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AURELIA MARTÍN CASARES

(editora)

ESCLAVITUD, MESTIZAJE Y ABOLICIONISMO


EN LOS MUNDOS HISPÁNICOS

GRANADA
2015
COLECCIÓN HISTORIA
(Segunda etapa de Biblioteca de Estudios Históricos Chronica Nova)

Director: Rafael G. Peinado Santaella (catedrático de Historia Medieval de la Uni-


versidad de Granada).

Consejo Asesor: Inmaculada Arias de Saavedra Alías (catedrática de Historia Moderna


de la Universidad de Granada; Antonio Caballos Rufi no (catedrático de Historia Anti-
gua de la Universidad de Sevilla); James Casey (profesor emérito de la Universidad de
East Anglia); José Fernández Ubiña (catedrático de Historia Antigua de la Universidad
de Granada); Miguel Gómez Oliver (catedrático de Historia Contemporánea de la
Universidad de Granada); Antonio Malpica Cuello (catedrático de Historia Medieval
de la Universidad de Granada); Miguel Molina Martínez (catedrático de Historia de
América de la Universidad de Granada); Juan Sisinio Pérez Garzón (catedrático de
Historia Contemporánea de la Universidad de Castilla-La Mancha); Joseph Pérez
(profesor emérito de la Universidad de Burdeos y director honorario de la Casa de
Velázquez); Ofelia Rey Castelao (catedrática de Historia Moderna de la Universidad
de Santiago de Compostela); María Isabel del Val Valdivieso (catedrática de Historia
Medieval de la Universidad de Valladolid).

@ LOS AUTORES.
O UNIVERSIDAD DE GRANADA.
ESCLAVITUD, MESTIZAJE Y ABOLICIONISMO EN LOS MUNDOS
HISPÁNICOS.
ISBN: 978-84-338-5793-4. Depósito legal: GR./1301-2015.
Edita: Editorial Universidad de Granada.
Campus Universitario de Cartuja. Granada.
Maquetación: CMD. Granada.
Diseño de cubierta: Josemaría Medina Alvea.
Imprime: Imprenta Comercial. Motril. Granada.
Printed in Spain Impreso en España

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra


sólo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley.
INDICE

Introducción. Aurelia Martín Casares 7


Sobre los autores y autoras 9

AMÉRICA

ARGENTINA
Vivir y morir en los confines meridionales: los africanos y sus descendientes
en Córdoba del Tucumán (Siglos xvi-xvm). Ana María Martínez de
Sánchez 15
Igualdad formal y ciudadanía diferida: el caso del negro en la Argentina
revolucionaria (1810- 1860). Jean-ArséneYao 43

CUBA
El trabajo esclavo y el mundo del tabaco en Cuba (siglos xviii -xix). Entre
el discurso identitario y la realidad social. Vicent Sanz Rozalén 63
Presión abolicionista en Cuba: Inglaterra en el centro de los debates. Karim
Ghorbal 83

JAMAICA
La rebelión de Morant Bay, Jamaica: una mirada desde el abolicionismo
español. María Margarita Flores Collazo 105

NUEVA ESPAÑA
Mulatos libres, redes personales y cogniciones en la Nueva España (siglos
xvn -xvill). Marcelo da Rocha Wanderley 129
La devoción a Santa Ifigenia entre los negros y mulatos de Nueva España.
Siglos xvii y XVIII. Rafael Castañeda García 151
332 ÍNDICE

PERÚ Y MÉXICO

Esclavos e insurgentes: la población afrodescendiente en los procesos de


independencia de Perú y México. José Luis González Martínez .... 175

SANTO DOMINGO

Negras, mulatas y morenas en la Española del siglo xvi (1502-1606)


Lissette Acosta Corniel 201

ASIA
FILIPINAS

Aetas y mozambiques. ¿Cristianización y sincretismo en Filipinas?, 1565-


1650. Ostwald Sales-Colín Kortajarena 221
Esclavitud al margen de la ley: sometimiento de los naturales y sangleyes
en Manila. Ana Ruiz Gutiérrez 245

EUROPA
ESPAÑA

El dificil regreso a su patria de los moros libertos y el problema de su con-


versión en el siglo xvll. Rafael Benítez Sánchez-Blanco 265
Rebeldes con causa. Los esclavos incorregibles en el Madrid borbónico. José
Miguel López García 285
De la esclavitud al abolicionismo en la historia de España: legislación,
guerra justa y discursos. Aurelia Martín Casares 307
LA DEVOCIÓN A SANTA IFIGENIA ENTRE LOS NEGROS
Y MULATOS DE NUEVA ESPAÑA, SIGLOS XVII Y XVIII

RAFAEL CASTAÑEDA GARCÍA


MASCIPO/Université Paris Ouest Nanterre La Déjense (Francia)

HASTA mediados del siglo xvii, el virreinato de la Nueva España fue el


territorio americano que más esclavos importados recibió. Se estima que
para 1645 había 80 mil africanos pero si se consideran los que llegaron
por el contrabando la cifra bien pudiera incrementarse a 150 mil'. Esta
población necesitada de atención espiritual encontró refugio en la Igle-
sia a través, pero no exclusivamente, de las cofradías y sus devociones.
Hasta ahora sabemos que no existió una advocación que dominara el
abanico celestial de los negros y mulatos novohispanos, sino que fueron
varias representaciones de María, Cristo y santos de distintas órdenes
monásticas los que intercedieron ante sus súplicas y manifestaciones
religiosas. Entre las imágenes veneradas se encuentran dos devociones
negras, San Benito de Palermo y Santa Ifigenia.
En ambos lados del Atlántico la presencia de los santos negros
formó parte de un imaginario construido por la Iglesia para cohesionar
y establecer lazos de identidad entre la población africana y sus des-
cendientes, esclavos y libres. En Iberoamérica hubo devoción por San
Antonio de Noto, San Benito de Palermo, San Elesbán, Santa Ifigenia,
San Baltasar (rey mago negro), y más tardíamente San Martín de Porres.
La historiografía al respecto se ha desarrollado sobre todo en territorio
lusitano, Brasil y Portugal, y en menor medida en los territorios de la
Monarquía hispánica, autores como Enrique Martínez López, Giovanna
Fiume, Vittorio Morabito, Didier Lahon, Bernard Vincent, Mariza de
Carvalho Soares, Anderson Machado de Oliveira y Tánia Pinto, entre
otros han escrito sobre esta cuestión. Por otro lado, la atención recibida
por los historiadores en Hispanoamérica es muy reciente, las devocio-

1. De 1521 a 1639, del total de esclavos importados a las Indias españolas,


prácticamente el 50% tenían como destino México. Total de esclavos en estos años
224,205 y para México 110,525. Véase PALMER, Colin. Slaves of the White God• blacks
in Mexico, 1570-1650. Cambridge, Mass: Harvard University Press, 1976, pp. 28-30.
152 RAFAEL CASTAÑEDA GARCÍA

nes que han comenzado a estudiarse son San Benito de Palermo, San
Baltasar, San Martín de Porres, y Santa Ifigenia 2 .
El presente trabajo tiene como objetivo destacar en qué lugares o
regiones de la Nueva España estuvo presente el culto a la santa negra
y africana, así como las características que tuvo su devoción entre la
sociedad y en específico, la población de color, a través de las cofradías,
la literatura religiosa y la iconografía.
Santa Ifigenia nació en Etiopía, y fue princesa de Nubia, hija del
rey, se había convertido al cristianismo cuando fue bautizada por San
Mateo junto con otras doscientas doncellas que estaban a cargo del culto
divino. Indiferente a los placeres mundanos y los lujos de la corte, fundó
un convento de religiosas, el cual fue incendiado por su tío que había
usurpado el trono, pero "milagrosamente por intercesión del cielo fue
salvado el edificio junto con las monjas que vivían en él" 3 . Ayudó en
la evangelización de su territorio por varios años. Enferma y rodeada
por su familia y sus hermanas monjas, falleció el 21 de septiembre del
año 46 de nuestra era.

