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MATRIMONIO Y LA FAMILIA
Identidad, sexo y género: marca original del
diseño divino
A Manera De Introdución
"Dijo luego Dios: «No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle una
ayuda adecuada.» Génesis 2,18
Ya he tratado en otras ocasiones el ataque a la familia natural que, por medio de sus
instrumentos, realiza el Nuevo Orden Mundial
(NOM).
Esto es la consecuencia del deliberado abandono
de todo lo que tiene que ver Dios y la moral
judeocristiana que forjaron nuestra civilización
occidental.
Este movimiento de “reemplazo” de Dios,
desemboca en la Revolución Francesa, el
movimiento Romántico, el idealismo alemán, el
nihilismo de Nietzsche, La Revolución
Bolchevique, la Escuela De Frankfurt, la
posmodernidad, y otros.
Cada una de estas ideologías ha cambiado el
pensamiento de occidente. Los frutos los vemos ahora.
Es por eso que debemos volver a lo que la Sagrada Escritura tiene que decir acerca
de la familia.
Bien podemos decir que la edad moderna, y pos moderna expresan el deseo de la
ciudad terrena de menospreciar a Dios y a sus mandamientos, encontrando su
expresión más reciente el Nuevo Orden Mundial.
El NOM expresa la vieja aspiración luciferina: “Non serviam” que equivale a “no
serviré”, “no me someteré” dicha por Lucifer, que pronunció estas palabras para
expresar el rechazo a servir a Dios en cf Jer 2,20.
Lucifer
El eco de la voz de lucifer se oye en cada movimiento de modernidad, la Ilustración,
la Revolución Bolchevique, en Nietzsche con su repudio al cristianismo, en la
ideología de género con su rebelión a la misma naturaleza (vea Rom 1, 18 y ss).
Tal Nuevo Orden Mundial, no es nuevo. Es luciferino. Entonces, todo aquél, individuo,
sociedad, Estado que se oponga al servicio a Dios, que promueva la inmanencia, que
desprecie la cruz, la mortificación, lleva la marca de Lucifer.
Dios gobierna por su
Palabra. Tiene promesas y
mandamientos. Ambas.
Enfatizar solo las
promesas, por sobre los
mandamientos es
luciferino.
Ante esto, Algunos grupos
cristianos tristemente
confundidos, llegan a
alegar que los “10
mandamientos no obligan
a los que no son
creyentes”. ¿Es Esto así?
Jesús mismo se encarga de aclarar esto:
Los diez mandamientos, por expresar los deberes fundamentales del hombre
hacia Dios y hacia su prójimo, revelan en su contenido primordial
obligaciones graves. Son básicamente inmutables y su obligación vale
siempre y en todas partes. Nadie podría dispensar de ellos. Los diez
mandamientos están grabados por Dios en el corazón del ser
humano. CEC 2072
La ley divina y natural muestra al hombre el camino que debe seguir para practicar el
bien y alcanzar su fin. La ley natural contiene los preceptos primeros y esenciales
que rigen la vida moral.
Dicha ley natural..
«..no es otra cosa que la luz de la inteligencia puesta en nosotros por Dios;
por ella conocemos lo que es preciso hacer y lo que es preciso evitar. Esta luz
o esta ley, Dios la ha dado al hombre en la creación. (Santo Tomas de
Aquino, In duo pracepta caritatis et in decem Legis praecepta expositio,
c. 1).
Los preceptos de la ley natural no son percibidos por todos,(por causa del
pecado en la caída) sin dificultad, con firme certeza y sin mezcla alguna de
error. En la situación actual, la gracia y la revelación son necesarias al
hombre pecador para que las verdades religiosas y morales puedan ser
conocidas “de todos y sin dificultad, con una firme certeza y sin mezcla de
error”…
Parafraseando a San Agustín: Dios tuvo que escribir en las Tablas de la Ley lo que los
hombres no podían percibir -sea total o parcialmente no “leían en sus corazones”
(San Agustín, Enarratio in Psalmum 57, 1)
Esos mandamientos de la ley de Dios revelados a Moisés no son más que una
manifestación de la gracia de Dios por causa de que los hombres no podían ver con
claridad en sí mismos; en su inteligencia y por tanto, necesitaban ser vistas “de todos
y sin dificultad, con una firme certeza y sin mezcla de error”.
Es por esto que Occidente es culpable. Conociendo a Dios, no lo glorificaron, no lo
tuvieron en cuenta, volviéndose esclavos de sus propias pasiones pecaminosas y
desordenadas… no se conformaron a las certezas de la revelación y se extraviaron,
entregados a una “mente reprobada para hacer cosas que no convienen” (Rom 1, 18
y ss).
Por lo expuesto, la ley De Dios es vigente, universal, vigente. Individuos y sociedades
están obligados de derecho divino a cumplirla y a hacerla cumplir. Cristo, el Rey,
debe gobernar en la sociedad y en los individuos.
Se explica entonces el porque negar la ley y verdad natural, reemplazándola por
desaciertos que niegan el sentido común, tales como el llamado “enfoque de
género.”
Gn.2,18 “No es bueno que el hombre esté solo, le haré ayuda idónea”.
Entonces Dios crea a la mujer como el complemento ideal para el hombre, es
decir como una “ella” que le distingue de “él” le completa, y le diferencia,
El propósito de Dios para crear al Hombre, fue para que guardara y cuidara
el Edén, y para “fructificar, multiplicarse y llenar la tierra”.
De donde que la ayuda idónea de la cual se habla en Gen 2,18 era dada para que el
Hombre -ahora pareja humana- cumplieran el propósito divino. Por ende, pretender
impedir la fructificación, por medio de la contracepción y anticoncepción; limitar la
población, por medio del control demográfico es negar de plano el uso correcto de la
sexualidad humana.
