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se analiza el mundo d.e los pilares
de hormigón
-un'o" q metálicos que habitualmente se empleiut e, la
básicas hasta la forma de calcularlos edificación. Desde sus geometrías
de se,ci[la r¿ ráprtla parü c'nlpr(;bu, t¿, ,.sult acros que
pasando por su estudio económico'Y ^onera ofrece er orcrenador,
más: heÁos procr,rado expoierlo de una
sus
m^tleras*riarc,rre asequtbre. La patorogía de p,ares
u reparaciones se aborda cualitativa
u cuant¡tativan*r¿e. Al t¡not ,n exporle u, aueio, L*IL1
de píezas comprimidas que' por su compleiidad, al problena de pandeo
la h.entos rotocoá,o o,poute, tratandorle rro ¿les'irt
^proximación
uar el caracter sencilla con el que
pretendemos dotar e[ cuerpo
básico de cad,a uno tle los t¿rnas. siem,p'ri
será así, es crecir. c¿rarrdo u, tenta requiera un desarroro
cierta compleiidad para su compresión, éste de
figurará en un anejo al final ele catja librt¡.
se aborda también todo lo relacionado con el cortatttt q
el punzonamienro en /as ¿srnrcrtiras ¿ie horntigón armado. Hentos tratad,o
de exponer a iustificar las formulaciones que habitualmenie
,o*,q,rn t*o principales Nonrrrrs ric/ ,run¿lo, con Ia intenctó, d.e poner
de
manifiesto lo mucho que queda por hacer en ,.ste can1pl. Se exponen
criterios pr(i(ticos part;t reLlliiar cálculos dtt cttmprobación g
dimensionado rápído del cortante en las piezas lirreales q el punzonamiento eyt las losas. Al
firral s¿ uborda Ia patologia tt Ia forma
de subsanarla en vigas tl Íorjados.

Se expone todo Io necesario para proqectar, resolver q construir los loriados d¿ aislami¿rrl o, Iambién llamados sanilarios, que
aíslan los edíficios del terreno cuando ásúos s¿ clnstruuen sin sdlanos. Tanthién sÉ' tr¿ttdn las patllogías más frecuentes a sus
soluciones.

Se ha dedicado un espacio a los forjados de tipo unidireccional, es decir, a los cl¿ísicos foriados tradicionales de vigas g viguetas.
El tema se aborda rcmo en todos los demás, desde todos los angulos posibles, pero fwdamenlalnr¿rrle bajo una óptíca eninentemente
práctica. Los forjados prefabncados a base de losas armadas q pretensadas tíen.n sl lud¿rr en gste librl.

Los foriados retículares, de uso cada vez más frecuente en nuestro país, tambiér¡ sou asl¿rdiados. Dado que la literatura técnica
que se ocupa de ellos no es Lan extensa como la que trata de los
loriados unidireccianales, que en España tiene inclgso una Normativa
propia, el tratamiento U alcance con el que se aborclan es suficientemrunte amplil y rrxterrso baio
totlos los puntos de vista. Los forjados
de losas macizas se contemplan como referencia y origen de los forjados reliculares tLrl ye:, y
como ftüuro rie los nisnos.

se realiza un profundo anáIisis de los edificios rle gran altura, recogiendo /os cnt¿rios
[undantentales g las lípologías estructu-
rales que los hacen posibles' Se exponen los aspectos g
lundamentales las particularidaties 4ue p¡s,3e '3sle tipo de edlfkios, tanto bajo
el punto de vista de su arquiteclura f uncíonal rcnto de los condicíonantes estnictur¿rl¿s que
írtfluqel en el diseño de Ia ntísma. El
tratamiento general que hacemos de esta tipología de edilicios, si
bien tiene inicictlnterrtr, urr contponenle america¡to i,le|itablemente,
está mug centrado en su aplícación a la reoiittatt
conslructiva espanola, especialnrerrte en aquellas zonas do,de el urba,isnto
reinante permite este tipo de construcciones.

También se da un repaso completo g pormertorizado


a las tipologías estrutturales nras entpleadas e, Ias cimentaciones
edificios' procurando aportar lodo lo
neies'a'io. para su ,o*prir¡ií, de los
aiseno y calculot. cónna'interpretar u^ infornte geotécnito g una
de los suelos m'tÁs hatbituatrr, r-o,n patotosids ,r(is /rer:ue,rres
':!::rf:";: ri:l^#i:::;: iu,,uo- rias y ta ntanera de iubsanartas, s,n
con todo ello deseamos cubrir todos los
aspectos teóricos 11 sobre todo practicos, püra
ser usados con sensatez g pueda obtenerse que nuestr's pr'gramas de cárcuro puedan
de los ntisntot ,on1á" iorencia de cálculorro
,r,, capaces de aportar
si no lo hemos conseguido' habrá sido culptt ttttestra p'r
no haber sído capat(\ cre erpouer los ronceptos ,ecesarios de ra
a manera adecuada: Iimpia g sencillanente 0, c0nt0 diría ,sin forma
el insigne arquítecto Baseoo¿ia: á,imo de cachifalla/.

CYPE lngeni¿ros, S.A


Tóng.rsr t1.*,,, f_rl-¡ ie'ilü qlle, si bierr lc-rs caLri:eies
f)ued€n exi5_
tir o rto, 1;i ¡tre5r'r,c:;, r-iL L,-,- -1.¡¡-q.( rt (t; ;trr
¿alOS retjculares rto
Stlll nc'gc)(. j¿illli,! t'lr_ia:r.rii.r1
LnIc :lctLtji.,
l\_)> t.rliSnlO\ ¿1bs(-)lLjta-
lllerlte.IleLC:¡¿iriLr> c i::ritrescitcjjt-r,e.
clelttr¡_. Clel itL,LanrsnlO fests_
tenle rle Ias ¡tlacir_< ¡.jr_lt-l¡rl;;,, rÉr..¡(l¡!

T¡tn solr,t el c¡r;{_l!t.,.jr, :.r r ir-.:c¡rs errtbi-lriclt_,,.


c¡ ¿t r,is¿cloS ltai,_r
lit ¡rlarc;r, l'>rrc:tle r,=:.r..,...i., -, I-i, r,r.!lr_rLt¿1Lt(_,,
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llire5Lto l-rai., '-) ycr llo sticl,. qur (i!, .-, , :

L¿ Nctrnla cspañola
EHE nos ofrcce
Fig l t) re¡leLiclo hasta la sacieclacl
c_,1 t.1il.,¡r r,1111..¡,,tr,,,r-r
cle l.r
f,ru n,.,,,,,_li
losas sohre: apoyos ",, á<_lár;,r,r:io = c,lá:icr_r:¡ cl. l.s
printrrale:_,, F.,' I ll,r F_r::t , r:,
l:i].:,rot
nrencic¡n¿cias l,;-. tlefrn jc it,r+s
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I)c'r sLt tr i-:l,Lr-'.,..:,_lq ,.,._._,' 1,.r,Drt1.,r,,,i., a,r, (.,_,r.l,r.rLo fr:.j;lclt,c
r-icl lCrst-lli:.rr¡i,,: ctc.lt,r ,,:f;r< rrliltebicl.t:. c¡Lte "l
cllic-Ltrren erI !lt intr_
rior. :;itLl;¡rla., r.:t_t: t_)a.,,etto\ \,ix)raleatic.ltt lc¡:;1..¡r,rcr-.-.f (,lue
r_.r(_rr_
lr ¿rlft.(.t'te 'i\ -:::-.... tl.,_,,..

lltt E--.¡:rair.r t:-.r ¡:. . t":.,.-. ,:fitl¡ctl¡icl¡l5 I(jcit)en e_,1 trc¡r¡[,.rre r]c ZlJl.l
(-Ht)S ,,', {).;= :,-r-,-it .\= q\.ij,t¿illtCÍtlF l)Of LtLru :,;11\'(-) (-r,,a rI)r cl;i
rxLl.rlla)l;rl:r- .-trl ,- -,t ,-rltto ([. ZLtnC]i¿lr ¿ la l;rtrt]t i-le ¡L.rClo clu(r rtr¡-

ItZ;irr!Obrt lc,:,r.iir,-l fot jaClo, zLtt'tcit¿Lttclr) pcrimetr¿illrre¡te to¿o c.l


Fig. I c) Dibujo c-stlLrerrrílIico de la L.HL. Ei,p.rn<,J,r.',.¿':¿,:_,t ,'_' tri ;rs r.]i.rini,
ciclrre: nrenr-ion¿cia.; eclifititi \ lL.r::l-,.r.tt -:'-'- t-;rt.l¡ tll¡ttt¡
Los lor¡ados reticulares

clara indicación de qué es lo admisible qué, en otr's .,sos, ro


a drseabre tn Un estudic¡ efec[uado en I 910 comparaba las cantidacles de
cuq,nto a Ia redistibución d.e los momentos entre las secciones
del tramo q de acero reqlrcricl;is para una losa dacia y unas cargas fiiadas, y
los apogos," de_
pendiendo de c¡rrién aborcrara su constft¡cción
los resurtadós <li-
Los mencionados autores siguen afirmanclo: ,'Es feían entre sí c.ic unr a cuatro. Er ferrailado cre las losas respondía
de hac¿r notar
que, en Europa, Ia prioridad, en cuanto cn gencral ¡r tres cscluemas básicos, reproduciclos
al proyeclo g cortstruuión de entre_ en la figura 2.3.
pisos sin vigas, pertenece a Rusia. ya en el De los lres sisrentas. cl rrlás ernpleado por su sencillez
ani rcOá nuestro científ ico, lng. fle, Iógi_
A. F. Loleyt, ulculó , proyectó g realizó un edifício de cuatro pisos carnente, cl prinrero. imponiérrcJose poco a poco
los entrepisos (forjados) se (onstruaer,n como
e,tl cual
hast¿r lracerlos des¿[-r¿rrr:cer conlo alternativas
sobrc los clernls
entrepisos sh vigascorr un sis- cle artriaclo en los
tema de armaduras en dos dírecciones, mientras que foriados losas
en suiza Ia prirnera cans-
lruuión de un enLrepisos sin vigas se realizó ¿n 1910.,,

Los balbuceos iniciales y los caminos que siguió


cl hormigrin
armado no constituyen una excepción en cuanto
a su clesarrollo
e.historia, si se le compara con cualquiera cie lcls mareriales
ern_
pleados en la construcción de estruciuras.

En sus comienzos, los pisos de losas rie hormigón armaclcl


adoptaron formas muy diversas, algunas dc las cualei result¡rba.
inadecuadas y caprichosas al mismo tiempo quc sumantente Fig.')') Esqrenrar cre .rrrados l:ásicc¡s c. los cornienzos de las rosas so-
com_ bre pilarcs.
plejas y costosas dc construir. Otras tipologías eran.
obviarncnte,
imitaciones directas de los foriados construidos c()n viguctas y
vigas de madera, con viguelas de madera sobre vigas de acero o En recuerclo del scgurrcJo sisterna, queda la posibilidacl de re_
de hierro, con viguetas cle hierro o de acero sobrc nluros cle car- l.rzar detemrin¿rdas clireccioncs oblicuas, cuanclo la placa prescnta
gas, etc. alguna sing¡ularidad c. su diseño, talcs como huecos de instala-
cic.lnes, ctc., quc: obligan físicame.te a disponer las annaduras le_
La economía y el desanollo de los mótoclos cle construcción, ios de la onogon.rlidad cor'tstructiva tleseable, penalizándosc por
la.conveniencia dc tipologías a<jccuadas a los requisitos exigdos ello los brazos nrecánicos resistentes al aurnentarse los planos cie
y los avances en la comprensión del material y su la ferralla inevilablenlente.
cálculo, fucron
poco a poco poniendo un ¡roco dc orden en el uso y nrarrejo
clcl
malerial y en su exprcsión estructural rnás cc¡nvenlentc. El fcrrallacio a.ular, si bien corrccptualmcnte [icne la
iustifica-
ciórr dc intentar seg;.iir las líneas de esfuerzos en la placa, se coÍ',
ta primera losa plana se construyó en 190ó en Minneapolis, prende tácilmerrte las clificrltacles constructivas qrc
lleva co.sigcr
Minnesota, por C.A.p Turner. Como se trataba dc r.¡^¿¡ forma de scrnei¿rntc sistenra y li.rs ¡'lórdidas cle brazos rnecánicos que .,. .,ii-
cc¡nstrucción toblmente nueva y, por otra pafte, no se clisponía ginan err los cantos rerlucidos cjc las rosas, cuanclc¡
rle los pranos cie
ningun método aceptable de análisis, Tumer tuvo que aceptar fcrralla son rrrás cie dos
el
riesgo de la construcción y someterlo a pnrebas cJc carga antes
cie
que la propiedad la aceptara. La losa funcionó corrcctamente
clu-
[. la actua]icl¡cl. las placas cie rosas macizas se armar.l con
rante la prueba de carga, pero aun dcspués, era cas¡ mallazos contil'lu()s en s's clos caras cubriendo los esfuerzos
obligaclo rea_
lizar pruebas dc carga en la mayoría cle las obras construicjas meciios que posean l¿r mism;¡s, y se rcfuerzan con barras
c<¡n suelt¿¡s
losas de hormigón armado, para quc l¿r nucva tipologÍa cstnlctu- para airsort'ler los ¡ric's dc esfuerzos locales que
se prcsentan e.
ral cor'enzasc a intr.ducirse en cl r'ercaclo ror'picrttio y apoyos y varlQ:i.
atrulan-
do las lógicas reticencias y reservas que despertaban
los nrevos L¿s barras sueltas detrcn proyectarse de forrrra que
sistcmas en el mundo de la construcción. sc eviten
despuntcs y se a¡rrol'cclre al máximo su rongitud estándar
clc l2 m,
Pese a todo, las losas planas de horrrrigórr armado es dccir, sc acclnseja que tengan longituclei cle 2, 3,4, y g
se convir_ ó nr.
tieron rápidarncnte en un éxito comcrcial, yie..,nstryeron
en los Sin cml:argo, hasta llcgar
Estados Unidos más de 1000 estructuras en ios siete años pos_ ¿i la situación presente, cloncle toclo
p¿rrecc estar reglanre¡rLado tristerre.te bajo
teriores a la construcción de la primera. Dcsgracia<l¿rmcnte, la tir¡¡nía clel dólar de
scguía las cr)rrrpañi;ls dc segurros, l.s
sin tenerse un criterio congrue.te para arralizar l¿rs estructura; forjados rosas tuviero. clue carni-
de nar por un laberi.to de estudios y ex¡:erimentacioncs rlruy conl-
losas planas debido a que, en estas prirncras etapas
clel desarro_ plcio, dorrde se nrczcl¿ban los avances cicntíficos en la
llo de los métodos de análisis de las mismas, no se ciis¡rorría
tam_ compresión resistente dcl honnigón amraclo a nivel seccional, con
poco de un método consistente para calcular y disponer
las los avances en l.rs lipologías constructiv;rs que pernritía su apli_
armaduras de acerct que lógicanrente necesitaban
cación a gran escala en puentcs y eclificios cle todo tipo.
Desde fos nretocio-< cJe c:álculo establecidos ¡)or Kocncn en
lSIló ¡':.ar,r l¡< lr-rc¡( ¡ir. \lcrnier, r¡ue srrponían la lhea nel.rtra en el
c.nrro cle l. l,--sa,. adnrití¿ttr para la flcxión un brazo dc palanca
errrre la :r.:ccj;i¡r ! id .o!r-rpresión cle l3l4 cjel canto, hasta la apari-
ción clcl nr{lnrenLL) Lr,¡.:e cle D, [cJuarclo Tonoja y el anáiisis actual
en el cii.rgr.rr:'ra P.rrál:ola-Rectiingulo y las teorías de segr-rrr-
[.r¿rs.ido
tlo orcjen, se ;r¿in
e:crjtcr v se segrirán escribiendo infinidad de
ieorías ',' fornl.ll¡rciones buscando y justificando algo que, para el
ingeniero práctl(-o Krlenen c.rsi clejó resuelto pese a estar profun-
clanrcntc ectu j'.'Lrc';rd,r en sr"r hipótesis de trabajo, SituanClO la fibra
relttra cn rl cür'tro cle las secciones cle las losas.

Dcrn lqr:ión nn rnm¡rnreha pn la ¡r:tualirJ;¡rJ l;rs ¡rrlrracJuras de


tr¿r.c itirr r.ie r-rrr.¡ secc.ión ciiviclienclo
cl rnomento de diserjo Md por
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F.S, I i E¡: r':r.rú ,:: J.r-,'.1 . rr,.¿ir('r'r c]e l¡:; ;lrrlac.lLtras dc tr¡cción Cn una SCC-
.-,rF i\.)-ir1-:,1,i ,¡ -.r' :.=,_:_: ),1,_'l. rKoenen en l,3Eó clirncnsionaba las ¡rmadu-
:as ci:','ici:cl'clo L)or (.) 7J l-l

capitcl dc coluE¡a

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Fig. 2.4, Disposición de annaduras recomendada por E \1,:.:.: it:ri ._rsi,_i


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¡:stct-r clc L¡s conlienzos clc los forj.'lc.los losas so,
entpi]tra(J¿s err v¡g¿is cle canttt ('.c)il ;,rrt{,ri(_)ri(litcl a l (}4O i: L '\1!-r'i(:ltl
1l

pueden moüliz¿rse plenamente los momentos máximos de flexión Lo que parece objetivamente probado, y resulta un mérito in-
negativa, con valores mucho más altos que los de flexión positi- discutible de los técnicos rusos, es el haber logrado simplificar y
va. El código ACI-? l8( 1977), como ya se ha dicho, dio finalmente acelerar los procesos y diseños evolutivos de las estructuras que
la razón a Nichols restituyendo su coeficiente 0, 125, mucho nrás inicialmente fueron concetridas para ser construldas en hormigón
lógico y razonable, abandonándose definitivamente el valor 0,09 armado.
por inseguro.
El homrigón armado, por su propia naturaleza de piedra líquida
En la Unión Soüética, impulsados por la necesidad de un vasto que pasa a sólida, pcrmjtió pasar rápidamente de las tradicionales
plan de construcc¡ones masivas de entrepisos con foriados sirr vlguetas de madera y metal trabaiando unidireccionalmente entre
viga, se realizaron estudios y ensayos a escala real y sc puso a muros de car€a y vigas. a una losa maciza con capacidad de poder
punto el reglamento TsNIPS-1933/1940, con obieto de uniformi- re¡xrtir las cargas multidireccjonalmente aunque se encontrasen sim-
zar al máximo el cálculo y diseño de los edificios con esta tipolo- plemente a¡>oyadas en sus contornos.
gía de foriados, tratando de minimizar al máximo los costes de
construcción. Cuando conr€ñZclroh a desaparecer los muros de carga tradi-
cionales, reemplazándose por soportes metálicos, y después por
soportcs de hormigón armado, las losas macizas, que inicialmen-
te se apoyaban simplemente sobre las vigas, pasaron rápidamen-
LI t te a empotrarse en las mismas, obteniéndose mayores luces libres
tiúdi dr
ilG i- entre suelo y techos y un considerable aumento de la capacidad
.l I o:¡¡ los¿r-a
;iE---T: lg resistente del coniunto frente a las acciones gravitatorias y hori-
€(¡.¿r.oaft.¡G! ' att
..-+
dl..)lcc-!
rI g-
zontales.
tG
li El deseo de afinar secciones y reducir a los mínimos estrictos
F ¡A CE¡f¡AL la geometría estructural de una construcción, ha sido y es una
constante, frecuenternente enfermiza, que ha impulsado la tecno-
logía constructiva a lo largo y ancho de su historia, por la fuerte
componente econórnica que enciena, al margen de los profundos
cleseos de conocimientos y superación que lleva implícito en su
ser el hombre,

El foriado reticular tal y como se concibe actualmente, deriva


de la losa maciza continua que se empotraba elásticamente en un
Fig. 2.4. Sisrema de arnrad<¡s propuestos por el TsNIF5- I 933. emparrillado de r,'igas acusadas y acarteladas de gran rigidez que,
iunto a los soportes, formaban un coniunto espacial de pórticos
Resumiendo, los rusos adoptaron la fórmula de Nichols y dis- cruzados ortogonalmente.
tribuyeron los momentos empíricamente en base a los ensayos
que realizaron rompiendo estructuras a escala real, iustificándo- El conjunto estructural descrito, sumamente costoso, tal vez
se el chauvinismo de lvianski y Shtaerman expuesto anteriorrnente, sea el rrrejor sistema estructural que pueda Ser construido para un
sobre que ellos fueron los primeros en desanollar los métodos cle edificio especialnlente si se ve solicitado por fuerzas horizonta-
cálculo en rotura. también llamados en anáiisis lír¡ite les de cierta consideración.

ItlÜTA Fara ar¡rrellos que quieren estudi¿r ie rÉ¡qir- e. :$!ura contenlplardos en el reglanre: tu :;so TsNlpli tie I 933 y 1940, recogiclos en el libro En-
¡¡-EÉny de tee3, publ¡cado por la Univers:ü¿c rc::*i.:r(¿ :e CaüiLrÁa igipanri.
ftx: rocft-rs los c.rpitc lt:s exptrestos, el cle- la Fig 2' 1 7 poclría ser el

elemplo más enlbjemáIico por su limpieza estructural y su simple-


z.r cL)nstil/criva. cluc ¡-roclría t1r-icclarnos c:otno referencia a reprodu-
<:ir en los tien-pos l)rescntes, si por circunstancias estéticas y
res¡stentes tenen]os ncccsiclacl dc acudir a cste Sistema estructural
que sin hrgar a cluclas es cap¿lz clc trarlsmitir. dentro dc la humildad
cle ser rrr¡ simpJe fori;rcJo. inrágettes visuales de solidez y belleza. No
obstante, las cliticult¿rcles ¡rro¡':ias de encofrar los ábacos acusados,
y escalonaclamente ciespués los capiteles, acabaron inicialmente
con los pri:-neros \¡ posteriom'lente con los segundos, hasta delar la
losa ln¿rciza tot¿lnlente platra sobre los pilares

Fig 2 l4 Depert¿nerlo de acumuladorc: en la Central Eléctr c¿ clc

Barce.on¿ de \t¿:,art

lrg 2 I ) treacr¡¡o dc aguas de Stu!tg.r:: r'\'€::arr:¡r

Fig 2 18 [.sc.r : evolutiva dc los for¡ados sitt vigas

Fig. 2. | ó. Alrnacenes 5¿: :¡::-\re: \k - ) I F-E. uU. )

Fig. 2.19. Estruc:r:r;r ,,-,11 .i¡5;; nraL iTas de canto 25 cnl en un afiafcamiento
Al.,.v tAiic¡r::Lr- r l-,¡;; r-ctnlrafueftes clcl nltlro del f<¡nclo.ryudan a conte-
",i
ncr las tierr.lt cle r.¡r¡r ;¡rlura que ¿ic!úan sohrc.: l¿t cstrtlctura.

Por fin se ii.:i:í;i llegaclo a los ansiados techos planos: El volu-


(- rnen edilicad¡ ter,ia L:n l'nayor af)rovecltantiento, podíat'l proyectar-
f1. 2.17 , Nave de Adel-Bóhringcr. : - : :.¿- ¡-,:¿)
L,os foriados reticulares con casetones de aligeramicnto
percli- medida qlte se po¡tularicen nrás entre los proycctistas y resulten
dos de hormigón'seguirán penetranclo cada vez más en
el mcrca_ ntás competiLivas en precios. Baio el punto de vista
do por las siguicntes razones fundamentales: último, las
placas alveolares pcrmitcn plantear luces mayores,
y por tanto,
. Cada vez resulta más difícil en los eclificios de vivienclas por puedcn distarrciarse los apoyos introduciénclosc
un factor de
motivos funcionales y por las exigencias de las instalaciones, ahorro en cimientos y mllretes de carga, que deberá
ser introdu-
plantear estructuras reticulares en plantas cido en los cómputos económicos
con trazaclos cle vi_ ¡unto a su melor y más rápi_
gas que no se vean seriamente afectadas por perforaciorles da puesl-a en obra, par¿ tofitar una decisión en el proyecto
y dc
huecos "inevitables". los forjados de aisl¿rnienro.
. Los encofrados rccupcrables propici.rrr rapidez, perntrten
alrna- r.os forjatlos unidireccronales de semiviguetas quedarán
re-
cenar materiales sobre las plantas en construcción y proporcio_ ducidos a clos modclos básicos: Los de semivigrretas pretcnsa_
nan una seguridad a los operarios nada <lespreciable. <jas en semi T y los de semiviguetas en celosía
armacla.
. El conocimiento que se posee de los mismos es
cada vez ma_ Scgin las regiones. las boveclillas de aligeramiento simplifi_
yor tanto a nivel teórico como a nivel constnlctivo.
cadas serán de hormigón y cerámicas, aumentando
. Permiten plantear una resistencia al fuego de fomra
versátil. primeras en detrimenro de las segundas.
el uso dL las
Es posible que se incrc_
. Económicamente andan pareios a los unidireccionales mente el uso de las bo,,eclillas aligerantes de poliestireno
por su
y, en al_
gunas regiones españolas por el gran ligerc.za y aislamiento térrnico, pese a ,"n",
dominio constructivo que un comportamiento
se posee de los mismos, resultan incluso mecá.ico claramente inferior, como pondremos
más económicos. de manifiesto
posteriormente.

Los foriados reticulares de casetones recuperables Los forjiidos uniclireccionales in situ, con bloques
resultan de aligera_
insustituibles en el campo de los techos planos miento perdiclos v recuperables, es muy posible que
con grancles lu_ u"y"ñ
ces y cargas, especialmente cuando además mentando su cuota rJc presencia en el mercado,'dado'que,"u_
se busia deiarlos al
vistos y conseguir también una estética liberarse de la rigiclez que imponen los
digna. Este tipo de for_ elementos prefabricados,
iado seguirá su camino compitiendo .on Io, prefabricados pueden competir nrás ribremente
de con los forjados tipo losa como
placas alveolares dentro del mundo los reticulares L<ts encofrados recuperables totales se aplicarán
A" lo, .prr.omientos y cle
los edificios industriales. En el presen,". cada vez más en toclas las tipologías
de forjaclos.
unJ, exigencias de la
normativa del fuego, claramente desproporcionadas
y en nues_ Con todas las reservas del mundo, nos
tra opinión enóneas, están penalizando atrevemos a cJecir que
esta tipologíá estructu_ los forjaclos cle semiviguetas cada vez
ral incomprensiblemente. Esperamos que irán percli.nclo mayor cuo_
la racionalicJad y el ta de mercado, especialmerlre en et
sentido común se imponga antes ¿mbitl Ae f., .iuJuáár v ¿.
de que esta tipología de for¡a_
dos reticulares desaparezca del los edificios de cierta entidad. No
mercado o ," .n..r.zca intole- tenemos una idea muy clara
rablemente con nervios de una sobre quó va a pasar con las losas maciza,
y cuál será su
ur" ¿Áóroporcionada.
"n.t futuro. En cuanto a las losas por,"n.",lir, Of""u,
lr"urno, que, a me_
. seguirán apareciendo
aligeramiento
forjados reticurares con casetones
cre
dida que vayan conociéndose más
yectistas, se producrrá un mayor
V róor'po, parte de los pro_
que aporten cualidades .¡"ái¿., iso de ia, mirm", al hacer
a los mismos, al
margen de las puramente resistentes. posiblc el cubrir anrplios vanos
Tenemos ya en el rrlerca_ sin vrgas acr-r.sadas, minimizan_
do casetones de poliestireno para aislamierrtos <lo considerablt:rnerrte t-.1 problerna
térmicos, cle fi_ A"]", iiu.t"r.
bras especiales para resistir tiempos
fr.nte al f.ego, cle Para luces pecluerias.. bien sea porque
"t.urJá,
medidas especiales y materiales uirtoro,
b*cando una estéti- los pilares estén próxi_
ca mayor en los techos., etc. El marketing rnos o porque existan vigas acusadas,
publicitario tencjrá mu_ la simplic¡¿ad construc_
cho que decir en la aplicación y a"rrrrJft*iu tiva que aportan las losas macizas las
hacen muy atractivas y es
independientemente de sus .rál¿.0",
.r,o, casetones, por ello, que resulta el foriado
más extendiJo en muchas partes
y de su incidencia en el coste po,
ouiil""r" estructurales del mundo.
*",rJü.iru¿o de esrructura
construida.
Cuando existarr serios ¡rroblenras de cortantes, no queciará
Los foriados unidireccionales autoportantes, más solución que acuclir a las losas
macizai, ,o p"n" <Je proyec_
cle viguetas pre_ tar una fenalla de cortante compleia y
tensadas doble T seguirán empleándósc costosa en los nervios de
*in .ornp"t"ncia en las los forjados. que no siempre pueden construirse
construcciones rurales donde los medios de manera efi_
de clevación ,*"n .r_ caz y cuidadosa.
casos y las estructuras portantes vert¡cales
sean nluros de car,
ga. En los forjados sanitarios,
su protagonismo actual resulta El rnayor coste de los materiales que exige
incuestionable, aunque puede que ias pl"cas la losa maqiza en
autoportantes pre- acero y horrnigón frente a la rnano cle obra-en
fabricaclas también comiencen a introducirse España, todavía
en este ámbito a irace ¡rosible c¡ue siganr<-ls manipulanclo piezas
de aligeramiento

I'
y sistemes más o menos sofisticados en la construcción, aun-
que la tendencia generalizada vaya encaminándose lenta pero
irrexorablcr¡rcnte hacia la simplicidad de formas y nrétodos, con
todo lo que esto significa y supone en la planificación de la in-
dustria de la construcción mirando hacia el futuro.

Ouizás en tdo lo anterior no hayamos tenido suficientemen-


te en cuenta que cada vez más las luces de nuestros edificios se
van haciendo anormalmente elevadas, superándose con relativa
frecuencia los 7 metros.

5l cst¿ tcndenci.t :re cor¡sol¡da y aumenta. eS muy po:sible que


tengan que volver las vigas de canto acusadas en los forjacJos
para resolverlas, imponiéndose de nuevo lo:; falsos tcchos de es-
cayola para ocultarlas.
los cantos a los que acudimos para resolver esas luces, im-
propias de los edificios de üvier¡das, están alcanzando unos es-
pesores ciertamente irr¿cionales-

[¿ elección de etos cantc que superan ya los 30 cm, y re-


sultan muy frecuentes b6 de 35 cm, se encuentran propiciaclos
por las compañías de segurc que, sin más interés que los su-
yos a corto plazo, se han erigido en iuez y parte anulando a los
proyectistas y creyendo que así solucionan los problemas en las
tabiquerías de los edificbs.
Los foriados rcticulares

3. Tipologta y características de los foriados reticulares. Criterios de proyecto


3.1. Tipología de foriados reticulares
' Deiando al margcn las casas cornercialcs suntinistrador;rs <le
los elementos rrecesarios para corlstrllir los forjados reticulares
con sus encofrados, ferralla y piczas aligeranles, qut-- priccJt--rr in-
ducir a pensar y creer que cxistc una gran varieclaci cle los rrrisrnc-rs:
en realidad, sólo cxisten dos tipos que pueclan ciifcrcnci¿rse cle
forma clara:

f orjado reticrrlar con bl(tqlles


aligc'rantes
Iirrjado rcticular (on c¡s(.tlnÉs
recup<:ra hles
Fr.\ I -, -! r- -- .:
ri;rrl5 : Fol":¿(jL) IeItCu jar

L¿ diferencia básica notable que existc


entre los divcrsos ti¡.los
de foriados reticulares, reside excrusivamente
en er tipo cJe broclue
aligerante que ernple;rn y en muy poco
nrás.

No obstante, podemos tratar cle intrclclucir


,
dcntro de un co.texto nlás arnplio,
el fo¡aclr-r rr_tjcul¿r
qr" tanrlrién ¿t orros
tipos de f<.rrjado para encuaclrarlo rnejor. ""girUel
primera clasificación de los
puramente mecánico:
nsi, ¡roclenros realizar Lrn¿
foriado, plrno, t .iá .,n prinrer aspecrr_-r 3L-h
Tipología F Urridrtcc:ot
resistcntt) de los
forjacios planos
F Rt:tlcLrl¡ri's
Multidireccional Los¿s Nl¿c.,¿s

-_.._ -\igas I
i¿irti-i;r\l
¡trr rrr'_.i
¡ia lri

FL)fjddr) Lii.r(l1r,.,( ! rl r.!-, .j I I r-i.,-,!- -r _::!:r -.:.. Cq.,O5 f¡¡j¿¡J¡,¡g


¡,)l;tr,rLs: Lttsa ln.1clZa.

fn lrls furi.rrr,a< L. tr>- r.rs curgas


.! L rL,¡r¿¡
..i. - r¿r., ,

tares sigLricrrcjo .-t.,i..f c.r,,r,.,< r,-., i;tí-.._.. _ve. nlcales Viaian a los
.- ni_
t-,
L¡ r I \'Lr rrrrreds
lr¿ivés clc l6i r,*",Li.): ortogonalcs quebraclas a
,,-- ;--
tj;oeilelJtll]toCle\ist¿l,exrstcnrefleyirrrr-_
,1..i.",,,-."_,rqr
L!! u,eur¡,,u¡ cruLL)re: i1,-r rQ:.r:rc1t,ra.
a los fo¡atlos rcr icularesco*i.,
varia.re:s de kl:r f.ri;rcl.s r:niclir.cci.""i;;
citle éstas se lr¡n c.li,,'iriichr Ér.i ne,,ró5
il';;;
y rccít¡roc¿rnerrte. "];;"r. ";'i":
t)icir;:s rci!eili.rrel üorr!rit\lycn,r1 ra7.,11.1l'r'ric.to
clem.¡siaclcr
sinr plist¿r, [n re!t(-] o u (:. c l co
n rlloné¡ r nient(:) cle los I orl¡rclos reticulares
clebicl<l a la c-¡l.r¿l dt:: cc_¡nrl¡resión que conecta a tclclos los
nervios
nluv cnrzados errtre sí, slr LrncLlentra rnirs cerca clel comportarrtien-
to r'ecánico cle 1a.r li15¿,5 nr¿ciz¿rs cruc al compor-tarniento que tie-
Fig. 3.1. Tipología rcsistente dc [orjados planos: Fr:rjacio unic]ircrcional nen las vigucrtas \ \'jgas. Si no fuera por sus deficiencias
nlecánic¿is frerrte ¿i la tt¡rsióli por s\ls cliscontinuiclacles evidentcs,
slr conlt)orlan rierrto serll idÉnLico.
:r0 | ^. (^.;^1^. .4r,1^.-
20 Los lorlados rctrculares

Las piezas cerámicas presentan la ventaia de ser más ligeras construirse con bloques perdidos de hormigón en número de 3,
que las de hormigón y, como contrapartida, aíslan acústicarnente 4 y 6 piezas. Los cantos que se manejan habitualmente oscilan en_
menos.
tre 23 y 35 ,!,
con capas de compresión vanab/es entre 3 y 5 cm,
En el presente, tambjén en elcampo de los aunque en e/presente, por imposición de la
forja<Jos unidircc_ EHE que no hace dis-
cionales, la cerámica ha cedido su protagonismo tinció¡ alguna sobre las pezas aligemntes, se fije
a ras bovedi.rJas una capa de COm-
aligera n tes de hormigon. presión mínima de 5 crn;
sean drchas piens áe
sean, lo que no parece ra¡on¿bh.
U *t*rtro-áru

3 ue-^¡ 4 neus 6 rl,e¿¿s


Fig. 3.8. Esguerr,¿s bÉs
.-,r,q .
.oi u"qG-ir,á;y¿ :l',31;li.casetones de alissranrie'ro cle 70 x 70 crn
d€.l montaic: de un tbrjado rcricular
l"Tr,l;,a.#"..to corr 0,"r", o,,*"r.nro,
Para los cantos ot-oueños.
han existido intentos de
configurar
, También han existido
intent_os, que no han
los aligeramientos u urt
de ctos u,.r". ol"iáñligón,
base y rapa,
llegaclo a prospe_ sin que tengamos constancia d9 q.u" h"V"'nro*po"do
rar por su compleiidad y
coste finat, de.ánri.', foriaclos logía de aligeramicnróq por su esta tipo_
lares partiendo de los f;r¡ado;uri,dñ.,JniÉl reticr¡_ rigáez L""i¡e"ración geomé_
¿u sumiu¡suetas. trica de los espacios a atigerar ".i¿l
Estos intentos pretenden. y
basan sus propuestas, cn eliminar que presenta la manipulación de
, *;üil;*,a"¿ y fragiliclad
componente del encofrado.continuo la semeian,* oi.r"".
la construcción de un foriado ret¡cular
total'Je L planta que exige
ióii.#,o"*. perclidos. I

Fig. 3.7. lnter'tto de construir un forja<lo reticular con bovedill¿


cerá_
nrica, partiendo de un forjado unidireccional clc
semiviguetas.
Fiiándonos en la cuadrícula de aligeramiento de 70 x 70 cm,
genéricamente impuesta en cl mercado de los foriados
reticulares,
El forjado reticular más construido y extendido industrialmentc la elección de co'figurarla con trcs, cuatro y scis piezas no resur-
es aquel que establece su retícula resistente con nervios ta nada fácil y, dc hecho, es una decisión que los proyectistas de_
cuyos
entreeies se encuentran separados entre sí g0 cm, teniendo los legan en la empresa constructora que decicle su elección en
mismos un espesor de l0 cm, lo cual exige una cuadrícula o ca_ función exclusivamente dcl coste de las piezas y nada más.
setón de aligeramiento cle 70 x 70 cm. lncludablemente, por ne_
cesidades resiste¡ltes, siempre es posible mantener el Sin enrbargo, Ia realidad no es tan simple, puesto que cuanto
aligeramiento básico de 70 x 70 cm y ampliar los e/e configuran_ mayor número de piezas configuren el casetón de aligeramiento,
do los nervios del ancho estructurar deseado. La cuadrícula
áe ali-
meior y más fácilmente podremos adaptarnos a modulaciones
gerarniento de 70 x 70 cm en esta tipología de geométricas complelas y, por tanto, menor consumo
forjados suele de hormigón
no previsto se tcndrá en la placa.
LO\ I¡rldd05 r¿!t(ut0r¿\

Prr-rbicmáltc¡ cle los rt:r¡rlarrteo:


cle aligtr¡,. :: L .\l ¡t -lr-r¡_.
l il t I ;il !i
[o2 lor\qqo? ritrtn\$\(2 5.1

Las forjados retícular¿s ¿>

Tras analiz¿¡r y comprobar los replantcos en obr¿ls reales, re- 3.1.2. Foriados reticulares con casetones de
comendamos como conclusión el empleo del casetón de aligera- aligeramiento recuperables
mienLo de cuatro piezas, recomendando tanrbién dis¡tc-rtter
suplementariarnente de un pequeño stock de casctoncs de seis [sta tipología constituyc cl otro gran bloque de los foriados re-
piezas, para pder resolver con ellos los bordes v a justes proble- ticLrlares, siendo el más conocido y empleado internacionalmente y
máticos que presente la dtra. minimizándose así l¿s ¡cn¿s nt"ici- de uso indiscuriblc'cuando las luces supcran los 7 u 8 m entre a¡rr-
zas no previsEend goyecto. yos.

F-sta clasc de foriados reticulares sc configura básicanlente con


un e/e cle 80 cm en Espatta, cmpleándose co¡no cncofrado dc la
losa y a la vez conro aligeramiento dc la rrrisma, tln molde de plás-
tico rronco-piranlidal cle aristas redondeadas, también llamados
bañeras que, Lrna vez el hormigón alcanza el grado de madurez
previsto, se rccupera para su uso posterior.

-Sqflt'*,*¡
nlffi
!*tT--*1¡ffi

-t.
I

*\ .
I d( l()r/ri{lor rcli( r{/drc)

Dacio tlLte r-ol-r-:i. t¡¡r: ,-'' -i .r,>


rt(rlcr; :Lc,ri)ercrLjles Se t,enClen
y sc alquila., clc¡triilr :t.. ..:,r t:-er lie conStrL:cción que realiCen
l.lS e:nt¡)resaS Li)-r ;::-.-i,-t!;- r--.t,t- r>i¡r 1-.nOiOgía
Cle iOrj;tclCtS, rlLtC
¡rr-recla result,:l nr¡_: .:, --ct ,r:.: .,r.1:¿:lir: rllta ilana::e r¡ t)tra.

[.tf Es¡tai.r. c]¡l:¡-.-:.=. .:_ .j .,. .ritor.rs


- ¡tueclc Ser nOrnlal
que l.rS Cnll)R:5(i: :;l-r;,-'¡ ¡¡,¡-,¡: :e riii,iaCl¿S
., ,a COnStntCCión CiC
cstrllcturas tÉ' ¡.,' . .:,.- ,,-
t''t ¿imacenes el
n:orcre cie alr.rr¿r :r .-. -..- ",;.
,t:t: :-:"':::-:-'^:
dc 2r - j cm c:r ¡,, .: üc lo5 f0riadOs
....
:r , :,:ol,;_-,.,i,'
.: r :o<{¡rarrs ;
-e'¡¡a.r.: rlr;
l(ls / ftl
:. .,.. . . __,r- ll,:llr I :L.ll)tl'.1r1 ¡'.

Los techos resueltos ,_ j Con este sistenta prr-,s¡¡.¡¡a


-1..-s,-^
u.¡ucs moou lacjas St¡ .t:l_! oq|É-
tn.l nrell [e agr¡c].1
V l-lintr-¡r;ls qt.," .,,rr,r',u't-
blt,s,-"'-"r
l_,,.,.,
r'rll(it'¡ lr:li r" 1; ¡6,,¡,-,t
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il"il j:.",-fr
:1,:: ll l#:: ;. : ,,,:: ;,i ;li;.u
-
El c'spesclr rníninlo cle
los nervios É)lt los ,.,r :.,.;,_
craltlos o. 1..,-r.._.,,_,_1, f
t.r,,¡;i-1-1]¡¡¡,., ¡,,_
lyij"j],,1'.1,1,,.;.l:l:l:llol.l,,,.:n.,-, ,,,,.",rj'i -':,: , ,''.i ,;1,,: .,:"
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cho r¡,r^,
r'.hn r - ,.+:r:-, .
vator. L¿ LnLirii¡i¡i cle cjj-
cli-
utilización d" ;".r,;;;;;;:"1::,rrur
.":,-,,", u\_ ¡¡!'
rrcrvtL,:
vrL¡) ¡lc_lt.CnCilf
rrn suponen
Il2? ctn, ., _r - ta (le
lr\-rr !'rrLllrla Cle Lo<
clcsvirt.t
.l¿r.el concel)t.o pllro clr: i.,ri;,r.1c..
LOS

y un e.carecirnientc_ clel lcT r._t irl


rnisnrc_r al¡solut¡rrc.;; ;,-.:;l:,_l: -:ll:'
lciór cl.lo F)oc., c()m peritiv. f rcntc] .] i"rij.;;,1,;-
ltll lal¡\I^
.
r
c-i.:
L ;::-f .
-'' :'- r.i..l (:(-'ca\'ton'srec-lptrablr-setr
l't._t I cl\ _\ . -t¡
,-t..-,...
' ,.l.j. tiqr,
r r'.-r
-
.', i:._ : .:.
='
I -.,..
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l¿i
ic...,.1,:.rtC., t¿lt fUen( itr,y tillilonen
laS
t.'.-"t:¡:.r'-::.t-l' l-:\ r' (i,1 cnr. Sr rl ,rl.t.ri,,.i*
l:'lt1tt erl¡rarrillaclo ¡o
i,(;-, i',,r'' ,.:ri.e slrccclerá, sin lr-rgar a clucl¿rs. que
]l,iil.;l
lr dlt,,cicil1¡ r_ic_:!r- .:
r(-)t
_1,-: :¡
lo;
ábaCcts y vig;ts cle bctrcic,s
,a,rnal,,r=,
>t ll-l( ri:t.r-i,:r' rt' : _.t" ,,ltcic:. ¿rtt,le.t;¡lrclcl cle_ [ot.ft
id ¡lt()rn.ál los
(,.)ll:i-lIlei tl: i-Lr"t-:-lr,,::,f.., L,;
+rrL ¡jeso5 dqi foriar-L-l clt,rr1¡il](-.rii irrr[)re
',i:ia. P¿lr¡-i :.;_,:¡: ::- ,, , r:¡rtli_,. esta Li¡rologí.r c1l){)rtir u.a espt:cie cltr
Fi.._., -l I 5 [)iiererrc.ias básic¿r:; erlLrr nervios
it:llll-CilStk-l-, _' f '. .-:-:-.. , l= ._: _.r l)el.nt,lc ¿iil-,s,.¿it Algr.. :tu,cl, l;,S
clr, i-,: ii: r_;- . --i L: -1 rlü i¡
:;ei(-)nes ¡rr-.rclidt'l:; y recul;crables t-,ntple;ir.k-r:, e, ¿: r!:,, -- .",-.:[,;r-tt-rl.¡
rnodLrl¿rt:jone:, !jf, t.-r-,-t ,-rj: i ¡ltij.gljrarl.rs t:n rtrúlti¡_.loc cxatcto_< cie
0,80 rlr
Los /crrlalos r¿tiaü/¿¡rcs

En l:i figurr 3.20 ¡rL;ecir,,rlsc cónro sc complrca la ferri'rila.v se


rorl¡le l.r .lrnrtlnLr estétic.r l cLrnslructi\'¿ con los catntbios de onen-
L¿ciórl de los t t:". tu': c T ..'r le:icll¡re..

:e:irL;li;rr: ,-rt:, r-,clcies :r:C,.tl)rraLries COrno lo5 vis-


LOS fOrlaclos
tos, no cleberÍiu lct-:-Ét'|i)r ) . :.;:L:to; . creÉnto5 que aurllerrtaría
stt rr:;o ¡raulatin.lrr'itr,r:c qi l,: \.itriiLalti,,.i inacional solrre el frrc.grt rtrl
los ftlltttitl¿tse, cl;,:lt-r ai,-.r. ltii-r(t \-a -ce il.i diChO, nO tienen riv.rles
err cl rango clr lilce< aLr::.lrct-cj'clo erire los 7 v l2 ni clentro clel
c;rmpo clel lror:-:r..¡,-.r' ¿'r-.¡ci,, S :,ckri.is. sc busca L¡n valor esté-
tico en Ios tec:ns , :L ,-i:,1i.;,:i ii)(ia:¿ poienCia resistente
del
hormrgón llreter s¿il¡ rs:¿l : rtoiitgí¿i constrlictt\¿
presenta un cam_
po cle apliL¿cic¡r'lts r-i-r:L;idr'rab elrenic iatcrer<rnte,
que se encuen-
lra' en n,cstr-¿r r-rlii:L:ói'- :;:iC:enteme.te
erpLotacro Tenclrt:mos
ocasión de prtseJtl¿r. el- r. ;t)¡n,lclo cied,c.,.-1.,
;i li_is aplicar:ionc:
i.rct rrtarc: i¿_. posibitictactes t¿n arracrivas
l::
:i: rsLc)::.||1f
Le rlr)L)ii').rr
que ofre_
'-iC ',1: ¡'cia': ( (:)r rsrruicros (on nrolcreS recrpe rabres,
sir-r clrre crr. sLrl0¡'q. rJ'r c()s:e ¡'rciicionar a11¿cricro ¿ l¿is estructuras,
f )r-tdicl-(.lo ,_;c-r
I:-,tiL.i ,. .; - oc¿slollcs
r i:1I r''L'(rlcJ5 -
l¿ soiLtción nl'is razcr-
nairle l,cconrjnric¿
Fig. ? I r1¡,|nri'1j,, ¿ cl=i :r_tr-*lcr
tenrirá c¡ue consicierar ,qL¡s Drc,ter_rciñ.é,c
I Sonti-(.as(-,tones int¡ocluc lr-ios
;r.¡:i.¡: rta -r ::- ¡ :: : L¡r ].i
-, L()rrsrclcl'¿- (_itñ ' t:,,..r.oiíct
c,st[t(tUrái poterlciá]:.rr(.;,,_
ircnl" ¿ii rrri5l'1¡ lti)t.alljr.,1. nrarrqcn ;"1;;;;;"
cla q,.." la'", ¡o puc.tic pe._
Fspecialísirno cujcl¡clo ciebentcts icricular. cnn"aunii,o,
Ilaci<l y nloclul¿¡cr<ilr
tcr)cr cir los qd1-r¡¡ ;,.), r jel rr.i¿- :::]il ;lll:i';; :,;,1':',.,,,,n cre nen,ios por

;;
cle
;,i; ; ;Jn : :ij,: ;:,h'1.;
i
;il;. ;Ji,;1.,,.r.r_n
rt
de espesor cn su base jntt:rior
l, capas
r''¡ iic., os crn, sirrclt_,srrrtu¿r;trianrcinre
9': ..,;
lnlprescindible y tras analizérr :l,i]i: :r'::,:: ;r.;;;l'i':l;'.,1-,,'
.,: .
5
cunr,i¡"r-r v rl ..,r,'"., .u ..', ,,tla !tllt\t,_1llúid,,li.:
todos los puntos _:-. I., J ., _ _t..
rrómico v estético,
cre vista posibres: nr, rr.,al,r.,ror' ao1 r-¡.q., j,,. J e. "
.r_ 'l.rilr.r ,..r ;1.',- * - _-. rl . . r ,¡' :'-]"1:
-r
oc eslos lori;'tios l-.;t';i,-1;l¿p-
_¡<jnLlo VICttnlaS, toll
_.
rtiettto ti...:-:,. Un comporta_
irracie cr-,¡rl,:, ¡ cL;alc¡uler otra iipol.eÍa rle fc¡.adcts

,c-
l-i{ J l(.) Pr,tir,clrát t,a qencracla l)or ulr t_.:::-i
r
Buscalrclo sc¡lucionar sus problem;:s con5tnr(ti! os. ri: rfrirLi¡' así sr 5rsts:r.r unri ijr¿1c¿i cle poliestrreno continuo bajo el forjado con
tria española ha patentado un sistema que ha acabado est¿blcciin- cl espesor nrercjorrildo cie 3 cm, anulándose los puentes térnt¡cos.
close como referencial cn cl rnercaclo, bus.rdo en tr.q ¡tic,za.. Rr:,i::
y ii{:rrrbr€-r.-t(-: ¡rar.t corrf ig;t¡rur los n(-:^,ic):. y,planCh;r: cle J r ¡rr r:lr- ltn Iig :i .ll r)r-t.LJr.¿¡.rre( i¿r5c cc,n cliafanid¿rl en
r_¡sr)eqcJr ¡:ar:
i..r qué Consiste
los fo¡¡doc cjc las zon;t:; no aii¡;erarclas. .i:cgttr;rrrdu el sis[c¡¡¿

c¿setón vista supcnor


C¿seiúr \':stá l:tiEr. .r'
Sonr bre.rete Vista I nferior
r-

Frg 3 23 Sistema fcticuiar en base


a casc:':-es rJr-' ;ligg¡'.'¡¡,¡¡¡ r(-r 'J. DOlics¡i.cno rxp:i.dido Eps rForer v rroliblock). (patente
españoJa).

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Fig 3 24. Sistenla reticuiar er :¿:: =. :it .i li ger;rn-r ierrlo cle ¡.rol ies tr r.tr, rt I .i ir;, Jr EP! rl)¿¡e¡1¡s c5páñol;i)
Los loriados relit ularts

El aligeramiento-aislamicnto rtrcnciona]clo at.rr -'-r'Lu., c u r rcr u r -


r r F.rt iliil.¡il \ ,r!,-r'!,/¿ ,,: - L--¡:rillr..l¿cieirL i ntoltr:a:ie cie l;s ¡.riezas
dad corrtinua segun ambas direccioncs dcl fori¿rdo \, se confjgrrra {Vé¿Se ¡l ,,,r r*r - ',r::rLil.i-I'.c:irio -r:'L conjunto Je ltiezas en l;r
cmbriclanclo las "bases" rnediante lcls "son¡l-,rcrr-.t,-,s' clc' ntoclo qLlc Fig ? 2,1r
cad¿l "sornbrereLe" ernbrici¿l a cuatro "bases", c-on[clrrn¿lnrlose el
fr.rrrltr¡;'cr -:-,:-:i -.'=:-.,,--+,.,i]É:-re..r()¡rlt'lom¿rü_ttol]látical(:rtfl
caselórr de aligerarnicnto propiatnenle rllcl-r'r .. :¿r:-rlirr'i l.)s c.Lrr.l-
cl ¡rroltt,r :.ri':' ,;
les que, una vez rr-rllenos cle horrrrigirn, coltiiitr-i\'Érr lor rren,joq er-
tructurales del forjado reticrilar. Lle<>tllelri;r¡ 1 , .. -..:;.-::r:: :i::r-)Lr-i.il:tiLn',e lrt:- rrrnro---.

tl t-, :-.'' :;
.f jLt:te r-ir - ' '-j:-- -rt,rcilal! Se tÉ\L;eL.i scr!ten¿jl't-
.,
L¿s cualidades que presenta cl sisterrt¿r ,(r rr-) lirtcl J-x-rrrlr.l(-.
clo 1as ¡liez;,. r1- :
f
,:t.:'r-: a :-.-)n-.i-)i-iail':teltl¡ c()¡ rl¡a sintple ctt-
también tiene sus inconvenientes, sorl, sirr l,¡qar ¿: dud¿is, inr¡tor.
Cilill.r,Crlrle:r:,.:''.1,-.-..*rr:l.::L.StiltleSllOt¿1.)lettitnt.l :lSti-.l-1¡
tantes:

""''i'!t'
.::,,t '1,

ll
I

Fig. 3 25. Aluste rrota[;le c1e 1.r.. ¡r:.i;. ..- .:rrE.! r:OI1 Llna :,inr1-rle c rtCirill.rcla
?4 Los llri¿¿los rettulur¿s

Finalmentc, clccir clLle l.l Nornta tJNl..-5-l()7.1 r(='!o:r-rj,i,rncic1 llalraj En Otrrl5 c¿riL.r , j,{ ll'..i liL) 1lc1\ t\pe-
los gLr;:rnecidos cje yesos qllc se ejecutain e:t lo: Icc;li)i:r_llrrt: los rictt(.ia, SÉ tr,,( r.ri':-t :
r -]:-i e'i't':C I ¿r
3 cnr cre poliestir(rno qtrC lieva ir.rcorpor;rd. cl sis:rr-r¡r er
511 p¿rrtr-l
inferior, las siguientes especificacioncs:

' Debe evitarse un exceso de;ig.ra en Cl arr.:Ji;(-lit ¡i¡11 r,,¡5,¡1 B.,_


iación agua/ycso óptima: entre 0,ó v {),E
. Espesor nti'nirno de g.rarneciclo y errlr-icickr I 1 r-..,r-,

í :, ) )), Srijr.qn a \UNl'\(-(-)


3.1.3.2. Casetones de aligeramiento de fibras
a, : :

¡*
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i,i
l,

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ll.:!

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ll .- .
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li::1..:rl.ll:l
I.-' :, tI. L;L.Ir

- ilr-L I l)l()-

Ll-l ,: I iutrrrrt, {r:; lnl\r l.)():.ir-. 1= -:-.:


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=-: .¡ l-l"iet].¡tl rCr rt:t it i¿rtlt.¡S .-r -.: i -
: :::l .,!rl L

".'' i,-<. a'' Caselollc> tlr lillgr" |:: L/t'


. -' 1 ., .-.ilrrlo v¿r rrn;r bovcclilla. l,¿ii..., -, -:'. :'-:i.lS
: - - - rr: elr l¡ (l(tn1l illi¡l¡cl \'l-,ir' . . . : : :::
' . -'l-¡ii: or¡3ánic.r:: cirr-iLr' '

-lL ! llrsl l()ll lllalsÉr_ L:,


....,t I I\rr Lllt l! -.r\,I tFI
ll, Los lorjodos r(ti(ul(ires

3. I .3.3. Casetones metálicos (falsos reticulares mixtos)

A pesar de que, en nuestra opinión, la tipologíir que cil;:rrrros ¿i


l-o quc,r Ítrop¡tt,ir-rlr.r el ¡lsteriia, sjrr dutla algutfa, selt Llrlos tcClfos
continuación se salc fuera dcl ámbito clásico clc los forjaclos reti- ¿rcabados surrr¿rrieTrt(r'.i'¡'.o'os clirc, [)ar¿l oficinas y ltrgares priblicos
culares, qucremos tracrla a colación para poner dc marrifiesto, r.irr¿i singrrlares, pucrleri ll.rr¡¿r 1¡ ¡[ención cle alqlrnos proycctislas.
vez más, qr.re el concepto <le placa reticrrlar t)rácticanlert. lo ilcl
nlite todo; ac¡uello que resulta racional y lo qrre ¡rueclc: result:rr irra Lir:; ¡riczas al:it:,.r:,t,_,s err forr'¿r clc cúprlirrs, con b;rsc
cional, salvo por iustificaciones puramente esréticas. l'r0 x ó0 cm, f¡bn.¡.:i.,*, rir .lr"rero galvanizaclo, son las errcargaclas
de ¡loner V cl¿r '¿,. -ti¡S ¡lr. iderrlrclacl al sistcma
El sistema Floor-Kt¿, de ¡latente belga, parecc un rcticular y,
cle
heclro, cesi lo es a[ disponersc Lrr\as arrnacirlr.rs trarrsver:i:les in- El sistenra !ir-- r:i dh(:rrr¿1r encof raclos, cantos, litrc¡s c]c
irormi-
feriores entre las piezas que atraviesan ras viguetas rnetálic¿ts por gón y ¡resrr (-rr i:¡:rL'-r:rl i)isl orricncro arnracluras sr.t¡rlerncrrtarias
puedcn Con;it-t,-t,-:,- ai-r¡ estc lc_lriaclo resiste¡cias itl fucgc-)
sus perforaciones; sin embargo, en rcaliciacl, se le h¡r-e tral.:alar rlota_
b\eS tRf -3(-¡(lt :i:!:'. r::e ,,' cu.¡rrclo sc cr\cLrentre bierrr¡;or.r;iáo, paro
básicarrrentc de forma r.rnldireccional sigrrierrdo vigle:as corrr<r isos:á-
la--, 'rfamos r' :.-i rrjiilt;t.(tr\Ci¿l bala a 54 ntit\\itOS IRF =,6()1, v
clementos lorrg,itudinales resistcrrles; por cor)siglrierrtt:. sr'_r\o :-tr
Piltd tIállr(-r: -::-':,:..,:'iil(ls-apoyaCltls pasa ct C5l.ar en I23 rtrirrr-rlO.s
apariencia en ios tecttos Io hace parccer urr for\aclo rericuiar. rRF- \ 20r

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l-l!-; 3 j 1 l-¡rl'.o ri-'t:icrri¡rr. S 5!e:..i l,i 1q., :,. ., ¡,,


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38 Los forlados teticularcs

El precio de un foriado de esta naturaleza se dispara frente a estructural adecuado a las luces y cargas que posea la obra, y aña-
los clásicos de hormigón. Solamente razones arquitectónicas vi- dir el falseado visual que formalmente considere el diseño arqui-
suales pueden lustificar el uso de esta tipología estructural. Esti- tectónico, antes que encarecer la estructura con invenciones un
mamos mucho más razonable y conveniente construir el forjado tanto esotéricas con',o el Floor-Krt mencionado.

UnT: a,¡mcoornlrrrtr Do Drtñrt8 DGL rtnñuDo

t¡- lG. L¿d¡ G¡Urboc¡nn.o¡O


tn¡t olóar
d al. rn¡rc
t A h b a a h
L
ly
t
Yt
X/¡rr ilf m rat tn h crf Cil¡ qt¡ d
PERFIL O€ I!O 7,€r 154 r50 45 3 c 3a.5,ü ,46.10 9,1 ¡r¡¡ {64
P€RFIL O€ 2OO qm{ 1221 200 56 3 I 787 3r 7473 I 6.68( 6.65
PEFFIL DE 260 3.C1 17.3¡¡ 25{! 83
1
3 6 r95551 1,a8.¡l¡ €1.aa6 I 4,¡r€3

PERFIL DE 3M 2{90 3m 85 a 6 366324 24,n 82005 19,302

PERFILOE@ 3g50 360 05 3 r0 J41 r,79 3€6,3t 1@_€98 24.184

Dlohaa vh[t¡! ron frtag¡d¡¡ @n uil co.rtralhcM ( 1/m d rñArtrc)

Fig, 3.3ó. Características resistentes de las viguetas metálicas del sisrerna Floor-Kit
Los ljrrcd1s tettculares

3.1.1. Soleras y crblcraar aldantes retlculares CARACIERISIICAS TECN/CAS

También el concepto de ajigerar rcgc..;.¿mer,ie Jas iosas nacj-


.g g.-,-€6" g
zas puede ser aplicado a los pat.imentos r. sole:-as cje nuest:os
edificios, proporcionando no sólo un ahono en lrss cle .ro::ligón
por metro cuadrado. sino además ¡r simultáne:n:e-:e a.so:.tar.io
también un aislamiento y ventilación que ias so.eras r.. o¿,,-jlen-
tos usuales difícilmente proporcionan, sah.o oue posear u:r lecho
j'
VV'!\){t
isi,gsgsgfFiF,Éi
3 2m

e

¿,r 1.¿2Q 0 L¿2


).4? 0 0.42 --- ---
25Ox25O/5-
considerable de piedras machacadas. 5 042
t0 0.21 0 0,21
I tA2 30 0.12
5
l0 0A2 30 0.13
0,21 30 0.1¿
c¡ c \As ácc 3 2@ l,6e g l,qe 0 1,89 25ox25o/s
5 05ó 0 0.5ó
t0 0,2E 0 0,26
0 r.69 30 0.1¿
5 0,5ó 30 0.r5
r0 0,28 30 0.1ó
5 250 3,r9 0 3,19 0 3,r9 2mx2ó/ó
5 0,93 0 0.93
l0 0,46 0 0/45
0 3.19 30 0.20
5
10 0,93 30 0,2r
0.¿5 & 0.22
E¡:COS 2rCO é 275 5.ó2 Q 6.ó?
1.ó3 O 5.ó2 2úrj&./6
\;-fa AJs 5
r0 0 t.ó3
0.78 0 0.7E
0 5,ó2 30 0.30
6
,g t0 r,ó3 30
0,7E 30
0,31
0,32

€ Tabla. 3.1


El sjstema al permitir el paso del aire por el intradós de sus
piezas, puede resuitar útil para el almacenaje de productos muy
Fig. 3.37. Sistema lGtU para scierzls \-par::r€.:os as¿::s ccr:c::¿ics
sensibles a las humedades en naves industriales.
c.on piezas de
de 2l cm
polipropileno de 50 x 50 x 27 c: de.a:*i- ;:.¿ ir:r-:¿ ..b:e

L-os espacios huecos qrre proporcioriá el si_<tema IGLU al apo-


yar sus ali€eramientos en tan solo cuaro puntos permiten
alojar
en ellos instalaciones y conducciones. deiándoias reglsrr.abJes
3.2. Geometrías, dlmensiones v
caracterfstlcas báslcas de los foriados
retlculares para su proyecto y construcclón
Las dimensiones !'características de los elementos que
forman
parte de una estructura con forjado reticular
vienen normalmente
especificadas directa o indirectamente en los códigos
normativos
1l en general, deben ser respetadas.

ItRtAz^ YOmUDA
No obstante, nuestra experiencia en el diseño y construcción
de estos foriados umbién nos permite, con suficiente
conocimien-
to de causa, aportar matizaciones y sugerencias que pueden refle_
Fig 3.38 El sistema |GLU aplicado a terra:¿s donrie se eq.a ve¡li-ación jar mejor su realidad constructiva y su comportamiento
r
aFlamiento, Las características tecnicas del slstem¿ ¡¿:a su cirseñ¡ r cons. estructural, sin que ello suponga una rebeldía frente a los sistemas
trucción se encuentran recogrdas en la Tabla 3 I establecidos.
Los lo rj a,los re l.¡. u ld res

L¿ verdad no tiene por qué encontrarse necesariarlente en los 7.2.1. Luces y distribución de pilares
reglamentos oficiales, como demuestra el hecho de que las rrormas
cambian sus criterios y evolucionan periódicamente tratando dc Las luces tlLltr f:uecjen r,frnei¿trse elr las estrr,lctlrras con torla-
acercarse a ella lo máximo posible, sin acabar de alcanzarla plerra-
dos reticuiares tienei-r ur, r¿r-rgo sut'naltleute arnplio y atractivo. sin
mente.
abandonar el canr¡ro ciritiefto ¡:or las piezas dc aligeramiento sim-
L¡ información que figura a continuación tiene que vcr con los ples y senciil¿rs clue ra ind,-rstria de la constnrcción ofrece sin te-
foriados reticulares estandarizados habitualmente emllleados en ner urt carítcler espücla.
la construcción normal, sin que puedan extrapolarse conclusiones
Lógicamente. el ','a,or cie 1;, sobrecarga de sewicio prcvista para
fuera del ámbito de los mismos.
cic, rrranc-ra determinante l.rs luces cle los
los forliiclos corrcJici,l-r¿
proyectos.
Conviene clarificar una cuestión previa de principio, -v;.t
qtre
comenzamos a establecer criterios sobre las geometrías de los cle-
que tras-
Un foriadc r,--,-.,1.ir cle bañeras recuperablcs de carrto
mentos específicos del forlado reticular, tienen bastan'"e
40+5 cm er, ic:r'-:E,:.:' ¿.lmaclo. (lue pernlite alcanzar ltlces el'l tor-
cendencia en su comportamiento.
noa los I I - I :- iri;rc una sobrecarga de usoentre 3 y 4 kNim2
Con demasiada frecuencia se han confundido dentro de las t300-400 kc -: :.rj-cc slr campo de aplicación a luces alrede-
estructuras con forjados reticulares, normas, criterios i'especifi- dor de os fi r' ., ; ;obrecarga de servicio se eleva l0 kN,tm2
caciones geométricas propias y particulares de ta, o cual ntétodo r I 000 kp :r-
de cálculo, atribuyéndoselas a los mismos en la incorrec:¿ creen_
cia de suponer que, si no se cumplían, se estaba ,;iolanclo la inte_ Teriei-,cit: i ,,t:,¡- r. ts los caSetc¡nCS de aligcrar-rtiento recLlpe_
gridad de las estructuras: Nada más Ie¡os ie que así sca. Una rabies corl ¿,r:-:¿s -l¿ :r_-r 2;, 30,'35 y 40 crll para cl e,¡e cle g0 crn,
estructura será estable y resistente si está bien di:eñacla, caicula- con cclpas dc c:,r:-r,"-:.:r:-, r:ie J a l0 cnl, el rango cle luces qr.ie po_
da y construida, independientemente de que sus elenrentos cl'li- lr
clcntos cuirlt arrr r. :,_)::-r-'ión al'll¿do sin sobrcpasar Sobrecargas
plan tal o cual especificación geométrica, o taj o cual norn¡a de sen,icro de I !11.. ."- ;-..;,i¡lg oscilar eutre i v l2 nretros
impuesta en un reglamento por una persona que, como nosotros,
tiene sus especiales criterios. ¿.|)cinc-lc st--.ercr.er.tr¿:, .l¡s línrites clc luces y cargds cle estrLs
forjados bajo un prtrllo tic '" j:ta cminenterr¡ente constructivo?
Otra cosa será si la estructura resulta razonabie ¡' econórrrrca
o, por el contrario, se encuentra forzada y su construcción alcan-
za niveles prohibitivos de costes.

Tomemos, por eiemplo, las obras de S. Calatr¿i.,a corno expo-


nente emblemático de estructuras impactantes i'forrlalnente bri-
llantes. Sus estructuras no se caen, agradan y p¿recen responder
a su función; y, sin embargo, no cumplen prácticamente nrnguno
de los criterios que cualquier ingcnicro cstÍuctlrral eslablecería en
un reglamento objetivo, cuyo contenido estuviese encarlirrado a
conseguir estructuras buenas, bonitas y baratas.

L¿s estructuras de S. Calatrava se encJentran forzaclas, fuera


de escala, resultan costosas hasta el punto cJe llevar cuanlí¿rs dc
acero que superan los ó kN/m3, son ntuy ciifíciles clt: construir y
resultan prácticamente imposibles de calcular ¡ror r.étoclos tracli-
cionales dada su compleiidad de formas y volúnrenes

iDebemos prescindir de las estrr.rcluras cie 5 C¿lairava? E¡ e] l.\E i l') ,\1g- icl,, =- .it:-,.i: .i ¡;rcrón clc Lrnü estructura que ¡r:r1,,irere ta,
hipotético y problemático caso de que ra respuesta fuese afirnla- der'sirj;:d ck ¿r'r ¿,cj'-':¿¡
tiva, élo haríamos por la razón última, la relativa al cálcr,rlo o por
todas las razones anteriores?
si cieiar:r.-r: al rr-rirrgt:n las deforr.aciones, que pucclen scr cle-
Dcsde luego, lo que no sería razonable es res¡r,rrrcler qrle te-'rlllitl¿lntes tt;at'.tiqr ios forjaclos rcticularcs tienen que
lrres- Soponar
cindimos de la brillantez formal cle las estructuras cle S Cai.¡trava ta[:icluerías fr;igiits poclríirnros est¿rblecer lrn¿rs cotas nráxirrr¿rs
c]e

o cual artículo dc un cleterrninado cócligo. sittvii quc l.ettÉn(-.i,t,-ie aloi,.rr en sus netvic)s,
Los fona.lL)s rcttuldrPs

asignado a los foriados reticlllares a un canpo cle rr-¡ces s.l-rsible-


mente mayor, minimizándose el problema cle las dcforrlaciones
(véanse las Figs. 3.41y 3.42. .

? Fuec¿As D€ D€suio

Fig, 3.4 L Pretens.rdo i¡l stiu it¡r :enclones l.ro aciir-:er:es e:.

Basta que las fuerzas de desvío se opongan \, anulcn las car_ 11


t't'.:]ás (FLAT SI_AB) -v, tan solo con el uso del
colF,acos Lr¿.. ¿:
gas de peso propio para tener garantizada una losa horizontal prelensaic .¿- ..¡.s ¡odrían superar los valores anteriores sin
con
flecha nr-rla. increrTr.en'a-<t .cs ¡=:.:os ,, .os pesos excesi\,amente.

Luces entre I 5 y 20 m podrían alcanzarse con el casetón re_


cuperable de 40 cm de altura, proyectando fori.rclos de 40 + 5 ó
40 + l0 cm, si pretensantos los ncrvios con cios torLtltes no acl_
herentes de 0,5" ó 0,ó" (pulgadas).

Por otra parte, la acción compresiva del prerensaclo recluce y


anula las fisuraciones reológicas en el forjado taiogarado, retraq_
cioncs, etc.), tan difíciles de evitar err los forjados traclicionales de
hormigón armado.

"€
{f-i=¡
f
ür

Fi1.3.42. Tensado t1e los cables de pretensado rle li'¡s.rs n\acil¿s cir' _10 cm
puenteando una anrpliac:ión de I I m del IVAM tValencja)

En aqucllos casos qlre se proyecten losas nracizas planas


(FL,AT PLATE), las h¡cesrnáximas nurrc¡¡ debenan pasar en hormi-
gón armado por encima de los 7-8 ntetros, debido al cnomre peso
propio que incorporan a las estructuras. Podría auntettt¿trse el ran-
go de luces ligeramente a los 8 ó 9 metros, colocando áLracos des-
Fig. 3 J.i FLrt ¡1,rtr I'l7rrf s/a& con vigas de borde acusad.rs
Los foriados retículares

También puede ser lo menciona_


do, al margen de criterios económi-
cos, una razón de peso pam proyectar
los pilares de hormigón con elcrite- h¿ > t'¡t .

rio de cuantías de armaduras míni-


ntas y recubrimientos dcl orderr de 4
ó 5 crn, cumpliéndose de paso las
duras exigencias de resistencias fren_
tc al fuego.

También va siendo hora, de cara a


la durabilidad, de que se introduzca Fig 3 a5 Retra¡q1¡1'o de ¡rilarcs.acorrseiat.rle
cn los nudos. trdlando de quc N ., se,,pongu ¡rara recr'cl: ¡ an.r'¿r esfrerzo* ruo,"'n"ilñEffi-
la cultura en los proyectistas cle p¡n_ it ,,1,rr.,.,.:o descourlit)raclo que puecla existir en ellos
tar los pilares de hormigón con pintu_
ras anticarbonatación tapaporos,
Con
el objeto de preservar sus arnladuras
de la corrosión a largo pla_
zo, especialmente cuando se No obstante, ro qut queda todavía
encuentren a la internperie, cn distante para er ordenador,
nos húmedos y en ambientes ugruriuo, sóta_ ,
y dudanros que pueda
marino.
d"iipo ir,dustrial o resolverse
concepto y la ubicación del esqueleto
ir.l;;;;j de esbozo, es el
global de tu q.i"
soporte una constrrrcción cle forma
En cuanto al retranqueo de las brillarrte. Esta"rt.r.,.tuá
tarea sigue, y
caras cle pilares, deben perrsar_ segtrirá siendc, ur.ia reslx)rrsabilic.lad
se y diseñarse para que no se induzcau v .o,.,pq¡.,,..,aia ineluclible dcl
i¡lnecesa_ proyectista. al menos en los tiempos presentes.
rias que orig¡nen momentos adicionales"*."ni¡.¡A"des
Ae nexiOn en los nudos
al desplazarse vert¡calmente las la línea de ayudar
cargas, a aqr.rellos proyectistas cuya Érea primor_
,. ,En
dial no sea el cálculo cie estructuras, pueden
Lns pilares centrales deben retranquearse ser útiles las senci_
uniformemente, llas reglas que se adluntan para fiiar
manteniendo invariables sus ejes vcrticajes, inicialmente ra geometría de
y en tos de extrerno, los pilares en los edificios convencionales.
obviamente, manteniendo tu .áro
.o,iri.nr".
"*i"rio,
. .Hoy dÍa los progran.las de cálculo tienen en cuenta el tarnairo
de los nudos, o deberían
i
tenerlo en cucnta la t,or" de plantear
matemáticarnente su equilibrio, asignando
a cada elemento estruc_
tural la excentricidad con la que tánsmite 3.2.2.1. Pilares metálicos
,u ..rg_ a los mismos.
No obstante, los retranqueos que arbitrariamerrte
se han realiza_ Es muy ditícil aconsejar criterios cle proyecto
do y se siguen realizando en los pilau para los pilares
Ju *.fifi.".ión, no nos metálicos pero, co"o nomra, los pilares deseat¡les
consta que hayan producido patologías dignas cuando se em-
cle nrención. pese plean con klrjados
al tamaño que en ciertos casos alcanzan cJc rrormigón so. los fornlados a base de
lares y sus excentriciclades cofistrurctiuu.r. --
lás secclones
- cle los pi_ 2 UPN en caión. Los ¡:ilares err calón
simplifican la elecución de
los elcnrentos de conexión al forjado,
que suelen ser también UpN
Antes de iniciar el procesode cálculo de cualquier tipología cruzadas, perrrritienclo longiturles
de de soldadura mayores y ofre_
estructuras hiperestática, todos sabemos ciendo, por tanto. mavor seguridad que que-puecten
que es necesario dcfinir la proporcio_
geométrica y mecánicamente los nar otros tipos de perfiles.
eleme,rios clue la c.nfigrrrarr,
hase, alrura, resistencias de nrateriar, r.oo"r"
siempre resulta sencillo accrtar en el diseño y
.i¿ii'.á,'"i. ii; Por otra parte, tanrbién los pilares diseñados
en caión se en_
dimerrsionad. pr._ cuentra. rrrejor preparados para resistir las solicitaciones
vio de los elernentos estructurales, especiahnente de
si ra estnrcrura flexiórr csviacla que tr¡rnsmitcn a los mismos la nrayoría <lc las es_
es conrpleia y está sclmetida a cnrprrles laterales cle viento o sis
tructuras clc ediflcación.
mo. La experiencia del proyectista luega aquí un papei mr"ry rele_
vante y muy difícil de sustituir por reglas o criterios cle carácter Lamentablcniente, no suele haber un stock amplio de perfiles
generalista. tipo UPN en los ahnacenes dc acero españoles, y es necesario con-
forrnarlos particl'\do de las chapas laminadas, o acudir a la tipolo-
Afortunadamerrte, los modemos programas de cálculo permi- gía HEB cuando las cargas son elevadas y existe una flexión
ten a[ proyectista inexperto repetir una y otra vez los cálculos tra_ predominante en una dirección. No aconsejamos emplear lpN o
tando de opt¡miz.ar secciones y matcrial, con un coste añaclitlo al IPE err soportc-s. ci;rdo que tic-nen un rerrdirniento rnecánico pési-
proceso rclativamente ¡rec¡ueño frente a lo qrre podría su¡roner el nlo en una di¡eccirin, coincidiendo col.l su ¡>lano dc pandeo nrás
uso de la regla de cálculo en tiempos no tan leianos. peligroso,
Aplicando las fórmulas adiuntas se obtiene una clricntaciÓn Así, para los {<-rriados rcticul¿¡res y losas nlacizas. el tamañ<¡
sobre la sección del pilar en m2 o el lado del pilar cn cnr, qlle mínimo cle ¡rilarcs exigidos pctr la Norma 125 x 25 crrr) sólo es vá '
lógicamente sc redondcará de 5 cn 5 cm. Iiclo para los ¡tilares cc:trtrales con luces cottrpcnsadas y cargas de
cliseño (nrayoradasl irrferiorcs a los 200 kN {20 t), y siempre quc
no existan huccos de balantes próximos a los mismos que afec-
Sccciórr <lel pilar en m2 =, pll =
0,0ó25 m2 -r ten a los perímetros de punzonamlento de la placa.

El tamaño mínimo .iconsciable no debería ser inferior de


+ t¿do en cm = ,i'p 100 > 25 cm tN\ en t) 30 x 30 cm.

Los pilares dc medianería 1,de esqr.rina, para evitar problemas


de punzonarl¡errto !'enrpotrar las placas adecuac.larnente, debe-
o bien, operando en el sistema intenracional: rían ser ligerarnentc ntalores, pero nunca inferiores cle 30 x 30 cm.

F-l tarnaño ¿clecu¿ido para lirces de 5-ó nl en los pilares cle es-
quina podría ¡er dc .10 x 40 cm.
sección en m2 =
,#B o,o62jrn2 -¡
=
Los pilares dt r:edr¿neña icberían tener el tarnaño dc 40 x 30
cm para luces supericles ¿ los I m. La dimensión mayor de 40 cm
-+ l¿do en cm : \
Ns
'100225cm tN, en kNl debcría estar', lógicamcr,te. perpendicular a la medianería, iusto al
r00 B
contrario de conio suele ser norma en los proyectos de arquitec-
tura.

L¡s dimensiories inieriores a 30 cm sólo son admisibles


en pi_
lares apantall¿rdos, es clecir en aqr-rellos pilares cuya
otra dinlen_
t t-t75 sión supcra los 100 cm.
{17,5 MPa)
si se pro.vectcf la estructr.rr. con pilares circurares. el diárnetro
rttíninro tlc lc¡c n'tif n1(-)s cleberí¿ scr de 35 Crn cn los <le lnedianerí;¡
v de 40 cr¡i en los cle esquina; solamente en los vanos centrales
podían aceptarse pilares de diámetro 30 cm.

Los pilares de sección cu¿¡clrada son estructural y económica-


rnente los piiares más adecuados para las estructuras cle edifica-
ción ordinarias.

r r-300
Un r-lilar cr-raclraclo cur!o l¿rdo sea el diámetro de urr pilar circu-
(30 MPa) l¡lr, teni(]ftcl,¡ irntb(-)s idér\ticar ¡rtttarlr¡tá, pl(Jl)ol'cic-tna l¡na catrfacicli¡(-l
de carga Supcrior ell lorno ¿¡l 30"/o con un coste inferior clel orden
i t-350
(3t MPa) clcl l5 ¿rl 20""

Tairla 3.3. Valores dc p en función dc ,


T---1É
e. t/én.
la f,.l dcl honnigón.

Si existe un momento predominante en una direcciórr, puede


distribuirse la sección del pilar de tal forrna que resulte un lado
{,ox4o
H I

mayor en la dirección del plano del momento, rcspctando siempre 0t
É
el ancho mínimo clc 25 cm.

El Lanlaño de los pilares, al margen de las cargas vertic¿rles que


reciban y que lógicamcnte determinan su sección Dara que no 4orb
exis[a agotanriento, debe cumplir adicionaltrrente, o al ¡rcnos ¿icon-
seiamos que cumpla, algunos rcquisitos particulares que rrreioren
el sistema estructural elegido en el edificio para deforrlaciones Fig. 3.4fr. T¡nra:it'r ir'ríntmo aconseiable de ¡rilares por cconomía y seguridad
horizontales, flechas y riesgos de ¡rtrrrzonamiento. tmínimc.rs cx;g,oles 3O x 30 cm),
Los lorjados reticulares

Las paredes de los nervios de los foriados reticulares construi- El tamaño de los ábacos contemplado en los manuales y nor-
dos con bañeras recuperables tienen una inclinación media repre- mas, pretende reforzar la losa buscando los puntos de momentos
sentativa de unos 8lo, con el objeto de poder desmoldar Ias nulos bordeando los pilares: es decir, ios puntos de inflexión don-
piezas aligerantes cómodamente tras el endurecimiento y el fragua- de la placa invierte su curvatura negativa a curvatura positiva y, es
do del hormigón. por ello, que suelen fijar la distancia del e¡e del soporte al borde
EOcrs del ábaco en urr r,,alor no menor de 0,15 de la luz correspondien-
te del recuadro considerado.

El valor de I ó de la luz (0 I7 L), también suele emplearse


como valor de referencia para fiiar los ábacos.

i_ _L1

Fig. 3.ó0 Esquema simplificado de los foriados retrculares con bañeras re-
cuperables.
+f lr J¡
1-
En esta tipología de forjados reticulares, Ia losa que constitu- I

ye la capa de compresión viene a puentear unas luces libres en- L2

I
tre los nervios de paredes inclinados en torno a los 50 cm,
trabajando como una bóveda rebaiada sin necesitar armacluras
I
!l -.i-'l
3,2.5. Los ábacos
E # ¡ i

Fig. 3.ó2. Tarr'airo rnínirnr¡ rccomendable para los ábacos


La zona macizada alrededor de los soportes en los foriados
reticulares recibe el nombre de Ábaco, y tiene la misión fundamen-
tal de canalizar las cargas que transportan los nervios a los pila- Los americanos y los rusos también fiian los ábacos acusados
res, y resistir los cortantes de punzonamiento que se producen ba¡o las losas macizas en l/ó de la luz (0,17 L), como criterio de
alrededor de los mismos. diseño más generalizado desde prácticamente siempre.

En la actualidad, los ábacos se encuentran prácticamente siem- Los valores máximos de los ábacos rara vez han superado el
pre embebidos en los espesores de los foriados, sin que acusen valor de 0,20 L, y se recomienda no superar dicho valor, siempre
su presencia descolgándose bajo los mismos. que ello sea posible

Los ábacos en las placas macizas carecen de sentido, salvo Como valor referencial mínimo para los proyectos de los foriados
que se encuentren acusados baio las mismas configurando las reticulares, dado que la nueva norma española EHE no lo cspecifi-
estructuras que los norteamericanos denomin an flat slab y los sud-
ca, recomendamos que se lenga presente 0, l5 L, siguiendo los vie-
americanos llaman losas planas, para distinguirlas de las losas jos criterros de las nornlas anteriores, y que se han mostrado
macizas uniformes que denominan placas planas lflat platel.
adecuados y suficierrter.

losA Pt^rrA
PLAT!) FrAT SLAB)
PTA}TA
AB¿CA CLASTCé.

Fig. 3.ó1. Át¡a<-o: cn los toriaclos reticulares y err lirr lo5¿.,. macizas
Los loriados reticular¿s

Tradicionalmente, los ábacos acusados ba jo placas macizas


(flat slabr, renían un resarto del orden
de la mrtai der canto de las
placas; así, un forlado o losa de canto
30 cm, podría tener un ába_
co acusado de l5 cm.

Tener como referencia un 3% de la luz, tal y como se expone


en la Fig. 3.ó4, permite obtener un valor de descuelgue paia los
ábacos semejante al que se obtiene con el criterio de estimarlo en
0,5 H.

?.2.6. Caplteles

En los esquemas arquitectónicos griegos, deba¡o de los ába_


cos se encontraban los capiteles. Los capite)es son las piezas que
se situaban sobre las columnas con el ob¡eto de ensancharlas,
buscando recibir las cargas de los arquitrabes a través de sus pla_
taformas de apoyo llamadas ábacos,

En las modernas estructuras de hormigón, el capitel Frg 3 ót ,{b¿ccs ,,


cacr:e.es del Templo de Hera
iuega el
mismo papel que iugaba mecánicamente en la arquitectura griega
y romana. Al ensancharse la cabeza de apoyo de los soportes de Tradicionalmente el dlámetro de los capiteles se limita a no
forma suave a través de los capiteles, la transición de las cargas y superar el 30olo de la luz menor de los recuadros adluntos al pilar
esfuerzos de las placas a los mismos se realiza sin brusquedades, donde se ubiquen.
reduciéndose los riesgos de punzonamiento considerablemente,
almismo tiempo que se reducen también los esfuerzos de flexión Un valor de su diámetro en torno al20% de la luz conduce a
negativa en las mismas, un tamaño de los capiteles muy razonable.

Pese a las considerables cualidades arquitectónicas y estruc_ Tradicionalmente también y sin explicar exactamente porqué,
turales que poseen los capiteles baio tos fo4ados, en el presente se dice en la mayoría de los manuales y normas que la inclinaiión
se encuentran prácticamente fuera de uso, salvo en casos muy útil de las paredes se limite a 450, debiéndose despreciar el resto
especiales de sobrecargas anormalmente elevadas. lncluso a efectos resistentes, tal y como se indica en la Fig.
en si- 3.ó7.
tuaciones extremas, resulta mucho más interesante y
vo acusar los ábacos, que tener que construir
constructi_ r :0.20 L
--+
los encofrados tan
costosos qqe requiere la construcción de los
capiteles.
(oo oQl,
Los capiteles ya hemos visto que
eran propios de los foriados
de losas macizas, formanrlo p.ne
a"U, ui.i., iip.¡ocÍ.s
tivas de los comienzos del hormigón
-' construc_ h.r.f,
urru-áo.
En la actualidad, solamente baio
el punto de vista del diseño
arquitectónico y por sus innegablér.u.riá.Ju,
estéticas, es po_
sible iustificar la presencia de los capitee.
r., forjados sin vi- Fig. 3.óó. Geometna recomendada para
los capiteles
gas. "" I

Las formas geométricas de los capiteles


en ei presente, prác_
ticamente han quedado reducidas a dos: Tronco-cónicos cuando =-l
los soportes son circulares, y tronco-piramidal cuando los sopor-
tes son cuadrados o rectangulares. Zon¿ no rltil
a efectos
resistentes
La actual norma española EHE nada dice sobre eltamaño que
deben tener los ábacos y capiteles, por lo que quedan al libre al- h=.=t
bedrío de los proyectistas su diseño estructural.
Frg 3 ó7 Sección útil de los capiteles
Lrrj irlrlr?40S rrttuiarus

A¡eyeración tdn rotunda podn2mos ¡rat¿r de ,ust::;caria de la


\o obsr;rte e¡ nuestra opinión, los capiteles pueden proyec_
siguie.re fornl¿: si se acepta que ra distribución i :r¿r.snlisrór. ce larse oe la fcrn¿ clrie se quiera, sjn más que analizar los esfuer-
las bielas cie compresión a ros pilares sigLren una inclinac:ór ic
45u, es obv¡o que rocla la lineas de esfuerzo clue se encuentren por
zos de fle.rión I cortarte c¡ue existan sobre ios mismos, de manera
sinliia¡ ¿ como or;eie. calcularse,na viga de sección vari¡¡ble
errcinra dc'ciich¿ incrinación se canarizan directanre.re.-r los n-ris- o
¿c¿ne]¿da sob:.e- lo,_. c:po\.os.
tlos sin proclucír esfuerzos cortantes cn la placa \i por t¿ r
lo o ue- r

da establecida así la sección iniciar sopoite de E Leonha:'dt en ei tomo lll de su magnífica obra de Estructu_
ra ror. rr.nü ,r
punzonamiento a partir de la cual puede anaiizarse el nlisrlo: ras de Hornligón Ar:'ado, al introducir el concepto de losas hon_
es
conro si el pilar lo hubiésemos aumentado de tanr<¡iro. go, anrpl:iica e, conce-pto de capitel y abre nuevos
horizontes al
diseño de Ios ior:ados-losas.
fuí, con el mencionado criterio, también quecia c:arar,.rt:nte fj-
jacia l;r l,-rz libre entre apoyos que intervicnc en la formul.¡c L¡s losas hongo I;r definc Leonharcit, como aquellas iosas que
cin sinr-
plificada de cálculo propuesta por ACI_3 lg. dism i¡lr-ri'en Slia','e r:rente SLI espesor con incl i nac jones va ria
bieS
entfe l :ó'r' l :rJ r-¡.:rtiencio de Ios pilares, lrasta alcanzar la horizon-
¡aiidad de ios rechos.

- . -t-
zoun ¡¡vúrll
\ -{f I

Ln
lLuz llb¡e de cálculol
Mo=0, l25p.B.Ln2
(ACt-3 t 8.99t

Fig S ó8. N'lomento tota. a cl:s:::bu : en::c monlcntos positir os v ne€i:r:,,


cs segJ.¡ .{cr-3 l B {i a99)

Nada hay que se oponga a esta conclusión. puesto que Si el cálcLrio de ias ios¿is hongo se clesca realizar, como
supo_ vere_
rler que el plano de rorura a cortante tiene una inciinación mos después, cie forma :implificada siguiendo ai cócligo
cie 4)ó ACI_3 lg,
y no menor, resulta en general una hipótesis consen,adora, no cabe ducla cle que se desprecian considerablemente las mag_
v acep_
lar que la luz de trabajo del vano queda establecicla .r parri; de níficas aporraciones cie todo tipo que significan los planos dál
cli-
chos planos, tarnpoco. acafclanliento sL¡¿i'e cle esta tipología estructural, qrie pueden ser
tcnidos en cuellta por Lrtros nrétodos cle cálculo que tengan pre-
sente sL¡ nravor rigidcz. r' las rn¿¡vores secciortes materiale5 que
proporcionan a ia placa increl'lrentándose los brazos mecánicos
re-
sistentes a flexltin a nredida que ltos acercamos a los apoyos.

Ab¡o dc 2 a t car dc c¡pc¡o¡

FIg I óo L-i-<.t-;,-:;.- ."¡l_.-es:¡; purr F f¿q]¡,r.;1;1¡


58 Los forjados r¿ticulares

lndudablemente, las losas hongo sólo tienen cabida en edifi_ La actual norma EHE en su arfículo 56.2, al hablar.de placas o
cios con luces y cargas de cierta consideración. para que resulten
losas dice textualmente . "r¿ separación entre ejes de nervios no supera-
armónicos y viables los acartelamientos sobre los pilares de apo-
rú los lQ} cm y el espesor de la capa xrpenor no será ínferior a 5
yo, y no se conviertan los techos en un conjunto cm'g de_
de pirámides su_ berá disponerse en Ia mísnta una armadura de reparto de malla.',
perpuestas, donde los planos horizontales pierdan la prestancia
e impoftancia que realmente tienen funcional y estéticamente,
el Con dicha redacción, la norma EHE encarece las estructuras
diseño geométrico de los mismos debe ser meditado cuidadosa- con forjados reticulares de casetones perdidos un valor en tomo
mente. al 8%, sobre los precios que existían antes de su aparición.

Es obvio que la presencia de la capa de compresión en los for-


jados reticulares proporciona efectos beneficiosos para el compor-
7,2,7. La capa de compresión
tamiento mecánico )'resistente de los mismos; pero tampoco debe
olvidarse que tambiérr los sobrecarga de un peso mayor.
Desde siempre y en contra de la opinión de algunos técnicos
y normas, hemos defendido y seguimos defendiendo, que la capa Dicho Io anterior, cabe piantearse el dilema de si lo que que-
de compresión de los forlados reticulares sea lo más baja posible, remos construir es un for¡ado ret¡cular próximo a un emparrillado
distinguiendo su espesor en función de la tipología del forjado re- plano o un forlado reticuiar próximo a la losa maciza.
ticular con bloques aligerantes perdidos de hormigón, de las res-
tantes tipologías de forjados reticulares construidos con casetones Si el mercacio actual en España todavía iustifica económica-
recuperables o de poliestireno expandido. mente el forjado rer:cular frente a las losas macizas, el dilema an-
teriormente planteado debemos resolverlo inclinándonos hacia
una placa-emparriliado lo rnáximo posible, aleiándonos al mismo
riempo de las losas macizas en todo aquello que sea posible ha_
cerlo, cumpliendo por supuesto los requisitos de los estados
lí_
mites últimos exigibies a ra estructura en su globalidad
con ros
adecuados coeficientes de seguridad

Legrslar formas y geometrías estructurales en


base a sistemas
y métodos de cálculo, resulta no sólo
desconcertante, sino ade_
más, innecesariamente costoso.

La norma EHE, paraleia y en línea con el Eurocódigo EC_2


,,pro_
qecto de Estructuras de Hormígón":
podría haberlo copiado textualmen_
te en este asunto, en vez de legislar alegremente sin especificar en
los comenrarios er espÍritu que ra inspira.
Fig 3 T0 capa de compresión de 3 cm en Er EC-2, rerativo a ra
un forjado rericurar en capa de compresión nos dice:
construcción.

"r¡s losas nen'adas o arigeradas pqeden tratarse


Hasta la aparición de la EHE, todas amo pracns macizas a
las versiones de las normas efectos de úkulo siempre qur lo
españolas anteriores, fiiaban la ^buioñ-uprnor tcapa de compre_
capa ae comór-eslOn mínima para siónt q los neniu trans,ursalc tengan,ufn¡rnt
los foriados reticulares con casetones iíún t,i¡¿i *i'í*
perdiáos en 3 crn; y cuan_ de suwnerse así síenvre que: ^
do eran de casetones recuperables
r" ;;;;;ebía ser mayor o
igual a l/10 de la luz libre entre
nervios.
- l-a separacrón entre nenios no exuda
de 150 cm.
I 'EI cnnto de nenio bajo er ara no exc¿da
cuatro veces su anchura,
- EI canto del ala sea, nmo mínimo, el
tancia enlre nen'ios t¡ 5 cm.
mar¿or valor entre I /l0 de la dis_

- Los nen-ios transvenares estén dispuestos


a una distancia ribre que no
ext¿da l0 veces el canto total de la losa.
Fig 3.7l. Espesor mfnimo de la capa de
compresiónlpur.
-"'"" ""' ro, reticurares - La capa de compresión puede reducirse de 5 cm a 4
recuperables, antes de la aparición cm, si se inarporan
de l; EHE-
bloques aligerantes perdrdos entre nervios.,,
Los ioriudos rcliiulLlrps

Ftg 3 72 Obsérvense en
tres ol¡r¡rs
vut(¡> cli[erp.:...
Llt¡eIpn:¡. ,,. _
r.rexron lcgariva derrtro
del .un,.*,o.onr-"rrl,.l"'i,_
: _j: _
i:' ; -,:
OCuIIO cle|IrO de lOs nervioS. : :..r _.
¡!,.¡,,_¡,r uÉ _,.- :_ ji _; : _...

lto- 3 74 Un ferrallaclr,r a¡rar


r ,.¡ .r rts\,re,,r ,
',¡:nFr .,,,,,',it;-i"illii;,l,ll_,':,.;,
l'l'-.:ii:J c¡r,a {l(i con,¡.rrrsrór,
: ,

.i ]:ji:
(l r¡\/, | \r(
ct. r,_ri'
., (_t I r.;..-,
lr: ;r lr re¿llcl;rr_l r:O'- ,
\L¡ t( - u" ¿" n ,aa,i ,
titt ti
tL i¡ire5 ir,., , .
62 Los lcrrl¿¿¡5 r¿tririld,'¿s

. Ayudan con su estribado a resistir y cvitar los pttnztltranlietr- Corlo se vcr¿i p(-)!'.c:ior:l-et-L:e, la rc:perctrsiÓn de los zunchos
tos dc la placar en los pilares cle borcle, qll{l i)(rr (ltra pdlte soll [rordc: elr el cclnsr-lt::,'-r cie ¿rci-:,1 (ir] L;lr;l placa restlella corl forja-
clc-
los más delicados y desfavorables. do reticular, osctla cnl:c ur, lÜ . .il:.10 uú. :o ctue',ietle;r colifirm.rr
. Redistribuycn esfuerzos anormales su trascct\denci;r (letLt ró del coItiertc- cst:r.tci.l:a

o En zona sísmica su importanci¿i es bitsic.i ttlartl:et¡it''trcltl co- Nac]a interes¿iItLe ci[-)L)rti.t t:t' -roi'c.dai t¿t :,¡e'. ¡ :lttrl:l¡r c'spaño-
sida toda la cstructura. l¿icon rel¡iciór.t ir k)s ¡Lil'ci'tt,s cle borcie. \ i:t'.i: \'i'Z i:¡ás. al iur-ial qire
. slls pre(lecesoras, sL .i:].Ljta ¿, iieci:;O'ore ,os::',ls:ro,- ii) sigulerlte:
Son los elemcntos que permiten Ia apertlira cie cualqurer ti¡;o
de huecos en los foriados, incluso des¡:ués cle cnco:r:r¿r;e . En los borclc,u c1e las ¡-r::rc.rs st- ii:¡o-C:i..rclen'.á: de la ¿¡r-
construidos; distribtryerrcJo los esfuerzos qr-ie sL c(f :- cc'nil ¿ir I nr¿rclur¿r reS .l-;-:¡: ce ..1.- -..¡ rli
¡ :-- ;..;
..' -ol:=s¡londicn-
SOllCll¿r!,J:leS ilL..-j:L;¿ics J;e a''el-.:i.¿ :i(lllte flcil';t
l--,-l:....
en los bordes de los misnlos te a- la5
--

t1r-re crln:rclcr;ir
L¿s lunciotrcs mencic;rt¿tclas Son tall impona:l'.t; .-1...!. r'ell-.1-r::
. t-'- ,fi l.eI'.tit-.j:1t,..'._::
cleberírn tenersc muy presentes y prestclrle't i¿r -:.r c ór: t-iei-r:ij¡.
_i=
-:/i- . -" . -. -::- ..:
cuando se esté diseñando y dimensionanclo cl iorl.'ijo .os ¡rr;r-
"'
pios zunchos, con el fin de conseguir etr l¡s estr'-icl-lr('li la lll"r:' - '.:- -i..: :r l.'.'-i .l':' ': - -
ma segurldad al míninro costc.

Fie. 3 78. Zr-¡ncltc¡s lvrgas) clc trorr.k.'i:r


.oS I.,crúrtilo) cle las ¡rl;tC;tr
Los lorjados reliculares

Pues bien, el cánto cle la losa porlía ser de l8 cm si no se cle-


sea afinar rnás, el ábaco descolgaba 9 cm en 2 x 2 m y la base ma-
:14
yor de los ca¡riteles tenía quc ser de I x I m.
3l
I:l amplio desanollo histórico dc los foriados sin vigas en Nor-
)l teamérica y la poclerosa influencia en todo el mundo de los códi-
il gos ACl, para bien y para mal, iustifica que prácticamente la
,u mayoría de los criterios estandarizados, que podemos cncontrar-
nos en los textos especializados fiiando los espesorcs de las lo-
sas, estén b¡¡sados en el código ACI-31¡t.
20

21 La selección entre una losa maciza plana {placa plana, flat pla-
t¿) y una losa maciza con ábacos acusados y posiblcs capiteles
(losa ¡rlana, flat slabl, resulta en general un problema a resolver etrtre
20
las luces y las cargas a soportar.
I

tr) _-..t l¿ resistenci¿r de la losa nlaciza plana se encuenlra ml¡y con-


I
limitándo-
i trolada por los punzonanrientos y las deformaciones'
l1
al 7 se su carnpo dc actuaciórl a luces
por debaio de los ó m Por
¿L-. por un problema
t6
-,
:t cncima dc las luces anteriores resulta obligado
losas con ábacos des-
dc pesos, tener quc actldir a proyectar
las
AQ
tratando de redu-
.ofiraot y, posiblemcnt* tornb¡éÁ con capiteles'
Fip 3.79.critenos históricos conservaclorcs
para seieccionaf el canto en los cir al mínirno sus espesores
i,iÍ.,iJáiiátil;;i;á;;;;i;,;;r.áii."pit"t"u, e. funcicin dc, r.r carga total
de los for-
que cxista y la relación ;rpoyo/luz que tengatl' El campo por erlcinla de los 7 u 8 ln es más ¡;ropio
recuperables'
lados reticu la res cle casetones
quc per-
En España, han existido rcglas de influencia alemana'
mitían clegir el canto de las losas macizas cuando existían ábacos Los criterios básicos amencanos pan la elección de los espe'
de tamaño 0,4 Ly capiteles de 0,20 L, basándose en el siguiente sores de las losas, quedan refleiados en la fi$ra adiunta
criterio (M. Company, Cálculos de construcción, Editorial C. Gili)
(1. Militar, 1943):

Sea un panel de luces Lo y I-"/ (l * > I <:orr r¡rra cárga !(rt;.tl c¡


")
racterística de p Kp/m2. Se obtenía tin momenLo a través cle la fór-
mula:

o.L1
lut=.

y sc fiiaba el cant<¡ de la losa ert base a:

H>0'4ll' M+l'5cm (Hencm)

ma-
Así por ciemplo, si se deseaba fiiar el espesor de una losa
ciza para cubrir recuadros de 5 m soportando una carga de
400 Kp/m2, se estimaba inicialmente el canto en ló cm por eiem-
plo, y se operaba:

p = 400+0,1 6'2,5'1000 = 800 Kp/ nr2 F¡g. 3.E0 (rrI(1.:(1. ¡nleric.rrtc¡s ¡>.rra fiiar cantos cfl las losas macizas.

=r538,5m.Kp L¡s valores cf nteriores son los quc rcproducen los ¿tt¡tores es-
"=q9?;f pañoles nlás sobresalicntes en estos temas, I. Calavera y l. Mon-
H >0.41 l-, 15385 +1,5 = I 7,6 crrt toya, cn sr.rs publicaciones.
66 Los foriados reticulares

Para inter¡rret¿lr correctamente el cuadro, las piezas en las que


el horrnigón está poco solicitacio son aquellas en las quc'

/ A-\
p < 0,5olo p' Cuantía gc\cmétrica de la pieza
1.20
lo
=
fr J
0.s En gencral, seg.rrr el EC-2, se puede suponer que el hormigón
en las ¡llacas se encuentrü poco solicitado; sin ernbargo, no rcco-
060 nrendamos elegir los cantos ¿lceptando dicha hipótesis aunquc
sea vcrdacl. ya que los c¿trltos resultantes serían sumamente
pro-
blemáticos,

.Sientran.losyacnelcampodelosforiadosrel.iculares.lanor-
y
recomcn-
ma españ<-rla ¡¡¡disi6r¡¿lmentc ha r(x'omenclado sipS:e
quL- se clii¿r tln canto para los mismos mayor o igual que:
clancio
(Fiat sldál'
las losas maci¿as corr ábacos
Ijig. 3.83. Ámbito de aplicación de
HrF Ri:ricr.¡lart=!'[1
mucho nrás conservadora y
La norma francesa BAEL resulta
placas, en las que resulla proble- que el profesor l' Calave-
realista, cuando estipula paá las Siempre t'los ha iiam¿do la atención
sin rea-
sus deformaciones' que se diseñen recomendación en sus libros
rilü'r ¿iiLilel cilculo de ra se haga eco de sente¡ante
s¿biendo que dicha
con los siguientes criterios: lizar nÍngún .o*.nür'io ¿l respecto'
la edificación'
,"**.náu.¡ón resulta inadecuada en el ámbito de
¡2L30 en losas que no tengan que soportar tabiquerías
LCI FoiaduRüi-
frágiles Después cie clue acit'irtiéramos en nuestro tibro
cular¿s {Manual pni,:¡iror en su primera edición de 1985 de la peligO'

L sidad de mantener en la Norma Española el criterio de U28, algunos


¡¡ ¿ cuando deban soportar revestimientos y tabicluerías
22 auLores han introducido en sus publicaciones comentarios conser-
f rágiles
vadores al respecto.

Así, podernos encontramos en la edición ( l3n) del que tal vez


En una línéa también consewadora y realista se mueven cl có-
Sea Cl tr¿rt¿tlCr gCnCral sol-rre Cl hormigórr ¡ilrnado más extendido cn
digo modelo CEB-FIP 1990 y el EC-2, cuando en t:asc a t¡tt lr'iont<-rya, A. Mescguer y F Morán' lo si-
n-1: y B-400-S y con la intención de quedarsc de la<lo de la
tvtpa
lengua espairt':la, cle l.
guiente: "Los espesort's rttúlirrtos mencionados,U32 para las losas' U35
seguridad, recomiendan que se aplique elcuadro de la Tabla 3'4
para losas corr rib¡tcos ¡¡ L"28 para los foiados reticulares' no son recomen'
para elegir los cantos de las piezas. a pro-
dables en la prrirticrt. l'orque clan Inqar a ruanlías antíeonómicas U
de 15 cm o
blemas cle rlefontrrtciorrcs. Los ¿spesor¿s mínimos usual¿s son
ff,-Jgon *,."t',t,t I Htr¡trrrl'ri¡r *'m'ri'lo pl¡,.tis ¡rtaci:as. ft de 20 m olJ25 para los foiados reticu'
len\l{tnc\
i
Lt'30 para lct-<
Si$tema cstruclur¡l ü tenlimd\ cler¡ü. I r I
ri't I P''¡u'na' '¡' I
lares.''Dichocomel.]tariol-loapareceenlascdicionesanteriores.
lx I -al
v¡En! \itnPh:mcnre uP(tl¡d¿\ (t ktus i
Sontül.ttoslosf¡c[oresqueintcrviene¡renlaeleccióndclcanto
uni o bidirercimalct sinrFlcmente -'' de un foriacio retictll.rr en l¿¡s obras reales'
que todavía hoy segui-
a¡xr¡'adas.
sobre el comporta-
nlos ttcvanOonos algrna que otra sorpresa
l. Tmmo cxlrcm de uta viga conrinut tl
miento que cabna de una determinada elección' Bien es
l¡¡s bi<liecion¡l m el sntido del lalo "rp"ttt
I
mecánico y resistente
más lorgo- I
verdatl qtle' en general, el comportamiento
reticu-
Trmo intcrior dt' una Y¡ga !'onllnua o
rii que obsen'arnos en las estntcturas resueltas con foriados
-1.
que la nrayoía de las
lares es francün'lcnte bueno, considerando
i
los unidircccioal o bidi¡ecion¡l'
11,' Situacionespatológlcasquesepresentanenlosedificiosquepo-
-J
I
J. lrsa sobtr pilarcs aisladm. sút vt¡tar
I
Currprcbeión scgti¡l la d¡nrensión i
seen est¿ tipologla estnictural, tienen que ver más con las fisuras
i --------l
5. Voladizo

'fi.t¡ '¡krrr dcbcnn .rlnpro[r¡ru .l u


i .. .. L!.;:
i.
'__l
en las talriquerías frágiles que se presentan cn las primeras plan-
tas por defornraciones v transmisiones de cargas acumuladas a
través dc las mismas, que con cualquier otro tipo de anomalías.

Analizando una importante casuística de obras disponibles a


Tabl¿ 3.4. Rclaciones básicas t.uzlcanto útil (dr p.rr.r piezas cJe horrrrigtin ar-
mado sin esfuerzo axil de conrpresión tCtr¡-199b . fi-Zr. nllestro alcance. hemos llegado a la conclusión de que los facto-
ó¿r Los forjados reticulur¿s

- I;rs experiencias en ¡ratologías adquirirl;rs al cr>rnprobar r¡ue los


diserios y modulacio'es arquitectónicas cristan nlucho cle ier las
Si cl canto dclre eiegirse f-)orquc existen voladizos que prcclorni_
nan sobrc las l'ccs de l'anos, rccofilenclamos cl us<¡ cje esLa
ideales y aconsejables, junto con criterios cot.lstrllct¡vos imposi_ tabla.
blcs de prefiiaa nos obliga a ser más pruclentes y corrservacl<.rres
en la clccción de los cantos de los forjaclos que las propias n<.lr_
mas y códigos oficiales.

Nuestra propucsta de canto recomendablc para un krnado re-


ticular, matizándolo con el análisis rle los factores ya rnenciona- !,t

dos, aunquc solo sea a nivel cualitativo, podría scr: )5-)7


?7-3c,
-.!. r-r lc",,to) t l'
20\'24
=
>30
si el edificio posce tabiquerías frágiles, dctnmos ¿rcercanros a
a esludia¡
IJ20 y si la posee a I-/24. Si predonrinan los voladjzos' eJ cri-
n<.r
ter¡o a adoptarr podríarrtos resulnirlo en Il > Lvi 10. siendo T;,ttia ) 7 C¡rio: lcconend¿bies ¡xra los
Lv: Luz de voladizo. '!:)ridl' ' reiic:;larcs segin sus voladizos

L¡ tabla siglricnte reflela comparativamcnte lcls criterios de l¿rs


. Nos parcce :t:Leres¿nte I ¡nuv ilustrativo, al menos cualitati-
normas españolas EHE (l-f >U2tJl y NTE, con nuestra propllesta
de c¿ül[os experimentales. vanrentc. c cr-tn'¡rrLu cle gráficos que proponc P F Perla del lnsti-
tuto Mexicana ck-, Cer: eri¡o err s-r fxgueno manual oitenrfC"etwala gra
el Proq¡etttt &ísii¡ it¡ L(lnrúrur¿li ,i¿ C¡rtrr¿lo. tratándo de fijar el canto
de las losas reiicul¿res er b¿sc a los siguientes factores básicos:
Acrinselable
Luz (m) EHH,-98 (cm) por e.ttxjrienciü l.u<tes
NTE [cm)
4
IF
20 Tipología rle lc¡s r'anos túriico. extrerr'ro, interiort

20
Calidad del tromrigón
20
'a':a\ Tamaño de los pilares
20 2'
7 75 !,t Los resultados que ofrcccn los gráficos de PF Peña tienen un
a 30 30 carácter algo ilisperso, con exccsiva influencia dcl tamaño de los
sopor[es y la rclacrón de vanos entre sí en la fiiación de los can-
Tabta 3.ó. Cuadro comparativo de cantos para foriador reric.l;req toa;, ¡¡\¡n(1\¡e lq:i l rr\c¡re.: (¡1.1e llr<rli(1r<_i<rnan lcr:-: mi:imc):i. t:n grjnr:r:-\|.

son sllmamente lógicos

= 20o lei m2 = 200 kg/ml f'. = 200 kdml


= 250 tslmz = ?50 ks./6¿ f'" =250 tg/cmt
= l ü.t k¡, cmz = 300 ke. m2 f'. = 30O tg/cm¡

tt
Cl¡ro @tto/Cl¡so h¡go = 0.6 Cl¡¡o cone/Chrc l¡tlp = I
Dincadór dc olmr,lchF =0.0ó D¡meGón & cotuDú ich¡o = 0.0ó
Clüo cülo/Cl¡ro hfo - ¡
Al¡¡n 6Goh¡mN=3md DincadS! dc colMldq¡rc =0.0E
Altur dc columru = 300 m AltundrcolmB=300 m

Fig.3,84. Cantos de lo:as reticrll.rres de un solo vano, (lnstiiut{r \li'.ic"¡'i.r clc.l Cementol
L,-,s lorlt¡dos rcll(lrlilrcs ó9

üocüto/Cho h¡to =0.6 O¡¡o corro/Cb¡o h¡to =0.ó


D¡-Jór & co¡¡oÉ/Cle =0.0ó D¡n6dór dc @tuñ¡¡y'Cl¡¡o =O-ot
Á"hrr & coh¡ü =300 m Altú d€ €l@És = 300 6

f '^ = foo kE cm2


'1-.-
¡ = 25O kelcú2
= 250 kg/cm¡ ^

= IOO Lts/c'D2 'c = 300 kg,/cml

,- l:-rlilil
- x==-YY
--€FóO

BE/! E'o - ('.r'6 Dimenión dc wlumE/clsjo = 0.0E


A-!a dc ohm = 3(x) d Altua de @lumH -- 30O cm

I dt c¿::as cc:orados relicu.dre5 en \(in05 iltenorelr-str:-:.r',i:,.._¿,T.r rrr'cenrcnr.r

I f.t': f 'c = 200 L¿i cm2, '"


= 250 k¡/m2
f '. -3OO kg/cü2

Cluo ono,/Clñ bta =Oó Cl¡rc co4o/c¡üo t¿¡Eo =0.6


Dinmdón dc coünlcfúo =0.06
Dimcnsión dc cohnn¡/Ch¡o = 0.0g
Altur¡ & col¡as =!ú a Atturs dG columry : IOO @

f '. = lOO
¡r/m¡ fc = 200 t¡/m'
f c=150tlm¡ ¡c = 2s0 kg/c¡nz
f '. = 30O L8,1m2 ¡.- 30o kg/mt

ttll
Ilj,l,,
PqeQtQCl¡¡o
r€OC-ñd r8 ?eeQQc¡á
;XBIXM
Cl¡ro co¡to/Clrro l¿It0 = I Clüo corto/Om Lúto = t
Düncro¡óD dc columD/Cbro = O.Oó Dlmrodón dc FlumM/C¡r¡o = 0.0t
Altu¡ dc @lumr! =3OO d A¡tun dc ólxnu! = 3OO o

Fic i.g.; (la¡rrl(). ale f(lrr(¡,j.::-: t: ::i': :i rdrlo5 extreÚ1()5. (lll5l¡tutn .\1,:, L..r-.:r J{.r ( entc.nl.o)
70 Los loriados reticulares

También puede resultar interesante y de a¡rda para el proyec- La gráfica relativa al EC-2 MC-90 se ha obtenido con un cri-
,/

to, la propuesta gráfica de carácter general que realiza E Méndez, terio conservador, considerando que el hormigón en las placas se
relacionando cantos y luces en rangos lo suficientenrente an'lplios, encuentra sometido a tensiones medias, cuando en realidad el
como para que existan opciones diversas en función de otros pa- EC-2 dice que las tensiones del hormigón en las placas pueden
rámetros. considerarse pequeñas. Si se hiciera con el criterio del EC-2, el
canto de la losa reticular resultaría suicida.

075 Eiercicio: Se desea seleccionar el canto de un fo4ado reticu-


lar para un edificio de viviendas resuelto con tabiqueías de ladri-
oos llo, Ias luces oscilan entre 5 y ó m y el tamaño de los pilares es de
I 40 cm (H-25 MPa).
É
e
!o o¿s
./ /
o f.i, / Solución:
tr .r'
0:lÓ
t. # . Canto mínimo recomendado según la Norma Tecnológica
015 Española {NTEI: 25 cm.
I

' Se€ún la EHE lartículo 5ór'

Lq¡lnud d€l cl¡to or rdrü ¿ L óOO


= 22Crt1
2g=E
Fig. 3.87. Ámbito de aplicación de ias losas reticulares lF. Nténdez. lr4éxico).
. Según la EHE ranículo i0r para no tener que comprobar fle-
chas,

Como resumen final, adjuntamos un gráfico que reúne las pro- óoo
--- +3=2V+3=J0cm
puestas mínimas de canto que establecen algunos autores y có- 22
digos de aplicación en España para las losas reticulares.

Itr

rlt

l|t EUE-98
- EC-2 ttc-90 cEB
et --
Irl __ j:
€r Yod$.¡ - lrlescgu.r - Morm - F Reg¡hdo tEd. !" r'un{¡Er
\rr' sir rebqreru)
F R€rLdo (Ed. c¡a r*rqr¡so t"srli---
-
en España. ,*;;;.d'r;;"rr'.".*
Los forjados relkulares

Fig 3 8q T:-s i:.:¿ 3.¡-¡:- j¡: J$:' ¡-r<'-.-+:,: --: - ::,.:: -:i i:; rr r é l-
dc E.tO de cai'-,¡ ¡ :r-: ac:r -.', :.r e'¡t l¡-.J ;- -:: : --: :: ::;---i.:.a.
sr: hizo ira'oa'.¡r a. fci¿oc !c: i:e::¡ 3:--:i¡ -. :':- i, :--r - . -:: - .: ' ; ;
se sostrene Dor cfci:o s''¡i:i-=. 'iJ-:.:-1: r :
ai",éa,iu,¿. l-<ce.:e:
l.¡'\ /ill/rlr{r,} tt IlLutútt \

4. Aplicaciones arquitectónicas de los foriados reticulares

4.1. Aplicaciones arquitectónicas reales de


los techos resueltos con losas reticulares

'Sorrrr.ls de la opi,nión, que algunrs ¿si-,r,---: j;.-: .,r :-j _:


drq'Jitcció:.ii3S :: :.- :-:-:
¡er.¡Lt¡ld¡e5 y 5u5 Fru>¡b¡j¡ddde= : - l:<-
aprovechadas, rcse a tener los mjsmos ;ras í)ls ,;r -;a: a :::--.-
turales, constructivas ¡'estéticas. ciena:e:::: -:¿: :.
.\bmos a realizar cn este apanado '-f.a :a: .- )L ; =i.i..=^'--
ticaaproximacióna,as'os¿sle:cui¿:.eSe.-<,'¿_=:'..:.
¡rlia, tenicndo presente oue s: se c 1':a¡-
: --!:::--' ' j:
;;ligeramiento o se diseñan especí:icar,e::a )i '' ' - :' : : i- -' ::
obtienen pueden c¿minardc:cje ia siriiDie o=t r-.i-= -r- -' j -:
techos con formas rnúltiples. acordes co: la :-.'i--'it' "' -:=':- '':
de k>s ¡>ro¡'ecristas

Itetcndentos ún jCanente Cr.;bn: i. e\t]:_r:ir: _., ti -:. . . ; - i- ' -.


y aspectos suficrentenrente ¿r:.c.ro ., :ac:s:l-::¿:.. -- rlj r*'¡ r ' -
logra estructunl. qr.re:not:'1.'e er ios -r:5:-ero: . <:r : . -:a--i - -'--
vas creacioncs ', suaal :!€i'os i,or:o::.r l-'¿;:: :i;i . ' -ia --
modelo tan simple . ser,cil;c ccr':.c e- 5l-ü:'. '':l' -,-ri

.A io iargo de ia histor¿ ei ccrcecl¡ 3i3:€:.a-i a'3iri ,'lcjs a-s-


paciosaligcradorque'*cie::;¡r. oe ¿ *i\-4 -: - -.i I -:^-l;.:c: rcllc
l- r- '1 I Panlcórr cle Rc'lrl'l.l
utilizado con result¿cio-'¡:..¿r:.:

Basta mirar sirr exc€5ii'¿ D:oi-J..clcac ¿. t¿-::: .€


mo, para cncontr¿lr exPolen'.t5 er:ir'e-á:.¡:': -l: ii
t¿n bellas y ftrncionale: c¡t.;e ol..:eie:. cJ-iif- r- " : l ¿ -:a
bil trazado cle nervic¡s (ltre ie.ru¿a., ie i€¿ t: -: r -^;- ¿a

lal o vr-:rtic¿1, transF)ort¿rncl(] .'¡fnf)res D€:-¡S'. 4':' :


menores esfllerzos a las cineni¿c.ores s,i-
*t: r: >-:-3:
blc cle las resistcncias

Ahítenemos para dentoslnrio,a iro'.-ec¿ i'; P¿::=':: :: F-- a


salvand<¡ l.r sorprendente luz cje 40 n: co: '<- ^-¿-r := - -'-- ¡.'-
¡el ic lr. :-: =-:: ' :=S
romano aligcrada, configuranco ta, -il--¿
reticularc: crr rya5 conr:¿:icla s

Casi vcirrLe siglos <Jcspués, ei Gr¿r..{''ac' :. ='i¡:'=:' r; l: Pd-


rís exprcsa form¿¡lrncnte, tanto er¡ 5rr o ¿':':¿-:::- ::: ¿ .-¡r¡c)
en el particular, con sus cstructuras vertlr; a:,
;:'-:::'-rl'-'5 la
enorme potencia expresiva y resistente (lue t-a-li:; li'lál;t
¡j'll-
plificancJo el corrccpto de la rcticulariclad

I io 4 ) Relir ul;,rr.1,, i ; -ri r: r{Licrll¿rriclad rllagníf icamerll-c


expLlc's
i¿-ert c:l Lir.¡n.'\rar :j,- ., L;rl,-n¡¿ (l).lris)
16 I os lorlr?11os rslrculr¡r¿s

Stiourrre, el último macstro


de krs puentcs dc piedra france-
scs, r'ro ¡ruclo resrstirse a la in-
f luerrcia crecierrte del hornrigón

arrnado, y acabó diseñando ta-


blcros de hornrigón reticularcs
quc apoyaba transvcrsalrnefl[e
sobre sus queridos arcos de pie-
dra, con un rcsultado arquitectó-
nico espléndido lFig 4 3t
. En los inicios del hormigón
arrn¿ldo, los techos dc los cdifi-
cios industriales resuellos cor,
las losas nlacizas. ábacos ies-
colgados y capiteles, \'a iremos
visto en el coniunto fotográfico
recogido cn cl Capítulo 2, la ca- : - -. :. -:l -i:l-.e:-.i¿ l.-\ {¿::-)
lidad expresiva y plástica que po-
seen, y sin quc haya nada que se
oponga a que puedan ser recupcrados r i:¡,.,j:s : :.-:,-:-": : :.-' irl irrgenicro alemán
pérdidas de dignidad formal frenrc a otros c.sÉ:'.:
^"
-:
-: =',ic¡
rás la pendiente de los
costosos y falsos. :o final hubiese sicio bas-

Sin ernbargo, la delicadcza de los ,_echos r-.. ..,.r.¿ r-


riortnente, contrasta cotr los ¡robres rc_<L:lt.,r.l,:= j: ._: _
l.>=::LL\ estnlCtlrr.r] rt-¿lizacicr Ér l¡r
trorrco-cónicos obtenidc¡s por cl arqilttc(::Lr i Lir.:-:.: -i,: :'¡\ ecltctclo la ooler ;ie erl:.--
puerto dc Sevilla, cuarrdo los saca o{ e,.c¿.¿ .. .-. e\.1( lr-) .rl -. i¡,- . - - -

proporciones adecuadas que condlliaal- . ..:- :


mucho nrás digno en cl diseño clel tecl.,r¡ nl¿r¡ ::=
cio proyectado (Fig. 4.41

Irig. 4. 1 Aer.rprueric¡ cit- Scr : .¡ T¡


'

Crltl un volulnell cle c.a¡liteles excesilo. tc:.li'pircur eL)llslglle lrle-


iorcs resultadcls A. Aalto en el techL) lrLT,gt:t rrrte rltie cLrllstnj\,e ' -. iornra Incrlte Pes.¡dL¡
I

p¿rr¿l un alm¡tcérr, recogido en la Fig. 4 i


I os lor¡atil:s r¡lttulur¿s

'lanrtrién
debcmos ¿crdir a la losa nl¿rciz;r trr.lir-r ¿)l fo'i;rrl' re- it,tKltr .. ,i ir',,r .'- " :.-::: -'' -. '=:.
t.icular, cuando los corrtornos, las forrl¿rs gr:orlélric;rs i. l;r r.lrsLri- C'll.illtct'tt iri,'.., 1.i='-- l' :: _ _ :r r.'
bucicin cle los pilarers cn las plantas, corrclitzcarl ar Lirr irazaclt-- rie l¡¡ oriqrrlalirlarl ,, rl¡ l¡, .- .-.,, ,1,.,., .:-q-;'",-
Ios iiligerarnientos, y por tanlo cie los ncruio:. t,,rt.rr,ii-<-r e irreg-ri.ir, tlr: L. l'l. r., I (\ cr :r':' :rr::-.r:-- l ::
cor-r-rplic-arrClO ¡teligrosarnente el fcrrallaclc-r v ei [r-r¡i,-1.¡n¿rni:¿|1!o nrL]-
cánico de la placa.

:in t 1949-501 dt, L \cn i

Fig. 4.12. Edilicio de N'l. F¡s¡c en Alic.rntc. rcsucltt' (,\'' ' -',: '

Inlestas por sLr difícil y com¡rlejo diseño de form.r: :.'.'..' .-.


sc lric ierotr cotl frrriado rt:ticul¿t pdlil illi!rs:raI ll(-rsú

El nracstro indiscutible de las losas new-¿lcl¿ls . - .,


rccicntc fue L. Nervi, que nos dio r-rna leccicin F1d{.>i: :
rí;r y arquitectura con srrs geniales techos, clifícilrlt''-.

I'l.tnr..l ll9ii-:,8

-. ; -lrle qUer¿tnlos h.tcerlo, lltr reslllia lácii


': :- ll.rS presentes, tal ve¿ debido a las collr-
': . .rl coste rlc Ia nr¿trlo clc- obril (lL¡a sl.l-
iS 4 13. I¡¿lacur clL' .li Dert"i- j= i . J' ' '1^ :: ''-" Lrlenrente [).r rcciclos a Ios qLl.: el
I ' '

--: .¿ oporttllridacl, y pLleclclr djseñarse


- i fi SLIYOS pcir¿l (.leltLrS eSl)clf iO: 54-
Toclavía l-rtly, algtlrros.?fi(i()!l.lclos ¡i i'1> ei:l'ir:' r'1:' r'l l'rr'tl:i'r-
ir
l¡i li' l' :ielri iilLl - : a- intitcl¡oS, los restllt¿lclc)s siL'nlt)rc
rrto:' aprcrrcler cle sr.rs creac ¡ones, I ret:i-'¡ - iii:11:' -:l '
lrorntigtirt, clcsrlucl.rs de esos f¿il:Os t {t)'ltl:'1: '': i: ''- Ll -'L \\\r -
Los [ortados reliculares

La figura 4.25 reflela . Cuando resulte inposibre .a :r,trcducciór ce ,'lgas ias luces
cómo pudimos resolver un superen los 8 ó 9 nretros ,,' los ,,'ue.os los 3 :re::os ei :¡lacio re-
voladizo complejo, retiran' ticular de canto 40-l se ofrece co:ro ira al:elr¿:r','¿ :ie¿l para
do los aligeramientos has- solucionar los problenras pianteados, :a. ','con'c ,cs s,¡l;c:cnó en
ta conseguir las secciones el edificio de la Fig 4 28 c'¡vo diseño arqi;i:ecó-:cl ¡ a:¡ir;rba r-rrra
estructurales resistentes problemática corlo l;, ies:r:t.r
que proporcionaran la sufi-
ciente seguridad.

En el forjado de la figu-
ra 4.26 se ha reforzado la
banda de soportes en una
dirección, macizando una
fila de cubetas Y concen-
trando los nervios, con el
obieto de Poder aloiar las
importantes armaduras
que exigían unas luces Y
cargas de cierta entidad --: ?- -
para el canto de 30 + 5 cm Fig. a.25 . Voladizo con n.e o :es re.
sancharrdo nerv.os has:; cor'. t- ' o: :'
proyectado. dos ménsuias vo\adas de c:e:'a ::" J¿:

:':
o l:-; :': .-;:lones de los foriados reticlllares
:- en las plantas ba1as, cuando
. s'-:rge
3a. ,¿ 3:-lr=': ¿

s€ !:t5::'.r- :: r -: :5 necesario resolver acoplando el


eí:,: : ¿ .: :: := :aiies perimetrales y resu\ta ob\iga'
^^ n 1*--' r: .:neas no siempre estructuralmente
:;, :a'as
:a,as que soportan tn-
los ascensores in-
-;. á.;dos etc.

. 1:1 : -- :z:cmo Ia reticular, permiten conectar la-


--a=.:: ::: -.--: . cnicalmente dando continr¡icl:d a las
- -^
:.: - :: - i,J-- €r,te, a los esfuerzos a través de la mis-
. . , --'a::, trsalmentc, sin que por ello se planteen

Fig.4.26. Banda de soporte refor¿ada maci¿ando -:a : a :e :-b*:¿;

Fig. 4.27. Túnel para automóviles. Paseo peatonal sobre el forlado. Ob-
sérvense las vigas planas conseguidas transversalmente sobre piiares,
macizando una fila de bañeras aligerantes
Los Íoriados retictlares 83

. lncluso s¡ a todo lo anterior le añadimos grandes luces V for-


rnas espaciales comple¡as, también las placas retjculares coll \ i_
gas auxiliares de gran canto permiten elaborar rjn esquema
estructural potente y relativamente sencillo de pror.ectar frenre a
la posibilidad r-le [e.er quc resolver el diserio drquiiectrlr]rcL) (c¡n
una estructura de tipo unidireccional y elementos preíabncaios.

F¡9. a.30 Ca¡ól coigadc de u: =cs=c¡ t¡ e :e.-;.- .i< -.1- :r.:;.:-.¡'

Fig a 32 ¿: r, b \'¡.r::¡eir;¡ estructural complela resuelta con los.:s


ll:'1c::r1S l-ri;rcas r¿':.:-.¡ .l:ql-s ¡'\,'igAS aUXiliareS de grnn luZ (CaSa de
C-,lu:¿ de S¿r lu¿:r \,:i.rntel

Fig. 4,31. Ouiebros y ralnp¿s resuellas cor fo:¿.1.. :e:ja.J.ar


fip a ]? Voladizos ¡. ..rces dc'consideración proyectados en la am_
pliación del IVAJT1 (\'a,enci¿t

Quiás las figuras 4 .32 a y b, obtenidas de ia estructu ra de la . Otra de las ¡rosibilidades de los forjados reticulares es la de
Cas de Crrltura t1e Sarr luan (Alicante¡ y ltt Fig. 4.33 r-Je unos for- permitir Ia irrtrodr.rcciirn de tjr.lntes tnetálicos, que pernitan la sus-
iados de la ampliación del IVAM de Valencia, ilustren meior que las
palabras lo que puetlen dar de sí las losas macizas, la*< placas pensión de pequeñas zonas de las placas puntualmente comple,
re_ jas de sostener, s¡n que ello lieve incorporados excesivas
ticulares v'les vigas de gnrn ltrz. resolviendo una volrrmctís es¡r;r-
cial compleia. dif¡cult¿jci€s construcrjvcts, lal colno Se aprecia en la Fig. 4.34.
Los lorjados relicularc's

Fig, 4.40. Techo gris sin p¡nlar. con desniveles e inclinaciones, sosteniendo
Centro comercial con ába- Fig. 4.38. Estrucrura con forjado reti-
FiC. 4.77 . Ias salas de but¿cas de unos minicines (S. luan, A.licante)
cos acusados y techos pintados. cular recuperable pintada.

. Otro campo muy atractivo para la aplicación de los fodados


. Dentro del campo de los aparcamientos, si la absurda Norma, reticulares son las estructuras mixtas formadas por pilares metá-
tiva del Fuego acn:almente en vigor no acaba con ellos, el foríado licos y techos de hormigón.
reticular recupenble no tiene apenas rival. ya que proporciona una
apariencia muy agndabh a un coste relatÍ'amente baio, al ahorrar Si se elige el perfil adecuado para los soportes y se mezclan
los enlucidos y pinturas que llevan consigo los techos más tracli- sabianrente Ias zonas nracizas y aligeradas recuperables, el valor
cionales. formal de la estructura habitualmente despreciado en el diseño
arquitectónico de ios edificios convencionales, podría colaborar en
resaltar de forma notable el conjunto construido.

En nuestra opinión el edificio de la Transmeditenánea en Bar-


celona y el de la Consellería de Hacienda de Oviedo, podrían ser
dos sencillos eienrplos de lo que puede esperarse de esta tipolo-
gía estructural.

Fig 4.39. Aparcamiento bajo vía pública resuelto con un fora,ic rer:cular
recuperable 40+6 cm pintado Con pintUra blanca anticarc¡n¡:¿cr.in.
ób_
serue su luminosidad con iluminación al 6Jo/o de la total

En el diseño y concepción de los aparcamientos. \.aunque re-


sulten más caros inicialmente, el uso de las pinturas puede pro-
porcionar a los techos reticulares unos adieti\.os de calidad
imponanres, aponando luminosidad y, por mnto. ahono de ener-
gía electnca, al misnlo tiempo que durabilidad, presen.ando de la
corrosión las armaduras de los neryios, si la pintura empleada es
Fig. 4 4l . Ediircio rie l¡ Transmediterránea (Barcelona). pila-
det tipo "anticarbonatación", impermeable y al mismo tiempo
res cilíndricos merálicos acabados en una cruz de chapas
transpirable. nietálicas en faci:ada ¡ de fornra simple en el resto,
L¡s ¡,'rl¡r1¡s riliarl/¡tr('s
l.r - I r r .r I)!\ (ltrl\i\lLi.¡i al- :
¡l::' : : .- .lr 1 lL)til).r \ I,rn),r: '

ffi
,!
l-¡:: ,¡, rririds /i'¡tatil(ti r':

t.l rec.ir ric.r:, \' c()n5tn¡cttvcts que lcls liIr


i¡c Ic_rs r,iI-.iai. : -,_
lniecl(.llr cLrbt¡r, en llodo algLtno delle cc-lltr¡erti,¡t rl .-
Ilcral del clisc¡io estnlctur¿ll con placas rctjcr_rl.,,re: .''-' ,a .

I
It
It
ilt
It

f .¿ 17 j [)' .r'''o: ÉiI"LlLLr l'lle', i'-'l-¡'l '


f r¡ri ¡r-1t-rs relic t li¡Ie:.
il2 Los lorjados reticulares

El factor de diseño refleia la variación que existe entre el con-


sumo real de una placa con sus peculiaridades e irregulariciacies
c - l8's" rKo m2 l

y el que tendría la misma placa, de Ídéntica supcrficie c


idéntica
doncle se hubieran regularizado sus cont'or- O bien
íui.ua¿t¿tica media,
nos y simPlificado sus formas'
I r\ll.S- l
El factor de diseño, cuyo valor afecta fundamentalmente
a los C, ='"1 "= tN m')
nervios y zunchos, depende de cuatro factores
principalrnente'
5,1: Sulre:i:c ie :: --. :a .¿: ::'--¿
. S., Supr:rh::t ,t," ;.. i.:"j¿ --.i ?' i'Á'1A
Tamaño de la Planta
. Contomo de la Planta
' Disposición de huecos
irrarrtía K¡r,'rl2
' Disposición de Pilares
ó5 (ó,5 N/rn/)
su cuan-
Trataremos de aportar algunos criterios que permitan iC i5 0 N/m)i
que lÓgtcamelrL.: cr'\
tificación, pese a las dificultades intrínsecas
subietivas tan impoftantcs' I 40 i4,O N/nll
ciena un parámetro con componentes
0.3, r3,) N/rrl/i
las plantas dc los
En primer lugar, resulta conveniente dividir c.25 (2,5 N/rIl 'l
edificios en tres grupos diferentes:
O,20 (2.O N/r'rr'
. Pequeña: So < 250 m'?
g.I ,5 f.llrn:)l
. Mediana: 250 m2< So < 500 mu 511

. Grande: SO > 500 m2 -¡nla 5.19

dc las cuantías
Las posibiliclades cle error en la determinación
a."a"" en proporción inversa a la superficie
de las ¡rlantas y por 5.6-2. Consumo de acero en ábacos
siempre será rnay.r en las obras peqtre-
i."i", ai r..,oide diseno
{*-': je acero en los ábacos de un reticular pue'
ñas que en las grandes'
Lsti:lu: e -:'-
de se¡ tÉr:: ll¡-
;- -i- :"- ir:-qible' si a priori no se fiian unos criterios
de mor,tale s1.,É- :
-.s i -. iistet't1áticanrentc ee :rpliqrrcn monóto-
namente en :lü3: ii :'C:1i;
en las escaleras rrrontaic para to-
5.ó.1. Consumo de acero Cab'e ta Í:'1'3 :¿ : ':'t colocar armadtlras de
acc:ro nrrry clife'
' c:t'atríat
' t'-t 't' tt'' olilnttr
cle--
los edifi- dos los gus"l:
acero en las escaleras de
En general, el consumo de salvando las rentes er¡l'.: :'
por dos tiros y meseta'
cios convencionales formadas torno a unas armaduras dc
de vivienda' suele oscilar cn
i. ^-'-: l-i¿:tidarios de estable'cer
luces normales entre pünits Nosollil': en las
de las plarrtas baias presentan montaie :-r-.ji :-^ I :r ¡¿i5a(las err los critcriot' ctpuestOs
los I 25 Kp (1250 N)' La; escaleras ¡rara los foiados reticula-
a los 200. Kp t2000 Nl, dc'bido
a
Normas l¿nr'- -i -:r--' t:;'ñ"I;q(NTE)
I

un consumo mayor, "áJnáor" plantas'


ü (>3 m)que poseen estas
*.t"t"l*ra f€s €t'l ',li:€: l=S
los croqulS
de los consulllos dc accro
elr
En eL apala:- J: 'leirlllcs conetructivos figrran
Nuestras primeras estimaciones
por la sencilla fómir'lla: básicos cje -:::; *; :+ ábacos que se computan' consistentes
escaleras publicados, ""rri'trr <lados v 20l2 irrferiores es-
; ;;;;¡*":¿ :: r' a-t; 2Óló superiores
rribad<.>:; opr-r:: - -'.'-t cnn Óó
a l5 ó 20 cm Adicionalmente se
c. = t l'!"-p tKP m2 )
superiorrnente
:il¿ :'a de casetones también
colocan 2Ólf.J ¡:':
direcciones'
vl ó* i"r"n"t .: ':¿: r:'i¿s er' anrbas
del
c" = tro. l-" (N .2 ) Basáncionc' É: : ¿r¡uesto nuestra primera estimación
O bien: -p constlrllo cle acei: .' ¿¡¿¡65 turÉ 'dado por:
cle acero ligerantenLc
E$a fórmula mirrusvalora el consumo fKpl
l8' ob-
PaLr =50':-i'-'lJ :'- +¡B-@{tsLt-@4
cambiar el factor 3 por I
En la actual¡dad, proponemos y D,
de la misma más conservadora rKc :*"
tenienclo una nueva exiresión C,u = {i
ajustada a la realiciad'
Los [oiladot r1"t¡(uldrcs

partierrcio c.le l¿ clasificación realizada de las plantas en pe(lue-


nueva clasifi-
Cuantia esflruda de Tunch'6 ñas, meclianas \¡ grandes, debemos superponer una
m r.lr: ca nto ? f'
fcr iada,
regulares' irregulares y muy irregulares'
cación que las dÑida en:
para que con l¿i tabla 5 10 ptrr:da obtener el factor de diseño pe'
ó.5

ó naiizador F'.

ñ
:. )
,i 45
tr
24
I

2
tl

'ilY'*',l'
Fig. 5.l0

Una vez obtenida la cuantía de


acero en los zunchos por m2'
cliseño F'' Que se configura
cleberemos afectarla por el factor dc
por el lactor huec'r'
tJtipiia"n¿o el factor con[onlo
T4..3 t 2l
Fz = Fh 'F,:
Ge (final) = Gz (inicial)
'Fz

latabla 5 I0 !' SÓ:l aquellas planta.s con Contornos Vola-


de entrar dos veces en Plantas reeutrar6: irregulares' Los
F,: Factor clc cliseño obtcnido ambos iie'
multiplicar entr. si tos uatn""sli'"-""lttn
<Je F¡' y Ft put's
dos o no 3u€ :cr o'*-t-it unt"*tt nisalientes
mecanismos
afectar seriamente los
nen idéntica valoración' huecos estár clsptes:c( sir'
resisterrtes :ie i¿ c,l¿ca *r.¿o contomeados
por piiares afmóni-
', - i-.
c.anlenr.e Lc.'-rl*oL ;'--':

ñ
l.¿=

:l
1t

lp= lr.
r ll4 ?F

Fig. 5.1 l. Plano l, Planta regular


Los Íoriados reliculares

¿3!^

Fie. 5. 14. Piano 4- Planl;: req:u,ar

Plantas lrre¡ulares: son aquellas plantas cuyos perírnetros


presentan entrantes y salientes, con quiebros irregulares' Los hue-
cos están mal dispuestos, los pilares y cl foriado trabaian dc for-
rna incómoda. los pilares no se encuentran arnrónican'lente
situados.

-1:
I

Fig. 5.15. Plano 5. Planta irregular


st
I r8 Los íoriados retículares

ig 5 ltt Pl'lno 6 Ptan"'a i-eg-r;'


:

Plantas muy lrr€gülares: son aquéllas dondc se observ'an


irregularidades de todo tipo en los bordes. Los huecos son mu-
chos y próximos entre sí degollando los mecanismos resistcntes
de la placa. L.os soportes se han colocado aquí y allá' sin pensar
seriamente en sus funciones estructurales

1""__F- -

F r-Ell;
4t tu Lt4
L.._-__ -J,l lla

Fig. 5.19. Planc'r 9, Planta llruy irrcgular


t20 Los lorjados reticulares

'I

Fir1. 5.22. Pl¡rro l2 Pl.-:nta r:iu¡' irre,¡.r ;r'

Caso pÉctico: 5.6.4. Consumo de acero en nervios

Sea una planta clc 400 m2, de canto 30 c¡tt )' luz ctladrática De i.ocl¿s las iorllrLllacioncs etnpíricas que se han baralado
para refleiar el consunio esperacJo en los ncn'ios de un forlado re-
media 5,80. viene dada
ticular. la qlic nreior se aproxinta a las me<liciones realcs
Se ha clasificado como inegular por su contorno \ lanlbién por por la slg;ier,tc '-:rLrra';ión:
los huecos que Perforan la Placa' qt '!2.'' ro- t-ln''
Cr'.. ¡/- - zl, rr* ¡i I
l(rr' |' = .
ElconsumodeaceroenzunchosyvigasparaelC(.¡r.lto30Cnl
que cabe estimar para la planta vendía dado estadísticamente cn
la gráfica de la figura 5.10, entrando directar:rente err cll;¡ obtene-
CorrelotrletocJesimplificaroperativamentelafórmula'noso-
mos el valor de G. inicial: tros op¡t-r.il.i.tos c¡uc. puecle emplearse úniCamentc la luZ ct¡adráti-
ca media L,.. t englobar en el parámetro tr la calidad del acero'
reairistanclo al iinal de toclo el proceso la influcncia indudable qrte
Gz=4J5KP m' o 47'5 N m2
posee cl valor cle la f,¡ etr la cuantía final.

Esuna planta dc superficie media y con un conlorno irregular: Balo este plantcalniento, obruvimos inicialmente un valor para
entrando en la tabla 5.21, obtenemos previamertte: F. ¡ ,¡3. : ), igual a I 2000; posteriomrente lo aiustamos a 13500 basándo-
r"ros cn nieciiciorrr:s teóric¿is de ordcnad<¡r y, en la actualidad, con-
Debido a que posee huecos que afectan seri¿¡mellte a Ia plac;r sicler¿rlcrs nructlo más prudente y realista tras la invcstigaciórt
en su mecanismo resistente, hasta cl punlo de ser c;rtalogada
realizacl¿ err l.r¡ 80 obras construidas y medidas' de operar con cl
como muy irregular, entrando de nuevo en la tabla 1.2 I sc obtie- valor niecljo cle I 2750; puesto que así refleiamos con más preci-
ne: F¡ = 1,Q6.
sión la cuantía de ¿cero con la que realmente esLan'los construyendo.
El factor de diseño penalizador es:
l¿ lórnlula pues quc prog)nemos de nl¡evo para la estimación
dc la cu¿rrrtí¿r cle .rcero en nervios es:
F, = F. 'Fh = 1,03'1.0ó = 1,092
- ':
(¡, .L_.
a,, = , j%ñl KP'm2 o N/nr2 segt'rrt se irrtroduzca q¡
La cuantía que cabe esperar en los zunchos y vigas de borde ,
S€TíA: siendo,
Ciarga to'-a, l¿lte.c:cristtc.l lsin mayorarl
Cr(final) =Gr'Fr=4,75'1,092=5..l9 Kpi m2 o 5l,t) N/m2 11¡:
L,,1: Ltlz ctlarlr;ilit ¿ :' ri.¿
I l: Calrlo dc' la ',¡.¿rc¡, e:. ¡ei:'os
t22 Los fonados reticulares

,,6.r. Resumen e lnfluencla de los empules horizontales en las cuantfas ffnales

Una vez realizadss los cálculos anteriores, que por otra par[e Cwtb 6dnEda t6l
pueden ser programados de manera muy sencilla, la cuantía total 6 fori¡do' d.ato 30

esperada en una placa reticular sometida a cargas exclusivamen- 28,


76
te graütatorias viene dada por: 24
t2
G : c" +Gub +Gz'Fz +cn 'Fn E 20
o
r8
& ló
-t

Sin los factores de penalización y para unos cantos de foria-


l4

dos muy representativos en la edificación española, Ios consu-


quedan recogidos en
mos esperados en coniunto y desglosados
las figuras 5.26a5.91' ?15ó
¡ --Lñ Lu¡ ¡€#üoriadi¡dl

Fie. 5.28

cstf¡s €stirrds d6d6adc


6lilFdGdconto2,
21 2E.
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tc 14.
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1:lr\ Ilzc.radfi¡d@rtd¡Úf¡l __.i
.F:g..5.26

Fig. 5.29

i6riü9 6timd.c dGglGad¡É


6 filiadc de ento 27

2a
22
lo'
24' é ¿urtlÉ
20 i '- ñú6
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I 0 r0l
I
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x -- lm frz o¿dIÉdd ñd¡8 Fn¡l
_i
I
Fig.5.27 L.

Fig. 5.30
r,os lor¡aelos ret[culqres 123

I No obstante tenemos que adverti¡ que el uso de la rabla mcn-


cit¡nad¿ sol<-r proporclona órdenes de magnitud y nada más, de-
28
b bido a la imposibilidad de reflejar la enorme casuística que puede
21 exisrir en este teret'lo.
22
20
ta
t6
t4
t2
¡o,
t. l-3ilo-30)
ó.
a,f 3-5(30-50)
21
o,l
2aó
.-b t'á*¡drnJ¡

Tabla 5.23
Ftg 5.31
[¿s diferencias rnás notables se producen bajo la acción sís-
l-a gráfua de la trgr¡ra 5-32 contcmpla las cuantías aproxima- míca. siendo más rnoderadas las díferencias cuando los empufes
das para fofadc&a.mswriando entre 25 y 30, frente a car- horizontales son debidos al viento.
gas. depeso ¡ro¡io V 4n Kpfmz 14 kN/m2) de sobrecarga adicional.
Dichas cumrs rccüm nuy seme¡antes entre sí, dado que se han . Y para acabar este apaftado, poner
de manifiesto que si en vez
obtenido de bobns rcales o presuponiendo que los canros de de operar con el acero 8-400 S que ha sido el considerado en los
los fodados se e¡gen cr s¡ ámbito de aplicación adecuado; por cálculos por ser el acero más aconseiable y deseable de emplear
cons¡gu¡ente, s¡svfuemrapolados fuera de su corecto ám- en las esrructuras de edificación, sc proyecta con un acero del tipo
bito de aplicación debrÉsmc no deben sertenidos en cuenta. 8-500 s' el valor final obtenido deberá ser modificado dividiendo
el resultado porun factorentrc l,l0 y l,l5 en fi¡nción dequeexis-
ta mucha o poca annadura de montaje dc tipo constructivo.

. Nótese que hemos obviado la calidad del hormigón


en el es-
2A tudio de las cr:anrías, debido a la escasa influencia que dicho pa_

24
rámetro posee en los mecanismos resistentes de flexión en las
22
placas; y puesto que son éstos los responsables más directos en
20 los consurnos de acero totales, hemos prescindido de las f.¡ para
It no complicar inneccs¡riamcnte la obte¡rción de dichas .u"niá".

t1
l2'
lO,
E.
5.6.6. Estudio de las cuantías en pllares
6l
una vez que se realiza el cálcuro estructurar de un edificio con
cualqrrier programa de análisis slobal, se está en condiciones cle
realizar el estudio económico del coste de los pilares de la estruc-
Frg.5.?2
tura, puesto que normalmente el ordenador proporciona las me-
Si la estructurava a estar sornda a empujes horizonales, ya diciones de los materiales que intervienen en los mismos con
sean de origen eólico o de origen sísmico y se hace intervenir el bastante mayor precisión, quc los resultados que proporclonan
para los forjados, rJado que estos suelen experimentar bastantes
forjado en el mecanismo resistente, la cuantía de acero obtenida
más variaciones, cuando se elaboran finalmente los planos de
anteriormente pa¡a el fodado, deduckla de las fórmulas y gáficos,
construcción definitivos.
puede experimentar un incremento sustancial.
Añadir al costc dc los matcriales lo que suponen los encofra-
Elnúmero de plantas que po6ea la estructura es el factor más
dos, la mano de obra, gastos generales y el beneficio industrial
importante a considen¡r en la obtención del mencionado incremen- correspondiente, resulta una rutina que cualquier enlpresa cons-
to- con ciertas reservas puede tenerse presente la tabla 5.23 para tnictora domina a la perfc<ción. l-o t¡tre realmente necesitan y de-
estirnar los aumentos de acero aproximados que cabe csperar en
mandan las empresás constructoras al margen de los
una estructura proyectada con forjado reticular, en función de su presupuestos que figuran en los proyectos, es una medición pre-
número de plantas, sometlda a empujes horizontales.
cisa de los m2 de la estructura que tienen quc eiecutar y las cuan'
t24 Los lorjalos reticulares

pilares en planta baia de


úas de acero y hormigón por m2 que se consumiÉn
en la construc- to ¿rnterier equivare a considcrar unospor consiguiente' parece
elementos. 50 x 50 cnr que acaberr en 3o x 30 cm'
ción dc l.s pilares y, por supuesto, en ros restantcs con un pilar tipo
ediricio de
estc l0 pisos'
por consiguiente, realizar el estudio *o^orn,.o a.t .ort* ¿. to, ngf ::;i'il?'J.1
tuesbien,65re prir.ercr*eriosebasa enque'
estacrísticamente'
LE.Ttr::,T'::,'::it'j:n"-':fli,:"r:f.'fi::?1"J;"J:::.1"¡:la cuanría crc acero en pirares gira en romo a los 100 Kp/m?
cuantía de
el caso que nos 9:ypt' la
bastanrefrecuenciaelprotocolonosu.u.*plJ;i;;;;*.i;
.i .r oo, tt o-oo ¡¡¡mtt Por tanro' en
orov".,o redondeando la
i,"rr"igá^ consumicro.en pttu"t por mz
piensa y oferra una es válida
"r,ñ;,;;;;contemprada
ro que resulta pra.ti.u."ni"
obligado, por
"r-*"no.
que
"i';r* -:*,
entrarátt en una est^lc- cifra
resultante en múltiplos de cinco
exceso:
que evaluar las cuantías de mate¡iles
0.34 2,ór:r6r=1.4qs =o,022=0,o25m3/,n'
:T"JfflT,,ffJ::l':;::'davquepuedeonoseracepta v,,,nrr =r04
ti:ü:til:"T';::Jl#Jii:'.:*ll ro que eq''¡ivare a una cuanra
de acero estimacra de: r0o 0'025:
la
,*,T:i#;:iltJ.",::f: .ari¿a¿ : ll; G;;¡iz; x *',' uu* rtuutiu que modificar' observando
que
ra que se t asan las mismas ttomonor'i.'pirar.s, horizontales solicitan
dioy en
cárculo, etc.), no r.r.,
a"r- ¿¡rir,¡"i¡¿n de pilares u-los rsfue'os
der hormigón, hipótesis cle "."ptuao,
del que sc atreva a realizar al edificio'
pués por el arquitecto"G
"-o"ti*cia
casos insustituible; y no existen
elestudio pr"uio ,.'uii"
"n "ttot pocos criterios orientativos
reglas filas para hacerlo, salvo unos paso' 20 Crlterio
pcnniten salir del
- - "'
que, mezclador tonu"ní"ntemente'
edificios convencionales suelen
. . Las cuandas habituales en los
\bamos algunos de estos criterios: oscilar entre los s;gulentes valores:
ler CHterlo - Ediiicios con rnenos de 3 Plantas:
medio del pilar re-
Debemos arriesgamos a estimar el lamaño
pr.r-*iiuo del ediiclo, bien basándonos en nuestra
expcnencia IHornigón, 20-25 llm2
que reci- (20 N/m2)
o bien a través de una valoración de las cargas medias [n.*ro 2 Kp nt2
ban los pilares'
- Edificios entre 3 Y 7 Plantas:
Veamos un eiemplo: Un edificio de
l0 foriados con una carga
La superficie de la planta Iuor*,gón, )5-30ltmz
total por planta de 0'76tlm2 (7,ó kN/m2l' por
aJitó y su perímetro es de 95 m' estando sostenida U.;;-t-t Kp.nr2 t2o-30 Nim2r
"r
ñ;'ú.; ",'
de aitura 2,ó0 t'
et ptto de los cerramientos de las fa-

chadas se estima en 0,ó Vml


(ó kN/m)' - Edificios entre 7 Y l0 Plantas:

- Peso total del edificio:l'l


(0'76' 350 + 95 ' 0'6) lo : IHormigórr, 3o -35 -llm2
(35530 kN)' El factor l ' l tiene en
cuenta los pesos no i P¡*' t3o-40 N/m2
= 355:3t
etc'
t;;;;=; "
¿ r

considerados de pilares' cenamientos'


- Edificios entre l0 Y I ) Plantas:
y del pilar representativo:
- Cargas de servicio máxima mínima
IHomrigón' 4o-óo^ l/m2
=t\¿t = te7 '4 t ll e74 kN) t;;;;";; Kp/m2 t4o-óo N/m2r
[r'r,tt"^.t
=Lnr'ó!= le'8 trle6 kN)
l''tt'n'' - Edificios en tomo a las 20 Plantas:

Aplicando]os criterios de diseño establecidos en el capítulo IHonnigón, óo-80 l/m2


3 para pilares de hormigón obtenemos la sección máxima del pi-
lar para un H.250 (25 MPa): le."ro, o-a K p¡m2 róo-80 N/m2l

A.,*"*. =-
N, 197 '4 - r) ')E n.2 l;ls especiales circunstancias de cada edificio particular pue-
l0' B
- 10'80
: 80 variar al alza o a la baia las cuantías suministradas. L¿s
p 9:l1y."r
acclones sísmicas introducen un consumo de acero mayor en las
NOTA: Véase el apartado de pilares para )a cstim.rción de B en función cstruCturas, especialmente en los soportes y, en estas circunstan'
f.¡ en el Capítulo ?.
de la
Lns loriados reticulares 125

cias, contar con un consurno adicbnal de acero de I a 3 Kp Ndrn : Yl'Yn'Nm = | ,5' 1,2 ' 108,ó : 195,48 t (1954 kN)
( lG30 N/ml sobre los valores anteriorrnente mencionados. resll-

ta una medida prudente, en aquellc casos en los que la acción . Conslderando que la carga es resistida un 25V" por las ar-
del üento venga comhnada con la accitin sísmica- maduras, obtencmos la capacidad mecánica media del pi-
lar representat¡vo.

3ÉGHo C.l!t. : 25% ' N¡1,,, : 0,25' 195,48 t = 48,9 t (489 kNl

l¡ reÉstemb enerHi¡
dd homieon iuep un papel muy
.
determir¡anE crr lr de aso qslÉ
en bÉ pihres' especialrnente Calculamos las armaduras rcpresentativas medias doble-
en los ediñcrc&úr¿ púencirna de las l5 plantas. La canti- mente simétricas partiendo de la C.M. ya obtenida.
dad de aceroerphn*reducirse a la mitad duplicando la ¿AO
f.¡ delhormfút 0ló-+';.'í =ó'e+8Qló

. lre estirrla la longitud de las armaduras, en la que debe


40 Crfterio incluirse el solape correspondiente. Los estribos supo-
cÍrcula¡escbllq.rfuÉn t€s¡ltan en gcn<:r.:l u¡t 25% nen alreciedor del l5% dcl peso de las armaduras longitu-
L-os ¡rilares
dinales.
más caros que los deemúle3ularo oadrada.
P* lpcso de las armaduras medias) =
: Ll5 ' 1,58 ' 3,5 ' 8 : 50,9 Kp (509 N)
50 Crltedo

Si los pilares en las estruct-relsn¡gpn armado, sean és-


. L¡ cuantÍa de acero mcdia, se obtiene finalmente por:
tas de tipo que sean, se reernpbtpdtlres metálicos, cabc
esperar que los costes se triptqrr en k
partitas presupuesta-
Cua ntía Kp/m2 ) : p.*;**!ptijx'tujrudi"
rias destinadas a los tnismos, fa(FenbFlecb intervienen las r
su
costosas conexiones a los fodafu'
n
- S;13 :2,62 KE/,^, (zo,z¡r/m2)
óo C¡ite¡{o

Es urra variantc del criterio primero" b€do eri estimar cQmo Como puede verse, Ios resultados suelen coincidir con los va:
se repi¡rten las curgas que eo¡rortirn b pibes cnue el hormlgón lorcs c¡ur-. sc ol:tiene de aplicar el primer criterio, a falU de añadir
el incremento adicional de acero que, sin lugar a dudas, se produ-
y las armaduras,
cirá si la estructura tiene que soportar la acción del viento o una
Un refErto <lel 75'X, para cl hormE¡for y r¡n 29%. para bs arma- hipot.iti(:e a<:<:i<irr sísrnic-';:. Para los eclificios habituales españoles
duras responde bastante bien a lo qleqrhrüilmceren el dise- estos ¡ncrernentos dc acero pueden quedar acotados en un máxi-
ño estructural habitual. mo de 3 Kg/m2; valores rcsultantcs cntre I y 2Kdm2 son los más
frecuentes.
Et proceo a segtrir sería cl siguble
. 5e calcula el axil medio de s€rltb en b FldXares dei edi-
ficio co¡¡siderando cl cicmpbcrf¡esto €ft €{ Crürefio L y
tendrÍamoo: Criterlo complementario común a todos los e&uestos
197'4L19'8 {l08óx(Nr .
N,'' =
2
=10E.ót Con'lo criterio de rcferencia, exclusivamente, podemos esti-
mar que los empujes horizontales cn los edificios trormales pue-

. den incrementar las cuantías de acero teóricas graütatorias en sus


El axil de servicio rnedio se pasa a axil de diselio n'ledio'
pilares un unas cantidades del orden de 0,25 Kp/m2 por cada plan-
esirrando la acción de los momentos por el factor adkjo-
ta que tengan los mismos Q,5 N/mzl.
nal de mayoración (1,, * l,2Ol:
Los foriados relkulares 125

c¡as, contár con Lln consumo ¿rdicional de aCerO dc I a 3 Kp Nrrnr = T Yn N,,': L5'I'2 ' 108'ó :195'48 t (1954 kN)
( lO-3O N/tn2) SObre los val<_r¡eS anteriormcnts ¡¡g¡'rcionad,::s, reSlrl
ta r-rna mcclicla pn.rclente, en aqrrellos casos cn los que l¿r acción .
del viento venga combinada con la acción sísr.nica.
Consicie:.'¡r'rcio qr.re la carga es resistida un 257" por las ar-
rnaclur¿rs. obrenenros la capacidad rnec:¿'lnic¿r nredia dcl pi-
lar representatlvo.

3er Criterlo C.M. = 259ó ¡0n., = 0,25 ' 195,48 t = 48,9 t (489 kN)

La resistencia característica dcl hormigón juega un papel muy


determinante en la cuantía cie ar:ero en los ¡;ilares, especiulmente . C,rlcul¿nlos l,ls ¡rrrrr¿rclurils represertLativas rnedias doble-
en los edificios de altura por encima de las l5 plantas. L¿ canti- mente simétric;rs partienclo de la C.M. ya obtenida.
dad de acero en pilares puede reducirse a la rnitad duplicanclo la
4tl'.2
f.¡ del hormigón. ól ó -+ =ó,9 -+ 8óló
/ ,l

. Se estinra lii longitud dc las armadurits, en la que debe


40 Criterio inchrirse el solapc corrcspoudiente, Los estribos supo-
nerr alrcdcclor clcl I 59'" del peso de las ¿rn¡taduras longitu-
krs pilares circulares de hormigón resultan cn general un 25"Á
clinales.
más caros que los de escuadría rcctangular o cuadrada.
Pn., lpeso de l¿rs armaduras medias) -
: l l5 l,5¿t. 3,5. I: 50,9Kp(509N)
50 Criterio

Si los pilares en las estructuras de hormigón amracJo, se.lrr és- . L¿ c:lrarltí¿t cle acero nlcdia, se obtiene finalmente por:
dc'tipo que seá¡1, sr: rclcmplazarr ¡>c-rr ¡rilares nret.jlit-Os, c¿rbe
t¿rs
esperar que los costes se tripliquen en las partidas presripucsta-
rias destinadas a los mismos, ya que cn los precios inrervierlen las
costosas concxiones er los forjados.
cuantía {Kp,,mr }=
^ ft
Superlicie "l
lqlil-tut -
dc la plarrta mcdia =

: t$_-lg q :2 ó2Kg n2 (26,2N/rrr2]


?50

óo Criterlo
Es una variante del criterio prinrero, basacJo en estiluar como Como puerie v'ersc, los resultaclos suelcn coincidir con los va_
sc reparten las cargas que soportafr los pilares entre el hormigón lores que se obtiene dr: aplicar el primer critcrio, a falta cle añadir
y las armaduras. el increÍncnto aclicional de acero que, sin lugar a ducJas, sc produ-
cirá si la estrL¡cLLlra ticne que soportar la acción clel viento o una
Urr reparto del 75q, para el horrrrigón y un 2J"/o para lils arma_ hipotética acciórr sísmjca. par¿r los edificios habituales esparloles
cluras rcsponde bastante bicn a lo que suele acontecer en el clise- eslos incrernentos cle accro ¡lueden qLledar acotados en un rnáxi_
ño cstructural habitual. mo de 3 Kg/rn2; r,alores result.rntes cntre I ! 2 Kg/¡¡2 son los más
frecuentes-
El proceso a segrrir scría el siguicnt-e:

Se calcula el axil medio de servicio en los pilares clel ecii-


ficio considerando el ejemplo expuesto en el Criterio I, y
Lendríamos:
Criterio complementarlo común a todos los expuestos
r¡r-!97'4j19'8
N,,,
2
=r08,ót rroEókNl . Como criterio tlc referencia, exclusivamente, ¡:oclcmos esti_
[l¿tr quc los empu jes horizorrt¿rles en los edificios rrormales pue_
El axil de servicio medio se parsa a axi) de cjiseilo nlcclio, clen increnrcntar l.rs c-.uüntÍcfs de acero tcriric¿rs gravitatorias err sus
estimando la acción de los momentos por el factor aclicio- pilares un unas canticl¿des dcl orden clc 0,25 Kp/m2 por cada plan-
nal de mayoración (y,, = l,2Ol: ta que tcngan los nisrlos t2,I N/rn2),
I2ó Los foriados reticular¿s

5.7. Ap.untes pobne la influencia de las bovedillas de aligeramiento en los estudios


económlcos de la estructura

Con el único obieto de analizar la influencia de los casctones


r (¿mbiar los casetones de aligeranriento de hormigótt ¡rer-
y obtencr unos apuntes dido a .asetonc.rs de poliestireno de e/e : 8O x ó5 cm
de aligeramiento de una manera directa puede suponcr un atrorro cn acer() alreclcdor clcl l2 'x'
en
un estudio teórico sobre mo-
roUáot mismos, hemos realizado ia totalidid del edificio. Dicho ahono puede incrementar-
plantas' con luces de 5 v ó m'
;;;; J. edificación de 5, l2 v 20
se a un l5
o/o
si el entreeie de los casetones de
proliestire-
calculándolos con el programa CYPECAD' no se cstablece err E0 x 80 cm' No obstante' conviene
que la introducción de los caseto-
que ver corr las lu- ,*.ora* también aquí'
Ln prim", datÓ que anoia el estudio tiene. de poliestireno en las.placas rcticu-
Manteniendo todos los elcmentos cons- nes de aligerarniento
."rá" iái*ro empleadas' que: i.;;;l"t tace perder rigidez y eficacia resistente:
No se
tantes, salvo las luces, cabe deducir
olrnde.
de forlado reticular' pasar de . de casetones recupera-
a. En un edificio de 5 plantas L¡s bovcdillas de aligeramiento puesto que
perdilo'
Li"r, .on relación a los de hormigón y capa
to de acero alrededor de un l2 %' ¿- peso la estrudura a igualdad de canto es
nervios
"iü.*",
1J.",,",pr*=ion y la geometría estructt¡ral de los
incremento dc acero se de Ia es'
b. En un edificio de t2 plantas' el me1or, p':eden tupt:*t
un ahorro en la totalidad
eleva en tomo al 17 %' trúctura al'rededor de un l0
%'

¡ \c expuestos' cuando se
c.Enunedificiode20plantas,elaceropue<leaumenbral- o'b';iar.te los ahorros de acero
rededor de un 23 %' e]a,ccrer'.ir:,spreciospormetrocuadrado,delasestructu-
en elbalance final' si-
ras or,enncio con lrecios unitarios
casetones de
gue resi:ltanAo *¿t costoso introducir
aligtramterrto que los vulgares casetones de
'a'lr=o,
**¡ n
pt'¿ "'ftiitt"t
i tlo' n"sultan mucho más. económicos los
que los cle
cast':€'l-É5 ctre añgeramiento recuperablesque
lógico de los recu'
poliestirencr, ton á it'tonueniente
emplearse' y en el caso
perables crr vi\''lclrdas no pueden
de hacerlo' taist' itcfto necesario anula su competitivi'
"t
dad en Precic-l'
l -os foriddos re!irulares

6. Filosofia v descrip<ión de un modelo de cálculo general para el análisis de las


estructuras áe edificac¡ón proyectadas con losas macizas foriados
y reticulares

ó.1. Principloe báe¡coe dC cálculo, linealidad entne esfuerzos y deformaciones: análisis y


discr¡slén
Cuando una esfructut¡t es ts¡s¡.átlca" ¿ s.r'ci¿ -r=--á-'c" clá- El cálcLrlo lirre¿il está basado en la hipótesis de comportamicnto
sica a través de s¡.¡s ecua<rones de equiljM.c i;:i:;-e-l¿ e; elás:ico-line;rl cle los matcrialc.s consLituyentes y etr la considera-
ción ciel cqirilibrio cie la estructura sin dc'formar; es decir, se basa
)r,=o lr.r =; en aplicar ios princi¡rios clásicos de la resistencia de materiales,
(orts¡(lc.rón('Jo l.is rigicJeces de los elenrentos estructurales en fun-
permite obtener con total precisián. da¡as i¿-. -:E¡á:tr-'\ uc iárfá cirir'. clc sLrs clir.nclrsioncs gconrótricas, accptando las sccciones
los esfuerzos que solicitan cuahJrer secc,ó: cr ,¿ i'r-si:.¿ : o su- brutas ie hcm.,igón sin tener presente las armaduras que posean
cede.rsí ct¡ando la egrucn¡ra es fuper.esÉ:,ca ,- as ¿=-:c::=s de er. l¿ cieterrnrlr¿icicin cle los esfuerzos básicos, aunque a posteriori
edificación con foriados reticulales. posa:r Jr^ g¿trJ i.neres- i. puedan ¡ ieban ser tenidas en cuenta en los cálculos de las fle-
tat¡smo su¡lamente elevado. chas de l;rs fiiez¿rs ,¡ otros aspe(:tOS eSJ:eCífiCos clel climenSiOna-
: r'niento Ce ,¡s ¡nisnras exigido por las nonnas clel hormigón
Deiando a un lado el cálcub piástico cie ap,l,ra:,ór :'u',' li-
.¡rm;¡rir:t
:l plac.rs con apoyos €gofrÉürc¿n i- :É rli!' i(r! r ::iLXJLi-
mit¿lcl¿¡
lados y vinculaciones físicas constructi!"s rr" -, crer iei:i.das el t{
cálculo de las estnrcturas en la edificrjon pu€oe c'¿:::¿'- rr :res
vías: f=*=yncx)
a) Cálculo elástico lineal. E6. f ' ole. y. y(x) rotaci& dc b. d&u*,.
b) Cálculo elástico linealcon rffib¡"cior- 0r trs:L,e=¡s o-= Ec.e (Ley de Hmxe)
c) C;ilc:t¡lo no lineal:
En la geometría,
b
[ (:uf v¿rlur¿t
- En el matcrial.
- En ambas cosas.
l"ig. ó. l. Dragrama ntomento-curvatura lineal

B;¡sándonos en lc¡s cril-crios recogidc ¡ a:eplai,cs er .¡s Nor- 5i e.l análisis es el;isticr-r line;rl en ei cálculo dc los csftrerzos,
mas v¡gentcs, y dadas las condiciones ¡écnrcas -. rc.:r i':r:cas que
la calidad dcl homrigón sc ticnc cn principio solamcnte presentc
rcinan cn cl mcrcado dc las cstrucfur¿s de i¿ a:i.:c¿c ór conr¡en-
en la cletenninacjón prinrera del módulo de deformación; y sin te-
cional, nuestros cálculos básicos pam ia ob:r¡ó: ie esfuerzos ner en cllenta el c.rráctcr pcrmancntc o variable de las cargas
rleces¿Í¡¿rnente tencltÉn que ser elástict>;-.fft¿ r:, Ir,trixJLrcierrcJr) : ctc).
IEI
en ellc)c en la nreclicla de lo posilrle. .iqueiias ¡-"¡a.irc,ac.rL¡nes y rc-
distnbuciones de esfuerzos que obtenici¿s o€ ,¿: i-,*:igaciones Par¡¡ los cálculos nomrales en la edificación se suelc operar con
realizadas en el campo del cáiculo no-linrea. rús c'EÍ:::a construir el nródulo de defornr.rción secante del hornrigón, dado por expre-
nuestras estructuras adaptadas lo nrejor pasr¡ É ¿ s; ccmporta- s¡ones co¡no las siguicntes:
miento real.
EH-g1 E, = lgQQQ f* K¡:/cm2
trea¡ recjistri-
El análisis lineal elástico, al que aplicantcs Lr.¿
bución de esfuerzos, es ei cálculo más extencico I e c.le siste- EHE E. = Ii00':r [-m N/nrm2 (rrródulo secante)
máticamente venimos aplicando con mayor ge:rera..cal ¿l ser de
momento, la henamienta más documcntada técr:ic¿ ., .egainren[e EC-2 E. =9500.:if,¡1 N/rnm2
y eficacia d:sprcnicie
!¿ por tanto, la de mayor rentabilidad
f,.-n,=f^+iJ N/mnl2
Cuanclo sc provccte tll'la estructura con hormigotres de alta
(l I NOTA¡ El nrét<.xJc¡ clc los ¡x5r-ticos virlrialcs ¡tc: ciel; i: :r: '' ^-f :LrdÓ
de cálculo pl;ist ict>. pueslo qtle sulJone tlnas lí:le¿¡5 r'Jf
:r'r"ei: ' nor res¡sterlcla {t.¡ :> 50 \lPa}, las fórlnulas habitualmente empleadas
¡.rnto rot!¡r¡, (lcfin¡cjas prev¡¡rltél1tc, alrn(llle !lu rrJlST,irl lJ -i i-';ga pclr c--n la rieter¡:ti¡lcrción <iel nlódr-¡lo de dcform¿lción sobrevaloran el
l.r ví.r clásric;¡; sin errr[r¡rg<1, Lradic¡o11.1]ulcntc, nL¡ncii ; ¿j '. tlr-' ia\'rsicjcra- nrii;lrrc¡, y es r.orrr"crlic-rlte ser pn¡dentes y etn¡flCar Cxpresiones en
do conlo utr método plástico.
Los forjados reticulares

su determinación específica y apropiada a estos hormigones


es- Cualquier tipo de aproxirnación que se realice a los modelos
produce
peciales. de análisis cie estructur¿s de hormigón de varrguardia,
y asottrbro a los irrgenieros que como nosotros' nos
admiración
del cometa: y' sin
Si el cálculo es lineal, se admite
un comportamierlto totalmente movcmos en tl clonrirrio ¡lrácticc: de la estcla¡
de q\)e tene[los que resolver utra "*'¡rcllla" estruc-
un fiel cunrplimiento a*ütg", cacla vez
elástico del hormigón y,'porconsiguiente' que tomar decisiones que
la ley de Hooke (o
: E'ely' aAetngs' una proporcionalidad direc- tura cle viviendas, seguimos teniendo
y curvaruras plenamente' o nos resulta imposi-
," i""riones y deformaciones, entre momentos somos incapaces cle iustificar
disponibles para el cál-
"i,r"
(eiro de las secciones). ble hacerlo con los t"J;;;; eionómicos
culo de la estructura.
de edi-
Lo anterior, lógicamente, nos permite en las estructuras
por y de compor-
ficación, poder cómbinar fácilmente los esfuerzos siguiendo Son demasiados ios problemas de idealización
por sin'rple
de la EHE española (o ios de cualquier otra tamiento que prL-selltan lut de edificación'
elemplo las directrices "=t*tn'ras y perforacio-
podemos realizar' si el círlcu- que nos partlzcan:corl sus huecos de escalcras sus
ilñ, cosa que indudablemente no
pilares ocultos en los rin-
lo se Plantea en elcamPo no lineal' nes dcstina¿as ¿ Ios sen'icios, con sus
de sus perímetros llenos de
cones más inuerosírnrles y aleiados
que adentrarnos a nivel y'salientes, con los ccramientos
que van a disponerse
Sin embargo, pese a que tengamos
de perder el ho- precisa cuan-
pre.trco án a lai.uto tin'i' no poi ello debemos "n,run,",
sobre sus foriados ¡' que no s¿bemos su influencia
que con el cálculo lineal-elástico pisa- suelos' con sus niveles zig'
rizonte y ser conscientes do se acodalen enire lot techos ,v los
Por un lado salvo
mos un terreno resbala'dlzo e inconsistente' ley de ,ugu""","s en los fori¿cios quebrádos sin orden ni concierto
basado cn la por el arquitecto'
ot t.n".ot; los esfuerzos por un cálculo-lineal ,uiot.l sup'eiitaclón a ias funciones previstas
cuyo interior nos resulta absolutamen- absolutamen'
Hooke, en una estructura con sus proc€scs constfuctivos y cntradas de carga
clesconocido, tro sabemos ni sus armaduras' ni sus diagramas para que todavía' en el presente' nos
te te irnpredecioles e:c : corllo
parece repugnar-
reales de tensión-deformación y, no obstante, no sigaÁos preur-l:a:,.i1'rl algo pesimistamente: 'Y todo esto' pese a
cálcu-
nos después, manipular clichos esfuerzos y adentrantos en tener c{trri,-r lÉr.=r,'r¡ r: r]u€Stfo alcance todo un coniunto de he-
los plásiicos de roiura a la hora de analizar y dimensiorrar
todas
rrarnient¿s eL :álculo estructural, impensable hace apcnas
(métodos basados "-¿r-
las secciones de las piezas que la componen unos pocc,s ;i:,:'; :-cÓl-:o se modula' discretiza y resuelve?Y
des-
en los estados límite últimos). pués cie lrdair.r- .. t--olerrer los restrltados' épodentos fiarnos ¡llc-
"
Estados límlte riltimos namenl€ iÉ .L-1( :',.>l:'1,f,:?

Tc = l":To = l,óC""tt"t N:91 Y si a i¿s d:::c,.:¡Je; geométricas de idealiz-ación de nuestras


estructllras re¿ :s it ,ñaájnlos unas simples reflexiones sobre
el
Sltua.iones co" ,ná sola acciÓn variable O¡. ¡

conlo pueden ser la publica-


-Or.¡ nraterial ccn el qr;e r¡'q construimos,
l,Yo,, 'G*,1 *Y<¡.t ,'¡-. - I !r 1- = I ¿-,r

das por A R \laí cn el boletín n" 5 (1991 ) del Crupo Español del
con dos o más acciones variables lgf''¡vjtalofi'l 'v
Hormigon. cotl las qr-te necesariamente tencmos que estar de
"';1'trtol
acr¡erclo porquc el hormigón armado es como es' muy lelano
clel
pe-
materi¿l icleal con el qLre trabaia la elasticidad clásica' nuestro
cul-
sinlismo se acreciL'ntd y nace en nosotros una sensación dc
pabilidad que nos induce a pensar que tdas nuestras estructuras
por los
construiclas, ntás que calculadas, han siclo maltratadas
en la ley de Hooke,
sencillos nrétodos cle cálculo lineales basados
propL¡cstas por la LHE un espeiismo de apariencias'
Tabla ó.1. combinación de acciones simplificadas pese a lo cual 1', aunt¡ue sólo sea en
para las estructuras de edificación. pues' con'
p¿trecc que se compoftan bien y no se caen' Debemos'
tirl,,ar nuestras reflexiones sobre el hormigón y sus imperfcccio-
Merece pues la pena, para aquellos que lo deseen reflexionar problemática
algo más, tratando de iustificar porqué a pesar de tod<¡' seguimos r'res, con la interición cle situarnos meior en la
calculando nuestras estructuras dc edificaciórl como las planteada.
el campo
calculamos: primero en el campo clástico y después en
Es bicn conociclo por todos, que las estructuras de hormigón
plástico. fru-
ann¿rclo y pretensaclo presentan un compoftamiento complcio'
Los avances en las técnicas de análisis y compresiórt del com- to d" lni propiedacles de sus materiales componentes y de cómo
que
portamiento de los elementos estructuralcs en los últimos años' trabaian en coniunto. El hormieon es un material heterogéneo'
gracias al desarrollo tan fabuloso quc h.:n te¡rido los ordenadores se encL¡entra Vivo y en constante intercanrbio hidráulico con el
y los métodos numéricos en mano tie los investigaclores, han sido' rrredio que le rodea. reaccionando de maneras muy diversas y, por
están siendo y serán, realmente revolucionarios. tanto, cambiando sus propiedades y la protección que presta a las
arrnadnras.

t
ws l1rlad1s retrcularcs

A nivel gmáiao, bs pm¡*dades m¡ás relerantes del horrnigón Basta analizar los diagramas entre la tensión del hormigón y
sofl: la tensión de rotura por compresión en probetas cilíndricas
recogidos en la EHE española, para ver que resulta muy di-
. Buena fesistenci¿t a cunpfes¡(h y escasa resistenci¿ a üac- ficil de sostener el concepto de linealidad para las tensiones
ción. La res¡stencb del hormigon a tracción','iene a ser la en el homrigón por encima de 0,5 fs¡,

décfor¡a partedela desnpm¡on. aunentando ésta r¡lüma q


un 0076 { s ffil¡b qr Oqstraccián-
(¿*=O2l'fl €nMh lN rnrnrl {"j*
for condstistE onó cn d trormigon se producen ten- o.s/2¡
sior¡es q¡e g¡pcnür lr captirJad resistente a tracción' las
piezas se ñsrralr ysr t$dez fEll diisrninule
\áriación de s¡s mi* <on el tien"npo rten"'eiecimien-
to) e influench en sl ÉdsErcia frente a las solicit¿ciones'
segun sea la naur&ydr¡itn de las r¡ri;srrrasJestado uni
o pluriaxial de temirrs' Grwtrcb' €tci Fjg. ó,3. Diag:'ar:ra sirrrplificado <r - t en el hormigón para cárgas ¡nstan-
Existen en el hormigÚn defrrnrix¡es diferidas cie carácter ráncus ,, oñÉ Lirrr.ll5 r;c¡s¡eniclas a tiempr.r infinito A partir dc ó. =
o'5 [1
tcnsio¡r¿¡l (flucnc¡al y atcc*xal ¡retr-acx5n,r.. ¿si corno <iefor' el cliag:,r:rr.i 5{r r-l.Jl'\'¿l de fcrrnra nt¡nifieSta.
maciones tenno-higroorétrir-" En ur¡a pt'innera estirn¿ción'
las deformaciones en d hrm¡gúr par-á cargas sostenidas . Cor:rportarTtiento dinárnico con ciclos de histeresis, degada'
prrcderr duplicar y tripliab
irstantáneas inioeles. no que
cir5ndc la rigidez y resistcucia del hormigón.
supone una variación impctanedd rr¡eOulcr E. er, función
del tiempo y del caécte de b
cargas qr¡e actr¡en sobre la
. Fraglliciacj. no solo en tracción, sino en corrlpresión, con de-
estructura. formaciones últimas muy limitadas, en Comparación con el
accro, dc¡xndiendo cie la calidad del material, del tipo de car-
Relación no lineal cntrc tensirs de comres¡ónr ¡' defonrna-
ga y cle las combinaciones cle confinamietrto lateral.
ciones, con la existencia de tn fná¡frm y un¿ rarna descen-
clente. En caso de descarga. é*a se p'roduce scnsiblemente
. Otros fenc':rnenos, conro el engran'amiento entre caras de fi-
peralcla a la rama escendente en ei fase elástica inicial. suras cle forma que 5e puedan transmitir tensiones tangen-
ciales en las nlism¿¡s; variación de las propiedades con la
temPcr<ltL¡r¿r. etc.

For olra parte, si nos filanros en el acero, é$te presen[a otras


c.r tacterisLic.¡s ¡lroPias:

. Contportnrnientcl inicialmente elástico, con un módulo sen-


siblcrnente constante y posterior fase plástica de caracterís-
ticars clependierrtes del tipo de acero.
o Rcsistcncia sinrilar a cornpresión y tracción.
. Ausencia de retracción y fluencia. Dilatación térmica similar
al lrorrrrigr5rr.
Ducti idacl i nr portante. Deformación última dependientc dc
I

la velocidad de carga.
Rela¡ación a panir de un umbral de tensiones y corrosión
baio tensiÓn en aceros para prctcnsar.

A estas propiedades de los materiales collstituyentes hay que


sumar las rlet>idas a su trabaio coniunto, como son:
. Aclherencia inrpcrfecta entre las armaduras y el hormigón,
con deslizamientos relativos entre ambos, y que sufre dega-
edaffioEruEsrAÉNcA¡s r^Ác daciones baio la acción de cargas repetidas.
FlA. 6.2. Curyas representativas (a - ¡) de¡ compon¡n¡ieniLl rie. a.rmi j€ón.
r30 Los lorjados rcticularcs

. Contribución delhormigón traccionado entre fisllras a la res- y un segundo cálculo con las cargas permanentes y una posible
puesta estructural, gracias a las tensiones de adhercncia. fracción de las cargas variables, y un módulo dado ¡rrr,
r Efecto pasador de las armaduras al atravesar una fisura con
deformación por cizalladura de aquellas. Ec = 10000 [l {KPi cm2} o

Todo lo expucsto anteriormente, obtenido de lo publicado


por
dc honni-
F.. =451¡9'l q* +8 (N,'mm2 l.
A. R. Marí sobre los modelos de análisis de cstnrcturas
de ser expresa-
gón, en -el boletín ya mencionado, es susceptible poder estirnar t¡na
para nosotros' para evalttar las clefonlaciones diferidas' y así
áo de otra manera más asequible como suma de
cota ¿e las cleformaciones finales esperadas
'Sl en una estruchlra real' por eiemplo un pórtico' lo vamos car- ambas.
y razonable espe-
gando de forma creciente, es bastante preciso
siempre que que las tensiones en
i"r rn .o*portamiento lineal y elástico del coniunto' Tanlbién tcndríamos que tener en oenta'
decir' siempre piezas; por eiem-
,- ,. proiurcan fisuraciones en la estructura; es
produzcart lllomen-
el hormigón rto son las mismas a lo largo de las
que las cargas existentes sin mayorar en los apoyos de las vi-
reales
óto tot t]ensiones son lxstante mayores
tos tales que: la fluencia del hormigón la
in, qu" en los ranos. !' por efecto de
si bien este efecto debido
Lv A" n'o*.ntos tienie a derxolgarse;
que sobre los pilares (ne-
oo = < l,ó Lti , L *""o, c¿nticl¿s de ¿n¡adur¿s ex¡ste
TY gativosi ¡'las tenslones moderadas que existen en situaciones de
' podría quedar paliado en parte'
irvicio noÍr,3le5 el efec:o
siendo f6¡ la resistcncid a tracción del hoimigón

estruc-
tensio- 5l aurnenianro-i la-s c¿rgas que actúan en la hipotética
lncluso podr'n aceptarse que, siempre que el nivel dc emp¡ezan a fisurarse las seccio-
por debaio de 0,5 f.¡ y pese a tura que eslamoi consicie:ando,
nes en el hormigón se encontrase nes más sollciraias Tod¿,.'ía cabría pensar en un
comportamiento
que hubiera alguna que otra sección fisurada, el análisis lineal será
elástico de la e:tructura. pero rcsulta ya muy difícil atribuir al
en determinación de los esftrezos, pues-
suficientementc válido la in-
factor de rigdcz E I un alor constante,
' independicntemente
to que así parece demostrarse en los ensayos experimentales rea- quc
"
como ya hemos dicho, es variable etr el
cluso del rnóclL.lo E,.
lizados.
tiempo.
Pero ya en esta primera ctapa tan sencilla, c<¡¡trienz¿¡ a lislunr-
tio ya
brarse la problemática y dificultades de prccisar el cálculo'
de los esfuerzos, pero sí de las deformaciones'
' no po-
Si la rigidez a flexión de las piezas depende de E.¡ l'
para esti-
demos intioducir en el cálculo la I real homogeneizada
que no haya
mar las deformaciones, incluso aceptando
primer análi-
fisuracioncs, si previamente no hemos realizado un
primeras arrnaduras en
sis lineal que nos pcrmita disponer unas
las mismas; pero, cpara cuál de las hipótesis
de carga lo hacemos?

Una estimación aproximada pero realista de las


dcformaciones
de tensiones mo-
de la estructura, incluso para esta primera etapa a la mayor
podido honlogeneizar la inercia ó.4. I)e:,cr.tclgue rr.rtural cle la lcy. de nronlentos debido
deradas aceptando que ya hemos Fie,.
flritlncia clei nor: gón c:rt las zonas dc apoyo
neCesariamente t¡ene qtle pasar pclr efcctuar
I de IaS SeCCioneS,
que cl niÓdulo E't1
cálculos suplementarios que tengan ell ctlenta
pernranelltes
u"río .on ei carácter de las cargas, según éstas seatt
primer cáiculo para estilnar las <n38
o iransitorias. Podriamos hacei un y para cargas instantáneas 5
de deformacio- rr=!L = l0 lvalor normal)
áufoÁr.ion"s instantáneas con un primer ntódulo L'
I .,.

nes dado Por:


siCrndo
ei acero y el hormigon
n: Faclor cltt ho:nogt:rleizaciótr enÜc

E. = 19000... f,* (Kp/cm2) (EH-91) o F-*: Mócluio clel acercr

E. = 8500.1'f.r. +S (N /mm2) (EHE)


Los íoriatlos rtliculares

En esta segunda ehpa. precisar inercia de icls *cciones rc-


b Un ligero al¡mento de las c-'argas pociría provocar la ntina de la
sulta ya muy problemát¡co, incluso desp'ues de homogeneizarlas estnrctura, si cl núrrter<l cje secciones plastificaclas hubieran ori-
y presc¡nd¡r de las zonas fisuradas' puesto que der'tro de una ginado un rllecanist¡lo etr la misma.
misma viga o pilar, no todas las secc¡ones estárl fisuradds .! pre-
Lrs tres eta¡)¿s por l;rs ('¡tlc pasa una sccciórl tipo de las plas-
sentan el misnro grado dc fig¡ración al ser ranables los esfuerzos
tifica(las, puecien vr-trir represcntadas por el siguiente diagrama
y las armaduras.
mon]cn to-cu n.i tLrra sim pli iicado (Fig. ó.ó).
En las zonas fisuradas' el hormigón comprenciic'io enlre fist¡- For otrá pcr¡te, tctn]po<:c> debemos olvidar que al margen de la
ras, que normalmen¡.e no se üene en cuent¿, modiica sustancial-
no-iinealid¿d de Jos nlatcri;¡les, en estructuras esbeltas con fuer-
mente la inercia I a lo largo del elerrento.
tes cargas cje todo tipo, existe la no linealidad-geométrica; y pu-
dier¿¡ ser obiigatltl tener que plantear el equilÍbrio en la
configirración cJefornlada dc la estructura, teniendo en cuenta los
i¡:r_:'=i*- ^g-:¿ -:-, esfuerzos cle segundo orderr err cuya cuantía influyen decisiva-
mcntc la no iincalidad dc ios matcriales y la fluencia del hormigón;
todo lo cllal, con¡)lica todavía más el problema si cabe.

ll Hon¿qhs úl/iwo (e,.ti 7-) ttL lpvyíg<iu


Hu -ñáclikcalo * rcuPe
llr

Fig. ó.5- Varixiones de or. o. e len zon¿s i:lraci¿s if . C¿ra,, crar

? .u¡vototps
Fácilmente se adivina ya. la imposibilidad de considerar que Lln
Fig. ó.¿i. Diag:'anra triJ)ncaJ sirn¡.rlific:¿cJcl cle nlontentos-curvaturas.
elemento estructural de hormigón armado. como puede ser una
viga de sección fiia, presente una inercÉ constante cn tocia su lon-
gitud, y si añadimos la variación del módulo Q, sería ilusorio ¡ren-
. La no-line¿ilicltlcl geonrétrica se debe a los movimientos que
sar que pucde generalizarse la expresión lineal de ia cnrvattlra
escribierrtio sin más: se ¡rrocluccn en la estnrcLlrra por la acción de lets cargas que alte-
ran las dirrrensiones inicialmcnte previstas en el cálculo.

M En el análisis cle ¡:cirticos ptreden considerarsc o tenerse en


El. = 6¡9 cuenta dos casos firnd¡¡nrentales de no-linealidad gcométrica:

S¡gu¡c'rrdc) e:l ¡azc¡¡r¿rr¡ie¡rlo (l.Je verrirrrcts ll¿cietl(io cje A- Fr-tc'n- a) L)espl:rz:rnrientos clc los nudos, especiallnettte en los pórti-
tes 082), cl fin de esta segunda etapa podría estar. cuando el
(I cos traslaciotlales que introducen momentos adicionales al
hormigón alcanza deformaciones del orden del 2t- con tensiones vuelco produciclos por el desplazamiento de las cargas ver-
ticales, efecto llanlado P-A. Es un fe¡rónreno de carácter glo-
en el hormigón que ¡gualan su res¡stencia fci y s-e alcanza el lími[e
bal.
elástico de las armaduras.
b) Deformacior'tes por flexión etr los cics dc soportes, que tam-
Si en una tercera etapa aumentamos tda!'ía rnás las calrgas. el b¡én introducen rlonletltos adicionales ert los rnismos que
hormlgón de las sccciones ¡nás cargadas se plastifica, sin que o. pucden llegerr;r l-)rovocar fenómenos de inestabilidad o pan-
supere f.¡. La deformación del hormigón va aumentando hasta al- de<:. Este fenór¡reno es de carácter local.
canzar su valor lÍmite en las scccio¡tcs r¡rás solicitadas. un 3,5ol..
para cargas instantáneas. Estas últimas secciones siguen cquili-
En pórticr-rs esbeltos traslacionales, el momento de vuelco pro-
brando todavía un momento flector, pero la plastificación del hor- ducido por las cargas exteriores actuantes se incrementan si se tie-
migón hace que las deformaciones sean muy importantes: se han ne en cuenta eldenominaclo efecto PA.
for¡rado rótulas plásticas.
t72 Los for¡ados reliculares

el incre- |basadoenelcúItuloelástka|qeIanátisisno-lineal.Convendríaaumentar
Elgráfico de lafigura ó,7. muestra esquemáticamente 'to,s
critenos de arm*
función del índice de esfuenu para aproxi,nar ambos camry' estableciendo
,"n-ü"por.untualdelmomento de welco en doac'ordesconlosesfuenosque,baiounanálisispráctknno-lineal,nlicita.
flecha f/tl para un pórtico de ló plantas'
ran las secciones ¿i¿ rtuestrr¡s cslructuras"'

+f+
Dicho de otro modo más simPle Y di-

recto, el análisis no-lineal de investiga-


real
ción debe contemplar la experiencia
y
de las estructuras que se proyectan
construyen' y aportar criterios sencillos
1' prácticos
que podamos implantar en
a un cos-
los cálculos de los proyectos
los efectos de
re asumible, simulando
proporcionaría un
segundo orden que
queremos
M : Moruculo & voelcP & lrodcu cálculo nolineal preciso, si
¡ü , i'i.*."+" E.¡ole'¡eutrvro & vrxlco comenzar a romper el divorcio existente
det¡do aL elec'to P-A uni-
entre lo que se investiga en nuestras
proyec-
i'ersidades y lo que realmente se
ta }/ calcula.
Fig. ó.7. No-linealidlcl geontétrica. Efecto ['-;\ en
pórticos {A- Recuerol
Los ingenieros de obra también puc-
cuando
cuenta den poner r:.Licires oLlreciones a los cálculos no-lineales
En los cálculos del pórtico anterior no sc ha tenido en de laboratorio
los ven. conlrortados con modelos experimentales
la nolinealidad mecánica del material. La consideración de esta
que muy' poco tienen que ver con las obras reales que se constru-
última haría que los incrementos de momentos fuesen algo supe-
riores a los indicados yen, incluso pasando por alto que los modelos matemáticos que
se disenan, )'á conocen la solución del problema previamente so-
Después cle todo lo dicho, las consecuencias ¡- las conclusio- metido ¿rl errsal'o del laboratorio, lo cual permite aiustarlos una
nes que a todas luces parece que dcberíarnos eKracr, tendrían que
vez y otra hasta qr.re los resultados teóricos y experimentales co-
coincidir-con las eKraídas por el investigador A. R' Nlarí y acabar
incidcn. cle¡ando tranquila la conciencia del investigador.
diciendo: "EI nmporlamiento de las estructttras de harnigótt se aleia, irt-
cluso pAra redg,idu de wrga, del comportamierltu cl'istico line.al clá'
vútlorg')
No resulta clesc:abcllaclo t)ensar que, si bien erl teoría el cálculo
sicamente uLilizado amo hiÑtg'is de
partidu ¿n los c¿ilculos ¿slructutales". precisión del mismcl'
no-lineal resulta bnllante y nluy promeleclor' la
que real' Los datos para su plan-
Sin embargo, riuestras conclusiones necesariamente tie¡ren como opiir.r A. Riez' es nrás ilusoria
y,
que ser otras cliferentes, dado que de aceptarlas, erltraríanlos en teanliento, ¿rctualnrente. nos son radicalmente desconocidos el
una especie de laberinto sin salida, lleno de inseguridades y des- aceftar con lo5 r'crciaderos diagramas momento-curuatura de cada
confianzas, puesto due nuestros sistenlas actuales de cálculo ig- una dc l¿rs secciones sólo es posible a través de una experimenta-
noran sistcmáticatnente casi todos los aspectos y slrrgllaridades
ción clifkilnrente extrapolable a casos reales. La obtención de diagra-
expuestos anteriormente.
mas teóricos nrediante ordenador, presupone aceptar unos
La cruda realidad sobre el cálculo estructural en la edificaciórr ya ¡rirrÍrrrret.ros rrrecárricos del hornligón que poco tienen que ver con
se ha dicho, cuando afirmábamos que en el presente, resulta técni- el honrrigón v'erciaclero colocaclo cn la obra, incluso olvidándose de
ca y socialmente imposible abordar el cálculo de un eclificio err tocla los fenónrenos reológicos. La resistencia rcal dcl hormigón en la
su compleiidad y amplitud a un coste razonable, incluso aceptando obra sólo puecle ser intuida. La rclación agua/cenren[o y el tipo de
que fuese posible rcalizarse teniendo presentcs todos los factorcs árido enioleac[r en la dosificación del hormigón. puedert hacer va-
que en principio tendrían quc ser tenidos en cuellta. riar scnsiblenlente el lltódulo Q. y ¡ror consi€uiente, las defonnacio.

El propio A. R. Marí abre una puerta en estc latrcrinto, cuando


nes y giros err las distintas seccioncs. Los fenórnenos de
afirma sobre la implementación del análisis no lincal c:n procesos autoterrsión originados por la reología del hormigón son difíciles de
de cálculo automático: "Hog por hoq existe un divorúo ettlre el prttuecto precisar.
Los foriados reticulares r33

L¿ no linelidad CEqnétrica, dcrrdo cÉ'rt¡' no qs tan irnponan- . tun: estaclos avanzados de carga, la redistribución de esfuer-
te en Ért¡c6 de edfficacier, como pr¡ede serlo el retranqueo de zos con relación al cálculo lineal con rigidez constante; se
un pilar q"e r¡a decrccindo de 5 en 5 cvn. Y por ou'a pane. áse tiene produce clisminuyendo los momentos de apoyo y aumentan-
constancia de piüacs pendeedc en b edificación? iY de pandeos do correl;rtivanlcntc los de vano. En general, las redistribu-
ele'ne¡raüzado¡sldee*rxtr¡r*i? F-¡¡ eJ elrtr¡dio realizado por,A. Re- ciones so¡r nlenores que las que normalmente se
*
cuero. resumilo en b ñgra ó.7. rcfleia q¡¡e en las estrllcruras presuponen en el dimensionamiento de los foriados.
reale. q¡ya dehmffilsizmtal nlra vez $pera el I 750 de
su altura, bs inqrsgrrrd nsrs¡to debido a! efecro P-A no Como puede verse, nadie cJebe sentin;e incómocio o creyendo
llegan a dcar¡ad ff,. que está cometiendo graves errores si calcula y dimensiona sus
estructuras de manera lineal y elásticamente; y más, si después
For otn pane, h&¡nitnes reales de esrructuras eshl- aplica una rcdistribución ligera y moderada.
tas de hormigÉn sqnaidra err¡pr¡ies de !'iento. sueien ser dcl
orden de una terc€fa FrE& b teórkrre obtenidas inch,¡so con Creemos que A. Páez y A. Fuentes ticnen bastante razón al de-
un análisis de tipo ltul sitpkdo, qr rninusralora Las misrnas cir que el cálculo no lineal es bastante adecuado para responder
al operar con seccixgbr¡Esh fisrar. E¡risten demasiados ele- a prcgrintas muv concretas, Una estn¡ctr¡ra recién construida, no
mentos en un edificb d lragEn de st €Étn¡ctura desnuda. como sometida a cargas previas si ello fuera posiblc (peso propio, reo-
puedan ser las divisiys r¡*a¡a'< y bdradas. quie inten'ienen en logíat, y de ia que se conoce todo, si se desca conocer cuál es la
su comportamiento y núlÉIian g¡ fdrionalidad. carga progesiva que producc la rotura, la respuesta debe buscar-
se en el cáicuio n<¡-linc¿1.
En un cálculo no-[nedrcdetaüdez el principio de super-
posición de efectos y. paqr*ti¿rce- el análisis y' combinación l¡s defomraclones de una viga pueden resolverse, en determi-
de las distintas hip&e*s&.'€. rcokará rnuy complejo y tedio- nados casos, mcdiante el cálculo no-linebl. Huber Rüch también es
so, lento y propenso a inffi&eruc. partidario de calcular las estrucluras en el dominio elástico, para no
tener quc calcular repetidas veces la estructura beneficÉndonos del
'Todavía es pronto pam y d úris y b *Wrimentación en Ia no- principio dc superposición y aceptando la posibilidad, de la forma-
linulidad permita obtener ffuirciúrúns que permitan can cál- ción dc rótul¿rs plásticas en secciones muy concretas.
culu sencillu, simular los elcúos * brür ar una ntruüura real',, lH.
Oftega, Tesis doctoral dirigida paf- Calaner-a. l99El

Para los cálculos de proyecto, d cátil¡o lineal proporcion¿¡ su-


ficiente precisión, al estar sometila la e*r¡¡ctu¡ra real a deforma-
ciones y esfuenos muy aleiados de si fase úlüma de agoramienro
(o. < 0,5 f6¡). En elestado normalde senicio de un edificio, el
comportamiento de la estructura es sensiblernenrte elástico, y los
rcsr¡ltados det cálcr¡lo lineal pemiten cl dimensionanriento de las
armaduras sin problemas y sin demasiadas obieciones,

En una exper¡mentación a rcltura cle foriados t¡nidire<cionalcs


armados efectuada por H. Cores, l. Calavera y l. t¡ón tl969l, las
conclusiones fueron muy ilustrativas:
. Para valores baios de carga, los resultados den modelo no-
lineal, difieren notablernente de los experimentales. Sin em-
bargo, la coincidenc¡a es total con los \falores teóricos
obtenidos suponiendo Ia ri¡¡idcz cot.tst¿tÍrtc e igu¡l err ¿rpc¡yo
y vano.
. Para valores de carga en tomo a los de servicio, los resultados
;
exf¡erime¡rtale-s coinciden bastanle bien con los teóricos del
mcrielo de análisis no-lineal y con los obteniclos mecliantc cl
ó,E. Esquenla real de un for¡.:do de vivicndas proyectado,
Flg.
análisis linealsuponiendo (E . l)vano = le .l)apoyo : ctc. conslruido y unc irrrrando bien, iafortunaclar"nioi' -' -'
f
calculado,
1?4 Los f oriados reticulares

nos
tan impresio- ficientemente váliclos, seguros y fiables' Dicha discretización
Elanálisis de un fo$ado reticular' con el número pcmritirá implantarla cn un prograrlra-de ordetrador' y seremos ca-
que presentan' es inabordable de ma- y
nante de rrudos y nervios yxces de obtencr,',rros esftrerÁs suficientemente aproximados
rrera sensata mediante un cálculo no-lineal' establecidas' super-
t"gtri"t de las clistintas hipótesis de cálculo
exigen las Normativas vigentes' pu-
planta real construida ;;;¡"t y combinarlos como
Basta contemplar con detenimiento la razonables y
*
a. ioiiuAo retiiular repiesentada en la figura Ó'E' para adivinar diendo obtener u¡os armados en las estructuras
sus
lo leiano que se encuentran todavía los modelos reales de los sen- constructivos, qL¡e nos garantizan que las mismas cumplan
cillos modelos teóricos que analizamos y ensayamos en nuestras funciones de manera adecuada i'durable.
investigaciones.
Porotr¿ir)arte].¿unqllcaceptemoslashipótesissimplificati-
que corls-
Sin embargo, el foriado reticular mencionado sc tuvo vas clel métoclo li|rea1 1'elásr¡ico' nos enconbarnos
que
las discre-
de que
truir y, por tanto, tuvo que armarse con burdas simplificaciones tizaciones estrucrurales ¡' los tratamientos del cálculo realizan
quc
.af.,lii por el lado de la seguridad, renunciando a tratar de a<livi- los progranlas de orden¿d'cr son de tal compleiidad numérica'
si-
noifor iencillos esfuerzos iineales ¿e primer orden: sin sorlar res,rlta-irrrposible tor¡,arle el pirlrc a las estructuras
manualmen-
y
otras
qri"to los no-lineales diferidos de segundo <¡rcJen' cntre
i;, t ;" u'"r"*ot ob'iigados a tener que adoptar otros criterios
los planos de cons- simplificados'
tl-""t"no"*ue el coste de calcular y elaborar
español' apellas supe-
méiodos cle cáicuic., sup!ementanos, todavía más
a las mismas
trucción de las estructurás en el rnercado que también no* ¡x'"''i:'n' realt¿ar :rproximaciones
(10 N) de acer'¡' '' reaiizar un control posterior de los
;;-1" ;"
cuesta colocar en ellas un simple Kp para str diseño pre" io 1:'xier
resultados que crüF\l'l'!iu]n ¿ el ordenador'
está continuamente hacien-
', lá propia Norma española' aufique
rorundáfl]€nr.€: "El n¡r¿íli- las bases y
d" ;"r;ia alcálculá no-lineal, afirrna Tratarclll¡: e: .es cág:r.as siguientes de exponer
dlutque ser calculados de for-
¡, t¡nuot es especialmente adecuado para estados límites de s¿n'i¡io' nlo¡eloll"t:á ¡E:^.::' :on el que pueden
tambiénesválidoparaestadoslími'teúltimosenvigastottlttltttls,portir:os
"¡'riroti",riira*
"t
;; ;;;;., , ¡ .¡'s edificios proyectados con foriados rc-
"r:-r a *
pnmer orden en portitos frusla- y
a'para obtener esfuenos de ,i.uinr*t, i,' Éi'. i: :¡l-:;c siguiente' los criterios métodos
orden sean despreciables le[icndo aproxinración de control
cio,iates, en los áue los efectw de'segundo simotriÍLc¿cj¡: ,:...3 r_,.. rT.., ,r,., :.rrilrién una
presente el problema del pandeo" (EHE' fut' 21 21. ,v cálcr¡lir cie i,:l! ':'..:" .:': i-r¡'rante l¡rás sencillos' basados en lc¡s
DOrIlCi]) i l- L -f :>
.: - -, -., iir
nucstros edificios- ol:ti-t:
Afortunadamente, Ia mayoría cle
Norma' Por consiguiente nren- también analiz'arem<¡s de
ornp"ra¿o, por el paraguas de la En ei ca¡rí---;'1.- :le l;' ::'-iornr¿ciones
r" ñ-'i'-r"r(i¿ los diversos
y prometedoras ir"';c-stigaciones ^r-- ''' la influencia que tienen
il;t*ramo, u iu. lá' nu"u"t estn¡ctural abran los nuc\os ca- ;; u'n"^t'''"n en el conr portamiento ri -

det análisis del comportamiento de las estnuctu- $'?.H:: ;. . ,'' :' ;.:
i

de los pilares' rigideces' etc')'


ffi;ñ;;;tecen vislumurarse en elhorizonte nal de las estruc¡-lr¿s 'r"J'' t'n'uno que permitarr realÚar
presente lo que realnrente se l)ro)'ecta co'tclt"ion"' pécicas
ras, observando y teniendo y se ir.ín erlral"e.ncio
los sobre las menciolladas
v construye; ,"no'uto'-qi'!
ttg"tt aceptarrdo en el ¡lresettte valoraciones .r,¿'itnritlaJ y luautiiotiuas
el obicto de que
mérodos de cálculo
orden.
á.e apllcados
primer
cstnrcturas rcsrieltas t* fo'jt¿ot reticulares' con
"d¿;;ñeabs
n'ftt ..*.*ras discretizadas en scncillos
elementos'
1l: l-:: ouedarr ser tünidas
para sucesivos trabaios <Je investi-

su validez' de importancta
teóricas críticas sobrc
"n-tt*nt'
. -n.tutiones gación Y cles¿rrollo oe
sigr'ren resultando ser 5u-
muclro más cualitativa que cuantitativa'

, '
r ¡'meiora. pueslo qre está suieto
a las
NOTA:ElmocleloclecálCulogCneralqrtesCciesCriher'nel¡lrescntet'rahaiO'seCllcuclltraCt'lco::iiru¿C"'il-iiol-
c.n el :rr¡':-nre ie c\?ECAD realiz¿do por cYPES.FT 5 l"
Normas vigentes, y sc encucntra irnplantaclo or, "t
p,og'ulJuTffi!11i;i-t:;+1rüt'r"
fuera cJc F'spaña
iffi;;i", il;Áaiy utilizado por más cle 30000 trsuarios clenlro v
l¡s loriados rcliculares

ó-2. FilosoÉa v e*¡do actual sobne el cálculo de estructuras de edificación con placas
nenadas
A lo largo de la hbtoria rrr¡d¡c rnatemáúcos e ingenien:s han El potente dcsarrollo experimentado por las matemáticas en
dedicado su vida a aporarmáodc de cálculo que permitieran métodos numóricos resolviendo problemas cornpleios de mane-
abordar el anál¡is de srpktss hrn¡r estructurales, aurrque sólo ra simple, merced a la potencia de cálculo que aporta el ordena-
fuera aproxirnadannG- dor, ha ¡xrrnrtido plantear los problemas de una forma impensable
en el pasado. t¡asándose en realizar simples operaciones que pue-
Al hat¡lar hagrge & b lfs¡oria de los fori a dos reticu lares, den repetirsc nlillones y ¡nillones de veces, cn un tiernpo de cál-
hemos menci¡nado a ablre de ellos: Nichol s 9 I 4 l, Westcr-
(I
culo r.rzonalrlernente corto y en continua disminución.
gaad y Sbterll923f.€tr;FolgrsiJo mt¡chos más los c¡tre han
ido dando pamyaruú¡¡d¡ rez en la conrpresión y formu-
lación de bs rneaisnrc ¡erig¡es de las placas y sus solucio-
nes, hasta @ara hd}.acñSnddqr¡e podemos describir con .t=10, ü=0.6{ccpttl
suma precisitn Sg¡r¡do d pftsr
Zenkb¡'icz t I 97 7 \ y E. Oña te E=10.92, v=0.3
(19921, eraciasa sr mryltrcc Fbros sobre el cálculo estructu- Contor¡oc débitroe apoyrdor (o = 0)
Cuga uiforre:4 = g.g
ral basado en bs dergrc fu6- Mell¡ i¡lc¡¡l dc 68 clmtc & pllcr
daRrimcr.Mi¡.lliñ TLCL
Noe dice el profm.büerr;cz- que las lirnitaci<¡ncs de la P¿rómetrc de erc¡ glob¡l i¡ic¡.! f, : 2.7074
mente hÍniilüt gr takC qEes ¡Epaz de captar plenanente cl
compl€F mJrdo qÉ b rofu en rna oper¿ción $obal. Para sub-
sanarlo, el ingEftñero s€paa, dttide bs slstemas cstructuralcs A B
com pleir en csnpofrt¡€s o dcmentc cu!'o co m porta nt c n to i

ffi ffi
pueda concv sir eirc rHfd{adhs y a cqntlnuacirin, proce_
der a reconsr¡ir d sigm e*rn ral qftnal para estud ia rlo par,
tiendo dedichc&lram- NE=4ll NE=800
f¡ = 1.562 e, - t.t27
El procs sog.;do pr¡ede ba¡tizarse cor¡ el nonnL:re de discre-
üzacidn de la estructura mediante un ff¡oddo finito cie elenlentos
b¡en cor¡ociios, obteniendo lo que se denomina un sistenra "dis-

ffi ffi
creto', Dicha dirretización, que normalmen¡e posee un núrrero
limitado de ehmentos, podría llegar a zuMir.idine a su vez caclü
vee más y rnás haciendo uso del artificio rr¡atemático cle los infi- NE=923 NE=16I7
nitésimos, hasta llegar a obtencr las ecuaciones diferenciales dcl €, = 0.0878 f, = 0.8ó0

sisterna o expresbnes equivalentes con un núrnero infinito de ele-


mentos impli¡dc. A estos últ¡mos sisternas definidos a través de
ecuacbnes maternáücas diferenciales, los [arnaremos'continuos",

Expondren¡c, porel considerable valor pedaEógÍco que encie-


nan, las ecuaciones diferenciales de las placas ortótropas e isó-
üopas; paft¡ que intuyendo estos "contjnuos- trida conlprenderse
por qué todos los métodos de cá¡lculo de eslos sisten",as, basados
en resolver ecuaciones difcrcnciales, sólo se conternpJa ya en Ia
NE=t007
4¡ = 0.927
ffi
ffi ffi
NU-$079
€¡ = 0-93E

l¡istoria del análisls estructural y han sido ab¿mclonados definiti-


vamente en los cálculos estructurales prácticcls de nuestros pro- Fig. ó.9. E. Oñate, 1992)
f

yectos bajo un punto cJc visLa global (Fig. 6.91-


Un cieniplo sencillo puede aclarar lo que pretendemos decir,
Con la llegada de los ordenadorcs cambió radicalmente el pa-
para aquellos que no estón familiarizados con las técnicas numé-
nonrna delanálisis estructural, puesto que se transfonnaron prác-
ricas que m¿rneia el ordenador, y la precisión del cálculo exigida en
ticamente la totalidad de los sistemas conlirlr-los en sistenras el arrálisis csLructur.tl,
discretos.
r3ó Los foriados reticulares

tcner cuanto antes un resultado de la superficie. aunquc sea muy


aproximado. No se olvidc cste pequeño eiern¡tlo. rrruy útil para
comprender el ¡lrrélisis cstructural que se realiza en el presellte.

Y=f(xl Desde cl molnellto qtre investigadores como lvlcHenry Hre-


f(x-r)+ nikoff y Newmark ciemostrarotl en la década de 1940' que puedert
r¡-4
Yi- obtenerse soluciones razonablemente buenas y accptables a un
2
problema conlirluo, corrto puede ser el cálculo de una losa maci-
:)L
za, sustituyeltclo peqtreiras partes del mismo por una distribución
cle banas elásticas sinrples; y más tarcle. dentro del mismo contex-
to, Arg'ris, Tuner -Y otros, tarnbién demostrarán que se pueden
xi+r sustituir lirs ¡rropieclac.les cle r.ln sistema continuo de r'rn modo di-
porcio-
recto y nQ rllenos illtuitivo suponiendo que las pequeñ¿rs
nes clel mismo son elenrerttos que se comportan de una cierta
por ui ra cun por rrrétcxlt':s pero semeiante' fue posible y pudo elaborar-
Fig- ó. t 0. Cátculo cle una srtperficie eltcenada
(:r
forma simpiificacla
en la potencia de cálculo que pro¡rorciotla el
orde-
nufnéricos. se basárrdose
los
nador, un métoclo v procedirniento general de calcular
en pequeños
El área enccnada por la figura ABCD puede calcularse con
to- sistemas cont!rruos eslnicturales. discretizándolos
prismas, etc )
tal precisión como todos sabemos por la fórtltrla: clenleutor b¿ na s ir:á rrgr-: o;, rectárrgu
r 1 los, tetraedros,
llamados elemertos firri:os que pennitieran su resolución aproxi-
rD mada con ra¡oneble i s;iciente precisión.
s=Jo f(x) dx
Los rr,éir-'1,:': ::r cá,c.; o nlatriciales de barras no dejan de ser
Y probablemente, éste pucdc quc sea elcanino clLle tenga que una avan¿aii".a cr::rer,a i un subcaso, con sus vcnta¡as c ¡ncon-
tomar el científico [)uro que necesita el valor exaclcl clc dich.r su- !etrjentes. le, r:.é:c,j¡ gcrrr:r;:i de cálculo basado en los elcmcn-
perficie. Sin embargo, esta precisión es absoltrtan'lcnte innecL-sa- tos iinitc¡:
ria en la ingeniería, porque no sabenlos que haccr con los \tar:Lcs ¡r -:¡:',!rs ¡¿rir.,ces de erponer la filosofí¿¡ gerreral y los
cenímetros cuadrados cuando se trata de superficiar un solar' fundanlen--cs ,1. ,¡5 ¡¡ -riernos sisternas de cálculo, dciando a un
lado el apar¿1^-o r:"¿:crát:co v los algoritmos de análisis numérico
Para nosotros, bas[aría discretizar la figura en Lltl¿ scrie cle tra-
que iraccri po;ibic.su nranipulación c inrplantación en el ordena-
pecios, calcular sus áreas y proceder a Sunlarlos todos' pirra así
dor, pucsto que en prinrcr lugar no es el obietivo de nuestro tra-
obtener la superficie total de la figura con un error astllllible
tlaio v. en seg.lnclo lr-igar, porqr.re lo que realmente nos interesa
como pro\recListas cle estructuras e5: la estructura en sí misma' los
f(x' + l)+ f(x') ..* esfucrzos cqi.rc: ia solicitan y cómo responde a los mismos' para
q-$
-L? pocier tornirrlc pierramente el pulso a su comportamicnto y cono-
i-l
cer cot..t suficienre prccisiórr lo que puede csperarse de la estruc-
de tur¿r un¿r vez cottstn¡icia; el cómo llegar a conseguirlo' en
el fondo'
Si por eiemplo AD son 100 mctros y lo dividimos en franias
un rnetro de base (Axi I m), :
puecle qile el crror cometiclo tenga ocupa urt h.rgar securrclario en nuestra escala de valores'
una cierta entidad; si hacemos las divisiones cada 0'5 metros
(A*t:0,5m),casiseguroqueelenoranteriorlodil'idinros'rlme-
noi por dos; pero si A*¡ : I cm ó Axi : I mm' l¡r precisión clel re- ffia

sultado final es prácticamente total' __"--f

l.-_ nñdo d.
I

I i¡mo úrittü
Los algoritmos de cálculo que se implernentaríarr en el ordena- II II ,--lryi I
E@É
4Úcac I

dor para iesolver cl problema serían los nrismos. se¿t cttal sea la .*ép* I
i
ttt
subáivlsión realizada; y lo único que variaría scría la precisión del I I ..e D.srlrett1
I

t..L
O,*racw\
resultado finaly eltiempo de ordenador ettrpleaclo, rc¡litienclo mil 31Jl.g- j 'j::L
ilf,-_, -l

ffi1
o un millón de veces las mismas operaciones' '#¿rc Yeátffi1
?úü¡6
é-Fñ
y .kñ&
Todo depende, pues, del tipo cle problema que se analiza la iñfrMú
precisión requerida en sr.¡ solución; si el metro cr'ladr¿ido de super-
ficie cuesta 1.000.000 de curos, Iógicamente conr,etttlría opcrar L "-'---- --rrügiÉ-atiti
con subclivisiones muy pequeñas; pcro si vale I euro' se compren-
I l. organitlr¡-i¿ gc:-.er:l dc, an.ilisis dc una estftlctura e'll l.r actuali-
de quc daúa igual que el resultado final tcnga un cnor de 2 ó 3 m2' Fig. ó,
datl (E. flñ¿re L
y las subdivisiones podrian ser mayores si lo que t)retendemos es
Los io¡lados rctr.(idrds

ó.3. Proceso general del análisis estructural (Método de los desplazamientos o de la


matriz de rigidez)
En primer lugar, y una vez diseñada la estntctura qr-re rrrejor Al nivel práctico operativo clue se encucntran en el prescnte los
parece inicialmente resporrcJer a la funcionalidad exigida cn el ¡)ro.. elenrentos finiLos I'clacla l¿ ti¡:tologíar de estructura que tratamos cle
yccto, tanto bajo el punto de vista geométrico co¡¡ro m¿¡tcrial. fren- analizar. cuirlcluier tipo de ¿lnálisis basado err los misrnos, salvo, tal
tc a los esfuerzos qlle van a solicitarla, cl ingeniero cstructural vcz, en el caso clc las losas rri¿tcizas, dudamos mucho que pucda
pcrcibe que, en general, se enfrenta a un problema continuo, y ¡lsí ¡rroporciorrar una prccisión nlayor en el cálculo cle un foriado reti-
cs el caso de una cstnlctura de edificaciírrr resuelt.r con forjirclos culclr quc el errr¡.rarrillaclo clc barras espacial, cuya solución exacta
rcticulares y losas macizas, especialmcnte en tfflo 1cl qr.rc tiene c¡ue conoccntos y' podemtts forrrular aplicando cl análisis matricial clá-
ver con estos últimos elementos mcncionados. sico lVcr rrota I r.

A continuación analiza qué elementos discretos. quó clcnren- Lt¡ anterior no tluic:rc clt::c-ir que, en u¡r [uturo próximo, la vclo-
tos finitos pueden reemplazar el comportamicnto de su sistenla cidacl de pro(e:o en los orclcrradores no pentlita forrnular lrrogra-
continuo y procede a discretizar la estructura diseñada en dichos nlas de cálcLrlo basaclos en elementos finitos, que reproduzcan
elementos, La forma de calcular y discretizar una estructura cstá con rll¡lyor precisión que l.r barra el comportamiento físico de las
muy ligada a los avances que experintentalt los prograntas cic cál- placas reticulares, t' l¡ucdan int¡rlan[arse a utr boste reducido de
culo disponibles en el mercado, progamas qtte están elr continlta lienrt)o y clirrero, en los progrirmas comerciales de uso cotidiano;
evoluc¡ón, puesto que dependen a su vcz dc las capacid.¡des v sin enrbargo, lro crccn-los qr-re ello suponga un¿t nleiora relevantc
velocidades de proceso que cxperimentan los ordenadorcs, cle l¿rs en Ios result¿rclc-rs qirc sc' obtertgitn, tal y conto ya hernos dicho
Nornras. y de las herramientas que van ponientlo .1 punto los il'l- ¿rnterio rn t qtntc. y' puecle cletlltlstra rse con esquemas cstructurales
vestigadores estntctura les. an¿l lizados por ambos procecli tlientos.

En el prcsente, nosolros pensan'los y pucde denloslr¿tfse qtle Verenros posteriormcnte cuál es la discretización operativa que
la estructura de un edificio pucdc ser discretizacla sufic¡errten]ell- proponemos ¡rara el emparrillado dc b¡¡rr¡ls que sustituye al siste-
te, mediante un entranlado de t>arras espaciales con algunas par- rna conl¡nuo que es el forj.rclo rcticular, del que pueden obtener-
ticularidadcs cspccíficas. se y' de hecho se o[¡tierrerr esfucrzos lo suficienterrtente precisos
y, err gorcral, fác.iles cle cubrir con urta disposición dc armaduras
El elemento banil que une verticalrnente los forjacJos cntrc sí, constnrible,
reproduce con rnuy buena precisión el corrrp<"rrl¿rlnierrto rnecánico
dc los pilarcs, sin quc cllo suponga rcnunciar a tencr prcscntc lo Una vcz discrr:tizacla la cstnlctur¡l en elementos sencillos de la
que sucede en la placa debido al tamaño de sus apoy-os, puesto rratr.rraleza qLre sean. eri r'rLlestro caso barras para pilares y foria-
que inflrryc dc rnarrcra importante etl sLls le¡,es cle flexióri y' en lii clos y elerrerrtos finitos de la jas lriangulares pilra pantallas y mu-
rcducción de los picos de nlomentos negativos rlr.¡c cxistcn cn la ros, puede aplicarse ya el método de cálculo general de los
misma. clespl.rza m ientos. trién cqrnocido corno ¡nétodo matricial dc
t;.¡ nl
cálculo de l"r nlaLri¿ de rigiclez, prresto quc cs cl nlétodo más po-
Si una dirccción de los pilares crece h¿rsta convcftlrsc c.t'l una tente y cxtcr-rclido en el ¿inJ¡lisis estructural.
pantalla o un mr¡ro de hornrigón, el elernento bar¡a no resulta ya
una disc:retización adecr.rada, siendo ¡nás convclriel'tte realizür una Para irquellcs quc r1L) recucrdcn el método, brevementc rcsu-
discretización dc cstas piezas por elemcntos finitos ¿r llase, por mido, consiste en lc-r siguiente:
ejernplo, de pequcñas Iaias Lriangulares.
l. Las carg"rs clue .rclrian clc forma dispersa sobrc los elenlen-
El comportamiento del foriado reticular puede sinrularsc n'te- Ir-ls sc trasl.rdan a los nudos. Dicha operación se realiza su-
diante un ernpanillado de barras, como ya lran demostrado cliver- pclnienclo los elcmcntos aisladamentc para poder calcular
sos autorcs y rrriís recientcmente, la tesis doctctr¡l cie lrligr-rcl Ángcl sL¡s rtta c-c ior tes de enr ¡'lotra niiento perfer:to, Dicira s reacc io-
Gil Martí, titulada: "Asimilaciótt de placas a entparrLllados. estttbltttinittn- ncs carlbi¿rd;rs cle sigrro serían los eier:tcls que lars cargas
to de metodología, crítica de Normas q recomendadorrrrs d¿ dis¿rio" rsevilla, que actú¿in sol¡rc los elenlentos harían sobrc cl con junto de
1989). la cstru¡ctura a trar,és de sus nudos.

en su totalidad.
138 Los fo¡iados relicular¿s

en las mismas
puede ser Los parárl]etros que halritualmenle aparecen
2. Todos sabemos que una estructura hiperestática
- los desplazaniien- suelen ser:
plenamente resuelta cuando se conocen
del
ios de sus nudos; por tanto, tomamos comcl incógrritas A, Árca de sus sccciones
,L,"ru. dichos clesplazamierltos; de aquí el nombre cie Md-
l: Incrcias de flcxión
todo de los DuPlazamientos'
E: itlódulo de elasticidad longitudinal
. Por eiemplo, si la estructura fuese el pórtico de urr edifi-
G: lr'lódulo de elasticidad transversal
cio, e[ vcctor desplazamiento represcntativo de cada nudo,
tendria tres componentes, tres incógnitas. v: lrlódulo de Poisson
I,. lnercias de torsión
l-: Longitudcs. etc'

En la deterntinaciórr clc las ecuaciones cons[itutivas quc li-


gan las carg¿s, esfr-tezos y deformaciones, dando lugar a los
.
Si la estructura discretizada fuesc ur'l entramado cspacial, sisten',a: cie ecuaciones cuya solución nos permite valorar
el vector desplazamiento nodal tendría seis cornponentes' las incógnitas del cálculo estructural que tratamos de resol-
seis incógnitas. ver, es tlonde se procir'lce la separación radical entre el aná-
lisis malriciai cláslco ¡ el análisis, también matricial puesto
que t¿nlLrién :e rornlilia matricialmente, basándose en los
dx - Desplazamiento x
rnisnlr-rs prrcip'ics conocido como método de los clenlen-
d,,J - Desplazamiento Y tos finiics

dz - Desplazamiento z En elcriiier,¡ a, r:ralreiar como elemento discreto básico la


barra ,¡ ',;Ei i, c'jvo equilibrio y análisis resulta plenamente
0, - Giro alrededor del eje Ox concx-ico ¿,c pcsible iormularlo de manera matemáticamen-
- Giro alrededor del eie Oy te erar:¿', n:ecjs¿; nrientras que en el segundo, que opera
0y
cor, elci:'.c:'r:cs geréricos r¡lucho más complcios, triángulos,
gz - Ciro alrededor del eje Oz rec lJl lg-ilos, p;rra ielepípedos, tctraedros, etc., aunque entre
r

ellos también se encuentren las barras. rrcl rc:sulta ¡nsittle ya


. Si tuviésemos un cmparrillado plano, el vector des¡:laza- realizar un¿ fomrul¿cjón matemática exacta del mismo, pues-
miento tcndría [res componentes, tres incógnitas, to que sus ecuaciones de equilibrio y esfuerzos nos son dcs-
conociclas v resr-rLta obligado acudir a funci<¡rtes
aprr)xir':radas, qLle nc)s ligarr los csfuerzos y defonnaciones
Id,I - ocsptuzamiento vcftical oz
con un¿r precisiórr que ciepencle de muchos factores, percr
del eie ox qrle nos ¡)crnriteti a¡:lroximanros al cálculo cle formas estruc-
lt- f Giro alrcdedor
-
trrralcs in¡trorcl.rbles por los rrrótodos tradicionales, cuya
j ciro alrerledor clcl eie ov .iiscrctiz¡cióli en barras puedc qrte sea imposible o rnuy im-
[t, Precisat.
el tema
Para no roll'lpcr la cxposición, deicmos de momento
3.SiconociésemoshipotóticamentelosVectore;desplaza- dife-
tltlelos c'lenrentos oqlliv t'"Uteren,os ciesp'''és algo más' dc la.artificiosa
nrientos extremos <ir Y <tz de cada tlna clc cn el plantea-
ra,-ser'n posible teóri ca nr errte c ¡ cu la r
I rerrci.r o¡)e=rittiva que es necesario introducir
configura n la estructu ambos métodos' cuanclo se
posteriormen- n i*i',,n corrct:ptr-til conlún de
ya laifuezas que aparecen en s\¡s extremos -v imposibles de encaiar en re-
es- nr;rrrr'jatt cletlelttos cornpleios
i. J"¿u.ir, como elementos simples aislados' toclos lc¡s
pr'rnto de los 'laciones físico-nr¿tenráticas conocidas'
fuerzos y tensiones que actúan.*?.t?tl:
habría cles'rparcciclo' clásico de los despla-
mismos, puesto que'la i''iperestaciclad Volvicttck: ii Ia exposición del métoclo
de cada elemento
extremas en los elementos' z¿lmientos' ias ecr'taciorres constitutivas
La determinación de las fuerzas Inatricial por
puctlen expres¡irs(l tonlo y' sabemos de forma
viene ex¡rresada a tra-
* ir".io^ de sus desplaz_amientos,
de los mismos Dichas la fórlrtul¿r,
vés de las ecuaciones constitutivas
lógrcanlente cle Ia gcome- q = K,, .d¡
ecuaciones constitutivas dcpenden
que están lrcchas las ¡riezas
tría, formas y materiales de las
dc la discretización'
l¡s foriados retirulares

Así, por eiemplo, las ecuaciones constitutivas de una barra 4. Una vez quc se disponen de todas las ecuacioncs constitu-
de un pórtico en el quc se han despreciado l¿s deformacio- tiv.rs de l<:s elementos de la estructura cn fi¡nción de unos
nes por coftante seúan; hipotéticos cles¡;lazantientos cle sus nudos, se conocen las
expresiones cle las fucrzas en sus extremos y por tanto, las
Prt
lA r^ fuerz¿is cluc dichos eleltlclltos transmiten a los nudos del
o o -i--- : 0
) L cclrrlunlo si sc canrbian de signo.

Pvt t2Et óFt t_8. óFl ci.1 Estamos pues, en condicioncs de ensamblar todos los elc-
0- mentos en los que se ha discretizado la estmch'tra en un sis-
t.' LtI
tenl¿r úr'tico y glotral qtlc represente el comportalniento
f!!_l I
0+ (¡ll
(
4Lt
L
t,
r.L
EI
eqLrilibrado del cotiiunto, sin más quc aplicar los dos prin-
cipios básicos del c¿ilculo estruclural:

P,:
t^
I
,(, ,.
u- LA
L
- El ¡rrirrcipio de conr¡tatibilidad
- F.l principio dc ectruilibrio de nudos
,, _.lfjl 6-Lr 0
lr i_r ó El
li' r-ü rl, ,
exlremos de los elerrlentos, al
5. Los clesplazantierltos de lc¡s
fonnar ¡larte cle una estructura, deben coincidir con los des-
o__;rrl óEt zFl óLt lLl
l- L
0,::
plazailrienlos qlle tcng¿r el nudo donde confluyan: PRINCI-
PIO DE COr\IPATIBILIDAD.

dondc cada término de la rllalrizK¡¡ e,\pres.1 fisicanrcnte la


F
reacción que aparece en el grado dc libcrtad scgrrn i, cu;rn- \ ' /) :J -\
= (d' ).,^tr.,,",,,.t" lu, pie¿¿s que
conllrv¡n cn r:l nuclo
do se da un dcsplazamicnto unitario cn cl grado cle liberLacl
según i. Lls ecu¿iciones cc)rlsliLuLivas de cada elernento, podrían ex-
El que las matrices constitutivas rcsultcn simétricas no es presarse r,'a en [uncicin de los clesplazamientos l'lo de sus
una casualidad, es la consecucllcia del principio de la ctln- exLrerljos, sino los dcsplazaniientos del nudo en el que con-
servación de la errergía y de su corolario. el conocido teort-.- fluyen, cs dc'cir, cle las irrcógnit;is del problema.
rrra de reciprocidad de Maxwell - Betti.
El que el método de los desplazant¡etltos quc estal.¡.tos cles- ó. Daclo clue todas las partes de la estructura tiencn que estar
cribicrrdo de forma resunricl¿r se¿l conociclo tdmbién (:tlrno t--qrilitrraclas los nudos también deberírn estarlo y, por lan-
métoclo de la matriz de rigidez es clebido al uso c¡ue se lrace to, cs ¡rosible cstablecer las ecuaciones de cquilibrio en to-
del principio: clos 1, cada Linrl <le los nudos en los que ha sido discrctizada
la estnrctur"t, lncluycndo en cllos los apoyos quc tenga la
Fuerza - Rigidez Detormación rlisna, con cl objeto dc que rro se pierda generalidad y po_
y su ex¡:resión en form¿¡ matricial, torn¿ndo como incógni_ tenci¡i en cl rléLodct,
tas los desplazamientos.
ñ - .o*o= Err Nu¡ós

l ,f.

le,¡,¡,L) =_-/ c-J


r4

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f.t1 . os-. 4EI
L
,h.tt,
:7' r'n
v" {
t1

Ir =u
i-l

lReoaiáo kzt = ff fig. ó 1,.t. Et¡uilibrio de rrucjos.


clcl K23 cJc las ccu..r(ioni.\ cLrrr:-.:jrurivas
Ilf
(¡u ;j;-1l-C.:llllc¡ ,térnrino
id oara (lc un portjco.
Ld5 lorldd05 rcl,rnl({r¿s

7. L¿ matenalización del prOCeso descrito cn el purtto antcritrr 8. Un¡r vez cst¡rblecido el sislelra dc ccrlaciones como refleio
eoi.liliilraclo cie l¿r c':tructLtr¿l erl tocjos sus nudr-rs, elaborado
conduce a un sistema de ectlacionc:s que' cn ¡lrinci¡rio' tcri-
V cst¿tblccici(-r ;i<tc:mirlica v gerlóricantetrte, ileg¿ t-'l ntotlrcn-
dríacomoincógnitaselnúmerodcnuclosdel¿rcstrr-lctur¿t de
libc(aci qrie pQ- icl cir' i.tlror,er l;¡: p¿rrticitl¿iriclades especíticas r, ccncreta
discretizada nlultiplicado por los gados de r, i11q¡11¿lc-ioI1es qLte tlne llileslla estrtlctl'tra al
\' st.il)t'ics- los ;,¡-,c,,,:cts, 1.1¡;
sean, es <1ecir, por los desplazanilentos 1><lsibltls tcrTerlo clot- c1e cescar,:¡
qLle se reali¿¿r cie lt-rrnt;r
tos para los misrnos. Esta operaciólr'
t-l rromtrre'cje l\lPOSlClÓN
pf L¡S
aulolráLica, recibe el tlotnbre cle ENS'\\lBLAlE
clc l¿¡s nr¿itri- tst;i oper.rcitirr rtclbe
gent:r'ri cie r:grtlez CONDICIO\ES DE LO\TORNO PoT eienrpio' sittn pilar en
ccs cle ngiclez- loc¿rles para formar la ttlatriz
del sistema. elrLtlclt¡ileL¡rleiI:r.in]a(lOcspacialseconsideratotaln.]en[e
e:r.rpLrLra:clo e:-1 '.jll¿1 ¡apaia l¿¡s concliciorleS
de corlLorno en
Así'utreI]tramadoespecialt!el0(j0tlLtdcls'cl¿lrí¡ll.-tg¿,¡'¿l-lrl
(lr-l(' sLlil ¡llq ir(1 ¡iL-,Cltt :.ci i¿ rr
sistenra cle ecuaciorres de Ó000 irrcógtrt"rs, pLiesto
:

scis los grados de libertad de diciro sisterlla cl ,:cl --c1 :0',-0:-0--0


ic-
La exl,rrcsión conlpacta cle las ei:u¿icione: clr.' c:qitiliblio ' r:orr(i.cir'-r'rcs cic cÜntonto 5e trata de rcsolver el
9. lnlplres:;.i :ii
rre dada por, que
si,cleltl¿ (iÉ tr{:iai(-.,!rl-.!': ilLr: ;il iécniC¿ nuntérica adecuada'
{P} : {K} {D} qr¡:tlrrr:r:t É i1c:,t\r cic ;-¡'cleraclor en filrrción ciei protrlenla na-
' ,1 ,
l.l r¡,i ( li'

cloncle K rccibe el ttot'lrl'rre de MATRIZ DE Rl(-,ll)F.Z DtL SI5- Lc: :.rlÉii.:cl,:-- :r¿ üa-.,r:. i,i'ro,t-sk¡. etc., i',an siclo nrétodos tra-
TEMA. La rnatriz cle rigidez rcsult¿t ser sinléir¡ca regular t' clic'¡r¿L::rr:'::a .-1ir r:lclos el-L la re>o1ución clcl si¡terrla. El sis-
cuadrada, c-onro reflejo de las stllrnr¿rtrices t{e lc)s i:rit--nt:nlos It. t"-rá .¡i]t-t:1.11ri: .i: rtr''nic¿icio e:t lo5 l)rogram¿ls cclllterclaltls de
que configuran la estntclura y qtlc, aclecu¿tcl¿rttielir.É !'11<;rl'u-
c.li,-r-rlo r.li i::t'-.;t:¡:":- il.re :ealizanros ba jo el frc,frtbrl- cle (fPE,
blados, h¡rn dacJo origen a la tttistttir,
cS-i: lli::-:' r' : " =:-tl*t FiiO\TAL.

\ \-
\t, --'**lüf *.-
l]
tl¡ =
:lrtir-r-l +t
-:.Trl t
- {r }

!! :
I
rÍ-BAND)\
Fig.ó.l4.lloccsc-:lener¿llgráticélrttenteclcscritnpor¡lfl"i:riisÜ:Z'*-i'''c:
Los lotjatlos rr:lidíl¡¿rcs

10. Conocidos los dcsplazamientos de los nudos tr;rs resolver finitos espccÍficos cle fornras diversas, buscando aquellos que se
el sistema por la tecnica que se desee, se con(xcn tambÍón por aproximen a l.r solución exacla y parametrizando los mismos en
el principio de compatibilidad los desplazamientos en los ex- bibliotecas qLle sin?n para aplicarlos en otras situacio¡res pareci-
tremos cle los elenlentos y, por tanto, a través cle las ecuacio- das, y así faciljtar al ingeniero estructur¿rl prÍrcLico la elección del
nes constitutivas recorriendo el camino a la invers¿i, podemos clcmcnto finito que nrejor cliscretiza su cstnrctura y meior refleia
calcular los esfuerzos extrenlos nodales qtle stlperpucstos a su comportarniento tlccán jco.
los esfuer¿<¡s de empotramiento it'l¡c¡alcs. represerltan los es-
fuerzos r'rltimos finales a través de los cuales ptrcden deducir- ¡rroceso y ei c.intino a scgr.rir en el cálculo por clementos fi-
L,l

se todas las leyes de esfuerzos a lo largo de la barra con total


rritos lo expone el profesor Zienkiewicz dc la siguiente fonna:
procisión.
l. El sisLerna conLinuo se divide rnedia¡rte líneas o superficies
Repiticndo el ¡rroceso ¡xrra cada hipótesis dc carga, sc obtie- imaginarias cn un nírrlero cle "elementos finitos".
nen todos los esfuerzos quc originan l.ls rrlisnl¿ts cle lc¡mra in- 2. Sc srr¡'lorre c¡ue los elernentos iinitos cstán conectados en-
dependiente, para que una vcz qlte se terlg¿ln puedan ser trc sí nlccli.¡r'lte Lrr'r núniero discreto de puntos, que llamare-
combinados col¡lo cxigen las Nornlas cje cáiculo vigcr"ttcs t)¿tr¿i n"los "noclos", situados en sus contornos. Los
(:;lda tipo de nraterial y situación. ciespl;rzarnicrltos de estos noclos scrán l¿s incógritas funda-
melrr¿ler clel problema, tal como ocune elt el análisis simple
rnatrici¡ I de est ntcturas.
3. 5e tonla Lil-r coniunto de fLurciones que ciefinan clc
manera
ciJnlpo cre cJesprazarnicntos crt el interior de cada
úrrir:¿r el
6.3.1. Diferencias fundamentales entre el método elcnlento linito en fr-¡nción cJc los desplazamientos
matricial clásico y el método de los elementos nodales
clc dic:ho elcutento Estas funciones, obviamentc, son aproxi_
finltos r.¿rclas r'l¿i c¡irid¿<r cJe las ¡'isrnas consti[L¡yc
una cre ras pie-
z¿rs funcla¡ncnt¿lcs en la precisión de loi
cálcirlos que se
son muchas las situaciones crentro der carrrpo rcaliccn.
esrructural cn ras
que resulta necesario determinar las tcnsiones 4. Est¿ls funci'nes
un cont¡nuo elástico. Los cas.s particurares cre
¡,cJel.mr;icio'es e' crc cres¡rlirz;rrniento clefirrirán e¡rtonces cle
clicllc.rs ¡rrc-rbr.nras
n'r,?r'lerá Li.ic¡ el cstilclo cle dcformación dentro cicl eienle._
prreden variar clescie problemas biclirncnsionaies [o cn [urrcitirr cle los clcsplazanrientos nocJales.
cJe rcnsiiin o cjcfor_ Estas cJefor_
rrración plana, sólidos de revolución y flexión de rnaciones. it,lnto col.t las clefor¡lacioncs iniciales
¡:lacas y l.i¡ninas y las
hasta el a.¡ilisis más ge.eral de sóliclo_s triclilnens¡o.alt_.s
cit: fornras ¡rr.¡>irtd.iclc:s üons[i[utiv¡s clel material, clefinirá. cl
arbitrarias. estadcl de
tensiones err toc1o el clemenl"o y, por consiguiente,
tarnbién
en sus conlornos.
Dadas las intcrconexioaes existentcs
entre ra nrultitucl c,e cre-
ntentos finitos en los que puecJe ser discretizaci.r 5' Se dere-rr.i..l rrr sisr.r'a cie fuerzas concentr¡idas
ia estrLr(:tltra de en ros
u'l co.ti'luo, el nrimcro y disposiciórr clc los nocJos, tal clue eqr-riiibre las tc¡rsiones
.n
nocios resulta.le:s y cua-
podría ser infinito. iesclrriera ccr r€l¿.r s re¡)cl rticias, resu "i.onaorno
ltarrOn rri*o relación en_
tre fl¡c:rz¿is v cles¡:l;iz.rrrrier)tos de la
Piénsese en un eier.ento pararele¡rípccro fonna:
to finito ¡rara discretizar una rosa
ercgici. conro eren.len-
muairo. oi.ri,.
{F-r _F:i:[K] {D}+{P} :{Ki.{r)}
a los resranres a través de
ur"n,",rto se,r,e
4 superfic6 Á;;" ta fiiación F: FLlcrz¿r-, r:-.ijt:¡.,J¡s nor ios
c1e los despi.tz¿¡nlientos cle jos noclos
nodos en sLls vértices no deja
á. ,"r r,rriiiut"g,o cje sencillcz *¡cli,le,;
lógica pero arbirraria, c,ada la infiniJ"d;" r_i ie c(tullibran tas cargas cJistrihLricjas
,.,;;i,, ¡rosibies qLre f)o_ l",l,l::1.:
fLclO.i C É tt..ü,
sobre
ri_;ir:C.-L.S jrljCi¡lCS.
clrían ser consideraclos. Cuanto
rn¿s no.Jos nlayor [¡: Fr.rer/¡s :.r1,;l¿i¡-¡ cl_te e,cluilibran clefcln'acio.es
lambién mayor complciidad materr,¿,i.. ¡>reclsiOn, pero
ello, la precisión se busca, en general,
* .ru-,rat¿ntjento j,i
l)or
les, re¿lccii)r'ies
in.]puestas inic¡..]_

no a través cle aLinrcrtar los


nodos de conexión e¡rtre elemcntos, .si.o
uiil",lu.i, el t¿rrn¿rlo cle definitir¡a. una e.x¡lresirin icrénric¿r a l¿i obtenicra
l--n
l<ls l¡tisnlos ¡.lara sinrular mcjor la re¡)rcsentación
clcl ct¡rrLinr.lo. e' cl upar-
l.¿rdoó.3 cn nllestr¿i Étxposjcjól-l gcneral y que
rnotivó l.tuestro co_
Resulta difícil a primera vista adivinar rnentario, cje lo anificioro qtic resulta d¡;tilrguir
cuál puecle scr la cliscre_ conceptualnrente
tización más adecuada de un continuo y el cálculo matriciar cie barr¡rs crer cárcrirc¡ poüienlentos
el elunrcnt,,, finito qLre finitos.
ntejor puede reprcsentarlo. Aquí juegan una papel
funcJanlental los iDón cle resicie l.r cr i fcrenc i.r [u ncra nier r tal?
investigtrdores, contrastar'rcro soluc¡ones R¡es, senciilar.nente,
cre c'ntirruos conoricr.s en que si la cJiscretizac;ó. cre ra estruclura puecre
dc nl¿¡nera cxacta con sorucioncs que se obti.ne' rcarizarse por ere-
con crearentos mLrflLos tipo l:l;rrr;r, l;is rc:l¿¡ciones entre ftJcrzas y
cJespl;rzanrientos
142 Los loríados reüculares

(l(- matc- A propósito de todo lo cxpuesto, E. Oñate, desptrés de afirmar


son cxactas y cónocidas por las teorías de la resistcncia
por que para el ingeniero de estructuras el método de los elementos
riales y elasticidad, mientras que si la discretización se rcaliza
otro tipo de elementos finitos lplaca, paralclepíperdo' finitos prrede ser consiclerado como una extrapolación del ¡néto-
cualqüier
do dc cálculo matricial cle banas, añacle también: "D¿de eI punto de
etc.), las relaciones constitutivas entre desplazantientos de los
vista praclíco del cákulct de estftrcluras, la uracteríslica más atradiva del
nod.rs y los desplazamientos en el interior de los elementos' así peligrosa, estnba en el he'
método de los ¿lenr¿ulos firritos. 4 4ui:¿is la mós
como las acciones de las cargas en los nodos' solanrente son m lécnico cuidadoso
cho de que¿s un nretodo aproriDr¿r¿lo. Err las manos de
aproximadas, al igual que sucede en las relaciones constitutivas para obtener ínforuación sobre el
,¿ u*puito es uu procrr¿lin¡ierrto Dru¡1 útil
eirtre fuezas y desplazamientos, dado que no se conocen las so- parA los que no exísIen soluciOnes
Y cs COmporkrmiento de ¿stnrcl¡rrcrs ronrpkrfas
luciones matemáticas exactas que definan dichas relaciolres. primer caracter aproximado le con'
No ohsliutt¿,
analíticasriisptrr¡itrlcs. str
preciso definir unas funciones especiales, propias de cada elemen- pruia'
si ¡to se posee Lmaexpenencia
posl[rle' fiere un cierlo ríesc1t't, i1 srt illiii:crciort
io q,r" relacionen dichos parámetros de la meior matlera
situaciones y cstrlrcttlras cu- tlebe electttttne cort pr¿c,l ti citirt" .

contrastándolas y calibrándolas en
y
yos esfuerzos defonnaciones sean conocidos'
No obstante. a ¡rcciida que los conocimientos prácticos ope-
Por consiguiente, la solución que puede aportar un arrálisis por rativos y la infomráric¿ sc cle,sanollen algo más, tendremos ocasiÓn
clemen[os finitos dc un corltínuo elástico' solarl]cnte prtcde ser cle tcner en ÍtLlestr¿.,s nlanos hcrranrientas de cálculo basadas en
aproximatJa, pero es la tneior forma conocida de acercarnos a de- los elentelrtos iirt:tt'¡s. oue minimicen los riesgos que apunta E'
terminados problcmas estructurales que no tendrían soluclón co- Oñate al máxlnlo, ', rl:red¿n ser nraneladas dc una forma difercn-
nocida, ni remotamente aproxímada, por cualqr-ricr o[ro te a la actual. rr.ucltü nrás sirrrple sencilla y segl¡ra'
procedimiento operativo. Pero si una estructur¿ admite u¡a dixre-
Aunque c¡;isltr'r crlteios v métodos para evaluar la fiabilidad
tización por barras de forma fiable, tai como pórticos empanilla-
de la solució:-i cic' ur cálcr-tio basado en el método de ios elemen-
dos, etc., la solución que proporciona el cálculo matricial conlo
método particular del. métodcl general de los elenrentos firritos. tos finitos, la bona¡cl dcl método clegido debe ponersc de mani-
pese a habcr-sido desarrollado anteriormcnts ¡l rni5rrrt). resulta fiesto nrecji¿j'r:,: ,it-r¿i rt:gla rnuy sirnplc: si ¿rl aunrentar la
dixretiz¿c:ór.r \ tror lan'.o. el núnrero de elenrentos finiros emplea-
mucho rrtás exacta y precisa que si se aplica la técnica cie los clc-
mentos finitos a la misma con sus funcioncs colrstitutivas aprori- dos en el cáic.: o, la so.ución nleiora con mayor precisión, estanlos
en el camino acetr¿rclo.
madas.

Ello sucede así porque no siempre cs fácil asegurar que 1as ngr¡ s¡¡vPtlfn.nt¡ qoYcdo
futrciones de desplazamicnto escogidas satisfagan las condicio-
ncs de continuidad de los desplazamientos entre elcnlentos ad-
yaccntes.
---t--'-

Por consiguiente, la condición de compatibiliclad pueclc no


(aunque e5 evidente
cumplirse en el contorno de los elementos
qu",l"ntro de cada elemento si se cumplirá' ¡ causa dc la unici-
que los
dad dc los desplazamientos implicados cn el hecho de ¡lotb t aLÍinroG lifibt
mismos estén representados por funciones contilluasl
etr los
Por otra parte, al concentrar las fuerzas equivalcntes
de equilibrio sólo se cum¡:lirán para el con-
noclos, las condiciones
ocunirá que tales corrdiciones
iunto del continuo. Normalmentc
no se cumplirán en zonas localizadas dcntro y en el contorno de
cada elemento.
de los elenrentos y
Será misión del ingeniero escoger la fonna
caso p¿rrticr'llar' de- Pe¡so€ctiYo dé b d'lormdo
de las funciones de desplazamiento para ca<Ja {m o clcoto}
lc¡ tnáxi- dct'p,¡rrtc
bicndo usar cle su ittgenio y habilidad para aproximarse
del Pero' icuí¡l cs la
rn" p"tiUü a [a soluéión ¡'rroblenra'
del mismo?"r".tu
solución exacta
plataforrna cle
No hace mucho se prodr.rlo el colapso de una
del Norte' debido a Lln error ell
extracción de petróleo en el mar
en la que fue discretizada para
la elección de üs elementos finitos
cortan- fini-
su cálculo, que no reproducían con precisión los esfuerzos Fig. ó.15. Discreriz¿c:ón tJe ur, piren:e por el método de los elementos
tes en una serie cle piezas fundatrlelltales para su estabilidad' tos ([. Onate).
Las forjados rtliularts 143

ó.4. Aspectos generales y locales del ó.5. Teorías elásticas generales de las
análisis de estructuras de edificación con placas ortótropas e isótropas
foriados reticulares
6.5.1. lntroducción
Sin dudas de tipo alguno, los estacjos tension¿les c¡uc tienen
lugar en las placas rcticularcs en las ¡:roximiclacJcs cle si,s pu.tos
Con la única jiltencjór) clc que no perclamos de vista que los
singulares: perforacioncs, pilares, esquinas y puntos cJoncJe se lorjados dc los¿¡s nracizas ,e'gencrar, y r's forjacros reticulares, cn
aplican cargas muy localizadas, a falta cle u.a solucirin analír ica particular, constitll),en unos exponentes muy claros clel CONcllp_
precisa, cl mejor modo tle cstimarlos es a travós ciel mitoclo cle los TO PLA(:A o LOSA ],: por ranto, de un medio físico continuo que
elernentos finitos. Sin embargo, micntras llcga el ftrtr-rro, seguinros nos vemos obligacios ¿¡ discretizar cn un conjunto dc piezas fini_
insistiendo una vez más en quc los prograntas nratriciales de ba- tas para su cálcr-¡lo, porque no conocemos la solución exacta al
rras proporcionan un grado dc aproxirnación a l¿s soluciones exac- ¡rroblcnra cle cjetcrniinar sus esfilerzos bajo la acción de unas car-
L¿rs, suficientemente buenas y parecicJas a las que pucdcn gas, no por ello clebernos olvidar que su análisis
¡lucde definirse
proporcionar los elemenlos finitos, a rjn coste práctico operalivo teciricamente de fornl.r precis;t a través de l¿¡s ccuaciones diferen-
mucho menor, dado el grado de clesanollo de los mismos aplica- ciales que rigcn su cornFx)ftanriento nlecánico y resistente.
dos a las cstnrctr¡r¿is de edificación y a las capacidarlr's o¡rerati-
vas de lc>s ordenadorcs actu¿iles. Es pt'rr lo cr-¡ai, quc r'tLles[ros Ct:nocer el planteanrielrtc.l anaiítico del problcma, aunque no
nrodel<-rs de cálculo de las cstrucLuras cie forjados retjculares sc icarnos capaccs cie rest:llver l¿is ecuaciones diferenciales quc lo n-
basan e¡r la actualidad en lo ya cxpuesto al conrienzo clel aparta- gerr, salvo en c¿]sos mu\,' sirnplcs y sencillos, constituye en sí mis-
do ó.3, pero sin lugar a dudas carnbiarán en cl futuro. buscando mo para los ingeniercls prácticos ctomo nosotros, un conocimiento
rnejorar la solución de los problemas. es¡'llóndiclo de la esericia cic los lnecanismos resistentcs y de equi-
librio qLre tiencrr lr-rg.rr en las placas t¡rre materializan los foriaclos
Lo anterior no es óbice quc, incluso para pocJer comprolrar los de nuestros eclif icios. t3.rio l;r óptica arrte¡ior y ¡lo otra. exponemos
esfuerzos globales en zonas amplias de l¿ estructura, searn()s par- l¡rs ccr.raciones difercnciales de las losas,
tidarios de discretizar los foriados reticulares en elenrerrtos fr.l.l-
camente groseros, conro pueden ser los ¡>órticos vir-tuales dc:
sustitución, única lorrna práctica conocida de aproxinrarros ma-
nualmente a los esfuerzos quc solicitan la estnlctur.l; y en base a
los misnros controlar, tal y como reiteraclamente !,cnint()s rrr¿lnifes-
tando y manifestaremos, los resultados que proporcionan los rné-
todos matriciales de cállculo, imposibles de control¿¡r de otra
mar)era

L¿ discretización de un [orjado reticular en L¡r] er.np;rr-illaclo de


baras puede fornlularse de forma exacta y proporciona resultaclos
espléndidos en la mayoría dc las zonas dcl for¡ado. aunqlle pun-
tualmente en zonas muy delicadas y concrel¿ts sea conve¡tierrle
realizar cálculos manuales simples que caigan por cl lacJo cle la sc-
guridad, con el obieto dc dotar a la estructura en todos slls pun-
tos dc urras arr¡raduras scguras y fácilnrcnte co¡rstruiblcs.

Resumiendo, pues, los esfuerzos básicos que afectan a ele-


Inentos que tienen una realidad y presencia física notable en las
placas reticulares, puederr ser calculados <le fonri¿r precisa c<;n los NOTA IMPORTANTE: \inguna csLructur¿ de edificacitin de l.rs quc
habitLr.'llrrt':r 'r{,'5r c(tts¡rLt,,'en rt:rsr.ll[a técnicamentc ¡:Crsible reproducir-
rnétodos de cálculo qlle se cncuentrarl al alcance cle cuillcli-ricr ¡:ro-
i.rcon LoLai er;i-r:,,il p.ira sr-r análists mccliarrte un progralna cJe orcle,
yectista de estructuras; sin embargo, los esfuerzos y estadrls ten-
n¡rlor, incltrso c.-rrr r)roqt"c'trnas clc la pol-encia opcrativa c¡ue ¡roseen los
sionalcs que pueden dcsarrollarse en los elltorrlos clc la infiniclacl progr;.rrnits conre¡c:¿,ec.l.'l tif)o CYPE o sin¡jl¿rrt:s. Por tanto, el inge-
de los ¡rrrntc'ls singularres quc poseen las placas tvé¿se la figirrar 6.t3, nieró estrLr< trir;rl terrclré ,¡ inelLttlitrlc: clbli{'¡ción cie an¿llizar ios restrl-
como dcmostración incuestiorrable), sólo pucclen er'¿rlu¿irse nre- t¿¡clcls qr"re proD()r( or"¡ cl análi:;is autou'r;itic() clc lcls prograrlas e
jntervelli¡ en aquÉt ;rs 7or.c'ts
diante un nlétodo de cálculo con cl de los elemcntos finitos v l¿: l,puntos dclic¡dos poniendo orden en
las arrnadur¡s lta,r!:l itcicÉrlás constntctiv,'ts, vienclo c¡uc se aiustan de
aportación de la expericncia del proyeclista.
ntancra razon¡lrie .r 5:tu¡tcioncs anter¡ores Sernejurrl.cs a las obtenid¡s
cle su ex¡reriencicr I)ro\ ecLanclc) v construyendo eslructuras sin que ha-
yan [('rriclo probleni;rs
Los f oriados reticulares

6.5.2. Ecuación dlferenclal de la losa ortótropa w(xry

. Empezaremos exponiendo las teorías que rigen la LOSA OR-


TÓTROPA, siguiendo la interpretación que de ellas hace l
l' Are-
Nlali$1' (1975) de Cusens y Pama' y las
nas dellibro-"Bridge Dech"

particufatidaOurp.t"elcasodelaslosasisótropas'auxiliándonos
de puentes
también del libro de A. F. samartín"'ülculo de estracturas
de hormisón" ( 1983).

Ptano rncdio det ctcmcnto


difclcnciol & Ptoco

ów Iis.ó17
'a x
0* . ,tq
w
O,
0x 0 x¿
En el punto gerrérico lx, )') la placa tiene un desplazamiento

y (v ) verticalw t\, ', r .. 'Jr¿s rol.¿ciones dadas por *,


0x-'Oo, $ AY
tO"ti-
l?w
t- . oty, dr\ : pendierte = t¿ngente = ángulo; cuando las deformaciones
** on\ \
vada
z(w av 0x0y /
)
i .g-, oxoy')
\or son pequeii;ls: i'i'¡:óie-<:s de Kirshoff).

Fig. ó.16. Rotaciones del elemento difercncial de plac.r td,, d,.t represettlad<l
por su superficie media. Los ciesplaranr jetr:os '.r ¡'r' scgún x c y vendrátr dados según
lo anterior o¡--::

. Tomando como referencia los eies cartesianos de la fig"rra, lla-


mamos (u, v, w) a las funciones que dan los dcsplazamientos que ó¡' aw

tienen lugar en cada punto del plano medio de la placa segun di- 0x Dy
chos eies. L¿s flechas, las deformacioncs vcrticalcs clc la ¡rlaca vie-
. Por consig'.r:enle. las deformaciones unitarias presentes en la
nen recogidas por la función W (x, yl.
¡rlac;'i err frrrrcjón de los dcsplaz-amientos o corrimientos en un
. las teorías clásicas de la elasticidad nos proporcionan las punto genérico (x, !') a lo largo de su espesor vertical pueden ex-
relacionés conocidas por todos entre las Lensiones \,defonnacio- pre5(rrse pQr:
fl€s:
..'' =i!=-r.o'Y
cJx Dx¿
F.t\
o* =l-l.(ex +v.ey)
^-j -Dv-
(., = - . E2w
- --..
-Dy -ay2
Et\ '(u 'ex +
ot = ev
)
l- l ,' Módulo de elastcici¡d
v: Coeficiente cle Pc:irson
-.
¡\,; -áu,av-.,,
- ¿y , dx - --
D2w
r)x.r)y
f*y = G'T*y G: Móclulo de elastiqiclacl trarr:vcrrs;ri

.
L¿ relación entre las deformaciones y los clcsplazarnierrtos ' Y por tanto las tettsiorles en el punto de la placa considera-
también son las clásicas de las tcorías de la el¿sticidad: oo s€ráñ:

t'=tau' =;;
av T*v = au+.1*
'
€'y
aV
av o-=-ó[#.'#)
. Los desplazamientos horizontales dc los pLtntos cle Ia placa E'z I a2* a2w \
pueden expresarse en función de la pendiente de la deft¡rtnada cle "u=-('+;l.V.".lJ,l
su plano medio (giro por brazo) cn las direcciones x c y, sill lrás
_,)
que observar el dibulo de la figura Ó' I 7 '
t
d'w siendo c=21h
^y--)(,,a.- dx .4,
L¡s lorirr¿1os rr'lir r/¡iri's

. kr integración de las te|lsioncs existentcs en c:¿¡da c¡ir¿r clel cL-_


mcnto difercncial de placa conduce ¿r Ia obtencicin cle los esfucrzos D'i =G l r( - j::.::; rlr' i.)fStOn .rnit.rri.l. uIif<-rrnle tL rlr. S.llrrL_
dc flexión y torsión corlo efectos resl¡ltar.rtes cle las rrlisnt¿is. . _: i : r. . lT.etct¿r rtllL¿tn.¡ tlr: trlr5icirr 0r, la c¿r¿ .\r

t).,, - G.t i [",,rr ;r Lir,it¡ri;J cie torsitin en l.¡ r.rra Al,

Para retrtrescrrt¿rr rrcjor l.r ¡rlaca, al nrargcn de las rigicleccs an_


teriorcs cle 1.rs rlue h¿lblarer'os ale-o rnás cn el apartacl<-l (r.5.4, es
neccsariÓ introclucir i-rn;is rigicleces cruzaclas de acoplamiento D¡
y Dr, q'e scilo tient'rr serrrido cn la losa comrin clel foriacl. (poclría
scr, por c:ierrr¡rlo trr iar c,r¡lir cle cotrtpresión), puesLo qlre sólo
en
este elen(:r¡rro cstrlictur¿r existt-- acoplanliento tensional en las clos
clirccciclncs cle l.r p ;rca.

Dl -\'.Dv D2 =V.D*
'f. firnció. cirr (:liclr¿ls rigicleccs, los
csfuerzos resultantes de
la integració:r rle las te.:iones en las caras clel elE:mento cliferen-
ci¿rl clc ¡)liicir r,ir:nc:r'r torrnulados ¡ror:

q _ l.^ .-+D,.
ow rl

Fip ó
¡.rlaca.
18
'I'ensioncs
¿rctr:an(lo cn las car.ls de un et(:,lt:ü:..-:r dtfe:eri(ial cle
\t
dx #j
( d-w
.--+u-,.
. En el caso de losas lrornogóneas e isótrop;is dc cspesor H,
\1 - -l l)
t dy- #)
tal corno podenios aceptar qr.re sucedc cn las losas rl¡:ciz¿is, l¿r jn-
,. Drw
Legr;.rción clc las tensiolres concluce a lats siguierrlÉs ex¡>resiorrcs, " "\ dx .dy
-,1
\l
d5t* -F)
. = *t).." _t' .Dv
Y
v*=Jo. zctz= '' Dx

Ex¡tresioncs cLr,,'o senticlo físico es: Mollrento (flector o torsor)


, EH
j
I c,:.,, cl .i rgual al proclllcto de ngiclez tde flexión o torsión) por curvatura (de
Nly=Jou.z flcxión
\ /\I i,)r- c)',-
r2.ll-vr'l c¡ torsiórr r

El efecLo i)otsit:Il rvt sjcnific¿r cluc la existencia rJe cLlrvatura

Mxv=Jr,r,z , - i):W
CH? positiva scgLr'r r\ I ,] t-.: \
;rr rnrcnt.r el llector M^, y rccÍproc.irncnte.
ó áx .,lv L.-
\ '.
l,
|

.,1
I (l+r,) 1

. cl l')
rv'tvx =
J -r\* z.dz-+_ \1ir I -=
]trlvxl
AV
6 dv rlx
I Flv
rv/ I
. Cu¡rnclo la placa no es rnaciza y las
o:[,!,7
seccit)rres longitLrcJiniJles
y lra.svcrsales se¿rn difererrtes y de otro Lipo I ir lfr,l
tpor.i:jern¡r1.. en (.J )
c¿iso de plac;rs nervadas), la dcterrrjnación cJe arlFs. -É f¡,n,*?!lrr'
iris riiliclec e.:s cle
f lexitin y torsión rro
rcsulta rrn¿r tarc.¿t fácil v l.rrecrs.¡
T á* $--,^;'.
l"n?# -r.)
r j
H
D,:[.r* =EJbrzr I . Q¿ r\t:tlL'¿ Cte ljext(]f . . .:_::. ; - rr. i _ .i;i L:L: ¿
I {vr+
clirccciórr -xt
Ax
I,: Inrlfciir utlit¿rj; r_;e i ¿r .r,r alr .:l a;1.:r .\)i (hrx+qÉrY) **tt)
D" =ll i' =EJbtz)'¿2'(l/ (Rigidez dc flexión r::.¡. : -'
I@
¡-1;1-'L.lL-¡ i-iÉ .l
clirección -y)
lx: lnerc¡á r.üljt¿|a rj.. i fr¡ l' ¡i, fS',,_::-: r -. , -l-,.; --:..:-ld ilr.! ac:tjrrn f" ¡< i...:- dt.
É .' ii. - (:¡far .\t' .-
i¡. , - .: ,t.-L : ti _::
*1, ''¡pr r, , ¡l -;
:-r'..:-rt t: eJ cc:; .l-...t i;.- .: --.:l-r
Los lotiadus rel¡culares

. La ecuación difercncial que rige el compoftamienlo rrtecáni- L-a segunda !'tercera ccuación son la gerreralización del prin-

co de la placa sc deduce de plantear cl equilibrio de los esfrrcrzos cipio que cn piczas hne¿rles expresamos como: El cortante O* es
que actúan en un elemento diferencial de la misma. igual a [a dcrivada ciel nlomento flector M*.
¡\r
Exislen tres condiciones dc equilibrio a satisfacer: obsen'allos ---.-
d.
. Equilibrio de fuerzas verticales actuantes Este térnlino no es "1cluí otra cosa que la pafte del cortante lon-
. Equilibrio dc momentos según ox gitudinal lO'1, eqr-lilibrado o transmitido a través de los suplemen-
. Equilibrio de momcntos segrn oY tos cie cor[at'ltc engendrados por los torsores, [o que solemos
ilanrar "re¿tcciones clc Kirchotf'- Es t'anto conlo cntender que adc-
Expresando dichas condiciones, considcrando cl signo ¡:osi- más ciel nrecarrjsmo cle tr¿nsntisión de carga vertical qtle, a través
tivo pára el eie oz hacia abalo y despreciando intinitésirnos de .r- vigas' en las
clel conante O.* 1'' el lltonrento \{r, se desanolla en las
den superior, resultan las ecuaciones: placas tenemos el nrismo necanismo en anrbas direcciottes (x, y),

:luc\o consistente en la transmisión de carga


nrás ur't mecanisillo
vertical a trd\ és dt l¿ ariación de los torsores'
',

o,)] o,. .Operartcjoen.iasecuacionescleequilibrioplanteadasselle.


[-o..[o-** ga a ta ecuaclórl ciiferenciai. En efc<to' O* y O!'pueden
poncrse en
a su vez'
ii¡nciOn de ia-c cicrir¿¡cJas clc N'lr. My' l"'11¡ ! M¡qy
éstas'
.[-o,.[o,.? o, o- +p(x,v) cr' d, -g cn funclón de las clerivádas'parciales de la ecuación
)] "*prar.rra
W,^, u, oru erpíesa Ia cjefomrada cle la
placa con [o cual se llcga ar

tH' *(n -n,, *o, +o,)


o,.l'0, * -{}=*o, #=p(x,})
["* -*,
- o. 9_jj
áxt

= t)rr + + + D2 la expresiÓrl anterlor se


*[*, -*, -* o,l o,. +o, d,. d,'=o y [amando: 2K
cortvicfte en:
D'"a D1

D'u ry-*D, {+=p(x,!t


-D,.---,+lK-,-,
' Dr- ",,dx- cly' , ÜY
tll
* r,,rr, *$'arl o, * \/r
[-"r-
Ecuaciórr clifert:ncial general c1e la placa ortótropa' donde recor-
.[*- -*'a- -r,n"]'a, -Q,'d*'dr =o
clamos qtte el setrticlo fírico de las
rigideces es'
de placa lorr-
D.: Rigiclcz a flexlón (E' lx) de una rebanada
gttuclinal de I ni cle anctro'

que simPlificando conducen a: D : Rigiciez a flcxiÓn de una rebanada de placa transver-


sal dc I m cle ancho'

9*-p-*p(x,y)=
dx dt
o lDr , DLI: Ri$cleces cie flexiÓn de acoplamiento'
debidas al

cfecto Poisson, sicndo D1 = vDy y D2 = vD* y v: mó-


DYr dulo <le Poisson {0,20)'
*dY-r -o., =o
dydx' (D,.,, D.¡): Rigideces de torsión de Saint Venant corres-
EY* ponclientes auna rebanada de I m de ancho en sentido
*-a!r" -6" =s
dx dY longtudinal y lransversal rcspectivamentc'

Para captar plc'ttatttente el sentido físico de la ecuación diferen-


Para no perder el sentido físico de lo que se exponc, ohserva-
cial I ll rccorderretnos clLle cn el caso de una viga recta sometida a
mos que la primera de estas ecuaciones es la generalización a la Llnri c¿rrgir ¡r{xt, la resistencia de materiales nos proporcionaba la
estructural bidimensional del principio que en ¡riezas linealcs ex- ectlac:icirr:
presarllos como: Lá derivada del esfuerzo cortante es ip,ual en va-
lor absoluto a la carga aplicada cn cada punto p(x), ..,4$=o,*,

I
Los [oriados reticul¿rr¿s

Es innlediato plantear la identidad conccptual existetrte c¡ttre E'H3


la rigiclcz (E ' l) dc lat viga y la rigidcz de flexiórr de lii ¡rlacar
(D") D =[-) =lr=
t2.(t - v2 )

Así, podcmos estatllcccr que: L),, = Dy r

D.9+ ^ -n -vD
ttl - Lt1 -
dx*
i'ti' - áa w |aw t) lx'Y)
representa la parte de carga p (x,y) transmitida en sentido
OX dr- ax2 'AY2 aY2 D
mecliatrte r¡n ttlccanisrtlo resisterrte de llexión {\'1*l

r)''w 6,5,4. Análisis y discusión sobre las rigideces de


DvT¿ las placas
(ry

represcnta la parte dc c;rrga p (x,yl transnriLicl¿r etr scnticlo OY 6.5.4.1. Rigideces en la placas isótropas
mediante un mecanismo resistente de flexiÓn (\'1\ l.
En las ¡rlaciis nl"lcizas las rigicleces dc flexión en sentido lon-
\4 cvalúa¡ para Ll¡.r anchur¿1 unidad cle lclsa
gitLrcJin;rl \, trqlnsversal sc
zr=1.1 , .(2rc = n*, + L)y^ + D, + D1
) y vic-nen cJi;tl;rs por:
Üx"dy'

representa Ia parte de carga p lx.y) transrtliticla descle tt¡ c--le- E.H:.J


D:Dx -Dy
mento cle la placa ell cuestión lracia lc¡s elc't'trcntos qr-re la ro- r z (r-v'z)
dean, nrerced a los mecanismos rcsistcntes de la nlisllla por
ser un clcmento bidimensional.
. L;rs rigicieces de accl¡rl;rrrrierrto, de igual mancra

Drv 'l--il-T
áaw Daw
' dx'(r' V Dvx .r
v.E.Hj
dx'c)y'
-¿ l)¡ = l¡, -
es la parte de carga vertical que se repárle entre los elemcn-
r2.(r-v2)
tos dc la pl;rca debido a la variación de los monrcntos torso-
res que ticncn lugar en la nlistrla.

-
ll .-
Daw r, -ll .
Daw
J
- | -
.tx'(ry'
l- f -z ^ )- )
(tx'(tY'

rc.l)resenta la parte dc carga vertical transnriricj;r ¡rc>r flexión en


arnbos sentidos (Mx, My) gracias ¿¡l efecto poisson aplic¿lclo a
l¿r curvatura clue se ¡rlan[ea en los sentidos contranos.

6.r.3. Ecuación diferencial de la placa maciza


isótropa y homogénea
Fig. ó.20. Lr.rra mat:iza

Si renunciamos a considerar la placa clc un forjarJo


reticular . Vcantc:s las rigiciec:es cle torsión
como placa nervada y la consideramos a efectos cie cálculo de Saint VenanL: D¡y, Dyx
conro
si fuese mac¡za, cosa que realrnente podría hacersr.
¿r efcctos cie
cálculo cumpliendo los requisitos exigidos en el EC_2, cor.r)o ya
se
2*r r ^'
ha dicho al hablar de la capa cic comfiresión en ]os rnisnros; +-
y tr;r_ L4{41 .+-..:=-=:-
tamos la placa como homogénea e isótropa, l¿ ecuación cjiferen_
cial que expresaría su mccarrismo resis\entc vencjrí¿t clacla por: z X- 1-^- _.*.----_-+-
_x_ -_ __ _ L-_:tI._._ h
Flg. (r.21 . F.;to *scluenrjlrc6 cJe tensiones [ange¡ciales clc torsió.
148 Los Íoriados retiulares

Observando el fluio de tensiones tangenciales dc la Fig. ó.21 6.5.4.2. Rigideces en las placas ortótropas
y consultando cualquier manual dedicado al estudio de la torsiÓn
en secciones de paredes delgadas, se deduce que las tcnsicl¡tes
. Rigideces de flexión en los foriados nervados
tangenciales horizontales por sÍ solas resisten la mitad del torsor
Veamos ahora las rigitleces en la placa ortótropa, cmpezando
aplicado a la sección, viniendo la otra mitad resistido por l¿rs [el]-
por las dc flexiórr,
,ion"r verticales de los bordes de la placa. (Vóase el libr. cle Ti-
placas de
moshenko y Godier Teoría de Ia elastícidadl' Err pnmer lugar debemos tener presente quc en las
rectan- hormigón, tal y como sucedc en los foriados reticulares' la orto-
De modo práctico, cuando el ancho B de una sección tropía viene clada por la forma y no por el matcrial' es decir'
gular es muy iuperior al canto H, la inercia de torsión l¡ del con-

iunto de la misma viene dado Por: Ex =En =E


r, = .e.n3
f Vx =Vy =V
fluio c1e tcrr-
Si consideramos una parte de la sección donde el C,,, =Gr* =G
asignar a una
siones no se ciena, al inercia torsional que debremos
que
iruni" au ancho uniclad debe ser la mitad de la rigidez total de las placas
Suele ser habitual err el cálculo de las rigideces
asignaríamos si el fluio se ccrase. las nristrtas de fomra simplista ntediante unas
ortótropas calcttlar
quc aplicaclas a las placas de tipo reticular'
En el caso que nos ocupa, para una frania unidad: sencillas expresiones
vendrían cladus ¡'ror:

r,*=l(l '*.)={
y por tanto:
o" =D, =T
. G.H3 E H3 E'HJ
D*y=u'lt*= -ó =2.1r+v¡'o --12 (l+vl
Jt'b-rt
Dy* = Dry =,*1,{;¡ = (l-v)' D

Fie. ó.22
E.H3
D=
ri(r-") tenido en cuen-
Sin emtr;rr¡1o, en dichas expresiones no se ha
de Poisson que se ma-
ta ¡)ara rlada la influencia del cocficiente
que puentea entre los nervios del
valt-'' pucs rrif¡esta cn la zorta de la losa
El coeficiente <ie torsión en las placas nracizas ptlntos cioncie se cruzan los nervios'
foriaclo y err los

2K =Dt +D2 +D*, *DY* =vDv


+vD' +

+ D*, * Dyx = 2v'D+ 2'll -v)'D = 2D

Y el parámetro de torsión'

un indic¿tt¡vo de la capacida<l
Cl=- _4- _ :l NOTA: El I).iráIrctro cr en l¿s placas t:s
D* 'Dy qti *'"l titT,t-o-d^"]:,::itl::es
ii-*. iti *i*ra,, de repartir cargas que su rigidez a torslon
llna placa curr (r -- 0 rtos está diciendo
repartir esfuerzcls movilizando
nula; y, por'.anio. clue srr capacidad cle
cie rrrecanistrto es igralmente nula -
"tiu,ipo
Una pior.a celr s : I nos esiá indicanclo un func ionamiento de em¡ra-
y como hentos visto'
iiti.rcin ,"nl*i*.rle a l(:) losa nraciza isótropa' tal
n<) resul¡¡ habitual ni frccuetlte' pcro en el mundo de
t ,i ia c"lificación
tablcrtls dc tipo celular muy rígidos a tt¡rsión con
t-n, ftn,nrus rxistctr
parílnretros g. Í]]c1\ofcs que la unidad

l
I-os forlados r¡titular¿s

A. Samartín, Parna y Cusens y otros autores propor)en c¡ue cli_ - El v¡lor clel rnódulocjer pojsson v no afecta prácticamen_
chas rigideces podrÍan meiorarse en aras de una ma1,or precisicin
te los result.cclos obtcnidos en los forjados reticul¿res
¿r
teórica, mediante unas expresiones que se¿lt suma de l.: irrercia cle lconlo er¿ de cs¡rerirr) y las diferencias en los resultaclos
los nervios nlás la inercia de la capa dc cornpresión clel forjaclo. que se obti(tnen cle calcularlos con v : 0 y v : 0,2 no
su¡rcran el 2'1r,.
D^ tforiadot
D, =D, (nervio)+
{l-v'l . Torsión
longitudinal y transversal (Idénticas en los for-
Una fornla serrcilla de haccrlo puede ser la propuesta ¡ror
iados reticulares convencionales)
l. l. Arenas, que consiste en calcular la inercia dei nervio y la parlc
eficaz del forjado (de las ¿.rlas) quc interviene solid¿rrj;rnrentc con Basándonos en l:r arralogra dc la membrana, desc:omponen'los
los ¡nismos por un lado y el resto por otro lado. l¡r inerciatorsional en sLlrlla de las correspondientes al alma y a la
losar supt:rior.
- tr I
D, = Dy = 'l It,',,ri,, + alas efic.rcesr . 'c-b=l.cj
, ,,i1'r,l
et

Existen forrnulaciones nlucho más corrrplejas, conlo las c1c


Kennedy y Bali (1979) quc pretenden tener presentc incluso l;ls
arnladuras de la placa, aunque en principio sean cksconocidas.
N() obst.lnte, sc comprencic ¡>crfectar.nq:'!c que l..t dc,tcrmilr"i(:iórl
de las rigirJeces dc flexión de tr. forjacjo reticul;:r no rcsulta una
tarea fácilmente rcsoluble debido a la presencia cJe los ábac:os y a
?l
I T
h
la presencial indiscriminada de vigas planas erl-rcbiclas e¡r los mis-
rnos, qre hace inviable una materialización unitari¿r cle );rs rigicle- ---f
t
ces de flexión y torsión, tal como sucecle cn otras tipologias nrás
simples de placas. *-L+
FiEi. ó. 2-t. L)est:r'rrrl f,roric jón c.le l.¡ sccción para cl cálculo a¡rroximado de su
Lo anterior y cl ltroblema de la redistr¡bución de csfuerzos quc inerci¡ ltrrsic)n,:l
ticne lugar en las placas rcticulares apoyadas sobre pilarres ncrs ha
obligado a adoptar, como veremos después, unos criterios cle pa-
En la figLrra 6,23 se retr)rescnta esquemáticamente el flujo de
rametrización uniforme de los forjados reticulares cor¡o si fucsen
tensiones tangenciaic.s ¡:roducid;rs por lir Lc.lrsión cn un elemento
los¿s macizas, pero afcctando sus rigideces por ur..l faclor reclr-rc-
rcprcsettL¿iLlvo dc ia ¡tlaca.
tor que hemos estimado cn 0,5, a efectos de calcular los esfuer-
zos que tengan lugar en los mismos, como única forma de ol'ltener Debe tenerse [)rcsc]ntc que, si bien en cl alnla se procJuce un
unas arnraduras prácLicas y constructivas en los misnros, obvian- circuit.o ccrrado cie terrsiones tangenciales, en la losa superior
do aspectos antes rnencionados, cuya irnportancia es nruc:ho rr¡ás ¿tparecen las horizorttales, Flero no las vefticales de los bordcs que
teórica quc real. colal'¡oralr tainlc) conro óstas a resisLir el esfricrzo torsor, Ldl como
se vio t--rr l¿s los¿rs rn¿rcizas.
Esto ya lo puso de manifiesto la tesis docroral cie.irl. A. Gil, "Asi-
milación de placas a emparrillados. Establecimiento de melodollqiLl. crít¡&t Lr torsion¿¡l para
irrerci¿r rJl't ncrvio lip<,r de la placa reticular
de Normas y recomendaciones de diseñ0" (Univ. de Sevilla, lgSg). Del vcndría, pues, dada ¡tor:
análisis realizado por Gil sobre una serie de placas nracizas y re-
ticulares pueclen sacarse las sigrrientes concluslones,
Irn = j I *.t+f3.h.b3 (h>br
- En las placas macizas considerarv = 0,2 en vez cle v :
0 produce un ligero aumento cle los nronlentos negativos dondc [3, segr'i' Tlnrc;sirenkrt, cs un cclcficientc adimensional que
sobre los pilares (bandas dc soportcs) en cletri¡nento cle de¡rencle dc la relacicin lr,,'b.
los negativos de los vanos (bancj.¡s centralesl en torno a
un 7 o/o, mienl.ras que los momcntos positivos tiendcn li_ hlb ll 2 2.5 3 4
gcramente a uniformizarse.
p 0 I4l 0.t9ó 0.229 0,249 0,2(t'3 0.281
- Si la distribución de morlentos cJc flexión ¡rositiva p:rra
v : 0 entre la bancl¿r dc soportes y la t>anda centr¿¡l cs cle
un 62 "/" y un 38 o/o, la que sc otltiene o¡leranclo con
v = 0,2 esdel 58 o/oy 42 Zo, respectivantente, c.:rr hrs pla_
cas macizas. Tabla 6. I
Los lorjados reticulares

Én efecto, la losa ortótropa corrcsponde a un modelo


matemát¡-
Estimar un P = 0,25 para los foriados reticulares
ordinarios
construida
co que ideal v teóricamente podría representar la losa
puede ser un criterio razonable' Dx' Dv' Dxv'
con un materi¿l ortótropo, definido por las constantes
pueden cal- Dy*, Dr Y D:
En el caso qtte nos ocupa, las rigicleces de torsión
cularse simplificadamente Por: reales como con-
La ortotropia aparece en las construccioncs
secuencia cle las ciistintas formas que adoptan las secciones
G.ltn h tr] transversales y longrtudinales.
D*r=Dyx= e =c.[j...c3+F
c Lo J
Por ellcl, los valores de los coeficientes de Poisson definidos
Esta simple adición de rigideces no tiene en cuenta en abso-
con]o:
luto el efecto Poisson, salvo a través del factor C'

En cuanto a las rigideces de acoplamiento entre ambas direc-


"'=31 Y u'=3i
:
ciones de la placa (Dt Dz) pueden tenerse presentes mediante
una formulación simplificada dada por l. I. Arcnas: no deben ser interpretados en su senüdo estricto'

D, =Dr =-u'E
l2'{l -v'l
+ El coeficiente cle torsión para las losas ortótropas aplicado al
caso quc nos ocllpa. vcncjría dado en su expresión simplificada
y

los nervios sencilla Por:


despreciando el cfecto Poisson del cruzanriento de
pr"rto que lo hacen en puntos aislados; y solamerrtc lo tcnerlros
en .ueniu en la capa de compresión, puesto que es esle elemen- 2K=Dl*D:+D .',, * D.'., = 2v'D. + 2D*, =
continuo en toda la placa
to el que es realmente
E I., lc . .'+D rr u]]
= 2\''
O bien, siguiendo el planteamiento general de Parna y Cusens: [¿t

Dt = V'Dx (+ De - v'Dl,
y el parámctro de torsión a teórico:
Dt =Dz

Las rigideces torsionales anter¡orcs no sorl todo l<¡ exactas


que cabría esperar de las mismas representando el corrr¡:ortamien-
to real de las placas ortótropas, puesto que conl() dice A' Sam¡:r-
un ¡rroblema de
tin, la parametrización de las mismas constituye
difícil solución. v E r¡ * r,1,1¡, [: " .'lP o']=
1
en la práctica es la rc-
La formulación habitualmente adoptada Elc
de Rowe ( l9ó2)'
cogida por nosotros, y responde a los criterios
(19E3)' ingenieros que
Ma-nterola(lg77l,tuenas (1981)y Samartín
9551' r'.(t+v) ' .'.3 +P'h'b3
l,;+i't
proyectan y construyen, aunque otros autores' Cicncke {I
=-lü
y Bali (1979)' plan-
fackson (19ó8), Pama y Cusens llg72l' Kennedy
trascenclencia en
tarn fotrnutrciones más compleias con escasa
los resultados finales, como ya se ha dicho anteriornlcnle'
pueclc v'ari.rr c'n lor; forjados reticulares en tomo a 0'8 ó 0'9' se-
Conviencnoperderdevist'alaespléndidaexplicaciónfísica gún se tenga en cuenta v o no'
que sobre el comportamiento de las placas ortótropas exponc
A. Samartín.

A. Samartín nos clice que, en realidad, v I Y vz (en cl caso dc No obstantc. la realid;¡d construcliva y la existencia de fisura-
los foriados que nos ocupa, v vl : :
v2l no sc¡n vercladeros co- ciones incontrolacl¿rs en las placas obliga a ser más prudenle en
eficientes de Poisson del material y se debcn considerar como co- su valoraciórr y, sig'uienclo la tónica gcneral recomendada, suele
eficientes que representan la influencia de la tcnsión longitudinal redr.¡cirse cortservadoramcnte de forma considerable.
(o transversal) en la deformación transversal {o longitudinal), de-
bido a la ortotropía de la construcción dcltablero, no del material.
Ldi /(¡rlrtúloJ rcltailft¿rcs

6''''' Ecuación elástica general de las placas resueltas por un empanillado


continuo

El planteamicnto teórico expuesto para lii resoirr<.jón clc.l p.cl,.ci, = [),.cl..d.,.+p, d*,ci,
blema resistcnte de las placas en los puntos ¿nteriorcrs esta[:¡r
lrro_ csclecir, p:px+py
b¿i-
sado cn plantear el ec¡uilibrio gcneral cie i-in clenrt_-.t. clitcre.cial
Est¿s c¿rrgas en ¡rrirrci¡tio no son igtrales, ya que la carga
de la misnlas cle tamaño (dx dvl, expresado a tral,és cle total
una ecua_ se repafte entre las vigas de tal fonna que procluzca idénticas fle_
ción diferencial que, teóncanieirte poclna ser resuelra encortran-
chas cn l¿rs rnisnlas.
cl<¡ la función W : W (x, y) que represer.rte su dclor¡¡r¿¡cla tlaio la
acción de unas cargas, tras imponer las condiciones rJe apoyo en Tom¿rndo el paralclcpípeclo elemental del cruzamiento de las
SUS Contornos. Conocida la función W = \\'rx, \i) \¡ a través de las vigas v planteando su equilibrio vertical sc'riene:
ecuaciones constitutivas, cleriv¡nclo succ:sir ¿;nente era posittle
obtener lars lcyes cie esfuerzos (flectorcs, torsores, cortan[es) y
después los estadcls tcnsiones norr¡rales .v tangenciáles (o, r) en
¡-,.cl., ct -o.,ct, -ey.d*.[o-.%? a-)a,*
cacla purrto {x, y) de la placa Fig. ó l8).
f

Otra fomra de atrordar el problenra rlec¿injco v resistentc cle l¿rs .[o . i'] o, =n
plat:as consiste en suponerlas constitllidas por un corrlunlo
c1c
)u,
vigas elcmentalcs que sc cruzan forrnarrclo un entparriliado conti_
nuo. Simplific¿nclo, resulta,

Veamos la obtención dc la ecuación cjiferenci.ll qr_re rige el pro_ ¿O_ rJO,,


blema. -n- - ^ + dy
' c)x -'
corL el significado ya expuesto, de que la carga se
traslacia en las dos direcciones, a ctiferencia de las
vigrLs simples, donde las cargas viajan unidirecclo_
nai¡lentc.
X
^_do
u- cJ"
¿*¿s ----r siendo Q el cortante.
K
Veatlos la ecr¡ación diferencial clel emparriJla-
clo de vigtrs continuo, panienclo de que la deforma-
d¡ dc la placa viene dada por W{x, y),
?r', consicler¿rnclo, por siniplificar, qLle el módulo cie
Poisson sea nulo.
tr*? tr*+ ?rY a^ Las expresiolres de las deformaciones unita-
ri;is, siguiendo la ley de Hooke son:

o"+ %9 e'
o" Ov o+
Fig 6.24. Mecanismo resistente y eqLriiibrio en l's en¡r¡a¡rillaclos conti¡ruos
= -' -v'-j
t,..L-L"E ; v =0 =+s" =

ov o- o,,t
lmaginemos, pues, un emparrillado cie vigas infinitamente .LL-]yE j;
€.=_'-V. V=0+€,.=
próximas que forman una placa sonret¡cia ¿¡ una carga
ft kN,,,m:. 2xv
Su forma de trabalo será la de un conjunto cltt r,,igas que tra_
bajan, unas en la dirección OX y otras en la clirc.cción
Oy aon
unos anchos diferencialcs d, y dy por tanto:
('" = E €' o, = E.€y
, l-as cargas p ' d, ' dy que actúran e¡ la zolla clel cruzal¡iento cle
tas vtgas se repartirán
Try = G Yxy
entre cllas de forma que,
t52 l.os forjados rcliulares

lntegrando las tensionés a lo largo de la sccciórr de las vigas, y la ecuación final:


sc oblienen los momentos flectores resultantes t¡nitarios:
*H2 *H,
.l'1w óaw _ l2p(x,y)
*H2
M* = J 6^.2'<1, M, = J 6,.2..d, Mr,= J r,, z cl, a*n-ar^--:F{,
_n, -H2 -,', que, conro puedc obscrvarse, irtcluso en su forma simplificada la
ecuación no tiene una solución fácil y sólo puede ser resuelta por
Aceptando que las rigideces a flexión y torsión unitarias sorr
series o por diferencias finitas,
E ' ly G ' 11 , y teniendo presente que las defornraciottes a la dis-
tancia z delplano medio de la placa, segun la hipótesis de Kirchoff,
se expresan por las relaciones:

-1
^ d-w 6.5.6. Conclusión al cálculo de las placas
"^
=-,.l1Y ",
=-,.l;Y "lxy=-t7'atdv
basada en las ecuaciones diferenciales que rigen
su comportamiento mecánico
Podemos calCular laS expreSiones de los molnel'ltos urlitarioS a
través dc dichas deformaciones por la fórmula:
Retomancio lar refle'xiones iniciales expuestas en este aparta-
?-2Y do y tras exponer las ccu¿ciones diferenciales que rigen el com-
tt't* = -E't poitamiento cle l¿s losas lsótropas, ortótropas y el emparrillado
3f' contilruo. así como sus oarámetros elastomecánicos; no resulta
M, =-E
' t 1'Y difícil de irrtulr '¡' adi.' inar que las soluciones tcóricas que existen
dy' para las rnisriras resultan inrposibles de aplicar, cuando dichas pla-
_IJi5, cas forman pane clcl esqueleto de un edifico sostenidas por pila-
M"u = -2c v- llen¿s de huecos irregulares imposibles de materializar
', res
matemáticamenlc
Planteando la ecuación de equilibrio de momentos en el para-
lelepípedo de cruzamiento, se obtiene finalmente I¿ ecuación: Solamente en (:asos ntuy sencillos de placas apoyadas simple-
mcrltc o'r sug bordes, es ¡>osiblc ab¡ordar la resolución de las e<ua-
I ¿v ¡t
¿.r.0oY+zc.l.. Do* *r't d4ry cio¡res diferenciales obtenidas para estados de carga elerrtentales,
-.'' '" ' -p{x,vl
con ex¡rresiones "tnlrÓnicas de cierta compleiidad que renuttcia-
ar* a*o.aya ¿yn
mos a escribir. porqLle éstos no son los casos que se tlos presen-
que en el caso que fuese una losa rnaciza: tan en nuestrcl c¡ueitaccr estrucl-ural cotidiano.