1. LAS COFRADÍAS A SANTA IFIGENIA

En Nueva España, la primer noticia sobre el culto a esta santa negra


y africana data de finales del siglo xvi. Una hermandad de negros bozales
que anteriormente había sesionado en los altares de la iglesia de Santo
Domingo, se había establecido en 1570 en los bajos del Hospital de
la Concepción de Nuestra Señora (después Hospital de Jesús) 4 . Los

2. Véase ROSELLÓ, Estela. "La cofradía de San Benito de Palermo y la integración


de los negros y los mulatos en la ciudad de la Nueva Veracruz en el S. xvii". En: PASTOR,
Marialba y MAYER, Alicia (eds.). Formaciones religiosas en la América colonial. México:
UNAM, 2000, pp. 229-242; CIRIO, Norberto Pablo. "Antecedentes históricos del culto
a San Baltazar en la Argentina: 'La cofradía de San Baltazar y Ánimas' (1772-1856)".
Latín American music review / Revista de música latinoamericana (Austin), 21-2 (2000),
pp. 190-214; GERMETEN, Nicole von. Black Blood Brothers. Cofraternities and social
mobility for afro-mexicans. Florida: University Prees of Florida, 2006; CASTAÑEDA,
Rafael. "Devociones y construcción de identidades entre los negros y mulatos de la Nueva
España (s. xviiiI)". En: Memoria del VI Encuentro Internacional sobre el Barroco. Imagen
del Poder. Bolivia: Visión Cultural, 2012, pp. 241-248; y CUSSEN, Celia. The lifé and
legacy offray Martín de Porres, afroperuvian saint. Cambridge University Press. (En prensa)
3. MACHADO DE OLIVEIRA, Anderson José. Devo0o negra: santos pretos e
catequese no Brasil colonial. Rio de Janeiro: Quartet editora, 2008, p. 100.
4. En 1570, habían en la ciudad de México 8 mil negros esclavos y mil mulatos,
por 8 mil españoles (se desconoce el dato para los indios). Siendo la ciudad con mayor
población de color en el territorio novohispano; también en ese año hay un censo por
LA DEVOCIÓN A SANTA IFIGENIA ENTRE LOS NEGROS Y MULATOS... 153

negros ocupaban allí la capilla de Santa Ifigenia y en 1577 se vieron


amenazados por la Congregación de sacerdotes de San Pedro, quienes
también se asentaron en el mismo recinto, y pusieron en ella una imagen
del apóstol. La reacción de los negros no se hizo esperar, temerosos de
que fueran desplazados de su propio espacio "decidieron sacar la imagen
de San Pedro y depositarla en la calle" 5 .

Esta capilla junto con su devoción fue anexada al convento de la


Merced en el siglo xvii, luego de que el virrey conde de Monterrey, pro-
tector de los mercedarios, puso la primera piedra del templo y convento
en 1602. Ya con la aprobación del virrey, los mercedarios cerraron la
calle y pudieron integrar el convento con la iglesia (capilla de Santa
Ifigenia), situada junto a la Acequia Real. Durante los siglos XVII y
XVIII el convento de la Merced albergó dos cofradías de afrodescendien-
tes, la de San José y la de Santa Ifigenia, cada una con su propia capilla
dentro de la iglesia 7 . Sobre el devenir de esta cofradía sabemos muy
poco, siguió funcionando hasta finales del siglo XVIII pero los datos que
arrojan los documentos no dejan entrever las actividades devocionales 8 .
La capilla a Santa Ifigenia y su devoción por parte de los negros bo-
zales en la segunda mitad del siglo XVI, es quizá la primera manifestación
del culto a esta santa africana en toda la América colonial. En Brasil su
devoción inició en el siglo xviii 9 . En Perú, se fundó una cofradía de

obispados, en este registro la simetría entre población blanca y negra cambia, en el


obispado de México 2,794 europeos, 11,736 africanos, 1,310,904 indígenas, 8,632 euro-
mestizos, 1,992 indo-mestizos, y 2,000 afro mestizos. Véase PALMER, Colin, Slaves...,
op. cit., p. 46; y AGUIRRE BELTRÁN, Gonzalo. La población negra de México. Estudio
etnohistórico. México: Universidad Veracruzana, Instituto Nacional indigenista, Fondo
de Cultura Económica, tercera edición, 1989, p. 210.
5. MARTÍNEZ FERRER, Luis. "La preocupación médica y religiosa del doctor
Pedro López por las personas de raza negra de la ciudad de México (1582-1597)". Anuario
de Estudios Americanos (Sevilla), 65-2 (2008), p. 85; y RODRÍGUEZ-SALA, María Luisa,
et al. Los cirujanos de hospitales de la Nueva España (siglos xvi y xvfi): ¿miembros de un
estamento profesional o de una comunidad científica? México: Instituto de Investigaciones
Sociales, UNAM, 2005, p. 237.
6. TRABULSE, Elías, "La ciencia en el convento. La vida cotidiana de un cien-
tífico novohispano del siglo xvn". En: RUBIAL, Antonio (coord.). Historia de la vida
cotidiana en México. Tomo II: La ciudad barroca. México: El Colegio de México - FCE,
2005, pp. 200-201 (ver cita 34).
7. GERMETEN, Nicole von. Black..., op. cit., p. 77.
8. Sobre los pocos expedientes sobre la cofradía de Santa Ifigenia en el siglo
xvIII. Véase Archivo General de la Nación (AGN), Indiferente virreinal, caja 4288, exp.
17; y caja 6295, exp. 3.
9. LAHON, Didier. "Esclavage et confréries noires au Portugal durant l'Ancien
Régime (1441-1830)". Vol. II, Doctorat d'histoire. Paris: EHESS, 2001, p. 500.
154 RAFAEL CASTAÑEDA GARCÍA

Ifigenia en el Colegio de San Pablo de los Jesuitas en 1678 10 . En la


ciudad de Guatemala se encuentra una escultura de Santa Ifigenia del
siglo xvm en la iglesia de la Merced, lo que muestra que allí también
tuvo devoción".
Existieron entre tres o cuatro cofradías que tuvieron como advoca-
ción principal a Ifigenia en territorio novohispano: ciudad de México,
Toluca, Aguascalientes y Sombrerete. Transcurrió más de un siglo para
que otro grupo devocional tomara a la princesa negra como santa pa-
trona. En 1698, fue fundada su cofradía en el Hospital de San Juan de
Dios de Toluca l 2; sin embargo, desconocemos quiénes patrocinaron
esta iniciativa. Sobre la supuesta cofradía en la villa de Aguascalientes,
sólo contamos con una referencia pero sin ningún detalle, lo cual por
el momento, nos lleva a dudar de su existencia 13
A mucha distancia de la ciudad de México y Toluca, en el norte
del territorio del virreinato. Los vecinos de la villa de Llerena, minas de
Sombrerete, erigieron una cofradía dedicada a la "milagrosa imagen de
Santa Ifigenia" en 1703, cuyo altar estuvo en la iglesia parroquial". Esta
fundación es la primera que hasta ahora se ha localizado que no fue por
iniciativa de la población de color; en el artículo 11 de sus reglamentos
se lee "todos y cualquier persona de cualquier estado y calidad que sean
recibidos y asentados en la lista de los cofrades (...), tienen obligación
de dar su limosna y obedecer las constituciones...". Según sus
estatutos era el 22 de septiembre, un día después del "glorioso apóstol
San Mateo", cuando celebrarían su fiesta con vísperas, misa y sermón.

