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INTRODUCCION
Dado que se ha comprobado que la existencia de una serie de beneficios que estimulen
al penado para mejorar su condición dentro del ámbito penitenciario, es uno de los
elementos indispensables para la consecución de la pretendida reintegración del recluso
en la vida libre. Se entiende, por lo tanto, que los beneficios penitenciarios constituyen
un elemento regimental importantísimo para la buena marcha del establecimiento
penitenciario, en la medida que el estímulo es fundamental para lograr la convivencia
ordenada en cuyo marco se desenvuelven todas las actividades penitenciarias.
Los beneficios penitenciarios han sido elemento de vital importancia para el recluso,
dado que implican un acortamiento de la condena. Ello induce al interno a cumplir los
requisitos que facilitan la consecución de dicho objetivo, para alcanzar así la libertad en
un periodo más corto de tiempo. Los beneficios penitenciarios responden a las
exigencias de la individualización de la condena en atención a la concurrencia de
factores positivos en la evolución del interno encaminados a conseguir su reeducación y
reinserción social.
Hasta antes de 1997, la semilibertad se otorga sin excepción al interno que había
cumplido un tercio de su condena y acreditaba que en libertad desarrollaría alguna
actividad laboral o educativa. Sin embargo, sucesivas modificaciones al Código de
Ejecución Penal han introducido cambios sustantivos en los términos siguientes:
El art. 49° del C.E.P. dispone que para iniciar el trámite del beneficio de la semilibertad
se debe contar con los siguientes requisitos:
El primer párrafo del art.48° del C.E.P. establece que el beneficio de semilibertad puede
ser concedido al sentenciado que ha cumplido por lo menos una tercera parte de su
condena, criterio que es aplicado para la mayoría de los delitos, con la excepción de los
delitos mencionados en el numeral 2.4.
El plazo mínimo de detención de una tercera parte de la condena que se exige para
solicitar la semilibertad, puede acreditarse con el cumplimiento de prisión efectiva por
dicho periodo. Puede resultar también de la suma de dicho periodo con los días que el
condenado haya redimido su pena por trabajo o educación.
En los delitos de trafico de drogas, previstos en los artículos 296°, 298°, 300° y 302° del
Código Penal , podrán acogerse al beneficio de Semilibertad con un tercio (1/3) de su
pena, siempre que se trate de la primera condena a pena privativa de libertad.
El segundo párrafo del art.48° del C.E.P. señala que en los delitos que a continuación se
indican, el sentenciado que solicite la Semilibertad deberá haber cumplido las dos
terceras (2/3) partes de su pena:
- Exposición o abandono de menor o persona incapaz, si resulta lesión grave o
muerte y éstas pudieran ser previstas (art.125° y 129° del C.P.).
- Exposición o peligro de persona dependiente, si resulta lesión grave o muerte y
éstas pudieron ser previstas (art. 153° del C.P.)
- Trata de personas (art.153° del C.P.)
- Asociación ilícita para dilinquir, cuando los hechos materia de condena estén
relacionados con atentados contra la Administración Pública, contra el estado y
la Defensa Nacional o contra los poderes del Estado y el Orden Constitucional
(art.317° segundo párrafo del C.P.)
- Rebelión (art. 346° del C.P.)
- Concusión en todas sus modalidades (art.382° a 386° del C.P.)
- Peculado en todas sus modalidades, excepto la forma culposa (art. 387° a 392°
del C.P.)
- Corrupción de funcionarios. Todas las modalidades, incluidas las cometidas por
particulares (art.393° a 401° del C.P.)
En el caso de los reincidentes y habituales que adquieran dicha condición a partir del 23
de octubre de 2010, de conformidad con los artículos 46°-B y 46°-C del código penal,
modificado por la Ley N° 29604, tampoco podrán acceder a la semilibertad en los
siguientes delitos:
Además, deberá cumplir con las reglas de conducta que el Juez establezca en la
resolución que le concedió el beneficio, como la prohibición de frecuentar determinados
lugares, de ausentarse del lugar donde reside sin autorización del Juez, comparecer
personalmente al Juzgado o a las oficinas de Medio Libre del Instituto nacional
Penitenciario, para informar de sus actividades cada 30 días, etc. El control de las
reglas de conducta corresponde al Área De Medio Libre De La Administración
Penitenciaria.