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UNIVERSIDAD DE EL SALVADOR

FACULTAD MULTIDICIPLINARIA ORIENTAL


“Hacia la libertad por la cultura”.

Carrera:

Licenciatura en Ciencias Jurídicas.

Asignatura:

Derecho Ambiental.

Tema:

Análisis sobre los documentos:


Convenio sobre la protección de los ríos fronterizos del 11-01-1909 entre Estados
Unidos y Canadá. Y; Laudo Arbitral del 15-08-1893 sobre focas peleteras del
pacifico.

Catedrático:

Licenciado Roberto José Zelaya

Presentado por:

Martínez Mendoza, Raúl.

Ortez Salmerón, Ana Darlin.

Ventura Rivera, Ramon Ulises.

25 febrero 2019

San Miguel, El Salvador, Centro América.


I) ANÁLISIS ACERCA DEL CONVENIO SOBRE LA PROTECCIÓN DE
LOS RÍOS FRONTERIZOS DEL 11-01-1909 ENTRE ESTADOS
UNIDOS Y CANADÁ.
Los ríos son de gran importancia para el planeta, tanta es su relevancia que muchos
artistas y hombres de ciencia han comparado los ríos con los vasos sanguíneos del
mundo dado que se encargan de funciones cardinales que hacen a la integridad del
planeta entero, como una verdadera unidad. ¿Qué es un rio?: Un río es un curso de
agua, que se origina ya sea a punto de partida del deshielo de las altas montañas o
bien como confluencia de otros cursos de agua más reducidos (otros ríos, pequeños
arroyos). En general, mientras que los ríos de montaña son de curso rápido y
vigoroso, con alto contenido en minerales, los ríos de llanura se caracterizan por su
mayor caudal y canal, con un curso más lento y pausado.
Desde el punto de vista de la biosfera, los ríos constituyen una importante reserva
de agua de acceso para los seres vivos (agua potable) y también son el hábitat de
innumerables formas de vida, que incluyen protistas, móneras, plancton, hongos,
vegetales, animales inferiores y superiores. Es decir que los ríos son de gran
importancia para la vida de todos los seres vivos, además de la vida acuática que
se desarrolla en ellos, son fuente de vida para los seres vivos que habitan fuera de
ellos, incluidos nosotros lo humanos, dado que de ellos sale el agua potable que
consumimos.
Por otro lado, no debe olvidarse el otro aspecto relevante que hace a la importancia
de los ríos: su misión social. En efecto, las grandes civilizaciones de la antigüedad
y las principales ciudades de la modernidad se han asentados junto a ríos de
dimensiones considerables, tanto por la necesidad de comunicación (los ríos
navegables han sido los principales caminos de la humanidad durante varios
milenios) como de sustento de agua potable y fuente de alimento. Basta recordar a
las culturas de Egipto (río Nilo), Mesopotamia (Tigris y Éufrates) o a las numerosas
capitales europeas situadas sobre el Danubio.

