You are on page 1of 2

ESPERAR ES RETROCEDER

Nada es lo que aparece porque no he vuelto a ver lo que quería. Así que todo es lo que
parecía y como era de esperar, no dejé de hacerlo. Esperar y desesperar al fin y al cabo no se
diferencian de mucho, porque muchos esperan desesperadamente. Y así será siempre como
forma de no vida.

Otros tantos creen que hay diferencia entre esperar y permanecer y se consuelan diciéndose
a sí mismos que esperan mientras hacen su vida.

Nadie permanece sin esperar. Ni nadie espera sin permanecer.

Un momento, a ver si así;


Permanecer: mantenerse sin cambios en un mismo lugar, estado o condición.
Esperar: permanecer en un sitio donde se cree que ha de ir alguna persona o ha de
ocurrir algo.

Al fin y al cabo no hay mucha diferencia entre ellos y la mayor similitud de los dos verbos es
que son una mierda para el que lo vive. Y para el que está al lado del que lo está viviendo
también.

Bien. Llegados a este punto debería uno plantearse si realmente esa espera está impidiéndole
avanzar o si, peor aún, le está haciendo retroceder. Una vez hayas llegado a esa conclusión
también deberías plantearte si perteneciendo al mismo lugar estás dejando de lado otros que
también te atraían o si, peor aún, estás impidiéndote conocer otros nuevos.

Por otro lado, que alguien se acostumbre a un estado de espera constante no implica que deje
de doler el hecho de permanecer esperando. Lo que realmente significa es que uno ha
aceptado que no quiere buscar lo que merece, incluso algunos piensan simplemente que no
se lo merecen. La espera continua debilita emocionalmente poco a poco la mente de cada ser
humano, incluso me atrevo a decir que la bajada de ánimo es proporcional al tiempo de
espera que cada uno lleva viviendo. Pero ojito, seamos realistas en algo que otros creen que
no es importante; cuando tú permites tu propio dolor no eres víctima, sino cómplice.

Una vez hayamos comprendido lo anterior viene la segunda parte, de la que nadie quiere
hablar porque lo piensan tanto que cuando alguien saca el tema, vuelven a meterlo dentro, no
vaya ser que los demás se den cuenta de que tú mismo sabes que eres gilipollas por esperar
o permanecer.
Veamos.
¿De verdad alguien es tan importante en la vida de otra persona para que la tenga esperando,
días, meses y años?
Si fuese yo a quien tú estás esperando te demostraría que merezco la pena impidiéndote que
me esperes, porque llegaría lo más rápido posible, porque jamás te pediría que perdieras
parte de tu vida por mi culpa mientras yo hago la mía. Imagina que yo ni siquiera te aviso de
que voy a llegar un día de éstos pero tú, aún así, sigues esperándome. ¿Crees entonces que
si algún día me da por llegar, serías feliz a mi lado habiéndote demostrado que no me has
importado en absoluto por haberte hecho esperar el tiempo que yo he querido?
Escucha, no hay nadie que se merezca más tu espera que aquel que te impida que lo hagas.

Justifica tu absurda respuesta para convencerte de que estás haciendo lo correcto y creerte
que así duele menos.

Y una cosa, antes de que se me olvide. A mi que nadie me venga con quejas de que está
cansado de esperar pero aún así quiere seguir haciéndolo, porque es como el que mete el
dedo en la llaga y se enamora del dolor que eso le produce. Ojo, que está en todo su derecho,
pero que no lo utilice para darle lástima a otro que por ejemplo sufre sin tener otra opción.

Para que me entiendas, ama si quieres el propio dolor que te consientes a ti mismo pero en
silencio. Y no se te olvide que esperar a alguien o a que algo suceda no te hace víctima.
Sino cómplice, débil, cobarde y hasta si me apuras, tu propio asesino. Porque no te mata lo
que estás esperando, te matas tú haciéndolo.
MARIVI LAMBADA

You might also like