Sin embargo, arralizando el origen y las expresiones de las


,_H3
r- l2 ,'t-- l.H3 mencionacl¡s ecLtacictnes, cs posible comprendcr el mecanismo
2 3
resistcnte que sc desarrolla en el intcrior de las placas y cómo se
L¡ ecuación se simplifica: plantea el cquilibrio clt-'esfuerzos y defornraciones en las ntisnras'
Eaw . 4G rJaw . daw-12Ptx'Yl La aproxintaciótt quc hemos realizado al estudio de las placas,
a/*e'a*''ar'*aro- E;r baio un ¡:unlt: cie vist¿r teóricamente exacto, ya pone de manifiesto
y al ser: la imposibilidad cle acercamos a la verdad de sus esfuezos, simple-
^E nlentc anali¿trncJo la problemática que plantea la determinación de
" - z.(t+v) sus rigideces yl toclo cllo, sirr hacer intervenir adcmás, las compleii-
cladcs que poclrlrrr dcrivarse de tencr que hacer intervenir en las
y haber supuesto V : 0, todavía se simplifica más la ecuirción y
mismas un m¿rleri¡¡l tan inrperfecto teóricamente coÍ1o es el hormi-
pas a:
gón annado
daw+ ^t,
''
daw
_ +' Oaw l2p(x,y)
dxa ax2.N2
= 'ü4 E.Hl l-o expuesto dcmuestra y ir.rstifica <¡ue la filosofía ciel análisis
eslructural ltal'¿ ¡.t' ,,o que scguir ol.ros derrotcros basados cn
Y si hubiésemos prescindido de la rigidez a torsi(rn cr = 0. la métodos aproximados nutriéricos, en principio incxactos, pero
ccuación de equilibrio del emparrillado hubiese siclo: cuyos rcsr.tltaclos operntivos resultarl válidos y suficientes, pudién-
dose rescllver crorr ellos cstn¡ctt¡r¿rs inr¡':osi[:les de abordar de otra
¿2vx* a2uv =n'*'Y' mancril.
D^2 aU''
l-oi forirrdoS r¿litulorr:s \')3

ó.ó. Descripción general de un modelo espacial que permite resolver las estructuras con
foriados reticulares
ó.ó.1. Planteamiento general del modelo VI6A DE BORDE

Ya hemos expuesto anteriorrnente y repct¡nlos r¡na vez nrás,


quc rcsulta un hecho dcmostrado en la litcratrlra técnic.r. quc el
análisis de una placa rcticular discretizada adecu¿clarnentc nicdian-
te em¡rarrillado plano, proporciona genéricanrerrle unos esfitcrzos
en la misma bastante prccisos, y que posiblcmcnte cliclro anÍrlisis f_¿o _l_ zo _Jril_zo _Jnl.
pueda verse superado en poco tiernpo, implantando cl cálculo por
elenrentos finitos de manera comercial, dada la velocicl.¡cl corr l¿
que evolucionan todos estos procesos en el prcscntc que rros ha
1-
tocado vivir. Mientras eso llega, adertrí¡s, el mótoclo clel emparrilla- E
o
do plano también proporciona unos resultados suficientelnenle o
parecidos a los que suministran Ios métodos contcnr¡:laclcls en E
I

los Reglamentos Olicii¡les, cle ac¡uí que sea sutl'tanlt'-tltr: atractivo a


e intcrcsante en su aplicación práctica, rcsolvicndo ios cálculos I
estructuralcs ordinarios.
Fig. f, l5 l)'screti¿arión ¡ror emparrtllaclo ll.. Villeg¡sl
En el cuadro que se adiunta, realizaclo ¡ror Luris Ville¡1as, se
conrparan los resultados obtenidos por tln modelo muv sirtt¡rlifi-
cado del emparrillado plano, El con rigidez torsiorr¿LI -v E2 sin ri-
gidez torsional, con los resultados obtcnidos ¿¡plic¡lrclc¡ Pórtit:t-ls
Virtuales y los critcrios de ACI-3 l8 (19E3)recogiclos en Pl, de la Aceptancio. pLles. flara la plac;i, el ern¡:arrill;rdo como discreti-
vicja ttorma española EH-91 recogidos en P2, v de F Rcg;rliiclo zación y mr¡r.lelo .rclccl¡¿clo para el prescnl'e, rlos encontramos coll
(1g.34) en P3, basaclos cn operar con rigideces diferentoc ¡rara hl el lrechr¡ c1e qut: l¿s lll.rc:as r'lo sc ellcLlelltran aisladas, sil'lo conec-
placa y pilares. taclas er'ttrc sí r'efticaltnetltc por los pilares.

Toclix satrcnros qllc el emparrillado como modelo


frlerión cn re¡lrc)clrrce el cr:nrportarllienl-o mccáttico cJe la placa
seccioncs do
refcrcncia f n-trte a las ciirg.ls gravitatorias,
pero no se cncuetltra
Itrsttr¡ctur¡ EI re¡lroducir el conrportamiento dcl con-
¡rrepairi,iclo patra
u:
iLu-lto estructural ciel eclificicl Irerlte a las cargas honzon-
trirccoon PI
I
Xó) P] talt:s de origcn eólico y sísnico.
| .. ó.4 P]
: sl ruel l¡ ta Por consigtticnle, el tloclelo estructural adecuado
"8." ¡:;rra ainalizar cl cdificic¡ será el clc un entrarnado espa-
I)irt'cción 0.42 I 0.7ó
X ().{l I0.75 cial cr-¡r'o entkrmado horizontal coincicla err su discre-
l=9.ó o.4: io.?ó t-i¿aciór.r r' ¡raratnetrización con el cntparrillado plarto.
'ructuta
"ts"
D i rccc i<in lrl (,.7.t
Y P2 0.71
| = 6..1 nr P.l 0.7 t

Tabl¡ ó 3

Tenclrernos ocasión más adelante cie hablar cie los nrótoclos cle
c:;ilcr¡lo simplificados pr()puestos por las Nornr¿:s. B¿rste clccir ¿rho-
ra quc los picos cle los morne¡ltos negaLivos que pro¡rrlrciona cl
emparrillado tienen que vc:r más con rrna cliscretiz¿rció. silnplista
del forlado (Fig. ó.25) que con la realiclacj <Jcl cornpoft;rr¡tiento fí-
sico de la placa. lig ó !c, \l,oi:lLiL\,e.qt)clcidl p.rra c.l análisis de ecljfjcios e hipótesis
cle (:le lor^-.:tb...d;cl r.::.ca Dor ¡:lant.r.
Los foriutlos rtliculures

que debe imponerse al nrodelo cle


I¡ única condición física
el cornporta mSIijT]
entrama<lo espacial, ooü'" i"otoduzca
aceptar la conr¡r;tit-rttrcrtro (rc
;r;;iiÑ üi eclificios, consiste en
plantas conrp¿¡ctas que tengan los
movimiento cn cada una de las
que se,crlcltentrell trnidas so-
mismos; es decir, aquéllas plantas
extelrsión razonal¡lc'
ii,luriut"ntc por el toriaclo en una
Dichodeo[ramancramássimple'ca<laplantadelerjificioclue
traslación horizontal
fisicaÁente tenga'entidad, experimentará trna
ilc Lr¡lilario lrara l.dtt la
;;; ; n y r.,r', g',io alrededor z, <ie c¿rrácter
planta.
generalidad dcl análi-
Lo anterior no significa una pérdida de qr're la
sis espacial, sino Ia consütaciOn
del hecho físico <lebido a
Lln cofirpor- iolaclt-: rt-I!cul'lrcotr su piiar co-
¡gAez de las placas en su plano' materializa [ig. ó 2S. [)ls::t:':lac'ó:l t-'¡irc'r1 dr- l;r
ElnLldoclel
"""*"
tarniento muy próximo al de sólido rígido
en cuanto a su traslacio- rrcs¡'rotrciiet,i-':¡'.rr:-f,'^i'u:'*Jt:'l"ct':atladoesp'lcial
ltt tcrtto'tt rudo cle dimensión frnita'
¡lilar con ¡ clút::i ,t't'''--ilt
nalidadhorizontal.Paraconsegr.rirlobastafiiarunptlnto(:ualquiefa
al t¡risnro de nranera simple'
de la placa y ligar los
tt,""ii" '""o*"t"puntos
pár.nt" el hecho físico nrericio¡rado' tal y coÜ.'o qtteda
re-
t¡n emparrillado' las
Errcl c;.se. (jc cür:lcirr¿rr e¡,ciusivarnente
fleiado en la fig. Ó.27 que llgan ios esfuer¿os en los nuci(rs con
ecuaciortc. ci,I'>ilI'-:l' ¿: por:
n\atricial¡lente
sus ciesp,i,ia:' €:ic; ' er'er' erpresadas
tangcr=lL--J9 tx i, )" il
¡-'csir.irin iirral
ilel Du¡to Pi

6x¡
6, = r'Q,
"ü,1i"....
=
l: :,',10.,,. [,]0.,,.

{r,}={x. }

(l r()9 (90 - cll

+ 6., -6 .sr"-.n t90 - crl


Po (xo, Yo)
-':
Lrprtri(t\csquf l)drúloqt¿sosn¡rrrrr¡l$¡li l¡ielln'Ll_r¡t

lómuld( (5n:itrIJlrtc¿da t!¡ = &o - Q, r\' - | 'r d: = d' "-

l is. 6.27 .Relacioncs que ligan los clespla zar: Licn


:os iror:¿ot'l:a lc'5 de
i": ;";;";¡; ,,"" pjoi" erire sí, srrpuest('r cot:ro ur só'ido rigidct

Por tanto, si discretizamos el forlado en un enrpamllado


fornran-
do parte de un entramado espacial, con las característjcas dc com-
pati biliclad dc deformaciones horizontalcs por plii r I l.r mcncionaclo
anteriormente, estamos en condiciorles de reprocr-tcir el compor- Fiq. ¿¡.2c) B;¡Í¡, cie un eliparrillaclo. Eshlerz<¡s 1'despiazamicntos astlciados'
tamiento mccánico del edificio no sólo frentc a las acciones gra-
vitatorias propias del emparrillado, sino tambiérr trente a las cargas
horizontaies del tipo que scan, tlaclo qrre un ertLranrado espaci:rl
," anau"n,ru preparado para tenerlas preserrtes' evitálrrdose así
vinculaciones de
cualquier clase de simpliiicación en sinrular las
puesto que cl pro¡lio nrclclelo las cotrtenl-
la placa en sus apoyos,
en cl rriisnro las barras que rrate-
pla al introducirse verticalnlente
rializan los pilares con sus correspotrdientes constantes
elasto-mecánicas.
I os l¡r¡¡¡¿¡. rt'ltcrrlrtr¡¡

Iir
6xr

f-r,1. (r.1,
Mrt
(.)
- l--p o , .P
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1,,'E I .trL
2L.rl+ \'r -rLrl+v)
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_t2,1, ó.t,
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0 --f'p t_-
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0 0
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lL ll+v) 0^:
9 t'- . 4L
L¿
0
-at tu

M¿2 erl

I ó'E. 5i no :e r.iesE¿1 ¡¡,,''*r prcse.rcs las cleforniaciones


¡lor cortan-
cloncle P--:---
I +29
A=-- t

( 't) tc-, cl¿idc Qrit'rrl gcner'i afecLan poco a ros resurtados sarvo
L?
'=n en r,'ig;.'r-< cle gral ctanto, bast;lría'rry
llacer que K tendiese a inf¡nito
Lrs ecu¿lciorres constitUtivas sc l'ran ex[)r1c,st() tc-'ienclo p¿ira o[)rcner ]rn¿is cxpresiones sirrrplific¿ldas
prc:- clc l¡¡s ccuaciones
sentes cjeforrl¡¡ciorres por cortan[e ck-: ]¿.ls b¿rr;.rs clr-:l enrparri_
l¿rs cclnsritrtir'¿is. Lrr cl c:aso gerreral cJe o¡rt:rar co^ L'.r
e.tran-rado e5-
llaclo y, por tanto, K cx¡rresa el cocficienre clLlrt. mLli¡ pac:ial' r.r,rclelo recc¡r-rre.cl.lcJo para el cálcr-rlo gl.b:rl
t)ljcaclo por cl clel eclificio, las
árca real de la sección pcrntite obtcner cl árra c( l.lclct()llLs \en¡f t.
redr jcicia o cqlriva_
lente dc corta.te a efectos clc estim.rr ras clef ornr.¡cicnes
crLre [)ro-
dr-rce
l,,l lK,,
=i*,
K,-,
'- I
I
lPara las sccciol.tes rcctanglrl¿trcs K-
I 1,,,J . K
J *,,,,o 1lj1,.,,,,
,
',,
6

(0¡2, t'\ya)

(6vr, ?v.) .o
(e*z ,nx¿)
xz, ?xe )
0rr,, t'ty¿')

(f,it, ?.r)

(
9v{, }'\xt)
6¿r, ?et)
ffi fs?sct (6e2,
gaz, Haz)

(ger, n¿l)

fit. ¿., ltl Fs:r-tr:¡i:,5 r des¡)laz;nticntos ¿5c.i.jilü:: ,. i¡ b.rrr;r cle Un cntr.:rrtacjo r-::s¡-raci.rl
ttó Los [otid,dos reliculares

0 0
0 U
EA 0
ó.E.lz. I
12.E. lz . I 0
0 0 0
f l+L,
L3 l+1.,
lv
I2.E. I
0 _ó.E'ly. I 0
0 0
r3 l+L,, r2 t+).,,
L!

l .tr 0
0 '."r_:_ 0
0 0 2L.(l + vl
Kr r =
t..
.E.lv t*;
6-E.lv I 4
0
0
r2 trl",,
0
l*r,
- 4
lr-
.E.1, "
A,a
4
ó.E. I, I
0 0 0
¡ I +1.,
t l+1",

0 0
EA 0 0
T 0

_ó.E'lz. I
l2'E. Iz . I
0 0 0
* l+1.,
0
L3 l+),,
12.E. l! 1
ó E.l-v
. I
0
0
lo 0
L3 l+L, L2 I +tr,
l.t É 0
Kzz = I. 0 0
2l- .(l + \'l
0

r..
o.r.r..
' * 'v
l*j
ó'E-lY I 0
0
L: l+l't
0
L I +l',
t-
a.t-.t, l* f
ó'E.1, I 0
0
L l.¡"
-- ú l+1.,

0 0
0 0
-EA 0
L
ó.E.lz . I
l2.E.lz . I 0 0
0 _
L3 I +ir,
0
L2 l+1,,

l2-E. ly . I ó-E.ly
_
0 0 _
r3 l+1,,,
0
t l+1.,
0

Io'E
{K,r}= trcr,}' = 0 0 0 - 21 .(ltvr 0 0

6.E. 1,, I 2.E.ly l--'¡..,


0 0 0
0
¡? l+l"r' L l.¡"
,1,
t- -
2.E.1,
o _ó.E.lz. I
0 0 0
L l+¡"
L, l+1.,
Los loriados rtticularc:

l)ara desprcciar cn el caso que sc clesce las


cleforntaciotles por srempre prercnte ctr¿tnrlo tengatrx)s que proponer,
csfuerzos cortantes, bastaía hacer K evaluar e inter_
linfinito). = - pretar cllalcluicr rnoclelo tcórico que intente
resolver cl problerna
de aml¿rr una pl.rca reticul¿ir efic;¡zmentc, especialmente
cuando se
^¡_t I 2.E I,, prel.ende r.alizar una crab.raciórr cle
¡llanos dc construcción au-
' c K.A" .12 tomáticamentc.

L;r pregr.rrrt.r clave cluc srrlry.cc tras cualr¡rrier moclelo o siste-


donrft:,
l.: Módult¡ (ie clasticid;¡(l del nrareriai en rlr.testr¿l opinión, siernpre cs la misrna: iOué pre_
rr.¿r cle cálcr.tlc¡,
lenclc:n'los conseguir con el mismo?
G: Módulo cle rigidez o dc ela:;ticiclad trarrs,,,r_,rs¿l
lr". lrrcr< ra torslonal clc la ban¡ sr.,,.¡un el c.¡c óf rcs[]uest;1 del ingenierr.r cstructural será sin tluda la cie cons-
L.J

ly: llrercja cle flt:xión de la sccción tlc la [r.rrra cor.r .r_,lar::orr ¿ r.rn una estructr.lr¡i dc: l¡r fc¡rma nlás sencilla y segura posible a un
trLrir
eje c]ut_,
prccio razorrablc, de forrr-ra r.al que puecJan justificarse
pase por su c.B. y :;ea ¡xrralelo a d los criterios
cJe seguridad est¿bleciclos en los códigos vigerrtes,
la: lnercia a flexión dc la sección de la
tal y conto vc_
ban¡ corr re,.,ic;órra r:n c1c clue n imos re¡riticnclo ri:iteradamente. El investigaclor pu
ro probable_
pá5e por :alr . {l y sca parirlelo al c.ie (_Z rlente t.ericlrá oIr;.r respuesta mucho nlás científica busc¿rndo
siempre el n-rás ¿llá ciel probrerna, pero nunca cieberá perder
cle vis-
ta la resltucst¿r del lrrsenicro estnlctural que asurtre la responsa-
6.6.2. Criterios y consideraciones para triliclad últirrra clc nrat.'rial¡zar los r'odelos puestos a su alca^ce
establecer la dlscretizac¡ón y sustitución del
En Ia línea r:,xfrLresta, cabe decir en primer lugar, que
foriado en un emparrillado de barras ca rr:ticular t-enclrá una discrctiz¿¡ción óptima que puede
cada pla-
no ajus_
tarsc ¡:lenarr]ente a la que rrosotros proponemos con
L¿ sustitución de una ¡rlaca cle forjaclo reticul¿.tr carácter
llc)r Lln c)rnp¿l_ gc:r'rer.rl, irr_¡ncllre l¿r h.:v¿in-¡os elc:giclo t-¡¿isánclonos en un contrastc)
nillaclo de barras u otro tit)o cre cremerrtc¡ tinit. l-ro resLrrt¿.r terítrico y una e.rpc:rir¡e'tación real
nacla [á- r'uy arnpliii en obras reales
cil, ni tiene una solución única, com. ya ha pocliclo proyectacl¿1 s v con slru id<ls.
vislurrrbrarse
deSpuóS de sopesar tOdo lOs cxpuestc) ¡rntcriqrrrr-iente,
Vc.rarnos
ia rliscretizacjórr
de la ¡rlaca reticular ciel moclelo que
elemplos teóricos que habitualmcr,te se nranel(rn
L.os err ia actualid¿icl nos ll¿rrece más razonable,
ltilra con_ tenienclo prcsentesios
trastar modelos tienen muy poco que ver con las medios inforr.áiicos rrás simples y cxtencliclcls en el sector
obras reales que cre la
construimos, aunque tengamos necesariamcnte qre acuclir;r c,or-tstrucción
elios l

y sir.plificar los ¡-rrr>blcmas, parü poclcr arr;riiz;irros (-rbtenc^ncis


\,
resr-rltados para los que poclamos creer, con . Dackt (-lr-le t¿rilo en las placirs macizas como ert las
aigtt cle ccrtcza, (luc ¡tiacas re_
pueden aproximarse a los reales, ticu l.rrcs l¿ s ras se cl is¡lonen ortogona lmente, tlebenros
a rrr'r¿ clu
s;rbE¡ q1;q É1 ,-r:r.:I.¡ont: irrtroclucir una cierta ortotro¡tía
*n el .,rrn_
portatmtIrilL_) dc las n¡i:r.l.r¿rs. Para reproclucir esla
circLlnstancta cle
la mejor .¿rrÉra posil¡lc es conve.iente clisponcr ras barras
der
enrparrill.icio i-.orizc¡rrt¿l virtuarl siguierdo las clirecciones cle
las ar-
rnacl u r¿i : f o r: r¡ ¡ r,c1r-,r r na retíc u la ortogor.]a l

'
El rlrllnr,.r,.-r cle i¡¿rr;ll a cris¡;orrt:r r.repencJer.i r.rrcho dcr grado
clC ex¿¡cti:L,rr-l rccL;r.rjrlrt l. de l¿ capaCidacj Cle ¿rlnraCe¡¿n¡Crr.ttO y vc-
locicl;¡cl clel ¡rn:lc,-'-;,,r cle orclen¿¡clor: a nrayor nr-irncro cle barras, e.
gerier.rl, rrtrlc)r e¡:actlt-ucl en los resultacjos.
a- - I
5e rccr_terci¿, r¡.rt la ca¡taciclad de ordenador rcquerirla para un
r

ele.rentc iirritc¡ :rpo b¿rrra. tratado por un cálculo matncial nomral,


es bast¿rrfc' r-r-.É:r()r clr-re si se ;iplica cualc¡r-rier otro elenrento
finito
cie ¡r1;ic;r '",oi.lrrritrjco. t1r.re rcquiere aplicar técnicas
específicas <1cl
nrótoclo gere r.a1 cle. los elcnlentos finitos y Llna
ntayor potcncia
nratrm¿t.C.¡ r i:-. .lr:--.¿'_ic¿¡f

Fig. ó.31 . Foriaclo rcticular habirual e,


nruV ¡,1¡\/,.r¡c¡i.:
¡e¡ ¡¡¡¡¡t -,_ c.¡,..L.! lt, ij:.a_lJij
,.(r-i¿rrcio
.s r:r:cier,acrores n. cris¡:.nía'crc rai potencia neccsaria,
sollarl (irs':rÉl r¿rsi os recLradros errtrc pilares siguiencJo
kr placa reticLrl¿ircie ra figr-rra ó.?r reflria ra ¿rL,iÉ:::c¿ re¿irrc,l¡r-i el criterio
ert;r.lrlecici. er 1; flg-trn É-r 32. ¡tuesttt cluc eJlo
c1e las placas rcticulares cle ¡ruestros cclific:itt: ,,.,r=i:,,.. ,-r:;t.teri¿ ¡rernritÍa obterrer los
re¡Lilt¿rclc-rs er-r (,)i pli'rIC)5 cia,"'es cJe la
¡rlaca:apoyos y ccntro cje v¿no.
Los loriados retirulures

y capacidad las rrrirqui-


A nredida que avanzaron en potencia
cle la placa, cstableciéndose una
nas sc aumentó la ciiscretización
pero t)asta olrscrvar la figura Ó'3 I par't ver (¡]e Eñporritlodo
burr" pot nervio;
por suptresto para el análisis
la cliscretización mencionada, válida o: Puanta loSo
de grandes extensiones cle foriados (centros conierciales' aparca-
rcsulta absolutamenle inapropiada para los foflaclos fablato taol
,r¡entos, etc.),
puesto que sería incapaz de nlaterializar
,"ti.ul"r", cle viviendas,
presentar'
las singulari<iades e inegularidades que suelen

Emporrtllodo

v,!Fs t bsd¡
Toblato rao I

Eñgq,alllodo

cl Pe6la¡ cs vrgor co ¡di

Iobttro ;to I
o n\'lcila !'rr
Fis. ó.32. t)iscretizaciórr
míninra de utra placa retictrl¡r
uri emParrillado virtual'

urla EmPor?rllodo¡
Si se desea que el nrodelo
de ernparrillado virttral tellga
debcnlos rea-
genérica posible' tlecesarianrertte
io *fu
almenos cn las zonas don-
ffiilffiil"* ñ.n"1"áttupiclo'
"oüIu.¿n
varíen *utftá t¿t rápidamerrte'
como sucecle O I Lorq otrgetqdo

de los esfuerzos
rableros de puente para r'ln ernparrillado
por eiemPlo en los ábacos' Fig. ó.33 Dlscrei:.:'rc:'it' cle
(l¿i'Jl
lA. 5a!11,'lIIÍir l

No obstante, lo anterior plantea


cl pr<;blcnta de la coexistcn-
que
nluy diferentcs'
cia de barras de características mecárricas
numérico cn la rc:soltrción el establecer una rcd de ba-
¡luede dar origen a ptotütut de tipo Un mallaclo rirzorrablE-' puecle ser
ji
;;i;rn a, a I en.sa m bla rse de z-
m¿i t ric e s cl c rigi tnt' si se trata de t¡n¿r losa nlaciza' o el
!ff Jñ;;";;;i rras separiiclas cnLre
'i si se trata
de elementos mtry disparcs entre
sí'
;;;;;Ñ áe diviclir por tres el entreeie adoptado

basadas en el crite- ile urr fori¿tlo reticul¿rr'


Tras probar con diversas discretizaciones
de que --se
,io ont*iio, hemos llegaclo a la conclusión ::t::T]'
ntanera.unitonne'-stc'tlt-
*a"*t resultados maiianclo la placa dc los suficien[emente tupr-
;;;;;á; el mallado establecido sea
que
clo como para que puecla cazar las variaciones de csitrerzos
de la placa t¡lirrinri¿ánclost:
se producen .n tos put'tt's singulares birnas
bt;t"bñrs nu*e'ito' uniiormizarse la mayoría cle l¡rs
"l

Ei,1 /' 'ld l)'s.-r. :,iaJ ¡l llrollrlcst¡ para los loriatltrs rcticulares
1,.*,, ll.;' i,i.;. :.,i;lil ., j*i.iic lÁi e¿if ic ios e *rrrodr¡cid.r er I el

,.r,*rr¡n,.'l cl¿ ;;i.t-: t: i\PE(\D


Los forjados r¿liiuldr¿s

Pese a todo, siempre existirá el riesgo latente de que se pro- El modelo propuesto de discretiz.ación siempre garantiza que
duzcan barras muy diferentes y muy singulares al crearse cl ma- existan barras quc acometan a los a¡loyos de forma directa, salvo
llado autornático del emparrillaido, t¡tre pucde dar origert ir <:asc¡s rarísirr-ros cle pilares qr¡e tengán dinrctrsiotres por clebaio cJe
rcsultados extraños en plrntos singulares debido a tltt trlal condi- los 25 crr
cionamiento de la tn¿rtriz de rigidez del coniunto o a ul'la concell-
. El fallo cle ia discrctiz¡¡ción del ernparrillado plano propucsta
tmr:ión de csfucrzos irreal en puntos aislaclos.
ticnc qLlc vcr con la prcscncia de vigas de canto y la hipótesis de
. Con el modelo propuesto, no exisle posibilidacJ algurra de defonnabilidacj rinica por planta, debido a la rigidez transversal de
abordar el cálculo espacial de urr edif¡cio corr el volurnen de ba- Ia planta, consiclerada como infinita en su plano.
rras y nudos que se generan err el rnisrno. si no se realiz-a el rna-
llado cle fonna autor¡rática con un progr¿im¿l de ordenador, ¿lLlnque B¿rst¿t obsen'¿rr l¿r siluación real dc la placa con vigas de canto

ello conlleve el ricsgo mencÍonado anteriorrrret'lte, y obligue a re- en la figrra ó..J7 v cl (.squeuta idealizaclo qLle se calcula en el mo-
visar los resultados de aquellos puntos de la estnictrlra cr¡ya ccrl'n- delo, para \/er clr¡e lii precisión es buena cuando las vigas se err-
pleiidad geométrica nos haga sospcchar la ¡ osibiliclacl cle que cucntrar'r c:nrt:cbiclas en el esÍresor de loriado y se pierde en las
puedan generarse problernas numéricos o rcsultaclos irreales ¡:or proximidaclcs clc las r,'igas de carrto. En las proximidadcs de las vi-
dicha discrctización. gas de c:anto e I modclo analizado proporcit-:na en las barras B1 y
82 rnorncntos dc flexión y, por tanto, trac-.ciones y compresiones,
. Deberán disponerse barras coincidiendo colt toclos los bor-
cuanclo en realirlatl, y presumiblemente, se encontrarán totalmente
des de la placa, dondc se cierran los circuitos de tensiones tan- comprinridas o tot¿lnreltte tracciorr¿das, dado quc constructiva-
genciales debidos a la torsión; y, en gcncral, l.rs vigrrs c¡ue exisLan rnenle se h¿¡r'an situaclas ¡ror errcirna del eje principal de inercia de
cn la placas deberán llevar sus conesporrdientes barras asctciadas la viga y por proximicliicl ¿i l¿r rnisrna, sometidas totalmente a su in-
al empanillado. fh-rencia.

SITLJACION RLAL
Pia¡ro de
rcftytyr t:ia
clel loriado
Eies de refe¡errcia
de l.r viga

H+
gAgRA -D€ BoC$€
:11 TLI At. ION A NALIZADA

Fig. ó.35. Situación dc las barras dc b<¡rde en el cn¡par¡:llaclo de l.rs Ejcs vinLr.:les del
placas. (1. Manterola). err r¡xrriliaclo

[.n los foriados reticulares ordinarios. Ias barras cle borcle pr-re-
Flr-l ó_17. E:-i.tucrn.is re.l (.5 y esq,etrra idealizacl. ciel em¡rarrillaclo para
den, por sencillez, situarse en los ejes dc los zunclios perimetra_ (.¡l lL l-lLO
su
lcs, puesto que a cfectos prácticos coinciclcn corr cl lugar cloncle
resulta recomendablc situarlas, coincicliendo con el cicne ciel circui-
. El nlodelo enrpanillado no t¡enc en
to dc torsión en las placas. cuenta el cfecto membra_
na de la capa de conrprcsión solidarizancro todos los nervios en
su pafte superior.

.Por otta f)¿rrte. y aunquc sea una hipótesis lógica y razonable


tenerla prese rlre e' cl análisis, suponer las plantas como diafrag-
nras rígidos en s, ¡ll;irro imposibilita la obtención cle posibles es-
lr
t fuerzos axilcs de tracció. y conrpresió. que, con caráctcr singular,
prrdierarr aparecer en el forjacJo; por ejcmplo, cuando
ry4 L (i:. ó. . ti.-rj
0.: =0
fclriado ei encargado de acodalar muros y pantallas sometidos
es el pápi<;
a
e/¿. ernpujes de tierra en los sótanos, o de transrnitir empujes latera_
lcs a los r-nicleos cle rigidez en los edificios cle gran altura.

Aunqr-te no se conocen ¡:atologías debidas a la hipót-esis de


ljig. ó-3ó Modelo.mparrlllatio de discretiz¿ció. cle un.r pr.rca s.trrc consiclerar los forjados cr:rno diafragrnas irrfinitamente rígiclos en
el pir;rr,
considerardo corrr. nudo principal (A) dc clinre:nsió!1 tiril;r.,':,ucr.s csil.r. su ¡rliino, no por ello clebc perderse de vista la imperfcclión cjet
vos (B) urriclos con rigidez irrf i¡rita al ¡:rincipal.
modelo y realizar una reflexión sobrc el mismo, especialmente
en
ró0 Los [oriodos reliculares

los edificios de gran altura, para ver si dicha hipótesis rlo strpone El problema, Ieóricamenle, no resulta nada scncill<-r, tal y como
pudo verse al hablar de las ¡'llacas ortótroprs. No obstante, cl tema
e implica el olvido de un efecto indescado en cl contportamiento
tranwersal del foriado que pudiera dar origen a algún tipo de des- a efectos prácticos. tanlpoco resulta cxcesivantente preocupan[e

arreglo que desbarate y dé altraste con la hipótesis mencionada en el mundo de la edificación, puesto que a la hora de la verdad,
de rigidez infinita en su Plano. los esfuerzos que se rrratrelatt son tan pequeños y dc tan escasa
trascendencia, qr.rc las dispcrsiorres y elrores que se come[en Por
La figura ó.38 explica perfcctamente lo dicho' esta caus¿i st-- diluvt-'n a la lrora de establecer las amladuras de la
estructura hasta el purlto de que prácticamente pasan dcsaperci-
Er,r eui €s LATECALES. bidos.

lnchlso con mcrlelo tan sencillo como el de los pórticos vir-


ur.t
el cál-
tualcs cle s¡stitución' cle los qr-re hablaremos rrrás adelante'
los mismos rcsulta
culo de las rigicleces cle pilares y dintelcs en
.a
J
tediosc¡ y dificil dt: prectsar teóricamente'
J
Mcrece Lr pena traer a colación las conclusi<¡nes reflexiones
y
z.
E qrre sobre cste il5unrL) publicó el autor en su libro LosForiadosRe-
ticulares(cYPE lngenieros, S.A, l99ll,
puesto que pueden apor-
tar un contexto qr.it^ ilustra sigtificativanrente la protrlemática y su
trasccnclencia al pro\L-ctlsta pn:ctico de estructuras'
por eI mé'
.furcli:¿¡rrii¡ l¡s ':lnrclurt¡s de foiados reticulares
la ohttcrrcitirr dt' los fu x
nec*idad de
Fig. ó.?8, [á hipót(rsis.de dialra¡1ma rígido imposibilit¡
qutt cletren :t'r 'lndlrzddos locio ci¿ los ¡trr1:r:os ,.:nttai":. ¡s of¡r'io que plantea
,,c6r.,,?os ¿e comnresrorl V ,ioJiiOii.n"f, sus ngideces realc o en su delec-
srarr ca'to ett
su ¡rlanc.r asigldro 1c,.. ¡i¡nr¿,rl!5 l.i¡¡]i:¡rlo:
n'i,'J;":Hpti"ii ii"príti'l ie vigas cle'lac', cttndu:can a unos resultados
ra-
t0. urtr¡-< niliniri."s irirtli'tll¿rll¿5 úttt
:¿rrtalil,¡
que sca cómodo y posible un
Pese a todo lo expuesto, hasta
finitos de naturaleza distinta a los
con elementos ijúr¡ >obre foiadu g at hablar del néto-
"n¿iirir-pnaaico a nuestro alcan-
I Cni¿¡r¿r¡ ¿rr ¡rr
gbre las n'
barra en los ordenadorcs domésticos do ri¿ ,:¿ilcrrl,r ¡i¡ l.x nrdli.n- 'i:rtu¿les, üwn/- unas ideas
"i.*.nüt
.* qr" subsane los aspectos negativos mencionados' sigrre sicn-
girleccs corr rirrt'¡slt¡ttlers tdf{¡lnlcxte de acuerdo al menos
Ir¡-<
en el
clo un magnífico y poterrtísimo nrodelo de c'álcr-rlo el errtranradcl l¿.tric.r ¿i¡i prt]¿?¡cDr¡, LTunque no dsi c't¡ su aplicacíótt
ilorrteanrurtt,r
.ón uu emparrillado plano por planta t)ara an¿rlizar los 'prLi(litLt y losas nraci;as' sott
espacial U¡s sdlúr(jrr)ltls .i¡ llna¿los retiittlares
prcsente la
edificios en su coniunto de forma global' teniendo -.olucio,res ¡st¡¡,:tLrr¡lfr
rtl¡rr¡s efícaces que los de ui4as cortuertciona-
hipótesis de carga habituales en k¡s misntos' las placas a los sopor-
i*votiu ¿" las iai pttu trarrs,rliti¿ por JlrrLitirt nlotrl{:rltos de
,,rr.riru rcttii:¡r por torsiorl una part i¡nportanle
de esa
ie*. |
trasntisirirr '

iú'idd anterior es la que se Prelendía re-


lr¡tc¡i¡irtrtntos 4¿rr' ld
cuattdo expresaban que debido a
Ia
6.6.t. Asignación de las características ",nlqo,c,l las-r'iei,is
c\(ler EH {77-91 \'
pilares por
debe afectarse la inercia de.los
elastomecánicas a las barras del entramado aqAu.iir [r plrita,
Ia aparicíón d¿ la EHE)
del edificio
espacial que materializa la estructura urt'fnttoi irturrta 2 3. No obslante lhasta
-a,t
a Ia de cálculo a Ia que se re-
,ro hncro, nte¡lciiir¡ dlawn hípotesis
ones equivxadas' Ila que la reduccíón
en la literatura tócni- feríut, ¡ternrilítt,l st¡r(ir cdrirlt{si
El tema siempre ha estado muy confuso puede iustificarse para Ia hípótesis
(desde la 73 a la 9l )' de la itrcrciarl¿' los soport¡s sólo
., y t., Normas Españolas del Hormigón EH Ia
problcnta en que es la rittica qtte transmite flexión de
de carqasqrrtlilutorias'
f'ní" ft aparición áe la EHE que clarifica bastante cl EHE exige
tin"u nu,V o"rccicla al código ACI-3 l8' [¿ tttlev¿r rrorrna placa a los Pilc¡r¿s.
que se ¡lrocluce etr
que se tenga presente la váriación de inerci'¡s hon¡onlalr', la problemátíu que plantea tte
P¿rra lurs ¡¡-1-¡lrrttr
que resulLa fácil de clccir y bastantc difícil dt- gravitaloría, Ua que S,n
los clinteles; cosa sistenra trtnrctriral ¿s iot¿¡fnr¿'rtt e OpueSta a la
las rigjdeccs clc las
Áaterializar, especialrnente cuando además' io., pitarcr, drl rsfP trlsr'r' Ic': deben transmitír flexión a las
placas
de cálculo' 'lue
placas van ligadas a las hipótesis porlios uirtual¿'s' reducir al inercia
al de[onnarsn Err sl nrrilotio de tos
a las barras del etltr¿lma- de iots pilaresctt¡¡tr.io -<cúnülíian hipotesis de urgas horizontales u-
En principio, parece razonable asignar un mecanisntl nntrario para reprl'
(E ' I) y torsión lC ' l¡) de aqtte- r¿ce ¿lti se¡ifi(io, 1l ilrlit'ttctrr'lint' ü
¿o ias rigicieces de flexión realt reducir la
".pifiot
llas zonas {e la estn.¡ctura real que Se Vean reclrnplazadtls por las tlutír utut tr¡rli¡tlistorl Lldtrrde (drl el lenontno físico
rnismas en cl modelo teórico resultante de su disc:retización' inertia dt /,1 p[¡¡,t tt ,i,'ilr l¡: pílarc> con-sus irt¿rr:ia-s r¿nl6'
L¡s foriados retirulares tól

Para la hi¡xitesis de afuenos horízontales. que las viejas Ins- parlkular g de Ia estrudura en general. lnluítivamente puede adi_
Irucciones espanolas ignoraban q et código ACI rro aclara, algunos
vinarse un¿t maqor rigidez en los forjados construidos un bloqua
de
autores mnsideran anchos virtuales de Ia plau de I 12 a I
13 de sus hormtqón con relación a los de porüpan, g experimentalmente Io he_
valores reales, o bien, el ancho del pilar más I ,5 a 2 veces el canlo
mos podido tonstatar frente a deformaciones horizontales g vertica-
del forjado a izquierda g derecha del mismo a los electos rle reducir
les en edilicios reales.
g determinar la inercia de la placa.
La prmncta de los nervios tranyersalc no cnbe duda que gryr_
Parme aporta una lormulación ul problena retogida porl.
lan una rigidez adicionar a Ia rigidurongitudinar tier dínwt, pro
Calavera en su libro de foriados. L¿ r.lueva EHE_9g propugna diftcit
de saluar u un mílodo como el de los portian virtualr.
operar para las cargas horizontales con la inercia brut¿
co_
nespondiente a un ancho igual al 35 y. del ancho del pór- l¿ cueslión de plantear ngideces diferenlu para mrgas gra-
tico equivalente. uifalonas q püra carllas horizontales, exige. cierlamente un esfueno
dobte de ctílculo. Cottsiderando un nétodo de análisis matricial, el
Por otra parte se plantea el problema, ttñatlido al anterior, prlgritnü deberá poder generar e invertir dos malric¿s de rigida dis_
de determinar Ia inercia real del ancho virtual de la placa cln su get- tintas para una misma estructura; el proceso se compliu.
metría variable por la presencia de los ti[¡atos A l<¡s aligeramientos.
Brrscan¿io un umino práclia g rúpido a los problemas plan_
teados, iniciitnros e/ arrrílisis de una ampria casuística
de pórticos,
calculiintloltts ú (argas graviratorias g honzontales haciendo variar
Ias rigtideces tle los dinteles q pilares, siguiendo algunas de las reco-
mettdaciones ¿risterrles y comparando los resultados con un modelo
persottal, ampliamente expeimentado en conslrucciones reales.

Nucslro mt¡delo se basaba en operar cln una inercia cons_


[anlc ett el dinül virlual, obteniendo la misma de la sección madza
que st oútiette tlando un ert( plr el ¡jbaco prexindierulo de los ca_
sclrrrrts d¿ aliryrttmienlo Néase la
figura 6.39\.lt inercia así obte-
nida sinula bastante bien la inercia real de Ia plau.
rcuart/trt:re¿ e¿ a.baco
Fr 11
L,n itwrúa dr ltts soportes se deducen de su geometría real.
Fi(t.6.39.5ección tje un dintel virtual a (la d¿t¿rnt¡nar su i¡ertia
electos tlp <:¿ilculo Tantt¡ Ia tnertitt de los soportes camo la d,e la placa, se ulculan un
las s(rrcbn¿s brutas de hormigón sin q sin homogeneiur.
fisurar
LDebe considerarse la plara maciza-? LDehenus U.iler en (L&tI_
Los dilerentes resultados que se obtienen mn relación al mo_
ta la variación de inercias existentes en el dintet v,irtual? LCómo in_
delo pro¡tuesttt, solanpnte son apreciables en los vanos extremos. En
fluge en la rigidez los bloques de hormigón aliserantes? Ly la
/o-s yc¡rros iflltrnor¿s son inapreciables.
presencia de nenios lransvercales?

Púrd ctlraas ttravitatorias g horizontales cn los dinleles, las


Ias respueslas a estas cuesliln.'s dLrn sientlo ctttupleias e
ímprecisas, no representan erroru truscendenlales tlc &tru a la s,:qlt_
,() superdn en general el l2ó/r, reduciéndose las diferen_
'ari¿¡cicrrics
cl¿¡s sr s¿ Llplr(ü una liqera redistríbución, aumentando
ridad de Ia estrucÍura. los momen_
los posiliru-< d cdsh¡ r/e los negalivos, nunca mcís del un ljy..
En pimer lugar g es obvio. el tlhtel t,irlual ntt puetle
consi-
derarse macizo puesto que no Io es, se estdríü softredntpnsionttndtt P¿lr¿i los pilares las diferencias podrían acotarce en un 20o/n.
U
Ia rigidez del mismo siasís¿ considerase. Estas dilcrcrrcrrrs qtrc conlempladas relalivamente pueden parecer
ele_
vadas, (ttttulo st eftcltiart las smbinaciones de
esfuenls precepttvas
Si por sencillez se adopla una inercía cc),lsld,?tr, partt d¿ /¿¡ l¡rstru¿r:itjtl lt s( pasan a valores absalulos yt,
el clin_ sobre tod,o, cuan-
lel, lo único que se eski haciendo es Ia cre consider¿r,, r{,ros tnontetltes rl¿r sri tr¿rrl¿r¡frr /crs
cslrrc¡:os en armaduras al dimensionar las seccio_
de empotramiento iniciales, ligeramente inferiores tt ¡rps, crttrd ¿t,¡ li¿'Dros ditho anles, las diferendas
tlel ortlett cle un se dilugen g ios
5 a un l0'% a los teóricos que se oble,rdrr:.tn calcLr/,ir¡¿io/os r¿srrlla¿/os ¡)/iicl¡i{)s stln sensiblcmenle coincid,entes.
corr /¿¡s
inercias l1 e 12. Lo anterior es benefidoso (n t)tt1€rül
91 refleju ntejor
el mecanismo transnisor de Ia
llexiones de piaut a los pilares para
este tipo de estructuras.
NOTA I : Frr cs!(ti nrour(:,ntos ya clis¡ronemos de alguna
No conocemos estudios (ver intortración
nota l) 4u¿ c¿ra¡¡trf4 ucn la itt_ llc-lrcii) si)llre i.r influcnci.r de los tipos cle caseton..,
enrple.rdos en los
fluencia de los casetones de aligeramientl en la rLlttdt: tlcl itrrjatjos tr:tli,.,-ái.es. crl trasc a nLtcstros ensayos
realiz¡clos corr la cola_
ittrictdo eu
brlracirr:t rir II L' elr ,\lic¡rrtt-..
ró2 Los foriados reliculares

mélodo a¡r¿ilisis proplrc¡l,le wta distribucíón de esfuenos g


lls pequeñas diferencias en los armados g en murhos casos tle dLut

arntaduras 4tte culrrrtrl dt' [ornla rs:onable y lógíca los esfuerzos


isos-
pernti-
la ausencía de ias mísmas en los pórticos calculados nos han
ert los result¿rdos fi- t¿ili¡os, el PLI ri{' I
torlos corrtrcido, cort los coeficientes de segurídad
rele¡ancía que tienen
qr,¿ o*ioe ltt lrtstrttr:ciorl. r4{dúitr ser tn mélúo lnrfeclamenle
tido opinar, sobre La escasa válido en
'iAi'ii Ia cuestión de la rigidez a efecLos
cutrrtricr
de eakulo'Y con l0 drltrrior
ti^pli¡icar .prac,ticos'
Ia prtictíc¡sirt tttaglort's corrtplicaciort¿s
de tarfut¿r ttt'
,, método como el de los pórlícos uirtuales
in no deban hacerse Io meior posi'
^o*rn ,n prúetuletttt\s ¿lccir 4rre /¡ts cosas
que
lrínsecamente a7roximado. ricsrrrifiiir:ar ¡ilanteamientos g lormtrlaciones
¡L, t¡lo 4r{¿irdnr(rs
re- it4trriarlros rtos cortfttrrdert'
Consullando a l - Calavera, por ser u'1 aulor tle obligtttla err rt': de

en el umpo de la edifíución, vemls qur ¿xtrnc urtas cottcf u-


ferencia
p(jrlirrr dt' tres riiit'r¡rr¡ins ri'l.ltir¿is (1LQ pLftdi1n exístir en los resallados
l-¿rs
siones similares a la nuestra después de attalizar uti
de aplicar t,¡i ¡ ¡rr¡i rtl¿ilo¡io d¿ calctilo en un edificio, al ser sus es-
vanos donde hace vanar la inercia de los dínteles ri¿ I ¿r 5' Tc'lierl-
p¿r¿derr ser cubiertas en el annado
crldr- frrer:,rs itlisrrltrlL)s l(i¡l fÉ¿lu('¡lLrs'
do presente que las vanac¡ones de inercias por éI planteadas slrtl parle de lasveces q' t'to
cort rrn sirrtpl¡ r*,lorlii¡ drl 0 l0 la magor
mes, mu1 supenores a las que plantea nuestro modelo' su to"r:¡t¡5icítt que ítaya fAIIado, pOrque
tan in1- terle¡l,S (tr¡5tLl¡üi¿l rir' rii,i¿tt¡lc¡ ¿stnrctura
es: "La irasc¿ndencia de estas vanaciones no ¿s sitt .ntbLlrql cubnentlo Ia flexíón
¿rrt r¿¿iorldo ric d l 0 ftrlt,rfr,r o estr,iDa rolocado
portanle como Podría PensarsC'.
positittr c¡r ri':,ii l¡ ri¡¡¡rir',i.
A idéntica conclusión para las carqas gravittttonas llequ L'
Yíllegas al comparar nuestro madelo cln otros rl¿dtrt:idos de ln EH-
At,ít cAaigoACl g el propuesto por I' Montotla-l\l¿s¿clttcr-lr{orrirt
Volvicr¡do al noclelo genL'ral de entramado cspacial'
que hace
(véase Ia tabla 6.3). puesto que
irrelcvante la problemática anteriormente nlencionada'
los pór-
Después de todo Io expuesto aquí. es lógico tlue s&lrrlos co'l-
cl mismo nad¿i tienc que \rer con el modelo aproximado de
barras verticales no plantean nin-
secuentes y recomendemos no nmplimr innecesariament¿
l¿r rlcter|lli- ticos virtuales, )os ¡rirlares conro
gún problena es¡recial.
nación áe las rigideces de eáIculo con fórmulas 4irt' solo
aparenteme'nle pretenden proporcíonar exactilttd. I
¿-
Et libro del.Montoua-Meseguer-Morán, erprcsuáa de ntn- I

nera rotunda una opinión ídéntica a la nuestra:


"Al4ttrtas ,l0rll1¿i5 o .,/ - x
recomiendan corregir las características elásticas de las pic:as del
.,/
I

pórtico g los momentos de empotramiento perleclo, partt tener en r'=


t
cuenta lw espesores de las piaas. Por nuestra parte tretnos üutece' 4

sario este refinamiento en los casos normales, dttda la rtnlttr¿¡ic:¿¡


aproximada y práctiu del método de los pórticos uirltral¿s". a.t¡J
E.tx-t ,
Re spccLo ¡rl cle óX
En la última edición,los mismos aLüores,4lri:as aúrttntn-
dos por Ia sencillu de lo que exponían, no han resístíclo la lerttaciórr ol
Respccto a1 r'lc- Ñ E.r-=E.b
'
de añadir:"... dada la naturaleza aproximada g prtfutica tlel nté' t2
d¿ tun for-
todo, a nuestro iuicio es suficiente conegir dicfios ualores Re s¡recto al cie OZ G'lt2 =F'G'a'bl
ma simplista, amo más adelante se indica" 'Y así lo haeti' rsi a>b)
Es también mug ilustrativo q anecdólico 4t{¿ tl'ios ¡unen&t-
nos clmoWinter U Nilso¡i, ¿n su libro"Prlllectls d¿ Eslruúuras de alb I l5 2 2.5 3 4

Hormigón" , basado en et ndigo ACl, tódigo que siaue la l¡tstrtrccio¡t p 0 l,ll 0. I 9Lr 0.229 0,249 0.26? 0.28 r

española en el mélodo que esLamos considerando. e\ponüüt despuE


de rmlver una estructura operando con las ngideces eLlLti\'ülrntes que
el mencíonadoodigo proprgna:'\'lale la pena hacer rtolar 4tte si se
hubiera adoptado el valor de la rigidez real del pilar etr lugar de Ia
rigidez equivalente, la diíerencia en los resultados hubiera sido tutrg 'iat.rl¿r
ó.'1. Rigidcces de )os pilares.
pequeña q, sin embargo, los calculos hubíeran sido muúto vtás sen-
cillos". Sirr errrbargo, dada la problemática que planlea la torsión en el
cc:njurrto clc l¿is estructuras, sin que afecte esencialmentc al equi-
tJna vez más queremos llamar Ia atencíón de at¡uellos que
libricl de l¿s mismas, totlos los autores recomiendan reducir con-
se acercan al campo de la estructura esporádicamenle, (lLte Ia exar-
siderablenlente la rigiciez a torsión de las piczas aisladas. A
titud de los métodos de cálculo, la magoría de las veces, es más leó-
nosotros nos parece razonable multiplicar la ri$dcz a torsión de
rica que real cuando del hormigón armado se trata, !! que cualquier
las barras sim¡rles por 0,20
Los forl,rdos ¡¿li¿ui¿r¿s

En las ¡:lacas el asunto rcsulta b¿tstante rlás complcio, espe- Dicha L¡niic¡rrnidad pLrede conscguirse suponien<Jo quc el for-
cialmcnte si es una placa reticular ct'l vez de una plac;i rn;rciza. jado reticul;rr cs Lutcl placa macjza, o bien suporriendo que toclo él
es rrna zona tligr:rad.t y, a través de cjichas suposiciones, asignar
A efcctos prácticos la propuesta de l. \lanterola suelc ser la las rigicieces a l.¡s barras del em¡:arrillaclo sustitutivas del mismo.
cor.úrrmente ace¡>t;r<lu por la nr;ryorÍa de los ¿¡lrLores pese a Lerrer
un caráctcr aproximado. El prinrr:r c.so ¡ruede re¡rr,clucir mejor el corlportamiento ü.le-
círrtic. cc' la estnrctura frcnte a las cargas gravitatorias y el segun-
clo pr-redc hacerlo nteior frcnte a cargas horizontales.

l)Lresl<.1 quc 1o antcrior suponc operar con dos matrices


de ri-
gidez gcnerales y duplicar los ¡:rocesos dc cálculo, parece más
adc'cuado v operativo calcuiar sólo una vqz collo si cl foriado fr.re-
se una ¡llaca ntaciza, re<iucicndo sus rigidcces ¡:or un factor, clado
Fig. 6 a0. Discretización básica de una placa r--tacr¿a par.r calcuiar sr¡s
rigi<Jeces (i. M.rnterolal, quc los result¿rdos t;rnto nllméricos corno dc armaduras finales
son los rnejort--s.

Tras arraliz¿r u|l cor]iul'rto suficiente de estructuras, hernos lle-


lnercia cle Flexión: t iF gado a l;r corrclusióri cle qLle ulr laclor cle reduccitin en torno al
50 7ó condr-rcc a rcsultados muy adecuados baio todos los pun-
tos dc r.,ista.
tncrciacicrorsión: j(] o *') ,u"H, Lo anterior tjcne cl inconvcnjcntc dc quc los desplazamierrtos
" verticales, las flechas elásticas de los vanos, resultan algo inferio-
En verdad, el valor dc la rigidcz a flexión nrás ¡rreciso terrclría res a los re;rles y, lrerbrá clue rnulLi¡:licarlos por un factor que sca
qLrc scr: la riglclt--z te(iric.r icle.lliz¿td¿¡, clividida por la rigidez real asignada a
l.ls b.lrr¿s.
E.b.H,
iz(r-"J f(real)=f(nrodclo)'F

que, como puede verse, depende dcl módulo cle poisson y es


el
r'=,r.,1.Li;.'i,"
empleado en el modelo CYPECAD Sin erlbargo, el nróclLrlo dc
Poisson es trabitualrncnte ignorado en I¿s rigicrcces cle flcxiórr y
i\ot;i: l.r t:. n-.¡clclt.: CYPE(.Al) y para los casos h¡bituales rlc los forja_
sólo se le suele tener presentc a través clel móclLrlo de rigiclez rrins- cl.s reric.r.¡:es de cclilicación, krs valorcs de p ¡:rucden esti'rarse en tor-
versal C en las matrices de rigidez, dado que. conlo sabemos: .c¡ .r I J0 liero, i.j,l, sólo p;rra obtcncr,n erclc. de nrarlnitud de las
defol:tacio::es ei.rsticas insi¿)ntáneas del forjaclo venicalrnente.
-t
a=4¡av)
Nc¡ ohstante, por si se optasc por la altcrnativa de operar con
Pero la sutileza anterior del rnódulo cle poissorr, (luc cn las pla- barras djferr.lltes para las zonas mac¡zas y las zonas aligeraclas,
cas nraciz-¿rs podría t.ener una razr'rn de scr, resulta irrclcvi¡rrte cLlan- v(.i;rntos cLLáles son las rigicleces que deben asignarsc a las barras
do nos plantcamos asignar las rigideccs ii las lrarrirs quc de la zorra aligeracia.
sustituyen al foriado reticular.

Si se opl.a por aumentar las rigideces de l.rs banas que cliscre_


tizan el ábaco frcnte a las barras dc la zona aligeracla. coll.to.tpa_
rcntemente parecc razonable hacer, los result.rclos traduciclos a
armaduras de flexión negativa resultan poco constnjctivas v anor-
malmentc elevadas con relaciórr a l¿rs dc fle.rión ¡tositivir, lo cual
cs ¡:eligroso como res[)uesta estructural frerrte ;rl cor.rr¡tortarnrierr-
to real de los forjados ret¡culares a largo ¡rlazo. prrr.sto c¡r_re éstos
tienden a descolgarse auntenlando las flexiones trositivas

Rcsulta más razonable sr_rponcr toclas las b¿rrras rJe l¡r rnjsnra
naturaleza, uniforlnizando las rigideces de las mlsnras
!,¿l qL¡e se
obtienen esfuerzos mucho más homogérreos y,coherentes Fi.g ó 4 L Ne¡vio búsico dcl rericular
Los foriados reticulares

La determinación del C.G. del ncrvio básico se fiia por: No está cle rnÍls repetir de nuevo en este punto, que para las
placas macizas sobre pilarcs, operando con v : 0,2 en vez de
b.h.H v : 0, se produce ull incremento en los momentos negativos de
X= las bandas clc soportcs sobre los momentos negativos de las ban-
2(b.h+e.c) das centrales en torno a un 79", mientras que los momentos po-
sitivos tienden a uniformizarsc.
.,_H_.
t- 2
tlacier¡do lo mismo en los foriados reticulares, las diferen<:ias
no superarr erl 2o,á,
Fiiado el eie, la inercia del newio básico del reticular calculada
por Steiner, viene dada Por: lnclcpenclierrtcmente de cucstiones numéricas, el módulo de
Poisson trata cle materializar un hecho físico incuestionable que
tiene lugar en los elementos estructurales, cuando sus esfuerzos
ln =
b_¡3
+ b.h .1,' *
t# + e .c .x2 y defonnaciones trabajando en una dirección se ven interferidos
l-rartsversalmcnte por el trabaio dc otros que se encuentran a su
lado y recíprocamcnte.
La rigitlcz a flexiÓn de una barra del enrparrillado virtual, si se
colocara una barra por nervio, sería, Esta realiciad ffsica, que se manifiesta especialmente en las pla-
cas rnacizas, en los foriados rcticulares, cxistiendo también como
' E'1. existe el efecto Poisson, 5e ve minimizado por tres razones impor-
Rigidez de flexión : tantes:
1t_v2 t

. L,ain[erfercncia entre rtervios está supeditada de forma


importante y continua exclusivamente a la capa de cotn-
Si se tupe el mallado tal y como aconseiatnos hacer y hacemos presión -v. pttntuitllnente cada 80 cm o el e/e fiiado' por el
en el modclo CYPECAD, la rigidez quc deberíamos asigrrar a las anctio cle l<¡s nervios al cruz'arse.
banas tendría que ser:
. El cfecto de Poisson tiene especial importancia e
influen'
pero
E'!o- cia cn los esfucrzos de compresión delhormigón'
Rieiclez de flexión = -e'(l-v¿) ' Separación entre barras del emparrillaclo ciichos esfuerzos en las placas no son precisamente los
domiltatltes.
De igual forma, la rigidez a torsión <Je una bana del crrrparrilla-
. l.¿s fisuraciones cle todo tipo que suelen aparecer en los
do, calculada por las fórmulas de Timoshenko y Godier partiendo (aft-rga rado, retracción, flexiones
f ori adc.rs cle cdif icación
de la inercia de torsión de un nervio básico'
puntuales excesivas. etc.) alteran de tal manera los meca-
nisnlos cle Poisson, que prácticamente los anulan o los
convierten en irrelevante.
l,n ='od * l r' u'
No obstante, toda la literatura técnica al respecto aporta for-
será pues: mulaciones que permiten, cspecialmente en las losas macizas'
moclificar los result¿clos obtenidos haciendo intervenir a postenon
G 'lt" el rnóclulo cle Poisson deseado, partiendo de los resultados del
Rigidez de torsión = ( )'S.paración barras dcl enrparrillado
le ) empanillaclo con un nlódulo Poisson diferente o nulo.
. I,lna cie est¡is fom'lulaciones la po<lemos obtener del libro clá-
sico cle R. Barés t l9ó4t dedicado al cálculo de placas.

6.6.4.Influencla del módulo de Poisson en los Obteniclos ios resultados del cálculo de una placa con v = vl,
resultados finales los resultacir¡s esperados con un V : V2 vendrían dados por:

Ya hemos dicho anteriormente que frecuenterllel-lte se prcscitt- Dechd5


cle en los cálculos cle las placas del módulo de Poisson, dado
que
tiene una escasa trascendencia en los resultaclos finales, sobre l-v4
todo en las zonas aligeradas de los foriados reticuiares, y se tie-
W(x.yl\.r
- =,l-Vr
..; W{x.Y)vl

ne presente cxclusivamente a través del móch.llo transversal C'


Los loriados relículores

Melltentos A efectos cualilativos, léngase solamente presente que el rnó_


dulo cle Poisson teóricamente rigidiza la placa y, por tanto, tiende
a disminuir las flechas y aumentar los morncntos de flexión posi-
(Mx)u, = tivos y neg¿tivos. 5u irTtportancia puede alcanzar en las placas
*¡ [" - v¡ 'v2 ]'Mxu, + {v, - v¡ l' Mvu' ]
nlacizas de horniigón (v : 0,1 5 ó 0,20) incrcmentos de nromen-
tos del orclcn de un l5 ó 207o, dependiendo cle sus condiciones
'..r'[,ulv¡)'Mxy' +(l-vr -v2t'vyu,I
(MY)uz
' = ,r-ví de a¡royo, especialrlente si son dc tigrcl crontinuo.

(ilanclo las placas se encuentratr sobre pilares, la influencia en


(MxY)vz = los resultaclos ciel valor de v clisminuye y sc hace bastante menor,
1l'(Mxv)u' especialmerrle si se analizan con el modelo de enrpanillado plano
descrito, que puede incluso prochrcir efectos contrarios a los ex-
pueslos.
Los cortantes y reacciones son indiferentes a los valores del
módulo de Poisson puesto quc no depcncien ciel misrlo, No obstanre, cl modelo CYITECAD ya hemos dicho que tiene
prescnte el nrócl|lo cle Poisson, no solanrente a través de C, sino
I
. Si, coÍno suelc ser frecucnte, se opcrir con v 0 y se dt--seirrr que tambión lo introdut:e en las rigideces a flexión de las barras
obtener los resultados con ul'l v * 0 las expresiorres anteriores se E , l/( l-v21, prresto que nada cuesta a nivel numérico hacerlo así,
simplifican a estas otras: mininrizando las pequerias diferencias que puedan aparecer en los
cálculos clebido a su intervención.
W(x,y)=il-v2).Wo (x,y)
Mx = Mxo +v.Myg

My=Myo*v.Mx6 ttl 6.6-5. Asignación de las cargas al modelo


teórico de entramado espacial
MxY = 1l - Y¡' ¡1*Uu

L,as cargas habituales en los forjados de viviendas son de tres


Recí¡>rocamente:
tipos:

Mx^ = Yx-v lvly . Puntu¿llcs


" l-v2 . Lineales

MVrr =
MY -v Mx . Superfici.rles
| -v2
Lil asignación cle cargas a las Lrarras, légicanrerrle, tiene que ver
MxY6 = 4xY
t-v
¡nrcho cr;n el ranrarr'de la criscretización iealizada en Ia placa.
No
es lo niisr,o tencr un enr¡rarriilado cre barras estabrecidas
a
2,5 x 2,5 m, (.lLle tenerlo a 2j x 2j cm; lo que pue<Je
resultar váli_
do.y razonable para el segunclo, corrduciría a resultados
Atencicin al hech<_r de que en lc¡s borcles librcs cle li:s placas, inadmi_
sibles para cl ¡rrirlero.
al no exist¡r coacciones que moviricen er
efecto poisscln preriarrren-
te, deben modificarse las expresiones Err general, los criterios c¡ue cleben regir
lll. la asignación de las
c¿rgas son los siE¡rientes:
. En los bordes libres paralelos a la clirección :
X, l\lx Mxo
. Y en los bordes libres paralelos
. dcseable que existiese un nudo o una
a la dirección y lvlv = My6 .,, l*1r barra del empa-
rrillado baio cada carga punluai; pero
como cso resulta operativa_
En nuestra opinión y en la de otros autores nlcnte ¡l'nposible la carga puntual interrledia
tl. N,lanterola, puede llevarse a las
A. Samartín, R. thrk, WL Camble, etcl, b.anas clc forrrra sirrrpliiicacla co¡no se ¡ncjica
los refinan..,,entos que pue_ en la fig. 6.42, y de
den obtenerse modific¿rndo los resultacl<_rs ell¿¡s, a lor nuclos.
oU,",l¡Oo, clirecta¡l.lente
del modelo del entramaclo espacial .o,.'
*p"irrillaclo virtual para
"l
las placas, asignanrJo las rigideces vistas Para las cairg;rs lineales cl.ltre banas puecle
con v _ 0, salvo cn el sLrponer que se en_
parámelro C como suele ser la práctica cuentr¿t' apoy.aclas en vig¿rs isostáLicas, calcular
habirual. resultan a efec_ sus reacciones
tos de calcular las armacluras de la estructura y colclcarlas en ios punt<;s cle cruccs
con las barras del emparri_
1, rcalizar estimacio_ llado.
nes sobre sus defonnaciones, totalmenLc irrelevanres.
Los lorjados reliculares

teniendo presente la hipótesis de diafragma rígido cn su plano (dc- los esfuerzos resultantes del cálculo están referidos a barras vir-
fon¡rabilidad horizontal unitari¿l por planta). trrales cuyo soporte físico no cxistc corno tal, y resulta obligado
rcalizar una interprelación de los mismos y una ¡signación dc cs-
fucrzos a los elerlentos reales que de verdad físicamente configu-
ran los foriados, partiendo de los valores obtenidos en las banas
c.r sfit¡9' ficticias del modelo.
v'á GEnc¿fco En gcneral, conviene recordar unir vez más que el modelo de
emparrillado r¡tilizado para cl'análisis del foriado, no permite eva-
Irrar el truba jo "laia" c¡ue tiene ftrgar en el mismo; es decir, los mo-

rtt vimientos relativos en su plano medio, los esfirerzos axiles que sin
lugar a ducl¡rs existen Latnbién en dicho plano y los esfuerzos cor-
tantes rasantes coutenidos también en dicho plano. El que estos
esfucrzos tengan urr crarácler de scgundo orden en la mayoría de
AR, H las estructuras de cdificación resueltas con los forjados reticula-
?iu'r¡,
res, no debc hacernos olvidar su presencia, ya que puedcn ser im-
.fJn* portantes en eclilicios singularcs o sometidos, por eiemplo, a la
acción de un ¡rretensado cxterior.
$Erü.'g$E
. En primcr lugar nos enconLramos.con. los momentos flecto-
res de una barra del emparrillado que es continua a trávés de los
nudos y, sin cmbargo cl flector a la izquierda clel nudo M¡ es di-
ferente del de la derecha Mz. Uer figura ó,47).

+"7
Fig.6.46. Esquema simplificado de irsignaciórr cle l¡s c¿rsls de vicnto a
los nud<¡s de urld pl;¡nta. ernpujaltclo al cclificic¡ sl-gún l¿
direccicjn 6V

En un modelo tañ completo y potente conro


el Cie CYPECAD,
lo anterior carece de senticft¡ poi in,.,"."r"r¡o,
pr"rto quc la asig_
nación de esfuerzos se deduce implícitamentc
en función cie lJs FiE, 6.47.,\lornenros flcctorcs resultantes slr
propias rigtdeces de los elementos que plarto. del ¡rrvvErv
rnodelo de emparrillado
lo inlegran y el grado cte
vinculación que tengan clich<.¡s elementos
sentes todas las consideraciones
uniiu ,i
tenienclo pre-
anteriormenlJ r. Ello cs crebido a que er equiribrio
"*pr"r,r en el nudo se produce entre
los rlronlerrtos mencionacros y ros momentos
la barra perpenciicular tor'.res de
'ect<¡rcsa la que ,o
ó.ó.ó. tnterpretación de los resultados "rr¿ "nJirn-náo.
en el Si el emparrillado virtual reflejase
entramado espacial vigas auténticas, la discon_
tinuidad en los flectorcs É M2)
nudos es real v existe talJMr pr""to
que;r.;;;
et modelo en los
En general, si la estnlctura es un
entramacio de barras aisladas ,crial,
producen cn la flexión de los ür. ür'ur..lones que se
verdaderas nada hay que interpret"r. puntos ,l"l;;ui;;* en una
dirección
esfuerzos que proporciona er-mocrero
o*i"ñlos rcsultaclos de sen debidos a los torsores.quc tienen
lugar ü
las vigas situadas
uduiJ-ro,, de apricaciórr en la clirecciórt onogonal a las primeÁni¿,,ruou
directa a las piezas de la estructura y, por entre sí.
tanto. a partir cle ellos
pueden calcularse las armaduras
gón armado, o comprobar sus
¿ei"s ,"i;;;;
si son de hormi_
Sin ernbargo, si la modelización
del empanillado es ürtualy las
estados tensionales si barras nc¡ exisren como tales, tuf
ro, tras realizar las adecuadas combinaciones son cle ace_
losas que estarnos rrarando, las
v.oÁolu."i" los foriaclos
previstas en los discontinut;;;;, "n
en l.s momen_
Códigos y Normas vigentes. tos flectores no sort reales y debe adoptarra
l",r,o momento flec_
tor único en el nudo que se analice, et valoruemimnra
de interpreración y manejo de resuttados surse de M¡ y M2,
es decir:
^.. !lt_::!b-a
en
las pracas con el modelo de
emparrillado propuesto, puesto que
r,,,r,
(M'lMd
=
Los foriados retículares

Los momentos torsores en las banas longituclinales y trarls_


versales tampoco son iguales cn el empanillaclo, lo que va N1,.. =\1,...o=2e +\1, .scn2 e -2Mx\..sen0.cos0
en contra de que en una losa los momentos son igualcs en
\4 :N1.., .s"ule+\1. .cos2 e-2M", .scrr 0.cosO
dos direcciones ortogonales. Lns valores ¿l utilizar en el cál-
culo son tarnbién valores pronredios. lll Ntr. = (rt, - ivl )cos0.serr 0+lrt*u (cos20-sen2 e)
Los esfucrzos cortantes también deben ser evaluados
con el criterio antcrior.

Por el contrario, los cambios dc momentos que se presen-


tan cn cl modelo sobre los pilares a izquierda ¡,derecha
de los mismos son reales y representan los nronrcntos
flectorcs que solicitan a lc¡s ¡rrisntos.

.ARMADO-DELIQBIADO: Elarmado dc una placa de hormi-


gón sonretida a momentos flcctores y torsores, teóricar'nente tle-
bería realizarse siguiendo las direcciones de flexitirr ¡:rinci¡ralcs
donde, desapareciendo los torsores, sólo quedaríitr los nromentos
principalcs Mr Y Mlr exclusivamente.
-Sircecárr
Es fácil dg adivinar lo imposible y costosa que resulta tal prc-
tensión, puesto que nos obligaría constructivamente a ir c-ambian-
do las direcciones de armado para cada zona dc la ¡:l;tca y para
cada hipótesis de carga diferente que actúe sobre la nisnr¿¡. La
solución generalmente aceptada bajo un prisma te'órico y' prácti-
co cons¡ste en establecer las armaduras de la pLrc.r según clos cli-
l-ig ó 48
recciones ortogonalcs, siguiendo casi siempre las clirecciones
establecidas en el emparrillado, que a su vez sigue las cJireccioncs
de los nervios que materializan el forjado reticular. Si su¡tonenros c.tll"locidos N'1, y lt. conto rnornentos quc cu-
bran el canrpo de tsfuerzos obtc-rridos, es posiblc expresar Larn-
Para conscguirlo rcsulta obligado obtcncr dos nronrentos de
bién en fr.rnción dt: k>s nlisnrr¡s los ntorrlerttos ¿r'lteriores:
flexión ui y tvt' Ilamados también momentos de arm¿ido. ctue ¿c'-

tuandO Segun las dos dirccciones establecidas para l¿r3 ¡rrrrradut- \1 . : Nl. .co,rj' o+ lr" -scn'' c
ras, cubran plenatncnte por el lado de la seguriclacl el carrrpo clc
rnomentos obtenidos del empanillado: M*' M\ y N1\', ' \1. = Hl, .:errlg r- Mi .c,.rt2 O
tlt
l-l
LasoluciónnormalmenteadoptadapefteneceaRH\\body It.. = (tvt" - M"
)cosO
'sen 0
C.S.T. Armer (19ó8), así como a A' K Cupta I
l977l L'as rrie'joras
introducidas postcriormente por Cupta ( l9Eó) para tener en ctlenta
que los mo-
la interacción de las armaduras inferiores y superiorcs de la placa Bajo estas circunstancias' lo que dcbe suceder es
complican cons¡derablemente el mótodo y no las tcndremos en mentos l2l cleben ser iguales o mayores a los momentos obteni-
cuenta; ya quc no suelen ser de aplicación directa ;r ios casos quc clos DOr las ex¡tresiones lll
Estableciendo dicha condición se
nos ocupan, dado que no resulta frecuente que se encuentren tra- obtiencn lcrs siguientes resultados para armar la placa:
ba¡ando simultáneamente las armaduras dc flexión positiva y nc-
gativa, salvo en aquellos raros casos donde los torsores supercn Armaduras inferiores:
en valor a los momentos flectores.
Considerancio err principio que M* y M, son momcntos de
Veamos las conclusiones prácticas de los niencion¡lclos auto- flcxión posiliva, traccionando la cara inferior de la losa, las arma-
duras se calculatr con:
res, que nos permiten obtener los monrentos cie armado ttl- V tutr.

Sean M*, M, Y Mxy los momentos que tios ¡rroporciona el cál- N,ti = lu1, *l*-tl
culo en un punto cualquiera, según las direcciorles establccidas
en el cmparrillado. [,os momentos en otras dos direcciones cua- l3l M, = tulv *lvr,.,l
lesquiera (u, v), vendrían clados por:
Los lorjados retiulares

Si fuesen de signo contrario M* Y My, y resultasen también de Los esfuerzos deterniinantes para el nervio sombreaclo de la
vl figura {vcr cc)rte A-A) se obticncn como suma de los esfuerzos en
sig,no contrario en f3l V rtlv, se hace cero el virk>r negativo y se
opera con el valor pos¡tivo en clicha clirección. los nr,tdos I. 2 y 3: Fr,r:n,ir-¡ : F¡ * F2 * F3.

M" (0 M, to ¡\,1, > 0 Mu <o tlortc ..\-.\


li
M" =O trii. = I
ln-*i--. r- .
rar
=Mr-l*l
Ij r-
,Fi-l4l
M,
c

Si resultasen negativos tr¡- V tvt, cn l3l es que no haccn falta ar"


)
:+-----+-
l*r U e
t>_"-t--]
hI
maduras inferiores de flcxión positiva.

L
t-:T.
Armaduras superlores:
Considcrando en principio que M* y N,1,, son momentos de
-\i
F:s ó 49 Discretiz.rción del ¡nodelo CYPECAD.
flexión negativa, traccionando la cara s'.r¡ren.ri de l¿¡ losa, las arma-
duras se calculan con: Prcvianlertte, cacla nudo rcparte sus esfuerzos cntre los clos
adyacentes sr.rpcriores e inferiores, es decir, los csfuerzos en la
Mi =M^ -lnt,,l b¿rrra e se repartcn cntrc c, cl, f, g, y así sucesivamentc cntrc todos
l4l Mu = M, -lnt''
los nricjns, recibicndr¡, a su vez, esfuerzos de los dcmás. Por ejem-
I plo los esfuerzos ern cl nudo c, qlre es el l, serán:
Si fuesen de signos contrarios M* y My, y resultascn también
t¡l -tr _ Fe +q +Fd +Fr +Fe
de signos contrarios en l4l
nai V Mr, se hace cerc¡ el valor clel t¡lo- -¡e
5
n)ento positivo en este caso y se opera con el valor nc'gativo co-
nespondiente en dicha dirccción. Análoganrcntc::

M; <o M..v >0 \l\ >0 Fr +Fct+Fc+f!+Fh


F:r=Ff =
M.. =0 N'f" =0
c, M*=M* tdt
N{. = ¡1, -
l*l F3 = F.1 =
Ft'i + Fb +Ft +F" + Fr
5

Si resultasen positivos tut^ V Vy en 14l cs que rro lr¿cen falta para iinalnrente obtcner:
armaduras supcriores de flexión negat¡va cn la placir.
Fnen,io=F1 +F2+F3
Una vez obtenidos los esfuerzos de armado genóricos en las
Lrarras virtuales del emparillado, cn el moclelo CYPECAD, que rea-
liza un mallado surllamente denso, resulta adernírs obligado bus-
NOTA: Fuecle :lanr.¡r-la atcnciún, ¡:or ejerrr¡rlo, el heclro de que siendo
car los esfuerzos que deben asignarse a los ncrvios físicos reales,
N'1, ¡'\1,,. rrr(l:r'renros de flexión positiva, haya que colocar arrrratluras
cuando se está calculando un forjado de ti¡xl reticular, partiendo en la c¿¡ra sr.Lperior cle llcxiirn ncgaLrva; succ'clc cr.rando clichos tnomcn-
de los esfuerzos anteriores. l()s s()n f)r(!lJ!.irr.rl I l;.1 lorsi<irr rJc la ¡rlaca los sr:¡:crra, gcncrando trac-
cioncs cn ia cara superior que anula y supera las pequerias
El modelo CYPECAD opera realizarrcio un prornedio de los es- conrpresiones que ¡:roclLrcen los flcctorcs puros.
fuerzos entre nudos adyacentes, a nlodo cJe re¡:;rrto tr.:nsversal 'l
éngase presei,te qLle se está procediendo a cfc.ctuar un anriado nlate-
que contribuye a obtener unos esfuerzos dc djnrcnsionacJo por nrátir:o err,,oi'.cnr.r (l(. l;is flcxiclncs rr-.alc.s tlc l¿r Írlaca scglin las dircccio-
ncrvios suavizados, mejores y más realistas, repürt¡endo las con- nes prirr:ill.-l.cs quc nos son clcscorrocidas y cluc los nromentos
centraciones de esfuerzos anornrales que pueden cj¿rse en deter- lorsr-tf És rro ',ierer suslenL¿rción fisica en ningún elemento concreto de
minados puntos ya cluc la mayoría de dichas concentraciones rro la placa. :;a:r,r: ¡rr-siLrlemente en algunas de las barras singulares que
ln.-rteri.rL ,r¿¡r. .n.)r rrj('nrl.)ic), lirs vigas cluc sc inLrocluzcan reforzando de-
tienen t¡na justificación física rcal.
Iernri¡¡rrla: ¿r-r:las clc clicha placa.
170 Los foriados relitulrtr¿s

6.7. Pa*icularidades y control del modelo descrito implantado en CYPECAD relativo al


cálculo de las placas
L)ado c¡.re el nrodelo cle análisis cspacial dcscrito, jnipl¿intado Ivl {t -\ m)
(centro cle ladol
cn un programa de ordenador denominado CYPECAD r,¿r ¿i seryir-
rros para obtener conclusiclnes prácticas opcrativas qLlc nos pcr-
mitan tomarle el pulso a los parántetros más ¡rl[)ortar]tes c¡ue rigcn
el comportamiento mecánico de las estructuras de edific;rción. re-
sueltas con foriados reticulares y losas filaciz¡rs circunstarrcialnlerr-
te, merece la pena explicar alg.tnas ¡rartit:trlaritlacles Ce clicho
progama, coteiando los resultados qtle l)roporcir¡tra t-l ntismcl stl-
bre algrnos ntoclelos clemetrtales clc estrucLr.ir¡rs. qilc bajo Ia ac-
ción de cargas simples Se encuentrarr calculadc¡s V sus rest¡lLa(lc)s
recogidos en las publicaciones espccializadas -v en la tcris cle
M. A. Gil Martí (Sevilla, 1989) cuyos valores resr'rlt¿¡rr sr'tficierrte-
lnente conocidos.
de
El programa, que gcnera el modelo dlscreto tle la cstrr-rctltra
clcs¡-lla-
manera absolutamente automática en los forjados, ¡x:mrile (l t ¡ t2t l.rbr:'' L:; :: i. 5l ql¡'t lD tere¡(rds finitas)
pero la Fr .: -¿: ':l¿:é'
"
zar cl mallado hasta qtte pase por utr determinadtl ¡lurrto' t\l Arlgel (;il Nlartí)
En losa tJl lfr'rparr .;'-tr' .l .i'il-i: ..1¡ ;: ir¡::a: t¿cla 10 t rlr
naturaleza del mislno cs fiia no
y pemri[e su ntatri¡rulación.
recuerda que establcce una red de b'¡nas a 25 x 25 cm (4t\'{Jr bl*:-..-::.ri :.:.:;r; ::r! {:¿iLr5 cje.ibenad ixl: nodt'r y fomluiaciórr
maciza se
sc lilreal dc ^- t:: r-'-: :l :
y en los reticulares a entreies/3 x cnlreics/? Ltls cstuerzos
y en los nudos' lo que no pcr- r8) Elr:,,.¡r':..aci::r c::i:-:::l¿:':i: ¿:'. b¿ras cada 100 cr ccr' nlóduio de
tbai"n"n por hipótcsis solamente
mite la obiención de csfuerzos en cualqtrier
punto sino solantetrte Poissrlrr r' = tl :(-l
en aquellos clontie sc haya establecido un nudo de la discrctiza- T¿bia ó 5

ciónar¡tomáticageneracla;aunqucdaclaladcrrsidaclde-lrnallarlo
dc
,¡,J" ,. establece, a efectos prácticos, se l'larre todir sr'lperficie
la placa, mallaclo cle C}?E clueda refleiado automáticamenle en la fi'
F-l
grrra ó.51 ¡tara Ia losa nl.lciza.

CONTROL NO I.
Análisis de una placa cuadrada maciza de l0 x
l0 m empotrada en sus cuatro lados
H:20cm
V:0
c1 : 2 Llm2 l2o kN,'mlt

E = 2,lxl0ó t¡n2 t2 lxl07 kN m2l

. l0x I0m
Fig. ó.50, Placa empotracia eln bordes

En el cuadro adiunto figuran los resultados obtenidos por di-


versos autores y medios, así como los resultados quc proporcio-
na cje forma automática el programa CYPECAD.
Fig. ó.5 I \la,r.rcir¡ cle c.ilculo ernplc:ado por CIITLCAI)
Los Iorir¡dos rcticrr/¿rrs

El ¡rrograrna CYPECAD no pernrite l¿r intrcxjriccii>n tlirecl¿l rlel CONTROL NO 2.


módulo E., dado que se calcula en función de la f.¡ del lrornrigón Placa cuadrada maciza de l0 x l0 m articulada
El cálculo de la flecha se ha realizado part¡endo del resultado que en sus cuatro lados
proporciona el prograrna t)ara un H-25 ([.¡:
25 N'iP¿r), rrrulliplicarr-
do dicho valor por la relación de móclulos E., para c¡ue los resul-
tados puedan ser comparables.
II:20cttt
V:0
e: 2 Ll¡rP (20 kN/nr2)
2.l.loó
tlecha' E = 2,1 x 106 t/m2 (2, tx 107 kN/m2)
Lr, ro^
En el caso que nos ocupa, las posibles cliferericias llreclen scr
debidas a que el modelo CYPECAD tiene en cllentü las clcfornra-
ciones debidas al cortante en las matrices cle rigiclez. l0 x l0 n''

ljig. ó.)2 l)l¿c"¡ art:<-ulacia cn l.ro¡clc-'s


T;rrntriérr se lran c:tllerrirlo los resu]t¡rrlc-r$ J)or rnetrc) cle ;lrcllt.r-
ra. Si la placa, en vez de haber sido de losa maciza, hubicse siclo
un forjado reticular de canto 20 cm (16 + 4 cmt. El modclo CY-
En el c'.radro adjunto figuran los resultados ot:tenitlos cn estc
PECAD calcula los forjados reticulares conlo si fuesen losas rna-
COSO:
cizas, pero reduciendo las rigideces cle la:-; barras a la nrit.rd, tal y
como se ha dicho anteriormenle. Téngasc presente esta consi(le-
M(txm) Flecha (cm)
ración a la hora de estimar las deform¿cic:ncs c¡ue se pueden ob- (centro de vano) (centrol
tener con el modelo CYPECAD, que si bicn a nivel del cálculo de
esfucrzos proporciona resultados rlrry v;ilicios, no sucedc así con R Barés 7.36 5.79tt
las dcformaciones, las cuales requieren un csfuerzo suplernenta-
rio para una evaluación más precisa. Multiplicar los valores resul- stiglar 7 .?1'.)

tantes del nrodclo por un factor amplificador clel orden dc | ,5 M. A. C. i\'t


puede proporcionar deformaciones elásticas insL¿¡ntáneas sufi- (E - U2o) 7,i75 5.80 I

cientemente buenas para los forlaclos reticulares h¿bitualrncntc CYPICAD


(como losat 8,2974 (r.338
empleados en la edificación, consiclerando las secciones con las
CYPECAD
inercias bnltas sin fisurar. (como placa reticLrlarl 8,393ó t 2.705

Las diferencias de resultados en los esfuerzos con la losa ma- M.A G N'I
(E - L'l0l r' = 0,20 E,IE4 5,5i2
ciza, quc no tcndúan que existir, se delxn a la irrr¡xrsibiiici¿rd cle bus-
car el mismos nudo de referencia por la discretiz¿rcicirr cle barras quc Tabla ó.6
de forma automática realiza el prograrlra, c¡,le corno va st" ha clicho,
hasta cicrto punto, es fiia. Obsén¡csc cómo cl modelo CYPECAD proporciorra resultados
conservadores c¿lsi siernltre, con rclación a los restantes rnodelos
Obsérvese t¿¡mbién cónlo aurrrcntan los monrentos en l¿¡ losa erl¡:leaclos con'\o contrastes clel t¡tistno.
cuando la discretización es nterror, barras cada 100 cnl, y sc ope-
ra con un módulo dc Poisson v= 0,20, de acuerclo con io csta- Las ra¿(lrter icltt dt)s,
blecido cn el apartado 6.6.4.
|. El uso sistenlático dc matrices de rigidez en las que se han
t¡s deformaciones, lógicamente, tienden a clisrninuir al consi- teniclo el cuer'lt.l l.rs cleformaciones por cortante correcta-
derarse una mayor intenelación entre los elemcntos debido al efec- nrerlte. aunqlrc sct¿l éste un rllatiz que en los cálculos cle las
to Poisson. losas no suponga nada trascendcntal, sí que inLroduce pe-
queñas nr<¡clilicrrcioncs en los result¿tdos esperados, frente
a otros clonclc no se lt¿rtt lenido lrreserrtcs dichas deforma-
ciorres.
2, El nr¡rll;lrlo .lutrlnlático que geltera el programa, operando en
saltos fiios de 25 cnl en las losas macizas y de 26,ó7 cm cn
NOTA: Los rcsultados en el programa CYPECAD sc busc.lt'l en ei apar- los rcticr.rl¡¡rer tle e,¡e = 80 cm, hacc que cuando la barra no
t¡rdo tle ENVOLVENTE, pidiendo con el ralón dcl ordcnador los erhrer- c¿¡t>e físic¿rnlente c'n la geornetría establecida sc prcscirrda de
zos cn el trudo deseado, tras solicitarle.tl ¡lrograma que ritucsLrc el l;¡ n:isrrra. clebilitando arti[icialrnente el lrecanismo resistente
rnallado de cálcul<¡ inLroclucic.lo etr la pant.rlla
172 los loriados reticulares

de la placa. Lo anterior resurta absolutamente incontrorable


en las obras reales, pcro siempre sc encre.tra dcl racro cle ra t\lA.C.Nl CYPECAD CYPECAD
:{JiTI t FT
seguridad, con diferencias prácticas pcrfectamerrte asurli_ R. Barós {E-L'l0r {losat (f. reticular
bles y a veces despreciables. IUo (x,'\] ,3.0f10 0.72 ¿J t40 8.2t76,0.771 8,17,,0,79ó
i\l I -11,440 lt lEl I I ?512 t1.33
t\ t¿ -l 6,óófr 16.57 4 Ió.80 I I I ó.80
También se aprecia en el cuadro anterior que cuando sc hacc
intervenir el módulo de Poisson con el valor recomenrlado ¡xrr las 1l lcch¡. icrrir l¡0 7 3 642 3.ó3¿J 7,t24
:
Nonnas para el hormigón (v 0,20), los esfuerzos aun'lentan y
T¿bl¿ ó.7
las diferencias con los resultados del modelo CYPECAD disttiinu-
yen, puesto que dicho modelo tiene prcsente el efecto Poisson
parcialmente a través de las rigidcces c¡tle cmplea. Con \' : 0.I 5. R. &rrcs d¿r ¡rara Mo el valor 8,1 t x m

T¿lnlt>ién se ofrc-cen lc¡s rcsultados como foriado reticular de


c¿rntoló+4cn'r.
CONTROL NO 3.
Placa rectangular maciza empotrada en sus
cuatro lados CONTROL NO 4.
Placa rectangular maciza articulada en sus
Lx= l0 m cuatro lados
LY: 20 m
H:20cnl Lx = l0 ttt
' V:0 Ly:2onr
q = 2 tlm2 {20 kN,/m2l H=20cnl
E:2,lxl0ó Vnr2 t2.lxl07 kNrn2) t'l :0

Q = 2 t/m2 t20 kN/m2l


E : 2,I x l0(' vrrr2 {2,1 x 107 kN/m2)
20 nr

l0 nr

Fie. ó.53. placa empotrada en bordes

:-n'

Los resultados de análisis de esta tipología dc plac;is que pro- I le. ó.54. Piac¡ ;njc';lada cn sr.¡s bordes
porciona CYPECAD se comparan con los que ofrece R. Barcs y M.
Aneel Gil que opera con un empanillado que discretiza la placa ett
barras cada Ul0.

En gencral, téngase presente que las cliscretiz¡rciolles groser¿ts


It!ouu,.n, l\14 C.Nl.
tE-L/ l0l
C\?ECAD
(losa I
CYPECAD
f. reticular

(menor número de elementos) conducen a resultad<ts rnenos prc- lc) {x .'l i lq ló 3.44 t9 423 2l .o4i J.70 20 ,67 ,t'3 ,7 0

cisos. CYPECN) introduce 100 barras en la dirección -x y 50 ba- le(:lra (\\') (-r]ll 1.1 4i6 |4 499 I 5,140 29.727
rras en la dirección -y. Y se recuerda una vcz niás que tierle en
cuenta las deformaciones por cortante. Tabla ó.8
Los lolados rcl¡(rl(¡res

CONTROL NO Lx: l0nl


'. maciza articulada en sus
Placa rectangular Ly:20nr
cuatro esquinas H-20crn
:
v:0
Lx l0 rri
Carga unilorrne repanicla q:2f/m2
Ly=20nl
H:20cm
v:0 N4ACM.{E-U'10r
Q= 2 t/nl2 (20 kN'nlt \,lo (x \;) t0L82l4
E : 2,1 x l0ó L,ml (2 Ix 107 kN/rn2) l 02.24 105.t t2
17,]798
20 nl
3l ?.878

Tabla ó,l0

lO m

l-ig. ó.55. Placa artictrlada en sus esquinas


CONTROL N" 7.
Placa cuadrada empotrada en dos lados
contiguos Y libre en los restantes

R. Barés A c iE-L'I(.)rl Ll'P[c,\D (]osa)


ñ1. -"."_-l
N,lo {Vvl t2.16/()7,44 I l ,?2 q7.040 | s il+ vo ; t Lx-LY= l0m
N,ll (t x m) 52 40 i3.91 ) | r'r Or, t ¡ H:20c:m
m) 104 00 105.ó19 i l(t(:,Ó42 lL v=0
+
N{2 {t X

?)A{r; I ji7.l,c q = ) ll¡'2 (20 kN/m2l


\!b (cnl) ?26.857
41gtj | ¿¡i, E = 2,lx I 0ó r/f'r'12 (2, I x I 0z kN/m2)
wl 41.t43
\l/')
..320 _.. J 18.07q I z:cl ¡ t

:
Fil, ó 57 P clc(¡ ( l-1olr'¡(l¿ cn tlos la-
dos (r)nti..Juó::'. l'i':e rIr \)g fc5l¿utes
Tabla ó.9

CONTROL NO ó.
Placa rectangular articulada en su lado menor y
articulada en las esquinas opuestas

I0 nt

20 tr
Fig. ó.56. Pl¡ca articulacla clr un lado nlerlor -v trt sus c-it¡uiia-( L-\lli;estas

...--"-
Los forjados reticulares

En este modelo de placa se aprecian diferencias de cierta en- CONCLUSIONES


tidad, puesto que los resultados dependen considerablemente de
la discretización que se realice en la misma. L¿s conclusiones básicas que se obtienen del modelo CYPE'
CAD, basado en el empanillado plano para el cálculo de los ele-
Stiglat llcga a afirmar que de discretiz.ar la placa dc una fornta mentos dc placa liorizontales, a la vista de los resultados
u otra pucden existir diferencias para la hipótesis de carga utrifor- expuestos y cJc nuestra experiencia en su uso calculando estruc-
me del orden de urt I I o/o, turas, son:

Los valores que sc aponan están referidos exclusivamente a la . Su prccisión es btlerla.


dirección -x, tomado únicamente como control de referencia del . En general, proporciona valores conservadores, casi siemprc
modeloCY?ECAD. ligeramcnte por encima de los valores que nos han scwido
de contraste. obterridos de las tablas más gcneralizadas cn
A efectos del cálculo de las armaduras y especialnlcnte elr tr)la- los cálculos dc plclcas lstiglat, llarés) y utr rtrodelo cle empa-
tlesvíarr los nro-
cas como la analizada, clonde los efectos tomores rrillaclo plarro enrpleaclo en la tesis d(rtoral de M' A' Cil
(Se-

rn"nat de flexión M* Y Mv' obtenidos en l¡rs direcciones


con los
villa, I c)891
corl'\prtestos que proporciona el modelo en
de los emparrillaáos' debcn ser . L¿s clefomlaciones vertlcales
"n"go^"f.tMry para obtener los momentos finales de armado Mi los foriaclos reticriares puede utilizarse
meramente de refe-
esfuerzm
pormenorizadamente en cl apartacio itrercias mitad del modelo
y M;, tal y como se expone rencia, OaOo que tonsiáera unas
relativas a la obtención
de placa nlacEa po' un"'cuesüones
6.6.6. adecuadas y conven¡entes'
de esfuerzos ¡ amradrlras más
que proporciona
iiu t., ptt. r,. l,c,i clespla zarnientos ve.rticales
unas de-
el modelo por un i"tüt I '30 puede proporcioltar
a la realidad tcórica'
formaciones elásticas más aiustaclas
. se introducen correc-
Cuando lo; datos e hipótesis de carg
planteadas' los rcsul-
tamente .n a',"lt*"s lógicas
y bien
controles habitualmente
tados son flables y supe;an los
cnl rrleaclos en las supervisiones estructurales'
Lns [orjadns r{'liruldrr\

7. Análisis simplificados de las estructuras proyectadas con foriados reticulares

7.t. Análisis de estructuras con foriados B;ijo la ',,isi(in arrterior es difícil que el método dc los pórticos
virtu¿:les, o tle sustitución, se arrincone en cl baúl de los recuer-
reticulares por el método clásico de los dos cic la historia del círlculo de estructuras. Particularizando una
pórtlcos virtuales (Planteamiento teórico iclea rruv c:orrocida. pc:clría clccirsc quc nadie debería comenz¿rr ¿l
del método) calcular r.rrr forjaclo reticular con un programa espacial, sin haber
qucmado la ctapa formativa y previa de su cálculo nianual, sintien-
do y <:onrprencliendo Ios esfuerzos callados r¡ue experintentarán
7.1 .l . Introducción durante slr vicl.r útil los nl.lteriales que corrfornrarr sus riervios, sus
zunchos y sus ábacos.
El modelo dc cntramado espacial constituye, como pr.rcdc dcs-
prenderse de todo lo expueslo en el capítulo prececlente y tal como Los grancles progranr¿s es¡raciales de análisis t'uuy autonla[i-
venimos diciendo reiteradamcntc, una rrr;rgnÍfica herramienta cle zacjos ¡rue<len I'esLrltar r.¡n serir¡ pcligro ert rnanes inexpertas, si sorr
cálculo hasta que aparezcan nuevos modclos más ¡:erfectos y ver- incapaces cle cliscemir y valomr aclccuadarlenLe los resultados quc
sát¡les, basados sin lugar a dudas en orden¿i<lores nrás vcloces, ¡rro¡rorcionan, ciado qLre a veces puederr encontrarsc dislocados
donde pueclan implantarse nLlevos progr¿rrrlas de clcmcntos fini- por el laclo de l;r st:grrridacl o de la inseguridad en nruchos puntos
tos con post-procesadores que pernritan la oLrtención de esfuer- singrllares cle las estrucluras, puntos que son iniposiblcs de dis-
zos y armaduras de fornla autclmatizada, tanto en rógimen lineal crctizar y nrocleliz;rr cc)ncctalrente de forma ar.rtonlática, exigien-
conro en el no-lincal. do la intcrvcnción experirnentada del proyectista cstructural.
Sin embargo, el que ello sea así, rro es óbicc para olvtclar que SuponclrcrIcts. f )rlesto qLte cOnstructivamCnte COnstituyc la
los eclificios con foriados reticu]¿res tambión ¡tueden scr analiz¿¡- nlás absoluta generalidad, que los forjados son plarros y, por tan-
dos por otros métodos y modelos más sirnplcs, conro puccle ser to, care(en dc r,'igas ;¡cr¡s.1clas birjo los mismos,
el nlétodo de los pórticos virtualcs, también llanlaclo en la cultura
americana el método del marco equivalente o pónicos de sustitLr- La presencria clc r,'igas clescolgadas de mayor rigidez, que pun-
ción. tualrnentc ¡'cle ionna aislada pueden introducirsc para salvar una luz
aislarl¿r, pucde ser resuclta asignando por el lado de Ia seguri<Ja<J la
Hablaremos extensamente del métoio dc los pórticc-rs virti.ra- totalidacl cle la cargir dc. sr¡ zona de infli¡encia, sin que merezca la
les, porque, en primer lugar, resulta scr cl rnétodo lrabitualllrerrte ¡rerra ¡llirnlearr otras altern¿rlivas.
colrtcmplado en los códigos vigentcs cle todo c-l nrunclo; y er) se-
gundo lugar, y aunquc no sea el método icleal ¡rara calcr_¡l¡lr i¿¡s es- Bastaría en los caso: .anteriores dcscontar de las armaduras de
lructuras con f<trjados reticulares, porqLle result.r scr eJ único qrre, flexión rrcg;itir'a de la vig.r las armaduras clisprrestas en el nervio
bien sea de urra [<¡rma dirccta estinrando con critcrios lógicos los izqrrierclo y dt:rr.cho aclyarccntes a la misnr¿r, si no sc desea reali-
esfuerzos, bicn mediante un simplc progran-la cle pórticos zarr un plante;lntieltto lan conservador conto cl recomendado err
¡tl;rnos,
permite al proyectista comprobar de una manera scncill¿ y cierta- el párrafo ¿ntcrior.
mente asequible, cualquier estructura resuelta con los rnencriclna_
dos forjados, calculada ¡)or otros métocltls rnírs corl¡:lejos c
im¡:osibles de aplicar sin un pot.ente y sofistic¿clo prograrrr. dc 7.1.2. Planteamiento del método (Geometría de
ordenador, los pórticos)
Quede pues clarc.r, que exponemos el nrétoclo clc los pórticos
Para corrr¡lrcncler nrejor la lilosofía dei método, comenzamos
virtualcs sobre todo con la intención cle proporcionar ¿ los proyec-
plantcándolo scgrin la norrnativa vigenLc, y aceptamos que los pi_
tistas una herramienta útil de comprobación cle cálcuios nlás re-
lares sc encuentran ali¡reados segin r,rna malla ortcryonal o bicn sin
finados y tarnbién, para aquéllos que no rlispongain dc un programa
espacial y quieran rcsolver una estructura planteacla con unlor¡a_ desviacio.es qre supcrcn el r07o de la luz norrnal a la línea de ejes
que definc ,.a detc--rrri¡l¿rda alineació'. posteriorrnentc y de forma
do reticular con seguridad y sin miecio, claclo quc el nrétoclo r.en-
paulatin.r en su desanollcl, ircmos introcluciendo matices y consi_
cionado proporciona resultados nruy experirlcntaclos o,
rleraciones qr-re ¡remrit.rn l;r gcncralización práctica del métod<¡ a la
sir.plemcnte, para rescllvcr un problern;r puntual cirr;inte la ciecu-
ción cle L¡na cstructura qr-re ha experir:rentaclo algun t:po clc mo_ nrayorí;r dc los casos quc puecJen planLearse, simplificándolo en
Lu'los casos ¡l corrplicándolo cl.t otros.
dificación sobrc Ia ntarcha.
t76 Los foriados reliculares

. El método se basa en discrctizar el forjaclo err band¿rs virtuta- Dcntro cle ia georrre[rfur dcl ¿¡ncho total del dintel virrual, el nté-
distirrg,rr{r a eiec:OS de reI)¿rtir los esfucrzos restrltantes tlc'l
les tomando las líneas mcdias entre pilares, y considerándol¿rs a IOCIO
o arrálisis t: rt lr'r!1 Itrr\.'l(ls qr-lt:' formatr ¡larte <Jtl ntisrn<'r' una scrie de
manera de enormcs vigas planas que hacett las veccs de dintei c(llltral(ls y barrda cl<:
Sr-mittancias e:t¡uenláltc;ls Il.¡nr¿rcl.rs bar¡cias
jácena de un Pórtico ordinario'
SoPOftes.
pÓrticos virtuales c¡ue
En la Fig. 7.1 se aprecian los clistintos
pucden .rtábl"."rru cll tlna planta ideal c{e rtn cdificic:
scgún los
--t-
-t
ejcs X e Y,
A/

- + -l -_:
a
1_,r._ +- -. I lt
I

'i- t+b
.
_<? 2
1
'l +
1- Vr,,
l
l

I ,1 ,

I 2,,
I

+ -¿
.\ +-
vl
t- | - *¡ll"
+
,, t- .4r | -+. -- l"l o4
tliYlnlo xtu, f tu&dt fur5 d¿
/2
-t <a.fnl dctecbq)
Fie. 7.1. Planla llásica y arrcho las vigas quc cleberán.t:onsicler¿rrse en
c1e
l¿i
o4 Sacia Gsttql (:r-luooáo
it.ci¿n cle los pÓrticos virtu¿rles o cle :'ust'ilrrcLór'
'rl,oii'tf

Fig 7 3 B"-::.'-<::l'; ,'- ,¿. ¿ eiec:os de reo¿r:ir lo5 es'


-*-.--.
:u..:1i.ri i¿:.i". -r'

7.1.3. Distribución de los momentos resultantes


globales en las bandas centrales y de soportes

Un¿ ',c¿ oilt.:nicl.l; tl- t:torl1.--ntos flcct<¡res t:nvolvcntes de


l¿¡s

ciifercntes hi¡>óte,<i: cor:Ler.platcias cn cacl¿ un¿l cic las barras idea-


les clel ¡rtirrico '. it:r-..¡1. c¿ticuiadc¡ ¡:or cualquier¡r clc- los mótoclos
por algun méto<lcl dc
conocicltls, cross T¡k;ilreva, \latricial, etc., o
Fig.T.2.PerspectivacJeurrpórticovirl-u''rlceti¡r¿l''e!clu{:rrr1:dc¿r:;dop¡ra tlpo directo colr la= linlitacic-lrrt:¡ propias cle caci'l c¿tst)' cotrlo el
su cák:trlo. piopu"r,o por el Cócligo ACI o por la Nornta Esparlola en el
nece-
artícitlo 22'-'rc'ierjclo.i las estrucluras cle placas planas' es
los monlentos cn las distintas
Es preceptivo q\le se establczcan y calculcn todos los ¡'xirticos sario procecl(,r.: l¿ clistribución de
,,
bancl¿rs ttstabler !clas conlirrLlar con el clinrt:nsionarlliento
de las
virtuales diferentes que existan en lir ¡rlantii clcl etiificjcr' Si$lielr-
do las dos clircccioneS que Se hayarr adopt.rclt-r ¿rl cle'firrir r.' nrt-ldu- armaclur.rs de .os ¡,en;ic:5 cxislel'ltes en las nlisll'las'
lar los nervios del foriado.
Con el r-r[¡ic:cl c]c ntl cotrfLlndir al lector, lltl vanlos a entrar ni a
Los pótticos virtr-¡ales debcrán analizarse corr l'r totalidad c.ie la re¡rroriucir lo, riii¿rt:ntes cr.tadros de los coeficientes de rcparto
carga actuando en una dirección y corr Ia totalid.rd cle lir carga
ac- qr.ic corrsicler.jn ,¿s rornrat cle ciifcrentes países, haciendo distin-
tuanclo sobre la otra; con lo cual, sobre los ¡ril;ires' re obtcrlclrán ciones y consicleracic.nes clc gran sutileza en fulrción de las luces
clos rnomentos dc flexión (Mx, Mv) y dos axiles. Par¿¡ clitnension¡rr y anchos cie los'"aIos ciei pórtico virtual' totalmente inrpropias de
los pilares sc tenclr¿ín cn cuenta los dos t]romenlos de lltlxiórr, y un uré[odo a¡:rlrxrniaclo, ,\l fir-.¿il clel proceso. las difercnci¿rs err los
solamente cl axil nrayor con el obleto clc no clr.r¡l!ic;ir lirs c;trgiis porcclrt.aies qtl(t se r)1.llrte¿n conducetr a r¡nos resultados prácti-
sobre los misnros. EstOs conceptos y tod¡is l¿s c¡lrilcterístjc¿iS cos en lcls ¡lrnl.lclos tcrr': L)ec"iel¡o*<' que cualquier tliscusión sobre
mecánicas de los pórticos, se dcsarrollan _v ciefinen cn t)rofllndi- los misnlos, cspeci¿i.r'l',€:r:t Ier.iendo en cllenta qtle rluestros for-
dacl en los apartados siguientes para podL-r corrtprender su in- lados relicr-tl.rrei (;rre(-eir clc ',:i-l.rs descolgadas cn los bordes, sólo
fluencia en los resr:ltaclos que proporciol-la t-ste nrétoclo cor'lducer a conl pl ic.lcio:lcs tcia lmente i nneccsarias
Los lorlaaos r¿titulur¿s

Afortunadamcnte también, por \/el prin.]era cn su histori¿r, la L¿r tenclc.trcia ¿ictu¿¡l crr los apoyos cxtrentos es la de concen-
Norma Espairola EHE ha reconocido por fin la jnutilidad de jugar tr:rr ¡rráctic.rrlente la totalidad de la flexión en la bancla de sopor-
con porcentajes diferentes y establece un¡rs tablas sinr¡:les y scn- tes, en contr.l tlel porcenta je usl¡al que consideraba la EH-gg/9 I
cillas en la distribución de los ntontentos cn la ¡rlaca (un 80o,¡) qLle erir ci c¡ue nosotros veníarnos aplicando sistemáti-
canlenie sin conrplicaciones. Así, los autores actuales, incluido el
Ciódigo ACl. ¡:rro¡ronen r:¡rrc el porcentajc de flexión que debe asig-
niifs€ cl la b,l rcla cle soportcs Sea supcr¡or ¿tl g5%o, u n I 007o en la
r

EHE. Si r-lo se considera la lorsión en el zuncho de borde ortogo-


nal al ¡rórtic' qrc se está analizanclo, f)itrcce razon¿¡blc concentrar
Banda central la totalidad de la flexión sobrc el ÁSRCO y asrgnar el t007o del
n]ornento extren'rQ al r.I.'isrno; si se c<,¡nsidera la torsión, cl análisis
conducc ¿r r¡n porcentaie inferior.
Banda dc sooortps La tesis cle l_. Carcía Dutar¡ il 994) dcmuestra mecliante un aná_
4(.1 "/6 lisis por elemcntos finitos'o line:rl, qLre Ia rcaliclacl cle los monlen-
[c:s clc. f iexión e' los cxtremos rie las ¡:lacas se encucntra más
Tabla 7.1
¡'rróxinra a ios Vicios critcrios cle las EH que a los nuevos criterios
cle la EllE v los del cócligo ACI-2000, que sobrevaloran los mo_
Y la Norma española igualmente indica, cie fomra noveclosa, que n'lenLos dc. i¿s Llandas de soporle.
los lnornentos que sc procluzcan en ei pórtico l'ir-tual clcbido a ias
Nuestr.¡ opinión personal es la de adoptar un porcentaie del
cargas horizontales debcn absorberse exclusi'anrente con la Llanda
de soportes, despreciando la colaboración cle las tnrrcl¡rs ct:rrtrales. orden del 80 ó g0o/o para la
banda cle soportes, y scguir climensio_
Ello lo hace así, conscierrte dc que el sistenra es[rLrctrr,¿il cle pilares na'clo los nen'ros de las bancJas centralcs con L¡n 20% del momen-
y losas rro resulta u.l sistenlá tan ciicaz que p.rrrita to tot¿l1. co.sicieranck: l¿r torsión del zu.cho donde se anclan,
tr¿.sferir lc¡s tratündo .rsí ¡r.r el l.¡crc¡.dc ra seguridad, cre ernpotrar praca
esfuez.s dc flexiórr dados por el pórtico virtLial cle fc:rrrra plena la y ari-
cJe
los pilares a la totalidacl cle la placa, y tantbién vi¿¡r las dcf.r¡.acrones rler va.o extrerno
cque siempre resultan pro-
f)orclue, al nrargcn cle
crestiones físicas, r.rn método tan sinrpre corlro es er cre ros pórti- blemáticas. 5e quiera o rro, los ncrvi<.rs perpencliculares
al zuncho
cos virtuales, no puede reflejar plenarnente los nlecanis¡nos debcrán llel'ar arrr¿rcrura ncgativa, ral y cclmo
cfe re_ estabrece la EHE al
parto y transferencias de esfuerzos que ;isignar ranrtlión u' 20% del r'omento extremo
tienen lugar cn el complcjo adicionar n los ,,e,-
entramado espacial que constituye la estnrctura cn sU vios cle las bandas centrares, y parece razonable aprovecharra para
coltjunto.
aliviiir Iigeramenre las armacrur¡¡s de ros nervios dc soportes quc,
El autor, a lo largo de su trayectoria profesional resolviencJo erl cicrtos casos. ¡rr-rederr ¡rl,ntcar problernas geométricos
si resul-
estructuras de edificios con forjaclos reticlllares, ha aplican- Lan exce>i\''¿rs, a la h'ra cle ar'jarlas y a.crarras acrecr.ratramente. por
do el esquema de distribución de morlrentos que se 'eniclo otr¿i parte ¡'dc esta fon'n¿r, tratanros cle cubrir las moclulaciorres
ex¡rone en la ine-
Fig. 7.4 que, como puede verse, coincitle prácticanrerrte con los gulares.
la
tabla 7.1 de la EHE, salvo en los pilares extrent()s,
En los pórticos dc factrada con grandcs voladizos incorpora_
i Y**ua,"o dos e. L¡n lateral, conviene reforzar ligerarnente los nervios de la
a .5oFr+c ba.da de sopones. va c¡ue sobre ellos basculan los nervios trans-
so?_ _L_f4 _!'Á _
2o)." 4oz
Lj *lvl¡o ¿xlevb versales rrue r'relan ¿rl extcri'r. si el volaciizo supcra
¿. ,*-t- t 21% /. 40 24,/, el valor clc
a. <.úr¿L 1oZ 2ol l2Z ?eZ 0,3 l-, puilcle scr trataclo como,n pórtico cle los centrales, pero sin
lZZ

-!A _'*- fl
AscF rt cJeiar de rener presente ia iclea anterior que refleja clc forma s¡m_
l'-:' -V;t'-ioz.
or-á, 7;-
Éí,ho iulerbr plif icada el nlecanismo resistcnte

En una lÍnea serncjantc a la nuestra se


de la placa.

cxpresa el libro de Mon-


191_ b! tzr.
-zox- ¡6 toya-lv'lescgrer-\1c¡rán, abandonando ros
critcrios de rcparto oficia-
Wta ¿. 1a.h& les qrre llantenLtn cn eclicioncs pasacJas,
a volaCiza si Llien, y a semejanza cle
¡@p.Edó la r.ayr:ría cre rcls .on'.as, conrempran los pórticos co. voladizos.
'o
l..Cal¿lvcr¿i rccogc en su libro dc forjaclos los porcentaies
If-l:1
trdrrucls, f:].,.:r],"1..
de distribución de los mornenros en jas
cliierenrcs
.
distribución clcl cricligo ¿¡mericano ACt, y sc prantea
dc
apllcadOS Dor cl autor en ConSOnancia
lcs de la a¡:;rriciórr <ie l¿ EHE.
cOrr l¡ EH_ftE r f H-S i. an- ros voladizos
cle ia siguierrtc fom¿: "L-t¡s nrcmentos en ra dirección
der vuero pueden re-
partirse t't ú¿uurtts de pilares y centrares según ra
lorma generar. Como mo-
mento perptttrditular al vtiladizo, se considerard
el correspondiente a Ia banda
de pilares cn esta direcdón."
178 l.os loriados ¡P¡i¡ttl6res

Obscrvando ntlcstros porcerltaies de re¡larto de la Fig 7 4 aplv Terrclrenror oc.¡sión clc ha[rl.rr.rlgo más sobrc cste punto rela-
cados a las zc-:nas voladas, pttecle verst: utra coincidenf ia clc cri- tivo ¿r lo: ,"'rrlad:¿os ntütiz.qndo algunas de las consideraciones

terios con los de J. Calavera, sl bien matizamos qtre, cuando cl ex[)uestas QJe rLo :cr totalr.nente ciertas. aunqllc sí muy prácticas
voladizo es muy importante, predomina más la tlexiórr negativ¿r err cle r.rsar sirr qr-,e i)iol1,..¡¿cart lrrobierlas.
la placa como ménsula ortogonal a la fachada (lue como va!'lo pa-
ralelo a la rnisma y, en consecrrencia,los ncrvlos rrrás próxil.llos ril
exterior tienen escasa inciclencia en cl mecanismo rcsistentc cle 7.1.4. Razón y ser de los coeficientes de reparto
in-
vano y debcn ser tratados como nervios de band;¡s centr¿rles,
CrCmerrtándoSe los eSfuerzOS in los nervios cle so¡rortes. Err de-
l()s f.l méroclo oirnrco5 '. inuales es un ttrt':todo aproxitrrado
Ce l.-.rs
finitiva e inSistiendo err lo expresaclo anteriornrertlt', cuatrclo con'\e Lal. irai¿'t oe cllaril::c3l'cie forna scncilia 1o quc sucerie real-
ei valor cle 0 3 L' el v
voladizos superen, en los casos ordittarios' nrerrtc etr l¿ l¡l¿c,¿l cila:lclo i:brc de ptintales' se
deforma baio los
ser tratado de forma idórrtica ¡r Ia
tle un norntalrtrcn-
oOn'lo dc fachaaa deberá esfuerz.os cie iie'.i':-in o:c oriEr;ttt en
ella l¿s acciones
pórtico interior. te cle origerr gr-¿'.':1
'riorÜ
cl vol¿clizo err c:l valor cle en i'r placii SigUett
Algunos autores fiian la frontera t)ara L¿iS cliSIl'ii-.Lt¡tLrre! '.¿ir!-5 Ce OS rlrLrnreIItoS
¿rl misnro ¡'r;tra ctlnside- ic ci;¿r'':iiicar' ¡'nrás clifícil aún cle
0,25 L,siendo L la luz itiu"t-
aciyacente
a lo> efectos que
leyes cle'tip(l si'r'-rlCd: ""lt'i'-t
pórtico interic¡r r- r - :^'rlr ics Ll-ie ptlc(lan scr asig'na-
extr¿lef Qc l::: -\ d: ¡ - !-
,át rfpátii." cle fachacla cotno 1'--s
Calavera contcrrtplir en
uu*nu,-, aruonclo, tal y conlo el profesor I clos a los rLc:', cr> ,,-,.' t' iit eti'c:¿:'l:e:lio
cic ;us ¿rmaduras' sal-
siguiente: cons¡dcramos r'rn pÓrticcl
ortogo- n''odelO espacial cOmO el
iu'finto La idea es la vo que Se cl'r;::.{. .:r É>'''-s'--In :cll Jr'
Fig 7'i
nal a la facha<la que posce elvoladiz<-r' descnto ll'lt l .- ll :l
'':

A;.J,ca J. lqchala /\l\_,-.r _,'_ 1_ ;


- ii.:-.r-: Lñr.
a- :>
- -
i' rr'
LL'¡l: ¡ la
9l¡l ' distribuciórt de
_]- !/LrfL.

nlollr.e:r:C: l"c.-tii .la ¡ i ;:. -.,1- A-ts '-erCrá


lln 'rire aproxinrzt-
clo ¿rt rc-flel¿ci..-. :,:. .; i'; ,;
P */ve

:a¡i'a(l¿ i-' ¡'tt':


l-ig. 7.5. I)órtico perpendicul¿¡r a
r-¡rra '

pur'ltu¿tl O v ¡rl;rrrie'rmc¡5 i¿i e'ctra-


Si prescindinlos de la carga
() t)tjli'r':: .-,':l'i' :ie Lrrl'1 f)laca reti(Lllar Somctid'r ¡ cargas
gra!1l:'ltc\rlas
ción: F:.1 7

u' \':o
,! t (1 t) = |'o
seorrtjene 272 L

y,dado tluc nonrtalntente la carga O


existc el r''llor cltl V tr)uccle ser
acepta eti gerrer;rl (ltlc el pilar
reclondeado a 0,25 L; pues bien, sc
valor <Je 0 25 L, l' os port:enla
jes
A es interior cuando v supera el
estc c'rso' atttpllanclo la
¿" áir,r,fr".'¿n que dcbe;án aplicarse erl
cle pórricos virtuales' sotr los con'es¡:otrdientes
ü"" á"f coucepto
a urr Pórtico interior.

Cuando V sea illferior a 0'25 L' el


pilar se ( ol-rsiclcra cJe borclc + 4p..,/.-- -ü.a'c**¿
*.& Ccvfml 1-li"*a-:tpo*t'l--
b¿rtrcl¡r cle soportes' "",¿.
el votaclizo fonna pafte clc l;r
u J;tr".;.sás, solr los ex- lte-
los porcenurics collsiclcr'tr r:.- ?, r\... ;,... i. ¡,;. .-::ii¿ ¡.rir'':r¿ ¿,a realidad <ic los lllt-rl:lentos
Así, según nucstro criterio' '1 r; .... , .-e'.;''i,ic,ol'.tt'' en clirecció. ortogo.ai a li'r
cle fachacla con vol¿rcliztl irtcor- l.l.1,l =,,
;r;;,; cn la Fig. 7'4 en el pórticoconterlt)la(los en la E'HE ñlisrrur tl,HF
pora<lo, o los nucvos porcentaies

,L
r82 l-os foriados reliculares

por PORl-ltit)S \''lR-


Fig. 7.15. Líneas cle rottrra acordes con cl cálculo
TUAI,[S,

irajo totali-
Calculanclo plásticamente los pórticos virtltales
1;i
serí¡n rdÓnti-
ciad de las cargis en la dirección OX' los resultados
por el método de las ÚN¿\S DE ROTURA'
.or.on los obtenidos
para la hipótesis de cargas gravitatorias'

7.1.6. Análisis crítico del reparto de esfuerzos en


los nervios de las Placas reticulares

Con el obieto de analizar la impoftancia del reparto de esfuer-


zos en los foriados reticulares, especialmente cuando se usa cl
pro-
sistema de cálculo basado en los pónicos viftuales herrros
un coniunto de cálculos sistenráticos sobre un
cedido a realizar
de 8 pisos, tomando como referencia la placa dei piso tcr-
edificio
cero.

El edificio escogido como moclelo lo hemos


su¡)tteslo cc'rrr 7
rcsuelto coll un
vanos en una direcciórt y 7 vanos en la ortogonal
foriado reticular de canio 24+4 y e/e
: 80 cm' con bloclues ali-
g"iun,ut de hormigón. l-as cargas consicleradas cn el análisis
l.ran

sido:

. P P Zona aligerada: 3,8 kN/m2


. S.P (Pavimento y tabiquería): 2 kN/m:
. S.U. (Carga de servicio): 2 kN/m2

iíncas de rt)tura no los


NOTA: Lns métodos de cálculo trasadoq en lac
dado qrle erl
abor<iamos en cl prescnte trabaio,
sr-r
'rpiicaciór: 1lrácLit:a
dc edificación, salvo situacic)lles nlr.ry colrcretas y :;itrt-
las estnlcturas
;1;t,;;;i;*i'nte cornple¡a cle materializar y:'¡stenratizar ett los cál- li|. 7 lr ¡r ¿^r;' r-iÉ '=¡,an¡eo Rirticos virtuales
tul.r., que el proyecto estructural cle urr cciiticio solarrrent-c
balcr dr' .inc : ¡ I l)l)a,:- ;¡rr ie 4 n.
"*ige
¿" ult" i. analizar una situación concreta y stnrplc' lo:; rné-
"ip,.,"i"
toclos basacl<¡s en las líneas clc rotura ptldn'an scr de a¡:licación
prác-
tica.
Los foriados rcticulates

elegido
posjble en el armado dc A título meramc'nte referencial para el foriado reticular
Con el obieto de interferir lo mínimo y canto 24 + 4 cm' adiunta-
cle c;rsetones percJiclos dc hormigón
los nervios, hcmos consideraclo exclusivatnente conrcl armacJuras
de montaje err los ábacos 2Q l0 cn cada ciireccirirr por ctladríctlla. mos las ¿irmaduras representativas que podrían disponerse en los
neruios.
Lás características de los rnateriales emplcados han sido:

. Hormigón H-25 Q5O kP/cm2)


. Acero B-400-S (4100 kp/cm2)
I riNios llJ - 4 nl

. Control de cjectrción normal


. Clritcrios de cálculo cle climcnsionami(:rrt() lEHE)

Dado que nuestro trabaio tiene un enlor¡ue cminententente


práctico, los resultados cspecíficos de esfuerzos que sc obtienen I ieNrí,s luz = á m

crr cada t¡no dc los nervios dc la placa carecen de interi,s ¡rara


nosotros. Ia razón que justifica lo ¿¡ntcrior resulta ol:vi¿r.

_ t-ós esfucrzos clucl sc olttje¡rcn clel cálcuio p:rra c.rcla rtno de


los ncrvios dc.l foriado reticular cl in6¡erriero cstnlcturc.ll
clcbe trans_
lc¡rmarlos e¡r las corrcspon<lientes arrnacjuras
cluc, cjibujaclas en ; tlir;os lli n 8 tr)
los planos adecuados, sirven para pocler
constru¡, l, artruatrL, V
que ésta registre las cargas que actúen
sobre ella.
Fig 7 1.7 ,fu:nacJuras c¡ue poclrían pr.ponerse para
La información que realmente Ia construcción cJel Mo_
impofta, la informaoón que debe .iq]gt. P-órr;cr- ', i:lu¿l cje clos nervios (F. R ,24-i¿- ¿;y carga total nredia
ser contrastada y analizada, el chequeo estructurai 8,7 kN,'mrr
cn definitiva,
debe hacerse sobre aquello que realmenle se construye y no so_
brc los listados numéricos.que proporcionan los programas cle
ordenador usados en los cálculos.

Por todo lo expuesto, hemos procedido a calcular ei cdificio


antcrior con luces en una dirección de 4, ó y 8 m; varianclo el nú-
mero de nerv¡os de forma crcciente en la dirccción ortogorral a la
anterior, partiendo de un mínimo de dos nervios. I redlrjs j!! = ¿ ¡l

. El modelo y programa de cálculc¡ CYPECAD transforma


los esfuezos que ha obtenido en armaduras de construc-
ción, desde las quc se obtienen las conclusiones opera-
tivas sobre los coeficientcs de reparto ya nrencionados y
su transcendencia práctica.

Veamos los resultados:


! tt:vio5 -2 : q m

f?ara las tres luces calcuradas 4, 6 y g m: Tocras


ras arrrac[¡¡as Fi€ 7 18 r\'m¿ciuras cre ct'¡.strucción para er Mocrero
20, pórric. vinuar de
que se oblienen en apoyos y vanos, son
idénticas para tocios los ¡
(rcs nervios tI R.: 24 ,4 ,,,c,]rgd
torai merlia g,Z iñ¡,rll.
nervios. No procede efectuar reparto clc tipo
;ilguno t.lnlo en
flexión negativa como en positiva, cje ios esfrierzos que
se obten_ Para ia luz cJe 4 nretros, rro procecre prantear
gan.del.cálculo de los pórticos virtuales. Los diferencias de es-
esfucreos obtenicios fi-¡crzos entrc ios 3 nen¡ios c.lel pórtico virtual.
se dividen entre ambos nervios, se cncuent.rcn
éstos cioncle se
encuentren. Para las luces de ó y g rnetros y en flexión positiva,
los tres
nervios puecien tr¿rtarse con idénticcls esftlerzos,
dado que las cli_
ferencias entre ellos son insustanciales.
Los [oriados reticulares

mecánica
puede llaber una difercllc:ia F-n flexión negativ¿t bastaría obtener urra capaciclad
En cuanto a la flexión negativa' de rrrotrtaie y dividir la capacidad me-
por el pilar de los dos ad- srou;i i;ttut l¿r:imradr-rr¿s
entre el nerv¡o que pasa direiiamenie los cuatro nervios del pór'
cánica rcstante cn partes iguales sobre
yacentes, en torno a|20"/"' constructlvas que
tico virlual, p¿ra acertar colr las armaduras
sobre los nervios'
Pero, dado que en la práctica habitual
suele colocarsc ulla ar- ilb.;; ciisponcrse cle nratlera uniforme
el pilar
*"y'ot sobre que Ia consideracla por
madura de monta¡e
las difercncias en
noÑo. en este análisis (2Q10 por cuadrícula)' q
MODELO 4OI NERINOS POR ÉRTICO
VIRÍUAL
ii"*ion para los nervios desaparecerÍa por tal'lto' cuan-
y'
""g",iva los esfuerzos
Jo se .atiulun pórticos virtuales con tres nervios'
ár" t"oU*"gan deben dividirse en partes iguales para los mis-
y ve-
mos s¡n cometer un eror digno de consideración' tal como
siempre cn nucstros :.-'r -{ s¡"a ;b¿ii
níamos aplicando de forma intuitiva desde
ei

proyectos.

.i-.: -.: ,i: = ó ñ

-rr',Oi !rt,le'i ¡S.')l

ai-, ._,-.
i,..c rjn,:r!a¡

.?n:¡ -riia i' is:i:

:ri.,,r! j,r3 lt :'urr¡

de
para el ftr:9f l3 4¡ l)ónico virtual
Fie. 7. 19. Armacturas de construcción a" 7 k\ rn:'r'
¿ ncrvios (F. R.: 24 * o v tuign-¿tJ
"i"ait
8
de
para el M-4:19,1: Pórtico virtu¿l
en po- Fip. 7.20 Arnr¿clt::as cit'corrstrrrcción
en flexión ncgativa con'\o : iienios rF R .lr o. .t 'ilute;'üiii mtdi" E'7 kN¡m2r'
Para la luz de 4 metros' tanto qr'tc el 25o2"'
,ia¡r",'p"irr"."t establlcer una diferencia no nl¿lyor
ábacos con re-
atravesando
entre los nerv¡os que se encuentran Par¡¡laluzde4lTletros'asignaralosnerviosqueseencuen-
de los misntos' los esfuerzos flexión' en línea
ü.i¿. t aquéllos que se encuentran fuera tren sobrc el á[:aco un ii-go';¿e
reparto' resulta un cri-
las cliferencias de arntarJos ."a'f. .tüUlecicJo por los coeficientes de
Para la luz de ó metros 8 metros'
y positiva el ó0 y 407o establecidos' tam-
sort in-
como cll l'legativa terio razonable. En flexión
crltre nervios, tanto en fleiión positiva Lriérr se r-ncuL'Illrd *n ri'iu-ttn
los resultaclr¡s que proporcíona el
dado que glran en tomo al 10"/ó'
para la luz de ó m v en nesativos' un 80o/"
iignifi.un,"., ;;ü;;'l.rt ¿*gcao los ábacos y un 20"/r para
pórticos üftuales dc'ct¡atro ner' para los tren'ios qLlc el'rcuentren sobre
Iior consiguiente, incluso para aceptable' Para las armaduras
el plantear coefir:ientes de re¡:artcl los qtre se encLlcntral'' tu"á t"ttlft"
vios, carece de trascenJenciá pocinan armarse todos por igual y el error
co-
diferente para los
qu" obterrgan de los misnros a la cle f lexión positi\'¿i,
"sfutoos "
a los nervios que cortfiguran la
placa' rnclido scría desPreciable'
il;;;;;arlos

L
t.¿s /oria¿ios rtt¡¡ularts

Par¿ toclas l¡s ltrc:cs, 75"/' flexión nc-gativa ¡rara los tres ner-
cle
lleg¿ltivos urt 70ol' lrara los
Para la luz clc 8 m, considerar en del ábaco y un 25'% para los res-
vios quc se ellc:uentr¿tn cletrtro
para los restatltes' coincidiría c:on los bien a los resultados finales
nervios del ábaco y un 307o tantes, respollde suficietrtenlente
En el nudo ex[remo positiva existente per
,"rriiJot del modelo dc cálculo empleado que los coeficientes
J"l antilisis cfectuaclo la flexiÓn
un 80 y vn 2Io/o'se aiusta meior a
la rcaliclacl "üi-rri¡"t idéntica sin cotncter un
EHE' aunque el20"/" rniiiri;t -r,n., toclos los ncrvios clc fonna
;; ;;il. que actualnrent" '" p'oponerr ert la misma un reparro
plresto que prolruglta l¿r norma un ;;;;;;tit;r,r si. cmb'rgo' considerar para.la restantes parece
;;ü-i;.i,"cntc cubierto
;;i;otu ;l.rt nervios del ábaco y un 4a"/n a losun¿l
ióoi v un 2o%, por cl lado de I'¡ sc-gt¡ridati' .rdccLl¿rcjo. Err los nltclosextre¡rc)s nos
¡esult¿l concentración
porJríanros ar- 90ol. para los nervios del ábaco y un l0%
igual fonrta a c:ottto sucecle cn la luz cie ó nr'
Dc- J.i il*"¡on rrcgcltiva clel
p(-)s¡tiva
mar todós los nervios con idéntica annadur¿¡ a flexitin
s¡r'l para los rest¿lrtles.
corneter un crror digno de consideraciórl'

CONCLUSIóN

Para el {:rrtreeje co¡llercial adoptaclo en España más reprcsen-


, .. i i ,' j,L ji' l:r.1lj tativo, x 80 cm, el nlétodo de los pórticos virtuales puede ser
¿i0
aplicablc intlepettclicnternente dcl núntero de nervios existentcs en
los rc:cuadros dc la ¡rlirca.

Sient¡rre qltt: el nrjrnero de nervios sea igual o inferior a cuatro,


no ¡rrocede aplicar coeficientcs de reparto dc tipo alguno' Cuan-
clo el núnrero cJc trervios sea llrayor clue cuatro, los coeficientes de
reparlo t)rescritos en la trtayorÍa de las normas y especialmentc en
los de la Nr¡nna [s¡r.rñola EHE, resultan adecuados, salvo en los
nuclos extrenros donde se sobrevalora ligeramcnte la flexión ne-
gativa (:x¡sl-crlre etr los ncrvios cle los álracos, c¡r detrimento dc'los
ncrvios cje las bandas centrales.

No obstantt, al ¡lroponcr la EIJE un 1007o del momento nega-


tivo cxtremo ¿¡ lcls nt:ruios de la banda de soportes y un 207o a los
cen[rales, tratando cle aliviar las consectletrcias que pudieran de-
rivarse de los fallos de torsión cn los zunchos dc borde, se cae
arnpli;rmen[e clel l,¡clo de Ja seguridad.

En generttl, el análisis dc las anlladuras constructivas realiza-


do ponc clc r¡r¿¡nifiesto, que atinque a flexión positiva se armasen
t<.rdos los nerv¡os por igual, el error práctico cometido sería inele-
vante en el conrpoftamicntcl de la placa.

Lo anLerjor lo ltentos dicho conscienternente, pese a quc rcal-


mentc cl i ¿¡lor del rnonlento dc flexión positiva ex¡stentc en un
nervio central dc la b¿¡nrla de soportes, sea dcl orden de 2,4ve'
ces el rnonrento clel ncrvio ut'ricado en el cenlro de utt recuadro
interior en el nrocielo cle ó x 6; dcspués de comprobar con los en-
Fig.7.2l, A¡nraclu¡as de constn¡cción para el l\l<¡delo :'. I)Úrticqr vinual s¿ryos a rotur¿r re.liizados sobre un cortjunlo cle placas retjculares
rJc: ó rrc:rvicls (5 nr de anchura) (F. R-; 24 + 4 crlr \'(¿¡rq,ri iot¿l rl'ledi.l la nragnífic:r c;rp;rciclacl cle redistribución de esluerzos que posee
8.7 kN/rn2l,
estü tipología cle foriaclos transversairnertte.
I llfr I d\ ldrldd()s lal¡ttildrcs

'6 r?htsrtt i rtSr


rF---'-' J ..r l
.. .,. : -.---
l!'a L. rl' ór¡ trrl
ri

r. ,mtr. brt ,rtC,

---
Los forjados reticulares

En la Fig. 7.2? pueden verue las líneas representativas de las


capacidades mecánicas (y por tanto dc las lcycs de flexión), que
proporciona el programa de cálculo CYPECAD a lo largo cte los
nervios previamente marcados de ccllor amarillo.

Fig. 7 .24. Nudos suplcnrcn[arios segln EHE marcandc¡ los cambir¡s de i¡rcr-
cias en el dintel virtual.

Lo anterior srJponc operar con dos inercias distintas, introdu-


ciendo en el análisis del pórtico virfual dos nudos suplementarios,
al margen de lc¡s nudos clásicos definidos por la introducción de
los pilares y la placa.

AdcHo bEL futrtco yt'atuttt,

Flg.7.23. ley,es dc las capaciclades mecánicas errvc¡lventes que habrá qu<l


cl¡sponer en los nervios de la dlrección -x pára resisür l<¡s eifucrzos de
flex¡ón positiva y negativa en cl modelo de ó x ó, cxlresadas cn ]o^j Uc
curvas.

7.1.7. Rigideces a considerar en el uso de los


pórtlcoe vlrtuales
Fig. 7.25, Sjecciones por zona aligcrada y por ábaco-

Teniendo presente todo lo expuesto en el capíntlo anterior re_


lativo a las rigideces que deben ser asignadas a ias banas que re- Observando y particnclo de las geomel.rías dcfinidas en la
presentan la estructura discretizada, varnos a materializadas en Fig. 7 .25, con suf¡cientc precisión, las inercias que deberán asig_
el
narse a las banas del pórtico virtual de la Fig.7 .24 pueden ven¡r
caso de los PORT¡COSVIRTUALES.
expresadas por las siguientes fórmulas:
No está de más repetir que los foriados reticulares no se com-
porüan de igual manefa frente a las cargas gravitatorias que frente
. lnercia dc un nervio tipo:
a las cargas de tipo horizontal de üento o sismo.

En el primer caso, los esfuerzos de flexiórr se originan en la


,,, =#* b l, y2 +9'd +e,c,x2
placa y deben transmitirse parcialmente a los pilares y en el segun- . lnercia de la zona aligerada:
do caso, sucde todo lo contrario.

Iz¡ = n. rrervios. 1,, : r


BI * BD
L¡ actual Norma Española, inspirada en el Código ACt,3l8, cla, ).
rifica por primera vez suficientemente los parámetros de rigidcz
(e 1.,

que deben introducirse en el método de cálculo dc los pórticos . lnercia de la zona del ábaco,
virtuales.

EBEM AS)IEHE)
r^=jqur...'o)*.[ryJ t
Para la definición de la inercia de las vigas que representan la
placa, se considerará la inercia bruta conesponiiente
al ancho to-
tal del pórtico virtuar teniendo en cue.ta ri variació¡r
dc rigideces NorAr El criterio adoptado para cstimar el nrlnrero de nervios existcnte
existentes a lo largo de la misma.
en u¡ra detcrmin.tda longitud ohliga a opcrar con fracciones
clc los mis_
mos irrealcs, resultandtl t¡n criterio conservador.
L.os Íor¡a.tos reticulares

Para los pilares, la EHE, al igual que el Código ACI-318, opcra Para calcular la incrcia a torsión del elemento dc atado torsio-
con una inercia equivalente menor que la real. dado qrre parte de nal, se cmplcará la fórnrr.rla,
la flexión de la placa al pilar se rcaliza por torsión, y este trtecrrtis-
mo, no resulta tan plenamente eficaz como el que habría ccnr una
viga de un pórtico convencional, que se encuentra físicamcntc r)-, i (sielrdo x, < Yi )

apoyada sobre los pilares prácticamente de fornra total. ',=I['-oó3


descomponiendo dicho elen'lento en rectángulos elementales de
dinlensiones Xi por' )¡i.

Erl los casos habitt¡ales der foriados reticulares sitr vigas acr'r
sadas, donclc sólo existe un elemelrto de atado. dicha 11 vale:

',=['-oó3IJ-'?
cr > H tscrá lo míis nornral en foriados dc viviendas)

Con el c¡t¡leto cL- hacer la antcrior más operativo baio el punto


Fig. 7.2ó. Esquema para estimar la rigdez cquivalente del pilar: (' de vista del ordcn¿dor. l. \tontoya-Mesegucr-Morán proponen en
srrstitución de lo ar,terior. frcro con idéntica filosofía, la siguiertte
inercia equir';rlerrte para ltls banas que recnrplazart a los pilares:
llr
Ke Kp
-=-+- Kr
..
Ll ^?
cl
tlrrerci¿rl-rpr.ar =
Ko es la rigidez bruta delsoporte, siendo:
''*i'B'cf''c.,
L.H,
4El 4E.c..cJ
^u=T=.......lil . 4r.c cf
rÑrSruCZrN-:-
l.: lnngitud del soportc
12L-i's.i:s¿
H'
Y ft es Ia rigidez que proporcionan los elemelltos de atado lor-
sional. Se define como elemento de atado torsional dcl sopone, E, \lódulr; el.lslici'r de. horntigón
la porción de placa de ancho igual a la dimensión c ¡ dcl soporte Altura del ¡rilar
1.,
o del capitel, taly como se indica en la Fig. 7 '27 'y de lorrgitLrcl igual Br Aricho:otal (i(rl pónico virtr¡¿l lB = tsl + BD)
a la de los recuadros adyacentes a la alineación de pilares que se
c ¡: Lado ilc:l oilar en la tlirección dcl pónico
esté calculando:
c 2: Ládo clel pilar lr¡lnsversal al
pilrt.iccr

_ 9E.1, _ 9E'1, H: ('.¡nto clcl {ori¡dc' rcticular


^'-
r'¡;rl , -'('-;;rl [,lvalor cie i se obtiene de la siguiente tabla'

l'l l-'1 I q?

1.5 H

K
2H L55

:5 H t,43

3H |,?5

T.rbla 7.2
Fig.7.27. Geometría cle los elelrrentos de ataclo torsional

\
Los /ori¿idos ¡¿litri/rtr¡s 189

Este últirno criterio aproximado, si bien se aplica a cacl;t sopofte I. N'loltlovi:-\lcsc$rer-l\{oráIi lLrintcl =l'20'lza
de forma aislada, se ha obtenido al considerar que cl pilar sr-rpe-
rior de la placa y el infcrior tienen la misrna rigidcz; y se ha tenido E Reg;:laclo Tninr*t =lA
en cuenta quc cl ángr.rlo real de giro ¡lor torsión trlecliclo en los en-
sayos es ntuy inferior al teórico. En cr.r¡rrto ¿il cJilculo de las rigideces oper¿ltivas de los pilares
cabe l¿r ¡-rosll:ilicjacj. freltle íi las cargas grav¡tatorias, de reducir la
l¡tercia l.rrr¡t¿ dt-- lr-ls nristrtos afectárldc¡las por Llrl f¿rctor redtlctor,
tül v conro sc indic¿r a cot'ltit'ltlación:
FRENTE A LAS CARCAS HORIZONTALES tEI lEr

= ,u,u,., (EH-91)
Para la definición de las irrercias clc las vigas quc rcpresent¿rn
la placa, se considerará la inercia bnrta correspondicr-rtc- a Lln an-
i.
cho igual al 35"/o dcl ancho del pórtico viftual crlrrir,,alente, terrien- lrtt,ri..ii.r ttr i-1.:::: ¡ ,-t,-. = 0,80'l¡,,,.,¡., (F. RcgalacJCl)
do en cuenta la variación de rigidez cxistetlte:i lo largo de la barra,
es dccir: Los rcsultaclc¡s qLle se obtierren operarrdo dc fonrra simplifica-
da para ios lbrjacios reticuiares ¡.rlanos, apenas tiencrr cliferencias
Izt = o,35 'I z¡ sustanci.lles con los result;¡dos de operar con los modelos oficia-
les yl sin entbargo, ei c¿nlirro rcsulta ¡nucho rrrás sirlple y cómo_
f¡ = 0,35'ln do conto y'a er¡lusinos ant.riornlent., y pueclcn der'ostrarse con
Para la cjefinición de la inerci¿¡ dc los so¡>tlrr-es sc se-.guir.ín los el estrlclio contlt¿ir¿irivo realiz¿rdo por L. Villegas.
criterios expuestos para cargas vcrticalcs.

¡.lelfi' D¡nl9lgir
' ''--T" '
Soportes
CONSIDER^CIONES PRÁCTICAS-OPERAII\AS
t'1- l :f;. ,,,, rlig"r;rtla l I e(lrri\: A(.1
".rp,.t,,
. l.j 1,,,,",,t,u1,;t.
Hasta aquí hemos c.xpuesto las rigidcces c¡r"ic oficicrlrrrcnte se
recomienda en la Norma Española; sin embargo. es ol:vio cllte ope-
li f
(2,,'3I I q,.,,¡,,,¡r,,.,..1¡
p) i,, r,r áI.,a,.,.,s (O,80) Ic'r¡xrtle te"tl tF. Re{ahrii.l
rar cle Ia forma indicada ¡ror Ia EHE española l, el Códigct A(-l re-
sulta tedioso e innecesariarnentc corrplicaclo, sin un benef icicr Tabi¡ 7 3. C¿r:'¿c:e';1.:Las mecjnjcas cje los elcrncntos cje kts pórticos vir-
añadido dig'no de considcración. It:''¡lcs cn cüd,', L¡r i-r cit lo:; ¿rr.ilisi¡ rcaiiz.¡dos ¡.ror L. VillegaS, tratandcl rJe:
collr [)r ú L)ar su : :- t]., t'.,r rc j a de forrl.l rr.lia Liva.
Algunos autores con el objcto de sinr¡llificarr el nlocJo olJer"ti-
vo en los pónicos y obviar la introducción de nriclos su¡:lementa-
Obsénerrse Ltna \¡ez ¡nás los resultados obtenidos por L. Ville_
rios que marc¡uen las diferentes rigideces que rcalnrerrte cxisten en gas, o¡lerando corl las clist¡ntas rigideces cn unos modelos dc pór_
la placas, proponen operárcon una inercia úrrica p.lra kls clinteles:
ticos virtu¿les, clue ¿llen¿ls sc diferencian enLrc sí.

pi)rtic. exte¡io¡
\hltq er:rin:c V.r¡rc' ¡nterñ-
l!|'eq¡ \l+,.;¡r.-
.- ¡,:ltr, \l-i:.:
... 1..: \p
np ¡!r
N1+1.¿¡¡¡, \l-=.ir
l.alt(r. .t:i.ir. \i-.=.--.
-rt \i-.r;
\i-:r; M-a¡t
M-
_s.lr .=.--. N,l+vano

Esr¡uctu¡aA
-Pl -0.35-
i.,1¿ il i i _ i.io_ ,¡ I a.t, -I .. - , ,s ñ,
-- -.rn-

z a' valores (K) (lue proporclorran. r-n lunción riel monlento


,f9Ula. isostát:ci¡ t\1.-rclc caci¿ r'ano, los flectorcs
(K' Mo) existentes en el forjado reLicuiar corsirle.ranclo los irti"riosr-io;ü*l;.",';;rr"s¿.rdos
{P : Pórric'o virtua¡).
cn Ia t¿b¡a 7.3.
tL: Villee¿sr
190 Los foriados relkulares

por otra parte, las redistribuciones que son aconsejables rea- 7.2. Luces a considerar en los modelos de
lizar con los esfuerzos debido exclusivamente a las cargas
gravi- cálCUlo e influenCia del tamaño de loS
tatorias en este modelo estructural, complica todavía trrás, si catre'
"precisa" de los parámetros clc rigiclez, si quc- apOyOS en IOS fesultadoS finaleS' ASpeCtOS
una determinación
remos dejar equilibrada la eslructtrra desptrés cle rcalizar rcclisLri- teóricos del problema
bucio¡res que pueden Inoverse en tomo al l0'la'
La h.rz t}re norrrralnrentt: es COtrSideracla crr los Cálculos clc los
lc:s
Finalmente, debemos tener presentc que la introducciirrr clc foriaclcls reticul¿ires b¿rs¿iclos err discre[izarlos en vigas virttlales, cs
empuieshorizontalesenelcálculodelpórt'icovirt.ua}.trbligane- la clistancia nreclicia errtre (:ies clc pilarcs'
.ururiiln"nt* a efcctuar al mcnos dos cálculos con rigideces difc-
rentes, lo cual complica el proccscl de manera extr'rordjnari¿l' El critcric,r ál'lterior. mu,v cómodo por otra parte' origina unos
a que
esfuerzos rl'lavores a los qr-:e realnetlte se producen' debido
ltxio lo anteriot también llevó al autor a rcalizar utta aproxima- los apoyos no son I)r-r.ttos, sino soportes realcs con dimenslones,
ción práctica del problema analizando ur't coniurllo clc pórticos vir- la nriryoría cle 1.15 r..r-=ces. suneriores a 30x30 crn'
tuales iugando a modificar las rigideccs de sr¡s elen"rentos, cllyos
resultados pueden quedar resutnidos cn que las diferencias clue Tr¿rLenlos rle .irr¿rliz¿r. clurlque sea cle forma aproxinrada, la in-
se obtienen de seg.rir los modelos oficiales a no seguirlos, prácti- fluencia del l¿::r.ait] cJe los pil.rres en Lln;l s¡ln-
lor rlomcntos de
camentc queclan acotadas por debaio clel 209¡ y ¡rueclett r:¡Uedar ple viga Srln..etirjir ¡ iir,a C(1rEa unifornle sig-riendO Cl plartrlearrrient<:
ampliamentc cubiertas con las redistribuciones dc l¿l qLle son ca- clc Winter i' \ilsr--rL
paces de realizar por sí mismas las estructuras qLle estamos tra-
tando, sobre todo en cstados límite últinios'

Como resutnen y conclusión dc lo exl)tlcsto a c-tcctr-rs de enr-


plear el método de los pórticos virtuales, ya sea conro tlrótoclo de
cálculo del proyecto o bien como comprobación de otros cálcu-
los efectuados, aconseiamos lo sigr.riente:

. De los cálculos realizaclos a eies de pilarcs rro h¿icer reduc-


qlrt'- és-
ción de esfuerzos por tamaño de ios nrislnt:r' salvo
[os sean anormalmente grarrrclcs. L¡s recltlcciones pr-redcn
aplicarse para conlprobar un estado cle seguriclacl o ¡rarit ios pilarcs e¡ i¿s lc:ves dc coftant(
aquellos c¿sos de sobrecargas variablcs eler'¿idas \r no cons-
tantes.
l; sr-r¡:t--rficir' cle l¡ lc.:r' cle cortantcs teórica ettcenada en el pi-
. obtener los momentos cle empotramiel'lto ace¡ltatrclc-r
trna ri-
' el incretnento
supone introclllcir en el lar es aproxinr¿iclamentc i¡pal a V ct2 y representa
gidez constante del dintel, lo cual
A Sin embargo' en la rea-
clel nrornenio cle la cara ciel pilar B al eie
reales reduciclos Cn[re Lin 5 y,r"rn 109{'
cáIculo los momentos pilar de una manera que
liilacl, la reacción sc clirtribuye dcntro dcl
y realizar una redistribución de csfuerzos equilibr'lda Y razo'
clesconocenios. pcro quc poclría scr conro se indica en el punto
rr¿¡l'¡le de rnancra aL¡LoÍnática. Si sc calcr¡larr hipótesis hori-
bl cle l;¡ Fig 7.28 r' collsewacloramenle se propone, conlo valor de
zontales, pueden aplicarse una reducción a Ios morllentos
gravitatorios de empotramiento del orclcn erltre tln l0 v tln la su¡rc:rficie 5r tln v¿tlor inferiora S¡ e igual a V'c/3.
15"/".
Al estar l¿r re;iccjón clistribuicla dentro del pilar se producen
. Calcular la inercia del dintelviftual consideranclo la secciÓn unas nloclificaciones en las leyes de cortantcs y de flectores, ori-
bruta de hormigón que se obtienc al dar una sección ¡:or el girránclose urro,r iigeros reclondeos cn el pico de momentos nega-
ábaco y corrsidcrándola única para el tlrisnrc¡ tiv.s.
' :,ffiH::'j:::,'#:1::iil",,*xJfiil,fll::'iil:üfi- , Es evicle.tr- que ra sección crírica para er crirnensi'rramierrto
proclucc en la
de
cara
Ia annac[rr¿¡ c{el clintela nlor]rcntos ncgativos' se
cs exclusivam-,,,; ;.;i;;;;*"
dola por 0,g si el cálculo clclpilarynoelne]eicclc.lndcposeeuflc.antocficazt)rácticamente
crjte..s'¿l
i[:i'j:r."',,ru::h-,i.Tt:;iii.1'J::iri"#i}i1:r;:l::Í::;
Los resultados quc se obtienen cor\ estos T'ie:n
son sufllal]lentc l¿lclles oc
de ser suficientemcnte precisos, c-ular elásrican'rente a eies.e pilares, se está desprecianclo
la ma-
aplicar. yor rigiclez clc Ia r iga detttro del pilar.
Los foriados relitulu¿s l9l

5i l'vl,, es el rnonrento isostático dcl vano (PL2l8) calculado a


eies de pilares, puede aclmitirse que el csftlerzo coftante V se apli-
Curi ¿ leónc¿ cie ca en el ccntro cle gravcdad del triángulo O-O1'O2 y que el valor
n¡r:clrt(ls (¡lr:lrláda del momcnto flector isostático de diseño, a repartir entre positi-
V. ¿ {-:ir; Jr D¡L|lei
3
vos y negíitivos, viene dado Por;
V.r Cu n. : dc r:tl)ilrerltos
ó
,iir;i¡ádd (orrSiderandó
rjl :c:Í l,lr'o dcrl 5upofIe
M' = Mc' -U
t1'*
:,' 'rr,; fl$dez nl¡yor
'lcl d.¡¡el (li-'¡1tro de
Lls i"r:lcrre'i
A. Fucntes dice lextualmente:
,'Esla imp|rtante en el caso de pilares de gran
+f \.c correctiótt puede ser muu
sección Lt clel)eria aplirarse en el rálculo de los foriados-losa
para los cuales
-+ó no tienen en cuenta ni la dimen'
los iru¡rr¿roso-. nútodos de cdlculo existentes
dcl ¿r:rr ¡5r¡¡.,i:tfr')
\a 'o*, n:¡--.':
sión de los pil,lrtis, rtl el /isp/jsar de Ia losa, Aa que el momento se obtíene a

Fig.7.29.lnflucttcia del tanlairo de los pil¿tes ¡¡ ler ler,'es de nlc:nlelltos partir de ltt lu: eilre eies."

Otras norrrr¿rs y autores con el obieto de sinrplificar la cues-


La mayor rigidez de la viga dcntro del pilar es similar a incre- tión, consicierirn como luz dc cálculo en vez de la luz entre eies de
rr)entar ligeramente los momentos negativos y disminuir l<.rs posi-
soportes, la lLrz librc- cntre las caras de los mismos, siempre y
tivos en un v¡llor igrral a V' <'./6i para los c:¡rs<,rs <lr<Jirra rios u tt 4olo
cuando rrcl sc rcdr¡zcan cn más de un 357o la primera.
aproximadame¡rte.
En el lil¡ro cle N,lontoya-Meseguer-Morán puede leerse literalmen-
la conclusión final dc Winter y Nilson e:; la de clcducir s¡ntple-
te que una vcz cfcr:tuaclo el análisis de la qstructura por ¡ófticos vir-
nrente la cantidad V' c/3 del momento corresponcliente al pico sin
tuales a ejes cle ¡rilares, para la determinacién de las ar¡naduras
rcdondear obtenido por el análisis clástico, y de restar al momen-
neg;rtivas se consideren los nlonlenLos de rcferencia Ml y MD en los
to positivo el valor V . c/ó para tener en cuenta cl rcdondeo real
paramcntos de los soportes, pero nunca a una distancia de los cjes
del diagama dc esfuerzos cortantes y del pico de mornentos ne-
de dichos soportes nr¿ryor quc 0,175 L.
gativos debido a la reacción distribuida, y tarnbién el levantamien-
to de la curva dc momentos por la mayor rigidez de la viga dentro
del pilar, lo cual supone una rcducción total del montcnto isostá-
ticodeY-c/2.
L¿ misrna filosofía descrita la recoge A. Fucntes en su libro C¿il-
culo Práclico de estructuras de edificios, pero inchrso des¡rlazando el
cortante hasta la primera sección crítica cie punzonamiento cjel
foriado, situada a una distancia del pilar aproximadantente ¡gual a
H/2.

En el caso de que existan capiteles a 45,r sobre los pilarcs, la


dimensiórt a del pilar (apoyo de la placal clebeía aumcntarse con
el vuelo de dichos capiteles.
Fi€. 7..j l. trlon¡er¡os clc rclcrencia para dinrcnsionar las anrraduras (1. Mon-
Loya-\lesegucr-\lorán r.

*.¿¿h críhá
6ofnJe
[¡s normas espairolas siempre han sido, y siguen siendo, mr-ry
1vuu6b. rcstrictiv¿s en estc can'lpo y con carácter general han expuesto
a'are.la
que, salvo jr-rstificación especial, se considerará como luz de cál-
'-
I
I
culo de las piezas l¿ menor de las dos longitrrdes siguientes:
t, H!. H.-v(g)
a) La clistarrcia entre ejcs de apoyo
I ¿+H b) L¿ lLrz libre más el canto
'5
En la nueva EllE ya no se admite reclucción alguna, desapare_
Fig. 7.30. Disminución del mornento flcctor isostático er, l,:rs for j.rdos-losa ciencjo cot'r'ro luz de cálc'lo la luz libre más el canto, debiéndose
(4. Fuentesl.
efectuar ltrs cálculos a ejes de pilares <lircctamente, aunque en sus
t92 l.us lorjados r¿liculores

comentarios, sin cspecificar qué se entiendc p()r ul'la clinrensión


grande de los apoyos, perrnita tonrar la luz libre l'l1ás d c:arll-o conlo
luz de cálculo en estos casos.

La norma española, en cierto modo, se inhibe clel problema al


no clanlrcarlo; pero lo que resulla evrclerlle es qLle rlQ l)arccc ra-
zonable clinrcnsiorrar ldénticamente igu.rl una r,iga que I)uenlc:a
entreejes de apoyos 5 m, si los apoyos sotr pilarcs que ert vez cle
30x30 cm alcanzan una dimensión mayor o igr-ral a l00xl00 cttl

Con [a intención de no perdemos en consideraciol'lcs teórlcas,


hemos refleiado en unas tablas comparativas, las redr"lcciotrcs a
que pueden dar lugar los distintos criterios cxtrrLlestos sobrc el
de
momento [otal isostático, referido a la h-rz entre eics cle apoyos
la Fig' 7
30 y 40 cm cle anchura en un esquema icleal como el cle '32
(véase las tablas 7.5 Y 7'Ó).

p' t t/n(

Tabia 7.ó

. El tenra clc las luces dc cálculo y por tanto la influencia dcl


tamairo cle lo,q apor <:,s etr los csfuerzos finalcs de cualquicr tipo
no,l# , Hj *r"rlo rdaciTo estructural. iienr!¡re h.r :ido un tema abierto a la investigación y
ádun¡rí na. Ho:-ui
Ho
x'foo discusión, r:rL:r di1ícil cle agotar.

rig.7.32. Esquuna básico partr estudiar las rc(ltl((':ór'res cicl n:otlrelltc' isclc- F-l Cócligr-r \loclclo CEIJ-FIP 1990, irrs¡.lirador de la normativa
e!rr(-)[)r':a, .rl h¡b];ir cle- ia ir.rz eficaz de c¿llculo en su ¿rrtículo 5,23'2
tático M()
clice lo sigr-rier,te: "UiLt¿¡irrr¡¡rlr" l¿r lu- L serti enlentlida ct'¡nrc la distancia
de forma ex'
r,nlrÉ ci(ls ,it's0F,..rtcs. C.tlL¡ridcr las reaccio¡tes eslétt localí'qdas
la irr: se calculurá teníendo en ilenta
céntrica rr,Sl}t,cl0 ,i ¿lichos ¿i¿s, eficaz
pór-
la posiciorr rr¡l ii¡ lii rrsLrll¿rrrle ert los soportes. Erl el arrrílísis global de
iir: ¿fic¡: cs rll¿r1or que Ia distancia entre S1portes' las di-
tictrs, crr¿¡rlriO fti
elententos rígidos
rrr¿rrsitrrt¡s iic /rts rrtisrrl¡s sú terl¿iruirl en cuenta uttrt'¡dtdendo
crr¡ilt)ft'¡l¿iido enlre la díreüriz del soporte q Ia sección final de
eri cl espocio
icr r'i¿¡¡."

(luya fil<¡sofía general se


¡¡1 ql ¡¡1qr(-iclo ger'reral cle e¡rLranraclo'
lr.r t'l¡:scrilo alltcriQrlllellte p;rra el cálctrlo espacial de urr edificio'
"rruclo de dimensiórr finita" permite tener
la técnic.l In¿ilrici.ll del
presentc las recomendac¡ones del Código
Modelo'

de los edificios uni-


En gencr:rl l¿is re¿rcciones cn los soportes
sean éstos clel
dos elenrcntos irori]ontales transvcisalmente'
¿l
Y Para com-
iipo uu,, searl. cási siemprc son dr: tipo
excéntricÓ;
algtrnos pilarcs que alcan-
prenrlerlo bostu .ontenlplar el tamaño de
zan y s'Jperan los i0 cm.

El nudo clc ciimensiórr finita simula, en definitiva' unas barras


muy rígicJas c'lLle trnerr el ele del pilar con los eies de las piezas ho-
rizc¡rltalcs e¡ los pu¡los clonde éstos Se interseccionatr cC¡n las
caras cle los nrisnios.

I
t-os foriados rcliculates t93

Esta simulación matemática delapoyo permite, supon¡endo


una respuesta de tipo lineal (D. E. Branson- 1977) del pilar frcnte x =o Vor=F=V
a los esfuerzos que le son transmitidos excéntricamente por las
piezas quc confluyen en el nudo, opcrar sitnplificadamertle. x=o Mror = Y= Ml

X=C V",=$+.F+F=V¿
x=c *,",=f *f +c B+y=M2

Las consider¿ciotres cxpuestas no constituyen una novedad,


puesto que de una forma u otra en la literatura técnica, diversos
autorcs tA. Fuentcs, Branson, Nilson, etc.) han expresado su opi-
( Es¡use¡os
Co io cr ¡D5)
nión intcn'inienclct en la polémica sobre cuál es la luz de cálculo
clr.re rlcjor refleia el comportuttliento real de las piczas trabaiando
a flexión, \, la fomra de contcmplarla en los Códigos vigentes.

Como se demuestra postcriormcntc con una serie de casos


sirriples ¡nalizados, tcncr o no tener presenle el tamaño de los
apoyos en el cálct¡lo a flexión de vigas y placas, pucdc que en
los casos ordinarios dc pilares de tamaño pequeño (30 x 30) ca-
rezc¿ dc trasr:errrierr(iü. pero en cuanto los edificios comienzan a
elev¿¡rse cn altura y los soportes adquiererr tamaños respetables
LGt ¡¡ rrtcro¡¡t (l 50 x 501, su influencia en los redondeos cle las lcycs de esfuer-
zos adquicrc una trasccndcncia dirccta nada despreciable en la
FiC- 7.J3. Redoncleo cle lirs lcycs dc csfuerzos sr:rbre a¡rovr-rs. econonría dc Ias cstructuras.

Haciénclose ec:o dc csta trascendencia, también el EuroCódi-


Aceptando, pue$, qr¡e la respuesta del apoyo frenfe ü los ele-
go EC-2 pcrntite reducir los monrentos dc flcxión de las piezas en
men[os que acomcLen al ntisl.rro es lineal y del tipo:
qtx) :lx+p. furrc:irjn de l¿ ¿nchur.l dc.i a¡rclyo y dc la reacción que transm¡tan
al misrllo.
Integrando se obtiene la ley de cortante:

Reclucción AM = Reacción.Ancho del Anovo


$} r V*r = J0,",'a* = Jrl,x +Fr. dx = ]!{ * p, *
8
a,*,= F
Supr.resta una pieza horizontal ernpotrada elásticamente cn un
qrre como puede vcrse resulta parabólica. soÉ)orte. el EC-2 pcrrnite, al igrral clue muchos otros códigos ba_
sados e¡r el ACI-3 r8, torn¿rr como rllomcnto para dimensionar las
lntegrando de nuevo los cortantes tenentos los r.nonrcntos flec_ arnladuras de flcxión negativer el momento que exista en la cara clel
tores en el interior del apoyo, representados por una parátxrla cú_ apoyo en \/cz del que exisl¿¡ cn el eje, sienrprc que al menos se
bica, considcre un l"r5% de estc últirno.

También las norrnas C.I.R.S.O.C. argentinas, basadas en las

,", =+ - ",-, =J[S+¡rx +p 0,. =*. {i *p, * y


nornr¡rs D-1.N. aienlanas, penniten consider¿r cl redondeo parabó-
lico de las le¡,'es cle esfucrzo en función del tamaño cle los apoyos,
)
considerando ¿iclerlás, que cl canto cle la viga aumenra dc forma
fuesto que el modelo espacial de célcuio ya descrito o cual_ lineal en e) a¡ro¡.o cot'r una pcncliente l:3 hasta el eje clel soporte.
quier otro modelo puede proporcionar corno inforrnación lVf
¡ , V¡ ,

MzyVz, podemos establecer las condicioltes cie conton,o y..i_ Ambos efcctos conducen a una cierta econonlía en las arma_
cular 1", U, F y y, cn un sistema de cuatro ecuaciorles con cuatro duras de flexión negativa, pllesto que el valor cítico de dimensio_
incógnitas. nado se produce entre la cara y er ele cre los obteniéndose
¡rilares,
normalnlentc err la cara del soportc un valor de rcferencia suficien-
tenlente prcciso para el mismo en los casos ordinarios-
Los loriados retiulares

. Vcamos, con algunos casos simples y senc¡llos cle ¡lnalizar L¿ inercia rlleclia clel trozo de la viga introducido cn cl pilar:
manualmente, la importancia reul que tienen los apoyos en los es-
. l+l.rl, ____._¿
fuerzos considerados en el cálculo de las armadr.rras y la transccn-
1., ='' j- '=103.52'10-cnt 4

dencia de aplicar o rto aplicar el redondeo de las leyes dc


momentos negativos sobre los pilares.
resulta ser I1,5 r'ccc:s la inercia bruta de la viga.
Es la cstructura de la Fig,.7 .34Ia que vamos a calcular cle va-
Suponganrt'ls ahou c¡r.re Sirrrtrlamos también la tlnión del eie del
rias formas diferentes, teuienclo preseriLe las consider¿rci<¡rres atr-
pilar con el cotnienzo extrerro de la vigit, por trÍla barra infinita-
teriormente expuestas.
rrrente rígicla, para lo cttal supottelrlos que tiene un canto de l0 rn
(nudos cle dimensiÓn finitat. Realizando los cálculos lineales con

:@ un progran'ta matricial dc barras, los resultados obtenidos se re-


flelan en la figura irclltrnta.

o@
f:ig.7.34. tsquema básico tlc urr ¡rónico simple.
I

Hagamos también la hipótesis de que la inercia cic la r.'iga crez- F:g. 7 3(r R*': i:¡;cic:; ob:cii:tlos tlperando a cjcs. ctltr ittetti¿ va-
e1 elc dcl ¡rilarv el extrcnlo dc l.r vie¡
r:¿hle r,,uiLiir:: rr¡icl.i en'r'e
ca dcntro del pilar, suponiendo quc crece su canto con una pen-
diente a 45o hasta su eie.
Rcsr"tlL;rtlos

t I'|. t
I
Cálculo ¿¡ ercs \tr+ l-g,l 5 N'l(-):l 7.84

tr¡ t lnercia r,¿ri¡rbie \11+l=Ó,85 (-2t,13'l") Ml-)=19'?9 (+10'93'l')


t¡¡ L,
LJnión ríg:cl;r \11+ l-ó,45 (-ze :z) M(-l:20,53 (+15'077")
\
\I
{-
\
I

hs cliJe.rrcrrci¿r:; ql.le se presentan corr el cálculc¡ a eies de iner-


cia con5L¿tnte sou de clerla cnticlad; sin cnrbargo'
llamtr poderosa-
de
**nt" t,, ;rtenciLln tlue las clifercncras errtre consiclerar laelvigir ol"
! secciórr r,.rri;:bie y consiclerar la tlrrión rígida'
p"=.. u i.
no superan 4'5
clispariclacl clc rigiclez que existe entre ambas
op-
"norrrte; presentes estos resultados para valorar en stts
ciones. 1'énganse
que maneiamos a
cle la vig¡ cienl-rr'r del pilar jrrstos ténlinos ia inlportancia de las rigideces
Fig. 7.35. Hipotética variación de inerci¿s de Ias
lrasta su eic. i, r,ár. cic: c;rlcular .ifl'.,zo, L¿s diferencias el cálculo
erl
que re-
puesto [os.
cleforrnacit:nc-< 1'a acJc¡trieren nlayor rclevancia'
en los tres casos anteriores harl
s,lltailos clalsticos para ltrs flechas
lrrercia viga h' - 40 1.. = 9. l0a cln4 sido,

elest e'l ) nrnr


tnercia' I hr =40 *-l ó.óó lt = 37 ,62' I 0a cnra f {a
#
Z

f lccrn inerci¿l r¿riablct 5'14 mm J-'-o+'+'a


lncrcia- 2 h'r=40+lÓ^ó6+lÓóó 11 = c¡ ¡,1'l 0a cllrr4
2

f (corr unicir: rÍgidal 4 59 mni fi.'-to't o''


tnercia - 3 h.r =40+(2'ró,óo)+ló'!9 ll =l8l'4¿'104 cm4
LoS /ori¿¿1¡-r /1'lral{/¡rrr'r Iq5

La5 lltrL:1.'1 r Llr-lt' se otrtiene el'l cl caso dc pilares de


Como puecle observarse, si la clifererrci¿l entrL- lo.'c esfr"terzos
40 x 40 (rr sotr:
oi.lteniclos err los clos últimos casos no sUperall el 4,5',1,ír, la dife-
f enci.1 en (1.1¡lf lto.1 I.15 dq:l()Ílll:lc¡ctnc5
(,'! llr.l\()f pLl(51(-r cltre rc'sLtltll
scr clel ll,7 "/", aurtque en valor ¿¡bsolutO i' ¡rráctico sig;i siclrclo
L
irrelev;ln[e. t ta i:1c::;t I 2,4 2 n.rnl
4r\)
l. C¿rlavcr:r y.r se había lrecho cccl cle est;l (.L¡etticill ilitl, 7.?7t, t
poniendo cle rni.rrrifit-'sto la escas¿i reler,¡rlci.r clr: la-c rigiclece:; ett f ICL)Il lfllfLLl .ar:lrrlrrl I0,80 n¡rrr (-l'1,04 ei'\
5 1.3
la determinación de esfr¡erzos. -L
f tcon un:ór'' ri::tcla t 1(),1tl tlnr _ r_l ¡J.03 ,,b)

550
VALOR DE I
CASO SECCIÓN CONSIDERADA (mm1)
Sin ,se r r-l:r(t) ciifcrctl(ias cs¡rect;rctllarcs, ya ptteclc apreciarsc
quc: la rerJr-rcc,ror', clc lc.rs ll]omelltos positivos propuest¿¡ por Nilson
't 5g3oo.'t o 4
(l(:' f()r'n'r;i Ll.rrcl¡i sobre los rc-sltltaclcls dc los círlctlloi realizados ¿'l
ejes. ', ¡ltLriir.l¿i rr' \ c r¡ - l8 .10,4161- 1,2 , ¡.rriic[icarÍnerl[e cl.rv.r el
rc5r-rlt.¡t-ii:r iirr.:l 11,-re :e obLierre para la flexión positiva:
-I I

260400 .1 0 4
B
T (-'á r. i i) ¡ L.ic5 l\1{ + ) = 1 0,7 4 t . m - V .c / ó =

l
.

l-!e. ¡
= I l) 7,1 -l 2 = 9.14 t . nt - Unicin Rígicla (9,791
S€cclón d6 homilón s¡n contar
c f suración y homogeneizando
322300.101 .A¡rlioLrsrros al¡c.lra lr.ls conceptos cjcl rcdondco cn las lcycs
_l ann6du¡a6
(le nron.ento-( lr+:l;itivo$, b;ls¿irrc.lonos er-r la Fig. 7.-:t-3 v sr.¡ formtr-
l¡ción rinrrlliiic.:r1.r i1r.re clc rlucvo reproducirllos elr lll.
Sscdón de horñ¡gón de v€6 y losa
D
l* do forisdo gin cont8r ñ3uredón nr
@nsld€E¡ las añaduEa
826300.101

¡=i-)

ttt

x={l

CASO I Pilares 40 x 100 (a eies)


Fig.7.37. Análisis clc un ¡:ór[ic<.r variando ,:nrl¡ r;-'rir::a .cj:, .::(-:!i{r¡ (lL. l.t5 Lcls esiL;erzo< obtcr¡iclos cn la cara clel pilar cle las lcycs dc: los
vig.1s. ll. Calaver¡). c¿liculos rr¿¡iiz¿r:ios ¡ (1i(ts sor'tl

.Si realiz¿¡mos de nuevo IOs c¿lculos ¿tntcriorcs, pero otr)eran-


\i ={) \1 -0
tJo con secciones de pilares nás acordes con los lr.r[lrlr¡almcnte \'' =15 \1- = -9,40
cnrple.rdos en la eclific¿¡ción dc viviendás; ¡)or eienlplo r orr ¡-ril.rres
Apllcanclo l.r ionlLll.lcicirr ll | ¡roclcmos c:alcular la ley rcal reclon-
cie 40 x 40 cr:1, lc¡s rcsult¿rcl<.ls obtcniclos son:
cie¿id¿ clc. lo: nltl:-r'tr'lt[os r]cgativos dentro clel
¡lilar:

Cálcu lo a eics M(+¡: I 6, 74 \lr-t:l ó 2t .


- -¿? r5

Inerci¿r variable M(+l: 10, I 5 (-5,4S"¿) \tr-r:l() ¡J0 (+3,lBei,)


Unión rígida M(+)=9,79 (-S,U4%) \tr-r= l7 0l(+,1 ó7"c)
siencltr \l .rr - )'l 71 xJ - 43,15 x)
l9ó Los foriados rel¡culüt¿s

Cuyo valor máximo lo obtene-mos derivando: Aplicando la formulación I ll resulta:

gYQ
dx
=3.?3,75 x2 -2'4?,t5,x = t0t,25 x2 -Eó,3 x = 0
l=ze,tt \=-rr,u,
+ x = 0,852
f3=0 Y=0
y por tanto,
y por tanto,

M (0,E52) = 33,75. O,E52? - 4j,15. 0,852 = -l 0,4 5 I\{(xl : 3E,76 x3 -50.67 xZ

Calculamos cl máximo derivando


Obsérvese que si el momento de pico en este caso vale I7,84
t'm, la reducción obtenida aplicando los conceptos del redondeo d lvltxt
de esfuezos anoia un valor nada desdeñable de: = 3.38,7S x2 -2.50,ó7. x = O
tr
7,E4 -10,45 .
AM _ _t 100 = _4I,a %
17,E4

+216

t?E

.17'6?

¡E Fig. 7.39, Rcsultaclqrs tlel redondeo de la lcy de nlomentos con cálculos rea-
lizados considc.ranclo vari¡ble la incrcia de la viga dentro del pilar. aumen'.
Fig. 7.3E. Resultados del redondeo de la ley de momentos con cálculos rea- tando su canto corr una oendiente de 45o (Pilarcs de 40 x 1001.
lizados a eies (Pilares de 40 x 100).

El rnáxinlo se produce para x : 0,871 .

CASO 2. Pllares 40 x 100 (lnercia variable)

[.os esfuerzos obtenidos en Ia cara del pilar de las leyes calcu- L{ {0 871) = 38,70.0,8713 -50,óZ .0,8712 = -l2,El
ladas considerando variable la inercia de la viga en el irrtcrior de
los pilares son: l9'79-t2'at .loo=-35,27
¡¡1 -- t9.79
o/"

V=0 Mt=O
Vz = 15 Mz = -l 1,89
tas forjados relíeulares t97

CASO 3. Pllares 40 x 100 (unlón rígida) Si el momento dc pico en este caso es de 20,54 t'm, la reduc-
ción obtenicla aplicanclo los conceptos del redondeo de esfuerzos
Pilares 40 x l0o. l-os esfuerzos obtenidos consi<Je--rando una arroja un valor de:
unión r'rgida entre el eie de los pilares y los extremos de la viga ert
la cara de los mismos son:
ÁNr --
20'54 - l3'20 .roo =
-22,2T vo
20,54
v-o Mr=o
V::15 M2: -12,299
CAso 4. Pilares 40 x 40 (a eles)
Aplicando la formulación Ill resulta:
Pilares t1e 40 x 40 Los estuerzos obtenidos en la cara del pi-
I = ¡e,:¿a lar de las leyes resultantes cle los cálculos realizados
t=-r,,u, a eies son,
F=o T=0
V=o M¡ =o
y por tanto la ley de momentos cn el interior
del pilar es: V: = ló.¡to ñ12 =-¡2,46
Aplicando la formr.rlación lll
M(x) = 39,58 x3 - 51,87 x2 resulta:
el máximo lo obtenemos derivando

:L = 49?,l|2i u
-ztq'ts
dMfx) i=
=3.39,58 x' -2'51,67 .x = 0 0=o Y=0
d_
y por tanto )a ley de momentos cn el interior clel pilar puede repre_
sentarse por:
Mtx) = 493.125 x3 - 274,75 x2
y su valor nráxinro se obtiene para x : 0,371 :

M (0,37tt = 493,t25 .0,37t',| -274,75 .0,37t2: _ 12,ó3 t.m.

12'63

Mlo
aro

írs'o

+fi'Er,

Fig. 7.40. Resultados del rcdondeo de la ley de momerl[or con cálct¡los rea-
lizados considerando rígida la unión del cic de los pilares con los exrrernos
de la viga (Pilarcs 40 x 100).

El máximo se produce en x = 0,873: r1E

Fig.7.41. Piiares de 40 x 40. Resultados clel redondeo de la ley de momen-


M (0,873) : 39,58' 0,873j - 51,87 . 0,8732 : - 13,20 t.m. tos con cálcr¡kls rcalizados a ejes.
Los foiados rel¡culares

pico cle va- Si el nromerrtr: de pico en este caso es de I ó,8 t'm' la reduc-
La diferencia que se obtiene entrc el rnomento de
cl redondeo es de: ción que poclría considerárse para el mismo aplicando los conccp-
lor I ó,25 y el máximo calculado aplicando
tos dcl redotrdec: cle esfuerzo resulta ser:
lÓ'25--12'ó3 ot'
6¡¡4 = - 'loo = -22'27
16,25 tii:'J'to 'loo oó
*n = -'u = -t 7,ól
el ahono de armadu-
reducción nada despreciable si se cuantifica
ras que ello Puede imPlicar'

CASO ó. Pilares 40 x 40 (unión rígida)


cA$O 5. Pllares ¿tO x 4O (inercia varlable) considerando una
Pilares cle 40 x 40. Los esfuerzos obtenidos
en la cara dcl pi- pilares y los extremos de la viga en
Pilares de 40 x 40. L,os esfuezos obtenidos unión r'rgicia eritre el eie de los
vari¿¡ble a 45':' el canto y
U, á"iril*v"s calculadas considerando la cara dc los nlisnlos son;
de los pilares son:
0""..rá f. inercia de la üga en el interior Vt =o l\1' = 6
Vl =o Mt =o Vr = 16,8 \1. = -13.72
Vz = ló,80 M2 =-l?,3ó
Aplicanclo cle nucvo la formulación Illresulta:
resulta'
Aplicando una vez más la formulación ll I
L -- -z'ts,zs
L --rtr,, f = -:oo
L =533ii
6 2
6 2
0=0 T=0
9=o 1=0
del pilar:
del pilar responde a la ecua- y la lev cle molnt:ntos redorrdeada dentro
y por tanto la ley de momentos dentro
ción:
: \t(xr = 533.7J'03773 -2gg,25'03732 = -13',93
M(x) 537 '5 x3 - 3OO x2

para x = 0'372'
elvalor máximo se produce l z'oe

M (0,372)=537,5'0,772? - 300 03722 = -13',84 t'm Mpn333

+1 8b0
írsb
+ lg00
g 7 3 e' .' : n, *9.,lill',',""15 l;Jl J[:rl" ]lT1i:l!'
-' :
P a
F i 4 I r

reaL 7aclos
,,i5 á:i: l,XH'
tos calctrlaclos 'o
Fig,742,pilare_sg:ig:10;,1fi :lfsTJ:::it.:'ilt;,:,lli;'i:'Iy.'ii-]':lJ':i- cojr les txirc'rros de la irq'r
tos calculados reallzaoos co
irrterior cle los Pilarcs'
uos fonados rctiulares

En este caso, que es en nuestra op¡nión doncle trrejor se refle- obtienen a la lrora de dirnensionar las armaduras negativas, y las
ja el fenómeno físico que se produce en la unión dc las vigas con compararnos con el an¿íliris realizado, vemos que los resultados
los pilares, la reducción del momento máximo negativo que podría coinciden sensible¡rterrte con los obtenidos analíticamente por
aplicarse vale: nosotros, operando con nudo rÍgido y redondeando la ley de mo-
mentos sobre los pilares.
I 7'ol - l3'93 .roo El nrodelo de cálculo implantado en el programa de cálculo
aM -- t 7,01
= -r8,34 %
CYPECAD, responde a la filosoffa de nudo rígido con redondeos
de la ley de molnentos sobre pilares, que como puede verse en la
Si aplicamos el criterio práctico de Nilson a los cálculos reali- Fig. 7 .44, proporciona valores ligcramente conservadores con re-
zados a eies para la reducción de los momentos negativos que se lación a los criterios prácticos establecidos por Winter y Nilson.

Cálculos a ejes

40x40

+ Reducciones propuestas por Nilson

91 s,54
N,tr+r
f = to,7 4 - 6. =
= I 0,74 - 1

M(-r =ló,2>-
v't !'4
=ll,s:
=ló,25-18'
33

Resultados del redondeo operando


con uniones rígidas en[reeies de pila-
res y eKremos de vigas.

lig 7.44. Esqucmas cornpar¿tlvos.


Los loriados relicularrs

7.3. Métodos directos para el cálculo de


los momentos en los dinteles ürtuales ""=LF
t)=€+cl
Los mél-odos directos se basan fundanrentalrlr(:nte en cl buen \lomentos ciirectos scgún antiguas versionc-s del ACI ll' Ca'
Fig. 7.4(:.
Criterio y la experienCia del calCulista para estilnar los rnomcntos lavera 1.

extremos y de vano que pueden presentarse en una detcrnlinada


pieza de un pórtico ortogonal. Todo lo que pueda añadirse sobre
ios mismos, son reglas que tratan de dotar de un cierto rigor a
métodos que no lo tienen o suplir la falta de ex¡rriencia dc los
los usan. Por otra parte, los métodos directos'
no úenen en cuenta los empules horizontales y sólo
son métodos
que
que
pueden apli-
Ml =lfil^'' ^"=["'-**1."
carse Para cargas gravitatorias. rrl 121

,,,=[.,, q]-,"
Ji

Fig.7 .41'Esquertla básico de


t¡¡r vano vjrLu"rl 5:(:aüc p=*
4.L
al- l
l'20' 17¡ I= lA
Rr-:li': i.li r--:É' i;:i '¡ncho f'' *
I=
K: =

consicleranclo en cste caso el su¡rerior


la bibliog¡afía tócnica cs el méto<Jo K-. R'*.it: :¿ r: ar ecluivalertte
El método más recogido en = .rF'
-,-
para cst¡maciont--s rápidas es
simplificado del código ÁCl'e ta'p"t" ' r.:- -..,.:¡:¡l¡
fuerte-'s clue él sq¡lo se in-
poco operativo y con unas limitacionc-s tall
ACI-31¿i' J' N4ont()ya y l Cala- li: ltter:.; ai-: :-':'¿ i€ ál-t":i'-rs
valida la mayoría a* fat ""t"t f"éasc
este métoclo se crlctrentra recogido
vera). En la actualidad, t"Uiá"
EHE' para el cálculo directo vienc
por primera vez en la Norma Española La rigicicr clel p:l;i:' equil'alente
dada ¡ror la fÓrniula:
Su aPlicación requiere: I ., Kr (Ks + Ki)
l-,- I
K=-
'-fll
-*
K. + K¡
. . Oue exista un mínimo de tres vanos' K." Kr K. + K, + K,

. cuyo lado tnayor no


Los recuadros han de ser rectángulos K. K,: Rrgidcce:; cicr los trilarcs su¡'rcnor e infcrior
sea suPerior aldoble delmenor' K \1: hc:irr'r:',.5t() Lll.lc es la rigiclez a torsióntrnoscle un¡ zon¡ dtl foriado
pilar o 40 cm si quiere ope-
diferir entre sí más de un .t,.1 ,,na¡u ap:c'lxiltradanterrre
igtlal al
' Las luces consecutivas no deben ti¡:o rrred-io genénco tl Código'ACl propon(: un
l.orr. .o'', u,l, t alo, cle
baséndose' talv
tercio de la maYor' ;;;;;;t" :; n,:s,rr¿ miiad ttltiit v mitad cmpiric.'
gi'os dc torsión reales.son inferit:res
a
pilares serán tnenores r'¡uc un l07u' colr'1o \';i se ::.r ciiciro, *"
q" ln'
' L¿s desviaciones entre i'"auf" de defornración transversal
los c.¡lcLrl¿c.ll:s reóricarnente'-cttn
carga perfiranentel
' [¡ sobrecarga cle uso no debe duplicar la sietnpre)' Cl = Ü,1 t-. 5: i<'ltnlrll¡citit't
t:'s:

prácticametrte
fesia conaiciOn se cumple 18 Ec lr
,.
Nt = --l
no permite la redistribLrción cort
' En principio el Có<Jigo ACI
que los monrentos positivos -'¿ l
ul' -3
este método, p"'o f i"go añacte
y negativos pueden en un 10"ó sierrrpre que sc I BJ
'n-odifitottt pórtico analizado'
cubra el PL2l8. cl' 'a clire<ción ¡xrpent'licular al
c2: Ancho cjc. p:..'rr
versiones del Códi-
' [¡s montentos que proponían las vielas calculado con la
B,+B,
lBl + BDI: B=L::L: Bl:2
Bl;
B: Arrctro¡.' d:;:tl,ir-'r'¡l total
ñ ¡óióorri.u¿o a"r mbmento isostáticoEspariola opcra cotr luz a
luz libre tpero at-enc-i¿n' la Nomta
Bt'- 2 BD
eies de soportes) eran:
r d: ti,r T!r._

Los iLtri¡¡oi rr'lt!ul!lr'i'¡

U¡ra expresión rrtás ¡rrecis.r c.lel ténrrirro K , t¿ii v c(.)rlra) ya se ll¿l I.l lii¡ro cle l \lorrtoya-lvleseguer-Morán ¡tropotre idénticcls rno-
visto s(:r'ía: rnentor clui: Ios cie'l Cócligo ACI 318, ti:1 y collto se contenrpltt ert
la lig 7 4.3 o¡rctirrrji.r cort lLrces a cara clc ¡rilares.
qf
:. _ 9Er.l.r _
.l-_

/ \' / \' -(5)_l


n,lr-11 e lr :'
I e' B J I J
I

Borde i
Losa con
vigas
Losa sin vigas entre
los apoyos
Borde
exterior
exterior
B¡ y B¡: Lr,tcr-'s lr.irlsversales tl s ¡l:',-rci'¡ entre
¿rl l-lórLict-r no lotalnr€nte
todos los Sin viga
restringido r€string¡do
apoyos de borde
Según nos dice J. Calavera, el valor l, cie la zon.r tr.rnsvcrsal tle Factor de
la ¡rlaca qure rigiciiza a tors¡ón sobrc cl pilarr es rrrta gener;rlizat:ión mome o
I
0.75 0,70 0.70 I 0.6s
¡rara sccciot'tcs rectan+¡Lll¿lres, clel c<-lrtr-e¡.rr.,-r r.lei I ri:rTtlr:t'tt(l pol.rr cle in I er or I

inerciar respecto a la rigidez torsiotr¿il cle uri.r secclón circullr; y l)uc-


dc scr cstimado nicdiantc la cxprcsión ),a vista alrtcricln']'lcntc y quc F¿ctor de
aqr.rígeneralizaremos, s¿rbiendo que lo norm.rl es tlLrc sccr r.n'lcr scc-
momen t o 0.63 o.57 o.so I o.ts
tivo
ciórr igual a c2 . H exc:iusiv;:rnente, en vez clc,ct c:'r¡rric:str-: gc:ntirica-
F dctor de
nrcnte en laFig.7.47 .
mome to
extef Or
0 30 | 0.65

,,1'[Ttr11, -neg4¡iyo --l

Ir.r-.-. I ) 1'-- .-i-";,'j,: t:rr-'tttclttos ¡ C¡nSi{cr¿rr

-tF ¡" ,:i['-0,,,:)+ cc,1 x<v '(. lr:i.-:.:.: --- .;j"r\ \')Vir-]¿tsIACI 3181.
tK M-,t ¡rt-rr e, nltiitlc[r clj-

f'xt' ¡ xz'Xr'
¡----+

Fig 7.47. DiscreLización en r(-ctáltgulo [r;rr¿i e. cl :_, -.


-:,.. ¡ -cr''. r tq]r-
srof til l.
¡r P, I-.
t-s
Donde la sutrla se extiettrie a los n rcctánglr[Lrs Ll:rÉ cc)r]rlx)nen
la sección transversal cle la zona consicL-r"lcLl .r tor,<ión Conro ¡l.lril l)=c+(l
r.rna figur;i cornpuesl¿ de tnás de url recLárlgr,llo ¡-r:cytorciorta ull lr'A.e
valor conservador, debe calcularsc con at¡uc11"ri posibles clivisio-
nes en rcctáIlgulos clue conduzcan al m;ixir|() \'¿lor cle lr. F'a;715 \1,.r'r.r:.-,ricl.r'ec:rlspropLleslos¡-rorMrLnt<)y.'t.\lesegrrer¡,Nlorárl
. En el presente, las nllevas versioncs de) (óciigo ,\Cl-3 lB para
las los¿rs planas y los lorlados rcticul¿lres, propollerr i;rs siguierr-
. r'lLl[''.;] \onr.l¿r e-sllañola EHE propclrte por primcra vez la
L¿r

tes t.lblas ;rtl juntas, quc no sólo ¡lro¡rorclclrl¿itl los I'llonlerlLos ¿i aclit:lr¡a 7 9 ¡-r.rr;r L-stinrar los tnotrtctrtos erl el nleitoclo direc-
L.rbl¿r

consiclerar en los dinLeles, sino t¿¡nrbiét: cónrc-r cleberi clistri['ltlirse to, parLiericio clc l¡ lu¿ ü eies. c's decir cotl:
cntrc las b¿l¡rclas dc soporte y las lrancJas certLr¿i]es, alranciort¿rll-
clo falsr-ls cr¡terios de iiparcntc cxactitu¡cl qtte srilt-r c.c.>r.rt¡rlicaban irl- p.t' lr.L-.
necesaria y absurdárllente el nlétodo propuesto. '11 = err lugar cl€ Mr, = --
-13

Momenlc de losa Claro exkemo Claro in¡erior

Exterior negativo Positivo Pri¡nera interior Positivo Iruerior negativo


nesativo
(l) Q) (3) (4) (5)

Momenro otal 0.2ó N{o 0.52 Mo 0.70 Mo 0.35 Mo 0.ó5 Mo


Fnnja de columna 0.26 Mo 0.31 Mo 0.53 [,fo 0.21M, 0,.19 Mo
Frania intermedia 0M^ 0.21 M" 0.t7 M. 0.14 M. 0.16 M.
T¿bla 7.7. Propucsla dirtcta dc lromcntos v rcpár'-er cir ,¡s li'.;s¡r..--s e:r l.rs vig.,rs r"rrtl.r¡i e: rjt
dos reticulares lACl-3 l8).
'¿o2 Los loriados reliculares

Caso A Caso B Caso G

Momento n€gativo en apoyo exterior }Qo/" vh 65%

Momefllo Positivo en vano íTh 63o/" 3fi96

7V/o 75e/" 65%


Momsnlo negativo en agoyo ¡nterior

Ce3o APfecd €lásliaamen¡e cnpolrada en lns soponos do borós


C!!o B: Placa ¡Poyada eñ ol borde.
apoyo€ (vano ¡rbñrÉ)'
Cato C: pleca pcrbaamenre enr[üraoa en antoo bordós, o con cgntinuiJsd en ambo€

que clebcrán asignarse a las vigas virtualcs se'gún EHF'


Tabla 2.9. Rrrcentaies clcl monrcnro isosrático M" = +

. Los soportes de los extremos, al margcn del axil quc reciban' Es aconseiable o¡rrar con la luz a eies de pilares conservado-
de so¡ror-
deben dimcnsionarse para resistir el momento col'lsiderado
en el ramentc, ciaclo que la estimación de la luz real a caras
elrfre el p¡- [es en lase tltlpro\'ccttt ncsulta bastante problemática' por la
extremo cle la placa, distribuyéndola simplificadamerlte
lar superior e inferior de la siguiente forma: clificultad irttrinsec¿ de ¡lrectsar en los proyectos arquitcctótricos
y los aiustcs
cle vivienclas las caras que íinalnrente se coflscwan
geornétricos cle los ediíicios en lo:' solares reales'
Mpirarsuperior = --\-'g,3 tu ..,^-r.. [- : 1j]*
y se encucntra
sicndo Nues[ra propLje'-<t¿ r'a iue publicada erl 199 I
- ti-
K, - _ .. l Lorrgituti corlscietltes de qr'rc
Mpilar infcrior = -- ' g'3 ¡4o = [l del ¡rilar muy experin',ert:¿ia cn obras reales' Sonros
tratamcÉs cje emFrtr¿r la piaca en
extremos algo más de lo estable-
Oficiales en cons'onancia con los esfrlerzos
a'aa f-t los (--.ciciigos
por L' García Duta-
para resistir url rno- ,"ri"r- v linea án los resr'rltados obtenidos
soportes interiores se dimensionarán
L.os "tl así procurando reducir al máxi-
ri en su tesis I 19941, Lo hacerrros
mento desequilibrado dado Por: placas y por tanto la problemática de
mo las clc:fonlr¿cjtlncs de las ex-
las mismas' proyectando en
M=0,07'[re+0,5'ot e'11-e o i,',. -,,.rr,,s de tatriquería clebiclc¡ a (:ompatibles con las
'-il trenros ¡rilarc:: lo rr'ráe; e;;;;t qr-re ¡xxlemos
cxigencias artluitectcinicas
siendo
B: Ancho del Pórtico virtual qtre dichcl enr¡rctratniento no pue-
al pilar No obsl.rnLc ett ¡'rrevisión de
;t; ;; ;"- ü"arros virtualcs adyacerlt(''s e'rr l¡ estructura reitl nllestra recorllerr-
cia clcs.*rollarsc- iísic;rmetrt¡-- y de incrementar
vez' de a caras el PLz/8
ticl'tc erl c\lenta dación cic c.rlcttlar ' "i"i "n resul-
para esilmar los momentos ha daclo sienlpre un magnífico
'Nuestro criter¡o dcl y puccle aplicirrse de dicho momento en un i9i'nos
una cierta redistribución a"t
o'¿"n 10"/"'
nluy preseritc qt¡e se taclo a r-tn costc n'lírrimo'
farr";;"*l a cada vano tenienclo sicnrpre
cumpla la ecuación siguiente:

L = Lrtz eics de ¡lili:res


¡a=!-91' u =lll + BI)
\*-Mu)M

ordctrdcl 107"
Fig.7.49.Momentosdirectospropucstoscoñurlclrctlistril¡uciórtclel
Los /¡r¡l¿¡ot rcl¡ularts 20J

7.4. El concepto y la aplicación de la redistribución de esfueruos, en las vigas reales y


virtuales de los pónicos
7.4.1. Análisis general según las diferentes normativas

PREPUE5¡A qITETA¡. ADIÚITE R¡,DISÍ R¡BI,'CIO?{ O€ ruGttlJ9t,|


mll ocóolco So¡Rl igfiGlQil.¡^t moilENfos.f¡Fo. u$ÍacÉr¡ r¡üollnoaEóil
M¡¡. t5¡ Qrgll ¡oon b
t. ragnsrcc¡Ófl Dr¡r rl(' Condlclón: r,d 30¡t D¡rb da*a. a¡
c&ulo¡d.
fúo hñuy..¡ t¡po úr *rro,

Mlr. tlll 6Fa. te¡ltu talt


eltrtrRrrccrórlE {3 ilct ilo.rp6rc condlclórL hLfrl¡m*
.{ra{fia¡dlo¡ñ
l¿o lnnsy. al tlpo d..c.ro.
liá¡- !0* ó 20rÁ reÍstrs5
aNoüra¡¡afio llc' Cond¡clón: I,ó 3 (5 {¡) Lfü .l¡da¡ . ha.rr¡
|¡of, ¡r¡c¡.iúa r.-ai
l¿o lntuy..l t¡po ó. tcaro.
cltallo 3b9taaaaa
üt& atf ürraaa, artrc¡ xa¡th
r. xoiri^ ¡r¡t t¡o No arpona coodhlórl" c¡cülrloa aadl¡r-
¡aó16 ¡¡itüla¡aaa.
l,lo lnlluyr .l tlpo d. ¡€.ro.
Mó¡. I 6t6 u||lomloa
Llñll¡ lo¡ v¡lor.¡ m¡nfnor da lot nom.lrlol an ñoñanbtdhcat r
r" NoR¡ta ortl. ro¡0 rPoyor .¡l6dc l¡r¡¡f
NO
No hluyr .l t¡po ó. .aaro,
Ml& 2¡* OLactr ¡oDft lo.
¡.NOiIAlT rAil trlO Coodlc¡ón:6 ¡ o.¡L+trg rd mollimlor.l&lhor da

No lñiuy..l üpo d. ¡c.ro. cllcr¡b llñ.¡L

Condtc¡ón: t. 20 (t.( p.p'0, ñ Olrach rc¡¡O i¡¡


t. lroRn^ Act ¡tt t{o (P't').¡ | O.to ñ momaiioa al¡rücoa
t{o lnfiúF .l tlpo d. ¡so_ t cala¡lo lfra¡l
¡, ctto orrcf('
ttonil¡¡óñ t.¡ 3 3g:6 ¡ 0¡a. f:! úd Ohccia robr. br
Curv¡t ata doa r¡il¡ Xqñltóo f.r > 36; ¿ ¡ 0.6a. t¡6 ¡r€ lnorñ¡nlol .ttrücoa
d?rüxrañt"¡, PORI|OO ¡XfRASt-¡CtOfia: MA¡. 2t*
I CÓüOOTCIOA.O dcl cllculo ltno¡l
2rrñlo rn¡rlrm crllco. FORilCOTRA!¡t¡cÍoi¡A! i uÁr roa
ts lntlst| .t gpo d. .€arc bl acERo tloRartAL
tor 3u dKlílrl¡d. 6 ¡ 0.76. t,2t ¡fd

Psr €u¡hu¡ar ¡ltuactón: t¡¡r totl


limlgófl t ¡ I tg:6 > o.aa. r.¿¡ VOj¡¡C sO¡C
cufYr! da do¡ r¡ñtll Hornleón t¡r ) : . t.2¡ ¡/ld: úff 3O.!!
t. gunocóorco 2.r99t
¡e E ¿ O.oa
Ohactt .obr. b¡
Eó¿ hod¡onttu ln0uya al eCeno lrUCrU:
Urhn. m¡& ühl n¡ílrnloa dl5ücot
üpo.t. ¡coro po. ¡t¡ AC€RO l'ORrlAL: Lfmtt. ñ¡r. t6f
dusu¡td.d. dcl cálcub nnatl
Xoraóltrlbr¡lr.n pónkor tra¡l¡€tmrtt'.
Mgmañto rnlnlmo an tpoyo: qt, / t!.6

toS en cJerllenros de lron11;g1'¡¡ t:::.,.. .,;r. ..:.: _r..1l.,,ul a,. H L\tTf.j. l,:,;.
Los Ioriados rclrculares

Si algo tenemos claro en las estructuras de hornrigón amplia- 9u _9r


mente hiperestáticas, es la infinidad de soluciorres equilibradas quc
Duc:iliclad -
9" 9.
pueden desarrollar las mismas frente a un estado de cargas c1ado.
El cálculo cle l¿¡s cun'¿tr.rras {de los grros) cn las scccioncs puc-
Sin embargo, elque esto sea así, no supone en modo alguno quc
de realizarsc fácilmcnte si se acepta hasta el colapso la hipótesis
todas ellas valgan por igual y sean todas ellas adrnisibles, En ge-
cle Navier-llemoulll, es clecir:
neral, en la medida que searllos capaces dc irrtt¡ir y de[erntinar cl
mecanismo que meior se adapte y refleie cl contportanliento real
de la estructura, en igual medida tendremos garanlizado un csplén- Q:i¿rlrri'*=a;a=+=*
dido comportamiento de la misma con un grado dc fisr-rracioncs
nlínimo.
y la rotación erltre seccions. o = g'ds
Jt-
A la variación de las solicitaciones en el tientpo y cl acopla-
rniento de las piezas de la estructura a las nlist'l'l.?s es ¿r lo quc se Segun l. Cal¿r'er¿i, r¿ra vez en secciones de homligón amrado
clelromina REDISTRIBUCIÓN DE ESruERZOS, prr:vocada por la fi-
sorneticlas a f lerión. la cjuctiiiciad es inferior a 3 y' frecucntemen-
suración delhormigón y los cambios en el factor dc rigidez E. ' I te, alcanza el r alor 10.
previstos en el análisis lineal. Fuera de la fase elástica, Lr rcclistri-
bución de esfuerzos pucde ser considerable en cierlos c¿lsos' L.as vigas Pl¿n¿-\ tar irecuentcs actualmcnte en la cdificación'
clebicJo a l.t gr';::r ca:-L:idaC dc annaduras que re<¡uiercn y a lt:s esca-
l¡ redistribución implica una trallsfercncia cle cstuerzos de
sos brazos nre:ár'r:--,s ü'rÉ !-'t-rseen no rcn prec¡Samente eicmplos
una zonas críticas a otras, sin que sea posible establccer y fijar tln deseables de € rr'-- e: I : ¡s r;:n¡c!u rale; dúctiles Tanrpocc-l prcsentarl
límite teórico a la misma cuando se efectúa un análisis lineal. Los r¡na elefaci¿ ciuc:l :,:l¿i .cs piiares sometidos a fuertes conrpresio-
porcentaies que fiian las Normas para redistribuir las solicitacio-
nes: su roiur;] si:t t ser fr.1gi . lo opuesto a dúctil'
nes (en tomo al l0 y I 50,6), se obticnen de la experimerlt'rción v de
cálculos no-lineales. Los gráfict-rs , :>lplic;iciones que reproducimos de A' Recuero
nos mlle,s[ra|l ct;:il]lat:', ¿lnlente cónro pueden variar los giros en las
Reclistribuir csfuerzos alegremente, sin control' v sitl nreditar
secciot'rcs de .irs ¡'riezas clc hormigón armado, en ftrnción dc los
sobre lo que se está haciendo, puede provocar daños serios de fi- paránretros oásico: que habitualmente maneiamos en los proyec-
(lue sc apo-
suraciones en las estructuras o sobre los elementos
tos, ¡' pLrcderl ci;r|ific¿ir los coltceptos expuestos:
yan en la nlismas, tabiques. L¿ redistribución sólo es posible si las
secciones de hormigón son dúctiles, entendiendo conlo ductilidad
de una sección la relación que existe entre la curvattlra en agota-
en
miento gu y la curvatura 9" cuando se alcanza el límite elástico
el acero. a
o
L
¡¡
o
I
t t¡t^ <útz < vyr< u/4

(cupulrctlas,

lc't¿f cz<!ett Lq V1(!a(U¡<V1


A¡ilcs)

CURVATURA 3
f ig 7.i I D:¿E:¡lllras rTlolll€rlto-clirVc'lttlrá
sección tle honrtigitrr arnrado
Fig 7.50. Diagrama nlomento-curuatura cn t¡na
Los Joriddos rclitrlu¡¡ s

"1.-a figura 7 .51 .a muestra el aspzctl de un clíaarantLl lten¿rirc de m0- de iímite elcisf ico \1¡. lPlo Lr l, A olra vez M2 ilece mas aprisa hasla al-
mo'
el han señalado tr¿s lrdrltos (drdct¿nstiros El caruar )vt¡ lpto L¡L Al fi¡r se llega al agotamiento al alcanzar M1 el
mentos-cirvaturas, en cual se que la
lA seccíón sin fisurar. Fl trttmo L--Y co- ntento últint, N1,, tplo. l.)1. L(4 ürqa de aqotamie'nto P, es mayor
trana o-C conesponde al eslado de
ptasticidad perletta P, dado
el inicio de la fisuracitín httsta c.ue el c/¿ística /irtrr,i/ P, ¡arro n0 sL4erd el valor de
rresponde al estaio de Ia sección desde

acer| en tracción alcanza su límite eláslíco.Y e! trttno


vR, d¿sde esta tilli- n ,rl--
fOI lvlr = \1,_=
'll- "
i.xistencitt y ertcrtsicírt tle estos lra'
ma situación hasta el agolamientl. La ló
mros dependede una sirie de parámetros tales rcnto: lornu de Ia seuíótt' {A. Rcc¿terol.
dispuiiión 11 cuantía de Ia armadura, calidad del hornitttin. tsfueno axil u
Daclo que tocla la filosofía de la rcdistribt:ción de esftreÍzos
vic-
que está somet¡da, etc,
rre ligacla clircctísinranrentc corl el análisis no lineal de las estruc-
Lasligs'7.5|,b,cydmuestranlaformamásha[litual¡l!et,tlltlt:ülnar
dtt referttn-
trror, rt]"r*a* lct pÉllá reton'lar clc ntlevo el tcma expuesto en el
el diagrama momenl}-cumatura, a partir de una |(i¡'rt(l silrracl¿írr punto 6 I clc.l capitr-rlo ;ltlterior c itttrCrducir algr-rnaS ideaS conlplC-
cia, cuando se modifica la cuantía' catidad del httrniqótt o axil uttttante' por A-
(1ul, parü cuan-
ment¿lrias. cn jcjrantica línea a las resr.lmidas ilnteriorf]'lente
manteniendo fiios tos restantes parámetros. Pu¿d¿ o6sen'¿irs1 Recucro, aprovechánclorros clc la Tesis Doctoral dc tl' Ortega' leí-
es mtis resistente nxis fratlil' ca-
lías crecientes generalmente la sección U
cla en Valercia en I998, tratando de clarificar la irlfluencia de la
erl la redistribuciótr de esfucrzOs en las
aumento de ta catidad del hormigón implictt gleneralnIPtIte d dttmettl)
liclacl cle lüS .rrnr¡icluras
EI
de resistencia g de Ia ttuctilidad de la sección. Rrspc¡to a Id contpresión axil,
pue- losas clc horrttigón, c'lLlc resull]imos por su itlterós en las páginas
de obsenarse que para valores pequeños se produte un dunl..ttto de la rcsisten"
s¡gLlientcs, en ac¡uc-llos ¿lspcctos qtlc nos han parecido más apro-
cia a partir dc un cierto valor ésta disminuqe, en !ütt} rlue, (t1 (treneral,
que piados ¡ sitbresalientcs
V
ta duetilidad disminuye al aumenlar el axil aduante" lA. R¿r:¿tertr)' que existe entre el "cálculo plásti-
Ya ex¡rrrsinros la clifcrencia
co" o no lineal tlilrir designl y el denontinado "dimensionamiento o
cálcr-rlo el't agL)L¿rnliet'rto o rotllril" (ultimate strength desigtrl-

El prirrrero tiene que vcr con el conrportamicnto no lineal de la


estnictLlr.i i' los c.rmbicls que se originan cn las leycs de esfuerzos
u--|----.;;+ ¡r rlcclicla r¡lrt.: I'a cargtitlclose la lllisma hasta que llcga su colapso.

compoftatrticrrto de las secciorres frcnte


El se:gurrclo se reficrt:;rl
a los csfuerzcls tlue la solicitan, hasta que alcanzan, en los mate-
rialcs r¡ue l¿r [ornl.tn, Llnas solicitaciones consicleradas de agota-
micnto que no clel¡en ser supcradas. Este segundo método,
aLlnqLle pro¡:orciona un¿¡ jclea prcixima al contpotamiento reai de
la estructur.r, rro puecle explicar el desanollo dcl comportamiento
clel conjr-rrto e5Lnr(turirl h¡¡st;¡ el c:ola¡lso, tal y c'onto quecla refle-
lado en el esqLienr"r exllLresto en la Fig. 7.52 relativo a la evolución
de un¿r vig;r corrtirrua has[a su rolura.
Fig.7.52. Redistribución cle Mor:tcntos crr una viga conLirrua
Ya hcmos cllcho y no queren'los insistir nlás, que el análisis no
lineal de una estnrctil-a compleia, como el entramado de un edi-
"En una viga continua de muchos vanls iguales sonrelid¿¡ L1 Ltna mrga ficio, resulta difícil v ¡rroblenrático, y que debernos tratar de resol-
conlinua uniforme P KN/ru (Fig.7 .52ll, según la teoria eldstic¿t lürcal el mo- verlo .lcLlclienclo .r l¿r ;rplicaclért de redisl-ribuciones que lo simulen,
mento en apogos M1 g el momento en cenlros de vano Nlr rale¡r: ¡:.rrl.ierrrJo r.le I;.¡ inforrn¿lción c¡ue nos proporcion¿r el cálculo lineal
que, entre otras cosas, pcnnitc la combinación y superposiciórl de
o.rl csfucrzos, que'cl cálculo no lineal no permite.
L2
M,=P VM'
'12 24 Es in"ll)onante tener presente qLle en la capacidad de redistri-
Se supone que lodas las secciones de la viga tienen un diaqranta tluc:icin rle esfuerzos de r¡n¿¡ estnlctura influyen algilnos paráme-
e tros, cllya influencia cualitativa debemos conocer mínimamente,
M Ecomo el indicado en lafig.7 .52, Al crecer Ia carga, Ios nronr¿nlos
reales en apoyos M1 A 0n vanos M2 son los de la leoría eláslica lineal [tasta tal y como expresa A. Recuero en sus gráficos anteriores.
que Mt alcanza el momento de fisuración M¡, (llo. F r l. E¡r¿o¡?crs Nl'r (rdc(
AsÍ, ¡.ror ejerrr¡llo, exisl-en clos lipos cle acerc¡s bÍrsicos enrplea-
más aprisa hasta que también alunza M¡, (fto. F2). Lrrt'40 trecen anú¡os,
dos corrro arrrr,rcJrrras pasivas para el hornrigón: los obtenidos por
manteniéndose su suma igual al pL218, hasta 4ue l\,11 alrarr: a el ntonrcnto
laminación err c.rliente v los obtenidos por laminación en frío o tre-
lus loriados reticulares

filación. Lo que caracteriza básicamente a los primeros es qlle no


Para cuantías cle arnr.rch.tras = clebaio del 0,427o
se efectúa ningun tratamiento sobre los mismos una vez lermin;¡- Io * )nor
do el proceso de laminación. existctr est\¡(lios v en5avos que parccen dernostrar que el colap-
so sc proclLlcc por rotur¿i clc los ¿tceros y para cuarrtías mayorcs
Los obtenidos por laminación en frío o trefilación se fabrican
por agotall'tientc¡ ciel hctrrrligón it compresión' L¡ rotación máxima
a partir de un redondo liso laminado en calierite {alarrnl'lrórr), cuyits
características resistentes son inferiores a las necesari¡ls'
i* pr.].tua" pitr.r 1a cuantía clel 0,42"/o disrninuyendo ésta a medi-
cla ctue baja también la cuantí¿.
frío de
Elalambrón es somctido a un proceso cle rcducción c¡r
su sección. en el que se consignan dos acc:iones funclarrrelrtales:
que pro- At.:ro de
aumcntar su resistencia mecánica, y grabar las t':orrug,as
homrigÓn' 20i IPo S duc:jiitlacl esPcciai
porcionen una adecuada adhcrencia con el
los
ó : ll A Curva según MC 78
El aumento creciente de la calidad rcsisLente cle los aceros a
hace perdcr ductilidad y por consiguiente, capacidad cle rcdistri-
('lrlllado.
buir esfuerzos dentro de las estructuras de honnigótt 10

+ RESISTENCIA =- DUCTILIDAD
larninaclo
Balo este punto cle vista, utl acero del tlpo B-400-S'
sr'tpt:riOr ill 0 0.2 0.4
en caliente, tiene un alargamiento en rotllra
sObre 5Q
tttítrimo al l27o y vd
l47o; un acero B-500-S reduce su alargamierrto
el
si el acero es trefilado, corno el de las mallas clectrosolclacl¿rs'
liL i; 1i 5' .,'i,.,, ;
r,', ; ;:':
i ;., ": J;i:' i* ll'i: i3:l:,xt:ili:jit'
dcl 8o'i''
alargamiento se reduce todavía más a un nlínimo
cle redistri-
éCon qué acero cleberíamos proyectar nrlestr¿ls
estructuras' si C)ir¿ c-¡,l¡:ic'r- lLic :iene que ver con la capacidad
buscánros ductilidad y capacidad redistributiva? l; respuesta es bución cle ¿s :ec,-Lorre- c> su cle¡xnclencia cle la adherencia dc las
trat¿irrdo de impedir que exlsta entre el hormigón y las
evidentc: con los aceros del tipo B-400-s arnl¿cluras; ( r.lt..lii i':lai or .lciherencia
con sLls deseos de fabricar pueden asumir las rótulas qtlc se
los fabricantes de armadura se salgan amraclt:ras. :t-rr:Itorcs rot¿ciottes
calidad &500, conro p¿rece cvjdente lonllen al nrirriririz¿r'se los cleslizamicntos que las acentúan. otra
exclusivamente armadur:¡s de
por fa-
que conseguirán. cos.l cliferentr: ;erán los posibles per¡uicios que sc cleriven
llos crn la arlhercnci.r cle las armaduras, que cn nuestra opinión
Otra de las cucst'i<'lrres ¿ tener presente sc dccltlce dc 1o ex¡rrc- pr.tetlen ser tllai'ores clue lo: lrencticios que aponen' I)or eienlplo'
saclo por el profesor Machí, cuando afirma
quc r-in¿ sección de que
proclLrcienclo r1l¡l\rores flcchas y unas tllayores fisuraciones
hormigón annado es tanto más frágil, cu¿l'ldo ntás ant r'ldlrras po-
reclucclr l.r dur¿LrlliclacJ de las estructuras.
,.u y qr. dicha fragilidad se acentúa todavía rnás si l¿r sección se
sometida a una conlpresión. De lo anterir-rr se clecjuce qoe
que no todas las secciorres adrnitcn reclistribución. ptlesto qttc
"n.ú"ntr"
órt, uo ligacla y se opone a la fragllidad, v no sientptc 5e está del o
c
lado de la seguriclad, suponiendo que cualquier rotaciijn cxigida .|l
!a
0,015
por [a redistribución va a poder ser asumida por clichas secciones. a
f
El valor de la profundidad de la fibra nelrtra er1 las secciones E
!
juega un papel determinante en la capacidad de redi:tribución de a
i 0.01
una sección, y de aquí que dicha profunclirlad se¡ (or-rtempl;1cla
por !
¡
a
las Nomras, como la española, consideránciola conro lttr ¡r;irítrttc- a
tro determinante para poderla realizar. Lts ¡liczits conto vig;rs con ac
a
cscasa cuantía de acero y por tanto con profr-rtrclidad clc' la fibra
co
neutra baias, admiten fuertes rotacioltes y por tanto clevacla t:a¡la-
cidacl redistributiva, pero hasla ciefto punto. No debenrcls olviciar
que las cuantías baias tierren un línlite, puesto qLlc llll¿t col'lccn-
traCión de poCas fisr¡ras limita la capacidad rie rotaciórr frentc ¡r un Fro'fundklrd ndrxÉlda l¡ fua ñfltr¡
estado dc fisuraciÓn disPerso. l-is.. 7.54. Re:i¡r.l.r' r:-::i ::-' ;r. ¡-'¡;s5,, ¡.rrofrtndidacl <ltl l.: fibra ttcrrtrA
EC. 2,, 199?
l.os lorindos r¿licul¿r¡:

ENTRE LAS PROPUESTAS DEL


MODELO 1990 Y OEL EUROCÓDIGO 2 - lssz

'O¡ferencia los aceros según su ductilidad: ' Diferenoa los aceros según sr.t duct¡lidad:

TipoB ' Ouctilidad normal - Amadura de ductilidad normal


TipoA -AlladucÜl¡dad
- Armadura de alta duct¡lidad
Tipo S - Ductilidad especial (sism¡co)

' Para cada lpo de acero considera un valor crilico dc


' Para cada lipo de acero consldera un valol critico de
x/d por enc¡ma del cual el acero no es responsable del
x/d por encima del cual él acero no eg regponsabl€
del colaPso.
6lepso.
' Para aceros de ductikdad normal' ' Para aceros de duclil¡dad nofmel, est6 velor criÜco €3
(tipo B), este valor crltico es r/d = 0.2 x/d 0.4.¡
' Para aceros de ductll¡dad alta, este valor crftico es
' Para aceros de ductilidad alta (ti9o A)
x,¡cl 0,17.
osl€ valorcríüco es &/d = 0,20 =

'Lás máximas roiac¡ones plásticas cor6sPondiont€6 a


' Las máx¡mas ÍoEciones plástic¿s, c¡nespond¡enles
a log valores criticos de )dd, son: los valores criticos d€ r/d, son:

'Acoro nomal (tipo B). 0 = 0,008 'Acero nomal: I E 0,008 rad.

'Acero dúctil (tipo A): I : 0,018 'Ac€rodüctil | 0= o,o2rad.

'Para valores ¡nferiores e (x/d)crit, la rama ' Para valores inferiores a (x/d)crit, la rama es horizonlal.

T.rbla 7.1 I

. Otro de los aspectos que se han invcstigacict coir rel¿ición .1 Lo antcrjor ror lr;lce dudar si resulta aconsciablc t:n zoná sís-
la capacidad rotacional de las rótulas plásticas cn l¡rs p¡ezas de l'lric.l dotar nücc$¡rj¿inlenle ¿r las vigas cle calttos cxcersivamente ele-
hornrigórr, es la inflrrerrcia quc ticnc cl tanlano de dichas ¡.riezas. vaclos. claclo quc sc pretencle qr.re las rrrisntirs Í)osealr elevada
ductilicl.rcl ,, c¡p¿icicl¿.ict rot.tcional cll sLts rótlilas con el obieto cJe di-
Dicira i nvesligaciór'r pone cle nla n ficstr] c t la itati\,'a nrente clue.
¡ I
sip;rr lir n'Lavor cantic|¡cl cJe energía posible. Tal vez rlterezca Ia pena
a nrás canto, menores capacidadcs dc rotación ¡:ltist.icit. reesrlrcli;rr toci¿i la informacjirn djsponible cle las estrLlctllras daña-
(ias el'r zolra sísnrica v revisar este concepLo que se transmitc alc-
Los cnsayos indicaron que el lrorririgón pierdc ductilidad ¿l
gre \,nltin.lri¿tn]cnte entre los técnicos qlle proycctamos cstrucluras
allrnentar el canto de las secciones, y cap¿ci(l¿id rctaciollal.
en dichas zonas, bllsc¿lndo ¿.iliviar los esfuerzos que sistenlática-
nrente ciestrrt'err l;rs c;bt:zas y pies de pilares. deiando prácticanletr-
rotación plástica (rad) tL- irltcrctcrs las Vigas cle-' grarr canto y los forjaclos t.i¡.ro losas que se
üPoVrlll sobrr: icls rltistrtcts.
quantia dé aceto

4 ¡¿ -0.2tt .Ve¿rrnt¡s. pues, tras los conccptos cualitat¡vos cxptlestos,


---a | -r.t2,
córlo soli'crr¡f¿n el lenla de la rcdistribucicitr cie esfuerzos algunas
nornras lratancio cle'simular los cálculos no lineales de tipo plás-
tjco, ante l;i cliiicLrltad cic no ¡rr'lderlos realizar directamente.
-+--._'.I
L¡ reclistritlucitin clc esfuterzos, etl general, supone una nleio-
ra ilnportal'rtc dr 1.i segr-rriclacl clc la estruclur¿t, y la posibilidad en
ciertos casos tle poderla construir, cuando los armaclos que pro-
porciona el círlcLrlo linr--'al direclo resultan imposibles de aloiar con
cficacia en los es¡-r;icios cJisponibles.

Definanrcls nuntéricclmente cómo se exprcs¿l habitualmente el


collceplo cje l¿i reciistribuciótt, y quó si¡¡nif ica etr cl lcnguaie colo-
c¡r.rial t'¡rre-' se reclistrit:ruyc trn 7. cleterminado.
canto útill de la viga (mm) nc)nrento en la prácl.ica, col'lsiste en a¡llicar al
RcclistriLrLrir Lln
Fig. 7.55. (l l. C)rtcgir). nrisrno r-ur cot:rficiente, rlr¡rrttalt'ncnte recluclor 6, ¡'rero puede scr
208 l-os toriados reticular¿s

amplificador, y deducir después, manteriiendo el ecluilibrio global NORMAESPAÑOLA


de la pieza, los restantes rnonlenlos que tienen que solicitar a la
misma para que dicho equilibrio se mantenga con seguridad. L¡ lnstrucciórr Es¡:rrñolir ¡:ennite aplicar una rcdistribución dc
nlomentos en los dinteles a efectos del dimensionamiento de ar-
Mreclistribuiclo = 6' Mclústico-lin*¡l rnaduras de utr l5o',,, sicnrprc v cuando la fibra rleulra de la sec-
ción no traic clcl 0..15 d sienclc¡ c.l el catrto útil de la misma.
Cuando se dice quc hemos aplicado una reclistribución, por
eiemplo del l5%, es que estamos opcrando cotl Lln factor 6 de re- Lo ¿rnterir:r sir:,rrifica, a efectos Írrácticos, que sólcl está ¡rermi-
distribución iguala: titlo rcdistribr.tir c:uando l¿i secciórr sea dúctil y rro frágil. Al lirnitar
la posición dc la fibra t'\eLltra a 0,45 d, la Instrucción considera que
I 5% : (1 - 0) ' 100, es decir, con un 6 - 0,85 la sec:ción del clcnrerto es dúctil cuando cs somet¡da fundamen-
talmcnte a flexión )'no necesita amladura de com¡rresión.
M, = 0,85'Mc AM = 0,1 5'Me
t)ucde ¿¡firnlai"sc en gellerel. que en los forjados reticulares por
la presencia del áb¿co sobre los pilares y los nervios cn T de los
En los esquemas gráficos represerrtados en la Fig' 7'5ó sc cla- vanos, existe clucrillcl;rcl suticiente para poder aplicar la redistribu-
rifica lo expuesto. ción rnáxinra clel 15". cue ¡>cnnite la lnstrucclón'
pernri-
No obst¿rrle' ,¿ \orrn¿ Española establece el c'riterio de
Mte tir la reciistnb'lc,ón cie la siguiente forma:

M:n
LEY I]NEAL
M¡.. + \,12o p-L?

Mve 0.15 M.
r 0.15 M,
i 0.15
0.15 rr, ^¿
AMt =tl-E) Mr \M =tl-il\4^
Mi, -Mt"-lM M., = \4-. - -\\'1

Lt
'0,15M
o15M
RED¡STRIBT'CIÓN LEY INICIAL
Mlr DEL: il- 61 100%

AMt

Q15M.:
\ LEV REDISTRIBU]OA

f ig. 7.17. Rt'(lls.r.br:uir-¡:,cq;rdmitirlas en los dinteles dc l¿: e':tructtrras de


edific.rcrÓn Ll{Er
Pl .' )\,1:, * M;,¡
r
=---

87 lltr cl ca:'o tltl :eccic'lttcs rectang'ulares, la proh.rndidad de la fi-


Mut bra neutra cstir relácionada con la <lifcrencia dc cuantías mecáni-
cas clc ;¡rrrrüclura de tracciórr y compresión, y puede obterlersc
sir]]plilicaclanrerrte la posición de la misnla mediante las siguien-
Fig. 7.5ó. Proceso esquernático de la redistribución dc l)lonrerltc)s
en la viga
tes cx¡lresiones:
cle un pórtico.
l¡s foriados r¿tirular¿s

. L: nornra brit¡inica tr)ertnite calcular silnpli[icadamente las lo-


Si 0,10<tr¡-co'<0,18
s;ls nr¿rciz¿rs cont¡nlras sobre vigas y tntlros cn régimen elástico
I bajo una rirricar hipótesis cie carga (la correspondiente a la carga
= l,l.{(,)-o')+0,0ó
d total), cfcctt¡anclo una rcdistribución cle momcntos del 20olo me-
diantc la reclucción clc lc¡s motrlelltos dc apoyo y el correspondien-
. Si 0,18 a ¡¡- 6¡'( 0,42 te increnrentt'l de los morlentos de vano.

I = r,45.(<¡- ro') Para lo arrLerior result;l obligado, al margen de cumplir las corl-
d cliciones y';: merrciottaclas, que:

donde
A- .f..,
---:---Ij- V
A 'r' frti . L¡ rel"rción sotlrecarga/cargas constantes sca inferior a I ,25.
<¡ = ¿1)' = .b'cl
t¿ ' b'd f.¿ . La sobrec¿lrga caracteríslica sea infcrior a 5 kN/m2 sin con-
Estas mismas expresiones son aplicables ¿ las seccioncs en T, siclcra r l;rs tabic¡uerÍas,

en TT y en caión, tomando b como el ancho eficaz dc la cabeza Si la difcrencia de luces no supera cl 15oA de la mayor, se ad-
de compresión, cuando el bloque de corn¡:resión en Estado Lími- rniLe l.¡ igralaciórr cle los momentos de vano y apoyo, a semeian-
te Último se localiza err la cabcza com¡lrirlrida, lo cr.¡al se ¡:roduce za de la Nornt¿r Es¡rañol;r cle los foriados unidireccionales.
cuanclo:

(.u-ol')so'lJ5'¡q
cl NORMA FRANCESA

ho: Espcsor de la cabcza de compresión f hu = c er lc:s ioriaclos reticu- . nonna francesa lBALL), cumpliendo utras condiciones mí-
L,a
lares)
ninras de luces scnsitrletneltte parcc¡das y sobrecargas no mayo-
i
res cle k\ nrl, ¡rertritc unos cálculos simplificados de los
.Lás norrnas específicas de los foriados uniclireccionales es- esluerzos en ¿rpoyos y vanos, que a cfcctos prácticos suponell
pañolas, desde siernpre han admitido uria redistribució¡l n1ás im- reclistribLrciones elevadas, dcl orden del 40ol", sin tener en cuenta
portante que la fijada por la EHE, hasta el punto dc pennilir igualar en absoluto las ct¡¿lntías ni el tipo de acero empleacJo.
los momentos de vanos y apoyc)s.

NORMA ALEMANA
Mr=Mo=r*=ll
to
.Ur l'ronlra alenr¿¡na (DlM 1045), parer las estructuras habitua-
les, ¿clnrite una rccijstribución al alzay a la baia de los esfuerzos
Para quc lo anterior sea posiltle, resulta obligardo el aceptar re- cie h¿st¿ Lrn Il''á, de manera semciantc a nuestrel EHE.
distribuciones del 25 al 3l7o (6: 0,75 6 = 0.ó91. kl ctral, en nues-
tra opinión, resulta problemáticcl de conseguir sin asumir En e:l c¿;o de losas y vigas continuas c{ue se encuentrcn uni-
fisuraciones de cierta importancia. das rígidanrerrte a los clementos de apoyo (vigas o pilares) y, en el
caso cle tr.ltúrse dc una carga uniforme repartida, los montentos
sc.¡hre dichos crpoyos han de ser co¡no nlírrimo:

NORMA BRTTÁNICA
\1t-r Prinrer ;t¡xryo itrl.erio,, :$
.l¿ norma británica permitc rcdistribuir, cuanclo lir ¡lroftrrrdi-
r

dad de la fibra neutra cuntple la condición:


\1r-l I Re5l.i:rrtL:s apoyos ¡nteriores) -4l4
s o-o,a
_M. (cocficicnte de redistribuciónl
] 6= -:L
Me que en la ¡:ráctica suponen ya Lrna redistribución del | 5olo sobre
Ios vaiores clLre lrabitualnlente se obtiorcn de los cálculos clásti-
con las siguientes limitaciones: cos en los pórticos cle eclificación.

- La rcdistribución máxim;¡ queda fiiada cn urr 30e0.


NORMA ITALI,ANA
- No se adnliten redistribuciones por ertcinl¿ cjc"l l0?ó e¡r cs-
tructuras por encima de cuatro alturas, culos pónicos ten- . Ll norm.r it¿lljana Ctt:zetaUffitiale No I l3 (34) permite realizar
gan que garantizar la estabilidad latcral cle l.:5 nrisnlas. reciistribLlcicin de esfucrzos, si la profurrdidad de la fibra neutra
cunr¡'rle l¿¡ condicicirr espatiola, es decir:
Los forjndos relir.ular¿s

El conocirnrento de \a cuar-rtía de equilibrio p. en las secciones


I < o,¿r cle las piezas rcsulta sunrctnrente interesante, pllesto que pcrtllitc
d
ad ivin.r r fáci lmente SLt Cc)n ll.)C)rtiJ r I r iento.
El coeficiente de redistribución sc obtiene de la expresiórr
Si la cuantlr p qr]e posee la sección es mayor Que pc, el hor-
migón alcanzará su .rgotanricnto sin que el acero haya alcanzado
6 > 0.44 + 1,25 su liurilc clásricc¡ rt. S 0,2'-'o). Etr t's[á situaciÓn, los giros tle las
á secciones scrán ¡rcqueños -\'por tanto habrá mcnos flechas en las
vigas, el aviso de rot\jr¿ se n'.anifiesta nluy poco y el comporta-
dcbiendo cumPlir adernás que' rrriel'\to de la ¡ricz"r se',i fr.igt

0,75<6<l E'ncarrrbiosl¡:esl]¡L.noro.uep.,sucetlerátoc]oloc:tl¡ttrario
{gl0,5orutvlapje¿atencráunconrportanrientorllásdrjctil:existirá
que sc adnrite cs dcl realizar urra mayor redistribución de los nro-
El porcentaic máximo <Je reclistribuciÓn li positliti¿i¿ clcr 1>oclrr

Z:'a üuu correspondc a un valor de x/d :


0'248 si¡r nrenc:ic'¡ltar
nlentos.
en ningún momen[o la calidad del acero' rcaliz¿rse debe cumplir'
Para que las recl:strinucior'es pueclan
sc Ia conclición'
NORMA AMERICANA (ACI'3 I E) P - P' u.,
cle P, =
' li norma americana rro permite efectuar rcdistribucicitr
métodos aproxinrados'
ningun tipo cuartdo se han empleado % de redistribución
En los dintcles corrtinuos sobre pilares se
permitc ¿lumentar o ¿¡

distninuir los rnometrtos sobre los misntos ull tanto por (:ier'\to tló.2t
¿tó.tlS
igual a:

,o.l'-P-P"l
I o.)
siendo.
A.
p = lct¡antía Scométric¡ de tracciónl
b ,l
-
O' lcuantí¿) geo mtiLrica dc comt)reslóIl I

ffi
pa es la cuantÍa crítica que produce urr equilibrio estricto en las
aqrrÓlla en que
tensióncs de los materiales de la sección; es decir'
a su límite clÍ¡s-
el acero alcanza la deformación conespondienLe
su clcformaciÓn de
tico, al mismo tiempo que el hormigón alcanza
para dicha defonlación
agotamiento por compresión, tomándose
elvalor de 0,3%. o .00s .0ro .0t5 .020 .0¿5

Al.rgam¡ento neto de¡ aGéro E3


de l¡ seccitirr
Esta cuantía, lógicamente, depende de la fornra l"ról en ft¡rrción tlel alargamic:rtto nclo
armaduras (para los casos habitirales dc FiÉI.7.58. Porc(jrri,rje d! redislfjLruci(in
v ,1. iu tiluu.ión dJ las clei acero c. segir '\CI-? l8
edificación Pc = 0,2).
Calavera realiza
A ¡rropósito cle lo estableciclo porACl-318' L
0.s5.8, . f,. | ó00
P'=-T-L*-, 1
I
el siguiente con lt'ntario:

"EI métoclostrpo,l(? iol('t posibílidad murtr inleresante dp obtener nlrucluras


clc la resistencia ft c'rr e1 di'r{Talrra
rectitttgul;tr'
fi1:Cociicierrte rcduct()r ¡rcntintkas srrficienfentette seluras, ESto es dsí no sólO pOrla reduc'
Para los casos habitualcif. < za
MPa' fJr 0 - 6i
recltrcieírrdost:0'05 114¡i5 1t
i"punt' sino porq.ue tambíén puede con-
del lromrigón 7 \11)a' -iu,r¡ide losrllonl¿,¡lL)s rl(¡9.lfi|os '¡u'
ctón
U eanomía
cada vez que se incrernenta la rcsistcncia
\tPa (¿rProxitna- o ur,,o red,ttión ¿i¿ ios ,ro¡rertfos posif il'os en los vanos'
l'., clel hornrigón a co¡tpresrón crr
Re'sistE'ncia nontinal e clut'ttto más elevada es la relación sobre'
abtenldacs ldrrlt0 rllris ¡rllporf(¡rlt
di,nente igual a la f( k española)' "
cargaa Ia (arllü pütt1Lltt¿nte
fr: Límite elástico del acero en MPa'
Los foriados reticulttres 2lt

Y en idéntica línca a la expresada por nosotros ante-'rjorrnente


justificando constructivamente la redistribuciórt atiacle:

m
"lJna segunda ventaia de mélodo es que la retürcriórt de los valorts ¿le los
F1¡.
máximos momentos negativos de las vigas permite r¿tlucir arntadttras preci-
samenle en puntls que en las estructuras de edifícacion suelen presentar urta
gran densidad de armado."

La aplicación opcrativa de lo establecido en el Cócligo ACI-3 18,


lleva en la práctica a limitar la redistribución ¿r un m¿iximo del 20%.
La redistribució¡r ar¡¡nenta linealmente del l0% para
P- P':0,5 ' p., hasta el 207o para p - p' = 0.
La razón por la que el ACI-3 l8 lirnita la cuantía nláxim¿ de l¿s
arrnaduras en piezas sometidas a flexión á pnrox < 0,75 pr, es ev¡,
tar niveles baios de ductilidad.

Desde el punto de vista de la clefor¡n¿rción ncta cie liis arma-


duras (es), cuando ésLa se mucvc entre el 0,2otsY el 0,5u./o, nos en- l-ig, 7 59. Escluer:ias cl¿isicos en cl ¿rr;ilisis de las sccciorres de hor-
contramos en una zona de transición en Ia cuai ¡lo sabcnlos con
certeza si cs la compresión dcl hornrigón o la tracción cle l¿rs ¿rr-
m¿¡duras lo que controla el agotamlento cle ia sccción, L¡ nráxtnr¿ ca¡r;rcidad de rotación plástica cle una sección <p, se
producirá kigicarncnte pc?ra un valor (x/d) crítico, tal que €c alcan-
Por ello el Código ACI-318 exige claramenre que el alargarnien-
cc cl aconanlienlo rláxinro de agotamieltto €cu y el alargamiento
to neto del acero sea:
del accro r.,. llegue a su máximo valor e,,.
E5> 0'75',lo
Para valores inferiores a (x/d) crítico, la rotur¿t será debida a las
para asegurarse que durante e[ proceso cie carga son la armadu- arnraduras, y para valorei n'rayorcs la rotura se producirá por el
ras las que controlan el agotamicnto de las secciones !' por t-¿inlo horrnigórt cornprirnido.
su ductilidad, y poder redistribuir.
lvtc-g0 considera tres tipos de acero en cuanto a ductilidad sc
Como puede verse en el grá[ico expuesto ¡rt:r AC[-3l8 cn la refiere:
Fie. 7.58, la máxima redistribuciórt permitida del 20% exige aiarga-
mientos de €, rcalmcnte importante, del orden del 2-2,5 ?,,o. . Acerc.rs TIPO-B {DUCTILIDAD NORMAL}:

Afortunadamente la mayoría cle los aceros enr¡rlerrclos en lir f_


construcción son capaccs de aceptar las ¿lrrLeriores ciefonn¿rcio¡res f.=
z 1,05 t, > 2,5 7o

sin problemas y, por consiguiente, pueden consiclcrarsc clúctilcs


para redistribuir los porcentajes habitualmente ¿:clmiticlos en las . ,,kcros TIPO-A (DUCTILIDAD AUIA):
Normas.

tl' =',uo
o/o
t¡¡ 2 5
cóorco MoDELo cEB.FrP (Mc-90)
El Código Modelo acepta un cálculo lineal t:t-lrr rcclistribuciórr . AcÉros TIPO-S (DIJCTILTDAD F.SPF,CIAL)
limitada, permitiendo reducir los momentos €l'r lcls secciones rnás
solicitadas, lo cual equivale a poder aumentar o disrninuir los mo-
mentos negativos como hace el ACI-318. >t,15 €¡¡ >ó7o

A diferencia del Código ACl, MC-90 plantca la redistribución


en función dc la calidad del acero y la prohrncliclad clc la fibra ncu-
tra en las scccioncs (x/d), aunque filosófic¿rmente ¿inrLros Códigos
son cr'r el lonclo rnuy ¡:arecidos.
2r2 Los lorjados reticulares

7 redictrihuciótr EUROCÓDIGO (EC.2)

El EC-2 presupone qLle si se aplica el cálculo lineal elástico, en


general, no será necesario tomar medidas que aseguren la ductili-
ACEROS AyS áad aclecuacla, siemprc que se eviten cuantías muy altas ett las
(0lto ductrl¡dod) limile ¡roro h':'r- secciones crÍticits y éstas lengan suticiente capacidad rotacional.
25% ----- ---\ ---- . fck d 35 M:,,:
\ % redist-ri+L¡;i:-tr¡
\ ,, limite porc

riI C<:C

tímite rle nss¡9 ilgs{rlido{ ¡gr:t<rl


\.. tirr,itc por<.¡ hormigón
A(]ERO IIPO R L0vtr: FAc. .- ts'iLf-ai':i fck 4 35 lrlPo
(ductilido<.1 normol) tfiArlqi tt' rq!i.'. r L!t !/

'. iirr,::€';,¡..1

0.1 Q.?- 03 il 4
'':
lulodelo'
Fig. 7.óo. Propuesta de redistribución segtin Código

de rcdistri-
En función de los aceros empleados, el coeficierlte
tras un cálculo lincal queda esla-
bución ó que propone el MC-90
blecido así:
0.4 0.5
.Para.losacerostipoAyS,elcoeficientedcredistribución6
cumpl¡rá:
Fig, 7.1>1. P:t)pueS"i) cle redistribución según FC-2 {1992)'
< 35 NlPa
. 6>0,44+1,25'-: para f. t
En vigas y placas continuas de pórticos intraslacionales' con
6> 0,5ó+1,25'¡l para 40 < [r. < ó0 lvlPa
relac¡ón cle luces inferior a dos, trabaiando fundamentalnlente a
flcxión, sc puede onlitir la cornprobación de la capacidad rotacio-
Debiéndose cumplir además: nal de las zonas críticas si se satisfacen las condiciones siguien-
- En vigas continuas y pórticos intraslacionales: 0.75 < 6 < I [es:

- En pórticos traslacionales: 0,90 5 6 s I f,¡ É 35 NlPa 6 > 0,44 + 1,25.


x
f¡¡ < 35 ir'lFa 6 > 0,5ó + 1,25
á
. Para los aceros tipo B de ductilidad rlormal y f.¡ < ó0 lvlPa:
Dcbiéndosc cunlPlir además que:

6 > 0.75+ 1.25. 1 - Para aceros dc alta ductilidad: 6 < 0,7.


'd
- Y ¡'lara aceros clc ductilidad normal: 6 < 0,85
0,90s6<1,20
El MC-90 no permitc hacer redistribución en los pórticos tras-
El EC-2 consi(ler¿ a los aceros de alta ductilidad como aqué-
lacionales con pilares muy esbeltos, en el caso de ernplear accro$
llos quc curnplen:
normales tipo B.
t-
En los casos de losas, el MC-90 permite también aplicar los > 1,08 €,¡ > 5 9o
criterios expuestos para las vigas de pórticos.
't
los foriados reliculares

. Si bien un nivel cle cuantías baio propicia la ductilidad de las


y los aceros de ductilidad nomlal:
secciont-.s, ésta tjene Un rango adecuado en las losas para conse-
guir elevacJas reclistribucjones sin que se produzca una fisuración
> e¿ > 2,5 Yo excesiva.
l; ';'o:
hoyeclair losas con cuantías geolnétricas por debaio del 0, I 5"/"
El EC-2 no permite rcdistribuir en pórticos traslac¡onales y es-
rcsulta ¡:eligroso cr-r¿rncio se quiere aplicar rcdistribución. El línlite
tablece, adcrnás, unos valores nt¿ixint<-:s en la ¡:rofrrncJiclacl del [:lo-
podría fijarse err el 0,2 %.
que comprimido en las secciones críticas antes de redistribuir:
Para los aceros ordinar¡os las cuantías más favorables de cara
1 < o.¿: para hormigoncs f,.¡ ( 35 MPa a ia rcdistrihrución sc mueven en el rango dcl 0,4 y 0,5Vo, y cn los
d
accros dc alta ductilidad entre 0,3 y 0,4o1,.
Id < o,r: para hormigones f.¡ > 35lvlP¿
. L¿s redistribuciones permitidas por la rrclrnra esfxñola de for-
Tam¡roco pennite redistribuir los ¡nomentos de apoyos propor- jados unidireccionales resulta excesiva.
cionados por el cálculo en vanos continuos. cuanclo éstos son in-
feriores al 65 o/" de los momentos de ernpotrarnient() perf ecto; es
decir, cuando:
iCómo materializar una redistribución aconselable en
las estructuras resueltas con foriados reticulares?
PL2
Md <
rgj La rt-.s¡)uesta ncl resr¡lta f¿icil si tenemos quc ligarla a otros as-
pcctos qrle inflrlyen en el proceso, come pueden ser las reduccio-
nes dc mol'nentos debida al tamaño de los apoyos cuando se
L¿ diferencia más importante de EC-2 con cl MC-90 es la cle
realizan los cálculos a eles de pilares,
ser ligeramente más permisivo en la rcdistribución cuanclo los pór-
ticos son intraslacionales, micntras que en los traslacionales su-
En gt-neral, podemos recolnendar, basándonos en el compor-
cede lo contrario; elMC'90 perm¡te redistribuir en estos últintos tanriento a largo pl:rzo de los forjados reticul¿res sobre pilares, que
un l0ol, y el EC-2 no aconscla realizar redistribución.
conviene rcdistribuir los rnomentos de tal forma que se aumenten
los momcrrtos cle flexión positiva entrc un l0 y un I 5%.

Lo antc:ric)r ¡rr.recle hacerse, dado quc se cuntplen normalmentc


7.4.2, Conclusiones prácticas sobre las todos los reqLrisitos exigrdos por Ia mayr:ría tle las normas para po-
der rcdistribuir 6 : 0,85 ó 6 : 0,90; es decir, porcentajes entre el
redistribuciones aconseiables a tener presente
I 0 y el I 5oró, clado que sobre pilares existc cl ábaco con cuantías
en el análisis de los forlados ret¡culares geornétricas tpt por cncima del 0,2ol" y que prácticamente nunca
puede iecirse clue haga falta armadura de compresión en dichas
De todo lo anterior cl ingeniero estructural necesariamente tie- secciones.
ne que extraer conclusiones prác[icas que puecJa aplicar a sus pro-
ycctos con scguridad y cficacia operativa. Resolvienclo la cstructura por cl método de los pórticos v¡rtua-
les, una fornra sinrple de aplicar una rcdistribución, que además
hrece evidente que elempleo de aceros de alta ductilidad per- <Jcja cquilibrados todos los nudos, es la de introducir en el cálcu-
mite aplicar redistribuciones superiores. Los aceros nclrmales usa- lo r.rnos monrentos cle empotramiento reducidos, es dccir ligcra-
dos en los proyectos, de ductilidad normal, perntiten efectuar las rnente mcnorcs clLlc los que realmente correspondan, campo que
rcdistribuciones que habitualmente se realizan en la práctica l0- ya se ha dicho antcriormcntc.
157o.
Si al obtencr kls rrrorlerrtos cle ernpol-ra¡niento de las vigas vir-
Con los aceros trefilados de nruy ba ja duc:lilici;¡rJ c:clnviene ser sl.rponentos con un canto medio constante, ya estamos
t.u¿rles l¡:s
prudentes, y no rcdistribuir cant"idades por encima dcl 5%. introduciendo en los cálculos del pórtico mornenlos de empotra-
nliento rcclucido que pueden variar en torno al I 0- I 5olo inferiores
Para poder redistribuir con segrrridad conviene proyectar sec-
a los r¡ue reálrnente conesponden,
ciones que no necesiten arntaduras de cornpresión, que es la úni-
ca forma de garantizar que:

j ' o,a:
2t4 Los loriados reticulares

Si a lo anterior le aplicamos las reducciones que tiencn lugar


por el tamaño de los apoyos, los resultados quedan suficiente-
mente compensados i, distribuidos como para que sea necesario
apl¡car redistribuciones adicionales de ningun tipo.

kltr r¡r

lO kü/hrL

*--6u4.-----+
3 3,33 tsñ¡wl

lO l¡¡tlnrL

lig. 7.63. Superposic t:r, de .os csfuerzos gravitátorios con los esfuerzos de
los ctnpu jes horizr-¡r.'Lales

lig..7.62.lnfluencia (Jc las rigideccs <:n los morncrrtos de em¡xrtramiento


¡rerfecto.
En los casos antcriores somos partidarios de redistribuir los
esfircrzos gravitatorios lo rnáximo posible, antes cle superponer a
los misnlos los csfuerzos debiclo a los empujes horizontales. Una
Si opcramos en los pórticos virtuales con las inercias variablcs
redistribución orientativa en torno al 20% podría ser razonable en
de las placas a lo largo de los vanos, tal y como indica la EHE, el
estos casos.
cálculo conduce a unos momentos negativ<ts consiclcrablentente
elevados, que en nuestra opinión convienen redistribr¡ir anles de De forma práctica y cicnamente heterodoxa, para los casos
proceder a detenninar las armaduras de la placa. corricntes cle estnlcturas con pilares de tamaños convencionales
girando alrcclcclor cle 0,40 x O,4O m, unos resultados razonables
. Conviene llamar la atención sobre la práctica habitual enónca para distribuir las armaclrras con momentos obtenidos con cálcu-
que cxiste en la edificación, que es la de redistribuir los rnomen- los realizados;i ejes, pueden obtenerse sin mayores problemas
tos en los vanos más solicitados, olvidándose de los equilibrios añadidos rnultiplicando los momentos negativos por el factor 0,85
generales de los nudos. Aunque la costumbre anterior no origine y los momcntos posit¡vos por 1,20.
patologías conocidas de entidad, no debe olvidarse qrrc los nudos
. En el anírlisis espacial, contemplado en el modelo ya descri-
de las estructuras deben quedar plenamentc cquilibrados, y siem-
to e implantado cn cl programa de cálculo CYPECAD, hcmos en-
pre que sea posiblc rcalizar la redistribución dentro del propio cál-
contraclo una fornra de redistribución muy simple y sencilla de
culo, cntrando por elemplo en la matriz de esfucrzos sj cl análjsis
implantar cn f)rograluas espaciales semejantes, quc conduce a
eS matricial, con los momcntos de empotramiento reducidos r¡n
unos amrados ¡:ara la flexión ncgativa y positiva sumamente armó-
15"/o.
ilrtu) y LUr5LruLrr\us. f nuy cil ilf ted cof I ¡os que pueoen qeauclr-
Cuando la estructura tenga que soport¿r empujes hrtrizont;rles, se de los mótodos clc cálculos basados en los pórticos de
la superposición de los momentos negativos de origen gr.ivitatorio sustitución coritemplados cn las Normas, tal y como ya se diio
anteriormente.
corl los rnomentos dcbidos a las fuezas horizontales, generdn Llnos
nlomentos de dinrcnsionarniento -especialmente en los nudos ex- El modelo, que cJiscrctiza la placa reticular en tres barras por
[remos- que conducen a unas armacluras difícilnlente corlslruib]es cada una de las cuaclrículas que definen el for¡ado rcticular, ase-
y rrruy problemáticas de anclar correctamentc. meja el mismo a una placa maciza pero asignando a cada bana una
inercia bruta nlit¿id de la que realmente le corresponclería como
placa rnaciza pura.
[¡s forl¿dos r¿licui¿rrs 2t5

Así, la inercia asignaclir ¿r las lrarras seri¿¡

le/c
t-_._..-
H3
'¿ 't l2

e./e: Entreeies dcl foriado retictilar


I l: Canto dctl foriado

L¿ inconveniencia del mótodo rad¡ca, tal y como y¿r se expu-


so, en cl cálcr.rlo rle las deformaciones elásticas tflccharl del for-
iado, quc dcben afecl-arse por tltr coeficietlle ilnr¡rlific;rdclr qr-re
podíamos cstinlar en tomo a 1,30, para otrtener una a¡lrclximación
a las que realtnentc tcndríatr lugar si sc operase coll stls int:rc:i¿ls
Fig. 7.ó4. letiril <1i:l allár( ;rIrri(:rrt.o cle la Avda. Maisortrt¿Lve, err Alic.¡ntc,
reales. 140 + 8) lr¡c.:¡ tir 7 t0 pc)r 4 + 7,50 + 5,50.

[-;ls situ.rciorre-s últinlas descritas son las qtre clet:en ser resuel-
tas y colrtrolaclas con el cálcLrlo y con la cxperiencia del que pro-
yecta un.1 cstnrctrir;r con forjado rcticular; las situacioncs
7.5. Generalización del método de los conlerrpladas en los Liixligos constituyel'l las cxcepciones a la rea-
pórticos ürtuales para situaciones no liclad ¿l nlcr.oi t'rr Esp.rña
contempladas en las Normas C)bscrvcst en la Fig. 7.ó5. cónro un pórLico virtuirl qLre camina
r('cto en i()s tres printcros soporles, calnl:ia bruscamente su direc-
7.r.1. Introducción ción llrst:.rnclo el cLtafto pil.tr etr el techo del gara¡e de un cdificic,r
dc vivien<i¿s
El rnétodo de cálculo de los pórticos virtrrales l¿tl v conro se
l-l cálcult.r esp;ici.rl pe'rmitc: resc¡lver las sitr.taciones arlorntalcs
contcmpla en las Nonnas del Mundo y, en gerrer.rl, en la rrltr-vori-r con n'rucha mírs precisión, sin lugar a dudas, frertte al método de
dc los ¿rutores <torrsultados cltre sc haccn eco cie li¡s trrisnr¿ts, es krs pórlicos '"'ittLt.rles; ¡rero, ltirst.t lrace muy Ix.)co, ela lnlpensatrlc-
nruy cliiícil quc pucdi.r ser ir¡rlicado cn l¿r eclific¿cititr conv'erlciorr¡¡l rlis¡roner de un.t hr-rranricnL¿t serneiantc de tal po[errcia, y cra pre-
de fortna quc viene articulado, AntcriormettLe yit ltetlros explles-
l¿r
c iso acr-iclir al nrd:todo cr-ry.t getrcralizacicirt queremos abordar, para
to las limitaciones del nlétodo, sin etrtrar en cl análisis cle l.rs al-
r¡ue sig.r sieindt-rnoi Litil conro instntrllento clc control, y tambión,
ternativas quc penniten su gcncralizttción.
por <.¡ré no, clc cJ¡lculos r.i¡tidos a pie cle c¡l'¡ra o, simplclttente, para
Encotltrar una situaciótr de pilarcs ccltlto l.t t-ltlL- sc visltltlrbra Iijirr critcric-rs en los ;rtttr-¡tt'L]ycctos. Los casos lrás frecuentes l.lo
en Fig. 7.ó4 correspondientc al tectro cle utl .r¡larcanliento en-
la rccogiclos v corttÉnrl)l.rclos err las Normas lcls ex¡ronenros cn los
;rpa rt.rclos sigl r ierltÉs.
terrado en una vía pública, donde absolutanrcrrle tódós los pila-
res guarclatr unas alinetaciotres perfectas, c^s b¿tst¿lrlte irttlsu.rl y
poco frecucnte.

L¡s alincacictnes ortogonales quedan resent:d¿ls a loc,rles co-


nrerciales, aparcarllieutos y recinl-os ¡rútrlicos err getreral
.1._r

a#
-|1-

Lo lllás frecucntc en la edificación es encontrar pilarcs sitrra- L--t-.a


dos asimétricalllente, sin un¿i alineación precis.l, con ltrc:es disp;r-
res y colr urt ttútllttro de ltrtec't-ls en los foriados L]Lle ¡.rt)trt:tt l'ls
¡rclos de purtta al itrgeniero cstructl¡r¿tl rtriis cxperintett[;,rcltt.
216 Los [oriados reliculares

7.r.2. Problemática relativa al número de nervios PóRTIco INTERIoR


del pórtlco vlrtual. (Reparto de los momentos a . R:0 ll1 *Rr=1009t,
los neruios)
. n < 4 --; ¿¡ c.acl¿l nen,io se le asigna
-u IA
. En principio, el númcro cle nervios cotlo tal quc ¡rosea el ¡rór-
tico virtual, no plantea problemas de tipo algun<-r p:ira dcternrinetr I
l\cn'ios cle b¡rrcl¿ clc soPortes: I
los esfuerzos globales en el mismo, y irnicamentc eslarros obli-
. n>41l2
gados a modificar los coeficientes de reparto gerrerales cu¡rnclo su
lNe,r i,'ls cle b¿incla ccntral: 1
número sea inferior a 5, tal y como hemos tenido ocasión de de- [2
nrostrar anteriormcnte.
No inr¡:ort;r el núrrlero de nervios sea irnpar y haya que
c1r.rc

Si el número tle nervios que posee el dintel virtual es igr"tal cr operar c:clri tlún'\cros fraccionarios:
inferior a 4, no es nccesario efectuar rcparlo dc tipo algnrno y los 2 Rl 'N4
- a caca nen'io cle la barrcla cle soportes se le asigna:
csfuerzos sc asignan por igual a cada nervio. L;t arnraclura dc ntc¡tl- n
taie quc es necesario y convcniente disponer en los áiracos, c:tlnl- 2 Rl 'M
ple la misión de absorber las crestas de los morlletrtos ltegativos, - ¿¡ cacl.¡ ner!,c rie 1¿ bancia central se le asigna:
n
sin necesidad de reforzar particularmcnte y de una marlera cspe-
cial un newio er¡ concreto, a(¡rlquc óste atr¿lviese por re¡rlanteo cl Si n es par rr:t¿id cie los nervios se arnlarán corr las arma-
L¿

soporte. dr-rras c¡ue le corresl-,ori¿n ', de igr.ral fornra se opera con la otra
rrritad.
Cuando el número dc nervios sca rrlayor o iguarl ir 5, puecletr
aplicarse los coeficicntes de reparto ya expuestos en el er¡rartadcl Si n es i:'rtilar l;n; ', ez calcuiadas las ¿nnaduras que corrcspon-
7.1 .3, con las particularidades que presenta cl pórLictl paralelo a clan a cacla L¡iio cic lc-rs ren'ios represelltativos de cada tnrrda, la
la fachada si posee voladizos. arm¿lcltira ma\or ;e coltx¿rá en Lln nún'lero de neruios igual a: Parte
crlter.l (rr'21 *
I:i'l¿ ntenor, en los restantes. cayendo ligeramen-
si el pórt¡co virtual es de mediancrí¿r, existerr un ztilrclro
clc-:nclc. tc del laclo clt-- la segtrriclacl
de borde, el número de nervios trasta donde consideratttc-rs tlue
pueden aplicarse los coeficien[es de reparto es de 3' contanclo el
zuncho como un nervio más, teniendo preserltc sus espcciales póNTICO DE MEDTANERÍA
singularidades relacionadas con su tamai'lo y por taltto con sus ri-
gideces. . \,tolrerrto .rsignaclo ¿l zuncho de borde = R' M
El planteamiento es muy sencillo: al momento tot.rl que deba- . Nlonrento resldual adistribuir: M'(l -Rl
rnos distribuir' 5e le resta aquclla fracción qtre se asig'ne al zt:rrcl.to . n - I : (J --+ cl pórtico virtual lo constituye el zuncho de
de borde y el resto, se distribuye con los cocficicntes de reparto
borcle R1 : 0: R: : 0
genérico.
. n- I - I -> al nervio rcstantc fuer¿r clel zuncho se le asig-
Si el númcro de newi<¡s, descontando el zunclto, sÓlo tuesen naN.l'tl-Rt
dos, uno se considera de banda de soportes y otro ccntral.

Siempre existirán infinidad de casos en los cu¿lles el rlúnlero Ilen,ios ,2


clc banda de scloc¡rles U
'
dc ncrvios sean irrtpares, lo que no supone un problenra serio, si
se siguen los criterios adiuntos para asignar ¿¡ cada nervio la frac-
. n-t>zl
cerrtra' -
tt I
I \en ios cle b¿rncla
ción que le conesponda dcl momcnto global que exista en la viga I 2
virtual.
- ¿i c¿rcla rrcrr,'io cle l¿l l:anda dc soportes se lc asigtta:
'Sca M el monrento total a distribuir y el nt'rmero de ttervios n, 2Rl .\l'rl-Rr
los coeficientes de distribución son R ¡ para la bancl;i sopoftes, R2 rr - I
para la banda central y R para el zunch<; de bordc (posteriormett-
te veremos su obtención en el capítulo dedicado a los zunchos de
- a c.acl¿l nenio de la banda central se le asigna:
borde). Pese a que por su mayor rigidez y ubicaciÓn el zuncho cle 2 Rr .N1 .r1 - Rt

borde absorbe mayores esfuerzos, a efectos de comput;rr nervios, n-l


lo consideraremos como un nervio más inclr-rido en n. Y a t)aftir cle ac¡r,rí 5c opcra de tnanera análoga al caso antcrior.
Los /brlr¡dos rdl¡cüldr¿s

.l)or criterios de coherencia (:c)nstRrctiva V concL.pt.u¿rl, reco- fre:nte a est¿ls situac¡ones por segrriclad, es la dc prescindir de la
mendamos que se arrnen los ncruios de flexión negativa clc la ban- zona volad¿i a cfcctos de cálculo, y analizar el pórtico de fachacla
da de soporLes, por Io menos idénticamcnte igual a los cle las c.:clmo si no existicra, intrc¡ducióndole al mislno la carga adicional
bandas ccntrales, pesc a que en algr.rrras situaciones y casos, al ello represenra. l-l zuncho rcsistente debcrá ser <lispucsto en-
c¡r-re
restar las armaduras de montaje de los átr¿icos a los rrervios de las tre pilarcs; o bien. colocar dos zunchos ménsulas cruzados sobre
bandas de soporte, puedan rcsultar unas arrn¿duras inferiores. los soportes, que rccoia l¿r ¿¡rrnadura negativa que cJebcría existir
y no cxiste.
Si esto último sucede en un número mavoritario cle situacio-
nes, signi[ica quc las armadur¡¡s dc morrta je discñadas para los 5i los huccos arrancan próximos o iunto a los pilares y se se-
ábacos han sido excesivas, y podría ser con\¡eniente y razonable paran am¡rliantente (le los niismos, puedc ser rnuy convenicnte lle-
disminuirlas, para que siempre los nen'ios de las bandas dc sopor- var sicmpre el zurrcho (viga-plana) cle borde del pllar cle donde
te poscan armaduras de mayor enticiad y calibre que Ios de las arranc¿rn los huccos, hast¿r los pilares próxirnos.
trandas centrales.
En el ca¡lítulo 5 existen algurros planos clc ¡rlantas de olrras
. Lo anterior conviene tcnerlo presentc, puesto que a las capa-
realcs, cioncle puedc verse una amplia casuística de formas dife-
cidades mecánicas de los nervios de flexión ncgativcl cle l¿r banda rentes y cónro h¡n siclo Lr¿rzados los zunchos {o vigas) que refuer-
de soportes que resulten del cálculo, se les debe rcstar la capaci- zan los :rrer:anisnlos resisLerrtes de los forjados.
dad mecánica de las armaduras de nlonrajc dispuestas cn los ába-
cos, reducida entre un I 5 y 25%, si existe la sospecha c¡ue Lo anterior lo hernos querido exponcr para poner dc manifiesto
constnrctivarllente van a quedar con ur't recr-tbrimiento cxc:esivo al quc el análisis de lo: pófticos virlulales fuera del camFn rcrcogido por
cstablecerse los planos de ferralla del torjado. las Non,r;rs, reqLlicrc un esftrerzo adiciorral por par-tc clel ingeniero
err la n¡oclcliz¿cjón de los misrnos, espccialrnente en cl rnonlento dc
Resulta bastante habitual en la práctica, a efcctos cje calcular resolver lt¡s cietalles constructivos y sus armaduras. El número de
la armadura negativa de l<.¡s ncrvios de la lr¿rnci¿i c.lc soporte, csti- nervios :ealnrenre resistclrtes de cada p(irtico, deberá cleclucirsc y
mar que [odos ellos se c'rcllentran dentro clel ábaco, corr lo cr.ral com¡lrobarsc clel plano cle replanteo de ncrvios, observando sus tra-
la sección estructural rcsistente para R1 Nl es el propio ábaco, clis- zirclos \ los huecos que clegollan los mismos, antes de dar por bue-
tribuyéndose en los ncrvios que configuran la brancla cle sopoftes rro un plarro teórjco clonde previamcnte no se encontraban situacjos
la capacidad mecánica resultante, después dc rcstar las armaclu- todos los elenlel[os c¡ue realmcntc van a ser construidos.
ras de montajc que exisLar en los misnros.
L.l pónrco esc¡uenratizaclo en la Fig.7 .67 , dondc un hueco pe-
queño secc¡on¿ dos nervicls cn centro de vano, puede ser anali-
zado por cl nlótodo virtual conlo si no existiera. I.a armadura
7.5.7. Pórticos virtuales con nerry¡os seccionados ncgati!'a no presenta problemas especiales y pucdc colocarse la
y anchuras variables resultante teórica dcl cálcLrlo; sin cmbargo, a la hora de armar los
nervios a nronrentos positivos, rlos encontramos dos nervios de-
Es lrastante frecucntc quc por consideraciones estétic;rs, cier- gollaclos {l r. Lr so|-rciórr ¿r la situación ¡'llanteacJa que venimos apli
c¿rnclo los clue tral)aiat'Iros dc forma práctica en este c¿trllpo cot')
tamente muy discutibles, algunos proycctistas degollen radical-
br¡erl resr-rlt¿rclo, es la dc adicionar la arrn¿idttra teórica qtte tendrían
mcnte las zonas voladas sobre los soportes, alterarldo
los nt-n'ios I I t, si no esttlvicran cortados, a la arnradura de los ner-
sustancialmente el funcionamicnto resisLente de la ¡rlaca
vios {2). Li arnlachtra positiva dc los nervios cortados se reduce a
estin'la, o sc cicj;i I.r teórica de cálctllo; en ambos casos, deberán
ancl¿lrse en el zr¡ncho que bordca el hueco con patillas hacia arri-
[:.r Clc r.lnrls 20 cnr conlo nrínirrlO. El prOcedirtiietrto descrito ftln-
: 'l cioná y cae cJcl lado cie la seguridad nclrnlaltrcnte.

II
A
:lI lil l*l
Pórtico virtual de fachada nrasacraclo a,gtl tlue no r-lclrc lr¡cerse
IiÍ"J;*

En c;¡sos sernciarttes al expuesto crr la Fig 7 (16, si trie|r a trlo-


mentos positivos los trervios y el zuncho sorl col¿tborantes, no
cabe duda de qLrc a cfcctos de momentos neg¿rtivo!, l¿r ¿c'rna vo-
lada constituye rJn peso muerlo inútil y peligroso. Nuestr.t ot)ir'tión. I i1l 7 tr7 Prirtic.tt vinual colr hueco en un vano
Los loriados ret iculares

El aumentar la armadura negativa no es necesario en los casos Contemplando la Fig. 7.ó9, los coeficientes de reparto a con-
mencionados, deiándose dicho aumento para huecos n'rayores y siderar en las secciones A y D son los habituales empleados en
más próximos a los soportes, doncle se ve nítidamente la placa, un apoyo inter¡or. Err los arpoyos B y C, pueden aplicarse los co-
trabajando en voladizo desde los pilares hacia los huecos. Cuan- eficientes de reparto cones¡:ondientes a un pilar extremo, conccn-
do suceda lo anterior, es decir, cuando el hueco adquiere grandes trando las arnladur¿s sobre el ábaco para aliviar así las torsiones
dimensiones, lo mejor es cortar el pórtico virtual a efeclos de cál- del zurrclro Lransversal.
culo, y analizar cl mismo con sus extrcmos volados, tal y como se
efectua en un pórtic<.1 de vigas quc acaban ett rttétr¡ulas. Véuse es- Con el rlétocl,r de los ¡rórticos virtr-¡ales. al tener sohre r:arJa
quemáticamente lo expuesto en la Fig. 7.ó8. apoyo un mornento izquierdo y otro derecho distintos, la annadu-
ra (lebe deternrinarsc dc fontta independiente a cada lado para te-
ner así en cuenta. el número cle rrervios difererrtes quc pueden
presentarse en cad¿ \'clllo v, dado que constructivamente sería un
dispar;ite cortar sobre los apoyos las armaduras negativas, debe
corretsc sobre los mis¡nos la que sea mayor de las dos detcrmi-
naclas parir cacla vano cle fomta independiente. El sistcma sobre-
ciinrensiona los negativos de uno dc los vanos, pero garantiza qtle
siempre sc están a:nr¿rrdo los nervios por el lado de la seguridad'
La presencia clel zuncho de borde en el vano &C deberá scr teni-
cla en cuerrta cle la fornra que vcremos más adelante, en el capítu-
lo tiedicado a los zul',clios de borde'

7.r,4, Pórticos virtuales con soportes no


alineados

L¡ conclición de soportes alineados en las estructuras de los


Fig. 7.ó8. Pórtico virtual lotalmente scccionado por rrn ¡latio v el esquema
dácálculo que mcior modeliza el funcionamte'tlto de la placa edificios, rjebe scr un obietivo cleseable y conveniente , lanto si
emplearrlos unos foriaclos de vigas, como si empleamos un foria-
. Puede sucedcr que el hueco no secciotle totalmente los ncr- do dc tipo relicul¿r.
vios dcl pórtico y algún nervio tenga continllidad en su lrazado, Los soportes alineados con luces serneiantes en las estructu-
lo cual no invalida lo dicho anteriormente pi¡esto que el modelo ras producen cn cuaiquier espectador que las contempla, una scn-
resistente adoptado en ménsula, garantiza por cl lado de la segu- sación de annorría en sll monotonía, fruto del equilibrio resistente
ridad con sus negativos la zona c<,rrtada y la qr-re poscc contjnui- que posecn. L¿s estntcturas armónicas se ven iustamente premia-
dad. Bastará cuando esto suceda, disponer una arrnadura cle das econónricanrente. y sicmpre tendrán un mejor comportamicn-
positivos en el nervio continuo semejante a la obtcnida para el to resistenle frente a imprcvistos, si se las compara con esas
nervio del pórtico adyacente. cstn¡cturas donde los pilares pirrece que se han cleiado cacr como
. Es muy frecuente también en las ¡rlacas reales. quc cl póni- un mal iner,itable.
co virtual sufra cambios bruscos en su anchura deb:do a la exis-
Sin embargo _v volviendo al tema que nos ocupa, también es
tencia de los patios interiores y huecos de escaleras. preciso resolver 1' constmir las estructuras que no poseen los pi-
En principio, en los pórticos de sccción variable, el análisis se larcs alincados: ipuede aplicarse el método de los pórticos virtua-
efectúa con toda normalidad, considerárrdose los anchos gcomó- les crr cstas cstR¡ctLlras? La respuesta oficial es negativa, pero
tricos que correspondan en cada dintel virtual veremos Lllle bastan ur't¡js pocas considcraciones para convertir-
la cn afirmatir'.l. De hecho, la antigua lnstrucción española del
MOPU cle 1944 tEspañal. prescribía que "en caso de que las alineacio-
nes de /crs pilarcs -<ria¡r ohlicuas, se consitlerarán en cada dirección las resul-
tantes de las flexiorres onespondientes a cada una de las flexiones oblicuas";
cs decir, que bastaba calcular las placas con [lz oblicua aunque
los nervios sigrricrscn .rlineaciones rectas, si óstos se armaban con
los esfr.rerzos cteclucidos de las mismas.
Fig. 7.ó9. Pórtico virtual con vanos de seccjón variable.
xll Los lorlodos rrrtiLüi(¡rr's

)11
I.3.8. P.rtologías tlc: flexicin
i3q
13.9. Patctlogiils ct1 los cgrran'liell[OS c]ebiCl¡:; il ld:' ciifillllr¿q-iotlt: rle l¡s iori¿rcli-r'-;

1,1ct
ll l0 Pat()losÍas ticbiclas al cortarrLL- y el pL'n:¡r'': 't:-t''
J.1()
13.10.I. Arrárlisis gener¡l . . .. .
ról
1J.10.2. (-'clrrst¡os para redll(ir las ¡ratolo¡í.r= d- ¡'-'tt: '": ''::..
i(,)5
I3 10 3. Rcp;rracioues clc las ¡latologr'Lls debir'l;r; ¿i ttrrl-;rr1:c ' ¡'ttttt:ort'rlltiÉtttct
1ó8
13.I L tl Dloblettla espec'í[ico cle las tltr-ills:¡l'r' sr]rlir:

I 4. Conclusiones generales .'..'...""'

ANEXO I .
l-l

ANEXO ll.
Sistem¡ls col.¡ierc:iales reprcsentativos en el srictLrr (le conslruccicin (lue nteiL)r er;:rllc¡n crr slrs folletos ¡lublicitirrios
l¿i

Iafilosofíaylec¡rol6gíaqLlereinat'tc:nel citrrr¡locleloser-icr¡fraclosrecu¡)t.:t.;ltrles,i-¡tr ¡r.ll¿ilessc(l5lánconstmverlclo


ic;rc jólr, lt-l
en España los forjados dc las c'sLruclLlr.ls clc cLJif

ANEXO lll.

Bibliograffa
Los íoriados rctiilldres Xlll

Pnscstación
por el autor
Lg¿ /iü,ro es un fiel rúleio, prácticatnente un tulctt Ltttlttttra por palttbra, de la tesis doctoral realizada
ún lafor¡r¡¡iru reticulares ¡:on el título "lnvestigadón 1t rclisirírr critita del c¡snocimiento u uso de los foriados reticulares,
tüt p!,r|'|¡djtss d¿ rrui'l'os crit/]rios pürü su d6eñ0, arl¿ifisis !/ ft),lilnrfli'j/r".

Dr(ñ.¡ f¿5r5 iue ttirigitla por el prttfesor D.Iuan lostj,\lcrrrtsiues, tatctlr¡tiro de etlificacíón de la Escuela de
lngenieros de
Ia catiíicación de "eum laude"
Caninud¿ l¿ Ur¡iyersid ad P/llit0cnk:a de Yalencia: Ll el trtÚuntú 4u( le 0t0r'q0
sobresaliente

¿s.tutlo foma¿!, tu1r.

D. losi Ca/,¡r¡r,t Rui:. caletlrtitico de edilicaciórr rf¿ /¡ Lscrrc/¡ clr Ingenieros de Cantinos de laUniversidad Polilácnica
de Madrid:

D. Pedro Frarrcisc.r .\ti¿iir¿/ Sos¿, catedrático de fiormrgtin (ir,¡r,1r/r) l/ pretensady de Escuela de lngenieros de Caminos de
la Univenidad Po/il¿o¡tu de Yalenda:

D, Antonio R. \f¿¡n'Bernat, mt¿drtitita de ñormigófl tu-t1tltll u prilttrsadl de Escuela delngenieros de Caminos de la


Universidad Políléuírrt d¿ Cataluna:

D. Luis Villega-s Cal¡rcro. utedrático de liarmigón (trnid(lt LJ prct(ns(ull de Estutlu tle Ingenieros de Caminos de Ia
Univzrsidad Politéc nirit de Cantab ria;

D.PedroGarcia tatt'¿iriticodeedílicaciúndeEstuehd¡lrrd¡rri¡rosl:fuC.aminosdelaUniv¿rsidadPolilécnicade
C-ataluña.
Los [oriddos /¿!¡Lularr.s

pr,ólogo
pro|ramas de análísis
F/o¡'¡,¡rfilro Rc¿l¿/n¿io por Ia existencia de unos
como m,chas.)trL's p,'rs'nüs, empecd a saber tre
que er origen de los
ttr de aprícar. Qürztis,
estructurar se |rttmabair "úr cypE," t) t4ue
que parecían s,,¡rciiios deiattri:ar ltit:iles
pues siempre se esperaba que procedieran de
¿i('rrrisl¿rio,
mismos luera Ia ciudatl tle Alkanle les'unadía una tierttt ¿io-cis

Madrid o de Bctrc[otttt.
de un grupo de
postenornrcnle, rui lisio¡r d¿ "¿/ CYPE", como la ¿l¿ ilrrrihr¡s olrds p¿rsonds, se convirtió en la imaqen
perconas amatltes tle ;us estrqcluras de etlifimcíón, que ltrclta[ttt pcrr c{r'rirlillr en el conocimienlo de las mismas U, al mismo

tiempo, apltcar gt lrnrtsrttif ir dithtts tonoctmienlos.


ptrsona afortunada, pues
cu(tndo rcnocí personaln1s1t(t a Florentino Reqalado tar.¡ lc¡ ilrpr¿sirin cle entontrarme ante unu
hacía de srr pasitírr su lrabetlo tliarí0, F.scucharle habl¡r ¡le /¿is cslrrrctttras tle hormigón, especialmente
de los foriados
reticulares, proc¡rcitt L¡rr{ r?spdci(r de ínquietud, molitctdet rrtrr /,t ircscrrrn q tttrevimíento con la que abordaba las dilerencias
cuesttones d¿ los nisrttos.

Io ha
Su traba¡o tlíaritt, a caballct entrc adminístración, arquilcctrrs, Ltrlnnt}r/rs, consLructores, íngenieros e investígadores,
Ilwado asitrrars¿ ,7tl un plan¡ distinto u a Ia vez larr4orle ¡ to¿ios ¿llos, E.l campo en el Ia realidad
que es el laboratorío de

próctícas, irruesligacicírr qr oplicacicírr tie ideas, a la r,¿:4ri,: /tr¿rttr' LlrnerLtdlra de canoümiento.

Es evid.rlt! dr{r co¡\l,¡c¿,. coulínua q díariamente ¡ lorios l,rs pr¡fr'siorrules rcn los que Florentino Regalado tíene que
batallar rio cs tdr{:¿r /,icil. fuí en ¡nuchas ocasíorres ia-s riisc¡,.'l'tlrrciris ktclricas se rleslízan al campo de la crítica, síempre

superada por el talttnle nbierto, posítivo t¡ sobre lotlo, conlpront¿lido con su profrsión, de Florentíno.

para ntí, tliríqirltt ld T¿sis Docto/dlt'ue unu txp,rr¡tndd difr'n"rrl¿, como el mismo lrabuio que meroció tal distincíón'
Nueslras re¿rrricr,¿s sie,rprtr sri ntot,íatt enlre Io qutt podrí.anns ll¿nr¿rr "ltttrías rcnstrustadas" t¿"experiencias reales a'identes",
que en bastantu, ¿¡45icrrieS dtsuepaban. lntenLar r¿¡s¿lr rirll)as r¿rilici,¡¿ics es, en el fondo, el verdufuro obietívo de este libro'

y si er¡ ¡rue-stro psa simbiosis enlre teoría ¡J prtictica, una


pní-r rxisttr Ltna personu capadtttda pc?rr¡.¡frsr?rs? tz reulizar
revisión crítictt ¿lci rorrrrci¡ricrrto y uso drr los foriuclos rctirtr/ari's. r'ttr es
Florflrlino Regalado'

que se lee un apartado se aprende algo


Estog convencido que esla publicación perlenece a au¡rrellas crr /rts 4ue cadavez
que Florentino Regalado lrata a sus loriados
nu*'. per,, sobr¿ todtt, se a,prtu¿e a mntc,lr el curino gr la clcriiracidrr cttn la
Con compromíso' pasiótt y esfuerzo'
reticulares, refteio dt ,u ¡,rop;o manerd de enlender /n prtt¡'sl';'r del tn4¡níera estructural'

Llanclía, l2 dc enero clc 2003


Iuarr losó Moragues Terrades
Dr. Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos
Cateclrálico de Edificación y Prefabricación'
Los foriados /¡rlic(ldrr's

Presentación y obietivos de la Biblioteca Técnica de SYPE lngenieros

Al comienzo de los años g0, cypE lngenieros, su actividacl funtlttntental era la ingeniería civil, mug centrada
cuando -st: /urrdrí
en el campo de las estructuras. En aquellos tientpos, ,uonin cantenzaba
a ¿il¿rtricrstr el ttso del ordenador en todas las oficinas de
grave probltma de,¡ue no fiabía programas de có'lculo de eslructuras
ingeniería g aparecieron ios ordenadores personalras, existía el
g
los que alimenlar aquell¡s Chismes leiltLls nlarat'i/loSOs revolucionanos
co-n
püra uso interno que posteriormente
At igual que otras de ingenierítt. cypE lngenleros desarro/ld urr softuure t,.uíto
oficinas
con el
arquitectura g la inglenieria lentlría que c¡ntar ne(esariamente
decidimos comercializar, al darnos cuenla ttrue el fuluro de la
q
g cuantitativant?tlte pretentlía akanzar metas rtr colas rrt¿ís elev'adas, tal como ha sucedido'
ordenador, si cualitativa
[a actualidad unas htrrantientas de trabaio muy extendidas en España
g
progranas técnicos d¿ cypE lngenleros sott en
Los
que la propia aüivitlad ¿ltr CYPE lngenieros,
gira alrededor del ordenador' La
otros países latinos. EI cálculo estructurá:, al íqual
pw la iut,rni¿ría [ura' incluso en el campo de las instalacio'
inlormtiticaen cypE lngeniercs, pese al r,?c'itnten'to expetrimentado
nes, la ha desbordado anPliamente'
de las estructuras' sobre todo en
y, precisamente, el ser testigos de primera fita en el desarrollo de software u sr rso en el campo
publicación de esta Biblioteca
er entorno de la edi[icación, es lo que ,os lia tttotivado a complementú¡r ¡rr{dslrd-q prtqrünlas con la
Técnica, al igual que U0 lo hemos hec[to tou ,rrrrr,tru Biblioteca
de Detalles constructivos Prácticos Metálicos' de llor'
nigón Y Mixtos.
tdcnicos la f¿rlsa creencta de que puede llegar a suplir
los vieios
En nueslra opínión, el ordenador ha intrcducíclo en nosotros /os para hacer las cosas bien'
absolutantettte nercsarios e irttprescindíbles
t7 a la vez perennes conceptos del conocintientl estruüural,
pttr profesionales que han olvidado los conceptos
yiendo el mal uso que frecuententent( se hace de nuesfros prlgramas tie cálculo
cotidiano tltt su Lrabaio, prtlt:udenrls rccordárselos con esta
Biblloteca Técn|-
simples de la mecánica est)uctural, debido al aietreo que puede llegar a lener
pur¡blr, denrro de lo que cahe t1 es lattible httcer ctmena Ia aridez
ca de una manera sencilla g lo más orruur,
el esqueleto resistente del edilicio.
para ¡os estudilntes de los últitnos r¿{rs0s ¿/rr iir{dstrds escuelas tdcrri¿as, ¿iúsrr/¿ttnrttrrtf e riesbordados de
profundos conocimienlos
pilar par6 Lu1 ettifiiio rie l2 pisos o el canto aderuado de un foriado
teóricos, pero incapaces de fiiar el tantatlo ra:ttuable de un
,:sper(tr ,t1 Lt,l.-l estruclura previanreult riis.:i¿t¡in, i.l('i parü ellos, también creemos que puede
reticular o la cuantfu de acero que aibt
ser útil esta Blblioteca Técnlca.
citl u1(15 fttertes dosís de sentido común g de unos
En resumen, creemos u pensa¡1¡s 4ae cl uso tlel ordenador debe ir arcnlpanLtdú
que, desgrariadant¿rtl¿, se lí,.ntlen a olvidar y que nosotros pretende-
conocimientos basados en los colceplos estl{clr.{r¿t ltts tle siempre
m[s recuperar, en el campo que rr0s torrr, corr ¿st¿i sencilia Biblioteca
Téuúca L1u( trdta de cubrlr el amplio espectro de las
estructuras de edificación,'desde el pturto de lista tll- su diseñ0,
de su clntprt'thacíttn t1 de sus patologías'

g uariado dsp¿itro'
Los temas tratados en laBiblioteca Técttica rubren un amplío

se tratan los coeficienres de segurídad, su signíficado, Ias cargas de ¿¿i!6¡l¡'t t¡ue t¿¡rr¡?¡tlos que tonside'rar en nuestras estructuras u
g cómo se mmbinan para
Ia importancia de unas t1 otras. C¿r¿íles so,r tas'tiipotesis de cálculo que estahlrrtt¡t /¿rs Noflrtas oficiales
el que g cornprobar la bontlad tle la estructura previamente díseñada'
establecer los esfuerzos pésimos, con d¡,,n¡ensi,ronar

historia tle las ttpoloitirrs ¿str¿rcltlrales y sus mecanismos


resistentes' desde
El segundo libro contiene una breve íntroducción a la
q Ia forma de abo'rdar srr c¿ílrulo' Acaba el tema con una aproximación
el pórtico al cable que atiranta 11 sostiene urrr rrorquerina,
puramente conceplual
gteneral a patolotgía estructurál bajo un punlo de v[sta
la
que el hombre ha empleado para
cl¿ Ios elementos estrr{(tr{r¿¡/.is l'tori;ontales
También se rec'ge una aproximario¡¡ hisrdri ca de manera sencilla y muy
Los en el pasado, en el present ¡r ilr el fulttro se exponen
resolver las estructuras de sus edífitios. forlaios
gráf icamente.
Los /rrrlados rr'lrrui¿r''s

l. Descripción y conceptos básicos del foriado reticular


al¡¡tnos c¿isos, las llornlas y la experiencia cn el colllporta-
l.l. Introducción Err
rniento clc los toriaclt)S retictlláres cstárr etr marlifiesta contr¿iclic-
ción, y ha siclo neces¿rrio adoptar fónnulas dc comprQrniso cntre
fonlt¿l or-
El presente trabajo tiene como obietivo prescntar de la neccsaria scgnrriclacJ y la corrvettiente ccotrotltía tlue la stlcieda<J
sinrples y scncillos de tllarteiar so-
denacla r¡na seric cle criterios clcmarrcla c()r.Itlr']ltanlente. NO clebetlros Olvidar nUnca la ineluClible
parü que etr b¿rse a ltls nlismcls soclcdad que
bre los for¡ados reticulares, rcs¡ronstrbilicl.rcl quc lel]enlos los Lécniccls frcnte a la
sc-
pueclan disi:ñarse, calctllarse, a[narse y corlstruirse dc Íclrtn¿r nos ortl¿i )' tl¿lrlli(--ne, clc ser capaccs de proporcionarle
f
unas
gura y económica. COnStruCCirlrre5 cclCla vez t.t.leic.rfcs ¿l tlrl costC
mítritno, sirr qr're cllo
sigrriliqtre, conro cJijo F.du¿rrclo Torr<lla' qr're lo tnc¡or sca lo rlás
(lue paftcn y
Se ha procura<-lo con los c:riterios a(luic'xpucstos'
barato.
se basart en las Normas vigentes y elt textos
dc recont'lciclo presti-
olicialrncnte rcco- sumo agado
glo. i, ,,n poc<> tlás leios cle los conocitnic-ntos En línea (orr io ¿lrterior, estanlos asistiendo con
y aceptaclos cn el ¡:rcserrLe- sotrre los foriacJos rel'icularcs
e¡t pittrorarltil collstt'r.lctivo es¡raítol a utta pérdid;r paulatina cle
ii,xiclot en c-l
la irrclustria dc la cons[ruccitin, tratanclo de anrpli;rr los concel)tos la obsesión ¡ratológica qtre cxistía ¡:nr las cuantías dc;rcero en las
qrrc permitan tomar dccisioncs derrtro clel ámbito de est¡l Li¡rología estrulctura:i <Je t--cliIicac.iórr, que en tiernpos pasados sc arañ¿lban
estructural con un rnayor conocirniento cle car-¡s¿; hasla rtl pttrltrl cle rt)z¿lr frc-cuelttcmelltL" cl filo de la rravaia'

l¿s novcdades teciricas y prácticas quc' ¿tlrorta estc libro mo- Pclr otr¿r p.lrtcl, l.ls Ntlrnlas Oticiales cada vez sc elaboran con
rrográfico tienen una componente ernttirrca ittt¡lortatrtc, avala<la nrás cxigerrcias. ¡rro¡lorcictnanclcl una nlayor seguridad y bcneficios
poila co.siclcrable experie.cia cle traber proyectacl. y cr:nsl-ruiclo
a los cot-tsL¡nticlorcs rlltitllos cle tlucstr¡¡s obras'
nlillones cie rlctros CuaclraclOS Clc fttriaclos rc:ticul.lrt:s, f clrt¡antltl
parte los mismos de estructuras clc cdifici<-¡s <rc-rrr tipc-riogías y Ltsos lncrcmert[ür cl coeficientc de seglrridad erl una viviencla sen-
mrly cliferetrtes. No clbstantc, cl cles¿rrollo clt: los progranas eslla- cilla clc 100 nll Lrn 509á, pucdc que se tradtlz(:a etl un cnc¿reci-
cialcs de cálcr.¡lo por ordenador, erlsayo:i t€.lliz¡clos cll lat¡orato- nriento Iro nrcry()r clel 0,2 oz, cle su precio firral, lo que dt:trc lracer
rios y así cr¡rno las nucvas ottr;rs ¡rroycctadas y colrstruid¿ls, nQS retlcxionar ¿l loclo el rrstanlerlLo qtle irrtcrvierle ell el proceso edi-
h¿.rn pennil ¡do itrvcstigar y poder ¡rerfil;r r rcto(:a r y' funclatttet tt;l r vic' ticatorio. Ncl obstarr[e, cl itrgcniero esLructural ticnc c¡ue [ener
ios critcrios prlramente empíricc:s, con el objcto clc conrpatibilizar prcscntrt, que ese O,2rol" que resulta irrclcvartle para el prolllotor
al máximo la leoría y la práctica cotidiana dcl proyectist¿r y cor]s- cn tórrninr-rs rclativr,ls, puede suponcr para ctl constn¡ctor de la
trllctor dc cstructuras con forjados reticulares estrLlctLlra qlrc 5l.rs benefir:ios se reduzcan a cero y unos costes
¡llobalcs cn toclo t:l país qr-re podríatr alcatrzar cifras nruy siE¡ifi-
cativa s.

Volvicrrclo al tr:m¿¡ fu¡rciarrrerrt¿ll qt¡e uos ocupa, todavía hoy,


lirs ¡r;rl;rbr.:s cJr.'1 ¡rrrtft--sor I. C.¿¡lavera relativas ¿rl cc¡rtocirrtiettto quc
tr)oseenr()s :.cl[;rc los torlados reticularcs ticncn plena vigencia.
Dccía l. Calaver¿i, v er'r nuestra opinión sc puecie segtrir diciendo,
c¡ue llesLr a los c:ns;lvcls cle l¿rl¡oratorio, el ordcnaclttr y las moder-
nas tócnicas clc anirlisis que nos pcrmitc-'n aprtlxirttarttos con rc-
sulLaclos teriricos al corrt¡tortamicnto real de rruestras
cstnicturas, exi¡tct.r toda¡ví¿r, tro obstante, los suficicntcs pLlrllos
OS(:l]los conll) J);lr,l tcller cllle ;:tlo¡:Lat soh.tcit.ltres ntr c<.:rlLetllpla-
clas en la Nornrativ¿r vigctrte, especialmcnte elr el cJiseño y cálctrlo
Cle clcntentos CstllCturalCS COtttplcioS el'l Su forrlla y SLI c()rllpor-
tanlicnlo resisterrte.

