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SENTENCIA 26/2015
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.- Que por la referida parte actora se dedujo demanda origen de los
presentes autos, en base a los hechos y fundamentos de derechos que estimaba de
aplicación, suplicando que, se tuviera por presentado dicho escrito con los
documentos que acompañaba y previos los trámites legales dictara sentencia por la
que se condenara a la parte demandada al pago de la cantidad reclamada intereses
y costas del procedimiento.
Después de arrancar los motores el registrador de voz en cabina (CVR) recoge que
se ejecutó la lista de comprobación “After start” y se realizó la lectura de ocho ítems,
pero al llegar al noveno y último, flaps & slats, el comandante interrumpió al copiloto
antes de que lo leyera y le dijo que pidiera permiso a control para el rodaje, por tanto
ni se leyó este punto ni se produjo la respuesta (SET AND CHECKED).
Posteriormente hubo más ocasiones para enmendar este error sin que se advirtiera.
Así en la lista de comprobación de Taxi se encontraba en quinto lugar el punto de
verificación de la luz indicadora del sistema de reserva automática de empuje
(ARTS), que debería estar encendido indicando que existía la posibilidad de empuje
automático adicional en el caso de que se produjera el fallo de un motor del
despegue: la luz no se enciende si los slats no están configurados para el despegue.
Además para preparar el despegue con empuje automático hay que seleccionar en
el panel del sistema de empuje automático de los motores el modo despegue (TO), y
poner el actuador del ARTS en posición automático, lo cual debe encender la luz
verde (READY) en el panel central de instrumentos indicando que el empuje
adicional está disponible. La tripulación debería de haber sido consciente de que la
luz (ready) estaba apagada, indicando que los slats no estaban ajustados por el
despegue, lo que debería haber llamado su atención.
El último punto de la lista de “Taxi”es el denominado “Take off briefing”; en la
descripción de este punto indica que se repasen entre otras circunstancias los flaps
para el despegue y que se haga referencia a las restricciones por MEL. La grabación
(CVR) revela que este punto no se hizo, lo que debería de haberse hecho, máxime
teniendo en consideración que al realizarse la apertura del disyuntor Z-29 para
arreglar provisionalmente el problema con la sonda, había ahora restricciones
nuevas según la MEL.
Se añade en el referido informe que cuando el avión estaba girando para alinearse
con la pista, en la grabación se escucha al copiloto realizar la última comprobación
antes del despegue (Take off inminent) y repasar la lectura de los valores de los
flaps (eleven) en el panel de ajuste para despegue situado en el pedestal y como
vuelve a repetir el ángulo de flaps (eleven) que deberían estar leyendo en las
pantallas LCD del indicador de flaps/slats y en la rueda graduada situada con la
palanca de flaps/slats. Sin embargo las evidencias físicas y la grabación registrada
de los flaps en el DFDR (registrador de datos de vuelo) están en contradicción con lo
que se oye decir al copiloto en la grabación. Así se indica en el informe que es
altamente improbable que las dos pantallas LCD que reciben la información
directamente de los sensores situados en los flaps esté presente la indicación de 11º
si los flaps están retraídos. Para eso los sensores de ambas alas que son
independientes deberían estar transmitiendo una información errónea que además
tendría que ser de 11º en ambos. Se considera por tanto que la comprobación de
los “final items” no significó una comprobación real de las indicaciones en cabina.
Por su parte el comandante debería haber monitorizado que las respuestas que
daban voz alta el copiloto se correspondían con el estado real de los controles, pero
en el preciso momento en que el copiloto los hacía, el comandante estaba alineando
la nave con la pista, por lo que tenía que mirar al exterior y no podía comprobar las
respuestas que oía.
10. Por tanto el baremo para accidentes de circulación establecido por la Ley
30/1995, de 8 de noviembre resulta un criterio orientador para en el cálculo
indemnizatorio, con el objeto de no incurrir en arbitrariedad y respetar el principio de
igualdad y seguridad jurídica, todo ello sin perjuicio de reconocer su carácter no
vinculante y la necesidad de adaptarlo a las circunstancias específicas del siniestro
que aquí nos ocupa.
11. La aseguradora Mapfre ofrece las cuantías por indemnizaciones previstas para
accidentes de tráfico incrementadas en un 20%. Así en el escrito presentado con
fecha 26 de junio de 2014, concreta una cantidad de 114.191,58 euros, a la que
habría que sumar la cantidad de 25.000 euros percibida por los padres el 29 de
septiembre de 2008 por un importe de 25.000 euros, con lo que el importe total
indemnizado ascendería a 139.191,58 euros, cantidad que resulta de aplicar el
grupo IV de la Tabla I, con el aumento del 10% por perjuicios económicos conforme
a la actualización de cantidades obrante mediante Resolución de 5 de marzo de
2014 de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones.
13. Por lo que respecta a la otra codemandante, Doña Laura D., conforme al baremo
citado, no tiene la condición de perjudicada, puesto que no es de aplicación el grupo
V de la tabla I. La parte actora manifiesta que Doña Laura es la única hermana que
tenía el fallecido y que ambos convivían en el domicilio familiar. Pues bien, al
margen de que el baremo no contemple indemnización alguna para la misma al no
ser menor de edad (lo cual no ha dejado ser objeto de crítica por la jurisprudencia
(SAP Navarra de 05 de julio de 1999 SAP de León de 3 del 04 de julio de 2000), al
existir convivencia con la víctima, debe considerarse probado la existencia de un
perjuicio cierto para la misma. No es necesaria mayor prueba sobre la existencia de
este daño moral, ya que los hechos hablan por sí mismos: la convivencia con la
víctima de la hermana, tal como se indica en el poder para pleitos adjuntado con la
demanda, es de por sí demostrativa de la existencia de un daño real y la relación de
causalidad con el siniestro aéreo también es evidente. Por ello , debe condenarse a
la demandada al pago de 20.000 euros a la hermana, cantidad prácticamente
coincidente con la prevista en el citado baremo para estos supuestos sin la
aplicación del porcentaje de perjuicio económico dada la mayoría de edad de la
demandante.
FALLO