Por lo tanto, se destaca que la importancia de los ríos los convierte en necesarios
objetivos de protección, dado que la contaminación de las aguas puede dar paso a
la destrucción de ecosistemas completos e incluso a transformar a los
asentamientos humanos en áreas inviables a corto y mediano plazo.
En el Derecho Ambiental vamos a ir en búsqueda de la protección de todos los
recursos ambientales que se encuentran en nuestro sistema, es nuestro planeta,
por lo tanto es necesario la creación de instrumentos jurídicos universales o
mecanismos internacionales para poder contrarrestar cualquier problema que de
contaminación o perdida de algún recurso natural, en este caso los ríos fronterizos,
desafortunadamente la comunidad jurídica actúa hasta que se ve la necesidad, es
decir hasta que ocurren los conflictos, cuando debería ser antes para evitar estas
problemáticas no cuando ya están fuera de control. Ya que al tratarse de bienes
naturales es de gran importancia evitar cualquier tipo de conflicto o disputa que
ponga en peligro estos. Lamentablemente muchas veces se actúa solo por el interés
económico entre los Estados y no por mantener nuestro ambiente saludable.
Pero además de todas están funciones importantes que hemos mencionado de los
ríos, muchas veces los ríos sirven para dividir un país de otro, y se les da la
categoría de “frontera” los cuales juegan un papel importante para ambos países y
es necesaria la protección de estos. Por esto se crea el tratado sobre aguas
fronterizas en 1909 orientado más que todo a las aguas que hacen frontera de
Estados Unidos y Canadá, si bien es cierto los ríos por tiempos remotos han servido
de vías de comunicación entre otros países, es decir han sido navegados y han
permitido a la humanidad descubrir diferentes tierras, en la actualidad estos siguen
permitiendo esa conexión entre países, incluso son usados para el comercio entre
distintos países. Se definen a los ríos fronterizos como: “las aguas de la orilla
principal de los lagos, ríos y las vías fluviales de conexión, o las porciones de las
mismas, a lo largo de las cuales pasa la frontera internacional entre los Estados
Unidos y el dominio de Canadá.
Los propósitos de creación de este tratado son:
Evitar disputas entre estos países relacionadas con el uso de las aguas fronterizas.
Se ha declarado que las aguas del límite fronterizo son “libres y abiertas” y tanto
como los Estados Unidos como Canadá pueden hacer uso de estas, ya que sería
beneficioso para ambas poblaciones. Hay una igualdad de derechos de navegación
para los buques o embarcaciones de cada país, esta se ve equilibrada por el
derecho y autoridad de cada Estado para así regular razonablemente el comercio
en su lado respectivo de la frontera marítima internacional.
El BWT (Best Water Technology) impone a ambos Estados la obligación de limitar
la contaminación de las aguas fronterizas. (BWT art, VI) esta fue una disposición
única para su época, pero marco un paso importante para la creación de Acuerdos
de calidad del agua de los grandes lagos. Estados Unidos por su parte si ha ejercido
este derecho y se han dado la tarea de promulgar leyes t regulaciones que
garanticen la seguridad de la navegación y la protección del medio ambiente.
El Best Water Technology creo la Comisión Conjunta Internacional, para ayudar a
la coordinación de los usos compartidos de las aguas fronterizas, esta se conforma
por representantes de los Estados unidos y Canadá. La importancia de las aguas
fronterizas no solo tiene que verse como una simple división de territorio,
anteriormente se mencionó la importancia de los ríos y por esto que deben ser
cuidados y no permitir la contaminación de estos, si bien es cierto en este caso sirve
para dividir a dos países importantes de Norte América no deja de ser un bien
natural lleno de vida, que da y genera vida a la flora y fauna en él y sobre todo al
planeta, son usados para un bien común entre Estados, ya que divide sus territorios
y por medio de este pueden comerciar sus productos a otras regiones, pero muchas
veces puede haber disputas entre Estados ya que potencias como estas están en
constante competencia de mercado para fortalecer su economía, pero siendo un
área que al dividirlos puede ser usada por ambos se creó este tratado para evitar
disputas que puedan perjudicar a la población de los Estados .

