You are on page 1of 37

Evolución de la Probabilidad de laborar en el Sector

Informal en México durante el período 2005-2015.


Allende Rionda
I. Introducción
En México el sector informal es un fenómeno en constante crecimiento que afecta
significativamente a la productividad de la Población Económicamente Activa (PEA)
y en consecuencia afecta negativamente al crecimiento y desarrollo económico del
país en el largo plazo. En las últimas tres décadas el sector informal se ha expandido
notablemente a lo largo y ancho del territorio nacional, influyendo decisivamente en
la calidad de vida de la mayor parte de la población, la cual ha disminuido
considerablemente debido a que muchas personas buscan exclusivamente subsistir a
toda costa. Esta situación no les da el tiempo suficiente para poder desarrollarse
plenamente como seres humanos y poder contribuir positivamente a la economía
nacional.

A pesar de que el Estado ha intentado reiteradamente reducir la informalidad laboral,


esta problemática sigue estando en una expansión incesante y por ende es cada vez
más difícil encontrar soluciones definitivas que acaben con ella o que al menos la
reduzcan notablemente. Por este motivo existen diversos estudios que estudian el
comportamiento del sector informal respecto al mercado del trabajo, sus orígenes y
posibles alternativas que ayuden a reducir la magnitud de la informalidad laboral.

En este trabajo estudiamos tanto la probabilidad de laborar en el sector informal como


la probabilidad de contar con un empleo informal durante el período 2005-2015
mediante las siguientes variables sociodemográficas: Nivel de Escolaridad, Sexo,
Acceso a instituciones de la salud y otras prestaciones, Edad, Salario Mínimo Mensual
y Número de hijos. Para analizar dichas probabilidades, utilizamos la metodología de
los Modelos de Respuesta Binaria (Probit y Logit). Además, estimamos el modelo de

1
Mínimos Cuadrados Ordinarios (MCO) para compararlo con los modelos Probit y
Logit con el fin de elegir el modelo que más información nos proporcione sobre el
comportamiento del Sector Informal en sí.

En la sección II revisamos la literatura consultada en este trabajo con el fin de ofrecer


una perspectiva general sobre el sector informal y su relación con el mercado laboral
mexicano. Mientras en la sección III empleamos las bases de datos de la Encuesta
Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), las cuales contienen tablas de datos
Sociodemográficas tanto del Primer Trimestre de 2005 como del Primer Trimestre de
2015. En base a esta información analizamos el comportamiento de cada una de las
variables sociodemográficas anteriormente mencionadas respecto a la probabilidad de
trabajar informalmente por medio de gráficos bidimensionales, en donde dicha
probabilidad es la variable a explicar (variable dependiente) y las otras variables son
explicativas (variables independientes). Después procedimos a calcular la correlación
entre la variable a explicar y las variables explicativas para obtener más información.
Sin embargo, no obtuvimos resultados concluyentes e incluso son ambiguos ya que
no ofrecen información alguna sobre la probabilidad de ingresar al sector informal.
En otro orden de ideas, decidimos complementar la información obtenida en los
gráficos con tablas que recopilan las tasas de crecimiento anual de empleo tanto en el
sector formal como en el sector informal.

En la sección IV.I explicamos la teoría de los Modelos de Respuesta Binaria (Probit


y Logit). Dicho sea de paso, en la sección IV.II planteamos estos modelos para
calcular tanto la probabilidad de laborar en el sector informal como la probabilidad de
trabajar en un empleo informal y posteriormente elaboramos cuatro tablas de perfiles
de personas pertenecientes a la PEA en relación a todas las variables
sociodemográficas empleadas en este trabajo la probabilidad de tener un empleo
informal y la probabilidad de laborar en el sector informal (construimos dos tablas
tanto para los hombres como para las mujeres, la mitad de esas tablas corresponde a

2
la probabilidad de contar con un empleo informal y la otra mitad corresponde a la
probabilidad de laborar en el sector informal).

Por último, en la sección V explicamos nuestras conclusiones sobre el sector informal


y el mercado de trabajo en México.

II. Marco Teórico


Durante las últimas tres décadas, el crecimiento de la productividad en México se ha
rezagado a causa del pobre funcionamiento de los mercados crediticios, las
distorsiones en la oferta de los inputs y los incentivos adversos que favorecen la
informalidad. Se añaden además los siguientes problemas: el control de los inputs
clave de parte de la minoría de la población perteneciente a la elite, la inefectividad
continúa de la educación pública, la persistencia de la informalidad y la vulnerabilidad
hacia los shocks externos. Cada uno de estos factores ha tenido un rol fundamental en
la trayectoria del desarrollo económico del país durante las últimas tres décadas. No
obstante, no se sabe con certeza la importancia relativa de estos factores en el historial
del crecimiento económico del país (Hanson, 2010).

El sector informal se ha extendido en demasía en todo el territorio nacional y está más


generalizada que en otros países de la región (Latinoamérica). (Loayza y Sugawara,
2009). Esta realidad es preocupante por la distribución muy inadecuada de los
recursos (especialmente en el caso de la mano de obra) y una utilización
extremadamente ineficiente de los servicios gubernamentales y ello puede
comprometer las perspectivas de crecimiento del país. Las Pruebas de Corte
Transversal entre países llevadas a cabo en el artículo de Loayza y Sugawara (2009)
sugieren que la informalidad en México es resultado de una combinación de las
deficiencias de los servicios públicos y un marco regulatorio costoso para las
empresas formales. Dicha combinación es particularmente peligrosa en el caso de
México debido a la deficiencia en la escolaridad y las capacidades en la mayor parte

3
de la población. Además, los modos de producción todavía son básicos y las presiones
demográficas son considerables.

Por otro lado, el mercado laboral exhibe amplios desequilibrios que inhiben las
dinámicas laborales y han ocasionado incrementos en la precariedad laboral de las
ocupaciones, tanto formales como informales. La evidencia empírica sugiere que
existe una disyuntiva entre el crecimiento macroeconómico y el mercado de trabajo
(la brecha entre estas dos variables es extensa). Es decir, no existe una correlación
entre el crecimiento macroeconómico y el desarrollo del mercado laboral (se
presentan algunos desequilibrios no correlacionados con la presunta fortaleza
macroeconómica, la cual es difundida a nivel nacional e internacional). Dados estos
hechos, hay que implementar políticas que contribuyan a cerrar la brecha existente
entre el crecimiento macroeconómico y el mercado laboral (en el mediano y largo
plazo) en lugar de eludir la realidad microeconómica que experimentan los millones
de habitantes económicamente activos (Cervantes y Acharya, 2013).

En los países en desarrollo, los mercados laborales urbanos están caracterizados


generalmente por una presencia de un sector informal grande. Al mismo tiempo, el
sector formal está supeditado a las regulaciones institucionales (el sector informal no
está sujeto a dichas regulaciones). De acuerdo a Gon, Van Soest y Villagomez (2004),
existen dos planteamientos respecto al sector formal: el empleo en el sector formal
está racionado (aquellos que no pueden obtener trabajo optan por el desempleo u
obtener trabajo en el sector informal); y ambos sectores son simétricos y competitivos.
Es decir, los sectores formal e informal tienen diferentes funciones de producción, y
la heterogeneidad entre los trabajadores implica que algunos de ellos sean más
productivos en un sector, mientras que otros tienen una mayor productividad en otro
sector.

4
Una de las razones por las cuales muchos individuos deciden ingresar al sector
informal es que tienen una percepción generalmente negativa sobre la seguridad social
en México (por la mala calidad de servicios que ofrecen las instituciones de seguridad
social como el IMSS e ISSSTE). De hecho, Robles (2015) demuestra a través de un
modelo Probit, que la percepción que tienen los individuos hacia el sistema de
seguridad social (Variable: “Opinión”) incentiva la informalidad en un 13%, y a pesar
de no ser una alta probabilidad, es crucial que sea tomada en cuenta porque tomando
las demás variables como constantes (Informalidad e Ingreso Corriente Monetario
Total Per Cápita Mensual), la probabilidad pasará a ser del 30% aproximadamente.
Dada esta situación, el autor sugiere que el gobierno mexicano reformule y mejore el
esquema de seguridad social existente con el objeto de mejorar la percepción que
tienen los habitantes de México al respecto. En otras palabras, si los individuos
perciben que el servicio de seguridad social es bueno, y que cumple con sus
expectativas, ellos buscarán contar con dicho servicio. En caso de empeorar la
percepción general que se tiene respecto al servicio de seguridad social, existirán
mayores incentivos a ingresar al sector informal.

