrando cotrr I l. Propuesta Práctica operativa
t
t de flexión
Lv =0,12[.(100-p.f.rll Resr.rlta eviclerrte c¡ue la preserrcia cle l¿5 ¿¡¡1'¡¿shrras
clel coftartc es necesaria' y favorc-
cn los mecanisr'l'los resistentes
resultamanifiest'amef]teconserva<ior¡lenmodtralguno ccdora si es ¿rbLlnclante y se encuentra correctanlente
situada' Sin
de
;;;todr." la realidad, <lebiéndose moclificar con carácter y que la evaluaciórr de
dado que opL'rativatrente es enrbargo. y:t tto resltlt:r tan eviclente claro
urgencia dicha fórmula, lraga depender directa-
la resistencia a (()rtante clel honnigón sc
sumamente penalizadora en exceso' hasta el punto de poder resultar una re-
de l¿¡s armaduras rnente cle ciich¿ cuantía,
La influencia beneficiosa de la presencia (EHE) nruy baia o incluso nula'
puesta clc ntanificsto err la Placa sistencia coll su fornrLll'rción
f""g*di^rl"s de flexión' se empeña erl contrade-
y que tradie p,r.rt,t cltlc l¿i re¿rliclacl rrrachaconamentc
n" 8 {¡ue no hemos podiclo rompe-r a cort¿lute' pro¡rorciotra dicha fonnulación con rrivelcs
un vaior míninro de f.u cir los restiltaclos que
discute, debe hacerle partiendo de
prccisa y rcalistar que la con- traios cle cllantíir
ftiáá. o"t otra formulación nrás
'
El Cócligo ACI-3 l8 evalúa la resistetrcia nrínima clel hormigón Vearnos, en l¿¡ tatlla 4 adiun[tr, el aluste que propnrcionan dichas
a cortante a través clc la fórmula: fónnulas con los resultados obtenidos basándonos en cl proyecto,
en los valores oblenidos con las resistcncias reales y en tln¡l
propuesta práctica o¡lerativa dcl autor que llamaremos FKI- I para
b =0,17 !4; MPa trl
los forjacJos reticulare's empleados en Es¡:aña que partcn de una
y reduce estc valor multiplicando por un factor Q : 0,85, con lo
f6¡ = 25 MPa, empleanrjo (:asetones de aligcramiento de hormigón
cuat I I I se convierte en l2l. y casetoncs de aligerantiento troncopiramidales de basc mínima
l2 cnr, que consiste, lisa y llanamcnte, en itsigrtirr a f.u un valor
fv = o, | 45' ,lf.k MPa l2l igual a I N4Pa ll0 Kp/cnr2¡.
dado que, pa¡a las situaciones de proyecto (gl), todos los va-
lores superan el valor global de seguridad que hemos esti-
mado sea mayor que 1,95 y los aiustes en agotamiento
resultan ser todos conservadores superando la unidad (Tz).
Los valores máximos que proporciona la fórmula deben que-
daracotados pordebaiode I MPa 110 Kpicm2),
Los /orjados reliculares. Anexo ll ll-l
ANH(O II
NOTA:
Ni están todos los que son, ni son todos los que están: Pedimos disculpas a aquellas casas comerciales que
puedan sentirse descriminadas por la selección realizada y piensen que deberían figurar y no figuran. La
selección de lo publicado la hemos realizado exclusivamente en base al carácter ilustrativo y pedagógico de
la información disponible a nuestro alcance.
L,rt 1r l.{1,1, _ riit, Li,,r,
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l;i
La meior solución para foriados planos
Íiur' (:a)l rl " ' ,''1" . -)' i;ll (r'{ ; t' '
i
G)
,.r,ji f 11 ) .1 , 1Tr,..,¡
/ t!:,rnl,.( t i,
EOUARDO TORROJA
'_ {
r tres piezas
o El sistema se basa
err trell e{err€nli:s . S;Obrr dql'O ¿".¿,,r"n(j
re.nsterrles (te ace.(.,(, {re;ts Srj rrti),11a-,
r- r rcu erC.r .)Jk l)a-t¿rí{)
fiona(:úrre-as y Sopcrles
el e'1,.. ).r¿do
. El entralrado qJe k)n-¡an I
Cr,:)3
elernentos es plal)o v rlue(la
contplctafr rente ar.roitr_t, I,
Conpe
Portscorea
Soporte
c"lt
Montaje rápido y sencillo
:-.3lrO11eS
ffis.
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É1'-ih
-s¡.
l-os forjados reticulures. lvexo ll lt-7
Un¡ C¡¡tt cncolr¡d¡ y doa rpuntslades El p.occao 3a rofit€ háatr ñn€l¡zar l¡ obrá, ¡aa cr¡d
aoo la attura dcl odtflclo
Códeo Dmoñ¡ractóñ t- t-m.i -- Pc¡o txi,j s.cc. tubo An¿ sión ti f-{ W¡(ml
(mm-) (cñl
l14O Cm4m. 3,9¡3 _ EOx5]Jx2 50¿ 45,06
tto -.-..-99I!9-9.T, 2,9.!9
_1p_......
Iq,i.._. _ -.{L!Si:" _ 3q 45.05
1120 Cors2m. 1.984 I 8Ox 5t)¡2 5.U 45,05 tf.28
Crrio t3 n 25 s ¡tO 30
t¡t Dü Fmd6 S. lll cdoü ¡ ptÜ Ó Úla dsE¡:hd d hdrigón do 2'4 vftÉ
+5 +3 o5 13 +5 +5 +5 +lO +á IlO
+3
gn 375 m 410 460 520 Bao 5S 7m
360 32s
S&tácrh rm 1m 100 1m lm rcD 1m 150 150 150 r50
f1 1 1 o.67 0.67
4(n ¡15O 425 475 ¡160 SlC 5AO 6¡0 525 ¿186 605
o6ao.m6khf(íÚ d./ 75O 7fi 75O 75O 75O 7m 6m 5& r.m r.o00 r.m
Lfi p6 plq6 S tr&l c*& a p¡lr Ó un6 dortsitad dsl hcrioÓn cb 2'4 vmr
Los /ori,¡fus rr'irru/¿lrcs A,lc\d ll it-li
a
w ww-v
ffi:---ofl¡c..,s
::
. . s,2 ..
¡oo ci¡di¡oo ¡o o.r3d ..- 0.209 w.
,
ü$.lm gts ges 4lo ,trl5 5zo 6tc 585 6so .. 6qo
O¡rdtit ot¡tC 0(9.) ¿¡m
.FHsqloqlF(rmJ
,__, _,. __ ,1_ ' o.3 ,,. . 0,4 0.6 0.5 05 0,6 c.6
-
(b
Lo pac prwioo r¡ tü cdcúEb a Étr (b Úu r,sF/¡Jül dd honÚgÓn 2' 4 I '1tl
Lls /orlridos n'lr¡rr/,rr¡s .,\lit¡ ll
Seguridarl en cl montajJr
ff;.*
I",F,
. t'l
, ", f_-.../,..