Uno cle eslos elernentos corriplcios' sirl dr'rda clc


tipo algr'rno'
alglttos de los criterios
resulta scr el fori;iclo reticular; y por tanto'
tociavía se enctlcrltran itrsuficierl-
¡.rrác:tico:; c¡r-1,-' ;rc1r-tÍ ':e cXf)olltirI
y clebe:rr ser alllitlados corr la
l-c-l'tlerltc e:'ttlcli.:clos tc:órit:¿-rmerrte
riclad exi ge'. o obsta n te lr;ibit-in-
neces¿] ri a ¡l rr-t rJ e tl c i.r c1 r'r
l e a segr'r n

clc casc-rs corrstruidos


dost-' clcnlostr;lrJcl st'l bonclacl en rnr'rltitucl
rc't u¡'x:rairles coll Llll ni.:grIíf ii- o corr rportanIienttl
Fig. L l. f,strtlctura con fori;rclo rcticL¡l¿rr cle c''rsel-o'¡e:
Los /drld(ld5 rci¡(u/drr\

Esle Lrabaio finaliza con un rccorriclo sobrc las lr.rtrtktqi¿s nt¿is


frecuentes dc los forlados reticrulares y r.rrra ex¡tosicicirr robrc las
reglas y formas de subsanarl¿rs.

El fin y obietivo úllinro quc prctcndcmos con este tr.r[:ralo so-


bre los for¡ados reticLtlares es mcjorar y optlniz¿ir el uso tle este
nro<lelo estructural con los nlínitrlos riesgos ¡rosiblcs ¡tara lirs ¡ler-
sonas quc vivan sclbre los Ilismos,

1.2. Deftniciones básicas del foriado


reticular
cle hor-
El foriaclo relicul¿lr pertenecc a la f¿rnrili¿ cle l'rs los;is Fri I i i--r: ;rlo rcticular cie casctones ¡lerdiclos
aligeradas v arnr¡cl¿rs cn clos cli-
rnigón armaclo, no honrogéneas,
ranclo na a ni' n"l tl¿l
,"üion", ortogortales configu tt ¡riac
¡'lt-te-d;ltr ser
L¡ estntctr-ir¡r .rsí lclrllr;tcla aclmite qtle SLIS flexiones
.;t'r;rliz.rt:las scgrrrr las clos clirccciones
cle ¿ir¡'¿i-
Iirrlosftlria<losreticr¡lilrcsyalreclc.clortltll.-'.s¡riiarc:sS(al]res- .l.ra,-,tt¡.,,.,"ri¡t ,
y la [')l'ic¿r l);rs¿l 'r ser ttt¿tci- l, rs 5L)l)orl(ls L¡Il conitlrlto eslrLlcttrr'rl ss¡-r'rci;;l e
cirrcle cle los úloqtres cle aligerarnit:rrto clo, y f,lrrrra t ot: 't
verlicales rcp¡iftid¿is \r ptlr'lltldles rllu)'
za clesaparecicnclo l¿¡s ncrvadr¡r¿:s cclrno tales ¡,0, ,]. s()portál' i¡s irqc'iones
,,jecLra,l.rnr,_,Ilte, ,, l;is horizontalcs razotlablenrente
bietl pcrtl erl
r-rn¿r rneclicl¡ ir¿st¡rl le nrcllor qlle las ¡rritreras'

I-os [L)ri.]c]ili r,:l-irll,ircs, t;.ri y cottto st: conciben.ictt¡ainleli:e


¡,r sirelet-i l1.c:.t-rriarf ', i{¿t:\ .rctlsaclas en su cottligtlr;ición \' po!" ccli-
"krrj;rcl¡s
sigr.ric:nte, L,¡'r'rl¡i,'''- ¡er'-et'r(--'cclr ;il grr-t¡lo clc ltls llanl.rclo-q
"¡ffi:,:,ffitl tirtttettlctrtc: cn cottstrt.lcción tle los c:¡li-
lll,.rll(ls , lllll-1r-lr- ¡r.,. - , :r i l¿t

ficios esl¡¿r ñi-'lt- :-


:i[i

I.o- |;r','' L- ' - r.:,-,, - \lLlc clefillell l¿is c.rr.r.tet.stia¡s clL. i*':-
jaclo rcticr-i l.r I -,,-.r

(.¡rrto tr-rl;l rlr 1,.' r,.rc¡t illl


AlLlrra clil -c,
i'. -t -. ir,. ¡lr!-litratt'ietttO t) l)li-'rlr.lq: .i.tgrt.,:.'.c: i-.'

Scpirr;rci,-in er'.t:e eies cie nervios (e)


Espeso- Lr.1:.:eii ile los nervios (b),.runc1r-re en lrls ir,.:-i¿,clc¡s reli-
cul¿rres rer,-r¡rtr'.ii:'1e. liellen un ¡lnla cle c:pL.SOr i ¿n¿l¡lc irtrn-
co¡rirarriciaI
r_ I l
LSlleSOl Clt.r:,:rllü C[ tr-rlllDICSlOn lCl

Y los forjaclos lr.'t:r-Lilares, .il igr.rail c¡r-re los foriaclos unidireccic-


n¿lles, se ccrncre:arr l I ersr¡rralizan mcncionanclo i¿r ¿¡itura clel i:lc
quc clc aligcrarrer-lo capa cle contpreslón r,'el tipo dt-
r--'r¿is l¿i
¿lligerarniento ¡rrer is:o: perclido o recuperable; aceptando. salvo
qLrL: se diga lo cerntrano, clllc cl cntrccjc adoptado es el con\encio-
nal cle 80 x 80 crl
Nonlbre cle F R. = th + c) en cm + Tipo .tligerantiento
(c/c : liO x,30r
Iri¡¡. l 2. Cl¿rlería conrercial resuc:lt.r (t()n r¡n tcrh!- retic-:..¡¡,. isic' cie c.l seto r'les
E jer n¡tlo: Foriacii¡ retjcr-rl¿rr de 25 + 5 cm de casetones
recu¡rer.rtrlt s.
rr-c r-r
¡re ra Lr I es
l.os lorjttdos rclitulüres

/{BACO cApADE rcn?F.€SIOH.


MALLAAO NERV\O
t t+
L
Fd.o".ho &\ necv(o FiLAR BLoaurs.aLi6€eANTES

--é¡u=e1
ie i;n :ori.rclo rr''ticlllar por el iibaco cL)l'L []loclues lligeranriento perdidos
cle
Fig. l 4. Sección transversúi

re- En lc.is inlcios cle l¿rs cstructuras de hormigón armado con los
Tal y como ya hemos dicho en la definición de los forjados
que foriaclos de losas n¡aciz¿rs, y posteriorrl)ellte con los foriados rc-
ticulares, debido a la acumulación de esfuerzos -v tensiones la ca-
los pilares' se pres- ticulares, cra ¿ttrscllt-tt¿¡tncnte rlorl'¡lal y habitu;il cl ensanchar
tienen lugar en la placa sobre y alrededor de con placa baio cl ábaco' tratando cle
placa se maciza' beza del pilar en sr-i unión la
cinde en áicha zona de los aligeramientcs 1'la quc puede presentar esta tipo-
alejar el riesgo más gave y temido
La zona macizaa través de la cual la placa se apoya y canaliza logta de cstructtlra: El punzonamiento'
finalmente las cargas que soporta a los pilares' recibe el nombre recuer-
El ensanche o engrosaniento del pilar baio el ábaco' en
J" ngnCO. El ábaóo suele estar embebido nornlalmente cn el es- griegas, recibe el nolrlbre de CAPI-
pesor de la placa y, tan solo para luces elevadas y cargas anormal- do de las anliguas columnas
de TEL, y ,r'. hrr quedado muy reducido al ámbito de las
mente grandes, se diseña acusado inferiormente baio la misma "nlpl"o
45o, tal y como 5e expone err las figuras construcciorres cie tipo irrclust-rial, al¡rlacenes y localcs conlercia-
forma r-ecta o biselado a
al margen de que puedan ser diseñados por simples
les singulares,
siguientes.
consideraciones estéticas
y pierde sobremanera su
El capitel como tal carcce de sentido
acusado baio la pla-
,rrán J. ser cuando el ábaco se encuentra
que presen-
.r. pot'oto parte y debido además a las dificultades
se prefiere y se opta
su encofrado,
especi.rlmente
iJsu
"¡e..rcian,tos rieseos
ahsnrber iel punzonamiellto con armadtlras de
^^' quedado sl¡mamente res-
lJnr"i""u-"" la actua*lidad' su uso ha
de las tipologías antes
ñil; ;.lrro put las construcciones
mencionadas.

Fie. L5.Abaco normal generalizado

y ába
reticular con capilcles acusados
Fig. 1.7. Esc¡u+-'rrra básico cle forjado
cos embebidos

cargas elevadas
Fig. l.ó. Ábaco acusado propio de
luces -v
Los lorjudos reliculures

2. Historia y futuro de los foriados reticulares


lir ¡'lrinrera etapa ell la que el cemento formaba partc
2.1. Breve historia, origen y evolución de Pasad¿r
como material básico dcl hormigÓrr el"l masa, etapa que fire capi-
los foriados reticulares ta neada por el f rancés Frangois Coigret
( I 8 I 4- I 888) con su célc-

bre libro B¿to tts uqlttmerés aipliqués á I'art de Construire' se abrió la


y evo- homrigón armado tal y como la conocemos
Pese a que algunos autorcs traten de ligar el desarrollo seguncla etapa, la clel
los métoclos de
lución constructÑa de los foriados sin vigas corr en la actualidad.
y la docurnerrtación
cálculo empleados para resolverlos, la realidad I)e la lnano clc técnicos-empresarios' o empresarios-técnicos
clemuestra que no ha sido así' de hornbres carga-
maneiada como pretiera consiclerarsc, pero en definitiva'
en el nuevo sistelna cons'
disponible se confirma dos de una gralr intuición y una fe ciega
Tras bucear en la bibtiografía técnica imponersc rompicndo
personal sobrg esu t¡pología estruc- tn¡ctivo, el hormigón ar*ado comenzó a
nuestra impresión y experiencia ponían al mismo' basadas
de que los foriados rcticulares sin toclas las barreras que sus cletractores
tural y nos hace mantener la teás fundamento que en razoncs
dentro en consirjeraciones cstéticas sin
;'-*;;i*y"n el eslabón finalde una caclena evolutiva más
y no represen- sóliclas ciignas de consideración'
aÉüs tipongfás de foriados usados en la edificación
án un"'"*."p.ión dentro de la historia general de la construcción' vez por ser algo más deci-
De entre toclos estc'rs hombres' tal
que los demás' merece la pena
un sistema constructivo clidos y osaclos etlpresarialmente
El material y la forma, configurando que mencionar aqucllos
para reáolver una necesidad' siempre ha sido
el paso pri- deslacar algunos en concreto' Tendrcmos
ideJo que adi-
;;;;;r" el hombre ha dado en el proceso edificatorio'
A conti- h;;bt"t que vieron el ftlturo con mayor claridad' aquéllos con las
íntirna simbiosis
punto y dernosLraban si el vinaron ttruc el horrnigón trabaiando en
nuación, la prueba y e[ enor ponían a en su interior abría una
y econónrico' barras cle acero que óodían introducirse
sistema ideado era o no viable, funcional' resistentc ampliándose has-
Si todo resultaba satisfactorio, se bu scaba
n desesperirda mente nueva etapa absolr-¡tarrtelrte histórica e increíble'
la capaciclad de dar respuesta a los an-
unas reglas, unas normas eny, definitiva' un cuerpo teórico rtlás ta lírnites insosllcchaclos
o *"noi elaborado que se aiustara lo nreior posible a las cxperi- helos constrr.lctivos del hombre'
y la
*antuaion"s realizaáas y permitiera cl clesanollo comercial El potJer levantar construcciones con esta
nueva picdra anna-
rcticulares
expansión del nuevo sisiema inventado' Los foriados tipo de forma' soportan-
del esqueleto resistente dc da quc se anlolda fácilmente a cualquier
como sistema, con forma estructural cjo l¡.¡s tracciorles que antes las arruinaban'
y todo ello' con un
dcl proccso dcscrito'
miles de edificios, so¡t fiel exponente al de cualquier licmpo y época pa-
esfuerzo iniinltalrerlte irtferior
potencia de cálculo sacla, permitió <1ue el homrigón armado fuese
considerado como
lncluso en los tiemp<-ls presentes' pese a la en el nlun-
el firmamento de la cotrstrucción
que proporciona el ordenador, nos vemos obligados continua- ,tto gt"n csrrellá en

..rri" decisiones sin el adecuado y suficiente fu'damento do elrtero.


"'to,.nur del proceso constructivo dc los foriados relicula-
teáriio dentro nacieron y tuvic-
cl acier- Con esLe nuevo nlatcrial y cle estos hombres
i.t, q"" más tarde podemos encontrarlo o no' iustificando por ron su origen los foriados sin vigas, los for¡ados
reticulares que con
primera motivada el
to o el fracaso de nuestra rápida decisión esfuerzo tlínirno proyectanlos y colocamos
en nuestras obras' ha-
riLrtto imParable de una obra. pioncros' porque ya no sc
triéndonos olvidaclo de cstos grandes
la vida y
y
La aparición cJe los forlados sin vigas su
l'ristoria tienell que enseira y se cle'sprecia en nuestras escuelas' el sacrificio'
que hicieron posible' con sus cono-
ver, inevitablcmente, con la invención, el triunfo
y el anrplio desa' la histoiia de estr:s pioneros
(18ó7) y L' L¡m- y sLl cc¡raie, tln nllevo horizonte en el mundo de la
rrollo clel hormigón amrado, clesde que J Monicr cimientos con
Úot (18¿9) lc¡ eiharan a rodar comerctalmente con las ¡'rtinreras construcción.
pu*nr.t sobre el mismo; el primero con sus célebrcs iardineras y
.Es obligaclo citar en ¡rrimer lugar a FranEois Hennebtque
.i ,"gunao con sus barcas, construidas con un sistema que lue- que en I 892
cje ace- ( I 824- I92I L constructor belga afincado cn París'
go zu. bautizado como "ferrocemento" (nlallas nlr.ry firras una empresa
de hormigón)' irrumpc con stls patentes en cl tnercado fundanclo
io cubiertas por espesores muy estrictos que construye y cxporta sus sistemas por toda Europa con
!'in
pun'
Hasta que Isaac Charles lohnson ( l8l I - l9l I ) no ¡:tttscl ¿1 éxito sirt Prececlc'ntes.
to el sistema cle hornos refractarios en lll45, cap¿lces de ¡rrodu- for-
Cuanclo siguicnclo la estcla cle h-' Herrnebique aparccen de
cir de forma barata grandes cantidades del célebre cemerlto que variando ligcra-
lli24)' di' ma inevitable cn el mercado los imitadores,
"Portlancl" (inventado y patentado por loseph Aspclin cn
gamos que no existían las bases para que cl hormigón annado pu-
mcnte slts patentcs tratan cle aprovecharse del éxito comercial del
diera nacer y caminar.
nuevo nlatcrial y los nuevos sistemas, comicrlza su declive'
Los lorjados r¿luular¿s

Lo anterior sucede cuanclo el gobierno fr¿ncés cmite una cir- culos iniciales relativos al hormigón arrnado girabarr en la órbita de
CUlar regulac.klra elabOrada por rrr)a comisiti¡r clirigrd;r ¡ror ConsitJc-
lar'feorias cle l¡ Elasticlclacl (l looke, Navier, ctc.)
re en 190ó, ponienclo a disposiciÓn de ettr¡lres;is 1; tór-:nicos las
concliciones <ie aplicación, pucsta err obra i c;ilculo del horntigón
armado.

C.r:rrinos E Ribera cl pri-


En España, fue el célcbre Ingenicr'-.r ot
rnero en introduciren cl país los slsterrr.:s cle llennlbec¡r¡e, de los
qLlrr se libera despuós inrpulsando co:r:'clerablenrente' il.lnto con
el tngcniero Zafra, eI Llso clel hc¡rtlrr{i¡:l ¿¡rrr:'-icjtl en todo tipo (l(l
obras co¡t strs propios sistemas.

Un ailo más tarde dc Ia irrupciór, ie He:incbiqr-re cn el rlerca-


t
en I893, Gustavo Adolfo Wayss t I 8l I 9l 7r se asoci¿l c<'¡n el
c.lo,
constructor C. Freytag y, partiendo dc las ¡-r;rlentcs cje Molricr, furl-
clan una empresa, la "Wayss und Frettag". colr sede cn Frankfurt,
dedicada a la construcción con el hornrigón ¿rrnlaclo. stl principal
ingeniero fue E. Morsh, r¡uien llcgó a escriIrir Lrna ;rLlténtica bib]ia
sotre el hormigón arm¿iclcl en seis tor"nos Ttoría ¡1 Practica del Hor-
nugón Annado, traducicla al casLe ll¿rrro en lc)52 ¡-ror l;i cditorial cus
f ¡ I I \' d cJr ll,:r'ir-rei¡iquc t'n ia Ex¡.rosición c1c [.ondres 11908)
tavo Gili

escuela alemana irnpulsó notaolentefrtc lc¡s estudios tcórj-



cos y entpíricos sobre las losas, que resol'"íarl cc-¡n form¿ls tllás
compleias ,v de manera menos cor¡pelll', a cllle la cscuela francc-
sa clc Hennebique.

Uajo la influe¡lcia inicial cJc los elrr:grar.ter curolie()s' y clespués


con todo su poclerío industrial, los Est¿,rjos uniclos licleraron ern-
pírica y'teóricamente el desanollo de los ftlriaclos c1e horrnigón ar-
l.naclo entodas sus variantcs, tanto a niiel cnlpírict: c:c¡nlo teórjco,
hasta el punto que su cócligo ACI-3 l8 pasó ;i ser l¡ referencia obli-
gada en ei discño, cálculo y construcción de los foriaclos dc losas
macizas con vigas y sin vigas. Ernest Lcslie Rasorlle 1l|852-l|917),
que enrigró de ñglaterra a Calif,rrria ¿r.rccie-clc-rr tlc 187o, cle:crrtrrió
etl
lás uentá¡at y utilidad que podía tener el hornrígÓn armaclo
rrrás intpor[irn-
zona sísmica, y llegó a convcrtirse cn el ingertic'rQ
te de Anrérica en el uso del misnto

Entre por E \\ircl I' Robcrt Hook el


l87l y 187Ó se construye deGand(1913)
Fig 2.2 5:.,:-i1,-:cHerrr:ebit.¡LlcenlaLxposicirinUniversal
prinler edificio enteramcnte cle hormigón ¿rnt¡tlo en Nttcva York'
nraterial, bLts-
una aplicación entonces toclavía insólit¿l clc:l rrr,lc-r'o L¡s leori.rs clel clinitlnsionarrlietrto del horttrigón cn rot(¡ra
ven-
rc-sistetrte
canclo cxpres¿rllente por primera trez obtener
l-1lr;r Óllr¿'t
tle los csfuerzos
clri¡n nruchc¡ r'¡is t¡rcle. aullque la cletc-rnrinación
y de
al furego. (nro¡rentL-lsr l:¡is;¡cia cn la plastificación cle secciones lírreas
a rnedida clLle se constrtlíarr los
fr'li:ror' cl'-rs cxigencias rotLlrir, se fLte:C|-r cieSarrollandO
El monolitismo y l;r resistcnciii al fr'iego' en el ám-
eclificios ciln los¿-t clc irornrigón arrtraclo' cspecialmcnte
prupiurclelaconstrucciónanlerical'la(lLlcl)rol)i(i¡rro¡llaextensión (Rusia)'
en esc país bito cle la .ir,tiqua Unión Soviética
del hormigón arnrado cle fornra masiva
- -rla clc vanidadcs' Shtacmtan e lvi¿¡rrski afir-
Lll tsl;l llc(lL:!='lct ''ltr(l
sohre el liormigón
Los inicios cle las investigaciones cientiíjc¡s en ttbando'
ciel crnlF'l'iü¿rlro Ir]¿tcioeus rrrab¿rrr en l937: "\o-sofros' tiri /a URSS' ftrímos los .¡trintffos
arrnado, parcce que estuvierorl cargo
a hctrnigótt ttrnado- Ll
clc- los dos rurr lt't t'ii:ia.¡st l/¡rrl¡ria teor':ia tlásíca' del cdk'uto deI
iiy.ii ó.ii-" est;dió cn Inglalerra la conpatibiliclacl sü la rolttrtt' (L)nfi tdilb¡¿tt tlesttrrolltt-
publicaricio sr¡s resultados elr ,uronn, ¿i/ ,:,iiclrt¡ rü' las ¡st¡¿tct¡ira
coillf)oncntcs, acero y horirigón ,,,r, n,i,, ,llLi5 r'/ ,)ltif(r(itr r{lli'l:¿1d0 del t¿ilculo
d¿ las rstr¿rclttrds d cargü

ioiiu or*ttcl,, el pr-rlrto rle particla cle l;r cont-


a serlos mismos l10rtt1ú15' dtln Lttl?
No ol-rst'rtllc toclos los cál- ,lirí\i,llrl Ll¡¡ ¡t'i,ttrr¡r: a¡'i cslo es tle setialar' 4ll¿
pi"riOrl J"",íiica del n'"uo n'tntu'l¡il
'1¿{¿s¿rúls
l0 Los forjados rellculares

aportación alemana alconocimiento del hormigón y el com-


La
portamiento de las losas, basada en ensayos masivos y estudios \,lt,=0.t:iu L(l ^,\
),1 l

realizados con gran rigor, fue considerable; y merece especial mcn- W-D E: L icnK\t
ción el reglamcnto de 1932, donde ya quedaba definido con gran
precisión el análisis de los entrepisos por el método dc ios pórti-
cos virtuales o de sustitución, basado en los estudios c invesLi-

K
gaciones teóricas de Marcus publicadas en Berlín en 1924.

En EE.UU., mucho antes, Nichols publica en | 914 una mono-


grafía de I 2 páginas, donde, basándose en la cstática, establece el
momento total que entre momentos negativos y momcntos positi-
vos debía de tenerse presente en el dimensionamiento de las losas'

Lo que Nichols propone, sin llegar a definir el reparto del mo-


mento total entre positivos y negativos, es que se cubra el momen-
to isostático de una viga biapoyada; en definitiva, que se cubra el
pL2l8 entre la semisuma de los momentos negativos y el ntomen-
io del vano, reduciendo ligeramcnLe dicho valor, por la prescncia
de los vieios capiteles que, lógicamente, hacen disrninuir los cs-
de
fuerzos de flexión en la placa debido al tamaño ensanchado
que proporcionan a la misnra los capiteles sobre los pil;r-
apoyos
res, acortando las luces enlre eies. (l9l4l'
Fig 2 7 Propuesta de Nichols

ruo =MP*Mu =0,125.p'B'12 ('-+l Si la fórrnLrla propuesta por la ACI la expresamos


dc la forma
traclicional segtticia por los anrericanos, sc convicrle en:

racional de
La propuesta de Nichols fue el primer tratamicnto
las platas frente a l<> que hasta e.tonces hab¡ía sido un ¡rr.cec{i-
Mo=o,r25 w t
miento de diseño totalntente empírico' [-i)
y Slater cti
L¿ fórmula de Nichols y los estudios Westergaard dotrcle
posi- del vano
1921, distribuyendo el momento M" a valores de nlomcntos cr Ancho clel ¡:ii.rr' cupitel o ménsula medido en la dirección
tivos y negativos, y el reparto cle éstos a lo largo de las secciones c:ottsicleradr-'r

de las vigas virtuales en las que sc dividía la placa, cottstitrtyeron


las 1)r': ¡:.8 I.

bases dél diseño de las losas planas en muchas edicir.rnes del có-
cligo ACl, cambiándose el factor 0, 125 cle Nichols ¡lor el valor 0'09' Nacla puecle iustificar la redurcciórr del factor 0,125 de Nichc¡ls
en contra cle lir segrrriclarcl cn las primcras versiones del ACI' El tra-
El cambio del factor 0, I 25 (l /8) por el valor 0.09 ( l/ I I ) es lo
que resulta difícil de comprender, y parece ser qtre de¡ó ¡rerpleios
baio dc Nichols ccnlrando el problcma levantó alguna que otra
arrrpolla, pclnienclo tJe nlanifiesto intereses comercialcs y la inse-
a los ingenieros americanos durante más de rnedio siglo, hasta qucl
gurirJad dc .rlgunos diseños construidos en base a unos ensayos
fue cambiado en la versión del ACI-318 (1977).
y pnrebas dc carga quc ¡rarecÍan indicar un criterio exccsivamen-
Tanto en la versión de 1977 como en la actual, el cóciigo ACI te conservaclor clel nre rlcionado factor 0, 125. No obstante, dichos
ha adoptado una expresión más parecirJa a la de Nichols, aLlnqlle cnsayos se interpreL:rLran cle forma incorrecta, porque al nreclir las
la fórmula ya no responde como la de ól a lo qLrc pueclc deducir- clefc¡irnacio¡es e¡ las ¿rrmaduras, dcspreciando totalnrente el cfec-
se estrictamelrte por consideraciotres de equilibrio' to colal¡oraclor clttl hornrigón, se ttbtenía la conclusión enórrca de
que las baias clc'forrrlaciotres implicaban l¿ existencia de traios
Lá nueva expresión propuesta por la norma ACI-3 l8 es:
rrrornentos cle flexión, olviclánclose que en situación de servicio el
hormigtin colabor¿ .rmpliatlente con el acero frcnte a los pequc-
Mo = O,125 'P'B'L?, ños esfucrzos c¡r-tc' solicitan a las piezas.

dondc, Por otr¿ parte, se olrtenían conclusioncs erróneas de las prue-


p: en kN/m2 bas clc carga t;il \; c.or¡ro se realizab¿rn sobre rln solo vano y panel,
B: A¡rclrr: total dc la viga virtual por no pcrc ilrir clue solanrente cürgando la totalidad de los vanos
1., cs ltr luz libre entre apoyos
Los foriados reticular¡:s

Si las luccs Ll y Lz son similares y moderadanrente semei¿¡ntes cos re¿iles cle los pil:ires y' rto el apoyo ficticio sLlpuesto en el mo-
a la luz filedia de la obra, los pórticos [)ue(len trazarse v calcularsc ciclo clc cálcLilo.
cruzados cayerrdo clel lado de la seguridacl. Lo úrrico q,-le no clebe
Respectcl a ia amradr¡ra transversal positiva, es necesario tet'ler
hacerse es cortar la annadura positiva en la zona ccr'rtral. L¿ lúica dc
la precaución de ncl cortarla en la línea l-4, sino en las líneas
empalme de las armaduras positivas deberá hacerse sierrpre en las
5-2-7 y 6-3-8
líneas entrc sopoftes de mínirna luz, y que la zona ccntral en estos
casos carezca de negativos no tielte irnportanci.r pucsto quc lto los I"in;ilnrente ¿rclar¡¡r quc: los brochales deben sinlularse con un
necesita. apoyo desliz;:nle en la: csttxctLlras cle eclificación para salvagrar-
Con los soportes alincados, lrasta ernpalmar las arnracfuras clar la tr¿rsl¿rcion¿¡ljdacl clt-- 1os ¡rórticos, y llamar la atcnciórr cle c¡ue
positivas un canto del foriado como refercrrr-ia err las líne;:s r:¡r.re si bien t--rr las c:stf ii(Ii;r,rs t.le r,'igas, cr¡ando éstas rcciberr brocltales,
unan los soportes de mÍnima luz entre sí; ! en los casos duclosos, dcbc tenerse eri cl¡entai lir cerrga vertical quc sc transnlite a las rnis-
puede aplicarse la longitud de empalrne reconrenclada por la Nor- mas por los b:ocl-r¡ries, en los for¡ados retlculares esto no es nece-
s,,¡rio al c.¡lr-u.¡rse ios ¡rirtit.os en ¡rntr;lq rlire¡'ciones con la totalirJad
lrr¿ o la regleta de los 40 diárletros.
dc las cargas.
Si las luces son nluy difererltes, por eienlplo la l.'¡ de la
Fig.7.74 que es pequeña, los newios Ll ven re(ltrcicla clrásticamcn- Con ci oble[o tie (onfirrlar las consideraciones prácticas ex-
te su flexión por la mayor rigidez de los [.2 quc actú¿lIl corno lítrea Ijuesl¿is ¿ir'rtetiLfrnr(::r-t{.''. que henros venido aplicando cnrpíricamen-
dc apoyo o descanso cle los rttistrlos; se cstá procluciendo LtIl¡ es- te e11 nllestr¡s trtrr;.rs :irr ¡lctr cllo haber tenido protrlerntrs <1tl ti¡ro
pecie de enrbrochalanliento parecido a los quc diseñ¿rrnc¡s ert los alguno, se lr..i ¡.:rocecliclo ¿ rcalizar un análisis espacial de una sc-
pórticos dc vigas ordinarios. La Fig. 7.74 aclara lo qllc pretencle- rie cle estruct,.rr.rs "al-lónlalas", adiuntándose los resultados del
mos decir. cclificio que lrerrios corlsicicraclo más represerttativo, el que poscí¿l
luces cle ó metros clc:splazadas entre sí 3 metros, consigrriendo
üsí un,r des;iline;rcjón dc los pilares en una dirección dcl 507o
(8 = 0.5 L). Li Frg 7 75 refleia cl modclo inlroducido.

.t t _-
----l_...'#i

Fig.7.74. Artificio para el cálculo de f:órticos virLu¿it.': t tu.r.,clls corr iuces


rnuy diferentes.

El cálculo clel pórtico virtual se realiz.t sLrponienclo itn ctpc)-vo


fict¡cio deslizante en la línea 2-3 de la Fig.7.74. v puesto qr.rc los -+r..
nervios poseen continuidad en el mismo, puedc dctcrminarse sll 'i.,rÉ í- '

armadura dc flexión negativa con Lln momento comprendido en- . :,t-_e__


úe PL2l?0 y PL2|4O, o simplemcntc colocanclo Lll'lc1 ¿irrnctclLlrii lte-
gativa scmcjante a la obtenida para los nttn'it)s cltl l¿s ir.lrdas
centrales de los pórticos adyacenles. En tcoría, Ia arnr;rcl-rra rrega-
tiva colocada en la línea 2-3 disminuye el rnornento dc cálculo so-
bre los soportes I y 4, pero no dcbcn disminuirse los ncgativos
que resultcn en los mismos dado que el ap<_lyo AF sr¡frc una de-
formación vertical en la rcalidad, no supllcsta en el análisis, que
induciría una flexión mayor sobre ellos si no quecJara corTipensa-
da por la armadura negativa colocada.
En cuanto a la determinación de la arnraclura posiLiva, eslarnos
en un caso icléntico al definido en la Fig. 7 .72 t,, ¡>or consiguierrte,
cleberá obtenerse sin haccr disti¡rción entre las banclas clistrlbu- i.-
yéndose uniformernente en los nervios: la placa tien<le ;r trabajar
Fig.7 .75. N'loclclo u¿.cul.rcftr para analiz.lr l.r influcncia cn las desalineacio
siguiendo las líneas l-2y l-3; es decir, buscando los apoyos físi- ncS LlC t)il.tt(]\
L{r\ ilr¡rLl ¡¡, r, i, / ¡r

Lit--...1:,::1 - i:i'(r-LICllofllllgL)flclllllrlOO [)feLel l5<1(lO\ UC'lLC-


r-lt
construida en cualquier pLll.lto iji :r'r'l'lli)ric Il¿tcii,tra ,,ll
liz¿lcla v
rttargen de otras considcraciotl€s Stlcj¡lt> il'.¡ L)' [r¡gci ]llcis (i rlle- rL) c!l rr rr l r, rar l : 1:l-ri:1 :.L l espitcio y scEririrn t.er liérrclolo, cspcci.rltt ten-

nr-ts corrrlretilivos cot¡rerc:i¿:ltllcnte: \'Ili)r:;:':,-' l-:-r'i ',r trl(llos ¿rc-el)' I,. ,-: q, . 1' .:' -' 'i'- , -: lycfal¡ric¿lr-lr-ts. l)t.'ro llLlllccl etl l¡* sencill¿rs
l.tclt-rs seE(rrl i¿ts costr-lrltbres tccuolcisil'i.' t -'1-::'-:r-l(-l' t'r'' t1e t¿tt-l¿t a rtrLi.-[-'.. li . : ¿-,1'[¡¡i1r5 clc vlviettcl¡s (.orlv(-rllclol]ctlei. sa vo erl

zc,rna v rcgión cle lltlestra geograf í.r ;rc¡ucll,,,: r ¡:.ii rlr-:-rrle l;rs luccts y cilrgas haglarr inviabics 1as ¡llircas
l)l.1nas. , , .¡ r':rl- lL-],-. tlq los proc:esos collstnlcli\/o5 Sea tln paráme-
lro lr¡:,r-,, r : trrl.1:trillt¿ll erl el clisclio y constnrc:ción clel crlificio'

La: .i-,s.ii ...,-,-¡l;rci;rs Ilre lensadas y las piezas en lr plefabrica-


cl¡rs, ¡, r.;,1 ¿r,i i-ri,:'¡.r\ f-r¿rstt-.rs de los forjados clollcle se exiia rapi''
Llr'z \ r-,,r1.;¡ ;.,cI tcsisterlle, cicsplazanclo l.is ¡lritr-reraS a las
segr rrrcl;,:. :-i.,,1 r-il'.) L¿i estt':tica cle lcls tcchos no sc¿l r-ttt ¡r'-rránretrcl
clrlL'l Il ,rl .: . '' . i (l'1fllo

F g I ll f ot ¿rckl relicul¿rr Llrr corlsLItllr, r \' r ai- !.r'-.L'to!1e:! l-)(- f -

r,!, . lt :-i::'r:qórl t{ -l- l1 ¡1 ¡lrttii¡

2.2. Tendencia futura de los foriados en


España

Resuita cljf íCil casi sicril¡tre re.riiz¿lr (iÉ f ¡r':l-r.i (¡(eTt.icla ctliilc¡ltier
cliagnosis clLle sc aventllrc so[lre e] fii'ir.ltil '. ir'¿i: lo(l.rVi¿i' si se rea-
l'z¿r sol:rre una ¿rcLivicl"¡cl l"lum¿lttar.

El rlrnrcl -1t 1x'rclct c¡rte ltc.rr tl.¿, r:,ls:- ' :r'::t.l-i;1lr\-:i\1) :ill¡
tcnt¡clc¡ er'r el ¡rrtcler cle los merlicrs aiÉ ,:¡-,1-: .:¡ialól-L t.lrl lJOtCl ltes
()LreextstLrll.plleclutrast(lcary'iiiter.rr ¡¡''-r;.'-': Il,l$c¿i clecLtalqrllt:r
rilu¿ciólr el cot-lstttllcl ¡lrevisil-ric clt ;' :-:-i1 -lt:n 1x')r {Jtlo; y sili
t-'tr
tlue scpanlos a cicttcia cien¿l por qi té llitil.-l : . )i elllr-r5 colrst[Lverl-
.,

Frur I -5 f ,, . i r';.; t' \l lisac. ¡l.rl.r ofic ittas, resLle li') cotr itls¡s Tll¿t-
clo forlaclos c[. la British Stecl cn'.'e;1 r-1., -,]-.r:',.rr'1;rcios tllás [aratcls,
-JL-
-.: .. .r l.-.,sreticul.ires tr.1l.1r(.1,) ¡lt.;.t.-,. ;, 1.r-,r5 LAll

siml;l¡:s y se.lllrr()'i qr-¡e se f.lbrlclilcJl (r (!)l-.:'-:i. ':r' il;iicr l¿s llr-llres clc !ritLr ltri,ll
c rr:ilcltticr rirlcótr ciei cielo cr¡:;r11¡l f'¡tl':r :'-
: :- :'l'tr. l¡¿1s rt:flexig-
tte5 sobre el fltturo con l.i clebicl¿i ¡trLcit:t.,., l-r(:.:. (i ,,t-rii ¿v.tl.lcl¡s S¡rlt'i, :.:r ;.,,- l,LI-,t'> illLll" sirlgr-rLarr:s, clr-tcl;¡rllos llll'lcho qrre los
pc)r Llt-t¿t.rrn¡tlia ex¡tericnciii y conc>cLrrr i-:'-¡: ¡i¡,1 I:L-trrtio cle la eclifi- + hOrrlligón), [)Llec]arl 511per'1r el rrivcl
[orj.rclo,.:: '.:,..: cl-;ipas
cacitit-t sobre
y, Loclcl' ¡lor tttcrtcs ¡l'rsls c:* :'-r-; '-i'-r lc'rllr-irt ' '; alLle
.-.Llr1r l)o5cell irt rtl¿llrtti: ltc ütl'rque l)tlccle
Il'('f¿ill'( L- -::.: , ,

alcalt(Ér' r \,r-:LLlll(l lllayor si l;rS etrll'lresas siderúrgiCas po-


Nrlsotros creclllos clLle la preserlcie ri: l¡-'
'Lctl':Ó5 cle ti¡lo plano cllre ,,.i1

tcnc:i.lrr 5Lr ilt:-i:.',r:- aolr lllallllales ti:cnicos, ftlllctos' etc


\o obs-
reSrrita yir gtr CsL;rClt(] (.tVOlLltiVC) tirlal rl-,.r. L'.lr-,arrrlciS crl l¿r e'Clill-
l,''. jat: itlt-l- larrrte, sL, Irrr. (,.i-' , <i: :ctlsibiliclacJ al fucgcl collstituven dcrs sc'ric'rs
cación djticiLllonte cuestion¿tl-rlt-:. Son i li T:'.;,¡:r,r l;r:. r'e'rrta
y ecoltóntictas las r¡ue sc cler',¿r. ¡i. .¡s los;rs lllirrl;rs, sitl inconVctLttrir:: l).rf- t:l exp¿rllsión' ¿.ltlficlLlc'lielllprc clebenros tt--
cionales
yigaS aCrrsaClaS, COnto [)¿lra qUL' SLIS ClCij(,cl-Lt,ij: r'rluL¿il] a¿15 CvlClerr- rrÉrlo! l,rÉ:-.,-'ric; curi--lo Llllil alterllativ¿t n]á5 en la fase cic D'o|cc-
e'tl los ttl¿lle- 1l,, er.i,, Li.-¡.]- ii i,:- ( ilallclo sc tr¡l'r cle < otlse¡1t;rr r'tp dL-u
¡lueclatr scr superaclas cotl L]¡c] r:'rcr'r'ul-¡;1,r-;;:cl
tc-<; r,a)
jc.lellIe5. ct\|-1ll-l -[..;' .:..¡ '-.r ' liii'rcl.i etl 1r'-l> ¡)u'o=
ri.r]es v UltLrs pr(x:esos coltstrLlc.tivos nt.i5 r r-licl.lclr')s(ls \' É-'f
Los /orlndos rrl1rru1!¡rrs 221

.l¡ llrimer¿¡ conclusión imtx)rt¿tlltc qlle :;e cleducc' cttarttk¡ los Err c.r;¿rtto a 1.i clis¡:osición cle las arn'ladt¡ras de flexión posit¡-
cálct¡los cie l;rs ¡rlacas se re¿ilizan nrantlalmente ¡:or l-rrt)ccclinrien- va, el nroc.lt--lo cle cálcr-rlo ent¡rlcado que dintetisiona automática-
los sirrrples, es (-lue resr.rlta vit;rl poseer l¡: r¡rtuic'.irir¡ suficic-nte qr-te mente l¡: .irnrilcJlrras, busca cmpalmetr l¿¡s misrnas en aquellos
l-)q.¡¡rriLii al prcrye<:t i:;t;¡ .:¡divinar cón¡<t ,¡¿ á (:Jc'f olrriirse l¿l ¡nisrl¿1, pL¡ntos cje rlúrilll.r fL.xicin cornpafibic con las longitudes de laS
Dibuiar las lírcas de flexión unienclo los so¡lortes cntre si, pLlccie barras clis¡roniblc's y la geometría cle la obra.
rcsultar de una gran ayuda para intuir córr. clebe. rlisponerse ias
armaduras que cubran l¿¡s zonas, tanto (Je clefornración rregativii [rr la l:ig 7 77 ¡ruecie vcrse dóncle conviene solapar jas arnladu_
como posilivi¡. r¿rs dc flexlcil positi'a, y una vcz más, el unir los apoyos con líncas
rect¿5 propor(:iorL¡r urra idca baslantc aproximada de dóncle hacerlo.
Cetreralmcnte en estas situacioncs, ¡rueclt:rr l¡;rt.rer llexioncs
negativas pec¡ueñas, tal y como sucecle en lrls nen'ios ce,rllrales Obsénesc córnc¡ elr las zonas próxirnas a los soportes, clo¡r-
{Tipo I , Fig.7 .76), que obligan a correr ias arnradur¿is prácticanren- de las flexiolres ion ncgativas, rcsulta inelevanLe el punto de cm-
palrne [eórico cle ]as barras, cluc basta realizarlo cjel orclen clel
lc de forma continua. En cstos casos, al igu.rl quc sucede cuan-
do se analiza la estructura a empules horizontales, y con el cltrjcto canto cJel fr-rrjacio que estcmos analizando, r.rniforrnizando longi-
tucles ;.rl nri,ximo siEr.rienclo ei criterio recogido en la Fig. 7.77.
de no dcsperdiciar armacluras corridas dc gran cliánretro, convje-
ne introducir unas arntaclur¿ts finas cle ¡.:equeño calilrre c¡r_re
¿bsorban estas flexiones y disponer barras ntíis cortars su¡rlc.nrerr,
tariaolente sobrc las lílteas de flcxión rnáxinra.

Los ahorros de arrnadura que puedcn conse$tirsc cot-l este


pequeño truco ntereccn la pena tencrlos en consideración.

F;g 7.77 f-'-- .1::it; ri* iltinclc collvlc.ne sOlap.rr ias


¡rnlacjuras <le flcxjón no_
¡rl r_r .¿:ei le,ia,.:.e¡clos en la clirecc jón on"eóirri . li
s:t j,,.¿ (
qu cli r.lr:. .ii ,:-^.i; _l;".-,<
Jl"iilj" ,íl'

' E. cuárrto ¿i an¿ljjsis dicho crecir quc: Ar carcu-


l.r 'ropianlentc
siniplific;;cJarriente sigrrierrclo ros criLerios cJc la antigua y vie¡a
nortr¿i Ljslt¿iñol,i cle \lOpLJ 0944),los resultaclos caen
clei lado cle
la seguriciacl: lo c:r;¡1, fior otr¿ parte, resulta lógrco
daclo que las ar_
nraduras cJi:pr-iesras segun alineaciones rcctai y calcuracJas
con la
luz oirlicra se srpc,rpon.n, ¡:rclyectánclose por los cosenos
cores-
poncJierrtes sol¡re cJich¿i cjjrección a electos resistentes.

I.ig 7.76 Esquenras simplificados de la clis¡t.sició'dr ¡_.;r::r,;;cJrrr.,is cle


rlcxron ncgativa, cleducidas de r¡n análisis es¡ractar e.i .o .-i,":c..r.: l_ ,:; r_rr_
iares alineados.
l.os Íoúarlos r¿liculLtres

Si nos referimos a la flexión posit¡va, l¿rs difcrencias (le arma-


duras que se prescntan entre los nervios de l¿s clistintas bandas
son tan pequeñas qLle, si se arrnan todos los nervios por igual sin
e[ectuar repafto de ningun tipo, el error (:onleticlo c¡lcularrclo con
la luz oblicua, si por necesidad tcneutos que haccrlo, resulta pe-
queño y asumible, puesto que cae clel lado de la seguridad sirr un
exccsivo coste económico.

.\ieamos córno se efectuarÍa en el caso que rlob clcu¡la un cál-


culo simplificado y aproximado de tipo nianr.ral cn Lrno clc los va-
nos centrales, con el obieto de chequear el cálculo c-'spacial
rcalizatlo por CYPECAD. Fig 7.80 \!¡r--:::r Lil:i,;r \1- cubicrlo 1'ror l.rs arnradur¡s que propon(
prOE'Iall la ¿ -1'-i¡ ¡. il I ; :: ^- e- :t

,1.
Lo$ nrorncr.rr-os r.illjnros clc agotanriento cotl carácter aproxilna-
do son, irl = C,\l o 8.Fl
I

6.t¡ lOsl ) (l 8 0,28 = 244,5 kN m


ó83 08 028: l53kN nr

\ \l¡ = qt2 0.8.028:20ó,53kN'ni


+
El nro¡nerrr.o global c1e ¿rgotanricnto ett el vano resulta pucs:
6úA
FiC. 7.79. Esquenta básico para un cálculo ncrntral de cor:t¡:rohacicirr.
\r-' + \1-
''- +\1, = 244.5+206,53
\1. -
'22
- carga media : 8,7 kN/m2
El coeficiclrlc cle seguriclacl rcst¡lt;¡nte Yf qLle sc deduce de los

- luz de cálculo ¡ = fiz ¡¡ = ó,7 m


cálcr-rlos si nr ¡'rI i iir:a dos realizados vale:

- momento isostático oblicilo en servicio \1 178' t1 _I )

1()2

M^=P.B.L2 _8,7-6.6.7) =291 k\.nr


"¡t8
En ulra ¡lrinrerit aproxim.rción ya se ve cómo el cálculo eiecu-
- las capacidades mecánicas que propone CYPECAD en un
l¿r luz olrlicu.¡ rrecesitaría unas armaduras super¡ores a las
tarl<¡ <:<)n
vano represenlaLivo (véase la Fig 7.78t qr.recl;rn recogidas en
propLrestas por CYPECAD, clado qr.re el 'y¡ resr.rltante se aleia de su
la tabla 7.12:
v¿rlc¡r rlás re¡rreserrL.rLivc) lYr : I,ó) un porcenLaje en lonro al 20%.

rto cie rteryi<.ls


.ó = = 7,5 ncn ios
Dado que el ¡rrograma CVPECAD proporciona en la dirección
0,tr ortogonal a la cic'salincada urras armaduras negativas sensiblernen-
te llarecicl.rs. nrienlras que en vano coloca Llnas armaduras infe-
ric¡rcs:

I n tl 0 l0 + I ó ló) 4n (l$ ló 1 1$ l0r :;n lS!Q+lr|l2l


4rr (lS ló+ Ió lél 3.5n(lól:+ló1.1 . Ir I O ló + I q, l0)
2n
),5nfló12+ló10) l.5n i{10+ld, 101 .ln
Montaieáb.rcoóg IO \lonl¡ie át-,aco ó <ll I0 1n c.M.t+) = 478.5 kN
C. N'1. Izq. : I .091,5 kN C. M. Vano = óS] kN l.ltl, Dchu, - 91,'LN ln
1,5 n
Tabla 7 12
- i l.llrtlr.til;l r'arlt tlll ira,l|l i.ri,l 'r,. tt:,r. 1 .:
li)(l \, lll) _.)0 h¡rt, l'r,,r1,rri,i.,Lt ¡r,:L i:,r.,r L,:; i.r
ri ( r,r llll 15".,, r,s (lccir .t l()Ll lltr \\

i,, ,.r.. Irlrrc¡ues .lIiil'r¿int..- l.tr.I -,,1,.:: i , rt r

I, r t,¡.,,' ü(.(11)l.t(.i(jll ijt t.i lr'r!-ri,: t., Ir(,t :rl_,


i. i)t\t:.c¡l.llt cltt.tlirl.¡]1,: it. I jr,r r:it'.rr]i

!_r ( l\_, I (-\:, r. , I .,r 'l (\ ' ,1,-,' "_ . _ : 'rlt,: t_(-)|l5l.Il l(. 1.t\(-),-
-l
i )l t,:i
(-ll.l'l', I'

lr¡lLjL r "

!'r'( rl I ;'l

];rLi,,.,rr
(lLlr.'t)l i,,.,,¡ ¡¡1ilr,.'llir.l;r., r'tr l.' l¡
t'le . :, l, ll,r i)lit-'(l('ll fl.1:.rl rlt rrll) lL ll l' i"' ¡i-i ltr:
tr'.I r,l, ' r',. ! I)tc¡l,lllLIe:.ta) fla l.r,::.tt" :'l''

i j l-r{lllq(],1 lrrl[r]ttt¡ 1,r plLrirr, l:,, -,,r.:, lLr:


\- :r\-'!ir'l-l
li'f I ,: t.'- ltljr l-ll;li:.ol(lill;lii(r-r(rl
r''il r'l ('
,l 'i..'llr¡li(rllllellt(' ic' Lit'lliiL' ,''' -l-'
I r', r' L
l: a -,Lllt( LLll;t:

t,-, ' ,-\l)'.t l'r' li l " '':--: "


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. : \. 1.r-r.r',1'.,1'rl': : ' : -'

i'llsllli(tiiill.,'t 'l- Lr:i ''l"l '-t) ri


ili il r,. r' ,_,11l(i\
lL,i i.l\t'tilllr'':¡
l ll'la.1al!)

r: rlel lt¡lrl rlr' llii"r.r: Ll l: ''


,'L,i )ll:irllilllllLr'. ¿1 I I l:l'1r '1'
I

I L,ril,:iiirI , i]¡- :,1-ll)r)lltl l)ill:ir - " -'l I ':l

'- - trr':()alrl :..1.':r:


' ,,; 111.1¡r r: l.'',., I0 l:- l

: ,r L]r I L-.l¡L
' . l1i;hll1,
' t ,, '.,1 1'] r Jr

.. l,rl(.rlr-l)t!r
I ], \rar-i \,' ( ":
: ll,:1\irl ll
.,,,' ,':I :l t'l¡rl'
. I r "i].il
' ..' tr,'. ..¡
L-os iorjudos r¡liia/r¡rt's

Mur = 0,8 'O'28'478.5 : lO7 2 kN m 7.5.5. Pórticos paralelos a fachadas con


voladizos incorporados
el rnclrrrento isostático riltitno c¡u<: c:rrbrcn el.t esl.t clircccjón v¿le
.iproxin¡adamentL-:
Sc est¿trlt:ció e. r:l a¡lartad a 7 .l .3 que hablaríar.os algo r.ás
sobrc: cl terra ciL- los prirticos ile fach¿rcla con volaclizos incorpo-
*u ='oo,t*1206:53 +l07 2 = 332,72 kN.nr raclos y'h;: licgado el monrento tlc hacerlo.

Mornento global algo inferior ¡¡l obteniclo err l¿i ciirección des-
alineada, que por otra parte resulta lógico v razonable qrle asísea.

Si proyectamos ahora los momentos cubiertos por las annadu-


ras de ambas direcciones ortogonales sobre la clirecciórt oblicua
siguiencJo el esquema de la Fig. 7.81, obtcncmos cl rnc¡nrenlo glo-
bal últinlo cn cst¿¡ dirección:

I-ig. 7 ljl S*i r rir ',i¿:':st'crsal de ttn pcirtico clc f¿rchacla crln voladizo incor-
¡lt-r:;:rC.1C

-[utru;11n"
Con e. ol:jcto cie ntatizar la operativiclad expucsta en el punto
7.1 ,3, henlct,< ¡rrclcediclo ¡r realizar urr análisis espacial del edificicr
gt:nérico clüü esl¿irlros enrpleando corno contr¿iste' que posce lu-
c-cs de óx6. ¡ñadierrdo cn sus cllatro fachadas voladizos cle
(1.5),
{2} I2.:)Ir (?) rri: corl cárrgas de cerramienlo el'l ptlntá de 7 kN/ml y
sin c.rrgas Lle ccrrarnietrto de tipo algrrno Los resultados obteni-
clos cle Cicho análisis, Stlperpuestos corl nLlestra expcriencia en
Fig. 7'sl Composición cle l'noITllrl:.t)i proyecl.lr r-'st.r tipoloflía esLn-tctr.tral, perrttite obtcner conclusiones
prácl. i(:.ts r'r-lll''' nteresantcs.
I

. fn gcneral. l¡r influencia dc la pritttera alineaciótt de soportes


M,r, : Mr'cos 26,57o+ Mn'cos 63'43a= intcriores ¡.:,rr,:lc-los ¿r I¿r fachada, tierle ulla cierta irnpoftancia ¿rlivi¿l¡r-
(t3, 43') I I kN' ni clo los cshierzos etr los pilrlicos cle los lrordes, puesto que los des-
= 3 78, 52' cos 26,570 + ?33,7 2' cas = 4c37'
cargarr re;ilntente-, L.o ;interior, lógico por olra parte, reflcja claratnente
el nrec¿nisnro resjstcnte cJe la viga empotrada-articulada, quc sobre-
Si compararnos ahora cl mornerlto compucsto clblicuo cutricr- c.rrga lcls E:lfuerzos sobre la zona enlpotrada (zona interior), descar-
to por la armaduras de CYPECAD con el obtenido clirectamenl'e' gando l.rs re¿cciotrcs de la arliculación (zona de borde).
el coeficiente y¡ resultante a¡:roxintado qt¡e obtenemos v¿¡le'
Dicha irlflur-nciá se nol¿l claramcnte, incluso con voladizos del
orclen cie 0,25 t- incr:r¡.roraclos al pórtico de f¿:c:trada, puesto que
los csfucrzos clue se presetttan en los nervios de los mismos se
Tr=b={l'^61=¡.66
Mo 293 encuentran ¡ror clebaio de los que poscen los neruios interiores.
lo cual pone de manifiest<-:, lo que intuitivanlcrltc ya sabtatmos y Cuando el vol¿rdizo supcra cl valor dcl 307o de la luz adyacen-
hemos cstado aplicando en nuestras obras cuarrdo la única hcrra- te l0 3 Ll aproximándosc al valor de 0,4 1., los esfuerzos'que po-
mienta disponible para cl cálculo de esLructuras resueltas con for- seen los nen'ios sor'r con'rparables a los csfuerzos qr.re poseen los
jados reticr-rl¿rres o cle placas nracizas era la dc encai:tr unos nervios inLeri()res v pclclría cotrsidcrarse que, si no existiesen las
pórticos virtt¡ales inch.rso h¡era de los r;rngr-rs cr.¡trierlos ¡ror la tror- cargas de cerrümierlte err tr)unta cle volatlizo, c"l pórtico de facha-
mativa vigente. da con vol.rdizo incorporado es semejante ;r rrn pórtico interior en
cuanto a la dis¡losiclón de armadLlras sc rcficre , lodo lo cual re-
sult.r, ¡:or otr.i partc, absoh¡tamenLe lógico y previsible. Tenemos
que llegar ¡ r,'ol¡idizos lnlportantes, por encima dc 0,4 L sin cargas
cle cerramiento en purlta, para empezar a considerar el refonar los
Los foriodos rrli¡lar''s

nerv¡os de la banda de soporte del pórtico de facliada, t)or cl cfccto NatJar que objeL.rr err el tr¿rtanriento del repafto de esftterzos cn-
del basculamiento de los nervios del voladizo que se ;r[)oyan en tre los neruios protr)ue:to por I. Calavera cuando se arralizan los pór-
los rnisnios volando perpendiculannente iracia la callc. licr-rs pcrpcnclicuiarcs a las fachadas con voladizos, puesto que
recomiend¿r quc 5c aphqLren sobrc la mónsula los nrisnros porcen-
La prcscncia dc las cargas de ccrr¿rmicnto paralclas a f¿lch¡¡cla
Lajes que se aplic.;in cn un pil;rr interior cs dccir, un 757o a los ncr-
en punta de voladizo distorsiona las conch.rsiolles antcr¡orcs, y vi<.ls cle la band¿¡ cle soporLe y r-¡n 25?á a los ncrvios dc las bandas
nos obliga a ser más prudentes. cerrtr¿rles.
La inflt¡encia beneficiosa del pórtico intcrior sobrE: el ¡rcirtico de [sta concir.rsiór'r pur:de rn;rntenerse irrcluso para voladizos dc
borde, cuando exisle cerranlietlto en pllnta, dcsaparece cl¿rratlentc muy orck-n dc 0,5 nr; sin qrre exista rlecesidad
cs(:¿is¿r enLicl¿rcl. clel
cuando el voladizo alcanza el valor de 0,25 L, v el pórtico dc fa- algurta c1e tener qr¡¡ conccnlr¿lr el 100"/o de los esfuerzos dc flexií¡n
chada puede ser tratado prácticamcnte iEr;il como si. dc un ¡rófti' sobrc los nen,ioi clel ábaco, collto propugna actualmettLe la f,Hl--..
co interior se tratara; esto ya lo intuyó cl prolesor j calaver¿l en su
libro sobre los foriados, Cuando el vol¡rtlizo cs mayor o iguarl a Vcianse en lii Fig 7.83 l¿rs arllaclttras sin retocar qttc propo-
0,ll L deben reforzarse los ttervitls de la bancl¿¡ citl soporte ciel pór- ne el ¡rrograrnra CYPECAD para voladizos de (1,5), {21, (2,5) y
lico de fachada si sc les compara con los rrervios <le r-rtr ¡lóftic:cl irr- {3) rn, cr-¡¿rrrtlt) tienen !'Ilo ticlnerl en ptlllta tina carga dc cerr¿t"
terior, en torno a cifras del ordcn del 30 ó 40o/o. rniento clt 7 kN nll, r,'t:rl¿s armaduras de niontaje nlínimas los
ábacos t2ol(J nor Liisetón de 0,t30 m).
. En cuanto a los zunchos de borde donde 5e ¿lpoydrr las fa-
chaclas, y que hemos introducido en el análisis t)tresto que habi- r ll tr.3 + u)
tualmente sc dispotten constructivamcnte sierllprtl, nlerece Ia perla
dcdicarle algunos crlntentarios que est¡n'lanros inLeresal-ltcs, y así
aclararr algunos aspectos cn su corltf)ortanriento resistctrte', clett-
üo de las placas reticularcs, cuartdo fornran parte clcl borcle exte-
rior en los voladizos de las misnras; no r-rbst.¡ntc, terlclrenios
ocasión de hablar olra vez dc los nlismos en el capÍtrrlo declic¿rclo
a éstos.

. la primcra cc¡nclusión práctica c¡t¡e se ttbtielle sot:rc lo¡ zun-


chos de borde en los voladizos es la cle clttc los csftterz<¡s cle tor-
sión y cortante que lcls solicitan son ¿lbsolr.tt¡rrlrerrtc irrclevarttes,
ya tengan o no tellgan cargas dc ccrramiento sollre t-llos; lo cr-r¿l
hacc que las exigencias cstablecidas en los cot¡cnt¿lrios clel
artículo 5ó.2 de la EHE que re<¡uieren con carácter gerrérico l;r dis-
posición dc estribos cada 0,5 d cn los nervios de borde dc las pla-
cas, resulten l¡nas exigencias ¿lLlsolutanlel-ltc grattlit.ls, e
innecesariarnerltc costosas para las estructtlras. 12=Q)

Los estribos pueden disponerse en los zltnchtls volados corl


absoluta libertad, sin asuntir riesgos dc tipo algr,rtro.
Los esfuerzos quc en generirl solicitarr a los zt-tttcltos dc c-xtre-
mos de voladizos, cuando las placas vuclan sot¡re los ¡rilarcs ar-
mónicamente sin quiebros y degollamientos, son dc tarl escasa
entidad que bicn sc podría prescindir dc kls rltisttlos 1'colclc;ir en
su lugar t¡n nervio orclinario dc los quc forrrtart p¿trte clcl forjado
reticular.

Solamcntc, por trtotivos cle rcforzar la dr-rr¿ibilicl¿cl clí' las estrul(-


tr¡ras en sus bordes, poder alolar los anclaic-s nretálicc¡s cle las ba-
randillas y otros clementos prefabricados qrre configur¿llt l¡rs
fachadas y reforzar también el cottir.trrto estructural cle la placa fren-
te a posibles acciones dinánlicas de vicnLo v sistro, podríamos
justificar la razón y ser de lc¡s zunchos cl'l extrerllos dc vol¡rclizos
y su presencia cofilo nervio difcrenciaclo etr los bor<les de las pla- Fig. 7.iiJ d. .\tir.¿,,:i..:¡,; propucstas autom;lticalttctrtc ¡ror CYPECAD ¡.rara
:
l,¡i vc¡l¿cl ¡r-r'¡ e)i-:(:¡i-r'-i ilc: trtr reticular tlc 24 +4 {L 6), cárp..r rrredia de
cas reticularcs.
8,7 kN'nr \ i,.'rr¿r':-..:':Ll eTr F)rrrrLo rrr-rlo y dt,'7 kN/n11.
L¡i ir/',ll¡j ifrliil ¿1r(

(35+Ol

I' .;
I
I

a+--
{8o|}:lol6 i3?0)
6q¡1.1615 1'sco¡
€E0¡
5).1o10 !320)
(185'ilÉl2 (!?c)
gol*teirO iPe¿')

l-ig. 7.¿ll b. Arm¿rclur¡s pli)D:ii:::¿! ¡ ;¡,;,:.;: (:arf'.in:i ¡to: CYPECAD l:r;, ': : . :. :' ::.- - i r:.\[:arllc's CIC' ulr rcLicl,l.-ir cle ]4 +4 r l. = ¿,t
r;rrga rrretlia cle 8,7 kN nr- \ ( err.r¡ ,i-:C, ¡:r ilt.;-la,r f I.t tf ,, Clt: 7 r\ ::-.

. En los cálcr-¡los re¿rliz¿idos sobre el r:-.ocle.t-¡ corrsicler¿iclo, Cr-rr l¿¡ iric¿, ilrtencitilr cle que se ¡tert:i['la c:tillt-l v¿rían lr¡s c:s-
ptsc a qLlC lógrcanrente clependienclo clc la it.l; r.lc lLls ,,'ol¿rcljzc.ts Icls fuerzos Llr tler.r¡rr er los zr.ulc:hc¡s rle borcle, segr'rn su ¡.losición en
esfuerzos han sido diferentes, los arrlacios res'.rlt.:ntc's quc nos h.r lor riiicrcr,le. ,¡l.rcii¿os ¿rn¿rlizaclos, se ¿icljLrnt¿ir-r en lir Fig. 7.c95 los
prot)Lresto el progranta CYPECAD ¡t;ira li.r.':t;t.t.l-,oc tie ltorcle h.rn resLrlt;ici'-)s rrr l¡r rrroclcios ;ln¿rliz¿lclos, lcls cuales <letlerl rer irrler-
siclo rclénticos ¡-lara Lotlos ellos, res¡rrl'i,lcr ':''' n i' jrr:ir's cle ct¡;rtr- prctaciol aor,-,¡ ,.'¿rLLrrei rel.itivos er'rtre sí.
tías nrínirnas, salvo en el volaclizo cle I i0 ir', crtT ier:crrrtiurto cn
pLrnta que al f orrrtar ¡rarte el zr.ttrcho clar¡rn',ct-.tc cit ll:,s rlcn ios cie \ ..i\ '.

la bancl¿¡ clc so¡torte, ha sic.lo ¡16'q-g5;rrio re'r)r;';rt' igirr.irircrrLc lcl i-l


I

-.,¡
flexiórr negativa. ..1
\. ., i \
, -l: \'---+'

- I

t.Éo¡r¡ , aTrrForre ¿lrltacjt¡ aTrté*,t:

.!
¡Itr ¡:o ila
Í-r tt -+.--"1

-l
'{/ ]\
J\
{r?o) rt!?lr¿o: iil:ltit:l 1
I
I

¡ac,r,
--_-.!lJljlJll--
a?¡rúl.,li a!r..dc/!! arrl€&,r!
l
- l

Fig. 7.84. Armaclttr¡s pr()[)lteslirs pc'rr CYPECAD :,ri:i, ,,:


Fl esc¡ilenra prinrercl cs tcl)r(lsettt.ttiVo ¡lar;i ttrci-': .i: -',:r .r- ',.ilr '( ¡I \'ó:; ell IclS zrtllrii,¡r r.lt.'lrc'tcle::il- i aLrl
el segLtnclcr l-rara lt-rs vol.tclizt'¡s cle L5 nr cc)tl (drsl{r l: , !' j : a'.'l'Él-.ClLr ile lit lLil (lC l()! \( .'\: i\':
uos íoriudos rctitulures

po-
lt¡s reticul¿¡r y acJjetivos adicionalcs a los puramcnte resistentL's,
Dado el coste tan sumamente elevado que supolre elaborar em¡llear case-
plástico en las bañeras recupcrables y drán darie y existir las circunstancias quc tr>ermitan
moldes para extntsionar el cualidades técnicas añadidas a las de
ernpleando cl peqtteño tru- tones aligerantes corl unas
fabricarlas, l¡¡s casas comerciales están
rete- sinrplerninte aligcrar y ahraratar la losa maciza de hormigón armado'
co cle ensanchar los apoyos para que, particndo dc su base
rencial de l2 cm para el e/e: 80.cm, irgenerando neruios de
Por slrpuesto quc las causas principales de que los casetones
14 cm para un e/e :82, newicls de I ó cm para un e/c : 84' etc no sean
rnás econónlicos, los cle hornrigón y los recuperables'
'
quc
pero siempre manteniendo la misma bañera de aligeramietlto' Jesptazact,ls y suslitlriclos por otros clifercntes en el mercado de
ananca con una base de ó6xó8 cm. las estructuras podría encontrarse en primer lugar'
porque tienen
lugar' por-
un magnÍfico comportantiento mccánico y, en segundo
Todoelsistemaconstructivodelosfor|adosrcticularesrccu.
que los costcs ltcl se evalúan cle la totalidad de la obra sino des-
perables se complica innecesariarrlente, y los ntuertos por irrcen- en,profundidad todos
áios seguirán siendo los mismos, puesto que la vía seguida
por la itáru.tos por pafticlas aisladas y sin analizar
ib, porá,.r't"ttos que realmente itrtervienen e influyen cn la misma'
cn nucs-
Normativa del Fucgo resulta desmesurada y en una línea'
tra opinión, totalmente equivocada mientras quc no sc etrfrente
Cuanclo se evalúa cle form¡¡ aislada el coste de los casetones
con los contenidos y las vías de evactlación de forma scria. sin tener prcser'lte su incidencia en los pesos
y' por tanto' en las
que supone su manipu-
cargas cle cálculo, en los rcndimientos
En nuestra opinión, los foriaclos reticulares convcncionales ge<'rmétrico a la modulación
lucün, en su fraglliclacl y en su aiuste
máSextendidosyusadosdeberíanseguirsiendoaqtrelloscol.lull físico y su repcrcusión final
entre l0 establecicla, en su comportanliento
e/e establecido en torno a 80 cm con nerv¡os de cspesor previstos para los tcchos' sin duda ¡rosible' se
que meior ralio de calidad/precio pre- en los acabaclos
y l2 cm, puesto que son los imprecisa e incompleta de la es-
estudio Todas aqtrellas está realiz-ando una evaluación
sentan, y'sobre ellos centraremos nuestro
en- tructura.
modulaciones que se salen fuera de dichos valores' o bien sc
dc cua-
cuentran cquivocaclas o bien pretendetr ofrecer algun tipo tsajclestavisióncleloscasctones<lealigeramiento,trataremos
lidad anadida, válida con carácter puntual para determinadas dc aportar una jrrformación adicional complementaria a
la ya ex-
aplicacionesmuyexclusivas,difícilrnenterealiz.ableseconómica- aproximación fundada en la elección de
puesla, que pernrita utra
mente para las construcciones ordinarias de todos los días'
sal-
los caseloncs de aligeramiento.
vo que las impongan dictactorialmente las compañíirs de seguro
en su beneficio exclusivo.
3.1 .3.1. Casetones de aligeramlento de poliestireno expan-
dldo

3,1.3. Foriados reticulares con casetones de Buscanclo aligerar al nráximo el peso de la placa' al mismo tiem-
po (lue sc persigue clotarla cle un melor aislamiento térmico' y bus-
allgeramiento esPeciales
canclo sitrultáneamcnte una manipulación más ligcra y cómoda de
las piezas cle los aligeramientos, la industria de la construcción
Desde el momento en que se comprende que un forjado reti-
otefta rlrros casetorlcs percliclos aligerantes fabricados con poliesti-
cular es una losa de hornúgón aligerada, la irrragitraciótt ltumarta (UNE-
reno ex¡randiclo. F-xiste en España una normativa específica
no tiene límites en idear formas y materiales capaces de dar res- los requisitos
puesta a los aligeramientos. Otra cosa diferente puede ser que se
't3974lAl'tril-1998) quc se encarga de establecer
l:ásicos que deben reunir cstas piezas aligerantes de poliestireno.
que ge-
acierte o sc fracase en la elección y el diseño de las piezas
neran los mencionados aligeramientos, y si tienen o no iustifica- La gcclnletría básica de estas piezas trata de aiustarse
en ge-
(lue se
ciones técnicas razonables para el uso dc toclas las .eral aicanon estánclar cstablecido para los reticulares de ele de
de
inventan. 80 cm, con alturas variables entre 20 y 30 cnr, y posibilidades
alLuras mayorcS, porque en principi<-r el sistema' baio este
alcanzar
En general, dcbe tenerse prcsente y muy claro c¡ue' coll los
sis-
punto cle vista, no presenta un límite claramente establecido'
tenras y leyes imperantes en cl mercaclo de la consl'rtlcción' nin-
gún constructor se saldrá iamás en los foriados reticulares de los Las piezas cle aligeramicnto comenzaron a fabricarse inicial-
iirt"*", de aligeramiento ya mencionados en los apartados 3' l ' l rnente en bloques sueltos, que se colocaban tal cual sobre los
y 3.l .2, puesto que son los más económicos que el mercado
puc'
encofraclos cle nradera. L¿ rnovilidad, ligereza y flotabilidad de
las
de ofrecer en el presente. piczas, claba origr-.n a una serie dc dificultades constructivas muy
qu" prácticamentc obligaban a clavarlas físicamente sobre
Solamente en aquellos casos donde coincidarr las figuras del ="nor,
los encofrac.los si se t¡uería rnantenerlas cstables para qtie no aca-
promotor y constructor en una sola, o bicn el t)romotor y el pro-
baran volando corno gaviotas.
yectista de la obra se plantcen ofrecer una estructurii con foriaclo
226 l.os foriados relirular¿s

7.ó. Cambios de cotas en el fodado La cara vista inferior cstará normalmente traccionacl¡1, con un
reticular nlonteltto scnsil¡ler¡lentc, igu;rl ail momento qLle exisl_a cn el punto
de quiebro consider¿clo el clinLel plano; por consiguiente, cl mu-
rctc de conexión deberá llevar la arnladura tralrsversal sirficiente
No hablaremos aquí de los canlbios dc cotas que se plantcarr para rcsistir ¡t Lriinsnritir dicho rlornento.
sobre línea de soportcs, puesto que el método de los pórticos vir-
tualcs lo contcmpla pcrfcctamcntc, sino de los canrbios de nivel Nuestra reconrenclación, sicnrprc c¡rc trxistarr c¡rrietrr<ts, es l;r tJe
que se plantean leios de las líneas de apoyo, casi siempre en las arrn;rr los nervios solrre los apoyos con dos barras, prolongando
plantas baias. la más fin¡l en toclo el \¡ci!1o )'sobredimensioriarrdo ligeramcntc el
coniunto (vé¡lse err el capítulo I I los dctalles cotlstructivos que
resuelvert el armaclo cle los canrbios cle ct:tas).

L¡ rirric¿r prec¡r.rción clue clebcmos teller prcscinte ell estas si-


luaciol-res, c¿rlcul¿clas como si rrt) cxistiesen dcsrriveles, es la ¡ro-
sible acciótl clc' t--sfr:erzos horizontales de origcn diverso: vicntos,
sismos, empu jes cic tierras o simplemente los de tipo reológico,
Fig. 7.8(r. Canrbios de nivel ert el ior jaci,r. que pucclen gefl€IclI esfuerzos suple[leritar¡os y adicionales a los
gravitatorios en la t¡itlla ,",ertical de conexión, produciendo darlos
L¡ solución constructiva de los desniveles se resuelvc, norrtt¿l- y fisuraciones no prer"istas por flexión y cortante.
rncntc, conectándolos a través de una losa maciza dc irormigcirr tJe
espesor variable cntrc 20 y 25 cm. Siempre es posib)e en Lln progama matricial dc banas, cn aque-
llcls casos er1 que se¿rri cle tenrer acciones horizontales importan-
El cálculo para los casos quc sistcmáticanrerltc se prcscntar'l tes, plantear el desnivel existente en el pórtico introduciendo dcls
cn la edificación no presenta excesivos problernas, ¡rudiérrdose rrudos intennedios cn r:l l'ano y una bana vcrtical de conexión en-
realizar como si fuese plano, sin más que tener la precar.rción de tre los rnismos, donde podamos valorar y cuantificar los sobrees-
aitadir a las cargas repartidas la carga vertical concentrada que su- fuerzos que rros aparecen en el for¡ado por causas dcl desnivel.
pone cl murete de conexión entre los deslliveles.

O-p€ro d¿ la con¿*ióu

Fig. 7.87 Sínr¡'rlificaciones de cúlculu crr los clesrrrveles y mc)rllcnlL) ljr(JlJrLrs'-(r ;).:rr'¡ ¡rl'tl¡r l.'ls tracci<¡rlcs cll I¡t
losa de concxión,
L¡s Iorli¡rtos r¿tirul¿r¿s 227

8. El cortante y pufuzonamiento en los foriados reticulares


. Finalnletltc. decirtlos esta introducción, que no estamos
ef.l
8.1. Introducción ¡r'luy colrvcllcicJos cle que algunas de las compleias
formulaciones
el que se exponen' se¿¡n cl calrlino
clel conurrtc )' l]ull¿orlanriento
. sistemática dc las fómlulas que los cÓcJigos ofi-
l¡ aplicación nrás aclecr.r;rclo ¡r;Irir trabaiar c:<.rrrtprohando y tlirrrensionando
sec-
de las
ciales ponen a nuestro alcance, especialmenl-e en el canrpo ciones. Los investig;rclorcs tienen la obligación de suministrarnos
cstnictura$ cle honnigón, n<¡s hace olviclar, l.rnrent.tblenlcnte, ei ori-
herr¿rlientas clc fácil conrprellsiÓn, sellcillas, fiables y cómodas,
gen dc muchos conceptos que rlos ayrrcJaían a comprenclc-'r nreior
para que ¡rod.rmos utilizarlas slrl errores, rápida y eficazmente, ale-
el comporlamiento resistente de aquello qrje constntin'los de tornla j;inclo cle nosotros lü tentación de simplif icar los problemas inade-
cotidiana. Es por ello quc, autrqtle scan de toclos c.onocidos, se re- cuadarrrente- ct¡¿rndo resllltiln difíciles de manejar.
cuerdan los principios básicos cle l.l resiste¡tcra cle nraterialcs con
las tcorías clásicas. Son l¿s Norttl¿s oficiales las qttc tienert l¿r inelucliblc respoll-
sabiliciacl cle sintplific;ir los problemas y rechazar todo aqucllo que
. A corrtinuación, trataremos de exponcr cn esLe c:r¡:ítulcl ias
sullonga interprel¿rciones cludosas por estar rnal redactadas o in-
fonnulaciones quc los códigos oficiales, especiaimente es¡:arioles, vaclir es¡raclos cluc, al vcnjr envueitcls en un ropaje arlificiosamente
ponen a nuestro alcance para analizar el c:ort¿inle y el punzona- fornrulacio. parecen representar una exactitud que realmente no
miento en los forjados rcticulares; además, sobre clicha exposi- exisl-e.
ción, intr<¡cluciremos ar lgunas propuesta s ori gi n a cs obtc n idas c1c
I

nLlestra experiencia y los errsayos r¡ue figuran en el Anexo l. Tanr- Lrs mirxim.rs v ascvcraciones que a veces se deian caer en los
bién resulta original el análisis cornpleto y,gcneral qLlc sc realiza arl,ículos de la Nornla, aparentenlenle al menos dc forma poco ius-
del punzonamiento con los vieios criterios cle la EH-9 I , tr¿¡saclc>s tificad.¡. tan'lFloco son el canlino recomendable para evitar pérdldas
en cl código ACI-318. i|lncccs¿ri¿S ;r l¡r econofirí¿t c'lel país, aunqtJc solan'rel]te sea por el
tiernpo gasta cntrc proyectistas y controladores, dcscifran-
clLle se
. En las estructuras de hormigón, más que cic una sccción so- do el alcance I'la trascendencia de lo reglamentado.
nletida a cortante tendrenros que hablar del corta:rl"e sobre una
zona, tal y como concebirnos actLlalmL'ntc cluc cs rcsisticio clicho
iOué r¿rzón existía parra decir que todos los zunchos dc bor-
de de un fi>¡ado reticularr cletlen llev;lr estribos cada 0,5 d indepen-
esfuerzo.
cller.rtenlel'lte cle los esfuerzos qLle lo solicitan? Pues bien, exigir
. El análisis ¡rrcciscl clcl cortantc y ¡:urizortanriento, cs¡te-cial- estribos;r 0,1 ci err los zurtchos cle borcle cle los forjaclos rel¡cula-
rrente en las losas macizas y aligcradas de hornrigón anlado, está res se viene h¿icierrdo desde la vieia EH-73. óPor qué? No lo sabe-
todavía muy lelos <1e ser comprcnctido I'formulaclo de nranera sen- rnos Al nrenos en la nucva EHE desaparece dicha rnáxima del
cilla y precisa; y de tal forrna es ;rsí, que ni los cócJigos oficialcs anicLrlaclo legal ,v se incorpora en los col¡cntarios, con lo cual deja
son capaces de pc.rnerse de acucrdo en su tratanliento, caycndo cle ser ¡rreceptji¿l y rcsulta mucho rnás razc¡nablc.
incluso en sutiles contradicciones que nos dcsoricntarr a los
que tenemos que proyectar y construir las estnlcturas hasándo-
nos en ellos.
8.2. Tensiones Cortantes Puras
Lo que sí podemos afirmar, s¡n ternor a cquiv'ocarnos, es clLlc
las patologías debidas al coftante y punzonanricnto son cle l¿s rnás Es nrir¡' cjifÍcil en Ia realiclad cncontrar estados físicos de cor-
graves que pueden prcsentársenos en lllestras obras. tüdura pirra, !,a que cle una rnancra u otra exislen fcnómenos lo-
cale.s cle flexión que aconrpañan a ia misrna. No obstante, en
Los fallos por cortante y pllnzonanricnto son de tipo frágil, y lnuchos c"lsos, sirnrrljiicando el problenra al prescindirsc cle los
pucden dar lugar a un colapso tnuy rápido, sin que nos clé tiem- efectos cie ilexión por ser de segundo ordcn, pueden resolverse los
po a tomar medidas de apuntalamiento quc lo eviten. r¡lencionaclos cstados corno si de cortadura pura se tratara, cotl
errores asunriblcs v sin riesgos excesivos.
l') Los forjados relicular¿s

80 x 80 cm. El c-je de ó5 x 80 no tiene razón cle ser y no admi-


tc ¡ustificación técnica de tipo alguno, salv<.r cn aqucllas obras
r¡r re sistern;i ti(. a rnerl te J)re$enten luces modr-¡ladas armónica-
mente diferentes, difíciles de encontrar en la práctica y quc puc-
cien re<¡urrir rlrl refr¡crz.o nrayor en una dirccción frcntc a Ia otra.

I c^aErox RFrcUf,tR .,a"ttr*a" ***¡¡ngo


iL- to." forj¿dos E€Eicuh!.r coxsox(¿al:{,/!o)

RESULTmoS I

l- Ei$$'.'cq r..9!'rq ¡nt 9j-Cj:¡9 eñt€res pBlg c¡eSilggg-gr


l,r- c¡rict.erirticas qeoEétricas y dtñens.Lonáies'... :
cuRPo f,E a.r.slllNr Pié?a que Ee dpoyará scbre foé eñrofr¡doc
prevics, pa¡i quc en grupos de cu¿tro seáñ €ncajadós pot
\¡na Fi(.:¡ de --\po JoíSIrERETE.
-L¡iloc ct¡aCrsi..s de 8001800 u y dlturas d.: ItO , ¡30 Y
11I M , .rrr un ¿nchr pórd los nelvr.rs dc !0o u.
Ple:a quc ae colocnrá en La Parte suPe¡ior, ¡br¿_
SO¡{BP,F.RET!:
zándó ¿ :!üLfo ecquinas do las prezas t¡po CUEFPo cAsEtox.
- l,ádcs trusdrddcs de 70Oa7O0 u y altura de 80 E.
Fig.'3.27. l.orjados reticulares con casetones de policsLirc- FÓRJ¡¡.] 9.ETICL:L¡R PEFI¡IM :
no en construcción. liei:cul.rs o distnnci.:! nnlrc.jje9: AOO U.
-¡.rc5o dc ncrviof¡. ,.,.,.. | ¡,0O s.
.¡rros .l€ forjado...: f,oo , 2ao y 22o D.
3.2- Resrstenci¡.! ld coopresión..,..: 533 tgf.
La capa de compresión mínima recomendable para estos foria- 1.i- ¡es:s.-€.:ir r l¡ tlexrón. 55 tgl. -
j.+A- Arihere¡rir ¡l yeso de enlucir..: O,6 k9/q:
dos es dc 4 cm, frente a los 3 cm que pernr¡ten los dc hormi- l.ib- al horsrgóñ, ,,1 lElc)¿
^diérenc:¡
3.5- C¡¡qj Fun'-ü¡l ñ¡xina ¡dhisible a sr¡spender
gón tradicional. Aunque la nuev¡i EHE, al nc¡ hacer distincioncs .lcl:f!'ho, ñDdiante balancin estandárd...: 2a hgf.

sobre los aligeramientos, uniformiza la capa de cornpresión in- B¡


L1 Direc:or Té€ilico
dependientementc dc éstos a 5 cm, lo cual no es r.rzonablc. Sitr
embargo, los ensayos que hernos rcalizado sobre un c<.rtijr.tnto
de ocho placas a rotura, ponen de nranifiesto que capas de com- a l¿
{c)üsrvaEenee
presión de 3 cm presentan un comportantiento mecánico es- en lá; cóndici¿.es
d-cuFento
pléndido, sea cual sea el bloque aligcrantc empleado.
Generalitat de ,:l:1te urya
El espesor geométrico total del entrepiso se incrententa cn 3 crl, Adscril al Deparlament d'lndústria i Energia
debido a la placa base de poliestireno quc llcva incorporado el
sistema. Lo anterior puede originar conflictos urb¡lnísticos al Fig. ?.2fi. (-ar¡c'-eri:.',ir.rs l.sic¡s dcl casetón de pt-rliestirertt-r para c.l ctrtrt-je
incrementarse la volumetría dcl cdificio' t¡ásico c]e fiO x 80 rrrr

AV:0,03. superficie. N" dc forj;rdos


Clorrscrcntes cle la ciesverrt;ria rcsistcntc del bloque de trolies-
El coste de los aligcramierttos de poliesttrenc-r frcnte a ltls case- Lireno frente.:l hornrigtin. l¿r casa comercial FOREL, tal vez l¿i nr.ls
tones de hormigón resulta más carcl. Su¡rotrit--rrclt-r err princi¡lio clesl¿rc¡icla clt'l st-c-tt¡r en este carnpo, ha lanzado al merc¿rclo el e/tr
un análisis simplista de costcs; es clecir, ace¡ltatrclo igualclad de B0 x 80 con ncrvrc)s cle I 2 crn de espesor y Lln redondeo supe-
costes en todos los demás parámctros, el ernpleo de los case- riol que mejor.r el comportarrriento resisterrte del foqado hacién-
tones de poliestircno puetle su¡loner un etlc¿ICcimiento del dolo n.lry parer ickr ¿rl de casetoncs rccr.t¡^-rables. T¿rllbiétl pretende
metro cuadrado dc una cstructura de viviencl¿rs elttre Lln 4 y 57" sustituir cl apovo dc- l¿is armaduras infer¡ores t)or calzos dc hor-
dcl prccio total de la misma acabada. migón, elinrinandqr así los puntos negros de ataque al fuego y po-
El sisl-errr¿r se preserrta ert el Lrrerc¿rclo con Lln cntrc-cic cle sibles incnlsta(:iones de las barras err los rnisnlos, cuando éstos
ó5 x B0 crn, que tierxle a desaparecer, y el clásicc-r t-:stárrdar dc son dcl ¡'lro¡'rio ¡rolic:tircno cle i;rs piez;rs.
Los forjatlos reticulures

Para los forjaclos de bañeras recu¡rcr;ibles, el límite podríamos [l forjaclo reticular aclrlite, c¡eftarilentc, una distribución capri_
establecerlo en no sobrepasar ZA25 y cn los de caseLón pcrclicio, chosa cle los ¡rilares. y cs FJor ello que puecle resultar el forjaclo pre,
en no sobrepasar los 2A20 por nervio, siempre torn¿lnclo corno fericlo dc c¡ertos árquitectos que acuder.r a él sistemáticanrente
base los esfuerzos de flcxión positiva, puesto quc para alojar las trorquc les facilita el diseño de las vivicndas, obviando olímpica-
arnladuras dc flexión negativa contan.los corr los arrr¡rlios espacios rnentc Ia ¡-rrc.rblerláticit cle encajar una cstrLlctura razonabie y com-
que nos proporciona la anchura cle los nervios en su patiblc con las clistribuciones.
tr)artc superior.

LOS criterios anteriores, que refleian exclusivanlente Llna pro_


Alrora bicn, una clistribución ca¡lrichosa cie pilares engendra
blemática límite constructiva y de recubrimientos (le anllaclur¡¡s esh¡r:rzos cie ficxión sobre ellos y, consc:cuentemcnte, un coste
bajo un punto de vista resistente y no cle deforrn¿lciorres, ¡roclrían adicional cle ¿¡rnradr.rras, quc podría cvitarse con u.a ubicación
quedar formulados por las siguientes expresiones: nlodulacla v luces conrpensadas alrededor de los misnros.

L¿ cjistribución más correcta cle pilares es la quc resulta de for-


mar una rnall¿r l() nrás cuadrada ¡rosible, con luces que difieran
Inenos de I nl. Los soportes conviene quc se encuentren retran,
qucados con relaci<in ¡¡ los bordes del orden de I m como mÍni-
F.R. DECASETONES PERDTDOS
Je_ roOS + i400 11=q.L:,.e mo, 1,5 nt fnrct iuces cle 6 nr podría ser lo ¡deal.
l2ó2o p<>r ncrvios de fJexiórr ¡rositiva' lU -:fltlS + lTOtl tl - q Ll .e
FR DF, CASETONES RECUPERABLES
U-4005 ---¡2I 50 I I =r¡ t.2.e f-- '- - l-'!
12425 por nervlos de flexión positivat B-5005 --+2600H=cl .Ll .e

Siendo'
H: c.lnto del fonado e¡r rn
c. Lntreele de l()s rieryios en [r
q: (:arga totalcn kl\/m) carac[crísLica lsin ilr.r\(-rr.]rt
L: Luz. d¡sl.ancia enúe pilares
l;ltrl¿r -J 2

Evidentemente, las fórmulas expuesta5 pcmitcn cntrar con trcs


variables y obtener la cuarta, aunque se hayan pclrsado para de-
ternri¡rar la luz límitc aclrnisiLrle para un canto, carga y errtreeje d:rdo, 51 L<7 t1l 0,8 - l < L' 31,5 - 2 nl
por cuestioncs puramcntc constructivas y al rnitrgen cie Ias dcfor- L: Luz crltrc pilares, I .': l.t.¡z de los voladizos
maciones que ¡;udieran presentarse en los loriaclos.
Fip..3 4i) f)r::int)r,rción tc'órica idc¿l dc pilarcs <:n rrn fr.:riacJo reti(:u¡.1r.
Por otra parte, re$r.rlt;r clilícil clc c¡rc()ntrlr en el nrerc¡rc-lo case
t().es cle ¿¡l¡gcrant¡erl[o pcrclicJos cle;tltr¡ra superi()r;.1 los 30 c:tl,
lieconoccrnos v acJrlitin.los c¡ue lo ide¿rl no siempre es posi_
lo cual limita las lt¡ces máximas de esta tipoiogía ;r Jcls 9_ l0 rn; y
blc, y solares compleios con garaies cn sól.anos hacen imposible
siempre supeditándolas a ras cargas de servicio, deformacionei
la distribución estructural más idónea, y es cn esros casos, enrre
admisibles y distribución de pilares que posea la cstmctura. otros ¡luch<¡s, <:u;lnde ¡'lrede acr.rdirse al forjado reticular resol-
vierrcjo cc)n su \"ersatilicjacl distribuciones difíciles, pero nun(¿t
En alguna ocasión límite, hemos proye.ctado zonas localiza-
como patente cle corso de mrllos proycctistas.
das de forjados reticulares que superaban las luces anteriores
supcrponicndo do¡,; fik::; de ce setones perclido:: cle lrc-rrnrig<irr, al h <jlsLritlLlción teóric¿¡ iqieal apenas cngcnclra flexión err los pi-
canzando un canto total dc 50 crn, fonnado por 22 + 22 + ó cnt. larcs, y en ell¿ se er)cuentra la placa cn nragníficas corrdiciones para
resistir el ¡rurrzonamicnto que suponen sus apoyos pur'ltuales.
De la forma última mencionada es posible :!uF)er;rr zon¿is pL¡n-
tuales de luces fucrtes en una cstructura sin nccesidarj cje canlbiar
Al rn;rrgr,r.t cle l¿s consideraciones rcsistenLes. que pueden in-
cl casetón aligerante ernpleado co¡] carácter gcrl€rcll en l¿l ¡nislna. vaiiciar ci foriacio rct¡crllar si no se pucclerI alojar las ant.lacluras el.l
Ios nervios, l.¡s luc:es rnáxinras vendrán fijadas en la mayoría cJe los
Sin imos a los casos extrcmos, las luces ¿clecu¿rdas ¡rara cl for-
j;rdo reticr-rlar oscilan alrecleclor de los ó + I m. casos por co¡rsic.lc:r¡cio¡res cje dcfor¡nabilidad; cs clecir, por un pro-
[¡lt-.rn¿¡ cle flt:ctras ]' n(f l')()r ¡.rroblcnras resistct.ttes.
L¡ máxima economíii se consigue con luces clc 5 ó 6 nr y los
pilares de borde retranqueados 1,5 nl; cs clec¡r, con volacJizr>s uni- k¡ introclLrcción lent¿:, pero crecicnte, del pretensacjo ll _situ cn
la eclilicaciórr ¡luecle .rnttr)l¡ar el rango cJe luccs tracliciorralmcntc
formes en todo el perímetro de la estnLctura.
Los Iorjados relírulares

7,2.2. Geometría y tamaño de los pilares Sustituir los pilares de hormigón por pilares metálicos no re-
sulta aconsejable salvo, Iógicamente, que la estructura se proyecte
las toda ella con perfiles de acero' El coste de un pilar metálico de oer-
LOS pilareS SOn, pgr excelencia, los soportes verticales de
estructuras y, por consiguiente, son lo. *¡*itou iiles rQlyencionales viene a triplicar el coste deL¡¡pilarde¡Onnt'
'urponrubt., gÓn amrado Por otra parte' los riesgos de pandeo' si bien pueden
de la estabilidad de las mismas. Los colapsos esLructurales más
t.l".i;;;;;;.;. ü; afectar a ¿rtlbas tipologías de pilares' sort nrás propios de los so-
notables casi siempre comienzan por fallos
pott"t metálicos que de los de hormigón'
pilares; y por ello se les debe prestar un, ,,.n.iJn muy
"rp..iri lndependientemente de lo que diga la teoría, no conocemos
A pesar de que nos hacemos cargo, incluso no existiendo mu-
caso alguno cle patologías debidas al pandeo en estructuras de
ros de carga, de que los pilares son los elementos más perturba-
hormigón, ni iocal ni globalmente, por esbeltas que éstas sean.
dores de la funcionalidad de los edificios, queremos llamar la
atención sobre la tendencia de algunos proyectistas a reducirlos Por otra parte, la unión de los pilares metálicos a las placas de
de tamaño y ocultarlos en los lugares más inverosÍmiles,
propi- hormigón, sean éstas del tipo que sean, resulta ciertamente pro-
ciando patologías de todo tipo, al no comprender
que el proble- blemáiica, y es muy clifícil simular dicha uniÓn cn un nrodelo ma-
general' los
ma tiene mucho más que ver con deficientes planteamientos temático p.r, ,r-, análisis mediante el ordenador' En
cálculo debetr tener la opción dc deiar al proyectis-
desde el origen del proyecto que de los pilares en sí mismos' programas dc
unión de los pi-
iu .ifoA"t introclucir un coeficiente que simule la
la estructura y' al fi- para que' según como
Proyectar un edificio al margen total de üres'a las vigas o a los foriados reticulares
n"t,üia de encajarla como sea, puede ser uno de los eiercicios * ái*n" v án=rruyo la unión, se proponga' por elemplo' un ceroy
uno a la locura' por la fOl pur las articulaciones, un
uno (l) para los empotramientos
;;;l;;t* más rápidamente empuien a
plantean en cualquier edifi- (0,5) si se intuye que no es ni una cosa ni otra y
cantidad de condicionantes que se un uuto, mitacl
el edificio po- anterior variará los
si pueda tener un comportamiento intermedio' Lo
cio por sencillo que parezca ser' Y no hab]emos' y los pilares y el pro-
;;;; e"i"i. "" su sótano y unos baios comerciales de cierto momentos de empotramiento entre el for¡ado
los foriados pla- proporcionará esfuerzos más acordes con la rea-
con
ñ;i y"t¿ pretende resolver la estructura grama de cálculo
;;;;i";igrsacusadas: [á estructura resultante será tosca y lidad construida.
cara, al estar condicionados los cantos
de los foriados por las aleiada posible
L.aubicación de los pilares debe estar lo más
lul", .l"uua"s que demandan las plantas baias y sótanos. de las tuberías de serviio J"ttinudut al
transporte de aguas lim-
que poseen.v las condensaciones que se
Por consiguiente, es norma de buena
práctica acudir a modu- ñ;;;;;t Las tugas
las r"néionudut tuberías provocan un ambiente
proyecto y oroducen sobre
laciones básicas que recoian las líneas maestras del il;.iri''il;;"" n."t n problenras.de corrosión en las
por prioridades' tratando de aiustar- ""einanclo la vida útilde los edificios' El
iás .on¿¡clon"nt"i báticos ;;";;;;;;t ies de los io"unot de
de la tipología estructural que
se a las exigencias fundamentales se acentúa si los soportes son metálicos'
froblema
t" f,, puntá¿o emplear por economía y por la tecnología dispo' sean del tipo que
.inf. é" .f lugar donde se va a construir' acorde con
el carácter EI problema de la corrosión en los soportes'
la nueva
,""n, L, uno de los principales problemas a resolver en
y naturaleza del edificio. a plantearse' por
Álorofi. cie la caljdad y durabilidad que comienza
a incidir sobre los il;; de la edificación'
Si las fuerzas laterales que pueden llegar ciefta generaúd,d, el contexto
hipotético sismo' tienen "n
eaiftciot, derivadas del viento o de un
configurado a
;;; ;.t soportadas por un entramado estructural
que cuanto rrravor sea el
il;" J;;ó"icos, no debemos olvidar
su respuesta resistente'
número áe pitares que posean meior será

sobre todo frente al viento'

[,osmomentosflectores,loscortantesylasdeformaciones
en proporción inversa a su
horizOntales en los pilares decrecen
esta regla tan sencilla' de
número: Téngase siempre presente
ignoramos con excesiva ale-
sentido común, que muchas veces
un diseno arquitectónico mal interpretado'
árl"
""-"."t'4"
de que los pilares deberían
En general, somos de la opinión
proyectarse .on .,itJJo d"'u'tudos mínimos' aprovechando
"l c¡ue
!ile*¡*o la capacidad de resistir las compresiones
tun"" mucho más económica que las ar-
;;;;i;;ieón de Fio ? 44 problcmárica que generan a largo plazo
pil'lres
maduras. .r,l úu'onrao ubicarJas ¡laralelartrentc a los
Los lorjados reliculares

previo de mucho más conveniente y deseable acudir a sistemas de arrios-


Como criterio de proyecto para un predimensionado ptle'
pilares puedcn emplearsc las fórmulas qr'te se ad- tramiento cspecíficos para rcsistir cl viento o el sismo' como
la secciórt de los similares y/o pantallas
del nrundo' dad<'l que se inva- den ser las cruces cle 5an Andrés o formaS
iuntan, pero con toclas las rescrvas dc trormigórt. Resrllta sulnamente complicado y costoso
materia'
iidan cuanto el sistema estructural produce momcll[os metálic¿ls, y si se proyectan
"n cuando liz¿¡r nucjós rígidos en las estructuras
Las fórmulas propuestas son conservacloras
para las así, cleben siernpre en taller, unicndo los pilares en obra
,"ulir.r."
'*óo*r"t.
lcls pilares trabaian a compresiótl centrada' sin flexioncs'
en la mitacl dc su altr¡ra.
plantas habitualmcnte empleadas en la edificación'
"firt* "*t"
I-¿sfórmulasdcpredimensionamientoqueseproponcnpara
c¡te
los soportes metál¡cos proporciottan el árca clel pcrfil mcl'iilico
dcl pRoNTuARlo dis¡roniblc, preferi. 9.2.2.2. Pilares de hormigón
¿eueú elegirse inicialmente
gamas
blemente áentro de las gamas HEB ó 2 UPN' de¡ando las
Existen multitucl de variables que influyen y condicionan
la
HEA y HEM para los edificios singulares'
geometría de los sopclrtes de hormigón arm¡¡do'
a) Aceros de límite elástico I 2ó0 MPa (2Ó00 kp/cm2)
en
De entracla, cl tamaño míninto se fiia desde siempre
de los mismos
25 x25 cm; ! si se pretende obviar el pandeo local
,N-
¡(crnt)=ü (N. en kN) y los efectr-ri cle segunclo ordcn, su esbeltez mecánica ha
de ser
inferior a 35 (l < :t5), qlle equivalc aproximadanlent'e a una esbel-
tez gcottte-rtric¿i del orden dc 10,
A(cm2)=# (N, en t)
n
= (raclio clc giro)=
I un3ftz
b.h -
b) Aceros de límite elástico I 3ó0 MPa (3Ó00 kp/crr2) ^ +{ A 3,5

longitucl de Pandeo'
A(cm2):# (N, cn kN) 1,., es lar

totrlar com<-r longrtud de


Resulta muy práclico cn la edificaciÓtr
complicaciones aña-
pandeo la altura entre planLas' sin mayores
"N.
A(cm2)=ñ (N. en t) didas.

1. 135 (Esbeltez mecánica)


siendo,

N., Axil de servicio caractcrístico


lsin m¿yorarl ¡,=|=3'5t=3,5¡,
.i,;;i:.l" strpeficianrlo áreas de car¡1a dt'l pl'tn-tr ¡.s < lO (Esbcltcz geométrica)
y multiplicándolas.por el númerc)
de arqttitectura
que graviten sobre el pilar
of.i .t a que' para tl::T:
a" que no superen
¡, i"c¡On de acero en cm2 del Pilar Todo k.l anterior equivalc pilares infe-
proyectar secciones de
los tres nrctros, no crebemos pandeo local
riores a 30 x 30
p'*ilttáemos olvidarnos del
t* ''
que 1a esbeltez rnecánica
c) Se retomienda en las Normas 200,para acotar los pro- sin riesgtls.
de los pilares t"0"" elvalor con
"" pandeo Es clecir' l' = lo/i
< 200 las limitaciones arlteriores
Si qrrerernos complementar
'
blernas ¿"¡unil-Jtl io t-'t't"nttión de pilares con unas cuan-
siendo lo la lorrgitud
¿' p.oldlo: unos critr,--ric'rs l'rasados t--" nyuon para un primcr
di-
1t'i-i,:;:*?i;
lntct ¿rrmaduras:'ñil;;Jt
;; ;ñt de la sc'cción del Pilar
puede'ff;;;t; l; lonetud de pande<-: igua I a
tías baias cle
rn"nriono¿o el Proceso
siguientc:
ricios, gravita sobre cada pilar
la altura del Pilar' o cle influencia que
Sh obtiene-' la supcrficie
n'Oo para un pri- (S) en nl2
como va.lores 11f Lolll¿lrse como de la
Tómense los resultados por netro cuacjraclo sin mayorar
mer cálculo, y en modo;ñ; lc,t ntismos oodrán
de
. Sc calcr-tl¿l la carga total
p'ov*till;;": pueden c¿rer tanto ctel lado
.l ¡rlarrta ltll
ctefinitivos
nrultiplicancio la su¡lerficie por lzr
i. t"g"tiá"J"niomt' cl" la itrsegurid;:d' . 5e ot¡ti€:nt' el 'rxil de servicio
(n) quc graviten sobre el
pilar
ha- ite planta'
suÍlanlcnte cosroso tratar de carga y por el núrnero
Finalrrrente, decir que resulta
corl ut'l nrecanistlro tipo ¡>ór- (N.--5'cl 'tt)
cer frcntc a los empuies hoüontales
;udos ríg,idos), y¿t (tue resulta
r.l¿ndv
r¡co (a base cre pirares
Its lor¡ados reliculares

Con los casetones de aligeramiento dc policstircno las cosas [l ancho y fonna de los nervios quc sc obticnen empleando ca-
no suceden así, debiéndose tener espccial cuidado en la disposi- setones de aligcramicnto recuperables son sensiblemente de ma-
ción de las armaduras sobre las paredes latcralcs de los nervios yor entidad qr.re los obtenidos con los casetones de hormigón,
que son blandas, pudiéndose qucdar las mismas sin recubrimien- incluso cc¡ntando con la incorporaciórr de sus ¡tarecles a los rnis-
to y, por tanto, sin los anclajcs ncccsarios y las adhcrcncias adc- mos. Si se usan casetones de poliestireno, la geometría del nervio
cuadas para que puedan trabalar correctanlente a plena potencia. resultante será la estricta comercial de l0 ó I 2 cnr, sin que sea po-
sible contar con nacla rnás, salvo que se corten los casetones y se
En general, el espesor de los nervios debe cstablecerse de for- ensanchen, l'luscando soluciones sinrilares a las que refleia la fi-
ma tal que resistan los cortantes que los solicitan, sin que sca lle- gura 11.54.
cesario tener que reforzarlos con armaduras en fc¡nna clc cstribos
o barras inclinadas a 45". los estribos, entre otros inconvenien-
tes, resultan difícilmente constn¡ibles.

El volumen mayor dc los foriados rcticulares quc se proyectan


en nuestro país se construyen con newios de ancho l0 cm sin ar-
maduras de cortante, mostrando un bucn comportallliento a la
flexión y al cortante en los edificios de viviendas, para las cargas
que habitualrnentc se emplean etr las mismas: PP * 2 + 2 kN/nr2
(PP + 200 + 200 kp/m2)

Cuando los foriados debcn soportar cargas rnuy clcvadas' iar-


dincría, materiales alm¿¡ce¡r¿rtrles, t.ráficr¡ pesado, ctc., resr¡lta obli- Fig. )' -54 . Nervios ensanchaclos rctir¿¡rt<lo bloc¡tres cle alige'
gado resolver los cortantes ensanchando los ncrvios en l¿¡s zortas ra¡nicnlo ¡r<lr ¡lrrltrlenras de cort¡dtlra.
próximas a los ábacos, si por economía y sencillez construc[iva se
qr.riere prescindir de las armaduras de cortante.
A continuación, reproducirnos por su indudable interés para el
proyecl-o, las gec'rrtrettrías y secciones de los casetones recupcra-
la solución más cómoda para ello es retirar algunos bloctrues bles y ncruios nrás enrblern¿iticos y representativos dc la industria
de los casetones de aligeramiento, con lo cual los nervios podrían española en la constn¡cción de esta tipología de foriados reticu-
pasar a tener un ancho aproximado de 33 cnr sin necesidad de al- lares, si consigl¡e rTlant(-rrcrsc frente a las ilógicas exigencias que
terar la modulación general de los nervios etr cl resto de la ¡rl;rca. pluntea en l¡r ¿rr:tualidad la Nomra del Fuego.

sEcctoN CUBETA DE 20 CM DE ALTURA


A-A

sEccloN
B-B

;t'l "l
l

Fig. 13.55
Los foriados reticulares

La práctica nos dice que los ábacos suelen superar sus medidas Para voladizos que no superen el metro, es aconseiable llevar
teóricas en la mayoría de los casos por exigencias geométricas de el ábaco hasta el extremo del vuelo; y siempre es recomendable
modulación y replanteo de las piezas, ya que éstas poseen unos cubrir con el ábaco la mitad de la zona volada.
valores fiios que hemos visto que pueden variar de unos sistemas En la Fig. 3.ó3 se establecen los criterios que a nuestro luicio de-
a otros, pero que nos obligan siempre, a tener que tnodular con las ben tenerse presente en el diseño geométrico de los ábacos volados.
cotas superiores por seg¡rridad y por consiguiente, el tamaño de los
ábacos puede alcanzar valores que superen al teórico en 27,35 y No obstante todo lo dicho, el proyectista debe observar con
70 cm, si nos deiamos guiar por el tamaño de las piezas aligeran- atención el plano de nervios y ábacos, y experimentar visualmente
tes más empleadas en España. que todo guarda armonía,

Luces descompensadas pueden originar ábacos descompen-


Los ábacos de mayor tamaño se producen en los forjados re-
sados que en modo alguno son admisibles, pese a quedar cubier-
ticulares con casetones recuperables, dado que éstos presentan
una mayor rigidez en su modulación pese a existir los semi-case-
tos por el O,l5 L ello le obligará a ensanchar el tamaño de los
mismos para que guarden proporciones acordes con una lógica
tones, también recuperables, que tratan de paliar el problema
constructiva .v estructural en el conjunto general de la planta.
cuando estéticamente el proyectista autoriza sll uso.
Cuando las luces y cargas de cálcuio sean elevadas, bien sea
Por las investigaciones realizadas en obra y a efectos del cu- de forma generalizada o localizadas puntualmente dentro de una
bicaie del hormigón que puede entrar en una placa reticular, reco- estructura, puede resultar muy interesante resaltar y acusar los
mcndamos se tome para los ábacos un valor re¿li rnedio esperado ábacos baio el pl:no del foriado reticular, sin tener necesariamente
en obra en torno a 0, l8 L, que aumentar globalmente el canto total de la placa. También, baio
un punto de vista estético, los techos de casetones recuperables
Cuando el pilar es de borde y la placa vuela al exterior desde
pueden resaltarse visualmente descolgando arquitectónicamente
los mismos, ya no se encuentra en los manuales una definición
los ábacos.
precisa del tamaño de los ábacos.
En nr¡estra opinión, no existe un criterio obietivo para fiiar el
El proyectista debe ser generoso en estos casos por seguridad,
descuelgue de los ábacos, ya que éste puede determinarse y cal-
y considerar la regla de compensación que nosotros venimos apli-
cularse por criterios estructurales para resistir los esfuerzos de
cando en nuestras obras con buenos resultados.
flexión negativa y de punzonamiento; y si se acusan por conside-
compensación consiste cn dar al ábaco la mis-
L¿ regla de Ia raciones estéticas, será el proyectista quien decida sobre el asunto
ma dirnensión por la parte interior que por la parte del voladizo, sin otras consicleraciones añadidas.

, Vuclo
--J--J l

A7 o.SV B) o.15 L

Fic. 3 ó3 Criterios de diserio de los ábacos volados

Fig. 3.ó4. Áb¿cos resaltaclos Posible


critelio orienlalivo pará fijar el resalto
Todo lo anterior debe cumplirse si queremos tratar a un forja- cCuáles son y dónde se encuentran las razones obietivas que
do reticular como losa maciza a efectos de cálcuio; pero si no que' permitan penalizar los reticulares frente a los prefabricados unidi-
remos hacerlo: iDebemos cumplirlo también? cPor qué la EHE no reccionales?
expresa claramente lo que prétende como lo hace el EC-2, para que
puedan interpretarse sus especificaciOneS correctamente? éPor Al rnargen de las consideraciones anteriores, solamente en
qué no distingue la EHE los aligeramientos recuperables de los aquellos casos donde se establezca un control rígido y se exijan
perdidos como lo hace el EC-2? ¿Y qué decir de los forjados de separadores y calzos de manera estricta rompiendo hábitos y cos-
casetones aligerantes de poliestireno? tumbres constructivas muy anaigadas en nuestro país, es posible
proyectar capas de compresión que superen los
En nuestra opinión, todos los forlados reticulares que no lle- 3 6 4 cm sin producir recubrimientos anormales sobre las arma-
ven incorporados bloques perdidos de honnigón, deben proyec- duras de flexión negativa,
tarse de forma estándar con una capa de compresión de 5 cm
pese a los sobrecostos que ello implica en los mismos, Los sistemas constructivos que habitualmente se siguen en la
eiecución de los forjados reticulares, que se quiera o no deben te-
éPor qué debemos proyectarlos con t cm? Sencillamente, nerse presentes por los proyectistas cuando no impliquen riesgos
porque de forma experimental hemos podido constatar en un para las estructuras y simplifiquen la construcción de las mismas,
número impoftante de obras que, cuando el espesor de la capa de se basan en apoyar las armaduras negativas en el plano superior
compresión es de 3 cm, existe la probabilidad de que se produz- de los bloques aligerantes en el melor de los casos, siendo lo más
can roturas y perforaciones en la bóvedas de los aligeramientos. frecuente que se suspendan dentro de las canales que configuran
Pero si la capa de compresión es de 5 cm, tenga o no tenga malla los nervios del forlado. Ello se hace así para impedir que, cuando
horizontal de reparto el foriado, los riesgos de rotura desaparecen, se viefta el hormigón sobre la placa, se desplacen las armaduras
incluso en foíados desnudos destinados a aparcamientos. fuera de su lugar y los obreros tropiecen contra las mismas.

Si por cualquier circunstancia hubiese que proyectar sobre las Teniendo presente lo expuesto, proyectar capas de compresión
bañeras recuperables capas de compresión mínimas de 3 cm, re- que superen los 3 ó 4 cm conlleva un riesgo muy elevado de pro-
sulta obligado disponer un mallazo horizontal o colocar un pavi- ducir excesos de recubrimientos y, por consiguiente, producir una
mento adicional sobre el foriado. reducción de los brazos mecánicos resistentes entre un l0 y un
20 o/o, sin que dicha reducción se haya previsto en el cálculo.
No parece descabellado pensar que los redactores de la nor-
ma española EHE han legislado los 5 cm de capa de compresión Justificar capas de compresión elevadas por una cuestión de
mínima pensando en las losas aligeradas con bañeras recupera' recubrimientos, sería razonable si los reticulares los armáramos
bles, y olvidándose de que existen los foriados reticulares con ca- con armaduras distribuidas en la capa de compresión, pero en Es-
setones de aligeramiento perdidos de hormigón, cosa que no hace paña las armaduras negativas se encuentran colocadas en la línea
el Eurocódigo. de los nervios y pueden tener todo el recubrimiento que se desee.

Cabe la posibilidad de interpretar Ia norma española conside- Tan solo con armaduras negativas resistentes en forma de ma-
rando que los 2 cm que normalmente tiene la tabla de los caseto- llazo, pueden justificarse capas de compresión mayores o iguales
nes aligerantes de hormigón se incorporen a una capa de a 5 cm (Véase el Capítulo relativo a la construcción de los foria-
compresión de 3 cm y resulten los preceptivos 5 cm que se esti- dos reticulares y sus detalles constructivos).
pulan para la misma.
Con el objeto de demostrar gáficamente lo dicho, adiuntamos
Por otra parte, si los forlados de tipo unidireccional están un amplio reportaie fotogáfico representativo de un coniunto de
funcionando perfectamente con capas de compresión de 4 cm obras investigadas al azar, donde pueden apreciarse los aspectos
(EF-9ó), iugando las mismas un papel estructural considerable- constructivos mencionados, aunque más adelante se expondrá
mente maybr que el que cabe esperar que tengan en los fodados ampliamente todo lo relacionado con la construcción de los for-
que pro- jados reticulares.
reticulares debido al reparto transversal tan espléndido
porcionan los newios cruzados, no disponibles en los foriados
de tipo alguno para que
unidireccionales, no eúste razón obietiva
reticulares frente
l. nu.u. EHE penalice el diseño de los foiados
de compresión'
a los fo4ados planos unidireccionales en la capa
y en
cuando mecánicamente resultan por su hiperestaticidad
meiores'
igualdad de condiciones, estructuralmente
Los foriado: rclitnlares (rl

Conro resutttcn firral debe r¡r'tctl.rr [).rLel lle, c¡uc: l;r ca¡-ra de cotr- NOTA: I',lo oÉi::tartlc todo lo dicho, estc Lcma ha ocasionado tanlos pro-

prcsión en los foriados rcticulares cort bloqLles pclrcliclos no debe blunas q d¡s(t{-i¡rrtlirs p(rs}nal{is al aulor rcn l}s \rganism\s de c|ntrol, que
superar nllnca los 314 cn pesc a lo legisl.rclo err la EHE, evitándo- le han intpúitlt) e¡er(er stt cle.recho de proqecttsta, baio el amparo del Artí-
nos así problcnras irltleccsarios. Tétig;rst:r prcserlte qLlc para qLle tulo l" tlc 1a EHE t¡rlru¿-clo plr las clmpanías de seguro, t1 se ha visto o(tli-
un¿¡ sección cn T de Lrn foriado, coristrtlicla coll url ltormigórr de qatlo rt rcnunci¡r a stt criterio q, en clnlra de su voluntad, a tener que

l¿¡: 25 MPa, sevea oblil:¡doA tcncrtlue nrovilizar utra tabia cle pr¡Ue(t(1r of¡[iatttldntente los forjados reticulares c¡n una capa de compresión
compresión rruryor rJe 1l cm para resj-r: r un Irrorrlertto flcctor las míninu dt J tnt, a sdbiendas d( que cu(tndo n0 lo hacía no había tenido pro-
arrrr¿lclr¡ras r¡ue clel'le llevar el nen'io l-¡rn cle ser por lc: rncrtos clc blenas tle ttpc't t¡l(iuut'¡ u no había hecho sastar ni un solo euro a las men-
2 0 25 cle B-400-S. rionadas c¿rn¡r¿iiiúis, Iras millones de metros (uüdradls cakulados g
construidls. Decirnos, c\mo se nos dice ,

que eslamls díxulíendo un aspeclo de


la eslruclura irrelet'ante resulta, hasta
o,s5 iT 80.3=3400Kp
(340 KN) cierto punto, lustifkado eclnómicamen-
te, pero perverso conceptualmente.

= 2025 de B-400S
lia.3.76. Eqrrilibrio nráximo a flcxión clc r¡n rreriic-r de for¡adcl reticular movilrz¿ncJo pl€..rr;,fr(:'rr:i-' L.in;r ca¡ra rlc
cornpresiórr de 3 cnr.

Y ¡rara que no qLle(le clucla algurui cleJ colr'r¡rort;rrnielrto cle las


capas dc cc:mpresión de 3 cm, ac.ljr¡nt¿nros lrna ml,testra represell- 3.2.E. Vigas (zunchos) de bordes y de huecos
tat¡va cle los ensayos que hemos rcalizaclo. apoftando la Fi¡.3.77.
La placa de la figura. sin rnall¿izr-r de reparto clc nirrgún tipo, sólcr Fc¡rm¿lnclo panc de las placas nervaclas cxisten elr sus peíme-
disponía iongitudinalmente cle 2Ql2 por nervio como armaduras tros y borclca¡rclo los iruecos unas vigas, también llarladas zun-
de tlexión positiva, uno b¡en anclado y otro cleficientenrente íjn- chos cn Es¡r;;n;r, rle irnportancia capital en los mccanismos
clado; con un 012 superior e inlcrior en los nen¡ios transversales. rcsislcnles de las nrisnlas.

Por clr:sgracra, los zrinclr<-rs, rrornralnrente ernfrebicl<¡s en los


espesores cle ias placas y rara vcz acusados baio las mismas, si-
gr.ren sin sc.:r Lrr; c-rt'¡icto claro dc la atcnción cle los tratadistas y có-
digos cspi:ci.iliz¿iclos, lr¿lsta el ptttrto de no existir unos criterios
rr)ínimos v es¡:ccíficos que permitan su diseño y cálculo clc fon¡a
aislacla y' siniplific;rda, salvo los recog¡dos por J. Calavera en Espa-
ñ¿r Lr¿irtierrclo clel cócligo ACI-318.

Hast¿ l¿ apariciórr cn cl mercado de las estructuras de los mo'


clenlos protlrar,¡as cie círlculo espac¡ales, el anáiisis dc los zunchos
de trorcit: sc i-rací.:i, v tocl¿lvía se sigtle haciendo considerablemen-
te, lrr¿rncto cie c:rjtc:rjos prácticos ntuy simplcs fruto de la experien-
cia que caid;r ¡lro¡'ectista posea sobre los lnismos.

En estc tr.iba jo, ntás adelante, tratarerlos dc analizarlos y apor-


tar alguna luz sobre los nlismos. En este apartado solo qucremos
fig.3.77. Ensayo a rotu¡a dc una pl;ca :'e::cll.i: r.'\.jcárrrte, 2000). destacar la urport;il-rcia que poseen los zunchos (vigasl cle borcle
por l:.rs funciones rlLrt- realizan:
En la placa ensayada, llegamos a :lcclir utr¿r clefornlación de . Enl.rz.in ', al¿¡n la ¡llaca perimetr¡rlrrlerlLc a los pilares.
ó5 cm para una luz entreapoyos de 4 30 rl. sjn cletectar patolo- . Refucrzan los át¡¿rcos nrejorando el empotramicnto cJe lir ¡lla-
gías de ningún tipo en la c;rpa de conrpresiÓn r sin ilegara con- ca err los r.¡ilares.
seguir que se despcgara la misnra de ios caselones de . Soport¿n de fornla directa los cerramientos perirnetrales de
aligeramiento que eran de hormigón. fachacl;r
En la escasa literatura técnica disporrible, se recornienda que Lo quc se expone a continuación, baio su aparente sinrplici-
cl ancho de los zunchos de borde coincida con el canto dcl forja: clad, responde a una profunda investigación realizada en textos de
do delque forman parte. reconocido prestigio y sobre todo, al seguimiento y análisis del
con]portamiento <ie un considerable número de obras resueltas
La realidad constructiva induce a que cualquier recornendación
con foriados reticulares, básiqamentc destinados a soportar vivien-
que se haga en fijar el tamaño para las vigas o zunchos de bordes
das convencionales. Antes de entrar cn el campo obieto funda-
sea peligrosa, dada la enorme casuística que presentan los mis- mental de nr¡estro trabaio, los foriados reticulares, vamos a fiiar en
mos en las estructuras que se construyen con esta tipología de ¡rrirner lugar los criterios que se vienen aplicando en la elección cle
foriados. Nosotros, como proyectistas de este tipo estntctural, re- los cantos dc los forjados de losas tnacizas, en las cuales nues-
comendamos estandarizar una base general para los zurlchos etl tra experiencia es lirnitada pLresto que su uso ha sido irrelevante
torno a 21 630 cm, y resolver de forma específica y concreta los en España, al nrenos durante el Siglo XX.
vanos singulares con zunchos particulanzados: Es una forma có-
moda de simplificar y unifonnizar al máximo los cletalles corlstruc- A lo largo de la historia de esta tipología estructural, y todavía
tivos y replanteos en la obra, en los tierr¡:os presentes, la elección de los cantos de los foria-
dos sin vigas se reduce a criterios muy práclicos y sencillos, ba-
[,n los foriados reticularcs destinados a vivicnclas, qLre ticncrr sados e¡r fiiar los mismos como una fracciÓn de las luces máxinras,
que soportar tabiquerías muy frágilcs soportanclo las defomlacio-
alredeclor clc L'30, debido a la cnorme dificultad que supone el
nes verticalcs, indeperrdientemente del cartt-o quc sc adopte para
cálculo de las flechas a cofto y largo plazo.
ellos, cuando sus luces superen los ó ó 7 m, resulta nluy recomen-
dable en las medianerías descolgar los zunchos (vigas) de borcle, La mayoría de los tratados y códigos, conscienles de las im-
embebiéndolos en los cerramientos perimetrales, aleiando así los precisiones que supone el análisis de las deformaciones instan-
riesgos de las fisuraciones etr las tabiquerías por flechas diferidas.
táneas y cliferidas, incluso en sencillos clcmentos lineales, acaban
Oueremos llamar la atención de ac¡.rellos arquitectos qr're al recomendando a los proyectistas que filen el canto de la placa se-
gún estas reglas y así podrán obviar el cálculo de las deformacio'
proyectar los huecos de escalcras y ascensores, rodcatn slts bor-
r1e5.
des de tal cantidad de huecos para las instalaciones' que olvidan
finalmente que todo el coniunto, para que tuncione, debc ser so- Sin embargo, rcsulta obligado advertir ya, que algunas de las
portado; y para lo cual, no bastan los l0- l 5 cm quc suelen dcjar recomenclaciot'les qt¡e estableceil los códigos relacionados con la
para introducir los zunchos resistentes. El problema se acentúa elección cle los cantos de los foriaclos se muestran inadecuadas
cuando al llegar a la cubierta es necesario, y pc)r desgracia casi y peligrosas, es¡:ccialrrrente en cl ámbito de la cdificación, ante la
siempre lo es, el tcner que apoyar la sala de máquinas cie los as- rnarrificsta fragilicJad de las tabiquerías que se apoyan sobre los
censorcs y la caseta que la cubre en nluretas de carga que apoyan misnlos, 1'la problemátic¿r clerivada de las transntisiones de cargas
en zunchos, cuyo atormentado esfuerzo acaba rnanifestártdose etr c¡ue a través cie cllas se inducen de unas plantas a otras, en fun-
fisuras. ción de los ritmos cot'lstructivos.

En el amplio montaie fotográfico de la Fig. 3.78 se adivina dón- En los conlietlzos de los entrepisos dc losas macizas, con
de suelen disporrerse los zunchos en los foriados reticularcs, y el ábacos y c;r¡:iteles, el canto genérico de la placa respondía al si-
aspecto que suelen presentar en nuestras obras, guiente critcrio:

tt=!?5
?.2.9. El canto en los foriados sin vigas
Cualrclo clcsapirrecian los ábacos y la losa maciza descansaba
Por su importancia y trascendencia, henios deiado para el fi- únicamente sobrc ca¡titeles, el criterio era más conservador'
nal de este extenso apartado 3.2 dedicado a las georrtetrías, di- L
H>
mensiones y características de los foriados sin vigas, la discusiórr 32
y elección de sus cantos. Estimamos que rcsulta del rnáxitno in-
terés aceftar en la elección de los cantos, )ia que de ello depencle Si l¿ losa maciz¿t se convertía en un foriado rcticular, pero se
el éxito o el fracaso del comportamiento estructural cle las placas lrranteníarr los capiteles coll una attchura c, el cartLo del foriado se
frente a los estados límite últimos de defomiabilidad cstablecidos fijaba en functón de Ia carga siguiendo curvas parecidas a las
por las normativas vigentes, y los demandados por las tabiquerías, cje la Fig. 13.79, qr-re conducían a espcsores en los foriados alige-
que son bas[ante más exigentcs que los est¿trleciclos err irlgutras raclos mr-r¡' corlscrvaclores cualldo el tamaño de capitel era redu-
de las Normas más conocidas. cido.
No obstante, los critcrios básic<¡s filados en la Fig. 3.80 se rna-
tizan y se interpretan haciendo interven¡r la prcsenc:ia o no dc vi-
gas acusadas en las placas.

Así, podenros encontrarnos también cr-raclros dc referencia


corno el s¡guiente:
-1
Lnsa maciza plana: H>-!- _-t
:JO

Losa maciza plana con vigas en borcles: ¡ 2 t-


-t'-
33

Losa maciza con ábacos acu-dos, ¡1¡ !


eo
rO
ó €q
/x
3')
ó.
:
L
l¡¡sa lnaciza con ábacos y vigas ert borcies: ¡1 2 E
?6 c
E
El empleo de aceros de bario li'mite el¿istico 1t1400 S) nrc-¡ora cl o
o
comportamiento de las piezas de hormigón armado en general y o.
6 (ñt
I
UJ
dc los foriados en particular frente a las dcfomracioncs; ¡>or lo cual,
los valorcs de referencia que se denvan de los critcrios menciona-
dos podrían afinarse todavía más cn torno a un l0 %.

Una reflcxión ¡tara aquellos proyect¡st¿s que se ¿lcercan a es-


tas tipologías est.rucLurales sin la cxperiencia suficiente.

L¡¡s diseír<¡s y la filosofía constructiva anrericana tiencn algu-


nas particularidades pro¡rias que la difererrcian dc la euro¡.rea, quc
pueden inducir a gravcs errores en la elección de los es¡ esorcs de
los foriados.

Los cantos de los forjados s¡n vigas, elegidos con los cri-
tcrios americanos, resultan cn general rrtuy escas()s y no son zo
(6)
de aplicación en los edificios de vivienda europcos, si sc lcs Claro más largo tr, Pies (m)
obliga a tener que soportar tabic¡uerías dc naturalcza frágil,
como sucede habitualrnente en España. Fig. 3.8L Es¡resort:s rrrírrillros ¡rara losas rnacizas basados en el reglamcnto
ACI-3 I8. (L¿ zorr¿ ray;lJa se refiere a losas apoyadas perirnetralmente).
L,os cantos de las losas americanas están pensados para edi-
ficios comcrclales. alnl¿¡cenes, ap¿lrcanricrrtos y e-clificios de gran
altura, dorrde las losas puentcan entre grandes vigas de canto y se
encuentran frecuenternente prctcnsadas con telrdones no adhe-
rentes; al margen de que sus tabiquerías se enc:rrentran (:onst.rui-
das con rnateriales prefabricados: r¡r¿rcleras, cartones, plírsLicos,
ctc; cn gcncral, matcrialcs dc cscasa fragilidad o

F 015
Extrapolar los criterios americanos sin ntás, al ánlbito de la
t
construcció¡r espairola, co¡no han venido h¿rciencic-r l¿rs nc-rrrn¿rs D I ú o lo

y, en algr-rnos aspectos, la actual norma EHE, al recorlenclar para


las losas macizéls un canto mínimo dc L32, resulta ten'rerario y pe-
ligroso.

A continuación resLrmimos la filosofía amcric¿rn;r en Ia elecciótl Lonqitud dcl clil0 0rr rrdr,rrj /

de los espesorcs de las losas macizas en los gráficos dc las Fig 3..c2 ,.úrbito de aplicar:icin de las placas rn¿ciz¿s lFlat pldt,¿l
Figs.3.8l ,3.82y3.83.
de utra pldca rctict:lar Autrqtret'rataremoscleanalizarycuantificarlainfluenciadealgu-
res quc intervienen en la elecciÓn clel cantt-r modelos estructu-
y la ausencia de patolo- nos cle los par:rnretros rnenciotraclos resolviendo
plana para garantizar su comportamiento ya se adivinan las considerables
rales, nc¡Le$namcrlte sirnplificados,
gías indirectas son: de un foriado re-
clificultacles c¡tre lleva con'sigo la fijación dcl canto
que las Nonnas traten de rc-
Luces entre Pilares. ii.utat y se conlprencle perfectanretrte
' obviando el cálculo de las
r Luces de voladizos.
rop.iáf rr*Ulenra cle forma simplista,
de du-
delornraciones cn el foriado, ctlyos resultados son siempre
. Distribuciones regulares o irregulares de los so¡lortes' closa fiabiliciad
. NatUraleZa del edifiCi<.¡: MvierrclaS. aparcanrielrtos, travc$ it'l-
y cre-
dustriales, etc, Nt¡estra iriexpericncia iniclal con los foriados reticulares'
y*n¿o ii"gonl"n,* la bonclad de las normas oficiales' nos hizo
. Cargas gravitatorias a soportar' "nobr¿ts con foriados reticltlares bas'índonos en
Lutta ntes
. Empuies horizontales a terler presente'
i',rny".tor.
el criterio cle: H > u2tt, criterio que dcsgraciadat.I.lcnte
pcrsiste y
. Naturaleza de las piezas aligerantes' se mantiene en la nueva Norma EHE; originándonos
serios
. Tamaño de los Pilares. quebr:lcleros cle cat¡eza debido a l;:s fisuraciones que nos apare"
. Crados cJe empotramiento de las placlrs en bordes' .iun .n las tabic¡rrt:rías dc los edificios cle viviendas err las plantas
ba jas.
. presencia regular o irregular cle huecos y patios intcriores
de la
perforando los forjados. Balo ningrin collcepto pueclc adnlitirse la recomcndación
. pilarcs dispuestos cn los perírrretros <l ligerarllcnte rctr¿ln- nnr'',.',i .-'rp,,ii.la lH ) U28) en el proyecl' cJe forlad's reticularc's
queados hacia el interior. cleslinacios a vivjenclas. Tan solo para foriados muy modulados'
podría
.Geometríasrcgularesoirrcgularesenlasfachaciasconen. cargas inferiores a los 4 kN/m2 y eclificios sin tabiquerías,
canLo de un foriado reticular basado erl
trantes Y salientcs. a."*ptrrr" la clección clel

. semeianIe criterio.
Naturaleza de las tabiqucrías.
. Naturaleza de los acabados de fachada: L¿drillos cara vista' No obstanle, la prc.rpia EHE en su artículo 50, rclativo al cálculo
monocapas, etc. clc l¿rs cjefomr¿iciQnes y con la excusa cle cvitar la problernática ta-
. Calidad del hormigón. rea cle tcner clut-- calcr.rlar las flechas, subsana el criterio de
H>ll2Scxpuesto en el artículo 5Ó y recomienda otros, recogirlos
' Tipo de acero.
cn la tabla adiunta 3,5, <¡ue en ntrestra opinión resultan exccsiva-
. Ritmos constructivos rápidos o lentos
nrente pcnclulirres y conservadores, al estar referidos a cantos úti-
. Construcción de las tabiquerías y acabados de forrna ascen- les (d : H - r) y no a cantos totales-
dente o descendente.

Elemenlos Elemenlos
Sistema estrudur¿tl luerternenle armedos débilm€nte armados
(pe A/b6d=0,0121 (p = Aolfud= 0,0Oa)

VigE s¡mplemente apoyada. Losa uni o


t¡¡clireccional oimpl€mente apoyada 14 20

Vloa continuat €n un exlremo. Losq uni'


O¡Écc¡onal conünuat'e en un solo lado 18 24

Vroa conünuat en ambqs exlremos. Losa


unlfireccional @ntinua r'2 20 30

R€,cuadros exteriores y de esquina en losa


sobre apoyos aislados3 f6 22

B€cuadros inieriores en losa sobre apoyos


aislados3 17 25

Voladizo 6 I
, Un axl¡grno se coñ3dera oontrnuo s¡ Gl mom€ñto coftegpondiente es
igual o sup€rior ál &5 -"/o dol morncolo de erlpo'
rariaolo
Pofledo.
, En ¡osarñ¡Oroccronahs, las gsbollocos dgdae 9o rolioren a la luz m€nor'
t Ei iáüi iOrelpoyot aasladoc (9iler6s), las esb€lteces dadas se rolioron a la Iu¿ mavor.

Tabla 3.5. C¿rrtos útilcr recr.rrrrenclaclos si st-: clesea r-rlrviar la ctlmprul.r';citStt de las flcchas scgítn LHE
Los forjados reliculares

. Segun el libro de l. Montoya, Meseguer v lvlorán: "EI segwdtl grupo de solucíones aparece como alternaliva a Ia losa, con
un canto liqttranente naulr, que alivia la zona alrededor del soporte, pero
ó00
---z9Llll aligerando tle peso el resto de Ia superficie; en definitiva ese es el reto del for-
25 25
iado, sumínistrar suficiente resistencia e indeformación sin pesar demasíado,
. Seeún EC-2 y elcódigo modelo del CEB-FIP-9O reto que amhtt dat:lo lugar al forjado brdíreccional, cruzado o sin vigas como
Iambién se le cletrcnina.
!rnr! En esta solLtr:io n amplias zonas de vano en ambas direcciones se encuen-
22 J2
tran alveoladtts de forma que sólo una fracción entre el quinto y el d&ímo es
27 >H>19 cm macizo en lodo el canto, denominándose los nervios de dicho foriado. La so-
Iución de lorjado truiado no reproduce con absoluta fidelidad el comporta'
Dado que el hormigón de las placas está poco solicitado, el
miento otyutirlireccitual de Ia losa macizalt), Ia lalta de rigidez a torsión
canto se aproxima más a l9 que a 27 cm. correspondienle tt la flcxión que a7arenta, por la que el modelo de compor'
. Según los gráficos de PF. Peña llr'lóxicol resultarían los si- tanttento es nrrís ¿rl de un emparrillado de vigas que el de una auténtica losa.
guientes cantos: Desde ptrnttt de vista que ahora nos ocupa, el de los foriados planos' esta
el
luego se verá
alternatíta¿s lo¿i¿tt'i¿¡ costosa q además pesada' Es más, como
- Si la luz mayor se encuentra en un vano interior con ó x ó: a un foriado con'
no rcnlplrta ntrquna venta¡a de canto o armadura frente
q uniformemente re-
vencional pero plarto, pard slportar una carga canstante
o'4=0,0ó + H=3ocm un
6 'for¡ado
*
partida nial la hipótcsis estiindar de un foriado de viviendas.Donde
de soportar cargas
cruzado rcnrpite con ventuias es en la capacidad
'^liu¡t* den
- Si la luz mayor se encuentra erl Lln val'lo cxtrelllo con n ntás o.utctttunente luertes cargas locales cambiantes, aun cuando
6x6: wta equi"aIenle reparlida moderada.
EI forjado cu:ado, o sin vigas, se usa sobre todo en edificios públios' es-
H:35cm
¿lc.; en lls casos de viviendas es todavía una slución
cos'
colais, diport¡tr-s,
- Si el vano extremo es de 5 x 5: io,io ,orn'pt¡*dtt ¿e y relativamente pesada'" (Curso de foiados
elecución
armados. CO,Ar\'1 I. Luis de Migurll.
91=o,og H=23cm
5
= Veamos la segunda oPinión:
,,EI solución estructural menos
. Segun el gráfico de E Méndez (Méxicol el carlto podría variar fonado sttbre apoaos aisladOs Supone un6
las placas, si excepluamos el menor peso propio que conlleva'
entre 2l y 36 cm, tomando un valor medio' podría consicle- ventajosa t4ue

rarse un canto de 28 ó 29 cm. De hecho, h


cantidad de armadura necesaria para un foriado reticular es
análoga a la de los foiados unidireccionales para un mismo unto, e incluso
. En nuestra opinión el canto mínimo debería ser de a la de |as placas.
27 ó 28 cm y el máximo de 30 cm, al tratarse de un edificio
Con Ia solutión de loriado reticulado, armado en dos direcciones, s ob'
de viviendas, Si fuese un aparcamiento, podría resolverse
tiene un mayor grado de rigidez, una magor nnlinuidad de la ntructura res-
con 25 cm.
pecto a sislenas unidireccionales de fonados.
los
Eslo se debe a que los rearridos horizontales involucran sistemáticamenle
a más elementos, y aquellos son más directos; existe una respuesta continua
3.3. Criterios de proyecto: Ventaias e y homogénea det foriado frente a la componente de.la solicitacíón, momento
inconvenientes de los foriados reticulares flector, en conlraste con las soluciones unidireccionales del foiado'
Lo anlenor nos ileva a un comportamiento frente a las aceionn honzon-
Como sucede con casi todo, los forjados reticulares poseen tales más ventaioso para los foqados reticulares.
partidarios y detractores, y tanto los unos como los otros aducen
sus argumentos basados en su experiencia particular con los mis- Nimísmo, el comportamiento de los foriados reticulares es íavorable con
pun-
mos y, [a mayor parte de las veces, sin un conocimiento profun- relación a losforiados con vigas ldescolgadas o no), respecto a las cnrgas
que el reparto de estas es más directo g en todas las direcciones".
do sobre la cuestión. Es curioso cómo lo anterior puede tuales ya
que (Cuno de foriados annados. COAM l.I¿ónPaniagua)'
constatarse incluso dentro de una misma publicación, de la
reproclucimos una opinión de actitud negativa y otra positiva so-
Evidentemente, ningun foriado tipo plano para luces inferiores
bre el foriado reticular. puede competir es-
a los ó ó 7 m, ya sea reticular o unidireccional,

clc hc'rrrnigórr' para qL¡e


cre i cm, o 4 cnr.si se t¡enen bloquc::: aligeralltes f:erdidc¡s
,l ****n el Ec-2 basta disponer una capa de compresión dc cálculo
puedan consiierarse como losas macizas ¿ efectos
Ios reticulares que se construyen en España
Los forjados rel¡illarcs

tructuralmellte hablando con la losa maciza de hormigón, salvo en No obstantc, con todas las precauciones del mundo y a falta
prccio; siempre y cuando no cambien las condicioncs actuales dcl de datos más precisos, se recomienda que la flecha activa, en tér-
mercado de las estructuras. En este punto parecc que todos es- nrinos relaLivos a l.r longitud del vano quc se comprucba, sea me-
tanlos dc acuerdo; sin embargo, los sistcmas constnlctivos qllc se nor o igual a L/400 L.n todo caso. datos existentes en la
siguen casi dc forma rutinaria en las distintas regiones de nues- bibliografía, obtenicios dc casos reales de patología, indican que
para evitar problemas de fisuraciÓn en las tabiquerías la flecha ac-
tra geografía por la presencia de tal o cual casa de estructuras o
toriados, hacen posiblc que surian las opiniortes distintas, nc¡ tiv¡¡ debe manlertersc por debaio de I cm.
siempre exentas de interescs aienos a los puramente técnicos,
l;ls luces que etl el presente se maneian en la edificación es-
sobre los foriaclos cle tipo unidirecciottal y reticular' clue'sorr los patiola gettéricamen[e rondan los ó * O.) m, y se están resolvien-
presentcs actualmente de fonna mayoritaria cn la constnlcción dc
do tanto en r.lniclirecclonal como en reticular con cantos idénticos
nuestros edificios. Trataremos de exponer, sin ánir¡to de agotar ci
en tomo a 27-30 cnl
tema, algunas consideraciones de tipo general quc, iunto a las opi-
niones reproducidas, per¡nitan en fase dc proyecto valorar ¡' de- Por encinra ic los 7 nr., el campo del proyecto de las estructu-
cidir sobre el uso del foriado reticular como altemativa al for¡ado ras de edificacit-in con fo:'iacios pianos frertenece a los reticulares,
uniclireccional. al no tener pr.ic::can'eri'-c lin'irt¿ción la altura de las piezas alige-
rantes disponib.e-- . Po:'que -¿demás' en estos casos- las vigas
Pasadayalaépocaerrlacualloscciificiosposeíanltlccsde y re-
planas alcanza:r i¿:r.'.il¡s üJe 5e aleian del concepto de viga
quedanclo rcfle-
4 metros y las iácenas descolgaban de las placas sulta probiemát:cu- ,-:tcol-il.ar en el mercado bovedillas aligerantes
jadas en los techos, hemos cntrado en la época dondc imperan'
uniclireccic.rrales ie al',;r¿ :]ar..or ¿ los 24-2ó cm'
por desgracia para las estructuras, los techos planos y las luces
elevadai. Actualmente, las cstructuras de los edificios norntales, Las estruc:ur¿s cor, iorrado reticular pesan más y, por consi-
básicamente están dividas en dos gandes bloqucs: guiente. ertc¿recer. tos soportes ¡ las cimentaciones delorden de
. urr I ¿ un l0\r 1r' ter.ei:tcl-. que añadir, que presentan otra desven-
Estructuras de vigueta y bovedilla con jácenas planas
taia con relación a i.is tradicionales: la necesidad de encofrar toda
. Estructuras con forjado reticular. la planta dura:ue Sr-; (orLstrlicción. L¿s instalaciones eléctricas ho-
rizorrtales qLre ''¿:-r u.or ios tc'chos. tienen una solución ligeramen-
Ambos tipos de cstructura, por el sistema constnlctivo clc aca- te más clelicacl¡i v t:n poco más costosa en los foriados reticulares,
bar los cerramientos de abaio hacia arriba y por la exccsiv¿r flexi- al ser la capii clc !'eso (llre las cubre de nrayor espesor' recornen-
bilidad de los forlados, están originando problemas de dándose el uso cle vainas planas para los cables'
dcfonnabilidad clevada y rotura de tabiquerías
t.os eclificic.¡s rt:suieltos con forlados reticulares exigen un me-
No obstantcJpesc-a-sucEly-como hemos visto
en el alat ior estr.rclio en los proyectos de las instalacio¡es
verticales' dado
qrre los huc'cos tto previstos no se abrerl tan fácilmente como
rorrl-
Ladg-anteriaLtasNgrmasf iiaaea¡lss mí!-irlrs-exsesivaglents-ba' por eso algu-
=¡"r po*, : tou!.g.t* pia'rtJ" utras bovcclillas )/' aL¡rrquc [)¿rez'c¡:r ¡¡q¡c'ítrle
Á"-bt-tel¡ Eula.es.-.tr l'cs t i.*i * f: tipo de foriado y su opinión
nos nralos provectistas ú.ry.n d. este
I

ilrü*._frrel¡prsblsn*!,rcairelll:rql-ad¿
-- _ r ^¡ - ¡ ,|*
- Z
^t, d
^ do ra rr l¿elec Ql-
¡ r r. o n se rva e c i
sobre los rrtisnlos rio debe ser tenida en
cuenta'
"ti
la opinión de aquéllos
Tanpoco clebc' ser tenida en cuenta
il¡vss-Fodue-i"-ndleratrsusslevaao$'sqt-Qlla-ltoblema ne-
que, deiconocienclo los métodos de cálculo y la experiencia
cesa¡a para resoherlos, critican este tipo de foriado'
' Baio el punto de vista cle que los forlados rcticulares
pesan
Los foflaclos rericulares requieretl más atención
y su cálculo c-s
es aconseiable proycctar- y viguetas' pero esto no
.¿"qu" los foriados unidireccionales' más compleio que los basados en vigas
l1o al l07o' aun-
los con unos cantos ligeramente superlores cn L(rr debe ser nlotivo dc rechazo.
al consewadurismo tal vez excesivtl
que en la actualidad, áebido
los calttos que se
Frente a estos ittconvcnielltes tlrencionados'
tlttos reales: Ma-
i" lo, proy"atistas de foriados unidireccionales'
de e¡rcofrado; y otros
mayores a los adoptados yores cantos, I'11¿)'or peso nlayor consumo
maneian son bastante similares, incluso más compleio;
y cálculo
en los reticulares. i'.,i.'or, llteior dcilnición de los proyectos
unas considera-
no ."¡" dr-rcla qtre ios foriados ieticulares tienen
blcs VCtluri.r:; LlL¡c lo5 hitcen ttrtty cotrr¡retitivos
Conelobletodefacilitarysinrplitictrrloscírlc:r-rlosdelproyec-
de las placas' cl ¿rtrtor rec:o-
to .ii.r't"i".ián a los deformaciones mayores luces y sobrecargas
dc ios cantos' Los foqados reticul¿rres sopoftan
ilüt G;e adoptcn sus criterios en la elecciónlas prescripciones qu.lá, iirOi.iorr,rlcs. tos álst'ibuciones de pilares resultan
más li-
según
evitándose así la mayoría de las veces' qtte de tabiquería puedelr cambiarse a volun-
de la EHE expuestas en el art' 500 Estadoltmite tleDeformacítjn' üi., 1l tos dislribuciones

sea necesario calcular las flechas en las


mismas' tacl sin temor a rotlrras en los aligeramientos'
Los forjados retiulares 73

Existe mayor flexibilidad en los for¡ados rericulares a la hora de bucnos, especialmente cuando Ia esl.ructura veftical frente a
proyectar h uecos, ra mpas, ascensores, -<fr urr ls, instalac iones, etc., los csfuerzos horizonlales se plantea a base de pantallas y
pero iolo! en fase de proyecto. núcleo¡ clc gran rigidez, intercalando entre ellas pilares que
trabaian l¡ásic:amente a esfuerzos verticales.
El foriado reticular permite resolver fácilmente v con seguridad
los voladizos quebrados en las dos direcciones, así como los vue- El pocler analizar es¡racialmente los edificios mencionados
los que se plantean en las esquinas actraflanadas. cr>n losnrodernos prograrnás cJe ordenador lta supucstO rrrr
avar'rce considerable, bajo todos los puntos dc vista, en el
A la luz de las consideraciones antcriores, el forjado reticular diseño y cornpresión dc los mecanismos resistentes de las
permite al proyectista mejorar el fin último v prioritario de toda la cstructur¿s de estos cdificios.
construcción: La funcionalidad de la misma.
El forjado reticular, con slls nervios cruzados or-togonalmen-
Frente a los forjados tradicionales, los forjados reticulares po- te, nlaterializa muchísirno mcjor que el unidireccional el ca-
seen un aislamiento térmico y acústico mejor por su mayor peso ráctcr e hipótesis de diafragma rígido indeformable de los
y compacidad. pisos en sus planos como habitual¡rrente se accpta en los
cálculos de los edificios dc gran altura, uniformizando los
A nuestro iuicio, y experimentalmente, creemos que los forja- desplazamientos y repaft¡endo los csfuerzos de manera di-
dos reticulares pueden aguantar cargas no previstas del orden de recta a las rigideces que posean los elementos que sostie-
un 20% por encima de los forjados de viguetas, a igualdad de pa- nen el edificio.
rámetros de cálculo.
El foriado reticular es el forjado básico que habitualmente
empleamos en el Levante español, resolviendo los edificios
Dado que se encofra toda la planta, la ejecución, ferrallado y
de una gran esbeltez transversal y con alturas variables en,
seguridad del personal en la construcción de los forjados reticu-
tre las l0 y 50 plantas, demostrando un grado de eficacia
lares es superior al unidireccional, que exige caminar incómoda-
frente a los vientos habituales máxinlos de la zona del orden
mente y con precaución sobre las viguetas si no se encofra toda
la planta, cosa que recomendamos hacer pese a que no sea estric-
de los 80- 100 km/h, fuera de toda duda.
tamente necesario. Bajo un punto de vista puramente estético, el foriado reticu-
lar de cubetas recuperables permite, como ya se ha dicho
anteriormente, un aprovechamiento arquitectónico que el
Podríamos resumir lo expuesto hasta aquí en los siguientes
forjado tradicional no puede proporcionar.
términos:
. Para luces inferiores a los 5 metros y pórticos alineados, re-
Bajo el punto de üsta de la promoción, los locales comercia-
les resultantes de las estructuras resueltas con foriado reti-
sulta más económico el foriado tradicional. para luces entre
cular experimentan una mejor venta, al tener espacios más
5 y ó metros compiten económicamente ambos, con venta-
diáfanos y funcionales originados por la ubicación más libre
las para eltradicional si los pórticos están bien alineados y y estratégica de los pilares; aunque muchas veces y, desgra-
con desventajas si existen muchos brochales. para luces
ciadamente para las tabiquerías superiores, la estrategia em-
superiores a los ó metros la balanza comienza a inclinarse
pleada no sea la más ortodoxa y conecta.
sin dudas hacia el foriado reticular.
. Si la estructura debe soportar empujes horizontales, espe-
Finaimente, querernos acabar este apartado transmitiendo la
experiencia recibida de algunos constructores de Alicante y
cialmente si son sísmicos, la estructura idónea es la de ner-
que consideramos de interós; y es que el foriado reticular, a
vios de gran canto 30x50 ó 40x50 entre pilares con una
pesar de su mayor peso, mayor conslrmo de hormigón y en-
placa maciza o aligerada rettcular de un canto menor. Como
cofrado, resulta más económico que el tradicional, si las di-
esta solución no se impondrá hasta que suframos un sismo
ferencias en cuantías de acero por metro cuadrado no
destructivo en España, aconseiamos el foriado reticular fren,
superan los 3 Kp/m2 (30 kN/mr).
te al tradicional de jácenas planas, dado que ata meior la es-
tructura en las dos direcciones y los ábacos poseen una L¿s razones que aducen estos constructores se basan en los
ductilidad mayor que la que presentan unas simples jácenas precios cada vez más altos de las viguetas y en el gÉn avan-
de ó0 u 80x2ó cm en el mejor de los casos. ce que se ha experimentado en la tecnología de los encofra-
dos, que permite, al encofrarse toda la planta, obtener
En los edificios de gan altura, el foriado reticular está mos- mejores rendimientos constructivos en las estructuras con-
trando unas cualidades y comportamientos notablemente cebidas con foiados reticulares.
Ob¡útlcse er l¿r Fiq 4 l,\ cóltr, r,,r-,ri r: . -: 'a:. . . l- i':l rai( l\-r :i i' :rcrglril¡Crr e:l)¿iciO at(lIite(1.(,)t-liCo Col'lse-
int¡,rrrriisiiclr.r (lLlr,¡IIle la col-s:rLtcciótI ir. .' i.: t..- - .:' L"l':L - : ,1.:ltct Ér'l¿, Fi! .1 l(¡ ;r'i¡;,r'ili¡ i lr-,rr-r-
I-)cllll illl ( itilin.il.l( ) \ r: tl :'-.1
!'lllft) t, 'lttelci;-il ar : r:i..r. :: i::,r: .,. rr¡rreLion¿,ntc nrccli¿lltte e I cli,<t'ñr_r cle l¡n
cl(l \'(i coltstl-Lricla ¡rarti.rlntcltte l¿t eil.n.ia:r_,t,, '*, l i L,':. :11,-\:r- i, ii r . . ..,r- (lr'C¡lllO, l)rr.q.¡¡111¡.--if-'cr.i'irrrt' r_t)-
[1.-,''< \ rr.rr" 4r llll, fal)l(i¡lllel rlr \ ¡.'''.': .
r - : ''- ir'l:\"-'¡1lEi i,' .,1 ;¡,¡¡'¡1¡l¡ stlirre irnos ¡)il.rrer lLrlJ,lir tt¡
rerl'.icrrlos. lJn for j.rclo cle los¿r rr¿it ii¡r ' .' ;ir. :- :' .;.1 Él'1li l(ri
ci ,-.-)- .)rriilt¿r't(li) lilt ,.rttL-S{)n,i(lü !lc :.,.. .

Fjq. 4 ló. l-orlarlo cle l-. \t r'' i r,..'- ,,

. ' - ,ar,l¡r tie vigas sr-rlrtr: ¡ril;rrr"' rl¡;¡ i¡c¡--:

l','. f'., .', . r¡, ,.i,: l.i l\li:ic,¡ clc Sevilla L(-)ll!trllicl,ir con
" ar:l . ,.1 -, t/l ,rlr iLc rn tliscñ() ¿trcltlitcctÓui( o ntL¡\' itltc-
r r.,.rl)l(iL¡t r(.'t iCUl¿tr ¿tl)tlllt¡rla(l¿r. lllLl\, ell lilrca
lrig. 4 .I 7. Tccl ., ,:'
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' ..r , :, l)ct .rcio tle la Mrisic¿ cle 5cuill;:L tl()qlr

Ccltl ti l,-';,1 .esllclriL) exptlesto' I'iO (ltlecl¿l lll;1s rerrlecliO


l.i i] :r L]

(le lc'lsas ttelr'a-


(lllt' tiL'].11 ¡j-' r- - , cr'.it) cctlllllo clc l.rs c:strtlctllras
cle losas rrlaci'/'rs (le las
c1:rt e"¡r,:i ;r L=:: ':' ,,.,. t'plo,.u,, !' L'l
l¿ts

Lll,l(: li(r- I ¡': -'- l.


-.''.r¡irr ¡ ])It:SelltcrI llf los llllllple:' ¿ilruIlLes Lltle
Lrrrt
¡1q 1 l8 Ccnlro (ollrtsr!l'i -lt -
80 l¿r lrrrlar.ilrt /"trrridras

estinlamos suficicntes, f)ara tlue pueclan vislunrL¡r¿rrsc las ¡rosi[ri- Frcnte .r iit ngidez cie los esqucnras cstructtitales (le ti¡-ro r-rrri-
lidades que ofrecen. A continuación vamos a iItenI.'tr exf)Oner rlireccional cn los ,,'ol¡idizos. las placas rcticulares con sus ¿itt¡cr.ls
también una panorárnica representativa cle ias los¿¡s relicui¿.ire5 rnu- y ncrvios crlrzaiciot, rt,sLrel,.cn ltrillanter¡ente l.;: e:lllrina: r,'oladas
cho más convencionales, pero iguar rrrente i nt(-tL-salttes, resr¡el las
I (:()n scrclra tranr¡Lriliclld. sil introducir nlngul¿ ¿r'onllaiiclad cn los
con los casetones al¡gerantes disponibles en el mcrcaclo de la procesos constructil.OS iic ia cnalla rFie 4 Iir f

construcción, y que sorr l¿rs quc prcsllmiblenrenre podrc_.nros ¡rro-


ycctar con mucha mayor facilidacl. 7Í
. Si comcnzamos hablando de los edificios corrr.i,'ncirllr¿¡les, en
cllos, el foriado reticular posibilita infinitantente rneior r¡ue los for-
jados de viguetas prelabricadas y los forjados ur-ricllrccc.ct'aies en
gcncrai, cl podcr diseñar y resolver estrLlc[Lir¿lllrrcr,l-r c>¿r- ].,. !.:-
clas complcjas, llenas de entrantes y salientes. ,,Lr.rcj,,:rr,. -r" . :.,-
neos en dos direcciones, chaflanes, etc., donde rr-<;,:¡ r:,,r..-'
menos quc imposible el poder trazar urr sistent.l c]t- i.i]¡: (.¿p:1( i)
de transportar las cargas a los pilares cle tllall'lekl tt¡irinr.¡nrentc cli-
(.-az y solvente.

observando la Fig. 4.21 podelt'los imasin¿r los eslr-rerzos clcl


proyectista tratando de canaliz¿lr las cargas ;i los ¡lil,rrts, y el c¿tos
de arrnaduras cruzadas y supcrptlc:slas que existirá tlr ¿il nteltos
Lres planos en el pilar izquierdo, y la forrna desconocicl¿r cle tr¿¡ba-
iar cle la cstructura con llrazos mcctirlicos clc¡.rclos cirsi corr ¡lle-
na seguridad, al instinLo clc los lerrallist¿rs.

't
x 't
,.t
lf

¿'' F
l., r;1
.i&iFg,Il
ñ

ls

Fig. 4,21 . Esc¡uina de urr eclificit-l cle vivierld.is restlci:'l c¡"


n
uj'i:r'lcirr¿1
Fisl

EI-t
.1 2 ? ll¡',1 l!:i.lr; r¡:l i-lil:e'.

lírrci¡ f(rn
ntonr¿ir'de le Fig.
.¡ ¿,Lrs.-....t1.'
.r dr-lcl.r.,
l(-) arl-rl{'li(-)r.

'1
l1
.!
¡l ¿ci:¿rrs les!;eri¡: iurrl lcri'¡cio :ei:rrll.tt

\iearls() lc)s t)cnllletros (:xl)Liest(l: L-rr el


conde queda patente' sln que hava lugar
rr:t¡rcrsilriliciad de resolierlos dc rtlanera sen-
unidirecciorral.
s¿t¿) corl u¡ i¡ri;,cio i:ic,,tg,:et.ls I'la relatiya corllociicl.ld cotr la qtle
pr,rcrlcrt ia: rcs re Irts üL'Tt tls ioriatios reticr-liare s

. El prole.:trir.r de tlr. !orj.rcltt reticLliar no cletre oh'idar ttunc¡


lo qrrt vcrlnros re¡rilreriilcr il¿ist.r l.r sacicdad, (ltle Iiene en sLls nrd-
nOS ¡l]a pliic;i a1 -:lcr¿(1.1 []r-le, en st¡ ftlrtlla lítrlite prrecle c6t'ryettir-
l¿¡ cn t-ltl¡ l().;r f It¡cl¡;l i rcci¡)trltanlcllle Si ncr st'- olvida 1 :c
lictic
el iotrce¡rlO pO<1rárr sol\Lrlltclrse sittlc'l
sieltt¡)rt- l)re:a"r:c 'rnteriot'
pcso
ciones cstrL.lctu r.iles Lol]lprorIeticlaS, aligera ndo volaclizos de
r:n l.rs los¿. Itrctci¿d: r.Ll¡ntlL) sobrc sección estnlctural !: rccípro-
c¡rnrente, pl¡r'(ien retjrctrse lOs aligerantienlos y ensarlcharse los
ncrviL)s h;¡';1 ;i cr-rn, ettirloi cIl Llll enrp¡lrrilli'rclo cl,: vigas cruzadas
Aul¡err[;rnt]rt las sciCi¡lrc: res¡StL-ntes, Si l'lLl se tiellc sUficierll-C Co¡l
las pc'qLrerias sfcf :Lr:le: irljc llpológc¿llllelrte ofrecen lcls nen'ios
l'ig.4.22. Eslrr¡(ttrira corl¡rleja resueh;: con :: iirri.rri,-r re:icr.rl,l¡ c¡L¡e se confiLt;r.il :r-r .is l.r,ár¿: ret¡ctJl¿res COnVenCiOnales.
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L¿s lori¡¡os ri'licu/¡¡¡s

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Fig 4.34.a. y 4.74.b Zonas voladas susperr(l o¿: :: '-;.: -:-.: .:: :'..,.."a-lf-: -::O'l.e'.'¿ il
-;
t, Én-

ia-- l( )-i¿i'i cie 5ils]rer:-r-


Para construir los tirantes basta nraciz¿¡: i'l'i(i¡ :s: ir-. ¿'
sión y tiro, y ensallchar y reforzar los tr¡r"o: -lc
r:le '----t¡-'J'-'1:r-tr':
quelasallaviesanenfulnciónclelarrlagnir'-rcl
5e proouzcdlr. ,-- ,--,
----,-reir-i)lr'¿CiO) CL\: ,.) ,a i.="tOS
,-tI*l
L|i¿:l '1 --:.--
iilrt' los ál-.¡¡- 'i:r ll.ll)cl estético ell centrc)s ( o!l-rcrci'rie 5
. Hemes tenido ya la ocasión clc exlrtlr'et ¡r:r " t¡l-ri:,i,;r. i .=[1'.]r ..:il
CosaCusaclosenlaedificacióncotrverc]C]l¿'|¿r.tI'|.1]lICSeL]5.jll,
/!¡ill llL'l - at :J ;j los techos se clcian Lon el Lolo: gris
ll' l'citl' resolver si-
pcr
y
balo un punto de vista estructrlral eslétlcLr nalLlrarl r-lei i,.:'r':: '¡':r: :]r'-r :i sc J)intarl clel color cleseacio e1

tuaciones especiales rnuy adecuaclarncnie l)royecLl5L,1


- : - ,-irÉ\ en los tLLilc)> ' lsi-(.)r' r( l i-
piac as :tl'" r-;L¿1IÉ5 LOrr Lr'reI- o L¿ Pilrt'-t', :- -'
En la Fig. 4.35 podemos ver unas
-'-; irteresante reforzando espa-
tes vuelos, resueltos puntualnlenle coll un
:irálllc qL'e sjnlLlla Lln cuiares, f)utiiri -J:' ,' '":i;-
pilar de hormigón, y unos ábacos cstrllctlir¿1'L: '1ci'l5'iclos
qlle que-
cros. .ll l-lll:l - - :'..-':¿rr lll(ltices L-stéticos nluv
darán ocultos baio un falso tccho clplOVCCrlnD.;: :-; - .' -'",i -'- . :-- lluranlente arquilectórlico'
Los f,r¡1¡f¿q ¡ttrlr/¿r¿.i

I -: -.: I I ¿iir,)l_i1l.lClLt Etl


:la :1,:.:.a:ari :rlllig-lOS,
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.:¿: I .: 1, ,.=:-i¡t It:Ol-
,r- :,':l :l: .:ll;:lliiiCiól-t

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lll.1l Lt.i ,: . r:
l-les 4 42 (lc l;1 ((jl]5(r
b [(ljficio
¿l V 'r:'r 'l fl rrr- '
lOvie(lo). L)llstlrvese cl cletilllc cJe lrr-lr l' ''
lnrcle rlt l'ronrrigón l)or tllra irrr¡lor''"' l-' -l ' L L) lri l.::r
rilL¡ l.1l:r l-

Sitt t'nrbargo, (lLlcrclllos llarnat 1¡ '11-Érr( ii'


ii\letltc clel tirr<lo (luc se orlllllr¡ cllt': :

ul;rc;; rle httrlllipótr. Deialrtltr.ll tr',':J'-: - :

cL-lic¿ltlo¡ tlLle r(-qLllerc cl Iitr'lo ¡ I1¡'J ¡¡ r1 ' l' L '

l'li(l'l¡ qtit l,sttcr' r !rr-t ir 1'-( it r ''l


rlO 1.,^.r,liil¡lr É: lrl r-,..¡i 'r I '.T l'. .l -= :

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|.j).:¡l]t-a.l(]!s()i)lelll]V(]'aclI7()rL:llLL¡L.1ll':l:'-.'l
rl¿s;rrr¡,vcc lrarlrl l.L enonlle nlastititl;lri it'tÉ il.i- .,
'r"tLr're lt,l
-l.r:¡,,,1.:l lt- c. I rcr
&,' .-
I ig. 4 4,1 Fl+-;'r l)r¡',.t'rL :¡L cle .A.ir.rt
cluc proycct.rrlros, llor no habcr cuidaclo la rr-r¡c'; ",: :::: i' ., rr ,-.:selilner de (llreol(igl(o jr' l

aligeramiento.
Los lonados rclrculates 87

Los apoyos rJe la placa dcben corrsiclerarse tnecÍttticattlente


COmo ¿lr[iculacioneS, puesto qLle 5U empOtranriertl-c) re-stllta fíSica-
mente imposible.

. Simultáneamcnte cou las cuaiidades estructl¡rüles qrre les ¡ler-


ntiten puentear luces de Cierta impoftancia. los techos rcliculares clcl
Casetones recllperables poseen r.ttr.rs cUalicl.rcies ¿lctistic.rs intere-
s¿ntes, cápc1c€s tle rcsolver l<ls problenra> ric re'"erber;lciottes nr¡is
CorTluncs que pueden presentarse err lO5 t-r<p¿rcjoS ¡lLlblicoS, Ccntros
cívicos y slones dc actos dc pequeña clltid¡cl

Daclo que, ¿rclemás, la estétir:a de la rctic-Lll¿lriti.¡cl resttit¿i agraclar-


ble y hrarata, sienrprc qtle hemos tenido oc¿sitin Ia utrlizamos, y la rc-
comenclamos a los arquitectos para que la inclLlvar'l en sus diseiros,
saLriendo por experiencia, que nunc¿l salclrá de ellt--l Lln resull¿iclo in-
satisfacL<.rrio.

t.jg .1 4ó a i'¡ Sopoftales rnodernos bordeando unas piazas ptiblicas.

Fi¿.4.45.Obsúrvese el rnagnífico rcsr.¡ltado cLrlrlcqj:Li!- tr'r^ el forj¿clo reti-


cuiar integránclose L'll Lln eiiilicio antiguo ciili-di: :-ttt'-' e' rúnel '1 stl
p¿rti(r
central.

Veamos, a partir de la figLrra 4 47, un nlL:L-sl rario tle espacios


¿t¡llCrlorllrc'l'1-
mUy Cliferentes entre sí, reunierrclo ias caractcíslic.1s
cLrll foriaclos reticul¿lres
te mencionaclas y que han sidcl resueltos
con el obieto cle quc puecl;rrr a¡rreciarsc los result¿l-
r".uf"r"Ut"t,
dos y sirvan de ejemplo para futuras aplic'lciones' Fif J li [-,:'.::'¡'il¿ en ull (]etltro (-ívico de Orihueia Alicante'
!r, (tlt.i.: ¡itirlti1r,

'El loria<19 reLicttl¡lr cotll'qt-rc.itlll¿tl cic c.r.,,:''-L : ''|-'',1'ril¡1 i)!''i


.icLrite l¡ntl)ién cle fornr¿t rcL¿iliv¿trl'lerlte silllll.1- :-, :, .i':l"iL ói-r ;r sr.t-
llcrlicics cle (ttn/atllra sclicill¿r, rinclienclo ¡llc .tr ',', ,'le ; tr ¡

¿l r r Le( e(.1{'r'r l() r, c:rr¡ [rlt:tlitico P¡ I ileór-r clLl R¡r-' .',

F:r: -l i -

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Sl,\ll:l:r_ i c

-i' Sil', ¿ .t t't


aIcr)\ al(-Ll'-l¡(lo.', flo erd:l ea1IILt¡li'1tlI:L
flll.L.l¡r l)LIO ic llrLl'.'rl'l \'1.'r r: l'-' - | - . - lr ...: i:,¡r i)llt lrl ltr- :- .; .i>.-
r,,ecl¿i: t ic: t..¡ñórr r t¡ alr lll(
l-:f -!
t¿rl-rclrl rl ,,r:: ¡,,' I

,*#,fi

i:¡g 4 5ó. A¡tlicacicin clel fr.rrj;rrkr rel jt tr ¡r t,, : . l--il-:fllri t'llLl\


os irr( os resislenle:, que sopc)rt.¡n l.r l¡cii r¡1., ,; ,l: l,ll¡ r.n:¡, iO
¡rr'rlrlic o i'¡ Z.r[r¿i (P,;rc].rioz). f(-a)rta':;iir tltl .\', r
'. I I F r L lr ,1
Irirl J 5,9 \1
I.¿s fui¡irirl¡s rflt, tti,tr,'5 ql

ÉstrtlCttlt;r ntctálic.r y fal-


Y sirvan para los arquitcctos los dos cierlt¡rlo: c1r-tc viencn
a ¡fretenClia el ;itOlrileLtO, Sitt ¿tCLtcjir ü tlllcl
scls !e-cllos L¿is sOlilcrÓrr al problr:nta sc plarrtc-ó al elcvar tntlt:ho
y oblencrse cltando se
Contlnuaclón, i1e lo que puede hacerse
nt¿is cle lo i:tcl jnrci.llnletrte el triángulo central' pudióndosc:
la ingenlería y arquitec- ¡rrc'',
produce una estrecha colaboración entre (luc Strspendían cl teCho pla-
itrtr6cfitcir tres iir(:L]s tipCl B6w-Strilrg
iur", uruqra sca en obras de peqr'reño [)rcstrl]ucsto l'ro. qLte.ll p¿:'licionat're c:rt luces
no nl¿lyores de l0 nr' l:t¡do hir-
(L.rse corr Lln tor'¿rdo rt:ticrll¿¡r cle canto 40+5
cnr' clejaindclio visto
que clrredabir
,'.ll.lor^,¡,- el t tl-ltl cjel falso techo' sinlttltáIle-anlelrte
solucion¡cier cl l-rrt-rbletlr¿t clt: l¿r acústic¿r a url
precio ttulo El restll-
cl rnorrlirie cie la figrr;r 4 59
,*1., ,,r..,,r,,,g,-riclo cltrccla l).:itente en
Una lteqticrl;r lglr:sia crr l3eniclonll, estaba inicialrnentc l)royecta-
r-¡na cubric:iót]
tla ct-rtr cL'r(hais ii cl05 ilgLl¿t5 pclls¿lclas tr)ara Soport¿ir
las culrnera Tras va-
convcrrcion¡rl ,, :itisllcrlde'f Lltl falso tccho r'1ue
constrtlicl¿r que se ref leia
ri¡s reltricrnec ,Je lr;,l-,a¡.r surgió la solución
r-n l¿i fl$.:r.i '1 Ó(l
I

ii'- l.'1'r 1'\'r' n:.rirl


Flg 4.)9. Capilla dcl Tatrat<lrio

cle ElcJar, ¡rl;r n ieacia i¡ici¿l


lnletrte ctr
En la Llapilla clel Tan¿rtorio
cle d¡ánul ro rcsr-tir¿rll¿i irrr¡loslblc- 'r
un espacio cilínclrico dc 22 m ¡[) lSiesicr en ljcniclorm {Ali(:antc)
introducir un tec:ho Llásic,l ttrente ¡rlarto cotno
un c:ostc razorlable
92 Los lforiados rPli(ui¡¡r¿s

Dos grandes vigas de sección vanabre ¿¡srnrétric.r!


iongituclin.r-
marcan en er techo er pasirio centrar v'c-l artar
'erte, ck ra lgit-si;r
sirviendo de apoyo principal al techo reticulai pro\
e(:taclcr.

Las vigas descalrsan sobre neoprenos, proclrr¿rrrdo


no irrtrc)cru-
cir momentos en los finos pilares ciríncrricos que sin,er'r
cic sostén
a las nrismas, situados a izquierda y clerccha ciel alt.ir

Lá hábil mezcla cle macizaclos y aligttramic.ntos clegida por


el
arquitecto sobre nuestro planteamicnto estrr.rctural, rrejora sensi-
blementc el aspecto final de tocla la estructura.

Para no interferir el es¡racio ocupado por los fielcs con sopor_


tes, el coro se encuentra parcialmente suspenclido cjel techo.

. El carl¡ro de las grandes luces de


la edific¿citin va henros cli-
cho reitcradarnente que pertenece al campo cle los foriaclos reti-
culares de bañeras recuperables, que desplazan con sus
cualidades estéticas y acúlsticas a las losas alveoli.rres [)reterrsadas,
cuando no se exige ulla gran rapidez al proceso corlstrL¡ctjvo y los
techos pueden encofrarse a una altura razonable.

. L: introducciórr dcl postetrsado en la edific¡cií:n perrrtite at¡-


pliar el campo de los foriados rcticulares ¿i luces \'\¿tIrc)s itt't¡ttltt-
sables con el hormigón armado, anulándose toda o parte cle l.r
problemática originada por las deformaciones.

En el caso de placas reticulares con pretensado no adheren-


te, los cantos puedes elegirse a la baia corr nlavor gc'ncrosidad. I
Fig. 4.ó Te.ltr-s ', :sI.¡s f :1 curlstrucción v acai.a.i.¡s e: el
Colegirr Hernr¿nos \ldris:as .1e ,\licarte de 10-i c:lr cu-
c:¿ntos del orden de U30 a L/4O, cle'pc'ndierrdc-, del resto cle las bricncl¡ Llti €¡Lrcis:q) cie l-1 x IJ rr
circunstancias que ya hemos üsto que pueden inten'errir en la elec-
ción de los cantos, podrían tomarse como valores referenciales a
tener presente en los cstudios previos de enc;rie.

Fig.4.62 Esp¡c1(ls ti. lr(t':'- i cristal destin.rdos a sal.ls.tle rianza L¿s luces
y ios escotos crtril¡ir'.;r-'rd¡t'-!r. etr l¡ordcs olr)igarorl a reforzar la placa con
vigas ¡rlan.rs cru:¡cl¡s .{."e.r .\licante).
J,, tr.lt:.lc.\'r-c.i\ -l'-i ti'- -''l'=: i;]':l-r-
i :i,I r .,: :.liri(':, lllca\ (le ltr! tecllo: t-lL'llllo:':i'1Lc)11eS
. ;'- 1,rl;' r'r1,ii Ira j.t, ltttltÉlrclL) (lLlc i(lllL)l-i¡1i a(lelli¿is
üd
g' 3,l
.r,-- r,)irrÉ 1.,. vt,:1,.t cll-i{-'l-)Érrrlitell lrtil-;t i:' ¿tt lr-l-

ir: ':r :t rt¡ lr ¿iltLai:: sL¡lj.ljille!.


Q,.f'
tr 'a( -.' !

. \o Ltlt-\lirl'lc el ¡;retcnsarJr:) l;r lr\r-: : : l I l,- " ., .:,rr Lill¡ til,=r


a(trr l)lel¿i cic' c ;i'elrlnes clc ;il iger.'i t i r't I ;l ,-l - .L,l'. llr-l\'lt.rt
,, rtt¡l( iitl.{tllÉ11-- r- - :: .
r-rl;,T;r. : : l :l-:. l!' lLLl
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l.ir clLtr i'.t itetlto5 t'islo ettaplic.iLi,rl., : .r'-::l ,t r: lallllilI illale


r"cltL¡' 'rrl.rblr-'ll el'Ic Icls es¡rrici.-t:.. : :- ,' .,.'r:,,-''t.rt 1)il.lttl:
i.,l,rr-i rllr- : Irlinlnli-
arpca(los qtle acortcn Ias luces ell ¿¡s rl iir :'i:
;;¡lrclo los costes finales cle l3 t-5t[tct' '''
f r, l¡ ir-...-r,i J f ,4 !e ()ll'-.a11 :¡ll r.'',1: -. - I. l)r I L lr1! '-l L

Lrn ftiri¿jdo rcticltl¿ir cle Lln¿l I1¿rve ilrclLL,<:l.r -' \., a, , iA taailllc') (lue
rl
lcrt[rn que sol)ofiar ul]os pil¿res fif)cadrri l-',r'r :r :'Cl' ;l l.l LLll.)lef L.l
[ _:, : '
-l l- .i. l.ri .-Jl- \'.,t5 i.L -l:- I 1\ : .l -;:i ¡. .i

nrás ligt-rr¿¡, cle 1¡s oficinas errr Ia lll¿tlll,r ( ir-: 'i


,i (l!r ¡rClcnlii:, p l¿le:; ¡l)t'.r,:l,r'' t.\-:'-,.'r ' r

L,-¡: r'. ' .iÉ'ric,.r¡ r¡Lte 1,;t.tcclc:tr ca)nscguirse t-tltl ¡erlLlcicl-


t,
lli'S (lt- r -. , =-:, 'i:l\LZ Sr cllll('r Éll llltila)l {l- eL Li( l(.r clL(1-

b.rL lrl a\ l'l ,r::i:Llr'.r 4.ó7.


jo: retlctll¡t-
. L)I L,r . _:r_ 'l .rl.' L.r,r-it)l'lr'5 (ltle l)ernljlel-r kl: torlar
Iel. ll.-t,' l :-:r' : r r-;r'i1r.r-i(rl rie ,rrc¡ltiltrL:tóltico, e! la r-1t lltrclet clla'
l)or,ll -.,rt , ... -, aI:tL r.1!. f)1.1lll)r. clc iILlnlill¿iciot"l i i-Ll¡lcos de
V( llT ll,1 - -' ' :i.: :-llr.l'l!i;11 I-rle'all'r''rc .'l'-;r¿i''''' t'r¡iS-
,r- r ir,, io:. e11 L'st;-r(lo llLll() f,ill la c;''¡lil (l'' c(-)lll-
,,,"t" ,1, 1t l l, i :'
r)rrrlól l' - ' . i r',:lti:lli-r, basL¿l t-rlllJllearl llllL)'i (-¡'-el(-)lles
t-. L.¡rl'li 1 ó l0 clll tll¿1vor
(le lo ¡rret't-<to p¿il'r cl
ret-llllcl¡ i- l:: :-

c;lllto tlr l¡, l .'.- ..-, .:r-tc petttritL- rellclr¡rr c1e hctrtrligtin
'\cltl!iv'j-
lllellle ! r- -- -, .--1,'' '',.., L!rllli¿1.'l;iclO tll) dl'll)irlli'cr'-l'l I'r'l'-t tlr-
telvl(lq -ll L i ,: l: . -: ir.i ,1 ó8 V 4 ócl).
[ ,: 1 r-'J \¿'c-'cn Alr-;rv rA] t 'rl tJ ' ( ' :
Los loriatlos rctirulares

,r' ¿a¿l'i3:.:e:-.ic sublerrérect aprovechando el


Fig. 4.70. \/crrIi ¡c:ór: ri('
foriadrt reticul;,r.

En los ecltficios cle: grar altura repetir \lna \/ez más que si la
Fig. 4.67. Techo rctit:ular ac¿bado, ccltr vigas ar'us'rd¡lr
¡c'rrtcl¡¡-
estnl clllra horiz,-rnt¿¡ i tiL.fre i: r.L- >opoft ar esftierzos horizonta les,
dis actuando como reluerzo estrllctural y esrét:(.
cspecialmellt€ si scrf, sísrrliccs. l¿ estructura más idónea es la de
vigas cle gran c¿rt¡.tlr de 40 x t0 ó 40 x ó0 entre pilares' con ulla
placa ntaciz:i o a igcratl.r dc ca;llo nlenor, 1' ps5iblentente panta-
ll¿s r núcleo; cie r,g,dez'.'er:icales.

pérgcr,.r. resrr(ltu¡ elr base "r los l¡ttrltles cle r¡: rclic"l;" c1L'(:¡sei()lles recuper'rblc-'s
Fig. 4. óg y 4,ó9. f¡.rccos para ¡lumitr.lc¡ón v

de introdtrcir
la capa Dado que la soiucióri descrita resulta imposible
Obséwese también en la figura 4 70' como ellnlinancio *"r..ao españcll de las estructuras' quizás debido a que la
reticular piira venti-
clc compresión, sc ha aprovect\aclo el forlado "n "l
peligrosiclacl sísmica es relativamerltc rnoclesta en nuestro
país (el
subte-
lar verticalmente las sucesivas plantas cle un aparcanliclllto en España en los úl-
núnlero cle mLtenos atnbuibles a tenemotos
riáneo, sin perder espacios y sin perder exce:iivamente la el foflado re-
timos 500 años tlo superan los 2000), aconseiamos
cap¿¡cidad rcsistente dc los neruios'
ticular fretite al loriado tradicional de viguetas semi-prefabricadas
y vigas plertras cle clinrensiones mtry modestas, dado que los for-
jados reticulares dotan a las estructuras de mayor rigidez y reS¡S-
terrcia,
Lr)s /()iir{11¡5 r'¡¡tfi{1,¡¡,

lh..t
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FiE 4 7l F.dificios de gran allLrra co :or ¿cir..-- .¡:r.u:.tres nlr.¡vlliz"¡rrclo el r'[.'ct.o ¡ró'::r,:, , r. !'ii]cro ménsttla cc'¡n pantall¿ls verticaies,
Flér,¡.iorn rAlicante).

En el levante español estamos resoh,re¡rdo l¿: estnrcturas de los J)ue(¡eIlclJJIO.qLrldrsC (lrI :iLll<lClolle5 ctlSlclQciS, ellO IIO OeOe 5[]f)O-
edificios de gran altura con foriados reticul¿res y nricro-pantallas, rler qLre prrcclan reallzarse cle fomra indiscrinrinada y alegrre , sin tc-
teniendo en cuenta el efecto pórtico hasta las l8-20 plantas como ner un c(J5r.t tLoiloillrto. ut)45 pcrOroas oe segtifloao Innecesarras
ténnino medio, aunque en los últimos tienipos estanos tencliendo y u na s clef orn',;i ciones diferidas difícilnrente cua ntif icable.
c¿d¿ vez nrás ¿r n<¡ forz¿rr clit-lro rnt-rr-;.lrtilr¡tc-r: i-.r1 L'\r-a(l(j pltro flor
encima de las l5 plantas, comenzarlrlo a inirociucir pantalias auxi- Algurrr-r! eieinr-rlos gráficos nos ayudarán a cl¿lrificar lo que he-
mos pretencliclo tr¿nsn] ¡tir
liares de entidad creciente a medida quc sc super¿rr l¿s I 5 plarrtas.

Cuando los edificios superan clararrcntc las 20 plantas, solc- Las ent;ril¡.clLlras v ias formas de vc¡lar la ¡:larcii reticr.rlar en cl
mos resolverlos con panl-allas verlicales ut-rifornrcs, clrre a efeclos eclificio dc: la figLrra 4 72, no cabe dr-tcl¿¡s clLle no c()ttstitriyr-'r1 tlr')
e¡emplo brillantc clel diseño estructural, agravado ¡ror el hecho dc:
reales absorben prácticamente la totalidad cle 1os empuics hori-
que estétiCanrenie iOS reS!ltados arquitectónrcos no parecen scr
zontales, haciendo trabajar los pilares a cargas gravltatorias casi nlLlV lfltefeldtlLft
exclusivamente.
. N<¡ querentos acabar este a¡.lart';:cJo dr.ll tcJe sc [1.:¡r.l q.:¡f rccic]t.r las al ,rr,r.,,ui" clr:: l¡, figr-lr¡ 4.73 refleiaLln (:orliunto dc obras clrle
pr.reclen cctnsli:r_lir u|i ¡raracligma ile lo que no debetllos diseñ;ir
y
consiclerables posibilidades quc ofrecen los forjados
reticulares'
constrLlir. Acuclir ;¡l fori.-rclt reticular perra resolvcr exclttsiva¡nente
¿ts-
sin acivcrtir que algunas cle clias, las qr-te tienerl clLle vcr con
sll
bien eslí¡r'r ahí y por titnto pect(-rs neg¿rj\.o5 r,lt: lrts cliscños e--structtlrales, y las cieficierrcias
conlportentc cstructural y rcsisterrtc, si
Los lorlados rctít.ularis

Oue un foriado reticular sea capaz de aguantar Io previsto y lo


imprevisto, tal y como demuestra el escaso daño producido por
el contrapcso de horrnigón de una grúa que impactó clcsclt:
l2 rnetros de altura sobre el forjado reticular dc canto 24 t 3 cm
dc la figura 4.76, no quicrc decir que se puedan pcrforar alegre-
mente los ábacos en las caras de los pilares seccionanclo annadu-
ras por deiadez en replantear los huecos dc las baiantcs antes de
hornrigonarlos; o tener que romper un forjado rrrn¡;tnticlo parer in-
lrodur:ir r¡na escalcra que no fuc ¡>revista cuandrl sc realizó el
proyecto; o tener que suspender a pstenori la ca ja de r¡n asccnsor
en el centro del vano de una placa reticular cuando ya cstaba cons-
truida la misma, etc. Diseños y actuacionc's conlo los descritos no
¡ruccJerr conveftirse en norna y, muc]ro r¡lcnos, pueden irrstificar-
se ('r¡Anajo se re¿lizan,

l:ig. 4.77. Per{or.-it:i()ncs ¡rara bajantes previstas y no previstas en


fasc de prcrt'ecto, pcro LrxJas dañando seriantcnte el com¡.nrtanticn-
l() y res¡stenci.r dc Ia placa.

Fig. 4.7ó. Dat'ros lltí¡tilllos err un forlado rctict:l;ir cle (dtlt\'r 24t3 c¡'n
prtxJrrc:iclos ¡x>r el irnpacto del contrapcso dc rna ¡;ni.r clt-'s¡rrendido Fig. 4.7s. Rotura dc un lorjatJo reticular para la introducción dc una
<lesrle rrrr:¡ :¡llr¡r;r <le I 2 rrr- e:c.rlel.r crIr',tl.rtl.r.

Los forjados reticrulares son urros rrra¡¡íficos elementos estrLic- to objcto dcl provccto, de llanlar la atencióu de sus hipotéticos clien-
turalcs t¡rre sirven para casi todo. Sirven para rcsolver LlrI pLlente en tcs; sirven tanririirr f).tra conslruir rina marquesina atirantada en la
r¿mpa quc asciende a un aparcamiento proyertado en el teclto de un entrada de un eciificio clc gran altura destinado a apartarnenlos en
slificio; sirvcn tarlrt¡ién para cubrir eslrctacular e inneces¿lrianrclnte Benidomr y tantb¡én, para ¡rodcr resolver la complcja esquina del edi-
un sirnple lavadero de coclre como el que proyectartlos p¿tra una ga_ ficio dc la figLrra 4.8() ;r cargas gravitatorias; pero lo que no puede
solinera en Elda (Alicante) (Fig.4.79], puesto qrre luego nuestro cliente pedirse es (luc. adenrás, cl forjado de la últinla fi¡¡ura mencic-rnada,
dccidió caprichosarnente colocar unos ceranl¡entos opacos, anulan- se rn¿lntcltg¿r en ¡tit-- sin cl¿irlos, si dcsgraci;rdau.lente se viera solici-
clo la transparenci¿¡ de los cristales previstos en el discrio y el efec- liiclo por una ¿tccitin sísrrric¿r, aunque fuese ésta c1e pequeña enticiad.
l-os lor¡arios rrlitular¿s

Fasc constructiva S*t irln verl¡c.rl tlel etlilicio

'1
i.
:

!l ai
I

Planta ti¡-ro F(rri¡d.) de nisos

r.ables de suspensión perimetrales (Arq.: Lamela; lng. C Ftrnánclc.z Casailo).

Finalizamos aquí, puesto que ya creenlos que coll todo lo ex-


puesto hemos ofrecido una panorámica suficientcrTlente an'lplia y
extensa, de todo lo que puede dar de sí y el ¿llcarrcc que pue(ll- lle-
gar a tener esta tipología estn¡ctural en su acepción rrriis irtnplia
baio el punto de vista de los proyectos.
Los lorjados retículares

5. Análisis y estimación de los consumos de materiales y pesos en las estructuras


resueltas con forjados reticulares
5.1. lntroducción al estudio de cuantías en tal cvahl¿lción ec:oncinrica de la rnisma, con un marggn de enor asu-
las estructuras (estado del arte y nlible. [n la nrencionada estimación suele basarse. en un porcen-
taje altísinc.r cle c:asos, la contratación de la corrstrucción de la
necesidades) esLrLlctura.

Sienclo el proble ma ¡>lanteado conrplejo y, difícil de


doncle resolver,
Aunque no Sean muchas las altcrnativas disponibles por
resulta nluy p<>co auactivo
elcgir el modelo estn¡ctural adecuado
para url eclificio dctemrina- tencmos que añ;rclir c¡tre. aclemás'
términos' estamos
do, sí existen consideraciones previas de tipo técnico que exigen su aridez intrítrsec¿r:¡'si se tnira en sus iustos
del pres-rpuesto global de un
tomar decisiones sobre el futuro de cualquier
PROYECTO ES- hablanclo <le un apartaclo cconómico
por tant'o' nuestro margen de
TRUCTURAL, quc indudablementc llevan
implícitas con r poncn tes eciificio que rara vez supera eI 25%y'
la totali-
quc infltryen relativamen- enor queda acot¿do sobre dicho porcentaie y no sobre
económicas más o menos importantes,
te en el balance final de la obra' dacl del presi-lpllesto de constn¡cción'

posiblc sotrre que han dedica-


Realizar una estimación previa lo más aiustacla Quizás por ello el nÚmero de investigadores
el coste final esperado por metro cuadrado de un determinado do sus estuerzos a esta probtremática sea mínimo; y en nuestfa
quc pre-
modelo estruc[uralque se le propone al PROMOTOR' sin opirrión. cor.. pun:os dc I'ist¿ más cualitativos que cuantitativos.
poc<> ope-
viamente se hayan realizado l<¡s cálculo y los
planos de construc- lo cual se tracluctl en resultados prácticos clt:dosos y
y más' resulta casi
ción, resulta en la actualidad coticliano diríamos rativos.
obligado.
Si a lo anter¡or le añadirnos que en España' el porcentaie de
Y si el proyectista llo lo hace, y sc arriesga ''r realizar
urr proyec- estructur¿5 <-or'L frlrj:ttJos rcticularG en el presentc ronda aproxi-
esfuer¿os investi-
to cstruchJral sin analizar diferentes alternativas
y sus c()stes' ya maclamcnte el 30-.t, nos encontramos que los
resolver el protrlem;r de las ct¡antías con
dc hacerlo ctrando va- gadores crrca¡lrinaci<->s a
se encargarán las empresas constructoras sea pécticamente nulo'
a la PROPIEDAD un moclclo esta tipologia estructural
yan a eiecutar la obra' proponiendo pro-
por el autor del provecro. si el la escasísima bibliogafía
existen'
estructural distinto at previsto Y ya para acabar cie ¡ustificar
que razonable-
yectado por él no reúne los requisitos económicos si cabe toda"'ía más la investigación
.1.",
operativa en este
tu, U
cabría esperar que tuviese el mismo' im-rpción en etr mercado de las
mente campo, nos encontramos con la
lleve adelante stl proyec:to de análisis espacial gene-
Rara será la vez que el proyectista estrLlcturas cle los rrrorlemos programas
dis' de los planos de arquitectura' per-
seguridades quc rradie debería rales qrrc, partie:rrclo cle los D)G
estructural, si al margen delas que los estrtlclural acopladc¡ en los
mí¡rimas <Je ecorroniía mitcn cl¡borar y calcular r'¡n trroclelo
cutir, éste no posee las condiciones haciendo posible obLener u¡ras
medi-
Otra cosa serán los ¡rroyectos cie mismos cotl srim¿ rapiclez
promotores privados demandan' proyec- que pese a los retoques' aiustes
cambios estructurales de los cioncs del nrodelo introducido'
iniciativa pública, donde los resulta conveniente y necesario
ha'
también y modificaciones que siempre
factores' que' aún teniendo
tos llevan incorporado otros obteniclos del ordenador'
encierran unas componentes cer marlualrlerrte sotrre los resulrados
un marcado carácter cconómico' que' en una primera
baia en nuestro país' qurer re:'sulta obli- pro¡>orcionirrl Lrrlti tlslimación cle cttantías
pemiciosas de licitacrÓn a la encaiar la estructura idónea
a un coste
los reformaclos posteriores'
si el constructor aproximaciórr' pernliten
UrJ" ,"Orr^ar con que le resulte nlinosa o ntuy teniPoral asurriible'
térmi¡ro la obra sin
pretende llevar a
a título referencial'
algunas de las aporta-
Poco atractiva ' Veamos no obstarlc
tt'*t campo' obtenidas parcialmente
lo expuesto' es
Por consiguiente' lo
primero que se cleduce de ciones que se nan
'ea:izli" de la
oá* ez' finálisis técnico'eeonómia
obietivos fiables y
contar con criterios cle la tesis cloctoral *-
la absoluta necesidad ie '"*t q típologías estruc'
influenctaque pruscllll '; ttoft
de la de diferentes materiales
obtener lo qtle en el argot
sencillos cle aplica¡ oil' o"t-u"^ proyttt:n¿¿s;rur:tur¿¡s de edifkios
confoflados unidireceionales
estructura er
construcción ," aonott tomo las cuantías/mr de una turares en

y tal vez trascenden- (1997 | Y otras reie:¿: ¡-as c:oPias'


y de esta forma, poder realizaruna primera
L,os lorjados reticularcs

" lr4ortnciones intcrnaclonalu: En l98l los mismos aut}res presentan un trabaio similar al anterior,
pero en el que modific.an una serie de parámetros. Mantienen como vana,le
B' Rojiani' en g
de plantas entre 5 q 50 y las luces entre pilares de 6' 8 lQ m'
EI investigador Adang Surahman g el profesor Kamal el número
losa maciza g un for'
1983 pubticaron un trabaio en el que se analizaba la seguridad de una es- Los foriados analizados en esta ocasión son dos: una
en un diseño dado. En el mismo estu' iado re'ticular, ambos calculados con U
sin capitel sobre los pilares' Otro as'
truclura de hormigón armado basada 'ilrrro
q
díaban sistemas istructurales típicos de edificiu de oficinas con cuatro diez se altera es el tipo
oun de aeero, que en esla ocasión no es único, sino
plantas constituidos con pórticos. Realizaban el qilculo r¡ dimensionamien- doble t250 y 4la N/mmrl, siendo e! hormigón de nuevo de una resistencia
to asociado a una probaÚilidad de fallo dada. Finalmenle, consíderaban como caraclerística de 20 N/mm2.
clste del edifkio Ia suma del producido durante la construcción g la debida
el nste mínimo para unl de los sistenas de Los resultados obtenidos son la cuantía de hormigón U acero u superfi-
at fallo det mismo, obteniendo
cie de encofrado en total del edificio en t'unción del número de plantas, luz,
el
ulc ulo g dimensionamiento seguído.
tipo de acero g disposkión tte capitel o ausencia del mismo En la t'igura 5 '2
Singh y Murthg en lgEO realizan un estudio en el que combinan dis- se reprlducen las cuantías de acero para toda la estructura en función del tipo
tintos esquemas estructuralr de \oriado, Qn tres luces diíerentes g número de de acero con foriada de losa, g de la utilización o no de capiteles en el foria-
plantas del edi[icío entre 5 q 5O (variando de 5 en 5). Los citados esquemas do reticular, respeclivamente.
pueden apreciarse en la ligura 5.1 así como las luces de 6, 8 lt l0 m consi-
duadas. Todw los qilculw se realizan con un tip de hormigón q uno de acero En los años 1983 y 1986 Singh g Murthy presenlan trabaios en el
de resistencías características 20 a 410 Nlmm2, respectivamente. mismo campo incluyendo forjados con losas armadas g vigas pretensadas.

Los resultados oblenidos se traducen en cuantías de hormígón, acero q En 1990 Singh presenta un estudio sobre el mísmo esquema estructu-
supelicie de encofrado en losas, vigas, pilaru g total de la estructura. ral l,forjados con losa y vigas descolgadas de hormigón armadol, pero inclu-
yendo el análisis de pttntallas frente al viento g diversos estudios económicos.

Los resultados obtenidos se clasifican en los síguientes aspectos:

T . Efecto de la luz y del esquema estructural en las cuantías g uste (hor-


6m migón C20 g edilicio de 35 plantas).

I . lnfluencia del tamaño de las vigas en las cuanths U coste de las mis-
mas q de las losas ffiismo esquema estructural U luces de l0 m).
l___-_: Bñ __+ . y
Efecto de la lu: en las cuantías cosLe de los pilares (hormigón C20
I y edificio de 40 plantas).
I tr
ll ll
l! T . lnfluencia del núnuro de plantas (5 a 50lr en las cuantías g costes de
il lt gm
ll
lt las paniallas tnúcleos frente a acciones honzontalesl, con horuígón de
lr tl una reststencia característica de ?0 Nlmm2 g luces de 9 m.
J
I

Cuantías lJ coste plr m2 del conjunto de la estructura clasifiudos por

l__ ¡. elementos estructurales en un edificio de 50 planlas lhormigón de 20


q 30 Nlnm2 en elementos horizontales q verticales, respectivamentel
F:=:i = = =11

iiIt , u
T
Mismo an¿ílisis anteriar, pero en un edificio de 45 plantas an hormi'
gón de 20, 25 tt lO Nlmm2 en elementos horizontales, pilares y pan'
I ll

i:-;-:-:li
10m
tallas, respectiv'amente.

rr
it-__r--J
3dlamr
I

A
ll

sctrm B
I Jaafari presenta en 1988 un estudio de costes g análisis del mmporta'
miento de estrLtctLtrüs de edificios en altura. En el mismo estudia cuutro ti'
pos, con 5, 12, 20 g 30 plantas. Considera dos tipos de foriados (uno de
tl
rl ll
rl
ellos con losa de hormigón armado sobre vigas metdlicasl g dos distribucio-
lt ll nes de pilares respectl al núcleo cenlral de rigidización,

lr ll
Tras partir de los rendi¡níentos U producciones parciales q obtener los cos-
[1
llil tespor metr| cuadrado, línaliza con unas recomendaciones sobre el foriado

-ll--
-¡.--: Lr a utilízar en luntrón del tipo de disnibucíón de pilares anteriormente men-
cionado g de ta luz entre los mismos. Para valores superiores a 9
m estima
f- rOm -------i
gchtm! C más adecuado el foriado pretensado.

Fig. 5.1 . Plano de esquemas estructurales de Singh i/ \{urthy)


Los lorjados reticulares

En I 990 Tanada, Suga,'fsuboi e lsaka analiun ediftciu de 2 a 5 plan-


rO r I rt tas, mn luces vanables en dos duer¡ions ortogonales. C.onsideran cualro com-
binaciones de materiales: hormigón preten*do, hormigón armado, estructura
mixta U estructura metálka.

Partiendo de los cosles del material A pua,ta en obra del hormigón, act-
ro pasivo, acero de pretensar, acero laminado y enufrado, obtienen un cosle
estimado para cada edílicio en mt equivalentes de hormigón por m2 de es-
e tructura. Esle coste se obtíene, de forma independiente, en lunción de la luz,
g el número de plantas, el tipo de estru(,tura y lu cantu de las vigas."
d !i
./
b ,r
N
¡ También hemos encontrado un trabaio brasileño realizado por
¡¡ los ingenieros fugenriro Brito \{onte¡roda Franca, Maria de Fátima
o
:t de fuanjo Mana 1' \faria de Fáti¡'rn Rodigues, que analizan un edi-
x ficio de l0 plantas con 4 1,'anos en una dirección de 6,2O'7'7-6,20
E
U m y tres vanos en la dirección perpendiolar de G7-6 m, uniendo
B a los pilares con','igas de canto. entre los cuales disponían los si-
t güientes foriados,

- losa rnaciz¿ uadicior¿l


- foriado unidireccronal semi-prefabricado y bloques aligeran-
tes de Poliesiner'c

$$€.t5
- foriado reticular con nervios semi-prefabricados y bloques
OF sTORelS aligenntes de poliecireno (sistema Franca)
- foriado reticular con bloques aligerantes de poliestireno en-
tre el empanillado de I'igas ortogonales
FiE. 5.2. Cantidades de refuerzototal empleado en estructuras con losas - y, finalmente, un fo¡ado reticular sin vigas con bloques ali-
plánas usando baio/alto límite elástico en las losas gerantes de Poliestrreno
de
{ Dicho trabaio fue financiado por una casa de fabricantes
&iú tñ | 30ad
foriados y la Asociación Brasileña de Poliestireno Expandido'

to,a r Oa llgx L¿s conclusiones rnás llamativas del traba¡o


quedan refleiadas
O. r lO.. Cx
en el cuadro adlunto:
t¡¡
E
u*!s bdae tá¡€sA,fF ern trP,vgreFlarcs
Et Cmiúto
J Tip CaEá CargÉ, Carg6 l.Jsuis
r ¡.O ¡ a.o rcñ de
t! IO t.o táie (566 L{xirnas (¡E¡5 A¡áx¡llE
o :
r cH
RS/Fi R¡/hrf RS/d R¡f¡f Rflhr*
cll
T 6.4 ¡ 5.a tcx ja21 4,6 47,42 5025
3.4 Ca Trádc¡Gl (¡¿{iF} 35.O9

o 4.m
- Trdieda \¡¡directsÉl 27.62 31.A1 8,76 43,91

;2 Trelilad¡BidÉi@l
(Si$mFraE)
22,'19 2326 f3.30 t4,54 lAiO
g
l¡, to Nlerwrada 8¡dr€ridtal
o
I (T¡po GdÍÉia)
a) cornegw de EPS 8,70 n,78 40,t6
,1o,58
4',1.& 4,93
45,34
E b) sem eP¡w de EPS 30.12 31,20 41,E1
H tg
l..lersñda B¡dEitrEl
fido Plano) t4,@
47,@ 48,64
a) corn r€aPt^¿ de EtE
b) srn rea͡w de EPS 47,27 48,95 v26
3Ot3aO¡5!Ot3¡O.5:o
NUI/IBER OF .STOREYS

Tabla 5. I .
Fig. 5.3. Cantidades de refuerzo total empleado en estructuras con foriados
reiiculares usando baio/alto límite elástico en las losas.
Los Ioriados rcticulares i03

Aportncl o nes es4ñolns. Cataluña y el autor del presente trabaio, realizaron en los años 80-
90 aportaciones a la estimación de cuantías en las estructuras
Aroca g Centera publican en 199? un artículo sobre los parámetros y unidireccionales y reticulares, donde la teoría y los resultados rea-
costes en el diseño de estructuras de pisos en hormigón armado En el mismo
les se trataban de amronizar empíricamente.
hac¿n un rerysl de los cnteriw a seguir en su definición para lbtener un mí'
nimo coste de la estructura, analizando cada uno de los elementos estructu- Tampoco deben despreciarse las aportaciones de las casas
rales (t'oriados, vígas q soporlxl g un modulo eslructttral qLte comprende a suministradoras cle fonados, que aunque inevitablemente influen-
todw ellu. ciadas por intereses comerciales, aportan tablas y gráficos del con'
sumo de acero y hormigón que cabe esperar de sus sistemas
subrayan la influencia de las inegularidades de la planta del edificio,
estructurales.
las disrintas luces' la variacíón de la dirección det foriado' los extremos sin
voladizo g las accions ñorizonlales en el cítado coste, concluyertdo que la Ii- Entre todas ellas, merece la pena destacar la contribución tan
mitación de las luces en función de Ia de los canlos lla esbelteil es uno de los importante que realizó la casa de foriados DOMO, ya desapareci-
co ndicion antes de cisivw. da, al conocimiento en España de los foriados reticulares en la
un décacla de los ó0, publicando criterios de cálculo extraídos del
En el mismo año GonzálA-lsabel realiza un estudio económico sobre del
50 plantas, con luces de 6 m y Código-ACI, y tab)as sobre los consumos de acero en función
modelo estructural de un edilrcio teórico de
y
cantó la luz cuadrática media de sus foriados reticulares'
armado
forjado nnstituido por una tosa de hormigón
Más recientemente, las casas IN y ENCOINTER también
han
Fslablece una comparación entre las cuantías y los costes
modificando
espera-
a t¡w ae hormigón de'los elem/Jntos estructurales verticales. Cottsidera hor- publicado trabajos aportando estudios sobre las cuantías
miigion* de 25ó, ó00 y 800 Y'plcm2 de resistencia característka' así coml Ll", los foriados de casetones recuperables' considerando
la"existencia o ausenciá de pantallas eontra
yiento. Obtiene también el it't- como"n
parámetros básicos la luz, el canto y la carga'
crelÁenn de superlicie utiliz:able a! aumentar aquél
ta utlidad de los hormi'
sobre el es-
En gcneral )'como resumen del panorama actual
en lunportes. puede
arte en la estimación del coste de las estructuras'
qones
tado cte.l
publica tm trabttio ert el que esta-
También en el ano 1993, H' Cones decirse que:
httrntigotltts de los
blece una comparación enlre estructuras proaectadas con
tipos n'175 g H'250. Analizando la influencia de antbos lionniqones etr a)Existenestudiosteóricossobremodelosestructuralesrela.
cualitativamente
que la matlor se prodLt¡.e en lls elemen' tivamente simples, que permiten discernir
tis estados límites últimos condulJe parámetros básicos en el coste estructu-
nrcnls (n los sonetidos a ten- la influencia cJe los
ior-soÁ,et¡du a esfuenw de flexión compuesta' sobre lo que resulta
líntites de stn'ttío ¡¿l s5tablec", unu
,¡ e"ala de valores
iiiin e inapreciable en
tongrnriotes los estadas
tnejor I' peor, pero sin llegar a concretar un modelo o siste-
obietiva y rea'
Posteiormmteestudialainfluenciaentrespr¡tteüoslÍpicos:Lmapar- ma operativo que conduzca a una estimación
en una
plr un l0ril1d0 retkular' un lista de los consumos de materiales esperados
,oi¡rli ,o,n estructura horízontal constttuida en una estructura real resuel'
etlificio de oficinas ron to
cott
solución q' fínalmenle' otro de viviendas estrLictLlril real y nrucho menos
^i'-o fori¿rdo= l.*ri.ul"es' l'a tesis doctoral
de lesús Gómez'
t-as anctusiones sotl ¿lLte el hornisórt tl-250' ta con
;;;;;;"; iiiá'n "i¡a¡t*ional'
.aa,^asaedisponerdeunasmejorescotldicionestleduraÚilida¿l,pernúleop- de vigas planas'
declicada a las estructuras unidireccionales
sup1ne una emblemático de lo dicho'
timizar las escuadrías de los pilares u foiados bidiretcionales, LJ
puede considerarse un exponente
a¡siÁ¡nur¡¿n moderada de Ia cuantía de acero frente 6 esftter:os de flttxión e
haciencloitltervenirensusmodelossimplificados:elnúme-
materiales'
ímportante frente a los de flexocompresión ' ro cle plantas, luces, cantos y calidades de
por las ca-
b) Por otra pafte, existen tablas y gráficos facilitados
por lesús Górrrez' habría que aportan las cuantías
A las aportaciorres españolas citadas s¿¡s cotrrerciales, sin documcntar'
por I' losé Moragttes' que suministran' basadas
que unuO,itambién la tesis doctoral
realizada ,la u.a,o espcradas en los forjaclos se
cuyos resultados
precios en base a valores v pa- en criterios generalmente desconocidos'
ü;;;"" plantear funciones de y dado que res-
sesgados'
que se van-modificando' hasta encuentran bastante incompletos
rámetros de diseño estructurales y.formales ideales para
que minimizan las funciones de c'ostes ponclen a situaciones geométricas
i;;ü";;¿" de aquellos
óeiemplo de lo.expuesto en el cua-
planteadas.
iü pro¿u.tot v¿att
dudosa' elaborado por la casa
dro ad¡unto, ¿t uullátt harto de placas
bajo la su sistema reticular
cle Santander' Nelson Tuesta ffnCn' corlrparando
Err la Escuela de Caminos del arrálisis y
comercial
re¡rlizaclo trn cstr'¡clio siitl vigas tot unicJireccionales tradicionales
dirccción cle Luis V¡¡fega"' h" 'ü"rnas elmeior trabaio realizado y
sobre modelos previos " Cpt'
cuantías de estructura' un¡áit"ttionales (Fig. 5,4). Dentro O"
"ti" c"uantíus de acero y hormigón que
fiiados, analizándolot ;; ücñ:' 9: ::9:l'd"' comerciares
documentado
'oüálát reticulares de bañeras recupe-
elaborada por lesús Cómez'
tl tesis cabe esperar en los foriados
(CÍPECAD), en id¿ntica lineJ a
por la casa española de encofrados
modesta' rables. *s et puUtrcado
teóricamente tal vez más
En otra escala de valores' en "1N".
muv interesantes' I'Nl' Genesca
prácticos
o.r;';;;;i"d"t
Los foriados reticulares

Fig. 5.4. Estudio comparativo sobre forjados re¿lizados ¡rcr la c.rs.'i coner-r¿ rl¿ :cr'ados :'eticr¡lare; FERCA.

3. D.rdo qire en l¿ edificación convencional la calidad dcl hor-


5.2. Hlpótesls báslcas de trabaio y nrigón resulta nronótonamente constante, salvo cn los edi-
fundamentos de nuestra aportación al ficios e.peciales clc gran altura, fiiamos la resistcncia
estudto de las cuantías en las estructuras caractcrÍsric¿ del lrt:rrnigón en 25 MPa (f.¡ = 250 Kp/cm2).
con foriados reticularcs En cuanto .rl acero, puesto que no existe una reducción
en sLr consLnlo, t.rl como en un principio cabría esperar
en función de la relat:itirr de sus límites clásticos,
Nuestra aportación al estudio de las cuantías en las cstrucluras
B-500-5 B-400-S= L24, trabaiarcmos cort el acero B-400-S
con forlados reticulares se basa en la experiencia del Departamen-
cle línrite clástico 4 l0O Kp/cm'j (410 Mt'a) por consiclerarlo cl
to de tngeniería de CYPE lngenieros Estudios y Proyectos, S.A ,

idcal, y a¡tlit-aremos ur¡ factor cle reducción en el constttrro


proyectando y calculando millones de metros cuadraclos con este t-:speraclo si sc sirslituye por un acero tle calidad t3-5OO-5 F'l
sistema estructural. crilerio anterior pro¡torciorta rcsult¿rclos suficierrtementc vá-
que lidos.
En base a dicha experiencia hemos llcgado a la conclusión
de partida 4.EleieestudiadoeseldeE0x80cm,dadoqueresul[aeleie
resulta obligado simplificar y establecer unas hipótesis
clarificadoras del problema, para poder establecer un sistema ope- comercial ittt¡)ttesto cn el tnercado es¡rañol de los foriados
y fiable, que anule, por srr rapidez y ef icaciit reticLlla rcs.
rat¡vamente cómodo
y rea-
los resultados que pucdan extraersc de aplicar el ordenador L¿s cuanlí.rs de accro quc se obtienen con otros entreeics
lizar el cálculo completo de la estructura' {¡ue varícn elr tomo al cst¿rblecido de 80 x 80 cm son' a efer-
tls los litros
¡rrácticcls, sinlilares; variando exclusivamente
cle horntigórr por nletros cuadrados'
Dichas hipótesis son:
5. Cualquier estimación de cuantías que no haya sido elabora-
l. Tenemos el convencimiento pleno de quc los cliseños arqui- da )'contrastacla con los pesos de accro realmente coloca-
tectónicos son los que son, sumamente difíciles de nlodifi- do en l¿rs obr¿s, aclolece siempre de enores notables deb¡do
car por no decir imposibles; rcsultando analíticamente a los i¡ictores irl¡lonclerables quc penalizan los resultados
imposible establecer criterios obietivos de optimizarciÓn ba- teóricos qr-re ¡rtldrían haberse obtenido de un modelo pura-
saclos en una lógica estructural. mente tc(jrico, si realntente dtcho modelo pudiera ser esta-
Nuestra asevcración obliga necesariamente a tcrrer qtre es- ble'cido {re'flcxiÓnesc sobre cl punto l)'
timar un pequeño factor de diseño penalizador de los rcsul-
tados que se obtengan aplicando cl proceso general qlle se Accptanclo las hipótesis anteriores, henlos desanollado nues-
propone más adelante, pese a quc dicho proceso ya ticne tro rrabaio cle l.¡ fomla sigiriente:
presente las singularidades y complicaciones quc existen erl . De los arcl-rivos de cálculo de CYPE tngenieros Estudios
la mayoría de las estructuras, castigando sus cuantías y Proyectos, S.A. sc' han obtenido las mediciones de hor-
2. El estudio de cuantías exige en aras de la precisión, teller que migón y accro de un ntinrero elevadísimo de obras.
dividir la estructura en partes sencillas y fáciles de atlalizar, . L<¡s clatos obteniclos sc hart nlaterializado en fórmulas muy
Nosotros proponemos dividirla en: escaleras, ábacos, zun- sintples, cr.rya anlicación conduiese a idénticos o muy pare-
chos o vigas, nervios y Pilares. cidos result.'¡dLrs discrettzando la e*,tructura en partes.
Lds fr)ryü¡¿l()S /Ctta(1(lrCi

. Por consiguientc, tras analizar los planos de arquitectura dc-


Las fórmulas anteriores se han ido modificarldo en el ticttl-
po durante unos l0 at1os, procurattclo que sus resrlltados bc:rnosag:ruparac¡uellasplantasqtrc-'estimcmossonsetrsiblernelrte
de cacJa
idéntic¿s, con la intención de anaiizar exclusivamente una
cubriesen los resultados teóricos obterlidos clc los cálculos
ylosresultadosrealesquelascollstrtlctorasnclsfacilitalr¿rrr' uno cle lrts grr.r¡los liiados.
al so.t de los criterios normativos !' las v¿rriaciol'les
qlle se
han producido en los diseíros arquitectóttit:os
. Finalmente se optó en cl presente por ntcclir todos los ¡lla-
nosdeconstruccióndeS4obrasrealesy'secQlltra$t'¿rol'l
los resultados teóricos con los result¿rdos olltcnidos de la
medicióndelosplanosylascantidadesrealnretrtejntrodu-
ciclas en las obns, con lo cual puclo elaborarse un nrétodo
fomtr¡lado <le mancra muy sencilla quc r;ípiclamente ¡rermi-
te (rl)tcncr l¿¡s ct¡antí¿ls cl¡: acero y hr:rrrrigcin (j(': l'f 5 (:strL¡cttl-
r;ls resuclt¡rb ctln la tipología de foriaclos qlle rtoS octip¿r.

Todo lo anterior, y sobre todo el último punto cxpuesto' nos


han permiticlo meiorár y aiustar la precisión de algunas fórnrtll¿ls
nuestras ya publicadas en el libro Los foriados reticuktres ( 199 I ), clue
tenían una ligera tendencia a minusvalorar los c<-rnsutnos, clado
quc no contemplaban los cambios que se han introcluclclo lenta-
nrerrte en cl rnuirdo <le la edificat:ión- Ncr obst.rnte, y de tencr t)re-
scnte, l¿r errtrada e:tr vigor <le la nueva rlornl¿r [HE, casi cotr
seglrricJad plena, clcsvirtuará los restrltacJos qLle 5c obtienen en
truestro estr¡dio, puesto qtle, cn general, existen rloveciosos cr¡te-
fios cn la misma que cncarecerán las cu.lrrtías de ¿tcero crltre L¡n Fig. r5 Sección básica dc un edificio.
5 y lW" estirlrativanlcrlte.

Si tonra¡lros por ejentplo el cdificio de la Fig. 5.5. debcmos ana-

5.3. Trabajos previos y determinación de lizar cuatro grL¡pc)s ciiferentcs dc plantas y obtener'V¡" ir "C¡" para
circ.l;l rln¿ rlt: l,-rs ¡rlarrras represelttativas.
los parámetros que interuienen en la
estimación de los consumos de acero y Una vez terlqantos dichos valores, el cálculo final es inmediato:

hormigón en un foriado reticular


S=5,-,1 *5¡,1 *2 Su,+4 Sp¡
El estuclio de cuatrtías global de un¿ estructtlr¿ c(lrno ya sc ha +S, .\:
S,.l .\r +2.S,.,,.V1 i4.S,r¿.Uo
cliclro, exige tener que hacerlo por paftes y cn toclirs y t:ad;r una dc u' _ ,a,,rorr¡1rlo{m3/mt)
sus plantas diferentes, ponderantit> lirralrnetrte los re:sr-rltaclos ¡xrr
S, I * 5!_ + 2.S,.1 -r 4.5¡¡,r
las superficies respcctivas, bttscanclo ol¡tener fin¿rlrlcnte lcrs va-
lores reprcsentativos dcl conlunto quc sinrplific¡ue ;rl trrÍ¡xirrlo la -. 5,:l .C1 r 5... t', + 2 S,.,: 'Cr + 4 '504 Ct rnpi,r,2l.lNlnrl)
L,=- ,--
cjeternrinación tlcl coste de l;¡ eslructttra. +S, +
S,- : l.5r.r
+ 4.Spr,

No pretendemos elabor¿rr un presupuesto [)orrr']erroriz.ado y


descornpuesto, perseguirnos i:bterrer p¡¡ra una estructur¿i cuy¿r l)csototal clc-ace-ro = C.S (KpoN)
superficie Lotal sea S rrr2, únic:¿¡nrenle krs ljtrr.r:; de hr-lrrrrigórr (V) y : V' S
Volurn(:n tc¡t¿rl c'ie homrigón (litros o rn1)
el peso del acero (C) por m2, tal que:

S'V + Volumcn total de honnigón consunrido Con r-rn ¡:rcrco cic- práctica, t)astará analizar la planta nrás
repre-
S'C Peso total de acero colocado en la estructu¡ra -
senLül"iv¿r clel eciificio sin necesidad de tcncrlas quc analizar
todas,
= para que f:uedan obtenerse unos valores de los consunlos de ma-
Y si el precio por m2 es de Fm Errros/nr:. tendrcnros fin¡llmen- teriales sufjcicntcmcntc válidcls y rcprcscntativos dcl conjunto del
te que el coste total estimado de la estructur¿ supuesta en r'rues- edificio, La experierrcia err eslas tareas iuega un papel prunordial.
tro análisis será:
C = S'Pm Euros Ve¿imos ¡rhr-rr¿r k¡s traba jos previos que es necesario rcalizar elr
c¡r re se irrr.tlic:c antcs dc poder pasar a la determinaciórt
cac.la ¡11;rrrt;r
pueJrto que la valoració¡r rcal tlc las cstruclurds cn cl llrcrct:rclo es-
cle lcls rnal-eriale-. cNre se cc)nsurtter"r en ell¿rs.
piiirol se re¿¡liz¿¡ ¿¡sí y n<-r de oLr¿t rn¿rner¿t.
l0ó Los loriados reliularcs

3. Después sc micie la superficie total de


la pleica to
presente un plano de 'i,:l'-R1
Para facilitar la exposición, tendrenlos ficie destinacla a escaleras S" y se deduce
la superticie es-
puede ser el re-
ph;;;; sencitto !¿iti.lo de viviendas' conto pccíiicamcnte cle foriado reticular S1'
presentado en la figura 5'ó'
S" +S¡ =So

que de ello depende la práctica-


4. Con sunro cuiclacio, puesto
precisión quc se obtcnga
mente total resporrsabiliciad en la
i. at,i'u...,ión cle las cuantías' se calculan las luces cua-
"n las direcciones X e Y previamente
es'
árátl..s meclias segun
media de ambas'
t.rblecicl¿s y se detemrina la luz cuadrática
efectos de detemrinar las luces cuadráticas'
l-os vtrl¡cli¿os .r
muitiplicando por tres sus luces reales de
cleben irrrroducirsc
',ueio.

L,,r =

foriado reticular a cmplcar'


5. Tanrbién clei>e fiiarse la tipología cle
luo¿bo d¿ olo& c¡ w¿lo recuperables'
si de casetones perdiclos o si de casetolles
planta tipo para esludiür cuantías cle
t'ig. 5.ó. Elementos básicos de una básicos que maneiare-
La figur;i acljunta reflei.r los paránletros
matcr¡ales.
r¡os en t'lttestro estuciio-

Trabaios Previos a realizar'


que sL- verán ¡rtlsterionrlcn-
l. Aunque sea adelantar conceptos
te, hay que esquematizar sobre los plarros clc arquitectura de
üt piá"i.t diférentes que vayan a estudiarse' el trazado dc
distin-
todos los zunchos de las futuras placas reticulares'
guienclo los zunchos y vigas quc l¡ellen una clar¿ función
aquellos
éstructural resistente, quc llamamos pnncipales' de
bor-
otros cuya función sea más bicrl de renlatc firr'rl en los
FiE 1 7. P;¡r'¡ir-rc¡rr:: c¿r¿c:erislicos clel foriaclo ]- tanl''lño del ábaco conside-
dcsvoladosoenhuecoscleescasatrascencletrcia'qr-rella- .-i,ro .'i ,.,t[l:c¡ci,in El valor dc 0.2 Lrrr r('stllta c.trservacl'r'
Inamos sccundarios. Una vez trazados' se ¡rroceclc ¿¡ nledir "i.'.,,,t
de
los misntos obtenicndo: Los pesos de los casetones de aligeramiento de 70x70 cm
que se incorporan constructivamenLe al
t": L,ongitud total de los zunchos principales cn nlctros' hornrlgén con','enciortal
forjacló, ¡lucclen r'.rnar de unos fabricantcs a otros' pcro una esti-
l-.r: Longitud total de los zunchos secunclarios el-l nletros'
rnación cle lrrs pesos nrcclios suficientemente válida para los cál-
pla-
2. A continuación se procede a contabilizar los pilares clc la culos lrabituales, figrran en la tabla 5.2.
ca, agrupándolos dc la siguiente forma:
n¡: Númcro cle pilares centrales con foriacJo en slls cuatro
caras.
')) 25
Altur¡ l'tcrl 20 2t 2',3 24
n2: Número cle pilares corr hucco adyaccnte partiendo de un ctt 82 8ó 90 93,75 97.50 r00
Pe:r.r KL¡
vértice. (920 1957 (981
{v en \l ¡tr)l
i r r8¿4) t883 ) r t )

r13: Número de pilares de mediarrería o borcle, ccln foriado ert Altrrr¡lhri!:r | 2ó 27 2¿r 29 30

tres de sus cuatro caras.


pés,-) cr Ki l0l )u r05 107.50 il0 r 12,50
Iv('rr Nt 100ór ( I 030) ll055r II 079r r I l04r
n4: Número de Pilares dc esquina.
Tabla 5 2
Así, resultará fácil cubicar las zonas nraciz¿ts cltl ábacos.
l.os foriados rclir u/¡¡¿s 107

Para clisponer clel peso a¡rroximacltl dc- las piezas inclividu¿rles 5.4. Consumos de hormigón en las placas
que coflstituyen el casetón total, b¿sta dividir los Valores dc la L¿i- reticulares
bla por el número de piczas que se estirne posee'

Así. cl c¡setón cle canto 24 cfi¡. si está fortnado I-r<)r ó r-rtrid¿r- Las estim¿iciolres est;lclístic:;is dc obras reales cclnducen en
¿r L¡nas si-r¡rerficies macizaclas dentro cle las
placas que
clcs, l¿¡s p¡ezas pcsan ló Kpcl 159 \; :i 5L'forllla con 4 ttnid¿¡cJes' general,
oscilan erttre Lln 20 y un 30 de la supcrficie total. Por consiguien-
o/o
las piezas pesan 24 Kp o 239 N V si, finalmentc, lo configurarnos
tcr, para cáiculos rápiclos poclemos supoller ttn75"/o de
zona ali-
con 3 piezas, éstas Pesan 32,5 KP o 319 \ el
g.r.rc{., \'Lrrr 25'r, cle zona rnacizacla y, a partir clc ellc-¡' evaluar
Los casetones t:olnprcll<licl(ls cilile l: ., l7 (:nl 5c)ll los lrt'Í5 .jorlru,rt.- cJe lr¡rt'igtirr c1r-te lle:va consigo una cJctermillada plarrra
!t I rc.C UenternCttte en las cstl'Liclii ra
S;¡cjcts { cs p.rtiO la s. reticr-rl¡ r.

Y corlo infonlración complementaria i¿¡rl:bién clcberlros cono- L;r rrr;i¡'otí;r cle l¿rs casas cornerciales suminislran la inform¿rción
cer el volumen del espacio que ocupan las distintas bañcras recr't- cle sus consuntos (lc hr:rmigón basándosc en la hipótcsis anterior'
perables con presencia habitual en el nlerc.ido es¡rañol de los
fori¿rdos reticularcs con nt:rvios dc base cie I2 cm' Operanclo c()rr esta filosofía se t¡el'le:

q S¡, Sr-r ¡rerf icit-' dc lori"rclo.


=\ -\
5e: buperllcle cre escc.¡lut<ls.
c lq-< SLrperficie m.rciz;rcla: S,', - 0,25 5¡
Voluncn cn lftros (mtl -_ ill -lr
5.,g, Supcrficie dEr ábacos.
<
Jrrt-'/-r,1 !<
r-/ Sr: Superfir:ie de zr.lnchos.
-(
SLrPerfit:ie aligerada: 5¡ : 0 75 St
r0 I llJ
I 2,1,,1 t

previa-
133,8 t0 I J38r
si obrri.lnios la cst¡clística y ol)eramos con los datos
más
I ¡lol.t ) ) merrte oblcrriclos, ¡ruecle oblenerse un desglose de superficies
, L-
pre( ISO !' L()rl)LrlcLo

Y el t:spesor cie las losas de escaleras habitualnlente cnr¡rlea- la su¡rerficie oct.t¡r;tda por los ábacos seria:
clas en los edificios se rccoge en la labl¿ sig'uientc'
S.¡- = (0,1ó,n, +0,12'n2 +0,0ti'n3 +0,04'no)'Li,'

la superficie ocupacla por los ztlnchos clc borde y huecos


es:

5, =o'35'(t-u +t'' )
kr sttperficie ;rligeratlar clcstirrada ¿l trervios y caselones sc ob-
lienc cle fornta innrecliat¿t [)or:
Tabla 5.4
S,¡, =S¿¡1 *S¿

S¿ = Sf -Sni' -S' = Sf -Sn'

El rrúnlero <le reticrrlas básicas aligeraclas (número de caseto-


nes), vielte claclo ¡ror la ftirrrrr'rla:

Nl
\-
*cl
l\¡ -- ^

l(¡ria(l(l retictll¿¡r ct'rtt trtr


NOTA IMFORTANTET Antes de prot"ectdr Llr
aonto alatermt,,¿do, (lebL'm()5 a5cgl¡ldr11Ú5 t¡r't il: t'L-:"'¡-' 3lls(-"']rltcs 5(: 5i hubiuse cl<.rs enlreeir:s clistirrtos' la ftirrnula anterior t)asilría
clis¡xrniblc:s elr l' zont''donclt: :;e e 'rcuetrlre l¿l
oirr¿r' Ptletlc--
a ser:
"".,r""rtr'-t
rcsultar ventaioso proyect:ir el fori'rdo ( Ón Llrr t:¡::(-r "ger'llnenL(l lTlas
(-
..r,o Sl In, piez;¡s ¿ligcrallLeS so ell'll(lIlLl¡1rr pi'ó-\l:r';: LlLr€ h¿i'erl()
L(:)11

l¡¡ tlbr¿l tlesclc'l ¡rutr- l\c- -


cl canto tiptimr-l y tener que trallsllort¿lr las ¡-ric'las a el Cr2
tos lci¿nos.
r08 Los íoriatlos reliuldres

Consiclerando que cl volumen desaloiado por el t:aseLótl cle ali- 5.5. Tablas de consumos de hormigón y
geramiento elegido vale V¿ sumamentc fácil cle calcular si se tra- pesos aproximados en los foriados
ta de casetones perdi.dos considerándolos ¡:aralelepi- habituales
pódicos (0,70 ' 0,70 h m3) o clircct.rmentc obtenitlo dc l¿r t¿rtrla 5 3
si es de bañeras recuperables, el c¡í¡lculo de los VolÚnrertes rt:sul-
ta inmediato. t)artier¡cio clc ia lti¡:ótt-sis comúnmenle aceptacla de que las
zonas maciz.¿rcl¡is clc trn fclriado rcticular oscilan en torno al 25o/",
Volumen de hormigón en escaleras, V. = S. 'h. rcsulta el¿borar unas tablas de constlmos de hornrigón
posiL'rle:
suficientententc válicJ¿s p.lra toclos los cálculos necesarios, tenien-
Volunlen de hormigón en ábacos: %tr = S"¡ 'H
clo prcsen:es los increnrentos construcL¡vos en torno al 5o/"y la
Volumen de horrnigón cn zunchos: V, = Sr 'H ¡rreser,cia cic r,:c¡ler.:s lrabla: 5 5 y 5.61.

Vol. de hormigón ert la zona aligerada: Vo = So H - N. '\i


sicndo:
H: Canto total
h; Canto de los casetones
h.: Canto dc la losa de las escaleras

Por consiguicrrte, el volumen de lrormigórr ct¡nsLrt¡idrl en l¿t

totalidad de la Plattta será:

VP=Vt+V'1b+V'+V"

y el consumo por ll12 de planta, claclo en litros'nrj result¿ final-


fileñt€:
looo'vP
v - s,-
litros m2

la aplicación
litros de hormigón que se obtiener'r mediante
L,os
sufrirán rrtr in- T.rbla 5.5
de los criterios expuesios, casi con total segr-rritlad
foriado real Estinlar utr 1'ló aclicional ¡ll
cremento al construirse el
teóricamente restllt"r práctic;rnrente olrli-
aonru*o que se obtenga
gado.
cl nrcttciort¡clo itrcrctrtcrr-
Las causas principales t¡ue lustifican
inaclccuaclos cler nen'ios 1' ali-
to, vienen derivadas cle reita''tcos
de los bloqttes
gerami"ntos, así como de las roturas incontrolad¡ls
qt]e p¿ls¡r1 ¡ ¡g]]g¡1¿rSC
aligerantes sean cstos dcl tipo clue sean,
el orrsu r rro clt-' li-
increnrenta nclo c
innecesariamente de hormigón
tros de hormigón en la Planta'

obligado en la actualiciad
En lcls foriacios rctict¡lares resulta
clos tip<ls de pesos di-
,rnr r..tivc)s .ie ,,.ilcuto, !iti'o*t al menos
¿-" rn protu v el peso de
la zona aligerada'
ff:ltli:"-lilt,t;''-,1.
de los pórticos virtuales'
Si sc errrplea el rrrétoclo clc cálculo
l¿¡s nontras del munclo inspira-
rrraytlritariirtr-rerrte corrsi;ei"Áo "n conserv¿rdc¡-
clas en cl cócrigo ,n',"na.rro ÁCti ta, pucde opc-r¿*se
Los loriados reticulares

rarrlcnte ccln cl peso meclio cle la placa; sin embargo, si se rcaliza


un cálculo cspacial completo de la estructura, los rrlodenlos pro-
gramas de ordenador son capaces de distingtrir la zona aligerada
de la z<¡na maciza y, por consiguicntc, Ia inforntación que solici-
tan estos programas dc cálculo es el peso de ia zona aligeratla cJcl
ret¡cular, para poder estinrar y d¡stribuir las cargas cJe ¡.:eso F)ropio, TID ] Kpr KN,¿rtr2 TIPO KP/mr KN/n17

El cálculo de los pesos de las zonas macizadas pucdc dcter- 20+ 3,78 20+3 312 3,06
mi¡rarlo ci programa dc ordenador sin problentas, f0+ 4 4t::,1 4.0l 20+4 336 3,30
Oucremos también llalnar la atención sobre la ¡ratología histó- 2C)+5 ¡:: A 1^
2.0-t 5 36Q ? 5?
rica que existía en la edificación española, a ia que no hemos sido 2l+? i92
4t )t,)
¿t f ) 32i ? tq
totalmente ajcnos, de minusvalorar los pesos reales cle las cstruc- 1I LA
turas conscicnte o inconscie¡tter¡lente.
4.ll¡ 2l+4 34e
?l+5 44rq 4.40 lt+5 1/1 3.66
Tratarernos cle subsanar algunos errores cxistentes del pasa-
)?+? tl É: 4, OS 22+3 336
do proponiendo nuevas tablas de pesos más ajustaclas a la reali- 3,?0
,1'!1
dad, aunque sin olvidar que los pesos auténticos dc las placas 22+4 3ó0 3.53
ret¡culares sólo pueden deducirse con prec¡siórr desprrés clc ha- / qa
')1L< 384 3,77
ber elaborado los planos de replanteos de nervios y casetones (ta-
2i+ A '14
)3+ 3 348 3,41
blas 5.7 a 5.8).
7?+ 4 372 '-1,tt5
/C 411 ,r.) q
2? 1-i ' ?96 3.8ó
24+'i 24.F 3 ) )Y ),)l

I¡l 24+4 ?-q2 3.76


1 Q/,
24+1 24+5 407 4,0c
TIPO KplmT KN/m? Ttpo Kp, nrl KN/rn2
/t ? Ál
.^' 3
25+3 369
20+5 390 3,83 20+5 ?96 2.92
- )+4 ¿¡f 477 25+4 ?a? 3.8ó
20+7.5 450 4,41 20+7,' ?56 -i.io :l i00 a< r (
417 4.Q9
20+t0 510 5,00 20+ l0 416 4,08 26+? Á-:A
4 (:5 77a
26+? 271
l)a ) 466 4.57 ^a
, c
))) 3,47 4?S 1.89 26+4 402 394
25+7.5 526 5,t6 ¿)+ t,) 413 4.05 2ó+i t:) 26+, 42ó 4.i8
25+10 < ?E
586 25+10 473 4,ó3 ?7 +? ¡c t 1A
27 +3 388 3,81
30+5 548 5,38 30+5 41.-e 4,09 -t+4 i,01 27 +4 4t2 4.04
30+7.5 ó08 5,96 tu+ I i A.7Q
4,69 27+5 i,2i 27 +5 AAA
^
1a
¿(55 q? 28+; ?on
30+ l0 óó8 30+10 a
28+3 797
?5+5 ó40 ó.28 3i+5 494 4,8 5
1g ! / :1r:, i, ló 28+ 4 421 4.13

25+7.5 700 6,87 35+7 ,,\ ii4 <42 ,\ .f


) 1', 40 28+5 44i 4.t I

35+10
)9+3 t5 29+ 3 407 4.00
35+t0 760 7,46 ó1.4 ó,03
40+j t78 aA7 29t4 :s 29+4 4tI A 1.J
40+5 738 7,24
: il
29+) 29+5 455 4,46
4Q+7,5 798 7,83 4a+7.i 6,26
ÁR5
30+3 j.t) It 30+ 3 4t7 4.09
40+10 858 8.42 40+10 69S
'lQ+4 4i
30+4 44) +, _a -)

Tabla 5.7 Tab a 5.8


?A+1 ¡.t6- 46i 4.56
?0+5
'I¿L¡l;r 5 9 Tabla 5. I 0
Los loriados relicul'tres

Dado que tienen una cierta pcnetrac¡ón en cl nlercado lcls ca- Conscicntes tambión cle la enorme importancia que t¡ene una
setones aligerantes de peso despreciable, talcs conlo los dc cvah.rar:iót' lo nrás prec¡sa posible de los pesos cstructurales y tra-
poliestireno expancJido, también consideranios de interés aportar tando de ¿iiust.irsc- a la realidacl lo máximo posible, la Associació
los pesos aproximados de los forlados reticulart:s resueltos con de Consultors d'Estructures, con sede en Barcelona, public.t en su
estas tipologías dc casetones perdidos (tablas 5 I I v 5.1 2). trolctir Qr¿¡dc¡r¡-s d'r'slnri lLr¡rs rlc troviembre de 1999 cl traba jo de r-rn
nriernbro clcst¿caicl cie l¿¡ t¡risr'11.1, el ¡rrofcsor Robert Brufau titula-
do "P¿s pri¡:i iirlr s¡sl¡¿,s loric¡rs /laúituals a Ia cottslrutitf'(trad., "l)cso
¡rropio de ios forjadc¡: trabituales en la construcción").

De ciicr..o irab;i jo en:res.lcantos las taLrlas clue tiencn que ver


cr,¡r: los io-jai:1. rel:cr-.l.rrcs. como cc;rn¡.llenlcnto y corltrastc a las
elabu.raria: ! i-1r,lllr,.r:t¿s por nosotros. Como puede versc' ett
TIPO KP/m2 KN/m2 TIPO Kpim. KNi Illl
ac¡uellos ,,4[--:es ,:-l .te' ¿cjnrtten conrparación, la coincidencia es c<lrr-
22+4 ??7 3,:3 l l-!+ 4 2^ t. :6 siciera t:'lc.

22+1 3ól 3,54 ff+i l)+ 2.49


oo-RntROcm ee=85xE5cm e/e=90x90cm
24+ 4 358 ?,5t 24+4 240 ).v6 nervro base = l0 cm neMo base = '15 cm nervio base = 20 cm

24+5 382 3,75 24+i


^t 2o+3 r13 119 125 L26 L32 137 r37 t42 r47
380 3,73 26+ 4 l.+t^a .at rto l?q 136 r32 r47 :.47 L52 L57
26+4 20+4
157 162 167
20+5 133 139 145 146 152 157
26+5 404 7,96 26 r'¡ )16 2,7 |
'¿2t L28 !34 136 142 148 14E 153 159
22+4 131 13E 144 146 152 19€ 1sa 163 169
40t 3,97 28+4 26':) 2.>8 141 1¿8 154 t56 162 168 16E 173 179
28+4 22+3
134 141 148 150 157 164 164 170 176
1 .ql 25+3
28+5 425 4,\7 28+5 2.3 7
25+4 144 151. 158 160 167 174 174 180 186
).67 25+5 154 161 168 L70 t77 LE4 184 190 196
70+ 4 423 3,1 5 30+4 '17 4
2l+7 174 181 18E 190 ,.97 204 2V 2rO 2L6
1...t') 164 173 182 184 192 200 20L 2c,8 ?L5
r9E 3O+4
30+ 5 447 3,39 30+5 30+5 17¿ 183 192 L94 202 270 2Lr 2r8 225
t84 193 202 2O4 2r2 22o 22L 22A 235
3o+6 24r 248
Tabla 5.1 I
l al.rl¡ r. l l 3O+8 204 2r3 222 224 232 240 255
196 205 216 2r8 228 237 23A 246 255
35+5
35+6 206 2r5 226 22A 28 247 24a 256 263
2* 24A 257 25A 266 275
nlcrcaclo esp'rñol foriados 216 ?25 236
Recientemente han aparecido en cl
35+7 26a 276 285
35f8 226 235 246 24 2# 267
de eslresor I2 cnr Las ta- 2ú 278 288 296 305
reticulares cle poliestireno con nervios
287
35+10 246 255 266
figurarr 'r continilación
blas que definen sus pesos aproximaclos
(tablas 5.13 Y 5.14).

--':'.
-i '
r/r- i"'¡'rigrit'r Utrldacle:; tie casetól dc itottrrigón
l¡11lcl ). l r (- -rir r -ro ! '

aliqeracl¡ l-)i.)r l:il tr:' i':l: ¡rclos relicttlares

Tabl¡ i. l4
Tabla 1.13
Los Ioriados nltt.ulares

En el prcsente creemos que con resLlltados prácticarnente idén-


ticos, pucde estableccrse el consumo en ábacos en función de
la
pol¡nónrica alustada a las
luz cuádrática media con una expresión
rnediciones rcales investlgadas'
Gab:0,03 I'L2m -0'6281 '¡-' + 4ó (K¡:"nr)¡
'labl¿¡ ).20
O bien:
G"n = 0,31 L2u, - ó,281 'Ln + 4ó lN m2I práctica,
p¿r¿r los nIoS nrá:i h¡tritualmcnte empleados cn la
ccf

puccletr a¡rlicarsc: l;ls siguientcs fórnrulas polirlórrricas' a partir de


Tér.rgasc prese¡rte, que prrede ser intelcs.¡nte l:)l;lntear rllol']t¿l-
ias cLt¿lIes ¡:r,recien interpc-:larse otros cal'ltos clifcrenles:
¡es difeientes al cubicaclo
en ábacos, cuanrlo e') for¡ado reticular
,i"n" qru soportar luces y cargas elevadas corr el obieto de alivi¿r canto 25 cnr: cz: 0,0228' ¡2* + 0,1985 'I-1,' + 2'8528 Kp/ni2
las armacluras cle flexión tregativa en lo¡ nen'ios'
t n estos casos'
disrint.r a la ¡rrc-r¡ruest;r, aullqtlc : c, = 0,0 I 94 . L2 fi1 + 0,2234' L^ + 2,77 28 Kplm2
habrí¡ quc efectuar Una valoración clanro 2 7 c rrr

el balance final del estudio sería sinrilar. si dichas arm¿rduras se


por cálculo en los nen'ios' canto 30cn'r; cz= 0,0101' ¿2n + 0,299' \'r'] + 2'ó10 Kp/m2
restan a las nccesarias

. En las obras nonnales cie vivierda' el corlsunro clt.' acero cuyas grírficas st' atljutrt;rrt a continuaciólr'
esperado cn ábacos oscila en torno a los 2 Kp'nr' ó 20 N/m:'
re-

presentando una cuantía sobre el total alredecior cle un I 596 Para ,:'J¡ir L!iira4{ Ce lvt¡( i¡6
N'rrn puecierr cle' ñ 10rÉús de iatro 15
oirras de mayor envcrgadura, los 2 Kp/nt'ó 20
los ó 5 Kpinrr Ó 30 ó 50 Nitrt', aunrcn-
varsea valoresen tomo a 3
presencia de
tando los montaies cle los ábacos debiclo a la
esfuerzcrs rrlaYorcs.

5.6.3. Consumo de acero en zunchos y vigas de


borde

estructurales iuegan ttn


En nuestra opinión, estos elemcrltos
placas' y por ,1 ió
papel ¡'rrioritari<> en los mecanismos resistentes dc las e ¡Hd'aoc:1run:::]
es dc cxtrañar que t(:llgarl tlna rcf )ercLl:irirr crl la cllantíii
cllo, no
total esperada entre un 30 y un 407". Fig 5.6
pcso clc accr() es-
La fómrula que proponernos para valorar el
ti¡¡raclo en zt¡ncltos y vigas de bonle cs:
:un.l*
1:'?::iif, -{tst¿ de
,i, i.di'i$ rle cóoto J7
Pz:5'50 'h + K I-l. ett KP
ú,trr + ú.i.l14¡ + l i7)8.
Vz=55 'h+ l0K't'l. enN
I
' .:: ::: :"-
' . -l-::_1 --a
l*: longitucl total rle zuncltos securtclarios
l-: Longit.ud total de zunchos princi¡r;lles
en cloncle el valor cJe K pucde obterterse cle la t¿ri:la de 5.ltt, qt:e
hem<¡s ¡:rocuraclo simplif icar al máxinrcr, ¿lurl c1 riesg() dc itrtroci¡-
cir alguna imprecisión para las luces nrcdi¿rs stlpcriores a

los ó m.

por' ¡)61
La cuantía de acero en zunchos por nlr vendría dacla
-*r,"::""*",.1:
.-
a,a : P, Fie,5.9
I,
úts forjados ret¡illares

t
*4p 'il.tr II

z55A

+ ft
¡5
t-T*t-T-[;.. JJ-,U
-l-J t-tl
--:-:=-1^ ---
----6-

Fig. 1.12. PIano 2 PlanLa reg.rlar

[ig. 5.13. l)lano 3. Planta reglrlar


Lns loriados r¿litulur¿s ll7

Fig. 5.1ó. Plano Ó Pianta inegular


Los lorjtilot rpti¡ul¿r¡<

F:g.:.20. Pl¡no lC), Planta nruv irrce.Lrl.:r

f1:=-=S==;;,.
: l¿5ll I
+t

+-

Fia 5.2 1 . Pl.rrro I l , l)l¿ttl¡l rl'l1¡v ilre guli¡r


l'os forjados r¿liculares

hra los cantos de placas habitualmente empleados en Espa-


culntfa 6tlmdr dc ncPls
ña y siempre que las cargas sean las típicas de viviendas: en toriados dc carúo 25

qt = P P det foiado + 400 KP/m2

en neruios con las siguien-


es posible obtener la cuantía de acero
las 80
tá'rá.rn rl"" polinómicas' obtenidas mediante aiuste de
obras investigadas-
:
C-anto 25 Crri: Gr. o,19'L2- * A,2823 'I.r., + 0'ó637 Kp/m2
c-antozl cm: G¡ : 0,1E2 ' L2- * o,27Ll 'Ln + 0,723 Kp/nf
t4561
canto 3o crn: Gn: o,1799 ' L2rn * 0,237? ' I{¡ + 0,593 I Kp/m2 r = tn Luz cuadÉtica tr€dia ln{)

De ieual forma a como hemos hecho con los zunchos y vigas Fig.5.23
de borde, es necesario afectar el resultado obtenido para Cn con
un factor de diseño F'n que refleia la regularidad o inegularidad de
cuantb 6dmda denqtlos
la placa- - s forladoe dc cánF 27

Fig, ,.24

Tabla 5.22
Cuontfü Étlmda da nwls
ñ ¡eriad€ de€nto 30
Plantas rcErula¡es: Modulación dc luces y pilares ¡:réxirnos a la
modulación idealya explicada; es decir, que no tengan luces des- 20
y r 0,1 799x? + o,237rx + 0,593t
I6
compensadas, los pilares estén dispuestos en cuadrículas y no

existan vuelos que superen los 1,5 m.
t¿
-
Plantes lnc¡ula¡es: Aquellos foriados que presenten alguna luz ár¿
descompensada, vuelos excesivos y una alineación irregular entre ;ro
r¿

pilares. !s
ó
Plantas muy lretularcs: Forjados con luces muy descompen-
4
sadas, muy mala alineación en los pilares y vuelos muy elevados,
Una vez que se obtiene Fn, el resultado final en nervios scrá: 0
34r67
- Lm
Gn(final)= Gn .Fn L- x Luz cuad¡ádca ñ€dia {rnl)

L¡s fórmulas polinómicas qucdan recogidas en las gráficas de f-¡9.5.25


las figuras 5.29 a 5.25.
344 Los [oriados retícularu

10.3. Estado Límite de Deformación según . Flecha activa respecto a un elemento dañable: Es
aquella f lecha que se produce en una determinada pieza o
la EHE zona cle l¿¡ estructura, a partir del i¡rstante que se construye
el elemento que puede experimentar daños por dicha flecha.
.
El Estado Límite de Deformación se s¿tisfacc si los Su valor es igual a la flecha total menos la flecha que se haya
movimientos (flechas y giros) en la estructura o elementos producido hasta el ¡nstantc cn el que se ha construido el ele-
estructurales son menores que unos valorcs límite fijados como
mento susccptible de suf rir daños.
máximos.

. comprobación del Estado úmire de Deformaciones tendÉ


La
Para las edificacioncs normales, a falta de exigencias más pre-

que realizarse siempre que las def<¡rmaciones puedan ocasionar cisas que rcsulten de cc¡ndiciones particrrlares (vaga pretcnsión,
puesto que naclie se siente capacitado y con frrerzas para definir-
la puesta fuera de servicio de la construcción por razones
lasl. sc pucde establecer como valor límite para la flccha total, en
funcionales, estéticas u otras.
términos relativos a la lc.rngitud del elemento que se conrprueba,
. El estudio de las defc¡rmaciones debe realizarse para las el siguiente:
condiciones cle servicio que correspondan, en función del
problema a tratar. Para los edificios convencionales calcular las
flecha total <
flechas con un 50% de la sobrecarga de uso y los locales f,o
comerciales y de reunión con un 70Y" de dicha sobrccarga, pucdc
Ya falta de criterios más frrecisos para cada caso particula¡ tra-
considerarse razonable y conservador.
tando de evitar la fisuración dc las tabiquerías, se prrede definir
. La deformación total producida en un elemento de hormigón como valor límite para la flecha act¡va, en términos relativos a la
es suma de diferentes deformaciones parciales que se producen longn¡d del elemento quc sc comprueba, el valor V400. En todo
a lo largo del tiempo por efccto dc las cargas que se introducen, caso, los datos existentes en la bibliografía, obtenidos de casos
de la fluencia y de la retracción del hormigón. rcales de patologí,a, indican que, para evitar problemas de fisura-
ción en tabiqucs, la flccha activa no debe ser superior a I cm
Los cuatro puntos que establece la norma, si bien
filosóficamente están suficientemente claros, la ambiguedad de su flecha acliva ( -L
aplicación práctica resulta sorprendente: iDónde se encuentran 400
fiiados los límites de las deformaciones? óOué pr<.ryec[ista cotroce
con prccisión el límite a partir del cual puede haber claños en las flecha activa < 10 mm
tabiquerías u otros elementos?
En casos extremos, siguc añadicndo la Norma en sus comen-
La respuesta de la Norma en sus comentarios de que resulta tarios, para disminuir la flecha activa que suele afectar a la fisura-
difícil establecer unos valores lírnite gerrerales y c¡ue, por tanto, ción de tai;ic¡ues, el ¡rroyectista puede exigir quc sc llcvc a cabo
éstos deben defin¡rse en cada caso según las características un proceso constructivo c¡r:e minimice esta flecha.
particulares correspondientes de las obras, obüamente conslituye
Cabrí¿ redactar el último pánafo de forma más amplia y expre-
la típica respuesta política cuando se sabe que,
sarlo así: ante las dificultades que conlleva precisar la prclblerná-
- Rcsulta imposible calcular el valor de las deformaciones, t¡ca de las flechas, el proyectista cstablecerá una estrategia de
siendo optimista, con una precisión de un + 30%. coniunto tanto en el Proyecto como durante la construcción, que
rcduzca la problemática de las cieformaciones a unos límites razo-
- Los límites de las deformaciones que nos producen nablcs -ncionados por la experiencia y el sentido común, dado
daños, al depender de un número de variables que las limitaciones establecidas no garanL¡zan la estabilidad de
irrrpusibles de precisar, rcsultan igualmente muy las tabiquerías cn modo alguno. Para demostrar el hecho antenor,
difíciles de establecer. basta consr.rltar los trabaios de Pfeffcrman, donde se constata de
acuerdo a 28 ensayos de labc¡ra[orios en tamaño real, que defor-
Para salir del paso de forma elegante, la Norma Española nos macioncs entre U800 y t 14000 ya producen fisuración en las ta-
define, una vez más en sus comentarios: biquerías; cn delirritiva, una constatación desalentadora.

. Flecha total a plazo lnñnlto: Es la flecha que cstá forma- Cabc decir que err el presente, y salvo que los iueces establez'
da por la flecha instantánea producida por todas las cargas, can una ¡urisprr-ldencia diferente, la opinión nlás extendida entrc
más la flecha diferida producida por las cargas permanerlles los experl-os a raíz del nacimiento de Ia ley de Ordenación dc la
y las cuasipermanentes 150'70yo de la sobrecarga dc uso) a Edificación (LOE-2O0Or. es la de que los daños que se ¡rroduzcan
partir de su actuación. en las tabiquerí¿s si se o,..¡mplen las especificaciones de la EHE, no
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228 Los loritdos relitularos

Lógicamente, cn el lrornrigón, el módulo tratrsversal resulta tan


variablc con]o cl rrróclLrkt longitudinal 8., depenclicttdo de todos los
l4L
f¿ctores qLlc afect¿l'l al nlismo: resistencia, duración de las cargas'
tltldx
hurnerjad ümbiente. etc., ¡r 6ls1 módulo de Poisson, que para el hor-
-f r¡Etc, ADA

nrigótr suele tonrarse' c(.)n el valor v = 0,2.

En un est.tclo cle cortadtlra pura, las tensiorles tangenciales r


Tensiórr de ci¿¿lladura .-__q
' 2'¡\ se obtienen clc cliviclir cl cor-tantc, la fuerza que actúa contenida en
r
A: Secctórr <1e'l Pasedor el plano, IlOr cl ¿lre¿t (lQnoe !e (1(lsdrlulld.
-il-

Fig. 8..| . Problema analizado ¡.ror cortadura pura tlesprecrarrdo


Lrs llcxiones
'A
T=
locales.
y cn estados Iíllrite últinrc¡s:
que se produce en lrna
La cortaclura es aquel estado tensional
sección por el efecto cie una fucrza
que produce excltlsivamcnte ,, = vÁl V¿ = V'y1

lensi<¡nes tangenciales al estar contetlida


en clic:lro ¡rlancl'
(lÉ n-ravora( i(in clt:l esftlerzo corcan[e'
1: (irefititlr'li.

Fuerza contenida err [a sección


frente a dichas ten-
r ftensiones tangenciales) = Área de la secciórr L¡ secciÓn estariá ell buelras concliciones
siones, si stl veriticit c¡ue:
pura
La distorsión angular
proclucida por una tensiÓn coft¿rnte <
la nrisnla rci fad
prop()rcionar a
e' los cuerpos erásticos es directamente ca$a rl¿¡teri¿l c1uc" llanra- del m;¡terial (r'¡ telrsión resistid¿¡ de
a través dc trna ,tonrtuu* ct1 f.-.¡:Tc:tt:;:iirL:ar''gerrcial ¡cilrrisitrle
Transv"'s"l lc)"' a semeiarrza del nró-
gasuciáal"''pecífica .tgc::atrlie:-ii-'I' E l U'r
mos "Módulo ae
tEl'
ártÁ elatti.o de deformación longitudirral tarlgenciales adntisiblcs
F.n cl caso cje los accros' las tensiorres
v ienett dacir'rs ¡-ror'
r=C.T= r.,1*u,.y [vd
Tatl _
{C) vicne ligaclo con el 3
El módtrlo cle elasticiclad transversal cle Pois-
llneiiuainaf (E) a tr¡rr'és del mÓctulo cle cálculo dcl acero enrpleaclo
^l"alrfi'á" "fásticidacl f ,,i, lcr,sitlr lle cl s¡l:Lr
son v.
de ge-
se tratara' y con el obieto
En cl caso qLle de honnigón
principio' que:
n...riil)a,lo-."rosiclón' unn''c''t a considerar' en
T¿d = fcv

err Kp/cln] scgun los


:;ier:ijo :.' r-t 1¿.n'Il e¡r \11)'¡ o [rien f.' =0:J¡'u
Vatrteriores'
',iejcripL;rrr:t'rl:'':.^tilsclclasIlonltascspariolarsEH-91

la EHE nos quedan'los sirl s¿i-


L,n los tluevos plantean.rienLos cle
para f.u, dado que nos proporle en
Fig. 8.2. Distorsión angular lJr t *,. *.ti''r.,nt., c1ué. r,alor tontar
que' con atrevinl¡ento' podíaruos su-
MPa un ieroglítico empírico
por'rer qlie es tlrla fórnrLrla qu" '''n'
perrnite otltener su valor' su-
(:- que cs lliuclro supt''''*'' quc terlemos ¡l nuestK) alcan<:e-
'- -L ¡rcltriettdo,
2'(l+vt las arrrracluras cle la Picz'a'

Pc¡r lo que sc refiere a los


aceros' sicncltl cl v¡:lor de la EllE(99) nos propo-
yv:0,3,rtlsulla Si tirl ciisponemos ¿)rmaciura transversal
E = 2,1 loó KP/cm2 (2o50oo lvlPat ne para la 1., la exprcsión:
c : 810000 Kpicm2 (80000 MPa).
Los loriados retkular¿s

Para el homrigón estándar Hfu25 considerar f.u 0,7 MPa (ó :


r." =[o,r2f .(t00'p¡.f.r)'t3 +0,15.o.¿] en rvrPa tll 7 Kpicnr2t puede ser el criteric¡ práctico operaLivo para los cálcu-
los de comprobación norrnales sin mayores complicaciones aña-

f = la. -;
200
con d en mnt
didas, sicmprc que nos movamos en el milndo de los forlados
d planos.

A. . En unos ensayos a cortante sobre vigas planas llevados a


Pr =6i>0'02 efecto en la Univcrsidad P<.rlitécnica de Valencia (España) por los
profesores P Sema, M. A, Fcrnández y P MÍguel Sosa se obtuvic-
Nota: Si la l'¡ieza lleva arntadttras de corlantc clcl,x: ofrer¡rse corr 0, l0 |
en vez de 0, l2 ( y añadir erl tórntino de resistencia cleLrida .r la arrnadtrra rorr los sig-lientes rcsultados del f.u en las cuatro vigas dc referelt-
para resistir el cortante de cálculo. cia sin estribos dc corl-alrte, con los siguientes parámetros.
p¡: Cuantía geomét.rica de la arntaclrra longitudirral tr.'lccionada pasiva
Scccicirt:
y activa, siemprc que se encuentre bien anclad.'r a izquicrcla y dereclra
de Ia sección de estudio una longitud ma!'or que d. El arrcho de las
75 x 25 crn d : 20,6 ctn 6 : 2,01>
secciones rectangulares o cl ancho de las alnr.¡s en las seq:cioncs en l'
sc recogen en b.
Amrarlura dc tracción: 7Q25 (pt:0,022)
b: Ancht¡ del alma.
d: Canto útil.
fc : 29.2 lt'lPa fcv = 1,58 MPa
o.¿: Tensión axil en la secciótt consideracia. que será positiv¿r si es de f,:- 24'5 NlP¿¡ fcv : l,2l MPa
cómprcs¡ón y negativa si la sección sc encuentf¿r traccionada. {Hcmos
¿lterado el criterio cte signos de la EHE, dado que en la ecjificaciÓn es- fc - 25,2 l'vlPa f.u=l,18MPa
tamosmásacostumbradosaconsiderarposltivaslasconrpresiotresl.
(: Parámctro experimental que rccoge el hecho conirastado de que las fc = 32,ó N'lPa fcu = l,4l MPa
piezas cle
secciones clc menor canto resisten més a co[.:ntc c¡ue las
Reaiizando tln;r interpretación simplista de esta parte de los
canto elevado.
f.¡: Resistencia caractcrística a los 28 clías en probeta cilindrica ensa)'os con metrtaliclacl de ingcniero cle obra, podríamos estable-
ll5 x 30) en MPa.
a.., qu.. el hornrigÓn emplealclo responde a un hormigón de
lll, La fórrnula artteriorcstá basacl¿ en ensi)vos ct¡rr B 400 5 fci = 22,5 N'lPa, con lo cual, la f.r, cie proyecto podrÍa habersido
:
if.* +00 MPa). Si se em¡llean aceros dcl lipo B 500 S tf'r = 500 '\lPal segun l¿ EHE(99), al no llcvar armaduras de cortante, de:
pllde rnultiplicarse el valor de p por I '25 v el Linjte de 0 02 debe re-
ducirse a 0,01ó.

f,:,, = 0, l2'e.n0O .pr .Lr )l/3 =


En dicha tensión o.6 debe incluirse la acción del
pretensado' t 3
y corn¡>resión = 0, I 2' 1,985'(l 00' 0,022' 22'5lt = 0,87 MPa
la compresión debida .utg"t clel pretensado' la
"iut
debidaalascargasconsuvalormcdio,s¡cxiste'Sila¡riczaestu- ln C¡uc sr-rpOnc un.r nrinusvaloraCión frentc a la fesistencia mínima
viese traccionada, el término 0,15 o.¿ se introduce rt:litando'
obtenida clc los ensayos dc:

N,
o..l =
d A- 0'87-l'18 =-?6u/,,

El ieroglífico anterior podría sinlplificarse ell las estructl¡ras


de
edificación a la cxPresión' Si aplicarrrt,rs el cnterio ¡:ráctico dc las vieias normas EH:

3h t2t
tv =0,12ó'€,
en MPa
[, = o,l o ' f.t = o,l o ',,4i = o' ó2 MPa

en la edi-
En el caso dc los foriados habitt¡alnrente.empleados
mrn' la ex' de:
ficación, donde d se mueve en
el erltorno de los 250 la minusvaloración hubiese sido
en 3l sin que ello
presión l2l puede ser si;;lificada y corrvertirse
f

,up,rr,gu asumir riesgos <ligtnos de consideración' _ 0,ó2 -1,18 = _47u/o


^ l,l 8

[" = o.2a'l [i
t3l
en MPa
2i0 t.os /orl(¡dos rdli(¡li,lrcs

Y si operamos con Ia lórrnula simplificacla l3l


y clesprrciarrclo ilrlinitúsinros cle segrrrrclo orclen P'G*lt 0 o"
2- =
obtiene:
tv = 0,24'3 f,L = 0,24'7 22,5 = o ó8 \lPa

t, =
, cill
la minusvaloración cs de: (j*

llr e-x¡:rcsiórr c:ttnc..rc.iii;l dt: clue el esfr,terzo (:ortalltc cs, en m;rgrri-


^ 0,68-l l8 - -+¿
a: /1o o
Lt.rcl, l¡ cicrir¿icl¿r tl=l It'orrl,.-rrto tlecLor.
l,lti
Pucde verse, por tanto, que cualquier ;r¡rroximaci(rtt c¡tte se
haga al cortante siguiendo la vía de los códigos ofjciales rcsulta
sienrpre sumalllertte cotrscrvaclora.

Tendremos ocasión de hablar nlás extensanrcrtle de otros as-


pectos dc los ettsayos rcaliz.ados en Ia Universiclaci Politécnica dc
Va lenci¿t, p\lesto que resul[arr Stl lraillente itlleresa trte=s.

E.3. Ténsiones tangenclales en las secciones


Una aproximación a las vieias teorías clásicas
elásticas'lineales (Secciones sin fisurar) i:-: I i R:ir;rr-.acla clt'nrental ert r-'r:lrrilibrio.

Nada original cabe :rportar cn esLe purlto :;rh'o tr.¡trscribir or- DiClro de {.)':r¿1 :lralrcr¿.i rllás scncilla, el coftanLe existc t-'n rrues-
denadamente las formulaciones que sobre la distribtrciÓn e]ásti- tras piez¿rSrtitfuCtl-lriJles porqLic existen nromentos fleCtores r¡tte
ca-lineal de tcnsiones tangencialL's etl sccc:ic¡nes trlocietlrc-r: v.rrí;il-r ¿r 1tt largc-, dt: l¿rs rllisn¡as. Una viga clue llo tenga flectores no
encotltrar en cualquier ttlatrual que tratc eslos tr-llr;ls terrclrá cctrtante \, sj l.ielre r.tna f lexión pura collstante, tanrp()co'

Consideremos la rebanada elemental de una piez'r cic lrr'lcl €5- L)t-'aqui, cl,.tc jr¡iialllo; clictro cn cl irp.trtacltl atlterior' que sólo
tructur¿t que SC encuentra ett eqtrilibriO. TOnrarrClO ¡1i¡1¡119¡1lQ$ rCS' cles¡.rreci;.rncl,-r los trfccLOs clt-- flexión cn algtttros elenicntos, poclre-
pecto dcl punto 0 resL¡lta, r-llos cc-rrrSjrler¿1r q!:\:r 5L- ellcl.ler'\tran sc¡ttlctidos ¡t urt efecto cic: cor-
t¡11t(. r)rrrc)
dx
M+V.dx-p.clx 2
-lvl-dNl=0

Fig. t3.4. Sc.CCión tr;ilrSvCrSal la). Rc.l¡Arracl¡s clcrrlCnt¡ er; tirt ' ,Cl Cle ei;¡:e:,Ot Clx
I ,)j l0ridd0s rrfuctt/rlrls 23t

Aisla¡rclo el tr<¡zo stiperior cle l¡ ret¡anacl.l a ¡rartir del ¡rlarro y


(CD), su equilibri<.r exige:

¡Y)
Jr'", b(yl'dy+r, 'Lrtyt'dx -

= Ii' {", +do'' )' btYt' dv


?tI -Tttoott"
Lrrext É3
Por otra parte conocemos qLle, en réginten elástico lineal, las LoR€ifoDinAL€5.
tensio¡res rrorr¡l¿rles vienen cladas ¡ror:

{i-
z
0y=M'v , d\l'r,
Y dor.=
E----1
I I

IJ
| *r" I
Recmplazando y sinrplificando en la cxpresión anterior, obte- =l ="r= Ju"
nemos:
-r;;-
btvr'dt'
r,,.b(v).d* = ft'dM'Y
Jv
Fi¡:. c9.5 Tc:rsiones rasantes - Tensiones langenciales,
I

I Íy'Uvr=fi dM Y btY't ciY' L¿s l"ensioncs tangenciales en el plano de la seccicln vienen


ciaclirs pues por la fórmula ya obtenida:

Dado que: V.M^(v)


-y
T :-
t.b{y}
clM
¿)( no depcnde de y, así como tampoco la inerci¿ de l¿r sccción,
ambas expresiones pueden salir fuera de la intcgral. Ten s io ne.s lla sa n les : Tcnsiones Ta n gcnciales

Si ll¿lrn¿lmos R,, a la fuerza total rasante o cortante por unirJad


En el interior de la misma queda rrna expresiórr que rcprcscnta
de longitrrd cxjstente en el ¡rlano (y) de la pieza, su valor se otrlie-
el ¡no¡nento estático de la zona su¡rcrior cle la sección AUCD con 11É [)or:
relación al cje z que pasa por su c.d.g., con lo cu¿|. consiclerando quc:
R\

u=
1' y que J" urvr'y.cly = \1"ryr R

R1
las tensiones tangenciales medias al nivel tyt c1e la sección pueden
scr obtenidas por la conocida fórnrula de la Resistc.ncia cle lr4ate-
riales para materiales homogóneos y elásticos quc tcrlgall ul'l corn-
v'Mü(Y)
R,'' =
portamiento lineal, expresada por:

y lal como pr-recle verse, el nláximo valor del esfuerzo rasante Ry


V.M,.(vl
rv = r uil,i
se obtiene en el ¡:li:rro de la sccción donde el Me(y) sea máximo,

es clecir, e:r el plano Oü que pasa por su c.cl.g.


Es irnportante comprender, por el uso qllc puecle h.rcerse de
Obsén'csc, sin embargo, que el rnáxinro (ie Ty ocune en aque-
la fórmula anterior, cómo se han deducido las tensiones tangen-
ciales que actútan en el f:lano de l¿r sección a trar'ós dc las terrsio- lla fibra cloncle se¿i nl¿rxrrno el valor de M"(yllil(y) , qrre en general
n(--s rasarrtes en un plarno ortogonarl al nrisnlo, ¡ror la ¡'lropicclacl, ya rto coinciclir¿i con el eje CZ qu" cont¡enc cl c cl.g de la seccrión.
conocida, de ctrue las tcnsiones tangenciales en ¡ll.rnos ortogona- salvo en aquellos c¿sos clonde b(y) = cte, tal y conro sucede en
lcs son idénticas en magnitucl. las sccciones rectangulares.
232 Los I or
j a dos r elicular es

En general, pues, cuando y : 0 tiene lugar cl valor máxinro de


Me(O), dc liu y de tu.

. = fi'oy .b{y).dy =jJ


M,'Y .bryr,ty =

M' Meror
= Y lJ' bry¡.y.dy -

L¿ resultantc de las tensiones nornlales cle compresic'rn y


trac_
ción, cuando rro existc esfr.lerzr-r axil, puecle cxpresarsc pol.:
r.isanres \,rensioÍres tarrgcncialcs en l¡ sccción rcctangrrlar
M.M..{0) llg:,11 Iyr,¡ll
Clc Llpo J)arab(t .C,J

lll Con toclo lo cxpuesto hasta cl momento, y suponienclo quc se


M= T'z=C.2. J _
-CT
Nl
dicrall las condiciones quc hiciesen perfectanrente váliclas en un
nraterial elástico y iineal las fórnlulas siguientes:

<I, =
M'Y
tz

V.M,,{v)
.rr --lr.b(yl

podríamos obtener cl tensor plano de tcnsiones cn un punto de


la viga y declLrcir por la teoría de la elasticiclad las tensiones prin,
cin¿les cr, v rr,r

Fig. 6.ó. Se considera z


como brazo mecánico de la se.cción cuc suponclre_
mos coñstante, aunque en realidad no es así en Jas ssq¡iq¡c.; fist¡racl.rs. ,' ;ttñf x.
"*>o¿á
2'Y.
á{*
l .-7
M..(0)=y=M=,
c r I ig. ti.8 Tr:nsiones prirrcitlalcs en el intc.rior de 1a viga

R'nax-
| --vz
-u'Mc(ol
ol lcompresron)= o""?)
+ +T;y
El esfuerzo rasante máximo por uniclacl de lclrrgitLrcl vierre Tensi rrnes ¡rri n c:i pa lc.s ,i ;
pues, dado por la sencilla fórmula' en la zcrrü coniprimicla
O¡¡
o"o3; *ai,
{traccion}=-- O
Rmax = ,,olfflll?,.", cloncle se ha clcs¡'lreci.rclo o' Iior ser muy ¡'lequena.

Y la tensión tangencial en [a fibra neutr¿ tarnbién ¡ruede ex¡rre-


sarse a través del brazo rrrecárrico resistcntc dc la sccción por la El ángulo quc 1a tcnsión principal de compresión ol forma con
fórmula: el eie CX vierre claclo ¡ror:

It)- V.M^{0) v
Í.b(o) -z.btol tanp20=
2r_.,
"ox
Los /orlados r¡l¡ru1,trls

lensioncs Drirrc:l')'1ie: r'ecl cle i¡r¡s["itic¡s


Iig. Io I rl','cr['etlte clt:' ]'rs

L¿resistenciadecliseñodelhormigónacoftantef*escasi
incht-verrdo las secciones en diviclida por el coefi-
En secciones de tipo rectangular, icléntica a l.r resjstcncia a tracción
tensiórt coftantL' tlráxima al ni- cn la Leoría clásica del
cloble T con nervios .iur,un*t]fo cicnre cie segrriclarcl 3, traclicion¿rl
que ticne utr valor:
velde la fibra neutra ya sabemos Irorttigcin ¿nll.lclo.
V qr-re aplicanlo:9 11 t nlcdia
ro: i.bi El co.--ficierrte cle rrrayoración
ense:niciop¿lraol)erarerlroturil(Yf:l'5ól'ó)coinci-
que mul-
siendo, ;; .;;] clt c,reficieutc 1,5 por el que tclrclríatrros
ri¡rlicar l¿i n'iisma ¡ro,. oüt"n"r la r¡ = fnrax €i la fibra
bo - b {0) (Y :0)
secció¡r n lecii¿t
zt flra^) mecánic:o de l¿¡

Af (3erq'ín DE LAs 6reas


' ldcLi.r4ais ) I

norttlales o' ie h¿cet'l ntllas'


clacjo que a ese rrivel las tensiones
v,ó.ñil;¿;niü¡on
a" contpresión a tracción' el rtrlc-¡r cle las terr-
siones principales coincide coñ r¡'
los nrétocios nlodernos
Parece, pues, razonable, si olvidalllos
deanálisisenrotura,qtrelavigaSeconlt)On(.es¡rléncliclantcntc.si +-h,-+
: ;; uJ lir.capaciciad rcsisterrte clcl As (natsorta oe eno'da)
la tensión principal o" 'up*'ucon hornrigón no tetldrí¿¡nros
material a tracción. En nues"tro caso' lraccioncs cortantes'
quc colocar armacluras de cortarlte si: F;q S lrl l3.'rrri¡s inclinaclas absorl'¡ienclo

.1. (- ott) Supere la ca¡racidad re-


o¡ = T0 S y,_ Li, En ac¡uelltrs casos el'l k.)s que t6
,irt.r.ttt, .l tr.,cc¡Ón clcl horrnigón ; bien rlo.tellg¿llllos fe stlficien'
i'.i-,, ca¡r.:cicJacl, 'loiu"'"u'o' obligados a colocar
las
: 3, coeficientc cle seguricl¿lcJ clel
hormigti:' cn l-('(rr";l 'l'isica t""'..,',
Yc
qLr(l \,irnÉ ci¿cl¿i iror
arnr¿lcluras nt:ces¿rias
ptra absorber las tracciones'
itr,, narirtcn.iu del honriigón a tracción
frr =í) 2ili:' 1\lP¿r' colocatnos
Li., =0,4t([.l12i]
(Kp/c,¡,2) o por Sca la sellaraciórt <lntrc las barras inclirradas Que
s
¿i'l tracciones Cad'r ba-
norntalnrente a 45'' tu
p.tn -
resistirlas
a cad¿r lado
tlesarrollada
sería f.:¡' l8 Kpicnr^2 - rra clelrerá al.rsorLrcr la tracción cliagonal
Para un l1A-2-),la res¡stencia a lracciÓn
con un coeficierrte clc segurid'tci cit- v¿rlor 3 clesirereIt*:)=,
f l,S M¡al. Operancio
ó Kp'cml S 0 Ó \lPat' no tcn- tl ¿l
vemos que, sÍ 16 l'lo sup€rá los
lr11

dríamos problemas a cortante


y' conro ¡lLieclc vc:rsc'
"'^l:::lill: .
=f,r,iv.. bo'si =
-V5,
con los critcrlos qrre lir Norlrlatrva At .6.=o1 l:¡,5t =fo'bu'', z
üji'|"."¡*ide prácticamcrrtc
en los estados línrite:
;r;ffi;i; n.ro1,o,iu tl" lo' no'nlus aplic:an
of cort(:nte relatit''o-s a1 trornrigón' si e tl cr.
últimos de agotamiento ft"nt*
t-r

f
, i
a t::iecros prácticos' l¿ cotr- :; I r;e¡rar;ci'in cntre l)arras): o' =
Dos son las ri:zorres quel itrstific;ltr' > 7=
rectitngrllarcs:
ctusion atrterior etr las sccciones
Los lorjutlos reliculures

\/ _ Ai
.6s .Z
_ 2 .A¡ .o. .z
Yf V=V,i + " =,^&-
T,l
s¡ s bo.z

Para secciones rcctangulares solía cnrplearse z {brazo t.lrccáni- f,,u


i,!u: j

co) = h, Un valor más razonable y ajustado para l¿¡s seccio-


773 ys
nes dc vigas planas (vigas cuyo canto es igr.ral al del fclriado) muy
habituales en la edificación, podría ser 0,8 h, ¿rumentando e¡ 2 'A¡ .fu.1 .z
; 0,9d.Ai '[u¿
V¿- s'" = 2'
0,85 h para secciones sobredimensionadas en canto o, lo que es s'
prácticamente iguala z:0,9 d, siendo d su canto útil,
0=450 Ct=45o
A. Páez nos dice que, dado <true las barras inclinadas a 450
sicmpre coinciden co¡r las isostáLicas de traccicin, ¡sí c:orrr<: pc:r las Y cle lo anlerior se c]ecluce Ia fórmula que permitiría el cálculo
circunstancias de que en esas zonas la longitud de anclaie sirele dc las barras inclinadas de cortante, donde se desprecia la contri-
scr un tanto escasa, debemos limitar la eficacia de las ntisnt¿rs a bución del hom'rigón a efectos resistentes:
un 707" y, si le hacemos caso, la fórmula antcrior quedaría así:
V¡ 'S
fA-
\i -
0,9. 2.d.lu¿
'z 4!!' 'z
V < v* = g,7.-:?'Ai'o'
sicnclcr,
= .-
.rs -+, t)4 (Armaduras clc cr:rs:do de área A¡ inclinad¡s en planos a 45o y separa-
- 'vK/
z:0,9c1 das cntre sí un¡ distaricia 5t.

Vs=0,42.Al,l4-.n>v
. Veanlos qué sucede si cn vez cJe disponer barras inclinadas,
com() en ¡:rincipio parecc más lógico y razonable, disponcmos es-
tribos verticales por razones de facilidad constructiva y por posi-
Ytambién, siopcramos con el canto útil: bles alternancias de csfucrzos.

Es divenido seguir la forma como A. Páez nos presenta la cues-


V' =o'¿:' ^",t0 'o u tión, por cl gran conocimiento que posee sobre estas cuestiones,
S = El electcr tle los estrjiros ¡rarir atrsorl)er [.¡na fri¡cciórr tlel esft¡erz.o
cortante parte cle un prirrcipio en cierto modo desconcertante: si
siendo,
el paralelerrípeclo de referencia se deforma por la acción tangen-
V Cortante de servicio.
cial de las tensiones cortantes, cl estribo no trabaja ya que no se
V.: Cortante absorbido por barras inclinad¿s a 45c'corr un cocficiente defonna,
de seguridad 1, = 2 a<:eptando un grado dc cficacia cn las mism.rs del
70%. siguiendo un plantcam¡cnto totalmenre clásico.

z=0.85h*0,9d E5T9.t'go

o,=L! 1n-r¡
ls

L¿s fórmulas anteriores están refleiando un plarrteamiento clá-


sico idéntico a la regla de cosido, donde. conseruadoran'tcnte, se
desprecia la contribución dcl hormigón par.1 resistir el corl;rtrle y
se opera con coeficientes de seguridad tanlbién clásicos y, por tan-
to, con un cortante en situación de servicio. Las fómrulas, además,
vienen pcnalizadas en un 707o si seguinros l¿is reconrcndaciones Flg I II DcíOnn¿cicin tangencial por cortante.
de A. Páez.

Dichas fórmulas podríamos pasarlas a una situación actLlal sin Paradójicanente, podcmos imaginar el caso de una üga forma-
más que prescindir de todos los coeficientes tradicionáles intro- da por Lln conjunto de tablones iguales y situados unos encima
ducidos, operando con los paráttreLros usLrales qtle se indican etr de otros. Scan trcs los tablotres. Si aplicamos al coniunto una car-
la EHE: ga vertical, los tablones, si son independiente entre sí, flectarán
como sc vc cn la Fig. 8.12.

\
Lrrr /L)/1,¡¡tas r¿ l Ia I t Iú Í¿ -i 2',t1

lo que no-. e-rrá clicienclo cs quc si si (sep.rriición perpendicular


errtre i¿rs i);rlr;-sr sc- hacc- igual al brazo mecánico (z) o, lo que es
lo nri:n¡c¡. tlrstc un¿t scl¡r;rr;rción pcrpcndicular cntrc ellas igual a
z. se clesar:'oil¿i r-ln esluerz<¡ de lr¿rcción igual al coftante V

Las b¿:,rr¿:'s inclinad¿ls;r 45ó ¡'larar ¿ll'lsorl'lcr la tracción sc cn-


cucntran c'n r-irla sitLración privilcgiada, ya qllc cstán dispucstas cn
la nrisnra clirt-cción cn 1a qtrc-'ésta se clesarrc¡lla.
Fig. B,12, Mec.lnismo resistente cle D:ei¿. rrr-rerplcslis
5i urr cltr:bo cLrse Llna fisr"tra abicrta ett el horrnigótr, su trac-
c.icin 1ro,-lr;1 clesrDnlponcrsc al llegar;ll rrudo que ornta su itrtcrsec-
Unos clavos que solidarizaran los tablotres se veti¿rr solrleti-
f

ciirr¡ corr urr¡r Lr"irf.i longitrrcJinal en las dos conrponentes: vertical


dos a un esfttcrzo cortante y, sj Stt resistenci¿r fLtt'ra clsc:ils:l, que-
_1, f 1¡r¡izt¡rrr,r'. :¡rl v conro ¡rlrr:clrl
verse en la Fig. 8.1 3.
ciarían secciott¿rclos, cortados por t.lr'la im.igittari.r cizalla. De
acucrdo con esta inragen, todo estribo vertic¿ll pclrct'c colaborar \e¿rlrrirí iriltr se c¿rlcttlan los t:stribos:
activamente en esc cfc'c[o irltegrador al inrpedir cse deslizamien-
to que sc registra entre la fibra infcnor de un tablcjrr v la superior .; .: L.-r: lr: ;.'i ¡i'¿{on¡l cie l.r fisura clt[r(" esiribos
del que está innlediatamente debaio. s: 5er-t..:.r,, ,ir' i.:le esUil,ltls

.\ ,\:,.¡ :';:-:¡',ürs¡l cle las b¿rrras c¡lte conttguratt rtll estribo etl 5[t plano
Sin embargo. si los tablones estllvicran ¡)erfect¿rnlerlLe encolaclos
Llnos (:on otros, no se producirí¿ln esos dc'tliz¿n'lielltos: cacla uno t:, = S r']
transm¡tiría al irrfc.rior el esfilerzo horizont;¡l () r¿isat-lte qr.te rrcls ha
scrvido ¿¡nteriermente de base ¡ ara dc'ducir la c.iislribt¡ción cle l¡rs
tcnsiones tangcnciales t. Si los dcsliz¿irrrientos rro se producen, la
acci<in del clavo que los alraviesa cs totirlnenle ¡:asit a,

Por consiguiel'ltc, mientras no se procluzc.rn fistrr;'rs, grietas in-


clin¿das o deslizamicntos cn la nrasa de hornrigón, lttientras cl
¡n¿lLeri¿il se cornpor[e conlo urt sóliclo corrLir;Lro, el estribo vertic¡rl,
conro los clavos verticales de los tablorrc:s, rro ¡r.rrtici¡r.r er'r l;r cle-
formación. L,a conclusiól'r anter¡or se l'r.i r,'i:-Lt-r cc-rrrIirrrracla ¡.ror la
experimentación ya c¡ue las Ll¿lndas cxtcnson'tétricas rteg.rcl;is ;i lor
cstribos así lo atestiguan. lii:. 8. 1 4. (lrjeta típica cle co¡t.l'rtc.

Los estribos sólo entran ct't acción cuanclo :c- ir.a ¡lroc|_rciclo ur)á
fisura como la indicada cn la Fig. B.I 3 tA. Páezl L¡ tensitin clc tracción ¡reryrerrdicular a la grieta ya sabemos que
v.lle tl1i - T,i i.si el estribo estuvicse inclinado en su dirección,
detrería ¿ilrsLrrbt-'r L.rn;i lr¿¡cción igual a:

t¡ 'tlg 5d = T0 'bO 'S' 2

Al cst.rr',ertical, su c.tpacidarJ de atrsorber la tracción viene re_


duciria ¡)or spi-r 45.:':

CRETA DE CORTANTE

a, (11, .b¡.s. Z).sen45,',=rrl .b6.S


bl \ 2 r¡¡ .b6 s

Fig. 8.13. Mec.:nisnrc¡ que jLrstilic.r l; ¡.lcsert:t;.r cL, r¡, es:rll..roi,


Reenr¡rl.rziirrcJo r¡ por-su valor irnv , ,"n**os finalrncnte
, el
Al operar anteriormente con las banas inclinacl.rs a 4 j,,cle área esfuerz.o cic tr¡cción que los cstribos pueden retcner:
Ai, separadas s¡, habíanros deduciclo qr-re,
A,o,-Vt
-t
v'st-
A, o.-z-
236 Los loriados r¡-ticularcs

Y por consiguiente, el cortante que rcsisten los estribos (Vr) si 16 sr.r¡.lerase Ia rcsistencia a tracción del hormigón, necesi-
con z = 0'9 d es: taríamos colocar clrmadLlras ya fueran barras inclinadas a 45o o
estribos verlicales.
0,9 Ai.os.9
u- _
5

F
Estribos Verticales (o = 90o)
Y con o. - l! en teoría clásica resulta finalmente
'2
A¡ 'fr¡ 'd
o' V = 0,45 cofl y. = 2

% = 0,45' 3j > V de servicio


Bicrldo.

fórmula quc coincide plenamente con la obtenida para las arnia- Ai, Áre.¡ rr'.rnsvers.rl ckr l.¡s ¿rr¡rachrras <lc cosicl<-r (Ai : n . A¡) ciispues-
duras dispuestas a 45o si se acepta el criterio de A. Pácz dc pc- tas en seccianes separadas entre sí una distanci¡ s.
nalizarlas un 70olo por su dudosa eficacia constructiva.

Barras lnclinadas (cr = 45o)

Resumen práctico 2.A,.r.,. .d


'
'' =0'45'

V:i
s
operando con la teoría clásica y despreciando la cotrtribución
del lr<-rnnigón para res¡Stir el cortante, confiando dicha furnción ex-
Y si se ¡lerraliz¡¡ sr.r e[i<.¿<]ia al 7Oo/,,, como rccomienda A. Páez,
clusivamentc a los estribos y barras inclinadas, Ltn¿l vez ot-lterrido resulta u¡l¿r ecr,r¿rcicirr icléntica a la cle los estribos,
el cortante de servicio en una sección, calculamos la tensión tan-
gencialen su fibra neutra. A, 'f.,'. 'd
V=0,45. f" conys-2
uu-bn't siendo.

siendo, Ai, Ñca toial cle -as b.irr.rs jnclinadas en cada secciórt, separadas cntrc
si ur.i Llist¿r rci.i :i.
V; Cortantc de servicio
z : 0,85 tr = 0,9 <l (secciones sobrec.linrensionadas cn calltc)l

z = 0,E h = 0,E5 d (secciones de canro rcducicro, vigas pLa*rs) ,,rf,-::oJ.;:t,:::.;::* H:':;;1t:t:JjJ::::;:: il:i:i;
combinación pésima V¿, se calcularía:
c
tk! *-" necesarias cclrtante: \/
Si 'u <-
-' ¡n no son
,"'- "-!!Jsrrs las armaduras dct
to =
'

Tc o,,l ,

2. ) (_ _. . l- ..^ \ Si t¡<f,.r./y,conyc: l.5nosonnecesariaslasarmaduras


f.tt=0,45(tr,) 3 (enKp/cm") 10,21(f¡) i enlrlP¿r
I ¡v¡¡ (r
''r
I
d* (:ortarrte, el hornrigón por sí solo puede resistir las tcnsiones
\ 'J de tr¡¡cción qttc se generan transversalnlente. En caso contrario,
serír ¡rreceptivo colocar armaduras transversales desprecianclo,
baio la filosofí.r de:;cri[a, la contribución resistcnte del hormigón
a tracción.

NOTAr Si operamos c()tl vigas de canto reduciclo r"'ig¡:; plarras. 9om()s pal:
tidarios cle reducir cl factor 0,45 a 0,42, dado quc cl lrrazo mecútrico z es
nrcnor que el sttpl¡csto habitualtrrerrte en las clc<il¡c:cioneg tcxiric:as cle las
fórmulas,

Con estas fcinnulas puede saberse el cortante que atrsorben urlas armil'
clrrras previatttente colocadas, o bien calcular dichas ¿rmaduras dado un
cortante.

En todo el proceso expuesto, téngase presentc que' trna vez c¡rre se de"
cide colocar armaduras, no se ticne en cuetlta en nrngún mottlcrtto la
cont.ribución r(lsistente dcll hornrigón rente .rl cc)rt¿!1te
f
L0r /{)ri ¿¡d(rs r¿liru/r¡r¿S

Sitr cnrb;rrgo, sólo hacicnclo triilnpas podenros llegar a irrstili-


Estribos Verticales (o = 90o) (Teoría clásica con banas in-
car por qué heinros .rcloptaclo los cstribos etr vcz de las
coeflcientes de seguridad actuales) clin¿rcl.¡s.

Exarlinarrcio las fórniulas finales del apartado anterior es ob-


A,
o,eo.
.f.,, .d vio c¡Lre l¿s irarras irrclirrad¿¡s Liel'len tll'la longilud veces ma- f
Vr - J" vor. [)Hr() t¿¡rrtbiérr su eiicacia lo es en igual rrretlida si no le
a¡rlicárarnos L.;n;r ¡rertalizar:itin del 707o, como reco¡rtienda A. Páez,
vd
tn-b0.0,90d corr la cxcusa clr- 1nr¡rrrt;irles problemas constnrctivos de ;inclaie
siencJofr.¡_.,.r Lt) \ ;..1 l4()()lv1t)a y aclhcrcncia.
A' 'Lo B.rst;rrí¿¡ colocar l¿ls b¿¡rras inclinadas en forrna cle estribos in-
a,, a
" s'bo clinaclos tanr[.:ién a 450, para ec]rar por tierra las pcnalizaciones
anteriores ¡' r:l qr.rc no abrazaran las barras de ilexión longitrrdina-
les.

Bien es r:iefio qrre cl'r zonas sÍsmicas la inversiórr de esfuerzos


Barras lnclinadas (a = 45o) (Teoría clásica con nos pr.rcdc cic'i.rr ert o¿ttside las barras inclinad¿ls, rnientras que los
coeficientes de seguridad actuales) estribos, al enc:ontrarse en una posición intermcdia, sigucn cum-
plicnclo su ¡ra¡rel ¿iunque sea con una eficacia de origerr.disminui-
da en .D
2 'A' '[.., 'd
Vci = 0,90
Por otra parte, en la ot:tención del cortante que absorben los
siendo i... S 400 \lPa estribos, hellltLs supr.¡esto que ex¡ste una arnradura longitrrdinal
A,.f..-,
< qut: rt:sister la conrponerrte lrorizontal de la tracción diagonal (ver
'¿ Fig 8. I 3 t. De ¿rcuerdc¡ ¿il rnecanisrno de equilibrio expuesto en.la
=.Ef Fig. 8 13, lirgrcamcntc, clel:eríamos tener cn cuenta unas armadu-
Y si se pcnaliza su eficacia a|70"/", colno reconlienda A. Páez, ras horizontales. separadas verticalmente por r¡na distancia igual
resulta una ecuación idéntica a la dc los cstribos: a Ia quc sc cncllentrcrrr los estribos y de su rnisrna rnagnitud, para
complet.rr el ec¡uilibrio correcto, con lo crral, y a pesar de las pe-
nalizaciones, saldrían perjudicados los estritlos frente a las banas
fvtl d
V¿ =0,90.Ai inc lir r.lti¡s r-¡rr 3Oto.

siendo. i.." < .100 \tP.r En ia ¡:ráctica clásica cle los inicios del hormigón, las l>arras
A,r .f.,r
vu longitr-rclinales de f lexirin se ancl¡:ban levantándose a 45''', con lo
' s'bo cu¿rl el problcnra .!rltcrior quedaba amplianrertLe cc;rnpensado y,
aunque rro se hicier¿l ¿sí, l¿ls barras longitudinales casi siempre t¡e-
nen, por reclclntjeos en su elección, exccsos suficientes para cu-
brir estos olvidos sin consecr¡encias importantes.

8.4. Estribos verticales o barras incllnadas Nest)trt)i f)r115cr)1o5 c¡uc cl rrrccanisrno de equilibrio que exi-
gen los estribos ¡rar:r resislir las traccioncs cortantes iustifica el
a 45o¿ elección colocar ban'as longitudinalcs cn las caras de las secciones de can-
Lo elev¿rclo p¿rr¿r que no cxjstan scparaciotres entre las rrrismas su-
El planteamiento conceptual y analítico re¿rliz¿do err el punLcr periores a los 30 cnr, tal y como preconizan las Normas del
anterior puede servirnos para plantear la discusión en la elecciórr hclmrigón a'n.ldo.
dc barras inclinadas a 45'1 o estr¡bos vertic¿ler (uancl(r drl ¿irm;¡r
a coftante y punzonarniento se trata. Secciones de canto nrayor o igual a los 40 cm deberían lle-
virr longilr-rclirr¡lmentc: al nrcnos 2Q8 interrneclios, uno en cada la-
Esta discusión, que cualquier proyectista podrí.i sugerir en sus teral, para est.rL'rlecer el rnecanisrlo resistentc dc los estrÍbos al
diseños, carecc actualmcnte de sentido ya qlle. salvo c¿rsos espe- (orl¿rnte, que neces¿lriamentc rcqu¡crc la prcscncia de dichas ar-
ciales, toda la industria de la construcción se ha irrclin¿¡cio rotun- trlacluri¡s lc:r.r¡;ilLrclinalrrrenLe, cliluyencio los equilibrios de l¿s fuer-
damente por las banas verticales con gcometrías dir,'ersas y, en su zas en varios ¡rLrntcrs vertic¿lrllente, sin dejarlos cxclusivamcnte
inmcnsa mayoría, en forma de estribos por su sinr¡'lliciclad cons- en la zona cloncle se concentran las armaduras de flexión en las
tructiva. nter)ctona0¿rs secc¡ones.
Los loriados r¿li(ul(¡/cs

8.5. Análisis de las tensiones tangenciales


l\1.(r,l \k-rrri.'r:1i.. ¡-:,'..jr'. r-r-r clr..r Árc.¡ cr-lrn¡rrirrricla la fibra ncutra
en las secciones fisuradas de la seccicir ijsur;d: ho-roEeneiz¿¡tla.
rcs[-]cc[c-) a

En principio supondrernos que exisl.e una rel¿rción lineal enLre


tensiones y deformaciones, y con ello, el planteamiento es nLly Hemos obtcniclo las fómrr.rlas ya conocidas, operando simple-
semejante al desarrollado anteriormer'rte, sin más que operar con mcntc con Ia jncrc!a honrogcncizada dc la sección fisurada.
la inercia de la sección fisurada y horn<-rgeneizad¿r.
El valor máximo cle la tucrza coftantc rasantc {Rr,) y de las tcn-
siorres liingerrciales rr.. l se ollti(:11c, urta vc:z tnás, clc:sclc la fibra
lreutrir {y = C)), I.rerrnar:.recic'nd() sr.rs valorcs constant(-s ¡ror clcl'la-
¡o cle la rrism.r l-r.1st.1 cic¡r-icle se encLler.tre la armadura de tracción,
donde brusc.lnlenie se .¡nulan por encontrarse la sección fisura-
da ¡ror detx, jct cle dici'r.i f ibr¡ neutra (Fig. 8.ló).

