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PROPUESTA DE GUIÓN PARA LA SOLA CELEBRACIÓN DE

IMPOSICIÓN DE LA CENIZA.

Reunidos en el lugar previamente indicado para esta celebración, los participantes


se disponen para iniciarla con un canto que todos sepan. En este guion se proponen
unos cantos, que pueden ser cambiados por otros más conocidos por todos (los
números señalados para los cantos, corresponden a la tercera edición del cantoral).

CANTO INICIAL: Estoy Pensando En Dios


Estoy pensando en Dios, Estoy pensando en su amor...
Estoy pensando en su amor...
Estoy pensando en Dios, Yo siento angustia cuando veo,
Estoy pensando en su amor... Que después de dos mil años,
Y entre tantos desengaños pocos viven
Olvida el hombre a su Señor, por amor,
Y poco a poco se desvía, Muchos hablan de esperanza más se
Y entre angustia y cobardía, alejan del Señor...
Va perdiéndose el amor,
Dios le habla como amigo, Estoy pensando en Dios,
Huye el hombre de su amor... Estoy pensando en su amor...
Estoy pensando en Dios,
Estoy pensando en Dios, Estoy pensando en su amor...
Estoy pensando en su amor...
Estoy pensando en Dios,

Monición inicial:
Comenzamos la Cuaresma en unión con toda la Iglesia. Recorramos este camino de
conversión unidos como pueblo de Dios. Que este año, se reavive nuestra conciencia
de que por el Bautismo hemos muerto al pecado y se nos da la vida en Cristo Jesús.
Dejemos que los signos de la liturgia de este día nos hablen. Recibamos en la fe el
signo de la ceniza que expresa nuestra fragilidad pero nos mueve a acercarnos con
sinceridad a nuestro Señor. Participemos con fe.

Canto penitencial: A continuación se invita a los participantes a tomar conciencia de


la condición de pecadores, se hace el breve examen de conciencia y se dice el acto de
contrición: Jesús, mi Señor y Redentor…

Canto
Tu que siempre nos perdonas, Tu que siempre nos escuchas,
por que nos quieres mucho, Por que nos quieres mucho,
tu que siempre nos perdonas, Tu que siempre nos escuchas,
Señor ten piedad. Cristo ten piedad.
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Tu que siempre nos ayudas, Tu que siempre nos ayudas,
Por que nos quieres mucho, Señor ten piedad.
ORACIÓN.
Fortalécenos, Padre, con tu auxilio al iniciar la Cuaresma para que nos mantengamos
en espíritu de conversión; que la austeridad penitencial nos lleve a fortalecer nuestras
debilidades y nos prepare para celebrar la muerte y resurrección de tu Hijo Jesucristo,
nuestro Señor. R/. Amén.

LECTURA DEL EVANGELIO: Cita bíblica: Mt 6,1-6.16-18.


Comentario:
La Palabra de Dios nos instruirá sobre el verdadero sentido del tiempo que iniciamos
y de las prácticas cuaresmales que realicemos. Escuchemos atentamente.

Lectura del Santo Evangelio Según San Mateo


Dijo Jesús a sus discípulos: “Guárdense de las buenas acciones hechas a la vista de
todos, a fin de que todos las aprecien. Pues en ese caso, no les quedaría premio alguno
que esperar de su Padre que está en el cielo. Cuando ayudes a un necesitado, no lo
publiques al son de trompetas; no imites a los que dan espectáculo en las sinagogas y
en las calles, para que los hombres los alaben. Yo les digo: ellos han recibido ya su
premio. Tú, cuando ayudes a un necesitado, ni siquiera tu mano izquierda debe saber
lo que hace la derecha: tu limosna quedará en secreto. Y tu Padre, que ve en lo secreto,
te premiará.
Cuando ustedes recen, no imiten a los que dan espectáculo; les gusta orar de pie en
las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que la gente los vea. Yo les digo:
ellos han recibido ya su premio. Pero tú, cuando reces, entra en tu pieza, cierra la
puerta y ora a tu Padre que está allí, a solas contigo. Y tu Padre, que ve en lo secreto,
te premiará.
Cuando ustedes hagan ayuno, no pongan cara triste, como los que dan espectáculo y
aparentan palidez, para que todos noten sus ayunos. Yo les digo: ellos han recibido ya
su premio. Cuando tú hagas ayuno, lávate la cara y perfúmate el cabello. No son los
hombres los que notarán tu ayuno, sino tu Padre que ve las cosas secretas, y tu Padre
que ve en lo secreto, te premiará”.

Palabra del Señor.- R/. Gloria a ti, Señor Jesús.

COMPARTIR LA PALABRA:
 ¿De qué formas penitenciales se nos habla en el Evangelio escuchado?
 ¿Cuáles formas de oración se pueden hacer en nuestra comunidad y en nuestras
familias, para mantenernos en este ambiente de presencia de Dios?
 ¿Qué campos de hacer limosna y ejercer la caridad cristiana existen en
nuestra comunidad?

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 ¿Cómo nos vamos a organizar para poner en práctica la ayuda a los demás y la
oración, en este tiempo de Cuaresma?

