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hispanique médiévale
García Martín José María. Evolución del objeto directo preposicional en la tradición textual de algunas obras castellanas del
siglo XIII.. In: Cahiers de linguistique hispanique médiévale. N°17, 1992. pp. 47-86;
doi : https://doi.org/10.3406/cehm.1992.1077
https://www.persee.fr/doc/cehm_0396-9045_1992_num_17_1_1077
EN LA TRADICIÓN TEXTUAL
DEL SIGLO
0. Introducción
2) Entre los varios intentos de definir el valor del objeto directo preposicional
descuellan los que descubren aquél en : (A) el deseo de romper la ambigüedad
existente dentro de la oración (la preposición sirve para distinguir el objeto
EVOLUCIÓN DEL OBJETO DIRECTO PREPOSICIONAL 49
directo de otro elemento oracional), tal como defienden Diez (la cita está
tomada de Reichenkron 1951, p. 342), Brauns 1908-1909, pp. 68-69; Hills
1920, pp. 218-219; Alarcos 1978, p. 115; Müller 1971 y Weissenrieder 1985;
(B) el dativo de interés como raíz histórica de este giro, que es la tesis de
Meyer-Lübke 1899, III, p. 771; Gilí Gaya 1970, p. 9; Vega 1980, p. 350;
y Dietrich 1987, p. 75; (C) el valor locativo de la preposición, idea que tiene
su paladín en Kalepky 1913, pp. 359-360; (D) la analogía entre los
pronombres personales átonos de primera y segunda personas del singular en dativo
y acusativo extendida a los tónicos y a otras subclases de palabras
sucesivamente, como razona Meier 1948, pp. 130 y 142-144; (E) el carácter individual
del objeto, que es lo que afirman Niculescu 1959, pp. 180-181 y 185; Pottier
1960, pp. 673 y 675; Charaudeau 1970, p. 43; Molho 1980, pp. 222-223;
Iordan / Manoliu 1972, I, p. 235; Martín Zorraquino 1976, p. 565; Monedero
1978, pp. 289-291; y Manoliu-Manea 1985, p. 294, n, 3; (F) la determinación
del complemento, como supone Roegiest 1979, p. 54; (G) la animación, teoría
auspiciada por Molho 1958, pp. 212-213 y 218-219; (H) la distinción entre
persona y cosa, tesis que encuentra formulación estricta en Vallejo 1925,
pp. 117-127; y Fernández Ramírez 1963, p. 278; (H') la contraposición entre
agente y paciente, idea defendida en Síawomirski 1989; (I) la topica-
lización del complemento, como aparece en Rohlfs 1971, p. 332; y Pensado
1985; (J) la condición presente en el objeto de ser agente (la actividad
potencial), opinión a la que se inclina Roegiest 1980, p. 148; (K) la indicación de
un determinado «rango» en la jerarquía actuante en un acto de habla concreto,
idea lanzada por King 1983, p. 401; y (L) la propiedad de tener una transiti-
vidad alta, según criterios como propio / común, humano o animado /
inanimado, definido / indefinido, etc., en la línea de la gramática prototípica, como
quiere Kliffer 1984, pp. 199 y 209. Hay, por fin, autores que no conceden
a la preposición la categoría de marca funcional, ni siquiera sobre la base
de una restricción sintáctico-semántica como las que tenemos en la lista
anterior, y la limitan a fenómeno ocasional, que se produce para dar expresividad
o énfasis al complemento o para destacar alguna circunstancia de orden
pragmático; cf. Spitzer 1928, pp. 428-431; Hatcher 1942, pp. 423 y 428-429;
Pottier 1968, p. 94; y Monedero 1978, pp. 288-289, o Laca 1987. Abundan
quienes ven ese valor fundamental del objeto no en una sino en varias nociones
básicas : así, Hatcher 1942 (que añade a las ya indicadas la individualidad
y la especial dignidad del referente del complemento), Pottier 1968 (quien
suma la eficacia de la acción verbal y la singularización del objeto a la
expresividad), López García-Molins 1973 (que integra la ambigüedad, la analogía
en los pronombres, la dirección, la potencia en la actuación y la independiza-
ción del objeto), Roegiest 1979 (que, junto a la determinación, tiene en cuenta
la animación — los dos factores que considera Cano 1983, p. 69 — y la
actividad potencial) y Dietrich 1987, que al dativo de interés une la naturaleza
dual en la relación sujeto-objeto, por poner algunos ejemplos.