Los'Íoriados reticularcs. Anexo ll
Suirción ¡l rnteblado
j::aj
:'¿¡c¡ : t ,iiil ,:r' .)l)
'nlFc¡ íj(ntffsffrcró
ffi
il-tó Los forjados reticulares. Anexo ll
Los tablefos sten son sotn€trdog a ufr Los tableros Sten también están
tratarr€nto stlperliclal a base le d,sfJonrbles con varillas roscadas
filaterlas grasas quc los imp€flr'l{}abrllzan !ntrodLJc¡cJas transversalm€nte que
lelrer2An las uniones laterales,
)' facrhtan el desencofrado
aumenlancjo la res¡stencta del tablero y
p16longanclo su vrda útil
Garacterísticas técnicas
:1::
''l L: ''
tl) ,:'
t: :ttrJr i,.:1, 'T
|]1l /':"
F,i ; .1 ; {,r{ ) i .1.i ¡
')
. 5n ().hr1tr'¡11"r-.tr ; ll ¿r'i Iilrl'lÍ -rte:l i;f"ij ¡_r ri(1 t); (:ir¡ lff
C+¡¡lOeOco de carga
O¡rysna de la lbcha del tablrc en ftrEim de la carga.
ffi
(teruriJn o = 85 k/cm?. lrló<tr¡o dástico E = 1@.000 kfycmz)
ürolSD¡n
llL
ta r.@ 2m crüttrf¡rl¡rlüt
.*uOt¿ltíL
'T¡
Cff un apoyo
Olo.rtdafrrnt
ll- I I Los /ori¡¿ios tdt¡cil/¿lr'¿'s. Au¿\o ll
?il
'l:!)'
t'dd;E[
\!J uLrilA
ltslor¡arlos rcfi(uiarrs. Anrro ll ll-19
El slstema permite eldesen- El 5¡stema de Encofr¿do Re<uperable está tructura de apeo ni los elementos de su.
cofra& ahs72 hora+ recu- d¡señado para su utiliz¿crón tanto en for geilc¡e.
perando gran parte de los ;ados hsos como con moldes recup¿ra [-a gama de pezas permiten la adaptación
bles. pudiendo realr¿ar el desencofr¿do ¿ a todo t,po de conliguración de fórlados
componentes. 'as /2 l.or¿s de haber no.m,gonado. reu. y e sistenra de unron de las diferentes pre-
trlr/d.(ro l¿ m¿yori¿ de los cfmp() l{.n:Fj :as. ¿si <ónro ld robustez de ¡as mrsnrds,
e'r ld s gurente planta dotan ¿ la eftructura de una gran sohdeZ
F ptoceso de morta¡e y desn'cntale oc v res sterrcia
5 stema de ['lccf r¿do Recuperable e; ra
proc \' sequro, rO delerror¿ndo r la es.
a
m
4t ft
q r.j
' **,*' , t-
.t_ P*i
Compomrú.r del Sl¡tr¡¡ 1) P¿nel :l¿ndad dÉ 2 r 0.5 r'1 6) Tr¿nsletsai escLrn¿; Cp ' ! 1,5 14) Tr.r&'r'ersal de I
¡sb€qa.
d¡ Encolndo tccuper¡blo. en esl$ores de 22 y 27 mnr :5) fraDs\er$l de 2 cutJ€¡.ds
hr€lef espec,ales de 2 x0,25 7) Voladrzo
r,0,67x0,5 m, 1,34x0,5 I6) Tr¿nswrs¿l esqurnal de I
r 8) Vrtladrzo esqurnol c uDeta
2r Lo¡g¡tud n¿l de 2. 3,35 V 4 9) Cabe¿al desplaz¿b,e I 7) Tr¿.sltrsal esqdrnól de ?
nl icon sooorte para rabezal l0) Cábe?al recuperáclt: curretó5.
.ada 0.50 ó 0,67 m ) t 1 ) Suplementos de ¿noam o (or l8l Fostr?o angular 7.01 rMr
3) Tra'rsüe's¡l de 2 m tra\Rs¿ño9 br(clor dp r.50 ñ 19) bstrzo (ent'al 2,01 .Mr
4) iransve:s¿l e:eurn¿l dc 2 m I 2) Puntal 20r Cub€t¿ de 72.5x80x ?5 cm
5) -ransrc'vl de I y 1,5 m I 3) Tabfe¡o tncaDa de r?,50 50 Senncubct¿ de 72,5 x 40 x 25
cnt /22 rrrnl rle eslmu,
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r r-20 Los [oriados reliculares. Anexo ll
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.lDitz¿l rea,rp¿.¿Dle
i r¡nflet .jr I v0 5. l; (J 2: , 0 .0 5
F '57
Estn¡<tura de preci- L¡ forma de rnrcrar ei mont¿Je de ,¿ es. F¡nalmente la estructura se completa con
sión para cubrir trLrctur¿ pard el encofrado con Cubetas
no drfrere de la empleada en el encolra-
la coloc¿ción de los Postrzos angulares y
centrales, quedando dtspuesla lá estruc-
con Cubetas grcn- do de {orJados lr5os, ¿¡ ¡gu¿l q-e e" psle, tura para rec¡blr las Cubetas.
des superfrcies en la coñsrstencra de l¿ estructLr¿ se Ca.¿
poco tiempo. con la colo<¿crón de los Translers: es ,1ue
puede ser real¡z¿d¿ desde ei suelo c: i.r r¡r
de:de una torreta r¡óvrl cuanCc a ¿:u'¿
del forlado se¿ consrder¿bre y no p€"m,
ia sJ rnanrpu ¿¡¡ón ig5i¡ g ; ,-p
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l,¡s [r¡riados relrculares. Anew ll t-27
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(ornponentes
[$.tgg!]-q {.q m¡teriales = mín¡mos
i{)l)
il
150
,10{)
Los /trrlarlrrs r(ll{llhruS A,¡c\0 ll
SISTEMAS
;:Ét* t
Jtl-rl
_/
Ltts loriudos /pti( ul¿¡?s. Ancro ll ll,3 l
ENCOFRADOS DE FORJADOS.
sislema basado en estruclura arrioslrada
con cruces de
9^T-,11!t. consrgurendo un aptomado p"j""io,-.]i
oeSprazamrentOs hOrrZOntaleS.