10. CUSSEN, Celia L. "Santos apócrifos africanos". En: ARAYA, Alejandra y


VALENZUELA, Jaime (ed.). América colonial. Denominaciones, clasificaciones e identi-
dades. Santiago de Chile: RIL editores, 2010, p. 130.
11. RISHEL, Joseph J. (comp). y STRATTON-PRUITT, Suzanne, colabora-
dora. Revelaciones. Las artes en América Latina 1492-1820. Bélgica: Fondo de Cultura
Económica, 2007, p. 278.
12. GERMETEN, Nicole von. Black..., op. cit., pp. 15, 20 y 227 229.
-

13. Sobre la cofradía de Aguascalientes tenemos ciertas dudas. Nicole von Ger-
meten la menciona sólo una vez en su libro y no señala la fuente documental en la cual
se basó para afirmar su existencia. Ibidem, p. 20.
14. "Cuando se presentó ante el bachiller Mateo de Aguirre, cura propietario de
ese lugar, una petición firmada Tomás Ramírez, Pedro Rivera, José Ramos, Tomás de
San Antonio, Ventura Díaz, José Ramos, Sebastián de Calzada, Luis Arias Palma, Nicolás
Chávez, Nicolás Altamirano, Juan Quezada y Juan Antonio Flores, todos vecinos de la
villa de Llerena quienes previo a ello habían acordado la fundación de la cofradía bajo
la imagen milagrosa de Santa Ifigenia". DIMAS, Tomás. Migración a corta distancia. La
población de la parroquia de Sombrerete de 1677 a 1825. México: Universidad Autónoma
de Zacatecas, en prensa. Ver cap. II, "Conformación del patrimonio familiar".
LA DEVOCIÓN A SANTA IFIGENIA ENTRE LOS NEGROS Y MULATOS... 155

Estudiar las características de las cofradías de Santa Ifigenia en el


virreinato novohispano tiene un problema de acceso a las fuentes do-
cumentales, hay poco rastro sobre estas corporaciones en los archivos
históricos 15 . Su veneración no fue exclusiva de la población de color,
como tampoco de las comunidades que la tomaron como advocación
principal; incluso, su presencia fue más notoria en aquellas dedicadas a
otro santo, en donde ella figuraba como culto interno. Tal fue el caso
de las cofradías de San Benito de Palermo en Nueva España. El santo
franciscano negro nacido en Sicilia contó con cinco corporaciones que
fueron fundadas entre 1599 y 1646 por población de color: Veracruz,
Puebla, México, Querétaro y San Miguel el Grande. En las tres últimas
estuvo presente el culto a Santa Ifigenia. Finalmente, otras dos cofradías
de mulatos también le rindieron devoción, la de San Juan de la Penitencia
en la ciudad de Zacatecas que estuvo bajo el cuidado del clero secular,
y la del Dulce Nombre de Jesús en la villa de Colima, que sesionó en
el convento de la Merced.

2. DEVOCIONES NEGRAS EN ALTARES FRANCISCANOS

En la ciudad de México, a iniciativa de los morenos y mulatos, fue


establecida en el convento de San Francisco la cofradía de la Corona-
ción de Cristo y San Benito de Palermo en 1599. Cien años después,
los cofrades de esta comunidad solicitaron una licencia a los frailes del
convento "para poner un cuadro de Santa Ifigenia, con su mesa de
altar" 16 La petición fue autorizada y a partir de entonces se celebró la
.

fiesta de la santa africana el día del "señor san Mateo" 17 Muy pron- .

to los "hermanos" se apresuraron a realizar un altar decoroso, varios


aportaron dinero recolectando limosnas para el nuevo culto 18 . El 22

15. Para una mejor aproximación al tema se requiere consultar los archivos locales,
en especial los de la ciudad de Toluca y Aguascalientes. Sobre Sombrerete, el historiador
Tomás Dimas especialista en la región no ha localizado, hasta el momento, los libros de
la cofradía por lo que la información sigue siendo limitada.
16. La petición se realizó el 16 de agosto de 1699, y ese mismo día "habiendo
bajado los dichos padres y registrado el lugar; y no hallando impedimento ni perjuicio que
al presente (...) les fue concedida la dicha licencia y para que constase de este presente
testimonio en este dicho convento en dicho día, mes y año. Fr. Antonio Moreno". AGN,
Indiferente virreinal, Cofradías y archicofradías, caja 5830, exp. 47, f. 2r.
17. AGN, Indiferente virreinal, Cofradías y archicofradías, caja 5830, exp. 47,
f.10r. La iglesia señala como día oficial de San Mateo el 21 de septiembre.
18. El 5 de marzo de 1700 el síndico del convento recibió de la comunidad 15
pesos por tres misas cantadas para vivos y difuntos de la cofradía de San Benito, y el
156 RAFAEL CASTAÑEDA GARCÍA

de junio de 1700, Manuel de la Cruz, negro libre, mayordomo de la


cofradía obtuvo un permiso de don Manuel de Escalante Colombres y
Mendoza, quien por entonces era provisor y vicario general del arzo-
bispado de México, para "pedir y demandar limosna en esta ciudad y
arzobispado por tiempo de un año para el culto y adorno del altar de
la gloriosa santa" ". Para los siguientes años las fuentes documentales
consultadas no nos han permitido seguirle la pista a la devoción dentro
de la corporación, lo que resulta evidente es que en la ciudad México fue
venerada por dos cofradías que en su origen estuvieron integradas por
devotos de color: la de Santa Ifigenia, y la de la Coronación de Cristo
y San Benito de Palermo (véase mapa 1).
En la región del Bajío, donde los descendientes de africanos se
ocuparon en los obrajes y haciendas y los franciscanos tuvieron una
importante presencia se erigieron dos cofradías al santo siciliano. La
primera fue fundada por los "morenos" en 1637, con el nombre de la
Purísima Concepción y San Benito de Palermo en la iglesia parroquial
de San Francisco de la ciudad de Querétaro 20 . Según Brian Belanger,
por 1758 las fiestas patrocinadas por la comunidad se habían incremen-
tado considerablemente, además de su octava, misas de aniversario de
difuntos, la fiesta del Santo Cristo de la Esclavitud y la procesión del
Jueves Santo, también se celebraba la fiesta de Santa Ifigenia 21 .
A 14 leguas al Oeste de la ciudad de Querétaro se localizaba la
villa de San Miguel el Grande (hoy de Allende), donde un grupo de
"morenos" estableció en 1646 una cofradía dedicada a San Benito de
Palermo en el convento franciscano de San Antonio. Fue hasta 1700
—un año después de que los cofrades del mismo franciscano negro de la
ciudad de México incorporaran a Ifigenia dentro de sus devociones—,
cuando aparece escrito en los autos de elección el cargo de "madre" de
Santa Ifigenia. Dicha responsabilidad pública recaía en tres cofrades:
la madre mayor, madre segunda y madre tercera 22 . Estas mujeres eran

fraile destinaría dicha cantidad para la negra Ifigenia. Otro "hermano" aportó 7 pesos de
una demanda que hizo de San Mateo y Santa Ifigenia en el mes de mayo. Finalmente,
la cofradía reportó 19 pesos 4 reales que habían sido gastado en el mes de septiembre en
la fiesta de Santa Ifigenia. AGN, Indiferente virreinal, Cofradías y archicofradías, caja
5830, exp. 47, fs. 4r-6v.
19. AGN, Indiferente virreinal, Cofradías y archicofradías, caja 5830, exp. 47,
fs. 14r-14v
20. AGN, Indiferente virreinal, caja 3264, exp. 31, f. 3.
21. BELANGER, Brian C. "Secularization and the laity in colonial Mexico:
Queretaro, 1598-1821". PD. Dissertation, Tulane University, 1990, p. 33.
22. Archivo Histórico Franciscano de la Provincia de Michoacán ( en adelante
AHFPM), Provincia, Conventos, San Miguel Allende, caja 16, número 1, f. 11v.
LA DEVOCIÓN A SANTA IFIGENIA ENTRE LOS NEGROS Y MULATOS... 157

las encargadas de llevar las principales imágenes durante la procesión,


las cuales eran un San Benito de Palermo, una Santa Ifigenia y Nuestra
Señora de los Dolores.
Gracias al inventario de las alhajas y demás bienes del grupo de-
vocional durante distintos momentos del siglo XVIII, podemos saber
de manera general cómo estaba conformado uno de los doce altares
del convento, el de San Benito de Palermo. En él se hallaba un Cristo
con corona y clavos de plata y un cendal blanco 23 . A los pies del "se-
ñor crucificado" se encontraba una imagen de Nuestra Señora de los
Dolores de tres cuartas con resplandor y daga de plata, vestido de raso
encarnado, manto azul con punta de oro y cíngulo de tela 24 . El santo
original tenía un cristo en la mano, su diadema y corazón de plata,
cubiertos por una vidriera 25 . Junto al franciscano negro se encontraba
una escultura de Santa Ifigenia, tenía puesto un hábito, con su diade-
ma de plata, y también un cristo en la mano. En los extremos de las
devociones se hallaban unos candeleros, y en la pared colgaban cinco
cuadros, uno de San Miguel y de otros ángeles que tenían de alto vara y
media. En 1776 se agregará un San Antonio "chiquito de plata" 26 La .

imagen de Santa Ifigenia en el altar del franciscano negro permaneció


en el convento hasta el año 1847, probablemente perdió importancia su
devoción entre los feligreses y en el inventario de 1850 ya no aparece,
en su lugar acompañaron a la escultura de San Benito dos imágenes de
lienzo a los lados: San Pedro Nolasco y San Juan de Dios 27 .