La fuerz¿i rói¿rl cie con'lpresiót'l será, pues:

a:J,'o .l¡r,,r.i,:J \l ' v


'.tllvr.d. !
Nl Nl. (0)
l. l,

consic'lcranclo conlo ill azo

c+¿ c. l, ,.
" \1. tOl - \-- ]VI

7.

t't +áí .
Y fror t¿rilcr. l¿i ir-rerz¡ r¿rs¿trite y la terrsión [:trrgerrcial niílxinla
valon
'

Tnrax
7 z.br0l
(T.
FJx-¡t¿-
Fig 8 l5 Sccción [iSurada con relaci<irr iincal entre:er]siL\nc! \'ciet¡rrrr¿ci¡ttes.

La posiciórr de la tibra rreutra de I¿t secc itit¡ l.r f ijamt-rs igLr.rl.ln- \ sec.iax
rEcrAn6u LAR
do el momento estático dcl área comprinrida ;rl cle la arnlaclur¡l clc
tracción, honrogeneizándola por el factor = Esi F-, Dicho f¿¡ctor
n
\
n es variable en el tiempo cotr la naturaleza clc las ( ¿rgas' dtrtlcl clr.re
depcnde del rriódulo del hormigón E..
é.+++
En sccciones dondc predotrtitietr las cargas rro colrstarltes ttlr Fji:. I lfr .\5ut-'1.:. ilLle '.:c:lc11 l¡¡s ftlerzas r¿ls<llttes v las lettsiortes Iangen-
: lcr :iÉ(: i: ó', rer. : :rrlqu l.it
valor razonable para el factor de horrrogetreiz¿ción ¡-rucclc oscilar ¡lt-rr; CrIr
(- j-r
i

en lorllo a ti, mientras que, si ticnen Llrl c¡r¡rct€rr const¡lrlle ¡rotlria-


\, a paftir clc trt¡rí, ¡roclriatlos aplicar lo expucsto clrl el resun'len
rnos movernos en lorno a l4 (n = l4).
clel a¡rartado ?.
Planteando el equilibrio en la rcbanacla clx ;r ¡l;rttir clc v resulta:

dc= [Y'.dM t(u].u.d,,


Jy l¡
PLAltO
dC = Rv . clx = ry ' btyt .clx = Ilxl ¡1.,r ¡
tr c-úYQó

R.. = t.. . t){Vl - t


rY'clxlf
-.
.. dM +(., _ r/v'- Mc{yl D _ \" \1. {yl l.; S L R,:l clc isostática en una viga fisuracla

dx Y -
l¡ .b{yr ' I.
Los fbrl,rdos re¡icul¡¡¿s

I¡ red de isostáticas en una viga de sección rectarlgular se in-


dica en la Fig. 8.17.
o.gs l¿
En el plano neutro y por dcbaio del mismo' al ser o*= 0
por
nlan-
encontrarse fisurada la sccción, las tensiones pnncipales se
en valor y formanclo Lrn ángulo con la dircctriz
tienen conslantes
de 45".

(tr =fry (comPresión) oil =fx', ltraccion)

Todo lo expuesto hasta el momellto cn este capílulo se ha


ba'
difícilmente
sado en algunos supuestos que, como todos sabemos
sc culnplen en cl hormigón armado en los dornitrios próxirnos al Fig. I l(). Lclui)ibrio con cl diagrarrtir ¡rarábola'rer:tángulo
agotafi]¡cnto cle las secciones, clonde ya no existe lirrea]icl¡rd enlre
tensiones y deformaciotres.
D.lnclo un cone en la zona rectilínea clel diagranra parábola-rec-
En ¡:rimer lugar el factor n : Es/Ec no se nrantierlc corrstante táng.rlo se terlclría qr-te cLrtrrplir:
y, ¡xrr consigriente, la situación clt-' la iibra rlc'utra t¿rrll¡)oco lo sc-
iiu, obtiganaonos, al rnenos, a tencr que efecttrar dos cálculos li- Cl+R'clx:C*dC
mites y extremos o que englobasen las diversas ¡ osiciones
pero como para los estados tensioltales máximos las tensiones de
interrnedias que adoptase la misma.
corn¡;resión en el hormigótr se niantiencn constantes a 0,65 f.¡,
En segunclo lugar, las secciones de hormigórr se fisurarl, pero tenclría quc ber ciC = 0 y, ¡-ror consiguiente, se cJeduciría que:
sólc¡ cuando se supera la capacidad resi$ter'lte a tracciór'l del hor-
rnigón. Su¡roncr que las fisuras en el hormigórt arrancan de la fi-
bra más traccionada y se paral'l al llegar a Ia tibra neulra no deia
R=$=o
dx
de ser una aproximarciórt simplista al problema.
cosa impositrle si existe un cortante y un momcnto variable que,
nccesar¡an'tente, exigirían que dC + 0.
.ü:1}.;[.'$l
',.s. { <:r,;' [)c fonn¿ nlás st¡ti] y t.ratando dc cclger el toro por los cuernos,
.'? r n. -¡1 el profesor A. l)áez trata de explicamos el problema, aunque acep-
i 9... :;
.,1 c'.'(':¿ r...
te que las iisur.rs alca¡lcen la fibra neutra desprcciando la capaci-
'r.i Lo:4,U
á..9?,¿_¡ dad resisLerrte a tracción del hormigón.
;*-if5ols Copiémoslc para no clesvirtuar su forma dc cxponer el tema.

Decimos la verdad cuando afinnalnos que una pieza someti-


Fig. 8. 18. Situacioncs supucstas y rcalcs en las vig.rs fistlradas.
da a flcxión sinr¡rlc rcsistc l;¡ ¡rcción de un rnc)rnento flector M des-
componienclo su efecto en Lln par de fuerzas C = T, la primera de
Cu¡¡nclo los momentos flectores son débiles, puecle.rceptar- cornpresión y la segundii de tracción, de tal modo que si z es el
sc una relación lineal entre tensiones y deformaciones, ¡rero crran- brazo nrccánico de ese par:
do estos esfuerzos aumentan, todos sabetnos clL¡e no es así y
dicha relación se pierde. Los d¡stilltos tliagramas rect-:gidos err l.: M-z.C:z'T
literatura técnica, entre los que destaca el de la parábola-rectán-
gulo, podrá servirnos para analizar las flexiolres, tr)ero no rros sir- Creellos est;ir en lo cierto cuando postulamos el prircipio de
ven para plan[ear los equilibrios c.xpucstos y deducir las fórmulas c1ue, segirn l¿r l\tec¿lnic¿r racional, cl csfuerzo coltáñt€:
que nos permiten obtcncr las tensiones tangenciáles corlo se ha
dM
visto anteriormcntc, u:d*
El profcsor l. Calavera clesr:arta las ¡r<:silrles ¡rre¡srr5ic)rr65 cl(-. es la cleriv¿rcla c{el momento, lc¡ cual equivale a decir que
emplear el diagrama parábola-rectángulo de la sigr.rie.nte n'lanera:
clM = V'dx
740 Lrli lor¡(idt)i rtl¡(ulores

L,o dudoso, lo que, sin ser falso, sólo constittlye rlna verdad a
o")
medias, se produce ct¡ando, partiendo de lvl : z ' C estatrlc--ccrrros
que:
dM=z'clc=V'dx
para expresar el equilibrio de las fuerzas horizont¡¡les:
)'
¿C = Yz .dx = rn,o* .b(Ol.clx = R.clx

y deducir, finalmcntc, que el valor cle l¿i terrsicin coftarttc r,,',.,* a lil
altura de la fibra neutra es: bJ

1_v ..7 rFi \


'max - b(0). 2 l\/ \Ei
?r
m+Jn
Este razonamiento, tantas veces rcpctido cn mullitud de tex- I
i
I
)
tos (de la misma manera que lo hemos repeticJo nosotros), es, sin
embargo, una verdad incompleta: una sertti-verclacl, Falta la otra
mitad. #J"= og.

Al difercnciar la ecuación M = z' C deberíamos, con todü pro-


Fi¡1 8.20. F:s;ra ideaiizada cn la reb.rn.rda de ttna viga.
piedad, haber escrito

dM=z'dC+dz'C Pcro la realidad experimental cs distinta. Queratrl<ls o no, el


hormigón ticne rrna linlitacla capacidad de alargamiento. Rebasa-
en vez de habernos conformado c:on el printer término dc1 segun- do cse límite, rnuv reclLrcido por cierto, el horrnigón se fistlra. El
do miembro. binomio horrni¡iórr-ar:ero crs aparenten'tente continuo porquc las
barr¿rs, al cose-r la fisur;¡, tiliert uno y otro fragmcnto de honnigón
Abstracción hecha de su significado fÍsico, la t:xpresión rrtate-
mática anterior es la conecta. lFig 8.20t.

L¿ continuidad se ha roLo.
= z ' dC presuponc, de un rrlt'¡do inrplíci-
La simplificación dM
to, hacer que el brazo mecánico z sea un factor invari¿¡ble y, por
En las proxintidacles incluso dc una microfisuración, el hormi-
tanto, dz :
0. Al admitir este supucsto, henlc'ls cl¿rdo un salto erl gón ha deiado cle cstar sórnetido a los alargamierrtos impuestos
nuestro razonamiento ace¡>Larrdo corrro válido algo qr.re r.leileríatrtos por l¿r ¿rnna<.irir¿r err tracción. L-os puntos a y b tFig. 8.20). antes muy
expresar con cautela. próximcls, esL.il'l ahora scparados p<.:r la atrchttra a* de una griela,
Aceptamos la hipótesis de que los dos materiales, el hormigórr al ¡rrincipio difícilmente perceptible a simple vista, y que se mide
y el acero, se deforman coniuntarnente sitr soltlción algurra cle con- en décinras cle ntilítlletrcl.
tinuidad y que en uno y en otro las tcnsiottes son proporcionales En csos plintos. la tensión del hormigón es nula. La separación
a las deformaciones experimentadas. cntre los trorcles dc la fisura impide al hornrigón transmitir esfuer-
Es en estas cotrdicioncs cuando el br¿rzo rttecánico es el co-
zos tanto longitudinales conto tangenciales. Todo el csfuerzo de
eficiente que resulta de dividir el rllorncrtto clc' itrercia cle la sec- tracciórr eslá alror¿ ('rtenido por la armadttra. Dada la proxinridad
ción homogeneizada por el momento estátjco cle la zona cle l.rs ['larr.rs ¿ los pr]ntos a y b que los circundan. forzosamente
comprimida. ha dc: haber un deslizamiento relativo entre el acero, que trabaia
a una tensión on. y cl hormigórr, que está ahora a una tensión nula.

'- r\4,(o) Pero, tal vez, la consecuencia más importante de estas consi-
cler¿ciorres es el hecho de que, entre los labios de la grieta, la ar-
El brazo mecánico z es así una propicdad geonrótrica, una dis- madura cstá scparada dcl liormigón, como deserrvainada de su
tancia invariable con el momento flector. Todo cs cicftr¡ con una alc:jamiento prcl'io,
condición: que no se produzcan rlovirnientos relativos cntre el
Si ahora iclenlific¿unos la anchura clcmcntal dx tfig. 8.20) de la re-
hormigón y el acero. Dicho de otro modo: la aclherencia es perfecta
banacla corr esa ¿rnchura an cle la grieta, rcsultará que a uno y otro
en un sólido continuo. Uno y otro matcrial sc defornian conjun-
lado, t¡lntrr en cl punto "a" como en el "b", la tensión de la armadura
tamente.
es la nlisrlr¿r.

l.
L¡s loriados ttttillür¿s

Él corrrinú¡r su clisert¿rciórr suporrietrdo distril:uciones tensio-


Errel estrecho intervalo <ic- la fisur"t l¡r barr'r rto ¡'rttccle físictr-
lralcs err la zorr;3 cornprimicla que requieren una cxperimentacicin
n.lente aument.át ni su alargar¡iento ni su tensititr. Si c-tr urra
suplenrentitria.
sección (a), su tensión es os. en otfa secciótr (b), nlilinréLricamelt-
tc próxima, la tensión seguirá siendo o*. Si a trrr lado cJe la reba- L¿s Nornl¿s vigentes obvian cl problema def¡nido por Páez y sl-
nada el esfirerzo dc tracción desarrollado por la arntadtlra es T, al guen uncr vía <¡ue, si bien proporciona rcsultados prácticos válidos,
otro laclo de la rebanada el esfuerzo cs T Err cste intervalo no ¿rcab¿rr de silr"tarnos erl tlll ptlllto que nos permil"a definir con
dT-dC=0. prex isirin el graclo cle scguricLrcl en el que llos encontrarttos realmen-
[n prefisuración, como elltre f¡suras, al no producirse clcsliza- te frentc al cort¿rrlte.
mientos relativos entre el lrtlrmigón y el accro, el brazo rrlt:cánico
(z) es constante y cl incrernenl.c) dM de- nronrento se cc)rrsigue me- Lo c¡uc p¿rece claro, según las cxperirrtetlLaciones realizadas,
diante un incremento en la tensión clel acercl, es clue su[)oner que- cl cortante es resistido intcgralmente por el
efecto-viga, es cjecir:
dM:z'dC:z'dT
Inversarnente, en una secciólt fisurada, clesertfuncl¿rcla la ar-
madura en su deslizamiento, la tensión del acero es const¿tnte y
N,l =c.z=T.z v=di\4
dx
nulo su incrementc¡ dT entre los bordes dc la gricta. El incrcmcn-
to de momento no pucdc cc)¡r)pensarse más que con un correla- V= d tf ¿t clT'Z+ clz'l-^ dT .Z dT
tivo ¡ncrernento en el brazo mecánico. cix =.dx dx rix dx

dM=T'dz=C.dz su¡>onicndo nula la variación dcl brazo nlecánico, rcsulta un plan-


tca nr icnto corrservador.
Nada se opone a ello.
El (:fccto-viga, conro sc deduce de la fomrulación, exprcsa que
Expcrimentalrnente com proba¡nos cónlo l;r s f isuras a scic-ndcn
hacia la zorra comprinlida ¿r rnedida que aUrnentanros cl rn()rnen- el increrrlc:rrto del morrrerrto fiec:tor de una sección a otra tnuy
to. Si las armaduras están fabricadas con url ¿cero dc nlarc¿clcl tr>róxirni.r se rt:aliz¿l nrecliante un irtcremerrto de la armadura obl_e-
escalón de cedencia, la pieza no se rompe cu,lrrdc.r la arnlacjrrra al-
nido dc las tensioncs de acJhercncia entre cl hornrigón y el acero
canza la tensión máxima 6, : fy. Todavía la r,,iga resiste adicictn¿¡- sin que varíe cl br.rzo rrrecánico, y esto, colt.lo demuestra el pro-
ies increl.entos de ¡lromento con mayores ciefomr¿ciones pero srrl fesor Pácz, sólo es posible err las zonas no fisuradas. Sin enrb;¡r,
go, ésra cs la teoría que aclualmcnte está disporriblc con carácter
incrernento alguno cn el esfuerzo T Err toda esta fase clT = 0 por
general.
inrperativos del diagrarna o, - e del acero. lrt .lrm¿dura, .igotad¡r
cor¡ro está, no incrementa su esftterzo; es l.i picl¿i la que aur¡en_
.lT
ta st¡ braz<> mecánic. reducic.clo hasta el lúrrit. la zona cic: homri- El valor cs la fr-¡erza de adhcrencia que reticne la armadu-
gón comprimido. n'
ra por unidad de longitucJ,
Por reducción al absurclo hemos reclrazacro rrna hi¡xitesis para
aceptar la única hipótesis válida posibre. pero ahora co'prol.rarn.s Cr-r¿ndo se cJcstruyc la adhcrencia en las fisuras, la única
ma_
que las conclusiones dc la hipótesis adnriticia nera de resistir el cortante ya no puede
sc ven rcfrenrladas iustificarse ¡r)crementan-
por la rcalidad experimental. do Ia arnladur¿ rlc tr¿cción, puesto que es imposible, como
denluestra A. Pir--2, ya c{l.rc ésta sc marrtic,ne a tcr)sión censtautc.
tlemos invcrticio los térnlirr's. si en el rerrguaje cle las Matcrríi-
ticas la di[ercncial total es: Si su¡tonenros una fisr¡ra c'ntinua, cl cclrtante entclnces
sólo
puede ser resisticlo vari¡¡ndo el brazo nlecánico.
dM=z.dC+C dz

las leyes de la Naturaleza, por recordar una frase.


v={z
dz
r
c]e Newton, nos
indican que mientras uno de los clos sr.rnranclos es ni.rlo en prefi_
suración, es nulo el otro al filo de la grieta abien¿¡. Lr vig-r ft''lciL)¡r;l col'r'r() si de un arco se tratara, tenicrrclo a la
arrr¿rciura conro el rirante inferior quc irlpicJe c¡ue óste se
abr¿r,
Hasta aquí lo expuesto por cl profesor A. páez. que hcmos re_ rn¿ntcniénclolo ¿r tcrrsión consl-ante.
cogido tal cual él lo expone, para poner cle nlarlificsto la com¡lle_
El efecto-.lrco sLrrninistra una parte inrportantc de la resisten-
iidad del problcma teórico, no aborclado plenanren[c hasta el
presente. cia al esfuerzo cortante tFig. 8 2ll.
l.os foriados reticularcs

I
I (c.t e)

Fig. 8.21. Mecanisnro resistente err 1.rs Vigas pol (] lccto'.lrco tltlanclo l¿r r, rqa st | 'i')I¡ \' 5r' 'r¡rroxittra a la rotur;r

hormi-
convertirsc en ul'l¿t reter<-'rtcia obligada detrtro del mundo del
l-ogicamente,lavercladprobablementeestaráellrjl1üconiunciót] los traba-
dc expre' gÓn etl todas sus !'arrialltes; así como también recibimos
sabia áe ambos mecanismos, iunto a otros más difíciles
sar c inluir: rozamielltos, efectos pasadores de las armaduras' etc" io, ¿e investigación v cnsayos sobre vigas prefabricadas
que'
que pro¡rcrcionan toclos ellos a nuestras estruclllras los resortes pretensaclas cle- A. C. Aparicit:1. J' Calavera y F' l' dcl Pozo' en los
banas que sigtle la analogía de
n".er"rio, para resistir cl corl"af'lte de forma rrrucho nlás hiibil de lc> particrrclo clc un l|oclelo sirnple cle
se introducen las ba-
que sabenros c\¡antificar, siempre y cuaf'ldo no las nraltraten'los c'x- Ritter-Mórscl'r que VCreIl\os a continu¿rción,
plano
cesivamente con nuestros diseños y esfuerzos desnresurados' rras corn¡rlctnlelrtarias qlre sillulüll el efecto-arccl dentro dcl
cle la viga .n ntcclirirrte \rn progranla cle ordenador, se calculan
los
Estando escrito todo lo anterior, ha llegado a f]osotros cl rrragní-
(INTE- esfucrzos en el cordÓn comprimido, arco, estribos y bielas incli-
fico y nuevo libro Progecto g Cálculo de B,lructuras de Hoflrrigdn
que sin lugar a cluclas pasarÍr a rradas r:omprinr icl¿is.
MAC, 1999) del profesor I. Calavera,

'10C Trn
i.=.0.ili r a
r
( 1CCO kt',)
l=;U.-i rn

l_
I i,l ) ¿ \8

rF
o
q
L

(A. C. Aparicio, F. l. del Pozo y l. Calavera, Haruigón gi Accro, trc 209, 199¡i).
Los /¡rla¡los r(litular,':

E.ó. Mecanismos para resistir el cortante


(Analogía de la celosía de Ritter-Morsch y
462 kN 92J !\
,l 1-.
regla de cosido)
¿ y''---l--7;--7
^Y/1.-\,/1.r"),./
e'p/:üle'y':ilf'y::É Conro ¡,a lrentos adel.rtrtadc¡ anteriormente, una manera de

L-+f lv
/ @tl /Áti / @l
1 iclealizar cónlo trabai¡r intenraulclltc una viga de horniigón, cuan-
do se ha sr-rperaclo Ia capacidad rcsistente del hormigórl a trac-
ción \¡ se cn(uenLr¿i fisurada, despreciando Ia resistencia al
cortantc cJel lrorrrrigón, la prc:¡xrrciona el modclo conocido como
500 kN
Pvalog¡ía d¡r J¡ C¡/.r-sti¡ cle Rittc:r-Mórsch.

lri€. 8.23. Resultados cit-'l arrálisis estrucl-uri¡l cicl rrlrrde:o ¡nierior Ntifese Se su¡)orrc- que, intentatrlentc, la viga gettera un nrecanismo de
córno casi l.r totalidad dcl cortante es resisLida por lo-' cerc:os. lA C A¡rari- cclosía conslstente en r.rn cordón supcrior cle compresión, fulncla-
cio, F. l. del Pt¡zo y J, Calavera, HormigónlAdero. ni 209 ls98). rlcntalmenle cle hontrigón y eventualmcnte auxiliado por armadu-
ra de corrrpresiórr. un corclón inferior dc tr¿rcciÓn constituido por
la armadur¡ clc flcxiórr, r-rnt¡s L'rielas itrclirradas y articuladas traba-
1 00 Trt janclo ;r conrpresión a travós del hornrigórr del alma y unos rion-
2450 kN fl (10c0 kN)
l--
I I r,.7 kN
V t.?l'rtes quc pucdcrl corrsiclerarse verticales o irrciinados trabaiando
18.7 kN 37.4 kN 56.0 kN
-o.- ^[:l- -ú- a tracciórr, rllre se corrc--s¡lonclcn a los estribos o barras inclinadas
'-l!-
7500 kN de cortante.

"*'r%
_-)-
c+> -2500
-trl- -tr" kN -cl*
kN -2440
-Ll-
6.13 cñ
-2460 kN

lig. 8.24. Resultados del análisis estructur.'rl del ;¡ocle.c, ¿r:.ie:.ü: l.)¿rtct Lrrt
segundo cscalén dc carga, otros 1000 kN, tr¡s haber p,;rs::f'r:;do ios estri-
bos. Nótese cómo el incremento de esfuerzo c()rl¿rtr'.c c5 ¡cs:tlielo frlncla-
ntentalmente, por el mecanismo de los ¡:tttrf.:les á¡rr.i: l;,(]r.r! f :rrr-'r-;¡nisrnL:
arco).1A. C. Aparicio, l:, J. del Pc¡zo y f . Calavera. H.rrnri.lr¡r r .'\,t'r¡. rr:' 20!),
19981.
I-iS 8 15 .Analogfa de la celosía de Rlttcr-Mórsclr

Como puecJe verse cn los resulLados anteriorei., l¡¡ cclosía clc [:st¿i r:l¡ro, ¡rtres. t-l rllccarrisrno c:¡rre pretende la analogía de ce-
Ritter-Mórsch refl e ja espléndida nrerrtc el I I reca n s m o r(rs stL- n tc y i i
losía: rcsistir la flexjón con kls c'orclones lrorizontalcs y el cortante
es el esquen'la protagonista (cfecto-viga) en el comportanliento cle con los nont¿it-ltes i,diagonalcs dcl alma exclusivamente.
hr viga, siempre y cuanclo existan cercos y la viga se encLlenLre le-
jos dc la rotura: estribos sin plastificar. Resulta evjcl]ltÉ qLle p¿tr¿l quc cste ntecanisrno funcione co-
rrectan'lcnte, l¿rs ¿r nrtadr¡ras tra nsversales deben estar adecuad.r-
A medida que las cargas aumentan y los estribos itrn cecJien- nlente ancl¿clas eli .rnltr¿rs cabczas.
do, o en caso de que uo existan, cl nlecanismo arco se corrvierte
cn cl protagonista rcsislerrLe y resrrlta rrna L¡uena sirrrll.rciórr clcl Este n're(;rniErlo rcsult¿-r l¡;¡sl¿¡nte conscrvador por varias razo-
corlante resistido por el hormigón, sierrrpre quc cxist"] suliciente ncs, iustificaclars er¡tc:rirrrertt¿tltnente, como se ha expuesto en el
arrnadura longitudinal de tracción. apartado antcrior fn ¡.lrinrer lugar, porque prescinde totalmente de
la cap;rcicl;rtJ resistcntc ciel horrnigórr a tracción; en segunclo lugar,
El sencillo modelo que los investigadorcs han plarrreado per- porque el corclcln sr.r¡:erior de hormigón no fisLrraclo posee una
mite comprerrder nruy bien cl compoftamiento cle las l,igas cle hor- cierta capilci(l;rcl resistcntc al cortante; en tercer lugar, porque las
migón a cortantc tras la fisuración diagonal al rienrpo clue ¡ternrite bielas cle conrpresieirr no se et'lcuentran ¡lrliculacias; cn cuarto lu-
interpretar muchos ensayos a cortante en los qrtc las vigas que gar, porqlre la c¿beza conr¡:rirnidir no cs dcl todo horizontal sino
delreríarr rompetse a urta dclcrrrrirrada carg;:, ¡lc¡lrz.rn en diciros inclin.rcl.r ¡' ;rbsorLrc pirrle ciel esfuerzo cortante; y, finaln]ente, r'lo
ensayos cargas m¿¡yorcs gracias al esquenra arco, escasantcltte es posiblc inragin.rr rrncr vig¿ en la clue su alma trabaie indepen-
considerado en Ias normativas vigentes. rlientenrr.rntc clel resto olvicl.rnclo el efecto arco cxpucsto anterior-
ntente.
Los forjados ralitulurcs

Fig. 8.2(r. An.-rlogía de Ritter nloditir:..1d¿r

Conscientes dc todo lo expuesto, las rronn¿¡s dc. horrnigón, si Estc ¡rlano está ¿tr¿¡\,esanclo por armacluras inclinaclas un án-
bien aprovechan la analogía de la celosía, introducen factc;res de gulo u de sec ción resistentc A, separadas entre sí paralelamentc
corrección tratando de paliar su conscrvadurismo, aLln(lue sin ru"la d¡slancia s.
abandonar del todo la filosofía conservaclora que t-.nvuelve Lodo
lo relacionado con el análisis del coftante. L¿ rlirección cie las ttielas cJc corlpresión y, por consiguientc,
la dirección de las posibles fisuras dc tracción que pucdan origi-
Teniendo presente la analogía, y recordando lo expucsto ante- narse, forn'an un át)gLllo e con el plano donde acnjan las tensio-
rionrente sobrc cl análisis del cortantc, doncle plarnteárbanros su lles tangen(:ial(ls
estud¡o irrdirectamente a travós dcl equilÍbrio de bloquc: c':orrr¡rri-
mido haciendo intervenir el csfuerzo rasante R, podcnios desarro.. ARVIADOgAS F(Éoc.A s g(eu¡¡s oe conrresío'u
llar la Regla cle Cosido en la que se basa el dinrt-.rrsiorrirrrrienlo ¿t
cortantc de la lt'rstrucción Española dcl Honnigón y otras Normas <'b-- p'
r. ñ--------,C.
del mundo. eoo(r"(cqil. /
x\á*
C - T - TRAcc¡'dN
C - covr?&Gtror{
-.) R - gAsANfá
Fig. 8.28. Rcp,l¿ ck Cosido y equilit_rrio phrnteado.

T cosrr+C (<-¡s0=R:¡.b
T'sen cr : C .sen e

RecmplazancJo C por T en la ecuación primera, resulta

Fig. 8.27. Mecanisnro rcsistente.


_ .scn cr
T.cosí+1 ^--.cose=f.b
scn 0

T.s.ntr f coscr*tnt3)=r
Dicha regla constituye una teoría gencral o moclelo de compor-
o
tamiento de una superficie, en principio plana, someticl¿ ¿ terrsio- |. sen ( cr sen
nes tangenciales cn su plano, situación que se producc elt c¿isos
nruy diversos. T.sen c.(cotang q +cotang 0)= t. b

Las lensioncs tangenciales que actúan en e) plano n]encictna-


La COnclir:iórr f)¿ir¿t (.luc nO haya roturas a [racción eS que se
do constituyen la solicitación quc se conoce conlo esfue:rzo rüsiin-
coloqucrr un¿rs arnraclurás cuya capacidad mecítnica iguale o su-
te y requiere, cuando el hormigón ya no resiste a rraccién, la
pere la lracción T {A" . 6i > T).
existencia de una annadura que atraviese y cosa dicho plano. El
mecanismo dc trabalo que sc genera es el cxpuesto en la analo-
gía de la celosÍa. Ao=A
S

slcrrcft-¡.
Sca pues un plano donde actú¿rn unas tcnsiones tirngenci¿lles
r en un ancho b y en una longitud unidad rledida en clicho pla- A' Área cle .'rce:o cic t¡:l,r cie los ¡rlarros cle arrnaduras separados entrc sÍ
lto. una diilani-ia rsr
A,r, Área clcl accro nor uniclacl cJe longiturl
o.: Resistenci.l cle cálculo clcl acero < 4200 Kp/¡¡¡2 {400 N,lmm2, tllE)
Los lor¡ados rctículares 245

dos ponen de nranifiesto, como ya hemos dicho, valores por de-


r.br< 1'65-sencr.(cotangu+cotango) lll baio de los 45' ¡rara secciottcs dc ca¡rto peqr.reño y pniximo a lc>s
45') cuando los cantos tienen enliclad.
Si para resistir el cortante se colocan banas con distinta incli-
nación, la expresión f ll sc convierte en l2l: En el instante de la fisuración, cuando la tensión principal de
tracción igr-rala la capacidad resistente del hormigón a tracción 6.,,
a. ñ el ángulo 0 puede ot)tenerse del rnoclelo elástico bidimcnsional
r bs)".' .or,.s€no¡'(cotangc¡+cotang0) lzl por la fónnula:
i=l "l
.
y si reemplazamos r por su valor rnáxirno rrnax = cn cl pla- oÉt -ott'(o' +ou)+o*'o'
-.. [,,,, cotang e= oct - oy
no neutro resulta finalmente:
y si or, es decir, si las t.ensiones verticales al eie de la viga resultan
desprcciablcs, c¡uccia firralrtiente :

'o,,'señ o¡'(cotang n¡+cotang 0)


Y=E l' l?l
cotatrg0: l- o*
- oct
siendo,
V Cortante a resistir con las armadt¡r¡s qtre. corncr \ ercr:ios ¡)osterior l.os ensavos efectuados también pusieron de manifiesto algu-
mente, no cs el cortante de diseño total. sino un co(clr"rl€ disminuido, n¿s conclr.rsioncs interesa n[es.
puesto que experimentalmenlc sabcnlos que no ¡loclemos clespreciar la
colaboración del hornrigón a cortantc. L¡ analorqa de la celosía permite obtener una idea suficiente-
ziBrazo mecánico de la sección = 0,9 d mcntc válida rje las terrsiones de compresión cn las bielas de hor-
migón, especi;rlrnente cuando las armaduras de cortante se
encuentran leios cle sr.r ¡rlastificaciórt.
Si quisiéramos conocer las tensiones en las bielas de comprc- Se constata claranrente en las vigas ensayadas que las barras
sión del hormigón, en las ecuaciones de equilibrio inicialmente inclinadas con relación a los eslribos verticales reducen las ten-
planteadas reemplazamos T por C y rcstrlta: siones en sris bielas de contpresión, aunque ésta reducción es
más pcquena que la proporcionada teóricantente mediante la fór-
C. sen e. (cotang 0+cotang c) = 1' 5 mula l4l.

Err las vigas cle alrna mr.ty cstrccha, las tensiones reales medi-
Reenr¡rlazando la compresión por unidad cle longitud cn la ex- das en los estribos y tr;rrras irrclinadas son las que más 5e pare-
presión anterior (C = oc .b'sen 0 ) resulta: cen a las qLle se obtienen con el modelo de Rittcr-Mórsch, aunque
siempre los valorcs experintentales sc mantienen inferiores a los
teóricos.
oc'sen2 0'(cotang 0+cotang cr)= t
Las diferencias entre los rcsultados teóricos y experimentales se
acentúan consider¿rblernente por el lado de la seguridad, a mc'dida
Y reemplazando t por su valor máximo en el plano neutro: que el espcsor de las ¿rlrrras de las vigas aumenta. Por consiguien-
[e, parecc rluy ruzonable, ¿il ciintensionar las armaduras de conante
con el rlodr.lo dc 1a ;rnalogía de Ritter-Mórsch, contar con una cier-
oc .sen2 .(cotang 0+cotang ta cc¡ntribución del hormigón a restar al cortante de diseño, antes
")= ¡rJ ¿
e Vl
de ¿¡plicar la fórrrrrrla l3l
En todo lo cxpuesto, el ángulo o viene fiiado por el proyectis-
Dicha contribución parece evidente que debeía ser mayor en
ta, puesto que él diseña la colocación de las armadllras: estribos,
las vigas planas ¡, en losas. y menor en las vigas muy peraltadas
L¡arras levantadas a 45", ctc. Sin enrbargo, el árrgr-rlo 0 st de¡arro-
del tipo prefabricado.
lla en el mccanismo resistente sin que conozcanros con precisiótt
su valor en todos los casos que pueden presentarse en nucstros Los ensayos y nrodelos más refinados que complementan la
diseños constructivos. analogía con cl efecto-arco, ponen de manifiesto en las bielas de
La elasticidad bidinrensional, si en el ¡rlano neutro sólo cxiste
conr¡rresión tensiones claranrente inferiores a las que proporcio-
na el Modelo de Celosía de Riner-Mórsch, en tomo a un 30%.
un esfuerzo rasante puro, nos dice que 0 = 45n. Ensayos efectua-
246 Los lorjados reliLalares

o, IN/mrn'l

¡9

f, +-- l-+
vx)
dif.r!ñlü
Yolora3 da

250
-- ¡'5I
--_t,
E/

tl
r1_
0,
I
I

v-Q

Fig. 8.29. R<lsr:lt¿¡dos t(x')ri(:()s y cxpcrirTl(:n1;llcs rlc :c:rrriont::, cxiste¡lLe:; en e:;!rlbos 190'r. i¡;,lr :ri' r4)- r ! brel¿is cle compresiór'r (Co,lst/"rii,"c c,r lJ{'fo,l, R. W.¡lther,
5ri ¡/.¿t ).
opl
gq/cr*¡

-400 Puntos de medido Roturo de


Rt*:soo *gf /cr* bielos
comprimidos

Or, (exFerimentol) -_-l


I

AI
I

//
'1 t I

=4
- 100 -l
I

or tco J

(t)
0 r-- >1
0 30 60 on T:
' --- n
2Y

Fig, ti.:J0. Difcrürcia entre los valores teórcos r cxl)crinrenlilles clc las compr(jsionc's tlblici;¡i, e: l ,,gas r1e irorniigórr Sotnetidas ü cor[cltrte. tA. C. Aparicio,
F. I. clel Pozo y l. Calavcra, Horm[gón g Acero. rr' 20e l9qB).

\_
Los /trriado-r re ! k u I tt r*'s 247

8.7. Fórmulas para el dimensionamiento Sin enrrrargo alóiese cr.rarlclr.rier Lemor cie quc sc está caminan-
clo cle [orrr'L.r irrsergrrra accrptando para e un v¿rlor de 4 5", dado quc
práctico de las armaduras de cortante en las precar-rciones adicionales que se acloptan, al margen de otras
los elementos lineales consideraclones físicas sobre el ángulo 0, ncls sitúan ampliamen-
te clel laclo cle la seguriclacl como vcrcmos a continuación.
8.7.1. Referencias básicas previas (EH-91,
NBR7l97, REBAP, ACI-318 y EC-2) L¿ Nonrr¿r est)(iriola en su versión EH-g1, para reducir riesgos
de nlicrofisL¡raciones por esta causa, limita todavía más la e[ica-
. Antes de proceder al dir¡rcnsiotraclc-r cle l.rs .:rnr¡dur¿rs. clcbc- cia tlel horrnlgón c:n un ó07o aF¡roximadamentc, con lo cual se ob-
rnos con'lprobar que no se rompe cl hormigón a corltpresión tra-
tiene fin¿rlnterrte la condición corrterrtplada oficialmcnte en la
misrtta par.l el no a¡ri:rst:rrllieuto de las bielas cle compresión:
balando con sus bielas inclinadas: análisis clc l;r contpresión
oblicua.
0,3'b d f ,1>V¡1 l2l
Partiendo del cortante de servicio, sc procede a su ntayoración
por yr obteniendo el corlante de discño \',r L¡ Norma br.isileña antigtra, NBR 7197, basada cn elCEB, da
la nrisnla tormul¿rcitirl clue'la española, considerando un línlite su-
En principio, supoildremos las seccioncs de c¿tllto consLar'lte perior al v¿ilor 0..J f,,1 < 4,5 MPa (45 Kp/cm2). En su nueva versión
y sin pretensar, obviando los efcctos beneficiosos cltie sc derivati la lromra Brasilcria NB 2000 estüblecc una llLleva formulaciórr:
por ambos mQtivos, tal y como ex¡'londrentos posleriorlrlente en
u nos apü rtados es¡:ecíficos. V¡S0,27'0u'b'd'fc¡
Partiendo de la ecuación l4l del apartado ¿¡nterior: f
sictlclt cl = I -'--,f.-, en MPa)
250

t= = oc 's€rl2 0'{cot ang 0 + cot clng cr) :


Uh P;rra f,'¡ 21 \lPa sc obtierle,

s¡ sustituimos las variables generales por sus r'.llores cle cálcttlo


oficiales: v:j so27 (r- ,*)n n =0,243'b'd.f.¡
"
sin fiiar lhrite superi<)r pero reducicndo ligeramente el valor r¡ue
V¿ =V'Yl podría alc;:nzarsc con la fórrnula, si l;i comparamos con la espa-
t
1,,1, ñola.
oc = =td
^)^
Ic
Li Nornra ¡)orlLlgues;l REI3AP emplea el valor 12 en lugar de
z.=0,9 d 0,3 [.,1, dando ul]as Láblas con los valores de t2 cn función de la
calicJad clcl hornrigón. Sin cmbargo, en los con'lentarios cita que el
con los ángulos tradicionalrncnte empleados en Ja práctica valor cle- Tr es pre(isantente 0,3 fcd.
0:450 y cr:90'r, y suponiendo estribos verticalcs en un ¿ncho
constante del alma igual a b, resultaría qr¡e para que nc) hubiese Aunque se otrsen,a que la formr¡lación es la misma para las
apl;rstamiento de las bielas de hormigón debcri¿i verificarsc que: norrnas citaclas, no sc debe oividar que los coeficientes de mayo-
ración de acciones son algo cliferentes y lar minoración del hormi-
gón tanrbién.
0,45'b'd'f.¿>Vt ltl
Vemos, pucs, qrre l¿¡ Nomra espafrola es conservadora en com-
Téngase prcsente que considerar ángulos más Lxrios para las
paración con las ltornras nrcncionadas, considerando la formula-
bielas de compresión (0 < 45,-,), como parecc ser la tenclcncia ac-
ción l2l y los coeficientes dc seguridad que planteaba antes de
tual, supone penalizar dichas bielas y rcducir su capacidtrd rcsis-
aparecer la nuev'a EHE.
tente teórica por dcbajo de lo establecido cn la exprcsión lll.
Así resultaria que para:

0=40o -+ o,44b.d.Lu > v¿


e=35t' -+ o,42 b.d.[¿ > v,i
e=30o J 0,39 b.d [¿ > V¡ T¿bla 8.1
Los lorlatlos t(liculue|

No entendemos la tendencia extraña y pendular que impera en No obstantc. la valoración de V.u puede ser discutida, como
nuestros legisladores tecnicos, de ir penalizando sistemáticamente veremos posteriormcntc.
todo, cuando cl comportamiento real de las estructuras parece
canlinar en sentido contrario, cncarecicndo e hipotecando la in- E,l :
v.rlor resiclual Vs, Vct - V.,., introducido en la fórmula 3l f

cn lugar dcV dcducido de la analogía de Ritter-Mórsch, parece que


dustria de la construcción innecesariamente.
corrduce a un clinrensionamiento más acorde con los ensayos,
Nosotros creemos que la exprcsión l2l ya queda por el lacJo de aunque existan discre¡lancias en la valoración empírica deV., se-
la seguridad, sin tener que penalizar aún más la capacidacl resis- gírn los diferentes paises y scgtrn los elernentos estructurales que
tenle delhormigón por esta causa, como hace el EC-2. El EC-2 es- sc cstón analizando: vigas, losas macizas, foriados aligerados, etc.
tablece que el cortante de diseño V¿, para evitar rotura por . En li¡ Nortn¿r t>rasileña NBR 7197 se fonnula la expresión'
compresión oblicua, ha de cumplir la exprcsión siguietrte:
V-, = l,l 5.V¡ - Vqu
vn <
l'v'[a'b'o,ed sicrrdo.
Vc',=ftt b d
f. r,:n \lP;rl
siendo v =0,7-ffi #o'5 lfck enMPal tu = Vr.,rtf
rJ.rnclo el r¡'or 0 !5 ..1 y¡ en lc¡s elementos lineales

Para un FLA-25 (fq¡ : 25 MPa) se obtiene por aplicación dircc-


Si obtcnen¡c¡s el valor de ry1 deduciéndolo de la vieia Norma
ta de Io anterior que:
español¿r (EH-9 I t:

vo o d '[a : 0' 2ó ' b'd ' Lcl L


= I (0,'- iJo ) ',' t, =0,1ó' [¡ =0,t0' ic; =0'13' f.r. (enMPa)

lo cual eige necesariamente un aumento dcl canto o cl ¡¡ncho de


la viga si no se cumple, ya quc el problema no puede resolvcrse verllos que resuita Vr : 0,13, un l3olo infcrior al considerado por
con amladuras transversales adicionales. la NBR 7 197, que opcra con la f.¡ en vez dc con la f.¿; y, sin em-
bargo, cl térrnirro I ,I 5 V¿, dado que opera con un valor de
El código americano ACI-3 l8(99) no establece urr límile a la yr = | ,4, cotrclr"lce a un valor prácticamentc idéntico al considera-
compresión oblicua de manera directa, sino que de fomra in<jirecta docnF-sparia: l,l5 l,4V: l,ólV
limita la cuantía de las armaduras de cortante o el esfuerzo resis-
tido por dicha armadt¡ra, Vo, que debcrá ser mertor qtlc: En la nuev¿i Norma brasileña NB 2000 se plantea V.., como:

v. <0,ó7. [ .b.d.0 (t=hNlPa,0=0,85) V.,,:0,ófs¡¿'d'b


- u,..1 l lt'l-'
. Dlmensionado de las armaduras a cortante: Srtlllclo. [..
'l

Superada la fase anterior y en supuesto de c¡ue las tensiones ción ciei ho'-¡irtón.
en la bielas de compresión del hormigón sean aclnlisiblcs, cl di- :
Para un horrrrigón C25 lf.¡ 25 MPa):
mensionamiento de las armaduras de cortantc se deduce de la fór-
mula siguiente:
VcL¡
... 0,21.2i] i ,. =o'77'b'd
o'ó'"'''r,lo''b'd l['u = 0,77 MPa)
=

.serr a¡ -(cotang g)
z = i+.clq¡
Y
-s;
cr¡ +coLnng l3l valor c¡ue, cor-rlo veremos a continuación, c<¡incicle prácticamente
i=l con clvalor t¡ de Ia norma REBAP (0,75 para ttn C25).

En principio, al valor del cortante V¿ lc rest;lmos el coftatrte que Irodclnros ver qLte la contribución del horrnigón a cortante et't
absorbc la sección de hormigón, que denominarerTlos V.u, y crtyo Brasil se encllcntra por encima del valc¡r considcrado en la vieia
valor más frecuentemente considerado viene dado por, EH-g I algo ntás cle un l0o/o.
V.u:fcu'b'd . L¿r Nornl¿ portugl¡esa REBAP plantea utla formulación seme-
sicndo, j¿lnLe coll:

h =O,5rE (en Kp/cm2) segrin la antigua )'1or.mr Es¡rariola EH-91 V,;,.,: V¿ -Vq,,
Vcr.r : Tl 'b'd
[" = 0,1óú.-,t {crr MPa)
Los /br¡rdos rclit.ularcs

El valor práctico de t¡ lo propone la REBAP en esta tabla:

Tabla 8.2

Si [o comparamos con la Norma csparlola, resultan valores


sinrilares o incluso algo mayores, cotllo succdc tonrando Lrn H-250
(c-25). 'l¡rl'¡la 8.3

REBAP: rl (f,,u) = 0,75 MPa


Reton'arrcjo el cálculo cle las armaduras de cortantc según la
I
EH-9I fcv =0, 13. tk =0,13' 25 =0,(r5 lv'lPa EH-91 venros r.1uc:

. Suponiendo que dinetls¡ol'lanlos con cstribos verticales


Verrtos, pues, que la valoración qltc la Norttta poftLl€lliesa rea-
cr :90', r'ac,--I-rtanr-lr-r ¡-rara 0 el valor de 45c', que para el cál-
liza sobre el tórmino V.u esLá por encima qtte el cortsicleraclo por
cLrlo dc las ¿rnn¿dr-rras, contrariamente al efecto que producc
la norma esperñola EH-9 I , al margcn de los peclr-rertos nlaticcs rc-
err l¿is biel.rs clc- conrpresicirr, ahora resulta una hipótesis muy
lalivos al coeficicnte de mayoración y¡ lTf = 1.5 en e] REBAP;
consen'¿rclorii I)Lresto qtre la eficacia de las armadtlras aumen-
Y = I ,6 en la EH-9 l),
t¿ al disnrjnr-¡ir el ángulo 0, y operando con una tcnsión de di-
. El Código ACI-3 l8 amcricano toma para V.,., el nreryor cle los señc¡ en el ¿icero tr,1 : I
fyk/y* 400 MPa para limitar, dc forma
valorcs que se obtengan con las expresiones siguientes, len uni- nruv diccr-it ble , cl alargamicnto de las armaduras, resulta:
dades S.l.), tomadas de I. Calavera:
.1
V.ri -' <0.9 i's n Ar, t¡,¿ l4l
V.u = 0,1 3.J.k . b.cI (idéntica a la española (EH-g1 ) segt¡r in-
SienclLl
terpretación cle Calavera)
l1:\úillcr() ilt: rall;¡s lenrc.f les de los ()slribq)s o núnlero de lr¿rrr¡¡s incli-
nadas exis¡ertes elr cada plano de armaduras
vflud]
v.,,, =[o,tz. f* +ri,s n u dso23. [;,.b.d Ar,: Áre¡l cle' ia sccción cle.rcc.ro cle una rama ve rtical
s: 5{'pardciórr e:-rre estriLlos

(fck en MPa) . Si dinlensic)nantos con armaduras inclinaclas a o, = 45o, ob-


tencnros:
siendo,
p: Cuantía ge(nnétrica de la armadur.r dc lracción
d se exprr:sa en nletk)s vs.¡ <O,e , l.n.An.lv¿ l5l

Sin cmbargo, nosotros crcemos que Calavera hace un transpo- La corr jurrción de estribos verticales y barras inclinadas con-
sición de la fórmula algo conservadora, pudiénclose tomar para ducc a la su¡.rerposición algebraic;r dc las fórrnulas f4ly l5l.
Vct,: 0,145 . b . d baio un control
fr; de eiecución norm¿rl,
Nótcse, obsen'ando i¡is fórmulas l4l y l5l, quc la separación
. El EC-2 adopta para V.u la siguientc ex¡:resión: n'táxirna loneitlrclin¿¡l .rdnri::ible entre cstril.ros y barras inclinadas
ai 45ó ¡rara c¡ue no cxista una posible grieta de cortanl.e sin coscr
V., = h,,t .k.(0,t 2+40. p)+ 0,t 5.o. ]. b. cl por las misnlas, es ar¡lroximad¿rrnente 0,9 d para los prinreros y
0,9 Jl 'ci ¡rara las segrndas.
k = l,ó-d 2l
Para el resto cle nomlas es aplicable la misma formulación con
<t : Tensión dc compresión en el horrrrigón, en el c.tso {lc' ¡riczas conr c¿¡ráctcr general para dctern'linar la armadura de refuerzo frentc al
primidas. cortar.rte,
250 Los foriados reliculares

. Separación de la armadura tranwersal: En la nuer'¿i EHE v el EC-2, las cspccificaciones anteriores se


tlr¿lttliettett ¡' ttt;rliz';lri tle l;r f,rtrur sigttiettte:
Basándosc cn lo anterior, la EH,9 l limitaba la separr.rción cle
estribos verticales a: . Se manticncn los crilerios de separacién y, adernás, éstos y
el diámctro de los estribos cuando éstos confinan armadu-
s< 0'85 d ras con'lprinricJas en los elementos estructuralcs, dcben
y añadía dos limitaciones adicionales de carácter construclivo: cLrnrplir.

s<3b s< 150 rttítrituo


s<30cm I
Ar t 4Q
niáxinto
siendo b el espesor del alma de la pieza.
. [-a sey:.rr.rt:ión errtrc l.]s anllacluras transvcrsales debcrá cum-
Y añadía algunas otras consideraciones tales como:
plir la: crt¡rciiciones siguientes para asegurar un adecuado
r Si existen armaduras de compresión, la scparación nláxima confin¿rnlicntrr rJel homrigón sometido a cornpresión oblicua'
entre los estribos será inferior a l5 veces el diámctro de la
barra comprimicla más delgada y el diílnretro de los nristnos
será mayor o igual a la cuarta parte del diámetro clc la barra s 10,80 d s 300 mnr ,i v,a <
l'V,r
comPrimida mayor.
. Experiencias realizadas en laboratorio
pollen de nranificsto s<0ó0d5300ntnt si f 'V,r .V.a l2.l'vrr
qü to. estribos no aumentan a etectos prácticos la capaci- )
sitnplernente
dad última resistente de las piezas a conipresión,
por lc: que la sS 0 l0 cl < 200 nrnr si V,¿ >
i
'V,,¡
hacen que la mismas rompan más dúctilme¡lte'
¡*,t .ién de colocar estribos a l5 Q c' vigas sólo lNrciirlntente
puede conducir a una perralización excesiva e sict ider
comprimidas
innecesaria cuarldo las armadur¡rs dc conrprcsiirrr sean \':C=\r-\r,,.'-\'¡;¡
las acciones extcriortrs
delgadas. \:¡: Co:-;rt'':e de iii¡eñt¡ ¡'lroclrtciclo Dor
Ia colocación clc cercos o \/,,.¡: \',,rlor r.l* cálcLllct cle l¿ collrpotrentc
de'la ¡u¡¡¿¿ cle pretensatlo
' En todos los casos se prolortgará
clich'r fuerza con su valor
;;úb;t en una igual a medi<': carrto útil más allá del
r""u*i p¡r¿ricJ¿ ¡
¡ 5t(:c:(ir1 ttu'tliu'
"t.'
tonrada
pc::lcier;,cirr
punto en el que deian de scr necesartos par'liel;r a la sccciórr de la rt:-
a 45'- será me- \/\ .'i \'¡
\(r I¡\.ri¡le ¡i irt o cle la cottlpotrenlc
' lá sepal:ación máxima enLre banas levarrtadas l'2d en las s,,.t..,'.;,* e'-i:rr antc¡ de con r)reslol l cot.t.lo de lrac-
sli)ner norr¡¿rlcs' t l

a separarse ri

nor o igual 0 85d' pe;pueden dc trorrligtin' c:tt piezas dtl


llegar
clón. 'qoirre l,rs f:irra: Lc¡nr.lrtucllnalc:s
" no se;r máxirno'
zonas en las quc el csfuerzo cortarrte q¡¡¡ ili-
"''i¡i"lit''
amladr-rr¿l tr¿lr)svers¿il tvigas
'n oblicr'ra en cl
agotamicrrto por conlprcslo
' Todo elenrento lineal debe llevar \'.,1: Es:r-ter:i-r ctj'l¿!i:e rJe

y Pilares). ¿lnii:.
levalrtaclas a 45'r debe lle- práctic'rntentc siernpre V'6 cs igual
l¡ eC:i c¿clóiL collvencional
' Todo elemento lineal con barras la
L:',
capaces de absorber al nrenos
i;;nb"t ¿\-.
var un mínim"
tercera Parte de Vt'.''

ABM¡()uRAOE
CORTANTE
-T_'
'ü1
t-d4 ., -L'-.-
J-
ü4
b^ -¡I
ü4
_ ._t .-_.
j*".,¡-*| t-l .qlE!4q.o."E=
COMPRESION a cortante
b = bo' ancht¡ eficaz' de cálculo
0,5 I cotang 0 -< 2 sr:s
Fig.S.3l.Consicie'r¡i:ionesgt-'ornélricasalcnerprc'sentet:nelcl::'lel¡s:o:r'l:'Jicnloacorlante(FHEI
Los loriarfos r¿liular¿s 25t

. La norma REBAP portugues especifica: "acotaciones", es decir, simplificaciorles que, superpuestas entre
sí. pueden co¡rclucirrros, como de hecho así sucede, a sitttaciorres
en las que el tÉclrico pierde el sentido físico de la realidad y no
s < 0,90 .d S 300 mm si V',1 sf .vu¡
s¿lbe clónoe se cncuenLr¿t, itllnerso en un conjunto de reglas y cri-
terios, r'r'rlrchas veces incompletos y algunas vcces contradictorios,
si vr¡ <
2,
s .vr¡ frecuenren'lentc lcjartos a sLl experiencia coticliana, observando el
s10,50.d<250mm
I V,,1
colTlportarTliertto real tle la estructura que proyecta y construye.

s S 0,30.c1 < 200 mm si V,.1 > { Vr, Cuando l.l nomra EHE habl¿¡ cle estado límite de agotamiento
frcrrtc al cc)rtürrte, en str art. 44, acota cluc se refiere a slq¡¡sntos
line¿rles y a plac;rs o losas qrle trabaian unidireccionalmente. Cuan-
. L¡¡ vieia nomta brasileña establecía cotr carácter gtlneral: clo consulLanros el art. 5ó, relativo a placas y losas, buscarrdo cómo
calcu la r a cortár nte sus elentelttoS trabaiando rnultidireccionalmen-
s < 0,5d < 300 mm te, nos remitc de nLlevo al aft.44, suponicrrdo quc los nervios de
un reticul¿rr, ¡rorejcrrrplo, solr elementos lineales y aislados que tra-
. La nueva lrorma brasilcña NB-2000 indica: baian r-rrricli rcccic.¡rta ltlente.

s < 0,ód I 300 rnrrl si V'a < 0,ó7 Vul r.Cónro cs posiblc qr-re el lcgislador haya permitido la presen-
cia siniultánca c1e la nomta est'lañola de forjados EF-96, con un tra-
s < 0,3d S 200 mm si V'¿ > 0'ó7 V,,1 tamiento tan ¡:rivilegiacio del cortante de sus vigttetas
uniclirecciorralcs. frentc ¿rl tratamicnlo tan cxigente y penalizador
. El código ACI-3 1B establece:
que proplrgrra para sus cstructuras competidoras, como puedert
scr las losas relicularcs? Menos ntal quc la nueva EF-2001 matiza
más las cLlestiones rclativas al corlante, con el obieto de mininli-
s ( 0,50.d I ó00 mm zar las clifercncias resistentes tan abismales que existían entre los
nervios sentiprefabricados y los construidos irt sifu.
s < O,25.cl < 300 nurl si V*, > 0,34 Ll 'b <l Q
Con el ,rfárr que existe ett el ¡rresente dc tralar de normalizarlo
([¡ cn MPa; 0 = 0,85) tocio, comierrz¿ a resultar imp<;sible compatlbilizar la Norma Eu-
ropcil cot-l la Norrla Espaitola, con la Nornla Específica dc tal o
cual terl¿, con l;r Norma de la Colnunidad, con la Nonna Provin-
Existen otras cspecificaciones cotnplemenlarias relativ"rs a djá-
metros mínimos de estribos, separación transversal de estribos y cial, con la Nornra Local y con la Nontla Personal de Control que
superyis.t nllest ro trabaio,
ramas, etc., que no detallamos y que se pucden consLlltar en las
rcspectivas normas. L¡s cliferent:ias clc' criterios sol'l a veces Latr disparat;:das en las
clistintas Nornr¿is ct-lnsult¿tcl¿¡s, quc media Espalra constn¡ida con
viguelüs i,'foriaclos reticttlares debería encontrarsc cn el suelo si
8.7.2. Crlterios y fórmulas propuestas en la fucsen realmentc cierl-as todas las teorÍas que legislan ntlestros
provectos.
nueva Norma EsPañola EHE

La nueva Norma Española EHE(991 presenta cle fornr¡r coniun-


ta el hormigórr anrraclo y pretertsaclo, ¡rlanteando ¡.rara el ¡n¿ilisis
6.7.2.1. Estudio de la compresión oblicua
del cortante cle los elementos lincales y losas c¡r-re tratlaian unicli-
reccionalmente nuevas fórmulas inspiradas en el frrrocódigo 2
bajo el sistema de unidades S.l. (Newtons ¡l Pascalesr y olvidando, Dicho lo ¿lnterior, con el único ánimo de suscitar controversia
prematuramentc a nuestro iuicio, el sisterla lt{KS de loclos cono- creativa -V cscl.trecedora, pasamos a exponcr las nuevas aportacio-
cido (Kp, Kp/cm2, etc.). ncs de la EIiI relati\,¿ls al coftantc.

Es nccesario tener presente, si pretenclemos no pcrcler el poco


Las cornprobaciones relativas al cstado límite dc agotamiento
cspíritu crítico quc pr-reda qr:ecJarnc¡s a los técnicos qr-rc cleleg;r" por esfuerzo cortante ¡:ucdcn llevarse a cabo a partir dcl esfuer-
¡nos los criterios de proyecto cn las Nonttas vigentt--s. que las aco- zo cortante efectir.'o V,,1 datdo por la siguiente expresión:
taciones que realizan las nlismas dc protrlerlas sunlamente
compleios y difíciles de analizar represenlan lo que rcalmen[e sol'l: V,cj :Vd*\*r*Vcd
252. Los [orjados rr-tiull;tr$

donde, K: Coeficiente de reducción de la eficacia del homigón si se


efrcuentra previ¿nte|lte comprimido; dicho cocficiefl[e tiene
V¿:Valor de cálculo del esfuerzo cortallte (mayorado) produci-
urra base cxperirttetrtal y viene dado por:
do por las acciones exteriores.
Vp.1: \hlor de cálculo de la componente de la fucrza del prcten- *=;(,_
údo paralela a la sección de estudio. Cuando el cable del pre- ?T )='
terrsaclo no es recto en la pieza, la fuerza cle ¡:retensado Para piltrres en la edificación se ¡:rrcde tolllar para K el valor uni
tangente al trazado clel mismo debc proyectarse sobre Ia sec- ciad (1. Calaver.rl.
cióñ donde se esté analizando el cortante y superponersc a la
o.,1: TensiÓtt efectil'a en la sección, que toma un valor negati-
acción cortante que produzcan las acciones exteriores'
vó-cn el caso cje quc -'xistan tracciones. (Hetlros cambiado el
V6¿: \Arlor de cálculo de la componente patrirlela a la sección cle criterio cJc sigrrtls dc 1¡r F-t l[, cltrdo que crr la préctica de la edi-
lJiesultante de tensiones nornrales, tanto de colrrpresiórr ficación l:rs com¡:resiones suelen considerarse positivas,
como de tracción, sobre las fibras longtudinalcs de homrigón como de igual nrarre'ra las considera el EC-2):
en piezas de sección variable. Cuando la pieza presellt¡l ull
peitil variable, las resultantes de las tensiol'lcs de compresión cr.,I = ld
¡1c
y tracción que equilibran los momentos se encuentran inclina-
das respecto a las secciones normalmente analizadas y, por
. N¡: Esfuerzo axil cle cálculo, incluido el pretensado, también
tanto, pueden poseer componentes transvcrsales clue se su- con su r'¿rlor cle cálculo.
pcrpongan a las acciones cortalltes tranwers¿¡les de l;ls accio- . {.'.Áre;r rotal de la sección del hormigón.
ncs exteriores.
Simpiificarncltl todo lo expucsto en los elementos horizontales
Centrándonos en los casos habituales de edificaciórr, donde cle hornrigóri ¿irt:raclcl de la edificaciórr, para qtle no haya ago[a-
los elementos son de sección constantc y no existe pretertsado, n'liento en ias bielas cle conrpresión por efecto del cortante V¿, se
V,¿ coincide plenamente con V6 y se mantiene la comprobación tienc qtre cumplir que,
previa dc que V¿ no ha de agotar al hormigón por compresión
oblicua, cs decir:
. Con cstrit¡os verticales: ValV,r : 0,30' b' d' f.¿ (aplica-
ble tambión a los ¡:ilaresl
Vul >Vd=Vrci
. Con trarras inclirt¿rclas l45o):V¿SVu1 : 0,ó0' b' d' f,.l
siendo, . Cuando exietan sinrtlltánearrter'lte barras inclinadas cr : 45o
esfuezo cortante que agota por conr¡lresión
Vu I : \álor clel y estribos o. = 90", la Norma propone operar con url valor
obli.ra el hormigón del alma de la pieza; y vicrte daclo por la medio de cotang u. dado Por:
cxpresión:
) A, .cotang a,
0+cotang a cüiar.rs ,
\,r = K.[u" . b. z s9':n*
l+cotang'e
"Í^

f.g: Resistencia de cálculo en la biela dc compresiÓn del hor- doncle Ar cs el área de la sección por r.rnidad de longitud
migón del alma, dada Por f.6 = 0,ó fcd cle las arm¿¡cluras que forman un ángulo cli con el eie de
l;r pieza. F.xpresándolo nrás cómodamente:
b: Anchura mínima del elemento, es decir, descontando hue-
cos si los hay; viene dado por bn. Si en la sección considerada
5 n¡ 'A'''
la anchura del alma no cs col'lstante, se adoptará p.lra b,,
urla ahllra ./- ... "'a,
cotang cfi
1b = b6) el menor ancho que presellte la seccrÓu en (oiat'lg Cr =
igual a los tres cuartos del c¿rrrto útil contados ¡1 [rijftir cle I¿r ar- n O,r,-
madura de tracción, siguiendo la Fig. 8.31 .
L¿ S¡

z..Brazo mecánico : 0,9 d 6 z* d (1. Calaver¿¡, F-HE) i;ienclo.


nr: \riirrelo de ramas de árca A¡1¡ separad.ls ttna dist.tncia s¡, si-
o: Ángulo de las armaduras con el eie de la pieza; cn ¡riezas lli.lcJcl5 en ull Dlano irlcliuado cr¡

sin armaduras de cortante se adoptará (1


: 90':'
0: Ángulo entre las bielas clc compresiórr de hornrigón y el eic v¿iic-:rcsanrbos que, si bicrr rcsponden conceptualmente
de la pieza (0,5 S cotang 0l
2). Un valor razon¿rble y realista a la realiciacl tecirica, se erlcuentr¿ln por debaio de la reali-
para 0 puedc ser 40(1, que equivale a considerar cl¿cl rcsistentc de [orma conservadora' cspecialmcnte
cotang 0 :
l,2O; o bien continuar coll el tradicional e 450, : cuancl<¡ se formula con estrikros verticalcs. Nos llama es-
con lo que cotang 0 = l.
l.os foria¿los relitulares

pecialmente la atención el salto tan brusco qlre se da en E.7.2.2. Estudio de las piezas que no necesitan armaduras
ia capacidad resistente de las bielas cle conrpresión scgún
de coÉante según la EHE
existan estribos o barras a 45o: óNo parece excesivo?
picza no nece-
Conlo v'enimos rcpitiendo reiteradamente' una
que se gcne-
\éamos ahora una reflexión en la línea expllesta cn la introduc- silará annadr.lras cle cortante, cuando las tracciones
rL.n por sLl c;lrisa en el alma de sus secciones perpendiculares a
ción cje cste apart-ado 8.7 2.
las bielas cle cOrrrpresiól'r, se encuentren por ciertraio de la capaci-
EnlosbonadoresinicialesclelaEHE,siguierrdolafilosofí¿dcl dad resistente del honnigótr para resistirlas'
las
EC-2, el valor de la resistencia aclmisible para el horntigón en
bielas de compresión del alma cJe las vigas frente al cortante' sc Por tanlo, si, cott c¡rráctcr general, se cumple que'
encontraba limitado a valores en tonlo a: V¡¡1 < V,r : Vt-ir (capacidad resislente de la sccción
clc ltornrigón frcnte al cortantc)
(en MPar scgún cl EC -
r.n = - *., t. 2

[o,z ) o bien. en vigas de st:cción constante sin compresiones se cum-


lo cual penalizaba y penaliza considerablcnretrtc tc¡da itldustria
l¿¡ ple qtre,
supuesto' :Vcl<VuZ:Vcu
de los prefabricados de hormigón, puesto que hubiera Vnl
hubiese marrtenido en la EHE' y Supone, si se sigue el
EC.2,
s¡ se
prc'tensadas de pr'tcn- la picz-a, tcóricanretrte, no tlecesita armaduras frente al
cortante'
aumentar el espesor de las almas de las vigas
de forma saivo los mírlirnos que correspondan'
tes en porcentaies que las hace perder conlpetitividad tr)reccl)tivos
considerable.
Cu¿rrclo lo anLerior no suceda, resulLará obligado
disponcr ar-
ül coft¿rntc, y se debe. curnplir entonces que:
Veámoslo: m.lchrras frertte

prefabricadas de Vnl (V,,2 : Vcu * V;u


Considerando un honnigón típico de las vigas
frente al agota-
puentes H-45 y operando con un valor de Y. = l'5' se obtiene' si sicndo \:... la contribilción resistente cle las armacluras
para f.¡, igrral a: pot tracción oblicua dehida al conante
se aplica cl criterio dcl EC-2, una valor nljenro clel alnt.r

de una pie-
El csfuerzo conante que agota en tracción el alma
u =(o z-ht) i:=[o'-*1) f; = I 4.25 MPa
za siti amraclltras viene dado según la nueva EHE
por la fórmula:

algo así como un ?Oo/opor debaio de lo que tradicionalnlente


se
: \1 :lo,2[.r100p.f.¡)l :t+0,1i'o.o] U'ct en MPa
de los prefiibricados' v,.,
't)! .
aplicaba en España en la industria L

Una industria tan importante e introducida en el scctor de


la lo cual parecc que nos quiere decir quc la resistencia del hormigón
construcción y con medios, no podía toler'rr senteiante cambio a cortante sc considere igual a:
puesto que su-
cualitativo y cuantitativo con los lrrazos cruzados,
pondría aumentar los espesores de sus prodllctos' las armaduras [,=0't2'i'rl00p'f.¡)13+0,15'o.¿ enMPa lll
y lo, p.r.rr, así como los medios para su manip:ulación' tan solo
dóndc.
porqrJe algún investigador cles¡>istado, cle rcpente' se había cles-
frt;do creyendo que las bielas frentc al cortante en cl alnla de las :' = I -. i4 :!a:. (j ('rr nrm
vigas podían romperse por compresión, cuando ntlnca antes lo
!d
que
Esre cc.eilc ente rccoge el hccho contfast¡do experimentalnlente de
habían hecho. la rc'sisrenu;a r.le I¿s sccciones lrcnte al cerrtante aurllcrlt¿ al redt¡cirse
(A x Bl pla-
su canlo. Ls clccir. que la secc:ién de honnigón de una viga
Inmediatamente se movilizan estudios y ensayos que' lclgica- n¡. r('s:ste nl.is a c:orlante quc la misnta sección puesta de canto
mente, llegan a la conch.rsión de que si nunca antes se habían
pro-
lll .r Al. ciondc ,\'= B
dt¡cido patologías por conlpresión oblicua eri el alnta cle las vigas cuant i¡ geomi'[rica de la ¿t¡¡naclt:ra áctiva y ¡rasiva' si<:rrt-
¡'r, I'alor,Je l,-r
con el criterio que se venía aplicando {f.¡,: 0,Ó fcc)' lo nteior era ptu qu" t* encuc¡1rre bielr anclacla ir izquiercla y dereclra de la x:cción
delar las cosas más o menos como estaban y, así' todos contentos' en estLlcljn; nunca cleberá tomürse urr valor m¡lyor clue 0,02.
Lr fónnula
B 500 sc
Sin embargo, idéntica filosofía podría aplicarse erl otros muchos
ele- está b¿s.¡da ett c:nsayos con acero B 40O Si se cmplean aceros
país, no lo ha- pr,rc'de mr.rlLIplicar p 1,25 y el límite 0,02 debe rcducirsc a 0'01ó
mentos de nuestras obras, ahorranclo millones al ¡r f)or
económicas fl. C¿Laler¡r.
cemos tal vez por vagancia, o porque las repercusiones posi-
se diluyen como elagua en la arena' o.,¡ : TerlsiÓn aril en la sección cclnsiderada' que considerarenros
tiri, nl y negativa si cs de tracción, de forma contraria
., rlc conrpresiirtt
.'i I¿ f.HE. E;r rlicha rensión debe irlcluirsc el
pretensado con su valor
n¡cdio si c\i:ile, o{:.1 = Nd/A{
Los forjados reliculares

. L¿ evaluación de la resistencia del hormigón a cortante se- Mcrece la pena observar el gráfico cle I. Calavera de
gun la nueva EHE, como puede observarse en su formulación, va la Fig. 8 32 ad¡unta, para ver las difcrcncias tan considerables
íntimamenle ligada a las armaduras de flexión que posca la pieza cn los criterios dc las Normas más sobresalientcs, y el
en la zona donde sc esté analizando el cortante. Resultaía, por tan- carácler tan pesimista que ofrece la EHE, en los rangos
to, que en una viga con armaduras de flexión negativa y positiva baios de cuarrtía tlue habitualmeute se rnanejan cn la edifi-
diferentes, comprobar el cortante con una carga puntual y una so- car:iórr.
brecarga repartida actuando sobre la misma, puede converlirse en L¿ scnsatcz del Código ACI-3 l8 americano, basado en infi-
una tarea considerablemente ardua y pcnosa si no se dispone de nidacl cle ensa!,os, yir concluce a valores suficicntemente con-
un programa de cálculo adecuado. servadorcs y ¡rcertados si los contrastamos con ntlestra
expericncia ¡lersonal, como par¿¡ tener que aceptar sin pro-
.Una sección de hormigón H-25 (250 Kp/cnr2)que no tenga
testar los nucvos planteamicntos de la EHE, que su¡x)nen un
armaduras de flexión, según la EHE implica autonláticamcnl-e cltle paso atrás !¡ Lrn ell('arccimiento innccesaricl tle nuestr¿ls
f.u : 0; lo cual, obviamente, resulta una simpleza, puesto qu(l su- obras. absLrttcción hecha dcl murtdo dc los puentcs, doncle
pondría deiar fuera de sewicio todos los elementos clc hormigón los rangos cle ctrantí¿rs son elevados.
en masa.

.Si opcramos con un neruio dc l2 x 30 cm, donde se ha dis- CoRTANTE EN LOs¡ls stt{ AtilrADURrA DÉ GORTE m
puesto un redondo del Q l2 como armadtrra dc flexión:

rQr2 -+ o= i: -lti'lr=o,oo35

d=27omm -+ E=l+r'P ='* llf =rao

resulta una f.u = 0,46 Mpa = 4,ó Kp/cm2 Con l<-rs vieios

criterios de la nc¡rma EH-91 .

L =o,lo'Jf.a =o,o:MPa=ó,5KPi cm2;


y si aplicamos el código ACI-3 18, obtenemos
rl lii
_jF,-.+
0.. o.t o,a

tu =0,145' n(¡ = o,zzi MPa = 7.25 KP/cm?


Fig. 8,.32. lnfluencia cle Lr ct¡¿ntí¡ tle arnraduras en la resistcncia a cortante
dcl hormigcin
. Si el ncrvio llevase como armaduras de flcxión 2Qló

2QI6 --r ,= i;?i¡=o,or24 É = I'ao . 5i nos centramos en el mundo de la edificación, resulh


mLl)/ pc)co operativo cl criterio adoptado para calcular la
l.-r., así cctrtto el tener <1uc o¡rerar dentro cle urra nrisnra pieza
cntonces el valor de f.u se eleva a,
con valores cle [.u tarr diferentes errtre sí y otras sutilezas
f6y: 0,70 MPa = 7 KP/cm2. difícilmente explicables irrspiradas por el EC-2, cuando se
estab.r .rcostunrbrado a calcular el cortante en las vigue-
. Si aumcntamos las armaduras dc flexión a 2020 t.rs dc un foriado rrnidireccional sirl haccr distinción
alguna sobre la naturaleza de las semiviguelas con la
2Q20 + o=P.:r=o,0le4 € = l,8o
fórmtlla,

It" : 0,1(r tc¿ etr MPa


fqr: 0,81 MPa = 8, I Kp/cm2 sería la resislellcia a cortantc V.,, =2 1,, b d {
a considerar para el honnigón H-25.
It'" =0,5 L¿ enKP/cm2
. Como se adivina fácilmente, la tenclelrcia gcneral estableci-
da consiste en colocar armaduras de la forma t¡tre sea y todo sin patc-rlogí.rs conttcidas quc seirrl atribuibles a esta causa;
resiste más, pero si usled prescinde de colocar ¡¡rtladttr¡¡s a alurque tx)r razones rrierras a la estricta rcsistencia de la sec-
flexión, porque no las necesita, probablenrente tendrá ¡lro- cicin rret.r clel lronrrigórr en las rnismas, conlo hemos pocliclcr
blemas de todo tipo y en todas partes, hasta es ¡rosible que cortr¡:robar ell rlttestros ensayos y explicaremos posterior-
se le rompan las piczas, o al mcnos, eso <Jic-.en l¿ts fÓrnrulas' rnerlt€1.
Los lorjados reliculares

Una vez más, los americanos nos dan una lección príict¡ca o, meior aún, con f..u =0,145'..'f.t en MPa, siguiendo el
operativa, permitiendo calcular cl cortante resistido por el ACI-318, sin asumir riesgos de ningun tipo, dada la conside-
hormigón en los elementos lineales mediante sencillas ex- rable experiencia sin patologías conocidas por esta causa'
presiones, cuya formulaciórr más córnod¿r y simple es: . Y cle ¡rcuerdo a lo arlterior, no será necesario colocar arma-
- cluras de cortante, salvo las mínimas exigidas, cuando se
[v =Q.0,55.. I en KPi cttt2 cumpla que:

o bien, V¿ ( V.u = tv 'b'd


con f.u clado por lll, I2l ó l3l segun el criterio
que cada cual
¡u :q.0,1 74' i. en MPaACI-318 {951 quicra adoPtar.

f., =0. j.r f. en MPa ACI-318 {991 8.7.z.7.Cáculo de las armaduras de cortante según la EIIE

siendo, Una vez que se comprueba que Vr¿ ó V¿ superan la capacidad


f 'c = fck resistenteclel hormigón a cortante en la zona considerada de la
seguridad que trxrr¡ el con¿nte se pieza, se impone colocar las armaduras necesarias que absorban
Q: Coeficiente reductor de
toma con valor 0,85 el diferencial dado Por:

Vsu:V,l-P'V.u
que, incluso, podía aumentarsc hasta un límite máximo de:
\'.,, lierre daclo en esLc caso Por:
''
u-- =[o l0 i {to0 p,f6¡tr +0,11 o,,¡] o a
[v =0.0,93. t en Kp i6¡1]

El criterio es setncjante al manLetrido tradicionalnlente, si no


,

tv =0.0,30. I en NlPa
fuera por 1a prescncia cle un coeficiente p, que hace variar la con'
[ribución cJeJ hormigórr a rcsistir el esfucrzo cortante según se en-
0: 0'85 cuentre traccionado o comprimido y por la i¡rclinación de las
hacietrclo intervenir oLrd fc.¡rltrulaciÓn nrás corn¡;icia hipotétic;:r.; fi:;uras de cortante que pudieran ¡rparecer'

*rzr'p t$:]
Lo más práctico para las situaciones habituales en las piezas
¡, =q.[0,r,. d en Kpi cm2 ACI-3lB (95)
sometidas a flexión y cortante cs considerar F = I y para aquéllas
que se cncuentren totalnlente traccionadas, operar con p : I'

E1 profesor I. Calavera prescinde del parámetro p cuando ana-


," =+ q +rzo'p'!¿3] en rvrna ACI-3rs(ee) liza el agotanriento ¡ltlr tracción del alma a cortante, consideran-
[' do cl honrigón y las armaduras de corte.
Lo anl.erior, transformado a la nomenclatura habitualmentc
Pucs trien, urla vcz deterrninado Vru, las armaduras se calcu'
empleada en España, podía expresarse por:
lan con la tradicional fórmula:

ftv : 0,1 4 f.k en MPa l2l


\1r" = I Aü . f,,,t . z.sen ct.(cotang o + cotang e) lll

fu = 0, 1 3. tl según interpretación de l. Calavera.


dt'lnde
i.
= Lt
-l
En resumen y por todo lo cual, nos penrtitintos reconrenclar f.n z=0.9 d
5 Y.
para los cálculos manuales de las piezas linealcs a cortante
n: \úniero de barras transversales en la sección
seguir operando con el valor de f.t dado por:
A¡,' ,Área cle ur'ra Lr¿rra
s: Separación 6rtire planos de banas
tv=0,1ó' fa =0,13' [k enMPa c¡: lnclinación dc las trarr¡s
l3l 0: lllclirr.rc irries de las biclas c hipotéticas fisuras, conservadoranlente
tv =0,50'.,'ta =0,41' [k en Kp/cm] : |
0 4 5 urr¿ r,'ez cluc se decide colocar armaduras de cortante
256 Los íoriados reticulares

si dimensionamos exclusivamentc con estribos verticales 8.7.2.4. Criterios mínimos generales sobre la separación de
gric- estribos en la EHE
o = 90o y aceptando con un criterio tradiclonalista quc las
la fórmrrla ya
tas de cortante se clesarrollan a 45Ó, obtendríanros
Al tnargetr cltl considerítciones nunléricas sobre los cálculos
a
corrocida clc dimensionarniento: una
cortante en los clerltentos lincales, Norma la EHE est¿blece
scrie cle r:cttlgicjer¡cion e< adiciorra les ¿rlrtóntic:¿r r¡telrte rcvolt ¡cior la-
vsuÉo,e.9.n At,-f,cr l2l iio, ,,r.,*, sin llrgar ¿ ducias serán obietos de anplias discusiones'

45" rest¡lta:
. En prinrer lug;rr se establece una cuantía mínim¿i en estribos,
Y si dimerlsionamos con barras inclinadas ¿r
qtrc viette dacla ¡ror,

V., < 0,9' , 3 n'Ar' '(r l3i


t\*I'adtoo2f.'b
? St-.l.l Cf
que coinciden plcnamente con las habitualnlente etlplead;r>
c-n la
que. iI.lducida a una iorn¡ulación práctica' ec¡uivale
a:
normativa tradicional -

Daclo que en la nucva EHE se oper(i con


urliciadcs 5l' i'ett- \''' rr ,\. t 'i \r-,¡.rt; .11
ti¡lo dtl ttlrid¿rclcs
clrá en Newtons, d y s pueden venir cn cualclrrie-r s
I'errdrir clacia
.* i"f de que sean hotnogéneas, A¡ trecesarianlente
(N/r¡lnr:l' :.:r:::lc'
*n titittt",-t cuaclrados y fy¡ en MPa 0' -- \'ji't:

0 en la forrrrlrlir-
l, \-ri' :; jt ¿ l.i. '¿ ¡r'"s.derado al cortatrte
Un simple comentario a propósito clel árrguio -, \ú^.::q' ite:¿i:, ;s "(]n5',els.lle5 gjtuddas ctr el misnro Pl¿no

ción delcoftante. ie ¿i:¡¡¡ \,


se dcia ai ¡lro¡'ec-
En la nucva filosofía introducida por la EHE por cortan-
tista ia'iesóonsabilidad de establecer en el clinrensionaclo de las . ,\1nlet'it-lt Lll'l tercio cic l¿rs anrraduras necesarias
indicada se dispondr¿i
oürrs l. inclinación de las bielas de conrpresión
{hipotéticas fisLr-
te rl *n tociLl (.¿iso la cuarrtía míninra
cr = 90c'con el
ias cle tracción), con tal de cumplir: en fornla de cslnbos que formen un ángulo
eie cle l¿ r' jga
0,5 lcotang0<2 o fonnar con el eje de la viga
L1i ¿trnl¿tclt;r;is cle cort¿tnte cleben
r-rn áriguio conltlrendidr¡ entrc 45('y 90'r'
63t'>0>27ú
. la colocación de cercos
Ert toclos l,-ls casos se prolongará err
de la pieza' mírs
Ellosehaccasídeacuer<joac¡Ueencie¡.tosL-n5.3).o5'lasfisu- estibos 'lnii lorlginrá igual a medio canto
que oscilan err ronro a los -v
deierr de ser tre-
l.", á" ,oruru se inclinan hacia ángulos utt¿ ¿" l.l -.eccitill en la qLre, teóricanlente'
embargo' Io que rtosotros hetnos po- los cercos o estribos se dis-
35o, lo cual parece cierto' Sin cesarios. En cl caso de apoyos'
y los ensat'os realizados so- los mismos'
clido apreciar observando la realidad pondrár'. lt¿st¿ el lrorcle clc'
qu"lLttn.ltt cl Arteno I-e's c¡r-re la inciirracitirr prcl-
[>re las cliez placas en o (t)Fr arnt,iclttras tlt: conrpre'sióu' para evitar hipotéticos
los 45" -se producett curtn- entre
l" f.t f,t""i " anguiot pór debaio cle
t i"ntu, cie' int'slabilldacl cn las mismas'
Ia scparaciót'l
prácticanlente fucra de :en'icio 1'
do las piezas ," estnl¡os será inferior a'
"ntu"nt"n 'situación qlre' a todas luct--:' al pro-
;¿-i;;. al colapso completo; escasamente' ptresto que no < l5 o
vectista de estructuras le interesa 'q
l";::]t"tro dc las 'rn'¡¿cluras c'mprtmiclas
a las misma:'
puede permitirse el lulo de llegar

Err dichas situaciones' sí tiene


razón dc ser plartrtearsc: 'ingu- y. aclcnrás. se c-unrpiirá lo ya conocido:
que se ahclnarr estribos' p€rro cn
rltl€:s-
fo, por. ü"Utl" de 0, puesto de !
sien(lo
to*o situaciones rcprcsentati!'as '\i.. Z ¿O
tra opinión, no puttl"n '"*ii peligroso' corrfigura el estribo
últimos' puesto que sería A": Área <je l¿ b¿rra qr're
los estados de agotamiento

Establecer el iuego de
quc si las secciones sc encrren:l::-t':
. convenciotral queV"1
V¿' las -
tanto. Acef)tanclo para Ia eclificación concepto
y, por siguiente
bredimensionadas en
hor*igon 1p-"1:.::-l-::tl: linritaciones nr¿s novedosas "u'vienen del
tt'n'niu' interesa elegtr 0 -
45" como an-
o"|ñ' nf i,namie nto del hormí-
;r;;;;;adura de
lo contrario' interesa un ángulcr irrtrodu c i cio : " 0"
"
oanu oA.o. c,o
por cor-
gulo de proyecto; r;;;;";de para las situaciones sorrtclitio o t"'up*ii" oá
licua en las bíelas de compresión
q.," cun.pti'.las siguientes separaciones
4cirr
0 igual a 30" Ó :f" en et dinrensiorrarrlierlto; el'\ lltrestra taltte.. se tenclr¿jrr
erl la edificación'
que habitualmente se io'-o'"'"n'utt *nir" tu, an¡aciuras transversales
de cortante:
excesivamente serio
sencilla opinión' no parece

L
L,os Ioriatlos relitularcs

Si lo que se prctende es ase$rrar que las bielas de compresión


s<0,8d1300mm si Vn
= lu,, sierlprc tengan amladuras tr¿insversalcs que las cnlcen, para que
no puecla des¿rrrollarse una fisura inclinada sin arm¡iduras de co-
siclo, tambiér'r rlebe clecirse de fclrnla clara; y cllo se corrsigue sient-
s<0,ódl300mn si lur, .u,=?ru,,
pre que l.r sc¡'raraciótr cle estribos sc encLlentre contprendida
alrecleclor cle 0 75 clel canto de Ia pieza (s I 0,75 h)'
ss0,3d<200rnm s¡ Uo t 3u-,
Exigir estritros mínitnos a separacioncs por debaio de los
20 cm en la eclificación cuando V.,, supera el valor de V¿' no sÓlo
t onr¡lresióti
sienclo Vu¡ el cortantc de agotamiento cie llo: rt:qci:: ¡ror no ticne iLrstilicación cle tipo algttno sino que rcpresenta un tra-
oblictla
balo v r-rn ck--spilfarro inútil sin bencficio ¡rara nadic'

. Finalmente, con el obleto dc tener conLrolada una hipotéLi-


t:rm-
ca fisuración debicia al coftante, se tendrán que ctlmplir
bién las siguicntes limitacior¡es, partienio de Ios valorcs que 8,7.2,5. Ensayos reallzados a cortante sobre vigas planas
se obtengan de 1,. (750 x 250 mm) en el Dpto. de Ingeniería de la Construc-
cióndelaU.P.deValencia.Análisiseinterpretaciónde
u,,
--:v." l.sen (r resultados
", = [t A.r'd j
cr., \ n¡rrr]

E.7.2.5.1. lntroducción
En edificación, Vr¿ :V¿ y sen ü = scn 90' = I (estribos)' Si bierr los etrsayos fueron realizados en cl Dpto de Ingenie-
ría cle la Constnlcción por los profesores y doctorcs
D' Pedro Ser-
n'At' Sosa' asícomo
l' se convieftc err na, D. JrligLrcl Ángcl Ferniindcz y D' Pedro MigLrel
Con A., - S
la expresión <le
por el invéstigacior D. Osama A' R' Debb, el análisis' la interpreta-
mismos y se
cion 1, tas coriclLrsiones tlue pueden deducirse de los
s'(V,1-3!cul N r'ml
cn a cortlitrt¡ación, es rcsponsabilidad exclusiva del auLor
^- ll' 46 'O "*poil"n Ia de
dci presc'nte tr;rbaio c¡ue, si bien se encuentran en lhea con
quc recoge los rnencionados ensa-
los autorcs err la pr.rblicación
yos, no coincidc Plenanlente.
una etromte vi-
i" en N/mnr2 Separación etrtre':itr:lj¡rs' :Ttt'tl En cl rnundo cle la eclificaciÓrr espairola tierre
gcncia, hasta el punto de haberse convertido en la viga reila de los
de vigas bautizada con el
ion,,¿ot uniciireicionales, una tipología
La viga plana rlo deja de ser nlás
,ro,,''bre gcnérict: cle vigars ¡rlanas.
vulgar y corriente, cuya característica básica es la de
qu" r-tno i'igo
que tiene quc soportar' por lo
Oot"", nilr.n*.uito clcl foriacJo
"t
cual se ef.rcLterltra er|1>c-bic.la cn el espesor del foriado sin nlanifes-
T;¡bla 8.4 L¿¡r de form.r ¿¡crlsada su presencia,

Al tener c-s(laso canto, las vigas planas adquieren su resisten-


que pue-
Todo lo anterior merece unos comentari<'rs mínimos cia aLlmer'ltantlc: sr-t anchttra y cargíndose de unas cuantías
de acc'
den clarificar la comprensión de algunas cle las exigctrcias
tle la
ro ntuv elevadas.
norma EHE.
Cuanclcr una viga platra. que puede poseer un¿¡ base que supere
lustificar una separación míninta de estribos. con la
¿rsevcraciótr armpliamente los i0 c1 ó0 cm, deia cle ser elemento lineal para
del hormigórr solrtetido a errlpr-'zar ¿i comlJoftarse como una losa, 'n
no se encuentra en l¿r ac-
cJe asegurar un adecuado confinamielrto
la compresión oblicua que genera el cort¡¡rrtc., podrá terrer alguna tuaiiclacl resuelto, .v se están analizando con excesiva alegría vigas
vigas esbeltas y en las paredcs (alrnasl vertica- como elem(lrtros lineales cuyo ancho supera el ll]etro' sin siquie-
razón de ser en las
que
les de los caiones cclt¡lares de los puentcs, pero ningurra en el ra tcner prcsente cualitativanlente los esfuerzos tratrsverSales
planos y cl se desarioilan en las nlismas, dando pie a la aparición de
alguna
mundo de la edificación, doncle imperan los foriados
honnigón de las piezas se encuerltra totalrncnte confinado' salvo quc otra ¡ratología por esta causa (fisr-ras longitudinales en la parte
en los elementos de contomo donde deia de estarlo en un
lateral, superior ¡r en el rredio del ancho de las vigas)'

los cxtremos sin entrar cn el análisis específico dc este clemento estructu-


Si lo que se pretendc es zunchar el hormigórr en
acciórr di¡t¿lrlica' lo m¿is fácil ral, sí que nos sLlrge la itrquietucl de plante;irnos cuál será la dis-
de las piezas, por una hipotérica las armaduras de cortantc' básicamente los
innecesanos' ¡rosic:iótr trrnrucrril cle
sería decirlo de forma clara y deiarse de subterfugios
256 Los Ioriados relitulur¿s

plartas' cuando éstas son honnigoncs cjefinidos cn el proyecto de unas estructuras cill-
estribos, que deben disponerse en las vigas las rcsisten-
ser V., '< V¿' claclosanrerrtc arrrri¡cl¿r:, y construidirs. En la rcaliclad,
tien€rn r'¡eccsidad dc los rnismos irl
c:ias te<irici¡: scríitrr algr-r rncnores, a l¿¡ vista dc los v¿llores
clue se
en la que dicha apreciaciórl
Obsérvese que tod¿ls las especificacioncs establecidas nraneiiirr en la práctic.l ctlrriente; pc'ro claclo
y armadur¿rs a cortanle' que cacclellacjodclase¡¡rrridaclenlaintcr¡rretacióncjelosresultaclos,
disposición de los estribos restantcs
hcnros visto cn el apartaclo anterior, trütan (ie rcsolvcr el proble- hcmos o¡llaclo ¡ror nrirrimrz-ar l¿ls cliferencias elrtrc las rcsistent:ias
dcl hormigón
ma del contport;rnricnto longituclinal, pero la ttornra
[HF(99) y la crrtre cl homlig,ón real de lirs probcttrs y de las vigas'
nrayoría cle las normas del munclo obvian la
problemática clel rc- enrpleaclo crr los cálculos tcóricos (f.¡)'
punn ,r"nauorsal dc los cfectos cortantes cu¿llrdo los ¿urchos cle
err las . (.on el obje'.o de garanLizar plenanrelrtc la rotura por (:ortan-
ias vign, superarl claranlentc sll carlto, tal y corno srlc:eclc y
tc en l;rs Vig;:s. ::e clisptlso un¿l ltlefte i¡rtll¿¡citlra de tracciÓrl de
vigas planas.
corrr presitin ¿ clct. i;¿cla nrelltc a l'lcla(la en los extrernos' proporc io-
senlido corllún'
Etr nt¡estros proyectos, guiánclonos por el
cad¿l rrando un c¿rlrttl útil cle 20ó mm.
los 40 crn' du- .t
vez que el ancho de nuestras vigas planas sLlpera Vigirs r'nsaL';rdas: Sección 750 x 250 mm; - 20ó mtn
plicamos lransversaltnente los cslribos' diviclienclo ell tres
partes
Atnt sr-t1)e:iu'r 70 ló; p: 0,91 I ",¿,

la base de las misnlas, tal y como se reflcia en la Fig 8


33'
Arrn i'rlericr 1 O21. p= 2,270

. Colr c--l obit:to i-ie tener corllo reiercrtcia cl r:onrpc'lrtamiento


ser¡e, una
e.xclusivo a LL)r:anLe clcl iiorrligórr cle lars vigas, ctr c¿¡cla
de las vig.rs c¿irecíá con]pletan'tente dc estribos frente al conante,
r:rr l.r abla cle resr.rltados corr cl subínclice cero.
rcpresent;rcios f

. an.ilizar i¿r influencia cle la ciis¡rosrción geométrica de los


P¿rr.r
cstribos en la: \'igas ¡.rlanas' tanto longiludinal como transversal-
n'lente, l¿s cLt,rrrtía: geonétricas cie arm¿rduras dispucstas frente
a los coftantes se dispuso li;rlgitudinalmentc a 170, 127 y 85
mm
cle- scparaclót-l En (tránto al rcparto transversal de las ramas de los

cstribos, iniLjst¡inlente ignorado en la EHE, Código ACI-3llt y


EC-2, sc h¿ re¿liz¿clo nlanten¡endo idónticas cuantías de arnladu-
r:rs, clis¡roniéndose en las vlgas ensayaclas 2, 4, 6 y 8 ramas. Con
el obleto clt: cL;rlplir lo es¡rccificadc¡ ert la EHE, se it¿l lirltit.rdtl l¿
(:alJ¿rcicl¿cl resislertttl de l<¡s ilcc:ros errlpleados a urla
f,..1 = 400 \1I)a pese a que la rtrayoría de los aceros t:rnpleados
Fig. 8.?3. Disposición <lc cstribos rcconrenda':l;r cn i;'i' "ig'is lliarrii:' t-r't'tndt>
B : 40 (:nl. sr,r pc-ral:ii r r,r rl Ill i¿i I tlerr tc k¡s 5 0() lv'lPa.

.lan-rbiérr, par¿1 \'et l¿ infltlerrcia que [ier-rc frente a los esfucr-


Con el ob¡cto de dar una resptlesta más científic:a al ¡rroblenta
zos colt¿tnte5 clt¿rIrarñtl cle los apoyos en l¿ts vigas plunas, las sc-
planLeado, los profesorcs cie la Universiclad Politécriica de Va]err-
ro- ries R, A ',' C ',rc: ¿rpQy.:¡rorl en tc¡cio su ancho' es decir' cn sus
cia, antes mcncionados, ¡llantearon urt cc-lniunlo cle en5¿vos a
750 trtm (ie tla-'c; lllicntras qtre la serie D, descansaba cn ull an-
tura de l8 vigas Planas.
chr: cic -J[)0 rttlr'r, l]cse a terrer idéntica t¡ase cle 750 ttlrtr.

E.7.2.5.2. Descripción de los ensayos realizados . L¿is (¡r'g¿t.r sL ir¿illsnriLíalr segút.t cl siguicn[e t'SQu€111é:

. Lr.rs enseryos sc rcalizarOn gobre L:n¡ serie cle ,.'i.I;rs t)l¿n¿is. ttl-
cu)/¿r c¿i- Coes gn no-o.
clas ellas de 750 x 250 mm, fabricaclas con LlIl irort'rigcin
liclad ft¡e estinlacl¡¡ por las probetas cilírldricas corresi)orrclicnles

Serie R fc : 29,2 MPa i.' = 27 t\'lPa


Serie A fc = 24,5 MPa [¡r : 22 MPa

Scrie C fc = 25.2 MPa i,-,: 2'i MPa


Serie D fc = 32,ó MPa i,¡ - -30 MPa

El ar.rtctr, en la intcrpretación rle los resltltados,


hii estirrradcl qucl
poclrían qltc-
clichos homiigones colocaclos en lars vigars clrs¿ivaclas
Ju|. a"tolngaáos para las diferentes antas¿rcl¿.r5 por l;r res¡stenci¿l
Fig. 8,3a. E'-i\:iilr:l:;1 '-:¡r'rinliSiÓn cic as cargas a l;rs vigirs reaLiz¿d¿i5 c:')
que ':li
expuesta, pucliénclosc est¿blecer la hi¡rótesis los t:tls¿il't,rs.
caracterísLica
Lns forjados retitular¿s 2J9

. Ia viga D4 tuvo problemas durante los ensayos y sus resultados deben considerarse con reservas.

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l.os forjados retkulares

8.7.2.5.7. Análisis e interpretación de ¡esultados L¿ limitac:Ón c1e clue f,,¿ s€ mantenga por debalo de 400 MPa
resulta un critcrio conscrvador. pudiéndose elevar claralnente a
La fórmula que establece la EHE ¡>ara la cietermin¿ción de la 500 MPa, si l¿¡ fisr.rr¡cjcirr rrc) es ut'l condicionante del proyecto.
resistencia del hormigón a coftante (f.u) cuando las piez.rs no lle--
En cuantcr al tamaño de los apoyos dc las vigas planas, se ob-
van armaduras de tipo alguno frente al mismo {0.12( en vez dc
serva con claridacl cómo cjescierlde el cocficiente de seguridad y
0, 10 E) ha proporcionado un valor mí¡rimo dcl coeficierrte cle se-
cuando en vez cle apoycir l;rs vigas apoyadas con su ancho total,
guridad globaly = 2,14 t>ft .[ = 1,95 l, pesc a oper¿ir corl Lrna
st: reduce el :nínimo a 300 nlm, aunque se superen siempre los
f.u muy por encima de lo habitual coeficientes de segr-rridacl exigidos sin problemas de tipo alguno.
Dado que en la serie de ensayos realizados no se clispclne de
Los autores cie ltts c'nsa¡'os proponen una fórrnula que tiene
resulL¿:doscon cuantías dc armadt¡ras cle tracción diferentcs a las
prcsentes los efe-ctos beneficiosos que sobre el cortante posec la
establecidas (p = 2,2 7o), nada más puecle decirse al respecto
reclucción de l;r se¡:aración transvers¿l errtre las ramas de los es-
Si hubiésemos etnpleado el vieio criterio cle f' - 0 lÓ ,[¿ err tribos y la influenci¡r dci tar¡año dc los apoyos en el mismo.
MPa, para comprobar con los resultados de los ensayos, el coefi-
ciente de seguridad y más baio obtenido, hubiesc sido de 2,98 en
vez del 2,14 de la viga sin estribos con el actual criterio cle la nuc-
va norma EHE(99),
V'.r = V.u + K'P \/-.,r r(= .1,. u=(B)'
sielrclcr,

La fórmula de la EHE proporciona, en nuestra opinión, valores (l: canto útii


: bL,f ).:r !'¿ciLin Ir-r",11;i;di ndI c'r t re estribos I lllm
más aiustados al comportamiento real dc las vigas cuando las
5 I

s.: :;epard(.ii|l i¡.r:s!t'r5.'ll erire ranlas lmnll


cuantías son altas y elevan los valores de f.u por encinra de los que br tam.]lio de. a1.ti::ir':
proporcionaban las antiguas fórmulas de las EH; pero debe panir B: drrcho de .¿ ,.'ig¿

dc unos valores mínimos que podrían vcnir dados por


en MPa (véase Ancxo I), algo mayores que los pro-
Lv = 0,14 fi
porcionados tradicionalmcnte por 0,13 8.7 .2.5.4. Conclusiones prácticas
úct .

Ll eficacia de un único estribo en las vigas planas de bases res- Lc evaluación tradicicln¿rl cle la resistencia dcl hormigón a cor-
petables, como las ensayadas, configurado cotl 2 ramas exclttsi- ó f;r = 0 I 3 en MPa para las piezas litrea-
vamcnte, deia bastante que desear, dado que los coeficierrtes dc
tante i-,. = 0.1ó J[l J[
les tvigas) cletrerÍa scr considerada corno una cota inferior de la
seguridad l obtenidos para las mismas son menores, aunclue gra- rcsisterrcia del homrigÓn a cortante, que podría experimentar un
ciasal comportamiento resistente del hormigón sigucn cunipliendo
ir'lcrenento. pero nunca urra disminución, en función de la cuan-
sobradamente los coeficientes de seguridad esperados. Cabría
tía dc la arrnaclura de tracción, con una fórmula semeiante a la pro-
decir en descargo del resultado antcrior que los estribos ensaya-
puesta por la EHE. Un v¿rlor más aiustado a la rcalidad para f.u
dos longitudinalmente no cumplían la separación rrtítxinla ¡rcrmi-
tida por la norma que, al margen de otras consideraciolles' se podría venir <l;rtltt por 0,14t J[
o rcdondeaclo ¡ror seguridad a
encuentra fiiada en 0,8 d : ló0 mm < 170 mm de los cnsayos. 0,14!6envczcle 0.13J[
Para idéntica separación longitudinal entre estribos, cl coefi- De esta fornra. la resjstencia a cortante que proponemos po-
ciente de seguridad aumenta a medida que el núntero de ramas dría scr conlo nrítrinro el mayor de los siguientcs valores:
que posean también aumente, disminuyéndose la separación
transversal entre las mismas.
Lvr = 0,14 ' [a lerr N'lPa)
Lr" = r", {si f.u, > f.u, )
Aunque sin disponer de información suficientc cn nLlestros
[u = t'", (si f.u, > f.u, )
proyectos, desde siempre hemos estado aplicancio el criterio ya f.u, =o,l2E'lloo'pr'[rl
I

] {enMPa rJ
expuesto, relativo a la separación transversal de las rarnas de los
estribos: dada una viga de B x H si su base B era rnayor que H y
variando l¿¡ misma en furnción de las tcnsioncs de tracción o com-
ésta superaba los 400 mm, disponíamos sicmprc al mcnos dc
presión (¡ue exislan en las zonas que se analiccn, tal y como ex-
4 ramas transversales en la disposición de los estribos; es decir,
poncmos en el apartado 8. I 0.
que la separación nráxima transversal entre ranlas dcbe ser ntetlor
o igual a 350 mm. A la vista de los ensayos realizados con las for- . L¿ separación longitudinal entre estribos estipulada por la
mulaciones oficiales, siempre que se respete el criterio anterior y nornra EHE(99) (s < 0.80 dl parece apropiada o incluso conserva-
la separación transversal entre las ramas no sLlpere el canto úrtil, dora, sin que seá ¡rreciso reducirla por otras consideraciones que
y al menos existan cuatro ramas, podría incretnen[arse ¿r efeclos sólo platiteatt ertc¿rrecinrientos y problemas constn¡ctivos innccc-
de proyecto el conjunto (V., * Vrr) un l0 % mÍnimamente. sarios.
Los loritrdos rrrticuiar¡s

. Parece razonable fiiar una separación transl'ersal entre las ra- El cort¿n¡e de diselio Vd es realmente resistido y equilibrado
mas de los estribos, que no debería super¿r ntrtrc¿ los 35,'40 cm. por las siqr-rierrtes fr.rerzas, refleiadas en la Fig. 8.3ó:
Una separacién entre ramas del orden del canto ú¡til cle la secciórr
proporc¡ona magníficos resultados. \/.: Coñ;rnte resistido por el hormigón contprimido no fisurado

\¡.: Cort. resistido por rozamiento ent.re los labios de la fisura


Los efectos beneficiosos de la separación tr¿rnsr,'ersal de las
ranlás y longitudinal de los estribos p.xlría tenersc'L-n cllcnta. ¿sí \i,i: Cortarrtes resistidos por efecto pasador
como cl cfecto periudicial del tamaño dc lo: apo',os de alguna Reslstencia transvcrs¿¡l de las annaduras)
rnanera, tal y como se ha visto en la erposición \/. .: Co(ant€ ¡:bsorbiclo por tracción ert l¿ts ¿rnrt¿¡dtrras dc coftante

Tambión podría ignorirrse el línlitc de nr¿n:ener lr¿ < 400 lvlPa, C: Resr-rli.rntc cjcl bloqr-¡e cc¡nrprinticlo en la Sección 2 (S-2)
pudióndose eievar hasta la cota de j00 \f P¿ cuanclo l¿ fisuración
no sea un condicionante del proyccto
T: Esfurcrzo rle tr¿rcción en la armadur¿ rJe la Sección I (S-l)

Err el cli;rgrarla vccrtorial de la Fig. 8.3ó, podemos obscrvar que


la tr¿cción 'l c-n la Sección I dc Ia armadura es superior a la com-
8.8. Interacción cortante-flexión (decalaie presión C cn l¿r Sección 2.
de las leyes de esfuerzos)
Cr-rri el ot':ir-'to de sirrr¡:lificar el problerna, todos los textos con-
Estarnos acostumbradOS en Cl dimension¿r¡¡:elt<t dc. lcfS ilITIa- sultadc¡- errglotxrn r.tn un sólo factorV.r., cl cortante resistido por
cluras de flexión, obligados por la lnstrrcción EH-9 I y' ;ilrtlra por l¿ sección cle lrorntigón, allnclue en la realidad sean diversos los
la EHE(99), a decalar un canto las leyes Ce rrcrnlen:o alargando las factore: c¡Lre contribuyan ¡¡ resistirlo:
barras de tracción en cl senlido más desfai'oratrle para tener cn
cuenta el cfccto de la fisuraciótt oblicu¿ dr,-bid¿ ¿l (.onar)le.
\'., = V. * Vp¡ * {rz + Vpg + V,

reciució'rciosc cl csquenra anterior de la Fig ii.3ó, a otro mucho


nrós siniple de ::n¿¡liz¿¡r reflejado cn la Fig. 8.37.

seefdn-l
<- c
lig. 8.?5. Decalaje dc las lcycs de ntonrenio' ,Fr-l-Ql F.l lLt Vc,t
Con todo lo expuesto anteriormente, \'e¿rnrc): lina ex¡rlic.lci<irt \4.'<otn3o<
justificativa de dicho decalale. Supongarnos la pieza fisuracla con 3

I
armadura transversal:
-eT (ocs.om¡.csta en
Vs" Vs.^. cc,htr3x )
¡

F:g 6 ii [-:;:]L:irrr:. si:rrplificado de inter.lcción cortant(:-[lL'xión.

Ai-.l.rncio Lu'l¿ zona de l;r viga y cortando por la biela de com-


prcsión o I¿i inclinacjón clc Ia liipotética fisura e, y tomando mo-
nrer'ttos respccto ciel trunto 0 de las fucrzas existentes en el
csQUel)1ct srrlll¡liiicaclo. sc tiene:

\1,- -T.¡-\1., j .otone0-%u'c:otangü';+


+\1,,., z cc)t¿il'lg e = 0

Fig, 6.3ó. |-quilibrio de flrerzas resjstierrdt¡ cl cot:¿,:-.:e 'l ''; .: r::


Los forjados rctitulaÍes

Reemplazando Vcu = V6 - Veu: Para r-tna secciól¡ dc r¡na viga dc abcisa x donde se calculc a
flexión, debc coloc.rrsc la ar¡naclura que resulte de calcularla des-
s¿ \l.cotans plazando la ley cJe motllentos una longitud igual al canto d en el
r= .[", - vsu).cotans e - cI
senticio más clesf"¡r'orable; cs clecir. en el sentido en cl que crczca
la ley de morlentos llectorcs.
lo que nos indica que a la armacjura longitudinal de flcxión en la (x
Sección l, calculada para el momento de diseño M¿ ' debcmos Nt,1ix r+dM¡ _ .d- _ tvt¿ tx + d)
I

añaclir un término debido al efecto de interacción con cl cort¿nte xrf d;


Tr
z z
expresado Por AT.
Atcrrciótr, 5i e'xisterr carg(rs puntales que producen cambios
bruscos en las le-vcs, al no cumplirse que la derivada del flector sca
t=Ud+¡T
z el cort¿rnte cn clichos puntos, la teoría del decalaie sufre un serio
rcvés etr sr.t plarrtcanrierrto teórico y el dimensionamien[o con el
V'o 'l..otrng decalaie exige corrsicleraciones adicionales que garanticen que a
rr = lv^ - ¿ -! '.orune o
t" )
e
la izquiercla, a l¿ clcrecha y'en dichos puntos singulares, las arma-
cluras r:ubran los esfuerzos de flexión y cortante plenanretrte'
por lo cual, en general, se necesita más arm¿duras que l¡i estric-
Las distancjas qlte a efectos prácticos creemos que deben cu-
tamcnte necesaria por flcxión, pcro solarncnte si la sección se el'l-
brirse con las ¿rrnlaclUras Cle'l cortal'ltc máxinro pueden ser estill]a-
cuentra fisurada o en estado límite último.
clas e¡r clos Veces cl cartlo cic la sección a izquierda y derecha de
Como se desprende cle la fómrula obtenida, cl increlrrcnto cle l<.ls puntos singulares, conro pueden ser aquéllos que rcciban fuer-

tracción en la armadura de tracción es tanto mayor cll¿¡r'lto mcllor tes cargas pr.;ntuales: prlares apeados, etc.
sea la armadura de corte dispuesta y cuanto nlás ortogonal sca, L¿ nucva EllI simplifica el proceso y demanda que las arma-
aumerrtando también cuanto más tendida sea la fisuración clefinicla clLrras longitLrclinaies cle flexión deberán scr capaces de soportar
por el ángulo 0. de tracción rcspecto a la producida por M¡ igual a:
un incrernento
Para hormigón armado, tomando 0 : 45", el increnretrto dc:
tracción en la armadura calculada erl ur'la sección de referelrcia AT =
I

,.V.,¡
.lcotirng o-cotang c[) lll
para un M¿ y Va dados, sería:
No sc c¡lvide .i ,* .,n la cclificación convencion¿¡l' sin pretensado
y con piezas de sccción constante y estribos vertlcales
AT=V¿-b,'+cotangd,l = Vl, col¿tng e =, I !'cotang (l = 0, la ecuación ll I se trans-
Vrci
forma en l2l.
Y si colocamos como armaduras de coftante úrticatlrente estri-
bos a 90tt: -rr= jvo t2l
v-..
¿t=V¿- Esta prc*<cripción sc cumple cle forma autonrática, decalando
i,, la lcv cle lnoutcntc)s flectorcs una magnitud igual a:

La lnstrucción Española EH-91 y la nueva EHE tarnbiérr lo per- I


Dec.rlajc = j'z lcotarlg 0-cotangq¡=0,5d lll
mite, en vez cle aumentar directamerrte la armadura de lracción tal
y como hemos expuesto, prefiere por simplicidad operativa deca- L,a regla clásic¡ cle clcc¡¡l¿rr la ley de momcntos una magnitud
lar la ley de momontos un canto y aurnef'ltar la armadura de flexión igual al canto úLil queda en cualquier caso del lado cle la seguri-
indirectamente para el cortante por cl lado <lt: la seguriclacl' en ge- dad' irrcluso :i c.olocár¿¡rlros b¿rr;:s a 45" deiaría de ser trccesario
neral, ett vez de calcular AT. dichc.r clec.rlaic:, prlesto que se ha deducido prescindierrdo de la
contribtlción cle las annaduras de cortantc colc¡cada'
\bamos por qué lo hace así:
El profesor l. Cal¿rl'era llama la atención sobre la incorrección
cons-
n)u dc cleialar la ley cle flectores en ¡liezas que no tengan sección
T=Md+ar=& *[uo -u;. *uo qtre el enor quc se conlete es pequeño'
ZZ tante, aunc¡ue adnrite
)=
puecle caerse clel lado cle la inseg.rridad en aquellos casos, real-
Como puede verse, se desprecia el efecto benelicioscl de las rncnte ilógiccts, cl'l que la pieza disrninuya dc sección en sentido
armaduras de corte dispueslas, optando por el canrino o¡rerirtivo contrario al qr-re aumerrtan los mot¡rentos flectores; pero cosas
de dccalar la leY de flectores. peores se halr visto, se vcn y se verán cn algunos proyectos es-
salva-
dlL lructurales actuales, clonde inrperan expresiones formales
{Ya .z -'_* dl
H¡., '¿
jcs a costa de lo que sea, con tal de llamar la atención'
.¡.MoJVaJ=!* dx <
-t
z z
L¡s fori¿do¡ r¿ticular¿s

Tomancio Iltonterttos respecto <lel punto A (armadura de trac-


8.9. Esfuerzo cortante en vigas de canto ción) obtencnlcls la ct:tlación:
varlable y en vlgas Pretensadas N1.1 +C'coscrc z+N.1 'e:0
y
Aunque este tipo de vigas sea más propio del nrundo
de los quc¡nos perntite ol'ltcrter dcl sistema de cctlaciones C y T recm-
no por ello cjejan de presentarsc erl plazar en II |, obtenicnclo la ecuación rcsultante l2l'
puentes que de la ctlificación,
peraltaclas, etc'' conlo I)¿ra (lue nrerezc¿r la
suficientes casos vigas
pena plantear su análisis' .--\1',, +Nt e

z cos c/-,-

1=---l- ¡xr +c coscr.l


-+r=
*h [*,
-ltttti"s]
,r,
'-l tt"'t,+N¿eI
c.scnd.ft- V..t=\',1*lIL¿lt
\,--'lr1 ,+N
C. <os o(c.
-(-l'tungar-tangcx'c
l:l
r(
O( R.€c'"re.(t ri3 : los
5i el ¡xil N¡ o, como st¡ele ser lo nornral en las vigas de
T.end¡ ig
lo ios. :t-' Le rrdría
e-di [ic :

\l' - .[ta.g cr, + ta.g crc I


V,., = \',. - rar,g
",
- !n 't¿urg fi(' = Vo Y
\,,,1 = \'ir -,,tJ,lo .[tartg u, +tang a.] t3l
Fig 8.38' Piezas dc'sección !aÍli'Frlc

c¿tso cle las vigas de


La Instrucción Española tiene preserrte e[ Err c:l ntc:nretrto evalu¿tr el aumerrtr: o el decremento de V¿'
clc--
recluciclo V'¿ c<'rt]ro el cor"
r".atOn ui¡iUfe y nos habla del cor[ante téngun,." p,=sentes los scrlLiclos de lc¡s csfuerzos y la geometría
de honrigón y las arnta-
o* clebe absorberse con la sección la fómrtrla re-
ir',pi,ur,o en la Fig. 8 38, ¡lor lo que se ha dedtlcido
""i"
duras tle cortante. su llat'ttc.

Vr6 : V¿ * V.¡ l2l Ert el caso cle las vigas pretcnsacias' se


producen dos efectos
diferentes.
Vrd sería el V,¡ de diseño visto anteriormen[('
. En tlrinrcr lr-rgar, la tensititi principal de tracción
en el alnla se
pretensado' retra-
cle ia contpottente r.eci,,." co¡rslclerablernerlte por cfecto clel
El término Vcd engloba el valc-¡r de cálcr'rlo
al
puJ"u . lu sec.'ün dá las ftlctzas adicitln¿r]es c:on¿rtrte ¡ruro
!i; sárrcit¡se o irn¡ridiérrdosc ¿rsí la fisuración'
reslrlt¿i|re clc ren- en la CI-¿\SE I y CLA-
i,J"c,r, de la proyección sobrc l¿ nrisnra de l¿ En tocl¿¡s l¿¡s clases, pero espccialmentc
tracción' clásico dc tensio-
siones norntales, tanto cle conrpresiórl conlo cle SE ll. puecle efectuarse un análisis elástico
r'tes leólica r-r'lcrlte nluy vá lido'
J.Calaveraseñalaconbuencriterioquecltérnlitlo.'Cortalltc puede re-
qtre la r'¿rri'rción clel can- ' En ses.rndo lugar, el tr¿:zaclo curvo de los cables
reduciclo" no parece muy correcto, dacJo
cluc:ir el ( ort¿lllte considerableulell[e'
;;, ;;gút, .orr''o ,. produzca, pttede recJtrcir o aLrlrrl-r1t¿ir cl esfuer-
por lo qr.re propone el témrino de "coftantc efectivo". te tend ria-
zo coñanLe, Si segr-ii r r rt.rs el 1:letntea rniento cfet:t uado a nteri()rrnen
prclyccción c'le la fuerza clel pretensado sobre la
la Fig 8 38' el cor- r.rros q,-re .rir"rclir la
Tomatrclo, poreietttplo, el caso reflelaclo en trlás-
sección sería: sección cLrmo !lr'1 térnrinr¡
tanteV¡¡ efectivo c¡ue actúa en la
\/r¡ : Vcl 1- V¡.¿ * V¡lrr:rensacJo

Vrd : Vcl * T'sctt q + C'sen üc lll

Vcd : T' s€fl cx1 + C'sen ok

Y Por otra P¿lrte se [iene c]ue:


F n 8 ,i(.1 Efer-Lo cjel ¡:rt:tf ensaclo sobrc cl cortarlte
N¿ * C' cos c{,c-T cos crr = 0
Los lor¡ddos r¿t¡cular$

Situviésemos el caso indicado en la Fig' I 39 {b), tetrdríamos

lil+GWW
que el cortanLe reducido o efectivo scría:

Vrd:Vcl -P'sencr

el ditnensiona-
lo que podría suponer un ahorro importante en
(:uenta qile las fuer-
rnierrto'cle las armaduras de conante' hatlicla
zas de pretensaclo suelen ser considerables' EI axil \ es Lli-;r¿..ie:'ili.. ., ;:::::['.lu ¡"t*' (:ncor]trarsc mavt'rracl.'

\1 i¡rle dtruia l¿ls tct¡sicrrreg cle conrprcsión


Fiü.. 8 40. \1i11i(':':e¡

E.10. Efecto de las comPresiones Y x h' la expresiórr anterior [2] se


P¿ra secciotres rectar'lgulares b
ii.".iot sobre la resistencia del transform¿lría en;
"sa cortante
hormigón fc"

La resistencia del honnigón a cortante


puecle variar cle rln ele- tr, = t) 5 *,,
['
*
J-i: )= [¡ {Kp / cnr2 }

c¡rracterísticas georrré-
nlento cstructural a ott de las
"ni'nciÓn
taly como potrt-:n clc nr;¡rrificst. los de tratlción' puc'den se-
i;i;;;;; los mismos'
o.sean 5i el axil e\i<telrlc en la sc'cc:ión fuesc
ensayos rc'alizados' q;rrirsc clos r'Í;is.
y cs corrsiderar
lo que posee una gfaIl ' L¿ pritlrcr;r' ia más práctica recontenclada' :
Fero, indepencJientenlente de lo anterior, homrigón ¿r cortante $tu 0) y
cle las piezas cs qtre ós- nul¿r 1¡ corltrit¡Lición clcl
importan.i" en ta ,eslsüncia a cortantc
c.mo sucede corr e-l prctensad.' abrodlet los cortalltcs exclusivamente con artnadLlr;rs'
tas se encucnnan .o*pii*idas,
anteriores l2l
o traccionadas.
' L¡ segurrria col'lsiste en aplicar las fórmulas
l\'1., y opcrarrdcl coll Nd cn vcz
Ett el lrrimer caso, tal y cotllo herrtos
clicho,err ct
"lt¡1]l-l'{l-],1- l' 3l. <-.anrbi"rrrtlo el sigrro a
f

reducirse las [racciones prtn- cleN,ccltrloqueseobtieneelv¿rlordef..uqucclebenros


t.t¡ü Jlt" rn efecto beneficioso al
calcular Vtt''
a. ut to*presiones; ett el segunclo caso
strccde asignar al horlttigón a efectos de
Jü.t o"i"r..to generaliza-
iiü r.L^""rio, con ioque tos riesgos clc fisur¿rción
I
t =0: ta lt--" )ro (Kp/cm2,
M..
da aumentan.
del honnigórr err las bielas
No obstante, frente al agotamiento ,r,
son desfavora-
o¡ticr',", comprimiclas' las iompresiones 1;rel'ias (KP/crn2]
ul bol"n." final resulte en gcneral beneficioso sea
[:,. =0.:> ,.n
t ür,
"un,lu.
i"^er las secciones comprimidas frenre al
-t"
cort¿itrte' ['-]tl )=o
ñ;;bi"
del hornrigón a anteriormentc' la nue-
Si accptamos tJe particla quc la resiste.ncia . En el llresetltcl corlro se ha pocliclo vcr
cortante fiu pueda venir dada por fórrnulas
del tipo:
uo N*n* EHE recoge la filosofía
expuesta de los efeclos benefi-
existentes en las
.i.rror' ,, periLrcliciaies clc las compresiones
fcv =0,5' L,r (KP/cm2l EH-91
;".;;t, c;rnaliza las bielas traccionadas y las biclas
uancio
obli-
c:u.ts cont¡rrimiclas
fv =0,1ó' ta =0't¡' l¡ tltear EH-ql lll por una carga o
sección se encuentra colrtprimida
C.u¿rntio Ia
l.¡ lueat Acl-316 u,.r pr*i*ni¿o, no catre cluda
de clue las bielas de corrrprcsión in-
Lu =0,145' las ten-
Itinr¿a se pc:riltcjic"rdas y' por tanto' la Norma reduce
fcv cotr los vielos cri- 'c:rl en las mismas
cuanclo existerl compresiones, la fómrula clc siones cle irgotanricnto t)or compresión oblicua
terios se transforma en l2l: (0,ó fq¡) por un factor K clado Por:

tv =0,r. r.* (r*H, )= [.¿ tK¡rrcrn2) l2l Vul = K '(0, ó' l-.¡ )' b 'ct

sicndo,
Md: nlomerl[o cle cálculo concomitallte
col] Vd .1. l4l
cxis-
M.: momerlto ntínimo que, actttattclo con el axiL cie conrprcsión *=; 9. r
,"Á," y aon.ontitantc con V6' anula las tellsiones dc ctlm¡lresiótt
que trata de tracciottar'
exis-
[,- tal
tentes etl las fibras
Los loriutlos retkulares 265

Lr resistcncia virtual dcl horntigétr a cortante, si prescindirnos


o. = '^tt
N.,
(compresiones positivas) l5l del etecto l:cneficioso de considerar que la sección se encuentra
nc
conrprinricla, ¡.rodría scr:

(supuesto 0 : 45' y estribosverticalcs q - 90Ó)


t,,, =0,13. [r =0,13. 30 =0,71 MPa

Y en cuanto a la contribución dcl lrc.rrtrtigón (V.',1 para rcsistir 5i n,¡ rrecesitanlos estribos y quisiéramos tencr erl cuellta el
el cortantc-, puede versc que mejora clarantente cu¿rnclo la sec:ciórr efecto belreficioso dc las tetrsiones dc compresión, la rcsistencia
se encuentra comprimida, aunque se indique con una fonnulación virtual clel hormlgórt a cortilnle podrÍamos elevarla a:
más compleia y que, siguiendo los criterios traclicionalcs' podría-
mos expresar así:
f,-, =t"1 +0,15'o. =0,71+0, l5'5=1,46
%,, =(Lu ) final'Ai Si neccsitamos colocar unos cstribos ligeros porque fuesen
necesarios, cicbernos operar con fcv3, que vicne dado por:
f.u (final) = ([.u + o,l 5'oc )'P
Lul = Lu2 'F
N¡ lPosjLil'o si e. ax I eE .lc c:otlrprcsión
6.=A: inchrt'endo -¿ .icción rJel preLc:nsadol

cJo.de p se cxpresa en estc caso por P = -ito]:X.l9:


^= 2.cotang e -l si 0.i < cotailg1 e I colarrg e. -',
P
Z'cotang o" - t

cotang 0-2
^P = .otongQ
-z
si cot.rng 0. < co:at:g e < 2
cota.s e(' = l;.c = i* rto = t'ut
0 = 45'1 cotattg 45o=
= t* -> I
cotang e(. .90
lct
R: 2'l--l = I =0,43
m

siendo, " 2.1.65 -l 2,3


Sección res¡stente al cortante : 0:63 < ftu¡ :0'71 y'
A'.: con lo cual f.'¡ = F f.uz o,43'1,46:
l.u: Expresión ya cxpucsta cn u 7 2' beneficioso de las tensio-
;;;;;,.l,('; di i'rte'oluiclarse clel efecto no exis-
ciel cer'"ri-'de g:;"ed':d de la set:- como si
oxd: Tensión normal cle cálculo a nivel n", .1" .o,''',presitirr cxistctttes en Ia piezay operar
de cálculo rnc r;rdo (:l p¡cten- resrlltit poco razonatrle'
ción. obtcnidas a partir de las accioncs tiesen, lo qr.tc'
corl-qide:'¡n'rcrs i'1uc es posjtiv¡
sado; en contra del c:riterio dc la Norma' profesor Calavera en su libro
l
Toclo lc': antcrior lra oblig;rclo al
siesclecompresión,cla<.loqueeselcritericl}l..lbit.rl..:lrtten:cseguidcrc:n a tener que realizar una
Proyectolt Crijcri/rr ¿ic Estnrct¿rias de
Hormigón
la edificación, Y en el EC-2'
serie clc: reflexiones en térnrinos
básicamcnte económicos sobre
corrsidecrda c'n valor
frr.rr: Resistencia media a tracciórr c'lel homrigón coloquial podrían resumirse
é .u'é", ou" traclucidas a un lengraie
absoluto [' nl =o 30'{h2k {MPal ' ió.ul'o,,, r dt :,trattrlaia' y aiápti^os para [) elvalor unidad' consi-
In'
dcranclo ¡irt'e - 0" r:rl ftrdos los casos"'
qlic pl¿rrte¡ la
Algo huele ir poclrido en Ia nueva formulación
cltrc clebe' tt--ner las c6r:l-
El¡r, ielativa a la influencia beneficiosa
pr"ti,rn*= sobre la resisteltcia a cortarlte clcl hornrigón' ct¡anclo
l¿t

pieza necesita armaduras frente al nlÍnimo 8.1 l. Casos especiales de carga


Veámoslo: E.l l.l. Cargas próximas a los apoyos
prt-tensada
Supongamos que hemos proyectado Lllra secciÓn del cortante
compresón a nivel cle su ccnlro de grirvedad Err l;rs vicias nQrlllas EH, y a efectos dcl cálculo
.on ur.lu tensión cle
próxirlras a los apoyOS, se ¡>ermitía nO
tllr seccitlneS
á. o. 5 MP"i. El hormigón es un H-30 y' por t¿tnto' sLt tt¡
vale: cle cliserjo l¿rS
- 'u tener cn ctlcntü las c;rrgas.s¡tuaclas ¿t Lrll callto útil a
partir de la
r c.l'¿ ciP lc¡s tlli:nros lun canto - recr'lbrimicrtLo : d canto útil)'
f1,,, =o,3o'' fll =o'30' 302 = 2 9 \lP¿
266 Los foriados retkulares

estos casos son


teorias hasia airor¿i cxptlcst¿ls Más cficaccs en
zon¿s de cül€a que nÓ ttlten'lellen sielrdo prácticamente irtútiles los es-
zona de carga que no interviené l¿is arm¿tclttras horizorrtales,
pá¡a et análisis be las bielas de contprestón en el dimensionamlentos dP las
quc poclrí;rn oblencrse por el método general de
,z armaduras de cone tribos verticalcs
d im elrsi on nr el'lto.
WIlitII
¡r i

tLtLt¡.uJ,.l, T t
a

8.1 1.2. Cargas suspend¡das


los ele-
Attrrqure h¿bitr-ralnrelrtc' solenros lrallsmitir las cargas a
no
mentos cslrtlctilr¿tles por sll parte supcrior, en c¡ertos ca5os'
muy frecr.rerlte's, ooclcnrcls tr¿nsmitirlas por suspetrsión' es clecir'

colgándoles por la Paile inferior.


Vd2: Cort¿nte de dlseño pa:a dirrensionar las
armaduras de cone
V6 ¡ : Cortante de diseño para ias blelas de cr:tnprestÚn

Fig. 6.41. Secciones de referencia teóricas para c.'llctrl¿r annaclur;rs y biel.rs


de compresión frentc al cortarlte.

Lo anterior equivale, a efectos prácticos, si el cálcLrlo se ha rea-


lizado a eies de apoyos, a dimensionar con los valores obtenidos
en las secciones A-A y B-8, observando la lcy clc corLarrtcs cic la
pieza.

Sin embargo, dichas cargas deben ser tenidas en cuenta en la


flexión, salvo aquéllas que se canalicen clirectanrente al apoyo,
como por eiemplo las comprendidas entre CD (Fig. 8.4 I l.

La nueva EHE y la antigua tan'lbién, establecen cn su litcrátu-


ra que la conlprobación de agotamiento por colrpreslÓn obl¡cr¡a
en el alma de la pieza debe realizarse con el corlantc dc cliseno t¡ue
Fig. E.42. C.rrgas susPendidas.
exista en el borde delapoyo, es decit en las secciones C-C y D-D
con V6¡. L:r cornprobación correspondiente al agotarrtiertto por
tracción en el alma y, por tanto, en el c¡il<:ulo de las arrrlaclr-rras de T¿¡l es el r:aso dc algunas vigas de cubierta corr el canto act¡-

corte debe hacerse en las secciones A-A y B-B con V¿2, sado lracj;r ¿rrriba, sobres¿rliendo de las placas horizontales que
cor)stituyen los foriados; o el caso dc tirantcs quc parten del fon'
Nuestra expericncia personal nos induce a scr mtlv cónserva- clo cle las piczas suspenclienclo determinadas cargas.
dores en este punto y recontettdar que se dinrcnsione el cortantc
a partir del borde del apoyo; es decir, en las secciones C-C y Cuando se somete tina viga a una carga colgada de str parte
D-D con V6¡ en ambos casos, puesto que en dich¿rs zollas ptle- inferior, aplicada a un nivcl tal que quede fuera de la cabeza de
den existir cargas puntualcs de efectos muy peligrosos' corrrpreslótr, los riesgos de provocar un dcsprendimietrto puntual
del horrrtigón clonde clicha carga se sus¡rende son elevados y cle-
Llamamos la atención sobre el l"recho de que todas lats cargas ben clisponcrse las o¡lor"lr r tl;ts a rmaduras trallsversales (armaduras
puntuales que se encrientren cntre A-C y D-B induccl'l lJllos ll'le- cle susperrsiónt coltvenictrtemente ancladas para transferir el es-
canismos dc corle típicos de ménsula cort¿r, invalidando toclas las fuerzo corrcsponclientc a la zona superior de la misma.
L¿s ftrrlados r¿ti¡ulares

5i sorr Pr i'P2 las cargas de servicio por metro lineal (reac-


ciones) qLle transn.ritcn los forjados a la viga a izquierda y dere-
clra, y \/*- eL corlünte qttc debe absor[rerse cotr armaduras, l¿t
expresión que rL-suelve el problema podrí;r ser:

d'n. A¡'
= l\',, +0 e.d. (q *pz ).rrl < 0,9. fv¿

ernplcarrílo ¡rarar elk-r el criterio de la norma española expuesto para


el cálculo cic los estribos vcrtic¡iles.

5j no se clest'a jugar sitlultáne¡inlente con la separación s de


cstribos !, el rlllnlcro de l:rarras n de nlanera coniunta, una vcz ob-
Ass teniclo el árca de lc¡s estribos Ab para Vrr, le añadiulos la carga a
suspcnder .tLln]cnta ndo su sccción :

.s
A tinal --^ T,(q+P2)'1¡
.-- rryd
^ir ^[l rr

.\, , .'it, cjt. esrribo firral


'': \iirerL) t]t l.lt.l.],l-c

: Sel¡.r:¿c:ó:, de ic:s estnbos pleviamente elegida para absorber el cor-


tanie

Fig. E.43 Armaduras típicas de sti;Ll":'sro:l


8.t2. El esfuerzo cortante en placas y
propias clcl losas
Lo antcrior sc traduce en añaclir a las arnr¿dut.rs
ya expuestos' una armadura
cortante calculadas por los métodos
a cor-
aclicional de suspensión dada Por: Cuarrclo estaba vigente laEH'73, el dimensionamiento
se ttacía aplican-
tanLe cle los elenrcnlos que configuran las ¡rlacas
P:Pt*Pz clo las cottsiclcraciones expuestas
para las piezas lineales' pero
podía absorber el hormigón era
considera,,clo clue c'l cortante que
P'Tr e:l clotrlc-; es clecir. :;e operaba con;
Ass =
]rn ' 5g¡1 (r

general que nos perm¡ie climen-


{ = t; {en Kp/cm2 )

A efectos prácticos, la fónnula


,;;;l;; ar.aciuras de suspensión de cargas rrr¡rttrrales
45" :
podría ser'
corllo se
l. = 2' \,. =2'0,5' i.o 1en KP/crn2)
ináilu la Fig. 8.43 (c) con cr
"n \", .: = 2'f,'v 'b'd = du 'u'd
^ - PYi
n'Ab 0,7l.f.,t sierr,lt,r i- = ::

siendo,
! de¡ccl-'a armadLlra trans-
inferior a V,-'-,' sc prescitrdía dc la
izclu'ercl':t
n' ÑJ.t". cle barras cle acero clispuestas 'l Y si V,-¡ et'.r
45n
A1,; Árca dc trna balra rnclinada
versa l.

En caso dc que tenganlos


que sr'rspcrtclcr fc-rrj'rdos en la parte ttrillones de for-
problenra c¿lcr'tl;trrclo sr'¡s Con el critt-rio cie la EH-73 sc han construiclo
¡nfer¡o, i.
unn u,go podiíamos resolve:r el
cl (oft¿trlte !' sllspell- i"¿* ¿" ,"il.i las ti¡>ologías inirnagirrables'
sitt que hayamos co-
.rtr¡Uos de tal forula qttc sirvatt para resistir riociclrl i.¡llr.s por aorün," ert las vigueLas atribtlibles al
anleriornlerlte expr-reslo de
dcr las cargas inferiorcs con el ciitcrio
nrenciclllatic-r ( ritcr¡o'
fomla simtlltánea.
2ó8 Los foriados reticulares

L¿ EH-g1 dela las cosas conlo estaban y la lnstrucción del he-


Al aparecer la EH-E2, adaptada alCódigo Modelo, nos encon-
tramos con que el valor de V.,, atribuiblc al hormigón cle los ele - tensado EP93 sirn¡llenlente varía el valor quc se obtiene de
mentos que real c'r virtualmente configuran las ¡llacas y losirs, cra Lu :0.: ,segun existcr o nc¡ ¿¡xil de compresión o tracción' mul-
a/[
el específico de las piezas lineales V.u = f ,' b'ci = 0,5' ,[, t-l'¿ , tiplicando dicho valor ¡;or el factor:
si bien era posible incrententarlo teniendo en cucnta las armadu-
ras longitudinales de dichos elementos por medio dc la lórrnula:
['. il: )"
Vc, =0,5'[u'b'd'('(l+50'P) f ll
ya explicado cn el ;rpartaclo 8. 10, con lo que se obtiene para f.u
siendo, el valor:

[u=0,5'tl (enKP/cm2)
t' = 0'5 tn il: ). [a {en Kp/cm2}
[r*
Lu = 0,1 ó'' fd (en MPa)

E = l,ó-d > I (d en metros)


I
L, =o,ró r.n
Ir*ll)=0,32
ld {enMPa)
A < 0,02 (cr.rantía fieométrica cle las arr¡raciur¿rs lotr¡itr.:dina- criterios quc, cofilo 1tr henros visto, han carlbiado con la nueva
'n = o 'o les ancladas a una distancia igual o nravor que d ett
EHE.
el senticjo de los ntontentos clecrecientes a parLir
dc la sccción en estrrdio)
L,: sorpresa aparcce c:uando la primera lnstrucción Esparrola de
forjados unidjreccionales. EF-88, retoma para las viguetas arma-
Por consiguiente, para prescindir de la armadura transversal en das los criterios de la vieja y espléndida lnstrucción EH-73, inclu-
placas y losas era precept¡vo que el cortante de discño V,1 tenía so sin la linlitación que imponía esta última para considerar el valor
que ser menor que el V., proporcionado por la fórmula ll l. Tam- V.u = 2f¡,' ir ' ci de que la amtadura longitudinal debía scr capaz
bién se exigía que el canto útil de la losa fuese rnelror quc 80 cm, dc absorber en la sección correspondiente un momento flector
unos 85 ó 90 cm de canto real y la separación entre los posibles igual a N'1.1 + V¡ ' cl por efecto de la fisLrración oblicua de cortan-
nervios, en el caso de losas aligcradas, no debía excecler cirrccl ve- tc (Dccalaje).
ces el ancho de los mismos, unos 50 ó 60 cm en los foriados ha-
SegLrn la FF-88, para los forjados podía prcscindirse de la ar-
bituales.
madura transverral, sierttpre y cuando se verificase que:
Las limitaciones anteriores fueron sistemáticamente ignoraclas : 2fcv'b'd
V,l <V.,
por la mayoría dc los proyectis[as y fabricantes de fonados sin que
ocuniera absolutamente nada. sienclc¡,
tr: Alrt:hrl ciei rrenio considcr¡clc:, incluyendo los t.rbiqt¡illc¡s de las pie-
Cuando aparecc la Instrucción EH-88 obscrvamos que se l'llan- z.,rs aligeranies cr conl;rc.to con el hormigón, si éstos gon resistcntcs.
tiene lo expuesto en la EH-82 y, en un alarde dc generosidacl, per-
mite que la separación entre ncrvios sin armaduras transversal lnchrso, prel'ia iustificaciórr expcrimental, podía aumentarse la
pueda incrementarse hasta ocho veces el ancho de los misrnos, rcsistencia a cortante de la sección de hormigÓn de las piezas del
unos 80-95 cm en los casos habituales. Sin comentarios. foriacio hasta el valor doble que proporciona la fórmula Il I elimi-
nando el coeficiente 0 50. Y además, se podía tener en cuenta la
[o cicrto es que la fórmula ll l, recogicla cn la nr¡rtr¡a nrencio- calidad y carrrticl.rcJ del ¿cero cmpleado a través del término p, con-
nada, proporciona valores V.u serrsiblemente irl[criores al valor de siclcrando el factor aclintensional (l + 50p) < 2.
2fcv.b .d.
V.. = E. (l + 50p)' fcv' b'd

siendo,

. -b
r - -A.
.,
b.d 4100
Ísistema MKS)

jYS
o = lh tsistenra srt

Fig. 8.44. Lr:sa aligcrada {piaca, forjaclo, etc )


I
E= 1,6-d > (d err metros)
bs loriados retiulares

jaclo y qr.re un foriad<.1 reticular tampoco cs un foriado, es otra cosa,


En aquellos casos en los que V¿ superaba V..', y se tenían que
y como nes qttctl;rtrtos sin saber lo que es tln foriado, puesto que
colocar armaduras transversales, se tomaba para V.u su valor más
conseruador (es decir, f.u' b ' d) y, por tarlto. el difercnci¡rl
del cor- iro lo defi'rc, y rros dice en sll irrt. 53: "Los forlados de hormiqón ar-
maclo t-t prelerrsurlo sc reqirán por Ia vígente'lnstruccíón
para el progeclo g
con las mistnas era idÓntico al qr'tc se
tante que debía absorberse
pieza convencional, la ejeiución¿ie fori¡¿ios lutidírec':ionales de hormigón armado g pretensado
obtiene de tratar los nervios como una lirieal
EF-SO', rlebiendtt rturtplir' en lo que n0 se lponga a ello' Ios preceptos de xta
lrrstnrcciort F.HE" llubo un tiempo en cl que, esquizofrénicamente'
V'u=Vtl-fcu'b'd ¡lr.l1bas en vigor'
estuvieron

En la norma de foriados unidireccionalcs la


F-F-9Ó' se recuer- Toclo lo rcl¿¡tivo cortante qlle Se cxponí¿l en la EF-9Ó y ert el
¿rl
o Ia vi$¡eta por puesto que se opo-
da que no debe romperse el hormigón del nervio borrador de srl sustitr-tt;¡, la norma EF'2000'
en las atrtiguas' propo- tnisma y' por tanto' un nervio de
lompresiOn oblicua, cosa que se olüdab¿ ná o f. EHE' prer,'alecía sobre la
dos veces más cortantc que un
o"i" el cálculo d" ta tomprobación
de clicha c<¡mpresión utt iotiuao uniclireccional resistc
reticular no
^te.i"t",
oblicua, elvielo critcrio cle la EH-91' a espalclas dc la nueva formu- nlt'o ¿* trn forjaclo reticular' puesto que ull foriado con clla
contradicción
ú.ü" á" r" rnedianre la ya conocida v vieja exprcsión:
EHE *r'r',n torl"lo segrn ta'iHr' erimanifiesta
gs:neralizaclo sobre el concepto de forjados
nrisnra ¡/ corr el criterio
S0,3'f.¿'b'd qrre exi.ste en el mundo cle la edificación'
Va
EF-96 y e:l borrtrdclr los trat.rt¡¿ de fonna diferente'i iPor c¡ué
sc perrnitía
En la nonrra de foriados uniclireccionales iPor c¡'.ró
foriado sea de 4 cm'
delanuevarromraEF-2000,semantetríaelcriteriotJcl¡EF-8f3para y ," p*r,'t''it* clue la cir¡la cic cotnpresiórr de un
rrttcesári¿r clicha ar- de cm?
no Jirr)on., armaclura transvcrsal y cuando cra
que ser 5
V sil"s llanr¿nrc.rs placas éstas ticnen
de matrera se-
;"d;", se rebaiaba la contribución del hornrigótl
de un for-
nteiante a colllo se venía realizando, pucliónciose hacer contribuir r.Por qut< resistía y resiste rllás a corlante un neruio
trtro stt resis- cle un ioriado reticular si le lla-
los hormigones que constit.uíalr el ncrvio. cacl.¡ cQrr ¡aclo rrrridireccion¿1, qLte un rreruio
y'
tencia caiácterística, la prefabricada y la obtenicla ir: sifu firral- mamos placa biclireccional aligeracla?
mente, se limitaba la separacióu entre nervios ¿i 100 cnl' 25 cnl
óPue<le alguiert pcnsar que un forlado uniclireccional de vigas
menos que los permitidos por la EF-88'
plarras y viguetas, <¡LLe nercJie cort[rola realmcnte st¡s resistencias
Toclo lo cxpuesto merecc algrrnrts cornetrtarios, aunclr.lc sólcl y ,r, urrr,,,,l,,rc1s en los taios de las obras -se hace sobre las mis-
quc fnas Lrn acto cle fé cn la bonclad inna[a de los fabricantes-, es es-
sea para poner de manifiesto una vez ntás, el oscttratrtisnro
rodca al cortante. tn¡cluralnrente nleior y reparte meior las cargas que un fodado
reticul¿lr dc idérrtico canto?
Evidentemente, scgún nuestro critcrio, existe utta c<¡ntradic-
quc clan Y esta ndo en vigor la EHE-99, el horrador de Ia nueva norma
ción de gran trascendencia en el tratamiento del cortante
las Normas EH (82, 88, 9l y no digamos la EHE-991 V el tratalnien- cle forlaclos Lrniclireccion¡iles (EF-2000) que
pretendía actualizar y
toqueproporcionalaNormaclcFor|udosUniclirr.cci<lrralesEF-9ó' unifornrizar criterios cntre i¡rrrlras seguía manteniendo cono capal
prefabri-
que coincide a efectos prácticos con el tratantiento c1r.le clab¿l a los clc com¡rrcsiótt trrínjtlta los 4 cnr, 3 cm sobre las viguetas
V.., la tradicional fór-
mismos la vieia Norma EH-73' caclas y proportí.l par;r la del"erminación de
tnLtl¡¡:
las
Al hablar de losas y placas, las vieias norlllas esperirolas
definían textualmente como: elementos superlkiales
plancts, tle sección
Vc,L=2'0,1ó fccl =0'32 t¿'na (enMPa)
normalmente a su plano nnditt
Ilena o aligerada, cargadas
pasaba ligeramen'
for- A alguicn le clebió parecer que el asunto se
Sin lugar a cludas, segúrr la clefinic:ión anterior' todos los a la ¿rctual [F-2oo l ' donde
la misma' t. .tc, iaiayu ¡' s,, moclificÓ ia EF-2000
lados quedan incluidos cn de compresión nlínima en 4 cm
sc sig.ten nlantenienclo las capas
se nlantienc idéntica zonas dc alta sismicldad en donde es
En la actual EHE-99, en su artículo 44'2' salvo que se conslrl¡]iü en
su artícr'llo 5ó pa- tal y como se proponía erl las anteriores'
definición sobre las placas y losas' aunque en pi*..'piiu,, colocar 5 cnr
de hormi-
precisión los términos a los <true dcl recubrimiento
rece que desea acotar con mayor ;.;; ;. altlrrent;j clc 3 a 4 el cspesor
cottslittildas por llattts maüzas gón ,obr" las viguclas -v en cuanto a los aspectos resistentes' se
ded¡ca su atención como: "Esfruc turas
tle honnigón ar' estableccn los sig'rientes critcrios:
oii*:**t cÚn n,?rvios en dos direrciones perpentlicularts'
a los apo'
que no ptseen, en general, vigas para transm.itir
/as carqas
mado, . P.:rir c-r,iL.rr la rotl]ra por cclmpresión oblicua err los neMos
sobre soportes cott v súr capitet" '
;;;;; d;;*;t;, directaménk se h¿r de curtr¡rlir que:
dcfinir el término FORIADOS' f,:¿'b'd
Lo que no hace la Norma EHE es V¿ <0,3
que una placa nraciza no es ttn for-
pi""*
aunque evidentement"
Los foriados rcticulares

. Los nervios configurados con viguetas y semiviguctas preten- servadores, como se empcñan en demostrar los ensayos que se
sadas (sin especificar sus tamaños) puden resistir a conante. realizan, existan o no amraduras transvcrsales.

Err la Nonra irrasileña NBR 7197 y en losas sin armadura trans-


Vcu = 0'32 [¿ 'b'd vers¿rl sometidas a flexión sirnple ños €Ílcorltramos:
siempre que lo avale la firma dc tln técnico cornpetclrte y se
\'t' = V4 f.t.b.dSlMPa
realicen los ensayos de cortante definidos en el apartado 3
delAnexo 5 de dicha norma. siendo
. Para los nervios configurados con v¡guctas o selllivi$letas 0,12'u'k
armadas la resistencia de los mismos a cortante se evalúa etr vo.,[f.|< I NlPa
t-3.d L
la lnitad de la considerada en el caso anterior, es dc-cir, erl:
cl. Ccln:o ti:ii

Vcu = 0' ló ' [¿ 'b'd (en MPal L: Luz cic l.: It e.¡¡
k:1.ó-ci>l
éTan importante es la industria de los prefabricados de foria- q=lt 501rSl5
dos en España como para que siempre consiga ciertas ventajas uk<175
frente a los forlados in silu, simplemente por incorporar a los ner-
vios unas semipiezas que en infirtidad dc ocasii¡nes sólo sirven
que, si lc.r aplic:arlros ¿i los c¿sos más frecuerrtes:
para transportar las armaduras dc flexiÓn positiva?

Cuando en la edificación española los ltormigortes ¡:oscían cl :0, 17rrr L.:5rn r-4=0,9
L
ak: r,5o
unas resistencias características entre l5 y l8 ]vlPa, tal vez pudie-
ran existir razones para iustificar los privilegios de los foriados prc- resulta V¡ = 0 2l \i Por l-anto:
fabricados frente a los construidos in silu. Pero, en la actualidad,
con unas f.¡ de proyecto entre 25 y 30 MPa y corl lir su¡rcrvisión \tu =V+ [ U.cl=0,21. (enMPa)
de los organismos de control -puestos por Lcy- a las Direcciones
[.b.cl
Técnicas de las obras en la construcción de los edificios, esas ra- Recordarrdo que, en elenrentos lineales, la NBR 7197 conside-
zones carccen de sustentación racional y las venta¡as que divul- ra que f,.,. = 0.l5 t[ rf,tnat. nos encoutral]'los tlna relación en-
gan no tienen, en nuestra opinión, razón de ser.
tre t., tlosasr 1.,. = 1.4, es decir, queen una losa seacepta quelas
Nuestra experiencia personal nos dice, tras proycclar y cons- secciones dc hornrrgón resisten del orden de 1,4 veccs más cor-
truir millones de metros cuadrados de fonados unidireccionales y tantc clrle resisten idénticas secciones cn los elementos lineales,
reticulares, por un cúmulo de circunstancias toclas cllas favc¡r¿ibles de ¿rcuerclo cr¡n los critericls españoles expuestos en la EF-96. Si
(piezas aligcrantes dotadas de una cierta resisterrcia quc se incor- bien esto es cier1o, en la nomta brasileña, por otro lado, se impo-
poraban a los mecanisrnos resistentes, anchos reirles y formas ne una condiciórr geonrétrica a las losas nervadas bidireccionales
cle nervios troncopiramidales en los qtre sc nrinusr'¿tloraba su an- a etectos cle c¿ilculo a cortartte, debiendo dimensiottarse como vi-
cho real y eficaz, resistencias baias del hornrigón en los ¡:roycc- gas si la clistancia enlre neryios es mayor que 50 cm y con la for-
tos (fck < l8 MPa), etc.) que el criterio de considcrar una
rnulacióll clc losas si es menor que 50 cm. Sin embargo, nos
rcsistencia a cortante para el hormigón dc V., = 2 f,." b'd en vez
so4rrenden lncom¡lrensiblementc los criterios portugueses.
de %u : f*'b'd podía ser un cr¡terio válido, cuando se dan las
circunstancias mencionadas entre paréntcsis ¡r la calidad En cl c;rsc¡ cie la norma portuguesa REBAP se inclica en las lo-
de los hormigones limitaba el valor f.u prácticamente a I lüPa sas que slrr armadura transversal el hormigón es capaz de rcsistir:
( l0 Kp/cm2).
V.':0,ó'll ó-d) r1 'b ci (enMPa),siendo l,Ó-d2l (denmeLros)
Nunca nos hemos encontrado patc.llogías ¿tribuibles ül corlallte
en los nervios de los foriados unidireccionales 1' cle los retictrl¿¡res, y aun el'l el caso de los¿rs clc poco espesor d : 0,12 rn,
bajo ninguna circunstancia, dimensionárldolos toclos ellos colr los
criterios recogidos en la vieiísima EH-73 y, lógicantentc, [an]poco lc,, = 0,(r' (1,ó-0,12)'rr =0,9rt (enMPa)

extrapolando los mismos con los criterios quc nl¿'tl'ltenía la E'F-9ó:


no5 crlcorttr¿inlos, qLlc resiste¡r menos a cortante que los elemen-
ZCuestión de suerte?
tos lineales, cn rn;lnificst¿l contradiccióu con casi todo el mundo,
Por otra parte, nuestra pcrpleiidad cs corrsiclerable crl¿lrrclo ob-
lleganclo hiist"i 0.ó r¡ lMPa) para lc¡s¿¡s de espesor elevaclo
(> átl cmt' E:s clccir, rtna f.u - 0,4 MP;¡ (4 Kp/crrr2) parir los hor-
seryamos que la tendencia generalizad¿r en la Norrnativ¿t lrltcrna-
nrigotrcs h.rl¡itr-rales. lVóanse los valores dc t¡ en la tabla dcl apar-
ciOnal es la de considerar que el horrnigón resiste a cortal'rte rnuy
poco, incluso por debaio de valores cstablecidc¡s clararlrenle col'l- tado 8.71
Los lori¿dos reticulares

Toclo lo expucsto, ligeramente confuso y poccl cohercnte, nos


Es obvio que esta Norma penaliza la rcsistencia de las losas
a

cortante y olvida la contribución de las arnladuras longitudinales nlotivó a realizar urr plan cJe investigación experinrental, en cola-
frente a dicho fenómeno' sin <¡ue podartnos erttender la razón de boración t:t-rn el lnstitnto]'écnico de la Construcción cle Alicantc
placas reticulares [:aio
{l.T.C.), (:onsisLente erl cnsay¿rr una seric de
dicha actitud. para con-
condiciorlcs pésimas frcrlLe al coftante, que nos sirviera
que hemos ve-
La norma ACI-3 l8 aplica la nlisma fonnulación tanto para ele- firmar, neg.rr o nlatiz¿ir, los criterios sirnplificados
y los cuales hemos
mentos lineales como en losas, admitiendo
las dos fórntulas ya nido aplicanclo cn nuestros proyectos' con
estructuras con for-
mencionadas. constn,¡clo nlillones cle metros cuaclrados de
ninguna patología cono-
otl*lurc's, sin haberse detectado
lineales y losas'
El EC-2 tampoco diferencia entre elenlc'rrtos 'r.fotpor cst¿t caLlsil-
cicla
aplicando la tlisrna forrnulación'
Nuestros e:n Lerios t-ran :

L¿ nueva norma NB-2000 brasileña'


para los'rs sin armadura
oEl cort¿nte en los elementos lincales
que se introduzcan en
transversal considera quc'
los fori;i cJ os retictl larcs, tr¿l nsforrrla ndo su mecanisrno resistente
no debe
V., = 3 ¡f 'tl+:O'p)'(1,ó-dt'oo l['¡ en '\lP'i; oq =0'17) t ¡.tir*cciouat en otro fundamentalrllcnte urlidireccional'
a cortante baio
tener privilegios cje tipo alguno y debe scr analizado
relativas a las
toclas las consicleracionei cxpueslas anteriormente
dc elemen-
Si hay clue rcforzar, se aplica la misnra fonrltll¿rción picz;rs Iinealcs
tos lineales, limitando:
r El c<¡rt.rnte clc los nervios clebe analizarse
a la salida de los
sih235cm igual a 2f.u' tal y como
fy¿ < 435 MPa áb¿icos !/ con un;r resistencia del homrigón
mínimo'
pernritía la EF-9ó, siempre que operemos con su ancho
sihl15cm que de los forjados reticula-
ta < 250 MPa Lllo ¿.tt* ser así, puesto los nervios
res tienen un carácter comcl mínitllo sitnilar
al de los foriados uni-
debiéndose interpolar para casos intermedios su penalización frcnte a los
clireccion¿rles; \¡ no comprcndíamos
a cstos.riltimos la EF-9ó' y en nlenor
frivilcgicrs quc: les otorgaba de ftu' dado
nreclicl¿ la Et'-200 t , opeiarr<Jo colr el valor tradicional
se emplean viguetas arntadas y
fo, tus viejas [H par;r ctrando
S.13. El esfuerzo cortante en los foriados 2 ' f.r, si (istas sc)l'l prctens¿ldas'
reticulares por orro laclo, cLrando el foriacjo se aligera con piezas
de hor-
que encolran los nervios forman un
n,ieO,,, lli iaL:iqt,illos laterales
El estado límite de agotamiento
frente a cortante' desarrolla- que amplifica los anchos
.uilt-,rrro con el hormigórl vc'rtido ln sita
expresa de la nonna EHE-99' ycuandose-emplean lascube-
clo en cl aft.44,segun mánifestación teóricoscje lO cm a l3 ó l4 cm' valor nlíni-
se refiere exclt¡sivamente a elcmentos
lineales sornetidos a esfuer- tas recupL^r¿rbles cl atrcho de los nervios
varía de un
o tr¿rcción) triple en sti parte superior
zos combinados de flexión, cortante y axil lconlpresión ,uá la basc cle l2 ctll a un valor
trabaiando fundamentalmente en
una dirección' "n
iurtrnOo partc cle la capa cle compresión'
V u ptuao, o losas
clcberian quedar que exponerllos para operar con
En realidad, los foriados de tipo unidirecciorral Sin lugar a clLrcjas, las raeones y
un valor real práctico
.rbierto, por dicho artículo sin los
privilegros econónticos que le 2f.;;; ;;; *uv ci"ntrricas, pero tieneny como ya hemos dicho y
norn'las EF y toda- consiclerable porque, ral
.,"*" en lo relativo al cortante las prirnitivas que no se olvide' no co-
la tlortna rcpitiendo reiteraclamente para
""ij"ri,n"nrur
uá"ürtru.n otorgando, aunqtle en rllenor nredida' venirnrls
a esta causa derivadas
forjados reticulares ¡l nocerr)ós patolo-oi:s ¿* i.lrtunt" atribuibles
EiZOO f IV hmbién se'gún <1icho artÍculo'
l<-rs
multidireccio- cle aplicar dicho criterio'
,", Ofu."t Ore apoyadas en pilares aislados trabaian ar- expucsta ampliamen-
,u pl"no, deberían qucdar excluidos del susodicho . No obsl¿nte' la investigación realizada'
"ul-"n," "n criterios anter¡orrnentc
tículo. ,* *n r",n Án"rn, nos obligal matizar los
conservadores:
a*ouat,o. haciéndoios ligeramente más
al 5ó 20 de la EHE-99' re-
aft'
Sin embargo, cuando nos vamos
ttr-¡s clice: "Se comprobttrá el es' .CtutorcsistctrciantínilnacJelhormigónacortante,siempre
ferido a placas y losas sobre apoyos proporcione la
de acuerdo rcn kts indicaciones poár",u.-r. cntpltar el resultado que nos
tado límite de agotamiento frente a cortünte
"lrt-
l¿s rterpios ert su fónnr:ia,
oÁtrn qqí. en particular' deberán ser comprabados
'*,trrgo
A ábaco g los elementos de borde' vigas o :untúos" éErr qué
que-
Lr, = 0, | 4- i.L (MPa) (f.v s I MPa) ll I

clamos?
Los foriutlos relitulares

que poseall
- Cuando se empleen bloques aligerantes perdiclos
una cierta resistencia, tal y como pueden ser los de horrni-
górr, y se opcre con nervios troncopiramidales como los ttrue
áxistán en ios foriaclos reticr.¡lares de casetones recr.rpcrables
consiclerando el ancho mínimo dado por stls bascs' el valor
de f.u puede elevarse sin problemas a I lvlPa para los hormi-
gones usualmente empleados en la edificación'
- En los rcstantes casos, como pueden ser los nen'ios de los
reticulares con bl<¡ques de policstiretro aligerantcs' etc' de-
bemos opcrar con el valor que resulte de ll I sin nrás
Fi{l 13.,1ó. $r-¡¡'rf irr ,lÉ L:¡r:l¡ (lJe afe(tá al cort.rntcl clc los nervios en su ttlrión
con lcrs .ilr¿lr¡:
. L¿ detcrminación precisa del coftantc de diseño ell cada uno
de los nervios que abandona un ábaco, sobre todo si existen car-
gas puntuales, resulta imposible de precisar manualtrtetrte y es q
preciso acudir a programas compleios dc cálculo que permitan o;=K I L .BI+BD)
=f .r.B q L
hacerlo.
El con.rntc q.le ielrerárr resistir los nervios que dircctamente
La aproximación que realizamos a continuación, basacl¿¡ en el
acometen .¡. ¡O¿;,: Sería,
nrétodo de loi pórticos virtuales, lienc- url carácter pedagógico y
de estimación orientativa, y para los casos ordinarios resulta su-
ficiente. Q' 'L
Q. = = l'*'B'R
En aquellos casos de luces elevadas y cargas pLrntuales fuer- 2
tes, como por ejemplo las producidas por un posible tráfico pe-
sado, se requiere un estudio nlás cuidadoso y prcciso. :ie r:clt-r

B: ñrcl',c cle nónir:o i irtual


qA
q..* L:

clc ';¡rt',r
Lr-t¿

C'rq.r ue :l.se:.o :i.)'¿)r P\)r nl:


nr \tin etr cle l-ie:riior tlel ¡rófttco virtual
Fklio trtJtnL K:F.¡cior(r,.1É:ie:.,:(.'-(:Liel'\t.1 losnlontentosextrctllosdel vatttl cuyo
ialor a;:rrorir:.ar-lLr 5e recogc en la l-ig. 8 4ó

tl r to de ncwio¡ &\ . si se tlpera con el entreeie de rrervios nlás cclnlcrcial dc


si-
Qc 0,80 nr o bieir genéricalllellte con un entrceie = e' las fórmulas
guientes ¡rrt)porcionittt valores suficienternente accptables sobre
lr:y cle cc:rlantcs S,ravitaloria qtle 'lfecrd l1Én'los ell LI¡ din!q'l
Fi{¡. ¿1.45.
r1 iL-]s
el corlatlte ¡ consiclcr"tr eti los ntlsmcls:
virtual.

O, .L [) I o lrien, genéricamente On = 0'45'K' t-'Pi c


= 0,3{r. K
el cor-
Observando la Fig' 8.45 y en una primera irproxintación'
pórtico virtual' corrside-
tante de los nervios puede óbtenerse del . Cetlcraltlletlte' las cstructuras con forja<los retict¡lares en las
de su cortante cn la lírrea
rando la placa como una viga y cl valor que pLtecle preocullarnos el cortante dc sus nervios s<'rtt'
sin lugar
de los ábacos. garaies' etc" y é$-
., ct,,io, las ciestinacl.:s a loc¿¡les comerciales'
lo quc perrrrite abordar
por tre:tvio ig'r'tirl a: iui a,l.'i.n tetre:r l¿ts luces muy moclulaclas'
El criterio all'lterior col'lducirÍa ir tln cortal'\te sencilla'
el an¿ilisis cie sLt cortantc de forma rrrrry
oo
o,. = En eslL:ls últirltor casos mencionados'
con luces prácticamenle
" l'l
carga qtre transmitc la placa
icléntic.:as et'ltre los pilarcs Lt Y LZ, la
irrciderr cli- vicne dada por'
por el lado de la inseguridacl' daclo quc los lervios
<1r-tc
a los nlistllos, coTl un error despreci'lble '
i".,ot*nr" en los ábacos se encucrrtran más sobrccargados'

r-- L 2
clccltLcir el cc'rrt'rtrtc de los
+Lr Np = ts'L'Pt
Dc forma tnás aproximacla' poclerrtos
n"Jot ábacos tettienclo preserlte la l'ig 8 4Ó'
qu. abandonan los
i;/r¡lr r,'ri i¡L/f
-)

¡' f i'r':t'¡ l- 5(:ic'iol-l i,:,'1 .r..r. l,,r'.,,1-)i .r<:ai5 5cl h¿lll cle(lllcjclcl cotrscru¿lcior¿il'llcllte,
Si traz¿inlos nlarcos iclc¿¡les paralt'lcrs l)t')l L¿r
I r r l - - --1..--.-.-.
(ri l-LLr'' j()i clLCl .:1. -..-r -rr " a)_ ajtSnUeSIOS a ,//. Ue lcis tl.l( r\ ctLt\clL('t-
cloncle se dcseai conocer el cslilelzo L{-rl'la1:-ll:a L'rl
(Fig.8 47t restar'lclo a N,-, )a carg;j il-lirlnor \ ', iil' tii'-rrclo rror ei nú- ies ¡ los rti.rl'r,--r :i r--,i,: c Ll¡lquicr c¿rusa los ábacos se cliseiiarr o
(.of stlr;',crLi-li l--,i¡..-.r i.:lll;iñc¡, el cortante qLlc afect.l a l<ls nt'n'ios
rr'te:ro clettervios seleccitlrlacloS. rll¡left{'r-o- =' t-'-'t-;':l''t ':ir-'cll:ct'ti-r
I I - ¡i---
rerr.lll¿ cit -,: ..,..:':' :: rr:rl( )l (-lLle t:l qlte prc-r¡ltlrci6,rt¿tn l¿ri; Iurnrllld!
cn los l-ltisnros, stlpclttienclo qLle Cl :ired ltllc:::crr i-r{ ll-r¿¡ 3 citr l'i lilz
L y clel ancho B par.r lbacos Irorn-¿lú; ' *-
t'¡11ñ I :i..-:: :r-.- ','.¡nd(1(), VCarllOS Cl' C()rLtil lle ell lo: lLllchos
tic l),trdr ri..r i: .'ll irilr-r-rtTlLe cJortcle ¡lodet.Ilos Lencr probletttirs
t-rt;is ¡L-rr-tri (,lr.i' i:-, ,¡;': t'cru'ios, al 5upertr)onersc crr
eilos efectos tor-
;Cfi: (la LljT,i l:: : --l--r'-f lá
clr acltrellos
t)Éf rr--tlL-r'.-';.-.,'-i-liil 'l'-ie l;¡ ¿lrnr¿iciur¿l de c()rtal'lte'
'-'j F --.É:: r',¡,1.r-,á, clel¡c ar]icionarse;l la ¿lrrllclchlr;i trans-
t-l
cl cliánle-
rlfLr-:.,1-.:i rr(r: .¡, ior:;iórr para clegir corrLlct¿irllenle
"r:r'iai,
(]t ..i r sep;rr¿tción'
n'-$!'ÁÉ¡o l-l'(:) ltl\ ¿ ¡-r' i- '-
'Fr a/ uoco.

I ;r 5 J, \':-. ..; :;ri'.r'clr'' tlel.¿ilr¿tc'ltri


il-l-:t¿.: (-. .t-.:1:l.-"i: ¿l (-i)rL-¡llLL" r\r

' :'''- 1:i: .lal i,lr- t*al'


Ln .rc1uell,-:< casos Cll Cltlc se¿l ¡rrcci:'- I _,._ :
t¿lrtc i rr lo> t',--tr ios. clcollSci¿tlllos sil '
-- i:.- i;l t-'.
i :,-r:-l:..r lit
clis¡toner barras alsladas inclinaclas ¿ 45r -.; ', =l
'
z p(fr 5U facilidacl colrstnlctiva, frenle ;i l:¡>
r,c', r iol;lr;. ntu\ clifi(ultos()s clc (()loc¿,' .:

\\\ .t'¡lll'.:r¡l;¡.,;r 'li'


aaa :1t l
:: - -
r- -. , l¿ lr, rr t)s corl(,''le coll /. a - i -l :-
Fls: ij.i8 fi: .rn¡,.;L lón ¡:o:iIrle clc' r]rrr'l¿ilr-ir':r:
rúll:11;iIeS
r ,--ll-

L.r-* Figs. 8.48, 8.49 y 8 50 reflei;rr ci: :¡'r: : ¡:er i:i r-


'. ii:rr¡rl;l i¡.>. i.. : : . ':i.r cll it15 ( olllL'lt¿lliOS I ll.' >el)¿fdcióll
lo c1r-rc' lrentos clr,tcrido clccir, y ett ell¿-* ct - i'': ''..r .-:-rl'r-.r 1., r-li:t-rt-,- tltitt ttt.i ,:l¡, .':- l.'.Sl'-'.): Sec:lll Q llO Scall rlt]ce5anos llÜ nla\'Of qLlL'
-.. . :: . -lir c L.'- fr i,.
sic-órt cle l¿i ferralla proycctelcl¿i [)ern]iie ¡-i :a
f;icil I ror nrrgonaci<,r.

I
6

t
g

I q I ,1(r \tn'r.¡s ferr¿lll¿rclo5 it co¡1.rl ILt !r )i


,r,i. !r {'ir ]()1i 1r11.l}io:i ¡l- l.¡r',le
5r,r ri).',ir' |:.: I ic 0 ¡cq.rt:k r
274 Los loriadts r¿titulttrcs

detcnninación del cortante de discño par¿ el ztlllcho dt'bor-


1,3 Pi¡ra r:álculos r;r¡riclos clt- conl¡lrobación. es posiblc deducir un¡i
de puecle obtenerse simplificadanrente a ¡rartir del rrlétoclo c]e los forrrrr,ri¡tión sirrr¡rlc- qllc nOS ¡lt:rnrita calcUlar cl corlallte,- del zurt-
pórticos virtuales analizando el póftico de fachada cho con snficientc a¡lroximaciórr

Iil debe dinlcnsiott;¡rsc cl ¿r.rtrt:ho


punt<,1 clorrcle crec:r¡ros cluc ¿.t Siertc.lo P1 I.i cirrq;r de cál<-rrlo por lllctro cu¿itJratlo y P2 la carga
lirreal r¡it¡iOracl¡t riel c¡r'r¡niietritl que cleSCansa sqilrc el ztttlC[o, l¿t
cortante, igr-ral que a torsión, es clonde abandon'r el áb¿¡co
re.'tcción tr-llal cn LtI rxtrcilt() t)oclría ven¡r dacla Con un error mírti-
cortante y Ia torslón dcl zunctro o viga de irorcle etl t'l inte.
F.l mo Por:
rior del ábaco no pucden scp¿irarsc y arraliz.rrse aislad.rrrletrtc: clel sictrclt¡

comportamicnto global de la ¡llaca cn su zon¿] cle contacrto corl los Pr"\ t_ l l K : I lclr v.lntl:; cctltr.¡lesl
o=*
I

pilarcs. [ rJ K - L l0 lcn vanos c'xlrerllos)


A , furr:l'trl totdl Clel \';tl](j extreltlc)
Tcnierrclo preselrte la Fig- ti.5 l, y una vcz t¡bterrido Q¡ Or
y cltl
análisis clcl pórtico virtual, se cleducen los t.los posr[lli:s c()rT;lIlLes
de diseño. a¿

x [--x Á-
02 ol -
Qa -Q
['-*)
llg li i2 Diilo:; refercrrc'i¡rles
Q¿z -Q
['-*) En Ia seccirin clt- reiercncti.r s - s'dc la l-ig. 13 52 I)¿ra
cl dilrcn-
cliseño vendía daclo por:
sienclo $ el factor dc asignación' el port:ettt;rie cicl
(:Óndr:tc t¡r''al clel sion¿irlier'tt) clcl ¿urrchcl, el cortante cie
pórtico virtual quc cleberá ttsignarst: al zuttclr'l dc t'x:rrtit
)
'[tF.?)
',)

/\
-
.t 1
f =- K
Dicho factor 6 puecie ser el misnlo (ltle cl enlpleado ell
la lt 3

rlistribución cle los momentrts de flcxiórl t-ntre nc--wios y r,ig.r de


*,,1 (P,\
bordc. o,- L+2P1 L)

qr'te los rtlore's ptlr


NOTA; Lcr:; ¿r :,.isis +rl,r¿icj;lle-t realiz¿dcls t o:lfirnr¡ln
tirl:!irl .::i:ll- iiL-r: ;rr f¿¡r-:,,¡t ri strtt No L)bst'llltc \ puesLo
'tlnsLfl''lclolcs
LtLle iij t:ti(:'r:, 'er '.)ri'-;(lrie t.'rrJica Ctl l.r apLiC.rCicirl
SimpliliCada CIC C;l1-
buc'tr cotrt-
irlLt-i n1,llL,¡lis sc l';l o'Jicl(l(-) por no rrl(rclificarlos daclo el
t'¡ li-'lliclo ell estltlcttlras realcs prt¡vcctadas
pctnaniicr-ito 'lu¡ ::ll -slr lc15

rlrr, nr'.;!-rtl ¡!

'l'abla B.ó. Faclor de asigtraciórr t:l de los esluet-


zos glol.rales rcstlltantci del ¡xinrcc'r \ irtll;il
(1e

fachlda al zuncho clc borde l5c$in I Regalaclot

si, como cs fr.ecuente, se adopta cl criteritl de .lrnr¿tr el zurrclro


siniétricamentc, el cortaftte a consider.lr ¡latrit e-l ditncnsic-¡rlanrien' Fie.' 8'5-] (.)|l:;ér,t:t'¡ói:i¡ cl ferrirllista ha rlnidcr las barras inclirracjas a 45.'
dtr
to serí¿¡: i'irli".*f a(.1lta;L('ije .-t. :'e¡,t.rs lrropicitlllclo t¡n altorro t:tt 1os anclajes
lo-. ,.jru,'¡s tle i:ai-¡e".c.c)r¡struiclil suelL.rs y aisladas ¡¿l v
c6¡¡¡o habían
Si y)x, Q,l -Odr Si V<x, C),1 =O,12 sid() pIC)! r( l.'la]¿l 5
Los for¡atlos rrrlitulares

Es ncfasta la perniciosa cclsfi¡mbrc de acribillar los ábacos de


rncdiancrÍa v (.:rquirras corr t:ajanles y shurtts quc, con un ¡núrirnc-¡
cle esfr-rerzo clc diserio, podrían situ¿¡rsc cn pllntos rnenos compro-
n'lctidos p;ir;i el forjacio y las tabiquerías.

Descle que se abanclonó el criterio simplista, sumarnente có-


rnodo. prítctico \,, en nU(::5trá amplia experiencia proyectando y
construyendo losas, suficierrtemente scguro de la vieja y revohr-
cionaria Norrr'ra fs¡rañola EH-73,las siguientes Normas EH plagia-
rrln el Código ACI-318, hasta que en la nueva EHF. sc cambia la
filosofía y se est¿tblece unos nuevos criterios cie análisis basándo-
se en vientos Europeos inspirados en el Model Code CEB-FIP del
90 y el EC-2.

El tratanri(:nto que la lnstrucciórr Es¡rañola EH-9 I , previa a la


EHE clio al 1-lrnzonamiento resulta difícil de entender y mucho más
clifícil cle aplicar: ya que s¿ibiendo que las placas poseen flexiones
multiclirc:ccion¿iles rcclucidas a cfectos prácticos a bidircccionales
Fig. tJ.54. Solución costosa c inadecuada rc:Olqiendo t-l con¿nte L'f I rrervlos sc¡bre los soportes, se c¡lvicla cle formular la inercia combinada (l)
cle_-un loriado reticular y absolutamente iriadn¡isible si ¿rclemás Licnen
que
para los pilirrcs de esquina y medianería exactamerlte igual como
cstribarse los nervios trarlSversales.
lo olvici¡i el ACI-3 tli deiando incompleta su formulación'

Err lo qr-rc sigue sc cles¿rrrolla una formulación completa clel


punzonamiento inspirada err la EH-9 I , y por tanto en cl Código
8.14. El punzonamiento en los foriados ACI-3 16, con t¡nas apclrtaciones originales qrre podrían servir de
referencia ¡r.rra los estudiosos. Tambión se exponen los criterios
redcula¡es según la EH-91 y el código ACI-318 cle la rrueva Norma EllE, y al final se adluntan unas reglas
propias
muy sencillas qL¡c nos permitirán comprobar rápidamente el pun-
8. I 4. l. Consideraciones Generales zonamiento en k¡s casos habituales, sin tener que llevar el orde-
nador e¡r el bolsillo,
Si existe algún aspecto más itttportante que otro cletrtro del
mecanismo resistente de una estructura rcstlelta con forjados de
t¡po reticular o de losas macizas, sin duda es sLr comportamicnto
frente al punzonamiento. 8.1 4.2. Definición de Punzonamiento
L¡s roturas por punzonamiento se preselltau bruscamente y Se rJice que una placa punzona, cuando se produce una rotura
sin prcvio aviso, siencio sus consecuencias gencralmerlLe trágicas. pilar que apoya, de forma tronco-pi-
de la nlisma alrededor del en el
El meior consejo que puede darse al proycctista de estrLlcttlras con pilar reclangular o circular.
rarnidal o tronco-cónica, según el sea
todados tipo losas, es que elijarr carrttls ¡tara las lllisntas que no
necesiten armaduras de punzonamiento en la inmensa mayoría de
pilares, si no cs posible haccrlo cn la totalidad por cconomía.

Nuestra opinión de elegir los cantos de los forjados reticula-


res con el criterio adiunto

I __.
> H (canto de la losar)
t
; i
para cargas ordinarias de edificación, pretende tanrbién dar res-
puesta segura a los riesgos del punzonanriento.

Aumentar el tanraño de los pilares y aleiar cle los mismos los


huecos que exigen los servicios, no sólo abarata las arrnaduras en
las losas, sino que también las empotra mejor disrlinuyenrJo
sus flechas y alcjando considerablemente los pehgros cle punzo,
namiento. lrr- i 55 Rc- ,'.-¡ rlirccta por pL¡nzonamiento trolrco-cónico
Los loriados reticulares

La superficie de rotura arranca sensiblemente del perímetro


. Cálculo cle las tensior'les t¿rngenciales en la superficie críti-
ca de punzonanliento, cjefinidas y evaluadas tcóricamcnte
clonde la losa apoya, y se eleva con una inclinaciórr comprendida
pun- perpendiculares a la losa en su perímetro crítico'
entre 30o y 45", recibiendo el nombre de "superficie crítica de
zonamiento". . Análisis y comparación cle las tensiones tangenciales resul-
tantes con l;¡s tensiones admisibles que puede resistir el
La rotura de punzonamiento, a pesar de sus peculiaridades'
se
honnigón del fo(aclo, y cálculo de la armadura transvemalde
genérico y' por
inscribe en lo expuesto anteriormente con carácter punzonamicnto si fucra l'lecesario para resistir dicho esfuer-
tanto, responcle a las tracciones que se generan ()rlogonalmente
)o .,,r,, seg:rici:rc-1, si el hormigón no se bastase por sí sólo
a las bielas intemas de compresión que sigucn la dirección
de la
para hacerlo
t'superficie crítica" de rotura, dcbido a las tensiones tangenciales
qrá tu generan por las cargas que soporta la losa ' y que tienen
a los pilares por flexión, torsión y cortadura'
quu ,"r-trrntmitidas 8.14.3. Superficie Teórica Crítlca de
Este mismo fenómeno, pero a la inversa' también
se produce Punzonamiento
sobre una su-
por la acción localizada de una carga concentrada
lnclepcnclienternente de la superficie crítica de rotura
'perficie apean pilares sobrc [or- real a
rcducicla, cc¡¡no sucecle cuando se en pla-
de cimentación' puni"tiaal.rlto de las losas, que arrancan casi siempre
losas
iados, en las zapatas y en las caras de pilares para efl-
nos clcsde los borcies clon<je apoyan,
en tonlo a los 40('* 50' los
tendcrnos nteior' cclt't una inclinación
rrna superficie crítica de
cócligos oficialcs lratan cle clefinirnos
teórica' nos pennita efectuar un
punzonamiento, que sierldo
que conduzca a re-
análisis relativamerrtc simple del fcnómeno
sultados Prácticos seg.lros'
el perímetro crí-
l)or eierrrplo' la nlayoría de los códigos sitúan
los pilares igual a la mi'
tico clc pLlnzonanientó a una clistancia de
que meior se aiusta
i"J a"l canto úril clcl foriaclo, puesto que es el
se encontraban las vie-
o tá, ptuno, re¡les de rotura y, entre éstos'
laslnstruccioncs L,H hasta la aparición de la EHE'

El EC-2 sitúa el perímetro crítico a l'5 veces


cl canto útil' es
decir. Lres veces rnás leios t¡ue lo hacen la mayoría de los códigos;
con resistencias al pr'rnzonamiento seme-
sin cmbargo, al operar
hace en los elementos lineales a cortante' con-
?a?a'\iA iantes ;l como lo
cluce a rcsultaclos pirrecidos a los de la EH-91 '

los nue-
Corrlo verenros en un apartado específico completo
y

voscriteriosclelaElJErelativosalpunzonamiento,limitémonos
que el nuevo pe-
dc rnonrento a clecir, sigr'rierrdo al Código Modclo'
de apoyo'
rímetro crítico lo sitúa la Norma a 2d de los bordes
it
LOSA oe ci tr¡'¡rr¡cíórt El tcn'ra tlel ptttrz-onatrric-nto, incltritlo en el contexto
del cortan-
y nlayores cs-
tc, goza t¿mbiéti de un oscurantismo similar' exigc
típi<:os de
Fig. 8.56. Punzonanllentos inversos en cletttentos estrrrc:ruralcs tudios e investigacioncs quc los reali¿ados hasta el momcnto'
la edificación.
El pltrnteantiento cle los Códigos Europeos no deia
de ser una

El estudio del punzonamiento se centra cn los siguientes pequoiio aftimaña, c¡ue pretencle compatibilizar un planteamiento
puntos: uniiario cn l¿ fomrulacici. clcl conante y punzonamiento' a sabien-
clas de que etl t_-ste últinro la concentración y acumulación de las
o Determifiación de la superficie de punzorramiento nl¿is des-
bielas de compresión alrecledor de los soportes producen un cfec-
favorable alrede<lor dc los pilares, dcfirlida simplificadamente
to favorable frenl-e a las tensiones tarrgenciales que tiene quc re-
por su perímetro crítico-
sisLir cl hclrniigón, pucliénclose permitir L¡n incremento en las
. Determinación dc los esfuerzos pésintos que scgÍn las for' rnismas cle fonlra considerable, casi hasta el doble de los valores
mulacionesoficialespuedenproducirpunzonanricntocnla asumidc¡s en los elemclttos lineales con toda la tranquilidad'
losa.
t tts lorjatlos relidar$ 271

En los escasísimos casos de rotura por punzonamiento obser- levantarlos ¡' rcsultan inclinacioncs mayorcs a las qr.re parecen ma-
verdos por nosotros, la superficie crítica teórica que proponí¿rn las nei¡rse teóric¿llre¡rte en el ¡rresente, ot:teniclas de errsayos con pla-
v¡eias Instrucciones EH y proponen otros códigos, seccion¡t orto- c¿rs de cantos rlrry reducidos (< l5 cm).

gonalmente la superficic dc rotura, quedando los ¡rlarrleirrrtierrtos


Los planos de fisuraciones observados por nosotros en obras
del EC-2, Código Modelo y EHE como nreros artificios dc cálcu-
reales se jnici.rn próxinros a los 45" y a medida que se acercan al
los dc espalda total a la realidad física dcl problema.
colapso. str inclinan más.
Menos mal que la EHE lo adviene en sus con'lentarios, adelan-
En dcfinitil'a. Ias superficies crít¡cas de putizonamiento en lo-
tándose a que algún incauto y crédulo lector piense qLle sus cs-
s¿ts (.lueriefine:n rrucstros Códigos, vienen claclas ¡rclr lir superficics
pecificaciones y aseverac¡oncs son artÍculos cle [e v 5e aprcsurc
cle l¡r sccciones ¡raralelas al perítnetro dotrdc se apoyan situadas
a disponer las armaduras dc punzonamiento ¿t dc¡s c¿tnLc¡s clel apo-
a una disl¿inci¿ crítica quc dcfinimos por:
yo sin haberse leído los comentarios, crcycnd<.r c¡ue allí es donde
hacc falta y se produce la rotura a punzonamiento cle las placas.
= 0,5 IEH-gI/ACI/BAEL/DINi REBAP/NB.I /CtC.)
El planteamiento de la EHE ya ha suscitado en el prolífico ¡,
agresivo cítico de todo lo relacionado con las cstructur¿ts de ecii-
ficación José L. de Miguel, catedrático de Estrr.lctrrr¡rs de la
d
" =K, c, - 1,5 (Ec-2)

1i, = 2 ttlódigo modelo y la nueva El 1E.,99)


E.T.S.A.M., el siguiente comentario:
d, (ian:;r r'¡!il tii: l.: los¡L
"En vez de considerar mmo perímetro rítictt el trü:üdl a nrcdio canlo en
derredor del soporte, en la EHE, pasa a estar ¿¡ dds r¿i,110s. Es nr¿iclrisi¡¡ro.
A cambio, baja Ia resistencia unitaria al mismo ftillr que (t ertante A, ade-
[n la Fig. 8.ir8 se esquernatiza una casuística de perímetros crí-
mds, se pide una comprobacíón expresa de las bidtts olilicuas por las que aco- ticos de ¡runzonarttiento que permiten asimilar el concepto y su
mete la carga al soporte. generalización a Ia rlayor partc de los casos que pueden presen-
tarse en l;L práctica colidiana, siguiendo los planteamientos tradi-
It conclusión es muy sencilla. Aún si el soporle rlo tur¡cr¿¡ clintertsio¡ies, cionales cle la ttl-9 | ,

I
g fuera del lamaño de un punto, todas las l<tsa,< /trrirrdos rcttculados, cu-
rlls cantos cumplen flecha, salen airosos de la comprttlittcrtitr tltt puuzonado 5in enrbarglo. c:l ¡rcrímctro crítico no sienrpre es fácil de intuir
en el perímetro crítico, y en cuanto el s\p1rte \1cnga Lut |údt''t úl n1üt0S ontI €l en algunos casos singlllarcs; y nos vemos obligados, como suce-
canto de Ia losa también satisface la condición de compresüin d¿ las bielas. dc en alg.rn,rs casos recogidos en las Figs. 8.58, 8.59 y 8.ó0, a te-
Ninguno necesita precauciones especiales en el tantatitl de sttpttrt( t¡ arnatlu' ner que tantcar cuál cs su trazado pésimo.
ra de punzonado."

lnterprétensc en sus iustos tórminos los conrent¡rios de losé


L. de Miguel. qr.re siempre se desarroll.rn dentro cle un contexto
muy personal, pudicnclo rcsultar peligroso uni.r extriipolación ge-
nérica de los mismos en nlanos inexpertas.

5 6' st*g
sic I E TsR raA
n cut{As ¡r tl r*o
- }l tuñe6nÁhtexro f¡ci. ¡ l'¡Al * hhi¿naFislttc

Fig. 8.57. Planos cle punzonanlietlto cn los¡s ¡e.rlcs v teóricLts.

En cuanto a la inclinación de los planos de rotrrra, no se olvicie


que en cuanl.o la placa tenga un canto de cierta enticlad, ntayor o lig. 8.58. I)erínle:rc)s críticos de punzonantic.to según la EH-91, il_os de l.¡
nueva U lE son scmeiantes, pero situaclos a 2d. cori urros redoncleos com_
igual a los 25 cm, los momcntos existcntes en la misma tienclen a plicaclos opcrá tr v¿r m en tc L
276 Los toriados reticulares

lo, basta imaginar Ia nanera de romperse y desprenderse la placa


I / D \- I dc su apoyo, para quc la fomla geométrica del perímetro suria por
sí sola sin m¿¡yores complicaciones añadidas.

^i.:ñJ"
\.\J) ? Además, las condiciones de borde puedcn originar perímetros
\ _z críticos cornpleios, especialmente cuando se superponen huecos
en sus proxirnidacies que reducen la eficacia rcsistcnte de las sec-
- :, ciones útiles.

+r+ El perímetro crítico clebe reducirse cuando existan huecos en


los ábacos a un¿¡ clist¿¡nci¿¡ inferior a cinco veces el canto (Kz : 5)
según l¿¡ EH - 9l , seis vttt:t-:s {K2 - ó) según el EC-2 y la EHE y diez
-t ¡ ro. veces el c.lnto tKi = I 0l según el ACI-3 18.

Considerar q1-lc un hueco puede afectar al punzonamiento


cuando se encuentra situado a una distancia mayor de 150 cm de
los apoyos nos p¿rece excesivo.
t---
Por todo li: er.puc'sto y a efectos nucstros, consideraremos
el perímetro crítico como un conittnto cJe segmcntos cuyos ex-
PilDttro
/---ti*n¡ó trernos se cncuenlran dcfinidos por sus coordenadas, partiendo
de un sistetr¿ de referencia cartesiano qtre tiene como origen el
centro ciel pilar, resultado final de descontar al mismo aquellas
'.\
,rl zonas inútiles debidas a la presencia dc huecos (véase
I
Fig.8.6ll.
[a longitucJ del perímL'tro crítico útil vendrá dado por la sum¿¡

de todos los segmentos:

Fie. 8.59. Posibles perírnetros críticos (1. Calavera - ACll-l l8) 2+yr 2
P.=E *t -xi -Y¡

y la superficie cútica de punzonamiento será pltes:

K¿= S (tri-al) ,\ = Pc'd


k¿=6 (rcz. wt)
"/ k¿= t0 (nci-att)

L{NÉA x2

'..'@ 6-6ne¡rfos inu"i.ra


D¿r ¡Ecan€rQ,o ce(flco

mrinerqO cRm?o
tr d-j.rt'. g€6nEHr0 I
se6heHtoS oTr'LE5
rRdTrL !€L i
¡EL PrAirr€TRO cRlil'có
tEA.ihErro
(:C\TÉó !

-,
Fig. 8.ó0. Perímetro crítico compleio, pero muy re'll rto content¡rlado en los Y[+) '''
códigos ügentes.
(4,
En general, establecer el perímetro crítico en tomo a un soporte I uixsl yr
(0'5d'
de forma cualquiera, una vez fiiacla su distancia de refcrencia
L5d, 2d), resulta más tln eiercicio de sentido común qtle tellcr
qLle

seguir necesariamente las directrices de tal o cual normativa, cotr l:ig.8.ó1. Segnrei-.'.i.:SLitile5ci!lútiles(lel perírlletrocrÍLiccl¡:orlapresencia
dc huercs.
,riiler., itnpropias que a nada consistente conducen' Par¡¡ hacer-
L¡lS l()r/drf()5 ré,lt(tidr¡S

El centro dc gravedad (xc, yc) de la superficie cítica, ¡.)r.rccle ser


determinado fácilmente con relación a los cjcs clc rcfcrencia situa-
dos en el centro del soporte, con las fónnulas siguicntcs:

X(; =
rf\''';*' Xf -Xt
2
+

P.

y(v'+vr xi -xi
Y<l = Pc

Veremos en los puntos siguientes el ttso que clanros a la infor-


nración obtenida con el plantcamiento re¿li¿¿rclo

8.14.4. Esfuerzos de Cálculo

La deterrninación dc los esfuerzos perintetralcs c¡tre ¡rroducctr


purrzonamiento, no cabe duda que van lig;icios al mótc¡do de aná-
lisis cmpleatJo en la estn¡ctura, e intuitivamcntc podetnos adivin¡rr
que puedcn resultar de una compleiidad extraordinaria sólo nla-
ni¡:ulables mediante ordenador, si no seguitnos tllla 'v'cz nrás una I
Nl
i*,- oo rr".o I,
vía simplificada sancionada por la práctica cotidian¿i, corrlo plle-
de ser la cle pórticos virtu¿rles.
F !-r. 8.()l Escluenras clc Esluc-'rzos t-'n rln r.lirrtel virtual.
Ciñóndonos ¿¡l caso de los foriados losas: retic:trl¿rres, placas
macizas y vigas plarras de anchos muy elevados, los esfucrzos de
T¿lnlbién es evtdcntc, cclrrsiclerando cualquier ntrdo del dintel
flcxión radiales que se generan alredcdor dc los a¡rc>yos pueden
viftu.rl, qur- t-l nronrcnto desequilibrado a izquierda y derecha de
concentrarse únicamerrte en dos planos ortogonalcs sinr¡rlilican-
los nismo¡, er igual ¿i l¿r sr-rma de los nromentos que reciben los
do su análisis.
pilarcs.
Sabemos clue la transfererrcia de nlolrtentos dc la plac;r al pi-
lar no se produce tat'l dircctamcntc como los de tt¡t¡ vi¡1;r clc tltr
f Nuclo Extrenro) Mct =Mc =rr¡f +Hll-'
pórtico co¡tvetlclonal; partc de la transrnisiirrr se efcctúa por
flexión y cl resto, correspondiente a la torsión. lr¿r cle ser tratrsmi- (Nudo Central) M,r = Mr -MD = rvl! +tvtf
tido por excentricidad de tcnsiones tangenciirles en el ¡'lcrínretrcl
de punzonatnietrto. L¿s tensiones tangenciales de torsión se su- Una lraccjón cr cle e-stos montettlos, que será la quc estinre-
perponcn a las específicas que el cortantc origin;r, v la suma dtl alll- nros, se transrnite por torsión procluciendo tensiol'les tangencia-
bas da lugar a la tensión final que no debe sllpcrar la resistencia les. Análoganrente. la carga qllc translllite la placa al pilar y que es
fiiacla para ei hormig,ón a putrzonanricnto. suscel¡ [ il-r]e r le ¡r rotl uc i r pu nzortatt)iento, es :

Por consiguiente, deberemos definir el cortantc: Vd (lue clfecta


(Nudo Extrcmot V,l =VO=Ni -Ns
a todo el peímetro crítico, y los montentos de flexión c.1rre actúatr
en dos dirccciones ortogonales sobre la placa, ¡lara posl"eriortttcnte (Nuclo Ct:ntr¿il) V¿=V*V¡¡=Nt -N,
formular qué fracción de los mismos se transnlitc ¡:or [orsiótr ori-
glnando tensiones tangenciales. sienrlo \ cl ¿rii

Tambión es evidente que cn un nudcr cle una csirtlctur¿i clebe [3icn t:s r"erc]¿rcl clr-re E--l criterio expuesto, por su serrcillez, resltlta
existir equilibrio rle fucrzas y momentc)s. Sj eletrtu¿ttros un corte ligerilrn(-:r'rte cLrnsen'¿lclor. r!acjo que tod¿ls las clürgas que se en-
entre dos plantas dc un pórtico cualquicra, lrodtnros represcntar cltenrrer en el intcrior clel períntetro crÍtico no producen punzo-
las leyes de esfi¡erzos tal y como sc indic:a err l¿ Fl-!, E.ó2 n¿rnrientc-1.
Los forjatlos roti(ular$

Horntiqótt llnicrllac, 19991, rcalizan una aproximación general muy


Por consiguiente, en situaciones dudosas, corlviene ser más l8' cosa que
seria a la formrrl¿ción del prlnzonamicnto según ACI-3
clelicado y riguroso en el cálculo y contar ún¡canlente con el valor
el propio Código ACI rro hace.
dc V,¡ QUe Se origine por las cargas de la placa qLle se efrcucrlLrell
fuera del perÍmetro cítico exclusivatncnte. Vcamc¡s el ¡)roc.eso completo, puesto qtre vietre ignorado sis-
terrrirticarnente Cn los Lratáclos ofiCiales, inclirSo en su formul¿rciórr
L¡ situación clel perímetro en toclos los casos, ¿r efectos cle de-
firrirl, partierrclo cic ¡rilares rectangulares realcs o cuadrados equi-
terminar las cargas, debe situarse a una distancia nurtca nlayor quc valcntcs a los circrll¿res.
un canto útil desde ta cara cle los apoyos, independicntemente de
EI centro clc g'rar'ecl.rci C.C. y el pcríntetro crítico ya ha sido dc-
la situación teórica que se encuentrc a electos de c¡rlcular el pttn-
tcrnljrl¿do a trar,'és cle las siguientes fómtulas:
zonamiento según las distintas Normas. y sietnprc y cuatrdo nc:
existan cargasj putrtualcs en dicho recinto; cs decir, toclas l¡ls car-
gas de punzonamientc: dcbcn considerarse y calcularse a p;trt.ir dc
uÍ'r canto útil de los bordes de apoyo. \¡: = \
>l';' -
(*,-*,)'*(y,-y,)'
Pc

(*r - *, )' * (y, -vi)'


E.14.5. Cálculo de los momentos de inercia )ri -
{';u') ri
comblnados de Ia sección crítica
n- =ll, =f (*r-"i)'*(y,-y,)'
L¿ formulación recogida tanto en cl Código ACI como ert l¿¡s

antiguas EH para determinar las tcnsioncs tangenciales, resulta l.r)s nr<'rrrrenlt-ls cle irrercla combinados dc los clcmcntos planos
compleia, y obliga a efectuar unos cálculos prcvios bastante que configuran ia sr.rperficie crítica situados en la líneas xl y xz
tccliosos. con relaciórr a los eies tx6, !61 vienen dados por:

Uno cle estos cálculos previos consiste en l¿ detertninación de . Corr rel¿ción rrl eje x.;:
las inercias combinadas de la secciór'l crítica con rclación a los
eles principales de inercia dc dicha sección.
x¡__+L o ,"
[[r ]r,
= r X(,,,r ,2,
)- ]'
. Con relación al ejc y'¡,:

I ¡
\/-
.t(r
l
'r'r
tl
.l L: .11_ J
I

t¿
,1 d+, .r [(^ ;-')-,."1'=
_t
- t, j!i !11 !i1

Análogamentr., las jnercias de los elerne¡ltos situados en las lí-


neas !¡ e Vr son:

L,rr+a X ¡ ' Co¡r rclación a1 eie x¡;,

*.r - I', L .cl


] :lt
+
l

,', ct I-i .'. o +yf


=
d el canto útil dc la rrlac¿
[(, 2
)-,. ]'
=lr_!' .1. l
Fig. 8.ó3. Elementos dc referencia conrplcLos para el an.íiisis clc.l ¡rurrzona-
miento según filosofía del Cócligo ACI-3 t¡t.
. Con rel¿ción al ele v;:
F-rr situaciones teóricas ideales y sin tener prL-scntc l;r ¡rosible
prcsencia de huecos, los profesores F lr,torán Cabró, l. Montoya y !'.-, --+ L .' _t
I rr..
sobre todo l. Calavera en su libro Proqecto g Crilculo deEstructuras de [(-1.')-,"1' - rt,rvl \.1 |
Us fo4ados reticulares

Sumando ambas expresiones resulta finelmentc las inercias El ángulo 0, que nos proporciona la situación de los eies princi-
combinadas: pales de inercia, puede ser obtenido mediante la expresión:

ir6 = l16.¡",."r, *1r",r,.,,, t ( 2'lr,-..


'-l' )
e=-.Arctanrl
-[i,.,-i*., I
* lra,r,.r.,
2 )
tlt
iyo = Iyu,*,,*r,

En principio, los ejes elegidos (xc, yc) paralelos a los situados En principio, si ic*y -
o, entonccs e =o{ii:[E ambos siste-
en el centro del soporte, si bien se encuentran etl el centro de gra- mas cle referencia son coincidentcs; y ello sucdderá siempre en los
vedad de la superficie crítica, pueden no ser los principalcs de iner- pilares centrales y de meclianería cuando tro exista reduccién del
cia y es necesario calcular también el producto de inercia
perímetro crítico.
combinado, para poder referenciar los c.ílcr¡los a dichos eles.
En los pilares de esquina los eies principales de inercia no se
mantienen paralelos a las caras del pilar, sino quc se encuentran
v
(xf, Yfl
'""'l?
un
g:${,T;S*.,; [- =
"+ giraclos. Y ¿rclemás, cuando cxista una indcterminación en la deter-

xrl x'
s:
v
i,1";:''.arnie*o lr=Y
minación clel ángulo 0 porque se produzca Que ixc = ¡t6, dicha
indeterminación se resuelve dc la forma siguiente;

i"" =o' errlonccs t ='


c.G.
x'=x-x!', l-'' {l = i;:
rf _ It

.^ u li.r>o+o=45'
"' -
'"*='tt1 ^.. *o
Yt-;
[-t"o-r 1'o";.0-+o=-45o

x
Efectuando un catnbio del sistema dc referencia a los eies,pnn-
f ig. 8.64. Ce¡rtro de gravedad clc los segrnenros ritilcs a fJUllzilllámicnto
rcferenciado a los cjcs xc e Yc;. cipales, tendríarnos:

El producto de inercia dc los segmentos planos clel perímetro u=x'.cclse+y'.scn0 [x'= x - x,,
siendo t ,
crítico con relación a los ejes (xc, yc) es, v=-x'.sen0+y''cose ty =y_yc

i6r, =f x''Y''Li 'd De esta forma, las coordenadas iniciales (x,y) de cualquier pun-
to del perímetro crítico referidas a los ejes iniciales centrados en
el pilar paralelos á sus caras, se transforman referidas a los ejes
principales de inercia de la sección crítica en'

u ={x -xc).cos 0+(y - yc).sen 0


v = -(x - xc ).sen 0 + (y - y6 ).cos 0

y los monrentos de inercia combinados serían:

Fig. 8.ó5. Ejes principales clc inercia


rcferenciados a los ejes x6, y¡;. ju - j*.; .cos2 0 + iuu .sen2 0 - i6*, .sen2 0

i,,. - j,6 .sen2 0 + jr,, .cos2 e + j"*, .sen2 0


Una vez conocidos los valores de los monlentos y producto
de inercias combinados respecto a unos ejes paralelos a los clel
pilar pasando por el centro de gravedad de la superficie crítica de Con Io cual. tcnemos ya la información lrecesaria y perfecta-
punzonamiento, es preciso deterrninar las direcciones de los ejes mentc referenciada ¡xrra poder aplicar la fonrrulación propuesta
principales dc inercia para hacer desapareccr por ACI-3 l8 con suflciente generalidad, y sin Ias limitaciones que
i5,rn.
habitualrnentc poseen otras formulaciones.
Los loriados reliculares

8.14.ó. Determlnación de las tensiones


tangenclales en la secclón crítica de
punzonamiento

El paso siguieltte, previo a la detemrirr¿ción de las tcl'lsiolles


tangenciales, consiste en fiiar la fracción o de los monlentos de
flexión que se transmite por torsión de la placa al pilar, y el lras-
lado de los esfuerzos al centro de gravedad dc la sección crítica,
I

i-r
rcfiriéndolos finalmente a sus eies principales dc inercia, +_
E Morán se pregunta si la fracción o debe multiplicar a los rno-
rnentos transnlil.idos del foriado al pilar:

M* actuando en el Plano OX
M, actuando en el Plano OY

o a esos mismos momentos ya lrasladados al centro de gravedad Fig. 8.ó7. Fr¡rcció' :: ifu .cs llornentos que se trünsÍrlitcn por torsión.
de la secció¡r críüca de punzonamiento (Mxc, N{r6). las diferencias
son notables en los casos de soportes de borde y de esquina. Pa- l,'r verdi¡ci cs c¡.re setrtintos curi<¡sidacl ¡ror saber dc dónde
rece razonable considerar la segunda illterpretacióIl, dad<¡ qL¡e to- procederr las fónir-rlas anterjores, ya que los ntanuales nlás habi-
dos los autores, ACI y EH también, se están refirierrdo sierrt¡lrc a
Lualtlcnte enr¡rleaclos no respondían a nuestro interés.
los ejes de referencia de la secciórl crítica de punzonartietlto, con
lo cual, sólo tendremos en cuenta la fracciólr de los momentos Fles bicn, I)arece ser que el coelicientc detcmlinado ba-
cr fue
que se transmiten <le la placa al soporte por Ia excentricidad del sándose en r-btuciios cxperitttentales efectuados por Hanson N W
cortante como iesponsable de las tensioncs tangenciales adicio- y Harrison 1.Nl. en los laboratorios de investigación y desanollo de
nales motivadas por la torsión.
la Portlancl Cen'tent A:sociation (PCA) en el airo 1968' La mayoría de
los datos en 1os c1r,re sc bas¿rrt, ftleron <¡btc:rridos de pruebas cJe lo-
si¡s cor'] sc)[.)()rtes de sección cr.lacJrada y no parece qtlc exista ma-
yor inforni.rciórr ;il respccto. Así que, asumarnos con resignación
clichas fórmr-rlas ¿ falta de otras para seg.rir adelante, teniendo
prc-

scnte cone referencia quc, según las mismas. en un pilar cuadra-


do interior la fr¿icción del momento que se transmite al pilar por
torsión es del orclen de un 407o.

Mxti = Mx - Vd' xt;


M'r-,=Mu-Vd'Y'-'

Fie. 8.ó6. Traslaclo <le los esfuerzos al C G dc Ia sección c-rític'r'

Siempre que nos hemos planteado de qué pafte del filomento N1,. = u" ' Mru cÓs 0 + ct! ' lvl\c sen 0
total de ia ptaca sc tr¿rnsmite al pilar p.r torsi(rn y qr;é pa.te direc- Nl! = -u'' M¡1, ric-ll0+ ov Nl\r-, 'cos e
tipo: \t
tanlente por flexión, nos hcmos encontrado expresiones clcl

Por torsión: g' M (Exccntricidad dcl cortante) Fig, ti.68, \'lorlrcrrios tortores en la lrlaca, obtenic{os
multilllicanclo los flec-
tores pof (al f¿rcLc)r (1..
Por flexión: tl-c) 'M(l'frtlotúi)

clirecta por cr ' M y la


y sin explicación alguna se exponcrl las fi¡rmulas cle
cr: NOTA: I. Calar er¡ i' ACI-318 expres<ln ia flexión
Lr.rnsrilisión tle to¡ritin por ll-
(tl ' M, cle fonla corltraria a como lo ha-
t-- l- cía la EI l-91 . CQII(eDltl¿lltllentc ar¡lbos crlter¡()s
son los mjsrllos y coll-
0x =l-- . dy' = l- cle la
t*'r' ab l+?5 b; Ail.a,t o icli'nlicos result;rclos' puesto ql¡e sólo dcpenden
cxpresión quc :e lc clé ;r cr'
Ltts lorjados rt(iculares

Con todo lo anterior, las tensiones tangenciales cn tln punto las oblicuas dentro del hormigón. L¿ sección diseñada es ma-
genérico P (u , v) del perímetro cítico, vienen d;idas por la fórmu- nifiest¿rnlentc insuficiente, por lo quc se debería procder de
la generalizada de Di Stasio y Vln Buren. alguna de las formas siguientes:
. Aunrentar la resistenci¿l cJel hormigón. Esta fomla de ac-
tuür e9 nruy poco agradecida, ya qlle ¿¡l estimarse la resis-
rru,v,=X: .\u*Mi,, tcncia cle cortartle en el hormigón por expresiones del tipo
ya r,'istas i., = 0,5'fi en Kp/cm2, ó 0,1ó'r[ en MPa, los
L¿fórmula anterior proporciona unas leyes, qllc en perspect¡- porccntaies dc aumento dn la calidad del hormigón, sc
va, podrían representarse como se esquematiz¿¡ en la Fig. li ó9' traducen en iln aumento menor de la mitad de dicho por-
calculando los valores críticos de las tensiones tangenc:iales en los centaje en l¿ resistencia de f.u.
extrenlos dc la superficic teórica de ptrnzonamiento. . Aur'rlentar el tatnaño del pilar. En este caso también nos
encontranlos cn unas condiciones similarcs al caso ante-
rior, aunque ligerarrrente meioradas.
Planos de tensioncs
. Aumentar el canto de la placa. Esta solución es la que pro-
porciona resultados más brillantes, aunque también resul-
ta la más costosa, Descolgar ábacos o colocar capiteles
c-lásicos, pLlede scr la solución más convenientc y econó-
nric.l. a(.¡¡'l a costa de encarecer los errcofrados.
. Colocar perfiles metálicos cruzados sobre el soporte, em-
trebicjos en el espesor de la placa y pese a las dificr¡ltades
que proporciona su hormigonadcl, puede resultar una so-
lución línrite.
. Cc¡llarines metálicos que ensanchen artificialmcnte el so-
pone

4. Cuando las tensiones tangenciales superen las admisibles


(2 fc\) sin que alcancen el valor peligroso de 3 ' f.u, el pro-
blcnia pucdc rcsolvcrsc colocando armaduras transversales
frente al punzonamiento como solución más razonable y
Fig. 8.ó9. Leyes de tensiones tangenciales en el perímetro crítico. barata.

Conocidas las leyes de tensiones tangenciales en la sección


crítica, se procede a efectuar el análisis de las mismas:

l. Si las tensiones tangenciales se mantienen rror debaio cle


la tensión de punzonamiento aceptada para el hormigón,
f.p = 2 'f.u según la vieia EH-91, la sección se encuentra
en buenas condiciones frente al punzonamicnto, y no es
necesario colocar armaduras transversales frente al mismcl.
\¡a! r FL¡rrzonanriento res¡stido por
ei honrrrgón
2. Si la tensión máima resultante no sLlpera en un 30ol" la ten-
vsr.r. Frt'¿ollíurti-Ér1te rpti*¡i.ió por
sión f.o aceptada y la tensión media se nr¿ntiene t¿jntbién por
l;rl ¡urtt¡Lclur.ts transvtrr'ales
dcbaio de la misma, tanrbién puede adrttitirsc que la secciÓn
se encuentra suficientcmente segura frente al puttzonanricn-
to, y no es necesario colocar armaduras transversales. Esta
consideración, que no se encuentra recogtda en la EH ni en I jg. 8 70. ltn¿onanrjcnto repartido errtre el honnigón y las armaduras dc
corte.
el Código ACI, viene avalada por el profcsor l, C;:lavera y nos
parece muy razonabie.
Nos qued.r por cstablecer cuál es el porccntaie del punzona-
3. Cuando la rrr" resultante supere a 3 ' L',.' pueden existir ¡rro- nliento qUc debemos absorlrcr con armadur¿ls, considerando que
blemas serios, incluso disponicndo armaclur¿s transvcrsales, la mayor parte del rrtisn"lo lo resiste el hormigón. Al encontrarnos
ya que pue.den presentarse roturas por conrpresión cn las bie- en csta situ¿rción, la Norma EH-9 I reducía drásticamente la resis-
Los lorjados rcticulares

tencia a punzonamiento del hormigón de f.,, a fcv directarnente' sitl


dos de scccióIl eqtti\'¿tlentc y aplicar lo ya conocidó aun a riesgo
dc conletcr urt peqrreño error, que plantear de nuevo toda una for-
que pudiéramos considcrar un valor mayor al 0 5 fi err Kp''cnrl
mulación "teóricamente" más ¡:rrecisa, que tenga en cuenta sus
o O,l ó' nffi en MPa. p¿rrticul¿rridades.

_a-=¡-[;
La formulación del volumen l-otal de esfuerzo V.u clr'rc debe
ab-

-\r:;_-j
y salvo que tros plalltce-
sorberse con armaduras es muy simplista,
las
mos operar individualmcnte por caras, conduce a estatlleccr
en cl perfnlerro críl-ico de urra man€-
armadüras c]e punzonanriento
que pueda.
ia uniformemente distribuida, independicntemcnte clc
que otras' *--r¡---+
existir caras que requieran más annaduras
fi{, 8.?2 Fl:,:ci ;¡rl'r.n;lllilnrcrlte eqrrivalentcs 'r E:lcctos rle
el pro-
No queremos entrar en el iuego de scguir complic¿¡Irdo ¡rr¿li¿.r' \: Pr-l-;1:\l-:itr- (r:-:l
de perder teóricamentc rigor' porque tene-
blema, áun a riesgo
para el
;;; ü firme convicción de que el camino práctico
tr¿ttar qr're pueden
Tanrpoco varllos a cr\trar en las singularidades
el expuesto por nosotros siguien- pueda presentarse pt¡n-
il;;";;';nto, no debe laservieia procluciise cn aqueilos casos raros' clondc
do la vía det código ACly EH-g1' que ell ciertos casos de: va-
zorramiento inverstl; t¡¡n sÓlo aclr"erLir'
vanos lrluy cortos' pilares
y sencillos, cuya bondad nos muy largos e-il contilrtlidad con
Existen otros ciltefios máS Simples etc'; cl
avalada por la práctica cotidiana.y
el conrportanrienl-o ;;";;; sotr""e losa:. forlaclos luertenrente posterlsados'
prtede ser tan Fleligroso como el
r;* *.u"nou sobre pilarcs qt'tc:' purrzorranrit::tttt-: ln','er-co existe y
m2 de placas apoyadas puede seraplicada resrrltando
aoir.ato de milloncs dc directo. l-a tecrrÍa gcn*rol **puósia
una nayor sirnplicidad
nese a su escasa brillan[ez teórica' aportal] cle tipo negativo'
del,punzonamiento Err est¿ últi- leyes de tellsiollcs tarlgcrlc¡ales
ffictic-al=n-ii.?r."f" ll á"álisrs en los casos tltenciotrados en
el
desenvolverse los nuevos l:lanteanlictt- Las ann¡iclur¿ts tr'rnst'ersales'
ma lírrea descrita tienden a por punzonatnien-
del mundo' colocar.
y
toi A" EHE otras nornas pá;;; ;".üor, .1u. fuesctr neccsarias
que se
¡" opuesto al habitual' salvo
c<'rn la to inversr: reqtrieren un lrazado
cle alguno's de-cstos criterir¡s' tanto en el punzona-
Hablaremos más adelante y corlstruc- disponga en pLlnos vcnicalcs útiles siempre
diserlo
¡"i." i.,t.".ión de facilitar la operatividad del
Pc'ro arrtes de h¿rcerlo mietrto clirecto cc>tlro int''erso'
ción de las losas tt*"il p"*namiento
"f la conrplelidad hasta alrora apaftado, que Ia comproba-
hablaremos. por ri noiu.á suficiente Finalrrrente clecir, lrara acabar este
con los sopones aparl- termirra en el primer perímetro crítico
l*puur,n, de una particularidad adicional ción a t:urrzonanrie'rto no
salvo qr're el resultatlo de
iutt.¿ot que las normas suelen introdtrcir' situado a 0,5d A* fc:* H"ttl*t it
'poyo'
ciicha contprobación sea satisfactorio'
armaduras en el primer pe-
'. .; CuantJo c:l .rnáiisis obliga a colocar
que comprobar oe'{-
¡: *'i rímetro crítico, no, u*toJobligados a tener
|-'-
primero separaclos entre sí medio
nretros ltonlotéticos con el
I

l;' {{i '0

l:- ,J canto útil.


L o,¡
-L¡
Ij

'¿
g¡1 56c)qrtes aparrtall:rdos
lig' lt.7l. Períntetro senri-eficaz

Cuando tenelnos la losa apoyacla en un


soporte conro el itrcli-
EH limitaban la tensión tangcn- contprobados cualtdo err el pri-
.ua" io Fig. 8.71 , las normas Fig. 8.73. PeríItr(1rros c¡'l:icos tlue deben scr
"Á puntos t-2y 3-4 a f.,, detriónclose poner niEro at neccsario 66¡o¡¡¡ ¿¡¡iaduras cle
punzottamiellto'
.Lii"rirtunt. los
"ntr" cuando diclra ten-
amradura de punzonatnienl'o en dichas zonas
f.u' partir de un canto
sión se sobrepasa, aunque no supere 2 Sin etrrbargo. pare(:e más r¿tzonable qr're' a
vcz de hablar dc punzonamiento comen-
se consicJeran conlo dc la c¿rra clc: apovos, en
En el Eurocódigo, las zonas anteriores no de coftante sin más' a pesar de que
el pcrírnetro crítico' y es cotrro si cenros a consiclerar criterios
resistentes a punzonamiento en
elErrrocclciigc) 2 pl¿intceel perímetrocríticoa
l'5d yla EHEa
la presencia á* unot huecos hubieran reduciclo su erficacia' cntre 0'5d v I '5d
i¡;; l;t tirn',o, siti cleiar claro lo q\re ocurre
hexagonal o circular' (o 2d).
Si estamos en el caso de pilares cle tipo
a pilares cuadra-
nuestra opinión es que más vale trattsfomlarlos
LDs tor¡ddos reticuiar¿s

P.rra cálculos rá¡:idos la cxpresión l2l puede transformarse en


8.15. El punzonamiento segun el
[3 l, consitier.t nclo
qr.te;
Eurocódigo-2

El planteamiento que efectúa el Eurocódigo-2 ciel


pLrnzona- ,rcl -- V' fJ 1).¡ , l3l
n-
micntá es bastante más simple y cómodo cle que el reali-
'rplicar
zaclo por ACI-3 I E y las antiguas nonnas EH csp¿lirolas' puru conilinlor ctLle eli posible dcsarrollar los nrecanismos re-
a I '5 d sistentcs cle cortadur¿r y obtener las resistencias a punzonantien-
Corno ya hemos dicho, EC-2 sitúa el perítnetro crítico
dc los bordcs cle los so¡xrrtes y re.sta al rnismo l.l influencia de los to clefinidas anreriormentc, tlebenlos asegurarnos que la losa
(véase la El esfuerzo cortantc V¿ solrrc los apoyos lertgan unas amtaduras ntínimas de flexión adc-
huecos situados a 6 d Fig. 8.ó01.
peímetro crítico y propol'lc que las ten- cuaclan'rente anclacl¡rs, capaccs de absorber unos mornentos M* y
se calcula a lo largo del
lril, dados por,
siones tangenciales se obtengan mediantc l¿r sencilla fórmula'
'l
,,!d_- Vl'F
Ac
f ll tr¡
üi]= n uo
p es un coeficientc que considera la jnfluencia de los trosibles Siguientlolatablaylttsconsideracionesgeomótricasdefinidas
momentos flectores quc se transmitan de la ¡rlaca al sopclrte des- en la iig. t3.74, si los rnomentos cie cálculo dc la placa' debido
a
comPensadamerite. que los exigidos por EC-2 no es
la c.arga cle st-rvicio, son mayores
: necesarjo re¿tliz¿ r dic:ha cornprobación'
. Pilar de esquina F l,5tl
. Pilar de medianería 0 : 1,40
. Pilar interior 0
: l,lt +#
¡*art

t*
I

f.r
I'
f"k lrd f.d
l)o I,E t) 0. tti
lóo 2,2 ló 0 t.)

200 2,6 20 02ó

3,0 fq 0.30
250

?00 '3,4 30 il rt4


I
(J rY
3 5tl J.7 3i

400 4.1 40 0 4l

450 4.4 4' Ll.44

4.u ,io 0 4,5


)00
el
Tabla 8.7, Tensiones tangenc:iales básic'rs de cált:ulo en
en firnción de su resislcnc: ¿l c(lrilc-
honnigón según el EC-2
terística (Y. :
l,5l en proheta cilínd¡ca

quc no sea necesario coltrcar armaduras de ¡lunzonamien- Sop::i ¡t,: :it b"::: ¡:1=
Para
ci-¡n bord,-- (le lii9a
to, se habrá de cumPlir que: paralel,r-: al ei: i
r¿ lrr¿'k'(1,2+40'p¡¡ lzl
S:pcrte r'l: L'-.¡ r'cie

Para aquellos casos donclc la


arn¿dur¿ de ilc'ricin ¡rositiva st' ¡¡¡ $.-:rrie i¡sa
:l¡--
k = I: ¡: ei=';
cotc' más del 507o ¡raral+ll
t:asos clorrcle rlo sc cor:e dicha '¡rnt'r-
k = l,ó - d ) l: l'ln los reslantcs l.recL]L'ntcs' En esta
los casos tl"lc¡¡s
dura más del 50'Á, que constituyetl
fómrula d se expresa en metros' r'a\ F.\":''r¡r(:s tr4- y Mv Ctr uniottes
\ r \r¡. . rt\"''"1 clttrt'los'ls y soport('S
llll!a / I r\rtrrr" reslsLir tales I¡lomelrtos
cit: :r'rcciórr sontetidos cl (ri:{ii Éxctilllr'to v'on¿'f tuit efic:az ¡rata
p, = p'* < o'01 5 c uatrtía geornétrica cie i¿¡
'¡rnr"rcir'rr¿
r[pi-
--
en las direcciones de arntado
286 Los lor¡ados rr'liculares

.\bamos un ejemplo sencillo con carga centrada, aplicando cri-


terios de la EH-91 y el EC-2 ett un pilar interior de 0,40 x 0,40 trl
' = l'35.1lrr'8 = l,?5'6+1,5'2 +
Y¡o
^l¡ =1,3875
de un forjado reticular de canto 28 cm con luces cle ó x ó m. Ytq = l'5 |

Sea la carga total del foriado por metro cuadrado igual a l'?8,75. 4r4,32=
v., = 393,98
I kN/r¡2. " 1.6

Considerando un coeficientc de mayoración gertérico Yr = | ,ó, r¿


393 98.
=# I 000
= ().34 < 0,ó MPa
la carga total que transmite la placa al pilar vale: Ll5 10"

(o'l¿ -5ó7o de ia tensión admisible'l


N¿ =ó'ó'1,ó'8=4ó0,8kN
\0,ó )
ResLando de N¿ la carga que se encuentra encerrada a un can-
to útil de la cara de los soportes, obtenemos el cortante de dise-
ño más representativo y real: Luego vernos que son rnuy similares en el porcentaie de ten-
sión respecto a la admisible o resistida sin nccesidad de refuezo.

Vd =Nd -8.(0,40+2'd)2 =4r,0,8-8.(0,40+2 .0,25'f = Los cálcuios condr.lccn a unos resultados rnuy similares, ya
que según cl EC-2 las cargas rnayoradas son menores, pero tam-
:46O,8 -6,48:454,?2 kN bién lo son l¿s terrsiene5 ¿drrrisiblcs.

En arnbos (;i$os no cs nccesario colocar armadura de punzo-


L¿ resistencia del hormigón es f.¡ : 25 MPa, lo que supone: namiento y, aunque el resultado práctico sea semeiante, nos pa-
rcce peligroso el c:amino tan aleiado de la rcalidad que propugna
cl EC-2.
EH-9 | -+ Íad = tp = 2. [,u = 2 .0,1 t i:r= 1,3 MPa
EC-2 + f"6 = 2.Tr.1 =2'0,? MPa = 0,ó MPa

(segun el cuadro de rcsistencias fiiado anteriormente)


8.1ó. El punzonamiento según las normas
portuguesa y brasileña
r En la Norma portuguesa REBAP no es preciso refozar a pun-
Sección crítica:
zonamiento si:
EH-91 + A. = P. .d = ¿.(0,+O+0,25).0,25 = 0,ó5 m2 V,,
;gSn'tr
A
,'c
con n=1,ó-d*l
EC-2 -r Ac = 4'(O,aO+O,Z:)'O,Z: = l,l 5 m2
estando d expresado en metros

Y T¡ toma k¡s v¿lr¡res que ya sc han dcfinido en el apartado 6.7;


Tensiones tangenciales:
y no se admitcn cargas superiores a l,ó 'n ' Tt ' ,\.

\a
EH-91 - tu =-A._ 454,32.1 .000 MPa = En el caso de que haya que reforzar a punzonamiento, se co-
locarán armaduras transversales que resistan 3l4Y¿; sin que la fy¿
o,ó5.r0ó
superc los 350 NlPa r3.500 Kp/cm2).
= 0,70 MPa < tu¿ = t,3 MPa
L¿ Norrria REBAP resulta bastante más conservadora que Ia
54% dela tensión ac]misible Norma española.
=
[H ) .Según la Norma brrasileña NBR ól l8 se considera que no es
prcciso rcforz¿r a purrzotramicnto si:
Sioperamos con el EC-2:
(Kp/cm2)
8 "
kN/m'i
Io tN / m2 cargas permanentes +=+
lz tN I r' sobrecargas
lns lorjados relkular¿s 287

rccordándose que se maneian coeficientes de ponderación infe- el planteamicnto clcl código ACI que se venía adoptando en el
riores a los españoles: punzonarliento y (¡ue, en nuestra opinión, rcsulta difícilmente
digerible y po(:o práctico. Por consiguiente, bienvenidos sean
cril-erios nrás sirnples, aunque vengan desnuckls de teorías
T =1,4 Y lc = 1,4
iustificativas que en el fondo no justifican nada por su carácter
No se admiten cargas que produzcan tensiottcs tangenciales surrarrrente engañoso, pese a su aparicncia de rigor y brillantez.
superiores al límite:
Otra cucstión será, si el enrpirismo en el que se basan los
nuevos criteric.rs puecla scr o no un falso espcio obtenido de unas
2!E pocas ex¡leriencias cle laboratorio, leianas del comportamiento real
yc cle las cstructuras que construintos, y quizá una vez nrás, se
ignorerr las exprriertcias auténticameht.e realcs que continuamentc
En aquellos casos cn que sc necesiten armadur¿s dc pttnzo- e-stán obtcnienclo los profcsiorlales que día a día se encargan dc
que la
namiento, éstas deberán resistir el75%de la carga' igtral sostener los cclificios con sencillas formulaciones, que se
portuguesa; y la tensión del acero se limita a 300 MPa' fllUestr¿¡t] eficaces y ecottómicas. lalta en nuestras Normas un
"buztirr clel lector" clorrde se rt:coia la ingentc experiencia de esos
l¿ Norma brasileña conducc a valores ¡rrácticanrente coinci-
9l en cuanto a las terls¡orlcs admisi-
dc-rites con la española EH- ancinimos c¿¡lcLrlistas de eslructuras, que a veces de espaldas a los
blcs se refiere para no reforzar a punzonamientc¡; rlo obstante, criter¡os ofici¡¡les y pese a sus mucllos defectos, han levantado y
arlrr'¡ite tensiones límites por encima dc la misma. hecho posible el parquc de viviendas que posec nuestro país.

. L.a Norma brasileña NB-2000 sigue el planteaniicnto dcl Có-


digo Modelo (MC-90) y no es preciso refor¿¿r a punzc>namiento si:
E.17.2. Superficie crítica de punzonamiento

,n=f <0,,(r.,F) (roo.p rk)


t th MPa) Am¡:aránclose err Lu'l errrpirisnro de laboratoric¡ y totalmente de
espaldas a la rcalidad, la superficie crítica de punzonamiento a
cfcctos exchrsivos de comprobación de si existe o no riesgo de
Si hay momentos, se aplica una fónnula simil¿r a ACI en todos
rotura, se ¡:rlantr-a a una distancia perimetral de las caras de los
los casos anteriores. Si fuese preciso reforzar, la contribución del
soportes igual a 2d.
hormigón se calcula poniendo 0,10 en lugar de 0,13.
Dado que la norma adopta el critcrio, razonable por olra partc,
El valor de fya sc limita ;r 300 MPa' con corrcctores, y a cle redorrclc.rr las est¡uitras del perírnetro crítico tetirico, introduce
250 MPa con estribos. Además, en el borde del pilar se una conrpleiiclad operativa que it efectos prácticos no parece tnuy
comprobará la compresión oblictra, siendo A.- el perúrietro crítico compatiblc con el ntótodo empírico que ella misma proponc'
del pilar por cl cant<.: úrtil:
l---'l' ur
rft
'119, j@
r'ztr\ u,
!d- a {en Ml)al

"k'o'"('-$)
t rdl l\l
8.17. El punzonamiento según la Norma

il
ff,,
EITE
rr+r D

8.17.1. Introducción
;
"'I 'o

La nueva formulación que se propone para el putrzonamiento


-L :l 3
<t

en la normativa española EHE apuesta firmemente por criterios de <0.5c, ó 1'4--l <o.sc.' ó r.sdl
{r---+
I

tipo empír¡co, y abandona bruscarnente los aspectos teóricos cotr


los que se pretendía iustificar lo iniustificable. Nos cstan'ros Fig E 75 t)erínrctro crítico teórico segrin la EHE (Véase como
refiriendo por eienlplo, a la compleia formulaciórr tecirica que exigc rc'lcrenci¡ ia Fig. 8.5.9, Perimetros críticos de puttzotramientol.
Los loriados reticulares

Seda deseable que en futuras verslones adoptase los trazados Ouizás por ello, la versión definitiva de la Norma EHE, optó con
rectos tradicionales cle la EH-91, aunque se cncuentren situados buen criterio por no tneterse en el bosque y dejar quc cacla cual
a 2d de la cara del soportc, y aplicara un coeficierrte recluctor del siga su propio camino crr situtrci<¡nes cemo las rnencionadas.
perímetro crítico en torno a un l57o que es, operativarnentc, a lo
que puede suponer con un carácter suficicntemente aproximado
Li¡ea <ie cortante de la losa 2 con relación
los redondeos propuestos.

En la versión definitiva de la EHE se ha simplificado la Losa 2: d2


formulación del punzonamiento suponiendo quc la placa posee
un espesor constante y único, obviando la posibiliclacl clc que C,!
existan espesores suficientcs en la zona de influerrcia clcl I I Supertlcle
I i.--critica
perímetro crítico, En los borradores de trabaio que sirr'ieron para
la elaboración de la norma, dicha posibilidad sí fue contemplada,
lo cual motiva nuestra apreciación personal sobrc cl tema y que í'-,..-.---- LOSa 2, d2
-
figure a continuación una manera simplc dc tenerla presente cn \ \_
L:n"a de conante de la
_ ___ t
l<>sa 2 con relación
aquellos casos que pueda presentarse. d ld Lükr I

Parecc razonable colltar operativamente con ull catlto


constantc de la losa en su perímetro crítico, t<¡ntarttlo cotnc:
referencia el canto útil medio de los espesores de la placa que
rodeen al soporte por el mencionado perímetro, cttyo t.razado en
estos casos puede admitir bastantes discusiones. Nuestra
interpretación queda recogicJa en la figura 6.7ó a efectos prácticos.

d medio:
(a+2clr +2dr )dr +(b+2dr +2dr )dr +(a+2d:¿ )dr +2dr 'clr+lb+2d¿ )dz +2drclr
- (a+2dr +2dl)+(b+2dr +2dr )+(a+2d2 +2d¡ )+(b+2d¡ +2d1 )

LVX ]

Carrto H1 ldl)
Fig. 8.77. Indefiniciones que aparccen en la propuest.l
del bonaclor cle l¿ ironna.

(b+2d2+ Perínretro
b iríticr¡
El bor¡ador de la Norma en sus comenl,arios nos decía que la
t 2d1 t- 2d¡ rotura real es tronco-cónica y va desde el borde del soporte
atravesando el foriado con una inclinación de 250 a 30o. L¿s
prirneras fisuras aparcccn cntrc cl 5O"/"y eI 70o/ode las cargas de

L. rotura.

Anrbos conlL-ntarios han desaparecido en la versión definitiva,


I Calti-: i l1 :l¡ y, en cuar-rto a l¿ lrrcljnación de los planos de rotura, ya hemos
expresado qLlc cstán más próximos a los 40o * 50 que a los ?0o,
Fie. 8.7ó. Canto tcórico medio a efecios de cálcr:lo.
al menos cuando se inician, inclinándose posteriormente.

El borrador de la Norma decía textualmente: En nuestra crpirtión, un plano dc rotura tan inclinado sólo
puede iustificarse en losas de muy pequeño espesor, cantos en
"El canto útil de Ia losa se considera conslantt e iqual a torno a los l5 crr; err losas dc cantos mayores, la inclinación no
d: (dx + drl 12, donde dr,drson los carrtos ritiles de Ia losa en es LiJn acLrsacla. lo quc nos inclina a pensar que las
dos direcciones perperuliculares" .
extra¡'rolaciones de los resultados del laboratorio a losas reales dc
for¡ados reticulares y losas de cimentación se han realizado con
Dicha redacción podía carecer de sentjdo v no rcspoltder a
r:xcersiva alegría. Nosotros creemos que los ángulos reales se
ninguna realidad física, como se deduce cle la Fig. 8.77. Sin
lnllevel'l en tonto a los 40".
cornenLarios añadidos.

I
los foriados rcticulares

E.17.3. Losas sin armaduras de punzonamiento Fcr = $' Fs¿

No será necesaria armadura de punzonanricnto si: p : Resuira ser'¡n coeficiente que toma el valor l,l5 para el caso de
soporLeb inLeriores, lr¡nra cl valor 1,40 para los soporLcs rJe
nledianería i'el ,,,¿lor 1,50 para soportes de esquina. El factor p tiene
F..,
Tscl ( Td rrcd--- <' en cuen'-a las lcrsioncs tangcncialcs dc torsión quc se cngendran por
5uperl¡cle cnLrca lob lnr)r:rt'iiLL)5 c.ris[errtcs cn ja placa.
F.6: Esfr-rerzo cle ¡runzonanriento de cálculo, que rrorrnalnrerrte
F"¡: Esfuerzo efectivo de punzonamienro de cilc:r¡iil coj¡rcjcli¡á con ia reacción del soporte al menos en una prinrera
aproxin.rción.
t.,¡: Terrsión langcncial n<¡minal de cálcu]ü en r: )erirff ct.rc) crÍticc)
En cl caso de losas ¡'rretensadas, debcrá incluirse la componente
tr6: Tensión máxima resistentc clcl hormigón ¿ efec¡rts rjel
r,,enical qrrr. rr rlc.rive cle ia inclinación dc los cables de pretcnsado
l)rj¡rzonamiento, que coincldc con la resis:ercr.r tiiacla lrara el cort¡nte
de las piezas linealcs
r[). tünq üj.
Tarlbién es ¡:osiblc. descontar de Fr.1 las cargas exteriores que actúen
deniro de r:n pcrittc.tro lr/2 semejante a corno se hace siemprc que se
rrcr=0,12.6,.(too.p'6¡)l'3 tr{Pa lll piante; u!'r crnálisis cleJ punzonamiento clásico, tal y conro sc dice en
los corilcnLdr:os de la norma y en contradicción con lo que en nuestra
siendo, ooinión ref.ej.'r el afiiculaclo cle la misma al hablar cle la reacción del
5c)pc)r[c

d: Canto útil cn mm Es in¡;ortirntc dcstacar cn la norma el siguiente comentario:


p: Cuantía de armadura longitudinal de ia los¿ calcuiada por "Cuatúo drist¿,1 rnorrld,rtos transferidos entre Ia losa g los soporles, parte de
(7sl0s (?s/ri(?r:os s( trü$,nittn plr tr-ns¡lnes tangenciales, dependiendo de Ia
{P, Py ; sicndo p,
Py las cuantías de ¡rmeduras según las
Y gllmelríü d¿l soporle. El nétodo prlpuesto en el articulado conslituue una
direccioncs ortogonales clispuestas en la los¿ sob¡e el saportc cn un
sirrrp/r/rririiiúr p(1r0, dltprnat¡vamente, puede utílizane cualquier proadim¡ento
ancho que comprcnclc al ntismo y tres cantos Íriles a izquicrcla y
que perntita utut nuluación más precisa de tr¿".
derecha del misrno, es decir, las armaduras diso.¡cs[¿s básic¡mente
dentro del ábaco de los foriados reticulares.
Estc¡ ¡rc¡s ¿1bre una puerta para efirplear métodos altemativos,
sobrc todo (:uilndo los momcntos son intportantes y la geometría
cornpleja basados en Ias determinaciones de tensiones
Para los casos más frecuentes de foriados, puecie darse a ( un trrngenciales de acuerdo a los esfuerzos obtenidos con progamas
valor de I ,9 y para losas de cimentación un v¿rlor cie I ,5 si se rJesea de ernparrill:iclo, cliferencias y elementos finitos, que nos permita
hacer comprobaciones rápidas. conocer el estado tensional en puntos relevantes de las zonas de
apoyo.
El valor que resulta de aplicar la fónnLrla lll en las losas
conduce a valores por dcbajo de los que otrtcnclríanros dc aplicar
las viejas y tradicionales fórmulas:

Resumen Práctico
Trd = 2'fv
Cc.rn el obieto cle rro perdernos y encuadrar la propuesta de la
td=2'f.u =2'0, ló'v4; (err lvlt)al
nueva tHE, nruclro más simple y sencilla de aplicar que las
antcriorcs, crr cl contcxto dc nucstra cxposición y rcfirióndonos a
7r,l =2'f." =2'0,5'fi¡ lcn K¡'r'' cnr2)
los casos nornrales de losas sin pretensal el nr¡evo camino a
seguir rer;i,
puesto que las cuantías de arnladuras son b¿jas, v se nlartLiene
idéntica formulación para el cálculo de la resistenci¿¡ a . Deternrirl¿r el perír'netro crítico a 2d con las fonnas geomé-
punzonamicnto, que la empleada para deterrninar la capacidad lmcntc (Vcr a partado 8. I 4 .3. Su pe r-
trica s csta l'llccicla s habitua
rcsistcnte del cortante en las p¡ezas lineales. lkie Tcórir:a Crítica dd Punzonamiento), reduciendo su perímelro
L¡n I 5% p¿lr¡ tener en cuenta los redondeos del nrisrno que
El esfuerzo efectivo F"¡ dc purrzonilnliento cie cálcr-rlo tiene
la nucva EllE irrtroduce en las esqu¡nas con r:l ot:jeto cle
presente las cargas verl,icales, los posibles rr]onterttc)s cll¡e se
trasfieran entre l¿r losa y el soporte. y el posiblt_. efccto cle ulr cl Irroceso c.rperativo.
sinr ¡:l ítir:a r

pretensado que pucJiera exist¡r en la losa, a trav'és de un parámetro . Deducir los hr-rccos situaclos a menos de 6d y calcular el
rnuy simple llamado B. área crític;r: \
Los loriudos retiulares

Calcular el cortante de discño a punzonamiento V(l corllo


habitualmente se hace. (Fo¡ V6) : Vci = l'*: < o,lo.( (roo.p.f.u )"' .4. *
Calcular la resistencia teórica del horrnigón a [)unzor]anliento. n A!' t'l
* 0,s ci.se'rcr.rcotg 0+cotg or.
J
rrd =tp =0,12'6'(100'p'[r)r t,tRo
sicnclo
sienclo,
A¡r, Áre.,r cle rrr:.r i-¡¡i¡¡ cie nr:nzonartriento.

St pu
, Cuantía geométrica longituclinal cle la los.r, quc p.rra orjacJos f
A,,: Área trt:¡ rj.-: ,as ar:lr¿cltr.ts clc punzonanficnto en un pcrírnetro
pucde estimarse en 100 p = 0,35, y para losas de cimenracirin en Cr)ncén:::cO ¿i \irnol.te. coloCada en plarros separacjos entrc sí Una
100 p - 0,25. disu¡nci¿t:r .Ai:-..\-
tt: Ángulr-r n:t. jit:::L.1ri .cs ¡t.anos de arrnaclur..ls Corr el plano <Je la
Itls¿. Sl st: (-,:i.i-'-¿T i,SLriuos o l)Arras VerticAles u= 90,'V si
e = f* (d en mm): Para los casos habituales cle foriacJos pLreclc Se
1@ cctloc.tt', b;r¡'¡ l-rc.i::aclas ct = 45,:,.
tomarsc estimativarilente 0,12 l=0.23 y ¡.)ara losas clc Cirnentación, f,,,¡: RcSi:r-t:.ct; ,:it.
lá.c:ler del .¡cCro de las ;rrrnaduras Ir.l¡sversales,
variando errtrc. 50 y I 00 crn dc cantr:, O, I 2 ( oscil,-:r;i c:rrr:re 0,20 y linrit.¡tlc ii 4lr-l !iP;,
0.t8.
0' r\rrp.L¡ Lr (if, .rt:; i) ar: a: ile r()rUtc-r que recotttcnd¿nlOs COns¡defaf a
4 5r.
l¿ fórmula anterior admitiría una simplificación práctica ri \ljn'ero c:e r:;:1.¿: (it cacla r¡no dc los pl.rnos separ.rdos cntre síuna
aproximada para el caso de forjados conro, clislarcr.-l r,

[p =0,2+.(r.oI" MPa,

o bien, nucstra propuesta de Lp = f,,u = 0,145 Jtl


No será necesario colocar armaduras de punzonanliento si se
verifica que:
ls
t-
F'v., tto (r'¿ < t'a l2d
¡] = ) ---+
isi 2di
1-.i'----+
Vd = Fc,f 2ds
'l---'r"-

-!s(l _- F.v,r
Ac ^
6-
o
o
b
cl
I

t_
o'
I
E
úl o
.f
frd = st
tp 2di
i
-t-
sicndo.
F : l,l: para los soportcs interiores y de borclcs

F = l,4O para los soportes medianeria


F = 1,50 para los soportcs de esquina -i--
Í-
cr d
.o cl
b
l
6- ]_
8.17.4. Losas con armaduras de punzonamiento +
sl't'
z¿l
+- "oL
Cuando sea preciso colocar armaduras cle punzonantien[o,
porque no se cumpla T..l < Trd, en la zona cot.t arnta(lllra dc
punzonamiento se debe satisfacer eue V,1 = Vcu * V.,, retralando . AFMAOURAAOICIONAL AFMAOURA NECESAFIA
PoR cAÉculo
ligeramentc la capacidad resistente del hormigón a la cortadura a
través del factor 0, I0 ( en vez de 0, I 2 (.
Fig. B.7tt Ti¡roioilía v dis¡rosición de armaduras de punzonanriento (EHF.)
Los t'orjados r¿ticularts 291

Aplicando la fórmula con banas inclinad¿s a 45'' nos quedaría 8,17.r. Zona exterior a la armadura de
asr: punzonamiento

\/vtl -- \/vcu+r,273.9.n .Au .f, .. Fucra rle l¡ zclna cubierta por armaduras y dc manera similar a
s
como sc hací¡r irntes, la nueva Norma propone comprobar a una
Y si opcramos con barras verticales: distancia 2d de la ¡rrisrna, siguiendo los ¡rcrímctros marcados por
un,ef en la Fig. 8.78, que no existe punzonamiento si se verifica
que:

Fc:r < o, r 2.8. (r oo.p.tr, )"''4.


+I

dt Fu¡ Nuelo cofi.¿rntc clcctivo, clue en este caso sólo tiene en cuenta
'
+ bs cargas ,.,enicales exleriores y la cornponcntc vertical del Írosible
preterrsado. La áccjón dc los momentos se considera despreciable.

Aj . \'.,.:r., sr:¡x:rlicir': crítica dispuesta .r 2d del último plarro <le


¿¡¡¡r;¡rJrlr¿i i)revis¡o siguiendo el perímetro un."1 indicado cn la [ig. 8.78.

Evidenlenlente, resultará casi siernpre una comprobación


su¡:erflua. t.rl y corno está planteado el análisis. En realidad, lo que
habrá que hacer es comprobar a cortante, lo cual es necesario
realizár sjenrtr)re en toda la losa y, además, con una fórmula que
es t)rítctic¿rnlelrte Ia rr.risma, con una pequeña diferencia en el
término clc cuantía p.

8.17.6. Resistencia máxima. Esfuerzo máximo de


punzonamiento

I I LONGITUD DE Para que no hayrr rolura por comprcsión oblicua del hormigón
f-__t
ANCLA.'E cn strs biel¿rs inclinacJas, sigr-riendo el mccanisrno resistcnte que
Fig. E.79. Dispclsición de arm.:duras cle punzola:liento coio- se clesarrolla, la Norrna propone una última comprobación que
cadas a partir de 0,5d de las caras del soponc seer.jn EHE. debcrá r,'eriticarsc v cumplirse siem¡:re para evitar patologías
peligrosas
Podemos apreciar una reducción de la resistencia clel hormigórr
al punzonamiento cuando se agota su ca¡taciciacl rcsistente y es En toclos los c¿scls el esfuerzo de punzonamiento queda
necesario colocar armaduras, de manera setreiantc a corno sc con- limitaclo ¡:or:
templaba anter¡onnentc en las nonnas. pero en una rl.rgnitud bas-
tantc rnenor.
Vl = Fef < 0,3. f.¿ . uu .d
L¿ reducción qlre se proponc deV.' oscila entre un l0 y un
más razonable que los criterios de las norrnas El-l antcriores,
I 5olo, clclnde rr., es el perírnetro consicjeraclo a efccto cle las
que lo reducían a la nlilad, conr¡lresioncs .[rlicuas, qrrc lto coincide con ninguno de los
perímetros .r nteriomrente nrencionados.
La nueva propuesta sigue sin conternplar la colocación clc un
único plano de armadr.¡ras, lo qtre obliga a efectr-rar cle nr¡evo una Pilar centr¿il Lr., =2.C1 +2.c2
interpretación de la formulación propuesta, si queremos quc ten- Pilar nlecli¿tnero Lr., :- C¡ + 3'd < c.l +2.c2
ga un caráctcr generalista en el caso de optar por Lln único plano Pilar de esrluina uo =3.d<c¡ +c2
de armaduras, como ha sido la costunlbrc extenciicl¿ cn la cons-
Lrucción española en las losas.
292 Los foriados reticulares

t
t-t a) No se admiten cargas tales que conduzcan a valores de
nrayores quc 3 f..r, cn la superficie crítica de punzonarnien-
Lo siluacl¡¡ a 0.5 ci, es decir:

ql
I

1,5d > c2
V,¡ 13.f, , .A.

L" =0,5 .*6 {enKp/cm2)oLu =0,1ó'úc,l (en MPa)

r--i-<?.f
' A _ 'L.
-
^..

bl en fo*prilares de borcle y esquinas no es preciso reforzar a


punzonanriento si

t t''
Fig. 8.80. PerÍmetro uo para las contpresiorres ot¡licu¿s tEHEI
^.
en caso contrario dispóngase annadura transversal cubrien-
:
do V.,'., \','1 - f, ,\,. .
c) En los pilares cenlrales no es preciso reforzar a punzona-
8.18. Una aproxlmación personal y |nierrto si
práctica al punzonamiento
\¿,

El análisis del punzonamiento crecmos finnertrente que dcbe


., 2't,
,'c =
haccrse de una forma mucho más simplc que el tortr.toso catttirtc) t:n caso cotrtrario dispóngase annadura tratrsvcrsal cr,rbrien-
seguido por la vieia lnstrucción EH-9 t y el Código ACI 1l si además
do Vr', = \ii - f,., Ar.
permite un dimensionado seguro y econÓmico, estarcmos
siluados en el dominio ideal al que dcbc aspirar cualquier
Los criteric¡s cle l¡r EH-7-'J se aplicaron (y aplicamos) en miles de
normativa digna y sensata, leios de acadcmicismos óscuralltistas
metros cuarlraclcls constnridos con losas de todas las tipologías
que acaban siendo ignorados por su compleiidad. Bienvenida sea
existentes, sin conocer patologías atribuibles a los mismos.
pues la EHE que, baio ciertos aspectos, parece sumarse etr lo
relativo al punzonamiento a critcrios nrás simples I¡ cómodos dc Cuanclo ¿it)arccc l.r EH-u0 y se complica el análisis, modifica-
utilizar quc los mantenidos artLeriormente, nros perscrnirlnrcntc el criterio relativo a los pilares centralcs trans-
fonllándolo cn:
El código ACI-318 para pilares centrados, pernrite al hormigón
tomar valores admisiblcs para sus tensiones tangetrcialcs desde . Si cl soporte es ccntrado con luces cquilibradas no es pre-
0, l4 ' \16 a 0,28 ' J[l .t
MPa, dependiendo de si los pilares se
ciso reforzar a punzonamiento cuanclo se cumpla que:
encueiriian en los'bordes o centrados, para no reforzar a
punzonamiento.
\ a7.¡.,
Otras normas como la suiza, aceptan par;r el [tornrigóti Ac
tensiones tangenciales casi c<¡itrcidentc con la es¡rañola, percr
cuando las aplica al punzonamiento las incremcnta I ,8 vcces
. Si existcrr luces ligeramcnte distintas (¿- 25"/"1en la placa, el

mediante una formulación muy simple: criterio para no reforzar a punzonamiento sería:

No hay punzonamiento si: '.l < 1.5.L..


Ac
l'ó8 V=Vti .
sl.g.r. Si las luces que rodean al pilar son muy diferentes l> 25"/ol'
Ac
o si la estnlctura se encuelltra somctida a esfuezos horizon-
tarles irrt¡lrrtantes, llo cs necesario armar a punz-onamiento si:
Nuestra vieia lnstrucción EH-73 nos decí¿r cie manera nttty
sencilla:
ü=t'"
f':r l,i.

Esle c rttcrio lo herrtos vellic.lQ ;i l) j (.., r,-1,-)'-.r l t't t-rit' r a't-l ]rLle!Lr¿i:;

c-rbras sin c(-)rio(-er ¡ratolodas.

A l¡ ,,'ist;l cle los ltt,le.'rot t riLtritri li,L-r,r:'iL l


t:n líne¿l cott la filrtsofía ¡trar-ltt-a c:tt(- .eJ ..rr:t.,
ll()) ¡trf\t-'ll()- Sitt tltit'tl() t¡ rlrr-1 ,'t , r

lllLl;tr .i clLiclaf rL )(.) \ rll¿1 al tllnlcllclo' cr.: .

foml¿, .e|, ill,r. i fic,'z \ \egtlr¡. ,it r lrlrrl 'i .i

v rL'.ri: Cti.lltclo el ltctrrrtigcitl .ictLiai \' lt';.;: ', '-


l)rocluc(' lrn (.oniincilr)iento le:'Sjstflrt(. .r,. --
qrie procluce tur itrcrenrcrttttl c.lt-.
r'-¡li(r,l(')q (.()ltal'tas lüolllllL)rt¿ill I=: . - ::
Irrl lr,i l,ritil r((1,;\alarl-ll(rll(ll lairi-- -

Diclra ¡rropr.rcsta cs:

. Sillr.i¡ el ¡-rerírrrelro críticr-r ¿r 0.r : :=. l-r i-,- ,]¡ .il)oi.r rr


-tl
LL)LI( )\ lL)\ Ld\O5.

. ReSt¡rr inf luencia


l¿.¡ rle lo5 lrt;r.,, ..- l.i rl'-[¿itlL-t.,
nren<>r,¡ 5rl.
. ( ol5rtlt.'r;¡r c-onto V(:1 ia c.tt'g;-i t-c:., , : i : r\ r ,:

¡ri l;r r sirr rerlucc icin al.,11rna.


. Nc-r ser.i ne( es¿lri() ¿rrm¿rr ¿r pllt¿,- :'::: 8.19. Importancia de los huecos de
cl,-r cle i ,, - 2 f.r-, cot-lsicJr,:rarl(1. i ,::, ' ', i: ; -,ii -r instalaciones en las proximidades de los
cle t) la ,,, ci 0 ló . J[* rip. pilares en los mecanismos resistentes de
"',
.,, Pil;rr s rl,. n:r.iles ]lices r rrnrllr. l-. , ;
las placas
\. -, V,
Lir r,:rtrt: '-., l::r'ii.,ces clt las proximidarles dc [rs a¡toi'os en
\ '''p -(
A
,. ¡r r tr I l,L' jr. lr.r(_ir fe(ll-lCe I¿l efiC¿rCi¿,¡ clt: llt,. lIa'Caill5llLlS
r':-r- :r ir-- l',.r'',..., ir-r,¡
',.5f1.1¡'¡¿¡S CIC llLlnZofl¿tt'nlenlC) v t.rllltién cie
l'r Pi'¡¡¡' (.rnlr¿rlc! lLrtc: rlc:tr'lt ¡".
l,-... 1 r',:.', :.ir o! entpotr;lnierntr,rs rlistIlrrr-rteI t l¡:.
,al¡,-,1:l ¿r,ai,l' :,, :,:: .r::lll]if ir-afl.
I 11.V,-
___________l.l_ r V, .- r -
___1 t-
A.A - L,:; f- -- r -: ., E::i ,.,:-1,:iclcra c¡Ltc: si los httcccts sl (rr( irrrrlr,r¡ ¿
:irr:iL-: -;= r 1 -;;i-,¡ rsrlr-rcjrse el ¡reriletrO c,ritjc.() siqrierrcl(-) cl
ct Pii.ire: cle Brlrtle (lrf r ,,- ,.-,-,t':-:'i .:.i,: ar.li figrrr.r 8.2.

I'ir)V.¿ t
__________-!:l_
\ .' :
-l
- -'\

r.lt Pilarr-'.c dr Estlr.rina

I r0. V.,
A 't'

c.r:os, (ti¿rn(lo >c(


E:r lctrlos lo:-:1,.
.l'. :', ', :':'(-: ar.l't.l arrlt l.is l¡rirr t-

V' =V.-(r's; t

'1 :r::i ai il¡: r: ¿


I l-L l-, l-LC¡ :-c- .rccl-rt.r t á Ll lla lc):,;l r,lc,rrr-1,-' i.r {j 1l at il¡ ffa ¡
,,, rr,.,.'Lt,,tt]rr,- ( lt . ! I,Li
E-a:'.a:¿1C1.1; I-,CI\ l-;a allllO\illlil-. ¡ U .j :
F HF,
Los lorjados rctitularts

Experimentalmente en las obras hemos podido constatar que Creenlos <¡ue ¡rr"rcdc resr¡ltar sumamente interesar'lte analizar
la presencia de huecos en las proximidades de los pilares bajo la óptic;r cle l¿r lrornra cspañola EHE los ensayos realizados
aumentan las deformaciones de las placas y, pcse a teller óstas los por Ehab F. El-5¿laka,,^,r', \{;rría Ana Polak y Manir H. Soliman sobre
cantos aclecuados para las luces de la obra, se producían clarlos plac;is con hr-iecos frente .rl ptrnzonamiento cn las zonas de bordc
en las tabiquerías, duñ<¡s clue no se preserrtitt)arr y (¡re, por tanto, y puhrlicado en .\Cl Slruclirrnl lt¡urnal, vol. 9ó, rr':' I (1999), con el
no existían en otras zonas de similares características, salvo quc
ob¡eto cle contrasiar lor resultados con las lorrriulaciorres teóricas
no tenían huecos dc instalaciones bordearrdo los apoyos, Nr-rrlca
anteriormente exl)Llcstas cn los apartadc¡s 8.1 7 y 8.18.
hcmos podido apreciar pttnzonarnientos erl los forialdos
reticulares construidos que hayan tenido su origen por la Los cnsai,rs re¡rroducen tlna cstrllctttra cle varios pisos
presencia de huecos cn las uniones, realizados a ¡rosteriori, por
rcsuclta cort r-rrlct ¡llaca nr;rc:iza de I2 cm dc cspcsor errlpotracla
olvidos en los proyectos y durantc la construcción.
en ¡rilarcs de 2i x 25 cnr. qrre poseía los huecos indicados eti la
Fig ti.tJ3.

L¿s arnl¿rcl;,rras de l¿rs losas fuerc¡tr cliseñaclas para unas cargas


xxx sFo
clc servicio cie, t¡rclen cle 7 kN/m2 (3 kN/nr2 peso propio, 2 kN/nl2
I
carg¿ls nrriertas 2 k\ nl2 sobrecarga de usCll, lO CUal CondUCe
a una estinració:r de esfuerzos en servicio sobrc el pilar de
N : 43 kN r,\1 : 12 c) kN x rn, sin mayorar.
sEo
Las cr.r¡rrtL:s mr-dias de annaduras a tracción paralelas y
perpendicul;rrÉ; ;il borclc lil'lre han sido igual a P : 0,0075 y las
aJ. It¡ ¿lrnraduras cle cttrrt¡rrcsión P' : 0,0045.
ü1 É
.I
sr1 SF? L-a posiciÓn d( lci) .rililddurars queda recogida cn la figura 8.84.

Fig. 8.ti3. Losas cnsayadas. (Todos los lr.¡ecos er.'rn


de 150 x 150 mm, salvo cl clc l.'r placa CFL), quc
era clc 250 x 250 mm).
(a) 1 trriPoszzor-{, r 0@ r 2o--.'.tr t o.rrü l-to
rl0
3¡ü¡*ión E¿¡¿olocT- tlil--__l rI'
d.lirc hrrco 63.t6m | *tlmado 190
drd
I
I

*.dd rla3& tl di.r. I MP. I


!! mm lj
32 | 27.5 l
I

0.0 30 I 27.5 i 6
oo _ 28 | zLL) 6
29 I 27.5 I ()
28 I
-zr=L. zt¡--], 27.5 I
i I

s{*
I

Tabla tt.9. Datos sobrc ias pl¿cas cnsal'adas

d bdúr ¡bar
(u) -lF!9us¡¡ r ¡s---f 3q---uso r ssl l-3o
a¡5-od.'rffi;-
'd¡acocc fffiio
Irbm& | t¡dada 160
ñúilñ lmmn Iro
11 s I 9{.4
-
_70 _.1... 23.5 fI

Tabla 8. 10. Arntaduras empicacLrs e: l.¡s ios.¡s g


I

6
:
6

I
Ditn¡oto
.+
I
rm
11 .3
F.s I ,34 Posición clc l¡¡s .rrnraduras clc tracción ¡' cle
ior':'rnlesitin.
Tabla 8.I l. CaracterísLicas cle las artnachtras etttl:lcacJas.
Los foriados retkulares 295

No se dispuso armaduras transversales de tipo alguno frente La formación de las fisuras inclinadas se observó en el borde
a los esfuezos cortantes y las armaduras cortadas por los huecos, libre y en el intcrior de los huecos, iniciándose las misnras al
tal y como es costumbre habitual, se ariadían a izquicrda y 50 % dc 1a carga última cle rolura.
derccha de los mismos como se contempla en la figura 8.84. y cs
costumbre en estos casos. Las fisuras inclinadas generalmente empezaron a consecuen-
cia dc las fisur¿rs de flexión.
Las cargas transmitidas a las losas, carga venical y mofttento,
se han mantenido en una relación constante en los scis cnsayos Las bases dc los conos de punzonamiento han resultado
realizados: similarcs, salvo en aquellas losas que poseían huecos en contacto
con los prlares que han resultado ser menores. Lo antcrior
M significa que el efecto de los huecos que se encuentran separados
Ñ=U'J de los pilares sobre la capacidad y corlrporlarrriento cle las losas
a punzonamicnto ha sido relativamenl"e pequeño.
. Estado l: A velocidad de 2,5 kN¡min se ha aplicado la car-
ga hasta llegar a la situación de servicio. L:¡s deformacioncs vcrticales rnedidas en los soportes frettte
. Estado ll: Manteniendo la carga correspondierlte al peso a las cargas vcrticales aplicadas cn los mismos han sido similares
propio se ha colocado y quitado diez veces la sobrecarga de para todas las losas. Se observó un aumento del l4 al l9 7o en la
uso. nláxima deformación verlical de las placas después de completar
. el décinlo ciclo dcl estado de carga repetitivo.
Estado III: Finalmcnte, se han incrementado las cargas en
escalones de 1,5 kN/ min hasta la rotura.

'iI
Jzsol.-zzo-J L-¡e29--J
elcvation plan

Fig. 8.¡i5. Mecanismo ideado para introducir )as cargas venicales y


momentos en las losas.

S.lg.l.Comportamiento general de las placas


ensayadas

Todas las losas han colapsado a punzonamiento de un modo


sE0
frágil y repentino. V- 110.0 LN
M- 1ó.() tN$
L¿ formación de las primeras fisuras cle flexió¡r en la cara
traccionada de la losa se han iniciado para una carga vertical de Fig. 8.8ó Aspec¡o que presentaban las placas SIrO y SEO cn cl
40 a 48 kN, partiendo de las esquinas interiores de los pilares hacia momento de la rotrrra en sus carastraccionadas.
el borde libre exterior; y a rnedida que aumentaba la carga las
fisuras se extendieron gadualmentc sobre toda la losa.
El corrpoftanliento de las placas con huecos se ha comparado
Para cargas de ó0 a 70 kN, las fisuras alcanzaron los bordes con el conrportanriento de la placa que no tenía huecos y los
libres con inclinación variable en 30o y 45o. rcsultados se resunten en las siguientes conclusiones:
296 Los loriados reticulares

. La placa que tenÍa el hueco en el


latenl del pilar de I 50 x I 50 mnt E.19.2. Análisis de los resultados obtenidos a la
(SEO) ha experimentado en la situación de servicio una dc- luz de la norma española EHE baio el punto de
formación máxima superior del I ó o/". üsta del proyecto
. la placa con el hueco frontal dc I 50 x I 50 (SFO) ha tenido
una deformación que ha superado a la de la tr>lac;r sirr hue- Aceptamos que las unionc:s cle las placas ensayadas forrnarr
cos (xxx) en un I 6 y 72 "/o; baiando cn las proximidades de parte de un¿ eslructura c,onvencional de edificación consl-ruida
la rotura a I I ytrn 25olo. con un control de eiecuciórr nc.¡nnal, emplcándosc un hormigón de
. La placa cuyo hueco frontal era simil¿¡r ¡ll t¿¡m¿¡ño del pilar resistencia característica estir'nada f¡¡ - 27.5 MPa.
(250 x 250 mm)ha tenido una deformación del l43o/oma-
El cortante cle servicio que las placas tienen que transmitir a
yor; disminuyendo en la rotura aun75o/". los ¡:rilares se h;r c¡lcr.rl¡cirl err V : a3 kN y no se ha cJis¡lresto en
. La placa con el hueco de I 50 x 150 rnrrr silu¿idcl ir utra cJis- las losas árm.lcljras de cortante de tipo alguno.
tancia frontal del pilar dc 90 mm ha experiment¿rclo tttra cle-
El nron\er'rto transfcridc¡ entre las losas y soportes la trorma
formación superior aI 6"/".
espanola lo ticne preselll-e iletréricamcntc mediante el factor p, quc
. Y la placa con el hueco de 150 x 150 mm situatlo a la dis- en el caso clLle rr()5 (-x:upa por ser soportes dc borde vale 1,40.
tancia de 180 mm ha tenido tlna deformación su¡>erior con
relación a la placa de referencia (xxx) de tan sólo el 4 %. L¿ resistrncia del hormigÓn a cortarlte con la cuantía de la ar-
:
n¡adura clc tr;¡cciórr clis¡)tlctsta P 0,0075 vale'

En situación de rotura, las difcrencias han sicio tlastantc


200
menores, como ya se ha dicho. B=l+ ci
='*,Eo! = r,0,
Debido a la presencia dc los huecos, la capaciclad de
punzonamiento de las losas disminuyó de un 4 a utt 12 7o, f.,,, =0,12'g lloo'¡r't ¡)l 'r =
excepto en la losa que tenía el hueco dc 250 x 250 mm situado
=0,1 2 2,45't00.0,0075'27,51tt3 =0,E1 MPa
frontalmente, que tuvo una disminución del 28 7o
canto útil cl = 95 nrni
huecos situados frontalmcnte a los soportcs disttrinuyen
L.os
la capacidad de la resistcncia a cortante mucho rnás que si se
encuentran situados en los laterales. Lrrs pc-rímetrcrs c:íLicos para los distintc¡s r¡rodelos de placas sc
decluccn tcnienrlo t)resentc cl dibuio recogido cn la Fig. 8.82. y en
L¿ distancia entre la cara dcl soporte y el hucco iniluye en la la figura adiunta ll tlT
capacidad resistente de las r¡niones, en una prclporción que
podria estimarse de tipo lincal. El hueco situado a d cJe la cara dcl
pilar produjo una reducción del 8 7o y el situado a 2cl, una
reducción del 4,5 "/.. El huec<¡ sil-uado iunto al soporte produio
una redrrcción del l0 7". c"l
t
Los códigos americanos ACI-318-95 y la canadicnse +
2dI
CSA.A23.3-M94 preven valores conservadores de resistcncia err
las unioncs de las losas con pilares, cuando éstas posecn huecos
+ H.o,¡c, ó l,5d
en las proximidades. Los códigos son más conservadores a F.o ,\ lt7 l)eririrctro crÍtico gerrérico segun F-l ll:
medida clue dichos huccos aumentan.
\.\ Ptfi '

tEÍ!i\.-
¡H"¡^ -*'s
097
I 940
917 7t0
sFo 733
t tLr ,48.5 59)
SF] 877 820
qFl 942 8r5

Tabla B.l3 Perinrctrrrs t ríticos de las losas etrsayadas Lctriendo


Tabla Valores dc rotura, valores obtenrrlos cn los e'nsayosy valorcs
8. 12. pieserrLcs los huccos segútr la tllE (a 2d) y los obtenrdos de forn.ra
pi"rrr',*.r"t en los proycctos según el cócligp ACI v st.:gíln el código cana tr¿clicit¡n¿rl (a 0 5 (ll
<liense CSA.
lns loriados reticular¿s 297

L¡ tabla 8.14 recogc la interpretación de los resultaclos que se E.19.3. Conclusiones


obtendríarr aplicando los crÍterios de la EHE y nuestra aproxima-
ción práctica y sencilla al análisis del punzonamicnto {l.R.T.}, par- . La presencia de huecos cn las proximidades de los apoyos
tiendo de los rest¡ltados obtenidos en los cnsayos de las placas
reduce la efjcacia resistente de las placas frente al punzona-
descritas.
n-liento, ¿iunque bastantc menos de lo que cabría deducir
En el análisis se obtiene un coeficiente de seguridad c¡ue es aplicando los critcrios cle los códigos oficiales (EHE, etc.).
comparado con el coeficiente dc seguridad global de proyccto que . l¡s dcformaciones de las placas se incrementan cuando exis,
estimamos en yf .¡E-= 1,95 que creemos interesa especialmen- ten huecos de instalaciones en las proximidades de los pi-
te a los proyectistas. l¿lres
. La reclucción de los perímetros teóricos críticos dc punzo-
Se recuerda que el máximo esfuerzo de ¡;unz<tna¡niento namiento que proponen las normas, debida a la presencia de
aceptado por la EHE se deduce de multiplicar el perímetro crítico huecos a distancias menores que 5d de los apoyos, no re-
situado a 2d por el canto útil y la resistencia del honnigón a coftante fleja el comportamiento real de la placa frente a los cortan-
f.u dividiendo el resultado ¡ror el factclr B c¡r,re tiene ¡.rreserrte los tes y cJetrc scr revisada pucsto que resulta excesivamente
momentos existentcs cn el apoyo (f.o = f.u : 0.81 lvlPal. pcnalizadora, ya quc los huccos se amplían de forma inde-
bida
También se recuerda que el criterio del autor consiste en operar
. Irrs planteamientos dcl cálculo a punzonamiento en las pla-
con el perímetro cítico a 0,5 d y obtener el niáximo esfuerzo de
punzonamiento de forma similar, pero operando corr la f.r, cas recogidos en la totalidad de los códigos vigentes, entre
los cLrales se incluyc Ia norma EHE, son sumamente conser-
tradicional amplificada por 1,5 en vcz de 2 por ser un apoyo
vadorcs. El conservadurismo se amplifica cuando se aplican
extremo P.
las reducciones dc resistenc.ia estahlecidas por la presencia
(f.o: l'5'f.u(ERl) = l'5 0'ó9: I 035 N'fPa de htrccos.
. El clar-rtcamiento simplificado que proponemos para analizar
Hagamos también una aproximación a los ensa)'os realizados, el punzonamiento, recogido y expuesto en el apartado E.18,
pero esta vez operando, no en situación de proyecto, sino sol:rc concluce a rcsultaclos ligcramente conservadores (véase la
los valores realmente obtenidos sin coeficientes dc minoración de columna (7) de la tabla 8.1 5), pero mucho más razonables y
tipo alguno, aplicando el criterio de F R.T. d : 95 mm)
f
ajustados al comporlamiento real de las placas que los pro-
pllestos en la EHE; y cl aiuste, cuando no existen huecos, es
magnÍfico.

Carga de Punzon Punzonam.


fOtura dc diseño de discno YrNd V¡Nd .- Vt
¡-vs
Placa
obtenida (Vr) Vd:Fef vd fr, R't.) tF:Hr-:) il- RT t
IEHT;) (tr.R.'t'.)
KN ILHL) fFcp = 1,5 fcv)
)00( t2?,1 ó0,30 92.4 ?,04 33 3,27>1,9J (t8ó%) 2,17> 1,95 + 18,5%)
SEO I 18,8 50.4 ó9,81 2,3' 70 3.77>L95 f r 93%) 2,72> t,95 + 39,5%)
SFO I 10.9 39.4 ?,81 54 4,50>].95f+l3l%) 2,46> | ,95 126,2%)
(:¡-o 89, I 30,1 5 )8,5 7,95 52 4,'12>1.9>lt 142%) 2,43> | ,95 +24,6%)
SFI n3,3 48.20 80,ó3 2,?J 4l 3,76>1,95 1+93%) 2.25>t.95 + 15.4%)
sF2 tt7,7 ,l.78 84. I
114 40 ?,64> t,95 (+87%) 2.24>1.9r{+15%)

Tabla 8.14. Resultaclcs corr)párarivos entre los ensayos y los valores pror)Lrestos por la EHE y el autor (F.R.T.)

Carga de rotura Fcp rF,R.T)


PL,\CA fc R (C,5 d) Vr/Vu (7)
ob:enrda lr'rr (l,5C,lótFr {F.R.T)
)oo( r. ?7.1 33 940 3't8 o0
SEO é.ó 71,5 710 347 90,8ó 3l
SFO r'no 2t q 733 3ó8 95.3 7
cFo 89, l 33 59' 3't9 77.95 4
SFI 1"3,3 30 820 )\) t42,4
SF2 117.7 2^q 855 107,ó 0

Tabla 8.15. ResultadoE compa:'a::ics entre los realmerte obtenidos de los ensayos y lo que
realrltente sc prcdicc co:-r :-r€s:ros c.teros 1F.R.T.t. opera:do con los \/¡rlores reales de resis-
tencias, sin coeficienles de se{.;-d:d ¿ñ¡didos.
Los [oriados reLkulares

8.20. Determinación y Tipologías de E.20.1 . Armaduras lnclinadas a 45"


Armaduras de Punzonamiento L-as barras inclin.rdas a 45'' bordeando el apoyo son dc muy
fácil puesta cn obra, y ircltrritcn una industrializaciórr cotlstrtlctiva
Si una vez analizado el estado terlsional en la srr¡rerficic crít ica rnuy cómodri inclependicnterllerlre clel tamaño de los sormrles. Etr
de punzonanliento, nos verllos obligados a disponer ar¡ttacluras general, bastará ciis¡tont:r un coniunto de barr¿s dc Ql0 para
transversales para absorber el cortantc V.,, que sobrcpasa al V..,, res<¡lver el problenr;r ert l<ts t:¿sos nonrtales y. solamertte etl casos
tendremos que scleccioltar de las tipologías dc tcnalla dis¡rorrihrle rrtuy especialc-'s de sol>recarg;ts anormales puede ser neccsaricl
para estos casos, aquella solución que estimemos más adectlada
acudir a la sohrcitin mixt¿r de estribos vcrticales y banas inclirtadas
particularizadamente. de rnayor diámctro.
En la Fig. 8.88 exponemos las t"ipologías ntíts frccuentemcnte
enrpleadas para resistir los esfuerzos coftantcs.

# + l,l E h
Longitud total = 0,40

. B..ce3 inctineoas e 4So


I
Frg. 8,E9 Bana ti¡xr dc ¡lunzotlaniiento y csquerna para srr colocación'

Una nr¡rtera serlcilla cle abordar la reprcsentación de las


aml¿rcluras clc ¡rttttzonanliento cn planos, dad¿ la gan cantidad de
o Eglr,t'lg.S VE ¡rrE^¿CÉ ( 2*CHO| C¿e¿'tút) áLlacos qur: ¡;ueden existir en ull¿ estructura, pucde ser mcdiante
clavcs tale: ('()TIro: P, Pl-r. PPP, gr.rfiadas e-n los plarros de re¡>lanteo
clc c¿rcla ¡tlarrt;t. re¡trt--st:ntarrclO gn detertrlirrado nútllero de b¿rfras
inclinaclas prc\,'iarnel'tte fijaclas en un deblle constructivo general Las
c:laves que se clcfinan pucdcrr incorpclr;rrse al ctl¿¡dro de pilares,
claclo que el tamaño cle los nrisrnos varía etl alnlra, hacicndo tambión
variables las corrcliciones de pr"tnzonamicnto de cad¡¡ ¡>larrta'

Con el sistcna expLlesl-o, pr-rede discñarse un tinico tipo de


barra quc sc¡r r'áljcio ¡ltlra toclit la obra, facilit;i¡rdosc la ferralla y el
con[rol clt' eiecLición cle la nrisrna frcnte al ¡lttnzottirtniento'

Los saltos ltnlscos clel número de barras quc ¡ruedcn existir


entre las clavcs P, PI']y PPP, vicnerl fiiados rnás por consideracio-
nes dc cliseiro clue t)or cxigencias de cálculo. El dimensionado de
las amlacluras inclinadas se realiza partiendo del V.u calctllado en
Fig. 8.E8. Tipología de armaduras nlás fre( trentL-merrt t: c'nrpleadas
frente al punzortamiento. cl perírttetro crítico qr.tc: se esté analizando, como diferencia ctltre
el volr¡rrt:rr cle tensic¡nes tangerrciales existentc en el mismo y el
vohlmen cle tcnsiorles c¡uc ¡rttede absorber el ltormigón, tal y conro
Cada uno de los tipos contenidos en la Fig. 8 88 pclsee stts se ha expuesto anteriorlllente.
ventaias y sus inconvenientes, y merece la pena reflexionar sclbre
ellos someramente, mcncionando algunos de los criterios qtlc Vsu = Volunrcn de tensiones tangcnciales-V.t, tll
veníamos aplicando en nuestros proyectos cstructurales, atrtes de
la aparición cle la EHE. De esta fonna pueden analizarse y criticarse sier ¡iL.
los principios presentes a la luz dc los pasados, y obtener una V.t",: I'Lü.rzonamiento resistido ¡ror el horrrrigórr, variable segun el criterio
filosofía propia de proyecLo frente al punz<lnatrtiento. qlle 5q' .rtloll¡e.
l¡s [oriados retirulares

Vrr=n A6'fyrt t4t


Vcu =0,85'k'fr'A.
(Criterio de F.Regalado con el I-{ a 0,5d}
Ouizás sea la última fórmula l4l la que meior refleie el fenómeno
Vcu = o,lo'B'(l oo'P' Lr )'/t ' A. físico (Fig. E.9 l), aceptanclo el desarrollo dc un¡r fisura a 45Q y
(Criterio de la EHE con el PC a 2d) viendo cómo el plano de armaduras la cose ortogonalmente
y un
trabajando a tracción pura. Adoptando, pues, la fórmula l4l
siendo, PC: Perímetro Cítico gra¿" .1" eficacia cle ias armacluras resultantes del 70% según
Ácom¡endan A. Páez y el C.E.B., el dimensionado de las mismas
Tenienclo presente la fórmula general de cortantcs para barras cs inmcdiato aplicanclo la fórmula l5l.
inclinadas deducida anteriormente:

Vt" = 0,9' tá d n'A¡, 'fr¿ t2t


%u =0,7'n'A¡¡'fyci t5l
s

y,dado que en las losas habituales bas[a, en general, colocar un


solo plano de armaduras en el primer peímetro crítico, cabe plan-
tear qué valor debemos dar al término s que rcflcia la separación
cntrc planos de armaduras cuando en la mayoría de los casos que-
da reducido solamente a uno.

t. Montoya dice textualmente en su conocido hbro: "En el caso


de existir un solo plano de banas lwanladas, como valor de s debe tomarse
la proqecrion de las banas sobre el eje de la pieza."

El criterio de J. Montoya no parece muy razonable, puesto que


Fig, 8.91. Mecanismo justificativo de la fórmula l4l
conduce a valores de V* crecientes con la inclinación de las
barras, contradiciendo la lógica del mecanismo que tratamos de
impedir. [a aplicación de dicho criterio (Fig. 8.90-al, transformaría
Barras 08 Í, I V,u =1,3 n
la fórmula f2len f3l.
1t', u," =l3n
Vru =1,414'n'Au'fl,¿ t3t
B¿ rra s 010 Ja
t v.u =2n
Ibl v," =20n
at Vou =3n
Ba rra s 012 J
lbt vr., =30n
=5,2 n
Ba rr..r s r' . n
a) criterio de I
{l,u,i,,,, =52
=8,2 n a)Vsu cn T
,,.,
Bclffü5
{;lti =82n b) Vs,J en kN

Nola: Exp:esrones válidas para aceros de límite elástico mayor o igual


a 400 lrlPa r4100 Kp,'cn12), n es el número de barras dispuestas en el
bl criterio de E.H s = 0.9 .EC plano

Iig. 8.90. Distancia a partir de la cual pueden clesencade-


narse fisuras sin atravesar con armaduras de cortante. A título l'¡rcranrente indicativo, adjuntamos unos esquemas
predefinidos frente al pr.rnzonamiento construidos con barras del
Al valor s le deberíamos dar aquella distancia que permita el Q l0 recogrdos en la Fig. 8.92 cte la página siguiente.
desarrollo de una grieta sin ser cosida, que es lo que supone a
efectos prácticos un solo plano de armaduras.
Dicho valor c¡uecla reflejado en l¿ Fig. 8.90-b por , acloptanclo
un criterio tradicionalista, y resuitando la fórmula 14j.
l,,os lorjados ret¡culares

Punzonamlento Tlpo P

8010 - lórilóOKN) 5010 - l0Lll00KNi Jó10 8rr80KNl

Punzonamlento Tlpo PP

a i¡, ''-.',-.r", (" t.'r' l¿ r, í.¡ ptitrlit .i


[\-)

r2 0 l0 - 24 t (240 KN) 7Ql0 - l4r(l40KN) ó 0 li) - l? I tl20 KNt

Punzoñanlento T¡po PPP

16010 - 32r(320KN) 9010 ' lStllE0KNr 8o l0 - lÓt{llr0KN)


Fig. E Q4 Ál¡¿cc¡ ccrr¡r¡l :;in artlt.rtltlras dc pr.lr)zon¡micllto

Fig. 8,92. Posibles esqucmas predcfinidos frcnte.al ¡rtttlzon'tmiento' cttatr-


clóel punzonamienLc¡ sólo se icquiere un plano de anlt¿rdtrr¡:;

&rio un punto dc conceptual, si bielr las barras irrclin¿¡clas


visl_a
presentan considerables ventaias frentc al punzon¿lulicnttl dirccto 8.20.2. Barras sueltas verticales
(cargas gravitatorias) frente al punzonarnientc'l invcrso (sisnto'
asieñtos, pretensado ascerldente) son totalnie-nte i núti lc's L¿s b¿lrr¿¡s st¡elt¿ls v('r[icales puedcn ser consideradas como
una variante cle las inclinaclas y cle eficacia rl'lenor, por lo que debe
Baio el punto dc vista constructivo, las harras inclinadas son
erl exlren.l¿]rse nrás Si Cabe SU Colocaciótl elr la obra. especialmelltc
muy cómoclas, pero requieren una gran precirión construc:liva
sucolocaciórrydebcnseratadascon¿llanrbrealnletltlseflsu si sóltt se <lispt¡ne un ¡:lirrro eft cl prirncr perímL.lro crítico. L¿
parte superior para impedir desviaciones y caídas peligrosas pcnalizacjótl clt:l 70'i(' cle su eficacia ¡ros parecc ell este caso
durante la puesta cn obra del honnigón plenanlentc justif icada

obsérveseenlaFig.8.93cómosehanrrrez.cladolasbarras L¡l fórnrul¿r que pocJemos emplear e'tt el caso de colocar


inclitradas en
inclinadas con estribos y banas cle cortante tanrtlién solantenle Ltn ¡)lano de annaduras vcrticales
pucde ser la de banas
gue sc
los nervios para resistir las solici[aciones tal'lgcncialcs irrclinaclas afectándola cle-l seno de 45", dado que cosen las fisuras
(lue tiene que soportar tráficcr
OÁAu..n en un foriaclo reticular dc lornr¿i inclirl.rcla a 450 con utla cficacia mcrlor'
pesado.
Los loriados relicularcs

8.20.3. Zunchos o vigas cruzadas con estribos


Vsu = 0,7 'sen 45o'n Arl [.,i
convencionales sobre Pilares
\u = 0'5'n ' A6 'fvo {Ban;rs vc-r-tic¿¡lcs)
Parte clc la ¿¡rttracltrrir dc nrc'rntaie cle los álracos que suele
couccntr¿irsc sobrc los ¿lpoy()s para resistir los picos de flexión
Lá ventaia de las barras verticales frente a las irrclinadirs' pese
neg¿rti\,,1, ¡tueclen cstrilr¿trse de forma convencjonal, como si de
a tener Llrla resislc-¡lcia me¡lor, es la <Je que sin/en tclllto [)ára el
punzottamiento directo como p¿ir¿ ei irl'erso. rurra r¡iga enrt-rebicla se tratara, haciettclo frcnte al posible
punzonarrriertto con los estribos verticalQs que Ilevan
Un análisis ponnerlorizado de las solicitaciones tarrgenciales incorpor;rcJ;rs, al mismcl tjernpo que ptleden seruir para sostener el
sobre los planos dcl perímetro de punzonanrietrto, ¡rrrecJe conducir plarro sr.r¡rcrior cle l¿rs armadt¡ras negativas.
a concentrar las armaduras de cosido transvcrsal erl unos pllntos
De las trcs fornlas exPiucstas de
específicos y concretos, en vcz de distribtrirlas dc m¿trtera ulriforme
ferrallar a punzonamiento, no cabe la
en dicho perímetro, aunque no sea frect:ente lraccrlo así en la nrenor duda que csta últir¡ra es la ma-
¡rráctica cotidiana. nera rnás eficaz y segura de hacerle
frentc al misnlo, cubriendo no sólo cl
La práctica ordinaria se reducc a deternrinar el volunrcn de
primer perímctro crítico, sino en to-
arn)aduras que cubre Vsu, V a distribuirlas unifornremcllte en Ia dos los que Podrían Prescntarse.
superficie crítica, sin que conozcamos patc'llogías atribujbles a Tarlbién es cierto que resttlta la más
este criterio ciertanlente poco ortdoxo
costosa de las tres en consumo de
acero, y la quc conlleva mayor esfuer-
zo de colocaciórr elr obra, especial-
rnc-nte si la dcnsid¿tcl dc amladtlra cle
los pilares y dc la losa cs els/ada.

Por olra parte, el sistema de vigas


cn:zadas cstribadas tiene sus venta-
jas, como ya sc ha dicho antes, Pues
origina urr plano muY cómodo dc
apoyo tanto Para las armaduras. de
rnontaje del ábaco, como para las ar-
maduras de flexión negativa, impi-
diéndose así quc se doblen Y caigan,
Fie. 8.95. Posiblc representación e.n planos dc' l.rs barr;rs Vericalcs .ríslaci¿rs
produciérrdose reüi brimientos anor-
frente al putrzonamicnto.
r¡altnente elevados etr los nlenciona-
dos ábacos.
En cl caso clc que se opte por barras verticalc-s sin lrás' Finalmente dccir que, Pcse al ¡na-
rccomenclamos utilizar al ¡rtetros dos planos cie arlrracluras
yor consurllo dc ¿lcerc.l quc represen-
verticales como mitimo, adoptando un disetio ti¡ro U.
t¿l esta solución, estimantos que

f ll-l_ru
puede rcsultar la más recornendable
y segura si c¡ueremos adaPtarnos a
lfm,i:i*.:"*ri:* Ios criterios cle la FHE.

Fig. 8.9ó. Barras vcrticales frente al pttrtzrlrr.:ttrietrto. Recome¡tcl¿rrros adop'


L¡ fórniula ¡rara ca)culirr los estribos es la ya conocida
tai mÍnimamcntr: l>) y nlucho meiorc) con se[);jr¿ciol]es cle s < 0,75 tl

Vsu =0,9'*'n'^n'!o
Los lor¡ad,os rcliulares

8.20.4. Otras formas de resistir el


punzonamiento

L;l casa alemana DEFIA y otras. comercializan una especie de


conectadores unidos a una platabanda metálica formando unos
peines que se clisponen radialmente cubriendo la zona crítica
susceptiblc dc sufrir punzonamiento.

Fig. 8.98. Al¡aco corr crLlcet¿l¡j, cle prlrlz()r-r¡rrlir¡r'rIi:) Ér' rrr: fr:,ri;clo rcitctll¡:r
con casetone5 perdidos.

F -- .\ l 11 .i .-...t.-¡d,. rrÉ--É i É,a-.1


¡1,1,--r1,-iñ-

En l;r llq.,3. l01 ¡rotier:ror vcrcn Ltna obr.i real, una cJis¡tosición
mL¡\'ciL-rls.i cle l¡.r:r;i; i'erl ic;¡lcs cn fo:nt¡r cle z, sicuienclcl cl último
es(luenr¿r rlr,'i.,r-. t,i¡ttriogÍ;ts itrciic¿rdas en la Fi¡¡. 8,c38.

Ar.tttr-¡Lie I.1,-) >icj .t:t.t trrjr ii¡¡ llltly fteCue¡Le, ¡l<tdcnto5 CltCOlt-
trarn(l-i i-rit:c air:l-!l) i ¡{(ts .lL- Cclrll¿ts L.rn eler,¿ldas qUC nO lt.ty.l
tltás st¡li.¡c.jór' ,.1.1!-'t\-'t-lr-l C¡,-ie tliseit;ir,r,(:Olo(-¿r ¿llll¿rS llrel.1lic¿rs cle
espesores ¡citcL;¡,cloi c.i f).tccs cle resislrr por :í nrisnras toclL-r el
Fig. 8.c.)9 At¡¿¡co con crucetas cle punzonalnlicnLJ t:t u: ¡¡i¡1.;,1 - 'o-,- . :'' l-rurr¿on.ir:rie:-r:o ¡r'('s{ilt(iia't'iclo de la c,ol¿boración a cr--ttt.¡nte clel
con c¿setones recLlperab]c5. hormigón

El número de ramas para n se tendrá qlre dc-ducir cle la


disposición constructiva que se adopte; por ejen'lplo, observando
la Fig. 8.97 sería ó ramas en los ábacos de rnedianería y csquina
y I ramas en los ábacos centrales.

l-ig B l0l. B¡,:¡r:' .-::,i,-1.'-':.:¡r-rtillLl¡s clt z, tltlt'rs.'¡trlenLe clisl-lr.lt:!t.rs iren:e


al ¡lLtttz,Ltt;t r''tri':.'
l.os lorjados relkular¿s
)^)

l-as alm¿¡s ruetál¡cas corlvienc que ac;:lle,'n c:n su p¿irte interior


en forma cle patines transversales, que srlsperrdan y reterrgall las
bielas inclinadas de compresión que, en estos casos de fuertes
cargas, pueden cncontrarse al borde dc sr'r :igolamicnto.

En la Fig. 8. lO I se aprccian los patincs transv'ersalcs inferio


rcs de las almas. al haberse claborado las nrismas Lr¿rrtienclo de
¡x:rfiles doble T existcntes ert el n¡crcado.