Planchada recuperada
Cimbra" ffil
srsrEuA l]l prna cRANDES cARGAS
Eslructuril conslrlurd¡t por rrlt'rrr¿:r):o:, 1I :lr'11, rir(::: q iF ':
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¡|-34 Los forjados r¿ticulares. Anexo ll
N
N
N
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CON LA UTILIZACION DE LA
BASE REGULABLE,
SUPLEMENTOS Y
COMBINACION DE PORTICOS ESTRUCTURA ARRIOSTRADA
SE PODRA CONSEGUIR CON CRUCES DE S. ANDRES,
CUALOUIER ALTURA. PUDIENDO ALCANZAR LA
ALTURA DESEADA SIN
NECESIDAD DE
CONTRANDAMIO.
|,'16 I os l¿ri¡r¿ios ru'tirl/idrds. A,lr'.td ll
{, ,::l:r.:.::r1
I
'r,r;:lr;jri: l; | ,;w,, i.:
DESCRIPCION GENERAL
DEL SISTEMA
Los elemenlos que componen €l
s¡stema lN
podemos drlerenciarlos en dos grupos:
ESTRUCTURA O APEO:
regula-
Pórilcos, crucetas, sem¡crucetas' bases
bies,-ñótqu'rlas deslizanles' tapones Y -t"!:l:
á"a Lot obrr,cot trán arrtoslrados entrs sl' a
las
drstancras de 2 50 ó 1,25 m
días del
PLANCHADA: (Se recupera a los 2 ó 3
hormrgonadol
ca-
Separadores. separadores drstanc¡adores' para
|¡-j¡s5, ss-,camones. ménsulas' camones plás-
;;;;;l;; ;;'erás metát'cos Y/ o cubetas
'
trcas hormr'
A los lres dias aproxrmadamente del
permite' al
oo^tiá ssqurla el separador' lo que los
;;;;;d", i;;árqurltá deslizante' recuperar
camones, rableros y restantes elementos de
Dlanchada
Alsina
fUecano Alisan
Encofrado recuperable para forjados planos
u
!t
ffl
E
il-38 l.os ftrrfrrdcrs r¿li(uidrrs Afl¡Yd ll
Mecano Alisan
Mecar-,o aiisan Pernr¡te Por s! Este srsienla se ira convertldo
Para reali¿ar el encofrado oe
drseño. ln aclaPtacrÓn a todo ¡,", 1¡. ¡l¿rg,co en el ntun(lo tlel
forj;:dos Planos. Alstna cuerrta
Lrpo cJc forl;,rclo plano, utl ráptdo errc,Jf '.,lclo de forlatlos planos.
con el sistcma Mecano Alisan.
compuesto Por elenrerrtos cle rrrontrije y la recuPeraclÓrl rJe ¡6¡¡g¿li€ cl cataloBo de
ia rr¡ty'or Par-te dc los Alu.mecano. url¿l nueva vc'rsrorl
acefo en la pafte estructural y
por tableros de madera en l¿) elerllr-'ntos ¿1 los treS di¿ls tjcr J€ ' (1no" l)Y50 t nlas ráprda
l'tOf trr igOll al. rl i:' r-1 an ci.l ( ) .
sistema de monta¡e
Ferralla Y Colocación de
hormlgonado
do la Planta
:-'
oortasooanda¡ .-
Colocaclón cle
Tabica Alisan los cerro¡05
en las sopandas
Baranda Mecano -l
de Sequrldad Colocaclón dc las
sopandas sol¡re las
poftg!9!9!eaa
Colocación de
los tableros Colocación de
_ las,g€lole9.
2ao 3 ¡
3 3
3GO
s 3 3
desencofrado de la planta
1.. A los tres d¡as de
horrn¡gonar se
recuperan las
portasopanclas.
las sopandas con sus
basculantes. los
tableros y los puntales
de apoyo.
alcanza su resistencia
característica y no es
necesario reapuntalar
la planta.
a
L.ts foiqdos reticulares Anexo ll
argumentos de "Peso"
para elegir Alu.mecano
rápido
gl ou1lLrrÜla:,ura,'fútt af t""cp Po'
F,mCP,O
Li oi*ufante, elemento que hay que sub¡r e 3 ó 4 m c¡entos
d€ veces merec€ una
ate*rón roble v liAera como el duralumlnlo La socanoa óe 4 m óe
con sus 4 básculantes
i!üÁ*.i J" ¿i¡t muy por c'ebáro de ros clesrcos 5rstenras ilero d€l
mcrcado'
resisbnte
@tttollExrÉ oE rcEF¡O
de alta rosrslerlcra'
ñJ'!r!-á"t". "aruciu,aies dul srstena eslán laorrc¿dos ún accro
*ctLAlttE DE OUAAÚ'(üJí o aleacror Ct alÚñrrlio éstructural üuo le conllore una
El Basculante está labllcado con una
oo;üi"*,On cl€ lrgereza y resistercra al tralo dlto e" la obra
segaro naMA
msdera es un accesof o de seg!r dad B¡-s-a -o oarE
coltraf oñ los
fI'¿rtcr/'atrt@l
Basculants con po¡ seeu:idad clavar el tablero
rernates y o"-at ton"" oo-nJ; seo nac"tut'g
votadrzos.
q"" ot* * v dcscl¡ryar con lotal l4llidad
lncorpola un lrstÓn de majcra em¡'i""
ciavar
eGonómi@
FEEAI' 'T': ut dltotio tlbf'at
SOPltllOA @lt
Ftr,l.ta e' oeseñcor'aoo oel raoñi'iJ;;tEo; ót \Órft''BÓn rro cac en la sopanda
¡omna
Los foriatlos rclícularcs. An¿ro ll [-4 I
Tablero Alisan.
El tablero Alisan se confecciona con tablas seleccionadas
de mactera de pino seca y encoladas
entre sí' Los extremos se protegen con perfiles de
acero en tormioe T embutidos y el tablero
se refuerza con 2 varillas de aceio roscadas. La madera de
atta oens¡olo está ce¡iilada y proteg¡da
mediante un tratamiento antihumedad (tinte naranja) por
ambas cárás.
Tablero Allsan, el más duro del mercado.
tipos de tableros
ünornlneclón cu¡ctrrfficaa ümrn¡lono¡ cm. peeo Xg.
@m,*-o-,,
T¡blero A¡lsan l! Madara Selocclonedá 197x30r2,7 15
Dcntado Unioncs dentadas 11Ex5Ox2,7 9
Pcrfrl T 98x50r2.7 I
#ffi***
Tablero All¡an ll Madora r6loccloneda 197¡50x2,? 15
- Encolado normal Unlone¡ encoladas
- Dentado Pedll T
Armado Refor:ado con 2 yarillas
do acoro ro6cada6
ffiEü
ffi&F= urerffi
CARACTER¡STICAS
i r',,i,1',1 -\'(.:
C(inrú rt0i-rlD,enlenlo al MECANO ALISAN
'::t ':j-
rr.c:r 1r-'¿¡l¡1 ¡¡ ' .' :l-,, :' rrr¡lrrr i ilr
ilcrl'r:"tos l,ctll
, r 1-l¡ ri * cc;\Filli l' I
1r'rt{,fClcrs c()\fl(lcQrs corr i.tl' rtl:-r 'i-' I:-
i (;i., I ,.j'rLl I 'r-rj¡r1 ,.
uof rtalr\lo (lr' 'j[) r-rI15 :r(jr']li¡ l)i : : ll'
VOLUMENES VACIADO
CUBETAS
cubeta 2O cms. = 82 lts.
cubeta 25 cms. = 99 lts.
cubeta 30 cms. = 118 lts'
cub€ta 35 cms. = 127 lts'
cubeta ¿10 cms. = 137 lts.