Además, en su investigación, Robles (2015) apoya el supuesto de que no solo factores


exclusión (mercados laborales fragmentados) sino también de escape (mercados
laborales competitivos), influyen en las decisiones de los individuos de optar por un
empleo formal o uno informal en México (Apéndice A, págs.157-158, en el artículo
de Robles, 2015).

Los hallazgos de Samaniego (2008) sugieren que el crecimiento desbordante de la


economía informal es muy alarmante debido a que un enorme porcentaje de la
Población Económicamente Activa (PEA) tiene puestos de trabajo precarios, de muy
baja productividad, llevados a cabo en empresas muy pequeñas por individuos que
cuentan con un capital físico escaso o nulo y un bajo nivel de calificación, los cuales

5
se ven obligados a inventar distintos medios de supervivencia. Esta situación es un
rasgo característico inherente a todo el territorio nacional.

A principios de los años setenta, el sector informal era pequeño y por ello fue ignorado
y subestimado. De hecho, había predicciones de que este fenómeno tendería a
desaparecer con el paso del tiempo. Sin embargo, su crecimiento se fue dando
exponencialmente y ello ocasionó que posteriormente más de la mitad de la ocupación
no agropecuaria (52%) estuviera concentrada en los empleos informales. La
aportación de la economía informal al PIB nacional es alrededor del 30%. Por otra
parte, el desempleo abierto constituye en México una proporción sustancialmente
menor, el cual por años ha fluctuado alrededor del 2% de la población ocupada. Por
lo tanto, la persistente expansión de la informalidad no puede ser ignorada y vista con
pasividad debido a que en años recientes representa uno de los problemas medulares
del desarrollo económico y social del país y un tema que demanda inmediata atención.
Dada la diversidad y vastedad de la economía informal, la mayoría de la PEA vive en
condiciones de precariedad, de pobreza y de muy baja productividad. La magnitud de
la informalidad significa un considerable desperdicio de recursos y un obstáculo para
el potencial productivo de la sociedad en general, que tiene un importante efecto
negativo sobre el desarrollo económico y social del país. También se ha verificado
que la presencia de la informalidad tiende a generar factores de auto refuerzo de este
fenómeno, los cuales constituyen la trampa de la informalidad. Por otra parte, el sector
informal representa una merma de la base impositiva que repercute en tasas de
impuestos cada vez más elevadas para los trabajadores y empresas que realmente
contribuyen con sus obligaciones fiscales. Por ende, la elevación de los impuestos y
contribuciones, al aplicarse sobre una base más estrecha, incentiva al mismo tiempo,
una mayor evasión de impuestos y desplazamientos mayores del sector formal hacia
el informal. Por otro lado, el sector informal está excluido del sistema de seguridad
social, al no beneficiarse de él. Es decir, la gran mayoría de la población trabajadora
queda marginada de la principal red institucional de protección social y ello implica

6
una mayor reducción de la base real de sustento para la construcción del sistema
mismo de seguridad social (Samaniego, 2008).

El tamaño del sector informal está estrechamente correlacionado tanto con el


crecimiento económico como el desarrollo económico del país. Esto sucede porque a
mayor dimensión del sector informal, mayor tiende a ser la debilidad del sector
público para abarcar con sus instrumentos a la base total de la estructura productiva,
mayor es la dilución de la información disponible de mercado, más reducido es el
nivel de transparencia, y los obstáculos a la gobernabilidad y al buen funcionamiento
del sistema legal son mayores. Simultáneamente, el ingreso público se ve mermado,
se deteriora la calidad y la cantidad de los servicios prestados por el Estado, y se crean
presiones para elevar las tasas impositivas en el sector formal. Todos estos factores
combinados con una pobre infraestructura crean un refuerzo a la permanencia de las
empresas y los trabajadores en la economía informal.
Por todo lo expuesto anteriormente, la informalidad no debe ser vista con pasividad
ya que usualmente es considerada como una válvula de escape ante los desequilibrios
del mercado laboral. Este fenómeno representa un problema significativo para todo el
territorio nacional y demanda una atención urgente de parte de la política económica
y social (Samaniego, 2008).

Pese a los esfuerzos invertidos en la formalización de las actividades informales en


México, el sector informal sigue aumentando constantemente y con mayor
desigualdad, lo cual muestra que existe un mercado laboral ampliamente heterogéneo
y con mayor dispersión en sus remuneraciones. Además, aumentar la experiencia
laboral y la edad implica una mayor probabilidad de trabajar por cuenta propia. La
causa de ello es la falta de oportunidades en el ámbito laboral formal. Empíricamente
se ha demostrado que la actividad emprendedora y por cuenta propia informal reflejan
una probabilidad lineal y creciente (más allá de los 40 años de edad), y una tendencia
decreciente del sector formal al aumentar la experiencia laboral (este patrón se cumple

7
tanto para hombres como para mujeres). Por ende, las políticas públicas adecuadas
deben centrarse en incentivar la formalización de las actividades informales realizadas
por personas que cuenten con mayor edad y experiencia laboral y con ello disminuir
paulatinamente la probabilidad de recurrir a dichas actividades.
Aunque la informalidad enfrenta muchos obstáculos, lo que al final de cuentas la
refuerza es la experiencia laboral y la edad de los individuos, y muy probablemente
la falta de oportunidades formales en el mercado del trabajo mexicano. Otro factor
que incentiva al crecimiento sostenido del sector informal es el conjunto de
imposiciones hacendarias ejercidas sobre la mayor parte de la población trabajadora,
la cual no puede realizar su promoción económica eficientemente a causa de dichas
imposiciones (Huesca y Camberos, 2008).

González (2004) realiza un análisis de las condiciones del desarrollo del mercado
laboral en el contexto de la globalización económica, dicho mercado presenta
problemas severos para el crecimiento del producto y la generación de empleos que
cubran la demanda de trabajo. Además, plantea que el incremento del desempleo y la
necesidad de supervivencia alienta a mucha gente a recurrir a la informalidad, sin las
condiciones mínimas legales. Dado el limitado crecimiento en la generación de
empleos formales, la informalidad se ha convertido con el paso del tiempo en un
receptor básico de la demanda de trabajo. Por ende, el empleo precario representa una
parte sustancial de la estructura actual del mercado laboral y actualmente es un factor
que deteriora la calidad de vida de un gran porcentaje de la PEA en México. Por otra
parte, el crecimiento poblacional implica al mismo tiempo un mayor crecimiento del
sector informal, un débil crecimiento de la economía y cambios estructurales
ocasionados por la innovación tecnológica. Todos estos factores al conjugarse,
intensifican la escasez de fuentes de trabajo y los trabajadores se ven obligados a
realizar actividades precarias o a buscar empleo fuera del país. A su vez, surge la
siguiente serie de bifurcaciones del mercado del trabajo, las cuales conforman las
leyes de la acumulación del mercado laboral: primero, está el conjunto de los

8
trabajadores formales, los cuales cuentan con sus prestaciones y logros laborales;
segundo, la gente que pierde su trabajo a causa de la crisis y/o innovaciones
tecnológicas pasa a formar parte de la población desempleada; por último, está la
incorporación de la nueva fuerza laboral a la PEA. Una fracción de esa nueva PEA no
encuentra puestos de trabajo formales y se ve obligada a aceptar empleos informales
o emigrar.

La escolaridad por su parte es una variable indispensable para explicar la situación


laboral e ingresos de la PEA. La correlación entre la situación laboral y la escolaridad
es en teoría positiva, es decir, un mayor nivel de escolaridad mejora la situación
laboral y los ingresos de los individuos. No obstante, De Ibarrola (2009) obtiene el
siguiente hallazgo paradójico para el caso de México: al incrementar la escolaridad,
la posibilidad de ingresar al sector formal disminuye ligeramente (De Ibarrola
considera solamente la población económicamente activa no agrícola de 25 a 60 años
de edad, entre los años 1992 y 2004. Notemos que no considera las fluctuaciones que
ha experimentado la economía mexicana durante este período de tiempo). Dicho
hallazgo se debe en gran parte a la heterogeneidad existente en los mercados laborales
y a la baja calidad de la escolaridad lograda por la mayoría de la PEA.