50 JOSÉ MARIA GARCIA MARTIN
1. Problemas textuales
1.0. Dotaciones
3) Cf. Menéndez Pidal 1971, I, p. 193; Kasten 1957, pp. 20-25; y López Morales
1974, p. 282, n. 7. La edición empleada en las citas es la de Kasten.
4) Cf. Menéndez Pidal 1971, I, p. 211; y Vanderford 1945, pp. XLIII-XLIX.
La edición usada en las citas es esta última.
EVOLUCIÓN DEL OBJETO DIRECTO PREPOSICIONAL 51
5) Cf. García Solalinde 1916, pp. 123-128, sobre todo la p. 124; y Menéndez Pidal
1976, p. 183. Me baso en esta edición para las citas.
6) Para las peculiaridades que encierra la transmisión de un texto medieval
en el dominio hispánico, cf. López Estrada 1979, pp. 39-84, y Blecua 1983,
pp. 157-168. Si nos situamos en el terreno específico de las variantes y de
su valor para la filología en sentido estricto y, a través de ella, para la historia
de la lengua, es precisamente su testimonio el que me va a permitir emitir
alguna hipótesis sobre la trayectoria del fenómeno al que consagro este
ejercicio comparativo; dentro de este enfoque, pueden resultar de utilidad las
siguientes obras : Blecua 1983, pp. 47-57; Cerquiglini 1989; Kraft 1990,
fundamentalmente las pp. 39-58; Kleinhenz 1976 b (básicamente las contribuciones
de Vinaver, Castellani y Roncaglia); Roudil 1967, pp. 13-16; Roudil 1986, sobre
todo las pp. 171-382, en las que ejemplifica cómo ha de procederse al hacer
el inventario de los diferentes tipos de variantes; Roudil 1988, pp. 696-698,
donde insiste en los fundamentos teóricos de la actitud adoptada en la obra
anterior; y Roudil 1989-90. En general, el criterio que he adoptado ha sido
el de aceptar todas las variantes que puedan tener sentido dentro del contexto
en el que aparecen (cf. Vinaver 1976, p. 159; para la noción de contexto,
cf. Roncaglia 1976, p. 242), si bien no se puede despreciar la advertencia
de Castellani : «The unusual should be considered with suspicion. Nine times
out of ten, an oddity should not be attributed to the author, but to the
transcriber» (ibid., p. 173).
52 JOSÉ MARÍA GARCIA MARTIN
(1) a. «et sabet que el sennor mas a rnesteyr los omnes que los omnes
a el» {Poridat, MN 66.20-21).
b. «el sabet que el sennor mas a mesteyr a los omnes que a los
omnes a el» (ibid., L).
(2) a. «et embiat al que fallaredes por esta cuenta que a de vencer»
(Poridat, MN 58.8-9).
b. «et embiat el que fallaredes por esta cuenta que a de vencer»
{ibid., L).
(4) a. «Et las cosas que fazen enmagrecer el cuerpo et secarlo son
contrarias desto todo» (Poridat, MN 72.11-12).
b. «Et las cosas que fazen enmagrecer al cuerpo et desatarlo son
peor a les desto todo» (ibid., L).
(7) a. «Et guardat uos de las cosas ueninosas, ca muchas uezes mataron
los omnes buenos con ellas.» (Poridat, MO 41.13-14).
b. «Et guardat uos de las cosas engannosas, ca mochas uezes
mataron a los omnes buenos con ellas.» (ibid., L).
c. «Et guardat uos de las cosas ueninosas, que muchas cosas
mataron los omnes buenos con ellas.» (ibid., N).