MECANO CUBETAS
ELEMENTOS PROPIOS DEL SISTEMA
tablero
cub€ta media
72x8O¡2O Std. 72x50x2.7
cubeta
72¡8Ox25 Rel. ?2x4Ox3.5
72¡8Ox3O (cub. 30,35
72x40xh y 40 cms.)
72r80x35
72x80x40
48O cms.
Apoyo cubeta 1O0 cms.
lOO cms.
ELEMENToScoMUNEscoNs¡sTEMAMEcANoALISAN:Sopandasycefro¡os.
estampidor'
órnos ELEMENToS: Marco media cubeta'
SISTEMA DE MONTAJE
1.- Colocacaón Portasopandas'
2.- Colocaclón soPandas'
en
3.- Colocación apoyos cub€ta
sopandas a recup€tal'
4.- Colocaclón cerrojos' t€glletas y
¡uPlomefrtos newio en
soPandae rGstantoa'
5.- Colocaclón cub€ta3 Y tableros
éll zona de caPiteles Y
maclzados.
6.- Tablcas, rcmates' ferralla Y
hormlgonedo.
dI--
-43
Los for/¿los rclicrL;rr's An¿to ll
il
Alsí¡la
posrclón ENcoFRAoo POSICION DESENCOFRADO
DESENCOFRADO
1.' A ¡os tres dlas de ñormlgonar ce
rocupetan port.3opand¡3, ropander
con apoyo de cubetao, ragletas,
cenojoa. cubeta¡ y tebleroe.
/i-
ffiwp
l" "./
\,,t"¡
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I'i Jir
\nrs
fABIEROS -\
:lo
L,
5TA¡IOARO ,1, / -,,'
L7' L/ L/
i"l '-r'¡s L:i liii' r ''i5
la i¡' |.r'
Adrfcrel)l-'a dc lo qr,r'o'liIt REFORZAOO .'l )-fl / t:tt)t.l / g()i) /1ot)
mayor parte d? lo3 elementos que utll¡¡amos en
."O"tu" ¡on comunes con el sistema Mecano Al¡san' , . ,,' r r1,r !' lli: lli-)tllll¿{lll !lsto (r
pernlltcttdo ollecar ple[tos tll']s:'-L- r'r'r '! r I '(:i (10s
" i'"' l ''t:-: tablero Alisan ll'T Cubelas, erriub
(lilLrr,Dl,l\lzal\rcalábrlr1'tr' ''
!, -r ,.,.! !r 1 ¡rrrri ! rctúflddol l)erllllte
. - l- ')r-..r! l.r !,ioirailas y tttacLzidus ert
CCT l.rq nllsrrias verllal¿S i:l'u '
f':d:il' : :1r
r'1 - ,;.1 1 i I l;)' .11 ñlit¡l'llf) ld fleclld V
- Monta¡e 7á9¡do Y lácll' r'l r)r,t ¡lcffrr^laa'¡()tl-
- Rccup€raclón a los 3 d¡as de homiÉonar'
i.¿s lirrT¡,1,'s /i'lri¿¿/{lris. A,rr'Id lJ |-4i
Jácena Alisan
slstema de encofrado ?ecupslable para la ejecuclón de fo{ados unldlreccionales de Jácena plana
y/o cuolguo con vlguetas prefabrlcadas y bovedlllas.
Su dlseño ofiace una solución laclonal, slendo su montale de rápida y segura eJecución. asi
como 9e gran versatllldad y solidez al estar formado por elementos eetructuralós de acero y
superfcie encofrante de madera.
Exlste tamblén la posibllldad de soluclonar los Íorjados unidireccionales encofrando toda la
planta complota medlante nuestro sistemas Alu.mecano y Mecano Allsan. con lae condlclones
ds establlldad y segurldad.
Jácena Alisan: un pasillo ancho y seguro.
sistema de monta¡e
Fe¡ralla y
E horm¡gonado
*'.!9-.!e!e!!9
Tabicag
4 v remat€g
Colocaclón del
tabloro y de los
'2 eoportes iácena
*ll (1 a cada metro l¡n€el)
vigas de cuelgue
El rlstcms do montale G3 cl ml3mo que en el caso de la
lác6na plrnt. p€?o an Gsio cago el soporle Jácena se
3uótltuye por el soporte móvll, que se compone de 2
elcmcnloi Lp6rrdo3:
-cl epoyo Joporte móvll quc 36 recupó7a al dodencofr¡r.
- él cuéio aoporte moyll que * quqda apu^tslando.
A loc tres d¡aa da hofmltonar !c ?Gcufrcr¡n todor lo9
olomontoi, lnclulda3 las t¡b¡cas. rrccpto lo3 cuerpog del
lopotto, o3lo 3upona un ¡horrc mtauc de madcra y mano
da ob?a.
Et{COFRADO DESEilCOFRAOO
ritmos de rotación
Rotaclón 1+2 - 1 í.rclo carlit i(r 11 ¡i L M X I V S t)l I \l r ', ii l)i , |!,] x ., 5D
--;T--
V
Rotaclón 1+3 . 1 crclo sen.anal 1r 1da, 8 q 1(l 1rtzr:rta] 1,:¡1:rH1
l
,( j .tri'¿: r J 24 25 2f 27 2r4 2q 3r
l ----"r I't
'",i.
i
lr
ll"
ti ¡-'!
=
#r
t_
P=Pllarcs E=Encotfado H=Hormlgonado
i
-
L.os forjados r¿ticriar¿s Arrcro lll
ANEXO III
El talón de Aquilcs, verdadero o falso, impuesto artificio- No creemos que la sumisión total, que reina en el mundo
samente a los forjados reticulares construidos con bañeras de la edificación, a todas y cada una de las normas y criterios
recuperables (por aquéllos que piensan que su sensibilidad al que se tienerr a bien establecer, sea el camino más razonable
fuego resulta intolerable si se construyen con los nervios tra- cuando las rnismas no responden plenamente al comporta-
dicionales de l2 cm de anchura), está suponiendo para los miento real de las construcciones y, además, son interpreta-
foriados reticulares un iniusto y discriminatorio tratam¡ento das por técnicos incapaces de captar más allá de la pura letra
frente a sus competidores que, en nuestra opinión, trascicr'r- impres;r, al f.rltarles la lrecesaria cxperiencia que otorga el mo-
den del ámbito de la racionalidad obietiva, dado el cornporta- verse dcntro dc las otrras que se construyen, como comple-
miento real que esta tipología estructural ha preserrtado en mento imprescindiblc de los conocimientos teóricos de los
situaciones adversas, incluidas las del fucgo. mecanismos que se desarrollan en los planos de los proyec-
tos.
