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LA PSICOLOGÍA DE PLATÓN

1. La espiritualidad del alma y su destino

La obra de platón se nos aparece como un intento de conferir un estatuto ontológico a la


intuición que tuvo Sócrates del alma humana como esencialmente moral.

Los pensadores que le precedieron, inclusive Anaxágoras, sintieron la existencia de


caracterizar al alma por oposición a la vida natural, No la separaron completamente de una
determinada materialidad.

Platón quiere demostrar que es absolutamente incorpórea, y repudia todas las teorías
anteriores que, al identificar el alma con un elemento o con una mezcla de elementos, le
parecen comprometer irremediablemente su carácter espiritual y su destino sobrenatural.

Recurre a varios Argumentos: El alma posee desde siempre la verdad; es el principio de todo
movimiento; simple e indivisible, y por tanto no compuesta, escapa por fuerza a la
descomposición; Es capaz de una remmiscencia que demuestra su existencia exterior; por
participar en la idea de vida, se encuentra investida de una actividad externa, que excluye la
muerte.

Platón concibe la vida psíquica como independiente de la vida del cuerpo, al que gobierna tal
como el alma universal, de la que es una porción, rigen los movimientos del universo.

Se lleva a cabo, de tal manera, en el alma humana un conflicto ontológico, pues se haya
desgarrada entre la oscura nostalgia de una eternidad divina y los atractivos de la vida
terrestre. Su tarea consiste en elevarse por encima de los placeres del cuerpo, en vencer las
tentaciones, en huir del mundo y sus seducciones, en avivar su reminiscencia de las ideas
que ha conocido en la realidad suprasensible.

La dialéctica, le permite lanzarse por esta vía liberadora igualmente el amor, que despierten
ella el recuerdo de la idea de lo bello reflejado en cierta medida por las cosas y por los seres,
y que la conduce a la preocupación por el bien absoluto, cuyo esplendor domina el mundo
inteligible.

En esta vida misma se da un paso decisivo, y la muerte podrá constituir una liberación para el
alma, que se sustraerá a la rueda de los nacimientos y recuperará su verdadero hábitat.

Platón nos cuenta cómo fue precipitada el alma en la materia y en el devenir,

Las almas no purificadas por la filosofía descienden al Hades para recibir el pago que se han
merecido, penas eternas en el tártaro que le serán infligidas a las que se han endurecido en el
mal; Las demás, después de una larga estancia en el Hades, eligen el cuerpo (de un ser
humano o de un animal) que habrán de ocupar; y esta elección está determinada por el
pasivo o el activo que han adquirido en una encarnación anterior.
2. El proceso de conocimiento

La ciencia se asienta en un lugar que no son las sensaciones perpetuamente cambiantes.


Esto no impide que platón, inclusive en este nivel del conocimiento, corrija ya el movimiento
radical que atribuye a Pitágoras.

Distingue entre las sensaciones conforme a un determinado grado de objetividad que les es
propia.

Es abusivo pretender que toda sensación es completamente original con relación a los que la
han ascendido, sin que haya nada que reconduzca a una experiencia anterior.

Todo conocimiento implica una determinada permanencia, y si los objetos se hallasen en


perpetua transformación el pensamiento no podría hacer de ellos presa alguna.

Entra un elemento decisivo: la actividad racional, que coordina todo semejante. Esta actividad
es inseparable el plato de su condición metafísica, el famoso "mito de la caverna" expresa el
despego necesario de la simple existencia y el acercamiento a las ideas eternas.Igualmente la
reminiscencia, recuerdo latente nuestro origen supra terrenal y de las realidades que el alma a
encontrado, nos ponen el camino del verdadero conocimiento, abierto solamente que
desprende del mundo sensible.

Platón la subordina a la dialéctica, que nos introduce en el dominio y que la razón, en su


soberanía, descubre el sentido verdadero de todo lo que existe, y donde aparece a plena luz
los principios que permiten el conocimiento del universo en su estructura profunda.

3. Una psico-fisiología finalista

Platón consideraba que si el alma de cada uno de nosotros se divide en tres partes a estas le
corresponden tres placeres, propios de cada una; y por consiguiente, tres clases de deseos y
de dominaciones.

La primera de esas Partes es aquella por la que el hombre conoce; la segunda es aquella por
la que nombre incita; la tercera tiene demasiadas formas para ser comprendida bajo un
nombre particular, pero ya lo hemos designado por lo más notable y por lo que más
predomina en ella, llamada apetito Concupiscible a causa de la violencia de los deseos que
nos arrastran a comer, beber, el amor y a los demás placeres de los sentidos.