Fig. 8. l02. Almas metálicas clisr:ñadas [)ara rcsi5tir '-odD el Frurrzoll;1rlliento

Dado cl cortante total de punzonanrierrto V¡, el cJirlensiona-


miento de las almas metálicas puede hacerse sencillanrente a tra-
vés dc las cxpresiones:

oe
t-A.n T<
J4
siendo,
A : b . h;Áea de una de las almas metálicas coloc.:clas
n: Número de almas dispuestas radialmerrte

o": Límite elástico del acero (2ó00 Kp/cm2 ó 2ó0 \lt:al

pudiéndose prescindir en estos casos, de la corrtribución resisten-


te dei hormigón a punzonamiento por comodidad y seguridad.
Los forjados reticulares

9. Las vigas (zunchos) en los foriados reticulares


ordenaclor que tL'lrga presente sus especiales corrdicioncs
9.1. Introducclón ci¿rl cle
y circunstancias. Asignesc a la viga las cargas correspondientes de
su zorla cic' influencia corrservadoramente. y calcúlese cotl tlna c5-
En el lenguaie de la construcción cn Espaita, hablar cle vigas
tirnación razonablc- dc monrentcls (como pucdcn scr l<ls que vere-
perimetrales es hablar de los zunchos rlc borde, stendo el último
rnos a contjnu¿ción cle fornra simplificada para los zunchos) y,
término el más frecuen[emente empleado; por ello, cn lo c¡ue si- todo lo más, pucde conlitrse con las armaduras clel ábaco y el ner-
gue, ambas expresiones se usarán de fornla indistinta, ¿rtlnquc
vio aclyacente para ;rliviar las ¿rrrnaduras dc flexión; y pórrgarrse
aclrnit.inros que el tén¡lino "zuncho" no se aiust.r .rl signi[icado del
unas arntaclura¡ r'eslrilro¡ adicionales para la torsió¡t aplicando
verbo <zuncharD, y no rcsulta excesivamente aforturtacjo.
algún tipo de tórnrL¡la serrcilla. como pueden scr las que también
El protagonismo cstructural de los zrlnchos o vigas de b<¡rde se verán nrás adel¿trtc-.
ya ha siclo puesto de manifiesto; no obstante, r'lo cstá de rlt¿is traer
Antes cle enlrar er, los aspectos que tienen que ver con el cál-
a colación, para redundar en su importancia, qlle url porcentaie
culo de los zunchos v vigas cmbebidas, creemos que puede ser
amplio de las patologías que tienen que ver con los forlados reti-
muy ilLlslratlvo pa!'a el conocimiento de estas piezas situarlas fí-
culares y las losas macizas se manifiestan en sus borcles.
sicamente en el contexto que ocupan dentro de los foriados reti-
Los ensayos que se han realizado sotrre pl:rcas, [¿rtrto elr los culares, para corr'rprcnder las diferentcs funciorres resistcntes
laboratorios como a escala rcal, ponerl de rlanificsto que los cla- cncomend¿rcl¿is .¡ l¿s nlÍsmas según se diseñen y sitúen en cl in-
ños y las roturas comienzatl a manifestarse con nlayor intensidad teri<¡r cle las ¡rl.rc.rs v así poderlas calcular mei<;r.
en los bordes de las mismas; por tanto, los zunc]ios perilrctraies
requieren una atención especial y cuidadosa. El hacerlo así, llet'a inrplícito poner dc manifiesto la enorme di-
ficultad y conr¡rlejidad que suponc aciivinar con precisión los es-
En los conrienzos de los forlados losas, los zunchos qrarl aLl- fuerzos clue realrlr'nte solicilarr a estas piczas, y los criterios
ténticas vigas de borde que manifestaban su prcscncia con Lllla nccesariarrrerrte sin"lplificados que rtos vcmos obligados a tel'lcr
geometría claramente acusada baio el canto constante cle la pla- que aplicar para ciinrensiotrarlas en nuestros proyectos cotidia-
ca, es decir, descolgaban baio el foriado con dirrlerrsioncs acorcles
nos, si prelendetlos rcsolverlas sitr el cc¡ncurso del ordenador.
con las luces que puenteaban, pcro geometrías clcl ordett de
30x50 o 30xó0 cm eran frecuentemcnte enrple¿rcl¿s. l;rnrayorí:r cie i¿ls veccs. la introciucción de una viga o zuncho
en cl interlor de un forl¿iclo reticular se realiza con la prctensión de
L¿s dificultades propias de su encofrado, sobre todo con el
que absortra de forma directa y exclusiva los esfuerzos que se dc-
nacimiento de la tecnología de los encofrados modenlos rectlpe-
rivan de unas dctemlirtaclas cargas y situaciones singulares que se
rahles, ha sido la causa fundamental de que pcsc a l;rs irtclttdah¡les
prescntan sientpre cn lirs estructr-tras reales, y que los sitnples ner-
ventaias estructurales que presentan las vigas de cant<.1 frente a las
vios del rctjcul¿ir sott itrcapaces de resolvcr por su pequcñez
vigas planas, comenzaran a desaparecer y sc transformaran en vi-
gas embebidas en los canLos de los forjados y cambiararn su llom- Dado c¡rre estas piezas estructurales se encucntran embebidas
bre de vigas a zulrchos cn el lenguaie dc la consLntcciÓn española cn los espesorcs de los foriados y forman parte físicamente de los
En el presente y en las estructuras dc edificación en España, ábacos y los nen'ios que las cruzan, puede intuirse fácilmente lo
impuestos los foriados planos globalmente más ecottónticos y ilusorio que resulla la pretensión anteriormcnte expuesta de con-
segr.rir realmente que elias por sí solas absorban unas det'ermina-
funcionales, las vigas y zutrchos, piezas ambas embcbidas en los
cspesores de los foriados, pasan totalnlente desapercibidas das cargas cn exch-¡sil'lclad

Tal vez la tendencia creciente a las grandes luct:s, y los cam- lncluso err las :ituacioncs aparenterTrente más sirnples' conro
bios que puedan darse con los conluntos de los volútllcnes edi- puedetr scr los zr"rnchtrs perintetrales que vat'l dc pilar a pilar, la pre-
ficados, posibilita que welvan a las eslructuras de eciificacióti las tensión clc l¿r ril¿rvoría de los códigos oficiales de asignar a los mis-
vigas de canto, cuya presencia actual cs l)tiramente atrecdÓtica' mos la responsabilid.rd de resistir las cargas de ccrranliento
pcrinretralcs, prrescincliendo cle los nervios adyacerltes, en modo
Es tal la ausencia dc vigas de canto cn los bordes dc l¿s es- algun<.r res¡roncle a la rc¿rlidacl física del comportamiento mecáni-
tructuras de edificación, que incluso renunci¿ttlrt)s ¿r sr.r arrálisis co del foriedo.
simplificando la exposición de nuestro tr;rbalo; rec:c'nlcnclatldo
que, si puntualmente por exceso dc hiz y de cargas rcsulttrsc ot¡li- Urra anécclou, r'eal pucde clarificar lo quc tratamos de expresar'
gado materializar una viga dc canto acus¿icla baio r'tna losa nraci-
Acab¿rcl¿ la L-stnl(tura c,le rrn bl<-lc¡Uc de r,rtr colegio, constrtlida
Ia o reticular, se resi¡elva y calcule como si clc utt¿r viga cle torluclcr y
unidireccional se tratara, si no se dispone dc urr prQgran'l¿l espa- con un foriaclo reticular (le cascLones aligerantes de hormigón cle
Los loriadas retkulams

canto 24+3 cm, una pieza prefabricada del cerralll¡cl'lto de la fa- y nccesarja con el obic--to de asegurar la eficacia resislerrte de es'
ctrada de unos l2 kN de peso sc dcsprendió de la gríra que la tas piezas cn cl contexto clel foriado reticular dorlde se encucntren
transportaba dcsde una altura aproximacla cle rrnos I0 n'l y, cll sLl r-rbicaclas, pre:;to c¡ue posecn utta rcsponsabilidad bastatrtc sr'rpe-
caída, impactó contra el zuncho de trorde cluc tr-ní.r ltna lrrz de rior a l¿i cle los rrervios del mismo, aultque sólo sea por cuestio-
unos ó,5 m. I)es oe Ldtltdno.

Dicho impacto, necesariamente. tenía quc h¿iber arruinado cl


zuncho de borde; sin embargo, sólo presentaba daños nruy lige-
ros que permitieron una fácil reconstrucción clel rnisnro: iPor quó?, 9.2. Yigas (zunchos) de borde entre pilares
simplemente porque los nervios adyacentes p¿tralelc)s, qr.re strfrie-
ron tarl)bión fisuraciones, se encarg¿rr()n a trar,ós de los ¡rervios F)er¡n;l fc'rrrra simplc podríamos hacer r.t¡r¿l tr:rintera clasifica-
transversales de sostener al zu¡tcho irn¡ractacJo y transfcrir los es- citin los zLrrrchos de acuerdo a la filosofía de los pórticos vir-
cJc
lucrzos dcl irnpacto hacia el i¡lteric>r de la ¡rlac:a. tualcs, t:r¡n lo <rui:l inr¡llíc:itarlente poclríatttos ver su irnportancia
El análisis cspacial completo de los edificios, actualrlente po-
rclativa, clentro clel esrtruema resistente que tradicionalmcnte se
posee de csta tipología estrllctural.
sible, también pone de manifiesto Ia interrel"tc¡órr tarr esplérrclida
que existe entre todas las piezas que configuran el hiperesttitismo Si el zuncho se encuentra situado dentro de la banda de so-
de las estructuras de edificación frente a Ias acciclnes quc actúan portes quiere decir que srr responsabilidad resistente es elevada,
sobre las mismas y lo imposible que resulta aislar lcs mcc¿nismos darJcr r¡ue rlicha tl;lnci;¡ ;lbsr:rt¡e una 75ó/o del momento total de la
resistentes de unos elementos con relación ;.¡ los ;:tlr,,a<:e:nl.cs. flexión neg.rti','¿r c1lre exi$ta en el pórticr> virtual y un óOol" de la
fli:xión positir,,;r. Cu¿rnclo nos refiranros a este tipo de zunchos lo
Sin embargo, con lo dicho anteriomrente, no pretenclcntos cn
harenros bajo las siglas Zs (zuncho perteneciente a la banda de
modo alguno invalidar el hecho y la filosofía de inl:oducir vigas y
sopoftesl,
zunchos de forma directa, con la misión especÍfica cle resistir unos
detenninados esfuerzos haciendo abstracción de los rest.rntcs ele- Si el zunclrcl 5e et'lcllenlra ubicado lísicamente en las zorlas
clUe se clenonrinan bandas Centralcs, Stl responsabilidad resistcn-
mentos del foriado, siempre que ello se realjce coll un cierto sen-
tido común. te es nrucho nlenor, daclo que los porcentaics de flexión negativa
correspottclienLes "t cstas bandas son del 25"/"y de flexión positi-
En general, dicha filosofía, aún a sabierlclas de clue rcstilt'a con- va el 40% Nos referirc_-rrlos ¿t cstos zUnchos ubicad<¡s crr las ban-
y per-
ceptualmente incorrecta, suele caer dcl laclo cle la scguriclad ¿¿¡s cL'¡t¡¡¿rles con l;ls siglas Zc.
mite a los proyectistas no tener que acudir a métodos dc cálculo
y análisis más prccisos, pero lógicarnente t¿mbiét' nrás tcdiosos CLASIFICACIóN RESISTENTE DE LOS ZUNCHOS
y comple¡os, cúya aplicación en horas de [éctrico cLtalificado casi Zunclrrrs l't¡.ro Zs (ZuncIlos ubicaclos en balrda clc soportcs)
siempre resulta mucho más costosa que los beneficios qtlc po- Zurrrhtls Tir¡o Zc lZunchos ubicados err bandas cenlrales)
drían espcrarse de aplicar dichos métodos rigttrosanrcnle'

Por otra parte, y si bien los rnétodos cle' cálculo tlsp'rci;r)es per-
miten una aproxirnación mejor a los tner:¿trismos resistentes dc las
estructuras y a [a intenelación resisterltc que existc t--ntre los dis-
tintos elemcntos, distribuyendo los esfuerzos clcorde con las rigi-
cicces y la situación de las piezas en el corrtcxto estrtlcl'ural,
también es cierto que toclo lo anterior exige un correcto etrsanrblaie
constructivo del coniunto, y que un fallo en un clcnlento detemri-
nado puede sobrecargar a los restantcs sin que se ellctlentrerl pre-
¡xr rados para dicher circrJrlsta ucia. clesencaclc:rr.l 11dó u 11 colapso
progresivo por efccto dominó.

Elr todo lo relacionado con las vigas 1r zunchos, los resultadcls


que provengan de un cálculo cspaciai autc-rttt¿tliz¿tcio ¡)t)r t)rdena- Fi-.1 a. I i]:asificaciirn clc los zt.rtrclros según su ubicación
cle:':rt¡ dr las ¡-rl¿1;15 b.t jo rrrr pttnto de visLa rcsistcltte,
dor exigen y demandan mucha más atenciÓn que los resultaclos
obtenidos para los nervios. Una revisión completa y'ponnenoriza-
da dc los planos de construcción, por parte del rcsponsable cle la La cl.isitic"tciórr ¡'lrimera establecida no cleia cle ser tlna
estructura, que arralice espccialmente la correcta srtuación cie cli- clasificacjón nrr-r¡' potlrc'dt--ntro de la variedad dc zunchos posiblcs
chas piczas, su ensatnblaic, sus posibiliciade; corrstn-lctitas' y las clentrrl tle los ioriirclos reticlll¿tres, pucsto que pueden scr
vcntajas e inconvcnientes que podrÍan derir'¿rrse cie ¡lrtllongar sus cl seri.rcic-rs i, r olocaclos con in lerlciolra liclades muy difercntes
i

cruces y las zonas de anclale, resulta absoluL¿ntelrte con'.'eniel'ltL-- erlLre sí, tal conro ¡totre clc nraniliesto la l:ig. 9.2.
30ó Los foriados rctiulues

I ig. 9.2 'l ipologi;¡ cle zrlrrchos dcrrLro dc tttr fori':dc> :e"lcr;'"

genéricas estable-
Nunc¿ nos lran g-rstaclo las es¡:ccificaciones
Loszunchosubicadosenlosbor(lcs,entrepilares,sol]los obietivas' puesto que suelen
ciclas al urargen de cuantificaciones
zunchos que lnás sc ven afectados por todo tipo de solicitacio- bizantinas entre los técnicos que
punto dc vista resis- acabar ¡rr.ruocanclo clircusiones
nes y esfuerzos, y los más delicaclos balo el
proyectan y )os LécnicCrS quc COntro[an.
tente.
Un zt¡ncho cie borcle colocado en un voladizo continuo de fa-
Al margcn de los esfuerzos flectores y cort¿rlrles qt¡e solicitan
a los zunchos entre pilares, cotrto sucede ell todos los demírs, en chacla a 2 nl clc la lírre¡r de pilares, y lógicamente pcrteneciente a
este tipo de elemcntos se acentúan dichos esfuerzos por ser el una banda central, apenas posee esfuerzos dignos de considera'
nervio de mayor rigidez del pórtico virtual paralelo a la f:rchada, y ción que iLrstif iquen su razón dc ser y su presencia como tal, bas-
por recibir de forma directa las posibles cargas adicion¡¡les debi- tancJo prtsible¡lrente l¿¡ ¡lresencia de un nervio nrás de la placa sin
nr¿ryores problerrras ¿ñaclidos. Por razones de tradición y dc ruti-
das a los cerramientos.
na constructiva rJe recoger cle fonna cómoda las patillas dobladas
y
cle los negativos, y permitir los anclales de las barandillas demás
Por otra parte, los zunchos de bordc, al encontrarsc en los ex-
como un
tremos de las placas cioncle se cierran los circuit()s cle las t<;rsio- piczas cle las f¿rchaclas, solcmos colocar t-lichos ¿utrchos
y Sin cmbargo' si des-
nes que tienen lugar en las misrnas, acllnlulan urlos csfuerzos val<-:r añacljclo en los borcles de los foriados.
estaios tensionales adicionales que tienen qtle ser considerados aparcciese cl volaclizo y el rnismo zuncho tuviese que colocarse
en el dimensionado de los mismc-rs. entre pilares, l<.rs csfuerzos qire lo solicitan se irrcrementan con-
siderablernente f rente ¿l anterior:
Por todo lo anterior y sin cuantificació¡r ntrmérica de tipo
al-
guno, la norma EHE en los comentarios de su artículo 5ó 2 cxpre- iDebemos colocar los estribos en ambos zunchos a 0'5 d'
ia "En Iu nen¡ios de borde de las plaus aligeradas se díspondrán
cercos co'l criando en cl primcr c¿iso sobra hasta el propio zuncho?
' n0 matlor de'0,5 d' capaces de at¡sorber lss ten'
una separación entre ellos de
i.Es lógico que Llrt zuncho cnt're pilares salvando una luz
siones a esfuenos cortantes que se produzcan" ' que otro que salva
8 metros teng¿ que llevar los mismos estribos
que po'
r:na luz de 4 rlretros al nrirrgen de los esfilerzos propios
sean?
en vez
Si se opta por colocar estribos del Q8 en los zunchos
cle estribos ciel óó, alguna consideración diferente deberá contem-
pese a
plarse en su reparación baio el punto de vista resistente'
que la eficacia áe los estribos sea mayor cuanto más iuntos estén;
sin embargo, la especificación de 0'5 d no tiene en cuenta para
nacla ni el calibrc ni el número cle ramas
que posean los estribos

:tlteri()r de los misrrlos.


l-id 9,'J. Zunclros cle bordes pclillletról( s en ( l
clc-"rrnpatio de viviendas.
Los lirrl¿rfo-i ¡¿rr¡llar¡s 107

El argrmenlo esgrimido por los dcfensores ck-r las nornlativas bl Aclrnr.is, c['l c air¡rclírsclc l;¡s arrrladLlras necesarlcls pf,r;r le-
burocraLizadas quc dice que las cspecificacionc¡ est.rblcciclas en r jst ir l¡r¡ cilrul¡lr cle cerrantierllo que graviterl directamcnte
las rnismas dcben irlterprctarse al pic dc: l¿¡ letra, :r-rt¡re todo' s,tl,¡re Los mismos,
estr¡llos, capa clc compresi<irt, <:Llantías rltítlinl.rs. nl¿tll;-ru cls, c.álcu- Lo ;rntc:ior sr.rfx)rrc, obvi¿ttltetltt:, tclrer clue calctllar el ¡rórtico
los y diseños rt-'glanrentatrios. ulc; \r .lclenl¿i!, ¡rorfi.rnclo r-1rre e:l ha- si:r la:. c;rg.¡s de cerr¡rrlricntos, si tto 5t,: tlc:st-an dr.rplicar los
<:erlo así, sin cx<.epciottes, no supotle un coste arl¿iclicio digno de esllrÉrzn5 deriv¡clos clc dichas cargas ell zt¡n(:hos y lleruios
consideraciórr, sólo result¡r r.rn¡ r.'erdad a nlr'dja;, [)tlesto (]tlL-, 6) r\l nrar.gerr cle l,rs arnraduras arttcriores, adiciorlalmcnte es
como y¿r se ex[)uso t:rr capítulos ¿rIrte:iorcs. l¿ nornr.i Il ll: h¿ c-rr- necesrtrio arriaclir unas arrnadL¡ras latcralcs (lue :,e supone
carec¡do las cstn¡ctrlr¿ls de ioriados rcticr¡larcs ert l()rrro ¿i Lln lO'lb
5iruen para la torsiótt, [)uesto que nada sc clice en las NTE
con relación a la EH-9 I . Sin enrbargo, lo pcn trso {le tocl¿l csla :i- sol)re su r'¡zón de ser cort el criterio re,x:ogido en la Fig. 9.5.
losofía no radica cxclusiv.rttlettte erl lln rrrr-¡bler¡].¡ ec<Lt]cinrico, que
sierrclo tln ¡lro[rl<-'rrr;r irr)[)orl¿lrtte trt¡ lt: e:; t.]ntc). lo rcLtltttt:t'tte ¡let'
vcrso dc csta cultur¿r ya lo exÍ)uso €s¡tlt-inrlidatlr-rrte en L¡rt¿i re' H.70 c:ut H.25/5Oa.
flexión sobrc sLr vida y su <¡bra el genial ingeniero urLtE"tclyo Eladic)
Dieste:

"Ott¡ ,lrrilt t'crdLtd cs 'sc


4tir' €ó6¿./2et¿,
€ ó6¿. /2 et¿. eÉt4l5au. €66a a lzau.
edE l7at¿
It¡¡c c¡llu¡.r ¡i ¡l¿ü¡r'. Lo 4tir' ¡ici-
r'¿'it' -iiit' l:t' ri,'Sr¿¿1,i;'r'|r Ll Pdft ¡l Lll ! a J .{: r-.JLrr..':i.lÉ ror:;rón ¡cjicion¿les.r l¿rs clu(:'st:'r,t)lcx¡r,rcrr ¡tor llcxirirr
r¡ll ¡t!t¡ri'|¡t,i ri.' ,¡¡i.rs rü' a(),rslrtlr- .,:,,. t.;' , ,:r,; il: h¡,ri-lc, :;(-qlllt N I L.-Ll lR (l9EE).

fdr d-i l¿,;.1- .¡iDi.rs/ar!¡ itll-<c1 lt púrd-


1i--¡r¡li','r: ¡l;rt':lrii /rt¡¡¡i¡Li t/ ¿¡l /rt Lrs \Tf [t lR ¿rl considr:rar conlo único parárrrr:tro dccisorio cl
-srlal{1¿iii i¿ lr t ! )(i rar r',i¡ t- l1,r¡ -r,'l t t¿¡ll - c.intc-r ci,: ,¿, f.,,"¡,r sill h.rcer inLeryclltir Clt absolul() ni las cargas ni
do 4Lrt' i,r,i..: l¡-. ¡¡r¡ii¡:os {/¿i t'sliill ias iut es. c!)n([](c
(r Ll-los resultados que, en general, carecen de
lra--¡¿1,ts r¡ia\Jrrltr/cntf/ltf." Itjcjc¿-t. En l.i :-'-r¿rvtlrf¡ rlt.r kls c¿lsos las ¿lrrn¿rrluras rcsultantes de apli,
(E/¿¡¿ll,r Dl,'it¡t carr io. t ritirir:r:: ilc l.rs NTI scln clarantcnte sobreahundantcs. es-
¡ret i..ilrrr,:'r'r:c el l.r ¿ictualiclacl cloncle existc una tenclencia cl¡¡ra a
errr¡rli:;rr (:;ittc)i e]rvadtls ¡tara los forjacJos. Sirr enrbargo, si f)or
cr.ral,-1uier rir(,rr'i,ilcrrci¿r nos venros obligaclos ¿r pr()ycctar forjacios
l, los¿rs ci( r(rr,L,) rrslri( to y lr-rccs ¡ror errcinra de los c:rratro ntetros,
I

los (rjLefjrr-i tle l¡s Nl'F. ttLrecJetr caer clel lacjrt cle l¿¡ inser¡rriclacl.
I-ic¡. 9.4. Ll¡('jiC, [)ie5re.
EI ¡r'.ilrsis ', c.Ílculos de las estructuras con forjacios retic:rla-
res, r'e;rii¡.rri,ts lt¡s¿incJctse err los pórt.i<:os virtualcs, incapaces cle
. IJno cie csos canrirros Lrazac]os a tt,:ne¡ f_rrr,sar'r:r l;ts ¡i]¡5¡¡¡¡1,.s generalizaclas que ¿ic()ntecen global-
]t¡ctl_rósitrl c1e ios zLtncltos
dc borclt: ttst¿í dcfirricl<¡ en las Norr.'..rs Tec.,rlógic.r. \TE_LHR cle lr(-f rte elr l.,> :rec¡nl:;nrL):i rcsislelrt(]s <le l¿rs ¡.rl;rcas, al ril;lr.qen clc
l9ti8 espairol¿ts, que se cn(iuentran err r,:gr¡r !i¡t tent.r. r.trr caráCter lcri rr-rrsii¡r-;¡r'-. .rcli'. idLr¿iiz¿rclas r¡ue ¡rucclen exisrir o no en las
.bligatorio. Dich;ls Norrnas Tecn.lógici;s rr.colrrie'ci.rr-. c1Lre la gco- ¡rie-
zas aisl¿ti¡s, :rLir) srielen i.rlror;rrse no h¿c:iónclolas illtervenir e.n
nlttría dcl los zunchos cunrpla la si¡lLrienttt t;rl_r,.i: "
r:l ecluilibri-r rJr.lconlr-rnro; h.r sicjo la caus.i cie Ia cre¿rción cle nru-
chir! ..lc i¡rq c:.pccilic.rcioner rcglanrentacl¿rs crr ios clócligos oficia,
lcs, rnrt¿, r.i r.'i¡ >r-:it i'li': cfertos qLle J)roclucerr las nl¡sm.rs
.-_-----1
'- __l Lt-r5 ¡1¡¡i'.¡5 rlr:'i ltrc¡fesc-lr L C¿rlavc:r¿¡, bas¡rl.s err el CócJigo
I
,Aal- ji l,Y , ,,lqL,r':.i- ;;poltctcii)r)es .rislarias, corrr.
-l ¡ltteclc. ¡er l.rs clc:
nucstro l.lrr¡ \l.i¡ilr,ii Pniili¿o st'¡bre los fttrjados reticular¿s,
'l'ai¡l¿ 9.1 ljases rccor¡leÍtcl'tclas par.t li¡s ¿;r,, !r) !i ¡,..a (, I (-:i. ¡rerrlitieron
c¿ntt-r clel fori.rrlrt clonde sc.utric¡uen .;(,!:r.l:'.TF-i l-ll 1 lisqr l'rrcler al¡¡rcl¿:r t.r' rr.is o r'r"rcnos rlgor, lir lclrsión en l.s ztrrrc]ros
clr: llorcic i"-r:rc i-)i.,'rrfr5, suplenrcrttanclo krs esfr-¡erzos clerivar.los cie
eli¡ cttlr lr): ¡-rii-.g1¿,.¡r c.lc flexici¡ y cort.¡rLc obteniclos a tr¿rr,és del
En cuanto a las armaduras con las que dotar los zunchos ntélorll sl-r'ltijiic¿icitr cle l,-rs pórticcts viftuales. Tcnclrerrros ocasión
segun las NTE, deben ser las siguientes: frriri ¡ciel¡::'.'i-iÉ '.er l¿rs iorr'rtr-rl¿rcic)l'rcs cle cálculo clue ¡.lr-reclcn apli-
c¡r',<d er el .ir;irsis ¡runrririco cle l¿i torsión en los zunchos de bor-
a) Arr.lladuras de flexiírn conto si el zr.;ltcho iL;rrlc r_.t- nen o lrás -t-
dc la banda dc s<ll.rorle dc-l ¡t<irtico i,jrrLr,r] clc tc:-¡-iij,i ali. \-L)11¡l{,iL r,:r r.lL-rlq¡ r\rrtr() ril¿t ¡rieza aislacla clel rc:Stc-r cle la plaCit
:irrr¡tlifr;,i', :,-', . t.r,:'r.rlcl¡r.,
30E Los loriados reliulares

Zunchos estandarizados enfte pilares (flexión * torsión + coftante)

PESO EN k¡t,rrllY N'ntl C I',I. TOTAL


SERIE {AE. 400 Nt
Zltt-X P-,A P.B P-C P.D fs: l.l5entykN
?ó8 3,88 4,l8 5,48 I r,20
4 0 r0 (? ó) l?,8) (4lr ti) 7| I 109 7ó)

40,10 5,28 5,48 5,78 710 I8,?7


f
t5l 4t t53,7 l'ió.ó41 ra:\.r )ól rl80l
408 .7 r

40.? r0 6.t7 6,36 (r til¡ 7 ,96 22,40


160 17 ) {ó2,3 3 ) \61.27 I / ¡11 r2l9.tr
4 0 r0

4612 812 8,52 8.82 ltl l'r 32,26


+ {8 I .54} (83,50) t 8Cr.44 I t1)!) 18¡ r3ló.151
4O t2
4 S ró I0,00 10,20 I 0,50 i i ,cqL) 39,87
-1-
4 0 r0 {c)8 r {99,qó} i102.()i rl 15.é,4r 1390.73t

4 0-r ró ll.l0 il,28 I l,t8 44,80


4it2 r 108,78r rl 10,54t {l 13.48t t439,04t

40 ró t2,40 12,68 I)C)R 14 28 51.10


+ il2l
8 0 l0 52i \124,26t tl27,20t rl39,a4r t500,78)

4 0, ró | 4,(:4 t4,84 15,1 4 16.44 6Q,93


+ tl43.47 tl45.43t (148,37i rlól (5r)7,1 I
11r
Bü r2 t I

4020
-t-
t7,40 17,ó0 I 7,90 1q,20 73,47
\t70,52t t172.48t tl75,42t (I ¿t8 lór ( 720)
4$ ró
4Q ló ')(I l^ 20,36 20,ó(¡
+ 2 2,00 8ó.00
801ó it97,57\ 1199.53r \202.47 t (2lt ó) {842.81

4ó20 23.7 2 23.92 ')a'.r') 25 52 102,r5


+
80 ró t23) 46) 1234,A2t 1237 ,]ót t250,lt ( l00l ,07)

4 0.20 30,84 31,04 3t ,34 32,64 t34,40


-f
t302,23) (3O4,19t 1107.13) I 3 I (1.¿i7t 11317,12\
8020

X puede ser A, B, C ó D
A-e0óa20cm C -eS óa l0 (li3 Lt va 20cnr
B -e 0 6 a 15 (ll3 L) y a 20 cnr D- e0 8a l0 (1,/3 i.r ya 20cnr

9.2. Tipificación posibL'y cstandarizada dr:r zlmcl'r(ls de br--¡rcle ellue IJiLtres ccrlr arnt¡duras de f]cxicin y t()rsión.
T¿¡blu (l¡s
armaduras intemtedias vercnlos que se erlcuentran sobredimensionadas).
Los foriados retkulares 295

No se dispuso armaduras transversales de tipo alguno frente La formación de las fisuras inclinadas se observó en el borde
a los esfuezos cortantes y las armaduras cortadas por los huecos, libre y en el intcrior de los huecos, iniciándose las misnras al
tal y como es costumbre habitual, se ariadían a izquicrda y 50 % dc 1a carga última cle rolura.
derccha de los mismos como se contempla en la figura 8.84. y cs
costumbre en estos casos. Las fisuras inclinadas generalmente empezaron a consecuen-
cia dc las fisur¿rs de flexión.
Las cargas transmitidas a las losas, carga venical y mofttento,
se han mantenido en una relación constante en los scis cnsayos Las bases dc los conos de punzonamiento han resultado
realizados: similarcs, salvo en aquellas losas que poseían huecos en contacto
con los prlares que han resultado ser menores. Lo antcrior
M significa que el efecto de los huecos que se encuentran separados
Ñ=U'J de los pilares sobre la capacidad y corlrporlarrriento cle las losas
a punzonamicnto ha sido relativamenl"e pequeño.
. Estado l: A velocidad de 2,5 kN¡min se ha aplicado la car-
ga hasta llegar a la situación de servicio. L:¡s deformacioncs vcrticales rnedidas en los soportes frettte
. Estado ll: Manteniendo la carga correspondierlte al peso a las cargas vcrticales aplicadas cn los mismos han sido similares
propio se ha colocado y quitado diez veces la sobrecarga de para todas las losas. Se observó un aumento del l4 al l9 7o en la
uso. nláxima deformación verlical de las placas después de completar
. el décinlo ciclo dcl estado de carga repetitivo.
Estado III: Finalmcnte, se han incrementado las cargas en
escalones de 1,5 kN/ min hasta la rotura.

'iI
Jzsol.-zzo-J L-¡e29--J
elcvation plan

Fig. 8.¡i5. Mecanismo ideado para introducir )as cargas venicales y


momentos en las losas.

S.lg.l.Comportamiento general de las placas


ensayadas

Todas las losas han colapsado a punzonamiento de un modo


sE0
frágil y repentino. V- 110.0 LN
M- 1ó.() tN$
L¿ formación de las primeras fisuras cle flexió¡r en la cara
traccionada de la losa se han iniciado para una carga vertical de Fig. 8.8ó Aspec¡o que presentaban las placas SIrO y SEO cn cl
40 a 48 kN, partiendo de las esquinas interiores de los pilares hacia momento de la rotrrra en sus carastraccionadas.
el borde libre exterior; y a rnedida que aumentaba la carga las
fisuras se extendieron gadualmentc sobre toda la losa.
El corrpoftanliento de las placas con huecos se ha comparado
Para cargas de ó0 a 70 kN, las fisuras alcanzaron los bordes con el conrportanriento de la placa que no tenía huecos y los
libres con inclinación variable en 30o y 45o. rcsultados se resunten en las siguientes conclusiones:
296 Los loriados reticulares

. La placa que tenÍa el hueco en el


latenl del pilar de I 50 x I 50 mnt E.19.2. Análisis de los resultados obtenidos a la
(SEO) ha experimentado en la situación de servicio una dc- luz de la norma española EHE baio el punto de
formación máxima superior del I ó o/". üsta del proyecto
. la placa con el hueco frontal dc I 50 x I 50 (SFO) ha tenido
una deformación que ha superado a la de la tr>lac;r sirr hue- Aceptamos que las unionc:s cle las placas ensayadas forrnarr
cos (xxx) en un I 6 y 72 "/o; baiando cn las proximidades de parte de un¿ eslructura c,onvencional de edificación consl-ruida
la rotura a I I ytrn 25olo. con un control de eiecuciórr nc.¡nnal, emplcándosc un hormigón de
. La placa cuyo hueco frontal era simil¿¡r ¡ll t¿¡m¿¡ño del pilar resistencia característica estir'nada f¡¡ - 27.5 MPa.
(250 x 250 mm)ha tenido una deformación del l43o/oma-
El cortante cle servicio que las placas tienen que transmitir a
yor; disminuyendo en la rotura aun75o/". los ¡:rilares se h;r c¡lcr.rl¡cirl err V : a3 kN y no se ha cJis¡lresto en
. La placa con el hueco de I 50 x 150 rnrrr silu¿idcl ir utra cJis- las losas árm.lcljras de cortante de tipo alguno.
tancia frontal del pilar dc 90 mm ha experiment¿rclo tttra cle-
El nron\er'rto transfcridc¡ entre las losas y soportes la trorma
formación superior aI 6"/".
espanola lo ticne preselll-e iletréricamcntc mediante el factor p, quc
. Y la placa con el hueco de 150 x 150 mm situatlo a la dis- en el caso clLle rr()5 (-x:upa por ser soportes dc borde vale 1,40.
tancia de 180 mm ha tenido tlna deformación su¡>erior con
relación a la placa de referencia (xxx) de tan sólo el 4 %. L¿ resistrncia del hormigÓn a cortarlte con la cuantía de la ar-
:
n¡adura clc tr;¡cciórr clis¡)tlctsta P 0,0075 vale'

En situación de rotura, las difcrencias han sicio tlastantc


200
menores, como ya se ha dicho. B=l+ ci
='*,Eo! = r,0,
Debido a la presencia dc los huecos, la capaciclad de
punzonamiento de las losas disminuyó de un 4 a utt 12 7o, f.,,, =0,12'g lloo'¡r't ¡)l 'r =
excepto en la losa que tenía el hueco dc 250 x 250 mm situado
=0,1 2 2,45't00.0,0075'27,51tt3 =0,E1 MPa
frontalmente, que tuvo una disminución del 28 7o
canto útil cl = 95 nrni
huecos situados frontalmcnte a los soportcs disttrinuyen
L.os
la capacidad de la resistcncia a cortante mucho rnás que si se
encuentran situados en los laterales. Lrrs pc-rímetrcrs c:íLicos para los distintc¡s r¡rodelos de placas sc
decluccn tcnienrlo t)resentc cl dibuio recogido cn la Fig. 8.82. y en
L¿ distancia entre la cara dcl soporte y el hucco iniluye en la la figura adiunta ll tlT
capacidad resistente de las r¡niones, en una prclporción que
podria estimarse de tipo lincal. El hueco situado a d cJe la cara dcl
pilar produjo una reducción del 8 7o y el situado a 2cl, una
reducción del 4,5 "/.. El huec<¡ sil-uado iunto al soporte produio
una redrrcción del l0 7". c"l
t
Los códigos americanos ACI-318-95 y la canadicnse +
2dI
CSA.A23.3-M94 preven valores conservadores de resistcncia err
las unioncs de las losas con pilares, cuando éstas posecn huecos
+ H.o,¡c, ó l,5d
en las proximidades. Los códigos son más conservadores a F.o ,\ lt7 l)eririrctro crÍtico gerrérico segun F-l ll:
medida clue dichos huccos aumentan.
\.\ Ptfi '

tEÍ!i\.-
¡H"¡^ -*'s
097
I 940
917 7t0
sFo 733
t tLr ,48.5 59)
SF] 877 820
qFl 942 8r5

Tabla B.l3 Perinrctrrrs t ríticos de las losas etrsayadas Lctriendo


Tabla Valores dc rotura, valores obtenrrlos cn los e'nsayosy valorcs
8. 12. pieserrLcs los huccos segútr la tllE (a 2d) y los obtenrdos de forn.ra
pi"rrr',*.r"t en los proycctos según el cócligp ACI v st.:gíln el código cana tr¿clicit¡n¿rl (a 0 5 (ll
<liense CSA.
lns loriados reticular¿s 297

L¡ tabla 8.14 recogc la interpretación de los resultaclos que se E.19.3. Conclusiones


obtendríarr aplicando los crÍterios de la EHE y nuestra aproxima-
ción práctica y sencilla al análisis del punzonamicnto {l.R.T.}, par- . La presencia de huecos cn las proximidades de los apoyos
tiendo de los rest¡ltados obtenidos en los cnsayos de las placas
reduce la efjcacia resistente de las placas frente al punzona-
descritas.
n-liento, ¿iunque bastantc menos de lo que cabría deducir
En el análisis se obtiene un coeficiente de seguridad c¡ue es aplicando los critcrios cle los códigos oficiales (EHE, etc.).
comparado con el coeficiente dc seguridad global de proyccto que . l¡s dcformaciones de las placas se incrementan cuando exis,
estimamos en yf .¡E-= 1,95 que creemos interesa especialmen- ten huecos de instalaciones en las proximidades de los pi-
te a los proyectistas. l¿lres
. La reclucción de los perímetros teóricos críticos dc punzo-
Se recuerda que el máximo esfuerzo de ¡;unz<tna¡niento namiento que proponen las normas, debida a la presencia de
aceptado por la EHE se deduce de multiplicar el perímetro crítico huecos a distancias menores que 5d de los apoyos, no re-
situado a 2d por el canto útil y la resistencia del honnigón a coftante fleja el comportamiento real de la placa frente a los cortan-
f.u dividiendo el resultado ¡ror el factclr B c¡r,re tiene ¡.rreserrte los tes y cJetrc scr revisada pucsto que resulta excesivamente
momentos existentcs cn el apoyo (f.o = f.u : 0.81 lvlPal. pcnalizadora, ya quc los huccos se amplían de forma inde-
bida
También se recuerda que el criterio del autor consiste en operar
. Irrs planteamientos dcl cálculo a punzonamiento en las pla-
con el perímetro cítico a 0,5 d y obtener el niáximo esfuerzo de
punzonamiento de forma similar, pero operando corr la f.r, cas recogidos en la totalidad de los códigos vigentes, entre
los cLrales se incluyc Ia norma EHE, son sumamente conser-
tradicional amplificada por 1,5 en vcz de 2 por ser un apoyo
vadorcs. El conservadurismo se amplifica cuando se aplican
extremo P.
las reducciones dc resistenc.ia estahlecidas por la presencia
(f.o: l'5'f.u(ERl) = l'5 0'ó9: I 035 N'fPa de htrccos.
. El clar-rtcamiento simplificado que proponemos para analizar
Hagamos también una aproximación a los ensa)'os realizados, el punzonamiento, recogido y expuesto en el apartado E.18,
pero esta vez operando, no en situación de proyecto, sino sol:rc concluce a rcsultaclos ligcramente conservadores (véase la
los valores realmente obtenidos sin coeficientes dc minoración de columna (7) de la tabla 8.1 5), pero mucho más razonables y
tipo alguno, aplicando el criterio de F R.T. d : 95 mm)
f
ajustados al comporlamiento real de las placas que los pro-
pllestos en la EHE; y cl aiuste, cuando no existen huecos, es
magnÍfico.

Carga de Punzon Punzonam.


fOtura dc diseño de discno YrNd V¡Nd .- Vt
¡-vs
Placa
obtenida (Vr) Vd:Fef vd fr, R't.) tF:Hr-:) il- RT t
IEHT;) (tr.R.'t'.)
KN ILHL) fFcp = 1,5 fcv)
)00( t2?,1 ó0,30 92.4 ?,04 33 3,27>1,9J (t8ó%) 2,17> 1,95 + 18,5%)
SEO I 18,8 50.4 ó9,81 2,3' 70 3.77>L95 f r 93%) 2,72> t,95 + 39,5%)
SFO I 10.9 39.4 ?,81 54 4,50>].95f+l3l%) 2,46> | ,95 126,2%)
(:¡-o 89, I 30,1 5 )8,5 7,95 52 4,'12>1.9>lt 142%) 2,43> | ,95 +24,6%)
SFI n3,3 48.20 80,ó3 2,?J 4l 3,76>1,95 1+93%) 2.25>t.95 + 15.4%)
sF2 tt7,7 ,l.78 84. I
114 40 ?,64> t,95 (+87%) 2.24>1.9r{+15%)

Tabla 8.14. Resultaclcs corr)párarivos entre los ensayos y los valores pror)Lrestos por la EHE y el autor (F.R.T.)

Carga de rotura Fcp rF,R.T)


PL,\CA fc R (C,5 d) Vr/Vu (7)
ob:enrda lr'rr (l,5C,lótFr {F.R.T)
)oo( r. ?7.1 33 940 3't8 o0
SEO é.ó 71,5 710 347 90,8ó 3l
SFO r'no 2t q 733 3ó8 95.3 7
cFo 89, l 33 59' 3't9 77.95 4
SFI 1"3,3 30 820 )\) t42,4
SF2 117.7 2^q 855 107,ó 0

Tabla 8.15. ResultadoE compa:'a::ics entre los realmerte obtenidos de los ensayos y lo que
realrltente sc prcdicc co:-r :-r€s:ros c.teros 1F.R.T.t. opera:do con los \/¡rlores reales de resis-
tencias, sin coeficienles de se{.;-d:d ¿ñ¡didos.
Los [oriados reLkulares

8.20. Determinación y Tipologías de E.20.1 . Armaduras lnclinadas a 45"


Armaduras de Punzonamiento L-as barras inclin.rdas a 45'' bordeando el apoyo son dc muy
fácil puesta cn obra, y ircltrritcn una industrializaciórr cotlstrtlctiva
Si una vez analizado el estado terlsional en la srr¡rerficic crít ica rnuy cómodri inclependicnterllerlre clel tamaño de los sormrles. Etr
de punzonanliento, nos verllos obligados a disponer ar¡ttacluras general, bastará ciis¡tont:r un coniunto de barr¿s dc Ql0 para
transversales para absorber el cortantc V.,, que sobrcpasa al V..,, res<¡lver el problenr;r ert l<ts t:¿sos nonrtales y. solamertte etl casos
tendremos que scleccioltar de las tipologías dc tcnalla dis¡rorrihrle rrtuy especialc-'s de sol>recarg;ts anormales puede ser neccsaricl
para estos casos, aquella solución que estimemos más adectlada
acudir a la sohrcitin mixt¿r de estribos vcrticales y banas inclirtadas
particularizadamente. de rnayor diámctro.
En la Fig. 8.88 exponemos las t"ipologías ntíts frccuentemcnte
enrpleadas para resistir los esfuerzos coftantcs.

# + l,l E h
Longitud total = 0,40

. B..ce3 inctineoas e 4So


I
Frg. 8,E9 Bana ti¡xr dc ¡lunzotlaniiento y csquerna para srr colocación'

Una nr¡rtera serlcilla cle abordar la reprcsentación de las


aml¿rcluras clc ¡rttttzonanliento cn planos, dad¿ la gan cantidad de
o Eglr,t'lg.S VE ¡rrE^¿CÉ ( 2*CHO| C¿e¿'tút) áLlacos qur: ¡;ueden existir en ull¿ estructura, pucde ser mcdiante
clavcs tale: ('()TIro: P, Pl-r. PPP, gr.rfiadas e-n los plarros de re¡>lanteo
clc c¿rcla ¡tlarrt;t. re¡trt--st:ntarrclO gn detertrlirrado nútllero de b¿rfras
inclinaclas prc\,'iarnel'tte fijaclas en un deblle constructivo general Las
c:laves que se clcfinan pucdcrr incorpclr;rrse al ctl¿¡dro de pilares,
claclo que el tamaño cle los nrisrnos varía etl alnlra, hacicndo tambión
variables las corrcliciones de pr"tnzonamicnto de cad¡¡ ¡>larrta'

Con el sistcna expLlesl-o, pr-rede discñarse un tinico tipo de


barra quc sc¡r r'áljcio ¡ltlra toclit la obra, facilit;i¡rdosc la ferralla y el
con[rol clt' eiecLición cle la nrisrna frcnte al ¡lttnzottirtniento'

Los saltos ltnlscos clel número de barras quc ¡ruedcn existir


entre las clavcs P, PI']y PPP, vicnerl fiiados rnás por consideracio-
nes dc cliseiro clue t)or cxigencias de cálculo. El dimensionado de
las amlacluras inclinadas se realiza partiendo del V.u calctllado en
Fig. 8.E8. Tipología de armaduras nlás fre( trentL-merrt t: c'nrpleadas
frente al punzortamiento. cl perírttetro crítico qr.tc: se esté analizando, como diferencia ctltre
el volr¡rrt:rr cle tensic¡nes tangerrciales existentc en el mismo y el
vohlmen cle tcnsiorles c¡uc ¡rttede absorber el ltormigón, tal y conro
Cada uno de los tipos contenidos en la Fig. 8 88 pclsee stts se ha expuesto anteriorlllente.
ventaias y sus inconvenientes, y merece la pena reflexionar sclbre
ellos someramente, mcncionando algunos de los criterios qtlc Vsu = Volunrcn de tensiones tangcnciales-V.t, tll
veníamos aplicando en nuestros proyectos cstructurales, atrtes de
la aparición cle la EHE. De esta fonna pueden analizarse y criticarse sier ¡iL.
los principios presentes a la luz dc los pasados, y obtener una V.t",: I'Lü.rzonamiento resistido ¡ror el horrrrigórr, variable segun el criterio
filosofía propia de proyecLo frente al punz<lnatrtiento. qlle 5q' .rtloll¡e.
l¡s [oriados retirulares

Vrr=n A6'fyrt t4t


Vcu =0,85'k'fr'A.
(Criterio de F.Regalado con el I-{ a 0,5d}
Ouizás sea la última fórmula l4l la que meior refleie el fenómeno
Vcu = o,lo'B'(l oo'P' Lr )'/t ' A. físico (Fig. E.9 l), aceptanclo el desarrollo dc un¡r fisura a 45Q y
(Criterio de la EHE con el PC a 2d) viendo cómo el plano de armaduras la cose ortogonalmente
y un
trabajando a tracción pura. Adoptando, pues, la fórmula l4l
siendo, PC: Perímetro Cítico gra¿" .1" eficacia cle ias armacluras resultantes del 70% según
Ácom¡endan A. Páez y el C.E.B., el dimensionado de las mismas
Tenienclo presente la fórmula general de cortantcs para barras cs inmcdiato aplicanclo la fórmula l5l.
inclinadas deducida anteriormente:

Vt" = 0,9' tá d n'A¡, 'fr¿ t2t


%u =0,7'n'A¡¡'fyci t5l
s

y,dado que en las losas habituales bas[a, en general, colocar un


solo plano de armaduras en el primer peímetro crítico, cabe plan-
tear qué valor debemos dar al término s que rcflcia la separación
cntrc planos de armaduras cuando en la mayoría de los casos que-
da reducido solamente a uno.

t. Montoya dice textualmente en su conocido hbro: "En el caso


de existir un solo plano de banas lwanladas, como valor de s debe tomarse
la proqecrion de las banas sobre el eje de la pieza."

El criterio de J. Montoya no parece muy razonable, puesto que


Fig, 8.91. Mecanismo justificativo de la fórmula l4l
conduce a valores de V* crecientes con la inclinación de las
barras, contradiciendo la lógica del mecanismo que tratamos de
impedir. [a aplicación de dicho criterio (Fig. 8.90-al, transformaría
Barras 08 Í, I V,u =1,3 n
la fórmula f2len f3l.
1t', u," =l3n
Vru =1,414'n'Au'fl,¿ t3t
B¿ rra s 010 Ja
t v.u =2n
Ibl v," =20n
at Vou =3n
Ba rra s 012 J
lbt vr., =30n
=5,2 n
Ba rr..r s r' . n
a) criterio de I
{l,u,i,,,, =52
=8,2 n a)Vsu cn T
,,.,
Bclffü5
{;lti =82n b) Vs,J en kN

Nola: Exp:esrones válidas para aceros de límite elástico mayor o igual


a 400 lrlPa r4100 Kp,'cn12), n es el número de barras dispuestas en el
bl criterio de E.H s = 0.9 .EC plano

Iig. 8.90. Distancia a partir de la cual pueden clesencade-


narse fisuras sin atravesar con armaduras de cortante. A título l'¡rcranrente indicativo, adjuntamos unos esquemas
predefinidos frente al pr.rnzonamiento construidos con barras del
Al valor s le deberíamos dar aquella distancia que permita el Q l0 recogrdos en la Fig. 8.92 cte la página siguiente.
desarrollo de una grieta sin ser cosida, que es lo que supone a
efectos prácticos un solo plano de armaduras.
Dicho valor c¡uecla reflejado en l¿ Fig. 8.90-b por , acloptanclo
un criterio tradicionalista, y resuitando la fórmula 14j.
l,,os lorjados ret¡culares

Punzonamlento Tlpo P

8010 - lórilóOKN) 5010 - l0Lll00KNi Jó10 8rr80KNl

Punzonamlento Tlpo PP

a i¡, ''-.',-.r", (" t.'r' l¿ r, í.¡ ptitrlit .i


[\-)

r2 0 l0 - 24 t (240 KN) 7Ql0 - l4r(l40KN) ó 0 li) - l? I tl20 KNt

Punzoñanlento T¡po PPP

16010 - 32r(320KN) 9010 ' lStllE0KNr 8o l0 - lÓt{llr0KN)


Fig. E Q4 Ál¡¿cc¡ ccrr¡r¡l :;in artlt.rtltlras dc pr.lr)zon¡micllto

Fig. 8,92. Posibles esqucmas predcfinidos frcnte.al ¡rtttlzon'tmiento' cttatr-


clóel punzonamienLc¡ sólo se icquiere un plano de anlt¿rdtrr¡:;

&rio un punto dc conceptual, si bielr las barras irrclin¿¡clas


visl_a
presentan considerables ventaias frentc al punzon¿lulicnttl dirccto 8.20.2. Barras sueltas verticales
(cargas gravitatorias) frente al punzonarnientc'l invcrso (sisnto'
asieñtos, pretensado ascerldente) son totalnie-nte i núti lc's L¿s b¿lrr¿¡s st¡elt¿ls v('r[icales puedcn ser consideradas como
una variante cle las inclinaclas y cle eficacia rl'lenor, por lo que debe
Baio el punto dc vista constructivo, las harras inclinadas son
erl exlren.l¿]rse nrás Si Cabe SU Colocaciótl elr la obra. especialmelltc
muy cómoclas, pero requieren una gran precirión construc:liva
sucolocaciórrydebcnseratadascon¿llanrbrealnletltlseflsu si sóltt se <lispt¡ne un ¡:lirrro eft cl prirncr perímL.lro crítico. L¿
parte superior para impedir desviaciones y caídas peligrosas pcnalizacjótl clt:l 70'i(' cle su eficacia ¡ros parecc ell este caso
durante la puesta cn obra del honnigón plenanlentc justif icada

obsérveseenlaFig.8.93cómosehanrrrez.cladolasbarras L¡l fórnrul¿r que pocJemos emplear e'tt el caso de colocar


inclitradas en
inclinadas con estribos y banas cle cortante tanrtlién solantenle Ltn ¡)lano de annaduras vcrticales
pucde ser la de banas
gue sc
los nervios para resistir las solici[aciones tal'lgcncialcs irrclinaclas afectándola cle-l seno de 45", dado que cosen las fisuras
(lue tiene que soportar tráficcr
OÁAu..n en un foriaclo reticular dc lornr¿i inclirl.rcla a 450 con utla cficacia mcrlor'
pesado.
Los loriados relicularcs

8.20.3. Zunchos o vigas cruzadas con estribos


Vsu = 0,7 'sen 45o'n Arl [.,i
convencionales sobre Pilares
\u = 0'5'n ' A6 'fvo {Ban;rs vc-r-tic¿¡lcs)
Parte clc la ¿¡rttracltrrir dc nrc'rntaie cle los álracos que suele
couccntr¿irsc sobrc los ¿lpoy()s para resistir los picos de flexión
Lá ventaia de las barras verticales frente a las irrclinadirs' pese
neg¿rti\,,1, ¡tueclen cstrilr¿trse de forma convencjonal, como si de
a tener Llrla resislc-¡lcia me¡lor, es la <Je que sin/en tclllto [)ára el
punzottamiento directo como p¿ir¿ ei irl'erso. rurra r¡iga enrt-rebicla se tratara, haciettclo frcnte al posible
punzonarrriertto con los estribos verticalQs que Ilevan
Un análisis ponnerlorizado de las solicitaciones tarrgenciales incorpor;rcJ;rs, al mismcl tjernpo que ptleden seruir para sostener el
sobre los planos dcl perímetro de punzonanrietrto, ¡rrrecJe conducir plarro sr.r¡rcrior cle l¿rs armadt¡ras negativas.
a concentrar las armaduras de cosido transvcrsal erl unos pllntos
De las trcs fornlas exPiucstas de
específicos y concretos, en vcz de distribtrirlas dc m¿trtera ulriforme
ferrallar a punzonamiento, no cabe la
en dicho perímetro, aunque no sea frect:ente lraccrlo así en la nrenor duda que csta últir¡ra es la ma-
¡rráctica cotidiana. nera rnás eficaz y segura de hacerle
frentc al misnlo, cubriendo no sólo cl
La práctica ordinaria se reducc a deternrinar el volunrcn de
primer perímctro crítico, sino en to-
arn)aduras que cubre Vsu, V a distribuirlas unifornremcllte en Ia dos los que Podrían Prescntarse.
superficie crítica, sin que conozcamos patc'llogías atribujbles a Tarlbién es cierto que resttlta la más
este criterio ciertanlente poco ortdoxo
costosa de las tres en consumo de
acero, y la quc conlleva mayor esfuer-
zo de colocaciórr elr obra, especial-
rnc-nte si la dcnsid¿tcl dc amladtlra cle
los pilares y dc la losa cs els/ada.

Por olra parte, el sistema de vigas


cn:zadas cstribadas tiene sus venta-
jas, como ya sc ha dicho antes, Pues
origina urr plano muY cómodo dc
apoyo tanto Para las armaduras. de
rnontaje del ábaco, como para las ar-
maduras de flexión negativa, impi-
diéndose así quc se doblen Y caigan,
Fie. 8.95. Posiblc representación e.n planos dc' l.rs barr;rs Vericalcs .ríslaci¿rs
produciérrdose reüi brimientos anor-
frente al putrzonamicnto.
r¡altnente elevados etr los nlenciona-
dos ábacos.
En cl caso clc que se opte por barras verticalc-s sin lrás' Finalmente dccir que, Pcse al ¡na-
rccomenclamos utilizar al ¡rtetros dos planos cie arlrracluras
yor consurllo dc ¿lcerc.l quc represen-
verticales como mitimo, adoptando un disetio ti¡ro U.
t¿l esta solución, estimantos que

f ll-l_ru
puede rcsultar la más recornendable
y segura si c¡ueremos adaPtarnos a
lfm,i:i*.:"*ri:* Ios criterios cle la FHE.

Fig. 8.9ó. Barras vcrticales frente al pttrtzrlrr.:ttrietrto. Recome¡tcl¿rrros adop'


L¡ fórniula ¡rara ca)culirr los estribos es la ya conocida
tai mÍnimamcntr: l>) y nlucho meiorc) con se[);jr¿ciol]es cle s < 0,75 tl

Vsu =0,9'*'n'^n'!o
Los lor¡ad,os rcliulares

8.20.4. Otras formas de resistir el


punzonamiento

L;l casa alemana DEFIA y otras. comercializan una especie de


conectadores unidos a una platabanda metálica formando unos
peines que se clisponen radialmente cubriendo la zona crítica
susceptiblc dc sufrir punzonamiento.

Fig. 8.98. Al¡aco corr crLlcet¿l¡j, cle prlrlz()r-r¡rrlir¡r'rIi:) Ér' rrr: fr:,ri;clo rcitctll¡:r
con casetone5 perdidos.

F -- .\ l 11 .i .-...t.-¡d,. rrÉ--É i É,a-.1


¡1,1,--r1,-iñ-

En l;r llq.,3. l01 ¡rotier:ror vcrcn Ltna obr.i real, una cJis¡tosición
mL¡\'ciL-rls.i cle l¡.r:r;i; i'erl ic;¡lcs cn fo:nt¡r cle z, sicuienclcl cl último
es(luenr¿r rlr,'i.,r-. t,i¡ttriogÍ;ts itrciic¿rdas en la Fi¡¡. 8,c38.

Ar.tttr-¡Lie I.1,-) >icj .t:t.t trrjr ii¡¡ llltly fteCue¡Le, ¡l<tdcnto5 CltCOlt-
trarn(l-i i-rit:c air:l-!l) i ¡{(ts .lL- Cclrll¿ts L.rn eler,¿ldas qUC nO lt.ty.l
tltás st¡li.¡c.jór' ,.1.1!-'t\-'t-lr-l C¡,-ie tliseit;ir,r,(:Olo(-¿r ¿llll¿rS llrel.1lic¿rs cle
espesores ¡citcL;¡,cloi c.i f).tccs cle resislrr por :í nrisnras toclL-r el
Fig. 8.c.)9 At¡¿¡co con crucetas cle punzonalnlicnLJ t:t u: ¡¡i¡1.;,1 - 'o-,- . :'' l-rurr¿on.ir:rie:-r:o ¡r'('s{ilt(iia't'iclo de la c,ol¿boración a cr--ttt.¡nte clel
con c¿setones recLlperab]c5. hormigón

El número de ramas para n se tendrá qlre dc-ducir cle la


disposición constructiva que se adopte; por ejen'lplo, observando
la Fig. 8.97 sería ó ramas en los ábacos de rnedianería y csquina
y I ramas en los ábacos centrales.

l-ig B l0l. B¡,:¡r:' .-::,i,-1.'-':.:¡r-rtillLl¡s clt z, tltlt'rs.'¡trlenLe clisl-lr.lt:!t.rs iren:e


al ¡lLtttz,Ltt;t r''tri':.'
l.os lorjados relkular¿s
)^)

l-as alm¿¡s ruetál¡cas corlvienc que ac;:lle,'n c:n su p¿irte interior


en forma cle patines transversales, que srlsperrdan y reterrgall las
bielas inclinadas de compresión que, en estos casos de fuertes
cargas, pueden cncontrarse al borde dc sr'r :igolamicnto.

En la Fig. 8. lO I se aprccian los patincs transv'ersalcs inferio


rcs de las almas. al haberse claborado las nrismas Lr¿rrtienclo de
¡x:rfiles doble T existcntes ert el n¡crcado.

Fig. 8. l02. Almas metálicas clisr:ñadas [)ara rcsi5tir '-odD el Frurrzoll;1rlliento

Dado cl cortante total de punzonanrierrto V¡, el cJirlensiona-


miento de las almas metálicas puede hacerse sencillanrente a tra-
vés dc las cxpresiones:

oe
t-A.n T<
J4
siendo,
A : b . h;Áea de una de las almas metálicas coloc.:clas
n: Número de almas dispuestas radialmerrte

o": Límite elástico del acero (2ó00 Kp/cm2 ó 2ó0 \lt:al

pudiéndose prescindir en estos casos, de la corrtribución resisten-


te dei hormigón a punzonamiento por comodidad y seguridad.
Los forjados reticulares

9. Las vigas (zunchos) en los foriados reticulares


ordenaclor que tL'lrga presente sus especiales corrdicioncs
9.1. Introducclón ci¿rl cle
y circunstancias. Asignesc a la viga las cargas correspondientes de
su zorla cic' influencia corrservadoramente. y calcúlese cotl tlna c5-
En el lenguaie de la construcción cn Espaita, hablar cle vigas
tirnación razonablc- dc monrentcls (como pucdcn scr l<ls que vere-
perimetrales es hablar de los zunchos rlc borde, stendo el último
rnos a contjnu¿ción cle fornra simplificada para los zunchos) y,
término el más frecuen[emente empleado; por ello, cn lo c¡ue si- todo lo más, pucde conlitrse con las armaduras clel ábaco y el ner-
gue, ambas expresiones se usarán de fornla indistinta, ¿rtlnquc
vio aclyacente para ;rliviar las ¿rrrnaduras dc flexión; y pórrgarrse
aclrnit.inros que el tén¡lino "zuncho" no se aiust.r .rl signi[icado del
unas arntaclura¡ r'eslrilro¡ adicionales para la torsió¡t aplicando
verbo <zuncharD, y no rcsulta excesivamente aforturtacjo.
algún tipo de tórnrL¡la serrcilla. como pueden scr las que también
El protagonismo cstructural de los zrlnchos o vigas de b<¡rde se verán nrás adel¿trtc-.
ya ha siclo puesto de manifiesto; no obstante, r'lo cstá de rlt¿is traer
Antes cle enlrar er, los aspectos que tienen que ver con el cál-
a colación, para redundar en su importancia, qlle url porcentaie
culo de los zunchos v vigas cmbebidas, creemos que puede ser
amplio de las patologías que tienen que ver con los forlados reti-
muy ilLlslratlvo pa!'a el conocimiento de estas piezas situarlas fí-
culares y las losas macizas se manifiestan en sus borcles.
sicamente en el contexto que ocupan dentro de los foriados reti-
Los ensayos que se han realizado sotrre pl:rcas, [¿rtrto elr los culares, para corr'rprcnder las diferentcs funciorres resistcntes
laboratorios como a escala rcal, ponerl de rlanificsto que los cla- cncomend¿rcl¿is .¡ l¿s nlÍsmas según se diseñen y sitúen en cl in-
ños y las roturas comienzatl a manifestarse con nlayor intensidad teri<¡r cle las ¡rl.rc.rs v así poderlas calcular mei<;r.
en los bordes de las mismas; por tanto, los zunc]ios perilrctraies
requieren una atención especial y cuidadosa. El hacerlo así, llet'a inrplícito poner dc manifiesto la enorme di-
ficultad y conr¡rlejidad que suponc aciivinar con precisión los es-
En los conrienzos de los forlados losas, los zunchos qrarl aLl- fuerzos clue realrlr'nte solicilarr a estas piczas, y los criterios
ténticas vigas de borde que manifestaban su prcscncia con Lllla nccesariarrrerrte sin"lplificados que rtos vcmos obligados a tel'lcr
geometría claramente acusada baio el canto constante cle la pla- que aplicar para ciinrensiotrarlas en nuestros proyectos cotidia-
ca, es decir, descolgaban baio el foriado con dirrlerrsioncs acorcles
nos, si prelendetlos rcsolverlas sitr el cc¡ncurso del ordenador.
con las luces que puenteaban, pcro geometrías clcl ordett de
30x50 o 30xó0 cm eran frecuentemcnte enrple¿rcl¿s. l;rnrayorí:r cie i¿ls veccs. la introciucción de una viga o zuncho
en cl interlor de un forl¿iclo reticular se realiza con la prctensión de
L¿s dificultades propias de su encofrado, sobre todo con el
que absortra de forma directa y exclusiva los esfuerzos que se dc-
nacimiento de la tecnología de los encofrados modenlos rectlpe-
rivan de unas dctemlirtaclas cargas y situaciones singulares que se
rahles, ha sido la causa fundamental de que pcsc a l;rs irtclttdah¡les
prescntan sientpre cn lirs estructr-tras reales, y que los sitnples ner-
ventaias estructurales que presentan las vigas de cant<.1 frente a las
vios del rctjcul¿ir sott itrcapaces de resolvcr por su pequcñez
vigas planas, comenzaran a desaparecer y sc transformaran en vi-
gas embebidas en los canLos de los forjados y cambiararn su llom- Dado c¡rre estas piezas estructurales se encucntran embebidas
bre de vigas a zulrchos cn el lenguaie dc la consLntcciÓn española cn los espesorcs de los foriados y forman parte físicamente de los
En el presente y en las estructuras dc edificación en España, ábacos y los nen'ios que las cruzan, puede intuirse fácilmente lo
impuestos los foriados planos globalmente más ecottónticos y ilusorio que resulla la pretensión anteriormcnte expuesta de con-
segr.rir realmente que elias por sí solas absorban unas det'ermina-
funcionales, las vigas y zutrchos, piezas ambas embcbidas en los
cspesores de los foriados, pasan totalnlente desapercibidas das cargas cn exch-¡sil'lclad

Tal vez la tendencia creciente a las grandes luct:s, y los cam- lncluso err las :ituacioncs aparenterTrente más sirnples' conro
bios que puedan darse con los conluntos de los volútllcnes edi- puedetr scr los zr"rnchtrs perintetrales que vat'l dc pilar a pilar, la pre-
ficados, posibilita que welvan a las eslructuras de eciificacióti las tensión clc l¿r ril¿rvoría de los códigos oficiales de asignar a los mis-
vigas de canto, cuya presencia actual cs l)tiramente atrecdÓtica' mos la responsabilid.rd de resistir las cargas de ccrranliento
pcrinretralcs, prrescincliendo cle los nervios adyacerltes, en modo
Es tal la ausencia dc vigas de canto cn los bordes dc l¿s es- algun<.r res¡roncle a la rc¿rlidacl física del comportamiento mecáni-
tructuras de edificación, que incluso renunci¿ttlrt)s ¿r sr.r arrálisis co del foriedo.
simplificando la exposición de nuestro tr;rbalo; rec:c'nlcnclatldo
que, si puntualmente por exceso dc hiz y de cargas rcsulttrsc ot¡li- Urra anécclou, r'eal pucde clarificar lo quc tratamos de expresar'
gado materializar una viga dc canto acus¿icla baio r'tna losa nraci-
Acab¿rcl¿ la L-stnl(tura c,le rrn bl<-lc¡Uc de r,rtr colegio, constrtlida
Ia o reticular, se resi¡elva y calcule como si clc utt¿r viga cle torluclcr y
unidireccional se tratara, si no se dispone dc urr prQgran'l¿l espa- con un foriaclo reticular (le cascLones aligerantes de hormigón cle
Los loriadas retkulams

canto 24+3 cm, una pieza prefabricada del cerralll¡cl'lto de la fa- y nccesarja con el obic--to de asegurar la eficacia resislerrte de es'
ctrada de unos l2 kN de peso sc dcsprendió de la gríra que la tas piezas cn cl contexto clel foriado reticular dorlde se encucntren
transportaba dcsde una altura aproximacla cle rrnos I0 n'l y, cll sLl r-rbicaclas, pre:;to c¡ue posecn utta rcsponsabilidad bastatrtc sr'rpe-
caída, impactó contra el zuncho de trorde cluc tr-ní.r ltna lrrz de rior a l¿i cle los rrervios del mismo, aultque sólo sea por cuestio-
unos ó,5 m. I)es oe Ldtltdno.

Dicho impacto, necesariamente. tenía quc h¿iber arruinado cl


zuncho de borde; sin embargo, sólo presentaba daños nruy lige-
ros que permitieron una fácil reconstrucción clel rnisnro: iPor quó?, 9.2. Yigas (zunchos) de borde entre pilares
simplemente porque los nervios adyacentes p¿tralelc)s, qr.re strfrie-
ron tarl)bión fisuraciones, se encarg¿rr()n a trar,ós de los ¡rervios F)er¡n;l fc'rrrra simplc podríamos hacer r.t¡r¿l tr:rintera clasifica-
transversales de sostener al zu¡tcho irn¡ractacJo y transfcrir los es- citin los zLrrrchos de acuerdo a la filosofía de los pórticos vir-
cJc
lucrzos dcl irnpacto hacia el i¡lteric>r de la ¡rlac:a. tualcs, t:r¡n lo <rui:l inr¡llíc:itarlente poclríatttos ver su irnportancia
El análisis cspacial completo de los edificios, actualrlente po-
rclativa, clentro clel esrtruema resistente que tradicionalmcnte se
posee de csta tipología estrllctural.
sible, también pone de manifiesto Ia interrel"tc¡órr tarr esplérrclida
que existe entre todas las piezas que configuran el hiperesttitismo Si el zuncho se encuentra situado dentro de la banda de so-
de las estructuras de edificación frente a Ias acciclnes quc actúan portes quiere decir que srr responsabilidad resistente es elevada,
sobre las mismas y lo imposible que resulta aislar lcs mcc¿nismos darJcr r¡ue rlicha tl;lnci;¡ ;lbsr:rt¡e una 75ó/o del momento total de la
resistentes de unos elementos con relación ;.¡ los ;:tlr,,a<:e:nl.cs. flexión neg.rti','¿r c1lre exi$ta en el pórticr> virtual y un óOol" de la
fli:xión positir,,;r. Cu¿rnclo nos refiranros a este tipo de zunchos lo
Sin embargo, con lo dicho anteriomrente, no pretenclcntos cn
harenros bajo las siglas Zs (zuncho perteneciente a la banda de
modo alguno invalidar el hecho y la filosofía de inl:oducir vigas y
sopoftesl,
zunchos de forma directa, con la misión especÍfica cle resistir unos
detenninados esfuerzos haciendo abstracción de los rest.rntcs ele- Si el zunclrcl 5e et'lcllenlra ubicado lísicamente en las zorlas
clUe se clenonrinan bandas Centralcs, Stl responsabilidad resistcn-
mentos del foriado, siempre que ello se realjce coll un cierto sen-
tido común. te es nrucho nlenor, daclo que los porcentaics de flexión negativa
correspottclienLes "t cstas bandas son del 25"/"y de flexión positi-
En general, dicha filosofía, aún a sabierlclas de clue rcstilt'a con- va el 40% Nos referirc_-rrlos ¿t cstos zUnchos ubicad<¡s crr las ban-
y per-
ceptualmente incorrecta, suele caer dcl laclo cle la scguriclad ¿¿¡s cL'¡t¡¡¿rles con l;ls siglas Zc.
mite a los proyectistas no tener que acudir a métodos dc cálculo
y análisis más prccisos, pero lógicarnente t¿mbiét' nrás tcdiosos CLASIFICACIóN RESISTENTE DE LOS ZUNCHOS
y comple¡os, cúya aplicación en horas de [éctrico cLtalificado casi Zunclrrrs l't¡.ro Zs (ZuncIlos ubicaclos en balrda clc soportcs)
siempre resulta mucho más costosa que los beneficios qtlc po- Zurrrhtls Tir¡o Zc lZunchos ubicados err bandas cenlrales)
drían espcrarse de aplicar dichos métodos rigttrosanrcnle'

Por otra parte, y si bien los rnétodos cle' cálculo tlsp'rci;r)es per-
miten una aproxirnación mejor a los tner:¿trismos resistentes dc las
estructuras y a [a intenelación resisterltc que existc t--ntre los dis-
tintos elemcntos, distribuyendo los esfuerzos clcorde con las rigi-
cicces y la situación de las piezas en el corrtcxto estrtlcl'ural,
también es cierto que toclo lo anterior exige un correcto etrsanrblaie
constructivo del coniunto, y que un fallo en un clcnlento detemri-
nado puede sobrecargar a los restantcs sin que se ellctlentrerl pre-
¡xr rados para dicher circrJrlsta ucia. clesencaclc:rr.l 11dó u 11 colapso
progresivo por efccto dominó.

Elr todo lo relacionado con las vigas 1r zunchos, los resultadcls


que provengan de un cálculo cspaciai autc-rttt¿tliz¿tcio ¡)t)r t)rdena- Fi-.1 a. I i]:asificaciirn clc los zt.rtrclros según su ubicación
cle:':rt¡ dr las ¡-rl¿1;15 b.t jo rrrr pttnto de visLa rcsistcltte,
dor exigen y demandan mucha más atenciÓn que los resultaclos
obtenidos para los nervios. Una revisión completa y'ponnenoriza-
da dc los planos de construcción, por parte del rcsponsable cle la La cl.isitic"tciórr ¡'lrimera establecida no cleia cle ser tlna
estructura, que arralice espccialmente la correcta srtuación cie cli- clasificacjón nrr-r¡' potlrc'dt--ntro de la variedad dc zunchos posiblcs
chas piczas, su ensatnblaic, sus posibiliciade; corrstn-lctitas' y las clentrrl tle los ioriirclos reticlll¿tres, pucsto que pueden scr
vcntajas e inconvcnientes que podrÍan derir'¿rrse cie ¡lrtllongar sus cl seri.rcic-rs i, r olocaclos con in lerlciolra liclades muy difercntes
i

cruces y las zonas de anclale, resulta absoluL¿ntelrte con'.'eniel'ltL-- erlLre sí, tal conro ¡totre clc nraniliesto la l:ig. 9.2.
30ó Los foriados rctiulues

I ig. 9.2 'l ipologi;¡ cle zrlrrchos dcrrLro dc tttr fori':dc> :e"lcr;'"

genéricas estable-
Nunc¿ nos lran g-rstaclo las es¡:ccificaciones
Loszunchosubicadosenlosbor(lcs,entrepilares,sol]los obietivas' puesto que suelen
ciclas al urargen de cuantificaciones
zunchos que lnás sc ven afectados por todo tipo de solicitacio- bizantinas entre los técnicos que
punto dc vista resis- acabar ¡rr.ruocanclo clircusiones
nes y esfuerzos, y los más delicaclos balo el
proyectan y )os LécnicCrS quc COntro[an.
tente.
Un zt¡ncho cie borcle colocado en un voladizo continuo de fa-
Al margcn de los esfuerzos flectores y cort¿rlrles qt¡e solicitan
a los zunchos entre pilares, cotrto sucede ell todos los demírs, en chacla a 2 nl clc la lírre¡r de pilares, y lógicamente pcrteneciente a
este tipo de elemcntos se acentúan dichos esfuerzos por ser el una banda central, apenas posee esfuerzos dignos de considera'
nervio de mayor rigidez del pórtico virtual paralelo a la f:rchada, y ción que iLrstif iquen su razón dc ser y su presencia como tal, bas-
por recibir de forma directa las posibles cargas adicion¡¡les debi- tancJo prtsible¡lrente l¿¡ ¡lresencia de un nervio nrás de la placa sin
nr¿ryores problerrras ¿ñaclidos. Por razones de tradición y dc ruti-
das a los cerramientos.
na constructiva rJe recoger cle fonna cómoda las patillas dobladas
y
cle los negativos, y permitir los anclales de las barandillas demás
Por otra parte, los zunchos de bordc, al encontrarsc en los ex-
como un
tremos de las placas cioncle se cierran los circuit()s cle las t<;rsio- piczas cle las f¿rchaclas, solcmos colocar t-lichos ¿utrchos
y Sin cmbargo' si des-
nes que tienen lugar en las misrnas, acllnlulan urlos csfuerzos val<-:r añacljclo en los borcles de los foriados.
estaios tensionales adicionales que tienen qtle ser considerados aparcciese cl volaclizo y el rnismo zuncho tuviese que colocarse
en el dimensionado de los mismc-rs. entre pilares, l<.rs csfuerzos qire lo solicitan se irrcrementan con-
siderablernente f rente ¿l anterior:
Por todo lo anterior y sin cuantificació¡r ntrmérica de tipo
al-
guno, la norma EHE en los comentarios de su artículo 5ó 2 cxpre- iDebemos colocar los estribos en ambos zunchos a 0'5 d'
ia "En Iu nen¡ios de borde de las plaus aligeradas se díspondrán
cercos co'l criando en cl primcr c¿iso sobra hasta el propio zuncho?
' n0 matlor de'0,5 d' capaces de at¡sorber lss ten'
una separación entre ellos de
i.Es lógico que Llrt zuncho cnt're pilares salvando una luz
siones a esfuenos cortantes que se produzcan" ' que otro que salva
8 metros teng¿ que llevar los mismos estribos
que po'
r:na luz de 4 rlretros al nrirrgen de los esfilerzos propios
sean?
en vez
Si se opta por colocar estribos del Q8 en los zunchos
cle estribos ciel óó, alguna consideración diferente deberá contem-
pese a
plarse en su reparación baio el punto de vista resistente'
que la eficacia áe los estribos sea mayor cuanto más iuntos estén;
sin embargo, la especificación de 0'5 d no tiene en cuenta para
nacla ni el calibrc ni el número cle ramas
que posean los estribos

:tlteri()r de los misrrlos.


l-id 9,'J. Zunclros cle bordes pclillletról( s en ( l
clc-"rrnpatio de viviendas.
Los lirrl¿rfo-i ¡¿rr¡llar¡s 107

El argrmenlo esgrimido por los dcfensores ck-r las nornlativas bl Aclrnr.is, c['l c air¡rclírsclc l;¡s arrrladLlras necesarlcls pf,r;r le-
burocraLizadas quc dice que las cspecificacionc¡ est.rblcciclas en r jst ir l¡r¡ cilrul¡lr cle cerrantierllo que graviterl directamcnte
las rnismas dcben irlterprctarse al pic dc: l¿¡ letra, :r-rt¡re todo' s,tl,¡re Los mismos,
estr¡llos, capa clc compresi<irt, <:Llantías rltítlinl.rs. nl¿tll;-ru cls, c.álcu- Lo ;rntc:ior sr.rfx)rrc, obvi¿ttltetltt:, tclrer clue calctllar el ¡rórtico
los y diseños rt-'glanrentatrios. ulc; \r .lclenl¿i!, ¡rorfi.rnclo r-1rre e:l ha- si:r la:. c;rg.¡s de cerr¡rrlricntos, si tto 5t,: tlc:st-an dr.rplicar los
<:erlo así, sin cx<.epciottes, no supotle un coste arl¿iclicio digno de esllrÉrzn5 deriv¡clos clc dichas cargas ell zt¡n(:hos y lleruios
consideraciórr, sólo result¡r r.rn¡ r.'erdad a nlr'dja;, [)tlesto (]tlL-, 6) r\l nrar.gerr cle l,rs arnraduras arttcriores, adiciorlalmcnte es
como y¿r se ex[)uso t:rr capítulos ¿rIrte:iorcs. l¿ nornr.i Il ll: h¿ c-rr- necesrtrio arriaclir unas arrnadL¡ras latcralcs (lue :,e supone
carec¡do las cstn¡ctrlr¿ls de ioriados rcticr¡larcs ert l()rrro ¿i Lln lO'lb
5iruen para la torsiótt, [)uesto que nada sc clice en las NTE
con relación a la EH-9 I . Sin enrbargo, lo pcn trso {le tocl¿l csla :i- sol)re su r'¡zón de ser cort el criterio re,x:ogido en la Fig. 9.5.
losofía no radica cxclusiv.rttlettte erl lln rrrr-¡bler¡].¡ ec<Lt]cinrico, que
sierrclo tln ¡lro[rl<-'rrr;r irr)[)orl¿lrtte trt¡ lt: e:; t.]ntc). lo rcLtltttt:t'tte ¡let'
vcrso dc csta cultur¿r ya lo exÍ)uso €s¡tlt-inrlidatlr-rrte en L¡rt¿i re' H.70 c:ut H.25/5Oa.
flexión sobrc sLr vida y su <¡bra el genial ingeniero urLtE"tclyo Eladic)
Dieste:

"Ott¡ ,lrrilt t'crdLtd cs 'sc


4tir' €ó6¿./2et¿,
€ ó6¿. /2 et¿. eÉt4l5au. €66a a lzau.
edE l7at¿
It¡¡c c¡llu¡.r ¡i ¡l¿ü¡r'. Lo 4tir' ¡ici-
r'¿'it' -iiit' l:t' ri,'Sr¿¿1,i;'r'|r Ll Pdft ¡l Lll ! a J .{: r-.JLrr..':i.lÉ ror:;rón ¡cjicion¿les.r l¿rs clu(:'st:'r,t)lcx¡r,rcrr ¡tor llcxirirr
r¡ll ¡t!t¡ri'|¡t,i ri.' ,¡¡i.rs rü' a(),rslrtlr- .,:,,. t.;' , ,:r,; il: h¡,ri-lc, :;(-qlllt N I L.-Ll lR (l9EE).

fdr d-i l¿,;.1- .¡iDi.rs/ar!¡ itll-<c1 lt púrd-


1i--¡r¡li','r: ¡l;rt':lrii /rt¡¡¡i¡Li t/ ¿¡l /rt Lrs \Tf [t lR ¿rl considr:rar conlo único parárrrr:tro dccisorio cl
-srlal{1¿iii i¿ lr t ! )(i rar r',i¡ t- l1,r¡ -r,'l t t¿¡ll - c.intc-r ci,: ,¿, f.,,"¡,r sill h.rcer inLeryclltir Clt absolul() ni las cargas ni
do 4Lrt' i,r,i..: l¡-. ¡¡r¡ii¡:os {/¿i t'sliill ias iut es. c!)n([](c
(r Ll-los resultados que, en general, carecen de
lra--¡¿1,ts r¡ia\Jrrltr/cntf/ltf." Itjcjc¿-t. En l.i :-'-r¿rvtlrf¡ rlt.r kls c¿lsos las ¿lrrn¿rrluras rcsultantes de apli,
(E/¿¡¿ll,r Dl,'it¡t carr io. t ritirir:r:: ilc l.rs NTI scln clarantcnte sobreahundantcs. es-
¡ret i..ilrrr,:'r'r:c el l.r ¿ictualiclacl cloncle existc una tenclencia cl¡¡ra a
errr¡rli:;rr (:;ittc)i e]rvadtls ¡tara los forjacJos. Sirr enrbargo, si f)or
cr.ral,-1uier rir(,rr'i,ilcrrci¿r nos venros obligaclos ¿r pr()ycctar forjacios
l, los¿rs ci( r(rr,L,) rrslri( to y lr-rccs ¡ror errcinra de los c:rratro ntetros,
I

los (rjLefjrr-i tle l¡s Nl'F. ttLrecJetr caer clel lacjrt cle l¿¡ inser¡rriclacl.
I-ic¡. 9.4. Ll¡('jiC, [)ie5re.
EI ¡r'.ilrsis ', c.Ílculos de las estructuras con forjacios retic:rla-
res, r'e;rii¡.rri,ts lt¡s¿incJctse err los pórt.i<:os virtualcs, incapaces cle
. IJno cie csos canrirros Lrazac]os a tt,:ne¡ f_rrr,sar'r:r l;ts ¡i]¡5¡¡¡¡1,.s generalizaclas que ¿ic()ntecen global-
]t¡ctl_rósitrl c1e ios zLtncltos
dc borclt: ttst¿í dcfirricl<¡ en las Norr.'..rs Tec.,rlógic.r. \TE_LHR cle lr(-f rte elr l.,> :rec¡nl:;nrL):i rcsislelrt(]s <le l¿rs ¡.rl;rcas, al ril;lr.qen clc
l9ti8 espairol¿ts, que se cn(iuentran err r,:gr¡r !i¡t tent.r. r.trr caráCter lcri rr-rrsii¡r-;¡r'-. .rcli'. idLr¿iiz¿rclas r¡ue ¡rucclen exisrir o no en las
.bligatorio. Dich;ls Norrnas Tecn.lógici;s rr.colrrie'ci.rr-. c1Lre la gco- ¡rie-
zas aisl¿ti¡s, :rLir) srielen i.rlror;rrse no h¿c:iónclolas illtervenir e.n
nlttría dcl los zunchos cunrpla la si¡lLrienttt t;rl_r,.i: "
r:l ecluilibri-r rJr.lconlr-rnro; h.r sicjo la caus.i cie Ia cre¿rción cle nru-
chir! ..lc i¡rq c:.pccilic.rcioner rcglanrentacl¿rs crr ios clócligos oficia,
lcs, rnrt¿, r.i r.'i¡ >r-:it i'li': cfertos qLle J)roclucerr las nl¡sm.rs
.-_-----1
'- __l Lt-r5 ¡1¡¡i'.¡5 rlr:'i ltrc¡fesc-lr L C¿rlavc:r¿¡, bas¡rl.s err el CócJigo
I
,Aal- ji l,Y , ,,lqL,r':.i- ;;poltctcii)r)es .rislarias, corrr.
-l ¡ltteclc. ¡er l.rs clc:
nucstro l.lrr¡ \l.i¡ilr,ii Pniili¿o st'¡bre los fttrjados reticular¿s,
'l'ai¡l¿ 9.1 ljases rccor¡leÍtcl'tclas par.t li¡s ¿;r,, !r) !i ¡,..a (, I (-:i. ¡rerrlitieron
c¿ntt-r clel fori.rrlrt clonde sc.utric¡uen .;(,!:r.l:'.TF-i l-ll 1 lisqr l'rrcler al¡¡rcl¿:r t.r' rr.is o r'r"rcnos rlgor, lir lclrsión en l.s ztrrrc]ros
clr: llorcic i"-r:rc i-)i.,'rrfr5, suplenrcrttanclo krs esfr-¡erzos clerivar.los cie
eli¡ cttlr lr): ¡-rii-.g1¿,.¡r c.lc flexici¡ y cort.¡rLc obteniclos a tr¿rr,és del
En cuanto a las armaduras con las que dotar los zunchos ntélorll sl-r'ltijiic¿icitr cle l,-rs pórticcts viftuales. Tcnclrerrros ocasión
segun las NTE, deben ser las siguientes: frriri ¡ciel¡::'.'i-iÉ '.er l¿rs iorr'rtr-rl¿rcic)l'rcs cle cálculo clue ¡.lr-reclcn apli-
c¡r',<d er el .ir;irsis ¡runrririco cle l¿i torsión en los zunchos de bor-
a) Arr.lladuras de flexiírn conto si el zr.;ltcho iL;rrlc r_.t- nen o lrás -t-
dc la banda dc s<ll.rorle dc-l ¡t<irtico i,jrrLr,r] clc tc:-¡-iij,i ali. \-L)11¡l{,iL r,:r r.lL-rlq¡ r\rrtr() ril¿t ¡rieza aislacla clel rc:Stc-r cle la plaCit
:irrr¡tlifr;,i', :,-', . t.r,:'r.rlcl¡r.,
30E Los loriados reliulares

Zunchos estandarizados enfte pilares (flexión * torsión + coftante)

PESO EN k¡t,rrllY N'ntl C I',I. TOTAL


SERIE {AE. 400 Nt
Zltt-X P-,A P.B P-C P.D fs: l.l5entykN
?ó8 3,88 4,l8 5,48 I r,20
4 0 r0 (? ó) l?,8) (4lr ti) 7| I 109 7ó)

40,10 5,28 5,48 5,78 710 I8,?7


f
t5l 4t t53,7 l'ió.ó41 ra:\.r )ól rl80l
408 .7 r

40.? r0 6.t7 6,36 (r til¡ 7 ,96 22,40


160 17 ) {ó2,3 3 ) \61.27 I / ¡11 r2l9.tr
4 0 r0

4612 812 8,52 8.82 ltl l'r 32,26


+ {8 I .54} (83,50) t 8Cr.44 I t1)!) 18¡ r3ló.151
4O t2
4 S ró I0,00 10,20 I 0,50 i i ,cqL) 39,87
-1-
4 0 r0 {c)8 r {99,qó} i102.()i rl 15.é,4r 1390.73t

4 0-r ró ll.l0 il,28 I l,t8 44,80


4it2 r 108,78r rl 10,54t {l 13.48t t439,04t

40 ró t2,40 12,68 I)C)R 14 28 51.10


+ il2l
8 0 l0 52i \124,26t tl27,20t rl39,a4r t500,78)

4 0, ró | 4,(:4 t4,84 15,1 4 16.44 6Q,93


+ tl43.47 tl45.43t (148,37i rlól (5r)7,1 I
11r
Bü r2 t I

4020
-t-
t7,40 17,ó0 I 7,90 1q,20 73,47
\t70,52t t172.48t tl75,42t (I ¿t8 lór ( 720)
4$ ró
4Q ló ')(I l^ 20,36 20,ó(¡
+ 2 2,00 8ó.00
801ó it97,57\ 1199.53r \202.47 t (2lt ó) {842.81

4ó20 23.7 2 23.92 ')a'.r') 25 52 102,r5


+
80 ró t23) 46) 1234,A2t 1237 ,]ót t250,lt ( l00l ,07)

4 0.20 30,84 31,04 3t ,34 32,64 t34,40


-f
t302,23) (3O4,19t 1107.13) I 3 I (1.¿i7t 11317,12\
8020

X puede ser A, B, C ó D
A-e0óa20cm C -eS óa l0 (li3 Lt va 20cnr
B -e 0 6 a 15 (ll3 L) y a 20 cnr D- e0 8a l0 (1,/3 i.r ya 20cnr

9.2. Tipificación posibL'y cstandarizada dr:r zlmcl'r(ls de br--¡rcle ellue IJiLtres ccrlr arnt¡duras de f]cxicin y t()rsión.
T¿¡blu (l¡s
armaduras intemtedias vercnlos que se erlcuentran sobredimensionadas).
i(,ri!l(1,)\ f, 1;rll ilr

Iloy clia los moderrtcls proglaill-i( s clr'c;llerrlur, l.1l )'colrro !e \ cl ;:.',1:-r:Í: ¡ i,(,):-riirllativo cle la Fig. A.¿, tr;,isl¡ti¿clt:r cl ul'l¿l o[]r¿t
expllso crr el capitulo ó, ¡'a tierten pr€stl-.L-'l;r I.or'ió:-t cll la pla(¡i rr'.!l I)rrr-:: --t-.]-l-1t- ir':r cr' l.r ljrg.9,7.
¿¡l convertirla t:n flc:ricirr erl las cJit. cJi'r't I i¡rtes lle ¡irtrl¿ldo.
r:c:rr.ltlclo los circi.litc-l'-. tle e"lt¡e't:,r-c tltiú :ri illt:il .l.rrl tr l,-rclili lLlS

r.rc'ryios clel forj.rdo.

.De aclrerclo.l lo,lttt(-rior, t.¿-ibe l.r ¡llcr:t.,'-:.ir :-ir :.)llrt'ifi(.ar (ln


lcls proyeclos ttttar Serie-'clt- zul¡c:ht:rs tipitir:.ralil{. iri: .llc¿l11 \'lllue
r¿tn entre lOs ¡tilares, altclándosc ctt lo: It1.:l:,-,: ii,-],,:t .r rl¿ttlr(i
lcza clc: sris csfuerzos, y toclo lo nliás ¡l-¡Ll:' ;-L'" ,1rrtl.iLlur.ts cle
c( ntinuiclad adicic¡n¿ries cle llexi<in r1('5-t;''.,i .-.,::-,.i¡ los nterntert
tos sobrc pilares exij.irr ttlirs c.ll)aci{l¡(:: r-'! {ir-r'i.r r)Lie l.i Llisl)olli-
ble en los nrn(:hos est¿rnclariz¿rtic¡s

Dichos zuIlcho5 |lt--var¿in er1 5tls i¿r:ita--'!¡ ari.11rl:lcl(iLlr¡ts c(Jrk-s-


potldicntcs a l¿r lorsión quc pucdcrl !i' a,)r¡dar¡, si por cct,rtlt-rrrti.r
se consi(lerase treccsari<-r, a un ter.ci(r ci l¿. ..;: 1''É.r¡se las Figs l) Ó
y97).

l-t nraterializ¿lciótl t:onstructir'¿¡ cic i,r. - ;' - r '-ri (rit.lllci¿irizil(l(-)! ¿'lL¡ ilc Lln ltlrtcl)o lit)iiic¿clcl del ti¡:ro Z I 1-(" r'tt trrr':
entre pilarcs qtreda recogi(l¿ c:tln clet¡,it ':. .: Fr.- 'r ¡

REFUERZOS OPCIONALES

+
I

I
INTERMEDA
I_

L- /

NOTA:
I¡ ARMADUM INTERMEOIA PUEDE
PRESCTNDTRSE DE EL|-A A L/3

[rg q6
3t0 Los lorjados rctiruldrcs

. Un zuncho de bordc cntre pilares correctamcntc dir¡lension¡- En los krrjatlo5 reticLtlares (:orr nlnchos de borde estribados,
<io y construido aporta a las placas reticu¡ares rncnorcs clefornta- kts circuitos cle lorsiírn sc cicrran a lravés dc los llisrllos, sin c¡uc
ciones si se pueden transmitir mayores csfr.rcrzos cle flexicin ¡tor sea necesarir:. sah'o c;rsos extr;lorclinarios, que t.engan que refor,
torsión a los pilarcs, aumenlándose los moment()s extren'los quc zarse dichos circLritot con las patillas cle las barras de flexión po-
hacen disminuir las flechas. sitiva y negativ;r.

l)or otr.t p¿lttc t.dl t' ( ()nt(.) se expLlso i:rr t:l c;t¡rítulo ó, los nlc¡-
delos clc cálcLrlo b¿¡s¿lci-rs or ios errr¡:arrillaclos plirnos y los elc-
mentos finitos intrrlclr:ciclos en los programas de cálcLrlo
es¡r;rcialcs, '/¿i tierten prcsc'ntes las t<lrsioncs que se ¡lroduccn en
la pl¿ica ¿¡l transfornl¿rrla en flcxión posiLiv¿ y ncgativa, cerranclo los
circuitos cle csfuerzos qLte sc prcsentan en todos los nervios del
foriado

l*rs ¡latrLlas cl(: i;r:, ,tnrl.tduras srrpcriores resultan obligadas


f)orque los nc'tlios el ma\'or o n'renor mcdida poseen momentos
de flcxión negativa, c¡ue cleben absorberse con las barras concc-
tarlrentc anclalcl¿s
Fig. 9.8. Dcforntación extretr€¡ clcl foqadt't rec]ucicla prtr el ul.rclt_r clc
empotramicnto que tenei sobre los pilares
No obst¡rrte no clebe trcarsc la idea enónca de qLre sobre los
. Por otra parte no debcmos olvidar (lLlc sobre el zr.lncho de bordes ! ancl.rcl¿i:t en lor zr-lnchos, pucde dispx'lncrsc cualquier tipo
y c.rlibre de ¿rmraclur¿s. en Ia creenci;r clt: que que(lan correctánlen-
borde se anclan todas la arnladuras fin¿lles clc los rrervlos. tanto
las cie flexió. t)ositiva co¡no las ncgativ;ts, clcl_rit:rrrlo llev¿r .ece te anclacl¿s
sariamcnte patillas cle anclajc los negativos, ),putrlert resultar ¡.lres-
cinriibles las patillas r1e los posilivos, pese a que la rrr¡mra EHE las
intponc en la banda de soporte en al meni¡s clos b¿irras, incL-¡terr-
dienterrlente que scan o no nccesarias y obligatorias, cletrirJo a po-
sibles esfuerzos horizontales que procluzcan ,na inversirin clc los Arrlaje de lc
rnomentos extremos. ncSafrvos dc loc

Lrs patillas de extremos en las barras cle las los¿s rrracizas, quc
no lleven urr zurtclrc.t cie bordc aclecuadan¡t-:n[e e:lnbardo, sofl ab-
solutarnentc neces¿irii¡s para cerrar los circuitos cle l;r torsión que
tienen lugar en las losas, y es ésta la r¿¡zón de ser de las sr_rsocli-
chas patillas, que pueden ser recmplazaclas por una b.:rk1 recL¿rrl-
gular de tres lados sin cerrar, solapándose con los m¿llazos
cómodamente, tal y como sc refleia en la Fie. 9 9

f( tG nm

Fg o lo \: c;, ,:, ", ¡.

Los zr-inclir¡: cie l¡orcle plarnos, en general, son incapaces de


;.lnclar lrarr¡rs ]ror errcirrla clel <f I ó, ¡ror consiguiente, cu.rrrclo un cál-
culo cle ti¡ro elást:co ]rrc)porciona banas clc Lrn cliámctro mayor firc-
ra del árnbrto es'.rlcro cle los pilares; el proyectista, posiblcmente,
se verá oLrligado ir ¡-rlilstif ic.rr el nudo disnrinuycndo las armadu-
ras dc flcxión rrL'gati\,¿ ¡runrer'ltarldo las armaduras de flexión
positiva, burc.¡ndo \, tratando cle cubrir la parábola dc ntornen-
Los ct-rrlp.rtrl¡ilizancic-r la realicl¿rtl f ísic:a cle la obra con el anírlisis
Fig g I Detalle de borde tle una losa arrtericarr.-, (ilrr .-li b¿¡r;i5 clr-tr- qit-'rr¿'¡rt
t-.1 circuito cle torsión pirrtadas clc cllrlxi. tcórico.
I ns loriatlos retkulares lil

Algunos proyectistas se empeñan en colocar en los nervios Los zurtchos dc transición etitre diferentcs orientacioltes tle
ortogonales a los bordes que fornran parte <Je las bandas cerllra- ncrvios y k-rs zutrchos rnteriores qltc ptteden verse reprcscntados
les, banas de Q20 y Q25, creyendo que, prlesto que las colocan, ya en cl esr'¡rretrla de la FiS. 9.2, collstitLlycn tlrl c:laro elemplo dc lns
funcionan, y nada más leios de la rcalidad. piezas a las que nos estamos refiriendo.

Fig. 9.1 l. éAlguien con sentido conrútr puede !rccr:ii'ilLrl trl IX)l(:n( i¿ y
banas pueden resultar efic¿ces si e ii)ri¿clo rr,litul.¡r 5c cncltcn-
rrrirrrcr<.r clc
tra a¡>oyado r-.n rrrr sirrr¡rlcr pilar clc cxtrenro, pot i.t):er:e (¡r(, !cc) cl zu¡rcircr o [rs] cr ¡2 Zunciros intcric¡res en f¿se de nrontale.
v¡ga (je tx)rde ctue se coloquc?

Ltls zrrnclrc_rs embc-l>idos en el interior cle lc;s forjados rcticu-


It,
lares dtstorslonan en cierto rnodo el funcionarnicnto mecánico de

9.3. Vigas o zunchos interiores en los los rnismos, dificultan srr rnontaie y lo encarecen; [)or consiguicn-
foriados tc. recomerrcl¿rnros acucjir a eilos con pnldencia y solamente cuan-
do se dcmLrr-stre clar¿ntenLe r¡ue los csftlcrzos existentes superan
las capacidades resistentes dc los nervios.
Rcsr¡lta frecuente en los forjados reticul¿rres dr: vjvic-.ndas la
ncccsiclacl de tener que resoivc-r sitr-r¿rcioncs sinctrl¿res, t.:les corno
lncludablenrr-ntc. los zunc:hos embebidos cn c.l inl-erior de los
cl arranc¡ue de una cscalera, un pilerr apcacJrt (lue sc)stiene el foF
foriaclos se ven solicitaclos por esfucrzos idénticos a los de los
faclo de cubierta que Se relranqlrea, un¿] lul exccsil'a, c¿irgas linea-
les debidas a cerramicntos especialcs, rnuretas rlutt sirverr c.le nervios, increrrrcntados por su ¡nayor rigiclez, pcro al igual quc su-
Iil

apoyo a forjados interrnedios, etc, que cngendran r-n los nervios cecle con cllos, los esnicrzos torsores qLle poseen son los prclpios
dc^l forjado donde se apoyan esfucrzos que nccesitan una clensi_ cle l.s nrcc¡nisrt)os resiste.Les dc las placas, y al .o ccrrarse los
dad de armaduras de tal calibre quc, físicamcnte, no pucden alo- circllitos cle l¿r torsión cn los rnisrnos por no cncontrarse en los
jarsc en las secciorres geométricas qrie poseen los rlisr.nos. bordes, prreclen ¿lm).rrse con las sirnples armadur¿rs cJe flexión y los
estritros propios (lel cortantc, sin c¡ue sc-an (le temcr problemas
Par¿r solucionar proitktrrras de la natr.rraleza clc:scril-¿¡ sc proce-
derivaclos por cstii c¿usa.
dc a trazar vigas ernbebidas dentro del espr.sor cle forj.rclo, retiran-
do las piezas de aligeramiento quc sc vean afcct.lcl¿rs por e-l al.lcho Si bien, t¿into los nrnchos de borde enlre pilares como los
de las mislnas, colocándose cn cllas las armacluras que los nervios
zunchos lnteriores puc'den ¿.¡rn'larse de forma individualiza<la sc-
rro pueden absorber; y aunque lo nornlal es que va!,;Jn r.strjba(J¿ls
gún l.r magnitucl cle los esfucrzos que los soiicitan, restrlta posi-
para facilitar su montaie y construcción, si los csfllerzos cort¿tn-
bie estanci¡rizarlos con el objcto de sirnplificar la elaboración cle
tes lo penniten, no sería estrictatllerrtc necesario tcner c¡ue colo-
c¿¡rles cstritx.rs. Arrnquc- rcsulta deseable {lll€ €stc1s vig;:s r,;ryan dc-
la fe-r¡¿rll¡¡ ¡, los ¡:roc:rtscts constructivo$,
pilar a pilar, no siempre será posiblc, y rrrec:ánicarnente,
l-lrcclcn Una serie ¡tosible dr: zunchos inleriorcs, que podría tenerse
dejarse sus cxtrentos e¡nbcbidos dentro de los ábacos o interca-
presente en los ¡troyecto¡ rlc: los forjados rcticulares, la hc:mos re-
lados entre los nervios transvcrsalcs que con srrs .lr¡lacJur¿ls laS
cogicJo en l¿ T¿itrla 9
cruz¿ln y sostienen. lJ
?10 Los lorjados reliculares

.Un zuncho entrc pilares correctamente climcnsiorr¿l-


cle borde En los forjadcls reliculares con zunchos de b<¡rde estribac|:s,
do y constnticlo aporta a las placas reticularcs rllerlores deform¿l- los circuitos cie Lc>rsión se cic-rran a tr¿¡vés de los mismos, sirr t¡ue
c:iones si se pueclelr transm¡tir mayores csftlcrzos de flexiórr ¡rclr sea ¡reces.¡rit), salr,,o cascls extraorcJinarios, qLle letlgalt quc refor-
torsión a los pilares, aunlcntándose los tnotltcrltos L-xtrenlos qtlc zarse cliclr<,rs cir(:uit(ts con l¡s t)artill¿s cJc las b¿rrras cle llexiórr po-
lr¿lcen disminuir las flechas. sitiva y ncg;ttila.

Por otr¿ ¡rarte, '.al i f crrro se ex[)r.rso cn el capí[ulo Ó, los mo-


delos cle cálcr;lo b¿;ado: trr los cnrparrillados Illanos y los elc-
mentos finilos irrtrcr¡j¡ciclos c:n los progralrlas clc cálculo
cspaciales, Va tienelr l,':c,(Éf tes las torsioncs (ltle se prodttcen cn
lir ¡rlacat ¿tl transfr¡mr¿lrl¡i i:rr fle.rlóti fnsitiva y negativa, cerrando l<¡s
circr.litos cle esfuer¿.-.s clr,le \cr presenlarl cl'l toclos los nervios del
foriado.

Las ¡'ratillas d.r l.i] drllladtrras sLtperiores rcsult¿rn oblignclas


por(lue los rten io,. r-r- nr¿¡ , L]l if Tnenor nledid¿r p(lscen lllomefltos
las ban¡s correc-
cle flexión ncg.rlIli'a :1uc clebcrl ;rl¡s<lrberse con
tanlenl(l ¿lf l( l.tL¡(1)

Fig. 9.8. Dt:formación cxtrema del foriado rc:t'lucicl'¡ 1'rcr


tl l'r'rclo cle
que sobre los
que tcrrga sobre los pilart-'s'
c,iipotrattttient,t No obstar'te l-Lo rierbe :;;rcar!e 1" ¡de¿ c-rrrirrc:a de
pueclc disponersc cualquier tipo
borrles !' ancla(l¿is c.:r los ;iutrchc)s,
.Porotrapartenoclebcnrosolviclarcltl(-Soi)r(]elzurrchcrdcl cle qLre qucdan c()rrectanlcn-
y calibre clc ¡r:-tt¡cj'-r:a,s tl-r la creretlcia
borcle se anclan tocl¿¡s la armacluras finales clc los nervios'
tallLc)
te ancladas
clcbierrdo llevar trcce-
las cle flexión positiva corno las ncg¿lt¡vas'
y plleden resllltar pres-
sariamente patillas de anclaic los negativos,
qrle lir nonrla El ll- las
cindiblcs las patillas de los positivos, p(-'se a
inr¡rone en la barrcla <Je sopor[e cn al l.lrcnos cjos b¡rrr;ls, itrcJepen- zurrcho
clicntententc que scan o f'ro necesarias y otrligatori¿s. clellido a Lrt-l-
sibles esfucrzos horizontalcs clue produzcan ull¿ inversiórl de los
Adoje de lc
aqaT.rvos de lcs
mornentos extremos. rsYUló3
(lue
Las patillas dc extremos en las barras dc las losas rrr¿ciza5,
no lleven un zuncho de borcle adecuaclamente cstribaclcr' son ab-
sohlt.amcnte rteccs¿¡r¡as para cerrar los circuitos cle l:i tol'sicirr c1l:e
tiencn lugar cn las losas, y cs ésta la razón dc ser clt: las silsclcli-
chas patillas, quc tr>uedcn ser reenlplazadas por tlrt¿r l)an¡t rectall-
grrlar dc tres l¡tdos sirr cerrar, solapándose con lcls rliallazos
cónroclamente, tal y como se refleia crr l;r Figi' 9.9

Fi¡t .l iO ..t , ¿ ¡ cir :,:' i;r'l'rirt-i.r'ái cle ¡lt.'n'io:; :cll.)le los zLtnchos dc lftlrde'

Lo\ luncfr(.r! iie borcle planos' el'l general, son incapaces de


arrclar b;rrras l).)r t[rcirt](i Qló, por
clel cQrlsigllicnte, cuando un cál-
culo cle ti¡to -')áslico llropc)rclona b¿lrras de un diámetro mayor fue-
ra clel án'tbjto cstrjc:o c1e ltls pilares; el provectista, t)osiblemente,
st: vc:rá oblie¿clo a plas[ificar el trltclo disrrrirruyenclo las armadu-
ras clc flexiórr I",rtrgati,.'¿1 ar-ttr-rentando las arttt¿tclttras de flexión
positiva, burc¿rtr:io y tral¿ilrclo de cubrir la parábola cle motrten-
tos conrpatibili¿¿rtcltt ., realiclacl física cle la obra corl el análisis
Fig.9.9, l)et¿lleClebc-trclCCleUn.¡lOSaalneriC¡n¿rCOl¡ ¡r'rirnflir.,ClLlC(L(lrr¡l'l
teórico.
el circuito cJe torsiórr pintaclas t1e cpoxi.
L-os forlutlos rcliculdrcs

Algunos proyectistas se empeñan cn colocar en los nervios Los zunchos tle transición cntre difercntes orientac:iones de
l.tcrvios y los zunchcts intcriores quc puedcn verse rcpresentados
ortogonales a los bordes que forman partc de las bandas crentra-
en el .r.1.,e,,ra cle la Fig.9,2, constituyen un claro eienrplo de las
les, lxrras cle Q20 y Q25, creycndo c¡trc, puesto que las colocan'
ylr
piezas a las quc- nos estamos rcfirielrrio'
firncionan, y nada nlás leios dc la realidacl'

Fig. 9,I L iAlguien con sentido conrún puede i 'ecrsr qlle :¿r polL'ncla y
núiltCrO de banaS pUCden reSUltar CfiC.¡Ces s ei i-.: aliO reiit u'¿r Sü (-llCtlen-
Firl. 9.12. lunchos interiorcs clr fase de rrlc)ntaje
tra apoya<Jo en ltn simplc pilar de exl-rcrrro, ixrr i\-aii:rie qJ!' se¿ el zuttcho o
viga de bordc qtie se colc.rquc?

Los zr¡nchos errll¡c-bidos ert el interior de los foriados retict¡-


lares drstorsion¿ln en cierto nrodo el funcion¿¡rriietlto rnccánico de
los rlisnros, clifit ult¿rn su rltotttaic y lo cncarecen; por col)sigtlicn-
9.3. Vigas o zunchos interiores en los
te, recomcncJ¿lrnos acudir a ellos con prudencia y solamente cuarl-
foriados do se clenlL¡cstre cl;lrantente quc lcls esluerzos existentcs superarl
las cap;icid.rcles rcsistcntes de los neruios.
Resulta frccuente en los forjados rctictrlares de viviendas ia
nccesidad de tener quc resolver situaciones singtlarcs, l.¡iles conlo Indudablerrente, los zllllchos errlt>ebidos en el intcrior de los
cl ananque de utra cscalera, urr pilarr ctpearcl() tlrrt-- sostierle el for- forj¿rclos se \/cn solicit¿¡dos ¡:or esfuerzos idénticos a los de los
jado cle: cubierta que se rel-rartquc'a, utta lttz excesiv¡. <:argas littca-
nervios, increnrcnt¿tl-ls por su mayor rigiclez, ¡lcro al igual que su-
lcs debidas a cerraulientos especiales, nlurel¿ls clLtc- sirvcn de
rrede con ellos, los csfuerz-c¡s torsores qLlc poseen son los propios
apoyo a forjados intermedios, ctc, quc engendran en los nervios
dc los nlec¿nisntos resistcntes cle las placas, y al no cerrarse los
dcl foriado donde se apoyan esfttcrzos que rtecesil.ltr una densi-
circuitos dc: l¿r Lorsión ert los t'trismos por rto encoutrarsc cn los
dad de arntaduras de tal calibre que, fís¡canrente, no pr'tc:clerr alo-
jarsc en las secciones geométricas que J)o5een los nrismos. bordcs. ¡lrerJen ¿rnlarse con las sinr¡lles arrtladuras de flcxión y los
estribo''. pro¡rios riel q:r'lrtante, sin que sean de temer probletnas
Para solucionar problem:rs cle la nattrraleza ciescrit¿l sc proce- clerivi¡clos por est¿l c¿tusa.
de a trazar vigas cmbebidas delrt.ro tlt:l t:spcsol cle for i;rt1tr, rL-tiran-
do Ias piezas de aligcrantiento que se vcan alet:tad¿s por c1 arlcho Si bierl, tanto los lunchos de bclrde elltrc pilares conlo los
de las mismas, colocándose en ellas las arnladuras qtre los ncrvios zr-rnchos interiorcs pueden armarse de forma intlividualizada se-
no puercJen absorber; y aunque lo rtorrrlal cs que v¿tv.1n estribad¿ls gúrr l.r nragnituci cle los esfuerzos c{ue los solicitan, rcsulta posi-
para facilitar su monttrie y construcción, si ltls csfLtclrzcls cortan- ble estanclarjzarlos c:on el obicto de sirnplificar la elaboración de
tes lo pcmtiten, no sería cstrictamente neccsario tener que colo- la ferrall.r v los procesos construclivos.
carlcs estribos. Aunque resulta dcsc;lble que est.ls !¡ig¡rs vüyall dc
pil;rr a pilar, no siem¡rre scrá posible, y rrreciitricantc-nte' ¡-lr-reclctr Unlr scrit-' trosible r.le zrtrr:hos ilrteriores, que podría tenerse
tlejarse sus cxtremos ernLrebiclos dentro de los i¡t'r¡ccls o illterca- presr.rrtr' t:n los ¡rroyectos dc los foria<Jcls relicLllares, la hemos re-
lados enlre los nervios transvers¿¡les qLre corr srrs ¿rnraduras las cogicJo tllr l¿ l¿rbla 9.J,
cnrz¿rf l y sosticnc-l].
712 Los foriados rcticulares

Zunchos estandarizados (flexión + cortante)

SERIE
PESo EN kp/nrry N/rrrl \ ..# luJfrl
Z3n-X,
P-A P-B tlc P-D I Yt
: t ,15 en t Y kN
2,80 3,00 3,30 4,ó0 7 ,17
408 127,441 (29,4\ t32,94) r45,08) t70,27\

3,ó8 3,88 4,18 5,48 r 1,20


4010 (35,0ó) (29,4\ (40,9ó) 1r3,7'l ( I09,7ó)

4,76 4,96 5,26 6,56 ló,13


4+t2 {46,65) (48,ót) (51,ó5) {ó4.291 r158,07)

6,54 6,7 4 7,04 8,3 4 24,19


ó0 l2 (ó4,09) (óó,05) lóg) {81 ,73t 1237,06)

7,52 7,72 8,02 a7) 28,67


401ó t73,701 (75,661, (78,ó0) 191.34r (280,97t

40.ró
-t- 9,30 I,50 9,80 ill0 36,73
2Ot2 t9l,l I ) r93. I ) t9ó.04) il 08,78) 659,95t

ó0 ró i 0,ó8 r0,88 ll,l8 r 2.48 43,01


ll04,27 t il 06.ó2) (I 09,5ó) tl22,30) (421 ,50)

t3,84 14,04 t4,34 t5,64 57,35


80 ró {135,ó3) (t37,6\ {140.5?) tt53.27 t 1562,03)

4 0.20 17,40 t7,ó0 17,90 19,20 73,47


+ {r 70,52} tt72,481 ¡75,42t il88,ró) t7201
40 ró

20,9ó 2t,t6 2t,46 22,76 E9,ó0


8020 (205,9 r) t207 .37\ (210,31 ) t223,05t {878,08)

Xpuede serA, B, C ó D
A-e0óa20cm C-eQQa lQ{tlSLty a-20cm
B-eéóa l5(ll3Llya20cm D-e08a l0(ll?Lly a20cm

Tabl¿ 9.3
bs Íoriados retirulares ll3

El habcr definiclo los zunchos c:on arTnaciltras sirnótricas


pode- No obst¿rn[e:, tenienclo presente los pilares, pueden marcarse
mos justificarlo atcndiendo a las siguientes consideraciottes: sicmpre unos ejes ide.¿rles que coinciclirán con las líneas de tnáxi-
ma flexirirr tran5versalcs, y establecer particrldo de los mismos urra
a Sinrplificamos en lo posible su proceso de fabricaciÓn' cstr.ltegd ¡tara fijar Ias longitudcs de los anclaies y la distribución
o Sobredimensionamos la flexión positiva dacio tltre en la de las amracltlrar ert los zurrchos'
práctica cotidiana los cnores constructivos nl¿lyores suelen
En l.j nta)'oría cle los casos pueden haber excepciones, lcls es-
concentrarsc cn los montaies dc las armadrrras dc flexión
negativa, proclttcióndose (lnas redistrillrlc iones anormales <ic
tribos clc los zunchcls el'l las zonas señaladas con @ en la
Fig. 9.1-:| pr.xlrí.rrr se'r mítrirnos, del orclerr de $ó a 20 cm, o incluso
flexión que sobrecargan las anr¡aduras de flexitirr positiva.
no cxistir, ¿i!ln('ltic consLru¡ctivamente sea dcscable colocar algurtos
Mcioranros el comportamicnto mecátlico r(--sistente al firegc-l barras correctamcntc.
cstribos para situar l¿rs
del forlado.
Reducimos las deforrnaciones del foriacio err su zon¿t cle in- Dt:ntro de est¿r trtnlogla de: zultcltos cotrvietrc mencionar aque-
fluencia, al correr un porcentaie elevado dc la anltaduras cle llos que se disenatr formando t.¡lla cruz sobre los pilares, en los
flexión negativa de extremo a extrcmo, clue en los ccntros cie quc se concentra parcialmente las armaduras dc flexión negativa
vanos actúan como armadtrras de compresiótr. cuandc¡ l;rs ¿rrnladuras cn lt>s nervios resulta excesiva y, simultá-
Resulta ¡rosiLrle añadir sobre ellos las b¿rras du rcfucrzo que ne¡mente (:()n sus estribt'rs, sc hacc frcntc a los esfuerzos cort¿ln-
scan ncccsarias, indicándolas cn los planos como si fuese les cle ¡;r.rrrzon.ltniertto,
un nervio más.
Para fclrjados tle luces in'lpoftantes y cargas clcvadas, la solu-
l)entrc¡ de las modalidadcs de zunchos descrit¿s, se ciará frc- c.irin descrita reprcscnta un¿r ¿lltenlativa sut'nautente correcta y quc
cuentemente en los forjados tln titrr) de zuncho nrixto. comcl el in- recomcndanros tenerla siempre presentc, ya quc la hentos emplea-
dicado en la Fig. 9.13. do profusantente en nuestros proycctos por ser eficaz y limpia de
constnrcci(rn, conto queda patente en la Fig. 9.14.

Fig. 9.13. Zuncho mixto irttcrior y borde trrirc pri¿res

En los zunchos quc v¡¡n de pilar a pilar, las ley'es de esfuerzos


se encuentran lo suficientemente definidas para clLle se.r ¡'losible
establecer manualmente una estrategia que ¡-rerrrrira c:ortar cierto
nr'rmero de barras dc los zuncltos ecotlonrizandt-r arnlacltlraS. Sin Iig,. 9. 14. Zuncho: r.lc rttlur-rzo a flexión y purtzott¿rnliet¡to embebiclos t:n
los ábacos (lt] ur: lori¿iclc) reticr.¡l¿r (lc luccs de 7,5 m y car{lás clc: scrvicio de
ernbargo, existen trazados de zt¡nchos, conlo los mixtos itltliclrclos 4 kN'n¡ l
err la figura anterior, donde rcsult;i difícil estableccr reglas empíri-
cas que nos permitan cortar barr¿rs eu los m¡snros; \/ rlo qucdará
otro remedio que ser prudcntc y corer l¿s arnl.rdr-tr.ts dct extremo
a extremo, o confiar cn los resultados que proporcitll'lc tltr c:álctl-
lo ¿l¡tomatizado por ordenador quc indiqtrc los puntos cionde
pucdcn hacerse los mencion¿¡clos cortes elt l¿¡s ¿¡rrn¿rclur¿ts.

los lugares indicaclos c:on un punto grueso.


Los loriados relkulares

9.4. Zunchos ménsula RER'ERZO OPCIOML


\€R PIA¡OS DE ARI¡ADO
ART¡, VIGA VIGA OE
¡-' aonoe
Podemos denominar zunchos-rttértsu las .l .rq tt ellos zuncltos
quc vuclan ortogonalmente al ¡:erinetro virttral qtle une los pil¿rres
que contomcan el edificio.

La Fig. 9.l5 refleja las dos tipologías nrás frccuentes de los


zunchos-¡né¡rsulas presentes en los ioriados reti(rrlarc5.

Fig.9.l6.Vig.',,r,..;'i',.r:" a'i.,¿:l.i:::endr:de¡rii..]tes..Aurtc¡trel.rs.rr¡r¿-
dr"tras ¡rr-reClen ;1n(:.;1r';i :irri;:. :.rl s; .o:.gitud cle anclaje li conespondiente,
clC()flStl<ll'l()1> r¡..- c¡.:: r! j-..:.- : r :l<ltLlL.l:' t)C till()'r ltr ( rll. O¿lO() (lllC (ll¿ll-
quicr crror cic lrrúi,ii ,.1 ,::' is:*.i :¿-.ls c.-iedc tener qraves consecuencias.

.El zLrnc:hLt ^-i1:::;'¿ onogonal al pcrímetro basculando sobre


otro zlrncho rri:r'.S'. É:i-rl cr-rt'lstituye ¡ntrínsecarnenle una abenación
concepttl¡il er'. ¿i ci:;eii,¡ esiRlctural de cr-ralquier tipo de foriado dc
los llanradr-:': "si-r . ::::" ,<irr c:r'rrtrargo, raro:(:rá el cliserlo arc¡.ritec-
Lórrico clue ;rc, cb.rq:e ¿i '-ener qr-re acudir a estas piezas en los bor-
d,to.,J{gve eu Pilqv
clcs cic las fr,¿:-r:.:. :r:orzando volaclizos qucbraclos.

ANCI.¡.JE EN
NERTíO ADY¡CENTE vrc{ s€_ BoE0L
PARA WELOS ¡ 1.2m. VER EL ARXADO
A}ICIAR EN EL Z NERÚO CORR€SPOiIOENIE
I vlGA 0€
' rrtoo-

Zuncho vnensolq BLOOUES


PERUOOS
mbre forjado HrcIZAR AL UENOS EL
DE r¡ MGr ¡H vot¡orzo rirsrr
^IICHO
EL PRIMER NER/IO AOYACENIE

Fig. 9.15. Tipologías básir:as de las vigas (zunchosl ulénstll.ls


Fig. L l7. Po:;litle r-o; :,t:rrr i ;tin (lt: zLlncho ménsula b¿rscularltlo \()l)rc: olro
7Llllcl':o tlans\'É:S;t.
Las vigas o zunchos ménsulas dcnrandan una cierla getlerosi-
dad en la longitud del anclaie dc sus barras en zonas seguras, clado
que son piezas de gran responsabilidad, y con esc¿sa o trula po- Aterrción una vez más al anclaje de las arrrladuras de flexión
sibilidad de redistribuir esfuerzos en caso de fallos localizaclos ell negativa de estos zunchos. que deben quedar cuidadosamente
los mismos. arrclacJas en 1a ca1'xr de c:r>nrpresión; y si es posible, mediantc pa-
tillas en algi.rrcl cle los nervios transversales a los mismos. Una re-
Un esquema constructivo aplicable a las nlénsirlas que parten
gla práctica y cc-rnscn,;id<)ra que puede aplicarse para rcsolvcr el
de pilares queda recogido cn la Fie. 9. ló.
arrcla¡e es la clc' itltroclucil las arm¿tdur¿ls rtegativ¿ts tracia el interior
Frente al esquema constructivo expueste err lir Fig. 9.1ó, la al- runa longitucl sinrilar a lo clue vuelen. [,] criterio rlcncionado alivia
ternativa de diseño y construcción que aconsejanros a¡llicar al los riesgos tle qr:e r:ualquier fallo localizado por las torsioncs qtre
zuncho ménsula, siempre qrre ello sea posiblc, cs la cle prolongar se desarrollan cn el lultcho traltsversal donde se apoyan puecla
o correr el zuncho que exista en el vano anterior hasta el final clel originar ei colir¡:so brusco del voladizo.
vuelo, reforzando las armaduras de flexión negativa y estril'los si
ello fuese necesario.
Lns forisdos reticulares ?I5

PESO EN kP¡nrl Y ¡, ¡,11 C.M.Arrl.SuPeriores


SERIE tB - 400s1
25n-X P-,\ trB P-C P-D ys: l,l5entykN
?RR i /a 5.,60
,.ó8 4.I 11
(54,88)
4+ r0 t?6.A51 ¡38,42¡ r4{1.9ó r

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+
ji.l9 t0,39 10,í:9 il99 28.67
r99.8ór ILrI,82r i104.7é'r I I 7.50i r280,e7)
3012

3 11 77 11 ,97 )7, 27 33,60


-rl.r+20
I l?,i)t r I 17.31 I t:0 .ri r
r}i (329,28t
2 ó ró ")2
4ó20 I4:4 14,44 14,7 4 \6,44 34,80
+ r?c iir il4l ,5 l r t 144,45 t i57.l9r t34l ,04)
2 4, 16

5d20 1S,2r) 18,49 I 8,7(i :0.0(.) )ó,oo


+ t 17.t.24i i r81 .20l i84,14, I ilÁ ,qS r
1548,8)
3ó ré

Xpuede serA, B, C ó D
A-e$óa20cm C-eS óa l0,li3 L, li a 20 cm
B- eÓ 6a I 5 ll13 L' Ya :O cnr D-e$8a lrJtl I Lr"'a 20cn1

T¿bla c, 4. Zuncltos-nrénstr I¿s esta tltl¿r ¡ iz;rclo:


llfr l. r) lrrllri((l: fr llrt{l11tr.'

9.5. Zunchos brochal


Si l-rielt l.r tlayotÍa de l¿ls vccc:; Io! zt;:r.:., , r;'"1': ¡rrr(
reflterzalt lcls ttcrviOs t1e la plac.i [¿rl r cr-¡t':'c'i. -1]',- '.rl r.\.ri)rrllel-rtL"
puerien clejarsc flol.ln<]o en lllccliil cle ltls ¿'r''r'- rt . 'r'' l \rl'"lor tlel Ei r

Iori.rtlo. CLlt Irtl;lliv.t ffeCltCn< ia, l¡ntl¡iófr tti-): .rri:'.-,- !,ri)l l¡ll():..1 tlÉni: i.l i(. .

tener clttc rc.lftlrzitr it-rS t-lt-tvitls lraills\'( rl;¿ri(r-'-l= I ' I'ir-:r -'-'rl r-rl.r(ii ¡rt tt'cle
..:.
zutrchcts,cli'lticloalosclslrlerzclsqrtt'.rtlrorr'.1,, 'ljr':rr ii(-i(-lilJcilal tir cicl t,r ,

¿r tr;trrsllilrr l6s ¡lrirlelts. P11clt:l-l'19s, lJr-1c5. ii(


( r' .)-.; r.,r',-ri. ILlticl'lc-rl- l-)il('\l{i (-ir-,

:¡r crtllLlrotlt¡l¡ll rll'1 (,)tI()5, V atrll-¡cl:. relt¡,'r;¡il' t':: I ir, 'r'r r 1''tl it-)l,t¡t'
r Ll.tllr.lr.\ (;sl t ls >e llll l('\l I cll I itl:Lllir rcl rt c-

ctl ltls llcríttletrrls, clcllenltls l(-'llr: : .r']-i-:'r- l)rr:rFlll|-' 'lt]e


S¡th'cl
l¿r itrl¡t-rcllc.r.ici¡ clc,z¡ltcltoS, al('l ljl)o {,ll,1i :r .:r =1¡ ¡r, i,;¡l¡r1.
t-'ll lt):
forj;rclos r(-f)r(lsellL.tt'l tltr fr¿i c.ta,:'\ '.'r: :,:r:"'''':r l,¡ i-lt'lo:;
l¡CtC¿¡niStnOS fCSiStentes CIC l;r ¡rl.tc;t letiLrii.rr ¡¡,;.: ;¡;-1¡lr:lr'rlleilte llrJr
illr¿r L()rlcL-l)clc'ln v tll.rlltt,'al'niellt.cls CIlt-rr-r, - -:: : r'-'1,( r.
r(\ {ll-l('
( a )t t( ll -( a t I .l .;1Il lijr IL)l IL': l(-)1,/. l( ¡, i"

)t20a ZU¡lcllo - BRoCllAL, aarA¡uRA r¿cu¡rlAR.JA


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I l

i '''rl - *r'" 1'a

l:: ::l , : :r ll('f

1,.,t,,

al -,4' l,-
us forjados retiulares

l;: car¿¡ vist;¡ infcrior del lateral cle la losa de conexión se en-
9.6. vlgas (zunchos) para desniveles y contrará normalmenle traccionada, con un momcnto sensiblemen-
cambios de cota en los foriados le igual al momenLo que exista cn el punto de quicbro
consiclerancjo el clintcl virtual plano, por consiguiente, la losa de-
Lás plantas baias de los edificios' debido a las pendicntes -qLle
berá llevar transvcrsalntellte cn sus caras las armaduras suficicn-
prescntan las calles que rodean el solar dondc se ubican, suelen
tes para rcsistir y transmitir tlicho momento y las tracciones de
presentar desniveles con cambios de cota de cierta entidad para
'podcr suspensión lcortantes) que existan en el mencionado quiebro'
acoplar los locales comerciales situados en las mismas a las
iasantes qu. pot""n las calles perimetrales Los accesos a los En la cjirección dc la losa de uniÓn, nuestra experiencia nos
bloques de viviendas, con sus rampas para rnintrsválidos' etc'' dice que basta colocar unas armaduras de morltaie razonables
t.tÜién suelen diseñarse mediante desniveles que rompen
la
(201ó .supcriores y 201ó inferiores) para garantizar un conecto fun'
planeidad delforlado. cionamiento lortgitudinal de la conexión'
y poner todo nr¡estro
En estas situaciones, debemos procurar quiebros en los
Nuestra recomendación, siempre que existan
a" plantear los cambios de cotas sobre las líneas de nervios perpendiculares a los mismos
"tpano cómodamente diseñando vanos, es la cle armar los
pilares, ya que estos casos se resuelven pilares paralelas y adyacentes a la conexión
foriados salvando el desnivel sin sobre las lÍneas cle
una viga de canto que una ambos banas, prolongando la más fina en todo
el desnivel sca de cierta entidad' ueni.ol. con al meno.s dos
,nryor?t y
problemás; cuando el conlunto'
pongamos un metro como referencia' siempre resulta
posible el vano, sobreclimensionando ligeramente
!r*-Uf".", un zuncho o viga de borde al nivcl superior y otro Los detalles collstructivos básicos a tener
presente para estas
similar al nivel inferior.
situaciones se adiutttan a continuaciórl'
una viga
Los foriados con desniveles unidos entre sí mediante
(zunchol de canto entre pilares, funcionan mecánicamente meior
ii!10
t-
,"
il;:i í.t foriados otras untu"nttan resueltos con eunchos foR.!.r@'l*

independientes; €ntr€ razones' porque los tramos cortos de


su excesiva rigidez' son un foco
;l#ñ;;lvan el desnivel, por se retraerr o se dilatan los
á;;;ül;t"s especialmente cuando
cortantes insoportables
f"i¡I¿Li i"-et¡éndolos a unos esfuerzos ffi, I
que acaban fisurándolos. cat€Toil i
RECUPERASLE
;i
Sr EL l¡ ClZlDO 25cñ.
Cuando el desnivel se plantea en los vanos inter¡ores' no docaR Ar---ffitlo"-
@RROos ó¡Ot 25cm.
qreái t¿t solución constructiva que tener que conectar los
bordes a través de una losa maciza de espesor variable erttre 20
y 25 cm, que canalice los esfuezos de flcxión y los cortantes e¡rlre
los extremos situados a cotas distintas-

Si el prog¡ama de ordenador que se esté usatrdo no admite


puede Iip.9.23. C.¡nlblo clL'('ota corl clesnivcl nlayor que el canto del forlado en
esta tipoiogíá estructural, un cálculo simple y sencillo que iiilla Ucipii¡iesL.cs esrribos deberr ser capaces de resistir los csftrerzos cor'
bastar para resolver los casos más frecuentes, consiste en suponer
tantes cn el elenlento transversal y suspcnder el foriado inferior'
el peso
en primera instancia que el foriado es plano, introduciendo
¿" L lora que salva el desnivel como una carga lineal adicional a

las cargas que existan en el mismo.


ES&¿¡Do

lar^zo
+ NEG¡TIIOS
-
ri

CASEION
P0sÍnos, RECUP€NABIT
¡ 0_40
üs$rs-
¡o¿o l_

Fig.9.22. Simplificación de cálculo de un forjado reticular con desnivel en


un-vano, y el momento propuesto para armar las tracciones eL la losa de
Fig.9.24 Cambio de cota con desnivcl mcnor que el canto del foriado
conexión-
3lfJ Los loriados rcticuldr$

clcntro clc
(()r1sl ruirse r-rn forjado reticul;ir sin los ¡trccc'ptivos ztln-
chos ncrinrclr¿rlc;

J En cstc campo. los prograrnas cle orderr¿lclor est)ac¡ales, que


'l
i realicerr una buena \ t,.nl:ii¿1 discrctización dc la placa alrededor de
los huecos, rel)Ics\:rrl:iln ri.'a ieramienta muy valiosa como ayu-
rla err su clrseñO :, arr::tJ(ir-). ;.cTp:'e V cuando el trazacio de los zun-
Sl EL ¡¡ACI2ADO¡25Gm. ,/ chos cle borde cc-.1 :.-:r :ar:r.-q.ilrCes v cruces corresponclicntcs se
cqffi a rÉNos 2110
CORRIOOS CA0A 25cm. ef lc uellt rcn conct'rci il iÉ i- ic rc-a I:z¿iclos

5in áninri-¡ cie .:¡:'.-..- :l '.:ilr;, c-xpondretttos una serie cie re-
flexioncs v eiÉtt'rnLo: o.;¿ il iL-citn ien'ir dc ¡rarrta al lector sobre al-
Fo*-l
- 2ol/2*m.l
gur]os aspectos i:r.:. : .¡t';.iilr¿mos de mayor interés en el proycctc)
lo y [rat.tntienLo.i. .,:':t 'ic¡: ctltl zttnchos llerin]ctrales, que nos
han clatlo e).f (:r:':É: :':-:.t¡rclos ell las c-'strllctLlras que hcnros
Fig, r¡.2t, cambio dc cota cotl desnivel mayor quc el
(.Ir:o clel lori¿rckl ell
corrstnlido
zona intcrmedia vatro.

Urt l)rlt:rr :r:l-r' - ':)ci::1 r-Lo tetler problelllas con iOS huecoS' qtle
rccclrnenclar''.rs : J,'il,rovrl(listas qtle se acclrc¿tll cle tarde en tar-
csla t F¡|.-r':i- :sil.r.ictul¿il, es la dc prolongar los zuttchos que
cie a
borc['an l(.]s:-i.lr:'..r> ir.lst¿r los l>ilares si resltlta posibic: y. si no lo
fuera, al mür ui ,-ti:'t'rir¡ .rlrclarlos .lntpliamente en los áb¿cos o erl
zonaS de I'il,.,l: :'1 ,'i:-L:1,\.

Fig.9.2ó. Cambio cle cota sobre ¡lil.res cn iúsr (.ir r:iLrriLi L'

9.7. Diseño constructivo de los huecos con


zunchos perimetrales
I :É ti l7 a:.:É:ri, ¡¡ntÉr,aLl.lt cn cl Lrill.¡rni(tlrto de huecos
En el tratamienl"o de los huecos en lo:
forjaclcts retictllart's jireg¿l
urr papel incstimable, L¡na vez más, la experienci;i clel ¡rrovcctistii
En r^l caso clc 1a figur.r 9,27 sc ha adoptado el critcrio mertcio-
diseñando y dimensionando los zunchos qttc rcftlerzltr sus bor-
n¿rclo, elt r:ltlnclc Lrs zr-lrrchos A ¡t B deberárr llevar tlnas arrlladtlras
des, dado que es imposiblc dar reglas fiias clue solucionclt lcldtls
nlilrillas (4Q I 2 o sirltil.rrl, )' lcls zutrchos C y D cleberárr llevar ¿rl nrc-
los casos que sc plantean cotidiarramentc.
llos, (:orrlL) arn..ac'lirr.is cle flcxión positiva. tc-ldas .rqtléllas que cl
E,n el punto 7.5.3 relativo a los ¡rórticcls virttlalt:s ex¡lttsinrtls
Itutrc:o lt¿r seccict:-r¡dtl. Reflexiónese sobrc cl hecho clc qtre las ar-
ntachrras negdti\'.1s del [oriaclo se ellcltclrtran tocl¿¡s lrrtactas y, por
algurtos criterios clcmentales p;rra el análisir cie los huecos, sirt
cortsiguiente. cl ¿u¡<'tro ¡:odrLr prescirrdir de clichas ¿rnrlacluras sitr
rtrencionar para nada lc¡s zurrchos cluc lt-rs cc)¡t(.)f freall: pct"o, col]lo
(llle por cllO sr-L|¡¡lr ¡troblerrras. Erl tOcJos los zttnchos Cie Csta lla-
sc poclrá suponer, ningúrr hLtcccl, salvo aquel)os qrre sólo afeclen
trlr¿rleza los e:'.rii¡os iuegal'l tln p¿ipel mílrinlo.
a la zona aligeracla entre nervios respet.lndo krs r.l]isnlos, dcberíl
Los [onados relttular¿s ttg

A¡ÍADORT NE6A:IVA
P¡r,LONáADA IIASTA ¡I r..NERr¡O !

NERTúO I
I
.ri
'.. NERVIO 2

d-OOUE PEROIDO
OcsEoN
RECUPffiABLE J
I

NER'IO

E{HE^PostrlvA

Fig 9.28. Hueco solucionado con las armacit'¡ras del ¡:roplo foriadcr

EN LOS NER/IO6 1 Y 5
En el hueco de la figura 9.28 se ha optaclo por rcforzar los 50 PARA CADA U]{O. DE IA
negativos del foriado haciéndolo trabaiar prácticanlente en ', INTERRUI¡PIOA g{ EL }¡EFINO 2.
LO MISI¡O PARA l¡ qIRA OIRE@ION.
voladizo, reforzando también ligeramente los nervios adyacentes
al hueco,

Con esta solución el lrucco reqrrierc unos ztlnchos de escasa Fig. ct.29 DL-]I¿llr: cr-)iistrllclivo sirllple resc¡lvicnclo ult lrtleco no previsto cn
cuantía {4 ó @12 - eQó a l5 ó 20 cm)

Para huecos dc pequeña entidad qtre seccionen un número de


nervios reduciclo, no mayor de dos; da buenos resr'litados trasladar
las armaduras seccionadas a los ncn'ios advacetrtes, teniendo
presente que si los huecos están en un vano resulta aconsejable
Íeforzar las armaduras negativas de los nervios que vci)'¿rr a morir
a los mismos; y si,t-'stán próximos a los ¡rilares, cotrvielle
centrarse en las armaduras de flexión positiva. Los zunchos cJe
borde bastan que llcven armaduras mínimas tambión cn estos
casos; o incluso puede prescindirse de los mismos,
reemplazándolos por unos simples nervios transvelrsales, tal y I-ir, 9 30 Pos:Lrle alttrnativ.r cle unión dc los zunchos etr sus extremos, de
como se indica en la figura 9.29. nréno¡ caliciacl fren¡e al cruzaclo por ¡rrolongación lecta. Esta solución es
inprescin:lible s: el zunchc¡ tralraja en vuclo cn contirruidad a flexión posi-
hemos dicho anteriormente, y re¡xtinros dc nuevo aquí, que tiva con '.orslonec, tipo ménsulá en balcón.
Ya
los zunchos nrecánicamente como meior funcion¿lrl es cLtanclo
sus extremos finales se encuentrarr cruzados unai longitud del
ordcn de la longitud de anclaie que necesitetr sus barras en La estratcgia de ajustarse estrictamcnte a los contomos de los
prolongación recta, con un valor mínimo de unos 40 - 50 cm; no huccos con Ios zurrchos no siempre resulta aconseiable, puesto
qr.rc puede dar origen a un caos dc armaduras y cruces de zun-
obstante, tanlbién es admisible acabarlos como se indica en la
figura 9.30, aunque en estos casos, tanto las amradur¿rs de flexión chos que por desgracia no se rcspctan constrllctivamente en su
positiva como las armaduras negativas que mueran en los zunchos trazado. ante la dificultad de ferrallarlos en la obra cómodamen-
de los huecos deberán llevar ambas patillas, las unas h¿icia arrlba te. Véase conro exponerrtc dc lo dicho la figura 9,31.
y las otras hacia abajo.
1.,,. 1¡ri¿,1¿¡ rr'lt(illLirfs

t/,
/!
'i-:-l-: -'-,':- - ¡-L-
Fi.' tr :i 1 .'
) 1\
i r: .---- Ll )---l-
() .t l. Trazacio y rnonlaic cle la ferrall¿r clel coi-riort ntO_i (:;i-,
Fiq.
dan¡enti: rer'ucito. [rtt f;¡ ll -r. ¡

[rertLe a l¿r solución ado¡ltada elr l¿r figl]r;1 ill'l'' r rrl' l)r¡]-)i-)lr''lrlo5
jo,'lc iil:. ¿r,trrt.hos,
Lllta cieiilri(.ión nrás ¡trr:cisa y lirrt¡ ia ell cl fr¿rlai(
zollas sitt jr Ll -'É i)l lillell r(l5ol-
¡tunL]Lle 5c cltlcclert ¡lcqtteñas 'Jrlll'
cort Srleltas (trLle CorllOrl¡t'cl.l t-'l I)Élíll1eLrc
uerSal fáCiln,"ntc b¿lrr¿rS
()
clel httcc:o o clcl borcle, tal y ccltlro se ilrcJjc'r el l;r J':r'r 'il
:

AO'C'O XEUUL A
,z px,^,¡ t tt¡':' ¡;
/ r¡¿^'-v¡ :E&r--at ¡

1,r l; l

t:.t..,-:
- :..- I '.,

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Fig u 3r Tr¿z.rcl,¡= L\.'rrr.-'ir'.1:
li,rlcl*,.rrlt tl"ír' 11r¡r'; (. :.i '.'

Flq t) 1l() L¡j : I ' ::- r''


Fig a.?? Soluciirn colrccl¿r (lt.'t.ur lrt.ltlc'L L'rri', ¡llr.tLlr'¡ li. t- .- i .

tlirli,rr.e' r¡.r ¡rr¡t¡cluuil; cle lo, li.nt,-': Li',i1 :...: r1 i r ,, - 1¡r¡11,-¡1 r.rr tle .: t t . - .. ,
', 'r'.
c)tr¿ jrrferior del Q l0 ii l2 r¡r:c cr-rl-r¡.ri li¡: llij: q '-- ¡¡ ¡:¡1,. ;¡r:r:r r alÉ lr)! p'l:rrÉ.: l :: - - ,-:,. I :,
tes .; l¡uec o. f.)r.l::i- ci lcr LriJ::l- - .l:.l .: , l'
-¡j
'- r rj{irrr_ ¡f ililtdrr'l !,!l

i_ I \l¡-.
lig 9.i7 T¡az¿do correcto clt lr:'!:::-:' '. ¿_-- ,
',
,

!'uzcl: ' -- ,,:' al,:::i,, !-"aa'.j :,::.:


\'f:,!'elr eSI('(¡5O \(r'llC) 5(- -( .,er-r¿11(1.io dcl borcle por los pcclueiros l-iuecr-15
la conexlótr en',rc los nl¡snlos L-,:.:-i {ltle irrr¡riclen un trclzado solventc cic-l rll sll.tcr

L- - -- -r :l- ;<.ills()rcs, ol¡e llo Soll t¿i(rs pL¡e:t() cllle lá

. ñER\10 I
¡-rrr-:-L' --L Ir.ÉS'i-r t.;nclcsnjvei clcl for¡ado; csclecir'realizan(ioLlna
PIZAS AI]GERAIITES .LL'_-" (.r.tr-.
'' ' :r - 1¡.ll {¡!¡L¡ )ras a través cle ]¿rs los¿ls laterales r dc
fon-
FN FUNCION DE LA
-i'-
"'";rl,
NER{!O 6EOMETRA DISPONIgLE clo (i:rn:,-¡ :,: i-:' '. islo en el al)altaclo anterjor'
' NEftlOl
L.rS all ¡r-l-.t.¡! (lLle sc coftan, no obstánte, pueclen concentrar-
i-l /r;i r-: ri:,5 lreri|-retr¡les, scrlrreclimensicl¡ranc']() col'lservador¿l-
gCAS
PEROIoO
-:/fREt- PFRIMETRALES
ARH¡il :-.-.q:.LL i: Il..i'-¡r ]-ilr,i lL-sistir Cl peso clLl(r eier(( cl va:t¡ de
Elg)uE CORRESPONDIENTE
0 cAsEroN
R€CUPERABLE
ito,rr jgri:.: i,i:,; zt-inchos cmf.)ebidos crr el forjacjo conviene alargar-
,trs'r;er.- clcl¡r: l¡.to ettricto del httcco, llevando los esfuerzos ¿r
¡!ER,4O 5

FORJADO rrjrri:: -'-..i: a1- l-r-1.);.rLL¿i5 clel forjado para que se clifunlinen sjn con-
cc'r.Lr¡f s=.r,. .t(.',aIlrel'lte cn stl ámbitct local, ciaclas las cargas de
ciert¡i lt-lr'. 'i.it- ¡.ir ttL,e cxisten cn estas 5ittl;jcioncls'

Bg!E_PERqlqq
o cAsÉtoN
RECUPER/ABLT

NOTAi
L\S VIGAS INfROOUCIOAS OESEN LLEGAR
CORI^RSE CON LOS NEFnOS
SIY3ENCADAO¡RECCION

I 38 [)eta]le (orrstrucLiv(l básl(o.' ''-.- rla ,i;


I-i:l
zt¡rrr lros Qi){i::e cftlTáF

Cu¿ttclo resultc inrpclsilrlc: diseñ¿lr .: lr.: .:lr¡a ¡-r.'e.lcitr-* a ior


Lrorcles DC)r la t)reserlcia dc los peclL,tlltlr;-.:=-J= -lc '-:l;l ¿r-l-'lrtrs
rlLle aullqtie no lo parczc¿ln I)or >1, ct-.:..-i r¡j -.' -i :-.-.{al: (l-lc
rn¿ts claños hacen a los mccanisrllo! rts.s:;:-::' iir' r,:s lo:i¡.lclc¡s
rL-ticLrlares, recorttercl¿rtrt()5 scparar ci tl¿r:ailc' citi .-i:.il.i-: : r'jt-rr:fl;r:
niticlarrrc-ntc cicl borde y situarlo €r-r t-r-.c-i:ir-..t :-litr'.iii: Lr,rtc(r j i rir:rÉrrcljcl¿r corr Lin corTecl!:) lt¿iz;iclo ie .¡s ¿r-i:-L
montarse cón]odarnente con tocl¿s las ar[r-¿¡i:.1¡': .-r.,a :'! a,]::L 1:¿l . , '. at l;,.-c',Sr't,r.i.r,.lt tl,.l¡, .'' ..:r'.r..,'- L-s1,.
v ( orTr() se ll;r re¿lliz¿lclr.r en la Fig. 9,3a. -.:l: r,rrtc cor l.r c;' j.r ¡'¡=j.r'; clÜ::e: e. . . rt) ii:-
.ri¡a
Lrrs lrrritrdos r¡ticrrl¿rcs

Lo clue se.i[)recr(, r riecluce cle 1a ligurri cJ.43 es trún rnárs grave


si c.¡be, pue:r nos eil¡ r'rtLrstr.iltclo una dcsrclra lolalcn cl cliscrict y
sl rl SCIM:2tuñ. cot'tstrucciórt,-ie,"l:r lori¿cio:eticul¿l cr-r el c¡ue no se lra cuid¿ldc¡
@Locffi AL MENOS 2'10
cl qLrit-ltro del l-rorrle i t)(l :anto. clel sol;Lpe v cncucl'ttro cle los zun-
FORJADO
CORRIDOS CADA 25ch.
VAIiIABI F

JUMA OE HORMIGOMDO
clros IrerimctraLas: :os ri!.tl)rintitrntos 50n Ltn cies¿istre, l:is patillas
."-, RUGOSA UMU Y
HUUEDECIOA NTES
cstár] nral c(lnstn.iri(:! ! itLr: Lolocddas. cxisten clralro planos de
OE HORUIGOi{^R
arrn¿rciriras sL.rptlj\rrar'; rio:-rcl¡t sólr) cieberían exislrr clos, el renrate
FOSO
ASCENSOR rebaiaclo clel ioti¿rcii,r iltl ¿r -r,l rl¿r-irLl e5 un (.j()s constnrc:tivo, etc:.
--...POS|BL"ES PAOE.-
EN TAS ARhDURAS
DE roXON
!U-qE REPARTo (súp.)
lOAl5 m (eup.)

OIMENSTOMDO DE LAS ARMADURA9 O€L FOSO DEPEND€N OE LA


TIPOTOGN DEL ASCENSOR. I,AS ARUDURAS PROPUFSTAS CORRISPONDFN A LOS

Df CAELFS Y MAOUIWh IN CUEIFRTA PRtrSOS DF

Fig. 9.41. L)cL¿rlle (:onstructivo tlcl fostl cle a:;cerl:,-r: :r.l¡lx:'.lido clcl ir-rri..rdtl

L,rs vigas {zunchos) que nec:esariarr"ter'tl-ó nos vcmos oLlligaclos


a proycctar, sin duda algurta, resLllt.tll ser el lluttto nr;rs tlclic.¿ido v
difícil en el montajc dc las armaduras ck: los i,-rrj¿do: r'elicLrl.lres,
por lo que debemos prestaries una atención esL)ecia. eri 5u lr¿rz¿i-
do, solapcs y cruces, especificaincio cl¿rr¿nrerrte toclo:- lr-¡> c.let¿lle:
consl,rllcl-ivos necesarios, elinlirr.inclose clÉ esi.1 !':t¿1r]cr.1 cL,i.tiqLticr
posibilidad dc quc los fcrrallistas tcngan rlLlü' ir'nprr)\'i5¿rr solrcit.r-
ncs durantc cl montaje cle Las arrlaclir.ls er't obr¿.

La tc-ndctrcia uatural dc cualquicr p(-rson.r l p(rr.t¿urto l¿l cle lirt


lerr;¡llista que tiene que desarrollar una l¿bor ciura v costosa es-
pecialmcntc cu¿lndqr se acurilulatl b¿rrr¿rs silr L)l(:ir-lr rri ccltrt it:tto c¡rre
pareccn no caber y a veces no c¿tl-rett, e: l¡ tle ,r¡llit ar l.r lt:r'clel mí-
nimo esfuerzo si no existen espec¡fic.lcioncs cl¡r,¡> -:inr¡rles v a ser
posiblc lógicas que no elintilren opciones ¿il crror: Si t,risltrr .ilter
l'lativas, por existir indefiniciones, el fcrrallista i.i:' ir.rrprÉ tonla-
rá I¿r rrrírs cónlocla, aunquc no sea la cleseable \ cottveltir-lrtc.

Por ejettr¡rlo: observando la fig'trra 9.42 ie ,rcii,.'irr.r fácill'nenle


clue rto ha cxistido una especificacicitr ¡lrr-tis.r cie ilórlclt't'cónro
deben solaparsc las arnradur¿¡s cle uua vig¿ ci.- borcle Lltre:rrpera
jt,, ''i I j F':::-,r-.tr-.1,- ci:ii,rrt.'tnirico t.ie etrofc'-.:.L1lx'rp!les¡o:;.
amplianrentc la longitud nráxima tle l.rs Lr.rrtas que e\ cie l2 ll, t
cle ello se ha derivado consecLlelltenlenlc Lill error lríticlo el'l e-l
Aur.rrli.rc.'li¡- -ilr.cltos A v B cle 1a fig'ura 9.44 se lrar'.rtt qtteclerclo
monl-aie dc l¿rs rrtisl¡ras.
cL)rtos, se .lcii,, i:-ra l¿l ;tiLeticion¿ilicl¡rcl clt:l provectist¿ cle crLlzar los
z lt n c i l cl s, E.i rii Ir t I ¡ a n cl Q Ll 11 c o m I) o L) !l-l (-c ír n i c o tl n
rta n'l i e rl':

ctlntirrr-tici;rci cle ll s trlrsttlc-ls corl el l-striLr¿rclo cln corljrrnto de


at¡ltlOl;, (lr..lc COtL:'.ilLl\u rttrit [uCIla Sc-rltlCiótr ¡rirrir las sittl¿lc:tOItc'S cle
qtlleblcl (ltle i-)rLeclL'r eristir erl los borcles clt' los foriaclos'
No sicnrrrrc result¡l scncillo resolver hucc<-ls Irlal concebiclos y
nro\,('( l;i('lr)s. cLt;ir-rclo se encuentran silu¿tclos en zQnas delicaclas,
t¿-¡l como en l:s'"ig;r:- tle l¡orcle; estas patologías de proyecto rc-

(.lul(rrer'r Lrr; f(rrr¿ill¿i conlpleiar y clifícil, qllc aconseiiirllos evitar


siempre; r.c) oir\latntt'. acllulltamos el dct¿llle cle la figura 9 45 que
pue(lc ser,'ir clc gr-rí;r para resolverlas.

(lue il'lterrllmpir lits


Cr¿rtlclo 'ró crlleale más remcdio qtle tencr
arn\á(lLll¿i: cle l¡r '. ig.r tle llorcle, conlo ha suceditlo en la losa ¡lre-
de espcsor dc la figura 9 4ó
tensad¿r qile pl'ovectanos cle 30 cnr
cle lc-rs pilerres metálict'ls que sosLienen stl únic:o
¡r.,t. l, 1,,r,,:."r't l¿r
al rnáxitlo loclos los clel¡rlles
l¡rrro t.lcr ll r:-' clc llrz, trav clLtc cuicJarr
cle la forma más perfccltr ¡-lo-
constn;ctr!()i D.rrai (lLlc rc-rcio encaie
qlf'l )t('.
r.r¡l'Lr Il'1.11 t. tl:'i rrl;cl;l
'r: i: '-:
cI
-,1 tir'
t¡ 4O UII¡ buel ¿ 5( r' (
Fi¡ ;b,-' ¿ bi-rrrit-
¿l ,lre(l.,rjc aor1(,i ,-)\ Z j: ( :c\i ! r - -
I lleS,-,¡cl,,¡

,ln i, r.'¡br.¿ ¡ . ,.ie' di.)¿ce É B


"' VIGAS DE B98DE
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CÓRRESPONDIENTE
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DE 2ocm. tfo¿ focm. :',4ñ
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VIGAS DE BOBqE. I_ EgB!EADo EN ,-_


se-uE¡¡xre5 f= CONJUNTO A 10cm.

ARMADUM (¡r.Le-{scp') DE
-F^a*á¡^r,1'$'¿rJEu*
EOCOE INTERRUMPIDA

- :- ' rriF: ¡r _i', ,dll: rl'¡:; ::l: ::': i'ri': ':r'IÓl en utin vigA tle tlcl¡Clf
I-ig. 9.45. Det rlle t.trrL:-i r:-c
l.¡-. io¡l¿d¡. /f¡i, rrL1rr:i

Resumen de reglas práct¡cas en el tratamiento de


huecos
,' "ai'-terl:i i,lr-' l; ¡l ;rc.¿i I-)()l li, ¡rit'<c't'l-
- :.,--r-.'".¡-.c ,.i :i{r'.i' tic 1.,-'rlir':liitl
. -, ,,a, ,t ,1(. .(,¡ttrrtes iluL- qr:teLle clr el
:=i'-'" i¡ f . ¿lt¡r ' tir rrl-,,i.l¡:af c]
' .r iL rr'r',-illq)lI(.1'criie ¡ clichir lli-itttl.:.
;r'r-:.: ,i;¡', r l;rr.l lr-,i].{l.iS ileilt'rl Sef
,,.-,1-i:i r-r,11-;...:11-'t l.L'> (ir fÉl.lefZO ell StlS

1
Y
I

BAR,RA !E REFUERZO

É:-, ,r¡ dli


'':l,,-I',:
Fig .,4r, i L)sir llrelen,,ir(l¿ r.ic _J0 clr- ¡i¿ ¡ r¡', -,_'", * .-.,- ', r-:'l
sanclo :;tr s t..i l-rlc'-.

Lt,,,.l r":.- i : ::.:::: :: :r .: '. .; 'r't \.-l:il,-f,i:-t t)r\.)li_1¡*1(llSÉ lltciS


lo corrct:t;rn¡e]tte i_l,ls !,r ,,r rq:, ri:lto úi
C)trsc'rvc:;e l;¡rrr[tién :. r i. :.:l .-.: -:. - ...-:.i-.i,:: i ',--.: .-:q..¡,-ll:'lal.-
apoyo de un foriaclo rcticular sobrr. un; r'¡rérr:.i-:1., r:-trrt; .-i r¡L,e ir.i
.-,,:. r-l- ' i: . ,- :,-,1-l : l: .,- l¿ i):'.g.1-,lLl rir .t-C.: t
siclo necesario constrUir estanclo €n Scn lcii,¡ t, r:tr-.tL irit LiL. r

honligón que lo sosticnc.

- [.i:.: ,. I l , .r\. i)r¿s ac-rf:-.LtIIe:.-¡ l.¡¡ Lt¿incl¡ts cen-


".rir]r-. -t't :. .l-.= l-,-'::i..:r Ii 1'lia,{Ll aLrlt L¡n ziln( ]t(l l)lliilte
ira,.
-.'tl-,ill,-,.'.ltirl.i-'t=:.r ] 5,.i¡ 1,: l',irrri¡,.1c >,-r¡-r,-r:'tts clt;(rn¡rS
iirriir rr.'¡- ¡:l;a i,¡a-:trl.t= ele -ol¡rtlt,-'-<. COIOC;iltr1o uit tLt|,
-:- - - ..:l l
-l ,, l_.:. :

- '\rrct-tc,:.i-.,r-i.u.:ir;r i I ,,le 1., b.ltrtl.r tlc r.tl¡ro'1cs ar, zona5


( \)r l;l i'- r. ,.-r' ¡r: 1..'-'i;t \:\:':Itall{S. .oloc¿uiiit,r cic igu.il nt.r-
J'ii'l(i .l:l i-1 .\-:.-r i-,L:i:rrL'-:rii LL)!t i.t5 c1r1'1l¿lciL.tI¡i: itrtert1jnr¡)t1.rs

Frr¿ q 47 Zuncho cle borrle p.rrcialnrenie irLter::::'L':, :i.' Cf,:c::,',r. .l ,l- -a: L.-r- -: i cf :rr- C\lJL¡e\L()\ en ejte .tD:ll-t¿tda) es
l:r'l¡ nrénsul¿ nretálit:¿ unicl¿ ¿ lrrs ¡rrl;rre: cle 1-:o'^' --,' '
f\ r::j-:r'.
llos y rriortrro clc cpoxi. ltosiltlr ¡1lltL-1i,jr'r-rirl:-.-,: j.r:,:rr'..1itlallL-nte llien ¿i i¿i solrrciÓllcLrltstrurc-
ir'..r ili.¿t r-ll¿1 ,lr.r ¡¡,- 1,-r¡ 1'¡¡¡¡.15 que pLleclell plesent¿lse ell'.1rr
Y para acabar cstc apartaclo dcciic.rclo .r lLri hLira¡i reiLrtr¡r':iL)i iotiat.itr taijrLll..r:.:. ::-1.::'r':'-r iiar':tllo clue pLlerlerr ser\ jrn()) (ie ¡\rr-
ttnas rerllas (le tipo ilener¿rl recollidas clc l¡> Irr,r:r-:-,.r> ir.1ra(:'s.ri \ ,;l'.- li: tCSLtltaClLrS cit-l cálcLrltr alLltr rtLrS ltro
il.l r:jr l.r ilrlr..l-lIt:':.r,.r,..¡'r
antericarnas, (lue han cierrlostraci<t ser ntLiv rit.tlc: . ¡." ¡¡ 111 .1: rrr -\r llolciLrl'lc tlrl ail'..i1.¡.¡ i-r.-rl
':,lclatlildor, ptlcliéllclt)Se coll'llllerrlellt.rr loS
cliseñc¡ y cL)nsIrticcióll, es[.)eciillilrer][e (r.).il](.1(-t t 1i-t ¡-'r,¡il. ,ill ltls nrjsnro:j con clt:i.r lr:- !r..'-irjilr-lcti\'o:i cle buen¿t llráctic¿l tlLic:re h¿irl
actualcs progranras cle- orcle-rraclor cápc1cc:r clt rr:r.rl', cr'1os cn l¿1:i tt(-):,Lf¡(li) <1. - .-.,.- . 1 '-'r ",.1,i e'r (:Lllr\-11.,I,1r q'-.' rLnri
"llirri<l,ltl(le
placas, scan ós[as clel tip<-t c]ue sean. clas co¡r c-ilos
bs Iorjados relículares 725

gen de cubrir el vacío que cxiste en el análisis y cálculo de estas


9.8. Análisis y cálculos simplificados de los
piezas en las nornras españolas, resultan ser eficientes y ligera-
zunchos de borde mente (:enscrvadores.

9.8.1. lntroducción general Por consiguicntc, nada impide, pues, que nuestros cr¡terios
puedan servir también como henamienla de comprobación a los
result¿rclos que puedarr proporcionar unos cálculos más comple-
El modelo de cálculo general descrito cn el Capínrlo I I propror-
jos de ios zunchos dc bordc a través del ordenador, con lo cual
ciona todos los esfuerzos que solicitan a los zunchos quc exis-
cubrimos de forma aceptable uno de los objetivos trásicos del pre-
tan en el interior o en el peímetro del forjado reticular, ya se
scnte trab¿rio.
encuentren ernbebiclos o descolgados; Fror tañto, remitimos al lec-
tor al menc¡onado capítulo si desea realizar el análisis de los mis-
mos a través del ordenador.
9.E.2. Análisis de la flexión de los zunchos de
:tl
'i-l borde

L¿ nueva EHE, al igual que las anteriores, deia al proyectista la
iii responsabilidad de enfrentarse al cálculo de los zunchos de bor-
ili de, y tan solo le advierte que tenga en cuenta las posibles torsio-
i'j nes y cortantcs quc sc produzcan en los mismos, sin decirle cómo
l''i calcular dichos esfuerzos, habida cuenta que con el método de los
pórticos vjrtualcs que recoge en su articulado resulta imposible
lt
lp F hacerio.

L¿ filosofía latente desde siempre en España, en el tratamien-


ü
t to de los zunchos de borde y, en general, en el tratamiento de to-
f"]
dos los zunclros quc se encuentren embebidos en los forjados
Fig. 9.49. l,eyes de esfuerzos envolve¡ltcs en un zu¡'rcilo cic borde pro¡rorcio- reticulares lr¿r sido ia de suponer que son unos nervlos más que
nada por el programa de cálculo CYPECAD fornlan parte cie los pórticos virtualcs que se estén calculanclo, a
los que se Ie añaclen los esfuerzos adicionales que el proyectista
estime oportLrno. ¡.rro¡.rclrcionados por las cargas directas que se
Nuestra intención en este apartado es la de ofrecer una alter-
desea que resistan los mismos, como podrían ser las cargas de
nativa simple y sencilla a la vía anterior, con la intención de que
ccnamiento, v que no han sido tenidas en cuenta en la obtención
dichos zunchos puedan ser calculados y dimensionados sin ne-
de los csfuerzos qlle le correspondan como un neruio más para
cesidad de perder de vista su cornportamiento físico, y con hcrra-
las cargas ordinarias repartidas que ex¡stan en el forjado dentro del
mientas relativamente fáciles de utilizar casi manualmente, aunque
pórtico virtual.
la ayuda de un simple programa de pórticos resultaría conveniente,
si no se desea realizar una estimación de los momentos en los ex- Sin clesc¿rlific¿rr clel t<-rdo dicha filosofía, especialmente porque
tremos de forma directa y aproximada. sal'¡emos la magnÍfica y cs¡rléndida capacidad dc redistribuir es-
fuerzos rlue poscen las losas en gencral y los forjados reticulares
Los criterios de análisis y cálculo de los zunchos que se expon-
cn pafticular, no podcmos dejar de hacerle al menos dos críticas.
drán a continuación han sido ampliamente contrastados en pro-
yectos rcales construidos con un rllagrrÍfico comportamiento, La primera de ellas se deriva de despreciar ia mayor rigidez de
antcs de que pudiéramos disponer de un programa de cálculo ]os zunchos con rel;rc'ión a los nervios, lo que conduce a infradi-
como CYPECAD, que nos permitiera avalar y demost¡ar ¿rnalíLica- mension¡ir sLl jrnportancia a la flexión; y la segunda, es su carác-
mente la bondad de dichos criterios, sin tencr que al.n¡)arantos ter poco práctico, especialmente cuando se trata de establecer una
baio el para€uas de un empirisnto que parece repugnar inexplica- operativ.dad de cálculo de tipo general. No obstante, el criterio de
blemente a algunos técnicos, que tienen exclr¡siv'amcnte como cálculo mencionado podcmos aplicarlo y tenerlo presente, cuan-
dogma de fe y único credo la letra impresa, especialmentc si se do al elaborar los planos de construcción, nos aparecen unas car-
encuentra articulada. gas no previstas, un hueco con el que no contábamos, etc., y
necesitarnos salir del paso sin tener que rehacer de nuevo todos
Afortunadamente, la experiencia 1, las nratenrátic¿s parecen
ios cálculos de la placa; pero en modo alguno parece razonable
coincidir cn el caso de nuestros zunchos; dado que poclcmos de-
tenerlos presentc con'lo criterio de cálculo gencral durante el pro-
rnostrar que los mótodos simplificados que sc ¡)ro[)onen, ¿il rnar-
vecto de la estructura.
Los loriados. rclitulares

En la actualidad, ya sea por el método de los pórticos virtua- o gs.cr.Ai


2

les q cualquier otro método más sofisticado, los cálculos se rea- L


lizan de forma completa y defÍnitiva y, por tanto, no se hace
La fracción cle nrorrrentos rro asignada a las vigas de borde
distinción entre los esfuerzos, sean éstos del tipo que sean, cle-
bidos a unas deteiminadas cargas o a otras, salvo qtte constitu- dcberá asignarse a los reslal'ltcs nervios que existan en la banda
yan hipótesis diferentes y, tan solo, a efectos de combinarlos con de sopoftes. lndependicntelllente de lo anterior, las vigas deberán
sus correspondientes coeficientes de seguridad. Y, por otra parte, resistir las cargas de cenanliento que d¡rectamente actúen sobre
la dicotomía resistente que subyace en el criterio mencionado, fí- las mismas, en línea con los criterios establecidos en las normas
sicarnente parece insostenible, por consiguicnte los esftterzos los españolas.
obtendremos globalmente sin hacer distinción alguna entre las
Dado que nuestro planteamiento se sale fuera del ámbito es-
cargas que solicitan a los zunchos.
a tomar de él aquello que real-
tricto establecidc'' en ACl. vanios
Terriendo presente la Fig. 9.1 distinguinros dos [ipos de zun' mcnte parece resllltar váiido que cs lo relacic¡ltado con las rigideces
chos baió el punto de vista resistente: relatlvas, y a tr¿it.ir de aplicarlo cle forr¡a general a cualquier tipo
cle pórtico vinual gue llcvc irrcorporado una viga o zuncho de iclén-
Zs: Zunchos ubicados en las bancjas de soporles. tico espesor clell que posea la placa.
Zc: Zunchos ubicados en las bandas centrales.
Por otra parte', ¿iurtquc sea adelantar conclusiones, un análi-
siendo,
sis cie la placa por empanillado demuestra <¡ue la flexión que ab-
L: Lorrgitud del zuncho (luz del vano virtual que se csté sorben los zunchos de borde, debida a las cargas de cenamiento,
analizando). oscila errtre un ó0 ¡' urr 70 7o en las obras bielt nloduladas, en
A,/2: Ancho del póttico virtual en el vano dc hrr- L consideratlo rnodo alg¡rlno 1¿ :otalid¿tcl y en lirea con los resultados finales a los
quc conduce nueslfo planteantiento general.
La filosofía del código ACI'318 para la obtención de los
momentos que deben asignarse a las vigas que existan cn los Parece razonable estil'l'lar que, por el sirrtple hecho de que los
pórticos virtuales, se basa en considerar las rigideces relativas que zunclros embebiclos err el pórtico virtr'lal poseen una rigidez rtta-
posean dichas vigas con relación a la rigidez total de los dinteles yor que l¿ estricta de ios nervios de foriado reticulal les corres-
virtuales de los que forman parte, y en función de ellas, tratar de ponúo absorber una fracción dc los esfuerzos mayor que la
asignarles una fracción de los monlentos c¡ue cxistürl en el vano correspondielltLl a rlrt rrelu-io aislado
correspondiente.
Porcorrsigriente.pijrtiendodelarealidadffsicacxistef-lte,yte-
paráme-
niendo presente el ancho dcl pórtico virtuala través de
tro -A, y de las rigideces rela[ivas (r, el porcentaie de los esfucrzos
que dircctanlente dcberl ser asignados al zuncho por su mayor ri-
gidez, incJependjentemente del que le conespoltda por ser un ner-
Jio más cle la b¿rrcla e. la que se encuentre, queda establecid. en
Ia T,rtrla 9,5
la zona
Fig. 9.50. Sección del pórtico virtual con zuncho solnbreándose
dcl ábaco. dc la flexión que deberán
@ntaies
asignarse a i<¡s zuncltos debido cxclusivamente a su mayor
Si llamamos o a la relación cle rigideces erltre viga y dintel risidez cientro cie los pórticos virtuales
virtual: Anchcr ciel re'citariro en
mill.roq LAI
J 0.17 ltl%l
Rieidez de la viea o zt¡nclto
0,15 (l 50l")
" - RE¡F"I u*ho de placa de pórtico virtrtal . t,1
4 0,r3 il 3%)
0.l l il 1"Á)
el código ACI-318 nos dice que a la viga deberá asigrtárscle ufl 85"/" 0,l0 il 0%)
de los momentos de la banda de sopofte si :

o.A,/2 > I
L

y, si es nlenor que la uniclad, se le asignará la fracción re'sttltante


cle interpolar linealmente entre 0 y 0,85; es decir, Tabla 9.5
L¡s forjados r¿tirulares 727

Cuando se opera con los nervios que físicamente existen en Porcent¿ies t6l de la flcxión que deberán asignarse a los zunchos dc
la realidad del pórtico, incluido el zuncho como ttn nervio ntás, los bordé tipo Zs. particncjo de los monlentos ql¡c sc oblertgan etr-las seccioncs
de tos_pÉ4tg9!_yI!lE.]g¡___
problemas de asignación de esfuerzos se complican considerablc-
mente. Las consideraciones establecidas anteriormente conducen A¡r}nrEL I tr^'nt.Ntx¡c6 7o del M total %cljMKxal
RLL1IADRO{A| rrÓmcsr NE,GATIVO (- ffill\,Q(+)
necesariamente a tener que aplicar a los zunchos un porcentaie
67 "A 67 "/"
directo de la totalidad del momento que exista en las distintas sec-
CiOneS del portico virtual, y será sobre el resto
del momenlo resi-
4 3.5
dual, una vez descontada la fracción asignada al zuncho' cuando ___!; 3,81 3 49 "/"
deban aplicarse los porcentaies de distribución conespondientes 5 \, 4,t3_ 4 40 "/o
1,5 4,44 ?9 0/"
a la banda de soporte y a la banda central'
32
ó. i 4.75_ 38"A Vo

ó,5 28%
7 I\
Si no se hace de esta forma, se dará con toda seguridad
la in- 5.0Ó 33 7o

congruencia cle que resulten con más arm¿¡cltlras los nervios


de las 7 r.lg_
-?8 ?27"
>7 2J Vo
de soporte' lo cual
banáas centrales que los nervios de las bandas
sería absurdo. 'Iabla 9.ó

.l¿ práctica operativa puede establecerse dc la sigrriente forma:

Dada una sección con n nervios, la considc"ramc¡s divida


de
en tres partes: el nervio'zuncho y dos partes adicionales
(n-l)/2newios. KHTI\O(+)
que englobe al zuncho' 45 7"
La banda, ya sea de soportes o central o/o
de nervios igual ;i: 30
pasará pues a tencr un número

n-l ., n+l
a_*r= 2

conesponde una
:--:-
'J
Si a la banda donde se encuentre cl zuncho le
fracción del momento obtenido en el pórtico virtual igual a B;
al i o.s ) '3,25 19
ó/"

zuncho, por ser un nervio de dicha bancla, le corresponclerá'


I t 3.50 t9_%_
t7%
I __.J > 3,50

2.fl Tabl¿ 9.7

n+l
Algunas de las situaciones recogidas en la Tabla 9'7 sólo tie-
Y será a cste valor al quetcndretllos que adicion¡rr los porcen-
nen una valiclez puramente teórica, ya que los zunchos que les
taies recogidos en la Tabla 9.5 para tener en cucnta su tttayor rigi-
corresponcJen por geometría se encontrarán embebidos en los
dez, y las cargas que directamente graviten sobre los misrllos'
ábacos y clt-rtrerán ser trataclos como zunchos tipo Zs de la banda
Los resultados que se obtienen de aplicar la práctica-operati- de soportes.
va expuesta, queclan recogidos cn la T¿rbla 9.6 par;r las vigas o zun-
Para cl cálculo normal dc los zunchos de borde se proponen
chos que formen parte de las bandas de soporte y la Tabla 9.7 para
cn la Fig. 9.51 unas fórmulas prácticas y directas que permiten de-
las vigas o zunchos que formen parte de las bandas centrales'
terminar los tnomentos de flexión a considcrdr en su dimensiona-
miento.
Los lorjados reticulares

Valorcs rlc K re l)ropa)r{ii)r-r¡'lfr. en función del momento isostático M. dc cacia vattr),


lo: liec:ores ft'r'r. eristcnlcs en el zuncho dt: borclc:
\/¡lir Porcentale total
V¡no inter¡or
llexlón en Ér: | ÉJl Ll asrgnado
zutrc lro rle
borde
N1. fu,t \l- !'¡;rro \l- lnr M-Ap. M- V;lno V. Ext V. krt.

o:5 J l3 o3) o27 o lo 17./.

Momentos a considerar en las l-. Rcealado O li/ oI 0.2tt lt ¿t 0. t4 i9%


distintas secciones de la viga o Tabia 9 8
zuncho que posea el pórtico

Se aprcciit (laritntente cn la Tabla 9.8 que los porcelltaies to-


tales de flcxión asignados a los zunchos ¡rcr antbos caminos prác-
ticamcnte son coinciclentes, -v la diferencia notable
radica en los
Kr :0,@ Kr:0, mayores ¡:orcc:ntaies qrie asigna a la flexión ncgativa el modelo de
errr¡rarrillado plano ¡rropr.resto por L. Villegas, cxpuesto err el capí-
tLrlo 7, que ticnc' el irtconvt--nierlte de sobrecargar los ntontentos
negativos frente a los positir,'os cuando sabernos que en esta ti-
Lsquema del pórtico virtual con los cocficientes dc cslinraciotl pologí.a estructural, r'a largo plazo, sucede todo lo contrario.
directa de sus monlentos

r 1[Ml=6t-l'Kr'N'lt' 9.8.3. Análisis del cortante en las vigas


o' *&#]Mv = sr+r K3 N,rr
M,, = ,? " (zunchos) de borde
IMu = 6(-]'Kr'tu1 "
(6segúntahla9óY9.7)
[nel Ca¡rítulo I detlicado al cortante y prrnzonamiento, ya cx-
pusintos la fomlul.rción que nos permite realiz¿¡r una estimación
Fig. 9.51. Cálculo directo de los motnentos de llcxión qrre solicil;rn ': lt':s dcl cortante con rl que dcben ser dimensionados sinlétricamcnte
zunchos que formen parte de un pórtico virtual.
los zunchos de borclc, !' que por coherencia expositiva resumin'los
a continu¿¡ción,
Lns momentos propuestos admiten reducciórr por el tanlarlo
de los pilares que existan en el pórtico virtual qtle se esté anali- tr¡
zando; no obstante, dado el carácter aproximado de lo cxpuesto '.:..i:lA.
como método manual de comprobación y cálculo, dciarlos al lcc- Ls
tor la respons¿ibilidad de hacerlo o no, pero ult¿r redt¡cción cle los A
momentos alrcdedor de un l07o por dicha circunstancia pr"lecle ser
asumida sin mayores Problemas.

Las fónnulas propuestas han sido cmpleadas en infinicJad de


ffi -L

proyectos reales sin que hayam<.rs [e¡lido constancia de patologías F:g o 5'
lrqr/r¿ cie referencia pdr.r l¿¡ estitn¡(:¡ón
debidas a su uso y por ello, y también porqt¡c hemos podido com- dell cori¿rn[t en los zunchos de borcle.
probar con cl programa de cálculo CYPECAD quc los rcstrltados
que proporciona son ligeramente conseñ-adores, nos atrcvcmos En la sección de referenci¿ s-s', el cortante de diseño a consi-
a mantenerlas dado que son sumamente prácticas y sencillas de derar ¡:uede evalLlarse por:
usar.

Si contrastarnos los valores que proporcionarr las rncnciona-


- =-K 6 ln.e.L+2.P,.L)
Lli ¿ '
ó \ '
cjas fórntulas c<ln los valores obtenidos por 1.. \4lleg,as en un ¿inir-
lisis mediante cmparrillado en un foriado de ó,40 x ó,40 con K : I en r';r,l ¡e:-lr¡{lit! ,c

zunchos de base 40 cm y, por consiguienle, con una base algo K = l. l0 Ptl !'aiIi),i rj\lr(1rra)s
mayor que la contcmplada por las mismas de b¿se 30 cnl, velt'los P¡; Carg.r de cilculn pof nretro t:u,'lclraclo re¡r.r11irl.r sol.rrc cl loriad<->

que los resultados admiten comparación si no efectualnos reduc- P;: Carga ,irrc;i ccb:d¡ ¡l cenarniento sobre el zr¡ncho
6: Factor clc ¿s:qr¡c:ón del cortanle al zuncho de borde, idéntico al em-
ciones en los momentos debidos al tamaño de los pilares.
¡:le;rdo en l¿r clis'.rjbr¡ción clc los nronrcnLos clc llcxión lrcgal-iva, claclcr
efl l¡i l.it)l.l '/ '?
L¡s lonados reticuk¡r¿s

Podrí;i pensarse qlle la discretización l-radicional dc las estruc-


tLrras en pórticos planos para su cálculo ha sido la causa funda-
mental para no tenerla presente en los dimensionamientos y,
aunquc haya algo cle cicrto en ello, pensarnos que existen otras
razones clue superan a la ¿rtrte.rior para qr.¡e se siga haciendo así,
al rrcnos I)arcialrrtentc. a pesar de los moclernos programas de
análisis es¡:acral quc podrían contetnplarla de tlna fomra muy sitn-
I)l(. y serrcill¿ baio el ¡tuntcl cle vista del cálculo.

La conrpleiiclad del ferrallado que exige la torsión plena y, so-


brc lodo, la sitttación dc teller quc corlfiar sistcrnáticamen[e para
el equilitrrio en unos parámetros de hormigón muy imprerisos, sin
scr estrictamerlte rr.-cesario para solttcionar dicho equilibrio, po-
plena-
clrí,rn scr, entrcl otras, Ias razones que aconseian no contar
nlcnte con los mec.lttisrnos resistentes deriv;rdos de' la torsión'
Tabla. 9.9. lactor dc asignación 6 de los por lo cljcho se iustific¡r qLle cn las matrices de cálculo de las pie-
esftlcrztls ¡-¡ltrba lcs leqLl ltarlles dc1 ¡l<in -
r

más
c() ürtual tle fachatl'¡ ¿l zun< lro de txrrde zas se prcscincl;r de srts rigicleccs de torsión o, lo c¡uc resulta
(segúrr F. Regaladot
razonablc. se rccltlzcan considerablementc las nlismas' cn torno
a un 80"¡, pcro sin prescindir totalmente de ellas'
Obsérvesc que la sección de referencia considerada para el
cálculo del cortantc de los zunchos y ligas de borcle, no l¿¡ lrenrcls Sin t'mb;rrg,o, la existcnci¿t cle ios mecanisntos torsores en las
establecido en la unión con los pilarc; sino cn el punto doncie se placas, !'a scan éstas rnacizas o reticulares, origina que vayan im-
unen con los ábacos. cxactamcnte igual corrto lo h¿¡remos etr cl plícitos neccs¿lrjaniellte erl su cotltportamiet'lto, por lo que resul-
análisis dc la torsión en el apartado siguiente. tan inevitables, incluso nos ¡'rtreveríanlos a decir que
im¡rrescirtclitrlt:s, si cluc'rcmos iustificar la resistencia y el cquilibrio
La explicación rcsulta fácil de ccxnprendcr si Lenenlos prescn- cir: los forjador en situaciotles de diseño irregulares y comprome-
tc que estamos analizando una placa plana cn la quc la viga o ticJ¡s,.
zuncho de borde se encuentra embebida ciertlro de la lllisnra sin
manifestar su presencia física individualiz¿lcla, solanrente cuando l-.stas torsiorles dc las placas son las que pueden scr analiza-
abandona e[ ábaco. Por lo anterior. los esfucrzos c]tle existall en das v tenidas qn cuenta por los modernos progranlas de cálculo
la viga de borde fuera del ábaco lc correspottclerr c¿sj plertatretr- espirciales, convirtiénclolas cn flexiones tle d i tnension¿¡nliento en
te, pero cuando el zt¡r¡cho penetra en lt>s áb¿cos dicllc:rs c'sfr-¡er- l.rs clirr:cr:ior're's de ¿lrnl¡rclo que se est¿rblezcan cn las mislnas, si'
zos se difuminan y pasan a ser del donlinio exclusivo de lcls ipienclo por cierrrplo el mótoclo de Wood, tal y cortlo se explicci ert
mismos, transformándose el cortante en Llrl ¡rroblema cle pltnzo- el Capítulo ó.
t'lan'liento y las torsiones locales en tlnas torsiones generirlizadas
dc placa, en cuyos bordes se cicrrarl los circtlitos cle la torsi(:rr sr-r- Cuanclo cl r:¿ílculo dc una estructura proyectada con foriados
perpuestos a las tensiones parciales de cortarlte deLridas iil ¡ltlll- reticulares se re.rliza por el método de los pórticos virtuales, inca-
zonamiento, cuyo cálculo ya fue expuesto al trat¿lr el misnrcl. paces por sí ntisrrlos dc terler en consitleración las torsiones gc-
ncralcs nt€ncic.rn¡clas clLle exislcrI en los misnlos, ¡leces¿riarltcnte
nc.rs ol':liga a telter c¡trrt cuestiotlarnos: si significa que poclemos
ignorarla tol¿ilnlentc o si clebcmos lenerla presen[e de algrrna for-
9.E.1. Valoración simplificada de la torsión en nla en dr:tr:rrrrirl.rclos cler'rrentos de los forjados'
los zunchos, vlgas de borde
Nuestr¿l experienci;t rtos pcrmite responcler que, cn gerteral,
Las torsiones en las estructuras de edificaclón dcscJe siempre,
para el anttcl(lo cje lcls neruios, salvo sitttilciotres anótnalas, pode-
se han considerado utt tema algo ¡¡risterioso, erl el scnticio cle'que
mos prescirtclir de los ntecanisttlos torsores, siempre que cubra-
todos hablamos de ellas baio un punto de t'tsta cu¿lit.ltivo, pero
Iltitativo. rlos plerrirrttente los Irr()tllelltos clc flcxión etttrer lcls puntos y líncas
escasa mente cLlil
cle a¡royo cc¡ri l.r totalid¿rcl cle las cargas clc forma indepcndiente,
l:t razóncvidenle de la situación nrcnciott.lcl.l r¿dica en quc la cn las clos clrrccciotles cle ¿irtttado qLle se hayan cstablecido.
torsión es Lln mecanismo que no restllta imprcscirtclible, c:n getre-
ral, para garanlizar la estabilidad de la mayoría de las cstructuras Cuando las i'ig;rs y zrlnchos estón situados en el irrterior de los
quc se proyectan en la edificaciótt y, ¡ror tanlo, sc ignor;r; lo qtre foriaclos o en los irt:rcles volatlos, también prrede prcscirldirse de
no significa en nlodo alguno que no tenga Llna preserrcia física t¡ la torsión en clichos elenlentos sin asutnir ricsgtls dignos de con-
real en las estructuras que construilllos. sideración,
330 Los lorjados reliulares

Sin embargo, cuando las vigas o zunchos sc encuentren en los Mto: (l - ¡"1 N'l ttt
bordes de huecos interiores y en los perímetros de las placas, si-
tuados entre pilares, sí creemos necesario tener presente la torsión .l
de alguna manera de estas piezas y ferrallarlas adecuaclamentc. . (l-"t -t
l+;1 c- , i-
Unos zunchos de borde bien dimensionados a flcxión, y pre-
parados para resisLir unas ciertas torsiones, empotran rnelor cl for-
y
iado en los pilares reduciendo sus deformaciotrcs elásLicas
diferidas.

Si se obvia el dimensionamiento a torsión de los zunchos' ine-


vitablemente aparecerán grietas a 45o en forma de copa invertida
de
en los borcles cle los ábacos, sobrecargándose los csfuerzos
torsión erl los
flexión pos¡tiva del fodacJo. Y para tener en cuenta la
con
zunchos, o bien se hace a través de los armados de flexión
un p¡ograma espacial de placa.'o bicn median¡e alguna forrnula-
ción aproximacJa, como la que se expone nrás adelante' Fig. 9.54. Esquct:;,t ie ¡c:ere:cia f).lra intcrpretar la torsicin en los zunchos
de borde,

Daclo cl carácter aproximadcl de la formulación, podemos


aceptar vanos cle igual luz a izquierda y derecha del pilar, y hacer
intcrvenir cle tom.*a directa la luz del zuncho a través del momento
M, consiclerarl¡igr que ei ¡rórtico virtual per¡xndicular al zuncho
que
se esté artaliz¿rrclo tlt-ne cle ancho la luz del zuncho cuya torsión
trat¿ntos de cuantific¿rr

Para las eslrL.ctlrr.,s de edificación ordinarias, aceptar para l' un


valor en torno a 0,ó2 v Lln momcnto extremo del orden de Pl2118
resulta perfectantentc asumible y razonable, con lo cual:
Fig. 9.53. Deformaciórr extrcrna de un {oriado

P L.A2
Sin ernbargo, llamamos la atención una vez ¡rrás sobre los as- rvl = I¡l-
pectos constnictivos expuestos en el inicio del prescnte capítu-
lo, y sobre el hccho de que se tenga y deba dinlensionar y tener l, : 0,ó2
presente la torsión en los z-unchos de bordc, no quicre decir que
siendo.
físicanlente pueclan ser preparados para rcsistir cle form¿r indiscri-
minada todos los anclaies de las armaduras rregativas que pr-redarr A, l.uz cic. \'a:'o extrerrlo del pórtico ortogonal al borde.
tener los nervios del reticular perpendiculares a los mistlros, en un L: Lltz rjcl zurtclio clt¡'i; llrrgión 5(: pretende evaluar'

cálculo elástico convencional. P: Carga ¡r:"iforme pot nr) cortsicler¡da ett cl cálculo.

Y reemplazancio los valores considerados en la fónnula Ill, se


obtiene el torsor máximo que puede aparecer cn los extremos de
la plac;l próxinros al trilar. daclo por la fórmula 12l para los puntos
Formulación simplificada para la estimación de la Bl y Bi cle la Fig. 9.t4.
torsión en los zunchos de borde

Una printera aproximación al problema la pocJcnlos reirlizar si- Nl,. = j 'J\1,- = j rr-o,ozr't i# =0,010ó'P'L'A2
guiendo el código americano ACI-3 18. Aceptando ctrue el tlonren-
to extremo del pórtico ürtual es M, segun ACt-318, la fraccjón dc N\"=0,0106P'L'A2 l2l
dicho mbmento que se transmite por torsión al pilar de bordc viene
dada por la fórmula:
I ns [orjados reti(uldrts

El valor dcl torsor dado por la fórmula [2] no afecta de forma


I
exclusiva al zuncho, sino a la totalidad del ábaco que lo envuelve;
por consiguiente, el torsor que deberemos considerar, tal y como E=J*=o,ooz
se dijo anteriormente, es el que exista en el punto donde el
t2
zuncho le abandona, es decir en los BZ B': de la figura de
referencia 9.54.
Mr,. - 0.óó7 0,018 .P A2.L:0,012.p.A2.L
N,l¡c-0.012.P.A2.L
t5l

Los autores de la porrencia, al igual que nosotros, consideran


que 1os momentos torsores dados por f 5l afcctan a la totalidad del
ábaco, por lo que proponen que los zunchos se dimensionen a la
salida de los rrrisrnos con un l5% de dichos momentos,
basándose en lar ley cje torsores deducida por ellos y recogida en
l.r Fig 9.E 8.
F¡g. e tt
Mr:0,003'P'A2'L (E.T.S.l.C ) tól
Accptando por el lado de la scgurici.ld trn¿r ley de torsiones
lineal, según se indica en la Fig. 9.55.|a torsión con la que
deberíamos dimensionar finalmente el zuncho balo un
planteamiento conceptual basado en el código ACt-3 l8 sería l3l:

))
lvI, =i.M," =1.0,010ó'P'L'A2 =0,007 P'A2'L
Mt : 0,007 P'A2 .L l3l
Fi6 a 5ó Prt>puesta de la Cátedra de Hormigón de la E.T.S.
de lngcnicrr:s de Camjn<¡s cle Barcelona A.T.E.P. 82.
. La Cátedra de Hormigón de la E.T.S. de lrrgertieros cle Canri-
nos cJe Barcelona presentó una porrencia en cl Congreso ciel
.Antes de que sc conociesen las formrtlacictrtes at)teriores y
A.T.E.P 82, buscanclo tlna formulación de la torsión cn los zun-
sc soña¡a siquiera en disponer de las modernas herramicntas de
chos de borde de los foriados reticulares. Dicha poncncia se tra-
cálcLrlo que proporcionan los programas y ordenadores actuales,
saba en un análisis mediante emparrillado plano de un"r casr.tística
de forlados reticulares, donde se consider¿ba que la ¡:laca se unía optamos ¡>or dimensionar los zunchos de b<lrde a torsión medi¿n-
a los pilares nlediante empotramiento perfecto ¡r donde se despre- te una formulación intuitiva, deducida del método de los pórticos
virtualcs.
ciaba la rigidez a torsión de los ne¡¿ios.

Transformando por el lado de la seguridad los criterios y J)a- Si tenerlos en cucnta los porcentajes cle clistribución de las
rárnetros de dicha ponerrcia a una expresión rnarre:jablc a efc.ctos bandas correspondientes del pórtico virtual perpendicular al zurr-
prácticos, podemos resumirla en la fórmLrla l4l. quc nos proporcio- cho donde queremos estinrar sus torsores, nos encontramos con
que, antiguamente, el 207o se tcnía que asignar a las bandas ccn'
na los momentos torsores en los ¡luntos Bl y B'l de la placa,
trales y un 80% a la banda de soportes.
M¡" : 0,018 P'A2 'L I4l En la actualidad, con la EHE debemos asignar el 1007o a la ban-
cla de soporte, pero Larnbién tenernos que considerar un 207o en
Como puede apreciarse, la fórmula (4) proporciona v.rlores de las baridas cenLrales, p<.lr lo que nada ha cambiado en nucstro
los torsores extremos sr,rperiores a lo dcducido del cc'rdigo ACI-? 18, purrto dc partid;r.
debido a la hipótesis estimada en la ponencia de considerar la pla-
ca perfectamente empotrada en los pilares. Si rnultiplicarnos la ex- Aceptando que los ábacos transmiten sin problemas por
presión propuesta en [4], por un factor quc dc algrna fomra simule flcxión a los pilarcs, l¿ fracción del momcnto total asignado a las
un empotramiento elástico más realista de la placa en los pilares bandas dc soportcs (un 80o/,:); la fracción restante (un 20oÁ), debe
cxtremos, como puede ser el considerado anteriornrente de un poderse trarrsrlitir a través de la torsión del zuncho; por cons¡-
Pl2l18, obtendríamos un valor sensiblemente idéntico al propor- guiente, el nlomelrto torsor con el que debe ser dimensionado di-
cionado por el código ACI. cho zuncho ticne que venir dado por la fórmula l7l.
i3'¿ Los Íoriados reliculares

9.9. Tablas directas para dimensionar los


L
?o.P ' A2' = o,oo5 'P
n, :!.n\,'¿v
¡Yrl-2 l8
A2' L zunchos de borde en los foriados
reticulares convencionales
Mt = 0,005 P'A2 'L (F.Regaladol t7l (Tablasg.ll a9.19)

en la fórmrlla l7l r l'erriettdo I)reserlte$ los zunctros de borde


est;¡rrdarizados
.Sise desea opcrar con la filosofía recogida
extremo que resr'¡lte del 9'2 y con la única intención
g"di.;;;ie, emplcanoo el momento recogidos ¡lntcriornlenle en la Tabla
perpenclicularcs a los z-ulrcttos' que pueda scwir
análisis de los pórticos virtualcs
la Fig' 9 57'
,t" oii-'.e, utra anrplia casuíslica cle los mismos'
presente las fómrulas cscritas en procedido a cal-
en la práctica coticliana cle los proyectos'
deben tenerse herrros
recogidas en las tablas
cular 270 tipos cjiferentes cle situaciones'
H-T quc se adiuntan en este ap¿rtado' aplicando elmétodo de los pór-
hr J' ticos vrrtuales y la lorn'lulaciírn dc la
torsión deducida por el atl-
que ofrece resullados
tor etr cl aparta<lo an'terior' a sabiendas
J\[l\hq* sobreclirnensionacios a torsión'
BD usadas nleramente como
'L¿s tabl¿rs elaboraclas pr'reclen ser

__l_ conrprobaciónt,re-ferenciaclecálculosrealizadosmedianteprogra-
y y también para re-
mas de análisis nrás compleios sofisticados'
de aquellos zunchos
ntt-o'zoffi'u solverel climcnsionarniento en los proyectos
los foiados
qu" L.ren contempjados en los mismos' Básicamente'
cle vivierrclas, lc¡caies comerciales con
sobrecargas de uso de
Ma-|'zo'ffi'u 3 kN/rn2 y pavirr'letttaciones no rnayores cle I kN/m2' y los techos
el ámbito cle aplicación de las
los
cle los aparcamlerrtos' po<Jrían ser
l'ig,.9.57. Fílrmulas.para eslimar l¿ torsión cn de los cenamientos se
zunchos de borde, basándose ett los trlomentos tablas siemprc 1,' cuando las cargas lineales
extremos que proporciorlan los pórticos
virttralcs
movieran clr tonlo a los 7 kNiml'
(F. Regalado).
.Sef.lospoclríacriticarelhechocleque,disponiendodemo-
.con relación a nuestra fórmula para la estimación de la tor- el de CYPECAD'
clelos rnás precisos cle cálculo, como puede ser
anterior a la pre- urr método dc
sión en los zunchos de borde, en ulla publicaciórr hayamos enl¡rleaclo en l¿ elaboración de las tablas
sente, habíamcls escrito lo siguientc' razones que nos han movido ha hacerlo
cálculo aproxiniaclo. Las
a torsión muchos metros lineala son varias, y pueclen ser explicadas perfectamente'
"Con fórmuta se han dimensionado
gsla
puede ser debído a tres causasl
de zunchos sin problemas detectados, Io cual tablas con el mé-
Err primer lugirr' ht:mos preferido elaborar las
que
lezLa fórmula sobredimensiona la armadura de tonión' toclo aproxilriaclo porque al contrastarlas con los resultados
2e; Los zunchos no han pasado por una lase crítica de urga;
hipótesis ofrece el rnoclclc..r CYPECAD, han resultado ser conscrvadoras'
6taimprobabledadalagrancantidaddezunchosqueseet'tuentran RrstarLr elinrinar las armacluras intermedias de los zunchos estan-
clarizacios propuestos, para que los resultados de ambos
mode-
en sen¡icio.

7az l-as fórmulas se aproximan a la realidad."


Ios sean bastanle sinrilares y coincidentes'

cuando publicamos lo transcrito, no teníilmos una respuesta A título merarnente cle eiemplo, si consideramos un foriado re-
consultando la tabla
fiable sobre las tres causas mencionadas, entre otras riizones, pof ticular r)e 24+4 cm y luccs Cle óXó metros,
veil1os quc nos ofrcce como solución para los
no disponcr de una herramienta potente que nos permitiera correspon<liefrte. para los
zunchos ce trorcle cle los vanos extremos el tipo z l7-D y
aborclar el cálculo generalizado de las estructuras espacialmente;
preserrte, tras abordar el cálculo cle suficiente ttúnrero de vanos illtcriores cl tipo
Z-l6D'
en el
proyectos con métodos espaciales, estamos convencidos dc qure
k¡s arnraciuras específicas de las vigas de borde que nos ofre-
nuestra fórmula (Mt : 0,005 ' P ' A2 L) sobredimensiona las
'
quedan recogidas en Ia Fig' 9 58'
que tttás ce el nloclelo CYPECAD
armaduras de torsión ¿e los zunchos y posiblemettte, la
se aproxinte a la verdad sea la de la Cátedra de Hormigón de la
'
E.T.s. de Barcelona (Mt = 0'003 ' P'A2 Ll'
Lt)\ /l)f lL¡dd! lCll(tlldli!

..f*

I
,:.
3Q16L=27O 3ot6L=rEC I

fi16L-270
:FFj--
' 'ri-r 2fr191;-6,4d
I
2A1OL=625

-llP
¡..r1'.
-,:i::.,.1

zga2L=65l lt?
I

lc. 1ú12L=4'lO
d ,aa- j

15 2A12L*#O

--95

rl,'14 I4 tnr y ltlces cle 6 x ó


Fig. 9.)8. Vigas dc ,,',,, ;,.* ¡--¡.r:r.,-:i:ii: ¡.lrr GYPECAD L¡ari¡ ii:r fo: .¡,:i,:.''r.'li,:ü1.1r

iqlir
fii l¿i.'l

3A12L*22O 2912L822O
N12La14 ** l10*a
PÜ.?- 2A1OL=55C
a¡r¡-
..*. I 1n*r
oí-
grl- 3a ¡( ¿S
lüP -T

ii m,mo"'JZrJ'Íi1"'3 '(r¡B,-rs
i':¡ñ--7--E'- t
)
-

E@ 1ñ1DL=34
141AL=375 2612L=5ñ 1 :':

eQBcll2 4úx1e@6c/12
4Ox1 ---_-*.--
1_;1:i
--..-.. .,.-*...,-......\¡.¡+'''.--*--...
'1t:i J I

l-ie 9.59 Resu It.¡ clo:; aLr:r-. Ir.1 : : .' ¡T¿r:'.;r aII CYPECAD l)r'rr,i ii' irr ¡ilrrl0 1ictltclciuccs 5x5nr
Los Íoríados reticulares

?61ü L"28fl
:=rTilf-

(-Tx'Fr I. jg4-:i1..¡

es1$'1¿ s 7 /:i'::ar E/Lr-EE:A cf :"i F 7 r5 c:"r


ñ!l;f Em fA,?¿it S
2s12 L.4_ 102-i-
7fÜl0 lrll0 1üt I
5

üxt¡00 gxteg8
-Üií- i
;-;iil- ort"ga 30xles0c/r7
8rtc86 i Ctt."g
.c/to.'
olll frrltüal17 --**lri-*fiffi¿'-'-
--.-1
o¡tl7
-erú'lTXTT5-

lig.9.ó0.Resultadoscom¡xrrativosentrela Iabl¿9.2yCYPECADp;rraurr forradoC¡30*5cnli'lucesde7x7rn

Si comparamos ambas soluciones, nos cncontratnos estribos


. Lo que (luererrtos poner de manifiesto con ejerllplos repre-
QS a l0 y 20 cm en el Zl7-D y cn el Zló-D, v en CYPECAD sentativos de todo lo que hernos podido analizar y comparar, es
que la asignación de n'ronrentos propuesta inicialmente por noso-
Q8a l0yQóa 13.
tros de alguna maner¿l s<¡breclimensiona las armaduras de flexión
Como amrarluras de flexión positiva y ncg;ttiva, CYPECAD da lo suficiente p(rrd (luc cngloben los esftrerzos de torsión quc se
una cuantía total de 429 kN y elZlT-D posee 444 kN; |)or col]si- presentan realmcnte err los zunchos, puesto que cl modelo
guiente, el balance final es favorable a la scgtrri<Jad con la solución CYPECAD liene t)rescnte la torsión cn las arnladuras c¡tle propo-
aproximada. En el vano interior, el balance firral de cr.tantías es coin- ne en su dimcnsioriamiento para los mismos.
cidente.
Por corrsiguiente, debemos terler presente cuando usemos los
Si efectuamos un análisis de un forjado reticular clc 20+ 5 cm zunchos estandarizaclos cie las tablas, que las armaduras latera-
y luccs de 5x5 metros, las tablas qtle se adiuntan llo:i proporlcn les cle torsicirr qric lroseen, clccLrcidas con la fórrnula del ar.ltor
un zunclto Zl4-C para los vanos extremos y un Z I 3-C p'rrir los (0,005 ' P Al Lr, gar¿trtt¡zan un rnagnífico comportamiento dc las
vanos interiores. vigas de borcle frente ;r los csfuerzos de torsión que tienen lugar
erilos borcies cle lor foriaclos' puesto que la mencionada fórmula
Lo qtre nos ofrece CYPECAD queda recogidc.¡ etr la tigura
9'59'
se ha cierlOStraclo scr ligeranrente conseryadora, pucJiéndose re-
clucir ciicha ¡rtllaclura a juicio del proyectista, hasta el punto
Iuntoconunasscccionescroquizaclasdelasarnl¿rclt:rasdelcrs de
zunchos Zl4-CY Zl3-C. haccrla desapareccr, si lo estimase oportuno'

Como puedc versc ell la figura 9'ó0, las armaduras de flcxión No obstanle, cl cleiar lateralmente al menos 2Q6 o 2Q l0 en los
en los vanos extreulos que ofrecen las tabl;¡s se elrcLlenlran zunchos prc)[)trestos, reerrr¡rlazancJo a las que figuran err la Tabla
ert
ligcramente por encima y, en los vanos interiores conlo sucedía 9.2, puecle ser un criterio resistcnte y constructivo adicional fren-
cl caso anterior, a efectos prácticos son coinciclentcs te a la torsiórl recomendable; pucliénclose reemplazar dicha
tabla,
por la nlreva Tabla 9.10 reducicla y equivalente'
I 'r¡ rrl.. ' ,r.rr

,,:l

-a.a

a.a

a..?
l.

a..a

,,11,
+,

l''i::l
3i6 Los loriados rctiularcs

I-ORIADO RETICUIAR 22 + 4 cm CARCA TOTAL:


(P.P. + 4 kN/m'l CERR \\'ll[-NTO: 7 kNi¡rr

VANO EXTRF.MO \/ANO INTERIOR

ANCI-IO DEI. RECUADRO (A) ANCHO DI,I- RECUADRO (AI

4m 5m 4m 5m

zt2-B zt2-B

ónr

zl4-D 7.ti-B
5m
7m :--
ZI7-D zt6-D

llm
ZI9 D zt9-E z')o-E 1.t9-E zl9-E-
zl8-D R-8a7','15 R-8 a 5 y l0
R-E a 7 y l0 R-8a7y15 R-8 a 5 y l0
7m i3 rrr _-l
órn | /m 8m
zM il 0óó kN) zM (l I84 kN) 7 )o-E I z.:0-r zM(ll09kN)
R-8 a 6 y l0 R-Ba4y l0 !-81sy rl ln.*aoi ro R-8a4yl0
Tabla 9.1 I

FORIADO RETICUIAR 24 + 4 cm CARCA TOTAL: 8,7 kN/m'¿


ZUNCHO BIOOUES ALICERANTES PERDI DOS
(P.P.+4kN/*t-- _:.-gYI*to tj*tl!_
VANO EXTRTMO VANO INTERIOR
-
LUZ
(m) ANCHO DEL RLCIJADRO A\CI IO DEL RECUADRO
-;-l --f- t.
ffi'r.', 4r'
zl2-B
zl2-A zl t-A zl2-B zt2-A ZII.A
4
R-ó a 20 R-ó a 20 R-óü 15y20 R-ó a 2t) R-l¡ a 20 R-óa 15y20
4m 5m óm 4m 5m 6m

5 zl3-B zt 4-c. zl4-D ZI?.8 zt j-c zt4-D


R-óa 15y20 R-óa 10y20 R-8 a l0 y 20 R-6a l) y 20 R-ó a l0 y 20 R-Ea 10y20

5m óm 7m 5m óm , tIl

6 zl6-D zl7 -t) 7.17 -E zl5'q zl6-D zl7-E


R-Ea 10y20 R-8 a l0 l' 20 R-8a8y 15 R-8a10v20 R8¿10y20 R-8a8y15
óm 7m 8m óm 7m 8m
7 z I E-l) zl9-t. 220-E Z I8-D LI8-L zt9-E
R-8a 10y20 R-tta7y15 R-8 a 5 y l0 R-8 a l0 )' 20 R-6a7y l5 R-6a5yl0
óm 7m 8rn ónr 7nl 8m
8 Z2O-E zM r1023 kNr zM (l l 5l kN) 220-E 220-E zM (r055 KN)
R-Ea8y l5 R-8aóy l0 R-8 a 4 y l0 R-8a8ylr I n-saóyl0 R-8 a 4 y l0

Tabla 9 12
l¡s foriados reticulares 737

FORIADO RETICULAR 27 + 4 cm
CARCA TOTAI,; 9
ZUNCHO BLOOUES ALIGERANTES PERDIDOS
CERMMIENTO:i
(P.P. + 4 kNlmll

VANO EXTRIiMO VANO INTEI¡


LUZ
(m) ANCHO DIL RECUADRO ANCHO DIL RE(

3m 4m 5 fll 3rrr | 4rn


zt2-A zl l-A zt2-c zr r-A I zl t-R zt2-c
4
Róa20 R-ó a 20 R-ó a l0 y 20 R-ó a 2o I n-0. zc R-óa 10y20
4m 1m ónl 4m I
-----------------.r-
5m

5 zt3-A zt'l-c zl4-l) ztl-A I zri-c


Róa R-8a 10y20 20 lR-óal0Y
R-ó.r R-Ba 10y20

5m
20 R-ó a l0 y 20

óill 7nt
__l
5m I o*
ó 7.t5< ZI6-D 7.17-E zt{-D I Z ló-D zt7-D
R-óa 10y20 R-8a 10y20 R-8aBy 15 R-óalov2Oln-Satol R-8aliyl1
óm 7m Em óm I z*
7 zr8-D zt9,E zl9-F. zl8-D I ZtA-n
R-8a 10y20 R-8a7Yl5 R-8 a 5 y l0 R-8aroy2qLR"gjjf
óm 7m 8m óm I i rll

8 720-E L20-8. zM (109ó kN) 7.te-E


R-8aey20 lR-8aóY
I zzo-z
R-8aByl5 R-8aóy l0 R'6 a 4 Y l0

Tabla 9.13

FORIADO RETICUIAR 30 + 4 CM. CARGA TOTAL: 9,53 kN/m?


ZUNCHO BLOOUE PF,RDIDO DE HORMIGóN CERRAMIE-tY kN/ML_
lP.P. + 4 kNimrl

VANO FXI REMO VANO INTERIOR


-¿LUZ
(m) ANCHQ DEL RECUADRO ANCHO DEL RNCUADRO

3r I ¿ni 5m 3nr I anr | 5rrr

zll-A zlt-A zt2-B zll-A zIl-A zl2-B


4
R-ó a 2O R-6 a 20 xjjlj r 20 T-ó.:20_ R-ó13 Iji-]l-Y-2q
óm > Ír1 óm
4m 5F1 _4 n'r

zl7-c 7-14-D ZI3-A 7.t3-C 7.t4-C


5 zt?-A
R-ó a'10 y 20 R-8a 10y20 R-ó ¡ 20 R-6 .r l0 y 20 R-Ea 10y20
R-ó a 20

5m Ónl _ _ 7nr ) n1
_ óm 7m _
_
6 LI5-D zl6-D zl7-E zl4-l) zll-D zl6-t-
R-8a 10y20 R-8a 10y20 R-{ta9y20 R-E¡ 101 20 R-8a 10y20 R-8aQy20
ón] _ 7nr ll nl óm 7m_ ái nl

7 z I E-t) 7lE-l ZI9-E 1.17 -D ZIB-E zl9-L


R-E a 5 y l0 R-6a 10y20 R-tia7y15 R-8 a 5 y l0
R-tt a l0 y 20 R-f3a7y 15

7m 8nt (r tl 7rn ó lfl


ónt
220-E
I zt9-E z?a-E zMtl038kN) zt9-L 220-E
R-8aóy l0 R-8a5yl0
R-6a9y20 R-8aóv l0 R-8a5yl0 ¡l-g¡t)y20

'l¿bla t). l4
Los foriados rcticulotes

FORIADO RETICULAR 20 + 5 cm
CARCA TOTAL: 7,8 kN/m'
ZUNCHO BOVEDILLA RECUPEMBLE
(P.p. + 4 kN/m?) CERMMIEN.TO: 7 KNiML.

VANO EXTRIMO VANO IN'TTRIOR


LUZ
(m) ANCHO DEL REC:I,JADRO ANCI IO T)EL RECUADRO

3m 4m 5m 3m 4nl 5m

4
zt2-A z|-A zt2-B zt2-A ZII-A zt2-B
R-ó a 20 R-ó a 20 R-óa 15y20 R-f¡ ¡ 20 R-(r a 20 R-óa 15y20
4m 5m óm 4m )m óm

5 zl4-B zt4-c zt4-D zt l-B ZI3-C 7.t 4-t)


R-óa l5y20 R-óa lOy20 R-8a lOy20 R-óa 15y20 R-óa l0y20 R-8a loy2o

5m óm 7m 5nr ónl 7m
6 zt6-c zl7-D zl7-¿ zt5-c 7.1(yf) zt7-E
R-óa 10y20 R-8a10y20 R-8a8y 15 R-óal0y20 R-8a 10y20 R-6a6y15
óm 7m 8m óm 7nr tim
7 zt9-E zt9-E Z2O-E zl8-D 7.t8 E zt9-E
R-8a 10y20 R-Ea l0y I5 R-8a5yl0 R-8a 10y20 R-6a l0y 15 R-Ea5yl0
óm 7tn 8rn óm 7m 8nr
I 220-E zM t053 kN)
( zMil ról kN) Z2O-E- | Z.z}-L zM (l0tJ9 kN)
R-Ea6y l5 R-Ea6y l0 R-8a4y l0 R-8aByl5 I R-8aóvl0 R-8 a 4 y l0

Tabla 9. l5

FORIADO RF-TICUIAR 25 5 cm * CARCA TOTAL: 8.óó kN/rn'1


ZUNCHO BOVEDI LL.A RECU PERABLE CERRAI\IIENTO. 7 KN/ML.
(P.P. + 4 kN/m)l

VANO EXTRIMO VANO INTERIOR

LUZ
(m) ANCIIO DEL RECUADRO ANCHO DEL RLCUADRO

5nt 3m 4nl 5m
3m 4m
zll-A zl2-B zt1-A zll-A zt2-B
zt2-A R-óa 15Y20
4 R-óa 15Y20 R-ó a 20 R-ó a 20
R-ó a 20 R-ó a 20
4m 5nt óm ¿ rtr inl óm

zl3-A 213-C zl4-D


, zl)-A zt3-c zl4-D
R-8a10y20
R-ó a l0 y 20 R-8a t0Y20 R-ó a 20 R-óa 10y20
R-ó a 20

óm 7m
_i_ _ó-t--
zl6-D zl7-E
5nr
zt4-c zl6-D zt7-E
6 zl5-c R-8a lOy20 R-8aEy l5
R-óal0y20 R-Ea 10Y20 R-8a8yl5 R-óa 10Y20
Em óm 7rn Em
óm 7m
718-E zt9-E ZIE-D 218-E zl9-E
7 ZIE.D R-E a 5 Y l0
R-8a7yl5 R-Ea5Yl0 R-Ea 10Y20 R-8a7y 15
R-8a10Y20
8m 6rn 7m 6m
6m 7nr
I 220-E 220-E zM rl0ó4 kN ztg-E 719'F, 7.20-E
y l0 R-Ba5Yl0 R-8a9y20 I R-8aÓY'lo R-8aFy l0
R-Ea9y20 R-8 a ó

Tabla 9.1ó
L¡s foriodos r¿liculores 339

FORIADO RETICUIAR 30 + 5 crlr CARCA'l OTAI.: 9,5 kN/m'?


ZUNCHO BOVEDII,LA RECUPEMBLE CERRAMIEN'IO; 7 kN/ML'
(PP +4kN/mr)
VANO EXTREMO VANO INTERIOR

ANCHO DEL RECUADRO ANCHO DEL RECUADRO

4nr )m 3nr 4 rrr tm


ZI I-A /.1 t-A /.12,8 ZI I.A Ll t-A ZI2-B
R-ó a 20 R-(r a 2(l R-óa 15y20 R-ó a 20 R-ó a 20 R-óa 15y20
5m 5rn óm

zt7-B 1"1 l-c zl4-D zt'l-c Ll4-t)


Róa 15v20 j R-óa 10y20 R-8a 10y20 R-ó .r l0 y 20 R-tia 10y20

zl5-c zt6,t) zl7-D zt6-[.


R-óa 10y20 R-tia 10y20 R-6a8y l5 R-ó .r l() v 20 R-E a l() y 20 R-8a6y l)
7 r¡r

zl8-t) zt8-E 217-D


R-lta l0v2O R-tta71l5 R-E.r5yl0 R-fJ¡ 10y20 R-Ba7y15 R-8a5yl0
óm 7nl
ZI9.L z2o-E zM (lo2(, kN) Ltg.L I Ztg-E
R-8a9y20 R-8.róyl0 R-8a5yl0 R-8.r9y20 lR-8aóyl0 R-lta5yl0
'l'abla
9. l7

FORIADO RETICUL\R 35 + 5 CM
I 0,4 kN/rn'?
C,ARC;A TOTAL.:
ZUNCHO BO\EDILL{ RECUPERABLE
CIRRAI\llENTO: 7 kN/ML.
IPP +4k\ mr
v'.{\io LxTRf\1c) \ANO INTERIOR
Lltz
(m) ANCHO DEL RECUADRO ,\\CHC) DEL RECUADRO

3m 4m 5nr 3r' 4 ill 5m

4
zn-A ZI ¿-A ¿t3-B ZII-A 7.12 A ZIJ-B
R-6 a 20 R-ó.r 20 R-óa 15y20 R-ó ¿ 20 R-ó a 20 R-6a15y20
4 ¡tt 5nr ónl 4m 5nr óm

5 zt?-A ZI3-C zt4-D ZIJ.A zl3-c. zl4-D


R-ó a 20 R-óa I0y20 R-8a 10y20 R-ó a 20 R-ó¿ 10y20 R-8a 10y20

5nr 6 tI) 7 rrr 5m ónr 7nr


ó zt5-c zló-t) ZT7-E ZI4.C zl5,l) zt6-E
R-óa 10y20 R-8 a l0 y 20 R-8.r8y l5 R-ó a 101 20 R-8a 10y20 R-8a8yl5
óm I |1 ó ltl 7 :rt- 8 nt_
7 ZT8-D zt9-E 7.t7,D 7.18-E zl9-E
R-8a 10y20 R-8¿7v15 R-8a5yl0 R-8¡ l0r 20 R-Ea7y15 R-Ea5y l0
óm
-zt¿lr
7nl 8nr ónl 7nr 8nl
I zl9-E 220'F. z\1(r02ókNl Z1E.E. 7.19-D 7.20-E
R-8a9y20 R-8aóv l0 R-13 a 5 y l0 R-U¿9v20 R-uaóy l0 R-6a5y l0

T.rbla 9, lB
140 Los foriados reticulares

FORIADO RETICTJIAR 40 { 5 CM
CARGA TOTAL: 17,5 kN/mr
ZIJNCHO BOVEDILIA RECUPI:RABLE CERRAN{lENTO, 7 kN/ML.
(P.P.+4kN/m'])

VANO EXTREMO VANO INTI1RIOR

LUZ
(m) ANCHO DEL RECLJA DRO A\CHO DEL RUCUADRO

3m 4 rrr 5nr Ir I 4m 5rn

zl3-A zl )-lt zl3-l) zi3-A I Zt't-tt 7 t3-D


4
R-6 a 20 R-6a 15y20 R-8a 10y20 R-óa20 Ln-óalSY20 R-8a 10y20
4m I 5m óm 4rrr | 5m óm

5 zt4-c zl5-D zl7-E 7,t 4-( | 1

zl4-D zl6-E
R-óa 10y20 R-8a 10y20 R-8a9y20 R-óal0l'eO n-Aa10Y20 R-6a9y20

óm 7m 5m l,¡ rrt IM
5m
6 zl7-D 7.18-E zt9-E zl7 -I) ZIE-E zt9-E
R-8a 10y20 R-8a7yl5 R-8a5yl0 R-Ea 10y20 R-8a7yl5 R-Ea5yl0
óm 7m 8m ónr 7m 8m
7 220-E zM{t08ókN) zM il 2ó3 kN) 220-E 220-E zM il ló0 kNl
R-¿3 aó y l0 R-l0a6y l5 R-l0 a 5 y l0 l0
R-8aór R-lOaóY l5 R-l0a5yl{)
óm 7nr 8m ól¡ 7 rrr 8nt
8 zM il 220 kN) zM {13ól kNt zM 0 5rJ5 kN) zM t1095 kNr I
z\r rl23l kN) zMtr444kN)
R-8a5yl0 R-l0aóy l5 R-10 a 5 y l0 R-8aiil0 lR-l0aóVl5 R-10 a 5 y l0

Tabla 9. l9
Los lorjados reliillares

10. l.^as deformaciones de los foriados reticulares

Algunos aspectos de lo que aquí se expone, tales como la in-


l0.l . Obieto del capítulo y declaración de flucncia que prcsenta en las cleformacioncs el tamaño de los pi-
intenciones lares en función dc las luces y los cantos dc los foriados
reticulares. basada cn el análisis de 140 estructuras dc 5 vanos por
Oueremos deiar constancia desdc el pnncipio, con el obieto de 5 vanos y 4 plantas, con alttlras de pilarcs a eies de 3 metros, sin
no e<¡uivocar al lector, que rentlnciamos de entrada a cualqtlier in- Iugar a cludas constituyerl Llna novedad en el labcrinto de esta
tcnto y pret-ensión de analizar la problemática de las deÍorrrracio- problenrática, (lue nos permite irrl-roducir algunas consideraciones
nes buscando formulaciones, y planteamientos encanlinados a la aclicionalcs baio el punto de vista del proyecLo.
evaluación precisa y "exacta" de las flechas en los forlados sin vi-
gas; clicho trabaio se encuentra fuera cle nuestro alcance y lo de-
¡nrnor en manos dc los investigadores. que pest-' a los
considerables avances que han realizado en este campo, desgra- 10.2. Problemática histórica de las
ciadamente, aún se encuentra muy leios de estar resuelto' deformaciones en los foriados
La ntayoía cle los irrtentos cJe calcul¿rr las flechas en los foria-
Lo prirnero que teneillos que tener presente, con el obieto de
dos sin vigas, parte cJe trabaios realizados sobre piezas lineales
gene- centrar el problema en todas sus vertientes y amplitud, radica en
sometidas a flexiones simplcs, cuyos resultaclos tratan dc
pro- quc las cleformaciones de los foriados no constituyen, salvo excep-
ralizarse a situaciones más compleias. En particular' toda la
ciones, urr problema en sí mismo, puesto que en general no afec-
blcmática relativa a qué inercia considerar en las secciones de
honnigón: la bruta (sección sin fisurar y sin tener en cuerlta ias ar-
tan a la estabilidacJ ni al comportamiento resistente de las
macJuras que posec), o la fisurada y homogeneizacl¿ lsección fisu- estructuras y, visualmente, Ia mayoría de ellas son inapreciables y
rada cn la qtre el accro de la misma sc convierte en rnatcrial de pas.rn desapercibidas al ciudadano que las tiene sobre su cabeza.
hormigón equivalente), abordada por D.E,. BRA,\'ISON y resumida
Si no fuer¿ porqL¡e al deformarse los foriados arrastran tras de
en el concepto de lnercia Efectiva, contemplada 1'recogida en la
sí, parcial o totalmerrte, las piezas y elemcntos que se apoyan so-
EHE, resulta un eiemplo emblemático dc dichos intentos-
bre los mismos, especia)tnente las tabiquerÍas y pavimentos deli-
Lá tesis doctoral dc Luis García Dutari, tutelada por el profe- cados que configuran las distribuciones y suelos de las viviendas,
sor l.Calavera, sobre el análisis de flecha en los for¡ados sin vigas,
provocando fisuraciones en las primeras y desaneglos en los se-
sin lugar a dudas constituye un magnífico y serio trabitio baio un gundos, no esL¿rríanlos probablemente hablando de las mismas y,
prisma puramente cualiLa[ivo, que de por sí lo iustifica sobrada- la literatura técn¡ca, no hubiese clado origen a infinidad de publi-
mente, sin embargo las dispersiones obtenidas en los resultados caciones de tocl¿r ínclole, tratando de analizarlas bajo todos los
y la problemática derivada dc los mecanismos torsionales de difí- puntos de vrsta.
cil cuantificación en los forjados reticulares, así como el grado dc
Los problerlas derivados de las deformaciones no son de aho-
fisuración tan elevado que presentan las capas de compresión por
ra, ni afectan rinicamcntc a España, como pusicron de manifiesto
cuestiones reológicas (afogarado, retracción, etc.), nos hacen du-
los trabajos de RÜSCH en 1960 con casi mil referencias.
dar si los resultados numéricos que proporciona el método de los
elementos finitos a nivel teórico, son tan fiables como para poder- Desde que el hornbre elevó del suelo sus construcciones api-
los aplicar y tener presentes como referencia para contrastar resul- lando plantas sucesivas, los fbrlados de madera que empleaba ya
tados obtenidos por otros métodos más sencillos, como puede ser present;rh;rn problemas de deformaciones elásticas y diferidas,
el rnétodo de los pórticos virtuales que el propio autor desarrolla dar-rando pavinrentos ¡' ta biquerías.
en su tesis, o el modelo teórico de cálculo introducido en el pro-
grama CYPECAD descrito a nteriormente. Basta entrar cn cualquicr cdificio antiguo que conserve su es-
lruclurir básica original dc muros dc carga, vigas y viguetas de ma-
Nuestra intención en este capítulo es plantear el problema de
dera, para constatar que los techos se encuentran abombados, los
las deformaciones a nivel cualitativo, exponiendo aquellos facto- pavimentos recrecidos y superpuestos buscando una nivelación
res que intervienen en las mismas y que pueden ser fácilmente c¡ue nunca se consigue, y lruellas de reparaciotres sucesivas en las
nrarripulables por el proycctista, con el obieto de minimizarlas al tabiqueríars tratanclo de oct¡ltar las cicatrices que como consc-
máimo y reducir las consecuenc¡as negal¡vas que existen para las cuencia de las deformaciones diferidas y una mala política de con-
tabiquerías que descansan sobre los forlados, sean éstos del tipo servación, han idr¡ dejando en ellas, como si fuesen páginas de un
que sean. libro, el paiso del tiernpo.
Los foriados r¿li.ularcs

La llegada de la Revolución l¡rdustrial con la irnrpción en las líbertad tJ sLts rlarLtmentos adntítían recortes q rasgaduras como Ia
estructuras de edificación dc los foriados nretálicos, redrrio drás- revolttcionttríu'fenitrc en langeur'. En las plantas, los elementos que
ticamente el problema de las deformaciones difcridas hasta prác- conli1rran ei es¡rticio, los cenamienlos vertiules, se libttraron de las nigencias
ticamente hacerlo desaparecer dc la cultura constrtictivista de los del orden eslnrclur¡1
arquitectos e ingcnieros responsables de l¿s construcci<tnes. Toclo
.,, Desgraciudanrd,r¡c ¿-(¿rs prometedoras sugerencias no se desanollaron
lo más, se encontraban con un problema de vibracioncs que, tlna
rcmo mer¿tLan. L(rs ¿pú0,r0s del Estilo lnternaúonal utilizaron sus dsp¿ctos
vez asumido por el usuario, pasaba al olvido al nlanifestarse cn
mris renlttblts ¡l¿s¿i¿ ¿l punto de vista inmobiliario. Los elementos tectónicos
conbdas ocasioncs, o se incorporaba como un elcmcnlo desagra-
perdieron trrdas lr¡s balallas de Ia guerra entre el orden de la estructura y el
dable adicional al ruido ambiental que existía en las naves y eclif i-
de los espacrrrs úrlr'rior¿s t1 han terminado subordinándose a los cenamientos
cios destinados a fábricas, sin que las mismas tuvieran nayores
que definian lor¡les q fturt:ittntts.l.tt jácena se disolvíó en el techo a los pilares
censecuencias sociales puesto quc, los conceptos cle estados lí-
se loca/i:¿rrtrri siqr¡ri(',r¿lo Ia huella de los labiques u ocupando los rincones más
mite últimos en scwicio lodavía estaban nruy leios de ser introdu-
murgrnalts dt la planla.
cidos en el mundo de la construcción.
...P¿ro ¡d¿¡rris estaDa ¿sa ínquietanle exigenda de untinuidad.El edificio
tenía que c:fu¡r ¡¡n'u¿llo plr una superlicie antinua y tersa que sc tompagina
ntal cttt't ltt rettlidttd tecnológica del momento. Los tendidos de mortero de
cemcrüL1.4rrc los rrrciorralislas t:olocaron sobre la helerogénea divenidad d¿t sus
- Gimnasios y edificios deportivos
- Salas de baile y salas de cortcicrto sin asierttos fiios c( rrr¡rri¡c,riLrslttdrillo htteco, canttts de hormígón, dinteles colgados q pilares
t1¿

- Salas de concierto ccxr asientos fiios iflnrer-sos e¡¡ c/ ¡¡rrratrti{tlto de fachadu, no han soporludo Ia prueba del

- Estructuras para pcatones y ciclistas. tienrpo. L¿is rir/irn¡acio¡es diferenciales de ese variopinto soryrte han explicado,
En este lipo de estructuras debcn evitarsc frecuencias entre I 'ó y d trar'¿s ijc i(rs DLrrl¿ros , Ia variedad de una construccíón que no puede ser
2,4 Hzy entre 3,5 Y 4,1 Hz larr crrrrtirtLr¿i ni fuirt lcrsa.
- Estrucl.uras para corredores a pie.
En este tipo clc estructuras deben evitarse frecuent ias entre 2'4
y AÉi¿rl¡ ii¡ tttia tle Patñora, Ia construccíón no ha cesado de diveni[íurse.
Los c¿lilrcirrs 4rrc (¡rl¿es estaban construidos casi solo can un material,
la

ceranticttpt)r i]t'|fif|/lo, estan formados hog por cenlenaru de ellos. ada nuwa
Tabtal0.l.Vibracioncscríticas.Datosobtenidosdcc..E'B.t]tr]etírrn..209, exígentrtt t1e\:0¡liürt 0 dc Ia moda introduce una capa más' un malerial más'
l99l por J. Calavera. una funciótl' frente a
Materit¡l¿s ¡-sp¡ci¡li:a¿los qutt sólo sirven para cumplir
krs rrr¿¡l¿ri¡i¿'s ¡r¡diciorl¿¡les de amplío especlrl'
indis-
El descubrimiento del hornrigón arm¿rdo y srr imposición
cutible como rey absoluto de las estructr:ras dc edificación en '.'E¡ldslt.(d,ltflldlacontencíótle5d¡fkil.Enlosedificiossitlgulareslas
todo cl sigloXX, y casi con probabiliclacl absoluta también en el mas modas de carácter capnchoso
lornras c¡rlstr¿rcli|cis siqucrr ltrs riictados de
pretensaclo' in- ..) Ia ausleridad de las
siglo )(X, áyudánáose cada vcz nrás del hormigón U, drl rlrtirfids casos. superficial. { Recordando

tródu¡o de forma lenta en su etapa dc desanollo y de fonna


cre- ftutción, ngurosa en su construrción q contenidas
en
ar4uitcrtr,ras li¿[,s a -qrr
del siglo (lifkil nuevo rico sin ser horteral
cienté en su seg'nda etapa, a par[ir clc la segrrnda nrit¿rd su rosk', sc irttpitrte ir¡ t'r'i¿ierlria: iqué es ser

acabado, el problema cle las deforrrlaciortt-'s cliferid.rs err los foria-


..-Nt¡¿slrclsig}lo.Álcqueseacaba,haimpuestounaevoluciónradícalq
dos <le hormigón por las cucstiones reológicas dc todos cc¡tioci-
arel(adú¿i lir ler¡ric¿r rcnstructi¡a, hs innovaciottes han sido tan
pro[undas
en
das, inevitablemente unidas a todo un canlbio revolucionario porticada'
tonto ldsfrslil¿liirj,l ¿i¿ los nttrr¿rs portantes por la eslructura
de
y los cdificios en España' nragnífica-
el arte dc proycctar construir de tela de la
las crrl)i¿rt¡s irlr/i¡ra¿i¡-s de teicr por las planas asfáltica,
mente resumid" por el arquitecto lgnacio Paricicl en su litrro Corts-
prlteccitin por fspd_((1r a ltt esprtcíalizacíón de materiales que solo sirv"en rcm1
truccionu para in¡ciar un siglo'
ai_s/Urrt¿,s lrinuii.rs 0 {5f(¡/t(0S, En eSe COnteXtO el
nnOcinientO tradiciOnal, lan
l(t[]Oriosa.ntrnt¿ construitlo pttr el penttso m¿todo d( lA prUeba g el errOf, tla
Y pt¡esto clue ya p¿rrece que poco ¿i poco v¿rrr¡c.ls ¡'rercit:iendo vieio código de sOluciones decantadas en un
ti(ttlt iriritlrirr -ierrliritt.l'odo ¿tl
que ei problema de las deformaci<¡.es no se rrtsuelvtt t:xclusiva- t10
proccstr nrrr itisr ililLtr pLtri'rc inLitil.
mente con su cálculo, sino que ncC€Sit.ln'los aprcn(Jer a €lestionar-
las con todos los medios constructivos a nuestro alcatrce' p¿ro iirlflrr¿ís /a ¡rrr¿yn sltuación no admite la susljtuciótt de ese códiqo
pá-
amablementc, l. Parici<¡ nos ha permitido repr()dtlcir algunos p0r 0lrLl rrrris ¿¿ir,ru¿¡r{o ü lLl [()r$truuión del nuevo siqlo. La diversidad de
nafos de su libro, donde nos explica, bajo cl punto cle vista arqui- que no cabe ni
cin¿ulslarlrt¿i-r tt tlt ¡tosibilidades técnicas es tan gründ!
tectónico, el contexto en el que dicha gestión debe prc;ducirse' intaqin¡r lrr ¡l¡iiorariorr de tm nuevo rerctari| sinilar al que demostró su
utilid¿tl t.lLtrtutLc -ri4iLrs, l-lrr fárraqo a t'¿c¿s a(esitto, a ver?S erróne| -q Siempre
"...lAestrucluraportícada,porsuparte'ctt>ritiuttasposibilídades
r¡n/rso ri(i /?or¡l?ri¿irtis tia tntentado Iapar ese hueco pertt es un aqu¡ero
absolutamente nuevas a la organizaciótt de lus plttttltts q al tratamienlo
de
poclian tlcr tralarse con Loda inposihlt ci¡ l/c¡rLrr: Stíio po¿lenros estar de actterdo en el valor universql de
Ias fachadas.En los alzados, Ias fachadas
Los [oriados rcIiculares

algunosgrands principios ordenadora del unximiento técnico que rigen sus seqmentación en bandas horizontales apogadas en los sucesivw foiados- En

de aplicación a la arquitectura de nuestros días. lunto a ellos un ese plano tprjl r! dparentemente tectónico se inscribe el dibuio de Iw huecos,
formas
univeno de detalles de oficio completarán el wreelatlo cottocimiento técnico si a que existen.
q agudarón a resolver innumerabls problemas.
..,Eslos e/eclos se consiguen pasando por delante de Ia testa del foiado
... El umbio más significativo ha süo sin duda la ñeterogeneización de unos lrozos de ladnllos que fingen la continuidad de los paramentos superior

la construcción. HoU es imposible construir un edilkio cln unos pocos e inferior.

materiales de amplio espectro.


...1-a reivindicación de un lenguaie arquitectónico más próximo a la
.. .Durante estos cien años se han impur'to los matenales especializados organización constructiv'a del edificio no es banal. Ln diversidad de matenales
en el cumpliniento de una sola función, matenales especiales para soplrtar utilizados en Ia construcción convencional exige una libertad de

urgas, 0 para aislar térmimmente, o para lormar baneras estancas elc. clmporldmiento de cada uno de ellos que no es f'ácil de conseguir en una
conslntcciótt que todo [o une g empastq V en una arquitectura que todo lo
El rrultndo a un mmpleio de sistemas conslruútllus que se diferencía wlo unifica q geometnza. Si los acabados exteriores se mueven con los umbios
ese ttso intensivo de natmalr' rwcialiudos, en el grado
lo leios que lla¡an
en térmicos, las estructuras se deforman nn Ia anlución reológiu o las auiones
de exhíbición de ca
evolución g en la manera de relacionar enlre sí las diversas honzontates, kómo podremos encomehdar a unls uniones amorteradas la
capas o envolvenles de materiales tan diversos. *
trata siempre de formas
estanqueidad del edificio o la estabilidad de los aplacados?. La bondad de
construct¡vas multicapa, de cerramientos insertos dentro de estructuras nuestrls climas t1 la infinita mísennrdia divina pareu que han estado afavor
portantes diferenciadas, pero es posible que todav[a se usen materiales
de luarquitectw, wro no son estos argumentos suftcientr para seguir llanndo
tradicionales cnmo acabado exterior o que, wr el contrario, se usen solo
fuera de su marco de posibilidades unos sístemas conslruclivos muy deliailu.
materialr ligerw, uros g modemos, ensambladu o u¡tidos con fiiaciones cada
La lrecuenria de los accidentes, que está impulsando una tanera alcista de
vez más nftstiudas. las tarifas de Asentas la compañía de seguros de los arquitectw, parece indicar

... L-a estructura portiwda constituge un avane radical para la libertad


que hemos ido demasiado leias en algunos casos, o que alguien está
en la distnbución de Ia planta g en Ia composieión de Ia fachada, pero nadie descuidando su protección a los profesionales del ramo.

ha hecho frmte al problema de la inserción de unu unamienlls tígidls dentro


Pero la volunlad de geometrizar, minimizar, uniliear el volumen del
de un ontexto deformable de manera que sus unionn sfr¡n estallc{¡s.
edificio es más fuerte que el respeto a Ia realídad constructiva.
...Es mejor esa anstrucción en la que el arquitecto puede centrarse en
...Es necesario entender el edifícia, y el proceso edifícatono, coma una
paliar los defectm conocídos, que una conslrucción que ponga toda la obra
unidad. No pueden tratarse los cerramientos sin haeer referencia a Ia
en grave riesgo de perdida de control.
eslru(tura, no pueden estudíarse las t'achadas sólo como protecciones sin
En 6tas condiciones Ia mnstruuión convencional puetle dar muy buenos considerar cómo las alectan los problemas de estabilidad, no pueden resolverse
resultadls arquitectónicos. Casi todos los edíficios de los años lchenta U
Ias instalaciones o las protecciones Írente al fuego desde una normntiva que
principios de lw noventa que han hecho Íamosa la arquitectura española en las trata como si fueran las únicas exigencias que debe satislacer el edificio.>
todo el mundo conaponden a esta manera de onstntir. La relación entre los
costes, Ias habilidades de los trabaiadores, Ios conocimientos de los iefes de
obra A los recursos e intenciona de los arquiteclos encontrarln m punto de El par.oranra arquitectónico definido por L Paricio ha supues-
equilibrio en m anvención. Otros países no luweron ese e4uilibrio q alqunos to una especie de segunda revolución en el rnundo de la construc-
todavía hoy nos lo envidian. ción que, superpuesto a las estructuras de hormigón armado,
digamos que de segr.rnda generación y caracterizadas por una ma-
Casi todos los edílicíos de víviendas que construintos están resueltos con
yor rcsistencia en los horrrtigones y aceros, luces más elevadas,
estructuras portiudas g erramientos de ladrillo de dos [to¡as rcn aislamiento
cantos estnctos y triunfo absoluto de los forjados planos, huecos
interpuesto. Todos ellos sufren las amenazas de inestabilidad de la hoja
cn los misnros cada vez más y mayores para alo¡ar verticalmente
exterior, Ia dificultad de relación entre las hojas, los problentas de junta con
sus instalaciones, r¡tn'ros constructivos insospechados, absoluta
el [oriado superior elc. que tantas veces hemos cilicado tl¡ fachada de ludrillo,
supcditación cle las estructuras a las demandas funcionales, etc.,
ü.Bisagral, pero ejecutadas con sumo cuidado no se ntan comportando lan han engendrado una problernática de incompatibilidades, agrava-
mal como podría parecer A suponen todavía una solutión nwy económka y das por el comportanriento reológico y mecánico del hormigón, que
de amplias posibilidades compositivas. conlleva que ias mencionadas estructuras no se mantengan esta-
bles en el tiempo, y que sus defonnaciones den pie a desarreglos
Es habitual que Ia faehada de estos edilicios se úaga completantente de
patológic<-rs de todo t¡po en los acabados, siendo todo ello origen
espaldas asu real organización teclónica.El líenzo de [aóturla, sea ¿le latlrillo
de infinidad de quebraderos de cabeza.
vislo o revestido, se trata como un plano continuo, repudianCo Ia ohliqada
Los lorjados retiulares

scrán responsabilidacl de la estructura; lo cual choca frontalmen' Si lo aplicarnos a luces de 4 y ó metros, como luces más re-
te con los plantcamicntos tradicionales y obliga al hoyectista y al presentativas de l<.rs ¡.rroyectos arquitectónicos pasados y actua-
Director de Obra del Edificio, a establecer una estrategia de Pro- les, nos errccnlrümos que, sólo por el concepto de aumentar las
yccto y Construcción de cara a las deformaciones, que hasta ahora luces entre pilares, las flechas se han incrementado del orden del
dclegaban en el autor del hoyecto de la Estructura sin exccsivas l00o/o, es decir el doble.
consideraciones bajo el punto de vista de la conce¡lción general
de la misma, y sin pararse a pensar mínimanrente en córnc¡ van a , J.75

ser construidos los cerramientos.


lól =2
\4/
Lo que figura a continuación, tal como dilimos en la introduc- Si aplicamos el mismo criterio a los forjados reticulares, y pesc
ción de este capítulo, va todo ello encaminado a poder facililar el a quc cl parámetro cr pueda tener un valor ligeramente inferior
establecimiento de dicha estrategia, proporcionando una informa- (1,45 - I ,ó51 los resultados finales conducen inevitablemente a la
ción cualitativa suficientc y una formulación nr¡mérica sirrt¡:le, quc conclusiórr de quc las flechas se han duplicado, pese a ir
pcrmita soslayar el problema de las deformaciones c:on c.iertas ga-
¿rumentanclo ¡rar,rlatinarnente los cantos de los mismos hasta
rantías de salir airosos de la prueba.
alcanzar ya valores desmesurados y fuera del ámbito de lo que
podríamos estim¿r como sensato para los esfuerzos que tienen
que soportar.

10.4. Luces y cantos . En el Capítulo 3, donde se habla de las tipologías de los


forjados sin vigas, tuvimos ocasión de exponer de. forma extensa
. Difícilmente podremos encontrar en el presente un edificio todo lo rel¿,¡tivo a la elección de los cantos en los foriados
cuyo sótano no sea un aparcamiento .V su planta baja no se reticulares con el obieto de enfrentarnos al problema de las luces
encuentre destinada a ser el contenedor dc localcs comcrciales con espesores cle foriados razonables.
que demandan funcionalmente diafanidacl.
Nuestra propuesta se resumía en elegir los cantos de los
Mientras que en una distribución de viviendas las luces entre forlados siguiendo el criterio:
soportes puedcn cstablecerse fácilmente entrc los 3 y 5 rn, las
luces óptimas entre pilares para un aparcamiento sc mueven en lr
tomo a los 7,50 m y en los localcs comerciales en los E m. Dado ñ,r,;o
que las últimas luces mencionadas comienzan a salirse fuera del
de forma clue, si al analizar el contexto del proyecto y la obra
ámbito de razonable aplicación de los foriados planos, y no se
quicre renunciar a las considerables ventajas de todo tipo que futura, se percibiese que el riesgo de rotura en las tabiqueías se
encontraba accntuado y latente en todo el proceso, tratásemos de
ofrecen los mismos como solución estructural v funcional, se. ha
acercarnos a L,20 y, si no fuese así, por ejemplo en el techo de un
optado por soluciones de compromiso que no satisfacen .r nadie,
aparcamiento, podíamos tranquilamente elegir cl canto en base a
proyectando las estructuras con luces oscilando entre los 5 v 8 m,
U24, ya que ias deformaciones carecen de trascendencja.
abandonándose definitivamente las luces tr¿ldicionales cle l¿¡
edificación que oscilaban alrededor dc 4 m. Nuestro criterio, si bierr garantiza que las flechas teóricamente
recomendad¿¡s como admisibles en las Normas no se superan,
' f . Calavera y L. carcía tratan de cuantificar la rea,ic]acl ¿rnterior en
y nos dicen que al aumentar las luces han aunlentaclo los nrodo alguno evita que un diseño arquitectónico forzado y una
cantos,
pero aproxirnadamente puede estim¿rsc que a pesar del
secuencia constrllctiva descontrolada no acaben orignando algun
incremcnto de cantos y, por tanto, de ¡nercias. en tipo de problema de carácter disperso y cnático en las tabiquerías
la ¡rr:ictica las
flechas aumentan siguiendo la expresión: clel con junto construido de carácter mínimo.

. L¿l nuer,,¿r EHE establece una relación de cantos para


ruf forj;rdos reticulares y Ias losas que, como pudimos ver en el
los

IL' J Capítulo 3, so. claramente inferiores a los resultantes de aplicar


L2, L¡: Luces que se comparan
nuestros criterios; sin embargo, en el artículo 50 relativo a las
deformaciones, nos ofrece la Tabla 10.2 con la pretensión de que
c: Parámetro que para forjados de vigueta y bovedilla Duecle rr,rmarse
igual 1,75. su cumplimiento evitc el cálculo de las flechas.
Los Íoriados reticulares

Elementos Elementos
Sistema estructural fuertemente armados débilmente armados
(p= Atbsd= 0,012) (p=Atbod=0,004)
Viga simplemente apoyada. Losa uni o
bidireccional simplemente apoyada 14 20

Vioa continuar en un extremo. Losa uni-


dir-eccional continual'e en un solo lado 18 24

Viga continuat en ambos extremos. Losa


unidirecc¡onal continual'2 20 30

Recuadros exteriores y de esquina en losa


sobre apoyos aislados3 16 22

Recuadros interiores en losa sobre apoyos


aislados3 17 25

Voladizo 6 I
i Un exlremo se considera cont¡nuo sr €l momento corr€spond¡ento es rguai o supenor al 85 o¡i del momento de empo'
tramiento perfeclo.
2 En loeae unid¡r€cc¡onales, las esb€lieces dadas se relisr6n a la luz menor.
3 En losas sobre apoyos aislados (pilares), las esb€lteces dadas se refieren a la luz mayor.

Tabla 10.2. Relaciones a cumplir p.'rr¡ no calcular flechas se'gún EHE. tLra,c: Cc .a :¿blat > d tcanto útil de la placa)

La tabla, al hablar de losas, no distingue si son macizas o ali- nos resulta ei criterio
geradas, pero dado que en España las losas macizas apcnas tie-
nen penetración en el mercado, deberemos interpretar cllle se
refiere a las losas aligeradas, bien sean de tipo r.rnidireccional o re-
tr> lr+3 {L en cm)

ticular.
.Así, ¡:or ejer:rplo, si tenemos un foriado con luces dc ó00 cm,
Aceptando lo anterior, también aceptaremos que nuestras lo- nuestro criterio persorral nos permit¡ría iugar con un canlo com-
sas entran de lleno en la columna de cuantías de annaduras ba- prendido entre
jas, es decir, de elementos débilmcnte armados:
ffi=3ocm>H>ó,oo=2s..
A
p=;:<0,004 20-24
Y para no Lener que calcular las flechas scgún EHE, tendíamos
pero para ello debemos considerar, que el ancho dc los ncrvios no que proyectarlo con un canto mayor o igual que:
puede ser el real (10 ó l2 cm), sino el virtual relativo a la z.ona que
cubre, en otras palabras, que b :
entreeies.
n='2,
^0-Q*l=30.3cm=30cm
. En estas condiciones, para no tener que cak:ular las defor-
maciones en los forlados reticulares y, dado que todas las plantas Para un¿i luz de 700 cm, la aplicación de la tabla 10.4.1 de la
de edificación suelen tener más recuadros exteriores y clc esqui- Norma conducirí¿¡ ¿r r.rtt canto de,
na que interiores, nos veremos obligados a elegir un canto del for-
jado tal que: r-':: +3 =34,Bcm = 35 cm
"
\ =zz
d
(d: canto útil ctel forjado) y con nuestrO criterio:

y aceptando que el canto útil sea por término rnedio iglal ;r f!9=¡lcm>H a#=29,2crn
d:H-3
Los lorjados reltcular¿s

Como puede verse, la EHE proporciona un criterio para fi¡ar el 10.5. Influencia de la calidad resistente de
canto de los foriados que obvia el cálculo de las flcchas, situado los materiales en el control de las
en la frontera, en el límite superior de nuestro criterio, qtre ya fue
publicado en nuestro libro Los Foriados tuficul¿¡res {lr,larrual Prdclicol deformaciones
en 199 I , cuando en España el criterio qlle se aplicaba con carácter
general era el de elegir el canto igual a U28, tllotivo por el cual, se . El hormigón
han producido muchas patologías debidas a las deforrrraciones en
los foriados reticulares, atribuyéndoles una cierta e inrrlerecicJa
5i conrcnzanros por el hormigón, como material básico y fun-
fama de ser forjados problemáticos. cu¿ncio result¡in ser, y son,
damental, quc tiene la responsabilidad directa de crear la rigidez
unos magníficos forfados, a pesar de proyectarsc con un criterio
necesaria (E.l) que se oponga a las deformaciones, resulta evidente
de incomprensión total en las peores estructuras, de calcularse
que cLlanto más compacto y resistente sea, mayor módulo de de-
mal y de construirse peor,
form.rciones tenrlrá y, por tanto, menores flechas sc derivaran en
. No obstante, la soL¡ción a los problernas de flechas no se las ¡riezas construicJas con el misrno.
debe tratar de resolver Írnicamentc con el canto, ya clue superar un
canto de L/20 para un edificio de viviendas nos parcce L"a lnrposición de utilizar un H-25 mÍnimo para las obras de

absolutamente desmesurado, los casos anteriormente edificación en España por la EHE, haciéndonos olvidar los tradi-
mencionados, en un contexto formal y estructural mínjmamente cionales l7 5 \fPa il 75 Kp/cm2), sin duda resultará beneficioso
razonable, los hubiésemos proyectado con 24+4 cm y 27+4 cm para las cicformaciones, puesto que en idénticas condiciones po-
respectivamente, aunque nos veamos obiigaclos demos encontrarnos una reducción dc las flechas que podría es-
¿¡ tener que
calcular la flecha, puesto quc son valores más r¿zonables que los timarse alrededor de un l07o por esta causa.
proporcionados por la Tabla 10.2 de la Nomra
Para asegureirnos de que esto sea así, y tras un conecdá posi-
EI proyectista no debe olvidar que más canro en un forjaclo cionado de las ¿nnad¡.¡ras, dcberernos esmerar la puesta en obra del
reticular supone más peso y, por tanto, nlás flecha difericJa de horrnigón compactándolo adecuadamente mecliante un vibrado
difícil control; téngase presente esta idea y olr'ídese que los cantos cuidadoso, para posterionxente proporcionarle un curado digno.
clevados constituyen la panacea, puesto que resultan pesaclos y
Sin embarso, ia reducción de las flechas a través de la resis-
c¡ros, y larvarr y oct¡ltan el problerna de las deforr-¡r¿rciones
poniéndolo de rnanifiesto al cabo de los 4_5 años de su tencia del homrigó'¡ro resulta econórnicamente rentable, dado que
ios incrementos clel nlórjulo de cleformación no van parejos
construcción, cuando ya el proyectista sc habí¿ oir,:da<Jo cle la a los
existencia de su edificio. aumentos de la resistencia, al venir dado el módulo de deforma_
ción secante, (rue es el h.rbitualmente empleado en ros cárcuros
de
Los cantos fiiados para los forjados reticulares se encuentran las deform¿ciones, por Ja expresión:
en la adualidad al mismo niver que ros empreados en ros forjacros
unidireccionales, al abandonar estos últimos los cantos suiciclas Eci = 8500 I t; en Mpa ltl
de los años 50-70 y regirse su elecciólr por tablas co¡rio la obtenida
de la Norma de Forjados española que se adiunra: De dicha expresión se deduce que incrementar la resistencia
del hormigón un 209¿ pasando de un H-25 a un H-30, se traduz_
ca únicamente crl una disminución cle las flechas en no más del
6o/o
&t l;* I""*
Forjados Con tabiques. 18
dc

F
122 125
Los parámetros que habitualmente empleamos en el cálculo de

armrdos Con muros. 17 lz, lro las flcchas son:


Cubiertas. 20 lzo 27 ' Res¡stencia r'edia der honnigón en er momento de su
evalua-
ción, que a falta de una infornlación más precisa, podemos
Forjados Con tebiques. 20 24 27 valorarla en nL¡estros proyectos por:
pret€nsados' Con muros. l9 ?3 26
fcm:fck+8 Nimnr2 I2l
Losas Coo tabiques.
Con mutos.
40
:l_ . Módulo de defornlación longitudinal secante E.¡ del hormi_
alveolares'
Cut¿iertas.
36
45 -t- gón dado p.r Il f , y váliclo siempre y cuando
en el homigón en condiciones de servicio
lal tensiones
no sobrepasen el
vaior 0,45 f.1. Esta condición se cumple prácticamente
Tabla 10.3. Cantos > Uvaior dado en la r¡bla, propuesros siem_
norma cspañola p;rra los forjaclos r,,idi.*...1¡ón.ll.l -' * " e.n la pre en los proyectos orcJin¿:rjos.
Los lorjados reticulares

La resistencia característica inferior del hormigón a tracción . El acero


directa viene dada por:
El aumento de la capacidad resistente de los aceros de armar,
fct,r = 0,2 I ' ? ff* Irtt mmz {31 si bien ha supuesto una disminución considerable de los costes
estructurales, ba;o el punto de vista de las flechas y deformacio-
y la resistencia de tracción media: nes, ha resultado ser bastante pemicioso.

tt,m = o,3"l.f:k N/mm2 l4l Los aceros en l¿¡s estn.rcturas han pasado de tener un límite
elástico de 220 N'lPa, a tener una fy¡ malor o igual a 400 MPa des-
La resistencia a tracción del hormigón, trabaiando en flcxo- puós dc l9ó0; con lo cual, las cuantías geométricas de las arma-
tracción, podemos estimarla por la expresión: duras se han reducido

Dicha reducción. cuando se calculan las lnercias fisuradas de


las secciones que intervienen en los cálculos de las flechas, por
fc, ex=,.,
;:ifil/' ,,,
la causa anterior, han experimentado unas disminuciones de va-
lor aprcciablc, hasta el punto de que las llechas podrían duplicar-
se por dicho motir,o si no fuese porque las adherencias y otras
cualidades añadidas de las armaduras corrugadas (fy¡ 2 400 MPa)
siendo H el canto de la pieza en mm frente a las arniaduras iisas antiguas (fyk : 220 MPa), hacen que
tengan un cornportamiento general mejor frente a las deformacio-
nes, ya que presentan menores deslizamientos; al margen de que,
Para los cantos habitualmente empleados en la edificación,
en situación cle servicio, los momentos de inercia dependen bas-
la resistencia del hormigón a flexotracción puede superar a tante menos de la cantidad de armaduras colocadas.
la de tracción directa en torno a un 32%, cs dccir:
L.os en-Vos realizados por l. Calavera en INTEMAC, con cua-
f.¡,¡: 1,32'f¡¡ tót tro scrics dc vigas armadas con acero 8-220 y 8-500 y cuantías
o bien mediante la expresión, mínimas, medias. críticas y con armaduras de compresión, man-
tenidas cargadas dur¿nte un año a la intemperie en situación de
fq¡,¡ = 0,37 ' (f ,)213 servicio, pusieron de manifjesto que la diferencia de flechas máxi-
mas fr¡e del orrlerr cie un 30olo para la serie de vigas armadas con
En función de la edad que posea el hormigón, el módulo de cuantías criticas, mientras que las de cuantía mínima apenas pre-
deformación E¡ varía con la misma scgún' sentaron diferencia y; en las restantes, fueron del orden del 207o.
E"i.t: F'Qi l7l
Generaliz¿ndo los resultados de los ensayos a la situación ac-
y el parámetro p se obtiene de la Tabla 10.4. tual, erl la que se están maneiando aceros del tipo B-400-S y
B.500-S, dependiendo de si las piezas tienen un nivel de cuantías
bajo o alto, cabe esperar flechas mayores cuando se proyecta con
El factor de equivalencia entre el hormigón y el acero de las &500-5. del orden de un 7 a un l0%.
armaduras podemos estimarlo en tomo a 8.
q: 8'Q

Valor de p

Edad del hormigón (días) 3 7 28 90 365

Hormigón de endurecimiento normal (1) 0,63 0.80 1.00 1,09 1 ,16

Hormigón de endurecimiento rápido (1) 0,74 0,87 1,OO 't,o7 1,09

(1) Véase la definición de hormigón de endurecimiento rápido, o de endurecimiento normal, en 30.3.

Tabla 10.4. Coeficiente corÍcctor p del módulo cle deformación en h.rnción cle la edad.
I ps loriados reliulares

10.ó. InflUenCia de IOS aVanCeS "E-l apartado anteriar ha puesto de manifiesto los efectos negativos que

tecnológicos en los dimensionamientos :i\:,:::;'',i,X:J'tr"':"0',1!:ll'::r:;';i::oi':N';!:^:r^:;':;H::^rt:,:,;'í


estruCtüfaleS y las defOrnfaciones econóntico dt tales efectos, tratlicionalmente, el control g limitacíón de
deformaúones ltu sido q es rdegado a un segundo plano dentro del proceso
l-os avances tecrr<-rlógicos en la claboración clc lós r)r()yectos de disetio,tomprabaciótt de estructuras. lJn motivo importante para ello
en los riltimos tiempos han sido realmente esprctaculares aunque co,ls¡sfe en que. salvo fenómenos de segundo orden, el riesgo de mlapso por
desgraciadamente, no todos para bien. excesiva defonnabílidad es prácticamente nulo.

Ett los oriqenes tle las eslructuras modernas de accro y hormigón,la menor
La i¡rfluerrcia del ordenador cn los proyectistas, tanto cn el di- ttpacid¿td resístpyttp dp los matorialos, Ios criterios generalos dc diseño
:;cr-r() cclmo en el cálculc¡, ha hecho Fr,rsitrlc que se extierrda y arrai
(utilización de fornas 'fwticulares' o 'antifuniculares, cantls elevados, etc.¡,
gue la idea crrónea de que todo es posiblc, puesto quc ya toclo lo ,
lo rudimentttrto de los modelas y herramientas de aruirisis utilizados, así como
podemos dibuiar e introducir en un programa de cálculo que apa-
los márgenes de sequridad adoptados, justificaron ignorar o relegar los
rcntemente lo calcula, puesto que salen unos ¡rli-:rros de gcome- crilerios de nnrrol de d.eformaciones respecto a los puramente resistenles. En
trías y arrnaduras por doquier, olvidándose dc la realidacJ que tlerre lales tircunstatrci¿rs, 1a [nvestigación g el proqecto de eslructuras se centró en
quc ser construida. garantizar su seauridad frente a la rotura (Eslados Límite Ukinos), en
detrintenttt dt' lus camprobationes relativas a su comportamiento en senicío
L,os criterios dc proyecto cn la actualidad son sirnples: si hay
Itrslados Lin¡te de 5¿nú'iol.
que colgar un forjado del siguiente. porque así se evita una viga
que parece molestar estéticamente, pues se cuelga; si hay que co- En el caso de las estructuras de acero laminado, lo reducido de los
locar un<-rs huecos de servicios errfrente de un ¡tilar para así irrter- dimensionantientls rconst..cu,'ncia de la alta capacidad resistente del matenall,
ferir nlínilramente erl la cjistribución del t-¡¿riro, pries sc coloc¿, crc. 91 la sinpliddad del nodelo de comportamiento Lensodeformaciona! de! auro,
han contribuido a introd,cir en la prrictica der progecío la comprobaciói
ii
Si ya resulta problemático estimar las flechas en las cstructu- fleehas.
ras simples y moduladas: éOué fiabilidad podenros dar a ltls v¿r_ Por el otürario, en lüs estruüuras de hormigón armado, el complejo
lores teóricos de las deforrnacioncs que nos l)roporcionan un c],nportamientL) tertsodelornacional del malerial (instanttineo y en el liempo),
cálculo matricial, si analizamos una cstRlctura prol,ectac.la y cc)ns_ la dilicultad de nn¿lelizur adecuadamente la interacción hormigón-acero en
truida con los criterios de proyccto antes ntencionacJos, amplia_ el proceso de clefomación, así como los díseños propios de Ia primera mitad
mente extend¡dos incluso en los sirnples y senc¡llos bloques cle del presente síglo, basados en escuadrías de gran canto poco afectadas por
viviendas? proftlcmas de J'lecha. lian llevado en la práctica a ignorar la comprobacíón
de deformaciond-( 0 ¿i sil realización a partir de criterios simplistas.
La prudencia en la valoración de los resultados dc los cJespla_
zamientos, especialmente en situaciones rje clisenos problemáti_ El protlresiv, rtfinamienro de los modelos de anárisis en Estados Límite
cos, por muy sofisticado que sca el program.r dc. c¡ílcr-¡lo ttnr¡tle.rdo. LJ/túr¡os, la nutjora tle la capacidad resístente de los maleriales estructurales
rjebería ser la actitud más razonal:le qire deberíarn's acroptar en $in unu ,ne¡orLt siüilar de s,s características rleformativas), la disnínución
nuestros proyectos. La evaluación experimental dei com¡ronarnicn_ de los nuírgenes o ctteficientr de seguridad, q la reducción del canto g
untidad
to real de situaciones comprometidas parecicias a lo que prcten_ de ntattrial fu las p¡eiLls, han rerminado por hacer cuesríonables ios
diseños
ba s ttdt¡s e n rc m p r0 [).t i i 0 ne s p u ra me n te resiste ntes.
dcmos construir, supone la mejor fucnte cle infornlac:ión
complementaria a los resultados teóricos que proporciona, las EI ejemplo recogido en Ia figura ro.r ilusrra er alcance que er incremento
nuevas tecnologías de cálculo, especialmentc en lodo ro de resistenda de los ntatenales estructurales g Ia modificacián
rclacio- de los criteriis
nado con las deformaciones. de dimensionantísnto de estuadría prescntan sobre ti deformabiuaaa ie tii
elemenlos a t'leúin. En ttl ntismo se analízan ias leges caraa-ftecha, para
El tratar dc exprimir lá potcncia resistc-.te dc los nratcri¿les c¡uc difercntes solr¡¡irrrrcs tlt tlisañtt, de una mísma viga de-úormigón'or^uái, ,oi
la industria dc la construcción pone a nLrestro arc¿rrce. olvicjánáo- seccitín u arnüdur(t onslante, de i,5 m de tui , biempotiatla, y sometida
sc de que para conseguir el máximo cle sus capacidacles han cle a urga uniformenretütt repttrtida. EI dimensionamiento de Ia misma se
ha
experimentar unas defonnaciones que ¡rueden resulta¡ incom¡ra- elecluado supc'uúendo diferenles materiales estructurales y condicíones de
tibles con otros clementos construicios sobre los rnismos, rcpre- diseño que pretemlen rtfhtjar la evolución de usos en tares íeüidos,
hablidos
senta unos de los errores más frecuentes en los proyec-tos en los últintos 40 ó 50 rtñas. En todos los casos se han consider'io los
toeficientes de mttqorutión de acciones g minoración de resistencias
estructurales que realizamos. marrndos
en la a(tual EH-88 para niveles de contro! norma!. r,-a escuadría se ha
Alfonso del Ríc¡ Bueno y Jesús Ortiz hicicron un.r valor¡t-i<irr cic dett'rminúcll iauaktndt¡ el ntúxinta momento de ¡liseño al momento límile de
la secciótt 1nodell rutLlnqulan, previa imposieión de una condición de diseñl.
esta problemática cle forma simple, sencilla y ciirecra, qLle resunte
Hag que señalar qut un dimensionamiento en base a criteios de tensiones
espléndidanrente lo quc hemos prel.endido dccir antcriorrlente, y
admisibles aplicado st¡bre ltts canfiguraciones primeras, llevaría probablemente
que con su autorización reproducimos a cont¡nt¡¿rciórr
I)c)r su in- a escuadrías uüLror$ tlue ttcrecenrarían las dit'erencias que se pre.tenden poner
du¡dable interés:
de nanifiesto.
Los lorjados relículares

De la apliución de los critenu antes clmentados resultan las siguientes


cu at r o co n fi g ur acion es :

-Yiga de cantl, con ancho íiiado en 25 cm.Hormigón de. lJl Kplcm) rlllffiffiEIIIIIIIIIII[Inr
de resislencia característica a compresión U acero liso de 2.200 Kplcm2 de L.trsr
tímite elástico. Resul¿a un unto de 55 em y unas armaduras ae tracción de
17,9 cm2 en extremos, frenle a negativos, g de 8,2 cil corrida a Io [argo del
vano, frente a posilivos.
l+ET
,-?,5 *ll*-
I I lFrñ¡
slÉ*.ec
ll
lrs **pee=
- i-l rsoo

-Yiga de canto, con ancho fijado en 25 cm. Hormigón de 175 Kplcm2


de resistencia caraelerística a compresión g acero liso de 4. I 00 Kplcm2 de
tímite elástico cnracterístico. R¿sufta un cantl de 45 cm q armaduras de
trauíón de I I ,7 cm2 en extremos, frente a negativos, y de 5,4 cm2 corrida
a lo largo del vano, frente a positivos.

-Yiga de canto reducido, con ancho de 30 cm. Horntigón de


característica a tompresión q acero liso de Fig. l0 I
225 Kplcm') de resístencia
5.500 Kplcm2 de. Iímite elástico uracterístico. R¿sulla un canll de 35 cm
g una armadura de tracción de I2,l cm2 en extremos, lrente a negativos' g
de 5,6 cmz en vano, frente a positivos-

- Yiga'plana', con ttn canto fiiado en 25 cm' Hormigón de


225 Kpicm¿ de resistencia característka a compresión g acero liso de
5 .lO0 Kplcm2 de tímite elástico caraclerístico. Resulta un ancho de
6O tm lO.T.Influencia de los cerramientos y
a unas atrmaduras de tracción de 17 ,3 cm2 en r/xtremls, frente a negativ}s, tabiquería en las deformaciones
y de 7 ,9 cm7 en vano, frente a positivos-
para las cuatro configuracíones antes consideradas, stt han trazado las . Es indudatrle, r' asi está aceptado cualitativamente en la li-
@rga. sin entrar on dísruslón sobre el
relqciones entre flecha insLantiinea a teratura técnica, que la rigidización que pro¡xlrcionan las tabique-
métodode cálculo adoptado (*1, el análísis comparativo de los resultados rías de los eclificios frente a las deformaciones de tipo horizontal
evidencia que la meiora resistente de los materiales eslrutturales, debre ser nrtrv eLevada; sin embargo, su cuantificación se encuen-
conjuntamente la reducción de cantos imperante en los diseños actuales,
un tra muy leio: cle ¡)oder evaluarse en los casos reales' No dispone-
permita
ocaísiona importantes incrementos de ftecha. Moptando como
referencia el mos cle un nlod,.-lo teórico, nledianamente fiable, que nos
primero de los dimensionamientos expuestos, con maleriales de baia de alguna manera pocler contar con la presencia generalizada de
pstntcturas de un edificio. que
upacidad resistenle g diseño de canto, como conespotldia a las las talliquerías ricntro clel csquema estructural
de los dos primeros tercios de este siglo, la flecha d¿ los restantes corr una relativa ¡rrecisión sc aproximc y reproduzca el comporta-
dímensionamientos, basados en la progresiva meiora resíslente de los rniento mecánico cle lo realmente construido. Según se corrstruyan
materiales Ia disminución
g de canto es, aproximada¡nente' 2' 4 ó 5 veces lirs tabiquerías y sus cc'rndiciones de contomo, es decir sr¡ unión
supenor. a los restantcs elelnentos, su intervención será una u otra.

si a las consideraciones anteriores se une el refinamíento habído en los . Si a título nlerametlte indicativo y cualitativo, tomamos un
modelu de análisis (frente a wtados límite últinros) g la progresfta redurción pórtico conro el de la Fig. 10.2, típico de un edificio de apartamen-
de coeficientes de seguridad, se comprende la ímportancíu obrada por el tos aislaclo lrien clinlensionado, y lo sometemos a un empule ho-
control q ta timitación de deformacíones en los úllinos tiempos fuí, urt rizontal <lel viento cle l0 kN por planta, la deformación elástica de
problema práctiumente inexistente en las estructuras g códi91os de los años prinrcr orclerr que puede experimentar en stl coronación se puede
5O a 60, ha pasado a ser determinante en la actualidatl. Ert ¿slus condiciones, estirnar e-n 52.2 rrrnr l6 < H/500 : 34000/500 : ó8 mm). Si a con-
resulta urgente considerar muchas actitudes. (¡ r'eces profundamente tirruació¡r s[]ponemos que las plementerías entre vigas y pilares sc
arraigadas en ta filosofía de las normativas y en el prorcder de los encuenLran reilenas con un tabicón de ladrillo hueco de 70 mm
proyeclistas". enfoscaclo a clos c¿ras, cLlya presencia a efectos del comporta-
n.liento nrecírnico horizontal de la estructura podemos idcalizar
(*) El cálculo se ha efectuado adoptarrdo una inr.rcia efcctiva dc la viga rnínimanteltte ¡ror bielas inclinadas de 0,3 x 0,3 m, y módulo elás-
aplicando la llamada Fórmula de Branson a la sección ccntral del
vano tico aproxinaclo unas 20 veces inferior al dcl hormigón empleado
(sección determinante), EIlo pemlite Una cotlsideraCión su[icierrtentetrte y realizanros de nr.revo el cálculo teniéndolas presente' nos encon-
iiguroru del efccto de la fisuración en l¿s defornracioncs itlst¡rnLáneas, it"*ot que la clefomt¿'rt:ión etl la c<¡ronación se recltlce a l7'7 mnl'
u"n tocto caso, la aclopción de urto u olro méLodo no afecta casi a la [ercer¿t lrarte, tal y col]]o se observa cn la figura l0'3'
cualitativanrentealestudiocompar.-]tivoqueaquíseTjfetenclc'
t ¿s foriados r¿ticulor¿s

*--- -' ñÉ - --.-. Si dimcnsionamos los soportes del pórtico anterior buscando
l0 *r1 S¿, ¿ ,_
T.
.''- ------i-¿-6¡¡z-r¡ -rA
el línrite tolerable dc dcformación admisible para el pórtico de hor-
I t
nrigórr s¡n la presencia de las tabiquerias (6 : H/500) y luego re-
lo.¡oro.¡o
calculamos el ¡Énico hacicndo intervenir las mismas, consegtirttos
i oca'otl_1,f
a," de nucvo rcducirlas a I¿r tercera ¡rarte, pasándola de 52,2 mm a
- o lo¡¿oo ,
19,8 mm. {Véase la figrrra | 0.4).
-oa,ótll*
-: 'a35xoas
¡-.- tQr?rr +
1o En

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6,oo r ----*- 6ú0 v - .


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Fi€. 10.2. Pórtico de hornrigón sometido a la acc;ón del vierto con su dc-
formada x 300.

I*- 6 00 --,+-- a,oé -.- '.*


FiC. 10.4. El pónico anterior con secciones ligeramente
reducjdas tcnicndo en cuenta las tabiquerías y su defor-
mada x 300.

. Los esfuerzos de compresión en las tabiquerías se mantie-


nen sensjblemente parecidos en ambos pónicos (el bueno y el
regularl, hasta llegar a la primera planta que carece de tabiquería
inferior, donde experimenta' un ligero incremento, alrededor de
un l0olo.

Variando las luces y otros parámetros en los elementos, se ob_


tiencn también ligeras variaciones que afectan tamb¡én a los ce-
rramientos.

Sin pretensión científica de tipo alguno, puesto que nuestra


I,,- J / '5',iL aproximación a ia intervención de las tabiquerías en las deforma-
/_ _1!1_t
,z
o,6o'a?, ciones horiz'ntales de las estructuras ha sido sumamente burda
l/o
| /oCo,o.??
y simplista, sÍ es posible obtener al menos algunas
il conclusiones
I cualitativas que pueden sernos de utilidad en ñuestros proyectos:

\ 6oo ----*--6,0o -....r- . La prescncia de las tabiquerías en los eclificios puede redu_
Fig. 10.3. El pórtico anterior somcticlo a la accjón ciel vien- cirnos las deformaciones horizontales teóricas obtenidas
to con intervención de la tabiqueía y su deforrtrada x 300.
sobre las estructuras desnudas, valores que pueden oscilar
l-os lotiados reticularcs

en tomo a las tres veces. Esta conclusión sc erlcuentra en


línea con las medidas efectuadas sobre cdificios rcales en
j ic¡t jc .;lr¡ .'rrn
los EE.UU. ?ir¡,,,c ", &
lF;] ¡¡'.-..¡s-::.i
. l¡s.esfuerzos en las tabiquerías dependen más de la posi- L ,-_r .-t¡t fc¿Zet2t
*L.'
Ht)a 2l
'u'-.
i:¿,¿¿x
ción y lugar que ocupen dentro del contexto estructllr¿rl' 0l.,,jr'
para una tipología de estructura preüamente definida, que cle v.Y v t.-1-v s:--r--.i-r..t-u--v v v t .
If-ri-Ar. t'l')a'oÉ fl:t'it
las variaciones dimensionales que existan denl-ro dcl nrode- '::¿*'
:' It t i'.',
lo definido, No obstante, los esfuerzos en los tabiques se
It-11 -r.-' 'y t-"'7-v -. '' t !-:L-,:f .-í-.lt I r.gl-.
van incrementando ligeramente a rnedida que la rigidez de la ¡,. '.t,'l¿ H.1;,t5
- ¿ ti-'
estructura disminuYe. t) '.'- t'. L

i t-¿, . !--Lr " ' r'--*


| a-l-'. !-,'-t-... ¿ r -. ,---!-J..-- t
. La variación de los esfucrzos en los tabiques, corllo cs lógi- n-3o,OO n 31,C5
(lue se erl-
co, resulta decreciente con la altura' L-os tabiques ;.1 .- 4 ,
1i'' J'

cucntran en una siLuación más comprometida son los de la l-.j ! i t {-J.


ntisma'
\ e-z;-i v t t- t-lt ----J- ,.-.,,
el g fo,03
.'
tt,3!,2O
,
primera planta, que carecen de tabiqueía baio la t:..,t--
0,1,.,<
. Si se incrementan las rigideces de los elementos
estructura- a t !:1 a t +a ,-; i f i.;1-!.-f-¡. v
.¿o..-fa. . ,rI
les horizontales en la primera planta,
por eiemplo aumentan- I l-tl' 'ít,:;1n a.í;'"21
I
tabi-
clo el canto de 0,2E a 0,35 m, los esfucrzos en las 0,1tra,1t' l' ¡ q-- '12 2et12 pnn n-- lr.4fil'. 4 0c

querfas de dicha planta debido a los empuies horizorttales


las restan- ¿
se reducen en tomo a un l0%, quedando los de lt! ^ ¡ j.,, p '6 ¿J"' I
los lnomentos f-- tr
tes plantas en situación similar; sin embargo'
endichoselementoshorizontalespuedenduplicarsepor F:e 10 5 l\')nico de referencia
esta causa.

El proyectista, teniendo presentc lo anterior'


tendrá que op-
tu, ¡ro, unu,ituación de compromiso' puesto que si bien au-
mentandoloscantosdelosforiadosenlaprirnerapuede
que sean inferio-
llegar a obtener esfuezos en los tabiques
rcs-a los de las plantas superiores frente a los empuies ho-
rizontates, los momentos en los mismos sc duplican
y

triplican fácilmente.

.Veamosahora,aunqueseaconplanteamientostansinplis. I
tascomolosantcriormentereal¡zados,cómoinfluyenlast¿¡bique-
,'.
f
rías verticalmente frente a las cargas gravitatorias' ., .
??,1! ,' !,,:
rea-
Paniendo del pórtico de referencia de la Fig' l0'5' hemos
que nos ser-
lizado una serie de cálculos elásticos de primer orderr
virán para tomarle el pulso a la influencia de los cenamientos' E¡ 9,t ',- tt: ¿a,l I
sobrecar-
considerando que se cargan todas las plantas con una t, I

ga unitormemente repanida de 2O kN/r¡r, salvo la cubierta' Sobre .l


áicho pórtico hemos variado dimensiones, rigideces' etc '
con el '1 .)! 6l ,. r n43,1 i,
ob¡eto de analizar cualitativamente la trascendencia'
suponicttdo : l. [1'

que se macizan todas las plementerías con un tabicón de


ahora
cuyo componamiento vertical se idealiza ¡ror tres bielas tr'14'6' ¡t'?1¿
ladrillo,
módulo de deforrna- l: ¿-.tao
verticales biarticuladas de 25x25 cm con un
del pórti-
ción longitudinal unas 20 veces inferior at del hormigón
la Fig' l0'ó'
co. L,os árultados del cálculo quedan recogidos en
Fip. 10.ó. El nirrrrco atrlerior, doncle se han sirnulado las tabique-
ría"s por rres blclas venicalcs
para cada vano'
Los lor¡ados rcticulares

Baio las consideracioncs cxpucstas, se deducen las siguientes . Los esfuerzos nrÍ¡s ¿lrmónicos y uniforrnerrrentc distrihr¡idos
consecuencias: en las tabiqucías se consiguen con un cliseño y tamaño de
los pilarcs razonable y generoso en sus geometrías. No obs-
. Los esfuerzos en la primera planta, que carece cle tabiquería tantr:, l;is zon;¡s m¿is pcligrosas por csfucrzos para las tabi-
infcrior, pucdcn cxperimentar il'rcrenlL.lrtos del orden de un quc'rias se encuentran en las proximidadcs dc los pilares
l0 ó l5 %, aunque dependiendo del comportamiento dc la (ZONAS D y C), sobre todo en la primera fila de los rnisrnos
rigidez de la tabiquería verticalrnente, pueden llcgar a ser ady'acente a la exLeric;r.
mayores. Estimar unos incretnentos adicionalcs cle nlomen- Dichos csftrerzc)s de compresión, en 6¡enerirl, las tabiqucrías
tos dcl orden de un 25o/o, po<1ría const¡tuir una rcfererlcia a haL'ritualmcnte ern¡rleadas en España puetlen soportarlos fá-
tener presente en el diseíro y cálculo de las cstn.¡cturas de cilmcnte. esoecialmentc los t¿itricones; no así las tabiquerías
edificación por esta causa. de panclerele, que si bien tensionalmcntc podían resistirlos,
. las .:mplificacioncs c¡ue expcrirnentari las tensiones por pro-
Los incrententos de esfuerzos que tiencn lugar etr l¿¡s restan-
blcm;ts rJe irrt--st.rbilicl¿rcl vcttical y errorcs en la plancidad cle
tes planurs carecen de trascen(lerlc:i¿. [odo lo rrrás cn la plarr-
los tlismos, acahran parliénclolos horizorrtalmertte en las
ta segunda considerar unos incrementos erl los mclrnentos
platruts baias. Pero bast.a quc la eslructur¿¡ se haya proyec-
del orden de un 107o, podría ser también un criterio razona-
taclo c:c¡tr cicrta cohcrencia bai<-r las hipótesis de carga habi-
ble a tener presente en los cálculos. tu¿¡les, y se construya a tJn ri[t'no norrnal-lcntcl, para que
. El tamaño de los pilares iuega un papel considcrable cn [oclo nada les succda a las tatriquerías y al printer foriado, pesc a
produzcan por
el proceso, por lo que resulta sumamente
importante dotar- los esfuerzos adicionalcs ilnprevistos que se
los del tamaño y rigidez adecuacla a los esfuerzos qtte ios transnrisión de cargas a travós de las misnlas'
solicitan y las luceslue soport¿n' Por ciernplo' si ert el pór- . I:l criterio cle ;lume¡rtar la rigidez de )os espesores de los
for'-
climensionado todos los so- planta, quc ciescle el pulllo de vista dc las
tico cje refcretrcia hubiésemos iaclrrs cic la ¡:rinrera
punto
erl baio el de
portes en 0,30x0,30 en vez de hacerlo corllo se rccogc clcforrlaciorrc, po,lrio rcsultar interc$¿ll'lte,
en las qr]e inducen en el propio foriado y
Ia figura 10.5 acordes con sus c¿rgas' los esftlerzos vi:ta clc los csfr-rerzos se
parecc que sea una política a seguir
tabi[uerías pocJrían experimentar increrrlcntos del
orderl del en I¿s tabiqLrerías, tto
con-
las interiores' L¡s fle- recornendable, pucsto que los momentos se amplifican
507o enalgunas ,onur, especialmente para las tabique-
increrllentos de cicrta cn- sider.¡blemcrlle y las zorlas más ¡:eligrclsas
chas, c¡bvianlente, experimentaían
rías cieirrrr cle ser la D y C y pasan a scr la E 8'
y que son
tidad también. peor frente al
cJo.cle i,rs tat-riques se encucntra. arriostrádOS
¡randc<-r.

,O (:ü O i 1\\
/:\
i i. -ri l
Por elemplo, si el canto de las vigas de la primera planta pasase
de 28 cm n ál ct, los axiles dc compresión en la tabiquería de la
-t,.
' 'lr: I' zona central E, que oscilaban cntre 9 y 4 kN, pasaían a estar
comprendidos entre 20 Y 3 kN.
o lgr que srlccde realmente cn las tabiquerías, conro puedc irl-
url
tuirse, cs ir.,rtun¡" más ct>mpleio e imposible de rcproducir con
puede ser
moclelo tan senciilo comcl el propuesto, que tan solo
uáilao, ]'con clucJas, en tirla primera etapa del proceso' pero al
menos, corllo 5(: ha clicho, rtos pttede scrvir para demostrar' como
todos conocell'los por nucstra experiencia, c¡ue las tabiqucías iuc-
gan un papcl tle cierta inlportancia en el contcxto mecánico de las
estructti ra 5.

L¿ rea I iciad, ¡lrobablerl tente, podríamos explica rla consideran-


clo qr.re a rnedii;¡ que los foriados de la cstructL,lra v¡ln entrando
en carga se prodttce un sabio y natural rcaiusle dc esfuerzos ver-
Lic¿lmcnte ¿ trevé: <J<: las tirbiquerí¿¡s, con ttn;¡s tnínim¿rs defonrla'
iion.* en ios torlaclos tratando de diluir los esfuerzos a límites
tolerablcs. cuanclo algun foriado, con el modelo de bielas vertica-
t les, se vca sonleticJo á csfuerzos de mayor entidad, prcsumible-
Á"nt. lo transform¿¡rá cic rnancr¡¡ natural en otro más compleio,
Fis. 10.7. Axiles (en kN) en las bielas de las tabiqtrerías 6on la rigi- c.r,no p,.recle ser el dc arcos de dcscarga, que canaliza las cargas
dJz dcl pórt¡ct¡ de refercncia ( ) y duplicándola err la vigas' a los riuclos cle la estructr:ra, aliviando o incluso anulando las
los
transmisiotreE rle las mismas (lue se producerr vctticalmcnte en
centros cle los v¿¡nos en una ¡rritrtcra fasc'
354 Los loriados reticulares

Sin entrar en el clominio de los elementos finítos, todavía es tico de primer ordetr, deberán multiplicarse por los factores que se
posible establecer en las tabiquerías un esqucma de biela dentro inc{ican a corrtir\raciórr, ¡:ara estimar las flechas que habitualrtten-
tc se maneian en la práctic.r con mayor realismo y precisión'
del pórtico que nos ayude a comprender lo que puede suceder en
la segunda fase, en la que comienzan a presentarse traccioncs in- ¡ Flecha instantánea = Dcfornración x I ,ó0
toleráblcs dentro cle las mismas, con la aparición de fisuras y la
formación de los arcos de descarga, tal y como se reflcia en el cs- ' Flccha activa - Dcfonrrirción x 2,20
quema de Ia figura 10.8. . Flcc:h¿ ntáx, a iargo plazo - Deformación x 4,00

ri.-
1; .
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I lr-
I
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i'
I
li-..

Fig. 10.8. Modelo de bielas que puede explicar la fomr¿ciótt cie las fisuras y
aréos de descarga cn las tabiqucrías de los pórticos de edificación

lr
l I ig lll c P)anta i1¡:r: clel nrodelo dc cdif icio analizado
,

10.8. Análisis de las variaciones que Así, ¡xlr ejerlplo, si se desea obtener la flecha activa en un vano
pnesentan las deformaciones verticales de intcrior tle un fonádo reticular dc 25 cm, con luces de 5 m para una
I

I
los puntos medios de los recuadnos básicos carga cje cálculo cle 8 kN/m2 y pilares de 40x40 cm, entrando en
el gráfico n'' I la obtenenlos haciendo:
:
de una planta reticular, en función de las
luces, cantos y tamaños de los pilares F acti va= 8-.176.2,20=3,09¡nm (1,7órlel Cráficono l)
l0
En el Capítulo 7 ya pusimos de manifiesto' y pudimos detnos- El modclo cc¡rrsiclcrado ha sido un edificio de cuatro plantas,
trar, la enorme influencia que puedcn llegar a tener cl tarnaño de con alturas libres cle 3 m, tomándose las lecturas en las plantas
los soportes en las leyes de momcntos de los dintcles virtuales: segunda y cuarta, con lo cual se tienc la representatMdad suficien-
pretendemos exponer a continuación cómo influycn los mismos t"'prru o'bt*n"t conclusiones de carácter general Para cada mo-
en las deformaciones verticales de los foriados reticulares,
en los cleio anali¿aclo, los pilares se han considerado de tamaño único'
recuaclros más re¡rresentativos de las plantas, situados cn Llna haciénclolos Variar 25x25 a 75x75. [-os cantos teóricos cmplea-
planta intermedia con pilares aniba y abaio y en la pl:rnta donde dos en los forjiitlos retictllares calculados han sido de 2l+4'
se acabart los mismos; es decir, en la última 26+4,31 +4, 3Ó+4 y 4l +4 cm, con nervios básicos de l0 cm
cle cspesor; por cclrrslguiente, en el caso dc operar con reticulares
cle c¿lsetones recuperables, los valores
que proporcionan lgs grá'
Parapocleraveriglarlo,hemoscalculadorciteradasveces(140)
de estos
la cstructura de un édificio cuya planta básica'
replanteos de lrer- ficos podríarr cstitnarse conservaclores al ser los newios
las deformacio- ,it,irnát rton.opirarniciales cle base mínima I 2 cm y capas de com.-
uioa y a"r"aones y los puntos donde se cvalúan
ór.sión mínima cm, aunque tras los ensayos que hemos reali-
cie i
nes se expone en la Fig. 10.9. de
zado, hemos pocliclo averiguar que los casetones aligerantes
p.r.ii.io rigiclizan lu plaiu cle tal forma' que los resultados
[-oscálculclssehanrealizadoconelmodeloespacialCYPE. h,rrrnigón
y pLleslo que cle ¿mboslorlaclos ¡lueden considcrarse equivalentes'
CAD que ticne en cuerlta el tamaño de lc¡s nt¡tlos; óiáitilot
a todas las estructuras'
se ápfica dicho modelo sistemáticamel"lte g¡áficos como re-
y relativamente entre sí, Con ei objeto cie que puedan emplearse los
los üsultados que se obtienen cualitativa las flechas que figuran
como información en l¡l toma de de- ferencia cle cara a estimar deformaciones'
tLrnn un consl'clerablc valor en los n.,ignos se han obtenido en todos ellos para una carga uni-
proyecto. valores absolLttos que refleian los
.irion.. para el Los
forrn"n'an,. repartida cle l0 kN/m2, independientemente de sus
gáficos, para una carga genérica empieacla de l0 kN'¡mr' <ladas las
elás- pesos propios,
ñgd"."r'qr" maneiael programa emplcado con un cálculo
Los Íoiados reticulares

Variación de las flechas en el punto medio (P- I I de un recuadro lnterlor en funclón del tamaño de los pllares y los cantos de los
forlados en una planta lntermedia (Pilares por enc¡ma y por debalo) para una car€a total unlformemente repartlda de lO klVm'¡.

GRÁFICO N" I

Flecha instantánea Deform. (6) ' l.ó0


-
Flecha activa -Deform. (61 ' 2,20
Flecha máxima = lx:fornr. t6] . 4,00

s9ff
H€á l5lloC¡r6cñ.

D€FORtACroNEs Pt l{To'l PLAtlfa 2 Luz 6 rstnos


GRÁFICO N" 2

Flecha instantánea : Defornt. (61 ' l,ó0


Flecha activa = Deform. 16) 2,20
Flt:cha r:ráxima = f)efclnn. (6) '4,00

II ,á

fú-btütff.ü.
J)ó L(,{ ¡)rTddds rtlrculilrt'i

GRAFICO NO 3 DEFORMACIONES PUNfO I PLANTA 2 LUZ 7 METROS


(ti)
I

Flecha inst¿urtálc.r - L)elorni. ttit l.(f)


6
Flccha activa : -)etorn' rcir l.l0
Flerlr¿ trr.ixirrr¿r Dcir.¡nr tól .1 0O

É5
E

t
.Eo
IE
e
tg (31 +4)

(36 + 4)
?

(41 +4)

0

-i:
T¿maño orla, ¿n cm

GRAFICO No 4 (¿i)
OEFORMACIONES PUNTO 1 PI. ANTA 2 LUZ 8 MEIROS

1¿

lilech: ingt¡nt:l¡rf.i : il¿-.rr''r rcir i ót-l


Flecha or.l r;¡ = L)¿',:' ti' - -rl
Fleclra nt.ixinrii : L),-:,:,'^- Ldr 'l 0t')

ti'-:i¡i''^
t!¿ t?:'.
¡r¡r¿ño Prl¡r cn Cm3
l¡s íoiados reliculares 157

\rarlaclón de las f,echas en el punto mdio (P-2) de un recuadro de nedianería en funclón del tamaño de los pilares y los
cantos de los forlados en una planta intermedia para una carga total unlformemente repartida de l0 kN/m2.

OEFORMACIONES PT.II{TO 2 PLA¡ÍA 2 LUZ 5 TEÍROS


GRÁFICO NO 5 (6)

Flecha instantánea = Defornr, (0 ' l,ó0


2.5 Flecha activa :
Defonrt. (6) . 2,20
Flecha máxima :
Dcfor¡rt. (E) '4,00

I
¡
r,5 (26+.)

I (gt +4)

0.3

o
I
{
?ñdcf¡rn6.

GRÁHCON"ó O€FORTACIONES PUNTO 2 PLA!¡TA 2 LU¿ 6 METROS

:
Flccha instantánca = Dcform. (6) . l,ó0
Flecha ¿ctiv¿ :
Deform. (6) '2,20
l:lecha máxima = Dcform, (6) .4,00

I
I
I'
I

8
{
t*'b-@.
J5E Los loriados rciituitircs

GRAFICO No 7 (6)
DEFORMACIONES PUNTO 2 PLANTA 2 LUZ 7 METROS

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l

i
l- ie¡i,,¡ - ,ri;r- i,i: e.¡ - f)eforni. t6t I ,ó0
fltcir; "r: .,, = [)eír.:'rnr (ól 2.20
I

flrrir.-::.-r.r:i..r : Defornr. lt\l 4,00


(21 +4)

E
E

!o - (2614)
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¡ i---- (3r +4)
1

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(41+4)
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T!roóo f)¡ll. an cm

GRAFICO NO E DEFORMACIONES PUNTO 2 PLANTA 2 LU¿ 6 MEÍROS


(ri)

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(21+41 f.r-'L-r.¡ .r:s,¡lr',ár:ca - t)cfc-¡rt:r l6) l (r0


Ltqt .'.r,- "¡ - Deior::t. t6l 2.20
F ¿,:r-,' :' j-.::-¡ = De:or:¡ f ¡l 4.00

12

Ei
t10 (26+4)

lil.i
¡bi I __ !1:o)
6'
(36+4)
tl (41 +4)

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:

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o!:iv
ñ?
'
., 3
flmtño P¡|" cn cffi
bs foriados reticulares

rrbrlaclón de las f,echas en el punto medlo (P-3) de un recuadro de esqulna en funclón del tamaño de los pllares y los cantos de
los forlados en úna planta lntermedla para una carga total unlformemente repartlda de l0 ktVm'?.

cRAFtco No 9 o€FoRt ctoiEE Rtitro t PIrlúTA 2 Lu:z 6 HElRos


0)
3,9

Flecha instantáne¿ = Dcform. (ü) ' l,ó0


Flecha activa = Deform. (6) ' 2,20
Flecha máxima :
Dclornr. (6) 4,00

2,9

t,
¡' (26+4)
I
I..
t'" (31+¡r)

0,5

e88
H*# l¡¡tlto Plt r ffi.

cnÁnco trlo to 966r¡¡¡¡Clol{Ét tr¡16 3 ¡IlrA 2 LUZ C I.ETROs


(6)

Flecha inst¿ntánca = Deform. (6) ' l,ó0


llech¿ activa = l)eform. (6) ' 2,20
Flccha mixi¡na = L)eform. (6) 4,00

a.
t' (23+¡0
t
t.
t" (31+¡D -
2
(00+4)

(41+¡r)

I
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Tdplfnffi
Los [oriados rüiillar$

DEFORMACIONES PUNTO 3 PLANTA 2 LU¿ 7 MEIROS


cRÁHco t¡" I I

:.._-:., -..-.:--,: ::: - iri'.,... ,d, 1,1.,0


7.= -' -, -,:: .:: : :=:-:::-. d, : -rJ
¡ . . .. " -t, -' l-)r:i,.t::tL ttir 1 li)O

(26+4)

(31 +¿t)

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I (36+4)
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t-,-
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(¿tt +4)
2l
I

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OEFORMACIONES PUNTO 3 PLANTA 2 LU¿ 6 IETROS


GRÁFICO N" I2 (6)

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L,-,..'¿ :;-e::;''¿¿: L)Ct!-rr:ll. ldi IÓl)


: Delornt. rd) 2 2(l
f r,:, : ¿ .¡.'-, . ;,
F i.;,. :r ;.'.1-r-; = Dcfo,'ri. 16r ' '1 00
20 1

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I (26+¿l)

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{36+4)
(¡11 +4)

t¡üio Pilf an cñ
lu lorjados reticular¿s iól

rrlariación de las flechas en el punto medio (P-l ) de un recuadro interior en función del tamaño de los pllares y los cantos de
forlados en úlüma planta (pllares sólo por debalo) para una carga total uniformcmente repartida de I o kVm".

GRÁFICO N" I3 O€FORÍACIOI{ES PUtfTO I Pl-Al¡T ¡ILUZ 5IgfROs


o
?.5

Flecha instantánca = l)cform. (8) . 1,60


Flccha activ"r: Deform. (6) 2.20
Flecha rrráxirn.¡ :Deform. (6) 4,00

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ÉFOilACIOilES R'I¡TO t PL¡¡'H LI,E 6 reTROs


'

Flecha instantánca - Deform (6) I,f'!0


:
Fleclr¿ activa t)cfomr. (61 2,20
Flecha máxima = Detornr. 16) '4,00

e
e
t-ropat6ñ.
-J(fl Los forjaclos rt'li(rl'lres

DEFORXACIONES PUNÍO 1 PLAI{TA.t LUZ 7 TETROS


cRÁFrco No l5

¡ o
fn lo Pal¡t 6 cñ.

D€FORUACIONES PUI{TO 1 PLANTA LUZ E TEIROS


GRÁFTCO N" Ió '

E. (26+4)
I
I
¡
E6
¡
1" (36+4)

I
(41 +4)

6l
I
f¡Dallq f,ilat on cñ
l¡s Íonados ret¡cularcs

rrtariación de las f,echas en el punto medio (P-2) de un necuadro de medianería en función del tamaño de los pilaresy los
cantos de los forlados en la últlma planta para una carga total uniformemente repartida de l0 ktVm2.