Levy & Székely (2016) llegan a tres conclusiones. Primero, en el período 1980-2013
la reducción en informalidad en América Latina ha sido mínima en 17 años pese a la
considerable expansión educativa. En el caso de México, la informalidad ha
aumentado durante ese mismo lapso de tiempo a pesar de que la escolaridad de dicho
país es mayor que el promedio de la región. Segundo, existen grandes diferencias
entre las tasas de informalidad de la región, incluso entre países con niveles de ingreso
y años de escolaridad similares. Dichas diferencias señalan la ausencia de una relación
lineal entre la escolaridad o ingreso per-cápita y la tasa de informalidad, y resaltan la
importancia de las diferencias en los factores estructurales del mercado laboral. Por
último, para el promedio de Latinoamérica la modesta reducción es debido al efecto

9
educación (es decir, la reducción en la informalidad que provoca la escolaridad es
mínima), mientras que los efectos asociados al cambio demográfico y al mercado de
trabajo han sido neutrales (ligeramente negativo y positivo respectivamente). En
México el efecto educación operó en la misma dirección que en el resto de la región
e incluso lo hizo con mayor intensidad. De igual manera, el efecto demografía
contribuyó a la reducción de la informalidad, y también con mayor fuerza que en el
promedio regional. Todo lo anterior llevaría a esperar que la reducción en la
informalidad en México fuera más pronunciada que en el promedio de América
Latina. No obstante, este efecto no pudo llevarse a cabo debido a que dichas
tendencias han sido totalmente contrarrestadas porque en el país el efecto del mercado
laboral operó fuertemente en la dirección opuesta. Es decir, si bien tanto en México
como en el resto de la región las nuevas generaciones de trabajadores han tenido más
escolaridad que las anteriores, en la región las generaciones más jóvenes
experimentaron un nivel de informalidad menor que sus antecesoras, mientras que en
México las tasas de informalidad de las generaciones más recientes y con mayor
escolaridad han sido similares a las de generaciones anteriores que cuentan con un
menor nivel de escolaridad. La diferencia clave radica en el efecto del mercado
laboral.

Los resultados obtenidos por Levy & Székely (2016) son fundamentales para este
estudio ya que obtuvimos conclusiones que corroboran dichos resultados. Es decir, en
el caso particular de México (país en el que se enfoca este estudio) descubrimos que
entre mayor sea la escolaridad, mayor será la probabilidad de que los individuos
económicamente activos decidan laborar en el sector informal. El mercado de trabajo
de este país ha cancelado el siguiente efecto esperado: a mayor escolaridad, menor
informalidad. Si la estructura del mercado laboral operara en condiciones óptimas,
este efecto esperado se llevaría a cabo sin problema alguno y por ende dicho efecto
contribuiría positivamente al crecimiento y desarrollo económico del país.

10
Esquivel y Ordaz (2008) demuestran que para el caso de México, el aumento de los
programas sociales no focalizados (dado el hecho de que el mercado laboral mexicano
está segmentado) no incentiva el aumento de la informalidad en el país. Por ende, no
se cumple con la premisa contraria (si aumenta el número de programas sociales no
focalizados, entonces aumenta la informalidad) sostenida por Levy (2008), la cual
parte de la hipótesis de que existen mercados laborales integrados y competitivos en
una economía.

III. Evidencia Empírica

Las bases de datos empleadas en este estudio son tablas de datos Sociodemográficas
tanto del Primer Trimestre de 2005 como del Primer Trimestre de 2015, las cuales
fueron elaboradas por la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE). En las
bases de datos del Primer Trimestre del 2005 y 2015 los números de habitantes
encuestados son respectivamente 424,007 y 404,432.

Las variables que emplearemos para estudiar tanto al sector informal como a otras
unidades económicas son TUE2N10 y EMP_PPALN10. Para simplificar estas
variables, las transformamos en variables dummy, las cuales denominaremos como:
DUMMY_INF1 y DUMMY_INF2 respectivamente. Las variables elegidas para
explicar las variables dummy que acabamos de definir son las siguientes: Nivel de
Escolaridad (EDUC). Sexo (SEXC1), Edad (EDADC2), Clasificación de la población
ocupada por prestaciones de salud (MEDICA5CN10), Salario Mínimo Mensual
(SALARION40), y Clasificación de la población femenina de 15 años y más por
número de hijos (HIJ5CN10)1.

A continuación, explicaremos gráficamente el comportamiento de dichas variables


con respecto a DUMMY_INF1 durante el Primer Trimestre de 2005.

1
Ver Anexo en la sección VI.

11
El Gráfico 1 no muestra claramente el comportamiento del Nivel de Escolaridad con
respecto a DUMMY_INF1, ya que en todos los niveles escolares cualquier individuo
puede formar parte tanto al sector informal (0) como de otras unidades económicas
(1), así que dicha ilustración es ambigua.

Gráfico 1. Fuente: elaboración propia, en base a la tabla de datos sociodemográfica del primer trimestre
de 2005 realizada por la ENOE.

De igual manera, en los Gráficos 2, 3, 4 y 5 no se ve ningún patrón claro del


comportamiento de las siguientes variables: Prestaciones de Salud, Edad, Salario
Mínimo Mensual y Número de hijos respecto a DUMMY_INF1.

12
Gráfico 2. Fuente: elaboración propia, en base a la tabla de datos sociodemográfica del primer trimestre
de 2005 realizada por la ENOE.

Gráfico 3. Fuente: elaboración propia, en base a la tabla de datos sociodemográfica del primer trimestre
de 2005 realizada por la ENOE. Cualquier individuo económicamente activo puede acceder tanto al sector
informal (1) como a otros sectores de la economía (0). No obstante, este gráfico no corrobora uno de los
hallazgos del artículo de Huesca & Camberos (2008), el cual nos dice que tanto la edad como la
experiencia laboral de los individuos refuerzan la informalidad.

13
Gráfico 4. Fuente: elaboración propia, en base a la tabla de datos sociodemográfica del primer trimestre
de 2005 realizada por la ENOE. En esta ilustración no estamos en condiciones para realizar aseveraciones
respecto a la relación entre el salario mínimo mensual y el sector informal. Debido a que sólo nos dice que
para cualquier nivel de salario mínimo mensual, no hay diferencia entre estar en el sector formal y formar
parte de otras unidades económicas.

Gráfico 5. Fuente: elaboración propia, en base a la tabla de datos sociodemográfica del primer trimestre
de 2005 realizada por la ENOE. En este gráfico, el número de hijos no presenta un patrón claro con
respecto a diversos sectores económicos.

14
Dados los gráficos anteriores, procederemos a calcular las correlaciones entre
DUMMY_INF1 y cada una de las demás variables explicativas. Primero, la Figura 1
nos muestra que tanto el nivel de escolaridad como diversas unidades económicas
(incluyendo el sector informal) están inversamente correlacionados.

Figura 1. Rechazamos la hipótesis de que el nivel de escolaridad no tiene correlación con el sector informal
y otras unidades económicas. Por ende, la escolaridad y la DUMMY_INF1 están inversamente
correlacionados.

Segundo, en la Figura 2 podemos ver que las prestaciones médicas influyen


directamente en la decisión de trabajar en un determinado sector de la economía.

Figura 2. Las prestaciones médicas y la informalidad están directamente correlacionados.

Tercero, la Figura 3 nos dice que la edad tiene una correlación directa sobre trabajar
de manera formal o formar parte de la informalidad.

Figura 3. La edad y el sector informal están directamente correlacionados.

Cuarto, notemos que en la Figura 4 el salario mínimo mensual está correlacionado


negativamente con la decisión de trabajar en el sector formal o en el sector informal.

15
Figura 4. Rechazamos la hipótesis nula de no correlación al 1%. Por lo tanto, el salario mínimo mensual
está inversamente correlacionado con el sector informal.

Por último, la Figura 5 nos muestra una correlación directa entre el número de hijos y
la variable DUMMY_INF1.

Figura 5. Existe una correlación positiva entre el número de hijos y el hecho de formar parte del sector
formal o informal. La decisión sobre cuántos hijos tener es algo que hay que tomar en cuenta antes de
ingresar al mercado laboral (sobre todo en el caso de las mujeres en general).

Pese a que las correlaciones nos dan información un poco más detallada sobre la
relación entre la decisión de trabajar en el sector formal o recurrir a la informalidad y
las demás variables (Nivel de escolaridad, Sexo, Prestaciones de salud, Edad, Salario
Mínimo Mensual y el Número de hijos) que los gráficos, no nos dicen nada sobre la
probabilidad de ingresar al sector informal. Por esta razón, en la sección IV
procederemos a emplear los modelos Probit, Logit. Con estos modelos obtendremos
resultados más concretos sobre el sector informal en sí.

Mientras tanto, procederemos a interpretar el comportamiento de los indicadores


básicos de informalidad entre el primer trimestre del año 2005 y el primer trimestre
del año 2015.