En lugar de demostrar (con ensayos, estadísticas exper¡-
mentales y estudios tcóricos ajustados a la realidad) el com- Lo que acljurrtarros a continuación es el intento de una
portamiento mecánico de los foriados reticulares de casetones conocida casa comercial para resolver el problema de ensan-
recuperables y tomarlo como vía más sensata, lógica y econó- char los nervios, aumentalrdo el entre-ejes de los nervios, más
rnica de responder, frente a sus competidorcs, a las normas y allá del 8OxtJo aceptado como referencia básica en los foria-
criterios injustamente penalizadores, las casas comerciales han dos reticulares.
tirado la toalla y se han adentrado en una loca carrera de mul-
tiplicar y complicar las piezas auxiliares de los sistemas cons-
tructivos encareciéndolos desmesuradamente, y buscando de
esta forma el ensanchar los nervios manteniendo la geontetría
constante en planta de las cubetas.
l¡s foriados rcttcularcs. A¡¿ro lll ill-5
80 cm.
CUBETA EOXT'
SOPANOA
COI{ BASCULAÑIES\,
SOPANOA CUBETAS
99lll!D1I!!EI4!
SOPANDA
CON BASCULANfES
PORTASOPANDA 4 m.
ESQUEMA NERVIO
__: r I
--T
+
C.D.G c.o,c
CUBETA 74X80
82 cm
{
SUPLEIIIENfO
N 1./?9_1! ¡qL {
ffs l
SoPANOA
I
ALUMECANO
co¡ BASCULANTES
I
I
/\ r¡E¡e4!9r!4! E
]
soPAle4rrJrE4!
I SOPORTE NERVIO 14
_/ \ {2 cm x longltud 74 cm)
SOPANDA ALUTIECANO
COX SASCULANTES PORTASOPANDA 4.1 M
ESQUEMA NERVIO
!
-T
l-" ',,
I I¡'
F-.\ c.D.6 .,D
I
G
I " ,i
rl
lr ! ;
I
n -.1
d
SUPLEMENTO
NERVIO 9 cm. '4
u{
SEPARAOOR
NERVIO 3 cm.
SOPANDA ALUMECANO
CON BASCULANfES
PORTASOPANDA4,l5 m.
ESCIUEMA NERVIO
t--.
tll-rt I
a
--'r l'
''l
'. c.o.G ,'
-T
't
84 cm.
EJE 84X84
CUBETA 74x80
GIRADA
/,'íÁ
sgPArygAI." tt
COI{ BASCULANTES
r"" *^;-t:"
"
SEPARADOR NERVIO t0 cm.
J (longltud 80 cm.)
SOPANDA
CON 6ASCULANfES
PORTASOPANDA 3,36 m.
ESQUEMA NERVIO
b
t-...-... -11-1
-.T-.., t;
I
+l
i.'--
i r
lr\ t'l
,'I
I ' c.o.o
.t\ CDG
t\
L-- L--t
I
I
I
-A -
GEOMETRICOS CALCULO MOMENTO INERCI'
ANCHO NERVIO CDG PESO PROPIO T/M2 SECCION EN T cm4
EJE H cc A B c D E D1 o2 MACTZO ALIGERADC lxx
484200516 5 8,13 16,87 0,625 0,337 42.223.10
484200716 20 7 20,46 14.08 32.86 19,56 8,59 18 41 0.675 0,0384 53.915,42
484201016 10 9.55 20.45 0,75 0,459 74.569.92
A84250516 5 10.15 19.85 0.75 0,397 72.363,05
484250716 25 22.U 19.73 34.63 24,69 10.44 21.56 0,8 o,447 90.103.39
A64251016 10 11,22 23.7E o.875 o.522 119.542,43
A8¡1300516 5 12.1 22.9 0 875 0.455 114 .781 .34
484300716 u 30 7 16 25.9 25.28 37.78 2S.U 12.33 24.67 0 925 0,505 139.767,62
A84301016 10 13 27
,1
0,58 180.056.35
A84350516 5 14.O2 25,98 1 0.55 171.744.31
A84350716 35 7 31.97 31,02 42.4 34.3 14.25 27,75 1,05 0.6 205.229,25
484351016 't0 1 4.88 30,1 2 1 125 0.675 258.509.40
484400516 5 15.95 29.05 1.125 0.637 245 515.58
484400716 40 7 40.12 37.O7 49.59 39 52 16 19 30,81 1175 0.687 288.821,81
A8¿t401016 10 16,81 33.1 9 1,25 0,762 357.258.83
Lo¡ /orirl¿.los rrli¡rlur¿s. Arrt't¡ lll
s t sT E M A A L U C U B ETA S, N E RV l*O,,!,P
AJsina
S0LUClOtaES Ell ¡tlcofF^t os 86 cm. CUBETA GIRAOA (7¡tx80 )
,4 b
SEPARADOR
NERVIO l2 cm.
soPAt{DA "..
ALUMECANO'r
COr{ BAgCULANfES
SOPANOA ALUMECANO
CON BASCULAHfES
PORTASOPANDA 3,44 m,
ESQUEMA NERVIO
,:-
I
-T-
I
1itc.D.G
' I
tr
--^--
GEOMETRICOS CALCULO MOMENTO INERCI'
ANCHO NERVIO coG PESO PROPIO T/M2 SECCION EN T cml
EJE H cc A B c D E D1 o2 MACTZO
lt taEEAha
lxx
486200518 5 8,38 16,62 0,625 o,347 45.728,49
486200718 20 7 22.46 '14,08 34.86 19,56 8.84 I 8,16 0,675 0,397 58.431.81
486201018 10 9.8 20,2 0.75 0,472 80.770,03
486250518 5 10.44 19,56 0,75 0.415 78.191.16
486250718 25 7 24.64 19.73 36,63 24,69 10.75 21 .25 o8 0.465 97 131 72
4E6251018 10 11,53 23.47 0.875 0,54 129.314,76
486300518 5 12.43 22,57 0,875 0.475 123.846.61
486300718 86 30 7 18 27.9 25.28 39,78 29.64 12.68 24.32 0,925 0.525 150.868,10
4E6301018 10 13,36 26.64 1 0,6 194,439,02
486350518 5 14,38 25,62 1 057 185.100.05
486350718 35 7 33.97 31.02 44,4 34,3 14,62 27.38 1,05 0,62 221.193.97
A86351 01 8 10 15.27 29.73 1 125 o,695 278.658.04
486400518 5 16,33 28.67 1.125 0.662 264.341.51
486400718 40 7 42.12 37,07 51.59 39,52 16.59 30.41 I 175 o.712 310.872.72
48640't018 10 17.22 32.78 1.25 o.787 384 460.93
L¡s lort¿dos r¿titulLil¿t. Ak¿x} lll
AJsina
gOLUGIOHES EII EXCOfR¡DO6
88 cm. GUBETA 7¿rX8O
.d
SUPLEXIENTO
NERVIO I cm.
