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Israel. En los Salmos hay una literatura muy diversa que abarca las temporadas felices de la
vida hasta los momentos más oscuros, las celebraciones y los duelos. Lo que hace particular
al Salmo 1, que inicia el salterio, es que no es ni una oración ni un cántico. Más que orar o
cantar, el Salmo 1 intenta describirnos cómo es la vida, con sus leyes y desafíos.
Y, ¿cómo es la vida? Esta iglesia, con sus 63 años de aniversario, sabe lo que es la
vida. Y justamente porque sabe lo que es la vida celebra que Dios la haya traído hasta aquí.
Pero los aniversarios no solo son momentos de celebración. Todo momento que tiene que
ver con años nos levanta preguntas. Por ejemplo, ¿cómo llegamos hasta aquí? ¿hacia dónde
vamos? ¿qué criterio nos servirá de guía para seguir adelante? Para responder a estas
Porque en las Escrituras se nos enseña, tomando como criterio el evangelio de Jesucristo,
dichosa o feliz según la perspectiva de Dios, primero por vía negativa y luego positiva. La
Biblia del Peregrino dice en el v. 1: “Dichoso quien no acude a la reunión de los malvados,
Biblia de las Américas lo dice así: “Cuán bienaventurado es el hombre que no anda en el
los escarnecedores”. Piense en las imágenes y los personajes que el Salmo nos presenta.
Aquí hay un individuo que recibe consejo de personas que no temen al Señor, pero no las
obedece. Hay un individuo que se ve tentado a vivir de la manera que viven las personas
que no sirven al Señor, pero ignora la tentación. El Salmo 1 comienza hablando de una
persona que despacha las malas compañías porque sabe que sus continuas blasfemias
pueden alejarlo de su obediencia a Dios. Piense si estas instancias son o no son desafíos que
Una iglesia quiere vivir en el marco provisto por el evangelio de Jesucristo debe
recordar que su salud se origina de cada individuo o persona que la compone. Christopher
Browning escribió un libro titulado Ordinary Men, en el cual relata cómo un grupo de
policías durante la Alemania nazi pasó de ser un conjunto de personas que llamaríamos
“normales” a ser un batallón que asesinó a miles de judíos, incluyendo niños. Lo horroroso
de leer un libro como este es llegar a la realización de que ninguno de nosotros está tan
lejos de algo así. Solamente basta el silencio, no decir “no” en el momento apropiado.
Solamente basta a ceder a la presión para no caerle mal a la gente que nos rodea.
Abandonar la dicha que nos propone el Salmo 1 no es tan difícil. Solo basta ser, como
decimos, “uno del montón”. Lo importante es que hoy, en el aniversario 63 de esta iglesia,
cada cual esté consciente que un poco de levadura leuda toda la masa. Que si amamos esta
iglesia y queremos llegar a los 70 años, a los 80 y 90, no podemos dejar que el mundo y sus
deseos posean nuestro corazón. Debemos estar conscientes de que nuestra salud espiritual,
Más que seguir el consejo de los malos, el dichoso encuentra su alegría en la “ley
del Señor”. Día tras día medita en ella, la graba en su corazón y la manifiesta en sus actos
diarios. Según el erudito John Goldingay, la palabra torah, que se traduce como “ley”, en
este contexto tiene el sentido más amplio de “enseñanza”. Esto hace sentido porque la
Biblia hebrea y cristiana no se compone solo de reglas; también hay historias, hay
oraciones, alabanzas y muchas otras cosas valiosas para el que cree. El bienaventurado y la
bienaventurada meditan las Escrituras en sus variadas formas y permiten que esas
Escrituras les formen, dándoles categorías y criterios para vivir en la voluntad de Dios.
Ahora bien, ¿cuál es el destino del bienaventurado? El texto dice que “será como un
árbol plantado junto al río, que da fruto a su tiempo, su fronda no se marchita; en todo lo
que hace, prospera” (BP). El Salmo nos da una imagen preciosa que nos hace desear la vida
de las orillas que tenía un árbol hermoso en el borde con el lago. Es una de las memorias
que más atesoro, no solo por el árbol, sino también por la gente con la que compartí ese
momento. Tómese un momento e imagínese como un árbol con raíces amplias y profundas
que se alimentan del río de Dios. Ese es el dichoso, esa es la bienaventurada que describe el
Salmo 1.
Sin embargo, todo aquel que lea este Salmo con algo de sentido común y desde la
experiencia de Cristo se dará cuenta que su explicación de la vida es muy simple. Aunque
superemos la tentación que nos llegan desde aquellos lejos de Dios y meditemos en las
Escrituras día y noche, a veces el río se seca; en ocasiones el fruto no nace; otras veces
Temor y temblor, Sören Kierkegaard cuestiona este tipo de afirmaciones ideales dado que el
abundancia que el trabajador. Casi todo está en manos del poseedor en el mundo visible,
En el Puerto Rico que vivimos no todo el que estudia consigue trabajo, no todo el
que se esfuerza tiene sus cuentas al día, no todo crimen se esclarece, no toda relación en
“de a pie”, hay tristezas que se prolongan por muchos años y noches oscuras del alma,
como escribió San Juan de la Cruz. Esa realidad difícil la recogen libros como Job e incluso
1
Sören Kierkegaard, Temor y temblor (Buenos Aires: Gradifco, 2014), 35.
algunos Salmos. ¿Significa eso que la vida bienaventuranza no existe? ¡Claro que existe!
Solo que debemos ver qué significa a la luz del evangelio de Jesús.
Jesús añade al Salmo 1 el reconocimiento de que la vida presente puede ser difícil,
pero no rechaza la bienaventuranza. A pesar de las dificultades, el que vive para Dios es
bienaventurado a los ojos del Señor. En este mundo imperfecto que vivimos, puede ser que
las cosas nos vayan bien como que nos vayan mal. Pero independientemente de las
condiciones del presente, Dios ve la realidad profunda del corazón y nos da a cada uno de
nosotros una promesa de vida y salvación. Kierkegaard lo dijo así: “en el mundo del
espíritu, donde reina un orden eterno y divino... no llueve sobre el justo y el injusto a la vez;
allí no brilla el sol de la misma manera para los buenos y los malos; en realidad, puede allí
decirse: ‘Sólo quien trabaja tiene pan, sólo el angustiado encuentra reposo, sólo quien baja
a los infiernos salva a la amada, sólo quien saca el cuchillo recupera a Isaac’”.2
2
Kierkegaard, Temor y temblor, 35.
Iglesia del Señor, en esta coyuntura de celebración, el Señor te invita a reafirmar tu
compromiso con él. Pero esto no es porque será fácil. No existe tal cosa como un evangelio
vivimos para Dios es porque él nos mostró su amor primero de la manera más clara y
extrema posible: se dio a sí mismo hasta la muerte. El Hijo de Dios descendió hasta las
eterna. Pero para llegar a esa vida tenemos que vivir la Palabra de Dios mediada por la
revelación de Jesús. Iglesia Cristiana (Discípulos de Cristo) en Villa Las Lomas, “el Señor
te ha dicho lo que es bueno, y lo que él exige de ti: que hagas lo que es correcto, que ames
la compasión y que camines humildemente con tu Dios” (Miqueas 6:8 NTV). Hagamos,
Amén.