23. La efigie tenía siete cuartas de alto y la cruz tres varas. AHFPM, Provincia,
Conventos, San Miguel de Allende, caja 16, número 1, f. 72v.
24. AHFPM, Provincia, Conventos, San Miguel de Allende, caja 17, número
1, fs. 122r y 210v.
25. El inventario es de 1764. AHFPM, Provincia, Conventos, San Miguel de
Allende, caja 17, número 1, f. 210v.
26. En 1764 se gastaron 3 pesos por componer la imagen de santa Ifigenia que
tenía los brazos y manos quebradas, y la talla del hábito maltratada, foja 124r. En ese
mismo año se dice que santa Ifigenia estaba sin diadema "y un santo cristo en la mano
sin corona"; en el inventario de 1776 aparece santa Ifigenia con su diadema de plata
y un "santo cristo en la mano, sin corona la santa con su hábito que tiene puesto y no
tiene otro". Finalmente, en otro inventario posterior que se desconoce la fecha por estar
ilegible, se lee "Señora Santa Ifigenia con su capa musga, y toca blanca, un crucifijo en
las manos" AHFPM, Provincia, Conventos, San Miguel de Allende, caja 17, número
1, fs. 210v, 211v y 213.
27. AHFPM, Provincia, Conventos, San Miguel de Allende, caja 7, sin número,
"Inventario de la iglesia de San Miguel de Allende, visitado en los años de 1829 a 1858",
foja 57v. Situación similar ocurrió en el convento franciscano de Bahía (Brasil), San
Benito de Palermo permanece hasta nuestros días en su retablo mientras que Ifigenia
fue removida a inicios del siglo xx. PINTO, Tánia Maria de Jesus. "Os negros cristáos
158 RAFAEL CASTAÑEDA GARCÍA

El altar o retablo representaba el espacio más importante y sagrado


en el cual los feligreses manifestaban su devoción hacia una imagen.
Los elementos iconográficos antes descritos fomentaban entre los co-
frades niveles de identidad tanto individual como colectiva a través de
la semejanza cromática de la piel. El tema de la Pasión de Cristo está
presente en ésta y todas las cofradías de negros y mulatos de la monar-
quía hispánica, pues a partir de la Reforma católica se vivió un período
de institucionalización de las imágenes de la Pasión, para convertirse
en patronos formales o informales de sus comunidades".
Es probable que los tres altares de cofradías franciscanas hayan tenido
cierta similitud. La de la ciudad de México en su nomenclatura "Co-
ronación de Cristo y San Benito de Palermo", ya mostraba la jerarquía
de sus devociones y después se agregaría un altar y un cuadro de Santa
Ifigenia; la de Querétaro tuvo como devoción más popular al Cristo
de la Esclavitud y también le rindieron culto a la santa africana". Así,
la mezcla de los elementos de la Pasión con devociones negras fue un
recurso pedagógico utilizado por los franciscanos y la Iglesia en general
para atraer a su seno a la población afrodescendiente.
Queda una pregunta en el tintero, ¿por qué recurrir a Santa Ifige-
nia, si ya tenían como devoción popular y aparentemente más arraigada
entre las castas a San Benito de Palermo? Saltan a la vista dos elementos
distintivos, Ifigenia era mujer y africana 30 . Por otro lado, la presencia
de ambas imágenes negras en un retablo no fue exclusiva de la Nueva
España como tampoco de alguna orden monástica. En la iglesia de San
Francisco de Bahía (Brasil) sesionó una hermandad de Santa Ifigenia,
para 1762 dos santos negros ocupaban los altares laterales de la entrada

católicos e o culto aos santos na Bahía colonial". Tesis de maestría en Historia, Salvador,
Universidad Federal da Bahia, 2000, p. 46.
28. WILLIAM, Christian A., Jr. Religiosidad local en la España de Felipe II. Madrid:
editorial Nerea, 1991, pp. 234-240.
29. Muestra de ello es la publicación de la novena que la cofradía patrocinó:
Devota novena de la milagrosa imagen de Christo crucificado del señor de S. Benito, que se
venera en su capilla del cementerio de San Francisco en la ciudad de Querétaro, dispuesta
por el P. P. Fr. Francisco Iturriaga religioso menor de la Provincia de San Pedro y San
Pablo de Michoacán, y capellán de la sagrada imagen. Con las licencias: impresa en
México por don Felipe de Zúñiga y Ontiveros, año de 1792.
30. Para Bernard Vincent, Santa Ifigenia primer santa negra y africana vino a
ocupar un espacio anteriormente vacío, en un universo masculino. Su condición de
princesa contrastaba con las condiciones de esclavitud y pobreza en las que vivía la po-
blación negra, por lo que este modelo fue bien recibido por los feligreses. VINCENT,
Bernard. "Le culte des Saints Noirs dans le monde ibérique". En: GONZÁLEZ CRUZ,
David (ed.). Ritos y ceremonias en el mundo hispano durante la Edad Moderna. Huelva:
Universidad de Huelva, 2002, p. 129.
LA DEVOCIÓN A SANTA IFIGENIA ENTRE LOS NEGROS Y MULATOS... 159

del recinto, del lado izquierdo Santa Ifigenia y del lado derecho San
Benito de Palermo 31 . En Sevilla, la cofradía de los morenos tenía un
Cristo, una Dolorosa y un San Benito de Palermo, y ya en el siglo XVIII
se le agregaron dos pequeños lienzos de otros dos santos negros: San
Elesbán y Santa Ifigenia 32 . Probablemente en otras latitudes de América,
dónde faltan estudios al respecto, el binomio de este tipo de advoca-
ciones, Santa Ifigenia-San Benito de Palermo y/o Santa Ifigenia-San
Elesbán, fue recurrente".

3. EXPRESIONES POPULARES DE UN CULTO

Como ya se vio para el caso de Sombrerete, el culto a Santa Ifigenia


no estuvo ausente entre las corporaciones piadosas que sesionaron en
altares del clero secular. En la parroquia de la ciudad de Zacatecas los
mulatos fundaron su cofradía de San Juan de la Penitencia en 1635,
la cual desapareció a mediados del siglo xvm 34. Tenemos noticia de
la santa africana a partir de 1736, cuando el mayordomo Gregorio de
la Calle registró en su libro de cuentas un peso que había pagado para
recuperar a Santa Ifigenia pues había sido empeñada por los anteriores
administradores 35 . Este personaje, quien en 1726 ya había sido rector,
no sólo recuperó la imagen sino que se la apropió; a su muerte en 1738
dejó una deuda a la cofradía de los mulatos que para saldar, el mayor-
domo de entonces, tomó los bienes que habían quedado del difunto:
un "santo Cristo de media vara y una Santa Ifigenia de vestir que sirve
en dicha cofradía" 36 .

