¿QUÉ SIGNIFICA DEMOSTRAR UN AMOR COMO EL DE CRISTO?

¿Cómo era la relación con sus hermanos cuando eran pequeños? Quizá en este
momento se le venga a la mente momentos que compartían juntos. Quizá jugando,
platicando, en el estudio de familia, compartiendo algunos dulces o alguna travesura
propia de la edad.
Quizá se le venga a la mente alguna vez que por un empujón o una broma se
molestaron el uno con el otro, pero un rato después, o máximo al dia siguiente ya
estaban como si nada.
Y quizá aún al ir creciendo, aunque la circunstancias cambiaron, usted sabe que
cuenta con el apoyo de sus hermanos y que por lo menos, están dispuestos a
escucharle, aunque tal vez estén lejos.
¿Por qué perduran estas relaciones entre hermanos, de una manera tan especial?
¿Cuál es el ingrediente? EL AMOR.
Ahora, ¿se puede practicar este tipo de amor para con otras personas aunque no sean
de nuestra misma sangre? Jehová mediante la Biblia, su palabra inspirada, nos dice
que sí. Incluso para nosotros como cristianos, no es opcional.
Leamos lo que dice Romanos 12:10
La esencia de este versículo nos transmite algo muy importante. Puntualicemos la
expresión “amor fraternal”, esta proviene del griego filadelfia, que literalmente
significaba “Cariño al hermano”. ¿Esto que debería significar para nosotros? Que las
relaciones dentro de la congregación deberían ser íntimas, fuertes y afectuosas, como
en una familia natural.

Así como hablamos con uno de nuestros familiares para saber cómo está, cómo le va,
asi como estamos dispuestos a hacer favores por nuestros familiares. Así debe ser el
amor en la congregación. Y no lo dice ningún ser humano, nos lo está diciendo Jehová.

Pero ¿cuál es nuestra unidad de medida? ¿Hasta que grado debemos amar a nuestros
hermanos? La Biblia también tiene la respuesta en 1Tesalonicenses 4:10.

Aunque ya manifiesten amor fraternal, se insta a los que forman parte de la

congregación a que lo hagan en medida más plena.

Una de las raíces de este término stér·gō, se usa con frecuencia para denotar cariño
natural, como el que existe en la familia. El apóstol Pablo animó a los cristianos a
cultivar esta cualidad. También indicó que los últimos días se caracterizarían por
personas ‘sin cariño natural’.

Así que aunque en la congregación estaríamos disfrutando de amor pleno, en el

mundo exitstirían personas que estarían dispuestas a hacernos daño a la primera
oportunidad que tuvieran. Ya sea por envidia, por coraje, o hasta por nuestras
creencias. Pero resaltando entonces las cualidades cristianas ¿Cómo deberíamos
reaccionar nosotros a este tipo de ataques?

Romanos 12:17-19 tiene la respuesta

Pablo indicó que no debemos pagar con la misma moneda a quienes nos tratan con
hostilidad.
Pablo nos anima a tratar bien a todas las personas, sean o no creyentes: “No devuelvan
mal por mal a nadie”. En efecto, no sería lógico andar diciendo que aborrecemos los
malos actos, pero luego recurrir a ellos para vengarnos. De hecho, eso sería todo lo
contrario a tener un amor en plenitud.

El siguiente consejo de Pablo es que hagamos “cosas excelentes a [la] vista de todos
los hombres” (Romanos 12:9, 17). ¿Qué aplicación tienen estas palabras?

Los cristianos verdaderos seguimos siendo el blanco de las miradas de la gente del
mundo. A veces, las personas que nos rodean responden mejor a nuestro mensaje al
ver que hacemos buenas obras incluso cuando estamos recibiendo un trato injusto
Y de eso precisamente tratan los siguientes versículos de este capítulo que estamos
analizando:
Leer Romanos 12:20, 21.
En vez de enfadarnos, debemos tener paciencia y esperar en Jehová y tratar
constantemente de vencer el mal con el bien. De estos versículos aprendemos dos
cosas importantes:
1.- Cuando nosotros no respondemos ante esa persecución, es decir, que no nos
desquitamos de esa persona, le estamos demostrando lealtad a Jehová, estamos
dejando que él se encargue de ello.
2.- Cuando realmente dejamos eso por un lado y no pensamos en desquitarnos de esa
persona, al contrario pagamos mal con el bien, dice aquí que le amontonamos brasas
ardientes sobre su cabeza. ¿Qué quiere decir esto?

Bueno sabemos que el calor es muy fuerte y de acuerdo a la intensidad puede debilitar
hasta los materiales más fuertes,

De la misma manera, la amabilidad puede ablandar las actitudes más hostiles y sacar a
la luz lo mejor de las personas. Si usted es comprensivo y hasta compasivo con el
ofensor, tal vez pueda ayudarlo a aprender las verdades bíblicas. En cualquier caso,
una respuesta apacible dará a la persona la oportunidad de reflexionar en lo bien que
usted se portó con ella.

Cuando alguien nos trata mal, demostrar un amor como el de Cristo significa
más que sencillamente no vengarse. Significa tener amor pleno para con todos.
Tratarnos con amabilidad. Pues así agradaremos a Jehová, ya que no sólo
estaremos adorándolo de palabra, si no también con nuestras acciones.