Professional Documents
Culture Documents
Existen enormes diferencias socio-económicas entre los estratos más acomodados, que
disponen de los mejores servicios, y los menos pudientes que no cuentan siquiera con
servicios de mediana calidad cuando pueden acceder a ellos, todo lo cual constituyen
elementos que complican la organización de los servicios de salud. Además, para los
servicios a cargo del Estado se dan las dificultades de la diversidad que ocurren en una
realidad que muestra una población geográficamente dispersa sin acceso a medios de
comunicación y vialmente incomunicada. Por el lado del idioma, la multietnicidad y
pluriculturalidad presenta un problema para profesionales de la salud con una cultura
predominantemente occidental. De otro lado, continúan existiendo barreras geográficas, por
falta de vías y económicas, que exigen que el usuario tenga que solventar el transporte a
lugares distantes para llegar al establecimiento, además de tener que afrontar cobros por
medicamentos o insumos, a pesar de la gratuidad del servicio y de otro lado, la barrera
cultural, que con los cambios realizados en los servicios como, las casas de espera y el
parto vertical se busca cerrar.
Si bien en el caso de la atención integral del paciente se reconocen tres niveles de atención
de salud de acuerdo al comportamiento de la demanda no necesariamente las redes deben
contar con los tres niveles aunque eso sería lo deseable en el futuro: Se pretende que el
primer nivel atienda cuando menos 70 a 80% de los problemas de salud que presenta la
población dado que las causas y la severidad de los mismos requieren una atención de baja
complejidad y menor especialización y tecnificación de sus recursos, consecuentemente
requiere de una mayor capacidad resolutiva cuantitativa y menor capacidad resolutiva
cualitativa.
Se propone que las redes atiendan servicios correspondiente al segundo nivel de atención
que debe resolver entre el 12 al 22 % de la demanda portadora de patologías, de
complejidad intermedia por parte de la oferta de servicios de salud, es decir, tanto la
capacidad resolutiva cuantitativa como cualitativa tendrán un volumen de producción y
complejidad intermedia. Además, en este nivel se deben cubrir las referencias provenientes
del primer nivel en términos cuantitativos como cualitativos.
El tercer nivel está dado por la demanda del 5 al 10% de la población que presenta
diagnósticos y nivel de severidad de los mismos que requieren atenciones de alta
complejidad, precisando por lo tanto una oferta de menor tamaño pero de alta
especialización y tecnificación que configura una capacidad resolutiva cuantitativa pequeña
pero con gran capacidad resolutiva cualitativa. Asimismo, en este nivel se deben resolver
las referencias de pacientes tanto del primer como del segundo nivel de atención.
En consecuencia las redes no deben comprender establecimientos de salud del tercer nivel
de atención que son establecimientos de referencia para redes que corresponden a otros
ámbitos regionales. Ese es el caso, en la actualidad, de los hospitales de tercer nivel y los
establecimientos especializados que son de referencia macro regional o nacional.
De cierta manera las redes en la actualidad están limitadas a contar con sólo dos niveles de
atención y de referir a los asegurados a hospitales del tercer nivel de atención para las
intervenciones de mayor complejidad.
A toda costa debe evitarse el desplazamiento de pacientes con problemas de baja o mediana
complejidad a las ciudades capitales en búsqueda de diagnósticos y atención en hospitales
de alta complejidad que actualmente se encuentran sobrecargados con casos sencillos que
deben tratarse eficientemente en establecimientos de menor complejidad.
Frente a la ineficacia de los actuales sistemas de referencia es necesario reordenar dichos
sistemas a partir de una normatividad apropiada y funcional a la diversidad de situaciones
que se encuentra en el País. Algo que han experimentado con éxito en algunos países es que
las redes administren recursos para los pacientes que refieren a establecimientos de mayor
complejidad, lo que ha permitido reducir la espiral de costos de la salud.
Los gobiernos regionales con el apoyo del nivel central deben establecer las condiciones
para que el sistema de servicios de la red cuente con la infraestructura adecuada y suficiente
a fin de evitar su sub-utilización. Otro de los problemas que hay que resolver es que la
salud ha sido enfocada desde el punto de vista de la recuperación y ha sido
tradicionalmente normada para su ejecución desde el nivel central, sustentándose casi
exclusivamente en la oferta de servicios curativos. Por consiguiente, hay que trabajar en
función de cumplir con el rol preventivo promocional que debe desempeñar asegurando que
los asegurados recurran a los establecimientos en forma periódica para sus chequeos
regulares y las actividades de extramuros se conviertan en la parte fundamental de
actividades de la red.