II) Tratado sobre aguas fronterizas de 1909, 36 Estatutos


2448, TS No. 548 (resumen)
El Tratado entre los Estados Unidos y Gran Bretaña relacionado con las aguas de
frontera y las preguntas que surgen entre los Estados Unidos y Canadá, 11 de enero
de 1909, 36 Stat. 2448, TS No. 548, más comúnmente conocido como el Tratado
de aguas fronterizas de 1909 (BWT), es la base de la gestión binacional de "aguas
fronterizas", incluidos los Grandes Lagos. El BWT define las aguas fronterizas como
“las aguas de la orilla principal a la orilla principal de los lagos y ríos y las vías
fluviales de conexión, o las porciones de las mismas, a lo largo de las cuales pasa
la frontera internacional entre los Estados Unidos y el Dominio de Canadá.
El propósito de BWT es "evitar disputas relacionadas con el uso de aguas
fronterizas" y "hacer provisiones para el ajuste y la solución" de las preguntas "entre
los Estados Unidos y el Dominio de Canadá que involucran los derechos,
obligaciones o intereses de cualquiera de los dos en relación con el otro o con los
habitantes del otro ". BWT art. III, IV; véase también Miller v. United States, 583 F.2d
857, 860 (6th Cir. 1978).
El BWT declara que las aguas del límite son "para siempre". . . Libre y abierto” a los
buques marcados por los Estados Unidos o Canadá. BWT, art. I. La igualdad de
derechos de navegación que disfrutan los buques con pabellón de cualquiera de los
Estados está equilibrada por el derecho y la autoridad de cada Estado para regular
razonablemente el comercio en su lado respectivo de la frontera marítima
internacional. Minnesota v. Block, 660 F.2d 1240 (8th Cir. 1981). Los Estados
Unidos han ejercido este derecho y autoridad al promulgar leyes y regulaciones que
rigen el envío, la seguridad de la navegación y la protección del medio ambiente.
Ver, por ejemplo, 46 USC §§ 9301-9308 (requisitos de pilotaje de los Grandes
Lagos); 33 CFR Parte 401 (regulaciones de envío para la vía marítima de St.
Lawrence).
El BWT también impone a ambas Partes la obligación de limitar la contaminación
de las aguas fronterizas. BWT art. VI. Esta fue una disposición única para su época,
y proporcionó la génesis para los posteriores Acuerdos de Calidad del Agua de los
Grandes Lagos.
Para ayudar en la coordinación de los usos compartidos de las aguas fronterizas, el
BWT creó la Comisión Conjunta Internacional (IJC), un cuerpo compuesto por
representantes de los Estados Unidos y Canadá. BWT, art. III, VII.
III) Análisis del Laudo Arbitral de 15 de agosto de 1893 sobre las focas
peleteras del pacifico.

La importancia vital que tiene para la Humanidad proteger el medio ambiente, así
como la acción decisiva de numerosos organismos especializados, ha llevado, con
los años, a la aprobación de una importante reglamentación jurídica de las
cuestiones relativas a la protección y a la preservación del medio ambiente. Un
sistema jurídico ambiental jerarquizado, eficaz y eficiente se logrará con la
aplicación y ejecución de sus normas, esto es, desde el tope de la pirámide hacia
abajo y no inversamente. Las cuestiones relativas a la protección del medio
ambiente han sido también abordadas en el marco más específico del derecho
internacional de los derechos humanos. En ese contexto, se admite actualmente
que no puede lograrse el desarrollo y la plenitud del ser humano que son los
objetivos fundamentales de los derechos humanos- si el medio ambiente sufre
graves daños. Así pues, el derecho a un medio ambiente sano se considera cada
vez más como un elemento fundamental de los derechos humanos. Ese derecho
está expresamente estipulado en tratados internacionales, en textos no
convencionales y en las constituciones de muchos Países. El Derecho Ambiental
se desarrolló como lógica respuesta a la necesidad de explotar los recursos
naturales en un marco de racionalidad, aprovechamiento sostenible y protección del
ambiente. Su evolución ha sido rápida y progresiva, incorporándose paulatinamente
en todas las ramas jurídicas y adquiriendo, a su vez, autonomía propia como
disciplina vinculada con casi todas las ciencias.

Asimismo, muchos Estados han promulgado normas constitucionales relativas a la


protección del medio ambiente. Sin embargo, en vista de la gravedad de los
problemas ecológicos, de la dimensión evidentemente transnacional de algunos de
ellos y de la insuficiencia de las medidas medioambientales exclusivamente
nacionales, los Estados y los organismos especializados no tardaron en llegar a la
conclusión de que era indispensable una reglamentación internacional de estas
cuestiones La protección o la preservación del medio ambiente se inscribió así en
el orden del día de muchas instituciones que promueven el desarrollo del derecho
internacional general. Sus trabajos condujeron a la aprobación de una importante
normativa en constante desarrollo: el derecho internacional relativo al medio
ambiente

Los temas referidos siempre en materia ambiental, hacen entrar en conciencia y


certeza de las diferentes realidades que hay en cada contexto histórico y la razón
del porque se realizan diferentes acuerdos, tratados, convenios, arbitrajes y
protocolos, tantos mecanismos jurídicos que existen para poder llegar a un
consenso y detener una determinada problemática, que atente contra un bien
ambiental, podemos decir que “no es un bien comerciable, no puede ser sujeto de
apropiaciones individuales ni de intercambio, y pertenece a toda la comunidad y es
disfrutado por ésta”, o como lo llamaría Muñoz Conde un “bien jurídico colectivo”
más cuando se trata de la vida de los animales y en la cual el ser humano muchas
veces no toma en cuenta por intereses económicos, políticos y sociales que más
convengan en una coyuntura que más favorezca o desarrolle un poderío y genera
disputa con diferentes sectores sociales e incluso con países. . La expresión
“derecho internacional ambiental” se refiere a aquellas normas de derecho
internacional, tanto sustantivas como de procedimiento o institucionales cuyo
objetivo primordial es la protección del medio ambiente, que es en si el laudo arbitral,
que constituye uno de los periodos en el contexto del Derecho Ambiental

Tal es el caso del Laudo Arbitral extendido el 15 de agosto de 1893 sobre las focas
peleteras del pacifico, que para entender un poco por qué se suscita dicho conflicto,
pues sucede; que, En 1867, el gobierno de los Estados Unidos compró a Rusia
todos sus derechos territoriales en Alaska y las islas adyacentes. El límite entre los
dos países era una línea trazada desde la mitad del estrecho de Bering al sudoeste
hasta un punto a medio camino entre las islas Aleutianas y Komandorski que dividía
el mar de Bering en dos partes, la más grande en el lado estadounidense. Esta
porción incluía las islas Pribilof, los principales criaderos de las focas en esos mares.
En 1870, los derechos exclusivos de matanza de focas en estas islas fueron
arrendados por los Estados Unidos a la Compañía Comercial de Alaska., en
condiciones que limitan los números que deben tomarse anualmente, y que de otro
modo prevén su protección. Ya en 1872, las operaciones de los selladores
extranjeros atrajeron la atención del gobierno de los Estados Unidos, pero parece
que las precauciones tomadas en ese momento se dirigieron contra la captura de
focas en su camino a través de los pasajes entre las Islas Aleutianas, y ningún
reclamo de jurisdicción más allá del límite de tres millas parece haber sido hecha.
El 12 de marzo de 1881, el secretario interino del Tesoro de los Estados Unidos, en
respuesta a una carta solicitando una interpretación de las palabras "aguas
adyacentes a las mismas" en los actos de 1868 y 1873, declaró que todas las aguas
al este de la línea fronteriza fueron consideradas dentro de las aguas del territorio
de Alaska. En marzo de 1886 esta carta fue comunicada al Aduanas de San
Francisco por Daniel Manning, Secretario de Hacienda de los Estados Unidos, para
publicación.

A partir de 1886, se convirtió en la práctica de ciertas embarcaciones canadienses


interceptar focas de paso en el océano abierto (a más de tres millas de cualquier
costa) y dispararlas en el agua (sellado pelágico), a menudo matando a hombres y
mujeres. El gran inconveniente del sellado pelágico reside en el hecho de que las
madres de focas lactantes vagan lejos en busca de alimento, mientras que los
machos no ingieren alimentos durante la época de reproducción, sino que
permanecen en las islas. En consecuencia, prácticamente todos los sellos tomados
por los selladores pelágicos son hembras lactantes, cuya muerte generalmente
resulta en el hambre de los cachorros. Como resultado de esta práctica, se hizo
evidente la posibilidad real de la destrucción de las pesquerías de focas, junto con
industrias valiosas tanto para los Estados Unidos como para Gran Bretaña.