El sentido de compañía, placer sexual, gozo entre la pareja son medios para el fin
que es la procreación. No son fines en si mismos.
El ser una sola carne, tanto en lo físico como en lo mental y afectivo, asimismo, está
en función de como la pareja humana cumple su misión y participa del gobierno
divino.
El ser una carne, implica unión en las diferencias; el hombre y la mujer tiene una
parte en cumplir la misión de Dios mencionada.
Es por ello que no estamos de acuerdo con otras opciones de vivir la sexualidad que
incluyan los neo-conceptos asignados al sexo y género fluido. Esto es lo que creemos
y defendemos.Familia y matrimonio: marca original del diseño divino
Es evidente, frente a un ataque tan directo y frontal, que hay que defender y
reivindicar nuestros valores y creencias, y debemos hacerlo con valentía, conscientes
de que la principal célula de resistencia contra la tiranía, va a ser la familia.
Definiendo el matrimonio y la familia y su importancia en la historia
Como seres relacionales necesitamos formar parte de redes o sistemas donde poder
desarrollar relaciones significativas que den sentido a nuestras vidas. El primer
sistema de relaciones interpersonales ya hemos dicho que es la familia como
extensión natural del matrimonio. El valor social del matrimonio y la familia está
fuera de toda duda, no podemos disociar familia de sociedad. Entre las muchas
definiciones que encontramos para explicarlos dentro del marco de la Escritura,
destacamos las siguientes:
• Matrimonio. “Es una institución divina ordenada y sellada por Dios, donde
hombre y mujer pactan un compromiso de vida en común que generalmente es
coronado con el don de los hijos.”
• Familia. “Es el sistema vivo diseñado por Dios para promover las relaciones
primeras del ser humano en base al amor y el respeto, y cuya función principal
es la de contribuir al desarrollo integral, a la expresión de afecto, y a la
comunicación entre sus miembros, de acuerdo al plan y al propósito de Dios.”
Dentro del contexto de la creación, se sucede el mandato cultural a la multiplicación
de la raza humana para poblar la tierra (Gn.1,28), sobre esta declaración, se sucede
la creación de Eva como respuesta a la soledad de Adán para cumplir por sí mismo
dicho mandato cultural, constituyendo así la primera pareja de la historia (Gn.2,8).
En este marco, que la propia institución del matrimonio viene inmediatamente
(Gn.2,24).
Finalmente el proceso culmina con la promesa hecha por Dios a Abraham, donde le
asegura que en él serán benditas todas las familias de la tierra (Gn.12,1-3). La
promesa que Dios le hace a Abraham sobre que será una nación grande, pasa por la
bendición de la familia, pues esta, está involucrada en el llamamiento, las promesas
y el propósito de Dios para las naciones.
Una vez establecidas, dentro del contexto de la creación, las bases del matrimonio y
la familia, en la historia del pueblo hebreo, de la nación de Israel y en la venida del
Mesías, seguimos observando cómo todo se sigue desarrollando en clave familiar.
Deuteronomio 6 es un capítulo fundamental para comprender la importancia de la
familia en el desarrollo del pueblo de Dios. Enfatiza la responsabilidad del Padre de
familia, asistido por a Madre, de criar una nueva generación para Dios. Note que el
Padre es el principal responsable de la educación religiosa de los hijos.
En las sucesivas deportaciones que el pueblo hebreo sufriría a lo largo de la historia,
la única forma de no olvidar su identidad como pueblo escogido por Dios, radicaba en
la importancia de que en el entorno de sus hogares, los padres trasmitieran el
depósito de la fe a sus hijos. Así la familia se constituía por derecho propio en
auténtica iglesia doméstica, garante de su historia e identidad:
“El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y de los hijos hacia
los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición”.
Muy por contrario a lo que dice el Nuevo Testamento: vemos cómo el evangelio de
Mateo comienza con la genealogía y familia del propio Jesús, quien entra en la
escena de la historia humana a través del orden natural establecido por Dios: la
familia. Más adelante y en las cartas a Timoteo y Tito, donde se mencionan que
Timoteo recibió la fe por su madre y abuela, es más; los requisitos para quienes
aspiren a posiciones de liderazgo, en ambos casos estos pasan por el hecho de que el
candidato posea una familia y unos hijos en sujeción (obediencia, respeto a la
autoridad). Es decir que la prueba de integridad y autoridad residía en el buen
funcionamiento de la estructura familiar.
No deja lugar a dudas de que el matrimonio y la familia es el vehículo que Dios está
utilizando desde el principio para llevar adelante su plan. Como también los
luciferinos procuran reemplazarla, quitarle relevancia y por último destruirla.
Por ello el matrimonio y la familia es y seguirá siendo por derecho propio, la célula
básica y troncal de toda sociedad o civilización desde el principio de los tiempos y
aún más allá del final de los mismos. Es el pasado, presente y futuro de la
humanidad.
Conclusión
Al Dios mandar que el Hombre fructificara, se multiplicara y llenara la tierra. El varón
no podía hacerlo solo, necesitaba una ayuda idónea para esa tarea; la mujer
complemento en la procreación y en el gobierno del mundo; estando todo el ser
hombre, como el ser mujer, diseñado para esa tarea, es sus aspectos biológicos,
afectivos, sexuales, intelectuales. Esa maravilla creada y querida por Dios, fue
atacada por satanás en el Edén. De allí, la familia fue herida, más no destruida por el
pecado original, lo cual produjo distorsiones a lo largo de la historia; que Occidente al
dejar a Dios y a la moral judeocristiana, se expuso al ataque luciferino que tiene
como exponente a la Ideología de Género, quien busca destruir a la familia, que fue
comisionada por Dios para perpetuar su imagen en la tierra.