Para el nuevo MAIS-BFC, la APS se constituye como el primer punto de contacto que las
personas tienen con la red de servicios de salud, por tanto su fortalecimiento es esencial.
Esto implica que en todos los Servicios de Salud del Primer Nivel de Atención, el
fortalecimiento debe estar centrado en la formulación e incorporación de un nuevo enfoque
en la totalidad de estos establecimientos de APS y cuyo propósito es acentuar la dimensión
familiar y comunitaria en el quehacer de los equipos de salud de los establecimientos de
salud. Este es el Modelo de Atención Integral de Salud basado en Familia y Comunidad
(MAIS-BFC).
Los determinantes sociales de la salud son las circunstancias en que las personas nacen,
crecen, viven, trabajan y envejecen, incluido el sistema de salud. Esas circunstancias son el
resultado de la distribución del dinero, el poder y los recursos a nivel mundial, nacional y
local, que depende a su vez de las políticas adoptadas.
Los determinantes sociales de la salud explican la mayor parte de las inequidades sanitarias,
esto es, de las diferencias injustas y evitables observadas en y entre los países en lo que
respecta a la situación sanitaria.
El lugar donde vivimos afecta a nuestra salud y a nuestras posibilidades de tener una
vida próspera. Las condiciones de vida de la población inciden de forma importante
la equidad sanitaria. El acceso a una vivienda de calidad, agua salubre y a servicios
en saneamiento es un derecho de todo ser humano. La Comisión pide:
Que el pleno empleo y el trabajo digno sean objetivos centrales de las políticas
sociales y económicas nacionales e internacionales;
Que se formulen políticas económicas y sociales que aseguren a los hombres y
las mujeres empleos de calidad suficientemente remunerados, que tengan en
cuenta el costo real y actual de una vida sana;
Que todos los trabajadores estén protegidos por normas y políticas laborales
básicas internacionales;
QUE mejoren las condiciones laborales de todos los trabajadores.
D. PROTECCIÓN SOCIAL A LO LARGO DE LA VIDA
La acción sobre los determinantes sociales de la salud será más eficaz si se dispone de
sistemas de datos básicos, tales como los registros civiles y programas de observación
sistemática de las inequidades sanitarias y de los determinantes sociales de la salud, y
mecanismos que aseguren que los datos pueden ser interpretados y utilizados en la
elaboración de políticas, sistemas y programas más eficaces. La sensibilización y la
formación en materia de determinantes sociales de la salud son esencial.
Los actores: La Comisión apoya resueltamente que los gobiernos y el sector público
desempeñen una función central en esas intervenciones, pero reconoce también la
necesidad de que intervengan y presten apoyo las instituciones y organismos de ámbito
mundial, las autoridades nacionales y locales, la sociedad civil, las comunidades de
investigación y académicas, y el sector privado.
1. Mejorar las condiciones de vida, es decir, las circunstancias en que la población nace,
crece, vive, trabaja y envejece.
2. Luchar contra la distribución desigual del poder, el dinero y los recursos, esto es, los
factores estructurales de los que dependen las condiciones de vida, a nivel mundial,
nacional y local
Para alcanzar la equidad sanitaria hace falta que el empleo sea seguro, sin peligros y bien
remunerado, que haya posibilidades de empleo a lo largo de todo el año y que exista un
equilibrio justo entre vida profesional y vida privada para todos.
Mejorar las condiciones de trabajo de todos los trabajadores para que estén menos
expuestos a riesgos físicos, estrés laboral y conductas perjudiciales para la salud.
Velar por que las políticas económicas y sociales que se apliquen para afrontar el cambio
climático y cualquier otro tipo de degradación medioambiental tengan en cuenta la equidad
sanitaria.
Promover la equidad sanitaria entre las zonas rurales y las zonas urbanas mediante
inversiones sostenidas en el desarrollo rural, combatiendo políticas y procesos de exclusión
que generen pobreza rural, y den lugar a procesos de privación de tierras y al
desplazamiento de la población rural de sus lugares de origen.
2. LUCHAR CONTRA LA DISTRIBUCIÓN DESIGUAL DEL PODER, EL
DINERO Y LOS RECURSOS
Realizar las inversiones necesarias para generar e intercambiar nuevos datos sobre
el modo en que los determinantes sociales influyen en la salud de la población y la
equidad sanitaria, y sobre la eficacia de las medidas adoptadas para reducir las
desigualdades sanitarias mediante medidas que incidan en los determinantes
sociales.
2. Principios que otorgan los cimientos para las políticas de salud, la legislación, los
criterios evaluativos, la generación y asignación de los recursos y para la operación del
sistema de salud.
ELEMENTOS ESENCIALES: