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La importancia actual de

la Geología
9 DE JUNIO 2014 - 01:21

Hoy lunes 9 de junio es el día del geólogo en la República Argentina. ¿Quién no soñó alguna

vez con viajar en una máquina del tiempo? Poder retroceder hacia el pasado y contemplar

imágenes diferentes del mundo que habitamos. Ver el lugar en que vivimos poblado de

animales extraños; el océano emplazado donde se extiende la tierra firme y viceversa. La

geología es precisamente la ciencia que se ocupa de estudiar el origen y desarrollo de nuestro

planeta y es el geólogo quien a través de sus observaciones conduce hacia el pasado la

imaginaria máquina del tiempo.

“Mente et Malleo”, con la mente y con el martillo, reza el logo que


identifica mundialmente a la geología. Es a través de la observación
de las rocas y del pensamiento puro, en que el pasado se proyecta al
presente cuando se leen las enormes páginas pétreas de ese gran
libro que es la corteza terrestre donde está grabada la historia apenas
contada del mundo en que vivimos.

Unos cinco mil geólogos trabajan actualmente en el país


desempeñando sus actividades desde los centros académicos y de
investigación, hasta las múltiples empresas dedicadas a estudiar,
explorar y explotar los recursos del suelo y del subsuelo.

La geología avanzó extraordinariamente en las últimas décadas desde


una disciplina asociada con observadores y descriptores de rocas,
fósiles y minerales, hasta cubrir todos los aspectos del origen, historia
y evolución del planeta Tierra; y dentro de ello, la génesis y los
recursos naturales no renovables de los continentes y océanos.
Incluso también el estudio de la Luna, Marte, los meteoritos, y los
demás planetas del sistema solar. El geólogo es un detective de la
Tierra, y a través de la observación del presente, busca reconstruir el
pasado y de allí obtener las claves que lo orienten sobre el futuro. Por
ejemplo, los continentes que hoy vemos desmembrados y a la deriva,
estuvieron unidos en una sola masa llamada Pangea, la que se
desarticuló en Gondwana al sur y Laurasia al norte. Así como
podemos mediante distintas técnicas ensamblar los continentes en su
posición original, también podemos conocer cómo seguirán alejándose
entre ellos y en qué situación se encontrarán dentro de decenas de
millones de años.

La geotectónica, la geodinámica, la paleogeografía, el


paleomagnetismo y la paleoclimatología son algunas de las disciplinas
que permiten el armado de estos grandes rompecabezas
continentales.

Gracias a los meteoritos, materia primigenia del sistema solar,


sabemos que la Tierra se formó hace 4.566 millones de años. Los
isótopos de los elementos químicos nos han permitido datar las rocas
de todas las edades, desde las más viejas o arcaicas, pasando por las
proterozoicas hasta las fanerozoicas, o sea las de los últimos 600
millones de años. Las fanerozoicas contienen, además, fósiles que
representan la vida de organismos de otros tiempos, entre los cuales
se reconocen a los representantes de la vida antigua o paleozoica, de
la vida media o mesozoica y de la vida nueva o cenozoica.

Las rocas han conservado los restos fósiles de invertebrados,


vertebrados, plantas y microorganismos que son estudiados por los
paleontólogos.

La paleontología tiene hoy cientos de ramas y miles de especialistas.

Los fósiles tienen un doble valor ya que nos informan sobre la


antig•edad de las rocas que los contienen y también cuál era el
ambiente en que fueron sepultados. Las rocas que contienen fósiles
son las sedimentarias y son estudiadas por los sedimentólogos. Los
apilamientos de miles de metros de rocas sedimentarias, formando
estratos, son estudiados por los estratígrafos. Las rocas formadas por
el magma son las ígneas y cualquiera roca que haya sufrido altas
presiones y temperaturas se transforma en metamórfica. Ambas,
ígneas y metamórficas, son estudiadas por los petrólogos. Si el
magma llega a la superficie explota en volcanes y quienes los estudian
son los vulcanólogos. Todas las rocas sufren deformaciones por las
fuerzas que actúan en la corteza, doblándose en pliegues o
rompiéndose por fallas, tema que estudia la tectónica en mano de los
geólogos estructurales. Las rocas sedimentarias pueden contener
materia orgánica, la que madura por calor para dar hidrocarburos, los
que migran y se acumulan en las rocas plegadas. Los geólogos
petroleros tienen la misión de reconstruir las cuencas sedimentarias,
descubrir la evolución de los distintos ambientes y ubicar las
estructuras profundas donde se entrampan los fluidos para dar los
yacimientos de petróleo y gas. Si lo que se busca es agua potable
subterránea, los hidrogeólogos siguen pasos similares y distintas
técnicas hasta llegar a la perforación que permita alumbrar los
acuíferos. La geotermia en cambio se ocupa de las aguas termales, su
origen, quimismo y aprovechamiento. Apelando a la física se han
desarrollado muchas técnicas que tienen que ver con la electricidad, la
gravedad, el magnetismo, la radiactividad, o las ondas sísmicas, que
solas o en conjunto permiten conocer las características del subsuelo.
Así pueden descubrirse yacimientos minerales, petróleo, agua o
conocer la profundidad del relleno de un valle o una cuenca, entre
otros aspectos que estudia la geofísica y los geofísicos. La liberación
de energía sísmica en forma de terremotos es motivo de estudio de
los sismólogos. Cuando una mineralización está cerca de la superficie
sus elementos químicos se dispersan. La geoquímica es una
herramienta importante para centrar una búsqueda y a eso, entre
muchos otros temas de interés, se dedican los geoquímicos. Los
yacimientos metalíferos, no metalíferos y nucleares, están compuestos
por minerales (que estudian los mineralogistas), contenidos en rocas
(que estudian los petrólogos), y todos los aspectos de su prospección,
exploración y explotación son llevados a cabo por los geólogos
mineros. La distribución en el espacio y en el tiempo de los depósitos
minerales es la tarea de la metalogenia. De acuerdo con los distintos
climas y las distintas rocas se forman los paisajes más diversos. La
geomorfología es la rama de la geología que se ocupa del estudio de
las formas del relieve y quienes lo hacen son los geomorfólogos. Los
geólogos ambientalistas están interesados no solo en el medio físico y
su relación con el medio biológico y social, sino también en los riesgos
geológicos que acarrean el juego dinámico de las energías endógena
y exógena de la Tierra y su resultado en la tectónica y el clima. El
suelo es estudiado por los edafólogos cuando de cultivos se trata.
Cuando el suelo y el subsuelo se estudian para ubicar allí obras civiles
como rutas, diques, edificios, canales, puentes, túneles, el campo de
estudio es el de la geotecnia. La teledetección y la cartografía son
esenciales para la elaboración de los mapas geológicos y existen
especialistas para cada una de estas ramas.

Como se aprecia la geología evolucionó hacia decenas de ramas, con


centenas de especialidades. Muchas ramas se han ido aislando hasta
transformase en ciencias independientes tales como la geoquímica,
geofísica o la paleontología, donde respectivamente confluyen el
químico, el físico o el biólogo junto al geólogo. Los cientos de billones
de dólares que vale el recurso evaluado del subsuelo del país en
minerales, aguas subterráneas e hidrocarburos, es y ha sido la mayor
contribución de los geólogos y su ciencia.

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