Entonces todo ello atenta contra la reproducción, alimentación y desarrollo de las


focas que habitan en el pacífico, dando paso entonces a la destrucción de un
ecosistema determinado y acabando prácticamente con el normal desarrollo de la
pesca de focas en el pacífico, por lo tanto es importante dar a conocer para los
árbitros en ese momento a quien respectivamente le corresponde la jurisdicción
exclusiva de la pesca en el conocido Mar de Bering y en qué manera Estados Unidos
intervenía en el normal desarrollo domestico de las focas. Dado que la decisión fue
a favor de Gran Bretaña, de conformidad con el tratado de arbitraje, el tribunal
prescribió una serie de regulaciones para preservar los rebaños de focas que serían
vinculantes y ejecutados por ambas potencias. Limitaron el sellado pelágico en
cuanto al tiempo, el lugar y la manera al fijar una zona de 60 millas alrededor de las
islas Pribilof en las que no se debía molestar a las focas en ningún momento, y entre
el 1 de mayo y el 31 de julio de cada año no se iban a molestar. Perseguido en
cualquier lugar en el mar de Bering. Solo a los buques de vela autorizados se les
permitió realizar el sellado de pieles, y se prohibió el uso de armas de fuego o
explosivos. Los reglamentos debían permanecer en vigor hasta que se eliminaran
de mutuo acuerdo, pero se examinarían cada cinco años con miras a modificarlos.
El laudo rechazó el argumento de que los Estados tenían el derecho de establecer
su jurisdicción sobre recursos naturales en espacios comunes como la alta mar para
asegurar su conservación y dictó algunas reglas para la adecuada protección y
preservación de esas focas fuera de límites jurisdiccionales.

Desde nuestro punto de vista y amparándonos en principios como la cooperación


internacional y patrimonio universal, no solamente con el hecho de haber resuelto a
quien le correspondía el derecho de poder realizar actividades de pesca y sellado
pelágico, podemos asegurar que desde esos contextos históricos el medio ambiente
no ha sido de al todo respetado, porque de igual manera no se dejan de morir las
focos, a punto que puede entrar incluso en un peligro de extinción, que suele ser
una medida o un mecanismo internacional bastante erróneo sobre cómo debe
tomársele importancia a un asunto de medio ambiente, fuera muy importante que
se utilizara siempre este tipo de reacciones de los diferentes tribunales arbitrales o
los encargados de estar al pendiente de la referida rama, que en realidad es que
todo Estado está llamado a proteger el medio ambiente de una forma eficaz, ya que
es un interés universal la conservación del medio ambiente sostenible. El Derecho
Ambiental se desarrolló como lógica respuesta a la necesidad de explotar los
recursos naturales en un marco de racionalidad, aprovechamiento sostenible y
protección del ambiente. Su evolución ha sido rápida y progresiva, incorporándose
paulatinamente en todas las ramas jurídicas y adquiriendo, a su vez, autonomía
propia como disciplina vinculada con casi todas las ciencias.
La fragilidad del medio ambiente y los recursos naturales, son una preocupación
mundial, y se protegen con normas internas e internacionales, el derecho ambiental
internacional para muchos es risorio, o un derecho sin futuro practico, visión miope
que no está acorde a la realidad, ya que, si nos damos cuenta, el desarrollo
económico de los pueblos, se materializa a costa de los recursos naturales.

