las tertulias en los cafés o en las mansiones señoriales, donde se discutía de temas culturales; las
academias de estudio e investigación, como la RAE o la Academia de Historia, fundadas en esta
época; y el teatro, que se convirtió en instrumento para la crítica y la transformación de las costumbres. Además, aparecieron las Sociedades de Amigos del País, las cuales crearon industrias y escuelas para el desarrollo de las ciencias, las artes y la técnica.