EVOLUCIÓN DEL OBJETO DIRECTO PREPOSICIONAL 53
(9) a. «et conuiene uos que ondredes el que de ondrar es» (Poridat,
M 38.23-24).
b. «et conuiene uos que ondredes al que a ondrar fuere» (ibid., L).
c. «et conuiene uos que ondredes aquel que es de ondrar» (ibid,, O).
d. «et conuiene uos que ondredes el que de ondrar es» (ibid., N).
(12) a. «et poner a cada uno en el logar que merece» (Poridat, M 38.24).
b. «et pose cada uno en logar que merece» (ibid., L).
c. «et poner cada uno en su logar que merece» (ibid., O).
d. «et poner a cada uno en el logar que merece» (ibid., N).
(15) a. «Et esto es porque ellos han poder de abssoluer de ssus pecados
a aquellos que sse les conffiessan, assí commo el prelado mayor
a los que sson tenidos de obedecer e el parrocchiano de ssu
ffeligresía.» (Setenario, T 200.16-19).
b. «Esto es porque ellos pueden abssoluer de sus pecados aquellos
que ge los conffiessan, assí commo el prelado mayor a los que
sson tenidos de obedecer e el perrochano a sus feligreses.»
(ibid., E).
(19) a. «Et otrossi que ssantigüe et conf firme aquel olor ssanto, apareiado
de aquella crisma» (Setenario, T 169.27-28).
b. «Et otrossi que ssantigüe et conffirme a aquel olio ssanto,
apareiado de aquella crisma» (ibid., E).
(20) a. «Dios, padre de Nuestro Sennor Ihesu Cristo, que ffizo nasçer
aquel que baptiza por agua e por Spíritu Ssanto» (Setenario,
T 150.23-25).
b. «Dios, padre de Nuestro Ssennor Ihesu Cristo, que ffizo nasçer
a aquel que baptiza por agua e por Espiritu ...» (ibid., E).
(21) a. «mas luego que ellos legaron, començaron de ferir muy fuerte
en los troyanos e a sacar Anchiles de mano de aquellos que
lo leuauan preso» (Historia, M 378.15-17).
b. «mas luego que aquellos llegaron, començaron a ferir muy fuerte
en los troyanos e a sacar a Archiles de mano de aquellos que
lo leuauan preso» (ibid., E).
Para la diferencia entre colectivos con organización interna y sin ella, vid.
Fàlt 1972, pp. 82-85 y 106-149. No parece que se deba olvidar el significado
menos próximo a lo humano que tiene el sustantivo preferido por O.
EVOLUCIÓN DEL OBJETO DIRECTO PREPOSICIONAL 59
(23) a. «Et por ende los que aorauan al s signo del Aquario, a Nuestro
Ssennor Ihesu Cristo lo douyeran ffazer ssi de buen
entendimiento ffuesen.» {Setenario, T 110.28-30).
b. «Et por ende los que aoran el ssigno de Aquirio, a Nuestro Ssennor
lo deuieran ffazer ssi de buen entendimiento ffuesen.» (ibid., E).
(25) a. «Et deue sser onrrado por onrra de las ssantas palabras que
en él dizen; ca las dixo aquel a qui aoran todos los ssantos por
la ssu gracia santa e por la ssu boca» (Setenario, T 152.17-20).
b, «Et deue sser onrrado por la honrra de las ssantas palabras
que se dizen; ca las dixo aquel a quien aoran todos los ssantos
por su ssanta gracia e por la ssu boca» (ibid., E).
(30) a. «... Dios Padre ouo fformado ssu ffijo Ihesu Cristo en la
uoluntad.» (Setenario, T 90.20-21).
b. «... Dios Padre ouo formado a Ihesu Cristo su fijo en la
uoluntad.» (ibid., E).
(33) a. «De cómmo non deue omne aorar sinon a Dios solo.» (Setenario,
T 49.16-17).
b. «De cómmo non deue omne aorar a otra cosa sinon a Dios solo.»
(ibid., E).
(35) a. «De cómmo errauan los que orauan el ssol» (Setenario, T 84.16).
b. «De cómmo errauan los que orauan al sol» (ibid., E).
(41) a. «quando sopo que don Hector matara al rrey Filis, su tio, ouo
muy grant coyta e muy grand pesar» (Historia, M 365.1-2).
b. «quando sopo que Ector matara el rrey Felis, su tio, ouo muy
grant cuyta e muy grand pesar» (ibid., E).
10) Quizá a causa de esta preferencia por los referentes individuales, se comprueba
que en los casos de dualidad claramente establecida, como son aquéllos en
los que el sujeto tiene un antagonista definido, el objeto directo se construye
68 JOSÉ MARÍA GARCÍA MARTÍN
(45) a. «mas tal esfuerço ouieron los troyanos aquella ora que leuaron
a los griegos por fuerça del canpo mas que vn trecho de ballesta.»
(Historia, M 371.27-29).
b. «mas tal esfuerço ouieron los troyanos aquella ora que leuaron
los griegos por fuerça del canpo de vn trecho de ballesta.» (ibid.,
E).
(47) a. «los ffíssicos non conuyenen para melezinar los ssanos, mas los
enffermos.» (Setenario, T 213.15-16).
b. «los ffíssicos non conviene para melezinar los ssanos, mas a los
enfermos.» (ibid., E).
(48) a. «De cómmo los que aorauan los vii cielos. (Setenario, T 80.9).
b. «De cómmo los que aorauan a los vii cielos.» (ibid., E).
(50) a. «Et pues que auemos dicho de los que creen en las siete planetas,
queremos dezir de los que adorauan a los signos.» (Setenario,
T 90.28-29).
b. «Et pues que auemos dicho de los creyen en las siete planetas,
queremos dezir de los que aoran los doze signos.» (ibid., E).
(51) a. «Et esto signe a las nacencias de los omnes en que signo nacen,
maguer quel quieran mostrar otro mesteyr que nol da su nacencia,
ala tira a su natura.» (Poridat, M 45.14-16).
b. «Et esto siegue las nacencias de los omnes en que signo nacen,
maguer quel quieran mostrar otro mesteyr que nol da su nacencia,
alia tira a su natura.» (ibid., L).
c. «Et esto sigue a las nacencias de los omnes en que signo nacen,
maguer quel quieran mostrar a otro mesteyr quel da su nacencia,
ala tierra a su materia.» (ibid., O).
d. «Et esto sigue a las nacencias de los omnes en que signo nasçe,
maguer que el quiere mostrar otro mesteyr que nol da su nacencia,
ella tira a su natura.» (ibid., N).
(52) a. «Yt e baptizat todas las gentes en el nombre del Padre, del Ffijo,
del Spíritu Santo.» (Setenario, T 152.20-21).
b. «Yt e bautizad a todas las gentes en el nombre del Padre e del
Ffijo e del Spiritu Santo ...» (ibid., E).
(54) a. «de parte del padre heredó a León, e Gallizia, e Asturias, et aun
el rregno de Badaioz» (Setenario, T 15.10-11).
b. «de parte del padre heredó León, e Gallizia, e Asturias, et aun
el rregno de Badaioz» (ibid., E).
(55) a. «Ca él ha en poder amas las mares : la mayor, que cerca todo
el mundo; e la menor, a que llaman Medioterránea, que ua por
medio de la tierra.» (Setenario, T 20.6-8).
b. «Ca él ha en poder amas las mares : la mayor, que cerca todo
el mundo; e la menor, que llaman Medioterráneo, que ua por
medio de la tierra.» (ibid., E).
(57) a. «Et ésta sse parte en tres maneras. La primera es a que llaman
traición mayor ...» (Setenario, T 188.1-2).
b. «Et ésta sse parte en tres maneras. La primera que llaman
traición mayor ...» (ibid., E).
11) Estos dos últimos casos son, significativamente, los únicos que, a lo largo
de los siglos, han descendido en su grado de compatibilidad con a,
parcialmente, y con diferencias dialectales, los topónimos, de manera absoluta el
pronombre relativo. Cf., respectivamente, Coste y Redondo 1976, pp. 327-328;
y Fernández Ramírez 1986, p. 162, n. 48.