IV) Lauto arbitral del 15-08-1893 sobre las focas peleteras del pacifico.
(resumen).
Siguió una controversia diplomática, en el curso de la cual los Estados Unidos
desarrollaron las contenciones que se presentaron posteriormente ante el tribunal
de arbitraje. La afirmación de que el mar de Bering era clausum yegua fue
abandonado, pero se afirmó que Rusia anteriormente había ejercido en ella
derechos de jurisdicción exclusiva que habían pasado a los Estados Unidos, y que
se basó, entre otras cosassobre la ukasede 1821, por la cual se prohibió a los
buques extranjeros acercarse a menos de 100 millas italianas de las costas de la
América rusa. Gran Bretaña señaló que este Reino Unido había sido objeto de
protesta tanto por Gran Bretaña como por Estados Unidos, y que, por tratados
similares en sus términos, realizados entre Rusia y cada una de las potencias que
protestaban, Rusia había acordado que sus súbditos no deben ser molestado o
molestado en navegar o pescar en cualquier parte del Océano Pacífico. La
respuesta estadounidense fue que el Océano Pacífico no incluía el Mar de
Bering. También reclamaron un interés en los lobos marinos, que involucran el
derecho de protegerlos fuera del límite de tres millas. En agosto de 1890 Lord
Salisbury. Propuso que la cuestión en cuestión se sometiera a arbitraje. Esto fue
finalmente aceptado por el secretario de estado, James Gillespie Blaine, en el
entendimiento de que ciertos puntos específicos, que él indicó, deberían
presentarse ante los árbitros.
El 29 de febrero de 1892, se firmó un tratado definitivo en Washington, DC Cada
poder fue para nombrar dos árbitros, y el presidente de la República Francesa, el
rey de Italia, el rey de Noruega y Suecia fueron cada uno para nombrar uno.
Términos de referencia y árbitros.
Los puntos presentados fueron:
¿Qué jurisdicción exclusiva en el mar ahora conocida como Mar de Bering y qué
derechos exclusivos en las pesquerías de focas en el mismo, hizo valer y ejercer
Rusia antes y hasta el momento de la cesión de Alaska a los Estados
Unidos?¿Hasta qué punto fueron reconocidas y reconocidas por Gran Bretaña sus
reclamaciones de jurisdicción respecto de la pesca de focas?¿Se incluyó el cuerpo
de agua conocido ahora como Mar de Bering en la frase "Océano Pacífico", como
se usó en el tratado de 1825 entre Gran Bretaña y Rusia, y qué derechos, si los
hubiera, en el Mar de Bering se ejercieron exclusivamente por Rusia después de
dicho tratado? En virtud del tratado entre los Estados Unidos y Rusia del 30 de
marzo de 1867, no todos los derechos de Rusia en cuanto a la jurisdicción y las
pesquerías de foca en el mar de Bering al este de la frontera del agua, pasaron
intactos a los Estados Unidos en virtud de ese tratado. ¿Tenían los Estados Unidos
algún derecho de protección sobre los lobos marinos que frecuentan las islas del
mar de Bering cuando estos se encuentran fuera del límite de tres millas?
En el caso de una determinación a favor de Gran Bretaña, los árbitros debían
determinar qué reglamentos concurrentes eran necesarios para la preservación de
los sellos, y las dos potencias debían designar una comisión conjunta para
ayudarlos en la investigación de los hechos. sellar la vida La cuestión de los daños
estaba reservada para una discusión más a fondo, pero cualquiera de las partes
debía tener la libertad de presentar cualquier cuestión de hecho a los árbitros y
solicitar una conclusión al respecto. El tribunal debía sentarse en París. El tratado
fue aprobado por el Senado de los Estados Unidos el 29 de marzo de 1892 y
ratificado por el presidente el 22 de abril.
Los Estados Unidos nombraron como árbitro al Sr. John M. Harlan, juez del Tribunal
Supremo, y al Sr. John T. Morgan, miembro del Senado. Los árbitros británicos
fueron Lord Hannen y Sir John Sparrow David Thompson. Los árbitros neutrales
fueron el barón de Courcel, el marqués Visconti-Venosta y el señor Gregers Winther
Wulfsberg Gram, nombrados respectivamente por el presidente de la República
Francesa, el rey de Italia y el rey de Noruega y Suecia. Las sesiones del tribunal
comenzaron en febrero de 1893 y finalizaron en agosto. Henry Williams
Blodgett actuó como abogado de los Estados Unidos ante el tribunal.
Principales argumentos.
Cuando las pruebas se presentaron ante el tribunal, quedó claro que los Estados
Unidos tenían un caso muy débil con respecto a la reclamación de jurisdicción
exclusiva en el Mar de Bering (la primera reclamación), y el abogado de los Estados