31. Desde 1735 hay noticias de la existencia de esta hermandad. PINTO, Tánia.
"Os negros...", op. cit., p. 46.
32. MORENO, Isidoro. La antigua hermandad de los negros de Sevilla. Etnicidad,
poder y sociedad en 600 años de historia. Sevilla: Universidad de Sevilla-Consejería de
Cultura de la Junta de Andalucía, 1997, p. 120.
33. En Brasil la pareja Ifigenia-Elesbán fue la que predominó en los altares y
retablos de las iglesias.
34. MANCUSO, Lara. Cofradías mineras: religiosidad popular en México y Brasil,
siglo xvin. México: El Colegio de México, 2007, pp. 107-108.
35. Archivo Parroquial de Zacatecas (en adelante APZ), Disciplinar, Cofradías,
San Juan de la Penitencia, Libros y actas, caja 138, libro 2, exp. 1, f. 94v. Agradezco
la gentileza de la historiadora Georgina Flores quien me proporcionó los datos sobre
esta cofradía.
36. APZ, Disciplinar, Cofradías, San Juan de la Penitencia, Libros y actas, c.
138, libro 2, exp. 1, f. 90, 93v y 97.
160 RAFAEL CASTAÑEDA GARCÍA

De 1736 a 1742, Santa Ifigenia formó parte de los pasos procesiona-


les de la corporación que desfilaban el martes santo por la tarde. Durante
esos años, sólo una vez su efigie fue llevada por un "hermano", el resto
fue una mujer la encargada de portar la imagen por las calles principales
de la ciudad de Zacatecas 37 . El gusto por la bebida embriagante fue
una constante entre los cofrades. Todavía en el mismo año de 1742, el
obispo Juan Gómez de Parada recriminó a la comunidad de negros y
mulatos su mayor empeño en "embriagueces y borracheras" que en la
devoción que tenían hacia sus santos patronos. Reflejo de esa conducta
desenfrenada fue la desaparición de la cofradía tres años después". Los
mulatos no sólo eran gustosos del vino, la gula y la música sino que al
haber empeñado la figura de Santa Ifigenia mostraron poco respeto y
devoción hacia una de sus advocaciones principales. Por otra parte, la
relación entre las mujeres cofrades y la imagen de Ifigenia es un indicio,
quizá, del perfil del devoto hacia esta santa 39 .
El último ejemplo de culto a la princesa negra entre las cofradías
novohispanas aconteció en la villa de Colima, en la región centro occi-
dente del territorio novohispano. En ese lugar los mulatos tuvieron su
propia ermita, probablemente fundada en el siglo xvii —la cual estaba
anexa a la capilla de la Tercera Orden de la Merced—, cuya advocación
principal era el Dulce Nombre de Jesús". Un testigo de 1789 señaló
lo siguiente:

37. La participación de la mujer durante el desfile procesional en la cofradía de


los mulatos fue mínima, del conjunto de imágenes que representaban algún suceso de
la Pasión de Cristo —entre 27 y 36 pasos— apenas en uno o en dos la figura femenina
era visible, siendo una de ellas la que llevaba a la santa africana. Ver APZ, Disciplinar,
Cofradías, San Juan de la Penitencia, Libros y actas, caja 138, libro 2, exp. 1, fs. 34,
92, 96, 97 y 99v.
38. APZ, c. 138, L. 2. f. 34. Citado en QUIÑONES FLORES, Georgina I. "La
cofradía de San Juan de la Penitencia de negros y mulatos en Zacatecas, siglos xvn-xvili:
un ejemplo de religiosidad lúdica". En: RUIZ GUADALAJARA, Juan Carlos, et al.
(coord.) Los afrodescendientes en el México virreinal. Espacios de convivencia, sociabilidad
y conflicto. México, El Colegio de San Luis, en prensa.
39. En la iglesia de Nuestra Señora del Rosario de la villa de Mariana-Minas Gerais
(Brasil), existieron durante el siglo xvin tres hermandades de negros: la del Rosario, San
Benito, y Santa Efigenia, fue en ésta última donde la presencia femenina fue superior a
la de los hombres, otro indicio del perfil de los devotos de Ifigenia. Ver. PINHEIRO,
Fernanda. Confrades do Rosário: sociabilidade e identidade étnica em Mariana. Brasil: tesis
de maestría, Universidad Federal Fluminense, 2006, pp. 91-92.
40. No tenemos la fecha de fundación de la cofradía. Ver, NETTEL ROSS,
Rosa Margarita. Un censo, una historia. La villa de Colima a fines del siglo xvill. Colima:
Gobierno del Estado de Colima, INAH, 1992, p. 22; y REYES, Juan Carlos. "Negros
y afromestizos en Colima, siglos xv1 al xix". En: MARTÍNEZ MONTIEL, Luz María
LA DEVOCIÓN A SANTA IFIGENIA ENTRE LOS NEGROS Y MULATOS... 161

"En la iglesia del Nombre de Jesús que pertenece a los mulatos de


dicha Villa [de Colima], se ve decente adorno y el principal retablo está
dedicado a un Niño Jesús muy hermoso, que para estrenar su iglesia
trajeron de México [en 1774] En esta iglesia se forma la procesión
del Jueves Santo por la tarde, y aunque las procesiones de la Villa son
acompañadas de mucha devoción y luces; el paso de Santa Efigenia
es admirable [por] su concurso, porque todos los que en el distrito
[durante] del año padecen alguna dolencia, por lo común ofrecen ir
a alumbrar a la Santa en su referido paso, que no sólo cumplen, sino
que duplican las luces" 41 ,

El atributo taumatúrgico que le otorgaron "todos los que en el


distrito" padecieron alguna enfermedad o dolencia, refiere que su culto
dejó de ser representativo de las castas. Este dato resulta lógico si fe-
chamos que la devoción a Ifigenia, a excepción de su cofradía del siglo
xvi, se institucionalizó entre los feligreses a partir del siglo xvin periodo
en el cual el mestizaje de la población era ya una realidad (ver cuadro
1). No estamos negando la existencia de la población afrodescendiente
sino la exclusividad "étnica" de los grupos devocionales. Por ejemplo,
la cofradía de San Benito de Palermo de San Miguel el Grande desde
los primeros años del siglo de las luces tenía entre sus miembros a es-
pañoles, mestizos, indios y mulatos, quienes también rendían culto al
franciscano siciliano y a Santa Ifigenia". Por tanto, el testimonio en
la villa de Colima confirma que la naturaleza milagrosa de la imagen
fue más allá de la población de color, la llamada identidad "étnica" dejó
de ser el principal elemento de cohesión entre los feligreses y la santa.
Otro tema a destacar es el de las luces o su exceso de ellas. Se dice en
la descripción de 1789 que la forma en que los feligreses manifestaban
su religiosidad a Ifigenia era a través del alumbramiento del paso de la
efigie. Esta saturación de luces como característica peculiar entre los
devotos de la negra africana también se dio en San Miguel el Grande en
las primeras décadas del siglo xvnl, o por lo menos existen indicios para

(coord.). Presencia Africana en México. México: Consejo Nacional para la Cultura y las
Artes, 1994, pp. 322-323 y 331.
41. PONCE, José Miguel. "Descripción del Distrito de Colima y del corregidor
agregado de San Miguel Xilotlán, 1789". En: CALDERÓN QUIJANO, José Antonio
(dir.). Documentos para la historia del estado de Colima, siglos xvi-xx. México: Novaro
(Peña Colorada), 1981, p. 242.
42. CASTAÑEDA, Rafael. Religión, identidad y sociedad. Dos cofradías de negros
y mulatos en San Miguel el Grande (Siglo xviii). Tesis de doctorado, México, El Colegio
de Michoacán, 2011. Véase cap. IV "El sistema de cargos y la vertebración social de las
dos cofradías de castas en San Miguel el Grande".
162 RAFAEL CASTAÑEDA GARCÍA

suponerlo. En 1730, el comisario del tribunal de la Inquisición en San


Miguel informó a sus superiores de la ciudad de México, que desde hace
algún tiempo se vienen practicando los incendios a los santos, además
de bailes, música y vino:

"Digo que estando cierto de que los años pasados se han publicado
en tiempo de mi antecesor muchos escritos particulares prohibiendo
varias cosas, siendo una de ellas, los incendios con fiestas de bailes,
músicas, concursos y bebidas; y siendo esto tan corriente y desordenado
en esta villa, y su partido, en los incendios de los santos, y sus octavas
con cohetes y todo estrepito; en unos con los altares de los santos
bien adornados y con todas las luces ardiendo, y en otros con sólo dos
luces, y las demás apagadas hasta que se fenece el fandango, que todas
se encienden; dudando yo lo mandado así sobre este particular...""

El expediente no menciona cuáles eran los santos que recibían esta


cantidad de luces, por lo que no existe la certeza de que una de estas
advocaciones haya sido la santa africana. Sin embargo, la respuesta del
Santo Oficio de la Inquisición de México fue que publicaran un edicto
en día festivo, las autoridades eclesiásticas de San Miguel el Grande
hicieron lo propio el día de San Mateo, curiosamente la fecha en que se
celebraba a Santa Ifigenia 44 . El documento tampoco especifica quienes
son estos feligreses que bailan, beben, cantan y alumbran a los santos,
pero si dice que son de todas las calidades, es decir que en el hipotético
caso que una de esas advocaciones haya sido la princesa negra, sus de-
votos, según el documento, no se reducían a las castas.
La referencia al fandango es otra pista que nos lleva a pensar en la
comunidad de San Benito de Palermo, ya que fue esta cofradía la única
que en la primera mitad del siglo xviii recibió varios señalamientos por
parte del cura de la villa para que dejaran de bailar el fandango después
de la procesión 45 . Dos manifestaciones de la fe muy parecidas en dos
villas alejadas entre sí, y en distintos momentos del siglo xvm: Colima y
San Miguel el Grande. ¿Fue Santa Ifigenia la protagonista de ese exceso
de luces en las expresiones piadosas de los devotos? De momento sólo
lo sospechamos.

43. AGN, Inquisición, vol. 1046, exp. 13, f. 191.


44. AGN, Inquisición, vol. 1046, exp. 13, f. 198.
45. CASTAÑEDA, Rafael, "Piedad y participación femenina en la cofradía de
negros y mulatos de San Benito de Palermo en el Bajío novohispano, siglo mil". Nuevo
Mundo Mundos Nuevos (En línea), Debates, Puesto en línea el 5 de diciembre 2012.
Véase apartado: "La piedad femenina en la cofradía".
LA DEVOCIÓN A SANTA IFIGENIA ENTRE LOS NEGROS Y MULATOS... 163

4. HACIA UNA GEOGRAFÍA DEVOCIONAL

Construir un mapa ayudaría a localizar la presencia de los santos


negros, sobre todo, en aquellas partes donde hubo una alta concentración
de población negra y mulata. La difusión de las prácticas piadosas por
Santa Ifigenia no fue exclusiva de alguna orden monástica ni mucho
menos del clero secular, pero fueron los franciscanos quienes más se
involucraron en promover su veneración entre la población de color a
través de las cofradías, seguidos de los mercedarios y el clero secular.
Como se muestra en el siguiente cuadro, su devoción inició en la
segunda mitad del siglo xvI pero fue en el siglo de las luces cuando se
expandió en buena parte del virreinato, siendo la cofradía de Sombrerete
la única que no fue constituida por descendientes de africanos. Entre
las corporaciones piadosas creadas por "morenos" y mulatos donde la
imagen de Ifigenia no fue la titular o la patrona de la corporación, su
culto se hace visible entre 50 y 100 años posterior a la fecha de fundación
de estas asociaciones. Situación similar sucedió en Andalucía (Cádiz y
Sevilla)", y en Brasil'''. ¿Se buscaba reafirmar la identidad entre las
castas con la incorporación de la santa africana?

CUADRO 1
RELACIÓN DEL CULTO A SANTA IFIGENIA ENTRE LAS COFRADÍAS
NOVOHISPANAS (SIGLO XVI-XVIII)
Ciudad o Culto a San-
Cofradía Fundación
villa ta Ifigenia
México Merced Santa Ifigenia 1570 ca 1570 ca
Toluca San Juan de Dios Santa Ifigenia 1698 1698
Coronación de Cristo y
México Franciscana 1599 1699
San Benito de Palermo
San Miguel
Franciscana San Benito de Palermo 1646 1700
el Grande
Sombrerete Parroquia Santa Ifigenia 1703 1703
Zacatecas Parroquia San Juan de la Penitencia 1635 1736

46. Véase MARTÍNEZ LÓPEZ, Enrique, Tablero de Ajedrez. Imágenes del negro
heroico en la comedia española y en la literatura e iconografia sacra del Brasil esclavista.
Paris: Fundagáo Calouste Gulbenkian, 1998, p. 70; y VINCENT, Bernard. "Le culte...",
op. cit., p. 122.
47. En Brasil, las cofradías de negros de Nuestra Señora del Rosario para el siglo
xvill se mudan o fundan sus propios templos y promueven el culto a los santos negros,
entre ellos Ifigenia. PINTO, Tánia. "Os negros...", op. cit., p. 54.
164 RAFAEL CASTAÑEDA GARCÍA

CUADRO 1 (Continuación)

Ciudad o Culto a San-


Iglesia Cofradía Fundación
villa ta Ifigenia
Purísima Concepción y
Querétaro Franciscana 1637 1758
San Benito de Palermo
2 a mitad S.
Colima Merced Dulce Nombre de Jesús S. XVII
XVIII

Fue en la ciudad de México donde inició el fervor religioso a Santa


Ifigenia. Del centro de la Nueva España, la propagación de la imagen
religiosa muestra un recorrido hacia el septentrión novohispano, pasando
por el bajío y siguiendo el camino Zacatecas-Durango que pasaba por
Sombrerete, ya en los límites del actual estado de Durango". Es decir,
hay un vínculo entre lo espiritual y lo económico, entre un circuito
mercantil y otro de carácter pastoral y misional, encabezado sobre todo,
pero no exclusivamente por los franciscanos.
La virgen negra y africana tuvo mayor presencia en estos reales
mineros y ciudades textiles que formaban parte del camino real de
tierra adentro y no en el Caribe u otras regiones costeras. Tal como lo
planteó hace algunas décadas Gonzalo Aguirre Beltrán, "las poblaciones
mulata y negra no se encontraban, como hasta hoy todavía se piensa,
localizadas en las regiones costaneras del país", sino en lugares como
"Pachuca, Tehuacán, Aguascalientes, Celaya, Guanajuato y Querétaro,
situados en pleno altiplano dan una alta proporción de mulatos" ".
Fuera de esa dirección se encuentra Colima, a corta distancia del
Pacífico. Los mercedarios promovieron su culto en una villa que contaba
con una importante presencia de población mulata". Desde finales del
siglo xvi existían redes de comercio con Toluca, la cual quedaba en el
camino a la ciudad de México. Lo mismo con Zacatecas, había mercade-
res que se movían en ese triángulo comercial México-Colima-Zacatecas,

48. Esta vía que conectaba al norte de la Nueva Galicia fue la más transitada
hasta mediados del siglo XVII. Durante un largo período, el tramo del camino real
de tierra adentro finalizaba en la villa de Durango, de allí partían diferentes ramales.
CRAMAUSSEL, Chantal. "El camino real de tierra adentro. De México a Santa Fe".
En: CRAMAUSSEL, Chantal (ed.). Rutas de la Nueva España. México: El Colegio de
Michoacán, 2006. pp. 303-304.
49. AGUIRRE BELTRÁN, Gonzalo. La población..., op. cit., pp. 224-225.
50. Para 1793, la localidad de Colima tenía 7,294 pardos, 733 mestizos, 400
castizos y 4,376 españoles. Ibidem, p. 226.
LA DEVOCIÓN A SANTA IFIGENIA ENTRE LOS NEGROS Y MULATOS... 165

Devoción a Santa Ifigenia en cofradías novohispanas (S. XVII . XVIII)

Ei Audiencia dela Nue,a nnn


1,1,K5

Simbologia
* Devoción como culto interno
Cofradlas de Santa Ingenia
Culto interno y cofradía de Santa Ifigenia
o 50 100

que coincide con la presencia de la princesa negra 51 . No sabemos los


motivos por los que se expandió la veneración de Santa Ifigenia en
esta parte del territorio, pero es evidente que hay una relación entre la
advocación y la importancia social de los mulatos. Se pueden trazar dos
momentos en la construcción de la devoción: el primero ocurre casi
paralelamente a la expansión de conventos y parroquias en los centros
urbanos durante el siglo xvII en el cual se fundan varias cofradías de
castas; y un segundo momento acontece en la centuria siguiente cuando
estos grupos devocionales deciden promover e incluir el culto a una
advocación negra".

