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MARIO BENEDETTI: Te quiero

Tus manos son mi caricia


mis acordes cotidianos
te quiero porque tus manos
trabajan por la justicia

si te quiero es porque sos


mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos

tus ojos son mi conjuro


contra la mala jornada
te quiero por tu mirada
que mira y siembra futuro

tu boca que es tuya y mía


tu boca no se equivoca
te quiero porque tu boca
sabe gritar rebeldía

si te quiero es porque sos


mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos

y por tu rostro sincero


y tu paso vagabundo
y tu llanto por el mundo
porque sos pueblo te quiero

y porque amor no es aureola


ni cándida moraleja
y porque somos pareja
que sabe que no está sola

te quiero en mi paraíso
es decir que en mi país
la gente viva feliz
aunque no tenga permiso

si te quiero es porque sos


mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos

SELECCIÓN DE POEMAS – MARATHÓN DE LECTURA 2011 – ANTONIO VARO − Página 1


PAUL ÉLUARD: Yo te nombro
Por el pájaro enjaulado. Por la idea perseguida.
Por el pez en la pecera. Por los golpes recibidos.
Por mi amigo, que está preso Por aquel que no resiste.
porque ha dicho lo que piensa. Por aquellos que se esconden.
Por las flores arrancadas. Por el miedo que te tienen.
Por la hierba pisoteada. Por tus pasos que vigilan.
Por los árboles podados. Por la forma en que te atacan.
Por los cuerpos torturados Por los hijos que te matan
yo te nombro, Libertad. yo te nombro, Liberdad.

Por los dientes apretados. Por las tierras invadidas.


Por la rabia contenida. Por los pueblos conquistados.
Por el nudo en la garganta. Por la gente sometida.
Por las bocas que no cantan. Por los hombres explotados.
Por el beso clandestino. Por los muertos en la hoguera.
Por el verso censurado. Por el justo ajusticiado.
Por el joven exilado. Por el héroe asesinado.
Por los nombres prohibidos Por los fuegos apagados
yo te nombro, Liberdad. yo te nombro, Liberdad.

Te nombro en nombre de todos Te nombro en nombre de todos


por tu nombre verdadero. por tu nombre verdadero.
Te nombro y cuando oscurece, Te nombro y cuando oscurece,
cuando nadie me ve, cuando nadie me ve,
escribo tu nombre escribo tu nombre
en las paredes de mi ciudad. en las paredes de mi ciudad.
Escribo tu nombre Escribo tu nombre
en las paredes de mi ciudad. en las paredes de mi ciudad.
Tu nombre verdadero, Tu nombre verdadero,
tu nombre y otros nombres tu nombre y otros nombres
que no nombro por temor. que no nombro por temor.
Yo te nombro, Libertad.

SELECCIÓN DE POEMAS – MARATHÓN DE LECTURA 2011 – ANTONIO VARO − Página 2


ERNESTINA DE CHAMPOURCIN: Te esperaré
Te esperaré apoyada en la curva del cielo
y todas las estrellas abrirán para verte
su ojos conmovidos.

Te esperaré desnuda.
Seis túnicas de luz resbalando ante ti
deshojarán el ámbar moreno de mis hombros.

Nadie podrá mirarme sin que azote sus párpados


un látigo de niebla.
Sólo tú lograrás ceñir en tus pupilas
mi sien alucinada
y mis manos que ofrecen su cáliz entreabierto
a todo lo inasible.

Te esperaré encendida.
Mi antorcha despejando la noche de tus labios
libertará por fin tu esencia creadora.
¡Ven a fundirte en mí!
El agua de mis besos, ungiéndote, dirá
tu verdadero nombre.

SELECCIÓN DE POEMAS – MARATHÓN DE LECTURA 2011 – ANTONIO VARO − Página 3


DUCE MARÍA LOYNAZ: La oración de la rosa
Padre nuestro que estás en la tierra; en la fuerte
y hermosa tierra,
en la tierra buena;

Santificado sea el nombre tuyo


que nadie sabe; que en ninguna forma
se atrevió a pronunciar este silencio
pequeño y delicado..., este
silencio que en el mundo
somos nosotras
las rosas...

Venga también a nos, las pequeñitas


y dulces flores de la tierra,
el tu reino prometido...

Hágase en nos tu voluntad, aunque ella


sea que nuestra vida sólo dure
lo que dura una tarde...

El sol nuestro de cada día, dánoslo


para el único día nuestro...
Perdona nuestras deudas,
la de la espina,
la del perfume cada vez más débil,
la de la miel que no alcanzó
para la sed de dos abejas...,
así como nosotras perdonamos
a nuestros deudores los hombres,
que nos cortan, nos venden y nos llevan
a sus mentiras fúnebres,
a sus torpes o insulsas fiestas.

No nos dejes caer


nunca en la tentación de desear
la palabra vacía ¡el escabel
de las palabras!,
ni el moverse de pies
apresurados,
ni el corazón oscuro
de los animales que se pudre...
Mas líbranos de todo mal.