Unidos no la presionó enérgicamente. Estados [1] La pregunta real, por lo tanto, y
sobre la cual se dirigió el argumento principal, fue la segunda de las dos
reclamaciones presentadas en nombre de los Estados Unidos, el derecho de
propiedad en los sellos y el derecho de protegerlos más allá. El límite de tres millas.
Se sugirió que las focas tenían algunas de las características de los animales
domésticos y, por lo tanto, podrían ser objeto de algo en la naturaleza de un derecho
de propiedad. Estaban tan dispuestos al control humano que era posible tomar su
aumento sin destruir el stock. Sellar en tierra era legítimo sellar; Como los Estados
Unidos eran los dueños de la tierra, la industria era un fideicomiso depositado en
ellos en beneficio de la humanidad. Por otro lado, el sellado pelágico, siendo un
método de matanza promiscua, era ilegítimo; Fue contra bonos mores y análogos a
la piratería. En consecuencia, los Estados Unidos reclamaron el derecho de
restringir tales prácticas, tanto como propietarios de los sellos como como
propietarios y fideicomisarios de la industria legítima.
Tal derecho a restringir era una novedad hasta ahora no reconocida por ningún
sistema de ley. James C. Carter. Por lo tanto, como abogado de los Estados Unidos,
presentó una teoría de la jurisprudencia internacional que era igualmente
novedosa. Argumentó que la determinación del tribunal debe basarse en "los
principios del derecho", que "la regla o el principio del derecho significaba una regla
moral dictada por la norma general de justicia sobre la cual las naciones civilizadas
están de acuerdo, que esta internacional "estándar de justicia es solo otro nombre
para el derecho internacional, que las reglas particulares reconocidas no eran más
que casos de la aplicación de una regla más general, y que donde las reglas
particulares permanecían en silencio, se aplicaba la regla general". El resultado
práctico de poner en práctica este argumento sería que un tribunal internacional
podría crear una nueva ley y aplicarla retrospectivamente. La disputa de Carter fue
combatida exitosamente por Charles Russell, el principal abogado de Gran Bretaña.
Conclusión.
El premio, que se firmó y publicó el 15 de agosto de 1893, fue a favor de Gran
Bretaña en todos los puntos. La cuestión de los daños, que había sido reservada,
fue resuelta en última instancia por una comisión mixta designada por las dos
potencias en febrero de 1896, cuyo monto total otorgado a los selladores británicos
fue de $ 473,151.26, más de US $ 10 millones en la inflación actual ajustada a la
inflación. Dólares. Dado que la decisión fue a favor de Gran Bretaña, de conformidad
con el tratado de arbitraje, el tribunal prescribió una serie de regulaciones para
preservar los rebaños de focas que serían vinculantes y ejecutados por ambas
potencias. Limitaron el sellado pelágico en cuanto al tiempo, el lugar y la manera al
fijar una zona de 60 millas alrededor de las islas Pribilof en las que no se debía
molestar a las focas en ningún momento, y entre el 1 de mayo y el 31 de julio de
cada año no se iban a molestar. perseguido en cualquier lugar en el mar de
Bering. Solo a los buques de vela autorizados se les permitió realizar el sellado de
pieles, y se prohibió el uso de armas de fuego o explosivos. Los reglamentos debían
permanecer en vigor hasta que se eliminaran de mutuo acuerdo, pero se
examinarían cada cinco años con miras a modificarlos.
Estas regulaciones, sin embargo, fallaron en su objetivo, porque las focas madre no
se alimentaron dentro del área protegida, sino muy lejos de ella. Por lo tanto, los
selladores pelágicos tomaron los sellos de la madre como antes, y dejaron a sus
crías morir de hambre. La captura más grande en la historia del sellado pelágico, la
de 1894, se realizó en la primera temporada de operación de estas mismas
regulaciones diseñadas para limitar y restringir el sellado pelágico a fin de proteger
y preservar el rebaño.
Una comisión conjunta de científicos de Gran Bretaña y Estados Unidos consideró
el problema y llegó a la conclusión de que era necesario reducir el sellado
pelágico. Sin embargo, otros tribunales conjuntos no promulgaron nuevas
restricciones legales, y luego Japón también se embarcó en el sellado
pelágico. Finalmente, la Convención de las focas peleteras del Pacífico Norte de
1911 redujo severamente la industria de sellado.

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