MENSAJE.
Jesús, en el Evangelio que acabamos de escuchar, nos presenta una forma muy
concreta de acción personal que en este tiempo de Cuaresma se usa con mucha
frecuencia: la limosna u obras de caridad, la oración y el ayuno. Se preocupa para que
eso no se haga por mostrarse ante los demás, sino con el sincero deseo de que sea un
esfuerzo personal de conversión, en orden al crecimiento de la vida divina en cada
uno de nosotros.

Si la presentación que hace el evangelista está indicada en forma personal, sabemos


que el Señor está haciendo, al mismo tiempo, una invitación para que no se quede
meramente en lo individual, sino que en la comunidad se organicen acciones que
permitan a todos sentirse tomando parte de un esfuerzo común para ayudarnos
mutuamente. Por eso es bueno que entre todos veamos las posibilidades de ayuda al
prójimo que existan en nuestra comunidad. Entre todos hagamos una lista de ayudas
posibles. (Anotar en un tablero, o alguien que anote en una hoja, lo que se pueda
hacer. De cada una de esas cosas, cuáles se van a hacer –unas cuatro o cinco-; quién
va a responder por cada una de ellas, cuándo se va a hacer y con la ayuda de quiénes
se hará).

Pero no nos podemos quedar únicamente con ese aspecto. El de la oración comunitaria
también es muy importante. Pensemos cómo vamos a organizarnos mejor para que en
este tiempo hagamos un ejercicio muy especial para poderla realizar. Comunitaria, no
quiere decir que necesariamente todos estemos en todas; se puede organizar por
familias o por vecindad, o como mejor parezca para lograr un buen resultado.
(También comentar sobre este aspecto entre todos y ponerse de acuerdo en alguna o
algunas oraciones en común).

Finalmente, Jesús insiste en el ayuno, es decir, en el vencimiento personal; que no se


puede descartar que se pueda hacerlo no individualmente, sino algunas personas que
se unan para lograrlo. El resultado de ello, es que alguien se beneficia de nuestras
privaciones. Pensemos en las posibilidades que podamos tener para hacerlo.

Todo esto que hemos pensado es lo que podemos presentar al Señor en este tiempo de
Cuaresma para ejercitar nuestra vida en el vencimiento personal y el mayor beneficio
de quienes nos rodean y, tal vez, se encuentran con más necesidades que nosotros
mismos. No nos olvidemos que todos esto es “en el nombre del Señor Jesús”, para

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gloria de Dios y crecimiento en gracia y santidad para todos nosotros. Así nos
preparamos mejor para celebrar el acontecimiento de nuestra Redención.

ORACIÓN DE LOS FIELES.

Reunidos para iniciar el camino de renovación cuaresmal por el ejercicio de la


penitencia, elevemos nuestras oraciones al Padre de todos.

Todos: MUÉSTRANOS, PADRE, TU MISERICORDIA.

 Por la Iglesia universal, para que al iniciar este tiempo de cuaresma vivamos
con un espiritu humilde y convertido.
 Por todos los que iniciamos esta Cuaresma por la imposición de la Ceniza; para
que el esfuerzo de renovación nos llene de la Vida de Gracia.
 Por todo los pueblos; para que, corrigiendo los errores y dominando las
ambiciones, haya colaboración mutua entre todos.
 Por los enfermos, los encarcelados y todos los que sufren; para que en este
tiempo de gracia y bendición experimenten la acción de Dios en sus vidas.
 Por quienes hoy recibimos la Ceniza; para que el signo externo que hacemos
manifieste un cambio en nuestra vida interior.

Añadir algunas intenciones.


Conscientes de que la Gracia Divina se nos da en la medida en que la necesitamos,
terminemos esta oración, diciendo: Padre nuestro, Ave María.

Imposición de la Ceniza.
Quien ha sido encargado por su párroco para imponer la ceniza, hace la siguiente
parte. Puede ser el mismo que está dirigiendo la celebración de la Palabra de Dios.

Monición.
Con actitud humilde dirijámonos, hermanos, a Dios nuestro Padre, para que se digne
bendecirnos al imponer esta ceniza ya bendita, sobre nuestras cabezas.

ORACIÓN: Todos inclinan la cabeza.


Oh Dios, que no te dejas vencer por el que se humilla y encuentras agrado en quien
hace penitencia por sus pecados; escucha nuestras súplicas y derrama la gracia de tu
bendición sobre estos siervos tuyos que vamos a recibir la Ceniza; que fieles a las
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prácticas cuaresmales podemos llegar, con el corazón limpio, a la celebración del
misterio pascual de tu Hijo. Que vive y reina por todos los siglos. Amén.

Enseguida se hace la imposición de la Ceniza; pasan los participantes en la


celebración en orden. Quien está imponiendo la Ceniza, dice:

“CONVIÉRTETE Y CREE EN EL EVANGELIO”.

Se pueden entonar cantos conocidos por todos: Alaberé, Jesús está pasando por
aquí, no hay Dios, etc.

Terminada la imposición de la Ceniza, quien está dirigiendo la celebración, termina


con la siguiente oración.

ORACIÓN FINAL:
Padre, que tu gracia inspire, sostenga y acompañe nuestras obras, para que nuestro
trabajo tenga su inicio en ti, como su fuente, y nos lleve siempre a ti, como a su fin.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

CONCLUSIÓN:(Hacerse el signo de la cruz, mientras quien dirige dice lo


siguiente).
El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
Amén.

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