¡Amén!

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DULCE MARÍA LOYNAZ: Si me quieres
Si me quieres, quiéreme entera,
no por zonas de luz o sombra...
Si me quieres, quiéreme negra
y blanca. Y gris, verde, y rubia,
y morena...
Quiéreme día,
quiéreme noche...
¡Y madrugada en la ventana abierta!..

Si me quieres, no me recortes:
¡Quiéreme toda... O no me quieras!

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DULCE MARÍA LOYNAZ: Deseo
Que la vida no vaya más allá de tus brazos.
Que yo pueda caber con mi verso en tus brazos,
que tus brazos me ciñan entera y temblorosa
sin que afuera se queden ni mi sol ni mi sombra.

Que me sean tus brazos horizonte y camino,


camino breve y único horizonte de carne:
que la vida no vaya más allá... ¡Que la muerte
se parezca a esta muerte caliente de tus brazos! ...

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EUNICE ODIO: Aprisionada por la espuma
I
Aprisionada en cárceles de espuma,
en la medida de tu cuerpo,
no veo pasar la noche,
sólo veo el día
que entra por tus axilas transparentes
y te desnuda.

Veo, amor mío,


el lecho donde estamos
y compartimos
las dádivas,
los cielos...
Todo lo que nos negó y afirmó como lo que somos:
mil años de alegría corporal
y materia sin sombra
y palabras
que se dicen diurnamente porque vienen del aire
y hay que oírlas y decirlas
a través de los árboles
y en lo que no se escribe porque aún no se inventa su nombre;
porque su júbilo
todavía no ha sido descubierto
y las flores de su alrededor
aún no son cosas del viento
(aún no han ido a un invierno ni regresado a la primavera).

II
Voy a tu cuerpo igual que ir a los ríos,
igual que van los ríos a los pájaros
y ellos al espacio desatado y florido.

Vengo de ti a la era
donde todo es de todos:
los que llegan, los que se han ido,
los que aún no han venido,
los que no volverán...

Porque eso es tu cuerpo:


un adentro, un afuera compartido
por mí y por el viento,
por el mar y los seres que lo guardan;
por el color y las embestidas del otoño,
y las andanzas del verano
¡que viste cosas silvestres
y es custodio de las abejas
y funde las hierbas en un crisol matutino,

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en una prolongación de azucenas.
PABLO NERUDA: Poema 5
Para que tú me oigas
mis palabras
se adelgazan a veces
como las huellas de las gaviotas en las playas.

Collar, cascabel ebrio


para tus manos suaves como las uvas.

Y las miro lejanas mis palabras.


Más que mías son tuyas.
Van trepando en mi viejo dolor como las yedras.

Ellas trepan así por las paredes húmedas.


Eres tú la culpable de este juego sangriento.

Ellas están huyendo de mi guarida oscura.


Todo lo llenas tú, todo lo llenas.

Antes que tú poblaron la soledad que ocupas,


y están acostumbradas más que tú a mi tristeza.

Ahora quiero que digan lo que quiero decirte


para que tú las oigas como quiero que me oigas.

El viento de la angustia aún las suele arrastrar.


Huracanes de sueños aún a veces las tumban
Escuchas otras voces en mi voz dolorida.
Llanto de viejas bocas, sangre de viejas súplicas.
Ámame, compañera. No me abandones. Sígueme.
Sígueme, compañera, en esa ola de angustia.

Pero se van tiñendo con tu amor mis palabras.


Todo lo ocupas tú, todo lo ocupas.

Voy haciendo de todas un collar infinito


para tus blancas manos, suaves como las uvas.

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PABLO NERUDA: Poema 20
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Escribir, por ejemplo: “La noche esta estrellada,


y tiritan, azules, los astros, a lo lejos”.

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.


Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.


La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.


Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.


Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.


Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.


La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.


Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.


Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.


Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.


Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.


Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.


Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como esta la tuve entre mis brazos,


mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,

SELECCIÓN DE POEMAS – MARATHÓN DE LECTURA 2011 – ANTONIO VARO − Página 9


y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.
CONSTANTINO KAVAFIS: Ítaca
Si vas a emprender el viaje hacia Ítaca,
pide que tu camino sea largo,
rico en experiencias, en conocimiento,.
A Lestrigones y a Cíclopes,
o al airado Poseidón nunca temas,
no hallarás tales seres en tu ruta
si alto es tu pensamiento y limpia
la emoción de tu espíritu y tu cuerpo.
A Lestrigones ni a Cíclopes,
ni al fiero Poseidón hallarás nunca,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no es tu alma quien ante ti los pone.

Pide que tu camino sea largo.