72 JOSÉ MARÍA GARCIA MARTIN
(58) a. «Et esto auyno en Nuestro Ssennor Ihesu Cristo; ca tres maneras
de omnes sse ayuntaron a matarle. La vna, el pueblo, quel ffo-
llaron entre los pies, pidiéndole a Pilato que ge le diesse para
matar, el que non merecíe nada por qué, e que ssoltassen a
Barrabás, ladrón que por ssus malos ffechos que ffiziera meresçie
muerte.» (Setenario, T 233.17-22).
b. «Et esto auyno en Nuestro Ssennor Jhesu Cristo; ca tres maneras
de omnes sse ayuntaron a matarle. La vna, el pueblo, que ffo-
llaron entre los pies, pidiéndolo a Pilato que ge lo diesse para
matar, al que non merecíe por qué, e que ssoltasse a Barrabás,
ladrón que por sus fechos malos que ffiziera meresçie muerte.»
(ibid., E).
(59) a. «Nuestro Ssennor Ihesu Cristo guardaua los que ssanaua, tan
bien de cuerpos commo de almas» (Setenario, T 78.31-79.1).
b. «el Nuestro Ssennor Ihesu Cristo guardaua a los que ssanaua,
tan bien de cuerpos commo de almas» (ibid., E).
(60) a. «e quando los [los olios] leuare para vntar con ellos al que quiere
sser baptizado e vngido, déuenlos leuar lo más onrradamiente
que pudieren» (Setenario, T 176.21-23).
b. «e quando las [los olios] leuare a vntar con ellos quien quiera
sser baptizado e vngido, déuenlos leuar lo más onrradamiente
que pudieren» (ibid., E).
(61) a. «Sol es la quarta planeta que está en el quarto cielo, que quier
dezir commo luz conplida; ca la ssu natura es de alunbrar todas
las cosas e ffazer paresçer la color e la ffaçion délias. Et a éste
llamauan los gentiles padre porque cría todas las cosas.»
(Setenario, T 60.2-5).
b. «Sol es la quarta planeta que está en el quarto cielo, que quiere
dezir tanto commo luz conplida; ca la ssu natura es de alunbrar
todas las cosas e ffazer paresçer la color e la fayçion délias
e éste llaman los gentiles padre porque cría todas las cosas.»
(ibid., E).
12) Creo oportuno recordar aquí la hipótesis formulada en Elvira 1985, para
quien el qual nace en virtud de diversas posibilidades de correlación de qual
con tal : «En particular, la existencia de dos tipos inversos de correlación
con tal han podido configurar los usos de qual que tras la pérdida del
antecedente podemos llamar relativo . . . uno de estos usos (...) ha dado lugar
a un relativo apositivo que funciona como especificador de la referencia.»
(pp. 313-314). Ello concuerda con el hecho de que la referencia a una acción
obligatoria o preferentemente dual favorece la constitución del objeto directo
en forma prepositiva.
13) Sobre la particular posición del demostrativo, que lo diferencia de otros actua-
lizadores, cf. Sechehaye 1950 que hace equivalentes su comportamiento y
los del vocativo y el imperativo, para concluir : «Ce n'est pas la circonstance
qui s'oppose à la phrase, mais c'est l'ensemble de la circonstance plus un
impératif ou un démonstratif qui s'oppose à un prédicat. En effet, l'impératif
crée un rapport d'interpellant à interpellé entre deux personnes présentes,
il modifie ou précise une situation déjà donnée. Il en est de même du
démonstratif : il n'apporte rien de nouveau dans les faits, il restreint et délimite
un champ d'observation, il établit ainsi une base plus efficace pour la commu-
74 JOSÉ MARÍA GARCÍA MARTÍN
(62) a. «Penitenciar non deue ninguno a otro ssinon los clérigos de misa»
{Setenario, T 200.7-8).
b. «Penitenciar non puede nin deue otro ninguno ssinon los clérigos
de misa» (ibid., E).
(63) a. «Et por esso le llamaron a Dios Ssol de Justicia porque alunbra
e escalienta toda cosa ssegunt conuyene.» (Setenario, T 5.30-6.1).
b. «Et por esso llamaron a Dios Ssol de Justicia porque alunbra
e escalienta a toda cosa ssegunt conuyene.» (ibid., E).
3. El régimen verbal
4. Conclusiones
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