I I
I
b,c
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I "'on
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",
I
i
-^*l CALCULO MOMENTO INERCI¡
GEOMETRICOS
CDG PESO PROPIO T/M2 SECCION EN T cm{
ANCHO NERVIO r raEDih¡.
MACIZo lxx
EJE H cc A B c o E D'l D2
8,6 16.4 0.625 o,36 49.136.72
a88200520 5
14.08 36.86 19.56 9,07 17 93 0.675 0,41 62.827,27
20 7 24.46
a88200720 0,485 86.820,97
10 10,03 19,97 0,75
a88201 020 0.43 83.867,81
19.3 0,75
a88250520 I 26.ü 19.73 38.63 24.69
10.7
11,02 20.98 0.8 0.48 104.565,48
a8825ó72O 25 7
11,81 23,19 0,8 /5 0,555 138.040,G5
a88251020 10
12.72 22,28 0.87 5 0.492 132.691 ,31
a88300520 5
.F 1Q 41 .78 29,64 12.99 24.01 0 925 o,542 161.686,45
88 30 7 20 29.9
a88300720 0,617 208.463,22
't0 13,68 26.32
a88301020 0,59 198 151.79
5 14,7 25,3 1
'
La documentación básica y fundamcntal que nos tra permitido elaborar el presente trabaio. ha sido la experienc:ia acr¡mulacla de
más de veinte años proycctando y viendo construir estnlcturas de edifici:ción por tocla Esparia, El contacto clirecto con los profesio-
nales del sector en todos sus niveles, ha sido para nosotros una fr¡ente de conocirnientos impagables, sin los cuales, nunca hubiése-
mos podido escribir lo que hemos escrito Los errores y acierlos que hentos cornq:ticlo elt nues[ros proyectos, y que luego nos transmitían
los hombres que los construían como investigadores dc r-tn i¡rnlenso laboratorio, ir¡n resultado ser cle un granclísirrro valor,
Nos hemos podido dar cuenta de que los lollctos publicitarios de las casas comerciales del sector, constituyen una auténtica
historia
viva de la evolución y conocimientos del arte cle corrslruir las estructura:.
Sin embargo, n<¡ rcsulta posiblc: cxpolrer toda la infornr¡ciólr rncrrcion.lcla ar)Lcriorrnente, etl Un trabajo (je esta natUfaleza,
Sin fil_
trarla, contrastarla y documentarla previan'lente. con el obieto cle intentar clotarla en la meclicja de nuestras
fuerzas y conocimientos de
la mayor solidez científica posible, con una bibliografía aclecuacla. Algurras de
l.rs referrcncias bibliográficas que figuran a continuación,
confesamos con pesar, que no lian podido estar a nuestro alcance clirccto pues se aciivina fácilrrrente,
la iinpos'ibllicJacl física de que
así haya sido, aunque confiamos plenamente en qrJe cle una manera inclirecta sí lo lraya
estaclo, a través de la clocumentación real que
hemos podido maneiar, que ha siclo sunranlente extensa, y que hacían mención r,,
se ocupaban de los temas tratados.
'lndependientemente de las citas bibliográficas que figuran a continu¿rción, cuando se han estimaclo que lirs mismas eran
ta relevancia etl rluestro trabaio, las hemos hec:ho figurar eu nucstru cle cier-
exposición; inc[lso a vcces, tal cualiuuron elaboradas original_
mente con los correspondientes perntisos de sus aul.orcs y por supuesto.
ciránciolos ampliamcnte.
o La documentación
más importante consultacla y manejada, sin lugiir a clurcla,
ha siclo los có<Jigos oficiales, espccialmente los es-
pañoles, americanos y europeos c{ue figuran
a continuación.
NBE-AE 88 'Nomra básica sobre Pv;ciones en la Edificación", Ministerio de obras Rilrlicas y urbanismo, (Madricl 1994).
.
El presente trabaio no se hubiese podido cscribir, s¡ clurante el tiempo en el que se ila ido nladLlrando
el rllislno, no hubiésemos
podido .ont., con las magníficas publicaciorres clel profesor l. Calavera y su equipo de lntemac, analizando todos los aspectos que
tienen que ver con las estructuras de hormigón.
- Cátculo, construccíón g patología de foqados de edificadón,1. Calavera, Intenlac, Marias etliciorres / l98B).
pero al margen de los libros mencionados, se harr c:onsultaclo infinidad de artículos, cr-¡adertros y cursos, disponibles todos ellos
en lrrtemac.
con nuestro trabaio, como los dedicados a la
De toclos ellos, especial mención mcrecen los que tienen que ver rnuy directamente
cuaderno dedicaclo al fuego de I. M. lzquierclo, el dcdicado a los
flexibilidad, deformación y patología de los forjaclos dc E. clelValle, el
de alta rcsistencia rle c. Gonzálcz-lsabel, cl libro dc tecnología
plazos de desencofrar ae l.'rur Fernández, el libro sobre los hormigones
falleciclo), ctc, etc; y los quc tarnbién ha firmado el propio
y propiedades mecánicas del hormigórr cle A. Delibes tilesgraciaáamcnte
J. Calavera.
l9ó7
- Cómo debo construír. Manual práctico de constnttción eclifícios, P Benavent de Barberá ' Bosc:ir casa Editorial'
cle
Valencia' 1993
- construcción en los inicios de laRettoluciónln¿lustrial, l. \l l\lagro, universidad Politécnica de
- Construcción-Manuales, Editorial tslume' 974 I
- Curuo de hormigón pretensado según laEP-80 aplkatilt al cálrtúo de foriados, L. Felipe Rodríguez' coAM'
1982
- curso de mecániu y tecnología de ios edilkios arttigtros, r'arios aLrlores, coAM' 1987
- Cursos sobre foriados según Ia EH-98, L' Felipe Rocirígtrez' COAM
- Diuionaio de IaknguaEspañola,Vigésima primera eclición, Rcal Academia Esoañola' 1992
- Dime cómo conslrur¿ó, D. l. Brown' l¡roussc
se
-üilicaciónconpre[abriudosdehormigón,variosautores'IECA'199ó
- üifiución, E. Mandolesi, CEAC' 1978
1990
- El hormigón armado en la construccíón arquitectóulca, D. Pellict-'r, Editorial Bellisco,
- Historia de Ia construcción mediwal. Aportndlnes, A. Castro Mllalba, Universitat Politécnica de Barcclona, 199ó
' U¡ construcción de los edificios. Albañilrlrírt g honnigón armado, C. Bar-rcl, Editorial Par.rninfo, 1980
- L*t fdbricu Ceres de Bilbao. Los orígenes del hormigott annado en llizkata,l. Roseil y I. Cárcanlo, 1994
- l¿ betón armé,P. Chistophe, 1902
- Críterios generales para el proyecto básin de estructuras tie cancreto, Pablo F. pelia,
Eclitorial Lirnusa, l9Eó
Entrepisw sin vigas, M. l, Shtaerman y A. M lvianski, F.ditc¡rial del Estad<:, (Rusia 1937t.