Que numerosas sean las mañanas de verano
en que con placer, felizmente
arribes a bahías nunca vistas;
detente en los emporios de Fenicia
y adquiere hermosas mercancías,
madreperla y coral, y ámbar y ébano,
perfumes deliciosos y diversos,
cuanto puedas invierte en voluptuosos y delicados perfumes;
visita muchas ciudades de Egipto
y con avidez aprende de sus sabios.
Ten siempre a Ítaca en la memoria.
Llegar allí es tu meta.
Mas no apresures el viaje.
Mejor que se extienda largos años;
y en tu vejez arribes a la isla
con cuanto hayas ganado en el camino,
sin esperar que Ítaca te enriquezca.

Ítaca te regaló un hermoso viaje.


Sin ella el camino no hubieras emprendido.
Mas ninguna otra cosa puede darte.

Aunque pobre la encuentres, no te engañará Ítaca.


Rico en saber y en vida, como has vuelto,
comprendes ya qué significan las Ítacas.

SELECCIÓN DE POEMAS – MARATHÓN DE LECTURA 2011 – ANTONIO VARO − Página 10


CONSTANTINO KAVAFIS: El sol de la tarde
Esta habitación, qué bien la conozco.
Han alquilado ahora este cuarto y el de al lado
para oficinas. Toda la casa ha sido
devorada por oficinas y comercios, y Compañías.

Oh qué familiar es esta habitación.

Una vez aquí junto a la puerta hubo un sofá,


y delante de él una pequeña alfombra turca;
y luego el anaquel con dos floreros amarillos.
Y a la derecha; no, frente a ellos, un armario de espejo.
Y aquí, en el centro, la mesa donde él se sentaba a escribir;
y alrededor de ellas las tres sillas de mimbre.
Y junto a la ventana el lecho
en que tan a menudo nos amábamos.

Aquellos viejos muebles deben andar por alguna parte.

Y junto a la ventana el lecho;


el sol de la tarde llegaba hasta el centro de la cama.

...A las cuatro de una tarde nos separamos,


por una semana solamente... Jamás
pensé que duraría para siempre.

SELECCIÓN DE POEMAS – MARATHÓN DE LECTURA 2011 – ANTONIO VARO − Página 11


CATULO: Poema V
Vivamos, Lesbia mía, y amémonos,
y no nos importen un as todas las murmuraciones
de los ancianos ceñudos.
Los soles pueden ponerse y volver a salir;
pero nosotros, una vez se apague nuestro breve día,
tendremos que dormir una noche eterna.
Dame mil besos, luego cien, luego otros mil,
luego cien más, luego todavía otros mil,
luego cien, y finalmente,
cuando lleguemos a muchos miles,
perderemos la cuenta para no saberla
y para que ningún malvado pueda
aojarnos al saber cuántos han sido los besos.

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HORACIO: Odas I,
No indagues, Leucónoe, no es lícito saberlo,
qué plazo a ti o a mí nos han otorgado los dioses,
ni consultes los cálculos babilonios.
¡Cuánto mejor es aceptar cualquier cosa que ocurra!
Ya sea que Júpiter te haya reservado muchos inviernos,
ya sea éste el último, el que ahora amansa,
en los opuestos escollos, al mar Tirreno:
sé prudente, filtra el vino;
no pongas gran esperanza en el breve
espacio de la vida.
Mientras hablamos habrá huido, envidioso, el tiempo.
Goza el hoy; mínimamente fiable es el mañana.

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PIERRE DE RONSARD: Soneto para Helena
Quand vous serez bien vieille, au soir, à la chandelle,
Assise auprès du feu, dévidant et filant,
Direz, chantant mes vers, en vous émerveillant:
“Ronsard me célebrait au temps que j'étais belle!”
Lors, vous n'aurez servante oyant telle nouvelle,
Déjà sous la labeur à demi sommeillant,
Qui au bruit de Ronsard ne s'aille réveillant,
Bénissant votre nom de louange immortelle.
Je serai sous la terre, et, fantôme sans os,
Par le sombres myrteux je prendrai mon repos:
Vous serez au foyer une vieille accroupie,
Regrettant mon amour et votre fier dédain.
Vivez, si m'en croyez, n'attendez à demain:
Cueillez dès aujourd'hui les roses de la vie.

Cuando seas muy vieja, de noche, en la hoguera,


Sentada junto al fuego, hilando y cosiendo,
Al cantar mis versos te maravillarás diciendo:
“¡Ronsard siempre cantaba lo hermosa que yo era!”
Entonces, no tendrás criada que al oír noticia tal,
En la labor a medias bostezando,
Que al nombre de Ronsard no se vaya despertando,
Y bendiga tu nombre con elogio inmortal.
Fantasma sin huesos, yo estaré bajo tierra,
Mientras bajo las sombras yo esté descansando:
Y tú serás junto al hogar una vieja acurrucada,
Que lamente mi amor y tu fiero desdén.
Vive, si me crees, el mañana no esperando:
Disfruta desde hoy las rosas que te den.