Nos encontramos en presencia de una psico-fisiología finalista que explica porque las tres
partes del alma ocupan este lugar distinto en el cuerpo.

De la concepción platónica se desprende que sólo la parte superior del alma tiene el privilegio
de la inmortalidad: una inmortalidad cuyo carácter personal no parece ser nada dudoso.

Platón declara el alma que se ha nutrido de la verdad divina no teme el momento en que se
separa del cuerpo, o dispersarse al soplo de los vientos.
4. Los trastornos psíquicos y los factores inconscientes

Nadie es malo porque quiere, sino que llega a serlo por una mala educación o "por una mala
disposición del cuerpo" de la que el alma padece a causa del cuerpo.

a propósito de los apetitos y de los deseos que se manifiestan en los sueños, las cuales
podemos ver una especie de presencia del papel e inconsciente descrito por el psicoanálisis.
Estos deseos gracias a la razón se desvanecen enteramente o son débiles o pocos en
número; mientras en otros son más numerosos y al mismo tiempo los más fuertes.

LA PSICOLOGÍA DE ARISTÓTELES

1. Aristóteles y sus precursores

Como la de platón la psicología de Aristóteles está dominada por una ontología que presta al
universo, por la intervención de una causa final y sin principios de perfección en las cosas una
arquitectura estable y armoniosa en la que cada parte está ordenada por el conjunto.

Un gusto por lo concreto

Se preocupó por las teorías de sus precursores, a veces para criticarlos.

Los juicios que formula a su respecto están ordenados con método y constituyen útiles
instrumentos para el conocimiento de su pensamiento.

Descuidar las condiciones reales, físicas y orgánicas de su existencia; y los pensadores


materialistas, a los autonomistas en particular, les reprocha el confundir El principio vital con
los elementos que este organiza.

El principio vital, por tanto, difiere de los elementos que componen el mundo físico.

2. La oposición a Platón

Platón fue el primero que quiso demostrar el carácter inmaterial del alma como garantía de su
inmortalidad.

Aristóteles, cuya oposición a las ideas trascendentes de su maestro es bien conocida. Según
él si se observan las cosas concretamente, existe mas en una unión y colaboración entre el
alma y el cuerpo.
El alma no puede subsistir sin un cuerpo al que anime.

En pocas palabras, el alma no es esa exiliada de que habla platón, encerrada en un cuerpo
con la nostalgia te despojarse para siempre de él; es ella la que asegura la armonía funcional
de las funciones vitales.

3. El alma como "forma" del cuerpo

El ser humano no está constituido por un alma y un cuerpo como dos entidades yuxtapuestas.

Expresan los aspectos inseparables de su unidad viviente, el tejido realice sus sensaciones,
besos afecciones, esos actividades.

Aristóteles define el alma como "la entelequia primera de un cuerpo natural que tiene la vida
en potencia". Principio de movimiento, crecimiento, generación, unifica todas funciones, sin
efectuar las operaciones de la sensibilidad y del entendimiento.

No es posible separar el órgano de la función.

Por considerar el alma "causa y principios del cuerpo vivo" la psicología se encuentra ligada
en Aristóteles a la biología y aún a la botánica.

La diferencia que hay entre el hombre y el animal es más que una diferencia de grado.

4. Lo propio del hombre

El poder de la inteligencia; y sobre todo, inteligencia misma en su forma racional, capaz de


descubrir el mundo sensible invariantes, tipos; de llegar a comprender principios universales,
axiomas eternos.

Esta inteligencia racional propio del hombre es "impasible, inmortal y eterna".

Es el nous introducido por Anaxágoras. No se sabe nada acerca de este salvo que es otro
género Del alma.

El problema consiste en relacionar dialécticamente la descripción empírica de Aristóteles con


este intelecto universal.

Toca al problema del origen del pensamiento racional del hombre en la dificultad de
considerarlo como resultado de la experiencia sensible.

5. La primicia ontológica

Aristóteles descansa sobre una distinción fundamental entre el orden cronológico y un orden
ontológico más profundo, Cuyo sentido es actualizar virtualidades emanadas de una
perfección originaria.
Lo imperfecto procede idealmente pelo perfecto.

Postular a Dios como primer motor inmóvil como ser, absolutamente inmaterial como pura
forma.

En el campo de la psicología en cuanto tal, estriba en la descripción del organismo concreto,


real y significado por la coordinación armoniosa de sus partes.

