La femme

Waterhouse claramente trata en sus obras épocas clásicas como lo son la edad media y la
antigua Grecia, pero si algo protagoniza la mayoría de sus pinturas es la clara fascinación
con la que plasma a la mujer, esto se puede observar en como la toma como
representación de una idea, la composición que utiliza para acomodarlos objetos en el
espacio a su alrededor y la facilidad con la que el espectador se puede transportar hacia el
momento histórico que dio paso a la pintura, todo esto gracias a su impecable técnica y
manejo de la belleza de la figura femenina en su espacio natural

Cabe notar que el foco central no solo lo ocupa esa figura delicada y estilizada, sino que
también se apoya en la decisión del color, en que cada tono transmita un contraste
diferencial al de los demás , que la distribución del espacio genere una sensación realista
de la compleja naturaleza de la escena , a que con una mirada podamos reconocer los
detalles más importantes pero también a que se resguarden aquellos que poseen mayor
peso analítico y dando como resultado un movimiento que pasa de la angustia hacia la
serenidad, desde la alegoría hacia el realismo, desde la sombra hacia la luz, desde la
espiritualidad hacia la psicología y siempre teniendo en mente que todas las escenas
poseían un punto de escape no tan notorio.

Y es que Waterhouse ponía mucho empeño en imprimir en sus cuadros los sentimientos
literales de los personajes; en 'I'm half-sick of shadows’ de 1915 vemos como la dama no
es alguien fuera de sí, sino un ser humano como nosotros, en su habitación cálida y
agradable el desencanto en su mirada se comprende al observar su figura realzada por el
tono rojo que intensifica su posición vertical y que nos lleva a verla directamente a los
ojos. También juega con los espacios vacíos y aquellos con gran cantidad de información,
aventura un tipo de guía alrededor de la postura perfecta de aquella dama y nos intriga
con ese espacio tan detallado.

Precisamente es a través de detalles tales como un tejido o un instrumento que podemos

pensar en una representación de las diferentes nociones espaciales, un buen ejemplo es el
arco que se puede ver en ‘Sueño y su hermanastro Muerte’ de 1874, aquí el arco da paso a
unas ramas las cuales podemos relacionar al mundo griego , pero no es solo la ubicación la
que podemos distinguir con estos elementos sino también el tiempo que transcurre en la
escena. En La Dama de Shallot de 1888 podemos distinguir en el fondo un bosque que si
bien se relaciona con el futuro estado de la dama nos permite dar un vistazo al tiempo
que se ilustra , un día claro pero que ha sido opacado por el frondoso bosque y el turbio
lago , completa la escena un trio de velas de las cuales dos están ya extinguidas y una
tercera a punto de seguir el mismo destino dan muestra de una fuerte brisa que golpeaba
a nuestra desafortunada damisela.

Waterhouse es un polifacético pintor que retrata el espacio literario de una manera clara
y precisa con amplias gamas de colores y un variado abanico de interpretaciónes.

Alejandro Garcia Orjuela.