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GABRIEL CELAYA: La poesía es un arma cargada de futuro
La poesía es un arma cargada de futuro
Cuando ya nada se espera personalmente exaltante,
mas se palpita y se sigue más acá de la conciencia,
fieramente existiendo, ciegamente afirmando,
como un pulso que golpea las tinieblas,
cuando se miran de frente
los vertiginosos ojos claros de la muerte,
se dicen las verdades,
las bárbaras, terribles, amorosas crueldades. […]

Poesía para el pobre, poesía necesaria


como el pan de cada día,
como el aire que exigimos trece veces por minuto,
para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica.

Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan


decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin un pecado un adorno.

Maldigo la poesía concebida como un lujo


cultural por los neutrales
que, lavándose las manos,
se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.

Hago mías las faltas. Siento en mí a cuantos sufren


y canto respirando.
Canto, y canto, y cantando más allá de mis penas
personales, me ensancho.

Quisiera daros vida, provocar nuevos actos,


y calculo por eso con técnica, qué puedo.
Me siento un ingeniero del verso y un obrero
que trabaja con otros a España en sus aceros. […]

No es una poesía gota a gota pensada


No es un bello producto. No es un fruto perfecto. […]
Es lo más necesario: lo que no tiene nombre.
Son gritos en el cielo, y en la tierra son actos.

SELECCIÓN DE POEMAS – MARATHÓN DE LECTURA 2011 – ANTONIO VARO − Página 15


JUANA CASTRO: Disyuntiva
La tentación se llama amor
o chocolate.
Es mala la adicción.
Sin paliativos.
Si algún médico, demonio o alquimista
supiera de mi mal
cosa sería
de andar toda la vida por curarme.
Pues tan sólo una droga,
con su cárcel
del olvido me salva de la otra.
Y así, una vez más, es el conflicto:
O me come el amor,
o me muero esta noche de bombones.

SELECCIÓN DE POEMAS – MARATHÓN DE LECTURA 2011 – ANTONIO VARO − Página 16


JAIME GIL DE BIEDMA: Amistad a lo largo
Pasan lentos los días
y muchas veces estuvimos solos.
Pero luego hay momentos felices
para dejarse ser en amistad.
Mirad:
somos nosotros.

Un destino condujo diestramente


las horas, y brotó la compañía.
Llegaban noches. Al amor de ellas
nosotros encendíamos palabras,
las palabras que luego abandonábamos
para subir a más:
empezamos a ser los compañeros
que se conocen
por encima de la voz o de la seña.

Ahora sí. Pueden alzarse


las gentiles palabras
-ésas que ya no dicen cosas-,
flotar ligeramente sobre el aire;
porque estamos nosotros enzarzados
en mundo, sarmentosos
de historia acumulada,
y está la compañía que formamos plena,
frondosa de presencias.
Detrás de cada uno
vela su casa, el campo, la distancia.

Pero, callad.
Quiero deciros algo.
Sólo quiero deciros que estamos todos juntos.
A veces, al hablar, alguno olvida
su brazo sobre el mío,
y yo aunque esté callado doy las gracias,
porque hay paz en los cuerpos y en nosotros.
Quiero deciros cómo todos trajimos
nuestras vidas aquí, para contarlas.
Largamente, los unos con los otros
en el rincón hablamos, tantos meses!
Que nos sabemos bien, y en el recuerdo
el júbilo es igual a la tristeza.
Para nosotros el dolor es tierno.

Ay el tiempo! Ya todo se comprende.

SELECCIÓN DE POEMAS – MARATHÓN DE LECTURA 2011 – ANTONIO VARO − Página 17


ÁNGEL GONZÁLEZ: Mientras tú existas
Mientras tú existas,
mientras mi mirada
te busque más allá de las colinas,
mientras nada
me llene el corazón,
si no es tu imagen, y haya
una remota posibilidad de que estés viva
en algún sitio, iluminada
por una luz cualquiera...
Mientras
yo presienta que eres y te llamas
así, con ese nombre tuyo
tan pequeño,
seguiré como ahora, amada
mía,
transido de distancia,
bajo este amor que crece y no se muere,
bajo este amor que sigue y nunca acaba.

SELECCIÓN DE POEMAS – MARATHÓN DE LECTURA 2011 – ANTONIO VARO − Página 18


RICARDO MOLINA: Elegía VI
Te amé a los quince años. Tú tenías mi edad.
Te amé en la sierra verde bajo un sol de domingo,
cuando al volver de misa paseaba tu familia
por la larga avenida de viejos eucaliptos.
Te amé bajo los pinos de agujas amarillas,
sobre la tierra ocre perfumada de menta.
Te amé sobre las rocas tapizadas de musgo,
sobre los prados verdes y las crujientes eras.
Te amé. Te amé. Es cuanto puedo decir ahora,
mas no recuerdo cuándo empezamos a amarnos.
Todo empezó lo mismo que un claro día de junio
sobre la tierra en flor teníamos quince años.
¿Sería, sin embargo, otoño, primavera
o invierno? Ay, quién sabe cuál era la estación.
¿Te acuerdas tú? La Vida era un rosal al viento...
Ven y dime en qué tiempo empezó nuestro amor.
¿Qué importa que los años nos hayan separado,
qué importa si el recuerdo es lo mismo que un valle
por el cual caminamos cantando, sonriendo
y cogiendo sus flores de perfume inefable?
Oh amada cuyo nombre lejano y melancólico
mi corazón agita como el viento a los bosques,
ven y dime aquel tiempo de pinos murmurantes,
de arroyos, de montañas, de nubes y de amores.
Ven y dime que tú también me amaste entonces
en la sierra, en los pinos y en los negros ocasos.
Oh, dime que me amaste cuando sobre la tierra
ardiente y amarilla teníamos quince años.

SELECCIÓN DE POEMAS – MARATHÓN DE LECTURA 2011 – ANTONIO VARO − Página 19


PABLO GARCÍA BAENA: Sólo tu amor y el agua
Sólo tu amor y el agua... Octubre junto al río
bañaba los racimos dorados de la tarde,
y aquella luna odiosa iba subiendo, clara,
ahuyentando las negras violetas de la sombra.
Yo iba perdido, náufrago por mares de deseo,
cegado por la bruma suave de tu pelo.
De tu pelo que ahogaba la voz en mi garganta
cuando perdía mi boca en sus olas de niebla.
Sólo tu amor y el agua... El río, dulcemente,
callaba sus rumores al pasar por nosotros,
y el aire estremecido apenas se atrevía
a mover en la orilla las hojas de los álamos.
Sólo se oía, dulce como el vuelo de un ángel
al rozar con sus alas una estrella dormida,
el choque fugitivo que quiere hacerse eterno,
de mis labios bebiendo en los tuyos la vida.
Lo puro de tus senos me mordía en el pecho
con la fragancia tímida de dos lirios silvestres,
de dos lirios mecidos por la inocente brisa
cuando el verano extiende su ardor por las colinas.
La noche se llenaba de olores de membrillo,
y mientras en mis manos tu corazón dormía,
perdido, acariciante, como un beso lejano,
el río suspiraba...
Sólo tu amor y el agua...

SELECCIÓN DE POEMAS – MARATHÓN DE LECTURA 2011 – ANTONIO VARO − Página 20


MIGUEL HERNÁNDEZ: Elegía a Ramón Sijé
Yo quiero ser llorando el hortelano En mis manos levanto una tormenta
de la tierra que ocupas y estercolas, de piedras, rayos y hachas estridentes
compañero del alma, tan temprano. sedienta de catástrofes y hambrienta.

Alimentando lluvias, caracolas, Quiero escarbar la tierra con los dientes,


y órganos mi dolor sin instrumento, quiero apartar la tierra parte a parte
a las desalentadas amapolas a dentelladas secas y calientes.

daré tu corazón por alimento. Quiero minar la tierra hasta encontrarte


Tanto dolor se agrupa en mi costado, y besarte la noble calavera
que por doler, me duele hasta el aliento. y desamordazarte y regresarte.

Un manotazo duro, un golpe helado, Volverás a mi huerto y a mi higuera:


un hachazo invisible y homicida, por los altos andamios de las flores
un empujón brutal te ha derribado. pajareará tu alma colmenera

No hay extensión más grande que mi herida, de angelicales ceras y labores.


lloro mi desventura y sus conjuntos Volverás al arrullo de las rejas
y siento más tu muerte que mi vida. de los enamorados labradores.

Ando sobre rastrojos de difuntos, Alegrarás la sombra de mis cejas,


y sin calor de nadie y sin consuelo y tu sangre se irán a cada lado
voy de mi corazón a mis asuntos. disputando tu novia y las abejas.

Temprano levantó la muerte el vuelo, Tu corazón, ya terciopelo ajado,


temprano madrugó la madrugada, llama a un campo de almendras espumosas
temprano estás rodando por el suelo. mi avariciosa voz de enamorado.

No perdono a la muerte enamorada, A las aladas almas de las rosas


no perdono a la vida desatenta, del almendro de nata te requiero,
no perdono a la tierra ni a la nada. que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.

SELECCIÓN DE POEMAS – MARATHÓN DE LECTURA 2011 – ANTONIO VARO − Página 21


JESÚS MUNÁRRIZ: Habla una ayudanta de cocina jubilada
–Pasé toda mi vida
pelándoles las gambas a los ricos,
sacando los guisantes de sus vainas,
limpiando calamares bajo el grifo,
arrancando el rabito a los fresones,
colocando la guinda en los helados,
batiendo claras hasta hacerlas nieve,
abrillantando vasos con un trapo,
sacándoles el brillo a las perolas,
envolviendo los huesos para el perro,
vaciando los cubos de basura,
picando ajos bien troceaditos,
llorando lagrimones de cebolla,
ligando interminables mayonesas,
quemándome en aceite de los fritos,
sacándoles las tripas a los pollos,
quitándoles la raspa a las sardinas,
dando con estropajo a los cubiertos,
planchando servilletas y manteles,
manchándome las manos de alcachofa,
pelando toneladas de patatas,
escaldando millones de tomates,
troceando infinitas zanahorias,
dejándome las manos en el horno,
dejándome los años en el fuego...
...............
Así pasó mi vida,
al servicio de la glotonería
y el placer de los otros.
Nunca fui bien pagada
y pasó mi trabajo a las cloacas
en veinticuatro horas.
Ahora me han jubilado. No hago nada
porque nada sé hacer fuera de la cocina.
Han quedado sus grietas en mis manos
y no sé si en mi alma.
Fui un pequeño eslabón en la cadena
de la felicidad, esa palabra
que tan bien suena y que no usé nunca.
Era mi oficio, no tenía otro.
Era mi vida, no tenía otra.
Vosotros, los más jóvenes, no caigáis en la trampa:
que no os la robe nadie.

SELECCIÓN DE POEMAS – MARATHÓN DE LECTURA 2011 – ANTONIO VARO − Página 22


FRIEDRICH HÖLDERLIN: Himno al amor (Hymne an der liebe)
Alegres por el grato contemplar
caminamos sobre los verdes campos;
nuestro sacerdocio es la alegría,
nuestro templo la naturaleza;
que hoy ninguna mirada se enturbie,
que no haya preocupación en este mundo,
que gocen todos los seres del amor,
libres y alegres, como nosotros.
¡Despreciad con orgullo, hermanas, hermanos!
Despreciad la futilidad temerosa de los esclavos,
entonad con audacia la canción de las canciones,
entrelazando vuestras manos
subid a la viña de la colina
y mirad al ancho valle:
por todas partes alas de amor,
todo es grandioso y benigno.
El amor trae a las jóvenes rosas
un amanecer de brisas sublimes,
enseña a saborear aires cálidos
en el aroma de las flores de mayo,
en torno a las estrellas de Orión
dirige a la tierra fiel;
y dócil a sus señales se deslizan
todas las corrientes hacia el ancho mar.
El amor enlaza las abruptas montañas
con los tranquilos valles,
alegra al sol ardiente
sobre el silencioso océano.
¡Mirad! Con la tierra se esposa
el gozo sagrado del cielo,
y bajo las sombras de la tempestad
tiembla extasiado el seno materno.
El amor discurre por los océanos,
se burla de la seca arena del desierto,
sangra junto a la bandera de la victoria
lanzando gritos de júbilo por la patria;
el amor destruye rocas
y crea paraísos:
sonriendo retorna la inocencia,
las primaveras florecen más divinas.
Poderosos gracias al amor,
nos despojamos de las ataduras
y los ebrios espíritus de abandonan
a las estrellas, libres y grandiosos.
Con el juramento y el beso olvidamos
el cansino ritmo del tiempo,
y el alma se vincula atrevida

SELECCIÓN DE POEMAS – MARATHÓN DE LECTURA 2011 – ANTONIO VARO − Página 23


a tu placer, infinitud.
DÁMASO ALONSO: Insomnio
Madrid es una ciudad de más de un millón de cadáveres (según las últimas estadísticas).
A veces en la noche yo me revuelvo y me incorporo en este nicho en que hace años que me
/ pudro,
y paso largas horas oyendo gemir al huracán, o a ladrar los perros, o fluir blandamente la luz
/ de la luna.
Y paso largas horas preguntándole a Dios, preguntándole por qué se pudre lentamente mi alma,
por qué se pudren más de un millón de cadáveres en esta ciudad de Madrid,
por qué mil millones de cadáveres se pudren lentamente en el mundo.
Dime, ¿qué huerto quieres abonar con nuestra podredumbre?
¿Temes que se te sequen los grandes rosales del día,
las tristes azucenas letales de tus noches?

SELECCIÓN DE POEMAS – MARATHÓN DE LECTURA 2011 – ANTONIO VARO − Página 24


RAFAEL ALBERTI: Marinero en tierra
El mar. La mar.
El mar. ¡Sólo la mar! Si mi voz muriera en tierra
llevadla al nivel del mar
¿Por qué me trajiste. padre, y dejadla en la ribera.
a la ciudad?
Llevadla al nivel del mar
¿Por qué me desenterraste y nombradla capitana
del mar? de un blanco bajel de guerra.

En sueños, la marejada ¡Oh mi voz condecorada


me tira del corazón. con la insignia marinera:
Se lo quisiera llevar. sobre el corazón un ancla
y sobre el ancla una estrella
Padre, ¿por qué me trajiste y sobre la estrella el viento
acá? y sobre el viento la vela!

SELECCIÓN DE POEMAS – MARATHÓN DE LECTURA 2011 – ANTONIO VARO − Página 25


LUIS CERNUDA: Si el hombre pudiera decir lo que ama
Si el hombre pudiera decir lo que ama,
si el hombre pudiera levantar su amor por el cielo
como una nube en la luz;
si como muros que se derrumban,
para saludar la verdad erguida en medio,
pudiera derrumbar su cuerpo, dejando sólo la verdad de su amor,
la verdad de sí mismo,
que no se llama gloria, fortuna o ambición,
sino amor o deseo,
yo sería aquel que imaginaba;
aquel que con su lengua, sus ojos y sus manos
proclama ante los hombres la verdad ignorada,
la verdad de su amor verdadero.

Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien


cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío;
alguien por quien me olvido de esta existencia mezquina,
por quien el día y la noche son para mí lo que quiera,
y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu
como leños perdidos que el mar anega o levanta
libremente, con la libertad del amor,
la única libertad que me exalta,
la única libertad por que muero.

Tú justificas mi existencia:
Si no te conozco, no he vivido;
si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido.

SELECCIÓN DE POEMAS – MARATHÓN DE LECTURA 2011 – ANTONIO VARO − Página 26


LA BIBLIA: El Cantar de los cantares
La amada:
Yo soy de mi amado y él siente pasión por mí.
Vamos, amado mío, salgamos a la campiña,
pasemos la noche en las aldeas;
de madrugada iremos a las viñas;
veremos si ya verdea la viña,
si las flores ya se abren,
si florecen los granados.
Allí te daré mi amor.
Las mandrágoras exhalan su fragancia;
a nuestras puertas tenemos toda clase de frutos exquisitos,
frutos frescos y secos,
que guardé, mi amor, para ti.
¡Ah, si tú fueras mi hermano,
amamantado a los pechos de mi madre!
Al verte por la calle, te podría besar,
sin que me criticara la gente.
Te metería en la casa de mi madre,
en la alcoba de la que me dio a luz;
y te daría a beber vino aromático,
el dulce licor de mis granadas.
Su izquierda está bajo mi cabeza,
y su derecha me tiene abrazada .
El amado:
Yo os conjuro, hijas de Jerusalén,
que no molestéis ni despertéis a mi amor,
hasta que ella quiera.
Coro:
¿Quién es ésa que sube del desierto
reclinada sobre su amado?
El amado:
Debajo del manzano te desperté,
allí donde tu madre te dio a luz,
donde te dio a luz la que te engendró.
La amada:
Grábame como sello en tu corazón,
como sello en tu brazo;
porque el amor es más fuerte que la muerte,
la pasión más implacable que el Abismo.
Sus llamas son flechas de fuego, llamarada divina.
Los océanos no podrían apagar el amor,
ni los ríos anegarlo.
Quien quiera comprar el amor
con todas las riquezas de su casa
sería despreciable.
SELECCIÓN DE POEMAS – MARATHÓN DE LECTURA 2011 – ANTONIO VARO − Página 27
IBN HAZM DE CÓRDOBA: La escalera
Cuando estoy con ella
me cautivan sus palabras
mientras va envolviéndome su aroma.
Ni la presencia del Califa
haría desviar mi atención.
Si tengo que irme de su lado
no puedo dejar de mirar atrás,
caminando como un animal herido.
Lejos de ella me ahogo
como el que camina por el desierto
en medio del sol y de la arena.
Si me dices que es posible ir al Paraíso
te digo que sí,
que yo conozco la escalera.

SELECCIÓN DE POEMAS – MARATHÓN DE LECTURA 2011 – ANTONIO VARO − Página 28


ANTONIO MACHADO: A un olmo seco
Al olmo viejo, hendido por el rayo
y en su mitad podrido,
con las lluvias de abril y el sol de mayo,
algunas hojas verdes le han salido.
¡El olmo centenario en la colina
que lame el Duero! Un musgo amarillento
le mancha la corteza blanquecina
al tronco carcomido y polvoriento.
No será, cual los álamos cantores
que guardan el camino y la ribera,
habitado de pardos ruiseñores.
Ejército de hormigas en hilera
va trepando por él, y en sus entrañas
urden sus telas grises las arañas.
Antes que te derribe, olmo del Duero,
con su hacha el leñador, y el carpintero
te convierta en melena de campana,
lanza de carro o yugo de carreta;
antes que rojo en el hogar, mañana,
ardas de alguna mísera caseta,
al borde de un camino;
antes que te descuaje un torbellino
y tronche el soplo de las sierras blancas;
antes que el río hasta la mar te empuje
por valles y barrancas,
olmo, quiero anotar en mi cartera
la gracia de tu rama verdecida.
Mi corazón espera
también, hacia la luz y hacia la vida,
otro milagro de la primavera.