5. LITERATURA E ICONOGRAFÍA RELIGIOSA

¿Cómo se estimuló el culto entre la población?, ¿cuáles fueron los


mensajes en los impresos y en la iconografía novohispana sobre Santa

51. ROMERO DE SOLÍS, José Miguel. Clérigos, encomenderos, mercaderes y


arrieros en Colima de la Nueva España (1523-1600). México: Archivo Histórico del Muni-
cipio de Colima, Universidad de Colima, El Colegio de Michoacán, 2008, pp. 263-267.
52. Esta hipótesis se plantea para Brasil, y creemos que el proceso es muy parecido
al de México. Véase PINTO, Tánia. "Os negros...", op. cit., pp. 54-55.
166 RAFAEL CASTAÑEDA GARCÍA

Ifigenia? Los libros de devoción fueron compendios de milagros o pa-


sajes de una advocación que buscaban promover su culto durante cierto
tiempo, pudiendo ser siete, ocho o nueve días en los que se señalaban
ejercicios espirituales con el fin de alcanzar alguna gracia o favor por su
intercesión. Estas novenas, octavas y septenarios constituían un producto
sencillo, práctico, de tamaño reducido por tanto iban destinados a un
amplio público y heterogéneo. Pierre Ragon apunta que esta clase de
literatura emergió por primera vez en México en 1686, y comenzó a
remplazar la publicación de sermones, así en 1710 la edición de éstos
escritos inició un descenso mientras la producción de novenas siguió
su expansión 53 .

El primer registro que tenemos de un devocionario impreso sobre


Ifigenia corresponde a un septenario que se publicó en México en
1730, se reimprimió en Puebla en 1748 54 . Lo escribió Juan Fausto de
Oca, Septenario en honra de la esclarecida virgen emperatriz de Ethiopía
Santa Efigenia. Es probable que haya tenido otras reimpresiones, por
lo menos hemos localizado una para el siglo xix 55 . Sobre el autor de
este devocionario no tenemos, por el momento, mayor información. Es
importante hacer notar al lector que este texto de 1730, en su edición
original, fue anterior a la obra que escribió el carmelita brasileño fray
José Pereira de Santana sobre Ifigenia publicada en Lisboa en 1738 56.
Por lo que no descartamos que la fuente principal del septenario haya
sido el Martyrologivm de 1586 57 .
Respecto al modo de hacer este septenario, se dice que "en cualquier
tiempo del año se puede ejercitar esta devoción, el propio es, comenzar el
catorce de septiembre para terminar el veinte, víspera de la Gloria Santa,

53. RAGON, Pierre. "Imprentas coloniales e historia de las devociones en México


(siglos xvn y xvm)". Revista Redial, 8-9 (1997-1998), pp. 34-38.
54. OCA, Juan Fausto de. Septenario en honra de la esclarecida virgen emperatriz
de Ethiopía Santa Efigenia. En México: por Joseph Bernardo de Hogal, año de 1730. Y
por su original en la Puebla: por la Viuda de Miguel de Ortega y Bonilla, en el Portal de
las Flores, año de 1748. MEDINA, José Toribio. La imprenta en la Puebla de los Ángeles
(1640-1821). México: UNAM, 1991, n°. 520.
55. El septenario que tenemos es una reimpresión que no dice la fecha exacta,
"18-?", y fue localizado en la Biblioteca Nacional de Chile, Sala Medina.
56. SANTA ANA, Fr. José Pereira de, Os dous Atlantes da Ethiopia, Santo Elesbao,
Emperador XLVII da Abessina, advogado dos perigos do mar, e Santa Ifigenia, princesa da
Nubia, advogada dos incéndios dos edificios, ambos carmelitas. 2 vols. Lisboa Occidental:
Antonio Pedrozo Galram, 1735 (vol. I, sobre Elesbao), 1738 (vol. II, sobre Ifigenia).
57. Enrique Martínez señala que las fuentes más divulgadas de información sobre
Santa Ifigenia en los siglos xvI y )(vi( eran Caesar Baronius. Martyrologivm Romanvum.
Dicha obra en su edición en español de 1611 se encuentra en el fondo reservado de la
Biblioteca Nacional de México. MARTÍNEZ, Enrique. Tablero..., op. cit., p. 76.
LA DEVOCIÓN A SANTA IFIGENIA ENTRE LOS NEGROS Y MULATOS... 167

que ocurre en el día del glorioso apóstol San Mateo". La estructura del
pequeño texto no es distinta a los demás en su tipo, primero, el devoto
en la "oración para sólo" se dirigía a la "Gloriosifsima Emperatriz de
Ethi(o)pia, bellísima Morena Santa Ephigenia". Cabe recordar que para
esta época el término Etiopía hacía referencia al África oriental, por
otra parte, nótese que el autor evitó la palabra negra y en su lugar puso
morena, adjetivo que sí se llegó a usar en las novenas a San Benito de
Palermo impresas en México durante el siglo xvm". El texto continúa
con algún pasaje de la vida de Ifigenia y concluye con la petición del
creyente para que intercediera por él ante Dios. Está fórmula se repetía
durante los días que duraba el ejercicio espiritual.
En los pasajes a la vida de Ifigenia aparecen dos protagonistas, ella
y San Mateo. Durante los siete días el devoto leía o escuchaba la vida
corta de la santa, se enteraba de cómo se convirtió a la fe católica dejando
los placeres y dignidades del mundo para seguir a Cristo. Ifigenia, junto
con otras mujeres, fundó un monasterio siendo así la "primer Monja
del mundo, y la que dio principio a la vida regular...", para ello resistió
a las presiones de Hicarto, quien siendo heredero del reino la quería
tomar como su esposa. Él, en venganza mandó a incendiar el conven-
to, y gracias a San Mateo las llamas del fuego fueron apagadas. Como
premio a las virtudes que mostró la santa, castidad y humildad, se dice
en el impreso que murió el día de "vuestro amado Maestro, y Padre
Apóstol San Matheo". El texto aquí resumido merecería más atención
pues contiene imprecisiones históricas que en estas líneas no vamos a
discutir por falta de espacio. No obstante, este ejemplar publicado en
México en el siglo XVIII, es el único que hasta el momento hemos ha-
llado que menciona el color de Ifigenia, su origen y su historia de vida.
El otro testimonio impreso que se ha localizado data de 1784 y
corresponde a una reimpresión de una novena en honor a la santa. La
escribió un sacerdote del arzobispado de México, Novena en honra de
la gloriosa virgen y esclarecida Emperatriz de la Etiopia Santa Efigenia,
para impetrar por sus Méritos el alivio, y socorro de nuestras necesidades59.
Se dice que se puede iniciar el día doce de septiembre. Este documento
contiene una imagen de Ifigenia quien aparece vestida con su hábito,
con una diadema en la cabeza y su corona en el piso, lleva en la mano

58. CASTAÑEDA, Rafael. "Religión...", op. cit., pp. 282-287.


59. Se desconoce la fecha de la primera impresión. Novena en honra de la gloriosa
virgen y esclarecida Emperatriz de la Etiopia Santa Efigenia, para impetrar por sus Merítos
el alivio, y socorro de nuestras necesidades. Saca a luz, y la dedica a los Devotos de la Santa,
un Sacerdote de este Arzobispado. Reimpresa en México, en la imprenta de los Herederos
del Lic. Joseph de Jáuregui, Calle de S. Bernardo. Año de 1784.
168 RAFAEL CASTAÑEDA GARCIA

izquierda un lirio, y su mano derecha extendida. Las tonalidades con que


se presenta su rostro son contrastantes, de un lado se muestra morena,
y del otro, aparentemente por efecto de alguna luz, se observa blanca".

Santa Ifigenia 61

60. "Por lo general, la mayoría de las relaciones de vírgenes oscuras en España


e Hispanoamérica del siglo xvi en adelante abordan el tema del color de forma escueta
y de dos posibles maneras: mencionando que son de tez morena sin profundizar en la
cuestión, o proporcionando alguna explicación adicional de por qué lo son, pero tratando
siempre de minimizar o excusar su importancia". ALCALÁ, Luisa Elena. "Blanqueando
la Loreto mexicana". En: CARLOS, María Cruz de, et. al. (comp. ). La imagen religiosa
en la Monarquía hispánica. Usos y espacios. Madrid: Casa de Velázquez, 2008, p. 178.
61. Agradecemos a la Biblioteca Nacional de Chile, Sala Medina, la reproducción
de la imagen.
LA DEVOCIÓN A SANTA IFIGENIA ENTRE LOS NEGROS Y MULATOS... 169

Leyendo el impreso, vemos que el creyente que se dirigía a ella en


la oración del día, ya no mencionaba algún adjetivo referente al color
de la piel, ahora se le presentaba con alguna virtud seguida de la frase
"Esclarecida Virgen Santa Efigenia". Dichos epítetos son: prudente,
pacientísima, tristísima, prodigiosa, "amada esposa del Rey de la Gloria
de Christo JESUS", inocente, gloriosa, abstinente y admirable. Se ha
blanqueado a Ifigenia no sólo en la imagen, arriba expuesta, sino tam-
bién en el texto. El contenido de la novena también se ha transformado
radicalmente, no se dice nada sobre la vida de la santa, los pasajes hacen
referencia a la Pasión de Cristo y a los dolores de María. Es decir, hay
una sinonimia entre Ifigenia y María, son la misma persona, por tanto
la primera pierde su particularidad.
Un último registro sobre este tipo de literatura religiosa proviene
de un inventario de 1859 de la biblioteca del convento franciscano de
San Miguel de Allende, Guanajuato. Se asentó en el estante número
siete un libro intitulado Santa Ifigenia primer monja de Jesucristo62 . Por
la similitud del título, es probable que la obra referida sea La primera
Monja de Cristo y hermoso lunar del Cielo, Santa Efigenia, Emperatriz de
Etiopia, la cual fue impresa en México y reimpresa en el año 1756 63 .
Este ejemplo, muestra la relación de los impresos con las devociones en
las cofradías, recordemos que en dicho convento sesionó una comuni-
dad piadosa que tuvo como culto interno a Ifigenia. Finalmente, es de
destacar que no se halla localizado ningún libro importado sobre esta
advocación, siendo el impreso extranjero el que representó el volumen
más grande ofrecido a los novohispanos en el siglo XVIII. Por ejemplo,
de 1750 a 1820 a través del comercio oficial, las lecturas con temas re-
ligiosos que circularon entre la población representaron el 50%, de ellas
casi la mitad trataban sobre devoción y espiritualidad. En un catálogo
elaborado por Cristina Gómez de un total de 2.953 títulos de libros
que se enviaron de España a Nueva España durante este período, sólo
aparece un impreso sobre San Benito de Palermo, lo que nos lleva a
pensar que la producción literaria sobre la santa africana se produjo en
las imprentas novohispanas".

62. AHPFM, Provincia, Conventos, San Miguel de Allende, caja 6, número 2.


63. La primera Monja de Cristo y hermoso lunar del Cielo, Santa Efigenia, Empe-
ratriz de Etiopía, Imp. y reimp. en México, 1756. Cit. en BERISTAIN DE SOUZA,
José Mariano. Biblioteca hispano americana septentrional, tomo II. México: Oficina de
D. Alejandro Valdés, calle de Santo Domingo, 1819, p. 151.
64. GÓMEZ ÁLVAREZ, Cristina. Navegar con libros. El comercio de libros entre
España y Nueva España (1750-1820). Madrid: Trama editorial — UNAM, 2011, pp.
97-100 y 117. Sobre el catálogo, véase el CD (disco compacto) que viene anexo al libro.
170 RAFAEL CASTAÑEDA GARCIA

Concluimos este trabajo con una pintura localizada en el museo Aro-


cena de Torreón, Coahuila (México). Se llama "Virgen de Guadalupe con
devociones". Dichas advocaciones son San Pedro y San Pablo, San Isidro
Labrador, Santa Rita de Casia, San Antonio de Padua, San Sebastián y
Santa Ifigenia. Del lienzo sabemos muy poco, la gente del museo señala
que es un anónimo mexicano hacia 1800. Llama la atención que el resto
de las devociones fueron muy populares en la Nueva España y en general
en el mundo católico, pero Santa Ifigenia no, no a su nivel, por tanto no
podemos descartar alguna intención piadosa de quien pagó por la pintura.
Esta representación iconográfico. es un modelo, donde la gente
podría elegir a su santo de devoción y comprar en distinto formato.
Las guadalupes son diferentes en la mirada, la corona y el diseño del
traje: la de arriba es la que más se apega a la original 65 . Santa Ifigenia,
por su parte, muestra elementos que ya hemos referido tanto en el
grabado de la novena como en el inventario de bienes de la cofradía de
San Benito de Palermo de San Miguel. Aquí hay una mezcla de ambas
representaciones. Vestida con su hábito ¿de mercedaria?, de piel oscu-
ra, con la mirada perdida y un rostro de tristeza en el que le escurren
dos lágrimas, lleva en la mano izquierda una flor de lirio y le cuelga
un rosario, en la derecha sujeta un Cristo. A un costado reposan sobre
una mesa su corona y cetro, signos distintivos de su nobleza, atrás de
Ifigenia se observa el monasterio que junto con otras mujeres fundaron.
Las imágenes representadas en este lienzo nos llevan a ser caute-
losos en cuanto a adscribir una devoción exclusivamente dedicada a
cierto estrato de la población porque dentro del catolicismo se admite
la "democracia de los santos", un ejemplo de ello fue San Martin de
Porres quien tuvo popularidad en todas las capas de la sociedad. Re-
sulta difícil tener certeza sobre cualquier conclusión respecto a esta
pintura. Sin embargo, la representación que se hace de la santa negra es
relativamente distinta a las que hay en escultura y pintura en Brasil°,
Portugal (Oporto y Lisboa) 67, y España". En México, no tenemos
un inventario iconográfico sobre ella, la devoción se perdió y eso ha

65. Agradecemos a la Dra. Nelly Sigaut sus comentarios sobre esta pintura.
66. En algunas representaciones de Santa Ifigenia, lleva en la mano derecha un
Cristo al cual dirige su mirada. MACHADO DE OLIVEIRA, Anderson.
op. cit., pp. 325-341.
67. RODRIGUES, Ana Maria (ed.). Os negros em Portugal — sécs xv a xix. Lisbon:
Natioanal Commission of the Portuguese Discoveries, 2000.
68. MARTÍNEZ, Enrique. Tablero..., op. cit., pp. 194-195.
LA DEVOCIÓN A SANTA IFIGENIA ENTRE LOS NEGROS Y MULATOS... 171

Virgen de Guadalupe con devociones.


Anónimo mexicano, hacia 1800. óleo sobre tela, 85 x 66 cm.
Cortesía Fundación E. Arocena/Museo Arocena. Fotógrafo Gerardo Suter.
172 RAFAEL CASTAÑEDA GARCÍA

ocasionado que la gente y el clero no la reconozcan, o la confundan";


tal como ha sucedido en Madrid, con la princesa negra en la iglesia
parroquial del Carmen".
A manera de epílogo, podemos decir que las expresiones de fe más
importantes a Santa Ifigenia se dieron en las cofradías durante la primera
mitad del siglo xvm, después la religiosidad vivió una transformación
de una veneración colectiva a una personal y más íntima a través de las
novenas e imágenes como grabados, estampas o pinturas. El culto a la
santa africana inició entre la población afrodescendiente y paulatina-
mente fue penetrando en otros estratos de la población dejando de ser
exclusivo de las castas. La historia sobre su devoción está por hacerse,
el trabajo aquí expuesto demuestra que Nueva España también estuvo
incluida dentro de un esquema de "catolicismo negro" que la Iglesia
dirigió hacia la población afrodescendiente, utilizando como medios, ad-
vocaciones del mismo color de la piel y con un propio origen geográfico,
África. La historiografía lusitana y en general la que se ha escrito sobre
los santos negros deberá considerar a México junto con Brasil como los
dos epicentros de la devoción a Ifigenia dentro de la América colonial.
Hoy día, las huellas del culto a Santa Ifigenia están presentes en la
toponimia mexicana. Ranchos o pueblos que ostentan su nombre en los
actuales estados de Oaxaca, Michoacán, Guanajuato, San Luis Potosí,
Zacatecas y Durango, son indicios de un pasado piadoso que requiere
la presencia de algún historiador interesado en las manifestaciones
religiosas hacia esta santa.

69. Ma. Elisa Velázquez en su libro la nombra Santa Cirila. VELÁZQUEZ, Ma-
ría Elisa, Mujeres de origen africano en la capital novohispana, siglos xvII y xvw. México,
INAH/PUEG, 2006, pp. 520-523.
70. MARTÍNEZ, Enrique. Tablero..., op. cit., p. 71.

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