En la Tabla 1, podemos apreciar que tanto la ocupación formal como la ocupación


informal han aumentado modestamente. Podemos notar que la brecha entre estas dos
variables se ha cerrado en aproximadamente 4% en una década (5% en el caso de los
hombres y 3% en el caso de las mujeres). Reflejo de ello es el ligero descenso en la

16
tasa de ocupación en el sector informal en general. Sin embargo, hay que advertir que
la población formalmente ocupada aumentó en una proporción 0.1 veces menor que
la población ocupada informalmente.
Por otra parte, la brecha entre hombres y mujeres diverge en un 5% aproximadamente
en el caso de la ocupación formal y converge en aproximadamente 6% en el caso de
la ocupación informal. i.e., la cantidad de mujeres ocupadas formalmente aumenta en
una proporción 0.11 veces menor que el número de hombres ocupados formalmente,
mientras que la cantidad de mujeres ocupadas en el sector informal aumenta en una
proporción 0.16 veces mayor que el número de hombres ocupados en dicho sector.

Tabla 1. Indicadores básicos de informalidad laboral. Fuente: INEGI, Encuesta Nacional de Ocupación y
Empleo.

Para complementar la información recopilada en la Tabla 1, hemos calculado las tasas


de crecimiento anual de empleo tanto en el sector formal como en el sector informal
(tomando en cuenta también la población ocupada no agropecuaria). Dichas tasas de
crecimiento están recopiladas en la Tabla 2.

17
Tabla 2. Tasas de crecimiento anual de empleo de la ocupación formal e informal (Primer Trimestre de
2005 – Primer Trimestre de 2015). Fuente: Elaboración propia en base a los datos proporcionados por la
ENOE.

Tasa
Media
Anual de
Crec.
Indicador 1er Trim. 2005 - 1er Trim. 2015
Total Hombres Mujeres
Población ocupada por condición de informalidad: 1.85% 1.54% 2.38%
Ocupación formal 2.22% 2.00% 2.63%
Ocupación informa 1.60% 1.23% 2.22%
Población ocupada no agropecuaria por condición de informalidad: 2.04% 1.72% 2.51%
Ocupación formal 2.24% 2.01% 2.62%
Ocupación informal 1.87% 1.43% 2.43%
Población ocupada en el sector informal: 1.52% 1.04% 2.31%

Notemos que en términos agregados, la ocupación formal ha crecido 1.38 veces más
que la ocupación informal (1.62 veces más en el caso de los hombres y 1.18 veces
más en el caso de las mujeres), confirmando nuevamente que la brecha entre ambas
ocupaciones se ha cerrado ligeramente. En el caso de la PEA no agropecuaria, la
ocupación formal ha crecido 1.2 veces más que la ocupación informal (1.4 veces más
para los hombres y 1.07 veces más para las mujeres). La brecha entre ambas
ocupaciones se cierra también ligeramente. No obstante, la población ocupada en el
sector informal sigue aumentando sostenidamente (sobre todo en el caso de las
mujeres).
Por otra parte, el crecimiento de la población ocupada en el sector formal es similar
entre hombres y mujeres (el crecimiento de la PEA formal para mujeres es ligeramente
mayor que el crecimiento de la PEA formal para hombres), pero el crecimiento de la
población ocupada en el sector informal es más notorio para las mujeres que para los
hombres, lo cual es preocupante ya que aún hay muchas mujeres (sobre todo jóvenes)
que tienen oportunidades muy limitadas de laborar en el sector formal.

18
IV. Modelos
Para determinar con precisión el comportamiento del sector informal, emplearemos
los Modelos de Respuesta Binaria (Probit y Logit), los cuales nos permitirán estimar
la probabilidad de laborar en el sector informal y por ende obtener conclusiones al
respecto. En la sección IV. I explicaremos la teoría detrás de los Modelos de
Respuesta Binaria (Probit y Logit) y finalmente en la sección IV. II plantearemos
dichos modelos para calcular la probabilidad de trabajar en el sector informal.

IV. I. Modelos Probit y Logit

En un Modelo de Respuesta Binaria, nos interesa determinar la Probabilidad de


Respuesta

(1)

donde x denota el conjunto completo de variables explicativas. En este caso, y es el


sector informal y x podría representar varias características individuales tales como la
educación, edad, el estado marital, y otros factores que afectan al mercado laboral (en
la sección IV. II explicaremos más detalladamente el modelo particular que
emplearemos).

En los Modelos Probit y Logit, suponemos que la probabilidad de respuesta es lineal


en un conjunto de parámetros 𝛽 j. Consideremos una clase de modelos de respuesta
binario de la forma

(2)

donde G es una función que asume valores entre cero y uno: 0 < 𝐺 (𝑧) < 1, para todos
los números reales z. Esto garantiza que las probabilidades de respuesta estimadas
estén entre uno y cero.

19
En el Modelo Logit, G es la Función Logística:

(3)

la cual está entre cero y uno para todos los números reales z. Esta es la función de
distribución acumulativa para una variable aleatoria logística estándar.

En el Modelo Probit, G es la función de distribución acumulativa (fda) normal


estándar, la cual está expresada como una integral:

(4)

Donde ф(𝑧) es la densidad normal estándar

(5)

Esta elección de G asegura que (2) esté entre cero y uno para todos los valores de los
parámetros y los xj.

Las funciones G en (3) y (4) son funciones crecientes. Ambas funciones incrementan
rápidamente en z = 0, G(z) → 0 si z → -∞, y G(z) → 1 si z → ∞. El Gráfico 7 nos
muestra la forma de la función logística. La fda normal estándar tiene una forma
similar a la fda logística.

Gráfico 7.

20
IV. II. Sector Informal y Modelos Probit/Logit
Los modelos que planteamos para determinar la probabilidad de laborar en el sector
informal son los siguientes:

𝐷𝑈𝑀𝑀𝑌_𝐼𝑁𝐹1 = 𝛼 + 𝛽1*EDUC + β2*MEDICA5CN10 + β3*SEXC1 +


β4*EDADC2 + β5*SALARION40 + β6*HIJ5CN10

𝐷𝑈𝑀𝑀𝑌_𝐼𝑁𝐹2 = 𝛼 + 𝛽1*EDUC + β2*MEDICA5CN10 + β3*SEXC1 +


β4*EDADC2 + β5*SALARION40 + β6*HIJ5CN10

Estimaremos estos modelos en base a los modelos MCO, Probit y Logit con el
propósito de observar el comportamiento de las variables explicativas respecto a los
modelos planteados en estas dos ecuaciones. DUMMY_INF1 nos describe dos
posibilidades: trabajar en el sector informal (la variable dummy tiene valor de 1) y
trabajar en el sector formal (la variable dummy tiene valor de 0), mientras que
DUMMY_INF2 plantea las siguientes dos posibilidades: Tener un empleo informal
(1) y tener un empleo formal (0). Más adelante, calcularemos la probabilidad de
trabajar en el sector informal y la probabilidad de tener un empleo informal para
obtener información más detallada sobre el sector informal y sus efectos sobre el
mercado laboral mexicano durante el período 2005-2015.

En la Tabla 3 podemos observar que todas las variables explicativas son significativas
al 1%. El nivel de escolaridad y el salario mínimo mensual ejercen un efecto negativo
sobre la magnitud del sector informal (la reducen) y reducen la cantidad de empleos
informales mientras que las Prestaciones Médicas, la Edad y el Número de hijos
aumentan el sector informal y la cantidad de empleos informales. Podemos realizar
las mismas aseveraciones para la Tabla 4. ya que los datos no cambian
sustancialmente.

Por otra parte nos planteamos la siguiente pregunta clave: ¿Ha disminuido el sector
informal durante el período 2005-2015?
21
De acuerdo a los datos proporcionados por las Tablas 3 y 4, la informalidad laboral
ha disminuido muy poco e incluso algunas variables como MEDICA, SALARIO e
HIJOS han contribuido al ligero aumento del sector informal (en el Modelo 2,
MEDICA provoca una ligera disminución de la cantidad de empleos informales, lo
cual sugiere que la calidad de las prestaciones médicas ha incrementado poco en una
década; mientras en el Modelo 1 el sector informal aumentó ligeramente). En el caso
de los años de escolaridad (EDUC), la informalidad ha disminuido poco cuando en
realidad dicha variable debió de haberse reducido considerablemente dado el mayor
grado de escolaridad de las personas (cada vez hay más personas que cuentan con
grados universitarios).

