Professional Documents
Culture Documents
La institución del estoppel es una aplicación del principio de la buena fe. Un Estado no
puede retractarse de un acto unilateral generador de obligaciones, si de ello se deriva
un perjuicio para otro Estado, el cual ha actuado conforme a dicho acto unilateral previo,
confiando en él. De acuerdo a lo establecido por la Corte Internacional de Justicia, en
el caso relativo a la frontera terrestre y marítima entre Camerún y Nigeria, excepciones
preliminares, y según lo estima el profesor Pastor Ridruejo, para que se genere esta
limitación deben concurrir estas condiciones: “primeramente, que el Estado contra el
que se invoca el estoppel haya adoptado un comportamiento o hecho declaraciones
que testimonien de una manera clara y constante una toma de posición; y, (...), que el
Estado que alega la figura debe demostrar que, fiado en la actitud del otro Estado, ha
modificado su posición en detrimento propio o ha sufrido algún perjuicio”
Es importante destacar que entre la actitud primaria, del Estado contra el cual se invoca
el estoppel, y la actitud secundaria, del Estado que actúo en consideración de la primera
actitud y confiando en la buena fe de la otra parte, debe existir un vínculo de causalidad,
tal como dice el profesor Remiro Brotóns. Por lo tanto lo esencial en este caso es
establecer la reacción que produjo en el segundo Estado la actitud primaria.
La aquiescencia como acto unilateral guarda relación con la inactividad o silencio de un
Estado frente a determinada situación jurídica, la que es interpretada como
consentimiento o aceptación del Estado. Esto se debe a que tal situación jurídica es
merecedora de una protesta u otro acto que demuestre la inconformidad del Estado con
tal escenario, en caso de que así sea65. En cambio, si el Estado no emite declaración
alguna frente al comportamiento, se entenderá que lo acepta como tal. Tiene una
profunda conexión con el estoppel, ya que puede la aquiescencia dar lugar a este
último, si la actitud primaria, antes nombrada, consiste en silencio o inactividad.
Es preciso, para que opere la aquiescencia, que el hecho o situación del que se derive
sea totalmente conocido por el Estado que se ve afectado. Siendo la forma más
adecuada la notificación por conducto diplomático. En cuanto al acto que se espera por
parte del Estado que no está de acuerdo o que no considera legítima la pretensión
ajena, este se hace patente en forma de la protesta. La que, tal como plantea Llanos
Mansilla, “impide que se legitime una determinada situación, que el silencio del Estado
podría reconocer”. Para que la protesta sea efectiva se requiere, según Remiro, que
esta sea inequívoca en su contenido, oportuna en cuanto al tiempo y reiterada las veces
que sea necesaria.
- El principio de equidad.
Los principios generales del Derecho Internacional Público, como fuente del Derecho,
están consignados expresamente en el artículo 38 del Estatuto de la Corte Internacional
de Justicia, entendido como un catálogo incompleto de fuentes. La historia de la norma
nos señala que la inclusión de los principios generales fue una consecuencia del
acuerdo adoptado entre los negociadores, donde finalmente su incorporación fue vista
como logro por los iusnaturalistas, y por parte de los otros miembros positivistas una
posibilidad de límite al intento principialista de los primeros.
Los Principios Generales del Derecho están contenidos en el artículo 38 del estatuto de
la Corte Internacional de Justicia: “los principios generales de derecho reconocidos por
las naciones civilizadas"”, serán entre otras fuentes consideradas por la Corte en la
solución de los casos sometidos a su conocimiento.
En primer lugar, una norma posterior de contenido contrario deroga a una anterior de
idéntico rango {lex posterior derogat priori/, excepción hecha de las normas de ius
cogensq ue prevalecen sobre cualesquiera otras según el artículo 53 del Convenio de
Viena sobre Derecho de los Tratados de 1969: Es nulo todo tratado que, en el momento
de su celebración, esté en oposición con una norma imperativa de derecho internacional
general. Para los efectos de la presente Convención, una norma imperativa de derecho
internacional general es una norma aceptada y reconocida por la comunidad
internacional de Estados en su conjunto como norma que no admite acuerdo en
contrario y que sólo puede ser modificada por una norma ulterior de derecho
internacional general que tenga el mismo carácter.
Así, por ejemplo, una costumbre o tratado general posterior de contenido contrario
deroga a una costumbre o tratado general anterior.
En segundo lugar, una norma especial o particular prima sobre una norma general. Así
pues, los tratados, que contienen normalmente reglas particulares porque obligan a un
número limitado o menor de sujetos, priman por esta razón sobre las costumbres
generales. Lo mismo ocurre con las costumbres particulares, sean regionales o locales,
que prevalecen siempre sobres las costumbres generales.
Por último, la igualdad de rango es acorde con la práctica judicial, con la propia
estructura descentralizada del Derecho Internacional, si se compara con los
ordenamientos internos, y con su evidente falta de formalismo en la creación y
aplicación de las normas.