Buenas tardes a todos los presentes, autoridades, profesores, familiares, amigos y futuros

colegas.
Hemos llegado al final de nuestra etapa universitaria, llena de anécdotas que siempre
quedarán guardadas en nuestra memoria y que son difíciles de expresar. Como olvidar el
primer día de clases, donde todos estábamos emocionados y expectantes por haber
cumplido el sueño: entrar a la universidad. Pero no a cualquier universidad, sino una
universidad estatal cargada de historia y reconocimientos estudiantiles, donde éramos
conscientes que no sería fácil.
Hemos llegado al final de esta etapa que, para muchos, estuvo marcada por grandes
desafíos y sueños, los cuales poco a poco se fueron volviendo realidad y fueron dejando
atrás los temores personales sobre la universidad. Hoy ha llegado el momento de la
despedida trayendo consigo recuerdos y emociones de cada momento vivido en esta etapa
universitaria. Han sido años de estudio y esfuerzo en los cuales, muchas veces los deberes
estudiantiles fueron arduos, pero también fueron años de recompensas y satisfacciones, de
amistades y recuerdos que permanecerán para siempre en el libro de nuestras vidas.
Hoy estamos cerrando un ciclo; dejamos de ser estudiantes para convertirnos en
profesionales. Sintámonos grandes y capaces, desde ahora mismo, de construir un Chile
mejor y más inclusivo, con un futuro lleno de sueños y nuevas experiencias.
Con el pasar de los años le encontré el sentido a nuestra linda carrera: TAP, que no solo
me hizo comprender que el personal es el corazón de toda empresa, sino también que si la
persona está cómoda en su puesto de trabajo, toda la sociedad mejora. Somos los
encargados de contribuir un país más justo y esto lo podemos llevar a cabo enseñando
todos los valores de RRHH, no solo en el área laboral sino también la vida diaria y así
mejorar la calidad de vida de las personas
Un nuevo mundo aparecerá ante ustedes y frente a él tendrán nuevas metas, que, con
mucho esfuerzo y dedicación, deberán sortear para poder salir adelante, tomando como
una motivación especial a vuestros seres más queridos, muchos de los cuales están,
orgullosamente, acompañándolos en esta ceremonia. Sigan siempre adelante. Todo está
en vuestras manos para construir las bases sólidas del futuro que anhelan... la realización
de vuestros sueños depende de ustedes mismos, de la convicción y tenacidad que
representen en cada desafío.
No obstante, recuerden también todas las decisiones y caminos que tomaron para llegar
hasta acá: las noches de estudio, los días de pruebas, los días de paro o el día que
aprobaste la tesis. Todos esto transfórmenlo en episodios de su vida que estará siempre
en la memoria y recuérdenlo con cariño.
Compañeros, ¿cómo olvidar los viernes de foro?, el cachorreo, la tía de las cocadas, los
paros interminables, los bailes en la sala de clases antes que llegara el profesor o los perros
que nos acompañaron en más de una clase. Acontecimientos característicos de nuestra
casa de estudios que no solo nos entregó conocimientos, sino que también grandes amigos
que serán para toda la vida.
Compañeros, créanme que las lecciones de vida que he obtenido de ustedes son muchas…
aprendí que no importa que el camino sea duro, porque con esfuerzo y sacrificio siempre
se llega a la meta… aprendí que no importa de dónde vengo, porque si doy lo mejor de mí,
puedo llegar hasta la cima y aprendí que el amor y el afecto, son tan importantes como las
asignaturas más complejas. ¡Quiero que sepan que me siento muy feliz de graduarme con
ustedes!
Gracias por cada anécdota, por cada compartir, por llegar cada lunes hablando del carrete
del fin de semana y enterarnos de todo lo que ocurría. Gracias por intentar escuchar, por
remar para el mismo lado, por ser solidarios cuando correspondía, y apoyar al que lo
necesitaba; entre otras cosas.
Es tiempo de agradecer a nuestros familiares, especialmente a nuestros padres que
siempre nos brindaron su sostén cuando pensábamos en darnos por vencido, cuando nos
iba mal en un ramo o cuando teníamos un problema personal que se juntaba con las tareas
universitarias, porque finalmente entendimos todo el sacrifico que hicieron para que
pudiéramos estudiar y ser profesionales. A pesar de que hemos tropezado, siempre nos
hemos levantado gracias al apoyo incondicional de ellos. Obviamente, no olvidar a nuestros
hermanos, parejas, amigos y abuelos que son parte de nuestra familia.
¡Así mismo, agradecer a nuestros profesores, gracias por tanto! Gracias por cada palabra
de apoyo, por sus charlas motivacionales sobre la vida laboral y sobre temas cotidianos a
los cuales nos veremos enfrentados en un futuro no muy lejano. Gracias por cada rojo, por
cada PEP o PAR tan difícil, que nos hacían esforzarnos aún más para pasar el ramo.
Gracias a ustedes logramos sacar lecciones de las derrotas y confortarnos con los triunfos.
Ustedes son grandes personas que estuvieron siempre con la máxima paciencia y cariño,
dándonos un consejo, haciéndonos ver la realidad de la vida y enseñándonos a crecer como
personas sin olvidar lo que somos.
Llego el momento de despedirnos y ver cómo cada uno comienza un nuevo rumbo, que sin
duda serán caminos que los guiarán al éxito laboral, pero no olvidemos que para recorrer
esos caminos debemos tener sueños y saber transformarlos en metas reales, tener una
actitud positiva frente a la vida, dedicación, confiar en nosotros mismos, y si algún día nos
equivocamos que no sea un impedimento seguir, pues “es legítimo equivocarse, porque en
tanto así sea, puede corregirse” y no se olviden de luchar por sus sueños para que se hagan
realidad y se colmen de felicidad y sabiduría. Recuerden, somo profesionales bien
preparados con ansias de aportar nuestro granito de arena y así mejorar la sociedad
chilena.

Finalmente, quiero comentarles que todos son capaces de muchas cosas y solo ustedes
son responsables de las semillas que quieren cosechar en un futuro. Les deseo de todo
corazón mucho éxito y sabiduría en los caminos que tomen, sueñen en grande porque son
capaces de lo que sea. ¡Gracias por todo y mucho éxito en todo lo que se propongan!