Tabla 3. Estimaciones realizadas tanto para el Modelo 1 (el Sector Informal es la variable a explicar) como
para el Modelo 2 (el Empleo Informal es la variable dependiente) basadas en los modelos MCO, PROBIT
y LOGIT para el Primer Trimestre de 2005. Fuente: Elaboración propia en base a los datos proporcionados
por la ENOE.
MODELO INF 1 MODELO INF2
VARIABLE MCO PROBIT LOGIT MCO2 PROBIT2 LOGIT2
CONST 1.13*** (36.37) 2.51*** (21.7) 4.513*** (22.18) 0.31*** (12.86) 0.04 (0.28) 0.215 (0.86)
EDUC −0.01*** (-18.94) −0.03*** (-12.2) −0.1*** (−18.1) −0.003*** (−12.4) −0.013*** (-7.05) −0.04*** (−6.65)
SEX −0.13*** (-75.57) −0.56*** (-74.34) −0.96*** (−71.56) −0.085*** (−68.61) −0.63*** (-66.43) −1.24*** (−64.6)
MEDICA 0.07*** (108.4) 0.23*** (112.2) 0.388*** (94.5) 0.009*** (27.77) 0.068*** (37) 0.114*** (27.85)
EDAD 0.003*** (65.76) 0.01*** (68.63) 0.015*** (67.54) 0.002*** (59.4) 0.01*** (64.76) 0.016*** (64.2)
SALARIO −0.0006*** (-26.56) −0.002*** (-25.2) −0.004*** (−24.4) −0.0001*** (−5.57) −0.0005*** (-5.83) −0.0009*** (−4.84)
HIJOS 0.007*** (8.322) 0.083*** (26.31) 0.14*** (25.71) 0.006*** (9.67) 0.115*** (30.74) 0.23*** (33.5)
R-CUADRADA 0.1 0.088 0.086 0.035 0.052 0.051
% DE CASOS CORRECTAMENTE PREDICHOS Sin información 74% 74.30% Sin información 88.30% 88.30%

Tabla 4. Estimaciones realizadas tanto para el Modelo 1 (el Sector Informal es la variable a explicar) como
para el Modelo 2 (el Empleo Informal es la variable dependiente) basadas en los modelos MCO, PROBIT
y LOGIT para el Primer Trimestre de 2015. Fuente: Elaboración propia en base a los datos proporcionados
por la ENOE.
MODELO INF 1 MODELO INF2
VARIABLE MCO PROBIT LOGIT MCO2 PROBIT2 LOGIT2
CONST 1.34*** (45.13) 3.16*** (29.2) 5.65*** (29.76) 0.28*** (12.27) −0.143*** (−1.16) −0.13 (−0.55)
EDUC −0.01*** (-19.83) −0.034*** (-12.56) −0.106*** (−23.55) −0.0035*** (-13.78) −0.017*** (−7.47) −0.05*** (−9.05)
SEX −0.125*** (-68.80) −0.54*** (-66.88) −0.902*** (−65.01) −0.082*** (-62.71) −0.6*** (-60.56) −1.142*** (−59.21)
MEDICA 0.07*** (114.1) 0.23*** (108.6) 0.391*** (109.7) 0.0034*** (11.4) 0.033*** (17.83) 0.061*** (16.8)
EDAD 0.0024*** (57) 0.01*** (60.32) 0.013*** (60) 0.002*** (56.53) 0.0087*** (61.27) 0.015*** (61.43)
SALARIO −0.0005*** (-34.93) −0.002*** (-33.02) −0.003*** (−32.43) −0.5.28024e-05*** (-4.65) −0.0003*** (-4.88) −0.0004*** (−3.97)
HIJOS 0.02*** (20.8) 0.116*** (34.06) 0.187*** (33.06) 0.0125*** (17.74) 0.136*** (34.26) 0.26*** (34.78)
R-CUADRADA 0.1 0.081 0.08 0.03 0.042 0.04
% DE CASOS CORRECTAMENTE PREDICHOS s/i 75% 75% s/i 88.3% 88.3%

22
Posteriormente empleamos las Tablas Probit (Multinomial) para calcular la
probabilidad de tener un empleo informal y la probabilidad de pertenecer al sector
informal. Dichas tablas nos permiten mantener las demás variables constantes al
mismo tiempo que cambiamos la magnitud de sólo una variable con el fin de ver el
comportamiento de esta variable con respecto al Sector Informal (Ceteris Paribus). Es
decir, las Tablas Probit determinan tanto la probabilidad de trabajar en un empleo
informal como la probabilidad de laborar en el sector informal a través de conjuntos
de perfiles de personas económicamente activas (cada una de estas tablas representa
un conjunto de perfiles).

La Tabla 5 comienza con el perfil de un hombre que ha terminado la Secundaria, el


Bachillerato y la Licenciatura en el año 2005. A medida que esta persona va
aumentando su grado de escolaridad, la probabilidad de tener un empleo informal va
disminuyendo hasta que llega el momento en el que obtiene el grado de licenciado, a
partir de ese momento la probabilidad de trabajar informalmente aumenta
radicalmente, la cual resulta paradójica ya que esta probabilidad debió de seguir
disminuyendo considerablemente. Este resultado corrobora uno de los hallazgos de
Levy & Székely (2016): a pesar de que la escolaridad en México es mayor que en el
resto de Latinoamérica, la informalidad ha aumentado considerablemente en cuestión
de 3 décadas (1980-2013). Es decir, entre mayor sea la escolaridad, mayor será la
probabilidad de que los individuos económicamente activos decidan trabajar en el
sector informal. Este efecto es debido a que en el mercado de trabajo en México ha
cancelado el siguiente efecto esperado: a mayor escolaridad, menor informalidad. Si
la estructura del mercado laboral estuviera operando en condiciones óptimas, este
efecto esperado se llevaría a cabo sin contratiempos.

Un individuo en el año 2015 con un título de Licenciatura sigue teniendo una mayor
probabilidad de trabajar en el sector informal que alguien que ha terminado la
secundaria o preparatoria. Sin embargo, la probabilidad de que un licenciado sea un
trabajador informal ha disminuido sustancialmente en una década (en el año 2005 esta

23
probabilidad era del 37.3%, mientras que en el año 2015 era del 9.3%). Este resultado
es alentador porque indica una mejor operabilidad de parte del mercado laboral
mexicano pero el Estado aún tiene mucho trabajo por hacer con el fin de que el
mercado laboral opere en condiciones óptimas.

Un hombre sin prestaciones de salud tiene menos probabilidades de laborar en un


empleo informal que un individuo que cuenta con prestaciones o que está afiliado a
una institución de la salud. Estas probabilidades no cambiaron mucho en una década
(2005-2015) excepto en el caso de los individuos que solamente cuentan con otras
prestaciones, los cuales tienen una menor probabilidad de trabajar informalmente en
el año 2015 que en el año 2005. No obstante, es muy preocupante que sea mejor no
contar con servicios de salud que tenerlos para conseguir un trabajo decente y estable
que esté fuera de los confines de la informalidad porque la productividad es afectada
negativamente y ello genera a su vez efectos adversos sobre el crecimiento y
desarrollo económico de México. Además, al existir una percepción generalmente
negativa sobre las instituciones de seguridad social en México (estas ofrecen servicios
sumamente deficientes a la mayoría de la PEA), la informalidad sigue en aumento
constante. Y cada vez más gente prefiere contar con otras prestaciones que afiliarse a
una de las instituciones de salud para vivir en mejores condiciones de vida e incluso
se puede llegar a casos en los que de igual contar o no con servicios de salud (por
ejemplo, hay pacientes que necesitan ser atendidos inmediatamente en una
emergencia y la institución que imparte servicios de salud hace que ellos esperen
demasiado tiempo antes de ser atendidos, y ello puede ocasionar que el estado de salud
de aquellos pacientes empeore e incluso pueden llegar a fallecer por culpa de la
negligencia de parte del personal que trabaja en dicha institución). Dadas estas
circunstancias, muchos individuos económicamente activos prefieren laborar
informalmente para sobrevivir a toda costa sin importar las condiciones de vida en las
que vivan (Robles, 2015).

24
Notemos también que a mayor edad, mayor será la probabilidad de la laborar en el
sector informal (probabilidad lineal y creciente). En una sola década, este patrón ha
cambiado ya que la probabilidad de que los individuos que tienen 60 años de edad o
más trabajen informalmente ha disminuido considerablemente debido a que cada vez
más hombres de la tercera edad se jubilan y muy probablemente las pensiones que
reciben los incentivan a ya no formar parte de la PEA y por lo tanto tampoco se sienten
incentivados a laborar informalmente.

¿Cuál es el efecto del salario sobre la probabilidad de laborar en el sector informal?


Supongamos que un individuo promedio del año 2005 gana al principio 1,336 pesos
mensuales, un aumento de $1000 no altera la probabilidad de trabajar informalmente
porque dicha probabilidad sigue disminuyendo constantemente. A partir de cualquier
cantidad superior a los 2,300 pesos mensuales aumenta considerablemente la
probabilidad de laborar informalmente. Este fenómeno se debe a que eventualmente
muchos individuos se dan cuenta de que pueden obtener mejores remuneraciones
económicas que cualquier otra remuneración ofrecida por el sector formal. En una
década, los salarios han mejorado mucho, lo cual reduce más la cantidad de personas
que laboran en un empleo informal pero en el largo plazo se repite el anterior círculo
vicioso: con el paso del tiempo la gente se sigue dando cuenta de que puede obtener
salarios considerablemente mejores en un empleo informal que trabajando
formalmente pero este efecto no tiene una magnitud tan grande como el que se
presentaba una década atrás (es decir, con un salario mensual de $5,475 o más la
probabilidad de pertenecer al sector informal se redujo 28.3% en una década). Aún
así, el Estado tiene mucho trabajo por realizar para contrarrestar por completo el
efecto que ocasionan en el mercado laboral los salarios que ofrecen los empleos
informales.

Por otra parte, en el año 2005 un individuo promedio se siente cada vez más
incentivado a laborar en informalmente al aumentar el número de hijos. En el año
2015, este mismo patrón se cumple excepto cuando el número de hijos es de 4 o más.

25
Este efecto se debe a que muchas personas reciben apoyos económicos de parte de
programas de ayuda social como Prospera, lo cual ha contribuido a reducir
sustancialmente la probabilidad de trabajar informalmente ya que ofrece a muchas
familias mejores condiciones de vida y un mayor desarrollo humano.

Tabla 5. Probabilidad de tener un empleo informal en el Primer Trimestre de 2005 y de 2015 para el caso
de los hombres (Modelo 1). Fuente: Elaboración propia en base a los datos proporcionados por la ENOE.

En la Tabla 6 podemos ver que en el caso de las mujeres la probabilidad de tener un


empleo informal es lineal y creciente para todas las variables explicativas excepto
EDUC y SALARION40. Comparando las Tablas 5 y 6 obtenemos las siguientes
conclusiones:

- Sin importar el grado de escolaridad, es más probable que las mujeres tengan
un empleo informal que los hombres, especialmente cuando cuentan con un
título profesional.

- En el caso de las instituciones de salud y prestaciones, es más probable que los


hombres tengan un empleo informal que las mujeres excepto en el caso que
solamente se cuente con otras prestaciones. Sin embargo, la situación de las
mujeres respecto a los servicios ofrecidos por las instituciones de salud ha
empeorado en una década porque la probabilidad de tener un empleo informal
ha aumentado 15.1% en una década. Mientras que en el caso de solo tener
acceso a otras prestaciones, esta misma probabilidad ha disminuido 4.5% en
ese lapso de tiempo.

26
- Las mujeres de entre 28 y 60 años de edad tienen menos posibilidades de
trabajar en un empleo informal que los hombres, el efecto contrario se da a
partir de los 60 años de edad. Mientras que en una década, la probabilidad de
tener un empleo informal ha aumentado para ambos géneros entre los 28 y 60
años de edad. Es decir, las personas jóvenes y de edad media cuentan con
menos oportunidades de laborar en un empleo formal y estable que antes.

- Notemos que las mujeres también cuentan con peores salarios mensuales que
los hombres, especialmente en el caso de empleos formales. Es decir, ellas
tienen más posibilidades que los hombres de trabajar en un empleo informal
dada esta situación. Incluso en un período de 10 años la situación de las mujeres
respecto a los salarios percibidos no ha mejorado notablemente. Esto quiere
decir que hay que implementar políticas económicas orientadas a mejorar
sustancialmente los salarios de las mujeres e incluso que incentiven una
igualdad de oportunidades para ambos géneros.

- Es menos probable que las mujeres trabajen en un empleo informal que los
hombres si tienen menos de 4 hijos. Este patrón no ha cambiado en una década.

Tabla 6. Probabilidad de tener un empleo informal en el Primer Trimestre de 2005 y de 2015 para el caso
de las mujeres (Modelo 1). Fuente: Elaboración propia en base a los datos proporcionados por la ENOE.
Variable Probabilidad de tener un empleo informal (2005) Probabilidad de tener un empleo informal (2015) Odds-Ratio (2005) Odds-Ratio (2015)
EDUC Secundaria: -0.4%; Bachillerato: -1.2%; Profesional: 48.2% Secundaria: -2.1%; Bachillerato: -6.8%; Profesional: 37.2% 1.2 17.7
Sin prestaciones: 2.5%; Solo acceso a instituciones de Sin prestaciones: 6.6%; Solo acceso a instituciones de
MEDICACN10 salud: 15.5%; No tiene acceso a instituciones de salud salud: 30.6%; No tiene acceso a instituciones de salud 0.19 6.63
pero si a otras prestaciones: 48.3% pero si a otras prestaciones: 43.8%
EDADC2 28 años: 0.9%; 40 años: 3.4%; 60 años: 48.3% 31 años: 2.6%; 40 años: 9.6%; 60 años: 37.2% 0.53 14.3
SALARION40 $1336: -1.7%; $2336: -1.7%; $5475: 48.3% $2018.7: -12.8%; $3018.7: -12.8%; $5475: 37.2% 0.28 2.9
HIJO5CN10 1 hijo: 0.7%; 2 hijos: 2.8%; 4 hijos: 48.3% 1 hijo: 4.4%; 2 hijos: 15.6%; 4 hijos: 37.2% 0.7 8.45

En la Tabla 7 podemos observar primero que en el año 2005 es 113.5 veces más
probable que alguien con un título profesional ingrese al sector informal que un
individuo que ha terminado la secundaria. En una década (del Primer Trimestre de
2005 al Primer Trimestre de 2015) la probabilidad de que un individuo con un título
de licenciatura decida laborar en el sector informal se redujo en un 3.8% pero el Odds-
Ratio sigue siendo muy desfavorable hacia este sector de la población
27
económicamente activa (personas que cuentan con un título profesional). Este
resultado corrobora fuertemente una de las conclusiones del artículo de Levy &
Székely (2016): a mayor escolaridad, mayor será la probabilidad de que los individuos
pertenecientes a la PEA decidan trabajar en el sector informal. Si el mercado laboral
mexicano operara en condiciones óptimas, el nivel de escolaridad ayudaría en mayor
medida a erradicar la influencia que el sector informal tiene sobre las decisiones que
toman los individuos cuando buscan un trabajo.

Segundo, en el año 2005 es 37.83 veces más probable que un individuo que no tiene
acceso a las instituciones de salud pero si a otras prestaciones acceda a trabajar en el
sector informal que alguien que no tiene prestaciones. A pesar de que en una década
las probabilidades de ingresar al sector informal se han reducido ligeramente, el Odds-
Ratio aumentó bastante. Es decir, sigue siendo mejor no contar con prestaciones que
tenerlas para tener más oportunidades de encontrar un trabajo formal y con una
remuneración decente.

Tercero, es 20.63 veces más probable que un individuo con 60 años de edad decida
laborar en el sector informal que alguien con una edad de 28 años. Después de que
transcurrió una década, esta probabilidad se redujo muy poco. Entonces el Estado que
ofrecer mejores pensiones a las personas de la tercera edad para después intentar
mejorar la situación laboral de los individuos más jóvenes para prevenir que ellos
decidan ingresar al sector informal.

Cuarto, es 10.81 veces más probable que un individuo del año 2005 que tiene un
salario mensual de $5,475 decida laborar en el sector informal que alguien que cuenta
con un salario mensual de $1,336. Esta misma probabilidad no cambia mucho después
de 10 años. Por lo tanto, tiene que haber una mejora sustancial de los salarios
mensuales con el fin de prevenir que más personas vayan a trabajar en el sector
informal.

28
Por último, es 16.81 veces más probable que alguien que tiene 4 hijos quiera buscar
trabajo el sector informal que un individuo que tiene sólo un hijo. Después de
transcurrida una década, dicha probabilidad se redujo muy poco. Al fin de cuentas,
los programas sociales de ayuda no están funcionando adecuadamente.

Tabla 7. Probabilidad de trabajar en el sector informal en el Primer Trimestre de 2005 y de 2015 para el
caso de los hombres (Modelo 2). Fuente: Elaboración propia en base a los datos proporcionados por la
ENOE.
Variable Probabilidad de laborar en el sector informal (2005) Probabilidad de laborar en el sector informal (2015) Odds-Ratio (2005) Odds-Ratio (2015)
EDUC Secundaria: -0.4%; Bachillerato: -1.4%; Profesional: 45.4% Secundaria: -0.7%; Bachillerato: -2.6%; Profesional: 41.6% 113.5 59.42
Sin prestaciones: 1.2%; Solo acceso a instituciones de Sin prestaciones: 0.9%; Solo acceso a instituciones de
MEDICACN10 salud: 4.3%; No tiene acceso a instituciones de salud pero salud: 3%; No tiene acceso a instituciones de salud pero si 37.83 47.22
si a otras prestaciones: 45.4% a otras prestaciones: 42.5%
EDADC2 28 años: 2.2%; 40 años: 7.4%; 60 años: 45.4% 31 años: 2.3%; 40 años: 8.9%; 60 años: 41.6% 20.63 18.08
SALARION40 $1336: -4.2%; $2336: -4.6%; $5475: 45.4% $2018.7: -5%; $3018.7: -8.3%; $5475: 41.6% 10.81 8.32
HIJO5CN10 1 hijo: 2.7%; 2 hijos: 11.7%; 4 hijos: 45.4% 1 hijo: 4.8%; 2 hijos: 19.1%; 4 hijos: 41.6% 16.81 8.67

A continuación realizaremos una comparativa entre la Tabla 7 y la Tabla 8.

Observemos en primer lugar que es más probable que una mujer decida trabajar en el
sector informal que un hombre sin importar el nivel educativo. No obstante, esta
diferencia entre estas probabilidades es un poco más notoria en el caso de contar con
un título universitario. Esta situación no ha cambiado mucho durante el transcurso de
una década.

En segundo lugar, es indiferente si se cuenta con prestaciones médicas o no, las


mujeres siguen teniendo mayores probabilidades de caer en los confines de la
informalidad que los hombres aunque haya transcurrido una década.

En tercer lugar, es menos probable que una mujer joven o de edad media ingrese al
sector informal que un hombre del mismo rango de edad. Lo contrario ocurre en las
personas de edad avanzada.

En cuarto lugar, no importa el nivel de salario percibido, las mujeres siguen teniendo
mayores posibilidades de laborar en el sector informal que los hombres. Este hecho
no cambió mucho tras transcurrir esta década, el patrón sigue siendo el mismo.

Finalmente, las mujeres que tienen de 1 a 2 hijos tienen una probabilidad menor de
decidir trabajar en el sector informal que los hombres que tienen el mismo número de
29
hijos. A partir de los 4 hijos, las mujeres tienen más posibilidades de trabajar en dicho
sector.

Tabla 8. Probabilidad de trabajar en el sector informal en el Primer Trimestre de 2005 y de 2015 para el
caso de las mujeres (Modelo 2). Fuente: Elaboración propia en base a los datos proporcionados por la
ENOE.
Variable Probabilidad de laborar en el sector informal (2005) Probabilidad de laborar en el sector informal (2015) Odds-Ratio (2005) Odds-Ratio (2015)
EDUC Secundaria: 0%; Bachillerato: -0.1%; Profesional: 49.8% Secundaria: -0.1%; Bachillerato: -0.3%; Profesional: 49.4% 494 494
Sin prestaciones: 0.1%; Solo acceso a instituciones de Sin prestaciones: 0.1%; Solo acceso a instituciones de
MEDICACN10 salud: 0.3%; No tiene acceso a instituciones de salud pero salud: 0.3%; No tiene acceso a instituciones de salud pero 498 495
si a otras prestaciones: 49.8% si a otras prestaciones: 49.5%
EDADC2 28 años: 0.1%; 40 años: 0.6%; 60 años: 49.8% 31 años: 0.3%; 40 años: 1.3%; 60 años: 49.4% 498 164.67
SALARION40 $1336: -0.2%; $2336: -0.2%; $5475: 49.8% $2018.7: -0.4%; $3018.7: -0.6%; $5475: 49.4% 249 123.5
HIJO5CN10 1 hijo: 0.2%; 2 hijos: 1.1%; 4 hijos: 49.8% 1 hijo: 4.4%; 2 hijos: 15.6%; 4 hijos: 37.2% 249 8.45

En términos generales tanto el sector informal como los empleos informales han ido
en constante aumento a pesar de los intentos de parte del Estado de erradicar este
fenómeno en pleno crecimiento. Esta situación es preocupante debido a que la
informalidad afecta a la productividad significativamente y ello al mismo tiempo
influye negativamente sobre el crecimiento y desarrollo económico de México.
Además, la presencia inmensa del sector informal no permite explotar plenamente el
potencial económico que el país tiene y por tanto impide el progreso en términos
generales. Esta problemática necesita ser atacada desde la raíz y para ello hay que
conjugar de manera óptima las políticas económicas a implementar. En la práctica es
difícil llevar a cabo estas políticas adecuadamente ya que como ocurre en la Medicina,
una solución puede beneficiar en unas cosas pero ser perjudicial para otras. Así que
los responsables de aplicar dichas políticas tienen que ser cuidadosos y metódicos a
la hora de llevar a cabo estas medidas.

V. Conclusiones

En este trabajo presentamos un estudio acerca de la probabilidad de trabajar en el


sector informal y de la probabilidad de contar con un empleo informal para el caso de
México, además hemos analizado la evolución de dichas probabilidades durante el
período 2005-2015 y sus repercusiones sobre el crecimiento y desarrollo económico
del país.

30
La mayor parte de la literatura revisada refuerza los resultados obtenidos en este
trabajo y termina siendo sumamente relevante no sólo para este estudio, sino para
futuros análisis relacionados a la economía informal del país. En el estudio que
realizamos, hemos empleado los modelos Probit y Logit para determinar la
probabilidad de trabajar en un empleo informal y la probabilidad de laborar en el
sector informal dadas las siguientes variables explicativas: Nivel de Escolaridad,
Sexo, Acceso a Instituciones de Salud u otras prestaciones, Edad, Salario Mínimo
Mensual y el Número de hijos. Además, hemos estimado el modelo de Mínimos
Cuadrados Ordinarios (MCO) para compararlo con los anteriores modelos y ver si
dicha estimación es más precisa o no que los dos anteriores modelos. Definitivamente,
los modelos Probit y Logit ofrecen estimaciones más refinadas que MCO. No
obstante, todos los modelos utilizados en este estudio concluyen que tanto el nivel de
escolaridad como el salario mínimo mensual reducen la informalidad laboral,
mientras que las demás variables la aumentan (estos resultados no han cambiado
mucho en una década). En el caso del género (sexo), es más probable que las mujeres
decidan trabajar informalmente que los hombres (sobre todo las mujeres de la tercera
edad).

Posteriormente elaboramos cuatro tablas de perfiles tanto para hombres como para
mujeres con base en el cálculo de la probabilidad de laborar informalmente y de la
probabilidad de ingresar al sector informal (2 tablas para cada una de dichas
probabilidades, una tabla para los hombres y una tabla para las mujeres). Los
resultados obtenidos nos dicen que el nivel de escolaridad tiende a reducir ambas
probabilidades excepto en el caso de personas que han terminado una licenciatura, lo
cual es contraintuitivo porque el sector informal debería de perder influencia
notablemente sobre ese sector de la población económicamente activa. Después de
transcurrida una década (del Primer Trimestre de 2005 al Primer Trimestre de 2015)
ha disminuido considerablemente la probabilidad de tener un empleo informal pero la
probabilidad de trabajar en el sector informal disminuyó poco. Es decir, la

31
informalidad laboral sigue en aumento constante y hubo pocos cambios en el mercado
laboral generalmente. En el caso de las mujeres el panorama es menos alentador ya
que sin importar el nivel educativo que tengan, tienen más posibilidades que los
hombres de trabajar informalmente. Este hecho nos sugiere que las mujeres enfrentan
muchas dificultades para tener oportunidades plenas de acceder a una educación de
alta calidad a comparación de los hombres. Es posible que el machismo presente en
la mayoría de las familias mexicanas sea uno de los factores más significativos que
impide que las mujeres puedan aumentar su desarrollo humano. Lo cual es una
cuestión cultural bastante arraigada en la sociedad mexicana. Por ende, deberían de
aplicarse políticas públicas eficientes que ayuden a las mujeres a acceder a una
educación de alta calidad y que favorezca su desarrollo como personas.

Respecto al acceso a instituciones de la salud y otras prestaciones, la probabilidad de


laborar en un empleo informal aumenta después de una década excepto el caso en
donde solamente se cuente con otras prestaciones (la probabilidad disminuye).
Simultáneamente, la probabilidad de decidir trabajar en el sector informal disminuye
después de 10 años para todos los casos (con y sin prestaciones). Esta misma situación
sucede también con las mujeres a excepción de la probabilidad de formar parte del
sector informal, esta probabilidad no cambia en el caso de las mujeres salvo cuando
se cuenta con otras prestaciones (disminuye dicha probabilidad). En términos
generales, los servicios ofrecidos por las instituciones de la salud siguen siendo
deficientes pero es mejor contar con ellos que tener otras prestaciones porque es
menos probable trabajar informalmente en la primera opción que en la segunda
opción. Pero es alarmante que sea mejor no contar con prestaciones para no laborar
informalmente que tenerlas debido a que las personas se arriesgarían a empeorar su
estado de salud e incluso a fallecer con el fin de mejorar sus posibilidades de acceder
a un empleo formal que ofrezca un salario mínimo mensual aceptable. Dada esta
situación, muchas personas prefieren estar afiliadas a una institución de salud (es la
opción más razonable de todas) aunque tengan varias posibilidades de trabajar en el

32
sector informal. Dicho sea de paso, deberían de llevarse a cabo políticas económicas
que mejoren radicalmente la calidad de los servicios que ofrecen todas las
instituciones de salud existentes en el territorio nacional. Esta iniciativa requeriría de
un mayor gasto gubernamental pero valdría la pena en el largo plazo ya que ayudaría
a reducir de manera importante la probabilidad de trabajar en el sector informal y
aumentaría la calidad de vida de la población en general.