GRÁFICO NO I7 rFm cloiGt PrrYto 2 Pr-JtxTA. Lr.fz 5 Etncs


(6)

Flecha instantÉnea Deform. (6) ' l,ó0


-
Flecha acLiva = Deform. (6) ' 2,20
Flccha máxinl.¡ = Defomr. (6) '4,00
2,5

I
¡ eE+4
1.6

Fl+¡f)
I

(S+¡1)

(al +4)
o,5

o
insa
s5{# Tmllor-nn

o€Foil cKrfcsPutfTo2ñ¡ilT .Llr¡¡aETROÜ


cnÁRco lv" tg .]

Fle'clr.r instantárrea :
Defortn. (6) ' l,ó0
flccha activa = Defomr. (6) ' 2,20
Flcch.r nráxinra = Defontt, (6) '4,00

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164 Lds lor¡d.los r¿titulür$

cRÁFtco No l9 (d,
DEFORI'ACIONES PUNTO 2 PLANTA ¡¡ LUZ 7 mETROS

12

F rt.iri- .::.:..::-¡: i-',1 - [)iitrnt {51 I óO


Fe, i;¡,;,i:r.,i - Driont'. rd) 2.20
F,:'l i ¿ :'ri.,.::r.¡ = [)ei.rrn- riil .1 O0

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8 UETROS
DEFORHACION€S PUNTO 2 PLANTA LUZ
¡I
GRÁFICO N" 20
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F.ri:i.. r-r'::¿: :¡:ll¿ = Delorm t6l l ÓCJ

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fie.ir; ¡r-i'',.r - Dtl\rrl-!- (6) :20
rlÉL: .¡ r: nll:::;: f)ÉlL)rnl (ñl 4.00
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ó.t)-1

c frurto Pil'¡ tñ cÑ
Los Íorjados relicular¿s

Variación de las flechas en el punto medio (P-3) de un ¡ecuadro de esqulna en función del tamaño de los pilares y los cantos de
los forlados en la últtma planta para una carga total unlformemente repartlda de l0 kN/m'z.

DC,FORTACIOT\IES PUI¡TO 3 P¡¡XTA Li.lZ M€TROs


cnÁRco tto 2t (6) ' '

Flecha instantánea :
Defortn. (6) ' l,ó0
Flecha acriva = Deforln. (6) ' 2,20
Flecha máxinla = Deform, (6) '4,00

2.t

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I

H3H
gY
fndtoPütmctil'

DGFOf,r cloNES PUt{To 3 PLAXTA a Lt z ! n€tRog


GRÁFICO NO 22

Flecha instantánea = Deform. (6) l'ó0


Flecha .rctiva :
Deform. (6) ' 2,20
Flecha nráxinr.r = Deforrn. (6) '4'00

(2t+a)

(31+4)

(S+4)
(¡tl +¡t)

I
Los foriados r¿tiaularcs

GRAFICO NO 23 ocFoaxActoiEt PUfl¡o t P!r¡{f . LIJ¿ ? Ettot


6)
ta

Fiecha instantánea = Deform. (6) . l,ó0


Flecha activa = Deform. (6) . 2,20
l3 +_
Flecha máxima = Deform. (6) .4,00

ro{- -- -.

IF (¡t+41

(¡t +¡tl

($+4)
(¡1l+4)

frt¡rúñ
I

oeFOrtAClOlIl ñJtlfo t ñ¡"?A' LIJ¿ fflrol


'

Flecha instantánea -
Deform' (El ' l,ó0
Flecha acüva = Deform. (ü' 2,20
Flecha máxima = Deform. (ü'4'00

lr
I

-- _._ __
1,.

fl ¡
tllscAüÍ¡ncllr
Los lorjados reticulares 367

Fiiado el ta¡naño de los pllares, varlación de las flechas en un recuadro lnterlor, de medlanerfa y de esqulna e.n una planta
lntermedla en funclón de los cantos para una carta total unlformemente rcpartlda de l0 lN/m¡.

(6)
O€FOINACIOIIES PUNTO I PLANTA 2 LUZ 5 ffiTROs
GRAFICO NO 25
2

Prlf, 25¡23 cñt


Flecha instantánea = Deform. (6) , l,ó0 - Prlf, 3(h3O cñ¡
Flecha activa = Deform. {6) . 2,20 Pdar 35¡35 mt
Flecha máxima = Deform, (6) . 4,00
- - PÍrr aorao ña
PilÍ m¡
5Or5O
mt
Prl.f 05165
- -- Pft ¡6¡75 ffir

t''
¡

1..

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23 39 a5
Canto tqtÉ m cñ.

GRAFICO N" 2ó OCFORTACIONI! PU¡¡TO T PLANTA LUZ t rcTROI


'

* Prtr ¡6¿g mt
PfJ lO¡lO si.
Flecha instantánea = Deform, {6) l,ó0 - Pfr 36rtC onr
Flecha activa = Deform. (6) 2,20
- Prlt aoilo 6.
P'¡f, !0¡!0 eia
Flecha nráxima = Deform. t6l '4.00 - C5úú qlr¡
-Prrf
-- -PnJl6t76ffi

t9
C¡ro lcrró¡ ñ.
Los lorjadqs reticulares

ocFoilActotEE Pt¡fforpr¡¡fT 2 LLtrE E?Ro3

-Pú'2ü¿tqn
Flecha instantánea = Deform. (61 ' 1.60
: -Pr-ü!srl.
Flecha activa Deform, (61 ' 2,20 -hlü¡5¡6ttsrl
Flecha máxima :Deform. tól'4.0o toéoeü,
-Pi-¿0.aOñ-
-PiF
-Ptrt6úatür.
7ü?5srr
-P¡L'

!,
1,.

3t ¿t
C¡ülbl-allc.r

GRAFICO NO 28 (6)
ocFffirAoolf! ñ¡llp I Pl¡¡lfA I LUZ I FTROT
a,t

a -P{r2&3qD
Flecha instantánea = Deform. t6l ' l,ó0 -Pllr&Oclr¡
Flecha activa = Deform. (61 ' 2.20 -PfÍgh¡ltdr
Ptt¡' aG.ao qn¡
Flecha máxima = Deform. l8l '4.00 -
-Prb5Oó0m a&t0 qña
-Pilr 75ütt grtr
t -ñt¡,

I 2,s
t

t,
I
t,t

qt

c5
Cüiólürldorllom
l-os loriados reticularx

DGFORnAglot:t rt itTo t ruItrA 2 Lr.E I ETRoS

j
Flecha instantánea Deform, (6) l,ó0
= -Pllr2üA¡qtr. I

Flecha activa = Deform. (6) ' 2,20 . -Pllr$6om. :

Flecha máxima - Deform. (6) '4,00 -PilrtÚo66cr¡¡.


-Pib¡10il¡OCiO.
i -Pflr6060srr. i

-p¡¡'¡É".!!qn1 j

--1llJ',11!I!

t9
C¡ülr'.abüñ'

DCfoRr cFl{€t ñJmo t il¡rrAt Lu¿ac E ROS


cRÁFtco N" 30 p,
I
,

Flecha i¡rstantánea = Deform. (6) t.ó0 -ñl|'2$¿3sü. |

I
c Flecha activa = Deform. (61 2.20
-tr$Éooü
-PtlÍgC¡Cgamr,
Flecha máxima = Deform. t6) '4 00 toÉoq|r.
-Pi|f
t -Pfrtr|a{lsr|' l
--?!?,Iglq*

l.t

I
2

.0

Ctb¡útatocclt¡'
770 Los lor¡ados reticulares

y una planta
Ftlado el temaño de los pllares, varlaclón de las flechas en un recuadro lnterior, de medianería de esquina en
lntermedla en funclón de los cantos para una carga total unlformemente repartida de l0 klVm':.

D€FORI ClOiE3 P(tlTO I PLAI{TA 2 LUZ 7 n€fRog


GRÁFICO N" 3I (6)

P,5*!@
-Pü23¿5fi
I
Flecha instantánea = Deform. (61 l.ó0 P¡a 36t33 ñ
Flecha activa = Defo¡m. (6) ' 2,20 -- P,[4!aw
.-Pü5(boñ
Flecha máxima = Deform. (6r '4,00
-Prry^9ú'5ñ
P,¡r 73¡7t il
-

l'¡
l'I,

¡g
ciFlrF-cr

ilFOü ClOiC¡ ñÍrO ¡ tlr¡,flA t LtJ¿ t :TROE


GRAHCO N" 32

23¡23 ñ
- Au
ñ[SSñ
A5 t3¡3C ñ
Flecha instantánea = Defom, i6l
l ó0 - Alarmglt
Flecha acüva = Deform (6i 2 20
h|'tftloqt
- Fi0 CEag Oia
-_
Flecha máx¡ma = Deform. t6t a 00 Pilt 7tr73 qi¡

35

Ca{ofcl-¡nCn
l-os loriadu reticuleres 37t

GRAHCO NO 33 DCFOttACtOiltt PUltrO 3 P!¡¡Vf^ ¡ UJZ r runOE


o
la

*PIl3S{nñ.
-?iúag,Qg('r,
Flecha instantánea = Deform. 16) ' l,ó0
L

-Pilf3ltr30orl
Flecha activa = Deform. (6) ' 2,20 -P¡lf¿l0ra0qtr,
Flecha máxima = Deform. (6) '4,00 -PtlJ'll,úoc'Í,
tó.70q|r. - '
-Pit¡'tc¡l{tsü.
-Fitf

t6
Cllrb lb.taót alt cñ4,

Dttoam aoiltt tut{?o I FtAt{fA t luz a *fRof


GúHCO N" 34 (o
ta

-Pltald'qn
üHst
r¿ -Pll;
Flecha instantánea = Deform. (6) ' l,ó0 -?taúf/ltg/|[
Flecha activa = Deform. (6) ' 2,20 -P0r'aÓr40ña
t0rto ott.
Flecha máxima = Deform. (6) '4,00
--t¡r
l0 -Pfiat¡lo'tra
-?t*t&tgc'.

lc
Cll¡Lrlí.rr.rl'
772 Los lorjados reticulares

HORIACI6CS rufTO 2'Pt/U'fTA 2 LIJ¿ t FTROS


GRÁHCO NO 35

Fle,ch¿ instantánea : Deform. (6) ' I.ó0 -Pilrelú25qtt -


Flecha activa = Deform. 16) ' 2.20 -P¡rtód. g¡úl¡qB.
Flecha máxima = Deform. (61 '4.00
-pi|: arsñ.
- .. -P||-
-ftlitol3oc!*
G6€!i@_
-P¡f 7É¡tJ stt'
-Plr
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CÉ¡Fr13

FfrilACTOICS Ptlftot Pt¡LlA I lljla ETR6


GRÁFICO N'3ó
I

-tu?á.¿t5ñ
-Pitr@qtr¡
3¡.(5qna
Flecha instantáne¿ = Deform. 16l ' l.ó0 -A¡|
Flecha activa = Deform. 16l ' 2 20 -PiL¡D¡po[r
Flecha máxima = Deform. (6) '4 00 -Pta¡tüac6r
-hl'75rt3cnr

l"
¡

1,.

Crblql¡dorñ
lts lorjados reticulares 1at

Fiiado el tamaño de los pllares, variación de las flechas en un recuadro lnterior, de medianería y de esqulna en la última planta
en funclón de los cantos para una carga total unlformemente repartida de l0 KlVm,.

GRAFICO NO 37 OEFORTACIONÉS PUNTO I PLAi{TA ¡t LUZ 5 TETROS

Flecha instantánea :Deform l,ó0 l6t -PfüPrlJ


25¿5
30130
ffi
ma
Flecha acriva = Deform, (6) 2.20 - 35135 ñE
Flecha máxima = Deform. r6i 4,00 -Prlü
'Pil¡r ¡.(}r¡l{) ffi
Prlr 5('¡5O 6¡
-_Pr|(
- 63É5 mr
- ..-' Prtff 75¡75 mt

C.nto lqrado .n cñ

DEFORMACION€S PUNTO 2 PLANTA ¡I LUZ C r|ETROS


GRAFICO NO 38

Pild 25¡25 @r
_
- P.tr 3&30 @
Flecha instantánea = Defo¡m. ld) l,ó0
-Pdf
35¡35 c¡trt
Pilr {O¡aO st¡
Flecha activa = Deform. (6) 2,20
: - .PdrstrOm
Flecha máxima Deform. (EJ 4,oo 65¡65 frs
-Pdr
---. P'tr 75175 m¡

- ---=.=]==:-

35
C.ñ tqra.to m cÉ.
374 Los lofiados reticularcs

o€FORrACplrEg PrrfiO ¡ PL/rrffA ¡l LlJz t ffiTR6

Flecha instantánea = Deform. 16l ' l'ó0


-pr-as¿li*
G¡oll
-Bf t{¡¿!t¡ qil
Flecha activa = Deform, {61 '2,20 -Pitr
Flecha máxima = Deform. 16l '4,00 -Pdr'&{qÉ.
5ltÉ0ctn¡
_ac'6áó60É
-Pllt
7$75ñ.
-PÍf

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5

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s ¡o a3
Crbttt--c

ÉFOilAClOiEg Pl.rlfo t PLlraTA. uJa ¡ ETRO6


GRÁHCON"40 (6)
a,¡

a Flecha instantánea : Deform. 16l ' l,ó0 -hlJ25¡4tql¡


Flecha activa: Deform. (6) . 2,20 -P¡lrsoc¡ü
Flecha máxima = lXform. (6) '4,00 -Pib3g6ñ
q3 -PL.¡Édñ
-PrrÍ560qü.
*ñrr7175qÉ
-Ptr'66¡6óñ.
3

I
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35
Ctrlo lbrr¡dc ür clll'
l-os loriados relículara

DEFORTAC|o}|E3 Rnrfo 2 PI¡I{TA' LIIZ G FÍROS

(8) ' I .-Pilf SOrSqn¡,


-PllJ25¿6olrr-
Flecha instantánea = Deform. 'ó0 06¡g6crr.
Flecha activa = Deform. (6) ' 2,20 -PilJ aor.o6ra
Flecha máxima = Deform. (6) '4,00 -Pitr
-P¡lÍ60üstr¡- .
-Pilri&€6qnqr.
-P¡¡76¡te

I.

It
CrbtcdÉññ

OEFOñTACIOI{É3 PUI{TO T PLA¡ÚÍA IT'Z C TETROS


'

2g¿0 q¡t
Flecha instantánea = Deform. (6) ' l,ó0 -Pd.' ,

Flecha activa = Deform. (6) ' 2,20 -Pllj3@sm


3t's(Blt qn

Flecha máxima = Deform. (6) '4,00 -Pilf


-pd¡'4ü{0crll
5Ql0crr
a -Pilf
-PilJC5ró6ñ
-Pi|Jt&73ffi

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l't,
2

35
C¡rblofFmcm
Los loriados reticulares

Fiiado el tamaño de los pilares, varlactón de las flechas en un ¡ecuadrc lnterior, de medianería y de esquina en la úldma planta
en funclón de los c¿ntos para una carga total unlformemente repart¡da de l0 kFüm¡.

cnÁRco n¡" ¿¡ o€FoRI CrOr€S Pr¡rTO 'r PtArfTA. UJ¿ 7 ETROS

Flecha instantánea :Deforrn 16l I {{l P¡'Gtrñ


-Pü23¿5ñ
ts35ñ
Flecha activa = Dclc¡rrn. t6t 2,20 -PirFú{L{tñ
Flecha rnáxima : Deform. l6t ' 4,00
-P{rsffi@
P¡r 65¡ó5 G
- P'b t5r75 ñ
-

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I.

5
C¡-L.larb-*

D€FORT CloTGS Pl'lfo 2 Pr¡r{f^. Llr¿ ? ETno€


cnÁr¡co No ¿¿

_P|t32t25ñ
-,P,rr$¡ñ
33¡35 ñ

Flecha instantánea :
Defon'n 16r L Ó{-'} -h! Alr¡hao@
5OéOñ
Flecha activa = Deform. 161 2 20 -P,rr
Flecha máxima = Deforn. r6l .{ Sl 75¡75 @
-PrE

É
¡

I.

35
C¡fr ioda{o ñ cú
Los lo¡iados r¿ticularc;

GR¡íHCO N" 4' DCFORTACIoI{ES R tfTO 3 Pt¡¡{lA. LlrZ 7 EÍROS

25¿5 0ü
Flecha instantánea :Defon¡t. (6) ' 1,60 -P[ü S,€o srr.
Fler:ha activa = Deform. 16l'2,20 -Pitr
Plf, {Or.¡aO m
-FaEar¡soB
Fle,ch¿ máxima = Deform. (6) '4,00 -
á5úSffi
-P¡tü60¡!0ñ
-Pitf 75¡75 e¡a
-Pil¡

!.
l.

39
€rtolcl¡domm

GRAF|CO N" 4Ó o€FoñIAClOt{Et Pt lttfo r FL\LTA a LUIZ a ETROS

26x25 qr

Flecha instantánea = Deform, (6) . l,ó0 -Pilri Sr30oi¡


Flecha activa: Deform. (6) . 2,20
-Pib Stx3lt cnú
--''ftlrlo¡aoqD
-Prhr
Flecha móxima = Deform. 16) .4.00 qn¡
50150
-Pff
.-Prlf 75rt3qn
-Pih05É6.rü

!.
I.

35
hbrr*nil.
Los lorj,tdos r¿li'ularcs

CRÁflCO N" 47 OEFORUACIONES PUNTO 2 PLANTA ¡I LUZ 8 iIETROS


(¿i)

20

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Csro tdrado F cñ

OEFORMACIONES PUNTO 3 PLAÑTA ¡I LU¿ t HEfROS


GRÁHCO NO 48 (6)

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25 C.nto tori¡dÓ on cro'


l¡s lorjados rcticulars ?79

Fiiado el tamaño de los pllares y el canto de los foriados, variación de las flechas en función de las luces en un punto medlo de
un nBcuad¡o lnterlor de una planta ¡ntermedla (P- I ) para una carga total unlformemente rcpartlda de lO ktVn2.

cnÁRco rr¡" ¿g (6)


D€FORI clqEg Pl ?{TO t Pt¡NrA I PI_AR Z5¡2t cm1

la

Flecha instantánea = Defornr. (6) ' l,ó0 -Cdo25ffi


Cí{o ¡0 m
Flecha activa = Deform. (6) . 2,20 ---Cde 15 dr
:
Flecha rnáxirrra Deform. (6) '4,00
-- CJto ¿lo ft

-Cru45ffi
t0

l.
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2

L[srü.

GRAFICO NO D€FORIIACIOü|€S PtllTO t P]¡llfA 2 Ptt R 30r3O ellr .

'O
:
C&o 25 úa
Flecha instantánea :
Deform. (6) l,ó0 - Crdo 3() o!
Flecha acüva = Defornr. 16)'2,20 - Cdo 35 66
--*
rz
'---Cütoa0@
Flecha máxinra = Deform. (6) '4,00
Csrlo 45 oa
-
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I

I'
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Lr,) lorldlos ftltúldr(\

DEFORMACIONES PUNTO I PLANTA 2 PILAR 35¡35 cm3


GRÁFICO No 5l (6)

14

I k'r i .r :n:t¡r tire;¡ : I)efo¡nl t6t ] ó(J


Flct,i¡ ,;e Li, ¿r - lt\l 2,2[)
l.lt-'iortn
Fl¡t "¡r rir;ii.lr;r : t)r-'li¡rm (61 4,0{-)

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Lu6dt

DEFORMACIONES PUNTO I PLANTA 2 PILAR ¿0r¿10 cms


GRÁFICO NO 52 (ii)
t4

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!: ¡^.: ¡¡ --r

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I
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l¡s f oiados reticulares

OEFOil CIOIIEE Pltf¡O I PlllYTA 2 PI¡R tO¡!0 ct


GRÁFICO NO 6
'3 ta
¡tt str.
Flecha instantánea = Deform. (6) ' l,ó0 -Crro
t2
Fleclra activa = Deform. {6) ' 2,20 -CÍosatr
*-CJÉ{)cmr.
-C¡io95ñ¡a
Flecha nráxima = Deform. {E) 4,00
-crü4goñr
t0

I I
a

GR{FICO NO 54

Flecha instarrténea -Defomt, (6) l,ó0


Flecha activa = l)eform. 16l' 2,20
Flccha nráxinra : Deforrn. 16)'4,o(l
Los foriados r(lttulres

DEFORtrACIO0IE9 Pt t{TO I PLANÍA 2 PILAR t3r7s c]n


GRÁFICO NO 5'

Flect¿ insian!áne¿ : Deforl:r r6r i óC


Ilecra acli.r = De:or:rt rdt 2 20
Flecha n',.ix.na : Deicrrl t6r '1 00

I:
l.t
t
Los fori,rdos retttulttr$

punto medio de
Filado el tamaño de los pllares y el canto de los foriados, varlación de las flechas en función de las luces en el
un recuadro de med-ianería de una planta intermedia (P-2) para una carga total unlformemente repartida de l0 kIVm'?

DEFORf,ACIO¡€S Pt NfO ¡ PLAXTA 2 PI|AR 25123 cm.


GRÁFICO N" 5ó (0)

t6

Flecha instantánea : Deform. (6) l,ó0 CñY,fii


t6
Flecha activa = Deform. (6) 2,20 Cmtf @
Flecha nráxrma = Deforrn, (6) 4,00
Cre{lmr
Crual@

r"
5r0
I
l"
¡
-- ,-/
¡t

Lu6da

GRÁF|CO N" 57 oEFORmACIONES PUNTO 2 PLANTA 2 PILAF !O¡3O cm


(o
rt

Flecha instantánea = Deform. (6) , l,ó0


't6
Flecha activa: Deform. (6) 2,20
Flecha máxima = Deform. (6) . 4.00
la

r2

I
¡i0
I
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t,
I
6

0
t ,rs /orltrdos rr ii(¿ildrr's

OEFORnACIOI{ES PUNÍO 2 Pi¡NTA 2 PILAR 35r3S cm¡.


GRÁFICO NO 5E (ri)

18r
I
i Cúrc :5 o!
I
: [)elorlrr.l6l I 6L) - Cmro m ñ¡
16i
I
Ilqiir¡i irr-<ia:tL¡¡ar¿
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Flerir;i ;¡ctiva : l)ciorm. (61 2,20
35
--.cütc
1

cMó S m¡
Flcrlr¿ nrá\ln\.r - L)efortr. (ñl 4,00 Cño 45 mt
l¡¡ -

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PILAR cmt
DEFORUACIONES PUt{tO 2 Pt-AtllA 2 '0140
GRÁFICO NO 59 (ti)

t6
Cilrlc .15 C6s
- Cürc :¡0 cñ¡
- @t
Firqlr..l insl;rr.t:¿i',,'¿ = f.¡sf¡t¡¡¡ rc\r I t'i-' C¿^lo 35

Cvno .(0 ñ¡
I C(-h¿ dcl:\ .r - l-)eiqrt n'l tc\r I .l[) Cmro ¿5 6r
fie¡h.r:r-rárilltir : [)i]f¡rllt r6r '1'(10 -
!2

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I I
t
I I

Lu rn mtt.
Los loriados r¿ticularcs

D€FORIACIOI.ES Pl.ifTO 2 Pr-AllTA 2 PTLAR tO¡tO clr!.


GúFIco N" óO (6)

rg

Flecha instantánea = Deform. (6) l.ó0 -cñ25ñ30 (¡ü


ta Flecha activa = Deform. {61 ' 2 20 *c¡fr35ffi
-Crno
Flech.r máxinla = Deform. 16) 4,00 ¡0 srt¡
-Crü a5 ñ
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-Cr$o

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6ffi¡96 ¡o 61 O€FORXACIOiES pt ltTO 2 pLAmA 2 HLIR 6!¡ü.ti


cnr.

Flecha insranránea :l)eforrn. (61 . I .ó0 -Crrc¡5G


- -Cru3Oñ
Flccha activa = l)eforrn. (6) . 2,20
f lech.¡ máxima : Deforrn. {6) . 4,00 -CÍ|o35@
Cñro aO o¡
- ¿5 mr
-C¡to

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L@úffi
38ó Los io¡lu¿los rrli(ul{¡r¿s

OeFOR¡AC|O}ÚES Pr¡aTO 2 PL¡¡IfA 2 P¡L FI 75173 ctnt


GRÁHCO N" ó2

Fje.il;r rnslanLáne¿ -- Defotnr t6 : cl'l


F'ee:'¡ ¡rli.¡ - f)eltttnr' {6r I ltl
F.er.lra nriirnr;l = Deicrrnr' 16l '1 tl(-)

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l-os lorjados retiulares

F{ado el tanaño de los pllares y el canto de tos forlados, varlac¡ón de las flechas en funclón de las luces en el punto medlo
de
un recuadro de esqulna (P-3) para una carga total unlformemente repartida de l0 klVmr.

GRÁFTCO NO ó3 ocFffiActoic8 FtttTio 3 ñ-arTA a f,,,n 4rc ñ.

2É ctl'
Flecha instantánea (6) . ¡,ó0 -cdo
Ct6'u ota
= Deform.
Flecha activa -- Deform, (6) 2,20
Flecha máxima :
Deform. {6) '4,00
'-Ce¿l'ñ
-Crü¡ltctr
-Ct3a5ñ

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GRAFTCO N" ó4 O€tgRIAClOt{tt Ft lfo t Pl¡rfTA ? tt.an l0r$ G,É.


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ra Flecha instantánea = Dcform. (6) . l.ó0
-CfbCrro 30 rnr
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'-CrÉtt,ñ
Flecha activa Deform. (6) . 2,20
rt Flecha máxima = Deform. (6) . 4,00 -''Cm,aoñ
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-C¡to
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Los /orl¿dos rtlicliitrrr's

DEFORI CTOI¡|ES Pit{TO 3 FLAI{TA ¿ PILAR 33¡l!¡ qB.


CRÁFICO NO ó5
20

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Flech¿ .r',sl.rntirnrta = Detorttt. l6ll.('t) -ce:"4
¡fi¡C ñ
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I-lecha ¡ct:ra - Defor¡rt (6) 2.20 ]: rs
-C.ft Ce{F
Flech.r :¡;irir"¡ = L)clrlrr¡r. lEl 4 00 _añ5¡.fi
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o€FORIAcloll€S PtlfTO ! ñ¡,{i 2 PTLAR cm'


'0r¡10
GRÁFICO N" ó6 (¿i)

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Co^to:1 (m¡
- C¡ñto 3C ¡:r¡!
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fe¡h.. l:'¡:'l:1,.'r:'e; - f)¿:-'::: L')

F e.:... .,,.-::,.- - Dcl-" '- .\ - - .


'- Cgrc 35 rldtt
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Flrc¡; rrár -':¿ = f)t:--::: t\ : C¡,lIo 40 cri l
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Lut ln mta.
l-rs loriird¡r-. rr'licular¿s

GRÁFICO NO ó? OEFORMACIONES PUNÍO 3 PLANIA 2 PTLAR S0¡SO cm3.

a ¿¡rc 21 cm5
Flccl.a irrs:al:áne;r :
Defor¡n. (61 l.ó0 C.drro 30 cñs
Fiecr;: ;ct:','¿ = Dcforrn. t6) 2.20 Cántc J! a.il1!

-
I eci¡ n-¡;t.::r¿¡ Dcfornr. 16) 4,00 Cart? <0 cn's
Ca¡b 4:, cr,s

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OEFORMACIONES PUNÍO 3 PLANTA 2 PILAR 65¡65 cms


GRÁHCO NO ó8 (6)

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Canró ?5 cñs
Fleri:"i :r:t¡rrr¡árc; - t)eforfit (6) I óo
l lccir.r : Dtforill. (Dl 2,20
..:t.¡1,,,¿ cúrlo J5 cm!
12
Ficcr..r nárm;; = Deform, (d) 4 oo C¡nv) 4c cr's
Car'ro 4t cmr

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390 l.os foriados reliculares

DEFORMACIONES PUNTO 3 PLANTA 2 PILAR 75175 cm3


GRÁFICO N" ó9 (6)

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-t_':, :-1
F|echa i¡rtantáne.r = Defontl. f 6r I.f¡0 :v.: : :-r
Flecha .rcti',¿ = f)eforrri l6l 2,20 , ¡_"': :r :--r

Flecil¿r ll:áxil:r;¡ : t)eIt-rrtlr. lól 4.(J0 :3*: r: -_. //


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LdFG
Los foriados reticulares 391

funclón de las luces en el punto medlo de


Fllado el tamaño de los pllares y el canto de los foriados, varlaclón de las flechas en
repartlda de l0 klVml'
un r.gcuadro inter¡o" ie la última ptanta (P- l ) para una carga total unlformemente

O€FORUACIONES PUI¡TO 1 FLANIA 4 PILAR 30130 cñ¡'


GRÁFICO N" 70

- - Csro 25 @3
@l
Flecha instantánea = Deform. f6l I Ó0 Cádo 30
.. -. Crnlo 35 or
Flecha ¿c:iva = Deform. (6) 2,20 csdo ao @!
Flc<h¡ máxima : Deform. (61 4,00 C¡rno aS @t

o'
L4dñ-

DEFORMACIONES PUNTO 1 PLANTA ¡I PILAR 35IT5 CM..


GRÁFICO NO 7I (ii)

11

--- Cdo 25 6¡
Flecha instantánea :
Deform. (61 ' l'Ó0
.-
Cslo 30 mr
Caro 39 rg
actiya Deform. (6) . 2,20
12 Flecha = C6do ¡lC m6
Flccha máxinra = Def<¡rnt. (6) '4.00 CiÍo ¿5 @!

l0
I os Ioriutlos ¡ctr{:illdr¿'s

DEFORMACIONES PUNfO I PLANÍA 4 PILAR 15r35 cms


cRÁr'¡co rr¡" zz (6)

Flech¡i É¿ : L).:(-)"ri lór I bll


::r:,!,:rl;.
lilcch.r.'rrri'.¡: Dcii¡r:'r riil 2ltj
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I-ler:ha r¡á., rr;, - [)ciorn'. rtjl 4.00

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oEFOR'vIACIONÉS PUXTO 1 Pl-AriTA. PILAR 4O¡4O cms


GRÁFICO N" 73 (ó)

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Los lorir¡dos r¿licul¿¡ss 19i

GRÁFICO N" 74 OEFORMACIONES PUNTO I PLANTA 4 PILAR 50150 cm3


(6)

14 -

U¡nr1 2: cils
f Lec:'.¿i rrL;r:ilnl.iinr.r¡ Defornl. liil I(1.)
- Crnlo lC c-.ns

C¿,'li,3{. cfis
12 Flet;¿; :rt:', ¿ - Deform. (61 2,20
Fit'r :¿ l--;il:r:r¿
Cánto ¿a ctrrs
- f)eforn. {6} 4.00 L¿ñr;4', rrrs ,/
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CRÁFIco No 75 (¡)
OEFORMACIONES PUNTO I PLANTA 4 PILAR 65x65 cms

(.iato ?i cms
F.eci.e irrs:¿r'r:;1ne¡, = Defor¡n. r6t I {rO Cs.t9:lo chs
l- tc:¿ ¿tt'.;r -
Dliorrn. (61 2 20 al¿ 'rr 3: c,n!
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f,cc:ra :;:.:::-.r; = l)eftf rrrr 161 . 4.00 C¿,fu !0 cms ,,/
Cr,ilo 4i cm5 .rt
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Los lorjados reticulares

DEFORTÍACIONES PUNTO I PLANTA ¡t PlLAtt 75175 cm.


GRÁFICO NO 77 (6)

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I-lccia in:L¡nlir¡rea¡: l)t-:ft¡rnr (61 I /j/l :-: ]:.-.


-i-*t::
Flech.¡ "¡ctiva l)elorrn. (6) 2 20 :rr: l.a cts
[-lcr lr.r lrráxirrr¡ : Deforr¡r I61 4 (.)/.)

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Lls forjados reticular¿s 395

Fiiado el tamaño de los pilares y el canto de los foriados, varlaclón de las flechas en el punto medio de un recuadro de
medianería de la últlma planta (P-2) para una carga total uniformemente repartlda de lO KlVm2.

GRAFICO NO 78 OEFORmACIOIIES PUNTO 2 PLANTA ¡a PILAR 36¡25 cmr.


(¡i)

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" Cso r!
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ta I icchai¡r:t¿rlir:e¿ : Defornr. (6) l,ó0 Cdo ñ¡


30

Flecha ac:iva : Dtfornr f6l 2,2() --.-'. Cdo 35 m¡

: cñro 40 63
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Fiech¡ n¡óxinr¡ Deform. {6) 4,00
Cffó 45 ñ¡
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Luroñ.

GRÁHCO NO 79 DÉFORITACIONES PUNTO 2 PLANfA ¡I PILAR 30¡30 cmT.


(ñ)

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_ _ csto 25 ñr
irlsr¿ntánea : Deform. {6) l,¿r0
f ,ec.lr.: Crdro 30 cml
r6 C.nro 35 @¡
Flecha activa - l)cforrll. (6) . 2.20
C¡1to 40 cñi
Flecha m¿ixim¿r = Defornr. {6) 4,00
Cmto ¡5 cm!
l¡t

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396 l.os forjados RlitulLtr¿s

GRAFICO No 80 OEFORmACIONES PUNÍO 2 PLANTA { PILAR 35135 cm3


(¿t)

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rre(nc¡ [15_ú] t,t:ler-t - L)ClOrnt. {0J I r,(l


18
Flech¡ ¡¡cti','¿ = l)eforn'l l6t . 2,20
I.lech¿ nr.ix:t:ra: l)efltrr¡. (6) 4.0(j
l¡t

12

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GRAFICO NO 8I (6)
OEFORHACIONES PUI{fO 2 PL }al^. PIL^R ¡Ot¿{l cms.

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Cr:c ?5 ams

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r:ilc 3C:ss

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Los iorlrcio: r¡lr¿uiarrs

D€FORMACIONES PUNTO 2 PLANTA ¡l PILAR 50¡50 cm3


CRÁFICO N" 82 (ó)

18
cmto 25 cms

Flr-'i l'r¿ :ll:'l¿rrt¡rrlc'¿ = llt:fornt l6l l,f'fl C¿^lo 30 crrs

F r:cl'r¡¡ .:c Liitl :


Ca,rro 35 @s
'ta Defrlrrn 161 2 20
Ca¡to 40 ms
Flrch¿ rirá¡.tnra - I)eform l61 4 00
Cánto 45 cms

t2

r0

OEFORMACIONES PUNTO 2 PLANTA ¡I PILAR 65¡65 CM3.


GRÁHCO N" 83

Ceñro 25 cms

Flcri:a :: :;t¿rrl.ineá : Deiorttt (6) l,ót) Canro 30 @s


C¿rxo 35 cñs
Fiei-i;i ;,c:',,,;; - Dcfotnl, f6) 2,20
(l¡nto
fl(,(I., :rríxjn-,;-r : L){..íon¡ l¿i) 4,00
¿C cñ3
C¿nto 45 cñ9

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5
398 Los loriados relitulur¿:s

GRÁFICO N" E4 OEFORTACIONES PUIITO 2 PLAMTA ¡t PILAR 75175 cm¡


(d)

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l- r -
lr-'ch.r :: :;ta rtár rf,.r Defornr. (5) L()L)
f

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Flrclr¿ ¿c¡r',¡ Defornr. t6l 2.20
I lcr-ir.r :rl.ix lr¿ : l)etorm. 6) 4.00
f

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l-os loqados rctícularr 999

Ftiado el tanraño de loc pllares y el canto de los foriados, varlaclón de las flechas en el punto nedlo de un recuadru de esgulna
de la úldna plano (P-3) para una carga total unlformemente repartlda de t0 klVm2.

Pl¡tlTA Pil¡R 2a¡¿t cllll.


GRÁHCO NO E' OEFORil CIOf{Ég Pl.¡l{ÍO 3 ¿l
(E)

Flecha instantánea = Deform. 16l ' l,ó0 -cflo25oB


-CmtoSo@35 qm
Flecha activa = Deform. (6) ' 2,20
: Deform. (E) 4,00
* Crto a0 c¡u
-Cño
Flecha máxima
crtó ag ffi
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LE ü na¡,

GRÁFICO NO 8ó OEFORÍ CDI|ES Pul{TO ! PLAxT a Ffl'¡R 30130 sñr..

25 qil
:
Deform. (6) ' l,ó0
-crio
c¡ro 30 6s
Flecha instantánea -
Flecha activa = Defomt. (6) ' 2,20
Crio a0 Cñ
Flecha máxima = Deform, (6) ' 4,00 -
-Crto¡l5m

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laüíÉ
Los Iotiu(ios rel¡culares

OEFORIÍACIO¡|ES PUNTO 3 PLANTA ¡l PILAR 35¡35 cmi


GRÁFICO N" 8? (6)

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"-" C¡lc?a ñ!
l6l l.ó0
*i - Defclrnl
I
Flecha ins!;rntáne¡ C¡tc 3! o¡
i Flc.cha actir';r : Dcform. (6) 2,20 Crno 3', gr'g

= Defornr. l6) C5'c ¡C añs


I
Flcr:h¡ nr¿lxinl¿ 4,00
16
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Cr:c 45 6t
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O€FORilAOOIiES PtX'fTO 3 Pt¡xtA. ñLAR aor¡(l cms


GRÁFICO NO 88 (6)

20r
a¿ttc i5 rñÍ
r8
IjlctlL¿ rrr¡!¡irLt¡'n,', ¡1--;¡111- rci ' .t Cmlc I c-s
licclt.t.t(r:,¿ = L)!.'."^ 'tj - - C^.'. 35 ñs
Flecha nrárir'¿ = f),-jo-': ró, ¡ '-l'l
't6 Csla ¿l :ñt

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bs loriados reticulares

D€FORIACIOI€g PUI{TO t PLI¡|TA ¡¡ PIL¡R torgl cñl'


GRÁHCO N" E9 (6)
ttr
25 c¡ñ
Flecha instantánca :
Defonn (ü) ' t'ó0 -C¡rüo
Crtao30ñ
:
I

l., Flecha activa Deform. (ü) ' 2,2o ---Cfro36ffi.


Flecha máxima -Deform. {6) '4,00 '' Ctio a0 613

- '- CÍto 45 q$
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-.-.1
1

OEFORÍ.AOO{ES Pt }ffo 3 PL/WT { PILAR 65¡6S cnB'


GRÁHCO N" 90

l.lecha instantáttea :Dcf<:tnr. (6) l,ó0 -GÍao25oE


c-io30@
. .-csro tr sñ
Flecha activa = Deform. (6) 2,20
Flecha nráxinra : Deform. (6) 4,00 -CJlo40ffi
* C{ro 45 mr

Lu an naa
402 Los foriados ntícular¿s

9I DCFORI CTOT€3 ruVfO t ruffiA I PtlR 73176 c¡¡¡"


CRÁFICO N"

(6) ' l,ó0


-Ctb25qü
C¡{o I snr
Flecha instantánea = Deform.
Flecha activa : Dcform, (E) ' 2,20
-csm35ft
Cjto¡Oñ
Flecha máxinra - l)eform. (61 '4,00 - CJto ¡tS ffi
*-

trr-,

t0.9. Estlmaclón de las flechas en los cados us¿dos habirualmente poseen un carácter conservador. las
forfados reticulares flc,chas medidas dr¡rante las pnrebas de carga resultan ser bastante
menores que las estimadas en los cálculos, dado que se prescin-
las flechas que normalmente resultan rclativamente sencillas den de muchos factores imposibles de parametrizar.E¡t nuestros
ensayos de placas reticulares pudimos constatar que construh un
de evaluar, dentro de lo posible, en las estructuras de hormigón
foriado reticular con bloques perdidos de hormigón frente a otro
armado, son las flechas instantáneas para niveles baios de carga,
construido con bloques aligerantes de poliestireno conduce a unas
dado que son situaciones donde los niveles de fisuración son
flechas instarrtárreas del orden de 1,25 veces inferiores, pese a que
relativamente moderados y el comportamiento general de la es-
ambos forjados presentaban idénticas secc¡ones estructurales.
tructura se encuentra en un nivel elástico suficientemente gene-
ralizado. . El método manual que nos permite obtener una est¡mación
A medida que intervienen fenómenos como la retracción y la de las flechas en los forjados reticulares se debe a Scanlon y Mu-
nay, y se encuentra amparado por ACI, desde que lo hicieron pú-
fluencia, y se incrementan los niveles de fisuración, la exactitud en
la evaluación de las flechasdiferidas resulta ya bastante proble- blico sus autorcs cn 1982.
mática, y debemos conformarnos con una estimación suficiente
El método consiste en partir de los esquemas que se estable-
de la misma que nos permita situar las piezas que proyectamos y
cen en el método de los pórticos virtuales, siguiendo la figura
construimos en unos niveles de deformación tolerables, aceptan'
10.10; V considerando las bandas de dicho método, obtener unas
do incluso errores de cierta entidad en dicha cvaluación, qr-re al-
gunos autores estiman entre un 25 y un 50%. cargas ficticias q I y cl2 que hipotéticamente conespondeían a las
distintas bandas en función de los momentos asignados a las
Nuestra experiencia personalen la estimación de flechas en mismas, partiendo de los momentos proporcionados por elcálculo
los forlados de edificación, que luego contrastamos en pruebas dc general de los pórticos, o en su defccto de la estimación de dichos
carga, nos permite decir que los criterios de estimación simplifÉ momenros por el NlÉtooo DELcÁLCULo DIRECTo.
l-os Iorjados r¿titu]ures

[Jna vez obtenidas las cargas, [)rocedemos a calcular las fle-


chas de cada l¡and¿l en el ptrnto mcdio, como s¡ de unas vigas or-
dinarias sc tratara, primero en la dirección -y y luego en la
direc:cicin -x, operarrdo con las inercias equivalentes de Branson
(segun la EHE).

5.o,., .L1, 0,75.(Mfy +MDy).L2y


'tv - 3¿¡4 ¡, . t** l (r. E. . 1.r,

5.qzr'Lx 0,25.(Mly+MDr)'Li,
tt' = r¡ L[----ló'r.tK
36a.

Si las geontetrías y ntodrrlación de los pórtictts son regulares


podenros cons¡clerar que, Ia flecha obtenida cn I según -y, es
idénti.,n a la que podríamos obtener en 2 tanrbién según -y; y si
Fie, 10, 10. Esqucma de bandas cle'Sc'rnlotr v lrlun;ry ¡r'rr'r el fircra rr p.r n eles ctlacir¿rclos, tambión serían sensiblemente igua les
cált:ulo de las llechas
a la flec'lra erl el l)ullto 4 y punto 3.

Para el cálculo dc flechas, recome¡ldanros considerar C:ol].Io Si ello nrt iucra ¿rsí, no queda rrlás rcmedio que esiablecer los
banda de soportes el ancho correspondierrtrl y excltrsivo de los pórt¡cos virtu.rles y operar cle la forma indicada, obtenicndo dichas
ábacos. k>s momentos globales del pórtico virtual qllc tr)odemos llechas err ¿nrbas dirccciortes.
consiclerar como referencia, figuran cn el esquema adjunto'
La flecha instantárle¿ en el punto 5 vendría dada ¡'ror:

. [,,, + ir,,
fl =-JJ--:r+f5* t!+fi
f5 (f inal) =

'Lr 'Lr2 P, .L, .L\.1


Los rllonrentos cle itlerci¿l que dcbemos introducir en las fór-
- ' ;
R
Mo = --8 y t(¡tnb¡ón ttfo
nrulas pari.r calcular las flcch¿rs, son los momentos de inercia equi-
valente riacltls por Bransorl.
preserllcs
Fig. 10. I l. Momentos directos de refcrencia quc. ¡)uetlett tLrnerse
L¿s seccit:nes qtrt: ciebcremos considerar en cada una de las
cn-los cálctrlos dc las flechas manrlalnrente ' los
banci¿¡s itlt.llizaclas son cliferentes cntre sí, a la hora de <-rbtcner
rronlentos de incrci¿ eqttivalentc.
FTECHA INSTANTÁNEA que con-
En los extrcnlos de las bandas de soporte tendremos
purrto 5' para reclangulares de los ábacos; y en los vanos
Si queremos obtener la flecha instantáne¿l en el sicierar Ias secciones
primero banclas, un coniunto de nervios T con las ar-
uuo ."ign uniformemente distribuida P ¡lm2 ' obtenenros ccnlralcs de ciichas
la fracción de carga ficticia (Q¡yl que se asigrr'r a la banda de ntaclllras en la p¿lrtc inferior de las almas'
que le
soporte cle la clirección -Y, por cienrplo, y la traccicin {q2r) En los cálc¡,tlcrs cie las flechas de las batrclas centralcs se con-
.,.>rresponde a la bancia central también err dicha clirección; sideran rreryios en T, Frero hay que tener prescnte que ert los ex-
hacienclo a continuac¡ón lo misrno en la dirccción -X' trentos laS aml¿rCluras Se Cncuentrarl en la p¿lrte Superior, ¡n¡entr¿ls
que cn los l'att<)s están en su parte inferior'

L_-l
0,75.(MIy+MDy)+0.ó
ffir1' I

i
2 ii:-'lrl
lyl
0,25.(Mly +MDy)+0 o ¡.. .L..
I .:uu.
. -l--+
I

4 M,,
2
=4
I | I I

siendo,
Qty: Carga de la banda de soPorte -Y
I-: Luz libre segúrr -Y
L-J i'
q2u; t--argu dc l.r banda central -Y I-ip. l0.l2.5itu.¡ciónclc, l¿sarrnaduras¿lahoratlclcalcularlasinerciasfisu-
t", Luz libre scgún r'.,á"s; l.rs lratrdas ftlera dc'los ¡ibacos
-y ",'
Los loiados reliculares

Dicho método consiste en calcular el factor l, en la sección


central dcl vano que se esté analizando, o cn la sección de
'"=(#l ',.['-[#l] "
arranquc, si de un voladizo se tratara.

ftt'tl"* 'lb .E
¡¡',yl
= ") : --------:-
l+50.p'
siendo, siendo.

lo: Momcnto dc incrcia cquivalcntc cn cada sccción dc las hanclas p': (:uerrtia bnr)r" i':.,i ¿ cic: l¿s armaduras dt: t:onr¡lresión en las
establecidas. Si M1 > Mo se tomará.le = lb. sección út.r de '=:=:e:,-r;;.

M¡: Momento de fisuración dc la sección.


f.¡, ¡.*; Resistcnc:ia del honrrigón en flexotracción. l. Calaver¿ ¡rrr:ci- el valor de p y proponc c{uc sc calcule con
yl: Distancia det C.tr.G. de la sección a la f ibra de tracción más
un valor medic dado por:
aleiada.
M": Máximo momento flcctor aplicado cn la vida de la picza, hasta el p'n-, : ,J 70 ' p' + 0,15 ' (P'ext.izq + P'ext.dch)
instante en que se calcula la flecha, en las secci<.rltcs
conespondientes.. para se¡'croh,€feuteS Con las fonnulaciones de Branson.
16:lnercia bruta de la sección, en la r¡ue puede hacer intcrvenir las
y que
armaduras. en basc al factor de equivalencia dc ¡¡cero en hortrrigón: l, es el ccerici,ente qtlc depende dc la duración de la cargS
tiene en, cucrrla lt-rs fcrrómenos de retracciórr y fluencia quc se
E. prodL¡cer-r en las Diezas. Torna los valores que se indican a
rr -=-hc (n = I en los casos normalesl
continiuaciórt
a la
E.. Módulo cle deformación del hormigón para cargas instantánc:as 5 <¡ nrás años: 2
quc evaluen las flechas (Véase tabla l0 4l t,4
eáád se I año:
y honlogerrcizada a
I¡: Momento de inercia de la sección fisurada 6 n'rcre: t,2
del eie que pasa por su C D.G'
valores de hormigón, respecto 3 mcses 1

I ill€^-; o,7
Una vez calculados los momentos de
inercia equivalente en 0,5
2 senar,as:
del vano donde exista el illon¡ento
extreÁos, y en el punto medio se calcula multiplican-
con el obieto de operar corr r¡na inercia Obtenido el .''¿Lc¡r cle l', la flecha clifericla
áitri*. J" n"Xón positiva' propone operar con tllla inercia por dicho valor'
única para cada tramo, Branson do la flech¿ irlstarrtárre¿r
para los tramos continuos de las
media generalizada, qiie
de edificación viene dada
por:
FLECHA TOTAL
"rtt.*i"t un üempo
(lc - ext izq + le - ext'clch) flecha total que puede esperar a
t1e la
lc- meclia = 0'50'
le-uantl + 0'25' L¡ estirnación
flecha instantánea y
la suma de la
dado en la pieza analizaJa será
la flecha diferida.

y para voladizos, conservadoramente:


FLECHA ACTIVA
le - rnedia = Ie'sección de ananque dc'l voladizo flecha que se
evaluación de Ia flecha activa' es decir aquella
k
proJui" a partir de un instante dado y que puede afeclar a los
(tromralmerrte tabic¡uerías) construiclos a partir de dicho
elemerltos
instarlte, solamente puecJe ser realizada
si se establece r]n
sea de forma simplificada y
órogru*, constructivcl, aunquc fallar' como de hecho sucede
FLECHA DIFERIDA estimativa; que ,rbvianrent" pu"dt
para un est¿ido de car- en infinidad de ocasiortes'
Una vez obtenida la flecha instantánea
puede l"ener lugar
e" f*il;;ml ü n.tnt diferida adicional que También debe establecerse
qué se construye primero' si los
debicla a dicho estado de car- p"tnt de que lo normal es construir
en el tramo que se este analizando solaclos o las tabique'int' Á
de los coeficientes globales se realiza así' especialmente
gas, puede estimarse pot ei tn¿t"clo
;;ñ;; las tabic¡uería* no 'i"'np"
que establecc la EHE'
Lns loriados reliulutes

cuando sc opta por prever que los usuar¡os pucdan canlbiar de . cálcr¡lo dc la flccha inst;¡rrLÉlne¿t
lugar las mismas, cosa que sucede con rclativa frecttencia. dclpeso ¡rropio: ...........,.. f¡pp
. rtálctul<-l clc la flet:har instanLánea
Por consiguientc, cn cl caso gerteral, debelrlc-ls cstablec:er
cuatro fracciones cle Ia carga,
clcbicl¿ a las tabiquerías: .............,. .........,.....ftr
. c¿ilculo de la llecha instantánea debida al solado: ... ....... fi.
. Carga dcbida al peso de la estructura. . cálculo de la flech¿¡ irrsL¿rntánea clebida
. Carga debida a las tabiqueías. a la sc.lbrecarga cle usc¡: .........firu
. Carga dcbida a las pavimentaciones (soladosl. . cálculo de l.r flecha diferida dcl pcso propio
. Carga debida a la sobrccarga de uso. ciel loriado a partir de la flccha dc constnrcción
de las t;rbiqLrerías:.,.......... ... f¿pp
Deseamos llamar la atettción sobre el ltechc-r dc qtle, erl ios cál-
culos cie los momentos dc incrci¿¡, detrenros áctuar en cada ins- "'"¡-- ((-)- ((t. ,)

tante con cl momento flector máximo aplicado en cacl¿l sección - l+50.p',,,


hasta dichc.r instante, pUesto que dichos motnelltos van ligados
íntimamente a las reducciones dc incrcia quc: se prc.rducen por fi-
idpp - l,' fpp
suración en las secciones. . cálculo de l.r flccha diferida debida a las cargas
Los momentos flectores máximos cs n'luy posible clue se pro-
de latriquería:............,..,... ......f¿t
duzcan durante el proceso constnrctivo debido a los procesos de . (1-)- (1t., )

cimbrado dc plantas sr¡cesivas, como tendrentos ocasión dc vcr ^!


=-

l+50.p'-
en el Capítulo l2 dedicado a la cclnstntcción dc las estruclur¿ts.
f¡1¡:1"¡ ' f¡¡
lo anterior supone que los rlron)entos nláxinros scrán los
debidos casi con seguridad al proceso constnrcrtivo, y conto orden . flec:ha diferida debida a la carga del solado
dc magnitud, a 1,9 veces los pesos propios dc los foriados. Los a ¡rartir rle l¿ corrstrucción del mismo: ........ht
valores que proporciona cl profesor Calaver¿ de 2,25 para clos
plantas cimbradas, 2,3ó para tres y 2,43 para cuatro, cottlo
., _ 6(-)-É(rcs)
^2 - l+50.p',,,
factores multiplicadores de los pesos propios dcl foriado, en
nuestra opinión y como explicaremos en el L-a¡:íttrlo 12, creemc¡s f¿r:1.2 ' f¡c
qr¡e son c-"xcesivos.
. dc trso (perso-
flech¿r difericla cle la fracción de la sobrecarga
Por consiguiente, a cfcctos prácticos, en ias cstn¡crttlras de nas y nrrrebles) a partir de la fecha que entre en servicio el
edificios y con el obieto de no complicar el problema inneccsaria- edificio que se estime va a actuar de forma pcrmanente (es-
mente, bastará calcular las incrcias de tsranson entrando con los tiniar en la edificación 500 N/m'? podría ser un valor a tener
rnonrentos Mu que proporcione el c¿íl<,rrlo habitual, pLlesto quc en [)rc-serlte): ...'.'...f,r.u
general se cumple que:
^^_-- El-l-Ett.,)
''t - l+50.p',.,.,
1,9 ' Pescr ¡rropio = peso prc''pic) +
*sobrecarga pernranentc * sobrec;:rga cle uso
f¿r,,:l'j ' f¡.u

Si ambos valorcs no son serlsiblementc pirrecidos, debcmos FLECHA ACTIVA: f¡¡ + f¡s * f¡.u * f,1pp + f.1¡ + f.1, * f,lru
operar cr>n el nrayor; pero iatcnciórr!, con los monrent<::; resultalt-
tcs en situación de servicio, cs decir, sin rllayorar por cl f¿rctor Yf.
Rcsulta lógico y prr-rdente, cn cierto rnodo, contar con las fle-
Si puecle sir.npliflcarse el problerna de la fornr¿¡ inclicacitr, ¡ltrc- ch¿rs i ns.a rrtáne¿ls clLre prodtrzca n las terbic¡r-rerías. espccialmente
dcn sumarse las st¡cesivas flcchas que se vayatr ¡lroduciendo, r:on los prulc€Sos corstructlivos seguidos en Es¡raña al corlstruir-
puesto que operamos con una le consl-ante y conscrvador¿1, resul- las de m¿¡ner.r ¿lscetrdcnte. En aquellos c¿rsos que las nlismas se
tando todos los cálculos absolutamente lineales. construyan de forma dqscendente, puede prescindirsc de l¿: flecha
instantárrea que procluzcan cn el cótnputo de la flecha diferida.
Así, el cálculo de la flecha diferida, aceptando tlue las tabique-
rías se construyen antes dc pavinrentar, se haria de l¿ siguientc Para cstilrráciones rápidars y para percibir si la flech;¡ ¿tctiva se
forma: encuentr¿t lcjos, cr:rca o slrpera los límites recomcndados en la
Los foriados reliculares

EHE (V400 ó I cm), puede sernos de gran utilidad el método quc


propone el profesor losé L. de Migucl, cxtraído cle su trabaio
relacionado con el análisis de las flech;¡s.

krtiendo del cálculo de la flecha instantánca total. es decir


que: PrLAR- 6

fi=fipp*f¡,+f¡r+f¡ru
es posible realizar una estimación de la flecha activa, sin más quc
multiplicar f¡ por clfactor gn.¡ cxtraído dc la tabla 10.5.
factiva : gact fi

Fig. l0 l3 D:c!':' ::.ü-einái1co ¡-rara c,valuar las flecIras por el nrodelc¡ em-
Fbclr. r.a¡aclo.l¡ h¡i¡taa.I. l¡ c.I!.5lJ (t. ' l.06) pleado er ei l:,:4:;r-; CYPECAD {vc:rsión 2000.1).

dr¡
n¡tmo rb l¡|[ Nonnal RAtó L!ñ6 |¡oilnrl Fápfto
W\JqdA- (drÉó) ¡r{ytl tn/ln2 ü2añ t/y.,tl t/6/!vta u¡r]t Fitado e 'ecr.;;idro donde va a calcularse la flecha mediante un
q, porrotrttnro 0.FÍn¡) CoabarL t€
zoom, sr'soli.ita .¡l Drogranra que nos muestre en pantalla el ma-
llado de cálc,¡lc¡ enrpleado y se elige el punto deseado (C.R.), que
380 2OO¡@rt@r?S q?0 0,8{ 0,91 l,0l t,o5
6ú0 230rt6+lüh2ü) 0.t5 o.tl 0.9t t.ol r.05 nonrralnlente'si r:rcontrará en el punto mcdio dc una alineación
tO &rt2ortü)r200 o,t¡l 0,C? 0.S 1.02 t.o7
?2O An+l20rl(Dr¿00 0.tl¡ 0,02 0,9i] 1.02 1.6 diagonal crtrc p;larcs. pxrr elernplo de AB; a continuación se le pide
S S+t9+051).3(n ' O,n 0,ot 0,9a I,OS |.09
O O,7? q86 0,94 I,O. que mue;tre rodos los desplazamientos que ha experimentado
glio 30o1t¡o.06r&ao
!@+t$+l@@ O,n O,¡i O,ei t.O2
r,0E
r.06
dichc,¡ pur:ro S-r: ¿r'iclo todos los desplazamientos verticales, se
r0@ $O.tS.l6+¡¡5O O,e O,tO O,9É r.6 r.o7
llo a6+l5orl@r{5o O,7l o,8tt 0.6 l.oz r.o5
obtiene e1 cJe,pl.ri;rrrilento bnrto quc ha sufrido el putrto conside-
rado tC.R.,
m.üaGrr¡a.afÉlb Coldrt tF
(.JFÉrü,nóF!.!cof l¡0 l,{o l.s t.2o l..o l,5o
üH: 6pp + 6sp + 6su
r Cdr.únm rwnorúada por F. Rsg

pp ñrst .rr:ri: c, !:r :<rbrccarga pcrntancntc; su: Sobrccarga de uso


Tabla I 0.5. Coeficientes para eslirnar la flccha activa ¡:n nientlo t]e l¿ ins-
tantánea (1. L. de Miguel)
Rcalizamo=. lcr niisrno con Lln punto representativo de los
pilare.; oblerrtr: os 6¡ i'69.
Así, por eiemplo, si la flecha instantánea calculada es de 5 mnl L¡ esrimación cie la flccha elástica instantánea suficientemente
y el ritmo de la obra cs normal, constnryóndosc las tabiqtrerías "precisa", para ei prunlo C R., vendría dada por,
antes del solado, y para una carga total de 8 kN/m:, cabría cspe-
rar una flecha activa del orden de:
ü=dco-6016t
'2
factivu: 1,09-5 - 5,45 rnm f¡_q=Bi.6 I,l5<Bi<l,ó0
Dado que dicha flecha se encuentra muy lcios cie los l0 mnr p, Factor .rl,¡.ri.t.tador c¡ue clc¡:entle <Jel tipo de placa analizado y el
gr;rclc, cJe i:i,:rr':r(:rÓ. r,i:.,i:. !c !)r( (lu¿c;l cf I cl proceso constructivo.
tolerados, por mucho que sea el error cometido, no scía neces¿-
rio seguir efectuando cálculos suplementarios.
Aplicando la tabla 10.5 se puede obtener una evaluación
Sin embargo, si la flecha activa obtenida hubiese estado muy aproximacia cle la tiecha activa.
próxima a los l0 mm, tanto por aniba como por dcbajo, sería de-
seable realizar los cálculos establecidos para sLl evaluación, con f,,.¡ cn CR : <p36¡ . f¡cn
el obieto de poderla contrastar
Sin errrbargo, recorclamos una vez más que la discretización y
El rnéLodo propuesto por l. Luis de Miguel, a pesar clc que los rigideces considerac.las en el lrtodelo dc cálculo que emplea CYPE-
valores que proporciona para gacr sotl algo ba¡os, resulta especial- CAD, perrsado -v cJiscñado firndarrrerrtaln'lente para obtener esfuer-
mentc intcresante en la esLitnación de las flcchas que puedert ob- z.os y arrnados precisos lo más constructivos posibles en los
tenerse por el programa de cálculo CYPECAD {versiórr 2000.1). forjados, proporcionan con su análisis elástico y lineal desplaza-
Una vez calculada la estructura, cs posible conocer por dicho pro- micntos verticales en los mismos que requieren una cierta inter-
grama los desplazamientos verticales en cr.talqtricr ¡:urrlo de la ¡:la- pretación y nranipulación para qtlc puedarr ser útiles y fiables, nos
ca, para cada una de las hipótesis que se analicen. estarnos refiriendo a lers l'alores 6¡B.
Los /ol¡¿los r¡lrtril¿¡¿s 407

Si los forjados son losas nracizas, los desplazar.nientos quc Crfn el nrencionaclo r.nodelo se han calculado tres tipos de ecli-
proporcionir el programa, teniendo presente la ¡tarticr-rlariclad [icios clt, Ire5 \¿rnos por tres v¿lltos. y lr-rces sctg(tn -X de (¡, 7,50
recogida en la Fig. 10.13, permiten rapidísirrrt¡ntcntc pasarl<>s a y 9 nretros, t' :egtin -Y clc ó rltetros. las al[uras de los ¡ ilares han
flechas con notable precisión, tal y conro pudimos cjemostrar en sicjo de 3 nretros v se supone quc existe empotranriento pcrfecto
el Capítulo ó constrastando resultados en cl cxtre nro oÍ)ueslo al forjado.

No hernos dc olvidar que los dcls¡rlazanrierrtos dc los rruclos en Los nri:rros cclificios con lros plantas harr sido calculados por
un análisis cspacial se encuentran íntrrlarlente rei¿icionaclos err- CYPECAD ¡.rero sin sinr¡rlificaciones de tipo alp-uno clebidas a las
tre sí, y las flcchas rcpresentan des¡rla;ranrientos clifr-rcnciales re- sirrreLrías, \' col-tsiclerando el orj;rdo intcrnreclio conto refercncia
f

lativos a los pilares y éstos a su vez, depenciit:ndo dr-'l nrinrcro dc conrparcrti\'¿.

plantas que posean, también experinrerrt¿ui acorlarnicnLos clt: rnc-


Los cartos rcslrcctivos han sido de 20+5, 25+5y 30 t5.
nor o mayor entidad, altnqlt() para los casos ordirlarios cie vivien-
das pueden clespreciarse-.

I-rs flectlas elásticas que se obtienen pues dc CYPECAD en las


lc¡s¿rs rlaciz¿¡s sorl corre(:tas y b.rstaría muiti¡rlicarlas por tltr
¡>e-'qucño factor dcl orclen dc un fJ¡ : l,l5 ;r r:n [3¡ 1,25 parit- ÓXó
COnSiderarlas corno flcchas instantánctas suf icientr-nrerlte prCCisa5,
tenienclo presente las pérdidas de rigiclez qrre pucclen ¡lroclucirse
durante Su proceso ConstrUCtivo. Des¡jués df l)r.jltilllicarlers por
clictro faCtor, LraStaría terter presente lo t:xpueSic) .rnLeriorlnellLe
s.P.
kN/mr H*t
sobre la flecha diferida, siguicndo el mótoclt-r dc Lcx cocticientcs ') 45x45
2
glol¡alcs cle la EHE o el proceso sirn¡rlifit-aclo cle ]a Tabla I 0.5 cle
45x55
J L. cle Miguel piira estilllilr la fleclha.lctir';i dc ¡lrr'rvecto ert lt)s 45xó5
forjados dc losas tlacizas.

El problema sc cof nplica algo nrás cL¡¿ludo estamQs trnb.rian-


clo con los foriados reticul¡rres, cn lcls c¡r.te l;rs rigidctes colrstarr-
tcs que maneiar CYPECAD, para los mi5nrc-¡s, ¡¡¡¡¡l¡1q1:tt a ullas
(ltie, por
deforrlaciones vertic¡lles elásticas infcriores ¿i l¿¡s re'lies v
tanto. c.lcben ;rft-.ctarse por Ll¡ firctor [3¡ .rlgt¡ lr-t¿i!t)r tlue el ct'lnsi-
derado allLericlrmerlte cllr las losas nt¿¡cizas

Si sólo luviéranros cn cuet'lt¿i las cutcsticlrres !'r'l¿lt¡\'.15 ¿r l¿5


rigicleces clc l9s elcmentos del forlatitl discreti¿¿ici¡ r enrllle¿iclc)s
en el ntodelo CYPECAD bastaría cortsidcrar r-ilt f;¡c lor .rnr¡rlifica-
clor de Fi : I ,30 parer los valores 6 que se olltiq-nen clt'1 progranra
f:ffi
l::,m
y lclS resultacJos clásticos scrí¿rrr suficierltemcnte LrLlctrits I' fi¡itlles;
pero daclo qtte existctr otros aspectos de cierr¡ inlpoftancirt ialcs
l:iH'
corrio las pércliclas de rigidc.z que se procllccn clur,:nte el ¡rrocescr "ff;,-
constntctivo por las fisuracioncs, elc., rJicho i¿ictt¡r clet-rt' ser algo
|rlayor. clilect'l CYPECAD
tiq i() l 1 ftq:i . i.:r.itt:, ¡.r.-,t;talcs t:¡tte ¡rro¡rorcion.r clc fornr;l
,-rir, ... ,' r¡r'rir:,j: i.i,. ¡'re';il tltur¡)itlelrl cl nlodeio clc'l-r x 7 50 nl
.Con cl obleto clc eslinrar un factor [] ten lcrs relicttlarcs) cle la
form¿¡ rnás prctcisa posible, hemcts ¿cudido ¿i la ic::is cloctor¡l cle-
Luis carcía Dutari y hemos contrast¿clo los resr-tltacltls dc stl Err l¡. I¡trl..r l0 7 se ofrct:en los resr¡ltaclos de los análisis y
rnodelo cron cl nttestro, en Llrla sc'rie tle cast-rs cá1,:r.rlc.r. rt:'ali:¡clcls con e1 ¡lrograrn¡¡ CYPECAD y los rnodelos dtl
L. C, Dtrlali. trr gtltreral, ¡loclemos t1t-'cir que cl ¡lro6¡ritrrta CYPECAD
El nroclelo clc L. c. Dutari esl¿í [-:as.rdo en lcls elenrc'rrtos [itti-
ctf reCc. cctllerr-'llr.ia trtt.ll crr SltS rcsultadOs, rI)ielltras
qr-re Ios
tos y tiene en cuerlta la fisuración, f lue:rct.r V retr'rccjtirr 'jsí conlo nrc'¡clelor cleE F v l.r cliscretizaciórl sirlplific;rcla enrpleada por
tanrbién cl efeclo quc tiene sobre las fltrchas el ¡lrt)r:t'so cLrnstruc- DuLari fail,rn ert clrz¿1r l.ls sinrctrí¿rs cle la esIrr-tcttlra y prescntarl
tivo, fisuranclo las secciones colt las sobrec.rrgas qiie 5e r-rtt-rdLlcetl algrrnais incoht:renctias cn algunos dc los resr-rltacicls.
durante el nlismo,
Los foriados relfuulares

@clnlodelodeclcnrentosfinitosdeI.l..CarcíaDutari
Ritmo constructivo ' ráPido Y lento
Valorcs dc 6 proporcionados Flecha instantánea Flecha total Flecha activa
por CYPECAD (mm) (mm)
(n'lml f nrn'r I
Véase Fis. 10. l4)
Tipo R.E. R.M.X R.M-Y R.c R,E. RMX RMY R.C R,E R\!X R \,f Y RC R.E. R.M.X R.M Y RC.
t,&t .¡ 5,(ú .t r.83 ,8E .., 7,0E 7,00 4,7 t..,'' t ,>t lO,00z/ ),17./ t,53/
6xó 4,'t0 4,00 7,90 3,?5
," 7,O8 ...' 6.4 ,77 '' 6,4 .. 16,67 ló 7c. t5 67 ./'14l') ,/í.' ,/a.tt
8.75 ,/t.zs
x6 4,7' 4,00 4,40 3,60
7,9O¡ i.33 . ' 7.92 ...' ,06, 9.17 ¿,7 l"'{ l? 7 O(¡.'' oy' l2,oo/.' tu ." t'2/
7,5
;" J, 'ló"ó .; ót 17.00 ' // 9,17 ,/'n,r, ," E,6i ./ 706
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tt:7' ,Y
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l2,rQ,.'' t.00 to,4), 8,82..' 00 13) \.25 ', 17.65.: t?.oo/


9x6 ,,40 4,50 5,30 4,30
.// lc .- e 1 2l 6i\ 18.ó ló,
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,/ t0,42 l0 // 8'67 ,/ 7.65
z(o,cz I l¿

Tabla 10 7

No obstante, la comparación de resultados, operando con . C¿lo¡lando ci criif icio con clprograma CYPECAD, nos situa-
valores medios, nos permitc deducir unos valores prácticos mos en cl forlado segunclo y miramos los desplazamientos
operativos del factor F, que multiplicándolos por los rcsultados de lertic¿ies de las dos hipótesis.
las defonnaciones verticales 6 que ofrece el programa CYPECAD Feso nropio 3,502ó mm
versión 2OOO. I
para los forlados reticulares, nos posib¡lita Sobrecarga 1,0258 mm
est¡mar las flechas instantáneas, totales y activas con una
precisión razonablemente bucna. To:¡l 4,52284 mnr

Sin cmbargo, (luerenros advertir que es mlly probable que los . Dado que el acortamicnto de los pilares en un edificio de tres
valores de p sean algo conservadores y, por tanto, las flechas plantas es clespreciablc, nos qucdamos con una dcformación
deducidas se encuentren por cncima de las reales, debido a que rnicial rie 6 = 4,5 mm.
el método empleado por Dutari fisura los foriados por encima de .
la realidad, al sobrecargarlos excesivamente durante el proceso
Debiio a l¿ discretización rcalizada y a la posible fisuración
del foriacjc¡ la flecha instantánea real que posiblemente se
constructivo, por cuestioncs que tienen que ver con los cimbrados
produzca en el recuadro de esquina será:
sucesivos de las plantas, y los valores que puedan dcdr.¡cirsc de
aplicar el criterio simplificado de J.L. de Miguel se encuerrtren más Flcch¿ jrrstantánea total : .
Fi 6
: l,ó 4,5 = 7,2 mm
ajustados a la realidad.
. Siguiendo la Tabla 10.5 de I. L. de Miguel, la fle<;ha activa que
cabe esper¿rr en el mencionado recuadro será:
Resumen op€ratfuo:
Flecira activa (1. L. de Miguel) :
6r Desplazamiento vertical de un punto del mallacjo clel foriado : Ft . gact = 7,2 ' l,l8 : 8,5 mm
reticular calculado por el programa CYPECAD.
Y si aplicanros directamente el factor p correspondiente:
Flecha=p.6 : Fi 6 : :9,9
2,20 . 4,5
- Flecha instantánea fji : | ,óo
Fleclr¿r acrir'¿ {Dutarit rnnr

- Flecha máxima a largo plazo pn, = 4,00 . Y la flccha máxima a largo plazo

- Flccha activa IJa = 2'2O l-lccha máxima = Fr'.6: 4 .4,5 : 18 mm

Un eiemplo puede clarificar el proceso operativo a seguir: Sea


un forjado reticular de ó x ó y canto 20 +5, con cargas mLlertas Comentario final
de 2 kN/m2 y sobrecarga de uso también de 2 kN/m2, en el que
desearrros calcular la flecha en un vano <Je esquina. Adn'lit¡n'ros V cluclanros que lo expuesto para determinar las fle-
chas en los foriados reticulares conduzca a valores "rriedianamenLe
exactos", pero para los proyectos sencillos de edificación y fren-
Los forjados reticulares

te a lo que actualmente se viene haciendo, que es el no realizar cs-


No estanlos de acuerdo con L. Carcía Dutari y l. Calavera, cuan-
timación alguna dc las deformaciones en los mismos, confiándo- do en su libro c-¿ilculo de flechas en estructuras de hormigón armado
(ln'
lo todo a una elección adecuada de los cantos y la experiencia del
temac. 1992) nos iJicen quc, frente a la problemátlca de las fiechas
estructural que pre-
proyectista, podemos felicitamos de contar con clos henamientas cn estructuras corectas baio el purrto de vista
con partes no estructurales
qu" no, permiten realizar una aproximación al problcrna, aunque sentan algun tipo de
incompatibilidad
que dos solucioncs:
tengan eiadietivo de aproximadas. clel edificio, ni-r caben más

pórticos virtuales' a) Sacrificar cn l-)afie las posibilidades de esbeltez que la sirua-


Si la flecha se evalúa por el método de los cm-
sus result¿dos' es ción actual cle conocimientos téctricos permite' es decir'
clado el carácter sumamente conservador de c¿illtos quc los rnínimos posibles'
por 0,5 ó 0'ó plear nrayorcs
posible precisarlas rnultiplicándolas (en ge-
b) Elirrrinar la corrcxión de esas paftes no estructurales
Según García Dutar¡ y Calavera un cálculo más exaclo de las
J' neral cenamientos y tabiquerÍas) a las vigas forpdos'
y
la retracción y
Rect a] por elententos finitos, tenicnclo en cuenta
de las mismas entre un 30 y un ó07o
la fluencia, conducc a valores Y puesto quc la segunda posibilidad se enctlentra condiciona'
por debaio de las que pueden obtenersc p<-rr el método dc los o tabi-
cla a encontrar un rnatcrial de ertlace entrc el cenamiento
pórticos virtuales. quería y las vigas o forjaclos que tiene quc cumplir las condiciones
siguicntes:
. S{ir r¡ruy comprensible, para permitir que el elemento estruc'
lO.l0. Una introducción a la gestión tural [omc: flecha sin transmitir fuezas aprcciables al elemen-
integral de las flechas to no estructural.
. Tener la aclecuacia calidad cstética'
Resulta casi inrposible, con el conocitrtiento acttral' podcr fijar .
para Ser estan(:o al aire Y/o al agua'
una flecha del tipo que sea (normalmente será la flc¡cha activa
posible' que no . Tener adcc:uada capacidad de aislanliento térmico y
las tabiquerías) que nos garantice, sin discusión
sufrirán daños l<¡s ele¡rent<¡s t'lo estrucLur.'iles cn los edificios que ¿cúrstico.
construimos. . Prcsentiir un enlace cn techo, a la pieza esl-ructural, que
arriostrc cn sentido horizontal el paño de cenanliento o ta-
l,os límites máximos tolerables quc nos sirvcn de guía para las bique.
flechas activas, y que vietrerr fi¡ados alrcdedor de la luzl500 . No renunciar al efecto bcneficioso quc suponen las tabique-
(EC-2), la luzl48O (ACl-99) o bien la luzl400 con un máxinro dc
rías a la intraslacionalidad de las estructuras.
I cm (EHE), simplemente pretenden ser unas referencias cle pro-
yecto, sin gararrtías de tipo alguno de que no ocurra alguna clase o Ser razortablcmente barato.
dc problema ;iunque se cumPlan.
Y d¿¡clo c¡uer, segÚn los r¡tencionados autores, tro cxiste, ni se
Tal y como hemos tenido ocasión de expresar atlteriomrente, h;r puesto a punto dicho material de enlace, no queda más
los cantos con los que proyectamot; en la actualidad nueslros for- rernedio quc adeptar la alternativa a) y entrar en la espiral de los
jados han alcanzado ya unos niveles que resultan poco razo¡la- cantos con'ro r'lnica alternativa posible. Como vercmos a

bles, por no decir inadmisible el seguir aurtentándolos y cntrar en continuac:ión, sin intención alguna de pretendcr zaniar el problema,
una espiral sin fin de: Mayores pesos, mayores carg¿rs, pilares y existen reclrrsos y posibilidades de plantear una estrategia de
cimentaciones mayores, nlayores deformaciones tliferidas, esfuter- gestión global de las deformaciorres que llos evite emplear como
zos nrayores, empuies sísmicos mayores y rlrilyortls costes; cltle únic<; recurso aumentar los cantos de los foriados
necesariamente nos obliga ya a cucst¡onamos de L¡t',¿ vez: Y todo dcsnrcsu rad¿rnler l le.
esto, ipara qué y por qué?

A cualquiera c¡ue se le diga como respuesta qtlc para tratar de


cvitar unas fisuraciones dispcrsas en algtnas tabiquerías dc las tres 10.10.1. La gestión en los planteamientos del
primeras plantas de los edificios, quc no sicnrpre llegart a ¡rrodu- proyecto bajo el punto de vista de las
cirse, y cuando se producen, además, no alteran la funcionalidad deformaciones
operativa de las viviendas, y prácticarnelrte erl la ntayoría de los
casos sólo suponen una percepción estética dc las nrrsmas lige- En el cresentc. (:onstjtuye una realidad sulicientemente válida
rarnente molesta, casi con plena seguridad nos dirá que estamos que toclo lo rel¿rcioriado con la calidad de los nlateriales cstructu-
dcsorbitando el problema sacándolo de urr contexto racional, y ralcs y ia deternr¡n¿ción dc los esftterzos básicos en las estructu-
tendremos que asentir y expresar que así parece que está resLll- ras de edificación han dcjado de ser los problemas principales que
tando ser.
Los loriados reticulares

requerían la atención prioritaria de los proyectistas, pásanclo a El analizar tnírrilt'lanlente cótno están dispuestas las tabique-
ocupar un puesto secundario, al considerarse que básicamcnte se rías y las puertas quc las perforatr permite visualizar los puntos
cncuentran superados. conflictivos de las rnismas qtic presumiblemente pueden verse so-
tl"":
En su rugar, dos problemas han pasado a ocup¿rr el lugar de los ::",':1':iffi":l'J:::T::T;:i'Tfl1ilil;::":l';',::::T:
antcriores y se encttentran pendientes de subsarrarsc, exigiendo tabiquerías con iuntas elásticas vcrticales tapánclolas con algú.
un cierto cambio de mentalidad en la gestiórr del Proyccto, tipo cle molclura.

- ladurabilidad En la prinera l,' sc$rnda planttr, podría prescindirse de los ta-


biqucs de rasi'll¿r. sustituyóndolos ¡lor tabiques de mayor espesor
,las deformaciones
para resisúr rrrás córnodamellLe las compresiones que pueden ge-
nerarse en las misrnas sitr que se produzcan pandeos localcs (ta-
centrémonos en el segundo de los problcmas nlencionados,
biques ) 7 cmt'
que es el que ocupa ahora nuestra atención y el que <lemancla un
cambio radical en la rnentalidacl de los proycctistas, independien- El r¿malr.o cle los laclrillos iuega un papel determinante en su
temente de otros factores, puesto que la problemática de las
de- fragilidad; a rnenor tan'raño, menores riesgos de rotura; no son
formaciones se encuentra íntima e implícitamentc ligada la ...inr"¡"bl.r ios ladrillc¡s clc tamaño elevado, especialmente en
a
filosofía formal de los proyectos. los ¡xndcre"es

Resulta obvio que, en función de las luces básicas estableci- El añadlr a Los enlucicios de
las tabiquerías de las primeras
que clefinirse <le ¡rlantas u¡,¿s :--rallas cle fibras compatibles corr los yesos, puede
das entrc los pilares, los cerrarnientos tendrían
maneraexpresay,sincmbargo,nosólonosehace,sinoquein-al'dooaresisiirlaspet¡ucñastraccionesquelosfisuran.

:lr ;r ::ru,:n:'lTl;:ffi'::
truirse.
Jtr *lil:T: Hi:,.,l,lTxT,ff ts:3:,"¡**n:TffTlx:5
que
, ;"",:HlT
induce la misma'
:;
¿eclr el prohlenra psicológico y estético
en la actualidad y
Una buena gestión de los proyectos clemanda El i|te:pc,ne: entre las tabiquerías interiores
más sensibles
posible' de los elementos de que parcialmen-
una dcfinición, lo más exhaustiva peligros;rs , iot ¡c<hc,s, un material elástico' anule
..rt"ti"n,", precisando su ubicación' su aspecto formal' la dis- de carga por las tabiquerías'
de apo'
i" iJs .feclns clc las transmisiones
puol" ,., otro factor adicional a tener en cuenta en los proyectos'
posición de las iuntas horizontales y verticalcs' la fonrra
y rematarlos en los techos la manera de
yarlos en los suelos
y secuencias Toclos los a5pectos mencionados y algunos más'
fruto de las
unirse y trabarse entre sí; y, sobre todo' los ritmos
constrúctivas con los que deben ser construidos
El Director de .rp"nan.,r, peisonales de cada cual o de ensayos a escala real
que hacer' debe-
obradeberárespctartoclaslasespecificaciorlesquescestablez- sistematizacios clr.le necesariamente tendremos
va bagaie rutinario cle los proyectistas a la hora
can en el proyecto relativo a los cenamientos'
consultando con el rían fomrar rkrlte ciel
:r l.r problenrótica de las defomlaciones' incorrrorán-
presentarsc durante el pro- J" *ntorte
Proyectista las variaciones que puedan "nt .l otro bagai* ya
Jáf"t cle los aspectos puramente estructurales
ceso constructivo relacionado con los mismos resumimos de nuevo a con-
expuestos, \' que por stl irnportancia,
la estructura pro- gestión integal del
Por otra parte, el Proyectista deberá diseñar iinuación pára configurar entre todos ellos una
se encLlentren prolecto:
curando en todo momento que las deformaciones
en los
ho*ogéne".ente distribuidas, evitando los puntos negros . Elecciórr cle un canto razonable'
por puntos negros' aquellos purrtos singl-
foriadós; entendiendo .Proyectarconhcrrmigonescompactosybiencurados,dere-
excesivas. Por
lares dondc pueclen existir flechas diferenciales
que setrsiblemellte sorl s¡stenci.l nrayor o igual a 25 MPa'
elemplo, las ficchas entre pilares paralelos'
<Jiferencias brusc¿ls si delanle de .ProyectarConacerosdelímiteelásticonomayorde400MPa
¡áeniicas, puederr experimetrtar
un hueco de instalaciones, por pcque- {B400St.
r¡no de los pilares se ubica
perder rigidcz y empotranliento dando .Enlaszonaslrrássensibles,ensancharlosnervioseintro-
ño que éste sea, que hace
tugur a flechas diferenciales muy dañinas
para las tabiquerías' ducir armaduras de comPresión'
.Elegrruntamañodepilaresgenerosoyacordeconlasluces
Las formas irregulares, los entrantes y salientes
en las placas
planteadas pensando en las deformaciones al margen de los
dispares en-
feticulares, etc., engendran unas deformaciones muy esfi¡erzos que ios soliciten.
tresíqt¡e<rriginancsfr¡erzostorsionalcsenlastatliqtreríasdecon. .Proyect¿rrunaestrucRlrahomogéneaycompensadaalmáxi-
secuencias nefastas para las mis¡nas'
mc¡ Posible
L¡s foriados retkuldres

Y lo que es más importante en la gestión de todo el proyecto, sol'rre los pav¡r]lentos cJespués; tan solo hay que tener la precau-
y es que por lo que lo hemos deiado para el final, para que no se ción de dotar a los solados de las jurrLas de dilatación adecuada,
olvide y sea la guía de todo lo expuesto anteriorn'lentc: la cstima- ya quc cs la úrnica fornla dc cvitar fisuraciones en las piezas cerá-
ción de un valor de las flechas en los vanos más peligrosos que, micas y abombanrientos en los pavimentos de terrazos, debidas
aunque se realice dc forma simplificada y aproxinrada, resulta im- a la rctracciones de los rnorteros de agarre en las primeras y las
prcscindible para :rmpli[icar o minimizar todas las consiclc'racio- dilata<:io¡res irnpeclidas en los seg¡untJos-
nes anteriores en sus lustos térmirlos, coll una ntleva actitud y
Cuando no se dcsca t¿¡hicar sobre los solados siempre resul-
mentalidad, buscando más allá de los aspectos pural]'lentc fr¡ncio-
ta posible coloc.rr l.rs dos primeras hiladas de las tabiqtreías se-
nales y resistentes en nuestros edificios, cosa que en definitiva tie-
ilalando ios espacios y divisiones y colocar a colltinuación los
ne que ver con la durabilidad y la calidad.
pavimenl"os ¡rara volver posteriormcnte y acabar la construcción
de las nrismas.

Toclo lo que sttponga retrasar la construcción de las tabique-


lO.lO.2. La gestlón de los procesos constructivos rías resulta sunramentL' bencficioso para su cst¿rbiliclad fulura'
bafo el punto de vista de las deformaciones de
Especialnrente delicaclos y sensibles son los cerramientos
un ccffamicnto de cara
dc la ¡rroblcnrática de las fachaclas. Nr¡nca debcrernos construir
El Director de Obra no puecle desligarse y vcrt'icales, pues a
un pap.l vista en las fachadas sin iuntas horizonLalcs
tas Rechas, dado que los piocesos constructivos iuegan se les suman sus
que a¡rarecen en las los problcuras específicos de las dcformaciones
[,"*¡nrnt" en muchas de las fisuraciones
pro[l*n,uo propios clebiclos a la rctracción' dilatación térmica y
tabiqucías sin una explicación lógica y razotrable los riesgos de
otros com[)ort¿)rn¡entos expansivos, acentuándose
cle maLe-
El Dircctor de C)bra ¿lsume la respons'rt>ilid¿rd directa fisur¿rción.
especificaciones del Proyecto, cotrsul[ando al
rializar toclas las establecer-
Proyectista las posibles variaciortes que 5e prclscnterl tlura¡ltc
l¿¡ L,as iunt:rs vcrtir-;rlcs en cst()s cenamiclttc'¡s deben
que su opinión pucdan sc en tomo a los Ó n], si sc construyell con bloques de hormigón'
y
obrá aquellos aspectos del hoyecto e¡r
dar origcn a problemas. cacia l2 m si se emplean laclrillos cerártticos y cada I m si son la-
drillos silícco-calcáreos.
El conseguir un hormigón compaclo y aderuadanrente ctlrado'
estableciendo una estrategia del ferrallado que conduzca a Lln
(:o- Los tabiqLlcs clebcn constnlirse con una holgura de I a 2 cnl
rrecto posicionado de las armaduras que no sllponga pórdiclas ba jo los techos y' rellcn;rrse al final de la obra con un matcrial elás-
descontrolaclas cle brazos mecánicc¡s, y por tanlo nrayorcs clefor- lico y corrrpren¡iblc qtle, corno ya herrros dicho, pr.rede c¡uedar
maciones, es responsabilidad intransfcrible del Director dc obra' ocr¡lto tras Una nioldr.¡r¿r clue estabiliCC horizOntalmente a los miS'
rrros, impitJiendo sus desplazamientos en coronación'
Un tratamiento cuidadoso cle los proccsos de cimbrado y de
la distribución de los acopios de materiales sobre la cstructura c¡ue En [¿chacla, los cc:nanlientcls debcn apoyar finnemcnte sobre
se construye, puede reducir al mínimo los sobreesfuerzos
que fi- los forjados, sirt c¡ue nunca el apoyo sea inferior a 2/3 de su an-
y
suran las piezas rebaian innecesariamcnte las inercias qtle inter- chura. l_os false¿rclos cle continuidad sobre los anchos de los for-
vienen cn las flechas. jaclos cleben rcalizarse al final de la obra, una vcz que todos los
clem¿is clcnterttt'¡s consl ructivos lrayan sido colocados y, si no se
El mantenimiento innecesario del apuntalamiento cn voladizos coloc¿rIr, cjeianrjo clue los foriados se nlarql¡en nítidarnente'
resul-
y vanos singulares. agucliza el problema de las fleclras difcridas al tar¡1 más segLlra l¡ estabilidaci cle los cerramientos exl-efiores. El
impedir quá t" produzcan las mismas al ritmo adecr'¡¿clo' de elásticas horizontales siempre propor-
establecimiertto iuntas
frentc
ciona segr.rrirJacl. arrnquc ello obligue a buscar su resisterrcia
Aconseiamos matcrializar una política de geslión constructiva a los empuies horizontales trabánclolos con las hoias interiores.
se in-
resumida y dirigida a que todo lo que tcnga que defonttarse
poriodos los medios que se dcforrne antes de quc su dc- Rcconrencl¿¡lrlos l¿i lectura del cuademo n('8 de lntcmac, escr¡to
tente
formación difericla cn el tiempo induzc¿r patologías colaterales cn por l,M. Luzórr, c¡ue resume tc'ldo lo relativo ¿l estas ctlcstic¡nes que
los elementos no estructurales. ieberían,.rs conocer y llevar a la práctica constructiva de nuestras
obras.
No ex¡ste excusa alguna que impida introclucir las cargas de
los solados s<¡bre la estructura antes quc las cargas de las tabique- I; gesti(ln clcl proccso constructivo de los acabados nunca
rías. del:ería ser realizado sin que previamente la estructura no se en-
cuentre acabacla clel toclo. Si se desea dañar a las tabiquerías, bas-
El mcior proccso de cara a la problemática que nc's oct¡pa con-
ta ir colocanclo las rnismas a mcdida quc se liberan las plantas dc
siste en pavimentar prinrero y colocar las tabiqtlerías interiores
los encofrados y puntales, para condenarlas irrernisiblemente a Sin cmbargo. las altemativas que se abren como posibles so-
unas fisuraciones de escándalo. Un Director de Obra qLle asurna luciones a los problemas, no siempre permiten elegir una que sea
semeiante proceso constructivo debe saber que acabará en el Juz- incucstionablemente la mejor y. ante la duda, por unas razones u
gado sin dudas de tipo alguno. otras que no l'ienen al caso, el ftomotor casi siempre conseguirá
y moverá los i¡rilos de forma sutil para que sus técnicos elijan la
El proceso constructivo de las tabiqucrías, una vez colocados más convcniente econónlicamente para é1. Si dicha decisión resul-
los pavimentos, debería plantearse de manera descendente siem-
ta finalmente equil'ocada y prodrrce una patología, el dinero aho-
pre; los procesos ascendentes son poco aconsejables, incluso
rrado inicialrnerrte frente a las otras alternativas desestimadas por
delando las holguras mencionadas en las tabiquerías, que dcbcn ser más coslos¿s ,,' porque se creía, incluso honradamente, que la
ser respetadas también en la construcción descendente.
elegida tami:iérr i'ba a fr-rrrcionar, con seguridad que no se emplea-
rá en subs¿r,¿r los problemas presentados por dicha causa, debien-
El Director de la Obra debe tener presente, en su gestión cons-
do ser los sÉg,rJros de los técnicos los que asuman hacer frente a
tructiva, que las flechas diferidas tardan en desarrollarse, y cuan-
los mismos: l ¿denrás, con el agravante añadido de que el Promo-
to más tiempo demos a que se produzcan sin quc ocasioncn
tor consider.ir.i ilue srr irnagetr ha sido dañada por lrnos técnicos
cfcctos sobre los cenamientos, todos saldremos ganando.
incornpeteries ;obre los que, por supuesto, argumentará que no
Si resulta imposible gestionar un proceso constructivo descen- influr,ó de ;c'rni¿ alguna en sus decisiones.
dente de forma total, al menos debería tratarse de cortar la conti-
A¡.rn6uc el Dromotor rro dcsca cn modo alguno tener proble-
nuidad vertical, construyéndose las tabiquerías de una planta sí y
mas can .as rlelormaciones y sus consecuencias patológicas so-
de otra no, si se realiza la construcción de manera ascendente.
bre las rabiq.itnas, lo cicrto y verdad es que todas las decisioncs
que psjíar. Ionlarse para climinarlas o minimizarlas no se toman,
Los cerramientos de fachada enlucidos con monocapas de
v que las meciiclas a cotrsiderar para gestionarlas en caso de que
cierta entidad, sin luntas horizontales, constituyen una pantalla
apare¿c¿r. ro se consideran, y tienen como único y exclusivo be-
vertical, de resistencia insospechada, que acaban teniendo proble-
mas en los tercios centrales de los edificios, especialntente si és- nefici¿ric ¿, suso<licho lTomotor y a nadie rnás.
tos superan las diez plantas, al superporrerse unos esfucrzos de 5i r¡n crcrrotor clecide collstrtlir un edificio debería geslionar
compresión por transmisión vertical de las cargas cle los fodados ei proces,: oara pcrnrilir su construcción de la forma adecuada,
con problemas propios de tipo reológico y de dilataciÓn térmica corrt¿rrdo co| Los tiempos que requiera el comportamiento meior
vertical, que concluyen produciendo un despeguc getteralizado dc de lo qur', a,,ra a constnlirse. Si lo planifica mal y exige un ritmo
los mismos, especialmente si su puesta en obra no ha sido cui- conslruL:i\.o rnadccuaclo, las consccuencias que de ello se deri-
dadosa. ven debcdarr ser resporlsabilidad suya, puesto que é[ es el que se
beneficja al recuperar su inversión en un tiempo menor, fozando
Dada la responsabiliclad que adquiere el Director de Obra con
la nueva ley clc la edificación (LOE, 20001, toda la gest¡ón de los después :c'dos los Procesos.
procesos constructivos debería plasmarse en un documento don-
Si se incrementan ias luces en Ia planta baia comercial y ade'
de se analicen y se plasmen las consecuencias previsibles deriva-
más, se ccrnsigue por esa razón aumentar las plazas de garaje, el
das del mismo, de acuerdo con el Proyectista y el ftomotor de la
beneficio es para el ftomotor que lo obtiene a costa de condenar
Obra.
a las frágiles Iabiquerias de ias plantas bajas a unas fisuraciones
prácLica rrente jnevitables.

lO.lO.3. La gestlón de las deformaciones y el 5i el proceso construct¡vo adccuado de los acabados debe ser
el descenclerlte, lo cual supone retrasar la construcción de los so-
Promotor de la Obra
lados y tabiquerías hasta tener completada la estmctura, y no se
hace así t)¿ira acort¿r los plazos y los costes de construcción, el
Aunque pueda parecer poco creíble, nuestra cxperiencia único beneficiario de dicha decisión es el hornotor, y el resto los
personal en el mundo de la edificación nos perniite afirmar quc pagamos.
muchas de las patologías que experimentan los edificios tienen
que ver, directa o indirectamente, con la figura del Promotor de los Si se reclucen los cantos cle los foriados y el tamaño de los pi-
mismos. lares, el bcncticjario en dinero y cspacios útiles disponibles es el
Protnotor, aul'lque sea a costa de itrcrementar las flechas de los
Todas las decisiones que se toman durante Ia fase de Proyecto' forjados, etc.
y posteriormente durante el proceso constructivo' se desarrollan
unos obietivos en un tiem¡ro daclo y a un coste
Portoclo]ocr.¡al,elPromotordebeasumirelpapelqueleco.
b"*n
en alcanzar y malas'
v
rresponde corr toclas sus consecuencias' las buenas las
mínimo. Y así debe ser.
Los loriados reliularcs

En nuestra opinión y en el tema que nos ocupa, que se tttire


por donde se mirc cs de carácter menor y (lue, cotl'ro hemos teni'
do ocasión de expresar, básicamente se reduce a un problema psi-
cológico y estético, el lTomotor debería gestionar la promoción
pro-
iunto con su Proyectista y su Director de Obra' asunriendo la
blemática de las flechas de forma razonable de acuerdo a los cri-
terios ya expuestos, analizando todos los factores y su traducción
directa a üempo de construcción y dinero.

Scgun clicha planificación y análisis, podría scr razonablc asu-


mir plenamente las fisuraciones de las tabiqucrías con un cierto
control y prever en los presupuestos una partida del dinero aho-
nado por dicha causa, que en tlna cuenta bancaria quede dispo-
nible para subsanar la reparación de las mismas en el caso que se
produzcan. cabría incluso vender las viviendas, advirtiendo a los
compradores con honradez y limpieza del problema quc puedc
presentarse en las tabiquerías de las primeras plalltas de los cdi-
ii.lor quu conslruimos, y las venlaias que de ello se tra derivado
para él baio el punto de vista econóntico, asumiendo la responsa-
titiao¿ de su reparación en el hipotético caso que se presc'nLen fi'
suraciones en las mismas.

Una gestión de esta naturaleza o similar, evitaía que unos pro-


blemas cle naturaleza menor acaben saliéndose de contexto, como
sucede con rclativa frecuencia cuando se tratan de resolver por la
vía iudicial, generando unos problenlas y unos costes cconómicos
que superan ampliamente lo que supone en los casos ordinarios
el subsanarlos.

Y también, si dicha gestión se hiciera simultáneamente con to-


que
das las demás de carácter puramente tócnico, conseguiríamos
y
la problemática de las deformaciones, sus consecuencias, deia-
ra de ser el problema obsesivo en el que se ha convertido en el
prcsente, con unos costes añadidos a las constnlcciones absolu-
tamente desproporcionados, de acuerdo a normas y reglamentos
que sólo contemplan parcialmente el mencionado problema'
Los [oriados relirular¿s

reticulares
I 1. Una introducción al fuego en los foriados

al tema
I l.l. Breve aproximación filosófica
del fuego
áIKUYU Har gWi 6 St/CfifS|TD ru?n
Bnr/sH üsr,'trRlCA
w
ü G¿,ts\vhty'ry¿ár¿
l2luchacontraelfuegoescasitanantis¡acomolavidamis- glta, v/tlrt6:t' 'rlar
han evolltt:ionado cort- eüope
tuluuno"u los mcdiosiara conrbatirlcl qrre de a oa,alt
curioso collstat¡ir clucl el matcrial
siderablemerlte, resulta
el hombre para sofocat'-" nart4]
forma masiva siguc empleando -:].t'':l:
lras
que cntplt:atra etr los tiernpos ?LFtTJ
resulta ser el mismo n¡aterial
rcmoto5. t1J-ft-4.8.

pronto que el f'uego fornta pafte


de
El hor¡brc descubre rluy quc alilunos
su vida y es un bien cn sf
ntísmo' hast¿¡ el pllrlto de
ilcgarorr a considerarlo conro
cl ,AJ!¿
firósofos corno Herácrito de Efeso ñlr]ñt
l¿rs cosas
pin.ipio, la esencia vital y el origen de todas
qr'rc Hcráclito' restaban pro-
Algunos colegas, nlenos raclicales
los honores estclarcs de
tagonismo al fuego y le hacÍan coillpaftir FE'e o t ffis. 7aI
y cl aire' jLrntarrdo sin quc-
ta"cosrnología iunlo a la tierra' el agua
son antag<lnicos: el ft;eslc
rer a dos elementos que en sí mismos
punto de visl-¿r de los bonrtrr-ros
f .f u*u, al menos baio el
nliracic-r al clemer'to fuegc
Desde sus orÍgenes, cl llonlbre ha
podría haber daclo crrigetr ¡ e=:
con Lllla ciefta prevetrciórr, qrre bierr
ni sitt ti' li¿r¡flr ntis l)!'tr¿1s r''t:riij!i'
ulio canciOn que dice: "Ni contigo'

Así,cuandoelhomtlreprirnitivo<Jescubrelaagrittrltur'r\st-sir't
:anl-
bosques 1' ¡11¿;1r¡¡¡'s5
del ftrego para desbrozar la ticrra cle
clescuicic 'v el ftlegct se ciescon-
bién descubre que a poco quc se
elemento que lc servía de a¡nrda en
:us queirace''er
trole, el tnismo
todo su ¡roblaco r io:
poain tt"u"rr. por clelantc en un santiamérr
bietres contenidos en él'

y sienrtrlrc le ha suct-ciicJcr ';l ir'¡n:-


Pero a pesar de todo' como
clecide astltltir ei rie->gcr iiL' LrLle
Iece-
bre a lo targo de su historia' l(- ü'g''lr'liÚ
cle cuanclo etr cr'rartd'¡
sita vivir con el fuego' aunque te¡g¿ üue
su hábitat y' lo quc És |-rct)l
otgrn Ou" otro desastre cn
más próxlntos I
quc'ridcts
sacrificar alguno au 'ut congéneres
y los hr-tnios 'rtfi¡ien sus
porque las llamas prenclan
"'i'u'ropas
pulmones.
len-
el irorrrbrt- conlicrtz¿ urr
Y a partir del hccho mencionado' lo llre-
él' y a stts posesiottes sc'r
to aprerrdiz'aie que le permite a qut' sr vc
a ese elemento quc !'lecesil¿'t
1'
noa'urtn"ruUle posible y Ie
pero que err el fondo odia
obligado a ulilizar continuamente' r-:nii-'r(:ls c'otttactos con el
fuego
s¿ilc cle su colitrol'
sumamente peligroso cuando
restrlta
¡¿5 f¡rrirrdos r¿lit¡ilur¡s 415

Ouc- rluc.l,- t;rbe tlLlc tienetr quc hatrer trormas y lcyes (ltlc llos
L¡s tócnicas de cubnr kls tcchc¡s clc ¡la!a cle ia: cal-r¿rñ.rs v slls
r)!.ot{.t¿r.r, D{,r*1 ,,.i ;rttrcl¡ }tor.r (llle 5c cenLrcn de verciacl ert la Qsert-
parecles clc barro, tenían la noble intcnciórr cie eVilar clue Ltn fue-
go extcrior hicicse mella rápid.rrnentc erl l.ls nilst'lla¡; pero ¿r Ille- cia cie los prc,blelu¿: r ¿rb¡ndclnen el camino fácil cle penalizar todo
¿l(.lUc'llO (l-lt L:- .¡(.LcrL't
'- - --'-*'o v scctlndario, centránclose plertarncnte
Jialu q,,. el honlbre corrrenzó a pensar clLic c5o cle cttrttlt.tttir sr.t
I

caza y su comida conlur'rit.lriamentc cr¿r Lrn.r i.r1¿r, t)o[(l:.e sr I rrci- cr'r el rli(la) J.rlclii¡:',r:r clr.' ,x problenias.
no se comía las partcs rn¿is sabrosas del irntí1ope c¡t,c til l'al-ría ca-
zaclo, cleciclió me[ers(] con su familia elr tllr¿i cll(\-; i'rLtrlr(it-r'sL¡
fuegrt. cocirtar stt antílopc y (c)l')lersc sr-l (:.\r'l'\l(-j; ¡lc¡¡l l.rr'inciÓrt: ¿rl
c.lescutrrir que el t-r;rrr<t (lxterior c¡trc: lc protegi;,¡ ltr'ri,r c:';e l:e-rrte rltl
tambié¡r ¡:or cJcntro, ct-t¡lnclo una rloche fría qtlt: cie'ó t. ft,r'qi¡ t:rl-
cendicio, las chispas c1e l¡¡ cocina hicierc)Il (c:L:¿i E;,i:i.:rLcr:a.i5
pcrtenencias y su cobijo, c()rt el alllargo sclltir qilr locl,i Éll l¿i vida,
hasta Ia intimidad y cl deseo iusto de comcrsc'c'i c¡tltili-r'rle t1r-ie 1-ril-
bía cazado, tiene un precio y, clse l)rec¡o, .gusl:c .r :Lo, (,i| alglrrr¿
I'nancra hay qr-re p¿ig¿rrlo.

Frecuerrtenlentc, cn su Soberbiii, c-l ht¡n¡i¡rc e: I

plerrirrtterrtc sus decisiotles cn ia vitl¿1, sÉ rÉ\Éi;


serie de leyes, rrertlas y nrás ttortnas sllpcrpuest.,:.
9t.15 y cltncro, btiScando por ciif lllllos ellrcVCS¡i:¡: .

tar, sin conSegllirlo, al lrlL'flos qtle sL¡ viil.-r :rf a'.--ir., :lL igrL) v
lregánclose hi¡rócfitar.t]Cnte ¿¡ rertr-ttlcial c1 ttltlrl:. -'¡ :- r:',- i¡',lr-r cli-
rcctos e inclirectcrs clcl riesgo asllmicJo. (.tlancl'l lE:;,-'-i.'.i:ll:'r't.'ill flil I i j r'.-,r:'1:r :. .-' f -rr ,.1 i.".. rluÉ ¿1 rrt€cliaclos clcl rig,lc> XVil todavía cr¿t, t-'tr
gri:- ¡:';::e r ,.-r-i..-,:r '. ,,. ;j , ; litr¡roblacla, y crI 5r.15 calles v callejortes sc
lLrcgL) [)(-lsa.r los honrl¡res sus corrcs¡)t-rllci,.:l'.:r' ]:. - : ' ''':a apri;b;f .¿¡ L ., ..; r ,. i: r':!¡1:ll¡1aló:: Cle nlit(lclil.
ntiran ultt-rs a otroS y cotxlcnzan ¿t itlcrel-r¿tr>c .. .: :.-; .::r: ;;: '.:¡,-
[)¿]s enlre: sí. y acabatr gc-trcratrclo llás nornr¿,s ¿r:i¿,rl:.:.,. :tt. c-lr-re
ello sr-rpong:r ianrás elinrinar toclas las rrorrr¿s .i' f ' ' ,'.. rl ra ia 5i en l¡ Lcl;rr.l \itrli¡ k-rr i¡1qerrrr.¡¡ot ¿rlc¿rrrz¿rrc;rr urras ¡.rro¡torcicr
nrestraron inútiles, porqLre simplenrente !c irr:,,,i.' :,. ,.':r't''ir
rres lerrtlrífir¡! lr¿"CCC 5urr"lantcl]te SenCillO acl¡v¡n¿r l¿¡S causas:
Ilasta el sigLlente irrcendio r:on víctjrnas, lo r:1..r. set'.-:'¡1 []e n.ie','o
,\r]]or',ton¡n-iento rle c¡s.is, calles estrechas y toftuosas, una tipo-
()lr() ( ()rril,rntc) r,le norm¿is, qL¡e poco r-r n¿cja: I iel tr L-i -:tr . r: ltllt ,¿t\ 1o¡tÍa i-ttnstr-rct,'. ¡r l-r¡rs¡r-l¿r en l¡ rnacler¿1, y trna vicla dontéstica que
(.rir5¿5 clLte ¡-rrocir-rjeron reallllcrrtc- víctinl¡ts ijr, ',ilLi,.r- ,t- -!-,:'ltLilc)5. grabai en t(f r:-(., ¡ l-L.L'q() eli sLl est¿iclo más prtro.

De n¡ci¡, <t:-. ía lc¡:is1.rr sobre el Llso cicl fr-tego. ¡tr_resto quc cra
esenciai r-1r ,r', i.l,: i.lc.tr,lr-iel tierl¡ltt; ¡tc:ro lt;rStci str:;titr-rir los sO¡tOr-
lc:. cle ri-,¿r,-l'-rL:: :\\',' 'r .ri-rs r-le pieclra y ladrillo, y el material dt.: rrr.r-
bcrtr-rr¿r ler-tr.-.i I i;ir, l-elai\ ár¿ltres, para qLle los incctnclit-ls se
li
lL (i - l\q'l , r-: .- -:1 -',_: _i

[:ll ]¿l ¿tc¡i r,rliir-r.l :t fi:t {i) 5utge clc f(trrrt¿i i¡tdirccta, pltesto qrre
érLc i'a ailie.c¡> st,r': ¡:r.ii-i cn su estaclo trtrrro y los rrt¡tcriales cluc
SOI)O11¡rn l¡S,:¿t..i* :.,ri: ..ililitgOS, t)Of lo Ctral, de ¡¿lcl¿ tl l¡Ljv poco.
sitletc'llrrll't r(_r:i.I'l,_r,:r'ri:l'r-ros<,.<,rrncrsi cstt.tviéral¡.sen]aEci.rcl
\ler-ll¿, cL;,ll1i.l,-, ,.- Jr'.,ii-r q¡¡¿t alLt(. c¿ir-¡sa laS vícLintaS, tielte q,C ver
cotl l.r Lt¡t-lr rr-r!,i:crr,1 rJ,., L_rS r-lirc.ñc¡S y el crinrUlo clC nl¿rlcrjaleS COrn-
bLlstiblcs r-lL.r : ,.1-: ,-,=' ert nL¡CStrO\ lrogares, ccnto ¿lUtitntj-
"1'.rci,)
Cas l)(irlilirs ,-lr r,, 1,,, i'i.r (l(-,ntrO rlCt la viCl¿l f.rmili¿r: Botellas Cle
---l-li

btlt.rt-to ( orrcli-iL!::,rL: r-it g;rs. estantcrí¿is cic ljbros, alfonrtrras v


I ig. I I 2. lrrcencJitt frrovoc¡rl(-) r_if t,r- r
.rorlLiÉt,:ti (ir l1.ri:,_\_i 1r::. ii¡tc-ts, (.(tttin¿ts, sillones y llt¿iteriales (ie
:rl¡,{trc.r. ¡¡rtrlr: (.r ,¡i i.r¿ri(rs r-ie nuc-stras vivierrcla:¡ licrros clc s¡r
>t,,li¡r,, cLt
Si ¿rl incerrcJi¿lrio cle r-rn Ltosclue no le sr:c,:,(le 1-¡la:,1 i_l-i._i:i(1, ) (.,i
cleLeniclo, narda irlpiclc qr-te lr;tya incencji¡rjor ¡r I :--;':'i iri, l. ri.,-
P,trr.i. iósjri,rrL:,-lir.i lrts lorjaclos, entrc las htnciones que har
r¿rr [ácilnlenlc sL]s tierras cie una llr;rncrd s.r \, ¡ii ¡j,- r.,, ¡, (lrte
r,--i¿il.- Llt- l'r.tlt-rlltir. a-1,:,Ttí,io qir yL'cifl i¡vr.tl¡craclos cn u¡ incentlto se¿ir.
s¡lr(lLtL- sirvan p¿ira nada l;rs nonl¿ts qr-te tr ,.1,.,-,, .- I l, la,- -:-' (arl)ac('-s (l| Iti.:,t',.
_
ttir':i¡ri-r srrflr:ientC sin c:r-tlaltsitr, parct (lUC per_
hcch¿r cljcha operació¡1. nril:a ;r l¿r-s l)c,li(rrr:: ..i¡r¿,r\t'cli:l ntisnro sin sufrir cl¿ltios.
416 Los forjados rel¡cularcs

.\Ll ( OflLlL,-|: i.": je eclificict: que tol¿l o parcialnlentc


Evicle-ntemente. ciacla la ti¡tologí:i existcrrtc cie iorj;dos Lülr cli- r',(..r:ii-i¿i> r

e-n :t-i ¡-;il'r,';


-,r'.':ll- l-, j, ri,,...-
fercnte en l¿l cc:nsIrucciÓn, r)n()s curllpljrían e:t..r f ut-lcltin tlleit-rr l- 'L- . t-,',,1r l(, !.LLilltcl>.

que otros, pero en general, y cn nueslr¿t opinión. toclos i;i ctlnlplen tl:
-- .-:
I
51 rl',i:,.1 -: r t,Jf nllSOn, lnClUSO SOII Cclpcl(C5 Ue III(lll-
razonablcmente bien.
t('tlf!rr i. l. -r -: ,-::l: rr'rti elr toclas las situaciol]cs. dando tier|-
r.:i- l,-

l-rO :'rt-'r :ó.,:; =: =


,:=.-.. :t ,-'. r-'clificio slnt: a a¡tagat' c'l inccrrclit:

trr
L>16 ,,-. l.r r.1!e [)¿rrccc Ccs¡rrctrclcrsc c]c una rccicn-
--_ -
te e''i, .É:: - ' .'),r ar-ltrc Ios st--lvicios c.lt-: bc-rrrrI,crrcts clc,,"¿rias
cir.ri;, i . .:
r,'-.::'
,':i¡ o rlir:ho, nrts venros son'relidos .r Lrna nor-
r e irraciolral qLtc pcn¿rliza graverrertle el
',-:r,,1¿r

i:il:: -::
- -:l-;¡¡ cl-- ¡rerseguir los c:onLeniclcs

.' :' , r :,.-i;-.rl clcl fucgo, ¿l toclc)s los e ectrls. se nri:e f

' - ,i¡ :Lrclo el sistema constrlrctivo ¡nclustrial c5-


:-. .: - ..1-,, srlr;;lc itirl ricli ul¿.-r trrtlei irl f)árclLla clc vivien-
- -- - - :.1 r :,,,)Tr5tnrrclo en Es¡r.rria, lc.r cual nos ll¿iCe
- -r : *;iit.-ric¡ no est¿irá cn l.t
l)rollia Nornra.
Fig.l 1.4. lrrcendio dc un fucgo en tlna vivjenda trror.l('rtr., F Je:;.r¡:,::+:'-- : .' -t: , riti-i de evacu¿.rcjón cle r-ut e{ilttCio ronrctido
cl p.inico están servidos. :-,. - ,' i ':rrrlrltc'rs cs ¡osible rJe::iloi.rr Ljn.l \'¡\'icnd¿I,
' -, . -i :'t'ro cle clos pla:tt.ts, ctr ó[.) nrinulL)s Lln ec]i-
, -, - - -r'.r:: r-le 90 nrinulos si tiet-re nlás clc cliez. sitl

' r; : :--r .. irie l.¡ ev.rcr-r¿lciórl cle l.1s lti:'rsort.l5 i,'n los tietn-
.- ., -': ::.É'r-.cla lrtts dcnrueslr¿r (¡ue err l¿i dur¡ición dcl
.: : ::ll .. -: l';¡\ oc Ilorllll{loll ll() ( \)l(lli:cill, se Ilcl}cl C)
,::'* ,- .:- ,,-icnla ia norrilal-iva dc irrcctrtliil.
.f
¡
*: \\\\i +?
¡:'\*i
,ii ,!'..t *¡l
$,iiii,,i

párrico es el c¡ttsante del rttayor llúl:ic:r-, (-j,a . r-- -'ri


Fif¡. 1 1.5. [.]
proclucen en los incendios aclualcs, mjentras qtjc l¿¡ 'r!,: ji-.,.:r
5crncultl(:'rt('!tcltpte.¡diferertci¿rclclor.¡,,t:'>.,ar.l'i:-*:-.'-,,.i -

Basta consultar las henlerotecas dc n.ltlstro :-\.:i) {-) t:s:ir .1i(lr-


to a los n()ticiarios cle Ia telcvisjón p¿lra sac.lr urra ül(rllrclrt.il Loll
ch¡sión, las vícl-itrlas cn los incendios se ¡rr<lcluicr,rl ilor tre:r c;1r.l:;rl5
fundamenlales en este orden:

Histerismo y pésirtro comporLatlrierrto cí'"ico NLI trtls eclltcittl


para saber cottlport¿trnos erl 5itll.lcione:, cje eSt;r l-r¿ttur¿tlt-rza
Irrtoxicaciones clebidas al conletriclcl v llo ¿l c()llLillclrtc cl(l lo:i
eclificios.
Fii ll1- '. r"¡; de resi5tcrl(rd al 1,.t,:o-ct'e¡ltzad¿:
Acción clirecta clcl fuego contra l¿ts l)ersotr¿r 'r1l(l :iln conlcnt¿tri()5
¡-tt-rt HL-¡ " i
Los foria¿los r¿l:¿ularrrs 417

El nuclcl gorcli;rrro clel problema sc cncuenlra en el objetivo


segr-rndo, surnamcntc ambiguo y de difícil cuantificación; mientras
que sobre el prjrnero, toclo el mundo parccc estar de acuerdo.

Véase ¿ continuacrón las reflexiones del ingeniero losé María


lzquierclo. r.rn t-::pecialista cle Intemac, a propósito del asunto:

"Las nrvdirias d( prevew,ión de incendios g, en particular las


especificadones sol,re ios requttrimientos que deben cumplir |os elemenlos
eslruclrrra/¿s ¿i¿ urr ¿dificio, resultan 6sí un compromlso, entre el costo que
suplne incremelf¿¡r /¡s nedidas de sttguridad, U la esperanza malemcítica del
costo social inteartttlt't tle la apanción U prlpaqación de un íncendí0.

Sin enrbtirlro. tt eslablercr rrst}s requer¡mienlos, las auloridades


competentes rrtili:nrr crit¿rios que resultan dífícrl, cuando no imposibles,
de
¡.strLtclural¡¿s. lLts razones por las cuales la eslructura
tradtttir ¿11 :(ínili,lds
por eiemp[o' deba ser
lq4 liFolÓtcli' cle una tlittica Pdt?lrd¡l¿1, rott tleinte habitaciones,
l;ig. ll.T.RuinascaicinadaSClel itrcenciiocle5;rtri;it-rcit:'r1É en casl de íncendío' que un auditorio de
consirlerabltntcrl¡t' rtt¿is resistente,
Samotl.
q, por consiguiente' eI
L 200 itrcati¿i¡,i¡s, s.lrt tle tarácter político rtr social
plazos de evacua- ldcrricO ¿sfr¡rc¡itrc¡/ tt" absoltLtamente incapacítado para traducir estos
-se
Tratar de resolver el problema alargando los
iirrtes rllencioll¿rclos crite ritts drt ldntl ii tos 0[r¡'¡ ¡t'ot.
ción cle un edificio por encima cle los tiempos
por sobreclimerrsion¡¡dost penalizarr- actuantes sobre
(ya que dc sí se cncuentran sirrrriiiic¿¡i.i tt ck consíderar todos los posíbles factores
tnás lietlpo i:rcrerrrertta jn- I-¿¡
cjo a las estructuras para quc resistan un stílo pardmetro lel tiempo
la estrutlur:tc/¡ fLlsi ¿itr fueqrt en lórmtnos de
necesari¿rr¡rente el coste cle las obras y carece cle
setrticlo' discutible, y sólo puede iustifimne
¿l¿ resisl¡rrc,r¡ a/ irrcqpl es cttanto menos

retllntenk, Dr{1iiriIrr'dls(t(ios, cuga repre.sentatividad de'


Ia situación real en
Lásestructurasseguiránnlantenióndos€]enr)¡L.derrranerasi- resultan difícilmenle asumibles'
lcr-s i(rSos .orlcr¡lds ¡i,' irlcflidios,
nrilar a cotno lo vienen hacienclo y las víctimas ciebitlas al [rrcgo
se seglirán procluciendo igual, si no se busca l¡ scl!tlcicirl en ulla Por otr¿i pirrl.', /n am[trgtiedad de tos obietrvos a satislarcr' hace
planiiicación lógica de los sistemas de evacuación cn trasc a la ttnposible flrrü ¿1 ldcni(0 tl estudio fu soluciones a[ternativas.El incremento
iuncionalidacl y co.teniclo de los eclificjos, que nrinintice ¿rl nláxi- de xquridul ¿1tr. -(tll)0,¡¿ la instalactón de medidas de detección
q extinción
person;is y la
mo pos¡ble el iomportamiento clescontrolado cle las autonntittt l¡¿¡iu¡l¡rrdsl. iltündl n0 son exigibles, o de dísponerlos cln maA¡r
jncenclios'
acción de los gases tóxicos que se producen cn los irrt¿rrsi¿larl !l trlp.¡.¡rl¿td Llu( 16 re(llamentada, no
puede traducirse en términos

c¡rr r¡ /rs Li¡'lir¡ ¡¿io tt n o r mat it)a ví e nte ; como


g amprtc o resulta posible
Para finalizar este punto, rrlcrecre la perr'r traer a col'rcitl11
tltla ¿sl nr r l
t

er,¿¡lrtar t:l i;tcrr'Dt.'¡llo ,:ii' ricslttr que supone el


incumplimiertlo o positile fallo
reseñaclelinformeetnitidoporelaparejaclorD.D.rnliát¡C¿t5anLte-
tle est ¿ts rlrrr,li¿dis" I \la rí¿i Izqu ierclo, h'lter'rlac)'
l94l relativo al incendio que prác''icanrenfe arrasó la t

va en el año
ciudad de Santander:
,'Con mi iuicio, strfi¡ic¡¿k'rlt¿r¡l¡
¿irrrilosfrc¡do 4tr¿
aquel siniestro quedó, a
una re:püici;tón del mismo en la parte reclnstruítlLr d¿' S¡¡rt¡ri¿lcr u
tlonde se I 1.2. Criterios y normas sobre el proyecto
ha em'pleado el hormigón armatdo es muq difío! ¿rilr i¡0 ¿ic'lr intposible' la de estructuras frente al fuego
r,t
,iprt¡r'¡¿n ao un inrcnáío como el de l94l ,
pues (r l4's¿ir {lc .,rd(r¡rlr?rrsd e/

irt
riio' ¡irrrn:a¡io tos edifkios de
tJberna, o/orürd[t Lirpi.irr, /os dos crr /r¡ c¿r/lc
. Cuanclc-r técrlico se cnfrenta al proyecto de una estructu-
c
'teal¡aa, qLt€ (rLtil ¿íc itor¡rlioorr L1rnuldl' rcsistencia frente
IJ parte det de Pérez d,ll Motitto io it.' t'tonu,gC,n que cleba Let rer urra cierta
Nor-
quedaron en Pie" al friego err Esp¿lria' clel¡e tener presente las siglientes
n"ras:
líneas generalcs' los
Como resumen podría decirse qLie' crr . Condiciones de pro-
básicos clc la nornativa conira cl fucgo
son Norrrra Bírsjt.r cle la Eclificación NBE-CPIi9Ó:
,igui*ta, obietivos frrc(ili,r f!)irrrri irlc¡ildios de bs edílkios
los correctos Y adecuados' pova la proteuiort adicio'
. Ntfn:r¿r EHE {Anex() Tl llecomendaciottes
l. Evitar pérdidas cie vidas hunranas ilfrJ aaril/ii Jl firr4o dc ¿lenwttlos estructurales'
clerivaclos tle1 problema clel . Ettr¡lócligo 2. P¿rrle l-2' Reglas Cenerales Proqecto de estruttu-
2. Minimizar los gastos económicos
f¡reon
rulbv¡ f,l\ l/i'l;lL' rj, rllil/cr
Los Ioriados rcticuldt¿s

. Y adicionalmente, los requisitos localistas particularcs de I 1.3. Definiciones básicas


cada ciudad que tengan a bien introducir los técnicos res-
ponsables de controlar las normas anteriores baio su ópti- .
Se denomin¡ "resistcnci.r al ftlego" <le ur¡a estructura, o de
ca personal.
una panL- de ella, a su capacidad <le saLisfacer las ftrnciones re-
queridas tcapacid¿rci portante y ftrnción separaclora) frente a la ex-
Realmente, de las Normas mencionadas, la única qtle realmente posición a un l;ego es¡lecífico, duranle utr tiempo determinado'
tiene carácter obligatorio es la NBE'CP[/9ó, las restantes sólo
constituyen un coniunto de criterios y recomendaciones que . Se denonrrna.
asimisnto, "resistencia nonnalizada al fuego"
pretenden facilitar al proyectista el camino para poderla cumplir a de un¿ estniciura parte de ella (usualmente sólo clenrentos ais-
o
de
Lfectos prácticos, aunque a veces se convierten en una carrcra lados) a su rcsistencia a un fuego teórico nornlalizado, dado
por
obstáculos y más que una ayrtda, suponen urla tortt¡ra' recogida en la figura I I 8'
la cun'a de rellureratura-tielnpo
.
La filosofía esencialque inspira la NBE-CPI/9Ó' con la
quc'
,-,o
la de evitar que cuanclo sc produz-
estamos en total sintonía, es
I

e"c I
pro-
ca un incendio etl un edificio, sea éste del tipo qLte sea' I'lo se
I

11!!
y,
duzcan víctimas si es posible, reducir al mínimo las pérdidas I
c
I +
materiales, tal y como expresábamos en el punto anterior'
t
g
4
._ ¡.. I
"-Ti
I
á
Para conseguirlo, y en fu¡rción de las características c¿c
i
I
constructivas y funcionales clc cada edificio, la Nc'rrnra establece !i i I

a aai: I

unos tiempos teóricos de evacuación y dc acuerdo a ellos fila una z --=+


I

serie de criterios que hacen posible dicha ev¿icrlación en los


c
tiempos establc'cidos sin que se produzcan dairos a las personas' qo r2o
'!. r-{ lc { r8o 24o : 160
Estos criterios se materializan en cuatro vías diferentes: -..-.-. ! 3 I{ORAS

"porüuI--'
a. Diseños de espacios y vías de evacuación ventilados y pro-
tT=l-f,=745Logl8r+ll
tegidos, cumpliendo unos requisitos geométricos ¡uficien-
tes quc permitatr el rápido tránsito de personas. r -! ir J -:s tt: irl T,: tcillpcratllr¡ jnicial; L: tie¡npo de exposición al
b. Dispositivos añadidos a la construcción para l.l detección I' . *'-üi,
control dél fuego que minimicen al máximo la .lcción del mis-
mo sobre las personas por los circuitos de evacuación pre- i.¡ t I I (:una palróttlSOtemperatttra-tienpo.
vistos: extintores, detectores de humos, rociadores, puertas
especialcs, etc.
c. Elección de materiales de construcción acorde con los tiem- . E, tienirro rláximo de exposición hasta qtrc resulta
inminen-
pos previstos de evacuación para el edificio construido, que te la pérdid.: cle capacidad para satisfacer las filnciones requeri-
limiten la propagación del fuego (llarnas, gases calientes. ca- períoclo dc "resistencia al frrego normalizado" y
cl¿s. s(r cL-nomin¿r
lor exccsivo) fuera de las áreas concretas lfunción separado-
se expresa err nlintltot.
ra) y que no contribuyan a la alirnentaciórr del fuego,
d. Diseño y construcción de estructuras capaces de sostencr Los períoclos nomin¿les se aiustan a tlna serie de minutos, an-
los edificios sin que se produzcan colapsos prematr-rros lfun- tecedidos por urr¿s siglas que varían según se aplique a diferen-
ción portante), pcrmitiendo que todos los criterios alrtcrio- les elelrentos, l¡rs nrús gertéricas son RF (resistencia al fucgo) EF
res pueden desarrollarsc plenarltente en los ticmpos de testabilidaci al furcgo).
evacuación establecidos.

. Nos cenlraren'tos básicamente en el apartado d. de lo IIF EF: 30,ó0,90.120 v 240 minutos.


expuesto en la NBE-CPL196, ala luz de lo publicado por algutros
especialistas en la materia, con la única intención de clarificar y Lá EHE y el [C'2, emplean la sigla "R" cuando se refieren a la
orientar al proyectista sobre el problema, con algunos conlentarios capacidacl resistente, la "E" si se refieren a requisitos de estanquei-
personales en función de nuestra experiencia. En nrodo alguno,
dad al paso cle l.rs liam"rs y gases calientes, y la sigla "1" cuando
pretendemos introducirnos en el mundo del cálculo global de
se trata de est.rblecer criterios de aislamiento térmico en caso de
estructuras sometidas al fuego, dado que constituye Lln campo
fr"rego.
reseruado a la especialización debido a su complejidad,
Los /orjudos reticulares 4t9

ft \rt t.P¡ í, l' \'t I'ltrrt)t i lDis \ |


l¡l.l!\l' \ llf'lr\ t)[ t'l Fr,i)' -l
Uso del reclnto infenol
Plañtas 5oore'asánte t\ lffl\]o _txuoo
rUár. llru,a de eracu¿ciÓn dcl cdlícro
al forjado cons¡derado ---T- t..-:i rr. ¡ ¡uro roRIÚ¡?¡¡l il\o 6.trl
trtx\(ro I'l trluP(x \3¡l rlt5

-+
-j-li_l
llil
l -..J. .. -¡. .¡
,t" lr¡, lnil !lr, :ll,r
r ll i,l.l;t t)f{l(,1.1'\ rrr¡i¡' I

(1) EF-180 si la altura de evac\¡ac¡Ón cs > 28 rrl qobre fasarlie (lc fues)'
con n¡i ce i?es Dl¡^rAq Fig. I I 9. C11r1'.r:' '.Ér-¡pcr"1tlira-l-iempc) en clistil'Itoi; L¡pos
\2) F-F LzO en cdrfiqlog de t'so Hospital€r¡o
(l.Nl l/ tlL¡:cl(l(' ll',:i trr¿¡cl
T¡¡bla I l.l

Contparatrclo c:urvas cle lasfiguras l l l0 y l l'l l sc adivi-


l¿rs
.Losvaloresdelostienrposclcresistel.IciairlfuegoerlEspa- na f¿icilmentc por qué insistimos cn afirlnar que las estnlcturas
por no
ñarest¡ltanCspecialmenteexigentesycollsen'Ctdorescof.Ircspect() nloclcrrl.¡s, especialmcnte las de hormigón, ticnelt escasa'
a otros Países conlunitarios. cle las víctimi¡s que producen los in-
clecir nula, reiponsaLri)iclacl
ce'ndios
TIEMPO REOUERIOO DE ESÍABILIOAO AL
FUEGO. EN MINUÍOS EN EDIFICIOS DE

st.M u LAelÓlf-Df.lNc E NUa FN..QFlClras


T E I\tP €BAI UBAE.REEIS.T-RA.AN

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']fu 6n las ttl! plante! ¡nfuiorü. En cl redo i ¡oo


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Tabla I 1.2. Resistcncia al fuego conrD¿r¿r! 0

p.ríses de la U,E. (J.M. lzquierdol o a lo i! ¡O ¡s !O ls ¡0 4t tC ÚÍ C0

rl¡¿uf os DESo[ LA loxlclól¡

. Las cu ryaslempgratura-Tient)o, rclac iond n jas te mperatllras


Fig. I L 10. S:::t;., ¿,:.ió:r cle rrrt rrcenclio en ofici
nas. Temper.rttlras regisl r"lclas
del ga.s en el entorno cle una sllperficie cn lullción dcl tientpo
l)tte- i

(l.fvl. lzclr.lrc.:riio liitrlrrl¿icI


clen ser nomi¡tales o paramétricas, y 5c cletallan ¿¡ cotltinuaciórt.

. Nominales: En fornla dc ctlrvas col-l\,cncionaIe5, ¿]dal)t¿i(las


TNcENOIO REAL EN OFICINAS
para la clarificación o verificación de ia resistencia al fuego'
por eienlplo: la curva nornlalizacla tclllperatttra-tielnpo TE MPEBATIIEAS.BEGI TEAPAS
lso R-834.
1&
.Paramétrlcas:Determinadassobrt:labasc:clemodclosdc 9@

incendios y rJc los parátnetros físicos espccíficos c¡ttc des- r7@


criban las condiciorrcs en e-l sector cle ftrego' F@
itr 5@
Á @
L;r curva nolninal aceptacla es la cL¡rua l5O R-834 qLlc l']o sLlclle
fi>2@roo
ser un fiel refleio cle los fuegos reales; cic aquí quc se clcba estable-
1@
cer una ecluivalenCia cntre la rciaciótr tcmperatt.lr¿i-ticn'rpo lratrón ó
o5 ¡o ¡t zo 25 30 !5 ¡K) a6 to s5 @ 65
clLre se ha visto y que ha sido preciso nornalizar p¿ira obtener rc-
MrNUtos ogso¡ LA lGNGlc¡t I

suitados cernparativos en los ensayos, y la relación tenlperatura-


tiempo real que ticnc lugar err un incendio v qL¡e ptl(-cic- h¿icer qtlc
1.1 temperatura méxirrta sca alcanzacja cn ul) t¡emp() rilás corto, ccln Fig, I i .1 L l:..ceri,1:cr r(-¿jl crl oficil'lits, T(:rIlper.ltLlras rcgislr¿ld¡5
lo cual el material pucde nrodilicar arltes sus prof)¡ccades. ( I.M.lzcl Lr ir:'rclil lr ten;r( I
Los lo¡iados reli(ulut¿s

. Elcmentos protegidos: Elementos en ios quc sc torrlan llle- Si los recubrint l¿Ilos lit'il¿rt un $pes\r que excede los 5 cm, es precisa

didas para rcducir en ellos el incremento de la temperatura debi- adoptar m¿didtts ¡di¡i¡¡¡¿/¡s tlue ü>€Qurü su íntegridad, como puede ser la
da al fuego, mediante recubrirnientos y capas protectoras. colomcititt dr r¡rnr¡uli¡r¡-< s¿rp/t'ntc¡tl¿¡nas lipo lela de gallinero".

Siernpre puede resultar una opción válida acudir a capas


protectoras, cuya eficacia suclc nledirse en ce¡rtírneLros
No obstar.te. cLrnviene tencr cn cuent¿J clue las proteccionc.s
equivalentes de hormigón con el obieto de no penalizar Ios
conseguicias pc'r' Cifr-:rcntcs ¡:rocedirnientos no sc ¡rueden surnar
recubrirnientos reales de las armaduras en las estructuras con
pesos inútiles y pérdidas de eficaci¿¡ en los brazos nlecániccls algebraicamer te rje iomra dirccta.
resistentes.
En cfeci,:, qie una c¿ipa extcrna proporcionc una determina-
Los prodLlctos empleados como proteccicin y rcvcstinliento, da cstabilll¿d ;, :uegtt sulx)nct que, superado el ticmpo de protec-
deben venir avalados por su eficacia contrastad¿r nrcdiante ción nonr:n¿ r'trasdós, dicha protección ¡:uede desaparecer
-sr;
ensayos y, si es posible también, por un buen cornportamiento cle físicame:lr 5r .iiü ;ucecle ;lsí, cl elemenl-() estntctr¡ral estaría so-
los mismos en fuegos realcs. Por ejernplo, I cm cjc: cs¡resor de un metido ei' L-i: " rc"renLo no ¿l la tempcratura ambientc cornenz¿tn-
guarnecido de ycso, equivale a | ,8 cm dc recubrirnientct en do el citl¡ ce ,¡ I5() R-843, sino a la [ernperatura que err dich¡r
hormigón. cun'a coi¡esE:,:,de ¡i tien'lpo trarrscurridc¡; y el daño total produ-
cido er .d c:'!r.j,-:ura scrá mayor qrre Si el proceso comenzasc de
A propósito de la protección de las armaduras, cl profesor
cero
l.M. Femándcz Cánovas nos dice lo siguiente:
"La experiencia ha demostrado que dada la baja conduclív'iclad lárntira L¡ es:abi.:j¿ir general de la estructura scrá srr¡'rcrior c¡ue la ga-
del hormigón, los recubrimientos forman una tapa protertora clt las Grn:ü;r,t¿ l):r: C;.r.i¡: (¿i)¡i prote(rtor¿. f)ero siern¡:re serii inferior a la
armaduras de bastante eficacia siempre que el recubrimiento tenga urr ¿srrrdr sun-,a algt-i:,'; ,:¿ rie las teírricamente generalizados por dichas
adecuado. Un recubnmiento de 2 cm de espesor asegura Lo:ra prottttctón de d capas
menos 30 minutos. Con espesores de 3 a 4 cm se tiffie una buena pr\t(ii.,I.
D¿io el :r:eré: qLle las tabiqueríirs puederr terler corlto elenren-
a costa de aumentar las dimensiones U peso de la sstructur¿¡. dc a4ui
si bien
que cuandl la protección requerida deba pasar de tres ftoras. lo ntcis tos Cc or,cte( cló:-r rara las estructuras, adiuntamos las dos tablas
interesanle sea recurrir a complementar al realmenle erisl¿rtt¿ de hlrntirl.iti
rel¿cjr¡:iaci;rs ror l¿s nlisn'ias recogidas en la NBE-CP|/96

con proteuiones especiales más ligeras g en definitiva ttt¿is ¿corlomicas.


. Ter:rlrc'ratirl'¿ críLic¿ cle las armaduras: Es Iii letrtperatura a la
Los recubrimientos deben ser, por tanto, suficienles para 4uc Jas
cllal cs L¡re', rsi'nle LrLie 5c proclttzca un fallo en las arnracluras
de
armaduras no alcancen Ia lemperatura críliCA del acero, debíindos¿ m¿it?lctl{'r
una piez;i estnrit'Jr¿ri sonreticla tltr nivel de cargas previamente
íntegru, es decir, sin disgregaciones ni desprendimientls (lunque en ttlqtuta dt
¿r

sus zonas llegue a alcanzarse Ia temperatura crílica.


fiiado

rl fucgo dc m¡¡ro: Y trtiquca


Espesor de la fábrica en cm
Con tadrillo hueco
+6 8-10 '11-12 11.12 2ú24

Por l¡ c¡ir cxpuestt rl fuego


Por [a dos c¡ras

Por la crr! .xpu€str al fuego 60 120 180


Por las dos caras 90 180 240
Resistonci¡ al fuego

Tabla I I .3
Los /oriados rttícular¿s 42t

n¡¡f6 y 11.4. Desanollo de un incendio


Tipo d. d. dc
.l lurgo
G¡M acwst¡m¡anta an cm
El cles.¡rrollo de un incenclio puede dividirse en tres fases'
to 15
t5 60
20 120 a Fase, l-.: primcra fase constituye la iniciación del incendio
I
S¡¡ nvcsür lo 60 con elevacjón gracitlsl y rápidá dc ia letnperatura y, en la cual, el
l5 90
20 180 irrcrenlentr¡ rle Ia tcm¡rer;rtura dcpende Lr¿ísicanrente de:
Voloánl:o Sh rcvc¡tit 12 120
20 180 ' Tipo combustible y conlpoltamien[o de la combustiórr,
Gur,n.ddoc.ó arQuGsu dl fuego 12 t20
rao
. Carg;r cle fucgo exislentc en el recinto y distribución de la
Gulmaddo doa olta
rnisnra.
Gu¡mrcido c¡tz opuel¡ !l
lurgo Y Gnto&ldo cal- alGrior 12 t80 o Extetlsión dcl frLego.
20 2&
A?c¡ll3
ergrndidr Sin ¡¡vatt t20 2a Fase. segunda f¿rse constituye la plenitud y estabilidad
Li
Arc¡lh clel fuego, irrfh-rt'encjo ctr la misrrla considerablelnentc:
.rprnd¡dr Sin ¡evcrtk 20 240
?40
. CcontetrLr \¡ tantario del local.
Silícro Siñ t v.sl¡r 25
o T¿rrnaño ysilu¿ción de los huecos, y por tanto, cantidad de
Tabla I 1.4 oxígerto aporlado a la combustión: condiciones de ventila-
ción
L¿ temper¿tura nláxima alcanzada y la duración de esta fase,
UNIDADES tambión tiencn cltre ver con la pritnera, pues de¡renden
consjcjeral:lelnc-nte cle. la c¿rntidad de combusLiblc alm¿rcenado en
Masa Kg (Kgnrl el local.
Longitud Mel.ro

Tierirpo Segr¡ndo 3a Fase. Esta fase está lormada por el descenso de la

Fuerza Ncwton ll kN = 1000 \t intensicl¡d del incendio hasta su extinción debido alagotamiento
del conrbustiblc existente en el local o a la eficacia de los scrvicios
Tensión Pascal = -lI tl r{l-tr = I 0¿' P¡sc.¡ii:st
n'l- de lucha conlra cl fuego ¡rrrestos cn iuego.
Trabaio/Er'¡ergia h:lio= IN I rrr= I Ksr r)-s4-
: trabaio I lulio
tiemÍ)o-
1¡¡"¡¡,,
Potencia I scg

Tcrrnperatura
{i[ - ". - "K - 273 lr.,
I
.a
I iulicr 0.2?t) calorías tr
:)
F
I cak¡ría 4,1855 iulios
E
I ETIJ 2lr2 cak¡rLrs U
,
A
U
Tabla I 1.5

DURACION DEL FUEGO +

Fig I l.ll. Fascs cle clesarrollt¡ clc un fuego (l.M Fernández Cánovasl'

Los cfecros nrás gravcs cle un incendio l-ienen lugar duranle la


transición cle la ¡rrinrera a la segunda fase, dcbido a la rapidcz con
la que subc ler temperatura que pucde llegar a alcanzar en algunos
casos los l250rC. En esta transición se produce la inflamación
gerreralizacla de los nlateriales contenidos en el local
422 Los lorjados reticulares

Pero tampoco debg olvidarse que un enfriamiento bnlsco de


las piezas debido al agua puede engendrar un choque térmico que
las fragilice, por lo que un descenso gradual de las temperaturas
siempre seúa deseable.

o Para estimar el tiempo que se precisa para alcanzar la tem-


peratura máxima en un incendio podemos emplear la expresión de
Kawagoe.

Wo'S*
'- :J.sn . n

siendo.
t: Tiempo transcurrido para alcanzar la máxima temperatura en
minutos.
Wo: Potencial calorífico unitario existente en cl recirrto
Fl material
cJmbustible cxistente se transforma en su cquivalettte en madera y,
3e ex[)resa por su
así, el potencial calorffico unitario del combustible
potencial de madera por unidad cle superf icie en <j¿Nim,. Fig I n l4 ,J:-á'ru:-..".'n"llu,, al"nlpo para SnlS*
: 0'50 segtrrr ensaycrs
"quiu"i"nt" realuad<,'s :¡3l' - F.:ír Rescarch Station'
S,'r: Superficie del recinto en metros cuadrados
que puede vcntilar el
S¡: Superficie de huecos en metros cuadrados reduc-
recinto. Corno se cleciuce dc los ensayos, puede versc el efecto
máximas tiene el dotar de ventila-
H: Altura media de los huecos que existen en el recinto
tor que sobre Ias iernpcraturas
ción a los retirrios.
al in-
La Fire Research inglesa, completa la fórmula de Kawagoe 5e apreria t¿nrbiétr que las curvas de los ensayos sorr
diferen-
dicar que si: patrón ISO ll-834, pero si tenemos en cuenta que
tes a la teóric¿
del fuego tie-
la tr¿nsrnisiorl de calor entre dos puntos el efecto
y
w^ < I ro.!h ne que \¡er con la lemperatura y el tiempo de exposiciór]
al mismo'
"5* posible encolltrar'
es decir. al áre;'r clue encienan dichas curvas, es
el
la elevación cle la temperatura dependerá únicamente de
la canti- mediante eq,Lrivalcncia cle árcas, las duraciones equivalentes'
que el tiempo no exccda efecto que pioduciría el fLrego rcal <¡ el ensyado sobre una dcter'
dad de combustible en el local, siempre
los 3O minutos. minada pieza c'stnlctural si siguiese la curva patrón R-834'

T (ecii
I

É
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rJ F
o
G
6 f¡J
F
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:U
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F

r (mrn)
TI EMPO

Fig.l Ll5, L)iferencias crrtre un,l hip<-:tética curva real y.la curva patrón, apli-
DURACION DEL FUEGO, l(¡¡n ) caáa al honrrigótt en la que suele realizarse la e.valuación de las áreas par-
lienclo clc los'300uC quc es cuando cl hormigón comienza realmcnte a
Fig. I I .13. Cráficos temperatura-tiempo para 5n/5* : 0,25 segrin ensayos experinlcntar ¡lteracjolrcs rntportantcs en su cof llportamiento rc$istente.
realizados ¡ror la Fire Research Station.
ll.M. !crn¿incjez Cánc;l ast.
l,.os forjados reticulares

I 1.5. Acción del fuego y comportamlento


del hormigón frente al mismo
t
t-
t L¿ absorción de calor y, por tanto, el aumento de la tempera-
:c
U 20 tr< I
wol
tura que durante un incendio tiene lugar en el hormigón de una es-
ts 'o(l/'l wo<30 t:r! tructLlra produce en él transformaciones que afectan a sus
r) 20<
30 < wos60 ts ) |
cualidade: resistentes.
sh: SUPERFICIE 0E LOS HUeCOS

olo2030405060 l(mi¡)
Sr=SlrPERFlClE Ot PARED .A rrieclicia que aumenta la temperatura hasta los l00oC, el
T IEMPO agua libre que forma parte de) hormigón en sus capilares absorbe
$an pane del calor al evaporarse, retrasando el aumento de la tem-
Fie.I I.ló. lnfluencia del pOtencial calorífico y su¡:erficies l rrecr:s-¡Jared so- peratura en el interior del hormigón. Debido a este fenómeno el ca-
bñ las curvas reales temperatura-tiempo
lor específico del hormigón se incrementa hasta un tercio de su
valor inicial.
Comparando las curvas reales con la cun'a patrón' se deducen . Entre los 200 y 300'1C la pérdida del agua libre capilar es to-
algunos aspectos intcresantes, segun I M F Cárlovas:
tal; sin embargo, el horrnigón apenas sufre alteración alguna en su
. Si Wo < 20 daN/m2 y existen huecos normales' la duración estructura y ias pérdidas de resistencia que tienen lugar en el mis-
equivalente "t"" es menor que la conespondiente a la tempe- mo son despreciablcs.
ratura máxima "t", siendo igual o menor que la Curación efec-
tiva. La duración, como se puede apreciar' no depende de la Sin embargo, el aspecto positivo de la humedad contenida en
ventilación y la temperatura disminuye con ella los poros y capilares, tjene un aspecto negativo y contraproducen-
. Si 30 < W., < ó0 daN/m2, se puede considerar aproximada- te. ParLe clel agua contenida en su interior, al tratar de evaporarse'
mente que te:t, La cluración no dependerá de la ventilaciórt; engendra r-rnas fuertes presiones intemas que pueden provocar un
y la temperatura disminuye con ella. clesprendimiento explosivo de los recubrimientos 9pallinql' El efec-
. Por últ¡mo, si Wo > ó0 daN/mr, que corresponde a rrna po- to spal/irg suele producirse en aquellos incendios que se desarro-
tencia calorÍfica muy fuerte y raramente alcanzada en vivien- llan a plena potencia, muy deprisa y elevan muy rápidamente la
das, aunque sí en almacenes y depósitos, se tienen los temperatllra en el honnigón.
siguientes tientpos mínimos aproximados en alcanzar la tem-
peratura máxima "t" y la equivalente "t ". según la tabla I l.ó. .De 300 a 400oC se producen pérdidas de agua del gel de ce-
mento, apreciándose ya descenso de la resistencia que puede lle-
sb gar a a)carrza r un 25"/o con las primeras fisuras del hormigón.
j
e(@) t..(r.l
Sw . A los 450-'C el hidróxido de cal procedente de la hidratación

L/2 20 55 de los silicatos se transforma en óxido de cal.


Ll4 30 70
.
r/6 40 80 Hacia los ó00óC, los áridos, que no poseen todos el mismo
coeficiente de dilatación térmica, se expanden fuertemente con
Tabla I l.ó diferente intensidad, dando lugar a tensiones intemas que empie-
zan a disgregar el hormigón. A esta temperatura, las pérdidas de
Para los potenciales caloríficos vistos allteriormente y quc no resistencia en el hormigón pueden alcanzar eI50o/o.
sobrepasan los ó0 daN/m2 de peso equivalente en madera'
adoptando una resistencia al fuego de 120 minlltos' se tiene un
. Por encirna de los ó00oC, las pérdidas de resistencia aumen-
coeficiente de seguridad que puede oscilar entre L5 y 2. tan consideratrienlente.
Dado que según el EC-2, el coeficiente de seguridad baio la Si la temperatura del hormigón no ha superado los 500oC, pue-
acción del fuego para las propiedades térmic:as v rrtecánicas del
de experirnerrt¿r urra rehidratación poster¡or al incendio y recupe-
hormigón y de las armaduras debe ser la unidad, cl criterio anterior
rar hasta el 90"ó de su resistencia inicial al cabo de un año.
obtenido de l.M Fernández Cánovas, podríamos adietivarlo de
conservador.
Los íoriados reticularcs

Elon gaejéu a ia rga m i ento lérmico unjlario del hormigén'


1
- llornrigón de áridos silíceos.
¡

. f¿qf¡nalr -( 16¡ f¡
't+2'3'10-r I ' t3
lrrrcialr
0.8 ..
\ tttll t < 700'rC --) = 1l = 1,8'10-a +9'lO-ó

0,6
\ t> 700¡C -) ..=l,l=14'10-j
I
&t,l 0,f \ sielrdü ! e :l:l' ueritillra
\
\ P¿ra cáicr-rlos sinrPlificados:
0.2
\ Ec=18'10-ó't
0;
200 ¡,00 ó00 too r000 l 200 - Honr:gón dc áridos calizos'
I en'f-
ll
t', = l = 1,2'10-a +ó'10-Ó 't+1,4'10-ll
' t3
a ccmpresión t < 80i:C -r
Fig. I I .17. Influencia de la temperatura sobre la resistencia
del hormigón (EC-2). \l
t>80i C --+ €. =-l - lo'lo-3
menor
l-a conductiüdacl térmica del hormigón es baja sicmpre
ligeros, aumenta corl los hornigoncs calizos y P¿ra cá.culc's sinrPlificados:
en los hormigones
Por lo a|rtenor' la
es mayor con los hormigones de áridos silíceos
norm;tiva penal¡za más (en tomo a un l07o) a los hormigoncs de €. =12'10{'t
áridos silíceos, que los hormigones fabricados con áridos calizos.
. Calor especiie-o delhanjgon tválido para hormigones silí-
Las dilatacioncs de los hormigoncs calizos. son sinrilarcs ¿r las ceos ¡' calLzost.
del acero hasta temperaturas del orden cle los 900'-C, l]lientr¿is que
son mayores si el hormigón está confeccionado con árido silíceo' 20ü<t<1200"c
.
Debido a la baia conductividad térmica del liormigón, éste
se resiste a que el calor y la temperatura penetrell en stl interior;
por consiguiente, la forma de las piezas adquiere una gran
relevancia en las pérdidas de rcsistencia que l'raya qrre cotrsiderar
6s=eoo.8o(*)-,(#l
tffi)
Debiclo las hunrecl¿dcs que puedc tener el hormigón, entre
¿r
en el interior de las mismas.
100ú C y' 200" Ci, puecle cxistir urr pico de ,
Los incrementos mayores de temperatura, por t¿irr[o' tienerl
lugar en las esquinas de las piezas, al incidir el calor por dos caras' ce rHunreciacl del 2eo en pesot = 1875 ( #::a )
en vez de incidir por una solamente.
en peso) : 2750( tüLt:. )
. Al incrementarse las temperaturas, la resistencia del Ce rHunredad clel 4ou,

proclr'rcc su
horrnigón dcsciende, pero la deformación a la qrre se
rotura aumenta espectacularmelttc' al dismintrit asinrisntcr . Corrdqc!_úiclAd_Lé r nUC¿

notablemente su módulo de deformación'


- Homrigón cle áridos silíceos'
El efecto mencionado permite que el hortligón' en
los c¿tsos
produciclo ctt las
normales, absorba los esfuerzos de compresión
piezas hiperestáticas por las coacciones exteriores
a la libre Lc=2-024 (#)...,, (#J
rotl¡ra frágil en
dilatación de las mismas, sin que se produzca una
el mismo.
Los f,¡¡iados r¿lirular¿s

- Hormigón de áridos calizos, Arttílogamettrt, si la deformación últina del acero viene condicionada
a
tenperatura anúimte en una pieza trabajando a
flexión por Ia prolundidad
del bloque rcntprimido a ,alores en torno al 0,3ó/o, el agotamiento de la pieza
rc -r,ó-o,rn (fr).o,oot t#l -------::-:
t'tl '',L al aluttzarse ltrs 400" c en la armadura se produce por compresión del
honnígón rt tltfutnctciout's en el acero en torno al O,i%, g por consiguiente
Para cálculos rápidos: al 75o/" de stt tttptttidad última, con el consiguiente descenso en la capaeidad
de ld pie:a."
lc (silíceos) = l,ó
l. (calizos) = 1,3 -I¿ ¿in
I

)". (Hormigón ligcro¡ : 9,6


I
f.a ooc
I

M0DUr..i ú1,
I
il EC,)
€. LASI rC ' DA i)
i

I l.ó. Acción del fuego y comportamiento 'r N,i,ilN


i)L !(ifLtRA
: r ¡-'OO

del acero frente al mismo i4'.'ri-j

r ASTrCü
! 2()c
Las propiedades mecánicas de los aceros disnrinLry,en corr el
aumento de la temperatura y debemos tenerlo n'luv presente. ¡t
Fi{!r¡()R i iofta L I
I CCO
:,A'

. i!L) ¿,.)r--) 30O 4C0 S00 bJO


E I EtulpFFrAl.JilA (?Cl
l
F
o
e, Iig. I I .lq). lnilucrrcia de la temperatura crI un acero ordinario,
n¿\tSlfNar¡
(J . Atención a los vicjos aceros est.irados cn fr'ro, de uso muy fre-
2
l¡J
F
(t
cuente err Esp;rña cn los años anteriores a 1975, que pueden pre-
6
l¡i
30 scntar utras pérclirjas residr¡alcs cntre un 25..307o para
G ten'rperaturas del orden de los 7000 C, dado que su estructura con
l¡J
(¡ la tempera tu ra experimenta rea justes importa ntes.
¡e
i.2 r-'- -- - --" --r--'
o rm 200 ¡m 400 t00 oC I lAc eRo
fEM PERAT URA u13
i lt.a
MINADO
o li) 1,O
FIN
Fig. I I .18. lnfluencia de la tcnrpcratura sobre la resisrerrc:.: a tracción del
olo
acero.
olo 0,8
9lo
pl¡
atú
Los aceros de dureza natural habitualrllentc cnrpleados err las 1I:
ulu
estructuras de edificación, prácticamente recuperan su capacidad
resistente tras el incendio, Los diagramas tensión-clefomraciÓn ccln
-l-
I ll:
o,4
>l>
la temperatura cxperimentan un gran cambio, aunque la deforma- ll¡ 0,2
crón de rotura de los aceros permancce estable err tclrI rt.l ¿l Z,-.t'-/<t
_
José Mo lzquierdo nos dice lo siguiente a propósito de la in-
c ¿oo 4oo 600-__J
8oo

fluencia clue pueden tener las variaci<¡ltes err el diagrama tensión-


f É.MP€RAf trRA¡ (oC)

deformación cle los aceros, en cl componanlicnto de las ¡riezas de Fig. | 1.20. CLtn'ar rotrtp.tt.rtjvas tlcl las recuperaciorltls de resistencia t:ntre
hormigórr arnlado: un accro l.lnrinado ¡ t-rlro e:;tirado en lrio.

"En el casl de pilares de hormigón, resulla que la deforntación tle rotura . En clranto a los.rccros del hormigón pretensaclo, mucha aten-
de un hormigón a 40OQ C es próxima al 0,7"/", A p6t a que el acero conto
(tltima, ción y cuiclaclo con k-rs tltisnros, porque su sensibilidad al fuego
lal a esa temperatura no tiene una pérdida notable de w capacidad
cs rnucho nás elevada cltte la que poseen los aceros de dureza
a Ia delormación del O,7o/o, la tensión de trabaio es dttl ortlen del 80o/o de la
natural lanrinados.
rotuta, A se produce el agotamiento prematuro de ltr pie:a a conryresiótt-
Los loriados retkulares

Para temperaturas del ordcn de los 400-500')C' prredcn ya pro- Ra


Toc
clucirse roturas importantes en las piezas, al baiar sll res¡stcnci¿ Re 2ooc
40
prácticamente a la nrit'ad.

Especial prudencia debemos terler con las viguetas pretensa-


clas de uso frecucnte en la eclificación, dado el rccubrinrient() tárl
estriclo que poseen.
o,6
.Se denomina temperatura crítica de un acero a aquella para
la cual el límite elásticc¡ del nlisnlo toma el valor clc la tensión de 0,4
trabaio. Suponiendo que cl valor de la tensión de lrab;i jo prevista
cn un acero haya sido la mitad de la conespondiente al límite elás-
tico, las temperaturas crÍticas para distintos tipos dc accros scrán
las dadas en la tabla I I .7, en la que se muestran tarnbién las tem-
peraturas a las que se produce una reducción dcl 25 y 50olo cJc str 200 300 400 500 600 ?Do
resistencia. foc
Fie. llJi \;r:¡-.':,: -:,.. ..::ri',c clástico rc'lativo dc un acero M00N con la
temperatura
tde
disnlnuclón
Estructura de Ia
Naturaleza Tenperatura resistencia . Coeficicntc cic drlatación-elongación
dal acaro crftica cc. con la dc los aceros de armar.
tGroperatura,
r s 750', C
25N 5ol
600
.¡ - rl
Suave 550 650 -8
HorniEón 4ló. lo-4 +l,2.lo-5 . r+o,4.lo . 12
arnado 6enlcluro 550 550 600 I

Alanbre 500 500 550 7i0.,c<t<8ó0,-c


Hornigón adheüente
pretensado
cable 300 350 400
r-=J=ll,lo:r
'l
Tabla I 1.7. (1.M. Fernánclez Cánov.rs,
t > 8ó0': c
Los principales factorcs que influyen en la elcl'ación de ia
lefnperatura dcl acero en el hormigón armado son, segúrr el ., = f = -6,2 lo-3 + z.l o-5 .t
profcsor l.M.F. Cánovas:

. La intensidad del fucgo que viene dada por la ct¡r¡a ISO tcm-
sjeldo i l; :e!':'i)er.ltLrr.¡ .itc.tnzada por el acero.

peratura-tiempo.
Para los cálculos timplificados:
. la masa dc la picza, es decir, la relación volumen-superficie
cxpuesta al fuego. (Cuanto mayor sea la masa más ciespacio €, = 14 l0-Ó t Aceros de armar
se calentará el hormigón armado).
ss:12 l0-ó [ Acerodepretensado
. Lá presencia de pantallas que aseguren la protección del
acero frente a la elevación de temperatura. tEl horrnigón del
recubrimiento forma una pantalla natural muy import¿rnl-e y
nrucho rnás si sobre él se ha dado un guarnecido de yeso.
Hay quc exigir espesorcs dc rccubrimicnto talcs quc Ias ar-
maduras permanezcan por debaio de la tenrperatLrra crítica
durante tiempos determinados de duración del fuego),
Los frrrlndns rclrtnir¡r¡s

11.7. Acción del fuego sobre las


Arca (-t): l{csgo rler¡:onch¿rjo violcnto dc I
estructuras de hormigón armado lLr.rrlugón.
cJc:

l0' * An-.rl é: Rrosgo ¡u¡-r prob:l¡le <le ¡.]t*onch¡cJo


vi(llonto del hornri¡1órr
. Vislo brcvcmente el comporlantit:nto clel lrornrrgón y el ace- 7\i ir) (clt utl) :,e l(nlr¿t cLrntó l¡ nrerlOr.tntrt h y [)

ro por separado frente al fuego, vearnos el corlrporlatliento c¡rre


tienen en conjunto, aceptando que el rrrás dúbil cle los c.los es cl
ri
?of
I

Éi. o,-r Tc'tls(jr


collli)ifLiqiólr
r (Ie {-(-tftprc:;i(in et r N ntnt _ lxr¿ l¡
L1c acc¡oÍen err :ttu¿clrin rle hle¡tt

E
\l ,1.t++:
accro y es el que exige que el hormigón se sacrilique ¡lrotcgiórr- zl
=l
- 15 lri*l
dolo con unos recubrirlienlos adccuaclos, i

tr' I

. l0l
En primer lugar, tenemos el efecto ,1a1 "¿¿.5¡.rnclirrdo", que aun- I
i
qLle es es¡rccífico del hormigón, conlleva el nesgo cle clLrc si sc pro- i
.,i
ducc prernaturanlente, reduce los rccr¡bnmicntos cle l¿rs ¡lrntacluras I

y puede de¡arlas cn ulr¿ situación delic.rcl.r. Dicho e[ectc'¡ es espc- !-l


cialrnelrtc pcligroso, cu¿lntlo los rc-cubrin'Lientos cle l.¡s artlaclur¿ts'
como ha sucediclo en cl toriado de l.r iignra I 1.22. sc'cllcuerllral'l
Fig. I 1.23 R:.;i.,,r- ij-ire o. v lr lo b) para ric'sgo de clesconch;rdo violctttc'r
por debaio de los l5 ó 20 nrnr.
rlel recuL;r.r:r.i:::i) i)rricr elenrentos del honnigón non¡al, (l-.(.. 2)

.
lan¡bit-'l.r cleberrros terler prcscntc, qttc cuartdo las Letllpera-
turas elevacl¿rs c1c las secciones alcal'tzal't a las armacLrras, los ftter-
tL-s incrcllentos trirnrversalc-s quc sc prodr-tcen ert l¿¡s rttistll¿ts,
ex¡:r-rlsiirr ;.r lc-r: rt.'t. ulrrinrlt:trtos deiánd<¡las erl situac¡(ilr indefens¿r,
por sL'r el ¡r:erc) un gr¿1r'l transmisor c¡rlorífico f rerlte al ltormigón,
rluclro rlás incne.

ffi;:,,t;
r¡t ' t.
rx.. -ahr

Fig. I i.22. [fecto dc "tlasconchudo" procluciclo er r]rr fi-rri¿cl(r cle'uivi,-'tlcl¿rs.

. lnde¡rencJientenrente
del efecto ¿nterior. ¡ruecie producirse un
desconch.rdo general del lrorniigón en I.ls zc¡n.rs cLrn'rpriri'liclas con
la sección s<.lmetid¿¡ al fuego por efecto dc l.r tc:nrpo.rtrrr.r y las
tensiones de conr¡'lresiór'r.
lig. I 1.24. r.l¡,;É-,:',,: l¡s consecirencias, cuanclc'¡ sc ¡ricrclc cl rccubrinticn-
to qUe pIóre!-:É d J,i rrlil'rr(1lilt15.
Dicho descpnc:hado es improb.rble que se l)rocluzca si se curr')
ple, sigricrrdo al EC-2, clue l¿t ¡nenor dinrelrsió¡ ¡11,, l,r seccrórl rec- . En r:l r';r:o clc'¡rrl.rres, Ias barras se dilatalr, Il.ilt(le¿lt y lracen
t¿r, b o h, en las zonas comprirridas de rig.rs, los¿is, nru¡ros y saltar los recubrrnlicntos, clando lugar a c¡uer la rcsistencia de k'¡s
¡;ilarcs, satisface las condici<,xres dadas en la i¡eur.l I I 23 fl'lisl')tos cli:.lrrilrr;\'¿l t¿rnto qLtc pueda pro(fitc:irse rrlr colapso gene^
ral clc l.r e:,lnr( tL)ri). Lo:; rc-culbrinlicnl.os e¡l los pilares sicrlprt: t1c-
['¡err ser ge!]erili(ri i'no scilo en el caso c.1c-.1 fr.regr.r, sino tanrbión
p.lra er'i!;rr l;¡ ct¡rrc-rsrcirr, puesto r¡ue los brazos rnecánicos dc las
armaclLir¡r¡ r-'tr los ntislltos, ¿il esLar somctido básic:arrrente a csfLler-
zos de corr'iftrÉ!iórL nL) tiencn la relev¿rncia nrecáltica l'li el pr()t;r-
!,lonisnro (llrLr ¿trlr-lLlie ren err l¿¡s lclsas y forjados, donde nrts
ntovL.nros cr.)r1 ü>llLrsores est ric los.
l-os forjados reticulares

Las penalizaciones económicas estructurales dc doi¿r a los a la btlrrtt. \lrr'rt¡r¿ts ¡7(rr-ii-ile,¡ lus temperaluras altas, el acero sigue
pilares de un recubrimiento gcneroso en sus armaduras es insig- contprimitndtt r?l lii.rrrliid(írr, 1t cl dr-scertso en Ia capacidad del andaie puede'

nificante, y los beneficios añadidos al hacerlo son muy elevados resullar parcialmn¡te c,1rtt,¡-scarnd0, pero las rcndiciones de adíterencia han
quedad,.t inenrisiúii u tr(ir'É',rtcrlhr dt't¡ladas, g la capaddad residual I'ras el
y cornpensan sobradamente.
¿rrfrianit'rr¡tr rrsirli¡ c¡t irrrür ca-so ínferiOr a la de la pieza durante el incendio.
. Uno de los problenras más grave que se prestrrrta en las cs-
tructuras de hormigón armacJo sometidas a un incenclio, ticne Eslo irrtr¡ ¿ttrr' iil /ti tl¿terminación de la capacidad residual de la
que ver con las alteraciones que experimentan las rrdhcrencias y esln¡a¡&r¿¡ tr.rs il,1 ir¿,"¡,. conipl¿tamente desarrollado sean generalmenle
anclajes de las armaduras cn el interior del hornigón' tletenninúnr$ ir¡-i rri¡t!litio,¡ds de adherencia, que no lo sott, sil embargo, en
¿l il-<l¡rr¡¿'¡t u¡¡ilrtrl !¿ni[)t'rülLtü del gas, g conseilenteme,lle en Ia definición
Los efecios térmicos sobre la adherencia han sido cstudi'rclos rle l¿¡-< ¿o¡rdr,r¡¡iis fr")¿rrrld. Precisamente es por esta musa plr lo que el
'ii
por Hertz mediante ensayos de pull'out en calicnte. Los resultados rn¿lodo nrr¡,< r¿i;r'::,¡,1',¡ IrJrLl e\taluú[ión de las condiciones de la estruclura
lLt

obtenidos siguen una ley muy similar a la variación de las rcsis- tras ¿1 inrc¡rrCr,r ¡: .,¡ irl-c¡,¡cciorl por ultrasontdos, porque se da la círrunstancia
tencias a compresión de un hormigón hasta los 300 Ó 400('C. l)or ¿/e 4rs ¡rrirrii:i¿.¡t ¡.i-ri rr¡cl¿rntpnte las lemperaturas en que la
pérdida de
encima de estas temperaturas, la adherencia disminlrye rrrás que adh¿r¿¡tttut ¡s rr.'¡¡til¡ ,'ort las de caída residual en [a velorídad de

la resistencia a la comprcsión, de forma quc la relación terrsión prl^tgúciJn" rI \1 I¡cl'.licrdo).


adhercnte/resistencia a la compresión se reduce al (r5ol" para 400'rC
y al 35"/o para ó00r'C. Entre ó00 y t300'r C la adhercncia práctica-
. A r,t-.ic, ^'e';r.-.cnte referencial, record¿¡tnos que las tensioncs
mente desaparece. rnecias '.. ;-:;r: ,r. cie ¿dherencias en las armadtlras a tcmperatura
amblenre r.¡i ,j¡; en ellsayo, han de cumplir las siguientes
Clualitativamentc, J. María lzquierdo, nos h¿ice una nragnífica cxpres:cnes;
explicación del problcma metlcionado:
T¡,,,., 2 7,84-0, 120 MPa
"lJna el estwlio d¿ /trs corr¿ii-
característica que sue.le re.sullar crítica en
de una estruclura hormigón armado tras fiaber soportttdtt un in'
ciones de
t¡,.,., )l 2,74-0,190 MPa
cendio es la adherencia de las armaduras. El daño en Ia adherEnda se pntdurc
directamenle al alectarse las características mecánkas del honníqón. petl ttl
Y de ¿ dicho curnplirniento se han fiiado las longitudes
acuerio
es ésta la úniu uusa.
de anclaie qJÉ. pard los hormigones habituales en la edificación
Las lolerancias de eiecución'en una obra hacen que el retubrtniento tlt H-25 \lPa resultan ser,
a lo largo de t:'rtt ntisnú
Ias armaduras diste mucho de ser constante, incluso
barra. Por ltra parte, la presencia de poros, coqLteras. nidos de grLl\'a 0 Posición I (favorable) lu = l2Q2cm
B-400 s
cualquier alteración en la compaeidad del hormigón en lLl capd de Posición Il (favorable) lu = ló,802 cm
recubrimiento, hacen que a lo largo de la bana de protecciótt que ltt confi*t
el hormigón sea, en la generalidad de los casos, mug t,anable d( wttt tt (ttrtt PosiciÓn I {lavorable) 16 = I 5ó2 cm
B - 500 a
20n6, Io que es también aplicable a las capas de revestintiento g atitbadtt t¡ue P<¡sición ll favorablel lu = 2102 cm
f

rodean la piua. Por otra parte, en un inundio se producen sienrprc comt,rrttx


de aire y micro[oas de calor punluales que, incluso en las nrcjores ic],r(iiric)rrrs pucliérrciosc reclr-rcir r,rn 30ot, si las armadLrras acaban en ganchos
de ejecución de la obra, hacen que las temperaturas alcanzadas en disttntas o patillas.
zonas de un mismo elemento estructural, incluso relati,atnente próxinttts,
puedan tener diferencias apreciables.
. Finalnrer-rte, t¿irrririérr clelreríanros tener preserlte el cúrnulo de
defomracjones impuestas que introdr,rcen en el couiut'lto de Ia es-
Una característica particular del hormigón y del arcro es qne ttmbos tructura, las dilataciones tan d¡spares que pueden presentarsc a
materiales tienen sensiblemente el mismo ueficiente de dilaktcion tinnícu, lo lo largo y ancho dc ia misma cn las piezas que la configuran.
que permite su empleo mnjunto sín tener en cuenta las l¿rrsiorres clue de olra
Los esfuerzos que pueden engencirarse debido a las dilatacio-
forma se producirían en Ia inlerfase por causa de las varíaciones tle
son cle tal calibre, clue acaban fisurando la mayoría de los elc-
temperatura. Sín embargo, sus coeficientes de lransnúsibílídad térmica ''res,
n'lentos que se ven afectaclos ¡ror los rnisnros; porque lo quc está
difieren grandemente, g el acero es un buen conduclt¡r de (L1l0r, nil.üttas que
claro, es qL¡e son cle tal rnagrritud, c¡ue sería irrt¡:osit:le absorber-
el hormigón a un aislante térmica.
los con una estructura orclin¿rria.
Al producirse calentamiento localizados de las armaduras, el acero
Al fisur¿rse la ¡lieza, lcls mecanismos que producen esfuerzos
transmite rápidamente el calor, produciendo Ia dilatación de ltts barras en
se relajan, y los esfr-rerzos disminuyen a un rango compatible con
zonas en que el hormigón tldavía está relativamente [rí0, tt este lenómeno
la estabiliclacl cle ia estructura, pucsto quc la cxpericncia nos dicc
produce unas compresiones que superan ampliamente la capacidad del
que rara es la estrllctLrr.r cle hormigón que colapsa durante un in-
hormigón, que resulta así microfisurado en una zona tubulttr que envuelve
ccndio.
Los forittdos rrlirrl¿¡r¡s

A título de eiemplo, hcmos calculado un pórtico muy simple comcl tclrlc,rs los pil.rres. l-a deformación queda recogida en Ia
de honnigón armado, dortde henlos simr¡lado trn incendio qlle cil- l-ig. I I 25 v la ley rle flectores con dos valores representativos en
lienta I¿¡s vigas AB y BC y eleva la cara inferior cle las mismas laFie ll2ó.
200oC, mantcrriéndose la cara supenor a temperatttra ¡rrrrtriente así

I I
I

.¡ ,
Ll.lo o tr'.-- ae JI
+ -"- I
¡-
I

1L: z oa
I
-.
At= ?od

-.--'-f l

,-
F r.., ,'
bla."qk-'-
A.

de 200"( exclusivanlcnte Por su cara


Fig. I 1.25. Dcfrtrmacla rle Una ctstruCt.ura cu-v¿ts viqas Ali 1'BC lran ex¡;eritttenlatlo un increnlell"o de tffllperaLtlra
inferior

7H:'{l ia

- - -.-'-------+IA
t¡ Bt
---o
At ¿.ra'7, á
Ll-- zc'd.- :ó '..'c- ¿a
A:*t+17 1 I 7

.n '-- -'''::..':-' ^
. 4Oo r¿r
fI

I
; 3o.3 o
3o' I ¿
]u I I

j
i
....-

f ( ,-.t.'

**- --. I '* t-

l.rs vig,as AR y BC dc 200"C


434 Los loriados retitulures

Cuando actúa el incendio suele producirse un gradiente térmico nos vernos obligados a considerar para consegrrir el objetivo nrás
entre las caras de las piezas y por consiguientc, dcformaciones importante y priorit.irlo: Que las estructuras no colapscn; conro
diferentes en las distintas fibras de las secciones. Los alargarnien- afortunadamente parece que tjenden a hacer, si se respeta unos
tos mayores suelen producirse en los techos, al encontrarse los
criterios mínimos de diseño, cálculo y construcción, aunque no se
suelos protegidos por los pavimentos, que no se desprenclerl como haya tenido presente el luego para nada
ocu rre con .los revestimientos.

Estos alargamientos (como se ve cn la figura I 1.25), p:oducen


incrementos de flechas, pucs se tracluce en una ctlrvatura de la
pieza en el mismo sentido que los momentos positivos; gerrcrán- I l.E. Consideraciones y criterios básicos
dose un aumento de los ñromentos negat¡vos, dado que, al cstar para el análisis y proyecto a fuego de las
los extremos restringidos en sus movimientos, se inducen com-
presiones en la cara inferior al impedirse parcialmentc las dilata-
estructuras de hormigón
ciones.
Tres son las concliciolrcs y requisitos que pueden exigirse a una
Por todo lo cual, l.M. lzquierdo recomienda inspcccionar
la
cstmctur¿l cliseñ¿ici¿r a furego,
carasuperiordelosforiadosyvigas,inclusoaullqtlep¿1rczc¿tqtre
no ttuyu habido daño alguno en cl solado; y acaba
ponierrdo clc- . 1R¡: ca¡:acidacl resistt-'trte irl fuego
aspect;s cualitativos dcl prob'lenia, que prefcri- (E): capaciciac{ de conrpartimentar el fuego
,nrn,ffuito ouos '
mos que sea él directamcnte quien lo explique; . (ll: cap¿iciclacl cle aisl¿¡r térmicamente reciutos de otros don-
li¿rte otras de actúe cl furcgo
"Ademris, este íncremento'de \os mlmentos rrcqalírtrs
. que curnple su función
cunsecuencias:Enprimerlugar,seincrementadírectamenlelaprofuntlidad Un nluro clc honnigórt se considera
que pueden estar ua nrulr so/icilrrdirs, en la totalidad
lu'íir-oioouu, com'primidosir rono' aislaclora (ll, si el rncrerlle;to nredio clc temperatllra
a de.v'igas platuts u [i)r';Ltdos PetL) tJirectamente el fue-
tt^i i"i'ti:iitiris'próximas los apoqos
a attas ten.'eraltrr¿is, rd11l0 cle la str¡rerlicie oplie5ta a la cltle está recibiendo
por
lailii, áí-i;i^r ias fibras interiores sometidas
a rrrs i,rici¿rl¿s, So, ,.r,', É*a.¡* cle 140
C v el incremento máxinlo se n'lantiene
;;'|;;;,rid;;';rmi su m¿du[o de.deformación son inferiores al fuego normalizado'
profundida'des de bloque ' t ct ¡rt ri¿tn¡t¿ltlo il"U.i" á" f"t 180': C clur¡irtc" la exposición
lo que
'ir"n"
aige aún maqores lo.t .""]
lliÁl¡^ ducítt¡aad de Ia secdón para permi.tir los inrporrnrrtrs 4tros

;
tig'i Ia nueva d'tstri'bución de momenlos flu.torts ltie:tt u ltt pttra r
Los \'¿rlores cle cálculo rle las
propiedades de los nrateria-
o"rf to que ta seútín podría se regirán por la sigr'tiente
les sorleticjcs a ia ¿rcción cltl fr'rego'
con
2;;r;,;;;;iir*iÁrn'o ai'Ál^in'rc" nesativos'
por nms qtr¿ ¿l e/¿rto
aattarse írágilme'nte p* oititito^¡nnro
det horniqót.t'
idad expresión.
que de p arcialmr ntn'¡c0^ p' ui''iao
por eI' mpor l o'''.1' ¡ ¿ ¡s nul t to d¿ d c t i l
í ¡ ¡
r¿
X.l - \tl 'Xk
positila (¡tre
del hormigón a altas t''ii*itu'ot'
dada Ia t'arittción
iier (lo.
su deformacíón de rotura' pro¡lie<iacl a tent¡>erattlra normal
\o !'¡ i;'¡L't:'ri:i
Y. . \;r'.\r
expenmenta lJe
'il ''r:'a
tertrperaLura
en cuenta otro efeclo' Dadir Ia tt'¿ia
cle
de ci;c:'¡ prer¡riedacl e¡r silr¡ación
l;'r
Por último, haq que tener K' . F;ictor:eCr-ir:tL¡l
(. .
térm¡caTetioi^¡g'ón' el gratlfu,nle
d¿ tentpt'rcilrrcis dist¿¡ (l;eqtnc:uc ''Lt'-- .Idcfuego
conductibilidad
mucho de ser uníforme, g no sólo
iso, s¡no que el eíecto ds l.¡s tcrllpdr¿1[tir¿ls ,X.1, \';io: cle' cí r "r¡ ;'1e a cropicclacl en Situaclor
Todo ¿rlo rierre
air hormígón tampoco es linear.
sobre er móduro ae aefornan¡¿i
las iilrr¡s est'irr sorll¿fid¿¡s
c0m0 consecuencia que"ii' to'go
a''
'*seccidrl' úiil¿ lr"ldriri,l_si ricIttartt y nrecánicas sc emplca como
a unas condíciones toirr- quí u
deform.ación
pkui¿l. corr(r 4¿r¡erd
Piira las t:rlo¡:ieclaclcs térmicas
sección delonnatkt Io
u una coeficiente de ses¡trriclacl l'r urriclad'
i^ü;;;;r;i;;^¡e nnduci,iía plnttas
qeo^¿t;i'i'le Ia sección obtíga a 4¿r¿ lrts s¿ccio¡rcs básicos' tene-
aue el equilibrio
A¡¡lir'¡rrrlo clicho critcrio a nuestros materiales
a la apancíón tor'¡s l¿r'\idrr¿s rdsúr'rl¿s
;;;;;;;rt:; ptaías, etto contduce -de
tas.defonrrari0rr¿s (,rltrd c/l(is.

entre las distintas t,ar*-iui ,qu¡libren l'11()s:
a la e¡isrerrcin tle utlr' iottct
ioiiir*il¡, dn este'efe'ct;ion el'anterior condtrct
Hormigón:
de tracciones importantÁii
ti a,ttma de la pieza, t'ute pttedett conductr un,a I
obxn'orión, ptro (1u! af,.daría a la,
mícrofisuración intrrni- ii' *r',1 di¡ícit
caparidad fiente a *fu,ii de elentenlos si¡t nrntad¿rra lmrisl'¿rsal L.i =K. ttt'I^t20ü(')
t! foriadosl,
'o'íoníu
a ,;;';;;;i;1;inrc crítka ¿rt las losas 4¡1's¡'tt¿1(1as'"
K,. {tl = I
20'rC<t<100''C
llosas
(1.M. lzquierdo). Ió00-t 100"c<t<400Óc
K. (tl = I 500
qrrerido t'on:l.q*
Con locio lo expuesto, simplemente hetltos
el análisis 900-r
n.r"nifi"riá ri imposibilld-al i"it
qu" existc de etcctr-tar
K. {tl = 400'rC<t<900t'C
sometida a un ucgo senera- 62)
;;;i;; l" ;structura de un edificio
clue
f

900oC<t<t200"C
ffrr¿"'l-i,*fi.", ü.rern" forma' los caminos simplifir:ados K,. (t)= 0
L..os /orlados r¿li¡¡rlar¿s

Los valores que proporciona la formr_rlacjcin anterior están 1

referidos a los hormigo¡les confeccionclclos c()n ;lriclos silíceos y


por tanto son conscrvadores. Si los hornrigOnes sttn (ie tipo calizO,
0.E
no es descabellado cstimar ufl l0o/o de resistencia por encima de
los valores que se obtengan.
. 0'6
I

Acero¡ ((rr
0,{
Dado que en los foria<.ios reticulares ordinarios el acero es el
convencional del tipo 84005 <¡ 1350OS, l.rs v.rria<.:ic.rnes cle 0,2
resistencia viene exprcsada por'

'0 ?00 400 ó00 800 1000 1200


fy,i =K. (t) 'fy¡ {20'Ci)
20)c<r<350óc
t cn "[ __-
Arm¿duras en tr¿cciiln Ks(t) =l r',r;. , ! ( l, ,r¡ lr.rt,lc I¡t¡ clong¡c¡rncr ,., .-, Lil';
en vigas y losas en las
K. (r) = ÉQ!q-et 350.C<t<700,rc ( !r\J .-l- /. Ltr.rpl¡r¡hl(: plri clru¡Ae$nc: r,,, < 1.0.,i

Que Lr¡ > 2'% Fisl II JB tl-'ot:jciente Krtt) dc clisminuciólr cle la rt.rsistencia caracte-
K. (t)= 700nL-<t<1200"C
3?h' rística r:,., ,:lel ¡rc.errl clt.:.¡rrrrar a alt.rs tentperalr.¡ras (EC.2).

K, (t)= I 20-C<r<100''C 0.8


En soportes y zon.rs
comprimidas con K, {t¡=i## 100 'C < r < 400']C
, oó
!)
de[onlr¿rcicures pcrr
dcbaio dr:l 0,2 o.{, y cn K. (r)= ur33; r, 400jC<t<ó50()C /ro{
I

t }
zonas dc tracción 04
D
cuanclo Er1 <2olo
K, (t) = ó50rC<r<1200c'C
'??3;' 02
¡!
0t
0 200 r00 600 ¡00 1000 t?oa
t cnof_
1 ( un¡ .!l 8¡r¡¡.
(iurr¡ ,J) ¡¡ur,r6r"s. ta'.¿¡let y con¡ones

0.8 I ig. I Li9. Coef:c:en:e K,r{tl de disnrinución cle la resistencia c.tr.'tcte-


rístic.r de .r( ('.1 (i(., r.)rctcnsar a altas tem¡'leraturas {EC-2).

I 0'ó . [¿s acciones qr-re debe soportar una estructllra durante un


I
fuego, no son las generales qr¡e sc consideran en las situaciones
&{t} 0.¡' nr¡rnrales ¿ lcnrpcr;Jtrrra ambietrLc, sino clararnelrte inferiores. El
fuego sc considera Llna acción accidental y por taltto las exigcn-
cias resjstentes clue se dctmanda a la estnictllra, no prec¡san los
0.2 co(llicientes rlt: segr-rricltrcl con los que habitualnrerrte se dimcnsio-
nan las estructriras.

0
(00 600 t00 r000 1200
AnLe la irr¡:osibiiidad física de abordar un análisis global de la
estructura, sonletida a r"tn fuego normalizado, por la infinitud de
tcn o[ '- v¿rri¿rblcs )' situ¡( ioncs qLle nos son desconocidas y el grado de
fig. I I .27 . Coeficicnle lq (t) cje dislninución dc la re::s:e:-rc:¿i c.¡r.rc..eríltjca complejidacl quc. present¿r el cálculo de un foriaclo reticular e¡r si-
¿ cornpresión del horrnigón de áridos siliceos a ah.'lc itj¡rncl.:tu!"¡s rEC-2). Lllación clc h.lego, cr-rnsicleranros suficiente recomendar que se ev¿¡-
luen los esfucrzos por ei nrótr,rclo sirnplificado que contcmpla el
EC-Z y el Anexo n.'7 dc l.r EHE, it travós de la exlrresión,
4',)2 tos loriados reliculares

presel'lte unos recubri-


cle las secciones cje las piezas y a tener
E¿,, : r.Ecr *i"n,,rs cle l¿s arrr'racltrras que garanticen los tierrrpos
de exposi-
experiencia
ción al frrego previarnente fiiados, basándose en la
de la combirt¿ción frente al mistno'
siendo E¿ el valor de los csfuerzos de cálculo sobre el compclnantiento cle las estructuras
para el cálculo dc los estados límitc
fi¡ndameirtal dc acciones analíticamentc
últimos que hayamos considerado como fundarnental err la Sin embargo, si clescamos afilt¿rr o comprobar
forma aislada' con obie'
situación de proyecto de nuestra estructura Para los casos nlás determinadas ctez¿s cle la estructura de
por tener una idea
í..u"n,.r, y aceptando qr.re la obra se vaya a eiccu[ar o se haya to dc acluiiatar rccullrintientos o simplcnlentc'
cabía esperar de las mismas
sir incldencias y con un control razonable' con todas estimaliva cle qué compoltarlliento
"l".r,r¿o
üt-t-'tipOtesitde cálculo prevista en las Nortrr¿s' ['1 poclría ensitu¿cionesde[Llr":go,noserlcontralnoscorllassigrLicnteses'
estimarse en las situaciones más corrientes pc'lr: pecificaciones:

. Deberr dL=tern.xin¡¡rse los esfuerzos en situación de fuego


par-
E¿ =(l'35'C+l'ó0'O) tienclo de ,os esfuerzos a lemperatura ambiente, tal y com<-l

hen',os i- :tL¡ anteriormerlte.


siendo,
C: Pcso propio y cargas perrnanentes'
. \o es ¡etes.lrio, en gener;rl, tel'ler cn cuenta los efectos de
O: Sobrecarga la Crlaración :érmica para cl análisis de clcmentos aislados;
l; Factor de reducci<-'lrl que tiene prcs(:rlte que el fi¡cP.o es ut¡.r acciórr aur.or-e iel.).rrnos tener prcsente ullas curvas de distribución
accidcnLal. cie iso:er¡s cn seccio¡res rcctangulares tipos. que se tradu-
I : 0,ó ctt los casos normalcs c€fr €n l-*liuc:r las secciclrtes rectangulares a secciones úti-
n= 0,7 cn las zonas de almacenamiento les c':¡r.i'..:lerrtes cn situación de inccndio, adoptando unas
croplcC;ce: ciistliinuidas clel hormigón rcsidual en dichas
Si existc cualquier otro tipo de acción, que pueda harber reccrc:rrs Con rcspecto a las armaduras, se considera asi-
rnrs,'ro e| c¿cla r.tn¿¡ fun'
cle ellas una capacidad reducida, en
actuado o esté actuando sobre la estructura provocando unos
ciórr cie 1a r-entperatura alcanzada en su posición frcnte al
esfuerzos adicionales en condiciones normales, debc scr tánlb¡én
h:ego crrri:ideraclo, obtenitla ¡¡ través de los perfiles de iso-
considerada en la evaluació¡r dc los esfuezos [:,¿.
r3rfti:r r'n,r<
r-f-L-, r. ror¡iqndo en cuent¿¡ la c{is¡¡i¡r.rCiórr de Su ca-
_r \r

Después de lo expuesto anteriormentc, nos queda por rea-


' p¿cidei resis:ente con la lerrt¡leratura.
lizar una reflexión de tipo práctico y operativo. L¿ filosofía de la
normativa clarifica las dos vías extremas de cnfrentarse al diseño Toio ¡*rr,.reri¿ claro, si no hubiese también una cspecificación
de una estructura resistentc al fuego, pero cuando nos introcltrci-
en el EC-2 :ricriia ¡rl análisis de partcs de la estructura que nos
mos en las vías intermedias, hemos cle adnlitir con humildad r¡ue
ciice,
nos scntimos perdidos.
"f-¡r-i
-.xf'¡.r¡1¡¡¡iirrs lf
llrlr.i pieza aíslada lo esl, deben especificarse sobre
Si tomamos la primera vía, resul[a eviclente que si a efec¡os la 4ttt' liis rlri,ttucíone> g deformaciones térmíc¡ts potenciales sean lales,
t'a-<e d¿
prác[icos pudiéramos parametrizar con prccisiórl todos ]os ele- 4rr¿ srr irrl¿racr:i,irt rol otras partes de la eslrutlura
puedan ser aproximadas
iltentos estructurales y sus condiciones de contorno en las situa- por torrdicior11er i|' sr{ste¡¡¿l(i(j,l LJ c1nt1rno independientes del tiempo, durante
ciones evolutivas que supone la acción del fuego nomralizado a la exposiciórr nl fur¿qo
"
lo largo del tiempo sobre la estructura, la vía clcl análisis global
quecla claramente clefinida, puesto que corlceptu¡rlnlente así lo óCónlo nuecle interpretarse clicha c'specificaciórr? iCuál es la
está, aunque la conclusión final sea' Todo esto está nruy bien conclición clc (:ontorno cie un foriado reticular en un vano extre-
como declaración de intenciones, pero Si hipotéticarrrrerrre
puclié- nro sobre pilares aisl.iclos. qlle sitrlule las condiciorres de las dila-
rarnos realizar dicho análisis, cl resultado teórico qrre se obtr-rvie- tacioncs ¡r- cJefornr;rciones térmicas potenciales que puedan
ra con el comportamiento real que pudiera terrer l¿ estructLlra proclucirse inclepericlicntenlente del tierltpo durantc la exposición
5i no
analizada, dudamos mucho que coincidiera ni rerrrotanlente. al fuego?
con precisión ur'la flecha cn un for-
somos capaces de determinar que
jado reticular: iCómo vamos a creernos los rcsultados quc se ob- si fuésenios cotlsecucntes con la última especificación
global a fuego cie una estftlctura ¡rroyectada establece el EC-2. r" ¿rtrte la imposibilidad dc poder estimar con
,"ngun dc un análisis
una mínim¿l aproxim.rciórr a la verdad las mencionadas condicio-
y construida con foriados reticulares?
nes cle contorno, tendríanlos que concluir que el EC-2 parece que
sc cierra ól misrnrt ias ¡tucrtas clc las vías intermcdias de cálculo
La otra vía extrema muy clarificada que proporrr'--n las rrormas' posibili-
cie las piezas ajsl¿rclas 1' qr-re sólo lo menciona collio una
conscientes de las clificultacles del problcma, es la de diserlar las la vía primera
claci leórica nlás. cott un planteamien[o semeiantc ¿¡
estructuras cumpliendo unos requisitos básicos, clrle frrrrdamen-
del cálcr-rl<¡ o-loba1 ii fr-tego.
talrnente se rCducen a unas COnsicleraCiones geOmétriCas trtírlitrras
I ns lorjados r¿lielares 4i3

Sin embargo, dado que el propio EC-2 a¡tortar abunclanLe aclecu¿rdas justificarcioncs t)or p¿lrtc de los proyecList¿rs al alza y a
información para cl cálculo dc las piezas aislaclas y Ia EFI[, nos la baja
dice: "En goneral, Ios métodos simplificados suponen una rcmprobación rle
Ios distintos Estados tímite Úttínos considerando ¿l¿nrcltos ¿strurluralcs . L¿s tal-¡las están elabc¡raclas para hormigones silíceos y, daci<t
aislados (se desprecian las acciones indireclas debidas al fuego: tlilatacionas, que los hormigones c¿lizos Liencn mejor comportamiento a fue-
deformaciones, etc.l, distribuc¡lnes de temperaturct prrcsta[tlecidas, go, las geonretrías cspccificadas admiten las siguientes considc-
generalmenle para secciones rectangulares V, c0m0 rt¡riaciorr¿s ¿ri las racioncs:
propiedades de los maleriale,s por efecto de la temperatura, ntodelos asintísmo
simplificados g sencillos": Darcrnos por buenos y ace¡rt.rbles conro - Err r,'ig;rs y losas, LanL() las dinrensiones lnínir-¡tas corrrc¡
prlncipios básicos de partida las dos especiiicacjones ¡rrinrcras dcl ios rc-cubrrrlientos puecJen rcducirse un l0%. Si se
EC-2 y nos olvidaremos de la Lercera, con objcto dc- ex¡toner it er:t¡>le.rn hormigones ligcros las reclucciones pucden
corrtinuación los rnétodos y criterios sinr¡tlific;rrlos clel ¡:royecto dc .llc:¿rlz¿r hast¿r el 20"/".
estructuras que podantos considcrar resistentes al fucgo según la
norrlrativa vigcnte. - fr r.lttiros no rcsistentes (¡.nrticiones), pueclert rcducirse
los csp(,sctres un l0%.
Finalmcnte, tallto el EC-2 como la EH[, adrniten v'accptcll'l qLte
cl cornportánlient.() frentc al ftlego de los elenrc-ntos L-strLlctLlr¿rles, - f¡l nrurrls rL-s¡stelttes y pilares, no sc admite reducción
puedan scr cvaluados mediante ensayos. alguna según lir EHE. El EC-2 pernrite reducir los
recubrjmientos, p(1ft) rro l¿¡s dir¡rensioncs mínirnas de
De todas las vías tnencionadas, Ia vía dc los c.ns¿1's5 y la ex- los elenlentos.
perinrentación nos parcce la más razonable y, scnxta. ¡,cs la que
deberíamos aplicar con caráctcr fundanrerrtal en el mirndo clc la
. Las t¿rt)las han siclo elaboradas para cvitar los desconclrorres.
por tanto, Io rel¿icit¡n¿do con los rnisrnos pucdc ser ignorado.
edificación.
o Cuando s(' Lisan las tablas, en general, no se precisan corn-
Si nos paramos a pensar un instante, rros claríamos cuenta
que, en la industria de la conslrucción, cl nún]ero cle'-ip<>logías probaciones ulteriores corrcspondientes a las capacidadcs frente
estrucl-urales que venimos aplicando apenas superan la doccna. ¿r esfr¡erzo coüar'rtc) y tletalles cle ancliije.

Una campaña de cnsayos institucionalizirda y correc.tanentc ins-


. L.as especific¿rciones de las t¡lblas pucdcn ser reducidas enl-
tnrmentalizada, podría ahorrar al país ingentes canticlaclers cle cli-
pleartdo c¿p¿ls [)rotectr:ras garantizadas y solventes.
nero en materiales y en horas dc tócnicos gastadas en cálculos y
justificaciones, cuya bondad es más qrre dtrdosa; a1 nrargen <ie .Para el uso de las tablas, se define como recubr¡m¡ento me-
que, en la mayoría de las veces, por no decir en todas, en lugar
cánico equivalcrrtr- an., a cfcctos dc rcsistencia al frrego. el valor
de buscar el comportamiento mecánico y resistente de la estruc- dado sigr"rienclo l.r ligLrra I 1,30.
ttrra al frrego, lo qtre realmente se persigue, lanrentabienlente, es
superar las trabas legalistas de un proceso burocrático clue cli luz
verde al proyecto realizado.
I Ai 'turi .{ai - Aai I
drt- SA.-
4, .l ,ykl

I 1.9. Método de diseño a fuego mediante A¡; Area de la barr¿¡ o al¿¡mbre.

las tablas de especiftcaciones geométricas Aa¡: l)cnalizacioncs clc' los recubrirrlien-


Los cn lunción clc l.r situ¡ción y carac-
para pilares, muros, vigas y losas macizas tt-.rísticas del ¡cero.
¡ri; l{ecut)rinliento nrecánico

I 1.9.1. Generalidades

. Para l<.:s c¿rs<-ls ttortll¿rles,


podcmos discñar estructur¿ts resis-
tentes al fuego nortnalizado, hacicndo qlic todos y cada uno de
los elementos que la intcgran cum¡:latr los rec¡uisilos y cr¡terios
geonrétricos cspecificados en una serie de t;rblers arplicables a los
elernentos del proyecto.

l;¡s tablas dc discño tienen una base ernpírictr ¡,un criterio l-iC. I Li0. Seccinrres fI:(:t¿s (1stfl.tcturalcs, r¡rostrando qué se entiende f¡or
conservadrlr, ¡lclr lcl cual, pucdcn ser modificadas con las recubrinlientr: rlecárrict-r ¿ v ró¡llr.r se evalúa.
l.os foriados rcticulares

. Para la función de capacidad resistente (R) los requisil-os nrí- lll Aa = 0,1 (tc - tr) mm tc = 500 "C
nimos relativos al tamaño de la sccción y protección al c¿llor del (Armacluras pasivas)
acero (distancia al eie), ha sido cstablecido en l¿rs t¡bl¡s cle forma
que: tc : 400 c'C ('l'endones)

E¿l.' rc : ?50 oC (Alambrcs)


Eo,r =n'Ea R¡r -' adviftiendo qric para las arnraduras de pretensado, salga lo que
salga ¡xra tr, no deberíamos bajar de la t. establecida; con lo cual,
siendo R6,¡ la resistencia, la capacidad portante en situación de
a lo más que puede aspirarse cotl la metodología propuesta en el
fuego.
EC-2 es a no increnlentar los valores quc establecen las tablas; es
. Con el fin de asegurar la protecciírtl
nccesari¿ para los 'rce- decir, a rro Prenalizarlos
ros en zonas Lraccionadas de clcmen[os simplemente apoyados,
c'C podcmos hacerla dc la siguiente forma:
cn adnritir como tenlperatura crítica dc L,a obtención dc t,
las tablas están basadas
los mismos los siguientes valores:
Se estirla la tr:nsión de las armaduras cn sittlación de fuego
- Armaduras pasivas: tc : 500 oC
por la fóm,ula.

- Armaduras activas: Tendones: tc = 400 "C E.r r


"" = 0.7 ¿Ona de almacen
Alarnbres: tc : 350 t'c L¿

cn básc a: Eo t
E¿
=o.ó Zonasordinarias
E¿,t = 0,7Ect Ts = l,l5
fy¡: Límite elástrco del acero a 20 oC
Debiéndose penalizar los recubrirnientos de "a" establecidos
para las armaduras de pretensado con los siguientes valorcs: A,: Arrnaclura teórica necesaria en el
cálculo original para E6
- Cordones: Aa : 15 m¡n
Ar: Armaclurir realmente colocada
- Alambres: Aa : 15 lnrn

- Banas Aa = l0mm Con ci ,,'alor obtenidr: de or,¡ se deterrrrin¿ el valor del


coeficierrte recluctor l( tt| a través cle:
No obstante lo anterior, y dado el carácter conserya<Jor las cl<-:

tablas, la EHE de entrada, acepta reducir las penalizircioncs de "a"


6-r
establecidas para Ias armaduras pretensaclas y por tanto para la Kstt)=fr
rnayoría dc los prcfabricados, cuanclo los elerllcntos cstRl(:ttlrales
:
no se encuentren en zonas clc almacÉn l[,1,f t)'7 E¿l ]r
' p¿rscn
y un¿r !'cz otrt¡rriclc,r K, {rl crrn las expresiones cxptlestas ell el
-- ' a los sigtlientes gráficos dc las
a estar en otras zonas ordinarias (E¿,¡ 0'(r E¿)' apartaclo I I.8 relativai al accro o empleandr.> Ios
que transportada a la fórmula
valores. fiErras I I 2.9 i' I 1.29 se clecluce tr,
reducc o pcnaliza l<-rs valores
Aa: l0ntm iii permit* l¡ obtcnciórr de Aa <¡ue
- Cordones; propueslos pclr¿ "a" en la tabla conespondiente'
- Alambres: Aa = l0 mnt
' Barras: Aa:5nrm
LrCnrl)1o:
qué incomprcnsible razón la norrrta espa-
'No sabemos por clc "a" de l¿s arnraduras .sutr)ot-1g¡t'nos r-rn forjar<Jo reticl'¡lar cle bañeras
recuperables de
ñola se olvida de clespenalizar los valorcs que se le exige una resistencia al fuego
icléntica situ¿¡cjó¡l concep- c¿into tot¿rl ,JO0 nrnr al
pasivas ordinarias cuanclo estamos en
similar cle ) mm' R- I 20, clcsLin¿clo a ulr aparcatniento construido con honnigones
fu;i;"" hs pretensadas, en una cantidad
dc áridos calizos.
Sinembargo,elEC-2,corrcaráctergencral,propoll(]Llna . superan a las
los valorcs clcl "a" Por la cc?llsa que sea, las anlladuras colocadas
metodología operativa que permite moclificar
si ie obtiene ¡rn¿lític':¡rrcnte cl valor tlc Leóri<:¿ts cn utr I 5o(,. Veamos qué reclucciones podríamos aplicar a
;;ó-*""; en ias tablas, la sigtriente ex¡rresión: los recubrimierrtos establecidos cn la tabla'
i" iátp"r.turo cítica real tr, aplicando
Los [ortados reliculares 4')5

- Tensión prevista para elacero en situación de fuego: I1.9.2. Diseño de soportes mediante tablas
. Lir normit IHE establece dc forma nruy simplista, la siguien-
or,' =o'ó'# #=18ó MPa tl8óo kPi cm2)
te tabl¿1,

Rcsistenci.t al tuego
- Coeficiente reductor:
¡ 50$'/l 5

ro,, =ffi =0,4j

- Tentperatttra crítica real: &E I -lqq/so


" L.t ¡ltmet|tón mininta cuntplírá lo i¡ttlicado en el Artí(ülo 55'"
óó50 - 9. r, lt. Sop<¡rtes (El lll)'
frr, =ff =0,45 - tr =5ó3"C T¿bl.r I I

consciente cle que en la mayoría de los casos, los pilares de edifi-


- Variación del recubrimiento mecánico: cación en zonas protegidas llevan un recubrimiento de yeso no
tl'ln't rl'tenor que l0 ntrll, y qtle, pol tanto, bastaría darle a las barras un
Aa =0,1'(tc -tl,) = 0,1'{500-5ó31 = -ó'3
rccubrinrienlo físiccl real de 25 mm para alcanzar un recubrimien-
lo a) mecátrico clel orden dc 50 mm, y tener gar¿rltizado una re-
f

Por consigttiente, dado que el rect¡brintiento lnc<:átlico sisterrt:ia a fr,rego clel t-lrden clc 180 a 240 lnirrutos. Si los pilares
propuesto en la tabl¿r es de 50 mm, realnrerlte nos bastaría Se er.lcucntr¿in cxpuestos a la itrtcmperie, donde cl recubrimietttO
considerar 43,7 mm. físico nríninlr: exigrclo por cuestiones de clurabilidad ya se eleva a
los 30 mrn, ten(:rnos ya ;rseguraclo un recubrimicnto mccánico más
Finalmente, dado que el horntigón está confeccionado con
que suficierrtc p¿lr¿t P,¿rantizar una resistencia a fuego de 90 a 120
árido calizo, el recubrimicnlo mecárrico real qttc debc ser
rrrinutos, sllficiente partt cubrir la mayor parte de las situaciones
considerado en el ProYccto es:
realcs relativas ¿t los nlistl'tt-ls

a (proyecto) : ¿ (¡abla) -0, I 'a (áridoc¿rlizol -Air(tt) :


= 50-5-6,3:38,7t¡rnr . [l EC-2 coniplica algo más las cosas y propone la tabla I l '9'

Si las armaduras a disponer son del calitrrt: Ó lÓ' los recr't['lri- I)immionca nrinln¡es (mm):
ancho del vrporte á.,o/distanci¡ ¿l eie ¿
micntos físicos reales deberán ser del orden de 30 nrnr, err vez de Resislcncis
Soporles
los 50 mm inicialmente exigidos. rcrmalir¡d¡
al fueBu Solnra6 expuc$toi Por má.e de una cam cf,Pu6t6
P(r úd em

.
para los elementos en tracción o vigas en liis qtte el cálculo ln ' O'2 Fn - 0.5 9¡ = O,7 Pr = O'7

(3) (4) (s)


(t) (2t
requiera t. oC se mantenga por debajo de los 400']C' las dinrerl-
siones de la sección recta de hormigón deben incremcrltarse
atr- R3D rsti'ro I 150il0-l* 150/lo r I roo/ro f
menl-atrdo el ancho mínimo dcl elernento fraccion¿do o viga' de R6r) lr5ürof fjT.Llol. | 2oo/lo f rrut0r
acuerdo con la ecuación: R90 mo rof 2 ruro f ll4m5l r,rorto l*

R ¡2') E,xi.rol l:@ ItEo/1ó | I 160/45 I

t'¡ (proyecto) : b (tablas) + 0,8 (400 - tc) R r80 E¡il/ftl flrorio I I ruvso ¡ Fm/6ol
R 241.) I loo/5o I J +oo¡:o I F¡qd Iroo¡ro I

Como altemativa, puede aiustarse la distancia al cie de la ar- ll\u¡hRtrlr !:l Er!¡nlnr(nF clJE¡fisd!' cn l¡ Noms ENV ¡99:-l_l et decmlBnE'
madura, cle forma que se obtenga la temperatunr requerida para la
'l
tensión real del acero. al¡i¿r I L9. Soportes (EC-2),
436 Los loriados reticulares

de . Cuando las ürmadtlras sean ¿ 0,002 ' A. , es necesario


\
L¿ tabla del EC'2 presenta un nivcl de carga en situación
fuego p¡, quc tiene en cuenta las combinaciones de carga y la distribr¡irla cn loclas sus car¿.rs para situaciones de exposición a
capacidád <Je compresión y en str caso a flexión, incluidos los fuego superictres a los 90 nrinutos. Sin embargo, esta regla, no se
cfectos dc 2" orden para una longitud de pandeo igual a la altura aplica en las zonas cJe solapo de armaduras.
realdel pilar.
Conseryadorarnctrte puecle tomarse gf : Tl - 0,7 err cualqr"rier
caso, pero puede calcularse pf se6\¡n: I1.9.3. Muros y pantallas Portantes

,,-= Eo,t tl'E¿ .


L¿ nornr¿ EHE cstablece para su diseño sin comentarios
rr R1(t = 2ooC)- R¡(t = 2o0cl
añadidos la tabla I I .10.
y cntrar en la columna correspondiente de la tabla, admitléndosc
Resislenc r: al íuegcr tr¡xsor mínima b.n¡,r,/Recubrimiento
las interpolaciones correspondicntes. nrecánicó equivitlentp mín¡mo ddrn (mnl)
mrmalru ¿d¡
,\iui; e.-p"esto - |
Muro exPuesto
Rg (t : 20 "C) inclica la resistencia, la capacidad
porternLe del
cara I o'llbaialil
: I aplicados a los
D(tr urra ¡¡ql
pilar con los coeficientes de seguridad Y
matcriales en situación de fuego, pero en el instarrte en el que sc
REI }O
RTI AJ
_1.qgE--
l2(yr 5
2ü_!!
40/15

inicia el mismo y se encuentra intacto. Rtt 90 140120 r.60/2s_ .-.-_


Rt¡ l:0 l 60/25 BO/35
.
Obsérvese el detalle, por otra parte lógico, de la penalización RFI t8{) 200/40 25u4i
que existe en los recubrimientos (columna 5 cle la tabla I I .9), Rfl !4cr s0/50 100./qo

cuanclo el fuego sólo actúa sobre una de las c¿¡ras del pilar. Las labl¿ iI lCr )''l-.:ii i panLallas (t,l lll). Ilspccificuc¡orles rrtíninras para rllu
dilataciones diferenciales que se producen sobrc el pilar al actuar rosi p¿¡:d..dS ¡' ;l::aciótt clC fr.regO.
el fuego por una sola cara, puede inducir esfuerzos dc flexión
peligrosos, que no se producen cuando el firego aictúa por igual
en todas sus caras.
. Si los pilares se encuentran confeccionados con áriclos
. fl
EC-2 piantea una tabla más completa en línea con la
calizos se permite rcducir los recubrimienlos, pcro no las propuesta para los pilarcs.
dimensiones mínimas segun el EC-2, un 107". Tanlbién especifica
cl EC-2, que cuando el ancho real del pilar "b", sea al menos I '2
el valor mínimo propucsto en su [abla, cs decir si,

breal> 1,2'bmínimo
Dimenslones mínimas (mm):
Espesor del muro/distsncia al qie para
puede reducirse el recubrimiento hasta una Resistencia
al fuego ¡n = 0.35 Fn = 0r7
situación mínima fiiada por condicioncs de
normalizado Muro expu€sto
durabilidad y adherencia de las armaduras, Muro expuesto \luro erpuesto Muro exPuesto
por unr cara por ombas caras por una cara por ambos caras
especificado en otros artÍculos del mismo.
(2) (3) (4) (5)
0)
REI 30 E@ ñtiljol" ftro^f [@
REI 60 l110;Tdr [20,'ól* @ f
"r^f
REI 90 F76ñ1. @ luo/rsl Wrd
R.EI I2O ll50,?5.l Il6,),'asl I r60B 5l @
REI I8O fl8o/4t l roo/451 Fro/sll boo-/ssl

REI 24O Effil l rso/60.l @ l360¡10l

Llsua¡¡nentg el RcubruDiento cspccifrc¿d0 cn la Nqm Eliv fy'2'1'l cs de¡¿rminante'

Tatrl¡ I I l I \lLrros y p;rntallas IFC-2).


Los Íoriados reticulares

Obsérvese la contraclicción conceptual existentc cntre ambas o Por tanto, todo lo qrie se cxpone se encrjentra referido
a las
nornas, cuando se trata de fiiar los recubrinlientos mínimos cle los vigas descolgadas, expuestas parcialmente al fuego por tres de sus
muros expuestos a una sola cara; y entre ambas creemos que la caras, dado que la parte superior se encuentra normalmente pro-
línca aceftada es la del EC-2, por el peligo que encieran las dila- tegida por el paquete que configura el pavimento,
taciones diferenciales originando momentos descontrolaclos,
cuando el fuego sólo actúa por una cara. Si por cualquier rara circunstancia la viga se encontrara ex-
puesta en todas sLls caras, a todo lo expuesto deberemos añadir
las sigu ientes especificaciones:

I 1.9.4. Tirantes: elementos sometidos a tracción El canto de la viga no debe ser menor que el ancho
mínimo requerido para el periodo de resistencia al fuego
respectivo.
La resistencia al fuego de los elementos de hormigón armado
y pretensado en tracción puede considerarse adecuada si se El área de la sección recta de la viga en la zona
siguen las especificaciones dadas por la tabla I I .12. traccionada no debe ser menor que :

Dimer¡siones mínim¡s (mm) A. > 2'(b,r,¡n


Reslstmci¡ al fuego )2
Pmibles combin¡ciooes dc
¡o¡m¡llz¡do ¡ncho del elemento üJdilencia el eje a

0) (2) (3) El b*1n se obtiene de las tablas.


R30 f Eo/r5l @
RóO liñ/4ol lloo¿'sl
R90 ñsolssl l¡00l¡5l
R 120 ffii:6s1 I 5ooi45 I

R r80 fr4olsol tó,rc'60l


R 240 t@ f?oo-,,?ol

Pa'a rl.*"*. prctensados, debe tcnerse en cucnla un incremen¡o dc dis¡an-


cia al eje de acuerdo con el apanado 4'2'2 (4)
a) ¡\ncho co¡rsü¡nle

l¡ Norma ENv 1992-1.I cs dcÉrm|n8ntc


el ¡¡cubrimicnn cspacific¡do cn
'Us¡rlttE¡c,
Tabla I 1.12. Tirantes (EC-21

oa
Debiéndose cumplir, además, las siguientes reglas: ¡--i
. Cuando el alargamiento excesivo de un elemento ¿i lracción
afecte a la capacidad portante de la estrr-rcttlra, prlede ser
b) Ancho variable
necesario reducir la temperatura del accro en el elemento
traccionado hasta 400 oC. En tales situaciones, Ias dist¿¡ncias
al eie de las armaduras debc incremerl[arse en l0 ¡¡rm
. l-r sección recta de un eleme¡to a tracq:i(in no clebe ser in-
ferior a 2 ' (b¡¡¡)2, siendo b¡¡¡¡ el menor ancho dado en la
tabla ll.l2.

cl Sección cn I
I 1.9.5. Diseño de vigas resistentes al fuego F¡9. I l.3l. Deiiri:ción de dirnensio¡les para diferentes tipos de vigas.

. [¡ que figura a continuación se refiere a las vigas acusadas


baio los forjados y no es de aplicación a las vigas planas, típicas
o Para vigas de ancho variable, como ancho mínimo se
de la construcción española, que se encuentran enlbebidas en el considerará el que existe a la altura del centro de gravedad
espesor de los mismos. mecánico de las armaduras traccionadas.
Los I orja dos re Ii cular es

.Elcantocficazd"¡delpatíninferiordevigascndobleTcon Dimensión mínim.r b.¡n / Recubrimiento Ancho mínimo


me(ánico e{luivalerrle mínimo arr,¡r (mm} del alma f¡,.¡n
ancho de alma variable, no debe scr inferior a: (mm)
80i20 | l20ils
d"f =dl +0'5'd2 )b'n'n

Esta regla no es de aplicaciórr cuando pLrcde dibuiarse una i :00,'j0 I 250/45


sección recta imaginaria inscrita en la real t¡ue cunr¡rla los
condicionantes del mínimo con respecto a la resistencia al fucgo'
y en la cual quede incluida la totalidad de la armaciura. 'l-o¡ rcrlónnr¡errm prr exrgerrias de dr nülid¿d *¡án mxm¿lmeote mz'¡wes

T¿¡.¿ I I I J \ ¡¿i rE.l ltl. Especificac-iones para vigas acusadas bajo los ft:r'
i¿Cc': c-rr ,e';-; ¿. lrrcgo segirr EHE.
AB
. EL EC-l ros ofrece la tabla de especificaciones I I .14 para
las,jga: ,!:r': Dlen'lente apoyadas y otra para las vigas continuas
ttatl'a I I 1:rt

---t --{
A B
Dimc¡sioncs ¡¡íD¡rn¡s (ñm)
O, Sacirin eu ru¡um R..iqcir
d fqo Combin¡clones poslbles dc a y D*
Amho del
uuliado slendo ¿ l¡ distami¡ media sl
elmr á,
F'ig. I 1,32, Viga con sccción cn dohlc T. con ancha dc alma v.rri.r- cJe ¡' á* ol rncho de la vlga
blc quc satisf¿rcc los rcquisitos dc una sección recta imagnaria
I 2 3 4 s 6

.
R30
@ @ @ @ @
Cuando el ancho real del patín infcrior exce<le el v¿rlor
lÍmite 1,4'b, (siendo b* el ancho real del alrna). la
l-rTl ET r'o,T Le-f
distancia al eie de las armaduras activas o pasivas clebe
R60 b*.
@ @ @ @ @
incrementarse hasta: d
t,rol r3Tl t 3ol rril
R90
@ @ @ @ @
der = á
t; d fa5-l f.:l f4o-l l-5-l
[',*t- *: )="
R 120 b-..
frm I fr4o I t3ool tEt frt6-l

. >
o I ó51 fsTl @ t45t
b*
Si las alas tienen un ancho b
que la viga se encucntra expuesta en torias sus caras.
3,5. se consiclera R rto 0..,.
@ @ f4ml f,too-l @
u fso I I ?o"l I 65-l 160l
La norrna EHE establcce únicamente la tabla I I 13. R, 2JO
@ @ @ @ @
con carácter general, y expresa que para v¡g;JS continuas
y para resis[encia al fuego R-90 o nlayores, rcconrierrda
a r*l l-o-'-l [75-l T?o-l
dú = a + l0 mñ (véasc nota ab¡jo)
que las armaduras negativas se prolonguen hasta l/3 cje
la longitud del vano con una cuantía no infcrior al 25u/n de P¿ra viSas dc hom¡igón prercnsádo debc renersc en crrcota el itrcremcnro dc disra¡cia at cjc dc
las armaduras que exis[an en los apoyos. ¡cucrdo con el apanado 4.2.2 (4j de esra Panc 1.2.

Además, exige qr.re el ancho del alma de las vigas nc.r ar cs la distancia del pa¡amento al ejc de la armadura para barms (alanbr6, cordonca) dc
esquina en vigas cn quc cl rero sc d¡sponc cn utra $ola c¡ps. Para velorcs dc á., superio-
sea inferior al ancho míninio espccificado en su tabla , ¿¡l rcs a los dados en la columna 4. ño €s pfcciso irrcrcr¡ren¡ar o.
menos en dc¡s cantos a izquierda y dcrccha dc los a¡royos.
' Us¡lGnte cl EñbnñiÉilo.5fE(¡frrlo en h Nofr ENv 1992.1-1 6 d.€ñidñc.

'l'¿bl¿ ll.l4. Viga:; isostáticas (EC-2).


lns [oiados reticulares

Dimeasionc minim¡s (mm)


Rcgis¡eúc¡s
rl fucao Combln¡ciones podblc de a ¡- ll
Ancho mfnlmo
Dorü¡l¡zrdo sie¡do o lu disr¡nci¡ medi¡ ¡l
del rlmr ü*
ele y D d rncbo de la viga
I 2 3 4 5

R30 ,"" @ @ @ @
o ET E uü
RóO l-rrol lrool f sool I rool

td E' ti:-I
R90 tE-l kml lsool rrEl
a tlrl |_rTl f-rTl
R 120 b^
@ @ @ @
a @ E fiTl
R 180 b^,
@ @ fóooI @
a @ @ [_sol
R ?40 t6t l-5oo I f-ool I 160-l

@ @ lóol
as = a + l0 r¡rn (vé¿sc nota abqio¡

Psfavigasdehorm¡8ónprcleÑ¡dod¿b€tenerseencuentaeiincrcmentodedista¡ciaalcjede
acücrdo con el apar¡ado 4.2.2 (4).

aú es la dis.mia dc¡ püanrenlo al cjc dc la trm¡duta pa¡a b¡rras (alarnbres. cordoncs) de


oquina 6 vitas en que cl accro s di$porc m üa sola capa. Pe t'elores de ád' suPerio'
rcs a los dados en la columna 3. ¡o es pteciso incrcmnta¡ ¿¡

. UulE¡E al ttÚbnmts¡ao 6pccrfKado an l¡ Notu E\¡V lyr:-l'¡ c1 dc¡emun¡nt?

Tabla lll5.Vigas hit)crcslitic¿s iE(: 2)

r L¿ tabla de las vigas continuas hiperestáticas ha sido elabo-


rada de acuerdo a que las redistribucioncs de esfuerzos realizadas
en los cálculos no exceden del l5ol", como suelc scr lo habitLlal.
Si por cualquier circunstancia las redistritruciones hubiesen sido
mayores, se aconseja emplear la tabla conespondiente a las vigas
biapoyadas isostáticas.

f:\f.r-!,¡ i
.i tl,.'¡",,," l( innrn$ni.. ,lc!r('in! t¡r¡ l¡r ric¡oncl clrtrttÉ(ttutFtrtat r h irúacÉn

li !n.,l,r¡rr d. h¡h.n¡('s tucolas rcrlcñcr qft dcb{ 3ar ¡b$rttkl¡ por h ¡n¡rtuñ
Jr tn.'hh É$n l¡ Ndn'¡ EXv llrt:-l-l:

I r,,¡¡.o" i. h.'m:D¡,t ilc.ntÉr.n Éod¡.¡D¡.! dc tu¿¡o.

-il t:n'¡rr¡:r¡ {. ñeftrnüji llcclt'ral ñsrst nl.\ & riurfilo con l¡ lau¿ir/n l¡ lo)

Fig, I 1.33. Et¡volr,entc r.lc rnomentos f lcctores resistentcs de vigas sobre so-
IJorLcs en condicic¡ncs rie fLrego.
Los lorjados reliculares

. Para resistencias al fuego normalizado R-90 o superiores, el I 1.9.ó. Losas macizas


área de armaduras que exista sobre el soporte calculada en situa-
ción normal (temperatura ambiente), debe prolongarse la rnenos . Es es¡.resc.rr rrririrrrc.: de las losas h. dado cn las tablas, ase-
0,3 I en una canlidad mínima igual al 25o/o, Lal y como plantea la gurii liis [r.rrrciorres cle conr¡rartinrentación (E) y de aislamicnto (l).
EHE.
En l¿r ev¿¡lr-r¿tciórr clel espesor h. interviene el paquete no
. Con el fin de evitar una rotura por comprcsión dcl hormigcin combustible c¡ue config,rra cl pavimcnto.
o por esfuerzo cortante de las vigas continua sobre el primer so-
¿r
porte intermedio, para resistcncia a fuego mayor o igual a R- I 20,
debe incremcntarse el ancho de la viga y el cspcsor clel alma se-
gun se especifica en la tabla I I .ló, siempre y cuando la viga no
se encuentre empotrada elásticamente en el apoyo extremo.

Rcsile¡ci¡ ¡ormallz¡d¡ Ancho mfnimo de la vigu b-" (mm)


d fuego y dcl dma ü. (mm)

I 2
i \i ' il:trln
R 120 @ -l I .¡ Jr l; rrrr:l;'r,

; s, r.':,' ¡') inmlisr¡ilr:d'


R t80 ftgo-l j.,q,'l¡nt,c¡¡r, rLr)\(¡!') ic\'c¡{ilrlm¿tilc !'r))l'u\t'hlc:
R 240 f4Eo I
' t - hl - lrq de acr.¡c:rclo con la t-abl.¡ I l.l7
Tabla II ló. Fig. I 1.34. J¡:¿=':::.Ltlrón clcl cs¡>esor útil a fLrego de las losas de hornrigón
con Dai'j-:; tcs rE(-21.

. t -15_lA>¿S s i nrJrlelllq n te, a poya d a s e.tlgSgnlonQ, t ra ba a ndo


j

unidirecc'onalnlentc c¡ biclireccionalmentc se regirán de acuerdo


corr l¿ tabl¿, l l .l 7

Dimensiones mínima-! (mm)


Resllencl¡ f)istancia al eJe o
nonn¡lizad¡ Espesor
de losa Flexión en Flexión en dos direcciones
al fuego
ñ, (mm) unc dirección lrl( 3 1.5 l,s<1,11,32
rl 5
I 2 3

REI 30 t tú T ¡{) T frll'


Fo l- rE}
r4
REI óO 80 20

REI 90 fill f,il'


REI r20
[.i_oo-l
l-'20 l t4ol ra t-
REI 180 t LT f ro-l l4oI
RE¡ 240 lT?-Tl 6sI .1u 50

f. y f,son las luces de flerión de la losa, (con flexrón en dos dtrecciones onogonales). siendo
t"
la luz mayor.
Pa¡a losas prerensadas debe tenerx en cuenta el incremenro de dtstmcia
al eje especiñcado en el
apanado 4.2.2 (4)
se ref¡ere a losas apoyadas
I-a distancia al cje a. en las columna.s .1 y 5 para losas bitlircccronales
en todo el contorno. En olro c¡so, debcn ser rratadas como lcrsas unidireccionales.
. Us¡lmne. cl ccubnmicn¡o cr¡rctñcado ¡xrr la Nomr¡ FNV l99? I I es dctcrx)rntnlc

Tabla I 1.17. Losas aprlyadas cfl su corllorr"ro itC-21


L¡s foriados rctirula¡cs

.
Las losas continuas con aooyos lineales continuos, se regi- míninlo ;il r-rrenos l0-15 rnrn y un pavimcnto formado por
rán por las columnas 2 y 4 de la tabla I l.l7 y no dcbc habcrsc cal- gavín *
mortero + baldosa de hormigón o cerámica, configurando
culado las losas con redistribuciones por cncima del l5%; y para un paquete er'i tonlo.¡ los 7 cm de materia incrtc por su ¡xrte sutrrrior
resistencia al fuego R-90 o mayor, el 20o,zo de la amraiura qtte exista
sobre los ¿lpoyos se recomienda disponerla en tocl¿ l;-r lorrgitud de
los vanos.

. Las losas macizas sobre apoyos puntLrales {íaf s/¿¡úsl, ciebe-


rán cumplir lo especificado para las losas contirltl¿s y se diserla-
rán siguiendo lo especificado en la tabla I t I8.

Rsilenci¡ Dimere¡ons minimls (mm)


nom¡liada gspsr de los ,l,
rl fuego l)istaDc¡¿ rl ljc 4

1
I .3

REt -¡0 ti'J I


r0 l"
REI 60 2oo I rfl' ('\ 1,, tl L l.t-].ll t,'\1OJ-!-L.05ÁS' LL\Q¿'\S
RFI 90 Frtr :5

Rfrl l:0 ij
fr¡o1
RL-I r 8f) f-:*l l5

REt l¡0 l-rml El.


¡ q¡¡hnd¡ú.. cl cf,I'r¡¡il(nkr errsrlic$do Por ln N.)m! !-\\ llel : i '-' 'iI r':' irri'

Tabla I L 18. Losas so[rre ¡:ilarcs tF,C-]r

En las losas macizas afioyadas sobre pilares. los c-spesores


mínimos especificados en la tabla I I . l8 no aclnriten reclucciones
i ¿t r c t <¡ p rttu; ae¿t-t¡tu oJ..r; e Lr.L¿s
debido a la presencia de posibles pavimentos; t' los recubrinrientos I
I o r-cArr\rav,ÉNropRot)lJcEuNrr¡cRfMe.NToDELA
mecánicos se refieren exclusivamerrte a las armaclt¡ras de la capa i ea:s.rr tjai. GAs t ¡ l l tNT¡:RtoR r:r)ú'c <.' 00 kt,hr¡
I . LOS I A:J )!,'' t 05 ROMPEN A TRAC(,I0N
irrierior. r r, .ot¡i qovpt A ÍLt¡róN Y s€ oEspREñoE.
I
I o trtrLcTot{it.ocal EñcuANlouf¡ABovtoll.ta
I ¡ ¡, l¡ ttscrlxof ¡.a PREsróN hN IoDA LA r¡LA

I l.l O. Criterios y consideraciones para el


diseño resistente al fuego de los foriados
reticulares mediante tablas ,$ -r.! ,JU
. \6mos a centramos en las tres tipologías más frcctlerrlerlletr- I'ig I L35. \c:racró:: iLrc'llilc'ttiv,l del fuego sobre los forjados (l lvf Izqrrierdo)

te usadas en España:
Al recubrrnlrento geométnco inferior de las armaduras que se
- Forjados reticulares con bloques perdidos tJe horrttigón considerc, ¡ruede ari;idirsc, si existe, el enlucido de yeso a efectos
- Foriaclos reticulares con bloqtres aligerarltr:s de poliestireno de estim¡r sri elpesor frente al fuego, unos 20 mm ec¡rrivr:lentes
- Forjados reticulares de casetones rertr¡xrablcs v nen'ios vistos. en horrrtigórr

.¡osé Ma lzquierdo nos ofrece unos esqrlertt¿s ttlu-v ilr-¡str¿rti- Scgún los ensayos clisponibles, cl ycso de los eniucidos co-
vos de cómo actúa el fuego cualitativanrenle sobre forj;idos en la mienza a degr;rclarse.i partir de los 120 minutos, tal vez por lo cual
flgura I 1.35. la EHE fija cl cnteno mencionado de equivalencia para una R-120;
clritlQLl€ no es¡recifica cónro se cclnsiclera para urtas exigencias nta-
. Teniendo presentc quc un forjado rcticulár de bloc¡ues yorcs, una t:stinlaciórr adicional de espesor de hormigón dei mis-
perdidos de horrnigón suele enrple:rrse de fornra gener:iliz¿rcl¿r en rlo orclc-n clLre terrg¿ e-l c-s¡rcsor de la capa dc ¡reso colocada,
viviendas, lo normal es que lleve r-¡n enh-rcicl<¡ cle veso cle es¡:esor podría ser considerado corr)o razonable y por tanto admisiblc.
Los foriados reticulares

En cuanto a los recubrimientos laterales de los nervios en los


.Los foriados reticulares con bloques de poliestireno perdi-

reticulares con bloques perdidos, podemos contar cl enlucido' do, podrían valorarse como los recuperables con el problema aña-
más una capa de hormigón de unos 20 mm que constituyc el fon- dicio de cont¿r con un tnatcrial de aligerarnicnto quc es
do de los bloques y posteriormente otros 20 mm adicionales de combustible, allnque cuantlo se encuentra protegido por el ycso
hormigón sobre cl propio nervio; todo lo cual permite que poda- tiencle a fundirsc y gotear, inflamándose ¡rosteriormente fuera del
foriac.lo, emit¡ernclo partículas volátiles y un humo rregro y derrso'
mos cstimar a efectos prácLicos, que esta ti¡rr>lt-:gía cie foriados
puede tener un comportamiento a fuego similar al de la losa rna- Méasc la descripción dcl ensayo')
ciza para exigencias de tipo R-I20 segun Ia EHE y por enc¡ma de .
Para los ít>riaclos reticulares con moldes recuperables el
pos-
R- 180, si tenemos prcsente los ensayos quc se menciotran
EC-2 nos propc)tle la tabla I I .l 9.
teriormente.

I)ime¡siooes mínim¡.s (mm )

Canto de la losu lt,


Combinsciones posibtes de ancho de mnios á- y drstancia nl qje a'
Y distancia al eje c en el vano

dd=.¡rfi.J--l

Enlaslosas¡rewadaspretensadas'ladlstanciaalejcadebcincremcntarscdeacuertloconclaparta-
do 4.2.2 (4).

4s¡i¡¡rlicaladisralrcianledtdaentreelcledelaan¡rat]urar.cl¡raramenltrtlelncrviocxPuest()al
fuego.

Norma t'lNV l99l-l I cs dclcml¡nrnic


* Nomalmentc. cl Eiutrrlmrctlk' crlgidrt por lr

(C recrr¡rcnrbrlt'sl (f-C-21
Tatrla I L 19. l'oriaclos reticulart's
Los loriados reticulares 443

Como puede deducirse de la misma, la tabla I I .19 invallda to- No obstante. las prescripciones geométricas tan drásticas que
talmente como tipología constructiva todos los foriados reticula- establecen las tablas para las losas nervadas bidireccionales de
res habitualmente empleados en España, que arrancan sus nervios casetones rccuperables, podrían tener una razón de ser en la par-
con una base mínima de 120 mm y se proyectan con 50 mm de te inferior dc los nervios, dado que se cncuentran ampliamente
capa de compr*;ión. expuestos a la acción del fucgo; sin embargo, cuando dichas pres-
cripciones se establecen tambión sobre la capa de compresión, no
Por consiguiente, el empleo de la tipología de forladns reticu- encontranlos una iustificación razonable para las mismas.
lares de casetones recuperables, mientras se mantengan las exi-
gencias legales actuales sobre los tiempos de resistencia al fuego, Si nos centramos en los cantos de esta tipología de fodados,
habitualmente empleados en Españat 25*5,30+5, 35+5 y
y pesc a haber demostrado su bondad y buen comportamiento
que 40+ 5, Ia geometía de los nervios queda refleiada en Ia Fig' I l '3ó'
iránt" u fuegos reales, su uso debería quedar proscrito' salvo
pueda demostrarse lo contrario mediante la vía analítica del cálculo
rea-
b me¡or aún, mediante una serie amplia dc ensayos fielmente
l¡zadás; o meior todavía, cambiando los absurdos tiempos de RF

prescritos Por las normas.

CUBETA DE 2' CM DE ALTURA CUBETA DE 30 CM DE ALTURA


CUBETA DE 20 CM DE ALTURA
a."I_., o
x
/l\
._Jol +
¡
-f
I

I
sl
o
R
I
*i
I
LJ
l
I

s€cclox o€L NEnvp

SE(.}CION DEL NERVIO

CUBETA DE 40 CM DE ALTURA
CUBEÍA DE 3' CM DE ALTURA
.')rl_\
-\- i
f" {'-.
r---t
I

I
.l
I

--J
'I
-1
ol
I ol
ol
-l 'l

_.i
l

usaclos t¡ás trccuentemente en España


Fig, l 1,3ó' Seccitirr de los neru,ios hiclireccionales
Los |oriados reliculares

Lo más habitual en los proyectos españoles de estructuras con con un ligero mallazo del Q4 ó 05 -20 x 20, no considerado en
esta tipología, consiste en disponer un mallazo muy fino en la capa el cálculo, garantiza un espléndido comportamiento de las mismas,
de compresión, que rara vez se hace intervenir en los cálculos, sal- si tenemos en consideración nuestra expericncia como proyectis'
vo para cargas muy elevadas, disponiéndose las armaduras de tas de esta tipología de forjados, en todo tipo de circunstancias y
flexión negativa en la mitad superior de los anchos de los nervios. condiciones. y'en cientos de obras.
En dicha situación, los recubrimientos geométricos laterales que
se obtienen para los nervios, superan ampliamente las previsiones
nrás pesimistas relacionadas con el fuego, cifrándosc estos recu-
brimientos laterales por encima de los 70 u 80 mm para los F.R. de
I l.l l. Diseño de foriados resistentes al
25+5, 80 ó 90 para los de 30*5 y así sucesivamente a medida fuego basado en ensayos
que crecen los cantos. Para nosotros, las armadltras de flexión
negativa, pese a las bóvedas de aligeramiento. se ellcuentran en . Frente a la compleiidad de los métodos de cálculo generales
una situación bastante parecida a las losas macizas' y las prescripciones tan duras establecidas en las tablas de diseño,
especialnlente para los foriados reticulares recuperables, la única vía
f¡or otra parte, no debemos olvidar que esta tipología de for- razonable ). sclts.rta que le qucda disponible a la indl¡str¡a de la
jados, en los puntos de máximos esfuerzos es totaltnente maci- consl-n.¡cción ¡xra dernostrar al organismo de control
(o.c-T')' y por
zo, dada la presencia de los ábacos sobre los
pilares' La capacidad que foriados son capaces de
tanto a la_* coml¡ñías de seguros, sus
de soportes
resistente a momentos negativos, al llevarse banda
la
mantener una estabilidad al fuego sin colapsar por encima de lo es-
757ode toda la flexión á*ittent" en el pórtico viftual'
resultará sistemáti-
un tablecido. ]¡ sin producir víctimas, es la vía de ensayarlos
muy similar a la que tenga una losa maciza' dado que, la experiencia acumulada en el
.- i, *.to¿i.amente;
.oÁpott"ti"nto real frente al fuego de las estructuras de hormigon'
que deben adop
Y en cuanto a las prescripciones geométricas
que están basadas no sin,e conlo detllostración burocráticamente'
tarse sobre la capa de compresión, estimamos
un diseño plano dc- las nris- . 7' relati-
V t. it"n declucido del
supuesto de Lá EHE dice textualmente en el punto 4 del Anexo
puenteando entre nemos rec-
hu, qr" sea resistente a la flexión, vo al fuego, "un métotlo altemativo a los expuntos, es la cnmprobactón fren'
alguna; lo cual oblig la
tos, sobre los que no se éspecifica separación te al Íuegi nvdíattte ensauos realizados e interprelados de acuerdo can
unos espesores idónlicos para ellas' tanto si al estructural estudia'
a tener que adoptar UNE-23-093- El ,
conespondientes tipo de elemenlo
corno si deian
los neruios deian entre sí una luz libre de 50 cm' do."
gené-
lr0 ; üq* invalida dichas prescripciones con carácter
Estructuras frente la
rico. El EC-2 . Parte | -2. Reglas Generales' Progecto de
al empleo de métodos de
luego dtceen cl punto
2.'4.5:"Como alternativa
'o¡,tiuto, en resulLados de
al puede basarse
'u*,io,t':el rlittrcttsiona¡niento frente fuego
eneyls'"
y "P'uetlut lambién usane nmbinaciona de aátculo rtr

establece como
Y finalmente, la NBE-CPI/9ó, en su aftículo l7
ante el fuego de los elementos
iustificación del comportamiento
constructivos y materiales: "Maru de mnfornidad a nlrmas UNE' sallo
técnicas de esta norma
i-rrii¡roao de conformídad con las especifiucíones
-oas¡ci.
los ensauos
r-n t¿r¡1t0 rro existan estos distintivos, se admitirán
para uda caso'"
realizatlos segtin las Normas IJNE especiftcadas
aproximada alcom-
Con el ot'ljeto cle ofrecer una idea' algo
' que pJ"tnot esperar de nuestros foriados frente
frortauliento real realizados según
cnsayos
al fuego, van'los a citar y describir ues
UNE-23.093 .8 I .

consisten en la construc-
losas sobre los pilares' En general' los ensayos básicamente orden
Fig. I 1.37. Secciones dc los foriados del mismo del
ciórr de ttna parte ael fo'iu& iepresentativa donde se sintula
de 3 x 4 m que se .ontJ to*"
lecho clel homo
los foriados reticulares españo- calcula para la carga prevista'
l-as capas de compresión de cálocado se
hormi- .itÁ.-.dÉ,al foriado
distribui'
bóvedas que trabaian en uniformemente
les recuperables, son tu-'á*it"'
sea cual sea la ft¡ del iu;; il;;¿iint" r"tÉi¿"át *nottigon
¿"oos
se distribuyen los medi-
gón en masa, con res¡siencia sobrada do sobre el nrismo.
titr'án v
hormigón; y, por constguiente'
bastaúa que tuvieran un espesor
dores cle temperarura
(t;; pares) en ios puntos deseados y Ios
un buen comportamiento mecáni-
mínimo de 3 cm pu'u oUt"n"' medidores de deformaciones'
para las capas de compresión
co. Los 5 cm que
"to*"iAt*os

ts
l,¡s |oriados reticulares

A continuación, comienza a simularse el incendio elevando la ' Hasta los 180 minutos, aproximadamente, no se
temperanrra del homo según una relación tiernpo-tempcrahlra que generaliza la pérdida dcl cnlucido balo las viguetas, quc
se ajusta a la curva ISO R-834, hasta el punto descado o hasta que es prácticanrentc total cuando se concluye el ensayo.
la pieza se considera que oficialmente deia de ctrmpli¡ que suclc
ser cuando se alcanzan deformaciones del ordcn de los 150 mm
- L¿s bovedillas no sufrieron desperfectos de ningun tipo
(U30). Para los foriados, la norma UNE considera que picrden su ni prácticamenl"e pérd¡da alguna del enlucido inferior,
pcsc a tcnc'r en su interior temperaturas de 4000 C a los
cstabilidad mecánica cuanclo alcanzan una flecha durante el
IttO min.
ensayo de U30.

losé M" lzquierdo cuestiona que este tipo de ensayo pueda


- F-l ensayo se conclttye, debido a problemas en los
qrremadores, a los 210 tnitl sin que se hubiera
considerarse como representativo del comportamierrto de un ' producido el colapso del forjado y con una flecha en
foriado real baio un fuego real y ¡:ropone realizar los ensayos sobre
centro vano dc 4ó mm, lo que supone un U9ó, leios del
modelos básicamente reales.
U?O que es cl valor adoptado como criterio de fallo.

- L¿s tempcraturas alcanzadas en el interior de las


bovedillas fue de 400" C a los 180 min, y la difercncia
Ensayo de un foriado unidireccional de vlguetas pretensa'
de tenlperaturas cntre las cargas superiores e inferiores
das y bovedlllas de aligeramiento de hormigón
de las mismas fue de ó00o C al final del ensayo
t2 l0 min), sin detectarse desprendimientos de ningún
y
Este ensayo fue realizado por el Instituto Eduardo Torroia tipo. Estc hecho determina que las temperaturas en los
publicarlo en el I Congreso de ACHE celebrado en Sevilla en 1999 laterales de los nervios permanezcan sensiblemente
por
por t-. \éga, Cecilio lÁpez,ÁngelArteaga y l P Gutiéncz' debaio clc las que tendría un forlado nervado' sin
bovedillas.
El forjado ensayado estaba configurado por senriviguetas
pretensaáas seminesistentes (e/e
: 0'71' suulamente sensibles al - El enlucido de yeso, dado que comienza a
desprenderse
de hormigón hasta los
;;;;;, ;;Jedillas de aligeramicnto comunes de 2l+4 cm' v
a partir clc los 120 minutos' manteniéndose
uiUlopi.ntuclo. El canto del foriado fue I80 minutos que desaparece' limita considerablemente
fue construido con un H'17'5, con un
mallazo de reparto del
las temperatuiu'q'" se alcanzan en Ia parte inferior de
del Q8 de las armaduras de
20 x 20 y acero B-500-T, llevando unos
negativos Ias viguetas y consecuentemerlte' en
05 - pese a encontrarse
óó a; de longitud cn sus extremos' un zuncho dc a 0 l2 y
tracción(alambresdepretensado),meiorandoasícl
frente a la acción
,,roi"-""* ap'"oy"do en strs bordcs con comportatniento resistente del forlado
eQ6a20cm. cJel fuego.

El foriado se calct¡ló para una carga total


cle l0 kN/m:' - l-¿s tcnlperaturas en la superficie inferior
de las
urla. carga de 7 kN/nl2 durante el ensayo un
(l OOO fp¡m'?l y durante el ensayo sopoftó viguetas experimentaron
de los
iZOO Xo¡t'l,es decir,
una carga real clel orden del4i"/o de la carga incremento uniforme' incluso después
de lo que pucde a partir del cual'se
teórica últlma de agotamien-to, muy en
línea 180 minutos, momento aproximado
un centro contercial ti¡-ro ,n. pJ'ditl" generalizada ciel enlucido baio las
;;.;;;r; un for¡ado real destinado a
orden de los ó KH/m']
observa
;;;";¿r¡o, .on ,ob,"cargas cle uso clel nlismas
(ó00 Kp/m'?).

Por la parte inferior llevaba un cnlucido


de yeso ortlinario de
con ner'
l0 mm J"'"rp"ror. El resultaclo del ensayo fue
el siguiente: Ensayo de un foriado unidireccional-construido
;; ¡';ttt aligerádo con bovedlllas de pollestlreno
que el yeso empleza
- En tomo a los 90 min se obserua
aIa vez que adquiere
a cuurtearse cle forma uniforme' de lacasa.comercial FOREL
El ensayo fue realizadQ a petición
una tonalidad ocre' Fuego (LICOF)'
.n .l t cle lnvestigación y Controldel
boinrorio
significativos del
- No se observaron desprendimientos
hasta Lr geometría del foriado ensayado era
sinrilar a la descrita
y"ro qu. dejara vista lu tu'" infcrior del foriacJo m' una -supcrficie expuesta
íot I zO min aproximadatnente' situándosc
dichos J;;óo anterior ae i,aoxg''J¡ cron
del foriado fue de
i"tp*"¿irntenio' de forma aparentemcnte aleatoria' ;i il;;á;
"r.' ¿*; n.r. Er c'nto estructural
quedan recogidas en las
peó siempre en la zona inferior de las viguetas' 23+4 cr,y slls restantes caracterfsticas
figurasll.3SYll39
Ll. /,,rttirl,, r¡li(rl(lrii

FO REL

MORT L,RO 'i


LAPA C(naPRESION
lOMBN€BF.TE

BASF

üJARNECDO

aRHAnIlRA t\,\L !i'il I '1


'.r']

.,.--
Pllsr r-rvll. f t, -:-:l
2Ó8. róro
Hcrmgirn H-17':
Acerc 51CCr

F.l fori¿rclo [ue calt:ulaclc¡ pi)rci L]r-r'1 r erl':':r


- I:i i-lr- lr I r. ;1-1 'l
,,ilrrr-rló el p¿lclrrele ci'-' 1:r ¡ravtnlerll;cióll i
i'-'- ' l: .lL: L": :-- 1 .": . ¡'
:l r:"' , I * ri -
lr¿is¡r y se tliSptls() tllla cargll I'cl).irti'l:r '-ic
r
I

rlr 'rl:''rl-:-''.i '- i-l'.r , ,..r: , ir- ir


clc r ot-tscgttir la c:rrga cic ó.2 kl\i
l1lá\iltt(t (¡rg(i I)lcviSl.il ell 5cl'. ici( )

Fl lorlaclo licvaba Sol)re los trcs (-:r: r''':i:'-'-: 'l- 'r rrl'¡trL-i-¿r
cortl¡ltLla t.le ¡ c-tliestirt:rr(l liglllfLlgo)
(ll'e'¡' - ii'"': : I ¡'rl ¡ I
it-r r rl

un grr,trtreciclo cle VL)s() cle I clll rlt'iill'::'i"

:::::*""**'":::#l r'43\
Los fortddos rclr(nlarcs 447

L¿simulacióndelfuegoserealizósiguienclolacurvalSOR-834'
tal y como se refleia en la figura I I 4l

I0a'c'

aco -

t.)O -

,1CC-

a;o j

I
c-t_ ,-:. ¡b ¿!
.l
- T!ero.
lrnr,l_':'l-
rninuto 69
¡lsl ltor-
la tcnt¡le:a:-l¡-" r'rl l)ü '1¿¡¡¡¡¡
Frg. I I 4l Cráfico <lc la evo]ución cle
rro scgtirt ISO R-8J4

sÍguie¡tte:
El re:sult¡do <Jel cnsayo fi¡e el
intcrlr¿l oscil'rl'ite alcanzalrclo
- Se observó una presión
c1e los gases enlitidos
¿l
valores de 40 Pa por acciórr
piczas de poliestircntr err cl inlerior
combustionar las
l¿s concllciones
clel homo. Esta sobreprcsión t:nciurccló
90' cn doncle se rlornr¿iliza
clel ensayo hasta el mintlto
las cc>ncliciones cle presiórr
a l0 ' I P¿i

-Nose-cletectarrfallosc]ecst¿lll(lLleida(lcltlr.rrltetodoellas
ciarldo resultacltls rrcg¿¡ti\'(lc
toclas
ensayo,
comprobaciones hechas al respecto
;rl fuego
- 1.1tenlperatura nleclia etr l¿ c¿ira Ilo e-\f)Llestij
nunc'l los I i4"'C'
fue cle 72"C, no sobrepasánclose
cl':liticlos del
- Los gases y abr'tndancia cie irr'rrrlo:' 'l ¡;artlr
de estos
mirttlto 25 ¡ro son infl¿rnratrle's El c¿ráctL-r
hunlos era denso Y de color oscuro

err toclo ei
- Lá n)uestra miJrltuvo la cst¿ibilir-l¿rcl nlecárlica
cJel errsiryo (122 rninl' h'¡blénc]osc
¿ric¿nzado
[ransctrrso
una flecha cle l2l mm dentro cle los línrites cle

estabilirlaclprccs|ableciclo,cl¡icltlclilc-li;iclisl;rtrtiaentre
apoyos g¡¿ dq 44O crll y pol t¡rrto l'j fieclr"r r-l-rá'rirl¡ clc
ir-restabiliclt:t) L/3O : l4Ó rrrtr.r En l¿ inf<-rrtrracióti ::g I I clt: humos clutantcl t-'l ensaytr
,12 frnisión
disponible no se itrstitica porc¡rl.: se ¡liit'-r'izii el cnsayo
al llcgar a los 122 rllin.
Los toriatlo; rptirulurts

Lrs clinrensioncs ens.:\'"lclas son sinilares a l.rs del foflado an-


Leric-rr 4,,8 x 3,5,1 Irr cot'l l.lrril superficic expuesta al fuego cJe
4 x 3 rri, iler'¡nclo un g,tartreciclo inferior cle I cnl de yeso negro
es[ii r tcl.t r

El f<-rri¡clrt \e c;rl(:ttla y 5c arnla p¿tIa tln¿1 cdrgai total cie


7 kNlnl', Flp.i',inlt^nto se sitltlla por tlna capa tlt- lrtlrnrigón de
4 cnl añaclic.la !¡ l,,xlr'f i0r', clurarrle cl fuego ¿rt:ttlaba la carga nrírxi-
lna cle sen"icio l,)Ic\'ist¿.1; es clecir, los 7 kN/mr.

rt,w¡,6*t l
l-
t'

iu"rn7:'
'ü l)-
d
I .:r

(\l)u(-5til al hlt:ut')
l-ig. l t.43. Aspccto tinal clc la <:;rta stt¡rcrior rrr)
É1=

€. Dn iA
r,-f,,l-,,i i
-'
r'rf f 6! .-l-_
i.F
- t--:.

3¿c:rrh BB
¡j;:l-f-:l+ ¡ ,

á: . ¡: ,

Fig. I 1 .44. AspecLo final cle la cclra illftlri(rr l\ll'ieS''¿r


¡ lrt"ltl rú¡ -1e.. < t'ñ
I '- : j; f.:'.liriili:1q tlel ii'lj'rdo reti'Ltl'rr ellsi¡\'rclt¡

- Al final del cnsayo LlCOf cl;¡sific¡ cst¿t fipologia cie forl'rclos


cof'llo:

. Establc ¿ll fuego: I 20 nrinutt-¡s


. L,stanco al fulego: I20 mintltc¡s
. Parallarrlas: I 20 ntinutos
. Res¡sterrcia al fuego I 20 ttritrltttls

cm' con nerv¡os de


Ensayo de un foriado reticular de 80xó5
il;;;;;etonás aligerantes de poliestireno expandido

cic lnvestigatción y
El ensayo es re¿llizaclo ¡)or el L¿bt)ratori'')
rjt'l¿i t¿is¡ IORFL sc'lbrc un
Ct(rntrr.rl clel [:¡ego (LICOF) a ¡re-tición
80xÓ5 y
retic'-rlar clecarlto I I 1-4 cr'r¡' ctltt trtr't ¡llitc:':t -i. :¡:'¡,1¡r anles dc cL)locar ei lrorntigcrrt
i.riu.i., ¿.-,ipo Firl I I "1¡ .r'-r - el15d\¡c1d()

.on.lnuuirrferiorcle¡loliestirerroclc.3('Ttltlet''sl].qL)r'
Lns lorjados reticulares

. A los l0 rninutos com¡enzan la salida de gases blancos


poco densos. A los l5 nrirrutos aumentan las salidas de hu-
mos con fuene olor, tomándose los mismos más densos. A
los 20 rninutos el poliestireno entra en combustión y va au'
mentando la emisión de gases de tipo denso, blanco y no
inflanrables. Lo que le ocurre al poliestireno protegido por el
yeso, es que se funde con la temperatura y a medida que va
goteando, o se desprotcge del yeso, se va inflamando.

Fig. I 1.47. Aspecto inferior con el guarnccidode I cm de yeso sobre la


pláncha continua inferior de poliestircvro dc 3 t:nr de espesor.

El fuego se simuló siguiendo la curva ISO R-238 según el


gráfi co de temperaturas-tiempo :

teool __-l

I
I
loooJ
I

i Fig. I 1.49. Aspecto del ensayo a los ó0 rninuL<¡s.


aoo.l

.
I

I Siobre los 25 minutos se forman pequeñas condensaciones


ooo-l
I
de:rgua sobre l¿ su¡:erficie de la muestra, que responden a
I lo descrito en el apartado I I .5.
4oo1
¡

. A los 75 nlinu[os se observan fisuras en la cara superior que


I
sirnula el pavimcnto, que se mantienen estables durante todo
I
zooi el ensayo.
i

I
. L¿ muestra mantuvo la estabilidad mecánica en tdo el trans-
'- " 'ádc
curso dcl cnsayo (182 minutos), alcanzando una deforma-
ción máxinra dc 45 mm, muy por debaio de la permitida que
Fig. I 1.4E. Curua de Letnperaluras-tiempos cxistentes en ei horno según cra dc. l4ó rnrn.
rso R-238.

Sin qrre scpantos por qué, puesto qlle no se justifica en la


El resultado del ensayo fue el siguiente' dcnrmentación que obra en nuestro poder, el ensayo se suspende
. Al combustionar las piezas de poliestireno en las primeras
al llegar a los 182 minutos, sin quc veamos unas razones
objetivas que lo iustifiqucn, puesto que el foriado se encontraba
fases del ensayo, se produce una sobrcpresión en el misnlo
muy lelos de alcanzar su inestabilidad (14ó mnr de flecha).
debido a los gases emitidos quc llega a alcanzar un valor de
35 Pa. Dicha presión se normaliza cn tonto al mirtlrto 30 y Despuós dcl cnsayo LICOF clasifica el forjado ensayado como:
sc estabiliza en l0 + 2 Pa.
. No se detectan fallos de estanqueidad durante todo el en-
. Estable al fr.rcgo: 180 minutos
sayo, dando resultados negativos todas las conrprobaciones . Estanco al fuego: 180 minutos
hechas al respecto. . Parallanlas: 180 minutos
. La temperatura media alcanzada en la cara no expuesta fue . Resistente al fuegcl: 180 minutos
de l03oC al finalizar el ensayo, sin que sobrcpasara nunca
la temperatura de l53o C.
450 Los foriados rctiulqres

I t.t2. Método simplificado de cálculo


. El método simplificaclo de cálculo sc basa en determinar la
capacidad portante última de las secciones rectas de hormigón
calentadas. partiendo dc las acciones ya expuestas y de las
resistencias de los materiales disminrridas por la acción de las
temperaturas.

trrs resultados que obtcngalnos del cálculo deben asegurar el


equilibrio estático dc mollteutos flcctores y esfuezos cortantes en
todos los vanos de las placas continuas (del pórtico virtual
establecido), baio las condiciones que imponga el fuego
considerado.

Con el fin cle satisfacer el equilibrio en el cálcr¡lo frente al fuegp,


se admite realizar redistribuciones en sentido inverso a como lo
hacemos habitu¿lrrente; es decir, autnentando el valor de los
F¡€. I f :50. Aspccto lnferior dcl foriado después del ensayo. momentos negativos frerlte a los momentos positivos, siempre
que exista armaduras suficientes de flexión negativa' Estas
armaduras de flexión negativa deben extenderse a una distancia
Concluslones
suficiente a lo largo del varro para asegurar que se cubra la
Después de los ensayos descritos, el lector puede sacar las envolvenle cle flectores con seguridad. Una longitud del <¡rden de
conclusiones que estime oportunas,'dado que las nuestras ya se lB de la luz, puede considerarse adecuada, si se dispone además
expusieron al comietuo de este capítulo, Lás estructuras de hor- de un mallazo introducido en la capa de compresión.
migén, sean del tipo que.sean, tienen un espléndido comporta-
Considcrcmos r.lt't vano represcntativo del pórtico virtual que
m¡ento al fuego, incluso en situaciones dc diseño sumamente
se esté analizando según se refleia en la figura I l.5l .

comprometidas y desfavorables.

Si se observa el croquis del foriado reticular de poliestireno,


podrá verse que los recubrimientos de las armaduras de flexión
apenas alcanzan los l5 mm y al apoyarse las armaduras sobre los
calzos de poliestireno que formaban piezas de aligeramiento, el
fucgo tenía puntualmente acceso directo en cuatro puntos por
cada casetón, protegidos tln¡camente por I crrt de yeso, pero cn-
vuelto todo el coniunto en material combuslible ignífugo; pues a
pesar de todo ello y después de 182 minutos de fuego, donde el
oC lle-
ilorno los 100 minutos ya tenía una temperatura de 1002
gando "a los 1089 oC en los 82 minutos siguientes, el foriado al-
ianzó una flecha cle 45 mm, rnuy por debaio de la flecha de
inestabilidad establecida en l4ó mm-
l"ig. I l-51. Par.itrola de momentos resistida por cl vano en situación de fuego'

Se calculan los momentos izquierdo, derecho y de vano cn


situación de ftrego, obteniendo la flecha de la parábola resistente
en flexión de dicho vano:

M'*rJMoso +Mvnr
N4Tnr =

NOTA: l¡ casa FOREL pretende sustituir los calzos de poliestireno


por calzos de hormigón en los casetones dc aligeramielrto cle últilna
generación que desea fabricar.
Los /orlridos rctirr¡iarcs

L¡ flecha de la parábola de momentos en situ¡ciÓn cle frre6lo Z¡rn (1'r1 d1;(ra1l


)ELLIOf I OE ALEÍO LOIoCJUO: A-
debido a las cargas cxistcntcs cn cl vano, podríal'nos cstinrarla clc lrl('xit.l¡l tB¡t,i.¡,l¡ s¿pork'sl
manera simple por: n r--g.r t ¡\'a¡ Z.rr,i-i ir¡r'rr¡ dtl cibarc Sección de Acero colocada en
lLl ¡r;,iri¡ i¡rilra/¿,r) los ncrvios ccntralcs: Aa
Q)
Mo = l'{l'35'C+.1'Ó0
L2 \i1 :;e cii.;Iinguen banclas cle
6 tipcr alg.uno d;da la
sicndo, ' (crfld!lClcl(: r(QlSLrlt.)tltlVa
ll'xl(lll Lrci' :rc'r,rl (Jri(' lx)s(:cn cstos
Sccción de Acero colocada en
I : 0,fi en zonas de no ¿lmacerra¡rtierltcr pc)51[l\'¿¡ li-rrjarlos. rlenrostrada por vano en tcldos los ttqrrvitts: Au

fl : 0,7 cn zorr¿ts cle alnracenanricrttcr nr r{.'rt r( )ri crl:i¿Vo:; re.rlizados


t\/ó¿¡t' ,,\l rc'xc: ll

En función deltamaño de los lrilares, clicho nronlento Mu Po-


dría cleducirse tal y (:omo se ha visto en el Capitulo 7, o de m¡rne-
ra simple introduciendo en L la luz libre dcl I'ano

Para que exista estabilidad, se tle['lt-' cum¡;lir qtrc: 5 fti)

M1'¡¡¡ 2 Mo

' Con los coftantcs y puttzonamientos operarcnlos de mane-


ra análoga, tlna vez calculados los esfuerzos err sitLlaci¿)n de fuc-
go; es clecir, los esfucrzos reclucidos se conrp¿ir¿itl cotr los I ¡J0
esfuerzos que pueden resistir l¿ls seccioncs cons¡dcradas corl las
:150
rc-sistenci;ls rlisnlinttidas ¡ror las tcnlperatr.Jr¿s.
¡o-l i-Jr) :t00
45 I ll.r 250
Cálculo de las secciones de agotamiento de un foriado re- J!0
ticular de bloques perdidos
Tabla I 1 20
constmctiv¿r de estos fcrrjaclos y lar ¡>resen-
Dacl¿r l¿r n¿rtur¿rleza
cia habitual de una carpa de yesos dr-- | crl cle espesor, consicle. . En las zon(-is (le flexicin negativa, cs decir, considerando
rarlos conto una iosa maciza clcspués de lo ex¡tuesto
cornc) z()n;ls conrprimiclas las zonas expuest.;rs dircctamcnte al fue-
antcriormcnte parece razonable.
go, la resistenc j;r clel horrrrigcin en cstas zonas pr.rede ser evalua-
l)or otra parte, distinguirc-mc¡s tres seccioltes teprcscn L¿t Liva:i rl;l ¡xrr:
del vano, una vez dibuiados los planos de construr:r:irin c<.rn sus [.,,(l=Kc(t).L(20,'C) (Véase tig.t t.l7)
annadur¡¡s colTcspondientes para su c:ompoftanrir.nto resisteute al
fuego. o bien, enr¡rlc,rrrckl crln juntirrnenl-e l¿¡s tabl¡ls I L20 y I l.2l
'l'entperatura del hormigrin f" (olt.t,,u't
( "(l) t., (ü) x l(l
\ridr¡s rilicms .\ridos r':rlizrn
:o l,lxl I ixt
f a¡) )i r q:
Jrx) {) '¡l tt (¡J 4.5
t00 0.8-5 il,/l 6.0
4(n 0.75 {r x; 7.5
5fn ru.ó0 0ll 9,5
óu) ).{a |l 5

7{X) {i j() l_r. -l -i t4 ,0


8ü) l5 i) 4.5
q)0 .t.u8 ) ti I 5.rJ
r üt0 r¡.lU ) ()ó 15.0
I l(x) 0.(l I Ll.rll l -s,0
I t(x) 0.(x) 0 0(i

T¿bla ll2l {l.C-21


Los foriados reticulares

con el diagralna rectangular clásico dcl hornrigórl armado' ,-tvk-lr-,


teniencio piescnte las siguicntes seccioncs establccidas err la '' Irr - I -'YR
figura I 1.52.

L¿ resistencia de los aceros en situación dc flexión negativa' Si por algurra circrlnslatrcia se estimara cualcluier otra tempe'
con el fuego actuando en su parte inferior, puede ser considera- ratur;i en las ¡rrmacltrras, pocJríamos aplicar la tabla I 1 22 y obte-
da igual al límite elástico a tcmperatura atnbiente, cladtl qtte rara ner la rcsisLetrcia de cálculo f. a considcr¿lr eti las armaduras'
vez alcanzarán una temperatura superior a los 150" C'

Zona del óbaco Aa

IE;,,,
(Aa: área total de armaduras
colocada en el ábac<¡l 0

Abaco

iT - zona superiorl

IE:
Zona de nerylos
n: nún'lero de ¡rervios cerrtrales
Ac: área total de armaduras
colocada en ncrvic¡s centrale:il
{En centros de vanos a flexiiin
positiva haríantos lo nlisrrro
pero colt la armadura e¡ la b ' 0,8 x tT - zona irrfe¡:orl
parte inferior de los trervios
en T)
1.,

cle hlegu \:or. i¡5 resiritelrcias cje los nrateriales reducidas'


Fig.ll.52. F.squenra para cleternrinar los nlonlentcrg resislentes en situ¿ción

20 r,00 l,00 l,00

r00 r,00 l,00 I,00

200 0,90 0,8l I,00

300 0.80 o.6l 1.00

400 0,70 0.42 r,00

0,óo 0,-16 0,7E


500
0,3 0.18 0.47
ó00 1

0.r3 0,07 0,23


700
0,0e 0,05 0,1I
E00
0,07 0.0{ 0,0ó
9(n
0.02 0.04
I (XX) 0.0.1
0,02
I too 0,02 0,01

0.00 0,00
l 200 0,00

Tabla I 1.22

\
Los forjados rüuularts 457

Partiendo de los esquemas de la Fig ll 52' st-- establecc ¡l


. En cuünto a la obtención del momento dc flexión positiva en
contit'luación el pcrfil vertical de temperaturas qLle i:lcatlzatr las cerltro cle l'¿rto, io único cll¡c [etre|lrcrs que averig¡uar es la capaci-
por eieni- dad resistentc de las amaduras a la ten'lperatura que alcancen con
secciones en función de los tiempos dc fuego requerido,
quc es una el recubrimiento pro_vectado y multiplicarla por un brazo mecáni-
plo cada 5 mm, siguiendo lo expuesto en la tabla I 1 20
versión numérica práctica de las gráficas que ¡rroporciona cl
.ñ or rt' nar¿i los furiaclos reticr¡lares de bloques perdidos podría-
mos estinlarlo POr:
EC-2paraestaSituaciÓn.UnaVezestablecidoclperfildetempe-
establecida de 5 ntm
raturas, se asigna a cada rebanada honzontal
Vcnicaln'lcnte' la resistencia z=(H-2-a) ellcm l3l
dc espesor a rnedida qLle se asciende
l'a dicho (ta-
que podría tener el hormigón corno se 'llrteriomlct'lte empleados
resislencia resiclual cle los aceros comútrtnente
L,a
bla ll.2l). furego poclemos obtcnerla a travós de
en España crl situaciótr cle
en la situación la tabl¿ I I 20 v de la tabla I l '21 del EC-2'
determinación del nlomel'\to cle agotar'rierrto
La
por aproxintaciones si-
de fuego, puede hacerse manualmenie
proceso con
guiendo lo expuestoen la Fig' I 1 53; realizando dicho
a tra\'és cle cualqr'rier ntár¡ui
una sencilla programación rmmérica
na de cálculc¡.

A..{r Rccul)rjrrl er'tü Zt I


----T--' ¡O

eclrÁcrbttEs De EOdfLiBofo R-30 400

I
101
400
K-C)(J
trl As l"= áo'tabsf¿(t¡) 400
. - L,to' f**¡o' to-o *n
ncaa¡a na6
A- R-l 20 I 50

I tzl hu¡¡ -- É o'* g s f'¡(tt) Ii R-l E0 Ó6

It R-240 i 40

T.rbla I 1.23

-,f El rronrento de varro


valdría Pues:

l0-3 (en kN x nr)


i\lVR¡' = Av ' f, ' z'

+-6 ------zf tir:-


cle vano colocadas en
la bancla de

n I no mento
l" en cirrl d(' las 'rrtlraduras
. L¡ t e n c i'ci d e' I
51'¡-rorle t' ,¿ Lr'rttda ce:ntral
de
la situación prcvista
,l:,i:?i i'J,?:?.il Ti¡"" 3J; :i'il I ;:'' f-: Resis:e:'c:'¡ re>idrlal
clel <rccro cn MP¡ en
ilF;], l; ?1,
fur'gt:
cm sc'grin l3l'
l: tJrazü ntec"jl ct) cn
l.os loriados rul.ituldres

Cálculo de las secclones de agotam¡ento de un foriado E


F
reticular de casetones recuperables O
lr)

La situación cle un foriado reticular recu¡rerable frerrtt: al ftte-


go cs surnamente compleia cle analizar con precisiÓn' por la for- " :.,{'
1:1-,.,
ma troncopiramidal de los ncrvios y las b<ivedas qtle puclntean
-,-
'-:,'::i.l
' .r..\iL
cntre trervios, que sc verl expuestas a la acción dc:l rrlismo, cosa
quc no sucede en los reticulares de bloques pcrdicJos, por todo lo
cual recomcndarrlos precisar su capaciclad rcsistente nrcdianLe en-
sayos tal y como hcmos exprcsado anteriorrnerrte.

Con las capas de conrpresión habitualnrente errrpleadas cn


nuestro país, baio el punto de visla dc resisLir al ftlego, recon']en-
damos colocar el mallazo de montaie, pero no tencrlo en cucllLa
en los cálculos.

Si hacemos lo anterior y colocamos las amraduras cotno se in-


I r- r zo¡rm --f
que ll¡.:. l l l -1 i-..i>rco dc' un nervio reticular clásrcc¡
dc casetoncs recu
dica cn la figura I 1.54, al margen de los estados tcnsionalcs 1 L:.-: ..i:-
lo que pueda su- pcin".*= . .'-.-" :.,.-': b el ¡.rcrfiles dc temperalur¿ a lcncr presellte
tengan lugaren la placa reticular durantc el fuegcl,
.,o.l,"r an las bóveclas apenas tenclrá rcperCusión ;.llgtlna err rt-'lación
con la estabiliclad resistcnte dcl enrparrilla-
do en su coniunto dado que, además, las b/h = 80/1 = 160'23omm

bóveclas localrnente trabaian como talcs sin


que trecesitcn arntaduras dc' tipo alguno'
i-T [--i
Los cálculos de estabilidad al fuego dc f = 30mín
100.I ó0
una placa cle esta natltraleza, pueden rcali- LO
zarsc de ntallerit análoga a colno se ha ex- 200

puesto cn los foriados de bloques


100 ?0
50c !00
pcrdidos, con la única salvedad cJe qr're los
600 t .N].....ts500 0
o ?0 r0 ó0 00 100 l?0 rr0
20 t0¡' o 20t0ó0t0
pcrfiles de temperaLura no rcsultan Lan sell-
cillos cle aplicar, puesto quc rlo sc dispone
cle ellos para las tipologías constntctivas
es-
200
pañolas. I = 6omín
100
(00
Los perfiles de temperatura que flos 500

ofrcce el EC-2 qucdan recogidos en la


ó00
r00
Fig. I 1.55 y ticnen un carácter conseruador o ?010ó080 0 20 ro to to t9¡ t20 tt 0

frente al ftrego nclrmalizado y, de ¿lcllerdo a


los mismos, debemos estimar las tcmpera- r00

turas quc ptleclen existir en las diversas fi- [t ¡00'(


bras cle las sccciones trorlcopiramidales tle t = 9Omin
500. t ó0 t00

los nervios, qtle nos permiLan realizar los


¡.00
ó00 ¡.0
cálculos cc¡n las resistenci¿¡s reducidas tlc 100
los materiales y estimar los moment<ls dc -*-i E00
?0
i ¡8t
I l\t-i!soo 0;
I 900
agotamiento cle las secciones cIl situ¿ición 0 ?0 r.0 ó0 80 20 ¡.0 60 t0 100 120 1¿0

dc fuego. 100

500.I iti
t- 120min
ó00 ó0

?00 r.0
800
-J- :-i='oo 20

Fig. I L55 Perfiles cle tctl'lper.ltur¿l


pSlcl r'lfii'( I
I
0 20r06080 "o Io-¡o oo 80 1oo l2o 1ro
,t"*t.t ot ":;r'l'l;
Los forlados rclitularrs 455

I I .13. Secclones rectas reducidas l;¡ resistenci.r a c:t-lnr¡rresión y el módulo dc deforrrración dcl
honnigón sc, sr-tl)(Jnen const;tntcs en la sec<:ión recta reducida dcl
En los cálculos simplificados se adrnite opcrar scgún el EC-2 horrrrigórr, c¡lculaclo en el ¡nterior de la nrisrna (bílsic¡lmcnte en el
con st:r'c.'iclnes redur:itlas rectas. pan¡c-¡tclo de l¡s scccjone:; re¡les ¡runto ccntr;r1 rneciro), corlo explicarcmos a continuación, tenien-
cle l.rs piezas cxpuestc'rs al fuego y acJmitiencJ, qr-re las isoternl;;s cJo prc-serrre los gr;ificos cJe la figura I 1.5ó.
cn la zona comprendida son paralelas a las car.ls.

La sección recla dañada por el flrc'go se rcpresenta nrt_.cll¡rrrLe


una sccción recta reducida. dcsprer.iando urra zona clanarla cle es-
pesor az en las superficics expuesLas al fuego Esta filosofía cons-
tituye una alternativa simplista al método dc cálculo cle intcgración
finita expuesto por nosotros en la figura I Ll3

'|
-a;-f-/4 tr se c\:rlrir ¡{¡nür

- l-l ts¡xror {lÉ rnr l.'Lr


O,E -rntrl - lil eilÉ$r dg uo ¡rut,r u r¡'lu¡¡¡n¡ c¡fucr¡ri ¿l fucgo sl(, fmr una
ctnl

IÍ o,o 60'l I - L¡ mn¡rl rlcl heho úc ¡lnu ¡lc un¡r tB¡


vI
u

- Ltr niltid Jcl cr¡*r,'r J€ u[ Dtut¡] o {olunxt¡ c¡tucst\)s ¡l fueBrr


a
; o.r. -90 lxrr ür': r.rr.r.
L¡ nr¡uJ Jr l¡ ntro'r drnlcn\ron dc l¡ \c!ax'i¡l rsctt dc un pil¡Í
r20 -
CInUfSto F!r \U\ iu¡lt'r t¡tis
0.2
180' J
)L6'V
oo'
50 100 190 ?00 290 lo0
Y en fú-

s) teducoón dc l¡ rcsistcncl¡ ¡ compÍctt¡n cn uru EücÍ)n


ncrr rcducid¡ dL'homDSriñ dc ittJ¡! \ll¡!co!

80 EO

?0 ?0

ó0 60
2a0

50 50 I
tEo I 120 |

Irg0 -5 I uol
¿. l¿0 t
É 90€
I

t0 90 -- l0
60

20 ó0 ¿0
l0
]0
f0 t0

0 0L
s0 100 r50 200 250 100 0 50 100 150 200 ?50 100
v cn ;!-. Y cn lllll
-
h) Rcdr¡cc¡in dc l¡ rccc¡r'n r!!tn r¡. \:c r¡n¡ !¡!.i ! r Rcdu!!¡,,n dL i,i \.,.:¡'n rfai.r r¡, Ja Un \irp0nc
o k)s¡ dc honnr8ón tic ár¡dor '¡i¡¡r¡,¡ n mui' J. h,,m¡c ¡ L1¡ ¡ndr.. '¡lie cor

NOT¡\- Lorr.rlorcsd¡rJorf¡nrrkl.'.'rlrcr,.qurJrrr,lrll.¡io,i¿I¡\¿rurhl.¡l¡rirlrr:rr:,,¡,r.1.,.tfir\t¡p,,\,lrhom¡lg¡'ncs

Fig. I 1.5ó. I)aránretros par.r ob:enc-r .:l: rrr-.-\llC5 :'C(Lcis fCC¡t¡ClL¡¿l:' \ lil 'i' -:
--¡:¡ ciel l-rorrnigón ¡r.rr.r c.l frrcgo rror-
rrrlliz;rclo. Il:;rr;r hormirlones c,tr, ..: (i,):r i;rl.:.'r:; 5c l)ucclc- cllSnlituir ¿r Lr: l0-,,', ¡umentar la resistencia con la
tal¡la de c-ctuivalcncias I I 2,Jr
'r'
Los lorjados relirular¡s

Sección r€cta reducida de un pilar Sección recta de un nervio de un reticular recuperable

I
w= :.menor dimcnsión del pilar
I
La resistencia del hornrigón para la
sección reducida sc calcul¿r en el punto M.
Según elgáfico a) de la figura I 1.5ó; como
valor representativo de dicha rcsistencia a
efectos de los cálcuios simpiific.rclos.

I 1.14. Consideraciones cualitativas tras un


Sección recta reductda de un mu¡o o pantalla con dos incendio en las estructuras de hormigón
caras expuestas al fuego
Lcs :ueE:¡s i:e dur¿rción inferior a las dos horas sólo produccn
en ei irc.rr: igólL ciirños rrroclerados, que tras ser saneado rnediante
*t, w==b cllorro cle ¿irer:.r. .rcinliten tura restitución simple mediante n'lorte-
t4
'r.*T I
I
rcs rspccia,es cle repirración; independientemente de que en zo-
nas punt:Liales >ea necesario proceder a reparaciones mucho más
+ * Sclids e[L de'ien:tin¿idas piezas de la estructura.

f r it)s lrcr:r-rclios interlsos y duradcros, como los que pueclen


Secclón recta reducida de un muro o pantalla con una ocurrir err al:¡racenes con mercancí¿¡s cle grall tan)año y en gran-
sola cara expuesta al fuego des comcrcjos, es ¡-rrevisil:lc que el hormigón y por tanto la estruc-
tura. aLl:rquc sc rTlarttenga en pie sin colapsar, hayan
b=u'
T
tU
f6
expennrentaclo daños graves. En algunos casos de los que se tie-
ne const¿ncia, la re¡laración supuso la restauración total de las
zorras nrás perjudiceiclas v el saneaniiento dc las que habían su-
+
+ frido nienos darios. Ccneralrnetrte en estas situaciones, resulta
c>bllgado el .rsesorarlrtierrto de al$rn l¿rboratorio especializado quc
nos evalúe l¡r resistencia resiclual dc las zonas intermedias entre
las totalnietite cL'gradaclas y las que obviarrlerrte pr'reden recupe-
Sección recta r,educlda de una losa expuesta al fuego por
rarse o no han sr-¡[riclo c]¿ños de tipo alguno.
una sola cara
L¿ técnica cle las prottetas tcstigos y una campaña mediante
"t H=W
r l.l
ultrasonicios, aclecuadamcnte planteada, puede scr cl catrtino ade-
cuaclo patra estimar l¿rs resistenci¿¡s residuales en los diversos pun-
\v)

), l tos )' piez¿s de l¿l estnlctr-rra cl.rñada por el hrcgo. El esclerómetro,


Cn nteno: mcdlda, fanrbién puecle permitir una evaluación cualita-
tiva cle la rcsislerrcias residualcs tle los lrormigoncs de las distin-
tas piezas,

Sección necta reducida de una viga en T fuites cle realjzar clicho estudio, puede resultar adecuado de-
iar transcltrrir v¿rrias semanas tras el incendio, con
el obieto de

t!úr o
M
wl =c
conseguir r:n gracio de est.rbiliciad de los materiales y una descar-
ga teniic.,r,,rl en la estructtrra suficierrte p¿1ra que Ia infornración
qu" t" obtetrga sea lo más fiable y verdadera posible y' por otra
+ b ¡'rrrt., .--rt,, clemora pertlitirri que se hagir
hal¿ sufriclo el hornrigón cluc
nrás visible cualquier
puede no haber sido ob-
'l .la,i., .lue
Q¿2
scniadoinicialmente,comoagrietamierlto'estratificaciones'calci-
al rosa' rojo
naci¿n clecoloracrón (cambio de su color gris natural
y'
alcatr-
#
lLb-----F
o rn,lrró., corrro íncliccs representativos de
zadas).
las tempcraturas
l¡s Ioriados reliulares

La profundidad de la penetración de la tcr'nperatura y conse-


cuentemente de los daños causados por el fuego de los elemen-
tos estructurales de hormigón, puedc determinarse rned¡anle un
ligero desconchado con un pico de eeólog,o. Si el hormigón ha per-
dido sus cualidades, tendrá una cierta decoloración y scrá más o
menos floio y friable.

El hormigón que pennanece en buen estado y conrpacto, t)ro'


ducirá un sonido distinto, tipo metalizado. al scr golpcado con
una maza; mientras que el que ha experimentado daños serios y
tiene su resistencia degradada emitirá un sonido más apagado y
sin sonoridad metalizada.

Las pruebas <1e cargas se encuentran contempladas en l¿r lite-


ratura t&nica, y pueden ser út¡les para evaluar las piezas a flcxión;
mientras que frentc a los esfucrzos coftantes y de compresión, re-
sultan escasamente fiables, puesto que las roturas se producen
frágilmente, sin que a veccs se protluzcan avisos previos de <¡uc
el colapso se encuentra próxittto.

Insistimos en que, tras los incendios de cierta cntidad que ha-


yan afectado a amplias zonas cle las estructuras. se sea ¡:rttdente
y meticuloso, asesorándosc por un L¿boratorio espccializado en
la supervisión de los restos y la determinación de las resistcncias
residuales, dado que existen muclras circunst¿¡ncias y detalles que
puec{en pasar desaparecidos cn las irtstrecciones prelirnitrares.

Merece la pena citar el incendio que experimentó el edificio


General Mills en l95l descrito por I. Fruchbaurn, por lo que apor-
ta en la línea expuesta en cl párrafo anterior:

"En wumó un incendio muA importa,lte en un almacén de papel


l95l
que no tenía rocíadores automáLicos. Este [uego duró más de 44 horas
g se

calcula que las intensidades del calor sobrepüsarln


los I Ó00'' F (870¿ C)
haber sufndo los efutos
durante un peñvdo de tres horas 0 más' Apasar
de
prolongado' la est.rudura quedó en pie tJ los
de un fuego tan intenso y tan
*sí Nmo que el agua
fti^¿i at nt^igon impidieron la propagación dd fuego'
'ca'usara
daños ixcesivos. La inspteuión de ls estructura
después del fuego
sufndo aparentemente
ir^*tr¿ qun ios pilares a foriatlu de hornigón habían
ioá aonár, con la excepc.ión de que la cubierta mostra[¡a wttt fleúttt ¡náxima
rie 2,5 pulqadas (60 mml en luces de 2O píes
((r nr)' 5e perlortt la tubierla
g su ,nroitró el hormigón estaba calcinado g lenía un rclor pardl en
que
'varios
grados de intensidad. Este hormiqón dañado, casi no tenía resistencia
y después de varias semanas, comenzó a desintegrarse. coml r$ultüdT de
irto, Io, partes de la placa de la cubierta que mostrabatt cantidades
importantes de ulcinación, se sustituyeron. Mucúos de los pilares tuvieron
que descarnarse hasta la espiral de la armadura y en allunos f¿¡sos s¿
encontró ulcinación incluso dentro tfu la espiral. E¡ ¿stos (¿,lsos sf mmbió el
pilar umpleto. Los upitela se rnmbiaron totalmente en los tzsos en que mós
de la mitad del pilar tenía huellas de calcinación- Lt¡s r¿dondos de la
armadura mostraron cierta reducción de resistencia a Ia trarción, pero Ia
mau\r parte se recuperó g se volvió a usar, calculándose aproximadantente
a 3/4 de su resistencia orígínal" .
Los /orlatjos r¿ltcul¡rts

12. La construcción de los foriados reticulares (Detalles y criterios constructivos)

t.lnrplel corr(lcl¿lI'lrelltt: el fin y la frlrtci(lrr iclea-


sc h¿rtr c.oli-:c;icli-r
l2.l.Introducción general a la ,lo ¡ruo li-¡s t'l'istr'1.:5 ¡ri:r i.-i ¡lt:rsona qr'tc las proyectó'
construcción de los foriados losas Pretc'rtcle¡ro: r'l esl¿i ll¿)rle (lesarroll¿lr todcls ac¡ttellcls aspec-
que perrllitarl 'r los tóc:-
tc¡s inrl-rrt-:sci:'r,1ii:,];s cie lr,terós constructivo'
t:ie li¡'ro algllno tlrr foriado rctictllar
En el prescnte pueclc- afirrnarse' sitt ¡lresi'ttrción rricoi., ü[)a]r¿i:ra)i rll,,rtrLilliz¿ir t.:l ¡rroyccLt) cle
pui, estanlos ert conclic:iores v p()scelrr(l:; lt-ts me- cle irrvestig:rr las c<¡s-
qua*n-nitautra, .) lrTr¡t ,(lsil r-r-lr¡i.iir La)rlect¿nlellte, clcs¡:r-rós
cliosneccsariosparapocJersunlitristr¿tr'clentrotl¡icq¡11¡¡1¡tgrdeia l¡.
¡i¡,':¡r--r-r< l:lás frecuetltcs el'l los rltle sc jttcurretl crt
iun,l-,r,:'* ',
algunos Sis-
ittcltlstriadelacotrstntcciónclelasestrtlctttras,|]Rl}'ecloSÉ'strl]c. ,u,"r,,.t ¡r.i-;.r-lir-,,'io 5ir cLlnsLrr'iVelt' dei;rtrcltl clc l¿icio
tr-rralcs cle cuarlquier tipología y buenos rlratert¿rLrs' o c¿isi nulo, cc-ltl-tt:r el rccclgiclo en la
,ai,,'u-. at',:,, r..i,:r ar.l rtcl-lcic.lo
expe-
tr¡ :iclt¡ recrlmentc Fig l2 I qL;c i.,le r-.lilizacio ctr España cle forrrla rlleramel'ltc
El avancc en los dos carnpos mcncionados
ri nterr t ¿r | .

espcctacrllarsinrir¿lmosalpasacloinr-necli¿tc-r1'61s5€'n-¡;Ol\";irltos
l;' es-
los vieios proyccLos arquitectónicos erl lQs clue
tructura se ip,noriilla olítnpicarncnte t1elJrrrdola eIr l]'l¡-
nos cle las comerciales de foriaclos v clc l'is
c:¿lsas
constructoras qtle, en connivenci¿t con el ¡lrottrtltor'
h¿tcían y clcshacían clc es¡lald:rs a proy(-rctist¿s
tltlI
tielc-
ur,a, u.jae= por ignorancia y o[ras por intercls
taban la poiu toiitf".toria tarea de clotar a los eclifi- trm
cios de una estrtlcltlra resistcnte y duraclcrii

Dicho avarrce h;¡ sido posible, sobrc toc|-t porq[lc Et


hl ffi-u

w glre

rirreñ. óa LIFT SLAB.¡ ¡91;c¡bla I l¡ cm¡lrEióñ d' @Jqs¡t


q 6ffiü

t¡po dt 6ttucrutl

las cuantías clc nlatcriales (acero y lrrlrntigírrrl sitlrlr-


pre que se cncuerltrert ra zon¿rblc: tnentc u slif i c ¿rcl¿r r:
ya no supotrerr utt c¡trcbradero cle cabeza ¡lara lcrs tÓc-
nicos dc cara a sus clientes.

La problemática cspañola en el sector cie l¿r corrs-


tmcción de estructuras err la cdificación cr-lrr nr¿¡ttcts
incluso lllenos acusados ¡r dc nretror enlicl;rcl qlle el-r
cl sector de los ac¿lbados, tiene qtle ver tQn l¿r esta-
sa ¡rreparación y cuerliticación cn técnit:as cc)rrstruc-
I¡vas cluc poseen lats pers<'ltras que ticnelr l':
responsabilidad finaI de nlatcrializiir los ¡lroi"cctos:
técnicos y oPerarios.

Sobran cll rluestro país tcóricos v falt¿rrr ¡lráclrt'os


en todas las técnic¿rs quc tienell que ve/ con eL ¡.rnr-
ccs<¡ edificatr¡rio.

Rcsulta sllmar'nentc chocante collstat¿ir LlLlc Sorr


rnuy pocos los c¡tre, cn el ferrall¿¡cio tle utr forjado re-
ticular, se paratl a pellsar en la estr:rtegial <'orr:.tn 'cti-
va que debe cles¿lrrollarse para ntalerializar los cLtalrc>
planos clc armadr¡ras que es neccsaricl colocar', par'i
que no acabe convirtiénclose en Lllra artt.t)g;rnr'r cle
banas cle accn> caótlc¡ts, que vall de acá p;ira .rll.í silr
or<icn tli co¡lcicrto.

El ú¡rico fin c¡r,re parece imperiit etr la cotliirr-:c- .1

ción cic cstructLtr.lS de edificaciórl es L-i cle ¿:c¿l¡¿'r 2 y


Conorrón d9 forj¡do¡ da un ñódulo a tu¡ lo¡h
Orl¿llc dc elev¡ción dc lot lotj¡dot 3
c¡one! d.fiñit¡Y.r,
cuanto antes, soltando las artnadur;rs quc itltlicalr los
pl.rnos, con cscaso interés en corlproba'sj ta! corrrcr Fjel. 12. L FlevaciÓtl cle lo. i,:'rlr'l::. 'l¡ ¿.\lr[]LIllril dc un edificro cle tres pl¿rnt¡s er'l Huesca
Los lorjados relit.ulures 459

12.2, Proceso básico constructivo de una toda ia planta nrás de l4 días, representaba competitivanrente fren-
te al foriado tradicional scrniprefabricado, r.rn serio inconvertictttc
estructura de ediftcación ecc¡nónrico.

Nada puede ser ntás simple que construir las estructuras de En el presente, la tecnología de los cncofrados ha evoluciona-
los edificios, una vez que se supera la fase más problemática dcl do considerablementc, y dentro de una gran sencillez, cs posible
proceso que suclc estar centrada en la construcción de las cimert- cncof rar )' recupcrar la ntayor partc del rllaterial horizontal y parte
taciones. clel vertical rírpiclamentc (alrededor de los tres días), acelerándose
los ritnros c()rrstructivos, y sin qr"re ello stlponga y¿r una desven-
Constn¡ida la cimentacii:rt y cl primer trarrro de pil¿rres, t-"1 pro- ta¡a seria par;.r los foriados construidos íntegratrtente in situ frente
ceso constructivo de levantar la estructt¡ra rjt-' un edifici<¡ suporlc
a sus cornpetidorcs senriprefabricados,
realizar un con junto de operaciones rutinarias que se repitcn ¡:larr-
ta tras planta hasta su culminación final. Por otra parte, cada vcz ntás se está imponiendo con mayor ri-
gor la seguridacl en la conslrucción, y desde este punto de vista,
Se encofra la primera planta, se colocan los bloqucs trligeran- n<; cabe l.r menor duda que encofrar toda la planta proporciona
tes si existcn y la ferralla, se procede al hornrigonado de la mistltlt una magnífica plataforma de trabalo que minimiza los riesgos cle
y. una vez errdurecido el hormigón, se levarltá cl siguierltc tramo caída dc le5 q)[)er¿rios en sus desplazantiettLos.
clc pilares mientras se tnatltienen las operacioncs de curaclo (ric-
go (:on agua, líquidos de curado, etc.). El sobrecoste difcrorcial de la partida deslinada a encofrados,
comparando la construcción de una estructura de vigas planas con
Desencofrados los pilares, operación que se realiza ;tprclxirtta-
un encofr.rdo p.rrcial y otro completo, puecle oscilar en tonto a url
damente a las 24 horas, se elabora el encofrado de toda la planta
25y".
sigu¡ente y, vuelven a repetirse las operaciones ya nrencionadas
una vez y otra, elevándose la estructura planta tras planta monó- Como verenlos a continuación, la mayoría de los sistemas ac-
tonamcntc. luales de encofraclos se lrasan en pequcñas vigas mctálicas que
¿rcLri¿¡n c()rnc) [x)rt¿rs(:¡rarrdas y sr>¡randas, ger]eralrrente corr algún
Dentro del proceso descrito, corrcsponde a los técnlcos dc
t¡po de pcstarias, o rcgletas irrcorporadas que hacen las veces de
obra dilucidar únicamente el ritmo constructivo quc desean impo-
las rnisrn¿s, donde se apoyan los caseLones recuperatrles y los la-
nerle al mismo, incidiendo en el sistema de encofrado y apunta-
blcros quc confornran el encofrado propiamente dicho, apoyándo-
lamiento elegido, así como en los plazos de desencofrado que,
sc a su vez las mencionadas vigas en puntales de dos tipos:
con los requisitos de seguriciacf conespondientes, constituyen los
sencillos o reforzados, en función del peso que lengan que sopor-
dos aspectos principales y más influyentes del mencionacio pro-
tar y cJe la altrrr¿ a la r¡ue lo hagan (pandeo).
ccso que meior admiten ser alteraclos y rncxlific;rrJ<-rs.
Los sistcnras suelen llevar incorporados algún tipo de mcca-
nismo nruy sinrple, generalrnenLe a base cle cenojos y pasadorcs,
los cuales perfiliten hacer descender los elementos horizontales
para su recuperación y posterior uso, operación que normalmen-
12.3. Los encofrados te se realiza a los dos o tres días del hormigonado, mantenióndo-
sc la tot¿llidad de los punlales o clareando los mismos a iuicio del
12.3.1. Fllosofía báslca de los encofrados dircctor dc la obra.
modernos
La descripción pormenorizada de los sistemas de encofrados
existentes en el nrercado puede encontrarse fácilmente en lc¡s ca-
La construcción de un foriado reticular, de igLral manera quc la
tálogos conlercialcs cclitados por tas distintas firmas y a ellos nos
construcción de cualquier tipo dc losa quc se constru\? irr sifu, tal
renli[inlos; no obstante, extraídos de esos misnlos catálogos, ex-
y como se ha dicho en el apartado antenor, requiere el encofrado
poncmos algr.rnos aspcctos de ellos que consideramos más rele-
continuo de toda la planta.
vantcs, con cl objcto dc informar al lector con un carácter general
En los inicios cle los foriaáos reticulares en Lsparia, con los sobrc sus posibiiidadcs y usos, pcro sin c¡uc su prescncia ctr cl
antiguos sistcmas de cncofrar a base de tablcros, sopandas y presente traba jo tcnga otra iustificación qr.re la puramente gráfica
puntales de madera, la necesidad y la rutina de terrer encofrada y pedagógica.
Los f oriados rcticulares

Fig. 12.2. r\st;eclc':s conEtructjvos dc un foriado retj(1.l,rr: "r:rterio:.r 198(J

Fig. 12.1. Prinrer encclr¿ckl recuperablc dc Lit)o lot¡lnlenle :netáirc() elll-


pleado ett L5tr.ir'r.'i lror la clesalr;rrt:rc:ida firnla MILLS.
Ldi tdli(l{l{)r li /lr llir¡lr

l.L)i /i, .',,i"r,.1,i 'j


.r. ,;iLrrlf/t) a0/llrr 50¡l ltt de'iornlactótt ¡:/¡sl¿r|/¿islic¡ dr:1
12.3.2. Los puntales
¡r¿l:rlilrr/. .i .i,.'','r:.r,..r: .ii il¿r¡irr dt lu l'tata tlc lavaints doltdc sr: L{ll)l(l t's¡('
f , ,i i" ,.ir,,- ir ,i¡ l¡s ¿rairf¿rus de la cuntt ¿n lL)s LlLut di¡lio ¡r¡lsa-
Tocios krs encof raclos itcttl¿lles tle:.cer .- ,,' : irl': r,lL,ltrt¿llCs llle-
I7¿lS!1,111

-:', ;r1'.1. rirS (ll-lL' i)O- ld)r's¿t ir iIi:i


t..rlic.'r -rl,:.t ¡i¡rir.rS. qlle se.liLl5t;rll ¡ l¿,. .: :' '
:.r:rTr l¡:; !rl.lnt.rS entrc :í fl-recliarttt' .r1-¡-. I' :t li. l|É( ¡il-lillll(-): \'¿, ,r, ,; . i: :r t F lrlor¿Ltl, llo5c)tl()s llos ¿itleverrlü:- .r .rñ;lcltr
.. i
P¿r:,,¡l'. t,": :o'--L,.1'-.. r tc. Lits ¿tlLllr¿s trl¿itt :., i ,; ltsT r-lt(.cl|2._tl
a)tloq :i:r-;-, -: r ,: :ltL=lli,ill()s clifíciles cic ctl¿¡rlLiljc¿ir, \'11lle irlci-
lO: l-.ll'Irli * |)crlct lrtr Lclf r.,;rq
o- - h¿[)tl¡¿le¡ -." irl- '-l-ilr:' 11; 'J 1'5 ttt. (,L-l r:' i: li .-. : i :-.''.11.'t,ti.iCl;r pc.rr él
o l--,. ---i - -' ,.
.-, :: -.¡l.i'l(1s cle;rprietc por ( u\'J c(:)l-l:lltlc.r-
rli Cl L--l . :--
. F¡tl-¿r i-r,-. .:rr'r.r- , .i jr,i5tr crstrlcto cle los ¡ rlntalcs elltre l)l.ln-

. f)r-ri,rl¡r:¡. rr ..t: lL¡tl.r5-bclse cle a[)oyo qllr ljcrlrllla rr giros


1.

rlr.,. -: i' - i'r. il(-)sICóri(.lrllellle.


Lrr ¡r l.r:f tL : r- ,: i..:.-t lt( r'rsár a algUttOS f)fL)ycrcti-<l¡l:. que la tle
rbjlrr-l.ir-j r-i: ,'! r .. ,i ..i. tlr f¿ilt¿r cle rigiclez vcrtical v en l)arliLLi-
df il-; rd]j-: r:i : ,- i..-'-¡l'llcl'Trf ffClftC a Cdfg¿1b t.t\¿r(l¿,5 tltlede
¡Lilretlrr,¡1t L-rL r.rrr ,.r-: ttclicla la colaboración rcsrstente cle los for-
'
|-
, I I : ,l
l;alC)-;,1) t' :::t i I iaf-,1;11)Llflt¿ll¿lLIOS. flfOflofLl()f ,1 1(.¡() -lf -ItltL-
-!^-

to be¡eirr:'ri:-) irrr.-r r.. f¡rl,rclo ilrfettor tro ¿lpttnli¡l.tt.lt) tluc


t.eorir-¿il LÉr.:t- r-:'-, ,., l ir.rtilesis cic apunt;rlarrriento ríEtcl<1, rt-cibirí.r
_ : ---¡,. l.l5 (d'qd5.
I

l¡ 'l-¿¡.,..f :_:;l-: lc¡r-l r-lÉ

I-:+: I 2.4 PurL.rlcs rle l¡r casa STIN :.r¡.::'.

L¿r nr.r)"r-rríir c1c las c:arrgars cle scryic irl ¿ril:r:: .i.)! i )1-lfi-
I rle- r.l.¡r.'lrEtrr¡rr cn lo: catáloSo: llrr,rl .;t c.at:ti-
clcntt cle segtrricJacl (le 2.

-.:'-:
A la lror¿r cle evallr¿lr l;Ls cargas cllle irari ii: .,- l -.1'::1-t-':. ¿l

j- _-- ll
i.r. ¡ll;,t-tas clolttlc <e alloy¿ll, Suelc aCL¡,';:':' :
- - r I tt -

f ic¿rcl¡¡ clc qL¡e poscen rtgidez infinitat' er.


rlet '' '
i ,: l :r,-l, il ,lllt.lti
\ ertta¿rlnrcn'c. Dicli¿r lripcitesis, qLlci ( ()' L: -. -: j.. : l',:r-. ::-:l,-l l..l
. -" -- _- .'_.-t¡¡
estirrr¿ción cle 1.-rs <-argas tr¿rnstniticlas ¡lor i,'.
con,\er,,dclor, cn mr-rcl<-r.rlqtltto lrLlecle diI j'-. I ,,:::::i:,:,-' 'r Lt
( le| d.

l.o,:Ilc:¡ic.rt \'¡ fLte clemostraclo ¡lt-rr ltlc irlL-'l;r--l:: ,,'


l.l \loragr.rcs \ cl conslrllcLor Vicrtltq i.' - : '. - --
t¿ri¿i.
¡iones re¿rles en l¡r construcción clc r-ltr r'r-ill.-. r : .''
Bcriclorn- \i reLiertenrente, con l¿i l¡one¡c.., ,-1: | :.:-:r:'
nrcr (.ongrcso clc ACHE-Sevill¿l-99, clollclc l:.¡,. .,
llartc prrrtalcs ¡rrctáiicos colr Llr c.ilcr-rlo:,: .:
segllltclo orclcn, v rc.rlizar ctnsa j/os clc: c¿rrl¡ ::,: l- ''.
clijo: "L1 tnod(lo tlunúria¿r /rr.r c-\ t'¡tlc(uado lTrir(i ¡/.a; .' r -

r,i/r':.1,'1.it,ir'r'lii¿/t'/f'l{l?fti/.LtrS¿/r'-ttr'il}t':ri{{t':t.:...., .. : .j
aL)/l-\/-(¡¿'/l¡¿11ld/l¡t ¡tlf.,r¡)rcs Ll l0S ilftld¡dls r'/1 /().s {'/lsrlr/i S i. ;; ,;.',- -,

s ti I o p r t,,' i rlr.-sit'r?s0-s tl e b t tltts a ac 0 r t ú fi i


1 ¿t 1t o s ¿ltis i¡ ¿,.,i :

ria0,1úi/t¡ii'¡¡lrrs ¡rrodtrc¡iios par la dtftrentirr ¿lc l¿r/rtrr'irr,i, r


{¿,/t,t.lo rü' ltt lurla ¡i¡ salrirrri¿r ordetr). Etr t'/ t'¡ls,r¡a j, 1,,'
Li,r I ) - I ..l l',,'-'tJl.\1.A a'¿'--.ri.: l' ::
Los forjados reticulares

adnrisibles)
Fig. 12.(r. fuIrtalcls dc la casa STEN {tiargas
Los lorlrtdos r¿lttttiarcs

lll@fi¡oo
Cuando las alturas a encofrar s.:: ;- , . -ii.i'
f'Oalololl Ol

l;r ejccución cle lc¡s encofrados con .-'- :- ,' :; ¡s


orcJinarios o[rlig;r ¿i cóltstruil. -: -::,i:.,-
a¡rurrtslanrrcnta). ér, tjea¡t, ull l.)rlri-: , j

¡.ltttttules soste¡ic¡do uIt entl:).rrr...= j j:


tabloncs de arr'ostramicnto, rlue :.:,,-:: ,-iÉ
;1|)oV(l inlcrmeclió a urr sr:grrrrc.iqr :-: .: ::,:,
J)UrrLrile¡. ;¡iln['iioC)! vCfilc,tllnCnf É ._ _: : ]
infcriores, que son los que realmetllc rea.orr el
encofrado honzontal directamentc POSlCtOt De oeSalcociADo

trl :,i.,r(-.ntá cJe c_loble a¡rrrltLal:tntielil.(_) {:i


peligroso v requiere ¿trriostr¿rr rcr L():
transversales importantes, para evitar clue los
enr¡.tujes lrorizontales que pucclen gener¿r:e en
cl ¡;rocr:sr-r constrLlctiv(_), por efcct<,r clorninó.
prociuzcan el colapso completo del cr.rc.ofrado
F.i I 2 ,3. Sistemás ..li_' c¡tcoft;r:j,-) i; -,1:r:t r:i pLrnt,ll-rr)arco se ntantielte ha jarrcJo
:arillle exciusjva_
rJn¡:t pafte dc l; r-;ibez;, i-:e
TRIPODE ALISAN
"LA COMODIDAD DEL
ARRANQUE EN PIANTA"
o Elemento de soporte para puntales
telescópicos convenc¡onales.
. lnnovador sistema de cierre sin necesi-
dad de utilizar ningún elemento roscado

I.is. i2 7 Pro¡rrr,:sr:r egrabjli,r¿¡clc¡r¿¡ clc: l.¡ c¿s¿ Al-l5A


PUrrtclles dllcls

La firma españoia rN, herecrera


cje la cas.¡ \ilLLS Dirr..,,.:¿
bién en el canrpo de los encofra.tor r.im_
r".rp"roflcs . l.1,, jr-,.,-r¡i-.,: ¡¿
ticulares cle bañeras rambién ,..r0".[É,
es¡leci:il cie apuntalar.nier.rto
;,;o;r".;; , -,.,;,ji;
c¡uc, si bicn para li..rr_.:.- ^r,_;,r .,i._.
r.; J:llli)'i
l)ueae resultar excesivct. par;J grJltcle._ (.¡rLr.ai ..r.. , . . "' - lrFl. l2.a
¿trrjostratnictlton.]llyc[icazy,l.,lu"n."..... 5jstr,.n-r.J r-ia
COll LfllaLS (l(- q .1 ,r,..
:i ,-.:' ,1:t r ].l¡o cle: l¿ c¿¡,;.t 1¡. cuVo .r¡¡jo!tt.l¡rien¡(:)
Llt' Cónlf.t¿nal.l].]- i,:
' .. ..rntL(lItz¿rlaSdlttlrJs cleseadas sirr ¡rer:esic1¡cJ
4ó4 Los lorjados reticularcs

El sistenra clc encofrar grandes cargas y altr'tr¿s, típico de l¿ casa


lN, con marcos y cruces de S. Anclrés de arriostratn¡s¡¡e' fue
inmediatamente adoptado por la mayoría de las cas¿s comercialcs'
con el obieto cle
con sus variantes y particulariclades específicas'
cubrir todo el abarrico cle situaciorres que sc pres('lrtan ell la
construcción con relativa frccuencia en las plalltas bajas de los
edificios.
¿ S steñ¿ CuCe:is AirgAn

Andamio Alisan a
El Andamio Alisan soluciona el apeo de los s¡stemas de
encofrado
áara foriados ret¡culares y de cubetas (Mecano Alisan y Cubetas
Áisáni,áoemas de los encofrados para losas macizas, en alturas
sup.rióres a 5 m. no accesibles a los puntales telescópicos'
Su principal característ¡ca es la posibil¡dad de.recuperaciÓn' a
los'pocoi dfas de horm¡gonar, de una parte de los componentes
al ánáá-io y de los ele-mentos recuperables del Mecano Alisan'
S¡ bien el Andamio Al¡san está diseñado para soportar nuestro
áncorraoó récuperable con forjados de hasla 1125 Kg /m2 (losas
por
mac¡zas de 45 cm.), aumentando el número de pÓrtrcos
para
métro cua¿raOo se ilegan a soportar encofrados de madera
losas macizas de hasta 1 m. de espesor.
que
Disoonemos además' de una ampl¡a gama de accesorios
ia mayoría de s¡tuaciones que se presentan en la
soiüCióñán
obra. de forma ráPida Y ef¡caz.

A?EO LOSA! TAC|ZAA


DdMre
¡_
ffilffir

2e lú O'Sñ'

s¡EJfiu o*G o¡o*


Er¡ftrc¡^ ZW fttPto

rffi
Fig. 12.10. A¡rclanritl ALISAN ¡rara ;ritrtras stll-rtlriore::
I r')5 i llietros
Los loriados r¿ticulares 4ót

Tambión la casa STEN dispone de un mecano para cimbr¿ir


grarrdes alturas, tal y corno se expone en la Fie. I 2. I L
C¡r*tF3t¡6 ten@s
.:*i@r#$ioodsw6ga
,sr€ csiEa de t2000 Kg (3 CnO
xt q FJa rytafl. €^ el @ de @
!úG dt# 16 |6l4lcl. estawgs
qebgar6ta 18(mKP..mlas
¡$rné C,Xr|.ffi
. 5 dre r r¡¿nla P(Ed€n g:
' 20¡ 2.C25ñ r ?0¡ 1.60m.ó Í,2O
¡ l.?Cñ Ir.&'qffitmtrre
(ttffi6Jt,#&odo
.Útr
. u tr¡ ! ¡¿ !ú€ sbó¿ rc d*
ffi5É*bffidrllFsóndo
é wla A gr (b da nlún $ ltr
:harGvry f5liresle9,Íd
rdüb ad*afrtsla. r€dmla
vJode¡G Y @goahs.

. A 99f¿ * s{orm 3(fu omüa


aÉñ!éws td,s6*lsl¿
¡¡rT<o'¡ 1¡.)r?025m)
'5¡C(D.ñrr20¡J.6OD)ó

w
:Ol0Ko ñ ll?0¡1?0m)
Eñ lcdls !s c&, s É<kd)
Una cimbra con grandes venta¡as ElF¿' 16l&tg6 rel er¡ohdo
¿ h6 dos o tG ds (b mb€r
úfr!úaÓo areúardo €¡ ts,8do
E)ffi 0q E crrafa
. Acodam€nto de montantes por
fchljfe & Mms c€ sec'ón
cuadrada {ev'la ja rolacro¡ arl'e
baras)
¡ unón eñt€ bar, as oo. of!.nle t 3a¡i c
de dobb segundao lla Oara rc E{€de
Sl¡r del ptuOlO aCC'ol€ñlalñe.r€

. Mdrr+q foffidos Cg. C¡' aS


,nffiái*rÉ@¡cr::.i
rñ&ro6.5 KD I

. Mmta€ de cda sra 9. .a:6 ja:


de 0rré e! oo€rarc S€ deSO,á.€ a ti:
orntcs de ar.claÉ.

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'luteÉ oe caJa tre *,.€€:r A::,.:r¿-"y * mFi&S Le co¡on¿.rón Ce tas torres s€
18 CO¡OCaoón d€ cJAtro O"ro o" :!.:+9'.¿-e¡1e tó,r'}S de : ..lcr m :om0!e1¿ coñ cJatro ountales de
r€gulacioi undas ) anosf¿oas ¡e ¡-.n Esr¡ noo-g e$ifr fcnráooG requl¿co¡ telescogca, que sust¡tuyan
rn€d¡gnte banas y ngdr¿adores a)^/ -,^..AfeS r J,reCa,On ,el,¡-¿j a ios monla¡les t que quedan
formando un r€ctánguh , :.a-3s J€ f,rL:6:'aJ¡ ,d€gioaal€s 19ualn9.nlÉ ilrEstrados entre s¡
!':':Y:aeS lormandc' v¡ neevo módulo.

Ca:a r¡¡ag ilr€Oa Jñ¡JA :On €] Er lcs purtares se rnsetafán


3¡:3.c, a lra\es 5€ €S O¿gorrares. c¿!Ézaj€s e. -U' c cabezales
1]-¿.!}¡ gs. r. :ootuñto ,+re s€ de rdiupsacróñ, s€gúo se lrate de
!,re'Je:É** 3r .ES¡ú:'J Ce @u¡1alar :rnol€mente Lrna €rga o
J€- tC^131!. !1e nlilár !.
Srstgna de eñCofrado
ra:ucÉraf,le para !n lorjado.

Fig l2 I I S:;:e-, STF\ n¿'¿ c;nrbrar gr.rncles a.:.;ras


4ó6 Los foriados reticuleres

Un simple comentario sobre el funcionamiento de la construc'


12.?.3.Ios elementos horizontales de los ción de estructuras en España, antes de finalizar estc apartado
in-
encofrados troductorio del Anexo ll.

horizon-
Si bien en la actualidad la mayoía de los encofrados En[aindustriadelaconstrucciónespañolaexistenempress
localistas' dedicadas
talés empleados en la construcción de estructuras se encuentran .onr,n.taaorar, generalmente de carácter muy
algunas o la construcción específica y concreta de es-
;ú;$; ¡"n una filosofía muy similar' todos presentan .uti"t'
I

o in-
y
p"rti.utati¿ades especfficas singglares que motiva a los cons' il;*t ; de edificación, que son las que realmente' directa las
"*A*irñ¿u¿
de la eiecución de
veces será su precio; directamente, asumen i" ietpont"bilidad
i..,árÁ en h elecilón de loi mismos' unas
frente altra-
y dureza y, por tanto' su du.rabilidad mencionadas estructuras'
il;t*"btstez q'" cn las obras;
to ciertamente ll ton manipulados
A rresar de que el mercado ofrece [a mayorla
de los encofrados
"g*tiuo;;
tit"J Jtá" fa se*ncillez y simplificación en su rnontaie v recupe-
*rnptt*s suelen dotarse de almace-
apreciaciones subietivas frente
al u" tiü*"" áe atquitet'
"'t"' por cotnprar el
ración; y, finalmente, f*litpiut
y optan
que poseen las firmas que los nes propios y talleres de mantenimiento'
marketing más o menás agresivo ;;;.i;;;; encofrado qu" t"iot satisface sus necesidades'
que unos v otros sistemas tengan
;;;;;l"iit"". Todo esto háce
sea diffcil realizar una elección
quc' de plástico recuperable y los
sus defensore. y ¿"t'"lLt"t v Tan sólo las bañeras o casetones
si no alturas' constituven el
sistemas d" ap.''ntaluñ;;;;;; Andls
económico importante'
una vez hecha con un A"t"*U"lso pedo'
por el es obieto delrégimen constructivo
se opta por elsistemt l" ¿fquifer' debe mantenerse material que mayorita¡"t"nt" sus
p"ttiu su amortización total' si no quiere descontrolar
do de tiempo qu" en alquilei, y obliga ui'tontttttor' de sus
de las amortizaciones
",rnci"ni"
antes de elegir un costes de construcciOtt át matgtn cuidadosa-
Nosotros nos limitamos a recomenclar' Que que planificar
propios sistemas en propiedad'a tener
se realice un estudio completo lo relacionado con los ci'
sistema especffico ¿"lntoi"¿o' mente los ,itmos ton''tirictiuot tn todo
p"tti"nOo de los folletos comerciales y se y recuperación de los
;;."d";; de ellos
üsta: clos de apuntalamien*, áu*puntulamiento de los
analice baio todos los puntos de elementos, qu" p"*ii'n una rotación y uso optimizado
Cuanto menos meior' mismos.
' Número de piezas que lo componen:
. Simpleza y sencitlez en su montaie
y recuperación'
del mismo a largo plazo'
' Robustez y durabilidad

' C¡Pacidad de carga'


y horizontalmente'
' Estabilidad géneral del sistema vertical
. Seguridad y estabilidad local de todas y cada una de sus
Piezasen elconiunto montado'
. Precio.

Yfinalrnente,antesdetomarladecisióndefinitiva,resultarnuy
y la experien'
conveniente e ilustrativo, escuchar los comentarios
gran conocimiento de causa y scn-
cia que en su uso aportan, con
que los manipulan y que' en
t¡Ao com,in, los propios encofradores
de que los sistemas fun-
definitiva, son los responsables útt¡mos
y
cionen coffectamente con rapidez eficacia'
una visión lo más completa
Con la rlnica intención de facilitar
posible sobre el tema que eEtamos desanollando' y
t
";;;;
li" 0r"."Áá ya se ha áicho anteriormente alfinal del apartadcr
y recomendación comercial de
12.3.l ,ello suponga p'"f"ttntiu de en-
ru palabra á los propios [abricantes
ñü;;,;á;,ñ"t parcialmente algunos fo-
cofrados en el Anexo l, t!óto¿uti"ndo
el mercado' que baio
H [l* .átt"t iales de io"'**isttnt"s laenfilosofía y tecnología que
nuestro punto de vista, Áe¡or refleBn los que se
[l[: ;;;;:ri."mpo de los encofrados recuperables con FiB. 12. t2. Mesas para encofrar superficics
bien moduladas y
estructuras de edificación
están con$ruyendo loslo¡ados de las H;'á;; "*iion
aítos ritmos constructivos'
en España.
I
I

i
Los lorjados retrcularcs

y siempre y cuanclo no se sigan cimbrando rnás plantas consecu-


12.?.4. Cargas transmitidas por los encofrados
tiv¿rs, puesto tlttc la citrg;r transmitida al mismo podría ser bastante
de plantas suceslvas mayor que la considerada, corno se verá más adelante'

En la práctica totalidad de los casos' debido a los ritmos cons- Otra posiblc solución podría estar en deiar un apuntalamiento
tructivos que se imponen en la construcción dc los edificios' la corto cle maclera baio el foriado sanitario, imposible de recuperar'
capaci<Jad resistente cle un foriado rccién ctlnstruicjo no suelc: y por tarrto percliclc-: a efecLos cconómicos, que permita superar el
bastar para s()pór-tar e¡ apuntalamiento, cl c¡tcofr¡¡cJo horizontal y proccso constrllctivo.
cl pcso del foriado si€uientc, tal y como exige el levantamicnto
cornpleto de las estructuras; por tanto, resttlta obligado cit¡tbr¿ir va- En Esparña y en la edificación, el estudio de toda la
rias plantas a las vez para quc las cargas clel fori.'ldo en corlsuuc- problemátic:a anlcrior clr sLr vertiente práctica, debe ser agradt¡cido,
ción se repartan entre varios ya endurecidos y quc posean rina vez más, al prolesor I. Calavera y a la tesis doctoral de Jaime
resistencia suficiente. Femández Gómez, dirigida también por i. Calavera, Cnteriu para el
descimbrado de estructuras de frormigón.
El problcma de cimbrar un foriado sobre otro ya construido, en
general, admite soluciones muy convencionales, y no plantea pro- Por consig'Lriente, remitimos al lector al libro de l. Calavera:
blemas dignos de consideración. No obstante, pueden habcr si- Cálculo, Construrción q Patología de Forjados de Edificacíón (4d üición -
tuaciones cíticas que exijan solucioncs nada convenciotrirles y e1 INTEMAC), y ul resurnen cle la tesis cJe l. Fernández Gómez,
director de <¡bra clel:e ser conscicnte de las misnras. Veartlos tlt't publicada en el cuaclerno de INTEMAC No 3 (19921, si desea
ejemplo: complementar el breve resumen de ideas prácticas que
exponemos a continuación extraídas de dichos trabaios.
Se desea construir un edificio público con luces de l0 x l0 m
resuelto con un foriado reticular de canto 40+ 5 de peso nledio Eltrabaio de l. Calavera se basa cn las siguientes hipótesis:
7,3 kN/m2.
l. Se supone qr-re los for¡ados inferiores consecutivos, a los que
El foriado, suelo de la planta baia, resulta ser rrn forjado satri- se transnr¡tc la carga del nuevo forjado, t¡encn todos la mis-
tario de tipo unidireccional, quc el proyectista ha resuelto apoyán- ma rigidcz. Aunque sL¡s edades son muy distintas, la varia-
dolo en rnuretes de carga cada 5 m partiendo las h¡ces de las ción de E. corr la edad presenta un crecimiento muy rápido
plantas superiores. La carga de cálculo prevista en el proyecto para a edades cortas, tal y cr:rno se refleia en la Fig. 12.13.
la planta baja, al margen del peso propio dcl foriado, ha sido cn
total dc 5 kN/rn2. th
ús
oo
Pues bien, en esta situación, cuando se cimbre el foriado reti-

cular del primer piso sobre la planta baia, la carga que se transmi-
tirá al foriado sanitario, teniendo presente el peso de los F<
encofrados, será como mínimo de 8 kN/m:, superando la carga cle
,c
!'{
cálculo prevista en el mismo y agotando incluso su coeliciente de Eo
oJ
o.<
seguridad (y¡) relativo a la mayoración de esfuerzos

8 .- o t l1 2l
Yf=r=l'o EOAD EN OIAS
Fig. 12.13, \'ariación de L, y f¡¡ con la edad en utr hormigón de
Sin lugar a dudas y corno poco, el cimbrado producirá claños enciLlrecrm'Fnto nortrr.lI {J. Calavera).
irreversibles en el forjado sanitario, que pueden pasar
desapercibidos en el me¡or de los casos, pero la durabilld¿id del
2. Los puntales se consideran infinitamente rígidos con respec-
mismo puede vcrse seriamente afectada.
to a la flexibilidad de los foriados.
El problerna planteado puede ser resuelto en el proyecto, 3. Los puntales de Ia ¡rlanta baia descansan sobre un suelo in-
calculando el foriado sanitario para una carga mínima no de: finitamente rígido.
4. Las cargas cJe los puntales pueden ser asimiiados a cargas
5':!f:5'1,6=8 kN/m2 uniformerilenlc rcf)articlas sobre los foriados.

sino por lo menos de: Ya hem<-¡s tenido ocasión de dccir, gracias a los trabaios y
mediciones reales de l. Moragues, I. Catalá y V Salor, que estas
8.yi = 8.1,25 = ro kN i m2 hipótesis rro responden pletramente a la realidad; y menos cuando
Los forjados reticulares

se apoyan los puntales primeros sobre el propio terreno, si la . Si hay "rr" plantas cimbradas, al descimbrar la inferior, la di-
solera del edificio es de tipo visto y se construye al final para quc ferencia errtre la carga total que soportaba dicha planta "q¡"
no se dañe durante el proceso constructivo. (la suya y ia de las demás) y su carga particular y específica
q, se transmite y se rcparte entre los que quedan afectados
No obstante, el aceptar dichas hipótesis simplifica los cálcu- por los apuntala mientos.
los, y los resultados que sc obtienen son conservadores, permi-
Dicha carga a repartir sobre las plantas superiores será:
tiendo al director de obra orientar su trabaio y tener un pequeño
margen de maniobra por ellado de la seguridad. Qr -Q (kN /rn2 )
n
fues bien, balo dichas hipótesis, pueden establecerse las dos
siguientes reglas de partida que permiten gcnerar las conclusiones CARGAS E OAOES
9l -Q , cnrgas tránsnriticlas a
prácticas que nos ofrece el profesor J. Calavera: Qt - 9 SEMANA
3
las Plüfltas supei¡orcs
¡ Si hay "n" plantas cimbradas, o sea "n" forlados apoyados
Qt -
3
Q
SEMAHAS
qt: Carga total de la Planta li'
peso pro-
sobre puntales, cuando se hormigona el último' su Qr-Q sE|iAilAs berada de Puntales
pio q kN/m2, se reparte entre los "n" foriados inferiores co- 3
q; Carga esPt-'cífica Y ProPia de
(q/n) kN/m2'
laborantes, conespondiendo a cada uno dicha Plarrra libcrada

CANGAS EDAOES
o 05€MArlAs CARGAS ÍRANSM¡TIDAS A
q: Carga total dcl forjado último ctm- úos ¡on:eoos slJP€RloR€9
qr3 I SEMANA
brado (peso propio + 1^-so de punta- al liberardepun-
tiis. 12.15 (,trg.rsrrailsnllU(lasalosfOrjadOSsupCriorcs
qrl 2 SEMA}IAS les y encclfrado! + c¿rrga5 adicionales
iri", ü plr;i;:;i-¡.,i ao,,¿"s. iniiiabj cl apunialanriento (l Calavcra).
que ptledan existtr)
qr3 3 SEtilAllAs
n: No de plantas apuntaladas coiabo'
Puesbien,etrbascatocloloexpuesto,elprofesorl.Calavera
ranteg coeficiente k que
uotJópon. en la Fig l2'ló' los uálotet de un
q kN/m2' ya descrita anteriormente' nos
n*iüpftau¿" ¡ror la carga que rec:iben
ñémrite obtener ta aargi tltat pot *ct'os ctradrados
['i ;l;;il;'; ü;;'ñ;;' clnsideran<ro que se cimbran dos
t8g ?t?,133¡' i'i1'Jl?6:. 3
a los foriados infcriores {l Calaveral p'iai"t. = ,y iot pit"t"t - ¡' con un ciclo de construcción
n
Fig. 12.14. Cargas transmitidas para el descimbrado de una planta
de d días por planta y át Jiot nueva planta
v sopandas a una
ñi;il;tnon;u,l;'p*taies
suPerior.

clcLo
t{ 'F'H lffiini H-n-ff' ffH,
'| o
d zd-dl
sd-dr
2d 3d-dt 3 d úHt sd
ftEMPO d-dr '6
L-os fo rj atlos r¿liular¿s

0
Suponiendo un ciclo de construc- COEFICIENTES K 0E .9A R C_l SUP_ONl EN_oO E_c_ VARIABLE Y-l= 3 r.0
ción de una semana Por Planta Y d t= 2
0 0.( 0?
días para el descimbrado y montaie de 10 0.60 l¡9
una ñueua cimbra, con n : 3 Y módulo 0 0.26 05? r0t r t7
t.¿3 0.5 0.92
E. variable, los valores de "k" restlltan- 1.0 0,7

lllf.l C.¡¡ 0t r.5 r32


te se exponen en la Fig. 12.17. t-

Conlo se ciecluce dc los gráficos del f--{


r.lr 16 20 t.r 5

orofesor l. Calavera, para los sistetnas :,,F1 ;: i7;1 o53l ct

ia
I

ie cimbrado habitualmentc empleados 0l--{l0 ,s¡F-1 Lt

en España cabe esperar que los.foria-


dos téngan que soportar cargas duran-
tc el proceso constructivo del orden de
2,25 a 2,35 veces su peso propio. Cuan-
clo las cargas que reciben alguno o va-
:tcLo
tTEMPO
,ool'I
o [,----]
'*I_i3b
21 ó
oo

'
o

fl úo
26ó
¿b
28d
'oo!
ll Sq
33d
5b
3sd
6o
¿0d
6b
126
7a
L7d
7b
¿9d

rios de los elementos dcl sistema dc n : 3 Y Ec variabl(:


Fig. 12.17. Valor rle K p¿rr.j
apuntalamiento y cimbrado elegido sc
Irace insopottable para los mismos, una
solución de gran interés cons¡ste en
realizar la operación dc RECIMBRADO'
que se basa en dcscinrt:rar detcrmirra-
das planLas, liberando las cargas entre
los forlados y, a continuación, apunta-
lar cle nuevo, asegurando el contacto
goEFlcrENf Es K DE cARoA PARA PUNTALES Y Fof,JADo-S
n' 2 Xl i. Xl
entre puntales y foriados, de forma que
esos puntales colaboren en los futuros
incrementos de carga. L¿ operación del
RECIMBRADO reduce considerablemen-
te las cargas durante la construcción,
pudiéndose pasar Para n
k:2,36
: 3 de un co-
a un coeficientc CICLO lo
Lx x¡mlmiffiHhmiffiuH*H
rb 2o 2b 3o 3o' 3b ¿o ¡o'
Ad-dl td'dl
¿b
¡
eficiente
IIEMPO d'dl d zd'dl 2d 3d-dl 3d-d¡ 3 d d
k: |,?3.
Una vez más, el Profesor l. Calavera ;ICIENTES K C¡RoLPARA PUñIÍALES
DE C.AR6LPAR/\ PUNÍALES Y FORJADOS n:3.
FoRJlDrlS N-3
nos ofrece en la Fig. 12.18 un cuadro
CPERCIENTES .i"X¡
.I^Xl
operativo suficientemente práctico.y
fjcil de aplicar en la construcciórr de
edificios.

Dadas las situaciones de cargas tan


elevadas a las que conducen las hipó- uclo
E(,x,¿ratffiiffiiffilffiiHxffi
ra rb T; lt -11
¡d-ir :ld .:-:.
rd'dt .:.1,
td'dt l:
:l.trl8" .'-o., 'ro zii, 3 ¡ ó
tesis consideraclas por el profesor f Car-
lavera, que de ser totalmente ciertas
'e
coEFtctENTEs K DE CARGA PA!4 PgNl¡LF_l Y-fo11A99s-n=!
habrían dado origen a patologías muy
ibundantes duranre la construcción de
mtrchos edificios, nos vemos obligados
o t"n"t que admitir que la operación del H
RECIMBRADO debe realizarse de una I

f<,¡rma bastante natural por los


propios I

sistemas constructivos habitualmente


emplcados en la edificación, redistribu-
llt
vendo esfuerzos entre los distintos
pla-
nos de puntales de las distintas plantas
rffi ru*ErH ffHtH'H 7d
cimbradas de tal forma, que los esfuer- 5"' a;
so si-'a,
dcto .l-?, 64. -qq' 9ld 7tt-dt ,''\. ld-d¡
,',::
los v cargas resultantes 5e encuentren ;ü;Fo ;; sii¡ 6d'dr 6 16
deniro dJun rango aclmisible por la ca-
pacidacj resistente de los foiados cons- Vl
t/\J .,rsnooo
"'--"^'- [l]'I
LLI-tl
*t.,'""^oo
truidos, habida cuenta de las escasas
patologías que se detectan por estas (')rÉr dci coeficiente k para puntales y forjados {l Calaveral
FiE I 2 I 8 (,';UBRC*DO'.. RECI\'iBR'\DO "a
causas.
Los lorjatlos retiulares

Atendiendo a las medidas real¡zadas por l. Moragues y I, Ca- Sin entrar cn un análisis pormenorizado, y como orden de
talá, un coeficiente de carga máximo transmitido a los forjados del rcferencia a tener preselrte, los plazos que proporciona la fónnul¿l
orden de k : 1,85 podria estar más ajustado a la realidad ql¡e los recomendada por la EHE pueden dividirse por dos y así poder
coeficientes proporcionados por I. Calavera. Recientcs invcstiga- obtcncr unos plazos de descimbrado más razonables y acordes con
ciones sobre este Lella en los EE.UU. publicados en el boletín del la realidad física qur. catr es¡rerar del comportamiento mecánico de
ACI, volumen 98, no 2, marzo-abril 2001 , confirman nucstra aprc- las estnrctur¿5 (lue se están construyendo, pudiéndose mejorar
ciación personal cn línea con los resultados dc los profesores sensiblernente lc¡s ritmos constrl¡ctivos; tal y como demuestra
l. Moragues y I. Catalá. l. Femández en la tal'rla 12.4, de la página siguiente.
L¿ tilosotía básica en la que deben apoyarse los criterios de
No obstante, insistimos en corrsiderar los trabaios del profe-
descimbrados nos la rcsumc laime Fernández breve y claramcntc
sor f . Calavera como un marco referencial obligado a tener siem- de la siguiente tornra:
pre presente en cualquier proceso de cimbrado consecutivo de
plantas, con el objeto de no olvidar la problerlática quc generan
"L¡ resislertiLt 4uc evoluciona mds despacio en las estrueturas de
[rormígón esi¡ rcsrsk'¡cia a compresión, pero dicha resistencia sólo sería un
las transmisiones de carga de las plantas er'l corlstrucción sobre
ron¿iirirrrrrlilll' s¿no ,'rt ¿l raso de los pilares, y en Ia práctica es infrecuente. el
las que ya se encuentran construidas; y contar al menos con ulla
clrso d¿'4[lc los ¡'ii,ircs tontlicionen el descimbrado de una estructura. Podría
cuantificaciótr del problema, aulrque sea rTleramente ;.lproxitlativa fracerse urr ri¡:orr¡nti¿ntcr semeiante para el caso de Ia resistencia a tracción,
y conservadora.
la rrir¡l lo s¡ iirr¡si¿lt'rcl direclamente en el cálculo de las estructuras de
honuiqon rirrrll¡(lo ]in embarqo, Ia resistencia a trctcción está directamente
Iiqadtt con /0.5 f¿'rt.íntcttos de anclaie A coste, U p1r lant} se ad|pta clmo
r¿sisl¿rrciu crifi,:¿¡ prira al calulo de plazos de descimbrado.
12.3.5. Plazos y perlodos para el desencofrado
De act¡cr¿io í)n le ilIt(rílrmente expueslo, si tenemos una estructura con
Para la estimación de los periodos de descimbrado, con un urr¿¡ ¡cci0rr ¡¡ract¿rl-sliia tilt proqecto (C + O), V qu(t en el momento de
carácter genérico y orientativo, la norma EHE rccomiencla tener ¿iescirtrhra¿l.' i'd !¡ lstr¡r som.tida a una fratción de dícha carga a,
(G + O)'
presente la tabla l2.l que se adiunta tonrada del artic¿rlo 75 que podrcrttrts rr:¡li:ar ¿l ticsttmbrado en el plazo que stt verifique:
dedica al clescimbrado, desencofrado y dcsnroldco'
^t,

Laslnstruccionesespaño|asdelhonnigónarmadolTablasl2.2
[,'> i;cr'trt,ze
y 12.3ltradicionalmente han filaclo los plazos de desencofr¿rdo o 5it'¡l.l¡:
r¡;isl¡¡:tl,¡ ¡ irrri¡irjrt tlircüa del hormigótt ot curado estándar a los 28
descimbrado a travós de la fórmula, /.,.:¡, L¿r
¿lit¡ s

i=
- -490 - 1.. : l¿r /fsis¡.rrri.¡ {¡ rrdi.i¡,1 tiiretla r1¿l hornigón a Ia ¿tiad"i"
Jf ftlrr¿¿i.r ¿ll 0brd'
de tloscimbrado

(3..') (r+to) ,'¡1 5¡¡ ¡,'¡¡¡11¡;.-tt,'S


El ioriiriü:ti ¡if nlaii.rruicicirt d¿ occiort¿s del proyecto I l '5ll 'ól-
¡:
y.', EJ c;r¡iilü:t.' rl(' rrltlllL)rr¡lió'1 Úlc dr'i(t'les aplicables a la sit¡raciort
i: Número de días' concspo,l¡i,',,t.' ¡l r1¡scinttrr¡do que por trdtarse de L0r¿i s¡tuariort
de las rn'ixintas y rrríni-
T: Temperatura media, en gados centÍgrados' tr"llp!)r(t/ podrt,t s,'r ,la¡or o iguctl a l '25'
mas ciiarias durante los idías'
descitnbrar' incluiclo el peso Esfa ¿s la clt'/irricirrrl cxacla y completa para el uilculo del plazo de
G: Carga qr.te actt'ra sobre el elemento al
propio. descintbrado."
(O r C = cülgB '-Lrt¡ll si lro se disponc de
O, Carga que actuará postcriormelltc Los cálctlios cle la resistencia a lracción'
errsayQs es¡'lecíficos puedelr obtcnerse
en función de la resisten-

En general, los plazos de desencotrado


quc recontienclan las ;i; poi.o .--t t,o*iiton a compresiótr a través de la fórmula:
;;;
etc" taly como ha demostrado
normas EHE, ACl, rvrJJ Co¿t-90' scr 1|.,=0,21.3f.2¡ (MPa)
i;;;;it;"1toral de laime Fernández cómez' resultan
sumamente conservadores' t^"P
períodos mínimos de desencorrado v desdmbg{ dt
*t*99 ItYt 8"
30 horas
Encofrado vertical
3 días 5 dlas 8 dias
Losas 2 días
Fondos de encotrado 13 dÍas 20 dlas
7 días 9 días
Puntales

Fondos de encofrado
Puntales
" -r^--i*hr:t'lo cle elentt'nLos de hontrigón armado'
tlc rlcsencolraoo' y uc5Lrr¡rur(¡\
Tabla I2.l {EHEI, Periodos rnininros
luz, L q=g q:,9
Elemenlo
L-::3nl 7 días 4 días

3=L-:6m l4 dias 7 días


Vigas
2l 1Á díás
L.:6m dias

L<3 4 dias 3 dias


4 dlas
Forlados 3sL<6m 7 dias

L;-Gm 10 días 7 dias

g * carga permanente. q - sobrecatga


.l.abla teniencl<¡ r)fesentes lirs cargas
12.2. {Acl). periotlos mínimcls ¡r.rra clescnttrtfrar elctnentos cs¡r(r'ilicos clc l¿ edificación

Temperatura en la >240c 160 C g"c 2"C


superficie del hormigón
Vigas
'10 14 21 36

10 15 25
Foriados

EJEI/PLO 1

VIGAS DE SALON DE ACTOS


lnvierno 40 días
EH.gI
Verano 20 dias

ACr
21 días

MC-90 lnv¡erno 29 dias

Verano l2 días

lnvierno 13 dias
METODO PROPUESTO
(J, Fernández) Verano 6 días

METODO PROPUESTO (J. Fernández)

EJEMPLO 3
FORJAOO
l-os [oriados reticulares

Dcjarernos el tcma cJel fuego para stl capítulo específico visto


12.4. Las armaduras en los foriados antcri()rrrlente V nos cerltrarcmos en los aspcctos más construc-
reticulares: colocación y detalles tivos y mecánicos recogidos en la EHE, pucsto que dudamos
constructivos mucho que l;r:; ¿ctuales exig,c-ncias estnlcturales recogidas cn las
nonnas NBE CPl,/9(r y EC-2 (Reglas Cenerales para eI progecto de Estruc-
turas frentt tt! fuertrctl, c:s¡recialmcnte corl Loclo lo que tienc que ver
corr los tienr¡ros dc evacuación y de rcsistencia al ftrego normali-
12.4.1. Criterios básicos y fundamentales
zada, pucdan mantenersc tal y como se encucntran en la acluali'
dad, si quererr'ros ser racionales y no castigar económicanrente al
Hasta que aparecen en España la Norrrrativa riel Fucgo y la país itr trttcesaria nlcnte.
EHE, los rccubrimientos mírtirrlcls que recomcndírbar¡ros
para la:;
armacluras dispuestas en los forlados reticulares y losas macizas En las t-stnrcturas cje honnigón, la EHE establece los siguientes
para
cran de 20 mm para las armaduras principalcs y de l5 lrlm critcrios ¡xrra cletitrlr los rectlbrirnientos de las annaduras'
las armaduras finas dispuestas en forma de nr¿rllazo: dado qr're' cn . El recr.rtrrirniento de las art¡aduras princi¡lalcs será igual o
general, los forlaclos se cncuentran en ambierrtes protegidos' nla!'or que el cliáIlletro de las armaduras, y [ambién rnayor
que 0,80 \'eccs el tamaño máxinlo dcl árido'
La presencia legal de las NOrmas rnerrcionadas alLera sustan-
cialmente todo lo ielacionado con los recubrimientos, hasta el
. Para c.ualquier clase cle armaduras, los recut¡rimientos debe-
pr¡nto de invaliclar totalmente ti¡:ologías contpletas clc foriado' si rárr currrplir, en función del tipo de anrbiente donde se cn-
se aplican con todo el rigor que en principio exige la ley; pero Es- cuentren, la siguiente tabla ad¡unta:
paña es, o al tnenos hasta el presente era, Lln país filosóficamcn-
te cervantino y, por tanto, quiiotest:o Rsslslencia BECUBRIMIENTO MfNIMO [mm]
caracterísüca Tipo de SEGÚN LA Cl-AsE DE EXPOSICIoN C-)
L¿s normas y leyes en nuestro país suelen del hormigón el€mento
lla ilb llla ilrb lllc IV Qa ob Oc
elaborarse con un espíritu sumamentc perfeccio- llVmml
nista y riguroso, tratando de cubrir todo lo divi- general 20 25 30 35 35 40 35 40 r) f)
no y hunrano pero, por dcsgracia y en infinidad
25 < f"r <40 9l€mentos
de ocasiones, olvidando la realidad social ope- prefabdcados 15 20 25 30 30 35 30 35 (') c)
rativa del país donde tienen que desanollarse y, y láminas
acicmás, de espaldas a los rccursos tJis¡ronibles
para podcrlas cumplir plenatnerrte, lo cual lleva
g6neral 15 20 25 30 30 35 30 35 r) f)
a que las normas se acaben por resl)etar a me- fo> I elementos
dias deianclcl las cosas como debcrían haber es- prefabricados 15 20 25 25 25 30 25 30 r) f)
y láminas
tado desde el principio: Las nonnas, en nuestro
país, se cumplcn si lc.ls papeles dicen que se A proye(fi$a fii¡ra 9l r€djbfim¡€lrto al o,b,eto óé qu€ se garanthe adedjadam€nle le Pfots*n ds laS amd¡¡es
f)
fteflte a la ac¿*h agres¡va amb¡ental.
cumplen, aunque no sea verdad, y la realidad im- f1 En el caso d€ dEs€€ d€ gxposicón H, F ó E, 61 63p€sor d€l recub,rim¡erito no sg verá el€ctado.
porta mucho menos.
Tabl¿¡ I 2 i R<:cubrinrientos minirnos.

RECUBRIMIENTOS RECOMENDADOS
PARA FORJADOS QUE NO SE ENCUENTREN A LA INTEMPERIE

¿" ut ¿;mte¡,dm_gt'- 9r !91 ¡ot;,]


fÑvigos Fa-*r.l,"Fl
G) -Superior, 55mm soo¡e et estribo (!€ro et corrccto -Sooc¿io¡ ¿ 2Orr¡m
]ácub¡imiento de los orñodJ¡os cJperioreg <Je lo ¡r'oco)
-Lorerol en bordo:Jomm
@-lotoro, sl bordr: 6Omn. (p6.6'o corr¿cto corococioa
- de lo potillo de lo o.ñodero supe'iqr ge¡p¿ndisurq-) -lnfer'OÍ ¿ 20mm,
@-lnt".l*, > 2omm sobr6 el cstribo

f.v'ú; l"t".m€dlosl
@-Suprrior, 35mm sobre el cstribo (poro el correcto
récubr¡miento de lo3 ormoduros superiores de lo ploco)
@- Lote.ot: 25mm.
@-tnferior: > 20mm sobre el estribo

Fig. 12,l9

\
I ns lttr judos ret irular¿s

En genenl, los forjados de pisos dc los edificios se encuenlran 12.4.2. Estrategia constructiva teór¡ca
en un ambiente que podríamos catalogarlo como del Tipo-l y los recomendada para conseguir los cuatro planos
forjados de los sótanos como del Tipo-ll-;r. salvo cr¡;lndo nos de feralla necesarios
encotrtretnos en las proxirnidades de la costa, que lrabría que
considerarlos del Tipo-lll-a, si están expuestos de forma dirccta a Una vcz ccllocacio el encoirado de la planta, la prirnera opera-
lo que se denomina "spray tnarino". ción que debc rcalizarsc cs la de replantear adecuadamcntc los
iibacos, zurrclros y nt:rvios del forjaclo.
Por otra parte, para conseguir una bucna pcnctración tJel
hormigón en todos los puntos de los foriados reticrrl¿res, la A continiración, de las dos direcciones establccidas cn cl for-
jado reticular, aconseianros elegir etr primer lugar aquclla dirección
experiencia nos dice qr,re el tamaño máximo dcl árido en nin{tn
en la qrre existan rrrayor ttúmcro de vigas y zutrchos, y proceder
caso debería ser mayor de 20 mnr, siendo dcscablc que fr-rera r1c
al nlonl-aie cle la fcrralla de las lttistn¡rs y los trrismos.
I 5 nun.
{¡}Y.l
Para gararttizar los recubrimietlLos nrínimos, se prcst:ribe etr cl
proyecto un valor nominal de recubrimiellto r^om cloncle:
(6.)X.S

frrom =f,nin *Ar

(1')2.Y. (3|¡2.x.
si se lleva un buen control cle eiccución, el incretne-nto clc los
eie-
recubrimientos tnínimos debe ser dc 5 mm, y si el control de Fssos y lcyerida
Cronologla cmsf|üdt€
cución cs tiPo normal Ar = l0 mm'
(¡l'))Cl.
r..¿.Y.: Zqrd$ s Y-
?..Y.1.: Arñ. ¡nhrlo. ú Y
tlor- 3f,'2.X.: Zücho ü X.
Lo especificado en la EHE conducc en las situaciones mils ¡¡..X.1.: tum. ¡!l.br 0 X.
5P..Y.3.: Am. rroarhr m Y.
males a recubrimiento del orden dc 30-35 rlrll, que para los for- 6r..¡,5.1 ¡6, ¡q6rb. O X.

elev¿rdos' sin ¡
lados planos rlos pareccn valores excesivamerttc
s¡no todo lo t'- (5¡)Y S'
benefir:ios añaciiclos en los ambietrtcs de CLASE-1, .rl-'
contrar¡o, puesto que ten(lrcmos urlas pérdidas de brazc¡s tnecdt.
Fig. 12.?l). F-:;tt.:te¡¡ia cJe tlontaic de la fenalla en un foriaclo reticular'
nicos y, por t¿rnto, unas pérdidas gratuitas de capacidad resistcn-
te dcl orden del ó ó 7 96 itrtreccsariantetrtc. (lumplir la tabla 12.5 [-ln¡¡ vez colocadas todas las piezas quc vayan estribadas en
nos [)arece más que suficiente, pero, ioio!, cumpliértdola, la ¡rrirnera dirccción elegida, cleberemos proceder a colocar todas
las ¿¡n¡lacluras (banas sueltas) dc flexión positiva que vayan en di-
Lo especificado en la EHE se aiusta perfectamcntc a las gran-
cha dirección, con lc-¡ cual tcndre¡n<;s dispuesto cl primer plano de
des piezas y sccciones de las obras cle irrgenit-'ría civil, pero no re-
arn'laduras.
sulta adecuad<; en l¿rs secciotrcs rcducidas de la edificación. qtrc.
por otra parte, poseen unas condiciones ambiertt¿¡les raclic'alnrente A continuacicin se procederá al monta je de i;rs vigas transver-
diferentes. s¿rles ¿r lirs ¡rrinrer.rs y al rrrorrtajc posteriorde todas las annadu-
ras sr.rcltas clc flcxión ¡rositiv;r perpendictrl;rr a las ya colocadas y
L;r es;trategia fundanten[al que debe regir el ferrallaclo de un for- que , obviarncnlc, sc cncuenLran por encinla y configurarl el segun-
jado reticular o de una losa maciza, debe ¡rartir del hecho físico de
do plano inferior de armaduras.
tener que colocar necesarianlente cuatro pli.uros cle ¿rnn¿rdur¿ts,
pero: Nl uNo MAs, NI UNO MENOS. En cl proccso constructivo se cont¡núa colocando lodas las
barras cltl fk:xirirr rregativas segirn la primera dirección elegida, corr-
Cuando por L¡na falta de planificación cot'lstruct¡va el núniero fonn¿indosc ur'r tcrcer ¡tlano de armaduras situado al rnisrno nivel
rJe planos de armaduras sc ¡ncrcmenta ¡ror encima de los cuatro las ar¡naclur¿¡s supcriorcs dc las primeras vigas dispuestas,
<1rre
estrictamente necesarios, se procluce un descontroi total cn los obteniéndosc asi e I tercer ¡:larro de la ferralla.
brazos mecánicos considerados teóricamentc cn los proyectos y
Después se r:olocarán las banas de flexión negativa pcrpcndi-
los coeficientes de seguridad sufren una merma incucstionable.
cularcs a las an[eriores, que se sitúan al mismo nivel <¡ue las ar-
rr¿rciuras superiores cle los zunchos y vigas de la segunda
dirccción, fornr¿¡rrcio ya cl cuarto y últ"inro plano de armaduras del
fonado.
Los for¡ados ral¡Lularcs

La operación del ferrall¿ldo finaliza colocando los planos ver-


ticalcs centrados en los nervios de la posiblc erralla clestinari;¡ a
f

absorber los cortantes, en aquellos c¿lsQs (ltre sea necesaria. y las


posiblcs barras verticales o inclinadas relalivas al ¡lunzonarrtien-
Lo bordeando los ¡lilares.

Resr-rll¿rs(lruamcnte difícil, por no dccir cetsi itrt¡-rosiblc, c-lrcon-


trar el ferrallado dc un foriado reticular ert el clue ios tócnic:os res-
ponsables de la construcción hayan obligado a los fcrrallistas a
seguir unu estrategia dc armado cohcrcrlte y planificada.

Las fotografías que forman parte dc los nrottt.ries de: las


Figs. 12.21 . a y b, por desgraciet, rto cotrstituyelt tlrlü e-rccpciótr, tri
tarrtpoco sc han elegiclo de fornt¿¡ retltlscada lldrar lx)rlcr cle rnatlj-
ficsto los resultados evidentes qtlc: corrlleva no st:g-rir ulla cstra-
tegia previamcnte fiiada en cl nrontale dc las arrrlacluras.

Como se aprecia en los rttotttaies nrertciott.tclos, el trútlcrr-l tle


planos de las armacluras dc flexiórt negativ¿1, erl vL-z dc dc-¡:;' han
pasado a ser cle tres y cuatro, rccluciéndosc los brazos nlecánicos
y por lanto la seguridad.

L¿ cstralegia clc montaic qtie proponcnrcls lFig, 12 201 ¡lrrcde


ser seguicla y respetada cn la mayor irar',e clc las obras v lt:riados;
sin ernbarg,o, se complica y sc altera cr¡ando existen barr¿il o elc-
mcntos oblicuos a las <iirecciones x e Y fiiacJirs cn los [razados clc
nervios.

cuanclo suceda lo anterior. no c¡uecla otr"¡ ¡tliuciót] que Lellcr


que establccer treS planoS clc arm¿lt.Jtlra, tanLc¡ itrfc-fior C(-)l'no str[)c]-
pr)e'
riormcnte, y estas situaciol]es, tlaclo su caráctcr singular' rlo
dcn resolverse máS (lue rcduciendo los rectlbrinricltll-os sttperiorc:s
dc las barras inclin¡idas, o incremcnL¿lttclo ligerarllcrrle ia c:apa dc
compresión en estas zonas puntualnrcnte' rccilrciendo en
igual
p;rrte de los
rnedida la capa cle aislamictrLo o cle gravírr clue fornra
qLl€r se
pavirnetrtos, absorbiéndose así los peqr'reños clcrsnivelcs
originan [x.>r esta causa (Fi€. 12.22).

F...-l I l.-¿ I ;r Elernplos de ferrallados irrcorrcctos


I ¡)i l)/'lLlríds r,'llL Llir¡rfi

Fi-.] ll:l ¡..::r:'.i:',,i!.".lrricllvcl¿ll Crr.l(Ccle:b,rrr.¡:<llllicr.t¡¡r':rrarenlen-


L¡ur.l..' ...j:: j: r-... 1- .-.' ,'..'i"etlte

Lo rlrie ,',¡¡ ¡l¡be l'¡¿rccrse rrttl''tc¿l cs pelrilliz¿rtocla l¿i L)[)ra aL]-


¡teltt¿iltrl(-) l¡, r i.l,,jr tlt' tirrrr¡rre:.';ióll clcl5nlestlr¿lcl¡rnrctrtc, [)lleslo L-ltlL-
cllO sr-rpüt-rc a-l:.1(iir i.lit lleso;r l¡ estrLlctLlra clcl Í<lrrrl¡ iflcolltrol;j(l¡
V ll(l l)r!r\, i\'-:r

CLr¿r'c1,'- :.e.-rl-r:.rr'.-'t'r'r c:l tt'ltltttitje cie las.rrrrl¿drlras ltn¿t recluc


citrn clt ,r¡s ht.,.-t.,-- r eL.inicos por inrposibilicl¿ici lísica rle sittl¡¡r ]as
¿rnr¡tlLrr¡rs L-rr--tr'-:rrrcr.rte etl cLlatro plallos y restrlte tlblig.ido p.art-
te,¡r seis :r'.Lrr'rr'r(1.i1lo:l illcrL'lrlllllt;lr l;l t:uatltia cle acclro erl el iil¿-
no cle.ilr,ral,rir,i r:iL-'¡ttlr-rell.l tJirt-t-t-ión que se ve¿t I)t'llaliTa(l¿l ,

atl nrelrc)! r-'l-1 r.'- l;'' lx)r l.is ¡rérclicias clc rcsistcnr r.i (luc \e I)ro-
tJLrc,:'lr.

12.4.3. Armaduras en nervios

c. .'- ¡r fr.,.,sofi¿i cle cálculo cle 1os ¡rtirlicos virlr-tales,


Pr;is;,rr-c],.
it It,)l-tri, t:l)ii r:L"r;j r ():llelltir q¡e, l)ara las ¡llacas nl¿c:izas y
.rligcr;rcl.r. :r',) :ri: ..-,\l-:'i1f.lii:- ltenIe I tles¡rl;rz;r¡tierttc)s, l,tr lor]sitilcitts
de l.i: arrrr,..i .i:¡: >,, r,irt clr.rtcrttrllr¿tcl¿ts llor cálcLtlr), I.)eri-) rt(J sa'r,irl
ir'rtcrior!ri ..: l.r:. :.,ir-rrl.ti erL lar Fig. 12.2 3.

Lr'. el ;-'..'¡---. l-:'.'r.t'(l ¿r l¡l l)otenai.t cle los pro$ranr..t: (lr'


orrlen¿rcio: , l,-,: r,,l,ri,t\,rr clilrrrj.rrrdo lct:; ¡:latros, la ciisp.rsiciórrcle
l¿is l-r.rrr.r s ,, :. , : ,. ,r-r.t'1:lr(lL': r,ienelr proporcioltalclirs ¡tor cl ¡tro¡rtc-t
c.rlculr-r il[¡:rl.,lr-¡rr¡ i-ioitcl('cfl priltcil]io lt.¡ccn f¡¡lt.¡ \'5(-)JT tle(e-
,-i¿rri¿r'-i.
irof .,-,,-r-r.rl .¡-- tril¡-'rit-r:. rec-ogir,ic-r:. err l;r Fig ll 23 rielren
s¡r'ti"-;': !''.- .: ..; ,.-i'. (.(f'll(f t('fi'lc'llcti.i, l)l.,csta) il..É l:).-lc(lsn
c.ier l.,irl.(r,,l.l ."rr1,..1...r ..egtrrici;tcl cot'lrc¡ cjrt la insr.€lurjcl¿ici. err lr-rn
(l\ll
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(1('.,:
I I I :
.: l-_'_:..:.rlrLclf.rjci\,S()t)fel(Xl(.),(lCliiLllllCiClurllCltlt)S
I

S()l)t)rltr rr i.ii-.: lr..rtttal tl',lrs O tllellos ¿1ilárQiliC¡, .lOItdL- \'¡1 te5lllt.l


irr r ¡ro'.r ltlr,' lt-.,1i L -,- I lr r,,1.c htrs ct r i I eri< ts.

L.:¡- cr" ,,,-i :.-r ttt-'i-',,c:.lc¡:, en loS CLf nt('l-it.itiJ: ¡,rr)t l,r EHF.
coils:ilit\r-r r;*- r',,11-.it-tiSLenCi¿r cle la é¡lctc:;i c-lot-tCle los ¡_iurrlos c1e
Eiq. ll I I lr f ¡¡¡¡¡¡.'lqrr.lt fe::¡ . LL) _r .)( :r - r''' :.:_.::.r :c r_)ctS¿tU¿ilt e| ( fltcflos (lLl tl.,ÉJl(i f_'tiruL i-cr.

E r¡:¡r,',-. ,r.- I _ic :.e Lliriv;t clc- una cleLernt jn¡ición I)t-u¡lltent.e
:l-.-:.-:1 .-ic-, -."r-l -,1¡;¡tr.t\é5(lcl oIclL-lt¿iciorlic'.1'Llt_li\'L-f io
irf r ii1(i\-) r,f-rt . .ai ti.,!i:rLtctlIitl.rci. CS C]cCir, COn l.t l.illifL)n-nicl¡icl r.ur-.1
-:,:l-rrr>rr ic-'.r't i, \ll i!¡l -ialL\ (t re|c illa y lógiCa.
Los lo4dtlos kttculür¿s

Los resultados cstrictos y matemáticos clue proporciona un Con el método de los pórticos virtuales y dibulo normal de las
orclenaclor originan barras con disposiciones y longitLrclcs clispa- estructuras puede seguirse el criterio anterior, o cl tradicional dc
res entre sí. especialrnenle en las obras cle ¡r[rnt;;s conr¡rlejas. t¡rre colocar en cacla rrervio y en cada vano la arrnadura específica y
hacen necesaria la intervención del experto que, cul-rrierrdo los es- concreta que corresponda a los esfuerzos de flcxión quc cxistan.
fuerzos que solicitan a las placas en todos sr.rs pr]ntos, sea capaz
La rcgla de oro a respetar siempre en el arrtrdo de flexión oo-
dc proporcionar una ferralla armónica y fácilmente construiblc,
sitiva de los ncrvios dc un reticul¡¡r es l¡¡ cle que el núnrero de b¿:
uniformizando al máximo los pac¡uetes resultattles del cálculo.
nas sea ig¡¡rl o irrferier a des-

Si l¿¡ estructural presenta una modulacicin cuadriculada ideal,


las armaduras positivas se pueden cortar cn las alineaci<¡nes de
pilares solapando las mis¡n¿¡s urra longi[ucl clel orclen del canto de
la placa.

ln-- El criteric¡ ¡rnterior ¡rucde ser de aplicación tanto en las bandas


i l o..,.,, dc sopxrrtes corrto en las bandas cettlrales aunque la estn¡chlra se
rF encucntre sometida a empules horizontales que pucdan invertir la
ley r.le momcntos sobre los apoyos. Dicha irrversión en los edifi-
cios normalcs no suele ser prcoclJpante, y con el solape de las
banas recornerrr-l¿¡cio, nrás una ligera artrtadura de montaie inferior
en los ábacos, puedcn quedar cubienas las pequeñas tracciones
que se gcncren por ciicha inversiórl.
'. ALffiG
1' - oossAffi
-j-r---- Tras los cnsayos de conante que hemos realizado sobre ner-
vios de divcrsas placas reticulares, rccomendamos encarecida-
mente introducir lodas las armaduras que se dispongan a flexión
al menc¡s urros 30 cnr cletrtro de los ábacos, meiorándosc consi-
derablementc de esta forma la resistencia a cortantc de los rrervios
cn la zon¿r rrrás clclicada ¡nra los mistrlos. c¡ue coincide con la zorra
clonde abandonan lc.ls nlencionados ábacos.

LN
P^MMENrc -.'.'
OF APÓYO
¿_
EJ€ OE APOYO E{:qElof ÜE OL Afr)YO INT€RIOR

(') En €l ce fta 4t * úÉpongar

Fig. 12.23. Disposicün cle las armaduras scgun lc¡s conrentatios cle la EHE

para la elección de las armaduras positivas cn los rrervios pue- Fig 12.24.(orte-\';oiaf)eclearnradurastleflexiónpositivaensituaciónideal'
dc acloptarse el criterio de clisponer tlna armadtlra b¿rse corricla'
utt Ql2' v Cuando la m<¡clul.rción de pilares no cs la ideal' debe tenerse
dependien<lo dc la luz Ineciia, como l)uede ser un Ql0 Ó de míni'
neccsari:rs con barr¿tS cortas. la precauciórr cic cortar las armaduras en aquellas líneas
catular las armaduras de rcfuerZo con las líneas
nra flexión positiva, que normalmente coincidirán
su precisa determinación por
La Lécnica anterior se está aplicando en cl análisis
infc¡rmati- que ulten los pilarcs, no obstante,
imposible' y la experiencia
z.ado de los foriaclos reticulares con salicla gáfica por plotter' dado el métocio dc los pórticos virtualcs es
protagonisrno
que se simplifica considerablemcnte toda l¿ estrategia del arma- dcl proyectisla en estas situaciones adquiere un
cicrta
io; pero no deia de presentar problemas corlstruct¡vos cle cor lsicleral)le.
cle barras mtrv l;rrgas (rrráx l2 nr)'
consicleración Ia manipulación adccuada de los
y porquc ápare- Ct¡arrclo rlo se clisportga de una intormaciÓn
y el empalme de las mismas en zonas delicaclas' punros cle trrínlrrra flexiórl, como por eiemplo podría ser
Ia que su-
dc
.* p"",.t con más cle dos barras por nerr'ios en espesores
y constrtlc- mirristr¿rrrlasisolíneasclecleformaciónoisolíneasdeesfuerzosetr
,l.*io, de l0 ó I 2 cm, por lo cual mucitos técrricos krs ¡rrogranrirs cle análisis espaci:rl y' por corrsiguiente'
se tengan
tores rcchazan este sistema.
Lts lorjutlos reticulares

dudas en determinar las líneas de corte de las armadllras, t¡na re- t3ajo la acción rJe empuies horizontales, conviene disponer un
gla prudente y conservadora es la de solapar las barr¿rs urra longi- mallaz<¡ corrtinuo llgcro en los foriados que absorba las prolottga-
tud equivalente a 40 diámetros. ciones de la flcxión negatlva que tienen lugar hacia el centro de los
vanos, o bien dis¡roncr una barra delgada (del QU,0l0 ó 012) en
cacla ncrvio. conr<¡ ¿irrltacitlra de montaie dc flexión negativa con-
tinua a todo lo largo dcl misnlo, realizándose los solapes en los
centros de vanos.

La cstrategia arrteric)r proporciona un cierto ahorro cn acero,


obviánclosc las costosas prolongaciones de las banas de gran diá-
mclró qLle requiercn y exigen los desplazamientos de las leyes de
flexión rtcgativa clcbiclo a los entpuies horizontales al superponer-
se con las leyes cle flexión cle origen gravitator¡o'

Para finalizar este apartado relativo a las armaduras de los ncr-


vios, creemos convenicnte rcalizar algtlnas reflexiones sobre las
arnracluras de flexión negativa ¡rcrpendiculares a los bordes'
Fip. 12.25. Corte v solarre dc las armadrrras de flcxión posiliv¿ ert stLLi,rcio-
nc."s de modulación no idcales, Criterio ct¡tlservador' En ¡rrltrer lugar, rcc:orclar que las anrtaduras de los nervios de-
ben acabar en p;.rtillas cle longitucl rllayor o igual a los 20 cm y, dado
L:l longitucl y posición de las barr¿rs cle flexiórr negiitiva no que el anclatje c:n los bordes cie barras dcl calibre superior a los
plantea excesivos problemas, especialmentc baio la hipótcsis de ló nlill rcsulta sLlnl¿rrnellte problcnrático, alltes de proceder a la
cargas gravitatorias. colocaciór, cle calibres super¡orcs al Q ló debemos reflexionar so-
bre si cs posible ¿rnclarlos correctamente o resulta más conve-
A falta de una determ¡nación precisa, cl criterio traclicional
nientc renunciar ¿r los n'lorllentos tregativos elevados en beneficio
adjunto que se expone es ligerantente conservador y fácil dc
aplicar:
dc los momentos pos¡tivos de los vanos, mucho más fáciles de re-
solver reclistribuyendo al rnáximo los monlentos'
. Banda dc soportc-s | /3 L
. Tarnbión pueclc resultar una soluciórl collstructiva satisfacto-
Banda central ll4L
ria, en los casos cloncje cxisLan fuertes flexiones ncgativas cn los
Si hubiesen dos barras en los nervios dc la banda de sopoftes' extrentos, concentrar el mayor númcro posible de armaduras en
la mayor cle ella se dispondrá con una longitud cle l/? L y la ol-ra las zonas cubicrtas por los pilares, reducicndo al mínimo posible
cleberá salir del ábaco una longitud igual al canto de la placa, cort los calibres cle los negativos cn los nervios que se etlcuentren fuc-
lo cual se recomienda que tenga una longitud igual a l/4 L' ra de su influencia.

-t-
>20 a^ra - i

+
I

-L
Fip.. 12.26. longitudes acons<:l;rbles de las t¡a¡ras de flr:rxicin negativ;r en l'e
ba"nda cle s.rpoñ"s a falta de u¡la cleterminación precisa tHi¡:xitesis básica' Fig. 12,27. Disposicicin bisica de los negativos de bt¡rde en los ncryios reti-
rlente graütatoria). cularcs.

L;rs longitudes de negativos recomendadas experimertt¿tll con- lgualmente clebemos tener presente que los circuitos de torsión
siderables incrementos, cuando los edificios tienen una cierta es- en las placas sc cierran en los bordes y, aunque los estribos de los
beltez y se ven so¡netidos a entpuies horizontales de cierta zunchos cosen razonablemente bicn las tracciones que por esta
consideración dc origen eólico o sísmico. causa se gencran en los mismos, a veces puecle ser necesario ayu-
478 I ¡)\ fdt/(lrlo\ ft'tlitilar¡s

cl¿irlos con las ¿¡rrrraclur¿ls de los tr)ropios ne^'ios rli\l)(.)lliÚrrclo l-)¿i- Irrclc¡tr:rcliel-rr(,1-re:t:e ilc, las cr-testi<)rlesl ur;)IIiellte n-re( ¿inicas
r, resisien'Lc:; Él tiiii-'i:lo cL)llslr\lctivo rilellcionado conclltce a tjllos
tillas tanto en las barras clc flexión negativa c(-)rrro etr la; b.:rr¿i-. tie escasos que eicaban rnani-
rccubrin-rlc¡t,.-r:r {.ir: a.i cr:lli¡dtlrcls rlltly
flcxión positiva.
ft:,sta¡clo ¡r;tl¡ clgi.r: cle ....rro:_,icir.l, cspeciall¡cnle erl l.1s z()r'las vo-
1;.icl"¡i rle l():, L!lii.ili¡:. r,:rt-iitnlitlOs cn;lnrbientcs rlt'lrillL)s

ll.2u. llr'luelzo clel circuitÓ de tr-rr:;ión c(rtr l¡s 'l1r ;j-JL)r''1:' ! j' i;r\'
Fi+:.
g.rtiu,, u l.)Lrsitiv.r crr lo:, ti()rcles

siemprc debe conseguirse qUe las ¡ratrll.i¡:s cie .a> l;¿rr.rs cie

flexión envuelvatr lcts zLlnchos [)r-.rimelraln]erltr-'P¿r¿i c1t;c, cr-it:r¡ll;n


sus tLrnciorte-s correctanlentc. coll cxcesit'; trcclterrci¿l >e rll<pO-
ne la i¿rula dc l¿rs arm¿lcluras de los ztlrtchos I Vig.rs cle borcltr cie-
il.ist,r f ; ll ' ,- - ,, .'r"r eslc (.'lso :c ha clispttcstt.r de rlláS ecnacio
y
m¿lsi¿tclo ¡tróxinra ;l l¿rs tabicas vcrtic¿rle:; clt: lc.s entltlír.i(lo-', '- . .i(.r-- t.tl'
': --i.:.. . i,; tn'" r.rt.'lven corlaictanlclll(:' ;il zuncllo cle borlie'
el pUnto cle lracer irn¡rosible lrrtroc[lcir lars ¡:.rtill;r'r t]e l;. ¿,rrll¡'ciu-
.r- : j_,

rai vertiCalrtlente erI IOS esptrCiOS dispO¡ible> \ ¡rC¿¡trcirl ltrrr¡ciu- \r¡ correcta cl zilrrcho tie
tr¿-<ta '.r:l c¡rlll¡-'trle coloc¿tr clc fQrrrla
ciénclose cloncie se puede, clisminuyóndose la riiuact¿j recis'Ltrl'ttl bOrcle sepitri¡riit cle Ln t.rlticit, es nccresario l¡irllbién clue ios ferra-
del coniu¡rto. liisl.rs c'jt:t r-:Lcr, bieir .¡r> patillas de elnclaic de los rrcg;rlivos lo lnás
rcctas y a (::L-ii1.:r¡, l.)usilllcs, para que sc ¿rjuslell vcrticalnlcnLe y
par¿rlelaintr-|t- ¿, iar> l..rilt¿rS r-xteriorcs de lOs CstribOS CIC:I zurlCho y
cqlreclc: t't ¿tclec r ¡ cl¿t ¡t te r r ¡i:' rec tll'ricrt¿ts cle hornligi)n

Fig. ] ) 29. Zr.rtrchos rle borcle É\ci"i ir' !" c


f
oóxinlos a l¿rs tabicas irrr¡:ritlierrclo Li: ¿ !(:'r'ri
'I¿i
clls¡xx'iciórr y anclaie tle I.is .rrrtl.rclLl:": ' i: (:()rl5ifl1licrlL{j' impur5tlrlt s cle co-
ilexióri t'regatrva cle los nen-irl:; l le:. 1 2 -i l [r;¡.' ;:' ;-; " -'-'¡;;'r'riciir:; y pl]r
Loaar bi(:!'r rll-rr'' ¡ :. -l.lilcllo S,ificit-'ntemct'te -lc¡l;lr':do ¡16 l¿ ¡¿ilica
=:'.i-j'
Los /oriados rd¿iü{l.¡rr's

12.4.4. Suspensión y calce de las armaduras

Para conseguir los adecuados rccubrinlientos de las arnladu-


ras en las placas, éstas deben construirse nlediantc los elementos r€- " ,^) "
o
eó/GÁl!/a .¿
de calce y suspensión apropiados.
o

-^+
ñlñ
\rl ¿, o.-c., s
-
Merced a la presión dc los Técnicos dc Control v a la ptrblici-
dad de los fabricanl-es dc las piezas de suspensirln. c:c'rt'ttienzit ya .. 4 ,:\ ...

< l. -/
en ¡a construcción es¡rañola a prestarse l¡¡ atcnciótr clehrid¡ ;: csta
L¿rea, quc ticne repercusiones cn muchas de las ¡ratcllog'as (c<-rrro-
siones, deformaciones excesivas, cl-c,) que aparecen en los foria-
dos, sin quc podamos iustificarlas a travós cle los planos tJel
Proyecto una vez elaborados, al <truedar ocultos urt¿t serie dc vicios
construct¡vos patológicos que ticnen qtle ver con cl tetna que
ahora nos ocupa.

P¡lra los ambientes protegidos donde se sitrian la inmettsir


mayoríer cle los forjados reLiculares, una solución cc)rlstr{.rct¡v.r bá-
sica queda refleiacJa en la Fig. 12.32.

l?artc de culpa en las deformaciones itlcorltroladas de los fot-


jados reticularcs es debida a los excesivos rectrbrirrlientos dc las t,l'-t\
armaduras de flexión que reduccn la efic¿rcia cle los Lrr.¡zos rlet:á-
nicos rcsisterrLes.

L¡s artnaduras dc flcxión positiva deben cal¿¡rrs{: cotr ¡riezas


rectangularcs, a ser posible de lrorntigón, que se atravicsc--n en los
nervios y puedan servir de apoyo cómodo ¿¡ las arrrtaduras, sin
que sea de temer quc se vuelt¡uen, tal y conro srlcc-dc con los cal-
zos individualizados que presentan cscasa cstabilicl¿d, y sólo sir'-
ven para calzar y separar los mallazc¡s cle los encofr.rdos

liE. it211. Ple:.r5 existcntcs ¡ti:r:t c:;tlzitr y s(:[)¿lür l¿s ¿utrladur¡s

DISPOSICION DE LAS ARMADURAS EN NERVIOS Los calzos de plástico y de


poliestireno son pLlntos de ata-
DISPOSICION VALIDA PARA
DE COMPRESION I ¡tcm. qLle a un posible fuego y, por
t.;ir'rlo, no cjeben errrplearse para
el sostenirrriento de las arnradu-
ras prirrcipales de flexión.

No sornos p.rrliclarios, en
modo alguno, de suspender las
armaduras positivas con una
lrrrrrr lttl I lrrrr¡r rlttltl cspc.rcie de estribos abiertos,
quc en el lengnaje de la corrs-
!_6. IRAI¡S\/€BS4L__A TRAT{WERSAL A
LOS BLOQUES PARA '6
LOS BLOQUES PARA
Lruc:ción rcciben el nomltrc clc
SUSPENOER I.A ARI¡IADURA "aviones".

l"ig. 12,32. Esquema básico constructiv() Í.)¿¡r¿t las arn¡¿dLlr.t.i r,'r, rrcn,ios situ¡cl!-rs cll ..tr|oiente:, tl.,lt'r,¡) (.1L)\
480 Los Ioriados relít.ularts

Los "aviones" tienen dos graves inconvcnientes. En


¡trincr iu_ Li cxperienci:r rlue obtertemos ottscrvan(lo este sistcma cle
gar, su uso no puede generalizarse a tocl¿rs las tipologías cle forja_ suspensiórr, síllo váliclo para bloclues aligerantes cle lrormigón, es
dos reticulares, dado que si se eniplea colr casetol-res percliclos su innat.i l-e.dencia a producir, en gencral, recubrinrientos elcvados.
blandos, tipo poliestireno, las barras de suspensicilr se incn¡stan
en los mismos y los recubrinlientos disnrini-ry,en, y si se ern¡rlean L.r'r las figuras qLr.r se ;.rc{juntarr 12.36 y I 2.37, los recuttrirrrien-
cott l<¡s casctones recuperables, Lal y corno se aprecla cn las tos n¡ecliclc-rs en las barras mejor situ;rclas v¡lriaban entre 1y 7 cnr.
Fig. 12.34 y 12.35, se asumc cl grave riesgo clc: ller-r¿ir de purrtos
dc oxido todo el techo construido, al encontrarse lcts "¿tviones clc
suspcnsión" sin la protección adccuada ¿l c¿rrecer cie un rccubri-
miento mínimo de hormigón.

tlr 4}i.
t* l,.;.i

fufr
.l t.'

Fir¡ I r l¿r ('(,.r.¿,.rcrL irtLorrecta cle todas las arnraduras en rln f<.lrjaclo

rctic u.¡ r i-i-) l r i ¿ -;É:f lL'i


t recu pcr.rl-:les
FiB.12.')4.1afieur.¡llluestradtlserrclresgr.rves c:l crinr€"r()L'Él1eqllo!'ercorl
ir"t"rpá"ran .í"'i"s arrno,luras meclianté "avic)nes" u tl !eg-rncir,: corL el I'\rl-
orre i.l:tf:j-
;;;¡.bairan.tispuettasenl.srteryiost''trnúnrc:.rrr¿1\1:)radi-'-''
ño'i,,ieon"ao de los con toct,-¡ .o i1 re eilc, rigniiir a
ü;";;;;;;;" mismc),_i,
y conlleva.

Frg iJ:l; Lil ,J(¿t:órr.r¡correctadetcxl¿la¡lltnaclur¿rerlutrfr'lriadote-


r¿¡r'lull'ii¡'¡lt'¡ ti¿L¡]dr iirrr :::5ci il:-r€5 lrerdidos'
Fip l2.35.Aloserltrresyamctlcion;ldostener:r('):;q'iÉ.¡rir¿i'i rIc-
l:-.;;;- i¿ i;; *núuto" v t*cesivo recubrrrrl:errt'Lr 'i€r li15 ;rrrir''rLi'rr¡s
"r
gativas de ios nervios. pretensaclo no adherente'
En lir Fig. 12.38, baio los cables clel
positivas se encuentran correcta-
"¿iviones" tien(: cltlc ver con pueáe vt-rsJ cirrrlo las arn-lacluras
El segundo aspecto delicado dc los lrcnte c¿ilza(ias. con un calzo cle hormigón
rectatrgular fabricadcr
fabric¿ctón' d'rclo quc basta
la geomJtía tan estricta qt¡e exige sLr para cul'llpli:' esta tarea, pero lastima la.s tres
barras dispuestas
par¿ que sc: alteren el pl¡i- propiciará
loi ou" uno sea cliferenté a los clemás'
re- i;;;'r; -' ¡,aral.las en el rrervio, qtre sin lugar a-dudas
1' los brazos Ilecátricos
los recrrbrinliento5' Fig l2 39
io ¿. ,uru"nsiórr, ¡=á"".1* ¡'culueciacies' till y cotrro pone cie nr¿rrifiesto la
sistentes erl tiltima ittstancia
¡.r5 i¡rr¡ti¿or rallik/d[\

l- g 11 -|) .',rr'::;1 1-)j,rrr lcrt¿rllad¿-¡, 1¡sla para sc-'r ltÓrntigonacl;l

Fie. I2 38. Arnradur.l cle llexicln pos¡Li\'¿l corr:(:l'rl:iL-lr:e t¿ll'i(1"


Antt:s cle l¡r ¿tt¿¡rición cle l¿¡ [HE, no era preceptivo la coloc¿l-
ción cie lo< rn.rll.rzos cn los foriaclos reticularcs y rlosotros no los
colocábanlo> rnás qLtc en 1os f<;riados rctictil¿'lres rccllperablcs,
CC)n l.t jnten( ión clr er,,it.rr ('lUe los Ctrrores c1e eiecución
ell los es-
pesorcs cle irr c,rp.i cle conr¡tresión pudicr¿ln originar perforaciollcs
en l;rs lxii'c'il¿t:; origiti.rci;ls ¡ror ltts ll¿¡ñt:ras tectt¡reratrlcs.

D.rclo tlLrc ¡ El lf tltl clspecifica la cuantía dcl m¿¡lla¿o a colo-


(:al, nos lL-nrcntL)S clu(- se COIOC¡Ir¿i el tnínitlo y rnáS bar¿l[O t-ltlc se
encuentre err ei l-.rerc-.rrlo para cttttt¡llir tll cxpeciiertte-, sirr que éste
aporLe rr;rclii reie\'.ilrte .?l comportamientcl rnecá¡tico y res¡stente de
los reticulares clc bloqr-rcs ¿lligerantes perdidos, más que un gas-
tc¡ innccesaric¡ par¡ la obra.

Sierrt¡trc tlcts ll¿t llair(l(:ido Lllla falaci¡t Lratar de redltcir y c:lirni


n.¡r l;rs iisur¿¡s r:le iriog¡rr.rclo ¡z algrlrras dc retr¿icción que apareccn
ltp I ) tt).licsult¿r.lo esperudtl cuarrclo tlr li:r5 rre :-' r¡.r i c:lr los rcticul¿ires. e:,¡recr.rlrrrcntc' crt los techos de sótanos y plan-
disponen ntás clc cios lr.l¡¡.rs, inclttso con anchLrs ci! ll L::t [.rs b;rjirs clc'bir]r-r; a rigtdez cle Ic¡s corlLorl'tos cltlc inr¡ridc cual-
qriier tipo clc crrnLracción en l(ls placas, coll los finos mallazc¡s del
.En
la actualidacl, la suspensión dc l¿ts arttt.,clrrr.is clc' flcxiórl ó4 o el ó5 oLrc c!)lo(¿rnr()s ert ItLtestras obras: Resulta ittlposiblc.
negativa en los nervios dct los reLiculares con l¡ ¡rreserrci.r obliga-
Err r,rn ¡:rrtvcrcto t-rUcslro (Fig. l2 40), cn t:l t¡ue deciciitllos stt-
toria de los rn¿¡llazos introcJtlr:iclos en l.t cit¡tii cle ti'tlrl¡rr'<irilr clr¡e
pr¡nrir toci.rs lrrs jitrt;rs en Lll¿t sLr¡rcrficic dc l7x(r50 m, para evi-
exige la El l[, no cle-'bcría plantear prc.rblenrirs cle til)o ¡l$lno:
tar lisur;rs,"'isiLrlcs. a¡trr.rrt,,:c:lt;ttttos las armacluras necesarias de
L<t:; tregativos dctrc:rí¿ltl irrtroclucirse l)reviilrlrt.'rr1(r.rr l()s llL-r flexi<in nr:g-itir,;r ¡r,.rr.;r ,:ol,-rr,;rrl;¡s ntr form;l de nl¿¡ll¿tzr-l clel 012
vir_rs. (l-1500S) y t.olorar url¿rs ¿rrtlracitrl'¿ls ett lcls borcles perimctrales l()rl-
gituclin.rles clc l0ó151: ha:l;t el presentc (2 ¿¡ños), rro se harr cle-
- Una vez colocado el mallazo, se procccicrá .¡ le!'ánl¿lr los nc-
gat¡vos atándolos al mismo corl ai¿llnbre clc' fcrral ár, silr quc l-cct,rclo fisuractc-ln,-'r r isibles clignas de consicleración.
rcsr-tlte corrverricrltc calz¿¡r el mallazo, h:i:;l"t c¡ue 1"r ¡ll;rni;r se Si c¡uer{rntt:rs;r¡rrt',',echar los m¿lll¿lz<ls en el cálctllo dcl las es-
encuentre t.()t.alrlrcntc fcrrallada y list;r p.rrl pri,rceiler .r su c-c-rrr [r.rrjatios rc:tic:ul.rrr:s y quc sc¿ur útiles rech-rcierrclo fi
tn.rctur;JS
lrornrigonado.
sur¿lciofte5 de ;rit-rs,l¡-rr.rdrt v nrtr,¡r:ciótr, cstinranros quc cl calibrc dc:
F.l calz.ar prcmatlrramclntc cl m¿rllazo srrspcndÍtindolo sobru: ior las arnrachrr¿l:; cit'i nri.;nrcl no clebería b;rjar de (r8 y sienrpre y cuan-
cas(-tones, dificulta considerablemente tt¡cl.rs l.rs f.rerr;,s r el .i() S€,(.rii.l(:'irr rlr-r¡l;¡.' F.n los bt-rrclcs clc las ¡rlat:as clt--ben srrplc-
movimiento de los operarios en sus desplazan|errl:o! iL¡Lrre l.l nrent¿rrse los rlerrclorr¡clos rlall.¡zos colr barras aLlxiliares, tanlbión

planta y, por cllo, debe ser una tarea que del)e cleiarse n¡r¡ el fjn.rl, clcl 08 acdbilciii: c'n piltillas, p¿lr¿l conseguir igualntente clue sean
l;rl y corno c¡uecla reflejada en la Fig. I 2 40 r;lrle. cn lo: rrtrcrrrrrs.r ilerión lrcgativa.
4U2 Los loriados rcliularts

.s¡ sc opta por sit.uar las armadur¿ls negatjvas ell los rlervios Cualc¡uir-r cltro sistcma o la tendencia patológica que existc en
de un reticular con bloques perdidos, sin colocar los finos e irrc- los ferrallistaS cle ocultar las armaduras en los nervios, sin <¡tre las
'l
lcvantes mallazos que se instalan para cr.rrilplir con la EHE, la cs- Direcciones écnicas dc las Obras se lo inrpidatr, conduccn a re-
trategia a seguir para stlspendcr las armacluras cotls¡ste en cr r brirnientos .tttclrnrales c irtadectlados.

<iisponer finas variLlas del Qó (nunca nrayorcs) cruzacjas sobre los


casetones.

sol¡re dic:lras varillas se colocan las ¿rrmadr¡r¿s de flt:xión ne-


12.5. Montaie de los ábacos en los
gativa y, a continuación, se golpean o se pisan los purllos de apo- foriados reticulares
iu. .utu¿ndose las varillas cruzadas de suspensión '
peculiar que quedt:rr con el rc- de los
consiguiéndose, de esta forma algo Recorcl¿rrrto¡ t¡ue cl ábaco es cl elemc'nto furrclamental
for¡acJos rclic.]lares, puesto quc le conesponde la responsabilidad
cubrimiento aclecuado.
,,tti,,ru (.1" trat-'ierir toClO lo quc suCCda rttecánicametrte cn los mis-
pero lo cicrlo es que
L,l sistema puede parecer poco ortodoxo' mo; a lcs Pilares.
col]'lo se
conducc a unos rcsultacl<¡s corlstructivos excelerrtes' por
Lis c.irg;,: \'.:rticalcs cic la ¡llaca se trartsfieretl a los ¡>ilares
aprecia en la Fig l2.4 I . horizorrtales c¡ue rec:ibetr
flcxión. con¿i-li-rr¿ v torsión; y ias fuerz'as
t¿rrnbién viaian por
los eciificios, terlgilrr sr'r origerr doncle lo tengan'
r' ac¿iirarl en los ábacos' trarrsfiriendo esfr'¡erzos
cortan-
elJoriacl,'l
tes a lo: sopoftes.
quc tlenen que
corrrpleiicl¿rcl cle esluerzos y las tensicltres
Lr
de elemcn[os finitos vo-
sopon¿r ,cls á'nacos, solamentc a través
inttliclas y analizacl;ls corr cierta allroxima-
lumÚtric<.rs, i-.r',tcclett ser
hallitual metrte
;"- N; t-rirsLa nte. los carn inos .sirnplificados.que
alralizando los esftlcrzos se-
nraneianro: r-rl nuesrros proyecto-s'
quc requieran cada r'tno de
puroJo,,,.'nt"' ccllocantlo int ám'ad"at
criterios corlstnlctivos míninros adiciona-
!fior,'l'acloptirnclo \.lrlos que
sutrllementarios de armadura
lc:s bas.:rlos ell ill'ios nrontales un
tros pcmtitr-'n csperar
;; tt;;r,-' o i;,: arn'acluras cle los ttervios'
los ábacos sin problerrras'
buen conrportaniiento-resislente de
sicnr¡rre (lLle tro ''"o" il"'*t"tlt't
ton los irt¡ecos de las instala-
conrpro-
;;;;; qu* ttl"n ¡:oclrían situarse eIr otros lugarcs lrlenos
rlelalles te- r'rreIic]o:'.
tia t') Al Foriaclo magríficarnente 1"¡¡'jll¿clo Obsér''cnsc lo: u *'
i:Í,io'J : J"':¿:;#:? :ffi ;; r'el3 rccr¡trrinrienLq
"
aá¡'r{1
1 1i'1¡ :1.': ;, ;;:,r,ll
l.':, I :sriplnor
drl ¡rlat'o
" Lás ¿irlrr¿icltir.ls clc rrrorrtaie cle
los ábacos tienen tres rnisiones
Qó cle srrspensiórt
para tontlguli
fu n<lan rentaics '
la placa a los soportcs'
Abr¿t¿ar',' unir soliclariatttente
'
. Sc)porl:ar los picos clc flcxión
máxima que se producen so-
bre los nilares
([)un-
. A,, r¡cl;.lr .rl lrorrr-Ligcin ¿¡ resistjr los esfucrzos cortántes
zotrarliento)
de
Vinrc.,S ¿i Ccntr.rrnos crl los
montajes más SencillOs y fáciles
usaclos en la edificaciórr'
estatltl¿rriz¿rr' qlle son los lrabitualmer'rte
sobrc pilares metálicos' es
t;lrto sobrc pii'''cr ¿e'ñnimigón como que ver con luces en tor-
quc tienen
clccir, sobre ;iquellos ábercos
alos y¡;3t tl" ios foriados
no .r lo: 6* I nr u t-ü"t tJ'ilonnles
¡!,,4 r-.\ <r r;let' itlllerár lc¡s 5 kN/ll: t5O0 kp/nl'l
\'lL1\' ¡ L'-' __
- -

nos * t" j'üfi : |;


Ve rc rir o ;
como " i::
t¿r nr bión
pucden 5:
a l gr'r
:ll'::: :ll;
tos \ c¿rrq¿r! er:r¿rordirlarias'
públicas.que tienen quc- soportar
aparcanrienlor .iLt'n.-lfo't |tr vías-I.ie
tt"da' reconrenclamos que el
sobrec¿r rg¿t s <le t r¿ r'üe"soio- procu-
rn¡t simple y scncillo posible'
;lt :lcx citr 'ltqatlvá eIr Llrr "t
\/ .rp lr ferrall.r..:, i"
cle 1'rs arrrl¿¡il r¿1\ ri.
fio f i +Z Morrtaic.patológico
ton ( r: ": :i\! r¿i ul¡Ll
¿Á¡r
utt máximo de
fcriiaclo rcr,cr.rla,, .,rlnn'*ntc'iitüu ! :r' r'iL \arr l-:i :,lil]r..|l,t,,'lüio ' rernc'k-r er.t
;tp*;i; no*'u
iocic¡
¿"
ntont"nilsittrar
;:.r:il; il;t'ra lt'rs I cnt ert crt'tlc1t':er
' ":<r

\
lrs forjados retkulares 483

Ásecos soBRE PILAREs DE HoRMIGóN


cuatro planos de armaduras. Esto últinlo nos ha obligado a recon-
venía-
siderar y rcplantcamos algunos criterios que nrtinariatnentc Uno dc los montaies de ábacos más habitualmcnte empleado
y a abrir nuevas posibilidadcs
mos apiicando en nuestro proyecto en España cs el pro¡rucsto en las vieias normas
tecnológicas de
sencillez y eficacia de las (Figs' l2'43
err los montaies, ctt aras dc una mayor la crlificación {NTF), que acliuntatttos a continuaciórr
annaduras quc se Proponen' y 12.441.

El tañeñor'elos
LeSCmtasdel2@16+2Ot2PUeOe¡r6Uio¿dasorruc'tuñckird€lPuñ¿óñemra'ilo simplemente @rc
;il;;"b"rá" Atinrse en cada *to o"p"o"t Los osl¡rbo,s
llg-":^:'."9o"t'* géne-
6lement6 vertirzlos qu" srruan oe allá
t& ptanc oe arro9t']l,".:ulo-lo"t' "unque bastan an perd''
i
.al laa armadutas de ,epa,ro unt" nuJos
paá cumptir drcha lurc¡ón si s a0oyan en los bloqu6 los ;!l
o"otn upoyo' un *tzos pata evitar quo dscsnsen
s -+
dos. En los rap€ables, ¿¡cnas a'#ii'ia!
rplds ds pláslho y * queden sn Éub'imslo r6420
en obras
(óffii)
de apr¡€cim en obras ds vivrendas habrtuaros;
Las afinaduras indrcad* t¡eren un ámtiro
parlrculares
;istiñlas, deb€rán adaPlarsa 5 sus @ndicffes

¡úU^DURA.,O€
F¡ltTo o¡rffi
xcRúos (¡nl.) 1t8
DE
^ÉUDIIRA
Rttr¡¡iiit-€$TRt- - ----
CRLCETAS: '- :rteQ9¡t )
N€RvloS (int.) laE b12(iñt.)

f-
:l
't Áenco cENTRAL
t
.t
:t
I

+---

AR¡¡I OURA OE
ÉdÁñó €ñiht--
Ni:rMos (¡q.) rlo

ug|'qE-Bo!9E__,
WR NFO EN NA

CíIUCETA ,16{s.)
2.r2ú¡f.)
ARI¡A¡'URA D€
mflo---€i{rRE
'. Áenco DE MEDIANERÍA
lEel06 (¡¡r.) IrE

DulA _qg__..
^Rtrl
REPARÍO E¡fTRÉ
NERVIOS (sp.) 2t1o

\$n¡s

Áenco DE EsoulNA

la c'dificaciótr
Fie 12.43. Mont¿¡es de át¡.rt:os r(.Crlmendados en las NTE csp.'¡ñolds ¡:r.rra
l.os loriados reticulares

trmadun de tontale de lbco


de Equlna Gon Pihl de llonnlgon.

MrAfr^n ff
NfP nrD ElilRt
ERffirs)ño

noqr pf R0lD0
dFm
Brctf,ffi f
lmcn I

AEflffi# lcÉl5qr
llt-E_
-j""+
En b! hridor EoF.rülrs. lü m¡ó¡ns é
b CRt'EFn
d!¡.n Toyl m c¡lz!3. Pn altr qu! dEsn$n a los
molrhs dc plGtbo y rt qÚe&n ¡in redJbri¡iaio'

Ar¡nadur¡ rle fontaie dc lbo ü


ned¡aÉte Gon Pll¡? dG Hotmigon.

tlrnl
rFrños (lr ) l,

2dt2 NOTA:
(wf9.9)
0c l[lü CUAIm Eil uM 0TRECCnN 0EIIRMIMDA UN A,NC|o
¡Edf,ler8u col'¡
Áñürsi L¡ rol¡LroAo DFt ABAco PAsAi¡Do FoR EL PILARLAs
u¡¡l Ám¡mum rer-nt 0 suPERoR A tA olsPuEsTA mRA
óñü¡nliirrn¡L¡s 0E t'o¡¡rNE, PoDRA PRESclNDlnsE DE DIcHA
ARli¡A0UM

la problcmática quc originan las banas oblicuas


ctr
propuestos por las NTE, cn los clre sr'elinin¡
Fip. l2.44.variantc mejOrada cle los rlontajes clc ób¿cos
in'ircici¿n eiciusiva de los cuatro planos tlc' fenalla
Los /rrr¡rdos rcliular¿s 485

q'rt- rlosotros
Los m<-¡ntaies propuestos por las NTE' cle los
rros i trcr-lrlvcrl ien-
érarnos u nos f irmes pa ftida rios, prcsenta n aigu
e] reslll-
tes ctue ¡tttcclerr :;cr subsanaclos fácilnlcnte' meiorátrclose
tado final.
ett las obras suelcn
Por regla general, los replanteos realcs
ligerarrlellte ma\'ores cltle
conclucir a unos tamaños de los ábac<'ls
dc:
ts espcciflcaclos en los planos' lo quc posibilita clttc: l¿s b¿rrras ltls
proyecto tttl cubr¿tll
los morrtaies obteniclos cle los plarros clcl
pueclan apoyarse cn los caselolles pe-
mismos pletramente y no
tto es
rimctrales. Dado que la preserrcia de estribos en los állacos
por punzonarl'lier'\to' los planos
preceptiva salvo que sea necesar¡o
por su pro¡lio pcso perdiendo efi-
cle la ferralla puecJen curvarse
lodcr el ¡rl.rnc, cle f crrail¿ que arnra cl
c¿rcia. Iig,. I2.41t.Ob:'É:'t:se l;r cLtrv;rttlra dc
t\vion,,'¡ i,, :;:t:p,;rrs:r.rrr dc las artnaclrlras f)o:jilivas cn lo5 nerv¡os no
áLi.:c,.
rcc()llllfl( I.i Lrl.- \

rrro:rtcl e r-¡r r:' íb;co r-cntral v


,io l) 45 Al ouedarse corlas las barras.del su c !' i:'-' r-uÉ-cle (:l ll'\'.trla5
:i; ";,;";to;' *; I(,5 c.rsetones ¡:erirneLrales5r'rtitc rc-i; co¡ misión resistenle
l2 a7 Llrur:i ': ':1i'' :':-i-rr r¡j(' en Llll ¡lbaco central
! :

:;,,;i; l..nit,i,'tecLLr¡1¡,!r l'rl


clc (-r': Lri";" i-q::(:Lrper;ib]€! Fiy,.
"rrtrr¡clL¡¡'¡5 trclrlt-: ¿il l-)LlrzL : ;:::i¡:f

ciel nontajc clc los ábacos


La sencillez ciL'rtamente envidiable
etr ia fiElra ante-
centrales propuesto por las NTE, refle¡ada tanlo
tro
rior como en la l-ig. 12.4ó, puede resultar probletnátlc" c'uatrclo
rl por tittr-
descansan las arnraduraS en los casetOnes ¡rertnretrales
posean una longituci l:gt:r.rn'c-nte tll't¡zor
to, resulta obligaclo cluc
quc el tarriaño del ábaco qLle amlarl

solucio:-res trii iales'


Aunque el problema mencionaclo admite
arnraciura: c]c1 piiar ¡'cnt-
tales conlo atar el plano cle ferralla a las
plearsepatasclesuspensión,somosyapani(l;rioscje;iciopr:arurta
clc ri-ronla jc de estribos
solución genérica y clotar a las crucetas
o no nece-
que pueden cstar más o mcnos próxinros segr'1n sean
sarios frc'nte al ptttlzonamiettto

)¡:,,;-,': ,-i.,r'-*r ..1 ;e¡l;iración de los estribos intlica quc h;¡rl sjdo
-',,-u a a,1,,, ; ¡i: it:r elc¡lrenlos auxili'r res de sos:enitl lien tcl
Los frr¡iados rf'ltcular$

El .rs¡ret.to tle l¡ rrr¿rterializ-aci(ln ciel nlontaje de á¡bacos etr las


de e:tribar l'rs
Sonlos particlarios, una vez aclo¡ltacl;i la so[:ciÓn en
cs,1.,ilri.,*, si*rientlil l'l espet ificatlo cn la NTE' c¡ueciir recogido
cruCeLaSyaLlnquenoScaI]nccesarioslosestrillclslretltealpr.tl-tzo
l5 cttl' a¡lro- Flg l2 1l
nanliento, clc tto separar los rnisntos nrás allír cle l'¡s
1a

vent¿riüs quc pr-tt:c1ett .lport'lr trai..' ¡l


;;;i,";-,;ü las irrciuilabrles
c1r'lc lrtLcldarn pre-
purrto cle vistA resistente a Situaciones imt)rcYi:'['rs
en los forjaclos, espccialmentc cluranle kls llrocesos colts-
="ntotta
ir.*i"L.t-artno pucden ser I<;s huecos de iralante lro llrcvistos .Il
y qu" ," c<¡loc¿¡n depri*r y corrientlo a últirr ra
lrora
;i;-y;t;

h;r j''eñar Jo
Ei,' I 1 il :-.:. --a .).É lilL' le't ¡'" *'-'t-t" ['t' lo:; á ll¡¡c cts clt' t:sq t Ii c]

se¡-1Lin i.r: \' . f . .r':.' ¡;

y estipularlos
Los nrurt:;ttc. ile ;itl¿rcr¡s clc esqrtitra mcdiarlería
... r.,.- \ ,.,,".,r T,. ' ,rl,\rrir'.): FsuañolaS ¿lclolt'cetl etf gertCral' de
cLl r.¡.-.r\ ''L ¡

un.tci€rltaia--i-r:ti,¡clc¡tntaclur¿rscn€ll¡'ll;inoinferic-rr(lt'los|llis-
nto\ll:lciti,J-ir-'ri-lll(il'li(alllcrltL'5tlpresellci'lllosllelesernece-
>.if ¿

sísnricas'
Srn,,t'-l-r;'r'¡,.1 L-- e¡llrltlLllilS SclnleLida5 'r cicci()lles
a lcls v Sonlos !)i]r-
co!rrjL-l ,t:'r'aa::rr .r r;l :ól' ¡19 l¿'' ¡'ll'3c'rs ¡lil'ires
-.
r,,i-,ri,-,r , r; r.' -;r .r: ,'--r.-i-iri .oll iClClrtiC.r arltl,lcll¡r.l aml-r.r t''f [f;ijO

Ft'. r¡i I- u ll ;r,l,it: r'Éi,ci¿ Lul ál¡aco cle esquitt': detrilit'rclo por
1,, ¡,, 'r: l,'
t\l.{lqt'.-_-¡. r'r;'l;1.' jrll.ll:. llLleclc Crltscn'arse qlre las barr¿s dia-
"-. - i: ---"- ;,i \T[ 1-',,rr.r l.' ciir;r sLt¡rerir-lr tanll-lión sc- lt¿¡t'l
-.-'- '1..- '¡I.lL-'
ir_ll L.¡q: r --^.
iioi.-,e,,clo.r-L :. ilL¿rl"¡ i-r:.t,¡l >itr clttc elltl tr-tera llr(rcel)tl!c)
Fiu' 12.44 DeL.rlles clel ttttlnta e clt- 'ib¿er-' -:'-
--

.ilr.'.t*lici*t,tc 1ls l¡5 ¿¡¡r'rdur;rs cie llcr 'it : ¡:'':

*i¡

di¡l
LLt-) - ;i¡r rrrr'1 rt:lorz¿tdo erl stt platto illlerjLrr (Lrn [r'¡rra¡
l-ie. 12.50. Morlt¿rle C()lr( il ci(.r-tt('t¡t¡I(-' L.-fs Fi,, I r I 'lr ' '
cle bortle t¡: '-'i:'c'l-'
..i;;i;;i"* "l zrrtrcho(le:('¡
i":
si rlo se t'l;'-. lt :,.t t i-,,,i,,
' .. r:l recho ¡ g(ll'.'jlL'. i l,:".-',-::! t ,-: r.1*l platri-r stlpcrtor'
'r.í'i:t
lillít,i*-',t"tr*nsiótr'
itf)t)]rlr S{)l)tt'eL
i
('r L(- r ' -
ia,gc, ,,laz,r tro r'leb(:rían
487
l-os foriados retirular¿s

f structuras de HormigÓn armado rl!lr t6

foriados
Reticulares
ll¡ll
-i-¡z EHR
NTE
r973
Construcción Re l¡cula r floor¡ n gs. C otr sl ruc t¡o n

l. Erpcciñcacionee
EHR-I Plur¡ dc cntrrvigrdo'A'B Piezas de cerámica, horm¡Qón o de
cualquier otro mater¡al que no ataque

Bloqua3 pctmanantas
"{ffi 6l hormigón ni a las arnraduras.
Los bloóues oermanentes serán'
además, incombustibles e imprttres-
.ibles.
Srn alabeos, roturas ni fisuraciones.
Deberá resislir, aooUada en sus bor'
des, una carga vertióal de 250 kg/mt-
Dimensiones en cm

Loldei .€cupar.ble3 {*l= 6loq r¡es pernrarrentes


6t 171 111222222222525 2525303030
Ar ¡O 5O 60 4C506O 7040500) 7J 50 6070
Moldes recuperables
B: 25 25 25 25 30 30 30
A: 4O5060705O6O70

EHR-2 Anolrir dcl rogortc dc hormigón cn ób¡co dc crquinr'D'G EfH 5 Arnadura super¡or de anclaje
para relorzar la unrón del
oilar al ábaco. foínada por
-+ --i---* 1O 1O mm de acero 4E.42 colo-
cado sepún dibujo emPotrado
eñ el soporta de horrnioón,
diagonalmente a los nerv¡os
U en contacto con la armadura
super¡or'del forjado.

Pl¡ñl¿ col¿s en cñ

EHR.3 Anchic dcl roporte de hormlcón en ábaco dc bordc-C'D'G EFH-5 Armadura superior de ánclúje
del Dilar al ábaco, formada por
1 ó 16 mm cre acero AF-42, co-
-¡-- C r--D r
locado diaqonalmente según
dibujo, g 1@16 mm de acero
+ A8.42, colocado perpendicu.
er*s'j i- larmente al borde del ábaco U
empotrados en el soporte de
l+
l'r
hormigón, Ambos irán en con-
tacto COn la armadura Superior
del forjado

Plañla

EHR-i Ancl¡ic dcl aoporla dr hormlgón Gn áb.Go lnrcrior.C'D'F'G EFH.5 Armadura super¡or e infer¡or
de anclaje oara relorzar la
i-----q- -1 0,i unión del p¡lar al ábaco, for-
mada por 4016 mm, según
+
dibujo, en contacto con lü
I
armadura superior U otros
EFIFT E 4016 mm en la misma posi-
ción U en contacto con ia ar.
+ madura ¡nfer¡or.

cl
+.

Flg. 12.53. propuesta ofici.rl cle nont¿iie cje á¡¿eus sobre pilarcs cle horrrrigón. r,o obligatoria, de las NTE españolas
488 Los loriados retkulares

nctilico rn óbrco dc crquina'DG'K'f'U FAS-1 Cuatto perfiles metálicos U de


EI{R-S Anclrlc dc ¡oportc acero A 42 b, según Documen-
----*''l tación Técnica.
Se colocarán a igual distancia
de lfl cara superior e ¡nferlor
del lorjado.
--+
El soPorte se recibirá del taller
con el anclaje ga incorPorado.
Los perf¡les estarán soldados
enlre sf, U al soporie en todo el
Derlmclro de contacto, con uñ
espesor del cordón de / mm
En los encuentros, el Perfil U
rnterrumpido, llevará cubrejun'
tils de cont¡nuidad formado
nor una pletina de acero A 42 b
-i de 6 X 30 mm, soldada en todo
su perfmetro con un espesor
del córdón de 2,5 mm.

Ef l-1.5 Lspiral de óE mm de acero


AE 42, conpalo de 10 cm, co-
locada en los dos braros del
añclaje metál¡co.

EHR-6 Anchic dc soportc mctálico en áb.co de borde-C'D'G'J'K'T'U IAS. 1 Cuatro perf iles metálicos U de
acero A 42 b, según Documen-
lacrór¡ Técnica.
Se colocarán a igual distanc¡a
cie la cara suPerior e inlerior
del forjado.
El soporte se rec¡b¡rá del taUer
con ol anclaje Ua incorporado.
f.t' Los perf¡les estarán soldfldos
errtre sl, !J al soporle erl todo el
perlmotr(t de coñtacto, con ull
espesor (lel cordón dc 7 mm.
En los encuentros, el Derfll U
interrunloido, llevará cubre'
U isntas de (;ontinuidad fo¡mado
[]:" ior rrrra ¡lletina de acero A 42 t)
:I de 6 x 30 mm, soldada en todo
su pcrímetro con un esDesor
clel cordón de ?.ó mm.

;.'.-.--- .-..- EFH.5 Espiral de @8 mnt de acero


-f- -l-
AE 42, con Paso de 10 cm, co-
locada en los lres brazos del
anclaje metálico.

El{R-? Ancl{e dc soportc metalico en ábaco ¡nterior EÁS l CL3lro perfrles rtrelarrcosrJ de
acerD A 42 b, segúñ Documen'
-G.D.F.G.J.K.B.T.U tactón Técn¡ca.
Se colocarán a igual distancia
de la cdra suPerior e ¡nlerior
clel forJádo.
Et soporte se recib¡rá del taller
con el ónclaie Ua incorPorado.
Los perliles estarán soldados
enlre sf, g al soPorle en iodo el
oerlmeiro dé conlacto, con un
esÍ)esor del cordón de 7 nrn!.
'u
¡. '
En los encuentros, el perfrl U
interruttttJidu, llEv6rá cubre'
''I ¡(Jntas de cont;nulóad lormado
bor una oletina de acero A 42 b
de 6 X 30 mm, soldada en todo
su oerlmet/o con un espesor
dél cordón de 2,5 mm.

iFH-5 Espiral de Ó I mm de acero


Af 42, con Paso de l0 cm' co'
hr3rcliv¿ lOCAda en IOS Cualro braZOS
del áncla¡e metál¡co,

dc s NTE espaliolas'
Fig. I 2.54 . Pro¡rt lesta de morlta je cie ábacos nret¡llicos
la
El inconveniente más serio que tienen los montaies propues- puedan pasar los planos de armadura por su parte superior y por
tos por las NTE para los ábacos de medianería y esquina radlca en su parte inferior, v qr¡cden rccr.lbiertos plenamente de hormigón,
la disposición de banas oblicuas al trazado de los nervios de la lo cual puede conseguirse scparando unos 8 cm los perfiles del
placa, lo cuallleva implícito aceptar de entrada tres planos de fe- encofrado.
rralla en las armaduras de flexión negativa. Si la carga vertical que transntite la placa al pilar es resistida por
Cabe la posibilidad de colocar las armaduras dc montajc ba¡o las soldaclur¿rs v las almas cle los angulares dc las crucetas
los planos de las armaduras de flexión principales, y de no tener- trabajanc'lo a (ortante, la unión fr¡ncionará sin problemas de tipo
las presentes en el cálculo, puesto que rcsulta problerttático tencr-
algurro, ptiesto qlle en (-stos casos los fallos por cortattte en el
las Ln cuenta parciahnente, dado que en los progrcirttas actuales de
hJnnigón no son cle tenrer, ¿ttl'lque clebcrentos comprobar ell una
secció-n crítica clue pocler.I]os situar en los extremos del
vuelo de
bra-
cálculo muy automatizado resulta sumamerrte difícil introducir
a las estrateglas de arnrado las crucetas, aproxintadarnente a una distancia de 75 cm
zos mecánicos diferentes adaptados no
midiénclola descie las c¿rras cle los pilares, que en dicha sección
LoanteriorSuponeunciertoderrochededineroinneccsario, exisLe punzotlan1iel'lto.
pu.ito que las armaduras cle montaie poclrían disponerse etr fon- a con un ángulo del
L.os extrentos cic los perfiles deben biselarsc
áe paniitrt ortogonales en los ábacos de esquina y meclianería' rectos,
en la cara orclen clc 30,', con el pl;rno horizontal. Las NTE los dibuian
siguiendo la filosófía de mantener dos planos de ferralla
lo qrre conclr,rc:e a v¿¡riirciones mLly bruscas dc l¿r sección metálica'
i,ip.riol. y dos ¡:lanos clc ferralla en la cara infcrior' ¡r tan sólo
coricentránclos(r en sus bc-rrtlt:s las lcnsiorres de rctracciórr del
habría que respetar que el mallazo tuviese un nil'cl cle cuantía
hornrigón que puedelr pro\¡ocar fisuración'
mecánica similar a los montaies de las NTE que han demostrado
su eficacia sin Problemas' 2116. oIi M9r.ffArE
.4 A0TC|ONAL qRUC@r
Un mallazo del Ql2 a 20 6 25 podría ser la solrrción al ¡rroble-
ma suficientemente generalizable a la mayoría de las situaciones'
pudiéndose descontar fácilmente de Ia cuantía mecánica necesa- I
I

,i" por" absort¡er los momentos de flexión que resulten clel cálcr-rlo. 2'16 DE MONTAIE
ADrcroi.¡¡i ' ,
'l
I
i
:r
Áe¡cos soBRE PILARES METÁtlcos
CRUCFfA5
't
CANTO
L¿ ferralla suplementaria a disponer ett los ábacos
que se FORJADO PFRF¡L UPN
22 UPN-
proy".,un sobre pilares metálicos, especialmente si son centralcs'
1 OO
I

tl
25 UPN- 1 20
pilares de hormigón' salvo
luá¿u t"t idéntica a las dispuesta sobre 30 UPN- 1 10

estos casos, las crucetas vayan sin estribar y tangelltes


a 35 UPN. 1 60
qu"
"n
lás pilares, puesto quc ¡'lo pueden alravesarlos
dc
Otro matiz a tener presente, deriva de la imposibilidad física
entidad dc las placas de hormigórr
transferir momentos de clerta
l"r pifrt"t metálicos, salvo que se diseñen conexiones especiales
"sumamente costosas, que en modo alguno compensan; siendo
y
preferible reducir los momentos negativos en.los bordes confiar
de flexión positiva en
ias resistencia de la placa a los mecanismos
los vanos cxtremos.
Lo que debemos conseguir con los montajes de ábacos
metálicos es sostener la placa sin más sobre el pilar metálictl'
l,.piJünao su deslizamiento y que pueda punzonar ¿rlredeclor del
mismo Cualquier otra pretensión, en nuestra opinión y salv<-l
casos muy especiales, está fuera de lugar.

La EHE no contempla este tipo de ábacos y sí lo hace el Cócligo


ACI-3 lg, basándose en los trabaios de corley y Hawkins realizados
en l9ó8 y 1974, que se encuerltran recogidos en el libro de
l. calavera Progecto a cálculo de Estructuras de Honnigón llntemec-lggg]¡
y a él nos remitimos.

La NTE española establece unos ábacos rnetálicos que


nosotros hemos recogido en la Fig. 12.54 y cn los detalles
constructivos adiuntos, que consisten en disponer crucetas
que Fig.l2'5'.Montajecstánclarcleunábaconretálicosc¡t¡reunpilarcentral.
rnetálicas a base de UPN soldados a los pilares de tal forma
l-os forjados reliculares

ESPIRAL t6^lmi6,
^cEño'Li$'^É-Zff
.q€..
A!{4p,rrE^
zuxcriooE
BoRo¿ ltR
R€PARIO Ef,IRÉ flPO EN PLANÍA
f,ERr¡OS (br.) r.a
v ñLr¡S COlt
v€R i$r^
at¡ia
1116 D€ t@r{TA¡E -.. -. - : i
A'lclo.* r csig€qs= .

,¡!EFvro

¡Rr¡ o{JRr OC '


REP¡r¡o É-ffi-
r€RnOS (3w.) ztlo
.,,2'16 DE TONTNE
'DcDf,^r--s¡ i,¡0 SE
PUOIERAN ANCTAR.
scx¡ R AL PIIAR

f,sa ro
^r{G!!o VAR¡.T'S SUPERORES OE LOS
c¡a{ro cRljcrt^s I et{8 Y 0€ r,As eRUCET S
FORJAM PER'T- UFil MM)O €STOS LTEGUEN AL gORD€
22 rR-roo f--
2a UPN- I 20

35 uPn- l 60 , t cctrErqor
co{fno oÉ Fo€J m

Fig.l2.5ó'Moltt.ljeL-stárld¿rt.leunábacomc!áIicosol]Iepil¡rdenlec.liarrena

v.481Ll4S COlr ?^f^,


m nor^ zuricrc-.Dg ÉoRo€-.
ESPIF¡L rE
l@rñm. v€R nPO €ñ Pt^XrA
IrcfRo-Lrso AE-215L \ E
MSDURA-titrrRE
'--aFF^Rio
NER1nC'S (iñf.) r.E

IAR!{óqJRJI q€.
., :: ¿ R€P^ñIO €MRE
t¡ERvtOS ($P) ztl o

. . '-iiDlóofl¡L-
2.16 O€ vo{I JE
I No st
¡¡gagn¡r{ ANCI¡R,
scr rqR aL P(^R
¡ ¡AIIGULA
Blsú 3(' ¡L¡E

c^xTo ciucar S
FORJADO ffRrü- uPl¡
22 tpi¡-l@
25 r rfl- 120

JO uPi¿- r 40
J5 tñ-160 I S VARILLAS SUPERORES OE LOS
Y D€ l¡s cRucÉl^s
CL'ANOO ESfOS LLSGUEN
Al BOñOE

rlrL'táli( !) sl¡bre tlrr pil'r e (l:;L-ltllr)¿t


Fig. 121i. Ñlonldie (''gt'ill(l'1I (ie Lur ábdco
l.rrt [or¡udos rclirult¡r¿s 49l'

tiltiit:¡
t.1 i.1.¡ |:/L .t

Fig, 12.58. Mt-rnt;ie cie áir¿cr::, nret¿ilicc¡s tradlciollalnrente tts¿clos e: fspaña

Cuanclo los pilares rneláilicos son circulares, rlo (.lrlccl..l nrás La solución (le crlrclrtá metálica solclacla a los pilares tarnbión
ren'redio que cliseñar la conexión a base de perfiles radiales cn urr pern]ite construir forjados rcticulares y losas macizas en nivelcs
número acorde con los csfuerzos cortantcs que tr¿insmita 1a ¡llaca intcrnredios de cstructuras cie hormigc'ln ya construidas.
al pilar, y el grado de rigidez con el qtle se quiera dot¡ir a la utriólr'
Lo prinrero que debe haccrse es colocar un collarín metálico
qlie abracc al pilar de hr-rrmigón y;j construido, bien a través de

lr :THI H tú fil t pernos de fi¡aciórr bien realizattdo un caieado sobre el que se suel-
cla el collarín en calienle, ll;ira ql.¡e al contracrse durante su enfria-

ln [T.Mfr
,|.

t tlo sea impositrlc srl clesliz;.rIIric:trto.

Ilurr n
E! Una vez colocaclo el coLl.rrúr, los ábacos sc montarl como sl de
fli metálico se tratasc, lál y cono retleia la Fig. l2 ó0
Lln t)ilar
,# ltl
-*fi- t,:,tr"
'-
il m
il
fln
iljn

llg l2.lrt). Dlol;iLlt i-r: i r,'- ;li- ,l:' k)rlacio reLicular intcrmeclio crr LrnÜs

pil¿rcs de horttriglr'r l: ;r':!:'.lCiLlr;i Y¿i COrlstrUida

.c)tra iornr¿i :rrj: cle,ic¡cla v conr¡rleja cle r,lnir las placas clc hor-

migótl a pilart:s t:let.i :cos c's t:ltle se conLempla err la Fig l 2 ól'
l¿r
Frs. 12.59. Drseño aDropiado cle un ábaco nretái;co [¡I¿ L:'r:-t''-¿'l-
¿
forrna mucho nrás scnciila qué
l,ria clc ilornrlgólr .j llilares circulares C()llvien!'q'le i-r! l:'¡r:cli-! :i' cJoircie ¡rocirÍa e-sl:i:-rr¡rse \'¿i cle Llrl¿l
de
i"r r.li'l"t rr'"iá1,.,-tr r" erlcuentrt:n biselatlos :lá:d :'i-;- : ='';-i-' -
nror,rcntos por-lrierr ei'.lstir en la unión, ¿itralizando las ¡llacas
nrente lc> Ien5lones ett sus bclrrles jTLICInletlj.r cJe hormigón suict¿i Jior clichas pi;i-
.irrcl¿ je v I¿¡ -ecr-lór
c¿s l; lai ¿rn-rladilra! cle conexión, como si dc un pilar de
"eliic¿les
hornrirrór"r se tr¿it;r r¿t
492 Los !oriados relkulares

. para ¿icailar, sinr¡rlemente recordar y tcner presente qLle los


perfiles n.\etálicos ermbebiclos en los ábacos prredetr rcsolver situa-
pilares de
ciones compronleticlas en las uniones cle placas con
y forzados
F0RIADq hormigón, ctranclo los apoyos rest¡ltan insuficientes
por un diseño arqr.litectótrico'

pilari:s r:lel¿ilicos
Fig. l2,frI Urrión especial de losas ctrn

opirritin'
clc la flexión en las ¡rlacas' en ¡ltrestra
'El problema convenciotla-
clebe resolverse exclusivamente con las armacltlras
lesdelforjado,sinconsiderarlaflexiónquepuecianresistirlos
vistos anteriormelrte; todo
;"rf'l;t trunru"rrol", dc los montaies podría asig-
lo más, como expone J Calavera siguicnclo el ACI-3l8
corresponclicnte a la
nárseles a los mismos un 307o clel momento
banda dc soportcs, pero nosotros no lo hcmos heciro nurrc¿l ni
Si ¡rre-terrde-
recomendamos hacerlo, salvo casos muy singr-rlirre=s'
una ciert'a transferencia de ll'lomerltos
rnos asegurar plcnamente
las barras correspon-
a los pllares, poclríamos hacerlo soldando corr un perfil ntetá'
siguiendo Fig. 12 r-r3 Urrtón conrlrrometicla rcsuelta
clientes a dichos momentos a los soportes rretálicos' lico :lpe¡ HFB
los esquemas recogidos en la Fig' l2 ó2

12.6. Detalles constructivos adicionales

A continrración acliLtntamos una serie de detallcs constructivos


proyectos dc es-
adicionales que pueclcn servir cie ayuda en los
de |a Biblioteca de De-
tructuras con forj;rdos reticr.tlares, obtenidos
rdlles C,r,lslrrctivos public:rda por CYPE lngenieros' S'A''
realizaclos por B. F¿rrÓ y F. Regalado'

I os cletalles corlstnlctivos que figuran a continuación


debelr
y por consiguien[e, ad-
ser tom¿1clos como cletallcs cle referencia
cada situación concre-
miten Ltn trabaio aclicional cle adecuación a
ta y específicil por parLe de los proyectistas'

tc¡clos' han sido con-


La ntit¡rorírr cie los clctalles' por rlo clecir
prredet' ga:dn:i¿'1r üna peqtle- cn obras reales con ull comporla-
Fie. 12.6). Artn.rduras dc concxión t¡ue trastaclos experinlentalmente
los p'rnicndo cle las plat'ls lo ctral no quiere decir que sean de aplicación
n"",i*if.t"i"in c{ernc,rnento'u óllares micnto s¿rtisfactorio,
oení.rica ¿ cLtalouier tipo de situación y condiciones'
Los /oriarios r¿ticular¡s

ARM.
Sl EL MACI¿ADOf25cm.
FORJADO
coüocAR ru- üEÑos arro
CORRIDOS C{DA 25cm.

vrGL_yE8 EL AEMAoo
CORRTSPONDIET.ITT

Sl EL
'colocm
MACIT¡DO i 25cm.
Ár uenos dTó

Fig. .2.64. \'iga de c;into descoip¿ria inleri(tr. I'Ori¿do reiicr-ri¿¡r

Sl EL MACIZADO ! 25cm.
":coLocrR AL MENos 2óto
, CORRIDOS CADA 25cm. FORJADO

\RM. D€ SUSPENSIOI
¡ rr10 PoR NERl/rO
cAsErql __
RECUPERAALE

Sl EL MACIZTOO * 25cm.
_..'Ico[orc¡n n- vexós 2eló
' i CORRIDOS CADA 25cm.

Fie. 12.ó5. Vig.r de c:anlo inverlida lrlLcrior. Fori¿rclo reticr.] jar


494 Los [oriados retirulares

t¡ñMñsiivA c-oñrApAl srEL MAcrzADo 25cm. ! VIGA OE SORDE .


VER EL ARMADO
COLOCAR AL MENOS 2O1O' CORRESPONDIENTE
CORRIDOS CADA 25cm.
MALI¡ZO FORJADO vl. DF SUSPENSION
16to PoR NERVTO

ú
{

Sl EL I/IACIZADO l25cm.
Posmvos.' aA!.gS!_ EouocAR--Á MENos 2r1o
RECUPERABLE CORRIOOS C DA 25cm-

-';::-- Fr.)::¿ici(r reticLll¿lf


Fig. 12.óó. Lrilreml) de \'¡no sobre vig;¡ (le c¿::'-ur '1¿¡

ARM DE MONTNE
TNTRE NERMOS (suP.)
CRUCÍAS ]E Ag¡co
ñrruenzo \. OESCOLGADO

'e=osfrvQg

ESrA ARI¡ADUR OPCIQ!!4J{ENTE-.


f iÉffifi ffi Íil' Fo', #3o.o.. r'o
NOTA:
L- LUZ ENTRE Pll

lig 12 Ó7. 5ctción cie ¿ib.rt t¡ ccl]tr¡l lorlacio '(': 'Lli'ir


Sl EL MACIZADO ] 25cm-
VIGA. VER EL ARMADO
óor-oc¡n Ál uenos zolo" éóñnE#b^iijre¡iü"--,FoRJADo
CORRIDOS CADA 25cm.

.1.
'ir
rl
.rl
.rl
'.:I
{

SI NO SE ESfUDIA CADA CASO


ESPECINCO RESPEIAR L:
Sl 925 - SOLAPE DF t50crn.
Sl 020 ..- SOLAPE DE 100cm.
Sl o'l 6 = SOTAPE DE 70cm.
Sl t 12 = SOI-APE 0E 4ocm'
Sr o1O = SOL PE DE 30cm.

Fjr¡ l? 6,t{ (-;¡il.iIrr cip (,irtt1l en vill1O interrllCCliO. lOri¡dÓ :i:.,.ll nr B.trqrres pCIClidOs

MALWO
+ ñec¡rvÓs\

" .ARM. Lp.-s '"


POSTIV.oS ', cAsrroN
RECUPERAALE \2t 1O Co-RRIDOS \' VIG¡ NORX¡L.UENTEJfiTRE
TRANWIRSALES
Frunes. vER EL ARMADo
I,IACIZAOO PARA EL CORRECTO CORRESPONDIEN1E
Ái¡eruE oE ü ¡nubupc orl
N€GANVO DE tA tOSA.
SUPLEMENTAR AL MENOS 2É1O
CORRIDOS CADA 25cm.

Las palillas de las armadtrras negalivas cle flexión de


la losa se rrlcl¡narán hacia arr¡ba o hacia abalo'
dependiendo de las geometrias drsponibles'
máyor o rgual a la lOngltUd de anCla¡e de laS armadUraS de
La ¿ona maozada que rodea la viga, debo ser
flexión nogativa de la losa.

-lÉllLrr (:allt(l ell VOI;lcl ¿tl É' "á:::r i'r : li"':¡tltc-tc FO'iadO relicLll'lr
Fig. 12.óc). Tf.¡nslcr,i.. ,r .-!:1 :r.ii :a LIC
4()h Los fortutlos relitulares

l':
l;
.BrulE Loq _
.,ARM. LOSA.
2rlo coRRroos
i
POSm!0S / Q4sEro-!- .i t

\tltcA
RECUPERAELE . +, NoR!_41=|¡ENTE I¡IIFE
PILARES. VER EL ARMADO
Sl EL I¡ACIZAOO l25cm. I CORRESPONOIENTE
EdLoc¡n-¡¡-ueNos 2tl d.
CORRIDOS CADA 25cm.

a La armadufa superior de llexión negativa de la losa debe penelrar en la capa de compresión del forjado
preciso es
la longitud de anclaje por lo menos. Una regla práctica bastante segura a lalta de un anállsis
anclar la longitud del vuelo

Forjado rctictllar
l-'ig. 12,70. Translción a losa Ít\.rctz¡ cle rrlel¡or canto en vol;rcirzO e:'r¡s¿rj¿ ii..l)er"iirrrlicllte.

CRUCE DE V|!''G,LD..E TRANSICIQN


I cRUcE DE 1,.s I

TÍVAS VER EL ARMADO l¡r¡149u¡^g_q99lt'*-J


, CORRESPONOIENTE

POSITNOS

fl: -, t. t..nn:icjó¡t e:ntre 'rall'ls cic 'lisl::li;l L)lrÉ::'-€lciot


los foriados r¿tkulares 497

!mnn
ll= HÉ Frr
'lr--
'l :lil
I

ll '-
1'
EI
-...¡-l

iltrmmmE
/ i...r...1 '"--'-n \
=n:]t=lfllF=tr
/: ,---
eL.qqge=s
ALIGERANÍES-t
,ügRl4e_

a eslut:'rzo cortarll'e eliminando lrloqucs aliger'rntcs'


Fig. 12.72.Ensanche clcl rrervi. ¡ la s¡¡licla rlcl .ib¡c:o llara aurrrcntar su resisrerlcia

CENTRO
NERVIO

v]¿],.-.f¿a¡'f¿v.

,\ cAsFroN I
AEAO9, /,,., R-ÉCiJP€RABLE

cENTRQ -qg.l"_ / 'GAt¿o_


PRIMER NERVIO
DENTRO D€L ABACO NOTA
CA/-Or'
t.A PLA¡TA SE INDICARA

ZONAYELMOE'DEL
coLocADo

para un canto mayor o rgual a 25 cm


Los coftantes resisttdos por las armaduras del esquema
'
rnclrñadas a 45'r y separación 15 cm'
orienlativameñte son: 06-2 á I i 08'3'7 I /O10'6'2 t con barras

l-oriadoreliCUlar
Fig, l2.71.RefuerzoclenerviosacoftanLcensaliclaclel áb¿rCt¡nlccli'rr¡leLrarr¡sa45ü
498 Los t'orjados relicular¿s

DE

EL N Y' OE I.AS BARRAS


SE INDICARA EN NANTA
O TABI.A APARÍE

. ser adecuaclamente acotado'


En función de las geometrías disponibles este detalle debe

o al O12'
No aconseiamos poner barras del diámetro supenor

FitJ.l2.74Reiue:zt.l.jF!¡t]1c)f"lC1n-']iell!o(cltlb.lrr¿¡sa4j'clist¡'':i..st.l5Ia(1i.,]nlclrte
Lds /drldilils rdli, r¡iJrl's '1c)()

CENTRO DEL
Pñir¡€R NERVIO REFUERZO CENTRO
OENTRO OEL AEACO NEEMVÓS NERVIO

$,

ttZ.¡U..¡!..t l'7'.1 -Al.//7,¿'. !:f !: l


. J: i'
.¡:,,i:¡:-1. j.¿r ¿ .i: "t

'cAsEroN
.R€CÚFEhA8T.E
A8ACO,

POSITNOS CALZO

i lYZlr r''t- i{t'"oot*


ir
fi
ii ii fl
i'i
¡ t,\
;li
ii ii li
ir;rrr,n
,'\ .orr rrr' !1
I
I

i
NOTA:
EN LA PLANfA SE INOICAR¡ i-,
TAZON^YELMDEÓD€
REFUERZO COLOCADO

esquema para un canto mayor o rgual a 25 cm '


Los corlanles reslslrctos por las armacluras del
or¡"ni"t,uanrunfe son: 06'1'5 t / OB-2 8 ti
(J10-4 3lcon trna separacrÓn de 15 cm'

Sl EL MACIZADO I25cm.,
óouoc¡n Á[ ugNos 2olt
CORRIDOS CAOA 25cm'
FORJAOO

ELOQ*U-ES
' ll vl6A
PERDIOOS

CINTA DE NEOPRENO D-E

l9,Tait"'-tl^[?3*oP*'.'.'o
ENTRE HORMIGONES

j
F..-: l -l 7{r. JLrr:l¡j cl(.'ciilatacicin ¡l rltecli;r Ilr''rcl€iir '":: i'l¡ :i: i ir'r:¡i
t.os /ori¿¡¿ios rrticulurs

CINTA DE NEOPRENO Di pORFx Sl EL ItACIZADOl25cm


10mm. DE ESPESOR OUE COLOCAR AI MENOS 2'10
EVITE TL CONÍACTO OIR€CIO ..r CORRIDOS CADI 25cm.
MALI4ZO. -. ENTRE HORMIGONES trl LI-AZO
+ NEGAIWOS' + iEGAlrvoS

lli
P€St¡VOS
Sl EL MACIZADO¡25cm.
coLocAR AL MENOS 2.10
CORRIDOS CADA 25cm.

,vlcJ\s.,€R ELARI¡ADO.
CORRESPONOIETIIE

Los estribos de las vtgas del tacón de apoyo deb€ran cálcularse pa.¿ ¡f,somer la flex¡on lolal de los
lacones,
C)eberá comprobarse que la totalidad de la supertrcre de cónlácto de'a t*.'.¿ ctrsoonga de material elásti-
co que evlte cualquier conlacio c,rrecto entre hormigo'res

Ftg. 12.77 .lrrrrta dc cil-¡i¡rc:cr: i:". '.:gir cii !-rr!¡

eIl I'r r-i::";r trnl¿l iollr( i: r.É:¡. Fo: ¡¡lr¡ reticul¿tr


Fig. 12,7u. Lo;¿i itlclir-racl.-;

nr b I er¿)
Bloqttcs Percll(los
oc cl i n.r cl ol; cln vi g¿l (:LI
l,¡ ri ¿i cl i r I
hie. 12.79
L¡s lorl¿dos reliulares 501

*
I

Ll
Fl
()I
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\__BE9p_SAD_E84_-Étq

FÑTI lT'Er-ñ[rr Al
AN(;ItO PI, AR
t( Ac!uE!aMpo-0-E Esaur$s - .
lr PARA MEJORAR H ERCACIA

dl
I OE LA SOLOADURA

fl
fIl
ARMADURA
DEL PII¡R
.lrl
(Jl
?l
CORDON DE
\ S'ot¡roun¡

queda al enfriarse y el resalto


a Silas placas se sreldan en caliente, basta la luerza de apriete que se
que existan deslizamienlos
exislente en el pilar de hormigón para garantizar el funcionamiento del sistema, sin
d¡gnos cle ser considerados.

Fig. 12.80. Disposición de collarines metálicoS en cabc¿¿rE cJe pilareS con cartas liviartas
502 Los foriados reticulares

coLt¡RtN
frEñim*

Pru|& HOR.M|Q9N

CARA DEL
-FiilR*"

coR9gU.DE
.SOLDADURA

basta la luerza de apnete que se queda al enfriarse y el resalto


¡ si las placasse$eldanencaliente,
para gara,.,tiza, eitirnJo..*i.nto d"l sistema'
sin que existan deslizamientos
exislente en el p¡lar de hormtgón
dignos de ser considerados'

e¡l c'abczas cle p!iarts con cargas altas


.. Fig l2.sl Disposicitin r'le coliarilres nretálicos
l..os lorjados reticulares

lvc¡ffTiffil

<l -r\
til t

*l rl
-{-H t¡ffi]
P,-osrM9E,/ e^SErg!-- I
I ¡rr2Aso I

RECT,PEM8t¡
sl lt 9!?409.l?ssn ../
EL - f ,{,l-ob
6Ldüñ.^t-ifó¡ds t¡rat
@RRIDCIS C DA 25cm. :l
'$:11
i --i¡- ' I
. _il_-. ,

no garantiza un comportarn¡ento mixto perfeclo, tan solo' permitc


que el apoyo
a El conectador ootffido
una cierta meiora en €l esquema resislente del perlil. Cuando se dosee un
luncione sin deslizamientos-y
mecán¡camlnte solidario, los conectadores deben ser calculados y colocados en mayor
"orpottari"nto
núnrero.

Fig. 12.82. Apoyo cn extremo dc vano sobrc viga metálica, Forj.'rclo reticular. Casetótt rccuperable

I Se cons¡dera a electos de cálculo una articulación en el apoyo'

Foriado retictrlar
Fig. 12.83. Apoyo en extrcmo de vano con Íorjado embebiclo en viga nrctálica descolgada
I as forjados reliularps

Sl EL t ACIZADO l25cm.
cólocm Af MENos trtt \
CORRI0OS CADA 25cm.

,l
I

\ 4Ag_u-ES_.
?m6rboS
\s¡ e¡ ¡4gqlDo ¡ 2-5c..nn-..
COLOCAR AL MENOS 2T1O
CORRIOOS CADA 25cm.

perdidos.
Fig. 12.8ó. Apoyo entre vanos con tor¡ado enrbcbido err viga nretálica descttlgada. Forjado reticular. Bloqrres

(le c'¡rlto illferior l:orjaclo retict¡lar. Bloqrres ¡rerdidos'


foriaclo enrbelriclo en viga Inetíllic¿i
Fig. 12.E7. Apoyo entre vanos con
50ó Los lorjados relicular¿s

t 3. La patología en los foriados reticulares

13.1. Introducción general a la patología Los errores clel ¡rrct1'c:cl.o en gencrirl, FJor otra parte, no sólo son
estructural los rnás abunclantcs, sino clr.tcl son t¿lnrbién los ctrue suelen origi-
nar los d¡inos cL- ni¿rr,or inrportarrcia y magnitucl.
Es ya rrn tópico, y casi unu obligación, comenzar cualc¡rier
Fii¡r c<¡rL raciorr¿lid¿cl y sens¿ttez las acciones qr_rc prcstrmible-
aproximaciórr a la pirtología estructur¡ll cxponiendcl l¿ls cstaciísti-
l]rentr-, p],¡edcn alclu¿ir soltre nna estructur¿t dcbC hacerse siemprc
cas sobre el origen de los rnales que sufren nLlestras constnrccio-
de acuerdo con lo: reglanretrtos, el clientc y cl sentido c<¡mún. Di-
nes, ir cllo es así, porque nos ayudan considerablerlente ¿i centrar
chas accionr:s cleberjrrr tigurirr en la rnemoria dc cálculo y los pla-
clproblcma.
nos dc cr)r-rcr:nlC( ión.
Con matices y muy ligeras variaciones, parece que 1a
En gt:nt:r;:,1 los regl.irnerrtc¡s ofici¿rles resuelven el ¡rrot.llern;r cle
distri[-¡uciór'r dc fallos cn la construcción responclerr ¿r ur]os
porcentajes del siguiente orclen: lc-r: c¡.¡sor o.rjin¿:rr)s con sr-tticiente sensatez, aunqt¡e no siem¡rre
st-a así. irn¡rs \eces para bietr y otras para nral.
. 40 - 50 %: Errores de proyecto
. Eri el pr-rcr-ric cil'Tacorrta (1940) todo se enc<¡ntraba etr orclcn
15 - 25 7o: Errores dc ciecución
scgtrn 1or regiarrterrtos v conc¡cinlientos oficial(ls y, sin embargo,
. l0 - l5 o/":
Fallos en los materialcs
un i'ierito rloclc'ratlc-l ¡rroduio unas oscilaciones vcrtic¡lles que se
. 5 - l5 "/o: Mal Llso y otras catls¿ls frreron acur:i,-:i¿rtickl irasta producir su ruina.

Sin en[rar a analizar la bond¿rcl o rrralclacl de ]¿rs estaciístrcas. lo


que parece demostracJo es que los crrores erl lcls proyectc)! 5ol1
la causa principal de las patologías y, en estos crrore$, los cálcu-
los no constituyen el montante principal. sur:lcn ser i;rs croncep-
ciones erróneas, los planteamierltos inadecLl.lclos I' la f¡rlta de
dcfiniciones constructivas dctalladas, cl origen cle la ntayorí.t de
los males.

Si cleianros ef.r manos del conslructor la soluciÓri clt: un r.lcta-


lle constnlc:tivo y lo lrace mal, la crrlpar rto cs de é1, cs nr-iestra. Nos
pagan por realizar un proyccto y ul"l proyecto es cont:e¡-rtr,talnreu-
ie cl coniunto de clocumcntos qllc defincn \' ¡lerrrritetr cc)rrstrllir
urra oltra de manera prccisa y complet.r, segitn Ltnas es¡:ccilic.rcicl-
nes cle caliclacl previiilncnte f i¡adas por los reglirrllcriLos trfrt iales
y

el cliente c¡ue lo financia, en un período de t1e,nl¡lo i'a rlrr llrcciO


adccuado.

Si falla una irnpenrreabilizac:jórl y no erlcontriirr rt'r:i elr el


proyec-
to sU cletinición y cónro se ha cle conslrtrir. el [ailt:r c]el¡etrros ¿itri-

buirlo al proyecto y no al irrrpernreabtlizador

L¿ ausencia clc cletalles constructi"'os pro¡lici;irii '-iin lug'tr a


duclas, qL¡e se cum¡;la ulla alternaliv;r 1le-r$otral clc la le¡ cle N{rrr-
phy: si unferrallalíenelaposibilidü(1 d((lloilr ri]l{.¡t)(irrllDtul porrlocs-
tar de[intda, sin luqar a dudasla colocara rrtri/, qt l,i ¡itlp¡ s,'r,í /ril¡sfftl

También será nuestra cul¡:a si, por conterll-¿r ct llLlestro clien-


te, ceciemos a unas exigencias quc, atlrr sicntlcl legítirrras' pueden
r.rrenoscabar la segLrriclad, rror eiernlrlo, de l.is t;rl:ic¡r.tcrí¡ts clc urt
,'\$t!f$...vitt\iit¡t
cdificio al separar exceSivarltertte los r¡il¿ircs r' ¡rro¡lici;lr cc¡r-l ell<¡
cieforniabilidadcs ¡religrosas, con la exctlsa cle ganar piazas en utr jc Ij 1 | i rr at:so del pucnte rle Tacoma (1940t
i
gara je de dimensiones insuficicntes.

t-
U¡s foriados reticulares 507

I;¡ lección que podcmos extracr de Tacoma es que tro sierttpre [,] fiiar arbitrariamente las cargas, no sólo produce patologías
es posiblc rccrnplazar las acciones del viento f)or cárgas esliiticas ¡:or dcfecto sino también por exceso, al añadir un cosle adicional
equivalentes para garantizar la estabilidad en nucstras obras: cu- e inlrecesario a las obras.
biertas voladas, torres esbeltas, elementos susperrdidos, etc rc-
El no aplicirr reclt¡cc:iones cn las sobrecargas de uso en ciertas
quieren un poco más de atención que la de lnirar y aplicar los
obras puedc originar cargas en los soportes y cimentaciones
reglamentos sin más.
dcsnresuradas sin beneficio para nadie, puesto que no se darán
En el sentido contrario, existen rcglamentos cc¡ttto los rq-'lativos nunca.
a la acción del fuego sobre las estrucluras c¡tle, en rluestra <-l¡:inión,
Dc J. Calavera recogen'los la tilosofía arllericana a propósito de
resultan muy poco afortunados al encarecer las estructurás y pc-
la rerlucción <le las sobrecargas ql¡e podríamos aplicar en nuestros
nalizar los forjados de todo tipo con recubrit'tlientos qtte darárr proyectos.
más patologías que las que tratan de evitar.
Para el cálculo cle toda pieza cuya área tributaria dc sobrecarga
L¿s víctimas en los incendios no se producen por culpa <le las para
cxcecla l5 mr, irrcluidos los forjados relicularcs, excepto
estructuras. En España, según demuestra una encuesta realizada locales cle rer"rrticitr pública y para sobrecargas variables superiores
cntre los bomberos, el peligro no se ef lcuentra en las esLrllcturas, a los 5 kN/rnr, l": sobrecarga total podrá rcducirse de acuerdo con
cspecialmente cuando éstas son de horrnigón; el pcligro se en- la fórmula,
cucntra en lo contenido dentro <le los cdificios, y frerlte a esta rc¿¡-
lidad: óOuién resuelve de verdad el problema? R=r.(10,75.A-150)
Ciertas compaírías cléctricas solicitan gratuitanlente, arttparátt- L¿ reclt¡cciórl no excedcrá el 40 % para piezas que reciban so-
dosc en un monopolio propio de la ¡riratería, un recittlo en las plan- brecargas cle urr solcl nivel, ni el ó07o para otras piezas, rri el valor
tas baias de los cdificios para aloiar stts transformadclres' dado ¡xrr la fórnrul.r'
Estos transformadores, en un número tlráximo de dos' vienerl
a pesar 3 t (30 kN). Pues, confundienclo la parte con el toclo' exi-
gen un certificado en el cual se garantice que cl recinto tiene que
Rn,o* =zl,r
[r+e)
resistir una carga dc 3 Vm2 (30 kN/m'?); total, que de tener que so-
portar el foriaclo 3 t (?0 kN) localtrlentc, dichas compariías obligan donclc,
a que el local tenga que soportar 90 t (900 kNl; sin coment¿lrios' R: Reducciótl err
q"

r: Coclicien¡e fiiaclo t:n la Tatrla 13.3


REDUccIóN DE soBREcARcAS sEcuN M\'-l0l A, Áre.¡ cic lori¿do o cubierta so¡:ott;rda por la pieza en rn'
Nrlmero de pisos que Rcducción en la su¡na g; C¡rga pcrni¡rnr:n¡e mlis sobrecargas fiias por m:r
actúan sobre el clemento {i_!q:9!*.1$9(%l_-. r¡: Sobrecarg;: vatiable Por ttt)
1,2,3 o
4 l0
5 20
6ómás 30 TIPO l)u llso
[,a cubicna se considera como un piso
Lrxalcs dr teunitirr ptihlica
Tabla 13.I Lo(ales de sobrec¡rga dc almacctlat¡úellfo
superiol a -lli,8 kN/m::
- Vig¡s r lirriadrx
- Pilu¿r
0tros locales:
REDUCCIÓN DE SOBRECARO¡S STCÚN TINF- 2¿1{X)3 '- Subrccu¡ra pr'-{cdÉnte de
un soltr nitel
Número de pisos que R"d*;ió";il-.** ', Otrns c¿ros
acuían sobre el elemcnto de las sobreca¡gas (%)
Cubicr(ilsi
J l0
tn - l'encl¡ente initrior u l/.1
3 - It¡dit:ntc igual o supcrior
4 30 a l/3 ! menrrrrtuc l/l

5 .10 Oarajes piul arr¡tom(irilüs c()n un


óómás 40 rnáxirno de luer r. prsajercs

Tabla 13.2 Tabla I 3.3


Los loriados reliculares

REDUCCIÓN DE SOBRECARGAS
t¿ caída clel pucnte cle la autopista que cruza la bahía de
(SEGÚN'UNIFORM BUILDING CODE- I 9EA) San Francisco, quc cslaba pcrfectamentc calculado, se produio por
100 r.¡n error cn l;r cJisposición de la ferralla de las ménsulas coftas don-
dc apoyaban los tableros que propició la rotura de sus bordes y
E0 el dcslizamiento cle los misrrrcls.
gto
No obstante todo lo dicho, la soc¡edad no puede pretender
€z(fr
OTRAS

' _ t'a.r'z
lj¡ji 14(fl] _ _ -E dl0-3 (lue se;rn las cstructur¿¡s las únicas que astlman la rcsponsabili-
Sru r¡Érir.l!# É. i+r, rri"jiirgil l0 ,t, dad dc mantener en pie las constrLlcciones frente a cualquier tipo
440 i{t'¿ dc contingcncia.
É * - s-=
l0 ---N[E,U'6i
20 Desde qrre el honrbre decidió vivir en comunidad y en unos
l0 cspacios dctcrminados por razones más o menos iustificables
0 (aunque la mayoría cle las veces de espaldas a criterios técnicos
0 l0 20 30 40 50 ó0 70 80 90 100 tl(,120 130 l4{l 150 racionales y con unos rccursos limitados) asumió unos riesgos que
Ánee oe CARGA SoPoRTADA (n2)
rro ¡lretle elurJir ¡ror rluclro que, hipócrita y demagóg¡camente,
Fig. | 3.?. Posil¡lt:s rcclucciont:s ¿¡ Lener [)resentes r:n krs t,.ilculos tle l-r¿rsl¡rcie la res¡xrns;il.liliclacl clc todos a unos pocos, con la excusa
diseño y peritación de estructuras.
cJe que esos pocos son los encargados de construir lo que la so-
ciedad clenrand¿ y ios polÍticos deciden.
Para sobrecargas de alnracenalrtiento suÍrerior a los 5 kN/m:',
no se acepta reducción en vigas y forjaclos reticulares, pero pue- Si el terrenroto de Tangsham ( 197ó) en China causó oficialmen'
den reducirse las sobrecargas en pilares un 20 o/o. te 242.000 nruer[os, 164.000 heridos graves y 2.ó00 niños huér-
fanos, con tod¡r la ciudad deslruida, la responsabilidad recae en
. El t.errernolo es otra fuerrte dc ptirclidas en vidas lrunranas y todo el sistenr.r social que no fue capaz de proporcionar un urba-
catástrofes económicas muy importantes en ciertas zonas del
cle nismo adecuado y los recursos necesarios para levantar unas
mundo y con probabilidad no despreciable, alrnque pcqucña, dc constnrcciones lo suficienternente solventes que no causasen se-
que puedan prescntarsc cn algunas regiones españolas. meiante nún'rero cle víctinias.

Frente a las acciones cxtraordinarias que producen los sismos . Si con recursos limitaclos se pretende edificar naves baratas
en las construcciones debemos aplicar todo el sentid() cr:rnún del sobrc polígonos industriales asentados sobre inmensos vertede-
mundo, si no queremos caer en el pozo absurdcl de crrrn¡llir la ley ros de relleno, ino cabe esperar que, cuando se prodrrz,ca una llu-
y n() sri espíritrr, con resultadc¡s de dr.rdoso com¡rortamicnto a Lrn via intcnsa o sc ronlpa urra tubería. se produzcan asentamientos
coste elevado. que den al traste con todo lo construido?

Frente a los cálculos sofislicados det¡e irrrporrerse un (liseño L;¡ evaluación correcta de la capacidad resistente del suelo y
armónico y ordenado cn planta y altura. L.as nras¡¡s nrayores <Je- su posible cornportamiento, local y globalmentc a corto y a largo
bemos concentrarlas en las plantas bajas; los retranqueos deben plazo, son unos condicionantes del proyecto básico al estudiar el
proyectarse simétricamente y nunca conccntrarlos erl un solo lado. solar, que no podemos cludir alegremente sin riesgo de llevamos
Los pilares y núcleos de rigidez encargados cle rcsistir l;rs fuerzas sorprcsas rlesagradabies, y tener que recalzar nuestro edificio con
patologías sunr¿rrnente cJifíciles de resolver dcspués.
de inercias que se generen deben ser simótricos ert ¡llarrta y su
centro de inercias dcbe coincidir con el centro dc gravedacl clel . qtie se pretendcn
El visionar los csfilerzos de las estructLlras
edificio en los dos eics de simetría.
resolver, ¿rrializar y corregir los artnados para adaptarlos a un pro-
El apear pilares sobre vigas es muy pcllgroso ccso conslluctivo, car.I]biar seccioncs, quitar y poner en aras de
urra cficacia nlavor de los mecanismos resistentes reales, adaptar
Las tabiquerías deben llevarse en todas las plarrlas: prescindir y comprobar local y manuallnente un cálculo ya realizado, etc , en
de las tabiquerías en una planta aislada suporle ast¡rrlir ricsgos y definitiva, el pensar y no acLuar maquinalmente, es lo quc debe
lorzar aque los pilares tengan ctrue absorber toda la crrergía indu- haccrse cuanclo alguicn se sicnta y calcula una estructura con cual'
cida por el terretnoto, sin que lt>s tabiqtrcs ayucle-n :i clislparla c'on quier tipr: clc programa y, toclavíir rnás, si el progrirma es de los que
sus roz.amicntos al rompcrse. llamarmos cotltercialrnente "automático"'
para todo;
Elcálculoqueserealiceciespuésdeurlaconcepciótrselisata Un 1>rograrna de esta naturaleza en modo alglno vale
vale para lá que vale y iamás pueclen aceptarse a pnori los resul-
y lógica, siguienclo las pautas expuestas. tampoco sirvc de
nada
que pr-rccla clar cie eclificios compleios y singulares' sin la in-
,i ná t" materializa con una eiecución donde los detalles construc- tados
Lervención inicial y final del proyectista'
tivos estén diseñados y construidos cuidadosamerltc'
Los lorjados reliculares

Veamos algunos puntos donde nltestra expericncia detecta el L¿ documenlación quc se entrega con los prograllras detre ser
mayor númer<¡ de errores en el uso dc programas ";srJfor'¡láticos". leícla, com¡rrendicJa y asumida, con cl obleto de saber cn todo rno-
nrento hasta dónde llega el progranra y las limitaciones que posce,
El ordenador no define geometrías, no fiia los cantos de los Un muro de sótano no puede ser asimilado a un pilar dentro de
foriados, no conoce la resistencia de los nlaterialcs, no lrazala Llnaestructura reticLllar porque su comportamiento real nada tie-
estructura, no pone los huecos, no elige las carg,as, etc; todo lo lle que ver con el comportamiento que puede tener una barra-pi-
mencionado, y más, lo debe realizar el usuario dcl progranta con lar en un csqucrna de cálculo espacial.
su mcjor saber y entender. Decía E, Torrtlia: "Pri¡nero Ia forma q, lue-
qo, elcálculo".Si la forma cs buena, los resultados del (álculo au- L;rs cargas ¡:utrtrtales, el naci¡nielrto de un pilar sobre una viga
tomatizado deberían ser bucnos y, en principio, cabe esperar quc dc apeo prcixirno al pilar inferior que la sostienc, engendra un me-
así sea; pero aún así, debemos comprobar y revisar todos y cada callismo resistente cle ménsula corta que requiere un armado es-
uno de los planos quc e[ ordenador proporcione antcs de enviar- pecífico que poco ticne que ver con el armado a cortantc de una
los a la obra. Casi siemprc, incluso en el rneior de ios casos, ha- viga corno L¡rl.

brá que completar los planos con detalles constructivos


Todas estas cosas y más, tienen que valorarse en sus iustos
suplementarios, reaiustar algunas secciones insuficientes y reto-
términc¡s y hay c¡ue dedicarles la atención dcbida, aleiando el ries'
car algunas armaduras de construcción difícil.
go de io que se comienza a llamar "la patología del ordenador" o,
Si Io que se introduce en el ordenador cs un d¡siate, el como dice .J.Calavera: "No anfundir la precisión de un ailculo an abun-
resultado es un dislate mayor. dancia de decintales".

Un elemental descenso aproximado de cargas en los pilares Una reflexión sobre los listados de ordenador: €n €l presente,
más representativo del edificio debería scr una práctica obligada es tal la potencia de cálculo de los programas de ordenador, que
para todos los que usamos este tipo de prograrnas y, sin embar- resulta físicarnente irnposible materializar e identificar todos y cada
go, no lo hacemos con la atención necesaria. uno de los elementos que se analizan y la infinidad de combina-
ciones quc se realizan en los cálculos. Adjuntar en un proyecto los
Comprobar que las especificaciones de los matcrialcs y los listados de ordenador, en nuestra opinión y experiencia, resulta
coeficientes de seguridad que deben fig'urar en los pl.rnos se co- una tarca costosa y totalmente inútil; no sirven de nada.
rresponden con los datos introducidos en cl ordenador, una vez
más, debeía ser una obligación ineludiblc. Lo que antes era posible, ahora ha dejado dc serlo, y no que-
dará nrás rernedio que establecer una nl¡eva vía informativa en
Obtener un plano previo de Ia posición de pilares, vigas, for- nuestros provectos que, siendo de sentido común, permita una
jados y contomos de huecos para superponerlo ¿rl plano cJe arqui- aproximación sufic¡ente y razonablc a los cálculos realizados.
tectura, y ver quc existe armonía entre lo quc se va a calcular y lo
que se ha proyectado, tendría que ser L¡n paso previo antcs de kl fe ciega en ios recursos informáticos y la supuesta facilidad
poner a rodar el programa de cálculo en el ordenador, de cálcuio que proporcionan los programas de ordenador balo su
aparente potencia y automatismo, inducen al error de creer que
Confundir los lados de los pilares y el anchi: por el canto en con ellos se pueden suplir los conocimientos estructurales nece-
las vigas constituye un error frecuente y requiere rnucha atención. sarios para proyectar una estructura lógica, sólida y económica.
I-os programits dc cálculo "automático,'dc estructuras ni son au_
A menudo tenernos la profunda sensación dc que el corrcep_
tomáticos ni sirven para todo. Los disparates que pueden llegar a
to de "discretizar una estructrira para su cálculo" no se enseña e¡l
producir ios orden¿dores cuanclo se introducen estructuras y
nuestras escuelas. Tener claro lo que es un elemento lincal, super- ór-
denes irraciolrales en sus prograrnas y se obtienen unos planos de
ficial y volumétrico y cómo puede ser discretizaclo para su cálcu_
armaduras que no se revisan y se mandan a la obra tal cual: iSólo
lo y poder obtener una aproximación suficienterrente válicia cle los
Dios lo sabel
esfuerzos que lo solicitan, debería ser una asignatura obligacla
en
los programas de enseñanza del cálculo de estructrrr¿ls. iR¡ecJe alguien con algo de sentido común dejar la responsa-
Muchas veces se reprochan a ios programas de bilidad de un edificio, con lo que ello implica en bienes
cálculo ,,auto_ les y vidas humanas. en manos del "automatismo"
materia_
mático" aspectos que son prácticamente imposibles de un programa
cJe predecir y
de analizar, incluso al margen cJe los propios programas. de ordenador, sin nlás, como ciegamente parecen
demandaialgu_
nos técnicos?
510 Los toriados reticulares

Aridos con retracción


Físicas Retracción de secado
Afogarado
Corrosión del acero
Quimicas Reacción árido-alcalis
Carbonatación del cemento
Después del
endurecimiento Ciclos hielodeshielo
Térmicas Variaciones estacionales de la temperatura
Contracción térmica temprana
Sobrecarga accidental
Tipos Estructurales Fluencia
de Cargas de cálculo
fisuras
Heladas tempr anas

Plásticas Retracción plástica


Antes del Asentamiento plástico
endurecimiento Movimientos Movimiento del encofrado
durante la Movimiento de la sub-base
eiecución

Fig. 13.3. Tipos clc fisur¡s. {[furabilidad dc cstmctur¿]e rle hr:'r:'rrigón Cuía dc cliscño, C.F.B.)

Cargas

Reacción
árido.álcalis
il
Conosión
il
Retraeión
de secado

Contiaccx5n
It
térmica
¡nicial
- - -
Retracción
plástica

Asentarniento
plástico -l
-l '1 ffia lre

Fig. 13.5. Elcnrlrlos de fisuras irll.rírrsecas en una estrt¡(:l.rrr.r de hormigón hi-


Fig. 13.4. Aparición de fisuras a partir de la colocat:ión del hormigórr' (Durabili-
potética. (Dur.titilid¿d dc cstrtlcttlras de horrnigón, CEHO, Boletín número
dad de estructuras de hormigón, GEHO, B<¡letín núnrero l2 C E.B.l,
12. c.E.B.l
5I I
Los foriados reliculares

¡ll¡pró¡lt | ¡nra¡rnrl lFlttrtL lo*'- I l'?dCó'! ;*


il',1
iiiiiii
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i + -_*..._*....i *_. __ .-+
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le'""-o" ico""ri'o.'oou :a"o,a,
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1...._""_ iT_ _lT _ l:*nj'** iasmcr"' i*'
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i,a..r¡ ,qn.üo I
lmooe""or.e I

*. +I . I
,oororrpe.arrr
I .-----...i-....--...J- L- *: l.* I

-.....-...
Retr&c¡óna l' ! -...-. - -
Ro'racc:ón -.....-.*L-*-*.
In*.,'.-tt¿oiutn"...onoiot
iino'r"o'0. lRedxi'cdúa.úColv¡ne
rlriii Ju¡16 !.rtin.rr
prqc¡¡
,p,."c¡"oorc,!das:Junro
i
oetg,rc¡ss :
I

t¡lopltD i I in¡ncaca l*** loe¡e¡r¡rolor¡ ioam


i i I.gittc) I i"-*o.'*"". l*.* i
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aúo¡rrúdo il jCo.lra lxo,rnrOOn lercol'eOo Mo?cts¡i¡cr¡ rrúoixtqrado lOorefOar lat
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f.."u*"
* '-r: irroomcot lnoo.*.* iy*roeco i*t ',*
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Tabla LJ.4 C-l;rsificación de fist¡r¿rs intrítrsecas. (CEHO, [3olt.'tin rrrinrero l2' C.E B.)
5t) I ¡rs /irri¿rhs rclitttl¿n's

13.2. Los errores en los proyectos de los LO,i ¡l;fallrr r't'a f:'l :r:: !r-lc:ncio :.e pueclert ;r¡rreci;rr, .rrltliitctr tln¿l
( il t ¿
.,.-.r...
l\ : -'.) ( t:.!il(la) clr,c'cl;n ÓclrltÓs Dor las
forjados reticulares
I

t.r brc¡r-;crías, si..llir' a' i,r' nesgo y r-rn costc inúlil.


.Todo los ca¡rílulos anteriores estálr dirigiclo-- a (-",r1¡)r p.¡to
errorcs cn la concepción, ¡:royecto -v ((,)rrslni(:ción cle u¡i
le.rgíirs y
Íorjado reticular; no obst¿lnle, conviene recorcla: qttc el ttt.t¡'ttr
crror de proyecto quc po<Jerrros correter, pllelsto qile .erá el ori-
gen cle ol-ros muchos derivaclos dcl nlisr¡o, es el cle eclt:ivt-rt-.1tt-it):
en la clccción desu cartto. Han sido Lartlos los ¡llollt-:rl;r:- tler;',.r
dos de proycctar y construtr canl-os reduciclos en cl ¡l.t>aclo clrre
afortun¿lcianlente en el ¡rresentc, poden,os consjdcrar t¡tre la eta-
pa se ettcucntra ya sLlperada y corttettzalllos por la Lei' rJcl Ptil-
dulo, a caer en l;r patología colrtraria, cl[le c5 lar,le ])rL)\'t-'ct¡r l
c:clnstruir forjados coll cantos excesivanrclnle alLOs \' ¡rc'-u;iclils, lo
curarl resulta una patología b¿lslantc nrcnos ¡tertric. tctr;;r cllte l'r ¡iri-
n1era, pero igr.rirlrncnte costosa. ' ?Afto

. Otro dcl<.¡s errorcs frectlentcs crl el provecto tle los fcrrjados

reticulares y cle losas macizas, tierle quc ver (a)r] el ciLr:;]prol"'ecil:r-


rfrieuto de la capacidad resisterrte rllUlticlireccrctn;1 ett :it ¡r1;,nt,,
obligá¡tlglos a tr;rbajar unidirecciotralt¡ente. Lo .rrrt¡riclr :;e []!Lrclir-
cc siernpre qlle en una direCCión existan luces elci'¿<l.ri Y en l.'r (,)ir¿t
luces dc peqr-relta t-rrtidad.

Aunque con carácter rciterativo, no está clcm¿i:. rer:(lrcl¿rr L;.irrr-


bién aquÍ, qrre si bicn el foriado reticular represL,nl¿r Ljtrir s(:) L;LIór-
icleal para resolver problcmas fulncionales de to.lrr ltD,) t )l.r :rL.r
!li-
nifica qr.re no delran respetarse ullas rnirlil-]-la! regl¿is cle cljsct'rt-t,

cs¡-ter:ialmentc Cn SLIS bordeS y c.rr laS dlstribtlC.oireS cit, :t-lÉ,:ot.


t-:s perforaciofles en los áttacos favclrecett l.ls ilecir¿s Y L-(-)loLclli
al forja<l<-) etl Llna sitrra<:iórr delic¿¡cla frente.¡| llirIl-¿L):'ráfr-rielIto

lr li; l:;. l. .l- . . rl-.'ll'r:' irri\c'..'l' i.rl"' ;iill


. ;:-.¡Li,rt. ..' -É' :r. .r¡lr¡¡ .r i v'"i.1 . .e'
L(-r' .;::Li:.-LC, , i;-.-
I I (i- lr ii :,- : t-:r

. S¿rc¿,r clr:' i Illti:\:lo ic-r: iorjados rtllicr'tiares' crl'ltldcl t'los


L-lltll(.ñ¿trlC> .il ;11' l( ¡fl!-): Coll (.trg!15 V h-icc:s par'r itls tltlc !l(-) sc
elrC.LleIl'rl.1fi l:)rrrL,¿li;1íll)::. c,tl¡t'-;tituyC tlrlO Cie lc¡S t:rrc¡fCS lllírS
.,1- l-t-'.t'tL.:t¿ir Lltlc }liL-llsall C¡tte l.rS üL)S¿i
pLlL-ClCIl
lrÉCrteltl{ r-l .
colr:'t rLlir>rr li 1lr;eclcri il:Ltr-:i¡ri't: eu trtl ¡l;'t¡lcll' ¿lllrlqLle lil re-¿rliclacl se

ciliflc'lle l-11-;1 . r': r, ,-\il'il tll cleltit--rStr¿lr lo contrario

¡to ¡<lr¡liti¡rl etr getrer;ll


LO> tlcl-', i'-rS iit .,j'r t':llc.r-ri¡rr Lol-lvcllciÓnai
y' {tlitrrcio esta:; b'¡tras sclrt
nr¿is cie clt;'. l-,¿¡l:i,'' ut: iltxitirl llosiLiv'r
lnáXjlllo c1r.re l:r ti¡-lcllogía
c]el .:;.llrble 0 ]1 :Lctl¡.li .llC¿rl.lz.lclo el tOpC
t-'nt¡lcrittttrtls crl ir ttt¡is
estrllclrtl¿i ,-:,.'.i-'Ll.,r i-rr-1trde 'l¿lr tlt: sí Si tlrls
cl 5'rlirrlos fr-iera
;rll.i. tlcbt'rer',ra illie¡¿r (-)tro lllo(l6rlo estlr'lt'tr'tr;rl
discñ¡trrclo
¡l¡l ¡.:nit)o,:i:lial'.1 tit'lt-¡s Iorlat':lo'r collvL'l](ioLtiries
gr;rncles rle l5 ó 20 tlnr tle
cltrtls fr-tt j;ti.lL-'s il¿ : enlos lllás 'illcllo'
grave irtcoltvt-triel-lte cle pescl
tl acr-tcljt'a¡ ¡i .ri.l:.:r.r'lcil¿t5' con el
(roll lLlces clevadas sc-
qr," Lta*'r,, i1i1-¡'¡¡-rr"'¡¡ilr) l¿rs ttlisttlas ctl¿-ll-l(lo

exjgen c¿illl,l! ii{ clrtidacl'


(l'; 'i':lLL-l ¡l(-':i ']Lri'r
t'ig. l'1.ó Apli< ;:cit-rrres inaclecllacla-d' 'le
[-(): l(rrJdilt)\ ltlltulurr\ il3

La Fig. 13.8 creemos que resulta suficienterlerrle expresivd por


sí misma, poniendo de manifiesto las consccucncias clc lo cx¡.rrics-
to anteriormente y otros errores añadjdos adicjon¡les: Situ.rción
inadecuada de las armaduras, rccubritnierrl-os exccsiv'os de l;:s ¿t'
maduras supcriores y perdida generalizircla cle br¡rzos nrt.tcánit cts,
irnposibilidaid física clc quc pcnetre el |rornrigórr etr Io5 nc-'rvicls y
falta de lc¡s calzos irrtcriorcs

L^r patología rcflcjada err la Fig. 13.8 resr,rlta mtrt ho rrrás fre-
cuente de lo que pueda pareccr.

s
Irig. l3.!l PlarLlr-¡:r,r'r :lrlTrcc,rrt-'(-[oycJe:;mesr-trar.lotleunaesquirlavcrl;rcla
c¡rtc poclri;i r-t5rJ."i-l'¡i :¿r': r--lr-'lll.r: r:r:rn lo:; propir-ls rectlrsos qur-'¡roseen Ios
forjados rc'tir:rrr¿r:',

o Los crrc)res cle análisis, si bicrt suelen scr rxtlyfrecucntes, no


planleart en gereral patologías si no vienen acorrpañados de otros
r:ircunsl¡-rnr ialnrerit-e ¡clversos, LoS falloS tnás freCuentcs no raCli-
c¿lrr (.)r-r t--l cilcr-llO ¡tro¡rt;-rtttt.:trtc clicho, sino erl la elccción de los
parámt::tros cle cálc:irlo, l.r r¡lclelización cle la estrr¡ctura, la eleccicirr
cle l;is hipritesis \'fn l;r re¡rrcsentación g¡ráfica final de los resulta-
dos

Fig. l?.ti.EI r|isrnoforjarJocncorrstrucciónvd:'str,.iÉ'. 1li t':r'(orrslrlliclo. Lo5 crr..,rL] lr ¿< qravcs son debidos a despistes absurdos:
Clrafi;¡r erl ¡ilan,.ri I,l:-r (-;rrrlo l-rlcnor al calculado, calcr-llar corl car-
gas rruV ¡:or rlelralt.r cle l¡s cle servic:io, olvidarse clel ec¡uilibri<) cs-
Con ¡¡rmach.rras cle flexión positiva nrtl','tlens.ls, l.r lCclr¿lr.lir tlc:l
horrlrigón fluye por IOS laterales de los casetcl¡p'-' i t t.rttiiqrrdrr Lln¿¡ tálico r:lenterrtai r.lt1 t-r-rrriLltllo, ctc.
bóvcda cle cristal qlte envuelve las barrar. rnÜltrdrrclc) apc1r1-:rte- jt:rri ¡rlos ilustrativos, c:ita mos algr,t trtls
A títu lo ni(.,l'¿1 i.lr:.llie r-1i-' c
mente un¿t fals¿l soliclez cle lcts rreruios; b¿l\Id gL)ll:)c'ár el rrt.:t'vio Corl
r

caso5 en lo'-; tl,t. lr-;il-rüs l)rot¿lgollisLás y res¡ronsables


una barra para que se clesprencla el fráeil rccirbritl-tit'rlto. clei;rtrcicl
a la vista las armaduras sin aclhcrencia cle tlpo ;rlgrrlo

.
Tantbién res¡lta tnrty frecttcnte la ¡lat,rlo'g;r
(-1e
'aqr-ielloi'
cll-lc
t'l comportamiellto lllet-'it-rtt tl -' t{::;i:Lt''tlte clc l;is
no comprcnclen
placasyseernpcñanenobligarrlaatrabai¿jrrleÍortl..i¡rlrstlrda,
cle
lompli,:anclo la ferr¡¡lla hasta lírnitcs irts<t,cpec!-r¡(ios. sjrl
at:ab¿rr

fiarseclelasetlornles¡-losibilicladesyre(l,rsl)i'¡sis'.e,t¡tesqtre|]o-
,,;ccn los foriados reticLllares qllr: colllo I¡l¿rcas
quc 5t)lL' soll citpS-
ces de clcs;rrrolla r rnu lticlirccciona lmentt

5i una csquirra volacla exige arn'raclur.rs llr')l erLL lTll¡1 de l¿rs rlr-re

físic¡rnrerrtc cabe ttn los nervios, sienr¡lre se l]lli{-iel-,


rl(ilr( ll.lr l()s
(rl

rIisnrOS clirlrit-rarrclo piczars cle aligeranrier-rto i' L|)!r-r{:) lil'riite, ¡-rttccle


macizarse nrt recuaclro con]pens¡iclo y crllt-rt,;r utl llr¿rllarzc, stt¡,rcrior
y otro in[erior, sin necesiclac] de establecer crl g;rLtnr;rtí¿rs clc- i-l¿trras
esviaclas qLle se cruzan y se Superponen errtlL,sí, iornt¿rnclo tln
caos qut: procluce más desconfianza c¡uc segrlridacl'
Los forjados rctkulares

Los pilares de la figura 13.10 se fisurarori tt:dos por flcxióri err Tcnierrclo prL-senle la Fig. l3.l I y no pensarse err la densidad
sus cahzas, debido a que en el ordcnador se intrcxJuicron corl Llna de arnr¿rcluras qLle se acutttulaban sobrc cl pilar, Y no existir tlna
altura de 3 m y se construyeron con una altura inferior al mcLro' especific;rción apro¡riacla del nudo en el proyccto, el sola¡re de las
banas previsto genéricanretrte mecliante patillas fue olímpicamente
El incrémento de rigidez de los pilares construidos produio un
momento físico real rllayor que el previst-o teóricatnentc: err stt di- ignoraclo, claclo c¡r.te rcsultaban casi dc imposiblc construcción por
mensionamiento, que no detectamos hasta qLle nos llamartlrl al Ios ferrallistas: Ltn cl¿lro enor de proyccto.
visionarse las fisuraciones en las caras opuestas a los vallos'
c:ortos (le
L,a t)átología anterior resulta frecuente ett los trantQs
pilares comprenclidos entre dcsniveles de foriados y erl aquellos
que se empoLran en los muros de los semisótanos que no llegan
al foriado. Los esfilerzos de flexión amplificados en L'slos pilares
por su mayor rigiclez y los cortantes sobre sus cabezas dcbid<¡ a
las fuerzas transversales horizontales quc induccn las retraccio-
nes de los foriacJos sobre los tnismos, sc superpone¡l con restll-
tacloS desagradableS, si est6s peqtreiros tr¿¡tllos no se L-llctlelltrcln
fuertemente anllados y estribados.

En un pequcño edificio, la esc:¿rlera principal tcnía


tranlos cle
unos tres metros que sc resolvieron corl una losa de ló crr y va-
la sección básica t:ons-
rillas del $8. En los planos se especificó
tructiva y la frasc que clio origen a la patologa'
"Todos los tramos de

. De'sgr¡¡ciad¿rn]erlte'
esulera se cOnstruirán con el cnte.rio mencíonado"
pero cort (ln¿i Fi! l3 I I r .rncldie ina(l(¡cuad() de barras tlt:l s25 (ltie.tuvo,qt¡(:
existía otra escalcra en el edificio de utr solo tramo'
E;llr.rilnlc
.,.i sotuciotn¡o en .rllr¡ rl'c'cllarlt't'soldadtlras' por rlo venir especltlcaoo
el mismo criterio'
luz de 7 metros que el constructor elecutó con aderuad¿n:cnie eil el ProvecLo

Elresultadofinalpuedeadivinarse,laescalcrascp.rrtió.afor-
y sin pro-
tunadamente en esl'e caso, nacla más quitar el encofrado
Se nlirc colllo se mire y se piense lcl que se ¡riense' no cxiste
ducir daños a los obreros.
planificar y diseñar las
cxcusLr ;ilgutra tltre int¡licl;t ¡r los proyectistas
se 'rlter¿iron clos tra- hatgamos su Cgnslrtlc-
En otra obra, al grafiar el cuadro de pilares' ¿¡rnracluras c1e una tlbr¡¡ dc tail m¿rlera c1r'lC
Iros veamos obli'
mos.Eltrantoinferiorde50x50ibaencinradeltramosig\li(-l.lteque ciórl lo nl.is serrcill¿r v raciotral posible' aullque
después cle ha- ferralla excesivo
debía ser de 40x40' NacJie advirtió el enor hast'r gaclos a terler (lut- clisporrer un volumeti de
40x40 tr-tvtl qrle refor-
ber construido varios foriados El pilar cle forzaclo por l;rs circuustancias de la obra
50x50'
zarse hasta conseguir que resistiera lo misrno tluc el dc
ferrallado de la
ConstruidoenlaviviendasuperiorconunQsresaltosinnecesarios Fre'nte al cle-scc'lntrol qr'rc se adivina err e[
por un arrálisis dcl foria-
y molcstc:s en las tabiquerías' Fig t3 l2 yrro¡riciaclo sitr lugirr a dudas per-
3 expresa, sin ser del tocio
clc., de,luclos¿r caliclacl, la Fig.
t 3. I
que las t-osas fut-ron perrsardas y
'l,j¡faltadeespecificacionesydetallescot'lstnl(:tivQs'espe-
qtre cr-rirlquicr fecLo el rcsult¿irlo ollterricl<¡,
y singularcs tielle-
cialmente en los puntos delicados estllcliirclaspcll;}CorlSL-$uirurracalicladestnlctttraldigrta,facilitan-
quc parezca' quizás sea llrlo de los niales del foriado'
ar,rua,uru ¡ror simple c{o al nráxinlo tll proceso c()llstluctivo
cacl]los un¿i vez y otril los
enclémicos en los que reiteraclamentc
la costtlmbrc de re-
proyectistas de estructura' Si no adquiritnos
a la escala adecuacl¿ los elementos
di'
;;;;;."métricamente pucrlen scr constrltidos'
señados viendo lo que ocupatr cónto
y
al deiarlos e¡t nt¿¡rtos.de los operarios' éstos
con plena segurÍdad
nrás fácil y cónrocla paral
los harán de [a forma que les resulte
ellos, que no siernpre será la melor'
L¡s i,rl¡,1 r- r, lrL r/Lrr,'

l-i{. I I l.' lr:-'.- :r.l

'::\

Fl i,,n()1,11 r¡llC l¿ls ¡11']1¿rClri'';r ' -' ' ., .-, r- l-Lr(l t].l(' llL)
irrde'filricla err los
slrperan los l2 nl y dibui¿rrse lr¿irt¿s 'i' l¡r r: i,tci ,t
err-rrl)¿illlr(r! i'1
. l-:;t, f '-'_.1 .i(l¡s (-()llr(.) cl
lll¿irtos, pll(rdel I colrcltlcir ¿i
- I ., ..'i,.lc¡I;tlllrltti
recogiclo ell la Fig, 13 14, si ttc-¡ cc rltrt;ll'
ltls tlrlt:: r.. ::()f i-i,: lllC)'eCtO.
ciónclc v cótno clclletr ittrccrse
5ló L¿s Iontdos r(liillarcs

cc-rtlstl]l-¿lr debió petrsar lo


(luc (lc elrst-'rr¿',n/¿ p()r r,ós c[-l ¡lilar rr'ri-t;iltccr el r-orlstnlctor silr
Merece la pena reflexionar sobre lo q,," ato art-uio. Llr,rr- i-r¡ciíci ct¡rtariiis V ias cortó; dcsgraciaclanlerrte
oposición se deduce de la Fig l3'
l 5: .¡,"a"nori¡. t ,;r estn-lctLll¿ se tuvo clrtc reforzar ¡lrácLicanlt'n
¡1r,.,,a
tÉ CIt tL)Lirr:' --. 1'- ¡r¡.\'iir::

.l
--*r-F:

Fig l 3 l l Utr ¡roeÜra de errores :Llpt


l llr-rr'rl": fElr
(lt-construc-
octlitaS en ios tter-
las arnraduras superiores sc encuenlrilt.l ¡.q li ( F': '' :::-:-".:iiLr\"cotrc)con:iL'cllcIlci¿inevitablc
fl:1r'.".:1.1:]t dos r:ltrc tlt'
vios, pese a ()ctrpar ti'oi'"' nf"nt''l
rcctrbrimierr[tl r ¡xrdicl'rs cle
i-]r¿rzo-c
beríarr ocupar: Exceso cle
mecánicos.
. ,\n:.- :i. irr'.¡tiu ¿rt esle;lpartado' utla llamacltl :i:::.L*:
y ocultarliis et¡ kls misnti-l:' r¡ ¡'¡.-¡'¡r.r r-lrl{' [icllL]rl algtrrros ¡lroyeclist'rs':':-,:l':,:\:i:'::l
- Disefiar tres banas por nervios -<rtbre clel diseño y r-rbic'rcitrtl
de la5 dI-
rcsoi','cr:É t a)tia): Lr' ¡lroblcrrrirs
ilpil;.;to.ot "t honnigórr y vibratlo corrl'ctcrrrrerrle -.- 'r"¡¡:,,,' ,,c I'rn.ttlt);;;ilu1"*t ensanch¡ltrrJo los trc:rvicls ¿r l5
sobre lllot¡les dc llolics- !L
lll(¡L¡t¡lL¡-r \
cclmtlnidad
- Aoovar cl mallazo y las armaduras \rrr't-t''")onJt-'
' -"¡ I '-r¡:i ¡r sr'tctldcr cn algr'trra
iffia ;qtte;J;;;se ;á':o:,1:
irtcrusIeIl " ::l i":-':,.
ell "lIO\ ::':
lrr >rrr l' :''Ji.li:l. 1 l() '-rr) L \'r'\" "-^:-;;';":pi"r)c:rr('ccrcl
.'.on¡.'-1¡ li-¡ -tlr'¡l clile t:ottsig¡'ttllt
es etlc¿trcccr
1os ¡rroblcnras
lorlaclo
(-orrlo
dotarlo
demtres-
las o'rl¿rr corl \rrr'r :,:i:..',;. ;t"=.'l' t-"'r''tro''rtt t-'Jnl't 'l*
su eficaci¿r reslslt:nte ¿l tro
c
o1¿aitcJt".nte tr.r la Fig I i3 17
aclherencia Plctra'
teórit-o cotrduzca ¡i trt-s b¿lrras Sirvalr ¡ltres, las bret'cs
- l)etlsar que por(llle cl cálculo ¡l¡'5''16q)li¿lr lc)clir pir.rccladas exptlc'st;is' collrc)
por llervio' e'iu' pt'"a"n
clel Q 20 'rnclarse.v
tln zuncho clt borclc de l¿¡ es- urra llanrad.: cle atctlcton
su potencia sobre algttnos asPectos
'"'i't"ni"'totrc qll(:
casísimacnticlaclqlleSeaclivlnaclrtlatigtlr.rl3.l5,suponc Lrúsrctls (l\- lo: l)lL\yectc)s
grave y ccltrsicler'¡Lrltr
trrl crror de proyectcl consi(lL-Ianlos proclttcctt las
- Siaclemás, colno sucetlc'.las
o"lt* u.rtologias llr¿ls IreLtlelrtcs V
1:]::]::::::[
Patillas netesan'ts!^'
l;:i:i::':; ser
gativa carecen clt: las
y error ll,,n''utiu,.s' y qlrc poclrí'rn
trula: tnor cir colrslnlct:icin s n Ilr as qlle '
eficacia re¿¡l cs totalmentc cvit¿rd¡¡ si
.1. tu ,ur,"*itión técnica de
l¿r obra
,-rr"a,u,les trlt tllitlilno clt-
.i.-¡ s¡¡tlfrer '
, Colocar el zu.cho de borcre pegacro a 1.r t.rtric.r ater,ciór, Y tlctlit 'lciott
tlr¿lclectr'rtirrs ¡' 'r 1a rnr- cr.licladtlsa a los mistttcls
clo, concluce o unt''it'Jtt'f"in'i"]''ttot
oosibilitlatl ti'ito tiJ o'c,att
l"fttt"l l'": "l rttisnto l'r: p'rtillas
:: ";ilü"" a"u"'iun habcr tet'clt-r l'rs 'rnr-¿tcltrr¿rs

reticr'tlarcs cor-r ¡lil;rres rlrc:lálicos'


Ctlando sc cliseñan forjat'los
' la
que tistos tit:ttctt qr'lt: '¡Lravcsar
el proycctista no pttctJc Ñ;; pueclan discurrrir l¿rs
cie los lrtisnros
placa e intpidcrr que a trauót
armacluras, cosa qtlc "";;;;
t't los ¡rilarrt:s tle horrrigórr' sialgo
el ¡lroycc:t.,
igr.rora, y rlo se ¡rrevé cn
lan clementar y evidente se ló
t''ot"u ttt- lu rig I 3 t¡Lre al trcl ¡ro-
sucederá lo qrre suceclii "'i borclc ¡l tra-
pas¿lr las c:inco t*"a= tl"t (r 20 clel lLlrtc-ltc-l clE:
dcrse
I os /or¡udrs r¡lirr/¿rrs

l?.3. Los errores de construcción en los


foriados reticulares
. Los fori¿rclos reticularcs sotr [orjarJos pesaclos, y cletlcmos
tcner cuidaclo con las cargas que transmiten dtlrarlte sr-¡ cimbra-
do en las fases de construcción. los pesos clc los lorlados retictl-
lares cle canto elevaclo stiperan las cargas de servicio h¿lbiltr¿lcs
y rcquieren que lcs prestemos atención No cxisten patologas lla-
mativas por esta causa, pero probatlletttettte algr-rnas patc-rlogías
debidas a las cieformaciones dileridas ¡lrrcclt:n Lerler stl origert ett
las fisuraciones y, por tant.o, en las pórdidas de rigiclez dc las sec-
ciones dc los vanos, cuando se sobrecargan durantc ltls procesos
constnrctivos propiciando mayores fleclt¡rs tle las que cabrí¿tn cs-
perarsc cn los mismc.ls.
Fig. l3.l8.A¡r--r.:cIrr¡sclellexiónncgativasbiencolocadas,si nofucsepor-
. quc cl zurrciro cle borcie pegado a la tabica impide qrre amb()s elerllerttos
Sin embargo, y sin considerar la escasa atención quc se pres-
tcngan l;itera n-,ente los rccttbrimientos adecuados.
ta al veftido y curado del hormigón cn las eslnrcturas de cdifica-
ción, los errores más importantcs y trascendentales cn la
Inlos laterales y cn las artnaduras inferiores de ]os ncrvios,
consLrucción de los forjados reticularcs tienen que ver con el mon-
especialrnente <tu¡¡¡lclo se supcrponc cl error cle prclyect<l y se rJi-
taje de la ferralla cn los mismos.
señ¿rn nrírs rle clos llarras, la falta de espacio y una mala coloca-
Desgraciadarnente, una mala política social cn la fornr¿¡cici¡t de ción dcl lrc.rrnrigón, conduce a coqueras y unas pérdidas dc
nuestros jóvenes, ha desacreditado considerablemcnte cualctruier scg'Lrridad por falt¿i cie las adherencias necesarias. El no apoyar fir-
titulación que tcnga quc vcr con labores rn¿lnu¿les, sean éstas del rrlerrrerrte l¿rs ¿rn'r'r¿idur.ls inferiorcs cn los calzos adeclrados y el
tipo que sean, en beneficio de titulaciones .rc.rdóm jcas tle tlase pcgar los zr.rncho: cle borcles a las tabicas cjel encofrado, son cau-
teórica, ya de por sí saturadas y de escaso interés para los nuc- sits irr¡rortiintes en I¿rs faltas de recLlbrimentos y de adherencias.
vos rnercados de trabajo.
L¡s conEecuenci¿rs cle lo antcriot qucclan patcntes en la figura
Lo anterior ha propiciado que profesiones y activiclacles con l3.lc)
brienas salidas laborales y bien remuneracl¿rs, fenaliistas, errcofra-
dores, montadores y maestros albañiles, hayan caído cn manos de
un personal practicón, sin ilusión alguna por cl trabajo bien hecho,
sin cualificación de tipo alguno y sin el rr]error corrocirlicnto teó-
rico más elemental cJe lo qrre se traen entre mano.

El conjunto de errores constructivos qL¡e exponcmos a conti-


nuación de forma básicamcntc gráfica ticncn cl cJoble objetivo de
poner en evidencia la escasa calidad de los nrontajes de tirtnacJtt-
ras que existe en nuestras obras, y llamar la atencrón sobre las Di-
recciones Técnicas de las Obras, para que tr¿¡te¡r cle evitar cl
cúmulo de patologías, de mayor o menor entidad, que por estas
causas se producen en nlrestros cclificios.

. Un mal endémico en la construcción de los forjardos reticu-


lares, como venimos reiteradamente exponiendo, tiene que ver con
los recubrimientos, pecando los mismos, tanto por defecto como Fig I 3.1I Cócturras v falta clc rccubrimicnto en los borcles de un forjacio
reticu la r
por exceso.
l-os itrrl¡,i¿s r,'ll(¿l[1rr's

Salvoqueeletrcargadodelat'lbratioltlit]olili-tli]lrltl]'l(-)
'05 (
(.leicilicii-¡ ori'ts !
constante y continuo en el hornlig'oll¿tdo'
cle la luz {lrger;'r:''fl¡le fLr¡:r;r
crrr¡talmcs clel proceso ell los cuartos
pucdell in)llQrlÉr al lr-risllicl t-tttr.rs
cle ios ábacos), la anarqrría que
patentc en la t1er111l
operurio, sin cotrocimiento, qr'reda 1
ail:)LLto:\.'1\Llaleb
i'l :::
,in ll.,go, a cltldas clará origen a coqLlerar'
J*ptor.nto, en lo-'; techos y em¡lalmcs i¡1¿1¡;¡'¡r'''rcl.l ' t- lrlr(l
entre ic¡i ntl''r'rrt'i (l..l,L
i;;;g;;"t ¡ror laltir del c<¡sido clrlc
prociucir un villrado correcto.

{)plfllllr(r ill t llil


-. -iiir,:t(:) tlrr.- trlira corlsidclr¡rii ¿5''r t'iirr-ti-
,,.,1. .,i, r.u,tr''i¡1,;11 (ltle (
')rrc'ta"'¿¡¡1¡
.r:' ¡1 .-':'

r-i! r i"'-r ' -:-':


fig. l?.2(). Arri:rqrlía l()tal en i-'l proc:e:er
|- - 1 ri'- 1 " 1- ;ii illl flroccso irlcorrt'cLo clel lrorrriigtltl'lclo'
j 'l(:
-"p1,;i"- ' . ,,-; ' t;'.,cle il'rrras cn lt)s nervic)s ¡ror etrcinrtr ckr
,r -- (Lrt
alal\
:i .¡
...,.-i._..-r i.¡ir e:trcltte ¿¡ lo v;l vistcl arttericlrnrente v 'l lo
L

r.'i1. .".1.'cl .' I I l :j -l

,.p f
I
f

se
h¿rililLl¡l lratologtt;r'
. Si, i L)r'r''r :-LLrl¡ 5el r'rtta llrilc:tlca la f.rnr': qll. sc
l;_.,r,:,¡,_iLiras á., nerr¿n posiriva rlc tlt'
s.:.D..nilL.r_ u "otuttt. "l lr¡li¡zo
l¿r

incll.¡ ,': ¡ : I :'; ' tl;;.: u"'lu" ';"'ytt


t-jrr clich¿'fr+rr¿t' It)s resltlt;lclos
l¡¿1lrel¿r (-lilt:crrr'irifrl ut'*tit'
t:'^''1:':'.liiii.l:ilii:l:l\:
r'**",t],::;i,,-*,':,. .,,., cle scn'e1,rr't'-' ' r'" "''tt--'lt'n=t'luti'uot
Fig l3 2l Fl obrcr. cl.c,la ',.:,] :';.,:],1.' :i'''-r'cl
(orr()srorres 5-
Il lir:I-'rs
e,iitlle.rtse pdra
(1i51 rlt)Lllr er
i.U',,i.ti'-.
i-.int la t¿¡l¡ica) VlsLcl
".
Fi¡¡ I I Jt' .l.rlr:!lo cle llrl rcticular con llrl nror'ltajc ¿icÉlf)iabl(l cie
--,, - -l ,:.: .
1,1q; -, 1-ÉIló r el rnallazo apoyatlo sollre los bloclucs
rid t'¿ )a AI)ov() inLorre( to dcl nltll'rzJ cl "ilÉ'cl (i: c¿ l(]5 sLrlapc
cle las b¡rras
i'iY;,i'i'ÉiliáiiJ';;;;¿1,;;;v suspcn'iór'' 'tr¿ri¡r't'rcl'1 mallazos en los ret¡cula-
de flexitirr Positiv;l Lor, rec.uorirr'rientos inferiores cle los de
rr:s cjr: Illoclr-lt-,¡ percliClos Cle llOrnrigón,
no ¡rlantean prOblerri'rs
y' si es ésta la razón para cle-
;;'ü.;; ''l ,ror',onr,, cle clLrrabiliclád
en los mismos'
de compresión
n.lonAo, ltts 5 crlr lllíninlos cJe capa
dcSaCtlerdO, pUesto que COn-
ut.ta \¡ez liiá> rrarrifestarnos nUeStrO
recLlpera-
ll.,a"n ,rrl.,o en 1os foriacJos reticulares cle casctones
que vcntaias' como tuv¡mos ocasión
bles) a rn.ís jrrccltrl'etricntes
cle exporier err el Cii¡lílr-rlo 3'

. L-¡ i¿rlL.; rle linr¡rierza y orclerr ett los tllontajes clel fenallado de
Ios forjaclo:, ¡ienen stl o,ig"t' dos callsas incuestionables:
"n
- Urr Ir .il ciiselio clcl lorlado'
- Y la f¿rlta cle urlaestralegia dirigida a conseguir eslrictanlen-
te los ci-i.rlro planos de árnracluras que demanda el forjado'

tiiseict t¡lrt forzaclo como el qlle se cledr-rce de l¿¡


Ct)| Lirr
|igI.}27c]ifícr]tllerrtt:resulta¡rosiblceslableccrulrferral]adc¡co-
ha prescindido cle es-
he"rentc lr¿15ti.j el pllllto cle que el ferrallista
trill¿rr cl zuncho de I5 cm que busca el
pilar desesperadanlente
par¿r sostener una parle cie la placa, a la
que cl proyectista ha ne-
patológico'
gaclo sr-r cQrrectQ apoyo en el nlisnro con ur'l diseño

,t'!//
=/

superiorc's
Fie. 13.25. Resuita<Jos visibles cie apovclr 'as atll ¡ciuí'ls
cli

relL.rnrentc sobre IOS casctones rcc'r¡rera'b ti

. En los forjados reticulares cle bloclLrcs perdidos dc lrormigón,


carece dc excesiva trascenclencia q.re cl rrl¡llazo apoye dirccta-
tnentc sobre los bloqr¡es, si no ftlera porque im¡rit1e qr.tc l;rs arnta-
F:t L.i :; [.r:.ri,;' r'¿:erl'iglt:o clel alroyc-l de un forjaclo en Ll: p,ia:
cluras cle flexión negativa sc cncuer'trcn ¿rlgo Irás elevacJas y etr c.lc L.orl: :r:.:- :-;r.ir( cts generaiizaclos,
una posición más corrccta.
520 Los /orlrr,ios rtiirü/,lr¡s

E.l rto respctar tlna ntíuinla cstrategi¡i cle .lrtlr.lcltl en io> lotj.r-
clc-¡s reticulares es la fucnte inevitablc cJel c:¿tos cc-rnstnr(tivtl etr los
planos rcsistentes cle las arrnadr.rras, f)i.rde el colltrol cle
clc¡rrcle se

los brazos nrecánicros consi(lerados cn los c.iiculos V l;rs clt'fornra-


ciones.

Lr eviclerrcia patológicar de ltl expttesto c:reelllLrs qlle t'ltlcda e:'


j j
pléncliclanrerrte reflejacla, una vez nrás, ett l.:s fiqlira> I I't v I :o'
cl¡anclo se incorpor¿l el lrorrnigón ¿l l¿r ferr;¡lla

Y claclo que estc apartado poclríir no ¿tccll)¿i nllf lc(r, r'¿tttlars ¡ fi-

natizar con un coniultto dc. flashcs gráficos ll,¡r:r¿rtirtls, LlLlc


frL-'s

ftrotivcn a trat¿tr cle evitarl<¡s en lluestras obr.rs lFrgs l:i Jo a

r3.3 r). ' l' itlftlrrtet.l cle lcls ¡llatrtrt cit .lt'-r;iilt't.r:

f r tt il . . ;i.. r'',:i,, 'ró :i.,' -i¡lll l.r en 5' ::u-ll tle i'¿-'¡ri'rn

tig. I -3.2¡]. Artserlci.¡ tot¿ll dc un


t)rdctl trt e

cle arnr¿ldur.ls.
ot¡t;¡''foi,li1
t¡ 1) ,-i (l.l zLl.ch(-) silr .lill.rr L)errüitelr (rL
'-- :,r¡ , lr¡rr¡lr'.-]11.1¡ Úl \Lleie \ i il -'l LlcLl:
lt'lli(.1(.I'r :-tr :'i:
-.. 5.rle11 clc'l llcn ir¡?
qlrlllil!:i!' ai! ¡l:l :' i r
|.{)S /(Jrlú¡fl()\ rr'¡riul!¡rfi '2t

Irig1. 13.32. LtS barras clcl pilar sin ctlclerezar ¡ttLcS tle l-orttl;gttrrar
elllflrll¡rr clt- l.-r figura 13 34, el zullcho con :L¡s L's-
Fiu I -j ll F'¡":,- ;:i rJer;;lst.rc
el aspc,cto del foriado Que'pclfece ra¿c)lt<]i)lenrelr'-É r:cj' resLjrLLo l)ese a cll- IrLbils i ¡¡..ir:::;rcir.lr.;i5 c1c flexicin rlcgcltiva cle la IJlcsente ligura te¡lre-
Colltfclrs€ el rttallazO :tiIl ullos c¡lzos tltÍrinros 'itall¡;lrl Lll ' .---'l1 i\ .l lJllll.jr

Fig. l?.??. Arnraduras de flexión sin p¡¡i1l,r;'r'iq u" :rr"ii'r¡ cluÉ iÉ er'rcuer"l
lr;l ;lclt'r'uacl;lr¡r'ntc sr.'parado de l.r t¡bic.: t.rl r' ,:,:,-',. .ieb¿ =el \,r ,rbst.rlrte
la dis¡ro:;ic'ión córr(-.t.r cicl zurrt:ho qr.rt-r:la ;rrr-rl;i,-i.r r-,,-,: ..' ,-lt.-i¡-,-r:.r tr¡ii¿.rcl¡
cn ld el¿rbor¡rcion de las patillas de.rncl(tjc c¡l!.:.ir!,-r:r ri'- ..¡ ¡r[rqorraliclad
neces¡il¡

rq I l -' l_.::,: : (l lr ( (.1'rL'LL(i Qe l¿lf; ¡r-'n(lllrct\ ¡LlltÉIltttÉi


lllic- .".r.:_.1!:::-1.. ,ltl(..()l(ll.l(CitUnfealltliltItLItLLrL\CeS|t-
t-,
,.-; -

Fig l3 34 Difícilnrentc poclr¡i colocarsc Llll lLnr:i) iti\-lt (.lr-Lc c, recogido en Obsér.,al::,: .r-)r i\.¡r'al]-toS i:]e l.rs Llarr¡r:;. peni¿do fj¿trct quÉ llls ¡ir,
Ia presente. fiRilr¡. rlLlcrilr+r) ,.:t. :-,'--l:., :tl.)dn (le qilé alntctc('lr clc lerr;ll¡ l)cirtitlü|
I ,,s h)rt¡l¿ldi lclrr r/dlc!

: j,-i,.. .1,:.(la r.lc' la: arl' ¿clrr'as cle llc'rl'r- lrt's:-


: r:: :':ir'- i i; - :" :'r-;;, c,' ;, icc'-rl-"imit'nrcti 'n'rcl-ri- l¡lr";
lis. 13.17 La:cil¡las(lec()lllJ)resi(irr cl(:vir(l¡i]*q]'.,tt-l' . :: " ': -: ' {_ -. ,,¡ ,,-,1.¡",riór'r qLl('l gcf ler¿l'
qrrc se lia t¿tr'rriril"
l,I,*iii,,i'ii¿á. uatl'' e't'nii'giu "
loriaclo clc la prcsente ligrrra

Acclo.raa Y dac{.loñaa
F¡r. P;.L lntrlrrcrtd¡
Clierile (Propielar¡o) Delin€ L6o del odiftcb
Deik*ción
Asá6or ' Condiciones ambienld€s
Pl4lilicacltn ' Vida en séruicio

. Material ct€ co.ÉfruccÉn


Asssor
Diseib (Prq/€clo) 'C,oncepto eslrudural
Arqu¡t€cto ' o€tall€s irrportanle€
' Proceso de cglstucclón
Ingeniero l.lormdivas
Carges
' lmpacto arnbÉntai
S€guidad
Esp€cilicaciorles
i Planos con$r\rtivos
lnfoÍnes técmc*_
Cli€nt€ I _
i
AprobolS¡ del diseflo !c*; l-t*r'-".*
I ¡¡ornrative
IArtorto"¿es
i- Proorañlá
-.---,--,--
e construcciÓn d
Coúdrucción ContraUsta
' ualenates consritúyeñtes d€l hormigÓn
'Pruebas
' Dcificación d€l hom¡gÓn
' énat/o;o" t*t"o (condic¡rnes estuqturalG)
'Ensaygs
'Eiecuciln
sllema oe g,arartra de calldad
Docu'rerlo cie decrar*ón de
gariT.-
I ffi i
f -;-:,^,^_^;-t
gro/isimal I ContrdlSla I, Cedrcaúoo€c,üa
u€r(nrwu
Rec€oclón ^^r,o,a-r--
I Asesor I

t ctiente I
porrodocre -Ilcontratista
J"G"- -- tl
Corf
- ;;,'"
r*o**."
Porlodo cle I :l"im,?;T"'"''u"
- MT{a ri€r¡to rr r

mañtonimionto | ______L---
i c€niricado r naroe obra
;;;;*t-ñ-
n&vF-M'w'"""'- lánun's"
l¡s"ao, I

t Ciiente/usuaro \
- I ..- -- ---
-'-:----
Pórfododeuso lusuaro I [ffi,"H'Jl'u"fi",-'"^t"
i l*tffl''i'i'-tt Il r^ro^" o" resurrados
¡"o'ne'- "-
lnspeccones da rutina

i|I '*:il:#.?IoJ'.r.=
|
t se iuzsue n€cesarro r.L'I'i 5. irrLerac( iorrcri; enlr'r l"t-g;:t]L':t:-I':::,'1"
i6-
i -':'^'h
eropiaario X*ru*':.o:llill"3=--""0"seiuzeuen€cesar..
.tü'l,r"r,*,rnro y remvacron
"u"noo
r.1¡r
j =._. il r\ Ll,Lrr. r.](l()s e¡'] ,
]]]jil,*_l""il
itl Ll(l Lir'¡:; (le l'o|llr:'
l..=." "
,ür,r., ,n
Usuar'lo - - :- L
- I,,lt-l-lO-CF'Ll)
Los /orlados relrt¿lldrr5

"A/ surgir la fisu'


Mesegrrer las explica así:
lil ¡rrtrfcsc'rr A. G¿lrcía la que le
13.4. Flsuras de afogarado pero ntantiene
ra, lct trutttón4tte /c es u,'"'l¡al quído anulada'
sc
nueva perpendiular a la an-
,, po,*,1'rtu tu tual Putdtt origirtar una lisura
del horrnig¡ón' cotrto regla práctica: Si dos lisuras
Al margen de la resislencia caractcrístic:a Prior Lt.¡ diclitt Wrntit¿ estailecer la siguíente
ltna no es de afogarado-re'
mismo' rest¡lla funtjanrental co- s¿ cdrt¿¡n s('glir¡ ¿lrl ánaulo
mu¡ agudo' al m(nls
o"r;;;troÁrsico definitorio del l¿l relación ¿l/c' stl corlsisten-
nocer el tipo de cemento' de áriclo' tr¿trión".
con el obieto rlc
;;t uál,iuo, empl*oáos en su fabricación'
sea cualitativa y aprclxinta-
ooder rcalizar una estim¿¡ción, aL¡n(luc
5ru;;;;;s,, durabiliclad v a su conrporlamiento reolcigit:o'
el corlflortamicnto reoló-
La falta de control y cuiclados sobre
ser la causa clc tnr.rchas de las
fisuracio-
gi.;;il;;;ison, 'uétu corllo f:tledetr ser las
nes que se pfesentan en las estructtlras'
i¡trtrt ¿" afogarado y rctracc¡ón principalnrente'
por.Llna cleseca<:ión pre-
l¡s iisuras de afogaratJo se procluccn
el t:enrento aún no ha
,n.rill v *p"tii.',f J"f ¡á-ieOn' cuando cn las ¡lritneras horas'
clecir'
tcrminaclo clc fraguar y enduret:"'' es
agua cie alnasadc'l por cvapo-
Al existir una pérclicla brusca del
o a la acción dcl aire scco
,u.iOn J"Ui¿o a un fuc'rtc soleamiento
,"¡r" r" *oerficie clcl hormigcin no protegid¿¡, se producc una 11 -t
misrtl'l' que acaba ¡'lroducien-
contracción muy marcacla sobre la
dolírtcasdefistlrasquesecortanperpendicularnlcntc.
+$ 'l I

Las fisuras de afogarado se


preserltan casi siemllre en supcr- t __l
cjc'expr:Siciórr y a
ficie horizontalcs ;rmplias. A mayor srlperficie
Á"no, clel elenrento, to'i"'ponde t'ayor ¡'rrol'li:[riliclacl de García
".p"ror I:is. 13.40 t:xplicacióttb;isicadclaslistrrascleafogaracloscgtinA
quc ocuffa cl fenómeno. Mcseguc:t.

El as¡recto cle las fisuras cle retracción


tlo es el de una rotura
de que el
limpia, como corrcs¡londe a las que sc fonnan después
y bic'n dcl-
i ,rr*ig¿rt' lr.t enclureciclo quc presentan bordes agudos
afc:garaclo, tal y ccltno puedc observarse en
finicloi. Lrs fisr.rras cie
la figura l formarsc ctlando el horrnigón preserrta una n¿t-
l.4l. ¿¡l
la adherencia
turalc¿¿ ¡rlástica y no se ha clesanollado totalmente
áriclo-p;.rsta, nirnca attaviesan las pieclras' sino
que las rodean (fi-
borrosos y stlcios'
strra intergratrrrlar), getrerando t¡nos colltolrlos
y pliistica sobre
Fig. 13.?9. Fisuras de afogaraclo en e'l tori;rtlo relraccrÓn t,¡,
el zuncho de bortle.

Si el elemento cs de espesor vari¿ble, l¿ls fisuras se localizan


-(',,
en las zo¡ras más delgadas, en las quc (js nl.ayor la impoftancia rc-
lativa cle la contracción ¡ror secado prerllattlro En las losas y so-
leras cie espcsor uniforme, horrrrigonada sin urla dirección lta -J,

prefercnte, las fisu ras se distribuyen caprichosatttentc''

En general, resulLa mrry serrcillo de clirrgnoslicar las fisur;ls de


afogarailo al prcser)tarse cn las primc's ecladcs del hontigó., for-
mand<¡ lítreas que se corlall aproximadamentc a 90(-). Ello se dcbe
a que, antcs de aparccer una fisura, la sr-t¡:c'rficie ciel lrormigón se
cncuenIra sometida a cquitraccic)ncs. ['ie. 13.,1 L Fi'-.rrr¿:; reale: dc alirgarado lrt rln forjaclo rcticu]¿r
Los loriudos ret¡culares

Las fisuras de afogarado suelen ser muy


zuperficiales y no tras- 13.5. Fisuras de retracción plástica veftlcal
p"*n-un g*neral b cápa de compresión' Observese cómo en la fi'
-gura y mediante agua se y endurece estando todavía
I a.¿i se ha picado una de estas
fisuras Si el hormigón, a medida que fragua
cen- tranwersal;
Éa demostndo que no suelen seccionar la toulidad de los tres en un perforJo plástico, expeiimenta una contracción
del for- se producen fi-
tímetros, que en este caso posela la capa de compresión o clicho de otra manera, se asienta verticalmente'
plástica vertical'
iado. suras que se clenominan de retracción

difíciles de evitar en
Este tipo cle fisuración suele presentarse
en la frontera de elc-
L¿s fisuras de afogarado son realmente
cuidado que se pongan entre sí' For eiemplo'
y
climas calurosos ventosos, por mucho mento:; que tienen espesores muy diferentes
pernanentemente permanez- i"t f"tlu¿"s rcticulares de canio 40 + 5 cm' el hormigón de los
en el curado de hormigón, salvo que
"" diferente que el hor-
ca éste humedecido. nervios experimenta un asiento vertical muy
el plano superior de la bañera' lo
prohibitivo tratar de con- migón que se encuentra sobre
Desde luego resulta absolutamente tracción y, muy posiblemente' las fisu-
compensa-
."Jiotiün, una tertsión dc
trolarlas mediante armadurast No raciones que se indican en la figlrra l3'42'
y tratar las fisuras de
La manera más razonable de enfrentarse
un buen curado del
con hormigón en primer lugar

; ;; p"*t "sde ello se presentan,


"fog"o¿;, una vez que hayan desapareci-
aire comprimido
áo a"'fu pftnta los puntales, limpiarlas mediante
y a contiñuación colmatarlas con una lechada de cemento puro'

[f¡rt ¿o / A¡cb¡r¡ / ?rofundldrd


I I rc+¡r¡¡ I
crorErnla lL¡rru . üErdu¡rr I p-... l" ""
68 tr tGoEctrir dcl 'lGEGato
[nrf.Oao

[nt rfr.oo¡t / Tlu4nmler I xl¡to


Tn zrDO l"**o üa ttl¡o. rtrrtc'¡'d o ¡od¿rdo¡
c üorrr
[rrrun lunrr a una retracción plástica ve¡tical del hormigón
Fio l'{ 4? Fisrrras clebidas
'ri"U,. recu-
oa./DrDr¡" d'r tt¡tg¡lto/ t- G¡'luoclE¡ratc friuil;;;;.;,úl¿; nervios de un foriado reticular de bañeras
[fo,-/-n
Úlclo perables.
l-,- I D6¡rü- {c aaDrd' ¡r otn / PE6tr 'a
APAR¡crÓi c
o* oo, 1' ¡¡úlclóü Fr tn¡b¡'l tipo de
[o- t Lá estrategia constructiva más eficaz
para evitar este
senos de los
rtrrr. * tt'"tl o PÚlvr {Du"tr) patoúgí¿, .oniir," en hormigonar en primer lugar los
f asiento posible del
Evor,ucrÓtf ln**oo ¿" I :'ó*:1 l"*ioJv uiUrarlos bien, p'otiocando el mayor fase el hor-
una segunda
t----- l¡o'rltud hormigón en los mism<:s. Al colocar en para
debe revibrarse cl coniunto
rigé" d" la capa <ie compresión, pueda apre-
[Tl"o ¿" ctcocatolrl' orl¿¡trctó¡ olu de las dos etapas y no que
órJ"o.at un cásido total
Ico-Pttta¿o @! '¡¿D'¡to' l¡ílogc alguno entre las dos fases'
ciarse iunta cle hormigonado de tipo
I¡BtcAclói l**o ¡cacrrl dc h obr¡
I I encnto
l*ra-o do rb.rt'GtEr'oto a" I ocsot oaPon'Btc'
I I hor't¡o!

lc,q,
?:l
.?t

rle retracción plástica vertical


Fic. lil.43. Lstraregra para evitar fisuras
muv diferentes entre sí'
Tabla 13.ó. Características de las
fisuras (A G Mescguert' {aiientos del hormigónt
"" ü";;¿;tñ"tóot
fisuraciones' puede actuar-
En caso de que se presenten estas
t"*ohemos aconseiado con las de afoga'
se cle marlcra similar
"mecliante riego con lechada de cemento puro'
iado, colmatándolas
k¡s foriados rttitulures

13.6. Fisuras de retracción

L¿l reLr¿¡cció¡r es utr fenómeno in- I er¡oerat.ira Tempcratura Tcmperatura l lumedad


cvit;rble en las piezas dc hormigón DAIOS CIUDAI.) Altrtud
.neota rnáxrma oC mínrma oC relattva 96
armado, debiclo a la pérdida paulati- AJmería ¿l 18 5 41 .2 0.4 67
rra del agua de amasado que no pasa Cáó¿ 4 43 1 t2
.,'/.5
"8.2 46 -78 64
a formar parte quítrricatnetrtc dc los Córdoba 92
Granaca 570 41 6 t¿.o 60
compuestos hidratados del hormi- i luerva 26 :Q'¡ 43 -0.8 65
gón, niqueda retenida almismo Por .Jaé,r 510 169 43.5 -5,6 63
fucrzas físicas dentro de sus poros y ¡./.áiA.,a 7 44.2 -2.6 66
capil;rres. Se.vrl¡a 31 18 :l 45 44 65
Hucsca 542 13 4 42.6 12,6 66
El proceso de rctracciórl, si bien Teruei 916 17 39,5 '11.6 62
Za(aoo7a 240 1¿ 6 /t2.6 11 4 63
su parte principal, cn tomo a un 75%,
Ov¡edo 33S 36,4 6.0 78
se desarrolla en los trcs prirrreros
Paima ¡¿4al orca 7 177 36.6 1,6 72
mescs en las estructuras de cdifica- 10.8 73
Las Palrnas ?.9 36
ción, no suele acabar hasta Pasadtr S/C de Tenenie 36 443 q 64
los tres años. Sarrlander a5 1¿.2 37.4 -2.8 74
t04 13 5 42.6 -24,0 63
AJbacele
Para la evaluación del valor de la Ciudad Real 629 1 /:,3 42.6 13,8 65
retracción, han de tencrse en ctlerrtá rUQO 426 39.6 13.2 79
las diversas variables que inflttyen en Orense 150 ¿3 42.6 7 71

el fenómcno, en especial: Grado de Pontsr'cdra 19 150 40 3 70

hunledad ambiente, el espesor o ttte- i oQrono 352 13.¿ 42.8 116 u


Mad¡d 582 3.9 41 0 14,8 61
nor dinlensión de la pieza, la compo- i7 7 436 -6,0 62
Murcra 75
sición del horrnigón, y cl tienrpo Pamolona 461 \¿ ¿ 16.2 68
transcurrido desde la ejecución que 1A 41 ;l -8.6 73
B,{oao 31
marca l¿r duración del fcnómeno. San Seb¿rstrán ?¡io t3 38 10 7A
Vrtoria 521 1 38.8 -21 75
En gencral, para unas condicio- Alicante 82 /a a1 2 -2.6 66
nes medias, podemos admitir un va- Caslellór 35 167 384 -4.4 68
lor dc la relracción para elemcntos Valencra 62 16I 43.4 -54 65
956 1,2 2 39.6 17.8 63
de hormigón armado alrededor de Cuenca
Guadalaiara 685 13 5 40,2 10,4 68
0,25 mm/m. Se puede prcscindir de 1t q -9
Toledo 516 41 .6 62
la retracción cuando sc tratc de ele-
Avrla 1 130 10¿ 36,8 16t) 60
rnentos suntergidos cn a$t¿l o ente- Buroos 881 99 38.0 74
rrados en suelos no excesivamente t,eón 913 r^ o 38.2 154 66
secos. A [ítulo meramente orientati- Palenc¡a /50 117 38.4 144 71

vo, adiuntames ur)a labla cotr los va- Salamanca 790 11 .6 38,2 -20 @
lores climáticos más representativos Seqovra 1005 118 38 15.2 63
Soria 1080 10,5 37.6 15 67
de los últimos 30 años registrados cn 38 -18,8 66
Valladolid 854
Es¡raña, y otra tabla con las cotrdi- Zamora 66/ 39.4 13.4 66
ciones ambientales básicas que en Barcelona 6 15.a 34.2 -8 72
época estival se ¡rrotlttcrr-n c-tr las r:a- Gerona 125 14 1 39 13 72
pitales españolas, para que pueda Lér¡da 202 1Á6 42,8 15,4 u
Badaioz 'l¡r 4 43.6 66
cvaluarsc la rctracción algo más afi- 19.2
Cáceres 405 16,2 42 -5,6 60
nadanlenLe, siguiendo la [onnulaciórr
A Coruña 67 141 39,6 -0,8 78
expuesta en la Norma EHE.

'l¿f.)lü l:3,7. L)i¡t-c)s clinláticLrs b.isicc¡s (Ministerio del Medio Anrbiente)


52ó Los [oriados rct¡culares

. L¿ deformación unitaria dc retracción o entumecimiento de


una pieza al cabo de t días, a partir de que comienza a producirsc
la misma "t.", quc nornralmente será t. = I día, pues los ctlrados
cle tipo habitual a tcmperatura ambiente no afectan apreciablemen-
te cl v¿¡lor clc la retr¿rcción €, ¡¡-¡r¡, puecJe ser evaluada siguiendo
la siguicnte forrrltl laciórt:

il--r__ii- - Tenicnclo prescnte lir geometría de la pieza en la que se de-


sea evaluar la retracción (e'.), se calcula cl espesor ficticio de
-11-
7rl
la nlisma etr tllilimetros, que cuando tlna de las dimensiones
es muy grande con rcspecto de la otra, el espesor ficticio
.0-_ I 15 ,- coincicje. sensihlernentc cotr el real, tal conro succde en las
stlto losas,
15 I 12

60ls +-."'- ..-- a = '-o'


u
sicnclo.
4., Área cle la secciólr transversal clc la pieza
uiP"rí,uutrl, cle la sección en colltacto con la atmós[era

de-
A partir de e y clc (t-ts) se calcula el coeficienle flt-sl 9ue
dos perío-
fine la e'valu;ición temporal de la retracción entre
5I- ---- dos cle tierlPo cn días,
i
56:14

15
o_
P':-,i = *,1'J'il'-,,,
(HR) del ambiente que en-
En función clcr ia humcclad relativa
p¡ que de-
;";k;la pieza, se calcula un nuevo coeficiente
pen<le cie l¿r nrisnla, salvo que la pieza se encuerrtre
p¡t es positivo' es
surriergicla cl1 itgua ptlesLo quc entonccs
!v--j_.-.-i
t/hd¡iú üi; ;; h.rv reiracción sino hinchamiento y toma el valor
I 3{

ilíe I 2s F¡ : o'2:
-.4
taufcL I 3C

Fi = -l'
"['-[ml)
de la cali'
L.lpar¿jnrcrlto básico cle l¡¡ rctracción e,o' clepencle
2A
y EHE lo calct¡la simplifica-
'32 clacl clel horrrrielórr t.,n -rr cle Fn la
damenLe asi:
7¿
e'o=e5'Fh
Sdttari&r
t570 - 5fq¡) ' l0+ co1 f.-¡ en MPa'
operando
9.oovi¡
36
en la que t:. -
gencrlcanrenLe cor I tcnr
normal o
fatn!oo¡ 26 migón labricado cotr cementos de enciurecimiento
t6 del orclen de los 20o C'
_io_ rápiclo v a urr;i terlll)eratura meclia
Tolodo
-_j168 l1
_.3_ 45 Utra fortrruiación más general vendúa dada
por'
I
valladohd
65
{t' =t, +8 MPa)
I
Zañon
59 ., =l'óo+ro o.
Züa0o¡¿
I

[o-1ü )] 'o-'
!r;:A¡:l#,:*Ztffi-rwr,.::*::'*::ff :13;li',;X#::'i:'Y};trJÍ:a1Í'¿"¿f ': sicr'dtr
f], = 1 ,H()'^nigones cle cndurccimiento lento)
iif = ,, ,innniec¡rres dc enclurecimienLo nonnal o
rápidol
Tahla l3'8. Dat.os ClirrláticÓs Esliv'1li-'s * Ir¡rr'nlg,rne:; de enclurecitrliento rápido o de
alta
ii. =
'
re!rSlerll.: I

.
L¡s loriad¡ts retkulures

- Finalmente la retracción se calcula por: perimentar sus acortamientos prop¡os de la retracción térm¡ca e hi-
dráulica, pueden acabar partiendo los forlados que st: cncucntran
€r(t-ts)-tro Ftt-rrl unidos a ellos cn sus bordes.

. Para analizar las consecuencias de la retracción sobrc las llor ejerrr¡rlo, cn la figura 13.4ó se observa una fisura quc par-
estructuras, la idea más importante que debenlos retener es quc te el zunchcl clc borde de un ioriado reticular nítidamente, debida
l¿r retracción no es una fuerza irn¡lresta, cs r-rna defornración inl- a l¿r retr¡rcciórr clc los dos lienzos dc rnrrros a ambos lados de un
pucsta al hormigón. hr¡cco exislenle en cl nlisnto.
Dicha dcforrlación de contracción, al cstar los eienrentos es-
tructurales coacclon¿ldos dc una u otra forma, ¡rrovocará tens¡o-
nes dc tracción y, por consiguiente, fisuracioncs. Por tanto, para
evitar o paliar los efectos de la retracción, dcbemos pro¡ticiar urr
l¡uen curado del honnigón dc forn¡rr tal que le pc:rrnita clesarrollar
en paz la mayor capacidad resistente a tracción que le sea ¡:osi-
ble, y disenar las estructuras de manera que sus piczas puedan
contraerse gencrando los mínimos esfuerzos cntre sí. En el lími,
tc, no debemos olvidar que una contracción littre, no genera cs-
fuerzos de tipo alguno.

Deformoción no impedido lr
= l ig. I t 4r-r Fisura ¡rrt:rir.:cid.t por la ntracción de lc¡s muros late¡alt:s
sotrrt: cl zuncho ¡tLrc'rrtr: rici hueco.

Los zt¡nchos de borcle que puentean huecos cntre lienzos de


mLlros de ciert.r longilucl, rcquieren una fuerte;¡rmadura pasante
impedido (coocción) en los misnros, si sr: dcsea no haccr visible los cfectos de la rc-
tracción con fisuras de cierta enticlad.

En l.-ts estrulcturas ;¡éreas cle los txlificios norlnales, la flexibi-


S¡ ('r > tt el hormigón se fisuro
I lidad dc los pilares pcrlnite el acortarnie¡rto de las ¡llacas debido
a la retr¿¡cción, sirr c¡ue podamos aprcciar daños en las mismas por
Fig. 13.44. Fisuración por retracción (A. C. Nlcscguer¡.
esta caLlsa. No obstante, si los pilares por l;r causa que sea, po-
seon Lln tarl¿rrio importal'tte y, ¡tor tanto, una elev¿lda rigidez, el
peli¡¡rcl de c1r-re ¿jpirrczca alguna fisura dcbida a Ia retracción cstá
latettl-e, espccialmente en el forjado techo de la planta baia.
rcr FfsrsTENcta a rnacctoN
Ecr MOO!LO OE ROTUR A A

Y'EMFO

€crñ€TnACC,Oñ
H,OCAULICA

¡NSÍANfE EN OUE SE PROOUCE


e. LA ROIURA

Fig. 13.45. Determinación del punto dc fisr-rracion.

. En las estructuras resueltas con forjados retic:ul¿lres, las fi-


suras de retracción, en general, suclcn prcscntarsc cn les techos
de los sótanos, porque en ellos las coacciones que su¡ronen los
Fig, 13,47. Zorr.is clc vc'rncrs cerltrales donde se nranifiestan las fisrrras
muros perimetrales irnpiden cualquier tipo de acortarniento a los de retracción al crrftarse las aml¡cluras rleg¿rtivils y stil<t existir l¡s ar-
mismos; y sirnultáneanrente, son los propios nturos los q.'c, al ex- maclttr.rs cle flerión Dositiv¿.
528 Los Ioriados rcliLuldres

. Tenienclo prcsente que la rctracción es una de[ornración im-


L¡s fisuras dc retracción sc manifiestan err los tercios centra- los esfucrzos cle tracción
les cle los varlos cn los forlaclos reticulares' dado
que cn dicha ¡ruesta, illl¿ \'c'z prochrt-iclii la tisuraciíln,
y' bási- qr]e la irarr ¡:roclucicio des.l¡'lareccn, por lo <lue rt'sulta surllamerl-
zorla ya se harl conado las armaduras de flexión ncgarLiv;:
rc sencillo restituir la crlntinuiclad cle la ¡lieza sin mayores compli-
autanta, la única armadura existentc es la infenor de flexiórr ¡lo-
de bañeras
caciones, esJtecialrrrente en los foriados reticulares
siliva. Gencralmente, aclemás, bt¡scatr aiguna lírre;r débil ¡rara los nlás propensos a presentarlas por
cn recurxrables, que srrclen sc-'r
rnanifcstarsc, t:omo pttedetr ser las juntas de homrigon;lclo
l<:rs
rrltlros er] ltls techos clc g:rralt--s, tell(:r mayor honrligón
estar s<¡ttre
foriados. compresión
en los nervios v poscer también l¡na mayor capa dc
sobre los nlisnlos,

L¡ restituciÓrr i-lc la ¡-ricz.a colmatando la fist¡ra puede hacersc


misma con algún
en primcra f¿sc, sellarrclo por la parte inferior la
maierial cle [r.:¡1i;aclo rírpiclo y a ser posible de la rnisma coloración
qr.rc el resto clel techo, aunqtle si no es así, puede disimularsc su
presertci;r ¡:irtarlclo l;r z<¡ft.-¡ p()sLcriomlente; y err una segunda [asc'
por la parte slrpÉrior, \' sin (ltle sca necesaricl et.Ilplear técnicas de
inyecclón. ;e ,, icrte r-rrra formLllación cpoxídica fluicla capaz dc pe-
nelrar v rellenar plell¿nrerltc la fisura.

En la fi¡1.rr.r l3 50puecle vcrse cómo el corlstructor olüdó se-


lliir previanrt:rlre l.¡ fisura creyenclo quc la formrrlación cp<lxillica era
inca¡laz cle pt:ne'-rar plenanrente en la misma, con los resultados
que trr;rrrifiesl¿ ia titencionada figLrra'

l ig. 13.48. Fisuras de rctracción má5 ciilrcna


(''
la"parte superior que eli la inlcrlor delridr'r ¿ la
prásencia de las artrtadttras de tle¡rcin nosit r ¡

Lasfisurasderetracciónertlosforjadosreticul¿rre5:clniáci-
;rtu¡rdas en
les cle cJiagnosticar, porqtre a[ margen cle encorltr¿rrsc
varros y err las iripotenu---a:; clc los rc-
ios t.rcio, ccntrale--i de los
etrciretttr¿n bas-
cuadros cle esquitra de los techos clc sót¡rr-ros' sc
qlle
ünt. n',á, abicrtas cn la p;lrle superior {capa dc cornllresiórll
prest'rnciit cle l¿rs ar-
.,r t" partc inferior de los ncrvios debicjo a la
las lotog'r;tfías
maciuias cie flcxión positiva, tal y como clenrtrestr¿rtt

de la Fig. 13.49.

Fll I .j )il Rt'tr'iraciórr ¡naCccrr'lda dt': un¿ fi-


¡-:¡ :le r:'.r.¡'.:c:ó¡l "rl olvjdalse el (-()rrctruc[or
:lr ;;...;:.,¡ " ferii-rrrrrente ;lntes clt'r ¡trocc'cler a
;i-l :-i- ¿ri;ri- l:rl l--ret-li'ltrte forrrlul'rciotr e¡roxi
ir,-,. i.- ¡l' J)(':rre:ra:rle por !;,r partc 5i-l¡'lerior

o l.¿ s5[tn':ai(i,::rtr cie los esfrlerzos que gcnera ]a retracción en


L¡r'ia estrtlctiir¡ cit: ecliiicaciÓn' puede realizarsc
fácilmente sirnu-
l¿rlrclo la tirisll¿r rl(rcli¿1lrIc r-ilros descensos térlxicos en las piezas
efecto cl habitualnrente pro-
cleseacl¿s, ciiitlo que suelc ser clicho
(:omo hipótesis de trart"rajo en los progra-
gramaclo y c()rrsi(ieráclo
f IlaS COlflc r( l¿1le> Lol I l(-l los cle
CYPE Ll otros sitlil¿rres'

l]ast¿lríaclefiriirelpórticovirtualrepresentativoclelaestructu-
ra y cnLrar sobrc' lars vig;ts virtr-tales irrtrodr-rciendo
unos desccnsos
joI clue en l;r
Fip. I ?.49. Fisur¿¡s clc fetr.lcci(i11 más abicr t:is etr i.l ¡rilrl e sul-)(.'r orclc'n clc tltros 20'r C en las misnlas' ¡rara que auto-
th: i ;r'ú ti nos : \ térilic<.rs clt:l
iti?'riát ¿.'riiáu a la prcsencia cle las 'rrnraclura> '1
Irs foriados r.,ticulares 129

máticamente elprograma proporcione en los forjados, los csfuer- Considerernos, por ejernplo, en el pórtico virtual de la figura
zos de tracción y los momentos flectores inclucidos adicionalmen- 13.5 l, los csfuerzos teóricos más representativos que se prcsen-
te sobre los pilares; pero no se olvide, que a la nrÍrinla fisuración tarían en el nrisnto, si las fisuraciones que no vemos y los proce-
que aparezca cn los mismos, todos estos esfucrzos prácticamentc sos constructivos no lc¡s atenuaran. Dichos esfuerzos se
desaparecen, al margen de que los procesos constructivos clesfa- encuentran recogidos en la figura 13.52, obtenidos mcdiante un
san, disminuyen y anulan muchos de los mismos, puesto quc si sirnple cálculo lineal; y tal como puede vcrse, resultaían absolu-
no fuera así, alcanzarían valores absolutamentc it'lsoportables para tanlente inso¡rortables, provocandc¡ fisuraciones al menos en el
la integridad de las cstructuras. primer forjado y cn las cabez;¡s dc los pilares extremos, mientras
que en el resto de las plantas ¡:odrían ser asumidos por la estruc-
tura relativamcntc bien.

P¡lares
3 ¿ ¡ 5o ¿¿¡
3sr.5s s,o
4ot<,lo c,n
{Sr4!f ¿n¿

Scrsa ¿4,

SSrSS cF

t!ttrbtriri.trirtl.lt{¡{
6026o cñ
.,-, ¡ . ¡. i.__r i-. ¡ ,

Fig. l3.5l.Pórticovirtual delongitudtot¿l T2rnypilarescrecicntcsded)xl¡O.r?0x30cnr,cuyirsvigasvirtuales,quehernos


supuesto de 300x28 cm, hemos soltlctido ¿ un descen$o térmico generalizado de -20,, C cn Li:das állas simulandó una hipo-
lética retracción unifornrc tc.órica y simrrltárrea,

!,2 otn,, ?,! ma j,€.,^ 4tt nq 6m,o f,: X,2u¡

1,8 I
t,1 10,t t 4,? g
28.5 ao¿ ll,6
2oo
t1t 5¡¿ ltC knt¡
l¿¿5
¿¿a l.-, 481 72Q knu*t

Fig. 13.52. lns esfuerzos pósimos de flexión dc'bidos a la retracción se ¡rroduccn crr los extrenros y'los uráxirnos de tracción cn los clinteles centra-
le.s, fundamentalmente con carácter pcligroso en la primera l)lanta, cn nredida mucho lnL.ltor err la .seguncl.: y en cl rcsto pueden despreciarsc.

L: rigidcz dc los pilares en el pórtico analizado juega en los


esfuerzos un papel rnuy relevantc; pues bastaría colocar unos
pilares de 45x45 a 30x30 cm, en vez de ó0xó0 a 30x30, para quc
los esfuerzos obtcnidos se reduieran prácticamente a la mitad.
Los forjados retirularcs

1600

1400

1200

1000
Flectores
800 +(n (Pilares ertremos)

600
496
400

200

Longitud del PÓrtico en metros

Fie. 13.53. Evolucirin de los eEfuer¿c)s nláxinros er) el


pórtic(t ¡nall¿.rdtl'r':l ir:nción cle la longitud del mismo'

De igual modo, si en vcz de cor¡siderar como altura de la pri- Despnés de lo clicho, pretcrimos ccderle la palabra al profesor
para quc confirme lo expuesto por nosotros y exponga
mera pl;nta los tres metros calculados, consideramos !.lna altura l.Calavera,
problenra re;il quc pueclen presentarse en los edificios debido
más real de 4,5 por ser la primera planta, los axiles rle tracción por el
y contracci<lrres tórmicas, al rrtargen de sus
causa cle la retracción en las vigai virtualcs cle la nrisnra y l.:s nio- a las clilataciorles
lntemac'
mentostlcctc¡resenlospilarcsexl,renlos,tanlbiónex¡rerinrentarían estnrctur¿is(Protl¿(¿0 Llc-álculodeEslructurasdehormigón'
una disminución del orden de la mitad. 19991:

"L¿s r'¡iri,tciortes (le tenlperalurd ocasionan cambios dimensíonales' tanto


Ia pstnftura cLlntl ü1 el resto de [os conrpOnentes del edificio,
et.t
de [orma que

éste se omporta rofttl Lt,t obieto dtnámia.


17.7. Problemas derivados de las
variaciones térmicas E-l protltttista se w dísponer iuntas de dílalacitin que permitan
obligado a
la rcntrattión Lt la exptutsíón de Ia estructura q reduzca los esfuerzos que
dichos rrroyprri¿rrtrrs, sie¡rpre parCialmente impedidoS, introducen en etla.EI
Podcnlos afirmar que, salvo situaciones singlrlares' las clilata-
hecho de 4ue ios nrdtririos dctuales de cáIculo permíLan ulcular las eslructuras
ciones y contracciones que pueden experimentar las estnicturas a estrucLuras
con ma¡lr predsión (4tt( (t1 ()tros liempos, conduc¿, en definitiva'
resueltás con forlados reticulares clcbido a las variaciotres térn'li- el tema de las
pese- a la impre- mús afinal,as lt ellt't hace que ntuchas reglas empíncas sobre
cas, no suelen scr problemáticas para las mismas;
realizados sobre de ¿iilalacidrr nt, resulten qa válídas q sea necesario un análisis más
sión que podría haberse obtenido de los cálcult¡s iuntas
pórtico del apaftado anterior, doncle se ha forzaclo la rigrdez de racional dtl tenttt, A csto s¿ suma el que gran parte de nur.stra experiencia
el reducido de
se refiere a cortslnrcriotte s atúíguas, que enqloban un ntimero
los pilares, la longitucl del pórtico y sc han pLlesto unas vincula- relativAmenle
materiales, d(¿ .r¿l¿múis tenían un comportamiento térmtco
ciones absolutamentc rígidas entre las piezas y Ios apoyos L¿
rr:a-
a través Itotnogéttto, nlienlrds tlue tl proyedista actual inlerconecta sus estructuras cjn
liclad física dc las estnlcturas y la cimentaciones normales' s1n mutJ
permiten un much-tts malerirtbs t-t cle compttrtaniento tórmico que, con frecuencia'
de las pequeñas fisuraciones, de los cimicnto:; quc
cierto giro, de los empotramientos que no son perfcctos' cle las drferentes.

alturas mayores de pilares en Ia planta ilala' etc; nc)s permiten


L_a hfornnción sobre ttl tenta es poca, especíalmenle por Io que se refiere
pre-
mantener lá afirmación inicial, pucsto que los esfuerzos ntás a mediciones sobre e¿lifícios construidos. Atítulo de e¡emplo durante años se
o.uprnr", quedarían limitados al primer foriaclo y dc magtritud ha estimado qrc en etlilicios Ia rlistancia entre iuntas
de dilatación de las
52, que tan
considerablemente menor a la expuesta en la figura I 3 gstructuras no tlebítt pasar de 30 m; sin embargo, en muchos casos es fácil
interés cualitativo de llamar l¿r atención sobre su fi-
solo tienen el llegar al doble utiluso ttl triple. La creencia errónea venía de que al ha(er
t
resul-
sonomía y los puntos estratégicos de la cstructura donde Ias juntas de dilcttacitin a esa distantia, tanto para Ia estructura' amj para
tan ser más peligrosos para la misma,
l-os forlados raticular¿s 5),1

los cerramientos de ladrillo de Ia fachada U a veces para las azlteas, cln clistritluinlos las ann.lduras pará esta sitt¡¿lción con un coeficien-
dislancias maAores se producían desórdenes grdves, pPrc no en la estructura, Le cle scgrridad unidad, p:irLierrclo de las armaduras nccesarias

síno en las parles no estructurales del edificio debido a los esfuerzos gravitatorios. Las annaduras sobre los apo-
yos longitudinales laterales llamaron la atención, pucsto que sien-
Unos órdenes de magniludes realistas para ¡untas de dilaladón para clo inútiles ba jo cl purrto de vista grav¡tatorio, cumplían el papcl de
edificios de planta rectangular quedan recogidos en la tabla 13.9 controlar l¿¡s fisr.rrac:iotres tr¿tltsversalcs debidc¡ a los esfuerzos tér-
mi(:os, iunto con cl tnallazo dcl Ql2 dispuesto en la capa cje com-
DIS'IANCIA Nt¡\X llUA IINTRF ¡;resión proyccta<lc'r tanto para ctltlrir los esfucrzos ténnicos como
Jt' NTAS T)F DII.ATACI()N lcrs gravitatorios; y pese a todo, obsérvcsc en la figura 13.54 la
magnífir:;r arrnonÍa cltle preserlta la fenalla diseñada, que perntite
la colocación clcl honligón sin problemas,

'Iabla I3.9. (1. Calavcra)

F.l error venía de pensar que todas las part's dd edifirttt, en $pecial la
estructura y los cerramientos podían tener la ¡nisma distartci¿¡ enlre iuntas".

Con bastanle timidez al principio, pllcsto que ¡rattíanros exclu-


sivamenLe de nuestro particular y linritado conot:irniento sobre el
problema de ias dilataciones, nos fuintos atreviendo a proyectar
cstrucl-uras de longitudes crecicntes, hasta alcanzar en algunos
eclificios longitudes en tomo a los 75 metros, recotnenclatlclc: a los
Fig, l:l.54. leclrc¡ clt: ttn aparcatnietlto de ó50 nt dc longintd sjrl ¡ullt.ls con
arquitectos quc lticieran caso omiso de la cstructtlra y proyecta- lai arnradur.rs glr!it.'rtori¿ts rc'forzadas y aprovcchadas pensando en los es-
ran sobre la misma iuntas en sus cerr¿lnlientos ¿lredeclor dc lcls l5 fucrzc¡s rérnrico:;.
a 20 metros, cle [o¡nla absolutarrtcrllc inclepenclientt: dc l¿ lllisl]'la.
J. C¿ilaver¿r tros remite al lnforme de la National Acadcmy of
En el presente, basándonos erl nuestra cxperiencia particular Sciences clc Washingto n "Expansion loints in Buildin,l" ' basado cn el
y en las apoftaciones tan rotunclas del profesor I Cl¿¡lavera sobrc e-.stuclio cle rnedidas s<¡bre ntleve edificios rc'ales y ntlmerosos
estas cuestioncs, nos atrevemos a recomcndar a los proyectistas, cálculos dc (:structuras leóricas, para determinar Ias distanci;¡s
teniendo en cuenta que las iuntas en gcneral son un foco de pro' entre juntas qrre empíricanlente no causen problemas en ntlestros
blemas cle todo tipo: funcionales, estructurales, dc irnpenlcabili- cdificios.
zación, sísmicos, constructivos, de suciedad, esLéticos, eLc,, quc
procurcn redttcir stl número a las nrÍnim¡s irnprc-scinclitrlc-s (en ge- Para hacerlo, cstim¿¡nrr'¡s la vaR[AClÓN DE TEMPERAruRA DE
neral por problcrnas geotócnicos y gcontetrías inegularcs en plan- úLculo conro el mayor valor que se obticne <le :
ta), sienlpre y cuando las tenga presel'lte tanto horizorltal conlo
A[ = T. -Tm
vertic¡rlmente en los cerralllientos.
At = T,r, -T¡
Sin que lo que relatamos a continuación suporlga en modo
alguno una invitación a sacar conclusiones y gcneralizaciones pc- sierrdo
ligrosas, hemos proycctado y corrstruiclo urr ¡larkirrg ctrterrado cn T": Tcnt;.reratura c'lllc, como tirllitro meclio, es excedicla solamc'ttte el
vía pública, cuyo techcl re[icular 40+ I0 crr"r col'l nervios de I2 c:rn pnr cierti-o del tlenlpQ (ltlrante los trleses dc vcrtlttt: (véasc las
'.titta
troncopiramiclales, constituye la calzada sin interposición alguna tablas clinriLicas cJel apartaclo l?.ó)
dc materiales salvo la capa de rodadura asfáltica cle 8 clrl de cs- T,.'..: Tetrt¡reratr-tra rr'recli¡ durante la época normal <lcconstrucción en la
pesot de ó50 metros de longitud sin iuntas cle clilataciÓn algr-rna' zona clt que se \d ¡J con:;truir cl edificio. (i)nlo norma gerreral puccie
definirsr' conrct é¡xrc.1 trormal de conslrucciólr el período consecutivo
Para ello, nos limitamos a considerar al parking cottto si fucse clel ario dur.rnie el r:ual Ia tenrperatLu¿ nlírlirna cliarja no es inferior a
una viga cajón de longitud infinita, qrre sufre un incremento ténni- 00(:,

co difercncial en la cara supcrior con relación a la inferior y, clado T¡:Terripcr.rrttra igr.ral.lcla o exccclida, por tórmino ntt'clio, el novcnta y
que en estas condiciones los esfuerzos se mantienerl conslantes, nuevc por ciento dcl tiempo clurante los tneses cle cliciembre a
fctrrero.
l.os Íoriados reticulares

pá-
oscilar Los porcerttaies cle corrección indicacjos en los anteriores
Para España el valor más representativo de A¡ ¡luede si coexisten va-
oC. rrafos se aplicarán sr.lrnántlolos algebraicamente
alrcdedor de los 20 ó 25
rias cle diclurs si[uaciones
. Partiendo de A, entramos en el gráfico de la figura 13 '55 y : (l - - txj) Do
Dlinal ctl - a2
obtenemos la distancia inicial básica entre iuntas f)o'

A la d¡stancia básica obtenicla Do se lc debcn aplicar las si-


guientes conecciorles: Eiemplo: Un edificio cle planta rectangular sin aire acondicio'
una dis-
naclo, sin calefacción, con los pilarcs empotrados con
y
partiendo de
-Sieledificioposeeaireaconcliciolla(lopuedc¿¡umentarscla tribución <1e rigideces intermedia entre b) y c),
<listancia en un I 5o/o, peto corlviene ser prudente y no apli- At : 2o')C p<>clría tener una longitud de 55 mctros sin juntas por
car esta posibilidad, por posibles intemtpciones del sistema' lo merros.
- Si el edificio no va a tcner calefacción es necesario rcclucir
la distancia un 33%. Df : tt -0.33 -0,15 -0,20) : 0,32' 170= 55 m sin iuntas'

- Dado que los pilares y pantallas suelen cncontrarse cmpo- nos


Si la longitLrcl clel método empírico es pequeñ;r' siempre
trados sobrc la cimentación, la distancia det:e reducir un analíticamente la longitud del
queda la p*iUiti¿nA cle calcular
15V".
programa cle ordenador' calculando los
edificio mecliante Lrn
- Si ladistribución dc rigideces no se enctlentra simÉtricamen- cfectos de las dilataciones y contracciones operando con una
te distribuida, casos a y b, y nos cncontramos en el caso
c)
variación térmica dc I'emperatura dada por:
delafigural3.56,ladistanciatambiéndebercclucirseun
33'/.. At:C(Ts-Tm)

--T--T--fl lt C = I lEciiIrclos slrr calcl¿rcción)


6rR¡cf\n D¡. fNIR¡r¡¡ss C: 0,7 {Edificior co¡ calcfacción pero sin aire acondicionado)
MA ifCTIG¡AR S
-l gíñavctoi
-JÉ
C:
I s¡€fR€A IE
E RÉO€CE 0 55 (Ldificios con calcfacció¡r y cott aire acondiciorrado)
2 150 =
f

E lio REcrm O|jancl.]uraclelas¡untasentrebloquesdeedificiospuede


--tlAx{TA cE Lr.u)
cletcrrrti narsc nredia nte los c riterios siguientes:
c --H
a
AL=cr'At'L
3
l!!
sicndo.
.l
a= l,l l0-5
offi ao !c At:Ts-T".,
mgotErE $RC4sLO(.c)
L' Valor nrcc.lio clc' l;rs longitucles de los bloc¡r'res contiguog
(Do)
Fig. I 3.55. Gráfico ¡rara obtener la dtst¿rrcia tnicial ent re iunta5

iAtenciónl Si estamos en uno de los casos de rigidez


tomar
asimétrica, como el indicaclo en la Fig' l3'5ó c' debemos
un 50% si la zona
.át"" l""g,n,cJ del bloque la real aumerrtada en

r'\--
t{ucLEOS ¡
e1 lado opuesto a la itrnta que se esté analizando' y
,iáiJt
- la real"*i"n
reclucicia en un 33o/o sl está en el mismo lado
que la iunta

L r:- J-É-l consideracla. Para tener en cuenta las tolerancias de construcción


material de scllado de
ttz I L/" flus .,"ro.,"rísticas cle cleforr¡abilidacl cielpor'
t ia iunta, se calcula finalmente la anchura
b)
a : ki 'AL> 25 tnm

rffi-
NUCLEOS ilGloos

sictrdo.
kj : 2 tEd:ficlos sin calcfacción)
).-:E:--L:!!-\-J ki : I i lEdificios con calefacciÓn pero sin
aire acondicionadol

kj : 1.4 rL.clificios con calefaccrón


c) y aire acondicionado)
Fie . 13.56. Plantas de rigideces
Lo-r ¡or'¡,rrt,rs /i¡;iu J,irc!

13.8. Patologías de flexión Si en Ltrr forjacio rericul¿tr aparecen fisuras de flexión, normal-
lncntc <ercin r.jt.iricl.rs ir las siguictrtes (.¿ntsas:
. Por muchos errores
quc podantos c()rretcr en el provecto v
a. Defectos (ie provecto y cálculo.
construcción de un forjado rcticulat será nlu\, clifícil qLre llocl¿rnos
alcanzar un estado de pre-rotura o rotlrr¿t por caLls;is clcbiclas .i b. Deicc tos en l;r eic:cnción: Armaduras negativas caídas y ar-
esfuerzos cle llexión positiva o negativa. ExL-ronen.ros cn la nla c.l r r r¿i s Drls i l i,,'¡l :; c.lcv¿ cJ¡s, anlbas fa nri lia s colt excesivos
lig. 13.57 unos pequeños mapas de posibles fisur¿i_. clcbicl¿is a la recultrilll ientos
flexión, para que puedan servimos cle orientaciórr \.¿rr,rcla a l¡i h.ra
cle diagnosticar esta patología. c' Fallos e, la aclhererrc-ia cle las armaduras cle flexió. positiva
i)or L¿irecrr de los recubrirnjcrrtos adecu.rclos.

d. AcLinli-ll¿cioncs de cargas anormales no previstas en proycc-


to: Aco¡rio concerrtraclo cle materiales, entrada dc vehículos
I.res¿rcicr s. ¡r rcii nería s i rr r ¡rrovisada s, carga s el eva clas c.lu ra n te
i

los crnrbr¿clos, tr¿rnsntisiones cle c¿irgas por la construcción


de tairic¡uerías ascendentes, etc.

De los t.u¡rirü grltl-xts cle c¿iusas mcncionadas, la b) y cJt suelerr


ser las caus.rs (lrir n-iás frecucntemente tienen lugar en Ia prác:ica.

.
En ei (:iso (-tLle se prcsente ésta o cr_ralquier otra patología,
Fisuras de flexión posili'"'á y antes clc tc)nr¿ir crralquier tipo cJe decisión al respecto, conviene
retlcxio¡rar v suglrir el ¡-rroceso que A. García Meseguer nos propo-
ne en l¿l tigLtra 13.i8.

ESTUOIAR FISURAS
CAUSAS PROBAALES

ANALISIS, CALCULOS
DEscARfaR HtpótEsts

NO
¿CAUSA OESCUBIERTA? VIGILAR FISURAS
SEGUIR ESTUOIA'IOO

Fisuras de flexión negatii'a


+r'
¿PUEOE €LtMD{ARSE sl I Er-rMr¡lAR carlsl
LA CAUI iA AHORA?

I INO
¿PooRÁ I :LIMINARSE st
MAS AC ICLAÑTE? VIGILAR FISURAS

NO
si COMBATIR LA CAUSA:
¿PUEOE COMBAfTRSE LA prolcccioncÉ
CAUSA? junl¡3 n.r¡bLr
Defornlaria de flexión y esqucma de situacjón lransrers¿l rle las fisLlras NO
r!fuar¿o3
NO
¿ES UN CASO ORAVE? VIGII.AR FISURAS
Fig. 13.57. Mapas de fisuras de flexión positiva !,ne€;1:r\'¿i err los or jados acEPTAR coN FtLosoFla
f si
roti<'ulares
oEMoLtcÉft

No debemos olvidar que las zoltas más delicadas de un foria-


do relicular baio los puntos de vista de esfLrerzos y clefornracio- Fig. 13.58.P:oces()tii:actr-¡¿ciónencasodefisuraciónvisiblefA.G.Mese-
nes son siempre los vanos extremos, y en ellos, las probabilidadcs gucrl.

de fallos son siempre mayores; por eso, en los mapas cle fisuras
expuestos, las fisuraciones se han concentrado en los bordes.
Los lorjados reticulares

y
Poclríart cuestiollarse otros factores es
muy posible que
grarl
. Un análisis muy sencillo de realizar y que puedc ser cle hormigones y aceros del
de ma- i rü ti¿" t"cesario cheqtrear los
err deducir
ayuda a la hora de tomar decisiones' consiste i.tj.¿t nrecliante probetas testigos' esclerometría' ultrasoni-
el coeficiente de mayoración de realizada y el gra-
nera determin¡sta por su sencillez' ;;;, ;i. v c,, funcló,' de la investigación puede operarse
quc se encuentre en si- obtenidos'
esfuerzos 1¡ de los vanos representativos Já á" no¡liaucl en los rcsultados (ft y ft) !
por fisuraciones de flexión' Iot, unot i*tistenci¿rs cie los materiales más ¡s¿ls5
tuación duáosa o afectados (Y' y
puede ser el siguicnte:
unos coelicietltes Yc Y Y" nrás reducidos = l '25
El camino a seguir simplificadamente y.r I .05 poclríarr ser valores adecuados)'
=
- Establecemos una viga virtual del
ancho marcado por la tco
con tablas de entrada
Paftiendo de la irrformación anterior'
ría de los Pórticos virtuales' inversaomecljanteunsencilloprogramade.ordenador,se
- Evaluamos la carg total por metro
cua<Jrado y la multiplica- ..i.rü Ñt.¿ición dc secciones el momento de agotamiento
de vano
mos por el ancho cle la viga que estcrnos comprobando' ob- t.ot;;'ffi;Jo rlvtrl, el clerecho (Mo)v el momento
(sin mayorar) por metro lineal' {Nt\,'|.
teniendo la carga de servicio
y cirnroda' con un error
que llamaré P kN/tn' Una aprc.rxintaciÓr'r inicial nruy rápida
áeterminando la capacidad me-
.i""nlr" podría realizarse
y vano dentro de la viga
en
.i"i., ..-,r"*cla en los extremos
en concreto'
v'irtual sin particrrlariz'ar secciones

vcndría dada por'


L¡ estinr.rcicin clc los momcrttos
lvl¡ = 9'6'H'CM¡
N'lD -'0,8'I-l'cMD
\'lY = g'3' H'CMY
de agotanliento la flecha
- Una vez obteniclos los tnomentos
dc la parábola resistentc serÍa:

MI1rN4'P
cle flectores e'n trrlcl !'iga vifttr¿il +Mu
Fig. 13.59. Esqucma básico de la ley Ht" =
para tomar de-
- En una primera aproximación
calculamos el monlerrto isos- - Y el coeticiente resultante que nos serviría
f
con la luz libre entre pilares En la división de Mu por M5'
tátlco de.servicio operando cisiones, lo obtcrlenos rncdiante
los t¿rnraños de
a"ro, dudosos podemos hacer intervenir Ms
precisiórt la
de determinar con nravor =Í;
il;t;;Lobieto presente los redon-
Tf
parábola de esfuerzos reales' teniendo
7l'
ieo, d" las leyes cle flexión (véase el Capítulo . Si Yi strpera amplianrente el valor I 'ó' la estnrctura se encuen-
probablemente calculada
P.L,2 tra s.brcdinr"r'ls¡on"Ja o ha siclo
Mr= ¡' con enrPuies horizontales'
. Sc encuen|ra dimen.
Si Yj oscila cntre l'5 y l,ó, la estructura
seccioncs re::istentes y las
- A continuación determiltamc¡s las sioir¿cla estrictamente a cargas
gravitatorias'
los cxffemos como en el en una
armaduras que poseen, tanto en . Si T{ sc encuelltra entre l ,3
y |,4' nos encontramos
la resi'steticia del hor- realizar una
vano central. Resulta obligdo conocer frorrtera cluclosa entre proceder a su refucrzo'
limi-
inr*utigación coi'' pruebas de carga o aceptarla
que se esté analizando'
t,ná^ t del acero clel foriado rivo,
podemos operar con la ft¡ y la tando la sobrecarga de uso'
En una primera aproximación
. recomendamos proce'
: Si Yi tom.l valores por debaio de '3'
I
fy¡ del proYecto con Yq I =
'5 Y ls I ' 15' ác, al r.fr',erzo de la misma o a limitar
la carga de servicio'
_,raÉ

f .- l.j 1'l f ¡r,,t,' tle ¡or.'iqótl r:lcl.re'i,' ,,r -


Ilerriin i torsión cn la uniór clel iori;rclo i r,: ,

Ftg. l3 frl .ii:.: ,


¡¡'¡{t;,i ll,ti{li rll

REPARACIONES:

C-Ll,,lrclo t.rll¿r r-ilr fctri.rtltl ¡ll.rrl,*r 11,-lr i1er..rr ,r: I

rcl Lrcrzr-) haltitr-t¿llrt terlle sLlclcll I )l¿l I llear lir- 1,',, 1 :


itltlt l.r,lrfr:t,li.rtl--- (llle slll)oll( ¿rir¿iliitl' 'i '

tllrr.rs altle ltccesiLct, rlatlo que caSi !ir'llrlr'r r':


" .1
-
rr'rr,-rll¡ l-;r,, rlt'l t)rll clLl);lia) ¡1¡¡¡ ¡-r¡r' ir'trh.-
_,:l
:t'
Sicrt¡rre LlliL' !e;r ¡losillle frttlcloll¡rl v e!r-'''1: 'i :
,-1.--'-'u.r'-,.r ';,.. cfl,-;,,' l'r¡¡:i.r, =',. -';r'l;' . : ..-
t.lltlcc,rr lllrelllp;lrrill.tclo cltl vigas Clr sri ir¡r:: : ::
r r,.. I : rr(li.rl'ttc rclll¡t it lt'< ll\c t,il'(t-l''':i :' \1 . .: .
r.l,i

cios rlirect¡rrrelltc ¡ los nrislllos si cle 1li)',rr'-' :r''- ' '

Lr t.¿ilc-rtJO dL'l.rs l'igrr: tlt'tL'lr'tt't .


r '

nr.r :. 1rrl)lifiL.l(1.1 I )i)l tle:' r'i'r: clilelt ir-'::

Dlslrl¿ilrrlo .''l refllelz(.) ll¡l''r l;r lr)l:':l


:
i filalrii) le!tlJt.l ( ()lltel\'¿1(lol i ! ( r:-'
I r"'.l.,lt'.' -''1 1' a 1- \\ ( \l) i '

- ( \)llll)l'(ll-).:illci(l clLir tl lotj'riiil r: '''


':1i"'r Ir'rllcrl'1"I'rl I I

i-ie <trt'lt itr


Re.rli¿¡trrlo tlrl i ál( Lllo lllrt'ii¿;:l-': '': I

orclell.lLlor c(-rll ¿lllll)¿ts c\tl1 It l''l'1: 'l


tl,: !í l)L)r il¡tt¡: lii:tir-i¡:' t¡Lt' l i:''-1"-

A
I ¡l' '-
a::iLlL'l lo5 el rtl e la estlr lctl lrci ¡

f :tc tllltirlro .:illlirl() t'r eL trieiilt 'i'r' l¡'


lttt'i-)all,t(- l ctlñ¿ts rr'lela¡lic'lc clllrrl l"''
i:'''
-t1"'1"'
( r'11 L'l-'r'' -'r'!''r: Irl(\'-1-r:l
.ll c
r ¿r( lall I i erll I lar \','i!l;l :' f ici llr I ct-itt

' Ctt.rtliltl 1r():ic'l po"'ible


c:i1''I1'rLrL
"
lllL ''rl,(.i\'. \)\ -l \{)l I¡,'¡1' lt'
les se sirii., .,,_. ¡rn-rarJr,lr¿s de re[uerzc_t y sc procede a t¿[)arla con
lri()r-t(.'rr.) ] .j ,-r f'tt(-rnero cs¡ter.ral cJc.'rt,:¡xtt.rcióll, el rcsult¿lc.jo t:s lclcn-
1 t r¡ i' rltrli.'i:,,i':.rbioncrs v pltntalcs se ln.inliene ar¡tretadtt hasta
¡-r;ts;ic1O ir l'-! '',.)i ri-lr,)5 lrea clí'15.

x^L L^20 l lFO tlc 5A 0 stlilraR


t!
tAta0ro l€tc€¡a F sE
Ja. -r,l ]]_
t0 SE PA RAOO R o€ xoRxro-otaaoo

I HOROUILL^ .
PRII€I F sÉ
O I CON P^I S 0€ H0tytcol.Aoo
H0Rr¡oNl^Le5

F !.. I I .,r ., | . ,:: it irnlátl(:rt 'lel refU(.r¿u tlt r.rn lr¡rl.:do rettci;i¿r rÉ:.t.(,rlta)
¡:rr:rr.,\ r,. I :: :- !-; ,-t .i t\¡rfiI[1n q Acerol.
Iig. I 3 ó6 l.r.; clrapas quc crln,-;tt[uían ia:. i,rr-;¡j ..r': .li : r:.,_rl L i_rr-rsiliv.r sr
llevab¿rr l'r¿:-,t.1 lo:; ¡rilart:: rni't;ilic os y rr. :;c.ri,J;.i:';. '':i

iu¿n(lo .,e cnrz¿l)¿n S los ltll;rt:.s lrLrrrtr.:r.t . l. .: -::: ¡l:.


:.:r,:
r¡ ! Éf lLle 5l
:r¡bri¿l clr-te
haber uniclo con conectores la crlr.r¡l;r .r lix ;jl,.,L r ' f ii'itr r r;iir.r jes V pubiicacione:r cloncie se ¿rn¿rlrzan ios
IeiL-lrrl,-r: i-¡.r:..-¡r,icrs en lt¿inc]a:; de ¿¡ccro clc pe-t1Lrcño L-sl)c5ot
(- 4 Iln'rr l:)r-;;i:-1¡1s (-on elloxi, conro el publ¡caclo IX)r N'l Fernández
Cjrloi¿rs r:t lr:'rr¡ntr's rl¿ /cl Colislrucción y, rccicntcntcnlc cn sustjtL¡-
ciórl cle 1.r:. ri:.-rf).ir cle.rcero, el rnerr:ado t-ros ofrl-cc bancJas cJc fi-
braS cle r.rt'i)i,r J rill|;lntente resiStentCS.

Fig 1 ? rr7. A:ipecto ..;u¡:rerior clcl lor jaclo ciJi,!:. :,lli rjl .i' r la aÉl O:: 'r' \'eflll
,ria lrq*';t c¿p¿ de irornrigón (lL¡;: LilJ.).rri .a: í'. 1. -,.. :r :ir':ilÉfrrlól-r

. Otr¡i forrl.r cle rc¡tarar forjarJr,ls reliIiii.]:'t:> (le est¿i ttatLlralc-


z¿r, cu¿lndo es necesario (rloti-trlc)s clc rl'rá:. a¿r-rt!-r ! iur-'rtcs ¿rrnl¿1clLl-
r:¡s, F<¡lrí;r ser la pub)icada por Antonio C,¡rrzá,ez Si'r ¡arro cn Hor?¡l¿i(jt¡ !/
Ac¿ro, consistente en colocar urr nr;rllazc) rlc ¿nr¡rclt.rr;r: su[)erior e
inferion.nente embcbidos cn Llna nucva capa cic conr¡rrcsicin y rin¿l
los¿¡ inlerior de hormigórt conect¿lcl¿ts enlrt si ¿i tr.ivés cle los pro-
pios rrervios dcl forjaclo.

.
En los forltid<-rs rel,icul¿tres cle bo',c'cijll¿s DCrdici¿is irerrros te-
niclo oc¿rsiólt clc ¡rlantcar urr li¡:o clr: rt:irlr,ror r:r:-,;r',,¡ttlo cxl)cri-
rlrenlalnlenLe, con un comport¿rnrier,to i:r5llLórrd iciO, l-.1 ¡ister-lra
consistc cn practicar Llnos can¿iles er Jt.rr lrrLr¡rir)s nervic)s longi-
tuclinal y transvcrsalmente en la zon¿r al rep¿rr¿rr, clr ulros 5 crrl cle
Fiu. l? ir(r Rei ,¡':, .r* r- to-s.i de l1()rrrrisórr con l:;¡rrcl.rs de i;i;¡¡,s rJe c¡,:'
profundidad, previo apurrl-alanriento clel iorlado F.n cliclros c.¡n.l- l:xlTr (:).
l.os lonados reticulares

recontienda que cuando una seccién se refuerce mediante utn


consultar a 8'¡. El CEB
Para el empleo de esta tecnología recomendamos la
los tétttica, la taparidad del momento flector adicional no sobrepase
las casas espiializacias (Bettor, Sika, etc), sunrinistracloras cle
mitad rlt:l que terúa Ia sección anles del refuerzo, es dp'cir' no supere e'l
productos áe refuerzo, con el obieto de planificar el nrismo si-
50 %. Esf inranrcs que Ia limitación impuesta por CEB es bastante
guiendo sus dircctrices y especificaciones . Dichas casas comer- empleo de
consen'adora LJ qLtt t0t1 Ia elección de un buen adhesivo u el
áiales tienen abundantes publicaciones relativas a todo tipo de podría a valora próximos
un control riqirlo sobre Ia eiecución, llegarse
productos que pueden ser dc valiosa ayuda a la hora de diseñar
los refuerzos.
al 100?o.

9n. El papel del adhesivo epoxi es fundamental en este tipo de refuenos,


El profesor M. Femández Cánovas lnlormes de Ia Construcción'
eswcial¡nente ruando van a a acciones de fatiga'
vol. 37, no 373, agosto-septiembre,. 1985) nos c¡frece orice rcco-
esLar sometídos

menüqiones, que con matices, podrían aplicarse también a los re- El adñesiuo debe poseer unas uracterísticas mecÁnius adecuadas, re'
fuerzos de bandas de fibras de carbono. ducido coeliiiente de dilatación térmica, módulo de ngídez tranxenal
(anvsnienft q además buen poder de moiado g tixolropía idónea para
la. No emplear tipo de refuena con hormigones de baja resistencia.
este
esta aplítauon
Con esle sistema no se puede"meioruf' al hormigón q sí sólo ínlrodu'
mezclas que pueden realimrv mn
cir una cuantía adicional a limitada de acero en Ia zona de la sección Oui¡¿i. ai ser tra formulacionw epoxi
rlilercr I t¿s cotn¡t¡nenies un " handiup" para
y de difercntes prec'ios, sea
traccionada.
ell¡¡s ¡leáirlo a qtte ¡nuthos aplicadores desaprensivos, o incluso ígntt'
2. No emplear para.incrementar las secciones de acero com-
esLa téc.níca
tortsc.guir formulaciones buscando no razones técni-
ir
pnmidas, pues dado el pequeño espesor de las bandas a emplear y el
rantes, t¡urLTen

cas, sirrir sirtt¡r/t'rttenle económicas y dando lugar con ello a adhesivos


'diferente
nódulo.de elasticidad del acero g hormigón, la banda Iermi'
' qLt( rp(Tlntnt( pegan una banda de acero perT que son intapaces de
na por pandear ananundo el adhesivo e incluso al hormigórt' an
hacer que éskt trabaie como refuerzo en un elemenlo de hormigón
3a. Atúes de realizar ta aplimción hag que rectificar ta superficie dil
hor-
produ' mado.
migón, eliminando mediante cincel las ceias e irregularídades
cilas por las tablas de los encofrados, hasla conseguir una superficie l)¿iDlos conlhttación las características mecánícas del adhesivo uti'
d
plana. Iizado por rl(rsolros como patrón, aunque únicamenle a título indicn'

4d. Emplear en la preparación de superficies tanto del honúgón como del tiuo ¿le ¿uta formtrladón que lunciona bien' Desgraciadamente, no
podemos in¿llcdr valores límites para las d'tferentes propiedades, debi'
. acero el chorreado c\n arena. En casos exccpcionules se
puede utilizar
rio a 4irt" utitr no exisl( una normativa sobre este tema.
el escanfiudo del hormigón.

En cualquier uso, hay que elimínar postenormente, nediante aspira- l-tts caracterislícas del adhesivo son
polvo que se ha¡a podido producir durante las operaiones an' a 7 días q 23 "C medida en probetas de
ción, e! - Resisl¿rtcic¡ tt compresión
teriores. 4x4x16cn.82,3MN/n2.
El acero puede tratarse mediante el ataque rápído cott una disolución - lt¿sisl¿rrcia ct flexotrarción en las mismas condicíones anleriores,
posteríomrente con agua
ácida para eliminar esrnmas 11 óxidw, lavando 28,9 lr'1N,'nrl.
y limpiando con tricloroetileno para disolver aceites 91 grasas' - R¿sislcrrcia a ci:alla¡níento en enc¡¡lados acero'hormigón '

5o . Lns bandas de auro a uLilizar tendrán un espesor que no excederá dt ó,ó lrlN nrl,
? mm, según indiu et CEB y se ha comprobado en nut'stros e'1sa1lsi - Mcjri¡rio clt'elastícidad a 20 "C, ló.000 MN/n2'
los extrc'
en casls especiales en que se empleen sisf¿mas de anclaie en oC, ó'Ó00 MN/m2'
- N'lo¿luh ¿i¿ rirli¡l¿: transv¿rsal a 20
mosdelasbandas,puetlenllegarsehastat'sp¿soresdebandasdl' 0C'
- Cocfiriarltc tle ditatación térmica entre 20 11 50
lO mm.
me' 27 x l0-Ó rtl,inl "C.
6a. El upesor de la capa de formuladón epoxi entpleada debe ser el
- O,,ru¡¡rirt tle utilí:ttcíótt del adhesivo a 20 "C, mínimo 2Q ¡ninutos'
norposíble,nodebiendoexce¿lerd¿l.5ttt¡ttsegtirrindicttr'lCLBqde-
bido, como hemos visto, al efecto neqatit'| que tienen los espesores rreriirrs sofirl 5 kq tle mezcla.
mallores en las solicitacionu de fluencia g de fatiga'
lO',b.¡r cr¿iil¡/los frisOs ¿il que se pr\ean acciones cíclius o de latiga se
. lJna vez coloudas en su posición las bandas de refuena con el adhe-
7a
emplftlr(irl banda-< do atero enterizas q sr por cualquier circunstancia
siw aplicado, se eiercprá presión sobre ellas mediante
ptuúales u a trdvés por un
[ta¡t ¿le ll¿'r'ar sttlclttchtrus a lope, se re[orzará la zona soldada
de sopandas, procurando que rebose por los lados el exceso de adhesi'
cubrt'iuttltt unido a la banda con la misma formulación de epoxi'
vo g que finalmenle quede el espe.sor de ésle índicado unterilrmente'

Los puntales deben ser telescópicos, dotados dt roscas U deben eiercer I l".l¿i parl¿ rdt-¡,.-,adu del eltmento de hormígón armado debe ser prote'
pruión durante. un tiempo nunca inferior a 24 horas g que será fun- gida cttntra los l'rrcrttrs cambios de temperatura q especialmenle frente
ción de la temperatura exlerna g de la reactir,'idad da Ia formulacrón a ftis llccrrrlLrs.
epoxi ulilizada.
Los lorjados reliulares

No obstante y pese a las atractivas posibilidades que ofrecen se prescnta cn ia práctica cle la edificación, anrpliarnente destaca-
los rcfucrzos basados cn las formr-rl¿rciones e¡roxíclicas. no resul.' cl;r rle l;rs clernás ¡rrlr las causas ya mencionadas, y que en una pri-
tan especialmente atractivas para nosotros por tres razones fun- mcra lcctura responsabilizamos de los daños en las mismas a las
damcntales: flechas de los forjados y a la acumulación de cargas verticales que
se producen en ellas; y cn una segunda lectura, que en algunos
- Los refuer¿os deben hacerlos personas sunamentc cspccia- casos reemplazará a la primera, la responsabilidad será debida a
lizadas y cuidadosas para que sean efjcaces. defectos constnrctivr.¡s aculnulativos cle todo tipo.
- Son refuerzos en general muy costosos.
- Todos ellos dependen de la estabilidad de las resinas epoxí-
dicas y óstas, con tcrnpcraturas ¡rur encirna de los 70':'C pier-
hii(ño Erc56o
den prácticamente todas sus cualidades res¡stentes. Los
refuerzos necesitan ser protegidos frente al fuego, pero cJi-
?eorrüño ¿iEsco
cha protección resulta sumamente difícil dc conccbir, si se
trata de impedir que se alcancen los 70,) C en un incendio.
Rf€e6o FCtr'o

ñ alño Éf55o

t€srr¿rii¡
13.9. Patologías en los cerramientos Éñ ?off¡^.

debidas a las deformaciones de los


foriados y otros aspectos constructivos
lig, l3 70. Esc¡ucrla básir:o del proceso patológico que daña l¿s tabi-
En realidacl, las patologías debidas a las deforrnaciones cstruc- querias.
turales, y cn concreto a la de los forjados, no suelcn afcctar prác-
ticamentc nunca a los propios clerrrentos estructurales, claclo que
Un resumen cle los :rspectos más relevantes ya expuestos en
éstos las absorben sin mayores consecuencias, saivo que alcan-
cl Capítuio 10. quc ticne que ver con las flechas de los foriados
cen límites anormales que afccten a su estabilidad del coniunto,
y esto último sólo se presenta en casos de sismos de elevada mag- reticulares son:
nitud (> ó Escala de Richter). . Forjacicrs planos de elevada luz con cantos insuficientes o
muy ajustados.
Se sobreentiende ya en el ámbito de la edificación, quc cuan-
do nos referimos a las deforrrraciones estructurales, nos estamos . Empleo cle hormigoncs de baja calidad que proporcionan
rcfirierrdo a las flechas de los foriados, y cuando hablarnos cJc ¡ta- frarjos módulos de deformaciórr (E.).
tologías debidas a las mismas, nos estamos refirienclcl a los daños . Pilarcs cle escas<-t tamaño y, por consiguiente; con escaso
que surgen en las tabiquerías interiores y cerranrientos extcriorcs podcr dc cnrpotrarniento en los bordes.
por caLlsa de las mismas, y en menor medicla en los dcsarreglos . Prescindir de la torsión en los zunchos perimetrales.
que apareceri en las pavimentaciones en los casos de deformacio-
. Huecos de bajantes y servicios en las proximidades o pega-
nes importantes.
dos a pilares.
En el Capítulo l0 dedicado al análisis de las defomraciones, ya . F.strrlctLlras mal moduladas.
tuv¡mos ocasión de hablar con c¡ena extens¡ór.l dt-: l<.rtir-r lo relacio- . Ca¡trichos arquitectónicos que a nada rcsponden, iustifica-
nado con ellas; por lo cual, nos limitaremos a recordar los aspec-
dos por rnotivos estéticos y funcionales, cuando en realidad
tos más importantes que intervienerr cn el problema, son fn.¡to cle un estudio insuficiente.
complementando el tema con alguna inform¿rción gráfica que per-
mita al lector la identificación de esta patologa, y algunas rcflexio- ' Disociacirjn cntre el proyccto de la estructura y el resto clel
nes adicionales sobre las tabiquerías y los cerramicntos baio el edificio, uni<lo todo ello al empleo de tabiqueías tradiciona-
pun[o de vista de su construcción, puesto qlle este as¡recto ad- les que se están mostrando inadecuadas a las normativas
quiere un protagonismo intport;rntc, que descarga cc¡nsiderablc- actuales so['lre las cleformaciones permitidas.
mentc la responsabilidad de la estructura y sus forjacJos en los . Sistenra constructivo rápido y de tipo asccndente en solacios
protrlemas que manifiestan los mismos. y tabiquerías, en vez de desccndente.

Conviene manifestar que de todas las patologías clue estamos Los aspectos rnencionados son los que están conduciendo a
mencionando, quizás sea la rotura de las tabiquerías la quc más roturas en las tabiquerías, especialmente en las primeras plantas.
540 Los foriatlos reliularts

La rcpar.rr iótr nr;.is cnrplcacla corlsistc ell lln


saneo dc la zon¿t
L¿snormasactualcsadmitenflechasactiv¿tSqtlescar]mc,no- nlás dañaclos'
accptar el crite- afectada clcscltbne¡rcio los laclrillos, recnrplazar los
res cle U400 o U500. L¿s flechas rcsultantes de prinrera marto
las ltlces no superan los 4 c'; 5 mctros rro colr-rcar b;rrrclas elásticas. enh.lcir de ntlevo y dar un
rio anterior ctlando que tanl-
problenlas con los cantos adecrlados Ahora clc pintura el,'istic¿¡ antes cle la ¡lintura final de ¿icah¡ado'
presentan mayorcs
acLr-¡almente bién sc procrtrar:r qlle sea elástica.
Lien, si las luces son elevadas, como está sucedienclo
fácilmente los 7 tletros'
por causa de los garaies, alcanzándose
por la in'
il"chm de l0 mm producen roturas en las tabiqucrías
de la es-
capacidacl de éstas para adaptarse a las cleformacic¡t'les
LHE' linlita
,rraturu. De aquí, tal vez, por lo quc la rrueva norrlla
a este valor ittclependiente-' de l'r luz'
tarnbién la flecha activa
lttgar
El problema sc agrava cuartclo se constrllyerr cn ¡'lrimer
contra los forjaclos Las deior-
las tabiquerías de las plantas baias
las plarrtas supcrio-
maciones diferidas y las flechas elásticas de
las plantas inferiores y
rcs se ven impedidas por los tabiques de
plarr-
se produce, lógicamente, tlna transrrlisión clc cargas dc las
tas superiores a las inferiores a través de los rrrisnlos
valores que p¿rr-
Las cargas quc se transmiten puedcn alcarrzar
ten horizontalntente los tabiques hacit-<ndolos ¡rirndear y provo-
el primer foflado (luc (:arczcir
cando dcformaciones anormales en
de tabiquería balo el mismo'

G TABIOIJES
*'
E¡CI IO^C FN I POts S€PARACION

+-% ¡¡;!;ffiimen&"*tlibseinff

FÉURAS EN LOS fABIOUES


Éon ¡pt¡st¡u¡Euro oe us
HIIiDAS O€ LADf,ILIOS.
tsI FOfuADO INF€RIOR ES
ñreno. ec sueeRon u¡s
DEFONMABLE EL TABIOUE
SE COI¡PBilE Y PANOEA

5'd'á''Bá"^tüüo3r'mt"",ff $""1"'#?3SSS"
f ig.l:j 72 l-':uI.iLloncs en tln cert'lnlicnto de facllada de inlcnsl-
d.id dctrecicr-rte cn ¡ltul'r'
básicas quc prcsenLcrlr las t'rbic¡uenas'
lig. 13.71.'li¡mlogía dc las fisuraciones
brus-
F-n los castls cxl renlos ¡rtleden pararse las deformaciones
Labiqucs inexistentes cn la planta baja
L¿s soluciones a csta patología sc-rlr
compleias y problemáti- cirt'nent(:, ret-ntplazattclo lo-s
pc:r vigas nretálic,as elrtre pilares Esta.solución
conlleva el riesgo
cas,alrtosaberseconprecisiórrcuárrclosehantert'lrirladcllasde- ,a'tuitt'aclicionilltls cluc exiian rtlforzar algu-
estable ' El .t. a¡,," sc ¡rrocluzcLrn
formaciones y la cstrtrclura qucda razonable'merrtt: se atenúa corl-
y tildo lo t:¡tte rrosial.riqrres cle la prittrc:rat ¡llartLa, pero el ¡rroblema
tiernpo es nuestro prirrcipal aliacJo para su stlltlción' siclcr¿¡bienrerrte. N(lsotros los hemos experinretrt;rdo
Llrla vez corl
,u" ,"trrro, su reparación garantizará la solvetrcia de la misnl¡l'

E
L.rs /drl,1(1.)s rc¡r! u /,¡rri

éxito, crnplcando pilares y capiteles n'letál¡co-< er'r 1,'ez de vigas. ;'1


Otra alternativa, muy costosa para cstos casos cxtrcnros, cs la dc
clcgollar las tabiquerías er) su parte superi.)r i).rr¿:i que circia loria-
clo tonre la carga que le c<;rres¡-rorrclii.

Lo irnF)orlante es procurar (lue esta patologí¿ n(-) aparezc¿r y


piir;r ello lo niejor es tener nrLly presen[es l¿rs c.¡rir¿is clue lir ¡rro.
v()c¿trt, ¿lnte l¿r errorrre dif icult¿rd (¡uc -cl.tl,)onc r-'n la rlavorí¿r c.lc k-rs
casos convcnccr a los inquilinos y, sobrc todo al iucz, cic quc ca-
rccc, cn general, cle lrascendenciei; y tlue sL¡ corrrL)onenle ¡r.rtoló-
gico principal cs clc tipo estético

[..] .
t, I i f .=.ir.r tipica por f lecha er] tirt ldl).ilri( .r'le Ít\)'

A B

- ._:3r
...:¡.':'N''

Fig. 13.7(t A¡llasL;rtttt.'t'lo d¿ lnos ta-


l'liqiles por acurlrr,rl¿:citirr cJe cargas vcr-
ticales sobrc los nriStrros. \rrrnral-
n¡ente lo:; cli:ilc¡s suclcn ¡)resentarse etl
el tcrcio ccntral, aunque puecic ir.rber
cxce¡rciones, lal y co¡rlo clcn-rueslr¿l Lir
Frg I 3 73. f)escerlsc.r de utl r',il¡rl:;c . . - fotografí;r B, mientras quc la A res[)or)-
pondicnte etr el cerramterlLo ¡.rct¡,rc't,,.1.t., ),.1 ii l:rllcl(l¡) c.le a la rotur¿r rr'iás gener.rlizacla

l nclelrerLr,i ic' r:tcuren t e cle las cstructur¿¡s, Ilero tetriérlclola s muy


f)resentrrs, L¡s ccrr¿inrjentos de los edificios stlponen va ctt sí tllis-
[I]os un n-rr,ir-.clcr ai)dfte, qr,re cxige urla tle<licaciól'l y Llna especiali-
zación,-l¡ ¡E¡-¡ j¡r-rs c¡cla vcz más consisterrte y elevacla (lLlc'los
cli>ellerr cirrirl.L-:rr. ., l(rs censtruyan sigrrienclo las tipologías v cli-
reclrices ii ¿cl¿s r,,rr ios arquitectcls, cl¿tcla l;r gr.rtrv¿rie'cl¿cl i'' com-
¡r1cjic1:r11 (llrÉ Éi:alrr ¡lcat.izatrdo los misrlos cn el recl.or cle ]¿

con stl r rcc rÓ:-r .

Herlos p¡s¿ílo en nruy poco tiempo de construir edificios en


los qr.rc lo'¡ rr-:r..rol clc ccrranricnto y coml)artinrcntación cran dc
lipc.l nlali,"'t,l. ,,ori,gL:rancio la cstructura vcrtical dc los nlis¡os, a
ediiici<,rs cloi,rle Io: cerrairrrientos, sirr res¡rorrsabilid¿rcl estruclur¿rl
-'l clirecta cle ti¡-ru ;:lEur'.o cLlm[]lcn funcioncs cxclr.rsivanrcntc cic' ca-
I iP,. lr3.74.liisrr¿c iont:s Ií¡ric as t:rr krs r t'rrrr:, i
:.1n tabrqr,rcría infcrio¡.
rácter lornr¡rL riarr.rr.rti\'.r v cle aislanriento.
542 Los /orjados r¿liculores

Cabe, en principio, plantear una clasificación rotun- The Project Team Das tteam
da de los cerramicntos en tres tipologías básicas: J:.1,r. r,i 1:^r{,ilii-

- [¡s cerramientos especiales destinaclos a los ecii-


ficios singulares de tipo itrstitucional, rasc¿cielos,
S'tt5ro¡'r'¡
edificios cot'ncrciales, etc., y clue pocirÍanrtts cr.rglo- Co,a¡tex¡h (.rr!' !_
0i¡,,1, trt. i r¡ fi.r\31,.:i
¡blari' ¡r\¡.rb¡i'¡,r rcr'
"¡d
bar bajo el término de "ccrraulientcs de elcvacla (:rJ,.r:_ !¡r far.úr¡ I [jn,b{]

tecnología". D.lir 0, -:ir'r.i¡f'b¡ i limbll

- Los cerranlientos ¿¡ base dc aplacados dc piedras !rrr5r$, ilr.*


naturales y arl"ificiales, etc.
-<r.¿
i t:L.1r ,i,;ta! c¡ oH

- Lns cerramientos tradicionalcs a base dc alb¡ñiic-


IF,r,-1 ^,,j d.jji:¡¡ (].rtll
ría cc.rttvencional: ladrillc-ls cara vista, ladrillos enlu-
cidos y Pintados, etc.
Srj.hayog¡.df:oncrtl(Worr Ci¡rlc_e! l "ri
. La primera
tipología de cerramientos rec¡uiere defi- ^ir¡.¡-
und 8f fotorLP'rr¡
\P' i e'tol
Atc,hilt !!o/k5 iltll\'rt ¿
(lLlc
nir unas espccificaciones básicas en el proyecto i;rrrJdsoho,!rrk,la,r
¿i los ir"¡'¡
cubran no sólo los aspectos de los movimicrllos
r,
lrp;rs,on kr'ntr "nrl 'rt:1s
?lbrrati!ñ{so'!cilañ
que puedcn verse someticlos por causa dc la estructura S¡8,) ¡r '.i Wát(iúrrFl ',1
|htu¡\r,u, t c4. r
y las dilataciones térmicas, sino tambiétt baio r-l ¡rr.rnt':r ^f¿
Á(rrrro ( o''f('c Wa'r ,liñ, ¡r¡.'.' , iirulr h (ir

cle vista fornral y arquitectórrico y todo lo relaciclr-raclo lbrl¡haroñd/¿./'rñ


!r,dlry,ñq 0Pcr
Al0uerw..hork,t.l
conlaclimatizaciónclelcclificio,estanqueidad,r.rdi¿rcjcl. nqai i.¡,i¡tt.,
filptunr Bo¡'d5 3ro l)ry r nq
y que deberán scr restleltos por los téc-
nes solares, etc., 6¡ SlúrderY.(jr¡da !nd -drr'n üi.:ii\¡ G-nts ¿r io [G

nicos cspccializados de las (asa conlercialr-'c' (1áddr¡g Syrler\ li\ri b¡':'r'n I ¡r

c'lcl eclificio
:rcoplándolos a las ¡rarticulares cotrdiciones
proyectado.
5r(xr4¡, ltrld C. r¡q t'r-'Ji il'4:;1e li¡'ilr
i¡, ¡.¿r^y.i. At.irrrL'ii ilrr
Lr" roh ll lC
!!<itL:.C tst{.ir. Ll-¡r'c '(á!- :
l_)
' 'D
':¡"\r.. J.;i ¡.,s.'r. rar'a"
ii:,,:.' -\'n" ! '1_-' ri

1..,:¡ a. ,Fl P.'itr¡'r'


S,., ;i( ¡r!riiiu 0! 5,'r'r¡'t

.lrl.,,d.' r-F q¡L \C


í,,.!.¡jrCr. ia r'_i¡¡¡-::

'r',ii rf i -i.fa¡ r- :.1\'


rr .,.1 r'1,. :.. rli.¡:¡:i- r.r,' ,'

r';,t,r(,rn.i.lrdlLr.'fl:.\'' { :31. 4r'r r-rrrr't:l(lnlLirnhq


'- !)ir " ., '

err utr ¡'ci i:i


lig. l'1.77.Colocaclórl de la fachada extt'rjor '-r '-l''
\i. I tr,r¡], i l.-ltr'
grarr altura c'n Nueva York J,

:.-.j'. ¡,t¡ ll',': rnú ililr l) )' Hrtr ¡¡':r'


\,!'f-,r!1.¡_'!-r",,) - r'i1., ,'
L,a c:ornplciicl;rcl de un eclificio ntoclertltf
cle Llltrltra gc'- r..,1i 1 J!. ,5.:,..r.' Grtnr
los conct¡rios
neraciórI Supera cr'ralquier iclea basaba err
clecliicir cir:
lorrstnlctivos tradicionales, como tr)ocle'.os r,jiir'.' 5irrn( \¡l,l'tt r:1 i ¡.,r ¡u,(i f:'t'.t ¡t ¡'

c¡r'tt: ltan irrtcr\ Xofrilctr,',¡br'rró


la ficha lécnica de los cquiptls téctricos '- i Lcn',' ,',rri i-! "¡ rrri 'r\ I (jn lfl
Frarrkf¡-rrt ii-
i",,':. ir'lFnit'rlc:fr
r.i. - ,r''i ¿rir-k ir,r ,': t r :i'i lt.!r 19

;lclJ ; ;iotoyccto clel conrrrrcrzbank cn fJ fr I 1i' ¡' ':r'r


84óanaetotlvilbetia.
a conlllrLi¿rcloll'
señacio por N Foster y que aditrnttrnlLrs lit r.: tLt\i I r
l¡¡ds(aprrr')atrlli¡rdr¡: Wc¡r':'"CtrtsirCr: ((-i

aon,ropLlnto a lo quc sucecle en


Esp:rña cit-rncle i; : .,.d l (,i 'l P.llt :
É'¡riit {)rr0-n- rdd ¿o¡¡,1rh¡/'\lÚ'
.o,no lta.,:\ il.¿. Lrn lut)''lt'\'1.t'
llrl Llnlc(-) pr()
aparclltcrllente, todo ha sido rcsuclto IXlr hiltt,¡1 ¡¡ri Pi.n: ¡r;
P!r,. ""J \{j,.ro¡r¡ iir
ycctista, l"t. ..ri ! ¡\\ l rl iri¡ .!
1jr.r;c¡r.. Jr d ¡:,,1r' a-

I flLi: i F**- clcl Cor¡nrctzb¿rlrk ett Fr¿rlrkhlr''


I ¡i ldrlriri'-r riltatldrfs

S- li-:

l: --

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1_
l

lij::

"

'Írltftl¡r'
ri,.'ri,,
:1 '1fl

f -, r.'_r

Iiig. l?.78. Cci:ar:: É:-tr--s clcl Co:lmcrzb¿rtrk (Corurnc-'rzbank i-r.rrr<r.;': i.::. l-r:-rlrr¡t-LllrkháL:e¡ 19971
544 Los foriados r¿ticulares

piedra liene que ver con


y artificial err las [achad¿ls un ¡runlo deiic¿'cio cle los irplacados de
' aplacaclos cle pieclra natural
l¡s
soliclarianrente cQll la loselenrelrto:c.le:r-iit-t:ión¿tlaeslrllcltLlraclcledificicl'questlelen
requieren una piel interior quc' trabaia.nclo desea-
espccificaciorte: t.lasarseetlclerlrelttoslrletálicosquesesueldanoatonrillarrcntrc
!-i"t.t, l""figurcn el t"""Ái"nto con las
itiiy qLle llrotcser errórgicamcnte contra
pucs-
la conosión'
sí y c¡uc
das. a largo plazo tietre stl talón dc
to r¡uc l.r est¿lbiliriacl cle lcls mismos
cste t¡po cle cenanrietlto a(:ep- Ac¡uiles prt:cisatllettte ctr las
picza:; t'l'retálicas qur: los sostienen ¿l
Baio el punttl de vista estructural
üJJ"iJi"rn"nt" uicn tot movimientos i.<lucidos por l;'r cs-
las c:structLlrar¡
" no presentantlo patologías
tructura y las dilataciones térnricas'
se prcsent¿ll en las fachadas
dignas de consideración
por estas causas'
' L¿s I)aLL.lloEÍ;l: nr¿rs f rcr:ucrtles

cer¡atnietltos se cel'ltran Lracliciona]escont,Elradirs¿rl.lascclcdoslroiasdeladrillos.sien.


Los problemas derivados de estos con algtrn tipo de r¡lortero
que incidert sobre los zun- clo la c'xtcrior clt' c.lIa Vist¿l o enlucicla
prirLipinl"nt" en los enormes pesos con algun tipo cle rnaterial arla-
clefomracioncs quc danen los coloreado 'JinL.icio o enrbclleciclo
chos <le borcle, que pu"Jtn u"nárar variable' etc )'
qtte :uclen est¿lr cons- clitlo l¡¡retr¿ :ilice¡ cle qr¡rnltlotttetría
tattiques irlteriores paralelos a los mi:;mos'
truicits con albañilería tradicional tcrticlo ocasiótl de exponcr anLeriorfilenl-e'
T¿ri', co:rro l'lül:lo5
la irrsr:rciór rje r;T, (elr¿¡nriento
ígiclo, tanto en las achadas como f

irlplic:an problelnas nrecá-


en las co¡rtl¿r:i:lelrt¿tciollQs irrteriorcs'
niccls ¡' de cstarrclr';eiciacl'

exteriores c= interiores cie los


L¡5 uni,-rr,,rs l'ír'icias crrtre las holas
clifere:nciales itt-
((-rrrar'llier'lr:oi u-lrl'ti-rrt:rr irrt¡::iclc'tr las clcformaciones
y acaberrr tlriginat-t-
derrerrcliel'te5 QL.c '!l{nL-lr lugatr ctt las mistrras'
clt:l c:otrtportan.riento de la
clo ¡)t'oillet-",er: lrrcle¡lc:nclieitu*"'-tt*
eStrtl( [ur¡]

exterior clrl ulelo sobrc el


otra tr.rr:¿ los crpclvos clc la hoja
Pc¡r
dc la f¿rchada' fo-
fnri¡rlo. (.u¡rrlclt.¡ >'l clcse'r t,tna im'gen cot.ttittt-t¿l
plaquctas' rcprcselltalr en sl
,rárrclo.e lcr¡ ililtries clel rrtirrlro con
cielicacla y ¡lcligrosa
nrisrr'tt):; Lur.r stri''icit',,11 c:on';trr.¡ctiv¡

l;rf¡¡cir¿c]¿iiet.ltj]ac]¿lclel¿clrilloCar¿IVisLa(eXptlestac-nlafigtl-
defienciecl arqui'
ra 13.80),qr-if (illrro'¡lterrr¿rtiva;ilatraciiciotral
tectOl'Parjtio't1.,(¡l:uciLlcl¿tcleq\jeü}roftavalclrcscLralitativosqLte
pero lir sr'lleción a la estructura de
la sttJ:crarrr el Loll'llxllt¿tl'lliellto'
cle las ltoias crrtrc si cuando los
la lroia exterie-rl', '-'l ¿lrliostr¿lnriento
pasan a depcnclc-'r clt irlfinidad
cclificios iirircl.r'|-r L:'s 3 ó 4 ¡rlarrtas
pLlerltes lérnticc¡s ¡';ttttllatl ett
clt.: lticza; r:rerá,ic¿s i¡tle Origitlatt
(:onlport¿inlielltc) a
p.trte 11r¡1','r¡'i¡tlrlto> <lifercrrciales' y ctlyo
5L¡5
()scr'lros en cuarlto ¡t stl durabiliclatl
l.rrgo ¡llazo l)rr'ieI'L;1 ptllltos
cle qr.re l.rs ¡riezas nlcLáli('¿jS
se rc:fierc, ltl'.1.¡sr'l ..ct'p1..,.'].1., cl lrc.c}ro
necesrlri¿til'lelrilr j! cilc!l(:l'itrctt
galvaniz;lcl¡s o sean dc irccro itloxi-
Ott L)l(i.

Fig. l'3.79 Motltale tie una f¿lt:llacla pretal:'rii arl; dt' :rlcr-lt;r arllftci¿rl ctl
rrn eclificio de Clricago.
L¡s ioria,/os rtlkular¿s 545

a;r;l\'c! fnorL:s !-'r'r la c,¡loc¡tititt da l¡¡llill¡! :; il'iirr dc la f.rchadtr <trtrvet tcittnal ''mcionltj;¡"
Er-;t¡rerrr;r
Lsc¡trerrrr rle la fachada ccrrvencion¿l r1

en l¡s Ljrintcr¡s (.;ilrl¡t¿:; dc aitc. No hay cnl¿rrje enl re l¡ hoja intcrior y Lr exter¡or.

[.)r5po5i(iór] h¿rllitrL1l.t,'r¡r1ot re(-ofret cie l¡drill.:. r-.r'¡re: ii¡.j .-.r'rL,-\ (.ri-L l(l'i;¡.j(l
l¡ler,t¡¡trlul¡tldel¡lroiacxtcriorclucclacor't'l:rr¡f"::jir i..:f-ifilrrr\irtlbiiLl

r*r--
ratot
ar I ?lrx!
an br,eue

I loia intanor rle b irii re r 1e :ro:tr rigcitl


eli l,l\ \l\leli(l,lr (lt ñ(X):iL lL lsldllU
'-
(:,erl . Lt( \-( tr' , .iiix .¿ilt:l XiCiOn
l-x-Í !errl,il; I jrl:r:a ir: l¿ unróti. i¿t
clr.rrl,; rr'lurar

Iig. I3,80, Figrrras ohtenidas de la lesis doctL.r'.ii clcl I Nl Cc:nz.ílez, recogicl¿iii l)Lrr lgn.rcjú l)¡r:,-;.-',-'1. sr.r ;rrtí(:L.rlo "lalachatlttvcnliladartuladrillo i(lr(r risl(i
{Nucva Arquitcctura, no 2, Octubre, 1995).
l,', l¡rl¿,1¡s r¡lr¡rrl¡¡¡s

' Le guStc o llc) le gtl5tc, cl ingetliero e>L:1...¡ ,ra¡ i- Tllil'.?:l'-r'i: a.i.l;l:-r,-l(- :. ' :-.,,1a l¿r ¡:ln.l,, lL|¡ iqitL)t¡ Ior,ir-r L¡, fr:l;-c lar-
I.rt -

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II
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Ilellcn lLl*cir \- - i): :1..)1. .-(


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re cle l sp.rtiir. 1 I

¡. t .-. r )lr-, r --, ¡" 1 . ;-1. .'


.'.-.'--¡,1'l''T"Érs :iirr'.r'i'- :- :
Y lrara finalizar, tener en consiclcr¿rci(]r-r rlr-rL ,r i',-'c,,'5 cn l(r5 13.10. Patologías debidas al cortante y el
cl,trttt:; ctrUe l)re:ierltiln lo.; ¡r;rr;rntcnt.l.i I-ir.i -'ittt¡l-d .r (-ilLl:i;t Viene
rt-rotiv;rdar ¡tor J;s cjef<)rnr;¡<-iones cle l,-rs l¡r't.¡ -i,¡,. L,¡:llo r-lcrtrLlcstr¿t
punzonamiento
la Frg 13.8,3 cn donclc sc obsc.n¡r clLit- 1,r.. i'...rr.r; rJr' ;r,. ¡rl;rc1r.rc[a,-;
clegretfucrott¡troclr-tciciasJttttl,rrrlrait,,',r,:,,'|()r'1.(-,t.o(l{-'¿igalTt. I 3. 10. L Análisis general

Alltlrlll, ' , r-r irii\'.lfllOS eX¡-'rres.it.lCl ittttCtiOlttteltte, teSUll.l r>ll-


Vi() (lue t, D:il:..1 t)robktnta qUe cle[)etIiOS I-escrlvL-r Cu.rrrt]tt terrenlOs
clelante r,r'.r l.,rr)lr)!li;r t'stn.lctLtral, sea ésta clel li¡ro quc sc¡, cs el
()t' ()lc1s'fr,.\-_._:r' I. r'ldl l'('fllr':'tl ()rlÉlen y lc]5 ü(-lLt:;¿t:i \ltir l.r (.\l,llt
¡rrcxfucrercl,r ):liertr¡r. no cot"lozcantos c()n ¡rrecisiórr cl ¡trotrlenrrr,
lto tlcltcti¡,.r: t¡r|t t¡rr rlecrsiollr,ts sobrc la estructur.r, :alVo t¡trC csti-
nr('ntos illre tr..:.Lerr riesgcts r.lc colapso, L-lt cuyo c¿tso tenent()s
l¡tre evil.rrlir :r ,)r Ilrlnt¡in(-.alI(-nte- con Lln ¿ll)Lllll;tl;lnri(.nt(t ¡lr(-\,eItt
vL) \l es l)rr.tl ; ,. ]t lrL), clcjar fuera cle Servicict la zon¿ cl.¡ñ¿lcl¡

S.llvo,',.t que llen;lr Ias pá¡1inas clc l<ts ¡re-


r ni,r(_rn(_'5 n_riclosas
rir¡clicr¡:-, ,- -;il)ell(-r:; qr-tc las c-StrLlct.Llr¿rs :;t¡elen ('olllr.u'lic.lnto:;
1r )!l(
sus c tlil.l'-. ,.':i llt f jl, IlLleSlrOS erlorL's t1c ptoyecto v cctttstntcción,
a tr¿rvéc rir' r,'r-:l,r¿iÉ c.rll.rdr-r [)ero suficicntcllente er¡rresivrt clc l;rs
fisrrras: l-)(rr a!ri :tgLrit:rrtr', vcallos qLlé ¿ts[)Éx to ticnen l¿is llsur.rs
t|¡'rrrtl,,t -. i''.r'l,rntieiltq).
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ffii:'$il
t\LÁ-' 'r
En l¡
Ilr(':;ellt.tr:.rr
fi.tt.^r.' I:l .,\(,) :;r. ¡trl.:;efrtitrr Lln()s croqLtis de ((jntrt suelen
1.,,. fi_-Lt¡.rs cletti<jaS al Coft¿l¡te en los clente¡t9s lit'lt-,:-
lC'.. \)l)lr I l_l_'- lr | \,i,1Vef¿|.

l l fisLrr.rció¡ ( iftriLrL:1.:i<: Ér
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lirl. l:) ,1':r .i:r -, ,¡i .r:. lj:,rtrcls dat COltclnte (,n iO5 cletli_,n:ar: .t::f.t.a:::

Ftg I I 8,3 P.itologi;r (ie lj:,.ur¿( j()¡1e.. L.t n:.tlid¿ri .,,,


rctr.¡(_Lión cje lcls lltr-rrlerr-rs cie .tgartc
cn ltl:. irl;r,ii;; ¡: r lel¡ir l¡:; ¡ l¿ Ir >lcr ¡r 1os csquer¡as cltt l;r fr¡;ura alnl(.rior c¡n
ll¿tst ;rnte ptrr r:..,.': r:,,..,r ii-, rlLrc sut:le scr Irast..tnte st-,nci]ltr
ciiarln,rs_
t jc.lt tr.rlolr -. :
l-,rri,,, ; ¡I ( (,)rl¿lltle cLt¿inclo
'.'r'.,, ¡lterlt.olr>cr,,.,,1._ I_
ltiez¡r l¡tcr.¡llr r't-,
Los /,rr¡urios rLlt¡llrr¡s

(lt-: r-ltlir r' ig¿r t'lr¡:Ltrlicl'r


Acljtttttatrttos ullos (lllsayos clc viguetas \'
con url horrrtigón cic ¿¡lt¿r rcsistenci¿l {H A R )lt-"rl':'-'-lL'- ¡'rrrr
ll(- r-tr
t rlt'
Alicantc, clotrclc- se apreci¿t la ap;rrición cle la lisr-rl¿r :rrii-i;rl 1-ror
tante y l¿t r(-)tur¿l iinal {Figs. 13.90 y I3 9It'

'rW ¡ial .
1 ...ri
iÍi;1t F:

rr#5[
'GffF-Tr ,J\

- ir:tlr,tt.lÓt1 rJtrl¡jcla ;lL ( (.11i¡lllitsr l-ro'. I i)l:l:-)li-


r':, ¡rr clcL hol'nligtilrr, tlltlllrl t:iillrll-n:¿:- llLl clt
,::,-! i( )l' e:i in';t lficier r lt-'s.
L(,-\ 1()t j(l(íd-( ¡¡¡l( li i(¡rf ( 55 t

*:.i
No resr.llta tan sencillc,¡ apreciar las fisur¿is c1e ctlfiante erl los
clc-mcntos de los forjados planos ¡ror la inrposiirilrd¿icl fisica dc
visualizar sus p¡ezas resistentcs latcralnrente. Tanto err los nervios
de los for¡ados reticularcs como en l;rs v'igrrelas ¡, vig.is platras, cs
ncccsario vislumbrar previarnente que lai [isura lr¿nsvers¿rl inferior
c¡ue podríamos ver, situad.r en las ¡:roxin'lici.rcies cle los ;r¡royos,
$
pucda scr dcbida a un cfccto clcl cortantc )' no a una t[-xión
inversa por as¡ento diferencial entre s()l)ories. St:l;rnlente Lrn¿r
ins¡rección generalizada clel coniLrnto y' urr esluclio ¿ll¿rlíLico cie los Ito l.
'
¡rlanos clcl proyecto tros perrrtitirá [errer pleru.r certeza clr r¡L.re el J¡'"-'
diagnóstico sea el adecuado, ¡ --IÉ-,)ü'I\r. u,,,
""* ""' '$. '
lrq I :l a:r \;1-1¡¡,¡., srrperfici.rl cle Ias fistrr.rs cle purrzorr;rrrricrr
Las fisuras de putrzonanriento en lcs orjados lc)s¿is lon tJe Li¡lcr
f -[l !:5!t',o clc ull¿r lcls¿r rtraciz¿r arnrada.

I
radial y concéntricas cort cl pilar; pr(.'sent;rn(l() lln :J\l)e( t() ¡r;:re<:i<Jc>
ir los reflejados etr las figuras l3 93, I J ()4 r,' l-j,t)5.

L-J,:l_-1.[_J.:[_-
,'[
i,I
:. . .Pr,ñtrTA
.,[
t-rn II
É),

I ie. LJ.9,'t. Aspectó estluc.rrrá[icr,r cic l;r: :i,;.i:;. .']¡ r)"¡¡'lt r'f1L()
\¡*

-..r'-\'lL('I.ll V 5l-lpcflL)IqLle l)lejcf '.'l)Lj r.lt ii .r'tri


' ' .r': r.I.¿rr alr.treltte c1t: .5r1Uirr;r (Do!'K.rn'tinel iir)

'
,ii'
,u', !t-
tr
,,.r:¡q¡\,,.r"''\..
' ..., '\¡\,

\sls

Fig. 13.94. l.isLlras clt- l)ut1¿c)n¿rnriento cn und r-)i)t ,r .:¡ l¡;,: ch:llcienc.i¡:; en -j ,r
la eallcl¡cl cl<'l lrorrnigón, y cJt'rl,.rrrr-lc >c h¡:i -' :,.,i, r . ,r---.i r r,1r' rl-).-\ Fic I 1..:i;, -,¡::Lti-rr,'riicial cle un;l ]os.¡ prllTrtlt¡al.t.-.:r L¡n D:
l¡ r ,li r,- '', il,-,. 1,;t:'IreLu1.,,').
Lo> loriados r¿litul¿rts

n,. üiot: \. .¡ i'- t.:


'¡ ¡lri r--enlro contcrcial dc Seúl tra:; :'u colapso
Ur rr¡r+l: ,-'i-j ,r:,1: r'r i.:'-i-) |rr(rgre5iv(l tjc 'rtritla ll;(:lá ;ltlaio IXXIrí;t
iÉ' r ' IÉ.1-: --.1: ,: ::':11 ,t ¿ri.ór' lLigica rlt: l¿ citt;lsllutt:

. Doclo (lriÉ r-r(t eri¡terl, atrtrtunadamcnte, bueflos reportales


pr"ttrzonantien-
rl)r¡' Kdr"r:r€'-lf:\ escrjtos l' foto:Tá: cos sobrtl ¡:atol<lgías debidas al
Fig. l3.9¿3. Losa punzonacla en url pilar de meclic¡r'!eri'r
r

(l!e nQs explayenr<ls sobre un caso re¿¡l quc tu-


to, n'rr'rece )a ¡te:-ril
vintos c.lc¿r¡itiil clc '-'stLrchar, por todo lo quc lros ptledc a¡rortar en
debcnros
Cuando sc obscrven síntomas dc punzt'lrramielrto lecciorres tlue i-r()> ;in':rtt ¡l;tra c¿llibrar rnelor el ¡>Llnzotramienic.r
proce<lcraefcctu¿rrttn;r¡runtalamierrlorá¡rrclor,efic.'az'clclclrc:icn .rr-lténLicit (t-tL tlerli- lr.;r:1;lr ctt las losas'
ie trn puntal por cada Illetro ctladr¿tcltl de la zorr¡.¡ afect'rd¿t' ''in Se Lr..r¡a cle ,rn.i ir¡r.rrcilt'trietlto sr¡btcrráneo cie clos
plantats con
c1r.rié. es res¡'l.tr-
entrar en las ciásicas discusiones bizantinas de
e1
pil;irc: entre ó'90 y 8 lllctros y cclttstrui-
plazo hlt.es crire cc-trrrprenc,iicl¿is
sable dcl problem¿r, al rnenos a cofto clo cn trt:s l-rlilclrlc'< Lorl iuril¿15 físicas y reales cntre
sí'

el colirllso ¡lt'te- tnacizas'


[.as roturas por punzonanliento son trágles. ¡' Los for j.iclos clei .r¡larcanlielrto' rcsueltcls en losas r'lrl
cle pÁentarsc irluyrápidarncnte c()lr Lln¿s colrscctlenti¿s trágrcas Lenr¿rrr Lln e5pesor clc 25 crn y estaban construidos con
mayor o igual.a
como las refleiadas err la figura l3'99' lrormigólr (lue. crr geiletal, teníaurra resistencia
25 Nll,¿r. L.l lírriitr: el¿¡rlico clcl accro sc erlcontrat)a ¡ror encint;-r de
clillelrslones de
los jl \'1P¡ l)la-r() K'gcntll Los pilares tcnían
a, i 25 x 50 cttr
.,.r!.,
se rcfleia erl la fiElrat
\r IJrla geolrretií;: esquenrálica clc l¿r ¡llanta
clrlcbrado dc l¿r itlrtta tratarl-
\tl)+' sigLricrrtel tlonrie stl ;r¡lrecia el cliseño
ir las plazas de garaie
.lJ i.' u,ol,-ltt¡tr tl tlríninro ¡ osiblc

ot:'+.'re-' ro:
ñ risg ",i.¡rso
d"tnu.los sin
cle placas
los
P"'p":'-'.:l::]ie:r:o
forlados corres¡rt-rtrdicrt' s
p',iur",

clcl centro corttcrcial qttc


Mucho nos tcmemos que el colapso
la cir'rcl¿rcJ cle Seúl y que
o.on,".i¿ a finales dc iunio de I995 crr
por el irlgente lrtinrero lle víctinlas
."nt.raiouO al rllunclo entero
y cientos cle hericlo:' tengir algo
quu .our¿, más de 300 muertos
progresivo qlle cmpczó en cl for-
qrle ver con un punzonamiento
por no lomar rá¡ricia'
il; J. cubiertas y finalizó en los sótanos lrrg. l3,l{Jl.P,.rj:.r.iirLllrlárir-¡del bloqtrecolapsadlrdelostrcsbloques
rncnte las meclidas adectladas' rr ;, bal *
Lte r- r,trrf lg'.r r Lr¡r(dl'rliefito'
¿¡
Lr, l,ril,1rtrrj tiiif .rt,1t,

Li losa supcrior del aparcanrict'lto, LOrr r-rn.r ¡rai'in'ie.nt¡ción cle Llri.il ilj:.j: lo:¡
c1e horrligón ntediantc cJ progr;tnta Cy-
cic, l.-
4,3 kN¡'nr2 cltcinta, estuvo prest.rrtrlo slts scr,. i{ jo! Li)rrtL) c¿ri'n¡t(l PECAD (r"',.'i:ltfr ,i:i : l: Én-r-i ,.rre.r, cle c¿.trgcr sobrc los ¡til.rrt-s ti¡:rcr
para pistas de tenis durante l0 ¡rñc-rs. clonde se celebrab":n c:rtnr- scn.llacloi er¡ L.r fi*-rr¡ 13.102 Lcnjendo [)rcscntes IOS reparlos hi-
pelicioncs, Se levanlaban graclaS portíttiles \ l\.)i cdnilL)lres L-lLle l¿S f)CrCStátiCOi c:t ,.i clistribLrCión cle ]¿s ¡tisl¡;ls.
tr¡rnspoftab.ll entraban y salían circulanclo soi-rre i¿i nri:ll¡r. Sol¡re
cJiclr.rs ¡,rislas t¿rnr['¡iórr se celebrart-rn iic5tas slrci¿r]t--c. Toclo lrurcio-
rraba nornlalrnentc.

A los diez ¿¡itcts, sit't conocimicntct ciel .tL;ir-' ,lr ¡.'¡e'r'gq¡,r,


I:lr
¿ilgurL-n (lLrclcle relorzar la I).tvir)rentacion clc l¿,< Dii:lr! t ic.1ll¿r(lLr
un pavirlento adicion¿rl quc pcsallar 3 k\ ntl, srll.utilo clt total
Lrnas cargasnluertas de 7,3 kN,'lll2 (730 K¡t nrlr

Par¿ rcalizar la nueva pavin'lerrtd(jón circ-rl.rrt¡n soltrc cl


l- :, I
ror lcruo-r()5¿r Supcnor:

. Una paia cargaclora: 100 kN I l0 t)


. ult lr¿clor: Ót) kN (ó t)
. Una cxtencleclor¿r: 150 kN ( l5 t)
. Urr rulo compactaclor: 20 kN t2 tt
T¡l-;la I -l l0
A los pcrcos clías dc iinalizar los trab;'jo.. ir' r,(-rfi'rr-r c1 r,lltci s€-
rnana, colapsa por pL¡nzonanlrr:lrto l,r ¡rl.ic.i !r-.i-rer:or r clt::;ljz¿.i :;o-
l-rre ios pilarcs, irrpactanclo sobre i¿i in[crjor t:r;e ,., l'.¡ctr plllrzOnat
lJ ',,r,' i.: :.:: r:.L :lL .;r:,.lrnl,tclrlr;i: cle l¿r losa ¡ cle lur:; ¡l.l;,re,;,
iqLralnrcnte. El tientpo (lt¡e clLlró el pror rrstr r-sirjt.trr clcl col.:¡rso
a1 ntar¡1ct-t ri. iL:jri:r,Jt's; colt:t.n.lr.tivos cxislcrrtr,rs en lfr dis¡rc-rsición
)I
Llt lcll. rj'. .-. i :- i .' . rl r_t'llLtiil el llfoDlelll¿l C\Cltlil\',r'l'L-lltC i,ll
clescle c¡r-re se deterctan los hotrgc-rs clel ¡tu:r:r-r: r.rr|:t: 1() hast¡ ia ro-
tura total apenas superó los 30 nrjnl¡tos
ri ,,i'rrl¡11.,: : ":tr tclrlrr. clrj;,rrrlo ¿r rtr '¡clt¡ r:lt,ilal.,icr a)tl(r
i
¡iltOllrali¡ a.) ,.-;,,i¡ ¡rrrrri i¡ralrle cr,rla¡rso.
jr-
rtr I I I
Ll IOf lctLlo llO LllSpOf llci Oe VIgd LIC l)t\lilt ' .lt
I

tr;rl, pcro sí tenía unas cnrcctas srtltrt: lrt: ¡ti1.-r:t> :


cli(ii ,:'rr l.r liqr¡r,r I 3.102, c.rlrteni<l;r: rle 1r..1 ¡r .,' -.
quc sc cncorltr¿tban cleficiententente cctlrrc¿rri¡:
nrL' n ta nrL- nt(:) I)o r L'xc('so clc' rcc: u b ¡i nt
I i c nr:r )'. r l

cicin enlre lcls ¡rlanos cle estribos.

ErT-T]
TIPO B

t-tl--t-]
L. . . I t. :,jr ii¡'-: il('l.1li¿rla¿lll'i(:rllo;,t te' tl':
TIPO C TIPO D \,i-,.:ri.:: , :':. ,-iÉr.i:c,,r.rl It:flej¡¡clcr elr lil loLOgt.ifi;r, v;,
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: ., -- : : :'r-c,i t-:L¿rl S(:)ll(llt¡trclcl tlt a: rc¡l-
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554 Los /orlados rclr{ üitilai

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litic'¡r cl|
r'1llc i;rs rcr ell Sef\, It lL.

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losa pllllzonada st'¡¡rl¡¡tr lo: nrjrxitlos irtlpedían
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y positiv'] qtlc tlt-'lrierirrr q(-'lrcral\É de los prlirrcs quc ill-
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mientras caí¡l la misma la estnlcttlra
.1ic.,.u., L'i .gr;-. c ill.i.rl(.nl¡1 qrre est¿tlla I)¿rclccienclo
. L¿ Segu¡cla leCción que sc'extr¿le
(lcl r-,-rla1-rSQ'" i-lrl(r Il(l l)L)r quÉt1:iron a la vist¿t IOS
Sttlirrrri-t-,-tr l.i,:;l-rr.ir.i (ii:l col'r[)so' ctl¿iI1(lo
ciel'rr cic: :li¡i iol'r'-rI F-'s 1¡l ftlriarclos cn las iurttas etitre llloqi'res' pirclo
ser suficierltcmente cono¡icla clcbemos lrorcle". l.rleri,l,::. r.l¡, l,-¡-<
lll'rrrc'tcl')
;; ql-,¿ trs roLuras de cortanle y ptlttzonarrielrtQ "rÉrr'r1 urrqr-rc ;rrrrecj;irs{ i. t-rr!rl-,lir-,.1 de c'llle exisLí¿ \'cltlc exiS-
l-)l,lllzollanliento '.rFi¡r
.uráct"r cle fragilklacl, poscyencl() el grarvisinio riesg(f tli ctl¿i11-
illil ilúll 5e cncLientrall erl ple \¡ 'b l3l05l
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tt'trrl lo: biLfilr-.É5
cia tienrpo a tollr;ir lnctllcl¿ls
clo se iniciart en su proceso, apelras
5e ttr'!l'r l'' stlertc v l'r
cle ti¡to alSlno. Por cot-tsiguientc' cLlarrclo
cle pl;rlzon:rirlicrllo sill (:lLlc la
fortuna cle pocJer cJetect¿ir un ricsgo
or,,oi.,y,colapsaclo,tóntetlserápici¿lll.relltcIllec]ic]¿t5clc;p'-trrt;rlii'
rnicnto y cléicrlse las cliscusiorre:; f)aI¿i irri:; t'1rcle
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NoTA (Yl'Fltrgenieros F';Lr-tcll',':, I i: ' r: --.
. .'. -l ¡li' l;¡c esl f LlLtLllc'ls lll'li:i corlL'ct¿l t1L>po'cictC)1l
ft;ili/(i t.tt1¡r Il(lsti(ill ll;lllf (ltlc r' lli';i --
'.., ,1-t,c:t'Íl ser Llrl obicti\'1--; 11¡i1-¡¡it¿1¡ir) ci l1(lL'Str¿iS
' ,- :ri.',,1, ,:l ¡lt JlrLl'rl"r l 'r : i -:' ( I (- l¡1 i ,,' l-:-t

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Ltrs /¿,rl¿,1¡-. tltitlút/\

obras para no consunr¡r los coefir:ientes cJe ser¡rrirl.rti inner es;iri;i-


rxente. &rstaría [)oner un ¡x-rco cie c¿rnr]o V cstinla cn cl traba¡o quc
reaiizamos, para que cl panoranra c-arn[;i¿r¿ r¡r.iit-¿lrnerrte rrrilrirr'ti-
zándose natoloqías como Ia euc nos cstá (lcr-lnancl(:)

Arr.¡li¿¡lrrclo clis¡.r<-rsici<-rtres y recubritrrienlo:. cic l;¡s.¡rnl.¡clr-¡r¿¡s


err las <-rbras reales puede com¡rrt:ncJcrsc rr-rt.rit-;r l)(-)r (lré el ¡.,rt-:ie-
sor Alfredo Páez recomienda petralizar l¿ efic.rc.r rle l.rr tr.rrr.rr in- '.b*-
clinaclas frente ¡rl cortante a Ltn 70qú dc su capacici.:cl ,

ad iciorra l rnente a los cocficicntcs cJc scgLi ricliicl e;t¿i blec tckis.

Fig l3llI :-: ii! :|l:lrr;r clc-'l ¡tttnzotratrttcntO clc la llaca ;nfe¡:or
al rccil¡ir i,,l :,.. tle ¡ pi;lc.¡ srr¡rerior.

Fig. I 3. 10.r. (.onos de rotura de l.l ¡r at.r !i;ni:':it: :,:,i-,jtr l():, l)rldro:l
I ¡s ír'ri¿dos ¡¿liiul¿rts

c-rn;r ¡1;'ler',- r;r:--biiri el i¡Jinitcl cuiclaclo qlle se clcbe tt-ner


.i'
ruios conlpact¿i-
con l¿is (állc.1: i.i 'l.r::ri¡r: i.itl tl'ifico o cl tlso cle
(iore:; c:r:¿tl¡cit¡ cir-I .¡il :¡i-rte r:sLrr-tctLlrü5 (llle no ftl(lrorl diseñadas
I-t cotlrllatct¡lcititr clinárl-ri(¿i vi[]rarltL- de
ni l,rrt\'1:.1,.ri t)'rl'ii sirl-ri-rJ:¡r-Lil
l6c ¡¡¡i ¡r-rl.LL-1: ,:ii-:.- ,-iÉ -¡.li(:rltCl{-'t1 y c cllcrcart Sobfe laS estfLlCll-tr'iS
tier'leorleÜj1'.ir||il'lI',f,:.ll.jil.lcIllet)roil¡biChlOct]i(].]cloSarl.]elltce5-
tr:cli¡t l¡-r

.Parr.l ¡lt.,l,r¿i l ,rrrr'-ir()! l.llla ilproximaciíltt l'lrl¡lérica '¡ l¿rs c:ot1-


quc Ltlvicse ltl-
cliCjolrls ií*.ic¿,i .r.t, :.4 prOrlujcrOlr cn lA plaC.i llar¿i
E.rr cl ltr,jn.i:'Lir- rrt-il(i >illlre ullo de
los pilart-'s ¡lt{sitttos (ltle' cn
,-rr.,c,rt,l¿, ¡-r¡titriiir- 1¡; r ia sc:r el ¡lilar B, coin<:iclierrcio
colr la zon¿l
ciortcje r,rr ','lu,¡i¿,i-1. -lt:tiLii lt-ls prinreros lrongos clr-tr':trte el ccll'r¡r-
s., iL ¡tii.,, Li .i. .r,,rórL 2rx50, tie.c la l.tlayor Stlperficic tribLlt¿-
,i,¡ al" .¿rq., i ir:r',i.; 'rl-: o'l llll Lr car¡1;r rt:al
p()r llleLl(l cttatlr'¡cio et-t
e5tlnl¿rl'¡
r,l nl,tnte:t:,:, r-icr ;(:.¡r.riÓ existetttC: ett lir ¡llalCir ¡roclettrOs
:
el 13.(r k\ r 5' -l:i..1rlr()r e1 pcrírnetro críti(c) cic rolLrr¡ ¡i 0'5 cl'
la-i t{'l \to:l(:- ;.1¡-'¡..i-.;1.,les Illeclias quc tellclríarl ilt¡1'tr en <1icho ¡t-
ei cfecto cle los rnourerllL)S l)or Scr Ltl'
rú|ell(-) t-tílir Lr r-1,- ¡Ilr'{,|.tltrlc-t
¡ti1at irllcrLo" -:l'¡:L ¡'li i or(1cn clc:
( ¡rg¡r r:- ..'' :r,' \-, ' l.l (kN/nl2) A¡ lrtt2)- l3 (r Ó4 : S70 4 kN

l)r:...u'-: -t: I.l-t,l,i


D.- - -i r . ,i ,l; + cl)l 2 :240 cnr
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al c¿iso clLle nos oclll)¿i '' !l-'!' l- '.:''i-L:1 ll q(rll: '-,' lr j.l lllt,lltt-' l¿t:i''''lll>icl'-' l ¡ rl't >
la falt¿r cie trt'r "'' i l'r j'''i'
'Volviettclo -li) ( .
tlc l.,,cclor, y ¿rprelrcli/-crit'-' r:r¡¡1,:i--l,
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.lrir-r-tt¿tclos ett l¿ls;trtn;rclur¿is' iLllllo ¡. -- I (r l :' i-p -- l ':l \lP;r


ck-bicrcrrr prodLlcir l;ts trt'áqr-tirrirs
etIel l'¡'r''i'- ': '

cie l'r Stlgr-ll i-i¡ r¡:r '


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r: r 'l :'r'': r,1 r,11,r1t..' .. .. ,, ,'a,.,-,)rl)(itrja)
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I 00 liN Ó0 kN l0 k\
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ir.,tat¡an clc inrpeclirlcl acocl¡ilárlclc)se:obli ll0 li\. iii-, I , ,' o'. lrlrrrrr rec clc
'-'
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lijnlellte Llll:'Clll¡11;l tienlllo qrrc cltrrri li() l.\. l. ., -,. ,ir :'-rll¡t¿lrllellte irrt¡'losilrlt:
(lr- eitilrr¡l'
sopc-rrt.rlrclO t:l trt¡cvc-r llaviltteltttO lt;l: l¿ ':'-i
I
LLss loqados r¿tkulares

Pero a la vista de la sencilla aproximación realizada, parece De acuerdo a los vielos cr¡ter¡os de la EH-73 no había que
evidente que antes de que las annaduras de cortante y punzona- hacer conr¡rrobación sobre las compresiones en las bielas
miento entrasen en juego, las tensiones medias tangenciales inclinaclas clel homrigón a ¡runzonamiento y bastaba con limitar el
que prrdo soportar el hormigón de calidad 250 Kp/cm2 en servi- v;¡lr-rr rJe [.o ;r f." cr.¡¿lncjo se r.lisponían ¿rrm¿rduras frentc al mismo.
cio podrían fácilmente haber superado los 2 MPa (20 Kp/cm2);
y las tensiones teóricas de diseño con las quc habitualmente se Segúrn el criterio descrilo, podemos imaginar que el ingeniero
proyectan y dimensionan se habrÍan elevado alrededor dc unos deltió de h¿lccrsc las siguientes cuentas:
3 MPa (30 Kp/cm2).
fcu:óKpicm2:0,óMPa
Todo lo anterior p¡¡rece indicarnos que las tensiones de com-
paración que considerarnos como admisibles en el hormigón a
V.u - A. fcv: 5400' 100'0,ó: 'J240OON:324kN
punzonamiento en las losas son conservadoras. Y lo anterior sc Vr, :991 kN
confirma por un periodo dc tiern¡xr sr:¡rcrior al año, porque los res-
tantes bloques del aparcamiento en condicioncs scmeiantes al Nu (de putrzotrarnietrto) : V.u * Vsu : 324 + 991 : l3l5 kN
colapsado, se han rnantenido en pie sin refuerzo de tipo alguno
mientras se dilucidaba qué hacer con la obra en su tot¿lidad, vién- Considerando que la carga total prevista por el proyectista era
dose obligados a soportar tensiones de punzonamicnto considc- de:
rables sin arruinarse.
p = p p. + s.u. : 6 + 7,4 : l3,4kN/m2
Veamos ahora el papel que están iugando las armaduras de
cortante y punzonamiento er) el ¡rilar que estamos analizando. cargerprácticantente icléntica y coincidentc con la existente en el
n'lomentc) clel r-ola¡lso, que era dc 13,ó kN/m2, y según
Hemos dicho que sobre el pilar existía una cruz de cuatro bra- lo antcrior, el coef¡c¡ente de scguridad resultant"e T¡ nodría haber
zos con eQ8 a 20 y dos planos de banas inclinadas de (rl4 a siclo dc:
l8 cm en los mismos. Si aplicamos las fórmulas de cálculo habi-
tuales haciendo abstracción de que la separación de los estribos ,,._ N,, _ l3l5 _r tr,
supera elvalor de 0,E d y aceptarnos además que tanto los estri- t 1- Ns BTTA - "''
bos como las barras inclinadas están donde deben estar, es decir,
conectamcnte colocadas, nos encontrantos con qr-re su capacidad Conto ¡>uecle verse, rcsulta un valor de yf = 1,5, suficiente
resistente podría haber sido: coeficientc cle segr-rridad para qrre la obra no se hubiese caído,
pcro siempre y cuancJo:

vr, =a.[o,e-d.u.Ao'fyc¡+0,9 z 4 n Áo r* a. l¡s arrlt¿tduras de coftantc y punzonamiento hubiesen sido


]: plenarrrenlc eficaces.
b. No se hubiese colocado sin control técnico la segunda pa-
:a.[0,u.2lf .z.o,s.to2.42o+o,e , 2 2 t,i4 rc2 azo)=
'lá' vimentación.
c. No lrLrbic:scrr existido cargas estáticas y dinámicas durante
=991242 N = 991,2 kN (99,1 t) el proceso constructivo que posiblemente incrementaran la
carga utlos 250 kN adicionalmente.
Cuando la obra fue proyectada ( 1982- | 98ó) estaba crr vigor la
d. L,a ejecución clc la obra hubiese sido más cuidadosa.
EH-t30; sin embargo, fue calculada con los criterios de la EH-73,
dado quc la formulación del punzonarniento recogicla en la EH-80,
e. Se hubiesen aplicado unos criterios de proyecto más acor-
siguiendo el código ACI-3 18, se encontraba incomplet;r ¡:ara los dcs con las luces y cargas que la estructura requería.
pilares de esquina y de medianería y, posibler¡tente, el ingcniero
Pero nadie puede sacar la idea equivocada de que pucJo ser la
industrial que la calculó desconocía los trabajos dc F. Morán,
EH-73 la cul¡rable, Fruesto que si la losa de 8 nl de luz se hubiese
J. Montoya y I. Calavera publicados en el año 1982 desarrollando
diseñacio con el canto ¿rdecuado (28-30 cm) y con una disposición
parcialrnente cl problema.
de apoyos más razonables, bastaría haber obviado las circunstan-
cias a y c para no habcr tenido ningún tipo de problema.

No obstanre, dcjanros al lcctor la responsabilidad de obtener


NOTA: l,os ensayos realizados en la U.pV rccogicJos anlerjor-
las conclusiol]cs que lc parezcan oportunas, puesto que se ha
mentc, ponen dc manifiesto la eficacia de los estribos, aunqLlc sunlirristraclo infornlación suf¡ciente para que pucdan realizarse
su sc¡-raración longitudinal supere ligcramenlc: cl máxinte pcr_ hipótesis y cálculos cornplcrnenLarios baslantc más precisos que
mitido de 0,8 d, tal y como sucedía cn el caso que se clcscribe Ios realizados por r'losotros.
Los Jorjados reli(,ulares

.Sin embargo, \ramos a analizar de nuevo el punzclnamiento Sc debe veriiicar que N"¡ S Vul Y como puede vcrse se verifi-
cri- ca, ya que Nct = l50l .44 < ló87,5 kN'
de la losa sobre el pilar B, siguiendo paso a paso los nuevos
terios de la EHE.
Luego no parece qrre la placa sc rompicse por las compresio-
Ns : P'At : 13,ó' ó4 : 870,a kN nes oblicuas si rro hubiese¡r existido las cargas de la maquinaria
pesada quc colocó el scgunclct pavimento'
Nd = Tf ' Ns : 1,5 ' Ns = 1305'ó kN
lr que sí sc pone cle manifiesto es que, siendo:
Ncf =Nefectivo-N¿ F= l't''1305'6 = l50l'44kN
V.l=N"rtiu",
quc todas las
vamos a operar con una tc = 25 MPa' puesto
superado
probetas extraídas de la obra superaban dicho valor' la separación de los estribos y barras no debería haber
segr'rrr la EHE los 0,3d O,? ' 22,5
- : y'
6,75 cm sin embargo'
[¿s cuantía Px Y Py en una anchura sobrc el soporte igual a fueron proyectaclos a 20 y a l8 cm. Por consiguiente' resulta
problemático poder contar, aun en el supuesto de que estuviese
lado + 3d se estiman en:
icJealmente bien colocado, con el valor de V.u
99 I kN que :
proporcionan las fórmulas cle dimensionamiento de las armaduras
Yx= 0,008ól
o" cle cortante; aunque los ensayos realizados en
la U'P V ponen de
lP='/P*+Y =o'oo9ó
manifiesto la cficacia cle los estribos separados
por encima de las
Pv =0'0108J
clistarrcias es¡:ecificadas cn la tjHE'

f,v =rrd = o,loE'(looP' f.r, J/' frente al


Si hubiesen siclo plenanrente eficaces las armaduras
punzonamiulto, al ser:
t,='.uP ='.ü33 =r,e7r
\,¡
vqU -r' \/
'cu -- 99 I + 614
: 1654 Kn > I 501 ,44 kN
t7
fv = 0,1 0' 1,97 l' (l 00' 0,0096'25l = 0'57 MPa
podría iustificarse la
con el coc'ficiente Yf -=- I ,5 consicieraclo' sólo
Perímetro cítico sim plif icaclo (prescind iertd o cl t-- I as esc¡ tr i na s rotura por la acción dinámica de las máquitras'
circulares): grado de cficacia de las
Rlestos a esperular, contando con un
v_
/i 2d i\
25+4d:ll5cnt
armaduras del 40
u/', el valor rnáximo admisible hubicse sido de:

o'4 vsu * Vcu : 396'4 + ó54 : lo5o kN


2d
50x25 seguridad vale
y pueSto que el N"1 sin coeficiente dc
Ncr kN
=looo
Yf
50 + 4'22,5 = l4Qcm
por la placa para producir la
bastó que las ntáquinas circulasen
lento pero imparable de las
Vcu=frd'A.:f.u'fo: microfisuraciÓn y el cleslizamicnto
total al cabo de una scmana de
' ' l0-3 kN = Ó54 kN armaduras, que prodrrlo el colapso
= 0,57 '5lo'22,5 102
de pavinrentación, tal y como se
finalizar las obras
muestra en la

cle las cotnpre-siones en las


Fig. l3.l 12.
Veamos si se cumple la linritación
bielas inclinadas'

se valoratr por V'


Las máximas fuerzas de compresiólt
1 '

t0-3 kN =
Vr¡ =0,3f.,1'u0'd =0'3'fi'2'(500+250)'zzl
= I ó87.5 kN
L{,5 /irrid¿?d_\ rcl¡¡ular¡s

. L¿rsnornras cJetterr ser respetadas y, especialmcnte, cuando


L
l¿ person¿r tluc las nraneja no es experta en Ia materia y des-
conoce r:l origen y espíritu de las formulaciones que figuran
en las nlisrn¡s
. Los cálcllos sinrplificados y sencillos, tan útilcs siempre, tie-
r)en cli,rÉ encontrarse ¿lclecuadamente situados dentro de un
contexto glollal del proyeclo y la constnrcción, y resultan
váIicitts cu¿¡ndo proporciot.tart resultaclos rotunclos y seguros.
Cuantio ul-l cálc'ulo simplificado proporciona rcsultados du-
Ir
(losos sobr(- cLralc¡r_rier tipo de pieza de una estructura, no
¡loclerrros cerr¿¡r los ojos y qrredarnos tranquilos. Tenemos la
ineludibie obligación cle rehacer los cálculos siempre que lo
anterior nos sucecla, aplicando métodos y cálcuios más ri-
glrrosos ,, prccisos c¡uc alejen lo máximo posible cualquicr
ciL¡cl¿i sobre l.i seguridird dc la pieza proyectacla.
.i
!:¡ h
+.

. k¡ ciección cic c¿¡ntos cn las losas que ¡rerrnitan absorber los


-t
estucrzos cic f)Ltnzonarniento cxclusivánte¡lte con la capaci_
d¿rd resisrente clel hormigcin debería ser un horizontc clel
provecto sierlprc, Cuando ello no sea posible por una eco_
nc¡mía rertrjctiv¡, cuídese al rttáximo la disposición cJe
estri_
bos ¡, barras jnclin¿rdas, tanto en el proyecto como en la
Constru( c,Lit't.

Fig 3 I I 2. Deslizanriento y arrancaütiento úlr irno clc ¡rs arnraduras


-l
de flcxión positiv¡¡ en las placas.

13.10.2. Conseios para reducir las patologías de


punzonamiento
l
Irig. 1 3. I l Oi-rsÉ:.ese c(:)¡to se superponcn u¡ nr.rl ¡_rroyecto y ¡na
Si nos hcnlos atreviclo ¿t prescntar iilgunos casos cie ¡tatoJogía rTr.ll¿ c.c¡nsr:lr-lcl ,.'.,r ,:Ji:,r,lil fr:rrj;idU reticular sobre un de esquina.
¡rilar
realcs en el apartado anterior, aun a riesgo cle qr-ie pucclan ser jclelr-
tificados y alguien pueda sentirse molesto por elle y por lo cual . Disóñense l¿is losas procurando que descansen plenamcnte
y desde aqrtí ya ies pedimos perdón y nrrestr¿ls cliscrrl¡.rirs, es por- sobrc los sollofirs t: si fuese posible, procurando qne todos los
qur. estarrrr-]s profundarnente convencidor-; cle c¡ue 1;r clir,,ulg;rciórr ¡:ilares pueda¡l ser c<lnsiclcraclog conro intcriorc:;, cs clccir, co¡l las
científica de las patologías en la construcción constituyen casi Llna ¡rlacas voladas sol)rÉ los rnismos.
obligación necesaria y convenicnte, puesto que suponen Lllta flten-
te extraordinaria de enserlanzas quc sin .irgarr a cJLrcJas ¡rr,recle evi- - Los ituecos cJr:. baianLes y otras perforaciones clestinadas
tar que se rcpitan en el futuro, con todo kl qilr- ello sutr)onc cn ¿llos ser,,,rcios elt l.ts placas dcben encontrarse lo más ale-
vidas humanas y recursos económicos. iaclo ¡rosil.rlc dc los pilares y no nos cansaremos de repetir
estíi ¿tclverTcncia r.rn¿i vez y otra (Fig. I 3. I l4).
No obstante, lo mejor es procurar por ttlclc_rs los rlc-clic-ls c¡rre
no se prodr.rzcan y para ello puede ser útil respctar los siguien- - l¿ corstn¡cción de los pilarcs nunca debe hacerse penc-
tes consejos que, pese a ser simples y sobraclanrente conocidos, [rando en las losas. Los encofrados deben situarse por Lrn-
frecuentemetrte se olvida n. cirl¿r clci pjl¿rr [ern]inaclo, todo lo rnás a nivel, pero nunca por
,62 Lr)S /{)r/(idr¡i rt'iir tt/drt'}

clebraio dc la cara sttpcrior de los tlistlos l[jgs ]J llf' t


l3.t l7 .

En lc¡s casos recrogiclos en la figr'rra I J l


lir r-lelrerr Jlti'irsc l'rs {
,iÍ'
cott r:l ¡rl;rtro ilcl elr-
',

aab"trt á" los piiares hasta enr¡lsarlas


;;;;;üt.-lu" quud"n cle forma setttci;rrrtr-'al ¡ril;rr clt-'l'r:
ligr.rras l3.ll(rY l3 ll7

.*é

l:l
i¡r'

/
,r,l J¿
fl_*

ri . r) ¡r,, '.-:,r,-',.1.r..lrr(-(.L(:)dt:l.rcabez'rdcr'ln¡-lilar¡lat'rrttt
l'l:' ll'r'''iLr:tr l¡ v bl v tltrá ltentc al ¡rtrrtz')na-
Fig l?.I 14. l)os :;olucioncs in¿¡rlecu;rcl¿¡'-; ¡lar'r
los riri¡1()t cii'' l-rt-lttzr:rrl¿ttlit-'t1tr-l ,' , ,- ,i--' ,rt'-'efic'rz clc la lt-r:;a
(c) rnagnílicarrlent.lr'tru(]totlu'i''io ttuit"i "il,,r.l
micrt.-r
Los /orlur.ir,S ¡¡lt¡lti ¡r,: 5b3

a\

-ar<
Roiura ¡ror c(ln¿tllc cn los ¡rcrvios de un foriar.k-r
a :r4' re_
Fig. l,l.ll7.
Solución corrccta errel ac¿tt¿,_irr i-
¡_rr..r:.flerrtc al pun_
zon¿rnrento al quedar:;e el plarrc.r elta..,il..,(:.. ::.r. Éf i.. ., ,1., .¿ .,;lrez¿r
del p¡lar

- cu¿rndo los esfuerzos cie ¡runzonanrierrQ SLr¿irr rn5(rljort;r-


bles, nunca cjebe tratarse dc a[rs<¡rberro,. excrr;5ir..rrrrente
con
armaclrlr¿rs de cortante, rcsulta rrrlc_ho n.r¿ís ctl,n.eniclttc ;rLt_
mentar el espesor de las losas ckrscolganclo los ,il-r¡cLrs r-r in_
troduciendo una cruceta de ¡rerfilc._; nrr:titllcos LlLte 5L.
cncarguen dc aliviar el problema en l.i :olur iritr
¡trirircra y rc_
solverlo plcnarrrente con l;r seguncla tFis i 3 I lg).

Fi¡] I i 1J0 il:i-t,:,rzo nrctálico insLrticienLe ¡tor quecl;rrse cono


.rqr .( r. :_ . :- r'¿i1--.i.trLo tli(lv K.rntiflcLZkit

l.'g l3 I i¿1. Ál:,.,co cJe.;r c_rlg.rcl,r rcsc.'.i-, .l: . ..,..::-.. I ,: i j ll LF.r


dc toclo rr¡,ro y capitel lr-, rrr las soltlarlur¿ts clc. crr¡rt-,xiórr rJt
r..l.lnr...¿.,;.,; ... .r.'.:n Íli cit a ¡:,c4, t:r l¡¡:: Llf,r. :.lt::::r(it_):i p¿l;t
cle una losa maciza "'c,Lilic,r soponar laS l(jros SO¡le
.:,-s r:)i - i: _ii, Llt-: ttjiiicirt (Dov Kárninctrkii.
riri 'illr ''rr ' :-' - - -
Atención lallrbiétr al clist'tlo cle ltti llii'''lot
pot.rl ltr i r) il a-,: ','-i- .

,r"r,Jn con l¿rs losas cie hornrigón


'r" l!l " '- r-
al pLtrr:t'-'t i- i'
velr Lllra btletr¿t stllrt< iórl fretlte -'olci¿rcl-;r;-' '¡ -"--
i"r,,ltul. itlsrtficietrtes o lall¡r l¿lr
expolreerrlasf igs. I3l2t) y I?'12l
\ '.i' l-r:1: 'rrr'i.iL-
t,l plarrificar los plartos cle artrlaclLlr¿ls 'i'r¿rl r'"''r :' ;l l --'r
ccxslrtlctiv¿l ctl fast cit- lr:.\
te sr,r clisposiciótl
.¿,J..',o..plificar;rcltrabajoc]elosÍer'..'.j.j:-."
laráCometererroreseniosmontajL-!(i}]r.i-...].-..,= ] )] -- ]r '
C]ue 5C] cli.";porrer ii.j:]..]
o,n.|....j..,n, tarr clelic¡lclas
z()s (.olt¿ilrlcs y cle ¡rr tnzotlantit:tttcl

:
Fi¡ lJ122Vca:ct:tll't toklgt¡fr'r 1 --:t i : ' ,

y artrttitric'r (lL- rlll¡ le':¿r - '


,-ilrn'.,,1aau.,¿"
,t,].i,"t:'.t,," colt':'tla fuentt- ;rl ( ofi'rl'ir

'
lll¿ls illsisLil Lll t()'l() l'l 'l '' '- ''
: - ':r ili!Ér11r);tl
Y tltla vt-'Z :.. J ,,..,,.¡,',1,
cluiLc( tórri( o cstrLicltrrai _ol'l:"tri': . : ,'. , , i,_. .,_.,r¡
-'-
-. r' (r .,i
ttlttrpc-rrtitttti€:lltos l)¿ll')lL)glL(')c .-
cOt-l:liIi ' f'l.ir r"'i!T-r- r'r-r ir'rLrr -
-

cle las e:strrlctlirats Ilo cl(:bÉ:


clr : ..l
,. á...rÁo clLtc iusliflc¡uc la (orrstr'-ic! '-""i:i I '- "l:t''t.. ' '''l: l.ll
lLl¡aiO¡L.s allerr.rtlteS, qt]C
lll¿ii L¿r'tli- - ".

atlot¡r¿tlías L-n :;rl tllllci(r:l'll


r':l:'r :' i; L'lttt I tL

1u"r,,,,]1o'acla
Ios <.¿tst'ls y, elr el peor' la rttitr'r'
LitS /,rr¡adoi r¿ltttii¿iriS 5 fr5

I3.10.3. Reparaciones de las patologías debidas uE,irsuLAs 8 HV{ - HilTís éorvlt?o s /zO
CC¡Jg¿D¿l
al cortante y punzonamiento
ulla uc¿ /qúroós ¡r
?@eeto, ixr gc¡¡¿ Cg¡tr¡
E fb¡i ?a3a t{isr
Una vcz dcducido pclr sirrrpliciclarcl operirlr',.r, urr ex[]r:)rrLrtrt(i re- Et co¡iono
tr)rcso'ltativo de lar seguricli¡cl conro ¡tuede ser el coc-'fictcntr-' cie se- # tzq.-'
guridad <let err¡inista : ptzeu.
t+lua.g(rrff 'eolmfcos f ¿o
y-Virr,' l)=u -t
'\L'ri lL I

v clesDr.rés rle r.list-.utir si su v¿rlor ¿rconsei¿ rctorzar l¿t esLritc.


tura, por cjcrrrplo t)orque sc clrcttelltr;r ¡rctr cieLrrlj.r clc' 1,4, resr-llt¿r
obligado plantear y arti.rlizerr el ti¡lo cle refuerzei qLlc r'r1t-rjor []Lleclil {* l¿t-s.
aiustarsr: a la patologa detectada.

No resttlta fácil c.liseñar a Srstc) cle toclo: l¿¡-' rel:.1t.'rclones clc


los elemetltos dañacios por cort;lnte y ¡-ruttzt.rtral1li('r:fo, especl;il-
ntente rlebido a l¿s lirnitaciones CIC tiptl futictt-rrr;tl t ;t¡ilrt l\)cio es-
tétiCas, que Srrclen inr¡)Otlerse ¿l lOs re.fuerzr,)s tlstrllCtLlr¿rle:. Nr-r
('rl
Clebemcls rluedarnOS Cortos COll la sOlrlCión ClLit l)rtl\,L'L[crlit)s \,
estos casos, absorbcr con el
eS l-llllgLln ()l5PclIcl Lr
rr:fuerzo l¿ tot.i]ir,l¡¡cl de I cort¿trrle t-to
t
I 1¡r, I ? ) :l-r l. r :-:: ,-l(- Llr'¡ llo5ll.)le.solucióll rrlet.iltca l¡rle ¡;oclría rt:solver
La solución más elenental y scgur;r p¿ira reiorzar elelllcllllos ,-l Irr,-,1¡1.:,,, i:. i,t:-:¡narlltlt¡ttl efi IOS blrlquCS qlle 5e Irlclntlencll L'11 I)ic
ell
el ¡D.rlL;j.'- - _ _:.::t-r¡!tJ cies,'iLr-.r clllterlorf llCIlte.
horizontales quc allan, bien sea cle[rtclur ¿i L,.lL,elzo5 exccsivos clc
f

f lexión c¡ esfue rzos clc cclrl¿rntc,


( ()tIC ti.i , ll:1L)s o( ¿isió11 de ex¡lo-

rrcr ya iil hattlar cle los refr-rerzos cle tlexión, rs l¿ cle D.1ftir:jLls lt,r- l-rr iclcrL:ic¡ lírre.r al refuerzo recogiclo etl la Fig l-1 127' se
ccs Cle trabaio inlroclucicrtclo otra estnlctr-lr¿i ¿L;rill¿tt llrelálica baio cxl)ont. Lir icrl.it'tlr..l cic refLlerzo en la Fig l3 128 quc, si bien
l;r riañacla. L¿ colocaciórt cle coll¿rrirres nle''árLcQi erl los sct[-l<)rtt:s (:o¡. e[)tLi¡ r] rrrti (-'bt;i bicn cclnccbicl¡, st-- lr¿r nlatcri¿ilizatlo cle
y la introdr-rccitin cle r¡n cr-tr¡rarrillarlo rrel,í ici¡ I.r;.,1o trl torj;:clo ¡lir- ntc.¡ltL.r;,r r;r:1cci,;.rcl.r r-r-trr ¡lt:rfiles lnapro¡ri;rdos, corclones de
r9lógico, es r¡1a s6lución clue ¡tuecle gcfr(:rr'¿rlir.ii5(' ;itlt¡lJianrettle \olcl¡(llrir {i(.r io-<, v s¡ll cquiliLrrar las ftlerz¿ls cntre sl
con Un resultaclo eSpléncli(lO cltancjO l¡. zor;i ¡fecl¡cl.r :r¡ r'lrLl\' L¿ler.lltttr-'rt1e.
anrplia y no existar problcnr;is re;rlcs cir 9ál:i"'-

pffi

' d;'-'
l' ^"
,^1{ül
'
*:
Iil I ., Fl¡- r -1.:i:, iret I te ; e:, I L¡ e:'¿ct: clc ¡rr-t tlzr-, tl., t ; r'et-r :,,,
lig. I -J.125. Rt-'fLrcrzo clc un forjackr re¡icu ¡r' ^-; tr I i L
I
1.1 I I I I lfl(-l(-) :ll ilr:r,t,:.r .lr :,.rri¡ ¡l¡ ur-r¡ loq¡r iDLr,, K¡minelzk!l
metáIiccr

NOTA: Acr,r¡rscjarnc;s al lcct-crr la cr-rnsu,i¡. ;i¡ i',r ii. fi¡i(-)l(lpi¿ de J. Cal¡ver¡, p.1r¡r
ciilucicla¡ !or't t'ltay()r l:rrecisiórr l;r seguriria:i .. '. :' " l, : !. lq -'ent(ti .rlecU'.I¡:,
Los lor¡atlos ret¡culatts

Fr, l;i\ \':r'iri ari.:sii( j.j>, :--iempre resr'tlta fácii arladir


cllapas IIre-
i'=,i--,rr,ro. cr)rr Ll;a f.rnrr'rlacici. cle e¡lclxi adecltada
,¡ri,L. ir,*
O nrecli¿rr'.t irlrlr.l,cr que las a¡lrieLer-r fliertellierrte con"
I-)arsarnles
tr¿l ei .rlrrr¡i lir i¿r ¡etrc.ót cle horrriigón'

- '''" Lll::'lcll>lLln¿lrse ll.tra rcslstir por sí strlas el


IL(i:- - Lll'-ln '-
I i.):
.
CI)oXi no (let)ell te-
Cort¿ittte rle cI,,,-rr'¡ \ il 5c Llllerl Con resirt¿Ls
r-rcr urr ('spÉ>ol ii-iDÉrlür ¿r los 4 ó 5 Inn Antes de peg¿r las cha-
(ví¿l
(1-lt abui'lrclarsc o chorrcarse con arcna
tta. al h,,,ir,r,(.'-l 'Jei¡t: apa-
Lrs chap;rs liiarán ll¿tst¿l Lltlc
se(ii)\'e\t;ilililrrrr'i,r rlrr ilolvo. se--
lrornrigc'ttt cott
i*r,,.r !L)lof Fricl:!,¿rcir-r ciel ac-c'rc¡ 'rtrtes cle r'ttrirse ¡¡l
"t i.:t t¡ltlii correct;l somos parrticJ;rrros de tlo colrfj¿rr
la lornrLLl.i:itlt'.
a la rcsi-
la r¡niórr cia i;lr :i-r¿i[-rar,< ct-rlr el lrortrrigórl e-xc]usivatllcnle
cle tornillos y t)asa-
na e1)ttri L;Lle,qul ', raccllllcncl;rr siem¡:re €-l Llso
url ilpriL'te Llniórl nlás
clores ¿rCltcirt:r¡lr> Lr-it-' aclcrlláS, garalltizall
V

perfect.,.
rr ¡1:i''¿l :'jfl(:)
Fr+f. l3.l2li.Refilcrzodcuntlpoyolrlenclc¡tlci''l;i'-i¡)i:'ria
Ri-'i..r::i,-'-,,i.rt11r\': i:lllts-rl.r:; o¡reraciclrrtls las
re;lice tlll¿l c;lsA
tllr tallto especial cle las misrrras'
tllr esileci¡1r.r.1,-i., i-r.¡l¡ i¡r rr¿rtLlr¿iicz¿t
l-as soh.¡ciones que se proponell a col'lt;':Ll(r(ló11 l)o>r'+11 iill'.lllt) (';ler cf I el crror llienintencion¿ldo cle
tlluclrtl nl¿]s ¡tr;rc- \,¡ ilLl{ i)rrl I st'pr-tccle
corrlporlelrte técnico y estético, y rcsLlltan
¡¡11
"¿¿ cler tlrlión' rest¿l'ldc)
l-:¿sL'rrrle nrá:' co5- sctSre'crr,ti.r r:l r-rlre'Lrtl cltl lli cla¡la epoxíclica
tivas qLle las anteriores, pero sill lugar a clr'rrlas l, E, Tclrroj:r r.r.] ?82 y 383,
iot"t, v motlo alguno crcerl'los quc pr-lccl;it'i ler (lt)leto tlt'iltia .,fic.icj;l "l .: tl i-it-cr l\,e| Illorlog,ráticas clc..l

""
g.,n"toiiru.iOn alnpli; subsa nando gra ncles su perf c it-s ; si lr r nr b'I r'
i cie \1 1-- C'i'-r,,¡,¡,s
llo c'1be l'i metror cltlci¿i
io, poru las reparaciones de tipo ¡'luntuai'
á. q,," pucclelr ser mLly adecu¿¡cl¡ls (Fig l3 l29t

CHAPA
-fo,ui/los
unida c.on ePóxi o
conEllo¡l ' guíuicos
Qt)l'?1t'at\
¡ 6pprt')

(tlAPAS ¿u b
epoil al

v t orsirin clel zutrc hcr cic borcle cle Lln ftlrj¿r


lig, ll I:j(,r li'- I r,rli ¿inl Ll

con¿xr'áx Fe¿Ancn
'coxex,?ix mlrT,,
alo te'lir ( I .i I

t'rrctálit;rs
l?.129, Rcltlerzo lateral clt: vigas 'l( Ll-i¡Llúi L'lr- rir¿tl)¡'rr
l ig.
I os lori,r,{os rctriuld¡¿j

Las operaciones se corlplican cuando los elenrentos que de-


bemos reforzar a cortante se encuentran embebidos dentro del
espesorde la placa, y si la obra se encucntra cn sc,n,icic¡ las ciru-
gías quc se aplican resultan traumáticas y mu'' costosas ¡rara los
inqullinos, quc vcn como se levanta el pavimento V sc- dcstroza el
techo para poder realizar un bocadillo con pasadorcs que cosen
transversalmente las fisuras y gietas que hayan podido producirse
(Figs. l3.l3l y 13.132).
Cuando todavía no se han desarrollado las fisuras de coftarr-
te o son de escasa entidad, podemos prescindir de las chapas
metálicas de sujección y, mediante pcrforaciones verticales, intro-
ducir los estribos que neccsitc la pieza, rellellJinclolos t)os[erior-
mente con Lrn mortero de reparación o un rnorlero de epoxi.

P¿saCo ri:s tr.i lrsvers.r ies l:ig. l3 132 Rei:rt,'¡o ir cort¡nte planteado como un bocadillo de placas
r¡et;ílic¡:; ¡ob¡e el :.ormigón y pasadorcs.

En c¿rso de quc tcngamos problemas cle prlnzonamiento, ¡á


solución niás rápida, eficaz y económica, consiste en introducir
una cnrceta nretálica o un capitel metálico como se indica en las
figuras 13.133 r' l3 I 34 b, cajeando ligeramente el pilar. Como ele-
mentos .luxrliarcs de unión puede emplearse res¡na epoxi y torni-
llos quírrricos.

[;r resirr.i e¡toxi dc:be irryectarse a posteriori dado que las ope-
raciones cle st¡iclco L. cvan la ternperatura y la inutilizan si se co-
loca antcs de soidar.

Aunque result¿ rlás complejo de conslruir, aprovechando la


Taladros vcrticales rellenos de nlortero retracción clel horrnigórr como cualidad, también es posible refor-
de reparación y recrecido posterior dr ¡troit:cciriri v rr i ir ererl r:i ¿ zar a pllllzona!rriento colocando capiteles de hormigón unicios al
pilar crln conLrc'tadores y resina epoxi,

t'rccts soldaio.
Recrccidc¡ tina I de protr.t:c irirr

Fig.I 3. | 3 l. Refuerzo a cortante con pasadores nlc'.álicos v cercos trans-


versales que cosen las fisuras de cortante.
l ig. l1 I 33 C¡,-lceta n¡etálica frente al pur)zonamiento
5ó8 Los loriados reticulares

de prtnzo-
Finalmente, cuando no se desea ver los refuerzos
puede colocarsc \lrla co-
namiento por cuestiones de marketing'
rona metálica por encirna y otra por dcbaio del
foriado
pasad<;res verticalE:s co-
contorneanclo el pilar, y urriéndolas con
ser el plano crítico del punzonamietlto
(Fig l3 134'c)'

lrortnigótr realizado a postenlrt


Fic. l3.l J5 Rr:srrlraclo trt¡al de utt capitel dc
p,ira'euitat el l:'rIIrlL-rrú:1ie'tto dc ulta losa

13.l I . El problema específico de las


ménsulas cortas
a)
de ménsula cor-
[-a nomra EHI cs muy precisa en la definición
-lrryecciótr aquellas mcsnsulas cuya tlis-
ta: Se clcfincn con.r,-, nlé'rst'las cort¿¡s
vcrtical principal y la.
tancia "ir" entrc l¿t línea de acción de la carga
o igual el canto útil "d"
s",,:ciOrt aciyaccnle al soporte es merlor -que
"cl l" mediclo crr el borde extcrior tiel
c:rr clicha sccción El calrto útil
<¡ue 0'5d'
lra,u .1.,n¿. sc' a¡rlica Ia carga será igual o m¿ryor

lr*

)r\
IPno
--L*
b)

l-r
-------t

Collarírt nretálicc-r
J___.__ -GMBOAS'EáIÉ$EIEd
ARMAOTJRA PFIü\ICIPAL A'

c) y
Fig. 13.13ó. F-squc'rrra básico cle métrstlla corta sus
parámetros de rc:feren-
cia p;rra str t:álculo.

Coronas circulares
Sigrrienclo con lo especificado en la norma
EHE' el cálculo dc
rrrctálicas
la ménsula c<.rrta puecle realizarse por la tcoría de las bielas y
de tipo
tirarrtes \arl.24 y 40) con un rttecartismo muy simple
Fie. 13.134. Refuerzos cliversos frentc al pullzonanllerlLo collcreto la nonna formula
trian6rular; r'lo obst¿lllte para cste caso
unas expresiones espccí[icas quc Ilosotros reproducimos a

colrtil'1u¿tci(i rr,

L.
l-os fortados rctkularc<

Tra = Fvd 't ang e + F¡,,1 = A. l¿

1i
l;-
tr¿ s 400 MPa
NUDO.I
olt
---+ ll
I

I
l -.\
dl
I
I
fi¡¡ l3l3tl t.'.ik.¡rk><ielirirÍrlirdrrra¡rrinci¡ral cniasménsulas(ort¿s.
----t-I

Parece nlás razonable a efcctos únicamcntc de fiiar unos cri-


tcrios nríninros para la estimación del canto, aplicar la expresión
[2] pero con cotang 0 cn el denominador.
Fig. 13.137. Modelo de celosía equivalente en
las ménsulas cortas. Y cl ángrlo 0 lo pcldríantos deducir razotrablemente si aplica-
rnos el cr¡ter¡o rccogido en la figura 13.139, que partc de la hipó-
tesis de que la carga vertical Fvd pucda bascular sobre el punt<-r A,
En ángulo 0 de inclinación dc las compresiones oblicuas
tal y como st¡cecle f recuentemente en este tipo de apoyos en las
(bielas) puede tener los siguientes valores:
est nrcLuras tle edificación.
cotang 0 = 1,4
si se hormigona la ménsula monolíticamente con cl pilar.
cotang 0 = 1,0
lll si se hormigona la ménsula sobre el hormigón clel ¡rilar en-
durecido.
cotang 0 = 0,ó
para el caso anterior, pero con una rugosidacJ débil en la su-
perficic del hormigón del pilar endurecido.

El canto útil d de la ménsula debcrá cumplir la condición


siguicnte según la EHE:
g r/lgo'
D
___v
d=o,1r.cotg0 t2l
f- a-
Confesamos humildemente no cntetrcler el planteamierlLo qtlc
realiza la EHE, puesto que un hormigonado coniunto y sinrultánco
Fig. l 3 1 39. Esqrrenta geométrico. para deducir el ángulo e
de la ménsula y pilar siempre resulta mucho más convenicnte y cli¡e pr¡ede intcrverrir en los cálculos de las nlórrsulas cortas'
se.guro que un hormigonado a posteriori de la ménsula ul'la vez en-
durecido el pilar y, sin embargo, si sc aplican los criLerios lll y 12l
llegamos a unas conclusioncs cc¡ntrarias; puesto qrlL' cn situacio- Si, como dice la llorma, [a tensión trtáxitna en la biela compri-
nes constructivas meiores. necesitamos un canto mayor y rccípro- mida o, se linlita a 0,7 f.¿, entonces se deberá cumplir que:
camente.
F,
Y si, por otra parte, el ángulo g de inclinación de las bielas se s o,z.t.i
nf
deduce de los criterios establecidos en lll y la armadura principal
F.,,
de tracción A, se determina rnediante la fonrlulación recogida en t-oJlc¡ v!¡
.b
la figura 13.138, de nada servirÍa atlmentar el canto de la ménsu-
la para reducir los esfuerzos quc se generetl en la nrisnta, pucsto
que el ángulo 0 ya vendr'ra prefiiado por lll.
tang(90-0t=--Jl- = (90-0)=arctang--I "
ix - r)+
! tx -c)+
!
5?0 Lo: lori¡dol r¿tictrlun's

(.Jc 1;r arlrr..icll-trir ¡lritrcl- 5r j.t e:t:r..:r-.::r (1.:É sí .lpo\'¿l en las ménStll¿js' l-lorrll'llmcnte
Calculaclo el ángulo 0, la clcternrinación
r-ltttr ¡lieza elástic¿i li€le-
parl ya es i¡rrncdiartcl: ¡tlac;s rle for,rr-l¡ s(.i.Lrtoc;, sirr interJroncr
r(tÍletlte rÉti';n(,lLi-alcial cle los bordes Y de espcsor en tc)rno a llnos
A, fyct = Fvcl tan g 0 + F' ''
clo: cerliírrii:r'i)i al..irtt(lo i¿: c:slrr-tctllr;l aipoyad¿l g I.1 v choc¿i col'l
Tan.rbién se disponclrir una arrttaclur¿i elr (:r-r!'.ors horizr-rrrtales la c.squrIa. .ic¡r.r,¡ :-..rLjerr(i(-r s¿tlt¿jr rtl horriligcirl t¿ll lr' colllo !e ccl-l-
. , ,11
unilorrlt:nrerttC c]istri[tlicla de fOrnra Cc:rtl¡rletlllTI.tri¿i.r ];r ¿lllLerior, Lel-llPl;l ell L,r !r-.:.-: | ) r'
quc surne Ltna cuantía lotal mayor cl igual tlrre'
NU ncal cic ire:, d llc:,'.r r-(e cli rect.lmente los iror r.I.Iigones cntre sí
Ar" f.v¿ 2 0'20 F',r Llr l¡ls niér.rsr-i.Ar: ..rl:t¿is iil', illterponcr erltrc ellos un¿l sellcill¿j
pla-

c:a r-le nCct1rr..,tr-r .lc aL)l'LllO prCnSaClO O Silllpicrlrerlte


cle policsli-
y sicmpre operalldo colMr'l fycl < 400 lvlPa
rcn() Lle ¡11., ci¿:-L:lil¡,cl si se trata cle evit¡ir cles¿jrreglos en su
si sc- respc-tan l;¡s cotrclicioncs exl)ila:stas. 1.,,< ¿lrttt;¡cltlr¿is ho- ( ()¡tll\lri.r'rr r,r-,i.-, r'ri ittnle, eS¡re-CialrlCtrte Si l¡iS .¡rnr¿l6ltlraS rtCr Stl
rizor-lt¿lles Sí. (?l-tcLlentran corr(.ctanlentc clirrlelt.cir¡n.rr1¡rS. l¿l l:¡tc-rlt-:- cnC U Cr-rtrci r i o r--L I-a1
:'t1 r.rl'r te clo bl¿l cl¿rs y l>i en al nc lacl;r s.
gí.r rIáS frCcueltLe (lue Se prcscnt¿t et'r las niél'<tll¡:i LL)rI;is tiellC
q,,a u", COn el ClOblaclo de las arril¿i(ltlras el l¿i i,:iqliillci rLt¡rerlor clc Ei r-1,r,'=ri rjr :t',,:l-rrL¡litS cortaS en CxteriLlres, plarlte¿i tlna pro-
las nlisnlas y un cleficiente apoyo de la eslrr,,c:r,lr;r quc cle¡c¿rnsa Ilc:rrt.itica -]:.rLii:-r.: .-)r;. tiÉl-lc cltle ver con lajs inrper¡lerrililizacioncs
r ll
qOnr(l ellciS. r onrllii.riiil:i .; .a r-'l:ll1<rlrllelltc acaball fallancio V l)rociLlciclrdo
cLrrrarSio:-,!:- . :j::r.,::i"tcitLll(:rs Lall est"15 piezas cle c¿lrácler 5lIma-
i. ,.

I'llrlllr' ( lc -c: -1,-


\1
\,

- r: iri-r-r:.1 .1'-1 ., t(-il


Fic 13.140 ttl¿ttdtl <ll)¡rec('ll l¡s glict¡{ tl''Ll - ( :

clo en ccner¿l son (lcbidüs.t r.¡n tlcftcle''tc tclrI i


::- l-aia¡l!:dr. ¿l! i\-
:' , ¡
-,-. ,t-:! !:lir r.lr
quinas, ¡ror no rctlan(lLlcar el tr¡royo clc la esl:rllc:lir:r
r réopri'r r( ) o .';irttili¡r.

l. .ri:,r: l-::

\'y-rlrt;r ¡¡.,i.ri': iitL- c¿il)Ítulo cleciicaclo ¿r l'i:


i patolt)gías
el
(,5lrric-1:tirar(-.> rr dc:iÉo len,icrlte c.le qLlc tocio é1, cspecialnlcnte

l]l|rtar tÉ a.L:.,,¡ .:i ci-rtlailiIc, Sitv¿t para evit¿r lo (ltle se contenrpla en


l'1 3 i-lL-re rüflL'j¿t las grervisinras collse(
trelrci¿s cle
la it.qr¡r¿i I i
rl ;¡ ilLtir¡zc.r elr eslruc:tllras llrr c'fecto dorlrinci
c.,;,1.:1r,i.r i;rl;¡ l¿ls
j!:l rl .ol¿ipso por punzol'lanl¡ento clc L¡rla plcrca en
cotllcl 1-,,rcl,'ir-
Lllr eclificio cl,- 1-r1;,¡-::túlriplcs, si succde
en l¿ts pl¿irrt¡rs sLll)eriores
y se v¿r r.r¡ul.icl¡':ci¡ 1l.ir-rlatiliirmetltc a ias inferiore:

ll I4 L V(t'l';e el tleiiclelrte fclrcrll'rtlu 'r'r" -¡


I is:. "r
l,:, ei L lesl:t't-'trcii

n'ientc,,lel lttrlrligótt et¡ l¿rs nlélr>tllir'

\.
Lo-i /ol/rrrio-. r¡lii¡i J¿r,'s

,$
Las fariai¡s t¿ticulans

14. Conclusiones generales de che-


el presente libro' refle¡o tuales, ya que rcstlltan insustitr¡ibles' conlo herramientas
De la amplitud del traLraio abordado en Estos métodos pttcden
completo de nuestra Tesis Doctoral, pueden extraerse conclusio- ;;;;l conLrot cle cálculos más compleios'que sc erlcuentran defi-
resumir a corrtinuación: opti.nrt" inchlsi¡ fr-rcra clcl ámbito cn los
n.,á" sumo interés que tratamos de
,lidos cn las Nornr¿rs con retoqLles mínitttos'
oL¿sestructurasdeedificaciónresueltasenEspañaconfor-
. y punzonamien-
cabe esperar que experitttenten un creci- si bien todo lo relacionado con el cortante
iaclos de tipo reticular, estudiandcl' cabe
*iunro de cierta enti(lad ert un futl¡ro inmediato' a c()st'l
(ie las to en los foriados rctictllares clebc seguirse
con semivigrtetas prc- c¡tre las fortnulaciones que lo cuantifican son ntarrifies-
estructuras <je tipo unidirecciOnal resueltas "*pr*ru, ParLir de unas ca-
tamentc conservacloras y clcben ser rcvisadas'
fabricada. pueden ser las
paciclades resistentes nlínimas a cortantc' como
foqados
L¡ cota del mercado que en el prcsentc ocLlpan los Lstablecidas cn el cócligo ACI o las quc
proponemos en la presente
reticulares en España se encuentran en tomo
aI3Ú/"' con variacio- intervenir las
tcsis, resulta absolutamentc obligado antes de h¿¡cer
provincias de trucsLro
;t ;ry entre las distintas
consiclerables cinntí,ns cle las armacluras anrplificando dichas
capacidades, pero
territorio. nunca rlismirruYóndolas
reticul¿¡res cs Ali-
La provincia líder en el uso de los foriaclos Consiclerar sirr mírs tlna rcsistentia a cortante en
lt¡s nervios
y
cante (557o), seguida por Barcelona Málaga' propugna la EF-9Ó' rcsulta sumamente
cle los foriaclos 2 ' f.r,. como
.BaiounpuntodeVistaconstruct,ivoydediseñopuramentc peligroso.
todo los fortados
,rquit".tóni.o, los for¡aclos reticulares' y sobre que La inflr-rcncia cle los huecos sobre el
períntetro de punzona-
las variarrtes
reticulares de casetones recuperables todas
y puesto que
tc¡do lo micnto establecido crr la F'HE deberá ser revisado'
pueden llegar a incorporarse a los mismos' especialmente sittl¿rciones incongrLlcntes'
pretensado' tod¿vía se errctren- conduce ¿r
,"trcionaOá con la tccnología del
i;;;i;,t;¡"-.ubrir plenamentt pot los profesionales cle la edifica- . L¡ lorsión en las ¡rlac:as y elcmentos sitr€¡rrlares de los fclria'
mayor que la que existe
ciórr. dos reticularcs, ex¡gelr ufla aterrción algo
que ver con los foriados'
pese a no com- cn las nontias qLlc tienell
reticulares en el ámbito español'
' l¡s lorjados baio el punto de vis- aproxitnadas que tratat'l
prenderse plenamente y estar tratados tanto [,ste libro proponc algrrnas fórmulas
muy dcficientc' están cuando se realizan cál-
ta de cálculo y constnrcción de nranera de cuantificarla en los ,unihot de bordes
foriaclos-en el ámbito dc las car-
demostrando ser unos magníficos cr.rlos sirltPl i f icados.
gas gravitatorias y en et áribito de
los edificios de gran altr'rra so-
. y sus consecuencias' exi-
No tenelnos exf:eriencia Las clefornlaciones en ias placas
nleticlosa empuies horizontales de viento' como en la ges-
a su comportaniiento sísmi- g"n r,*",;,llietrto global' tanto en su cstimación
rle esta Iipología estructural relativa téctri- tión clt: las ntis¡nas'
;; Ñü;;,"salvo las referencias que aporta la litcratura
que deberán ampliarsc y someter-
ca en otros países' Se abren y proponen vías de
para t'nir visión más prácLica y realista
. Las geometrías recomendadas en las Normas españolas se a cliscusiót'l, pcro tuoon*n estric[o de su
ámbito
foria<los retictrlares' trtcrece
la ,u t"ttt"]1-*nto' "tp"'u'ltlo el
los elemcnto. q," tunRiu;;;i;;
las niismas
u.as rcsul- ",,
puesto c¡ue L'strictir evalu ac ón'
ffi;;;;;n áo"ti¿ti'o"s v revisaclas'
i

pe-
y otras' manifiestamente resumen,práctico de la normati-
tan penalizadoras inrrecesariamente ' Esta public;rción recoge ttn reticulares' ¡ronicndo de ma-
ligrosas. va clc fr'rcgo u¡rlic;rcl;r "'i*'L'i"¿"t
cuantías que pueclen consrlllllrsc
qu" existetr.entre la teoría y el
nif icsto las clivergeniio'
' Restrlta posible vaticinar las resueltas con foriaclos de tipo re- i.',,*;.;;"'"'"i::::ll',,:,,,l,TlI;3t:;T):?:il:li:,11,i::-
rur.*r1to,,iu'at "dllicocion
"^ el cálculo de las rnisnras cotr go. E. nr-rcstra oprnron' jr:
;il;t;, ;".esicla<l Je 'eatizur ia, espe.ial,,lcrlte en todo lo
,'1"::::;;":;,,"
que tiene quc vcr
"lr._,
los tiempos de
notable Precisión'
espacial ,.riotancio al fuego qrle demandatt'
ya posiblc aborciar elanálisis
En el presente' resulta
' quc la gran asignritura
i"'t¿tttt"cón proycctadas con planoforja-
Y finalmelnte' poner cie manifiesto'
'
completo de las estruci'l'"' ;;ü
tl punto cle vista cie la patolo-
moclelo cle.emt¡¿rrrillado perrclietrte ,-=,' ,,,,",t"'i'ot;;'
dos tle t¡po retict¡lar' i'it:i"tr'lt::|tr clc cálculo' en tal
";;"il;l
ro¿uuL es pronto para una.
implantaciórt gene- gía y clurabiliciu¿ no
ffiil ffior. ;Ñás calculanclo estructuras de
"Jü"n
o cttal fornrulaciórr cle climerlsionarniento'
sino en la ausencia de
deberán ser
ral del método de los iáeitut y que
"i;;"en[;;
tc' unosi proces(" ton""li'u-ot "-f'-:T"t' sustancialmen-
edif icación comercialmen si queremos tneiorar
prescindir cle los incorporacios ¿r l¿ls nristn¿rs'
es recomendable' cstructuras'
' No resulta cieseable' ni pÓrticos vir- i" V ¿" t-t¿td la caliclacl cle nuestras
oproximados;il;t en elmoclelo de los
métc¡clos
ANIEXO I

Descripción y análisis de los ensayos a rotura realizados sobre placas reticulares

"ltwestigaclón g revlstón crítica del conoclmiento V uso de los


foriados retladares enF.spíw
@n proQuestas de nuevos crltcrios para su diseño, análisis g construcción,

Agradecimientos-;
EI presente trabaio pudo ser realizado gracias
a la colaboración entusiasta del laboratorio ,,lnstituto
Técnico de la construcción de Aricante (rrc)",
personificado en Ismaer sirvents,
carcía y Pascual Vidar: Nuestro más sincero Juan de ra cruz, Arberto
reconocimiento.
Los lorjados r¿lirular¿s. Anexo I

l. Descripción y objetivos del plan de


ensayos

'Con el obicto de comprobar algrrnas de ras afirnracio.cs ver- sayaciirs sc rearizar.n con r'rloques arigerantcs especiales
tidas en la tesis doctoral cjel autor, básacias funrjanlerrtalmente cre polie-
en stireno de cantos redondeados y anchos clc nervios
su expcriencia observando cl comportamiento de l2 cnl, de
rcal qrrc poscen las la casa FOREL.
estructuras construidas con los fclrjados reticrrlares,
sc cliseñó
una serie de ensayos a rotura de un conirrnto
cle l0 pl;Lcas reticu_ Los ensayos fueron planilicados
lares, que podían consiclerarse su tic¡entÉnlcnte ¡rrocurando reproducir lo quc
ieprcsentut¡vas e' puede pa*rrle a ios nervios en una
obra convencionar de edifica-
su comportamiento ensayado, en relación ción cuando salen de los átracos, proyectacJa
con los aspectos rrrás con un hormigón cle
relev¿¡ntes que se trataban de analizar y resistcrrc:ia 25 lvf'*. sc.:nretic,a a Lrn contr'l
corrfimrar. de tipo Norrrral, clOnde
las rcsistcncias reales que se <¡btiencn
Dichos aspectos fundan¡entales son oscilan en tomo al valor es_
:
pecificado en el proyecto, pcro que
en un rnon.lento dacio pueden
- La resistenc¡a a cortante dc los nervios
err piacas reticurares
resr:ltar iigera rncr.r te jn feriores.
sc encuentra muy por encima de r'
especificacro en las nor_ En base a lo antcrior, los ciemerrtos
mas vigentes, especialmente en del foriado para los ensa_
lo establecido en la nueva yos flrcron discñados para quc
EHE. en el rnorncnto de Ia rotura, el hor-
migón de las pl.rcas t,viesc en torno ¿¡
- Capas de cornpresión de 3 cnr son m;is que
srrficientc_ ¡rara
los 25 Mpa, sirr estabrecer
nirguna otra li'.itaci(in reiativa a ra edad
garanr-izar un magnÍfico comportanliento c()nstnrctiva de ras mis-
mccánico cle los mas, puesto qr-re iuerorr rotas a ecjades
foriados reticulares, cuando se construyen variando cn torno a los l0
con f:loqucs ali_ días.
gerantes perdidos dc hormigón.
Las capas dc conr¡:rcsirin cle
5 cm dcben quedar reservadas a Las rs'siste'cias rc'ares obtenidas
ros for¡ados reticurares cie en ros hormigones se encon-
casetones recuperables. Capas de traban distribuicjas en una bancia dc
compresión clevaclas pá_ Zg , iO Vfpa
nalizan a los forjados reticulares t"t y
.orno se cc)nstnryen
en España. No se conocen patologíai
de conosión cJcbidas . El acero ernpleacio responclía a la calidad 8_400 S y, en gene-
a deficientcs recubrirnientos clo la,
¿ct flexiórr rre_
ral, salvo en la ¡trinrera placa, no Oirprr" ,. :J;;;- i.
gativa o de los mallazos superiores, "rn,oduras tc de nirrgún tipo, ni tampoco el preceptivo"r-"dr;
dacio <¡ue sc encuentrítn mallazo que en la
en los foriados de viviendas superprotegijos. actualidad exige la EH[. Ningrrn nervio
fue armado frente al cor_
- tante y, en la salida de los mismos cle lo que
Los bloques aligerantes de hormigón pcrciiclos se estirrró podría ser
mejoran cl el ábaco, como arr,acrLrra úLil de flexión
comportamiento resistente de las placas
reticulares, al que_
ioÉrun,u existía un re-
dondo del 0 1 2, salvo en la placa n"
dar solidariamente unidos a los A UonJ.j-"istían clos t 2 co-
ncirvios, puar,o que actúan nectamentc anclarlos Q
de encofrado perdido.
La capacidad resistente de las placas
reticulares a flcxión se ,^__El *tQu.t,tla expllesto en la Fig. I refleja claramcnte la natura-
encuentra por encima de lo esperaclo, leza y gLlometría de las placas ensayaclas,
¡roseyc¡6o ,.,r,o cl"ua-
da capacidad redistribuyendo ios
esfuezrrl,," fm solicitan.
Las placas ensayadas a rotura poseen
I ..--.-,2
.. Ltna geouletría err plan_ { o0 o.&
ta.de 4,70x2,50 y descansan isostáticamente I

en una especie cie i


pilares de 20x40 cm, separaclos
entrc sf un. ¿irton.io u J* 0,Eo
4,20 m, sin empotramiento de tipo "le,
alguno.
El canro de todas las placas fr¡e
de 25 cm, obtenióncjose cl nlis-
mo con una altura de caseton_es de
22 cm y 3 cm de capa cJe com-
presión, salvo en las placas de
bovedilla ácuferuUte, que fueron
construidas con una altura cle casetones
de Zb cm y trna capa de
compresión de 5 cm.

El ancho de los nervios fue de I0


cm, salvo en los rccupera_
bles que poseían su forma típicarrrente
trán.of,r"rnidal, partien-
do de una base mínima de iz cnl,
tal v conio Je prescnLan en la PLA{ÍA
inclustria de la construcción españ<_rn
L, J*
¡ltimas placas en-
Fig. l. Esqrrcnra georrréIrico lrásico y
c.lisposición de las armacruras en ras
placas c.nsayada:,.
t-4 L.rs forlarlos ¡¡titult¡r¡s. Anr'r¡¡ |

L¡ zona maciza transvers¿¡l sobre los ¿[Ji-)\o,< tr;t¿l].r cle sil-rr,r- t+


Pstll de fr.ñEñ# AsuddaF.*a
lar la presencia de los ábacos y los ensayos, cn gL'rttr(rl Irr rst ¿ib¡r'r
analizar el comportatltiertto de los trervios a la r¡rli(i;r de lils Ilis-
mos, trabaiatrclo básicanrente a flexión posirrr a i (r'rlL¡ €rl i)rlrrt j-
pio catlría aceptar quc sucecle etr l.l rt-alicl¡ci

5e han despreciirclo como hipótcsis l¿rs tleiornr¿LrL)r,ui tr'irr:-


versalcs cle losilerfiles que Lratrsmitíiirl las c;rrq¿rs I Ic;rlt: a l'i'- ¡rl;r
c¿rs, 5¡poniónciol¿rs linealt¡errte corlst¿i¡t(rs ¿l ef.rr.1:Lr:-
tler lt-rs
inájisis'teóricos realjzaclos en los cálctilo-. att:lrli¡rt-s ctrTr cl ¡rro-
uiama cypecAD y los restantes cálculos nrarru¿lr.'..ertr
cle\¿irrc_r- F::;
F,:
cisí. putrsto
il;;;, nu obstantc, cJicha hipótesis se ha ir.r.interriclo
en l¡r
.ü "tl n,r.tii" opinlótt, los result¿rcit-rs cltlcr prL)f)(rIci'-rtr;r 25
lc--"É--''
117 t2A

117
-.-il-t1
tlel laclc clc lii s'''¡1rric:tr'l ¡rr tes- .20
.unif"lio."t q¡c se obtiencn caclt ()r€: cj
i--,
unos repartos dc e-<i''lcrlr-r! r:l¡1\
to qucr ello irnplica acctr)tar '"
f,-rr-qti" preSuntiblcrlreirte y realrttenl-t-' ¡roclrí;rrr t:if .citlt'r',e 1-r.t
;;'.'ü;'\;iu"y.r, ¡rc'arlizaciórr cle los cl's nen i.c Ltrr't::lLci f rr lrtr-
it'i'itr i11 1ir¡'' tit:
n"fo¡o de losioslaterales artLes de alc:¿rrrz¿r cl r
rotura.

2. Ensayo y análisis de la Placa no I


(t : 27,7 MPa; f, = 453 MPa)
Li placa n" l cle 22+3 ctll t::tall¿r Lc)lr\lr'lj'j¿1 LIr-
i--¡l¡r'l-'É Fi!--
L':l
clicloclehormigótty¡lorlaclispclsicitirtclc!¿rst'ir'fr'l-r-¡''ii-''
cor.Ilportalllier]to ¿l flcxicill crlrl la c:.lpa ciÉ ¡.1t.:.'l-,1..'il'
:.1.r,.
VCr Su
cle J cln c, illclirectanrettte el
(:olllli('rrt¿r::l '':: Li-r r't':'tl'll ti{'
nitrra
(tonillnlo frcrrte al coltantc

Las figLlr;rs 2'3y 4 rt:fleian esclitt:ttt'rti"lll''''-Lc L';' 'ril-''rti 'ir¡'


clis¡rtrestrl,s c-n la placlt y la tr.rrrsrlisión cie 1'';
\:ii::l'i': r: I ci": i r-i:¿':'
paralel.rs separadas entre 5í ,2f-r l rrl'

o.8O 0,80 .--. 0,89 oB0 03C

10 12 10s 2Elq
,2-0,1q -,,f 0 q

1,70
1.20

sÉccloN 1'r
l- ¡ 1 c('a.i()1, I I

9'9C : o'80 0.80

191? Gl¡ss-qg 3P-aJ9-?4 11 9)

-- ''i \ I ó tz (en ton¡¡ de aPoyo


2 0 10 con¡nuo.S)

-... -2,99- f i t, il ,,r. -


' , -¿r:li. ill l¿r (.ollllEll'¿¡cló .lc l¡ I 'lcli¡ '( i l ;r
sEcqoN 2-2
;|.'lj.t_ i .r r',r:i alÉf l-)(la]rí¡ cJIli cle rir":c itl Lf i¡':" ( lltr
l-tsl i >e(.( ,r: - ¡l¡ l,,r'
I.¿s /oriados rctr¡rh¡¿s An¡r,r I

Considerando un peso prop¡o de l3ó K¡rirn2 13,3ó kN/rn2) y 200


de I t/rnl (10 kN/rrrl) (2,5 t err cacl¿ línea de
LrÍras cargas li¡reales E=l+ 220
= 1,954
carga), los resultados elásticos de flexión positiva y cortantcs
segun la dirección -X que pueclen ser estinrados con cl programa o,-,A', - ll)'
t-) d l0 22
=o.oo5
dc cálculo sc rccogcn en la Fig. 7.
t" =[n l]( (roo pr h)'''l=

I : /'/ = 0, I 2 . t. e 54 . (t 00. 0,005. 2 5)r/:J

_
--,..-._ 1...,
I 1
,/
.a o,sosmrtt ,/
|,100(n il.7
0.524(t)'
0,E0(U. .
- 0,544 lv{

A.(lQl2i= Ll3
Pa r5, 4

cnr2
4 Kp / cm? )

,2 th"lA
/ .' 0.524{il'
result¡¡ scr:
.o,r65lm-il'
/
/ I,100(m.il'l 0.80(t)" Vcrr¡r = f.,u t cl = 0,'>44 ' l(X)'220: ll9ót3 N (ll9ó,ti Kp)
/ ,/ y ¡l;rra dic:lro ( ort;inte, el cortante de servicio máxinro permitido
tcndría quc-- s(rri
o,(ot1w.y'
V,.,p I 1,9,ó8
l'): peso propio ("): dos cargas l¡neales de I t,,ml v.' = = l'6 =74goN (74g Kpr
Yt
l'iti. 7, Rcsult¿rdt¡s cl¿istict.rs cstirrr¿rclos luniri¿rcic: \1 K.!j.) f.ror t'l ¡rrr:r¡.,t;Ltr;r
CYPECAD para el peso propio y dos líneas cle c.rrg:r cle I t,'nll en los ¡rr-rn- A¡rilcirrrclcr la nrisln¿i forrnulación a l¿r caliclad del horrnigórr
tos fcscnauo5. crtrterrirla en el ensayo f
, - 23,7 MP*
Corno nuestra intención siernpre se eltcueÍttr¿t centrada cu vcr
el com¡rorlarniento real de los forjados reticulares frente a las con-
f
- 0,12 lqr4 (100 0,005 ' 23,7¡t13 = 0.51J5
'cv
diciones estándar previstas c'n los proycctos, el¿boraclos siguien- Vcur = f'.r'b.d = 0,535.100'220 = l1770N (l 177 Kp)
do las directrices de los códigos oficiales, veamos inicialrnerrle los
datos refererrciales que las placas cnsayadas er¿rn ( a[)c¡ces de so- oVeanlos ¿rhora el cornportamicnto quc tuvo la plarc;l a trtecli-
portar, sisri(-ndo ficlmcntc lo especificado en l,¡ lll lI..
cla qr,rc cl gati.r lue ¿iunrelll¿itrclo su carga de 0 a 140 kN (14 t),
máxim¿l (:¿rg¿ que lrudo rcgislrarse en el eltsayo.
De entrada, la rrorrna española cspccif it ¿r 5 crlr clc capa de
cornpresión mínima y un rllallazo de rcparto sirl clarif icar str tipo-
logía, que nucstras ¡rlacas ignoraban, prresto que la cap¿l de cotn-
presión cra de 3 cm y el nlallazo no existía.

De las dos barras del Ql2 (:xislentes en cada rtervio, tln;l dc


ellas cntrab¿r en lo que simulab¿¡ el ábaco y sc anclaba nlediante
patilla asccrrdente tal y como se especifica L'n l¿l rlorrlr¿1, y la otra
se c¡trcdaba 20 cm sin cntrar en el elelnentt transvers¿¡l (¿itraco si-
mr-rlaclo) en cuyo centro se apoyaba la placa t', Ir( r tallto, inútil ¿
cfcctos de contribuir a rcsistir el cortalrte scgun csl.rblece la L,HE.
. [l momcnto tiltln]o de agotamicnto ¿r flexiótr ¡rositiva de
un nervio de un foriado rcticular 221_7 cttt, collstrtlido corl tlll
HA-25 MPa y 2Ql2 B-4OO S, oscila cn torno a 17,5 kN x t'll
(l,75txm).
Mup ncrvio : 17,5 kN x m I 1,75 t x rn)
Fig. 8. Prinrer.rs f.s,.rr.r-; niticla: clc f k:xió¡ positiva a llna (:arga del gato de
. 70 [N
El rnorr)ento últinlo real de agotilnrier)to con los nratcrialcs
ernpleacJos sin coeficientes de scgundad sc cstinra cn: NOTA: Fl ,.¡lr¡r n"-ci.i-r clel nlonrento en los neruios calcr.rlaclo cle fo¡nia
Mr¡r ncrvio : 22,5 kN x rn (2,25 t x nrt clirccL¿r r';in-p e ; tir c1e a¡rol'os, e¡ vez clel obteniclt t:on el mttcleio
enr¡rlc;r,l:' s.J. i,-i ri e J ,Lrcr.[á e] L.llr.lircl r.le los rrrislno:. \e in(re1-enIc'r
olá resistenci¿¡ úlLirn¿¡ de un ncrvio ¿ cor-t.tnte cle l.r plilca err- liger.rilrc:iLr' ,. -.rf r.:.le c on el nronrento riltinro clc ¿'lgotántjünLo LcúriLo
siiyada sigricnclo la norrna EHE; l)¡r,r il ('';(-;iiú ,.ir- L-¡:!,i (ie rlato corres¡tonclicrttc a 70 kN.
Los 'loriatios reticulares. An¿xo I

Las ¡lrimcras fisuras dc flexión positiva se cletectan visu¿¡l- posiciórt 2, et'r la que el gaLo transmitÍa a la pli:-
F-standc¡ er'i la
' cle 70 k\ I' en lir quc no se dete('taron daños dc tipo
mente cuanclo el gato transmite una (:arga de 70 kN l7 Ll, es clccir ca Lln¿r carga
algrno clebicio a los esfi.¡c:rzc)s coftantes, salvo únicarrlente una fi-
cargas lineales de I 4 kN/m ( I ,4 Vml), lo que sl¡pone aceptando u n
cálculo elástico convcncional, que los esfuerzos clc los nervios nas fisuras clc f lexiórr pr:sitiva rccogidas en la Fig.8, pcse a que
de los csfuerzos conespondicntes ¿rl ¡leso proJ:io (stlbíncli- cn dicha posicióri lt)s nrorrtetltos de [lexión posiliva en los nervios
¡>asan ,t
-l): CCIILf ctleb Ctcllll
ce

Esfuerzos elásticos teóricos t:n los nervios baio la N1.:2 : 2l 05 kN x m > Muo : 17'5kNxrn
acción del Peso ProPicr y en los ncnvios extrcmos:

Nervios I M.t = 5,ó5 kN x nl {0 5ó5 t x nrl Nle? : I l,ókN x nr ( Muo = 17'5kN x m

centrales 1u., = 5240 N t524 Kpl


Frerrte a los llromerttos últimos de agotamicntc¡ reales' en
ambas amil:as (le ncn'ios nos encolllramos por dcbaio:
f

Nervios J*"' = 3'073 kNxm {0'307 txntt


extrcmos lv"' : t zoo N {l 7o K¡r} \{.-r = 2 t,05
( M.,r = 22,5 kNxm
j\1,,r - ll,ó0
a los siguientes esfucrzos estimaclos (subíndice -2):
produ-
Si ¿ceptanros t:ltle ¿1 cste njvel dc cargas ya sc estaba
Esfu¡erzos elásticos tcóricos bajo la acción del flexión
pcso propio y la acción del gato de 70 kN ciendo r¡na reclisrriL-rución cle esfuerzos consiclerable de
quc podían
positiva en la sección ce'rrtral, bt-tsc¿lnclo el valor medio
I ¡-¡55k\xrrr II lÓ Ixml resistir los tlen'ic-rs:
IMe2 =(3,07.r+ó,13 1.4)kNxnr = I
j* .,,,",,'o, 1V"r-{lZ0O+f00O l,4lN =)c¡00 \ r:iao Kllr
' 21 0r+lló ,r')itrr.Nr.,'--N¡
kNxrn - Mup -
Mcz = (5,(r5 +l l' 1,4) kNxm = 21 05 k\xrr' (l i ixill) M n. = #=16,325
."n,,n,",
V.2 =(5240 r8000'1,4) N = ló440 \ llÓ¡4 KI)r (
= 17,5 kNxnt N1,,,, = 22,5
kNxm
l*
existente en la
nrodelo clc cálcr-rlo Obsórvesi: en l.r ljig' 9 el estaclo cle fisuración
Si en vez dc c¡btencr los esfuerzos del sc habrían alcanz-ado los tnomentos
los cstLlcrzos colt;lrltcs clc form¿¡ placa, clorrcle l.tipcltótic;rrnente
como placa, colocanros de lc¡s
"rnpl.oao
;i;*ü y directa, basánclonos en Lrn reparto decluciclo ciel propio il. igo,un.rl.nto leóricos, arcep[atrclo unit ¡:lena reclistribución
x nr)' No obstantc'
ligeranrel'lte V result¿ll ser: ,-rurrot etl l¿i set:c,tón cenlral (Mu -- l7'5 kN
modclcl, los esfuerzos se incrementan por ácba¡o ago-
de los trrotncntos de
nos cncontrábatlrLls tocj¿rví;l
Cortantes debidos al Peso ProPio tamiento ú[irrro..q rcaies (22,5 kN x t¡)'

N t420 Kpl
ICortante meclio en los nervios: 4200
iaonnn," extrenlos: 2290 N {22s Kp)
en los nervios
los nervios centralcs: óI I0 N tóI
I Kp)
[Cortante en

Cortantesclebiclosacargasenfajadel4kN'rtl{gato=70kNl
ncrvios' N i87i KI))
f cortalrte nreclio en los '{750 N (480 Kp)
lcortante en los trervios extremos: 4800
Kp]
nervios centralcs: I 2700 N {l 270
[aou"nr" en los
a lcls sigttlerttes
La sunra cle ¿lmbos esfuerzos conduciría :
posiciórr 2 tg;r[o 70 kN)'
vat,lrer, correspondientes a la
(l 29t KPI
V*m2 = 4200 + 8750 = 12950 N
lrabiénclosc mar-
V"c2: óll0 + 12700: l¿t810 N (1881 KPI Frg. 9. l;is ii!;;ra! er¡¡rr rrr'rv titras V muy bien distril'¡triclas'
caclo c,r. tit'-¡:,:r-'.t 1,,,u ''i't'r,rti"'iiá'iioi"etátitt,!l?n:::^t:fgl,T:1:
::':ff:il, :lüj il::i:ij:;jo ü ;,i'*p;;- .";'ti1',:ult..!"*"rse arcanzadcr
V*c2 :
(709
22gO + 4800 = 7090 N KPt
cle agotanrierrto {gat() = 70 kN).
|()q lIOl.llelllQs tt.::t::lf .. itortcQs
Los forlados n'ti¡rr/¿ir¿s. An¿ro I t-7

En la situaciirn anterior, las tensionc:s tangcnc:iaJt:s re¿¡les de A cc:ntinuacj<in. sc: procc:dió a somctcr la placa a una carga
cort¿rrlle existelrles err ]os nervi<-rs er¿rn: crecierrLe clel g;rto, Lri-rscanclo el colapso bnrsco dc la misma ¡ror
rol"ura (le las ¿rnr¿lciuras dc flcxión positiva, dada la escasa cuantía
de ¿rrrn¿rlrrr.t"' displlesta y contando que una de ellas no se
?'c2-b.dV-r
. -'--- 1644Q--
:-'¡r),.. =0.5.14 NlPa enc:<lntr¡lb¿ c:olrcctantcnte anclada clentro de lo que simulab¡¡ scr
=0,75MPa>f
100.200 cl ábaco.
tensiolles.rl'r".¡:',-,r'r,.='l
dc ¡rr.tr.'c o na': :. = -' \ll)¿' / por encinra ya dc los 70 kN,
A nreclicla qLrc ,:riccnclía lti cerrga
- _ V"2=
r": =
5S00 : 0, 2 7 M Pa { r|. D = 0. 5 4 4 l\'{Pa
conrerlz¿'tl-)¿rn .r ,,'isic¡n¿¡rse las fisuras
de flexión posiLivü si¡r tener
que nrarcarl.rs con tinta para que qrrcdascn rcflejadirs err las
bÉ , 0O ,00
fotografí;rs tFisl I l)v seguían sin detectarse dañ<.rs dc tipo alguno
¿rtribuiblcs a l.rs .lcciones cortalttes.
Si hubiésenros opcrado con el valor rre(iio (le l¿s ttnsioncs
tangenciales de diseño en los nervios:

r,u¿=(o'751-o'27 )= o tl\lpa
\2)
mLly próxin'los ya a tener que eslribar los nc.n'ios según l¿t El lE; y,

sin embargo, sin estar cstribados los nrisrlos no pu(lo clelc'ctar-


$r
se daño alguno por esta c¿lus¿r y c:r cstL- t-sc¡th-ilr cle carg.l
{70 kN + peso propio).
*ib ,

Corr el objeto cle ver l;.r recu¡terarción dc la placa dcspr-rós de


;Fi:.t¡'rt'1Fr
fiaber estaclc¡ err la sitr¡ación anterirfr (7(") kNl, se proceclici ¿t
descargar el gato, volviendo la ¡llaca .r sLt sitr-ración exclusiva de
peso propio.

La rccuperación fue espléndida, hasta el punto cle clesaparecer


l¿r Lotalidirci cle l¿rs fisur¿rciones clctc-ct¿cl¿s, cor-r ur'r conrportalr'riel'rto I I F j5r rra'-. visiblcs clc: fl<:xicirr ¡xr.it iva
elástico sorprcndcntc; y cr.tyo aspect() tr.rs l¿i clesc¿lrg.1 rlLlecl.r
ri:cogido en la Fig. l0

Fiél 10. Aspe(:lo ¡tl"lr:a tras la cle::cirr6.r cic 1.r,. 7Lr ir\ ¿¡ l¿i (lLri: fu,:: SOtu(:-
cJe Ia
lisr l- f. i;ilg; lroviénd(t:;e en Io[]() ¿ I l0- I -10 L\
haberse supelaclrr lo:; rrra)r'r(.r'r\..1 ., ', ,:. L iir, os rlr,;l,ril-
tic1a, rics¡-ruós clc "it
t¿nricrrLo t:n lodos ios nerylos cle l.r s..ccion ir' :"¡
r-8 Los [oriados reticularcs. Anexo I

¡.lt'ilían resistir et.r agolanricnt()


que era de 17,5 kNxrrr; aunque Ii-
obsérveseenlasFigS,l3yl4elast)ectodelasfisuraciotlc.s
cxistefrles en los borcles de la placa y en la p¿lrte inferior t---n la zona geranrente ¡ror encimai clel mtlnlento último de agot¿jnlientcl real
donde se apl¡caban las carg,as. esLinladc) en ll..-r l\xnr.

Las arnraclttras v¿i se erlc:otrtraban plastif icadas'

Si scguirrros act:plirtrclo l;r hipótcsis de quc en las proxirtlidades


cle los apovos existc url¿ lnayor concentración dc estuerz<-ls
cort;lntes cn los rrcrvios ccntrales que erl los extremos, los
cort¡rilles exislentes cu¿rtrclo el gato alcanzó Ia c:;rrga dc ll0 kN
¡rodí;rn lri-rbcr sido'

(i:ao+s000.2,2).N =22840 N (228a Kp)


It'., =
lt',, =(r7t)t)+3000.2,2).N =8300 N {830 Kpl

coll tlll valor Ille(llo (lt:


r lr l-

\/ V,:j+\i =15570N (1557


Vn-,1 -
=--= -22840+8300 Kp)
FiiJ. l l. Las fisuras cie tlexión se aproximaban cl¿ramcrrle a la c.L¡la de com-
Z

oiÉsrórr tr.t¡o la accrón del ¡¡tlto en torno a los I l0 Li 120 kN


sin clLre 'rparc-
crcran claños cn l¿ mistna de tipcl .llguno que ¡rocJríarr estar cl¿rnclo urlas tcnsiones tangenciales rcales dc:

,, \'1 22840
[, , - t;.d
I
- I00 220 = 1.04 Mpa {10,4 Kpi crrr2)

,=\,,, _ it?00 =042MPa {4,2 Kp / crl2


l. " ir cl 100'220
}

' I:-
y UnaS tellSlOI1L'5 IIIU(llrls

rcJ * te-¡ ))
Tn. -,
= = 0,7iJ Mpa (7,? Kp/cln2 r,,n
2

-0. 54 \lP¡r lr,I. = 0'53 Ml¡a)

IrrsistinrQs en recor<lar la ¿iusetlcia cle clarios de ti¡lo


alguno atri-

bLribles a los coftarlLes


Fig I 4 . Obsérvc'nse las grietas cle flexiótr ¡lo"rLr" 'r i\'ls:']-'-q ("' ¿ /r)ru
Dr-spués cle la rifu¡rción anLerior COntirlllanlos
aument¿jndo l¿r
clondc actu¿rban las lúreas de carga'
valor que produio una
carga cJel gatct h.lsta a¡lcanzar los 140 kN'
puntos centralcs cle Ó)0 rnm' silr
clefánlatiórr clt: la ¡rlaca cn sus
los accros de flcxiórr positi-
careccrt clt: c¡ue l<lgrárirnror ¡rroclucir la rotura cie
Aunque en estas sittlaciones los cálculos teóricc¡s las banas cortas del Ql2
¡r la sittr¿rción vo, tan ,.,1., el clt:s¡:renclinriento de una clc
precisióri de tipo alguno, t¡na aproximación simplister y con un recu-
clt-, un nen,iCt extremo por elrCOntrarse
Sin anClaie
a lo :iguietrtc:
en la que podríamos encontrarnos conducía
lrrinliento esc;jso, ¡lor fallos dc adherencia'
Los monlentos cn la secciórr central clt- l;r ¡llac'r (lLle estaban
Mcrece- la pcna, ¿luÍrqtle sólo sea
por curiosidad' adiurrtar el
poclían cstar variarr(lo
desarrollándose Cn la situi¡ción clescrita enseñanza rela-
estaclo fjnal cic lii pl:rca. ¡lor lo que suponc como
entorr]oa95ól05kNxm,locualsr.i¡lonia¡laralosrleruios quc tuvicrorr los 3 cm de c'apa
23'75 kNxnt y tivii al rrt,rgrlífi(:o conlllort¿tlllierlto
monlentos de valor nrecliil conl¡rrcncliclos t.:ntrc
clt' ¡'rroyecto que cle conr¡trt,'.iÓn. sin rllo$trar daños de ti¡ro algltno'
2ó,25 kNxm, frcnte al momento tc-órlco último

\
l.os /rrrlcidrrs r¿lrrrr/¡¡t's A¡lcrd i

FiP,. I5. l.stado final cie la plac.t b.ri,, ld .i((.r(-,: clc .,:.r :;ir¡;i de l4t) k\ Fig. 18. A::¡ri,. ir, rlr l:rir,c,r r,ies¡rrendinrient(l .luc 5c prociLlio en l¿s arntajclu-
rir:r Llü la Dl¡.¡

Ln sitr-r.rcrón firral rlel g¿ito actuan(lo cc¡n 140 kN, sin que ya
l¿i
¡Ircliéranros t¡,rri_rrniLir nt¿¡yor carga, puesto que las dcfort-naciones
cxistente5 1o lnrpeclí..in, los coftanles de los nervios que caminabarl
a l¿is clos Iir.re¡s cL- ¿ipoy() dc 40 cnl cle anchrjra po(lríarr cstar
cor])f)rctnclld(:)s rnlte los Siguicntes valorcs.

t,,
j \' , N (2764 KPt
= 27ó40
I ti = lo too N {lo ro K¡r}
'
COII ulr V¿lOr nrt'ciio:

Vn ,r = i 8870 N (l8137 K¡r)

con L¡nirs te|:-ir.rtres Langcncialcs reales cle:

Fig. 16. Lls ¿ona:; cl¿¡ñ.icl;rs, ._rxclusivameñte irric,r:r:rler. i.:iaib¡ifr ( ()¡CCntfú I


Cl;,\ c'ntre i¿s lineas clt: carga.
.Jt , = 1,2ó Mp¿r {t2,ó Kp/cnr2)
l-)
Ir, ., = 0,4ó \4Pa (4,6 Kp /c¡st')

y t.tna ten5jón n)r'rlia (.le:

rn.r = 0,8ó Mpa fB,ó KII/cnr2)

l;rcs(:irrclic:rrclo clr:l conr¡rc_rrtanriento cJe plat..t y,dc la ca¡t;


cle
corrprcsión, cr c.rta.te uredio obtenicr. rnecliarrte un
c;rculo
clirecto en los rrr-.n'ic,rs cr¿i (lc:

v. ., = a2¡o -YyP =2t7oo


r' 2t70n
=
ffi[ = 0,97 MPa t9,7 lcnt2
' K¡s )

Fig I7. l--i acerocleflexiónrrollegóaronrperárl_re:,;j:,'lÉi.,l-ri:rse,.ur:er.¡rlcr


rensiones cje 50() Mpa. s¡r) que fr-résc'r'rc,rs cálpaces de clctectar craños
de tipo argu'c:
¿rtribr¡ible.r los (,:.ndr te5
Los loriados reliculares. Anexo I

El momento último de agotamicnto en este cnsayo para los


3. Ensayo y análisis de la Placa no 2 rrervios lo cstim¿rnros en 23,U kN x m (Mur : 23,8 kN x m).
(f" = 26,8 MPa, f-
v
478 MPa)
Y la tr, -- 0,5r7lulPa {5,57 KP/cnr2¡.
La segunda placa ensayada responde a las misnras c'aractcrÍs-
El cálculo clt: la placa realizado con el progralna CYPECAD
ticas físicas y geométricas de la placa n" l, salvo que se elimina-
ron los estribos de los elcmentos transversalcs de los apoyos que Espacial, consicler¿ilrclo un¿is cargas linealcs de I t/nil t l0 kN/ml)
simulan la presencia de los ábacos. En el momento del cnsayo' las y el pcso propio cie la placa dc 33ó0 N/m2 (33ó Kp/nr2), quedan
probetas d-e control nos dieron una resistencia dcl horntigón em- refleiadc¡s e:r ia Flg. 20.
los cálculos compa-
bleado de 2ó,8 MPa, por lo cualmantenemos
rativos anteriormente realizados suponicndo que la placa es de un
flA'25, quc tal como hemos supuesto era la resistcncia
M 0,3073(m't).
hormigón
uipÁ.iri.uou en el proyecto; independientementc que también \'
áp"r"*ot con los ullores realmente obtenidos en esta placa Con
a" propiciar la rotura por cortante, las cargas lineales que \ 0,t24(r)'
"io¡1"t.
en el'ensayoanierior se encontraban a I ,47 m de
los elcs de apo-
hacia los mismos hasta situarse
Vo t"¿.ót"zaron en este caso
distáncia de 0,g5 m, talcomo queda refleiado cn la Fig. 19. \
á una
\o
\:
s
Pd¡ tu Tr¡nsd¡lon

('): peso propio ("): Cargas lineales

unidacles M'K S por


Fis. 20. ResLrl:.1clos del ,.ilcLilt:) elástico cstimaclos.etr
i,i,-';'ri'!ii' p'ói" d.s lítrc;rs cle (:arsa clc I t/nrl
:i-ó,'.;í,;;l'¿ü;Éirü v
rl0 kNiml).

230
23.
420
un cál-
Los valores que se obtenían en los nervios' mediante
a eies, pero tenien-
cUlo clirecto colno una pieza lineal calculada
I .9!9--...1--- 'e!9- do presente un reparto en los esfuerzos del propio modelo de
cmparrillaclo que em¡rlea CYPECAD, serían:

Peso ¡;roPicr
r. kNxm) t
I
lM., = 0'ó00 mxt {ó
1, ()' nr x t t 3,2ó kN x tn)J I

I
tul"' = 3 2Ó

valor mcclio \4;r - 0,4ó3 mxt (4,ó3 kNxm)


1_' o,* .+---J'oo ¡-of9-- ¡
Cargas lirreales ctel t/rnl (10 kN/ml)

J
*.' = 0,72ó nrxt rz,2ó kNxmlI
l*"' = o,4oo mxt ra,oo kNxnr)J
valor r¡eclio l^,4,.,.,¡ = 0,5ó3 mxt (5,ó3 kNxml

-_"1
Fig. I 9. Situación cle las cargas erl cl en sayo cle la plac'r n':' 2
r' t1¡ros cortantcs ci(l

Pe:;o lrropicr

lV-r =olloN rfillKnrl


I
Lv.r = 22so N r::cl Kpli
v¡rlor n.ieclio V.,t = 4200 \ t,1l(-l Kl,,

C;r rg as linc.il< 'sclelt,mltl0 k\ r'

v.r - 93t)0 N r.¡ tq Kpr


I
(
(31 q.1
V., =3ll0N 1 K¡rrl
{
i,,
\
¡
I
v¿l lor rleclio Vu,l = ó250 lfrl r ñt- t

i
r6.$.,
i
:,
En r:l ¡lrinter escalcln t1e carg.i, cL-rl , !,ir: a:l.t1llcltl | ()ll Llll¿1 tI
(.rr.11;raltr ll kN al¡¿iluCL ..,i5.r.l¡ - *' " :ii:.rrr¡ il¡Lll¿¡ clc I
I
llexiórt, altt.ltctrt¡ndo si-¡ nr-intero ¡tero :.c:-,,i; , :¡- I; :lcl l)c1! Lrllrl( -
I
,l
terístic:as rlue las dc la ¡;lac.i (rrlerl(tr i.,.r: -i, l.t{i, .t Llna cafga
,-
nQ
l)r()xill; ¡ los /t) K \. '' . i
--¡
A nreclicla c1r-re la carga tr¿insrrttllcl¿ rti r;
st. r¿rs clt' tlt-xtolt lo{ic¿r n'et I t e .l ;c,ct-,1:ct'. :- : : -
por clcbie jo t,lc l.r c;,¡-r;, c1e r:t-)rrr¡lre:;ió:r :ai. : .-':
iotograÍías rle l.i ttg. 2 I

A1 llcgara 1a cargar cle 1ó0 k\ itr,ctr,-i,' ,--' .:t-: -:,r..t =. ir.,¡l ilr l-it
',' el as¡reclct infcrior cir: la plac.r clr-tecid trt-,- i:- ..:.-..r- ;: ['u' ]- '-iL-'lrtl,.'
st ¿lprec jarb.in fisuracioncs dc flc\ión r,r.,:, . ..r l i:ir t-il'q-;:t til,.r-l rlc
dcsarreglo v ningún tipo clc rollrr¿t c'l' li : i' I L;i ¡.ii:É:nrLr_r5

No sc aprcci.tb.tn c,Jaitc-;: tle li¡ro ;r .t .r ;


corl¿uttes, y cLranclLf l]roccc]ilros ¿t I'tti:i,r' ¿l
<-1o ¡r l¡r plrsicirilr in jcial, l;ls fjsi;r.ic ror¡- .:. F:e ll F .r. ,1, 1.,-f:il¡l llcllr r :rlii| jl
tlr>¿rJ)¿lrecleroll. coll L,ll cL)llll-)Lrn(1lll.q1 . - :. i55-lrl
clástico.

ifir-
't:titF.rh,.

t,
Los Íodados teliculares- Anexo I

.Veafios en la posición segunda, carga delgato ló0 kN, los Si consicleramos ttna distribuciÓn total del momento de
flexión positiva, el montento medio por nervio resulta scr:
momentos y cortantes que pocJían estar produciérldose en los trer-
vios de la placa.
26+14.24 ..
Mm7 -'"''li1kNxnl -20,1 2 kNxm >) M,,r, =
Flexión
- Aceptando un comportamiento elástico, los momcntos
po- = I Z,: t.N * n't . Nf ,,,

sitivosdefleiónestimadosporelmodelodelenrparrillado
podrían haber sido: El cálculo directo sirnple reaiizado a eies, nos proporciotra un
nromen[o medio cn cada neruio, ligeramentc mayor:
M.2 =(5,ó5+ 6,36'3,2\ kNxm =
M'r: =14.ó3+5,63"),2lkNxm =22,ó5 kNxm 5 M,rP =
= 26 kNxm (2,ó txm)> Mur (2?,8 kNxm)
= 17,5 kN x r)r < Mur

Mez =(3,073 +3,49'3,21kNxm =

=14,24 kNxm (1,42 txm)> Mu'

E
2ooo
ñ('
:
E r.m
!!
o
btm
T

gooo 1 0ooo1 0of,.1 :000.1 3OOO1 4@o 1 5OOq1 6000' 1 0oo 16000.19ÓOO
o Irooo_.zooo.oom ooo
m nrhn 70í10 8OOO -éi; 1

1375 1515 1765 1e25 :225 65 ?cÉo o


?65 395 530 ;; ñ¿o .lao
t-rrii¡r¡itoi 0 I 36 55 85 115 r:90 1445 lti¿o 1S55 2060 2375 85 27fi 0
388 550 735 E25 10?5 1166
kr*r:gp-¡ 0 i rg ts2 2o8 271
Carga (Kg)

Fig. 23. Placa no 2. l)eforntacjc.lnes


l.o\ lorlddos ¡¿trrr/rri-r Al¿.t¿ l

Pese a que, cctrno puede verse, 5e :u¡rer;rba el nlonrentc: teó- Lis [errs jL)r]es resr-llt.i¡ltes reales como placa y coruoelcn-len-
rico último de proyecto cn agotamrcnio cntrc Lrn i i r¡'Lln 29%, de- to line¿l c(r-l lepano transversal, resultantes de los valores ante-
pcndicndo dcl valor de los morlento:. nreclio:. cotL:ir-ier.t,-lc-t5 en l,:,5 n()re\ \|I
nervic-rs, las fisr-¡r¿¡ciorres cie llexiones e!-¿irr cle es,-¿is¿i enticiirci y
prácticamcnte dcsaparccicron al rr-'tir¿lr la c;lrg;r, inclici.lnclo r.in .¡, L _ )'"000 ¡
-::.\rPa=l,5MPa
1t)0 ))0
^

corn¡lortarnierrto esplérrdi<Jcl rJe l¿r ¡rlaca; clt-'trick-l t,rl vcz a (lLrc nc)
I t)Qt)rt
se llegó ü superar el monrento de agot¿nripntr-r re:¡l cJe lo:: nervjor;.
i- ::i,I ()0 ,220
T- ,-l', MI)¿¡=0,5MPa

Itrcluso ¿i volver a cargar la placa y'JJeg;rr a unii c;rrga cle \lP¡r (lo Kp/c¡12) )
T,,-: - I T,rr =
l¡10 kN, las fisuras cic flcxión en los borcle' resultan difíciles dc
clpreciar en las folograiías, tai y conlo sc ntucstran en ia Fig. 24. = 0 i-711f >¿ r5,57 Kp/cnr2)) T,rr., =

=0 >4 \1Pa i5 4 Kp/cm2)

i0
1., '- _ t(-)() ))o ,trr'a
lc, I
rrrl = l,Ó4 MPa
r,,
12242
r -, = ,ril,¿
^in = 0,5(.¡ MP¿l
l{l[] l2fJ
r. . = ¡ I \11)¿ (l I K¡t/crn2))r,,, =
-
=() -1 t \1P; r5,57 K¡r/cnr2)) T,,r, =

= r-) 14 \1P¿i r5,4 Kp/cm2)

Pues l¡ie-, ba jo c:stas tensiones larrgenciaJcs no lludimos


afrreciilr c-i¿l-r,-r: cle tipo aiguno atribuibles a los cortantes.

Drr¡ruÉs rlc' alcalrzar e) gato Ios ló0 kN y bajar a la situación


Fig. 24. Situación de las frsuras de flcxión b¿ u .¿ t nrr:.r rlel u¿to rle l 8(l kN cle crero. ;rLrn'ent¿m.,rs par,rlatinamcntc la carga hasta llegar a ia
c¿irg¡t Lie l()ó k\ doncle se ¡-rrodujo la rc¡[ura brusca porcorlanle
sin ¡lrer. ic-r ;.r,. i:r-r r-1e li¡-ro algr-rnc-r, lal y como qued¿t reflej¿ldo en i¿r
Cortante Fis. 25

Los cortantes estimados e]ásticanrentt cn lc.ls rrerv'ros con el


moclelo del emparrillaclo para la carga cle lfi() kN son:

Y.-2=$,24+8,67' 3,2)kN = 33 kN (3,31= 3300 Kpl


Ve: = (1,70 +2,87 ' 3,2) kN = l0 9 kN ll,0e t = 1090 Kp)

con un valor nledio dc:

Y^z: 21 950 N {2 )95 Kpr

Si calculamos los coftantes como piezá lineal tenienclo en cuen-


ta el rcparto lrallsversal, los esfuerzos aul'l'lclrtan liger;itttetrte a'

Vcz = 3ól 5O N 13ó r : rurlu,',,


,
' = 24r c)ó N {24 20 Kp}
VJ, =12242N {12a2 Kpl | Fir: ?5 llotrrr., i,rr:;L-i1 rt,rr (ort¿jTrte baio la carga de 19,ó t ll9ó k\lsin avi-
:ioprcvl() \'é¿st:i.i:.trc¿r..r[r¿balascgutrdabarraclel QI2ycJóndescirlicia
ba la rotr.tt¡i' se: :':L!dlL)l'res que se rcpetirían sjslcttlátic¿rnrente cn l:odos
los erts.tyos !;, . .r ,-r i;, P;lc a tln S que al estar blcn ¿nclada fuintos :nca-
paces cle lonlr)Ér d ci-)lld:'itr
Los lorjudos rrtiaular€s. AÍexo I

Lis tcnsiones tangenciales realcs ell cl momerrto de la


rcltr'lra

podrían encontrarse entrc los sipientes valores:

.Resultados como Placa

It,t=l,78MPa-- --
It", = O'i9 MPa - ''-
r

=l,l8MPa (l l,8Kp/cnr2))rur =0'557 l!1Pa

clirecto conto elenrcntcl line¿l y corr re-


'Resultados del cálculo
parto transversal

l;cir-r rzquit.:tclo inferior bair'r la carga dc l9Ó


kN
Jri., =1,e4 MPa Trn3 = Fi-o-. l7
=
It", = o'óó MPa
f,¡r = tl'5'r7
= l.30 MPa (13,0 KJI/cn¡2))
lvlP¿t

qtle' procirtccrr la ro-


Como puede verse, las tensioties medias
tr.lra brusca por cortante, que cn la
situación de ¡lroyectcl cornpa-
,ariu*o, con al tl-, : 0,54 MPa' superan a la nrisma
anlpl¡anlente

la fornrr'rlación cie la
Si el cortante último esperado siguienclo
EHE se es[ima en:

Ytr =0,557 'lo0'220 =122'54'l02N


(l )2i'4Kpl
que fire clc 28ó 102 N
frente al realmente obtenido en cl etrsayo
(28ó0 Kp), nos erlcolltranlos con utl incrcnret'tto dc st:guridad F.r- '8 Dr'-i¡c .1,.r:li t) i-lc l¡ rottlra por collallLc¡usto donde'rca-
c oloc¡clas por ner-
adicional de yi =2,22. i.r= lu i.a-u i,,l- .,*. I ó I I r de l'rs clos '¡rtnadtrr¿s
vio pat;i'r'esLsrir i.i flcxiLill nositiva {2012)
producirse la
El aspecto infericlr c1c la ¡rlaca en el monlcnto dt:
rot; fr;lgil de la placa por cort¿tdura, quecla rt:flejado err las t-ig,s. I'r :e ¡rro{lLtce y se justifica ¡ror la prírcticamcrlte
roILtr.r friigil
26.27 y 28. total ausencia de.lrmaclttras en la placir' arratrcando la rott¡ra dc
ar-
l;¡ base irrfcrior, iusti.r r.r.r el pr.rrrto clr.trlde se cort¿lt)a la seglnda
parte s\¡perior'
nraclura clc refr.lt-'r¿o t lQl 2) y ¿rscc-'rldiendo hacia la
Durantrt tocio el €ñsatyp ntl se <ietcctaron claños en la capa cle
cornprcsititi qlit. se rcctlercla, fuc de 3 cm

.E
?-c t J
,(x

Fig. 2ó. l.rdo derccho inferior ba¡t-r l¿ ca¡g¿ r'lil laÓ k\

Fij lr) rlriiir;jq cle ilcxi<in en el mcltrtcltto cle la rcltura


Lds fdryJddj rclriuld/ds. Ari\d I

4. Ensayo y análisis de la placa no 3 . En csta srtuacicir.l (105 kN), los momentos que existían en los
(t = 29,3 MPa, f, = 477 MPa) nervios podían tener los sigirientes valorcs:

Lá tercera placa ensayada posee idénticas caracteríslicas clue )'Itt = tl+(t,36.2,1)= ló,82 (kNxm)
+rr

la placa no 2, salvo que los casetones de aligcramicnto cran cle Irr =rt 88+t,49.2,t1=9,2t (kNxm)
poliestireno expandido y la resistencia meclia clei hormigón colo-
nrlry por cleb;r1o clei nronrento cJe agotamiento real estimado en
cado de 29,3 MPa. El peso propio de la placa por nretro cuaclr¡¡clo
23, 37 kN x nr
era de 2,0ó kN/rn2 (20ó Klt/l¡?) y, cn f)rirrcil)¡o sc l¿ ib¿ a s(trrrcter
a un ensayo de cargas similar al aplicado en la placa n':'2, con el Consicierancto una redistribución total dcl momcnto de flexión
obieto de analizar qué variaciones presenta su cornl)(-Jnalrriento, positiva, el rnonrento medio por nervio rcsultaba ser:
al haberse cambiado en la nristrra los casetoncs clc aligerarliento
de hormigón por los de poliestireno expandido. Mm = 13,02 k)' xrn << M,.,,., = 17,5 (kNxm)( Mur =23,37 kNxnr

El ensayo en principio comcnzó de fornla sirlrilar a los clos El cálculo directo a ejc proporciona el momento medio por
anteriores, apareciendo Ias primeras fisuras de flcxión positiva nervio aunlentaclo ligeranrer r le a :

visibles cuando el gato alcanzó una carga de 50 kN. A mcdida que


la carga aumcntó, las fisuras ascendieron verticaltrtertte y, tal como tU. =14,óó kNxm <<Mu ='l7,5(kNxm)<Mul- =23,77 kNxm
se esperaba, sc fueron dispersando longituclinalmcnte a lo largo
de la placa.
. Los conantes cstimáidos en esta situaciÓn como placa vaien:

2 1,42 kN
Jv. =
lv" = 7,07 kN

f coll Lln v;.il(-)r IIIC()l() ue


I

IF11" Vr, =14,24) k\ >> V.l,r, =l 1,97 kN / V,,,,, =12,Ó2 kN

/'+ . Y si los c.,lculamos de forma directa, teniendo presente el


rcparto clc c:ftlerzos:

Fis.'J0. EvolLtcirirl tle las fistlras de flexiclrr ¡rostt:;;' arrlr)¿rs v1:;l-


k\ = 23,47k\
blós, a medida c¡ue se ascendía la cerrga hasia I lf) mort-rerrto crl \'.,. = l5 7 kN >> Vcu =11,97 kN/Vc,r, = 12,ó2 kN
que la placa colapsó bntscarmente. v" :7 93 k\
cJeJ gato actuando con 105 kN, las tensiones
Al llegar la carga del gato a los lOt k\ se escuchó un Balo Ia acciirn
tangencialcs nredjas c¡ue podían estar existiendo en los nervios se
chasquicio extraño, sin que se pucliera obsen'ar nacla anormal,
sienclo el aspecLo de la parte inferior cle la pl¿ica cl recogiclo en la encontraban cntre los siguientes valores:
Fie.3l.
0,67 < rm (MPa) < 0,71

. T¿tl y corrrtt i'a hemos dicho, la placa al llcgar a los I l0 kN


colapsó cie fortria re¡rentina y brusca.

L¿ caus¿i cle la rotura brusca y frágil no se debió en este caso


¿rlos estucrzos cort.intes, sino que fuc debiclo a Ltn fallo claro y
níticlo cle falta de anciaje cle las armaduras de flexión, al fallar la
adherencia clc ias n¡ jsrn¿s clentro dcl hormigón de los nervios.

Después cle l,aberse ferrallado las dc¡s placas al'lteriores, se


confió excesir'¡inrente en cl opcrario que montó la ferralla de la
placa y, por un clescr-iiclo, no fiie revisada la misnra.
Fig. 31. Aspccto inferior cle la placa baio la acc:ór de una carga cle
I 05 kN (2 I kN actuando en dc¡s lÍneas par¿lcl¿s
I os Ioriados rdli(üldrts. An¿xo I

Una vez producida la r<-¡l"ura dc la placa,lr;jtalllos LiÉ bL'i:j(¿ir Lrs lig: )'4 ii .3fi confjrrrr¿ill lllcrarllel-ltc la Lesis qrre iusti-
lr.ú la'tr'rrr¿ -¡- l'..--.¡-¿ , :.rtr .t'i'.,llerad.r clc la rll¿t.a
una iLlstificación raz.onable quc lo explicar;i, Ilr-iesto cluc la
(-lr:' (rr¿i
ditcrenc:ia cle c;rrga con li: placa antcrir¡r (t-r'-'21,,,;l .rn::cl\'.-i(l¡
c1r:t 1-l; lrl
urr 78olo inferior, que at.¡nqLle ¡lensílbanro> -r'¡"¡15
aligerantes dcben tcner, y ltlgar, r.rn p¿il)'*-l inrport¿i11te n los
(

mecanismos res¡stentes dc la placa, no cra r¿jzorlabie r1r-lc' lilet¡r t.rn


elevado.

l¿'i.'- la.r : :l
Fip 32 AsD(:cto que l)rescrrLaba Lrtrc¡ tle
1o"
kN rnl rr 'r'''
hrlrsca baib la actiótr de ll0 kN t22

:: 1- " ':: r-
Fi,.'33 AsljL',:tot-lucl)Ie5erlt(ri)¿r'lol"'r''l'' - 'j
.)li,.¡.i" ri.-in,t" i lo k\ r22 rN r'l t::- ''l ' -"
:

ri-'l¿'l-r>¡ ir-:rirllirla 1-'r tso cic


tJna rápida revisiÓlr a los reslo'; tlt'l
1\-rli¡r rc-
nlatlifiesto qr-re la barra cort¿l clc
flt-xitirr f)Lr>i':l ': :]l)c:-L;:i\
cubrinrietrloyalnlell()scrrc'losnerr"itls''cL'r'iLTr'"i;l)¿1ljqi'r'1ll-r('ll-
;'f r¡r'-1'1lr;1'1l¡r'
teirtcnlstaclaerllitsp:ireclescle¡lcllit-stiri-l\.r':lr';' lrlletal'
nria-,o carcr-ietlclo cle l¡l acilrcrerlti'r tt':'-r-¡t.¡ [):]1.: irl-it- Pr

prest¿tr Srt st:wicio correclillllellte f r' ló


L0_i h)rl.¡JL)i rcllLilldr/, .\,i\¡ I

. No obstante, cle esle tercer v f allickl ensavo lamltién ptterJen


extraerse conclusiones cuaiitativas nrr.r t' i ntr-'rt-'sa n tes.

conrpresión cJe trc:s cr:ntúrrtre5 c1c: t:spesor so-


L.r ca¡ra de
bre el poliestireno no presentó ¡-rroblenras cle ti¡-ro;rlgurro,
dado quc su cstado tcnsional se errcorrtrab;r niu',' lejos clc ia
rotltr¿¡.

Pcsc a las impoftantes deficienci¿rs conslnrctj!'a.1, c.]r,re :ilua-


ban a los nervios en una posición rcsistrntr ciaramcn[c clcs-
favc¡rable f rertte aJ los esfirer¿os c(-)rLari[e!. la rr-rlr.rr.¡ rio se
proclujo poresta calrsa; pese ;i que el corlár te rrreclio en or
ncrvios podría encontrarse corrr¡rrencirclc, erlre I 4,2i .t,
I 5,7 kN, ír¡nbos v¡rk-¡res :r-rperiore: al ,,,alor estjnraclo por l¡ Fig J7 [r:¡¡::i;c:órr c]e las fisuras cie flexi(irr p(')siriv;, err la ¡rlar a rr'4.
EHE en 12,ó2 kN
. LlegarLclo a la carga de 120 kN, tai y colro se refleja en la
Los casetones de poliestireno lienerl nruy nocos recur:os
Fig. 38 tr,riio se tles¿rrolla sin ¡-rroblernas de li¡-rr-r alguno, superán-
capaccs dc paliar los crrorcs constrL:ctivos clLre t¿n frccuen- OO)e el e5-dLllO qUe f l¿Dla pTOOUCIOO el (.()l¿lpS() OnlS(() en la pla-
Lernente se cometen en el montáic clc las arn-racllras clc los ca n: 3 por fallo er'r la adherencia de las armacluras.

7
ncrvios cn los forjados reticulares
El simplc c()ntacto cle las arrri¡rcir-1tc1S (:or'r rl polresLrrcrro pr(r-
picia que clrrr¡rnte el hclrmigonacio sc próduzcan s<,>breÍlresio-
nes en ias barras que las incrusten iiqerarncntc cn el nrismo,
inr¡ridicndo que el hormigón, ar-rnc1L,e se¿r rnínirnarncnte, las
envr.¡clva; pudiérrdose producir f¿llos en las aclhcrenci;rs de
consecucncias irtrprevisiblcs.

Por consiguiente, debe cxtrelltitrse ai mixirlo Lrn.r J_rolítica cJc


calzos y separadores cn el montaje dr: l¿ ferr¡ll¿r cc)rr carr--trlrrci .JIi-
gerantes de poliestireno, que garantice plenanicrrte clue l.ts barras
se encuentren totalnlente recubiertas de hornrigón L.)r espqsorcs
rnínimos de l5120 mm

Fig :8. E.o,ur-:ón cle las fisur.;s bajo l¿r acción de 120 k\.

El as¡.recto :nferior cle l;r ¡:larca no presenlaba ciesarreglos y el


[¿irlaño c]e i¿:s f:sr-;ras cie flexión resultaban scr clifícilmentc visi-
5. Ensayo y análisis de la placa no 4 l¡les, hast¿ cl uilnt<l que resultaban inaprcciables fotográficamente,
(f. = 29,2 MPa, f, = 47t MPa) tal y corlo clernL-leslr¿i la Fig. ?9

.Tr¿rs cl ensayo'fallidcl' de la placa . .F':,;'


.inirrior
repetición teniendo especial criclaclo quc las arnriiclL¡r¿rs cic flexiórr
¡rror.eclinro< ;r sLr .,*
se encontrascn correctamentc situacl;s. \ con los recul_rrirrrientos
acJecuados para obtener un canto útt:l cJ : 220 rn¡ll.

. L¿ resistencia del hormigón


colocacio e. la placa .,-, 4 fuc cle
29,2 MPa

'RepitiencJo el ensayo, la primera fisura cie flr.xión se crertecta


bajo una carga de gato de 3,7.t ly a nreclicja ql:e
sc .iLrr)cnta la car_
ga, las fistrras arjoptan urra tipologíat si.ril.rr
a la dc: lr-rs q¿5¡15 u,-,,
teriores distribuyéndose como se i¡rcljca e:r i; Fig 37,
.)"
tli l..
.1::, __--- . t.:rr't)r
;,...- r i
lor rlervjos bajtt
(_1C
r_Ilril C.ffga de 120 k\
I ¡i f,rn,/,1,'\ rtllculürs\ A¡li\L) I

. lt !t[r']rr:rla) de iii rotura, lO5 rnonlerltos exiStentes en


Nuestra intcllción era la dc llegar a tina c¿rg'i clc lÓ0 k\ I
l¿l
L.r-r et
' trl;;; tlr.-i:l'-. i:\'1" jrllr:\i (r'l:
l

proceder a rlescargar el galo, para vcr la recuperación elástic¿i cle


i" plac" trata.do cie cerrar las isuras, tal ¡'c.n'ro habíar.nos l'lechcr
f
\1. -ri.Jr,+ó,1ó 7\-2),54 (kNxnrl
en las placas de casetorles de hornrlgón
N1* =1168+3.19 3t=1),35 (kNxnr)
fues bicn, al llcgar a la carga de l50 k\' ia ¡rl;ica ronr¡:c brus-
4l y 42' c()lisicler.r|t:-1,-¡ rrll¿r rr:clislritrLlcitirr total clel nrorllellttl de llexiórr
camente a cortante como quccla reflclado err las Fig 40'
¡tctsiLir,.r, (-l n-.L)t::a'l-Llo tlltlclio ¡)or nervic-l
t--r¿t cle:

\1r.. -17 1:rrk\xrll


y¿11¡¡¡ ¡1r-le c-,-.i:-rrli:i plert¡rl-llerltc con erl mol'l'lcnl() últinlo tcórico
i\1,, - 17 I 1r.,. I llr r'lLle preclic-t-- el c¿ilt-.tllo, allnLlLie ¡lor clc:baticr
ell
cle'l nrc¡r: L::r-¡ ult-lt¡ct clc ¿-igot¿lllliellto rc¿ll eStirrlacl()
l\l
,.,llI :rllrl.IIl'
li-
ilr.¡i¡1¿¡e:r'rrr¡ c¿rlcr.ll;rdo la llicza clc fornla ;rbsohlt'lmerltc
!i
neal ! ci.:',r! :(-) a r'r'lüIllellto nleclio en el nlonlellto de rotllra resLll-

t¡ !er, f,,)|t,-),,;, i:at-r¡cls ViSlo cn los t:¿lsos ¿lntericlres. algo nrityor:

ft, =ltl 7¿:, '.: '.'xr-ri l>>lv1u =¡7,5(kNxrl¡)(N4',, -2'l 42kNxnl

Sit- r:r'ir-):r'!.ü cicllL:'trios tL'Iler prescnte


que l;r pl¿tc¿ no fonlpc
,r¡r fl-i ,:,r, <i-i¡ ir;tr¡ l¿r ¿rcciótr cle los cortarltcs \/ el nlolllc'rlto
de"

r:recjrr:i,: r:r.;.- :r¡.¡ i-ic>cic l¡ linca clc c¿lrga h¿ista lc's apo-vos'
elr ios
r f'r e. l' ::¿11'1r Ll(' l¿i rcllttra los cortanles qLle Cxistiarl
l-,ql, ill'-: el¡l

\ : Il:r, {.'7 )t=)t)'27lkNxtrr)


q ó5 (k)'l xttl)
\.,, = I i,l; *t-t.1)) ir-
-:.i .lq
.-)l :..- :

\' -t., t.t.'.>>\ =11,ó\\>\, =ll(iÓ8 1\

\'¡] ].':-:.'' ¡ .l'i .l:'].i.]:.,.1]l=._tar]']L-llle c(]]]1o pleZ;i lit¡c¿rl' ti:tlleltrclcl


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r,'. =I-l-lJl-l073kN
.r- ..; i\1. Il ilLll(-):

\ =- I j:j.'*_:>\ . =ll f'liN>V.1', =


- I: r- ,t¡, ' r,-t,)(r)llf , =]5N1P,,1
cle I''r roLtlr;l las tr-ll>lolle''
Pt,t ,-.:t 5i:1...r1'[r- efl cl Illonl(-]lltcl
mcciios cltlc l)oclí'ill est¿lr L'x-
l.:litlli'rrrr,:il'-:lt',,,i1.¡.', lL)s cortalltes los
r.'r" I'rr:l-\'ios (:lt1e(larl ¿icclt'lcl't5 \' ücol¿1(lt)5
l-x-rrirl\. i.Él-':'-' 'llltlc
SiEtitl ll-- i: LL )l'r¡:

Figs.40, 4l y 42 S('t.ucrrci¿t rÜrrl'd :r ' -


'ltr (-) ii¡ 'r:. i r\lF,: t':0'97
und .clrsl.l clc 150 kN
ll r), 1-.:11,33

L-
i-tq

.Convienc tencr prcscntc y rccorclar qr-tc 1os ',..ilcrc-c lcc¡ricc¡s . El cc-rmpc]rlanr.crlo r:s similar a las placas anteriormenle en-
obtenidos en la rotura a cortante con los ccrsetones cie aliger.r- sar¿das L¿ c¡lr¡ de compresión de tres centínretros no experi-
micnto dc hormigón resultaron ser b¡rstarlte rr'r¿i!'ore:i, ljese.i ie r':terrl¿1 Li¿irt{J: Lrr ln.)o;rLqirnql v la fclrma dc rompcrsc las ¡t)acas
trer el horrrrigóll urra resistcncia rllcn()r <¡ur: la obteri¡la err e:;lc l; lcr:'t-;-:¡r,le ron'llterse l;r placa n'" 4, con una> de[or-
,-oirL:ic.le r:orr
ens;lyO cJc placas cJc poliestiret-lo (:lriÉ h¿r -):L:L) ur-)lL Lt lLcl ilr¿rcio:res ni¿r'.ir'l¿r. :rr:ntiblt:nrcntc coinciclctrtes err todas ell¿rs.
f. - 29,2 MPa.

Del ensayoclc la ¡rlaca n 4 sedeciuccr c¡: >\l::c' L'-! (.l sl-


deraciones:

. La capa de contpresión de 3 cnl sigue r'orr ¡ri.l11á: rr lo:,-. t-,splón-


r

didanlcnte, pese a tener bloques aligeranter ¿rit¡o,r.lt,¡l-rrr-'rrtL i1rúti-


lcs bajo Lln pllnto cle vista mecán¡co

. El comportarnicnto mccánico cle la 1:l;rc;i arllgerarcr.r ci-rri bir-r-


teniclo rtrl c()tnlior-¿unje:t'.(-) Llcir.ir)terrLe in-
c¡rrt-s cl€: ¡rrtliestiren<-r ha
Ítt
rerlor, st l¿l conll)aríilrlos coI lils t)l¿jc¿t5 Lon>tr,l.(icr\ rL)t. .:r:'_tc],-:
cle aiigeranriento cle hormigón

n'2 Sopcr"tó ,rrci aalrgci rie


Sr la pl:rca c1e bloques cle lrornrigór.r
l9ó kN, la cargii de pl.ic.r nó 4 de policstircrLo:or:tp:ó ¿- 150 k\,
lar
procJucióndosc L.na reducc¡ón de la (¿irga )olt!l:r'r.lir,-lr -.r' --3.i -'.,

150-laó
^
^- lgó --¿).) tl

.
L¿¡s roturas sierlpre se lllcian cc)r Linir iisilra cle f lexión,
clonde la scgunda barra de flcxión positiva str.nl-,:rrunllle, y 5c
inclina debida a la acción de los esfuerlo: LLrrtarrtes c(fr-r rrn
írnglrlo en tonro a los 45t'.

ó. Ensayo y análisis de las placas 5 y ó


(fc5 = 23,2 MPa, fcó = 25,6 MPa,
fy= 471 MPa)
Dr.ido c¡ue las conclusiones que ¡tocií.rn obter.,erse cle los c¡r-
sayos realizados con las placas anteriorcs. puedc,r. tener en cl cnr-
pleo indiscrinrinado de los casctones cle rrligeramicr.ito cle los
forjados con Un trat¿trniento igr-ralitario, ur¡¡ crcna re¡tercusiórt y '.l
perjuicio para los casetones de poliestireno; consicler.rnros conve- ,l
nicnte ensayar dos placas ¿rdicionales aliger¿rcr¿rs cot.r este nr¡teri¿rl.
que confirmarían los resultados ya obter-riclos, p¿lra que no qLrr.rrlerr
dudas oosit)les
.
La placa no 5 fabricada con un¿l rcsistenci¿ cle hormigón
f,-:23,2 MPa, y la placa nc'ó coll una f.,,,:21,g, corlienzarr a
manifestar fisuraciones de flexión positivai ba jo Lrna carrga Fig.43,4'I '\'4r Fi:r:::ii. c1e tonrpersc a cortante las ¡:lacas 5 y.ó.
clel gato
de 57 kN y 55 kN respectivamente.
I Los monrentos rleclios cxistentes en los nervios en el mo_
.
Lá rotura por cortante se produce bajo la acctón clel g;ito
cle trento de la rotr,rr;r cie la placa n'- 5 poclían haber siclo clel orden
144 kN en la n,r 5 y de 159 kN en la n,' ó, cn stntoní.r con
cl valor clel8 kNxnr y l)or llrctlecto err i¿t placa no 6 cle 20,7 kNxnr. ¿rn,
obte¡lido en el errsayo n., 4, bos superiores .ll n-rc.rrerrto últirno teórico estirnaclo elr los mis-
Los foriados reticulares. lsexo I

Pues bien, en la Placa no E, modificamos este último aspecto


mos de valor igual a 17,5 kNxm, pero por debaio del momento de
y ambos rcdondos del 0 l2 penetraban en el ábaco anclándose
agotamiento real estimado en 23,42 kNxm.
lo cual produio un efecto sumamente beneficio-
. L.os cortantes "decu"damente,
máximos medios en los nervios en el momento so en el comportamiento de los nervios frente al cortante, hasta
de romperse bruscamente las placas fueron de 20,58 kN y el punto de no podedos rornper por dicho csfuezo'
22,45 kN respectivamente, obtenidos mcdiante un cálculo dire'cto'

. No obstante, podemos confirmar y mantener las conclusio sEcc¡o¡¡


¡ ulBEft 0É il ffi. ff ttlunr
nes ya expuestás yextraídas del cnsayo no 3, poniéndose de ma-
a-a
..1
nifiesto que las resistencias de las .placas construidas con
r
bloques de poliestireno en idénücas condiciones geométricas que
las constniidas con bloques de hormigón. tienen un comporta
miento resistente peor y mayores deformacione;. En concreto los
poicentaies de carga resistidos en las placas 5 y ó, con relación a
la 2 son infeiiores en:

taa-l%
at =t 19ó
=-26.57n v ^+-
+i; YCC$ *r fñ0

op =l2iEF =-tl,e%
' :.

7. Ensayo y anállsis de las Placas no 7 y


no E (fcz = ?6,6 MPa, fc8 = 75,2 MPa,
fy7 =-477 MP.a, ft, =467 MPa)
:
.- Para analizar los aspectos ya mencionados en los foriados
reticulares de casetones rccuperables, procedimos a realizar dos
ensayos ad¡cibnales con placas construidas con este sistema.
0125, 1.20 __-
-_--,,,
Con elobieto de que las placas fueran lo más parecidas posi- sEcctot{ t.l
ble entre sí, el canto elegido fue el mismo; construyéndosc coll
o Eo 0,99_..... 0.60
casetones de altura 20 cm y capas de compresión de 5 cm, si-
1ó12{Enamd.¡Povo2ü16)
guiendo la tónica habitual en los proyectos (20 + 5 cm). 5m
206
I¡s características geométricas de los newios quedan rccogi-
-'- .i I ü12G¡s.do¡poyo20ro@!¡s)
das en laFig. 4ó.

. El peso por m2 de las placas era dc 2,9ó kN/nr: (29ó Kp/m2). 2.S

. La resistencia media delhormigón empleado cn la fabricación


SECCTOX 2.2

de la Placa no 7 fue de 3ó,ó MPa y en la Placa nu 8 de F¡g. 4ó. Características básicas del casctón dc aligcramiento ernpleado en
35,2MPa. los ensayos y rrervios resultantcls.
o Las armaduras colocadas en las placas fueron idónticas a las
empleadas en las placas anteriores, sin mallazo, pcro con LlIl
matiz importante introducido en la Placa n" 8. El comportamicnto de las placas fue el siguiente;

. L¿s primer¿s fisuras de flexión, ntuy finas y aisladas apare-


Las armaduras de flexión colocadas en los nervios longitudi-
cen conlo sietnpre cn torno a las 5t y se van difuminando a
nalmente, ya hemos dicho que eran 2 Q l2 de B 400 S; de las cua-
mcclida que aumenta Ia carga, ascendiendo verticalmente
les, una se encontraba correctamente anclada y la otra, sitr
hasta la capa de contprcsiórr. Aparccen primero en los ner-
penetrar en el ábaco, resultaba inútilfrente su colaboración al cor-
vios centralcs y después en los laterales.
tante delneruio, dado que su extremo sc quedaba a 20 cni de la
zona macizada del apoyo que simulaba el ¿íbaco.
Los forjados r¿li¿r¿1¿¡rt,¡ Arrt.t¡ I t-2 1

La diferencia qLlc se aprecia en el contpor-t¡rrtjcnto


cje las rlla_
cas, entre síy con rclación a las anteriorcs, r.rdic.r en las fisrrracio-
ncs (¡ue se rletcctan cn Jar placa n. g con los cjos ó l2 bicn
anclados, que son de naturaleza inferior, concentrirrrlclsc entre las
líneas de carga y tardancl<l en aparecer rntrL- (lichas ií.e¿ls v los
at)oyos, como lógicamente tenía que succder
. Las defornracioncs irrstantánt--.ls que s(- nlclen s(lir
¡l,jte(icl¿is
a las ¡rlacas constnlidas con blocllrc-s cle lronrrigón y bast;rn-
tes rnenorcs que las otltcnidas en las pliicas cor.,struirl¿s
con casetones cJe ¡lctlicstircno
. Al llcgar a u¡'la carga del gato dc 120 k\, se ¡rroceclc ¿i des-
cargar las placas y las finas fisuras cjc flcxión quc cristLrrr en
las plac:as práctica mcntc. sc lracen i nvisr l-rles ; rler I loslr¿ir rclcr
tcncr las m¡smas un comportanrierrto sens¡blenrente lineal v
clástico hasta valorcs coincidcntcs con t'l nrcrm.-'nto dL- ago-
tarniento de los nervios, y una capirciclircl cle reclistrjl¡ucrón
de esfuerzos tr¿t nsversales espléncl icla.
. la plac:a nr'7 presenta un contictlzr--r dr: fi¡rlrac itlrl ¿ (.()rt¿irl-
le, ¿¡rrancattclo dondc nrtrrre el anr:la je deleclurosc-r clc la sc-
gunda bana Ql2 de los tlervios, cuattdo el g.rtc tt¿rlrsnrtte t¡tl¿
c¡lrg¿ etrtre 190 y l9Ó kN, terlierttltt tltte despkizat las cargas
lraci¿¡ los ¿tpoyos [)i]ra r()r't'lp(:r la ¡tlac.r ¿1 cc)rldrrt(:r y rlo a
flexión.

Fi¡1 47 As¡ret:to que ¡lrcrt,'nt.rba u1 iir' a1a.r r1 7 P.l!ó .1l1lL'5


"¡i5.¡¡¡r
dt: rorrrpetse bruscanrt:n[c ¿l col-tanli'.

Fig. 48. Siluar:iót¡ infe¡icrr cl-' l.t ¡.ri;r,; ,1! L.l l!ritlla I rl: .1(r iil qLl(: llle:jellL,il,)clll i(-ri rel'':!-rr :J-,':: ll'.ll
c!)rLdl1.,
Los foriados rclicuiarcs. Ar¿ro I

'Lá placa nú 8 baia la acción dcl gato de 2l I kN, tlrtccla lnser- 8. Ensayo y análisis de las placas no 9 y
viblc a flexión, pero sin (ltle se dctccte [isur¿rción clt- tipo.tlgr-:ttcr
frente al cortantc crr ninguno de sus rrervios.
no l0 (fcg = 72,4 MPa, fclo = 77,9 MPa,
fy9 = 476 MPa, fylo = 484 MPa)

F.l ciclo cJt: etri.t¡o,. :llr;rlizri con clos ¡-li:rcas a<licionale:' enl-
¡tlc;irrClosc cir rrli¡lerarrrtictrto de poliestiretro cle la ent¡rre-
( ¿iSetL)rL'-\

s¿i FOREL, S.4., crtr'¡c c"tI.r(,Icrístic¿s básicirs ya han sido clescritas


rilti-
con ¿rtttcrioriclar.l Lr¡s rrrc-rr-iclLrs etrsayados corres¡'lontletr a la
por la mencionil<lii em¡lrc-
mat gettrc-racitin r.le t.lser'i-iT'r:s i'rlrricados
sa (e/e = 80 c|r v i':pÉ,<ores clc rleruios cle l2 cm con sus tonttirs
rl
reoon()cis L

El c¿illtt-l clc io:. ft.rl l"'clos etrs;lyaclos fue cle


20 F5' armacl<ls cle
básicanlellLe cll slls
m¿lncra iclÓntica ;i ic¡s .:trtt:l-i(lrt:s, ct-¡jnciclierrclo
casc'lones rc-
fonrr"lsgeorrrétricas corr ()s ¡loclelos cle foriaclos cle
cr.rperatrles cle iclérrtli o t-'rIrLc'r 20*5'
g.!o ..
o'9o
ol0

ti';:-rli :'' {iii'ci :l lst 2Ll9


"p(\(le'1\r':'ri -i: - : ri'i:"
prescntaba la lllac;i 3
I-ig. 53. Aspecto interior tlue
?Q 16

.¡lirrr cl e.s¿vo t)al() t"ü;;i;')ll'fÑ "i


'\c\
'""
Largas por lalta de rccorrido
(lel l)lslon ocl g¡rr()

t: tq t' o'Y ?Q ro
2Q- ro 1 o

_ !70.
¡.n

sEccloN t'1

080 . o.Bo . .. -9 8!

1 (' 12 (en tone.ó' sPoyo.2 +16-)

1-+ 12 LEn ¿oño qr afpyo 2 Q10 contlu6)

sECCloN 2'2

l-lq ;.) L'\iruil-r'r cle las ¡rlacas ensayaclas


ttr I cr¡iitrclo q= 'lr" i
-
:'r' '
1 :r (
l-i') -)4 AsD(.'cto Stll)erlor (le la lllaca
''int'¡"'-lt'"t tra"s:'r':''-:-'r; 1;::': i: Iri'r'i1 -
parecido
."'g" zr El -^nrr,.'t-;1rr-lir-.ti cic ias ¡rlacas ftre setrsiblernente-
i,r,., att r. it'Ñ
savo b.rl,,
iu'J" t"."rti¿u dcl pistón
(lel {l''rto se pro-
. ,i"."rt .,. rccltperables La rotura brusca
.tt*''''''"' con una car-
en los nen'ics crt cl Irlc-ltt]crl- '.1 por cor'¿tl-ilL- tralo ia acción clel gato actuando
cluio
o I 05 ¡ofiierrtos nreclios máximos c') y 230 kN en la placa nL'
l0
to cle la r<¡tura de l" pl'*
tt;;'oláiit" venir claclos ¡ror utr valor ;; ;" ,l kN crr l'1 plac'1
"':'
entornoa26,l3tNxmyenlaplacalloSdC2T'82kNxnl.
L.os íoriados relkulares. Anexo I

9. Deformaciones representativas de las placas ensayadas

Placa no 2.

(Casetones de hormigón, b : 100 mm). Nervios rectilíncos. fc : 23,7 NtPa

E
g 2000

I
I
g r!{xt
Io
$'*
t
6m

IOOO.?O@ 3€@ 4OOO 5OOO 6mo 70@ smo.9C@ loooolf cúo1:'oOO13ooor4o@.tl)@r6Úoo.tOoOJ6OOql96@


36. 55 85 115 265 395 53O 7?0 Í115 1O4O llao 1375 15i5 1765 192É /225 85 26ó0 0
46 132 :O8 27¡ 388 559 735 8?5 1O?5 1160 l:lgcr 1445 1ó¿O 1855 :1060 ?375 85 2750 0

CarEa (Kg)

Placa no 4.
(Casetones de poliestireno, b : 100 rur¡tl. Nervios rectilíneos. tc : 29,2 N'lPa

E
a
rl
I
g
ú
ü
o
I
b

tI

0
jo 10@.-o(ri 3(Lru 400C 5000 . bruO ¡(:{y_, troh- t,9.,{, rr.}-,,, r,Jü!, 1:?I 13OOO 140@ 10OO.1¡l0OO 15100
i¡raomcto i '0 65 1:¡ ¡ó5 715 n80 1;:80 '¡).- 1.r¡r,:, 1¡-¡C 1r¡50 :18.i .:i'85 95 2475 0
oz o 45 1.J5 1Q:t '!:'n ir-'o i'i:l !i4::: l1 ':, 14_'1 ,:fat ió61 13':)5 .:1C5 .l:¡10 65 :3S 0
len"-ot
Carga {Kgr
t..24 Los loriados rcticulares. Anexo I

Placa n" 5.
(Casetones de poliestireno, b : I00 nrm). Nervios rectilíIicos. [c. : 23,2 MPa

:llm

r-im 14ooo 1000 140m 144m


ffi sm. eoo. 1ocrd,11s 1tffi
2m
82 16? ?3s ¿?9 óes *'
.
iui itss tctrj ' "13 r 3ó5 1125 ?750 465 :*50
:39'' 2115 :780 485
0
2C00 0
105 ?có 41t 6¿0 483 1ot" 1¡¡¡ 15fo 16E5
Ca'ga (Kg)

Placa no ó.
(Casetonesdepoliestirenorectilíneos,b=l00mm).Nerviosrectilíneos.fc:258N,lPa
30(D

lfftmoro t
2
Los loriados t¿t¡cularcs. Anexo I t-25

Placa no 7.
(Casetoncs recuperables, b : 120 mm). Nervios redondeados. fc : 3ó,ó MPa

26@

20m

r5(D

500

o
0
f ncomao r 0 r10 2¿5 395 495 645, 815 1Of5 11.'5 1400 14-5 .i€i .,'l¡ 1írg.r -)1:5 ag?q i*
fnxim*,oe1 0 115 ?85 4:9 5.F, 60C El.:r .1¡17 r15C 1:jl5 1¿1f,...4i1.5ó0 1i{5t 104!:¡?8O 1g5
'^ 2320
'34l O
Carga (Kg)

Placa no 8.
(Casetones recuperablcs, b = 120 mrn). Nervios reclondeados. lc = 35,2 Mpa

0
0 ,1m0.2m.3000 ¡l@0 50@ 6mo 70@ eooo 90@1oo@riofl'r?ooor3o@r4ooolsoooroool2ür3mü{morgoo(priüt
Fldír.bo I 0 ' 119 212 118 712 915 1150 14ú 1f/,7 fin 19i'o 211D 2m
252,t 278 2950 550 24íp ?f¡10 2050 31tO o
Fhximaüo2 0 t10 170 375 580 po1o5s 1320 1450 1650 1825 2W522f/0 2530 2795 29s5 565 2510 2550
2m 318ti O
Carga (Kg)
Los foriados rctiillarcs. Anexo I

Placa no 9.
(Casetones de poliestireno, b : 120 mm). Nervios redondcados fc : 32,4 MPa

E
st¡

I
n
3
I
I
i+ -
o1g9o.2m.3m.4ooo'5ooo.60@.7ooo8oTT9'.Tmirm12Oot30oo140@150001im.¡|5100:2010
izas 1$5 1s15 15& r71s 1s35 2060 2205 106 2¡185
0
r rrJ¡oro¡tro r
o ?o tÉ 1,tE 59s 'il sii riái 1355 r'85 1625 1725 tE45 2Oó5 2165 2325
't35 2535 0
inranr*oz1 o 95 285 .78 645
1

E45 1035 1235

Cargg (Kg)

Placa no lO.
(casetones dc poliestireno, b : 120 rrr¡rl). Nervios redondeados. fc = 33.9 it'lP¿

E
q
o
:
t9
6

o
lD
o
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0 10@ 20@ 3000 4ooo so(D 6000 7@ 8o@ 9@ roomi1m12mot300014000 15mo. |(m 151@201@

FL¡imaüo I 0 50 195 3S5 545 725 925 1@5 1185 1275 t¡125 1520 1625 1815 1950 2125 E5 2345 0
FLxlñrtro 2 o 85 26 455 615 825 S85 1195 1315 1455 1595 1685 1785 1945 2115 2225 125 2¡¡65 0
Carga (Kg)
Lns lorjados relicular¿s. Ancxo I l-2?

10. Conclusiones obtenidas de los ensayos realizados

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d

Tabla I
l.os loriados retirulares. Anexo I

Antes de exponer las conclusioncs cualitativas y numéricas Basándonos en lo anterior, cabe desLacar como conclusión
que podenros deducir tJe los ensayos, rcflciamos los rcsultados de que la norma EHE penaliza excesivamentc la evaluación del
los mismos mediante tres tablas de tipo numérico, elaboradas cortanle que resiste el hormigón, salvo que las secciones posearl
basándonos en las tres normas españolas ntás recientes, la elevadas cuanlías cle armacluras de flexión. La vieia El l-91 tambión
derogada EH-91, sustituida por la EHE y la nortna clc foriados rcsulta cotrseryiltJr:rra, aunque ell rlrerlor rnedida que la F-HE, salvo
unidireccionales EF-9ó. cn el caso de cu¡¡nlías elevadas.

Aunque el punto de vista de ¡uzgar los resultados cle los Los criterios de Ia norma EF-96 son manifiestamentc
con insegur<)s: y si no han claclo problemas, ha sido por la influencia
ensayos no sea normal, puesto que lo nonttal es analizarlos y
baio el pullto de vista del consicler¿rtrler que poseerr las piez-as aligerarltes de hormigón
valores cle agotamicnto deterministas, rcs,istentes de los foriadcls (Véase
proyectista, que solicita para su estructura utta f.¡ = .25
M:a' cerárlric¿rs en los rrrecani:;mos
poliestircno).
los obtenidos el resr¡ltado cje Ia Placa nf, 2 con relación a las de
puede encontrarse con unos resultaclos reales como
en los ensayos que varfan cle una íc:
23 'z a una f. = 3Ó'ó y cle
Veamos ahora cl coeficientc cle comparación resultatrLe'
entre
acero de tipo B400S' se encuentra que normas con
igual fomu, solicitanclo una el v¿¡lor teórico cle agotamiento vaticinado por las tres
lós aceros colocados varían de B-453-S a B-484-S' y los
los valores rcales cle las resistencias de los materiales'
realmcnle cieciucidos de los ensayos (tabla 3)'
Baicl el punto de vista anterior, el proyectista puecle desear
aonoaa, el coeficiente de mayoración de $tr carga
cle scrvici<¡ para las placas
qrre puede La tabla 3 pone cle manifiest'o' al menos
prevista en el proyecto, con relación a la carga rcal vaticinando los cortantes
reticr.llares, la escasa fclftuna de la EHE
proporcionarle la estructura construida y' baio este exclusivo últimos; meiora considcrablemente la EH-91 para niveles de
pririrlu, se ofrece la tabla 2 c¡ue relaciona los cortarrtes de servicicts resistencia por errcinra clc los 25 MPa y resulta conservadora
para
tá¡to, admisibles de proyecto segun las tres normas españolas los hormigones hat:itualmente empleados en la edificación' que se
consideradas con los cortantes obtenidos en rotura' mrtevcn en e I rango de los 25 MPa'

Si en compresión el coeficiente de seguridad


global puede ser para
(2'4); frcnte L()s criterios cle la EF-9ó son i¡¡admisibles, especialmente
estimJo por el proclucto dc lc¡s coeficicntes Yf pol T.q
niveles cje resislenci¿t cJe los hormigones elevados'
al cortante y, daclo que la influencia cle la caliclad
dcl hormigón es
coeficiente podríam<>s estimarlo El úrrico ens¿lyo realizado cluplicanclo la armadura
dc tracción
consiclerablemente menor, dicho
zo,ti cortatrtes pésirttas' pone de manifiesto la
por el producto dc Yt por R'o^ =23, l.(l+g Q), nrrcliéndose tZOtZl en la cie
resistiendo los
l'95' iniluencia favorable quc cJicha amradura aporta
emplear como referencia un valor en tomo a
coftanteS.

DT. SERVICIO EN SITUACIÓN DE


PROYECTO
COMPARACIÓI\ DE LOS CORTANTES |\'I'AXIMOÍ
COi\ LOS CORTANTES DI ROTURA OBI'F.NIDOS

v,, (Nl \'.., tN) v.t lN) Y¡


PLACA '{
{EH-91) {EF-9ór IN¡ (El-l-g1 (EF-9ól
Tlr}C) IEHEI {EHL) I

>2 I 700 >29 >2.43 >l.21


Nol 7480 8937 1787J
28óo0 3.8 3,2 r.ó
693 7 17E75
N'2 7 AEo

st prodtrio tro fall ¡ror fatta dc rdhc¡enci¡ dc i¿s ¿rmadulas los


Dado qtrc
N.' 3 descartcrdos
2t370 2.E I l9
7480 E937 t7875
No4
t787' 20980 2,7' 2.30 Llt
N"5 7480 8937

7480 8e37 1787')


- 22450 2,51 t.26
Noó
t,?2
N.) 7 8530 t:g 2t450 28385 ),73 2.6'
L4l
> 302ó0 >2,81 >2,82
t0741 10725 21450
NOE
3.4 2,7 I r .3ó
85 30 t0725 2t450 29r09 t
Nn9
?,9 7,1 1,55
t072' 2t4rO 33305
No l0 8530
r'.,lrl¡ ')
l.os lor¡ados reliulares. hnero I

COMPARACION ENTRE LOS CORTANTES DE ACOTAMIE.NTO VATICINADOS I€R LAS NORMAS ESPAÑOI¡S
CON LOS VALORES DE LAS RESISTENCIAS RF}LES (SIN COEFICIENTES DE SECURIDAD DE TIPO ALGI'NO} Y
LOS REALIViENI'E DEDUCIDOS DE LOS ENSAYOS

PTACA TIX) 't:


(EHEI tEH-9 t I (LF-9ót 7;
f EHE} (EH-91) {EF-9(¡l
Nol I 1770 t6940 33880 >2 I 700 > l,g4 > t.28 >0.ó4
No2 12254 t799ó 35992 28ó00 2,)3 |.59 0.79
N,) 3 Dado que S(' produio un fallo ¡:or lalt.i de aclherenci.¡ cle l¡s ¡mlacluras los resultados soo descartados

No4 r 2ó0ó
@ rn3o-T-rer-T- rr4-T*ot
No5 iló82 t67 42 33484 20580 ti6 t,27 o.ó I

N() ó I2rOO 176(Á 3t332 224':O r .E5 t,27 0,ó4


No7 t5497 25238 50476 28385 I83 Lt2 0,5ó
Nog t9272 2476? 49526 > 302ó0 > 1,57 >t,22 >0.ól
N') 9 I 4Eó3 237ñ 47520 29r09 t9ó |,23 0,ót
No lo lS lot 24 2E8 48576 3330e 2,21 | ,37 o,ó9

Tabla 3

imprescindiblc quc le penltita desarrollar los mecanismos


Conclusiones resistel'rtrrs que se exigetr en cl hormigón arlttado. tos blo-
qucs <le poliestircno redondeados cle la casa liOREL, S.A. de
l. El comporLanriento resisterltc a flexión de los rletvios dc lq:s ó8 x ó8 x 20 cm y base 12, tratan de nrciorar estas dcficien-
forjados ret¡culares, calculados cotr los criterios habitu¿rles cias con un clist-'iro cuidadoso y con calzos de apoyo, que
es magnífico en todos los casos, sin que sean de Leltcl' pro- pretenden scan de hormigón frentc al fuego.
blemas de tipo alguno por esta causa.
Lo anterior no stlcede cr¡ando se emplean bloques aligeran-
Capas cle compresión de 3 cm de espesor para cl [oriado re- tcs rígidos o perdiclos de lrormigón.
ticular son más que suficientes para garantizar un esplóndi-
do comportantiento, sea cual sear la picza aligerante qrre sc 4. Para cargas ittstantátleas, las defornlaciones obtenidas cn
emplee en su configuración, garantizando que la rotura tcn- los foriaclos reticttlares con bloques aligerantes cle hormigón
clrá lugar por las ¡rnnaduras y no por f¿tllos t--rr las nlistnas' de basc igual ;r l0 cnr y capas de colnpresiótr de 3 cnr y las
dc los fori.rcJt-ls reticttlares collstruidos con moldes recupe-
2. Hl ignorar las piezas aligerantcs perdidas construidas c<'rtr
rablcs ct cle poliestireno con bases de nervios (12 cm) y can-
materiales resistentes, y la forma trapecial de los ncrvios re- tos reclonclcaclos, y capas dc 5 crn, han sido bastantc
ticulares construidos con los casetones recuperables, como ¡tarecidas y similares
suele ser la práctica habitual en los proyectos estnlcturales Les deformaciones ohtcnidas con los bloqrres aligerantes de
españoles, aporta márgenes de seguridad adicionales entre poliestireno y los nervios de l0 cm de cspesor, han sido
un 20 y un 25o/o, frente a los foriados reticttltrres de simila- ll'layores, en tomo al 20-307".
res características construidos con bloques aligeratrtes no
resistentes, como pueden ser los de poliestitc-tro' 5. L¡s pl.rc.rs han presentado trn contpoftamiento sensiblemcn-
3. Las placas reticulares construidas con bloques aligerantes de te elástico, incluso hast¡l valores próximos a los monlentos
poliestireno similares a los de hormigón, exigen ltna cuida- que agotabarr la tot¿rlidad de los nervios a flexión'
dosa puesta en obra, especialmente en todo lo relacionado
con su ferrallado. Cuando se realiza la puesta err obra del ó. Los repartos cle esfr.¡erzos entre nervios quedan plerramcn-
hormigón, puede existir un desplazamiento de las armadu- te garantizaclos con las tipologías reticulares habitlralmente
ras que acabe incn¡stándolos etr el poliestireno de los case- ernpleaclas cn l¿t cr"-rnstrucción española, cotr capas de com-
tones, haciéndola perder la adhererrcia rtcces¿¡ria e absolutamcrtte
1:resiótt clc 3 cnt. Por consiguiente, resulta
l-30 Los lorjados reli(.ulares. Anr,xo I

innecesario demandar, cotno lo hace la EHE, capas de com- es sun'lam€nte peligoso y debc scr carnbiado, especialmente
presión mínimas de 5 cm de manera indiscriminada. con los hormigones de caliclades por encima de los 25 MPa.
Solamente balo un punto de vista de estralegia constructi-
Dicho criterio podría resultar válido cuando se den las si-
va de los recubrimientos, puede iustificarse incrementar di-
guientes circu nstancias:
cha capa de 3 cm a 4 cm. Pasar dc 4 cm, sólo supondrá una
pérdida de brazos mecánicos y un sobrccosto il'lillstiticable - Que las arma(luras dc.flexión sean las adecuadas y se en-
cn las estructuras proyectadas con bloqtres ;rligerantes ¡rer- cuentren correctalnentc ancladas y dispuestas.
didos, tal y como se construye habitualmente csta tipología - Oue los nervios se configuren con piezas aligerarrtes qtte
de foriados en EsPaña. tengan una cierta resistencia y se incorporen a los mecanis-
nros rcsisterltcs, pero no sean tcnidas en cuenta en el cál-
L,as redistribuciones quc tienen lugar entre los nervios, tan-
culo y se opere con las secciones netas de hormigórt y el
to a flexión como a cortante, frente a su rotura total, resul-
ancho mínimo dc los trervios.
tan impresionantes; hasta el punto que cn ninguna de las
placas ensayadas se ha roto algin nervio o presentado síri- - Oue cn los foriados reticularcs recupcrables, se opere con
iomas de daños visibles clignos cie consideraciórr quc los di' el anr:h<¡ mínirno cle la basc de los nervios y se desprecie su
ferenciara claramente entre sí, pese a que los cárlculos en su carácter tronco-Piramidal.
'l
fas;e elástica, conducían a la oL¡tenc:ión de rnometttos en los - Or-re ¡í limitc la resistcncia del honnigón ¿l c:Órtante;r MPa
nervios centrales que prácticarrtente duplic¿lban a los mo-
mentos de los nervios laterales, y triplicaban los cortatttes'
l
I
7. El análisis de los cortantes de los nervios reticulares a tra-
I
vés dc la fonnulación de la EHE, opcrando cotrr I l. Propuesta Práctica operativa
t
t de flexión
Lv =0,12[.(100-p.f.rll Resr.rlta eviclerrte c¡ue la preserrcia cle l¿5 ¿¡¡1'¡¿shrras
clel coftartc es necesaria' y favorc-
cn los mecanisr'l'los resistentes
resultamanifiest'amef]teconserva<ior¡lenmodtralguno ccdora si es ¿rbLlnclante y se encuentra correctanlente
situada' Sin
de
;;;todr." la realidad, <lebiéndose moclificar con carácter y que la evaluaciórr de
dado que opL'rativatrente es enrbargo. y:t tto resltlt:r tan eviclente claro
urgencia dicha fórmula, lraga depender directa-
la resistencia a (()rtante clel honnigón sc
sumamente penalizadora en exceso' hasta el punto de poder resultar una re-
de l¿¡s armaduras rnente cle ciich¿ cuantía,
La influencia beneficiosa de la presencia (EHE) nruy baia o incluso nula'
puesta clc ntanificsto err la Placa sistencia coll su fornrLll'rción
f""g*di^rl"s de flexión' se empeña erl contrade-
y que tradie p,r.rt,t cltlc l¿i re¿rliclacl rrrachaconamentc
n" 8 {¡ue no hemos podiclo rompe-r a cort¿lute' pro¡rorciotra dicha fonnulación con rrivelcs
un vaior míninro de f.u cir los restiltaclos que
discute, debe hacerle partiendo de
prccisa y rcalistar que la con- traios cle cllantíir
ftiáá. o"t otra formulación nrás
'

hace y fonttr'rla' por eiem¡'rlo'


templada en la EHE, ial y como y obtigado, establecer unos va-
Parece necesario, corrvenierrte
el código ACI'3lB actual' a cortante' en línea a como hace
lores níninlos cle rcsistencia
a cortarlte clel hc-rrmigón de ACI-3 l8 y r.¡te sc comparel'l cort los resulta.dos que proporcionc
E. La evaluación de la resistencia la cualrtía cle armaciura colocada'
los rrervios la edificaciÓn (25 lvlPa)' siguiendcr otra fómlr.ll¿r Ou* ,*nn:l p'"'"'n"
"*pt"n¿olon dados por: que resulte cle dicha comparación Si
iás criterios de las vieias normas-EH' tománclclsc el valor mayor
cngarrando a nosotros mismos
esto tlo sc hace tsí nos estaremos
(MPal con el cortante' errcareciendo
[v =0,1ó..ü6 v ¡)cttülizancltl to¿u to i"lacionaclo
pero clr tllra lírrea mcnor nuestr.rs eslrtrctt lras innecesariamente'
también rcsulta ser conseruadora' la de
que lo contemplado io iHg es¡recialntentc cuando Si nos centranlos en la edificación
española' con un control
"n o nula' c1e mayoración de acciones
sort
luuntiu cle arnraduras es pequeira elecLrcicin norllral' los cocficientes
por ACI-3 l8' dado que las cargas
Nor¡ta Española sinrilares ¿t lós tr)roporcionaclos
9. Con carácter general, lo especificadg ]t:l similares a las cargas de tabi-
cle peso prc-rpio tl" ro'io'i'dos
son
u"iO]'*ttlonules EF-c)Ó cle pocler calcttlar por tanto' la trarrsferen-
sobre los foriaclos
"fa
secciones cie honrrigór'r a cortailte cn quería v cie= t¡so lrabit;almente empleaclas'
.o""'Ur.,'Olr dc las
del cortalrte que realiza ACI-3
I ¡t

aon u"u cloblc cle la ¡'rropttesta cn las ci;i a Esp;iña de Ia formulación de la


sus nervios, fiia-r un valor mínimo
e
'"'i*encia
igual a: res'lta fácil cle ,*uti'u',''i p'"tendemos
vicias Normas-EH,
hortnigórr frente al mismo'
resistt:nci¿ cle l¿rs secciones de
tu = 2.0, t ó. ./f,¿ {MPa)
l.os forjados r¿,licular¿s. An¿xo I

El Cócligo ACI-3 l8 evalúa la resistetrcia nrínima clel hormigón Vearnos, en l¿¡ tatlla 4 adiun[tr, el aluste que propnrcionan dichas
a cortante a través clc la fórmula: fónnulas con los resultados obtenidos basándonos en cl proyecto,
en los valores oblenidos con las resistcncias reales y en tln¡l
propuesta práctica o¡lerativa dcl autor que llamaremos FKI- I para
b =0,17 !4; MPa trl
los forjacJos reticulare's empleados en Es¡:aña que partcn de una
y reduce estc valor multiplicando por un factor Q : 0,85, con lo
f6¡ = 25 MPa, empleanrjo (:asetones de aligcramiento de hormigón
cuat I I I se convierte en l2l. y casetoncs de aligerantiento troncopiramidales de basc mínima
l2 cnr, que consiste, lisa y llanamcnte, en itsigrtirr a f.u un valor
fv = o, | 45' ,lf.k MPa l2l igual a I N4Pa ll0 Kp/cnr2¡.

ACt-3t6(I) ACr-3 lE I 2 ACr-3 rE (3 l l4l f5l t, Yr "lt


f.{v*') f"- N.) f' . N"') FRT. I rv,/%) (v, / v,,'l i v)
{v,
PLACA flT'O
(sin $ = 9,35¡ (con 6 = 9,35t (sin 6 = 9,35, I MPa tVl ACr F.R.T.- r
f.,=25 f-,=25 f (5)/ (2) {5) / (3) (5) / (4t
Nol
0,65 0,725 0,828 t,00
(b=10 (22000t
>2t700 >2,11 > l,l9 >0,99
Flormioónl
(r 20ó4) ( r 02e0) il82rót
No2 o,85
(b=10 o,725 0,880 1,00
(l 20ó4) ( r 02901 (¡93ó0t (22000) 2EóOO 2.80 t.48 r,3
Hormicónl
No4 0,E5
(b=10 0,725 0,9 r9 r,00
(r 20ó4) ( r 02e0) (20216) (22000)
2t330 2.07 I.0ó 0.97
Poliestirenol
N"5
(b = l0 0,8t 0,725 0,8 re t.00
20580 2 t. t4 0,94
I I 20ó41 (I 0290) il601E) (220001
trrrliestirenol
Noó o,85 l,o0
(b -- l0 o,725 0,8ó3
(r 20ó4) (I 02901 {r898ó) r22000t
225E0 2,t9 t,t9 r,03
Poliestirenol
N"7
(b=12 0,85 o,725 r,028 t00 8t t.o8
(4477t 283 2,30 r,05
rI 2348) t27 t39t (2ó4001
Recuoerablel
NOE
(b=12 0,85 0,725 r 009 r.00
u44771 (I 2348r (2óó38) (26400)
> 302ó0 >2.4' >l l4 >l I5
Recuoerablel
No9
(b=12 0,65 o,725 0,9ó8 t.00
u4477t (r 234E) (255rrt (2ó400)
29t09 2.?6 l.l4 l,l0
Forel)
No l0
(b=12 0,85 0,72' 0,990 t,00
(t4477t (2ó r 3ó) (2ó400)
3]709 2.70 1,27 l,26
(r 2348)
Forel)

Tabla4.Paralasituacióndcproyccto(fc¡=25MPat setoma.¿¡:1,55másacordeconlosnuevoscriteriosdelaEl IEyACI-3 lS,parael restoscopcra


con los valores reales.
l-72 Los foriados reliculares. Anexo I

A la vista de los resultados que proporciona la tabla 4,


independientemente que sea conveniente seguir rcalizando
investigaciones y ensayos con los forlados nervados; y basándose
también en la enorme experiencia acurnulada cn nuestras obras
construidas y en servicio sin problemas, nos atrevemos sin temor
alguno a proponer lo siguiente:

. Para los forjados nervados de resistencia mayor o igual a


fck: 25 Mtra, construidos con piezas aligeranles perdidas de
hormigon o cerámica, y capas de compresión mayores o igua-
les a 3 cm, pude estimarse la resistencia a cortante con una
fcv: l MPa (10 Kp/cm2) sin formulación de tipo alguno.
. Para los forjados nervados de resistencia mayor o igual
á fck :
25 MPa que posean nervios redondeados con formas
troncop¡ramidales y capas de compresión rnayores o iguales
a 5 cm también es posible operar con f.u : I MP¿
(10 Kp/cm2) sin formulación alguna.

. Para los nervios desnudos y rectilíneos, la resistencia míni-


ma operat¡va mejor es la derivada de la formulación del
ACI-318, que trasladada a la situación española podría ve-
nir dada por:

[" = o,la5'r,F",r MPa

dado que, pa¡a las situaciones de proyecto (gl), todos los va-
lores superan el valor global de seguridad que hemos esti-
mado sea mayor que 1,95 y los aiustes en agotamiento
resultan ser todos conservadores superando la unidad (Tz).
Los valores máximos que proporciona la fórmula deben que-
daracotados pordebaiode I MPa 110 Kpicm2),
Los /orjados reliculares. Anexo ll ll-l

ANH(O II

Sistemas comerciales representativos en el sector de la construcclón que meior


explican en sus folletos publicitarios la filosoffa y tecnología que reinan en el
campo de los encofrados recuperables, con los cuales se están construyendo en
España los foriados de las estructuras de edificación.

NOTA:

Ni están todos los que son, ni son todos los que están: Pedimos disculpas a aquellas casas comerciales que
puedan sentirse descriminadas por la selección realizada y piensen que deberían figurar y no figuran. La
selección de lo publicado la hemos realizado exclusivamente en base al carácter ilustrativo y pedagógico de
la información disponible a nuestro alcance.
L,rt 1r l.{1,1, _ riit, Li,,r,

\
l;i
La meior solución para foriados planos

Disertado para entablar t()tilirllerrt''


la planta

Pí-'|tt te al f-- (r. -j(. ¡r'l (ir:i t:/rl.¡,.) i i

,lr. :t,.ilur"ri tr: '. 'vl '.t. r' I


ajirÍ¡at.lr.r, r,r, I í.1.:r.,r(.{l¿.ll i lo l. l .:ir, I i r, 1'
"
:
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e1,,
il
Reutiltz;tcron (le corl!f)oner.\les
en la obr¿
.íq
51, l, rllfl,l,l lr (r¡ F:!l)r.rOi;11 l're' 'r r;l
re(.Jl-r-f r' I . r' a'lrrrl:.rir .: rr
(:(.ft'[.]:)r'tiJ, i, l':].ls, lIl(;rl::irr,r',,'-ja r*:'
cr \ li-r:t, sl,.tr I ¡)ille: L)1;lflii'; il': J':¡ 'l ::
*$
Segurtdacl total del slsterlr¡

L¡:;¡.+'.'¡ ¡ 'rt tlilr"-:\l'( "" I

rt¡jF.,l]lr¡1r:¿l;iel 1t-Lli .r''-r' i" ra


rjit,.r1cr.
{.
Gr¿¡rr dur;rctolt

Íiur' (:a)l rl " ' ,''1" . -)' i;ll (r'{ ; t' '
i

t)r.lr:) !;r.lti, I 1' Él :1:¡r() tll'rt' ltr


F.,t¡lti .Jf ' t,,latl i-iil)lrat 'i! ,'Y
,.tÉ'l,1"1, -'
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,.r,ji f 11 ) .1 , 1Tr,..,¡
/ t!:,rnl,.( t i,
EOUARDO TORROJA
'_ {
r tres piezas
o El sistema se basa
err trell e{err€nli:s . S;Obrr dql'O ¿".¿,,r"n(j
re.nsterrles (te ace.(.,(, {re;ts Srj rrti),11a-,
r- r rcu erC.r .)Jk l)a-t¿rí{)
fiona(:úrre-as y Sopcrles
el e'1,.. ).r¿do
. El entralrado qJe k)n-¡an I
Cr,:)3
elernentos es plal)o v rlue(la
contplctafr rente ar.roitr_t, I,

Conpe

Portscorea

Soporte

c"lt
Montaje rápido y sencillo

. [ , 'l]ot.ttSlt rlc r,l rcl, -il


SLStCrl d' ']l'-l
:¡g ttiCt¡ Cotr illlrrci¿l'.rl.rl (lir
l¿t 1;1.

t)( rrliicarteas. rllsflt le!;1i-tt


D.rr3lelaillrj'llú a i.-t ¿1111lrn i,Jlt''r' '.r

. F,, l<ts ;il!la¡trerltoi iie ill:


r',ttrü'\ 1¡i - - ''
lJ(,ñ¡r. -)rra,-1s :a '
Las ilrte ll¿l',..trl alc utttlr:jal ,,lt'llt I 'r
f r-rr ladrt lleviirar ini;o/l,rrl' it:l.- ! '
-

:-.3lrO11eS

ffis.
,i
É1'-ih
-s¡.
l-os forjados reticulures. lvexo ll lt-7

Rccn¡pcracil,ú,n del encoftado

. Cuando el horm¡gón ha alcanzado h . En cond¡ciones nomales, esta


rGist€ñc¡a $¡fic¡ente (40% de h operacixt se puede rcatizar a 106 c,o6
Resisterrh Especíñcada fck), o tres das de haber mrmrgonado.
se desrnontan las portaconeas, los
soportes y hs correas, exc€pto las
nrcos¿y¡as para qu€clar ap€anclc el
forjado. De €s1a foma s€ pu€den
Bcup€rar todos los taueros.

Reutilización del sistema

. Todo €l rnaterial recuperedo se puede


Empl€ar para encofrar la sigui€nte
fasé de h Ob,ra.

r Para el homigonado d€ ta planta


superior s€ ha d€ osperar a que d
homigón de la phnta anterior haya
alcanzado la r*ist€ncia n6c€sari6
(g€rÉrdfir€nto un 65% de h
Res¡stencb Especificada fck) para
sao.tü h sÓrgga oqmpomlrile.
Esta r€sistencia se alcanza
normalmente en s€is o s¡ét6 días.
ll,t3 L¡s lorl¡¡los r¡lt¡til¡r¿s. AI,'io ll

Rapidez de eiecuciÓn con mínimo material


--
. El prccesq (le llcrmlot., r.tr r.'r;l l l.r '.:
aountalada sobre el l''lac'l rrrrilrl( ' ia
Lr)nslrUl(l(). Se reF)Pllr(t !,. ¡(lÉrr''r. .i¡erlli?
hasla Ia ttnal¡lacrÓl: de lc' i)ljir\]ol,.rr¿

. srs;tema i)erñlite url rrl¡xrlno


E.l
aorovechalf¡lento, yo qLre s'icr sera
ne{-'esaric d rrvltenai glra el s !rr-ri'Ac'
de Lina planta y ol oe apu'rta'¿lr-l-' 'Jf
utra, dos c) tres plalrtas :r''as sP"Jrir
las necesdades y corrclrcrones
ia c)bra.
"

Una planta encolrtda y uná apunlálada


UtB glanta encolfa<la
Los forjados relicularx. An¿xo lt lt-9

Un¡ C¡¡tt cncolr¡d¡ y doa rpuntslades El p.occao 3a rofit€ háatr ñn€l¡zar l¡ obrá, ¡aa cr¡d
aoo la attura dcl odtflclo

Componentes del sistema

Códeo Dmoñ¡ractóñ t- t-m.i -- Pc¡o txi,j s.cc. tubo An¿ sión ti f-{ W¡(ml
(mm-) (cñl
l14O Cm4m. 3,9¡3 _ EOx5]Jx2 50¿ 45,06
tto -.-..-99I!9-9.T, 2,9.!9
_1p_......
Iq,i.._. _ -.{L!Si:" _ 3q 45.05
1120 Cors2m. 1.984 I 8Ox 5t)¡2 5.U 45,05 tf.28

?0¡9___-@'.t !-, 4.045 18.5 !g,¡.,.so r 2 504


zo1t¡ag Fo¡tscona'er.¡m. 4.045 r9 8{¡ x 5()¡2 5,04
-_-._ lp9!9P!¡g9o
-.-_qob!^f
@ PqrronE.at. zm. 2.A¿g 8Ox 5|lxz 5.0¿
ñEUe Forhco.rs rd. 2 m. 2.V¿3 10,5 6Ox 50xl 5.0¿
dobhfrürsom(h

!9p0 SoDcrto 5Or Sx i.5 e.ql ;q?0-----ds


Il-r 0 Los loriados reliularcs. Anexo lI

Uüllzaclón dol slstema rcücular

En las tablas srgut€ntes se mu€stran hs


dilffit€s pos¡baltffi Cle uttl¡zebn d€
este sisterna, indtcando la separacl5n
r€corn€ndada entre corrgas, as¡ como
una estirnacktn d€ las cargas que
actsán sobr€cadamo de bs gntal€s
de apeo.

ForJ¡do do lo¡¡ maclza


Zonas macir¡da¡ do loriado aligcrado

Crrio t3 n 25 s ¡tO 30

s0 4& 6CO 7m s€0. t.2ú


rm r00 150 150 m0 2e
Ért
0.67 0.67 0,87 0,87
cor$(rn.l
c.!¡e,wúco$) lP T! *9
o,6
FEI 0,5 0,6
FHdrü LO@ 750 630
DffirtSrbd./ 750 ffi 1.mO

t¡t Dü Fmd6 S. lll cdoü ¡ ptÜ Ó Úla dsE¡:hd d hdrigón do 2'4 vftÉ

Fortádo aligcrado dc bloguc p€rdldo

Canto Uo{¡r + c*a ootttP.lcm.l 20 ú z¿ zt É25 s 36 35 ¡lo ¡lO

+5 +3 o5 13 +5 +5 +5 +lO +á IlO
+3
gn 375 m 410 460 520 Bao 5S 7m
360 32s
S&tácrh rm 1m 100 1m lm rcD 1m 150 150 150 r50
f1 1 1 o.67 0.67

4(n ¡15O 425 475 ¡160 SlC 5AO 6¡0 525 ¿186 605

r.5 r,5 1,7 r.8 2,2 o.7 0,6

0.3 o.3 0.3 O,il

o6ao.m6khf(íÚ d./ 75O 7fi 75O 75O 75O 7m 6m 5& r.m r.o00 r.m
Lfi p6 plq6 S tr&l c*& a p¡lr Ó un6 dortsitad dsl hcrioÓn cb 2'4 vmr
Los /ori,¡fus rr'irru/¿lrcs A,lc\d ll it-li

Cubetas rlgidas y flexibles

o Las ct¡betas €Slán labrrcadas


con u¡
mater¡al plást¡co especra,. que te
confere smuftan€an)ente ngldez para
res¡stir Srn defgr¡¿6¡6¡5 et peso c,el
hormigón y Una excelenfe flg¡r¡¡¡,6¿6
para facrlitar el desenccÍíado

I La llase cle la cubeta es de forma


rectangular y se coloca con la
cjrrnensión rnayor apoyacja sobre los
soporles y encáladas entre las ccnrg¡s.

. [::n senttdo longitud¡nal. las cubetas


se errSamblan entre si merjianto Un
enganche meiálco (patentacto). que
las traba e tmp¡de el despl:uarnrento
cr]tre eltas. Además, el enganche
crerra la junla entre cutletas. eutándo
J perdrr'ja de catdo y,prolX)rcronan,Jo
.trta excelente calldacj cJe acabado.

o E¡ lcrs Z'JnaS r-naciza(jas. ta Superficte


er'(toffante esla Íormada por tableros
*) Ce íJ r|ensron rgual at ancho cie las
i)ribetas, que se colocan tgualnlenle
eacaJados e'ttre tas correas.

. Fqia eistcmg p/oparoiono uó


nroc,r¡lado en cuadrícula de gOxBO
cm con anchos cle nervlo do 12 cm
en ambas direcctones. Mediante una
arnptia gama de acc€sonos se puede
adaptar a otros interqes y esp€sores
Ce nervro.
il-l2 Los lorjados rct¡('ularcs. Anexo ll

Caracted¡ücas técnicas do las cubetas

OÉigo D.ío¡¡¡-tún - en-t*(*.¡ hro(fe,t vol-(m't R.g.@t¡óo(mVñr¡) A¡oarl!$'/ml

a
w ww-v

ffi:---ofl¡c..,s
::

o z.e .. 'o,lts... #- 0,176


0'176 1n.
0,195 .168
0,1?s

. . s,2 ..
¡oo ci¡di¡oo ¡o o.r3d ..- 0.209 w.
,

Gomponontes del sistema

eóú¡o O¡tomh¡etón lmJ


L F ro (fo.l (mm.l Am ¡rcckln lm¡)
8.cc' lubo lr lcm¡t IYx (cm1

iñ-- Ofiü1m. 39¡3 18 80¡5ox2 5rl4 fl.20


ilm Z.gtg t3.s 80x50x2 ¿5,05

t120 2 r¡, r.s4 I 8or5Ox2


12,o ffi¡m. 3.973 80x50x2 6.'$t

t¿o . . Coñi it{nreoo 3 m.


zg¡e t z's .*..- 80 ¡ 5o-r 3
rzLL--ooratl¡n¡aaam-, tm¿ -tt.g *. 80r5Or2 6S

.in.s ¡VpQg¡p!,rI.o8m-*l!oQ mx50x2 5.(M

m.C8S 23$ 9'6 80r50x2


ffi-,9orst . gzO ¿.¡ 5OJ 30
' t 'S." 2.31

Tabla de utilización del s¡stema

ffi á.s á+s lo..rs 30+7,5


ffi@..*_!fl 'rro B4o ,m ____g_- tlq
.
q9 7m-
: o, 'qg-.. ulo - 1:200
J"1. . 110 ... loo . T l,Q ls
oá¡ras f.i*¡ fiñ/rn4 - rm lm 100- 150 !1!___!:!9_
1i0 150 150 150
0,8

ü$.lm gts ges 4lo ,trl5 5zo 6tc 585 6so .. 6qo
O¡rdtit ot¡tC 0(9.) ¿¡m

.FHsqloqlF(rmJ
,__, _,. __ ,1_ ' o.3 ,,. . 0,4 0.6 0.5 05 0,6 c.6
-
(b
Lo pac prwioo r¡ tü cdcúEb a Étr (b Úu r,sF/¡Jül dd honÚgÓn 2' 4 I '1tl
Lls /orlridos n'lr¡rr/,rr¡s .,\lit¡ ll

La mejor sorución para encofrar ros cantos der forjado

l ¿: :.ru,, .r:. )i'.r . .¡ ¡' r , r' . . . .i t


;);lra fr.rillra: ei l-rijr,.ii-l'- _1,-t , j -::,r, : -l
irOil l IilonAt

Reutilt¿.lcton A f, ,. iLt ¿i r- ¡,.,: :j r lt.:

'..i1:¡ ,,.1{ )r ..15 :t. lA r ji,Crlr' ' . ', I .


, t., l- ,i-,,:,'.i!::t,,1 t\rjn,_ I r,/ 'i. ," ":l-
para pocler ser lll|lt¿.}¡].:r,: aji:., ,!.. a- , ltr.rtl .; tl.i c ;'t i:r - ir ': l,l
l¿-r ¡¡',rsrrt¡r Oi)r¡

Seguridarl en cl montajJr

! srslt;rlr¿rie ij.u.rL_,, , ¡, 1I.rr,, t, .,.


corl)D()ncnltsS f 'o.. i)t it.it t. r,.lj,
irlan)rlvrl-.la) {-r. ,_!,?ili¡,,,,_,, I ,,.

ff;.*
I",F,
. t'l
, ", f_-.../,..
Los'Íoriados reticularcs. Anexo ll

Montaje y d€smontaje rápido y senc¡llo

La tab¡ca está fornlade por una


€stnjctura de rcero en forma de marco
a la que se ha soldado una chapa Ce
ac€ro de gran espesor.

Lbva rncorporada, m€drant€ una


artlculación autohmp¡ante, una pata cle
acero. que permite aplonnr y apunlalar
la tab€a. B abat¡ffll€rfo de Ia pata laolfa
su almacenamienlo y trarrsfiorle.

Las tabicás ¡ncluyen un cenolo para


unirlas. alinea¡las entre si y dar
continuidad al apuntalarniento de las
misrnas.

Suirción ¡l rnteblado

Tento €l rnaco de h tab¡ca corno h


Lrarodg la Pda' \ran Provtstas d€
il¡tgrog ga ldgr, rnedÚrte ckt\¡os'
h-st{oción úbf*tn al enlablado

Accesoriog Para optimlzár su Altura siustable


utili¿ación
En la parte sr.¡perior del rnarco' bs
agLieros p€rmrt€n clavÜ a h tatÍ(F un
La tabca comp€nsadora Y el ángulo
liston compensador de anura'
tabca. labricados tambén €n acero'
oernrrtpfl de wE ldma ráf¡@ y smclla'
rest:tuer los cgmbros cle dir€cc¡Ón
(esqurrl.ls) y cons€gu¡r fisddas o(rctas' Fócilmsnto recuPcrabler

Desconiendo el cenoir y desclar¡ando


b taf*:a se Puede recup€rÜ cada una
de €llas inctep€ndbntgn€nte d€ las
d€más.
I os /orlados n'lirr¡l¡¡,'r \1,'r¡ ll il 15

Garacterísticas técnicas de las tabicas Sten

Codrgo Denomrngcron Peso 1Kp ) Long'tud (cml.l A,ltura {cm.)

j::aj
:'¿¡c¡ : t ,iiil ,:r' .)l)

'í.ülr:?i :'m t.-ll- ,.-rr: t 1(' 1Í)

l&a I ri: irr: '(ii)


^,-14

1r'1. 1 lJl{;t I rr. r j.', -r, f¡ al 1i:-¡

'nlFc¡ íj(ntffsffrcró

Tableros para cualquier tipo de encofrado

Lcs lableros Sten pro¡nrcrotra"


oxcelentes resdlados ert cJalquer lrpo
de enccfrado. lantrl florlzcr.rla .t)rlro
vert¡cal.

usados aclecuadanlentc. pcrr]1tc'n Ii¡


nulr€ro tie ptl€.sl:rs I'a¡i .1e :ri)
glgva<Jo
on la vanecjarj cle vanllas)

ffi
il-tó Los forjados reticulares. Anexo ll

El tablero máa res¡stente y duradero

Madera de primera calidad Gran durabilidad en obra


y ¡untas lndesunibles
Las lestas de los tabreros estan
Tableros lormados por tabtas de rematadas con pertrles melá rcos
madera, unidas longitudinalmente c¡alvanizados, que las protegen contra
mod€nte un sistema cle lo:; golfles, a la vez que aseguran una
rnachihernt¡raclo y encolado con estrecha unrón entre las tablas.
adh€sivos especiales.

Tratam¡ento superficial Para la Tableros con varillas: máxima


protección de la madera resistencia

Los tablefos sten son sotn€trdog a ufr Los tableros Sten también están
tratarr€nto stlperliclal a base le d,sfJonrbles con varillas roscadas
filaterlas grasas quc los imp€flr'l{}abrllzan !ntrodLJc¡cJas transversalm€nte que
lelrer2An las uniones laterales,
)' facrhtan el desencofrado
aumenlancjo la res¡stencta del tablero y
p16longanclo su vrda útil

Garacterísticas técnicas

Peso tÁpl Drf,refr5ror)es icltrl i. (cm')


Rel Oesc r rpc ton

:1::
''l L: ''

tl) ,:'
t: :ttrJr i,.:1, 'T

|]1l /':"
F,i ; .1 ; {,r{ ) i .1.i ¡
')

. 5n ().hr1tr'¡11"r-.tr ; ll ¿r'i Iilrl'lÍ -rte:l i;f"ij ¡_r ri(1 t); (:ir¡ lff

- . M¿r)ryd E i(,ir{r:, a-lliig'or,is'9r"e íl':.? Dl r¡ Nlírr\i -f.t:" i-:"-l


I ns foriados reticulares. Aney.o ll ll- I ?

C+¡¡lOeOco de carga
O¡rysna de la lbcha del tablrc en ftrEim de la carga.
ffi
(teruriJn o = 85 k/cm?. lrló<tr¡o dástico E = 1@.000 kfycmz)

ürolSD¡n

s r.@ r¡@ 2@ oñr-F¡f

llL

ta r.@ 2m crüttrf¡rl¡rlüt

.*uOt¿ltíL

¡¡l apor¡o ca¡vt .. ,'

'T¡
Cff un apoyo

Olo.rtdafrrnt
ll- I I Los /ori¡¿ios tdt¡cil/¿lr'¿'s. Au¿\o ll

UN SOLO SISTEMA DE ENCOFRADO


PARA DIFERENTES SOLUCIONES
Y A CUALQUIER ALTURA
De fácil monta¡e y rápida recuperac¡ón

?il
'l:!)'

t'dd;E[

\!J uLrilA
ltslor¡arlos rcfi(uiarrs. Anrro ll ll-19

El slstema permite eldesen- El 5¡stema de Encofr¿do Re<uperable está tructura de apeo ni los elementos de su.
cofra& ahs72 hora+ recu- d¡señado para su utiliz¿crón tanto en for geilc¡e.
perando gran parte de los ;ados hsos como con moldes recup¿ra [-a gama de pezas permiten la adaptación
bles. pudiendo realr¿ar el desencofr¿do ¿ a todo t,po de conliguración de fórlados
componentes. 'as /2 l.or¿s de haber no.m,gonado. reu. y e sistenra de unron de las diferentes pre-
trlr/d.(ro l¿ m¿yori¿ de los cfmp() l{.n:Fj :as. ¿si <ónro ld robustez de ¡as mrsnrds,
e'r ld s gurente planta dotan ¿ la eftructura de una gran sohdeZ
F ptoceso de morta¡e y desn'cntale oc v res sterrcia
5 stema de ['lccf r¿do Recuperable e; ra
proc \' sequro, rO delerror¿ndo r la es.

a
m

4t ft
q r.j
' **,*' , t-
.t_ P*i

Compomrú.r del Sl¡tr¡¡ 1) P¿nel :l¿ndad dÉ 2 r 0.5 r'1 6) Tr¿nsletsai escLrn¿; Cp ' ! 1,5 14) Tr.r&'r'ersal de I
¡sb€qa.
d¡ Encolndo tccuper¡blo. en esl$ores de 22 y 27 mnr :5) fraDs\er$l de 2 cutJ€¡.ds
hr€lef espec,ales de 2 x0,25 7) Voladrzo
r,0,67x0,5 m, 1,34x0,5 I6) Tr¿nswrs¿l esqurnal de I
r 8) Vrtladrzo esqurnol c uDeta
2r Lo¡g¡tud n¿l de 2. 3,35 V 4 9) Cabe¿al desplaz¿b,e I 7) Tr¿.sltrsal esqdrnól de ?
nl icon sooorte para rabezal l0) Cábe?al recuperáclt: curretó5.
.ada 0.50 ó 0,67 m ) t 1 ) Suplementos de ¿noam o (or l8l Fostr?o angular 7.01 rMr
3) Tra'rsüe's¡l de 2 m tra\Rs¿ño9 br(clor dp r.50 ñ 19) bstrzo (ent'al 2,01 .Mr
4) iransve:s¿l e:eurn¿l dc 2 m I 2) Puntal 20r Cub€t¿ de 72.5x80x ?5 cm
5) -ransrc'vl de I y 1,5 m I 3) Tabfe¡o tncaDa de r?,50 50 Senncubct¿ de 72,5 x 40 x 25
cnt /22 rrrnl rle eslmu,
' (nl
r r-20 Los [oriados reliculares. Anexo ll

Fácil montaje debi- Con la adecuada drsposrcrón en er gueto


do aldiseño del sie de las ptezas estructurales. se ,nrcr¿ el pro.
ce5o de monla;e para fcrrnar ¡¿ cslrucú
tema y facilidad de '¿ basrca port¿nle, ¿f:e¿rrtjo v rrgrdrzJn
ensambla¡e de sus dO todo ol conlu¡to. EStc pro.tso se ier'd
¿ c¿bl iJe una fo,m¿ rr¡uy s'mplc gr¿cr¿s
componentes. ¿ rc:¿ble fl 5e;rn dei -)
SIef'rd ,d ¿ txcÉ
lente lAbrrr-¿CtOn de su> elernerlos Lr¿r¿
r .r cFr ir,a:o c.sanriil,lrc

il't
,:'
'\ \

ll ' ' ' < Tt¡tr:v¡tSálc5 d'SpJesto; C' el sJ{i


i i-
I J slj{)\'( ri' e¡ ' I r"r'l oo' '-
r€-(LoF i:'r'( J¡"'; ¡ ldsP de col()('r!rr'r'r tni'c Lo'
J,'1,*, .ul<l5'-Jt¡czi'e\ :,1 .drr ¿leS
m().rt.ldcJs ñlcdlJr\te l¿ (()'o
), 1.,.r oPi r¡cr,tdig mtsO '1'lP c
:r1r':' ';' io,m rr¡ el rrlontalc rlglo'¿dndo
' ' -: .". o" o" ',tt la"sversalcs
n-,.,,r. rler cnchr¡'c clel ton-¡'':'1 ¿5i torJo el lonlunto
et' el Ptrnt¿'
lr tleJa.,ón clel !orrg"lrlcirnal
' lr¡a vt¿ erts¿mbl¡do u¡ Loiqlt
4t -¡J
rá "-
il ¿ntt',,ot, 5e esi¿brllza raeor¿r1c "r
fo-ann de url Transve's'rl
Estructu¡ras Gon m(> !l ntont,lle de l¿ eslrLcl.tra pueds 5e.:L-r
dulaciones de gran nri.ad(], s Ia ob.¿ ic) requlere, rnpd,¿f,le
'_,5 \'O Jd¡./OS I Lar]''Jrr.¿O() (r q'\.f,¿,, I
precisión que facili- do ioír¿dO nredtJntc J ur.í-)n Ce rts -.:,,
tan la colocación de ? :r./1 '1a e:, ( ¿be¿¿,es r, Tr¿n!"e,s¡ .-: ¡;
:: spLarto para ia fcrr-ac ón ,je ,. ¡ r.
los Paneles. .:^¿Jr i¿ i.,' c.>,c:cacü'r Jc _,l¡'r.'I
i m:r,rt¿ e rirt os P¿reles;:s \{¡.r¡1rp^',,
'l( ,1, gr,r¡ o'p(',f,rr q.dr i., j: E-'
;!'ct¿\ r¡rl(lul¿c oncs que .t \ lte'd

l.$[tlü il[,,r'

t... 1. t itF i
I
tiffi,i
r

^.-/ ."*. i:lil


:.*..itll *-
_"""r- \ -\'"ol

,'ii{-F..
.¡r...!6
-¡-2,¡¡.r "
,.4

¡,,

t
.tun¡b

E1 perf ls ios Transversales y VOI¿O,ZOs


esqu rales preserJla una sobredlmensro
n¿d¿ :uperf¡cre de apoyo del panel para
U^¿ maVOr Segurrdad
|-2) L¡s lirl,¡d¿s trliirl¿l¡ Atl(\o ll

Dos s¡stemas de i apeo det 5rfle,tr¿ de Éncofr¿dr, Recu


apeo en función de oer¿b,e puede 5cr re¿lrzado. con ñues,tr¿
g¿nr¿ dp Firrfales, o brer ccrr.uellrLs
las ahuras a cubrir. ir. ¡i,¡¡r L3; ¿l iunc¡¡.r rie ¿s ¿,.iu.¿s n¡:
r¡¿t,,1 ,1.. f 1 lrt'c: ct.,cr, qggdaq esp¿r :
,Jr¿f.:'o: i' r l,)¡{:5 qJe Cerr¡tet, tr¿o¡ a.
'ic rr rrecr.¿d¡, q.,rr,d,\dñ lCOc c !.:
" (:'^ Jrl¿d("r (ie '¡¿'l(;'i ,TlE.,
'Pr'rl -

.r'':*\.-.
- -i!:.-=-. i+
..1'-":! - .

'..L¿,}

:.i +!" r: ,'¿ p¡narlle rcr.l la COnrl;rrlar ón


'' l i l:€íJddJ rlel a¡reL.r. eslá prep.lr¿dd
i,¿'r r' ..,'c!irddc ce l¡dt-i',rpO de forld'
ca i ti-s crc- ,1e p'acas ¿rr¡adas o con
lr,:i.Éó iÍ,
| ¡):; /(r/lrlii(ri /f/ti tr.,tfi

ta utilidad del Sis- tl Srslenla de Éncof'ado Recupcracie or.n


tema de Encofrado s¿do bésr<¿¡nente pára todo i po de for
lados 1rsOl, pcrsrDrlrla, nredr¡rrle p' )so de
Recuperable pude p c2ds especr¿ es. e encotrdcc de for ¿
ampl¡arse median- dú (rjr, Cdprtelet (Or¡O OS {ertslr J JU5 cn
¿ cbra de ia p.esen,.e m¿qef
te el uso de piezas
complementarias.

;.h
..,1,,*.'1'-'
-i¡É'-,

Soluciones a diferentes in- t -l .-'l


terferencias.
-l -nll-
I
I
l

t--
I

Cu¿ndo el espacro ¿ ocup¿r pc.1,. Tr¡.'r


ii
\€rs¿l es Obstacu|zado por un pll¡., e] pro- .-._--__.--¡.
blema se resuelve ryred,¿nte el enrpleo del
Cabezal desplazable Este Cabezal q:e I'a
li=
!
de soportar por uno o ambos e¡1'emi)s I

el Jransversal dc 1 ó 1,50 ñ co¡ ¿pFO 1

mediante Puntal, puede ser pos crorado I


en cualqurcr lugor del Long,tud,nJ o Drc.
I
octrpar lugar fuera de éste
- . -r'-T 1-a ¿DÉrl¡ rlclnl¿¡r¡le

IL lra
.lDitz¿l rea,rp¿.¿Dle

i r¡nflet .jr I v0 5. l; (J 2: , 0 .0 5
F '57

','¡'l:'¿ r'¿r1,, r ,r,¿r

'r l,lprierenc d dc jr prl¡r ¡ un l-¡¡r,!,,,rt.1¡r


2r lite'fereoca de rrn prl¡. ¿ u. Tr.tns\.,e'5¿,.5 u -¿
'lr I l,rlerpnl ¡ lle un plldr a un taLñ,-l r.- r:
-'
i\-24 I J( lrrrl(i(i0! r¡tlLtllL{r(\. Alld\o ll

El Sisterra de Ence El S,stema está drseñado para una tac 'e


cuperaoón de parle lg1 pre(erio El des
frado Recuperable montaje pa.cral dei encof rado, com,l lcs
avala un rápido y Labe/ales, 'l-r¿nslersales y Paneles, nace
ordenado desmon- posrble qJe pueda volver a ser u!rlrzódo
rnnec, ¿',¿menle en nuevas Ol¿rltas, rlJe
taie. d.rñdc los iongrtudrnales soporl¿'d. e
ftna
"agradc,

1 I Recúpo'¿(.ó'l de C¿be?J cs v T'¿ns'e'sa P:


,nter;ed'Os medranie cl Oesmcr'¿rP de
Cabezal
2) Recuperacrón slstematrca de os í:cez¿ es
y lr¿rlswls¿fes 'nfcf mtt 05 v s - d'sÑ\ ' o''
orden¿d¿ en el suelo
Ji RecuperdclÓn de los Cdbe¿dle: r T'¿'s!e'
tdres esquln¿les v desenrcr"ro: :e'¡s
P¡ nel es
p¿reie5 re(u
4) Dttposrcion orderl¿da d€ ios
perados
¡-l
5) los [ongitudlnales qur:dar 5cprr:¿1lc
fraguado frnal
Los /ir¡l,r,ir,' r,,lr, r,/rilcs .\[t r r il :t-2i

Estn¡<tura de preci- L¡ forma de rnrcrar ei mont¿Je de ,¿ es. F¡nalmente la estructura se completa con
sión para cubrir trLrctur¿ pard el encofrado con Cubetas
no drfrere de la empleada en el encolra-
la coloc¿ción de los Postrzos angulares y
centrales, quedando dtspuesla lá estruc-
con Cubetas grcn- do de {orJados lr5os, ¿¡ ¡gu¿l q-e e" psle, tura para rec¡blr las Cubetas.
des superfrcies en la coñsrstencra de l¿ estructLr¿ se Ca.¿
poco tiempo. con la colo<¿crón de los Translers: es ,1ue
puede ser real¡z¿d¿ desde ei suelo c: i.r r¡r
de:de una torreta r¡óvrl cuanCc a ¿:u'¿
del forlado se¿ consrder¿bre y no p€"m,
ia sJ rnanrpu ¿¡¡ón ig5i¡ g ; ,-p

llHil r

Los Fbstrzo5, lanlo anQulares como cen-


tr¿les llevan unas orelas con distanctas
¿decuadas al paso entre los Transversales
para enca;arlos en estos y asegurar así su
f rlacrón.
II- 2 (r L¡-; /uri,trl¿s rr'liLr/¿¡rr r Ar¡,'trr ll

Un s¡stema para L¿ estructuf¿ pofldnte pre5enlJ gf.l-,f,e5


econom¡zar mate- espdcroS llbres y osl¿ drmen5 6n¿¿¿ ¡1¿,¿
cLrlr)C¿r sotr,e ctl¿ ¿s Cubct,:i5 "tr.
r¡ales y tiempos de 72rr 800 mm y 5e"-',6,J6E'¿5 ^.
'
obra. I25 . A\)O nrm.. e51¿5 úll mas par..r rr".;
t?5 AJn(.iue la ¿ tur¿ qcnrr.t de :: r- -,
Oo:as ps rje 25 cn , son pos,otps.,1.¿s r
Iur¿t de ¿cue'dO cor reaÉi Jailr-)
fa¡Crtt,t.

I
l,¡s [r¡riados relrculares. Anew ll t-27

Apeo con Puntahs Para foqados que superen l¿ ahura máxr-


y ap€o con Anda- ma de apeo de los Punt¿les, se dispone
d€ coniuntos de And¿mios fo¡mados con
mioc; do¡ albmeti los Suplementos y Tr¿n€saños especificos
\ras en furK¡ón de de acuerdo con el ancho modul¿r entre
la altura del for- Longrtudtnales.

iado

Estructura al completo. Se puede obs¿r.


lar la disposrción de los Traníienales y so
bre ellos los fustizos, rematado el co;jun-
lo con las Cubetas de 72,5xg0 cm.
Ahorro de ttemPos
en la manipulacion
y ágil disponibili-
dad de materiales
para un nuevo
ciclo.

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üS Monta1e rapido = maximos rendimientos

(ornponentes
[$.tgg!]-q {.q m¡teriales = mín¡mos

rid-ad e-n el encofrado y desencofrado

Reticula standard 80X80 cm,


con nervio de 12 cm.
Sistema con Posibilidad
de crear nervios mayores
utilizando la misma cubeta.

( TJADRO DF DTSAI OJOS

LSPLSa)ti IC)IAL L!ir;q!,f i. r,


l)l l(lqlAI)() |i,riii,i., !L l,iÁ,il)

i{)l)
il
150

,10{)
Los /trrlarlrrs r(ll{llhruS A,¡c\0 ll

SISTEMAS

;:Ét* t
Jtl-rl

_/
Ltts loriudos /pti( ul¿¡?s. Ancro ll ll,3 l

Encofrados de Forjados tl¡I


Er srsrEuA DE ENcoFRoooslJl
ESTA ADAPTADO PARA RESOLVER
CUALOUIER TIPO DE FORJADO.

ENCOFRADOS DE FORJADOS.
sislema basado en estruclura arrioslrada
con cruces de
9^T-,11!t. consrgurendo un aptomado p"j""io,-.]i
oeSprazamrentOs hOrrZOntaleS.

O Gran capactdad de carga sin l¡milac¡ón


dg
áltura y gr¡ Utrhzar COntrandamiO.

o Gran segurrdad con recuperación cfe la


olan.
chada a los 2 ó 3 dras de hormigon"OJ,'s¡n
modificar la drsposición Ae la esiructuü
o
apeo

Planchada recuperada

EñcolradO para torlarlos con ptanchada


rLosa de hornrgón btoque perdido
:,"Jj]""-

Encolrado para lo'tados rettculates con motdes


Oe plaStrCO reCUperables

Encofrado para torJados unrdtreccional€s


con moldes
de plástrco recuperabtes.
Lr)\ /i)¡id¿ids rclr¿il1d/fs An¿r¿r ll

Cimbra" ffil
srsrEuA l]l prna cRANDES cARGAS
Eslructuril conslrlurd¡t por rrlt'rrr¿:r):o:, 1I :lr'11, rir(::: q iF ':
r.l

ensanlblan lOrmarlclo lOrr(l:r llt: f,;irl¡:' lrrc'lr.lr a cLl¿tjrlda

a Alta scqurtdad Y rendrn'rÉ''!¡


O Hosrslenle.
O Lrgera
O FaPrdez Y scncrllez de n'o''¡re
O Se adapta ¿ cu¡lc¡uro'suPc'1 ': P

SISTEMA FECUPERABLE. PARA


PUENTES,
l,r 1,.il,r I l!t I i. -1.' : r -\ : ,, I diiil. (tf lr o(ll'i:,li l,l
(ir,.lri..,{ --' .r, 1 'l' . '.'r :iL.r1:lrdo,lptlllr'llaL::i 1,i lo5,l
¡,r' I .,, I il
l-os forjddos trl¡iuluts. An¿to ll

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¡|-34 Los forjados r¿ticulares. Anexo ll
N
N
N
N

CON LA UTILIZACION DE LA
BASE REGULABLE,
SUPLEMENTOS Y
COMBINACION DE PORTICOS ESTRUCTURA ARRIOSTRADA
SE PODRA CONSEGUIR CON CRUCES DE S. ANDRES,
CUALOUIER ALTURA. PUDIENDO ALCANZAR LA
ALTURA DESEADA SIN
NECESIDAD DE
CONTRANDAMIO.
|,'16 I os l¿ri¡r¿ios ru'tirl/idrds. A,lr'.td ll

{, ,::l:r.:.::r1
I
'r,r;:lr;jri: l; | ,;w,, i.:

DESCRIPCION GENERAL
DEL SISTEMA
Los elemenlos que componen €l
s¡stema lN
podemos drlerenciarlos en dos grupos:

ESTRUCTURA O APEO:
regula-
Pórilcos, crucetas, sem¡crucetas' bases
bies,-ñótqu'rlas deslizanles' tapones Y -t"!:l:
á"a Lot obrr,cot trán arrtoslrados entrs sl' a
las
drstancras de 2 50 ó 1,25 m
días del
PLANCHADA: (Se recupera a los 2 ó 3
hormrgonadol
ca-
Separadores. separadores drstanc¡adores' para
|¡-j¡s5, ss-,camones. ménsulas' camones plás-
;;;;;l;; ;;'erás metát'cos Y/ o cubetas
'
trcas hormr'
A los lres dias aproxrmadamente del
permite' al
oo^tiá ssqurla el separador' lo que los
;;;;;d", i;;árqurltá deslizante' recuperar
camones, rableros y restantes elementos de
Dlanchada

anda mios ln" s-a-


L¡sforiudos rclicul¿r¿s. A¡¿ro ll ll-3?

Alsina
fUecano Alisan
Encofrado recuperable para forjados planos

u
!t
ffl

E
il-38 l.os ftrrfrrdcrs r¿li(uidrrs Afl¡Yd ll

Mecano Alisan
Mecar-,o aiisan Pernr¡te Por s! Este srsienla se ira convertldo
Para reali¿ar el encofrado oe
drseño. ln aclaPtacrÓn a todo ¡,", 1¡. ¡l¿rg,co en el ntun(lo tlel
forj;:dos Planos. Alstna cuerrta
Lrpo cJc forl;,rclo plano, utl ráptdo errc,Jf '.,lclo de forlatlos planos.
con el sistcma Mecano Alisan.
compuesto Por elenrerrtos cle rrrontrije y la recuPeraclÓrl rJe ¡6¡¡g¿li€ cl cataloBo de
ia rr¡ty'or Par-te dc los Alu.mecano. url¿l nueva vc'rsrorl
acefo en la pafte estructural y
por tableros de madera en l¿) elerllr-'ntos ¿1 los treS di¿ls tjcr J€ ' (1no" l)Y50 t nlas ráprda
l'tOf trr igOll al. rl i:' r-1 an ci.l ( ) .

superficie encof rante.

sistema de monta¡e
Ferralla Y Colocación de
hormlgonado
do la Planta
:-'
oortasooanda¡ .-
Colocaclón cle
Tabica Alisan los cerro¡05
en las sopandas

Baranda Mecano -l
de Sequrldad Colocaclón dc las
sopandas sol¡re las
poftg!9!9!eaa
Colocación de
los tableros Colocación de
_ las,g€lole9.

ritmos Y ciclos de rotaciÓn


rotaciÓn del material p.rr¿ 1,ll¿ rt:slStclJCla
?tEMPo M¡NtMo - ¿1'.r{ tÉtlr:f rCa llel
rlEMPo MiNlMo HORMIGOI{ADO Eti
tgso PRoPlo - (diacl PLANfA SUtÉRlOi (díÚ) rr-rrñlAUrl a l()s 218 (11¿ls
oa.'ñ-ñridó x¡"' ''
7
rlts fck ¡ L73kg/crn'1
250 3

2ao 3 ¡
3 3
3GO

s 3 3

Rotáclón 1+2 - I ci.l{) cdti;¡ ilj ü''js


Rotaclón 143 . I (ilLl9 :lenlarr'¡'

P=Pilarcs €=Encolmdo H=Xomlgonado


Irrs /orladrrs r¿liru/¡rr¿s. Ancio ll ll-lfr

desencofrado de la planta
1.. A los tres d¡as de
horrn¡gonar se
recuperan las
portasopanclas.
las sopandas con sus
basculantes. los
tableros y los puntales
de apoyo.

2.- Sólo queda una


sopanda internred¡a.
cada dos metros.
hasta los 2t o 28 días
en que el hornr¡gón so? frDA ?

alcanza su resistencia
característica y no es
necesario reapuntalar
la planta.

elementos del sistema


ilfutodn,hgfeea denomlnaclón dlmcncloncsmm. pego K& deccrlpclón

port¿sopanda 4OO0 18 replantea y nlvola las


(ace?o) 2000 9 sopandat. La o¡tandard
admlte 1o 2 ropandae
intemedla¡.

sopanda 4OOO 15 olemonto toalstante


(ac€ro) 3OOO Ul qu€ soporte el encoftado
2000 8 hasta los 3 dlas d€l
hormlgonado.

basculanto 1OO0 2,5 sostlene y recupera la


(duralum¡nlo) rup.rflc¡o cncotranto.
t i.
basculante 1OOO 3,2 vcralón con madora
conmadera embutlda para clavar
cn Yoladlzo!. ctc.
ot.
table¡o Alisan ll 1970x500x27 15 superffcle encofiante
(mad€ra y acoro) de madera lelccclonada
y t;eirde, relozado con
varlllas y porlll "T".

a
L.ts foiqdos reticulares Anexo ll

argumentos de "Peso"
para elegir Alu.mecano
rápido
gl ou1lLrrÜla:,ura,'fútt af t""cp Po'
F,mCP,O
Li oi*ufante, elemento que hay que sub¡r e 3 ó 4 m c¡entos
d€ veces merec€ una
ate*rón roble v liAera como el duralumlnlo La socanoa óe 4 m óe
con sus 4 básculantes
i!üÁ*.i J" ¿i¡t muy por c'ebáro de ros clesrcos 5rstenras ilero d€l
mcrcado'

siitomas oaiáo-o!ln ereÁenros d€ ?nr'' tañto l8s pon¡sopándas'.


i'tiiáüñiañ'óttos abteñas que al
como las sooandas son ele.entoá;;'a-¡r' oé r¿igo conroman re-t¡culas
los
lós p'tares conro fo4sdos encalon¿dos
ooder'solapars€' libran con suma-tñl'oao tánto que los elementos de 2 m
áñá- .üiJüi. perm(e "avan¿ar" éi oóóre de 'ap'oo
anpn gtÍtrgoallo/LJ ¡¿crrrla tarto el 4rontaie del slstema como el
La unton "semi¡¡grda'de las sopandas
desencofrado de la PIantó

resisbnte
@tttollExrÉ oE rcEF¡O
de alta rosrslerlcra'
ñJ'!r!-á"t". "aruciu,aies dul srstena eslán laorrc¿dos ún accro
*ctLAlttE DE OUAAÚ'(üJí o aleacror Ct alÚñrrlio éstructural üuo le conllore una
El Basculante está labllcado con una
oo;üi"*,On cl€ lrgereza y resistercra al tralo dlto e" la obra

Pnftoaf¿s oe uscuultlE Et cJtctto


ei el desencofrado
Er Bascu'anie está Provrsto de ,ti"'J"^o Á'" aF\onr¡luár la calcte

segaro naMA
msdera es un accesof o de seg!r dad B¡-s-a -o oarE
coltraf oñ los
fI'¿rtcr/'atrt@l
Basculants con po¡ seeu:idad clavar el tablero
rernates y o"-at ton"" oo-nJ; seo nac"tut'g
votadrzos.
q"" ot* * v dcscl¡ryar con lotal l4llidad
lncorpola un lrstÓn de majcra em¡'i""
ciavar

@mlEE Aür u Sna,TDA OE SEGUÑo


se aoapta a ra Baranda
tnlinea con as nomHtrvas * síJuiolJ"" ut ob'as er srs:cma
vpcaño. .a cúal se coloca en '"
iiJtüou" se es:a eñcolra'do
pow saauno
anie co' JL\s puntos úe apoyo' no depende de
NueEtro srstem¡ de flac'Ón del bascu genlrdo'
p€lrgrosás soldÉduras t i'-tJt'¿n utotgu unn tÓtal segurrdal sn este
'o-"t'Oui '

eGonómi@
FEEAI' 'T': ut dltotio tlbf'at
SOPltllOA @lt
Ftr,l.ta e' oeseñcor'aoo oel raoñi'iJ;;tEo; ót \Órft''BÓn rro cac en la sopanda

c'e ho'm Sonar t*c-oetu ¿ragra'


pade del equrpo c'e
trm.,?{ fimnt
dlu.¡tecano (ableros Y 0u4tales
EL rfrtoi SFfEn DA, hcql,¿'o a tl¡t PFeCn
ntf a*Ptfltlw
jj p¿rt'e uf'ccer el-s¡stcma alu mecano a
La estJdrdda rabr'cagon on ,utñt-ü'i"i '
piáló sor¡.'tu elistüo ecotom co ile su obra srn compromrso'
il;ilññ

¡omna
Los foriatlos rclícularcs. An¿ro ll [-4 I

Tablero Alisan.
El tablero Alisan se confecciona con tablas seleccionadas
de mactera de pino seca y encoladas
entre sí' Los extremos se protegen con perfiles de
acero en tormioe T embutidos y el tablero
se refuerza con 2 varillas de aceio roscadas. La madera de
atta oens¡olo está ce¡iilada y proteg¡da
mediante un tratamiento antihumedad (tinte naranja) por
ambas cárás.
Tablero Allsan, el más duro del mercado.

tipos de tableros
ünornlneclón cu¡ctrrfficaa ümrn¡lono¡ cm. peeo Xg.

Tebloro Alisan ll Madere s¿bcclonada 197xf)x2,7 15


Encolado normel union€€ ercoladá3 AL8x5(lx2,7 9
Perñl T 98x50r2,7 8

@m,*-o-,,
T¡blero A¡lsan l! Madara Selocclonedá 197x30r2,7 15
Dcntado Unioncs dentadas 11Ex5Ox2,7 9
Pcrfrl T 98x50r2.7 I

#ffi***
Tablero All¡an ll Madora r6loccloneda 197¡50x2,? 15
- Encolado normal Unlone¡ encoladas
- Dentado Pedll T
Armado Refor:ado con 2 yarillas
do acoro ro6cada6
ffiEü
ffi&F= urerffi

Trlcapa Alslna Madora solocclonada 197¡5(lx2.7 15


Sentldo transversal de 98¡5Ox2,7 I
la¡ fibras en la capa
lntermedla
Sln perñl
ffi,**-,,u,,*,-,
il-42 Lo: /orTarlrrs n'lrrul¡rt's Ar¡txo ll

CARACTER¡STICAS
i r',,i,1',1 -\'(.:
C(inrú rt0i-rlD,enlenlo al MECANO ALISAN
'::t ':j-
rr.c:r 1r-'¿¡l¡1 ¡¡ ' .' :l-,, :' rrr¡lrrr i ilr
ilcrl'r:"tos l,ctll
, r 1-l¡ ri * cc;\Filli l' I
1r'rt{,fClcrs c()\fl(lcQrs corr i.tl' rtl:-r 'i-' I:-
i (;i., I ,.j'rLl I 'r-rj¡r1 ,.
uof rtalr\lo (lr' 'j[) r-rI15 :r(jr']li¡ l)i : : ll'

VOLUMENES VACIADO
CUBETAS
cubeta 2O cms. = 82 lts.
cubeta 25 cms. = 99 lts.
cubeta 30 cms. = 118 lts'
cub€ta 35 cms. = 127 lts'
cubeta ¿10 cms. = 137 lts.

MECANO CUBETAS
ELEMENTOS PROPIOS DEL SISTEMA
tablero
cub€ta media
72x8O¡2O Std. 72x50x2.7
cubeta
72¡8Ox25 Rel. ?2x4Ox3.5
72¡8Ox3O (cub. 30,35
72x40xh y 40 cms.)
72r80x35
72x80x40

Sup. nervio regleta rel.


1OO cnrs cubetas
portasoPanda

48O cms.
Apoyo cubeta 1O0 cms.
lOO cms.

ELEMENToScoMUNEscoNs¡sTEMAMEcANoALISAN:Sopandasycefro¡os.
estampidor'
órnos ELEMENToS: Marco media cubeta'

SISTEMA DE MONTAJE
1.- Colocacaón Portasopandas'
2.- Colocaclón soPandas'
en
3.- Colocación apoyos cub€ta
sopandas a recup€tal'
4.- Colocaclón cerrojos' t€glletas y
¡uPlomefrtos newio en
soPandae rGstantoa'
5.- Colocaclón cub€ta3 Y tableros
éll zona de caPiteles Y

maclzados.
6.- Tablcas, rcmates' ferralla Y

hormlgonedo.

dI--
-43
Los for/¿los rclicrL;rr's An¿to ll
il

Alsí¡la
posrclón ENcoFRAoo POSICION DESENCOFRADO

DESENCOFRADO
1.' A ¡os tres dlas de ñormlgonar ce
rocupetan port.3opand¡3, ropander
con apoyo de cubetao, ragletas,
cenojoa. cubeta¡ y tebleroe.

2.- $lo queda una l¡nea contfnua de


ropandar con loo Euplomefitoa net.lo
cada 2,40 mt3. he8te lo3 2g ó 21 dfaú
en que el hormlgón elcanre su
retistencia caractcd¡ilca.
En casog espcclele¡ s3 dola ol
apüntalado cada 1,8m. (cubot$ dc
2ocm3. ó gronde: canto¡).

CUANTíAS Y RONCIÓ¡¡ DE MATERIAL

Para urla fesrslencra caritctor .,i (.,.t ,.1,,.i


hormigón a los 28 íii¿s On rr:,:1i5 ,1 rtr;r
. ll()tdrr(irl I ¡.J-1 :,.,,:, i.' ll I r -,tr
¡ Rul¿crLrr' l.i I r;l'. r: - : ..
l.os foriados reti¿ular¿s. Ancxo ll

Cont'nuando nuestfa l'ñed cle 'llrlo!dcrL¡'i !¡'Li r.!i \¡r:' , ¡- ¡


' ¡lr.-
-,;!¡ l¡i
pr0ducto. henros ¡ncorporaÓo 3 i: .-i.,' ;.r'-ii rair.,-!t.dr?5 tret-.iiliL)5 sotr lilriloS . L.l
dcpendrendo de su allura. tofuonot metálicos r.rr sirt'.;r-l¡ ai 4mts, ¡rr¡o:lráJd y 0ll1 !_ldtld .i i0\
cons,E,ucn rtcrvrol' nl.is r{}ar(,q. ll !.r r'-< ,.Je ló f)(ll:dSoD.lllr-,'d (1¡-'
4r8omts. r.¡i, ' r'r ,,, r'r\r',1'3c crn \ allnc:rcrÓn
Avanzadó! pror{ratrlas d(: r;iilc.llrr !}(lr ti'Iai('r'a-. -rn:i]i
y la 5rn)ulaclon por oldct)ador l¡¿¡tt :r': ¡ r ¡,i' ,'ar ri¡ir¡'r P.r'., -,,,,r..,. r,' .l:.rr r il.llLr-rf¡l()s 'l(il \lslllilrd de
un nuevo dtseno de (.1,I)iild ;)¡';' ('\:'l' r.r'.'.r\ ' dlrÉ, r-1,- - -,.r-lr,: :. i .¡ trl,'rt¡il(:!l l():Cf,CoplCD:;
defornlaclores. A una ntaycrt .aorJe¿ r !i!-)l.rrt(lI![ !'1 r::t'r\.:f - 1 r5 ir i. l'-') :,iltr'rj lr(lL'slro srstem¡
lo une pot tanto rniiyor !EtrSle&$ ! dr'¿riJrlrd.ril. Ar,,l¡, 'i !.drr p¡¡r!.rilJ,d! 5ul)ÍlilOrOS a 4.80r]]!:a.

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i"l '-r'¡s L:i liii' r ''i5
la i¡' |.r'
Adrfcrel)l-'a dc lo qr,r'o'liIt REFORZAOO .'l )-fl / t:tt)t.l / g()i) /1ot)
mayor parte d? lo3 elementos que utll¡¡amos en
."O"tu" ¡on comunes con el sistema Mecano Al¡san' , . ,,' r r1,r !' lli: lli-)tllll¿{lll !lsto (r
pernlltcttdo ollecar ple[tos tll']s:'-L- r'r'r '! r I '(:i (10s
" i'"' l ''t:-: tablero Alisan ll'T Cubelas, erriub
(lilLrr,Dl,l\lzal\rcalábrlr1'tr' ''
!, -r ,.,.! !r 1 ¡rrrri ! rctúflddol l)erllllte
. - l- ')r-..r! l.r !,ioirailas y tttacLzidus ert
CCT l.rq nllsrrias verllal¿S i:l'u '
f':d:il' : :1r
r'1 - ,;.1 1 i I l;)' .11 ñlit¡l'llf) ld fleclld V
- Monta¡e 7á9¡do Y lácll' r'l r)r,t ¡lcffrr^laa'¡()tl-
- Rccup€raclón a los 3 d¡as de homiÉonar'
i.¿s lirrT¡,1,'s /i'lri¿¿/{lris. A,rr'Id lJ |-4i

Jácena Alisan
slstema de encofrado ?ecupslable para la ejecuclón de fo{ados unldlreccionales de Jácena plana
y/o cuolguo con vlguetas prefabrlcadas y bovedlllas.
Su dlseño ofiace una solución laclonal, slendo su montale de rápida y segura eJecución. asi
como 9e gran versatllldad y solidez al estar formado por elementos eetructuralós de acero y
superfcie encofrante de madera.
Exlste tamblén la posibllldad de soluclonar los Íorjados unidireccionales encofrando toda la
planta complota medlante nuestro sistemas Alu.mecano y Mecano Allsan. con lae condlclones
ds establlldad y segurldad.
Jácena Alisan: un pasillo ancho y seguro.

sistema de monta¡e
Fe¡ralla y
E horm¡gonado
*'.!9-.!e!e!!9

Tabicag
4 v remat€g

Colocaclón del
tabloro y de los
'2 eoportes iácena
*ll (1 a cada metro l¡n€el)

vigas de cuelgue
El rlstcms do montale G3 cl ml3mo que en el caso de la
lác6na plrnt. p€?o an Gsio cago el soporle Jácena se
3uótltuye por el soporte móvll, que se compone de 2
elcmcnloi Lp6rrdo3:
-cl epoyo Joporte móvll quc 36 recupó7a al dodencofr¡r.
- él cuéio aoporte moyll que * quqda apu^tslando.
A loc tres d¡aa da hofmltonar !c ?Gcufrcr¡n todor lo9
olomontoi, lnclulda3 las t¡b¡cas. rrccpto lo3 cuerpog del
lopotto, o3lo 3upona un ¡horrc mtauc de madcra y mano
da ob?a.
Et{COFRADO DESEilCOFRAOO

ritmos de rotación
Rotaclón 1+2 - 1 í.rclo carlit i(r 11 ¡i L M X I V S t)l I \l r ', ii l)i , |!,] x ., 5D

--;T--
V
Rotaclón 1+3 . 1 crclo sen.anal 1r 1da, 8 q 1(l 1rtzr:rta] 1,:¡1:rH1

l
,( j .tri'¿: r J 24 25 2f 27 2r4 2q 3r

l ----"r I't
'",i.

i
lr
ll"
ti ¡-'!
=
#r
t_
P=Pllarcs E=Encotfado H=Hormlgonado
i

-
L.os forjados r¿ticriar¿s Arrcro lll

ANEXO III

Información relativa a forjados reticulares construidos con moldes recuperables y


nervios de anchura variable entre 12 y 20 cm
Las lorjados reticulares. An¿xo lll lll-3

El talón de Aquilcs, verdadero o falso, impuesto artificio- No creemos que la sumisión total, que reina en el mundo
samente a los forjados reticulares construidos con bañeras de la edificación, a todas y cada una de las normas y criterios
recuperables (por aquéllos que piensan que su sensibilidad al que se tienerr a bien establecer, sea el camino más razonable
fuego resulta intolerable si se construyen con los nervios tra- cuando las rnismas no responden plenamente al comporta-
dicionales de l2 cm de anchura), está suponiendo para los miento real de las construcciones y, además, son interpreta-
foriados reticulares un iniusto y discriminatorio tratam¡ento das por técnicos incapaces de captar más allá de la pura letra
frente a sus competidores que, en nuestra opinión, trascicr'r- impres;r, al f.rltarles la lrecesaria cxperiencia que otorga el mo-
den del ámbito de la racionalidad obietiva, dado el cornporta- verse dcntro dc las otrras que se construyen, como comple-
miento real que esta tipología estructural ha preserrtado en mento imprescindiblc de los conocimientos teóricos de los
situaciones adversas, incluidas las del fucgo. mecanismos que se desarrollan en los planos de los proyec-
tos.
En lugar de demostrar (con ensayos, estadísticas exper¡-
mentales y estudios tcóricos ajustados a la realidad) el com- Lo que acljurrtarros a continuación es el intento de una
portamiento mecánico de los foriados reticulares de casetones conocida casa comercial para resolver el problema de ensan-
recuperables y tomarlo como vía más sensata, lógica y econó- char los nervios, aumentalrdo el entre-ejes de los nervios, más
rnica de responder, frente a sus competidorcs, a las normas y allá del 8OxtJo aceptado como referencia básica en los foria-
criterios injustamente penalizadores, las casas comerciales han dos reticulares.
tirado la toalla y se han adentrado en una loca carrera de mul-
tiplicar y complicar las piezas auxiliares de los sistemas cons-
tructivos encareciéndolos desmesuradamente, y buscando de
esta forma el ensanchar los nervios manteniendo la geontetría
constante en planta de las cubetas.
l¡s foriados rcttcularcs. A¡¿ro lll ill-5

SISTEMA ALUCUBETAS, NERVIO 12


AJsina
3OLtlClOlrEs Ex ?tacoFPlDo6
EJE SOXEO

80 cm.

CUBETA EOXT'

SOPANOA
COI{ BASCULAÑIES\,

SOPANOA CUBETAS

99lll!D1I!!EI4!
SOPANDA
CON BASCULANfES
PORTASOPANDA 4 m.

ESQUEMA NERVIO

__: r I
--T
+
C.D.G c.o,c

GEOMETRICOS CALCULO MOMENTO INERCI'


ANCHO NERVIO coc PESO PROPIO T/M2 SECCION EN T cm{
EJE H cc A B c D E D1 D2 MACIZO ALIGERADC lxx
480200512 5 7,53 17 ,47 0,625 0,305 34.840,79
480200712 20 7 16,46 14,08 28,86 19,56 7,99 19,01 0,675 0,355 44.431.52
A80201012 10 8,97 21,03 0.75 0,43 61.626.95
480250512 5 9,43 20.57 0,75 0,362 60.118.06
480250712 25 7 1864 19.73 30,63 24.69 9.71 aa 'tó 0,8 0,412 74.709.22
480251012 10 10.49 24.51 0,875 o.487 99.O87.72
480300512 5 11,29 23,71 0,875 0.412 95.791.73
480300712 80 30 7 12 21.9 25,28 33,78 29,64 11,5 25,5 0.925 0.462 116.492.',t2
480301012 10 12.17 27.83 1 0.537 149.958.18
480350512 5 13.15 26,85 1 0,502 143.8t4.38
480350712 35 7 27.97 31,02 38,4 34,3 13,34 28,66 '1,05 0,552 171.U7,69
480351012 10 13.96 31,04 1,125 0.627 216.420.48
480400512 5 15,02 29.98 't.125 0,59 206.319.31
480400712 40 7 36.12 37,07 45,59 39,52 15,23 31 77 1,175 0.64 242.850,58
480401012 't0 15,83 34,17 1,25 0,715 300.569.51
Los fonados rrli¿u[¡rcs. A¡¡xo Ill

S'STEMA ALUCUBETAS, NERVIO 14


AJsina
soLljcto¡Es Ex
EJE 82X82

CUBETA 74X80
82 cm

{
SUPLEIIIENfO
N 1./?9_1! ¡qL {

ffs l
SoPANOA
I

ALUMECANO
co¡ BASCULANTES
I

I
/\ r¡E¡e4!9r!4! E
]

soPAle4rrJrE4!
I SOPORTE NERVIO 14
_/ \ {2 cm x longltud 74 cm)
SOPANDA ALUTIECANO
COX SASCULANTES PORTASOPANDA 4.1 M

ESQUEMA NERVIO

!
-T
l-" ',,
I I¡'
F-.\ c.D.6 .,D
I

G
I " ,i

rl
lr ! ;
I

n -.1

GEOMETRICOS CALCULO MOMENTO lNERCI¡

ANCHO NERVIO coG PESO PROPIO T/M2 SECCION EN T cm4


EJE H cc A B c D E D1 D2 MACTZO ALIGERADC hx
A82200514 5 7,21 17 79 0,625 0.32 38.601,83
4822007't4 20 7 18.46 14.08 30.86 19.56 8.31 18,69 0 675 0,37 49.257.28
482201014 10 9.28 20,72 0,75 0.445 68 198.06
A82250514 5 9.81 20.1 9 0,75 0.38 66.352,17
Ae22507't4 25 7 20,64 19 73 32 63 24.69 10.I 21.9 08 0.43 82.544,39
10 10.88 24,12 0 875 0,505 109.483,34
482251014
5 11.72 ¿J.¿ó 0 875 0,435 105.449,59
A82300514
a2 30 7 14 23.9 25.28 35.78 29 64 11,94 25.06 0.925 0.485 1 28. 33 1 .57
A82300714
10 12.61 27.39 1 0,56 165.254,42
A82301014
5 13.61 26 39 1 0,527 158.022,51
A82350514
35 7 29.97 31 .O2 40.4 34.3 13,82 28 18 105 o.577 188.810,86
A82350714
10 14,45 30.55 1 125 0,652 237.797.48
482351014
A82400514 5 15,51 29.49 1j25 0,615 226.208,88

A82400714 40 7 38 12 37,O7 47.59 39 52 15.74 31 26 I 175 0.665 266.186.14


10
'16,35 33 65 1.25 0,74 329.338,03
A82401014
Los lorttclt¡: ti((uldr$. A¡r¿to lll III-7

SISTEMA ALUCUBETAS, NERVIO 15


Alsina
soLUcrot{Es
EJE E3X83

83 cm. CUBETA 80X7¡t

d
SUPLEMENTO
NERVIO 9 cm. '4
u{
SEPARAOOR
NERVIO 3 cm.

SOPANDA ALUMECANO
CON BASCULANfES
PORTASOPANDA4,l5 m.

ESCIUEMA NERVIO
t--.
tll-rt I
a
--'r l'
''l
'. c.o.G ,'
-T
't

GEOMETRICOS CALCULO MOMENTO INERC¡'


ANCHO NERVIO coG PESO PROPIO T/M2 SECCION EN T cm{
EJE H cc A B c D E D1 D2 MACTZO il r:BDlna lxx
48320051s 5 7,99 17 ,01 0,625 0,325 40.438,31
48320071 5 20 7 19,46 14.08 31,86 19,56 8,45 18,55 0,675 0.375 51.605,54
483201015 10 9,42 20,5E 0,75 0,45 71.407 05
A83250515 5 998 20,02 075 0,39 69.382,74
483250715 25 7 21.64 19,73 33,63 24,69 10,28 21,72 0,8 0.44 86.355,31
48325101 5 10 '1
1.0s 23,95 0,875 0.515 1 14.551,58
48330051 5 5 11.92 24,86 0,875 0.445 110.152,15
483300715 83 30 7 15 24,9 25.28 36,78 29.64 12.14 27.19 0.925 0,495 134.095.40
483301015 10 12,81 26.18 1 0,57 172.712.O9
483350515 5 13,82 27.96 1 0,537 164.933.70
48335071 5 35 7 30,97 31,02 41.4 34,3 14,04 27,96 1,05 0,587 197.081 ,93
48335101s 10 14,67 30,33 1,125 0,662 248.229.67
48340051 5 5 15,74 29,26 1.12s 0.627 235.926,0E
483400715 40 7 39,12 37.07 48,59 39,52 15,97 31.03 1 175 0.677 277.583.63
483401 01 5 10 16,58 33.42 1,25 o,752 343.395.70
l.os /rrrfudos r¿lir¡l¿ir(5 A,ldtd lll

tffi SISTEMA ALUCUBETAS, NERVTO 16

84 cm.
EJE 84X84

CUBETA 74x80
GIRADA

/,'íÁ
sgPArygAI." tt
COI{ BASCULANTES

r"" *^;-t:"
"
SEPARADOR NERVIO t0 cm.
J (longltud 80 cm.)
SOPANDA
CON 6ASCULANfES
PORTASOPANDA 3,36 m.

ESQUEMA NERVIO
b
t-...-... -11-1
-.T-.., t;
I
+l
i.'--
i r
lr\ t'l
,'I
I ' c.o.o
.t\ CDG

t\
L-- L--t
I
I
I

-A -
GEOMETRICOS CALCULO MOMENTO INERCI'
ANCHO NERVIO CDG PESO PROPIO T/M2 SECCION EN T cm4
EJE H cc A B c D E D1 o2 MACTZO ALIGERADC lxx
484200516 5 8,13 16,87 0,625 0,337 42.223.10
484200716 20 7 20,46 14.08 32.86 19,56 8,59 18 41 0.675 0,0384 53.915,42
484201016 10 9.55 20.45 0,75 0,459 74.569.92
A84250516 5 10.15 19.85 0.75 0,397 72.363,05
484250716 25 22.U 19.73 34.63 24,69 10.44 21.56 0,8 o,447 90.103.39
A64251016 10 11,22 23.7E o.875 o.522 119.542,43
A8¡1300516 5 12.1 22.9 0 875 0.455 114 .781 .34

484300716 u 30 7 16 25.9 25.28 37.78 2S.U 12.33 24.67 0 925 0,505 139.767,62
A84301016 10 13 27
,1
0,58 180.056.35
A84350516 5 14.O2 25,98 1 0.55 171.744.31
A84350716 35 7 31.97 31,02 42.4 34.3 14.25 27,75 1,05 0.6 205.229,25
484351016 't0 1 4.88 30,1 2 1 125 0.675 258.509.40
484400516 5 15.95 29.05 1.125 0.637 245 515.58
484400716 40 7 40.12 37.O7 49.59 39 52 16 19 30,81 1175 0.687 288.821,81
A8¿t401016 10 16,81 33.1 9 1,25 0,762 357.258.83
Lo¡ /orirl¿.los rrli¡rlur¿s. Arrt't¡ lll

s t sT E M A A L U C U B ETA S, N E RV l*O,,!,P

AJsina
S0LUClOtaES Ell ¡tlcofF^t os 86 cm. CUBETA GIRAOA (7¡tx80 )

,4 b

SEPARADOR
NERVIO l2 cm.
soPAt{DA "..
ALUMECANO'r
COr{ BAgCULANfES

SOPANDA CUBETAS ,,'

SOPANOA ALUMECANO
CON BASCULAHfES
PORTASOPANDA 3,44 m,

ESQUEMA NERVIO
,:-
I
-T-
I
1itc.D.G
' I

tr
--^--
GEOMETRICOS CALCULO MOMENTO INERCI'
ANCHO NERVIO coG PESO PROPIO T/M2 SECCION EN T cml
EJE H cc A B c D E D1 o2 MACTZO
lt taEEAha
lxx
486200518 5 8,38 16,62 0,625 o,347 45.728,49
486200718 20 7 22.46 '14,08 34.86 19,56 8.84 I 8,16 0,675 0,397 58.431.81
486201018 10 9.8 20,2 0.75 0,472 80.770,03
486250518 5 10.44 19,56 0,75 0.415 78.191.16
486250718 25 7 24.64 19.73 36,63 24,69 10.75 21 .25 o8 0.465 97 131 72
4E6251018 10 11,53 23.47 0.875 0,54 129.314,76
486300518 5 12.43 22,57 0,875 0.475 123.846.61
486300718 86 30 7 18 27.9 25.28 39,78 29.64 12.68 24.32 0,925 0.525 150.868,10
4E6301018 10 13,36 26.64 1 0,6 194,439,02
486350518 5 14,38 25,62 1 057 185.100.05
486350718 35 7 33.97 31.02 44,4 34,3 14,62 27.38 1,05 0,62 221.193.97
A86351 01 8 10 15.27 29.73 1 125 o,695 278.658.04
486400518 5 16,33 28.67 1.125 0.662 264.341.51
486400718 40 7 42.12 37,07 51.59 39,52 16.59 30.41 I 175 o.712 310.872.72
48640't018 10 17.22 32.78 1.25 o.787 384 460.93
L¡s lort¿dos r¿titulLil¿t. Ak¿x} lll

S'STEMA ALUCUBETAS, NERVIO 20


EJE 88X88

AJsina
gOLUGIOHES EII EXCOfR¡DO6
88 cm. GUBETA 7¿rX8O

.d
SUPLEXIENTO
NERVIO I cm.
I I

I
b,c

PORTASOPANDA 3,52 m'

r '.¡
I
_l
- --,]
r-- -f
¡-\ + ---l-- _+ (.,DG a, ta
I "'on

,l -
,.
",
I
i
-^*l CALCULO MOMENTO INERCI¡
GEOMETRICOS
CDG PESO PROPIO T/M2 SECCION EN T cm{
ANCHO NERVIO r raEDih¡.
MACIZo lxx
EJE H cc A B c o E D'l D2
8,6 16.4 0.625 o,36 49.136.72
a88200520 5
14.08 36.86 19.56 9,07 17 93 0.675 0,41 62.827,27
20 7 24.46
a88200720 0,485 86.820,97
10 10,03 19,97 0,75
a88201 020 0.43 83.867,81
19.3 0,75
a88250520 I 26.ü 19.73 38.63 24.69
10.7
11,02 20.98 0.8 0.48 104.565,48
a8825ó72O 25 7
11,81 23,19 0,8 /5 0,555 138.040,G5
a88251020 10
12.72 22,28 0.87 5 0.492 132.691 ,31
a88300520 5
.F 1Q 41 .78 29,64 12.99 24.01 0 925 o,542 161.686,45
88 30 7 20 29.9
a88300720 0,617 208.463,22
't0 13,68 26.32
a88301020 0,59 198 151.79
5 14,7 25,3 1

a88350520 105 0.64 ?1,8 778 83


7 35.97 31.02 46.4 34,3 14,96 27.04
a88350720 35
15.62 29,38 1 19q 0.715 298.325,33
10
a88351 020 1.125 0,682
5 16.67 28,33
a88400520
a884O0720 40 i 44. 12 37.O7 53 59 3S.52 16.95 30,05 1175 0,732
0.807
332.430.06
411.048,27
10 176 32.4 1.25
a88401 020
Bibliograffa

'
La documentación básica y fundamcntal que nos tra permitido elaborar el presente trabaio. ha sido la experienc:ia acr¡mulacla de
más de veinte años proycctando y viendo construir estnlcturas de edifici:ción por tocla Esparia, El contacto clirecto con los profesio-
nales del sector en todos sus niveles, ha sido para nosotros una fr¡ente de conocirnientos impagables, sin los cuales, nunca hubiése-
mos podido escribir lo que hemos escrito Los errores y acierlos que hentos cornq:ticlo elt nues[ros proyectos, y que luego nos transmitían
los hombres que los construían como investigadores dc r-tn i¡rnlenso laboratorio, ir¡n resultado ser cle un granclísirrro valor,

Nos hemos podido dar cuenta de que los lollctos publicitarios de las casas comerciales del sector, constituyen una auténtica
historia
viva de la evolución y conocimientos del arte cle corrslruir las estructura:.

Sin embargo, n<¡ rcsulta posiblc: cxpolrer toda la infornr¡ciólr rncrrcion.lcla ar)Lcriorrnente, etl Un trabajo (je esta natUfaleza,
Sin fil_
trarla, contrastarla y documentarla previan'lente. con el obieto cle intentar clotarla en la meclicja de nuestras
fuerzas y conocimientos de
la mayor solidez científica posible, con una bibliografía aclecuacla. Algurras de
l.rs referrcncias bibliográficas que figuran a continuación,
confesamos con pesar, que no lian podido estar a nuestro alcance clirccto pues se aciivina fácilrrrente,
la iinpos'ibllicJacl física de que
así haya sido, aunque confiamos plenamente en qrJe cle una manera inclirecta sí lo lraya
estaclo, a través de la clocumentación real que
hemos podido maneiar, que ha siclo sunranlente extensa, y que hacían mención r,,
se ocupaban de los temas tratados.

'lndependientemente de las citas bibliográficas que figuran a continu¿rción, cuando se han estimaclo que lirs mismas eran
ta relevancia etl rluestro trabaio, las hemos hec:ho figurar eu nucstru cle cier-
exposición; inc[lso a vcces, tal cualiuuron elaboradas original_
mente con los correspondientes perntisos de sus aul.orcs y por supuesto.
ciránciolos ampliamcnte.
o La documentación
más importante consultacla y manejada, sin lugiir a clurcla,
ha siclo los có<Jigos oficiales, espccialmente los es-
pañoles, americanos y europeos c{ue figuran
a continuación.

- EH-Ó8 a9l"lnstrucciónparaelproqectoyt Iaejecucióndeobrasdehormigón,¡t1


nrüs(toartnado,, , Ministerio de Obras publicas y
Transpor_
te, Secretaría Ceneral Técnica, Servicio cic publicacioncs.
- EHE-98 "lnstrucción de Hormigón Eslructural', , t\,{inistcrio
cle Fome¡rlo.
- "L¿ EHE explicada por sus qutores", (LEy
FOR_ Siglo fi 2000)
- ACI'3 l8-50 a 99 "Building code requeriments
for structural oncrete" , (Detroiil,
Normas de Francia (BAEL-g1 ), Brasil (NBR 7197 g
NB 2000), Portugal (t{EBApr, Argentina (ctsROC),
Alemanja (DIN I 045), Inglate_
rra (BS 8ll0), Suiza (SIA ló2-89t.

cEB-FlP Código Modelo CEB-FIP 1990 para hctnnigón estructural,


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NormaTecnológica de IaEdifiwción NTE-EHR.
Estructuras de Hormgón Armado. For¡ados Reliculares,
Ministerio de obras publicas y Vivienda, Servicicl
de tublicaciones, (Maclricl 19731
EF-88 a 96 "ltts|ruaión para el Proqecto g Eiecucion de
for¡ados unidireccionales de ftorntiaóu annado 11 pretensado,, .
Nota: Las ilustraciones y comentarios clel Cateclrático
de la E.T,S.A. cle Maclricl, Iosó Luis cle Miguel, relativos
norma española sobre los mis¡nos EF_9ó han sido a los foriados y la
consiclerados.
NBE-cPf 199 I "Nornra básica de ta edificación sobre condiciones de protección contra itc'undios
tn los edificios,,, Ministerio de obras publicas y
Urbanismo, (Madrid I 99 I ).

NBE-AE 88 'Nomra básica sobre Pv;ciones en la Edificación", Ministerio de obras Rilrlicas y urbanismo, (Madricl 1994).
.
El presente trabaio no se hubiese podido cscribir, s¡ clurante el tiempo en el que se ila ido nladLlrando
el rllislno, no hubiésemos
podido .ont., con las magníficas publicaciorres clel profesor l. Calavera y su equipo de lntemac, analizando todos los aspectos que
tienen que ver con las estructuras de hormigón.

- Cátculo deFlechas en estructuras de hormigón armado,l. Calavera y L. Carcía Dutari, lntcmac.

- Cátculo, construccíón g patología de foqados de edificadón,1. Calavera, Intenlac, Marias etliciorres / l98B).

- Patología de estructuras de hormigón urmado y prelensatlo. l. Cal¿rvera, Intemac.

- proyectogCálculodeEstruclurasdeHormigón,l Calaver¡r,lntemac,(Variasedicioncsi 19991.

pero al margen de los libros mencionados, se harr c:onsultaclo infinidad de artículos, cr-¡adertros y cursos, disponibles todos ellos
en lrrtemac.
con nuestro trabaio, como los dedicados a la
De toclos ellos, especial mención mcrecen los que tienen que ver rnuy directamente
cuaderno dedicaclo al fuego de I. M. lzquierclo, el dcdicado a los
flexibilidad, deformación y patología de los forjaclos dc E. clelValle, el
de alta rcsistencia rle c. Gonzálcz-lsabel, cl libro dc tecnología
plazos de desencofrar ae l.'rur Fernández, el libro sobre los hormigones
falleciclo), ctc, etc; y los quc tarnbién ha firmado el propio
y propiedades mecánicas del hormigórr cle A. Delibes tilesgraciaáamcnte
J. Calavera.

. y cclicionr:s del c[ásico nranual sobre el Hormigón Armado'


También han resultacjo ser de gran ayuda, las magníficas succsivas
cle vcr la luz l'r úllitrra (14) cn el 2000'
publicadas por Montoya, tr,tescguer y Morán cn la eclitorial G.G., acabanclo
publicado en tres
De igual forma, se ha consultado cl rnagnífico trataclo
sobre le Hormigón Armacio y Pretensado de Alfredo Páez'
otio espléndiclo marlltal sobre los mismos temas de J' Murcia'
tomos por la editorial Reverte en los años-gO; y, más recientementc,
A.AguadodeCeayA.R.MirríBemat,publicadoporEclicionesUPCCataluria'
referen-
El coniunto dc libros (ó t<¡nlos) sotrre Esrructrrr;¡s de
l{ormigón de F. Leonharclt cle la ecljtorial ATENEo-1973' ha sido una
cia constante Para nosotros'
ya ci'
y a¡:licaciones cle los torjaclos reticr-tlares, al margcn de la bibliografía
Todo lo relacionaclo con la historia, formas y evolución
tadaanteriormente,Sehapodidoescribirconlassiguietltesrefcrencias:
- Aftds I CongresoNacional de1ístoria de Ia constrtrccicÍl GEHOPU, CEDEX' llH' 199ó
del

- Nquitecturapopular española, L' Feduchi' Erjitorial Blume' 1975


- Cálculo en rotura de losas fungiformes' l' Marisurny' UPC' 993' I

l9ó7
- Cómo debo construír. Manual práctico de constnttción eclifícios, P Benavent de Barberá ' Bosc:ir casa Editorial'
cle

Valencia' 1993
- construcción en los inicios de laRettoluciónln¿lustrial, l. \l l\lagro, universidad Politécnica de
- Construcción-Manuales, Editorial tslume' 974 I

- Curuo de hormigón pretensado según laEP-80 aplkatilt al cálrtúo de foriados, L. Felipe Rodríguez' coAM'
1982

- curso de mecániu y tecnología de ios edilkios arttigtros, r'arios aLrlores, coAM' 1987
- Cursos sobre foriados según Ia EH-98, L' Felipe Rocirígtrez' COAM
- Diuionaio de IaknguaEspañola,Vigésima primera eclición, Rcal Academia Esoañola' 1992
- Dime cómo conslrur¿ó, D. l. Brown' l¡roussc
se

-üilicaciónconpre[abriudosdehormigón,variosautores'IECA'199ó
- üifiución, E. Mandolesi, CEAC' 1978
1990
- El hormigón armado en la construccíón arquitectóulca, D. Pellict-'r, Editorial Bellisco,

- EI hormigón armado,Tectónica, núm. 3, E' F Crinda, A.T.C. Edicioncs,


1998
- Enciclopedia de Ia anstrucción, 4 tomos, l. del Soto Hidalgo' l9ó0

. Entrepísos sin vigas,shtaerman-lviansk i. Editoria l lrltercielrcia

- Espacio, tiempo U arquitectura, S' Giedion, Editoriai Dosat' 1980

- Forjados de edificación, L. Mllegas y otros autores, UPC, 1987 y 1998

- Forjados unidireceionales de hormigón armado, A Valleio v A. Mas, UPI 1997

- Forjados g losas de piso, G. Lozano Apolo, Ediciones C.L'A.' 1977

- Histoia de la arquitectura moderna, L. Benévolo, Editorial C.C , 197 4

- Historia de Ia Arquitectura, l. Cympel, Editorial KÓnenl¿¡rrrr, 199ó

- Historia de Ia rnnstrucción arquitectónica, A. Castro Vill¿lba, Universitat Politécnica de Barcelona, 1995

- Historia de Ia construcción mediwal. Aportndlnes, A. Castro Mllalba, Universitat Politécnica de Barcclona, 199ó

' Historia de la construccidn, varios tomos, F Ortega, Universidad de la klnlas, 1993

- Historia dibuiada de la Arquitectura, t3. Risebcro, Ccleste Ediciones, 1979

- HormigónAcemenloarmado.Mi sistemaqmisobras,l. E. Ribera, lmprentadcRicarcloRoias, 1902,

- lndustria y Arquitectura, varios autores. Edicioncs Pronaos, I 99 I


- lndustrial Archeologg, N. Cossons, Edirorial B.P, lS75

- Ln construcción de Ia arquitectura.Técnka, diseño q estilo, M, Fostel Editorial Blumc, 1983

- La construttión de la arquitectura,3 tomos, I. paricio Ansuatcgui, ITEC, lgg3

- Ln, arquitectura del ingeniero, C. F. Casado, Editorial Dossat.

' U¡ construcción de los edificios. Albañilrlrírt g honnigón armado, C. Bar-rcl, Editorial Par.rninfo, 1980

- L*t fdbricu Ceres de Bilbao. Los orígenes del hormigott annado en llizkata,l. Roseil y I. Cárcanlo, 1994
- l¿ betón armé,P. Chistophe, 1902

- Los forjados reticulares, E Regalado Tesoro, (}PE lrrgenieros, S.A., 199 I

- Los forjados, L. Felipe Rodríguez, UNED, l98S


- Manual NDEPLA, L. Felipe Rodr'rguez, 1997
- 'Prefabrkados', Tectónica, no 5, 1995
- Rnzón y ser de los tipos estruclurales, E. Torroja, l. E. Torroia

- Recomendaciones para la eiecución de foriados unidireccianales, varios autores, I.


E. Tonoja, I99 I

' seccions i sostres sense bigues de


formigó armar, Margant i Buxadó, upc, l99s
- 'lbctónica, no 3, E. G. Crincla, 1995
- Teoría g práctiu del hormigón armado, E. Mórsch, Editorial C,G,, l95g
- Trabajo de fin de carrera, A. sánchez oftiz, universiclacl politécnica de Alicante, l99 j
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. B. lr,lacNlillarr, Eng. Ne.u's,Vol. ó3, N" l3' (Marcir l3' l9l0)
'AC.ompansonoÍMethodso|CompulittgtheStrengt[tolFlatReilrforcedPlates','A
,,Methods|ortheComputalíonofReinforcedContrelellatslabs'',L.F.Brayton' Eugl. Ncrrs, Vol. Ó4, No 8, (Augt¡st 25, l9l0)'
heory and Design ol Concrete and lleinforced Concrete
"Concrete: Plain andReinforced" Vol. I , F W Taylor' S E' Thompson' and E Smulski, T

Structures,4th ed., Wiley, (New York 1925)'


.'staticalLinitationsuponthesteelRequiremeurirrReirtforcedConcreteFtatsla.bFkrors"'lR Nrchols'Tr¿ns'ASCE'vol 77' l9l4'
,.lvlomenls and Stresses in Slabs" , H. M. Westergaarcl .rncl W A. Slater. Proc ACl Vcrl l 7' 192 I '

,,Testsof
aFtatStabReinforcedwithwetded\)'lireFahrii',J'o lirsa,M.A'Sozen'andC Psiess'lsfrucf'Dív'ASCE'Vol'92'N"sT3'
(fune l9óó).
,'Test
of aConcreteFloorReinforcedinTw,oDirecliotls,,, Pror. ACl, Vol. 8,
l9l2
in \\i A siater, A. lJagner, and c' P Anthcs' Technol Pap' Bur'
- .,Tests
of a HollowTite and Corcrete Floor Slttb Reittlorted
Tw,o Directiorr-s",

Stand.,Vol.16, 1923.
a Hollow Tile attd Reiufttrcetl c.ottcrett Flttor ol Arlingtou Bsi[dittct.
\&'ttshitrgton, D C.', L. i Larson and S' N Patrenko'
- ,,Loading Tests of

Technol. Pap. Bur. Stand., Yol. 17, 1924


t[tt Strp¡torting Cr¿it'r-i"' H \1 \\/estc--rgaard' Proc ACl' vol 22' r926
"Formulas for the Design or Rectangular Floor Slabs ancl

P van Buretr' Proc ACl Vol 32' tlarri-r¿rry-Febnnry 19361'


"slabssupported onFoursides",l.D¡ Stasio ¿ncl 1!1.

el tema y'
. El capítulo dcclicado al estuclio dc las cuantías, ya se nrerrcionan en
cl rnisnrcr las esc¡isas refercncias c¡uc existen sobre
y los trabajos de l' Gencsca'
qu* .u"niii"tío. .l"rt".ancio la Tesis Doctc:r¿rl cle lcsús Gótncz'
todos ellas, de carácter más cuaritativo
c;rpítulo ptrede sc-r
conrercialcs, especialrnentc los cle l¡ c¿sa l.N No obstallte' el me'cionado
Han siclo de gran ayuda, ros folletos ayuda prestada
o.rtienclo ¿" L,rrt',uios Jrrevios del autor y cle la v¿rliosa
considerado a efcctos prácticos absolt:ranren,.-;;,*;,;l "no,
por los técnicos d. h il;;;; constructora ECISA, l. L. Valiente y Pcdro Iulián
y reti-
resueltas con placas macizas
y cálculo de las estructr.rras cle edi{icación
. para elaborar los capítulos declicados al análisis
Vicente Castell' Ángel Herrero
y carios Fer-
con la valiosa ayuaa ae toi ir,lcniercrs ,1" cwr rt.,g*ui.-r.r., 5 A.:
culares, hemos contado
nández.
par;r clemostrar que los foriaclos reticulares
admitett
de Miguel Ángel cil, servilla - lggg como corltrastc 1,guía
L¿ Tesis Doctoral
plano. tra terriclo para rlosotros un valor incalc.ulable
una discretización por emparrillado de
Rueda' 1983)' iunto con la monografía
depuentes de Hornígóncle Avcli.o Samartírr tEclitorial
El libro cálculo deEstructuras
(1977) y el
en Ho'ntigón v Acero No 122
arir'iirrripi er método au o^'i"oor¡,tttn¡opr-rblicado Numéri-
ooottt' publicado por el c'
Manterora cdrrLdo l' de Métodos
crer (r98r), er trabaio cie r.
po, ¿ rrl¿toii ie tis eremenkts¡i,r¿torl'áe' u- stt;t'o
magrífico ribro de carcio' ae es:tr:ucturas 'li Jcti'ntesor o C' Zienkiewicz' de la Editorial Reverte ( 1982)'

,r-iiri, a, Ios elementosliniü,


cos en lngeniería (u. c., r9g2\,
p ysu anre.cesor
pilares tun¿ot"nLfts para los nrelrcionados capítulos'
han sido unos
placas son infinitas' algr:rras dc las cuales
que existen sobre el análisis cle estructr¡ras con
Al margen de [o anterior, las refererrcias
se mencionan a continuación:
pseudo-slab bndge delts, R West, C.A.C.A.
. Remmmendations on the uso of gritlage analgsís for slab and

.Theuseofagrillaqeanalogg|ortheanalysiso|s;tabanapseudo.slabbridgedccflsR'\\/est.C.A,C.A.,Researchrcport2l.
-Alatticeanalogt¿¡orthesolutionofstressproblenls,D.McHerrryl.lrrst.CivE'rrg'21'
ACA rechinicarreport 42 5r0' (Asosto re75)
,r^^u'u1ln,,"J'^,Crark ,t \\¡esr, c
;;';r:f,n":;;,!,:,i:;;'-'oiií#o',lli,!,,' u',^lilf de puente de hontúqón
pretensado" ' l' M' CalzÓrr' l' Manterola'
l L Mlte-
- ,'studio experinentar en modero reducído- rri - de un tramo
escara

Acr toun'¡atVor 72 Nor0 re75


A'en'pD¿na'D A Pecknord
" rix*'::J:t;l;:,:,iii,,)^i^'rl,\,)'i;fiJll?"f'::iH
A'Cj'lournal'Vol 74 N. 7' [977'
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H. A]lelr, P D¿rrvall' A.C.'1. luurlral,
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. ,'Lateral load efiective wídth of flat plates u,ith drop panels,, ,fl
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s' T' Anrler' concr¿te' No 8'
,,The reínforcement of slabs iitaccordance wíth a pre'dererminert fíeld of
- Discussion of
I 9ó8
T. Armer, proc. rnst. Civir Eng.,Vor'
4r' (octubre l9ó8)
,,r)Itímate load testsof slabs desígned bg the strip method,,,G, s.
.- (trad al español de Canal' I M ' Taúlas
gare; technihí litertttuny'Praga' l9ó4 ' c'
^rabutku provqpocet desek a sten,,n.
stótní ntakradaterství
- revisada por Kappehnacher'
z' cálción
para er a^curo de pracas rl vígaspar.ed..B"r."r"." Ecritoriar cu*r""'iii,'iózó, "tprit¿u'
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- "The reinforcement of slabs in accordance v,ith tt pre-detemtined
field of mttments" , R. H, Woocl, C.onuete, No 2, lgóg.
- "The theory of the strip metñod
for the desiqn ot' slabs" , R. I L Wood, C. S. T. Arnrer, prLrt. I¡rsl. Ciui/ F.ng.,yol.4 I , (Octubre, l9óE).

'e Para el capítulo dedicado al rnétodo de los pÓrticos virtuales, existc en la literatrrra técnica, especialmente en el ámbito anrerica-
no, una bibliografía que espanta, la mayoría de ella irlrreces¿rri¿ttnentc rcpetitiv¿t l, con variaciones irrelcvantes en el tratamiento de un
método que, aunque posce un valor pedagógico v de control absolutamcnte ilrcuestionable, resulta ser aproxinraclo y muy limitado para
aplicarlo a las situaciones realcs del proyecto.

De hecho, los libros de l. Calavera y Montoya, jurrto con los códigos oficiales v¿r citaclos, bastan y sobran para comprender las esen_
cias del método y sus particularidades principales.

hra comprender los factores que influyen en las reclistnbución de esf r¡erzos, l.r Tesis Docloral de Honorino Ortega, (Valencia , 1998),
publicada por ACHE (2000) es rnagnífica.

Los libros y códigos ya mencionados, han sido también la basc fundamental clc referenci;l y apoyo de los capítulos declicados al
estudio y análisis tle las vigas dc borde (zunchosl, y clel c:apítrrlo dedicaclo al c:ort.rnte y ¡:unzorr:rmiento.

Con relación al tcma del punzonat.I.lietrto, destacamos por su irnportal'lcia, los recjcntes ensilyos publicados por el ACI STRUCTU-
RAL IOURNAL, Vol. 97, No 3, Mayo-iunio, 2000, "Punching Strcngths of Flal Plates r,vith vertical o inclinecl stirrups" cle Denio R. Olivei-
ra, G. S. Melo y Paul E, Regan; y en elVol. 9ó, N':' I "Reinforccd ConcreLe slab-colunln EcJge Connections with opcnings" de Ehab
E El-Salakawy, M. Anna Polack y M, H. Solirlan.

A pesar de que muchas de las referencias ya citadas con anterioridaci sc ocupan tanrltién cie los pórticos virtuales, vigas de borde,
coftante y pttnzonamiento. hatr resr,tltar,lo ser de especial ayuda las que figt,rrarr a continuación, y entre ellas dcstacarnos el libro de Winter
y Nilson en sus sucesivas cdiciones.

- "Tablas para Ia comprobación a punzonamiento por el método de /a EH-80", F. Morán Cabre, Irrlorm es de la conslruccion, N') 340, (Mayo 1982 ).
- "ComprobaciónapunzonamientosegúnlalnstrurciónEspanola EH-80',ll Jinlénez \,lontoya, lnlormesdelaConstruccidrr, No 342,1982.
- Cálculo Práctito de trstructuras de EiiÍitios en llormigón Armado. 12TomosJ, A. Fr-rentes, fditores Técnicos Asociados.
- Nuzuas bases de cálculo del Hormígón Annado, A, Fuentes, [,ditores 'l'écnicos Asociaclos.
- Hormigón Armado, A. Guerri¡i, R. C. Lavaur, Ph. Lecroix, Editores Técnicos Asocjados.
- DiseñodeEstructurasdeConcretoconformealReglamentoACl-318-8:l,L.ditorial Linrus¿l.
- Prouecto de Fstrucluras de Hormigón, Winter, Nilson. Editorial Revcrte'

- Losas de Concreto Reforzado, R. Park, Vl L. C¿rmbie, Lditori¡rl Lirnusa, 1987.

- Progecto y aálculo de estructuras de hormigón,2 I'ols., lntemac, tlvladrid t999)

- "Dalles, structures planes" , CEB, iloletín núm. Ó7, {París l9óU).

, "Non linear análisis and design of uncrete s/aús", CEB, B<-rletín núm. I 53, (Pavía l98l t.

- "Applicationo[theFiniteElementMaedtoTwo-dimens[onalRCStrur:tures",CEB,Boletinnúnr. lS9,lPraga 1983).


- Concrete slabs. Análisis and design, R. I. Cope, L. A, Clark, Elsevier, (Lorrdrcs 1 984)

- "Moment rotation charactenstics of flat ptate and cohtmn sgsk'/rs", l. F. Mulcahy, J. M. Rotler, ACI lorrnral, (Marzo-Abril 1983).

- "M1ment transfer between slab andedge colwnn", B. Miaya Rangan, A. S, Hall, ACI Torrnrai, tlrlarzo-lunio 1983).

- "DeÍlection0f two-wa1reinforcedclncretefloorsqstems:State-of-theartRepor|", Commtttee,ACl 43t 1979.

- "practinlcalculaLionoftwo-wayslabdeflections".A.scanlon,D.WMurray,Conrretelnternttlional.tNovemberl982).

- "structuraldesingguidetotheAClBuildingCode",P. F. Rice, E. S. Hoffman, Var¡ Nosfrarrd, (Ner,vYc¡rk lc)79).

- "Transfer o[bending moment between ftat ptate floor antl colun]l'4",l. Di Stasio, M. P Van Buren, ACI lournal, (september l9ó0).

- "shearheadreinlorcementlorslabs", N. M. Hawkins, W G. Corley, ACllournal, (Octot¡er l9Ó81.


"}hear ín ", N. M, Hawkins, Vú G' Corley, Amencan
- "Moment transler to columns in slabs with shearheatl rentforcemenl" , refuforcetl corlcr¿le

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- Manual prdctico de los foriados reticulares' F. Regalaclo, I 991.

- Concretestructures:EurocodeEC2andBs6ll0Compared,R.S.Narayanan,S.B,Tit:tz¿¡rrciP¿rtners,LongrTrallCrotrpU'K'Limited'
1994
..para elaborar el capítulo dedicado a las deformaciorres, henros cont¿¡do como cjocumenlación básica principal: El libro de
I. Calavera y Dutari, ya mencionado, la Tesis Doctoraldc L. C. Dr¡tari
dedicada alcálculo cie flcchas en los foriados reticulares por el
a cste tema, y la monografía
método cle los elementos finit"os y el método de los pórticos virtuales, el Boletín no clel clEHo dedicado
Cutiónez y A. Rccuero.
No 376-37T del l.E.T. escrita por l.l. Avarez, F. Baqrredano, I.P

parliendo de dichos documentos básicos, hemos buceado otros aspectos relacic¡lrac.lcls con las deformaciones qtic se el]cuentrarl
en las siguienles referencias:
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-Para escribir el capítulo dedicado al fucgo, lrcrlrtls crrr¡rlcaclo rrrra bibliografÍ.r no nruy extensa, pllcsto qrie nos hemos centracio
básicamente en las tres Nornras Oficialcs dc aplicación en España: EHE-98, Eurocódigo-2 y NBE-CIP/1991.

Tambión nos hatr servido de base y guía, los escritos y conferencias irnpartidos por I M. lzquierdo de lntemac, cspecialmente el
Cuaderno dedicado al fuego.

Como referetrcias bibliográficas destacadas de este ctr¡lítulo sc citan las siguierrtcs:


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Etfects of Crecp, Shrinkage and Tenrperature in concrete stnrct.ures

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que ver con los foriados reticulares' se ha obtenido


.Todo lo relacionaclo con la construcción y detalles constructivos que tiene
de Honnigón Armado cle l' Calavera
(lntemac)' del libro Biálio-
de DctailesConstructivos en obras
básicamente de las obras reales, clel Manual
por cYPE, y cle los lollctos p'blicitarios cle las casas comerciales'
teu de Detnllesde B. Farré y F. Regalado publicado
el artículo de l' Catalá'
sobre puntales clel Corrgresc¡ clc ACIHE en sevilla 11999);
Ha sido de gran ayuda la ponencia cre F. Morán
"Transmisión cle cargirs entre foriados' durante el proceso construc-
Moragues y v salor publicado enHormigónu tu¿r, con el título
l. I.
cle l. M. Femándcz (lntemac)'
la Tesis sobre los procesos de tjescimbraclos
tivo: Medidas rearizadas en obra,,; y también,
que estuclian y tratan todos los aspectos tec-
[o expuesto, en el presente exist-er] magriíficas rcferencias bibliográficas
No obstante
hormigón annado y pretensado'
nológicos relacionados con las estructulas cle

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- ACI Commiltee 2l5, "Considerations for Dcsígn of Concrete SLructurrls Subjecled lo Faliqutr Loading" , ACI Manual oÍ Concrete Praclice, Part '
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- "Fatigue of Concretestructures" , CEB, Bulletin d'lnfornration No 188, (Septienrbre 1988)

- Manual de Ferralla,l. Calavera, E. González Valle, I. I:crn¿indez Cómez, F. V.rlenciano, Coedición INTEMAC-ANIFER, 1999

- ',Rewmmendations for spacers, chain antl tqnq of steel rttinfocemenl", CEB, Tr¿lcilr<:< itirr cspañ<.rla dc-l GEHO, Bolctín No 9, (Noviembre 1992)'

- "Toleranciasenlannstruuíóndeobrasdehonnigón",Cusdernosdelnlemac, N'r 18, l2f trinrestre l995).

- "placing reinforcing bars" , Conlorms to 1977 Ar-l liuilding coda und 1980 Suppl¿nlc,ll. Concrcte Reinforcing Steel lnstitute.

.'El capítulo l3 cledicado a la patologiri se ha escrito basánclose cn la infinidad de constrltas de textos y artículos, dado
quc es un
tcma qr,e .acla vez más está atrayencio a'infini,l,lci clc- técr¡icos c investigaclores; nc) obstanl-e, hemos procttrado ¿ipoftar aspectos ab-
solutamente originales, deducidos cle nuestra cxperierrcia con obras rcale:j.

El lexto sobre patología que rros lra serviclo dc referencia y guÍa, cs r:l cil¿rclc-r .¡nteriormente del profcsor l. Calavcra, iunto con las
siguientes refcrencias bibliográficas:

- P\puntes dePatología gTerapéulica del Hormigón I, M. Cenesca, Colcgio de A¡r.rrciadores'

- Fisuras g Crietas en morteros q Hormígones. A. loisel, EdiLores Ti:cnicos Asociacicls.

- Vsiones en el Hormigón, E. B. Crarrau. CEAC.

- Cuno de Patología,lntemac, (se actualiza arlr,lalmente).

- Patología de Estructuras, M. Fernárrclcz Canovas, Ciolegio de lngettiero dc C;lnrirros, Canales y Puertos' 1998.

- Prevención g soluciones en patología cstructur¡l dt la edrficatiótr, M. Muñoz I lidalgo (Sevilla l99l ).


- "Concrelo armado en zonas sísmius" , f . Crases, Diuis¿r (Caracas 1987)'

- Earthquake haznrd reduction:Tecftni6¡il upabitilq,-U.5. pcrspeclive-,Y.v Bertero, \\'orkshop <.rn Urban Hazards Rcduction, Shimizu, (Japón

1988).

- "Shear transfer across nw and existino ancrete interfaces" , R. A. Bars, R. L. Carrasquillo, I. O. Lirsa, ACI Slruclural lournal, Vol. 8ó, No 4,
(Detro¡t 1989).

"Fult s6¿le field test of a blast raisLant structure" , E. H. Bultmartn, Structural design lor ha:.ardous loads, Ed. FN SPON Ltd., (London 1992)

Earthequake-raistant design for engineers and archileds, O. J. Dowrick, lonh Willcy and Sorls Ltd. Ed., (New York 1992).

Pathologtl in aerlhquake resistant facilitis and necessary therapu, V V Bcrtcro, Congreso CON-PAT 93, (Venezucla 1993).
"DurabilitA of rcncrete structures. State of the Art Repor|" , CEB, Conlite Euro-lnternational du tscton, (París 1982).

"Working guide for durable cnncrete structurc. Protection of reinforument", CEB, Comite Euro-lntemational du Beton, (Copenhagen l9E3)
"Use of epoxA compounds wíth wncrete" , ACI Connittee 503, American Concrctc lnstituLe (Detroit I 99 I ).

Manual para diagnóslico de obras deterioradas por corrosión de armuduras, (1. Andr.rcle, Ecl. Pini, (Sau Paul<.¡ 1992).
"lnqeuión de fisuras cnn foruulaciones de resinas epoxidicas", GEHO, (Madrid l9g9l.

Técnicns avanzadas de anluación estruclural, reñabilitación q refuerzo de estructuras,lECA-Levante, Valencia y Murcia, 2000

¡Y finalmente queremos acabar diciendo que, puesto quc


nuestro trabajo no aborda el campo estricto de las losas prctensadas, lo
poco que figura en él se ha expuesto en relación a las dos únicas obras que henros proyechdo
ton .rt" tipología estructural y el estu-
pendo trabaio del cquipo dirigido por el profesor Antonio Marl, "Manuales de la ATEp:
Recomcrrclaciones p"rull proyecto y construc-
ción de losas pretensadas con tendones no adherentcs H.P9-9ó". Recornenclamos vivanlente la
magnífica bibliogratía que figura al final
de dicho manual, para aquellos que se animen y deseen aclerrtrarse en este cantpc), jnadecuaclamente
explorado en el ámbito de la edi-
ficación española.
Biblioteca Técnica
de
cYPE,ro=nrERos

1. - Memoria de cálculo genérica


para estructuras de hormigón.

2.- Breve introducción a las


estructuras y sus mecanismos
resistentes.

3.- Forjados, los elementos


estructurales horizontales.

4,- Los Pilares: criterios Para su


proyecto, cálculo Y reParación.

5.- Cortante y punzonamiento: teoría


y práctica.

6.- Los forjados de aislamiento o


sanitarios.

7.- Los forjados tradicionales:


forjados unidireccionales.

8.- Los forjados reticulares: diseño'


análisis, construcción y patología.

9,- Criterios Y tiPología de los


edificios de gran altura.
'lO,- Tipología básica de estructuras
y patologías en la edificación.
Biblioteca Técnica
de

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