Entrepísos sin vigas de hormígón armado, A. D. clu jovski, Trabaios cle la Of icir¡a cle Nornraliz¿rción de la construcción cle frigoríficos,
publicación l, (Rusia l93l).
lprl¡et.lll, TsNlt']S, Editorial clt:l Estaclc'r. tRusi¿r' 1933)
Norma de cálculo g pror¡ecto de entrepísos sirr uigas
p¿rintelral¿s sobre los apoqos dt 6orde , Corrstruccio-
Norma de ctilcuto y pr¡Uecto de losassin uigas de patteles cuudrados torios iguaies y sirt liqia-<
',,Entrepisossínvigasalígerados',,A.A.Cvozcle\iReVisLaltlclttslnadclaconstrtttíciltN..l.(Rtlsial93l).
N" 2' 3'
A. D CliLri.vski' Rc:vista lndustria de Ia construccidrt
- .Entrepitsos l¿¡ co¡ist^rcc iótt de frigoríficcrs",
sinvigas de hormigón armadoeu
(Rusia l93l).
1927)'
lndustriadelaconstruccidnN"4'(Rusia
- ,.NormarizacióndercáIcuroderosentrepiso::si,r'i(r¡ts dehomiqónarmado",VM Kolclish Revista
Ia construccidn N. I I ' lliusia
sin vi0¿1s", A. F Loleit, Revisla lndustna de
- ,,Acerca
de ,oscoeficientes de seguridad impresiintlibles. en los enrrepisc)s
1926\.
,,Testsof
aFtatStabReinforcedwithwetded\)'lireFahrii',J'o lirsa,M.A'Sozen'andC Psiess'lsfrucf'Dív'ASCE'Vol'92'N"sT3'
(fune l9óó).
,'Test
of aConcreteFloorReinforcedinTw,oDirecliotls,,, Pror. ACl, Vol. 8,
l9l2
in \\i A siater, A. lJagner, and c' P Anthcs' Technol Pap' Bur'
- .,Tests
of a HollowTite and Corcrete Floor Slttb Reittlorted
Tw,o Directiorr-s",
Stand.,Vol.16, 1923.
a Hollow Tile attd Reiufttrcetl c.ottcrett Flttor ol Arlingtou Bsi[dittct.
\&'ttshitrgton, D C.', L. i Larson and S' N Patrenko'
- ,,Loading Tests of
el tema y'
. El capítulo dcclicado al estuclio dc las cuantías, ya se nrerrcionan en
cl rnisnrcr las esc¡isas refercncias c¡uc existen sobre
y los trabajos de l' Gencsca'
qu* .u"niii"tío. .l"rt".ancio la Tesis Doctc:r¿rl cle lcsús Gótncz'
todos ellas, de carácter más cuaritativo
c;rpítulo ptrede sc-r
conrercialcs, especialrnentc los cle l¡ c¿sa l.N No obstallte' el me'cionado
Han siclo de gran ayuda, ros folletos ayuda prestada
o.rtienclo ¿" L,rrt',uios Jrrevios del autor y cle la v¿rliosa
considerado a efcctos prácticos absolt:ranren,.-;;,*;,;l "no,
por los técnicos d. h il;;;; constructora ECISA, l. L. Valiente y Pcdro Iulián
y reti-
resueltas con placas macizas
y cálculo de las estructr.rras cle edi{icación
. para elaborar los capítulos declicados al análisis
Vicente Castell' Ángel Herrero
y carios Fer-
con la valiosa ayuaa ae toi ir,lcniercrs ,1" cwr rt.,g*ui.-r.r., 5 A.:
culares, hemos contado
nández.
par;r clemostrar que los foriaclos reticulares
admitett
de Miguel Ángel cil, servilla - lggg como corltrastc 1,guía
L¿ Tesis Doctoral
plano. tra terriclo para rlosotros un valor incalc.ulable
una discretización por emparrillado de
Rueda' 1983)' iunto con la monografía
depuentes de Hornígóncle Avcli.o Samartírr tEclitorial
El libro cálculo deEstructuras
(1977) y el
en Ho'ntigón v Acero No 122
arir'iirrripi er método au o^'i"oor¡,tttn¡opr-rblicado Numéri-
ooottt' publicado por el c'
Manterora cdrrLdo l' de Métodos
crer (r98r), er trabaio cie r.
po, ¿ rrl¿toii ie tis eremenkts¡i,r¿torl'áe' u- stt;t'o
magrífico ribro de carcio' ae es:tr:ucturas 'li Jcti'ntesor o C' Zienkiewicz' de la Editorial Reverte ( 1982)'
.Theuseofagrillaqeanalogg|ortheanalysiso|s;tabanapseudo.slabbridgedccflsR'\\/est.C.A,C.A.,Researchrcport2l.
-Alatticeanalogt¿¡orthesolutionofstressproblenls,D.McHerrryl.lrrst.CivE'rrg'21'
ACA rechinicarreport 42 5r0' (Asosto re75)
,r^^u'u1ln,,"J'^,Crark ,t \\¡esr, c
;;';r:f,n":;;,!,:,i:;;'-'oiií#o',lli,!,,' u',^lilf de puente de hontúqón
pretensado" ' l' M' CalzÓrr' l' Manterola'
l L Mlte-
- ,'studio experinentar en modero reducído- rri - de un tramo
escara
. ,'Lateral load efiective wídth of flat plates u,ith drop panels,, ,fl
-''Thestripmethod:anewapproachtothedesignof|hestabs,,,C.S.T.Arnler,Cclltcr¿teVoI'2,No9,19ó¿t. montettts" ' R' H wood' c '
s' T' Anrler' concr¿te' No 8'
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- Discussion of
I 9ó8
T. Armer, proc. rnst. Civir Eng.,Vor'
4r' (octubre l9ó8)
,,r)Itímate load testsof slabs desígned bg the strip method,,,G, s.
.- (trad al español de Canal' I M ' Taúlas
gare; technihí litertttuny'Praga' l9ó4 ' c'
^rabutku provqpocet desek a sten,,n.
stótní ntakradaterství
- revisada por Kappehnacher'
z' cálción
para er a^curo de pracas rl vígaspar.ed..B"r."r"." Ecritoriar cu*r""'iii,'iózó, "tprit¿u'
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Salanova, Teoría de placas t1 láminas, Ediciorres Urrlo, Bilbao).