Sabemos que a medida que aumenta la edad, aumenta la probabilidad de laborar


informalmente. En un lapso de 10 años (2005-2015) dicha probabilidad ha aumentado
para las personas relativamente jóvenes pero ha disminuido para las personas de la
tercera edad, eso quiere decir que este sector de la PEA ha recibido mejores pensiones
a lo largo de los años y por tanto decidieron jubilarse. Además este sector de la PEA
cuenta con mejores oportunidades laborales. Entre los 28 y 60 años es menos probable
que las mujeres accedan al sector informal que los hombres pero el efecto contrario
sucede a partir de los 60 años de edad.

Los salarios mínimos mensuales que ofrece el sector formal al principio son
satisfactorios pero eventualmente muchas personas pertenecientes a la PEA se dan
cuenta de que pueden obtener salarios sustancialmente mejores en el sector informal
o en el peor de los casos deciden emigrar a un país de primer mundo (por ejemplo,
Estados Unidos) para buscar mejores condiciones de vida. Por lo tanto, es imperativo
mejorar de manera importante los salarios mínimos mensuales que permitan a la
población en general vivir en mejores condiciones de vida y de esta manera podrían
alcanzar un desarrollo humano óptimo.

Por último, el número de hijos ocasiona un aumento de la probabilidad de trabajar


informalmente. Particularmente, con 1 o 2 hijos es menos probable que las mujeres
decidan ingresar al sector informal que los hombres. El caso contrario sucede a partir
de que el número de hijos sea 4.

33
La informalidad laboral es uno de los mayores contratiempos que la economía de
México está experimentando porque afecta en gran medida a la productividad y
potencial que sus habitantes tienen, los cuales no pueden contribuir plenamente al
crecimiento y desarrollo económico del país. Por otra parte, la mayoría de la población
económicamente activa se encuentra viviendo en condiciones de vida deplorables.
Esta situación los obliga a buscar mejores condiciones de vida a través de laborar
informalmente o de emigrar a otro país. Por lo tanto es necesario implementar
políticas económicas orientadas no solo a atacar esta problemática desde la raíz sino
también a ayudar mejorar notablemente la situación laboral de muchas personas. En
teoría estas medidas ayudarían sin problema alguno a reducir e incluso a erradicar la
informalidad laboral pero el funcionamiento deficiente del mercado laboral impide
que este efecto esperado suceda. Este mismo efecto ha sido más significativo en el
resto de Latinoamérica gracias a la expansión educativa pero el caso de México es
paradójico porque en lugar de reducir la informalidad laboral, el mayor grado de
escolaridad favorece su aumento, y ello hace que el sector informal siga
expandiéndose constantemente. Es decir, un mayor grado de escolaridad aumenta la
probabilidad de tener un empleo informal. De hecho, el grado de escolaridad es una
variable sumamente relevante para explicar el comportamiento general del mercado
laboral y del sector informal porque es un aspecto que toman mucho en cuenta las
empresas e instituciones para contratar nuevo personal, y además es una base
primordial para el desarrollo humano de las personas económicamente activas y para
el crecimiento económico del país. Es de vital importancia no descuidar la calidad de
la formación educativa de los habitantes ya que en el largo plazo es determinante para
el futuro de México.

34
VI. Anexo

Categorías de las variables consideradas


Variable Descripción Medición
TUE2N10 Clasificación de la población Los números del 1 al 5
ocupada por tipo de unidad representan respectivamente:
económica. Sin prestaciones, solo acceso
a instituciones de salud,
acceso a instituciones de
salud y otras prestaciones, no
tiene acceso a instituciones de
salud pero si a otras
prestaciones, y no
especificado.

EMP_PPALN10 Clasificación de empleos Los números 1 y 2


formales e informales de la representan respectivamente
primera actividad. al Empleo Informal y al
Empleo Formal.
EDUC ¿hasta qué grado aprobó… en Los niveles de escolaridad del
la escuela? 1 al 9 representan
respectivamente: Preescolar,
Primaria, Secundaria,
Preparatoria, Normal, Carrera
Técnica, Profesional,
Maestría y Doctorado.
SEXC1 Sexo. 1:hombre, 2:mujer.
MEDICA5CN10 Clasificación de la población Los números del 1 al 5
ocupada por prestaciones de representan respectivamente:
salud. solo acceso a instituciones de
salud, acceso a instituciones
de salud y otras prestaciones,
no tiene acceso a
instituciones de salud pero si
a otras prestaciones, y no
especificado.
EDADC2 Edad. Edades de entre 18 y 65 años.
SALARION40 Salario Mínimo Mensual. La medición del Salario
Mínimo Mensual es en pesos
mexicanos.
HIJ5CN10 Clasificación de la población Número de hijos.
con 15 años y más por
número de hijos.
DUMMY_INF1 La definimos como Asignamos respectivamente
TUE2N10=5. los números 0 y 1 a otras

35
unidades económicas —
Empresas constituidas en
sociedad y corporativas,
Negocios no constituidos en
sociedad, Empresas privadas,
Empresas públicas, Trabajo
doméstico remunerado y
Agricultura de auto-
subsistencia— y al sector
informal.
DUMMY_INF2 EMP_PPALN10=1. Asignamos respectivamente
los números 0 y 1 al Empleo
Formal y al Empleo Informal.

VII. Referencias Bibliográficas


Cervantes, José y Acharya, Arun (2013), “La economía formal e informal en México
1995-2012: Implicaciones para los mercados laborales”, Revista Gaceta Laboral, Vol.
19, No. 2 (2013), pp. 175-199, Universidad del Zulia (LUZ), ISSN 1315-8597.
De Ibarrola, M. (2009), El incremento de la escolaridad de la PEA en México y los
efectos sobre su situación laboral y sus ingresos, 1992-2004, Revista Electrónica de
Investigación Educativa, Vol. 11, No.2, 2009, pp. 1-19, URL:
http://redie.uabc.mx/vol11no2/contenido-deibarrola.html.
Esquivel, G. y Ordaz, J. (2008), “¿Es la política social una causa de la informalidad
en México?”, Ensayos-Volumen XXVII, núm. 1, mayo 2008, pp. 1-32.
Gong, X., van Soest A. y Villagómez E. (2004), “Mobility in the Urban Labor Market:
A Panel Data Analysis for Mexico”, Economic Development and Cultural Change,
Vol. 53, No. 1 (October 2004), pp. 1-36, The University of Chicago Press, Stable
URL: http://www.jstor.org/stable/10.1086/423251.
González, Gerardo (2004), “La globalización y el mercado de trabajo en México”,
Problemas del Desarrollo, Revista Latinoamericana de Economía, Vol. 35, núm. 138,
julio-septiembre / 2004.
Hanson, Gordon (2010), “Why isn´t Mexico Rich?”, Journal of Economic Literature,
vol. 48, No.4 (December 2010), pp. 987-1004, American Economic Association,
Stable URL: http://www.jstor.org/stable/29779707.
Huesca, L. y M. Camberos (2008), “El mercado laboral mexicano, 1992-2002: Un
análisis contrafactual de los cambios en la informalidad”, economía mexicana
NUEVA ÉPOCA, vol. XVIII, núm.1, primer semestre de 2009, pp.5-42.

36
Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), Encuesta Nacional de
Ocupación y Empleo. Estructura de la tabla de datos de
SOCIODEMOGRÁFICO, pp. 10-25.
Levy, S. y Székely M. (2016), “¿Más escolaridad, menos informalidad? Un análisis
de cohortes para México y América Latina. El Trimestre Económico, vol. LXXXIII
(4), núm. 332, octubre-diciembre de 2016, pp. 499-548.
Loayza, N. y S. Sugawara N. (2009), “El sector informal en México: Hechos y
explicaciones fundamentales”, EL TRIMESTRE ECONÓMICO, vol. LXXVI (4),
núm. 304, octubre-diciembre de 2009, pp. 887-920.
Samaniego, N. (2008), “El crecimiento explosivo de la economía informal”,
ECONOMÍA UNAM, vol. 5, núm. 13, pp. 30-41.

37

You might also like