SELECCIÓN DE POEMAS – MARATHÓN DE LECTURA 2011 – ANTONIO VARO − Página 29


ANTONIO MACHADO: Orillas del Duero
¡Primavera soriana, primavera del sol, y en el asombro del planeta,
humilde como el sueño de un bendito, como un globo morado aparecía
de un pobre caminante que durmiera la hermosa luna, amada del poeta.
de cansancio en un páramo infinito! En el cárdeno cielo vïoleta
¡Campillo amarillento, alguna clara estrella fulguraba.
como tosco sayal de campesina, El aire ensombrecido
pradera de velludo polvoriento oreaba mis sienes, y acercaba
donde pace la escuálida merina! el murmullo del agua hasta mi oído.
¡Aquellos diminutos pegujales Entre cerros de plomo y de ceniza
de tierra dura y fría, manchados de roídos encinares,
donde apuntan centenos y trigales y entre calvas roquedas de caliza,
que el pan moreno nos darán un día! iba a embestir los ocho tajamares
Y otra vez roca y roca, pedregales del puente el padre río
desnudos y pelados serrijones, que surca de Castilla el yermo frío.
la tierra de las águilas caudales, ¡Oh Duero, tu agua corre
malezas y jarales, y correrá mientras las nieves blancas
hierbas monteses, zarzas y cambrones. de enero el sol de mayo
¡Oh tierra ingrata y fuerte, tierra mía! haga fluir por hoces y barrancas,
¡Castilla, tus decrépitas ciudades! mientras tengan las sierras su turbante
¡La agria melancolía de nieve y de tormenta,
que puebla tus sombrías soledades! y brille el olifante
¡Castilla varonil, adusta tierra, del sol, tras de la nube cenicienta!...
Castilla del desdén contra la suerte, ¿Y el viejo romancero
Castilla del dolor y de la guerra, fue el sueño de un juglar junto a tu orilla?
tierra inmortal, Castilla de la muerte! ¿Acaso como tú y por siempre, Duero,
Era una tarde, cuando el campo huía irá corriendo hacia la mar Castilla?

SELECCIÓN DE POEMAS – MARATHÓN DE LECTURA 2011 – ANTONIO VARO − Página 30


GUTIERRE DE CETINA: Madrigal
Ojos claros, serenos,
si de un dulce mirar sois alabados,
¿por qué, si me miráis, miráis airados?
Si cuanto más piadosos,
más bellos parecéis a aquel que os mira,
no me miréis con ira,
porque no parezcáis menos hermosos.
¡Ay tormentos rabiosos!
Ojos claros, serenos,
ya que así me miráis, miradme al menos.

SELECCIÓN DE POEMAS – MARATHÓN DE LECTURA 2011 – ANTONIO VARO − Página 31


FERNANDO PESSOA: Oda 4 de Ricardo Reis
Ven a sentarte conmigo, Lidia, a la orilla del río.
Con sosiego miremos su curso y aprendamos
que la vida pasa, y no estamos cogidos de la mano.
(Enlacemos las manos.)
Pensemos después, niños adultos, que la vida
para y no se queda, nada deja y nunca regresa,
va hacia un mar lejano, hacia el pie del Hado,
más lejos que los dioses.
Desenlacemos las manos, que no vale la pena cansarnos.
Ya gocemos, ya no gocemos, pasamos como el río.
Más vale que sepamos pasar silenciosamente
y sin grandes desasosiegos.
Sin amores, sin odios, ni pasiones que levanten la voz,
ni envidias que hagan a los ojos moverse demasiado,
ni cuidados, porque si los tuviese el río también correría,
y siempre acabaría en el mar.
Amémonos tranquilamente, pensando que podríamos,
si quisiésemos, cambiar besos y abrazos y caricias,
mas que más vale estar sentados el uno junto al otro
oyendo correr al río y viéndolo.
Cojamos flores, cógelas tú y déjalas
en tu regazo, y que su perfume suavice el momento–
este momento en que sosegadamente no creemos en nada,
paganos inocentes de la decadencia.
Por lo menos, si yo fuera sombra antes, te acordarás de mí
sin que mi recuerdo te queme o te hiera o te mueva,
porque nunca enlazamos las manos, ni nos besamos
ni fuimos más que niños.

Y si antes que yo llevases el óbolo al barquero sombrío,


nada habré de sufrir cuando de ti me acuerde,
a mi memoria has de ser suave recordándote así –a la orilla del río,
pagana triste y con flores en el regazo.

SELECCIÓN DE POEMAS – MARATHÓN DE LECTURA 2011 – ANTONIO VARO − Página 32


CARMINA BURANA: O Fortuna
O Fortuna
velut luna
statu variabilis,
semper crescis
aut decrescis;
vita detestabilis
nunc obdurat
et tunc curat
ludo mentis aciem
egestatem,
potestatem
dissolvit ut glaciem.

Sors immanis
et inanis,
rota tu volubilis,
status malus,
vana salus
semper dissolubilis,
obumbrata
et velata
michi quoque niteris;
nunc per ludum
dorsum nudum
fero tui sceleris.

Sors salutis
et virtutis
mihi nunc contraria,
est affectus
et deffectus
semper in angaria.
Hac in hora
sine mora
corde pulsum tangite;
quod per sortem
sternit fortem,
mecum omnes plangite!

SELECCIÓN DE POEMAS – MARATHÓN DE LECTURA 2011 – ANTONIO VARO − Página 33

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