6. El objeto de la psicología

La clasificación de las almas en vegetativas, sensitivas e intelectivas no supone en el


diferenciaciones cualitativas de partes del alma en el sentido platónico.

Distinción establecida entre estructuras orgánicas más o menos complejas.

A la luz de la psico-fisiología moderna, Su manera de ver no tiene nada de anticuado, a pesar


del contexto dogmático.

Aristóteles nos da testimonio de una conciencia muy clara de la dualidad propia del objeto de
la psicología, de esa suerte de escollo Interior-exterior con el que tropiezan todavía hoy las
investigaciones.

Aristóteles vio en la sensación, esencialmente, una capacidad de discernir en el mundo


sensible cualidades En virtud de un acto que pone en juego un elemento externo (el poder
que tiene el objeto de afectar a uno o varios órganos de los sentidos) y un elemento interno
(La actividad de estos órganos mismos).

7. Las sensaciones y la percepción

Presencia de la razón es necesaria para el conocimiento de las estructuras esenciales de la


realidad, los materiales sobre los cuales ejerce de son proporcionados por los sentidos.

Si las cualidades que éstos nos revelan, la razón sería incapaz de hacer inteligible al mundo.

Considera esencial el hecho de que el alma permanece interior en el proceso de la sensación

Aristóteles sustituye la idea de emanaciones materiales del objeto recibido por el sujeto por la
pila aprehensión, por este último, da una forma que supone un intermediario; la transparencia,
lo diáfano.
De modo general, la psicología de Aristóteles apunta, en relación al indianismo platónico, a
rehabilitar la sensación como fuente de conocimiento, al establecer que no podría engañar en
cuanto al sujeto propio. La visión de blanco equivalía de desprender del mundo la cualidad, la
esencia de blanco. El error comienza sólo con el juicio, cuando interviene una afirmación
acerca de este blanco mismo.

Algunas de las observaciones de Aristóteles, a propósito de la percepción de los conjuntos, se


encuentran revaloradas hoy por las concepciones de los psicólogos de la Gestalt.

Por lo tanto, la sensación normal no pueden hacer sino vinculada a una precedente, pese a la
vez de cualidad semejante y de intensidad inferior.

8. La imaginación, la memoria, los sueños

Al imaginación considerada como una realidad sui generis Va acompañada en el de


observaciones penetrantes. En primer lugar ocurre que la imagen, distinta de la sensación de
que procede, es indispensable alacridad del pensamiento, pero puede ser verdadera o falsa.

La imaginación se manifiesta como una facultad intermedia entre la sensibilidad y la razón. Se


haya estrechamente vinculada a la memoria. Cuando los sentidos especiales están inactivos,
no por ello se detiene la vida psíquica, pulsatilidad vincularla función sensible a la función
imaginativa y a la memoria.

La imaginación se distingue de la memoria por cuanto esta última supone la intervención de


un "sensible común", El tiempo, que nos conduce de nuevo a una continuidad Vivida da, hay
imágenes-copias de experiencias anteriores.

La confusión, en este dominio es el caso de los Desequilibrados, que confunden sus


imágenes mentales con realidades.

La memoria se distingue igualmente de la sensación y del acto cognoscitivo por cuanto


envuelve el tiempo sentido.

Aristóteles piensa que los "temperamentos melancólicos" está particularmente sujetos a este
desagradable estado interior, que consiste aquí en un difícil establecimiento de los
mecanismos desencadenados por el esfuerzo de Re memorización.

Los sueños los vincula con Hipócrates, a saber que pueden anunciar las enfermedades.

9. El principio de perfección

Todo se encadena en la concepción del está agilita y la psicología está ligada a la moral.
Todos los seres son contemplados en la perspectiva de una conquista incesante de la materia
por la forma, por la atracción de un bien supremo, la perfección divina, que hace pasar la
materia por formas cada vez más perfectas; se trata de una evolución en círculo.

Este principio de perfección, en espera del pensamiento obra como un estimulante de la


búsqueda de la belleza y de la verdad, Se manifiesta en el nivel del deseo por el impulso
hacia placer.

Aristóteles declara que placer rematan actividad común suerte de fin que se le añade a la
manera como la belleza señale a la juventud. Toda actividad es fuente de placer siempre que
se ejerza conformar la naturaleza del ser que la despliega.

Una vida humana Pipila conforme la razón asegura la felicidad, idéntica la virtud. En su más
alto grado, esta virtud es la vida puramente contemplativa del sabio. Prácticamente, dicha y
virtud se reúnen en una moral el justo medio.

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