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'e Para el capítulo dedicado al rnétodo de los pÓrticos virtuales, existc en la literatrrra técnica, especialmente en el ámbito anrerica-
no, una bibliografía que espanta, la mayoría de ella irlrreces¿rri¿ttnentc rcpetitiv¿t l, con variaciones irrelcvantes en el tratamiento de un
método que, aunque posce un valor pedagógico v de control absolutamcnte ilrcuestionable, resulta ser aproxinraclo y muy limitado para
aplicarlo a las situaciones realcs del proyecto.
De hecho, los libros de l. Calavera y Montoya, jurrto con los códigos oficiales v¿r citaclos, bastan y sobran para comprender las esen_
cias del método y sus particularidades principales.
hra comprender los factores que influyen en las reclistnbución de esf r¡erzos, l.r Tesis Docloral de Honorino Ortega, (Valencia , 1998),
publicada por ACHE (2000) es rnagnífica.
Los libros y códigos ya mencionados, han sido también la basc fundamental clc referenci;l y apoyo de los capítulos declicados al
estudio y análisis tle las vigas dc borde (zunchosl, y clel c:apítrrlo dedicaclo al c:ort.rnte y ¡:unzorr:rmiento.
Con relación al tcma del punzonat.I.lietrto, destacamos por su irnportal'lcia, los recjcntes ensilyos publicados por el ACI STRUCTU-
RAL IOURNAL, Vol. 97, No 3, Mayo-iunio, 2000, "Punching Strcngths of Flal Plates r,vith vertical o inclinecl stirrups" cle Denio R. Olivei-
ra, G. S. Melo y Paul E, Regan; y en elVol. 9ó, N':' I "Reinforccd ConcreLe slab-colunln EcJge Connections with opcnings" de Ehab
E El-Salakawy, M. Anna Polack y M, H. Solirlan.
A pesar de que muchas de las referencias ya citadas con anterioridaci sc ocupan tanrltién cie los pórticos virtuales, vigas de borde,
coftante y pttnzonamiento. hatr resr,tltar,lo ser de especial ayuda las que figt,rrarr a continuación, y entre ellas dcstacarnos el libro de Winter
y Nilson en sus sucesivas cdiciones.
- "Tablas para Ia comprobación a punzonamiento por el método de /a EH-80", F. Morán Cabre, Irrlorm es de la conslruccion, N') 340, (Mayo 1982 ).
- "ComprobaciónapunzonamientosegúnlalnstrurciónEspanola EH-80',ll Jinlénez \,lontoya, lnlormesdelaConstruccidrr, No 342,1982.
- Cálculo Práctito de trstructuras de EiiÍitios en llormigón Armado. 12TomosJ, A. Fr-rentes, fditores Técnicos Asociados.
- Nuzuas bases de cálculo del Hormígón Annado, A, Fuentes, [,ditores 'l'écnicos Asociaclos.
- Hormigón Armado, A. Guerri¡i, R. C. Lavaur, Ph. Lecroix, Editores Técnicos Asocjados.
- DiseñodeEstructurasdeConcretoconformealReglamentoACl-318-8:l,L.ditorial Linrus¿l.
- Prouecto de Fstrucluras de Hormigón, Winter, Nilson. Editorial Revcrte'
, "Non linear análisis and design of uncrete s/aús", CEB, B<-rletín núm. I 53, (Pavía l98l t.
- "Moment rotation charactenstics of flat ptate and cohtmn sgsk'/rs", l. F. Mulcahy, J. M. Rotler, ACI lorrnral, (Marzo-Abril 1983).
- "M1ment transfer between slab andedge colwnn", B. Miaya Rangan, A. S, Hall, ACI Torrnrai, tlrlarzo-lunio 1983).
- "practinlcalculaLionoftwo-wayslabdeflections".A.scanlon,D.WMurray,Conrretelnternttlional.tNovemberl982).
- "Transfer o[bending moment between ftat ptate floor antl colun]l'4",l. Di Stasio, M. P Van Buren, ACI lournal, (september l9ó0).
- Concretestructures:EurocodeEC2andBs6ll0Compared,R.S.Narayanan,S.B,Tit:tz¿¡rrciP¿rtners,LongrTrallCrotrpU'K'Limited'
1994
..para elaborar el capítulo dedicado a las deformaciorres, henros cont¿¡do como cjocumenlación básica principal: El libro de
I. Calavera y Dutari, ya mencionado, la Tesis Doctoraldc L. C. Dr¡tari
dedicada alcálculo cie flcchas en los foriados reticulares por el
a cste tema, y la monografía
método cle los elementos finit"os y el método de los pórticos virtuales, el Boletín no clel clEHo dedicado
Cutiónez y A. Rccuero.
No 376-37T del l.E.T. escrita por l.l. Avarez, F. Baqrredano, I.P
parliendo de dichos documentos básicos, hemos buceado otros aspectos relacic¡lrac.lcls con las deformaciones qtic se el]cuentrarl
en las siguienles referencias:
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- 'An¿ilisis aproximado, en el tiempo, de seuiones de hormigén armado en s¡rruicio. Propuesla de un nuevo factor de cálculo de |lechas dileridas" ,
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- "Fisuración g calculo de flechas en estructuras de hormiqón armado" , J. l. Álvarez Balcriola, F. Baquedano, J. P Gutiérrez, A. Rccuero, M0n0-
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técnica de Valencia, (lulio 1993).
-Para escribir el capítulo dedicado al fucgo, lrcrlrtls crrr¡rlcaclo rrrra bibliografÍ.r no nruy extensa, pllcsto qrie nos hemos centracio
básicamente en las tres Nornras Oficialcs dc aplicación en España: EHE-98, Eurocódigo-2 y NBE-CIP/1991.
Tambión nos hatr servido de base y guía, los escritos y conferencias irnpartidos por I M. lzquierdo de lntemac, cspecialmente el
Cuaderno dedicado al fuego.
- "Fire loading of modern reinforced concrete columns" , E. D. Lin, W G. Corley, Structural design for hazardous loads, E. E F. N. Spon Ltd.,
(London 1992),
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.'El capítulo l3 cledicado a la patologiri se ha escrito basánclose cn la infinidad de constrltas de textos y artículos, dado
quc es un
tcma qr,e .acla vez más está atrayencio a'infini,l,lci clc- técr¡icos c investigaclores; nc) obstanl-e, hemos procttrado ¿ipoftar aspectos ab-
solutamente originales, deducidos cle nuestra cxperierrcia con obras rcale:j.
El lexto sobre patología que rros lra serviclo dc referencia y guÍa, cs r:l cil¿rclc-r .¡nteriormente del profcsor l. Calavcra, iunto con las
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